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Los primeros momentos del capitalismo actual, en los que se consigue crear a la

nueva generación de trabajadores asalariados, para el autor de Momo ya estaban


programados porque escribe que “Tenían sus planes con el tiempo de la
humanidad” (Ende, 2017, p.71) y esos planes incluían el haberlos disciplinado
para conducirse bajo la máxima de que “el tiempo es oro”. Esta misma frase
aparece en la historia cuando se habla de los carteles que había en las oficinas y
fábricas. Según Vega (2012) el tiempo abstracto del capitalismo se encuentra
gobernado por el reloj y esto podemos relacionarlo cuando se hace referencia en
el relato de Ende a que los hombres grises conocían mejor que nadie el valor de
una hora o de un segundo de vida. Así como el señor Fusi, el peluquero, había
aceptado comenzar con una nueva vida también los trabajadores del capitalismo
no sólo aceptaron su condición de asalariados, y el nuevo ritmo temporal que les
fue impuesto. No obstante, tiempo después se inició la lucha por obtener 8 horas
de trabajo, ocho horas de estudio y ocho de descanso. De esta forma se iniciaron
movilizaciones como la del Primero de Mayo que darían paso a la cultura obrera.
Por eso en el libro cuando la protagonista se da cuenta a lo que se enfrentaban
reúne a sus amigos para protestar y que la gente supiera que les estaban robando
el tiempo.

Anisi (2006) menciona que el poder se mide de acuerdo al tiempo obtenido de los
demás y el tiempo que se requiere para obtener esa movilización. Ese tiempo es
el que el capitalismo se apropia y que a los trabajadores les hace falta. El señor
Fusi dice “Pero mi trabajo no me deja tiempo para algo así” (Ende, 2017, p.73)
porque es una consecuencia del ritmo tan ajetreado de su vida laboral. Sennett
(2006) afirma que el tiempo es el único recurso del que gozan de manera gratuita
los pobres. Por esa razón la pequeña Momo contaba con el tiempo para escuchar
a los demás, era una niña que no tenía ropa elegante, ni siquiera una casa.
Berardi (2010) sostiene que sólo los desertores escolares, los vagabundos, los
fracasados son los que pueden disponer libremente de su tiempo. En la obra de
Momo podemos recordar que son los niños a los que se les impide andar
vagabundeando por las calles, no debían disfrutar de su tiempo.

 Desgraciadamente también a la gente pobre se le ha empezado a expropiar su


tiempo a través del celular y la televisión. Pero también se han perdido los
vínculos entre las personas por culpa del capitalismo y en el libro de Momo
encontramos frases como “De verdad que ahora mismo no tenemos tiempo para
ti” (Ende, 2017, p.102). En el artículo aparece como
el efecto que se produjo en la vida cotidiana durante las últimas décadas es el de
una des-solidarización generalizada. El imperativo de la competencia se volvió
dominante en el trabajo, en la comunicación, en la cultura, a través de una
sistemática transformación del otro en un competidor e incluso en un enemigo.
Una máquina de guerra se esconde en todo nicho de la vida cotidiana (Berardi,
2010, p. 87).

La expropiación del tiempo en los centros comerciales y supermercados donde


llega a establecerse una jornada de quince horas o más es muy similar a los
horarios en que trabajaban Nino el tabernero y Fusi el peluquero que no se
detenían ni para conversar adecuadamente.

La expropiación del tiempo de comida se realiza a través de los lugares donde


venden Fast Food olvidándonos de nuestra costumbre de compartir ese valioso
tiempo con la familia. Según Mintz (2003) comer no es simplemente una actividad
biológica sino también cultural. Momo tuvo que sufrir algo parecido en el
autoservicio de comida rápida de Nino donde la gente se desesperaba en la fila y
donde los alimentos eran consumidos muy de prisa. Y Nino no pudo hablar con
Momo así como sucede con los empleados de McDonald’s que no pueden hacerlo
con los clientes.

La expropiación de la siesta es otra consecuencia del capitalismo ya que a este


sistema no le importa que ayude al rendimiento o que sea un derecho de las
personas. En la obra de Momo se resalta el contraste cuando ella se queda
dormida y al despertar ya ha pasado un año entero porque es diferente la noción
del tiempo en el capitalismo. El dormir se considera como una pérdida de tiempo.

La expropiación de la noche se presenta con el ejemplo de cuando Beppo tuvo


que barrer día y noche para pagar el supuesto rescate que le exigían por Momo. Y
es que los turnos nocturnos ya son una constante en los horarios de trabajo.

El capitalismo ha llevado a la gente a endeudarse, a invadir cada parte de la vida


de las personas. Con la promesa de un futuro mejor permiten ser explotados. Pero
esa productividad solo beneficiará a las empresas. Tener más que los demás para
alcanzar la felicidad es un engaño. La valentía de Momo para no dejarse dominar
y ayudar a liberar a los demás del capitalismo que son esos hombres de gris que
nos arrastran al consumismo.
Como los padres ya no tienen tiempo para estar con sus hijos lo que hacen es
comprar juguetes que nunca podrán sustituir un cariño tan especial como el de los
padres.

Las personas dejan de disfrutar su trabajo y siempre están de mal humor. Son
víctimas de la explotación y son atrapados por el consumismo. El estilo de vida
está regido por las empresas que se dedican a expropiar todo cuanto pueden.

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