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K.S.

GIRTAB

LOS 12 FILOS
DIVINOS

TERCERA PARTE :

EL ÚLTIMO PISO
LOS GUERREROS SUPREMOS
Esta obra no puede ser reproducida, copiada y distribuida sin la autorización
del titular de los derechos. Se aprecia su apoyo y el respeto a la propiedad de este
autor. Este libro es una obra de ficción y cualquier parecido con personas vivas o
muertas o lugares, eventos o locales es pura coincidencia. Los personajes son
producto de la imaginación del autor y se utilizan de manera ficticia.

Los 12 FILOS Divinos tercera parte.


Todos los derechos reservados.
Copyright 2014 por K.S. Girtab
ÍNDÍCE
ORDEN DE HAMAL: LOS HERREROS
FILO DIVINO NÚMERO DIEZ: ODÍN
LA CONSPIRACIÓN / EL LABORATORIO SECRETO
FILOS DIVINOS NÚMEROS DOS Y ONCE: ARIES Y MIGUEL
LA ISLA DE LAS TEMPESTADES / EL CAMINO DE LOKI
FILO DIVINO NÚMERO TRES: ZEUS
FILO DIVINO NÚMERO SEIS: BUDHA
ORDEN DE RIAZOR: LOS PROFETAS
JINETES ALADOS INMORTALES
FILO DIVINO NÚMERO DOCE: ELOHIM
ORDEN DE ARCADIA: LOS APÓSTOLES
EL APOCALIPSIS / LA LIBERACIÓN DE LOS TITANES
FILO DIVINO NÚMERO UNO: KUKULCÁN
LA ASAMBLEA NACIONAL / LOS CABALLEROS APÓCRIFOS
LA ÚLTIMA BATALLA / EL GUERRERO OMNIPRESENTE
FINAL
EPÍLOGO
ORDEN DE HAMAL
LOS HERREROS

La música en el antro sonaba alucinante, el ambiente no podía estar mejor,


Makko, el lugar más exclusivo de la Ciudad Sagrada de Uruk en Ishtar era también
el sitio de moda, sólo las grandes personalidades podían ingresar en ese club
nocturno.
El concepto era único e innovador, se trataba de un paraíso flotante, un lugar
entre nubes, pero lo mejor por demás obvio era su exclusivísima clientela, no
bastaba ser rico o poderoso, había que ser bello y ser una figura pública, de otra
manera el acceso era imposible.
El lugar estaba a reventar de modelos, deportistas, gente del espectáculo y
miembros de familias importantes; el alcohol y las drogas corrían como cascadas en
todo el lugar, no había restricciones de ningún tipo.
En el baño de damas la cotizada modelo internacional, Nikky Heavely, estaba
aspirando su quinta línea de cocaína, mientras, su mejor amiga, la actriz recién
ganadora del premio de la academia, Vicca Helsing, trataba de calmarla.
–Tranquilízate, Nicolette, parece que quieres freírte el cerebro...
–No pasa nada, nena – decía la modelo mientras se limpiaba el polvo blanco del
labio superior –, sólo estoy viviendo.
–Lo sé, pero estás fuera de control...
–No me importa, la vida es bella y quiero vivirla... ¡al máximo!
–Yo también, pero tampoco podemos alocarnos así...
–Sí podemos y lo haremos – Nikky pasó su brazo por el cuello de la actriz –,
vamos, nena, conmigo, sólo una línea más.
–No quiero – Vicca rechazó la cocaína –, odio la sensación que causa cuando
sube por mi nariz.
–¿Entonces...? – La modelo se recargó en el lavamanos y depositó su bolsa a
un lado –. ¿Quieres ácido, pastillas o algo intravenoso tal vez? Tengo de todo...
–Dame la inyección – dijo la actriz a la vez que estiraba la mano a su
compañera para que le diera la droga.
–¿Y dices que yo estoy loca? – preguntó Nikky sonriendo mientras buscaba la
inyección que "elevaría" a su amiga.
–Qué más da... – respondió Vicca mientras preparaba su vena para la inyección
–, vamos a reventar a esos chicos que tratan de conquistarnos.
–Esa es mi nena... – respondió la cotizada modelo entregándole la droga a su
amiga –. ¿Están lindos, no? Llevamos una semana recorriendo Ishtar con ellos y no
quiero dejarlos aún. Vamos a seguir la fiesta en mi casa y después nos vamos a las
playas de Levit, quiero divertirme con ellos un buen rato todavía...
–¿Por qué no? Vamos.
Vicca Helsing se inyectó la droga que alteró sus sentidos, la puso eufórica, sus
pupilas se dilataron y besó con pasión en los labios a su amiga, después ambas
salieron de la mano a buscar a sus jóvenes conquistadores.
Cuando llegaron con los chicos ambas besaron a su respectiva pareja, o al de
su compañera, ninguna recordaba quien había salido con quien y no les interesaba,
continuaron con la diversión mientras invitaban a otras personalidades del lugar a
seguir la fiesta en casa de Nikky.
Las chicas se deleitaban de lo lindo con todos los excesos, sin embargo, uno
de sus acompañantes parecía no disfrutar tanto de la fiesta, Vicca se sentó en sus
piernas y le colocó los senos en la cara.
–¿Estás aburrido, corazón?
–No – respondió el chico que se veía claramente menor que ella –, sólo no me
estoy divirtiendo...
Vicca empezó a reír y le susurró al oído.
–¿Quieres que te ponga de humor en el baño?
–No – respondió el joven señalando la pista de baile –, ve a divertirte, en
seguida te alcanzo...
Vicca se levantó y tomó de la mano a Nikky, ambas comenzaron a bailar, sus
movimientos eran sensuales y excitantes, la música y los colores tomaban otra
dimensión con las drogas, ambas estaban extasiadas.
Mientras veía a las chicas bailar, Sagath Vega encendió un cigarrillo, las dos
mujeres eran hermosas, sin duda las más cotizadas del lugar, portada de todas las
revistas de moda y de espectáculos, al principio se sentía el hombre más afortunado
del mundo, la increíble modelo Nikky Heavely se había fijado en él, aunque ahora al
parecer era la cotizadísima actriz Vicca Helsing quien estaba besándolo.
Le estaba dando otra bocanada a su cigarro cuando su amigo se sentó a su
lado, el amo de las cuerdas metálicas se recorrió y no pudo evitar hacer una cara de
hastío.
–¿Qué sucede, Saggy? – le preguntó su amigo dándole unas palmadas en la
espalda –. ¿Ya se te cansó el caballo?
–No es eso – masculló Sagath sin interés mirando el humo de su cigarrillo –,
simplemente ya me aburrí.
–¡Vamos! – lo incitó su amigo que se notaba estaba disfrutando el momento al
máximo –. ¿Cuántas veces platicamos lo bueno que sería ser millonarios? Ahora lo
somos, hay que aprovecharlo...
–No lo sé, amigo – la mirada de Sagath estaba puesta en la pista de baile, pero
en realidad no prestaba atención a nada –, esta no es mi vida, los lujos y el
despilfarro no se hicieron para mí...
–Sólo tienes que acostumbrarte, debes de superar la paliza que te dio Hermes
de Géminis, esto te relajará...
–¿Cuánto tiempo llevas así, Dimitri?
El amo del metal líquido le sonrió a su amigo, tomó un largo trago directo de la
botella de whisky que estaba en su mesa, eructó y después contestó:
–No lo sé, tal vez un año, desde que regresé a Hamal con mi padre, ya le dije
que no pienso ser un Caballero Fantasma...
–¿Respetó tu decisión?
–Sir Cygnus no tiene derecho a ordenarme o reprocharme nada.
–Pero tú sí tienes derecho a gastarte su dinero.
–El dinero es de la familia Sadr, a la cual yo también pertenezco.
–¿En serio disfrutas esto? – preguntó Sagath molesto –. El hijo de puta de la
puerta nos negó la entrada a pesar de haber llegado con la actriz y la modelo...
–Eso fue antes de saber nuestros apellidos, el gerente del lugar en persona bajó
a disculparse y nos dio la mejor mesa del lugar... ¡Somos dos jodidos descendientes
de los Clanes de los Herreros! El muy marica dijo que nuestro consumo corría por
cuenta de la casa, somos más importantes que todos los imbéciles que hay aquí,
eso es respeto.
–El respeto lo llevan nuestros apellidos, no nosotros, ni siquiera nos criamos con
nuestros Clanes, tú no te has ganado ni el derecho a que escupan en tu tumba. Te
desconozco, amigo, no eras así...
–Bebe, Sagath – el amo del metal líquido le ofreció la botella a su compañero –,
el alcohol te desinhibe.
–No – Sagath alejó la botella que Dimitri le estaba poniendo en la cara –, si
bebo me acuerdo de Outlaw y T-Rex, mejor me quedo así, en el Quinto Distrito era
feliz, aquí me siento miserable.
–Estás insoportable, Saggy, si quieres puedes regresar a Hamal a auto
compadecerte o vete al Quinto Distrito de Arcadia a ser feliz, yo seguiré con la fiesta
y esas dos bellezas.
Dimitri se levantó con una botella de vino espumoso y se fue a bailar con Vicca
y Nikky, la fiesta se extendió en casa de la modelo hasta las siete de la noche del
día siguiente.

El amo del metal líquido se levantó de la cama en la que dormían desnudas la


modelo y la actriz, después de tener sexo con ambas durante cuatro horas y haberse
metido cuanta droga le ofrecieron no podía dormir.
Estaba totalmente deprimido, Sagath tenía razón, su vida era una porquería, no
disfrutaba en absoluto lo que hacía, sólo se dejaba llevar para evitar su
responsabilidad. Totalmente ebrio y drogado saltó por una ventana al patio trasero,
con la mano derecha se quitó del rostro los cristales que se le habían incrustado y
caminó en zig zag.
El patio de la mansión de Nikky Heavely era enorme, pero el amo del metal
líquido sabía bien lo que buscaba, después de media hora de recorrer todo el lugar y
de una docena de caídas lo encontró, el hermoso caballo gris alado de su padre, a
donde iba siempre lo encontraba, era la manera de Sir Regin de decirle a su hijo que
siempre era bienvenido de regresar a casa.
Llorando por su miserable vida y con paso tambaleante subió al corcel y lo
arengó para que volara a casa, en ese momento sintió un lazo en la cintura, eran las
cuerdas metálicas de Sagath.
–Eres un cabrón... ¿te ibas sin mí?
–Lo siento, amigo – se disculpó balbuceando el amo del metal líquido –, debes
perdonar mi actitud, estoy borracho, drogado y no sé qué más, sube, vamos de
regreso a casa...
–¿Al Quinto Distrito?
–No, a nuestro verdadero hogar, a Hamal.
En cuanto los dos ex Capitanes del Dios del Rayo llegaron al castillo negro
sede de los Caballeros Fantasmas de la Orden de Hamal, Sagath se fue a
descansar, no había pegado el ojo preocupado por la actitud de su amigo.
Dimitri aunque ya caminaba con soltura todavía estaba bajo los efectos de la
droga y el alcohol, fue a la habitación de su padre y la abrió de una patada, Sir
Cygnus se levantó al instante y observó a su hijo.
–¿Qué sucede Dimitri?
–Nada. – El amo del metal líquido se quedó en el marco de la puerta –. Vengo a
devolverte tu caballito con alas.
–Está bien, vete a descansar.
–No, tengo algo que reclamarte.
–Ya estás grande para eso, hijo – Sir Regin se levantó de la cama y caminó
hasta donde estaba su vástago –, mejor piensa en lo que vas a hacer con tu vida.
–Puedo ser lo que yo quiera – le espetó Dimitri a su padre –, hasta un Caballero
Fantasma...
–En eso estamos de acuerdo, pero para todo te falta experiencia, hasta para ser
un vividor...
–Yo soy mejor guerrero que tú.
–Estoy seguro de eso, pero no recibiste el entrenamiento adecuado, nuestro
nivel es muy distinto.
–Te equivocas, puedo vencerte cuando quiera...
–Demuéstralo – dijo por fin el Caballero Fantasma mirando con dureza a su hijo
–, atácame...
–¿Qué? – Dimitri se sorprendió con la actitud de su padre, desde que regresó
siempre lo había tratado con condescendencia.
–Atácame – volvió a decir Sir Cygnus –, demuéstrame tu gran poder.
–Te voy a lastimar, viejo – Dimitri veía a su padre con ojos de burla y
superioridad.
–Aunque no me defendiera no podrías...
–No me provoques... – El amo del metal líquido se estaba empezando a
molestar.
–¿O qué harás? – Sir Regin observaba el rostro tasajeado de su hijo por los
cristales que lo habían cortado, tomó un abrecartas del mueble que tenía a un lado y
se lo puso en el mentón a Dimitri levantándole la cara –. Eres una vergüenza... ¿ya
te viste el rostro?
–No hay problema – respondió Dimitri sin darle importancia al asunto, se pasó la
mano por el rostro y se observó la mano, ya no sangraba –, sanará solo, siempre lo
hace.
–Sana esto...
Sir Cygnus con el abrecartas le hizo una herida a su hijo de la frente arriba del
ojo derecho a la mejilla del lado izquierdo, Dimitri gritó de dolor y se tocó el rostro,
estaba lleno de sangre, furioso creó una punta afilada con el dedo índice de su mano
derecha y lo estiró hasta atravesar el ojo del Caballero Fantasma, Sir Regin observó
el ataque pero no hizo nada por evitarlo, la punta metálica salió por detrás del
cráneo del defensor del estado.
Dimitri empezó a temblar, hasta el efecto del alcohol y las drogas se le pasó, no
podía creer lo que había hecho, en un arranque de furia había matado a su padre,
pero lo que vio lo dejó impresionado, Sir Regin hizo a un lado la cabeza a través del
puñal metálico hasta que su testa se separó por completo del arma de su hijo, una
vez hecho esto, su rostro volvió a la normalidad.
–Somos los controladores del metal líquido, hijo, no sólo podemos producirlo,
nuestro cuerpo está hecho de metal, también podemos crear aleaciones, incluso
separar nuestras moléculas... todo eso debes aprenderlo.
Dimitri cayó de rodillas y empezó a llorar.
–Ayúdame, papá, ya no quiero ser quien soy, ya no quiero ser un vividor, quiero
una nueva vida, una razón para vivir...
–Para eso estoy y te traje aquí, hijo, pero ya no eres un niño, si quieres que te
ayude será para que ocupes mi lugar en la Orden, no hay renuncias ni segundas
oportunidades, si estás de acuerdo yo personalmente te entrenaré.
–Sí – dijo Dimitri secándose las lágrimas –, sí quiero, no me gustan las fiestas,
no me gusta la vida frívola, soy un guerrero, el amo del metal líquido del Dios del
Rayo, soy Dimitri Sadr.
–Así es, hijo, eres el Sadr más poderoso de tu generación y el futuro portador de
la espada del alfabeto antiguo: Mi.
–Sí, un Caballero Fantasma...
–Ve a descansar, a partir de mañana conocerás los secretos de la técnica de
combate de los Sadr, los antiguos manuscritos ocultos de nuestro Clan te serán
revelados, ya estás listo, tienes el poder necesario y la claridad mental para
estudiarlos.
Miguel veía a Aries con una sonrisa burlona, el guerrero del Círculo del Zodiaco
estaba listo para atacar, el Arcángel regresó sus ojos a la normalidad, sólo estaba
jugando con su gran rival, puso la mano derecha en su propia nuca y volteó a ver a
toda la gente a su alrededor.
–No seas estúpido, Elan... ¿piensas matar a toda esta gente con nuestra
batalla?
Los ojos de Aries también volvieron a la normalidad.
–¿A qué viniste, Michel?
–A retarte, ya es tiempo de que toda esta rivalidad termine.
–Ya estamos aquí... ¿en dónde lo quieres hacer?
–No, aquí no – comentó el Arcángel viendo alrededor –, es temporada de caza,
voy a ir a los bosques de Nicea, de aquí me voy directamente para Levit donde me
quedaré por tres días...
–Prefiero un lugar neutral.
–Como quieras, al término de la semana voy a llamar a los Caídos incluyendo a
tus hijas y los mataré, ya hicieron su trabajo, después buscaré a los demás
miembros del Círculo del Zodiaco y también acabaré con todos ellos, tú serás el
último.
–Estás enfermo...
–Tal vez, pero te estoy dando la oportunidad de enfrentarme y detenerme en
terreno neutral, lejos del desierto, si no llegas, entonces tendrás que cazarme y
andar tras de mí, es tu decisión.
Aries veía fijamente a Miguel, sabía que el Patriarca de los Yaotl no estaba
bromeando, el líder del Círculo del Zodiaco no podía permitir la matanza que el
Arcángel pensaba llevar a cabo, decidió aceptar su duelo.
–Hay un paraje muy bonito en Levit que es perfecto para nosotros, está a veinte
minutos de Nicea, en el pueblo de Siquem, no me gusta dañar a la naturaleza,
prefiero que nuestra pelea sea a campo abierto.
–No hay problema... ¿cuando llegas?
–Date una vuelta los tres días de tu estancia al despuntar el alba, el amanecer
se ve hermoso en ese lugar, no creo que te moleste, es un buen paisaje para morir.
–No hay problema, por allá nos vemos.
Miguel se colocó sus lentes oscuros, sonrió a la guardiana de su rival y se retiró
tranquilamente al hangar donde lo esperaba su avión privado, Aries caminó rumbo a
la salida del aeropuerto, Lady Wieland lo tomó de la mano.
–Es una trampa...
–No, es un reto justo, entre Patriarcas no jugamos sucio cuando de un duelo se
trata, el honor nos lo impide.
–Miguel no tiene honor.
–En lo que respecta al duelo sí.
–¿Y qué haremos nosotros?
–Tienes un día para hablar con quién quieras, pasado mañana por la tarde me
presentaré en el edificio sede de la Orden de Hamal. Me preocupa lo que Miguel
dijo, comentó que los Caídos ya habían hecho su trabajo, lo que ahora más me
interesa es saber si mis hijas viven y cuáles son los daños al Círculo del Zodiaco.

El castillo negro es el más grande e impresionante de los inmuebles de las seis


Órdenes de los Caballeros Fantasmas, diseñado y edificado por la familia Shmuel en
colaboración con los hijos de los herreros originales que dieron vida a las
veinticuatro espadas del alfabeto antiguo, la sede de los Caballeros Grises es
considerada después del edificio de la Ciudadela, la construcción más bella e
impresionante del país.
Negro completamente combinaba a la perfección con el uniforme oscuro de sus
habitantes y el gran escudo gris que adornaba la puerta, a lo largo de sus diez pisos
y cuarenta metros de alto se podían ver grabados los emblemas de cada una de las
espadas del alfabeto antiguo, el símbolo del herrero que la fabricó y su escudo
familiar.
En las cuatro esquinas del llamado castillo negro estaban colocadas las
estatuas gigantescas de tres guerreros masculinos y uno femenino, en su base, en
una gran placa metálica, se leía el nombre de cada una de las Espadas Reales de la
Orden de Hamal: Sir Hefesto, Sir Vulcano, Sir Regin y Lady Wieland, debajo de la
placa en letras doradas sobre la piedra negra se leía el apellido del guerrero que
actualmente portaba la armadura y en la base de la estatua estaban grabados los
nombres y apellidos de los guerreros que habían portado esa armadura desde la
primera generación.
Los habitantes de Hamal tenían un gran orgullo por los Caballeros Fantasmas y
más por la Orden de su estado, consideraban al grupo protector del país una
creación nacida de su sangre.
Desde el primero hasta el último portador de las espadas Iota (Ι), Kappa (Κ),
Lambda (Λ) y Mi (Μ), habían pertenecido a guerreros descendientes en línea recta
de los herreros originales que forjaron las espadas del alfabeto antiguo, más
específicamente a los Clanes Altair, el Clan del águila (Aquila); Kraz, el Clan del
cuervo (Corvus); Sadr, el Clan del cisne (Cygnus); Alwaid, el Clan del dragón
(Draco); Bayer, el Clan del caballo (Equuleus); Kakkab, el Clan del lobo (Lupus);
Vega, el Clan de la lira (Lyra); Alfard, el Clan de la hidra (Hydra); Deltotum, el Clan
del triángulo (Triangulum); Markab, el Clan del pegaso (Pegasus); Velorum, el Clan
del navío (Argo); y Hevelius, el Clan del sextante (Sextans). Estaban excluidas las
familias pertenecientes al Círculo del Zodiaco con excepción de los De Grieff,
quienes se habían emparentado con los dos últimos Clanes cuyos apellidos
desaparecieron y ahora pertenecían a la Casa familiar gobernante de Boleria.
Sólo a los descendientes de los herreros por agradecimiento a su sacrificio se
les permitía retirarse voluntariamente a los sesenta años siempre y cuando
entregaran su espada a otro descendiente, el único requisito que debían cumplir es
que debían retirarse de por vida a una villa construida para ellos en la ciudad
subterránea de Aldebarán, gobernada por el Clan Elnath, un lugar paradisiaco donde
gozaban de un más que cómodo y lujoso estilo de vida.
Al igual que en el Quinto Distrito, a los Caballeros Fantasmas retirados se les
colocaba un brazalete en la muñeca de la mano derecha para evitar que salieran del
lugar, los guerreros que vivían en esa villa del retiro llevaban el brazalete con orgullo.
Era una regla no escrita que los padres le transmitían su espada a sus hijos a
los sesenta años cumplidos y se retiraban, en caso contrario, se ajustaban a las
reglas de la Orden y después de la edad reglamentaria aceptaban un reto al año
hasta que un nuevo y más joven aspirante los matara en un duelo individual por la
posesión de su arma. En toda la historia de la Orden de Hamal ningún Caballero
Fantasma en activo había llegado a la edad de sesenta y ocho años.
También existía una excepción a dicha regla, si había algún aspirante a portar
el arma del Caballero saliente, el pretendiente debía vencer al Caballero Fantasma y
después a su hijo para quitarle el derecho al arma, algo muy complicado hasta para
los guerreros más poderosos, requisito que sólo debía salvarse al cumplimiento de
los sesenta años del Caballero Fantasma saliente.
Lo anterior se debía al gran honor que representaba ser un Caballero
Fantasma, a los miembros de los Clanes de los herreros desde su nacimiento se les
inculcaba el amor por la Orden, no existía un privilegio mayor que portar la armadura
gris y morir en el cumplimiento del deber.
Lady Lyra caminaba nerviosa rumbo al inmueble sede de los Caballeros
Fantasmas de la Orden de Hamal: el famoso castillo negro, Sir Cygnus le comentó
por un comunicador que él se encargaría de que Sir Corvus y Sir Draco estuvieran
presentes.
Aries se había quedado en la casa de su fallecido tío Alvar intentando
desesperadamente ponerse en contacto con Virgo en las instalaciones del Círculo
del Zodiaco o con los rebeldes en el Tercer Distrito, pero por alguna razón toda la
zona urbana de Arcadia estaba incomunicada.
La angustia de Elan era palpable, pero no podía regresar al estado
armamentista, lo quisiera o no, tenía que cumplir con sus obligaciones y ya nada
podía hacer por sus hijas.
La Espada Real femenina de la Orden de su provincia también estaba
preocupada, conocía perfectamente bien a sus compañeros, Sir Vulcano, el líder de
la Orden, era muy impulsivo, poco adepto a escuchar razones, sus decisiones eran
su propia ley y no escuchaba otras opiniones. Sir Hefesto por su parte era más
tranquilo pero tan intransigente como su compañero si una idea se le metía en la
cabeza, el más centrado de los tres era Sir Regin, pero la guerrera no sabía hasta
qué grado podía confiar en él.
Sus pensamientos le causaron tristeza, por más que lo deseara ella no podía
ver a sus compañeros como enemigos, desde muy temprana edad los cuatro fueron
muy unidos, desde niños decidieron ser Espadas Reales y en su adolescencia lo
consiguieron de una manera muy poco digna a juicio de la controladora de las
cuerdas metálicas.
Ella y sus compañeros debían pelear por las armas del alfabeto antiguo contra
los guerreros ahora conocidos como Furcas, Beleth, Abbadon y Thali Altair, la madre
de Sedna, guerrera al servicio de Poseidón que ahora ayudaba a los rebeldes y que
utilizó su propio arco para quitarse la vida por una decepción amorosa.
La baja de Sedna en los rebeldes fue muy sensible, pero si había alguien que
la entendía esa era la Espada Real de Hamal, su vida amorosa fue un desastre,
siempre enamorada de Elan De Grieff desde que ella tenía memoria y no siempre
correspondida.
Lady Wieland tuvo que soportar ver un incontable número de mujeres que
pasaron por la vida de su actual protegido, al parecer Aries era un tipo que le
gustaba a todas, y cómo no, Elan toda la vida fue el sueño de Kara.
La controladora de las cuerdas metálicas siempre supo que su vida estaba
ligada a la de Aries, pero el proceso fue tortuoso, sus recaídas psicológicas fueron
incluso peligrosas, no pocas veces trató de quitarse la vida en momentos de extrema
depresión, pero siempre tuvo un ángel a su lado, su guardián que compartió sus
peores momentos y jamás la abandonó, su mejor amigo, ahora mismo no estaría
viva si no fuera por Sir Corvus.
Y en ese momento se dirigía a buscarlo como su enemigo, pensaba pagarle
todo lo que ese hombre hizo por ella con acero. Lady Lyra amaba a su compañero
de Orden tanto como a sus hijos, pero nunca por encima de Elan De Grieff, jamás
permitiría que nadie dañara a su protegido y su mejor amigo ya había cruzado la
línea de la legalidad por asesinarlo.
Sus hijos… Wendy y Sagath Vega, dos víctimas inocentes de su dañado
corazón y voluntad de papel, un par de criaturas que se criaron en el peor de los
lugares debido al estado de depresión en el que Kara se encontraba. La Espada
Real no pudo soportar el que Aries se casara con Dalila Abner, se refugió en los
brazos de quien en aquel entonces era el Gran Maestre de los Caballeros
Fantasmas y tuvieron dos hijos.
Sir Baal junto con Furcas, Beleth y Abbadon se levantaron contra el estado,
fueron aprehendidos y condenados a vivir hasta su muerte en el Quinto Distrito de
Arcadia, lugar desde donde el Caballero Fantasma, ya como Oficial de Poseidón, le
arrebató a sus hijos sin que Lady Wieland hiciera nada por impedirlo.
La Espada Real todo el tiempo recordaba a su ex pareja junto con Furcas,
Beleth y Abbadon con tristeza, también eran amigos suyos de la infancia, compartían
con ella y los mejores guerreros de su generación el sueño de convertirse en
Caballeros Fantasmas, sueño que fue truncado por una estúpida apuesta que
marcaría el destino de todos los que intervinieron en ella.
Un maldito juego… a eso se redujo el destino de los jóvenes herreros, Lady
Lyra y los actuales Sir Corvus, Sir Cygnus y Sir Draco vencieron en un juego
deportivo contra todas las probabilidades a Furcas, Beleth, Abbadon y Sir Baal. Los
vencedores obtuvieron las espadas del antiguo alfabeto de la Orden de Hamal sin
pelear por ellas y los derrotados renunciaron a las armas quedándose con el
deshonor y el repudio de sus familias. Kara Vega estaba segura que esa frustración
fue la que orilló a sus antiguos amigos a buscar la gloria por otros lados e intentar
hacerlo al margen de la ley, sobre todo Furcas y Beleth, de quienes se decía eran
los mejores guerreros del país en muchas generaciones.
Y así terminó todo, con Sir Baal después llamado Forcis como Oficial de
Poseidón muriendo a manos de Kwan Yin en el trascurso de la revolución de los
FILOS, Abbadon fue asesinado por Furcas y Beleth en el Quinto Distrito en un ajuste
de cuentas. La hija de Thali Altair también estuvo presa y después atentó contra su
propia vida. Sir Draco y Sir Corvus se convirtieron en asesinos a la Orden de Elías
De Grieff traicionando a su Gobernador, Sir Cygnus era el mejor de todos pero no
por ello menos culpable, un buen tipo con una lívido imparable que arrasaba con
cuanta mujer se atravesaba en su camino, pero su principal pecado fue el mismo
que cometió ella, el controlador del metal líquido no pudo con la carga de tener un
hijo y se deshizo de él enviándolo al Quinto Distrito para así poder seguir disfrutando
de su libertino modo de vida. Faltando por nombrar, por supuesto, a la peor de
todos, ella, Kara Vega, mujer sin voluntad que dañó permanentemente la vida de sus
hijos al abandonarlos desde su temprana infancia.
Ironías de la vida, aquella gran generación de guerreros, única en la historia, de
la que tanto se jactaban los gobernantes de Hamal a la que con orgullo llamaban la
generación dorada, estaba podrida, la carga que sus propias familias pusieron sobre
ellos fue demasiado y no pudieron con ella.
A lo lejos ya se distinguían las enormes torres del castillo negro, la Espada
Real femenina ralentizó su paso, no tenía ninguna prisa por enfrentar a sus
compañeros, no deseaba amenazar a sus hermanos, el rompimiento entre ellos era
una seguridad, sí, sobre todo, Sir Corvus y Sir Draco mantenían su posición de
matar a su protegido.
Los compañeros de Lady Lyra ya la esperaban en el vestíbulo principal, donde
se veían las grandes obras en metal negro de los símbolos de los actuales
portadores de las espadas del alfabeto antiguo: un cuervo con las alas extendidas,
un imponente dragón, una extraordinaria lira y un hermoso cisne.
Kara los saludó a todos con el gusto de siempre, Sir Corvus le preguntó por su
protegido.
–¿En dónde está Aries?
–No te preocupes por él – le respondió Lady Wieland con frialdad –, lo verás.
–Me parece bien – respondió Sir Vulcano de la misma manera –, la pregunta es
cuándo.
–Por eso estoy aquí, para pactar la reunión del legítimo Gobernador de Hamal
con sus traicioneras Espadas Reales, él estará aquí mañana sin falta.
–¿A qué hora? – preguntó Sir Corvus sin prestar atención en el despectivo
comentario de su compañera.
–No lo sé – le respondió la controladora de las cuerdas metálicas de mala
manera –. Cuando se le dé la gana, supongo.
–Lo esperaré desde temprano.
–¿Qué sucede contigo, Minkar? – Kara se acercó a su antiguo amigo hasta
tenerlo a un palmo de distancia –. ¿Cuál es el motivo de tu odio hacia Elan?
–Su familia mató a mi padre y al de Alsaf – señaló a Sir Draco –, eso no se va a
quedar así.
–¿Piensas igual, Alsaf? – preguntó la guerrera femenina de la Orden a su otro
compañero.
–Así es – Sir Draco no respondió con la frialdad de su amigo pero sí con la
misma determinación –, la pregunta es... ¿qué vas a hacer tú?
–Mi deber – les dijo Lady Lyra viendo fijamente a sus dos compañeros de Orden
–, proteger al Gobernador.
–El Gobernador ya no es Aries – la corrigió Sir Draco.
–El proceso de destitución no fue legal – se defendió Lady Wieland –, ustedes
dos son unos criminales que mataron al Gobernador Interino Alvar de Grieff, deberán
pagar por eso.
–¿Piensas pelear contra nosotros? – le preguntó Sir Vulcano.
–Puedes jurar que sí – respondió Kara enfrentando directamente al líder de su
Orden –, yo les di esas espadas, yo se las quitaré.
–Las espadas las ganamos todos limpiamente... – le aclaró Sir Corvus.
–No seas idiota, Minkar – Kara señaló al miembro del Clan Kraz recordando
aquel funesto juego deportivo en el que ganaron sus espadas –, Izar mandó mal el
último pase, el que nos dio la victoria, porque yo se lo pedí.
–No es cierto – se defendió Sir Corvus haciendo memoria de aquel encuentro,
fue precisamente Kara quien estableció la estrategia de esa última jugada –, yo le
estorbé, tú me dijiste...
–Yo te dije lo que tenías que escuchar, ese pase era indefendible, la única
oportunidad que tenían era que uno de nuestros dos compañeros que eran semi
profesionales se equivocara y Phad no lo iba a hacer, tuve que pedírselo a Izar.
–¿Por qué nos ayudaste si tú no querías ser una Espada Real, Kara? –
preguntó Sir Cygnus.
–Porque eran mis amigos y los amaba – los ojos de Lady Lyra ya se empezaban
a poner cristalinos –, eso desencadenó muchas cosas, la peor fue que nuestros
amigos terminaron en el Quinto Distrito con el mayor deshonor.
–Ellos decidieron su destino, Kara, se convirtieron en criminales... – se defendió
Sir Draco.
–¡Lo hicieron porque les quitamos su razón de vida en ese maldito juego! – gritó
la Espada Real femenina señalando a Sir Corvus y Sir Draco –. ¡Ustedes dos
también son unos criminales y se pasean impunemente como si nada, se escudan
detrás de su fuero por ser unos Caballeros Fantasmas! – Lady Lyra bajó el tono de
su voz hasta terminar susurrando –. Me equivoqué, debió ser una batalla lo que
definiera el destino de nuestras espadas y no un estúpido juego, cometí un error y lo
voy a enmendar.
–Apoyas a un asesino – le espetó Sir Draco.
–Elan no es responsable por lo que hizo su padre – repuso Kara –, es un buen
Gobernador, los asesinos son ustedes.
–Tal vez no puedas salir de aquí – amenazó Sir Corvus.
Sir Cygnus que se había querido mantener al margen de la discusión se llevó la
mano a la espada.
–Tranquilo, Mink, si tú o Al atacan primero yo pelearé al lado de Kara, aún no sé
si los apoyaré en su batalla contra Aries, pero ninguno de los dos llegará a mañana
si se atreven a tocarla.
Sir Draco puso su mano sobre la de Sir Cygnus obligándolo a soltar su arma.
–Todos conocemos a Mink y su carácter agresivo, pero no se atrevería a tocar a
Kara y lo sabes Sergy, si lo hiciera yo personalmente lo mataría, hoy nadie va a
morir aquí, si mañana Kara decide enfrentarnos es otra historia, ya veremos.
Sir Corvus tenía la cabeza baja.
–Al tiene razón, yo nunca te haría daño, Kara, hablo sin pensar, lo siento,
mañana nos vemos.
Sir Corvus y Sir Draco se retiraron, una vez que se quedaron solos, Lady Lyra
preguntó a su compañero restante.
–¿Qué sucede con ellos? Su actuar es irracional.
–No lo sé, pero puedo asegurarte que mañana habrá guerra.
–Mañana morirán, no podrán con Aries aunque yo no lo ayude.
–Y espero que no lo hagas, princesa, si intervienes pelearé contra ti, esos dos
son unos imbéciles pero son mis hermanos.
–Lo sé, ya veremos cómo se dan las cosas mañana. Hablando de otros
asuntos... ¿Cómo va mi hijo?
–La verdad es que Sagath no se ve nada bien, cuando estaba con Dimitri los
dos eran unos vagos, ahora que mi hijo aceptó por fin ser un Caballero Fantasma se
siente sólo y aislado, habla con él.
–No tengo derecho a pedirle nada – Kara bajó la mirada con tristeza pensando
en su hijo.
–Sigue siendo tu hijo y tu responsabilidad, Kara, por lo menos le debes un
consejo, el más importante de su vida.
Lady Lyra pensó no sólo en Sagath, también Wendy y en cómo su debilidad
mental y falta de carácter los había lastimado, a ambos los abandonó siendo apenas
unos críos, por lo menos les debía ayudarlos en lo que estuviera a su alcance, quizá
aún más allá.
–Tienes razón... ¿en dónde está?
–En el tercer piso, no se mueve de ese lugar en todo el día, búscalo en la
habitación al fondo del corredor.
–Gracias, Sergy, te veo más tarde.
Lady Lyra subió al tercer piso del edificio sede de los Caballeros Fantasmas de
la Orden de Hamal, tal y como le había advertido su compañero, encontró a Sagath
en la última habitación del corredor, sentado, sin hacer nada, únicamente viendo la
pared desnuda, se acercó a él y se sentó a su lado.
–Hola hijo.
Sagath volteó, vio a su madre y volvió a desviar la mirada.
–Eres tú... ¿qué quieres?
–Sólo saludarte, yo quería decirte que...
–¿Cómo está Wendy? – dijo el amo de las cuerdas metálicas interrumpiendo a
su madre a propósito.
–Bien – respondió Kara tratando de sonreír –, le ha hecho mucho bien el
pertenecer a un grupo élite.
–¿Los Oficiales de Poseidón son un grupo élite? – comentó Sagath de manera
burlona –. Que bajo ha caído el país...
–No, hijo, me refiero los protectores de Ishtar, a los Guardianes del Destino, tu
hermana recibió el llamado para pertenecer a ese grupo, es la guerrera que heredó
el máximo poder del Clan de tu padre...
–Forcis nunca fue tan poderoso antes de pertenecer a la Orden – argumentó el
ex Capitán del Dios del Rayo –, me lo dijo Furcas, un tipo que lo conocía de toda la
vida.
–Conozco bien a Furcas, también era amigo mío desde la infancia y tiene razón
en parte, los Cirene son un poderoso Clan que se rige por un matriarcado, el máximo
poder de sus miembros recae siempre en mujeres, pero tu padre no era ningún
debilucho, puedo asegurarte que…
–No me interesa saber nada de ese hijo de puta – la volvió a interrumpir Sagath,
quien se enfurecía cada que oía hablar de su padre –. ¿Y ahora cómo se hace
llamar Wendy?
–Igual, Eunice, quien la raptó siempre supo cuál era su futuro.
–¿Ella te dijo que estaba bien? ¿Fue una bonita conversación madre e hija?
–Tu hermana no me habla.
–¿Y cómo sabes que está bien?
–Preguntando a sus amigos más cercanos.
–¿Y qué te hace pensar que yo tengo ganas de hablarte? ¿Crees que por
salvarme la vida te debo algo? Créeme, para mí hubiera sido mejor morir a manos
de Hermes de Géminis que ser salvado por ti.
–Nunca lo he pensado, el que me perdones es una vana esperanza – comentó
Kara agachando la mirada, le dolían de sobremanera las duras palabras de su hijo.
–Sí que lo es – Sagath volteó a ver a su madre –, nunca te perdonaré lo que nos
hiciste, sé que eres una Espada Real y que no podías criarme, eso puedo
perdonarlo, la ley es la ley, lo que no es perdonable fue que me arrancaste de mi
familia en Hamal donde me querían y protegían por entregarme a mi padre, un
maldito tan loco como tú, tuve la suerte de huir de él y conocer al Dios del Rayo...
Wendy no.
–Lo siento, hijo, tienes razón, soy débil mentalmente, tengo serios trastornos
que afectan mi juicio, pero afortunadamente tú y tu hermana son fuertes.
–Qué alivio... ¿verdad? ¿Qué sabes tú de lo que sufrimos en el Quinto Distrito?
Sobre todo Wendy, tú eres una maldita Espada Real, podías haber reclamado a tu
hija, incluso por la fuerza si era necesario con la ayuda de tus compañeros, pero no
te importó, no te importamos... ¿por qué demonios habríamos de tener alguna
consideración contigo? – Sagath veía a su madre con desprecio, le señaló la puerta
de salida –. Como sea, ya saludaste, ahora puedes largarte.
–También vengo a ofrecerte algo. – Kara Vega se aguantó las ganas de llorar,
sabía que se merecía todas las cosas que le reclamaba Sagath, pero no estaba ahí
para buscar el perdón de su hijo, lo buscaba para ayudarlo.
–¿Qué puedes ofrecer que a mí me interese?
–Un objetivo en la vida, te ofrezco un lugar en la Orden.
–No lo quiero.
–Hijo, tú y tus amigos eran fuertes, pero sobre todo tú y Dimitri eran diferentes,
no sé cómo el destino hizo para que tú y los hijos de mis compañeros de Orden se
juntaran en el Quinto Distrito, algo increíble de creer.
–Eso te lo concedo, tú y tus compañeros, todos son unas porquerías de
personas.
–Lo sé, hijo.
–¿A qué te refieres con que Dimitri y yo éramos diferentes de T-Rex y Outlaw?
–A que ambos son los herederos del poder de Sergei y mío, tus otros
compañeros no, los herederos del poder de Alsaf y Minkar viven en Hamal.
–¿Y eso qué importancia tiene?
–Toda, tú y Dimitri son Vega y Sadr hasta la médula de sus huesos, herreros al
cien por ciento.
–¿Eso quiere decir que Dimitri y yo somos menos porquería que T-Rex y
Outlaw? Déjame decirte que ellos dos dieron su vida por mí, por ellos hoy estoy vivo
y no por ti, Hermes los mató porque me protegieron, que Sir Vulcano y Sir Hefesto
se vayan al diablo, con gusto los mataría con mis propias manos.
–No tienes posibilidad de dañarlos.
–¿Crees que no lo sé? – Sagath bajó la mirada avergonzado de su falta de
poder.
–Eso es por ahora, te ofrezco aprender las técnicas ocultas del Clan de la lira,
estudiarás los antiguos pergaminos secretos de nuestro poder, esa es la diferencia
entre un león y un ratón.
–¿Y después de aprender esas técnicas quieres que te mate por tu espada? Te
odio pero tampoco te mataría. Al final llevamos la misma sangre.
–No puedes tener mi arma, sólo pueden retarme las guerreras, pero puedes
retar a Sir Cygnus, Sir Draco o Sir Corvus.
–Sir Cygnus es el padre de Dimitri – comentó Sagath pensativo –, pero supongo
que podría acabar con los padres de Outlaw o T-Rex...
–Es tu decisión, pero podrás hacerlo hasta dentro de veinte años, después de
que cualquiera de ellos haya cumplido los sesenta años.
–Acepto, pero sólo porque necesito el poder, antes de acabar con ellos debo
matar a otra persona, al Dios del Rayo, se lo debo a Outlaw y a T-Rex.
–Entonces...
–Estoy listo para cuando así lo dispongas.

Lady Lyra iba de salida cuando se encontró con Thali Altair, su amiga también
participante de aquel funesto juego que marcaría las vidas de los más poderosos
guerreros de su generación, ambas se saludaron fríamente, Kara preguntó por la
hija de su antigua compañera.
–¿Cómo está Sedna?
–Igual – respondió Thali de mal humor –, trató de suicidarse, lo único que la
salvó fue que la flecha de sangre del arco dorado no mata a su dueña.
–¿Y qué dice ahora?
–Nada, no me habla, todavía me responsabiliza de su reclusión, dice que yo no
la apoyé cuando robó el Arco de Sangre.
–No la apoyaste...
–Lo sé, estaba furiosa, ese arco era para mi hijo, no para mi princesa, los dos
tenían el mismo poder, quien tuviera el arma sería quien peleara por un lugar en la
Orden, yo no quería eso para mi niña.
–Sedna siempre fue más fuerte...
–¡No le digas Sedna! – explotó Thali exasperada –. Ese es un sobrenombre de
mal gusto que le pusieron cuando era una reclusa en el Quinto Distrito. Su nombre
es Alnasi.
–Está bien – respondió Kara con tono conciliador –, Alnasi era tu real heredera,
déjala que estudie los pergaminos secretos de los Altair, ya porta el Arco de Sangre,
necesita estar preparada para lo que se le viene a futuro, sé lo que te digo, la Orden
le hará bien.
–¿Crees que voy a permitir que mi niña pelee contra ti? No soy tan mala madre
como tú...
–Thali – No sólo la voz de Lady Lyra cambió, su mirada se volvió agresiva –. Yo
sé quién soy y lo que he hecho, mis hijos pueden decirme y reclamarme lo que sea,
están en su derecho de hacerlo, si tú vuelves a hacer un comentario de ese tipo,
Alnasi se quedará huérfana, después, si busca venganza también la mataré.
Thali sintió miedo, conocía a Lady Wieland y sabía de lo que era capaz, su
inestabilidad mental nada tenía que ver con su gran poder y menos aún con su
forma de combatir.
–Perdón, Kara, tienes razón en enojarte, no tengo ningún derecho de juzgarte,
aquí la única mala madre soy yo.
–Piensa en lo que te dije.
–Mi hija nunca podría vencerte. Es un riesgo que no pienso tomar.
–Claro que puede, yo la he visto actuar de cerca y sé que puede derrotarme,
incluso ahora que aún no recibe el entrenamiento adecuado, sus acciones en la
resistencia son legendarias, el movimiento le debe mucho. Desgraciadamente su
debilidad es el corazón, en ese aspecto es tan débil como yo...
–¿Dices que ella está así por un chico? – Thali Altair no podía creer lo que
estaba escuchando.
–Así es... ¿no lo sabías?
–No, no me dice nada, pensé que... no lo sé, pero no que fuera por un hombre...
–La Orden me ayudó mucho, también le puede ayudar a tu hija.
–No lo sé, una pelea contigo...
–¿Quién dijo que pelearemos? Le entregaré mi espada voluntariamente, si es
que llego a los sesenta... mi hijo es mi heredero, él tendrá que pelear por su arma,
en aquel juego te prometí la espada Lambda, yo siempre pago mis deudas, se la
entregaré a Alnasi y yo me retiraré.
–Gracias, amiga.
–Ve con tu hija, habla con ella, todavía falta mucho tiempo antes de que pueda
retirarme.

Sedna estaba pensativa en la cama de recuperación, había librado la muerte


pero no estaba muy contenta por su nueva oportunidad de vida, al menos ahora
sabía que su arco no era capaz de matar a su portadora.
Pensaba en Drake y Rhiannon, realmente se había enamorado de ese idiota,
pero en el fondo ella siempre supo que el corazón de Heimdall pertenecía a
Amaterasu.
Ahora no sabía que iba a ser de su vida, no pensaba volver con los rebeldes,
sería demasiado doloroso y tampoco podía volver con su familia, la habían
expulsado por robarse el Arco de Sangre. Estaba perdida en sus pensamientos
cuando su madre entró a su habitación.
–¿Se te olvido algo? – preguntó Sedna de mala manera a su madre, no
soportaba verla.
–No hija – le respondió Thali con toda la paciencia del mundo.
–¿Entonces qué quieres? – la voz de Sedna cada vez se escuchaba más
alterada.
–Hablar – Thali puso su mano sobre la de su hija.
–Eso es lo único que haces – la portadora del Arco de Sangre de inmediato
retiró su mano al sentir el contacto de su progenitora –, ya me tienes harta, di lo que
quieras y vete, estoy cansada.
–¿Puedes caminar? – preguntó Thali con una sonrisa sin hacer caso a la
agresividad de la ex oficial de Poseidón.
–Sí, estoy herida no lisiada.
–Entonces vamos a la sala que está afuera de tu habitación... – Thali sin
detenerse a escuchar la respuesta de su hija oprimió un botón de la cama de Sedna
y el respaldo se empezó a levantar.
–¿Para qué? – preguntó la portadora del Arco de Sangre buscando el interruptor
de su cama para regresar el respaldo a su posición original.
–Haz lo que te digo – Thali retiro la mano de Sedna del interruptor,
prácticamente obligó a su hija a levantarse.
–¿Por qué diablos quieres salir? – preguntó Sedna mientras se ponía la bata
que su madre le ofrecía.
–Porque afuera están unos amigos que quieren hablar contigo...
Thali abrió la puerta de la habitación, afuera, en la sala de espera se
encontraban Lady Lyra, Sir Cygnus, Sagath y Dimitri, todos le sonreían, el Caballero
Fantasma se apresuró a ayudar a Sedna y la sentó en un sillón.
–Hola, preciosa, quiero hacerte una propuesta...

Sir Cygnus se encontraba de pie observando las enormes puertas metálicas


del inmueble que pretendía visitar, después de hablar con Sedna se trasladó a ese
lugar, no tenía permiso de ingresar, para hacerlo debía agendar una cita, sin
embargo, tiempo era precisamente lo que no tenía, la vida de sus compañeros
estaba en riesgo, el bienestar de sus amigos de toda la vida bien valía el riesgo.
El guardián de la entrada le abrió las puertas, se trataba de un tipo
malhumorado e irrespetuoso que generalmente se burlaba de quien fuera que
tratara de ingresar por ese lugar, sin embrago, la armadura gris del Caballero
Fantasma imponía respeto, como todos los ciudadanos de Hamal, el portero sentía
un gran orgullo por las Espadas Reales representantes del país de las tierras altas.
–Buenas tardes, Sir. ¿En qué le puedo ayudar?
–Vengo a ver al Consejo de Familia – contestó Sir Cygnus con su mejor sonrisa,
como todos sabía del carácter de ese hombrecillo, lo mejor era tratarlo bien.
–Pero usted es un Caballero Fantasma – repuso el encargado de las puertas –,
no necesita entrar por aquí, sólo tiene que solicitar una audiencia con mis señores
para que lo reciban.
–Lo se… ¿cómo te llamas?
–Mi nombre no importa, Sir, sólo soy un portero preocupado por usted, si no
desea que le haga más preguntas no hay problema.
–No te preocupes, lo que sucede es que me urge hablar con los miembros del
Consejo de Familia, es un caso de vida o muerte.
–Sir, si me lo permite, yo puedo programar una cita con mis amos para mañana
a primera hora, usted no tiene por qué recorrer este camino… ¡Es un ωaballero
Fantasma!
–Agradezco sinceramente tu propuesta, pero mañana puede ser demasiado
tarde, antes que un impartidor de justicia soy un respetuoso de las leyes y las
costumbres, no me considero por encima de nadie, sólo soy un ciudadano que tuvo
la suerte de representar y proteger a su amado estado, un servidor público, yo
trabajo para ti.
–Es un honor servirle, Sir – dijo el encargado de las puertas profundamente
conmovido –, si ha de pasar por este camino, sé que lo hará dignamente y sin
contratiempos, usted es el controlador del metal líquido, yo le recomendaría que
ingresara por la puerta de en medio, el número dos siempre ha sido el de mi buena
suerte.
Sir Cygnus le sonrió al encargado de la entrada y se encaminó a la segunda
puerta que le había señalado, estaba seguro que aquel hombre le estaba ayudando
para allanarle su camino hasta donde sesionaba el Consejo de Familia, su travesía
sería más corta, cuando estaba a punto de abrir la puerta oyó un grito a su espalda:
–¡Sir Regin!
El Caballero Fantasma volteó, el encargado de las puertas agitaba su brazo
despidiéndose de él.
–Mi nombre es Adelaidus, suerte en su travesía.
–Gracias Adelaidus
Sir Cygnus ingresó en el inmueble, se encontró con un estrecho pasadizo, él
jamás tuvo la necesidad de adentrarse en ese edificio por la puerta trasera, por lo
que desconocía por completo lo que le esperaba por delante, sólo sabía que debía
sortear una serie de pruebas para poder ser atendido, una práctica similar a la
establecida en el Círculo del Zodiaco para entregar el guante de poder al portador de
“la espada roja”, el guerrero se preguntó quién había copiado esa nefasta idea a
quién, el Círculo a los De Grieff o viceversa.
Cuando llegó al final de aquel oscuro pasillo se encontró con una pared, buscó
a tientas y logró sentir el marco de una entrada, pero no encontró ninguna manija o
dispositivo para abrirla, aguardó preparándose para lo que se le venía encima, sabía
que debía esperar a quienes imponían las pruebas ante su inesperado ingreso.
Después de un par de horas, la pared se abrió de improviso, sus ojos se
deslumbraron con una potente luz que lo golpeó directo en el rostro, al mismo
tiempo, una cuchilla rebanó su cuerpo de manera trasversal a la altura de su pecho,
el Caballero Fantasma aún sin poder ver enceguecido por la deslumbrante luz se
negó a retroceder, formó un látigo metálico y con él se protegió mientras avanzaba.
Una vez que sus ojos se acostumbraron a la luz, Sir Regin observó la bestia
que tenía de frente, parecía una máquina, tenía un cuerpo redondo y afilado,
enormes dientes puntiagudos y ocho patas de dos metros de largo cada una con
terminación en cuatro partes en forma de pinza y una cuchilla retráctil surgía del
centro de las mismas, seguramente esa arma era con la que fue cortado.
En un instante dos más de aquellos seres aparecieron en la habitación, Sir
Cygnus se volvió hacia la entrada por la que llegó y se percató que ya estaba
cerrada, su instinto había acertado, de impulsarse hacia atrás, aquella puerta le
hubiera impedido seguir avanzando.
El ataque de aquellas bestias lo sacaron de sus pensamientos, Sir Regin buscó
otra salida pero no encontró nada, entendió que para superar la prueba debía
deshacerse de esos tres abominables monstruos.
El Caballero Fantasma desenfundó su espada y atacó a sus contrincantes,
valiéndose de sus habilidades de cuerpo de metal líquido, sus extremidades eran
completamente maleables, evitó los ataques de aquellas bestias y con su espada las
despachó.
Una vez que el protector de Hamal quedó solo en la habitación, una puerta se
abrió frente a él, Sir Cygnus caminó a través de ella, del otro lado lo aguardaba un
adulto a quien el Caballero Fantasma conocía de sobra, se trataba de un antiguo
compañero suyo de estudios, un distinguido miembro de la familia gobernante de
Hamal, fácilmente reconocible por su blanca cabellera.
–Hola Lemorth – saludó el Caballero Fantasma extendiéndole la mano a su ex
compañero de estudios –, lamento el haberte sacado de tus actividades para estar
aquí.
–No hay problema – dijo el hombre del cabello blanco –, esta es una de mis
obligaciones, las puertas del Consejo de Familia siempre están abiertas a quien
desee y se atreva a cruzarlas, al parecer yo fui el primero de mis primos en llegar.
–Eso quiere decir que vendrán los otros… – comentó Sir Cygnus con desgana.
–Así es, Sir, desgraciadamente para ti los tres estábamos en la capital, si logras
pasar las otras dos pruebas, tu petición será escuchada y resuelta, si es posible y no
contraviene nuestras reglas, favorablemente.
En ese momento Lemorth De Grieff le abrió una puerta a Sir Cygnus, sin decir
más el Caballero Fantasma la cruzó saliendo a otra habitación, el proceso fue el
mismo, la puerta se cerró detrás de él y enseguida fue atacado, esta vez por
enormes placas de metal incandescente que formaron un laberinto.
El portador de la espada del alfabeto antiguo Mi (Μ), avanzó a través del
laberinto, las placas metálicas incandescentes hacían que el calor fuera intolerable,
el Caballero Fantasma dudó poder superar esa prueba, su piel se derretiría antes de
completarla.
La armadura metálica de Sir Cygnus se empezó a tornar roja, el calor
era insoportable, el controlador del metal líquido puso una rodilla en tierra, ya no
podía avanzar más, literalmente lo estaban cociendo. No podía perder más tiempo,
levantó su brazo derecho y un líquido metálico rojo salió de su mano, se trataba de
mercurio rojo, éste explotó todas las paredes del laberinto hasta el otro lado de la
habitación formando un pequeño hueco en todas ellas, el Caballero Fantasma de
inmediato recorrió la distancia antes de que el laberinto se volviera a formar, su
cuerpo se desmaterializó por completo convirtiéndose en miles de esquirlas
metálicas, éstas se trasladaron por los huecos en las láminas ardientes a gran
velocidad hasta que llegaron al otro lado de la habitación, lugar en donde el cuerpo
de Sir Cygnus se volvió a formar, en ese instante otra puerta se abrió.
Un Sir Cygnus tambaleante de inmediato cruzó la puerta, tal y como sucedió en
la primera prueba, otro hombre también conocido y justo como el primero, también
de cabello blanco, le habló:
–Bien hecho, Sergei, has logrado superar la segunda prueba, sólo te falta una
más…
Sir Cygnus estrechó la mano que le ofrecía Marko De Grieff, aunque cada vez
tenía menos ganas de cumplir con la última prueba.
–Estas son estupideces – bramó, en ese momento ya se le notaba cansado –.
¿A quién demonios se le ocurrió esto de las pruebas?
–La verdad es que ni yo lo sé, tiene mucho tiempo que nuestros antepasados
establecieron esto de las pruebas para poder hablar con el Consejo de Familia si no
se es un De Grieff o si no se tiene previa cita.
–Tómalo como un candado – dijo Lemorth De Grieff que en ese momento
estaba llegando hasta donde se encontraban su primo y Sir Cygnus –, muchos
desean algo del Consejo de Familia de los De Grieff, estas pruebas se realizan para
saber si vale la pena dejar nuestras actividades por escuchar al peticionario, si
superas la siguiente prueba el Consejo de Familia hará lo posible porque tu petición
sea admitida y resuelta.
–Entonces sólo falta una prueba más… – dijo el Caballero Fantasma con
resignación.
–Así es, pero para tu mala suerte es la más difícil de las tres – le comentó
Marko –, Arely fue la última en llegar y a veces se emociona de más, se excede en
sus pruebas, generalmente es por su culpa que muy pocos guerreros llegan hasta la
sala del Supremo Consejo.
Sir Cygnus les dio la espalda a los primos De Grieff en cuanto escuchó el
nombre de la tercera persona que le aplicaría la prueba, de inmediato se dirigió a la
siguiente puerta, no quería que lo vieran sonreír.
–Que pase lo que tenga que suceder…
–Nada va a suceder – le dijo Marko –, eres una Espada Real, es imposible que
no superes esa prueba, nos vemos en la sala de juntas.
Del otro lado de la puerta y en cuanto ésta se cerró, una enorme cabeza de
dragón lo atacó, Sir Cygnus esta vez no hizo nada, se quedó estático, a milímetros
de su rostro la cabeza de la bestia se detuvo y se desvaneció en un polvo metálico,
junto a la puerta de salida de la habitación se encontraba una hermosa mujer de
cabello blanco.
–Deberías defenderte si piensas cruzar mi puerta, Sergei, mis dragones
metálicos te pueden devorar…
–No creo que tú seas capaz de hacerme daño – respondió el Caballero
Fantasma acercándose a la mujer.
–Arely se lanzó a los brazos del Caballero Fantasma, le dio un largo beso y
después, con voz insinuante le dijo:
–Pues debes pasar una prueba ya que me levantaste a estas horas…
–¿Aquí? – preguntó el Caballero Fantasma asombrado –. Creo que no es el
tiempo, ni el lugar, ni el momento adecuado…
–Entonces tendrás que pelear para pasar – lo amenazó Arely –, tuviste mucha
suerte al elegir la puerta que cruzaste, Marko y Lemorth te atacaron con su poder
más básico, la prueba en las otras dos puertas hubiera sido más difícil…
–Me imagino que dependiendo de la puerta era el nivel de la prueba.
–Así es, elegiste la apropiada.
–Supongo que soy un tipo con suerte – comentó Sir Regin agradeciendo
mentalmente al guardián de las puertas que le había indicado por cuál de las
entradas ingresar.
–Supongo – le respondió Arely al tiempo que se tocaba los senos –, con mucha
suerte diría yo, llegué antes que Marko pero aguardé a que entrara primero para yo
ser tu última prueba, así que tú decides, si no duermo una noche es porque tengo
sexo o porque maté a alguien.
–Prefiero lo primero.
Sir Cygnus tomó entre sus brazos a la miembro del Clan De Grieff y le hizo el
amor en esa habitación.
–¿Crees que tus primos nos estén viendo? – preguntó a la mujer mientras la
embestía con rudeza.
–No me importa, si lo hacen es su problema – respondió Arely encajándole las
uñas en la espalda.
Una hora después, Arely De Grieff y Sir Cygnus cruzaban la última puerta, del
otro lado, Lemorth y Marko De Grieff los aguardaban, el primero de ellos le reclamó
a su prima:
–Se supone que nosotros no debemos estar en las habitaciones al momento de
las pruebas.
–¡Métete en tus asuntos! – le respondió Arely a su primo haciéndolo a un lado
con el brazo y llevando al Caballero Fantasma de la mano hacia la sala de juntas del
Consejo de Familia.
Marko y Lemorth siguieron a su prima, los cuatro guerreros entraron a la sala
del Consejo de Familia de los De Grieff en donde los esperaban cuatro adultos
mayores de cabello blanco, Sir Cygnus, a pesar de no alcanzar a distinguir bien sus
rostros por la oscuridad, los conocía a todos, eran importantes figuras públicas del
estado, los padres de sus ex compañeros de escuela que le acababan de aplicar las
pruebas acompañados de Alan De Grieff, hermano de los fallecidos Carsten y Elan
padre.
En cuanto el Caballero Fantasma estuvo frente a los miembros del Consejo de
Familia, puso el puño derecho sobre su pecho izquierdo y bajó la cabeza.
–Buenas noches, señores De Grieff, agradezco su presencia en este lugar a
estas inoportunas horas, discúlpenme que no me arrodille, pero la armadura que
traigo puesta me lo impide.
–No se preocupe, Sir – le respondió Alan De Grieff –, sabemos lo que implica
portar una armadura gris de la Orden de Hamal, con sus respetos basta.
–Además pasó las pruebas – completó la única mujer del Consejo –. Son
nuestras reglas, si alguien pasa las pruebas nosotros debemos atender su petición
de inmediato.
–¡Esas reglas son una mierda! – exclamó otro de aquellos hombres del Consejo,
se veía malhumorado por haberlo sacado de la cama a altas horas de la noche –.
Será mejor que nos diga su petición de una vez, Sir, para terminar con esto lo antes
posible.
–De acuerdo – comenzó diciendo el Caballero Fantasma –, la situación es la
siguiente…
Sir Cygnus les narró a los miembros del Consejo de Familia los hechos que lo
llevaban hasta ese lugar, no omitió decir nada, les habló desde la muerte de los
padres de Sir Corvus y Sir Draco a manos del padre de Aries, hasta el asesinato de
Alvar De Grieff, la traición de Elías De Grieff, el rol que jugaron sus compañeros en
la destitución de Aries y el inminente encuentro de los Caballeros Fantasmas contra
el Patriarca de los De Grieff en unas horas.
–No nos ha dicho nada que no sepamos, Sir – comentó un tercer hombre –,
debe ser más específico con su petición.
–Quiero salvar a mis compañeros – dijo Sir Cygnus sin más rodeos –, pase lo
que pase mañana, están muertos, si no los mata Aries en su batalla lo harán
ustedes en venganza por la muerte de su Patriarca.
–Nosotros no tenemos influencia sobre las decisiones de Aries – le advirtió el
hombre que faltaba por hablar –, tampoco podemos tomar decisiones sobre la
Orden, estamos con las manos atadas, sin embargo, has llegado hasta aquí, es
nuestra obligación ayudarte si está en nuestras manos, si tienes alguna solución la
escucharemos y estudiaremos con responsabilidad.
–Advertido quedas que no pasaremos por alto el asesinato de nuestro Patriarca
– amenazó con énfasis la mujer.
–Lo sé – masculló Sir Cygnus con resignación –, lo que vengo a ofrecer es mi
vida por la de mis compañeros, si χries muere yo…
–¿De verdad crees que dos caballeros metálicos puedan derrotar al máximo
controlador del metal? Eso es imposible – ladró el hombre que desde el principio se
quejó de estar ahí –, tus amigos morirán mañana y no hay nada que nosotros
podamos hacer al respecto, son tus compañeros, convéncelos de no pelear.
–Si estoy aquí es porque se me agotaron todas las salidas, señor – dijo también
con rudeza Sir Cygnus.
–¿En qué te basas para creer que Sir Corvus y Sir Draco pueden derrotar a
Aries? – preguntó Alan De Grieff.
–Todos aquí conocemos a Achernar Alfard y Mot Deltotum – empezó diciendo
Sir Cygnus refiriéndose a Furcas y Beleth –, los dos guerreros más poderosos de
nuestra generación.
–¿Qué hay con esas basuras? – preguntó uno de aquellos hombres –. Piensa
bien tus palabras, Sir, prefiero que los llames Furcas y Beleth, teníamos muchas
esperanzas en esos dos sujetos y nos traicionaron, ni siquiera está permitido
mencionar sus nombres en este lugar.
–Es necesario hablar de ellos para que entiendan mi posición – explicaba Sir
Cygnus –, todos sabíamos que Furcas y Beleth eran los guerreros más poderosos
no sólo de nuestra generación, de muchas más, mis compañeros, Minkar Kraz y
Alsaf Alwaid, tenían conocimiento de esto y en secreto se prepararon para estar a su
nivel, combatirían contra ellos por las espadas del alfabeto antiguo Iota y Kappa…
–Nadie desea recordar esos tiempos – dijo otro de los miembros del Consejo –,
sólo responde esta pregunta: ¿Sir Corvus y Sir Draco están al nivel de Furcas y
Beleth?
–Sí señor, ellos están por encima de mí, incluso de Lady Lyra…
–No digas más – lo interrumpió la mujer –, lo comentaremos y en seguida te
daremos nuestra respuesta.
Sir Cygnus aguardó pacientemente a que las principales cabezas del Consejo
de Familia de los De Grieff comentaran su caso, Arely se le acercó y le reclamó:
– Eres un hijo de puta, de haber sabido que venías a ofrecer tu vida por la de
esos dos traicioneros no te habría permitido pasar, te hubiera pateado el trasero y
enviado al hospital en donde no podrías hacer nada por Sir Corvus y Sir Draco.
–A mí también me dolerá mucho dejar de verte, linda.
–No seas idiota – le espetó Arely –, a los muertos no les duele nada, somos los
que quedamos quienes sufrimos con su ausencia.
–Lo siento.
–Eso tampoco me sirve de nada.
Los miembros del Consejo se volvieron hacia Sir Cygnus, uno de ellos, el padre
de Lemorth, de inmediato se encaminó a la salida, ni siquiera se despidió, su
presencia ya no era necesaria, se había tomado una decisión y él prefería irse a
dormir que seguir en ese lugar.
–Tu petición fue aceptada con éxito, Sir – le dijo Alan De Grieff –, si tus
compañeros matan a Aries, no habrá venganzas siempre y cuando entreguen
simbólicamente sus espadas al Consejo de Familia, serán destituidos de todo cargo
público, sólo cumplirán sus funciones como Espadas Reales ante la asamblea
general de los Caballeros Fantasmas, al cumplir los sesenta años entregarán sus
armas y se retirarán a la ciudad subterránea de Aldebarán. Si se niegan,
acabaremos con ellos.
Sir Cygnus no estaba conforme en lo más mínimo con esa sentencia, sin
embargo, era mejor que nada, sus compañeros tampoco podían salir inmunes de
sus crímenes, ellos más que nadie debían estar conscientes de eso.
–Lo entiendo y lo acepto.
–Hay otra cosa más – anunció la madre de Arely –, aunque Elan De Grieff es
nuestro Patriarca, si no tiene el poder para someter a dos Caballeros Fantasmas no
vale la pena que lo protejamos, aun así, su asesinato no puede quedar impune.
–Lo que mi prima quiere decir – completó el padre de Marko –, es que si muere
Aries tomaremos tu vida como compensación, tal y como nos lo has solicitado.
–Piénsalo bien si estás de acuerdo – le advirtió Alan De Grieff –, de nada valdría
que sacrificases tu vida si tus compañeros no aceptan nuestras condiciones,
entregarías tu vida por nada.
–Una esperanza es mejor que nada – respondió Sir Cygnus con total seguridad
–, acepto el trato y les agradezco su apoyo.
Los cuatro jóvenes brincaban de felicidad mientras se abrazaban jubilosos,
mojados por la lluvia y empalagados del dulce sabor del éxito, gritaban, chocaban
palmas y hasta se daban un ocasional beso en la frente o la mejilla, estaban ante el
mejor día de sus vidas, el que marcaría su destino.
A su lado estaba el gran tesoro, el premio obtenido tras derrotar en un cerrado
juego a sus rivales, todas las estadísticas estaban en su contra y sin embrago
vencieron, eso probaba que ellos eran quienes en realidad tenían el espíritu de un
miembro de la Orden de los Caballeros Fantasmas.
Al mismo tiempo los cuatro amigos dejaron de festejar y en un salto sin igual se
abalanzaron sobre las espadas del alfabeto antiguo: Iota, Kappa, Lambda y Mi,
resbalaban felices por el suelo tomando de paso sus hermosas armaduras grises,
todos se pusieron de pie enseguida y se dispusieron a ir al castillo negro a rendir
protesta.
Sólo Alsaf Alwaid no lo hizo, volteó a ver a los vencidos, quienes se
lamentaban de su pérdida en el suelo, derrotados en cuerpo y espíritu, una nube
desoladora los cubría, las sombras los engullían, poco a poco se perdían en la
oscuridad, un presagio de su futuro.
Minkar Kraz, su mejor amigo, lo tomó del brazo al igual que Kara Vega, no era
su problema lo que sucedía con esos chicos, tenían toda la vida por delante para
triunfar, el tiempo se encargaría de llevarlos a la grandeza.
Alsaf les entregó su armadura y espada a sus amigos y les comentó que
después los alcanzaría, sólo necesitaba ver si los miembros del equipo contrario
estaban bien, no tardaría más que unos instantes.
A pesar de las insistencias de Minkar y Kara, Alsaf fue hacia los vencidos,
cuando los tuvo de frente sintió que le fallaban las piernas, no parecían los fuertes y
alegres jóvenes que él conocía, eran piltrafas humanas que no lo veían con odio a
pesar de que él había arruinado sus vidas.
–¿Crees que nos merecíamos esto? – preguntó uno de aquellos chicos.
Alsaf cayó de rodillas con lágrimas en los ojos, golpeando el suelo no paraba
de disculparse:
–¡Perdón! ¡Por favor discúlpenme! Un maldito juego no debió decidir nuestro
destino, debimos combatir por las espadas como lo hicieron todos los guerreros que
han portado las armaduras grises… ¡Por favor, perdónenme!
Sir Draco se levantó jadeando y sudando, exaltado, otra vez había tenido
aquella pesadilla pero ahora fue peor, en sus anteriores sueños jamás se regresaba
a ver a los vencidos, se preguntó si ese cambio en su pesadilla sería una
premonición, en unas horas él y Sir Corvus pelearían contra Aries en una batalla a
muerte.
El controlador del Dragón Metálico nunca se sintió a gusto con su armadura,
sentía que no era digno, que se la había robado a sus compañeros. Un juego… Un
maldito juego decidió quién portaría las espadas del alfabeto antiguo que les
correspondían a los Herreros. ¿Qué honor podía haber en eso? Ninguno. Sólo
cobardía, miedo de enfrentar a Achermar Alfard y Mot Deltotum en una batalla justa,
una batalla que representaba para él y Sir Corvus una probabilidad menor aún que
vencerlos en el campo de juego.
Sir Hefesto se pasó el brazo por los ojos, aún estaban húmedos. A pesar de
saber que cada persona labraba su futuro con sus acciones diarias, Sir Draco ni un
instante dejaba de pensar en el triste destino de los perdedores de aquel maldito
juego, Forcis y Abbadon muertos antes de cumplir los cuarenta años, el primero a
manos de Kwan Yin y el segundo por sus propios amigos: Furcas y Beleth.
El Caballero Fantasma pensó en los dos ex Oficiales de Mefistófeles Yaotl en
el Quinto Distrito, quienes ahora buscaban redención por sus crímenes apoyando la
revolución de los FILOS, dos pobres infelices sin un futuro por delante.
Por más que lo deseaba no podía dejar de culparse, para él la amistad lo era
todo, por encima de cualquier cosa, daría su vida gustoso por cualquiera de sus
compañeros de Orden, sus amigos que al igual que él, no se merecían sus armas.
Sir Draco decidió dejar de pensar en eso, observó el reloj, ya era temprano,
decidió alistarse y buscar a Sir Corvus para ir a enfrentar a Aries, tal vez, si tenía
suerte, el líder del Círculo del Zodiaco lo mataría.

Sir Corvus bebía un café, negro, sin azúcar, esa noche no durmió, la
expectativa de lo que sucedería en unas horas no se lo permitió, dedicó toda la
noche a pensar en su venganza, buscando un motivo para no llevarla a cabo y en el
único que pensó fue en Kara Vega, su mejor amiga desde la infancia, aún a
instantes del enfrentamiento no sabía si sería capaz de lastimarla.
Pero su odio contra Elan De Grieff era demasiado, superior a cualquier otro
sentimiento, nada le quitaría el placer de matarlo, pensaba asumir las consecuencias
de sus actos, las que fueran, desde entregar su espada del alfabeto antiguo hasta
pasar el resto de sus días en prisión o ser ejecutado, no importaba, Elan De Grieff
debía morir.
Ahora se encontraba en un punto sin retorno, de protector del orden y la justicia
se transformó en un mercenario, un traidor y un asesino, acabó en sus ansias de
venganza con un buen hombre como lo era Alvar De Grieff para poner en la silla de
gobierno a un imbécil como lo era Elías De Grieff, todo por su venganza.
De ahí la lista de crímenes que cometió era incontable, el castigo que recibiera
era poco por lo que hizo, tomaría su condena como una purga por sus pecados pero
no como una sanción por el asesinato de un hijo de puta como Aries.
Sus pensamientos lo estaban llevando a donde no le gustaba, hacia Kara
Vega, prefirió concentrarse en su futuro rival, en el gusto que se daría destrozando a
Elan De Grieff tal y como el anterior Aries destrozó a su padre. Los golpes en la
puerta lo sacaron de sus pensamientos, le había advertido a los criados que sólo lo
molestaran cuando Aries llegara a buscarlo.
–¿Qué sucede? – preguntó dejando su café de lado.
–Disculpe la molestia, Sir – se escuchó del otro lado –, lo buscan de parte de la
familia De Grieff.

Finalmente el momento llegó, Aries y Lady Wieland se encontraban en la


entrada del castillo negro, el guerrero del Zodiaco aunque estaba preocupado por no
saber lo sucedido con sus hijas se veía tranquilo por su pelea con los Herreros, no
así la Espada Real que sabía que al final del día, si aún seguía viva, estaría llorando
la pérdida de uno de sus queridos amigos, tal vez de todos, pero nunca la de Elan,
ella moriría antes que le sucediera algo a su protegido.
Una vez que los hicieron pasar al interior del inmueble se toparon con una
inesperada sorpresa, ahí se encontraban las cuatro Espadas Reales de Levit,
hablaban con los compañeros de Lady Wieland.
Lady Lyra se preocupó, primero la visita del Arcángel Miguel y ahora esto,
sabía que los Caballeros Fantasmas de la Orden de Levit eran fieles sirvientes de su
Gobernador, le susurró a su protegido.
–¿Qué hacemos, Elan?
–Vamos a ver qué es lo que sucede, no voy a huir a ningún sitio.
Aries y la Espada Real de Hamal se acercaron a los Caballeros Fantasmas
Grises y Azules, todos hicieron los saludos de rigor y después Elan De Grieff
preguntó a Lady Deuther.
–Keyra... ¿qué hacen las Espadas Reales de Levit en Hamal?
–Estamos en una misión de la Orden, nada que ver con los asuntos del estado –
respondió "la Florista".
–Aries – interrumpió Sir Exxus –, la Orden de los Caballeros Fantasmas está en
decadencia, venimos a solicitar el apoyo de nuestros hermanos de Hamal así como
a convocar a una Asamblea General.
–¿Cómo les ha ido? – preguntó Aries.
–En Ishtar hubo resistencia, todo terminó con los asesinatos de Sir Daimon y Sir
Baal, no por nuestra espada pero nosotros lo iniciamos, en Aztlán nos negaron su
ayuda pero se presentarán en la Asamblea...
–Tendrán el apoyo de Hamal, lo que este país necesita en estos momentos es
un grupo protector fuerte y unido, sólo que no sé cuantas de mis Espadas Reales
vivan para ayudarlos. Si van a ir a Riazor van a necesitar ese apoyo.
–Lo entiendo, Aries – dijo Sir Exxus preocupado por los conflictos de los
Caballeros Grises con el líder del Círculo del Zodiaco –, los problemas de Hamal son
propios y de nadie más, ya lo platicamos con Sir Vulcano y nos respondió lo mismo
que usted, aunque sé que es inútil nos gustaría evitar esta pelea, estamos a las
órdenes de ambas partes si quieren decidir esto mediante un arbitraje.
–Lo siento, Sir Exxus, agradezco su propuesta pero la única conciliación que
puede haber es que se me reestablezca en el sitio que me corresponde, como
Gobernador del estado.
–El Gobernador ahora es Elías De Grieff y ha condenado a muerte a todos los
miembros del Círculo del Zodiaco, nos corresponde a nosotros ejecutar la sentencia
– intervino Sir Corvus.
Las cuatro Espadas Reales de Levit se hicieron a un lado, no podían intervenir
en ese conflicto y sus compañeros de Hamal tampoco solicitaron su ayuda, era una
disputa interna que ellos solos tendrían que arreglar.
Todos se encaminaron al solar trasero del castillo negro, un enorme terreno
que les daría a los antagonistas la oportunidad de utilizar su máximo poder sin
peligro para la ciudad. Aries se preparó para iniciar el combate, éste debía ser rápido
y fulminante antes de que los descendientes de los herreros encontraran la forma de
derrotarlo, sus manos se cubrieron con sus guantes blancos con símbolos azules,
sus ojos se tornaron gris brillante, la batalla del metal estaba a punto de iniciar.
Lady Lyra también se preparó para atacar, pero sus mismos hilos metálicos la
aprisionaron dejándola maniatada e incapaz de pelear, Kara Vega inmediatamente
le reclamó a su protegido.
–¿Qué estás haciendo, Elan?
–Los Caballeros Fantasmas de la Orden de Hamal son tus amigos de toda la
vida, no voy a permitir que por mi causa te mates en una batalla contra ellos, esta es
mi pelea, el resultado lo determinará el destino...
Al ver maniatada a su compañera, Sir Cygnus dio dos pasos hacia atrás y
después caminó hacia donde se encontraba Lady Wieland, dejaba clara su intención
de abstenerse de pelear. Kara le preguntó:
–¿Qué es lo que haces?
–Te dije que si tú no peleabas yo tampoco lo haría, la batalla será entre Al y
Mink contra Aries.
Sir Corvus y Sir Draco se prepararon para pelear, ambos establecieron sus
armaduras metálicas, Aries trató de controlarlos a través de éstas pero con ninguno
lo consiguió.
–¿Sorprendido Aries? – preguntó Sir Corvus con una maléfica sonrisa –. ¿Te
preguntas cómo es posible que el máximo controlador del metal no pueda manipular
las armaduras de sus subordinados?
–La verdad es que sí – respondió Aries intrigado –, yo puedo manipular
cualquier metal, el que sea…
–No te asustes – dijo Sir Draco entre risas –, no estás perdiendo tu poder, la
razón por la que te es imposible controlar nuestras armaduras son las espadas del
alfabeto antiguo, la energía extra que nos otorgan nos mantienen a salvo de tu
control.
–Entonces lo único que tengo que hacer es golpearlos hasta que sus armas
empiecen a curar sus cuerpos, de esa manera podré controlar sus armaduras.
–Vaya que eres un guerrero inteligente, Elan – Sir Corvus aplaudía –, tu rapidez
mental me asombra, sin embrago, no todo es tan fácil como decirlo… ¿Estás de
acuerdo?
–Totalmente, Sir, ya nos hemos puesto al corriente de lo que podemos hacer y
de nuestras intenciones, sólo nos queda por delante la batalla, ustedes son los
anfitriones, hagan su primer movimiento, sólo tengo que hacer algo más… – volteó a
ver al controlador del metal líquido –. Sir Cygnus, ¿por favor podría…?
–No hay problema – lo interrumpió el Caballero Gris que se había apartado de la
pelea –, de un rápido movimiento extrajo la espada de la funda de su compañera
para que no se liberara de la atadura de Aries.
–¡Oye! – se quejó Lady Lyra –. Devuélveme eso…
–Lo siento, linda – se disculpaba Sir Cygnus –, esto es lo mejor, dejemos que
ellos arreglen sus problemas.
Sir Vulcano extendió sus alas negras que se desplegaron de su espalda alta en
forma circular hacia arriba y Sir Draco lanzó su bruma metálica, las alas del cuervo
eran misiles explosivos que se dirigían hacia el líder del Círculo del Zodiaco y la
bruma se empezó a extender por todo el campo de batalla a excepción del lugar en
donde se encontraba Sir Corvus.
Aries les demostró a ambos por qué era el máximo controlador del metal,
aunque no podía controlar las armaduras de sus oponentes era distinto con sus
ataques, controló las plumas metálicas explosivas y las dirigió en contra de la bruma
justo antes de que ésta lo alcanzara.
Llegó el turno de atacar al FILO Divino, Aries cubrió todo su cuerpo con su
armadura metálica, en su mano derecha fusionó su armadura con carburo de titanio
creando un polvo cortante y en su mano derecha hizo lo propio con carburo de
tungsteno creando metal quebradizo.
El polvo cortante fue dirigido contra Sir Corvus y las esquirlas metálicas contra
Sir Draco. Los dos Caballeros Fantasmas rechazaron el ataque, el primero con sus
plumas explosivas dispersó el polvo a su alrededor y el segundo con la bruma
metálica le quitó el control a su rival sobre el metal quebradizo.
Aries no pensaba darles respiro alguno a sus contrincantes, combinó su metal
con hidruro de aluminio creando varias esferas metálicas explosivas con las que
atacó a Sir Draco, al mismo tiempo combinó el hierro con su metal, un alambre de
púas surgió de su mano para aprisionar a Sir Corvus.
Sir Draco se vio obligado a tomar para sí las capacidades de su dragón, su ojo
derecho cambió, ahora era el mismo que el de su dragón, negro con la pupila gris,
un par de alas metálicas surgieron de su espalda y con ellas al mismo tiempo que se
protegía, destruyó las esferas explosivas. Por su parte, Sir Corvus también utilizó
sus alas, las plumas negras en su espalda hicieron implosión y la descarga elevó al
guerrero a una gran velocidad, imposible de alcanzar para el alambre de Aries.
Mikael Yaotl y sus compañeros de la Orden de Levit no perdían detalle de lo
que sucedía, no era lo mismo conocer las técnicas de esos guerreros que verlos
aplicándolas en el campo de batalla, analizaban sus movimientos y poderes por si
algún día necesitaban enfrentarlos. Le comentaba a “Goliath” en voz bajaμ
–No pierdas detalle de esta pelea, se dice que los Herreros históricamente son
los Caballeros Fantasmas más fuertes de la Orden.
–Hasta ahora no he visto nada que me preocupe – respondió Sir Num también
en voz baja –, si voy más allá, ni siquiera he observado algo que valga la pena….
–La pelea apenas está comenzando, hermano – los interrumpió Jahziel –, yo he
visto pelear a Sir Cygnus y les aseguro que ninguno de nosotros es capaz de
vencerlo.
–Sir Gene tiene razón – apoyó Lady Deuther –, los Herreros aún no han
mostrado su verdadero potencial, ellos no son un grupo con el que queramos
enemistarnos, sólo sigan observando y verán que “el Inmortal” y yo tenemos razón.
En la batalla, Sir Draco entendió la intención de su compañero y también
levantó el vuelo, le sería imposible a Aries enfrentarlos a ambos desde las alturas.
El guerrero del Círculo del Zodiaco trató de impactar a sus rivales con las
esferas metálicas explosivas y el alambre de púas, sin embargo, los dos Caballeros
Grises eludieron sus embates.
–Eres demasiado lento para nosotros, Aries – se burlaba Sir Corvus –, en
especial para mí que con la ayuda de mis plumas-cohete puedo alcanzar
velocidades supersónicas, ni Freya es tan veloz como yo.
–Mi sobrina es la guerrera más rápida del país, Sir – lo corrigió Aries –, te
concedo que seas más veloz en el recorrido de distancias, pero es imposible para ti
controlar la velocidad supersónica para mover tu cuerpo y extremidades durante el
combate, lo que sí puede hacer mi sobrina con la ayuda de su viento superior.
–Creo que estás en lo cierto – dijo el Caballero Gris mientras varias de sus
plumas negras se desprendían y se juntaban entre sí para crear un enorme misil –,
pero con la velocidad que manejo es suficiente para destruirte.
–No lo es – replicó Aries –, todo lo que debo hacer para alcanzarte es extender
y abarcar más área con mi alambre de púas, lo mismo va para Sir Draco, veamos
que tan bien esquiva más esferas explosivas.
Tal como amenazó, Aries lanzó veinte esferas metálicas explosivas más y
cubrió un gran terreno con su alambre de púas, los dos Caballeros Fantasmas
tuvieron problemas para evitar tanto las esferas como el alambre de púas, sin
embargo, los protectores de Hamal toda su vida habían peleado juntos, podían
comunicarse sólo con la mirada, Sir Corvus lanzó su cohete explosivo contra Aries al
mismo tiempo que Sir Draco se aproximó a su rival para forzar una pelea cuerpo a
cuerpo.
Aries no pudo evitar uno ni otro, el cohete explosivo le pegó de lleno en el
cuerpo y después Sir Draco lo “remató” con un brutal golpe en el rostro, el amo del
Dragón Metálico ya había adquirido para sí las características de su bestia y su
fuerza era descomunal.
El líder del Círculo del Zodiaco voló por los aires y se estrelló contra uno de los
poderosos muros del castillo negro, ni siquiera lo resquebrajó a pesar de la brutal
fuerza con la que se impactó, el guerrero tampoco mostró señales de estar herido,
su armadura superior le salvó la vida.
Sir Draco no le dio oportunidad a Aries de recuperarse, de inmediato lo atacó
con su espada, las pupilas del FILO Divino desaparecieron y en su lugar se formó el
símbolo de su guante derecho, al mismo tiempo en el lado izquierdo de su cuello
surgió el símbolo de su otro guante.
La espada suprema Arietis emergió de la palma de la mano derecha de Aries
casi al mismo tiempo en que Sir Draco con su espada del alfabeto antiguo lanzaba la
estocada mortal. Iota (I) y “la espada de platino” chocaron en una docena de
ocasiones, Sir Draco no sólo atacaba con su arma, sus alas metálicas eran dos
poderosas cuchillas que rasgaban sin piedad la indestructible armadura de su
enemigo.
Mientras Sir Draco y Aries batallaban en una pelea pareja, Sir Corvus
aprovechó para golpear a su rival a gran velocidad con su espada y sus plumas
explosivas, su precisión era tal que únicamente lastimaba el cuerpo de su rival sin
tocar en lo más mínimo el de su compañero.
Tres veces cayó Aries ante los embates combinados de ambos Caballeros
Fantasmas hasta que decidió aumentar su poder como FILO Divino una vez más,
tanto el símbolo en sus ojos como el tatuaje en su cuello se duplicaron, su armadura
metálica se volvió ofensiva y defensiva a la vez, agregó cobalto a la aleación y
después permitió que sus dos rivales lo atacaran al mismo tiempo causando una
gran explosión.
Los Caballeros Fantasmas de Levit tuvieron que llevarse los brazos a la cara
para protegerse de aquella increíble explosión, Sir Cygnus cubrió con su cuerpo a su
compañera, cuando todo pasó, Aries seguía en su lugar y los Caballeros Grises
estaban en el suelo a varios metros de su oponente.
Tanto Sir Corvus como Sir Draco se incorporaron de inmediato, ambos
decidieron en ese momento atacar con sus más letales técnicas, varias plumas
negras se transformaron en cuervos metálicos y explosivos, por detrás de Sir
Hefesto se formó el imponente Dragón Metálico, tan grande como su hermano el
Dragón Oscuro e igual de poderoso.
Al portador de Arietis no le quedó más remedio que alcanzar el máximo estado
de un FILO Divino si quería sobrevivir al ataque de esos dos guerreros, en sus ojos
se formó el símbolo de dos puntos y en su cuello apareció el tatuaje del carnero
definitivo, un enrome coloso metálico de veinte metros surgió detrás de él.
Sin esperar más, el Dragón Metálico y el gigante del mismo elemento chocaron
entre sí enzarzándose en una épica batalla física, ambos medían veinte metros y su
poder estaba en la cima de las bestias míticas.
Sir Corvus y Sir Draco no se conformaron con ver la batalla del coloso y el
dragón, ellos a su vez atacaron a su rival, uno apoyado en sus cuervos metálicos
explosivos y el otro en su bruma metálica que ahora era más densa.
La bruma de Sir Draco aunque no dañó la indestructible armadura de Aries si lo
ralentizó, situación que aprovechó para atacarlo físicamente, de igual forma los
cuervos negros explosivos impactaban al guerrero del Círculo del Zodiaco de una
manera brutal, su armadura no tardaría en ceder.
Consciente de su desventaja ante sus rivales, Aries entendió que para
derrotarlos debía alejar a Sir Draco de él, sólo así con su espada suprema podría
despachar sin ningún problema a esos cuervos metálicos que lo estaban
vapuleando, tocó el suelo y en el lugar donde estaba parado el amo del Dragón
Metálico surgieron varias barras de acero que lo maniataron, después con Arietis
acabó con los cuervos negros, bastaba que los tocara con el arma para que se
volvieran polvo, esa era la principal característica de “la espada de Platino”, disolvía
cualquier ataque sin importar cual fuera, la única espada defensiva de todas las
armas supremas.
Con Sir Draco maniatado, Aries pudo concentrarse en Sir Corvus, su
indestructible armadura emitió sonidos que ralentizaron e inhibieron el poder de las
plumas supersónicas, momento aprovechado por el Patriarca de los De Grieff para
atar a Sir Vulcano con su alambre de púas.
La acción la realizó en un solo instante, las barras de acero trituraron a Sir
Draco y el alambre de púas desgarró el cuerpo de Sir ωorvus, “Goliath” le comentó a
su líder:
–Esta pelea se ha terminado – volteó a ver a Jahziel y a Lady Deuther –, tenían
razón, esos tipos son realmente poderosos, pero aun así no se comparan a noso…
–La batalla no ha terminado – lo interrumpió “la Florista” señalando a los
combatientes.
Para sorpresa del enorme guerrero, el cuerpo de Sir Hefesto se transformó en
su bruma metálica escapando de morir triturado y el de Sir Vulcano se deshizo en
decenas de cuervos para volverse a formar a varios metros de donde lo habían
atrapado.
–¿Qué demonios son esos tipos? – preguntaba Sir Num visiblemente
impresionado –. ¿χcaso inmortales? Si es así no es justa una pelea con ellos…
–Tranquilo grandote – le contestó Mikael dándole una palmada en la espalda –,
ahora viene lo mejor, no pierdas detalle de lo que va a suceder…
Los tres guerreros se veían fijamente mientras el Dragón Metálico seguía
batallando con el coloso elemental, Sir Corvus señaló a Aries con su espada.
–Tu armadura está a punto de ceder, Elan, entonces vas a caer, como te habrás
dado cuenta, será imposible que nos mates a Alsaf o a mí.
–Nada es imposible, Minkar – le respondió Aries con total calma –, no quería
utilizar esta técnica contra ustedes enfrente de otras personas pero veo que si deseo
derrotarlos tendré que hacerlo. – Apuntó su espada hacia los dos guerreros –. Esta
es la habilidad por la que dicen que los FILOS Divinos somos como dioses, la
verdadera fusión del poder elemental supremo y nuestras espadas, este es el polvo
y las esquirlas doradas…
La hoja de la espada de Aries se difuminó, en su lugar el polvo metálico y su
metal quebradizo se tornaron dorados, el polvo atacó a Sir Corvus y las esquirlas a
Sir Draco. Ambos trataron de huir pero fue inútil.
La velocidad supersónica de Sir Vulcano no le sirvió de mucho cuando el polvo
dorado le cerró todos los espacios, sus plumas explosivas, cohetes teledirigidos y
aun sus cuervos metálicos no le sirvieron de nada, todos fueron consumidos por ese
polvo dorado de metal, al saberse derrotado, Sir Vulcano decidió sacar aquel poder
que le estaba prohibido ejecutar, creó un cuervo metálico de hidrógeno de color azul,
su poder destructivo era nuclear, ni un arma suprema era capaz de contener algo
así. A una orden de su amo el cuervo se estrelló contra el polvo dorado que estaba a
punto de cubrir a su amo, la explosión fue monumental.
Sir Draco no la estaba pasando mejor con las esquirlas doradas, éstas
dañaban su cuerpo aun cuando se convirtiera en bruma, entendiendo lo mismo que
su compañero, hizo un último movimiento suicida, utilizando las capacidades del
dragón metálico que tenía en su cuerpo atrajo las esquirlas y las fusionó con su
bruma, después se lanzó contra Aries y todo explotó.
Esta vez no bastó cubrirse con los brazos para evitar el daño de dos tremendas
explosiones, los ωaballeros Fantasmas de Levit incluido “Goliath” así como Sir
Cygnus y Lady Lyra fueron arrancados del piso con una fuerza brutal, todos se
estrellaron contra uno de los muros pero sin consecuencias graves, Sir Num alcanzó
a establecer su plasma metálico en la pared y nadie resultó lastimado.
Una vez que el polvo se disipó, nuevamente se veía a los dos Caballeros
Fantasmas en el suelo, esta vez ninguno de los dos tenía la fuerza suficiente para
incorporarse, la explosión de su cuervo había alcanzado a Sir Vulcano y el gigante
elemental en el último instante protegió a su amo recibiendo todo el impacto de las
esquirlas doradas con que Sir Draco atacó al portador de Arietis.
–Eso es todo – dijo Aries señalando a los guerreros caídos mientras su rostro se
descubría de su armadura metálica, la batalla ha terminado.
–Aún no – se quejaba Sir Corvus, quien inútilmente trataba de ponerse de pie
sin conseguirlo.
–Ya no puedes pelear, Minkar – le advirtió Aries –, me basta un simple ataque
para matarlos a ti y a Alsaf.
–¿Estás seguro de eso?
Al mismo tiempo que Sir Corvus sonreía el rostro de Aries denotaba sorpresa,
un cuervo de color gris resultado de la fusión del metal y el uranio volaba hacia él, el
poder del cuervo gris causaba el efecto de una bomba de neutrones, Elan trató de
hacer entrar en razón al Caballero Gris.
–¡Detente, Sir, acabarás con la ciudad…!
–No te preocupes, amigo – le respondió el Caballero Fantasma –, yo controlo
mis explosiones…
Justo cuando el rostro de Aries se volvió a cubrir con su armadura metálica, el
ave de uranio se estrelló contra él, contrario a lo sucedido en las otras explosiones,
el impacto de la bomba se elevó al cielo formando una inmensa nube nuclear que
tomó la forma de un cuervo y que después se elevó hasta la estratósfera.
En el campo de batalla yacía Aries, vivo pero con su armadura completamente
destrozada, a simple vista se podía observar que estaba mucho más herido que sus
oponentes.
–Este es tu fin – le dijo Sir Corvus con un tono triunfalista –, aunque ni Alsaf ni
yo nos podemos mover, el Dragón Metálico sigue en pie de batalla, tu gigante
metálico se sacrificó por salvarte… ¡ahora muere!
Todos los observadores estaban tensos por el inminente asesinato de Aries a
manos de sus propios protectores, Sir Cygnus se volvió hacia Lady Lyra para
cubrirle los ojos y evitar que observara el fin de su compañero sentimental, pero para
su sorpresa, Lady Wieland se veía tranquila.
–Kara – dijo el controlador del metal líquido –, será mejor que no veas esto…
–¿Qué? – respondió Lady Lyra con una mueca triste –. ¿La muerte de nuestros
amigos? Para fortuna de esos dos idiotas Elan no es un asesino.
–¿De qué estás hablando? – preguntó Sir Cygnus –, χries ya per…
–Voltea y termina de ver la pelea – le ordenó Kara a su compañero –. Tú más
que nadie debería saber que mientras un guerrero esté consciente la pelea no
termina.
Sir Regin volteó hacia el campo de batalla, el Dragón Metálico con su enorme
hocico lleno de cuchillas afiladas atacó el cuerpo de Aries, justo a un metro del FILO
Divino se detuvo, agachó la cabeza y de una forma casi imposible su cuerpo se fue
comprimiendo hasta quedar hecho una bola de metal.
Al mismo tiempo, tanto Sir Corvus como Sir Draco quedaron suspendidos en el
aire con sus extremidades formando una “equis”, auxiliándose de un par de esquirlas
metálicas χries literalmente “clavó” las espadas Iota y Kappa al suelo para que sus
portadores no tuvieran ninguna oportunidad de hacerse con ellas.
“Goliath” estaba con la boca abierta tras la culminación del combate, se volvió
hacia Sir Cygnus y le comento:
–Quiero pedirle un favor, Sir.
–¿Qué sucede? – pregunto un más animado Sir Regin, el escenario que ahora
mostraba la batalla era el mejor posible, con todos los participantes vivos.
–Si algún día hago algo que ofenda a los Herreros, por favor, dígamelo, deme la
oportunidad de disculparme…
Tanto Sir ωygnus como “el ωonfesor” y “el Inmortal” se echaron a reír, no así
Sir Num, quien había hablado en serio. En el área de combate ya todo estaba
definido.
–¿Qué demonios sucede? – preguntaba Sir Draco tratando de liberar a su
bestia sin ningún éxito.
–Tu bestia depende de tu poder, Alsaf – le explicaba Aries –, si tú estás débil es
fácil para mí inhibirla para que no se transforme en bruma, su piel es de metal por lo
que puedo controlar su cuerpo, desaparécelo si no quieres que comprima a tu
dragón hasta matarlo.
Así lo hizo Sir Draco, quien finalmente se dio por vencido, su cuerpo y el de su
compañero pendían del aire, ahora con los brazos en cruz, los cuales Aries estaba
retorciendo mientras estiraba las piernas de ambos, el dolor que sentían los hizo
gritar.
–Todo ha terminado – les advirtió Aries a los dos Caballeros Grises –, en este
momento puedo separar todas sus extremidades, a mí el controlar el metal me
causa un mínimo esfuerzo, si se despojan de su armadura les freiré el cerebro con
mi poder psíquico, es una pena que no se informaran adecuadamente, ustedes
fueron creados para protegerme, son capaces de vencer a cualquier guerrero menos
a mí.
–Entonces mátanos y termina con esto... – Sir Corvus luchaba por liberarse pero
era imposible.
–Antes quiero que me expliques la razón de tu odio, yo no debería matarte, esa
responsabilidad sería de tus compañeros de Levit, lo que has hecho se llama traición
al estado, Minkar.
–El mayor traidor y asesino fue tu padre y no pagó por su crimen, murió
tranquilo, en su cama y le hicieron el funeral de un héroe.
–Tal vez estés en lo cierto, pero no es algo por lo que yo deba pagar, por favor,
explícame... ¿cuál es la razón de tu odio hacia mí?
–Eres igual que tu padre...
–Todos saben que no lo soy. Di la verdad, por lo menos sé lo suficientemente
hombre para decirme a la cara el motivo de tu odio.
La frustración, el dolor por la tortura de Aries y su orgullo mancillado hicieron
que Sir Corvus finalmente explotara.
–¡Porque tú me la robaste, maldita sea! Me quitaste a Kara, eres un hijo de puta,
jugaste con ella, primero embarazaste a una chica inocente y después te casaste
con otra, Kara sólo te dio amor incondicional y tú le pagaste con traición.
–No sé qué decir... – Aries estaba sorprendido con las declaraciones de Sir
Vulcano, tanto como todos los otros miembros de la Orden de Hamal.
–¡Por supuesto que no sabes! – insistía Sir Corvus que continuaba
desahogándose –. No viste lo mal que Kara estaba mentalmente, perdió a sus hijos,
sufrió mucho por tu culpa... ¿quién crees que estuvo con ella en todos esos
momentos? ¡Yo! La cuide, la apoyé, sufrí, lloré y sangré con ella, todo para que al
final regresara a ti, maldito seas, mil veces maldito...
En ese momento Sir Draco se desactivó su armadura metálica y cayó de pie al
suelo, libre del poder de Aries.
–¿Qué dices, Mink? – le preguntó sorprendido a su compañero –. ¿Que todo
esto es por Kara? ¿Nunca fue por nuestros padres?
Sir Corvus también desapareció su armadura metálica, al hacerlo cayó, ni
siquiera hizo el intento de caer de pie, lo hizo de costado, se iba a incorporar pero
decidió quedarse sentado en el suelo.
–No, Alsaf, este imbécil no tiene la culpa de lo que hizo su padre, perdón amigo,
me aproveché de ti para vengarme, no lo hice a propósito, yo mismo me convencí de
que nuestra causa era distinta...
–No te preocupes, en ese caso el idiota soy yo, debo aprender a pensar por mi
cuenta. – Sir Draco volteó a ver a Aries –. Ya no tengo nada contra ti, Elan, si aún
quieres matarme puedes hacerlo, no me defenderé, maté a tu tío Alvar De Grieff a
sangre fría y ayudé a poner a un criminal como Gobernador del estado que juré
proteger, de eso sí soy culpable, de forma consciente y bajo mi responsabilidad falté
a mi juramento a la Orden, acepto la pena que me impongas tú, la ley o mis
hermanos de la Orden de Levit que están aquí presentes y son testigos de mi
confesión.
En ese momento Lady Wieland que ya se había liberado se acercó a Sir
Vulcano, se agachó y le levantó el rostro, las lágrimas aún corrían por el rostro del
guerrero, Kara también lloraba.
–Mink, te debo más que a nadie en toda mi vida, tu siempre fuiste la piedra en la
que me apoyé, mi mejor amigo, mi confidente, no sabía el daño que te causaba con
mis problemas, todo es mi culpa y compartiré tu destino, no te voy a dejar solo, mi
hermano...
Lady Lyra abrazó a Sir Corvus, le dolía todo lo que estaba sucediendo y más
ahora que sabía que la causa de todo había sido ella, su compañero de Orden
finalmente la consoló.
–Nada de esto es tu culpa, princesa, desde que tengo memoria tú dejaste bien
en claro cuáles eran tus sentimientos, ya has sufrido lo suficiente, nunca debí
ilusionarme contigo.
Sir Vulcano se incorporó.
–Todo es mi culpa, Aries, yo soy quien debe cargar con el castigo, yo fui quien
planeó el asesinato de tu tío Alvar y quien conspiró para poner a Elías De Grieff en
la silla del Gobernador, yo soy quien debe ser castigado, por ti, por la ley, por la
Orden, por mis compañeros de Hamal y sobre todo por mi hermano Alsaf, mi mejor
amigo de toda la vida de quien me aproveché.
–Tu castigo lo decidirán tus compañeros, Mink – le respondió Aries –, esa es mi
decisión, el Estado se desentiende de tus crímenes y deja el proceso de tu juicio a la
jurisdicción de tus hermanos de armas, las leyes de la Orden de los Caballeros
Fantasmas decidirán tu destino y el de Al. Sin embargo, tienen hasta la tarde del día
de hoy para arrestar a Elías De Grieff y volver a darme la Gubernatura de mi
estado... ¿entendido?
–Sí señor.

Las Espadas Reales de la Orden de Hamal arrestaron a Elías De Grieff y


restituyeron a Aries en la silla del Gobernador, quien de inmediato nombró
Gobernador interino a su primo Boggar De Grieff, hijo de su tío Carsten, no tenía
caso conservar una gubernatura si iba a perder la vida al día siguiente en su
combate con el Arcángel Miguel.
Después de la toma de protesta de Boggar De Grieff, Aries se despidió de
todos, las Espadas Reales de Levit aún seguían en Hamal, habían pactado con Sir
Vulcano y Sir Hefesto hablar a su favor en la Asamblea General si los ayudaban con
su misión, ambos aceptaron. Sir Exxus preguntó a Aries a donde se dirigía.
–¿Por qué su repentina partida cuando más se le necesita, Gobernador?
–Porque voy a matar a tu padre.
–Me imagino que esa pelea también es inevitable, me cuesta decirlo pero me
hubiera gustado que mi padre fuera como usted, así me sentiría orgulloso de él, es
usted un gran hombre, lo admiro y quiero que sepa que no importa el resultado de
ese combate, si usted vence no habrá venganzas.
–Gracias, hijo, en cierta forma eres como tu hermano, el Arcángel Rafael,
mejores personas que guerreros y eso ya es mucho decir.
En ese momento Lady Deuther se acercó a Aries.
–Elan, nos conocemos desde la escuela del Cinturón y siempre fuimos buenos
amigos, tú siempre has sido una persona tranquila que se aleja de los problemas, es
mi deber decirte que no tienes ninguna oportunidad de vencer a Miguel, no vayas
por él...
–¿Ni una pequeña tal vez?
–Ninguna.
Aries volteó a ver a Sir Exxus y este confirmó con una negación muda lo que su
compañera decía.
–Ni hablar – suspiró Aries ante los funestos augurios de "la Florista" y "el
Confesor" –, pero a veces hay que hacer las cosas aunque todo esté en nuestra
contra – volteó a ver a Sir Corvus –. Ahora es cuando desearía haber sacado algo
de mi padre...
Antes de que Aries se fuera, Sir Corvus puso una rodilla en el piso, Sir Draco y
Sir Cygnus le siguieron, el líder de la Orden de Hamal fue quien habló.
–Señor, es un placer servirle y decir que la Orden de los Caballeros Fantasmas
de Hamal está a su servicio, nos perdonó la vida y por lo tanto se la debemos, sólo
díganos que hacer y empeñaremos nuestras vidas en completar nuestra misión.
–La causa de Sir Exxus es noble, apóyenlo, pero siempre por su propia voluntad
y anteponiendo el bien de estado en sus decisiones.
–Pero no puede irse así a combatir al Arcángel Miguel – señaló Sir Draco –,
permítanos un último servicio antes de que se marche.
Las cuatro Espadas Reales de Hamal rodearon a su protegido, todos sacaron
sus armas, las encajaron en el suelo y liberaron su poder al mismo tiempo, Aries
sintió como sus heridas sanaban al instante y su energía se reestablecía, quedó
como si nunca hubiera combatido.
–Gracias por eso – dijo Aries observando sus brazos que ya no mostraban
ninguna herida –, lo necesitaba. Ha sido un placer conocerlos de toda la vida,
caballeros, a los tres.
–El placer es nuestro, señor, hemos tenido el privilegio de servir al mejor
gobernador de Boleria – respondió Sir Cygnus.
Elan le dio la mano a Sir Corvus y a sus dos compañeros, después de
despedirse de todos, Aries tomó la mano de Lady Wieland y se fue con ella. Cuando
llegaron al aeropuerto se despidió de manera definitiva.
–Adiós, Kara, este es el final.
–No – la Espada Real femenina se resistió a dejar solo a su protegido –, voy
contigo...
–No puedes hacer nada por mí, la armadura que portas te impone una
responsabilidad más grande que el amor por tu pareja y es el amor por tu país, tus
compañeros te necesitan, le prometiste a Minkar tu ayuda, se lo debes, se lo
debemos los dos.
–No, Elan – suplicaba Lady Lyra con los ojos llorosos –, no me dejes, no otra
vez...
–Esta vez no te dejo, hermosa, Mink tiene razón, toda mi vida fui un pusilánime
subyugado por la bota de mi padre, no te merezco y sin embargo me diste los
mejores años de mi vida, fui muy feliz contigo y gustoso hubiera muerto a tu lado,
pero los dos tenemos obligaciones que hay que cumplir.
–No puedes con Miguel...
–Sí puedo, les he mentido a todos, soy tan fuerte como mi padre pero nunca lo
he demostrado, ni aún en la batalla contra Mink y Al, soy el único que puede detener
a Miguel y lo haré aunque tenga que morir con él.
–Te amo, siempre te he amado y siempre te amaré.
–Yo también, ahora vete con tus compañeros, te necesitan.
Kara Vega y Elan De Grieff se dieron un último beso y después tomaron
caminos distintos, cada quien a enfrentar su destino. Cuando Lady Lyra llegó al
castillo negro, Sir Corvus la abrazó.
–Pensé que no te volvería a ver.
–Elan me volvió a dejar, me abandonó... – Kara lloraba.
–No, no te abandonó, te amaba tanto que no podía permitir que lo acompañaras
a una misión suicida, yo estaba equivocado, siempre lo estuve, Elan realmente te
merece, el mejor hombre debe tener siempre a la mejor mujer.
Sir Cygnus se acercó a Sir Exxus.
–Pues ya lo escuchaste, Sir, nuestro jefe antes de partir nos pidió que te
ayudáramos... ¿Cuál es tu siguiente objetivo?
–Sólo faltan dos Órdenes por visitar, quiero dejar a los Apóstoles para el final,
vamos a ver a los Profetas, vamos a Riazor.
FÍLO DÍVÍNO NÚMERO DÍEZ:
ODÍN

Yago y Arlés veían incrédulos a Danner, ninguno concebía lo que acababan de


escuchar, el hermano menor del secretario particular de Fenrir estaba muerto, ese
chico no podía ser él.
–¿Qué clase de broma es esta? – preguntó Yago.
–No es ninguna broma... – explicó "el Comerciante" con toda tranquilidad –.
¿Acaso no me reconoces?
–Yo maté a mi hermano – decía Yago mecánicamente –, tú no puedes ser él...
–¿Has muerto alguna vez, Yago?
El secretario de Fenrir se quedó estático, él había regresado de la muerte en
varias ocasiones, Danner era su hermano, ¿por qué él no podría?
–Danner, hermano, que bueno que estás vivo...
Yago abrazó al "Comerciante", después, Arlés le dio la mano.
–Es curioso el poder que tienen ustedes, muy útil, aunque desgraciadamente
sus cuerpos son frágiles...
–Eso lo discutiremos después, Arlés, ya nos contaremos en otra ocasión lo que
fue de nuestras vidas y cómo acabamos aquí, por lo pronto mi visita de hoy es de
negocios... ¿sabes cómo opero?
–Me lo dijo Geedy, tu negocio es la información, dices lo que sabes a cambio de
saber algo igual de importante.
–Así es, lo que me cuentes dejará de ser un secreto y yo podré canjearlo si lo
considero pertinente, siempre tienes la opción de negarte, te recomiendo que por
ahora no preguntes nada de mí, eso sería un desperdicio considerando la situación
que viven ahora, como ya te dije eso lo responderé después, en un ambiente más
relajado y de manera gratuita.
–Está bien, amigo... ¿te parece si comenzamos?
–Adelante, ¿qué quieres saber?
–Lo principal, ¿quiénes son nuestros principales enemigos?
–Tengo esa información, lo que yo deseo saber es la lista completa de sus
aliados.
–Eso no te lo puedo decir, pondría en peligro a mucha gente que opera para
nosotros desde las sombras.
–Es tu derecho, amigo, si no puedes o no deseas compartir la información que
te solicito, no hay problema, el negocio se cancela.
–¿Puedo hacer otra pregunta?
–No – Danner movió el dedo índice de un lado a otro de manera horizontal –, el
cobro es el mismo.
–Nada que ver con mis intereses ni con los del movimiento, es sólo simple
curiosidad acerca de tu visita.
–Habla.
–¿Por qué querías que Escorpión me acompañara?
–Yo también tenía curiosidad, quería conocer al líder de la resistencia, siempre
pensé que serías tú...
–Al parecer mi carisma con los poderosos no es tan bueno como quisiera –
respondió Arlés señalando a Cross –, a él lo siguen todos.
–Interesante, aunque es difícil imaginarse a un líder tan callado...
Cross le sonrió a Danner, se había mantenido toda la conversación al margen,
sólo lo observaba, finalmente habló.
–Tú no vienes esta vez a vender, tu prioridad es entregarnos una información y
disfrazaste todo para tener una posición de ventaja, ya conoces a los miembros de la
resistencia, alguien como tú debe saberlo, en caso contrario tus servicios no son tan
valiosos, si quieres ofrecer tu información ahora tratarás conmigo, el precio será alto.
Danner volteó a ver a Jano y éste afirmó, "el Comerciante" se fue a sentar a un
sillón y le indicó a Cross que hiciera lo propio enfrente de él.
–Muy bien, al parecer sí eres tan inteligente como cuentan los rumores, sólo
estaba jugando un poco con la desesperación de Arlés.
–Parece que no lo conoces – Cross hizo una mueca que dejaba ver su
decepción por la actitud de Danner –, te puedo asegurar que nuestro amigo está
muchos pasos por delante de nosotros, es un fanfarrón que por algún motivo le
gusta mostrarse débil o hasta tonto, él es quien juega contigo, pero no hay tiempo
para eso.
Danner observó detalladamente a Fenrir, quien en ese momento le sonreía, no
le gustó lo que Cross le dijo pero intuyó que era cierto, posiblemente Arlés le hubiera
sacado toda la información que deseaba vender a cambio de nada, “el ωomerciante”
decidió ponerse serio.
–Para que vean mi buena voluntad la primera pregunta la responderé gratis,
después negociaremos la información que les vengo a ofrecer... ¿de acuerdo?
–De acuerdo – contestó Cross.
–Tienen muchos enemigos, nadie pensaba que su revolución avanzaría tanto,
creo que ni ustedes mismos, los rebeldes estorban los planes de todos, pero el
principal obstáculo que se encontrarán vive en el norte, es Elohim, tengan mucho
cuidado con él, porque también es su salvador.
–¿A qué te refieres? – preguntó Fenrir.
–Déjame terminar de responder tu pregunta inicial – Danner levantó la palma de
la mano frente a Fenrir para no ser interrumpido –, Miguel es peligroso pero
olvídense de él, su pelea es con el Círculo del Zodiaco.
–Al que pertenecemos Cross y yo – interrumpió Libra.
–Lo sé, pero por ahora no se interpone en los planes rebeldes, deben actuar ya,
por un lado los Patriarcas están dejado de lado sus pleitos personales, ya se han
dado cuenta que la amenaza del movimiento revolucionario es muy real y se están
reforzando, incluso pueden llegar a unirse, el tiempo corre en contra de ustedes.
–¿Cuál es la otra amenaza? – preguntó Arlés.
–Los Caballeros Fantasmas se están reuniendo, la Orden de Levit está visitando
todas las sedes para convocar a una Asamblea Nacional, si logran llevar a cabo su
asamblea antes de que ustedes ganen la guerra podrían definir el curso del conflicto
a favor de cualquier bando, les aseguro que no será el suyo, si las Espadas Reales
entran a la guerra ustedes caerán.
–Lo tomaremos en cuenta – masculló Cross, pensaba en los Caballeros
Fantasmas que conocía: Diana Kray, Craig, Rhodrigozz Humbolt, Sir Phillippe y Lady
Madeleine, todos extremadamente poderosos, si los demás miembros de la Orden
estaban a su nivel el movimiento de revolución estaba en graves aprietos.
–Una última cosa – dijo Danner sacando de sus pensamientos a Cross.
–¿Qué sucede?
–Odín. Sé que tú y Fenrir en lo particular traen algo personal con él.
–¿Y qué si así es?
–Nada, yo no intervengo ni juzgo a las personas con quienes hago tratos, es
sólo una recomendación.
–Habla.
–Ese tipo es alguien de cuidado, su mente es su mayor poder, es incluso más
inteligente que el genio informático que colabora con ustedes: Ganesh, si lo van a
enfrentar deben hacerlo con cautela, les digo con conocimiento de causa que él es
el FILO Divino más poderoso, si pretenden jugar una partida de estrategia con
Argento Riazor van a perder...
–Lo tomaremos en cuenta – comentó Cross cruzando miradas con Arlés.
–Deben obligarlo a sacar su máximo poder – continuó "el Comerciante" –, su
técnica suprema es su mayor debilidad, es difícil de explicar pero él no nació con el
poder de un guerrero supremo por lo que no controla sus capacidades al cien por
ciento, una vez que lo haga un frenesí incontrolable lo dominará, entonces no podrá
pensar, esa es la mejor oportunidad que tendrán, aunque tal vez en su locura los
mate...
–¿Por qué nos dices eso?
–También tengo cuentas pendientes con ese tipo, si ustedes lo matan, con eso
yo estoy satisfecho.
–Ten por seguro que Argento Riazor morirá en nuestras manos – comentó
Cross pensando en Christina Riazor y en la forma en que fue asesinada por su
propio padre.
–Salvo Aries, deberán enfrentar a todos los Patriarcas, Budha está reuniendo un
gran ejército, planea aprovechar la revolución para él mismo encumbrarse en la silla
presidencial, su poder es comparable al de Miguel y cuenta con el apoyo de Elohim,
él es su principal escollo en esta revolución, su finalidad es la misma que la de
ustedes, la diferencia estriba en que el portador de la espada suprema Zulfiguar está
dejando que los rebeldes se desgasten mientras él se refuerza.
–Finalmente queda Zeus – comentó Cross pensando seriamente en las
palabras de Danner.
–Él también es peligroso por otros motivos, ha establecido una alianza con
Horus y sus huestes, deben eliminarlo cuanto antes, si van a ir por los patriarcas él
debe ser el primero...
–Ya lo habíamos pensado así, sólo que las cosas no funcionaron como las
planeamos – respondió Fenrir pensando en la fallida incursión en Aztlán donde
Tezcatlipoca y Thore Hobbs, dos de los guerreros más poderosos del país resultaron
asesinados por los FILOS Divinos.
–Pues vuelvan a planificar todo y establezcan como su prioridad la caída de
Zeus – los urgió Danner.
–Lo tomaremos en cuenta – contestó Escorpión viendo de reojo a Libra, quien
era nieto de Etneo Brunn.
–Dejando lo anterior de lado, aquí les traigo la información que deseo
compartirles y por la que el país necesita su ayuda, pensaba vendérselas y obtener
un favor a futuro de ustedes, pero como fui descubierto se las obsequiaré a cambio
de que Escorpión me responda una pregunta personal.
–¿Qué quieres saber? – preguntó Cross viendo con desconfianza al
"Comerciante".
–Lo que todo mundo... – comentó Danner al tiempo que tomó un trago de su
bebida y se recargó en el sillón relajándose –. Se cuenta en algunos sectores que la
guerra de revolución la iniciaste tú cuando te fuiste a vivir a la zona militar de la
Ciudadela y la continuaste cuando entrenaste en el Quinto Distrito...
–Eso es mentira, el movimiento revolucionario es obra de Arlés y Geedy, yo sólo
hablé unas palabras con...
–Quiero la verdad, Escorpión – lo interrumpió Danner –, tu confesión no daña a
nadie ni puedo lucrar con ella, sólo satisface mi curiosidad, si no quieres
responderme puedo solicitarles a cambio algo más comprometedor acerca de su
movimiento, sé que hoy vine a ofrecer algo, pero no por eso es menos importante, si
no aceptas el trato me voy.
Fenrir volteó a ver a su amigo.
–Acepta, Cross, si esto te incomoda los demás podemos salirnos para que
hables con toda tranquilidad.
–Está bien – el portador de Antares también se recargó en el sillón y se llevó las
manos a la cabeza –, como dice Danner, tampoco es que esto sea algo que me
afecte... realmente no sé si yo empecé la revolución, ya había grupos de la pasada
revuelta esperando a entrar en acción, intrigando, lo que hice fue hablar con las
personas más fuertes de mi generación, amigos confiables que podían hacer un
cambio en el país.
–¿Sólo amigos? – preguntó Danner.
–No, hablé con quién me quisiera escuchar, con muchos militares,
demasiados...
–Te estabas jugando la vida en la boca del lobo...
–De alguna manera el poder psíquico que heredé de mi madre me ayudó a
saber elegir a las personas con quienes hablaba, la verdad es que influí
positivamente en la mayoría.
–¿Y qué sucedió después de que huiste al Quinto Distrito?
–Por lo visto me has investigado bien – dijo Cross suspirando mientras veía a
fijamente a Danner –, creo que ya lo sabes, hablé con los principales líderes de todo
el Quinto Distrito, no con los Jueces y sus Oficiales que eran quienes lo controlaban,
hablé con las personas que realmente querían un cambio.
–Nunca te acercaste a mí... – comentó Brachium –. De hecho nunca te conocí,
ni siquiera escuché hablar de ti...
–Eras el Dios del Rayo – le respondió Cross a su compañero dándole una
palmada en la rodilla –, la persona más conocida y temida del lugar, aunque eras un
opositor abierto de la Ciudadela, actuabas sin pensar, contigo mis planes se
hubieran conocido de inmediato...
Libra empezó a reír.
–Tienes razón, hubiera hecho muchas estupideces y habría cometido más
indiscreciones aún, como comentárselo a toda mi pandilla...
–Pensaba hablar con Mefistófeles y Caronte también, ellos eran quienes
complementaban mejor que nadie mis planes, pero Furcas me advirtió de lo radical
de sus ideas, por lo que desistí de platicar con ellos.
–Hasta ahí llegó mi investigación... – comentó Danner que escuchaba fascinado
la historia de Cross.
–Porque ya no hay más, después me enteré de la desaparición de Christina y
dediqué todo mi tiempo y mis esfuerzos a encontrarla, entonces Geedy y Arlés sin
haberlo planeado tomaron mis avances y continuaron con mi plan por su cuenta,
ellos son los verdaderos artífices de la revolución.
–Es difícil imaginarte hablando con un sin fin de personas dada tu personalidad.
Cross bajó la mirada, se quedó en silencio un par de minutos, mismos que
todos respetaron, el silencio era sepulcral.
–Christina lo valía, mi mayor anhelo era estar a su lado, cuidarla, ella era todo
mi mundo, yo debía hacer algo merecedor de su cariño, quería regalarle algo de
acuerdo a su posición social pero no tenía nada que darle, cada que necesitaba
hablar con alguien pensaba en ella y eso me daba valor para hacerlo, quería
demostrarle que yo era digno de su amor, ella era una princesa y yo sólo un
recogido, también era hermosa y muy sociable, estaba seguro que cuando creciera
iba a tener muchos pretendientes poderosos que podrían hacer realidad todos sus
sueños, yo no podía quedarme atrás, no podía renunciar a ella, si otros ponían el
mundo a sus pies yo le entregaría un mundo mejor. – Cross suspiró pensando en la
portadora de Draconis y en la promesa qué él no pudo cumplir de encontrarla y
protegerla –. Aunque ya no está entre nosotros le debo eso, no cumplí ni una sola de
las promesas que le hice estando ella en vida, por lo menos cumpliré con el
obsequio que quería darle, por mi culpa Christina tomó el rumbo equivocado e hizo
mucho mal, yo voy a expiar sus pecados para que pueda descansar en paz.
Todos los presentes se quedaron en silencio, los que conocían a Cross jamás
lo habían escuchado hablar así, los demás quedaron conmovidos por sus palabras,
Danner rompió el silencio.
–Van a ganar...
–Ya escuchaste lo que querías – Cross se recompuso y señaló a su invitado –,
ahora te toca hablar a ti, Danner. Te escuchamos.
–Está bien, Escorpión, en este momento hay dos peligros para el país más
graves que la guerra revolucionaria, uno se llama Loki, deben evitar a toda costa que
se siente en la silla presidencial o todo el país sangrará, no necesito decirles lo que
está haciendo, ya ha absorbido el poder y el arma de Siegfried, de Sir Baal y de
Poseidón, sólo le quedan dos opciones: Miguel y Amaterasu, el FILO número seis
nunca podrá derrotar al Arcángel mayor, deben proteger a Amaterasu como si fuera
la carta de la victoria.
–Rhiannon está bien protegida en la escuela – señaló Cross –, ni Loki ni nadie
más podrá llegar a ella.
–Confío en ustedes, Escorpión, el otro detalle es el más peligroso de todos, no
sólo la seguridad del país peligra, todo el mundo está en riesgo.
–¿Qué es lo que sucede? – preguntó Escorpión viendo alternativamente a
Fenrir y a Libra, ambos prestaban total atención a Danner.
–¿Alguna vez han escuchado hablar de la puerta en el último piso de la
Ciudadela?
Cross volteó a ver a Arlés, éste negó con la cabeza, después giró su mirada
hasta Brachium, su compañero del Círculo del Zodiaco levantó los hombros dando
entender que tampoco sabía nada.
–No – le respondió Cross a Danner –. Ninguno de nosotros ha escuchado
hablar de esa puerta.
–En ese lugar está encerrada el arma más potente y peligrosa de la humanidad,
es el arma que mantiene a Boleria en la cima del Orden mundial, los demás países
se someten a nosotros por el temor que entraña lo que hay dentro, debe permanecer
cerrada.
–¿Quién intenta abrir esa puerta? – preguntó Cross.
–Son muchos los guerreros que quieren hacerlo, todos comandados por Horus,
desde hace mucho tiempo se ha llevado a cabo una guerra por la llave que abre esa
cerradura.
–¿Quién tiene la llave? – preguntó Arlés.
–Su amigo Minos es quien la resguardaba...
–¿Resguardaba? – Cross miró con preocupación a su interlocutor.
–Así es, por un pacto entre las partes que peleaban por ella se decidió que la
llave estaría resguardada en el Quinto Distrito y Minos sería su vigilante, con la
guerra todo cambió, Minos rompió el pacto y se la llevó.
De nuevo Cross, Arlés y Brachium se voltearon a ver, ninguno entendía bien lo
que Danner trataba de decirles, pero coincidía con la desaparición de Minos un año
atrás, finalmente Libra fue quien preguntó:
–¿Cuál es tu punto al decirnos esto?
–Deben liberar de sus obligaciones a los Guardianes del Destino, ellos deben
ayudar a Minos, dedicarse únicamente a salvaguardar la llave – soltó por fin "el
Comerciante", esa era precisamente la razón de su visita, solicitar la intervención de
la Guardia del Destino en su misión.
–Lo tomaremos en cuenta – respondió Arlés pensando en lo que había sucedido
en la Ciudad Sagrada de Uruk un año atrás.
–Eso no basta – respondió Danner –, los Guardianes del Destino deben hacer
su trabajo, el líder de Horus es un anciano que vive en Riazor, en un paraje llamado
Beocia, esta información no puede salir de aquí, pero deben saber que es increíble
el número de guerreros que han sido reclutados para el bando de Elohim o de
Darius Rashad.
–¿Qué nos recomiendas? – preguntó Cross.
–Que dejen las cosas como están y se unan a Elohim.
–Eso es imposible.
–Entonces apoyen a los Guardianes del Destino.
–Haremos lo que podamos, pero nuestro objetivo principal es la liberación de
Boleria.
–Hagan lo que crean conveniente, yo sólo les aviso del peligro que corre el país,
posiblemente al final de todo esto no haya un país que liberar, hasta luego...
Danner se estaba levantando cuando Cross lo detuvo.
–Espera.
–¿Qué sucede? – preguntó el hermano menor de Yago un poco molesto por no
haber convencido a sus anfitriones de la importancia de su misión.
–Quiero saber algo más.
–Ya les informé lo que querían saber, ustedes hablan de liberar al país, pero si
la puerta del último piso de la Ciudadela es abierta, la extinción de su patria está
asegurada.
–Estamos claros con eso, te entendí perfectamente aunque sólo nos has dicho
una pequeña parte de todo lo que está involucrado con ese asunto, pero mi pregunta
es otra, tú decides si me la respondes o no...
–Está bien... ¿Cuál es tu pregunta?
–Una muy simple, tú no eres una persona que simplemente revive, como Yago,
eres poderoso al igual que tu amigo el grandote, sólo contesta sí o no..., ¿ambos
pertenecen a otro grupo oculto que se encarga únicamente del tema de la puerta del
último piso de la Ciudadela?
Danner se le quedó viendo fijamente a Escorpión, volteó a ver a Jano pero éste
no mostró ninguna emoción, con la mirada le dijo que él se había metido en ese
problema y ahora él tendría que salir solo, "el Comerciante" se levantó y se dirigió a
la puerta de salida.
–Eres muy perceptivo, Escorpión, no volveré a hacer negocios contigo, no eres
un buen cliente.
–Responde mi pregunta...
–Sí, tal cual lo has mencionado, Jano y yo pertenecemos a un grupo que opera
entre las sombras y cuya única finalidad es la vigilancia de la puerta del último piso
de la Ciudadela.
–Entonces hagan su trabajo y no nos pidan a otros que lo resolvamos.
–Nosotros no podemos intervenir hasta que se desate el fin del mundo.
–Hagan lo que crean conveniente, yo sólo les aviso del peligro que corre el país,
hasta luego...
Danner le dedicó una última mirada a Cross, con sus mismas palabras le había
revertido su advertencia, ese muchacho seguramente ganaría su guerra, esperaba
que no heredaran un país destruido.
Como "el Comerciante" se retiró a altas horas de la madrugada, Cross y
compañía decidieron pasar la noche en el departamento de Elektra, al siguiente día
cuando llegaron a la escuela superior se enteraron de la masacre que había
sucedido con los miembros del Círculo del Zodiaco.
Tanto Cross como Brachium se quedaron en una pieza, ambos se sintieron
culpables por no haber estado para ayudar a sus compañeros, prácticamente la
mitad de los integrantes del Círculo del Zodiaco murió en esa guerra contra los
Arcángeles Caídos, ambos reclamaron que no les hubieran avisado pero Arlés dejó
bien clara la orden de no ser molestados y los gemelos ya habían resuelto el
problema.
De inmediato se dispuso todo para celebrar la ceremonia fúnebre de los
guerreros caídos, todos fueron enterrados en el panteón particular de los De Grieff
en su residencia del Primer Distrito, una vez que la formalidad acabó, Cross habló
con Virgo.
–¿En dónde está Aries?
–Salió a Hamal, pero de la Ciudadela lanzaron una bomba magnética que
bloqueó todas las comunicaciones, no he podido ponerme en contacto con él,
Arcadia está aislada.
–Al parecer la guerra con ellos sigue...
–¿Qué haremos, Cross? – preguntó Virgo consternada –. Esto no se puede
quedar así...
–La Legión está tan destruida como el Círculo, Virgo, debemos centrarnos
únicamente en Miguel y Sammael.
–¡Los Arcángeles siguen vivos! – respondió furiosa la protectora del sexto
Círculo del Zodiaco –. Muchos de nuestros compañeros murieron, tenemos que
vengarnos...
–¿De quién? – preguntó Cross intuyendo las negras intenciones de su
compañera.
–De los Arcángeles que están entre nosotros, sólo deja fuera de esto a tu madre
y a Pariel.
–Rafael, Azrael, Chitriel y Ariel se han unido al movimiento, ellos no tienen nada
que ver con los asesinatos de nuestros compañeros.
–¡Azrael despertó a los Caídos!
–Ya nos explicó las circunstancias bajo las cuales lo hizo, entiende bien esto,
Virgo: por lo pronto no habrá venganzas.
–Mira quien lo dice, por Lilith te convertiste en un carnicero, pero la muerte de
tus hermanos no te importa...
–Sé que estás dolida y voy a pasar eso por alto, Zaniah, sólo te advierto que si
haces algo directamente o por medio de la manipulación psíquica contra alguno de
los Arcángeles que nos ayudan, tú y yo tendremos un gran problema.
–No me digas más, se lo advertí a Aries, tienes sangre de Arcángel en las
venas, nunca debiste ser aceptado en el Círculo.
Cross tomó a Virgo del brazo y la obligó a acompañarlo hasta que a lo lejos
vieron a Addy De Grieff llorando en los brazos de Póllux. El portador de Antares le
dijo al oído a su compañera.
–Ahí está la asesina de todos nuestros hermanos, es la hija de Aries y al
parecer la novia de Pol, hazlo, mátala, te juro que no voy a intervenir.
Virgo se le quedó viendo fijamente a Cross.
–No, ella fue controlada, es inocente – la protectora del sexto Círculo del
Zodiaco había cargado en sus brazos a esa chica desde que nació, sería incapaz de
hacerle daño.
–¿Qué es lo que quieres, Virgo? ¿Saciar tu sed de venganza sólo con quien no
te agrada o con quien no te une ningún lazo de amistad?
–Yo... – La psíquica más poderosa del Círculo del Zodiaco se quedó sin habla,
temblaba de rabia por la muerte de sus hermanos, necesitaba la venganza pero no
pudo rebatir el argumento de Escorpión.
–Hazlo, si buscas venganza empieza por ella, sólo te aseguro algo, aunque la
mates no te sentirás mejor, sólo empezarás a sentir una oscuridad en tu alma que te
irá consumiendo poco a poco hasta perder tu humanidad.
Virgo finalmente entendió el punto de Escorpión, con lágrimas en los ojos lo
tomó del rostro.
–¿Eso te pasó a ti?
–Así es – Cross desvió la mirada, lo incomodaba hablar de él mismo y de sus
sentimientos con otros.
–Pero regresaste...
–No hay regreso de la oscuridad, Virgo, controlo mi conciencia pero el recuerdo
de lo que hice me acompañará siempre, hay una parte de mí que jamás debe salir a
la superficie, el hoyo en el que me encuentro es el mismísimo infierno.
–Puedo ayudarte...
–Nadie puede, amiga, desde que descubrí mi poder psíquico jamás he dejado
que nadie entre a mi mente, tú serás la primera y la última, te dejaré hacerlo porque
te quiero y no deseo que termines como yo, adelante, mira dentro de mi alma...
Indecisa Virgo ingresó en la mente de Cross, le bastaron unos segundos para
quedar horrorizada, temblando y con lágrimas en los ojos se alejó de él.
–Tú no eres Cross...
–¿Ves a lo que me refiero?
–¿Qué te hiciste? Cuando realizaste la prueba en el sexto Círculo del Zodiaco vi
tu alma, era hermosa, yo te amaba, ahora tu mente... no te mereces eso, eres un
monstruo, yo te hubiera seguido hasta la muerte...
–¿Y ahora?
–Te tengo miedo, tú no has dejado de lado tu venganza, quieres más sangre,
mucha más, el monstruo en ti nunca va a ser saciado...
–¿Quieres seguir con tu venganza?
Virgo abrazó a Cross.
–Ya no, quiero que regrese el chico inocente que una vez pasó por mi aula
queriendo obtener el guante de poder que controla a Antares para encontrar a su
novia.
–Ese pobre diablo murió con ella en la batalla de la Ciudadela.
–No, regresará, así como regresaron los gemelos él volverá, y esas chicas
serán la luz que le muestren el camino.
Virgo señalaba a Caris, Michelle y Athena, las tres los observaban, cuando
Cross volteó a verlas todas desviaron la mirada hacia otro lado, Escorpión sonrió, le
comentó a su compañera mientras la besaba en la sien:
–Ojalá así sea.
Ese mismo día después de la ceremonia fúnebre todo volvió a la normalidad,
los rebeldes debían volver a concentrarse en los Patriarcas, ahora la premura era
urgente, debían evitar que se unieran para hacerles frente.

