MINISTERIO NACIONAL DE EDUCACIÓN CRISTIANA

DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS DE VEVEZUELA

INSTITUTO BÍBLICO VALENCIA

ADMINISTRACIÓN ECLESIÁSTICA

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NIVEL Nº 7

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Compilación y Revisión: Lic. Alí Morales
Edición: Midrash de Venezuela, C. A. (0241) 511 04 09 (0416) 440 23 22 (0412) 746 42 47

CONTENIDO:_______________________________________
Páginas
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………..………..………. 4

LECCIÓN I: LA PARTE DE DIOS, NUESTRA PARTE Y EL TRABAJO…………………………. 5

LECCIÓN II: CONSEJO, GASTOS Y DEUDAS………………………..………………..……….… 16

LECCIÓN III: OFRENDAS, AHORRAR Y CÓMO CONOCER A DIOS.…………………….…… 24

CONCLUSIÓN……………………………………………………………….….……………………… 28

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 INTRODUCCIÓN

Las iglesias del Señor en todo el mundo, se han multiplicado en los últimos cincuenta años. Este
crecimiento nos ha estimulado para poner en orden las cosas concernientes a la obra del Señor en
todos los órdenes, incluyendo el aspecto administrativo de los tesoros del reino. Por otro lado como
cristianos debemos sujetarnos a toda ley de hombre, a fin de ser irreprensibles.

A veces es pertinente observar lo que ha acontecido en otros países en relación a este asunto, donde
se ha desatado persecución y algunas iglesias están siendo cerradas. El ánimo de hacer este comen-
tario no es para asustarlos o cosa por el estilo, pero sí para que nosotros como líderes de la iglesia del
Señor en Venezuela, estemos alerta ante cualquier ataque del enemigo y podamos defendernos
cumpliendo con los principios y leyes establecidas, participando en toda aquella actividad que pueda
ayudar al crecimiento espiritual de la obra del Señor Jesús en nuestro país.

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Lección I: La Parte de Dios, Nuestra Parte y el Trabajo.
“De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en el habitan.” Salmos 24:1.
Dios nos ama y porque se preocupa por nosotros, nos ha dado pautas en su Palabra para manejar y
para agradarle a Él. La manera en que la gente maneja el dinero es lo
opuesto a los principios financieros de Dios.
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que
la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y
mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías
55:8,9.
Actividad Nº 1
De acuerdo a lo que enseña la Palabra, ¿Cree que los principios financieros de Dios son diferentes a
la manera en que las personas manejan el dinero? ¿Cuál cree que es la mayor diferencia?
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La Biblia tiene más de 2.350 versículos que tratan acerca del manejo del dinero y las posesiones.
Jesús enseño más acerca del dinero que de cualquier otro asunto. El Señor da muchas explicaciones
sobre el dinero y las posesiones, por razones espirituales y prácticas.

A. Tres Razones Espirituales Por la Que Dios Habla Tanto Sobre el Dinero.
1. La forma en la que manejamos nuestro dinero es una expresión externa de una condición
espiritual interna.
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo mas es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también
en lo mas es injusto.” Lucas 16:10.
El área del manejo del dinero es una de esas áreas de “lo muy poco” ¿Por qué lo decimos? Porque,
¿quién sabe como está usted manejando su dinero?

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El Dr. Luis Palau, dice: “En la vida secreta, está el secreto”. La forma en que cada uno de nosotros
tomamos decisiones económicas muestra, los principios y valores que tenemos en la vida.

2. En nuestra vida el dinero compite con Cristo.

Gracias a que Dios es nuestro Creador, puede entendernos perfectamente. El sabe que, con
frecuencia, las personas prefieren darle prioridad al dinero antes que a Él.
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al
uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Mateo 6:24.
Actividad Nº 2.
Responda la siguiente pregunta: ¿Qué dice este versículo de la importancia de servir a Dios más que
el dinero?
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3. La manera en que administramos el dinero afecta la intimidad de

nuestra comunión con Cristo.
Jesús nos dijo: “Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién
os confiará lo verdadero? Lucas 16:11. ¿Cuál es la “verdadera riqueza” en
la vida? Es nuestra intima relación con Cristo.

Esto está ilustrado en la parábola de los talentos. El señor alaba a su siervo por haberle administrado
el dinero fielmente: “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho
te pondré; entra en el gozo de tu señor” Mateo 25:21. A medida que mane-jamos el dinero del modo
que Dios quiere, tenemos la oportunidad de compartir el gozo de nuestro Señor y disfrutar de una
relación más intima con Él.

Entiéndase que el dinero no es malo, pero si lo es una actitud incorrecta hacia el. Por ejemplo: el
dinero puede usarse para ayudar a las personas que tienen necesidades, avanzar el Reino de Dios en

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la tierra o alcanzar a otros para Jesucristo. Pero también puede usarse para comprar acceso a las
fuentes de poder políticos del país o comprar cosas que no agradan a Dios.
“Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero.” 1 Timoteo 6:10.
La manera en la que manejamos el dinero, es un indicador de nuestra verdadera relación con Cristo, y
demuestra si creemos en Dios y obedecemos los principios que nos revela en la Biblia. O si
simplemente somos “cristianos por cultura”.

