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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


VICEMINISTERIO DE EDUCACIÓN PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD MILITAR BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA
CATEDRA: DERECHO PENAL I (GENERAL)
DR. DEIVIS JIMENEZ.

ENSAYO SOBRE LA PRESUNCIÓN DE


INOCENCIA
UNA APRECIACIÓN EN EL DERECHO PENAL.

Estudiante:
LEÓN OLIVO, Williams de la Cruz.

CARACAS, AGOSTO 10, 2.019

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DERECHO PENAL I

LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA.
VERSIÓN LIBRE SOBRE LA PONENCIA DEL DR. JORDI NIEVA FENOLL, ENERO 2.016

En una interesante ponencia realizada por el catedrático del Derecho Procesal, el Dr. Jordi Nieva
Fenoll durante el año 2.016, expresa novedosos conceptos al entendimiento del proceso evolutivo, que
han generado polémica, en cuanto a cómo entender y precisar la presunción de inocencia desde la óptica
del Juez y sus posibles condicionamientos por los vicios procesales.
En dicha exposición, el referido autor refleja que la presunción de inocencia es un concepto de
carácter casi universal dado que, desde la formación de la humanidad se han creado condicionamientos a
las desadaptaciones del ser pensante a las normas naturales de convivencia social. Dicho autor opina que
desde antes de la recopilación de los diversos epígrafes que terminaron formando el Código de
Hammurabi hasta los tratados recopilados y reestructurados de la sociedad judío-cristiana realizados
magistralmente por Maimónides, sin dejar de lado los actuales pensamientos del porqué asumir la
inocencia ante la culpabilidad, realiza un exhaustivo análisis de las distintas fases que se ven
distorsionadas durante la conformación de un proceso de orden jurídico penal.
Meritoriamente el Dr. Nieva Fenoll, expone un recorrido desde la recopilación de las pruebas por
parte de los organismos auxiliares de justicia, pasando por la formulación de folios por la parte
fiscalizadora del proceso, sus condicionantes inclinados a la inobservancia de la presunción de
inocencia, y la manipulación somática a la que el juez se ve enfrentado ante supuestos hechos violadores
de normas y una recopilación de acusaciones de dudosa procedencia.
Los análisis expuestos, no resultan inéditos para nuestra época, dado que el mayor juicio en donde
fueron desestimados los alegatos de inocencia, fueron los imputados al Cristo Jesús ( quien hizo uso a su
derecho de mantener silencio ), durante un proceso judicial espurreo e incompetente ante la justicia,
manifiestamente manipulada por conveniencias, tanto de orden económicas como del poder político. Se
atribuye una condena absoluta al Hijo de Dios, al prefecto romano Poncio Pilatos, quien supuestamente
coarta al poder religioso para que desestimen los aparentes desordenes sociales en territorio conquistado,
siendo que es el poder religioso quien termina manipulando al poder político. En algún momento el
Pretor Romano entiende que debería hacer justicia de hombres y dar libertad al inocente, pero en un
intelecto de supuesto “orden democrático” y ateniéndose a las costumbres de un momento histórico
particular, en juicio público y notorio (lo que hoy en día precisamos como juicio oral y público) realiza una
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DERECHO PENAL I

consulta al populacho y termina asumiendo una falsa causa condenando a muerte a un inocente,
sin embargo trata de expirar su propia culpabilidad como juez, lavándose las manos, que era una forma
de promulgar sentencia definitiva.
Desde esta pequeña exposición, toma mucho más sentido la frase atribuida a Maimónides en
cuanto a que es más justo absolver a mil culpables que condenar a muerte a un inocente. Como
participante en un proceso de formación y adoctrinamiento de orden legal, análisis como los que ocupan
la idea principal de este ensayo, conducen a formar dogmas en donde necesariamente las distintas
posiciones ejercidas durante los diversos procesos de la evolución en una investigación deben ser
precisados por el juez, no dejándose influenciar por ninguno de los autores quienes lo podrían conducir
a tomar decisiones erradas en uno u otro sentido.
Como corolario de lo antes expresado, el tener presente como futuros juristas la lucha contra las
alucinaciones de orden social de la culpabilidad, sin desestimar el discernimiento sobre los hechos y
pruebas de orden realmente investigados, permitirán a quien tiene la responsabilidad de juzgar realizar
su labor sin prejuicio alguno, es decir sin tener condicionamiento de los sistemas auxiliares que no están
preparados técnicamente ni estructurados en un pensamiento para impartir justicia, y desde esa posición
de responsabilidad del magistrado ante la sociedad, ante su propia conciencia pero más importante aún
ante Dios realizará una función social justa e irreprensible.

Williams León Olivo.


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