Todo docente debe ser investigador y estar informado de todo lo que
se relaciona con los estudiantes a cargo. En este caso, se estará conociendo lo que implican las habilidades sociales, que juegan un papel importante en el desarrollo social de los niños y niñas. Las habilidades sociales, son diversas estrategias de conducta y capacidades para aplicar en situaciones sociales de manera efectiva, las cuales deben ser recibidas para el propio sujeto y para el contexto social en el que se encuentra. Estas habilidades, permiten expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de una persona de modo apropiado a la situación en la cual el individuo se encuentra, esto mientras respeta las gestiones de los demás que lo rodean. Hay una clasificación o tipos de habilidades sociales, se pueden mencionar las básicas y las complejas, las básicas, como escuchar, iniciar una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse, presentar a otras personas, realizar un cumplido. Mientras que las complejas son: empatía, capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, Inteligencia emocional, asertividad, capacidad de escuchar, capacidad de comunicar sentimientos y emociones, capacidad de definir un problema y evaluar soluciones, negociación, modulación de la expresión emocional, habilidad de adecuar la expresión de nuestras emociones al entorno, capacidad de disculparse, capacidad de ser conscientes de los errores cometidos y reconocerlos, reconocimiento y defensa de los derechos propios y de los demás. En cuanto a los más pequeños, sus habilidades sociales se aprenden. es decir, nadie nace sabiendo cuáles son las convenciones sociales ni sabe cómo tiene que relacionarse con el resto de personas, con el resto de niños en este caso. Es importante tener en cuenta, que para que estas habilidades se aprendan, tiene que haber una relación directa con otros niños, que ellos experimenten relaciones sociales y puedan responder a sus estímulos. En los que respecta a los docentes, deben poseer habilidades sociales como la empatía, la cual permite ponerse en lugar del alumno, así como también respetar y tomar en cuenta su punto de vista, al mismo tiempo facilita el progreso de la relación alumno/docente. El docente ha de sensibilizarse con el problema del alumno, compartir sus inquietudes y prestarle su apoyo en todo momento. El docente debe ser asertivo, expresa lo que piensa, expresa sus sentimientos, deseos y derechos, pero sin que esas expresiones supongan la violación de los derechos de los demás, esto respecta a tener respeto por uno mismo y por los demás. Debe tener un buen concepto de si mismo para lograr la receptividad de sus alumnos. El desarrollo de las habilidades sociales es un aspecto clave y prioritario en el proceso de desarrollo y socialización de cualquier niño. Las habilidades sociales se adquieren principalmente a través del aprendizaje, donde se van estimulando los procesos cognitivos del individuo como, por ejemplo, la observación, la imitación, el ensayo y la información. Nunca debemos olvidar que el lugar principal en el que un niño aprende y se desarrolla es el hogar. Este es el marco de referencia que guiará al niño toda su vida, por lo que tendremos que asegurarnos de desarrollar relaciones interpersonales familiares positivas, adaptadas a la realidad, de donde el niño adquiera valores objetivos que influyan positivamente a la hora de ir formando su personalidad. Hay aspectos en el aula, que influyen en el progreso de componentes sociales en los niños, como: la generosidad, la empatía y la colaboración. Trabajar con los niños las habilidades sociales en el aula, tiene distintas ventajas, entre ellas, reduce los comportamientos agresivos y refuerza su estado de ánimo, así como sentimientos de felicidad y optimismo. El docente tiene una influencia que aumenta cada vez más, sobre las competencias emocionales, sociales y creativas de los niños. Por ello, es importante que los docentes se formen, tanto en competencias emocionales, sociales y creatividad, como en la aplicación de los recursos educativos para trabajar estos aspectos en las aulas con los alumnos. Los alumnos mejoran en identificación y comprensión de sus emociones, así como en su creatividad. Los profesores observan en el alumnado una disminución de comportamientos agresivos y de retraimiento social, así como disminución de la ansiedad. Las familias perciben mejora en valores y conductas prosociales como la generosidad, la empatía y la colaboración. En los centros que trabajan la inteligencia emocional en las aulas se observa una mejora de la convivencia, el clima escolar y el bienestar de los alumnos.