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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio de Educación Cristiana


Asambleas de Dios de Venezuela
Instituto Bíblico Alfa y Omega
Materia: Introducción a la Educación Cristiana
Alumna: Abigail Bastidas
Cedula: V-19163607

Trabajo Escrito:
LA EDUCACIÓN CRISTIANA
EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO Y NUEVO
TESTAMENTO

Autor: Abigail Bastidas

25 de septiembre de 2021
INTRODUCCION

En el presente trabajo se desarrollará la educación cristiana en la palabra de Dios


divididos en Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, sus bases Bíblicas y sus métodos de
enseñanza, El punto central del Antiguo Testamento era vivir bajo el mandato de Dios todo
el tiempo. La educación no se reservaba sólo para el día de reposo o la escuela. En nuestros
días los padres dependen mucho de la iglesia para la educación religiosa de los hijos. Los
envían por una hora a la escuela dominical para que aprendan lo que significa ser cristianos.
Pero esto es necesario hacerlo todos los días. Algo que debemos de rescatar en la educación
del antiguo Testamento en este tiempo.
EDUCACION EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Base Bíblica

Deuteronomio 6:1-9

El gran mandamiento

1Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó

que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para

tomarla; 2para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus

mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida,

para que tus días sean prolongados. 3Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra,

para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha

dicho Jehová el Dios de tus padres.

4Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu

corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6Y estas palabras que yo te mando hoy,

estarán sobre tu corazón; 7y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa,

y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8Y las atarás como una señal

en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9y las escribirás en los postes de tu

casa, y en tus puertas

De este pasaje de Deuteronomio observamos que el contexto de la educación en el Antiguo


Testamento acerca de Dios era la familia. Ellos la definían como varias generaciones
juntas. En donde las generaciones de mayor edad no son cristianas, es vital que la iglesia
tome el lugar de la familia. Cuando se dedica un bebé, los padres se comprometen a
educarlo como cristiano,

pero también la congregación. El maestro de escuela dominical en algunos casos se


convierte en el único modelo de padre para adolescentes huérfanos o cuyo padre no vive
con ellos. Es importante ser modelo de amar al cónyuge para ser una autoridad de
semejanza a Cristo.

Enseñar a los demás a ser cristianos es más que darles información. Es crear una
comunidad por el Espíritu Santo en quien podemos aprender a ser cristianos.
Métodos de educación en el Antiguo Testamento

El pueblo de Dios en tiempos del Antiguo Testamento usó métodos singulares de


educación. Si queremos usarlos hoy tendríamos que contextualizarlos, pero sus principios
son dignos de notar. Veamos cinco de esos métodos.

1. La tradición—Contar historias

Debido a que el pueblo no tenía por escrito las Sagradas Escrituras, se contaban entre ellos
historias acerca de Dios. Con frecuencia nos referimos a esa práctica como compartir
nuestro testimonio. Jamás debemos dejar de contar nuestras historias. Muchos pastores
nunca han compartido su testimonio con sus hijos acerca de su conversión a Cristo. Esa
historia les da a los hijos su identidad cristiana.

En ocasiones hay muchos predicadores en una familia. ¿Por qué? Porque al oír cada
generación la historia de sus antecesores, encontraron parte de su propia identidad.
Deseamos usar ese poder para la gloria de Dios. El resultado de mirar atrás es ver hacia
delante. En el Antiguo Testamento miraban en retrospectiva de modo que pudieran confiar
en que Dios los llevaría

adelante. Dios se describió a Sí mismo como Essen, que significa la firmeza o la bondad


amorosa y fiel de  Dios.

2. Altares o monumentos

Amontonaban piedras en columnas como recordatorio de que algo había ocurrido allí. A
veces erigían un altar de sacrificio, pero lo dejaban como señal memorial.

3. Festivales o celebraciones

La Pascua era sólo uno de muchos festivales o celebraciones de los judíos.