B. Razones Prácticas.
Dios sabe que el dinero juega un papel preponderante en nuestra vida, y porque nos ama mucho nos
da pautas para manejar el dinero en forma sabia. La Escritura revela sus principios en relación a:
 El trabajo.
 El dar.
 Los gastos.
 Los ahorros.
 El salirse de deudas.
 La enseñanza que se le debe dar a los hijos sobre como manejar el dinero.
Todo lo que necesita saber acerca del dinero y las posesiones, lo encontrará en la palabra de Dios.
Desafortunadamente, a la mayoría de nosotros no se nos ha enseñado sobre la manera que Dios espera que se
maneje el dinero: por ende nos manejamos según la perspectiva del mundo en vez de la de Dios. Los principios
que usted está aprendiendo son un regalo de Dios para beneficiarlo en forma espiritual y práctica.
Actividad Nº 3.
Responde: ¿Qué información de la que acabamos de compartir, le causa especial interés? ¿Por
qué?
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C. La Función de Dios y la Nuestra Frente al Dinero.

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Es difícil para algunas personas, pensar que Dios tiene algo que ver con las finanzas porque lo
consideran un Dios invisible. Pero la Biblia revela que el Señor juega un papel importante en lo referido
a las posesiones y al dinero.
Existe una división de responsabilidades a la hora de manejar nuestro dinero. Dios, tiene Su parte y
nosotros, la nuestra. Dios se ha reservado para Si mismo tres responsabilidades: Ser el dueño,
controlar todo y proveer para nuestras necesidades. Entonces, en primer lugar, la Biblia nos dice que
Dios creó todas las cosas, y es el Dueño de todo.

1. La Función de Dios.
a. Dios es el Dueño.
Dios creó todas las cosas: “En el principio creo Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). El jamás le
ha transferido, ni nunca le transferirá a las personas la responsabilidad de Su creación.
El Señor es dueño de todo: “He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la
tierra, y todas las cosas que hay en ella.” Deuteronomio 10:14.
Dios es el dueño de toda la tierra: “La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues
vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo.” Levítico 25:23.
Dios es dueño de toda la plata y el oro: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los
ejércitos.” Hageo 2:8.
Actividad Nº 4.
Reflexiona luego de la lectura de los textos bíblicos y responde: ¿Qué enseñan estos pasajes acerca
de quién es el dueño de sus posesiones?

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Cuando nos damos cuenta que Dios es el dueño de todo, cada decisión sobre lo que vamos a gastar
se vuelve una decisión espiritual. Ya no tenemos que preguntarle más al Señor: ¿Señor, que quiere
que haga con mi dinero? Ahora le preguntaremos: ¿Señor, que quieres que haga con tu dinero? Cuan-
do tengamos esta actitud, podremos gastar el dinero solamente en las cosas que agraden al Señor.
Actividad Nº 5.
Evalúe su actitud con respecto a quién es el dueño de sus posesiones. ¿En qué ocasiones se ve to-
mando la posición de “dueño”, en vez de la posición de ”administrador”?

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b. Dios Tiene el Control.

Nuestro amado Padre celestial, es quien tiene el control total y absoluto de cada cosa que
sucede. “Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en
todos los abismos.” Salmos 135:6.

Actividad Nº 6.
Responde: ¿Qué dice este versículo acerca del control que tiene el Señor sobre las circunstancias?
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Es reconfortable darse cuenta de que para aquellos que siguen a Cristo, Dios usa todo usa todo
para bien, aún las circunstancias difíciles serán de provecho propio. “Y sabemos que los que
aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamado.” Romanos 8:28.

Actividad Nº 7.

Responde: ¿Por qué es importante darse cuenta de que Dios controla y se vale aun de circuns-
tancias difíciles para traernos a nuestra vida, como hijo de Dios?

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El Señor se vale de las dificultades también:

 Puede lograr sus propósitos divinos. Esto lo vemos ilustrado en la vida de José, un joven que fue
vendido como esclavo por sus celosos hermanos. José les dijo a sus hermanos: “Ahora, pues, no os
entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envío Dios

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delante de vosotros.... para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran
liberación” Génesis 45:5-8; 50:20.

 Desarrollar nuestro carácter. Un carácter semejante al de Dios, precioso antes los ojos del Señor,
con frecuencia se desarrolla en tiempos difíciles. Romanos 5:3,4 dice: “Y no solo
esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza...”.
Usted puede tener paz al saber que su amado Padre celestial tiene control de
cada situación a la que se enfrentara, y que El tiene la intención de valerse de
cada una con un buen propósito.
Actividad Nº 8.
Responde: ¿Cómo nos podemos dar cuenta de que normalmente el Señor controla todas las situa-
ciones?

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¿Tiene algún ejemplo que compartir?
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b. Dios Provee Para Nuestras Necesidades.

En Génesis 22:14 uno de los nombres de Dios es Jehová-jireh que significa: “el Señor proveerá”.
Entonces Él es nuestro proveedor. Y lo puede hacer a través de la mujer, otra, a través del varón,
algunas veces a través de los dos.
Dios cuida a su pueblo, y no necesita una situación económica próspera para satisfacer sus
necesidades. Por ejemplo, todos los días durante 40 años Dios le dio maná a su pueblo cuando este
estaba en el desierto. Jesús le dio de comer a 5.000 personas con solo cinco panes y dos peces.

