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VÍNCULO DE
APEGO SEGURO:
CONFIANZA Y
AUTONOMÍA
CARTILLA 4 | Vínculo de apego seguro

A compañar el proceso de desarrollo


    y aprendizaje de los niños y niñas,
requiere que como adultos seamos capa-
ces de distinguir que nuestro rol es clave
a la hora de asegurar espacios de cuidado,
protección y de entrega de herramientas
adecuadas que permitan a los niños y niñas
aprender a sobrevivir, socializar y desen-
volverse en ambientes seguros, sanos y TE
bien tratantes. En este sentido, los niños RECOMENDAMOS
y niñas nos interpelan constantemente a
permanecer flexibles y mantener el equi-
librio emocional, concepto que se hace
aún más relevante en este momento de
pandemia por Covid-19 que nos demanda
Crianza Respetuosa
una mayor contención, reestructuración Chile Crece Contigo
de la organización cotidiana y una escucha
activa permanente de lo que los niños y
niñas necesitan.
La comprensión del desarrollo infantil ha
ido avanzando en el tiempo gracias a un
pilar clave en la psicología del desarrollo,
denominada la teoría del apego. Fue John
Bowlby(1), médico británico, quien a través
de diferentes investigaciones pudo consta-
tar el impacto que tenía para el desarrollo
de un bebé la calidad del vínculo con su
progenitor(2). Si bien en la actualidad nos
podría resultar evidente este hallazgo,

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en su época implicó cuestionamientos


importantes a los modelos explicativos
del desarrollo infantil(2). De esta manera,
la teoría del apego aporta una nueva
comprensión sobre la importancia que
tiene la interacción y comunicación de los
padres, madres y adultos significativos con
TE sus niños y niñas, ya que esta impactaría
RECOMENDAMOS directamente en sus niveles de desarrollo
y bienestar(3).
El apego es una experiencia que se inicia
en la vida intrauterina durante el embarazo
con el reconocimiento de la voz, olores y
tactos, con un sentimiento que busca la
Crianza de los hijos familiaridad y la seguridad afectiva, lo que
se sigue configurando después del naci-
miento a partir de la interacción con los
adultos significativos(4). El primer año de
vida es clave en la calidad de la formación
de este vínculo de apego. Algunos aspectos
esenciales para entender este proceso son:
• SINTONÍA: estado interno de los
adultos/as que están en conexión
con los del niño/a.
• EQUILIBRIO: el niño regula sus
emociones y su cuerpo a partir de la
sintonía y conexión con el adulto/a.
• COHERENCIA: la relación estable-
cida con el adulto permitirá que se
sienta integrado y en conexión con
los demás(4).
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Por otro lado, cuando los niños y niñas


desarrollan un vínculo de apego seguro
pueden(4):
1)      Regularse emocionalmente: las
experiencias afectivas regulan los
estados fisiológicos y emocionales TE
del niño/a. Cuando el adulto genera RECOMENDAMOS
respuestas oportunas, el niño o niña
va aprendiendo a regularse.
2)      Fortalecer la función cognitiva:
permite la organización mental del
lenguaje y las palabras, además de
los procesos cognitivos como la aten- Teoría del apego
ción, la memoria, percepción, entre John Bowlby
otros.
3)      Integrar capacidades básicas
para el comportamiento social: la
experiencia de contar con un adulto
significativo que satisface pronta y
adecuadamente las necesidades,
permite generar en el niño o niña,
la sensación de confianza básica,
haciéndole sentir seguro y protegido
para explorar y moverse en su mundo.
También, va posibilitando que cada
niño/a pueda entenderse separado de
los otros, y comprender los estados
emocionales de los demás. Además,
va a integrar capacidades sociales
como: compartir, saber decir que no,
colaborar, etc. haz click para ver el video
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Si los niños y niñas reciben el afecto y sus necesidades son satisfe-


