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En contra del progresismo liberal moderno, racional democrático o antropología optimista.

La tarea de los teóricos y políticos democráticos debería consistir en promover la creación de


una esfera pública vibrante de lucha “agonista”. La imposibilidad de erradicar la dimensión
conflictual de la vida social, lejos de socavar el proyecto democrático, es la condición necesaria
para comprender el desafío al cual se enfrenta la política democrática.

Moufe dice eliminar que hay que dejar de lado las cualidades morales, por encima está la
fuerza intelectual (de Schmitt). Los que no lo hacen, es porque lo moralizan y de eso trata lo
político.

Se trata de construir los consensos activando la confrontación (bien y mal), al mundo


multipolar.

“Concibo “lo político” como la dimensión de antagonismo que considero constitutiva de las
sociedades humanas, mientras que entiendo a “la política” como el conjunto de prácticas e
instituciones a través de las cuales se crea un determinado orden, organizando la coexistencia
humana en el contexto de la conflictividad derivada de lo político”.

El liberalismo en el presente contexto es un discurso filosófico, diverso, predominantemente


racionalista (niega la irreductibilidad del antagonismo) e individualista (individuo como punto
de referencia fundamental).

Lo político nunca puede ser erradicado porque puede obtener su energía de las más diversas
empresas humanas: “toda antítesis religiosa, moral, económica, ética o de cualquier otra
índole, adquiere un carácter político si es lo suficientemente fuerte como para agrupar
eficazmente a los seres humanos en términos amigo/enemigo”.

La distinción amigo/enemigo y en la naturaleza conflictual de la política, constituye el punto de


partida necesario para concebir los objetivos de la política democrática.

El paradigma del cosmopolitismo democrático: paradigma deliberativo, moral racional y ético.

El pluralismo y la relación amigo/enemigo

Toma distancia de Schimit por no aceptar el pluralismo.

Exterioridad constitutiva.- Una identidad implica diferencia y jerarquización. En el campo de las


identidades colectivas se crea un nosotros, en contraposición de un ellos, que en ciertas
condiciones es antagónica, convirtiéndose en amigo/enemigo (tan solo una forma de las que
puede tomar), porque se teme amenaza su existencia.

RESUMEN DE TODO EN LA PÁGINA 10.

Lo político como hegemonía

Diferencia lo social de lo político. La primera tiene que ver con las prácticas sedimentadas es
una parte constitutiva de toda sociedad; no todos los vínculos sociales son cuestionados al
mismo tiempo. Lo político se vincula a los actos de institución hegemónica (…) Todo orden es
la articulación temporaria y precaria de prácticas contingentes. La frontera entre ambas es
inestable requiere constantemente de renegociaciones.

En resumen: todo orden es político y está basado en alguna forma de exclusión. Pero en vez
del antagonismo, propone el agonismo en la que se acepta que no hay puntos en común pero
sí son legitimos. Es decir, aunque en conflicto, se consideran parte de una misma asociación
político. Esto puede lograr a través del establecimiento de instituciones y prácticas. De lo
contrario el disenso tiende a tomar formas violentas. (Sin embargo, la visión del antagonismo
no es eliminada sino sublimada)

Caceneti y el sistema parlamentario

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