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“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
Filipenses 4:19.
Lo que no podemos decir es como lo va a suplir el Señor, ya que Él usa formas diferentes y a veces
sorprendentes para atender nuestras necesidades.
Actividad Nº 9. Responde: ¿Qué nos ha prometido el Señor con respecto a nuestras necesidades?
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2. Nuestra Función.
a. Debemos ser fieles mayordomos de las posesiones de Dios.
En la Biblia se usa la palabra mayordomo para describir la función que cumplimos. Mayor-
domía significa administrar las pertenencias de otro. Dios es dueño de todo lo que nosotros tenemos y
nos ha dado la responsabilidad de administrar nuestras cosas de una manera fiel, de acuerdo a los
principios de la Escritura acerca de las finanzas. “Ahora bien, se requiere de los administradores, que
cada uno sea hallado fiel.” 1 Corintios 4:2.
Actividad Nº 10. Según este versículo, ¿Qué se espera de usted como mayordomo?
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Lea a continuación lo que implica ser mayordomo fiel: “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra al gozo de tu señor” Mateo 25:21. Ahora
compare esto con lo que se dice del mayordomo infiel: “Respondiendo su señor, le dijo: siervo malo y
negligente... Quitadle, pues, el talento (unidad de valor)” Mateo 25:26-28. Emita su opinión al respecto
en es espacio dado:
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El Señor quiere que entendamos la importancia de serle fieles en la administración de lo que nos ha
confiado. En la medida que estudiemos cuáles son nuestras funciones y responsabilidades, es
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importante recordar que Dios nos ama. Él nos ha dado estos principios porque quiere lo mejor para
nosotros. Muchas personas, al leer estos versículos, se dan cuenta que no han sido fieles en algunas
áreas. No se desanime ya que Dios es bueno y misericordioso. Dios quiere restaurar las finanzas de
su hogar y para eso debemos permitirle a Él que tome el control de todo lo que tenemos.
Debemos ser fieles con cualquier cosa que tengamos, aún las pequeñas cosas. ¿Recuerda Lucas
16:10? “El que es fiel en lo muy poco, también en lo mas es fiel; y el que en lo muy poco es injusto,
también en lo mas es injusto.”

Si somos fieles en las cosas pequeñas, el Señor sabrá que puede confiarnos mayores responsa-
bilidades. Las cosas pequeñas son siempre cosa pequeña, pero la fidelidad esas cosas que son pe-
queñas es algo grande para el Señor. Como administradores fieles que somos nunca debemos ma-
nejar nuestro dinero y posesiones de una forma que desagrade a Dios.
Actividad Nº 11. Después de lo dicho hasta éste momento, ¿Cómo definiría usted a la mayordomía?
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b. La lealtad con respecto a la posesiones de otro puede determinar lo que usted está dando.
“Y si en lo ajeno no fuisteis, ¿quién os dará lo que es vuestro? Lucas 16:12.
A algunas personas no se les puede confiar más, debido a que han sido infieles con las posesiones de
otros. Este principio que generalmente se pasa por alto. ¿Es usted fiel con las posesiones de otro? Si
alguien le ha prestado dinero, ¿Ha sido usted fiel en devolvérselo?
Los principios y valores incorrectos nos llevan a actitudes incorrectas. Y las actitudes incorrectas nos
llevan a tomar malas decisiones en el campo financiero. La Biblia nos enseña:
“Mi pueblo perece por falta de conocimiento.” Oseas 4:6.
Muchos de los problemas económicos que sufrimos en Venezuela tienen que ver con la falta de conocimiento
de los principios divinos para tomar decisiones económicas aceptadas.
Actividad Nº 12.
Describa la función de Dios y la suya en el manejo del dinero y las posesiones.
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¿Cómo se complementan una con la otra?

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Tenemos que tener cuidado con el tema de la riqueza y la pobreza. Es una barbaridad pensar que la
santidad se da solamente en la pobreza. Si así fuera, el 80% de Venezuela ¡serían cristianos piadosos!
La cantidad de dinero no hace la diferencia. Lo que hace la diferencia es nuestra actitud hacia las
cosas materiales. El dinero y las posesiones pueden usarse para bien o para mal. Un número im-
portante de personas fieles a Dios, que la Escritura nos mencionan, fueron los más ricos de su época.
En el Antiguo Testamento el Señor hace llegar su recompensa de abundancia a su pueblo cuando le
obedece, mientras que la pobreza recae sobre ellos como consecuencia de su desobediencia.
“Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando
hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus
estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga”.
Deuteronomio 30:15,16.

La Biblia no dice que alguien que es de Dios debe vivir en la pobreza. Un creyente puede tener
recursos materiales y aún ser un excelente hijo de Dios. El otro extremo está en creer que todos los
cristianos que tienen una fe verdadera siempre serán prósperos económicamente. Esto también es un
error.
Al estudiar la vida de José, vemos el ejemplo de una persona fiel que experimentó prosperidad y
pobreza. Él nació en el seno de una familia próspera, después sus hermanos lo vendieron como escla-
vo porque estaban celosos de él. Cuando era un esclavo ascendió para que fuese el administrador de
la casa. Luego, al negarse a cometer adulterio con la mujer de su amo, y por eso padeció años de
prisión por haber tomado la decisión correcta. Pero en el tiempo de Dios, asumió el cargo de primer
ministro en Egipto. El secreto para la sanidad económica lo tenemos en Josué 1:8:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para
que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; entonces harás prosperar tu camino, y
todo te saldrá bien”.
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Este pasaje tiene dos requisitos para ser próspero. Meditar en la Escritura y hacer todo lo que nos
ordena. Cuando usted hace esto, está en una posición que le permite ser próspero económicamente.
No hay garantías, sin embargo, Dios preferiría que usted sea próspero. Él sabe lo que es mejor para
usted, y espera que confíe en Él cualquiera sea su decisión divina.