Caris caminaba por las oficinas administrativas de la escuela del Tercer Distrito
cuando se encontró de frente con Cross, no habían hablado mucho desde el
incidente en Aztlán, cuando Cross decidió por engaños de Deneb De Britten irse
repentinamente.
Desde entonces él se había alejado, situación que había sido aprovechada
tanto por Siege Hobbs como por Deneb De Britten para acercarse más a la miembro
del Clan Humbolt, quien por su parte, como era su costumbre, le costaba acercarse
a al portador de Antares y ya no tenía a Michelle o Elektra que le hicieran más fácil el
poder interactuar con Cross.
Kharynna se odiaba a sí misma, era algo que no podía entender, su
introversión no era un problema con las personas que ya conocía, podía hablar con
ellas sin ningún problema, más ahora que ella era la única persona que gobernaba
en su cabeza, la confianza en sí misma la había transformado en una persona más
abierta.
Lo mismo sucedía cuando estaba con Deneb o con Siege, se sentía totalmente
a gusto y en una zona de confort en la que era feliz, los dos eran atentos, divertidos,
leales y claro... guapos. Con ambos siempre se sentía bien, por eso no sólo ellos la
buscaban, cada que podía Caris siempre trataba de estar con los dos.
Pero con Cross era diferente, no sabía por qué pero las palabras le fallaban, la
agobiaba un gran vacío en el estómago y sentía que se ruborizaba, no sabía que
decir o hacer, se sentía tonta, trataba por todos los medios de explicarle que lo había
perdonado, que entendía que se había tenido que ir a pesar de haberle prometido
que se quedaría con ella la noche del funeral de su padre, que aún lo amaba, pero
las palabras no salían de su boca.
Cross le sonrió como siempre y se siguió de largo, en un reflejo sin pensarlo
Caris lo tomó del brazo, el portador de Antares se volvió hacia ella y le preguntó:
–¿Qué sucede?
Caris nuevamente se quedó sin palabras, como siempre mencionó lo primero
que se le ocurrió.
–Nada, sólo que no te había visto...
Cross no se sentía muy distinto de Caris, sabía que la conversación en el
funeral de Tezcatlipoca era cierta, si no pensaba quedarse con ella no debía
ilusionarla, sin embargo, pensó que eso no debía fracturar su amistad, pasar un rato
juntos no le haría daño a ninguno.
–Esto es un trabajo que nunca termina, ahora mismo debo dejar todo dispuesto
para en la tarde ir a la Ciudadela a hablar con Sir Phillippe.
–No te esfuerces mucho – le recomendó Caris sintiéndose más en confianza –,
también tú debes descansar.
–En cierta forma es un descanso, me gusta manejar esos autos deportivos que
Ganesh y Michelle compraron para trasladarnos... ¿te gustaría acompañarme?
La mirada de Caris se iluminó.
–¿De verdad? ¿Quieres que te acompañe?
–No quisiera ir con nadie más.
–¡Claro que sí! – Caris lo pensó unos segundos que a ella le parecieron una
eternidad, quería abrazar a Cross pero no se atrevía a hacerlo, al final se dejó llevar
por sus emociones y lo hizo.
Al sentir el contacto con el cuerpo de la portadora de la espada sagrada Scylla,
el corazón de Escorpión se aceleró, su rostro se ruborizó y con un gran esfuerzo se
controló para no devolver el abrazo, pensó que si lo hacía no volvería a soltarla, trató
de poner su mejor sonrisa.
–Entonces es una cita... ¿te parece si nos vemos en un par de horas en la
entrada de la escuela?
–Ahí estaré.

Habían pasado cuatro horas desde que quedaron de verse, Cross seguía
esperando a Caris sin que la portadora de "la espada asesina" apareciera por ningún
lado, no quería moverse de su lugar para buscarla por temor a que ella llegara
cuando él no estuviera y pensara que ya se había marchado, pero era por demás
obvio que no llegaría, finalmente se decidió y se internó en la escuela para tratar de
localizarla.
No le costó mucho trabajo hacerlo, la encontró en una jardinera, se le veía
contenta con Deneb De Britten quien reía a viva voz recostado en sus piernas, Cross
sintió un intenso escalofrío, se sintió un idiota, le llegó un irrefrenable impulso de ir a
reclamar a Caris por el plantón, pero se contuvo.
Trataba de analizar lo sucedido, Caris quedó de acompañarlo a la Ciudadela
pero simplemente ella prefirió la compañía de su amigo Deneb, pensó
inmediatamente en luchar por ella, aún no era demasiado tarde, si Kharynna aún
tenía sentimientos por él se quedaría con ella, no quería perderla, avanzó decidido
hacia la jardinera donde se encontraba con Deneb, no para reclamarle, pensaba
pedirle una vez más que lo acompañara a la Ciudadela, pero en ese momento vio a
lo lejos a Michelle de la mano de David Nexus.
Cross se enfureció, tenía ganas de arrancarle la cabeza a ese tipo, entonces
comprendió lo que sucedía, seguía enamorado de Michelle, no era justo para Caris
que él peleara por su amor si seguía teniendo sentimientos tan fuertes por Michelle y
ni se diga por Elektra, si Caris ya había encontrado a alguien más que pudiera
brindarle toda su atención y amor lo mejor era que él se hiciera a un lado.
Cross no tenía ganas de hacer nada, pensó que si ya había mentido con lo de
ir a ver a Sir Phillippe lo mejor sería que fuera a hablar con el viejo Caballero
Fantasma, siempre era necesario estar en comunicación directa, más ahora que las
comunicaciones estaban "muertas", deseaba investigar la posición del Cinturón
ahora que habían aislado a Arcadia en cuanto a comunicaciones se refería, tomo el
deportivo más rápido de los que tenía a su disposición y partió rumbo a la Ciudadela.

Caris llevaba varias horas en el estacionamiento de la escuela esperando a


Cross, no podía creer su mala suerte, se hizo grandes ilusiones cuando su
compañero le pidió salir con él, sería la primera vez, su primera cita a solas, no sólo
con Cross, sería la primer cita de su vida y era con el chico que amaba.
Se fue a cambiar de ropa, buscó a Daniela Malka para que le dijera como debía
comportarse, la madre de Cross sonriendo le dijo que sólo fuera ella misma, que no
necesitaba de ninguna pose para que cualquiera se enamorara de ella.
El vacío en su estómago estaba a todo lo que daba, los nervios la consumían,
por fin estaría a solas con Cross, no huyendo de un peligro ni peleando, en una cita,
únicamente los dos, estaba segura que sería el mejor día de su vida.
Sin embrago ella no pudo llegar a la cita, en el camino se encontró a Deneb, se
veía mal, trataba de mantenerse de pie apoyado en una jardinera, Siege trataba de
auxiliarlo pero Deneb se rehusaba a aceptar su ayuda, al contrario, lo atacó, Caris
corrió a auxiliar a Siege y se interpuso entre él y el hijo de Capricornio, aunque el
chico De Britten no la reconoció cesó en su ataque.
Caris se vio obligada a someterlo, el color de sus ojos se tornó violeta claro y la
pupila de sus ojos desapareció para dar lugar al símbolo que la distinguía como el
FILO número uno por duplicado.
De sus brazos surgieron varios tentáculos que aprisionaron a Deneb, quien
inmediatamente trató de destruirlos, gritaba desesperado que sacaran esas
imágenes de su mente, la muerte de su madre había roto su cabeza por completo,
Caris en su desesperación extrajo su espada sagrada de su bajo vientre y golpeó
con ella la nuca de su amigo dejándolo sin sentido.
Caris le pidió a Siege que fuera en busca de Daniela Malka en lo que ella
vigilaba a Deneb, con todo lo sucedido se olvidó de su cita. Después llegó la
Arcángel y logró poner en paz la mente de Deneb, no sin bastantes problemas, una
vez que todo terminó, Siege acompañó a la madre de Cross a su departamento.
Mientras la portadora de "la espada asesina" esperaba a Siege, Deneb
despertó, su cabeza estaba apoyada en las piernas de Caris, aunque no recordaba
nada le mencionó a la miembro del Clan Humbolt que todo había sido un truco para
deshacerse de Siege y acabar recostado en sus piernas, Caris pellizcó a Deneb lo
que hizo que el hijo de Capricornio soltara una gran carcajada.
En cuanto Siege regresó con ellos, Caris se excusó, lo único en lo que pensaba
en ese momento que ya todo se había solucionado era en Cross, Deneb le dijo que
estaba bien y que fuera a hacer sus cosas, Caris se fue corriendo del lugar
buscando al portador de "la espada roja" pero obviamente como se lo temía, ya no
estaba.
Después de algunas horas, Cross llegó, cuando vio el deportivo el corazón de
Caris se aceleró, en cuanto Escorpión estacionó el vehículo, Kharynna de inmediato
lo abordó, quería disculparse, apenas estaba anocheciendo, podían hacer lo que
sea, cualquier cosa estaba bien si iban a estar juntos, lo que quería era estar con él.
–Cross...
El portador de la espada sagrada Antares le sonreía a su compañera, Caris no
vio ningún reproche en su mirada, eso la esperanzó.
–¿Qué sucede Caris?
–Siento lo de hace rato, hubo un problema y yo...
Cross hizo una mueca de desaprobación. ¿Un problema? ¿Eso era Deneb De
Britten recostado en sus piernas? Se guardó su reclamo y sólo preguntó.
–¿Con Deneb?
Caris se sorprendió, pensó que posiblemente en la entrada de la escuela Cross
se había encontrado con alguien que ya estaba enterado de lo sucedido.
–Sí, pero todavía podemos tú y yo...
–Lo siento, Caris – la interrumpió Cross –, tengo varios asuntos que atender, Sir
Phillippe me contó varias cosas que necesito platicar con Arlés cuanto antes,
después nos vemos, salúdame a Siege y Deneb.
Cross se siguió derecho sin esperar respuesta de Caris, no vio la lágrima que
corrió por el rostro de la chica, la portadora de la “espada asesina” estaba triste, su
día soñado había terminado en nada, como era su costumbre siguió a Cross sin que
éste se diera cuenta, el líder de la resistencia fue directamente a su departamento y
se encerró ahí, Caris se sintió rechazada, Cross no tenía nada que hacer, sólo la
despachó, pensó que si el portador de Antares no podía entender lo que había
sucedido tal vez no valía la pena ilusionarse con él, Siege y Deneb nunca la tratarían
así.
Avanzada la noche Cross paseaba por su dormitorio sin poder dormir, lo hacía
cabizbajo, habló con Sir Phillippe pero prácticamente ni le prestó atención, sólo
recreaba en su mente la escena de Deneb De Britten recargando su cabeza en las
piernas de Caris y ambos sonriendo mientras él esperaba como un imbécil en la
entrada de la escuela por ella, estaba tan metido en sus pensamientos que nunca
notó que Caris lo seguía, aunque seguramente si lo hubiera notado no le habría
importado, sólo se encerró en su departamento, se dejó caer en un sofá y así se
quedó durante horas sin pensar en nada, después se sintió encerrado y fue cuando
comenzó a caminar en círculos, cuando se cansó de caminar en círculos se volvió a
sentar en el sillón y se quedó pensando en Kharynna lo que le restaba de la noche.
Lo que empezó con un malestar hacia Caris terminó en un profundo desprecio
hacia él mismo, ¿con qué derecho se sentía traicionado? ¿Qué podía reclamar él si
jamás había luchado por ella? En cambio Deneb...
Cross no pudo quedarse más en su departamento, buscó a su supuesto
amigo, a Caris podía pasarle por alto cualquier cosa, pero a Deneb no, el hijo de
Amaltea De Britten lo escucharía, podía quedarse con Caris, pero tendría que
hacerlo como hombre y haciendo las cosas de frente.

La noche estaba especialmente tranquila, Deneb paseaba en solitario por la


zona más alejada de la escuela, se sentía bien y confiado, casualmente había
encontrado a Caris camino a su dormitorio y no se veía bien, la alcanzó y platicó con
ella, se quedó con la portadora de la espada sagrada Scylla hasta que logró
arrancarle una sonrisa, después, ya al final, cuando se despidió de ella, logró
besarla en la comisura del labio y Kharynna no dijo nada, le dedicó una sonrisa y se
fue a descansar.
Deneb sentía que caminaba entre nubes, sabía que poco a poco se iba
metiendo en el corazón de la chica, sólo debía ser paciente, ya sin Cross que le
estorbara en el camino sólo debía explotar el momento, estar con ella, lento pero
seguro. Él se había enamorado de Caris desde el primer momento en que la vio,
pero ella sólo tenía ojos para Cross, sin embargo, el portador de Antares ya no era
un contendiente que le robara el amor de la miembro del Clan Humbolt.
Seguía pensando en el beso de despedida cuando sintió el peligro, apenas por
cuestión de segundos logró evitar el ataque que iba dirigido hacia él, Deneb se
recompuso e inició la contraofensiva, un rayo triple de energía pura se impactó en
contra de su enemigo.
El poder del miembro del Clan De Britten se estrelló con el exoesqueleto del
escorpión de energía pura, quien al mismo tiempo lo aprisionó con una de sus
tenazas, los ojos de Cross ya eran rojo brillante, el símbolo de su guante derecho
ocupaba el lugar de sus pupilas y el tatuaje del símbolo de su guante izquierdo había
surgido en su cuello, Deneb lo amenazó:
–No sé qué demonios te pasa, pero será mejor que te calmes antes de que te
haga daño, sabes muy bien que puedo hacerlo con la facilidad que rompo esto...
En ese momento Deneb tocó con el dedo índice la tenaza del escorpión de
energía pura y ésta se desintegró, pero de la mano derecha de Cross surgió un
nuevo ataque, un haz de energía pura de color blanco volvió a poner contra la pared
al hijo de Capricornio, esta vez Deneb levantó las manos, la energía estaba
acompañada del filo de Antares, su amigo iba en serio.
–¿Acaso realmente quieres que nos matemos, Cross?
El portador de la "espada roja" sin dejar de emitir energía le respondió a su
supuesto amigo mientras avanzaba hacia él.
–Así es como hacen las cosas los hombres, de frente.
–¿A qué demonios te refieres? ¡Deja de apuntarme con tu maldita arma! ¡Bien
sabes que yo jamás haría algo contra ti! – Deneb bajó la voz –. Daría la vida por
protegerte...
Cross quedó a un palmo de su compañero, lo tocó en el pecho con el dedo
índice y la energía explotó, el muro quedó destrozado con Deneb en el suelo del otro
lado.
–¿Así va a ser esto? – se quejó Deneb señalando a Cross –. ¿Me vas a golpear
sin decir nada? Adelante, esta golpiza te la regalo, pero será mejor que jamás
vuelvas a cruzarte en mi camino...
Cross lanzó una kunai de energía pura a la cabeza de Deneb, el miembro del
Clan De Britten no se movió ni un centímetro, el ataque pasó a milímetros de su
rostro, cuando la energía golpeó el suelo los pedazos de concreto que salieron
dispersados lo golpearon en la cabeza, Deneb se levantó sin dejar de ver a
Escorpión a los ojos, finalmente el líder de la resistencia habló.
–Así es como quería hablar contigo, directamente, viéndome a los ojos.
–Ya estamos aquí – le respondió Deneb retadoramente –, habla.
–Quiero que me digas por qué trataste de engañarme en el funeral de
Tezcatlipoca...
Deneb se quedó en una pieza, se esperaba cualquier cosa de su amigo menos
esa, sabía que su malestar era por Caris, Cross la estaba perdiendo mientras la
portadora de "la espada asesina" se acercaba más a él, pero lo que le estaba
echando en cara era su traición, inmediatamente trató de negarlo todo.
–No sé qué es lo que creas, amigo, pero yo...
–¡Niégalo cobarde!
Cross abofeteó a Deneb con el dorso de su mano derecha, el hijo adoptivo de
Capricornio bajó la mirada avergonzado, se sintió incapaz de ver a su amigo a los
ojos, no pudo negar su felonía, entonces trató de excusarse.
–Lo que le haces a Caris no es justo...
El portador de Antares por fin se tranquilizó, su tono de furia cambió por uno de
decepción.
–Desde que supe cómo nos engañó Virgo en el funeral de los gemelos siempre
estoy preparado para cualquier ataque alucinatorio externo, lo que me dijiste a
través de aquella ilusión es cierto, todo, por eso me retiré, lo decepcionante es que
me trataras de engañar y lastimar de esa manera, te consideraba mi mejor amigo, en
la escuela siempre sentí que tú más que nadie me entendía.
Deneb seguía mudo, sin saber que hacer o decir, con el rostro agachado.
Cross continuó hablando.
–Si tú me hubieras hablado de frente y me hubieras dicho lo mismo, igual me
habría ido, pero preferiste traicionarme, ni hablar, aquí se termina todo entre
nosotros.
–¿Le dirás a Caris lo que hice?
Deneb finalmente levantó la mirada, en ella se leía el miedo, sabía que la
miembro del Clan Humbolt no lo perdonaría.
–No lo haré sólo si me juras algo...
–Lo que quieras, si me pides que me aleje de ella lo haré, prefiero eso a que me
odie.
–Lo que quiero es que no te despegues de ella ni un sólo instante, ni cuando
duerma...
–¿Qué dices? – Deneb no entendía lo que Cross le estaba exigiendo, en vez de
obligarlo a alejarse de Caris le estaba pidiendo que no la dejara sola ni un instante.
–La guerra ya ha comenzado y mis enemigos van a intentar ir por ella para
llegar a mí, la causa me exige mucho y no puedo estar con ella todo el tiempo, lo
mismo pasa con Siege, él también tiene otras responsabilidades.
–Nadie jamás va a lastimar a Caris – dijo Deneb seriamente –, eso ni siquiera
tienes que pedírmelo.
–Me refiero a que no te separarás de ella ni un instante, por nada ni por nadie...
¿Puedes hacer eso?
–Caris jamás volverá a estar sola.
Cross le dedicó una última mirada de desaprobación a Deneb, le dio la espalda
y se alejó de él.
–Está bien, ni siquiera quiero saber de quién te valiste para hacerme caer en
aquella ilusión, eso es todo entonces.
Deneb veía a su amigo retirarse, no se molestó en preguntarle cómo se había
enterado de su participación en el engaño, sabía que si Escorpión de inmediato
había descubierto la trampa, no le habría costado mucho trabajo buscar alrededor
alguna energía conocida, él estaba muy cerca viéndolo todo, definitivamente era un
imbécil. El chico De Britten apretaba los puños del coraje, no podía dejar ir a Cross
así nada más.
–Debes entender lo que hice, Cross, todo fue por Caris, de verdad te estimo y te
considero mi mejor amigo, no te vayas así por favor, si sirve de algo puedes
destrozarme a golpes hasta que me perdones...
Cross ni siquiera volteó, levantó la mano despidiéndose y comentó sin dejar de
caminar.
–Sólo cuídame a Caris, es lo único que quiero, que ella esté bien y a salvo.
Al ver la reacción de su compañero, Deneb empezó a despotricar enfurecido.
–No tienes que pedirme algo que yo haría aunque no me lo permitieran...
¿oíste? ¿Qué sabes tú de lo que me está pasando? Acaban de matar a mi madre y
yo no estuve ahí para protegerla, Caris y ustedes son lo único que me queda.
¡Voltea, maldita sea! ¿Qué te da superioridad moral sobre mí? Todos sabemos lo
que has hecho. ¡Maldito carnicero! ¡Regresa y golpéame! ¡Termina lo que
empezaste!
Deneb finalmente cayó de rodillas, furioso y con lágrimas de impotencia
golpeaba el suelo, con voz más baja imploraba:
–No te vayas así, por favor, tú eres mi amigo, haré lo que sea, te lo juro, lo que
sea, hasta alejarme de Caris, yo te entiendo hermano, así como tú no lograste
proteger a Christina yo tampoco fui capaz de salvar a mi mamá, la mejor mamá del
mundo, por favor, perdóname...
Escorpión no se regresó a pesar de que le dolió el ver así a su amigo, lidiar con
la muerte de Capricornio debió ser muy duro para Deneb, sin embargo, su embuste
fue antes del asesinato de Amaltea De Britten, aunque realmente Cross tampoco
culpó al hijo de Amaltea De Britten, Deneb hizo lo que tenía que hacer, entre ellos
dos quien no se merecía a Caris era él y no su amigo, Deneb por lo menos luchaba
por ella, algo de lo que él no era capaz.
De vuelta a su dormitorio Cross pasó por el de Kharynna, no pudo resistir el
impulso de verla, entró a hurtadillas en su habitación y después de contemplarla un
rato la besó en la frente.
–Lo siento mucho, de verdad siento lastimarte, me gustaría decirte esto de
frente pero no quiero que sufras más por mi culpa, me cuesta mucho alejarme de ti
pero debo hacerlo, sin embargo, te juro que nada te pasará, ya he tomado las
precauciones debidas para protegerte – sonrió –, ya se me está haciendo costumbre
hablar contigo mientras duermes, supongo que así es más fácil. Buenas noches.
Cross se retiró, en cuanto cerró la puerta del dormitorio Caris abrió los ojos, se
enjugó una lágrima que clamaba por salir, pero sorprendentemente para ella la
lágrima no era de tristeza, Cross la protegía al igual que a Elektra y a Michelle,
también la quería, todavía sentía el calor en la frente de su beso, cerró los ojos para
descansar y únicamente murmuró:
–No te entiendo...

Al siguiente día un clon de Amón corría hacia el lugar donde operaba Fenrir, se
notaba por su expresión que la noticia que llevaba no podía esperar más.
–¡Arlés! ¡Arlés! Lo logré... – El Clon entró de repente en la sala donde tenían
una junta los principales líderes rebeldes –. ¡Lo logré!
–¿Qué sucede, Arne? – preguntó Arlés.
–Engañé a Odín, aprovechando que Arcadia se encuentra incomunicada le hice
creer que el Cinturón lo apoyaría, en estos momentos se dirige a la Ciudadela,
llegará por la vía aérea a través de las montañas del Tercer Distrito, va solo, un clon
mío conduce su avión...
–¿Y por qué diablos lo llevarás a las montañas? Odín es el máximo controlador
del hielo, ahí es más poderoso... – Fenrir reprendía a Amón.
–Perdón, así es como siempre viajamos, si quieren puedo cambiar el rumbo del
avión...
–No, eso lo pondrá en sobre aviso, estrellarás su avión en el bosque una vez
que estemos ahí Fenrir y yo, nosotros nos encargaremos de él... – Cross volteó a
ver a Arlés, éste hizo una muda afirmación.
Cástor se levantó.
–Yo iré con ustedes.
–No, amigo – le respondió Escorpión –, te necesito para que apoyes a Connor y
Selene, ellos no deben tardar en llegar de Ishtar, pelearán contra Elohim, tú y Pol
deben apoyarlos contra los Jinetes Alados de Riazor, los Inmortales es un hecho
que pelearán y no sabemos cual será la actitud que tomarán los Elementales; Brach
y Thor en este momento partirán a Aztlán para encargarse de Zeus, el Tloque
Nahuaque los protegerá; los Arcángeles pidieron pelear con Budha, nos han
confirmado que está en Ishtar; Siege y Fausto pelearán con Miguel en Levit, Troy los
apoyará, los demás deberán cuidar a Rhiannon.
–Está bien – respondió decepcionado el gigante, necesitaba acción pero sabía
que esa no era su pelea –, tengan cuidado.
Arlés y Cross se prepararon para partir, Escorpión fue a ver a sus chicas y a su
madre, aunque no veía el motivo real para hacerlo, últimamente apenas si cruzaba
palabra con ellas, Elektra lo evitaba por completo, Michelle se la pasaba con David
Nexus y prefería no pensar en lo que había sucedido con Caris, aun así las fue a
ver, si moría en la batalla contra Odín quería llevarse como último recuerdo la
imagen de sus chicas y su madre.
Las encontró a las tres con Daniela Malka, aunque su relación era lejana todas
se ofrecieron a acompañarlo, Cross se negó, les encargó especialmente a ellas y a
Tamiel que cuidaran a Rhiannon.
–Es muy importante salvaguardar la vida de Rhiannon, al parecer Loki ya ha
obtenido el poder de tres guerreros, sólo le falta uno...
–Es imposible que ataque en la escuela – protestó Michelle que seguía
empecinada en acompañarlo.
–Así es, es imposible porque la escuela está bien resguardada y así se va a
quedar, en estos momentos los miembros de los Guardianes del Destino están fuera
y vamos a salir más de la mitad de los rebeldes a combatir, sólo quedarán ustedes
junto con Astrid, Isis y Drake para cuidar a Rhiannon, los demás están en la
Ciudadela.
–Está bien – dijo Caris –, no te preocupes por Rhiannon, nosotros la
protegeremos, ustedes tengan cuidado, los dos.
–Lo tendremos – respondió el portador de Antares.
Caris observó fijamente a Cross, se sintió una estúpida por sentirse de esa
manera con él, enamorada y abandonada, ya había decidido alejarse
completamente de Escorpión y de esa relación que tanto daño le hacía, aun así,
sabía de la peligrosidad de la misión a la que partía, su vida peligraba, pensó que
una última despedida no le haría ningún daño, era mejor dejarlo ir en buenos
términos, se acercó al portador de Antares y lo abrazó.
Como siempre sucedía cuando tenía cerca el cuerpo de la miembro del Clan
Humbolt, Cross se estremeció, se prometió hacer todo lo posible para reparar su
amistad pero al mismo tiempo le daría su espacio para que siguiera su vida al lado
de Siege y Deneb.
Michelle se mordió el labio cuando Caris abrazó a Cross, estuvo a punto de
reclamar pero sabía que no tenía derecho, ella ya había renunciado a él desde antes
al involucrarse con David Nexus, volteó a ver a Elektra que miraba la escena con
indiferencia, su rostro estaba imperturbable, pero en sus ojos también se leía el
pesar.
Por su parte Cross pensó en no corresponder el abrazo de Kharynna, pero en
cuanto tuvo los brazos de la chica alrededor de su cuello se sintió completamente
indefenso... ¡Qué importaba si lo había plantado por alguien más! Al final la amaba y
eso no cambiaría jamás, ella lo valía todo, además, su cita era de amigos, no de
pareja y ella estaba dispuesta a acompañarlo aunque fuera más tarde, él no tenía
derecho a reprocharle nada.
Cross abrazó con fuerza a Caris y le dijo al oído que lamentaba lo que había
sucedido el día anterior, la portadora de la "espada asesina" no le respondió, sólo lo
abrazó más fuertemente.
Después Cross abrazó a su madre, Michelle y Elektra, únicamente lo
despidieron con un ademán de mano. Escorpión no tenía tiempo para lamentarse,
como Danner se los había advertido, el reloj empezaba a caminar y ellos debían
estar preparados, se reunió con Fenrir y en helicóptero fueron en busca de Odín.
Una vez que se fueron sus dos líderes, los demás ya sabían que hacer, Elektra
junto con los gemelos esperarían a Connor y Selene para ir a Riazor a combatir en
contra del enemigo más poderoso: Elohim. El estado de los hielos es donde estaban
destinados más guerreros de la resistencia.
Azrael se estaba preparando para partir en compañía de Rafael, Ariel y Chitriel
rumbo a Ishtar, a ellos les correspondía el deber de eliminar a Sammael, a quien
consideraban el enemigo más peligroso para el movimiento.
–¿Vendrán Tamiel y Luzbel con nosotros? – preguntó Arad.
–No, ellas se quedaran a cuidar a Amaterasu – respondió Chitriel.
–Con nosotros basta y sobra – dijo una Ariel envalentonada –. Nadie más tiene
que hacer nuestro trabajo, Tamiel y Luzbel ni siquiera pidieron ser Arcángeles, el
destino las trajo a la Legión, nosotros somos Iluminados por convicción.
–Así es prima – dijo Rafael –, en cuanto ustedes estén listas partimos, el día de
mañana es crucial para el movimiento, enfrentaremos a todos los Patriarcas.
Cerca de donde platicaban los Arcángeles, Thor y Libra también se alistaban
para ir a Aztlán, al día siguiente pelearían contra su abuelo, ambos recordaban que
la última vez que se vieron les había pateado el trasero con una facilidad
vergonzosa, esta vez la pelea sería a muerte, Isis los despedía junto con Ganesh, se
veía molesta.
–¿Listo Brach? – preguntó Donnar a su hermano menor.
–Listo – respondió el protector del séptimo Círculo del Zodiaco.
–No es justo que me dejen aquí... – protestaba Isis –. ¡Yo debería ir con
ustedes!
–Te necesitan aquí, Nef – le explicó Libra –, es importante salvaguardar la vida
de Rhiannon, su espada no puede caer en las manos de Loki.
–¡Por favor, Brach! – Isis explotó, estaba harta de que siempre la relegaban –.
Hay los suficientes guerreros vigilando este lugar, me están tratando como una
carga que no puede ayudar, la mayoría de las chicas han realizado grandes
hazañas, Sedna, Athena, Pariel, Caribdis, incluso la alumna de Lady Madeleine
capturó a Cerberus, a mí sólo me tienen entrenando a las tropas y encerrada aquí,
eso no es justo...
–Todos tenemos un papel que cumplir en esta guerra, Nef. – El Dios del Rayo
trataba de calmar a la Juez del Este del Quinto Distrito, ella estaba acostumbrada a
ser una protagonista y en la rebelión era sólo un soldado más –. El tuyo ya vendrá,
por lo pronto hay que obedecer las órdenes de Cross y tú te quedarás con Ganesh a
cuidar a Rhiannon.
–Está bien – después de su rabieta Isis se calmó, sabía que nada podía hacer
para remediar su situación –, tengan cuidado.
El avión de Argento Riazor volaba rumbo a las montañas del Tercer Distrito, el
nuevo presidente del Consejo de Gobierno, Renns Hobbs en persona, le había
pedido su ayuda, en esos momentos que estaba prácticamente acorralado esa visita
era una bocanada de oxígeno, el FILO Divino controlador del hielo ignoraba que la
persona que lo visitó no era más que un clon de Arne.
Pensaba que con el apoyo del Cinturón de nuevo estaba en la jugada, Cross
fue un estúpido al entrar a asesinar a dos de sus miembros más importantes a
sangre fría, eso al final redituó a favor del Patriarca de los Riazor.
A partir de ese momento sus movimientos debían ser muy cuidadosos, no
confiaba en Rave Isa, estaba seguro que aún trabajaba para su hermano y sólo lo
querían utilizar a él, una vez que tuviera el control del Cinturón todo cambiaría.
Sabía que el área media de la Ciudadela estaba sitiada por los rebeldes, el
grupo comandado por Cross y Arlés no iba a permitir que nuevamente les quitaran el
control de los distritos exteriores de Arcadia y de la zona militar de la Ciudadela, él
sería quien le diera el peso a la balanza a favor del área media.
En cuanto entraron a la zona boscosa del Tercer Distrito el piloto recibió la
señal de Fenrir y Cross que esperaban en el bosque, el disparo de energía pura era
inequívoco, de un golpe dañó los controles del helicóptero y después lo dirigió contra
el suelo, en ese momento Odín se dio cuenta que era una trampa pero ya era
demasiado tarde, el vehículo se estrelló.
El patriarca de la familia Riazor salió del aparato en llamas sin ningún rasguño,
su elegante traje también estaba impecable, Odín pensó que estaba viviendo un
deja vu, frente a él observó a sus dos protegidos más valiosos: Cross y Arlés, por fin
había llegado el día en que las personas que más lo odiaban en el mundo pelearían
por obtener su venganza, Janette Azzán falló, esperaba que ellos también.
Odín estudió a sus contrincantes y no sintió peligro alguno, eran más
peligrosas la Amazona y la Princesa, esos dos chicos probarían en carne propia lo
que era enfrentarse a un FILO Divino, al amo del hielo, al único hombre en el planeta
capaz de sobrevivir al cero absoluto, en ese momento pasó ante sus ojos la película
de su vida en un rápido flashazo, eso lo preocupó.
*****
Argento Riazor, un niño de apenas cinco años de edad, veía con envidia jugar
a sus compañeros, todos ellos eran las estrellas de la escuela, los futuros
gobernantes del país, estaban Hazzart y Michel Yaotl, Elan De Grieff, Etneo Brunn y
Erika Hobbs, pensaba que si su hermano Aureo estudiara en la escuela del Cinturón
seguramente estaría jugando con ellos.
A él, como siempre, lo habían excluido, a pesar de ser el Riazor más
importante de la escuela no estaba a su nivel, ellos eran los herederos de las Casas
más importantes del país, gobernantes de los seis estados de Boleria.
Michel Yaotl sería el gobernador de Levit, la tierra de los paradisíacos jardines
y los desiertos, Elan De Grieff gobernaría Hamal, la tierra de las altas montañas y las
minas de metales preciosos, Etneo Brunn sería el mandamás en Aztlán, la tierra
mítica de los primeros hombres y las grandes lagunas, Hazzart Yaotl se convertiría
en el Presidente de Boleria y finalmente a Erika Hobbs le correspondería el gran
honor de portar una espada suprema.
La escuela del Cinturón de la Ciudadela era un lugar cruel, la discriminación y
el elitismo marcaban el trato que se les daba a los estudiantes, en lo que a intelecto
se refería el pequeño Argento era una luz que opacaba a los demás, sin embargo,
en estrategia siempre era derrotado por el primo de Erika: Olaf Hobbs.
A pesar de su inteligencia superior Argento Riazor siempre era derrotado por
alguien más en todas las disciplinas, muchas veces su mente desvariaba en cosas
que sólo él entendía y que ocupaban la mayor parte de su tiempo.
La amistad con los chiquillos élite era algo que estaba fuera de su alcance,
quizá si su hermano Aureo estuviera ahí otra cosa sería, él siempre se imponía a los
demás y terminaba siendo el líder, pero el menor de los Riazor no era así, a su
temprana edad no le interesaban los juegos ni las amistades, pero sí el poder.
Argento vivía en los departamentos más exclusivos de la escuela del Cinturón y
asistía a las clases más avanzadas, su manejo del elemento aire era excepcional
pero siempre por debajo de la máxima controladora del viento: Erika Hobbs.
Argento Riazor rara vez se metía en problemas o peleas, era un solitario, su
única compañera era su mente superior, con ella no necesitaba a nadie más, sin
embargo, había crecido con la idea que se les inculcaba a todos los pequeños
miembros de los grandes Clanes: ser el mejor por encima de todos o vivir en el
olvido como un pobre diablo más.
En las principales ramas familiares de las casas Yaotl, De Grieff, Riazor, Brunn,
Hobbs y Shmuel, la grandeza no era algo que los enorgulleciera, era una obligación,
desde niños se les inculcaba su deber de dejar su nombre escrito en la historia del
país, cada generación era tan importante como la que le precedía y debían dejar
constancia de su paso por este mundo, en caso contrario eran considerados una
vergüenza y un fracaso.
Era un hecho que Aureo sería un hombre que haría historia, todos lo decían,
en cambio nadie prestaba atención a la sombra, al niño que había nacido después
del primogénito y el que por añadidura no importaba.
Aureo lo tendría todo: la Gubernatura de su estado, el Patriarcado de su familia
y por supuesto, a la espada suprema Abigael, "la espada azul", arma perteneciente a
los Riazor por generaciones.
Mientras veía a sus compañeros jugar, el balón con el que se divertían cayó a
los pies del pequeño Argento, Etneo Brunn le gritó:
–¡Hey cerebrito... devuelve el balón!
Etneo Brunn era un presumido, siempre lo molestaba diciéndole que era un
Riazor de segunda, no le hizo caso y siguió en sus pensamientos, el futuro patriarca
de los Brunn le volvió a gritar.
–¡Vamos idiota! Sé bien que me escuchaste, lánzame el balón.
Argento Riazor con su poder sobre el aire le lanzó el balón a Etneo, cuando
éste lo iba a recibir el balón explotó, lo que arrancó una sonora exclamación de
sorpresa del miembro del Clan Brunn.
Todos empezaron a reír, Michel y Elan imitaban la pose del miembro del Clan
Brunn agitando las manos a la altura del pecho, un poco encorvado y con la pierna
izquierda levantada. Etneo Brunn furioso se lanzó en contra de Argento quien lo
recibió a golpes.
Erika y Hazzart separaron a los rijosos, Argento ya sangraba por la nariz y
Etneo se revolvía como un animal en los brazos del Yaotl pero le fue imposible
soltarse, sólo le quedó insultar a quien lo había humillado.
–¡Maldito nerd! Por eso eres un Riazor de segunda, no vales nada...
Argento ya se había tranquilizado, Erika Hobbs ya no necesitaba sostenerlo, se
limpiaba la sangre con la manga de la camisa.
–¡No soy un Riazor de segunda! – se defendió casi al borde del llanto –. Mi
sangre es pura, soy miembro de la principal rama de la familia.
–Eres un segundón. – Etneo ya había dejado de pelear contra el agarre de
Hazzart, ahora se divertía haciendo enojar al pequeño Argento –. A tu hermano le
espera la grandeza, a ti rascarle la espalda.
A pesar de que Argento sabía que las palabreas de aquel molesto niño sólo
eran para increparlo, no logró contenerse y le respondía como si su vida dependiera
de ello:
–¡Vete al diablo! Yo no le sirvo a nadie.
–Aún no, pero le servirás – Etneo disfrutaba ver la turbación de ese chiquillo que
se creía el más inteligente de la escuela –, ese es tu destino, no sé ni qué haces
aquí, todos nosotros seremos los pilares del país y de nuestras familias, tú no eres
nadie.
–Soy mucho más inteligente que tú, estoy muchos grados académicos por
encima de ti, de alguna forma cuando crezcamos también seré tu superior...
–No hay manera, idiota, tu súper intelecto lo utilizaré para que me hagas un
buen café, te expulso de este lugar, aquí sólo podemos estar los futuros FILOS
Divinos...
–No puedes expulsarme de ningún lado...
–Ya lo he hecho, a partir de hoy eres invisible, como lo serás el resto de tu vida,
no existes.
–¡Sí existo y estoy aquí! Hay una espada divina más que no pertenece a
ninguna familia, se llama Valhalla y será mía.
–Estás equivocado, así como no puedes portar a Abigael porque no controlas el
elemento agua, no puedes tener a Valhalla porque no controlas el hielo, deberías
saberlo, sinceramente eres un genio muy mediocre...
–¡Come mierda, Etneo!
Argento se fue llorando del patio, esa era su vida, siempre menospreciado, en
Riazor su hermano mayor era peor, no sólo lo minimizaba, le hablaba con desprecio
y lo trataba como a un sirviente, eso se terminaría.
La discusión con Etneo Brunn cambiaría su vida por completo, aceptó la
expulsión del patio de juegos, se juró a sí mismo que cuando volviera a pisar ese
lugar sería como el portador de la espada suprema Valhalla.

Pasaron los años, Argento Riazor caminaba por la tundra de su estado rumbo
al paraje de Beocia, ya había terminado su instrucción académica desde hacía
cuatro años, después, dedicó todo su tiempo al estudio de la historia y de las
ciencias prohibidas.
Argento era un científico nato, un creador, canalizó su potencial al estudio de
las fuerzas elementales así como de la transmutación de energía y de las sombras,
le interesaba mucho la clonación.
Cuando se dio cuenta que ya no podría aprender nada más en la escuela del
Cinturón, no lo que a él le interesaba al menos, decidió irse a seguir su investigación
a otros lugares.
No le avisó a nadie, él solo encontró el paraje de Beocia y se internó en ese
inhóspito terreno, no había recorrido ni medio kilómetro cuando los salvajes animales
que habitaban ese lugar lo atacaron, un lobo gigantesco mitad blanco y mitad negro
así como un dragón de armadura blanca intentaron comérselo.
Argento Riazor nunca pensó en retroceder o en huir, arrojó a un lado su
mochila y apoyándose en su capacidad de manejar el viento enfrentó a esas
temibles bestias.

Cuando Argento Riazor abrió los ojos se encontraba acostado en una cómoda
cama, trató de levantarse pero no pudo hacerlo, no podía ni moverse, trató de ubicar
en dónde se encontraba pero no reconocía el lugar, la poca luz que había en la
habitación tampoco lo ayudaba mucho, empezó a gritar exigiendo que lo liberaran.
A los cinco minutos llegó con él un anciano, encendió la luz de la habitación y
lo observó con severidad, le pidió que se comportara.
–No es de buena educación gritar de esa manera en la casa de quien le salvó la
vida, joven.
–¿En dónde estoy? – preguntó Argento Riazor sin hacer caso del regaño del
anciano –. ¿Por qué me tiene inmovilizado?
–¿A dónde se dirigía?
–A la biblioteca oculta en el paraje de Beocia.
–Este es el lugar, felicidades, logró llegar con vida, pocas personas pueden
decir eso, se enfrentó a dos bestias muy poderosas, de milagro está vivo, sus
heridas están sanando, lo inmovilizó su combate, no yo, en unos días podrá
moverse.
–¿Quién es usted? – preguntó un más tranquilo Argento al percatarse que
efectivamente, no estaba atado ni inmovilizado, simplemente sus músculos estaban
atrofiados.
–El guardián de este lugar – comentó el anciano mientras le ponía unas
compresas calientes a su inesperado visitante en todo el cuerpo.
–Darius Rashad...
–Veo que no viene a ciegas, joven, eso es bueno... ¿qué es lo que busca en
este lugar que no puede encontrar un distinguido miembro de la familia Riazor en las
otras grandes bibliotecas del país?
–Libros prohibidos...
–Tengo muchos de esos, más de los que puedes leer en una vida, tendrás que
ser más específico...
–Libros de historia en donde pueda estudiar a todos los guerreros élite del
país...
–Esos libros los encuentras en las bibliotecas de los Caballeros Fantasmas o
del Tloque Nahuaque. Tú deberías tener acceso a ellas.
–No quiero que nadie sepa lo que investigo.
–¿Es todo lo que necesitas?
–No, también necesito investigar los libros de transmutación, los de biología y
genética, así como los de las características de las sombras.
–Demasiado para una persona, no podrás con esos libros.
–Ese es mi problema.
–Me temo que no, muchacho, si quieres ver mis libros tendrás que darme tus
razones.
–No son tus libros, son del país, como miembro distinguido de mi familia tengo
derecho a ellos, no puedes evitar que los estudie.
–Tienes razón, espero que encuentres lo que buscas, mi biblioteca se encuentra
en el subsuelo y es del tamaño de una ciudad pequeña, puedes pasarte toda tu vida
buscando y no encontrarás lo que deseas, yo conozco hasta el color del polvo de
cada libro, sin mi ayuda te irás sin nada.
–Argento Riazor observó detenidamente al viejo bibliotecario, se veía amable, él
ya había escuchado que la biblioteca de Beocia era gigantesca, necesitaba la ayuda
de ese hombre, se sinceró con él.
–Está bien, le diré mis intenciones, necesito conocimiento para obtener la
espada suprema Valhalla.
–Finalmente un Riazor busca la espada que les pertenece... – comentó el
bibliotecario.
–Eso fue hace cientos de años, en épocas ya olvidadas, ahora la espada
suprema de mi familia es Abigael – lo corrigió el joven Argento.
–Realmente te falta conocimiento, muchacho, pero vamos a dejar eso de lado
por el momento, aquí lo importante es informarte que "la espada blanca" está fuera
de tu alcance, necesitas controlar el hielo para ser su portador.
Argento Riazor sonrió.
–Por eso necesito sus libros...
–Eres un Riazor de primera línea, tú futuro está asegurado... ¿por qué quieres a
Valhalla?
–Porque quiero el poder, pero sobre todo deseo restregársela en el rostro a mi
hermano, voy a pelearle el Patriarcado de mi familia...
–¿Irás en contra de Aureo Riazor? – preguntó interesado Darius Rashad.
–Así es...
–Me convenciste, no entiendo lo que quieres hacer ni creo que lo consigas, pero
mi biblioteca está a tu disposición.

Argento Riazor se quedó tres años en Beocia, estudió día y noche los libros
prohibidos, estableció su laboratorio en los linderos fuera del paraje, experimentó
primero con animales y después con personas, nada le importaba, sólo realizar su
objetivo.
Creó en su laboratorio los aparatos que necesitaba para sus experimentos,
todo lo que necesitaba lo importó del extranjero a través de terceros, las máquinas
que necesitaba no existían más que en su mente, él tuvo que construirlas, su mayor
logro era una plancha metálica capaz de drenar el poder, estaba hecha a base de
agujas, necesitaba incrustar el dominio sobre el hielo hasta la médula de sus
huesos.
Cuando finalmente se sintió listo se fue en busca de los dos guerreros que
necesitaba, los que le darían el poder máximo sobre el hielo, el primero de ellos era
un hombre que vivía en Ishtar, un desconocido en la actualidad, un guerrero
conocido en esos viejos libros como Sir Aquiles.
El joven Riazor contrató a más de doscientas personas para seguir a su
objetivo, prácticamente todas las personas que rodeaban a su blanco eran sus
espías, el hombre llevaba una vida común y corriente, como cualquier persona, tenía
un empleo muy bien remunerado y una familia, imposible ubicarlo como un poderoso
guerrero a menos que alguien como Argento hubiera investigado su identidad en los
libros prohibidos.
Después de seguirlo y aprender su rutina, en un par de semanas logró
emboscarlo y auxiliándose de un potente veneno artificial de su propia invención
consiguió capturarlo.
El siguiente objetivo del joven Argento fue todavía más difícil de capturar que el
primero, ni que hablar de las implicaciones morales que eso conllevaba, se trataba
de su padre y actual Patriarca de la familia Riazor: Cúper Riazor, el máximo
controlador del hielo del país. Argento necesitaba el poder de su progenitor sobre el
hielo y sobre todo su capacidad para manejar la llamada estrella polar.
Si deseaba capturar a su padre, Argento requería ayuda, para poder
secuestrarlo necesitaba sacarlo del palacio de gobierno, no era como Sir Aquiles
que vivía en Ishtar, Cúper Riazor era una importante figura pública, el máximo
guerrero y más importante de su Clan, casi imposible de atrapar, casi... Por el
momento Argento dejó de lado la captura del Patriarca de su Clan, ya lo atraparía
cuando necesitara de él.
Finalmente el mismo Gorthys le fue cedido a Argento por Darius para que
experimentara con él, ya tenía todos los elementos, sólo le faltaba que sus cálculos
fueran correctos para alcanzar el poder máximo del hielo, su sangre era la de un
Riazor de raza pura, tenía las células heladas en su cuerpo, sólo había que
activarlas, para eso estaban sus huéspedes obligados.
Argento empezó experimentando en Sir Aquiles, no sabía cuánto tiempo lo iba
a poder contener hasta que el veneno y los experimentos destrozaran su cuerpo por
completo, el poder de ese hombre era único, era incapaz de morir, su cuerpo por sí
solo se adaptaba a cualquier ataque.
Clonó una y otra vez el cuerpo de Sir Aquiles, tardó año y medio antes de
destrozar por completo al guerrero, cuando finalmente la piltrafa de esqueleto que
quedaba de él ya no le servía de nada, se enfrentó a un gran dilema, no podía
arriesgarse a que se volviera a regenerar, Darius Rashad había sido muy claro con
eso, Sir Aquiles era muy peligroso, le recomendó encarecidamente que en cuanto
tuviera la oportunidad desintegrara por completo su cuerpo.
Al joven Riazor le costó trabajo decidir, estaba maravillado con el cuerpo de
ese hombre y los gigantescos avances que había logrado en sus investigaciones, se
vio tentado a dejarlo encerrado y esperar a que se regenerara, al final ganó su
ambición y no se deshizo de él, en cuanto Sir Aquiles recuperó un poco de su poder,
huyó.
Con su padre el tratamiento sería diferente, lo tendría todo el tiempo drogado
extrayéndole su poder, él completaría la última fase de su plan para ser el amo de
los hielos. Argento jamás vio a Cúper como su padre, era un imbécil más como
todos los otros que lo minimizaba, peor aún, se avergonzaba de él porque no podía
controlar el hielo y además no tenía un poder especial, para el Patriarca de los
Riazor el intelecto superior de su hijo no era algo para sentirse orgulloso, ya le
demostraría Argento su gran error.
Gorthys fue un paciente conejillo de indias, cuando Argento obtuvo lo que
quería de él lo dejó ir, Darius Rashad no debía enterarse más de lo necesario de sus
experimentos. El cuerpo de Gorthys le servía para experimentar la intensidad con la
que debería manejar sus aparatos en su persona.
Por fin llegó el día, su poder sería drenado y adquiriría parte de las habilidades
de Sir Aquiles, se acostó sobre la plancha de metal, apretó los dientes y soportó el
dolor.
Fueron meses de tortura pero los aguantó, las agujas metálicas se le
encajaban en los músculos, en los nervios y hasta en los mismos huesos, bloqueó
por completo sus emociones, el dolor era algo indescriptible pero tuvo que
aguantarlo, no podía esposarse porque debía verificar que todo estuviera bien, su
único grillete era su fuerza de voluntad.
Las agujas en su cabeza eran una cuestión aparte, el dolor en el cerebro no
tenía comparación con ningún otro y Argento no sólo debía soportarlo, debía estar
consciente y al pendiente de sus máquinas y medidores para que todo fuera bien.
Después de seis meses de tortura finalmente lo había logrado, era un
recipiente vacío y completamente moldeable, entonces pasó a la siguiente etapa de
su plan. De nuevo solicitó la ayuda de Darius Rashad quien otra vez envió a su
ayudante Gorthys para que auxiliara al joven inventor.
Cúper tenía una gran afición por el montañismo, le encantaba escalar los
grandes picos helados de Riazor, era un gran alpinista al que nadie podía seguirle el
ritmo. Argento esperó con infinita paciencia a que su padre se fuera a escalar y
entonces, cuando estuvo completamente solo, con la ayuda de Gorthys capturó al
Patriarca.
El procedimiento ya le era conocido y lo aplicó de inmediato, primero adquirió
para sí el poder de su padre de controlar el hielo cristal, poderoso elemento tan duro
como el diamante, su piel de por sí resistente se volvió impenetrable, después robó
el poder de la estrella polar, el dolor fue todavía más intenso que el sufrido en la
plancha de metal pero su cerebro ya estaba acostumbrado, lo soportó todo.
La energía de su nueva piel impenetrable así como su dominio sobre la estrella
polar combinada con sus células Riazor le dieron el poder del máximo controlador
del hielo. Una vez que Argento tuvo éxito, Cúper Riazor vio cumplido su deseo de
morir y descansar de semanas de tortura.
Argento Riazor entonces se preparó para la siguiente etapa de su plan, la
principal, cerró su laboratorio, lugar que sería su segunda casa y en donde en el
futuro experimentaría con muchos guerreros, sólo dos sobrevivirían a sus mortales
máquinas, su hermano Aeris y el hijo de éste: Dorian.
Argento se dirigió entonces a la residencia de su familia en Lacerta, tenía el
tiempo encima, la entrega de las armas supremas se realizaría en unos días,
necesitaba el mapa de la ubicación de Valhalla, "la espada blanca", ahí se encontró
con su hermano, Aureo.
–Finalmente te apareces... – le reclamó el primogénito de su familia –. Llevas
años desaparecido y sin informar a nadie de tu paradero.
–¿Y a ti qué diablos te importa en dónde me encuentre? – le espetó Argento.
–Me importa si estás pactando con mi enemigo, podrás haber ocultado los
rastros de en dónde has estado, pero no puedes esconderte de mí.
–Si ya sabes dónde he estado no me reclames mi silencio, lo de Darius Rashad
no es de tu incumbencia.
–Ten cuidado, Argento – le advirtió amenazante Aureo a su hermano menor –,
no quieres tenerme de enemigo.
–En eso estamos de acuerdo, lo mismo te digo.
–Puedo patearte el trasero cuando quiera...
–Si no te temía cuando éramos niños menos ahora – le espetó Argento a su
hermano –. Podemos poner a prueba nuestro poder cuando quieras...
En ese momento Aureo desapareció, era solamente una ilusión, la habitación
en la que realmente se encontraba se empezó a congelar, con su poder sobre el
agua contrarrestó el hielo, la puerta de la entrada salió volando por la presión del
líquido vital, del otro lado de la puerta estaba Argento recargado contra la pared, con
las piernas cruzadas y las manos en los bolsillos en una pose por demás arrogante.
–Te dije que no soy el mismo, hermano, tu poder psíquico no sirve conmigo, fue
lo primero que aprendí a bloquear, si quieres vencerme tendrá que ser con el
elemento agua.
–Veo que tuviste éxito en tu loco deseo de controlar el hielo. ¿A qué viniste?
–Por la ubicación de Valhalla.
–Morirás al obtenerla.
–Ese es mi problema, mejor para ti si muero, sólo te pido una cosa, no influyas
en el Consejo de Familia de los Riazor o uno de los dos perderá la vida.
Argento compareció ante el Consejo de Familia de los Riazor, solicitó la
ubicación de la espada suprema Valhalla, fue cuestionado por los integrantes del
Consejo.
–¿Por qué quieres obtener "la espada blanca"? – le preguntó uno de sus
familiares.
–Por la gloria de nuestra familia – respondió Argento con toda seguridad.
–Pero tú no puedes portarla – le indicó otro familiar –, sólo un controlador de la
energía elemental hielo puede, tú manejas el viento.
Argento les mostró su control sobre el hielo, era superior al de todos los
presentes juntos. El presidente del Consejo era su padre pero no había asistido,
llevaba mucho tiempo desaparecido, el segundo al mando lo interrogó.
–Impresionante lo que has mostrado, no voy a preguntar cómo lo conseguiste,
eso es asunto tuyo, lo que sí debemos saber es ¿qué piensas hacer una vez que
obtengas a Valhalla?
–Si sobrevivo a la prueba voy a buscar el Patriarcado de la familia.
–Ese derecho le corresponde a tu hermano.
–Le corresponde porque será el portador de Abigael, "la espada azul", pero al
ser yo también un FILO Divino tengo derecho al cargo, Aureo será el Gobernador y
yo el Patriarca.
–Es justo, hablaremos de ello si obtienes la espada...
Argento logró obtener la ubicación de Valhalla, como lo suponía se encontraba
en la parte más fría de la tundra de Riazor, se preparó para partir pero antes pasó a
ver a su madre. La encontró en su habitación.
–¿Puedo pasar?
–Adelante hijo – la madre de Argento Riazor sonreía a su hijo, estaba orgullosa
de él.
–¿Aún no hay noticias de papá? – preguntó hipócritamente.
–No, lo cual es una suerte para ti – le dijo su madre con una sonrisa de
complicidad –, bien sabes que él no estaría de acuerdo con tu decisión.
Argento hizo una mueca de molestia, siempre había sido lo mismo con su
padre, sólo tenía ojos para su primogénito, sin embargo, su madre lo apoyaba a él.
–Pero tú votaste a mi favor...
–Yo tengo mis propias opiniones, estoy segura que si te negábamos la
ubicación de Valhalla tú la habrías encontrado, lo que hiciste con tu energía es algo
inaudito, no existen los imposibles para ti, sólo quiero que recuerdes que tu vida es
más valiosa que una espada, suerte, hijo, y por favor, cuídate.
–Los guantes.
–Es verdad, en seguida te los doy...
Argento recibió los dos guantes blancos de manos de su madre, al ser un
Riazor el último portador de Valhalla ellos conservaban el complemento que le
permitía al máximo controlador del hielo portar "la espada blanca" sin ser absorbido
por su poder.
El futuro guerrero Odín se despidió de su madre y se encaminó a su destino,
llegó a la parte más alta del monte conocido como Edda, ahí encontró una entrada,
la puerta hacia la muerte.
El joven Riazor empezó su camino descendente, conforme más bajaba el frío
era más intenso, de poco le sirvió la armadura robada de su padre, su cuerpo estaba
completamente entumido, sus articulaciones no le respondían, sentía que en
cualquier momento al avanzar su pierna se rompería y con ella todo su cuerpo.
Pero siguió avanzando, para entonces el dolor ya no significaba nada para él,
podía soportar mil veces lo que sufrió en su laboratorio, su cerebro estaba preparado
para todo, la preocupación que tenía era por su cuerpo.
Después de horas de descenso la vio, un resplandor blanco iluminaba a
Valhalla, la espada era realmente hermosa, hipnotizado se olvidó del frío y se acercó
a ella, estaba a punto de entrar en la esfera inmaterial luminiscente que la rodeaba
cuando una garra gigantesca se cernió sobre su garganta.
Odín despertó de su letargo, conocía a la bestia, era el dragón blanco con el
que había combatido cuando llegó por primera vez al paraje de Beocia, una vez más
Darius Rashad lo estaba salvando.
Se colocó los guantes de poder y la luz de la esfera que rodeaba a Valhala bajó
su intensidad, era una protección helada del cero absoluto, si Odín hubiera
ingresado el movimiento de sus células se habría detenido y él hubiera muerto.
Gracias a los guantes de poder el nivel de congelamiento era letal pero
superable, ahora todo dependía de su capacidad para soportar el dolor, debía estar
consciente, tomar la espada y reclamarla, un metro lo separaba de su sueño, de su
objetivo principal, pero también de la vida o la muerte.
La mano derecha ingresó a la luz, inmediatamente se congeló, la punzada que
sintió le dio un nuevo significado a la palabra dolor, el cuerpo de Argento se tensó
por completo, sus ojos se congelaron desde adentro.
Había perdido el sentido de la vista, ahora debía actuar con más prudencia, la
espada estaba en línea recta, no debía desviarse, avanzó unos centímetros más, el
dolor aumentó, Argento lamentó que no fuera el sentido del tacto el que hubiera
perdido.
Siguió adentrando su mano, de repente escuchó un rugido del dragón de hielo,
se detuvo unos instantes, estaba seguro que algo había sucedido, pero no podía
detenerse a pensar mucho en ello, estaba muriendo.
Comenzó a mover la mano a su derecha hasta que escuchó otro rugido, volvió
a regresar la mano hasta que oyó un leve gruñido, entonces entendió que se había
desviado y la bestia lo estaba alertando.
Rogó a los Dioses que su sentido del oído fuera el último en desaparecer pero
no lo escucharon, él tampoco volvió a escuchar, un intenso dolor lo atacó en el
tímpano, la punzada fue tan intensa que se arqueó por el golpe de frío y perdió por
completo la orientación de donde se encontraba la espada.
No tenía tiempo para desperdiciar, empezó a gritar y mover la mano, entonces
sintió el frío en la garganta, un frío distinto, que no venía de su interior, el dragón lo
estaba guiando nuevamente.
Argento empezó a gritar otra vez hasta que lo calló otra ráfaga helada, sus
cuerdas vocales quedaron destrozadas pero no le importó, seguía en el camino
indicado.
Cuando el frío le llegó a la garganta sitió que estacas heladas le salían del
cuello, pero él siguió avanzando, inmediatamente después colapsó su sentido del
olfato, estaba a un paso de la muerte, ya ni siquiera sentía cómo el dragón blanco
con su energía psíquica lo ayudaba, controlaba la teletransportación, cada que
Argento desviaba la mano la bestia lo teletransportaba a la dirección correcta.
Por fin todo terminó, ya no pudo seguir avanzando, no sentía nada, falló, se
dejó llevar por el dulce sueño de la muerte, su cuerpo se quedó de pie, rígido,
estático, el frío inexorablemente lo había consumido por completo.
Mientras se dejaba llevar a su muerte, Argento Riazor tuvo un momento de
lucidez, pensó para sí mismo: ¿lo habré logrado? Concentró toda su energía en la
mano derecha, el poder de la estrella polar que se había negado a utilizar para
protegerse cubrió su extremidad unos segundos, suficientes para que los dedos de
su mano que no avanzaba más porque había alcanzado su objetivo se cernieran
sobre la empuñadura de la espada blanca, la esfera luminosa desapareció.
En ese momento la sangre volvió a correr por el cuerpo de Argento, sus ojos se
descongelaron, se tornaron azul brillante y el símbolo de su guante derecho apareció
en lugar de su pupila, de igual forma en su cuello surgió el tatuaje del símbolo de su
mano izquierda, su cuerpo se cubrió de una armadura del mítico hielo azul, el más
poderoso de todos.
El adolescente había alcanzado su objetivo, después de muchos años otro
Riazor finalmente volvía a portar a Valhalla, "la espada blanca". Argento se convirtió
en un semidiós.
Después de lograr su proeza, Argento Riazor regresó a la capital Lacerta con la
espada, fue recibido como un héroe, pensaba regresar de inmediato a la escuela del
Cinturón, por fin pisaría el patio que le estuvo vedado por casi quince años.
El padre de Argento sería declarado muerto una semana después, la
infructuosa búsqueda de su cuerpo era inútil después de tanto tiempo, el Consejo de
Familia aceptaría la propuesta del segundo hijo de Cúper y lo nombraron su sucesor
como Patriarca familiar.
Aureo y Argento estuvieron a punto de llegar a los golpes, el futuro gobernador
culpaba al futuro patriarca de matar a su padre, el amo del hielo azul lo negó todo,
gracias a la intervención de su madre se evitó una tragedia.

De regreso a su escuela en la zona del Cinturón, Argento se aseguró que sus


antiguos compañeros élite estuvieran reunidos en el patio trasero del edifico de los
departamentos de lujo donde vivían y donde de niños solían jugar.
Disfrutaban de una parrillada, era el día siguiente de su graduación, Elan y
Michel ya habían resuelto sus diferencias y volvían a ser los mejores amigos,
decidieron aceptar la invitación a la parrillada para ahí empezar su juerga de
reconciliación de varios días.
Todo era celebración y risas, no novias, no amigos, no había nadie más que los
futuros portadores de las espadas supremas disfrutando de un buen rato de
camaradería, entonces, a Etneo se le ocurrió preguntar:
–Esto está muy bien, pero... ¿quién lo organizó?
Todos se voltearon a ver, nadie se podía atribuir esa culpa, hasta que por la
entrada trasera del edificio se escuchó una voz.
–Yo lo organicé, es mi forma de felicitarlos por el futuro glorioso que les espera.
Argento Riazor sonriente se acercó a ellos con las manos a la espalda, todos le
aplaudieron y le agradecieron el detalle, Etneo Brunn se acercó a él y le ofreció la
mano.
–Gracias, amigo, llevas mucho tiempo desaparecido, no me diste la oportunidad
de disculparme por ser un cretino contigo, éramos niños y no sabía lo que decía,
este es tu lugar y todos te respetamos como lo que eres, un Riazor de primera línea
y el más inteligente de nosotros.
Todos apoyaron a Etneo, el joven Brunn seguía con su mano extendida hacia
Argento, éste se la estrechó, cuando todos vieron su guante blanco se quedaron sin
habla, después de unos segundos que parecieron una eternidad finalmente Erika
Hobbs pudo preguntar.
–¿Es eso lo que todos pensamos, Argento, o es una más de tus bromas que
nadie entiende?
–Es lo que todos piensan, Erika, soy un FILO Divino – contestó un orgulloso
Argento.
–¿Pero cómo...? – La miembro del Clan Hobbs estaba perpleja –. Tú manejas el
viento, el portador de Valhalla es el máximo controlador del...
–Hielo –Argento interrumpió a Erika.
En ese momento todo el patio se cubrió de nieve así como la fachada del
edificio de departamentos, al centro del patio en hielo cristal se formaron los escudos
de las seis principales familias.
–Me juré a mí mismo que no volvería a pisar este lugar hasta que estuviera a su
nivel, quince años después lo he logrado...
Todos felicitaron a Argento, se había ganado a esfuerzo y sangre su lugar entre
los máximos guerreros del país, en ese momento todos lo respetaron y lo trataron
como uno más de ese selecto y reducido grupo de amigos.
La tarde se fue entre bebida y bromas, Hazzart molestaba a su primo
diciéndole que él había dado el discurso de graduación sólo porque Argento se
marchó antes, el controlador del hielo azul se sintió bien consigo mismo, pensó que
toda su vida debió ser así.
Algunos días después a Argento le otorgaron de manera oficial al igual que a
sus demás compañeros su espada suprema, junto con Valhalla, "la espada blanca",
le fue otorgado el nombre por el que sería conocido en los círculos de guerreros a
partir de ese momento: Odín.

Un par de meses después de su ascensión como FILO Divino, Argento Riazor


celebraba con quien había hecho posible su sueño: Darius Rashad, los excesivos
elogios y agradecimientos al viejo guardia de la biblioteca oculta le parecían pocos,
todo se lo debía a él.
–En serio, Darius, te agradezco lo que hiciste, ahora soy Odín gracias a ti.
–No es nada, muchacho, yo sólo te ayudé, el mérito es tuyo...
–No es cierto, desde ahora soy tu incondicional, cualquier cosa que necesites
dímelo, el poder político que ahora tengo es ilimitado, no hay imposibles para mí.
–De hecho hay algo en lo que me puedes auxiliar, muchacho, toda mi vida he
buscado a alguien como tú para que me ayudara.
–Dalo por hecho, amigo... ¿qué necesitas?
Darius Rashad le contó sus planes a Odín, cuando terminó, una explosión
helada destruyó el lugar en el que se encontraban, Argento Riazor tenía maniatado
al viejo, lo tomó por sorpresa, sus ojos ya se habían tornado azul brillante, el símbolo
de diez puntos había sustituido a su pupila y el tatuaje representativo del hielo azul
adornaba el lado izquierdo de su cuello.
El viejo bibliotecario estaba acorralado, bastaba un movimiento de la mano de
ese chico para que su vida terminara, el rostro de Odín reflejaba la furia, en sus fríos
ojos se veía que pensaba asesinarlo.
–Desgraciado viejo traidor, debería matarte en este momento...
–Hazlo – Darius Rashad retaba sin temor a Odín a pesar de estar a punto de
perder la vida –, maldito malagradecido.
–El amor por mi patria es lo primero, lo que tú intentas hacer es traición a
Boleria.
–Cuestión de enfoques, yo digo que la estoy salvando.
–Un Riazor siempre paga sus deudas, porque me ayudaste, me salvaste la vida
y me auxiliaste a obtener a Valhalla no te voy a matar ahora, te perdonaré tu maldita
vida, pero ya no te debo nada...
–Haz lo que quieras...
–¡Dilo! Di que estamos a mano y no te debo nada.
–Lo que hice por ti lo hice desinteresadamente, nunca sentí que me debieras
nada y nada me debes, Valhalla es tuya por derecho propio, me preguntaste si
podías hacer algo por mí y yo te pedí algo, eso es todo, puedes marcharte, nada te
pasará hasta que dejes Beocia, pero has de saber que a partir de ahora tienes un
enemigo en mí, ya en un futuro ajustaremos cuentas, si vuelves a poner un pie en mi
paraje morirás.
–Lo mismo te digo, además, este no es tu paraje, la biblioteca pertenece a la
nación, esa que tú intentas destruir, vendré cuando me dé la gana...
–Te reto a que lo hagas, niño, podrás decir lo que quieras, pero nunca
regresarás.
Argento Riazor abandonó Beocia, una gigantesca esfera luminosa lo rodeaba
mientras recorría el paraje, las bestias que habitaban el lugar le rugían pero ninguna
lo atacó, sabían que quien entrara en ese perímetro se congelaría y moriría.
En los límites del paraje, Odín se encontró con el dragón blanco
teletransportador, una versión monstruosa de Vitra, el futuro dragón de Drakkar, la
bestia agachó la cabeza cuando el FILO Divino se aproximó. Argento acarició la
testa del dragón, había establecido una conexión con ese animal.
–Adiós, amigo, no soy malagradecido pero el viejo está equivocado, cuídalo
mucho y espero que cambie su manera de pensar, quiero que sepas que si algún
día nos enfrentamos no te voy a culpar si me matas.
El grotesco animal se dejó acariciar, reconocía a ese guerrero como su igual en
una batalla, lanzó un gruñido y luego desapareció, una vez que Odín abandonó el
paraje de Beocia empezó a fraguar su plan de defensa de Boleria, para eso
necesitaba refuerzos, a los guerreros más poderosos del país, necesitaba a los
FILOS.
*****
Argento Riazor tenía a sus alumnos estrella de frente, todo su plan se vino
abajo, peor aún, él mismo se desvió de su objetivo y se perdió en sus ambiciones,
sabía que era inútil contar a sus dos protegidos la naturaleza de su plan y el origen
de todo, no le creerían.
No había marcha atrás, la pelea era inevitable, el odio de esos chicos no daba
lugar a reconciliaciones ni a negociación alguna, sintió sincera pena por ambos, en
ese momento se dio cuenta que en verdad los quería como a sus hijos, no deseaba
matarlos. Les hizo una última advertencia:
–Arlés, Cross... ustedes han de pensar que me han tendido una trampa y estoy
acorralado, no es así, los que corren peligro son ustedes, por esta ocasión los dejaré
ir...
–Rechazamos tu oferta, Riazor, no sólo eres nuestro enemigo, también eres un
riesgo para el movimiento, eres el único Patriarca al que no le ofreceremos la
rendición.
–Te entiendo, Arlés, entonces este lugar será la tumba de ustedes dos.
Odín lanzó una ráfaga de hielo que Fenrir destruyó sin ningún problema, o eso
es lo que él pensó, el portador de la espada sagrada Droma empezó a sentir
totalmente entumecidos todos los músculos, volteó a ver a Cross.
–¿Estás bien?
–Mi armadura de energía pura me protege – respondió Cross sacudiéndose el
exceso de hielo en su cuerpo –, Odín tendrá que hacer algo más que eso si nos
quiere derrotar, pero no te confíes, amigo, recuerda lo que nos dijo Danner...
–Lo sé, que empiece la pelea.
Esta vez le correspondió a Fenrir atacar, dos enormes torbellinos de hielo
similares al poder de Caris impactaron a Odín, el portador de Valhalla destruyó los
dos pero ahora era el Patriarca quien sentía sus extremidades entumecidas. Nunca
había sentido un poder semejante, veía a su ex protegido con curiosidad.
–¿Cómo hiciste eso, Arlés?

En la escuela del Tercer Distrito como todos los días, Elektra y Michelle fueron
a comer con Dorian, el portador de Durandal se encontraba en una de las prisiones
del acrílico especial de Ganesh que inhibía sus poderes, de igual forma tenía un
brazalete en la mano izquierda como los que usaban los habitantes convictos del
Quinto Distrito.
Dorian nunca hablaba, simplemente se limitaba a comer, era la única manera
que tenía de hacer que sus amigas se fueran, ambas platicaban con él aunque
nunca recibían respuesta.
–Los gemelos han sobrevivido a su lucha contra los Arcángeles Caídos –
comentaba Michelle –. Lástima que una de las hijas de Aries murió en la pelea, pero
al parecer la otra tenía una relación sentimental con Pol y se ha unido a la causa...
Dorian escuchó el relato que a grandes rasgos Elektra y Michelle le narraron de
la batalla de los gemelos y la muerte de casi la mitad de los miembros del Círculo del
Zodiaco.
Apuró su comida, ni siquiera veía de frente a sus compañeras, no tenía el valor,
en cuanto terminó sus alimentos se quedó estático, como siempre, viendo hacia el
suelo y esperando ansiosamente que se retiraran.
Ya casi para retirarse, Elektra hizo el ultimo comentario, ese que sabían
levantaría de su letargo a Dorian, lo que estaba a punto de escuchar aunque era
cuestión de tiempo no se lo esperaba.
–Dorian, por fin encontramos al señor Riazor, Cross y Arlés fueron a su
encuentro.
Tal y como las chicas se lo esperaban, la reacción de Dorian fue de sorpresa,
se levantó de inmediato y les preguntó a sus compañeras:
–¿Fueron solos?
–Sí – respondió Michelle.
–Entonces ya están muertos.

Caris paseaba con Daniela Malka por la escuela, siempre lo hacían cuando las
chicas iban a comer con Dorian, por lo general platicaban de Cross, Tamiel quería
saberlo todo acerca de su hijo y que mejor que conocerlo a través de los ojos de
quien lo amaba, aunque últimamente ninguna de las chicas se sentía cómoda
hablando de él. En esa ocasión aunque Escorpión era el tema de conversación, su
historia no tenía nada que ver.
–Te ves muy nerviosa, Caris.
–Perdón, señora, es que siempre me pongo así cuando Cross sale a combatir.
–Yo también, pero no podemos cuidarlo todo el tiempo, mi hijo es un guerrero,
hay cosas que debe hacer él solo, enfrentarse a sus demonios es una de ellas...
–Pero Odín es un FILO Divino, yo sentí personalmente su poder, es algo
indescriptible, superior a cualquier cosa, mi padre también era muy poderoso y cayó
ante Budha, cuando dicen que esos tipos se creen dioses la verdad es que no están
del todo errados.
–Conozco bien a casi todos los FILOS Divinos, estudié con ellos, pero te he de
confesar que Argento Riazor es al que menos traté, prácticamente lo conocí el día
que le entregaron su espada suprema, pero hay algo que debes saber, hasta los
dioses caen si estableces la estrategia correcta.
–¿Cómo lo sabe?
–Yo vencí a la anterior Amaterasu.
–¿Usted sola? – Caris veía a Tamiel con escepticismo, no creía que una sola
persona fuera capaz de derrotar a un FILO Divino.
–Aunque no lo creas, tenía que salvar a mi hijo, a Cross, eso me dio fuerza,
aunque al final fracasé.
–Pero logró vencer a un FILO Divino, a uno de la misma generación de los
monstruos que gobiernan Arcadia.
–Lo hice, y sé que mi hijo y Fenrir tendrán éxito, los dos tienen un don muy raro,
independiente de sus poderes, estoy segura que eso hará la diferencia...
–¿Cuál es ese don? – preguntó intrigada Caris, sobre todo por Fenrir, a quien
siempre rodeaba un halo de misterio.
–Sus intelectos, su mente superior los ha llevado a alcanzar un nivel de
conocimiento por encima del de cualquiera...
–No entiendo...
–Te lo explicaré de otra forma. Hay algo llamado técnicas de copiado, se
refieren a la capacidad de un guerrero de absorber el conocimiento de las técnicas
del rival y aprovecharlas en beneficio propio, hay cinco técnicas distintas: elemental,
natural, psíquica, de habilidad y de técnicas de combate.
–Papá manejaba la elemental...
–En efecto, con su técnica de espejo, Tezcatlipoca podía copiar cualquier
técnica elemental y usarla como propia con todas sus variantes, yo tengo la misma
capacidad con la energía psíquica, tu amiga Selene hace lo propio con la energía
natural...
–Igual que Connor...
–No, Brahma adquiere para sí mismo las características y poder de las bestias,
Kwan Yin las reproduce, parece lo mismo pero no lo es, quien tiene la habilidad de
copiado es la portadora de Samsara.
–Cross puede copiar a la perfección cualquier habilidad con la espada con sólo
verla una vez...
–Así es – dijo Tamiel con orgullo –. Pero no sólo hablamos de técnicas con la
espada, puede copiar cualquier habilidad de pelea. Mi niño heredó el talento de
copiado de su madre...
Caris sonrió, Daniela le devolvió el gesto, le encantaba en especial esa niña,
tenía cierta inocencia que la doblegaba, su ser interior superaba su belleza que era
mucho decir, la portadora de Scylla siguió preguntando:
–¿Y la habilidad de técnicas?
–Esa la posee Arlés, ese muchacho es extraordinario, nadie realmente conoce
su poder, lo oculta a la perfección y sólo lo demuestra cuando es absolutamente
necesario, Fenrir puede a través de su poderoso hielo copiar todas las técnicas
elementales que ha visto, no dudaría en decirte que ni Drakkar vio su poder real, el
portador de Droma es tan poderoso como un FILO Divino.

Fenrir no respondió al cuestionamiento de Odín, pero alrededor del FILO Divino


surgieron cuatro clones del portador de Droma, todos lo atacaron al mismo tiempo.
Nuevamente Odín los destruyó a todos sin ningún problema, pero entonces
notó que estaba sangrando del brazo izquierdo, no había hielo alrededor, por lo que
volteó a ver a Cross, se había olvidado por completo de su enemigo más poderoso.
–El que ahora seas un FILO Divino no significa que estás a mi nivel, Cross...
Odín entendió de inmediato que no podría combatir con los dos FILOS al
mismo tiempo, debía neutralizar a uno y sabía perfectamente cómo hacerlo, una
esfera luminiscente se apoderó del espacio ocupado por Cross, congelándolo
inmediatamente.
–Gracias a mi control de la estrella polar, Cross ahora está atrapado en una
prisión del hielo más poderoso – explicó Odín –, el hielo azul, tomando en cuenta su
constitución física y su armadura de energía pura tendrá una media hora de vida, la
prisión sólo desaparecerá si me matas, Arlés, así que empieza a pelear en serio.
Arlés de inmediato descubrió la trampa de Odín, quería que se desesperara
tratando de liberar a Cross, la guerra no sólo era de estrategia sino también
psicológica.
–Si Cross no se libera por sus propios medios no debió venir, por mi parte no
tengo ningún inconveniente en pelear solo, así me siento más cómodo.
–Eres como yo, Arlés.
–Eso ya me lo han dicho, es insultante y pienso cambiarlo...
–No puedes cambiarlo si no lo aceptas primero, no te importan quienes estén a
tu alrededor si logras tu objetivo. Esos chiquillos criminales sólo te sirvieron para
escalar posiciones, nada más.
–Esos chicos son los que van a causar su muerte, señor.
–Te preocupas por unos niños muertos y estás dejando morir a Cross.
–Creo en él, eso es distinto, además, nunca dije que no lo derrotaría en menos
de media hora...
–No tienes oportunidad contra mí, muchacho.
–Lo mismo me dijo Bastián.
–Te concedo eso, lo que hiciste fue algo memorable, pero la diferencia de poder
entre nosotros es abismal...
–Eso lo veremos...
Los ojos de Arlés se tornaron azul claro, juntó el poder de su hielo eterno en
sus manos y una ráfaga tipo eléctrica golpeó a Odín, la velocidad del ataque impidió
que el FILO Divino la esquivara y fue derribado. Argento Riazor se levantó, no ocultó
la emoción que sentía.
–Ya entiendo, tienes la capacidad de copiar las técnicas y tu control del hielo
eterno es ideal para eso, su maleabilidad te da la oportunidad de transformarlo en
cualquier cosa, ese último ataque lo sacaste de un controlador de energía eléctrica,
eres una caja de sorpresas, muchacho, jamás mostraste esa habilidad en mi casa, te
la reservaste sólo para ti... tu poder mental y el de Cross sólo se da con suerte una
vez cada generación, será un honor tenerlos de huéspedes en mi laboratorio...
Dicho lo anterior los ojos de Odín se tornaron azul brillante y atacó a Fenrir con
el mismo tipo de poder, sólo que su hielo superior hizo más daño que el ataque de
su ex protegido. Fenrir se levantó trabajosamente y sangrando...
–Dijo que mi capacidad era muy rara...
–Lo es, yo no la poseo, pero mi hielo superior es elemental y adquiere las
características de otros elementos, además déjame hacerte una revelación, no
solamente tú tienes secretos, niño, yo también tengo los míos y eso incluye que mi
capacidad intelectual es superior a la tuya y la de Cross, soy un científico, ¿sabías
que mi energía elemental de nacimiento era el viento?
Arlés no contestó pero veía sorprendido a su oponente, lo había subestimado,
su cerebro inmediatamente empezó a trabajar en una nueva estrategia. Odín
continuó hablando.
–Aquello que tú puedes crear con tu talento natural yo lo he aprendido en un
laboratorio, si me demuestras que realmente eres tan poderoso como crees verás de
lo que te estoy hablando.
Fenrir dejó de lado su capacidad de copiar el poder de otros, eso no serviría si
el hielo azul de Odín era elemental, notó que la temperatura bajaba y el tiempo
corría, decidió pedir ayuda.
La pupila de sus ojos desapareció y en su lugar se formó el símbolo que lo
distinguía por triplicado, detrás de él apareció su gigantesco lobo y al mismo tiempo
él adquirió para sí las capacidades de su bestia.
El lobo mítico atacó al FILO Divino, la batalla fue despiadada, el lobo Fenrir
tenía una defensa de hielo impenetrable, por lo que los ataques de Odín no lo
afectaban, en cambio, su aliento congelado cortaba gracias a sus colmillos
principales, lo que tocaba su piel se congelaba, sus poderosos embates estaban
haciendo mella en el Patriarca de los Riazor.
Odín se vio forzado a sacar su arma suprema, la majestuosa Valhalla, sus
pupilas desaparecieron y en su lugar se formó el símbolo de su mano derecha, de
igual manera en su cuello surgió el tatuaje de su guante izquierdo, la defensa
congelante del lobo Fenrir no era inmune a una espada suprema y fue herido en
múltiples ocasiones, con la ayuda de "la espada blanca" la pelea se inclinó a favor
de Argento Riazor.
Arlés llamó a su bestia antes de que fuera destruida, el lobo Fenrir se colocó en
posición de ataque al lado de su amo, la espada Colmillo Blanco desapareció de la
mano del FILO número diez, se fundió con la nieve y después apareció en el tobillo
de Odín.
–Ya veo por qué venciste a Bastián – comentó Odín viendo su tobillo –, has
descubierto los secretos de tus armas sagradas, eso no cualquier FILO puede
lograrlo, pero yo también los conozco, sé cómo actúa la cadena blanca y que
Colmillo Azul puede crear el cero absoluto, con eso no me vencerás...
Odín creó una avalancha con su hielo azul, eso terminaría de destrozar a
Fenrir, pero el chico seguía de pie, con Colmillo Azul logró protegerse, sin embrago,
su bestia mítica ya había desaparecido. La energía de su ex protegido estaba
menguando.
Odín de nuevo lanzó otro poderoso ataque, esta vez auxiliándose con Valhalla,
Fenrir no tenía ninguna posibilidad de salir vivo, pero una cadena blanca imposibilitó
el movimiento final de su técnica dejándolo inmóvil por unos segundos, tiempo que
aprovecho Arlés para herir con su espada sagrada a Odín y después volverse a
alejar. El FILO Divino no entendía lo que sucedía.
–¿Qué es lo que pasa? No rompí tu cadena...
–Conoces como funciona Colmillo Blanco pero no mi cerebro, yo condiciono
cómo funcionará la cadena blanca desde un inicio, en este caso no importa que la
rompas...
Odín rompió la cadena que tenía en el brazo apoyándose en Valhalla, dos
nuevas cadenas lo aprisionaron esta vez por los dos brazos.
–¿Qué sucede? La cadena blanca impidió que usara mi arma, tú dijiste...
–Mentí.
–Pero es imposible, la cadena sólo puede cumplir con un mandato...
–Te repito que no sabes cómo funciona mi mente, si sabes dar la orden correcta
la cadena hará lo que tú quieras...
El símbolo en los ojos de Odín desapareció y en su lugar se formó el de la
fusión duplicada de su guante derecho, asimismo, en su cuello se duplicó su tatuaje
formando el símbolo del hielo, su armadura elemental volvió a romper la cadena
blanca, ésta nuevamente trató de inutilizarlo pero chocó con el escudo de hielo del
FILO Divino.
Odín corrió hacia Fenrir con la cadena blanca detrás de él golpeando una y otra
vez contra su armadura elemental, el FILO Divino pensaba terminar con la pelea de
una vez, Arlés tenía la fuerza, agilidad y protección de su bestia en su cuerpo, el
choque de los dos poderes fue colosal, a pesar de su escudo elemental Odín
sangraba herido a causa de las garras de Fenrir, sin embargo, quien terminó en el
suelo fue el portador de Droma.
Argento Riazor nuevamente se lanzó contra su oponente, era por demás claro
que el combate ya estaba definido, el domador del rey de los lobos sabía que no
tendría oportunidad en un nuevo choque de espadas en contra de Valhalla, por lo
que enterró a Colmillo Azul en la nieve, al fusionarse con la cadena blanca ésta
rompió el cercó defensivo de Odín y lo maniató.
El Patriarca de los Riazor entonces lanzó su poder sobre el hielo, éste se
concentró por encima de Colmillo Azul formando una esfera de congelación de cero
absoluto, Odín atravesó con Valhalla la esfera y le habló a su ex protegido:
–La energía nos golpeará a los dos, chico, que sobreviva el mejor...
La explosión de cero absoluto alcanzó y derribó a los dos guerreros, Odín
levantó la cabeza y arrastrándose llegó hasta donde se encontraba Valhalla, con la
mano temblorosa se introdujo la espada en la espalda y el proceso de sanación
inició. Se levantó y se dirigió hacia donde yacía el cuerpo completamente azul de
Fenrir, con cada paso que daba su cuerpo crujía, pero él estaba acostumbrado al
dolor.
–La diferencia fue la experiencia, chico, yo ya había pasado por esto, además...
Odín no pudo seguir hablando, había recibido un brutal ataque de energía pura,
se había olvidado de Cross, quien se acercaba a él con Antares en la mano derecha,
sus ojos ya eran color rojo brillante y en lugar de sus pupilas se vislumbraba el
símbolo de su guante derecho, de igual forma en su cuello se apreciaba el tatuaje
del símbolo de su guante izquierdo.
–Me había olvidado de que estabas aquí – dijo el portador de "la espada blanca"
mientras trataba de levantarse
–Mal por ti.
Odín se incorporó, una esfera luminiscente lo rodeó, se trataba de la estrella
polar, poder que le robó a su padre, todos los ataques de energía pura de Escorpión
se desintegraron al entrar en contacto con esa esfera, con lo que no contaba el FILO
Divino número diez es con el escudo de energía pura de su rival.
Cross extendió su pared de energía hacia la esfera luminiscente y en ella se
iluminó únicamente un punto azul, Escorpión creó un solo pero poderoso kunai y lo
lanzó al punto débil de la esfera, ésta colapsó, en ese momento una lluvia de kunais
de energía pura golpearon el cuerpo de Odín.
El Patriarca de los Riazor estaba realmente herido, necesitaba igualar las
cosas con Cross, la batalla con Fenrir de verdad lo había desgastado, volteó a ver el
cuerpo inerte de Arlés, no dudó en pensar que esa había sido la estrategia de ese
chico desde un principio, agotarlo para que Escorpión acabara con él.
Odín atacó con su relámpago helado a Cross pero éste desvío todos los
ataques con Antares, los pocos que lo impactaron chocaron con su armadura
elemental, en los ojos de Escorpión ya se había formado el símbolo fusionado por
duplicado de su guante derecho.

Y en el cuello también se había duplicado su tatuaje mostrando "las tenazas"


del escorpión.

El FILO Divino número diez no tuvo más remedio que alcanzar la última fase de
su poder, en sus ojos se formó el símbolo de diez puntos:
De igual modo en el costado izquierdo de su cuello se formó el símbolo
definitivo del hielo, el símbolo del hielo azul:

En ese momento surgió su gigante elemental. Al ver al coloso de hielo, Cross


de inmediato alcanzó también el último nivel de su poder, en sus ojos se formó el
símbolo de siete puntos.

Al igual que con Odín, el tatuaje en el lado izquierdo de su cuello cambió, se le


formó el emblema definitivo del escorpión:

Al instante convocó a su gigante elemental de energía pura. Aunque el coloso


de Escorpión era más poderoso, la diferencia la hizo la experiencia de Odín en el
manejo de su arma, la hoja de Valhalla desapareció formando pequeños trozos de
hielo dorado que se mezclaron con el cuerpo del gigante de hielo, en una batalla
brutal venció el hielo dorado sobre la energía pura.
Después de vencer a su oponente el hielo dorado regreso a formar la hoja de
Valhalla, el gigante de hielo volvió a su color azul y atacó a Escorpión, el frío que se
sentía y los ataques constantes del gigante elemental terminaron por derrotar al
FILO Divino número siete, quien yacía bajo el pie del coloso a la orden de Odín.
–Te dije que te faltaba experiencia, muchacho, pero no me has decepcionado,
este era el momento justo de enfrentarnos antes de que lograras superarme,
situación que de acuerdo a tus progresos sería dentro de muy poco.
–No te preocupes por eso – respondió Cross tratando de liberarse –, yo
tampoco puedo esperar tanto tiempo, te mataré ahora.
–De verdad estoy orgulloso de ti, superaste las expectativas de todos los
Patriarcas, todo tu entrenamiento fue planeado para convertirte en el guerrero más
letal del país, como lo debe ser un portador de la espada roja, incluso tus estudios
en medicina tuvieron un motivo práctico para el combate, tu conocimiento del cuerpo
humano es único, puedes matar a una persona con un solo golpe medianamente
fuerte o torturarla de una forma despiadada, seguro los pobres infelices que
probaron tu furia se dieron de cuenta de eso… ¿verdad?
Cross pensaba en sus víctimas, Odín tenía razón, en su venganza los hizo
sufrir más allá de sus límites gracias a su entendimiento del cuerpo humano, su
aprendizaje en la Ciudadela servía más para destruir que para sanar.
–Pronto verás en tu propio cuerpo los resultados de mis estudios.
–Tus amenazas ni siquiera me molestan – dijo Odín mientras ordenaba a su
gigante elemental aplastar más a Cross –, mis conocimientos sobre el cuerpo
humano exceden a los tuyos infinitamente, has perdido.
–Aún no he muerto, te juro que antes de que termine el día, Christina habrá sido
vengada.
–Tú lo ocasionaste todo, Cross, si hubieras aceptado tu papel en mi casa y te
hubieras alejado de mi hija nada de lo que sucedió habría pasado.
–Lo peor de todo es que realmente crees lo que dices, no tenías ningún derecho
de hacer lo que hiciste con Chris... ¿Sabes lo que le hicieron en Levit?
–Sé que lo pasó mal, pero era una Riazor, podía con eso y con más...
–¿Le llamas pasarlo mal a ser golpeada, humillada y violada? Eso es lo que le
hicieron a tu hija en ese lugar, Christina era una Riazor y válidamente pudiste
haberla iniciado en el camino del guerrero, el cual es duro pero estoy de acuerdo en
que tu hija hubiera salido airosa, fuerte y poderosa. Pero no lo hiciste, la enviaste a
un lugar cruel en donde se ensañaron con ella, tú jamás le enseñaste a defenderse,
era una niña inocente que confiaba en su padre y en mí para protegerla, yo le fallé,
pero lo que tú hiciste no tiene nombre...
Los ojos de Cross ya mostraban algunas lágrimas, sintió que la oscuridad de su
alma se apoderaba de él, recordaba a Christina siempre sonriente en los brazos de
su amoroso padre, después, llegó a su memoria el momento en que Argento Riazor
atravesó a su hija con Valhalla mientras él lo observaba todo en una prisión de hielo,
el recordatorio eterno de su promesa rota de protegerla siempre.
Argento Riazor por su parte se quedó más helado que su poder elemental,
nunca se molestó en saber qué había sido de su hija en Levit, cómo la trataban, su
plan lo era todo y lo demás no importaba, por más que trató de impedirlo su mente
se dejó llevar, imagino a su hija siendo víctima de terribles tormentos y a él
observándolo todo con indiferencia, sin saber por qué, trató de justificarse con Cross.
–Fue necesario para que surgiera el Dragón Oscuro, tú no sabes el peligro que
corre Boleria, necesitaba a los doce FILOS...
–Maldito enfermo... – Cross interrumpió a su mentor –. Arruinaste la vida de tu
hija por tu ambición.
–No fue por ambición, mi país está por encima de todo.
–Lo peor de tu plan es que en nada ayudaste a Boleria... ¿eso también justifica
el asesinato de tu propia hija?
Argento Riazor no pudo evitar que una lágrima corriera por su mejilla al
recordar cómo había matado a Christina.
–Eso fue su culpa, yo iba por ti, ella me atacó a matarme, el Dragón Oscuro no
es una bestia para tomar a la ligera, sólo me defendí, desgraciadamente mi hija se
interpuso entre nosotros y murió.
–¿Cómo le llamas a atravesar con tu espada deliberadamente a tu hija? ¿Daño
colateral? ¿La recuerdas como era de niña? Alegre, educada, buena, hermosa... y
sobre todo amaba a su padre más que a nada en el mundo.
Los ojos de Odín ya eran un par de cascadas de lágrimas por el recuerdo de su
hija. Cross continuó hablando.
–Ahora... ¿recuerdas a Christina cuando la mataste? Su mirada fría, la sonrisa
hipócrita, su falta de sensibilidad, su instinto asesino... eso hiciste de ella, ya estaba
muerta por dentro antes de que la asesinaras, destruiste a tu hija dos veces, sufrió
toda su vida por tu culpa, felicidades papá.
Odín no soportó escuchar más a Cross, sentía que dejaba de respirar, debía
acabar con todo de una vez.
–Sé bien lo que hice, soy un monstruo que he hecho cosas indescriptibles a su
propia familia, pero el recuerdo de mi hija me taladra el cerebro en todo momento,
los Dioses me juzgarán por eso, pero tú primero comparecerás ante ellos.
El gigante elemental se dispuso a aplastar a Cross, pero una tenaza del
escorpión de energía pura que surgió del brazo del portador de Antares le rompió la
pierna al coloso de hielo, la parte de los brazos de la ropa de Escorpión quedó
destruida, se había formado el tatuaje del ambigrama de su nombre en sus
antebrazos interiores teniendo como fondo las estrellas de su signo zodiacal, había
alcanzado el estatus de nivel constelación en la escala de poder del Círculo del
Zodiaco, convocó a su escorpión de energía pura el cual de inmediato cubrió el
cuerpo de su amo con su exoesqueleto.
–¿Cómo hiciste eso? – preguntó un sorprendido Odín –. ¿Cómo alcanzaste el
nivel de constelación sin pasar por el de signo zodiacal?
Cross se terminó de arrancar las mangas de su ropa, en sus dos brazos se
veía el tatuaje de su símbolo zodiacal.
–Arlés no es el único que ha ocultado sus facultades, alcancé la segunda etapa
de mi poder ascendental cuando pude materializar al escorpión de energía pura, al
parecer no sólo para convocar a la bestia que me otorga mi poder ascendental, sino
para controlarlo como es debido, debía subir un escalón en ambos niveles, el de
FILO y el de guerrero del Círculo del Zodiaco.
–Pero no tenías los tatuajes en tus brazos...
–Para ocultarlos se usa una técnica muy simple que Elektra me enseñó.
De inmediato Cross atacó a su rival, a una gran velocidad esquivó el manotazo
del gigante de hielo que aún seguía en el suelo, en una lucha con espadas salió
airoso el alumno, utilizando una técnica fusionando las habilidades de Brahma y
Kwan Yin y auxiliándose con las tenazas del exoesqueleto del escorpión de energía
pura, cortó más de diez veces a Odín, quien en una explosión de hielo alejó a
Escorpión.
En ese momento Odín supo que ahora su rival era mucho más poderoso que
él, pero aún podía ganar su encuentro, todavía le quedaba el recurso de su ataque
más poderoso, el que le concedía su espada suprema.
En un instante la hoja de Valhalla nuevamente se resquebrajó creando un hielo
superior de color dorado, con la capacidad de alcanzar un doble cero absoluto,
técnica que había utilizado para potenciar a su gigante elemental y así vencer al
coloso de energía pura.
El ataque dio en el blanco destruyendo al escorpión de energía pura y dejando
a su rival en peores condiciones que la suya, Odín ya tenía la victoria asegurada,
preparó un nuevo ataque pero esta vez el hielo dorado no se formó, sintió un intenso
dolor en el vientre y cayó de rodillas, se tocó la herida y observó que era profunda.
–¿Qué demonios hiciste? – le preguntó a Cross.
El FILO Divino número siete se levantó con dificultad, también ya estaba al
límite de sus fuerzas.
–Yo aún no puedo fusionar mi arma con mi energía con la perfección con la que
tú lo haces – le explicó a su mentor –, pero sí puedo herir con ella a través de mi
poder, el control del hielo dorado es tan poderoso que necesita de una gran
concentración, para realizar tu ataque bajas un instante tu defensa, lo cual se
entiende si tu enemigo va a ser eliminado, pero mi escorpión de energía pura
también estaba potenciado por mi ascenso zodiacal, lo eliminaste pero cumplió su
objetivo de defenderme.
Argento Riazor sabía que estaba en problemas, jamás pensó que algo
sobreviviría al doble cero absoluto, por su profunda herida en el vientre ya no tenía
la energía para realizar un nuevo ataque del hielo dorado, él mismo estaba
muriendo, se debía jugar en el siguiente embate el todo por el todo.
Su gigante elemental se transformó en una esfera de cero absoluto, como la de
Fenrir pero gigantesca, destruiría todo a su alrededor, sólo sobreviviría él con la
ayuda de Valhalla.
Cross adivinó lo que sucedería y explotó su máximo poder, el que le entregaba
su ascendente zodiacal: el aguijón celestial, un gigantesco aguijón de energía pura
surgió de su espalda, atravesó la esfera de cero absoluto desintegrándola por
completo e impactó el cuerpo de Odín.
Toda la energía contenida en el cuerpo del FILO Divino número diez explotó en
su interior destrozándolo por dentro, era un poder como el de Mefistófeles Yaotl pero
magnificado a su máxima potencia, Odín cayó moribundo y derrotado, sangrando
por todos lados, observó a su victimario, los ojos de Cross nuevamente eran negros,
le costaba trabajo respirar, esa técnica no sólo era letal para quien la recibía,
agotaba por completo la energía de quien la ejecutaba dejándolo al borde de la
muerte, Cross se desvaneció.
Odín no podía ni moverse, sabía que su tiempo había terminado, esperaba en
silencio a que la muerte lo acogiera, probablemente Cross y Arlés lo acompañarían
en su viaje al más allá, Fenrir seguramente ya se le había adelantado, a Escorpión
no le faltaría mucho.
Volteó a ver a su discípulo estrella, al que él siempre consideró el más valioso,
su tono ya no era azul, el color de su piel había vuelto a la normalidad, buscó con la
mirada las espadas sagradas que formaban Droma y no las encontró.
El patriarca de los Riazor no pudo evitar reír aunque eso le causaba un gran
dolor, hasta eso había prevenido Arlés, regresó sus armas a su cuerpo en la última
milésima de segundo y eso le salvó la vida, nuevamente su estrategia había sido
perfecta, la prueba estaba en que él moriría.
Arlés se empezó a arrastrar hacia su mentor, con cada metro que recorría se
desgarraba la piel de su mano desprotegida pero no le importó, continuó hasta lograr
colocarse a un lado del máximo controlador del hielo.
–Tienes que hacerlo tú en persona... ¿verdad? – Odín le sonreía a su discípulo
estrella –. No te conformarás con verme morir. Necesitas matarme con tus propias
manos.
–¿Qué puedo decirle? – respondió Arlés juntando energía en su mano derecha
–. Me conoce mejor de lo que desearía.
–Hazlo entonces, no importa ya, en el peor de mis escenarios este es el que
mejor me va, no me los llevé a ti y a Cross conmigo, sólo quiero que sepas algo...
–Dígame...
–Yo no maté a esos niños ni a tu abuela, eso fue obra de Janette y de Chandra.
–No tiene importancia, eran su responsabilidad.
–Lo sé, soy un monstruo y he hecho cosas peores, mucho peores, pero por
algún motivo no quiero que pienses que yo mate a esos niños, no quiero eso...
–Le creo...
Arlés formó con su mano derecha una filosa daga de hielo y se la encajó en el
corazón a Argento Riazor, acto seguido repitió la dosis en su garganta, revisó que
estuviera muerto y después se arrastró hasta donde se encontraba Cross.
El portador de Droma respiró tranquilo al ver que su líder seguía vivo, sólo
estaba desmayado, pero ambos debían recibir atención médica de inmediato, le era
imposible pensar siquiera regresar en helicóptero, se sentía incapaz de manejar el
vehículo y no podía solicitar ayuda por radio debido a la interferencia magnética
lanzada por la Ciudadela, sus ojos se tornaron azul claro e invocó a su criatura
mítica, el gran lobo Fenrir se apareció delante de él, Arlés se comunicó con su bestia
por telepatía.
–Necesitas sacarnos de aquí.
–Antes debes sincronizarte conmigo, de otra manera tu energía se agotará y
desapareceré.
–¿Crees que no lo intenté? Esto es todo lo que puedo hacer.
–No es suficiente.
–Entonces piensa en algo porque estoy a punto de desmayarme y no puedo
dejar morir a mi líder aquí, mis hermanas no me lo perdonarían.
–Tú también morirás.
–Mi vida no importa.
–Libera la cadena blanca...
–No puedo ni sacar mi espada...
–Puedes liberarla sin hacerlo, inténtalo...
Arlés se concentró, el gran lobo Fenrir le prestó su poder, sus pupilas
desaparecieron y en su lugar se formó el triple símbolo que lo distinguía como el
FILO número diez, de su guante derecho surgió la cadena blanca que los ató a él y a
Cross al lomo de la bestia.
Los ojos del portador del hielo eterno volvieron a ser cafés pero ni el lobo ni la
cadena desaparecieron.
–Estamos atados a través de la cadena blanca, si te desmayas desapareceré,
sólo debes permanecer consciente y yo me encargo de lo demás.
–Como si fuera tan fácil...
El gran lobo empezó a correr a toda velocidad hacia la escuela de educación
superior del Tercer Distrito, su rapidez era impresionante, el problema era que Arlés
no podía seguir consciente, la cadena estaba desapareciendo, llegó un momento en
que la parte que ataba a Cross se desintegró y el portador de Antares salió
disparado por la fuerza del aire, pero la bestia logró atraparlo con sus fauces y siguió
corriendo.
Cuando el rey de los lobos llegó al Tercer Distrito sólo quedaban dos eslabones
de la cadena blanca, Arlés se aferraba a ellos mientras su mente lo abandonaba. El
gran lobo apretó el paso, faltaba poco, más que correr saltaba grandes distancias.
Las personas en las calles miraban atónitas al inmenso lobo pasar delante de
ellos como una imagen a alta velocidad, algunos de ellos incluso dudaban de lo que
habían visto, la única constancia del paso de aquella bestia mítica era la ligera
destrucción y el frío congelante que dejaba donde apoyaba sus enormes patas.
Fenrir al final desfalleció y perdió la conciencia, cayó desmayado, lo hizo
durante el último salto de su bestia, el gran lobo desapareció junto con la cadena
blanca, los cuerpos inertes de los FILOS siete y diez aterrizaron en el patio principal
de la escuela superior del Tercer Distrito.
El aterrizaje fue suave, como entre algodones, Amaterasu se había encargado
de recibirlos, a su lado, Daniela Malka abrazaba sonriente a Caris y Rhiannon.
–Les dije que mi hijo llegaría en cualquier momento...
LA CONSPÍRACÍON /
EL LABORATORÍO SECRETO