4. Símbolos

Los símbolos representan algo. No adoramos los símbolos sino lo que representan. Es
importante entender esto en nuestra cultura acostumbrada a adorar símbolos en todo.

5. Adoración

La adoración era otra forma de enseñanza. La celebración de la Pascua era una de ellas.
Consistía de diversos tipos de comidas: cordero, pan sin levadura, hierbas amargas y
rábanos picantes. Con ello recordaban todo lo que sufrieron sus antepasados en la Pascua y
en el desierto. 

La transmisión de tradiciones judaicas por medio de la Comida de Pascua

La Pascua se celebraba cada año en el día 14 del primer mes del año judío. La Pascua es
una ocasión muy especial. Los platos especiales nunca antes deberán haberse usado. Se
comen diversos alimentos.

Éxodo 13:8. Y contaras en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que
Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto.

La Escuela De Los Patriarcas

La escuela de los patriarcas era una escuela centrada en la familia. Abraham, por ejemplo,
brindó instrucciones sobre un código de conducta centrado en Dios para sus hijos y
familiares. El propósito de la escuela era promover la lealtad a Dios y servir como un
baluarte contra la idolatría El objetivo último era que los individuos pudieran experimentar
la salvación Los docentes de la escuela de los patriarcas eran hombres y mujeres de
fe, resultado de una relación personal con Dios. A su vez, Dios se comunicaba de manera
directa con los docentes, quienes atendían las cosas del cielo y se esforzaban por seguir las
instrucciones divinas.3 Estos docentes no dudaron a la hora de reprobar la maldad o
explicitar la conducta ética. Una función clave de los docentes, además, era el papel de
pacificadores. Los docentes eran sensibles a las necesidades de los estudiantes. Intercedían
por ellos y se aseguraban de que hubiera conducción divina en sus vidas

El programa de estudios incluía los principios de la moralidad, y el desarrollo de


inclinaciones clave, tales como la bondad, la cortesía, la generosidad y la
hospitalidad Incluía experiencia en ocupaciones prácticas y el desarrollo de una ética de
trabajo. Otros componentes del plan de estudios incluían principios de nutrición, la
importancia del servicio y la necesidad de la oración.

Las actividades de aprendizaje incluían culto y dedicar tiempo a la reflexión y comunión


con Dios. Los estudiantes recibían responsabilidades y la oportunidad de ejercer el poder de
decisión. La evaluación tenía lugar tanto para los estudiantes como para los docentes.

Los productos de la escuela patriarcal fueron ilustres. José, quien al comienzo solo parecía
el hijo favorito, pronto dio evidencias de un carácter ético y se elevó hasta posiciones de
responsabilidad. De manera similar, aunque el tiempo que Moisés pasó en la escuela de los
patriarcas fue breve, le brindó los fundamentos de su éxito. Allí desarrolló su compromiso
con Dios y su causa.

Cuando se implementó por completo, la escuela de los patriarcas sirvió para preservar el
culto a Dios a lo largo de las generaciones. Desafortunadamente, eso fue algo que se volvió
cada vez menos frecuente, en particular durante el período de la esclavitud en Egipto. Hizo
falta entonces un programa correctivo.
EDUCACION EN EL NUEVO TESTAMENTO

En el Nuevo Testamento aprender está enfatizado con el llamamiento a ser un discípulo de


Jesucristo, en estricto rigor, implica tener una vida de discipulado, servicio y obediencia a
Dios. En ambos casos, el aprendizaje implica una respuesta de la persona a la enseñanza de
Dios.

En el Nuevo Testamento, la primera escuela que se señala es una en la que Juan el Bautista
era el único alumno. Era una escuela familiar, una escuela cuyo propósito preparó el
camino para una reforma.

La escuela estaba ubicada en un marco rural, un contexto que pareció contribuir al éxito de
la escuela. Era una escuela con dos maestros: Zacarías y Elizabet. Eran individuos de
oración y llenos del Espíritu, y sus vidas mostraban su compromiso con Dios. Dios se
comunicaba con los maestros, y ellos, a su vez, transmitían una visión del llamado de Dios
a sus estudiantes.