3. El Trabajo.
a. Dios Creó el Trabajo Para Beneficiarnos.
“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para
que labrara y lo guardase.” Génesis 2:15.
El Señor creó el trabajo para nuestro propio beneficio en un medio libre de
pecado como lo fue el huerto del Edén. Cuando el pecado entró al mundo, el trabajo se hizo más
dificultoso.
“Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerá
de él; maldita será la tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida…. y
comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra.”
Génesis 3:17-19.

b. Dios le Dio al Trabajo una Importante Perspectiva:

 El trabajo es necesario.
“Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.” Tesalonicenses 3:10.
Dios lo ordena.
 El trabajo desarrolla el carácter
“La mano de los diligentes señoreará; mas la negligencia será tributaria.”
Proverbios 12:24.
Una de las principales razones de trabajar es para desarrollar el carácter. Mientras el carpintero
edifica la casa, la casa también edifica al carpintero. Su destreza, diligencia, destreza manual y juicio
son refinados. Un trabajo no es una mera tarea para ganar dinero; es también un medio que Dios nos
da para que tengamos un carácter a la imagen de Él.

 El trabajo es para el Señor

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo
que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”Colosenses
3:23,24.

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 La Escritura revela que cuando trabajamos, en verdad estamos sirviendo al Señor con nuestro
trabajo. Considere la actitud que usted tiene con respecto al trabajo. Si puede ver a Jesús como su
jefe, ¿trataría de ser más fiel en lo que hace? La pregunta más importante que usted necesita hacerse
cada día es: “¿Para quién trabaja?” Usted trabaja para Cristo.
c. Dios Tomó Responsabilidades con Respecto a Nuestro Trabajo.
 Dios nos da habilidades para realizar nuestro trabajo.
“Y todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda
la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehová.” Éxodo 36:1.
Dios le ha dado a cada persona talentos y habilidades únicas, las Escritura no resalta una
ocupación como más importante que otra. Hay una gran variedad de trabajo descrito en la Biblia.
David fue pastor y un rey. Lucas fue un médico. Lidia fue un hacedor de tiendas; y por último el Señor
fue un carpintero.
 Dios nos da el éxito.
“Más Jehová estaba con José, y fue varón próspero;…... Y vio su amo que Jehová estaba con él, y
todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano” Génesis 39:2,3.
José es un ejemplo de cómo Dios ayuda a una persona a tener éxito. Nosotros tenemos
responsabilidades, pero debemos darnos cuenta de que es Dios quien nos dará el éxito.

 Dios controla los ascensos y avances laborales.

“Porque ni de oriente ni de occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento. Mas Dios es el juez; a
éste humilla, y a aquel enaltece” Salmos 75:6,7.
Aunque nos sorprenda mucho, las personas no son las que controlan quien ascenderá (enaltecerá) a
usted; es el Señor es quien controla su éxito y su ascensos. Muchas personas les cuestan creer que
esta es la función de Dios, y lo dejan de lado en lo que se refiere al trabajo, las habilidades y los
ascensos.
Sin embargo, el sabe que Dios es nuestro socio en dicha responsabilidad, nos aliviará de las frus-
traciones asociadas con el trabajo.
Actividad Nº 13. ¿Qué dicen estos versículos sobre la participación que Dios tiene en nuestro trabajo?

Génesis 39:2,3:_________________________________________________________________

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Éxodo 36:1,2: __________________________________________________________________

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Salmos 75:6,7: _________________________________________________________________

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d. Dios Nos Dio Responsabilidades, También a Nosotros.

 Debemos trabajar duro.
“Todo lo que te viniere a la mano para hacer; hazlo según tus fuerzas; porque en el Seól, adonde vas,
no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” Eclesiastés 9:10.
La Escritura condena la holgazanería al mismo tiempo que alienta la diligencia y el trabajo duro. La
vida del apóstol Pablo fue un ejemplo de duro trabajo. Lea 2 Tesalonicenses 3:8,9.
 Debemos trabajar sin caer en el exceso.
“Seis días trabajarás, mas el séptimo día descansarás….”. Éxodo 34:21.
El trabajar duramente debe equilibrarse con las demás prioridades de nuestra vida. Si su trabajo le
requiere demasiado tiempo y energías, al punto de que usted deja a un lado su relación con Cristo, o
sus seres queridos, esto significa que está trabajando en exceso. El descanso es un asunto de fe. El
Señor instituyó un descanso semanal para que tengamos salud física, mental y espiritual.
 Debemos ser honestos.
“Nos hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro”. Levítico 19:11.
 Debemos honrar a nuestros empleadores.
“Criados (léase empleados), estad sujetos con todo respeto a vuestros amos (empleadores); no
solamente a los buenos y afable, sino también a los difíciles de soportar”. 1 Pedro 2:18.