La provincia de Xibalbá en Aztlán abarcaba aproximadamente un tercio del


territorio sur del estado, en esa provincia se encontraban las seis ciudades más
antiguas del país.
Xibalbá en el pasado fue un reino independiente que por motivos estratégicos
se había unido a Aztlán para contrarrestar el poderío militar del reino conquistador
de Hamal.
Las seis grandes ciudades que componían esa provincia eran conocidas por
sus nombres originales: la ciudad Oscura, la ciudad del Frío, la ciudad de los Tigres,
la ciudad de los Murciélagos, la ciudad de las Navajas y la ciudad del Calor, eran tan
hermosas y tan visitadas como las de la capital del país.
En la principal ciudad de las seis de Xibalbá: la ciudad Oscura, en una casa
situada en los límites de la localidad, Tristán Nisser despotricaba furioso y fuera de
sí, se encontraba en una reunión con los hermanos Sir Dhul-kifl y Lady Alyassa,
Espadas Reales de la Orden de Riazor, esperaban a sus anfitriones, mientras
aguardaban a los guerreros faltantes, el miembro de la Armada Elemental se
paseaba por todo el inmueble como un león enjaulado.
–¿Cómo está su prisionero? – preguntó Apolo Kray para tratar de distraerlo.
–No despertará, Sir – respondió el miembro de la Armada Elemental
malhumorado –, pero hay que tenerlo vigilado.
–Hacen bien en platicar con nosotros, el rehén que resguardas te entregará a
los líderes rebeldes.
Susanoo explotó.
–Más vale que así sea... ¡todos nos han volteado la espalda! No toleraré una
traición más.
–No sé qué decirte, hijo. – La imagen de Ana Arianrod era la de una mujer
entrada en años y derrotada, sin maquillaje y descuidada, nada que ver con la
hermosa señora que siempre había sido.
–Mataron a mi padre mientras yo estaba en el Distrito Comercial – se seguía
quejando Tristán –, nadie fue para avisarnos...
–También asesinaron a Nüwa, ella era mi mejor amiga, todos son unos
malditos... – Isolda Nemhain estaba tan molesta como su compañero sentimental.
–El Cinturón se desentendió de lo que sucedió – dijo Susanoo con amargura –,
dijeron que así era la guerra, malditos traidores...
–¿Y qué me dices del Consejo de Administración del Distrito Comercial? – Tian
en vez de calmar a su novio lo estaba alentando en su odio hacia quienes pensaba
lo habían traicionado –. Te despojaron de tu puesto de Regente...
–Ellos son los menos culpables de todo esto, con la muerte de mi padre saben
que perdí la neutralidad, estaban en su derecho de proteger el único lugar intocable
del país, además, no fui despojado, sólo me suspendieron mis derechos hasta que
todo se arregle.
–Es lo mismo...
–Tal vez, pero quien sí tiene la culpa en todo esto es Aureo Riazor, tampoco me
apoyó, simplemente se desentendió de todo.
–No te quejes, Susanoo, ya te lo habíamos dicho cuando fueron aquella vez a
ver a Elohim, les advertimos que el Gobernador no es de fiar, nadie lo es, tal vez los
rebeldes... – recalcó Sir Dhul-kifl, el Caballero Fantasma también conocido como
"Crush".
–Ellos mataron a mi padre, si ustedes están con esos malditos asesinos yo me
largo de aquí.
–El grupo al que representamos es independiente de los demás, te apoyamos y
creo que lo hemos demostrado al entregarte a tu rehén en charola de plata, nosotros
no tenemos nada que ver con los protagonistas de la guerra que tiene en vilo al país,
además, cada día somos más poderosos, mientras los otros grupos se matan entre
sí, nosotros reclutamos – explicó Lady Alyassa, también conocida simplemente
como "Aly".
–¿Quién está en sus filas aparte de los que rescatamos de las garras de nuestro
rehén? – preguntó Susanoo.
–Lo sabrás hasta que se unan, por el momento sólo les platicaremos del
proyecto de nuestro líder – respondió "Crush".
–Darius Rashad... – masculló Tristán Nisser recordando al viejo bibliotecario del
paraje de Beocia.
–Así es – confirmó el Caballero Fantasma.
–¿Y qué esperamos? – preguntó Tian.
–A nuestros anfitriones, nosotros en realidad venimos a reclutarlos a ellos, lo de
ustedes fue una agradable coincidencia... – Diana Kray jugaba con el pomo de su
espada.
–¿Y quiénes son? – volvió a preguntar Isolda Nemhain.
–Creo que ya llegaron, hija... – avisó Izanami.
En ese momento entraron las Espadas Reales de la Orden de Aztlán: Lady Izzy
y Sir Neza, ambos con su armadura guinda, estaban acompañados de Psico, la
sombra de la Amazona, los recién llegados saludaron a los presentes y le dieron la
palabra a sus compañeros de la Orden de Riazor para que hicieran su exposición.
Antes de hablar sobre su proyecto, “Aly” preguntó a sus hermanos de la Orden
de Aztlán:
–¿Qué tal la ayuda de Psico?
–Muy bien – respondió Sir Neza –. Los guerreros con los que peleamos no
recuerdan nada, piensan que no llegaron a tiempo a salvar a su padre.
–¿Con quién pelearon? – preguntó Susanoo.
–Es mejor que no lo sepan – respondió Sir Neza.
–¡Vamos! – se quejó el miembro de la Armada Elemental, ya se estaba
molestando de que sus supuestos reclutadores no compartieran información con él –
. Muestren algo de confianza.
Lady Izzy y Sir Neza se voltearon a ver, sabían del resentimiento que Susanoo
tenía contra el gobierno del Cinturón del edificio principal de la Ciudadela por haber
dejado solo y sin protección a su padre, para retribuir el favor a sus hermanos de la
Orden de Riazor decidieron sincerarse para que Susanoo, Izanami y Tian se
sintieran en confianza y se unieran a la causa de Radamanthys.
–Sólo podemos decirte que Thore Hobbs está muerto.
Al escuchar la noticia Susanoo estalló en carcajadas.
–Me alegro, no tienen que decir más, juro que no diré nada, por lo menos hasta
que mate a Siege, entonces le diré cómo lo engañaron.
–Bueno, pues el tiempo es oro, este es nuestro proyecto...
Lady Alyassa y Sir Dhul-kifl contaron a los demás el proyecto de Radamanthys
de un nuevo país, después de escuchar la exposición de los Profetas, Susanoo
preguntó:
–¿Y quién el tal Radamanthys? ¿Cuándo lo conoceremos?
–A su debido tiempo – respondió “Aly” –. Por el momento sólo tratarán con
nosotros o con el viejo Darius Rashad, el Bibliotecario de la biblioteca prohibida que
se encuentra en el Paraje de Beocia.
Afuera, Victoria Nice a través de su sombra Zelo escuchaba todo, en su
búsqueda de la venganza había seguido a Ana Arianrod y a sus compañeros hasta
la provincia de Xibalbá, pero lo que estaba escuchando le daba otra dimensión a las
cosas, Virgo se tenía que enterar de eso.
En la casa situada en la Ciudad Oscura, las Espadas Reales de Riazor
prácticamente ya habían terminado su exposición, todos hablaban y daban su
opinión, a excepción de Psico, quien estaba en silencio y parecía muy concentrado,
finalmente habló:
–Hay una rata...
–¿En dónde? – preguntó alarmado "Crush" el proyecto de Radamanthys aún no
podía ser descubierto.
–Eso no importa – respondió Psico –, es una sombra...
–¿Ya localizaste la fuente? – preguntó Lady Alyassa lista para quitar sus
poderes al intruso y así poder capturarlo.
–Sí – Psico se seguía concentrando para no perder el rastro del espía –, no está
muy lejos de aquí.
–Vamos todos... – ordenó Lady Izzy mientras abría un portal dimensional.
En cuanto escuchó que sus enemigos la habían descubierto, Niké trató de huir
inmediatamente, de su espalda surgieron las alas de su sombra Zelo para escapar lo
más rápido posible, pero cuando iniciaba el vuelo sus alas se desvanecieron, en
ese momento un portal dimensional se abrió enfrente de ella, de él salieron ocho
guerreros: Psico, tres elementos pertenecientes a la Armada Elemental del Tercer
Distrito de Arcadia y cuatro Espadas Reales, dos de armadura guinda de Aztlán y
dos de armadura café de Riazor. En cuanto vio a todos los guerreros se supo
perdida, Ana Arianrod la veía con una sonrisa en la boca.
–Vaya, vaya, pero si la rata es la más grande y asquerosa que podría haber...
–Hola, Ana – le respondió la Directora de la escuela superior del Primer Distrito
señalándola con asco –, seguramente no te has visto en el espejo últimamente,
estás hecha una mierda...
–Usualmente me enojaría ese comentario, pero no pueden molestarme las
opiniones de una muerta.
Niké sudaba frío, sabía que no tenía ninguna oportunidad de salir viva de ahí,
lo peor de todo es que no podría darle a Virgo el mensaje de lo que ese grupo
pensaba hacer. Decidió jugarse su única carta, tenía una mínima posibilidad de
sobrevivir y la iba a aprovechar. Les habló a las Espadas Reales de Aztlán.
– Me deben un favor...
Sir Neza volteó a ver a Lady Izzy y ésta afirmó. El Caballero Fantasma portador
de la espada del alfabeto antiguo Eta (η) preguntóμ
–¿Así es como lo quieres cobrar? Virgo ya no podrá volver a pedirnos nada, ni
al Tloque Nahuaque ni a nosotros...
–Es mi vida la que está en juego, ella entenderá.
–Está bien.
–¡Un momento! No podemos dejarla ir... – protestó Tristán Nisser.
–Tenemos una deuda con ella todos los guerreros élite de Aztlán, nosotros
siempre pagamos nuestras deudas, si quieren enfrentarnos es decisión suya –
respondió Lady Izzy.
–Pero todos corremos peligro con esta conversación, incluso ustedes... – repuso
Tian.
–Nosotros sólo estamos recopilando información – contestó Sir Neza –, nada
más, si nos preguntan no negaremos nada... y si no nos preguntan tampoco
hablaremos.
Lady Alyassa y Sir Dhul-kifl se quedaron callados, no les importaba la vida de
Victoria Nice, no por el momento, había muchas formas de evitar que llegara a su
destino y hablara con Virgo, les interesaba más el apoyo de las Espadas Reales de
Aztlán. Al ver su pasividad Tian les preguntó.
–¿Qué piensan ustedes? ¿No van a hacer nada?
–Una deuda es una deuda, nosotros como Espadas Reales comprendemos el
significado de deber un favor, no interferiremos – respondió “Crush”.
–Entonces nuevamente estamos solos... – dijo Susanoo mientras se disponía a
combatir.
–Espera – lo detuvo "Aly" –, Sir Neza no ha terminado de hablar, no creo que
deje ir a Niké así como así...
Todos voltearon a ver a Sir Nezahualcóyotl, una vez que tuvo la total atención,
el Caballero Fantasma de la Orden de Aztlán, siguió hablando.
–Como ya lo dijimos tenemos una deuda con Virgo y Niké está dispuesta a
cobrarla en este momento, le vamos a dar la oportunidad de pelear por su vida en un
duelo uno a uno... ¿Está de acuerdo Directora?
–Lo estoy – respondió Niké, ya sabía quién sería su oponente.
–No vamos a pelear ni Lady Izzy ni yo – Sir Neza volteó a ver a los guerreros
que lo acompañaban –, ustedes decidan quién es el oponente indicado para
vencerla.
–Mi hermana y yo estamos disponibles si así lo deciden – les ofreció "Crush".
Tristán sonrió, él quería encargarse personalmente de Niké pero tenía
curiosidad de probar la capacidad de combate de los controladores de la energía
pura de la Orden de Riazor, le pareció justo que fuera Lady Alyassa quien matara a
la Directora de la escuela de nivel superior del Primer Distrito. Se decía que inhibía
cualquier energía y que no existía el guerrero que pudiera vencerla con la espada.
Antes de que Susanoo pudiera hablar su madre se le adelantó.
–Yo pelearé.
–No madre... – A Tristán Nisser no le parecía buena idea que su progenitora
combatiera, su poder estaba igualado con el de Niké, cualquiera podría ganar, no
podía permitir ese duelo.
–No voy a discutir eso contigo, Tristán... – lo interrumpió Izanami con autoridad,
después se volvió hacia los Profetas –. ¿Están ustedes de acuerdo?
–De acuerdo, Izanami, no tenemos ningún problema con que usted pelee –
respondió Apolo Kray.
–Entonces está decidido...
–Madre, por favor – Susanoo insistía –, no es seguro que ganes... déjame
pelear a mí.
–No, hijo, esta es mi pelea, nadie me va a quitar el placer de matar a Victoria.
–¿Y si ella vence?
–Haz lo que quieras, no me importa lo que pase, adiós mi niño, te amo. – Ana
Arianrod besó a su hijo en la frente, después abrazó a su nuera –. Mi querida Isolda,
posiblemente no vea su boda, pero sabes que te quiero como si fueras mi hija,
cuídamelo mucho...
–Sí, Ana, te lo prometo.
Después de despedirse de su hijo y su nuera, Izanami volteó a ver a Lady Izzy.
–Eso es todo... ¿dónde pelearemos?
Lady Iztaccíhuatl abrió un portal dimensional, Niké sin preguntar nada ni
despedirse lo cruzó, Izanami la siguió, inmediatamente después el portal se cerró.
–¿Dónde enviaste a mi madre? – preguntó Susanoo en tono amenazador.
–Al sur – respondió la Espada Real femenina de Aztlán –, a las afueras de la
ciudad, es un combate singular y esperamos que nadie intervenga, quien así lo haga
responderá con su vida ante nosotros.
Todos afirmaron sin contestar, después “Aly” preguntó:
–¿Cuál es su respuesta a nuestra invitación?
–Aún no la tenemos, después se las haremos saber. – Sir Neza veía un aparato
electrónico en su cinturón –. Nos retiramos, al parecer nuestros compañeros nos
están buscando.
En ese momento Lady Izzy abrió dos portales dimensionales, las dos Espadas
Reales de la Orden de Aztlán desaparecieron por el de la derecha, el de la izquierda
llevaba a los demás a la casa dentro de la ciudad en donde se encontraban
originalmente, los miembros de la Armada Elemental, Psico y los representantes de
la Orden de Riazor lo cruzaron y después cruzaron otro y otro más y otro, la
miembro femenina de los Caballeros Guindas no podía controlar la dimensión del
espacio por lo que se apoyaba en otras dimensiones para llegar lo más rápido
posible de un lugar a otro, una vez que estuvieron en la casa donde habían tenido la
reunión con los Controladores de la Materia, "Crush" y su hermana se acomodaron
en el sillón, Psico que quedó de pie en la puerta.
–¿Ustedes no se van? – preguntó Susanoo.
–No hasta que termine la pelea – respondió Sir Dhul-kifl.
Isolda Nemhain y Tristán Nisser se dieron cuenta que sus poderes habían sido
inhibidos por completo, estaban atrapados en esa casa hasta que la pelea de
Izanami y Niké terminara.
–¿Y cómo nos enteraremos del momento en que termine la pelea de mi suegra?
– preguntó Tian.
–Tenemos un aliado en ese lugar – Diana Kray dejó un comunicador portátil en
la mesa de centro a la vista de todos –, él me avisará.
–¿Puedo enviar a una de mis bestias para que me avise también?
–Adelante, Tian, no hay ningún problema.
Lady Alyassa dejo de inhibir a Tian y ésta convocó a Byakko, su tigre blanco
controlador del viento, la hermosa bestia salió rápidamente de la casa hacia el lugar
de la pelea.
Victoria Nice se encontraba frente a Ana Arianrod, se veía bastante animada,
por fin el deseo de ambas de terminar con su rivalidad se cumplía y sólo existía una
forma posible, enfrentándose en un duelo a muerte.
Las Directoras de las principales escuelas de educación superior de los
Distritos I y III se veían con odio, las cosas que se habían hecho la una a la otra en
el pasado eran imperdonables.
Pasaron más de cinco minutos y ninguna de las dos pronunciaba palabra
alguna, ni siquiera se movían, sólo se observaban y estudiaban, buscaban el más
mínimo asomo de debilidad en su oponente para atacarla. Ana Arianrod rompió el
silencio.
–Me alegra que seas tú quien nos espiaba.
–Yo también... ¿vendrán tu hijo y tu nuera a ayudarte?
–No, este es un placer para mí sola.
–Siento lo mismo, sabes que llevo años soñando con este momento.
–Así es, pero antes me importaba mi vida, ahora me da lo mismo.
–Yo no maté a tu esposo, fueron los rebeldes.
–Lo sé, de esa venganza se encargará mi hijo, lo pensé mucho tiempo, si debo
arriesgar mi vida en matar a alguien por venganza, la elegida siempre serás tú, eres
la persona a la que más odio.
–El sentimiento es recíproco.
–¿Me odias más que a Demarcus?
–Él ya recibió su castigo, su infierno es peor que el nuestro, no me interesa su
muerte, prefiero que viva muchos años más.
–¿Y yo?
–A ti siempre he querido matarte...
–Estamos en el mismo canal, creo que a partir de ahora las palabras sobran...
–De acuerdo.
Las dos mujeres que por muchos años se habían odiado encendieron su
energía elemental, Izanami llamó a una de sus bestias míticas: el Pixiu, un león
oriental alado controlador del viento, Niké por su parte convocó a su sombra Kratos,
la representación de la fuerza, la batalla comenzó, sólo una de las dos mujeres
saldría viva de esa batalla.
Al mismo tiempo que se estaba llevando a cabo la reunión de las Espadas
Reales y los miembros de la Armada Elemental, Brahma y Kwan Yin aguardaban en
el edificio de gobierno para hablar con el Presidente de Interino de Boleria, les
agendaron esa audiencia como invitados de un importante diplomático de otro
continente.
Apenas habían llegado esa mañana a la capital del país después de haber
pasado la noche en la Biblioteca Prohibida, por muy poco habían salvado la vida el
día anterior en el Paraje de Beocia...
*****
Connor y Selene se estaban preparando para pelear con esas versiones
temibles, grotescas y gigantescas del Basilisco y la Cockatrice, los ojos de ambos ya
habían cambiado de color a magenta y rosa brillante cuando una bola de nieve
golpeó la cabeza de la versión mayúscula del Basilisco.
La bestia volteó a ver a su agresor, era un anciano, éste con el brazo derecho
le hizo una seña para que se fuera del lugar y la bestia así lo hizo, la enorme
Cockatrice lo siguió.
Los FILOS cuatro y ocho veían incrédulos al anciano que les sonreía, estaba
acompañado por un hombre de complexión grande y fuerte así como de dos
hermosas chicas rubias, detrás de ellos había nueve personas más que guardaban
una actitud discreta, como si fueran los sirvientes de los primeros.
La vestimenta de aquel hombre y las dos chicas también era distinta de la que
se acostumbraba en Boleria, la de sus acompañantes era un uniforme idéntico para
todos ellos.
Connor y Selene no dejaban de ver a aquellas personas, la chica rubia vestida
de azul con una gran trenza le dijo algo al anciano y éste les llamó a los dos FILOS
Divinos para que se acercaran a ellos.
–Acérquense por favor, chicos, lamento si en algún momento se sintieron
amenazados. – El anciano señaló a un hombre todavía más discreto que se
encontraba a unos metros de distancia, totalmente serio –. Él es Gorthys, aunque es
mi amigo se cree mi guardián y es muy estricto con respecto de las personas que se
internan en este paraje sin pedir permiso.
Los FILOS se acercaron al anciano y a sus acompañantes, Connor se disculpó
por la intrusión.
–Disculpe usted por traspasar su territorio, señor, la verdad es que ni siquiera
sabemos en dónde nos encontramos, fuimos arrastrados a este lugar en contra de
nuestra voluntad...
El anciano veía los guantes de poder de ambos muchachos, los dos ya habían
tornado sus ojos a su característico negro.
–Ya veo, ustedes son los FILOS Divinos cuatro y nueve recién ascendidos,
Kwan Yin y Brahma, son rebeldes que se han levantado contra el estado...
–Eso podría decirse – contestó Selene –. ¿Estamos en problemas?
–Con los representantes del estado estoy seguro que sí y con algunos más
también – comentó el anciano que se veía de muy buen humor –, los rebeldes tienen
muchos enemigos, en mi casa no, sean ustedes bienvenidos.
–Gracias, señor, al parecer usted sabe quiénes somos... – comentó Connor
viendo fijamente al anciano, debía ser alguien influyente y con buenos contactos
para tener esa información –. ¿Con quién tenemos el gusto de tratar?
–Perdón, chicos – el anciano se llevó la mano derecha al rostro y se dio una
ligera palmada en la mejilla –, que malos modales los míos, mi nombre es Darius
Rashad, soy el...
–Guardián de la Biblioteca de los libros prohibidos – interrumpió Selene.
–Así es, Kwan Yin, ¿has oído hablar de mí?
–Mi maestro fue el guerrero conocido como Minos, algo me comentó de usted,
entonces me imagino que estamos en el extremo norte del estado de Riazor, en el
Paraje de Beocia.
–Es correcto. Mira que pequeño es el mundo, Minos es como un hermano para
mí, aunque últimamente nos hemos distanciado mucho, en fin, permítanme
presentarles a otro viejo amigo y a sus adorables hijas, este gran hombre es Sandor
Krull y ellas son Laetina y Ailexa, ellos nos visitan del continente perdido de
Liberthya.
Connor y Selene se saludaron de mano con los visitantes de Darius Rashad, el
anciano les explicaba a los FILOS Divinos su relación con los emisarios de otro
continente mientras se encaminaban a la biblioteca.
–¿Saben algo del continente perdido? – les preguntó a Connor y Selene.
Brahma negó, apenas estaba iniciando su instrucción académica cuando la
rebelión estalló, pero Kwan Yin gracias a la educación que le dio Minos algo había
leído al respecto.
–Me parece que leí en algún lado que Liberthya se encuentra a muchos
kilómetros de Zarthland, sólo se puede llegar por mar y las condiciones naturales
para hacerlo son muy adversas, el viaje puede durar hasta una década.
–Así es, niña, es muy difícil y arriesgado llegar a ese lugar, hay que cruzar un
mar que es completamente desconocido e inexplorado aún con las altas tecnologías
de hoy en día, hay un trayecto en específico que cruza la dimensión del tiempo y el
espacio, es un viaje peligroso, por eso le llaman el continente perdido, Liberthya
junto con Boleria y el país de Technizzia en el continente de oriente, son las tres
regiones más poderosas del planeta.
–Si no es indiscreción, señor Rashad...
–Darius, niña, llámame Darius.
–Darius, ¿qué hacen en este lugar personas tan importantes como unos
emisarios de otro continente?
–Sandor es un viejo amigo mío, la última vez que estuvo aquí tenía unos quince
años, estaba interesado en conocer mi biblioteca y se adentró en el paraje de Beocia
él solo, afortunadamente se encontró conmigo y no con Gorthys.
–Tanta suerte como nosotros...
–Así es, niña, cada diez años se abre un pasaje interdimensional entre Liberthya
y Boleria en Banayah, la Ciudad de los Dioses en Ishtar, situación que
aprovechamos ambos países para crear lazos de amistad, el pasaje dura un mes y
mi amigo tuvo la deferencia de honrarme con su visita y de presentarme a sus
jóvenes hijas.
–Tengo otra duda...
–Dime – Darius Rashad escuchaba con paciencia y una gran sonrisa a Selene,
no parecía importarle que lo llenara de preguntas.
–Esas bestias de las que usted nos salvó... ¿qué eran?
–Exactamente lo que estás pensando.
–¿Una versión superior de la Cockatrice y el Basilisco?
–Más o menos, es su forma más desarrollada, las bestias que tú y Brahma
manejan son sólo la versión adolescente de esas increíbles bestias, las que
observaste son adultos, pero no sólo eso, son los padres de tu Cockatrice y el
Basilisco de Brahma.
–¿Cómo es eso?
–Tu bestia y la de tu compañero no salieron de la nada, este lugar en el extremo
norte se podría decir que es el país de las bestias míticas, Brahma comentó que
llegaron aquí contra su voluntad, si no es indiscreción preguntar… ¿ωómo llegaron a
este lugar?
–Es difícil explicarlo – comenzó diciendo Selene –, nos encontrábamos en el
estado de Aztlán cuando fuimos absorbidos a una extraña dimensión, en ese
momento tanto Connor como yo elevamos nuestra energía y aparecimos aquí, sé
que no suena lógico, pero es la única explicación que puedo dar.
–A mí me suena bastante lógico y te voy a decir qué fue lo que les sucedió –
explicaba el viejo bibliotecario –, en Boleria hay algunos poderosos psíquicos que
dominan otras dimensiones, entre ellos se cuentan al Basilisco y la Cockatrice…
–Lo sé – interrumpió Selene recordando su batalla con Hades.
–Entonces entenderás lo que sucedió, al ascender a FILOS Divinos, tú y tu
compañero lograron tomar para ustedes la mirada letal de sus bestias que también
controlan su propia dimensión, al encontrarse “entre dimensiones” y salir de ellas,
cayeron aquí… ¿Por qué aquí? Te preguntarás. Como ya te lo dije, éste – Darius
señalaba el inmenso desierto de hielo –, es el hogar original del Basilisco y la
Cockatrice.
–Es increíble lo que comenta – Selene cada vez sentía más curiosidad –. Me
gustaría saber más…
–Mi amigo Sandor es un estudioso de nuestra cultura, lo apasiona
particularmente la historia de los doce FILOS, a eso vino a mi biblioteca en aquella
ocasión, a aprender todo sobre ellos... lo que se puede saber claro está. Explícale
amigo...
–La historia de los doce FILOS es fascinante, señorita...
–Conozco la historia, por lo menos desde la guerra para derribar al último de los
gigantes...
–Pero no conoces la historia de los doce guerreros originales en lo particular...
–No señor.
–¿Y la manera en que llegaron a las puertas de la ciudad enemiga para dar
paso "al Ángel" y "al Carnero" para ganar la guerra? Me refiero a su travesía desde
que fueron elegidos...
–Tampoco.
–Te recomiendo que la estudies, es una experiencia de vida, necesitaría cuando
menos un día para explicarte la historia de cada uno de esos valerosos guerreros.
–Doce días...
–Así es, la mitad de mi estancia aquí.
–Yo tampoco tengo tanto tiempo.
–Entonces te daré la explicación rápida del origen de las trece bestias de los
guerreros que se convirtieron en los legendarios FILOS.
–Lo escucho.
–Este paraje es tan antiguo como el tiempo, las bestias que lo habitan no tienen
edad, tampoco sexo, se cuenta que en la época de los gigantes los guerreros más
dignos se adentraban en este sitio para encontrar a su compañero animal que lo
acompañaría por el resto de su vida.
–¿Te imaginas lo que era eso? – interrumpió Darius –. El guerrero se adentraba
tentando a su suerte, buscando a su compañero de batalla pero también buscando
la muerte.
–Había dos principales maneras de salir vivo de Beocia – retomó la palabra
Sandor –. Encontrando a tu compañero y que éste te rescatara, o bien, sometiendo
a quien tú querías que fuera tu compañero y salir vivo de este lugar.
–¿Hubo quien lo logro? – preguntó Selene.
–Sí – respondió Darius –. Quien lo conseguía se convertía en rey, hoy en día
quedan dos vestigios de quien logró esa gran hazaña, todos los conocemos porque
sus descendientes son las dos principales familias de Boleria: los Yaotl y los De
Grieff.
Selene estaba entradísima con la explicación de Sandor y Darius, no se dio
cuenta que las hijas del emisario habían acaparado a Connor y platicaban con él en
actitud muy "cariñosa". Sandor continuó con la explicación.
–Antes Beocia no pertenecía a ningún país, reino o territorio ocupado, era un
paraje considerado sagrado, una vez que el guerrero era aceptado por la bestia o
sometía a quien quería que fuera su compañero, los monstruos originales
depositaban un huevo, éste era cuidado y protegido por el guerrero hasta que nacía
su propia bestia.
–Suena lindo.
–En aquel entonces no lo era tanto, señorita, esos huevos eran muy cotizados,
se desataban guerras por poseerlos, muchas veces la bestia no llegaba a nacer, en
otras ocasiones al no reconocer a su dueño original se tornaba salvaje, el ladrón de
huevos tenía que ser muy cuidadoso, un padre siempre cuida a su hijo, si las bestias
originales sentían el dolor de su cría, arrasaban con todo hasta recuperarlo.
–¿Y qué hacían con las crías si las recuperaban?
–Dependía de la bestia, algunas dejaban ir a sus crías para que se desarrollaran
donde pudieran, otras las devoraban para que no fueran utilizadas por una persona
que no era su compañero original.
–Eso es horrible...
–Así es, las bestias liberadas después tuvieron que ser cazadas, eran
incontrolables, algunas otras lograron aparearse con la fauna local surgiendo nuevas
especies, a diferencia de sus progenitores, las nuevas bestias sí tenían sexo.
–¿Y las que lograron ser amaestradas?
–Pelearon con sus nuevos amos hasta la muerte, algunas bestias de los doce
FILOS originales fueron producto de un regalo, de un robo o de un encuentro
fortuito, se dice que un huevo de las bestias originales puede permanecer siglos
cerrado si pierde a su amo original, las condiciones para abrirlos aún es un misterio.
–¿Todavía es posible arrancar un huevo a esas bestias?
–No, sólo reaccionaban con los gigantes...
–Pero usted dijo que los De Grieff y los Yaotl...
–Grandes hombres que servían a buenos amos, no todos los gigantes eran
malos, algunos nos heredaron grandes cosas, el manejo de la energía elemental por
ejemplo, los primeros Patriarcas de los De Grieff y los Yaotl se aventuraron a entrar
a Beocia y salieron con un huevo.
–¿Y qué bestias son las que obtuvieron?
–Dos muy poderosas: el Dragón del Juicio Final y el Dragón Oscuro.
–Pero el Dragón Oscuro no pertenece al Círculo del Zodiaco.
–Así es, Horace De Grieff, uno de los primeros Patriarcas de su familia, canjeó
al Dragón Oscuro con el Clan Alwaid por un brebaje que aumentaría el poder de un
Clan miembro de la Liga del Metal que se uniría a su familia.
–Pero acaba de decir que esas bestias sólo obedecían a su guerrero
destinado… – comentó Selene intrigada.
–Había excepciones – respondió Sandor Krull – y esa era precisamente el Clan
χlwaid, “los pastores” de los gigantes, ωlan encargado de cuidar los dragones de la
especie que antes dominaba la tierra, ellos lograron dominar al Dragón Oscuro,
aunque fue una guerrera la que consiguió “amaestrarlo” y obligarlo a luchar a su
lado, la jovencita que lo robó siendo el monstruo una cría aún y quien con sus
cuidados logró que el mítico dragón se desarrollara, esa chica a su corta edad ya era
la Suprema Comandante de los llamados Guerreros de las Constelaciones, una
reconocida miembro del Clan Alwaid llamada Lilith.
–La original FILO número doce... – susurró Selene para sí misma.
–Así es – confirmó Darius Rashad que tenía muy buen oído.
–Entonces todos los huevos de los FILOS fueron producto de un robo – dijo
Selene que deseaba aprender más.
–No es así – negó Sandor moviendo su dedo índice de la mano derecha de un
lado a otro de manera horizontal –, como ya te dije no todos los gigantes eran malos,
algunos apreciaban mucho a los hombres que les servían y les regalaron sus huevos
con parte de su poder, el huevo se abrió cuando nacía el miembro de esa familia
que la bestia naciente sentía como su compañero, hubo otros gigantes que incluso
se enamoraron de sus esclavos o esclavas y tuvieron hijos con ellos, nunca un
humano normal pudo engendrar un gigante, sin embargo, esos hijos con sangre de
gigante también pudieron conseguir su trofeo en el Paraje de Beocia.
Selene iba a hacer otra pregunta cuando de reojo vio a Connor platicando
animadamente con las hijas de Sandor, una le acariciaba el cabello y otra iba
prendida de su brazo, ambas reían escuchando lo que el portador de la espada
sagrada Ammavaru decía.
Como era su costumbre y sin importarle sus modales, Kwan Yin fue hacia
Brahma y lo jaló de una oreja, las hermanas Krull primero sorprendidas y después
divertidas preguntaron a Selene.
–¿Hicimos algo malo?
–No, pero este idiota no sabe un carajo y cuando tiene oportunidad de aprender
sólo piensa en distraerse.
–¿Es acaso tu novio o algo así? – preguntó Laetina.
Selene iba a negarlo pero Connor se le adelantó.
–Sí, Kwan Yin es mi novia y tiene razón, nunca pongo atención cuando debo,
eso siempre me causa problemas...
Connor abrazó a Selene por la espalda juntando sus manos en su vientre y le
dio un beso en la mejilla, eso calmó un poco a la portadora de Samsara, Sandor por
su parte reprendió a sus hijas.
–Dejen en paz a ese muchacho, si tuvieran el mismo interés que yo por su
cultura sabrían que ellos dos nacieron para estar juntos, así que ni se les ocurra
incomodar a la invitada de nuestro anfitrión.
–Nosotras sólo estábamos platicando, papá – respondió Ailexa, quien junto con
su hermana se hizo la ofendida y no volvieron a hablar en todo el camino de regreso.
Una vez en la biblioteca de Beocia, Sandor Krull se ofreció a llevar a Brahma y
Kwan Yin a Ishtar, los encontraron cuando daban un paseo pero en las
inmediaciones de la biblioteca había a su disposición todo un nutrido grupo de
vehículos para su transporte. Les ofreció tener una plática con su amigo personal: el
Presidente Armand Yaotl, los ahora FILOS Divinos vieron en ese momento la
oportunidad de ver cómo estaban las cosas en Ishtar y aceptaron la invitación del
emisario de Liberthya.
Ese mismo día Ailexa y Laetina se disculparon con Selene, a quien ya se le
había pasado el coraje y estaba avergonzada por su comportamiento.
–Discúlpanos si te ofendimos al hablar con tu novio, no sabíamos que eso está
mal aquí en Boleria – se disculpaba Ailexa.
–Al contrario – dijo una sonrojada Selene –, yo soy la que debe disculparse, no
tiene nada de malo que Connor hable con otras chicas, soy muy impulsiva.
–Cualquiera lo sería con un novio tan guapo como él, pero nosotras sólo
estamos aquí de paso y únicamente queríamos divertirnos, papá sólo nos lleva a
sitios aburridos... – se quejó Laetina.
–Lamento escuchar eso, pero nosotros somos las personas menos indicadas
para eso, ahora mismo estamos inmiscuidos en un conflicto, no podemos divertirnos
mientras nuestros compañeros están luchando a muerte.
–Sabemos lo del conflicto, pero el portal dimensional no volverá a abrirse hasta
dentro de diez años, era prioritario que nuestros emisarios vinieran a Zarthland a
renovar sus lazos de amistad con los países de este continente, nuestro padre es un
rey en nuestro país, él pidió específicamente ser el emisario en Boleria.
–Espero que en Ishtar puedan divertirse...
–Nosotras también.
Al día siguiente Connor y Selene partieron a Ishtar con el emisario de Liberthya
y sus hijas, llegando a la Ciudad Capital Assur trataron de comunicarse con sus
compañeros en Arcadia pero no lo lograron, les informaron que el estado
armamentista por el momento estaba incomunicado, sin embrago, lograron contactar
a miembros que integraban la "telaraña de información" de Geedy, a través de ellos
pudieron avisar a sus compañeros de sus planes en la capital.
*****
Brahma y Selene fueron presentados con el presidente de Boleria, quien
estaba acompañado por los guardias que Danner había dispuesto para su
protección: Jeff Hobbs y Carlo Tiberian. El interino los trató con toda amabilidad, les
dijo que por el momento su agenda estaba llena pero que al día siguiente los
recibiría.
Laetina y Ailexa les rogaron a Connor y Selene que las acompañaran a
divertirse esa noche, de igual manera tendrían que esperar hasta el día siguiente
para ver al Presidente interino Yaotl.
Al final los nuevos FILOS Divinos aceptaron salir con las hijas de Sandor Krull a
un antro local pero muy de moda en la Ciudad Capital Assur de Ishtar, sitio en el que
se encontraron con los primos Shmuel.
Baldr se acercó a la mesa donde se encontraban los jóvenes divirtiéndose,
llevaba una copa en la mano y una hermosa mujer lo acompañaba, se sentó a un
lado de Connor y levantó su copa viendo a las chicas Krull.
–Espero que se estén divirtiendo, señoritas, ya nos presentaron, soy el Ministro
de Gobierno de la capital, Bethus Shmuel.
–¡Claro que lo recordamos, Lord Shmuel! Su ciudad es preciosa – respondió
Ailexa.
–Me alegro que les guste, en este lugar pueden pedir y divertirse lo que quieran,
la ciudad paga, sólo debo hacerles una observación – Baldr volteó a ver a Brahma y
Kwan Yin –, las personas que las acompañan son un par de criminales buscados por
la ley...
–Debe haber un error, Lord Shmuel, Connor Brunn y Selene Kanezon son dos
amigos de la familia que incluso mañana tienen una audiencia con el mismísimo
señor Presidente Yaotl – le aclaró Laetina.
–El Interino no está informado de muchas cosas, señorita Krull, me temo que
estos dos criminales serán arrestados en este momento.

El Pixiu de Izanami, un león oriental controlador del viento se movía a toda


velocidad eludiendo los ataques de Kratos con su demoledora hacha, la sombra de
Niké era un combatiente de lucha a corta distancia, cuerpo a cuerpo, su poder era la
fuerza.
El león oriental golpeaba una y otra vez a la sombra pero ésta siempre se
levantaba tratándolo de atrapar, en cuanto se le presentó la oportunidad, Niké ayudó
a su sombra apoyándola con su viento para que acorralara al Pixiu, el aire de la líder
de los Bérserkers Celestiales ralentizó a la bestia de la miembro de la Armada
Elemental, una vez que así lo hizo, Kratos lo destrozó.
Izanami furiosa llamó a sus otras dos bestias: el Qilin un hibrido oriental con
cuerpo de león, piel de pez y cuernos de ciervo, controlador de los elementos agua y
tierra, así como al Nian, otra bestia híbrida combinación de un león, un unicornio y
un buey, controlador de la energía elemental fuego.
Niké por su parte invocó a sus dos sombras restantes: Zelo, la sombra alada
portadora del látigo de fuego y Bía, la portadora de la espada, el combate se
reanudó.
Las bestias de Izanami atacaban por varios flancos a las sombras de Niké,
pero estas siempre las eludían, lo que una sombra veía lo veían todas, así tenían
cubiertos todos los ángulos de visión y era imposible que las dos bestias de la
miembro de la Armada Elemental los destruyeran.
El Qilin y el Nian estaban cansados y heridos, sus ataques habían sido
infructuosos, las sombras no parecían estar golpeadas siquiera, el combate lo
estaba ganando la líder de los Bérserkers Celestiales, quien nuevamente apoyando
a sus sombras logró inmovilizar el tiempo suficiente al Qilin para que Zelo y Bía lo
hirieran de muerte.
–Esto se ha terminado, Ana – le advirtió Victoria Nice a su oponente –, has
perdido a dos de tus bestias y mis sombras son invulnerables.
–Siempre hay una manera de ganar, Victoria – respondió Izanami sin pensar
siquiera en retroceder –, y ya la he encontrado, con mi Nian únicamente puedo
vencerte...
–Eso es imposible.
Izanami en ese momento con su elemento hielo creó una superficie dura
inmovilizando así a Bía, el hielo de Ana Arianrod al integrarse a la Armada Elemental
recibió un plus, se fusionó con la llamada tierra cristal, por lo que sus características
eran letales, la barra del hielo cristalizado que envió, maniató, congeló y traspasó por
completo a la sombra femenina de su rival, después señaló a Zelo y el Qilin se lanzó
sobre él atrapándolo con sus elementos agua y tierra para después inmolarse en
una explosión de sus elementos desintegrando por completo a la sombra.
Después, el Nian, en una batalla contra Kratos lo desintegró por completo con
su poderoso fuego, cuando por fin Bía se liberó de la prisión en la que estaba
atrapada, fue traspasada con la espada Katana de Izanami, cayendo derrotada y
desapareciendo, Niké no podía creer lo que acababa de pasar, sus invencibles
sombras fueron derrotadas en apenas un instante...
–No es posible, tu...
–Te dije que te derrotaría, tus sombras eran invulnerables pero no invencibles,
mientras lucharon con mis leones híbridos orientales me di cuenta de su debilidad.
–No, nadie puede... – Niké seguía sin creer en lo que había sucedido.
–Durante la pelea me percaté que cada una de tus sombras cumple una
función: Bía les da invulnerabilidad a sus compañeros, Zelo es la sincronía y Kratos
la fuerza... ¿me equivoco?
–No.
–Entonces sólo tenía que detener por unos instantes la habilidad más poderosa
de tus sombras, la invulnerabilidad, cosa que pude hacer con mi prisión de dos
elementos, con esa maniobra pude romper por un instante la aportación de Bía a las
otras dos sombras.
–Después enviaste al Qilin a inmolarse para destruir a Zelo que era la
sincronización...
–Efectivamente, mi bestia estaba a punto de morir, hizo lo que tenía que hacer,
al romperse la sincronización, Kratos dejó de ser invulnerable...
–Y a pesar de su gran fuerza tiene una debilidad, la lucha a distancia, el
elemento fuego era el ideal para destruirlo.
–Así es...
–Pero... ¿cómo supiste que al caer sus compañeros la invulnerabilidad de Bía
desaparecería?
–No lo sabía, pero la única opción que tenía era atravesarla con mi espada, es
especial y sabía que algún daño le haría, ese fue un plus de mi estrategia. Ahora
estás perdida...
Esta vez quien se confió y resultó sorprendida fue Izanami, en un rápido
movimiento auxiliándose de su viento, Niké sacó el látigo de fuego de Zelo y con la
fuerza adquirida de Kratos maniató al Nian, después invocó el poder que había
adquirido al jurar lealtad al Círculo del Zodiaco: la electricidad de Virgo, con un
directo y contundente impacto destruyó a la bestia híbrida.
–¿Qué fue eso? – preguntó Izanami quien no tuvo capacidad de reacción.
–Ahora quien se confió fuiste tú – le restregó en la cara Niké mientras
desenfundaba su espada del Olimpo, yo reúno en mi cuerpo las características
esenciales de mis sombras para la batalla: el látigo de Zelo, la fuerza de Kratos y la
habilidad de Bía.
–Mis respetos ante ti – contestó la miembro de la Armada Elemental señalando
con su espada Katana a su oponente –, pero Bía no es tan diestra con el arma como
yo, además, mi control sobre la fusión del hielo y la tierra cristal es superior a tus
habilidades de sombras, esta pelea ya está decidida...
–Si eso piensas destrúyeme de una vez, veremos tu supuesto gran poder…
Las dos mujeres se lanzaron una contra la otra, Izanami atacó con su poder
fusionado sobre el hielo y la tierra cristal y Niké atacó con la fusión de sus dos
elementos: el viento y la electricidad adquirida de Virgo. El cristal de hielo congeló y
cortó el cuerpo de la Bérserker Celestial y el relámpago amarillo explotó en el cuerpo
de la miembro de la Armada Elemental.
Ambas guerreras cayeron al borde de la muerte y las dos se volvieron a
incorporar, ninguna estaba dispuesta a perder contra la otra, Ana Arianrod con el
brazo tembloroso señalaba a su rival.
–¿Qué ataque fue ese?
–La fusión del viento y la electricidad – le respondió Victoria Nice –, Aries liberó
las nebulosas, las cuales no sólo afectan a los miembros del Círculo del Zodiaco,
también a los Bérserkers Celestiales, la mía es la llamada nebulosa del águila, la
cual me permite fusionar mi poder.
Izanami observó la nebulosa que se había formado a espaldas de Niké, una
combinación de gases blancos con bordes morados y la forma de un águila con las
alas extendidas, pero también estudió a su rival, el cristal de hielo la impactó de
lleno, no soportaría un embate más, al igual que ella tampoco aguantaría otro
impacto de ese terrible y doloroso relámpago amarillo.
–Este es el último ataque – sentenció la domadora de las bestias híbridas con
un par de nuevos cristales de hielo en su mano izquierda y su espada Katana en la
derecha –, no sólo tú tienes habilidades de tus sombras en tu cuerpo para el
combate, yo también, tengo la fuerza del Qilin, la velocidad del Pixiu y el poder
explosivo del Nian, que gane la que mejor resista el poder de la otra.
–Espera, Ana – el látigo de fuego de Niké desapareció, la guerrera levantó el
brazo izquierdo en señal de que deseaba hablar, pero sin enfundar su espada, no
confiaba en la traicionera de Izanami –, podemos matarnos en este momento las
dos, ya hemos visto que nuestro poder está igualado y tenemos las mismas
posibilidades de perder o ganar.
–De eso se trata un duelo.
–Ya lo sé, lo que está mal es lo que ustedes planean hacer junto con los
Caballeros Fantasmas de Riazor.
–¿Y a ti eso qué te importa?
–Antes que enemigas, miembros de grupos élite o Directoras de las principales
escuelas de educación superior de nuestros Distritos, somos Bolerienses, patriotas
que debemos nuestra vida al estado, las Espadas Reales de Riazor intentan destruir
nuestro país.
–No desde su punto de vista.
–Lo que quieren hacer es una locura que no van a poder frenar y lo sabes.
–Quizá lo que necesita este país es empezar de cero.
–Tal vez, pero nuestra patria no puede darse ese lujo, Boleria tiene muchos
enemigos que sólo esperan la oportunidad de atacar cuando nuestra nación esté
vulnerable, si ustedes ayudan a abrir la puerta del último piso, los habitantes de ese
lugar acabarán con todos los guerreros élite del país.
–Así como tus sombras ellos pueden ser contenidos.
–La diferencia es que si tú hubieras fallado mis sombras no destruirían Boleria...
¿piensas tomar ese riesgo?
–Yo sólo voy a apoyar a mi hijo.
–Tu hijo será recordado en la historia como el guerrero que destruyó su país,
ese país que Sigger amaba, porque te puedo asegurar que tu esposo amaba a
Boleria más que a nada en el mundo, al igual que el imbécil de Demarcus.
–No, yo... – Izanami empezó a dudar de la propuesta de las Espadas Reales de
la Orden de Riazor.
–Por favor, Ana, aunque perdimos a tus bestias y a mis sombras aún podemos
pelear, tu hijo y Tian son poderosos, debemos detener a los chicos de Riazor, si
sobrevivimos entonces terminaremos con este duelo, te aseguro que mis ganas de
matarte nunca van a disminuir, pero el amor por mi país está por encima de mi odio
personal más profundo, sé que piensas igual que yo...
Izanami se quedó un momento pensativa, desde que escuchó el plan de
Radamanthys había dudado del ofrecimiento de los Caballeros Fantasmas de la
Orden de Riazor, Niké tenía razón, debían detenerlos primero, si sobrevivían
entones terminarían su duelo personal.
–Está bien, vamos a ver a mi hijo...
En ese momento se apareció ante ellas Cadmus Albarán, uno de los tres
miembros ocultos de la Armada Elemental entrenado para destruir a sus
compañeros si éstos se volvían contra el estado.
–Buenas tardes, Directoras...
Ana Arianrod vio con desdén al chico Albarán.
–Eres tú, uno de nuestros compañeros ocultos, Fuxi, si no me equivoco.
–Así es, Izanami.
–¿Y qué es lo que quieres? – preguntó Niké.
– Estaba aquí para apoyar a los Profetas por si los miembros de la Armada
Elemental o los Controladores de la Materia se ponían violentos, si no estaban de
acuerdo con ellos no saldrían de aquí con vida. Después me encargaron vigilarlas,
quería que se mataran la una a la otra, en el peor de los casos que ganara Izanami,
en caso contrario mi deber era asesinarte, Niké, aunque ahora veo que tendré que
matarlas a ambas...
Ana Arianrod y Victoria Nice se voltearon a ver, sabían que debían pelear
unidas si deseaban vencer a Fuxi, el chico debía ser poderoso pero la experiencia la
tenían ellas. En un ataque combinado embistieron en contra de su enemigo.
Ambas así lo hicieron, Niké utilizando su viento y las capacidades de sus
sombras e Izanami su habilidad adquirida de sus bestias y el hielo, las dos hirieron
en varias ocasiones a Fuxi, pero entonces el cuerpo de Cadmus de tornó de metal y
se convirtió en un león metálico cuyo aliento explosivo alejó a sus rivales, a
diferencia de su cuerpo que era metálico, su melena y punta de la cola eran
eléctricas, de color morado, una vez que tuvo a sus rivales a una distancia
conveniente, se incorporó hasta sostenerse en dos patas, la boca del león metálico
se abrió hasta mostrar el rostro del chico, quien les anunció:
–Ustedes serán las primeras guerreras élite en conocer a los ocho inmortales,
las sombras que controla mi Clan y que me fueron otorgadas por ser el guerrero más
fuerte de mi generación.
En ese momento siete sombras aparecieron por detrás de Fuxi, dos femeninas
y cinco masculinas.
–Dijiste ocho inmortales y yo sólo veo siete guerreros – dijo Izanami sin temor
alguno.
–Perdón por eso, mi octavo inmortal, Li, está ocupado con el tigre blanco que
Tian envió para informarle del resultado de su batalla, mi sombra puede crear
ilusiones, está mostrándole como se matan la una a la otra...
–Ana – apuró Niké –, ve a despertar a Byakko, yo me encargaré de las
sombras...
–No – Izanami dispuso su arma para cortar a su enemigo –, tú búscalo, yo
pelearé con Fuxi...
–No tenemos tiempo de discutir ahora, mi viento me da la ventaja de la
velocidad, puedo entretenerlos a todos, por favor, hazme caso, esta fue mi idea, ve...
–Yo también soy veloz, tengo la habilidad del Pixiu. Si enfrentas tu sola a ese
tipo vas a morir...
–¿Eso es lo que importa, no? – Victoria Nice sonrió al escuchar la voz
preocupada de su enemiga jurada.
–Yo debo matarte.
–En otra vida, amiga...
Niké con su poder sobre el viento atacó a las sombras de Fuxi, éste envió a sus
inmortales Zhang y Han a pelear con ella, Zhang combatía con la espada y podía
leer la mente, con esa habilidad contrarrestaba la gran velocidad de Niké, la batalla
estaba pareja, pero entonces Han utilizó su flauta, con ella hizo brotar del suelo
plantas carnívoras que atacaron a la Directora de la escuela principal de educación
superior del Primer Distrito, las habilidades adquiridas de Zelo, Kratos y Bía no
fueron suficientes para contrarrestar el ataque de las plantas que a pesar de ser
destruidas no dejaban de brotar, la Directora de la escuela superior del Primer
Distrito se vio obligada a utilizar su máximo poder, una mezcla de gases de colores
se empezaron a formar a su alrededor, estaba a punto de utilizar el relámpago
amarillo para aniquilar a todas las plantas pero no fue capaz de continuar, el inmortal
Zhang había evadido su defensa y la traspasó con su arma.
Victoria Nice retrocedió lentamente agarrándose el vientre para después caer
de rodillas, las plantas carnívoras completaron el trabajo dejando su cuerpo
totalmente destrozado y a ella al borde de la muerte, lo último que hizo fue voltear a
ver a su eterna rival que no la estaba pasando mejor que ella.
En cuanto Izanami corrió a buscar al tigre blanco Byakko, Fuxi envió a sus
inmortales Cao y He a detenerla, Cao fue el primero en atacar forzando una lucha de
espadas, la Directora de la principal escuela superior del Tercer Distrito lo inmovilizó
con su fusión de tierra cristal y hielo, después dispuso su Katana para destrozarlo,
sin embargo, con lo que la guerrera no contó fue con la capacidad especial del
inmortal, antes de ser destruido Cao logró controlar el cuerpo de la miembro de la
Armada Elemental, tenía un poder psíquico como el del Arcángel Caído Kasbeel,
después, He, una sombra metálica de grandes alas, a gran velocidad enterró sus
uñas metálicas en el corazón de la miembro de la Armada Elemental.
Niké estaba al borde de la muerte, sabía que habían fallado en su intento por
ayudar a su país, con la boca sangrante y diciendo sus últimas palabras le preguntó
a Izanami:
–Si no hubiéramos matado a tus bestias y destruido a mis sombras habríamos
ganado... ¿verdad?
–Sin ninguna duda, estas sombras no son nada...
Antes de que se extinguiera su vida, Victoria Nice decidió liberar la carga de su
corazón.
–Perdón por matar a tu hermana...
Ana Arianrod le sonrió a su odiada rival, jamás pensó que esas palabras
viniendo de ella le importaran algo, pero en ese momento la reconfortaron.
–Perdón por destruir tu vida...
En un esfuerzo sobrehumano ambas guerreras se levantaron y alejaron de sus
respectivos asesinos, con paso tambaleante caminaron hasta estar frente a frente,
se dieron la mano y cayeron ambas al mismo tiempo sin vida.
En la Ciudad Oscura de la provincia de Xibalbá, Tian con lágrimas en los ojos
le daba la funesta noticia a Susanoo de la muerte de su madre.
–La batalla terminó, las dos se mataron entre sí.
–¿Estás segura?
–Sí, vamos por el cuerpo de tu madre...
Cuando Susanoo y Tian se retiraban, Lady Alyassa les preguntó:
–¿Se van a unir a nosotros?
–Ustedes son cómplices de la muerte de mi madre – respondió Susanoo.
–Te equivocas – la Espada Real femenina de la Orden de Riazor defendía su
posición –, tu madre pidió esa batalla, yo y mi hermano nos ofrecimos para acabar
con Niké, tú mismo pudiste hacerlo, a tu madre la mató una miembro activa de los
rebeldes, al igual que a tu padre, si tú y Tian se quieren unir a nosotros son
bienvenidos.
–Lo pensaré.
Mientras Susanoo y Tian se iban sobre la gran ave bermellón Suzaku y el
dragón azul oriental Seiryu, ambos propiedad de Isolda Nemhain a buscar el cuerpo
de Izanami, Apolo Kray le preguntaba a su hermana:
–¿Qué sucedió?
Diana observaba en su dispositivo móvil la batalla que el mismo Cadmus
Albarán había grabado.
–Que Fuxi ha demostrado que está con nosotros y es muy bueno...

Connor se levantó aceptando el reto de Baldr pero Laetina se interpuso entre el


portador de Ammavaru y el Ministro de Gobierno de la Ciudad Capital Assur, le
plantó cara al segundo amenazándolo.
–Tenga mucho cuidado con lo que dice y piensa hacer, Lord Shmuel, nosotras
tenemos inmunidad diplomática, si usted o cualquiera de sus hombres intenta
arrestar a nuestros amigos y ellos se resisten, nosotras podemos salir lastimadas,
eso podría ocasionar una guerra con Liberthya que ahora Boleria no se puede
permitir, desde este momento lo responsabilizo a usted por nuestra integridad física,
si yo o mi hermana sufrimos el más leve rasguño pediré su cabeza, le aseguro que
la tendré en una charola como disculpa de su Presidente.
Dagan se acercó a su primo y le señaló una esquina del Club, ahí se
encontraban los defensores de Armand Yaotl esperando entrar en acción, ellos eran
los responsables en Ishtar de la seguridad de las chicas Krull, Lady Aliel y Sir
Astaroth habían hincado la rodilla ante el Presidente Interino y de nuevo juraron
fidelidad, el peligro de una insubordinación de los Caballeros Fantasmas de Ishtar ya
no existía.
Los dos Guardianes del Destino se retiraron sin decir más, la pelea con dos
FILOS Divinos era difícil, con dos de las Espadas Reales de la capital del lado de
sus enemigos y sin su tío Raam Shmuel apoyándolos era una misión suicida. Selene
agradeció el gesto de Laetina.
–Gracias por apoyarnos...
–Ustedes están aquí por nuestra culpa – comentó Laetina con desgana, sabía
que la diversión se había terminado –, es lo menos que podía hacer, será mejor que
nos regresemos al edificio de Gobierno, esta fiesta ya se terminó.
Al día siguiente hasta la noche Connor y Selene hablaron con el Presidente
Interino, éste les refrendo lo que ya les había dicho a sus compañeros con
anterioridad, si lograban la rendición de los cuatro grandes estados de Boleria él
estaría dispuesto a negociar la entrega del poder, despidió a los guerreros rebeldes
mandando sus más afectuosos saludos a Fenrir y a Tsukuyomi, así como a sus
sobrinos Fausto, Emilian, Arad y Daiana Yaotl, que sabía peleaban con la
resistencia.
Sin más cuestiones que ver en la capital, al día siguiente los FILOS Divinos
cuatro y nueve regresaban en un vuelo al Tercer Distrito de Arcadia para apoyar a
sus compañeros en la toma del estado de Riazor, las hermanas Krull se pusieron a
sus órdenes y les refrendaron que contaban con ellas para lo que necesitaran.

Cross y Arlés eran atendidos por los servicios médicos en la enfermería de la


escuela superior del Tercer Distrito, todos se encontraban a la expectativa pues
desconocían el resultado de su batalla en contra de Odín.
El portador de Antares fue el primero en despertar, su madre y Caris estaban a
su lado, volteó la mirada y vio a su amigo en la cama contigua, preguntó por su
estado de salud.
–¿Cómo se encuentra?
–Recuperándose, hijo – Daniela Malka acarició cariñosamente la mejilla de su
retoño –, estará bien. ¿Cómo les fue?
–No lo sé – Cross se incorporó y colocó las manos en su sien tratando de
recordar lo sucedido –, cuando yo combatía con Odín, Arlés parecía muerto,
después de luchar por un tiempo Argento Riazor y yo atacamos con nuestro máximo
poder, lo último que recuerdo es que logré golpearlo, pero no sé qué sucedió
después, ni siquiera sé cómo llegamos hasta aquí…
–Venían en el lobo Fenrir, llegaron apenas a tiempo antes de que Arlés se
desmayara – respondió Daniela Malka mientras obligaba a su hijo a volver a
recostarse.
–Entonces desconozco si vencimos o huimos – dijo Cross señalando a su amigo
en la otra cama –, sólo Arlés sabe eso, tendremos que esperar a que él despierte
para que nos aclare que pasó.
–Ahora vengo – la madre de Cross se levantó –, voy por las niñas, les prometí
que les avisaría cuando despertaras.
–Yo puedo ir, señora – se ofreció Caris.
–No, tú cuida a Cross, yo traeré a Michelle y Elektra.
Daniela Malka le dio un beso en la frente a su hijo y salió de la habitación, Caris
iba a sostener la mano de Cross pero se arrepintió.
–¿Cómo te sientes?
–Me repondré.
–Me refiero a si ya estás más calmado, si ya encontraste tu venganza...
–No sé si logré mi venganza, desconozco cómo terminó la batalla, pero puedo
asegurarte que mejor no me siento...
–La conseguimos, amigo, Odín está muerto...
Cross y Caris voltearon hacia Arlés que también ya había despertado, el
portador de Antares le preguntó al de Droma.
–¿Estás seguro?
–Al cien por ciento, tú lo derrotaste, estaba muriendo cuando logré llegar hasta
él, le atravesé el corazón y le rebané la garganta, está muerto.
–Definitivamente era poderoso el viejo. ¿Cómo te sientes? – preguntó Cross
esperando que por lo menos su amigo se sintiera satisfecho con la venganza
cumplida.
–Igual que tú – respondió Arlés viendo hacia el techo de la habitación,
recordando a sus amigos de la infancia asesinados –, no siento ninguna
satisfacción, la muerte de ese maldito no va a revivir a las personas que asesinó,
pero era algo que teníamos que hacer, por lo menos las muertes de Chris y de mis
hermanos no quedaron impunes.

La Arcángel Pariel y Athena nuevamente estaban con Dorian, le daban la


noticia de que Arlés y Cross volvieron con vida de su encuentro con Odín, Cerberus
no podía creer lo que escuchaba.
–Seguramente lograron huir, ellos no eran rivales para Lord Riazor.
–Creo que aún no lo sabes, Dorian, pero Cross ascendió en su poder, ahora es
un FILO Divino, si él y Arlés regresaron en esas condiciones lo más seguro es que
hayan derrotado a Riazor.
Dorian apretó los puños al escuchar las palabras de Elektra, no podía soportar
que Cross ahora fuera un guerrero supremo, era imposible para él creer que ese
maldito imbécil siguiera volviéndose más poderoso, aun así se prometió que a la
primera oportunidad que tuviera lo mataría. Para no seguir hablando de Cross
decidió molestar a la portadora de la espada sagrada Spartha.
–¿Ya no le dices papá al señor Riazor?
–Ese hombre no es mi padre.
Dorian iba a responderle a Athena cuando vio que el Arcángel Tamiel entraba
en la habitación, se quedó sin habla y como era su costumbre cuando alguien lo
visitaba se sentó en un rincón, callado e inmóvil, viendo hacia el suelo, la madre de
Cross se acercó a él sonriendo.
–¿También me ignoras a mí, Dorian?
El FILO número tres no contestó, Michelle le pellizcó un brazo y lo reprendió.
–Por lo menos podrías ser educado...
–Buenas tardes... – saludó Dorian de mala manera.
–Buenas tardes, Dorian – respondió Tamiel –. Hace un tiempo me ibas a
permitir entrar en tu cabeza, me gustaría intentarlo.
–No hay nada en mi cabeza que le sirva, si quiere que le diga la porquería de
persona que es su hijo puedo hacerlo sin que se meta en mi cerebro.
Esta vez fue Elektra quien pellizcó a Dorian.
–Adelante, señora, revise lo que quiera en el cerebro de este cabeza dura, si se
resiste, Michelle le quitará sus sentidos hasta que se desmaye...
–Eso no será necesario... ¿verdad Dorian? – preguntó Tamiel.
–Hagan lo que quieran y después váyanse las tres – respondió Dorian
secamente –, sólo quiero que me dejen en paz.
–Será rápido, por cierto, niñas... mi hijo ya despertó.
Al escuchar eso último Dorian tomó las manos de Daniela Malka que ya
estaban en su sien, se levantó viéndola fijamente.
–¿Qué sucedió con Lord Riazor?
–Al parecer mi hijo no lo recuerda, se desmayó antes de que concluyera su
batalla contra ese hombre, parece ser que tendremos que esperar a que Arlés
despierte...
–Lo sabía, un inútil como Cross jamás podría derrotar al señor Riazor.
Daniela Malka entró en la mente de Dorian, no tardó más de cinco minutos
cuando lo soltó de repente, gracias a la intervención de Michelle, la madre de Cross
no cayó al suelo, Cerberus sonreía, Elektra lo tomó del cuello.
–¿Qué le hiciste, cobarde?
–Nada – Cerberus ni siquiera intentó defenderse de la agresión de Elektra –, no
hay razón para que la lastime, no tengo asuntos pendientes con esa señora,
seguramente vio algo que no le gustó... ¿por qué no le preguntas a ella?
–¿Está usted bien? – preguntó Michelle.
Daniela Malka respiraba con dificultad.
–No, esto no está bien, ese pobre muchacho... – señalaba a Dorian.
–Si buscó en sus recuerdos no me sorprende que esté tan impactada. – dijo
Athena que ya había soltado a Cerberus –. La vida de Dorian ha sido muy dura...
–No es eso, ese muchacho no...
Tamiel temblaba mientras señalaba a Dorian, Elektra y Michelle estaban
sorprendidas, la madre de Cross siempre se comportaba serena y ecuánime, en ese
momento parecía que se derrumbaría en cualquier momento.
La Arcángel Caído después de unos minutos se recuperó, se incorporó y apuró
a Michelle y Elektra.
–¡Vámonos de aquí! Necesito hablar con Drakkar.
–Sólo Arlés sabe en donde está – respondió Michelle.
–Es imprescindible que Arlés despierte, vamos a buscarlo entonces.
Tamiel, Athena y Pariel llegaron a la habitación de Cross, a las dos chicas se
les iluminó el rostro cuando vieron a Cross despierto, pero sólo fue un instante,
Cross evitó la mirada de Elektra, Michelle dejando a un lado sus reticencias fue con
Cross y lo abrazó, el portador de Antares apenas correspondió al abrazo, situación
que hizo sentir incómoda a la Arcángel.
Tanto Elektra como Michelle prefirieron concentrar su atención en Arlés que ya
se había recuperado, el portador de Droma les platicó los detalles de la batalla con
Odín, después todos escucharon el relato de Daniela Malka.
–Eso no es posible... – dijo temblando Elektra.
–No lo sé, Argento Riazor siempre fue alguien muy extraño, aún nadie sabe
cómo siendo un manipulador del elemento viento de nacimiento se convirtió en el
máximo controlador del hielo, necesito ver a Drakkar – insistió Tamiel.
–¿Por qué sólo tú sabes en donde está Bastián, Arlés? – preguntó Cross.
Cáncer llegó muy mal de su batalla con Poseidón – explicó el Supremo
Comandante de los rebeldes –, Capricornio nos advirtió de la relación que la
Delegada mantuvo en el pasado con el Juez del Oeste del Quinto Distrito, con el
Arcángel Gabriel y con Drakkar.
–¿De qué estás hablando? – Michelle veía fijamente a su compañero, nunca
había escuchado nada al respecto.
–De que la Delegada del Primer Distrito tuvo una relación amorosa muy intensa
con los tres.
–Rafael mató a su tío Gabriel y Cáncer a Poseidón en la batalla de Aztlán... –
Pariel estaba sacando conclusiones.
–Así es – Arlés siguió con su explicación –, Capricornio me advirtió que
posiblemente Cáncer fuera traicionada por el corazón, como una vez le pasó a ella,
me recomendó que cambiara la ubicación de Bastián, posiblemente la Delegada
trataría de liberarlo.
–¿Y qué pasó? – preguntó Cross.
–Que así fue – confirmó Fenrir –, Cáncer intentó liberar a Bastián...
–¿Qué sucedió cuando no lo encontró? – preguntó Elektra.
–Le dije que había muerto, de otra manera habría destrozado la escuela entera
buscándolo... – Arlés excusaba sus acciones pero no comentó la paliza que le dio la
fallecida miembro del Círculo del Zodiaco.
–Cáncer ha muerto, ya no tiene caso seguir ocultando el paradero de Bastián,
mi madre, Michelle y yo iremos a verlo, le sacaremos toda la información que tiene y
veremos qué tan grave es la condición de Dorian.
–Estoy de acuerdo, Cross – respondió Arlés.

Bastián Riazor pateaba las paredes de su nueva prisión en la escuela de nivel


superior del Tercer Distrito, era una piltrafa humana, nadie le había dado razón aún
de lo que había sucedido con Tegmine De Grieff, el solo pensar que algo le hubiera
sucedido lo atormentaba todo el tiempo.
Se encontraba en una total oscuridad permanente, únicamente una tenue luz
se encendía cuando le pasan sus alimentos, el FILO Oscuro número cuatro apenas
si los probaba, lo único que hacía era gritar y exigir por la presencia de Escorpión.
El repentino encendido de las luces lastimó sus ojos, finalmente vio a la
persona por quien clamaba su presencia, venía acompañado de Michelle y de la
Diplomática de Levit.
–Por fin te apareces... – reclamó el FILO Oscuro –. ¿Vienes a torturarme tú
personalmente?
–Nadie te ha torturado, Bastián – le respondió tranquilamente Cross.
–¿Crees que esto no es una tortura? – le espetó Drakkar pateando el acrílico
que lo mantenía encerrado.
–Ni una milésima parte de lo que sufrió Christina – el tono de Cross fue un poco
más fuerte, trataba de contenerse –, ya maté a tu tío y aún no me siento satisfecho,
no me obligues a hacerte lo que tengo en mente.
–¿Mataste a mi tío? – El portador de la espada oscura Indra se quedó quieto un
momento, no podía creer lo que estaba escuchando.
–Como a un perro...
–Eso es imposible... – instintivamente aunque lo separaba la pared de acrílico
de Cross, Bastián se alejó del portador de Antares, su mirada le dio escalofríos –, él
es un FILO Divino...
–Yo también lo soy ahora, Odín no pudo con el poder combinado de Arlés y
mío.
–Sus discípulos estrellas terminaron enterrándolo...
–No estamos aquí por eso – Cross trató de controlarse, el ver a Drakkar hacía
que su monstruo interior clamara por salir a buscar venganza –, Bastián...
–¿Qué es lo que quieres? – El portador de la espada oscura Indra se mantenía
alejado del líder de la resistencia, sentía su sed de sangre.
–Que dejes a mi madre entrar en tu cabeza...
Bastián no se mostró sorprendido con la declaración de Cross, él siempre supo
que Daniela Malka era la madre de su ahora captor.
–La Arcángel Tamiel ya lo intentó en un par de ocasiones y no pudo leer mi
mente, así pienso dejar las cosas, prefiero congelar mi cerebro y morir a que
indaguen todo lo que sé.
Las dos Arcángeles y Cross se colocaron en posición para doblegar a Bastián,
antes de que lo atacaran psíquicamente el FILO Oscuro número cuatro levantó las
manos.
–¡Aguarden! Podemos llegar a un arreglo, pueden considerarlo o intentar llegar
a mi cerebro antes de que yo lo congele, ustedes deciden.
–¿Qué deseas? – preguntó Cross.
–Ayudarlos, no a ustedes propiamente dicho, estaba en esta guerra por amor a
mi tío, pero hay algo superior a ese amor filial y es...
–Tegmine De Grieff – Daniela Malka interrumpió a Bastián.
–Así es, necesito protegerla, si me dan esa oportunidad daré mi vida por su
causa, déjenme este brazalete – Drakkar señaló el aparato que tenía en la muñeca
derecha –, cuando todo termine podrán volverme a encerrar o ejecutarme, no me
importa, lo único que quiero es cuidar a Tegmine, les aseguro que los secretos en mi
cabeza bien valen este trato.
Cross se vio obligado a darle la noticia funesta.
–Bastián, Cáncer está muerta.
–No es cierto... – El portador de la espada oscura Indra regresó a la pared de
acrílico y la golpeó.
–Lo es... – le respondió Escorpión sin dar más explicaciones.
–¡No!
Drakkar en un momento de furia expulsó todo su poder rompiendo el panel de
acrílico, se le fue encima a Escorpión pero Cross activó el brazalete que el FILO
Oscuro llevaba en la muñeca derecha, el dolor llegó hasta el cerebro de Bastián que
cayó llorando de rodillas.
–Maldito seas, Cross, Teg era tu compañera, tu hermana de armas, yo sólo pedí
protegerla – Bastián levantó la mirada hacia el líder de la rebelión, estaba decidido a
cobrar venganza –, dejaré que entren en mi mente sólo hasta después de que me
permitan matar a Poseidón...
–Poseidón está muerto – le informó Cross –, al igual que Gabriel. Rafael y
Cáncer ganaron esas batallas.
–¿Entonces cómo es que...? – Bastián no entendía qué es lo que Cross le
decía.
–Si buscas a un culpable ese es Miguel – le dijo Escorpión –. Los Arcángeles
Caídos, las hijas de Aries mataron a su propia tía...
–No, eso no es posible – Bastián se mostraba completamente consternado –,
yo...
–Con sólo ver el rostro de culpabilidad y desconcierto de Drakkar, Daniela Malka
adivinó inmediatamente lo que pasaba por su mente.
–Tú sabías donde estaban... ¿verdad? – preguntó Tamiel –. Sabías en dónde se
encontraban esas pobres niñas.
–Yo... no creí que... mi tío... – Bastián balbuceaba impresionado por lo que
acababa de escuchar, dejó de luchar contra el poder psíquico de Tamiel que
buscaba entrar en su cabeza, él todo el tiempo supo en donde se encontraban las
gemelas De Grieff, Jean Yaotl se lo contó a Odín, Drakkar nunca pensó que esas
niñas pudieran matar a Cáncer.
–¿Cómo esas niñas que no eran unas guerreras pudieron matar a Tegmine si ni
Poseidón pudo hacerlo? – preguntó Bastián mientras trataba de procesar lo que
escuchaba.
–Porque ella se los permitió – le respondió Michelle –. Eran sus sobrinas,
Bastián, su sangre, un concepto que al parecer los Riazor no entienden, Tegmine De
Grieff las derrotó pero no pudo matarlas, se sacrificó por ellas, si buscas un culpable
ese eres tú, pudiste haber evitado esa catástrofe, pero a ti nada te importa, nosotros
ya hemos cumplido con nuestra parte, sólo tienes que mirarte al espejo para
encontrar al culpable del asesinato de Cáncer..., necesitamos saber qué le hizo tu tío
a Dorian, ¿ahora qué es lo que quieres?
Bastián Riazor estaba deshecho, ya nada le importaba, le daba lo mismo quien
ganara esa maldita guerra, él ya había terminado con todo, pero como un último
acto, por la memoria y el sacrificio de Cáncer, les dejaría saber lo que había
sucedido con Dorian.
–Nada, no quiero nada, pueden entrar en mi cabeza o hacer lo que se les dé la
gana, ya nada importa... – susurró el portador de la espada oscura Indra con la vista
baja mientras sus lágrimas golpeaban el suelo.
Tamiel entró de lleno en la cabeza de Bastián y pudo explorarla libremente,
indagó en su cerebro desde su nacimiento, para su sorpresa descubrió que Drakkar
era testigo presencial de lo que había ocurrido en aquel rito mortal que terminó en el
asesinato de los primogénitos de los cuatro patriarcas y Elohim, el otro testigo era
Cross y no le permitía aún entrar en su cabeza, el miembro del Círculo del Zodiaco
se negaba a que Daniela observara sus demonios, la Arcángel no se sorprendió al
conocer al tercer testigo presencial, eso lo había investigado por su cuenta.
–Esto es inaudito – comentó Tamiel pensando en lo que había descubierto –,
todo... el culpable de todo es Elohim, ese maldito...
–Madre... ¿estás bien? – Cross tomó a su madre por los hombros, parecía que
en cualquier momento iba a derrumbarse.
–No, no lo estoy – contestó Tamiel con la voz rota –, ahora lo sé todo, tu padre
se sacrificó por nosotros, dio su vida por protegernos, Argento Riazor, Etneo Brunn,
Michel Yaotl padre, Elan De Grieff padre y Aureo Riazor lo obligaron a sacrificarse, él
dio su vida gustoso a cambio de la tuya...
–Yo vi lo mismo que tú, madre, me enlacé a tu poder, lo que nos dijo Arad
entonces era cierto...
–Así es, Arad nos dijo la verdad, esos malditos inhibieron tu crecimiento, suena
lógico, tu padre los hizo jurar ante el triángulo de la equivalencia del Clan Deltotum
de Hamal que respetarían tu vida hasta que cumplieras la mayoría de edad, si no
crecías, no buscarías venganza y no serías un peligro para ellos...
–¿Se puede eso? – Cross todavía no creía que tuviera más de cuarenta años.
–Hijo, yo tengo sesenta años pero me sometí a una técnica en la que el tiempo
no afectó mi cuerpo, estuve veinte años en estado suspensivo hasta que tú te
liberaste del lugar en el que te tenían, estoy segura de eso...
Al percatarse que Michelle estaba con ellos y los veía con cara de no entender
nada, Cross se comunicó directamente a la mente de Daniela Malka.
–¿Qué quieres hacer, madre? Podemos ir por Elohim y vengar a mi padre...
–¿Te dejó algo la venganza contra Odín?
–Nada, me siento igual, su muerte no me regresó a quien me quitó.
–Entonces no quiero nada, sólo disfrutar a mi hijo, que elijas a una de esas
adorables niñas que se mueren por ti y me des muchos nietos, si me lo preguntas
eso es lo que quiero.
–Esas chicas ya están fuera de mi alcance, por mis errores las perdí a las tres.
–Solo quiero estar a tu lado, hijo, ya resolverás tus problemas con ellas, las tres
te siguen amando.
Cross decidió cortar con la plática, lo incomodaba hablar de esas cosas con su
madre.
–Tengo un deber...
–Entonces te ayudaré a cumplirlo, tu deber, no tu venganza, esa no nos
devolverá a tu padre...
–Mi venganza ya está cumplida, esa puerta está cerrada, ahora lo único que me
interesa es el movimiento.
Tamiel habló en voz alta.
–Lo primero que tenemos que hacer es rescatar a Dorian.
–Dorian está seguro por ahora – dijo Michelle sintiéndose algo incómoda, sabía
que Cross y su madre se comunicaron mentalmente excluyéndola.
–No, hija – le respondió Daniela –, Dorian está encerrado pero no en esta
escuela... ¿no es así, Bastián?
Drakkar no contestó, seguía lamentándose por la pérdida de Tegmine De
Grieff, pero Michelle sí se alarmó con lo que estaba escuchando.
–¿A qué se refiere? ¿Qué sucede con Dorian?
–Vámonos de aquí – ordenó la Arcángel Caído apurando el paso hacia la salida
–, no me gusta decir las cosas dos veces, lo sabrás cuando estén todos presentes.
–No es justo... – se quejó la pelirroja –, usted y Cross ya saben lo que pasó.
Como solía hacer cuando reprendía a las chicas, Daniela Malka tomó del brazo
a Michelle y se la llevó de ahí.
–Ya te dije que lo sabrás cuando hablemos con todos, niña.
–¡Ayyy! – se quejó Michelle por el dolor en su brazo –. Sigo sin entender cómo
es que tiene tanta fuerza...
Mientras salían, Daniela volteó a ver a su hijo, éste asintió, entonces la
miembro del Clan Malka le dio la noticia que sabía sacaría de su lamentación al
FILO Oscuro.
–Por cierto, Bastián, en la época en que mataron a mi esposo, Elohim se burló
de todos, obligó a los cuatro Patriarcas a matar a sus primogénitos, tú eras uno de
ellos...
–Ya lo sé, soy el gemelo que mi padre dejó vivir...
–No es así, es verdad que sobrevivió un hijo de Elohim, pero ese no eres tú.
–¿A qué se refiere?
–Capricho de Elohim, es más poderoso de lo que todos pensábamos, no puedo
decirte toda la historia, que te baste saber que tú no eres hijo de Aureo Riazor, tu
padre era Argento, por algún trato incomprensible con Aries salvaste tu vida pero te
arrebataron de tu real familia.
–¿Mi tío Argento lo sabía?
–No, sólo Aries y Elohim.
Después de encerrar a Drakkar de nuevo, los tres miembros del movimiento
fueron a donde se encontraban Arlés, Elektra y Caris, en el camino Cross le comentó
en voz baja a su madre.
–¿No vas a comentar lo demás que sucedió en ese lugar?
–No por ahora – respondió la Arcángel Caído –, ya no tiene caso, será mejor
guardar ese secreto por si algún día nos sirve...
–Estoy de acuerdo – Cross le sonrió a Daniela Malka, él había pensado
exactamente lo mismo, parecía que sus mentes estaban sincronizadas, se sintió
contento de conocer a su madre y poder estar a su lado.
Una vez que sus captores se fueron, Bastián se quedó pensativo, ahora todo
tenía sentido, la indiferencia del que pensaba era su padre y la cercanía de su "tío"
Argento, todo cuadraba perfectamente, quizá la venganza no calmaría la oscuridad
de su alma, pero si alguien debía pagar por todo, ese era Aureo Riazor y él se
encargaría de cobrárselo, en ese momento empezó a planificar su huida.
Cross y su madre les explicaron a los demás lo que vieron en la mente de
Bastián. Cástor y Póllux con las primas Astrid y Addy De Grieff ya se encontraban
con ellos, les platicaron únicamente lo que correspondía al misterio de Dorian, al
final concluyeron que Tamiel acompañada de Cross y Fenrir irían a la tundra del
estado de Riazor a aclarar el misterio. Arlés mandó llamar a Yago para pedirle
información.
–¿Alguna noticia de Connor y Selene?
–La gente de Geedy ayer avisó que a primera hora del día de hoy tomaban el
avión para regresar a Arcadia.
–Bien.
Fenrir pospuso la salida de sus compañeros al estado de Riazor hasta que él y
Cross regresaran, los gemelos y las chicas estuvieron de acuerdo, todos estaban
preocupados por el verdadero paradero de Dorian y el tiempo estaba controlado, al
siguiente día es cuando tomarían los cuatro estados del país.

Drakkar fue transferido a su antigua prisión, ahora era tratado de una manera
menos ruda, solicitó hablar con Elektra, la portadora de Spartha se presentó ante él.
–¿Qué sucede, Basty?
–Elektra... ¿Michelle te contó lo de mi padre?
–Sí – Elektra no pudo evitar sentir lástima por Bastián, a pesar de lo que
Argento Riazor había hecho, debía ser muy duro enfrentar la muerte de un padre.
–Por favor, yo sé que fue un monstruo pero me consta que a ti siempre te quiso,
déjame sepultarlo como es debido.
–Yo me encargaré de eso, Arlés ya me dio la ubicación del lugar en el que él y
Cross combatieron con el señor Riazor, iba de salida.
–Permíteme acompañarte, déjame despedirme de mi padre...
–No puedo hacer eso, Bastián...
–Por lo menos llévate esto – Bastián le ofreció una moneda a Elektra –.
Rómpela cuando estés frente a mi padre, uno de mis clones surgirá para
despedirme...
–No sé... – La portadora de la espada sagrada Spartha veía con desconfianza a
quien consideraba como un tío divertido, a pesar de todo lo que había pasado,
apreciaba a Bastián.
–Por favor – insistió Drakkar –, es lo único que deseo, a cambio haré lo que me
pidas...
–¿Cómo lograste formarla? – Athena observaba con curiosidad la moneda
congelada –. Tus poderes han sido inhibidos...
–Con mucha concentración y paciencia – respondió Drakkar guiñándole un ojo a
Elektra y pasando la moneda entre sus dedos de la mano derecha a gran velocidad
para después hacerla desaparecer y mostrarla nuevamente en la palma de su mano
izquierda, sabía que ese truco siempre le había agradado a la despampanante rubia
cuando era pequeña.
–Está bien... – Athena no pudo reprimir una sonrisa, cogió la moneda de la
mano de Bastián y después lo golpeó en el rostro, el FILO Oscuro empezó a
sangrar.
–Lo siento, Basty, tenía que asegurarme que se queda el verdadero...
–No hay problema, preciosa, de verdad te agradezco lo que haces por mí...
Elektra ya no respondió, se guardó la moneda y salió al aire libre, sus ojos se
tornaron gris claro y sus pupilas desaparecieron, en su lugar se formó el símbolo que
la distinguía como el FILO número once, convocó al Dragón de Luz y se fue volando
sobre su hermosa bestia buscando al que en vida fuera su padre adoptivo.
Después de buscar por un par de horas finalmente Elektra encontró la
ubicación donde se encontraba el cadáver de Argento Riazor, el cual apenas
asomaba sobre la nieve, parecía el cascarón de lo que había sido uno de los
guerreros más poderosos del país.
Athena rompió la moneda que Bastián le entregó y un clon de Drakkar surgió,
trató de congelar a su padre pero el cuerpo de Odín se convirtió en finos pedazos de
nieve que el FILO Oscuro guardó utilizando su gabardina como bolso.
Elektra y el portador de la espada oscura Indra guardaron unos minutos de
silencio, Athena se lamentó que ese fuera el funeral de Argento Riazor, que
únicamente ella y Bastián sintieran su muerte, pero así eran las cosas, Odín había
sido un hombre que durante toda su vida se dedicó a hacer enemigos, seguramente
si los Dioses le hubieran dado más tiempo de vida, ni siquiera ella o Bastián lo
hubieran despedido.
–Eso es todo, Bastián, debo regresar – Elektra le extendió la mano al FILO
Oscuro para que le entregara los restos de Argento Riazor.
–Déjame volver contigo – le pidió Bastián a través de su clon –, yo llevaré los
restos de mi padre.
–Te los entregaré cuando llegue a la escuela.
Bastián pensaba desaparecer en el aire de regreso a la escuela del Tercer
Distrito, pero ante la negativa de Athena tuvo que descubrirse.
–Lo siento, Elektra, pero me voy, mi padre debe ser despedido como un Riazor,
en su tierra y ante su familia, no como un pobre diablo, lamento huir de esta manera,
sé que te causaré inconvenientes con tus compañeros pero te aseguro que el
movimiento no tendrá más problemas conmigo, me retiro, te prometo que no olvidaré
tu bondad y lo que hiciste por mí, te lo pagaré.
Athena inmediatamente trató de destruir el clon de Drakkar convirtiéndolo en
energía pura pero era demasiado tarde, los ojos del FILO Oscuro se tornaron azul
oscuro, sin perder el tiempo invocó en ese momento a su bestia mítica, el dragón
Vitra.
La bestia mítica atacó a la portadora de Spartha con energía elemental hielo
mientras el clon de Drakkar ingresaba en su vientre, entonces ambos
desaparecieron, al entrar el cuerpo del clon en contacto con su bestia mítica en sus
ojos desapareció su pupila y en su lugar apareció el símbolo que lo distinguía como
el FILO Oscuro número cuatro.
Una vez que se sincronizó con su bestia el cuerpo de Drakkar hizo la
trasferencia, el guerrero encerrado en el Tercer Distrito sintió el choque eléctrico en
el cerebro que le envió el brazalete en su brazo derecho, se empezó a deshacer,
ahora el clon era él, Bastián entonces se dirigió a su tierra con los restos de su padre
envueltos en una gabardina y con una sola idea en mente: la venganza.

Cross, Daniela Malka y Arlés observaban azorados el inmenso desierto de


nieve, estaban completamente perdidos en la tundra de Riazor, por más que
trataban de ubicarse por las imágenes sacadas de los pensamientos de Bastián todo
se veía igual.
–¿Qué es lo que sucede, Cross? – preguntó Arlés.
–Que estamos perdidos.
–¿No que ya habías visto el lugar en la cabeza de Bastián? – Fenrir se veía
irritado.
–Así es, pero todo se ve jodidamente igual... – dijo Cross mientras miraba todo
alrededor –. ¿Qué opinas, madre?
Daniela Malka no le hizo caso a su hijo, por su actitud parecía que Cross ni
siquiera estaba ahí, Escorpión volvió a formular la pregunta.
–¿Qué opinas, mamá?
Tamiel le sonrió a Cross, ya le había dicho que no le llamara madre, era un
término que le parecía muy frío y distante, se negaba a hablar con él si le seguía
diciendo así.
–Que estamos en problemas – la Arcángel veía el paisaje a su alrededor, todo
se veía igual, cubierto de nieve –, tardaría mucho en desmenuzar la mente de
Drakkar para poder dar con el lugar indicado, si es que alguien pudiera encontrar
algo en este horrible e inhóspito lugar. – Daniela Malka veía con desagrado la parte
más fría de la tundra, ella nació y creció en la parte central de Levit, su ciudad
colindaba con el mar, era un lugar paradisiaco, nada que ver con el sitio en donde se
encontraban –. La verdad es que no sé qué hacer.
En ese momento un dragón blanco apareció de la nada surcando el cielo, de su
interior surgió el FILO Oscuro del que estaban hablando, los tres guerreros se
pusieron a la defensiva.
–¿Qué haces aquí, Bastián? – preguntó Fenrir.
–Escapé – respondió Drakkar –, me imagino que buscan el laboratorio de Odín.
–Sabes que sí – dijo Cross mientras formaba una kunai de energía pura.
–Yo te recomiendo que no lo hagas, Cross – amenazó Drakkar –, sólo soy un
clon, si me destruyes, conmigo se irá tu oportunidad de encontrar la cueva de mi
padre, están lejos de ella, si quieren yo los puedo llevar...
–¿Por qué lo harías? – preguntó Cross con desconfianza.
–Se lo debo a Dorian, los llevaré al laboratorio de Odín, pero Arlés debe jurar
que no usará la cadena de Colmillo Blanco en mi contra, ustedes deciden...
–Aceptamos – dijo Arlés –, la vida de mi amigo vale más que tu captura,
después yo personalmente me ocuparé de eso, llévanos al maldito laboratorio ese.
Drakkar le hizo una indicación a Vitra, este rodeó a los rebeldes con tres
gigantescas placas de hielo, el FILO Oscuro les dijo a sus captores:
–Son demasiados para viajar con mi dragón, pero si cruzan esos espejos de
hielo llegarán a donde quieren.
Cross se enlazó vía telepática con su madre y atravesó la placa de hielo más
cercana a él, una vez hecho esto la placa se rompió, Tamiel le habló a Fenrir:
–Dice mi hijo que está en otro lugar idéntico a donde nos encontramos.
–Así es, pero en ese lugar está la entrada – respondió Drakkar –. Deben cruzar
ya, esas placas consumen mucha energía.
Arlés y Daniela Malka cruzaron las placas y volvieron a encontrarse con Cross,
casi inmediatamente aparecieron frente a ellos Bastián y Vitra, el FILO Oscuro
concentró su poder, el símbolo en sus ojos azul oscuro se triplicó, extendió su brazo
y una gran compuerta de hielo en el suelo se abrió delante de todos.
–Esa es la entrada al laboratorio, sólo alguien que controle el hielo azul la puede
abrir.
–Tú no controlas el hielo azul... – dijo Fenrir.
–No, pero la piel de Vitra está hecha de ese material, con eso y un poco de
concentración basta para abrir esa puerta, tú podrías hacerlo también con Colmillo
Azul... eso y que también mi padre está muerto es lo que nos permitió abrir esa
puerta...
–¿Qué tiene que ver la muerte de Odín? – preguntó Cross.
–Su poder mantenía cerrada esa puerta – explicó Drakkar –, varias veces
intenté abrirla a sus espaldas y nunca pude.
–Nunca la hubiéramos encontrado... – masculló Cross observando todo a su
alrededor, no había ninguna diferencia de ese lugar al otro en donde se
encontraban.
–Así es, muchacho – respondió Bastián –. Las cosas se dan por una razón,
espero no sean muy duros con Elektra por dejarme escapar, la engañé por
completo, me aproveché de sus buenos sentimientos para salir de la prisión en la
que me tenían capturado, si esa chica no fuera tan buena persona ustedes nunca
habrían encontrado esta entrada, adiós.
–Eres el verdadero Bastián... ¿verdad? – preguntó Arlés.
–Así es mi estimado alumno, como le dije a Elektra, ya no tienen que
preocuparse por mí, mi papel en esta guerra llegó a su fin...
–Aún debes muchas vidas – le espetó Arlés quien no pensaba dejarlo en paz y
olvidar todo el daño que había causado.
–Lo sé – contestó Drakkar agitando la mano a modo de despedida –, pero
también tengo cosas que hacer, hasta luego chicos... señora...
Bastián desapareció junto con su bestia, los FILOS y la Arcángel cruzaron la
puerta hacia el interior de la cueva subterránea, descendieron varios niveles hasta
que llegaron a una habitación en donde se veían los cuerpos de varios clones de
Dorian, todos en un contenedor individual flotando en un líquido azul.
Fenrir abrió uno de los contenedores para ver si el clon de Dorian reaccionaba,
el líquido se desbordó pero no hubo ningún cambio en el falso Cerberus, a pesar de
que el cuerpo era idéntico al del portador de la espada sagrada Durandal, ese era un
recipiente vacío, Daniela Malka se concentró hasta escuchar los pensamientos de
Dorian.
–Por aquí.
Escorpión y Fenrir siguieron a Tamiel hasta otra habitación, cuando la abrieron
el portador de "la espada boreal" no pudo reprimir un grito de furia, el marchito
cuerpo de su amigo pendía de unas cadenas, varios tubos estaban conectados a su
espalda, se apresuró a bajarlo pero Cross lo detuvo.
–Aguarda, necesitamos hacerlo con cuidado, podemos matarlo.
Fenrir lloraba de impotencia.
–Apúrate, Cross, baja a mi hermano...
Cross estudió la máquina que tenía una conexión con Dorian, la reconoció,
tenía un gran parecido a las que usaban en la Ciudadela para quitar el poder
elemental a los futuros aspirantes a Caballeros Fantasmas, en cuestión de minutos
entendió su funcionamiento.
–En su locura Riazor era un maldito genio – comentó Cross mientras operaba la
máquina –, ahora todo encaja, trajo a Dorian a este lugar con la promesa de
convertirlo en un FILO, pero lo que en realidad hizo fue partirlo, trasladó su
conciencia a esos clones que son prácticamente indestructibles, a su vez la vitalidad
de Dorian mantiene a esos clones con vida esperando ser llenados con la conciencia
de nuestro amigo...
–Un guerrero inmortal – completó Tamiel.
–Con un procedimiento inhumano – siguió explicando el portador de "la espada
roja" –, este Dorian no es el mismo que el de la escuela, aquel ha sido moldeado
según las exigencias y conveniencia de Odín.
–Sólo quiero saber una cosa, Cross... – Arlés a duras penas podía contener su
furia –. ¿Dorian necesita de esas cosas para vivir? – Fenrir señalaba la habitación de
los clones.
–No, esos clones necesitan de Dorian para no descomponerse...
–Gracias por la información.
Arlés salió apresuradamente de la habitación en donde estaba Dorian y fue a la
de los clones, le costaba trabajo contener en su cuerpo la furia que sentía, en
cualquier momento sentía que explotaría, en un ataque de ira destruyó todos los
clones, cuando regresó, Cross y Tamiel ya habían bajado a su amigo y lo estaban
atendiendo.
–¿Qué hiciste, Arlés? – preguntó Cross.
–Destruí esas porquerías.
–Pues bien hecho, la vitalidad regresa a nuestro amigo, va a sobrevivir...
Dorian estiró el brazo, lo había escuchado todo y estaba consciente de cuanto
sucedía a su alrededor, Arlés tomó su extremadamente delgada mano, apenas
podía hablar por el llanto.
–Ya todo está bien, amigo, por fin vas a dejar de sufrir.
Milagrosamente el cuerpo de Dorian empezó a tener consistencia, dejó de ser
la piltrafa humana para convertirse en un chico de cuerpo delgado pero sano,
cuando pudo articular sus primeras palabras preguntó:
–¿Cómo me encontraron?
–Larga historia, amigo – respondió Fenrir.
–Me refiero en este lugar... – Dorian señalaba la habitación donde se
encontraban –. ¿Cómo supieron en dónde estaba?
–Te presento a la madre de Cross, ella te encontró por tus pensamientos.
Dorian se giró hacia Daniela Malka y la tomó por el brazo.
–¿Puede encontrar a alguien más?
–Si está aquí y está vivo supongo que sí...
–Lo está.
Daniela Malka se concentró pero no encontró nada, subió su nivel hasta el
estado definitivo de un Iluminado, sus ojos se tornaron negros y un pentagrama rojo
ocupó el lugar de su pupila, sólo así, muy levemente pudo encontrar otro
pensamiento.
–Hay alguien más aquí pero la señal es muy débil.
–Encuéntrelo por favor – suplicó Dorian.
Daniela Malka caminó entre pasadizos hasta llegar a una pared.
–Aquí es donde suena más fuerte, debe haber alguna manera de pasar del otro
lado.
–Háganse a un lado –Fenrir apuntó con su mano derecha a la pared.
–No seas idiota – lo regañó Cross obligándolo a bajar su brazo –. No sabemos
lo que hay del otro lado, puedes lastimar a quien venimos a ayudar...
–¿Qué propones entonces? – le preguntó Arlés de mala manera –. ¿Recorrer
este maldito laberinto hasta encontrar otra entrada?
–Si es necesario sí... – le respondió Cross al tiempo que empujaba a su
compañero alejándolo del muro que pretendía destruir.
–No tenemos tiempo... – repuso Fenrir.
–No peleen – los interrumpió Tamiel –. Háganse a un lado los dos...
Con su dominio sobre el poder de la telequinesis, la Arcángel movió la pared
falsa el tiempo suficiente para que Cross viera cómo funcionaba, los ojos del
portador de Antares se tornaron rojo brillante, sus pupilas desaparecieron y en su
lugar se formó el símbolo de siete puntos que lo acreditaba como el FILO Divino
número siete, un gigante de energía pura se empezó a formar detrás de él.
–¡Cross! – le gritó Tamiel a su hijo.
Escorpión inmediatamente apagó su poder.
–Lo siento, aún no me acostumbro a esto de ser un FILO Divino, mi escorpión
de energía pura fue cambiado por un gigante elemental...
–¿Y entonces?
–No hay problema, en mi pelea con Odín alcancé el siguiente nivel de un
miembro del Círculo del Zodiaco...
Los brazos de Cross empezaron a brillar hasta que se vislumbró el símbolo de
su ascendiente zodiacal, entonces auxiliándose únicamente con las pinzas del
escorpión de energía pura logró abrir la puerta secreta.
En ese lugar hallaron otro cuerpo en condiciones más deplorables de las que
habían encontrado a Dorian, prácticamente un esqueleto humano, Cross lo bajó
pero no lo desconectó de la máquina a la que estaba unido.
Dorian abrazó el cuerpo de ese despojo humano, la mano temblorosa de Aeris
Riazor rozó la mejilla de su hijo, masculló unas palabras apenas entendibles:
–Mi muchacho querido, al fin los Dioses nos han permitido conocemos...
–Papá – unas lágrimas ya asomaban en los ojos de Dorian, se sentía feliz de
haber conocido en persona a su padre –, no te preocupes, yo te salvaré, buscaré la
forma de...
Aeris puso su mano en los labios de su hijo.
–No, Dorian, yo no soy tan fuerte como tú, déjame descansar, es lo único que
quiero...
–No padre...
–Por favor, ya estás libre, mi labor en este mundo ha concluido, agradezco a los
Dioses que el sádico de mi hermano me haya capturado, así pude ayudar a mi
querido hijo.
–Por ti no sólo estoy vivo, viejo, también estoy cuerdo, me salvaste la vida...
Padre e hijo se abrazaban, en algún momento de su reclusión y al estar atados
a máquinas conectadas entre sí, además de ser dos portadores vivos de la misma
espada, sus cerebros y pensamientos pudieron interactuar entre ellos, eso hizo más
llevadero su encierro y tortura. No sólo Dorian lloraba, los FILOS y la Arcángel
también habían sido tocados por esa escena.
–Lo sé – la voz de Aeris cada vez se iba apagando más –, de alguna manera en
este infierno logramos comunicarnos a través de nuestra energía, al final fue "la
espada de las reliquias" quien nos unió, ahora hazle a tu viejo un favor y déjalo
descansar, se lo merece...
Dorian volteó a ver a Cross, éste le señaló el cable que estaba insertado en la
espalda de Aeris.
–Si lo desconectas morirá...
Dorian abrazó con fuerza a su padre mientras lo desconectaba, Aeris dijo sus
últimas palabras:
–Vive una vida digna, hijo, de la que no puedas arrepentirte, olvida la venganza,
recuerda que eres un Riazor, uno de los buenos...
Aeris murió en los brazos de su hijo, Dorian trató de cargar a su padre pero aún
estaba recuperando su fuerza, con trabajo podía él mismo mantenerse en pie, Arlés
se encargó de llevar el cuerpo de Aeris. Dorian, los dos FILOS y la Arcángel salieron
de la cueva de Riazor, en cuanto estuvieron fuera Fenrir le gritó a Drakkar:
–¡Bastián! ¡Sé que me escuchas! Ven inmediatamente o te juro que usaré el
tiempo que me queda de vida para cazarte y matarte...
–Tranquilo, Arlés, aquí estoy...
Bastián caminaba hacia los rebeldes, en cuanto Dorian lo vio lo atacó con
energía elemental fuego, el clon no hizo nada por evitarla y se destruyó, detrás de él
salió otro.
–¿Qué es lo que quieren?
–¿Sabías de esto? – preguntó Cross.
–Lo de Dorian, sí, lo de Aeris, no, mi tío era como un hermano para mí, nunca lo
hubiera permitido...
–No lo sabías pero lo suponías... – respondió Tamiel.
–Eso es cierto – Drakkar le dirigió una mirada de desaprobación a la Arcángel
por meterse en su cerebro pero no le impidió hacerlo –, sin embargo, no podía hacer
nada, como ya les dije la entrada a la cueva estaba protegida por el poder de Odín.
–Eres un cobarde – le espetó Arlés.
–Te repito que no tenía la seguridad, pensé que Odín lo había matado, de
haberla tenido hubiera hecho todo lo posible por rescatar a Aeris... – Bastián trataba
inútilmente de justificarse.
–¿Y qué más te da si dejaste que torturaran a su hijo?
–No estoy de humor para sermones, Cross, si Dorian quiere vengarse de mí por
lo que le hizo Odín está en su derecho.
–Tendrá que hacer fila porque somos muchos los que queremos asesinarte,
maldito mal nacido – Cross estaba furioso, deseaba matar a Drakkar en ese
momento.
El portador de las sais Shakrá y Vasavá que conformaban la espada oscura
Indra no respondió a la amenaza de Cross. Pero Dorian sí lo hizo.
–No te quiero a ti – el hijo del fallecido Aeris señalaba a Bastián –, quiero a
Argento Riazor...
–Demasiado tarde, chico, tus amigos ya se te adelantaron, mi padre está
muerto, es por eso que logré abrir la entrada a la cueva donde estabas encerrado.
Dorian volteó a ver a Arlés, este se dirigió a Drakkar con el cuerpo de Aeris en
los brazos.
–Este es un verdadero Riazor, no la porquería que fue Odín o la que eres tú, ve
que tenga el funeral que se merece...
–Les avisaré...
El clon de Drakkar tomó el cuerpo de su tío, convocó a Vitra y desapareció en
su interior, después el dragón de hielo también se desvaneció en el aire. Dorian no
entendía nada de lo que pasaba, atacó con toda clase de preguntas a Fenrir.
–¿Quién demonios es Odín? ¿Por qué mataste al señor Riazor? ¿Qué clase de
guerrero es Bastián y por qué sus ojos se tornan azul oscuro? ¿Qué tipo de
monstruo es Cross? ¿Cuánto maldito tiempo ha pasado...?
Tamiel se acercó a Dorian.
–Has tenido una vida alterna desde que entraste a esa cueva, muchacho, si
quieres saberlo todo sólo abre tu mente...
Dorian no puso objeciones en que Tamiel le depositara los recuerdos de su
clon, al igual que sucedió con el Dorian falso algo en ella hacía que le tuviera
confianza, después de que la Arcángel le diera todos sus recuerdos alternos, el
joven Riazor cayó de rodillas.
–No sólo Argento Riazor era un monstruo, yo también lo soy, maté a Lothar, soy
un cobarde traicionero, ataque por la espalda y maté a los gemelos, por mi culpa
torturaron a Elektra y Michelle, yo a Michelle...
Dorian empezó a volver el estómago, temblaba por completo, en cualquier
momento se iba a desplomar, Fenrir le gritó a la Arcángel.
–¡Lo vamos a perder! ¡Quítele esos malditos recuerdos! ¡No son de él!
Tamiel se acercó a Dorian pero éste la alejó con el brazo.
–¡No! Este soy yo, mi conciencia se dejó llevar en esa vida alterna sacando a
relucir mis peores defectos, yo no soy mejor que Argento Riazor.
–No digas eso, amigo, tú no eres ese Dorian... – le respondió Arlés.
–Sí lo soy – repuso Dorian tomándose la cabeza, no podía creer todo lo que su
clon había hecho –, o lo pude haber sido, ese es el resultado de mi fe ciega en ese
maldito de Argento Riazor, le estaba tan agradecido por haberme sacado de ese
infernal lugar en las montañas de Arcadia cuando él fue quien me puso en primer
lugar ahí.
–¿Cómo sabes eso? – preguntó Arlés –. Eso ni tu clon lo sabía.
–También le di toda la información que Drakkar tenía de él, merece saber la
verdad de su vida – comentó Tamiel.
–Gracias por todo, señora... – Dorian se incorporó con total seguridad en sí
mismo –, ahora necesito ver a mi clon...
Arlés sacó un aparato de su bolsillo y le envió una señal al piloto del helicóptero
que los había llevado a Riazor para que los fuera a recoger. En el vuelo de regreso a
Arcadia, Arlés platicaba con Dorian.
–Todo se arreglará, amigo.
–No, las cosas que hice no tienen perdón... ¿pero sabes que es lo peor?
–¿Qué? – Arlés se sentía mal por no poder serle de más utilidad a su amigo.
–Que todos me perdonaron, hice cosas terribles y todos me siguieron viendo
como su hermano...
–Eso es lo que eres. Será mejor que descanses, cuando lleguemos a la escuela
del Tercer Distrito será un día intenso.

Cuando Cross y compañía llegaron a la sede de los rebeldes, Michelle y


Elektra corrieron hacia Dorian y entre llantos lo abrazaron, éste apenas si
correspondió al abrazo de sus compañeras, se sentía avergonzado, sobre todo con
la Arcángel.
–Michelle... la madre de Cross me dio los recuerdos de mi clon, yo no sé qué
decir...
–No tienes que decir nada, tú no hiciste nada... – lo interrumpió la pelirroja.
–Sí, era yo – murmuró Dorian sin atreverse a ver a los ojos a su compañera –,
mi personalidad estaba en él, soy un maldito...
Michelle con lágrimas en los ojos tomó a Dorian del rostro.
–Escucha bien, tú no hiciste nada, eres mi hermano y ahora estás conmigo, eso
es lo que importa...
Los gemelos también se acercaron a Dorian, éste ya sabía lo de su cambio de
cuerpos, Cástor levantó a su amigo en el aire...
Necesitas hacer ejercicio, pesas menos que Michelle...
–Ya bájalo, Cas, Dorian necesita ver a su clon – Arlés se encaminó a la prisión
del Cerberus falso.
Los chicos decidieron que Arlés acompañara a Dorian a ver a su clon, era la
persona a la que el falso miembro de los Riazor más confianza le tenía, aun siendo
un clon, Fenrir era su mejor amigo.
Dorian y Arlés pasaron por el guante de poder que le confiscaron al Cerberus
falso y fueron a la parte más alejada de la Escuela, lugar en donde tenían preso a
clon de Dorian, los guardias los dejaron pasar, en cuanto el falso FILO número tres
vio al original se fue de espaldas, eran idénticos a excepción del cuerpo, aquel chico
era un alfeñique.
–¿Qué sucede aquí, Arlés? – preguntó señalando al Dorian original –. ¿Quién
es él? ¿Por qué trae mi guante de poder?
–Eres tú, amigo – le respondió Arlés con el tono más condescendiente posible –
, el verdadero, tú eres un clon...
–No es cierto... – respondió el falso Dorian mientras se alejaba de sus visitantes,
su instinto le decía que sus días estaban contados –. ¿Qué intentan hacer?
El verdadero Dorian le dijo a Arlés que se apartara y abrió las puertas de donde
se encontraba su clon, éste inmediatamente lo atacó con el fuego azul, la flama
celeste abarcó todo el cuerpo del verdadero Dorian pero no le hizo daño, después el
legítimo miembro del Clan Riazor estiró la mano y el tatuaje en el pecho del clon se
iluminó.
Durandal empezó a salir del pecho del clon, por primera vez "la espada de las
reliquias" brillaba ante la presencia de su portador original, arma y dueño por fin se
reconocieron, el falso Dorian le suplicaba a Fenrir.
–Arlés, ayúdame amigo, no quiero morir...
–No te preocupes – respondió el verdadero Dorian –, no vas a morir, todos tus
recuerdos viven en mí, tómalo como una nueva oportunidad, como una
reivindicación de todo el mal que has causado.
–¿Las chicas? – el clon lloraba por su inminente muerte.
–Dedicaré mi vida a protegerlas, a ellas y a mis otros hermanos.
–Te lo encargo – respondió el clon con resignación –, tienes que hacer mucho
bien para saldar las atrocidades que yo hice.
–Ya lo sé...
El verdadero Dorian tronó los dedos y la espada Durandal terminó de salir del
cuerpo del clon para depositarse en la mano derecha de su dueño original, entonces
el clon se consumió de inmediato en sus propias llamas azules.
Dorian se insertó "la espada de las reliquias" en la espalda, sus ojos se
tornaron color cian claro, el tatuaje de la empuñadura del arma sagrada le salió en el
pecho y su constitución física volvió a ser la que todos le conocían, no muy alto pero
de ancha espalda y poderosos músculos, cuando salieron de la prisión provisional
Arlés retó a su compañero.
–¿Crees poder hacer esto?
Los ojos de Arlés se tornaron azul claro, su pupila desapareció y en su lugar se
formó el símbolo que lo distinguía como el FILO número diez, a su espalda surgió el
legendario lobo Fenrir.
–Juego de niños...
Los ojos de Dorian continuaban siendo cian claro, sus pupilas desaparecieron y
en su lugar se formó el símbolo que lo distinguía como el FILO número tres, a su
lado surgió el mítico perro de tres cabezas: Cerberus.
–Impresionante el perrito... – comentó Arlés viendo al descomunal y aterrador
can –. ¿Una carrera hasta donde están las chicas?
–Vas a perder...
Los dos guerreros montaron a sus bestias que entre gruñidos y mordidas se
dispusieron a disputar una salvaje carrera, mientras ambas bestias corrían a toda
velocidad, Arlés observaba a su compañero, a quien por primera vez en muchos
años veía sonreír.
FÍLOS DÍVÍNOS NÚMEROS DOS Y ONCE
ARÍES Y ARCANGEL MÍGÚEL

El piloto del avión privado anunciaba a su único pasajero que las


comunicaciones al estado de Arcadia seguían bloqueadas, Elan De Grieff se pasó
la mano por el rostro intuyendo lo peor, le dijo al piloto que aguardara un momento
más para despegar, justo en ese momento llegó la visita que estaba esperando, se
levantó y le ofreció asiento.
–Mikael, me alegra que vinieras.
–Tengo curiosidad por saber qué es lo que quiere – dijo el Caballero Fantasma
de Levit tomando asiento –, no es normal que traten de comunicarse conmigo
mentalmente estando junto a nuestros compañeros en los que supuestamente
confiamos.
–Lo que sucede es lo siguiente – comenzó diciendo Aries –: espero que lo
entiendas, sé que no puedo derrotar a tu padre, pero desgraciadamente Miguel es
un peligro para el país y lo sabes, tú ya no eres un Yaotl, eres un protector del
estado, tu cruzada es noble y no quise interferir con eso enfrente de los demás.
–Ya entiendo, quiere mi ayuda para eliminar a mi padre.
–Quiero tu ayuda para detener a un monstruo... Recuerda que en Boleria es
obligación de los propios Clanes detener a sus miembros nocivos para el país, no te
culpo si no quieres hacerlo, pero entonces pienso utilizar a mis Caballeros
Fantasmas.
Mikael observaba fijamente al Patriarca del Clan De Grieff, sabía que la
formación de batalla de los cuatro Caballeros Fantasmas de una Orden era capaz de
vencer hasta un FILO Divino, pero también sabía que su padre no era un guerrero
supremo cualquiera, era el más poderoso de todos, ni los Herreros unidos serían
rivales para él, además, su cruzada era más importante, no podía darse el lujo de
perder a sus hermanos de la Orden de Hamal.
–No, necesito a los Herreros para hablar con los Profetas, sé la clase de
persona en la que mi padre se ha convertido y nos corresponde a nosotros como
Caballeros Fantasmas de la Orden de Levit terminar con esto, tanto Isaac como
Jahziel y yo somos Yaotl de nacimiento, por ese lado también nos corresponde
detener a Miguel.
–¿Entonces cuento con tu ayuda?
–Está bien, sólo yo y mis primos lo apoyaremos, Lady Deuther se irá con los
Herreros a Riazor.
Ahora era Aries quien estudiaba al hijo menor de su eterno enemigo, tres
Caballeros Fantasmas no podían ejecutar la formación que les daba el máximo
poder a las Espadas Reales, pero de igual forma serían de gran ayuda en su batalla
contra Miguel y los guerreros de Hamal estarían a salvo, decidió aceptar la
propuesta de Sir Exxus.
–Con eso me basta, siento pedirte esto.
–No más que yo, Aries... – La expresión de Mikael Yaotl era de decepción –.
¿Cuándo y en dónde pelearán?
–Mañana, te veo aquí.
Aries le extendió un mapa a Sir Exxus, "el Confesor" lo tomó y se retiró sin
decir nada más, el máximo líder del Círculo del Zodiaco analizaba lo que iba a
suceder, pensaba en el Arcángel Miguel... ¿duelo de honor? ¡Al Diablo! Se estaba
librando una guerra y él haría todo con tal de ganarla, estaba inmiscuido en una
contienda que no le interesaba, su vida peligraba por rencores de los que él no se
consideraba culpable y sobre todo, tenía una gran obligación para con un grupo de
poder al que jamás quiso ingresar...
*****
El pequeño Elan De Grieff hijo llegaba por primera vez a la escuela principal del
área del Cinturón, lo acompañaban su hermana menor Eloise y su prima Tegmine,
fueron recibidos por la Subdirectora de la escuela en persona: Lady Madeleine.
Desde el primer momento que "la Espada Maestra" vio al pequeño Elan se
enamoró de él, aunque a ella nunca le importaron las disputas familiares de los Yaotl
y los De Grieff, siempre pensó que vería con odio y desprecio al hijo del hombre que
tanto la había lastimado, pero no fue así.
Elan hijo tenía un carisma especial, sobre todo con las mujeres, al igual que su
padre, pero había algo que los diferenciaba por completo, la mirada, la de ese
pequeño era inocente y confiable, no había malicia en sus ojos, Ruth Yaotl decidió
que haría de ese niño un mejor hombre que su padre.
También observó a las dos niñas que lo acompañaban, la hija de Aries era una
preciosidad, imposible no enamorarse también de ella, seguramente rompería
muchos corazones en esa escuela, también estaba Tegmine, hija de Julius De
Grieff, de la edad de Eloise pero más alta que Elan, pequeña de mirada escrutadora
y semblante de una genio, los tres pequeños tenían el cabello blanco que distinguía
a la rama principal de los De Grieff.
Elan en lo absoluto era una persona tímida pero pasaba todo el tiempo con su
hermana y su prima, en parte protegiéndolas, en parte porque prefería convivir con
las amigas de sus primas que con sus compañeros de escuela.
Los demás niños al ver al pequeño Elan siempre rodeado de niñas empezaron
a ponerle sobrenombres como “amanerado”, “volteado” o “maricón”, apodos que se
desvanecieron cuando le dio una paliza al abusador oficial de la escuela y varios
años mayor que él: Proteo Brunn.
Cuando Elan contaba con la edad de ocho años convivía mucho con una
preciosa niña que siempre lo buscaba, se llamaba Alanah Abrahams, la chiquilla era
la más popular de la escuela junto con Eloise De Grieff.
Michel Yaotl hijo estaba tras de Alanah, Eloise de Grieff lo desairó una y otra
vez, deseaba mostrarle a la hermana de Elan que él podía andar con la chica más
guapa de la escuela y la única que se comparaba con la hija de Aries era la chiquilla
del Clan Abrahams.
Michel se ganó a sus hermanos Jasput y Thorsten para llegar a ella. Los chicos
Abrahams se mostraban encantados de ser amigos de un Yaotl tan importante y lo
invitaban a su casa todo el tiempo, de esa manera Michel también convivía mucho
con Alanah.
Sin embargo, la chiquilla se moría por el dulce niño de cabellos blancos, ese
que nunca se involucraba en las estúpidas peleas de los demás pero a quien todos
respetaban, no existía niña que ella conociera que no estuviera enamorada de Elan
De Grieff.
Alanah siempre competía con sus mejores amigas María Yaotl y Ambar Hobbs
por la atención de Elan, pero la verdadera lucha era con Ambar, María competía por
diversión pero siempre trataba de mantenerse al margen.
La niña Abrahams tenía una ventaja sobre la Hobbs, el hermano de Ambar,
Michel, le prohibía que hablara siquiera con Elan, por lo que Ambar siempre trataba
de esconderse para hablar con el niño de cabellos blancos dejándole el camino libre
a Alanah.
Finalmente Michel se atrevió a declarársele a Alanah, pero la niña lo rechazó,
con cortesía le dijo que Elan ya le había pedido ser su novia y ella aceptó, le mintió,
también le dijo que si él se hubiera declarado antes ella habría aceptado.
Michel se enfureció, en alguna ocasión escuchó de su padre, ebrio, la historia
de la guía de turistas que Aries le había ganado en una disputa de amores y ahora la
historia se repetía con él, de seguro iba a decepcionar a su progenitor...
Por su parte, Alanah corrió a buscar a Elan, no podía arriesgarse a la
humillación pública de que él la negara como su novia. Lo encontró en los jardines
de la escuela.
–¡Elan! – le llamó al tiempo que se paraba frente a él.
–Alanah... – el principal heredero del Clan De Grieff sonrió cuando vio a la chica
del Clan Abrahams, le agradaba su presencia –. ¿Cómo estás?
–Bien, te estaba buscando... – le respondió coquetamente Alanah.
–¿Para qué?
–¿Todavía lo preguntas? Ya sabes que me gusta mucho estar contigo...
–Pues aquí estoy... – Elan levantó ambos brazos para después dejarlos caer a
sus costados –. ¿Qué quieres hacer?
–La verdad es que quería pedirte un favor – el rostro de Alanah se enrojeció, le
daba pena lo que estaba a punto de pedirle a Elan.
–A ver, dime...
–Primero promete que me vas a ayudar.
–No puedo comprometerme, primero dime de que se trata para ver si puedo
ayudarte.
–Michel Yaotl me pidió que fuera su novia y yo lo rechacé.
–¿Se puso violento? – Elan dejó de sonreír, pensaba poner en su lugar al chico
Yaotl.
–No, pero no sabía cómo quitármelo de encima, le dije que tú eras mi novio...
–No debiste hacer eso...
–Lo sé, pero no se me ocurrió nada más, ayúdame Elan – Alanah entrelazó sus
dedos a la altura de su pecho en señal de súplica –, si se sabe que mentí me voy a
sentir muy humillada...
–No lo sé, Alanah – Elan se rascaba la cabeza –, estamos muy chicos para ser
novios...
–Es solo de mentiras, dejamos pasar unos días y luego decimos que decidimos
ser sólo amigos.
Elan se quedó pensativo, a él quien le gustaba era Ambar Hobbs, si aceptaba
se echaría de enemigo a quien podría ser su cuñado, de por sí Michel Yaotl no lo
veía con buenos ojos, con eso lo odiaría. A pesar de tener apellidos diferentes, todos
sabían que Ambar y Michel eran hermanos, el apellido de la chica era distinto por ser
la heredera de la máxima controladora del viento: Amaterasu, la fallecida FILO
Divino número ocho a manos de Daniela Malka.
–Por favor, respóndeme Elan – insistió Alanah.
–Acepta, Elan, es de mala educación hacer que una niña te ruegue...
Quien hablaba era Tegmine De Grieff que estudiaba recargada en el árbol
cercano a donde platicaban Alanah y su primo, ella y Eloise no se llevaban bien con
las chicas Yaotl, siempre se molestaban de manera muy sutil para que Elan no se
diera cuenta, Alanah era de las pocas personas de la escuela que no se metía con
ella a pesar de sus desagradables amigas.
La chica Abrahams volteó a ver sonrojada a Tegmine, la avergonzaba que
hubiera escuchado su conversación, más temor le dio el que pudiera decirle a
alguien lo que había escuchado, eso la mataría socialmente, tímidamente saludó a
la prima de Elan.
–Hola, Teg, no te había visto.
–No te preocupes, soy invisible para todos a menos que quieran insultarme...
–Yo nunca te insultaría.
–Lo sé, por eso Elan acepta ser tu novio...
–Oye Teg – reclamó airadamente el futuro FILO Divino –, no decidas por mí...
–Ahórrate la humillación de ceder a fuerza y ayuda a Alanah, sé un caballero.
–Está bien... – respondió un resignado Elan, seguro de que Tegmine al final
tendría razón.
Tegmine abrazó y besó en la mejilla a Elan, recogió sus libros, se despidió de
Alanah y se marchó, la niña Abrahams notó que Elan la observaba marcharse con
una sonrisa en los labios.
–¿La quieres mucho?
–Como si fuera mi hermana, hasta un poquito más si es posible, Teg es mi
conciencia, es bien linda pero un poquito extraña, necesita que la protejan y para
eso tiene a su primo.
–¿Y Eloise?
–Eloise nos protege a Teg y a mí...
Alanah empezó a reír pero era cierto, Eloise no sólo era la niña más linda de la
escuela, también era la más poderosa, su fuego era comparable al de Michel Yaotl o
al de su primo Sebastién, Tegmine era una cerebrito y Elan era pacífico, Eloise los
defendía a los dos. Se colgó del brazo del pequeño De Grieff.
–Entonces... ¿me vas a ayudar?
–Ya qué me queda, pero que quede claro, no somos novios...
–¡Claro que no! Todo es un juego...