chas de manera oportuna, podrán vincularse con sus padres, madres
y/o adultos significativos de manera segura, pero también con otros
miembros de la familia y de la comunidad, siendo capaces de esta-
blecer relaciones interpersonales nutritivas y recíprocas(5). Para lograr
que el niño o niña se vincule de manera segura, se requiere una ade-
cuada sensibilidad del cuidador que debe considerar la realización de
cuatro acciones que se resumen en la sigla AMAR(6): 
• Atención: darse cuenta de las señales del niño/a. Por ejemplo:
llanto, desviación de la mirada, bostezos, etc.  
• Mentalización: interpretar las señales adecuadamente. Por
ejemplo: “desvía la atención porque se cansó”.
• Automentalización: reflexionar sobre la pregunta: ¿qué me
pasa a mí con lo que le pasa al niño o niña? Por ejemplo: “su
llanto me provoca angustia”.
• Regulación: responder adecuada y oportunamente a las
señales. Por ejemplo: calmarlo cuando llora, tomarle atención
cuando se cae.
Se pueden distinguir cuatro tipos de apego(7) que se desarrollan en
función de la historia de interacciones entre el adulto y el niño/a. Estos
son: apego seguro, apego inseguro ambivalente, apego inseguro evi-
tativo y el apego desorganizado.
En el apego seguro, los adultos significativos están emocionalmente
disponibles y responden de manera oportuna a las necesidades del
niño o la niña. La relación se caracteriza por la incondicionalidad y la
confianza que el niño siente en el cuidador. En este contexto el niño/a
se siente querido, aceptado y valorado y, actúa de manera segura y
confiada, lo que repercute en un buen desarrollo y en un deseo de
exploración autónoma, ya que sabe que si algo le sucede estará su
cuidador disponible para ayudarlo y satisfacer su necesidad.
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En el apego inseguro ambivalente, los adultos significativos res-


ponden de manera ambivalente a las necesidades del niño o la niña,
desarrollando en él o ella desconfianza, internalizando que el cuida-
dor no podrá dar respuesta a sus necesidades. Los niños/as tienen
una sensación permanente de inseguridad, experimentando miedo
y angustia ante separaciones y dificultades para calmarse cuando
el cuidador vuelve. En este tipo de apego se presenta también una
oscilación entre el enojo y la preocupación y la ausencia del cuidador
genera ansiedad en el niño o niña. Esto hace que ellos/as necesiten
una aprobación constante y estén permanentemente atentos/as a que
su cuidador no los abandone, explorando de manera poco relajada su
entorno o intentando llamar la atención de formas inadecuadas.
En el apego inseguro evitativo, los adultos significativos ignoran o
minimizan las necesidades del niño o niña, desarrollando en él o ella
una excesiva autonomía en la exploración, pero con dificultad de pedir
ayuda cuando la requiere. Los niños y niñas asumen que no cuentan
con sus cuidadores, lo que les genera sufrimiento y hace que se dis-
tancien emocionalmente de ellos presentando altos niveles de estrés
y conductas tales como interesarse sólo en sus juguetes, no llorar
ante la ausencia del cuidador y evitar el contacto cercano.
Por último, en el apego desorganizado o desorientado, general-
mente el adulto significativo es una persona que maltrata, por lo que
se genera una real confusión en el niño o niña ya la persona que cuida,
a la vez maltrata. Este contexto hostil y agresivo hace que el niño/a
pueda presentar conductas erráticas y miedo hacia sus cuidadores,
hipervigilancia, baja autoestima, problemas cognitivos e incluso llegar
a perder el contacto con la realidad.
Para que un niño o niña desarrolle un apego seguro, requiere de un
cuidador sensible, que lo deje explorar con libertad y a la vez satis-
faga sus necesidades de manera oportuna. Por lo tanto, no basta con
dar cariño o demostrar el afecto, se requiere también celeridad para
responder al estrés del niño o niña, es decir, capacidad y rapidez para
calmarlo cuando llora, se asusta, etc.
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No hay que olvidar que, en la mayoría de los casos, el desarrollo posi-


tivo de los niños y niñas suele ser una misión compartida entre los
diversos adultos significativos que conforman sus entornos. Por esto,
resulta muy necesario relevar la importancia de las relaciones que
se establecen entre los/as niños/as y los agentes educativos de sus
primeros años de vida, ya que pasan gran parte del tiempo contribu-
yendo en sus cuidados y satisfaciendo sus necesidades, siendo, por
tanto, importantes figuras de apego.
En este sentido, comprender la importancia de los vínculos que
establecen los seres humanos, y cómo estos estructuran la mente,
es clave a la hora de entender y visualizar el desarrollo integral de las
personas(8).
Álvaro Bilbao(3) define algunas estrategias para apoyar el desarrollo de
un apego seguro:
1)      Responder sensiblemente a las necesidades primarias del
bebé: facilitar el alimento, el sueño y la protección.
2)      Atender al bebé o niño/a cuando demande emocionalmente:
entregar seguridad y certezas de que será atendido. Por ejemplo,
abrazarlo, hablarle, cantarle, calmarlo cuando está asustado o
llorando, ayudará a su cerebro a entender que cuenta con el
adulto/a en ese momento.
3)      Ofrecer contacto físico y afecto: es importante aprovechar
especialmente los momentos de cuidado, como la alimenta-
ción, la muda o la hora de ir a dormir, para mirarlo a los ojos,
hablarle o interactuar con masajes. Esto le permitirá sentir que
es importante y querido/a.
4)      Mostrarse calmado y tranquilo/a cuando atienda sus nece-
sidades: la calma y el control que el adulto/a demuestre, le
ayudará al niño o niña a encontrar su propia tranquilidad.
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5)      Dar tiempo y espacio para que pueda explorar: dejar a los
niños explorar el entorno que los rodea es clave. Esto les per-
mitirá sentirse seguros y desarrollar confianza y autonomía. Es
importante que el adulto lo acompañe, pero permitiéndole la
exploración del mundo que lo rodea.
6)      Ser responsable con las ausencias: es esencial mostrarse
sensible ante las despedidas y reencuentros. El adulto/a debe
despedirse cuando va a salir y no estará cerca del niño o niña,
avisar las separaciones, aunque el niño/a sea muy pequeño y
se piense que no entenderá lo que le dice. Al reencontrarse es
importante saludarle con un gesto cariñoso, demostrándole
que usted también percibió ese momento de separación, aun-
que haya sido breve.