Juan el Bautista se caracterizaba por ciertos atributos, desarrollados mediante su


experiencia educativa: valor, humildad y un sentido del llamado divino. En su ministerio,
por ejemplo, Juan predicaba con valor, pero también desarrolló una disposición humilde:
“El que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las
sandalias”

Aunque el programa de estudios no está especificado, se pueden inferir varias


características. Parece ser que brindaba instrucción respecto de los principios de estilo de
vida y la justicia social; el plan de estudios incluía un énfasis en la Palabra de Dios y
preparaba al estudiante para la testificación. Prevalecía la simplicidad en la alimentación y
vestimenta.

Los resultados del ministerio de Juan fueron significativos. “Toda la gente de la región de
Judea y de la ciudad de Jerusalén acudía a él. Cuando confesaban sus pecados, él los
bautizaba en el río Jordán”. Jesús lo describió como “más que un profeta”. Quizá el
resultado más significativo de la experiencia educativa fue que Juan logró reconocer y
proclamar a Jesús como Hijo de Dios.

Jesús no asistió a las escuelas rabínicas de su tiempo. Al enseñar en el templo, la gente


quedaba asombrada y preguntaba: “¿De dónde sacó éste tantos conocimientos sin haber
estudiado?” A pesar de no haber estudiado en ellas, Jesús estaba bien educado. Lucas, por
ejemplo, destaca que “vino a Nazaret, donde se había criado; y el sábado entró en la
sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer”.
Si Jesús no asistió a una escuela formal, ¿cómo aprendió? En esencia, sus padres fueron sus
maestros. José fue descrito como un “hombre justo”, sensible a las circunstancias y
sentimientos de los demás. María es descrita como alguien que había “hallado gracia
delante de Dios”. También se caracterizaba por un espíritu reflexivo. Juntos, los padres de
Jesús se esforzaron por cumplir con sus obligaciones civiles y religiosas y brindar un
ambiente seguro para Jesús. A pesar de ello, tenían escasos recursos económicos.

El marco educacional no era idílico, dado que parte de las experiencias tempranas de Jesús
tuvo lugar en un país extranjero donde él y sus padres eran refugiados. Tiempo después
regresaron al hogar familiar en Nazaret, un pequeño pueblo en la campiña galilea. Era una
comunidad, sin embargo, de reputación objetable.

Como estudiante, Jesús era inquisitivo. A los 12 años, pasó varios días en el templo con los
eruditos religiosos, “oyéndolos y preguntándoles”. Jesús también era un niño sociable y
extrovertido. Cuando se perdió, sus padres supusieron que estaba con parientes o amigos.

Al referirse al desarrollo de Jesús durante su infancia y niñez temprana, el médico Lucas


destacó que “el niño crecía y se fortalecía, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios era
sobre él”. Después de la visita de Jesús al templo a los 12 años, Lucas describe un
desarrollo adicional, citando la dimensión social.

El programa de estudios fomentaba el desarrollo de toda la persona. Jesús, por ejemplo,


desarrolló habilidades manuales, que aprendió de José. El ministerio posterior de Jesús
evidenció su aguda observación del mundo natural, así como su comprensión de las
Escrituras. Las enseñanzas de Cristo también mostraron evidencias de su estudio perceptivo
de las personas y los eventos de la vida diaria.

Los resultados de la educación de Jesús pueden ser vistos en su sentido de misión divina
para su vida. A los 12 años, preguntó a sus padres: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais
que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” También desarrolló su
entendimiento. Cuando los padres de Jesús lo encontraron en el templo, haciendo y
respondiendo preguntas, “todos los que le oían se maravillaban de su inteligencia y sus
respuestas”. Acaso lo más significativo fue que Jesús desarrolló una relación personal con
su Padre. En esencia, la educación temprana de Jesús lo preparó para el ministerio.