La primera vez que Michel vio a Elan y a Alanah juntos, ésta tomó la mano de
su supuesto novio y lo besó en la mejilla, eso enfureció al futuro Arcángel que se le
fue a los golpes al niño De Grieff.
La pelea estaba pareja, nadie entendía cómo alguien que nunca se peleaba
como Elan pudiera golpear de esa manera a Michel, quien junto con Hager Brunn
era el chico más rijoso de la escuela.
En plena pelea, la Subdirectora de la escuela, Lady Madeleine, los separó,
cualquiera diría que Michel no tendría problemas, aunque la Espada Real de la
Orden de Arcadia era la tía del pequeño Yaotl, por como lo cuidaba parecía su
madre, pero había un elemento a considerar, toda la escuela sabía que Elan De
Grieff era el consentido de la guerrera portadora del arma del alfabeto antiguo Delta
(δ).
Lady Madeleine se llevó de la mano a Elan y de la oreja a Michel, cuando
llegaron a su oficina el futuro Arcángel le reclamó.
–¿Por qué a mí me maltratas y a él no...?
–¿Quién empezó la pelea? – preguntó la Espada Real con autoridad
interrumpiendo el reclamo de su sobrino.
–Él fue... – respondió Michel de inmediato, lo hizo con total seguridad señalando
a Elan.
Lady Madeleine levantó con su poder sobre el viento a su sobrino.
–Bien sabes que me enfurece que me mientan...
–No miento – se defendió Michel, se sentía furioso porque su tía no le creía, no
dejaba de señalar al miembro del Clan De Grieff –, él empezó, me robó a mi novia.
De la sorpresa Lady Madeleine dejó caer de golpe a Michel quien se dio un
nuevo azote contra el piso, mientras el pequeño Yaotl se levantaba doliéndose de
las caderas, la Espada Real le pregunto a Elan:
–¿Es cierto eso?
Elan levantó los hombros.
–Alanah es mi amiga, yo ni siquiera sé lo que es ser novios, pero si eso significa
que nos gusta caminar tomados de la mano entonces es cierto que es mi novia, pero
le aseguro que ella nunca ha aceptado las propuestas de Michel.
Lady Madeleine sonrió al escuchar la respuesta de Elan, quiso agarrarlo a
besos y jugar con sus cachetes, pero no podía hacerlo con su sobrino ahí, Michel lo
negó todo.
–¡Eso no es cierto!
–¿Quieres que traigamos a Alanah para que nos aclare todo? – preguntó Lady
Madeleine.
Michel Yaotl agachó la cabeza, sabía que estaba perdido, Alanah siempre le
dio alas pero lo negaría todo, al fin y al cabo su novio era Elan, ahora sería
castigado por revoltoso, peleonero y mentiroso, otra vez... la Directora volvió a
preguntar.
–¿Quién dio el primer golpe?
–Fui yo – respondió Elan.
–¿Por qué tú? – preguntó sorprendida Lady Madeleine, conocía el carácter
tranquilo y pacífico del hijo mayor de Aries.
–Porque evité la primer patada de Michel y después lo golpee en la cara.
–Ya veremos qué dice tu padre acerca de eso... – le dijo la Directora a su
sobrino, éste puso cara de espanto.
–No, tía, a mi padre no, cumpliré el castigo que sea...
–Ambos están castigados – Lady Madeleine interrumpió la súplica de su sobrino
–, tú Michel, por peleonero, como siempre, y tú Elan, porque estás muy niño para
andar de novio, cumplirán horas extras de clases, ya veré en que andan bajos de
calificaciones para que estudien más, ahora retírense los dos.
Los dos niños se retiraron, Michel se fue tranquilo pensando en que al menos
él no había sido el único castigado, cuando Elan se volteó para cerrar la puerta de la
Subdirectora, ésta lo señaló y negó con la cabeza, el pequeño De Grieff entendió la
seña y le sonrió a "la Espada Maestra", él no cumpliría ningún castigo.
Alanah Abrahams y Elan De Grieff empezaron a convivir más tiempo, siempre
estaban juntos y tomados de la mano, el futuro Aries por fin aceptó que esa niña era
su novia cuando ella lo besó en los labios, su relación siguió por varios años más
hasta que Ambar Hobbs se interpuso entre ellos.
Todo terminó cuando Alanah quiso enseriarse con la relación, estaba
profundamente enamorada de Elan y quería que éste se comprometiera con ella a
futuro, el próximo portador de Arietis aún no había olvidado a Ambar Hobbs y menos
porque era una de las mejores amigas de su novia.
Elan estaba harto de las insistencias de Alanah, la chica estaba obsesionada
con él, quería incluso que pasara las vacaciones con ella, él se negó diciendo que
era su obligación ir a Hamal, al final, Alanah le puso un ultimátum: ella o su familia.
El joven De Grieff no lo pensó ni un instante, terminó con ella y se fue de
vacaciones a la casa de campo de su familia en Hamal. A su regreso, Alanah lo
buscó, le pidió perdón por su comportamiento pero Elan se negó a regresar con ella,
fue entonces cuando Ambar vio su oportunidad. El futuro Aries había visto a su ex
novia buscándolo en los jardines y se ocultó detrás de un árbol, la chica Hobbs le
picó las costillas.
–¿De quién te escondes?
–De nadie... – respondió un sorprendido Elan.
–Ah, yo pensaba que te ocultabas de alguien, mira, ahí está Alanah, voy a
llamarla para que nos acompañe...
–Elan le tapó la boca a Ambar y se ocultó con ella detrás del árbol.
–¡Cállate! Está bien, me oculto de Alanah.
–¿Por qué? – preguntó Ambar con malicia, ya estaba enterada de lo que había
sucedido entre Elan y su amiga –. ¿Ya no son novios?
–No – respondió Elan secamente sin dar más explicaciones.
–¿Se puede saber el motivo? – Ambar presionaba a Elan para ver hasta dónde
lo podía orillar.
–No lo sé – Elan pensó en que no tenía nada de malo "abrirse" con Ambar,
siempre habían sido buenos amigos –, de repente Alanah se puso muy intensa...
–¿Y eso no te gusta?
–No – en ese momento Elan recordó cómo Alanah lo buscaba a todas horas
para estar con él –, me asfixia.
–¿Qué tan intensa estaba?
–Demasiado – comentó el futuro patriarca de los De Grieff mientras de reojo
vigilaba a Alanah –, hasta de boda hablaba...
–¡Nooo! – exclamó Ambar llevándose ambas manos a las mejillas –. ¿Está
loca? ¿A su edad?
–Es lo que yo pensé, a mí me gusta que sean más abiertas, divertidas,
cariñosas pero que te dejen ser, como...
–¿Cómo yo? – lo interrumpió Ambar recargando su cuerpo en el de su
compañero.
–Algo así – respondió Elan alejando a la hermana de Michel, el contacto con el
cuerpo de la chica lo puso nervioso –, tú eres una excelente amiga y dejas a los
demás ser.
–¿Te gusto? – le preguntó Ambar a su compañero directamente, queriéndolo
sorprender.
–Sabes que sí – respondió Elan sin sentirse avergonzado –, siempre me has
gustado.
–Pero preferiste a Alanah.
–Eso fue un error.
–Error que te va a costar caro, ahora sólo podemos ser amigos...
–No hay problema, lo último que quiero ahora es una novia.
Ambar besó a Elan en los labios, éste al principio se sorprendió pero después
le correspondió, se siguieron besando hasta que escucharon un grito, cuando Elan
alzó la vista vio a Alanah.
–¿Qué estás haciendo Elan?
–Alanah... – respondió un sorprendido Elan.
–Tu novia soy yo... – le dijo Alanah viendo furiosa a Ambar.
El joven De Grieff volteó a ver a Ambar quien sólo levantó una ceja mientras le
sonreía retadoramente, Elan vio en ese momento la oportunidad perfecta de
deshacerse de Alanah.
–Creo que desde el principio dejamos en claro que no éramos novios, no quiero
que te acerques a mí, tu presencia me asfixia...
–Pero yo te amo... – Unas lágrimas empezaron a asomar por los ojos de
Alanah.
–Yo no, lo siento...
–No me dejes, Elan – Alanah rogaba mientras veía la mueca burlona de su
supuesta amiga –, no por ella...
–No te dejo por ella ni por nadie, estoy aquí para estudiar y entrenar, eso es lo
que voy a hacer, con permiso.
Elan se fue dejando a las dos chicas solas, Alanah no podía contenerse las
ganas de golpear a Ambar pero tuvo que hacerlo, aunque había nacido con un gran
poder ella era una estudiante regular, en un pacto de su familia con la Casa Yaotl, la
chica Abrahams le tuvo que ceder parte de su poder de nacimiento a su hermano
Thorsten para que éste ingresara a la Legión de los Iluminados, en cambio su rival
tenía sangre Hobbs y Yaotl, era la máxima controladora del viento, la única chica en
la escuela tan fuerte como ella era la hermana de Elan: Eloise.
Alanah se volteó y se fue llorando, Ambar ni siquiera sintió pena por ella, la
odiaba, le había quitado a Elan auxiliándose en el idiota de su hermano Michel,
ahora era su turno de conquistar a Elan y nadie se interpondría en su camino.
Ambar de inmediato se metió en la vida de Elan; ayudada por sus primos: los
Hobbs, logró mantener a raya a su hermano. El joven De Grieff no tuvo ninguna
oportunidad ante ella, cayó rendido.
La relación de ambos duró algunos años hasta que se presentó la muerte de la
madre de Elan, el fallecimiento de Astrid Gomm dejó a su hermano pequeño
desamparado y su padre lo enviaría a entrenar con el Clan Elnath a la ciudad bajo
las montañas Aldebarán, en el estado de Hamal.
Eloise se negó por completo, tuvo una gran discusión con su padre, le dijo que
su madre nunca permitiría que el pequeño Edgar se fuera, su hermanito sería criado
por ella y entrenado en la residencia de los De Grieff en el Primer Distrito de Arcadia.
Elan se sintió responsable por sus hermanos y dejó la escuela del Cinturón
para irse a entrenar con su padre a las instalaciones del Círculo del Zodiaco, de esa
manera la pareja se separó pero no rompió su relación.
Los dos jóvenes se visitaban cuanto podían, Ambar para ese entonces había
roto relaciones por completo con su familia paterna por lo que ya nadie podía
intervenir en su relación amorosa con Elan, los Hobbs veían con buenos ojos esa
unión.
El joven De Grieff estaba muy enamorado de Ambar, los dos incluso hicieron
planes de boda, pensaban casarse cuando ambos alcanzaran la mayoría de edad y
Elan recibiera de su padre la espada suprema Arietis.
Ambar era una chica liberal y con mucha confianza en sí misma, no era celosa,
o casi, la única chica a la que no soportaba y le molestaba que se acercara a su
novio ni siquiera vivía en el mismo estado que ellos, se llamaba Kara Vega, una
amiga de toda la vida de Elan a quien el joven De Grieff veía con algo más que
aprecio.
Cuando su prima Tegmine se ganó su espada oscura: Ananké, Elan y Eloise
fueron a celebrar con ella al Cinturón, ese día el futuro Aries y su novia discutieron
porque él se negó a ir ese mismo fin de semana a visitarla, la razón: Elan se estaba
viendo con otra hermosa chica en el Distrito Comercial, se inscribió en la más
prestigiada escuela de esa demarcación para terminar sus estudios y ahí conoció a
Krizia Phren.
El imán de Elan... Krizia sabía que el futuro portador de Arietis era novio de
Ambar Hobbs pero no le importó, le dijo que se conformaba con estar con él siempre
que estuviera en el Distrito Comercial, Elan no se pudo resistir, la chica era hermosa,
una vez que lo besó ya no se separó de ella.
Ambar estaba furiosa, Elan cada vez iba menos al Cinturón a visitarla, al
principio iba hasta cuatro veces por semana, ya mantenían relaciones sexuales y
siempre que podía se escapaba para verla, sin embargo, ahora sus visitas cada vez
eran más esporádicas, ya sospechaba que algo sucedía pero lo quería tanto que se
negaba a investigar qué es lo que pasaba con su novio, tenía miedo de descubrir
que en realidad andaba con otra, era un dolor que no soportaría, por lo que se
resignó a únicamente reclamarle su abandono, en ese momento le echaba en cara
que no la quiso ir a ver a ella, estaba en la Ciudadela únicamente por acompañar a
su prima.
–¿Cuál es tu molestia? – Elan trataba de hacer entender a su novia que los
motivos no importaban, él estaba ahí –. Al final estoy aquí...
–Sí, pero no por mí.
–La situación es algo especial, Teg ha ascendido a lo más alto de los guerreros
en Boleria, tenía que estar con ella.
–O sea que aunque casi no nos vemos no es especial estar conmigo.
–Tranquilízate...
–¿Cómo voy a tranquilizarme sabiendo que no quieres verme? – los reclamos
de Ambar cada vez subían más de tono.
–Ya no sé qué más decirte – dijo Elan fastidiado –, parece que regresé con
Alanah...
Al escuchar eso Ambar se levantó furiosa.
–¿Me estás comparando con esa?
–Sólo fue un comentario... – le respondió Elan al tiempo que la tomó de la mano
para tranquilizarla.
–¡Al diablo con tus comentarios! – gritó Ambar dando un manotazo para quitarse
el agarre de su novio –. Yo me largo de aquí, disfruta la fiesta de tu prima.
Ambar se fue y Elan se quedó solo, pidió una bebida al barman, todavía no
tenía edad para beber pero era un De Grieff, nadie le negaba nada, se acercó a él
María Yaotl, la prima y mejor amiga de su novia.
–¿En dónde está Ambar?
–Ya se fue – comentó Elan señalando la salida mientras le daba un gran trago a
su bebida.
–¿Por qué? – preguntó María intrigada, sabía que a su prima le encantaban las
fiestas.
–Al parecer tiene un muy mal novio.
–Eso es cierto, nunca la vienes a ver, eso es muy cruel de tu parte, ella te quiere
mucho...
–Yo también, pero tengo muchas obligaciones.
–Seguramente se enojó porque dijiste que no vendrías a verla pero viniste a ver
a tu prima.
–Esto es algo especial, ya se lo expliqué a tu prima, no es sólo porque Teg
obtuvo una espada oscura, lo trascendental del caso es que son las primeras que se
entregan, este momento es histórico...
–Para ser un mujeriego no nos conoces bien...
–Yo no soy un mujeriego.
–Desde que te conozco siempre has estado rodeado de chicas.
–Y ni así las entiendo. Me imagino que al irse tu prima también te quité tu
diversión.
–No tanto, Sebastién también es mi primo y estoy aquí por él, al igual que
Tegmine también es un FILO Oscuro. – María observó detenidamente a Elan, hacía
un puchero con la boca mientras con sus dedos índice y medio alternativamente
golpeaba su barbilla –. Pensándolo bien si estoy molesta contigo.
–Haz fila... – Con el dedo pulgar Elan señaló su propia espalda.
–Nada de fila, estarás toda la noche conmigo, sirve que así cuido los intereses
de mi prima.
–De acuerdo, no quiero hacer enojar más a Ambar.
La fiesta siguió y Elan se pasó toda la noche con María Yaotl hasta que sintió
que estaba completamente ebrio.
–Será mejor que me vaya, no me siento bien...
–Te ves mal, no te puedes ir sólo...
–Tienes razón, le diré a mi hermana que me lleve a mi departamento en la
escuela.
Déjala, se está divirtiendo, esta fiesta es exclusiva de las cuatro familias, nadie
a excepción de Olaf Hobbs y Raam Shmuel saben de esto, y Ambar, claro está, yo
te llevo.
–¿Segura?
–Segura, recuerda que soy una psíquica, puedo aclarar tu mente mientras
caminamos...
–Psíquica como todos los Yaotl – Elan suspiró –, bueno, entonces vámonos...
Elan y María se fueron rumbo a los departamentos de lujo de la principal
escuela del Cinturón, la muchacha Yaotl era tan poderosa como su prima o las
chicas De Grieff, podía leer los pensamientos de la gente.
En el camino aprovechando la vulnerabilidad de Elan se metió en su cabeza y
vio sus más profundos secretos, se enteró de las dudas de Elan respecto de sus
sentimientos hacia Ambar, en verdad la amaba pero había en su interior un
sentimiento aún más fuerte que hasta él desconocía hacia Kara Vega, también
descubrió su desliz con Krizia Phren... lo demás eran puros sentimientos
encontrados, lo más valioso para él eran su hermana y su prima Teg, la persona
más importante de su vida era su pequeño hermano Edgar, le temía a su padre,
odiaba las peleas pero más a los abusadores, no deseaba ser el próximo guerrero
de Aries pero sabía que era su obligación, en general vio en él buenos sentimientos,
pero lo que más le llamó la atención de todo es que había un único número uno en
su vida: él, Elan era egoísta y su satisfacción personal estaba por encima de
cualquier cosa.
Cuando lo dejó en su departamento vio que no podía sostenerse solo, lo
acompañó a su cama y ahí sucedió, él la llamó Kara y ella le respondió, él le dijo que
la amaba y ella lo besó.
Aunque María no estaba totalmente ebria si se había tomado varias copas, las
suficientes para hacer cosas que en su juicio nunca haría, como a todas las chicas le
gustaba Elan, varias veces fantaseó acerca de que se sentiría estar con él, decidió
probar, se quitó la blusa y se lanzó sobre su presa.
Ninguno de los dos adolescentes se dio cuenta que alguien los seguía, alguien
que sentía un gran aprecio por María Yaotl, esa persona inmediatamente se fue a
ver a Ambar Hobbs y se encargó de que al día siguiente fuera a "visitar" a su novio.
Ambar Hobbs se sentía fatal, estaba consciente de que exageró en sus
reclamos a Elan, ahora se estaba enterando que se su novio se “ahogó” de
borracho en la celebración de los guerreros de la primera entrega de las espadas
oscuras, pensó en ir a ver como estaba y disculparse con él.
Todo pasó muy rápido, Ambar abrió la puerta de la habitación de Elan y lo
encontró desnudo abrazando el cuerpo de su prima María, les gritó a los dos, los
insultó y terminó la relación con él, jamás volvería a cruzar palabra alguna con su
prima.
Elan apenas si podía pensar, estaba con una resaca de los mil diablos, sólo
escuchó el portazo que dio Ambar al irse del departamento, volteó a ver a María que
se cubría su desnudez con una sábana.
–¿Qué sucedió? – preguntó mientras trataba de despejar su mente.
–No lo sé – mintió María –. Creo que nos emborrachamos y terminamos
haciendo una tontería.
–¿Segura que lo hicimos? No recuerdo nada...
–Yo tampoco – María se encogió de hombros y fingió bajar la mirada
avergonzada.
–Será mejor que te vayas para que esto no se complique, los dos estamos en
serios problemas, voy a ducharme a ver si así se me quita este dolor de cabeza, ya
sabes dónde está la puerta.
Con otra sábana en la cintura Elan se dispuso a irse a bañar, María observó su
musculoso y bien formado cuerpo, recordó la ardiente noche de pasión que pasaron
y se le ocurrió repetirla, no era justo que sólo ella recordara esa maravillosa noche.
–Espera Elan...
–¿Qué sucede? – El miembro del Clan De Grieff todavía se sentía mareado, se
recargó contra la pared para no caer.
–No sé si hicimos algo indebido o no, pero nadie va a pensar que sólo
dormimos.
–Lo sé. – En ese momento Elan no quería pensar en nada, lo único que
deseaba era tomar una ducha y quitarse ese dolor que le punzaba en la cabeza.
–Si nos van a achacar que hicimos las peores cosas lo justo es que nos
portemos mal...
–¿Qué estás diciendo? – De repente Elan se olvidó hasta de la resaca que
sentía, pensó que había escuchado mal.
–Que si no me puedo defender por lo menos quiero saber qué fue lo que hice...
– dijo la miembro del Clan Yaotl con una traviesa sonrisa.
–Esto no está bien. – Elan ya no sentía ningún dolor de cabeza, sólo veía
sorprendido a María.
–Ya lo sé...
María se deshizo de la sábana que la cubría mostrando su desnudez a Elan, lo
abrazó y pegó sus pechos a su cuerpo, sintió la virilidad del chico en su vientre, le
arrancó su sabana y tomó el miembro del adolescente en sus manos.
–María, tú y yo no podemos ser nada... – dijo Elan sin intentar separarse de ella.
–Lo sé – le respondió María mientras lo besaba –, tú eres un De Grieff y yo una
Yaotl, nos matarían antes de que nos tomáramos de la mano en público, lo nuestro
pasará sólo esta vez...
–Sólo esta vez...
Elan era un muchacho, no pudo resistir las caricias de María, la tomó en sus
brazos y le hizo el amor, pensó que la lógica de la chica era certera, los acusarían de
todo sin creerles su versión, ambos eran poderosos psíquicos y nadie sabría nunca
la verdad... ¿qué más daba si de verdad lo hacían?
Ambar terminó en definitiva con Elan, en esos tiempos el joven De Grieff
ocupaba todo su tiempo en entrenarse para obtener la espada de platino, no había
espacio en su vida para lamentarse, chicas eran lo que le sobraba, ahora no sólo
salía con Krizia Phren, también mantenía relaciones con Nitta Von Teague, las dos
chicas aceptaron la relación así y mantenían una guerra silenciosa por ganarse su
cariño, Elan estaba entre nubes, tenía sexo con ambas y las dos se esforzaban al
máximo por hacerlo feliz, y alguna que otra vez, se seguía viendo con María Yaotl a
escondidas...
Todo iba perfecto en la vida de Elan, tenía a dos hermosas chicas que se
desvivían por su amor, era muy poco discreto en sus infidelidades y encuentros
íntimos con ellas, a veces con algunas más, sabía que lo amaban, sus acciones ya
no eran inocentes, se aprovechaba de las chicas para obtener de cada una lo que
deseaba. Sin embargo, hubo otra noticia que cambiaría su vida para siempre, su
padre fue el encargado de dársela.
–Ven aquí Elan. – El guerrero de Aries se veía molesto.
–¿Qué sucede? – Elan no entendía la forma en que le hablaba su padre, sus
entrenamientos iban bien y su comportamiento en el Círculo era ejemplar.
–La chica Yaotl, María...
–¿Qué hay con ella? – preguntó Elan desviando la mirada, ya sabía el sermón
que le esperaba de su padre, le recordaría el odio entre las dos familias y todo lo
demás...
–Dicen que te enredaste con ella...
–Eso es cosa mía – respondió Elan con indiferencia, apenas si prestaba
atención a su padre.
–No si la embarazaste, idiota...
–¿Qué? – Elan no podía creer lo que estaba escuchando, María embarazada…,
él apenas tenía dieciséis años, no estaba preparado para eso.
–¿Qué tienes que decir ahora? – le espetó el Patriarca de los De Grieff –. Señor
"yo me encargo de mis asuntos".
–No sé... – respondió Elan con la cabeza agachada y en apenas un murmullo –.
No me quiero a casar.
–¿La quieres?
–No – Elan ni siquiera había pensado en la posibilidad de ser novio de María,
menos aún deseaba compartir su vida con ella.
–Entonces no seas idiota, un De Grieff no puede casarse con una Yaotl y menos
si va a ser nuestro Patriarca, yo lo arreglaré todo, pero a partir de ahora me
obedecerás... ¿crees que no sé que eres un maldito conejo? Para colmo te has
estado metiendo con cuanta chica de Clanes importantes se te cruza en el camino,
tarde o temprano eso te va a explotar en la cara, te he malcriado por culpa de tu
madre, pero ella ya no está aquí para defenderte, un sólo acto de desobediencia y
entonces te voy a entrenar como mi padre lo hizo conmigo, te aseguro que habrá
mucho dolor... ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?
–Entendido padre...
Aries habló con los Yaotl del Cinturón, nadie quería una unión con la familia
rival, el Patriarca de los De Grieff ofreció hacerse cargo de la criatura pero los Yaotl
lo rechazaron, el bebé sería muy poderoso.
En donde sí se impuso Elan padre fue en la cuestión del apellido, el niño sería
un De Grieff, no porque le importara, pero sentía que su apellido debía estar antes
que el Yaotl, ambos apellidos eran igual de importantes, pero su hijo era heredero de
primera línea de la rama principal de la familia y el futuro Patriarca, la ley estaba de
su lado.
María Yaotl aceptó el trato de su familia, siempre tuvo la ilusión de que Elan
fuera por ella y se la llevara para vivir con él junto con su hijo, pero fue una ilusión
vana, el joven De Grieff jamás se lo propuso, meses después nació su primogénito.
Elan cumplió cabalmente con el castigo de su padre, entrenó duramente y sin
protestar, se vio en la necesidad de terminar tanto con Krizia como con Nitta, al final
no le importó, Kara Vega había llegado de Hamal para ayudar con sus
entrenamientos, nadie le gustaba a Elan más que Kara, simplemente jamás volvió a
hablarles a las chicas de los Clanes Phren y Von Teague, dejó incluso de recibir sus
insistentes llamadas hasta que éstas cesaron.
Elan se inscribió en la escuela superior del Primer Distrito, al amparo de la
estricta vigilancia del portador de Arietis y con la ayuda de Kara Vega su poder por
fin alcanzó su máximo potencial, se comportó siempre ejemplarmente, sin embrago,
tuvo un nuevo problema con su padre cuando nació el hijo de María.
–¿Qué haces aquí? – preguntó el guerrero de Aries al ver a su primogénito
sentado cómodamente viendo el televisor.
–Aquí vivo... – le respondió Elan de mala manera, estaba descansando después
de una agotadora jornada.
–No te hagas el listo conmigo – lo amenazó Aries –, hoy nace tu hijo, te dije
claramente que lo fueras a ver.
–¿Para qué? – preguntó Elan sin dejar de ver la televisión –. No es mi hijo, yo
no lo quiero.
–Eso no importa, lleva la sangre de las dos familias más poderosas del país, si
nace con el cabello blanco lo tomaré bajo mi custodia.
–Pero ya se lo cediste a los Yaotl, puedes ocasionar una guerra...
–Nadie se atreverá a hacerme frente.
Elan veía orgulloso a su padre, el máximo guerrero y héroe del país, pensó que
cuando alguien era poderoso nadie podía imponerle nada, la voluntad del fuerte era
la ley absoluta, en ese momento decidió que quería ser como él.
–¿Y si no nace con el cabello blanco?
–Por lo menos hiciste acto de presencia, siempre vigílalo, que sepa que estás
ahí, algún día te puede servir.
–Está bien, papá, iré...
Elan partió al Cinturón acompañado de sus hermanos Edgar y Eloise, quienes
tenían el genuino interés de conocer a su sobrino, en la sala del hospital se encontró
con Ambar, quien lo saludó amablemente, aún lo quería y al saber la negativa de
ambas familias de que María y Elan se casaran, decidió regresar con él.
Cuando Elan vio a su hijo se sintió aliviado, no había nacido con el cabello
blanco que caracterizaba a las ramas más puras de su clan familiar, por lo que su
padre no lo reclamaría y así él tampoco lo tendría que volver a ver, el cabello del
bebe al igual que sus genes era un híbrido de las dos familias más poderosas del
país, el blanco de su Clan paterno y el negro de los Yaotl, el cabello del recién
nacido era gris. Sin embargo, Elan entendió lo que su padre le decía, el poder que
emanaba del menor era intenso y poderoso, nunca se sabía cuándo iba a necesitar
de un buen soldado, eso sería su hijo para él, su instrumento. Eloise emocionada
cargaba al bebé y Edgar estaba al borde de las lágrimas viendo a su pequeño
sobrino.
–Elan... – Edgar se paró seriamente enfrente de su hermano mayor.
–¿Qué sucede, Edgar? – El primogénito de Aries se sorprendió ante la actitud
de su hermano, le dio curiosidad.
–¿Puedo ser el padrino de tu bebé? – preguntó Edgar con toda formalidad,
hasta Eloise dejó de mecer al bebé para escuchar la respuesta de su hermano
mayor.
–Eso lo decide María – respondió Elan señalando a la madre de su hijo.
Edgar volteó a ver a María, la joven Yaotl observaba nostálgica a los hermanos
de Elan, ambos se veían felices conociendo a su sobrino, ninguno de sus familiares
mostró entusiasmo alguno por el bebé salvo su primo Michel.
–Claro que puedes, Edgar.
–Otra cosa – dijo seriamente el más pequeño de los hermanos De Grieff –,
como yo voy a ser el padrino nadie va a querer más a ese niño que yo, tiene que
llamarse Edgar...
Elan preguntó a María y ésta aceptó, terminó la hora de visita y Elan se quedó
un momento con la chica a solas.
–¿Cómo estás?
–Estoy mal – la mirada de María era de reproche –, nunca me viniste a ver
durante mi embarazo, fue muy difícil y lo tuve que llevar yo sola.
–Lo siento, mi padre...
–Sé cómo es tu padre, pero tú me dijiste que me amabas... vámonos, Elan, tú,
yo y nuestro bebé, vámonos lejos de aquí...
–No puedo, tengo sobre mis hombros el peso de mi familia.
–Pero tus promesas...
–Lo siento, tu belleza y tus caricias me tenían cegado, pero no voy a dejar de
lado mis obligaciones.
–Tu hermano puede encargarse...
–No, sólo yo puedo, Edgar tiene otra carga más pesada aún, lo siento, nosotros
dijimos...
María quiso contener las lágrimas pero no pudo hacerlo.
–Sé lo que dijimos al principio, pero todo cambió después... – María vio la
mirada fría de Elan, en ese momento supo que nada lo haría cambiar de parecer,
bajó la vista para que no la viera llorar –. Está bien, si no me quieres puedes irte...
–Siempre veré por mi hijo.
–Espero que sí, es tu obligación, ahora vete, necesito descansar.
Cuando Elan se fue María lloró, sabía que se había hecho vanas ilusiones pero
aun así tenía la esperanza de formar una familia al lado del padre de su hijo, se
prometió que sería la única vez que lo haría, ahora dedicaría su vida a su hijo y no
se preocuparía de relaciones personales, un año después aceptaría la proposición
de matrimonio de Xander Hobbs y se casaría con él.
Antes de que Elan se fuera del Cinturón, Ambar se despidió cariñosamente de
él, lo acorraló hasta llevarlo a un cuarto vacío del hospital y le hizo el amor, le dijo
que después hablarían. Cuando lo buscó al día siguiente en las instalaciones del
Círculo del Zodiaco se encontró con una vieja rival: Kara Vega, la chica Hobbs la
enfrentó.
–¿Qué haces tú aquí?
–Ayudo a entrenar a Elan... – le respondió retadoramente la miembro del Clan
de la Lira –. ¿Cuál es tu pretexto?
–Vengo a ver a Elan, soy su novia – le espetó Ambar con total seguridad, sabía
que Elan la quería, había estado con ella en el hospital...
–Eras – le respondió Kara sin darle importancia a las palabras de la chica del
Clan Hobbs –, tú terminaste con él, ahora su novia soy yo...
–Eso es mentira – la voz de χmbar se “quebró” –, él no me dijo nada cuando fue
a ver el nacimiento de su hijo.
–¿Se lo preguntaste? ¿Lo cuestionaste acerca de si tenía novia?
–No, pero tuvimos relaciones...
Kara se sintió furiosa, pero no estaba dispuesta a renunciar a Elan.
–Lo sé, él me lo dijo – mintió –, se sintió vulnerable con lo de su hijo y tú le diste
un desahogo, sólo eso, no hay más que decir, sabes en donde está la puerta.
–No me iré sin hablar con Elan.
–Pasa entonces y habla con él, no me importa, si quieres que él te diga
personalmente quien es su novia ahora, esa es tu decisión.
Ambar habló con Elan sólo para enterarse que Kara tenía razón, el futuro
guerrero de Aries le explicó que había sufrido mucho con su ruptura y la chica del
Clan Vega lo apoyó en todo momento, las cosas se habían dado solas, Ambar no
dijo más, se retiró, cuando lo hacía se volvió a encontrar con Kara.
–Supongo que al final ganaste.
–Esto no es una competencia y Elan no es ningún premio.
–Pues sonríes como si lo fuera.
–Sonrío porque toda mi vida lo he amado y ahora está conmigo, nada más, en
lo absoluto me regocijo en tu sufrimiento, yo he estado ahí y es horrible.
–Sí, horrible... – masculló Ambar, después le habló fuerte y claro a Kara –, pero
has de saber algo, donde te ves me vi y donde me ves te verás, así es Elan, un
rompecorazones, la verdad es que ya no sé si lo hace a propósito pero así es, por
una chica que lo tiene hay decenas al acecho, te va a dejar y vas a sufrir, tampoco
es que me dé gusto que lo hagas.
–Estoy dispuesta a todo con tal de tenerlo, voy a pelear por él contra todo y
contra todos, o todas...
–Sí, creo que pienso lo mismo, adiós Kara...
–Adiós Ambar.
Al igual que María, la joven chica Hobbs aceptó tiempo después una propuesta
matrimonial y también se casó, del mismo modo que su prima, lo hizo sin amor pero
fue la única manera de quitarse a Elan del corazón, su lugar lo sustituyó con quien
sería el gran amor de su vida: su hija menor Rhinna.
La relación de Elan y Kara Vega no tenía otro camino que ascender, la
atracción y el sentimiento que sentían el uno por el otro era demasiado fuerte, Aries
no aceptaba esa unión, necesitaba que su hijo desposara a una chica miembro del
poderoso Clan Abner para establecer lazos en el estado de Levit, pero Elan se
negaba a ser parte de sus planes.
Elan padre aceptó por el momento la negativa de su heredero pero todo se
complicó cuando Eloise se fue de su casa, se había enamorado de un hombre sin
ningún tipo de influencia, un soldado raso, un don nadie.
Aries se enfureció, Eloise no era alguien a quien podía controlar como a Elan o
Edgar, su hija era totalmente independiente y lo mandó al diablo con todo y su
herencia así como con su entrenamiento.
Elan padre en un acto de furia total expulsó a su hija de la familia, la desheredó
y le inhibió sus poderes, aun así ella se fue, el Patriarca de los De Grieff se quejaba
con su hijo.
–Es inaudito lo que ha hecho tu hermana...
–Lo sé, padre – dijo Elan aburrido, él tampoco aprobaba las acciones de Eloise,
pero tenía sus propios problemas.
–Es que no puedo creerlo, el Círculo del Escorpión ya la había aceptado, ella
iba a ser nuestra líder...
–Lo sé – volvió a responder Elan automáticamente, sabía que el desahogo de
su padre apenas estaba empezando...
–Es mi culpa, los consentí demasiado, desde que tu hermana era una niña todo
mundo supo que sólo le esperaba la grandeza, tú serías el Gobernador de nuestro
estado y el Patriarca de los De Grieff, tu hermana nuestra líder y la Delegada del
Primer Distrito, Edgar nuestro Presidente... Y mírala ahora, se casó con un don
nadie, con una basura humana, vivirá en la mediocridad el resto de su vida.
–Pides demasiado de nosotros, padre.
–Porque sé que pueden – respondió Aries furioso, necesitaba descargar su ira
de alguna manera –, llevan mi sangre...
–Deja a Eli que viva su vida, Edgar y yo seremos lo que debamos ser.
–Eso no es suficiente, mi hija casada con ese imbécil... con un mediocre sin
futuro alguno, Ragnar era alguien de respeto, los Von Teague son una familia en
recuperación pero su linaje no se puede negar, pertenecen a las principales Casas
de Levit, al primer Coro de Guerra al igual que los Yaotl, el de los Seraph, pero
Gunther Kopp...
–Te recuerdo que tú te casaste con una guía de turistas...
En ese momento los ojos de Aries se tornaron gris brillante, furioso tomó a su
hijo de sus ropas, lo levantó y lo azotó contra una pared.
–Eres mi hijo, mi primogénito, me jugué la vida por salvarte de las manos de
Elohim y los demás Patriarcas, tú eres quien debe continuar mi legado en la familia y
en el Círculo, por lo tanto eres lo más valioso que tengo, pero si te atreves a volver a
comparar a tu madre con ese imbécil que se robó a tu hermana te mato...
¿entendiste?
Elan estaba aterrorizado, nunca había visto así a su padre, no pudo ni siquiera
contestar, sólo afirmó con la cabeza.
–Ya estoy harto de ustedes y de su juego de "podemos ser lo que queramos",
todos tienen una obligación, y si no la quieren cumplir en este momento se van al
demonio, aún puedo tener más hijos, así que respóndeme... ¿te harás responsable
por tu familia y por el Círculo? Lo que me digas ahora no podrá cambiar, te casarás
con Dalila Abner y dejarás que la chica Vega se marche, en caso contrario te quito tu
poder, la corro a ella y te vas a la calle con tu hermana... ¿qué me respondes?
Elan no tardó nada en responder, sabía cuál era su obligación y le temía a su
padre, renunció a Kara Vega en ese momento y le prometió al Patriarca que seguiría
el camino de Aries, fue en ese preciso instante de su vida cuando se juró a sí mismo
que nadie volvería a decirle qué hacer, se convertiría en el máximo guerrero del país
para vivir su vida como mejor le conviniera.
–Conozco mi obligación, padre, no tienes que ponerme un ultimátum...
–Bien, ahora vete, no tenemos nada más de que hablar – Aries aventó a su hijo
quien casi cae al suelo por la fuerza con la que fue arrojado.
Cuando Elan salió de ver a su padre, su hermano Edgar lo abordó.
–¿Hablaste con él? ¿Cuándo regresará Eli?
–Eloise decidió su vida – le respondió Elan a su hermano de mala manera, no
estaba de humor para recibir reproches –, no regresará.
–Pero no es justo, es nuestra hermana, nuestra obligación es protegerla...
–Si la hubiéramos protegido no habría acabado con ese maldito de Gunther
Kopp.
–Elan... – Edgar agarró a su hermano por el brazo para que dejara de caminar –
, mi padre nunca me escucha, no existo para él, me mataría antes que aceptar de
vuelta a Eli, pero tú eres su heredero, a ti no puede dañarte, por favor, ayuda a
nuestra hermana.
Ante la insistencia de su hermano menor, Elan perdió la paciencia, desquitó
con Edgar el coraje que sentía por no atreverse a enfrentar a su padre, lo golpeó en
el rostro con el puño cerrado, fue tal el impacto que lo derribó.
–Ya estás grandecito para rogar, Edgar, si mi padre es duro contigo es porque
eres un blandengue, tú serás nuestro próximo Presidente, actúa como tal.
Edgar vio furioso a su hermano, no podía creer que con todo su poder se
negara a ayudar a su hermana, se levantó, limpió la sangre de su labio con una
mano y se la embarró a Elan en su ropa.
–Así lo haré, hermano, y cuando sea presidente renunciaré a los De Grieff, sólo
seremos Eli, mi ahijado y yo, nadie más.
–Haz lo que quieras, si tanto te duele la partida de Eli mata a Gunther Kopp, así
regresará.
–No lo hará y me odiará toda su vida...
–Entonces no me molestes más.
Elan habló con Kara, le explicó su obligación y que se casaría con Dalila Abner,
la chica Vega supo que por más que rogara no habría ningún cambio en los planes
del futuro Aries, recordó las palabras de Ambar, bajó la mirada y se marchó.
Al contrario de las otras novias de Elan, Kara no se casó, aunque tuvo dos hijos
se resistió a comprometerse con alguien más, se unió a la Orden de las Espadas
Reales de Hamal y esperó pacientemente, sabía que su vida estaba destinada a
pasarla junto a la del joven De Grieff, tenía razón.
Cuando Elan conoció a Dalila sucedió lo que pasaba con todas las chicas, la
heredera de los Abner no deseaba casarse con él pero en cuanto lo conoció se
enamoró, sin embargo, las cosas no resultarían, habías dos poderosas razones por
las que ese matrimonio estaba destinado al fracaso: la primera era que Michel Yaotl
hijo ya tenía "intervenida" la mente de Dalila y la segunda fue que Elan nunca dejó
de ver a otras mujeres.
Desde antes de su compromiso, cuando aún era novio de Kara Vega, Elan
había retomado su relación con Krizia Phren, relación de la que la chica resultó
embarazada, sólo que esta vez Elan no se enteró de nada, Krizia sabía
perfectamente que el futuro Aries no la amaba, los miembros del Clan Phren ante el
temor de que los De Grieff reclamaran al bebé de Krizia ocultaron el nombre del
verdadero padre y se inventaron a un padre sustituto.
Kharlozz Humbolt en aquel entonces ya era Tezcatlipoca, el líder del Tloque
Nahuaque y acababa de perder a su esposa por enfermedad, se enamoró de Krizia
en cuanto la conoció y logró arrancar de su corazón a Elan. A los nueve meses nació
una hermosa niña a quien llamaron Kharynna, quien por fortuna no nació con el
cabello blanco que distinguía a los De Grieff, los Phren en complicidad con
Tezcatlipoca mencionaron que Krizia mató al padre por accidente al nacer su hija, a
nadie le sorprendió, todos sabían que la entonces portadora de la espada sagrada
Scylla no controlaba del todo a sus bestias, como el supuesto padre era un don
nadie no hubo investigación, Krizia y Kharlozz se casaron y se fueron a vivir a
Aztlán.
Después del nacimiento de sus gemelas, Dalila y Elan se divorciaron, el viejo
Patriarca exigió al nuevo guerrero de Aries que no le permitiera marcharse hasta que
le diera un heredero, pero para entonces ya no tenía control sobre su hijo.
Elan le permitió a su esposa marcharse con sus hijas siempre y cuando le
permitiera verlas cuando quisiera y siempre pasaran con él sus vacaciones
escolares, Dalila aceptó, no tenía más opciones ante el patriarca de la familia más
influyente del país más poderoso del orbe.
Así pasó Elan De Grieff de la adolescencia a la etapa adulta, con tres hijos a
los que apenas veía y al menos otra más de la que jamás se enteró, ninguno de
ellos nació con el cabello blanco que distinguía a los guerreros de casta pura de su
Clan, tal vez porque jamás quiso concebir a ninguno, por eso cuando su sobrina
Astrid, la hija de su hermana Eloise, se fue a vivir con ellos, la trató como si fuera su
propia hija.
Cuando su hermano Edgar fue asesinado por su sobrino Gunnar, Elan accedió
a otorgarle la espada Arondight al asesino para proteger la futura presidencia que
correspondía a los De Grieff, si la espada oculta no tenía un dueño se desataría la
guerra por poseerla, Arondight era la forma imperfecta de Quetzalcóatl, "la espada
elemental", Aries pensó que podía controlar a Loki, siempre se arrepintió por eso.
Esa fue su vida, algo digno de contar y de vivir, siempre al lado de la persona
que más lo quería: Kara, con quien jamás pudo tener un hijo, aun así siempre
agradeció a los Dioses por haberlo bendecido con el amor de esa mujer que no se
merecía.
*****
Elan De Grieff se preparaba para partir al punto de encuentro con Miguel, antes
de salir hizo un último intento por comunicarse al Círculo y a la escuela superior del
Tercer Distrito pero fue en vano, lamentó no saber que había sido de sus hijas pero
el ir a buscarlas no era una opción, el dejar a Miguel con vida pondría en peligro a
todos, así, con un gran pesar en el corazón se dispuso a abandonar el hotel donde
se hospedaba, el paraje de Siquem quedaba a un par de horas a pie, utilizaría ese
tiempo para pensar, podrían ser los últimos minutos de su vida.
Ya había dejado sus asuntos en orden, ahora sólo restaba pelear su última
batalla, un duelo postergado por generaciones y que le tocaba a él terminar, para su
maldita suerte.
Saldó su cuenta del hotel en el pequeño pero pintoresco pueblo de Siquem y
se dirigió a su fatal cita, aún no amanecía, de reojo observó a los Caballeros
Fantasmas de la Orden de Levit que lo seguían a lo lejos, sonrió, sabía que
llegarían, sus espías en Levit le habían informado que las Espadas Reales
rompieron relaciones por completo con el Arcángel Miguel, un gran golpe de suerte
sin duda alguna. Mientras caminaba y veía el paisaje se le ocurrió que era un buen
sitio para convertirse en leyenda, en ese momento Virgo entró en sus pensamientos.
–Elan...
–Hola Zaniah, me alegra que finalmente pudieras contactarme. ¿Qué ocurre?
–Todo, no me había podido comunicar contigo por una restricción magnética
que soltaron en el área del Cinturón.
–Lo sé, hay que estar alertas, eso no es bueno...
–Sir Phillippe se encargará de eso, lo que debo decirte es más importante...
–Me imagino lo que es, Miguel me dio un adelanto, dame los detalles.
–Los Caídos finalmente atacaron...
–¿Quiénes de los caídos?
–Tus hijas y Kasbeel.
Aries sintió una gran furia en ese momento, el solo hecho de imaginar a sus
dos princesas pelear en contra de sus hermanos del Círculo era algo imperdonable,
a pesar de no querer saber la respuesta hizo la pregunta obligada:
–¿Cuáles son las bajas?
–Tauro, Cáncer, Leo, Capricornio y Piscis fueron asesinados, Acuario y
Sagitario están gravemente heridas pero sobrevivirán.
Aries cerró los ojos, se lamentó por todos sus compañeros pero sintió más
pena por Tegmine que por nadie más, le perforó el alma el fallecimiento de su prima
a quien quería como si fuera su hermana menor.
–¿Qué sucedió con mis hijas?
–Esther murió, Póllux logró salvar a Addy.
Elan esta vez no pudo evitar las lágrimas, sintió una puñalada en el corazón,
sus hijas no deberían ser parte de esa guerra y menos su niña rebelde, ellas eran el
motor de su vida, su tesoro, en sus dos pequeñas él veía reflejados sus sueños,
ellas eran libres de hacer y ser lo que quisieran, sin atadura alguna, en ese momento
se alegró de ir a encontrarse con el asesino de su hija.
–¿Kasbeel?
–Muerto.
–¿Quién mato a Esther?
–No quieres saberlo.
–Tienes razón. – Aries intuía que la vida de su pequeña rebelde había sido
cobrada por alguno de sus hermanos del Círculo en defensa propia, no deseaba
saber si el asesino todavía vivía o ya estaba muerto, para él, el único culpable de
todo era el Arcángel Miguel.
–Lo siento mucho, Elan, les fallé a ti y a tu padre, yo prometí que te protegería...
de verdad lo lamento.
–No hay nada que hacer, esta fue la vida que nos heredaron nuestros
antepasados, tú no eres parte de eso...
–Ahora lo soy, tanto como cualquier De Grieff...
–Gracias, Zaniah, en estos momentos voy a enfrentarme con Miguel.
–No lo hagas, Elan, te matará...
–Debo hacerlo.
–Déjame mandar a Saipher a ayudarte.
–Orión se queda en el Círculo así como todos los demás.
–Debes disponer las cosas en el Círculo...
–Escorpión queda al mando...
–Te enlazo con él, Tyche se encargará de encontrarlo.
–Espero...
Mientras caminaba hacia su cita con Miguel, Aries se lamentó por la pérdida de
sus primas Tegmine y Amaltea, sus mejores amigas, más lo hizo por la innecesaria
muerte de su pequeña Esther, una niña rebelde pero cariñosa. En ese momento
sacó un comunicador móvil de sus ropas, marcó un número y después volvió a
guardar el aparato. Una hora después Cross se comunicó a la mente del FILO
Divino.
–Aries...
–¿Cómo estás, Escorpión? – Aries se sintió tranquilo de escuchar la voz de
Cross, sabía que el Círculo del Zodiaco prevalecería bajo su protección.
–Esperando tus órdenes...
–En estos momentos voy a enfrentarme con Miguel, al parecer los momios no
me favorecen...
–¿En dónde estás? Déjame enfrentar a mí a Miguel, con la ayuda de Quantum
puedo llegar de inmediato...
–No, amigo, esta es mi batalla, pero quiero pedirte un favor.
–El que quieras.
–Si pierdo Miguel buscará exterminar a todo el Circulo del Zodiaco y a mi hija
Addy, dejo las vidas de mis hermanos y mi niña en tus manos.
–Te juro que no morirá nadie más por la espada de un Arcángel, el Círculo
prevalecerá.
–Confío en ti, adiós amigo. Virgo, te encargo a mis hijos Edgar y Addy, fue un
placer haberte conocido, a ti te corresponde guiar a las futuras generaciones, espero
que esta sea la última guerra entre el Círculo y la Legión.
–Así será mi líder.
Cross interrumpió la despedida del máximo controlador del metal.
–Espera, Aries, me estás delegando mucha responsabilidad, déjame pelear con
Miguel, sé que puedo derrotarlo...
–Yo estoy seguro de eso, Escorpión, por eso te estoy encargando a ti algo más
importante que Miguel, el futuro del Círculo, adiós.
–No Aries, espera...
El portador de la espada suprema Arietis no tenía nada más que decir, cortó la
comunicación, ahora sí podía pelear tranquilamente, todos sus asuntos estaban en
orden, ya había llegado al punto de encuentro, a doscientos metros el Arcángel
Miguel lo esperaba, cuando lo tuvo a unos treinta metros lo saludó:
–Sabía que vendrías, Elan... ¿estás listo para morir?
–Siempre lo he estado.

Cross perdió la comunicación con Aries, le pidió a Virgo que contactara a


Quantum.
–No puedo hacer eso, Cross, Elan ya ha dispuesto su última voluntad.
–¡Al carajo con eso! – respondió un apurado Cross, el tiempo corría en su contra
–. No voy a permitir que alguien como Aries pierda la vida en un estúpido duelo de
egos, llama a Quantum.
–No lo haré.
–¿Esa es la hermandad de la que se ufanan en el Círculo? – preguntó un
furioso y desesperado Cross –. ¿Su miembro más importante va al matadero y se lo
permiten? Si es así que se hunda el maldito grupo de poder del Primer Distrito,
merece ser exterminado...
–Cross tu prometiste...
–¡Al diablo con eso, Virgo! Esto es lo que precisamente queremos cambiar, la
matanza inútil de la gente buena... es la última vez que te lo pido, llama a Quantum,
cada segundo que pasa es mortal, podemos salvar a Elan y lo haremos.
Virgo pensó en las palabras de Cross, ella había jurado con sangre a Elan
padre proteger a su hijo y al Círculo, pero ante todo estaba el Círculo, aceptó la
propuesta de Escorpión.
–Tienes razón, vamos a salvar a nuestro líder.
–¿Sabes en dónde está?
–No, sólo sé que en algún lugar de Levit, descontemos la zona de playas y el
desierto, Elan jamás enfrentaría a Miguel en esos lugares, Quantum ya va para la
escuela de nivel superior del Tercer Distrito, una vez que llegue pasarán por Orión,
él encontrará a nuestro líder y a Miguel.
–Avisa también a Siege, Fausto y Troy que la prioridad es encontrar a Aries,
ellos fueron a Levit a enfrentar a Miguel, en donde esté Elan encontrarán al líder de
la Legión.
–Lo haré, también trataré de comunicarme con Lady Wieland, aunque si trae
activada su armadura metálica, como siempre, será imposible establecer contacto
con ella.
–Inténtalo, trata también de comunicarte al Palacio de Gobierno de Hamal y a la
Sede de las Espadas Reales, la cuenta regresiva ya empezó, Virgo, debemos traer
vivo a Elan.
–Esperemos por los Dioses que así sea.
–Bien, espero a Quantum, cualquier cambio o dificultad que se atraviese me
avisas.

Cross esperaba a Quantum cuando se encontró con su madre, le explicó la


situación, Daniela Malka se preocupó.
–Cross, debes evitar esa pelea, Miguel no debe morir...
–Es nuestro principal enemigo.
–No lo es, el Arcángel mayor es tu principal aliado en el bando enemigo, desde
hace veinte años estoy con él, lo planeamos todo juntos, la revolución, la protección
de tus amigos.
–Pero él despertó a los Caídos...
–Lo hizo para contrarrestar el poder de Elohim y para frenar a Jean Yaotl,
Gabriel y Uriel, Miguel sabía cómo quitarles la sed de sangre a las hijas de Aries,
pero alguien las ocultó de él...
–No, él intervino a Orión para que no las encontrara...
–No, hijo, Orión y Virgo fueron doblemente engañados, el único que tiene el
poder para hacerlo es Elohim...
–No puedo creerlo... ¿Qué ganaba Elohim con todo esto?
–Diezmar a sus enemigos. Cross... Michel Yaotl no sabía que tú eras mi hijo
pero me hablaba de ti, fuiste descuidado en la Ciudadela cuando andabas armando
tu revolución, él te protegió... ¿quieres que te enuncie todas las veces que intervino
para que no fueras descubierto?
Cross se quedó sin habla, cuando estaba armando su revolución sabía que
muchas veces había tentado a la suerte pero mágicamente nunca fue descubierto, el
poder de Miguel era el indicado para protegerlo.
–Esto no puede estar pasando...
–Miguel hizo el máximo sacrificio, hijo, adoptó el papel de villano por su país,
necesitábamos a alguien que operara en los niveles internos de nuestros enemigos,
alguien comprometido con ellos, Michel Yaotl tomó esa responsabilidad.
–Pero Fausto, Troy y Siege...
–Fausto ya sabe de Miguel, yo hablé con él antes de que partiera, llegado el
momento va a hablar con sus compañeros de la Armada Elemental. Discúlpame por
no haberte dicho esto antes, pero no me correspondía a mí decidir el destape de
Miguel...
–Está bien, sé que hay cosas que no se pueden decir, si Miguel tomó el riesgo
de esa manera, ahora deberá enfrentarlo... ¿y qué hay con Aries?
–Un idiota egocéntrico, no es peligroso pero sólo piensa en él y en su bienestar
personal, nada más le importa, jamás dará la vida por nadie y si todo se complica los
dejará morir solos.
–Él es el líder del Círculo, su compromiso...
–Es con él mismo – lo interrumpió Daniela –. No estoy diciendo que Aries sea
una mala persona, a su manera es un buen hombre, sólo que no es confiable. Liberó
a las nebulosas para protegerse, Aries no es bueno ni malo, simplemente no sirve, a
Elan De Grieff sólo le importa Elan De Grieff.
Aries tranquilamente se concentró y sus guantes blancos con símbolos azules
que lo distinguían como el FILO Divino número dos surgieron en sus manos, Miguel
ya tenía puestos los suyos.
–Por fin se dará el enfrentamiento entre nosotros, Elan, llegó el momento en que
pagarás todo lo que has hecho...
–Tal vez – respondió Elan sonriéndole a su gran rival –, pero primero quiero que
saludes a unos amigos...
En ese momento llegaron los Caballeros Fantasmas de la Orden de Levit, Sir
Exxus, Sir Num y Sir Gene, Miguel le habló a su hijo:
–¿Qué hacen tú y tus compañeros aquí, Mikael?
–Venimos a cerciorarnos de que este combate se lleve a cabo.
–Ya te dije que yo me encargaría.
–Lo sé, papá, pero si no hubiéramos venido nosotros, ese cobarde hubiera
llamado a los Herreros... – dijo Sir Exxus señalando al portador de Arietis.
Aries puso cara de sorpresa, Mikael Yaotl y sus primos lo habían traicionado,
Sir Num veía divertido a Aries.
–¿En serio pensaste que podías manipular al "Confesor"?
–Al parecer me equivoque... – Aries se tomó las cosas con calma –, no importa,
lo que quería era reducir los riesgos de morir por una batalla en contra de Miguel,
ustedes sólo iban a ser carne de cañón, ahora los mataré a todos.
–Generalmente no intervendríamos – mencionó Sir Gene –, pero tú has
manipulado a mucha gente para ayudar a nuestros enemigos, Aries, eres un traidor
al país...
–¿A qué te refieres?
–Nuestro hermano Fausto está con nosotros – le espetó Isaac –, él nos contó tu
mensaje a los Sindicatos de Ishtar.
–Sólo resguardo el derecho de los De Grieff de llegar a la presidencia, todo lo
que hice fue por el bien de Boleria, que no se les olvide que soy el mejor
Gobernador del país y no sólo de esta época, lo soy de muchos años atrás...
–¿Y qué hay de tu trato con alguien llamado Radamanthys? – preguntó Jahziel.
–¿Ustedes que saben de eso? – preguntó Aries nervioso, eso no debía saberlo
nadie...
–Tienes un gran defecto Elan – le dijo Miguel –, hablas dormido, al parecer tu
conciencia te atormenta y así liberas algo de la culpa que sientes...
Elan De Grieff empezó a reír, señalaba divertido a Miguel.
–No me digas más, ya sé de donde sacaste la información, de Alanah, por lo
visto ya sabes que me he estado tirando a tu esposa... ¿Disfrutabas también de esos
recuerdos? ¿Te tocabas mientras veías lo que le hacía?
Mikael furioso por la forma en que Aries se refirió a su madre se lanzó en
contra de Aries pero Miguel lo detuvo.
–Déjalo, hijo, ya hiciste tu labor, a partir de aquí me encargo yo, puedes irte...
–De ninguna manera – Sir Exxus se quitó con violencia el agarre de su padre
mientras sacaba su espada –, le voy a cortar la lengua a ese maldito...
–¡Mikael! – gritó Isaac mientras convocaba su caballo alado –. Surgió un
problema, me voy a Arcadia.
–Yo también debo irme, Mikael. – Jahziel también montaba a su corcel, se veía
tan alterado como su hermano –, ya cumplimos nuestro cometido de ver que esos
dos criminales se maten el uno al otro, si deseas quedarte es tu decisión.
Sir Gene no dijo más y partió rumbo al estado armamentista siguiendo a su
hermano menor a toda velocidad en su corcel alado, Miguel lo señaló y le dijo a su
hijo.
–Tus primos se veían alterados, hijo, ve con ellos y averigua qué es lo que
sucede, aquí no intervendrás...
–Está bien, papá – comentó "el Confesor" con resignación, nada le hubiera dado
más gusto que atravesar él mismo, el corazón de Aries –, mata a ese mal nacido y
sinceramente espero que tú tampoco sobrevivas a este encuentro, los dos sobran en
este mundo...
–Discutiremos eso después, vete de aquí, bien sabes que Isaac es peligroso si
no controlas su cabeza, ya te dije que yo me encargo de esto.
Sir Exxus inmediatamente se fue tras Sir Num y Sir Gene, Aries veía sonriente
a su enemigo.
–Se te fue tu ventaja.
–Yo soy un guerrero honorable, Elan, no como tú, jamás hubiera permitido que
nadie interviniera en esta batalla.
–Supongo que estás molesto porque siempre fui mejor que tú.
–Únicamente en lo que a mujeres se refiere, si ese es tu gran orgullo,
aprovecharte y lastimar a las mujeres que te han amado, no hay problema, así serás
recordado, como "el más grande gigoló de todos los tiempos".
–Déjalo en amante, aún no me respondes la pregunta que te hice de Alanah...
¿Qué sentiste al entrar en su mente y ver que ella y yo éramos amantes?
–Yo nunca he entrado en la mente de mi esposa y nunca lo haría, ella me lo
confesó todo, finalmente como suele suceder en estos casos, las mujeres se dan
cuenta de la clase de animal que eres y te dejan.
–Yo nunca voy a estar sólo, eso se lo dejo a idiotas patéticos como tú que aún a
sabiendas que son unos cornudos perdonan a sus mujeres...
–Eso se llama amor, algo que siempre has recibido pero que nunca has sentido,
tú eres más patético.
–Cuestión de enfoques.
–Igual ya no importa. ¿No estás emocionado, Elan? Este es el choque de dos
titanes, la última vez que dos FILOS Divinos se enfrentaron fue hace siglos,
Kukulcán derrotó a Elohim, dicen que la batalla fue épica, estoy seguro que la
nuestra les ganará.
–A mí no me interesa la batalla tanto como a ustedes, en realidad nunca me he
considerado un guerrero, soy Aries por herencia familiar y por obligación, nada más.
–Espero que tu poder sea mejor que tu emoción, de lo contrario esta será una
pelea rápida y aburrida.
–Puedo asegurarte que no será ninguna de las dos...
En ese momento Miguel lanzó una enorme llamarada de su fuego oliva en
forma de flecha al miembro del Círculo del Zodiaco, el fuego más intenso de todos
los conocidos, Aries se cubrió con un gigantesco escudo de metal, del que salieron
disparadas varias estacas del mismo elemento que se fundieron antes de llegar
hasta el Arcángel.
–Ese fue el aperitivo, ahora comienza la verdadera pelea... – sentenció Miguel.
Los ojos de los dos FILOS Divinos cambiaron de color, los de Miguel se
tornaron oro brillante y los de Aries gris brillante, los ataques de ambos subieron su
intensidad, el fuego oliva y la aleación del metal más resistente se nulificaban
mutuamente.
–Al parecer no eres un inútil como haces parecer a todo mundo – comentó el
Arcángel.
–Simplemente es que no soy un fantoche como tú, hasta donde recuerdo nunca
fuiste mejor que yo en la escuela, aunque no lo quieras aceptar la única vez que nos
enfrentamos te partí la cara...
–No lo niego, pero hay una atenuante a mi favor, como parte de mi
entrenamiento en aquel entonces el anterior Sir Num inhibía mis capacidades y aun
así estábamos casi igualados...
–Buen argumento, veamos que tan bien te entrenó con la espada...
Las pupilas de ambos guerreros desaparecieron, en su lugar se formó el
símbolo de sus guantes derechos, al mismo tiempo en el lado izquierdo de sus
respectivos cuellos surgió un tatuaje con la forma del símbolo de sus guantes
izquierdos, las míticas espadas supremas Arietis y Génesis surgieron de las palmas
de las manos derechas de ambos guerreros empezando por la hoja.
La batalla continuó con las espadas, el combate no se inclinaba para ninguno
de los lados, con cada choque de las dos poderosas armas se escuchaba una gran
explosión, ambas espadas se habían teñido del color por el que eran conocidas, la
de Aries platino y la de Miguel color oro.
Las técnicas de combate de ambos FILOS Divinos eran totalmente opuestas
pero ejecutadas con una maestría total, los dos guerreros alcanzaron a cortarse
mutuamente en varias ocasiones.
Después de ver que ninguno dominaba, ambos se vieron obligados a activar su
armadura elemental, el símbolo de sus pupilas desapareció y en su lugar se formó
un símbolo producto de la fusión de sus guantes derechos por duplicado, de igual
manera el tatuaje en el lado izquierdo de sus cuellos se duplicó.
Aries se rodeó de su armadura más fuerte, la más resistente de todas las
conocidas, superior incluso a las de Tauro y Leo, de nivel de dureza doce, una
combinación de acero, titanio, cobalto, iridio, mercurio y tungsteno, misma que se
adaptaba por sí sola a las circunstancias de los ataques, era una armadura
"inteligente".
Miguel por su parte se rodeó de su armadura solar, misma que derretía todo lo
que se le acercaba, ambas eran las armaduras más poderosas que existían en todo
Boleria.
Las batalla otra vez comenzó, la armadura de Miguel consumía la de Aries,
pero nunca pudo doblegarla, la armadura metálica del miembro del Círculo del
Zodiaco se adaptaba por sí sola a las circunstancias y atacaba en el momento
preciso, ya sea explotando o cortando a su rival, esta vez el Arcángel resultó más
herido.
–¿Cómo demonios hace eso tu armadura? – preguntó el Patriarca de los Yaotl.
–Los De Grieff somos los máximos controladores del metal, esta armadura es la
más fuerte conocida, de nivel doce...
–Eso no existe...
–Por supuesto que sí y la estás viendo, mi armadura se adapta a las
circunstancias y elige por sí misma la mejor aleación, en tu caso todas mis
aleaciones se combinan con carbono para resistir el calor de tus llamas...
–Pero el fuego lo quema todo...
–Así es, pero para hacerlo con una armadura tan fuerte como la mía necesita
tiempo, antes de que puedas quemarme habrás muerto.
–No necesito el calor para matarte, una espada lo traspasa todo.
–Es cierto, el problema es que no eres mejor esgrimista que yo, eso ya ha
quedado comprobado, además, mi espada corta cualquier ataque, hasta el más
poderoso.
–Entonces pasemos al siguiente nivel...
Los símbolos fusionados de los guantes derechos en los ojos de ambos
guerreros desaparecieron, en su lugar se formaron los símbolos supremos, el de dos
puntos en los de Aries:

Y el de once puntos en los de Miguel:

De igual forma el tatuaje en sus cuellos se triplicó, en el de Aries se formó el


símbolo del carnero definitivo:

Y en el del Arcángel se formó el símbolo representativo de la legión de los


Iluminados:
La batalla no duraría mucho tiempo más. Dos gigantes elementales surgieron,
uno de metal y el otro de fuego oliva, la batalla continuó, los golpes de los gigantes
causaban grandes estruendos.
Tanto Aries como Miguel no podían perder la concentración, ambos se estaban
bloqueando el uno al otro, una pequeña distracción y todo acabaría cuando
cualquiera de los dos entrara en la cabeza de su contrincante.
Con cada golpe del coloso de fuego oliva se deshacía una parte del metálico,
misma que se volvía a formar, aunque la parte regenerada cada vez que era
golpeada perdía esa capacidad, por su parte, los golpes del gigante metálico
causaban explosiones que estaban dañando a su rival.
–Esto está a punto de terminarse, Elan.
–Estoy de acuerdo.
–Antes de que mueras déjame decirte que perdiste desde el momento en que
mi padre decidió entregarme el poder del abuelo, en ese momento adquirí todo el
poder de Miguel y parte del de mi padre, aunado eso al que ya poseía de
nacimiento, la verdad es que nunca tuviste oportunidad contra mí.
–Tal vez, yo sólo cuento con el poder con el que nací.
–Mentiroso... tú tienes parte del poder de tu padre, lo respeto, te dio mucho de
su poder y aun así siguió siendo el guerrero más fuerte.
–Mi padre no me dio nada...
–Ambos sabemos que nuestros hermanos mayores fueron sacrificados para
poder conservar a las espadas supremas Génesis y Arietis...
–Eso fue un invento de Elohim, mi padre no era tan imbécil como el tuyo, yo soy
el primogénito de mi familia...
–No es cierto.
–Lo soy, Elohim no pudo engañar a mi padre, yo estuve ahí cuando los
Patriarcas hicieron el trato de transferencia ante el triángulo del miembro del Clan
Deltotum, mi padre entró en la mente de todos y les insertó el recuerdo de mi
muerte, éste se activaría después de que Aureo Riazor matara a su primogénito...
–No es posible, entonces esa matanza...
–Una locura de Elohim.
–Pero él mató a su hijo...
–Así es, el tipo está loco, mató a su hijo y engañó a los demás para que lo
imitaran, las espadas supremas nunca estuvieron en riesgo, todos no fueron más
que marionetas y Elohim fue el titiritero, los únicos que no cayeron en su engaño
fueron mi padre y Kukulcán, el Yaotl más poderoso, tu padre no fue más que un
peón, un payaso más en el circo de Aureo Riazor, un imbécil que jamás pudo con mi
padre.
–Tienes razón, me duele el trato que los poderosos le dieron a mi padre, pero
eso me ha hecho quien soy, su sacrificio sirvió para que yo entendiera que el odio no
es la respuesta.
–Si no lo es... ¿qué hacemos aquí pelando a muerte?
–Lo nuestro es un ajuste de cuentas justificado, Elan, prometí no meterme
contigo hasta que no dieras pie a ello.
–Supongo que ya de nada sirve mentir...
–En ese aspecto yo siempre fui un paso por delante de ti, sabía de tu ambición,
te acercaste a mi familia para controlarlos...
–Casi me resulta.
–Casi, tú lo has dicho, eres un buen Gobernador, te hubiera dejado la silla
presidencial, lo que no puedo permitir es tu plan de ayudar a Radamanthys...
–También sabes eso.
–Así es, esa es la razón por la que Elohim aceptó ponerle precio a tu cabeza,
afortunadamente para ti, Escorpión te ayudó.
–Lo admito, soy socio de Horus y Radamanthys, los tres lo planeamos todo, mi
padre fue un imbécil al no haber arrasado la Legión cuando pudo hacerlo...
–Tu padre era un hijo de puta pero un guerrero de honor, lo que no entiendo es
por qué te uniste al plan de dos locos que quieren destruir el país.
Finalmente Aries estalló.
–¡Porque odio todo esto! La lucha por el poder, la hegemonía de las cuatro
familias, la presión por ser el guerrero más poderoso... La vida se hizo para
disfrutarla, pertenecemos a dos familias inmensamente ricas. ¿Qué hay de malo en
disfrutar de los beneficios? Lo admito, me gustan las mujeres... ¿qué tiene de malo
que se enamoren de mí?
–Es malo si las utilizas y las lastimas sólo por cuestiones egoístas.
–La gran mayoría siempre me ha conocido como soy y aun así me buscan...
–¿Eso justifica que las lastimes de esa manera?
–Un daño colateral. ¿Te duele que tu esposa siempre me haya amado a mí?
–Mucho, pero al final se quedó conmigo, piensas que por acostarte con ella y
aprovecharte de sus sentimientos me derrumbaste, pero en realidad gané yo, al final
ella teniendo la oportunidad de irse contigo prefirió quedarse a mi lado.
Aries se molestó, desde el principio había utilizado a Alanah, se aprovechó de
ella y de su amor para tener a su alcance a la mejor espía de todas, a la esposa del
Arcángel mayor, la obligó a enamorar a Michel a cambio de dejarla ser su amante,
otro de sus secretos, Alanah se casó con Miguel siendo ya madre soltera, el padre
de la niña era Elan, quien a manera de broma le puso a la niña Micaellah, dejó que
su principal enemigo criara a la pequeña como si fuera suya, así siempre tuvo
controlada a la Legión, pero desde hacía más de un año Alanah ya no contestaba
sus llamadas.
–Aun así siempre te jodí, Michel... ¿Recuerdas a mi hermana?
–Sí, también te aprovechaste de ella, la utilizaste para lastimar a mi primo y a tu
prima, me manipulaste a través de ella, creo que al final terminó un poco enamorada
de mí.
–No lo creo, mi hermana era demasiado para ti, eso sólo pasó en tu cabeza.
–¿Qué me dices de Krizia o Nitta? Ambas te amaron pero al final encontraron a
alguien mejor.
–La verdad no me interesa, la persona a la que siempre amé aún sigue
conmigo, mientras Kara esté a mi lado lo demás no importa... ¿Dices que nunca he
amado? Te equivocas, amo a Kara y por ella soy capaz de todo...
–Mientras no te afecte, sí, pero por otro lado eres capaz hasta de acabar con el
país que ella juró defender.
–Ya te lo dije antes, puntos de vista distintos, el plan de Radamanthys no es lo
que ustedes quieren creer, este sistema de gobierno es corrupto y está podrido
desde su origen y pensamos cambiarlo, desgraciadamente el cambio que propone la
revolución no es suficiente, te sorprendería cuántos guerreros pensamos lo mismo,
además, no quieras darme sermones morales, tú tampoco eres un santo, Miguel,
has hecho cosas que hacen ver a mis pecados insignificantes...
–Lo que yo he hecho nunca lo entenderías, por lo menos pude alejar a mi
hermana y a mi prima de tus garras.
–Ahora entiendo... tú le avisaste a Ambar que María estaba en mi habitación...
–No, sólo le dije lo que todo mundo sabía, que estabas muy ebrio y que nadie
sabía nada de ti.
–¡Claro! Eso la preocupó, te aseguraste que fuera a buscarme... ¿Qué ganabas
con eso?
–¿Acaso no es obvio? Que te alejaras de ella por completo.
–Pues no te resultó, ambas me siguieron buscando...
–María no…
–¿Eso es lo que crees? Todos se tragaron el cuento de nuestro único encuentro
en una noche de copas... la verdad es que me la estuve jodiendo muchas veces
más, hasta que la embaracé... Después se casó con el idiota de Xander Hobbs pero
nos seguimos viendo, cuando me aburrí de ella la abandoné, nunca pensé que fuera
a perder la cabeza por eso, la verdad sí me sentí un poco culpable...
–Eres un asco de persona, tampoco viste por tu hijo, tu hermano Edgar y yo
vimos más por él que tú.
–Eso no importa, lo importante es lo que él cree, aunque trata de no demostrarlo
adora a su padre.
–Lo justo sería que tú quisieras a tus hijos como ellos te aman a ti.
–Yo amo a mis hijos más que a nada en el mundo.
–Díselo a quien no te conozca, Elan, una de tus hijas acaba de morir y tú estás
aquí en lugar de apoyar a Addy.
Elan empezó a perder los estribos al pensar en su pequeña hija rebelde.
–Esther está muerta por tu culpa...
–No es así, yo pude haberles quitado la sed de los Caídos, pero alguien las
ocultó de mí...
–¡No digas estupideces! – Elan ya no sonreía, sus hijas eran lo que más quería
junto con sus hermanos y su sobrina Astrid –. ¿Y quién pudo haber sido? Tú eres el
que todo lo sabe... dímelo, dime cómo mandaste a asesinar a todos mis
compañeros...
–Que tampoco te importan mucho, cuando te vi en el aeropuerto te informé de la
cacería de los Caídos, en vez de regresarte a apoyar a tus hijas y tus hermanos te
quedaste a recuperar tu estado, eres una basura, no te importó Esther...
Aries apretó los puños al escuchar el nombre de su hija de labios de Miguel,
recordó a Esther siempre sonriente, abrazándolo, a su hija le encantaba mostrarle su
cariño.
–¡Vete al diablo, maldito infeliz! Tú me amenazaste con cazarlos y matarlos a
todos si no venía a este lugar. ¿Con quién demonios crees que estás hablando?
¿Crees que tu palabrería barata me afecta? Te equivocas. Mi furia no obedece a tus
débiles argumentos, es por el asesinato de mi niña, ahora tú pagarás por eso.
–Yo intenté quitarles la sed de sangre a tus hijas, pero alguien las ocultó de mí.
–¿Acaso crees que te voy a creer? ¿Quién puede hacer eso?
–Un psíquico muy poderoso, sólo hay dos en todo el país que pueden haberme
bloqueado...
–Si es cierto lo que dices seguramente fue Elohim... después de que acabe
contigo ya ajustaré cuentas con él, ahora estoy más convencido de apoyar el plan de
Radamanthys.
–Tal vez fue Elohim, pero no lo creo, ese tipo no hace nada sin un fin específico,
el matar a tus hijas no le redituaba en nada...
–Pero sí matar a mis hermanos del Círculo...
–Tampoco, lo que quería era tu cabeza y sabía que los Caídos no son rivales
para ti, con tal de salvarte matarías incluso a tus propias hijas...
–Estás loco, jamás lastimaría a mis niñas...
–Claro que sí, pero ese no es el punto, la cuestión es que alguien del Círculo las
sacrificó, tal como yo sacrifiqué a Uriel y Gabriel...
–¿De qué estás hablando?
–De que el trabajo de ocultarme a tus hijas fue interno, la traidora tiene nombre:
es Virgo. He estado apoyando al Círculo del Zodiaco, yo fui quien planeó con Uriel el
ataque al Primer Distrito, sabía que fracasaría...
–¿Por qué harías eso?
–Para detener a mi tío Jean, otro traidor al igual que tú. A excepción de ti y de
Virgo, todos los miembros del Círculo son guerreros honorables. Pero nunca pensé
que tú sacrificarías a tus hermanos de batalla por tu ambición.
–Está bien, hablemos sin caretas, al fin y al cabo no saldrás vivo de aquí...
¿Qué fue lo que me sucedió? No lo sé. Mi lealtad se fue con las muertes de mis
hermanos, lo demás ya no me importó, sufro las muertes de mis primas y mi hija,
pero este régimen de los Clanes dominantes debe colapsar... ¿Es gracioso, no? Tú
ayudando al Círculo y a mí no me importan ni mis compañeros ni los Arcángeles...
–Ordenaste a Virgo el sacrificio de tus hijas...
–¡Claro que no! ¡No seas imbécil! Ella está tan enferma de odio contra ustedes
como lo estaban Uriel y Gabriel de nosotros, la maldita estúpida actuó a mis
espaldas, yo únicamente pensaba utilizar a Kasbeel, Tamiel y Sammael, la guerra
destruiría a ambos grupos, Virgo pagará con su vida por lo que les hizo a mis hijas.
¿Por qué querías tú destruir a la Legión?
–No a la Legión, sólo a los malos elementos que atentaban contra el país.
–No hay diferencia entre nosotros, tú también utilizaste a tu hijo...
–Nunca utilizaría a mis hijos como carne de cañón, conozco el carácter de
Emilian, por eso lo aparté, sabía que jamás pelearía contra los rebeldes. ¿Por qué
dejaste morir a tus hermanos del Círculo?
–El Círculo debía ser diezmado para que sus sobrevivientes llenos de rencor
acabaran contigo y los Arcángeles restantes, una doble matanza de la que sólo yo y
mis hijas saldríamos vivos.
–Tu plan falló.
–Una parte, todo depende del resultado de esta batalla.
–Si querías eliminar al Círculo y a la Legión... ¿por qué trajiste de vuelta a los
guerreros de Géminis?
–Ese es un caso aparte, son hijos de Elohim, los necesitaba para que se
encargaran de él, la característica de sus nebulosas los hacen inmunes a su
poder..., con su ayuda puedo matar a ese maldito.
–Y con eso hubieras logrado la destrucción total de los principales grupos de
poder que pueden oponerse a Radamanthys. Lo tenías todo bien calculado...
–Así es.

En el Círculo de Zodiaco, Virgo estaba haciendo el recuento de los daños, en


su odio a la entidad rival había ido demasiado lejos, ella lo que buscaba era que sus
compañeros barrieran con la ayuda de los rebeldes a la Legión de los Iluminados
ahora que estaban divididos, pero nunca pensó en un resultado de tan funestas
consecuencias.
Su finalidad era la guerra, había decidido sacrificar a las gemelas De Grieff
para que Elan se diera cuenta de que era necesario acabar con los Arcángeles de
una vez para finalmente quitarse ese lastre de encima.
Pero todo salió mal, Orión se dio cuenta de su trampa, sin embrago confiaba
ciegamente en ella, le hizo creer que había sido Miguel quien lo había "intervenido".
Lo que sucedió después fue una catástrofe, únicamente tres Arcángeles
Caídos asesinaron a casi mitad de los miembros del Círculo, era necesario que
nadie supiera lo sucedido.
No le preocupaba la partida de Escorpión a Levit, había hecho lo posible por
retrasarlo, no podía negarse a ayudarlo a riesgo de ser descubierta, no la podían
ligar con esos crímenes jamás, tanto Miguel como Aries debían morir antes de que
Cross llegara a ellos y Virgo hizo lo que tenía que hacer, su capacidad de ver a
futuro le dio la ventaja de mover los hilos del tiempo para salir avante de la crítica
situación en la que se encontraba, pero el futuro era cambiante, Virgo sabía que
debía tener un “plan ψ”, una salida alterna por si todo se complicaba y ella bien
sabía que hacer...

En Levit, el Arcángel Miguel le daba una alternativa a Aries antes de que todo
terminara en ese último ataque que ambos pensaban ejecutar.
–Todavía puedes recapacitar, Elan, es tu última oportunidad, entrégame a
Horus y dedícate a tus hijos...
–Que te den por el culo... ¿crees que voy a dejar pasar el asesinato de mi niña?
–Es mejor tener dos hijos que ninguno...
–Todos los Yaotl son un asco, jamás podrán tocar a mis hijos, a mi pequeña la
regresaré al extranjero y mi hijo Edgar tomará mi lugar como el Patriarca de mi
familia...
Michel empezó a reír ante la ocurrencia de Elan, los De Grieff jamás permitirían
que un "híbrido" los dirigiera.
–Tu familia jamás aceptará a Edgar como uno de los suyos en el Consejo de
Familia, los De Grieff son los más duros respecto al reconocimiento de sus
dirigentes, mucho menos podrá llegar a ser su Patriarca...
–No sabes nada, Michel, el poder no lo es todo, también hay que estudiar,
Edgar se encargará de tus hijos, lo juro.
–La venganza te ciega, Elan, la guerra de familias debe acabar con nuestra
batalla.
De repente Aries comenzó a reír el sonido de sus estridentes carcajadas
molestaron a Miguel que lo increpó:
–¿De qué demonios te ríes?
–De tu supuesta autoridad moral, Michel, siempre has sido un fanático y lo
sigues siendo ahora, antes lo eras de tu obsesión por agradar a tu padre y ser mejor
que yo, después lo fuiste de tu odio hacia el Círculo del Zodiaco y ahora lo eres de tu
supuesta redención.
–No sé de qué estás hablando, mis intenciones son legítimas...
–No seas cobarde, por lo menos acepta lo que eres, sacrificaste a mis hijas por
tu plan sin importarte las consecuencias, sabes perfectamente bien lo que les
sucede a los Caídos, pero no te importó, aunque lo niegues disfrutas mi dolor de
haber perdido a Esther y no sólo eso, sigues obsesionado con destruirme,
acéptalo...
–¿Quién te crees…?
–Y no sólo eso – lo interrumpió Aries –. Hablas de Gabriel y Uriel como
enemigos del país pero no lo eran, a Gabriel lo pudo haber cambiado mi prima Teg y
Uriel por encima de todo los seguiría a ustedes dos, yo te conozco mejor que
nadie… ¿recuerdas? Tu mujer me lo contaba todo, estabas furioso con ambos
porque prefirieron seguir a tu tío Jean, desde ese momento los consideraste tus
enemigos y los eliminaste, dime Michel… ¿esa es tu redención? Yo jamás maté a mi
sangre, tú sí. ¿Quién de los dos es el maldito?
Miguel veía con el rostro sombrío a Aries, tenía razón, sus obsesiones le
nublaban la razón, Daniela Malka y su tía Ruth le rogaron hasta el cansancio que no
despertara a los Caídos, pero él en el fondo aún deseaba desquitarse de Elan.
–Creo que tienes razón, los dos somos unas horribles personas que no merecen
vivir en este mundo...
–Así es – le respondió Aries con resignación –, y cada quien quiere cambiarlo a
su mejor conveniencia, la única verdad es que los dos sobramos, pero sólo uno
partirá a rendir cuentas a los Dioses el día de hoy.
–Estoy de acuerdo... este es el último ataque, sólo uno de los dos sobrevivirá.
–Como debe de ser, pero antes quiero que veas algo, pase lo que pase con
nosotros, el asesinato de mi Esther no quedará sin castigo.
Elan de Grieff sacó el móvil que llevaba entre sus ropas, estaba vibrando,
revisó el mensaje y después le arrojó el comunicador a Michel Yaotl. El Arcángel
atrapó el aparato en el aire, lo sorprendió ver la fotografía de su esposa en la
pantalla, con la mano temblorosa tocó la pantalla táctil y el video que se mostraba
empezó a correr.
Michel se horrorizó con lo que vio, un extraño pájaro del tamaño de un insecto
se dirigió a Alanah y penetró su piel, lo que pasó después era inexplicable, su
esposa se empezó a contorsionar del dolor, su hermoso cabello que tanto le gustaba
a Miguel se le cayó, se le empezaron a salir los huesos del cuerpo, como si le
estuvieran creciendo, su rostro se deformó hasta convertirse en algo monstruoso,
después, un guerrero encapuchado con una espada cubierta de energía pura le
cercenó la cabeza.
El portador de la espada suprema Génesis gritó de dolor, su esposa, lo único
bueno de lo que podía presumir en su vida había tenido un horrendo, doloroso y
despiadado fin, ya no pudo seguir observando esa escena, con su fuego destruyó el
aparato móvil, con lágrimas en los ojos le reclamó a Aries:
–¿Qué hiciste maldito enfermo? ¿Por qué? Alanah te amó, te entregó sus
mejores años...
Aries estaba impasible.
–Sufre, así como yo sufro la muerte de mi niña y de mis primas, siente lo que yo
estoy sintiendo.
–Alanah era inocente de esta guerra – exclamaba Miguel con lágrimas en los
ojos –, ella sólo estaba dedicada a su casa y a su familia, eres un maldito.
Aries de nuevo estalló en cólera.
–¡¿Y qué crees que era mi hija, imbécil?! ¡Alanah fue entrenada como una
guerrera! Mis hijas no, eran unas chiquillas alegres e inocentes, ajenas
completamente a la vida del guerrero, por tu culpa murió Esther y Addy seguramente
quedará marcada por el resto de su vida, las obligaste a matar a sus tías a quienes
tanto querían, a sus amigos que conocían de toda la vida, Esther murió en la
ignominia y Addy marcada por el asesinato de su propia sangre, la bajaste a tu nivel
contra su voluntad, la muerte de tu esposa no es suficiente castigo por lo que hiciste
pero es un buen inicio.
Miguel estaba loco de ira, ya no le importaba defender al país, ya no le
importaba nada, lo único que deseaba era terminar con la familia rival, con todos y
cada uno de sus miembros, borrarlos de la faz de la tierra.
–¡Hijo de perra! Te juro por la sangre de mi esposa que tú y tu maldita estirpe
desaparecerán.
La discusión terminó, ya no había lugar para las palabras, Miguel convocó a su
bestia mítica, aquella que recibió al recibir el “bautizo”, la bestia llamada Bahamut,
una bestia alada inmaterial con forma de ángel que le otorgaba sus poderes
psíquicos, pero que cuando se combinaba con la nebulosa del Ojo de Dios, adquiría
capacidades de telequinesis en su cuerpo.
Un enorme ángel del tamaño de los gigantes elementales atacó físicamente a
Aries tratando de aplastarlo con su enorme puño aprovechando que los colosos de
ambos guerreros forcejeaban entre sí, el líder del Círculo del Zodiaco con
tranquilidad formó dos placas de acero las cuales al chocar entre ellas para
protegerlo formaron una potente vibración que inhibió el poder de la bestia
inmaterial.
–Metal vibratorio que inhibe los ataques psíquicos – comentó el Arcángel.
–Así es – respondió Aries –, nuestros poderes fueron creados para destruirse
entre sí, ganará quien utilice mejor sus habilidades…
–Te equivocas – lo corrigió Miguel –, ganará quien tenga más poder.
El coloso elemental de fuego formó una enorme estrella color oliva, un pequeño
sol, el gigante metálico por su parte formó una descomunal esfera explosiva, los dos
elementos chocaron el uno contra el otro, el más fuerte perseveraría.
El poder estaba igualado, las dos esferas elementales estaban destrozándose
mutuamente, entonces sucedió, Miguel subió un escalón en la escalera de poder de
los Iluminados, su ojo derecho se tornó completamente blanco y en lugar de su
córnea se formaron letras a su alrededor, había alcanzado el estado llamado de
penitencia.
–Ahora conocerás toda la potencia del Ojo de Dios, muere...
Miguel al fin se decidió a sacar su poder más intenso, detrás de él se formó una
nebulosa cósmica de colores rojo, naranja y blanco, simulando un enorme ojo, en el
centro una gran esfera azul formaba la pupila.
El Ojo de Dios, el poder supremo del Arcángel que "es como Dios", podía ver a
través del poder del enemigo, traspasarlo y derrotarlo duplicando la energía del
fuego oliva.
El fuego de Miguel empezó a consumir la esfera de Aries, sin embargo, un
tatuaje con el ambigrama de Aries se formó en los antebrazos del portador de Arietis
teniendo como fondo las estrellas que formaban la constelación de Aries, el patriarca
de los De Grieff había alcanzado el mismo nivel de su rival en la escalera
ascendente de poder del Círculo del Zodiaco: el nivel constelación.
Una gigantesca ola de mercurio rodeó el fuego oliva y después se endureció
hasta volver a equilibrar las fuerzas, detrás de Aries se había formado una nebulosa
de color verde con tres hileras de humo negro y naranja, nuevamente estaban
empatados.
–¿Qué demonios es eso? – preguntó un asombrado Miguel.
–El supremo poder de Aries, la conjunción de los ochenta y ocho clanes
guerreros de Hamal representados por el Clan Aquila de las altas montañas, el Clan
Serpens de las profundidades de la tierra y el Clan Draco de las tierras planas, todo
fusionado con Arietis, la espada forjada por los grandes herreros de mi tierra, los
cuernos del carnero se han convertido en los Pilares de la creación.
–El poder de tu nebulosa...
–Así es, Miguel, como ya te dije a veces no basta ser un gran guerrero, hay que
estudiar un poco, cuando los Yaotl y los De Grieff consolidaron los reinos de Hamal y
Aztlán, firmaron con algo más que sangre su alianza.
–¿De qué demonios estás hablando?
–El poder de las nebulosas es exclusivo de los Clanes Guerreros del Zodiaco de
Hamal así como los Yaotl son los psíquicos más poderosos...
–Ya entiendo, hubo un intercambio...
–Correcto, el primer rey de Aztlán entregó la mitad de su gran poder psíquico a
su nuevo aliado.
–Y su contraparte De Grieff le correspondió entregándole una de las nebulosas
que controlaba, la conocida como "el Ojo de Dios".
–Así es.
–Gran lección de historia, ahora podré decir que maté a un guerrero poderoso y
a un hombre culto, este es tu fin...
La lucha mental estaba en su máximo apogeo, bastaba un descuido de
cualquiera de los combatientes para que la nebulosa del contrario arrasara con el
odiado rival.
Ambos guerreros llegaron al clímax de su poder, fusionaron sus armas con sus
ataques, las hojas de sus armas desaparecieron, una se convirtió en polvo y la otra
en fuego, el metal de Aries se transformó en la suprema aleación del oro y el fuego
del χrcángel también se tornó dorado, seguían igualados…
Finalmente Miguel tuvo que recurrir a su máximo poder, aquel que había
adquirido gracias a la herencia en vida que le habían dado su padre y su abuelo,
subió un escalón más en la escalera de poder de los Iluminados, sabía que su
cuerpo no estaba listo para contener tal cantidad de poder, estaba sacrificando su
propia vida, pero era la única manera de vencer a ese extraordinario guerrero que
tenía enfrente, tenía treinta segundos para derrotarlo o el guerrero vencido sería él,
en ese último ataque se jugaría el todo por el todo.
Ambos ojos de Miguel volvieron a ser oro brillante, desapareció el símbolo de
once puntos pero ahora alrededor de sus córneas estaban las letras de poder de los
Arcángeles, el Patriarca de los Yaotl había alcanzado el estado de la perfección de
un Iluminado.
El poder de Miguel se triplicó, su esfera de fuego dorado se fusionó con su
bestia mítica, el Bahamut se convirtió en un dragón de fuego que consumió por
completo el poder de su oponente. Aries nada pudo hacer, su poder estaba al límite,
simplemente se habían cumplido los pronósticos de quienes conocían el alcance de
ambos guerreros.
–Maldición...
Esa fue la última palabra que alcanzó a mencionar antes de que el fuego
dorado lo llevara hacia la muerte despedazando la más poderosa de las armaduras,
mientras su cuerpo se consumía en la agonía de ser quemado vivo, para no pensar
en el dolor recordó los mejores momentos de su vida, además de sus hijos, las
mujeres habían sido una parte muy importante de su existencia, para bien o para
mal, siempre estuvo rodeado de ellas.
“Yo no era un mal sujeto”, pensó mientras las llamas lo abrasaban, recordó a
su amorosa madre y cuanto le afectó su pérdida, fue entonces cuando se empezó a
refugiar en los brazos de las mujeres para sentirse amado, ninguna de ellas llenó el
vacío de su corazón, también pasó por su mente la pérdida de su hermano Edgar, la
razón su vida, fue cuando se volvió insensible a todo, finalmente recordó a Eloise,
con su muerte, su hermana se llevó su fe en el mundo, fue el momento en que
decidió destruir Boleria y su gobierno desde sus cimientos, el momento en que se
dejó convencer por Radamanthys, si el sistema guerrero de su país le había
arrebatado a su familia, él le pagaría con la misma moneda quitándole lo que más
apreciaba: a sus Clanes guerreros.
Cuando su mente volvió a su madre recordó la horrible muerte de Alanah
Abrahams, la mujer que toda su vida lo amó y a quien él sólo utilizó para alcanzar
sus fines, una buena mujer a quien le pagó todo lo que hizo por él asesinándola de
la peor forma posible.
Perdón Alanah – susurró para sí mismo –, morir abrasado por estas llamas es
poco castigo por lo que te hice…
El Arcángel Miguel estaba en la misma situación de su rival, el estado de la
perfección ya había pasado de su tiempo límite y su vida se empezaba a escapar,
no había mucho que rescatar de ella, sólo sufrimiento, dolor, rechazo, mucho odio,
sed de venganza y la búsqueda de la redención...
*****
–Dos mil uno... dos mil dos... dos mil tres... dos mil cuatro... dos mil cinco...
Michel Yaotl hijo lloraba mientras lo golpeaban en la espalda para que hiciera
una flexión más, había sido feliz cuando le dijeron que se iría a vivir al Cinturón de la
Ciudadela para estudiar, por fin terminaría la tortura a la que era sometido
diariamente.
Sin embrago, la tortura había viajado con él, Sir Num, Caballero Fantasma del
estado de Levit mejor conocido como "el Poeta", era un sádico maestro, en su primer
semana como alumno de la academia lo había visitado todas las noches, Michel
sabía que así sería por mucho tiempo más.
–¡Vamos Michel! – gritaba el Caballero Fantasma mientras lo azotaba –. ¡Ya te
dije que no llores, maldita sea! Tú eres más fuerte que eso, sabes que no nos vamos
a detener hasta que amanezca...
–¡Tengo que dormir! – se quejaba el pequeño mientras intentaba hacer una
flexión más –. ¡Mañana debo ir a la escuela...!
–Duérmete en clases, en tus descansos o en el baño, no me importa, pero será
mejor que te acostumbres porque los próximos años no volverás a dormir en las
noches, niño, de eso me encargo yo.
–Juro que te mataré...
–Haz lo que quieras, pero para matarme tienes que ser fuerte, tu poder es
inmenso y tu padre me dio el alto honor de educarte, yo tengo la habilidad psíquica
de controlar el poder de mi enemigo.
–¡Entonces ayúdame a sacar el poder que todos dicen que tengo! – chillaba el
menor.
–Al contrario, niño, te voy a inhibir, estarás listo cuando aún con mi restricción
puedas alcanzar tu máximo potencial, así que vamos otra vez desde el principio,
uno... dos... tres...
Michel siguió ejercitándose, nada le daba más temor que enfrentar la furia de
su padre, quien era sumamente estricto con él, le había inculcado hasta el cansancio
que no sólo debía ser el guerrero más poderoso del país, debía ser el más fuerte de
la historia, el Arcángel Miguel no dejaba de repetirle que el poder que su cuerpo
guardaba era superior a cualquier otro.
Los días se hicieron semanas y las semanas meses, todas las noches sin falta
se presentaba Sir Num a torturarlo, le ponía ejercicios imposibles de ejecutar y para
colmo le inhibía sus capacidades, lo peor de todo era la maldita cámara de video
que llevaba con él, lo grababa llorando y suplicando, después le decía que se la
mostraría a su padre para que viera lo inútil que era su hijo.
Lo único que lo aliviaba de su tortura era la pequeña Eloise, la niña más bonita
de la escuela, a Michel todo el tiempo le repitieron y le inculcaron que era el mejor de
todos y así se lo creía, por lo tanto, la niña más codiciada de su escuela debía ser
suya.
Empezó a llenar de atenciones y regalos a Eloise, pero su modo de ser era
muy soberbio y déspota con los demás, Michel despreciaba a los que estaban por
debajo de él, en una ocasión Eloise lo descubrió insultando a su prima Tegmine y le
retiró el habla, después, alguien le dijo que Elan le había prohibido a su hermana
que hablara con él, así culpó al futuro portador de Arietis de su conquista fallida.
En aquel entonces también conocería al que sería su mejor amigo, Eitán
Cenaz, un chiquillo de su edad con un control muy particular del fuego y el viento,
podía fusionarlos creando distintos animales, sería el futuro Arcángel Uriel, la
amistad de ese chico era un escape a su diaria agonía.
Las épocas que Michel más disfrutaba era cuando visitaba a su padre en
vacaciones en el estado de Levit, el Arcángel Miguel siempre lo recibía con el rostro
serio, de acuerdo a sus avances era el nivel de atención que le prestaba, podía
desde felicitarlo por su buen trabajo hasta azotarlo por inútil, por eso Michel siempre
se esforzaba para que su padre lo reconociera. En Levit se divertía horrores con su
primo Sebastién, con Eitán y con otros primos más, siempre le dolía dejar su estado
natal para regresar a la escuela, allá sólo sufría con la tortura del "Poeta" y sus
conquistas fallidas, así fue como empezó a odiar a los De Grieff.
Al futuro Arcángel le frustraba estar con su padre, siempre era la misma
cantaleta, escucharlo hablar y quejarse de los De Grieff, de cómo debían acabar con
la entidad rival: el Círculo del Zodiaco, y claro, siempre le remarcaba que él había
nacido en la rama principal de la familia Yaotl y tenía la obligación de mantener a su
familia en lo más alto, la única forma de hacerlo era siendo el guerrero más fuerte.
Toda su infancia Michel creció con la animadversión hacia los De Grieff
inculcada por su padre, sin embargo, veía que Miguel y Aries se trataban con
respeto, eso no lo entendía, su odio hacia la familia rival nació antes de que su
padre se lo inculcara y en su cabeza no concebía siquiera hablar civilizadamente
con ellos. En ese entonces se estaba desarrollando la guerra contra el país de Stoa
y su padre era de los principales Comandantes de Boleria, su odio se incrementó
cuando se enteró que el conflicto con el país vecino había terminado y el gran héroe
de guerra era el padre de ese inútil de Elan De Grieff: Aries.
Michel como todo mundo vio el programa de Martin Fherz, se enfureció por la
manera en que denigraron la labor de su padre, cuando habló por un comunicador
con él, el Arcángel Miguel le dijo que su participación fue vital para la victoria, Aries
lo redujo públicamente a un simple peón.
Como un muchacho herido al día siguiente se dedicó a decirles a todos que
Aries mentía, que el verdadero héroe fue su padre, sólo recibió de sus compañeros
insultos y burlas, Elan ni siquiera se molestó en contestar sus afirmaciones, estaba
por demás claro que el héroe de guerra fue el máximo guerrero del Círculo del
Zodiaco.
Aunque después el futuro Arcángel volvió a retomar su amistad con Eloise,
ésta nunca cedió a sus propuestas de noviazgo, por lo que al perder la atención de
la chica De Grieff, Michel se fijó en la otra niña más linda de la escuela: Alanah
Abrahams, se hizo amigo de sus hermanos para llegar a ella, después de un tiempo
de convivir juntos esa chiquilla lo traía loco, fantaseaba con que era su novia, por la
ilusión de verla al día siguiente aguantaba la tortura del "Poeta".
Sin embargo, a esa encantadora chiquilla le gustaba el afeminado de Elan De
Grieff, Michel no soportaba cómo Alanah lo veía cada que pasaba y se sonrojaba
cuando él la saludaba, decidió declarársele antes de que el niño de la familia rival le
ganase.
Para su mala suerte Elan se le adelantó y ahora Alanah era su novia, eso no lo
soportó, era la segunda chica que el maldito De Grieff le robaba, en ese momento lo
buscó para ponerlo en su lugar.
Ambos pelearon y fue cuando Michel descubrió que Elan no era ningún
blandengue, aunque fueron separados a tiempo él sintió que perdería ese combate,
por el momento dejó las cosas así.
Una vez que la Legión de los Iluminados se estableció en el Segundo Distrito
de Arcadia, Michel pasaba los fines de semana con su padre, quien examinaba
minuciosamente sus avances, el pequeño Arcángel se vanagloriaba de su poder.
–Te aseguro que Sebastién y yo somos los más fuertes de la escuela, papá.
–¿Y qué hay de Elan De Grieff? – Michel Yaotl padre seguía de cerca los
progresos no sólo de su hijo, también del vástago de su rival.
–Él es un cobarde, le da miedo pelear con las pandillas, me imagino que al estar
siempre con su hermana y la jirafona de su prima se le ha pegado lo asustadizo.
–¿Escapa a las peleas? – le preguntó.
–No – respondió Michel después de pensarlo un rato, recordó que nadie se
metía con Elan pero prefirió no decirle eso a su padre.
–¿Lo golpean y él lo permite? – El líder de la Legión de los Iluminados
agarrándose el mentón seguía preguntando y analizando las respuestas de su hijo.
–No – volvió a responder un nervioso Michel al notar que su padre lo veía con
severidad.
–¿Alguna vez alguien lo ha derrotado?
–No. – Michel ya no se mostraba tan seguro de sí mismo, se percató de que las
preguntas de su padre iban encaminadas no sólo a conocer la conducta de Elan De
Grieff, también lo estaba probando a él, estaba observando sus gestos y
movimientos para ver si mentía.
–¿Entonces cómo te atreves a decir que Elan es un cobarde si nadie nunca lo
ha derrotado?
–Evita las peleas, Sebastién y yo peleamos contra los Hobbs y los Brunn, Elan
es un cobarde...
–¿Has peleado con él en alguna ocasión? – preguntó el Arcángel Miguel
intrigado.
–Una vez – respondió Michel incapaz de mentirle a su padre, recordaba con
furia el motivo de esa pelea y de cómo el pequeño Elan le había robado a quien él
ya consideraba su novia.
–¿Y quién ganó?
–Ninguno, nos separaron – Michel hizo un recuento de su pelea con el hijo de
Aries y se sonrojó de vergüenza, arriesgándose a que lo descubrieran y azotaran, le
mintió a su padre –, pero estoy seguro que yo lo vencería...
–¿Y Sebastién? – El Patriarca de los Yaotl también estaba muy interesado en el
entrenamiento del hijo de su primo Jean y sus avances.
–Él es mejor que yo – se sinceró el pequeño Michel –, nunca se ha peleado con
Elan pero estoy seguro que le ganaría.
–¿Ya has peleado con tu primo?
–No en serio, si me enojo se deja golpear, mi tío Jean lo amenazó con darle una
paliza si me tocaba...
El Arcángel Miguel negó por lo bajo, así era su primo, el Arcángel Gabriel lo
haría todo con tal de agradarle.
–Si no has peleado con Sebastién... ¿cómo sabes que es mejor que tú?
–En los entrenamientos siempre me supera...
–Eso es inaceptable, hijo, debes entrenar más...
Michel bajó la cabeza, por más que lo quiso evitar unas lágrimas salieron de
sus ojos, las manos le temblaban.
–Entreno todo el tiempo y a todas horas, apenas si duermo...
Miguel levantó la barbilla de su hijo con rudeza.
–Por eso te derrotan, te burlas de Elan De Grieff pero tú eres un llorón.
–¡No lo soy! ¡No soy un llorón!
–¿Entonces por qué estás así? – Michel padre golpeó en la cabeza a su hijo
para que dejara de llorar.
–Porque me da pena decepcionarte – respondió el pequeño Arcángel tratando
de contener las lágrimas –, no quiero que pienses que soy un perdedor, yo quiero
ser lo que tú me digas, no quiero fallarte...
–Quizá el problema no eres tú, posiblemente sea "el Poeta"... – respondió el
Arcángel mayor pensando en el Caballero Fantasma responsable del entrenamiento
de su hijo.
Michel no contestó, se limpiaba los mocos con la manga de su playera, su
padre lo despidió y mandó llamar a Sir Num, quien llegó casi inmediatamente.
–¿Me llamó Señor?
–Sí, Sir Num... ¿Cómo va el entrenamiento de mi hijo?
–Como se lo ha de imaginar ha superado las expectativas.
–Dice que mi sobrino Sebastién es mejor que él.
–Sebastién es un niño admirable, señor, un talento nato, el mejor de todo el
Cinturón.
–Piense bien en sus palabras, Sir... ¿Es mejor que mi hijo?
–No señor, con mi vida le respondo que nadie en todo el Cinturón es mejor que
su hijo.
–Al parecer todo mundo piensa lo contrario...
–Señor, el pequeño Michel está entre los mejores guerreros del Cinturón.
–¿Entre los mejores dices? – preguntó casi gritando el Patriarca de los Yaotl –.
¿Crees que con eso me conformo? Estar entre los mejores no es una opción para un
Yaotl, no para mi hijo al menos, me acabas de confirmar que Sebastién es mejor que
Michel...
–Señor, Michel está entre los mejores porque yo lo inhibo todo el tiempo, ahora
mismo a sus ocho años es casi tan fuerte como usted...
–El Arcángel Miguel volteó a ver seriamente a Sir Num.
–¿Estás seguro de lo que dices? – Una mueca de orgullo se distinguió en la
boca del Arcángel.
–Puede probarlo cuando quiera – respondió el Caballero Fantasma con total
convicción.
–¿Y Sebastién? – El Patriarca de los Yaotl insistía con su sobrino, quien junto
con su hijo debían ser en el futuro los guerreros más poderosos del país –. ¿Qué tan
lejos está de Michel?
–La línea que los separa es muy delgada.
–¡Maldita sea! Es la mejor noticia que he recibido en años... ¿Qué me dices del
hijo de Elan De Grieff?
–Imposible saberlo, tiene un gran poder pero no lo muestra, podría estar por
debajo de Sebastién o incluso por encima de Michel...
–¿Tan poderoso es?
–Por ahora, señor, en el futuro nadie se le acercará a Michel, cuando jure
lealtad a la Legión de los Iluminados y usted le transfiera su espada Génesis, su
poder será el de un dios.
–Bien, siga con su trabajo, Sir Num, esos dos chicos deben ser los guerreros
más poderosos del país.
–Lo serán, señor.
Cuando Michel regresó al Cinturón no volvió a llorar ni a quejarse con "el
Poeta", entrenó al máximo para estar a la altura de las expectativas de su padre. Los
entrenamientos de Miguel siguieron desarrollándose puntualmente y cada vez eran
más duros, ahora que tenía más cerca a su padre sus avances se redoblaron, todos
los fines de semana él entrenaba junto con los Arcángeles Lahatiel y Jofiel. Su primo
Sebastién llevaba su rutina de entrenamiento por separado y no necesitaba ir todos
los fines de semana al Segundo Distrito, decía que prefería quedarse a estudiar en
la escuela, pero Michel sabía que no lo acompañaba al distrito gobernado por los
Arcángeles por estar con Tegmine De Grieff. Uriel en esas épocas ya se había ido a
estudiar al extranjero.
La duda de quién era mejor, si él o su primo Sebastién se resolvió cuando
ambos tenían la edad de catorce años, después de haber humillado públicamente a
Tegmine De Grieff y de ser castigados sin poder hablarse, el futuro Arcángel Gabriel
lo enfrentó.
Michel se dirigía a su departamento de lujo cuando se encontró a su primo en
cuclillas, cabizbajo, tal vez llorando, le dio una palmada en la espalda y sonriéndole
le dijo:
–Ya primo, no es para tanto, unas semanas sin hablarnos y en los dormitorios
comunes no son para que te pongas así, el castigo ya terminó, después nos
desquitamos con la jirafona...
Sebastién se levantó de inmediato y golpeó a su primo en el rostro, Michel cayó
de espaldas por el impacto, estaba sorprendido, el hijo de su tío Jean jamás lo había
agredido. Confirmó que su primo no sólo estaba triste, lloraba.
–Será mejor que te expliques de inmediato y que tu disculpa sea buena, de otra
manera te patearé el trasero – lo amenazó Michel.
–Sucede que Teg sí era mi novia y por culpa de todos ustedes terminó conmigo,
soy un maldito cobarde, pero a partir de ahora quien se meta con ella se muere, no
voy a golpear a nadie, lo voy a quemar...
–A mí no puedes quemarme, idiota – Michel se levantó inmediatamente
buscando desquitarse –, y si te metiste con una porquería como esa De Grieff
significa que eres igual de basura, no mereces llamarte Yaotl...
–Eso me importa un carajo, si Teg me acepta de vuelta me convertiré en un De
Grieff...
–Primero te mato.
–Inténtalo – Gabriel pasó su mano derecha por debajo de la nariz de Michel, le
mostró la sangre y después se limpió en la camisa de su primo –, ya estás
grandecito para que mi padre te defienda...
Michel se lanzó en contra de Sebastién, la batalla fue intensa y con el uso a
todo el potencial del poder psíquico y elemental de ambos, hasta el lugar llegaron Sir
Phillippe, Lady Madeleine y Sir Num, la batalla la ganó por un amplio margen
Sebastién.
El futuro Arcángel Gabriel tomaba al semiinconsciente Michel por la camisa y lo
sacudía con violencia.
–¡Prométemelo! ¡Promete que jamás volverás a faltarle al respeto a Teg...!
En ese momento Sir Num liberó de su restricción a Michel, el hijo de Miguel
sintió por primera vez todo su poder, la batalla nuevamente comenzó, después de un
cuarto de hora de combate los ojos de Michel se tornaron totalmente blancos y letras
antiguas aparecieron alrededor de sus córneas, en un par de minutos venció a su
primo.
Una vez que se percató que su primo no podía continuar peleando, Michel se
dispuso a retirarse, pero Sebastién lo detuvo por la pierna, apenas si podía moverse
pero le impidió irse.
–Prométeme que dejarás en paz a Teg.
Al ver el estado en el que se encontraba Sebastién, Lady Madeleine se
preocupó, decidió que la pelea ya había terminado y se dispuso a intervenir pero Sir
Num la detuvo.
–Déjelos, esta es su pelea.
–Les advertí que serían expulsados si volvían a pelear con su poder elemental...
– dijo la Espada Real femenina de Arcadia al tiempo que veía fijamente la mano de
"el Poeta" deteniéndola.
–¿Realmente cree que puede imponer su voluntad a un Yaotl? – preguntó el
Caballero Fantasma de la Orden de Levit mientras lentamente soltaba a su
compañera de la Orden de la capital armamentista.
Lady Madeleine se le plantó de frente a Sir Num.
–Cuide sus modales y su lenguaje conmigo, Sir, estos dos chicos son mis
sobrinos, como su maestra, su Subdirectora y su tía puedo impedirles hacer lo que
se me dé la gana.
–Ahora están a mi cuidado – le espetó Sir Num a Lady Madeleine con toda
autoridad.
–En este momento como la líder de las Espadas Reales de Arcadia le pido que
se regrese a su provincia, Sir – "la Espada Maestra" empujó con el dedo índice el
pecho de su compañero, pareció que sólo lo tocó, pero Sir Num dio dos pasos hacia
atrás –, su estancia aquí ya se prolongó más tiempo del tolerable.
–El líder de la Orden de Arcadia es Sir Phillippe – replicó "el Poeta", le molestó
el que su compañera de Arcadia lo empujara de esa forma y pensó darle un
manotazo, sin embargo, se contuvo.
–"El Primer Caballero" es el Gran Maestre de la Orden – le explicó la
Subdirectora de la escuela del Cinturón –, no quiso cumplir ambas funciones, yo soy
la líder en Arcadia.
Sir Num volteó a ver a Sir Phillippe, éste asintió y levantó las manos dando a
entender que se desligaba de esa discusión. "El Poeta" no se amedrentó ante la
orden de "la Espada Maestra".
–Soy el guardián del hijo del Patriarca de la familia Yaotl, yo sólo recibo órdenes
de él, lleve su queja al Arcángel Miguel.
–Por ley usted no puede resguardar a alguien sin puesto político en Levit, Sir, si
protege a mi hermano vaya con él, por el momento tiene cinco minutos para llamar a
su corcel alado y retirarse, queda advertido que si vuelve a poner un pie en mi
escuela lo mataré.
–¿Es una amenaza?
Lady Madeleine no respondió, se llevó la mano a su espada Delta (δ), Michel y
Sebastién se habían olvidado de su propia disputa, observaban sin perder detalle a
su tía Ruth, habían escuchado que era la mejor esgrimista del país, mejor incluso
que el Arcángel Miguel, tan buena como el "Primer Caballero".
Sir Num observaba a su compañera de la Orden de Arcadia, él era un gran
esgrimista, al tener la capacidad de degradar el poder de sus oponentes su mejor
arma era su espada, pero conocía a Ruth Yaotl desde que ambos eran pequeños y
sabía que él no era rival para ella, decidió marcharse.
–Lamento si le falté al respeto, Lady, le doy mis más sinceras disculpas, me
retiro a buscar a mi protegido al Segundo Distrito para que disponga lo que haya que
hacer, si él ordena que regrese al Cinturón se hará por las vías diplomáticas
pertinentes con su previa aprobación, en caso contrario regresaré a donde debo
estar, con mi Orden en Levit.
En ese momento un caballo alado color crema apareció, Sir Num lo montó y
desapareció volando rumbo a la salida del edificio principal de la Ciudadela, Michel
se acercó sorprendido a Lady Madeleine.
–Wow, tía, "el Poeta" te tuvo miedo, eso no se ve todos los días...
La Espada Real de Arcadia tomó de la oreja a Michel y se lo llevó al edificio
Administrativo de la escuela principal del Cinturón, aunque el futuro Arcángel ya era
más alto que ella seguía tratándolo igual que cuando niño, detrás de ella Sir Phillippe
ayudaba a Sebastién a incorporarse para llevarlo a que le impusieran su castigo, el
hijo de Jean Yaotl estaba tan sorprendido como su primo.
–Mi tía Ruth es brava... ¿verdad Sir?
–No sabes cuánto, muchacho, será mejor que acepten su castigo sin chistar,
hasta tu padre y tu tío Michel le temen a "la Espada Maestra" cuando se enfurece...
Michel y Sebastién fueron llevados primero a la enfermería para que los
atendieran, estando ahí el futuro portador de Génesis le dijo al futuro domador del
Dragón del Juicio Final:
–Eres un idiota, primo.
–Lo sé – Por más que Sebastién trataba de aparentar que estaba bien, le dolía
todo el cuerpo, no pudo erguirse por completo.
–Enredarte con una De Grieff.
Sebastién se molestó con el comentario, estaba decidido a defender el honor
de Tegmine.
–No sé tú, pero yo no tengo ningún problema en empezar a pelear otra vez...
–Yo sí, no sólo eres mi primo, eres mi mejor amigo, no quiero matarte.
–Entonces promételo...
–Lo haré si tú prometes alejarte para siempre de Tegmine.
–Te juro que haré todo lo posible porque me perdone y me permita regresar con
ella.
–Si yo no te mato lo harán nuestros padres, bien sabes que su odio hacia los De
Grieff es inmenso...
–Sin Tegmine no me importa vivir.
–Estás loco, primo, pero en fin, yo no soy nadie para decirte lo que tienes que
hacer, sólo espero que entiendas que tu familia está primero que todo...
–Eso no tienes que decírmelo.
–Está bien, te prometo no volverme a meter con tu noviecita, aunque dudo que
después de lo que pasó te vuelva a hablar.
–Lo peor de todo es que tienes razón, Teg ya me puso en mi lugar, jamás
volverá a hablarme y me lo merezco.
–Así es, ojalá que los huevos que mostraste para enfrentarme los hubieras
demostrado cuando la insultábamos.
–Tú eras el peor. – Sebastién se volvió a molestar por las palabras de su primo,
más todavía porque sabía que tenía razón.
–Lo sé, pero Eloise es mi amiga y te consta, sin dudarlo me hubiera puesto de
tu lado en contra de quien sea...
–¡Pero si ella te golpeó y tú la amenazaste...!
–Igual la habría defendido si se hubiera armado la pelea, sólo estaba
fanfarroneando.
–¿Y por qué te metiste con Tegmine entonces?
–Porque soy un abusador y un cretino, eso todos lo saben... ¿cuál es tu
pretexto?
–Soy un imbécil...
Un par de horas después, Lady Madeleine entró en el cuarto de hospital y
habló con sus sobrinos.
–¿Ya arreglaron sus diferencias?
–Sí tía – dijeron los dos al mismo tiempo.
Entonces váyanse a sus departamentos, mañana tienen clases a primera hora,
sólo quiero que algo les quede bien claro, si vuelvo a saber que se pelearon con
energía elemental ambos sabrán en carne propia por qué Sir Num prefirió irse a
pelear conmigo...
Los dos chicos tragaron saliva, ninguno de los dos quería ser el receptáculo de
la furia de su tía Ruth, se apresuraron en despedirse y se fueron rápidamente a sus
respectivos departamentos.
Después de ser advertido por Lady Madeleine, Sir Num no volvió a poner un
pie en la parte media del edificio de la Ciudadela, el Arcángel Miguel tuvo una seria
discusión con su hermana, pero al final Sir Phillippe apoyó a su compañera y el líder
de la Legión de los Iluminados tuvo que aceptar la partida a Levit de su escolta.
Realmente Michel Yaotl hijo ya no necesitaba la presencia de Sir Num, al
alcanzar el estado definitivo de un Iluminado la restricción del Caballero Fantasma
ya no era efectiva, a partir de ese momento siguió entrenando por su cuenta.
Unas horas después de su pelea con Sebastién, Michel se encontraría con
Eloise De Grieff, se veía triste, el futuro Arcángel la tomó de la mano y la llevó a una
banca.
–Te sientes mal... ¿verdad?
–Sí – la voz de Eloise se escuchaba apagada –, hace rato vino Sebastién para
platicar con Tegmine...
–Los dos están tristes.
–Lo sé, lo que hicimos estuvo mal, eso no debió haber pasado, debimos dejar a
nuestros primos en paz....
–Tú me pediste que me metiera con tu prima y obligara a Sebastién a hacerlo
también.
–Todo fue idea de Elan, no sé cómo me convence siempre de hacer lo que él
quiere, me hizo creer que protegíamos a Teg, me aseguró que Sebastién iba a
lastimar a mi prima, no estaba tan equivocado, al final lo hizo...
–Si actuamos correctamente… ¿Por qué estás tan triste? ψien sabes que la
conducta de mi primo no justifica lo que hicimos, Sebastién no es malo y en verdad
quería a tu prima, no como tú a mí, que sólo me utilizaste como te lo pidió tu
hermano...
–¿Te metiste en mi cabeza?
–Sí, pero sólo para saber por qué me pediste que lastimara así a tu prima, en
realidad nunca quisiste hacerlo, fuiste obligada por Elan, así como Sebastién fue
inducido por mí, deberías comprenderlo al menos un poco.
–No, Michel, yo...
–No hace falta que digas nada, tú no eres mala pero deberías tomar tus propias
decisiones, adiós.
–Espera, si aún lo quieres intentar me gustaría ser tu novia – Eloise hablaba
sinceramente, ahora que conocía mejor a Michel y veía que no era el cretino que
todos pensaban realmente le gustaba.
–Lo siento, pero ya no eres la niña de la que estaba enamorado, lo que los dos
le hicimos a nuestros primos estuvo mal, de verdad me dolió ver la humillación de
Tegmine y el sufrimiento de Sebastién, yo voy a cambiar y tú me recuerdas lo malo
que fui, pero siempre te voy a querer, adiós Eli.
Esa fue la primera vez que Michel sintió esos sentimientos encontrados en su
corazón, odiaba a los De Grieff pero no a todos, se dejó manipular por Eloise porque
le gustaba y no le pareció mala idea insultar a su prima a quien no toleraba por ser la
más inteligente de su generación, pero no había disfrutado en lo más mínimo
humillar a Tegmine, el único que merecía todo su odio era Elan.
Días después en los pasillos de la escuela Michel caminaba distraído y sin
querer chocó con Tegmine, por el impacto la chica De Grieff tiró sus libros, el futuro
Arcángel los recogió y se los entregó, la futura miembro del Círculo del Zodiaco de
un manotazo los volvió a tirar.
A unos metros Proteo Brunn se percató de lo que sucedía y se fue en contra de
Michel, pero Lady Madeleine que también estaba por ahí lo detuvo, ambos sólo se
quedaron observando lo que sucedía.
Michel de nuevo levantó los libros de Tegmine, quien se los volvió a tirar,
ambos repitieron la misma acción varias veces hasta que el futuro Patriarca de los
Yaotl le advirtió:
–Espero que no tengas clases en este momento porque creo que vamos para
largo...
–Sólo tienes que dejar mis cosas en el suelo.
–No puedo, por mi culpa tiraste tus libros.
–¿Y eso a ti que te importa?
–Mucho, fui un idiota contigo y te pido una sincera disculpa, jamás volveré a
molestarte, ni yo ni nadie más, te lo prometo.
Michel le ofreció sus libros a Tegmine, ésta los aceptó, el futuro Arcángel se dio
la vuelta y se fue, cuando pasó al lado de su tía y Proteo Brunn sólo los saludó con
un ademán de mano, "la Espada Maestra" lo tomó del rostro y le dio un gran beso en
la mejilla, Michel se sintió bien consigo mismo.
Algunos meses después pasaría el suceso que marcaría por completo la vida
de Michel y su objetivo en la vida. Todo sucedió durante el funeral de Astrid Gomm,
la esposa de Aries, Michel se presentó en la residencia de la familia rival
acompañando a su padre a presentar sus respetos y dar el último adiós a la esposa
del Patriarca de los De Grieff.
El futuro Arcángel vio a su padre muy mal cuando se enteró del deceso de su
antigua amiga por lo que insistió en acompañarlo, en la ceremonia se encontró con
su hermana Ambar, quien se había marchado hace tiempo de su casa y ahora vivía
con su familia materna en el Cinturón de la Ciudadela.
Desde ese día los dos hermanos se habían alejado, ninguno de los dos
entendía al otro, Ambar no comprendía esa fijación de su hermano por complacer a
su padre y él no le perdonó a su hermana que cambiara a su familia por los Hobbs,
pero lo que realmente Michel no perdonaba era que su hermana fuera novia de Elan
Jr., cuando se veían en la escuela del Cinturón y su hermana estaba con el hijo de
Aries se trataban como dos extraños, como si no se conocieran.
Cuando empezó a oscurecer Michel se dispuso a buscar a su padre, muchas
personas le habían dicho que el Arcángel Miguel y Aries en el pasado fueron los
mejores amigos, pero él nunca lo creyó, un amigo nunca haría lo que el Patriarca de
los De Grieff le hizo a su padre.
Buscando a su progenitor encontró a lo lejos a Aries fumando un cigarrillo
sentado en su jardín, un instante después su padre se sentó junto a su gran rival, le
quitó su cigarro y fumó de él, realmente parecían grandes camaradas.
Michel sintió curiosidad y se aproximó a ellos sin que ninguno de los Patriarcas
se diera cuenta, escuchó toda la conversación, las lágrimas salieron de sus ojos
cuando Aries desterraba a su padre, lo estaba humillando, pensó en salir y
enfrentarlo pero en ese momento hasta él se dio cuenta que ni peleando junto con el
Arcángel Miguel eran rivales para el portador de Arietis.
Cuando Aries se fue, Michel vio a su padre derrumbarse, de rodillas, observó al
hombre que había admirado toda su vida caer derrotado sin siquiera haber sido
tocado, el odio lo invadió, en ese momento se juró vengar aquella afrenta de la única
manera posible, destruyendo por completo al Círculo del Zodiaco.
Aries en ese momento con todo su poder les perdonó la vida, él no lo haría, en
cuanto tuviera la primer oportunidad arrasaría de una vez por todas y para siempre
con la entidad rival.
Esperó un par de horas a que se calmara su padre, después, cuando Miguel se
encaminó a la residencia principal, Michel le habló diciéndole que lo estaba
buscando.
–¿Para qué me buscabas? – preguntó su padre tratando de ocultar que había
estado llorando.
–Ya es tarde, no tenemos que estar en este maldito lugar más tiempo del
necesario.
–Tienes razón, hijo, vámonos, ya me despedí lo suficiente de Astrid...
–En cuanto lleguemos a casa te sentirás mejor.
–He decidido no regresar al Segundo Distrito...
–¿Sucede algo? – Michel Jr. fingió estar intrigado.
–Quiero regresar a mi tierra, volveré a Levit.
–¿Alguna razón en especial?
–La preservación de la Legión, hijo, hay veces que uno debe sacrificarlo todo
por algo, la Legión de los Iluminados está por encima de nuestras vidas incluso, que
eso nunca se te olvide...
–¿No quieres pelear, padre? Ya estamos aquí...
–No, hijo, hoy no es el día en que caerá ninguno de los dos grupos más
poderosos del país, pero yo sé que tú te encargarás de todo...
–Dalo por hecho, padre.
A partir de ese momento Michel se concentró en su venganza, contaba con el
apoyo total de los principales Arcángeles, Gabriel y Uriel eran como sus hermanos y
Jofiel, en ese entonces la única mujer del grupo protector del Segundo Distrito era
un amigo más. El portador de Arietis consideraba a su compañera la mujer más
hermosa del país, sólo podían compararse a ella Krizia Phren y Eloise De Grieff.
Lucy Canaán era una chica alegre y jovial, se llevaba con sus compañeros de
la Legión de los Iluminados como si fuera un hombre, bebía, jugaba rudo, le
gustaban los deportes y hasta peleaba como un varón, sobretodo Miguel y Uriel
estaban fascinados con ella, por esa razón cuando liberaron sus alas la retaron, por
tradición y herencia Lucy debía ser el Arcángel Pariel, nombre femenino de su
puesto en el grupo protector del Segundo Distrito, los Arcángeles varones obligaron
a su compañera a usar el nombre masculino que le correspondía al controlador de la
poderosa Equidna, la chica aceptó y adoptó el nombre masculino de Jofiel.
Con el tiempo Miguel se dio cuenta que Lahatiel y Jofiel no eran los elementos
indicados para derrotar al Círculo, "el fulgor de Dios" fue nombrado Arcángel sin
tener derecho divino a ello, era un Abrahams, el hermano mayor de Alanah no tenía
alas que liberar, se convirtió en Arcángel por un trato secreto de su padre con los
sacerdotes del Distrito Comercial, trato que también incluyó la incorporación de
Demarcus Hellder como líder de los Bérserkers Infernales de Sammael, de alguna
manera su padre se estaba preparando para la futura batalla y había comprado a un
novicio de sacerdote para que ayudara a su hijo contra el futuro Sammael una vez
que hubieran destruido a la entidad rival, con la ayuda de los sacerdotes del Distrito
Comercial le pasó a Demarcus el poder del miembro de la familia Yaotl que
controlaba al poderoso Moloch.
A Miguel no le importaba el trato que su padre hizo, Lahatiel tenía ideas
revolucionarias que iban en contra de los principios de la Legión de los Iluminados y
Jofiel, "la luz de Dios", estaba en una relación seria con el hijo de un magnate del
Tercer Distrito, los había desairado a Uriel y a él por ese tal Johann Harrisson. En
ese momento empezó a planear cómo deshacerse de los dos, debía renovar la
Legión por completo.
Por esas épocas se volvió a encontrar con Alanah, su compañera de la que
estuvo enamorado en su infancia, se veía mal, nunca superó que Elan terminara
con ella. Michel se ofreció a ayudarla, Alanah estaba desesperada por dejar de
sufrir, al parecer buscaba en otros brazos olvidar a Elan, en uno de esos amoríos
resultó embarazada de una niña.
Alanah se sentía desolada, la única manera que tenía de ser feliz era regresar
a los brazos de Elan De Grieff, por lo que a partir de ese momento se dedicó a
conquistar al futuro Patriarca de los Yaotl para poder darle información a Elan y así
la aceptara de regreso.
A Michel no le costó mucho trabajo enamorarse de Alanah, al final era una
persona orgullosa y siempre tuvo ese malestar de que no le hizo caso por culpa de
Elan De Grieff, después de un corto tiempo de relación terminaron casándose.
Tiempo después la Legión de los Iluminados volvió a sufrir otro duro golpe por
parte del Círculo del Zodiaco, el idiota de su tío Jean retó a Aries a un combate y
perdió, de milagro salvó la vida, sin embargo, su esposa, la madre de su primo
Sebastién, murió asesinada a manos de una miembro del Círculo y gracias a Aries
eludió su castigo. De nuevo Aries, nuevamente el Círculo, en ese momento Michel y
Sebastién juraron con sangre la destrucción de la entidad rival.
Después de ese incidente la generación anterior desapareció de la Legión, su
padre y su tío Jean por fin les permitieron a él y a Sebastién convertirse ante la
piedra de los cielos en los Arcángeles Miguel y Gabriel.
La ceremonia se llevó a cabo como debía ser, en las instalaciones de la Legión
de los Iluminados en el Segundo Distrito de Arcadia, Michel se presentó
personalmente ante Aries para exigir que le permitiera a su padre estar presente en
su ascensión, debía ser el Arcángel Miguel quien en persona le pasara el
nombramiento del máximo líder de la Legión.
Miguel crió como su hija a la niña de Alanah, sin embargo, cuando se enteró
que era hija de su enemigo recluyó a la menor en un templo religioso del Distrito
Comercial, el solo verla le recordaba todo el odio que sentía por Elan De Grieff. La
miembro del Clan Abrahams no hizo mucho por retener a su hija, tampoco soportaba
verla, le recordaba su amor enfermizo por el líder del Círculo del Zodiaco.
Con Alanah procreó a tres retoños: Emilian, Tita y Mikael, tres poderosos
guerreros pero ninguno de ellos sería el heredero de su poder, fue entonces cuando
decidió iniciar su venganza, siempre incitado por su padre y su tío Jean que estaban
obsesionados con su plan de destruir al Círculo del Zodiaco.
El primogénito del novel Arcángel Miguel nació con las alas liberadas, sería el
Arcángel Rafael, su primo Sebastién era el Arcángel Gabriel y su mejor amigo: Eitán
Cenaz, era el Arcángel Uriel, para poder realizar su venganza necesitaba
deshacerse de los Arcángeles Lahatiel y Jofiel.
En lo que pensaba como liberarse de sus compañeros por casualidad se
encontró con una mujer que descendía del Clan de Levit donde nacían dos
Arcángeles Caídos: los gemelos Belial y Luzbel, éstos debían ser completamente
contrarios a su contraparte: Géminis del Círculo del Zodiaco. Si los integrantes de la
entidad protectora del Primer Distrito de Arcadia eran varones y gemelos idénticos,
los de la Legión serían mujeres y gemelas diferentes.
Michel no podía creer en su suerte, la mujer que se encontró por casualidad no
era otra que la elegida por Elan padre para ser la esposa de su hijo, ni siquiera tuvo
que intervenir la mente de esa chica, quien al parecer no deseaba casarse con Elan
Jr., atacó su ambición y la convenció de ayudarlo a cambio de convertirla en una
Arcángel, la engañó.
El ahora χrcángel Miguel por cuenta propia y cegado por su odio “cobro” la
ayuda de su padre a los sacerdotes del Distrito Comercial, les pidió que buscaran la
forma de que los hijos de esa mujer y Aries se convirtieran en Arcángeles Caídos.
Los sacerdotes estaban conscientes de su deuda, de antemano sabían que la
exigencia de los Yaotl por permitirles admitir a Thorsten Abrahams y Demarcus
Hellder en la Legión de los Iluminados podía ser por demás aterradora y así fue.
Obligados a cumplir con su parte del trato le pidieron a Miguel la sangre de la
línea familiar ancestral de los Arcángeles Caídos gemelos, Michel no tuvo problemas
en encontrar a la miembro idónea del Clan Abner, los Caídos gemelos de sangre
pura siempre nacían de la misma rama familiar, sin ningún reparo moral mató a la
mujer y así obtuvo el brebaje con el que pensaba iniciar su venganza en contra del
Círculo del Zodiaco y de Elan De Grieff en lo particular.
Dalilah Abner era su aliada así como Alanah Abrahams lo era de Elan, se las
arregló para que Dalila bebiera la sangre de los Caídos condenando así a las futuras
hijas de Aries, lo que significó el comienzo su venganza.
Elan padre también cayó en la trampa, al igual que Miguel había investigado a
Dalila y a su familia, sabía que no era ella quien portaba el gen maligno que
engendraría a los Caídos, por lo que vio la unión como una oportunidad de
acercarse a los poderosos Clanes de Levit, jamás imaginó la jugada que había
hecho Michel Jr. y nunca vio la necesidad de volver a explorar a Dalila, máxime que
prácticamente al nacer sus gemelas se divorció de su hijo y se fue a vivir al
extranjero.
La guerra civil le dio la solución a Miguel para deshacerse de Lahatiel y Jofiel,
uno apoyaba a los rebeldes y la otra se había retirado de la vida del guerrero, los
obligó a matarse mutuamente, después liberó las alas de dos niñas sumamente
poderosas: la hija de su cuñada, una hiperactiva niña llamada Dharma Ayalet y su
sobrina Daiana Yaotl, quienes se convertirían en las Arcángeles Chitriel y Ariel, sólo
le faltaba encontrar a un Arcángel para estar completo, su hijo Emilian la encontraría
algunos años después, por azares del destino esa niña sería la hija de Jofiel:
Michelle Harrisson.
La venganza había iniciado, su principal objetivo antes que la dominación de
Boleria era la Caída del Círculo y esa sólo se daría si mataba a su principal enemigo,
el máximo guerrero del Círculo del Zodiaco: Aries. Pero la vida del Arcángel daría
otro vuelco y esta vez sería el definitivo.
Se enteró que la asesina de su madre, la esposa del anterior Kukulcán, Daniela
Malka, había regresado a Levit con su familia paterna, de inmediato pensó en
buscarla y acabar con su vida, no podía creer que su padre insistía en contratarla
para entrenar a su hijo Mikael y a otra chiquilla traída de Riazor.
Lleno de furia empezó a planear su venganza, se quejaba amargamente con su
tía.
–¿Puedes creerlo, tía Ruth? Esa maldita mata a mi madre y mi padre la quiere
contratar para que entrene a mi hijo Mikael... ¿Acaso se ha vuelto loco?
–El poder de Mikael es enorme pero necesita completarlo con una buena
técnica de combate, la mejor en ese ramo es Daniela Malka – le explicó la Espada
Real.
–Tú eres la mejor en ese ramo, tú deberías estar entrenando a mi hijo...
–No, Michel, te aseguro que mi amiga es tan buena como yo, quizá hasta mejor.
También es una gran y poderosa psíquica, la maestra ideal del pequeño Mikael.
–Eso no justifica que deba perdonarla por lo que le hizo a mi madre, la voy a
matar...
Ruth abrazó a su sobrino, Michel quería a su tía como a nadie en el mundo,
ella era lo más cercano a una madre que había tenido.
–Mira, hijo, ya estás grande y yo vieja, es imposible que siga corrigiendo tus
fallas a jalones de orejas...
–Tú no eres vieja, estás tan hermosa como siempre, yo siempre te voy a
escuchar, tía.
Lady Madeleine le pellizcó una mejilla a su sobrino y le hizo una
recomendación.
–Entonces te sugiero que primero conozcas la verdad de lo que pasó entre tu
madre y Daniela Malka.
–¿Qué caso tiene?
–Michel, por no pensar las cosas has sufrido mucho, acabaste con la relación de
Tegmine De Grieff y tu primo, los lastimaste a ambos y sufriste por ello, te castigaste
a ti mismo renunciando a quien era tu gran amor: Eloise De Grieff.
–¿Cómo sabes eso?
–Simplemente lo sé, sabes que a ti y a Sebastién los quiero tanto como a
Mefistófeles, pero tú eres mi chiquitín especial, Sebastién tenía a su madre que lo
cuidaba y protegía, tú sólo me tenías a mí, siempre he estado al pendiente de ti.
Ruth abrazó a su sobrino quien se perdió en sus brazos, Miguel no sabía que
habría sido de su vida si en ella no hubiera estado su querida tía.
–Después está el asunto de Alanah – continuó diciendo Lady Madeleine –, te
encaprichaste en casarte con ella a sabiendas de que amaba a otro...
–De eso no me arrepiento, tía, la amo y sé que va a terminar
correspondiéndome.
–Sé que sí, mi amor. Finalmente está el asesinato de tu hermana a cargo de los
Patriarcas, siempre te has recriminado el no haberla salvado...
–Eso me parte el alma. Ambar no merecía morir así, no nos hablábamos pero
yo la amaba y también a mi sobrina, fui un cobarde... – Michel sufría cada que
pensaba en su hermana asesinada y su sobrina desaparecida, también culpaba de
eso a Elan De Grieff.
–Por eso te digo que no cometas otro error, hijo, habla con Daniela, si no te
convence lo que ella te diga haz lo que tengas que hacer.
–¿Cómo le hiciste, tía?
–¿A qué te refieres?
–A que contra la voluntad de toda la familia hiciste lo que querías, te convertiste
en una Espada Real.
–Porque yo lucho por lo que quiero, hijo, todavía no nace quien me pueda
imponer algo en lo que no estoy de acuerdo.
–Creo que yo voy a hacer lo mismo.
–Hazlo, pero recuerda: con el libre albedrío viene una gran responsabilidad, si
vas a luchar por lo que crees, hazlo en el bando correcto o tendrás una vida llena de
arrepentimientos, eres una persona muy extremista en lo que haces, hijo, trata de
encontrar un balance, no te pierdas en tus convicciones.
Michel se fue a Levit y habló con Daniela Malka, "la viuda" le platicó su historia,
Miguel inmediatamente supo que era verdad, ya Ambar le había dado un adelanto
del diario de su madre, los culpables de todo habían sido los Patriarcas de las
principales familias incluyendo a su propio padre, en ese momento decidió planear
su caída, dejó de importarle la venganza contra el Círculo del Zodiaco, con la ayuda
de Daniela Malka planeó su estrategia a futuro, pero debía adentrarse en el ente que
deseaba derribar, para acabar con la maldad él debía convertirse en el peor de
todos, debía tener más que cerca a sus enemigos.
Sabía que no contaba con sus mejores amigos, tanto Sebastién como Eitán
estaban completamente envenenados por el odio hacia la familia rival, su primo
jamás perdonaría el asesinato de su madre y Uriel era completamente fiel a la
ideología que su padre había inculcado en él. Su tío Jean Yaotl era su principal rival
y quien diariamente envenenaba más a sus compañeros, cuando trató de detenerlo
era demasiado tarde, "el Biónico" le había ganado la jugada, se había hecho con el
apoyo de los Nueve Coros de Guerra de Levit, era intocable.
En esas épocas Miguel visitaba mucho a su tía Ruth, era su confidente y le
gustaba escuchar sus recomendaciones, fue así, como por casualidad, conoció a
Cross.
El Arcángel mayor mientras estaba en un bar escuchó la conversación de un
chico con varios altos oficiales, lo sorprendió la claridad con la que hablaba y cómo
manipulaba a todos los que lo escuchaban, era un muchacho de pocas palabras
pero que empleaba las oraciones justas para dirigir la conversación de acuerdo a
sus propios intereses, al final, todos los oficiales hablaban de su descontento con el
sistema de gobierno a excepción del chico, quien se mostraba moderado e incluso a
favor del gobierno.
A Miguel le llamó la atención lo hecho por ese muchacho, era traición, lo
investigó y siguió unos días, se percató que era un estudiante recomendado por
Odín, entrenaba en la zona militar de la Ciudadela y estudiaba en el Cinturón, en
ambos lugares era un alumno mediocre, alguien que pasaba inadvertido.
Habló con su tía de ese chico e increíblemente se enteró que era un
superdotado, eso lo preocupó, ese chico tramaba algo, no sólo manipulaba a los
altos oficiales, deseaba ser invisible, se decidió a seguirlo por más tiempo para ver
sus reales intenciones.
El portador de la espada suprema Génesis estaba más que fascinado con
Cross, la forma en que hablaba de cambiar al país terminó por convencerlo, decidió
ayudarle sin que el chico lo supiera ocultando sus descuidos para que no lo
descubrieran, platicaba de él con Daniela Malka quien también estaba tan
emocionada como el Arcángel con lo que hacía ese muchacho, esperaba ansiosa
para ver a Miguel y le contara las aventuras y dificultades con las que se enfrentaba
ese joven de ideas liberales, hasta que Cross huyó al Quinto Distrito...
Una vez que perdió de vista a Cross, Miguel retomó su misión, se vio obligado
a fingir que estaba con su tío. Ambos jugaron un doble papel, el Arcángel mayor
parecía un ser malvado, pero Jean Yaotl, un viejo lobo de mar, desconfiaba de su
sobrino, tenía tratos ocultos con Odín por si necesitaba deshacerse de él. Ambos ya
sabían cómo eliminar a su principal rival, sólo había que esperar, Miguel a que Sir
Gene cumpliera los sesenta años para que alguien elegido por él, claro, lo matara
por su espada del alfabeto antiguo, y el Caballero Fantasma por su cuenta, pensaba
enfrentarlo con Aries en un duelo a muerte, si ganaba estaría demasiado débil y él le
daría el golpe de gracia, pero antes debía esperar a que liberara a los Caídos, todo
se reducía a sólo esperar...
El carácter tiránico de Miguel fue conocido en todo el país, sólo unos cuantos
sabían de sus planes: su hijo Mikael y Daniela Malka, posteriormente, cuando los
Arcángeles lograron atrapar a la criminal más buscada del país: Nix, el líder de la
Legión habló con ella, sabía de su pelea contra los enemigos del estado y de su
participación en la revolución de su primo Mefistófeles.
Nix y Miguel hicieron un pacto de colaboración, la líder de la Liga de la Noche
tuvo total libertad de acción mientras todos creían que estaba encerrada en una
prisión, su hijo Jahziel también los ayudó, desde el principio los tres planearon la
inclusión de Jahziel en las Espadas Reales de Levit para eliminar a su principal
opositor: Jean Yaotl, toda la animadversión del hijo de Nix y Miguel fue pura
actuación para que sus enemigos pensaran que las Espadas Reales de Levit
estaban en contra de su Gobernador. La batalla de estrategias contra Jean Yaotl fue
ganada por el portador de Génesis.
Después de un tiempo de colaborar juntos, Nix habló con Miguel, le explicó
que su principal deber era para con los Guardianes del Destino, el Arcángel la dejó ir
a cambio de un último favor: el rescate de las gemelas De Grieff de las manos de los
Caballeros Fantasmas de la Orden de Hamal.
Al final Alanah Abrahams tuvo el valor de hablar con su esposo de sus amoríos
con Elan De Grieff, se lo confesó todo, su papel como espía y todas sus traiciones,
también le habló de los planes de Aries, mismos que el portador de Arietis
comentaba mientras dormía.
Alanah le confesó su amor a Michel, le dijo que al final con amor y no con su
poder psíquico la había cambiado, ahora sabía que lo amaba a él y solamente a él,
pero también sabía que lo que había hecho era imperdonable, le dijo que haría lo
que él le pidiera, lo que sea, desde espiar a Aries hasta quitarse la vida, Miguel
abrazó a su esposa, él tampoco había sido un santo y de verdad la amaba, todos las
cosas malas que hacía las purgaba con su esposa, siempre se contuvo las ganas de
reclamarle, de echarle en cara su traición, la veía como su bote de salvación, si
lograba su amor, alcanzaría la redención. Ambos prometieron en ese momento
iniciar una nueva vida juntos.
Tras las declaraciones de Alanah, Miguel comprendió que debía frenar a Aries
en su loco intento por ayudar a Radamanthys a destruir el país, su odio hacia él era
un sentimiento que lo agobiaba cada vez más, incluso se alegró de conocer sus
planes, ahora podría obtener su venganza y de una manera justa.
Habló con Daniela Malka, discutieron airadamente el despertar de los Caídos,
la Embajadora de Levit en Arcadia estaba completamente en contra de arruinar la
vida de otros inocentes, conocía a Aries y estaba segura que podía convencerlo de
desistir en ayudar a Radamanthys, bastaba con firmar la paz con la Legión para que
eso sucediera, pero nuevamente el fanatismo ciego de Miguel lo cegó, él no quería
la paz con el portador de Arietis, no le importó llevarse a algunos inocentes entre las
piernas si lograba detener a su máximo enemigo "a su manera", se convenció de
que ese era su principal objetivo, tampoco le molestó mucho lo que sucedería con
las gemelas De Grieff.
Otra mala decisión, otro rompimiento, no sólo Daniela Malka dio por terminados
sus tratos con él por la liberación de los Caídos, lo mismo sucedió con su hijo Mikael,
pero al Arcángel mayor no le importó, él estaba plenamente ocupado en la
consecución de su objetivo, sabía que con el resultado de la revolución, Jean Yaotl
en cualquier momento haría su jugada para traicionarlo, nunca había confiado en él.
Quien realmente gobernaba en la Legión y Levit era Jean, por supuesto lo hacía
desde las sombras, lo del duelo por su espada sólo era una posibilidad en la que
Jean podía salir airoso, y después había que esperar todo un año... lo que el
portador de Génesis no tenía era tiempo, necesitaba a los Caídos para igualar
fuerzas.
Michel estudió los pros y los contras hasta el cansancio, era un hecho que los
Caídos serían despertados, el surgimiento del portador de Antares así lo revelaba,
Miguel pensaba contar con la ayuda de su sobrino Arad y de Kasbeel, hizo los
cálculos necesarios y vio que con la ayuda del poder de Virgo podía quitar la sed de
los Caídos, algo que sin duda la guerrera del Círculo haría para ayudar a sus
hermanos de armas, aunque los inconvenientes eran muchos: en primer lugar
estaba Sammael, el Arcángel llamado a traicionar a Miguel, él debía ser destruido
por las Espadas Reales de Levit en colaboración con su otro aliado oculto:
Demarcus Hellder; en segundo lugar estaban las gemelas De Grieff, el acto de
venganza que Miguel había perpetrado contra Aries ahora se le volvía en su contra,
difícilmente ellas lo apoyarían en cualquier proyecto, eran dos poderosas aliadas
menos y el último inconveniente era precisamente Daniela Malka, debía convencerla
de ayudarlo a persuadir a Virgo de quitar la sed de sangre a los Caídos y de unir a
los nuevos Arcángeles a su causa; jamás contó con que la guardiana del sexto
Círculo del Zodiaco tenía sus propios planes para con los Caídos.
Al final se volvió a quedar solo, sus aliados lo hicieron a un lado y siguieron los
planes que elaboraron conjuntamente sin su ayuda, nadie quiso tener tratos con un
fanático como él, ambas partes respetaron los puntos de acuerdo, pero Michel sabía
que tanto Daniela Malka como Mikael y Jahziel no dudarían en matarlo si las
circunstancias los ponían en contra.
*****
La batalla había terminado, Aries estaba derribado con gran parte del cuerpo
quemado, aún no moría gracias a su armadura metálica, la más poderosa de todas
las existentes, de nivel doce.
El miembro del Circulo del Zodiaco trató de incorporarse pero no lo logró, sólo
pudo observar al Arcángel Miguel acercarse con una sonrisa triunfalista en la boca.
–Debo aceptar que fuiste un digno rival, ésta debió ser la madre de todas las
batallas.
–Tal vez... – Aries hizo una mueca de dolor, trató de acomodarse cambiando de
posición, el lado sobre el que descansaba era el que más le dolía.
–Lo fue, Elan, y yo gané – dijo el Arcángel Miguel orgulloso –, siempre soñé con
ese momento.
–Eso si te lo concedo. – El guerrero del Círculo del Zodiaco se dio cuenta de
que no importaba la posición en la que estuviera, el cuerpo le dolía igual de
cualquier modo.
–Antes de morir debes saber que aunque voy a exterminar a tu estirpe, la guerra
entre el Círculo y la Legión se terminó, hablaré con Escorpión.
–Lo siento, Michel, pero no puedo permitir que hagas eso, te aseguro que mi
muerte no será en vano, no permitiré que frenes los planes de Radamanthys de
crear un nuevo mundo y mucho menos que mates a mis hijos...
–¿No lo permitirás dices? Deberías pensar en hacer algo bueno en tu vida, por
lo menos ahora que no tardarás mucho en morir...
–Lo sé, realmente creo que Radamanthys cambiara al país para bien, a él no le
interesa la revolución de los FILOS, su cambio es más profundo, desde las raíces
mismas de nuestro sistema de gobierno, como ya te dije, el gobierno de los cuatro
Clanes está por extinguirse y para que eso suceda debo matarte...
–¿Cómo piensas hacer eso? – preguntó Miguel con una sonrisa burlona.
–Hay formas, mi padre no sólo fue un guerrero legendario por su poder, también
lo fue porque era un guerrero estudioso y un gran estadista.
–No puedo negar que tu padre fue un grande, pero si hubiéramos vivido en la
misma época yo lo hubiera derrotado.
–Lo dudo, si no pudiste conmigo menos hubieras podido con mi padre.
–¿De qué estás hablando? Tú ya estás muerto...
Aries escupió sangre antes de volver a hablar, cada palabra que decía sentía
que le quitaba valiosos segundos de vida.
–Mi padre siempre me enseñó a estudiar a mi rival, a descubrir sus debilidades
y a ver todo el entorno donde se realizaría la pelea para poder obtener una ventaja
del área de combate y así poder salir victorioso.
–Pues fallaste, amigo.
–No, fallaste tú... – Con el brazo tembloroso Aries señaló a su alrededor –.
¿Sabes en dónde estamos?
–En Levit – contestó el Arcángel con orgullo, su amada provincia había sido
testigo de su gran victoria –, mi tierra.
–Elan De Grieff sonrió al ver el porte orgulloso y confiado de Michel Yaotl, lo
consideraba un ignorante, dependía tanto de su inmenso poder que no le interesaba
saber nada más, si algo le era desconocido, simplemente lo quemaba.
–Hace muchos años hubo aquí una base militar – empezó a relatar el líder
vitalicio del Círculo del Zodiaco –, pero los encargados se levantaron contra el
estado, fueron arrasados y las instalaciones enterradas, en este lugar inició la
famosa y célebre guerra contra las ciudades de piedra del desierto de Levit.
–¿Y eso a quién le importa? Nada tiene que ver con nuestra disputa. ¿Qué me
quieres decir con eso?
–Que hay mucho metal debajo de nosotros y no necesito mucha energía para
controlarlo...
Miguel dio dos pasos hacia atrás, la tierra tembló y dos brazos gigantes
formados con esquirlas de metal lo atacaron, mientras el Arcángel combatía con
esas enormes partes metálicas, Aries concentró todo su poder, sus ojos se tornaron
gris brillante, el símbolo de dos puntos se formó en lugar de sus pupilas y el tatuaje
por triplicado surgió en el lado izquierdo de su cuello, también se formó el tatuaje de
su símbolo en los brazos y apareció el ambigrama de su nombre en los antebrazos
interiores sobre las estrellas de la constelación del carnero, de nuevo alcanzó el nivel
constelación.
En los pocos segundos que duró su última reserva de poder atacó el cerebro
de Miguel que en ese momento estaba por completo concentrado en destruir los
brazos metálicos y no le puso atención a su enemigo.
Con su última energía Aries hizo su jugada maestra, bloqueó la habilidad de
Miguel de controlar el fuego oliva, quien de repente ya no pudo seguir destruyendo
los brazos metálicos que lo atacaban, cuando quiso forzar su poder lo atacó un dolor
de cabeza insoportable que lo hizo desconcentrarse el tiempo suficiente para que
una mano metálica lo aprisionara. El Arcángel preguntó a Aries:
–¿Qué demonios me hiciste?
–Sólo aproveché tu segundo error, te confiaste... – le respondió Aries sonriendo
mientras la sangre de su boca caía sobre su pecho –. Erróneamente pensante que
yo estaba acabado y te desentendiste de mí.
–¿De qué estás hablando? – preguntó el Arcángel mientras trataba inútilmente
de librarse del agarre de la mano metálica.
Aries contestó con apenas un murmullo, se estaba quedando inconsciente.
–Cuando surgieron los brazos gigantes te dedicaste a destruirlos y te olvidaste
de mí, te ataqué psíquicamente, he bloqueado tus habilidades sobre el fuego.
–Yo puedo destruir esa restricción.
–Sí, pero no a tiempo...
Otra mano metálica apachurró al Arcángel y todo explotó quedando Miguel
tendido en el suelo con su cuerpo traspasado de metales y en peor condición que
Aries, iba a morir en cualquier momento, sólo se repetía a sí mismo:
–No es justo... yo gané, esto no es justo.
Elan De Grieff sonrió, sabía que Miguel estaba acabado, por lo menos lo había
detenido, le estaba dando la oportunidad a Radamanthys de cambiar al mundo,
ahora sólo le quedaba esperar la muerte, sin la atención médica necesaria los dos
morirían.
Aries se estaba quedando dormido para no volver a despertar cuando escuchó
los pasos, alguien corría hacia él a toda velocidad, cada vez lo escuchaba más
cerca.
El guerrero llego barriéndose junto a Aries y lo tomó de la cabeza, se percató
de que todavía respiraba y solo entones exhaló aire como liberando una gran carga
que llevaba con él, juntó su cabeza con la del líder del Círculo del Zodiaco y con una
sonrisa le dijo:
–Me asustaste, pensé que estabas muerto...
Elan De Grieff como pudo logró abrir los ojos, veía una mancha borrosa hasta
que distinguió a su sobrino.
–Loki...
–Hola, tío, había jurado que yo acabaría con tu vida, no sería lo mismo para mí
si no soy yo quien te da la estocada final...
LA ÍSLA DE LAS TEMPESTADES /
EL CAMÍNO DE LOKÍ

