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Experimentos Gramaticales
Experimentos Gramaticales
gordura incontenible,
sensual suavidad
Adiós
¿dónde irás?
Adiós.
La acción omitida del sujeto inexistente
Conocíamos poco, por tanto aprendimos mucho. Todo lo creíamos útil y pertinente.
Tocamos primero
besamos después
lamimos ya entrados en calor
mordimos con confianza y calentura
le ganamos al pudor.
Comíamos y nos divertimos
a veces quietos como hartos del frenesí y a veces eufóricos insistíamos en borrar el límite físico entre los
dos. El emocional lo habíamos exterminado.
eramos, fuimos,
habíamos sido, hubimos sido,
seríamos,
hemos vivido,
haríamos, comeríamos,
y viajaríamos como viajábamos:
tres centavos,
ninguna fundamentación
planes ausentes
mucha acrobacia vertical
mucha danza horizontal.
Descubrimos lo laudable
transmutamos lo inadmisible
áreas de oportunidad, proyectos y curiosidades.
Discutimos hasta que por el calor de las cosas, enrojecíamos.
follamos.
y así recuerdo,
ahora son,
hacen,
viven
viajan
experimentan.
Yo ya no.
Causativos
Una rodilla al suelo, espalda encorvada
otra rodilla, más encorvada.
vista al piso
boca abierta.
no puedo, caray.
Lamer el zapato, para satisfacer un berrinche irónico del ejercicio del poder consumado y hecho carne y
grasa heteropatriarcal neoliberalista
y
con eso
obtener el perdón
que
me permitirá conservar el empleo
con el que
pagaré la hipoteca de los 20mts cuadrados (en treinta años claro) donde pueda dormir
para
obtener las energías
con las cuales
aumentar la productividad
gracias a
la que tendré una mejor oportunidad
y así
tener una dieta más decente
que
asegure la longevidad necesaria de mi jubilación
ya que
requiero tiempo suficiente
para
tener un crédito de un auto
con el cual
pueda llevar a mi cita al cine o a pasear o a fajar o a coger
y
nos amemos
y
decidamos casarnos.
Luego
podría tener una familia como dios manda,
entonces
satisfacer a mis padres, a la sociedad
y
me sienta menos presionado.
Así,
tendré la cabeza lista
para
pensar en lo que me hace feliz, perseguirlo
y
alcanzarlo.
Soy un pendejo intento de la estúpida niña lechera.
Pero no tengo opción.
Lengua afuera.
Comienzo a lamer
El corazón detenido
Los calzones al piso
piernas vibrando como si la gravedad se hubiera triplicado
confusión generalizada
sonrisa gigantescamente hipócrita
apagada al instante
la transformaste en una indiferencia aún más falsa.
Mechón de tu pelo pasado atrás de la oreja con la mano derecha para disimular que te tallabas el ojo. O
eso creíste, tu cabeza ahora tiene el cabello muy corto, ese mechón no existe.
Nudo en la garganta.
Amplia incomprensión
Bajón de endorfinas y serotonina
Un esfuerzo tremendo reordenamiento las ideas.
Segunda ley termodinámica, insistente sólo crear desmadre, solito.
Esfuerzo excesivo: requisito del orden
Un nuevo momento traumático que requerirá
abrazos, cervezas, consejos, cervezas, corte de cabello, cervezas, helado de chispas de chocolate y
cervezas.
Teorías tan estúpidas que te entristecen aún más
Los colores de sus prendas (combinados)
el día perfecto y soleado
sus sonrisas
sus ojos cruzándose
su aparente felicidad
su reacción, sin rencor, sin emoción, sin nostalgia. Aún sobria en lo más profundo de sus ojos al tiempo
del saludo.
Hubo presentado a ella
La nueva.