El pueblo de Dios siempre debe honrar a sus jefes.

 Debemos honrar a nuestros compañeros de trabajo y nunca difamarlos.

“No acuses al siervo (léase empleados) antes su señor (empleador), no sea que te maldiga, y lleves el
castigo”. Proverbios 30:10.

Lección II: Consejo, Gastos y Deudas.

Texto para memorizar: “El rico se enseñorea de los pobres y el que toma prestado es siervo del que
presta” Proverbio 22:7.
Antes de continuar con la lección II, repasemos lo que aprendimos en la lección I.
 Descubrimos que Dios es dueño de todo:
“De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” Salmos 24:1.
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 Nuestra responsabilidad es ser fieles mayordomos (administradores) de las posesiones que el
Señor nos ha encargado.
“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel” 1 Corintios 4:2.

 Lo que nos enseña la Biblia acerca del trabajo y como debemos ganar dinero.
En la lección II, aprenderemos sobre la importancia de pedir consejo de personas creyentes y
experimentadas cuando tengamos que tomar decisiones de índole financiero; sobre la manera de
gastar sabiamente; y lo mas importante lo que la Biblia enseña sobre cómo evitar las deudas.

A. Dios Nos Enseña a Pedir Consejo.

Dios nos anima a que busquemos quien nos aconseje cuando tenemos que tomar importantes
decisiones financiera:
“Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio” Proverbios 19:20.
Algunas personas, por orgullo, no quieren que se les aconseje. Le parece que pedir
consejo es un signo de debilidad, sin embargo la Biblia enseña lo contrario. Debemos
buscar quien nos aconseje para que los diferentes puntos de vista y las sugerencias nos
ayuden a tomar las mejores decisiones.
Actividad Nº 14. Según el versículo anterior, ¿qué beneficio se tiene al pedir consejo?
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¿Qué les impide a las personas pedir consejo?

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La Escritura nos anima a pedir consejo de diferentes fuentes.

1. Debemos Pedir Consejo a Nuestro Cónyuge.

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Si usted está casado, debe consultar primero a su cónyuge. El marido y la mujer son uno, y para tomar
las decisiones apropiada deben hacerlo juntos. Las mujeres poseer una naturaleza intuitiva más
precisa. Los hombres tienden a concentrarse más en los hechos y el análisis. Muchas veces el Señor
se comunica más claramente con el esposo a través de la esposa porque Dios la creó para que sea
una ayuda idónea.

2. Debemos Pedir Consejo a Nuestros Padres.

Otra fuente para pedir consejo son nuestros padres. Ellos cuentas con la experiencia y nos conoce
muy bien.
“Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre; átalos
siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello. Te guiarán cuando andes; cuando duermas te
guardarán; hablarán contigo cuando despiertes” Proverbios 6:20-22.

3. Debemos Buscar Consejo en la Palabra de Dios.

Debemos pedir el consejo de personas creyentes que conozcan cómo aplicar los principios que se
encuentran en la Palabra de Dios.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos…. Y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” Hebreos 4:12.

La Biblia es un libro viviente del cual nuestro Señor se vale para comunicarse con todas las
generaciones. Sus verdades son para todos los tiempos y todos los países y todas las culturas.

4. Debemos Pedir Ayuda a Consejero Cristiano de Buen Testimonio.

Cada uno de nosotros tiene un conocimiento y experiencia limitada; por eso necesitamos
comunicarnos con los demás para estimular nuestros pensamientos y obtener otras alternativas, que
no estemos considerando.
“Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se
afirman” Proverbios 11:14.

B. Dios Espera Que Controlemos Nuestros Gastos.

Hay varios principios bíblicos muy importantes que nos pueden ayudar a controlar nuestros gastos.
1. Aprender a Contentarse.

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El primer principio para controlar nuestros gastos es el principio del Contentamiento. Esta Doctrina ha
desaparecido de la iglesia, ahora que nos ha llegado el consumismo, nos hemos olvidado por
completo de este principio bíblico para nuestra vida económica.

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi
situación. Se vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así
para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.“ Filipenses 4:11-13.
La Doctrina del contentamiento dice que: “Cada uno de nosotros debemos aprender a ser feliz en el lugar
económico en el que Dios no ha colocado”. Pablo “aprendió” a contentarse. Nosotros no nacemos sabiendo
contentarnos; sino que tenemos que aprender.
Actividad Nº 15. Responde: ¿Cuál es la diferencia entre contentamiento y conformismo?
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2. Rechazar la Codicia.
Codiciar significa desear profundamente lo que otro tiene, y la Escritura lo prohíbe. La palabra nos
dice:
“No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni
su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” Éxodo 20:17.

3. Viva Sencillamente.
Algunas cosas demandan tanta atención, tiempo o dinero que perjudican nuestra relación con el
Señor y nuestros seres queridos. La Escritura nos anima a vivir una vida tranquila y sencilla.
“Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, trabajar con vuestras manos
de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de
afuera, y no tengáis necesidad de nada.”
1 Tesalonicenses 4:11,12.