Iama y Océano recién llegaban a la pequeña cabaña en las playas del


Segundo Distrito de Arcadia, aún ninguno de los dos se explicaba cómo habían
salvado la vida, fueron los últimos en irse de la casa de seguridad donde
interrogaban al Juez del Sur del Quinto Distrito, ambos quedaron fuera de combate y
estaban a merced de las sombras de Minos, sin embargo, un par de chicos los
salvaron.
Cuando entraron en la cabaña, Syn, Horus y Seth los estaban esperando, el
líder de los Guardianes del Destino les sonrió mientras le hablaba a Seth.
–¿Lo ves? Te dije que sobrevivirían, esperamos un día más de lo previsto pero
valió la pena, logramos salir de ese lugar sin ninguna baja. – Después volteó a ver a
los recién llegados –. ¿Alguna noticia de Minos?
–No dará más problemas – respondió Océano –. Estamos aquí de milagro,
Minos nos dejó a los dos fuera de combate, tuvimos ayuda, Iama apenas se
recuperó ayer del ataque de Minos y enseguida nos trasladamos para acá.
–Bien, por el momento con eso me basta, después me dirán qué fue lo que
sucedió, ahora pongámonos en camino. Iama y Océano, escuchen, este es el plan…
Horus les platicó su plan a los recién llegados, era sencillo, atacarían la
llamada Isla de las Tempestades por distintos flancos hasta llegar a la llave que
abría las puertas del último piso del edificio de la Ciudadela, el ex Oficial de Isis
sabía que Minos no había mentido y lo mejor de todo era que por el momento no les
estorbaría, eso era una gran ganancia.
La Isla de las Tempestades era una pequeña porción de tierra que conformaba
una de las decenas de pequeños islotes que pertenecían a la jurisdicción del
Segundo Distrito de Arcadia, reconocible por ser la mayor de esas pequeñas islas.
La vegetación era abundante y para quien no la conociera podía ser una trampa
mortal, estaba llena de plantas venenosas, pantanos y animales salvajes, en ese
lugar Nix estableció su base para proteger la llave que tenía bajo su custodia
acompañada de Amón, Nergal, Eunice y Tyr, tenían una peligrosa y determinante
misión y el lugar les daba una ventaja estratégica sobre sus enemigos.
Minos les había encargado esa tarea la cual era más importante que el
movimiento de sus compañeros, así se lo explicaron Tyr y compañía a los líderes
rebeldes sin darles detalles, Escorpión y Fenrir tuvieron que creer ciegamente en la
misión de sus amigos y dejarlos ir.
Amón tenía vigilada toda la isla, sus clones estaban al pendiente de cualquier
ataque de sus propios compañeros, personas que apenas conocían pero con las
que estaban dispuestos a mantener una lucha a muerte.
Nix sabía que su misión era prácticamente un suicidio, los guerreros que
venían con Horus eran más experimentados que sus compañeros, Seth era tan
poderoso como el guerrero más fuerte conocido, Océano, su antiguo amigo y
pretendiente al que había utilizado y después desechado estaba a la par del ex
Oficial de la Juez del Este.
También estaban Iama y Syn, dos combatientes de respeto, esperaba ansiosa
el regreso de Minos para que les ayudara con la defensa de la llave, el Juez del Sur
del Quinto Distrito tenía razón, no podían huir toda la vida con ella, debían enfrentar
a sus enemigos.
Los Guardianes del Destino que protegían la llave salieron a realizar sus
respectivas rondas, Nix se quedó resguardando el refugio, la labor más importante
de todas.

Nergal paseaba por la zona rocosa de la isla, él no deseaba estar ahí, quería
pelear en la guerra contra los Patriarcas por la liberación de su país al lado de
Connor y Selene, pero había hecho un juramento, sus nuevos hermanos de la
Guardia del Destino lo necesitaban y no podía darles la espalda.
Estaba lanzando rocas al mar pensando en lo aburrido que era todo cuando
llegó el ataque, fue perfecto, Anuk se encontraba al borde de un acantilado y no
había manera de evitarlo sin riesgo de caer, el Oficial del Juez del Sur no se molestó
en esquivar el embate, creó una gigantesca burbuja de agua electrificada
capturando a la Shabala, enorme bestia parecida a un perro con manchas de
colores en su pelaje, contaba con cuatro ojos y un enorme hocico coronado con
afilados dientes metálicos..
Nergal lanzó a la bestia herida en contra de su amo que estaba unos metros
más atrás, Anuk se llevó la mano a su espada, ya se temía que en algún momento
se daría esa confrontación.
–Hola, Karen, así que tú vas a ser mi oponente...
El muchacho veía a Nergal con odio, era un ser que sólo quería combatir, vivía
para destruir, a él no le interesaba la llave ni nada más, se había unido a Horus
porque le había prometido caos y devastación.
–Ya les dije que no soy Karen, mi nombre es Iama, tu amiga está muerta pero te
voy a dar el gusto de morir bajo el acero de su espada.
En ese momento apareció Iamí, la sombra de Iama materializada en el cuerpo
de quien en vida fuera Karen Hobbs, su mirada no era como la de su amo, la de ella
carecía de emociones, colocó su mano sobre la empuñadura de su espada y a toda
velocidad atacó a su antiguo compañero.

Amón de inmediato sintió el inicio del duelo entre Iama y Nergal, se dispuso a ir
a ayudarle a su compañero pero se encontró de frente con Océano, el antiguo
primer Oficial de Poseidón observaba atentamente a su contrincante.
–Se sabe que eres un buen espía, por tu bien espero que también seas un buen
guerrero...
–Lo suficiente para patearte el trasero... – Arne se preparó para pelear, estaba
emocionado, por fin le había llegado la hora de probar su poder en otra cosa aparte
de espiar.
–Ya lo veremos, chico.
–Antes de iniciar este combate... ¿podrías responderme una duda?
–Pregunta, pero que sea rápido – una fina capa de arena color rojo ya rodeaba
a Océano.
–¿Por qué quieres destruir a tu país?
–Porque el país merece ser destruido, me ha tratado muy mal, sus gobernantes
son unos mal agradecidos y los rebeldes no son más que basura, la peor de todos
es tu líder, Nix.
–Nix es una buena mujer, preocupada por su país.
–Nitta es una maldita embustera, ella es mi verdadero objetivo, la llave me
importa un carajo, que la obtenga Horus, yo vengo a matar a Nix y tú sólo me estás
estorbando.
–Bien –Amón se frotó las manos –, un enemigo menos, sólo eres un idiota
resentido sin un objetivo claro, no vales la pena, te derrotaré rápidamente.
–Te equivocas, chico, los objetivos de unos pueden parecer insignificantes para
otros, pero eso no los hace menos importantes, hoy vine por Nix y nada ni nadie me
va a impedir matarla...
En ese momento una enorme cantidad de tierra de color rojo rodeó a Océano,
ésta empezó a generar una gran cantidad de fuego y atacó a Amón, pero en ese
momento un descomunal chorro de agua apaciguó el poder del soldado de Horus,
un calamar gigante con armadura metálica había impedido que Océano atacara, el
animal desapareció, detrás de él se encontraba Syn.
–Yo me encargaré de él – señalaba a Arne –, a ti se te pidió que vigilaras la isla.
–Puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo, niña – contestó Océano de mala
gana –, tú no me mandas...
–Los dos estamos bajo las órdenes de Horus y fue muy claro en los roles que
debemos desempeñar, tú debes concentrarte en la isla y encargarte de quien entre
en ella, yo me ocuparé de tu oponente.
–Tú haz lo que quieras – dijo Océano dándole la espalda a Syn –, entonces yo
buscaré a alguien que debo ver...
–Si te internas en la isla te mataré – amenazó la Guardiana del Destino a su
compañero.
–¿Qué dices? – Océano veía furioso a Syn, la chica le devolvía la mirada sin
ninguna emoción.
–Si no obedeces las órdenes de Horus no nos sirves, serás un traidor y el
castigo es la muerte...
Amón se hizo a un lado, pensó en su suerte, lo mejor sería que ambos
guerreros se mataran el uno al otro, pero no trató de huir, eso podría aligerar el
ambiente y que ambos se unieran para perseguirlo, se quedó estático, viendo la
discusión, mientras, sus clones avisaban a sus aliados de la intrusión de sus
enemigos.

Eunice y Tyr corrían rumbo al sur de la Isla, fueron advertidos por los clones de
Amón que la batalla había comenzado, ambos se encontraron a la mitad del camino.
–Tyr... ¿ya lo sabes?
–Sí – respondió Bonzzo –, yo iré a apoyar a los chicos, tú ve a proteger a Nix.
–Está bien.
Eunice iba a correr hacia el refugio pero Seth le bloqueó el camino, Tyr la tomó
del hombro.
–Yo me encargo de él, tú ve al refugio...
–Ni lo sueñes, amigo – Seth extendió sus brazos a los lados para indicarles que
no dejaría escapar a nadie –, ni tú ni la chica se irán de aquí, yo solo me encargaré
de ustedes dos...
Seth se aproximaba a Eunice y Tyr, se le veía tranquilo, Eunice sacó su látigo y
le habló a su enemigo.
–Supongo que has de tener un gran ego si crees que puedes vencernos a dos
de nosotros juntos...
–No es cuestión de creer, niña – Seth se “tronaba” los dedos de la mano
derecha con la palma de la mano izquierda –, es un hecho, Océano me ha hablado
de ti, no será muy complicado vencerte, Tyr tampoco es un rival para temer, los
únicos Guardianes del Destino además de Horus que pueden compararse conmigo
no están hoy aquí, son Dagan y Baldr, bueno, y claro, Syn, pero no debo
preocuparme por ella, pelea de mi lado...
–Bien – Bonzzo se adelantó a su compañera –, veamos cómo va esa confianza
tuya después de que te destruyamos en un abrir y cerrar de ojos...
Tyr auxiliándose de sus guantes mitones elaborados por Ganesh creó fuego, al
jurar lealtad a los Guardianes del Destino sus ataques ahora eran tan letales como
los de un FILO, al mismo tiempo Eunice también se preparó para atacar, Seth ni
siquiera estaba en posición de combate, arrasaría con esos dos chicos en un
segundo.

Nitta Von Teague caminaba fuera del refugio esperando a su rival junto con un
centenar de clones de Amón, se sentía nerviosa, Horus la vio y se aproximó a ella,
intentó negociar antes de matarla.
– Nix, pertenecemos al mismo grupo, si me entregas la llave tú y tus chicos
podrán vivir para recuperarla después y pelear en otra ocasión.
–No puedo hacer eso.
–Esos clones no son nada para mí y tú entregaste las Hespérides a tu hijo, tu
poder de ralentizar el tiempo así como tu oscuridad no son nada para mi Udyat, no
hay forma de que puedas vencerme.
–Debo intentarlo, Horus, deberás matarme antes de que te entregue la llave...
–Sabes que eso no es un problema para mí...
–Para mí tampoco.
–Yo llevo mucho tiempo en este juego, Nix, mucho más que tú, Elohim por fin
perdió, todos sabíamos que algún día lo haría, obtendré esa llave aunque tenga que
hundir esta maldita isla...
Nix sabía que Horus lo haría, no había motivos para seguir hablando, la
prioridad era mantener la llave segura y lejos de ese hombre que quería destruir el
país, lo señaló con su espada y en ese momento los clones de Arne lo atacaron.
Al igual que sus compañeros, Amón había incrementado su poder, sus clones
crearon sus propias y filosas armas y atacaron a Horus, el líder de los Guardianes
del Destino no tenía tiempo que perder, aunque Iama y Océano le informaron que
Minos estaba contenido eso no era ninguna garantía para él, Elohim mismo o alguno
de los Patriarcas podría presentarse en ese lugar y entonces estaría en problemas,
alrededor de su ojo derecho se formó el tatuaje del símbolo del Udyat y esperó a que
se acercaran sus enemigos para acabar con todos ellos.

Las espadas de Nergal y Iamí chocaron en varias ocasiones, su habilidad


estaba igualada, ninguno de los dos dominaba al otro, entonces Iama decidió ayudar
a su gemela lanzando un ataque de fuego en contra de Anuk, éste absorbió el
ataque con una burbuja de agua hirviente y le devolvió el ataque a Iama.
El miembro del equipo de Horus alcanzó a esquivar el ataque de la esfera, sin
embrago, el segundo que le llevó a Nergal el realizar ese contraataque fue suficiente
para que Iamí lo hiriera con su espada.
Nergal retrocedió mientras se revisaba la herida, no era de gravedad pero
comprendió que de esa manera sería derrotado, debía pelear contra su rival a la
distancia, atacó a su antigua amiga con una esfera de agua arenosa para hacerla
más lenta y así poderse alejar de ella, una vez que así lo hizo, la otra Shabala lo
atacó.
Anuk de nuevo trató de encerrar a esa otra bestia en una burbuja gigante
eléctrica, pero Iamí con su capacidad de inhibir un poder de su enemigo le quitó la
electricidad a la burbuja de Nergal, la cual fue atravesada por la bestia que alcanzó a
morder a su presa en el brazo de la espada pero no con la suficiente fuerza para
capturarlo.
La Shabala lanzó entonces un ataque de fuego en contra de Nergal, éste salía
incandescente de su hocico, Anuk trató de absorber el embate con su burbuja de
agua hirviente pero Iama inhibió su poder sobre el fuego, aún así el agua evitó que
el miembro del Clan Humbolt resultara con heridas serias.
Incapacitado para usar su espada, Nergal estaba a merced de la Shabala, ésta
otra vez lo atacó pero el Oficial del Juez del Sur de nuevo la encerró en una burbuja
gigantesca, esta vez congeló a la bestia.
La Shabala se liberó con el fuego que salía de su boca, pero justo en ese
momento Nergal atacó a la bestia con varias burbujas con trozos metálicos que
explotaron en el hocico del animal derrotándolo. Después volteó hacia Iama y su
sombra femenina.
–Su estrategia fue perfecta mientras la aplicaron correctamente, pero se
confiaron, afortunadamente no pueden inhibir mi habilidad sobre el agua, primero
deben quitarme el poder sobre las otras ocho fuerzas elementales que puedo
combinar con mi elemento, me quitaron el fuego y la electricidad, muy útiles pero
reemplazables, su peor error fue no atacarme junto con su bestia, se confiaron,
desaprovecharon la oportunidad de matarme y les haré pagar su error.
–Estás herido, Nergal – habló el guerrero que ahora controlaba a Karen Hobbs
en forma de sombra –, te venceremos en un abrir y cerrar de ojos...
–Para vencerme deben acercarse a mí, Iama, no podrán hacerlo, esta pelea se
acaba aquí...
Iama y su sombra se lanzaron en contra de Nergal, auxiliándose de sus armas
y con sus armaduras metálicas establecidas en sus ropas lograron sortear los
embates de Anuk quien los atacaba con sus esferas de agua arenosa, congelada y
metálica.
Cuando estuvieron a punto de llegar a su rival fueron golpeados brutalmente
por las esferas de agua densa, las cuales aunque fueran partidas por las espadas no
afectaban la esencia del agua y los golpeaban de lleno.
Iama y su sombra fueron vapuleados una y otra vez por las esferas de agua
densa de Nergal, las cuales también superaban el fuego de los gemelos del infierno,
Iamí trató de deshacer una esfera con su elemento calcinante pero sólo hizo hervir el
agua que le causó más daño aún.
Iama hizo su último movimiento antes de ser derrotado, la técnica que había
desarrollado para ese preciso instante.
–Si crees que ya ganaste estás muy equivocado, Nergal, el agua densa es tu
poder natural y yo lo conozco desde el momento que se manifestó en ti, desde
entonces he desarrollado una técnica con la espada para contrarrestarlo, diseñé la
manera de derrotar a todos los compañeros de Iamí mientras residía en su cuerpo,
cuando yo era la sombra podía matarlos a todos, a Plutón, a Hela y también a Aita.
–Por lo visto siempre has tenido conciencia.
–Así es, pero Iamí me controlaba, ahora es al revés.
–¿Entonces ella también tiene conciencia?
–No, me pidió que se la quitara, sólo es una máquina de guerra. ¿Crees que
estando alejado te vas a salvar de nosotros? Ahora observa y muere. Este es el
poder que obtuvimos al jurar lealtad a la Guardia del Destino, la electricidad
fusionada con nuestro metal...
Iama creó una enorme esfera formada de filosas estacas, apoyándose en la
electricidad obtenida de su incorporación a la Guardia del Destino hizo explosión, la
potencia del estallido envió las decenas de estacas metálicas en contra de su rival a
una increíble velocidad.
Nergal como pudo apenas alcanzó a ralentizar el ataque con sus esferas de
agua de alta densidad, lo que le dio oportunidad de esquivar todos los proyectiles,
con lo que no contaba era con el ataque de Iamí, quien formó una espada de
electricidad, el arma de color plateado traspasó a Nergal por debajo del pecho
hiriéndolo de muerte.
Con sus últimas fuerzas Anuk lanzó varias esferas de agua con consistencia
terrosa para por lo menos mantener alejados a Iama y su sombra, pero éstos
atacaron a Nergal con su técnica de espadas que el gemelo masculino creó, era una
danza perfecta y utilizando la energía en su forma más básica, nada pudo hacer
Nergal ante esa técnica, Iama y su sombra no sólo tenían la habilidad de inhibir un
poder, tomaban para sí el poder inhibido, utilizaron la electricidad de Anuk para
volverse más rápidos, en un instante llegaron hasta él.
El subordinado de Horus sabía que una vez que el cuerpo de su enemigo
estuviera a su alcance todo habría terminado, Nergal estaba herido del brazo
derecho que era con el que manejaba la espada y la espada de fuego de Iamí lo
había traspasado por debajo del pecho, estaba a un paso de la muerte.
Al final Iama y su sombra alcanzaron a Nergal, el cuerpo de su ex compañero
estaba a su alcance, sólo era cuestión de dar la estocada perfecta, así lo hicieron,
Anuk en un movimiento imperceptible sacó del interior de su gabardina una segunda
espada con su mano izquierda, idéntica a la suya pero con el símbolo de la familia
De Britten, en la base del arma que sostenía con su mano derecha tenía el símbolo
de la familia Humbolt, con ambas espadas bloqueó el ataque de su enemigo y su
sombra.
Iama estaba sorprendido, el brazo derecho de Nergal estaba en perfecto
estado, impresión que sólo lo afectó unos segundos, Anuk no era rival para combatir
con él y su sombra al mismo tiempo.
El Guardián del Destino del grupo de Horus hizo su siguiente movimiento al
igual que su sombra, volvieron a atacar con sus espadas mientras que con su mano
libre el guerrero creó fuego y su sombra electricidad, ahora sí destrozarían a su
contrincante, pero ambos fueron detenidos por una poderosa fuerza psíquica, por
detrás de Anuk había un gigante inmaterial sosteniéndolos a ambos con sus
enormes manos, era su primo Marduk.
–¿Qué es esto? – preguntó Iama que no salía de su asombro.
–El poder de mi primo Marduk – respondió Nergal –, lo descubrió un año antes
de que nos obligaran a matarnos...
–¿Pero cómo...? – preguntó Iama sorprendido –. Jahziel los inhibía...
–En aquel entonces Jahziel no era tan poderoso, era demasiado para él
dominarnos a todos, la fuerza psíquica de Marduk doblegó la restricción de Jahziel.
–¿Jahziel lo supo?
–Sí, pero accedió a guardar el secreto, sólo él y Mefistófeles lo sabían, el Juez
del Sur en persona entrenó a mi primo.
–¿Y por qué no te mató en los enfrentamientos?
A Anuk se le salieron las lágrimas al pensar en esa ocasión.
–Porque era un idiota, una buena persona, sabía que yo no manejaba en ese
entonces ninguna energía elemental y me enfrentó en igualdad de circunstancias,
me quería demasiado para aprovecharse de mí, la pelea fue justa y gané...
–¿Pero por qué tienes su poder?
–Él me lo entregó cuando estaba muriendo, ni yo lo sabía, en cuanto me enteré
de nuestro origen fui a ver a su familia, a decirles que mi primo había sido un gran
guerrero y que había dado la vida por mí.
Anuk hizo una pausa, recordaba el llanto de la madre de su primo, no lo culpó a
él de nada a pesar de su confesión de haberlo matado, la madre de Marduk era una
miembro de primera línea del Clan De Britten de Hamal y el padre de su primo era
miembro del Clan Humbolt, hermano de la madre de Anuk, el apellido Humbolt
prevaleció en Anuk y el De Britten en Marduk.
La madre de Marduk descubrió la esencia de su hijo en Anuk y le ayudó a
desarrollar el nuevo poder adquirido, el poder de todos los miembros de la rama
guerrera pura de los Humbolt consistía en crear la parte superior de enormes seres
de las cuatro principales energías elementales: agua, tierra, fuego y viento, eran
fuerzas elementales del torso hacia arriba que se controlaban como los dragones de
los elementors de la Ciudadela, no podían alejarse más de cinco metros de sus
controladores.
Marduk al ser hijo de una De Britten controladora de la energía psíquica nació
con el poder de sus dos padres, por eso Nix y Oddvar Kanezon lo habían elegido
para ser entrenado por Mefistófeles. Marduk creaba un ser psíquico que podía
realizar ataques físicos, una variante de la telequinesis, al mismo tiempo si el gigante
entraba en un cuerpo éste se curaba y regeneraba de inmediato, así curaba Marduk
a sus amigos todas las noches sin que ellos lo supieran, desde que descubrió su
poder todos se levantaban como nuevos sin importar lo extenuantes que fueran los
entrenamientos.
Zaiya Humbolt, la madre de Anuk, había nacido con un raro don que se daba
en cualquier familia élite en muy escasas ocasiones, era lo que se llamaba "un
recipiente vacío", su cuerpo podía ser llenado con cualquier poder, Anuk había
adquirido el poder de su abuelo (las esferas acuosas de los Brunn) y una parte de la
habilidad de su madre, fue así que cuando su primo le transfirió su poder, Nergal
pudo adquirirlo.
Anuk también conoció a sus padres y a toda su familia, su madre era una
importante miembro de la familia Humbolt y su padre era un hombre controlador del
elemento agua al nivel de un bérserker regular, hijo del último Nergal, aquel que
perdió la vida contra los guerreros de la Liga de la Noche en su intento por
conquistar Ishtar, Anton Brunn no heredó el poder de su padre, pero su hijo Anuk sí,
cuando ése último se despidió le entregaron las dos espadas, una por su Clan,
Humbolt y otra por el de su primo, De Britten.
–Esta pelea no es justa... – se quejaba un enfurecido Iama mientras veía el
cuerpo de su rival regenerarse –. Tú y Jahziel recibieron un poder extra que no les
correspondía, están en otro nivel...
Nergal no hizo caso de las quejas de su enemigo, actuó de inmediato sin darle
la oportunidad a Iama de volver a utilizar el poder que adquirió al jurar lealtad a los
Guardianes del Destino, mientras el gigante elemental con la forma de Marduk tenía
maniatados a Iama y a Iamí, Anuk creó alrededor del guerrero una esfera de agua
densa, cuando el domador de la Shabala se desmayó, la sombra femenina
desapareció.
Océano veía fijamente a Syn, estaba seguro que la chica lo enfrentaría, no
valía la pena arriesgarse de ese modo, quizá él pudiera vencerla a ella, pero no a
Seth o a Horus, se dio la vuelta, ya buscaría otra manera de internarse en la isla.
–Está bien, mata a ese tipo, ya después arreglaremos nuestro asunto.
Una vez que Océano se fue, Amón se preparó para el combate, creó veinte
clones para que pelearan contra Syn, ésta llamó a sus bestias metálicas con
armadura de metal, a los felinos en específico, al tigre, al león y al cheeta.
Los tres felinos libraron una gran batalla pero estaban siendo controlados, los
clones de Amón no se terminaban y todos podían producir filosas armas de roca,
Syn llamó al oso polar y al rinoceronte, pero esas bestias también fueron sometidas.
Syn trató de llevar la pelea al mar pero Amón no la siguió, sabía que ahí
utilizaría a sus bestias metálicas marinas, lo que no se esperaba era que el calamar
de su oponente creara una gigantesca piscina en el área de combate, cientos de
avispas de mar fueron soltadas, mismas que electrocutaban a los clones.
–Mis muchachos son de roca pura – le advirtió Amón –, si esa agua no es densa
no les harás daño, la electricidad que causan tus avispas de mar tampoco los
afectará.
Tocó el turno de atacar a Amón, quien después de someter a las bestias de su
contrincante las destrozó, los animales eran sumamente fuertes, pero no pudieron
contra el ataque de tantos clones.
Entonces Syn hizo su siguiente movimiento, llamó a sus cobras con armadura
de metal, decenas de serpientes atacaron a los clones, éstos se deshacían de las
cobras pero empezaron a debilitarse, situación que Syn aprovechó para llamar a su
gigantesco calamar que arrasaba con los clones de Arne como si fueran figuritas de
tierra.
Amón se empezó a sentir debilitado, sus clones no le estaban respondiendo
igual, derrotó a siete de las bestias de esa chica pero había pagado un alto costo...
–¿Qué me hiciste?
–Nada, que te está afectando el veneno de mi cobra...
–Ninguna me mordió.
–Pero sí a tus clones, para controlarlos estás conectado a ellos, el veneno no
sólo ataca el cuerpo, también ataca la energía...
–Bien, entonces veamos cómo podemos detener a tu animalote.
Amón creó cientos de clones que se fueron contra el monstruo, uno tras otro, el
calamar los destruía a todos pero llegó un momento en que la tierra dejada por los
restos de los clones lo dejaron inmóvil, después, unas cuchillas metálicas que
surgieron de la tierra acabaron con la bestia marina.
Syn todavía se veía tranquila, aún le quedaban sus bestias con armadura
metálica más poderosas: los insectos. Primero atacó a Amón con sus abejas, pero
éstas fueron repelidas por un ataque de tierra de parte de los clones.
Entonces la batalla subió de nivel, Syn también podía crear un número
multiplicado de animales, quince felinos: cinco leones, cinco cheetas y cinco tigres
en armaduras metálicas atacaron a sus clones.
–Eunice ya me había advertido de tu poder – comentó Amón –, según el tamaño
de tus bestias es tu capacidad para multiplicarlas, en el caso de tus felinos puedes
crear hasta seis de cada uno, yo puedo hacer mucho más que eso...
Amón estaba feliz de finalmente utilizar su habilidad de transformación al
máximo, su poder sobre la tierra subió al nivel del grafito, ahora las mordidas de las
cobras no le afectarían, pero no sólo eso, su tierra psíquica también tenía una
cualidad de energía natural, podía crear animales de roca y él no tenía limitación
alguna.
La batalla entre las bestias de Amón y Syn era descomunal, osos y
rinocerontes con armadura metálica se habían unido a la batalla en contra de
enormes bestias de piedra de su rival, ésta abarcaba demasiado espacio, pero al
final, la carta ganadora la sacaría la miembro del equipo de Horus, sus animales con
armaduras metálicas no eran más que una pequeña muestra de sus verdaderas
bestias, una versión gigantesca de todas ellas.
Para poder convocar a sus bestias más descomunales, las pequeñas debían
fusionarse, Syn observó el campo de batalla, ordenó a sus leones y osos fusionarse,
un león de casi cinco metros de altura surgió al lado de un oso más grande aún, los
dos animales causaban un gran destrozo.
Syn tenía el poder sobre animales más grandes y poderosos pero Amón podía
crear a muchísimos más clones que ella bestias con armadura, el tamaño no
representaba un problema para él si elegía a las bestias adecuadas, la tierra
psíquica de χrne podía duplicar a una bestia siempre y cuando la hubiera “copiado”
previamente, era difícil copiar a una bestia durante una batalla, requería mucha
energía y concentración, sin embrago, el ex infante asesino del Quinto Distrito ya
había copiado previamente a las bestias más poderosas que existían: dragones.
Cientos de clones humanos y varias gigantescas bestias de grafito atacaron a
los enormes animales en armadura metálica, mientras tanto, aprovechando que
Amón estaba concentrado en el campo de batalla dando instrucciones a sus clones
una araña gigantesca logró llegar de un salto hasta él y en segundos envolverlo en
una tela metálica.
La subalterna de Horus saltó del lomo de la araña y le puso la espada en el
cuello a su rival, Amón comprendió que había perdido, todos sus clones y bestias de
piedra desaparecieron al igual que los animales en armadura de su contrincante.
–Hay que saber cuándo perder... – comento Arne decepcionado –. Felicidades,
me venciste, termina tu trabajo.
–Sólo tengo una pregunta – Syn no se veía con prisa de acabar con su rival –:
¿Está aquí el guerrero que controla varias energías elementales?
–Te refieres a mi amigo Bonzzo – Amón señaló con la mirada todo el bosque –,
por aquí anda...
–¿En dónde está?
–¿Para qué quieres saberlo?
–Él es el siguiente.
–¿En serio crees que te voy a decir en donde está mi amigo para que lo mates?
Debes estar bromeando, mejor acaba con esto de una vez...
–Está bien...
Amón veía tranquilamente cómo Syn iba a cortar la cabeza de su clon, al jurar
fidelidad a la Guardia del Destino, él había obtenido el don de la invisibilidad,
manejaba todo detrás de un clon que su enemiga pensaba era el guerrero real, en
cuanto la aliada de Horus degollara al falso Amón, Arne la atravesaría a ella.

Horus se estaba tragando sus palabras, la pelea en contra de los clones de


Amón no era tan sencilla como él pensaba, las copias eran tan duros como los
clones de Baldr y mucho más ágiles, como sólo utilizaban a Arne para labores de
espionaje no se molestó en investigarlo, era un peleador experto formado en la zona
militar de la Ciudadela.
Con su poder sobre la telequinesis, Horus pensaba acabar rápidamente con
todos, pero los clones no sólo eran muy resistentes, podían crear ataques de tierra
con los que bloqueaban los embates psíquicos del antiguo primer Oficial de Isis.
Pero la batalla ya estaba decidida desde antes de empezar, el ojo de Horus
encontró el punto débil de los clones, los debilitó con su poder psíquico y la
telequinesis se encargó del resto, todos fueron explotando uno a uno.
En ese momento Nix aprovechó para atacar a su oponente, cubrió el campo de
batalla con su oscuridad y utilizó su poder para ralentizar el tiempo a efecto de que
Horus no pudiera bloquearla, pero el Udyat lo hacía invulnerable a cualquier ataque
psíquico, el líder de los Guardianes del Destino con su ojo derecho veía
perfectamente en la negrura al igual que los embates de su oponente, bloqueó el
ataque de Nix con su espada psíquica, una versión más poderosa que la utilizada
por Daniela Malka.
Nix siguió atacando a Horus pero sabía que la batalla estaba perdida, sin las
Hespérides no era rival para él, nuevamente el ex Oficial del territorio del Este del
Quinto Distrito encontró el punto débil en el movimiento de Nitta y la paralizó, en ese
momento la oscuridad se desvaneció.
–Ya todo terminó, Nix... ¿en dónde está la llave?
–Muérete maldito. – Nitta no estaba dispuesta a ceder frente a su enemigo,
daría su vida por proteger la llave.
–La que va a morir eres tú.
–Pues mátame entonces, pero nunca obtendrás la llave, eso te lo puedo
asegurar...
–Lo haré, te mataré, pero primero me dirás en dónde está la llave...
Horus empezó a causar dolor en Nix, sabía que en algún momento se
doblegaría, la arena de Océano cubría toda la isla, sabrían si alguien llegaba a
ayudarlos, mientras tanto, seguía torturando a su compañera.
Nix gritaba del dolor, era insoportable, Horus lo estaba combinando, a veces
atacaba su cerebro otras su cuerpo, al final cedió.
–Ya basta, por favor, para el dolor, ya no aguanto – se quejaba Nitta –, dentro
del refugio hay una caja, ahí está la llave.
–Ya conozco a Minos y sus trucos baratos, tráeme la llave, tomaré el control de
tus sentidos, veré lo que tú ves, si es una trampa que puede destruir tu cuerpo ten
por seguro que te protegeré, no morirás, seguirás viva para que pueda continuar
torturándote.
–Te digo que está dentro...
Horus permitió a Nix entrar al refugio, tenía pleno control de los sentidos de la
mujer, no podría escapar, Nitta abrió una bodega, del otro lado estaba una de las
sombras de Minos que se suponía debía estar cuidando la puerta del último piso:
Grayo, la última arma de los Guardianes del Destino que protegían la llave contra
sus mismos compañeros.
La sombra tocó a Nix y regeneró sus heridas, una vez con las fuerzas
renovadas, la miembro de los Guardianes del Destino activó su poder psíquico y se
quitó la intervención de Horus, Grayo le habló:
–Quédate aquí, yo pelearé con él, si me vence quedará tan débil que tú podrás
matarlo...
Grayo salió volando a toda velocidad, pero cuando abandonó la cueva Horus
ya no estaba, él era una de las sombras más poderosas de Minos, el ideal para
derrotar a Horus, por eso resguardaba la última puerta junto con Gorgón, era
prácticamente indestructible, invulnerable a los ataques físicos y psíquicos, además
de que podía regenerarse y volverse invisible, el líder de los Guardianes del Destino
sólo podía controlar a esa sombra a través de Seth.
La sombra observó con detenimiento el lugar, entonces lo entendió, se volvió
invisible, al hacerlo entraba en una especie de antesala a otra dimensión, observó el
rastro de energía que se dirigía hacia dentro del refugio, Horus engañó a Nix, había
anticipado la trampa, cuando Grayo quiso entrar al refugio una fuerza de telequinesis
cerró la puerta metálica de la entrada impidiéndole ingresar de nuevo a la cueva.

Seth eludió el ataque de fuego de Tyr y en segundos se acercó a él, de un sólo


impacto lo derribaría, lanzó el golpe mortal al cuerpo de Bonzzo pero no logró
conectarlo, lo que golpeó fue el cabello de Eunice que se estiró hasta donde se
encontraba su compañero.
El controlador de la tierra eléctrica observó su puño, tenía varios cortes, cada
hebra del cabello de Eunice era una filosa arma
–Esto no es bueno, tu cabello no debería dañarme, mi piel es invulnerable... –
dijo Seth.
–No a mi poder, idiota – le respondió la hija mayor de Kara Vega –, mi cabello
inhibe cualquier energía, además, mis uñas, mi cabello y mi látigo laceran como un
arma sagrada, te voy a cortar en pedazos...
Eunice atacó con su látigo a Seth que se defendió con su espada, estaba
sorprendido, esa chica tenía el poder de matarlo y era demasiado hábil peleando, él
sabía por qué, el gran Beleth fue su maestro.
Seth atacó a Eunice con su tierra eléctrica, la fusión de sus elementos sería
suficiente para derrotarla, pero el cabello de la chica no sólo cumplía como elemento
ofensivo, también era un poderoso escudo, cortaba cualquier ataque, las fusiones
las separaba.
Tyr aprovechó que Seth estaba completamente ocupado en atacar a Eunice
para golpearlo, creó una chispa de electricidad con los guantes que le elaboró
Ganesh y después lanzó un descomunal ataque a su contrincante, Seth al recibir el
impacto gritó de dolor.
Eunice inmediatamente completó la labor de su compañero envolviendo por
completo a Seth y cortando todo el cuerpo de su rival con su cabello.
–Creo que lo logramos... – dijo Tyr.
–El tipo no era la gran cosa – contestó Eunice.
Mientras ellos hablaban, las partes cortadas del cuerpo de Seth se estaban
uniendo a través de una oscura sombra hasta volver a la normalidad, a una
velocidad impresionante atacó a Eunice pero su cabello la defendió.
–Al parecer serás más difícil de matar de lo que creía... – comento la miembro
de los rebeldes.
–Ya perdiste tu oportunidad, niña...
El brazo de Seth estaba metido por completo en los cabellos de Eunice,
totalmente destrozado, los pequeños trozos de arena que habían botado de su piel
estaban cerca de la piel de la hija mayor de Lady Lyra, el ataque de fusión de tierra y
electricidad fue fulminante, la chica de los cabellos metálicos no tenía una armadura
que le cubriera directamente su piel, cayó derrotada. Seth volteó a ver a Tyr.
–Tú serás más fácil...
El guerrero de confianza de Horus corrió hacia Tyr, quien lo atacó con el poder
de tres fuerzas elementales distintas: hielo, fuego y metal, Seth ni siquiera se
molestó en esquivarlas, recibió el daño con su cuerpo, al tiempo que recibía los
ataques se veía la oscuridad dentro de él y después su piel se regeneraba, una vez
que estuvo cerca de Tyr lo molió a golpes con su fuerza superior.
Bonzzo cayó pero aún no estaba derrotado, había establecido una defensa
metálica del mismo material de los gusanos metálicos de Ganesh que junto con su
poder aumentado elevaba su armadura a un nivel de dureza de nueve, con este
mismo metal maniató a su rival.
En una demostración de fuerza descomunal, Seth rompió sus ataduras, de
nuevo atacó a Tyr golpeando una y otra vez su armadura, la fuerza y la violencia con
la que lo hacía estaba destruyendo la defensa de Bonzzo.
Tyr volvió a caer, esta vez con la armadura destrozada, Seth se veía
incontenible, lo mataría a golpes, sin embargo, antes de que empezara la golpiza
final, un ejército de hormigas con armadura metálica cubrieron todo el cuerpo de
Seth, lo mordían mientras le robaban la energía.
Bonzzo volteó, quien lo estaba ayudando era Syn, la chica no dijo nada, sólo lo
veía, el ex Oficial de Thor se acercó a ella.
–Hola...
–Hola – respondió Syn sosteniéndole la mirada, un leve rubor se notaba en sus
mejillas.
–Gracias por salvarme la vida...
–Tú me ayudaste una vez, sólo te estoy devolviendo el favor.
–Me llamo Hellios Kray pero todos me dicen Bonzzo... ¿cómo te llamas tú?
–Labra, Labra Alkes.
–Oye Labra... ¿tendrás problemas con tus amigos por haberme salvado?
–Seguramente, no me importa, ya lidiaré con eso después.
–¿Te gustaría venir conmigo? Desde que te vi la primera vez no he dejado de
pensar en ti.
–Me pasa lo mismo...
–Tú no eres como ellos, Labra, no sé por qué estás a su lado pero lo que hacen
está mal...
–Horus me salvó la vida.
–Eso no lo convierte en tu dueño, no confundas el agradecimiento con el
servilismo, por eso estamos peleando, por la libertad, tú puedes elegir, tienes la
capacidad de decidir qué hacer: irte con Horus a seguirle sirviendo o quedarte
conmigo, esto no es casualidad, no puede ser una coincidencia la atracción que
sentimos el uno por el otro, ven conmigo...
Tyr le extendió la mano a Syn quien estaba a punto de tomársela cuando Seth
se liberó, su cuerpo era oscuro como el de una sombra con algunos fragmentos de
piel, estaba furioso.
–Maldita traidora, en este momento los mataré a los dos...
Seth nuevamente tomó carrera contra sus compañeros de los Guardianes del
Destino, Syn se colocó por delante de Tyr pero éste la hizo a un lado, el brazalete de
Ganesh soltó aire, al mismo tiempo con sus dos guantes creó fuego y electricidad,
Bonzzo los juntó para crear una ráfaga de energía pura, el impacto derribó a Seth,
pero el guerrero se volvió a poner de pie.
– Hace falta mucho más que eso para derrotarme...
Seth no pudo decir más, un gigante cayó del cielo sobre él aplastándolo por
completo, el hombretón de armadura azul marino se volteó hacia Tyr y Syn, los
señaló y les preguntó con voz amenazante:
–¿En dónde está mi madre? ¿En dónde está Nix?
–¿Quién demonios eres tú? – preguntó Bonzzo.
–Soy hermano de Jahziel, mi madre está en problemas, dime donde está antes
de que te destroce...
Tyr señaló el cuerpo caído de Eunice.
–Levántala y sígueme...
Tyr no le dio a Syn tiempo de reaccionar, tomó su mano y corrió hacia el
refugio que Nix debía cuidar, una vez que Labra sintió el tacto de la mano de
Bonzzo, supo que jamás se volvería a separar de él.

Océano observó los caballos alados color crema entrar a la isla a través de su
arena, el más grande se siguió de largo, pero el otro se fue contra él, el Guardián del
Destino de inmediato atacó al Caballero Fantasma con su tierra de fuego, pero Sir
Gene se adelantaba a sus ataques esquivándolos en el último segundo.
–Conozco ese poder, es una versión parecida a la habilidad de Nix, pero no
podrás dañarme – amenazó Océano –, mi arena psíquica me dirá por dónde me
atacas...
–Un poder parecido al mío – comentó Jahziel.
–χsí es pero no sólo puedo predecir tus ataques… – la tierra de Océano rodeó a
Jahziel, una sombra inhibió sus capacidades –. Mi tierra de sombras inhibe tus
habilidades psíquicas y naturales, por lo que tampoco podrás usar las cien cabezas
del dragón Ladón, ahora te destruiré con mi tierra de fuego…
El novel Sir Gene se veía tranquilo, incluso una leve sonrisa adornaba su
rostro.
–¿De qué te ríes si te he vencido por completo? – preguntó Océano.
–De que tú has perdido, mi capacidad de adelantarme al tiempo me permitió
bloquear tu arena psíquica.
–Eso no te sirve de nada si ya te tengo maniatado…
–¿Y qué me dices de mí?
En cuanto Océano volteó cayó en la ilusión de Sir Exxus, se encontraba en los
cuarteles generales de los Guardianes del Destino en Ishtar, lo estaban torturando
para que dijera qué es lo que había sucedido con sus compañeros, el puro recuerdo
de lo sucedido doblegó al guerrero, en aquel entonces no dijo una sola palabra, eso
salvó su vida, ahora no tenía por qué encubrir a nadie.
Sudaba sólo de pensar en la tortura, Dagan y Baldr eran despiadados, él no
quería volver a pasar por eso, no lo soportaría, empezó a gritar lo que querían saber,
mientras el Caballero Fantasma conocido como "el Confesor" lo observaba todo
sentado en una silla con las piernas cruzadas, Océano suplicaba:
–Fue Nix, ella lo planeó todo, yo fui engañado, por favor no lo hagan, no me
torturen otra vez, diré lo que quieran, juro que lo diré, nooooo...
Dagan sacó una semilla de la que brotó una planta espinosa en forma de
cuerda, Baldr formó su látigo de plata y a un ritmo lento pero constante empezaron a
azotar a su compañero.
En la playa de la isla de las tempestades, Mikael observaba a Océano caer de
rodillas, babeando, después se desplomó golpeando su rostro contra la arena, el
trisquel que había sustituido su pupila en su ojo derecho desapareció para volver su
ojo a la normalidad. Una vez que el Guardián del Destino ya no era un peligro, le
habló a su compañero:
–Ese tipo era un idiota, con su arena de sombras nos pudo haber bloqueado a
los dos, pero se confió. El pobre diablo no volverá a levantarse, Jahziel, vamos por
tu madre...

En el refugio de la isla, el guerrero conocido como “Goliath” encontró a la


sombra de Minos golpeando una puerta metálica, se acercó amenazante a ella.
–¿Del otro lado está mi madre?
La sombra afirmó, de un golpe del gigante la puerta salió volando, de inmediato
la sombra se internó en el refugio, cuando llegó hasta Nitta, ésta ya había fallecido,
buscó por el lugar a Horus pero ya no se encontraba ahí, cuando llegó Sir Num y vio
a su madre la tomó en sus brazos y salió con ella.
Afuera ya se encontraban sus compañeros de Orden así como Tyr, Syn,
Nergal, Eunice y Amón, quien no vio la necesidad de matar a la chica con la que
combatió, Syn había dejado en libertad a su clon pensando que era el guerrero
original con la condición de que le dijera en dónde se encontraba Tyr. Jahziel se
acercó lentamente a su hermano y acarició el rostro de su madre.
“Goliath” le entregó el cuerpo de σix a su hermano, "la película" empezó a
reproducirse en su cabeza con una fuerza indescriptible, señaló a los Guardianes del
Destino que se encontraban ahí.
–Ustedes son los responsables de esto, todos van a morir.

En el paraje de Samath, estado de Levit, Loki observaba sonriente a su tío,


estaba a punto de drenarle todo su poder, Aries apenas si podía moverse, veía con
odio al asesino de sus dos hermanos menores.
–Esa mirada tuya me incomoda, tío – comentó Loki fingiéndose ofendido –,
creo que te sacaré los ojos antes de matarte... ¿Quién lo iba a decir? Un tipo con un
origen humilde como yo, un bastardo, fue quien mató a todos los hijos del gran
héroe de guerra, Elan De Grieff padre.
–Y a todos a traición o cuando ya no podían defenderse, eso le queda bien a un
bastardo... – respondió Aries con la voz entrecortada, su vida estaba por expirar.
Entonces se escuchó un grito de dolor, Loki veía el ojo derecho de Aries, lo
tenía agarrado a la altura de su rostro con los dedos índice y pulgar, la sangre
salpicaba el rostro del Patriarca de los De Grieff, de la cuenca vacía también salía el
líquido vital, Gunnar le hablaba al guerrero moribundo observando el ojo arrancado
entre sus dedos.
–Pensé que tu ojo sería de metal o algo así, tío, pero es como todos los demás,
que decepción, dime... ¿ves a tu sobrino o a un Dios?
–Ahora que te veo bien no somos muy distintos, Gunnar – dijo Elan con la voz
cada vez más apagada –, siempre desprecié a mi hermana por haber engendrado a
un ser como tú, pero la verdad es que me despreciaba a mí mismo, tú saliste igual a
mí pero en versión villano, algo muy pero muy malo. Veo a un enfermo mental que
pronto será detenido...
Loki movió la cabeza en sentido negativo.
–Ya me cansé de escucharte tío, tu lengua tampoco te sirve ya...
El FILO número seis cortó la lengua del FILO Divino número dos, Aries con
toda la boca sangrante sólo se limitaba a ver a su sobrino con el único ojo que le
quedaba.
–Me gustaría seguir torturándote, tío, pero tengo asuntos que arreglar con
Miguel, no puedo permitir que se muera antes de drenar su poder, pero no puedo
arriesgarme a darte unos segundos más de vida y descuidarte, ya vi lo que le hiciste
a ese pobre bastardo por haberse confiado, yo no te daré esa oportunidad, te dejaré
ese único ojo que te queda para que veas como me robo tu poder...
Loki apretó con su mano izquierda el ojo que había sacado de la cuenca ocular
de Aries así como su lengua hasta deshacer ambos, limpió su mano en la ropa de su
tío y después pateó la espada Arietis fuera del alcance del líder del Círculo del
Zodiaco.
En su mano derecha se formó una esfera multicolor, Elan supo de inmediato lo
que sucedería, decidió que no le permitiría a su sobrino robar su espada y su poder,
pensó en todos sus actos, en el monstruo que ahora era y en todos sus seres
queridos que confiaron en él, personas a quienes traicionó, ahora que veía a su
sobrino de cerca se vio a él mismo, el despreciable ser en el que se había
convertido, en ese momento la muerte, esa muerte a la que tanto temía, no se veía
tan mala, la verdad era que cada vez le resultaba más difícil vivir con las decisiones
que había tomado, todas equivocadas, lo mejor que le podía pasar a sus
compañeros, a sus hermanos del Círculo, a sus familiares, a sus hijos y a su país es
que alguien como él dejara de existir, con lo último de energía que le quedaba hizo
desaparecer sus guantes y su espada suprema, después unas filosas cuchillas
metálicas salieron de su cuerpo, al instante murió.
Loki maldijo por lo alto cuando su esfera multicolor no causó ningún efecto en
el cadáver de su tío, vociferando insultos pateó el cuerpo inerte de Aries hasta que
voló a una distancia que no valía la pena recorrer para seguirlo golpeando, después
se calmó, al final Aries no era su objetivo, era el otro guerrero moribundo que se
encontraba algunos metros adelante.
El portador de Arondight no deshizo su esfera multicolor, no podía darse el lujo
de perder a Miguel, se llevó la mano derecha a la espalda y se aproximó al Arcángel.
El Patriarca de los Yaotl se encontraba en peor estado que Aries, respiraba
trabajosamente, estaba a un par de minutos de expirar, tal vez a menos, le dijo con
señas al FILO número seis que se acercara, Loki se aproximó a él y acercó su oído
al rostro del Arcángel para escuchar mejor.
–¿Está muerto? ¿Elan está muerto?
–Así es, Miguel – le respondió Loki dándole unas palmadas en el pecho –,
ganaste, Aries murió antes que tú.
Una sonrisa cruzó el rostro del Arcángel, no vio cuando lo golpeó la esfera
multicolor. Al absorber el poder de Miguel, Loki lanzó un grito de dolor, sintió que le
desprendían todas sus extremidades y que el resto de su cuerpo se quemaba en el
fuego más intenso, después, calma total.
Loki le quitó los guantes blancos de poder con símbolos azules al cadáver de
Miguel y se los puso él mismo, el derecho por encima de su guante gris con
símbolos negros y el izquierdo encima del guante negro con símbolos grises que le
había robado a Poseidón, ambos se fusionaron con los guantes del Arcángel
conocido como "el que es como Dios", los símbolos de los guantes cambiaron,
después tomó la espada Génesis.
Gunnar se observó en el filo de la espada suprema, su cabello ahora era
blanco, como el de la rama principal de la familia De Grieff, no esperó más, se
introdujo “la espada de oro” en la espalda, un aura multicolor lo rodeó, después, sus
ojos se tornaron oliva brillante, sus pupilas aparentemente no cambiaron, sin
embargo, en ellas se había formado el símbolo de su guante derecho:

Al mismo tiempo, en su cuello apareció el tatuaje de su guante izquierdo:

De su mano derecha surgió su espada, pero ya no era Arondight, ahora era


Quetzalcóatl, la espada elemental, finalmente se había transformado en Kukulcán,
ahora tenía pleno derecho a ocupar la silla presidencial, alzó la mirada y se
concentró, los símbolos en sus ojos ascendieron al siguiente nivel, ahora se
vislumbraba la fusión duplicada del símbolo de su guante derecho, los ojos de
serpiente:

De igual forma, el tatuaje en su cuello se duplicó, mostrando el símbolo de las


dos serpientes representativas de las bestias que formaban a la serpiente
emplumada: Midgard la serpiente elemental y Galahad, la serpiente negra.

Gunnar se siguió concentrando, el poder lo invadía por completo pero ya no


pudo elevar más su poder, observó su brazo izquierdo, ya había desaparecido el
tatuaje que tenía de la empuñadura de Arondight, se concentró en su bestia mítica,
la enorme Midgard.
La serpiente de agua se veía diferente, ahora que Loki había alcanzado la
cúspide de su poder la bestia también tomó su forma original, sus escamas ya no
sólo eran azules, controladoras del elemento agua, ahora eran multicolor, se habían
agregado a su cuerpo escamas verdes de viento, rojas de fuego y amarillas de tierra,
Midgard estaba completa, la bestia no tenía los mismos ojos de su amo, el símbolo
en sus córneas era el triplicado que distinguía al FILO número seis:

En ese momento alguien habló directo a la cabeza del nuevo FILO Divino
número uno.
–¿Está hecho?
–Listo, tanto Miguel como Aries están muertos – respondió Gunnar De Grieff
viendo alternativamente con un gesto de burla a los dos guerreros que se decía eran
los más poderosos del país y habían sido asesinados por él.
–Recuerda tu promesa... – el tono utilizado por la voz en su cabeza era una
mezcla de súplica e imposición.
–No te preocupes, Virgo, después de todo lo que he hecho, lo único que tengo
sin mancillar es mi palabra, nadie sabrá que tú me enviaste hasta aquí.
–Espero que así sea.
Virgo cortó la comunicación, en ese momento el nuevo Kukulcán sintió la
presencia de los guerreros que se aproximaban, insectos, ni siquiera se molestó en
aplastarlos, no eran rivales para él ni valía la pena perder el tiempo con ellos, tenía
un país que conquistar, subió en la serpiente potenciada, la cual apoyándose en sus
escamas de viento se alejó del lugar volando a gran velocidad.

Cross, Quantum y Orión llegaron prácticamente al paraje de Samath al mismo


tiempo que Siege, Fausto y Troy, todos a través de la dimensión del espacio que
controlaban Quantum y Balar. El Bérserker Celestial apoyándose en su poder de
nacimiento de abarcar grandes distancias en un instante y Fausto con el poder de su
tercer ojo, poder que había adquirido cuando juró lealtad al grupo protector del
Tercer Distrito.
Los miembros de la Armada Elemental eran los designados para pelear en
contra de Miguel, Fausto ya les había contado a sus compañeros que el Arcángel
mayor no era su enemigo, más que pelear en su contra pactarían su alianza con
Levit, sin embargo, sus planes se cayeron por los suelos, fueron contactados de lo
sucedido pero al igual que Escorpión, llegaron demasiado tarde.
Cross observaba el cuerpo sin vida de Aries mientras Siege revisaba el
cadáver de Miguel.
–Los dos están muertos, Cross, se mataron el uno al otro...
–No, Siege – Cross observaba detenidamente los dos cadáveres –, pelearon el
uno contra el otro pero ellos no fueron los asesinos de su contrincante, Aries
claramente se suicidó, alguien lo estuvo torturando, le faltan el ojo derecho y la
lengua, observa las estacas metálicas en su cuerpo, por la forma puntiaguda de
éstas claramente se nota que estas salieron de él y no que ingresaron.
–Tienes razón...
–Y ve a Miguel, alguien lo drenó por completo, creo que se trata de Loki, ya nos
habían advertido de su técnica para obtener el poder de otros, seguramente Aries se
resistió a que su poder fuera absorbido pero el Patriarca de los Yaotl no tuvo tanta
suerte.
–El cuerpo de Miguel aún está caliente, Loki no ha de estar muy lejos... – dijo
Fausto.
–¿Orión? – preguntó Cross.
El Bérserker Celestial se concentró, no por nada le decían "el cazador", aún
pudo captar la esencia de Loki.
–Puedo decirte por dónde se fue, pero no sé si podemos alcanzarlo, va con
dirección al norte, seguramente hacia Aztlán...
–Vamos en aquel vehículo que está ahí – Cross señaló un pequeño todoterreno
convertible que se veía a doscientos metros –, seguramente era de Aries o Miguel,
Quantum, llévate los cuerpos de los Patriarcas...
–¿También el de Miguel? – preguntó el más joven de los guerreros de la
resistencia.
–Es el padre de Rafael – le explicó Escorpión sin lograr evitar hacer una mueca
de tristeza y decepción por lo sucedido –, su familia querrá sepultarlo como es
debido...
–Está bien...
–Alguien debe acompañar a Quantum... – el portador de Antares se dirigió a sus
otros tres compañeros, los que habían partido con anticipación a Levit para
supuestamente pelear con el Arcángel Miguel, Orión no podía ser el elegido, lo
necesitaba para cazar a Gunnar De Grieff.
–Lo haré yo, Cross. – Se ofreció Troy.
Quantum desapareció con los cuerpos sin vida de los Patriarcas y con Troy, la
distancia era demasiada para su poder y tendría que hacer muchas escalas,
Tsukuyomi iba con él para protegerlo.
Cross y los otros tres guerreros se dirigieron a toda prisa al todoterreno, debían
darse prisa si deseaban alcanzar a Gunnar De Grieff.
–Espero que el sobrepeso no afecte mucho la velocidad del vehículo – comentó
Cross –, se ve que es rápido pero sólo tiene asientos para dos personas...
–No hace falta que todos viajemos en él, Cross – dijo Orión –. Yo soy el más
pesado de los cuatro pero no necesito un vehículo para transportarme, me hacen
más lento, ustedes utilicen ese todoterreno y síganme...
Así lo hicieron los tres guerreros pero cuando se disponían a abordar el
vehículo un gigantesco puño de energía pura destruyó el pequeño todoterreno,
Escorpión, Balar y Dagda saltaron evitando ser impactados, Siege y Cross no
necesitaron voltear a ver a su agresor, ambos sabían de quien se trataba, sólo
existía una persona en todo Arcadia con ese poder: su amigo.
–¿Qué demonios haces, Craig? – preguntó Siege viendo con furia a su amigo.
El ser de energía pura que había destruido el vehículo se difuminaba detrás de
Sir Baruch, quien se encontraba acompañado de Sir Isaías, los dos estaban
tranquilos, no se notaba que quisieran pelear.
–Nada personal, Siege – le respondió Craig –, es sólo que Loki necesita hacer
lo suyo...
–¿Estás con él? – preguntó sorprendido Cross.
–De ninguna manera, ese tipo está enfermo, pero tiene una función que hacer,
después nos haremos cargo de él.
–¿Qué sucede contigo, Craig? – preguntó el hijo de Thore Hobbs viendo
decepcionado a su amigo –. ¿De qué lado estás?
–En ninguno de los que pelean ustedes, Siege, nosotros somos una tercera
opción para el país, la que lo va a liberar de manera definitiva, somos la opción de
Radamanthys...
–¿Qué opción es esa? – Dagda se sentía perdido ante las explicaciones del
Caballero Fantasma de la Orden de Riazor.
–Con gusto te la diré, amigo, necesitas acompañarme al paraje de Beocia en
Riazor...
–Ahora no hay tiempo para eso, Craig – interrumpió Cross a sus compañeros al
tiempo que les daba la espalda a las Espadas Reales, necesitaba alcanzar a Loki –.
Siege... ¿tú y Fausto pueden encargarse de esto?
–No hay problema – contestó Siege no muy convencido de sus palabras –, no
sé qué sucede aquí pero vete con Orión, yo me encargo de Craig.
–Orión...
–Te va a doler un poco, ωross…
El gigante tomó a Cross del hombro y a una velocidad casi imperceptible salió
disparado con él, nuevamente una mano gigantesca de energía pura trató de
detenerlos pero Dagda la destruyó con su agua helada, entonces Sir Isaías intentó
detenerlos aprisionándolos con su domo indestructible pero Balar utilizó la habilidad
de su ojo derecho, aquel que le brindaba el poder de su padre, su córnea y retina
desaparecieron quedando el interior del ojo totalmente blanco y brillante, el domo del
Caballero Fantasma explotó antes de llegar hasta Cross y el Bérserker Celestial.
–Orión y Cross se han marchado, Craig... – le dijo Siege –. ¿Ahora qué es lo
que piensas hacer?
–Asegurarme que tú y Fausto no los sigan, amigo...

Cross y Orión estaban avanzando a una velocidad de vértigo, Escorpión sentía


una intensa descarga eléctrica en todo el cuerpo y veía que todo a su alrededor se
difuminaba sin alcanzar a ver la forma real de las cosas, Saipher cada vez sentía
más fuerte la esencia de Loki, estaba seguro que lo alcanzarían hasta que un rayo
de electricidad los atacó.
Orión logró destruir el ataque con su poder sobre el agua pero el embate lo
obligó a detenerse, el enemigo entonces se mostró, un guerrero con armadura
metálica de león se acercó a ellos mientras descubría su rostro, era Cadmus
Albarán. El guerrero saludó a su antiguo compañero escolar.
–Hola Cross...
–Cadmus – Cross devolvió el saludo, el ver ahí al hermano de Gullet sólo
significaba una cosa, que ya no podría seguir cazando a Loki.
–Creo que no es necesario decirte por qué estoy aquí...
–No, vienes a saldar cuentas por la muerte de tu hermano.
–No, amigo, no a saldar cuentas por una muerte, conocía bien a mi hermano y
sabía de lo que era capaz, si estaba traicionando a los suyos merecía morir, estoy
aquí para vengarme por la horrible manera en que lo destazaste.
–Él ayudó a asesinar a Christina Riazor... – se defendió Cross tratando de evitar
una pelea con su antiguo compañero de sus épocas de estudiante en la Ciudadela.
–Y pudiste haberlo matado honorablemente – le reclamó el guerrero llamado
Fuxi de la Armada Elemental –, en un duelo de guerreros, no como a un criminal ni
con el sadismo con el que lo hiciste, los dos sabemos que sus poderes no tenían
comparación, veremos cómo peleas contra alguien que es tan fuerte como tú.
Escorpión volteó a ver a Orión, sabía que no le iba a ser posible evitar esa
pelea.
–Ve tras Loki pero no intentes atraparlo, sólo investiga qué es lo que va a
hacer... ¿entendiste?
–¿No quieres que te ayude? – Orión estaba listo para destruir al miembro oculto
de la Armada Elemental, deseaba demostrar porqué hasta el mismo Elohim temía
enfrentarse a él.
–No – respondió Escorpión tajantemente –, Cadmus tiene derecho a su
venganza, yo me encargaré de esto, el movimiento necesita con urgencia saber qué
sucede con Loki, ve tras él.
–Está bien... – respondió Saipher Rigel decepcionado, pensó que Fuxi sería un
buen sinodal para probar sus habilidades.
Orión trató de correr con su gran velocidad ayudándose de su poder sobre el
rayo pero no lo logró, sólo dio un par de zancadas y se quedó estático, alguien le
había suprimido su poder. Cross le preguntó.
–¿Qué sucede?
–No lo sé, mis habilidades has sido selladas de alguna manera – dijo Orión
observando alrededor –. Creo que tenemos más compañía.
Cross trató de crear energía y tampoco lo logró.
–Corre, amigo – le advirtió a Orión –, sólo hay una persona que conozco que
puede hacer esto, yo trataré de demorarla, no te detengas, cuando estés lejos de su
alcance podrás usar nuevamente tu poder.
–¿Y crees que va a ser tan fácil que se vaya? – preguntó Diana Kray que salía
de entre los árboles, estaba acompañada de su hermano Apolo –. Fuxi se encargará
de los dos en un instante...
En ese momento una enorme ave tomó a todos desprevenidos, a gran
velocidad con sus grandes garras asió el cuerpo de Fuxi y se alejó con él, Lady
Alyassa no tuvo oportunidad de reaccionar para inhibir a quien controlaba a la bestia
que se perdió con el miembro oculto de la Armada Elemental en el horizonte,
entonces Orión sonrió y le comentó al oído a Cross.
–No sólo corro rápido con mi poder, soy un velocista, si los puedes detener unos
minutos no me alcanzarán...
–Hecho...
Las cosas se dieron en segundos, Orión corrió hacia la dirección más alejada
de Lady Alyassa, Sir Dhul-kifl trató de interceptarlo pero vio que era imposible, el tipo
era rápido, invocó a su bestia para alcanzarlo pero no vio a Cross que en un instante
se colocó a su lado y lo golpeó en el rostro con la empuñadura de Antares.
Diana Kray fue en ayuda de su hermano y chocó espadas con Cross, Apolo se
dolía con la mano en el rostro cuando su hermana lo alertó.
–El tipo es rápido, Apolo, alcánzalo antes de que se salga de mi rango de
restricción.
Sir Dhul-kifl montó rápidamente en su corcel alado para seguir a Orión, pero
cuando la bestia despegó el guerrero cayó al piso nuevamente, el Caballero
Fantasma soltó una maldición, todavía se sentía desorientado por el golpe de Cross,
furioso se incorporó y montó en su caballo, éste se elevó por los cielos y empezó la
persecución.

Fuxi era llevado a gran velocidad por los aires, sacó su espada Katana y se
dispuso a herir la pata de la bestia, sin embargo, ésta se volvió aire y no fue herida,
en ese momento soltó a su presa que se fue contra el suelo a una distancia de
doscientos metros.
La caída fue impactante, pero Cadmus no estaba lastimado, había logrado
establecer su armadura metálica en forma de león. A su lado aterrizó una guerrera
suavemente, como una pluma.
–¿Quién demonios eres tú y con qué derecho estorbas en mi duelo? – preguntó
un furioso Fuxi que ya había descubierto su rostro.
–Soy el FILO Oscuro número siete. Portadora de la espada oscura Anubis, "la
espada de los muertos". Mi nombre es Isis y estoy cansada de cuidar mi escuela,
quiero pelear...
–Esto no será una pelea, tonta, será una masacre...
Fuxi volvió a convertirse en una fiera metálica, él era un león, su melena
metálica se electrificó hasta parecer un destello luminoso, abrió su hocico metálico y
de él surgió un poderoso relámpago explosivo, mismo que Isis congeló de inmediato
con su viento azul.
–Espero que esto no sea tu masacre, eres patético...
La cabeza de Fuxi volvió a asomar de su armadura metálica.
–Sólo te estoy probando, mi madre pertenece al Clan Kakkab de Hamal, de ella
adquirí esta armadura, pero mis habilidades van mucho más allá de eso, yo nací con
el máximo poder de mi familia paterna: los Albarán, ahora comprobarás lo que es
enfrentarte a la muerte...
Fuxi llamó a dos de sus ocho sombras inmortales que manejaba, a Lan, la
controladora de las flores metálicas y a He, su peleadora cuerpo a cuerpo.
–Para que no haya ventajas indebidas dejaré que mis dos chicas se encarguen
de ti.
Alrededor de todo el campo de pelea surgió un jardín de flores metálicas, a un
movimiento de los brazos de Lan, los pétalos de las flores atacaron a Isis que
estableció su defensa de aire.
Los pétalos metálicos se fusionaron con el viento azul de Isis, a su alrededor
formaron un torbellino que le impedía a Fuxi ver a la Juez del Este del Quinto
Distrito, entonces correspondió el turno de atacar a He, una sombra metálica con
alas y grandes garras, ésta se internó caminando tranquilamente en el frío torbellino
metálico.
Los pétalos metálicos empezaron a destrozar el cuerpo de He, pero éste se
regeneraba prácticamente de inmediato hasta que llegó al otro lado del tornado
donde se encontraba Isis. Los ojos de la FILO Oscuro se tornaron verde oscuro y de
la palma de su mano derecha auxiliándose con su guante de poder negro con
símbolos grises extrajo su arma oscura, primero surgió la espada Bastet por
completo, una vez hecho esto, Isis juntó la empuñadura del arma extraída con la
palma de su mano derecha y después extrajo, unida a la empuñadura de Bastet, la
espada Hestat.
Auxiliándose con la espada oscura Anubis, Isis trató de cortar la cabeza de He
pero la sombra se defendió con sus afiladas uñas, Nefert extendió su defensa de
viento para tener más capacidad de movimiento, si su cuerpo era tocado por esos
pétalos sería cortada en pedazos.
He atacó nuevamente, después de varios choques contra Anubis sus uñas
eran cortadas pero inmediatamente le crecían para seguir combatiendo, Isis trató de
aprovechar su velocidad pero el campo de batalla nuevamente se redujo, Lan había
incrementado el poder de su ataque.
Isis estaba empezando a cansarse, necesitaba ayuda, su pupila desapareció y
en su lugar se formó el símbolo que la distinguía como el FILO Oscuro número siete
por duplicado, había tomado para sí las habilidades del Grifo.

De su espalda surgieron dos enormes alas duras como el metal, su fuerza se


incrementó y de sus manos también salían grandes garras, con las plumas de su
espalda cubriéndola colisionó contra los pétalos de Lan, después, con su nueva
fuerza y garras destrozó a la sombra.
He aprovechó la ocasión para atacar a Isis, estaba desprotegida y a su merced,
gracias a sus alas era casi tan rápida como la Juez del Este y por la proximidad a la
que se encontraba era imposible que esquivara su ataque, encajó sus grandes
garras en su espalda...
Fuxi sonrió, la pelea había terminado, pero la sonrisa se le borró cuando
observó que las garras de He habían desgarrado el aire, el Grifo podía volverse
inmaterial y ahora Isis tenía sus capacidades físicas, Nefert endureció su brazo y con
sus garras traspasó el cuerpo de He, éste se empezó a regenerar pero al mismo
tiempo atacó a la sombra con su viento azul, éste era una fusión de hielo y aire, la
fusión endureció por completo a la sombra congelándola y después a una gran
velocidad con Anubis le cortó la cabeza.
Cadmus aplaudía alegremente, Isis lo tenía deslumbrado, nunca se había
enfrentado a nadie como ella, pero notó que estaba traspirando.
–Excelente, Isis, esa fuerza... me tienes impresionado, pero ya te ves cansada,
veamos como reaccionas ante el poder de otras dos de mis sombras...
Fuxi convocó a dos más de sus inmortales: a Zhang, el lector de mentes y a Li,
el creador de ilusiones, esta vez la batalla contra Isis sería no sólo física, sino
también psíquica.
Zhang peleaba con una espada y Li con un báculo, Fuxi sabía que en algún
momento Isis sería dominada por las ilusiones de Li y se materializaría, mientras,
Zhang leería sus movimientos y auxiliaría a la otra sombra para que esquivara los
ataques de su rival hasta que tuviera la ocasión de atacar.
Isis cada vez estaba más cansada, no sabía en dónde se encontraba el
enemigo y ya la habían herido y golpeado varias veces, debía utilizar su máximo
poder si quería sobrevivir a ese enfrentamiento, un gran torbellino de aire azul se
formó a su alrededor, la potencia arreció hasta que se formó una columna de viento,
con Anubis la rasgó y de su interior surgieron cinco sombras, sus antiguos oficiales:
Ra, Sejmet, Thot y Maat, todos acompañados por una sombra de Seth.
Fuxi observó a las sombras y no creía lo que veía, nadie le había hablado de
ese poder de Isis, la Juez del Este del Quinto Distrito sonriendo se lo explicó:
–Este es el pacto de la Duat, yo a través de mi espada oscura puedo extraer el
máximo poder de mis oficiales a cambio de su servicio aún después de muertos...
–Pero Seth aún está vivo... –comentó un todavía sorprendido Fuxi.
–Dije "aún", Seth vive pero su sombra me pertenece, ese fue el precio que pagó
por ayudarle a sacar su máximo poder.
–Mis sombras son más poderosas que las tuyas...
–Eso lo veremos, mis sombras tienen una restricción de poder, no pueden
superarme, veremos si tus sombras sí pueden hacerlo...
La guerra de sombras comenzó, Fuxi se vio obligado a llamar a sus inmortales
restantes: Lu, Han, Zhongli y Cao. Isis convocó al Grifo para igualar la batalla, seis
contra seis. En sus ojos al igual que en los de su bestia se formó el símbolo por
triplicado que la distinguía como el FILO Oscuro número siete:

De inmediato Lu se fusionó con su espada y se convirtió en un dragón, éste


atacó directamente al Grifo; Han sacó su flauta, al compás de su melodía surgieron
varias plantas carnívoras que atacaron a la sombra dominadora del fuego: Ra.
Zhongli peleó con su espada en contra de la sombra de Seth que sólo
manejaba el elemento tierra; Cao, el usuario de la energía psíquica que podía
controlar los cuerpos fue rival de Thot, la sombra del fallecido oficial de Isis que sólo
conservaba de éste la habilidad de desvanecerse, ideal para pelear con Cao.
La sombra de Maat no podía convocar al dragón de dos cabezas
Amphisbaena, pero conservaba la facultad de controlar el viento y de regenerarse de
la ex oficial de Isis, se enfrentó con el creador de las ilusiones Li y finalmente Sejmet,
la controladora de la electricidad, se midió con el lector de mentes Zhang.
Las batallas estaban muy parejas, el fuego de Ra venció a las plantas
carnívoras de Han; Thot con su capacidad de desvanecer su cuerpo derrotó al
controlador de cuerpos Cao.
Las habilidades de Maat no fueron rivales para las ilusiones de Li, Sejmet con
su poder eléctrico tampoco pudo derrotar al lector de mentes Zhang; pero el Grifo
destrozó al dragón Lu.
Los enfrentamientos continuaron, el Grifo se encargó del lector de mentes para
que así Ra se sacrificara destruyéndose junto con Li, en última instancia sólo
quedaba el espadachín Zhongli que había derrotado a Seth.
Al final sólo quedaban Fuxi y su mejor guerrero, el inmortal Zhongli, con Isis
quedaban ella, la sombra de Thot y su bestia mítica, la ventaja era claramente para
la FILO Oscuro.
–Esta pelea está a punto de terminarse, Fuxi, tengo la ventaja...
–No lo creo... – dijo el miembro de la Armada Elemental totalmente confiado –.
¿Tus sombras pueden hacer esto?
Zhongli no sólo era la sombra más poderosa de Fuxi, también era la más
importante, enterró su espada en el suelo y liberó su poder, "la resurrección de
sombras", nuevamente surgieron los siete restantes inmortales de Fuxi: Lu, Lan,
Zhang, He, Li, Han y Cao.
Isis estaba en problemas, ella no podía revivir a sus sombras hasta que su
fuerza regresara a ella por completo y empezara el proceso de regeneración del
pacto de la Duat, el cual duraba aproximadamente una semana, estaba perdida.
Fuxi no iba a esperar más.
–Aquí termina todo, Isis... este es el máximo ataque de mis sombras...
Las siete sombras resurrectas formaron un circulo alrededor de Isis,
encendieron su máximo poder y se inmolaron contra ella, Isis sabía que de nada le
serviría inmaterializar su cuerpo en aire, con el poder de energía de la explosión
moriría, el Grifo la protegió con sus indestructibles alas y ella a su vez también se
protegió del ataque con sus propias alas, sin embrago, de poco le sirvió, la fuerza
del ataque lo rompió todo, hasta a ella.
Tras el impacto, Fuxi se acercó a Isis, increíblemente seguía viva pero no por
mucho tiempo, las piernas de la Juez del Este le temblaban, Cadmus sacó su
espada Katana y con ella traspasó a su rival, el cuerpo sin vida de Isis cayó al suelo,
todo había terminado.
Sir Dhul-kifl estaba a punto de alcanzar a Orión en su corcel alado, pensaba
cortarle la cabeza cuando en un abrir y cerrar de ojos un rayo cayó sobre el
ψérserker ωelestial y desapareció, el filo de la espada del alfabeto antiguo Tau ( )
sólo rasgó el aire.
El Caballero Fantasma de inmediato estiró su mano derecha y un relámpago le
dijo hacia dónde ir, la serie de rayos no sólo le informaban donde estaba su presa,
también la atacaba, al final lo encontró.
–No irás a ningún lado, amigo – amenazó Sir Dhul-kifl –, es imposible huir de
mí, puedo encontrar tu poder cuando se me dé la gana y la velocidad de mi corcel es
superior a la tuya...
–Yo soy aquí el cazador, Sir, sólo quería alejarlo lo más posible de su
compañera... – Orión le sonreía a su enemigo.
–Eso no me preocupa, mi hermana no puede ser vencida en una pelea con
espadas...
–Puede ser, pero aun así me aseguraré de que no la ayudes...
Orión aplaudió hacia el frente y una impresionante llama de fuego impactó a Sir
Dhul-kifl, quien tenía la habilidad de aumentar o disminuir el poder elemental de sus
enemigos.
El poder del fuego de Orión tenía la capacidad de volver cenizas el cuerpo del
Caballero Fantasma junto con su corcel, pero Sir Dhul-kifl con su poder disminuyó el
poder del ataque que lo impactó hasta convertirlo en una simple ventisca caliente y
después la temperatura se estabilizó, del "cazador" ni sus luces.
Sir Dhul-kifl trató de encontrar el poder de Orión pero no pudo hacerlo, la huida
del Bérserker Celestial fue un éxito, con el semblante serio y molesto por su fracaso
le ordenó a su corcel alado que regresara donde seguramente estarían peleando su
hermana y Escorpión.

Diana Kray veía a Cross de frente, era la segunda vez que lo enfrentaba,
desenfundó su espada del alfabeto antiguo Sigma ( ) y se preparó para el
enfrentamiento contra el líder de la resistencia.
–Esta vez nuestra pelea no es cordial, Escorpión, espero que tu técnica haya
mejorado.
–Así lo espero yo también, Diana, no quiero morir...
El combate comenzó, Cross sabía que la única manera de contrarrestar la
increíble técnica de Lady Alyassa era utilizando sus mismos movimientos, la batalla
se extendió por varios minutos en los cuales ninguno de los dos dominaba, Diana se
separó un momento y le sonrió a su oponente.
–¡Esto es maravilloso! Aprendiste mi técnica a la perfección con sólo verla una
vez, ya había escuchado de un poder como el tuyo y de verdad es increíble...
–¿Y qué vas a hacer ahora?
–Tal y como la última vez que nos enfrentamos te digo que no tienes
oportunidad contra mí, he desarrollado una técnica superior a esa que nadie conoce,
es imposible de copiar, solamente alguien con mi cuerpo, mi tamaño, mi complexión,
mi forma de moverme y mi cerebro puede realizarla.
El combate comenzó nuevamente, esta vez Cross no pudo contrarrestar los
movimientos perfectos de Lady Alyassa, fue cortado en varias ocasiones hasta que
cayó al suelo derrotado. Diana Kray sabía que todo había terminado.
–Vas a morir aquí...
En ese momento se escuchó una respuesta femenina.
–No lo creo, Diana...
Los dos combatientes voltearon, quien se acercaba era el Arcángel Caído
Tamiel, tenía en la mano derecha a su espada Qilfot, estaba lista para combatir.
Diana saludó a su inesperada visitante.
–Maestra..., ¿qué haces aquí?
–Vine a ayudar a mi hijo.
–¿Escorpión es tu hijo? – preguntó sorprendida Lady Alyassa señalando al
guerrero en el suelo.
–Así es... – respondió la Arcángel Caído mientras con la mano izquierda le
indicaba a Escorpión que se levantara.
–Ahora me explico su increíble habilidad con la espada – comentó Diana Kray
señalando a Escorpión y sonriéndole a su maestra –, pero esta pelea es de uno
contra uno...
–No es equitativa si ya desarrollaste la última técnica que te enseñé...
–Lo hice – respondió Lady Alyassa levantando la frente con orgullo y
sosteniéndole la mirada a su antigua instructora.
–Sabía que tú podías. – Daniela Malka también se sintió orgullosa de su
alumna.
–Ahora ni usted es contrincante para mí... – dijo la Espada Real femenina de la
Orden de Riazor señalando a su maestra con su espada del alfabeto antiguo.
En ese momento se apareció Sir Dhul-kifl sobre su caballo alado, de inmediato
desmontó y se preparó para la batalla. Daniela Malka observó al recién llegado al
mismo tiempo que a Cross, éste hizo una afirmación muda, después le habló a su
alumna:
–Mi querida Diana..., ¿en serio crees que te enseñaría la máxima técnica sin
poder contrarrestarla? Vivimos en un país guerrero y es bien sabido que bajo las
circunstancias adecuadas una alumna se puede volver contra su maestra...
Diana Kray no se dejó amedrentar.
–La técnica que me enseñó sólo la puedo ejecutar yo, no tiene igual, si no la
conoce no puede bloquearla...
–Diana, puedo y lo voy a hacer, mientras, mi hijo va a pelear contra tu hermano,
Sir Dhul-kifl puede extraer el poder elemental de sus oponentes y usarlos en su
contra, sólo hay dos excepciones a su capacidad: la energía pura que usa Cross y
mi energía psíquica, por lo tanto tendrá que defenderse con la espada, espero que
tu hermano sea tan diestro como tú.
–Lo es... – se defendió Lady Alyassa.
–Entonces no hay más nada que decir, que empiecen los combates – dijo
Tamiel mientras acercaba el filo de su espada Qilfot al rostro de su ex alumna.
Diana vio a madre e hijo, estaba segura que podía vencer a su maestra pero
aun así le temía, si existía esa técnica a la que se refería podría estar en problemas,
por su parte, su hermano era un gran esgrimista, practicaba diario con él y conocía a
la perfección su técnica, pero también la asustaba Cross, no sabía que otras
técnicas con la espada había copiado el líder de la resistencia.
Lady Alyassa sabía que Escorpión estaba en guerra desde hacía más de un
año, seguramente había absorbido muchas técnicas en ese tiempo, sabía que el hijo
de su maestra era inteligente, la obligó a ella misma a utilizar su máxima técnica
para derrotarlo, si el portador de Antares usaba correctamente las técnicas
aprendidas podía matar a su hermano, decidió marcharse, Cross y "la viuda" no eran
los oponentes indicados para ellos.
–Está bien, maestra, nos vamos... – se rindió "Ally" mientras enfundaba su arma
del alfabeto antiguo.
–Inteligente decisión, Diana.
–Sólo tengo una pregunta..., usted llegó con esa rara ave que se llevó a Fuxi...,
¿verdad?
–Así es... – El Arcángel Caído Tamiel no vio razón para ocultar lo que había
hecho.
–El golpe de Cross no fue lo que tiró a mi hermano de su corcel, fue usted para
hacer tiempo...
–Nada se te escapa.
–Mi pregunta..., ¿por qué no apareció desde el principio y evitó que mi hermano
fuera tras Orión?
–Conozco a Orión, es un peleador tan poderoso como los que estamos aquí, tu
hermano te lo puede constatar, sabía que ustedes no están aquí para arriesgar la
vida, eso lo leí en sus ojos desde que llegué, estaba segura que Orión escaparía,
por otro lado, quería ver la habilidad de mi hijo con la espada.
–Pues en serio le digo que puede sentirse orgullosa de él, maestra – Diana
volteó a ver a Cross –. Adiós, guapo, es la segunda vez que te salvas de probar el
acero de mi espada, si hay una tercera no tendrás tanta suerte...
Los Kray se fueron en sus corceles alados, Daniela fue a hacia su hijo y lo
abrazó, después lo tomó de los hombros.
–¿Estás bien?
–Sí... – Después de besar a su madre en la mejilla, Cross preguntó –: ¿Con
quién vienes y por qué estás aquí?
–Vamos a llamarlo instinto de madre, sentí que me necesitarías y aquí estoy,
Isis estaba ansiosa por pelear y se ofreció a traerme.
–Quisiera decir que eso estuvo mal pero nos salvaron la vida.
–Será mejor que busquemos a Isis, ese chico con el que iba a combatir se veía
poderoso.
–Vamos, sólo tengo otra pregunta.
–Dime – dijo Tamiel mientras tomaba del brazo a su hijo y se encaminaba
rumbo a donde se habían ido Isis y Fuxi.
–De verdad no pude copiar esa última técnica de Diana, no le vi punto débil...
¿Realmente existe una técnica para contrarrestarla?
–Así es... – Daniela Malka puso cara de ofendida –. Yo nunca digo mentiras ni
fanfarroneo con cosas que no puedo hacer...
El Arcángel Caído Tamiel no le dio tiempo a su hijo de disculparse, puso su
mano sobre la sien de Cross y le pasó su última técnica, el líder de la resistencia la
absorbió de inmediato.
–Es sorprendente, los conocimientos que me has transmitido son
impresionantes, pero esa técnica no es capaz de vencer a la de Diana.
–Ya lo sé, pero a partir de ella crearás una técnica mejor, yo sólo te di el
fundamento al igual que a Diana, tú crearás la técnica y será utilizable única y
exclusivamente por ti, además te enseñé un plus que no le impartí a mi alumna, ya lo
descubrirás cuando desarrolles tu técnica, ahora vamos por Isis...

Fausto y Siege estaban atrapados en el domo blanco de Sir Isaías, por fuera
de éste los observaban los Caballeros Fantasmas de Riazor, el domo era de energía
pura, irrompible, tan rígido como la armadura más fuerte de nivel diez, Dagda le
preguntó a Balar.
–¿Puedes crear un portal dimensional para sacarnos de aquí?
–No, el domo es poderoso, mi habilidad me permite avanzar distancias a través
de la dimensión del espacio, chocaremos con el domo al intentar salir...
–¿Y si lo destruyo por un momento?
–Nos saco de aquí de manera inmediata, pero... ¿No quieres encargarte de
ellos primero?
–Sabes que Craig es uno de mis mejores amigos, si él no me ataca yo tampoco
lo haré.
–Está bien, rompe el domo para que salgamos de aquí...
–Lo haré, pero va a tardar...
Dagda tocó el domo y empezó a cristalizarlo con su fusión del agua, tierra
cristal y fuego, creaba un cristal de lava que lo abrasaba todo, no existía la defensa
indestructible contra su poder pero sí aquella muy difícil de romper y el domo de
energía pura de Bison Riazor era la más complicada de fracturar, después de más
tiempo del que Siege calculó le tomaría destruirlo, logró crear una gran abertura por
la que Balar auxiliándose de su tercer ojo creó una puerta dimensional y los dos
escaparon.
Mientras Siege caminaba al interior de la puerta dimensional observaba a Craig
que tampoco le quitaba la vista de encima, en ese momento ambos supieron que su
amistad estaba terminada y que a partir de ese momento serían enemigos mortales.
–¿Por qué los dejaste ir? – preguntó "el Profeta".
"El Artista" le enseñó un mensaje electrónico a su compañero.
–"Crush" y "Aly" también tuvieron problemas y se retiraron, no tenía caso
arriesgar nuestras vidas en una pelea contra Siege y Fausto, ellos son tan fuertes
como nosotros, Radamanthys ordenó que no nos pusiéramos en un peligro
innecesario, ya le dimos a Loki el tiempo suficiente para escapar.
–Bien, entonces vamos a ver al viejo Darius, no creo que apruebe todo esto
pero prometí visitarlo.
–Él no tiene que aprobar todo lo que hacemos, ya no es nuestro maestro.
–Lo sé, Craig, vámonos...

Fuxi sacó su espada del cuerpo de Isis y se dispuso a retirarse, por el momento
estaba demasiado débil para buscar a Escorpión, llamó a su sombra principal:
Zhongli, para que le diera su vitalidad pero entonces lo vio, Thot, la sombra restante
de Isis aún no había desaparecido, ésta se aferró a su inmortal y se inmoló con él en
una explosión de energía.
Cadmus no entendía lo que sucedía, una sombra no podía sobrevivir sin su
amo, entonces desenfundo su espada y volteó, Isis estaba de pie, sus ojos eran
verde oscuro y en lugar de sus pupilas el símbolo que la distinguía como el FILO
Oscuro número siete por duplicado ocupaba su lugar.
–No es posible... yo te maté.
–Así es, pero dicen que los FILOS Oscuros somos casi inmortales, soy el
número siete y manejo un número menor de sombras: seis, si te diste cuenta
únicamente utilicé cinco, la sexta fue la que murió por mí, ahora que ya no tienes a
tu resucitador de sombras espero que seas un buen peleador...
Fuxi tomó su forma definitiva de pelea, el león metálico de la melena eléctrica
se enfrentó a Isis con las capacidades del Grifo, la pelea fue brutal, Fuxi utilizaba el
poder extra que había adquirido cuando juró lealtad al grupo protector del Tercer
Distrito: la fusión del rayo y la tierra cristal, lanzaba embates cristalizados que si
tocaban a la Juez del Este del Quinto Distrito la desgarrarían, pero al final venció Isis
gracias a dos habilidades invaluables: la primera fue el poder del Grifo para
desvanecerse volviendo su cuerpo aire, de esa manera los cristales fusionados de
Fuxi no dañaron lo suficiente a su enemiga para derrotarla, el segundo fue el poder
sobre el viento azul de la portadora de Anubis, la fusión del aire y el hielo fue
demasiado para el miembro oculto de la Armada Elemental, aún con su armadura
metálica su cuerpo fue congelado y desgarrado desde su interior, el intenso frío del
ataque de Isis hizo que le fuera imposible incluso mover su cuerpo.
La Juez del Este del Quinto Distrito estaba a punto de dar la estocada final a un
casi desmayado Fuxi cuando su viento le falló, también sus alas rotas y lo que le
quedaba de la armadura del Grifo desaparecieron, vio a dos corceles alados de color
café descender delante de ella.
Uno de ellos desmontó de su bestia, el varón, éste simplemente cargó con Fuxi
y se fue, la chica lo siguió, fue entonces cuando Isis volvió a respirar, creyó que
estaba frente a la muerte, cayó de rodillas y así se quedó por varios minutos hasta
que Escorpión, Tamiel, Dagda y Balar llegaron con ella.
Cross y Fausto ayudaron a Isis a levantarse, en verdad se veía mal, la
Arcángel Caído le preguntó preocupada:
–¿Estás bien, niña?
–No, señora – contestó Isis con la mirada temerosa –, no estoy bien, le gané a
Fuxi pero perdí a mi Grifo, después se aparecieron las Espadas Reales de Riazor,
pensé que me matarían...
Daniela abrazó a Isis para calmarla.
–Tranquila, niña, tú querías pelear y lo hiciste valientemente, ahora todo estará
bien.
En ese momento se aparecieron Quantum y Tsukuyomi, regresaban de dejar
los cuerpos de Aries y Miguel en Arcadia, estaban ahí para auxiliar a sus
compañeros.
–Venimos por ustedes... – dijo el miembro de la Armada Elemental –. ¿En
dónde está Orión?
–No lo sabemos – respondió Cross –, se fue tras Loki, ustedes vayan al Primer
Distrito con Tyche para que lo localice – señaló a su madre, a Quantum, a Siege y a
Isis –, Fausto y Troy pertenecen al Clan Yaotl, yo iré con ellos a Biblos para avisar
de la caída de Miguel.
Antes de marcharse con Tamiel y Quantum, Isis tomó la mano de Cross.
–Olvídate de lo que te dije de salir a combatir, lo haré sólo si es indispensable,
estoy bien cuidando la escuela y a Amaterasu...
–Al parecer Amaterasu ya no necesita ser cuidada, Isis – le respondió Cross
consciente de que habían fallado en detener al hermano de Freya –, pero el Distrito
te necesita...
–Yo lo protegeré.
–Sé que sí.
Daniela Malka abrazó a Isis y desaparecieron junto con Dagda, Quantum los
llevaría al Primer Distrito, necesitaban urgentemente encontrar a Orión para poder
detener a Loki. Por su parte, Fausto abrió su tercer ojo que se ubicaba en su frente,
un portal interdimensional apareció frente a ellos y junto con Escorpión y Tsukuyomi
se fueron a la Capital de Levit.

El nuevo Kukulcán llegó al poblado de Tepantlato, de inmediato tocó a las


puertas de la sede del Tloque Nahuaque, le abrió las puertas el guardián que
custodiaba el edificio y después fue recibido por el supremo sacerdote y nuevo líder
del grupo de poder de Aztlán: Huitzilopochtli.
–Finalmente lo conseguiste... – comentó Jhozzseh Humbolt viendo con
desprecio al novel portador de la espada Quetzalcóatl.
–Así es – respondió el nuevo FILO Divino sin hacer caso de la mirada del hijo
mayor del fallecido Tezcatlipoca –, ahora vengo por mi recompensa, es su obligación
instaurarme en el poder.
–Lo sé – comentó con resignación Huitzilopochtli, el guerrero del Tloque
Nahuaque sabía que era su deber histórico cumplir con lo que ese despreciable ser
le exigía.
–¿En cuánto tiempo partimos? – Gunnar De Grieff ya estaba saboreando su
gran triunfo, por fin sería el líder y guerrero más fuerte del país más poderoso del
mundo.
–De inmediato – respondió el supremo sacerdote del Tloque Nahuaque a
sabiendas de que no valía la pena alargar más lo inevitable.
"Zilo" como le llamaban de cariño a Huitzilopochtli, llamó a sus compañeros
controladores de las principales fuerzas elementales: Xipe Tótec de la tierra, Tláloc
del agua y Ehécatl del viento, los tres sacerdotes salieron al encuentro del nuevo
Kukulcán, lo hicieron con pesar, Gunnar De Grieff no debía ser Presidente, pero
tenían una importante misión que cumplir, una obligación de vida que debían
completar.
Los cinco guerreros se enfilaron rumbo al aeropuerto de Tepantlato para tomar
el avión rumbo a la Ciudad Capital Assur de Ishtar, cuando llegaron al hangar donde
abordarían su vuelo, otros dos miembros del Tloque Nahuaque los esperaban, eran
Mixcóatl, el señor del metal y Temazcalteci la psíquica del grupo.
–¿Sucede algo, Temy? – preguntó Huitzilopochtli.
–Ese tipo no puede ser presidente – la guerrera señalaba a Kukulcán –, es un
maldito sociópata y lo saben, el Honorable Tloque Nahuaque no puede ser parte de
esta farsa, no podemos permitirles hacer esto.
–Es nuestra obligación... – argumentó el hijo mayor del fallecido Kharlozz
Humbolt.
–Su obligación es con su país, Zilo – rearguyó Temazcalteci –, si le permiten a
este tipo gobernarnos van a destruir Boleria.
–Nosotros sólo lo pondremos en la silla, lo que pase después ya no es nuestro
problema – se defendió Huitzilopochtli.
–Estás equivocado, Zilo, ese es precisamente el problema, la indiferencia, tu
apatía y la de los demás sacerdotes me enferma, no quieren actuar para defender
su país pero sí para dañarlo, ese tipo no saldrá de aquí – respondió Mixcóatl.
Kukulcán por fin perdió los estribos, hablaban de él, el guerrero más poderoso
del país como si no estuviera ahí.
–Ya basta de plática, Huitzilopochtli, encárguense de esos dos y vámonos de
aquí – le exigió al nuevo líder del Tloque Nahuaque.
–No voy a matar a mis compañeros por ponerte en la silla – le respondió
Huitzilopochtli tajantemente –, razonaré con ellos hasta que nos permitan partir.
–¡Al diablo con ellos y contigo! – gritó Gunnar fuera de sus casillas, ahora que
era el hombre más poderoso del país no permitiría que nadie pasara sobre su
autoridad –. Si tú no los eliminas lo haré yo, espero que no intervengas o los mataré
a todos...
–Señor...
Kukulcán volteó, dos guerreros de tez morena que se veían fuertes y
poderosos se pusieron a sus órdenes.
–Somos Hun Ab Ku y Hun-Camé del Tloque Nahuaque división Alianza,
históricamente el grupo encargado de protegerlo – dijo el primero de ellos de mirada
azul y más alto que su compañero, quien era más pequeño pero bastante fornido, su
principal característica era una cicatriz que le cruzaba el rostro de manera trasversal.
–¿Ustedes dos se consideran todo un grupo? – preguntó burlonamente Gunnar.
–Somos doce los guerreros integrantes del Tloque Nahuaque división Alianza,
señor, el grupo protector de Aztlán es el más grande del país, cuenta con varias
divisiones, nosotros somos los encargados de proteger al Ciudad Capital Assur y al
legítimo Presidente – respondió Hun Ab Ku.
–¿Y en dónde están los demás? – preguntó el nuevo guerrero supremo.
–Se negaron a venir y ponerse a sus órdenes, señor – contestó Hun-Camé –.
Hasta que usted sea oficialmente Presidente doblarán la rodilla. Pero nosotros
somos sus principales protectores, ambos manejamos sus cuatro energías
elementales.
–Está bien, ya me dirán quiénes son los traidores para aplicarles el castigo
indicado...
–Como usted lo ordene, señor – respondió Hun Ab Ku.
–Bien, demuéstrenme su poder, eliminen a esas dos basuras – Gunnar
señalaba a Mixcóatl y Temazcalteci.
–Yo me encargo, señor – dijo Hun-Camé –, el guerrero se concentró y surgieron
sesenta sombras guerreras equipadas con una arma llamada macuahuitl (garrote
con cuatro piedras cortantes de obsidiana en su parte superior, dos de cada lado),
su ejército particular.
–¿Qué poder tienen tus sombras? – preguntó Gunnar.
–El mismo que usted pero no tan intenso – respondió Hun-Camé –, como ya le
había indicado, dominamos las cuatro fuerzas elementales, mis sombras son
guerreros llamados Moyocoyanis.
–Ahora ataquen a mis enemigos – ordenó Kukulcán.
Un grupo de diez Moyocoyanis atacaron a Mixcóatl y Temazcalteci, los
miembros del Tloque Nahuaque de inmediato repelieron el ataque, la guerrera con
su energía psíquica paralizó a los soldados y después su compañero extrajo su
espada llamada Nahua, la hoja del arma se extendió y envolvió por completo a los
clones inmovilizándolos.
A una orden de Kukulcán, cuarenta Moyocoyanis más fueron enviados al
campo de batalla, demasiados para ser paralizados por Temazcalteci, quien no tuvo
más remedio que combatir, causaba dolor a sus contrincantes para después
atacarlos con su espada psíquica elemental llamada Psique, la más poderosa entre
las espadas psíquicas.
Por su parte, Mixcóatl colocó la empuñadura de su arma a la altura de su
pecho, la hoja del arma lo cubrió por completo creando una armadura a su
alrededor, de esa manera consiguió multiplicar su arma, de su cuerpo surgieron
incontables hojas metálicas que continuaban envolviendo e inmovilizando a los
Moyocoyanis de Hun-Camé, cuando alguno se acercaba demasiado, con las hojas
de su espada que salían de sus manos los eliminaba.
Al ver que los guerreros del Tloque Nahuaque estaban derrotando a su ejército,
Gunnar preguntó a Hun-Camé.
–¿Puedes revivir a los caídos?
–No señor, mis sombras están en el último nivel de su poder, necesito de un
año para volverlas a formar.
–¿Cuantas sombras puedes formar en total?
–Doscientos Moyocoyanis exactos, mi señor, ni uno más, ni uno menos.
–Entonces no quiero ningún ataque más, mi ejército me ayudará a gobernar, no
a defenderme de quien puedo aplastar como a un insecto...
Kukulcán sonrió, deseaba probar el nuevo poder que había adquirido, aunque
ahora sólo manejaba las cuatro energías elementales principales y no todas como
antes, cualquiera de sus nuevas habilidades era mucho más poderosa que todas las
anteriores juntas, lanzó un ataque de fuego contra sus oponentes, Temazcalteci
utilizando su energía psíquica logro revertirlo contra él, entonces, Gunnar le dio más
fuerza a su fuego con viento haciéndolo explotar cerca de su rival, en ese momento
dos de los soldados Moyocoyanis que estaban envueltos con el arma de Mixcóatl se
incorporaron y detuvieron el ataque con los mismos elementos: viento y fuego.
–¿Por qué mis soldados me traicionan? – preguntó Gunnar.
–Los ataques de Mixcóatl no fueron destinados a derrotar a tus hombres, señor
– respondió Hun Ab Ku –, fueron realizados para controlarlos, la espada Nahua que
empuña nuestro compañero es de iridio, un raro metal con características
magnéticas que controla los movimientos y poderes de sus enemigos...
–¿Por qué no me lo dijiste antes? – preguntó Gunnar molesto a Hun Ab Ku.
–No lo preguntó – respondió el guerrero del Tloque Nahuaque sin inmutarse –,
nuestro deber es combatir por usted.
Kukulcán entendió que sus protectores no deseaban pelear por él, volteó a ver
furioso a Hun-Camé, quien estaba sacrificando a sus sombras para ayudar a
Mixcóatl y no utilizarlas después en beneficio de su protegido.
–Tampoco a ti te agrado... ¿verdad?
–Eso no importa, señor – respondió Hun-Camé impasible –, mi obligación es
obedecer, responderé a lo que pregunte...
–¿Cuáles son los poderes de Mixcóatl y Temazcalteci?
–Mixcóatl es el guerrero controlador del metal del Tloque Nahuaque, como ya le
dijo mi compañero, su espada Nahua es la más poderosa del grupo defensor de
Aztlán, es de Iridio, un metal flexible con características magnéticas que lo posibilitan
a controlar cuerpos que la hoja haya cubierto, el metal del arma también pude inhibir
los ataques de sus enemigos.
–¿Y la otra? – preguntó Kukulcán señalando a la guerrera.
–Temazcalteci es la psíquica del grupo, puede revertir el poder con el que es
atacada, causar dolor y paralizar, también es capaz de controlar la espada elemental
psíquica Psique.
–Ya entiendo, por eso Mixcóatl dejó que llamaras a tus sombras sin atacarte,
para controlar a mi ejército... ¿verdad?
Hun-Camé le lanzó una mirada despectiva a Kukulcán, hablaba de los
Moyocoyanis como si fueran sus propias sombras.
–Yo sólo puedo responder preguntas que tengan que ver con mis funciones
para protegerlo, no puedo decirle lo que piensan otros guerreros.
–Idiota... retira a mis soldados en este momento... – El FILO Divino número uno
empujó a Hun-Camé y se dispuso a aplastar a Temazcalteci y Mixcóatl.
Hun-Camé desapareció a sus Moyocoyanis a excepción de los que estaban
envueltos y controlados por la hoja de la espada de iridio. Gunnar estaba
emocionado de utilizar su nuevo poder contra esos dos guerreros, sus ojos se
tornaron oliva brillante, en el lugar de sus córneas apareció el símbolo de su guante
derecho, en su cuello surgió el tatuaje de su guante izquierdo y de la palma de su
mano derecha emergió su espada suprema Quetzalcóatl.
La espada elemental se encendió por completo, las doce piezas que
conformaban la misma, seis de cada lado, tomaron su color máximo, rojo, azul,
verde y amarillo, todos se desprendieron de su base y atacaron a los Moyocoyanis
controlados por Mixcóatl.
Durante la batalla Kukulcán recibió dos estocadas de la espada de Mixcóatl, su
pierna y brazo derechos estaban envueltos por la hoja del arma de iridio, eso lo
imposibilitó de caminar y manejar adecuadamente su espada, Temazcalteci
aprovechó para causarle dolor.
El FILO Divino número uno estableció su defensa elemental, ahora en el lugar
de sus córneas aparecieron los símbolos de la fusión doble de su guante derecho,
en su cuello surgió el tatuaje de su guante izquierdo por duplicado, la envoltura de la
espada Nahua en sus extremidades se desintegró, con su espada Quetzalcóatl que
ya se había armado de nuevo atacó a Temazcalteci, ésta se protegió con su espada
inmaterial Psique pero el acoso de su enemigo era constante y para poder controlar
a la espada psíquica se necesitaba plena concentración y energía a tope.
Mixcóatl de inmediato alargó su espada Nahua, la espada física de iridio
representativa del Tloque Nahuaque, lo hizo a través de las palmas de sus manos y
enfrentó a Kukulcán. Las dos armas chocaron en varias ocasiones, los ataques
elementales de la espada controladora de cuatro energías eran destruidos por el
arma de iridio, hasta que finalmente Quetzalcóatl fusionó dos elementos, el viento y
el fuego, el ataque conjunto rompió a la espada Nahua.
Kukulcán sonrió, ya tenía a su rival controlado, sólo faltaba dar el golpe final,
pero en ese momento de las palmas de las manos de Mixcóatl volvió a surgir la hoja
de la espada de iridio, abarcó por completo a la espada elemental e inhibió su poder
sobre los cuatro elementos.
La batalla estaba pareja, entonces Gunnar decidió terminar con todo. Convocó
a la poderosa serpiente Midgard, Mixcóatl inmediatamente a un movimiento de su
mano cortó su espada dejando envuelta el arma de su rival, la hoja de Nahua volvió
a surgir, esta vez de varios lugares de su espalda.
Mix, como lo llamaban amigablemente sus compañeros, con todas las hojas de
su espada que surgían de su espalda comenzó a envolver a la serpiente elemental a
una velocidad impactante, cuando la bestia estuvo totalmente cubierta, el guerrero
del Tloque Nahuaque utilizó su poder sobre el magnetismo para quitarle su poder.
Al final no logró controlar por completo a la serpiente elemental pero sí
detenerla, de sus manos surgieron dos nuevas hojas metálicas de su espada Nahua,
con ellas pensaba cortar a la bestia.
Mientras Mix estaba ocupado combatiendo con uno de los más letales
animales míticos existentes, Kukulcán tuvo la oportunidad de atacar a Temazcalteci
con un poder fusionado de fuego y agua, la guerrera no podía revertir el poder de la
energía fusionada de dos elementos tan intensos como los del FILO Divino supremo,
sin embargo, logró ralentizar el embate para así poder ganar unos segundos, evito el
impacto y volteó hacia su rival para contraatacar, pero entonces por su costado
derecho recibió el embate de la energía combinada de viento y tierra, la cual la
destrozó por completo.
Mixcóatl gritó impotente cuando vio morir a su compañera, pero nada podía
hacer, toda su energía estaba canalizada en controlar con el metal de la espada
Nahua a la serpiente elemental Midgard, Kukulcán le dedicó una mirada a su bestia
y le ordenó:
–Déjame ver lo que puedes hacer...
La cabeza de Midgard se estiró a una velocidad superior de la que Mixcóatl
podía enrollarla con su espada Nahua, conforme más salía su cuerpo, las escamas
atrapadas por la espada de Mixcóatl se secaban quedando sólo un cascarón vacío,
inmediatamente adquirió una consistencia de fuego, todas sus escamas rojas se
encendieron para después enrollar su cuerpo en el guerrero controlador del metal
arrancándole la vida, una vez consumada su victoria, un Kukulcán completamente
satisfecho desapareció a su bestia, después el FILO Divino número uno azotó su
arma contra el piso liberando su energía y rompiendo el amarre de iridio, guardó su
espada elemental en su espalda y sonriente le habló a Huitzilopochtli:
–Ya tiré la basura, ahora vamos a tomar posesión de mi gobierno.
El comentario de Gunnar enfureció a Huitzilopochtli.
–Cuida tu lengua, bastardo, Mixcóatl proviene de una gran familia de Aztlán, los
Ixbalanqué, más antigua incluso que los ochenta y ocho Clanes guerreros de Hamal
y Temazcalteci era una Brunn, miembro del Clan gobernante del estado, ambos eran
grandes combatientes y amigos, murieron por lo que creían correcto, si insultas su
recuerdo también morirás aquí, sólo que a diferencia de ellos que tendrán un funeral
de héroes, a tu cadáver se lo comerán los perros.
–Bueno, ya basta... – dijo Kukulcán señalando a Huitzilopochtli –. ¿Cumplirán su
deber o no? Es todo lo que quiero saber para no estar ni un segundo más en este
lugar...
–Lo haremos – respondió el Supremo Sacerdote del Tloque Nahuaque –,
subamos al avión...
Gunnar observó que el avión donde viajarían era muy pequeño, no había
espacio para Hun-Camé y Hun Ab Ku.
–¿Y mis guardianes?
–Que se vayan como puedan...
–Pero ahí tienen un avión enorme donde caben todos perfectamente... – Gunnar
señalaba el otro lado de la pista.
–Este avión es más rápido y nosotros deseamos terminar con esto cuanto
antes, cuando estés en la silla manda por ellos, la obligación que tenemos es
contigo, no con tus guardianes...
–No pienso discutir más contigo – dijo el portador de "la espada elemental"
subiendo a la pequeña aeronave –, eres más intolerante que nada, vámonos ya.
Gunnar ingresó en el avión pero anotó los nombres de los cuatro sacerdotes
del Tloque Nahuaque en su libreta mental de venganzas personales, en poco tiempo
no necesitaría de nadie, sería el máximo mandatario del país, arrasaría con todos.
Mientras veían el avión con el nuevo FILO Divino número uno y los cuatro
sacerdotes supremos del Tloque Nahuaque partir, Hun Ab Ku le comentó a Hun-
Camé.
–¿Tardar un año en volver a formar a tus sombras? Eso te lleva una semana...
–No pienso pelear por ese maldito más de lo necesario, cumpliré con mis
obligaciones lo estrictamente indispensable y posible, no más.
–Yo pienso lo mismo, amigo...
–¿Qué le diremos al idiota cuando pregunte por la bestia mítica del FILO Divino
número uno, la más poderosa de todas: Quetzalcóatl, la serpiente emplumada? –
Hun-Camé estaba preocupado por lo que se les venía por delante.
–No podemos mentirle, de alguna manera se enterará de cómo puede liberarla,
entonces realmente será invencible – Hun Ab Ku veía con tristeza cómo levantaban
los cadáveres de Mixcóatl y Temazcalteci –. Pero no le diremos nada hasta que lo
pregunte y le pondremos todas las trabas posibles.
–¿Estás pensando que los rebeldes pueden detenerlo antes de que libere a
Quetzalcóatl?
–Todo puede pasar, pero para hacerlo primero tendrán que vencernos y aunque
Loki es un maldito enfermo, tenemos la obligación de protegerlo – Hun Ab Ku se
despreciaba por lo que tenía que hacer.
–En eso tienes razón, yo no pienso perder mi vida en contra de los rebeldes, si
debo combatirlos, los mataré – comentó Hun-Camé con resolución.
–No sé si yo pueda hacer lo mismo…
Hun-Camé observó de reojo a su compañero, lo entendía perfectamente, con
los rebeldes peleaba Kharynna Humbolt, prima de Hun Ab Ku e hija del gran
Tezcatlipoca, a quien su compañero había querido y respetado como un padre.
Hun Ab Ku suspiró al pensar en el drástico giro que había tomado su vida, de
ser un guerrero miembro de un prestigiado y honorable grupo élite pasaría a ser un
mugroso mercenario a la orden de un enfermo mental, colocó su codo en el hombro
de su compañero y se recargó en él.
–Creo que yo tampoco estoy listo para morir, amigo, pero nuestro deber es
proteger al Presidente aun a costa de nuestras vidas, que los Dioses nos amparen,
ojalá que los rebeldes lleguen hasta Kukulcán antes que nosotros a la capital, de lo
contrario están perdidos, Escorpión y su ejército no serán rivales para los doce
guerreros del Tloque Nahuaque división Alianza...

