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El Regalo ni sierres, ni broches, tampoco agujetas,

Abraham Rivera Sandoval


mírate ese cuello, mírate esas fachas,

¡Estas elegante! ¡Te miras muy guapo!


Muy bien jovencito, bienvenido a clases

por fin encontraste el camino a la escuela.


Y como te agracian tus gestos y muecas

no se como diablos hoy se te ha


Con tu hipocresía ahora vas llegando,

abriendo la boca ¡bribón! ¡sinvergüenza!


ocurrido venir disque a clases,
¡Qué gusto de verte, hacía mucho tiempo
llegar a la escuela que dios responde
que aquella butaca que está a la derecha,
no te hagas el tonto,
ha estado vacía esperando ansiosa que tu vinieras.

¿O acaso pensabas que era día de fiesta?


En la lista diaria ya te di de baja
¿Por qué no has venido?
y estoy seguro que el año no apruebas
¿acaso la feria tiene más valores
tienes reprobadas todas las asignaturas,
y más importancia que los ejercicios
sólo ceros tiene tu tarjeta.
de toda la ciencia?

¿Acaso algún premio de la lotería te tocó


¡Mira! No te agaches, levanta le frente,
y por eso faltas a la escuela?
no podrás fingirme que tienes tristeza
pues mira tarugo te juro y me encargo
yo te conozco, eres algo grande
que vas para afuera.
y de buena gana te daba tu felpa.

¿Dónde están los libros?


No sé que demonios estas escondiendo
¿Dónde los cuadernos?
no sé que cosa en la mano aprietas,
¿Dónde las tareas?
¡Qué! ¿Quieres golpearme?
¿Dónde el uniforme?
¿O es que te has robado alguna cosilla
¿Dónde el distintivo que te da derecho a estar en la
escuela? de la casa ajena?

Mira los zapatos, mira los cabellos, ¡Presta las manos! Enséñalas pronto,
esos pantalones rotos de las piernas, dime lo que escondes con tanta insistencia
observo tus manos, mírate las uñas, hoy voy a golpearte por ser indeseable

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no vaya a ser que luego me arrepienta. Llegando a mi casa iba silbando

una tonadilla que aprendí en la iglesia

Maestra, maestra, pido mil perdones y abriendo la puerta mi madre con ansia

si usted es maestra no debe ser mala me llamó y me dijo con mucha tristeza.

y debe tenerme tantita paciencia.

Mi hijo, mi hijito, yo te quiero

Usted es buena, todo el mundo lo dice, más es necesario que la verdad sepas

que se carga un alma muy noble te vas a quedar solito en el mundo

y muy buena, y como es humano te vas a quedar solito en la tierra.

va a considerar a fondo mi gran tristeza.

Yo me voy hijito, Dios me está llamando,

Cuando me apuntaron yo vine solito ya miro su cara, ya siento su esencia,

trayendo solamente mi anterior boleta, adiós mi cariño, que Dios te bendiga

y ahí está la cosa que seguí faltando recuerda, no olvides todos mis consejos.

por dar atenciones a mi madre enferma.

Me abracé a su cuerpo llorando en silencio

Yo corrí haciendo mandados, le grité angustiado, ¡mamá, mamacita!,

vendiendo periódico, haciendo faenas, no te mueras, no me dejes solo,

necesitaba ganar muchos quintos mamá, mamacita.

para medicinas de mi madre enferma.

Mas ya su carita estaba fría y seria.

Hace unos días me dijo mi madre, Hoy ya estoy solito, ya no tengo a nadie,

hoy no sales, ni vas a la escuela ni casa, ni ropa, ni pan, ni a mi viejecita.

ya me estoy sintiendo más mejoradita Y es por eso maestra que le pido permiso

hazme una tizada con menta y canela. de vivir un tiempo en esta escuela,

no faltaré a clases, yo se lo prometo,

Y salí corriendo, tenía mucho gusto mi comportamiento será de primera

de ver aliviada a mi madre buena, y a recuperarme y llenar de dieses toda mi boleta.

compre unos panes, un poco de azúcar

y unas rajas de buena canela. Pero mire maestra, tome lo que yo escondía

es un relicario con una cadena

2
me dijo mi madre que el día del maestro

yo se lo obsequiara, que yo se lo diera.

Tome usted maestra esto, es un regalo

se lo da mi madre, son las de una muerta.

Tomé aquel tesoro,

abracé a ese niño sin padre,

sin madre, sin nadie en la tierra.

Y como regalo del día del maestro lo adopté

como a mi hijo lleno, lleno de tristeza.

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