4. Proveer a los Necesitados a Través del Cuerpo de Cristo.

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La iglesia primitiva fue un ejemplo en la cuestión de suplir las necesidades. Hay muchos hermanos en
nuestras iglesias que no recibe suficiente dinero de su trabajo para sostenerse o sostener a su familia,
especialmente las madres solas o las viudas.
“…la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla
la necesidades vuestra, para que haya igualdad, como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo
más, y el que poco, no tuvo menos.” 2 Corintios 8:13-15.
Nuestra invitación es a considerar la posibilidad de conformar un ministerio de Benevolencia en la
iglesia, el cual se avoque a trabajar para ayudar a los necesitados, de tal manera que los que tienen
más puedan ayudar a los que tienen menos.

5. Desarrollar y Poner en Práctica un Plan de Gastos: un Presupuesto.

La Biblia nos anima a que planeemos nuestros gastos y estar al tanto de nuestras
finanzas. Cada uno de nosotros debe tener un plan para controlar nuestros gastos.
Tengamos mucho o muy poco, todos debemos conocer el estado económico y cuidar
nuestras inversiones, porque la riqueza no dura para siempre.
“Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños,
porque las riquezas no duran para siempre.” Proverbios 27:23.

El primer paso para tener un plan de control de gastos es saber cuál es la bendición de Dios para su
vida. La Palabra de Dios dice: “La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con
ella” Proverbios 10:22.

Averigüe cuáles son sus entradas, y si varían saque un promedio. Realice el siguiente cálculo: sume
todas las entradas netas del hogar y réstele la parte que le corresponde a Dios. El resultado es la
bendición de Dios para su vida. En otras palabras es el Ingreso Neto Disponible. Esa es la cantidad de
dinero que usted con la que usted necesita vivir.
Ahora haga una lista y escriba en que gasta el dinero, en pocas palabras que está comprando. Al final
del mes usted tendrá una idea en que está gastando el dinero.
Hay muchas gentes que se sorprende al descubrir que está gastando más de lo que gana. Si este es
su caso, entonces esta es una buena oportunidad para pueda aumentar sus ingresos y disminuyan sus
gastos para que le pueda sobrar algo de dinero.

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Una vez que elaborado el presupuesto, o plan de gastos, es importante tener a alguien, en quien po-
damos confiar, que nos ayude a cumplirlo. Cuando tenemos que rendirle cuentas a alguien, general-
mente gastamos de una manera más sabia.
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno
levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”
Eclesiastés 4:9,10.

Actividad Nº 16. Responde los siguientes cuestionamientos:

¿De qué manera los siguientes factores influyen en las decisiones que hoy tomar al gastar?
Televisión, Internet, revistas, catálogos y demás publicidad:
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Su estudio de la Biblia:
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Su compromiso con Cristo y las cosas que son importantes para Él:
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¿De qué manera su relación con el Señor puede afectar la forma en que gasta su dinero?
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Compara tu estilo de vida con el de sus amigos y otras personas.
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C. Dios Nos Anima a Pagar Nuestras Deudas.

Una deuda es el dinero por el cual una persona se obliga a pagarle a otra una cierta cantidad de
dinero. Las deudas las podemos tomar con nuestros familiares y amigos, tarjetas de crédito, présta-
mos bancarios, préstamos sobre la propiedad o hipotecas.
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 1. Él Nos Exhorta a Través de Su Palabra.
a. La Palabra nos llama “esclavos” cuando estamos en deudas.
“El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”
Proverbios 22:7.
Pedir prestado no es pecado. SI lo hubiera sido, Dios nunca le hubiera permitido al pueblo de Israel
prestarse el uno al otro en Deuteronomio 1. Sin embargo, el Señor quiere que su pueblo esté libre de
deudas para servirle a Él, y no para ser siervos de los prestamistas.

b. Que nos dice el Antiguo Testamento sobre el tema de la deuda.

La deuda es consecuencia de la desobediencia.
“Si no oyeres la voz de Jehová tu Dios…. Vendrán sobre ti todas las maldiciones…..El extranjero que
estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo. El te prestará a ti, y tú
no le prestarás a el.” Deuteronomio 28:15, 43,44.
Estar libres de deudas era una de las recompensas a la obediencia.
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos
sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las
naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones…..Y prestarás a muchas naciones, y
tú no pedirás prestado” Deuteronomio 28:1,2;12.

c. Que nos dice el Nuevo Testamento sobre el tema de la deuda.

“Pagad a todos lo que debéis…No debáis a nadie nada” Romanos 13:7, 8.
d. La Palabra nos prohíbe hacer “Presunción del Futuro.
Presumimos del futuro cuando tomamos una deuda presente basados en ganancias que van a obtener
en el futuro. Ejemplo: Cuando quitamos prestado para comprar una máquina a crédito, suponiendo
que, con lo que produzca la máquina se pagará el préstamo y la deuda de la máquina.
“No te jactes del día de mañana; porque no sabes que dará de sí el día.” Proverbios 27:1.
e. La Palabra nos hace responsables de pagar nuestras deudas.
“El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da” Salmos 37:21.
Los creyentes deben pagar sus deudas tan pronto como puedan.
“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para
hacerlo. No diga a tu prójimo: Anda, y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes
contigo qué darle” Proverbios 3:27,28.