El presidente Armand Yaotl se paseaba en su salón privado en el Palacio de


Gobierno de Ishtar acompañado de los bérserkers salidos de la academia militar de
Ishtar para Caballeros Fantasmas que D.S. Markab le había asignado para su
protección: Jeff Hobbs y Carlo Tiberian.
Precisamente pensaba en "el Comerciante", ese muchacho cumplió su palabra
y lo sostuvo en el poder en la época de mayor crisis, las bajas del "Demonio" y el
"Mortífero" aliviaron la tensión y Lady Aliel así como Sir Astaroth hincaron de nuevo
la rodilla ante él.
También pensaba en la revolución de los FILOS, las noticias le llegaban
prácticamente al instante de que sucedían, las provincias de Hamal y Levit además
de la otra capital: Arcadia, fueron tomadas por los rebeldes, tanto los De Grieff como
los Yaotl habían perdido a sus patriarcas y los Consejos de Familia declararon que
respetarían a quien ocupara la silla presidencial.
Escorpión fue muy astuto, se hizo acompañar de dos respetados miembros de
la familia en el poder para ser escuchado en Levit, él mismo era un Yaotl y varios
miembros más de la resistencia, incluido el hijo del fallecido Patriarca lo apoyaban, el
Consejo decidió doblar las manos.
Hamal apoyaba abiertamente a los rebeldes y con el arresto de Elías De Grieff
las cosas se facilitaron para Escorpión y sus huestes, la familia De Grieff anunció
que renunciarían a su lugar en el asiento presidencial de Boleria si los rebeldes
ganaban su revolución.
La situación con su mandato era preocupante, sabía que Budha marchaba con
sus ejércitos a la Ciudad Capital Assur para reclamarla como suya, pero tenía
información fidedigna de que los Arcángeles se interpondrían en su camino, eso le
daba tranquilidad por el momento, toda vez que el principal apoyo de Raam Shmuel:
Aureo Riazor, tenía sus propios problemas, un grupo de rebeldes pronto partiría a la
tundra para tomar Lacerta.
En ese instante se creía a salvo, pensaba contactar a los rebeldes y pactar con
ellos su permanencia en el poder, les daría importantes puestos políticos a
Escorpión y Fenrir, los de los primos Reneh y Bethus Shmuel. El Presidente tenía la
seguridad de que los rebeldes miembros de las principales familias ascenderían a
los más altos rangos de sus Clanes y así se conservaría la paz.
Armand Yaotl se sentía tranquilo por el momento, se disponía a retirarse a
cenar cuando la "Justicia Blanca" entró por las grandes puertas de su despacho, se
veía inquieta.
–Señor.
–¿Qué sucede, Lady Aliel? – preguntó un sorprendido Presidente, sorpresa que
se convirtió en temor al ver el rostro desencajado de su protectora.
–Un avión privado ha aterrizado en el aeropuerto de la ciudad, me informan mis
contactos que sus tripulantes son los cuatro sacerdotes del Tloque Nahuaque.
Al escuchar eso Armand Yaotl se fue de espaldas, la silla que estaba detrás de
él amortiguó su caída, el momento que tanto había temido y por el que ya no se
preocupaba había llegado.
–¿Vienen solos?
–No, señor, están acompañados por un guerrero de cabello blanco.
–Kukulcán de la era De Grieff – dijo el Presidente Interino casi en un susurro.
–Eso me temo, señor, su mandato ha llegado a su fin.
–¿Defenderás mi vida?
–No contra el legítimo Presidente – se sinceró Meirelle que no pensaba
arriesgar su vida por una causa perdida –, los miembros del Tloque Nahuaque lo
instalarán en la silla a costa de lo que sea, ni peleando sus cuatro guardianes juntos
somos rivales para los cinco guerreros que se aproximan, le recomiendo una
transición pacífica y sin aspavientos.
–¿Sir Astaroth? – preguntó un esperanzado Armand Yaotl, esperaba encontrar
algún apoyo en el más recto y serio de sus Espadas Reales.
–Usted lo conoce bien – esta vez la única hija viva de Argento Riazor no tuvo
que mentir –, es una persona totalmente fiel e inflexible con las reglas, hincará la
rodilla ante su legítimo Presidente.
–Que será Kukulcán.
–Su mayor cualidad no es la fuerza, señor – Lady Aliel trataba de hacer
entender al máximo gobernante del país que su era había terminado –, le
recomiendo una entrega pacífica de la silla presidencial, el FILO Divino número uno
lo matará en segundos...
Armand Yaotl se volteó hacia sus dos guardianes recomendados por Danner.
– ¿Qué piensan ustedes?
–El trato fue resguardarlo hasta que llegara el legítimo Presidente, no somos
rivales para los sacerdotes del Tloque Nahuaque – respondió Jeff Hobbs.
–Entonces estoy solo...
–No, señor. – Carlo Tiberian se llevó la mano a su espada –. Si decide no
entregar el puesto pelearemos a su lado hasta que usted muera.
–¿Lo harán? – preguntó Armand Yaotl a Meirelle y a Jeff.
–Si señor – respondieron ambos al mismo tiempo.
–Pero como su apoyo, no como sus protectores – dijo Sir Astaroth que en esos
momentos estaba entrando al salón comedor –. El poder corrompe y usted está
enfermo de él, si quiere conservar su puesto deberá ser nuestro líder en la batalla,
peleará al frente...
–Está bien – comentó Armand Yaotl con resignación –, agradezco su sinceridad,
Sir, esperemos entonces a Kukulcán y una vez que lo tenga de frente decidiré que
hacer.

Una par de horas después los cuatro miembros del Tloque Nahuaque
controladores de las principales fuerzas elementales se presentaron en el salón
principal del Palacio de Gobierno de Ishtar, entraron a hablar directamente con el
Presidente Interino, su líder, Huitzilopochtli, realizó el saludo de cortesía.
–Señor Presidente.
–Buenas tardes, caballeros – respondió el máximo gobernante del país con
solemnidad.
–Somos los sacerdotes elementales del Tloque Nahuaque.
–Lo sé – respondió un intimidado Armand Yaotl, sabía que los sacerdotes de la
entidad protectora de Aztlán expulsaban su energía para que él supiera a qué
atenerse, la fuerza que sintió era terrorífica y descomunal.
–Entonces también ha de saber el motivo de nuestra visita...
–Me lo imagino – el Presidente no encontraba un punto para poder negociar con
Huitzilopochtli, el supremo sacerdote del Tloque Nahuaque no daba lugar a ello, sus
respuestas eran cortas y concisas, no admitían réplica alguna –, por fin apareció
Kukulcán de la era De Grieff.
–Así es.
–No me niego a entregar la presidencia, pero la situación del país es muy difícil,
esta guerra no tardará en resolverse, entonces podríamos hacer el cambio de
poder... – Armand Yaotl estaba dispuesto a agotar hasta las últimas consecuencias
sus posibilidades de conservar el cargo, sabía que su mejor virtud era el
convencimiento apoyado en su poder psíquico, sólo necesitaba encontrar una
pequeña debilidad en la voluntad de Huitzilopochtli para controlarlo y volverlo de su
lado.
–Me temo que esa no es una opción, señor – le respondió el hijo mayor del
fallecido Tezcatlipoca –, corresponderá al nuevo Presidente terminar el conflicto.
–No puedo entregar así el país... – Armand Yaotl sonrió en su interior, sin tanto
esfuerzo el líder del grupo protector de Aztlán estaba entrando en su terreno, el de la
argumentación y negociación.
–Señor, no deseamos tomar por la fuerza la presidencia, la toma del poder ha
sido pacífica por más de quinientos años, no querrá pasar a la historia de esta
manera...
–Está bien –Armand Yaotl fingió ceder con gran pesar, pero sabía que había
logrado su objetivo –, deme una semana para organizar la ceremonia del cambio de
poder, es un evento que se verá en todo el mundo.
–Tiene dos días para hacerlo – le respondió el guerrero controlador del fuego
del Tloque Nahuaque dando un pequeño margen de maniobra al Presidente
saliente.
–Tres... – insistió Armand Yaotl seguro de obtener ese preciado día más, ya
tenía bajo su control al hijo mayor del fallecido Tezcatlipoca.
–De acuerdo – concedió Jhozzseh Humbolt.
Los miembros del Tloque Nahuaque desaparecieron por donde entraron,
Armand Yaotl pensó que debía moverse rápido, hablar con los rebeldes, esa era su
única opción, estaba a punto de decirle a Jeff Hobbs que partirían a Arcadia cuando
las puertas del salón volvieron a abrirse.
Gunnar De Grieff entró como loco poseído por una irrefrenable furia, no
pensaba esperarse ni un segundo más, ya había esperado toda su vida por ese
momento y no permitiría que una vuelta del destino le impidiera alcanzar su gloria.
En cuanto Armand Yaotl vio el rostro de Kukulcán supo que estaba perdido, la
presidencia ya no era suya, se levantó con las manos al frente para calmarlo, los
ojos del FILO Divino ya eran color oliva brillante y se encontraban en la última etapa
que podían alcanzar en ese momento, en lugar de su pupila se veían sus ojos de
serpiente.
De un movimiento de su brazo derecho Gunnar atacó al Presidente Interino con
una fusión de agua y fuego, la lava hirviendo calcinó por completo el cuerpo de
Armand Yaotl. Kukulcán volteó a ver a los Caballeros Fantasmas de la Orden de
Ishtar.
Tanto Sir Astaroth como Lady Aliel pusieron una rodilla en el suelo, Jeff Hobbs
y Carlo Tiberian los imitaron, Gunnar señaló a éstos últimos con desprecio.
–¿Quiénes son ellos? – preguntó a Sir Astaroth.
–Los guardianes de Lord Armand – respondió "el Duque".
–Pues al parecer no sirven para su trabajo... – comentó burlonamente el nuevo
Presidente –. ¿De dónde vienen?
–De la academia, señor, son los mejores guerreros de su generación.
–¿Dónde están mis otros Caballeros Fantasmas?
–Sir Daimon y Sir Baal murieron, señor.
Kukulcán vio con desprecio a los dos miembros de la Academia para
Caballeros Fantasmas de Ishtar, le habló a Sir Astaroth señalando a los dos jóvenes
guardianes, a quienes no consideraba merecedores de que se dirigiera directamente
a ellos.
–Que se larguen este par de inútiles y regresen una vez que sean Espadas
Reales, aquí no caben los mediocres... ¡ahora!
Jeff Hobbs y Carlo Tiberian agacharon la cabeza asintiendo y se retiraron,
Gunnar señaló a Sir Astaroth.
–Tú serás mi protector y mi mano derecha.
–Como usted lo desee, señor.
–Después señaló a Lady Aliel.
–Tú entrega tu espada y lárgate. Mis Caballeros Fantasmas serán todos
hombres.
Sir Astaroth vio el semblante de su compañera, antes de que hiciera una
tontería respondió.
–No puede, señor, forzosamente debe haber una mujer en todas las Órdenes.
–Yo soy el Presidente y cambiaré la ley – respondió Gunnar empujando al
“Duque” –, si no estás de acuerdo conmigo estás en mi contra...
–Señor, usted puede hacer cuanto quiera pero la Orden de los Caballeros
Fantasmas es su guardia personal – le recalcó Sir Astaroth –, no debería
enemistarse con ellos en estos tiempos que están corriendo, le recomiendo citar a
un Congreso para cambiar la ley, un guerrero puede portar las espadas femeninas,
pero éstas no tendrán un efecto curativo en ellos, serán espadas normales en sus
manos, tampoco podrán convocar a sus corceles alados.
–Mejor eso a tener una puta en cada Orden. – dijo Gunnar con desprecio
señalando a "la Justicia Blanca" –. Tú por lo pronto serás mi sirvienta, organiza mi
toma de posesión, debe ser espectacular, todas tus faltas serán castigadas, también
quiero que elijas de una vez a los mejores guerreros de Ishtar para que porten las
armas de la Orden de la capital que faltan, será en un torneo a muerte de
participación obligatoria, los tres vencedores serán quienes obtengan las espadas
del alfabeto antiguo, un buen espectáculo sin duda, quiero que el primer combate
sea entre los dos inútiles que se acaban de ir... ¿entendido?
–Entendido señor – respondió Lady Aliel –. Sólo hay un problema...
–¿Cuál es?
–Alguien robó la espada de Sir Baal, antes de nombrar nuevos Caballeros
Fantasmas debe encontrar la espada del alfabeto antiguo Ji.
Los ojos de Gunnar seguían encendidos, inmediatamente Meirelle se arrepintió
de lo que dijo, el ahora Presidente la amenazó.
–Si fue robada será mejor que la encuentres, para eso sirven las mujeres, para
hacer labores domésticas y entre ellas está encontrar las cosas perdidas de la casa,
si para cuando acabe mi torneo no has encontrado la espada que falta, la fabricaré
con tu columna vertebral... ¿quedó claro?
–Como el agua, señor Presidente.
–Ahora lárgate. Ya me ocuparé de ti después.
"La Justicia Blanca" se retiró, Gunnar sonrió ante su humillación pero sólo era
el principio, se divertiría con ella torturándola y sodomizándola hasta que se hartara,
después, en cuanto tuviera a su remplazo, la mataría.
Meirelle estaba furiosa pero se aguantó el coraje, sabía que su vida dependía
de su momentáneo silencio, deseaba decirle al idiota de Kukulcán que lo conocía, lo
recordaba del torneo entre escuelas por la patética manera en que se había rendido.
La única hija viva de Janette Azzán no sólo salió del salón principal, lo hizo del
Palacio de Gobierno y también pensaba hacerlo del estado, jamás volvería para
trabajar al servicio de ese idiota.
Por su parte, los miembros del Tloque Nahuaque también se retiraron, no
deseaban estar ni un segundo más en ese lugar, Kukulcán con parsimonia les llamó.
–No se alejen mucho, avisen a mi sirvienta en dónde van a estar para que me
entreguen la presidencia.
–Esa ya la tienes – le respondió Huitzilopochtli –. La has tomado por ti mismo.
Nuestra obligación ya fue cumplida.
–Pero alguien debe darme el poder...
–Mataste a sangre fría a quien debía hacerlo, nuestra presencia es puramente
tradicional, pero en este caso rechazaremos la invitación.
–Está bien, sólo recuerden que están desairando al Presidente, posteriormente
les haré una visita para demostrarles su error.
–Lo esperamos, señor – le respondió Huitzilopochtli conteniendo su ira –, si
usted dura más de un mes en la Presidencia sin que los rebeldes o los restantes
FILOS Divinos lo derroquen, todas las facciones del Honorable Tloque Nahuaque
estaremos muy complacidos de recibirlo, a usted y al ejército que lo acompañe, si no
cumple su palabra de visita, el grupo protector de Aztlán completo y unido vendrá a
verlo a usted.
–¿Es una amenaza?
–Es una promesa, señor...
Los cuatro miembros del Tloque Nahuaque se retiraron, Gunnar divertido y
excitado por su sueño finalmente cumplido los dejó marcharse, debía reunir a sus
Caballeros Fantasmas, en su mente ya se estaba imaginando eternizado en el
poder, su primer objetivo era matar todo lo que amaba su querida hermana Astrid.
Orión observaba todo escondido en un ventanal del Palacio de Gobierno, había
seguido a Gunnar hasta Aztlán, hubiera querido quedarse a combatir con Sir Dhul-
kifl, el Bérserker Celestial no era alguien que huía de una batalla, pero su misión ya
le había sido asignada y su deber era cumplirla por encima de sus deseos
personales.
Para seguir a Kukulcán de Aztlán hasta Ishtar, Xipe Tótec lo había dejado viajar
con ellos en el avión de incógnito, ahora debía informar a sus líderes del gran
problema en el que se encontraban no sólo los rebeldes, sino todo el país bajo el
control de un loco.
El Bérserker Celestial se hizo a un lado para descender a tierra firme y
entonces comunicarse con Tyche para que enviara a Quantum por él, debía llegar lo
más rápido posible a Arcadia, una vez que pisó tierra firme se encontró con Jeff
Hobbs y Carlo Tiberian. El primero le comentó al segundo:
–Mira, amigo, parece que una gran rata se acaba de colar, me pregunto qué
diría de nosotros el Presidente si se la entregamos.
–Lo conozco – respondió Carlo Tiberian chocando puños con su compañero –,
es Orión, uno de los rebeldes más poderosos, yo creo que si lo entregamos el
Presidente nos dará la oportunidad de unirnos a la Orden de los Caballeros
Fantasmas...
FÍLO DÍVÍNO NÚMERO TRES
ZEÚS

Los hermanos Brunn, Donnar y Brachium, hijos del fallecido Genub, caminaban
hacia la Ciudad de Tenochtitlán, capital del estado de Aztlán, ambos iban escoltados
por Orden del Consejo Familiar de los Brunn por los miembros del Tloque
Nahuaque.
Xólotl, Coatlicue, Tlaltecuhtli, Mictlantecuhtli y Malinalxóchitl resguardaban su
seguridad, les prometieron que nadie se les interpondría en su camino a
Tenochtitlán, el Consejo había hablado y les dio a ambos el derecho a pelear por la
gubernatura del estado y por el patriarcado, todos ignoraban que en ese momento
sus compañeros Temazcalteci y Mixcóatl estaban siendo asesinados por Kukulcán
ante la mirada pasiva de los sacerdotes de los cuatro elementos.
Mientras caminaban, Donnar quería aliviar la tensión, la última vez que vieron a
su abuelo, éste les había pateado el trasero con una facilidad que a ambos les daba
pena aceptar, preguntó a su hermano por Isis.
–¿Ya arreglaste las cosas con Nefert?
Brachium se tomó en serio la pregunta de su hermano, aunque ahora llevaba
una amistad “abierta y razonable” con Isis, la cual incluía algunos encuentros
íntimos, todavía él no se sentía preparado para llegar más allá con ella.
–Aún no – respondió rascándose la parte trasera de la cabeza –, supongo que
eso lleva tiempo, tal vez nunca se recomponga la relación, eso no es importante
ahora.
–Lo es, Brach, siempre es importante si alguien llena tu corazón, mira a Mic y a
Tlaty.
Brach observó a Henrikkeh Humbolt y a Norah Voltán, ambos caminaban
tomados de la mano.
–Se ven bien... ¿no? – comentó el portador de la espada oscura Aesir –. El
amor te hace más fuerte.
–¿Cómo lo sabes? – preguntó el miembro del Círculo del Zodiaco empujando a
su hermano –. ¿Estás enamorado?
–No ahora – respondió Thor devolviéndole el empujón a Libra –, pero lo
estuve... ¿te digo algo?
–Adelante
–Me gusta Coty, es hermosa y creo que me ha flechado, tan sólo he cruzado
unas palabras con ella pero se nota que es sencilla y muy agradable, aunque no lo
creas soy tímido con las mujeres y ella me gusta demasiado…
Brachium le sonrió a su hermano mayor, Donnar apenas había tenido una
breve plática con Coatlicue hacía unos meses, lo que el amo de los cuervos
psíquicos decía no tenía sentido.
–Lo que no creo es que sientas algo intenso por ella si apenas la conoces.
–Lo sé, yo tampoco me lo explico, pero te aseguro que desde la primera vez
que vi su rostro quedé impactado, gracias a Ganesh y su “magia” con los
ordenadores sé muchas cosas de Coty, todas me han agradado, se nota que todos
los que la conocen la aprecian, eso habla muy bien de ella, me pregunto si tendré
alguna oportunidad de conquistarla... pero en fin, dejemos que el agua fluya.
–Vamos…
–En serio, aunque son pocas las imágenes de Coty que Ganesh ha podido
“rescatar” de la red privada del Tloque Nahuaque, todas y cada una de ellas las
guardo en mi memoria con gran recelo y pienso en ellas más de lo que me gustaría
admitir…
Brachium volteó a ver a la controladora del hielo del Tloque Nahuaque, era
guapa, sus ojos cafés eran amables, se notaba que la chica era confiable y su
sonrisa fácil era contagiosa, le recordaba un poco a Elektra.
–Tú lo has dicho, haz lo tuyo, si no es ahora… ¿cuándo? Tal vez no
sobrevivamos a la batalla con el abuelo, ve con ella y por lo menos háblale, conócela
mejor y enamórate de sus cualidades o decepciónate de su personalidad – dijo
Brachium señalando a Coatlicue –, pero antes de que me dejes caminando solo,
aclárame algo... ¿te incomoda esto?
–¿De qué hablas?
–De pelear a muerte contra el abuelo, a mí no me importa, apenas si lo conozco
y las veces que lo he visto ha sido en condiciones poco amigables, pero tú conviviste
con él...
–El viejo es un cabrón que sólo le interesa el poder, no olvides que asesinó a
papá, no tendré ningún problema de matarlo.
–¿Y qué opinas de ellos? – Brach señalaba a los miembros del Tloque
Nahuaque.
–Tú primero...
–Una partida de cobardes – respondió Brachium en voz alta –, odian tanto como
nosotros este sistema de gobierno pero no hacen nada por remediarlo, sólo
escoltarnos, me dan asco, preferiría caminar con mis Amos del Metal.
–Los chicos están muertos, Brach – Donnar le indicó a su hermano con señas
que bajara la voz –, sólo sobreviven Sagath y Dimitri, no estoy muy seguro de que
ellos quieran caminar contigo.
–Tienes razón, todo se ha ido al diablo, primero mi pandilla y después mis
hermanos del Círculo... – Brach apretó los puños, todavía no se perdonaba el estar
bebiendo alegremente mientras sus hermanos del Zodiaco eran masacrados.
–Te quedan Cross y compañía.
–Sí, y a ellos los defenderé con mi vida.
–Mira, ya se ve la ciudad. – Donnar señaló a lo lejos, se adelantó hasta alcanzar
a los miembros del Tloque Nahuaque e inmediatamente le habló a la chica que le
interesaba –. Coty... ¿dónde pelearemos con el abuelo?
La chica volteó a ver al mayor de los hermanos Brunn, también se sentía
atraída hacia él.
–No lo sé... – Coatlicue le habló al líder encargado del grupo que acompañaba a
los hermanos Brunn –. ¿Qué opinas, Xol?
Xólotl se detuvo y echó un vistazo al lugar en el que se encontraban, era un
paraje árido y deshabitado, justo para no poner la vida de nadie en riesgo, a
excepción de los combatientes, claro.
–Este lugar es perfecto, no hay nada alrededor que interfiera con su pelea...
–¿Entonces? – preguntó Brach.
–Les avisaremos a los Caballeros Fantasmas que ustedes ya están en el lugar
de combate para que le informen a Zeus de su combate.
–Está bien.
Mientras sus compañeros aguardaban por Zeus, Coatlicue fue abordada por
Thor.
–¿Te molesta si espero contigo?
–Para nada – respondió la chica obsequiándole una gran sonrisa al mayor de
los hermanos Brunn.
–¿Qué opinas de todo esto? – preguntó el FILO Oscuro.
–¿De tu pelea con Zeus? – Coatlicue le mostró el dedo pulgar hacia abajo a
Thor –. Creo que tú y tu hermano van a perder.
–No me refería a eso, pero gracias por el voto de confianza, hablaba de la
situación del país...
–Eso... creo que los rebeldes tienen razón, simpatizo con su causa, me gustaría
que ganaran.
–¿Por qué ustedes son tan apáticos?
–Eso parece, incluso pueden tacharnos de cobardes, como tu hermano...
–¿Escucharon eso? – Donnar se sintió apenado ante el comentario de la
miembro del Tloque Nahuaque –. Me disculpo por él.
–No tienes por qué hacerlo, seguramente tiene razón, pero tenemos nuestros
motivos para no intervenir.
–¿Y puedo saberlos?
–No.
–¡Vamos...! – exclamó el Juez del Norte del Quinto Distrito intrigado –. Eso es
cruel. Soy muy curioso, no voy a poder pelear pensando en eso, hazlo como un
último favor a un condenado.
Coatlicue veía fijamente a Thor, su sonrisa era contagiosa, le acarició la calva.
–¿No te crece?
–¡Por supuesto que sí! – contestó airadamente Donnar pensando en su cabello
–. Pero me gusta traerlo así. Tiemblo de sólo pensar que no me crecerá otra vez, no
soportaría sufrir de calvicie...
Coty empezó a reír.
–Algún día me gustaría ver tu cabello.
–Te lo enseño si me dices tu secreto.
–Boleria tiene muchos enemigos – comenzó diciendo Coatlicue aceptando el
trato –, internos y externos, ahora mismo hay una triple lucha por el poder, ustedes
no son los únicos que buscan llegar a Ishtar.
–¿Qué dices? ¿Más luchas?
–Así es, su revolución es la que ocupa los titulares y las noticias, pero hay otras
dos luchas por el poder que no se ven, una la llevan a cabo las Espadas Reales y la
otra es una partida que se viene jugando desde hace siglos, esa es la más peligrosa.
–Creo entender, ustedes están aquí para proteger al país en caso de que gane
el bando equivocado...
–No, no importa el bando que gane, nosotros protegeremos al país de los
peligros externos y de su destrucción interna, por ese motivo no podemos
inmiscuirnos en ningún conflicto, somos la última línea de defensa de Boleria, ahora
mismo no deberíamos estar aquí.
–¿Y por qué nos protegen?
–Porque están haciendo nuestro trabajo. Nosotros nacimos y vivimos en Aztlán,
nuestras familias son de sus primeros pobladores, mucho más antiguos que los
Brunn.
–Eso lo sé, este territorio le pertenece a mi familia por el pacto de la guerra de
las religiones, los Brunn originalmente pertenecemos a los ochenta y ocho Clanes
guerreros de Hamal.
–Así es, para gobernar el estado tuvieron que renunciar a los ochenta y ocho...
–Mis antepasados así lo decidieron, aunque algunos se resistieron a dejar
Hamal, los Brunn se partieron, los que se marcharon a gobernar Aztlán conservaron
el apellido, los que se quedaron cambiaron el nombre de su Clan, ahora son
conocidos como los Tiberian.
–Exactamente así fue, desde que habitaban en Hamal los Brunn gobernaban
una parte importante del territorio, sus dominios empezaban en los bosques y se
alzaban hasta donde iniciaba la tundra.
–Así es – Donnar escuchaba complacido a la miembro del Tloque Nahuaque, le
agradaba que la chica fuera también culta, él no quería quedarse atrás –, los Brunn
que se quedaron fueron los que dominaban los límites de la tundra, se negaron a
dejar su tierra, la cual ahora pertenece al estado de Riazor.
–Imagínate el gran poder que tenía tu familia para dividirse y crear dos
influyentes Clanes – continuó Coty a quien le encantaba hablar de historia, le
fascinaba leer y conocer a los grandes guerreros que habían forjado su nación,
hombres y mujeres con historias de vida dignas de las más increíbles novelas –,
estaban al nivel de los Yaotl o los de Grieff, una vez que tomaron el control del
estado, los Brunn se hicieron con el mando de poderosos Clanes para acceder a los
puestos de poder tanto en el Tloque Nahuaque como en las Espadas Reales,
absorbieron a antiguos, ambiciosos y poderosos Clanes de Aztlán: los Chaam, los
Tonán y los Ahkush.
–Te faltaron los Clanes Nophis y Bacabs. La fusión con otros Clanes para
reafirmar el poder fue en el pasado una práctica común que iniciaron los De Grieff y
los Yaotl.
–Así es, con esa jugada tus antepasados se aseguraron los puestos de
Temazcalteci y Ehécatl en el Tloque Nahuaque, los apellidos Chaam y Tonán se han
perdido para siempre, ahora todos esos antiguos Clanes se hacen llamar
vergonzosamente Brunn.
–Por esa razón es que mi familia ocupa lugares determinantes en varios grupos
de poder, incluyendo los FILOS Oscuros o los Sindicatos de Ishtar. Tampoco es para
tanto... los Nophis, los Bacabs y los Ahkush también ahora son Brunn.
–Así es, tu primo Brahma tiene los genes hereditarios del Clan Ahkush.
–Interesante saberlo, entonces vamos a decir que él es el representante del
Tloque Nahuaque en la causa, Connor Brunn es de los más comprometidos...
–Nos duele tener a un gobernador como Zeus en el poder, es vergonzoso
depender de otros para hacer lo que nos corresponde a nosotros...
Coatlicue bajó la cabeza avergonzada, Donnar puso la mano en su barbilla y se
la levantó.
–No te aflijas, yo pelearé por ti, mi victoria será tu victoria.
–Gracias, es lindo lo que dices..., ¿qué puedo darte a cambio de que pelees en
mi nombre?
–Una cita.
–¿Eso es todo?
–Eso es todo, Coty, dame una cita, pero no como Coatlicue, sino como una
chica normal, yo soy Donnar Brunn, dime... ¿a quién estoy invitando?
–Me llamo Elzzah Hunapú.
–¿Aceptas salir conmigo, Elzzah?
–Acepto Donnar.
Coatlicue besó en los labios a Thor para sellar su pacto, Libra sonriente volteó
a ver a los demás miembros del Tloque Nahuaque, su sonrisa mostraba orgullo, con
ella les decía: "ese es mi hermano".

En el Palacio de Gobierno de Aztlán, ubicado en la mítica ciudad de


Tenochtitlán, Etneo Brunn meditaba sobre lo que sucedía en el país, las noticias
viajaban a la velocidad de la luz, ya tenía conocimiento de que habían caído Odín,
Miguel y Aries, los dos últimos idiotas al final se mataron entre ellos.
Maldijo su suerte, el Consejo de Gobierno de los Yaotl se puso a las órdenes
de los rebeldes, sus líderes eran reconocidos guerreros de la más alta clase en esa
familia: Rafael, Azrael, Balar y por supuesto, Escorpión, con cualquiera de ellos
conservaban su estatus de la familia más poderosa de Boleria y el gobierno de Levit.
Lo mismo sucedía con los De Grieff, Luzbel, Freya y Lúgh le daban continuidad
a su estirpe, Hamal también agachó la cabeza, los dos estados más fuertes del país
se doblegaron por interés ante los rebeldes y éstos ya controlaban Arcadia, era
cuestión de tiempo que se apoderaran del país entero.
El pacto con Miguel estaba roto y nada sabía de Horus o de Darius Rashad,
sólo quedaban dos estados por tomar: Aztlán y Riazor, estaba seguro que los
rebeldes no la tendrían tan fácil en esas dos entidades, los principales defensores de
Hamal y Levit se mataron entre ellos y Odín no protegía ningún estado.
Zeus conocía de sobra a Aureo Riazor y sabía que no doblaría la rodilla ente
nadie, defendería su estado con su vida y la de sus Jinetes Alados Inmortales, los
Jinetes Alados Elementales también deberían acudir a su llamado, él haría lo mismo
con Aztlán, pero solo, sus dos principales fuerzas lo abandonaron, tanto el Tloque
Nahuaque como las Espadas Reales de la Orden de Aztlán, ambos le dieron la
espalda.
Parecía que el patriarca de los Brunn con el pensamiento convocó a sus
Caballeros Fantasmas porque en ese preciso instante aparecieron los cuatro por la
entrada principal, todos con su impecable armadura guinda, Etneo los recibió con
desprecio.
–¿Qué demonios quieren? ¿No saben tocar?
–Los rebeldes están en los límites de la ciudad, al norte de aquí – contestó Sir
Axayácatl, el líder de la Orden de Aztlán.
–¿Quiénes de los rebeldes?
–Thor y Libra.
–Mis nietos – Etneo Brunn hizo una cara de disgusto, no deseaba matar a
Brachium y Donnar.
–Así es.
–¿Vienen a unirse a su abuelo?
–Vienen a retarlo por la gubernatura del estado y el patriarcado de los Brunn.
–No voy a matar a mis nietos, encárguense ustedes, los quiero vivos a ambos.
–No vamos a pelear su lucha, señor – le respondió Sir Axayácatl en tono
molesto, Zeus les estaba hablando como si fueran unos criados.
–Están aquí para servirme.
–Los Caballeros Fantasmas de la orden de Aztlán no están para someterse a la
voluntad de ninguna persona, servimos al estado, señor.
–Yo represento al estado.
–No en esta ocasión, los Consejos de Gobierno y de familia de los Brunn han
aceptado la petición de sus nietos, los dos tienen derecho legítimo a sus puestos, si
quiere conservarlos deberá pelear por ellos.
–¿Así que los máximos Consejos me traicionan? – dijo Zeus escupiendo sus
palabras –. Al igual que mis Caballeros Fantasmas y el Tloque Nahuaque...
–Ese es sólo un punto de vista, señor, el suyo, hay otros puntos de vista
diametralmente opuestos a su opinión.
–Todos están equivocados, voy a pelear, pero sepan algo, una vez que acabe
con mis nietos seguirán ustedes si continúan en rebeldía.
–Cuando usted lo desee puede probar nuestras espadas, Gobernador.
–Tengan por seguro que lo haré, Sir Axa, les recomiendo que jamás vuelvan a
separarse porque los mataré uno a uno... ¿dónde dicen que están mis nietos?
–En los límites de la ciudad, al norte, cerca de la montaña del jaguar...
–Está bien, iré a combatir.
–Nosotros lo escoltamos señor...
–Ustedes no me sirven para nada, llegaré en un segundo...
En ese momento un relámpago multicolor cayó sobre Zeus y el guerrero
desapareció, el mismo rayo cayó en las faldas de la montaña del jaguar apareciendo
el FILO Divino, observó a los miembros del Tloque Nahuaque y los corrió de ahí.
–Largo de aquí, ninguno de ustedes tiene asuntos que arreglar en este lugar,
sólo somos yo y mis nietos.
Los guerreros del Tloque Nahuaque se retiraron en silencio, Coatlicue dejó
lentamente la mano de Donnar para irse con sus compañeros, Zeus veía fijamente a
sus nietos, ninguno de los dos era rival para quien se consideraba el más poderoso
de los FILOS Divinos.
Zeus sonreía, conocía a la perfección tanto a Donnar como a Brachium, los
había seguido sin que lo supieran en toda su infancia, dos talentos natos, milagros
de la naturaleza, pero nada comparados con él, el magnífico poder que demostraron
sus nietos en su temprana adolescencia él ya lo había superado desde que tenía un
año de edad...
*****
–¡Ya basta Etneo...! – Nilda Brunn trataba de apaciguar a su primogénito –.
Dyeu, mira a tu hijo, va a lastimar a alguien...
Dyeu Brunn miraba orgulloso al pequeño Etneo mientras lo levantaba por
encima de su cabeza, todavía no sabía ni hablar y ya soltaba poderosas ráfagas de
electricidad, pero no sólo las expulsaba, tenía un total control sobre ellas, ninguno de
esos poderosos rayos tocaban a su esposa a pesar de estar rodeada de
destrucción.
–Déjalo, mujer, que a ti no te hace daño.
–No hablo por mí, ya sé que mi bebé jamás me dañaría, pero mira alrededor...
¡lo destruye todo! Puede herir a los sirvientes, con ellos no tiene el cuidado que tiene
conmigo.
–Los muebles podemos comprarlos cuantas veces sea necesario y ya mandé a
hacerles a los sirvientes trajes especiales para acercarse a Etneo.
–Trajes especiales... ¡controla a tu hijo!
–No, Eteno es libre como el viento, o mejor dicho como el trueno, como su
padre.
–Su padre es un cretino. – La mujer le arrebató a su hijo a Dyeu y lo abrazó
contra su pecho –. Ven, mi vida, yo te voy a enseñar a ser un buen niño.
Nilda Brunn le dio la espalda a su esposo y se fue con su hijo, Dyeu alcanzó a
darle una nalgada a su esposa y después soltó una gran carcajada ante la mirada
furiosa de Nilda, furia que se convirtió en un beso al aire cuando salió de la
destrozada habitación.
El pequeño Etneo creció siendo entrenado directamente por su padre, el
máximo controlador de la electricidad: Zeus, el poder del niño era superior a
cualquier cosa que su padre hubiera visto en toda su vida, tenía cinco años y ya lo
había dejado atrás, ese pequeño era el guerrero por el que los Brunn esperaban
desde que gobernaban Aztlán, lo sentó en su pierna y habló con él.
–Mañana partes a la escuela de Arcadia, hijo.
–Si – respondió el niño meciendo las piernas en el aire.
–¿No estás nervioso?
–No.
–Necesito hacer algo contigo, tu poder sobrepasa todos los límites, tú solo eres
capaz de destruir por completo el área media de la Ciudadela.
–No lo haría – dijo el pequeño Etneo seriamente –, mi mamá dice que eso es
malo.
–Sé que no lo harías de manera consciente, pero en ti duerme el espíritu de un
demonio, el original portador del rayo púrpura...
–¿Y eso es malo?
–Por el momento sí, pero en el futuro, cuando lo controles, será el poder que
eleve a nuestra familia a la cima de poder de Boleria.
–¿Y cómo voy a calmar a ese demonio? – preguntó el niño preocupado por lo
que acababa de escuchar.
–No puedes, hijo, tu poder es muy peligroso, por eso vas a estudiar a Arcadia,
pero no irás al Cinturón, estudiarás en el Distrito Comercial, en un templo dedicado
al dios Yah, el que es protegido por el sacerdote morado...
–Pero mamá me dijo que estudiaría en el Cinturón y está muy emocionada, se
va a decepcionar...
–No lo hará, ella creerá que estudias en el Cinturón.
–¿La vamos a engañar?
–No, hijo, cuando lleguemos al Distrito Comercial lo verás.
Etneo se despidió de su madre, le prometió que sólo utilizaría su energía
elemental para estudiar y no para hacerle daño a otros estudiantes, después partió
con su padre al Distrito Comercial.
Una vez que se encontraron en tierra sagrada, Dyeu Brunn llevó a su hijo a
divertirse, estuvieron toda la semana paseando entre juegos de diversiones y zonas
de entretenimiento, el pequeño Etneo estaba encantado, no sabía que su padre le
estaba dando un último momento de regocijo antes de que empezara su duro
entrenamiento.
Después de esa semana de diversión, Etneo y su padre se dirigieron a la
Basílica de los Dioses en el centro mismo del Distrito Comercial, el segundo
inmueble más imponente de todos los de la demarcación, sólo por debajo de la
Catedral de los Dioses, el templo supremo dedicado a la principal religión de Boleria.
La entrada al recinto era imponente, al igual que en todos los templos la figura
de un gigantesco monje custodiaba su entrada con los brazos ocultos en las mangas
de su sotana y la cabeza agachada en señal de meditación con la capucha puesta.
Los Brunn entraron directamente a un pasadizo oculto al fondo del inmueble
que los llevó a un hermoso jardín de flores multicolores, pasando el jardín entraron
por una puerta e inmediatamente descendieron.
El pequeño Etneo perdió la noción del tiempo, sólo seguía a su padre a través
de esa interminable escalinata, ya le habían advertido que no podía mencionar
palabra alguna, por lo que calladamente continuó el descenso.
Después de algunas horas llegaron a unas catacumbas, en ese lugar de nuevo
se encontró con el enorme sacerdote de la sotana negra de la entrada, en el lugar
había dos monjes más igual de impresionantes que el negro, uno con sotana
morada y otro con sotana café.
Dyeu Brunn se inclinó ante los sacerdotes, Etneo lo imitó, en ese momento
aunque quisiera hablar no podía hacerlo, estaba impresionado con esas gigantescas
figuras que emanaban serenidad pero que al mismo tiempo también exhalaban un
gran poder.
El Patriarca de la familia Brunn se arrodilló ante los sacerdotes y dijo una
silenciosa plegaria, después besó la sotana de los tres monjes, le hizo una
indicación a su hijo y este lo imitó, después por fin habló.
–Sus santidades, este es mi hijo, Etneo, de quien les hablé.
Etneo se sorprendió cuando la voz que escuchó no fue la de un hombre sino la
de una mujer.
–¿El niño portador del relámpago púrpura en su forma definitiva? – preguntó la
sacerdotisa de la sotana negra.
–Si Excelencia.
–Otros portadores de Olympia han manejado ese relámpago en su forma
definitiva, tú entre ellos... ¿qué es lo especial de tu hijo?
–Que en su cuerpo reside el mentor de Radius, el creador del rayo.
–¿Estás diciendo que el gran Hectanóquiro del trueno reside en tu hijo? ¿Estás
seguro de eso?
–Seguro, Gran Sacerdotisa.
–Sabes que no puedes citar a una audiencia con nosotros si no tienes las
pruebas necesarias, el castigo por hacernos perder nuestro tiempo es la muerte.
–Lo sé, Excelencia.
–¿Cuál es tu prueba?
–La traigo aquí conmigo, es mi hijo.
–Valientes palabras las tuyas, Zeus, si tu hijo no contiene el poder del que
presumes morirá cuando lo auscultemos.
–Jamás arriesgaría la vida de mi primogénito y heredero, Excelencia.
–Está bien, entonces procedamos.
La sacerdotisa negra le indicó al sacerdote morado que revisara al menor, éste
puso su enorme mano sobre la cabeza de Etneo y liberó una gran energía eléctrica,
el pequeño Brunn gritó de dolor, pero el representante de los Dioses en la tierra no
se detuvo, el examen duró más de ocho horas.
Cuando todo terminó, el cuerpo de Etneo era una bolsa de carne sin huesos, la
sacerdotisa negra observó a su compañero morado y éste asintió, después le hizo
una indicación a su compañero de la túnica café, quien tocó al menor.
El dolor sufrido por Etneo con anterioridad se duplicó, sus huesos se estaban
volviendo a formar, otras ocho horas pasaron hasta que el cuerpo del pequeño
volviera a la normalidad, Dyeu Brunn veía orgulloso a su hijo, a pesar del dolor no
derramó ni una lágrima.
Los tres sacerdotes se separaron de los Brunn para deliberar, después de otro
par de horas se acercaron al portador de la espada suprema Olympia para darle sus
impresiones. De nuevo fue la sacerdotisa negra quien habló:
–Tenías razón, Zeus, en el cuerpo de tu hijo reside el espíritu del Hectanóquiro
del trueno.
–Entonces, Excelencia... ¿será aceptado por el sacerdote morado?
–Esa es la cuestión, tu hijo es poderoso pero inestable mentalmente, no está
preparado para ser acólito en el templo del rayo.
–Excelencia, debo recordarle cuál es su obligación.
–¿Osas cuestionar mis decisiones?
–Sí – Dyeu Brunn dejó de comportarse humildemente y habló con autoridad –,
le recuerdo que yo tampoco soy cualquier persona, soy tan importante como usted
en este país, le suplico me hable con respeto, a partir de este momento mi hijo
estará bajo la custodia del sacerdote morado.
–Tu hijo puede causar un gran daño al país.
–No lo hará si es educado correctamente, por eso lo traigo aquí, este no es el
único lugar donde puede ser controlado el Hectanóquiro, pero sí es el mejor, si el
poder de mi hijo no es controlado puede causar mucha destrucción y lo saben.
–¿Es tu última palabra, Zeus?
–La es.
–¿El Patriarca de la familia Brunn reclama su derecho de sangre para que los
representantes de los Dioses eduquen y guíen a su hijo?
–Lo reclamo y lo exijo.
–Que así sea entonces, no está en nosotros negarnos a una propuesta legítima,
lo que haga este niño después de salir del templo no nos concierne, tu hijo ha sido
aceptado, a partir de este momento estará bajo la protección, cuidado y educación
del supremo sacerdote del rayo, Siddartha, el monje morado.
–Que así sea.
–Pueden retirarse, tienes cinco minutos para despedirte de tu hijo, la ley exige
que pase con nosotros diez años, ese será el tiempo que lo tendremos en el templo
del norte dedicado al todo poderoso Dios de los cielos, Yah, no más.
La sacerdotisa negra calló, escondió sus brazos en las mangas de su sotana y
agachó la cabeza, al igual que los otros dos sacerdotes, una pequeña lámpara
iluminó una puerta, por ella salieron los dos Brunn, del otro lado estaba el hermoso
jardín que habían pasado antes, Etneo estaba confundido.
–¿Cómo llegamos aquí tan rápido?
–Este es un lugar sagrado, hijo, muchas preguntas no tienen respuesta.
–¿Por qué nada más habló la señora de negro?
–Los sacerdotes son personas muy espirituales, no desgastan su tiempo ni
energía en cosas banales como las palabras, hablan sólo cuando es indispensable,
ya lo verás.
–¿Cuándo te volveré a ver?
–Tu cuerpo mortal me verá en diez años, pero estaremos en contacto.
–¿Lo prometes?
–Te lo prometo, hijo, pero tú también debes prometerme algo.
–Lo que tú me digas, papá.
–Que vas a entrenar muy duro, no desfallezcas, en los templos no se permite la
desobediencia, la renuncia, ni la deserción, demuestra que eres un Brunn.
–Lo prometo, papá.
–Hijo, me duele hacerte esto, sabes que te amo más que a nada en el mundo,
pero es necesario por tu bien y el de tu familia, cuando salgas de este lugar serás el
guerrero más poderoso del mundo, tú naciste para conquistar la tierra.
–Sí papá.
Las palabras de su padre quedaron bien grabadas en la mente de Etneo, se las
creyó en el alma, abrazó a Dyeu hasta que un novicio envestido con una sotana en
un color púrpura muy claro se aproximó a ellos.
–Es hora.
El hombre no dijo más, tomo la mano de Etneo y se lo llevó, el pequeño Brunn
volteó, no dejó de ver a su padre hasta que se internó en otra entrada de la Basílica
y lo perdió de vista.
Unas lágrimas salieron del rostro de Dyeu, le dolía ver partir a su hijo, sabía
que iba a sufrir mucho como acólito del sacerdote morado, pero ese era el precio
que debía pagar por la grandeza.
Etneo fue llevado al norte del Distrito Comercial, a uno de los tres principales
templos dedicados al Dios de los cielos, Yah, en cuanto ingresó al recinto otra vez se
encontró con el inmenso sacerdote morado, estaba custodiando la entrada en una
silenciosa oración, como siempre, completamente inmóvil, como si se tratara de una
enorme figura decorativa.
El Sacerdote llevó al pequeño al interior, de ahí lo trasladaron a una espaciosa
celda que se encontraba en las profundidades del templo, adentro ya lo esperaban
los sacerdotes morado, naranja y café, habló el primero de ellos.
–Este será tu lugar de descanso por los próximos diez años, el tiempo justo para
que aprendas a dominar a la bestia que llevas dentro, es un espíritu llamado
Hectanóquiro, maestro de Radius, el creador del rayo.
–Sí señor.
–El Hectanóquiro tiene un gran poder – continuó explicando el sacerdote
morado –, posee cien brazos y cincuenta cabezas, los brazos representan su fuerza,
todos y cada uno de ellos controlan el rayo más poderoso, el púrpura, tú deberás ser
capaz de unirlos en uno solo...
Etneo escuchaba con atención, cien brazos, un solo poder. El sacerdote
morado siguió con su exposición.
–El Hectanóquiro no sólo tiene cien brazos, también posee cincuenta cabezas,
cada una de ellas tratará de apropiarse de tu mente y tu voluntad, el espíritu no es tu
amigo, es tu peor enemigo que tratará de controlarte para quedarse con tu cuerpo, si
lo logra tendremos que matarte... ¿lo entiendes?
–Sí.
–Bien, este entrenamiento es completamente secreto, nadie sabe que estás
aquí y nadie lo sabrá...
En ese momento entró a la celda un musculoso gigante de cinco metros de alto
con cabeza de serpiente siguiendo al sacerdote café que también había estado en la
reunión previa con el padre del pequeño Etneo.
–Este es mi Nephilim protector que me ha otorgado mi líder – explicó el
sacerdote morado –, ocupará tu lugar en la escuela del Cinturón, todo lo que él viva
y aprenda te será transmitido, su manera de comportarse y de interactuar con los
demás dependerá de ti, actuará conforme a los parámetros que le marque tu ser.
El gigantesco Nephilim tocó la cabeza de Etneo, después el sacerdote naranja
le dio la misma forma del pequeño Brunn y el sacerdote café los conectó
psíquicamente.
Etneo veía a su clon, no sólo era idéntico a sí mismo, también hacía sus
mismas muecas y tenía la misma mirada soberbia que él, estaba seguro que ni él
mismo notaría la diferencia.

El entrenamiento comenzó, tal y como se lo habían vaticinado era despiadado,


desde el principio le dijeron que debía pasar por cien pruebas para poder dominar
los cien brazos del Hectanóquiro.
Las pruebas eran sumamente difíciles, más para un niño de apenas cinco
años, pero no había lugar para los fracasos, tenía diez años para pasar al menos el
setenta y cinco por ciento de las pruebas, en caso contrario no saldría del templo
con vida.
Etneo tenía una colección de libros en su celda, su biblioteca particular, en ella
se encontraban cien técnicas distintas que debía emplear para dominar cada uno de
los brazos del Hectanóquiro, un libro por técnica, los ejemplares tenían diversos
grosores, los había desde manuales de diez hojas hasta obras de veinte volúmenes
de mil quinientas hojas cada uno, todo dependía del brazo que quisiera dominar.
Los sacerdotes dejaron la biblioteca a su disposición, el pequeño podía
estudiar la técnica que quisiera, sólo le impusieron la primera: el control del rayo
púrpura en la teletransportación.
El pequeño Etneo sin perder el tiempo tomó el grueso primer volumen de cinco
que constaba la técnica, lo empezó a leer pero no entendía los símbolos y las
palabras que contenía, comía y estudiaba con los demás habitantes del templo a las
horas asignadas y cumplía con las labores que le encomendaban, siempre en
silencio, su estancia en ese lugar no era gratuita y él debía costeársela trabajando
como el más pobre de los acólitos que vivían en ese templo.
Después de la primera semana estaba desesperado, seguía sin entender nada
del contenido del libro además de que terminaba demasiado cansado para estudiar,
al final como todas las noches se dió por vencido y se fue a dormir.
A media noche Etneo se despertó sobresaltado, ahora lo comprendía todo,
volteó a ver su enorme biblioteca, pensó en el estudio combinado con el trabajo, no
sólo debía entender los libros y las técnicas, debía manejarlas a la perfección, cada
que terminara de dominar una prueba sería examinado, sólo entonces dominaría
ese brazo, al ritmo que iba no lo lograría, diez años eran demasiado poco para tan
colosal tarea.
El pequeño Brunn salió corriendo de su celda, buscó por todos lados pero no
encontró a nadie, ni siquiera sabía en dónde buscar a los sacerdotes que mandaban
en el templo, pensó en ir a dormir y a la mañana siguiente empezar con su plan,
pero cuando iba a entrar en su celda se arrepintió, hasta el último segundo de su
tiempo era importante, de otra forma en diez años iba a morir.
Se regresó corriendo a la bóveda principal del templo, estaba cerrado pero en
la entrada estaba el sacerdote supremo morado, se encontraba de pie en la misma
posición de siempre resguardando la entrada principal del templo.
Etneo tragó saliva, respiró profundamente y se acercó al gigantesco sacerdote,
tiró fuertemente de su sotana y con voz decidida y clara le preguntó viéndolo
directamente a su capucha.
–Señor, no sé leer sus libros, necesito que alguien me enseñe a leerlos... ¡pero
ya! Lo que no tengo es tiempo.
El supremo sacerdote levantó la vista y le lanzó un poderoso ataque eléctrico a
Etneo, el pequeño Brunn cayó de espalda por la potencia del embate, sabía lo que
significaba, en ese lugar las palabras sobraban, el dolor y la violencia eran castigos
por infracción a las reglas, debía marcharse de ahí. El futuro Zeus no se amedrentó.
–Puede electrocutarme hasta matarme, da lo mismo si lo va a hacer en diez
años, por lo menos voy a morir peleando.
El sacerdote finalmente habló:
–Regresa mañana a primera hora.
–No puedo hacer eso, señor, es del tiempo de mi vida del que estamos
hablando.
–Si te lastimo perderás más tiempo.
–Aunque tenga mi piel en carne viva por sus castigos empezaré mis lecciones
ahora mismo...
El sacerdote supremo no dijo más, un poderoso relámpago púrpura impactó a
Etneo, el pequeño sintió cómo su piel se quemaba y desgarraba, comprendió que
ese lugar no era un juego ni su casa para que cumplieran todos sus caprichos, el
monje había cumplido su deseo y estaba destrozando su piel con el mayor dolor
posible.
Cuando el castigo pasó, Etneo se encontraba en el suelo en posición fetal,
temblaba y la más leve brisa le dolía en todo el cuerpo de una manera horrible,
haciendo acopio de todas sus fuerzas se levantó tembloroso y tomó la sotana del
sacerdote.
–Otra vez – exigió con furia, no pensaba doblegarse –, castígueme otra vez
hasta que acepte enseñarme a leer los libros.
El sacerdote volvió a bajar la mirada, movió la cabeza y le habló a Etneo:
–¿Ya viste en dónde estamos?
Etneo apenas podía tener los ojos abiertos, el abrirlos le dolía tanto que
deseaba arrancárselos, pero aun así observó a su alrededor, ya no estaba en la
entrada del templo, ahora se encontraba en una enorme biblioteca.
–¿Qué lugar es este? ¿Cómo llegamos aquí?
–Es el lugar donde vas a instruirte, llegamos con la técnica de teletransportación
púrpura, la primera técnica que debes aprender, tu cuerpo no está preparado aún
para ejecutarla.
El supremo sacerdote sacó un pesado libro idéntico al que Etneo tenía en su
celda y le explicó el inicio de todo.
–¿Ves este símbolo de aquí?
Etneo nuevamente forzó la vista para poder ver el símbolo, era una figura sin
forma alguna, pero temió preguntar, se quedó observando el símbolo y se percató
que el sacerdote esperaba pacientemente su respuesta, se tranquilizó entonces, de
nada servía estresarse, siguió observando el símbolo hasta que descubrió un rayo
escondido entre los muchos trazos del dibujo.
–Sí, señor, ya lo veo, es un rayo.
–Así es, eso significa que para ver los secretos del libro debes aplicar
electricidad en él, sólo si eres un usuario del relámpago púrpura podrás desentrañar
sus secretos.
El pequeño Etneo ya se había olvidado de sus heridas, formó electricidad en su
dedo índice y tocó el símbolo, el trueno se iluminó de color púrpura, entonces abrió
el libro y sus letras se podían leer claramente. El sacerdote le preguntó:
–¿Ahora le entiendes?
–A las letras sí, a los símbolos no.
–Ya irás aprendiendo, lee el primer párrafo.
Etneo así lo hizo, cuando terminó de leerlo se volteó a ver su mano
carbonizada, el sacerdote volvió a preguntarle:
–¿Qué dice?
–Que antes de empezar a estudiar esta técnica debo aprender a regenerar mi
cuerpo para poder soportar el poder que se desata al ejecutarla, debo empezar con
la técnica de sanación.
–Así es – confirmó el gigantesco sacerdote señalando una colección de libros –,
es esa de la primer estantería a la derecha.
Etneo volteó hacia la estantería, vio una serie de libros idénticos y numerados,
le preguntó al sacerdote morado tocando los libros:
–¿Ésta de aquí?
–Así es.
Etneo volvió a tragar saliva, los libros eran demasiado gruesos, no había uno
que destacara entre los demás para que lo pudiera elegir.
–¿Cuál de los quince es el que debo estudiar?
–Todos, en ellos se describe la técnica de la sanación por heridas del
relámpago púrpura.
Etneo se agarró la cabeza, resignado, estaba deprimido al ver el grueso y
volumen del libro de la técnica de la teletransportación, pero la técnica de la
sanación era mucho peor.
–Esa es una de las técnicas que ocupa más libros, pensé que era de las
últimas...
–No, muchacho, después de que aprendas la primer técnica obligatoria no hay
una última, estudiarás las que tú desees en el orden que más te acomode...
Etneo empezó a hojear el primer volumen de la técnica de sanación.
–Tiene muchos símbolos...
–Eso quiere decir que necesitarás de clases extras y ya que estás tan
emocionado y me fuiste a molestar a altas horas de la noche, te espero todos los
días en la entrada del templo a la media noche, yo personalmente te enseñaré todo
lo que quieres saber, vendremos de mi lugar de oración a la biblioteca con la misma
técnica.
El rostro de Etneo palideció al escuchar que volvería a ser impactado con esa
terrible técnica.
–¿No podemos vernos directamente aquí?
–No, es mi templo, son mis reglas...
A Etneo se le doblaron las rodillas sólo de escuchar eso, lo último que deseaba
era volver a sentir ese dolor, entonces todas sus heridas le empezaron a decir a su
cuerpo que necesitaban ser sanadas, cayó al suelo en estado de shock, el sacerdote
lo levantó con violencia.
–Ya amaneció y es hora de tus deberes, ya sabes dónde y a qué hora
encontrarme si me necesitas, recuerda: es tu vida y es tú tiempo.
El sacerdote desapareció en un abrir y cerrar de ojos, Etneo se tardó
demasiado tiempo en encontrar la salida de la biblioteca, en parte por sus heridas y
en parte porque no conocía esa parte del templo.
Llegó tarde para hacer sus deberes, ya había pasado la hora del desayuno y
fue golpeado en castigo por no cumplir con las reglas, así, mal herido, golpeado,
desvelado y hambriento, el pequeño Etneo se dispuso a cumplir con sus labores,
sólo hasta que las terminó fue atendido de sus heridas.
Al término del día que fue particularmente duro, por fin pudo llegar a su celda,
durmió un par de horas y se levantó a estudiar, el miedo a la muerte era superior a
su cansancio, tomó el primer volumen de la colección de quince de la técnica de
regeneración y aplicó el rayo púrpura sobre el símbolo del libro, lo abrió para
estudiar, a las primeras páginas dejó de entender lo que el libro decía, se tomó de
los cabellos y respiró profundamente.
Antes de salir de su celda, Eteno se permitió unas lágrimas, sabía lo que le
esperaba, se encaminó a la entrada del templo, no necesitó hablarle al sacerdote
morado, en cuanto llegó el relámpago púrpura se los llevó a la biblioteca, el dolor fue
todavía más intenso con sus heridas en carne viva.
Todo el dolor que Etneo sintió no fue nada comparado con lo que supo
después, con la guía del supremo sacerdote consiguió leer el primer capítulo del
grueso volumen, en el último párrafo estaría la cita que recordaría el resto de su
vida: "Para completar las técnicas del presente capítulo deberá entrenar día y noche
durante cinco años, la sanación es la única técnica que requiere el control de dos
cabezas del Hectanóquiro, una vez que sus ojos puedan ver el símbolo de la página
siguiente podrá continuar con su aprendizaje.".
Etneo temblando le dio vuelta a la página, tal y como lo suponía estaba en
blanco, después siguió con las siguientes páginas, todas tenían símbolos
incomprensibles, furioso trató de impactarlas con su relámpago púrpura, el sacerdote
lo detuvo.
–Dañar un libro de esta biblioteca es equiparable a realizar un acto de hostilidad
en el Distrito Comercial, el castigo es algo peor que la muerte, si no puedes con esto
vive los diez años que te quedan dentro del templo como un sirviente y después te
daremos descanso eterno, también puedes tratar de escapar y morir de una vez o
suicidarte si así lo deseas, es tu decisión, yo sólo voy a decirte una cosa... ve a
trabajar, ya amaneció.
El clon de Etneo llegó a la escuela del Cinturón de la Ciudadela, de inmediato
lo instalaron en la suite de lujo perteneciente a la familia Brunn, el Nephilim
encubierto sonrió, se recostó en su acolchonada cama con los brazos en la cabeza y
se dispuso a dormir una reconfortante siesta.
El falso Etneo no tardó en hacer amistad con los chiquillos miembros de las
otras importantes Casas: Michel y Hazzart Yaotl, Elan, Carsten y Julius De Grieff,
Olaf y Erika Hobbs, así como con otros importantes miembros de familias de Arcadia
y todo Boleria.
Mención aparte le mereció el pequeño Argento Riazor, por comentarios de los
demás supo que aunque venia de la rama principal de su familia era un don nadie, el
verdadero heredero de su Clan era su hermano, Aureo.
El clon de Etneo actúo conforme a los parámetros de comportamiento que le
había dictado el original, no tardó por su gran tamaño y poder en convertirse en el
abusador de la escuela y en el alumno más popular, tanto como los mejores amigos:
Michel y Elan o como el futuro presidente de Boleria: Hazzart Yaotl, siempre
despreciando y apartando al ratón de biblioteca que era Argento Riazor.
El grupo de futuros líderes irremediablemente se hizo con el control de la
escuela, desde pequeños lo dominaban todo, nacieron para mandar y eso era lo que
hacían, hasta por encima de sus profesores.
Con el poder el falso Etneo se emborrachó, le encantaba sentirse superior a los
demás, era una droga que lo satisfacía por completo, le encantaba su vida, lo tenía
todo, ahora entendía a su padre, él debía ser el gobernador del mundo.
Como sucedía con todos los estudiantes élite, Etneo no tenía ninguna dificultad
para aprender sus clases académicas, las de poder las dejaba de lado, el Nephilim
era más poderoso que cualquier estudiante de ahí y el verdadero Etneo estaba
preparándose en otro lugar para ser un dios.
Así pasaron sus primeros cinco años, entre escapadas a divertirse, clases que
no le costaba ningún trabajo asimilar y una vida llena de lujos, excesos y sin ninguna
privación.
En vacaciones se dedicó a visitar a las demás familias, conocerlos y convivir
con ellos en sus casas y sus estados, también fue a ver a Dyeu Brunn, aunque Zeus
sabía que ese no era su hijo, le dejaba recados para que cuando recibiera los
recuerdos de ese clon supiera que lo extrañaba y que confiaba en él.
El examen se cumplió a cabalidad, cinco años fueron apenas suficientes para
aprender el primer principio de regeneración por el impacto del rayo púrpura, el
usuario debía hacerlo penetrar en su piel, obligarlo a ser parte de él, como su
sangre.
Una vez que Etneo pasó su primera prueba no volvió a necesitar del sacerdote
morado para estudiar, se conocía toda la biblioteca y sabía dónde buscar las
respuestas, de igual manera se negó a volver a trabajar, dedicaría los cinco años
que le quedaban a aprender el mayor número de técnicas que le quedaban para
controlar al menos setenta y cinco brazos del Hectanóquiro y así salvar la vida.
Cuando recibió en ese tiempo los recuerdos del Nephilim se enfureció, no
podía creer que él fuera ese cretino que le mostraban, el sacerdote morado le
explicó que esa es la persona que sería si jamás hubiera pisado el templo, ahora era
una persona más madura y humilde después de las vivencias que había pasado.
Etneo se sintió especialmente mal por Argento Riazor, no era un mal chico y
por el contrario era sumamente inteligente, estaba seguro que él hubiera completado
el primer paso de su entrenamiento en la mitad de tiempo, entonces fue cuando se
le ocurrió otra idea, si hubiera hecho eso antes, ahora ya estaría más avanzado,
ordenó a su clon a estudiar las técnicas de control de los brazos del Hectanóquiro,
ahora debía regresar cada año a darle sus recuerdos.
Pensó en Argento Riazor, dejaría de molestarlo, si tenía la suerte de regresar le
pediría disculpas, pero lo haría él personalmente y de frente, no a través del
Nephilim, seleccionó los libros y folletos que su clon podría estudiar sin atorarse y lo
envió de vuelta al Cinturón.

Los años volvieron a pasar, los avances de Etneo con su nuevo sistema fueron
agigantados, estaba en la línea entre la vida y la muerte pero sabía que lo lograría.
Lo más difícil para él fueron las pruebas mentales, de vez en cuando lo
atormentaban y no le permitían continuar con sus estudios, tenía la obsesión de una
técnica en lo particular, una de un folleto de diez hojas pero que era muy complicada
de aprender.
Habló con el sacerdote morado, pensó que sería un desperdicio el dejar de
aprender tantas técnicas que le faltaban.
–Señor...
–Ya te dije que te dirijas hacia mí como Santidad, Excelencia o Eminencia.
Etneo le sonrió al sacerdote morado, le decía señor porque sabía que lo
molestaba, él era el único en todo el templo que le llamaba así, sentía que esa era
una conexión entre ellos y que aquel enorme ser se lo permitía sólo a él.
–Así lo haré para la próxima, señor, ahora me gustaría saber, una vez que me
vaya... ¿puedo regresar a la biblioteca?
–No, la biblioteca es únicamente para residentes del templo.
–Ya veo, entonces tendré que apurarme, hay una técnica que deseo aprender y
es muy complicada.
–Apréndela ahora que puedes.
–Primero está mi vida, señor, ¿de qué me sirve aprenderla si voy a morir? Esa
técnica será el brazo setenta y seis.
–Tu tiempo, tu vida, tu decisión.

El falso Etneo regresó convertido en otra persona a la escuela, completamente


metido en sus estudios y su aprendizaje, nada quedaba del cretino, bravucón y
abusador que se creía superior a todos, sólo conservó una cosa, su ambición de
poder.
Tal cual se le había ordenado, el clon aprendió todas las técnicas basándose
en los conocimientos e inteligencia del verdadero Etneo, así no había ninguna duda
de que lograría llegar a la meta, sin embargo, hubo una variable que nadie tenía en
mente, ni Etneo, ni su padre, ni el sacerdote morado o el Nephilim: la pubertad.
Al ser una persona más madura el falso Etneo empezó a fijarse en las chicas,
su cuerpo era de músculos anchos e imponentes, también era muy alto y bien
parecido, además de que su nueva personalidad estudiosa y enigmática las atraía,
por lo que las muchachitas lo seguían todo el tiempo.
Etneo no tardó mucho en enamorarse de una chica de la familia Hakrabi de
Hamal que también estudiaba en el Cinturón: Lita, una hermosa jovencita con más
aires de grandeza que el mismísimo miembro de la familia Brunn.

El tiempo pasó volando y el último día de la estancia de Etneo en el templo


dedicado al dios de los cielos llegó, ese día el futuro Patriarca de los Brunn pasó
dieciséis pruebas para cumplir con ochenta y tres brazos, el sacerdote morado
estaba más que complacido por el desempeño de ese chico, le hizo una propuesta
que ni él mismo se hubiera esperado.
–Eres libre de irte...
–Gracias por todo, señor.
–Te tengo una propuesta, piénsala antes de marcharte...
–Dígame – Etneo estaba sorprendido, el sacerdote le hablaba con respeto e
incluso le iba a hacer una proposición, eso era algo inaudito.
–Puedes quedarte hasta aprender las cien técnicas.
–Eso me encantaría, maestro.
–Pero ya sabes que todo tiene un costo, las reglas del santuario son
sumamente estrictas, no podrás irte hasta que aprendas las técnicas que te faltan.
Etneo lo pensó un momento, Lita lo tenía obsesionado, estaba harto de vivir a
través de otro, rechazó la invitación.
–No, señor, no sé cuánto tiempo tarde en aprender las técnicas que faltan,
puede ser un año, puede ser lo que me resta de vida, no pienso salir de aquí siendo
un anciano.
–Al menos quédate hasta aprender las técnicas que eliminan las seis cabezas
del Hectanóquiro que te faltan, para aprenderlas necesitas dominar ocho brazos
más.
–Es decir hasta la técnica noventa y uno...
–Así es. – El sacerdote encargado del templo del rayo tenía la esperanza de
que Etneo se quedara a dominar las cabezas del Hectanóquiro que podían nublar su
mente y así dejara de ser un peligro para sí mismo y para su país.
–¿Cuánto tiempo me llevará? Y no me diga que no sabe.
–Otros diez años.
–No, yo lidiaré con eso, aprendí algo en el Cinturón y es que esta no es la única
biblioteca que hay...
–Es donde mejor puedes aprender.
–Tal vez, pero hay por lo menos tres bibliotecas en donde puedo encontrar los
libros que contienen esas técnicas, una de ellas está en mi pueblo natal, Aztlán: la
biblioteca del Tloque Nahuaque, existe otra en el paraje de Beocia en el estado de
Riazor.
–No tienes acceso a ninguna de ellas...
–Ahora no, pero como Patriarca de mi familia no me negarán el acceso,
además, me faltó por mencionar una a la que tendré libre acceso cuando me dé la
gana, incluso antes de ser Patriarca, la que se encuentra en los pisos superiores del
edificio de la Ciudadela.
–Siendo así espero que termines tu educación, aquí llevaste una vida ejemplar,
espero que afuera la refrendes... adiós Etneo Brunn.
El sacerdote supremo se bajó la capucha y le extendió el brazo a Etneo, el
joven Brunn sabía lo que significaba, el dejarlo ver su rostro y tocarlo significaba que
se había ganado el respeto de ese ser, podía llamarlo por su nombre.
Adiós, señor, fue un placer y un honor haber estudiado bajo su protección,
siempre estaré orgulloso de decir que fui alumno del sacerdote morado del templo
del norte del Distrito Comercial dedicado al dios de los cielos Yah: Siddartha.
Sacerdote y guerrero se estrecharon el brazo, Siddartha volvió a su pose de
oración y se abrieron las puertas del templo, Etneo sabía que esa era la última vez
que hablaría con él, dijo una silenciosa oración, besó la túnica del monje y se retiró.
En cuanto salió del templo corrió para buscar un lugar solo y apartado, durante
su entrenamiento en ese lugar descubrió un nuevo poder en su interior, el control del
relámpago multicolor, el cual tenía el poder de la electricidad fusionada con otras
fuerzas elementales, dominarlo fue un juego de niños después de controlar el
poderoso relámpago púrpura, el cual sólo debía ser utilizado en situaciones
extremas.
Una vez que se percató que no había nadie alrededor, un rayo multicolor cayó
sobre él transportándolo a otro lugar, repitió la operación varias veces más, no tenía
la capacidad de viajar largas distancias como Balar, Quantum o el dragón Vitra, pero
sí era extremadamente rápido.
En un parpadeo llegó al área del Cinturón del edificio de la Ciudadela, a la
habitación de Lita Hakrabi específicamente, cuando así lo hizo destruyó todo a su
alrededor: mesa, sillas, sala, televisor, la chica estaba tan impresionada que nada
pudo decir, Etneo le quitó la blusa con violencia y la hizo suya.
Etneo y Lita estuvieron toda la semana encerrados en el departamento de ella,
que aunque no era como las suites de las principales familias del país, sí era
también de lujo por ser de una de las familias más importantes de Hamal.
Al final, Lita resultó embarazada, Etneo aceptó su responsabilidad y solicitó su
mano, estaba enamorado de ella, Dyeu Brunn a regañadientes aceptó la boda,
acababa de tener a su segundo hijo a quien llamó Proteo, decidió irse a vivir a su
residencia en los pisos superiores de la Ciudadela para criar a su hijo y nieto juntos.
Después de nueve meses Lita dio a luz a unos hermosos gemelos a los que
llamaron Eneas y Genub. Eneas era la viva imagen de Dyeu Brunn y el heredero del
poder de su padre, había nacido minutos antes que su hermano quien resultó un
poderoso controlador del elemento de su abuela paterna: el hielo.
Desde su nacimiento los gemelos Brunn fueron criados junto con el hermano
menor de Etneo: Proteo, quien apenas era un año mayor que sus sobrinos. Todo en
la vida del portador del rayo púrpura era perfecto, incuso ya se había convertido en
el FILO Divino número tres, Zeus, portador de la espada suprema Olympia, la
espada púrpura.
La ambición de Zeus por un momento estuvo controlada, era feliz con su
familia y estaba a punto de iniciar su entrenamiento de control de los brazos y
cabezas del Hectanóquiro que le restaban para así tener dominio total de su poder.
Los demás patriarcas lo nombraron por su gran poder y reconocida solvencia
moral el guardián y protector de las puertas del último piso del edificio de la
Ciudadela, él guardaría en su cuerpo el control que desactivaba los seguros de
manera automática y remota para que las puertas del Apocalipsis pudieran ser
abiertas.
Pero llegaron las noticias funestas, Elohim le habló del ritual de sangre que
debían realizar los FILOS Divinos y el elegido para morir fue su hijo Eneas, el
heredero de su poder.
Etneo cayó en una severa depresión, su esposa tan ambiciosa como él
permitió el asesinato de su hijo a cambio de una mejor posición social, la muerte de
su primogénito por sus propias manos fue algo que Zeus nunca superó, así, las
cabezas del Hectanóquiro que no alcanzó a controlar en su entrenamiento
empezaron a ocupar espacios en su cerebro.
Al perder Zeus el control total de su mente lo primero que dejó de lado fue su
entrenamiento, después a su familia, todo su tiempo lo ocupó en la búsqueda del
poder.
Cuando asesinó a Genub, su otro hijo, durante la primera revuelta en Arcadia,
las cabezas del Hectanóquiro ya gobernaban prácticamente la mitad de su voluntad,
ahora era mitad hombre y mitad títere, jamás volvió a pensar en su entrenamiento
hasta que la revolución volvió a estallar.
El descubrimiento de sus nietos calmó a su bestia interior, Zeus siempre trató a
Donnar como si de su hijo se tratara, lo entrenó personalmente para que fuera el
heredero de su poder.
Desde que el mayor de los chicos Brunn empezó su entrenamiento, Etneo vio
que no se había equivocado con él, era sumamente poderoso, el rayo que
manipulaba tenía un poder especial, así como su hermano había fusionado el poder
sobre la electricidad de los Brunn con las habilidades sobre el viento de su madre, el
cuerpo de Donnar fusionó la electricidad con el poder de su padre: el hielo,
controlando así el relámpago cian, aquel que impactaba con una fuerza
terriblemente destructiva.
Sin embargo, cuando Donnar se convirtió en un FILO Oscuro, dominó con la
ayuda de su espada oscura, Aesir, un rayo casi tan poderoso como el púrpura que el
propio Zeus controlaba: el rayo de metal, el de color gris. A los relámpagos cian y
gris se agregó al poder que manejaban sus cuervos, Hugin y Munin: el relámpago
oscuro y el relámpago blanco. Thor se convirtió en un auténtico señor de la
electricidad, controlador de cuatro relámpagos fusionados, su poder estaba sólo por
debajo del de su abuelo.
Aunque Zeus eligió a Donnar para llevárselo a entrenar con él, jamás dejó de
vigilar a su nieto más pequeño, Brachium lo tenía más impresionado incluso que
Donnar, el poder fusionado que manejaba del viento y el rayo lo hacían un guerrero
de respeto.
Zeus estaba orgulloso de Brachium, su nieto más pequeño por sus propios
medios formó un poderoso grupo de poder con los hijos perdidos de los Caballeros
Fantasmas de la Orden de Hamal: Outlaw hijo de Sir Corvus, T-Rex hijo de Sir
Draco, Dimitri hijo de Sir Cygnus y Sagath hijo de Lady Wieland, chicos tan
talentosos como su nieto.
Etneo Brunn no creía en las casualidades, culpaba al destino de que esos
cinco chiquillos se reunieran para hacer cosas grandes, ellos solos casi habían
tomado la Ciudadela, pensaba controlarlos y con ellos contrarrestar el poder de
Argento Riazor que tenía bajo su cuidado al hijo de Hazzart Yaotl y a seis
extraordinarios chiquillos entrenando en su mansión del Distrito Comercial.
Con lo que nunca contó fue con el carácter rebelde del llamado Dios del Rayo,
Brachium era ingobernable, pero con las medidas disciplinarias correctas lo domaría,
para eso tenía a su hermano bajo su control, ellos eran sus verdaderos herederos,
Donnar tenía su poder y Brachium su carácter.
Cuando ambos se unieron a los rebeldes, Zeus pensó que era el momento
perfecto para someterlos, una vez que aplastaran el movimiento de los FILOS
metería en cintura a sus nietos. Pero la vida le deparaba todavía algunas sorpresas,
Etneo Brunn jamás en su vida pensó que los rebeldes ganarían la batalla por el
control de Arcadia y tomarían el edificio de la Ciudadela, sus nietos lo derrotaron,
peor aún, jamás se preocupó por hacerse con los libros que le faltaban para terminar
su entrenamiento de dominio de los brazos y cabezas del Hectanóquiro.
Al salir huyendo de Arcadia con las prisas y la presión de lo que sucedía, en lo
último que pensó fue en los libros, después ya nunca pudo regresar, al encontrarse
sólo y huyendo buscó desesperadamente los libros secretos, el Tloque Nahuaque le
negó cortésmente el ingreso a sus bibliotecas, el grupo protector de Aztlán le
mencionó que nadie ajeno a las distintas facciones que lo conformaban tenían
derecho a visitar su biblioteca, para que el gobernador entrase necesitaba un pase
especial previo consentimiento de los líderes de las cuatro facciones que
conformaban a los protectores de la tierra de las grandes lagunas: Tloque
Nahuaque, sección Alianza, sección Estructura y los Controladores de la Materia.
Zeus había tenido rompimientos con los líderes de casi todas las facciones por lo
que dejó esa opción de lado.
El portador de la espada suprema Olympia evitó por todos los medios ir al
paraje de Beocia y se decantó por ir a ver a su antiguo maestro al Distrito Comercial,
imploró al sacerdote morado de la entrada que le permitiera estudiar una vez más en
su biblioteca, por los viejos tiempos, pero nunca obtuvo una respuesta.
Al tercer día de súplica un sacerdote interno le dijo que Siddartha lo desconocía
como su alumno, que el templo estaba abierto para él si quería rendir culto al dios de
los cielos, Yah, pero que si volvía a importunarlo sería castigado.
Finalmente llevado por el odio, la desesperación y la presión de las voces en su
cabeza que ya eran insoportables, se vio obligado a acudir a la biblioteca del paraje
de Beocia, en donde Darius Rashad le condicionó la entrada, le ofreció el libre
acceso a cambio de la apertura de la puerta del último piso de la Ciudadela, la que
había jurado proteger.
Etneo Brunn se negó sin pensarlo dos veces, el abrir las puertas significaba su
muerte, pero Darius le dijo que con la ayuda de Horus podían abrir las puertas y
salvar su vida.
Zeus manifestó a Darius que lo pensaría, necesitaba con urgencia aliados y el
bibliotecario se los estaba ofreciendo, pactó con Horus la apertura de la puerta del
último piso de la Ciudadela a cambio de las cabezas de los líderes rebeldes y los
demás patriarcas, el líder de los Guardianes del Destino aceptó.
*****
El portador de Olympia observaba de frente a Thor y Libra, pensaba en Horus y
en cómo simplemente se había desentendido de su pacto, su mente también se
dirigió hacia el Patriarca de los Yaotl, el pacto final con Miguel fue una bocanada de
aire fresco para Zeus, pero éste también se había diluido con la muerte del Arcángel,
ahora debía combatir en contra de sus nietos, no deseaba matarlos pero las
cabezas del Hectanóquiro ya gobernaban el sesenta por ciento de su voluntad, si
utilizaba el poder de la bestia y las técnicas secretas más letales aprendidas en el
templo de Siddartha, sus nietos no tendrían ninguna opción de salir con vida.
–Esta es la última oportunidad que les doy, chicos, únanse a mi...
–Métete la oportunidad por el culo, abuelo, tu única opción es darte por vencido
y acabar tus días en una prisión – le respondió Libra.
–Siempre has sido así, Brachium, idiota e impulsivo, ya es justo que alguien te
enseñe un poco de humildad.
–Tal vez, pero ese no serás tú, viejo...
En cuestión de segundos los ojos de Thor se tornaron violeta oscuro, extrajo su
arma oscura Aesir en forma de mazo de la palma de su mano derecha auxiliándose
con su guante de poder negro con símbolos grises y en un veloz movimiento detuvo
el ataque multicolor que lo pretendía impactar.
Por su parte, Libra se cubrió por completo de energía tipo viento y velozmente
esquivó el ataque que también pretendía acabar con él, los dos chicos Brunn se
quedaron viendo a su abuelo.
Zeus, que no se había movido de su lugar, afirmaba satisfecho con la cabeza
mientas les aplaudía.
–Bien, es increíble que en tan poco tiempo hayan incrementado su velocidad y
capacidad de reacción, con esa técnica los ridiculicé la última vez que nos vimos...

En el Tercer Distrito, Freya platicaba con Cástor cuando Elektra que iba
pasando preguntó al ahora gemelo mayor:
–Hola Cas... ¿estás bien?
–Sí – respondió el gigante con extrañeza –. ¿Por qué lo preguntas?
–Te ves pensativo, tú siempre eres más alegre.
–Me conoces bien – dijo Titán abrazando a la portadora de "la espada de luz".
–¿Qué tienes? – le preguntó Astrid.
–Es por Brach, fue a pelear con Zeus...
–¿Estás preocupado por él? – Elektra se sentó al lado de Cástor.
–No, yo conozco mejor que nadie a Brach, va a ganar, tengo envidia, yo quisiera
estar peleando contra Zeus...
–Idiota... – Astrid golpeó en la cabeza a Cástor mientras Elektra reía.
–¿Por qué me golpeas? – protestó Cástor.
–Porque eres un imbécil, las peleas contra los Patriarcas no es algo para tomar
a la ligera.
–Ya lo sé, es sólo que ese tipo es fuerte, mi hermano me contó que lo golpeó
con todas sus fuerzas en la batalla de la Ciudadela y no le hizo nada, en serio que
me muero por pelear contra él...
Elektra abrazó por la cintura a Cástor.
–De verdad eres incorregible. Pero esperemos que Brach y Thor salgan vivos
de esa pelea.
–Saldrán, mi chica los preparó... – dijo Cástor mientras abrazaba por el cuello a
Freya.
–¿Es cierto eso, Astrid? – preguntó Elektra.
–Un poco, sólo les di los fundamentos para que pudieran defenderse, lo demás
depende de ellos...
*****
Hace un año.
Thor y Libra platicaban acerca de la facilidad con la que su abuelo los había
derrotado, de no haber sido por la intervención de Tezcatlipoca y los otros guerreros
de Aztlán, los dos estarían muertos o capturados.
–Todavía no entiendo cómo el abuelo me dejó noqueado – comentó Donnar –,
nunca lo vi llegar ni lo sentí, simplemente "la luz" se me apagó.
–Yo tampoco vi nada – dijo Brachium que tampoco entendía lo que había
pasado, desde que su abuelo los derrotó no pensaba en otra cosa –, pero eso no es
lo peor, yo estoy acostumbrado a sentir la energía eléctrica, pero el rayo del abuelo
es muy poderoso, más de lo que haya sentido en toda mi vida.
–Debemos hacer algo, Brach, es nuestra obligación detenerlo, no podemos
dejarle esa obligación a nadie más...
–Estoy de acuerdo...
En ese momento se escuchó un golpe seco y enseguida Thor golpeó el hombro
de Libra, lo hizo con tal rudeza que casi lo derriba.
–¿Qué te pasa, idiota? – Thor estaba preparando un nuevo golpe.
–¿Por qué me golpeas? – reclamó Brach doliéndose por el puñetazo de su
hermano.
–Tú me golpeaste primero en la cabeza... – se quejó Donnar agarrándose la
parte trasera del cráneo.
–Yo no hice nada, imbécil – Brach le devolvió el golpe a su hermano.
Los Brunn iban a empezar a pelear, como cuando eran niños, pero Freya les
habló, estaba a más de veinte metros de ellos.
–Tranquilos los dos... ¿qué es lo que pasa?
–Nada... – respondieron los dos hermanos al mismo tiempo mientras se
empujaban mutuamente.
–¿Seguros que nada?
–Nada de nada, Astrid – respondió Brach.
En ese momento nuevamente se escuchó un golpe y los dos hermanos
agacharon la cabeza por el impacto que recibieron, ambos se voltearon a ver, esta
vez estaban seguros que no se habían golpeado el uno al otro, los dos voltearon a
ver a Freya que los seguía viendo a la misma distancia, reía divertida.
–¿Cómo hiciste eso? – preguntó Thor.
–¿Qué? ¿Esto?
Freya volvió a golpear a Donnar en la cabeza, al Juez del Norte lo le importó,
Astrid no se había movido de su lugar y él estaba seguro que había sentido el golpe
con la mano de la chica en su cabeza, no un ataque de viento.
–Sí eso... – respondió Thor.
–Hazlo otra vez... – le pidió Brach poniendo toda la atención posible, esperaba
percatarse al menos de algún movimiento en el cuerpo de su compañera, no vio
nada, Astrid seguía sin moverse de su lugar.
La portadora de "la espada serpiente" volvió a golpear a Donnar, el mayor de
los hermanos Brunn se quejó mientras se tocaba la cabeza en el lugar donde lo
habían impactado, los golpes de Freya dolían.
–¡Oye...! También golpea a mi hermano...
–Lo hizo... – respondió Brach –. Me golpeó con el puño en la cara. – Libra se
limpió la comisura del labio con el dedo pulgar de su mano derecha y le enseñó a su
hermano la sangre.
–Eso no es posible. – Thor veía fijamente a Freya esperando ver cualquier
movimiento sospechoso en ella –. Tú no te moviste de tu lugar... es como la técnica
del abuelo... ¿cómo hiciste eso?
–Velocidad pura – respondió la portadora de "la espada serpiente".
–Eso es imposible, Brach y yo somos muy veloces.
–No lo suficiente y eso que no estoy utilizando las alas de Sleipnir, observen...
En ese momento a una distancia considerable estaba pasando Cástor, Astrid lo
volteó a ver, en un abrir y cerrar de ojos Astrid tenía la enorme Doppelhander de su
novio en sus manos sin haberse movido, se recargaba en el arma como si fuera un
bastón.
–¿Qué opinan de esto?
Brach y Donnar desviaron la mirada señalando los senos de Astrid, cuando la
portadora de Valquiria bajó la vista, se percató de que tenía desabotonada la blusa.
Le gritó enojada a su novio mientras se cubría los pechos.
–¡Cástor...!
El ahora gemelo mayor se acercaba sonriente a Freya, aguantó sus golpes y la
besó en la boca.
–Nunca le quites su espada a un guerrero...
–¡Pero soy tu novia! – se quejaba la portadora de la espada sagrada Valkiria –.
¡Brach y Donnar vieron parte de mis senos...!
–No pasa nada, son perfectos...
Libra y Thor se voltearon a ver y afirmaron con la cabeza sin decir palabra,
Cástor siguió hablando mientras con un pequeño alfiler metálico que había creado le
estaba uniendo la blusa a su novia.
–Sólo lo hice para que ellos vieran lo que me estoy comiendo...
Astrid volvió a golpear a Cástor pero esta vez sonreía. Thor le preguntó a Titán:
–¿Cómo lograste ver su ataque?
–No lo vi, es imposible ver los ataques de mi chica si emplea su máxima
velocidad, ni mi arma es inmune a la rapidez con la que actúa, a esa velocidad es
capaz de cargarla.
Thor y Libra observaban al gigante colocar el enorme espadón en el
mecanismo de su espalda, ambos sabían que nadie era capaz de cargar la
Doppelhander de Titán.
–Sólo un momento, nunca podría utilizarla – completó Astrid.
–Aun así... ¿cómo lograste prevenir su ataque? – preguntó Libra.
–La sentí – dijo Cástor cerciorándose que su arma estuviera bien colocada en la
agarradera especial de su espalda, al ser la Doppelhander demasiado ancha, ésta
se aseguraba al cuerpo del ahora gemelo mayor con un broche de dos correas
rígidas que impulsadas por un resorte sostenían el espadón –, eso me dio la ventaja
de estar preparado, al también controlar el viento soy tan rápido como ustedes dos –
Titán señaló a los hermanos Brunn.
Freya les pasó los brazos por los hombros a Thor y Libra.
–¿Ahora entienden? Escuché sin querer su plática, al parecer su abuelo es tan
rápido como yo, por lo que no van a lograr ver sus ataques, pero sí sentirlos, deben
concentrarse en su poder...
–¿Podrías ayudarnos? – preguntó el portador de la espada oscura Aesir.
–Saben que siempre estoy a sus órdenes y más si con mi ayuda les puedo dar
una paliza.
Los hermanos Brunn empezaron a entrenar con Freya, a Libra le fue más fácil
leer su poder al manejar también la energía elemental viento, pero a Thor se le
dificultó más por manejar la electricidad, pero al final ambos dominaron la defensa.
*****
Zeus volvió a atacar a sus nietos y éstos de nuevo eludieron sus ataques,
conforme más los atacaba eran más efectivos esquivándolo, hasta que por fin
lograron ver su movimiento. El Patriarca de los Brunn sangraba por el brazo
izquierdo, Thor lo había herido con la parte filosa de Aesir en su forma de mazo.
–Bien – comentó el FILO Divino con total tranquilidad –, los niños se han
preparado, veamos cómo reaccionan si aumentamos la velocidad...
Los ojos de Zeus se tornaron violeta brillante, ahora un rayo púrpura cayó
sobre él, pero el impacto lo sintieron Thor y Libra, ambos estaban heridos.
–Les dije que iban a perder…
–Te equivocas, abuelo – respondió Donnar –. Hasta ahora tú has llevado la
ofensiva, veamos que tal te defiendes.
Thor le lanzó su arma oscura en forma de mazo a Zeus, éste la trató de evitar
pero el arma modificó su trayectoria y fue golpeado, al mismo tiempo que el mazo lo
golpeó un relámpago gris lo impactó, la fusión de la electricidad y el metal lograron
herirlo, Aesir regresó a las manos de su amo.
–No importa lo rápido que seas, abuelo, mi arma ya probó tu energía, te
alcanzará a donde vayas, tu velocidad de nada te va a servir...
–Es intranscendente que me alcance si ya estás derrotado...
Un rayo púrpura volvió a caer en Zeus, esta vez el arma de Thor absorbió el
impacto, después volvió a lanzar su mazo, éste nuevamente impactó a su abuelo y
el relámpago gris lo golpeó.
La pupila en los ojos de Zeus desapareció y en su lugar se formó el símbolo de
su guante derecho, en su cuello apareció el símbolo de su guante izquierdo, de la
palma de su mano derecha surgió su espada suprema Olympia empezando por la
hoja.
Thor lanzó su martillo una vez más pero su abuelo lo rechazó con la espada
púrpura, después otro rayo púrpura cayó sobre él, esta vez acabaría con su nieto
mayor, pero antes de golpearlo una esfera de energía de viento fusionada con
electricidad lo impactó, Zeus por primera vez cayó herido.
– No te olvides que yo también estoy peleando, abuelo.
Zeus se incorporó y atacó directamente a su nieto menor con su relámpago
púrpura, Brach trató de destruirlo con su defensa de energía elemental viento y
electricidad fusionadas pero no le sirvió de mucho, el ataque de su abuelo fue más
poderoso y terminó impactándolo.
Al mismo tiempo Thor estaba eludiendo los ataques eléctricos que su abuelo le
enviaba a través de Olympia, éstos eran más rápidos aún que el rayo púrpura, al
final también fue alcanzado y cayó herido.
Los hermanos Brunn se levantaron, sabían que si querían derrotar a su abuelo
debían utilizar sus mejores técnicas y máximo poder, la pupila de Thor desapareció y
en su lugar se formó el símbolo que lo distinguía como el FILO Oscuro número diez.
Detrás de él apareció Hugin, el cuervo blanco, éste se fusionó con su amo
dotándolo de una armadura eléctrica, la velocidad del FILO Oscuro se multiplicó,
eludió los ataques de su abuelo y lo golpeó con su mazo, el cual tenía un destello
blanco.
El impacto hizo volar a Zeus que se levantó sangrando, se limpió el líquido vital
y señaló a Donnar.
–Yo también puedo hacer eso y mi poder es mucho mayor...
El símbolo en los ojos de Zeus cambió por el de la fusión duplicada de su
guante derecho, el símbolo en el lado izquierdo de su cuello también se duplicó
formando el símbolo de rayo, estableció su defensa elemental y atacó a su nieto,
aunque su armadura era más fuerte y él era más rápido no lograba golpearlo.
–¿Qué demonios sucede? – preguntó.
–Hugin no sólo me da velocidad y hace lo mismo que tu defensa elemental,
abuelo – le respondió Thor cuyo resplandor eléctrico blanco formaba un cuervo –,
puede leer la mente, eso me hace anticiparme a tus ataques...
En ese momento el Patriarca de los Brunn atacó a su nieto con otra de sus
técnicas aprendidas en el templo vigilado por el sacerdote morado, creó
un par de clones de sí mismo hechos de electricidad y éstos atacaron a Thor.
Al mismo tiempo, creó una docena de rayos móviles multicolor con distintas
fusiones elementales que atacaban a Brachium, no lo dejaban ni respirar. Los dos
rebeldes estaban perdiendo sus respectivas batallas, decidieron ir al extremo de sus
poderes.
El símbolo en los ojos de Thor se triplicó, invocó a Munin, el cuervo negro, Thor
destruyó a un clon con su relámpago congelante de color cian y su bestia se
encargó del otro clon destruyéndolo desde su interior, después Munin se fue a
estrellar en contra de Zeus, quedando su esencia a su alrededor, penetrando poco a
poco su defensa púrpura, acto seguido el cuervo blanco, Hugin, hizo lo mismo, el
Juez del territorio del Norte del Quinto Distrito conservó el escudo blanco y el rayo
oscuro de sus bestias para su ataque y defensa.
Brach por su parte ascendió al siguiente nivel de su poder, al igual que los
gemelos siembre tenía los tatuajes en sus brazos del modo símbolo zodiacal, con la
ayuda de su poder ascendental: la balanza del poder, pudo encontrar el camino
hacia el próximo nivel de un miembro del símbolo del Zodiaco, en sus antebrazos
internos se formó el tatuaje del ambigrama de su nombre, así como los puntos de las
estrellas que formaban su constelación.
Una vez alcanzado el nivel constelación, el poder de Libra se duplicó, con su
habilidad de fusionar la electricidad y el viento, los dos elementos que dotaban de
mayor velocidad a sus controladores, se volvió incluso más rápido que su abuelo,
destruyó los rayos multicolor que lo atacaban y a su vez desintegró la defensa
elemental de Zeus.
Los dos cuervos, el negro y el blanco, al no tener más obstáculos, penetraron
por completo en el cuerpo del portador de la espada suprema Olympia, ahora sólo
era cuestión de tiempo para que olvidara sus mejores técnicas y fuera controlado por
su nieto mayor.
Zeus no tenía tiempo que perder, el símbolo duplicado en sus ojos desapareció
y en su lugar se formó el símbolo definitivo de tres puntos:
Al mismo tiempo el tatuaje en su cuello se triplicó formando el símbolo
representativo de los tres relámpagos que controlaba: el multicolor, el púrpura y el
dorado:

El par de aves psíquicas fueron expulsadas de su cuerpo quedando bailando


de nuevo a su alrededor, detrás de él se formó un gigante cuyo cuerpo estaba
formado únicamente de energía eléctrica púrpura, sus ojos eran los mismos que los
de su amo y el triple tatuaje del guante izquierdo se veía en su frente y sus brazos.
El gigante otra vez puso en ventaja al FILO Divino, estaba vapuleando a Libra
mientras que Thor ya con Aesir en su forma de espada estaba perdiendo su
combate con su abuelo utilizando a Olympia.
Los dos hermanos se voltearon a ver, ambos expulsaron su poder al límite de
sus capacidades, un rayo cayó sobre ellos y lograron alejarse de su abuelo por
medio de la teletransportación eléctrica.
–No cabe duda que son mis nietos, con sólo ver esa poderosa técnica han
logrado reproducirla...
–No, abuelo – le respondió Brach –. Nos das mucho crédito, Orión nos la
enseñó.
–Igual es un orgullo, yo tardé seis años en aprenderla, aunque la de ustedes es
muy básica y a corta distancia es encomiable que la hayan aprendido en tan corto
tiempo, aun así ya todo ha terminado...
–¿Brach? – Thor volteó a ver a su hermano –. Dime por favor que ya lo tienes...
–Sí, Donnar, finalmente la balanza encontró la forma de vencerlo, debemos
fusionar nuestros poderes, mi rayo supremo y tu rayo cian, con eso bastará.
–¿Y cómo lo haremos?
–Tú sólo dispara tu máximo poder, yo me encargo del resto...
–Hagámoslo.
Thor se puso al lado de su hermano y ambos dispararon su poder más intenso,
el miembro del Círculo del Zodiaco utilizó la versión más poderosa de su poder
eléctrico y el Juez del Norte del Quinto Distrito su rayo congelante, la balanza de
Libra unió ambos rayos que se estrellaron con el gigante elemental que se había
transformado en un gigantesco relámpago.
El poder estaba igualado, entonces Zeus decidió usar el poder de Olympia para
decidir el duelo, lanzó la estocada para unirla a su gigante elemental y así el rayo
púrpura se transformara en dorado, el más poderoso de todos que destruiría a sus
nietos, pero una fuerza invisible lo detuvo, era el viento de Libra, no le permitió unir
la espada púrpura a su gigante elemental, Brachium apuró a su hermano.
–Ahora Donnar, utiliza a Aesir...
Thor unió "la espada demoledora" y todo su poder al ataque conjunto que
forcejeaba con el poder púrpura de su abuelo. El relámpago gris unido al fusionado
de los hijos de Genub Brunn derrotó al gigante púrpura y arrasó con el cuerpo de su
abuelo, los cuervos negro y blanco de nuevo lo penetraron y destruyeron su cerebro,
el máximo controlador del rayo había perdido.
Los hermanos Brunn cayeron de rodillas y sin energía, por fin lograron derrotar
al máximo controlador del rayo.
–Era duro el viejo... – comentó Libra con un hilo de voz.
–Sin duda – Thor también resoplaba –, pero mis muchachos ya le destruyeron el
cerebro, Hugin lo controló y Munin lo hizo olvidarse hasta de respirar, todo ha
terminado, papá y mamá pueden descansar en paz, sus asesinos por fin han
muerto.
Libra le dio una palmada en el hombro a su hermano, ninguno se dio cuenta de
que su abuelo se estaba incorporando, lo hicieron cuando el gigante elemental volvió
a surgir. Los chicos Brunn se pusieron en posición de combate, Thor no se explicaba
lo que sucedía.
–¿Qué diablos ocurre, abuelo? Mis cuervos acabaron con tu mente...
La voz de Zeus ya no era la suya, se escuchaba una especie de eco y
conjunción de varias voces.
–Así es, Thor, tus malditos animales acabaron con la mente del inútil de Etneo
Brunn, yo soy el Hectanóquiro y ahora este cuerpo es mío, tengo cincuenta cabezas,
tus bestias tardarán mucho en acabar con todas, para entonces ya habrás muerto,
ustedes tendrán el honor de sucumbir ante mi técnica definitiva: los cien rayos
púrpuras...
Del cuerpo del gigante elemental surgieron cien brazos, cada uno portando un
rayo púrpura, todos enviaron su poder en contra de los hermanos Brunn.
Los rayos llegaron en un santiamén hasta Libra y Thor, el Juez del Norte del
Quinto Distrito le preguntó a su hermano:
–¿Qué hacemos?
–Despedirnos de este mundo, Donnar – Brachium estaba en shock ante su
inminente muerte, observando hipnotizado el fulminante ataque púrpura –, lo
siento...
Thor empujó a su hermano y sacó su máximo poder, los rayos de los cuervos
Hugin y Munin: el rayo oscuro y el rayo blanco bailaban en su cuerpo, al mismo
tiempo sus relámpagos gris y azul giraban a su alrededor, un último y poderoso rayo
normal lo impactó al mismo tiempo que los cien rayos púrpuras del Hectanóquiro.
La fuerza de los cien rayos fue descomunal, abrió un inmenso cráter en el
suelo, en el centro, Libra abrazaba el fallecido cuerpo de su hermano, quien en el
último minuto lo había protegido, primero con todo el poder de los rayos que
controlaba, después fusionó su espada con su cuerpo y estableció su armadura
blanca decenas de veces conteniendo todos los ataques hasta que su cuerpo
colapsó.
Brachium lloraba desconsolado abrazando el cuerpo de su hermano, quien lo
había protegido desde su nacimiento hasta el final de sus días. El Hectanóquiro en
el cuerpo de Zeus no se inmutó.
–No llores, niño, en un momento lo acompañarás...
Libra soltó a su hermano, se puso de pie y lanzó un gran grito al aire, todo el
poder que albergaba su cuerpo estalló, pero esta vez no hubo ninguna explosión, la
nebulosa del anillo se formó detrás de él, el espectro contenía los colores rojo,
morado y rosa, al centro el color verde formaba el anillo, Brachium había alcanzado
el siguiente nivel de un miembro del Círculo del Zodiaco, un nivel que en siglos sólo
Elan padre logró alcanzar: el estado de imagen cósmica.
En el rostro le salieron dos tatuajes, en el lado derecho el símbolo de su signo:
dos líneas horizontales, en la línea de arriba, a la mitad, sobresalía un medio círculo,
el tatuaje le abarcaba la parte superior de su mejilla rodeándole el ojo; el segundo
tatuaje de su rostro surgió en el lado izquierdo, se trataba de la misma figura de su
símbolo, esta vez invertido, le abarcaba por encima de la ceja también rodeándole el
ojo quedando el medio círculo hacia abajo.
En sus dos manos se concentró un poder inimaginable, de viento en la
derecha, de electricidad en la izquierda, hasta que en sus manos se formaron dos
espadas, el Hectanóquiro estaba sorprendido.
–¿Qué demonios eres tú? Esas son las espadas creadas por los Dioses Eos y
Radius, nadie las puede manejar, nadie, únicamente pueden ser convocadas por
contados y muy poderosos guerreros dentro de un ataque elemental, pero es
imposible manejar su forma física...
Libra no le puso atención, su mirada era la de un loco, sus brazos apenas
podían contener a las espadas elementales, ambos le temblaban, sin decir nada
más, a una velocidad nunca vista se fue en contra del Hectanóquiro en el cuerpo de
su abuelo.
El Hectanóquiro ordenó a su gigante elemental volver a impactar a Libra con su
ataque supremo: los cien rayos púrpuras. Éstos surgieron de los cien brazos del
coloso eléctrico y los envió en contra del miembro del Círculo del Zodiaco.
Libra sin ningún problema utilizando su gran velocidad eludió todos los
ataques, cuando estuvo cerca del gigante elemental lo golpeó con ambas espadas
destruyéndolo de manera instantánea.
Después, llegó hasta su enemigo en el cuerpo de su abuelo, lo atacó con
ambas armas, Olympia había sido forjada a partir de la espada Radius, por lo que
pudo contener sus embates, pero no fue rival para el ataque combinado de la
espada elemental eléctrica y Eos, la espada elemental de aire.
El brazo de Zeus cedió ante el embate de ambas espadas, todavía tuvo la
fuerza de evitar una última estocada de Radius pero en ese momento Libra lo
traspasó con Eos, apenas fue un instante antes de que ambas espadas
desaparecieran, pero fue suficiente.
Zeus colapsó, su cuerpo fue destruido de manera inmediata y explotó creando
varios fuegos artificiales de color dorado, al final por la fuerza del ataque de
Brachium no logró fusionar su relámpago púrpura con su espada suprema para crear
la terrible energía eléctrica dorada, lo que le habría dado una superioridad elemental.
Con la victoria asegurada el cuerpo de Libra retornó a la normalidad quedando
sólo los tatuajes de sus brazos, corrió hacia su hermano, lo hizo dando tumbos y
azotando contra el piso en varias ocasiones, sus piernas ya no le respondían, pero
cada que caía se volvía a levantar y continuaba avanzando hacia Donnar.
Cuando llegó ante el cuerpo inerte de su hermano, lo tomó en sus brazos y lo
apretó contra su pecho, iba a volver a lamentarse por su pérdida cuando Thor
empezó a toser, Brachium estaba que no lo creía.
–Donnar... ¿qué sucede? Deberías estar muerto...
–Gracias por tus deseos, Brach – susurró el portador de la espada oscura Aesir.
Libra tocaba el rostro de su hermano para asegurarse de que no fuera una
visión.
–¿Qué sucedió? ¿Cómo le hiciste para sobrevivir?
–A estas alturas ya deberías saber que es muy complicado matar a un FILO
Oscuro, estamos a un paso de la inmortalidad, en mi caso Hugin y Munin son mi
boleto a la vida, el cuervo negro crea un segundo corazón y el blanco otra piel, ellos
son los que reciben el daño...
Brachium observó la piel de Donnar, estaba resquebrajada y se le desprendía,
una vez que se separaba por completo de su cuerpo se convertía en una plasta
blanca que se volvía polvo que se llevaba el viento. De inmediato le empezó a
reclamar a su hermano:
–Maldito enfermo... ¿por qué no me dijiste que seguías vivo?
–Porque cuando te enojas eres incontenible, era la única forma de vencer al
viejo.
–Eres un imbécil...
El portador de "la espada demoledora" le dio unas palmadas a su hermano en
la mejilla y después le revolvió el cabello.
–Oye hermano...
–Dime – contestó Brachium quitando bruscamente la mano de su hermano de
su cabeza, lo que hizo sonreír al FILO Oscuro.
–¿Podríamos decirle a Coty que yo acabé con el abuelo? Digo, a las chicas
siempre les gusta el tipo rudo, diremos que en un último enfrentamiento lo derroté,
seguro al ver el estado en el que me encuentro me lo va a creer, el héroe siempre se
queda con la muchacha...
Brachium no le respondió a su hermano, lo abrazó y comenzó a llorar, lo
abrazaba fuertemente, Donnar le dio unas palmaditas en la espalda, unas lágrimas
ya empezaban a salir también de los cristalinos ojos del Juez del Norte del Quinto
Distrito.
FÍLO DÍVÍNO NÚMERO SEÍS
BÚDHA

Cuando Quantum y Tsukuyomi llegaron a las instalaciones del Círculo del


Zodiaco en el Primer Distrito de Arcadia con el cuerpo de Aries, Virgo cayó de
rodillas, pensaba que ya se le habían acabado las lágrimas pero lloró
desconsoladamente, le había prometido al padre de su líder que lo protegería y
había fallado, pero su muerte fue necesaria, juró ante el cadáver de Elan De Grieff
que su fallecimiento no sería en vano, ella se encargaría de exterminar a sus
enemigos eternos: los Yaotl y la Legión de los Iluminados.
Cross llegó ese mismo día más tarde, después de pactar la rendición de Levit,
aprovechó para visitar a Sagitario y Acuario que ya se encontraban estables, ambas
salvaron milagrosamente la vida, Cross se quedó un rato con ellas, Acuario feliz
jugaba con la mano de su compañero.
–¿Puedes creer que me haya salvado después de lo que pasó?
–Es difícil creerlo – comentó Cross observando los múltiples vendajes que
ambas tenían –, pero me alegro que todavía estés con nosotros. – Volteó a ver a
Sagitario que por su delicado estado aún no recuperaba su energía sanadora –. Las
dos.
–¿Te cuento cómo me salvé? – preguntó Acuario quien no perdía su buen
humor, había estado muy deprimida por las muertes de sus compañeros del Círculo,
especialmente por el fallecimiento de Piscis, la visita de Cross la animaba.
–Para eso estoy aquí...
–Bueno – empezó relatando Acuario –, fíjate que ya me tenían rodeada y a
punto de matarme, pero en ese momento por fin logré ascender en mi poder como
miembro del Círculo, eso me salvó la vida.
–Me imagino...
–Pelee contra los tres Caídos hasta la punta de un peñasco, aunque mi poder
aumentó todavía estaba en desventaja, Kasbeel destrozó la tierra a mis pies y caí al
vacío...
–Eso es lo increíble, dice Orión que eran kilómetros de caída...
–Así es, pero el Tritón me salvó, creó un cilindro de agua hacia el vacío y nadó
contra corriente hasta que llegamos al suelo en donde con su cuerpo amortiguó mi
caída, fue un milagro...
Acuario seguía feliz contándole a Cross su aventura que básicamente era que
se había desmayado hasta que Orión la encontró, por supuesto ella adornaba la
historia para quedar como una heroína, Escorpión prácticamente ni prestó atención
en su explicación, la observaba a ella, Andrea Sadalsuud era una chica
extraordinaria, estaba feliz de que se hubiera salvado.
–¡Cross!
–¿Qué sucede? – Cross salió de su ensimismamiento.
–No me estás prestando atención...
–¡Claro que sí! ¿Quieres que repita todo lo que dijiste?
–El que puedas hacerlo no significa que me estuvieras atendiendo... – La
protectora del décimo primer Círculo del Zodiaco se veía molesta.
Cross abrazó a Acuario y le dijo al oído:
–No sabes lo feliz que soy al saber que estás bien.
Acuario apoyó la cabeza en el hombro de su más entrañable compañero.
–Gracias, es bueno estar viva.
–¿Y tú Sagitario? – Cross se volvió hacia la líder del Círculo del Zodiaco –.
¿Cómo libraste la muerte?
Sagitario reía con las ocurrencias de Acuario, siempre contaba su historia de
una manera diferente.
–Nada especial, amigo, la versión corta es que Kasbeel me salvó la vida.
–¿Cómo es eso?
–Él y las hijas de Aries no eran malos, simplemente fueron obligados por una
maldición a matarnos, en nuestro combate yo había hecho el movimiento final para
inmolarnos juntos, no podía permitir que Kasbeel siguiera vivo y haciendo daño...
–Lo entiendo.
–En el momento que Kasb... – Sagitario calló un momento pensando en el
χrcángel ωaído conocido como “el que engaña a Dios” –, no, su nombre era
Almagor, Almagor Yarden, en el momento en que Al entendió que todo había
terminado se disculpó conmigo, me dijo que él nunca quiso matar a nadie, con lo
último de sus fuerzas me alejó del área de choque y él recibió la mayor parte del
daño, con mi habilidad de curación pude salvarme.
–Todo esto es una tragedia – Cross ahora entendía más que nunca la
necesidad de mantener su lado oscuro lo más encerrado posible, el odio podía llevar
a las personas a hacer cosas inconcebibles, hasta el grado de dañar a personas
inocentes.
–Lo es – respondió Sagitario –, pero no todo fue calamidad, Virgo nos dijo que
Addy salvó la vida...
–Así es, al parecer tenía con Pol algo más que una amistad, su amor rompió la
maldición de los Caídos.
–Me alegro, en cuanto la vea le diré que no le guardo rencor por lo que pasó,
bastante debe sufrir por eso...
–Lo importante ahora es que se recuperen...
–¿Cómo va todo afuera, Escorpión? – preguntó Sagitario –. Virgo no nos dice
nada según ella para que no nos estresemos, nos trata como unas bebés.
–La situación es complicada pero seguimos avanzando, si tenemos suerte para
cuando ustedes estén al cien por ciento la revolución ya habrá terminado.
–Yo no puedo seguir en cama... – se quejó Sagitario –. Soy quien cura a los
heridos...
–Tú sólo piensa en recuperarte, necesitas que te pongan un brazo artificial...
–No voy a pelear y no lo necesito para curar.
–Tenemos a Rafael, hasta que no estés al cien por ciento y con dos brazos no
saldrás de aquí... ¿entendido?
–Está bien. Ya me dijo Virgo que Aries te dejó a cargo del Círculo en lo que
resolvía el problema de Hamal. Tú eres el jefe de jefes ahora.
–Y que no se te olvide.
Cross se despidió de Acuario y Sagitario con un beso en sus mejillas, no se
atrevió a decirles de la muerte de Aries, junto con sus compañeros Fausto y Troy
partió al Tercer Distrito, Virgo se quedó para proteger las instalaciones del Círculo y
a los miembros que aún quedaban vivos.

