Congar, Y.M.J., «El depósito de la fe está confiado a la Iglesia», en La fe y la teología, Editorial Herder, Barcelona 1977, pp. 71-85.
Asumiendo que una de las funciones esenciales de la Iglesia es recibir la revelación
comunicarla, actualizarla y celebrarla, en el presente escrito se intentará justificar, desde el texto de Congar, por qué la fe tiene un sentido comunitario. En el primer renglón de este párrafo ya se puede intuir de manera general por qué la fe tiene sentido comunitario, pero es necesario ser más especifico; el texto comienza comentando que Dios “[…] no se revela, a todos y a cada uno […] Su verdad es comunicada a algunos por revelación, a fin de que estos la transmitan a los demás por tradición y enseñanza.” (p. 71) Consecuentemente, no cuesta trabajo comprender la importancia del sentido comunitario que representa la Iglesia.
Ahora, por lo anterior se advierte que la Iglesia tiene la encomienda de acoger y
comunicar la verdad que se ha revelado a algunos de los miembros de la comunidad. Pero para que la Iglesia pueda acoger y comunicar la fe recibida, es necesario tener presente algunas mediaciones. La primera es la jerarquía, los ministros instituidos como sucesores de los apóstoles son quienes inspirados por el Espíritu han de cuidar, conservar y transmitir la fe heredada por los apóstoles. La segunda mediación y no menos importante es la Escritura, ya que en ella se encuentran las palabras y gestos de Cristo en quien Dios se a revelado de manera plena, y de quien los apóstoles han sido testigos. El magisterio ha de cuidar la veracidad de la revelación y el despliegue de esta en la historia, el vínculo que tienen estas verdades con las verdades no reveladas y la unidad de la Iglesia mediante esta revelación.
A manera de conclusión se puede decir que la fe tiene un sentido comunitario por
que la Iglesia es el medio para actual y dinámico por el cual la revelación es comunicada a todos sus miembros, es desde esta afirmación que se genera el siguiente desglose: si le creo a la Iglesia, creo en el testimonio de los apóstoles, si creo en el testimonio de los apóstoles creo en Cristo, y si creo en Cristo que es la plenitud de la revelación de Dios, consecuentemente creo en el Dios que quiere integrarme en su proyecto salvífico. Es gracias a la Iglesia que acoge las verdades de la revelación que todos podemos acceder al proyecto salvífico de Dios.