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El pastor y la flauta

Miguel era un pastor amado por sus amos, quienes le confiaban sus rebaños con
la seguridad de que sabría vigilarlos y cuidarlos de cualquier peligro.

Transcurrían así sus jornadas diariamente pero en cierta ocasión encontró, tirada
en un matorral una flauta de caña que alguien había perdido. Como le gustaba
muchísimo la música, comenzó a soplarla y de pronto se dio cuenta que podía
tocar dulces melodías.

Entusiasmado de tal modo con su nueva afición, se la pasaba horas enteras


sentado junto a un árbol y  tocando el instrumento, cada vez con mayor facilidad.

Mas esto le hizo descuidar el rebaño y un día se le perdió una oveja, siendo
seriamente regañado. Como el extravío siguió repitiéndose varias veces, sus amos
se vieron obligados a despedirlo.

Reflexionó entonces Miguel y luego, de haber conseguido un nuevo trabajo,


guardase bien de tocar su flauta solo en horas de descanso.

MORALEJA

Aprende a separar tu tiempo para cada actividad distinta que hagas de lo contrario
tarde o temprano te perjudicará

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