Cuando Cross y compañía llegaron a la escuela superior del Tercer Distrito,


Fenrir le informó que Brahma y Kwan Yin ya habían llegado y de inmediato se fueron
a Riazor para tomar el estado en compañía de Heimdall, Amaterasu, Caribdis, Lúgh,
Sir Phillippe y Lady Madeleine. Cross veía seriamente a su amigo.
–¿Edgar sabe lo de su padre?
–Amigo, aprendí mi lección, no más engaños, lo sabe y aun así prefirió apoyar a
Connor y Selene, él era neutral pero al parecer la muerte de Aries lo ayudó a decidir
por terminar lo que su padre inició.
–Y me imagino que al robar Loki el poder de Miguel ya no había necesidad de
proteger a Rhiannon.
–Así es, es la más poderosa de todos nosotros y al parecer Elohim es el FILO
Divino más fuerte, no podíamos prescindir de ella en la misión de Riazor.
–Bien, ve pensando en la estrategia para derrotar a Loki y tomar Ishtar, a partir
de ahora esa es nuestra prioridad.
–¿Algo en mente que me ayude?
–Sí, partiremos a Ishtar para derrotarlo todos los miembros del club del puño al
frente, incluido Dorian.
–Me parece perfecto, empezaré a trabajar en eso.
–¿Has visto a Deneb De Britten? – Cross pensaba en el hijo de Capricornio y su
promesa de proteger a Caris.
–Estaba por aquí pero se fue antes de que lo hicieran nuestros compañeros, se
llevó uno de nuestros pequeños aviones sin pedir permiso. Eso no te extraña…
¿verdad?
Cross le dedicó una sonrisa de complicidad a su amigo.
–Y casualmente nadie lo detuvo por una orden anónima… ¿verdad?
–No lo sé – contestó Arlés devolviéndole la sonrisa –, no puedo estar en todos
lados, pero por el riesgo que tomó tal vez deseaba proteger algo o a alguien, es tu
amigo, ya le reclamarás tú cuando regrese.
Cross le dio a su amigo una palmada en la espalda agradeciéndole sin
palabras su ayuda para proteger a Caris.
–Por cierto... ¿ya se fue Quantum? Ese pequeño renacuajo no ha descansado...
–No te preocupes por él, su lugar es al lado de Geedy.
–Trata de no utilizarlo a menos que sea indispensable, estos largos viajes de
seguro le han consumido demasiada energía.
–Lo tendré en cuenta.
–Tengo otra duda – Cross no había tomado en cuenta el apoyo físico de Sir
Phillippe y Lady Madeleine, el que sus antiguos maestros acompañaran a sus
amigos lo tranquilizaba –, si las Espadas Reales de Arcadia fueron a Riazor para
ayudar a Connor y compañía... ¿quién se quedó en los pisos inferiores de la
Ciudadela para vigilar a los habitantes del Cinturón?
–Tu amiga Angie, la apoyan los discípulos de Sir Phillippe y Lady Madeleine, los
primos de los hermanos Nexus que cuidan a Erikksson, a los que apodan "la
Ilusionista" y "el Clarividente".
–¿No necesitarán apoyo?
–No lo creo, tu amiga al parecer es más poderosa que los miembros de la
Armada Elemental, fue entrenada para matarlos, Lothy Nexus venció al clon de
nuestro amigo Dorian y Ephra mató a Sir Daimon, el líder de la Orden de los
Caballeros Fantasmas de Ishtar. Yo en lo personal preferiría estar protegido por ellos
que por los holgazanes que hay aquí – Fenrir señaló a Pólux que dormía en una
jardinera con Addy De Grieff en sus brazos.
Cross golpeó a Arlés en el brazo mientras reía. Después se puso serio.
–Quien me preocupa es Geedy, lo hemos dejado desprotegido...
–Siempre está acompañado de sus guardianes, después de que Satanás les
pateó el trasero les di algunas estrategias para que peleen mejor en equipo, es todo
lo que podemos hacer.
–Tienes razón, pero le daré una vuelta para asegurarme que esté bien, ese
chico es más valioso que tú y yo juntos.
–Estoy de acuerdo.
–Bueno, después nos vemos, voy a ver a mi madre, espero que esté
descansando después del viaje que tuvo con Isis para salvarnos la vida.
–Seguro la encontrarás con sus nueras...
Cross volvió a reír ante el comentario de su amigo, pero en realidad no le hizo
gracia, su relación con sus chicas cada vez era más lejana, se encaminó a los
dormitorios élite de la escuela, al departamento que le habían asignado a su madre.

Geedy paseaba por las instalaciones militares de la Ciudadela con sus tres
guardianes, regresaba de una visita por el Quinto Distrito, a pesar de la insistencia
de Isaac Erikksson de que no se alejara mucho él deseaba verificar que todo
estuviera bien en ese lugar, no soportaba ver que otros sufrieran por causa de la
guerra. Gea estaba nerviosa.
–Deberías hacerle más caso al Gobernador Erikksson, Geedy, este lugar es
peligroso...
–No más que todo el estado, sólo quería asegurarme de que no hay problemas
en el Quinto Distrito, Gea.
–Estoy de acuerdo con Gea, desde que Satanás nos pateó el trasero nos
percatamos que tú eres también un blanco del enemigo, Geedy, debes tener más
cuidado.
–Lo tendré, Ceo, a la próxima no saldré si al menos no somos mayoría en una
votación democrática..., ¿te parece bien a ti, Quantum?
–No hay problema, yo voto por lo que tú decidas... – comentó el hijo menor de
Virgo.
–Yo también – apoyó Gea.
–¿Entonces para qué demonios se quejan si al final vamos a hacer lo que
Geedy quiere? – preguntó Ceo.
Todos empezaron a reír, pero Ceo advirtió el peligro.
–Gea cubre a Geedy con tu roca, tenemos a otro enemigo cerca...
–Gea así lo hizo, de entre las sombras salió Veronika Shmuel, ahora conocida
como Mórrigan de la Armada Elemental.
–Creo que ya no tiene caso que me esconda, al parecer el lector de mentes
puede encontrarme...
–Te conozco... – dijo Geedy –. Eres la otra chica de la Armada Elemental que
estaba oculta.
–Así es.
–¿Qué quieres conmigo?
–El Cinturón considera que eres peligroso, al parecer el pueblo es a ti a quien
sigue, si cortamos tu cabeza será un golpe devastador para los rebeldes.
–Pensé que ustedes no habían tomado partido...
–Ahora sí, Fuxi se ha ido, al parecer a buscar venganza contra Escorpión por
haber asesinado brutalmente a su hermano, Dana se ha unido a ustedes, yo
pertenezco al Cinturón y voy a pelear por mi ciudad.
–La rebelión no está en contra del Cinturón, cuando todo acabe podremos
sentarnos a dialogar.
–Seguramente eso harán, pero tú no lo vas a ver, cariño...
Mórrigan realizó un ataque de viento en contra de Geedy pero no lo movió ni un
centímetro, su cuerpo era pesado como la roca, Gea ya lo había cubierto con su
grafeno.
Los tres defensores de Geedy estaban listos, esta vez pelearían como un
equipo y no de manera individual, Mórrigan veía a sus enemigos con cara de
aburrimiento.
–Veamos lo que son capaces de hacer, yo al igual que Fuxi fui entrenada en el
control de sombras, Cadmus tiene a sus sombras inmortales, yo tengo a mis
fantasmas...
En ese momento Mórrigan invocó a tres de sus fantasmas para que
combatieran con los guardianes de Geedy, detrás de ella aparecieron tres sombras
de dos metros de alto: Essus, Cernnunos y Alamanno, todos se lanzaron al ataque.
Essus se convirtió en un Trent, una especie de árbol viviente de seis metros de
alto; a Cernnunos le crecieron orejas de lobo, pelaje, filosas garras, colmillos de
bestia y su musculatura se incrementó; y de las muñecas de Alamanno surgieron
dos afiladas cuchillas.
El combate comenzó, esta vez los defensores de Geedy pelearon juntos,
parecía que los tres eran un sólo guerrero, Quantum hacía aparecer y desaparecer a
sus compañeros alejándolos del peligro y dejándolos en una posición de ventaja
sobre sus enemigos.
Gea peleaba cuerpo a cuerpo con sus oponentes auxiliándose con su manejo
del grafeno, roca de dureza de escala diez, con ella también había cubierto a sus
compañeros obsequiándoles una armadura y Ceo coordinaba las acciones de todos
basándose en los pensamientos de sus enemigos.
Por su parte, las sombras de Mórrigan eran unos peladores temibles, muy
superiores a los Bérserkers Celestiales que aún no alcanzaban la plenitud de sus
habilidades, Essus podía alargar sus ramas hasta donde quisiera y triturar a sus
enemigos, su piel cercenada simplemente se le caía y surgía una nueva en su lugar.
Cernnunos era rápido y tan fuerte como Gea, sus garras lo cortaban todo y su
piel era capaz incluso de resistir ataques con una espada y finalmente Alamanno era
increíblemente rápido y letal con las armas de sus muñecas.
El combate al final fue ganado por las sombras, aunque los Bérserkers
Celestiales dieron una gran batalla la inexperiencia fue una carta decisiva en la
contienda.
En un principio los defensores de Geedy comenzaron bien e inclinaron la
balanza de la victoria a su favor, pero después, al entender su modo de pelea las
sombras de Mórrigan los acabaron, avasallaron a Ceo y Quantum quienes al verse
atacados una y otra vez dejaron de concentrarse y cometieron los mismos errores de
inexperiencia que ya les habían costado la derrota en contra de Satanás.
La última en caer fue Gea, una vez que los tres Bérserkers Celestiales fueron
derrotados, Mórrigan convocó a un cuarto fantasma: Belenus, sombra controladora
del elemento fuego, a quien ordenó señalando a Geedy:
–Quémalo...
La sombra disparó su fuego en contra de Geedy, al principio la protección de
Gea soportó las altas temperaturas pero empezó a ceder. Geedy empezó a sentir
que se le quemaba el cuerpo, mientras, Gea lloraba suplicando que la quemaran a
ella. Las llamas estaban empezando a calcinar la piel de Geedy cuando el ataque
cesó, había aparecido otro guerrero que de un golpe mandó a volar a Belenus.
–¿Quién demonios eres tú? – preguntó Mórrigan.
–Puedes llamarme Satanás – respondió el guerrero irruptor – y ese tipo al que
quieres asesinar es mi objetivo, yo debo matarlo y no permitiré que nadie más lo
haga...
–Entonces mátalo – le respondió la miembro oculta de la Armada Elemental –,
realmente no me importa quien lo haga, el objetivo es acabar con su vida...
–El problema es que por el momento no puedo matarlo, es algo entre él y yo,
cuando tenga una respuesta a algo que me preguntó lo eliminaré, mientras tanto no
permitiré que nadie lo toque...
–Tú no eres rival para mí...
–Creo que eso estamos a punto de verlo...
Essus alargó sus brazos para atrapar a Satanás pero éste se defendió con su
espada, cortó las ramas que lo intentaban apresar y después cortó al Trent, observó
cómo se regeneraba.
–Muy buena cualidad, veamos cómo te regeneras si te quemo con mi fuego
radiactivo...
El Bérserker Infernal atacó con su fuego brillante que todo lo desintegraba a
Essus, el árbol viviente cayó derrotado, sus capas de reserva no fueron suficientes
para controlar el ataque del fuego fusionado con la tierra cristal.
Mórrigan furiosa ordenó a sus demás sombras que atacaran a Satanás, éste se
defendió como pudo pero eran demasiados enemigos, jadeando por el cansancio les
habló a Ceo y Gea.
–Será mejor que piensen en algo o todos estamos muertos...
Ceo volteó a ver a Gea y después se levantó dispuesto a atacar.
–Voy a liberar a mi gigante elemental psíquico, en cuanto lo haga llévate a
Geedy y Quantum...
En ese momento un enorme dragón blanco de gigantescas alas y armadura
metálica surcó el cielo, de él saltó un guerrero de piel oscura quien con su arena
explosiva color verde alejó a sus enemigos.
–¿Quién es este? – preguntó Satanás.
–Es Chronos, un FILO Oscuro, mi madre lo envió para ayudarnos... – respondió
Ceo que desde el principio de la batalla se había comunicado por telepatía con su
madre, Ceo no podía comunicarse telepáticamente con la gente, pero con su madre
estaba sincronizado.
A pesar de que Ceo había revelado su identidad. Ozmar de Riot se presentó él
mismo.
–Soy el FILO Oscuro número tres. Portador de la espada oscura Eón, "la
espada del tiempo eterno", mi nombre es Chronos. Estoy aquí para honrar un pacto
que tengo con Virgo el cual termina con esta batalla, Miguel ha muerto y ya no
necesita ser protegida.
Sus ojos eran color rojo oscuro y en lugar de su pupila se veía el símbolo que
lo distinguía como el FILO Oscuro número tres, de la palma de su mano derecha
extrajo a Eón, la dividió en dos cuchillas que trabó en sus muñecas como las que
tenía Alamanno y empezó la batalla.
Chronos era un viejo lobo de mar para las batallas y venció al fantasma, a su
vez, Satanás derrotó a Belenus, la sombra con el poder del fuego, contra quien
utilizó su técnica más poderosa: el fuego negro, técnica de triple fusión, el ataque fue
infinitamente superior al fuego normal de la sombra. Mórrigan en un acto
desesperado convocó a un quinto fantasma, la Banshee, una sombra inmaterial que
le prestaba su poder: un grito atroz capaz de derrumbar hasta al guerreo más fuerte.
Mórrigan gritó hacia Chronos y Satanás, quienes no pudieron evitar poner una
rodilla en tierra, de inmediato el FILO Oscuro convocó a su bestia mítica, el dragón
Zilant, quien sin demora cubrió a su amo y al Bérserker Infernal con sus enormes
alas.
Desde la protección de su bestia mítica Chronos atacó a Mórrigan con su tierra
explosiva de color verde, lo que hizo retroceder a la miembro de la Armada
Elemental, tiempo que aprovechó el dragón Zilant para controlar a la bestia
Cernnunos.
Decenas de escamas metálicas se incrustaron en el cuerpo de la sombra-
bestia, éstas estaban magnetizadas y cumplían una función idéntica a la espada
Nahua de Mixcóatl, contra su voluntad controló a la bestia para que atacara a su
ama.
Mórrigan trató de desaparecer a su fantasma pero no lo consiguió, no mientras
estuviera bajo el control de Zilant, con su viento ralentizó a Cernnunos y después
destruyó a su sombra con forma de bestia con su espada Katana.
La miembro oculta de la Armada Elemental comprendió que sería derrotada por
esos dos extraordinarios guerreros, ya había perdido a cuatro de sus fantasmas,
sólo le quedaba Taranis para el combate físico, una sombra parecida a Belenus pero
controladora de la electricidad, lo convocó, la sombra electrificó todo su cuerpo y
lanzó un poderoso y violento ataque en contra de Geedy, mismo que fue repelido
por las indestructibles alas del dragón Zilant.
Al ver que su embate no afectaba al dragón blanco, Taranis realizó el mismo
ataque contra Chronos y Satanás, ambos se protegieron con su elemento y se
dispusieron a contraatacar, pero en ese momento el portador de Eón pudo ver con
su capacidad de adelantarse al tiempo cómo entre el ataque eléctrico iban ocultos
dos cristales verdes hacia ellos, los cuales definitivamente podían herirlos a él y a
Satanás de gravedad si explotaban cerca de ellos, le advirtió al Bérserker Infernal
que se protegiera y él hizo lo mismo alejándose lo más posible, Satanás con sus
llamas negras pulverizó los cristales creando una gran explosión, cuando el humo se
disipó, Mórrigan ya se había ido, ese último ataque fue la distracción perfecta para
escapar a toda velocidad aprovechando su control de la energía elemental viento.
Una vez que todo pasó, Geedy ayudó a sus protectores a incorporarse y
agradeció el auxilio de sus salvadores.
–Gracias a los dos.
–Al parecer no tienes que ofrecer ningún agradecimiento Geedy...
Todos voltearon para observar cómo David Nexus se aproximaba a ellos, el
novio de Michelle fue alertado de la batalla entre Mórrigan y los Bérserkers
Celestiales por los soldados que resguardaban esa parte de la zona militar, había
llegado justo al mismo tiempo que Chronos y se mantuvo al margen de la contienda
pero cerca de Geedy, su prioridad era salvar al líder rebelde, mientras sonreía a sus
compañeros continuó con su explicación:
–Chronos como ya lo dijo estaba pagando una deuda con Virgo y Satanás sólo
quiere matarte él mismo...
–Aun así ambos salvaron nuestras vidas.
Chronos se subió en el lomo de su bestia y señaló a Ceo.
–Dile a tu madre que mi deuda con ella está saldada, ahora tomaré el camino
que considere adecuado.
–Lo haré – respondió Ceo.
–¿Qué vas a hacer ahora, Chronos? – preguntó Geedy.
–Unirme al grupo que considere tiene legítimo derecho a la silla presidencial.
–Eres bienvenido en la resistencia...
–Jamás me uniría a los rebeldes, ustedes son la anarquía, no sé en qué grupo
acabe pero tengan por seguro que combatiré contra ustedes, pero tú no debes
preocuparte, eres una persona necesaria para este mundo, a ti no te mataré, adiós.
El dragón Zilant levantó el vuelo con Chronos en su lomo y se perdió en el
cielo, David Nexus golpeó la espada de Satanás.
–¿Y tú que vas a hacer?
–No lo sé – respondió el único Bérserker Infernal que quedaba con vida –, no
comparto la visión de Sammael.
–Entonces te recomiendo que mientras te quedes con Geedy, de todas maneras
lo estás vigilando todo el tiempo, cuando decidas matarlo me avisas para poder
impedírtelo...
Satanás volteó a ver a Geedy y después a David Nexus, ellos dos eran lo más
cercano a unos amigos que tenía, caminó rumbo a la Ciudadela y sin voltear le habló
a Geedy.
–Vamos al edificio de la Ciudadela... ¿verdad?
–Es correcto.
–Bien...
David Nexus, Geedy y sus protectores se encaminaron al edificio de la
Ciudadela, mientras lo hacían, Quantum comentaba molesto:
–¿Por qué no utilizaste a tu sombra gigante, Ceo? Con él podías derrotar a esa
chica sin ningún problema…
–Porque todavía no la controlo por completo... – comentó apenado el hijo mayor
de Virgo.
–Eres una vergüenza, Tyche sí controla a su dragón psíquico y ella es menor
que tú...
Ceo le dio un coscorrón a su hermano.
–Ella es mejor psíquica que yo... ¿contento?
–No, no estoy contento, no es justo – se seguía quejando el más joven de los
Bérserkers Celestiales –, siempre nos ganan...
Satanás volteó a ver al pequeño guerrero.
–No deberías quejarte, sigues vivo, deberías agradecer por eso. Han mejorado
a raudales desde que los enfrenté, la práctica hace al maestro, no dejen de entrenar
– después le preguntó a David –. ¿Cómo va su revuelta?
–Caminando – contestó el joven Nexus –, la revolución está a punto de terminar,
el día de hoy caerán todos los Patriarcas.
–¿Quién va a pelear contra Sammael?
–Los Arcángeles pidieron enfrentar a Budha, ya han partido a la frontera entre
Ishtar y Aztlán para enfrentarlo.
–¿Cuántos de ellos?
–Cuatro: Rafael, "el resplandor que cura"; Chitriel "el azote de Dios"; Ariel, "el
león de Dios" y Azrael, "el Arcángel de la muerte".
–Diles a tus amigos que preparen cuatro funerales más.

Budha despotricaba furioso en un poblado del estado de Aztlán casi en la


frontera con Ishtar, acababa de recibir el mensaje de viva voz de sus sobrinos que
Kukulcán de la familia De Grieff recién había tomado el poder en la Ciudad Capital
Assur.
–¡Maldita sea! ¿Cómo demonios sucedió eso?
–No lo sabemos – respondió Bethus –. De repente se presentó el chico De
Grieff con los cuatro sacerdotes elementales del Tloque Nahuaque a exigir el puesto
de Presidente.
–El tipo está loco – añadió Reneh –. Armand Yaotl no se negó a entregarle la
banda presidencial y aun así lo mató.
Raam Shmuel se calmó.
–Conozco bien a Loki, el idiota está mal de la cabeza, creo que podemos
manejarlo, en caso de que se le haya subido el poder a la cabeza lo mataré, puedo
sentir que aún no despierta a "la serpiente emplumada", sin ella no es rival para mí,
aún está lejos del poder que tenía Hazzart Yaotl, estoy seguro que en el poco tiempo
que lleva de Presidente ya se ha hecho de varios enemigos.
–Empezando por sus colaboradores más cercanos, tío, Lady Aliel sin decir
palabra se fue y nadie sabe dónde se encuentra, también despidió a los guardianes
del Interino... – recordó Bethus.
–¿A Jeff Hobbs y Carlo Tiberian? – preguntó Budha.
–Así es – respondió Reneh.
–Eso es una suerte, reclútenlos, ambos han demostrado ser dos guerreros más
que competentes, sus familias son poderosas y reconocidas en Ishtar... ¿qué me
dicen de sus compañeros de los Guardianes del Destino? ¿Podrían algunos de ellos
apoyarnos?
–Lo dudo, tío, ellos están inmersos en la lucha de Elohim y Horus, no nos
apoyarán.
–No te adelantes, Bethus – Sammael estaba empezando a idear un plan –, los
que apoyan a Elohim nos pueden ayudar, sólo es cuestión de hablarlo con mi
padre... Aureo Riazor me debe la pérdida de mis Bérserkers Infernales... quizá hasta
logre el apoyo de los Jinetes Alados Elementales.
–Con ellos asegurarías la presidencia, tu mayor pérdida fue la de Azazel...
–Lo sé, pero está muerto, ya nada podemos hacer... ¿qué me dicen de los
Sindicatos de Ishtar?
–No creo que apoyen a Loki – comentó Baldr para después rectificar –, perdón,
se me olvidaba que ahora es Kukulcán, aun así no lo van a apoyar, entre paredes
del Palacio de Gobierno no se habla de otra cosa que de la locura del nuevo
Presidente...
–Y no te olvides de la sección Alianza del Tloque Nahuaque – Dagan
interrumpió a su primo –, de los doce que deben proteger al Presidente sólo dos
aceptaron unirse a él y al parecer lo hicieron a regañadientes.
–Debemos movernos rápido entonces – Budha apuró a sus sobrinos –, hay que
matarlo antes de que tome posesión y sus guardianes legítimos de Ishtar lo apoyen.
–Estoy de acuerdo, tío – Dagan no deseaba enfrentarse a los guerreros de
Ishtar –, si logras que nuestros compañeros y los sirvientes de Elohim nos apoyen,
tu ascenso a la silla presidencial estaría más que asegurado, la Ciudad Sagrada de
Uruk es la más importante de las seis de Ishtar, su apoyo te dará legitimidad.
–Sí, creo que de inmediato voy a...
En ese momento entró un soldado a la habitación donde Budha y sus sobrinos
platicaban.
–Señor...
–¿Qué es lo que sucede? – preguntó Sammael ya acostumbrado a que ese tipo
de interrupciones siempre traían malas noticias.
–Nuestros centinelas nos informan que cuatro Arcángeles se dirigen hacia acá.
–¿Quiénes son?
–Rafael, Azrael, Ariel y Chitriel.
–Bien, déjenlos en paz, nosotros nos haremos cargo.
–Sí señor.
En cuanto el mensajero se fue, Budha les dio instrucciones a sus sobrinos.
–Encárguense de las chicas, yo pelearé con los varones.
–¿No sería mejor que tú te encargaras de las chicas, tío? – propuso Baldr –. Las
matarías en un santiamén... después podrás ayudarnos.
–No, Bethus, si algo me ha enseñado esta guerra es a no menospreciar a
nuestros enemigos, Ariel y Chitriel son poderosas y dos excelentes combatientes, si
durante nuestra pelea alcanzan el estado definitivo de un Arcángel la pelea se puede
extender...
–¿Y eso qué tiene?
–Que ustedes estarían peleando con los dos Arcángeles más poderosos que
hay, no puedo arriesgarme a perderlos...
Azrael y Rafael no son rivales para nosotros, tío – protestó Reneh.
–Tal vez no, pero no voy a tomar ese riesgo, Rafael venció a Gabriel y se dice
que el poder de Azrael es similar al de Miguel, ustedes pelearán con las Arcángeles
y después me apoyarán... ¿de acuerdo?
–De acuerdo, tío – respondieron Dagan y Baldr al unísono.

Los cuatro Arcángeles estaban acercándose al lugar en donde se encontraba


Sammael, la telaraña informativa de Geedy nuevamente había hecho sus deberes y
les dieron la ubicación del Arcángel Caído que faltaba.
A un escaso kilómetro de su objetivo, los hermanos Reneh y Bethus Shmuel
les bloquearon el paso, el primero de ellos los señaló.
–Hasta aquí llegaron los cuatro, sólo pueden pasar dos, Budha los espera en la
fábrica abandonada que hay más adelante, les vamos a permitir que ustedes elijan a
nuestros contrincantes.
Rafael les habló a sus compañeros:
–Vayan ustedes, yo solo pelearé con estos tipos...
–No, primo – le contestó Azrael –. No puedes quedarte, esto es pura formalidad,
saben que tú y yo somos los que pasaremos, Ariel y Chitriel no tienen ninguna
oportunidad en contra de Budha, recuerda que es un FILO Divino con los poderes de
un Arcángel, ese tipo es tan poderoso como tu padre...
Rafael apretó los dientes, el poder de los dos Guardianes del Destino era muy
superior al de sus compañeras.
–Entonces nos retiramos por el momento, no voy a permitir que Ariel y Chitriel
se sacrifiquen.
Ariel se molestó por el comentario.
–De ninguna manera nos vamos a retirar, si Pariel, Luzbel y Tamiel han podido
pelear en esta guerra nosotras haremos lo mismo, yo no le temo a nadie, voy a
pelear contra esos tipos, si ustedes quieren huir háganlo, pero yo no me muevo de
este lugar hasta haber acabado con ellos.
Chitriel apoyó a su compañera, ella también se había sentido humillada por las
palabras de Rafael.
–Yo tampoco me voy a mover de aquí, si voy a morir que así sea, pero lo haré
peleando y no corriendo, las Arcángeles de la santa trinidad nunca huyen de una
batalla...
Azrael y Rafael se voltearon a ver, sabían que no harían cambiar de parecer a
sus compañeras, se siguieron de largo, cuando "el resplandor que cura" pasó entre
los hermanos Shmuel les advirtió a ambos:
–Espero por su bien que no maten a mis chicas, si lo hacen les juro que me
rogaran por su muerte.
–Para vengarte primero tienes que sobrevivir, idiota, algo que es imposible si
vas a enfrentar a mi tío, esas niñas van a sufrir lo impensable... – le respondió
Dagan.
El FILO Oscuro no dijo más, se siguió de largo acompañado de su primo para
enfrentar al enemigo más poderoso, pero en su interior rezaba porque su prima y su
compañera salieran con vida de ese enfrentamiento. Mientras veían a sus
compañeros alejarse, Ariel le preguntó a Chitriel.
–¿Por qué te quedaste? Tú no eres así, sabes que esta pelea no la vamos a
ganar...
Chitriel con su actitud de indiferencia de siempre le contestó a su mejor amiga.
–No importa, jamás te dejaría morir sola, nos hicimos Arcángeles al mismo
tiempo y moriremos juntas.
–Bien, entonces ya sabemos el resultado de esta pelea, nuestro objetivo es
entretener a estos tipos para que no interfieran en la pelea de mis primos...
–De acuerdo.
Ariel y Chitriel se besaron en los labios y después se colocaron en posición de
ataque. En cuanto perdieron de vista a sus compañeros la batalla entre las
Arcángeles y los Guardianes del Destino comenzó.
Ariel atacó con su elemento agua a Baldr y Chitriel con su elemento hielo a
Dagan, los Guardianes del Destino activaron sus defensas, Baldr estableció su tierra
de cobalto alrededor de ambos para protegerse de los ataques psíquicos de las
Arcángeles y Dagan dejó caer sobre ellas una gigantesca roca que las aplastó a
ambas.
Los Guardianes del Destino se estaban retirando cuando la roca se empezó a
deshacer hasta quedar reducida a pura arena, después se formó la Esfinge de Ariel
por encima de ellas, una bestia alada con la parte trasera de su cuerpo de león y
delantera de mujer.
–Esta es mi bestia mítica – les informó la Arcángel conocida como "el león de
Dios", controla la tierra y puede deshacer todos sus embates, no importa que tan
dura sea la roca, la Esfinge la convertirá en inofensiva arena.
En ese momento Dagan las atacó con su tierra combinada con gas de
mercurio, era un ataque que envenenaba los cuerpos hasta matarlos, infectaba tanto
la piel como el cerebro, Chitriel también invocó a su bestia mítica, la Arpía, un
monstruo combinación de un águila y un humano, tenía el cuerpo de una hermosa
mujer, pero sus manos y pies eran garras emplumadas, además de poseer grandes
alas.
La Arpía era un gigantesco espectro inmaterial, pero de su interior surgió un
monstruo idéntico más pequeño de tres metros de altura que con sus enormes alas
creó un huracán que nulificó el ataque de Dagan.
–Esta es mi arpía Aelo, la controladora del viento tempestuoso, tu ataque tóxico
nunca llegará a nosotras...
Los hermanos Shmuel se voltearon a ver, comprendieron que la pelea no sería
tan fácil como ellos pensaban, esta vez se lo tomarían en serio, Dagan le preguntó a
Baldr.
–¿De quién te encargarás?
–De la que puede convertir mi poder en arena.
–Te gustan los retos, está bien, yo me ocuparé de la Arpía.

Mientras sus compañeras combatían, Rafael y Azrael llegaron hasta donde se


encontraba Budha, el FILO Divino ya los esperaba listo para combatir, en sus manos
portaba sus guantes blancos con símbolos azules, les dio una última oportunidad a
los Arcángeles de rendirse.
–Ustedes no son rivales para mi poder, todos somos Arcángeles, únanse a mi
proyecto...
–Nosotros somos Arcángeles – respondió Arad señalando a su primo para
después tocar su propio pecho –, tú eres una aberración, un producto de mi
debilidad que pienso reparar.
–Entonces morirán – contestó el Patriarca de la familia Shmuel
amenazadoramente –, yo incluso pude derrotar al gran Tezcatlipoca del Tloque
Nahuaque, el poder de ustedes combinado no se compara al de él.
–No te preocupes por eso, Sammael, también pagarás por esa muerte... –
replicó Rafael.
Budha veía con superioridad y desprecio a sus rivales, eran dos poderosos
jóvenes pero sin experiencia alguna en combates a muerte, en cambio, él toda su
vida la había pasado entre guerras, las peleas donde se jugaba la vida para él no
significaban nada...
*****
Raam Shmuel se encontraba en la zona desértica de Levit pelando una guerra
secreta que el gobierno ocultaba en contra de varios Clanes del Desierto, familias
que nunca se habían rendido ante el poder de Boleria y que se creían
independientes. El gobierno de Levit los había dejado tranquilos por la zona en la
que se encontraban, era la más hostil del desierto, lugar en donde esos Clanes
tenían superioridad elemental y táctica.
Por siglos los habían dejado en paz, hasta que todos los Clanes del desierto se
unieron para crear un país independiente de Boleria, entonces el gobierno actuó,
cada estado envió a dos guerreros élite a pelear en el desierto, Arcadia envió a los
Caballeros Fantasmas Sir Phillippe y Sir Judas, Hamal envió a Tauro y Acuario del
Círculo del Zodiaco, Riazor envió al Aprendiz de los Jinetes Alados Inmortales y al
guerrero llamado Shemhazai, Aztlán envió a Tláloc y a Coatlicue del Tloque
Nahuaque y finalmente Ishtar envió a Minos, Director de su academia militar y a su
estudiante más adelantado: Raam Shmuel.
Por Levit, el estado donde se desenvolvía esa guerra, peleaban sus guerreros
más poderosos: los Arcángeles Miguel y Gabriel. Las batallas contra la gente del
desierto se recrudecía cada vez más. Ishtar iba a enviar a un miembro de sus
Guardianes del Destino y a un Caballero Fantasma, pero por pedido expreso del
gobierno de Levit enviaron a Raam, un jovencito de apenas trece años de edad, el
secretario de Defensa vio con buenos ojos que su principal maestro, el Director de la
Academia de Ishtar, Minos, lo acompañara.
En cuanto se reportó a los cuarteles del estado en Levit, Raam fue asignado al
equipo de Riazor, pelearía al lado de su padre, de Minos y de Shemhazai, a ellos les
correspondía la misión más peligrosa, eran la primera línea de ataque y su misión
era infiltrarse en las ciudades de piedra para destruir al enemigo desde adentro.
Los habitantes del desierto manejaban el elemento tierra a su voluntad, más
específicamente la tierra ardiente del desierto, tenían un arsenal ilimitado en contra
de sus enemigos.
Los dos Shmuel, Minos y Shemhazai estaban ocultos tras unas rocas
cubriéndose del ataque enemigo que los había alcanzado, Raam, muerto de miedo
le reclamaba a su padre:
–¿Por qué demonios hiciste que me reclutaran si era tan peligroso?
El Aprendiz abofeteó a su hijo por mostrar debilidad frente a otros y después le
dio una explicación.
–Raam, desde que naciste has sido entrenado para portar la espada suprema
que pertenece al Clan Shmuel, Zulfiguar, "la espada negra"...
–¿Y eso qué tiene que ver con este lugar? – preguntó Raam en un tono más
tranquilo, no quería que su padre lo volviera a golpear.
–Muy sencillo. Tú eres el Shmuel más poderoso que ha nacido en lustros,
necesitamos colocarte en un puesto político de importancia y eso sólo te lo puedes
ganar siendo el héroe de conflictos como este.
–¿Lo sabe mi maestro? – preguntó el joven Shmuel viendo a unos metros a
Minos que también se cubría de los ataques enemigos.
–Él sólo sabe lo que tiene que saber, es el momento de actuar, Minos y yo les
abriremos una brecha a ti y a Shemhazai... ¿listo?
Raam Shmuel se moría del miedo pero sabía que no podía mostrar debilidad
ante su padre. Cerró los ojos un momento y se concentró en Shemhazai, cuando el
guerrero del estado de Riazor se lanzara al ataque él lo seguiría.
El Aprendiz volteó a ver a Minos y le hizo varias indicaciones, el futuro Juez del
Sur del Quinto Distrito levantó el dedo pulgar en señal de que había entendido, con
los dedos Samir Shmuel contó hasta tres y los dos guerreros se asomaron para
pelear.
El Jinete Alado Inmortal lanzó un ataque fusionado de electricidad y hielo, la
tormenta de copos de hielo electrificados causó grandes bajas en el ejército de los
desiertos, Minos utilizó su lanza de metal que con la velocidad del rayo atacaba y
congelaba a sus rivales, ambos avanzando hicieron que el enemigo se concentrara
en ellos, Shemhazai y Raam aprovecharon para burlar las líneas enemigas y
adentrarse en el campamento enemigo cubriéndose en la misma tierra.
Pronto los soldados del desierto rodearon al Aprendiz y a Minos, en ese
momento surgió Aura, la sombra del Jinete Alado Inmortal sobre su dragón alado de
color negro.
Inmediatamente El Aprendiz llamó a su propia bestia, el dragón alado blanco,
una vez que estuvo preparado con su sombra y los dragones a su lado, le habló a su
compañero de batalla.
–Yo me encargo de la mitad y tú de la otra mitad... ¿te parece?
–No hay problema... – le respondió Minos viéndolo con preocupación –.
¿Seguro que puedes?
–Siempre fui mejor que tú...
–Ni en tus sueños más mojados, siempre has estado a mi sombra, amigo, y hoy
no será la excepción.
–Lo soy si libero en su totalidad a mi sombra...
–Puedes morir.
–Hoy no, amigo, sólo mantengamos esto en secreto y no se lo comentes a mis
compañeros... ¿de acuerdo?
–Es tu vida y tu decisión, adelante.
La batalla se recrudeció, el Aprendiz liberó a su sombra desatándola por
completo, Aura se internó entre las líneas enemigas para destrozarlos con su poder
sobre la energía pura, el dragón negro se convirtió en un pequeño lago oscuro del
que surgieron noventa y nueve sombras con cuerpos humanos y cabezas de dragón
para pelear, el dragón blanco hizo lo propio armando a las sombras con armaduras
blancas y lanzando plasma para aprisionar a los enemigos.
Minos por su parte invocó a sus sombras Ninfo, Estación y Mor. Las sombras
del guardián de la llave causaron más daño en el enemigo que los guerreros del
Aprendiz.
Ninfo estableció la dimensión del agua a su alrededor para poder atacar a sus
oponentes, del agua surgieron plantas acuáticas que maniataron y destruyeron a
quienes atrapaban.
Estación cubrió su terreno de batalla con pétalos de flores que les causaba
dolor cerebral a sus enemigos además de quemarlos con su capa solar que se
extendía sin limitación alguna.
Mor atacaba con sus hilos y explosiones de energía pura, con los primeros
ataba y cortaba a sus oponentes, con las segundas acababa con una gran cantidad
de soldados enemigos, cuando era atacado se podía inmaterializar.
Minos y el Aprendiz tampoco estaban quietos, auxiliándose de sus armas y de
su control sobre el metal, la electricidad y el hielo acababan con más enemigos que
nadie.
La intrusión de Raam y Shemhazai al territorio enemigo fue un éxito, desde
adentro pudieron ver que la situación en la ciudad era lamentable, la gente ya no
quería guerra, estaban muriendo de hambre, les pidieron clemencia, sus sueños de
rebelión y de crear un país separado de Boleria habían quedado en el pasado.
Shemhazai le dijo a Raam:
–Esta guerra ya la ganamos, vamos a encargarnos de sus defensas, por favor,
trata de no lastimar a personas inocentes.
–Está bien, vamos...
Ambos causaron destrucción sin igual, el joven Shmuel con su tierra santa hizo
pedazos los puestos estratégicos de los rebeldes y el guerrero de Riazor con su
gigante elemental de tipo tierra acabó con los ejércitos.
La primer ciudad del desierto se rindió y detrás de ella las otras once que se
habían rebelado, para aplastar a los insubordinados de un solo golpe los estados
enviaron a la totalidad de sus fuerzas élite para terminar con la oposición, el resto de
los guerreros élite entraron sin ningún problema, capturaron a los líderes del
movimiento, los juzgaron y los ejecutaron públicamente.
Tal y como su padre lo había predicho, Raam fue tratado como un héroe,
Shemhazai prefirió quedarse fuera del radar y le dio todo el crédito al joven Shmuel.
Una vez que se aseguró la victoria, todos los guerreros regresaron a sus
respectivas provincias, sólo Raam y Minos no regresaron a Ishtar, los dos
acompañaron al Aprendiz y a Shemhazai al estado de Riazor para entrevistarse con
Elohim.
En cuanto estuvieron ante el portador de Abigael, los guerreros le contaron
todo cuanto había acontecido en las batallas del desierto, el Aprendiz orgulloso
abrazaba a su hijo y le relataba a su jefe sus hazañas, después de escuchar todas
las aventuras que le contaron, Elohim preguntó:
–Todo eso se escucha muy bien, pero no creo que mi hijo y el joven Raam
hayan hecho una escala en Riazor de su regreso a Ishtar para contarme sus
hazañas.
–Esta vez se equivoca, señor – dijo el Aprendiz –, precisamente está por ver la
mayor hazaña de mi Raam...
Samir Shmuel volteó a ver a su hijo y señalándolo con su mano derecha le
ordenó:
–Hazlo, Raam, muéstrale a Elohim lo que encontraste en las ciudades de piedra
de Levit.
El joven Shmuel extendió sus dos brazos y expulsó su tierra santa, ante ellos
formó una enorme pared, misma que rasgó con su espada, de la fractura surgieron
los cuerpos de dos prisioneros.
–¿Cómo hizo eso? – preguntó Elohim.
–Mi hijo maneja la tierra más poderosa, la tierra santa, ésta puede adquirir
cualquier característica, hasta psíquica, usándola correctamente puede abrir un
pequeño portal dimensional.
Elohim prestó atención a los dos prisioneros mientras el joven Raam hablaba:
–Señor, decidí esconder a estos dos porque no son Bolerienses, pertenecen a
otro país, su presencia en Levit puede ocasionar una guerra, por eso decidí
preguntarle primero a mi padre, él me dijo que usted decidiría que hacer.
–Hiciste bien – respondió Elohim.
El FILO Divino entró en la mente de los dos extranjeros, después de hacerlo se
quedó pensativo.
–Esto es serio y peligroso para el país. Raam, te has ganado un favor de mi
parte, pídeme lo que quieras y te será concedido.
Raam volteó a ver a su padre y éste hizo una muda afirmación.
–Señor, quiero ser el gobernante de Arcadia.
–Está bien, te lo concederé, esto es lo que vamos a hacer, yo debo investigar a
fondo la cabeza de estos tipos, tú ya no volverás a Ishtar, te irás a Arcadia, a la
principal escuela del Cinturón, ahí vas a convivir con los futuros portadores de las
espadas supremas.
–Sí señor.
–Necesitamos que te vuelvas un FILO Divino, la batalla en el desierto sólo es la
punta del iceberg, estamos ante un problema de proporciones catastróficas.
–¿Qué sucede, señor? – preguntó intrigado Raam Shmuel.
–Ya te dije que debo seguir investigando, cuando sea el momento oportuno te
enterarás, esta conversación no puede salir de quienes estamos aquí, si alguien nos
traiciona la pena será la muerte... ¿entendido?
–Entendido – respondieron todos.
–Una última cosa Raam...
–Dígame, señor. – El joven Shmuel prestaba total atención a ese hombre que
actuaba como si fuera el dueño del país.
–En unos años será la entrega de las espadas supremas, ahí me volverás a ver,
sólo que seré más joven, me conocerás como el hermano mayor de Argento Riazor,
Aureo será mi nombre, yo también voy a recibir un arma, deberás fingir que no me
conoces... ¿entendido?
–Lo que usted diga, señor.
–Bien, muchacho, puedes irte con la satisfacción de haber sido un héroe de
guerra y con la conciencia tranquila de que tu decisión de traer a estos tipos ha
salvado a tu país.
Raam Shmuel abandonó el estado de Riazor sintiéndose el guerrero más
importante del mundo, le gustó como lo trataron todos esos experimentados e
importantes hombres, con respeto y deferencia a pesar su corta edad, incluso
Elohim, en ese momento decidió que toda su vida sería así, entendió que él había
nacido para ser obedecido e idolatrado.
Ya en el Cinturón recibió un duro golpe para su ego, ahí conoció a los demás
futuros portadores de las espadas supremas: a Hazzart y Michel Yaotl, Erika Hobbs,
Elan De Grieff y Etneo Brunn, todos atractivos, poderosos y ególatras.
Lo recibieron con frialdad e indiferencia, en ese lugar su poder no significaba
nada extraordinario, todos esos chicos eran incluso más poderosos que él, ahí fue
uno más, incluso un personaje gris, Hazzart era el más respetado de todos, sería el
próximo Kukulcán y decían que Erika Hobbs, la más bella del Cinturón sería su
esposa.
Michel Yaotl y Elan De Grieff eran los tipos más populares y admirados de la
escuela, él al lado de ellos era una nulidad y Etneo era el más poderoso, Raam
realmente nunca encontró su lugar en ese grupo, siempre fue la sombra gris detrás
de ese carismático conjunto de adolescentes.
Aunque su relación era de respeto con los demás futuros guerreros supremos,
nunca congenió completamente con ellos, él se lo atribuyó al hecho de que todos
esos chicos se conocían desde niños y tenían muchos años forjando su amistad,
prefirió mantenerse alejado y no participar de sus actividades.
Después de la entrega de las espadas supremas, Raam siguió con su vida,
hasta ese momento había vuelto a ver a una versión más joven de Elohim pero no le
dijo nada, sólo lo saludó presentándose con él y poniéndose a sus órdenes.
El novel FILO Divino estaba obsesionado con lo que había sucedido con sus
dos prisioneros, el tiempo pasaba y no le informaban nada. Se fue a vivir a la
residencia de los Shmuel en los pisos superiores de la Ciudadela, tal y como se lo
habían prometido empezó a escalar rápidamente puestos políticos, la gubernatura
de Arcadia pronto sería suya.
Tiempo después se casó y tuvo un hijo al que llamó Gore, cinco años
posteriores al nacimiento de su primogénito recibió la noticia que tanto esperaba, en
su residencia se presentó la sombra de su padre: Aura.
–Elohim te requiere.
–He esperado por este momento por años, vámonos.
–Viajarás en mi dragón conmigo...
–Ni aunque estuviera loco viajaría en esa bestia contigo, tengo un pequeño
avión privado, te veo en el Palacio de Gobierno de Riazor.
Raam Shmuel partió rumbo a Riazor, cuando llegó al Palacio de Gobierno una
persona lo guio hasta la sala de juntas, en ese lugar lo recibió Elohim acompañado
de los guerreros que juraron guardar el secreto de los prisioneros extranjeros hacía
varios años.
–Bienvenido, Budha – saludó Elohim.
Raam Shmuel saludó de mano a su anfitrión, a su padre, a Shemhazai y a su
maestro Minos, después se sentó al lado del Aprendiz en la sala de juntas, en ese
momento Elohim empezó su exposición.
–Señores, he solicitado su presencia porque ya sé lo que sucede detrás de la
supuesta insurrección de las ciudades de piedra de Levit...
–¿Supuesta? – preguntó Minos.
–Así es, hijo, supuesta, todo es un argot de Stoa para infiltrarse en Boleria y
crear conflictos internos, esos tipos de alguna manera convencieron a los líderes de
las ciudades de piedra de sublevarse, no les costó mucho trabajo, esos idiotas
siempre se han considerado independientes.
–¿Y cuáles son sus motivos? – volvió a preguntar Minos.
–Destruir Boleria – respondió Elohim –, en la capital de Stoa, la ciudad de
Siracussa, están forjando un arma capaz de destruirnos.
–¿Es posible eso? – preguntó Raam, era conocido en todo el mundo que
Boleria era invulnerable.
–Lo es – respondió Elohim –, el nombre del arma es Geruvá...
Minos, el Aprendiz y Shemhazai se pusieron de pie de inmediato, en sus
rostros se notaba el temor, no, no era temor, era terror, el miedo en su más pura
expresión.
–Eso es imposible – dijo Minos con la voz temblorosa –, debe haber un error...
–No lo hay.
–¿Pero cómo es posible? Estamos hablando de miles de años...
–Todo es posible utilizando las herramientas adecuadas, hijo, recuerda que con
la fusión de reinos muchos poderosos Clanes de Boleria se marcharon jurando
venganza contra los Yaotl y los De Grieff que les arrebataron el derecho divino de
gobernar Boleria.
–Pero aun así, esto es inconcebible...
Raam Shmuel era el único de la reunión que no entendía nada.
–Por favor... que alguien me diga que es esa Geruvá.
Elohim se adelantó a los demás que seguían sin habla.
–Un arma elemental capaz de destruir Boleria.
–No podemos permitir eso...
–Y no lo haremos, ya he trazado un plan...
–Será mejor que funcione – dijo Minos –. Siracussa es famosa por estar
rodeada de un domo impenetrable...
–Es cierto – El Aprendiz concordaba con Minos –. Es imposible ingresar a
Siracussa a través de una operación encubierta, necesitamos entrar en...
–Guerra – interrumpió Elohim –. Necesitamos entrar en guerra con Stoa para
así poder ingresar en Siracussa a destruir el arma...
–¿Y cómo demonios piensas iniciar una guerra? – preguntó Minos.
–Yo me encargo de eso, hijo, tendré que hacer cosas con las que no vas a estar
de acuerdo...
–¿Vidas civiles? – preguntó Minos consciente de la falta de escrúpulos y de
respeto por la vida humana de su padre.
–Así es...
–No puedo permitirlo...
–Estamos hablando de la extinción de tu país, si Geruvá es utilizada no habrá
unas cuantas muertes civiles, nos borrarán a todos de la faz del planeta, vete, yo me
comunicaré contigo para que hagas tu parte. – Elohim volteó a ver fijamente a los
demás –. Si alguno de ustedes no tiene el valor o las entrañas para hacer esto será
mejor que también se retire...
Minos se retiró, fue el único, después Elohim siguió con su plan.
–Todo este tiempo he estado ejecutando mi estrategia, logré intervenir a unos
extremistas que trabajan para el nuevo gobierno de Stoa y los obligué a cometer
actos terribles, un grupo de ricos e influyentes comerciantes contrataron a la
Hermandad Sangrienta para exterminar a las células que operaban en sus
comunidades, incluso eliminaron una provincia entera, Shin Aino se encargó de
todo.
–¿Y qué es lo que sigue? – preguntó Shemhazai.
–Venganza, nuestros prisioneros harán estallar una bomba en el Tercer Distrito,
ya los he controlado hasta su psique más interna y les he borrado cualquier
información acerca de Geruvá, cuando nuestros psíquicos los interroguen todo
parecerá un acto de desquite.
–Eso iniciará la guerra sin importar lo que digan las autoridades sotianas, el
terrorismo es un acto que no se perdona en Boleria, todos los grupos élite se unirán
para destruir Stoa... – comentó el Aprendiz.
–Así es – respondió Elohim –, nada une más a los bolerienses que su amor por
el país, mientras nuestras tropas juegan a la guerra y a ser héroes, nosotros nos
encargaremos de Geruvá.
–¿Cómo lo haremos? – preguntó Shemhazai.
–Raam se encargará de todo, yo crearé la distracción, y él, acompañado de dos
guerreros se encargará de destruir el arma que nos puede exterminar.
–¿Quién acompañará a mi hijo? – preguntó Samir Shmuel.
–Los dos únicos guerreros de todo el país que pueden completar el trabajo –
respondió Elohim –. Los únicos hombres cuyo poder se compara al mío…

Raam acompañaba a Elohim a través del paraje de Beocia, el ambiente gélido


y los atroces alaridos de las bestias que poblaban el lugar le ponían los pelos de
punta, ni en el peor momento de la guerra en el desierto estaba tan temeroso como
en ese instante.
El instinto de Budha le decía que corriera por su vida, pero no lo hizo, siguió a
Elohim a través del desierto de nieve hasta una construcción en medio de la nada, el
portador de Abigael tocó a la puerta y ésta se abrió, una vez que Raam entró en ese
inmueble pudo respirar tranquilo.
En cuanto Budha vio el lugar supo en dónde se encontraban, ahora sabía que
las leyendas eran ciertas y que la biblioteca oculta en las nieves realmente existía, el
portador de Zulfiguar observó que el anciano que los recibió veía a Elohim con odio
y desprecio.
–¿Qué demonios quieres? – preguntó el anciano de mala manera –. Sabes que
aquí no eres bienvenido.
–Lo sé, Darius, pero ha surgido algo.
–Siempre surge... – respondió el anciano bibliotecario haciendo una seña con la
mano para quitarle importancia a las palabras del FILO Divino número doce.
–Esto es cuestión de vida o muerte...
–Siempre lo es... – El encargado de la biblioteca prohibida seguía escéptico
ante las palabras de Elohim.
–Necesito tu ayuda...
La petición de Elohim sorprendió a Darius Rashad, el Gobernador de Riazor
nunca le había pedido nada, cuando lo iba a visitar era para exigirle algo o para
pactar alguna tregua.
–¿Qué es lo que quieres?
–Necesito la colaboración de Horus y Gorthys para realizar una misión de vida o
muerte...
–¿Para qué misión?
–Deberán entrar a la ciudad de Siracussa en el país de Stoa y encargarse de
algo...
Darius Rashad movió la cabeza por lo bajo haciendo una mueca burlona y
señalando la salida.
–Ahí está la puerta, ya sabes las reglas, tienes un par de horas para abandonar
el paraje o mis bestias te matarán.
–Darius... sé que tú y yo tenemos siglos en guerra, pero también sé que amas a
tu país, a tu estúpida forma pero lo amas, es tu deber protegerlo...
–¿De qué rayos estás hablando?
–De Geruvá...
La reacción de Darius Rashad fue la misma que la de Minos, el Aprendiz y
Shemhazai, sorpresa y terror.
–¿Qué? Debes estar bromeando...
–¿Acaso crees que vendría hasta acá para hacerte una jodida broma?
–No, pero sí para traicionarme, no voy a exponer a mi mejor guerrero y a Horus
a una trampa tuya...
–No es ninguna trampa, sabes que yo no juego con eso...
–Sé que haces cualquier cosa por conseguir tus objetivos, hasta matar a tus
hijos...
–No voy a discutir eso contigo, si no quieres ayudar sobre tu conciencia caerá...
– Elohim se dio la vuelta para marcharse, Budha lo imitó.
–Espera... – Darius Rashad no pudo quedarse indiferente ante lo que estaba
escuchando –. ¿Cómo demonios piensas entrar a Siracussa? La ciudad es un fuerte
impenetrable.
–Ya he tomado las providencias necesarias para que estalle la guerra entre las
dos naciones...
–Lo dicho, Elohim, tu harías cualquier cosa para lograr tu objetivo... ¿a cuántos
inocentes matarás esta vez?
–A los indispensables, ni uno más.
–Eres un asco...
–No te atrevas a juzgarme, tú has hecho cosas peores y sin justificación alguna,
sólo movido por la venganza... ¿te las recuerdo?
–¿Así quieres mi ayuda? ¿Insultándome?
–Mi patria es primero, si tú no me ayudas entonces tendré que hablar con los
Patriarcas, pero Geruvá debe ser destruida.
–¿Quién sabe de esto?
–Nosotros, el Aprendiz, Shemhazai, Minos y Budha que viene conmigo, es hijo
de Samir Shmuel.
El anciano observó los guantes blancos con símbolos azules en las manos del
joven Shmuel.
–De acuerdo, lo mejor es que todo quede en familia, no es necesario que nadie
más se entere, la paranoia es tan dañina como la misma Geruvá, cuenta con Horus
y Gorthys.
–Bien, te avisaré cuando los requiera...
–Aguarda, no hemos terminado...
–¿Qué sucede? – Esta vez quien hizo la mueca de desacuerdo fue Elohim,
sabía que Darius le cobraría su ayuda.
–Mi ayuda no es gratuita, dame la ubicación de la llave...
–Jamás, eso es tan malo como Geruvá.
–No te estoy pidiendo la entrega de la llave, te pido su ubicación, vamos a hacer
más interesante nuestro juego, déjala en un lugar fijo, el que mejor te convenga,
creo incluso conviene más a tus intereses, un par de ocasiones he estado a punto
de conseguirla, así la tendrías más vigilada...
Elohim pensó en las palabras de Darius, por un lado tenía razón, Horus cada
vez estaba más cerca de conseguir la llave, en un lugar específico bajo la vigilancia
de Minos podría funcionar, la pondría en un peligroso lugar lo más lejos posible de
Darius, él personalmente se encargaría de que ni el viejo ni Gorthys abandonaran el
Paraje de Beocia. Aceptó.
–Está bien, así lo haremos.
–¿Cuál será el lugar?
–Cuando lo encuentre te lo diré, ese día me envías a Horus y a Gorthys a Stoa.
–De acuerdo.

Antes de poner su plan en marcha, Elohim habló con Minos acerca del lugar
donde se ocultaría la llave, le contó los detalles de su plática con Darius Rashad.
–¿Qué opinas, hijo?
–Por mí está bien, la verdad es que ya estoy cansado de estar en movimiento
con esa llave, pasándola a distintas manos para ocultarla, tarde o temprano Horus o
Darius iban a dar con ella, encontraré un buen lugar en el Quinto Distrito, deberás
manipular a algunos de los delincuentes más poderosos de la demarcación para que
me ayuden a protegerla.
–No hay problema.

El plan de Elohim se llevó a cabo magistralmente, manipuló a sus prisioneros


para que llevaran a cabo un acto terrorista en el Tercer Distrito de Arcadia, una
bomba estalló dentro de un tren, la logística de la operación estuvo a cargo de Raam
Shmuel, murieron muchos inocentes en el atentado.
Los criminales fueron arrestados e interrogados por los más poderosos
psíquicos de Arcadia, se descubrió que el ataque había sido perpetrado por los
gobernantes del vecino país de Stoa.
La respuesta del Gobierno de Boleria tal y como se esperaba fue contundente,
se hizo la declaración de guerra, Stoa negó los actos de sus ciudadanos pero era
demasiado tarde, la invasión ya había comenzado.
Budha estaba a cargo de los Guardianes del Destino, entre los que se
encontraba Horus, cuando finalmente todos los ejércitos de Boleria llegaron a la
capital de Stoa, en ese lugar se unió a ellos Gorthys.
Elohim y compañía estaban preparados para un largo asedio, pero Aries dio la
nota, se logró infiltrar en la impenetrable ciudad de Siracussa y desactivó el domo
que la protegía, abrió las puertas de entrada a la ciudad y con mucha anticipación de
lo esperado Boleria ganó la guerra.
Aprovechando la euforia de la victoria de sus compañeros para pasar
desapercibido, Elohim logró encontrar el escondite donde se encontraba Geruvá, el
arma con el poder de destruir Boleria, le dio la ubicación a Budha y éste
acompañado de Horus y Gorthys se infiltraron para destruirla.
Horus utilizando su Udyat, los hizo invisibles a los ojos de los cuidadores del
arma, después Gorthys convocó al Dragón de Tierra, un monstruo más grande y
temible que Fafner, el compañero de Siegfried.
La versión gigante de Fafner condujo a los tres guerreros a unas puertas que
estaban protegidas con el mismo campo de fuerza que la ciudad, Horus encontró su
punto débil y los tres guerreros con todo su poder lograron abrir un pequeño hueco,
suficiente para que el líder de los Guardianes del Destino y el FILO Divino pudieran
ingresar. Gorthys se quedó fuera para mantener el hueco abierto auxiliándose de
una versión más grande y poderosa de Wivern, el dragón de Ragnar: el llamado
Dragón Explosivo.
Ya adentro del escondite, lo único que Budha y Horus encontraron fue a un
niño, el joven Shmuel volteó a ver al Guardián del Destino.
–¿Qué demonios sucede aquí? Nos han engañado...
–No – le respondió Horus señalando seriamente al menor –, él es Geruvá.
–¿Un niño? – Budha no podía creer lo que el Guardián del Destino le estaba
diciendo.
–Cuando crezca tendrá el poder de exterminarnos a todos... mátalo.
–Mátalo tú... – Budha se negó a matar al infante, pensó dejarle esa despreciable
labor a Horus.
–No puedo – respondió el Guardián del Destino con el rostro contraído por el
esfuerzo –, el pequeño es poderoso, ahora mismo está tratando de matarnos, lo
estoy conteniendo pero no podré hacerlo por mucho tiempo... ¡acábalo ya!
–¡Pero es un niño!
–Te prometo algo, Shmuel, si no matas aquí y ahora a este niño terminarás
limpiando excusados...
La voz de Horus había cambiado, había exigencia en sus palabras.
–No puedo... – Raam Shmuel veía la mirada inocente del menor, se sentía
incapaz de asesinarlo.
–Es tu última oportunidad – lo apuró el líder de la Guardia del Destino –, ya no
resisto más...
–Está bien...
Raam Shmuel trató de acercarse al infante pero una poderosa energía se lo
impedía, entonces entendió lo que Horus le decía, el niño era poderoso y se estaba
defendiendo, los ojos del FILO Divino se tornaron amarillo brillante, su pupila
desapareció y en su lugar se formó el símbolo de su guante derecho al tiempo que
en su cuello apareció el tatuaje del símbolo de su guante izquierdo, su espada
suprema Zulfiguar surgió de su mano derecha empezando por la hoja del arma.
A pesar de su poder, Budha seguía sin poder avanzar, el símbolo de sus ojos
cambió por la fusión por duplicado de su guante derecho, en el costado izquierdo de
su cuello su tatuaje también se duplicó, una gran explosión se dio cuando chocaron
su defensa elemental de tipo tierra y el campo de protección del menor, con la
espada negra finalmente el FILO Divino logró cortar la cabeza del niño.
El poder que sentían Budha y Horus desapareció, en ese momento el portador
de Zulfiguar cayó al borde del desmayo, el Guardián del Destino lo levantó y salió
con él, en la entrada los esperaba Gorthys con decenas de muertos a su alrededor.
–¿Qué sucedió? – preguntó Horus.
–Vinieron a proteger el arma – respondió Gorthys –. El domo de energía no se
estableció para defender la ciudad, lo colocaron para a proteger Geruvá.
–El domo mismo era Geruvá, Gorthys – le respondió Horus –, pero ya no hay
nada que temer, el arma ha sido destruida, vámonos...
La incursión fue todo un éxito, pero Budha fue afectado mentalmente, a partir
de ese día su personalidad cambiaría, había una voz en su cabeza que le decía que
él debía ser el máximo gobernante de Boleria y que debía obtener el poder a costa
de lo que fuera.
Después de la contundente victoria en Stoa, todos los guerreros regresaron a
su patria, Raam lo hizo a los pisos superiores de la Ciudadela, en donde por fin fue
nombrado Gobernador. Después de unos meses lo fue a visitar Shemhazai. Budha
lo recibió con los brazos abiertos, después de lo sucedido ese joven se había
convertido en su mejor amigo.
–Mi hermano, que agradable sorpresa... – decía Budha abrazando a su amigo –.
¿A qué se debe el placer de tu visita?
–Las cosas en Levit no van bien... – comentó Shemhazai con preocupación.
–Después me lo cuentas, ahora vamos a festejar nuestro encuentro...
Raam Shmuel y Shemhazai estuvieron bebiendo y recordando viejas épocas,
cuando cayó la noche el guerrero de Riazor retomó el motivo de su visita.
–Hay algo que debes saber...
–Dime, hermano, escucharé lo que tengas que decirme.
–Están sucediendo cosas atroces en las ciudades de los desiertos, los ejércitos
de Levit han masacrando a todas las poblaciones...
–¿Estás seguro?
–Lo estoy – en el rostro de Shemhazai se notaba la ira y la vergüenza –, nos
mintieron, con todo, yo he descubierto el engaño, Elohim lo planeó así desde un
inicio, los tipos de Stoa no fueron más que sus marionetas desde un principio al igual
que nosotros y los pobladores de las ciudades del desierto, ellos nunca se
levantaron, Aureo Riazor los manipuló, ya que logró su objetivo se ha desentendido
de todo, el gobierno de Levit ha decidido exterminar a todas las ciudades de piedra
para evitar una nueva insurrección.
–Lo que me dices es grave, pero... ¿qué podemos hacer?
–El gobierno de Levit se niega a escucharme, voy a pelear por esas personas,
nosotros fuimos los que rendimos a la primer ciudad, después todo se dio solo...
¿estás conmigo?
–Es complicado – Raam Shmuel pensó en su privilegiada situación política, no
estaba dispuesto a comprometerla por un puñado de marginados que a nadie
interesaban, se excusó ante su antiguo compañero de batalla –, ahora gobierno
Arcadia, puedo hablar con el Arcángel Miguel, tratar de convencerlo...
–Eso no va a ser posible.
–Es lo único que puedo hacer.
–Entonces no harás nada... – dijo Shemhazai decepcionado, en ese momento
dio por terminada su visita y amistad con Raam Shmuel –, lamento haberte
molestado, adiós.
–Espero que no pelees al lado de los enemigos del estado... – le advirtió el
portador de la espada suprema Zulfiguar a su antiguo compañero de armas.
–Ya te dije que no lo son.
–Deja las cosas como están, Shemhazai.
–No puedo, se lo debo a esas personas, espero por lo menos que no apoyes a
Levit, si lo haces y nos vemos en el campo de batalla te mataré...
Budha no respondió, sólo observó irse a Shemhazai, en cuanto su amigo se
retiró habló con Elohim delatando a su compañero.
–Ya veo, sé que es algo terrible lo que está sucediendo en el sur de Levit pero
esas personas deben ser exterminadas, nadie puede saber nada de la operación
Geruvá – le explicaba Elohim.
–¿Y qué tienes en mente?
–Si Shemhazai va a apoyar a esa gente, el gobierno de Levit va a necesitar
ayuda...
–No puedo hacer eso, Shemhazai es mi amigo.
–Podemos pactar nuevamente tu colaboración.
Budha hizo una mueca de satisfacción, el gobernar la provincia más poderosa
del país tenía los mejores privilegios.
–Te escucho.
–Ya te di Arcadia... ¿qué te parece si te ofrezco Boleria?
–¿Puedes hacer eso? – preguntó un Raam Shmuel totalmente sorprendido,
siempre soñó con controlar el país entero, pero sabía que era un sueño imposible,
desde su formación, Boleria siempre había sido gobernada por los Clanes Yaotl y De
Grieff en forma alternada.
–Yo puedo hacer lo que me venga en gana, ya deberías saberlo, en Boleria se
hace lo que yo dispongo.
–¿Por qué me la ofreces a mí y no la tomas tú? – preguntó Budha con
desconfianza.
–Ya ha sido mía, no me interesa... ¿qué dices?
–Acepto.
–Bien, para ser el Presidente necesitas más poder, ahora no podrías derrotar a
ninguno de los FILOS Divinos...
Budha se molestó con el comentario pero Elohim tenía razón, él era el más
débil de los FILOS Divinos, el poder de Elan padre, Michel padre, Etneo Brunn y
Argento Riazor estaba por encima del suyo.
–¿Qué propones?
–Por el momento vamos a sentar las bases de tu poder... ¿has oído hablar de
los Arcángeles Caídos?
–Algunas cosas, sé que sólo aparecen cuando hay guerra entre el Círculo del
Zodiaco y la Legión de los Iluminados...
–Así es, la guerra se aproxima.
–¿Cómo lo sabes?
–Eso no interesa, sólo tienes que saber que la sangre de los Caídos ha vuelto a
hacerse fuerte, puedo sentirla, en las futuras generaciones nacerán los Arcángeles
más poderosos.
–¿Y eso a mí cómo me ayuda?
Fue entonces cuando Elohim jugó su carta, al igual que con el pacto mortal, le
exigió un sacrificio de sangre a Raam Shmuel.
–Conozco al más poderoso de los Caídos, a Sammael, él puede traspasarte su
poder, pero deberás pagar un precio, su sangre la deberá beber tu hijo y lo tendrás
que sacrificar...
–Eso nunca. – Raam Shmuel pensó en su gran orgullo, su hijo Gore, Elohim se
había vuelto loco con tal proposición.
–Hay otra opción.
–Escucho. – Budha estaba interesado en escuchar todas las opciones, ya
anhelaba ser el mandamás del país.
–Para ser el guerrero más poderoso debes forzosamente de cumplir con el pago
de tu sangre. Tu nieto, beberás la sangre del Caído y tu nuera beberá tu sangre
cuando su primer hijo esté en gestación, llegado el momento indicado Miguel liberará
a los Arcángeles restantes, en ese momento matarás a tu nieto para alcanzar el
máximo poder.
–¿Mi nuera dices? Mi hijo ni siquiera tiene novia y será un Caballero
Fantasma...
–Eso no es ningún impedimento para tener hijos, sólo tienes que estar atento a
los deslices de Gore...
–¿Y si me arrepiento?
–Pues no mates a nadie y no pasa nada, olvídate de la presidencia y continua
gobernando Arcadia, tienes mucho tiempo para pensarlo...
–¿Mucho tiempo?
–Así es, una generación más, deberás ser paciente.
–¿No hay otra manera? – Raam Shmuel a pesar de sus ambiciones tenía sus
reticencias de matar a su propia sangre.
–¿De incrementar el poder de un FILO Divino? Por supuesto que no.
Raam Shmuel lo pensó un momento, sólo un pequeño momento, se convenció
a sí mismo que la sangre de su sangre tenía la obligación de servir a su Clan para
llegar a lo más alto de las castas sociales de Boleria.
–Está bien, acepto. Dame el nombre del Caído y qué debo hacer con él...
–Te llevaré con él, sólo debes tener en cuenta una regla básica, tu nieto deberá
ser la persona que más te quiera en este mundo, de lo contrario, matarás a tu hijo. Si
aceptas el trato llegado el momento te invadirá una sed de sangre que no podrás
controlar, matarás a uno o al otro...
–Yo me encargaré.

Elohim llevó a Budha al pueblo de Tamud en Levit, lugar donde residía el


destinado eterno a ser el Arcángel Sammael, era su propio hijo, en cuanto llegaron a
la enorme residencia un sirviente hizo esperar a Raam Shmuel e hizo pasar a
Elohim.
Adentro se encontraba un tipo enorme, de complexión gruesa y musculosa, piel
morena oscura bien bronceada, su cabello negro le cubría parte del rostro, dos
esclavas negras adornaban sus muñecas y alrededor de sus antebrazos los tatuajes
de dos cadenas negras cubrían sus extremidades casi hasta el codo.
–Hola padre... – saludó el anfitrión –. ¿De qué se trata ahora?
–Hola, Gael, lo de siempre, viene conmigo el futuro Arcángel Sammael...
–No lo creo, el último tipo que trajiste me decepcionó mucho.
–Lo sé, te debo esa, por eso traje a alguien con el que te vas a divertir el doble,
con él quedará saldada mi deuda del último fiasco.
Una leve sonrisa se asomó en el rostro del guerrero de color, tenía mucho que
no se divertía, desde la guerra con las ciudades de piedra.
–Dime más, convénceme.
–Este tipo es un FILO Divino y no sólo eso, está enfermo de poder, con él te
aseguro que las cosas se pondrán... ¿cómo decirlo...? Interesantes.
–Me gusta eso... ¿cuál de los supremos guerreros es al que me traes?
–El portador de la espada negra.
–Budha. – Gael hizo una muda afirmación, convertir al portador de Zulfiguar le
significaría mucha diversión...
–Así es.
–¿Qué me dices de él?
–Es hijo del Aprendiz, tiene unas ansias enfermas de obtener el poder,
sacrificará lo que sea por obtenerlo.
–Lo mismo me dijiste del último...
–Este está dispuesto a matar a su propia sangre para conseguirlo.
–Eres un maldito enfermo, padre... – exclamó Sammael alejándose de Elohim –.
¿De dónde sacas a estos tipos?
–Bien sabes que el poder es una droga, tampoco hay que buscar mucho.
–Está bien, trae al pobre imbécil, le daré el poder de mi cadena izquierda.
–Hay una cosa más.
–Dime.
–Necesito un poco de tu sangre, ya sabes, para darle un toque dramático a todo
esto, se la daremos a beber para asegurarnos de que mate a su descendencia.
–El beber mi sangre no lo obliga a nada, sólo es un acto asqueroso...
–Eso no importa, lo interesante es la marca que dejaremos en su psique más
interna, realmente creerá en lo que le digamos, no importa si es cierto o no, nunca
olvides que yo soy el psíquico mayor, puedo engañar a quien yo quiera incluso sin
usar mi poder, lo importante siempre son las formas...
–Yo soy un loco pervertido pero tú eres peor, padre... ¿Qué ganas haciendo
estas cosas?
–A diferencia de ti yo tengo objetivos, Gael, Budha me ayudará a conseguirlos.
–Lo de matar a su descendencia es innecesario, eso no ayuda a tus objetivos.
–Lo sé, pero el poder debe tener un precio, el que lo busca por la simple
ambición de tenerlo debe pagar el precio más alto por él.
–Alguna vez tú deberías pagarlo.
–Yo he pagado el más alto de todos, hijo.
–Está bien, no hagamos esperar a tu invitado.
Budha fue llamado por Elohim y le presentó a su hijo Gael, Raam se
impresionó cuando vio al gigante de dos metros treinta centímetros, le llamó
especialmente la atención sus antebrazos, alrededor de éstos estaban enrolladas
dos vistosas cadenas negras, la ceremonia fue pura teatralidad, Gael extrajo sangre
de su brazo izquierdo y se la dio a beber a Budha, después, insertó su cadena negra
del mismo brazo en el cuerpo del portador de Zulfiguar, el ritual estaba completado,
cuando los Caídos fueran liberados, Raam Shmuel se convertiría en Sammael.
Una vez completado el ritual, Budha regresó a seguir gobernando Arcadia, las
voces en su cabeza cada vez eran más fuertes, “debes ser el rey”, “Boleria te
pertenece”. Más apoyó su obsesión gobernar el estado armamentista al lado de
otros dos adictos al poder: Argento Riazor y Etneo Brunn.
Raam Shmuel se ganó fácilmente el cariño de su nieto, incluso llegó a dudar de
su objetivo, no deseaba matarlo, el lazo afectivo entre él y Dahl era muy intenso.
Pero cuando llegó el momento del surgimiento de los Caídos no pudo
controlarse, el ansia de sangre lo dominó por completo y mató a su nieto, su nuera
se encontraba presente en ese momento y también la asesinó, así obtuvo el máximo
poder de un FILO Divino, a costa de la sangre de su familia, ahora ya no había
vuelta atrás, debía ser Presidente por el recuerdo y sacrificio de su querido nieto.
*****
Raam Shmuel observaba a sus contrincantes, los dos chicos se veían
poderosos pero él los conocía perfectamente a ambos, había investigado todo
acerca de los Arcángeles.
Ahora sabía que Elohim lo había entrampado, no necesitaba matar a su nieto
para ser un Caído, solamente debía matar a la persona que más lo quisiera, pero al
darle a beber su sangre a Nadia cuando su nieto estaba en gestación se había
obligado a hacerlo, el propio Gael se lo confesó, era algo por lo que pensaba hacer
pagar al FILO Divino número doce cuando tuviera el poder total.
Budha sabía que Rafael era un pusilánime y Azrael un vago, los dos nacieron
con un gran poder pero ninguno de ellos se interesó en desarrollarlo, ambos fueron
obligados por sus familias a ejercitar sus dones, pero en cuanto se sintieron
liberados de hacerlo lo dejaron.
Los despreciaba a ambos por eso, él y todos los demás FILOS Divinos dejaron
la piel en ser los mejores, sudando lágrimas de sangre por alcanzar la perfección de
sus técnicas únicas, y esos dos chiquillos mimados pretendían amenazarlo, ahora
ambos sufrirían las consecuencias de su pereza y desidia.
–Sé lo que ha pasado con los otros Patriarcas y no pienso cometer sus errores
– les comentó a los primos Yaotl –, los mataré de un solo movimiento...
Los ojos de Budha se tornaron amarillo brillante y atacó a los dos Arcángeles
con su tierra santa, un enorme holograma de un triángulo con seis alas y con un ojo
en su interior se formó detrás de Rafael, la bestia interdimensional Malakh, después
un triángulo dorado alado físico se formó por delante de los chicos Yaotl
absorbiendo a su interior todo el poder del FILO Divino y enviándolo a otra
dimensión.
Otro triángulo igual se formó detrás de Budha y la tierra enviada lo atacó a él,
pero nada sucedió.
–Malakh, "el mensajero" – comentó Budha al ver a la bestia de Rafael –, el dios
de la otra dimensión y eterno enemigo de Moloch, el amo y señor de esa misma
dimensión... Chico idiota, tu bestia no es nada contra mis facultades para el
combate, entenderás lo mismo que Tezcatlipoca cuando lo hice probar el filo de mi
espada, mi propio poder no me afecta, veamos como lo evitas si te atacan por todos
lados...
Budha extendió los brazos al aire y una gigantesca tormenta de arena atacó a
sus enemigos, Rafael formó varios triángulos alados a su alrededor y nulificó el
embate de tierra santa.
Tocó el turno de atacar a Azrael, lanzó varias plumas de energía pura en contra
de Budha, éste apenas pudo esquivarlas pero fue obligado a utilizar su defensa
elemental, sus pupilas desaparecieron y en su lugar se formó el símbolo fusionado
de su guante derecho, en su cuello ya se vislumbraba el símbolo por duplicado de su
guante izquierdo.
El FILO Divino entendió que debía atacar a esos chicos con todo su poder, de
la palma de su mano derecha surgió su espada divina Zulfiguar empezando por la
hoja, después, con ésta misma rasgó su tierra santa creando un portal al mundo de
los muertos.
Del portal surgieron las sombras de los Bérserkers Infernales: Lucifer, Lamia,
Astartea, Beelzebub y Abrahel, los guerreros que ya habían muerto en combates
previos.
–Estos son mis Bérserkers Infernales, las espadas oscuras se formaron
dándoles nuestro propio poder, Anubis, la espada de los muertos, recibió su poder
de la espada negra, puedo revivir a seis guerreros que me hayan jurado su lealtad,
los que sean, es una suerte que me hayan tocado los más poderosos...
–Falta uno... – observó Azrael sin inmutarse, después comentó en tono de burla
–: ¿Acaso tu poder no te alcanzó para el último?
–No eres más que un niño idiota que dice puras estupideces – respondió Budha
–, falta Satanás, él sigue vivo, ni siquiera sé en donde se encuentra, pero creo que
me servirá más muerto, cuando lo vea lo mataré...
–Tus palabras realmente lastimaron mis sentimientos – respondió "el Arcángel
de la muerte" haciéndose el ofendido mientras se llevaba la mano derecha al pecho
–. Pero dejando la dureza de tus palabras de lado, yo creo que eres muy optimista,
Budha, estas son las últimas horas de tu vida... – Azrael volteó a ver a Rafael –. ¿De
quién te encargas, primo?
–Déjame a Budha, pero date prisa con esas sombras, no puedo solo con él...
–No hay problema.
Azrael sacó su espada llamada Mordad y atacó a las sombras, éstas se
defendieron con su poder elemental, Lucifer atacó con su agua putrefacta, el líquido
brillante que lo derretía todo, con una pluma de energía pura Arad hizo un hueco en
el elemento de su enemigo y después en una pelea de espadas le cortó la cabeza,
enseguida recibió el aire radiactivo de Lamia, el viento brillante que lo carcome todo,
con su poder de telequinesis el Arcángel aplastó a la Bérserker Infernal pero ya
estaba herido, una parte de ese letal viento lo había tocado.
La siguiente en atacar fue Astartea con su relámpago destructor, el relámpago
brillante que explotaba hacia todos lados, no había dónde protegerse, Azrael detuvo
los embates con Mordad y sus alas negras defensivas, después destruyó a la
Bérserker Infernal con sus plumas de energía pura, sin embargo, la potencia de los
relámpagos debilitaron sus brazos, ya no podía empuñar un arma.
Beelzebub entonces lo atacó con su hielo degradante, el hielo brillante que
degeneraba la materia hasta dejarla marchita y Abrahel a su vez lo atacó con su
tierra infernal, el polvo brillante que descomponía todo lo que tocaba.
Los ojos de Azrael se tornaron negros y en lugar de su pupila se formó un
pentagrama rojo, había alcanzado el estado definitivo de un Iluminado, con su poder
sobre la telequinesis detuvo ambos ataques y después con un contraataque de
cientos de plumas de energía pura acabó con los dos guerreros que faltaban.
Por su parte, Rafael alcanzó el estado supremo de un FILO Oscuro, sus ojos
eran de color oro oscuro, en sus pupilas se había formado el símbolo que lo
distinguía como el FILO Oscuro número seis por triplicado y su bestia, la todo
poderosa Mantícora peleaba a su lado.
Ahora Rafael era más fuerte y estaba venciendo el poder de la tierra santa, los
constantes ataques de los tres aguijones de su bestia finalmente colapsaron la
defensa de Budha, el aguijón blanco que destruye los cuerpos por dentro debilitó la
defensa, el aguijón amarillo que mataba lo que tocaba terminó de destruir la defensa
elemental y el aguijón negro que causaba parálisis y muerte alcanzó el cuerpo del
FILO Divino.
Por su parte, Budha lanzaba los ataques de su tierra santa contra Rafael, la
que podía cambiar conforme su amo se lo dictara, de frío a caliente o con ventisca,
electrificarse o convertirse en lodo, cortar como el metal más afilado o extraer la
energía del enemigo.
"El resplandor que cura" evitaba los ataques volando con las alas de la
Mantícora y se defendía con sus aros de energía pura pero estaba aún más herido
que su rival, al mismo tiempo los dos mantenían una guerra psíquica sin cuartel
tratando de enfermarse el uno al otro. Aunque el poder psíquico de enfermar el
cuerpo era parecido en los dos Arcángeles, el de Sammael era mucho más intenso,
atacaba el poder, la energía y el cuerpo de su oponente, en cambio el de Rafael sólo
era mental, sin embargo, el poder de curación del también FILO Oscuro igualaba las
cosas.
Budha decidió acabar con la pelea, el símbolo de su córnea desapareció y en
su lugar se formó el símbolo definitivo de seis puntos:

En ese momento el tatuaje en el lado izquierdo de su cuello se triplicó:

A su espalda surgió su gigante elemental de tierra que atacó con todo su


poder al FILO Oscuro y a su bestia.
Rafael se quedó estático, sabía que todo había terminado, pero en ese
momento cientos de plumas de energía pura hicieron retroceder al gigante elemental
quien cayó de espaldas sobre su amo.
–¿Qué pasó primo? – Azrael palmeaba la espalda de Rafael –. ¿No puedes
solo? Eres débil...
–El débil eres tú que tardaste mucho en derrotar a unas simples sombras...
–Es cierto, anótame a mí la falla, pero esos tipos eran muy fuertes...
–Budha se levantó furioso, esos chicos se estaban burlando de él, de un grito
elevó su poder al máximo, su ojo derecho no cambió pero el izquierdo se tornó negro
y se le formó en rojo la estrella de cinco puntos, había alcanzado el llamado estado
de penitencia de un Iluminado. Arad volteó a ver a su primo y le preguntó.
–¿Tú puedes hacer eso?
Rafael no contestó pero su ojo derecho se tornó blanco con letras alrededor de
lo que sería la retina, el ojo derecho del Arcángel Azrael hizo lo mismo, también se
tornó blanco con letras alrededor, al ser la llave de los Caídos podía alcanzar el
estado definitivo de los Caídos o de los Arcángeles normales, ahora otra vez se
emparejaban las cosas, los tres guerreros alcanzaron el estado de penitencia.
Una enorme columna de tierra surgió detrás de Sammael, con Zulfiguar y con
Araboth, su espada de Arcángel Caído, rasgó la tierra en forma de una "equis", otra
vez se abrió un portal al mundo de los muertos y surgieron de nueva cuenta los
cinco Bérserkers Infernales que el "Arcángel de la muerte" ya había eliminado, ahora
todos tenían los ojos de su amo.
Azrael veía a Sammael rodeado de sus cinco sombras: Lucifer, Lamia,
Astartea, Beelzebub y Abrahel, y detrás de ellos, el gigante elemental, Arad torció la
boca hacia abajo y volteó a ver a su primo.
–Puta madre, ahora si estamos en problemas... ¿con quién te quedas?
Rafael sin hacer ningún gesto y viendo seriamente a sus enemigos le contestó
a Azrael:
–Con las sombras.
El Arcángel de la muerte se rascó detrás de la cabeza.
–Me lo suponía, ultimadamente yo fui el que te metió en esto, andando...

La batalla entre las Arcángeles y los Guardianes del Destino se había


intensificado, Dagan combatía con Ariel y Baldr con Chitriel, la pelea estaba en su
máximo apogeo.
La esfinge convertía en arena a los golems de piedra de Dagan con tan solo
tocarlos, éste activó las semillas que se encontraban dentro de aquellos, la tierra que
se encontraba dentro de la roca era fértil y hacía crecer un tipo de raíz que no sólo
dotaba de un "esqueleto" a los gigantes de piedra, también podían extender los
tallos de las plantas a su voluntad desde cualquier parte de su cuerpo, tratando así
de maniatar a la bestia mítica.
Sin embrago, las enredaderas que crecían en el cuerpo de esos seres pasaban
a través del cuerpo de la esfinge sin dañarla, misma que endurecía la parte de su
cuerpo que deseaba para destruirlos.
Ariel a su vez atacaba a Dagan con su energía elemental agua, pero ésta
chocaba con las piedras que giraban alrededor del Guardián del Destino, la pelea
estaba pareja hasta que Reneh Shmuel hizo su movimiento final.
Aun y cuando sentía su cuerpo débil y cansado por el ataque psíquico de Ariel,
la arena dejada por los golems de roca cubría todo el campo de batalla, de ésta
surgieron decenas de enredaderas espinosas que maniataron a la Arcángel hasta
dejarla completamente inmóvil.
–Esta pelea se terminó, niña – dijo un triunfal Dagan –, basta un movimiento de
mi mano para que tu cuerpo sea cortado en pedazos.
Ariel volteó hacia su bestia para que la auxiliara pero la Esfinge también estaba
maniatada y derrotada.
–Mi Esfinge – se lamentó observando a su bestia –, su capacidad de volverse
arena no está funcionando… ¿Qué le hiciste?
–Introduje mis semillas en su cuerpo, éstas absorbieron su poder hasta que
perdió la capacidad de modificar sus moléculas terrosas, entonces las semillas
germinaron y la maniataron, un juego de niños.
En el otro combate, Chitriel ya había liberado a sus tres arpías: Aelo, la
creadora de huracanes, Ocípite que era tan veloz como su elemento y Celeno, la
que golpeaba con la fuerza del aire comprimido.
Las tres bestias atacaban sin cesar a Baldr que combatía a las tres con su
tierra combinada con plata, misma que creaba armas para destrozar a sus
enemigos.
Baldr después combinó la plata con su polvo de mercurio, el cual podía
volverse líquido o gas, además era tóxico, aun así la batalla estaba igualada, las tres
Arpías se combinaban a la perfección para eludir los embates del Guardián del
Destino hasta que finalmente vieron un pequeño espacio para atacar y lo
aprovecharon.
Aelo creó un túnel de viento que daba directamente hasta donde se encontraba
Baldr, Ocípite con su gran velocidad recorrió la distancia y atacó al Guardián del
Destino, con el golpe el Ministro de Gobierno de Ishtar perdió la concentración, lo
que aprovechó Celeno para impactarlo de lleno y destruir su armadura de rodio que
era de nivel seis de dureza.
Al ver a su enemigo desprotegido, Chitriel lo paralizó con su poder psíquico
dando oportunidad a sus Arpías de atacarlo directamente, las tres se lanzaron en su
contra golpeándolo con todas sus fuerzas, la sangre empezó a brotar, en ese
momento un tornado de oro maleable los rodeó a todos, cuando el ataque terminó,
las tres Arpías estaban atrapadas en una especie de plasma de oro.
Baldr entonces las atacó con su tierra de cobalto quemándolas a las tres, las
Arpías fueron derrotadas, al ver como caían sus bestias aladas, una enfurecida
Chitriel se dispuso a atacar al Guardián del Destino con su poder sobre el hielo.
–Venciste a mis Arpías pero ya no estás en condiciones de pelear, has perdido.
En ese momento Baldr se rodeó de su tierra de arcilla, la cual sanó todas sus
heridas, después, con su arena de plata destruyó el ataque de hielo de la Arcángel,
maniatándola con filosas armas de plata tocando todo su cuerpo.
–Creo que quien perdió fue otra...
Chitriel volteó a ver a sus Arpías, se estaban quemando y el metal que las
aprisionaba no cedía, era resistente al calor, entonces lo entendió todo.
–Te dejaste atrapar a propósito...
–Así es, esos monstruos son muy escurridizos, necesitaba que se acercaran
para atraparlos.
–Al fin y al cabo puedes regenerar tu cuerpo y sanar tus heridas...
–Lo has entendido – Baldr volteó a ver a su primo, también había ganado su
batalla –. Al parecer las dos van a morir.
Ariel y Chitriel se voltearon a ver, sabían que ya no había escapatoria, pero
ninguna lloró, se lamentó o rogó por su vida, ambas se sonrieron mutuamente y
esperaron el golpe final.
Antes de que los Guardianes del Destino cumplieran con su objetivo, una
cuerda con una cuchilla rompió las plantas que tenían maniatada a Ariel y un báculo
destrozó las armas de plata que iban a cortar a Chitriel así como la prisión de oro de
las Arpías, las dos Arcángeles cayeron al suelo, inmediatamente la guerrera
conocida como "el azote de Dios" ordenó a sus bestias se replegaran a la imagen
mayúscula de la Arpía para que recobraran sus energías, Aelo, Ocípite y Celeno así
lo hicieron e inmediatamente la imagen desapareció. Ariel la imitó y desapareció a su
bestia antes de que el daño fuera irreversible.
Una vez que se aseguraron que sus bestias míticas estaban a salvo, Chitriel
junto con Ariel levantaron la mirada, vieron a dos criminales a su lado, a los ex
demonios del Juez del Sur del Quinto Distrito: Furcas y Beleth.
–¿Están bien niñas? – preguntó Beleth.
–Vivas al menos, señor – contestó Ariel –. σo es que me moleste, pero… ¿Qué
hacen ustedes aquí?
–Nos envió Escorpión – respondió Furcas –, nosotros sólo estamos
obedeciendo las órdenes del líder de la resistencia.
En ese momento dos báculos más salieron de las palmas de las manos de
Furcas, éstos formaron un triángulo cuyo resplandor tocó tanto a Baldr como a
Dagan, por su parte, detrás de Beleth se formó la legendaria Hydra metálica, Dagan
lo señaló.
–Eso es imposible, la Ciudadela te quitó a tu bestia.
–Así es, pero cuando nos quitaron a la Hydra y a la Naga a Volac y a mí, en el
trato que hicimos ante el triángulo de mi amigo Furcas se estableció una cláusula de
rescisión – explicaba Beleth –, si no encontraban un recipiente humano para
nuestras bestias en un año regresarían a nosotros... ¿qué crees?
Dagan se mordió el labio, había pasado más de un año desde que los rebeldes
tomaron la Ciudadela en aquella épica batalla de sólo un día, desde entonces todos
los Patriarcas se preocuparon por salvar sus traseros y se olvidaron de las bestias
de las familias Brunn y Alfard. Beleth continuó hablando:
–Desgraciadamente mi amigo Volac está muerto, la Naga regresó a donde
pertenece, a la familia Brunn, pero yo recuperé a mi bestia.
–Aun así no son rivales para nosotros – les espetó Baldr.
–Yo no tengo ningún problema en comprobarlo – respondió Furcas –. Al ser el
controlador del triángulo de la equivalencia puedo hacer un trato injusto a la hora de
combatir, es un privilegio que conlleva manejar este poder y ya he cerrado el
negocio, con mi báculo ofensivo puedo atacarlos revirtiendo sus mejores técnicas y
con el defensivo puedo bloquear cualquier ataque que me envíen, su poder ya ha
sido leído...
–¿Y el tercer báculo? – preguntó Dagan.
–Ese es el mejor, lo controlo con mi elemento viento y es que realiza el trato
injusto, he tomado parte de su poder para atacarlos con energía pura, queda a la
espera de que cometan un error, en cuanto vea un pequeño punto débil en su
defensa los atacará y morirán.
Dagan y Baldr observaron el tercer báculo de Furcas que giraba en el aire, un
resplandor amarillo lo rodeaba, el tipo no estaba blufeando.
–Al parecer entonces estamos todos en un aprieto – dijo Baldr.
–Así parece... – confirmó Beleth.
–¿Qué proponen? – preguntó Dagan.
–Esperar – respondió Furcas –, esperemos por el resultado de la pelea entre
Budha y los Arcángeles, tanto ustedes como nosotros podemos sentir el poder de
esa batalla.
–¿Y una vez que se decida al ganador?
–Muy sencillo, Baldr – contestó Beleth –, el bando vencedor le dará al perdedor
el tiempo suficiente para huir, por lo menos hasta ver al ganador o ganadores de ese
encuentro.
Dagan y Baldr se voltearon a ver, la batalla en contra de dos guerreros
descendientes directos de los Clanes herreros de Hamal no era para tomar a la
ligera, menos aún si se trataba de los legendarios Furcas y Beleth, era peligroso
pelear contra los báculos de Furcas pero más aún hacerlo contra la poderosa Hydra
metálica, cuya duplicidad de sus cabezas era sólo una de seis habilidades que tenía
y que estaban inhibidas cuando la bestia era convocada por los Comandantes de la
Ciudadela, además las Arcángeles los apoyaban y ya habían probado su valía, no
merecía la pena arriesgar la vida, sobre todo si su tío perdía la batalla.
–De acuerdo – aceptó Dagan, esparció la tierra a su alrededor y se sentó
tranquilamente como si fuera un cómodo sofá a esperar el resultado de la batalla
entre Arcángeles, su primo se recostó a su lado.
Furcas y Beleth hicieron lo propio en el suelo, Ariel les reclamó:
–¿Por qué no los atacamos? Entre los cuatro podremos vencerlos.
–Tranquila, niña – le respondió Beleth –. Ustedes aún no han visto el máximo
poder de esos tipos, aun peleando los cuatro la batalla estaría pareja, si me
preguntaras por quien apostaría mi dinero yo se los depositaba a ellos, déjalos, si
tus primos pierden la batalla podremos huir, si ganan prácticamente la guerra es
nuestra, esos tipos ya no serán un problema.
–Así es. – Furcas apoyaba a su compañero –. Hay que ser inteligentes, chicas,
no todo en la guerra son peleas a muerte, hay que saber cuándo retirarse para
pelear de nuevo, esos tipos lo saben, aunque están conscientes de su pequeña
ventaja prefieren esperar, eso sólo te lo da la experiencia.
Ariel y Chitriel se sentaron al lado de los miembros de la desaparecida Liga de
la Noche no muy convencidas de lo que estaban escuchando, como el brazo de
combate de la Legión de los Iluminados querían pelear. La prima de Rafael y Arad
les preguntó a los veteranos guerreros:
–¿Y qué hacemos mientras tanto?
–Ustedes son Arcángeles – le respondió Beleth –, las creadoras de milagros,
recen por la victoria de nuestros compañeros...

En la batalla definitiva entre Arcángeles, el poder de los tres se había


duplicado, ahora sobre todo Rafael y Sammael podían realizar ataques de FILO y de
Iluminados indistintamente.
Rafael inició su pelea en contra de los Bérserkers Infernales, quienes ahora
compartían los ojos de su amo y al igual que él, sus poderes se habían duplicado,
los ataques elementales que manejaban en fusión con la tierra cristal que hacían
que brillaran ahora eran negros gracias a un tercer factor que entraba en la fusión: la
energía psíquica.
El agua brillante de Lucifer se tornó negra y con ella atacó a Rafael, ahora no
sólo el contacto con el líquido putrefacto derretía a sus enemigos, el olor también
afectaba los órganos internos derritiéndolos, Rafael lo neutralizó con su poder de
sanación y después utilizó el segundo nivel del aguijón negro de su Mantícora para
derrotar a su adversario, la lluvia de aguijones negros acabó con la sombra.
Después tocó el turno de Lamia, su aire negro ahora lo carcomía todo hasta
con el más leve roce, el Arcángel utilizando las alas de su Mantícora pudo eludir los
ataques, después venció a la sombra con el segundo nivel de aguijón blanco: el
ataúd de cristal, el cuerpo del Bérserker Infernal se cristalizó por fuera y su cuerpo
se empezó a degenerar hasta desaparecer.
Astartea atacó al Arcángel con su rayo negro que ahora se multiplicaba antes
de tocar a su víctima, pero la Mantícora absorbió el daño dando oportunidad al FILO
Oscuro de utilizar el segundo nivel de su aguijón amarillo: la ejecución amarilla, el
aguijón se abrió como cola de pavo real formando seis inyecciones letales, mismas
que impactaron a la sombra de Sammael desvaneciéndola por completo.
Beelzebub trató de congelar al Arcángel, su hielo negro ahora no tenía que
tocar a su víctima, el grado de congelamiento bajaba también la temperatura
ambiente del área de combate degenerando más rápidamente todo con lo que tenía
contacto, Rafael junto con su bestia mítica desaparecieron a través de dos triángulos
de transferencia del ser interdimensional, Malakh, la Mantícora apareció a través de
otro triángulo por detrás del guerrero de Budha destrozándolo con sus enormes
fauces.
Finalmente Abrahel atacó al Arcángel con su tierra negra, la cual no sólo lo
descomponía todo, aunque la tierra en sí no alcanzara al enemigo, el polvo infernal
que dejaba el rastro del ataque podía entrar por las vías respiratorias o por la piel de
la víctima descomponiendo sus tejidos. Abrahel ni siquiera tuvo oportunidad de
terminar su ataque, Rafael lo destruyó por completo con un ataque psíquico.
Al mismo tiempo, el combate entre Azrael y Sammael se estaba llevando a
cabo, el FILO Divino atacaba con su tierra santa al Arcángel de la muerte, pero a
éste ya le habían crecido dos grandes alas blancas de energía pura, las cuales lo
protegían de todos los embates de Budha.
–Tus trucos baratos no te salvarán de mis ataques, niño – amenazó Sammael.
–Hasta ahora no has podido tocarme, campeón... – se burlaba Azrael.
–Eso es una ilusión, el polvo que deja mi tierra poco a poco irá haciendo mella
en tu armadura hasta deshacerla, entonces te atacaré con mi poder psíquico, tu
cuerpo caerá enfermo hasta morir...
–Mi armadura elemental nada tiene que ver con la psíquica, la energía pura que
proyecto inhibe cualquier ataque de tu parte, aunque estuviera muriendo jamás me
afectaría tu poder psíquico.
–No importa – dijo Budha sin dejar de atacar psíquicamente a su contrincante –,
puedo torturarte de otras maneras...
–Está bien, ya aprendimos que tu poder psíquico a mí no me afecta, ahora
veremos si el mío te puede dañar a ti...
Arad utilizó su poder sobre la telequinesis para atacar con todo tipo de objetos
a Budha, éstos se impactaban en el escudo elemental de Sammael y no le causaban
ningún daño, hasta que empezó el verdadero ataque...
Después de levantar un objeto, una pluma de energía pura se fusionaba con
éste, transformando el objeto en una bomba de energía pura color amarilla, el
contacto con el escudo de energía tierra del FILO Oscuro causó una explosión
fenomenal, el escudo no logró absorber todo el daño causado por la energía pura.
Sammael tuvo que defenderse de los embates de Azrael con sus espadas
Zulfiguar y Araboth, después, "el Arcángel de la muerte" transformó sus alas de
energía pura en dos poderosos puños que impactaron de lleno al FILO Divino hasta
que éste cayó.
En ese momento el gigante elemental atacó a Arad, el poderoso puño del
coloso de tierra se impactó con las alas de energía pura de Azrael, éstas penetraron
todo el brazo del coloso y lo destruyeron.
Del cuerpo del gigante de tierra santa surgieron varios brazos, uno quemaba
como el fuego, otro congelaba al contacto, uno más descargaba energía eléctrica, el
cuarto era un lodo que absorbía la energía, el quinto cortaba como el metal más
filoso y el sexto era un torbellino de arena.
Mientras Azrael pelaba por su vida, la tierra santa devolvía todo su poder a
Sammael que sonriendo veía cómo caía su enemigo, los constantes y variados
ataques de su gigante elemental estaban haciendo mella en "el Arcángel de la
muerte" que ya estaba gravemente herido.
Arad entendió que sólo tendría una oportunidad de sobrevivir, pero debía
utilizar todo su poder, con su control sobre la telequinesis lanzó al gigante varios
metros hacia atrás, después, en un ataque final lanzó todas sus plumas de energía
pura contra el coloso de tierra.
El ataque fue fulminante, las plumas de energía pura exterminaron al coloso del
que solo quedó un pequeño montecito de tierra, pero Azrael se había quedado sin
energía, cayó de rodillas al suelo sin nada más que ofrecer.
Inmediatamente Budha se lanzó contra él con sus dos espadas por delante, el
“χrcángel de la Muerte” desplegó sus alas negras ofensivas y defensivas, dos de
cada una, éstas eran anchas y poderosas, Sammael hizo lo mismo, desplegó sus
alas defensivas y ofensivas, las cuales eran el doble de las de su oponente, cuatro
de cada tipo, éstas eran más delgadas que las de Azrael, las defensivas se unían
para detener los embates de las poderosas alas ofensivas de Arad y las ofensivas
tenían forma de “lanzas” con las que trataba de desgarrar la piel de su contrincante,
al mismo tiempo ambos contendientes luchaban con sus espadas, llegó un momento
en que Araboth y Mordad se nulificaron la una a la otra, Raam Shmuel aprovechó el
momento para atacar con Zulfiguar, su contrincante ya no tenía defensa contra su
última estocada, estaba a punto de cortar el cuello de χrad con “la espada negra”
cuando fue detenido por Dove, "la espada del espíritu santo".
Sammael en un giro perfecto con su arma intentó atravesar el corazón del
Arcángel de la Muerte con Zulfiguar pero un codazo en el rostro lo derrumbó,
después una pirámide dimensional alada se tragó a Azrael.
–Ahora esta pelea es sólo entre nosotros, Budha – le dijo Rafael señalándolo
con su espada –, Arad destruyó a tu coloso, eso me da la oportunidad de
derrotarte...
–Inténtalo, muchacho...
Budha enterró sus dos espadas en la tierra santa y de ella surgieron dos clones
suyos, uno con los ojos amarillos y el símbolo de seis puntos, el otro con los ojos
negros y el pentagrama rojo en lugar de sus pupilas.
–A ver si puedes con estos clones, muchacho, son mis dos espadas, ahora
morirás.
Los dos clones lucían sin vida sus ojos estaban apagados, en ese momento
Budha clavó en su totalidad su espada Zulfiguar en el clon de los ojos amarillos que
en ese momento brillaron, al mismo tiempo clavó la espada Araboth también hasta
desaparecer en el cuerpo del clon con los ojos negros cuyo pentagrama rojo que
hacía el lugar de sus pupilas resplandeció, inmediatamente ambos atacaron a
Rafael, uno de ellos, Zulfiguar, el de los ojos amarillos, podía atacar con tierra santa
que cortaba como si combatiera con la espada suprema.
El otro, Araboth, atacaba con la bruma de tierra santa, destruyendo todo lo que
tocaba, Rafael tuvo que establecer el triángulo de transferencia dimensional de
Malakh protegiéndose del ataque más peligroso, y ese era el de Zulfiguar, recibiendo
por completo el daño causado por la bruma terrosa de Araboth.
Rafael cayó de rodillas, en ese momento Budha supo que había vencido, él ya
estaba completamente recuperado gracias a su tierra santa, sólo le quedaba ver
como moría Rafael, después se encargaría de Azrael, su tierra santa podía
encontrarlo en donde sea, aunque estuviera en otra dimensión.
Rafael ya estaba completamente derrumbado, sólo era cuestión de segundos
para que su pirámide dimensional desapareciera, Budha aprovechó el momento
para atacarlo con otra de sus letales técnicas, no sólo controlaba la tierra santa y la
dimensional, también podía controlar la tierra cristal, con ésta encerraría a su
contrincante y lo cortaría en pedazos.
El área donde se encontraba Rafael se empezó a cubrir de un cristal
trasparente hasta rodear al Arcángel, una vez que la tierra cristal alcanzó el lugar
donde los triángulos absorbían el poder de Zulfiguar y Araboth, los comenzaron a
cristalizar, pronto los destruiría.
Para sorpresa de Budha las pirámides dimensionales no desaparecieron,
soportaron el ataque cristal, al contrario, se hicieron más fuertes, un ojo apreció
dentro de Malakh absorbiendo el poder de Zulfiguar y Araboth, pero no era el mismo
ojo de siempre, había cambiado, ahora era amarillo oscuro y letras antiguas
rodeaban su pupila, Rafael se incorporó, sus ojos eran los mismos que el de su
compañero dimensional, había alcanzado el siguiente nivel de un Iluminado: el de la
perfección.
Detrás de Rafael surgió de nuevo su bestia mítica: la Mantícora, pero el león
alado con cola de escorpión también había cambiado, era tres veces más grande y
feroz, Sammael dio dos pasos para atrás, conocía a esa bestia, la había visto en el
Paraje de Beocia en Riazor, ese monstruo lo había impresionado más que cualquier
otro.
Rafael atacó a Araboth y la Mantícora a Zulfiguar, "el resplandor que cura"
utilizó la tercer y definitiva técnica del aguijón negro: la tormenta oscura, millones de
aguijones negros desintegraron a Araboth dejando sólo la espada que cayó al suelo.
Por su parte, la Mantícora atacó a Zulfiguar con la tercera y última técnica de
su aguijón blanco, de las garras de sus patas delanteras salieron ocho aguijones
blancos, la sombra no los pudo evitar todos, el único que la tocó cristalizó su cuerpo
y lo destruyó, la espada suprema también cayó al suelo.
–Aún no me has vencido, niño – le espetó Budha temblando de coraje, no podía
creer que ese mediocre le estuviera causando tantos problemas –, me queda
todavía mi máximo poder, con el que te voy a desintegrar...
Rafael no contestó, se paró junto a las espadas de su enemigo en un claro
reto, estaba diciéndole sin palabras a Budha que se atreviera a ir por ellas, Budha
realizó su ataque definitivo, concentró toda su energía en su mano derecha y lanzó
un poder combinado de su tierra santa y su bruma terrosa.
Rafael y la Mantícora lo contrarrestaron con un ataque conjunto del tercer y
último nivel del aguijón amarillo, un aguijón tricolor que juntaba el poder de los tres
aguijones se formó en la cola de la bestia y en el brazo del Arcángel. El choque de
poderes fue colosal, ambos se extinguieron mutuamente. Budha le habló al FILO
Oscuro.
–Esto es de no creerse, has igualado mi poder, pero no te creas mucho,
estamos empatados sólo porque el idiota de tu primo destruyó a mi gigante
elemental.
–Eso mismo fue lo que te dije antes de que empezara nuestro combate, ahora
te mataré.
–No tienes como, te engañé cuando te dije que el último ataque era el más
poderoso que tenía, hay otro más letal aún.
A una señal de Budha la espada Zulfiguar como impulsada por una fuerza
invisible se levantó del suelo y posó en la mano del guerrero, después se transformó
en polvo dorado. El nuevo ataque no pudo ser contenido por los triángulos de
Malakh y fueron destruidos, sin embargo, Rafael salvó la vida gracias a su primo,
quien en el último instante surgió de la dimensión a la que lo había enviado la bestia
de “el resplandor que cura” y con sus alas negras protegió a su primo.
Los ojos de Azrael al igual que los de Rafael cambiaron, aunque uno seguía
siendo negro y el otro blanco, en ambos se formaron letras alrededor de la córnea
además de la estrella de seis picos en el ojo blanco y la de cinco puntas en el negro,
al igual que Rafael, “el χrcángel de la muerte” había alcanzado el estado de la
perfección de un miembro de la Legión de los Iluminados.
Las alas escudo de Azrael quedaron destrozadas y el guerrero al borde del
desmayo, Rafael entendió que le estaban dando una última oportunidad de derrotar
a Budha, regresó a su primo a la otra dimensión y realizó su ataque final.
–Sobreviví a tu último ataque, Budha, mi primo se sacrificó para darme la
oportunidad de derrotarte y es lo que pienso hacer... has dicho que tu poder no te
afecta, veamos si el poder de Zulfiguar tampoco.
Los ojos de Budha se abrieron como platos, ya antes había caído en un truco
parecido, lentamente volteó hacia atrás, observó una pirámide dimensional alada, al
parecer antes de ser destruidos esos malditos triángulos habían logrado absorber
una parte del poder que los aniquiló, trató de alejarse de ella pero era demasiado
tarde, no le dio tiempo de atacar con el mismo poder, para fusionar su arma con su
tierra se necesitaba tiempo y concentración, en ese momento no tenía ninguno de
los dos, realizó el ataque fusionado de su tierra santa y su bruma terrosa pero de
nada le sirvió, la tierra dorada, el poder de su tierra santa fusionada con Zulfiguar lo
cortó una y otra vez.
El FILO Divino número seis se estaba desangrando, su energía estaba al
límite, ni hablar en poder volver a formar el polvo dorado, apenas si podía
mantenerse en pie, lo fundamental en ese momento era escapar, en un último y
desesperado intento por salvar la vida se envolvió a sí mismo en su tierra santa de
tipo aire y se fue volando del lugar, pero a unos metros del lugar una pirámide
dimensional le cerró el paso.
Budha trató de cambiar el rumbo pero seis pirámides más lo rodearon, de la
que tenía a la cabeza surgió Azrael, quien liberó sus plumas de energía pura por
debajo de él y con la energía psíquica telequinesis lo frenó de seguir avanzando,
ahora estaba rodeado, Sammael volteó hacia abajo para alcanzar a observar a
Rafael lanzar varias aureolas de energía pura por el interior de Malakh.
Raam Shmuel inmediatamente supo lo que eso significaba, unas lágrimas
corrieron por su rostro mientras maldecía a sus enemigos, lo habían derrotado dos
flojos buenos para nada que nunca habían conocido lo que era el trabajo pesado o
al menos eso era lo que él creía, más lo humillaba el que esos dos chicos lograran
alcanzar el estado de la perfección de un Iluminado, estado al que él no pudo llegar
por más que lo intentó.
–¡Malditos sean! ¡Malditos sean los dos!
En ese momento de las seis pirámides salieron las aureolas de energía pura
que se impactaron con su cuerpo y acabaron con su vida, lo redujeron al polvo que
controlaba. Los triángulos desaparecieron y Arad surgió del gran triángulo alado con
el ojo dentro, en ese momento los ojos de los dos primos volvieron a ser café oscuro
y las bestias de Rafael desaparecieron, estaba completamente cansado. Arad
impidió que cayera y lo ayudó a sentarse.
–De haber sabido que iba a costarte tanto trabajo ese tipo cuando te lo dejé en
charola de plata no hubiera solicitado tu colaboración – comentaba Azrael viendo
con desaprobación a su primo –, mejor le hubiera pedido ayuda a Fausto,
seguramente él habría acabado con Sammael en un instante...
Rafael volteó a ver a su primo y con su energía psíquica intentó desmayarlo,
pero no le dio resultado, Arad se burlaba de él tocándose la cabeza.
–Recuerda, Emilian, energía pura de reserva.
El hijo del patriarca de los Yaotl entonces golpeó con fuerza la mandíbula del
"χrcángel de la muerte" dejándolo “fuera de combate”.

A unos kilómetros de dónde se libró el máximo enfrentamiento, Dagan y Baldr


se hundieron en la arena donde estaban descansando, con su cuerda Beleth limpió
la tierra del lugar pero los primos Shmuel miembros de los Guardianes del Destino
habían desaparecido.
Ariel abrazó a Beleth emocionada, su nivel de guerrera aún no le permitía
saber lo que sucedía en el otro frente, le preguntó al controlador de la Hydra
metálica aunque ya sabía la respuesta.
–Ganaron mis primos... ¿verdad?
–Así es, pequeña.
–Bueno pues... ¿qué demonios estamos esperando?
Furcas viajó con Ariel en el lomo de la esfinge y las Arpías Aelo y Ocípite se
llevaron a Chitriel y Beleth, en instantes llegaron hasta donde estaban los dos
Arcángeles, Rafael descansaba plácidamente con la cabeza reposada en el
estómago de un desmayado Azrael.
Ariel y Chitriel emocionadas hasta las lágrimas abrazaban a Rafael, quien les
dio la mano a Furcas y Beleth agradeciéndoles que les hayan salvado la vida a sus
compañeras, finalmente Ariel bañó con agua a su primo Arad que se levantó
escupiendo el vital líquido, Rafael le habló:
–Vamos, flojo, tenemos que regresar.
Arad le sonrió a su primo y estiró su mano derecha para que le ayudara a
incorporarse, Rafael lo auxilió, Furcas les indicó hacia dónde había que caminar para
encontrarse con el helicóptero que los regresaría a Arcadia, nadie se preocupó por
el ejército de Budha, sin su líder estaban perdidos, una vez que se pusieron en
camino "el resplandor que cura" besó la sien de su primo y después lo golpeó
ligeramente en la cabeza, Ariel y Chitriel reían abrazando cada una a un Yaotl y
detrás de ellos Furcas y Beleth sonreían, sabían que con ese triunfo la revolución
prácticamente estaba ganada, ninguno tenía idea que en el extremo norte del país
gobernaba el verdadero enemigo a vencer.
ORDEN DE RÍAZOR
LOS PROFETAS

Rhodrigozz Humbolt observaba con dureza a su compañero y mejor amigo de


la Orden de Aztlán, Zhuma Dzcab, en esos momentos estaban decidiendo su
destino y al parecer las cosas no pintaban bien para su futuro, recién acababan de
hablar con Zeus para informarle que sus nietos lo esperaban para combatir con él
cuando Rhodrigozz separó a su amigo para discutir ambos a solas.
–¿Estás seguro de esto? – le preguntó Rhodrigozz al guerrero ahora conocido
como Sir Tlacaélel –. Una vez que demos este paso ya no habrá marcha atrás, nos
involucraremos de lleno en este asunto de la llave, sin importar lo que suceda,
seremos recordados como los criminales que ayudamos a abrir las puertas del
último piso de la Ciudadela, moriremos en la infamia y el deshonor.
–Sir σeza y Lady Izzy… – La voz de Sir Tlac se escuchaba indecisa.
–Olvidate de ellos – le advirtió Sir Axayácatl –, la resolución que tomen será de
ellos, tú habla por ti, decide por ti mismo, puedes malograr tu futuro junto conmigo,
retirarte y seguir tu vida pretendiendo que nunca tuvimos esta conversación, tratar
de detenerme o incluso arrestarme, es tu decisión, nadie debe influir en ti.
–¿Cómo demonios dices eso? – se quejaba Zhuma –. Tú estás influyendo en
mí…
–Lo siento, pero eres más que mi mejor amigo, eres mi hermano, no podía
mentirte acerca de esto y dejarte a un lado, sería peor si te enteraras después por
otros medios, si va a suceder algo entre nosotros, es mejor que sea sin mentiras y
de frente.
Sir Tlacaélel se tomaba la cabeza y caminaba de un lado a otro, no podía creer
lo que le decía su amigo, le estaba confesando que pretendía ayudar a los
criminales que pensaban abrir las puertas del último piso de la Ciudadela,
Rhodrigozz le estaba diciendo que pretendía destruir el país.
–No puedo apoyarte en esto, amigo, sé que Croix tampoco lo haría, debes
detenerte, yo sé que todavía podemos…
–No hay nada que se pueda hacer, Zhuma – lo interrumpió Rhodrigozz –, ya no
tengo tiempo, quedé de ver a los Profetas en unas horas, piensa en lo que te dije.
Sir Tlac tomó a su compañero del brazo.
–σo puedo dejarte ir, lo siento…
Rhodrigozz tocó con la punta del dedo índice el pecho de su compañero,
Zhuma Dzcab salió volando como si lo hubieran golpeado con una bola de
demolición, su cuerpo se estrelló contra la pared más alejada, cuando quiso
levantarse no pudo hacerlo, sentía que sus ropas pesaban más de una tonelada.
–¡Por favor, no lo hagas! – le rogaba a su amigo desde el suelo.
El hermano mayor de Caris entendió que Sir Tlacaélel no haría nada más en su
contra, el que hubiera aumentado la densidad de sus ropas no era algo que pudiera
detener a Zhuma, sin voltear a verlo dejó la habitación y le llamó a su compañera.
–Izzy, necesito que me hagas un favor…

Thora Azzán acompañada de su sombra Psico y de los Profetas aguardaban


en la parte media del edificio de la Ciudadela al último miembro del equipo que
formaron para la misión que les encargó Radamanthys. Todos y cada uno de ellos
se infiltraron en el área del Cinturón de forma individual y anónima, lo que estaban a
punto de realizar no debía saberlo nadie.
–¿Creen que llegue ese muchacho? – preguntaba la miembro de los Jinetes
Alados Inmortales, se le veía nerviosa y dubitativa.
–Eso espero, tía – respondió Craig con total calma –, su presencia en esta
misión es esencial, pero si no llega en cinco minutos procederemos sin él.
–Pero… ¿Y si nos traiciona? – La Amazona no se fiaba de nadie –. Nos
ejecutarán por alta traición.
–No lo hará – dijo Apolo Kray harto del nerviosismo de esa mujer –, fuimos muy
claros, si nos traiciona todos sus familiares morirán.
–No – dijo la mujer totalmente acobardada –, yo creo que mejor nos vamos,
necesitamos planear mejor…
–Ya basta, tía – la interrumpió Craig –, tranquilízate, tú no participarás
activamente en esta misión, sólo serás quien vigile y nos avise si alguien se acerca a
nosotros una vez que subamos a los pisos superiores.
La Amazona no podía dejar de sentirse nerviosa, estaba ayudando a los
guerreros que había combatido durante siglos, sus renuencias más que de temor
eran morales.
–No es eso lo que me preocupa – se seguía quejando –, es su plan, si no está
aquí el chico de Aztlán es imposible que logremos llegar hasta el último piso, todo el
ωinturón se volcará sobre nosotros… ¿acaso no lo entiendes?
La discusión es innecesaria – les dijo a los dos Diana Kray –. Sir Axayácatl ha
llegado tal y como lo prometió.
Todos se volvieron hacia el lugar donde señalaba Lady Alyassa, Rhodrigozz
Humbolt caminaba hacia ellos cargando a un hombre como si fuera un costal sobre
sus hombros.
–Perdón por la tardanza – se disculpó el recién llegado –, tuve problemas para
traer a Caballero Águila. – Sir Axa depositó con cuidado al guerrero con el que
cargaba en el suelo.
–Lo importante es que estás aquí, Sir – le dijo Bison Riazor ofreciéndole la
mano.
Rhodrigozz estrechó la mano de Sir Isaías al tiempo que señalaba a la sombra
de la Amazona.
–Hazlo ahora, Psico, antes de que Caballero Águila despierte y nos patee el
trasero a todos…
Mientras Psico tomaba posesión del guerrero miembro del Tloque Nahuaque
división Alianza, Apolo Kray preguntaba a Sir Axa:
–¿Habrá problemas cuando Caballero Águila recupere el sentido?
–Espero que no – comento Rhodrigozz –, fui muy cuidadoso para sustraerlo de
las instalaciones del Tloque Nahuaque en Tenochtitlán, con un fuerte fármaco lo
puse a dormir.
–¿No lo trajiste a la fuerza? – preguntó Bison con sorna.
–Nadie puede secuestrar a un miembro del Tloque Nahuaque a la fuerza sin
importar la sección a la que pertenezca y menos si ese guerrero es Caballero Águila,
ninguno de los aquí presentes es rival para él.
–¿Vale la pena discutir la fuerza de este tipo? – preguntó Psico controlando el
cuerpo del miembro del Tloque Nahuaque división Alianza, la verdad es que su
poder da escalofríos, si me lo preguntan yo cambiaría mis habilidades por las
suyas…
–Ya basta de pláticas – los apuró Diana Kray –, Psico ya controla el cuerpo de
Caballero Águila, vamos a hacer nuestra labor, Amazona, tú te quedas en la sala de
control para ponernos en sobre aviso por si nos descubren.
–Está bien – dijo Thora Azzán con resignación, ya era demasiado tarde para
retractarse, señaló el edificio que tenían enfrente –, por ahí podrán subir a los pisos
superiores.
–¿Con qué nos encontraremos ahí? – preguntó Rhodrigozz.
–Los diez pisos superiores de la Ciudadela – explicaba la Amazona –, se
dividen en cuatro niveles, en el primero que abarca los pisos cuarenta y uno y
cuarenta y dos, se encuentra lo que se llama la zona de administración de la
Ciudadela, en el siguiente nivel que abarca los pisos cuarenta y tres y cuarenta y
cuatro, se construyeron las haciendas de las seis principales familias del país: los
Yaotl, De Grieff, Riazor, Brunn, Hobbs y Shmuel.
–En el siguiente nivel, que es a donde vamos – Diana Kray continuó con la
explicación –, es el más amplio, abarca los pisos cuarenta y cinco, cuarenta y seis y
cuarenta y siete, ahí se encuentran los llamados guardianes de las puertas,
guerreros de las principales familias del Cinturón que protegen los accesos a los
últimos pisos.
–¿Qué hay en los tres pisos faltantes? – preguntó Sir Axayácatl.
–En los pisos cuarenta y ocho y cuarenta y nueve se encuentran dos sombras
del guerrero llamado Minos, son el último escollo antes de llegar al último piso donde
están las puertas que deseamos abrir – le explicó Craig.
–Pero nuestra labor no llega hasta allá – le indicó Apolo Kray –, nosotros sólo
debemos hacernos cargo de los guerreros de los pisos cuarenta y cinco a cuarenta y
siete, alguien más se encargará de las sombras de Minos y de la puerta del último
piso.
–¿Qué debo esperar y hacer en los pisos donde combatiremos? – preguntó
Rhodrigozz Humbolt que no estaba enterado de los planes de sus nuevos aliados,
así lo habían pactado, conocería los planes hasta que los Profetas estuvieran
seguros que no los traicionaría.
–En esos pisos se encuentran doce guerreros representantes de las principales
familias del Cinturón que son quienes resguardan el lugar – le explicaba Diana –,
para poder subir al piso cuarenta y ocho se deben activar manualmente cuatro
interruptores que se encuentran en las cuatro esquinas del edificio.
–σuestro trabajo es activar esos cuatro interruptores… – Sir Axayácatl ya
estaba entendiendo el plan y la importancia del cuerpo de Caballero Águila del
Tloque Nahuaque en esa misión.
–Así es – le confirmó Apolo –, los pisos y las paredes del edificio de la
Ciudadela son insonoros, es casi imposible destruirlos, aunque se libre una intensa
batalla en esos pisos nada sabrán en los pisos inferiores ni en los superiores.
–Ahí es donde entra la labor de tu compañero de Aztlán – Bison Riazor
señalaba a Caballero Águila controlado por Psico –, con su poder sobre la
electricidad entrará en las líneas de comunicación de los pisos donde combatiremos,
aislando a nuestros enemigos, de esa manera podremos encargarnos de ellos sin
temor a ser descubiertos.
Sir Axa entendió que sus nuevos socios lo tenían todo bien planeado,
Caballero Águila tenía el poder del gigante elemental de energía eléctrica controlado
por Zeus, podía transformar todo su cuerpo en electricidad e internarse a través de
cualquier contacto eléctrico en los sistemas de alarma, vigilancia y cómputo de los
pisos superiores, el miembro de la sección Alianza del Tloque Nahuaque era el
principal espía del grupo de poder de Aztlán.
El momento era inmejorable por los sucesos que se estaban desarrollando en
el país, ese día los rebeldes tenían pensado tomar todos los estados de Boleria al
mismo tiempo dejando sólo pendiente la capital, no había nadie que no estuviera al
pendiente de lo que sucedía con los rebeldes y los Patriarcas, la oportunidad
perfecta para asaltar los pisos superiores del edificio de la Ciudadela.
–¿Alguna información de los guerreros a los que enfrentaremos?
–No pertenecen a ninguna de las grandes familias del país – le explicó Diana –,
son familias de abolengo en el Cinturón, sus miembros son poderosos pero no
cuentan con un poder especial de nacimiento fijo como sucede con los ancestrales
ochenta y ocho Clanes Guerreros de Hamal, los Coros de Guerra de Levit, las
antiguas Casas de la Triple Alianza de Aztlán o los Clanes de la Federación de los
Territorios del Norte de Riazor.
–La línea de sangre, el poder llamado “Gash” – comentó Rhodrigozz.
–χsí es, el “Gash” – confirmó Apolo –. El poder original otorgado por los
gigantes a los humanos y que se transmite por herencia de sangre a un miembro por
generación. El “Gash” es exclusivo, siempre pertenecerá a un mismo Clan.
–Los habitantes del Cinturón son familias de recién formación que han adquirido
su poder derivado de relacionarse con Clanes que manejan técnicas de poder fijas
que pasan de generación en generación – explicaba Craig complementando a su
compañera –, por esa razón sus miembros no son elegibles para pertenecer a los
grupos élite de defensa del país, el no controlar un “Gash” los descalifica, creo que
entiendes lo que te digo…
Rhodrigozz afirmó, era entendible lo que los Profetas le decían, los puestos en
los grupos de poder élite protectores del país estaban apartados con sangre, era el
Clan quien se comprometía a asignar de por vida a uno de sus miembros con un
poder específico o “Gash” para pertenecer a determinado grupo, el guerrero podía
cambiar con los años y pertenecer a otra familia al emparentarse los distintos
Clanes, pero era un hecho que el guerrero con la habilidad especial llevaba la
sangre del Clan de origen y con los años esa habilidad regresaría al Clan original a
través de una nueva línea de sangre, como sucedía en el caso de su familia con
varios puestos en las distintas divisiones del Tloque Nahuaque.
–¿Tenemos conocimiento de qué poder tienen los guerreros a los que
enfrentaremos?
–No – dijo Craig tajantemente –, no tenemos ni idea, sólo sabemos que son
miembros de las doce principales familias del Cinturón pero no tenemos
conocimiento de quienes sean.
–Eso sólo lo controla Elohim – les explicó la Amazona –, el FILO número doce
es el único que sabe la identidad de los guardianes de las puertas del último piso de
la Ciudadela, nadie más, borra de la memoria de sus familias todo recuerdo de la
existencia de los elegidos, los cuales renuncian a sus vidas para proteger a su país,
pasan su existencia entera en los pisos que protegen sin posibilidad de abandonar
ese lugar, es el precio que pagan sus familias por pertenecer a la élite del país sin
tener un “Gash”.
–¿Solos? – preguntó Rhodrigozz pensando en lo difícil que sería esa vida.
–Así es – le respondió la Amazona –, son separados desde que nacen de sus
familias y entrenados para defender los últimos pisos, su alimentación la obtienen de
dispensadores surtidos por empleados del edificio por el que vamos a ingresar, para
ellos que sólo han conocido ese tipo de vida es algo normal, Elohim les manipula el
cerebro desde su nacimiento para que acepten ese tipo de vida, a pesar de que
siempre elige a seis varones y seis mujeres para conformar el grupo de defensa, los
vuelve asexuales, puede haber atracción entre ellos, pero no relaciones carnales, los
hombres son castrados.
–Eso es una mierda… – comentó Rhodrigozz llevándose la mano derecha
instintivamente a sus “partes nobles”, pensando en los guardianes de las puertas del
último piso y su difícil vida.
–No para ellos – le respondió la Amazona –, son felices dentro del único modo
de existir que conocen, Elohim también les quita cualquier sentimiento de conflicto,
son una gran hermandad que sólo viven para proteger las cuatro torres que quitan el
candado para subir a los pisos superiores, el amor y el sexo están prohibidos en ese
lugar, son distractivos que pueden poner en peligro la misión de sus habitantes.
–σo quiero saber lo que sucede cuando están en edad de retirarse…
–Hay una villa especial en el estado de los hielos para ellos – explicó la
Amazona –, al igual que los Caballeros Fantasmas, se retiran a los sesenta años,
Elohim les borra todos sus recuerdos, les inserta nuevos y viven tranquilos el resto
de sus días, entonces el ciclo sigue, llegan a los pisos supriores del edificio de la
Ciudadela los nuevos guardianes que Elohim reclutó para suplir a los retirados.
–Ahora ya no me siento tan mal de ayudar a abrir esas malditas puertas – dijo
Rhodrigozz –, lo que ese tipo llamado Elohim hace, no tiene nombre.
–Lo que escuchas es sólo una gota en el océano de las atrocidades que el
máximo controlador del agua ha hecho para mantener las puertas del último piso
cerradas – le confesó Bison –, créeme, yo sería feliz si nunca hubiera escuchado
esas historias…
–Lo importante aquí es tener una idea de lo que enfrentarán – interrumpió la
Amazona –, los guerreros que protegen el acceso a las puertas del último piso de la
Ciudadela no basan su poder en un “Gash” o en habilidades de nacimiento, todos
ellos son instruidos en el manejo de armas de alta tecnología importadas del país
más avanzado de oriente, Technizzia, se dice que junto con Boleria y el continente
perdido son los tres lugares más poderosos del planeta, todo mundo sabe que las
armas elaboradas en Technizzia compiten con nuestros “Gash” basados en la
energía espiritual heredada de los gigantes que gobernaron la tierra antes que el
hombre.
–¿Alguna idea de las armas que manejan? – preguntó Rhodrigozz.
–Ninguna – respondió la Amazona –, eso solo lo sabe Elohim y cambian de
generación en generación, pero les aseguro que elige las mejores, no sólo para
proteger esos pisos que preceden al último de la Ciudadela, también lo hace para
estar a la vanguardia y bien informado de la fuerza del único país que puede
enfrentar a Boleria.
–Entonces procedamos – propuso Rhodrigozz –, no tiene caso estar más
tiempo aquí arriesgándonos a que alguien nos reconozca, siempre hay ese riesgo
aunque hoy no portemos nuestras armaduras.
–De acuerdo – dijo Diana –, pero contábamos con que te acompañaría alguno
de tus compañeros de los Controladores de la Materia, lo ideal sería que
combatiéramos dos de nosotros contra tres de ellos.
Rhodrigozz observó a los guerreros presentes, sin contar a Psico en el cuerpo
de Caballero Águila que se encargaría de las comunicaciones, participarían en la
misión las cuatro Espadas Reales de la Orden de Riazor, Thora Azzán y él, dos de
ellos tendrían que pelear contra tres oponentes.
–Ustedes organícense – les dijo a los Profetas –, yo me encargaré de tres
guardias.
–Yo pelearé contigo – le dijo Diana Kray –, soy quien estará en desventaja
contra los guardianes de los pisos superiores, mi poder de inhibición no es efectivo
contra las armas tecnológicas, mis compañeros se ocuparán de tres rivales cada
uno, Thora deberá de controlar el edificio.
–Que te proteja Sir Isaías, Sir Baruch o Sir Dhul-kifl, a mí me estorbas – le
espetó Sir Axa –, creo que ya pasamos la etapa de la confianza, si no me permiten
pelear solo, mejor me largo con el cuerpo de Caballero Águila.
Los Profetas se voltearon a ver entre ellos, Sir Axayácatl los había descubierto
de inmediato, aún no confiaban en él y Diana más que su ayuda sería su vigilante,
no les quedó de otra más que aceptar.
–Está bien – concedió Apolo Kray –, mi hermana peleará conmigo.
–Y yo lo haré con Craig, es el más débil de los Profetas.
Los guerreros de la Orden de Riazor voltearon a ver al último invitado, el
guerrero que se suponía ingresaría a la antesala del último piso a pelear contra las
sombras de Minos.
–Eacos – Craig saludaba a su antiguo compañero de la escuela del Cinturón de
la Ciudadela, su comentario no le había caído en gracia –, se supone que tú
llegarías después.
–No importa – respondió el guerrero recién llegado –, ya estoy libre, acabemos
con esto cuanto antes.
A los Profetas no les quedó de otra más que aceptar los cambios, no estaban
en posición de prohibirle nada al llamado tercer juez del infierno, uno de los hijos
más poderosos de Elohim junto con Minos y Radamanthys, guerrero que al igual que
el último de los nombrados, tenía cuentas pendientes con su padre.
Rhodrigozz trató de reconocer la identidad de ese nuevo personaje del que los
Profetas se habían negado a hablarle, la capucha en su cabeza le imposibilitaba ver
su rostro, Eacos divertido se volvió hacía el Caballero Fantasma de Aztlán y le
mostró su cara tan sólo un instante, el miembro del Clan Humbolt casi se fue de
espaldas cuando lo reconoció.
–σo es posible, tú…
–Shhht. – Eacos se llevó el dedo índice de la mano derecha a los labios –. No
se descomponga, Sir, tenemos una misión que completar.