A continuación, los invitamos a responder las siguientes pregun-


tas que le permitirán trabajar de forma individual y grupal en el
tema que acabamos de revisar.

Para reflexionar:
¿Quién es mi figura de apego hoy? Es decir ¿a quién recurro
cuando enfrento una situación difícil?
¿Qué necesita un niño o niña para sentirse querido y confiado de
su entorno y de las demás personas?
¿Qué aspectos de nuestra práctica son claves para promover en
los niños y niñas el desarrollo de un vínculo de apego seguro?
¿Cuáles podríamos reforzar? ¿Qué conductas o actitudes debe-
ríamos evitar?
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PARA MÁS INFORMACIÓN EN RELACIÓN A ESTA TEMÁTICA, VISITA

▪  UNICEF (2011). Crecer Juntos. Orientaciones para madres, padres y cuidadores


para el desarrollo integral de niños y niñas https://www.unicef.org/argentina/
media/4611/file/Crecer%20Juntos.pdf

▪  UNICEF (2020). Apoyando a los niños y niñas pequeño/as a enfrentar los cambios.
Orientaciones para padres, madres y otros cuidadores en tiempos de COVID-19
https://www.unicef.org/chile/media/3591/file/Apoyando%20a%20los%20ni%-
C3%B1os%20y%20ni%C3%B1as%20peque%C3%B1os%20a%20enfrentar%20
los%20cambios.pdf

▪ Lecannelier,F.(2018). Apego en el Aula https://youtu.be/CYbNRyVlLYk

▪ Barudy, J. y Dantagnan, M. (2010). Los desafíos invisibles de ser madre o padre.


Manual de evaluación de las competencias y la resilencia parental. Gedisa Editorial.
Barcelona España.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Moneta C, M. (2014). Apego y pérdida: 5. Barudi, J. y Dantagnan, M. (2009). Los
redescubriendo a John Bowlby.  Revista buenos tratos a la infancia: Parentalidad,
chilena de pediatría, 85, 265-268. https:// Apego y Resiliencia. Editorial Gedisa.
scielo.conicyt.cl/pdf/rcp/v85n3/art01.pdf https://www.academia.edu/11611886/
Los_Buenos_Tratos_a_la_Infancia_
2. Siegel, D. y Hartzell,M. (2003). Siendo Parentalidad_Apego_y_Resliencia_
padres desde adentro https:// Jorge_Barudy_y_Maryorie_Dantagnan
docplayer.es/40794836-Siendo-pa-
dres-desde-adentro.html 6. Lecannelier, F., Flores, F., Hoffmann, M., &
Vega, T. (2010) en Sirlopú, H., Salgado, H.
3. Bilbao, A. (2018).Ocho estrategias sen- (eds.), Infancia y Adolescencia en Riesgo:
cillas para apoyar el desarrollo de un desafíos y¡ aportes de la psicología en
apego seguro de cero a dos años. https:// Chile (pp.39-63). Facultad de Psicología,
alvarobilbao.com/8-estrategias-senci- Universidad del Desarrollo.
llas-para-apoyar-el-desarrollo-de-un-
apego-seguro-de-0-a-2-anos-de-edad-3 7. Lecannelier, F. (2006). Apego e inter-
subjetividad. Influencia de los vínculos
4. Ara C, M. (2012). El vínculo de apego y tempranos en el desarrollo humano y la
sus consecuencias para el psiquismo salud mental PARTE I. Santiago: LOM
humano.  Intercambios, papeles de
psicoanàlisis/Intercanvis, papers de 8. Di Bártolo, I. (2016). El Apego, como
psicoanàlisi, (29), 7-17 https://www. nuestros vínculos nos hacen quienes
raco.cat/index.php/Intercanvis/article/ somos. Clínica, Investigación y Teoría.
view/353994/445879 Lugar Editorial.
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