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Debemos tratar de pagar cada deuda a tiempo para demostrarle al mundo que Jesucristo es quien nos
ha convertido en gente mucho más responsables en el área de las finanzas.
Actividad Nº 17. Si tiene deudas, ¿Podría describir su plan para pagarla?
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2. Él Nos Muestra el Porqué Nos Endeudamos.
a. Falta de conocimiento:
Muchas personas no tienen el suficiente entrenamiento para administrar el dinero de acuerdo a los
principios de Dios.
“Con sabiduría se edificará la casa y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras
de todo bien apreciable.” Proverbios 24:3.
b. Falta de planeamiento y disciplina:
Muchas personas gastan el dinero de forma impulsiva porque no tienen un plan escrito o presupuesto
que le determine el que no excederá de sus ingresos.
“Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que apresura aloca-
damente, de cierto va a la pobreza” Proverbios 21:5.
c. Satisfacción propia:
“El que ama el placer se quedará en la pobreza; el que ama el vino y los perfumes jamás se
enriquecerá” Proverbios 21:17 NVI.
Algunas personas gastan al intentar satisfacer sus deseos nuevos.

3. Dios Nos Lleva Por el Camino de la Sanidad Financiera.

a. Ore.
En 2 Reyes 4:1-7, un prestamista amenazó a una viuda con quitarle sus hijos, y ella acudió a pedirle
ayuda a Eliseo. Este le aconsejó diciendo que pidiera prestado a sus vecinos vasijas vacías. El Señor
multiplicaría lo único que ella tenía, un poco de aceite, y llenaría con eso las demás vasijas prestadas.
Ella vendió el aceite y con eso pagó la deuda para poder recuperar a sus hijos.
El mismo Dios que proveyó a la viuda se ocupará de usted para ayudarlo a liberarse de las deudas. El
paso más importante es orar pidiéndole al Señor que le ayude.

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 b. Dele al Señor.
Asegúrese de darle lo primero de sus ingresos al Señor.
“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con
abundancia, y tu lagares rebosarán de mostos” Proverbios 3:9,10.
c. No adquiera nuevas deudas
d. Haga una lista de todas sus deudas.
e. Desarrolle un plan para controlar gastos por escrito: un presupuesto.
Desarrolle un plan de gastos por escrito para asegurarse de que no gastará más de lo que gana y para
ver dónde puede ahorrar un excedente que pueda usarlo para pagar esas deudas.
f. Desarrolle un plan de pago para cada deuda.
La mayoría de los acreedores estará dispuesto a negociar con las personas honestas que desean
pagar deuda, por eso comuníquese con ellos y haga un seguimiento continuo.
Trate de pagar la primero las deudas pequeñas o aquellas que tengan un interés muy alto.
g. Considere tener ingresos adicionales.
h. Reduzca los gastos.
i. Adquiera sus deudas de una manera bíblica.
Si usted pide un préstamo, asegúrese de que:
 Adquirir esta deuda sea una excepción a la regla. Deuteronomio 15.
 Planee pagarla lo ante posible. Romanos 13:7,8.
 Evite en caer en un “compromisos al descubierto” Un compromiso económico que no tiene
garantía o prenda suficiente como para tener una forma cierta de poder cancelar la deuda.
“No seas de aquellos que se comprometen…si no tuvieres para pagar” Proverbios 22:26,27.
j. Evite ser codeudor o fiador.
Cuando usted firma como garante o se compromete como codeudor, es legalmente responsable por el
dinero el otro tomó prestado. La Biblia se opone a que seamos codeudores, garante o salgamos de
fiador de otras personas.
“El hombre falto de entendimiento presta fianzas, y sale por fiador en presencia de su amigo”
Proverbios 17:18.

Lección III: Ofrendas, Ahorrar y Cómo Conocer a Dios.

Texto para memorizar: “En todo os he enseñado que, trabajando así, se

debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús,
que dijo; Más bienaventurado es dar que recibir” Hechos 20:35.
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Repasemos lo que aprendimos en la lección I.
 Descubrimos que Dios es dueño de todo:
“De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.” Salmos 24:1.
 Nuestra responsabilidad es ser fieles mayordomos (administradores) de las posesiones que el
Señor nos ha encargado.
“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.” 1 Corintios 4:2.
 Lo que nos enseña la Biblia acerca del trabajo (que debemos trabajar duro y hacerlo para el
Señor), balanceando el trabajo con otras prioridades como es la familia y el descanso.
En la lección II, aprendimos:
 La importancia de buscar el consejo de personas creyentes y experimentadas cuando debamos
tomar decisiones de índole financiero.
“Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio” Proverbios 19:20
 La manera de gastar sabiamente
 La Biblia enseña sobre cómo evitar las deudas.
“El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta” Proverbios
22.7.
En esta lección, aprenderemos lo que la Biblia dice acerca del dar, el ahorro y la inversión.
Dar: La Biblia nos anima a ser generosos. En realidad, hay más versículos que hablan sobre el dar
que sobre cualquier otro asunto relacionado con el dinero. Debemos aprender a ser generosos,
dadivosos, poniendo nuestra mirada, no en la acumulación de bienes materiales sino en la
construcción de nuestro futuro en la Patria Celestial.