La Escuela Donde Enseño Jesús

El ministerio de enseñanza de Jesús reveló quizá con más claridad el plan divino para la
educación. Su abarcante propósito fue revelar el carácter de Dios y, por extensión, los
principios de su reino

Aunque Jesús enseñaba con frecuencia en la sinagoga y más tarde en el templo, su marco
de enseñanza fue variado. Incluía el campo abierto, los hogares privados y otros lugares
públicos en ciudades y aldeas. Sus estudiantes eran la mayoría de las veces sus doce
discípulos. En ciertas ocasiones, enseñaba a grupos más grandes, que a veces sumaban
miles. En ocasiones, sin embargo, sus enseñanzas eran personalizadas, como era el caso de
Nicodemo y la mujer junto al pozo. Los que asistían a sus clases incluían mujeres y niños,
así como también obreros, mercaderes, miembros de las fuerzas de seguridad, escribas y
líderes religiosos.

Las características personales de Jesús contribuyeron de manera significativa a su éxito


como maestro. Esos atributos incluían aguda percepción, ternura y simpatía, y un espíritu
de humildad. Jesús se caracterizó asimismo por crear contextos de gozo, invitando a los
estudiantes a alcanzar el éxito, reconociendo las diferencias entre sus estudiantes, y
enfrentando con valor el mal. Sus estudiantes experimentaron la asociación personal con su
maestro, así como evidencias tangibles del valor que él otorgaba a cada individuo, aun a los
marginados por la sociedad. Quizá el atributo más significativo, sin embargo, era la
centralidad de la oración.

En su instrucción, Cristo enfatizó ciertos temas, que incluían el papel de las Escrituras, la
distinción entre lo importante y lo trivial, el reconocimiento del “cuadro completo”, un
énfasis en el servicio, y una visión hacia el futuro. Jesús orientó sus enseñanzas para
involucrar de manera activa a sus estudiantes en la experiencia de aprendizaje. Esto incluyó
el énfasis en pensar, saber, comprender, ser y hacer.

En sus enseñanzas, Cristo usó una variedad de estrategias pedagógicas, métodos que
promovían el pensamiento de alto nivel, y ayudó a que sus estudiantes comprendieran,
recordaran y aplicaran mejor sus instrucciones. Esas estrategias incluyeron
ilustraciones, historias, noticias, y referencia a eventos históricos. Incorporaron el uso de
analogías, objetos tangibles, demostraciones y repeticiones. Otros métodos de enseñanza
incluyeron el uso de preguntas, comparaciones y contrastes, paradojas y anomalías, y
énfasis por medio de hipérboles. En varias ocasiones, sus estudiantes también participaron
del aprendizaje activo, resolución de problemas y aprendizaje en colaboración.

Jesús tuvo una profunda influencia en sus estudiantes. Cuando concluyó una sesión de
enseñanza, sus oyentes quedaron asombrados de sus enseñanzas, por lo que se preguntaban
unos a otros: “Jamás se ha visto nada igual en Israel”. Cierto día, alarmado por la creciente
popularidad de Jesús, los principales sacerdotes enviaron a los guardias del templo para
arrestarlo. Al final del día, sin embargo, los guardias regresaron con las manos vacías. “¿Se
puede saber por qué no lo han traído?” les recriminaron los sacerdotes. “¡Nunca nadie ha
hablado como ese hombre!” contestaron los guardias.
CONCLUSION

La educación cristiana en la Biblia era una fuerza constante y poderosa en los hogares y la
sociedad del pueblo de Dios, aunque su forma y contenido cambiara según las necesidades
de los diversos tiempos y lugares. Sin importar la época o el lugar, la educación
proporcionaba una estructura para transmitir enseñanza valiosa y la tradición sagrada y,
como tal, debe considerarse uno de los pilares fundamentales de la vida y la fe del pueblo
de de Dios.

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