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RHINA ROUX*
E. P. THOMPSON
“
No venimos a humillar a nadie. No venimos a vencer a
nadie. No venimos a suplantar a nadie. No venimos a le-
gislar. Venimos a que nos escuchen y a escucharlos. Veni-
mos a dialogar.” Así, de manera sencilla, se expresaba una de
las dimensiones profundas de la política: esa dimensión del
acuerdo, posible por la palabra, que hacía que los antiguos con-
sideraran la política como la actividad en que se expresaba la
condición propiamente humana. Quien así hablaba, una mu-
jer indígena, se disponía a explicar, en la sede de la representa-
ción política nacional, las razones de su insubordinación ar-
mada y a argumentar sobre agravios y derechos, justicias e
injusticias. Y continuaba:
Así es el México que queremos los zapatistas. Uno donde los indí-
genas seamos indígenas y mexicanos, uno donde el respeto a la
diferencia se balancee con el respeto a lo que nos hace iguales [...]
Uno donde siempre se tenga presente que, formada por las dife-
rencias, la nuestra es una nación soberana e independiente. Y no
una colonia donde abunden los saqueos, las arbitrariedades y las
vergüenzas. Uno donde, en los momentos definitorios de nuestra
historia, todas y todos pongamos por encima de nuestras diferen-
cias lo que tenemos en común, es decir, el ser mexicanos.
otras miras, ya sea por puro ideal o por egoísmo, o al “poder por
el poder”, para disfrutar de una sensación de valimiento, la cual
le es concedida por el poder.3
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La constitución francesa de 1791, la primera surgida de la revolución, estable-
ció como requisitos para la ciudadanía activa el pago de un impuesto correspon-
diente a tres jornadas de trabajo y “no pertenecer a la clase de los sirvientes domés-
ticos”. Su promulgación fue acompañada de la Ley Le Chapelier, que prohibía la
asociación de los trabajadores en sindicatos, considerados “agrupamientos sediciosos”
y cuya formación era castigada con la prisión. En Inglaterra se calcula que todavía a
mediados del siglo XVIII podían ejercer el voto sólo 245 000 de un total de 4.5 millo-
nes de ciudadanos.
238 Redefinir lo político
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BIBLIOGRAFÍA