A. Es Importante Dar con una Actitud Apropiada.

Dios evalúa nuestro dar observando la actitud con que lo hacemos. En Mateo 23:23 Jesús dice:
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y eneldo y el comino, y
dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar
de hacer aquello”
Para Dios, el “ser” es más importante que el “hacer”. Los fariseos habían sido lo suficientemente
cuidadosos en dar el monto correcto, hasta la última hoja de menta de sus huertos. Sin embargo,
debido a que su actitud no era la correcta, el Señor los reprocha y los rechaza porque no lo hacen con
amor.
1. Dé por Amor.
Nuestro Padre Celestial nos da un ejemplo de dar con amor:

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“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito” Juan 3:1.
La mejor manera de dar por amor es dar cada cosa como si se la entregásemos directamente a
Jesucristo. Cuando usted le da al Señor, esto es un acto de adoración porque Dios es nuestro Sal-
vador y fiel proveedor.

2. Dé con Alegría.
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad porque Dios
ama al dador alegre” 2 Corintios 9:7.
La palabra traducida del griego como “tristeza” significa aflicción, pena o pesar. La
palabra traducida “alegría” significa gozo, felicidad vivacidad. No debemos dar
tristemente, porque nos duele, sino con gozo porque debemos tener oportunidad
de ayudar a otros y de invertir en el Reino. Deténgase y examínese. ¿Cuál es la
actitud que tengo al dar? Es muy importante que al dar sea con una actitud
apropiada. Si damos por amor, probablemente también demos con gozo en el corazón.
Actividad Nº 18.
Responda: ¿Qué dicen estos pasajes sobre la importancia de tener una actitud apropiada al dar?

1 Corintios 13:3: ________________________________________________________________

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2 Corintios 9:7: _________________________________________________________________
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¿De qué manera una persona puede desarrollar una actitud apropiada al dar?

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3. Dé a Dios en Primer Lugar.
“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos”
Proverbios 3:9.
Parte de nuestra responsabilidad de ser fieles administradores es retornarle a Dios una parte de lo que
Él nos ha encomendado. Dios no necesita nuestro dinero, pero necesitamos darle a Él. Darle al Señor
es un recordatorio de que Dios es Dueño de todo lo que poseemos y de que Él es nuestro proveedor.
Igualmente es un indicativo de nuestra obediencia a los principios de Dios.
B. Dé Sin Límite de Fórmula Matemáticas.

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 “Y le dio Abram los diezmos de todo” Génesis 14:20.
Las raíces de de nuestras ofrendas en la iglesia se encuentran en la práctica del diezmo, dar a Dios el
diez por ciento de nuestros ingresos. Cuando el pueblo de Dios desobedeció este principio, se
consideró que le habían robado al mismo Dios.
“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado?
En vuestros diezmos y ofrendas. Maldito sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me
habéis robado” Malaquías 3:8,9.
Además del diezmo, el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento daba limosnas, ofrendas, primicias y
daba en forma sacrificial. El Nuevo Testamento construye sobre estas enseñanzas y el Señor nos
muestra cual es su “estándar” para nuestro “dar”. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un
cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos les dijo:
“De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque
todos han echado de lo que le sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su
sustento” Marcos 12:42-44.
C. Es Importante Entender las Bendiciones Recibidas.
“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las
palabras del Señor Jesús, que dijo; Más bienaventurado es dar que recibir” Hechos 20:35.
Si una ofrenda se da con una actitud apropiada, el dador se beneficiará de cuatro maneras:
1. El Dar Nos Acerca Aún Más a Cristo.
“Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Mateo 6:21.
Cuando damos estamos demostrando que nuestro corazón desea acercarse más a Cristo, porque
hemos hecho de Él nuestro tesoro. Por eso es necesario que cada ofrenda se la demos a Jesucristo.
Cuando usted le da su ofrenda a Él, su corazón automáticamente se acerca más al Señor.
2. El Dar Nos Ayuda a Desarrollar un Carácter Cristiano.
Nuestro Padre Celestial quiere que sus hijos se asemejen a Jesucristo. El carácter de Cristo es el de
un dador generoso. Desafortunadamente los seres humanos son egoístas por naturaleza. Una manera
en que nos podemos asemejar más a Cristo es imitándole en la forma en que El mismo dio.
3. El Dar Nos Permite Acumular Tesoros en el Cielo.
Pablo escribe: “No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuentas.”
Filipenses 4:17.
En otras palabra el dar es la mejor inversión que podemos hacer ya que estamos depositando en una
cuenta que cada uno de nosotros tenemos en el cielo, y de la que disfrutaremos por la eternidad. ¡El
banco del cielo no quiebra! No quiebra y los depósitos están garantizados.

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 4. El Dar Resulta en un Incremento de los Bienes Materiales.
“Hay quienes reparten, y le añade más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero viene la
pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado” Proverbios
11:24,25.

CONCLUSIÓN

Jesús habló mucho acerca del dinero y las posesiones porque sabía que nuestra vida espiritual y ma-
terial tendría mucho que ver en eso. Dios es dueño de todo, y nos encomienda algunas de Sus pose-
siones para que la administremos. Él quiere que seamos sabios y fieles mayordomos al poner en
práctica los principios financieros que enseña Su Palabra y nos ha dado el trabajo para proveernos de
lo que necesitamos y para desarrollar nuestro carácter. Por lo que debemos trabajar duro y tratar de
ser excelentes porque, en realidad, trabajamos para Cristo. Debemos, balancear el trabajo con otras
prioridades que nos da el Señor: la familia, el descanso y el Reino.

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