En el Paraje de Beocia, Radamanthys era un manojo de nervios, se acababa


de enterar que Horus no logró hacerse con la llave del último piso de la Ciudadela,
eso echaba por tierra todos sus planes y dejaba expuestos a sus colaboradores, sin
embargo, ya no había marcha atrás, no tendría otra oportunidad como esa de abrir
las puertas.
Después de su fallo Horus le advirtió a su cómplice que el plan seguía en
marcha, se comprometió a recuperar la llave ese mismo día más tarde, el líder de los
Guardianes del Destino de Ishtar estaba tan desesperado como él por abrir las
puertas del último piso de la Ciudadela, se estaban jugando su última carta a todo o
nada.
Radamanthys estaba decidido a todo, incluso a salir él mismo por la llave, por
el momento Elohim no era un factor en contra, en unas horas se enfrentaría a los
guerreros que los rebeldes enviaron a Riazor entre los que se encontraban cuatro
FILOS Divinos, de ninguna manera sería una batalla fácil para el máximo psíquico.
No existía una mejor oportunidad que esa para salir, él estaba confinado en
Beocia precisamente por culpa de Elohim, la amenaza era muy clara, si él
abandonaba el Paraje, su padre convocaría a los máximos guerreros para destruirlo.
Pero ahora ya no había máximos guerreros, todos estaban cayendo o
combatiendo, en ese momento nadie podía detenerlo, no podía desaprovechar esa
oportunidad. Era ahora o nunca.
Dejaría a sus Profetas y a su hermano Eacos seguir con el plan, él se
encargaría personalmente de abrir las puertas si era necesario, pero el apocalipsis
se desataría ya, de eso no tenía ninguna duda.
Se preparó para partir, en ese momento un enorme tigre blanco con dientes de
sable ingresó en su habitación, el guerrero acarició a la bestia, cuando alzó la
mirada, por el espejo que tenía enfrente vio a un anciano junto al marco de la puerta,
sonriendo comentó:
–Alégrate Darius, nuestro momento ha llegado.

Los Profetas y compañía se dirigieron hacia el edificio que alcanzaba los pisos
superiores, Psico creó una ilusión para que los guardias de la entrada observaran a
personal autorizado para pasar.
El guardia de la entrada apretó un botón para permitirles el ingreso, una vez
que los perpetradores estuvieron dentro de las instalaciones del inmueble, hicieron
su jugada.
Psico en el cuerpo de Caballero Águila electrificó todo su cuerpo y se introdujo
por un contacto en la red eléctrica del edificio tomando el completo control de las
comunicaciones, el plan trazado consistía en que Diana Kray inhibiría a los guardias
y Rhodrigozz inmovilizaría a todo el personal, sin embargo, cuando vieron a su
alrededor, no había nadie.
Los intrusos se preocuparon, al parecer les estaban tendiendo una trampa, de
inmediato Diana Kray inhibió los poderes de Rhodrigozz y Apolo colocó su espada
en el cuello del Caballero Fantasma de la Orden de Aztlán.
–Por tu bien será mejor que expliques esto – amenazó Sir Dhul-kifil.
–No sé lo que está pasando – dijo Rhodrigozz –, pero tienes cinco segundos
para quitarme tu arma del cuello o despertaré a Caballero Águila y todos seremos
atrapados… – Sir Axayácatl les mostró un dispositivo a los Profetas –, con esto
Psico saldrá del cuerpo del miembro del Tloque Nahuaque división Alianza, yo
tampoco confío en ustedes, si yo caigo, caemos todos…
La Amazona se mesaba los cabellos mientras caminaba de un lugar a otro al
tiempo que se lamentaba:
–Se los advertí, ya sospechaba que algo andaba mal, esto no puede estar
pasando…
–¡Tranquilos todos! – gritó Eacos mientras empujaba al guardia de la entrada
hacia sus compañeros –. Aquí está el causante de esta sorpresita...
Todos se volvieron hacia el guardia de seguridad, quien se descubrió la cabeza
quitándose la gorra de plato que le ocultaba parte del rostro, Rhodrigozz Humbolt
casi se le va encima a golpes.
–¡Demonios Zhuma! Ves lo delicado de la situación y tú te pones a bromear…
El ambiente se relajó al percatarse todos que el guardia era Sir Tlacaélel de la
Orden de Aztlán disfrazado.
–La culpa es de ustedes – contestó Sir Tlac aguantándose la risa –, no es mi
culpa que los simples mortales no merezcan su atención.
Todos los guerreros se sintieron avergonzados, efectivamente, nadie le prestó
atención al rostro del guardia que les abrió las puertas, para ellos sólo era un rostro
cualquiera que nada importaba.
–Tampoco es que yo lo descubriera – dijo Eacos –, a mí me correspondía
encargarme del guardia de la entrada, fue entonces cuando este tipo se descubrió.
Rhodrigozz se acercó a su amigo extendiéndole la mano.
–Esto quiere decir que…
–Estoy contigo, amigo, prometí a Croix que siempre te protegería y esa promesa
supera cualquiera otra que haya hecho.
–Gracias.
–Yo aún no decido si me uniré al proyecto de los Profetas pero no voy a dejar a
mis compañeros solos – Lady Izzy se aparecía por un portal dimensional –, envié a
todos los empleados del edificio a otra dimensión, ya veremos después que
hacemos con ellos.
–No hay problema – dijo Thora Azzán –, Psico se encargará de insertarles el
recuerdo de que fueron atacados y puestos fuera de combate.
–La cuestión es por quién – Bison seguía intranquilo –. Lo mejor será
deshacernos de ellos…
–De ninguna manera vamos a matar inocentes – le advirtió Rhodrigozz –, lo de
los guardianes de las puertas superiores es inevitable, pero lo de esos pobres
trabajadores no es necesario, no lo permitiré.
Los chicos iban a volver a discutir cuando Eacos de nuevo los interrumpió.
–No se preocupen por detalles sin importancia, que sean Horus y Seth los
atacantes, no importa, al fin y al cabo todos saben que abrir las puertas del último
piso de la Ciudadela es su objetivo.
Todos estuvieron de acuerdo con la propuesta de Eacos y se pusieron manos a
la obra, la Amazona convocó a su tigre alado blanco y a su sombra negra sobre la
cual Psico le había dejado su control, la sombra negra se convirtió en un gran charco
negro del que surgieron varias clones mitad bestias mitad humanos, con patas
traseras de felino, torsos y brazos humanos, garras en sus manos y cabeza humana
con orejas, nariz y colmillos de tigre.
El tigre blanco también se transformó en un charco como el de su contraparte
negra, pero a diferencia de éste, la parte superior del felino quedó sólida sobre el
charco blanco. La mitad superior que quedó de la bestia blanca de inmediato
comenzó a lanzar el plasma blanco a los clones negros, plasma que se transformó
primero en armaduras y después en trabajadores humanos de batas blancas.
–¡Wow! – exclamó Eacos –. Conozco a los Jinetes Alados Inmortales desde
hace siglos y no sabía que podían hacer eso…
–Hay muchas cosas que nadie sabe sobre nosotros, niño – le dijo la Amazona
viendo con orgullo a los clones de su bestia –, el plasma de mi bestia blanca es
especial, también sirve para operaciones de espionaje y no sólo para las batallas, yo
me encargo de todo aquí, ustedes hagan lo suyo.
Los guerreros se volvieron a organizar, decidieron actuar en parejas, cada uno
de los Profetas se encargaría de un mecanismo y los otros cuatro guerreros los
apoyarían, Sir Axayácatl acompañaría a Diana Kray para activar el mecanismo
ubicado en el noreste del piso de la Ciudadela donde combatirían, Craig y Eacos
activarían el mecanismo del noroeste, Bison y Sir Tlacaélel harían lo propio con el
ubicado en el suroeste y Lady Iztaccíhuatl con Apolo Kray se dirigirían al sureste.
La Amazona operó los controles y las puertas de un elevador se abrieron, los
ocho guerreros ingresaron en él, ya no hacían falta más palabras, ahora deberían
pasar a la acción.

Los guardianes de las puertas del último piso de la Ciudadela realizaban su


rutina diaria, dedicaban las mañanas a ejercitarse, después desayunaban
extrayendo de los dispensadores especiales la masa gelatinosa de color trasparente
e insabora que les brindaba los nutrientes necesarios para mantener sus cuerpos
sanos y fuertes, sus líquidos los obtenían de los distintos manantiales que se
ubicaban a lo largo de toda la zona que habitaban, éstos también los dotaban de las
vitaminas que necesitaban para ser más fuertes.
Después dedicaban su tiempo a entrenar y perfeccionar sus habilidades en el
control de sus armas de combate hasta la tarde que volvían a comer aquella masa
sin sabor, por las noches todos dedicaban unas horas a la limpieza y mantenimiento
de sus viviendas y de todo el piso en general, limpiando el lugar de escombros
ocasionados por su duro entrenamiento. Terminado el mantenimiento y limpieza
cada quien podía hacer lo que deseara, algunos utilizaban su tiempo libre para
platicar, otros para descansar o leer, algunos más se lo dedicaban a sus armas, a
perfeccionarlas o tenerlas siempre limpias y listas, no había muchas cosas que
hacer en ese lugar y sin embargo su tiempo era muy limitado, al término de la
jornada los residentes terminaban sumamente agotados.
A las diez en punto de la noche todos sin excepción se iban a dormir, a
descansar sus cuerpos perfectos de la dura jornada para al siguiente día iniciar la
misma rutina de siempre.
El área que abarcaba los pisos cuarenta y cinco a cuarenta y siete de la
Ciudadela se dividía en dos niveles: los guardianes ocupaban los pisos cuarenta y
seis y cuarenta y siete, no había una división entre ellos, el piso iniciaba en el piso
cuarenta y seis y se elevaba por veinte metros hasta el techo del piso cuarenta y
siete.
El sistema de alumbrado funcionaba como en el Cinturón de la Ciudadela, las
luces especiales del techo alumbraban simulando desde el alba hasta el anochecer,
momento en que se activaba el sistema de luz mediante lámparas para iluminar la
noche.
El piso cuarenta y cinco se ocupaba para crear los distintos escenarios que los
guardianes utilizaban para sus entrenamientos, en ese lugar los ingenieros y
científicos más brillantes de la Ciudadela creaban diversos tipos de paisajes para
que los habitantes de los siguientes pisos entrenaran bajo distintas condiciones tanto
climáticas como escénicas.
Los escenarios eran diversos y muy variados, abarcaban desde simulación de
ciudades con todo y sus edificios hasta zonas desérticas, preciosas playas o zonas
montañosas, grandes lagunas o la hostil tundra, lugares apocalípticos o peligrosos
bosques, la imaginación era el límite. Los escenarios duraban un mes, tiempo en el
que eran cambiados mediante complejos sistemas hidráulicos que emergían desde
el piso cuarenta y cinco hasta el piso cuarenta y seis.
Todos esos escenarios estaban repletos de trampas controladas por el
personal del edificio que ahora habían tomado los Profetas, los trabajadores de ese
edificio hacían las veces de un “Gran Hermano” que vigilaba y controlaba a los
guardianes.
Durante el mes que duraba el escenario, los guerreros podían causar cualquier
tipo de destrozo durante sus batallas y entrenamientos, disponían de grandes y
pesados vehículos para limpiar los destrozos al término de sus entrenamientos, todo
el material destrozado e inservible era colocado en varios lugares estratégicos donde
se ubicaban enormes plataformas que llevaban los despojos al piso cuarenta y cinco
durante las noches para que al siguiente día el lugar estuviera limpio para una nueva
jornada de entrenamiento.
Los guardianes de los pisos superiores tenían sus casas dispuestas
exactamente en las cuatro esquinas del lugar, ubicadas a un lado de los pilares
donde se encontraban los dispositivos que activaban el sistema de control para subir
a los últimos pisos del edificio de la Ciudadela.
Las casas estaban construidas para que habitaran tres residentes en cada una
de ellas, sólo contaban con tres habitaciones con baño completo cada una, comedor
y centro de esparcimiento. Las habitaciones eran de buen tamaño, los comedores
estaban dispuestos con mesas para cuatro personas, no se consideraba adecuado
que todos los guardianes comieran juntos y se separaran de su lugar de vigilancia.
El lugar de esparcimiento era bastante amplio y estaba surtido con libros
previamente autorizados, los cuales reforzaban las actividades y labor de los
guardianes de las puertas del último piso de la Ciudadela, también contaba con los
instrumentos necesarios para darle el mantenimiento adecuado a sus armas.
Había computadoras y tecnología pero ésta sólo se podía utilizar para calibrar y
dar mantenimiento o incluso mejorar las avanzadas armas que manejaban, para
nada más, no existía ningún otro entretenimiento para los residentes de esos pisos
superiores del edificio de la Ciudadela.
Los guerreros eran entrenados y educados desde su nacimiento para llevar esa
dura vida, la cual ellos disfrutaban al no conocer ninguna otra, se les inculcaba
desde pequeños la gran responsabilidad que recaía sobre sus hombros, eran los
protectores de la humanidad.
Su entrenamiento siempre estaba enfocado en el control de sus armas, sus
estudios se dividían en dos: conocimiento de los guerreros de Boleria e
investigación, análisis y mejoramiento de su armamento para enfrentar a cualquier
guerrero del exterior. Los guardianes de esos pisos superiores eran personas
superdotadas mentalmente, educados como científicos e ingenieros para dar
mantenimiento a sus armas, comprenderlas y mejorarlas.
Ellos eran la razón por la que los FILOS Divinos hacía cientos de años crearon
el Cinturón de la Ciudadela como un lugar elitista donde se privilegiaba la pureza de
la sangre y la procreación de humanos superiores, más poderosos, inteligentes y
mejor preparados, necesitaban a los mejores de su especie para proteger a la
humanidad.

Felicia Ghea, Ruol Berthold, Migroz Kodran, Wilson Snorri, Joseline Orn,
Isadora Kolbeinn, Roberta Rhea, Guillerme Hellder, Petry St. Moses, Luiba Bersi,
Danilo Abegoor y Antonar Ventura, sintieron la presencia de ocho personas que en
ese momento subían hacia el lugar que protegían, todos tenían un sexto sentido
muy desarrollado, podían incluso percibir a un insecto cuando se acercaba al
cuadragésimo sexto piso de la Ciudadela.
Todos sintieron la señal de alerta, sabían que el momento por el que se
prepararon toda su vida había llegado, la razón era muy simple, las alertas del lugar
no sonaron para anunciarles la llegada de una persona autorizada para atravesar
“su territorio”.
En sus ordenadores los guardianes tenían las fotografías de las personas
autorizadas para subir a los dos últimos pisos de la Ciudadela, personas como los
FILOS Divinos, los Caballeros Fantasmas de la Orden de Arcadia (excepto Thitus X),
personal de apoyo y mantenimiento y muy pocas personas más.
Los guardianes supieron en ese momento que algo andaba mal, dejaron de
lado lo que estaban haciendo y de inmediato se dirigieron a sus respectivos puntos
de defensa, su deber era proteger los interruptores en los pilares que abrían las
puertas para subir a los dos últimos pisos de la Ciudadela.

Por los monitores en la sala de observación Thora Azzán se percató cuando las
puertas del elevador se abrieron y los Profetas y compañía salieron al área que
abarcaban los pisos cuarenta y seis y cuarenta y siete del edificio de la Ciudadela,
no se encontraron a nadie para recibirlos, trató de ubicar a los guardianes en los
otros monitores para ayudar a sus aliados, pero en éstos ya no se observaba nada,
solo rayas de colores, los guardianes de los pisos superiores las habían
desconectado, los esperaban.
La Amazona de inmediato tomó un micrófono y activo los altavoces para
advertirles a los Profetas y sus acompañantes:
–Los guardianes de los pisos superiores ya saben que están ahí y los esperan,
tengan cuidado con las emboscadas, han desactivado las cámaras de vigilancia por
lo que ya no puedo ayudarles más, los controladores que activan las puertas de
ascenso a los últimos pisos se ubican en las cuatro esquinas del lugar donde ahora
se encuentran, es momento de demostrar por qué se dice que los Caballeros
Fantasmas son los guerreros más poderosos del país, dense prisa.
Mientras los perpetradores escuchaban la advertencia de la Amazona,
observaban el escenario de su batalla, el lugar era una reproducción del Quinto
Distrito, un lugar sin ningún orden con edificios derruidos alrededor, calles mal
estructuradas y demasiados sitios para esconderse, un espacio poco apropiado para
ellos pero ideal para los defensores de ese piso que debían conocer demasiado bien
hasta el último rincón de su zona de combate.
Los guerreros se voltearon a ver y se dispersaron como lo tenían planeado, los
Caballeros Fantasmas convocaron a sus corceles alados para dirigirse a sus
respectivos lugares de batallas, el elevador por el que habían llegado se encontraba
pegado a la pared del edificio que daba al mar del Segundo Distrito, exactamente a
la mitad de éste con relación a los muros laterales. El único de los trasgresores que
no pertenecía a la Orden no necesitaba de ninguna bestia para transportarse, un
destello de energía pura lo rodeó y en un instante rebasó a Sir Baruch por los aires
que era el guerrero a quien apoyaría.
Cuando Craig llegó hasta el pilar del noroeste observó a una mujer a la que
calculó unos treinta años, jugaba con unas pulseras en sus muñecas y no le quitaba
la vista de encima, el Caballero Fantasma desapareció a su bestia en el aire para
caer justo frente a su rival, pero ésta desapareció, en un instante apareció delante
del miembro de la Orden de Riazor y lo golpeó con una poderosa patada en el
estómago, el golpe impulsó a Craig hacia un lado donde fue recibido por otro
guerrero de dos metros de alto que giraba con su mano derecha una esclava
metálica que adornaba su muñeca izquierda, la cual colocó en sus nudillos para
golpear a su rival.
El impacto fue brutal enviando al Caballero Café en dirección contraria donde
fue recibido por otra guerrera que tenía los pulgares dentro de su cinturón, la mujer
lo pateó con la pierna derecha hacia el suelo, la velocidad y brutalidad con la que
cayó Craig fue descomunal, sin embrago, el piso no sufrió daño alguno, se requería
de mucho más que eso para destruir los cimientos del edificio de la Ciudadela.
Craig se levantó herido, tenía varios huesos rotos pero no era algo que le
importara demasiado, su espada ya había empezado el proceso de sanación y
regeneración, lo que lo tenía impactado era la velocidad y fuerza de sus oponentes,
eran las de un guerrero élite de primer rango.
–Estos sujetos son más que peligrosos – le advirtió Eacos que se encontraba
sentado en una roca detrás de él –, sólo viven para entrenar y pelear, sus cuerpos
no sólo son genéticamente perfectos, también son modificados mediante proteínas y
encimas que les dan con sus alimentos, son duros como la piedra y veloces como el
viento, fuertes como una bestia y sumamente inteligentes, eso sin contar sus
sofisticadas armas que utilizan como si fuera una extensión de sus extremidades,
creo que estás en problemas.
–¿Y no piensas ayudarme? – dijo un molesto Craig ante la pasividad de su
supuesto aliado.
–Yo tengo una tarea más difícil que la tuya y no dispongo de un arma sanadora,
sólo pelearé si tú mueres…
–Eso no es un pretexto válido. Los Caballeros Fantasmas podemos sanarte… –
le reclamó Craig.
–Sólo los Profetas – le respondió Eacos –, los Controladores de la Materia no
están completos, pero hay que tomar en cuenta otra circunstancia, nada me asegura
que todos tus compañeros saldrán vivos de esta batalla, si alguno muere ya no
podrán sanarme, prefiero sólo observar.
–Si yo caigo igual pelearás y nadie podrá sanarte.
–Si eso pasa espero que por lo menos te lleves a alguno de esos guerreros
contigo o por lo menos que los debilites lo suficiente para que yo acabe con ellos.
–Esas son palabras de un cobarde – comentó un cada vez más enojado Craig.
–Radamanthys me aseguró que los Profetas eran unos prodigios invencibles
entrenados personalmente por él, Elohim se aseguró de que ningún guerrero élite
derrote a los guardianes de éste piso, sólo pueden hacerlo los realmente superiores,
como mi Clan, los Enoch. Tú eres fuerte pero nunca me pareciste el mejor de los
amigos que nos juntábamos en nuestra época de estudiantes, es hora de que
demuestres que me equivoco… ¿τ acaso tienes miedo de pelear tú sólo? Si ruegas
por mi ayuda yo me encargaré de esos tipos – Eacos señalaba a las dos mujeres y
el varón que enfrentarían a Sir Baruch.
–¡Vete al diablo, idiota! – le respondió Craig a Eacos mostrándole el dedo medio
y dándole la espalda –, si no querías pelear debiste llegar más tarde, como estaba
previsto.
–Tenía curiosidad por ver los combates, digamos que soy un pervertido mirón –
contestó Eacos entre risas.
El Caballero Fantasma de Riazor conocido también como “el χrtista” ya no
pudo responder, sus enemigos de nuevo se movieron para volver a golpearlo, su
velocidad incluso aumentó, pero esta vez estaba preparado, desenfundó su arma y
con ella detuvo todos los ataques de sus enemigos, sin embargo, ante la gran
cantidad de embates, sólo pudo defenderse, no alcanzó a cortar a ni uno solo de sus
rivales.
–Esta batalla no es pareja – les dijo a las dos mujeres y al varón –, permítanme
igualar las cosas…
Craig creó tres cuerpos humanos de energía pura de tres metros de alto cada
uno, éstos no tenían rostro, cada uno de ellos se paró enfrente de un rival, la
verdadera batalla estaba a punto de comenzar. El hombre les habló a sus
compañeras:
–Este no sirve – dijo señalando a Craig mientras seguía girando la esclava en
su muñeca izquierda con su mano derecha –, nuestro verdadero objetivo es el tipo
que está sentado allá – volteó hacia Eacos –, es un Enoch, Elohim nos advirtió que
ningún Enoch salvo los autorizados, podían entrar a este lugar, nuestra prioridad es
acabar con él, autorizo el uso de nuestras armas…

Bison Riazor y Sir Tlac llegaron en sus corceles alados al suroeste de los pisos
cuarenta y seis y cuarenta y siete de la Ciudadela, observaron de cerca el pilar
donde se encontraba el interruptor que abría las puertas hacia los últimos pisos, no
se veía protegido. Ambos descendieron y desaparecieron a sus bestias, en ese
instante fueron golpeados por tres costados diferentes con una fuerza bestial.
A través del domo de energía pura del Caballero Café se observaba a tres
guerreros, dos mujeres y un hombre que retrocedían con las manos puestas en el
domo, sus pies se arrastraban hacia atrás tratando de impedir que el domo del
Caballero Fantasma de Riazor se siguiera expandiendo.
Los guardianes lograron su cometido pero no por mucho tiempo, el guerrero
conocido como Sir Isaías volteó a ver a Sir Tlac para darle indicaciones.
–Puedes atacar a nuestros enemigos a través de mi domo, Sir, todo lo que pase
a través de él se convertirá en energía pura, arrasemos con estos tipos de
inmediato.
Zhuma le señaló un muro a su aliado provisional y Bison extendió su domo, el
Caballero Fantasma de Aztlán utilizando su control de la materia cambió la
composición de una parte de la pared transformándola en agua, después lanzó un
simultáneo ataque de miles de gotas contra los tres guardianes que protegían el pilar
del suroeste, todos lo evitaron moviéndose a una gran rapidez, después se
mantuvieron alejados de sus oponentes, si deseaban vencerlos debían ir tras ellos.
Sir Tlac volvió a alterar la composición del muro, creó varias estacas de plasma
y con éstas atacó a los guardianes de las puertas, la velocidad de los proyectiles era
superior a la del agua, sin embargo, los guerreros que protegían el pilar evadieron el
ataque al parecer sin ningún problema.
Al ver que los guardianes no hacían nada por atacarlos, Sir Tlac preguntó al
guerrero también conocido como el “Profeta”μ
–¿Qué opinas?
–Esos tipos son inteligentes, Sir – comentó Bison Riazor –, en instantes
supieron que no podrían causarnos ningún daño si estábamos dentro de mi domo y
que por el contrario peligran si se acercan, puedo llevarnos al pilar y activar el
interruptor.
–Eso no nos sirve de mucho – dijo Sir Tlac – de todas formas debemos acabar
con ellos – señalaba a los Guardianes –, no sabemos el resultado de las demás
peleas.
–Está bien, pero opino que primero desactivemos el interruptor, así los
estaremos instando a atacar…
–Está bien.
Sir Isaías y Sir Tlacaélel avanzaron protegidos por el domo del primero hasta el
pilar donde se encontraba el interruptor sin que los guardianes hicieran nada por
impedírselos, Bison abarcó su domo hasta rodear el pilar y entonces Sir Tlac buscó
el dispositivo hasta que encontró una pequeña compuerta cerrada.
–Ahora sé por qué esos tipos no nos han atacado – comentó el Controlador de
la Materia observando la mica trasparente en medio del pilar –, necesitamos la
huella digital de alguno de ellos para abrir esta cosa.
–¡Al diablo con eso! – respondió el “Profeta” –. Destruyamos el pilar…
–No podemos – Sir Tlac se colocó entre el pilar y Sir Isaías –, si hacemos eso
podríamos bloquear las puertas y todo sería en vano…
Bison Riazor sonrió, él suponía lo mismo que su compañero de batalla pero lo
estaba probando, deseaba saber su grado de compromiso, hasta el guerrero más
idiota debía pensar que sería una estupidez destruir el pilar, si el Caballero Guinda
hubiera aceptado hacerlo, Sir Isaías sabría que no era un aliado.
–Tienes razón, entonces déjame intentar abrir esa compuerta, con mi domo
puedo hacerlo, si hay alguna trampa que nos pueda afectar la encontraré, debe
haber un método para abrirla aparte de las huellas de esos sujetos.
–No lo creo – dijo Sir Tlac –, ellos no son los únicos con acceso a estos pilares,
tal vez los gobernantes del país y otros más tengan su huella registrada, si fuera tú
no tentaría a mi suerte.
–Está bien – Bison hizo una mueca de resignación –, consigamos la huella
digital de algunos de esos tip… espera, sólo veo a dos, falta uno…
En ese momento una compuerta superior en el pilar se abrió, de ésta surgió el
guerrero masculino con un brazalete en el brazo derecho formado por varios
delgados cilindros alargados que le cubrían todo el antebrazo. A gran velocidad
golpeó a Bison obligándolo a quitar su domo y después con su guante apuntó a Sir
Tlac, quien endureció su cuerpo de inmediato.
El guardián disparó, de los cilindros salieron varias ondas de energía que
impactaron de lleno al Caballero Fantasma pero nada sucedió.
–Puedo manejar los cuatro estados de la materia – le dijo Sir Tlac a su agresor
–, tu arma no me hará daño.
El guardián sonrió, en ese momento un enorme puño impactó al guerrero
lanzándolo contra la pared opuesta, Sir Tlac cayó al suelo al parecer inconsciente.
–Las ondas de energía que dispara mi arma inhiben cualquier poder – le dijo el
guerrero al cuerpo caído del Caballero Guinda –, mi compañera concluyó el trabajo.
Enfrente del guardián se encontraba un enorme ser cibernético con un puño
cerrado, el que golpeó a Sir Tlac y la palma de la otra mano abierta, en ésa se
encontraba una mujer de pie sonriendo a su compañero.
–Ese ya está acabado – dijo la mujer señalando a Sir Tlacaélel –, que Petry lo
mate mientras tú y yo nos encargamos del otro.
–¿Por qué usaron sus armas? – les reclamaba a sus compañeros la mujer que
debía rematar a Sir Tlac –. Bien saben que tenemos prohibido utilizarlas.
–No tenemos tiempo que perder – se defendió el varón –, entraron muchos
guerreros y entre ellos se encuentra un Enoch, él es nuestro verdadero objetivo, los
demás son basura.

Lady Iztaccíhuatl y Apolo Kray llegaron al pilar del sureste en sus bestias
aladas, sus oponentes, tres hombres, los dejaron aterrizar y desaparecer a sus
bestias, el que estaba por delante de los otros dos les preguntó:
–¿Qué hacen aquí? Este es un lugar al que le está prohibido venir a cualquier
persona no autorizada, el simple hecho de poner un pie en este piso significa una
sentencia de muerte.
–Pareces el líder de los guardianes de este lugar – le respondió Apolo –, das la
impresión de ser una persona razonable, si estamos aquí es obvio que rompimos
todas las reglas y leyes del país por un objetivo, ese es abrir las puertas del último
piso de la Ciudadela, tú y tus compañeros no tienen por qué morir hoy, les daremos
la oportunidad de reagruparse con sus superiores para que piensen en una
estrategia para detenernos, sólo váyanse y nosotros no nos meteremos con ustedes.
–No somos los únicos que protegemos estos pisos, en el nivel cuarenta y ocho y
cuarenta y nueve hay algo más fuerte aún que los detendrá sin lugar a dudas.
–Dejemos que yo me preocupe por eso, ustedes sólo retírense.
–No podemos hacerlo – respondió el protector del lugar –, nuestra obligación es
proteger este sitio y es lo que haremos.
–Entonces no queda otro remedio que pelear… – dijo Apolo con resignación.
–Así es, Sir – respondió el Guardián –, ustedes creen que son los victimarios en
esta contienda pero no es así, son las víctimas, sabemos quién es usted y cuál es su
poder así como el de Lady Iztaccíhuatl, nos bastó un instante saber la identidad de
todos ustedes, observamos cómo se dividieron y nos distribuimos de la forma
indicada para derrotarlos.
–Boleria es el país más poderoso del orbe y eso se debe a sus habitantes de
clase guerrera, a los ciudadanos élite que nacemos dentro de los Clanes con el
“Gash” o “poder de sangre” – explicó Apolo –. Ustedes no tienen ninguna
oportunidad contra nosotros.
–“Gash” – murmuró el guardián –, el poder de los Dioses que se ufanaban de
tener los gigantes y el cual heredaron en menor medida a sus mascotas los
hombres. Eso no sirve aquí, Sir. Los protectores de este piso somos Bolerienses, los
más poderosos del país con la misión más importante, cuidar el futuro de la
humanidad – le advirtió el guardián al Caballero Fantasma.
–Guerreros de clase baja – respondió Apolo –, sin ánimo de ofender, claro, no
dudo que sus armas sean impresionantes y que las utilicen de manera excepcional,
pero si esas armas fueran capaces de vencernos ya tendría mucho tiempo que
ψoleria habría dejado de estar en la cima del orden mundial… ¿no lo cree así,
señor?
–Le repito que nosotros somos bolerienses, patriotas que defendemos a nuestro
país incluso de traidores como ustedes, concuerdo que nosotros no tenemos lo que
llaman “Gash” o “poderes de línea de sangre” de manera natural, pero nuestros
cuerpos han sido alterados para estar al nivel de un guerrero élite, podríamos vencer
a cualquiera de ustedes usando sólo nuestra velocidad y fuerza, el uso de nuestras
armas no es para combatir con guerreros élite de clase alta como ustedes, Sir, estas
armas nos las entregaron para repeler a los guerreros más poderosos y peligrosos
del país, aquellos por los que corre la sangre Enoch en sus venas y a un tal Horus,
para vencerlos a usted y a la controladora de la materia dimensional nos bastan
nuestras manos…
Diana Kray y Rhodrigozz Humbolt llegaron en sus corceles alados al pilar del
noreste el cual estaba protegido por tres guerreros, dos mujeres y un hombre,
quienes sin previo aviso atacaron a los dos intrusos físicamente, sus movimientos
eran rápidos y poderosos, tanto la Espada Real femenina como su compañero de
inmediato sacaron sus armas para protegerse, su pericia con la espada era tal que
sólo con ellas lograron controlar a sus enemigos.
Los tres guerreros que debían proteger el pilar del noreste sangraban a
consecuencia de los cortes que ambas espadas les habían causado, una de las
mujeres de ese grupo se dirigió a sus compañeros:
–Justo como lo pensamos, ellos son las Espadas Reales conocidos como Lady
Alyassa y Sir Axayácatl, aunque no porten sus armaduras son fácilmente
reconocibles, de seguro son los más poderosos de los intrusos y los únicos que
pueden cortar nuestros cuerpos con sus armas, debemos defendernos con las
nuestras.
–Espera Luiba, yo me encargaré de la chica – dijo la otra mujer con autoridad –,
su poder de inhibición no funciona sobre nuestros cuerpos alterados ni sobre
nuestras armas, será fácil eliminarla. Tú encárgate del Caballero Fantasma de la
Orden de Aztlán – le ordenó al guerrero masculino –, eres el ideal para pelear contra
su control de la materia oscura – se volvió hacia su compañera –, tu quédate al
pendiente de los movimientos de ambos y acaba con ellos a la primer oportunidad
que se te presente.
–Está bien – respondieron los otros dos guerreros al mismo tiempo.
–Mi nombre es Felicia Ghea – se presentó la mujer que daba las órdenes – y
mis compañeros son Ruol Berthold y Luiba Bersi, son los últimos nombres que
escucharán, nuestras armas son las más avanzadas del planeta creadas a través de
la nanotecnología, la respuesta científica de los países más desarrollados al “Gash”
que los bolerienses pueden crear con la energía, nosotros somos el resultado de la
fusión de los dos mundos.
Felicia de un movimiento desprendió los grandes aretes circulares de sus
orejas, los cuales al insertarlos en sus muñecas, un incontable número de nano
componentes que parecían tener vida propia surgieron de los accesorios para
después fusionarse y crear dos enormes guantes metálicos en las manos de la
guerrera.
Lo mismo sucedió con sus compañeros, de los guantes y los zapatos
deportivos del hombre surgieron los mismos componentes creando unos guantes y
botas especiales, los cuales tenían cristales en sus palmas de las manos y plantas
de los pies que seguramente tenían un fin específico.
La otra mujer sacó una pequeña esfera que se quedó flotando en el aire, ésta
se hizo cada vez más grande hasta formar una gigantesca bestia, cuando la bestia
se deshizo de su posición redonda y se puso de pie, las Espadas Reales se
percataron que se trataba de un dragón cibernético de diez metros de altura.
–Creo que estamos en problemas – le comentó Rhodrigozz a Diana.

En la batalla de Craig en el extremo noroeste de los pisos cuarenta y seis y


cuarenta y siete del edificio de la Ciudadela, sus rivales también sacaron sus armas,
la esclava en la muñeca izquierda de Guillerme Hellder, el líder, se convirtió en una
enorme cadena que se introdujo en la palma de su mano derecha quedando algunos
eslabones afuera, tras unos segundos en la palma de su mano izquierda surgió el
otro extremo de la cadena.
Las pulseras de Isidora Kolbeinn se convirtieron en dos brazaletes con un
brillante cristal ovalado verde en el centro y en el cinturón de Roberta Rhea se
formaron un par de revólveres en sus respectivas fundas.
La mujeres de inmediato y a gran velocidad rodearon a Sir Baruch y se fueron
en contra de quien consideraban era su verdadero enemigo: Eacos, quien sin
prestarles atención no cambió su pose despreocupada de sentarse, antes de que las
guerreras lo impactaran dos enormes puños de energía pura casi las aplastan, un
gigante de energía pura de diez metros de alto les impidió atacar a su objetivo.
–Su enemigo soy yo – las amenazó Craig hablándoles de espaldas –, si quieren
acabar con ese idiota primero tendrán que matarme a mí.
Guillerme Hellder a una gran velocidad destrozó a los seres de energía de tres
metros de altura y después atacó a Craig, lo abrumó con sus embates hasta que
logró golpearlo en el pecho con la palma de su mano derecha, después se separó
de él y golpeó su propio pecho, una larga cadena salía del pecho de ambos
uniéndolos.
–¿Qué demonios me hiciste? – preguntó Craig tirando de la cadena que salía de
su pecho sin poder arrancársela.
–Mi cadena ha unido nuestros cuerpos – le informó el Guardián, el daño que yo
sufra lo sufrirás tú también, ya verás que será divertido…
El guerrero atacó a Craig, quien se vio obligado a sólo defenderse, fue
golpeado en varias ocasiones, la cadena de Guillerme Hellder no sólo unía a los dos
guerreros, dotaba a su controlador de una poderosa armadura insertada en su piel,
por lo que sus golpes eran terriblemente destructivos.
Al verse vapuleado, Sir Baruch se vio obligado a tomar la ofensiva, cargó sus
puños con energía pura y golpeó a su rival, los golpes que le dio los sintió el
Caballero Fantasma en su propio cuerpo, cayó más herido aún, su rival estaba
limpio y sin ningún golpe.
–Te dije que el daño que me hicieras lo recibirías tú también, mi cadena me dota
de una armadura interna que me protege de tus ataques, tu piel es vulnerable.
–Pero estamos atados por una cadena – comento Craig mientras se levantaba
con un gran esfuerzo –, el efecto debería ser en ambos sentidos, es una regla del
combate que cuando dos armas del mismo material se enfrentan ambas terminan
destruyéndose, tu puño y tu escudo provienen de la misma cadena, deberías estar
tan golpeado como yo…
–Tienes razón, tu mente es la de un guerrero, efectivamente, mi cadena nos ata
a ambos y el efecto es recíproco, sin embargo, mi cadena se divide en tres partes en
mi cuerpo, una es la cadena que nos une, la otra es mi armadura…
–Y no me va a gustar lo que hace la tercera… – interrumpió Craig.
–Así es, Sir – dijo Guillerme Hellder agitando su mano izquierda en círculos –, la
cadena de mi mano izquierda absorbe el daño que yo mismo pudiera causarme al
golpearte formando esta pequeña maza.
–Mierda…
Sir Baruch se percató que en la mano izquierda de su oponente en el extremo
de su cadena se estaba formando una enorme esfera de metal, no le dio tiempo de
reaccionar y fue golpeado con ella causando una poderosa explosión dejando al
Caballero Fantasma tumbado en el piso.
–El golpe de mi cadena izquierda es explosivo y se agota con un solo golpe –
explicaba Guillerme Hellder a un derrotado Sir Baruch mostrándole el extremo de su
cadena izquierda, al final de la cual sólo se observaba un eslabón –, el impacto es
tan demoledor que nada puede sobrevivir a eso. – Se volvió hacia las dos mujeres –.
Hagan lo suyo.
Isidora Kolbeinn y Roberta Rhea se abalanzaron contra Eacos, quien se vio en
la necesidad de levantarse, antes de que bloqueara el ataque de la primera de ellas
un nuevo par de pequeños seres de energía pura las volvió a obligar a alejarse.
–Les dije que su rival era yo – dijo un casi muerto Craig quien a duras penas
lograba mantenerse de pie.
Eacos sonrió y volvió a sentarse despreocupadamente en la piedra que
ocupaba como si fuera una cómoda silla, Guillerme Hellder no podía creer que el
“χrtista” siguiera vivo.
–Creo que subestimé el poder curativo de las espadas del alfabeto antiguo –
comentó el guardián de los pisos superiores –, pero no cometeré el mismo error,
hazlo Isidora…
Guillerme Hellder levantó los brazos lateralmente en forma de cruz, los
brazaletes de su compañera se iluminaron creando el holograma de un arco, disparó
una flecha del mismo material del arco a su compañero impactándolo de lleno.
El impacto causó una gran explosión, aún con su armadura interna el cuerpo
del guardián resultó herido, pero eso debía ser suficiente para matar a su rival,
cuando volteó hacia él con sorpresa vio que seguía de pie.
–Es imposible, en tu estado no deberías poder sobrevivir a una de las flechas de
Isidora…
–Tú no eres aquí el único guerrero que puede crear una armadura – le
respondió Craig al tiempo que su cuerpo formaba un resplandor amarillo –, yo tengo
una armadura de energía pura la cual me protege de impactos como el de tu amiga,
ya comprobamos que gracias a mi espada yo pude sobrevivir a tus embates, ahora
probemos el poder de tu armadura ante mi energía.
Craig se convirtió en un ser de energía pura que creció hasta los cinco metros
de altura y después explotó, las guardianas salieron disparadas por la fuerza de la
explosión estrellándose contra los muros de las construcciones en calles del
escenario convertido en una reproducción del Quinto Distrito, incluso Eacos se vio
en la necesidad de cubrirse el rostro con ambas manos para protegerse de la
intensidad de la explosión.
Cuando todo terminó, Guillerme Hellder yacía muerto y con el cuerpo
totalmente destrozado en el suelo, su cadena había desaparecido y Craig se
apoyaba en su espada para no caer.
Las dos mujeres gritaron de dolor al ver a su compañero muerto e
inmediatamente se fueron en contra del Caballero Fantasma, un doble rayo de
energía pura las derribó a ambas, Eacos decidió entrar en la pelea.
–Todavía sigo vivo – masculló Craig –, ve a tu lugar a sentarte mientras me
encargo de ellas.
–No esta vez, hoy me siento compasivo, te ayudaré con una de ellas, espero
que puedas con la otra.
–Haz lo que quieras – respondió Craig mientras se preparaba para combatir
contra una de las mujeres.
La guerrera del arco disparó contra Craig y la otra mujer con uno de sus
revólveres hizo lo propio contra Eacos, un ser de energía pura recibió el impacto
dirigido contra su creador pero su compañero no tuvo tanta suerte, Eacos esquivó el
disparo de energía clara de una de las armas de fuego pero lo impacto la energía
negra de la otra.
Tras el impacto las resistentes ropas de combate de Eacos estaban
destrozadas y su cuerpo también se veía herido, pero él se mostró igual de sonriente
y confiado.
–¡Armas de última tecnología mis huevos! – exclamó –. Lo suyo no son más que
copias baratas de los poderes derivados del “Gash” de los grandes ωlanes de
Boleria, con toda su tecnología los países más poderosos del mundo no han podido
crear nada nuevo, esas novedosas pistolas de las que tanto presumes no son más
que una reproducción de los guantes Nott controlados por los De Grieff, en su forma
más básica, claro, alguna vez hace siglos me enfrenté con uno de sus portadores y
casi me mata, al final igual lo derroté, lo tuyo no será más que un juego de niños…
Roberta Rhea empezó a disparar con ambas armas hacia su objetivo, las
energías luminosa y negra explotaban antes de impactar el cuerpo de Eacos, en su
desesperación la guerrera juntó sus dos armas creando un gigantesco rifle de asalto.
–Ni el guerrero más poderoso del mundo es capaz de sobrevivir a esto.
–Del cañón del arma surgió una poderosa combinación de las dos energías de
los revólveres, las cuales danzaban en una letal trenza de la muerte rumbo a Eacos,
quien dejó de sonreír en cuanto observó el poder del ataque.
El impactó causó un gran estruendo destruyendo todo alrededor, Craig se
volvió a transformar en un ser de energía pura para no resultar herido y su oponente
se cubrió con un par de escudos en forma de hologramas que surgieron de sus
brazaletes.
La sonrisa en el rostro de Roberta Rhea duró poco, aunque el poder destructivo
de su ataque fue impresionante no logró impactar a su objetivo, Eacos se colocó por
detrás de ella sin que la guardiana lo notara.
–Sus cuerpos son fuertes y rápidos, no lo puedo negar – le comentó Eacos al
oído –, pero no lo suficiente para un guerrero que tiene la sangre del Clan maldito.
Roberta Rhea no tuvo tiempo de huir, un rayo de energía pura le atravesó el
cuerpo, murió al instante, después de ver caer a su oponente, Eacos le gritó a Craig:
–¿Quieres que me encargue de la otra mujer?
Craig herido en su orgullo creó más de treinta seres de energía pura, y les
ordenó atacar a su oponente, Isidora Kolbeinn destruyó a muchos de ellos con su
arco y a otros más con su espada, la cual al igual que su arco y escudos parecía un
holograma de energía, pero de ninguna manera era inmaterial, su velocidad, arco,
escudo y espada no fueron suficientes para acabar con aquellos seres que
terminaron maniatándola, al tener contacto directo con esos seres la energía y
fuerza de la guerrera disminuyeron drásticamente, cuando ya no pudo defenderse
uno de esos seres se estrelló contra su cuerpo matándola al instante.
Luchando por no desmayarse Craig se aproximó al pilar que protegían los
guardianes, lo examinó detenidamente hasta que ubicó la pequeña placa
trasparente en el centro.
–Necesito la huella digital de uno de los guardianes – le dijo a Eacos.
El miembro del Clan Enoch le arrojó el brazo de Guillerme Hellder que se había
desprendido en su batalla con el “χrtista”, cuando ωraig lo revisó lo desechó a un
lado.
–Esto no sirve, la mano está completamente quemada, busca una extremidad
que no esté dañada.
Eacos tomó una de las manos de la guerrera que él había matado, de un
disparo de energía pura le arrancó el brazo y se lo lanzó a Sir Baruch quien lo atrapó
en el aire. Craig colocó el dedo pulgar en la placa y una pequeña puerta en la
columna se abrió mostrando un interruptor de color rojo, el Caballero Fantasma lo
movió hacia donde estaba la palabra “abrir” y después cayó completamente
agotado.

Antonar Ventura apuntó su brazalete hacia Bison Riazor y le disparó un par de


veces para inhibir su poder, después le indicó a su compañera que acabara con él.
Joseline Orn ordenó a su gigante cibernético que aplastara al guerrero, el puño se
estrelló contra el cuerpo de Sir Isaías aplastándolo sin más.
Por su parte, Petry St. Moses vio innecesario utilizar sus armas contra un
guerrero vencido, tomó un trozo de concreto que Sir Tlac rompió cuando se estrelló y
se dispuso a romperle la cabeza, la estructura descendió con una fuerza letal y se
estrelló en el piso, el cuerpo del Caballero Fantasma se había convertido en gas
evitando así la muerte.
Petry St. Moses no alcanzó a retroceder a tiempo y recibió el corte mortal en el
cuerpo, pero su piel no se vio afectada, la espada se quedó en su cuello como si se
tratara de un arma de madera, la guerrera retrocedió mientras el cuerpo del
controlador de los estados de la materia se volvía a formar.
–Nuestro cuerpo es sumamente duro – le dijo la mujer a su contrincante, de su
cuello apenas salía un hilo de sangre –, jamás me dañarás con tu arma.
–Ya lo veremos – le respondió Sir Tlac que volteó hacia su compañero de la
Orden de Riazor –. ¿Estás bien, Sir?
El “Profeta” se incorporó, a pesar de los poderosos impactos su cuerpo no
había sufrido ningún daño, el Caballero Fantasma alcanzó a establecer su
indestructible domo alrededor de su cuerpo salvando con ello su vida.
–Estoy bien – respondió Bison –, encárgate de esa mujer, yo lo hare de estos
dos – señalaba a Joseline Orn y Antonar Ventura.
–Eso es tener un cuerpo poderoso – le dijo Sir Tlacaélel a su rival señalando a
Sir Isaías –, el tuyo pronto colapsará.
Los anillos en los tres dedos medios de la guerrera brillaron y de ellos salió
material de nanotecnología formando tres androides de dos metros de alto cada uno,
el color de sus cuerpos era el mismo de las piedras incrustadas en los anillos de los
que surgieron: rojo, verde y azul.
–Interesantes tus armas – le dijo Sir Tlacaélel –, es como los guerreros de
Arcadia crean a sus clones o sombras.
–Nuestras armas usan la nanotecnología para formarse – le informó Petry St.
Moses –, yo uso mis anillos, mi compañera un llavero y nuestro líder un brazalete, ya
verás que no necesito más que a mis tres androides para derrotarte…
Petry St. Moses señaló a Sir Tlac y su androide rojo desapareció en un
parpadeo, apareció junto al Caballero Fantasma y con puñal luminoso rojo lo atacó,
el miembro de la Orden de Aztlán convirtió su cuerpo en gas para evitar el ataque
pero igual resultó herido.
–Conocemos tu poder, Sir – le advirtió la guerrera –, yo soy la persona ideal
para derrotarte, el arma de mi androide rojo vibra a velocidades superiores a la del
sonido, no importa que cambies la materia de tus células, igual saldrás herido.
Zhuma Dzcab se tocó la herida, era profunda pero su espada ya lo estaba
sanando, debía tener cuidado con los ataques del androide rojo, debía atacar a su
controladora para mantenerlo ocupado defendiéndola.
Convirtió su mano en un enorme puño y lo alargó hasta estrellarlo contra el
cuerpo de su oponente, el androide rojo lo cortó con su puñal vibratorio pero nada le
sucedió, su cuerpo era de plasma, así como la herida se abrió se volvió a cerrar, el
golpe fue poderoso y directo pero no alcanzó a la guerrera, su androide azul creó un
escudo cristalizado del mismo color que contuvo el ataque.
–Plasma…. – murmuró la guerrera –, el estado más raro de la materia, el puñal
de mi androide rojo no le hará daño a tu cuerpo pero mi androide verde sí…
El tercer androide, el de color verde, atacó a Zhuma, su especialidad era el
combate físico, golpeó con fuerza al Caballero Fantasma, sus puños y articulaciones
estaban magnetizados para causar mayor daño, a los primeros golpes Sir Tlac sintió
su cuerpo explotar, se vio obligado a reconfigurar su cuerpo en estado sólido.
Ahora el cuerpo del Caballero Guinda era tan sólido como la roca más fuerte, el
golpe magnetizado no le afectó, lo recibió y después de un golpe destruyó al
androide, el momento fue aprovechado por el androide rojo quien con su puñal
vibratorio volvió a herir al controlador de la materia.
Sir Tlac trató de reaccionar rápido pero el androide rojo era mucho más veloz
que él, apenas si dejaba un rastro de su velocidad cuando se movía, volvió a atacar
al guerrero de la Orden de Aztlán, pero fue aprisionado por numerosas y pequeñas
rocas que antes formaban el brazo del guerrero, éstas lo ralentizaron y con la otra
mano lo golpeó destrozándolo al instante.
Petry St. Moses veía sorprendida los restos de sus dos androides en el suelo.
–¿Cómo es posible que los hayas destrozado de un solo golpe? – le preguntó,
eso es imposible, no eres tan fuerte.
– Quizá sepas cual es mi poder – le respondió Sir Tlac –, pero no tienes ni idea
de cómo puedo utilizarlo, al aumentar mi masa mis golpes son letales, ni tu escudo
azul te salvará de mi poder.
El cuerpo de Sir Tlacaélel se convirtió en gas, era el estado en el que más
rápido podía desplazarse, cuando estuvo frente a Petry St. Moses volvió su cuerpo
nuevamente sólido y rompió el escudo del androide azul, justo iba a seguir con la
guerrera cuando sintió que lo apuñalaban por el costado, dobló su cuerpo justo en el
momento en que recibió una fuerte patada en el rostro.
El Caballero Fantasma se estrelló contra un muro, cuando surgió de entre los
escombros observó que los androides rojo y verde estaban al lado de su oponente.
Sir Tlacaélel nuevamente se volvió gas y desapareció desvaneciéndose en el
aire, apareció sobre los androides rojo y verde materializó sus brazos
endureciéndolos y los destrozó de nuevo, el androide azul le impidió acercarse a su
controladora.
– No importa las veces que destruyas a mis androides – le advirtió la guardiana
de los últimos pisos de la Ciudadela –, se volverán a formar hasta que te destrocen,
por más fuerte que seas y destroces la defensa de mi androide azul, te detendrá el
tiempo suficiente para que yo me aleje de ti y mis otros androides se hayan
reconstruido, cada vez estás más herido y eres más lento, no tardarás en caer…
–Desgraciadamente para ti ya no habrá más ataques – le dijo el Caballero
Fantasma mostrándole un fino hilo rojo a la guerrera que iba de sus dedos al cuello
de la mujer –, este siempre fue mi objetivo. ¿Recuerdas que te dije que el conocer
mi poder no te daba el conocimiento sobre mis técnicas de combate?
Desgraciadamente para ti aprenderás de mala manera la lección, la última de tu
vida.
Con los ojos temerosos Petry St. Moses observó cómo el dedo de Sir Tlac se
unía con su sangre, de inmediato se tapó con la mano la herida en el cuello pero era
demasiado tarde, su cuerpo se puso rígido, se sintió incapaz de seguir dando
órdenes a sus androides que se quedaron tan quietos como ella, de repente su
sangre empezó a salir como cascadas de varias partes de su cuerpo hasta que su
organismo resintió la falta del líquido vital y colapsó.
El brazo derecho de Sir Tlac había desaparecido por completo, el líquido volvió
a su cuerpo y su extremidad se volvió a formar, los androides desaparecieron
quedando en su lugar tres anillos, cada uno adornado con una piedra de distinto
color: azul, roja y verde.
Bison Riazor combatía contra Antonar Ventura y Joseline Orn al mismo tiempo,
el brazalete del guerrero de la Ciudadela podía controlar la dimensión del espacio
creando vórtices que enviaban a otros lugares a quienes lo cruzaban, él fue quien
envió a sus compañeros a los distintos puntos de batalla en cuanto los intrusos se
separaron.
Además de la inhibición de energía y el manejo de la dimensión del espacio, el
brazalete de Antonar Ventura como poder de ataque disparaba un pulso magnético
de presión de los puntos vitales del cuerpo que podía incluso con un solo disparo
dominar a un enemigo.
El problema para el guardián era la defensa de energía pura de Sir Isaías, ese
maldito domo resistía todos sus ataques, lo mismo sucedía con el enorme coloso
cibernético de su compañera, cuyos descomunales golpes tampoco lograban
destruir la protección del “Profeta”.
Bison ya estaba cansado, sabía que no podría sostener mucho tiempo más su
domo, con cada golpe del coloso cibernético le dolían hasta los dientes y los
disparos del brazalete del guardián debilitaban cada vez más su defensa, debía
tomar la ofensiva si no deseaba morir en ese lugar.
Alejó el domo de su cuerpo y lo utilizó para encerrar al coloso cibernético,
después envió el poder de su energía a sus puños dejando dos pequeños domos en
sus manos, así se lanzó al ataque, su velocidad no fue rival para sus oponentes que
eran tan rápidos como él, tanto Antonar Ventura lo golpeaba como Joseline Orn,
quien apenas logró escapar antes de que su coloso fuera capturado dentro del domo
de su rival.
Los dos guerreros aparecían y desparecían por cualquier sitio gracias al
brazalete del guardián de los últimos pisos de la Ciudadela, todo terminó con Bison
poniendo una rodilla en el suelo, momento aprovechado por Antonar Ventura para
disparar sus ondas magnéticas que golpeaban los puntos vitales de sus enemigos,
Sir Isaías ya no pudo levantarse.
Antonar Ventura se acercó al Caballero Fantasma de la Orden de Riazor para
acabar con él, momento aprovechado por Bison para atacar, fue incluso más rápido
que su oponente, pero su espada no traspasó al guardián, sólo lo hirió levemente en
el costado.
El guerrero protector de los últimos pisos se aferró a las ropas de Bison con su
mano izquierda al tiempo que le apuntó al rostro con la derecha, en cuyo antebrazo
portaba su arma de ataque.
–Nuestros cuerpos son demasiado duros para que puedan ser lastimados
seriamente por sus espadas – le informó a Sir Isaías –. Un disparo desde esta
distancia no lo sobrevive nadie, tu cerebro explotará.
Antonar Ventura no pudo decir más, su cuerpo fue atravesado por una espada
de energía pura, Bison había comprimido su domo hasta el punto de crear el arma.
–Tal vez la espada del alfabeto antiguo no sea suficiente para cortarte – dijo el
Caballero Fantasma –, pero no existe el cuerpo capaz de detener a la energía pura.
El guardián soltó a Bison Riazor y cayó de rodillas, segundos después su vida
expiró. El domo de Sir Isaías cedió y el coloso cibernético se vio libre de su encierro,
su potente puño de nuevo se impactó contra el Caballero Café, quien ante la
incapacidad de volver a establecer su domo creó un escudo en su brazo izquierdo al
igual que lo hizo con su espada de energía pura y después con esa misma cortó la
mano del gigante desde su muñeca.
Joseline Orn hizo retroceder a su enorme robot para después ordenarle que
disparara su arma a distancia contra el Caballero Fantasma, el robot lanzó un grito
atronador que obligó a Sir Isaías a poner una rodilla en el suelo, el ataque de
aturdimiento funcionó a la perfección, el escudo y la espada de energía pura de
Bison Riazor desaparecieron, la bestia nuevamente trató de aplastar al guerrero de
la tundra pero el “Profeta” logró esquivarlo a tiempo saltando a un lado.
La guerrera volvió a ordenar a su coloso que gritara en dirección a su
oponente, sin embrago, nada sucedió, Bison inmune a los gritos del gigante creó
varias esferas de energía pura tan duras como su domo y con éstas atacó al coloso
destrozándolo por completo.
Joseline tampoco se salvó, su velocidad no fue suficiente para huir, cuando
saltaba de su destrozado coloso cibernético fue atravesada por la espada Rho de Sir
Isaías, la guerrera al borde de la muerte preguntaba:
–¿Cómo es posible que hayas resistido el grito de mi coloso cibernético si ya
estabas casi derrotado? ¿En qué momento superaste mi velocidad? ¿Por qué tu
espada atravesó mi cuerpo? σo entiendo…
Mientras cargaba el moribundo cuerpo de la mujer hacia el pilar, Bison le
explicaba la razón de su derrota:
–Peleaste bien, la diferencia en el combate la hizo mi espada, no solo me cura y
regenera mis heridas, también restaura mi energía, la segunda vez que tu coloso me
lanzó ese terrible grito ya estaba protegido con mi domo, en cuanto a la velocidad, el
sorprendido debería ser yo, ustedes lograron igualar la rapidez de movimientos de
un guerrero élite de primer nivel, algo increíble, la diferencia es que empleando la
energía suficiente los guerreros con poder de “Gash” podemos ser todavía más
rápidos, en estos casos el "poder de sangre” hace la diferencia, lo mismo sucedió
con mi espada, si la cargo con mi propia energía puede cortar lo que sea, espero
que haya aclarado tus dudas.
Joseline Orn no respondió, ya estaba muerta, en el pilar del sureste, Sir
Tlacaélel ya esperaba a su hermano de armas de la Orden de Riazor, tomó el pulgar
de la fallecida guerrera y lo colocó en la lámina trasparente de la columna, una
pequeña puerta se abrió y el Caballero Guinda bajó el dispositivo rojo a donde se
leía la palabra “abrir”.
Migroz Kodran, Wilson Snorri y Danilo Abegoor en un instante desaparecieron
de la vista de Apolo Kray y Lady Izzy para después aparecer a un palmo de ellos y
atacarlos con su fuerza superior y velocidad, las dos Espadas Reales de las
Órdenes de Riazor y Aztlán sacaron sus espadas para protegerse del embate
combinado de sus tres oponentes, sin embargo, ambos resultaron golpeados.
–Su velocidad es la misma que la nuestra pero ellos son tres – comentó Apolo
señalando a sus enemigos –, creo que estamos en desventaja.
–La velocidad y fuerza de esos tipos es impresionante, Sir, igualan la mía pero
no la suya – le espetó Lady Izzy –, por favor deje de jugar y póngase serio.
Sir Dhul-kifl le sonrió a su compañera de la Orden de Aztlán, debía reconocer
que la chica era buena, con sólo ver sus movimientos supo que él era más rápido y
fuerte que sus oponentes.
–Está bien, lo que quería era encargarme yo sólo de los tres…
–Sólo tenía que pedirlo, Sir, me haré a un lado pero le repito que no estamos
aquí para jugar, las armas de nuestros oponentes son peligrosas, acabe con ellos
antes de que las utilicen.
Apolo guardó la espada Tau (Σ) en su funda y se lanzó en una nueva ofensiva,
enfrentando a sus oponentes en sus mismos términos pero con resultados muy
distintos a los de la primera acometida, quienes ahora cayeron fueron los guardianes
de los pisos superiores. Viéndolos desde arriba, Apolo Kray se tronaba los nudillos
de la mano derecha con la izquierda mientras hablaba.
–Voy a ser sincero con ustedes, es cierto que pueden vencer a cualquier
guerrero élite de primer rango, sin embargo, mis compañeros de la Orden de Riazor
y yo no somos simples guerreros élite, al igual que ustedes, desde pequeños fuimos
entrenados por los mejores maestros para ser los combatientes más poderosos del
país, ni los miembros del Clan Enoch están a nuestro nivel.
Wilson Snorri volteó a ver a sus compañeros y ambos asintieron, los tres se
pusieron de pie dispuestos a pelear con sus armas, Wilson sacó de entre sus ropas
una pequeña vara de quince centímetros de largo, de la cual salieron varios
nanocomponentes creando una enorme lanza unida a una serpiente cibernética que
se enrolló en el brazo del guerrero.
Migroz Kodran se colocó unos lentes oscuros cuyos componentes
nanotecnológicos rodearon su cuerpo creando una fuerte armadura, por su parte,
Danilo Abegoor sacó un par de dagas para su protección.
La batalla comenzó de nuevo, ahora Migroz Kodran auxiliado por su armadura
era más rápido y fuerte que Apolo, a quien golpeó hasta dejarlo sangrando en el
suelo.
–No se metan – les dijo a sus compañeros –, este tipo es mío, lo reventaré y
después nos encargaremos de la chica.
Una cuchilla surgió del brazo derecho de Migroz Kodran para cortar la cabeza
del ωaballero Fantasma conocido por el sobrenombre de “ωrush”, el guerrero
protector del estado de Riazor se giró salvando la vida, de inmediato se puso de pie
y sacó su espada para continuar con su pelea.
La velocidad y fuerza de Apolo también aumentó logrando llevar un parejo
combate con su rival, sin embrago, la experiencia del Caballero Fantasma jugó a su
favor, en un rápido movimiento cortó el antebrazo derecho de su rival, del que salía
la cuchilla.
Sir Dhul-kifl sonrió pero fue por poco tiempo, del cercenado brazo del guardián
salió disparada la cuchilla que pasó a través de la cara de Apolo sin dañarlo, cuando
“ωrush” se volvió, se percató que Lady Izzy tocaba su espalda, de inmediato ambos
se materializaron.
–Ten cuidado – le advirtió Lady Iztaccíhuatl –, pelea contra esos tipos como si
fueran los oponentes más difíciles que has tenido hasta la fecha, tuviste suerte de
que estaba al pendiente y logré llevarte entre dimensiones al momento que tu rival
disparó, de otra forma ya estarías muerto…
–Lo siento – se disculpó Apolo visiblemente confundido y apenado –, el tipo me
sorprendió pero no volverá a pasar…
–No eres un rival digno, Sir – le espetó Migroz Kodran al tiempo que el brazo
cercenado volvía a su lugar atraído por un hilo muy delgado, casi invisible –, te
escudas en una mujer para que te salve, he perdido el respeto por ti, ya no me
interesa pelear contigo, dejaré que mis compañeros terminen este combate.
Migroz Kodran se hizo a un lado dejando que sus compañeros atacaran a Sir
Dhul-kifl, Wilson Snorri fue el primero en llegar hasta el Caballero Fantasma, lo atacó
con su lanza, la cual vibraba como el puñal del androide rojo de Petry St. Moses,
Apolo logró contener el embate pero no contó con la serpiente cibernética que
sobresalía donde iniciaba el arma, la cual se estiró hasta rodearlo por completo,
estrujar sus huesos hasta romperle algunos y morderlo en más de cinco ocasiones,
en un desesperado movimiento “ωrush” cortó el cuerpo del reptil y logró alejarse de
su oponente.
Mientras se deshacía de la piel “muerta” de la serpiente, con la visión ya
borrosa, Apolo notó que la serpiente se volvía a formar en el extremo opuesto de la
cuchilla de la lanza de Wilson Snorri, con la mano temblorosa levantó su espada
preparándose para una nueva acometida pero no logró alzarla por completo, tenía el
brazo roto, tuvo que alzar el arma con la mano izquierda.
Apolo Kray jamás vio el siguiente ataque, una descomunal energía lo golpeó de
costado, el Caballero Fantasma se estrelló contra una casa derrumbándola por
completo sobre su cuerpo, Danilo Abegoor apoyado en sus dagas lo había
golpeado, una vez que todo terminó, los tres guardianes se volvieron hacia Lady
Iztaccíhuatl.
–Es extraña su forma de pelear, Lady – le dijo Wilson Snorri –, apenas si apoyó
a su compañero aun a sabiendas que si lo derrotábamos usted sería la siguiente.
–Él no quería que yo interviniera – respondió Lady Izzy alzando los hombros –,
no tenía por qué hacerlo.
–Conocemos su poder, Lady, usted con su control de la materia dimensional es
una guerrera de apoyo – le dijo Migroz Kodran –, no una combatiente directa, jamás
podrá contra nosotros.
Lady Izzy creó un vórtice dimensional sobre sus oponentes, las dagas de
Danilo Abegoor se convirtieron en dos espadas, a un movimiento de una de éstas,
la de su mano derecha, el vórtice desapareció.
–No crea que podrá enviarnos a otra dimensión – le advirtió Danilo Abegoor –,
mis espadas crean una defensa perfecta, no lo permitirán.
–Es una lástima – respondió Lady Izzy –, no deseaba matarlos, pero creo que
no tengo más remedio que hacerlo…
En ese momento un gran estruendo distrajo a los combatientes, Apolo Kray
surgía de entre las ruinas de la derrumbada casa, sus ropas estaban destrozadas y
señalaba a sus oponentes con su arma.
–No se olviden de mí, mientras yo esté vivo, ninguno de ustedes tocará a Lady
Izzy.
–Te ves bien para estar casi muerto – le dijo Migroz Kodran con indiferencia.
–Las heridas eran físicas y no he usado mi energía – le respondió Sir Dhul-kifl –,
mi espada Tau me sanó de inmediato, ahora les mostraré como se deja fuera de
combate a un oponente de manera definitiva.
–Insisto que no vales la pena – reafirmó Migroz Kodran –, ya perdiste dos
veces, pero si así lo quieres, yo te enviaré de manera definitiva al otro mundo.
–Creo que tienes razón – respondió Apolo sin inmutarse –, perdí la batalla
contra ustedes, dos veces, ahora sólo queda terminar esto de la forma más
decorosa posible – se volvió hacia su compañera de la Orden de Aztlán –. ¿Hay algo
que pueda hacer por mí, Lady Izzy?
–¡Por fin dejas a un lado tu estúpido orgullo y lo preguntas! – exclamó la chica
de la Orden de Aztlán –. Tengo el escenario perfecto para ti… ¿te gusta el viento?
–¡Me encanta! Dámelo y te lo agradeceré por siempre.
El terreno de combate se convirtió en una zona de huracanes, el suelo
desapareció pero no las construcciones, la fuerza del viento golpeaba a todos con
una gran potencia, aunque no tenían nada bajo sus pies no caían al vacío, los
guardianes entendieron que debían equilibrar su cuerpo para mantenerse de pie y
no ser llevados por la fuerza del aire, la armadura de Migroz Kodran lo protegía al
igual que las espadas a Danilo Abegoor, la serpiente en la lanza de Wilson Snorri
creció hasta cubrirlo por completo. Lady Izzy veía divertida cómo Danilo Abegoor
daba mandobles al aire.
–Es inútil que hagas eso – le advirtió a su rival –, tus armas pueden impedir que
te lleve a otra dimensión pero no que traiga la dimensión a la zona de combate, en
este caso es la dimensión del viento, sólo por esta vez me guardaré mi orgullo, tu
compañero mencionó que yo sólo era una guerrera de apoyo, esta vez lo seré –
volteó a ver a “ωrush” –, adelante Sir.
Apolo Kray reía mientras sentía todo el poder a su alrededor.
–Es una lástima que los Caballeros Fantasmas no podamos casarnos, Lady,
aparte de hermosa y poderosa eres inteligente, si pudiera te pediría que fueras mi
esposa
–Acaba ya con ellos – ordenó Lady Iztaccíhuatl con el rostro sonrojado.
Apolo desapareció en un instante, intentó atacar a quien consideró era el
guerrero más vulnerable en esa situación: Wilson Snorri, pero el guerrero lo esquivó
apenas a tiempo.
–La dimensión del viento funciona igual para todos – dijo Wilson Snorri –, sólo
es cuestión de acostumbrarse a los vientos para usarlos a tu favor, Lady Izzy no
tiene control sobre las dimensiones más que aparecerlas y desaparecerlas, mi
serpiente cibernética me advierte de tus ataques antes de que los realices, no
podrás…
Wilson Snorri no pudo seguir hablando, una espada cortó a su serpiente y
también su cuerpo.
¿Cómo hiciste eso? – preguntó mientras caía, no te vi y mi cuerpo puede
resistir los cortes de un arma…
–Mi poder consiste en amplificar el poder elemental y usarlo en mi beneficio,
esta dimensión de viento me da un poder ilimitado, cortarte a ti y a tu serpiente fue
tan sencillo como hundir un cuchillo en mantequilla.
Apolo nuevamente desapareció, en un instante cortó todas las extremidades de
Migroz Kodran, de lo que fueran sus brazos y piernas surgieron cuatro armas de
fuego que dispararon contra el Caballero Fantasma pegándole de lleno.
–Mi cuerpo es el más modificado de todos – dijo Migroz Kodran cuyo torso sin
extremidades se sostenía sin problemas en esa dimensión de viento, mis piernas y
brazos han sido sustituidos por armas y no sólo eso, tengo un control total sobre las
partes de mi armadura que cortaste…
De los brazos y piernas que volaban sin ningún sentido en esa dimensión de
viento surgieron filosas cuchillas, tanto de las manos como de los pies, éstas de
inmediato atacaron a Sir Dhul-kifl y a Lady Izzy.
Las dos Espadas Reales se protegieron con sus armas, tanto de las
extremidades como de los disparos de fuego, la guerrera de Aztlán le dijo al de
Riazor:
–¿Ya notaste el hilo casi invisible que corre de su cuerpo a las extremidades?
–Ya lo hice – respondió Apolo Kray –, lo he cortado varias veces pero se
regenera y vuelve a unir sus partes.
–Esa tecnología de punta no es original – comentó la Espada Real femenina –,
el Caballero Fantasma de los Herreros de Hamal a quien se le conoce como Sir
Sextantis tiene un poder parecido, sólo tienes que exterminarlo por completo…
–Mi especialidad, Lady, nadie destruye las cosas como yo…
Apolo extendió la mano hacia Migroz Kodran y cerró el puño, el aire a su
alrededor lo aprisionó hasta destruir su cuerpo por completo.
–Van dos – comentó Apolo –, sólo falta uno.
Danilo Abegoor se veía tranquilo, como si no le importaran las muertes de sus
compañeros, Apolo volvió a desaparecer para aparecer detrás del guardián, éste
con una de sus armas bloqueó el ataque y con la otra alejó a su oponente.
–Son unos dignos rivales, pero yo soy el más poderoso de mis compañeros, mis
espadas son mejores que las armas de los llamados FILτS, ahora lo verán…
El guardián señaló las construcciones alrededor con una de sus espadas y
éstas se destruyeron, quedando los restos en el viento formando proyectiles que
vagaban por la dimensión del viento sin ningún patrón fijo, atacando tanto a las
Espadas Reales como a Danilo Abegoor, la velocidad del viento no fue suficiente
para que Apolo lograra evitar todos los ataques, Lady Izzy se protegió
desmaterializando su cuerpo entre dimensiones y la espada defensiva de Danilo
desmaterializaba los objetos que pudieran golpearlo para materializarlos después.
Sir Dhul-kifl fue golpeado una y otra vez por las rocas hasta que flotaba
completamente inconsciente en la dimensión del viento.
Tu compañero ha sido derrotado – le dijo el guardián a Lady Izzy –, ahora
sigues tú, puedes traer la dimensión que desees, nada podrás hacerme, si bien no
puedo evitar que abarques el terreno de batalla, con la ayuda de mis espadas puedo
protegerme para que ninguna de tus dimensiones me afecte, veremos que tal te
defiendes de mis ataques.
Danilo Abegoor señaló a la Espada Real femenina con su espada derecha, de
ella salió un rayo de energía, Lady Izzy no hizo nada por evitarlo, una pared de rocas
contuvo el disparo, el guardián de los últimos pisos de la Ciudadela estaba
sorprendido.
–¿Cómo hiciste eso? Tú no puedes controlar tus dimensiones…
–Lady Izzy no puede controlar lo que sucede en esta dimensión, pero yo sí.
–Quien hablaba era Apolo Kray, ni siquiera se veía herido, le lanzó una mirada
de complicidad a su compañera quien le regresó un gesto de desaprobación.
–Fantoche… ¿puedes acabar de una vez con él? – La Espada Real femenina
de Aztlán señalaba a Danilo Abegoor.
–Está bien – Sir Dhul-kifl se disculpaba –, no tienes sentido del humor.
–¿Qué sucede? – preguntó Danilo χbegoor señalando a “ωrush” –. Yo te
derroté.
–No fue así – dijo Apolo –, por lo visto no recuerdas mi poder, puedo controlar
los elementos a mi alrededor, ninguna de las rocas me golpeó directamente, sólo
fingí ser golpeado para desconcertarte… ¿Lo conseguí?
–Ahora verás, maldito niño presumido.
Danilo Abegoor ya había perdido su confianza y frialdad mental, lo único que
deseaba era matar a su rival aunque tuviera que llevárselo con él a la tumba. Apolo
creó con los trozos de concreto a su alrededor varias puntas filosas y con la
velocidad del aire las envió contra el guardián quien apoyado en sus armas las
desmaterializó antes de que lo tocaran, con lo que no contó el guerrero fue que
también utilizando la velocidad del viento el Caballero Fantasma llegó hasta él y lo
traspasó con su arma.
El guardián se tambaleó y cayó de rodillas, en ese momento empezó a sentir la
fuerza de esa dimensión de los vientos, con lo último que le quedaba de fuerza
señaló a su rival.
–He perdido pero no lograrán su objetivo, explotaré con esta dimensión, con
ustedes y con el pilar, una vez que lo destruya no podrán subir a los siguientes
pisos, vendrán los guerreros del ωinturón por ustedes y los matarán…
Apolo Kray de inmediato se alejó, las espadas de Danilo Abegoor brillaban y la
energía que acumulaban era alarmante, la explosión acabaría no sólo con el pilar del
sureste, acabaría con todo en los pisos cuarenta y seis y cuarenta y siete del edificio
de la Ciudadela.
Una mano atrajo al Caballero Fantasma de la Orden de Riazor, la dimensión
del viento se empezó a cerrar de inmediato.
–Al sobrecargar sus espadas ese tipo ya no puede inhibir mi poder dimensional
– le explicó Lady Izzy a su aliado –, explotará con sus armas en la dimensión del
viento.
Danilo Abegoor con la mirada apagada observó como la dimensión del viento
se lo tragaba y sus contrincantes desaparecían, se lamentó de haber dedicado toda
su vida a entrenar para proteger los pisos cuarenta y seis y cuarenta y siete de la
Ciudadela y haber fallado, en ese momento se preguntó cómo sería la vida fuera de
esos pisos, justo instante en que sus armas explotaron.
En la dimensión de los hombres, Apolo Kray encontró la lámina trasparente en
el pilar del sureste, cargó con Wilson Snorri que era quien quedó más completo y
puso su dedo pulgar en el dispositivo que leía la huella digital, una pequeña
compuerta se abrió y después manipuló el interruptor hacia donde se leía “abrir”.

Rhodrigozz Humbolt y Diana Kray estaban espalda contra espalda, resistiendo


los descomunales golpes de los enormes guantes de Felicia Rhea, los ataques del
dragón cibernético de Luiba Bersi y los disparos de los guantes de Ruol Berthold, lo
hacían sólo con sus espadas y su energía, nada más.
–Mi poder no funciona contra ellos – se quejaba Diana –. ¿Por qué demonios tú
no usas el tuyo?
–No me gusta hacerlo – le confesó Rhodrigozz –, no es bueno siempre confiar
en nuestro poder.
–Eres un engreído…
–Tal vez, si quieres yo solo me puedo encargar de ellos utilizando únicamente
mi espada…
–Te propongo algo mejor – le dijo Diana sonriéndole.
–Te escucho.
–Ya me dio curiosidad por ver tu poder, deja me encargo de dos de ellos, si lo
consigo tú eliminarás al que quede con tu poder… ¿de acuerdo?
–Está bien – dijo Rhodrigozz viendo a Lady Alyassa como si fuera una pequeña
niña en un juego –, entonces yo me encargaré del último de los guardianes que
quede en pie.
–Perfecto.
Diana Kray avanzó de inmediato contra el dragón cibernético, el cual de
inmediato le disparó desde su hocico una bola de fuego, el ataque se difuminó
cuando estaba a punto de alcanzar su objetivo a un movimiento del arma de la
Espada Real femenina.
–Tal vez no pueda inhibir sus ataques – le dijo a la controladora de la bestia –,
pero con la ayuda de mi espada puedo destruir los embates elementales que
provengan de un arma artificial.
La Espada Real Femenina saltó hacia la guerrera, pero en el camino se
encontró con la cola del dragón que la golpeó en el abdomen mandándola a volar y
estrellándola con un muro, el cual se derrumbó sobre ella.
Todavía Diana no se terminaba de incorporar cuando la guerrera de los
grandes guantes la atacó, los dedos de sus armas se convirtieron en enormes y
afiladas cuchillas, de un movimiento de su espada la miembro Femenina de la Orden
de Riazor las evitó.
Luiba Bersi observó que Sir Axayácatl veía distraídamente la batalla de las dos
mujeres y trató de tomar ventaja, intentó golpearlo con una de las grandes
extremidades de su dragón pero el Caballero Fantasma de un movimiento de su
espada la bloqueó.
–Si yo fuera usted ayudaría a su compañera – le recomendó Sir Axa –, creo que
están a punto de matarla…
–No me hagas reír – le espetó la controladora del dragón cibernético –, Felicia
Rhea es la más fuerte de todos nosotros, la líder de los doce, es invencible.
Rhodrigozz Humbolt volteó hacia su compañera de la Orden de Riazor, lo hizo
en el preciso momento en que su rival desaparecía y la hería en un costado, al
mismo tiempo, Ruol Berthold incrementó su velocidad, los cristales en sus pies
soltaron un destello que lo impulsó con una gran potencia y también golpeó a la
chica, quien se incorporó de inmediato.
– Tu amiga ya está muerta – le advirtió Luiba Bersi –, cuando Felicia Rhea
desaparece borra su presencia por completo, le bastará un golpe para matar a tu
compañera, pero en el caso de que lograra bloquearla, Ruol Berthold se encargará
de ella con su gran velocidad.
–¿Y que impide que tus amigos choquen entre sí? – preguntó el hermano mayor
de Caris, la mujer había desaparecido y el guerrero masculino corría alrededor de
Diana a una gran velocidad –. Es imposible verlos a ambos.
–Mis compañeros han entrenado juntos toda su vida – explicaba la controladora
del dragón artificial –, pelean con una precisión perfecta.
–Entonces déjame ver el resultado de esa pelea – le propuso Sir Axayácatl –, no
pasa nada si lo haces, tú y tus amigos tendrán ventaja sobre mí, si no lo logran igual
ya estás muerta…
–Ruol y Felicia jamás perderán.
Al perder de vista a sus dos oponentes, Diana se quedó quieta en el centro,
cerró los ojos y enfundó su arma, juntó las palmas de sus manos y se concentró.
–¿Acaso tu amiga está rogando por su vida? – preguntó Luiba Bersi burlándose
de Lady Alyassa –. Ha guardado su arma y sus manos están lejos de la
empuñadura, a mis compañeros sólo les tomará una fracción de segundo matarla…
Rhodrigozz Humbolt centró su atención en su hermana de la Orden de Riazor,
él tampoco podía ver ni sentir a la portadora de los enormes guantes ni podía seguir
el movimiento del velocista, todo sucedió en un instante, Diana Kray desenfundó su
arma en el preciso instante que Ruol Berthold disparó hacia ella a través de los
cristales en las palmas de sus manos, Lady Alyassa destruyó el ataque con su
espada Sigma (΢), después realizó una rápida maniobra a su espalda, se escuchó el
choque de metal contra metal, Sir Axayácatl adivinó que la otra mujer atacaba a
Lady Alyassa por su punto ciego, bastaron dos movimientos más de la espada de su
compañera para que primero apareciera una cabeza volar y después un cuerpo con
dos enormes guantes caer, de la impresión el guardián masculino perdió el paso,
tropezó y se fue a estrellar contra un muro.
Diana Kray no perdió el tiempo, se lanzó en contra de la domadora del dragón
cibernético, la historia se repitió, el dragón la atacó otra vez, ahora con electricidad
que salió de su hocico, el ataque se difuminó antes de impactar a la guerrera de
Riazor que de nuevo se protegió con su arma, después vino el golpe con la cola de
la bestia.
“χlly” giró su cuerpo y cayó sobre la cola del dragón, subió corriendo por la
misma y saltó hacia una de sus extremidades superiores, cortó la garra que
disparaba ataques elementales y después se impulsó hasta la cabeza de la bestia,
en donde se encontraba su controladora.
Luiba Bersi se alejó aterrorizada de la Espada Real femenina pero no lo hizo a
tiempo, su velocidad súper humana era inferior a la de la chica, de quien recibió el
mismo tratamiento que su compañera: perdió su cabeza.
El dragón desapareció volviendo a ser un simple llavero al igual que los
enormes guantes de Felicia Rhea, en cuyas muñecas sólo se observaban un par de
aretes circulares.
–Ya hice lo mío, guapo – le advirtió Diana Kray a su compañero de la Orden de
Aztlán –, ahora muéstrame el poder de la antimateria…
–Materia oscura – la corrigió Sir Axayácatl –, yo controlo la materia oscura, es
Sir Neza quien maneja la antimateria.
–Da lo mismo, quiero verte en acción.
Ruol Berthold se incorporó totalmente asustado por el poder mostrado por la
chica, nunca nadie lo había bloqueado a su máxima velocidad y esa guerrera ni
siquiera estaba preparada para recibir su poder, no entendía cómo se deshizo de su
ataque y después mató a Felicia, más lo atemorizaba el tipo que la acompañaba al
que ni sus compañeras ni él habían logrado ni siquiera tocar, decidió huir, de nada
serviría enfrentarse a esos dos monstruos, corriendo a su máximo jamás lo
alcanzarían, pondría en sobre aviso al Cinturón de la Ciudadela para que lo fueran a
ayudar, esa era la única opción, por más fuertes que fueran los intrusos la pelea con
las sombras de los pisos superiores no sería inmediata, tenía el tiempo suficiente
para cumplir su labor: salvar el mundo.
Después de levantarse corrió hacia la salida de emergencia, una salida secreta
creada precisamente para momentos como ese, Diana lo señaló preocupada,
Rhodrigozz desenfundó su arma, la blandió lateralmente y después la volvió a
enfundar, Lady Alyassa alcanzó a ver sangre en la espada Dseta (Ζ), el guardián
que huía recibió la herida mortal en el costado, cayó de lado, moribundo se
arrastraba hacia la salida de emergencia.
–¡Maldita sea! – se lamentaba Ruol Berthold a punto de morir –. ¿Por qué
demonios nos entrenaron engañándonos? Nos aseguraron que nadie era más
poderoso que nosotros a excepción de los miembros del Clan Enoch y a ellos
podríamos vencerlos con nuestras armas. Mentirosos… – El guardián dejó de
arrastrase –. ¡Váyanse todos al diablo! σuestros creadores, el “Gash” y la
humanidad misma, ¡Váyanse todos a la mierda!
–¿Qué demonios hiciste? – le preguntó Diana a su compañero –. No vi
absolutamente nada…
–Me pediste que utilizara mi poder – le respondió Rhodrigozz –, no que te
explicara cómo funciona, lo cual no voy a hacer.
–Tampoco es necesario que lo hagas – Diana sonreía –, se dice que Freya es la
guerrera más rápida del país, Sir Corvus el más veloz para recorrer distancias y que
nadie alcanza la vertiginosidad de tu capacidad de ataque, lo acabo de comprobar.
Sin prestarle atención a su compañera de la Orden de Riazor, Rhodrigozz
Humbolt se dirigió hacia el último guerrero caído.
Vamos por ese tipo para que nos diga como abrir la puerta hacia los siguientes
pisos.

Una vez que los cuatro interruptores fueron manipulados para abrir las puertas
hacia el piso cuarenta y ocho de la Ciudadela, la pared detrás de la columna donde
se encontraba el elevador por donde habían llegado los intrusos se abrió mostrando
un par de puertas metálicas, los Profetas y sus acompañantes se reunieron, Eacos
pasó el dedo por un cristal de pantalla líquida y unos números aparecieron, Thora
Azzán por los altavoces le dictó una secuencia numérica y las puertas se abrieron.
–Eso es todo – dijo Eacos –, pueden retirarse, yo me encargo a partir de aquí,
espero que Radamanthys cumpla con su parte.
Los Profetas y los Controladores de la Materia se retiraron, bajaron hasta
donde se encontraba la Amazona que los esperaba acompañada de Psico en el
cuerpo de Caballero Águila.
–Es hora de irnos – le informó Diana –, que Psico se quede para cubrir a Eacos,
deberá crear la ilusión de que todo funciona bien en este lugar.
–Está bien – dijo la Amazona –, los sistemas de auxilio ya fueron anulados,
nadie sabrá de la presencia de Eacos en los pisos superiores.
–Entonces vámonos – apuntó Diana.
–Un momento – dijo Lady Izzy –, los trabajadores de este lugar, necesito que
Psico manipule sus mentes.
–¿En dónde están? – preguntó Thora Azzán.
–Los dejé en un cuarto cerrado del piso cuarenta y cinco del edificio, están
amordazados – le entregó la llave a Psico –, encárgate de ellos.
–No hay problema – afirmó la sombra recibiendo la llave.
–Necesito el Cuerpo de Caballero Águila – le dijo Sir Axayácatl a Psico.
–Es un buen cuerpo – respondió la sombra –, muy útil, podría necesitarlo un
poco más.
–De ninguna manera – le respondió Rhodrigozz Humbolt –, pronto pasará el
efecto de la droga que le di y créeme, el tipo también maneja la energía psíquica, si
se percata que lo posees se liberará y te destruirá, después a todos nosotros.
A regañadientes Psico abandonó el cuerpo de Caballero Águila, Rhodrigozz
convocó a su corcel alado y depositó el cuerpo del miembro del Tloque Nahuaque
sección Alianza en la montura.
Lady Izzy abrió un portal dimensional y los siete Caballeros Fantasmas junto
con la Amazona desaparecieron a través de él, en el camino de regreso abrió varios
portales más para llevar a través de la dimensión del hielo a los Profetas al paraje de
Beocia, cuando se despedían, Apolo preguntó por el miembro de las Espadas
Reales de Aztlán que faltaba.
–¿Qué hay con Sir Nezahualcóyotl? ¿También está con nosotros?
–No lo sé – le respondió Rhodrigozz –, tendrán que preguntarle directamente a
él su decisión.
–¿Y tú, Lady Izzy? – preguntó Diana Kray –. Cuando llegaste a ayudar
mencionaste que aún no te definías. ¿Podemos contarte entre nuestros aliados?
–Yo sólo apoyé a mis compañeros de Aztlán – dijo la controladora de la materia
dimensional –, aún no sé qué voy a hacer, tal vez después tenga que enfrentarlos a
todos ustedes, mi decisión está ligada a la de Sir Neza, ya les avisaré.
–Me gusta tu sinceridad, amiga – Diana Kray besó la mejilla de Lady Izzy –, tú y
Sir Neza nos han ayudado mucho, espero que te nos unas y si no es así juro que
jamás conocerás el filo de mi espada, estamos en contacto.
Lady Iztaccíhuatl abrió un portal a la dimensión del hombre por el que los
Profetas y Thora Azzán desaparecieron, cuando estuvieron solos, los Controladores
de la Materia sacaban conclusiones.
–¿Qué opinan de los Profetas? – preguntó Rhodrigozz.
–Que son los más poderosos de todos nosotros – respondió Zhuma Dzcab –, en
todos los duelos ellos acabaron con dos enemigos cada uno, yo creo que no hay
Orden más poderosa que la de Riazor.
–Izzy…
–Opino lo mismo, esos tipos fueron lastimados seriamente pero aun así
acabaron con sus oponentes, son un grupo para tomar en serio, no creo que otra
Orden pueda derrotarlos, no lo sé, tal vez los Herreros....
–Sí – concordó Zhuma –, tal vez los Herreros. ¿Qué hay de la líder de la Orden,
Rod?
–Creo que sus compañeros se quedaron cortos en comparación con ella –
comentó Rhodrigozz –, Lady Alyassa acabó con sus rivales en un suspiro y eso que
al parecer eran los más poderosos de los guardianes, sin mencionar que ella era
quien estaba en desventaja, aunque ahora somos aliados debemos tener mucho
cuidado con ellos, si deciden eliminarnos estaremos en serios problemas

Elohim se encontraba en el palacio de gobierno de Riazor cuando fueron a


avisarle lo que él ya conocía, que ocho poderosos guerreros se acercaban para
destituirlo de su puesto como Gobernador.
El ataque no podía llegar en peor momento, el Consejo de Gobierno por orden
del Consejo Familiar de los Riazor le había prohibido utilizar a los ejércitos en contra
de los rebeldes, si quería conservar su puesto tendría que defenderse él mismo con
sus propios medios.
Lo mismo sucedió con los Jinetes Alados Elementales, el Consejo de Gobierno
permitió que Elohim contara con "los zombies" para su batalla pero no con la otra
mitad del grupo de defensa que se quedarían a la orden del Secretario de Gobierno:
Shalem Enoch.
Más lo enfurecía el hecho de que su supuesto hijo fue quien movió y manipuló
todos los hilos en el Consejo Familiar de los Riazor para que le dieran la espalda,
Bastián era el culpable de que estuviera solo.
Cuando habló con Drakkar por medio de un comunicador, el portador de Indra
fríamente le dijo que sabía quién era su verdadero padre, Elohim no dijo más y
colgó, sabía que nada obtendría de los Riazor.
Sin saber cómo, todo se estaba derrumbando, sus aliados del Cinturón se
negaron a ayudarle, le echaron en cara que él tampoco hizo nada cuando los
rebeldes los cercaron y aislaron tomando los pisos inferiores de la Ciudadela.
También acababa de recibir el recado de la caída de Budha a manos de los
Arcángeles, con él cayeron por fin todos los Patriarcas, los FILOS Divinos que se
creían dioses fueron derrotados por simples mortales.
Elohim repasaba mentalmente cómo cayeron uno a uno los guerreros más
poderosos. Odín, su supuesto hermano menor, el conquistador del cero absoluto,
uno de los FILOS Divinos portadores de Valhalla más fuertes de la historia, fue
derrotado por sus propios pupilos: Escorpión, el portador de la espada roja quien
había ascendido a FILO Divino por derecho propio y Fenrir, el alumno estrella del
Patriarca de su familia.
Los siguientes en caer fueron los dos FILOS Divinos más poderosos
históricamente, el Arcángel Miguel, heredero del poder de su abuelo y su padre
además del suyo propio, el guerrero más poderoso de su generación, quien cayó
conjuntamente con Aries, el hijo del legendario héroe de la guerra con el país de
Stoa. En un combate de odio ancestral, los portadores de Génesis y Arietis se
mataron el uno al otro.
Después siguió Zeus, el guerrero que nació con el Hectanóquiro en su cuerpo,
una bestia sagrada que se decía fue el maestro del creador del Rayo: el Dios
Radius. Al igual que los demás FILOS Divinos, su poder era inmenso, fue el portador
de la espada suprema Olympia más poderoso en siglos. Muerto en batalla por sus
dos nietos: Thor y Libra, hijos de Genub Brunn, a quien Etneo despreciaba por su
bajo poder.
Y finalmente también había muerto su delfín, Budha, el chico al que él había
preparado desde adolescente para ser el Presidente de Boleria y así poder
manejarlo a su antojo, un incomparable guerrero que contenía en su cuerpo el poder
de un FILO Divino y un Arcángel Caído, vencido en combate por los Arcángeles
controladores de energía pura: Azrael y Rafael.
Seis patriarcas muertos si también se tomaba en cuenta el asesinato de Thore
Hobbs a manos de Zeus, todos ellos grandes e insustituibles guerreros, una lástima
si consideraba la batalla que se avecinaba, pero ninguno de ellos realmente le
servía, cada quien sólo veía por sus intereses personales, el mundo estaba mejor sin
esos hombres.
También pensaba en los rebeldes, sobre todo en Escorpión, la estrategia de
ese chico había sido perfecta, su modo de mover sus piezas fue excelente, de todas
sus probabilidades de conquistar Boleria la más arriesgada era la única viable,
acabar en un solo día con todos los patriarcas, de otra manera al ver el poder real de
los rebeldes los otros FILOS Divinos se habrían unido para aplastar la revolución,
cosa que sin duda habrían logrado si peleaban juntos, punto a favor del portador de
la “espada roja”, punto muy importante pero no definitivo, aún le quedaba al portador
de Antares un largo camino por recorrer, el más difícil, si se confiaba de sus actuales
victorias, perdería.
Elohim volteó a ver a sus principales colaboradores: Rave Isa y Shalem Enoch,
ellos dos no eran suficientes para contener la marejada de guerreros élite que se
aproximaba.
–Rave, hazme el favor de convocar a las Espadas Reales de Riazor.
–¿Está seguro? – preguntó el Secretario de Gobierno con escepticismo –. Esos
chicos no entienden de reglas ni de autoridades, hacen lo que se les da su gana.
–Lo que hagan en tiempos de paz no es de mi incumbencia, pero ahora se les
requiere para que protejan a su Estado. Tienen un deber y su obligación es
cumplirlo.
–¿En serio cree que cumplirán? Bien sabe quién está detrás de ellos...
–Si no cumplen que se larguen, de nada sirven aquí.
–Está bien, señor, voy a llamarlos.
Una vez que Rave Isa se retiró, Elohim le preguntó a Shalem Enoch:
–¿Qué opinas de todo esto?
–Mi opinión no importa – aclaró Shalem –, yo no estoy aquí por esa estúpida
guerra por la silla presidencial, estoy por la amenaza de los pisos superiores... ¿ya
localizaste a Minos?
–No, parece que se lo tragó la tierra, no sé qué le hizo Horus...
–Horus no es rival para Minos.
–Te equivocas, Horus es rival para cualquiera, el único guerrero del país a mi
nivel, nunca lo olvides si te llegas a enfrentar a él, sobre todo si Seth lo acompaña.
–Lo recordaré.
Lo que más preocupaba al Gobernador de Riazor era que mientras sus
enemigos se fortalecían él se estaba quedando sin recursos, había perdido a una
gran aliada en Nix, ahora no sabía lo que sucedería con los Guardianes del Destino,
en esos momentos su gran preocupación era la protección de las puertas del último
piso de la Ciudadela, tenía la sensación de que estaba perdiendo esa batalla, ni él
se imaginaba la razón que tenía.

En la Isla de las Tempestades en el Segundo Distrito, Jahziel, Fausto, Isaac y


Natalie enterraban a su madre, los cuatro habían hablado y decidieron que no la
enterrarían en ningún panteón familiar, Nitta no pertenecía a ninguna familia, ella
había forjado su vida conforme a sus creencias y no debía compartir su lecho eterno
con nadie.
Esa isla sería su tumba, el último lugar donde combatió y cayó creyendo en sus
ideales, con los hijos de Nix se encontraban los Guardianes del Destino: Nergal, Tyr,
Syn, Amón y Eunice, así como Océano y Iama que habían sido capturados.
En un principio Sir Num se puso furioso, quería matarlos a todos, pero Sir
Exxus entró en su cabeza y paró "la película" en su subconsciente, el gigante se
calmó, "el Confesor" trataba de hacerlo entender que estaban en una guerra y su
madre era una víctima más, no podía culpar a los compañeros de Nix por algo a lo
que ella los había arrastrado.
“Goliath” se negaba a entender, la muerte de su madre era algo que no podía
soportar, pero Jahziel lo hizo entrar en razón, le explicó que todo lo sucedido fue
obra de su madre, ella así lo planeó y al final murió en el cumplimiento de su deber,
como deseaba morir cualquier guerrero de Arcadia, Nitta Von Teague tuvo una
buena muerte.
Una vez que terminó la sencilla ceremonia, los Guardianes del Destino se
despidieron, pensaban regresar al centro de operaciones de los rebeldes en el
Tercer Distrito, Sir Exxus los detuvo.
–Un momento... ¿en dónde está la llave?
–En un lugar seguro – respondió Tyr.
–Será mejor que nos la entreguen, nosotros la cuidaremos mejor...
–Nosotros somos los guardianes y nosotros la seguiremos cuidando, Sir, esa es
nuestra labor y nadie más lo hará por nosotros...
–Puedo meterme en sus cabezas para saber en dónde está...
–Hazlo, pero entonces no saldrás con vida de este lugar – le advirtió Nergal.
Sir Num dio un paso al frente en actitud retadora, pero su hermana Tyche lo
detuvo. Sir Gene le habló a su compañero:
–Déjalos Mikael, cada quien tiene una labor y la de ellos es cuidar esa llave,
nosotros tenemos otra misión.
–No puedo dejarles tanta responsabilidad – repuso Sir Exxus –, estamos
hablando del futuro del país.
–Así es, primo, y tú no eres nadie para decidir lo que se debe o no hacer, yo me
iré con los Guardianes del Destino, ustedes sigan con su misión. – La voz de Fausto
llevaba implícita la amenaza de que no permitiría que los Caballeros Fantasmas se
llevaran la llave.
Mikael observó a sus dos primos, no deseaba dejar la llave en manos de los
Guardianes del Destino pero en esa ocasión nada podía hacer, Fausto, Jahziel y
Tyche estaban con ellos y no sabía cómo reaccionaría Sir Num si debía pelear en
contra de sus hermanos de sangre, decidió desistir.
–Está bien, Fausto, váyanse, pero a ti te hago directamente responsable de lo
que suceda con esa llave...
–Lo acepto.
Fausto, Tyche, Nergal, Tyr, Syn, Amón y Eunice, junto con sus dos prisioneros
partieron en un helicóptero de regreso a la base de los rebeldes en la escuela de
educación superior del Tercer Distrito, en el trayecto Fausto le preguntó a Tyr:
–¿No quieren pasar primero por la llave?
–No te preocupes – le respondió el nuevo líder de la Guardia del Destino –, aquí
la traigo conmigo...
–¿La has tenido todo el tiempo? – preguntó Tyche.
–Así es.
–¿Peleaste con ella aún con el riesgo de que te la quitaran? – volvió a preguntar
Tyche.
–Lo hice y nuestra estrategia resultó, Horus y Seth se volvieron a ir con las
manos en blanco.
Bonzzo tomó la mano de Syn quien le sonrió al sentir su contacto, todos sabían
que la guerra por la llave aún no terminaba, deseaban que Minos, el principal
guardián de las puertas del último piso de la Ciudadela apareciera lo más pronto
posible.
En la isla, los Caballeros Fantasmas de la Orden de Levit estaban deliberando
lo que iban a hacer, Isaac le reprochaba a Jahziel el haber ido en contra de las
decisiones de Sir Exxus.
–No debiste hacer eso, hermano, se supone que somos un equipo, Mikael sabe
lo que nos conviene.
–Mikael tiene una opinión y cualquiera de nosotros puede cuestionarla – repuso
Jahziel –, tú lo dijiste, somos un equipo, los Caballeros Fantasmas de la Orden de
Levit, no "el Confesor" y sus acólitos...
Isaac le iba a responder a su hermano cuando Mikael estalló en carcajadas,
tomó a Jahziel por el hombro y caminó con él.
–Tu hermano tiene razón, “Goliath” – decía Sir Exxus viendo al enorme
Caballero Fantasma que los seguía –, todos tenemos una opinión y Jahziel ha vivido
de cerca este asunto de la llave desde hace años, estoy seguro que su decisión fue
la mejor. "El Confesor" y sus acólitos... me gustó el nombre, suena poderoso.
Jahziel le dio una palmada en la espalda a Mikael y le extendió el puño a su
hermano, éste se lo chocó con su enorme manaza. Entonces "el Inmortal" preguntó:
–¿Y ahora qué sigue?
–Vamos de inmediato a Riazor, Lady Deuther en estos momentos ha de estar
con nuestros compañeros de Hamal hablando con los Profetas, no sé por qué tengo
el presentimiento que eso va a terminar muy mal...
–¿Por qué lo dices? – preguntó Sir Num.
–Los chicos de Riazor son extraños, cumplen con las formalidades pero
realmente nunca han sido parte de la Orden, tienen sus propios objetivos y te
aseguro que sus motivos obedecen a intereses personales, ellos deben estar
inmiscuidos en este asunto de la llave hasta el cuello.
–¿Cómo lo sabes? – Jahziel también se mostró interesado con lo que Mikael
decía.
–Como tú bien sabes la batalla por la llave del último piso es una partida que
lleva muchos años jugándose entre Elohim y un poderoso sujeto llamado
Radamanthys, las Espadas Reales de Riazor se entrenaron en los dominios de ese
tipo, en un lugar llamado el Paraje de Beocia...
–El lugar de la Biblioteca prohibida – comentó Jahziel.
–Así es.
–¿Estás seguro de eso? – volvió a preguntar “Goliath”.
–Al cien por ciento, "la viuda" fue mi maestra y de Lady Alyassa, convivimos
muchos años juntos, además de que con las Espadas Reales de Riazor entrenó en
el Paraje de Beocia mi hermano Emilian, esos sujetos son sus mejores amigos.
Sir Num veía con respeto a su pequeño líder, ahora tenía más clara la razón
del porqué había ido a hacer las paces con el Arcángel Rafael, lo usaría como
intermediario para negociar con "los Profetas".
–¿El Arcángel Rafael no podría ayudarnos a hablar con ellos?
–Su relación es complicada, ahora ambos tienen intereses opuestos, será mejor
que nosotros nos encarguemos, dejaremos lo de mi hermano como una última
posibilidad... Vámonos inmediatamente a Riazor.
Los tres Caballeros Fantasmas de la Orden de Levit levantaron el vuelo en sus
corceles alados, esperaban llegar a tiempo para ayudar a sus compañeros en las
conversaciones con sus hermanos de la Orden de Riazor.
Las Espadas Reales de la Orden de Riazor apenas llegaron a tiempo del paraje
de Beocia cuando reclamaron su presencia en el Palacio de Gobierno, se
presentaron ante Elohim vestidos con sus armaduras cafés, la Capitana de la Orden,
Diana Kray, iba al frente, detrás de ella a sus costados caminaban su hermano Apolo
y Craig X, detrás de ellos cerraba el grupo Bison Riazor.
Los cuatro guerreros se detuvieron ante Elohim, sus miradas se cruzaron con
la del máximo psíquico, Aureo Riazor no podía utilizar su poder en esos chicos, Lady
Alyassa se lo impedía, por lo que tuvo que convencerlos con argumentos de pelear a
su lado, palabras vanas en opinión de Rave Isa.
–Señor, nos informa su consejero que desea vernos... – “χly” hizo una leve
inclinación de cabeza.
–Así es Lady Alyassa, los rebeldes enemigos del estado están a las puertas de
la Ciudad de Lacerta, como su Gobernador les solicito que cumplan con su deber y
la defiendan.
–Gobernador, es de todos conocido que usted les ofreció a los rebeldes hablar
con ellos si conquistaban todas las provincias de Boleria...
–Se niegan a hablar.
–¿No será porque usted traicionó su confianza? Les prometió no entrometerse y
después les dio una puñalada en la espalda apoyando a otros traicioneros: los
habitantes del Cinturón de la Ciudadela, no conforme con eso condenó a muerte a
sus ahora enemigos...
–Será mejor que me digas las cosas de frente y sin rodeos... – dijo Elohim
molesto por los comentarios de Diana Kray.
–Creo que lo estoy haciendo, Gobernador, la presencia de los rebeldes en el
estado con intenciones hostiles obedece única y exclusivamente a sus errores como
Gobernador.
–Somos humanos, todos podemos cometer errores.
–Usted no es humano, Gobernador, eso lo sabemos todos... todos los presentes
al menos, usted se metió en este lío y usted saldrá solo de él...
–¿Le están dando la espalda a su promesa y al estado?
–Nosotros apoyamos al estado de Riazor, el Consejo de Gobierno no piensa
entrar en un conflicto que debilitará a sus ejércitos, menos si las otras provincias han
iniciado pláticas con los rebeldes.
–Te recuerdo que los rebeldes se niegan a tener una conversación.
–Con usted, señor Gobernador, así como con los demás Patriarcas que en paz
descansen, una vez que usted sea derrotado el Consejo de Gobierno de Riazor
tendrá pláticas de paz con los rebeldes.
–¿Esa es su última palabra?
–Así es, Elohim y con respecto a nuestro juramento puedes metértelo por el
culo, nosotros no pedimos ser Espadas Reales, fuimos obligados, ahora deberás
preocuparte por frenar a los monstruos que ayudaste a crear, deberán preocuparse
todos...
Aureo Riazor entendió el trasfondo de la amenaza de Diana Kray, sabía quién
estaba tras de ella, el peor enemigo del todavía gobernador del estado de los hielos.
–Eso significa que finalmente aceptan que están con Radamanthys...
–Así es, no sé por qué te sorprende, siempre lo hemos estado, escupimos en ti,
en los patriarcas, en las cuatro principales familias, en este sistema de gobierno y
hasta en los rebeldes, nosotros limpiaremos por completo el país para crear una
nueva era...
–Al escuchar eso último, Elohim se levantó, Diana Kray tranquilamente le
advirtió:
–Será mejor que te tranquilices, Elohim, tus verdaderos enemigos o por lo
menos los más inmediatos están a la entrada de la ciudad, por el momento nosotros
estamos en paz, la forma en la que estamos colocados no es casual, es nuestra
formación de batalla y es invencible, te recomiendo que mejor mueras afuera y no
dentro de tu Palacio de Gobierno.
Elohim volvió a tomar asiento y corrió a sus Espadas Reales.
–¡Largo los cuatro de aquí! ¡Fuera de mi vista!
Las cuatro Espadas Reales de Riazor abandonaron el Palacio de Gobierno de
Lacerta, en realidad no les importaba quien ganara la batalla que se avecinaba, los
vencedores serían ellos y su causa, cualquiera de los dos bandos iba a perder a
muchos guerreros élite en esa batalla.
–A propósito... ¿alguien sabe qué guerreros vienen a pelear en contra de
Elohim? – preguntó Bison.
–Rave Isa me comentó que en los límites de la capital aguarda el contingente
más poderoso que los rebeldes han enviado hasta ahora a un estado – respondió
Apolo –. Cuatro FILOS Divinos: Amaterasu, Heimdall, Kwan Yin y Brahma, también
los acompaña el líder de la Armada Elemental: Lúgh...
–¿El amigo de Craig? – preguntó Bison.
–Así es, además de Caribdis, Sir Phillippe y Lady Madeleine.
–Esta batalla no la puede ganar Elohim... – comentó Diana.
–Puede si pelean a su lado Rave Isa y Shalem Enoch – respondió Apolo.
–El Mesías y Shemhazai... – murmuró Bison.
–Esta vez no concuerdo con ustedes, no sólo los FILOS Divinos son peligrosos,
el "Primer Caballero" y "la Espada Maestra" son incluso más temibles que ellos,
Caribdis es el FILO más poderoso y Lúgh peleando con el Baphometh es
invencible... – repuso Diana.
–No te creas tanto, Diana – Craig con su mano apretó los cachetes de su
compañera –. Los Jinetes Alados Inmortales usando su máximo poder son tan
peligrosos como cualquier guerrero élite de los más poderosos, tienen siglos de
experiencia en este tipo de combates...
–Craig tiene razón, en este momento el enemigo más poderoso lo tenemos en
casa – apoyó Apolo –. El Muertero debe morir en esa batalla, incluso Radamanthys
le teme.
–Como sea – interrumpió Bison –. Será una lástima no ver esa pelea.
Los Caballeros Fantasmas de la Orden de Riazor estaban llegando a sus
instalaciones en Lacerta, pensaban recoger sus cosas y largarse, ya no tenía caso
permanecer ahí, estaban expuestos a sus enemigos, lo mejor era irse al Paraje de
Beocia y planear junto a sus líderes su próximo movimiento.
Cuando llegaron al salón principal, en el segundo piso de camino a sus
habitaciones, se encontraron con sus hermanos de la Orden de Hamal y Lady
Deuther de la Orden de Levit. Diana como la líder de la Orden de Riazor los saludó.
–Compañeros, me da gusto verlos pero también me sorprende, no avisaron que
vendrían...
–Lo siento – contestó el líder de la Orden de Hamal, Sir Corvus –. Las cosas se
han estado dando de una manera bastante... peculiar.
–Y que lo digas – comentó Diana Kray apoyando a Sir Corvus –, recién nos
enteramos que Budha ha caído, con su muerte se sigue cerrando el ciclo, los
Patriarcas de las seis principales familias van cayendo uno a uno, el país está sin
cabeza y un lunático se ha sentado en la silla Presidencial, si a eso sumamos la
rebelión de los FILOS, esto es un caos...
–Ese es el motivo de nuestra visita, “χly”, nosotros como los responsables del
país debemos poner orden, nuestra responsabilidad es salvaguardar la seguridad de
Boleria.
–Concordamos con ustedes... ¿qué tienen en mente?
–La Orden de Levit es quien ha tomado la iniciativa en esto, planean realizar
una convención nacional.
–¿Y en donde están Sir Exxus, Sir Num y Sir Gene?
–En Arcadia...
–Si fueron a hablar con los Apóstoles es tiempo perdido, Sir Thomas y Sir Judas
están extraviados, Sir Phillippe y Lady Madeleine están a la entrada de la ciudad
apoyando a los rebeldes, deberían hablar con ellos, nosotros, las Espadas Reales,
no deberíamos apoyar a ningún bando.
–¿Ustedes no lo hacen? – preguntó Sir Draco conteniendo su furia.
Lady Alyassa observó el puño de Sir Hefesto, tenía un papel en la mano, pero
no uno cualquiera, ella lo reconoció de inmediato, era papel de impresora, las
Espadas Reales de Hamal habían estado hurgando en su ausencia. “χly” observó la
puerta superior e inmediatamente supo que había sido abierta, tenía un sistema
oculto que no permitía cerrar la puerta más que con la llave adecuada.
–Que mala educación tienen las Espadas Reales de Hamal... – comento
señalando la puerta abierta –, es una descortesía invadir la privacidad de una Orden
hermana.
–No lo es si esa Orden piensa traicionar a su país... – respondió Sir Vulcano.
En ese momento sin dejar de sonreír Diana Kray sacó su espada del alfabeto
antiguo Sigma ( ) y atacó a Sir Vulcano, Lady Lyra se le adelantó y detuvo el
embate con su espada Lambda (ζ).
Los dos grupos sacaron sus espadas del alfabeto antiguo y comenzó el
combate, la Orden de los Herreros y Lady Deuther llevaban desventaja en ese
encuentro, Lady Alyassa había inhibido sus poderes, sin embrago, los Profetas
contaban con los suyos, afortunadamente para la orden de Riazor, sus espadas los
habían curado y llenado de energía, los cuatro estaban al cien por ciento de sus
capacidades.
En un veloz movimiento y despliegue de energía las Espadas Reales de Hamal
hicieron retroceder a las de Riazor e inmediatamente se colocaron en posición de
ataque, cuando un grupo de la Orden ocupaba su formación estratégica el poder de
los cuatro bloqueaba cualquier intento de inhibición de sus capacidades
elementales.
Sir Vulcano se puso a la cabeza del grupo con Sir Hefesto detrás de él a su
lado izquierdo, al lado derecho de Sir Corvus, más atrás de Sir Draco se colocó Lady
Wieland cerrando la formación Sir Regin hasta atrás de todos en la misma línea que
Sir Vulcano.
Inmediatamente los Caballeros Fantasmas de la Orden de Riazor hicieron lo
mismo formando una cruz, con Lady Alyassa al frente, Sir Dhul-kifl más atrás a su
derecha y Sir ψaruch a la misma altura que “ωrush” a la derecha de “χly”, quedando
Sir Isaías a la zaga.
Sir Vulcano apuró a “la Florista”μ
–Lady Deuther, será mejor que se vaya de este lugar.
–No puedo dejarlos solos – la miembro femenina de la Orden de Levit se
resistía a abandonar a sus hermanos de la Orden de Hamal.
–Bien sabe que usted sería un blanco fácil – le advirtió Lady Wieland a su
compañera –, no sabemos qué va a suceder aquí, alguien debe informar de la
traición de los Profetas a la Orden.
–Está bien, suerte hermanos – se despidió “la Florista” de los ωaballeros Grises
alejándose de inmediato de la zona de combate.
–Gracias, la necesitaremos – contestó Sir Regin viendo a sus oponentes.
Lady Deuther se fue de la habitación, los Caballeros Fantasmas de la Orden de
Riazor nada hicieron por detenerla, estaban completamente concentrados en los
descendientes de los herreros, en esas circunstancias cualquier mínimo error les
podría costar la vida.
Diana, Apolo, Craig y Bison estaban ante el momento de sus vidas, librando
una batalla mucho más difícil que la de los pisos superiores de la Ciudadela, para
ese instante se habían preparado arduamente, deseaban demostrar que su
formación era la más poderosa de las seis Órdenes y eso sólo lo probarían
venciendo a sus hermanos de Hamal, en ese momento los cuatro chicos recordaron
su duro entrenamiento con Darius Rashad y el padre de Bison, el anterior Sir Isaías.
El momento por fin llegó, el choque de dos potencias, de dos generaciones
diferentes, Hamal contra Riazor, los Herreros contra los Profetas, el metal contra la
energía pura, ya no había marcha atrás, sólo uno de los dos grupos prevalecería.
Las formaciones estaban completas, la “cruz” de Riazor contra la habilidad de
los Caballeros Grises de Hamal, las esferas de energía que liberaba cada grupo
chocaban entre sí y liberaban chispas de poder.
Las hostilidades comenzaron, Sir Isaías, el guerrero que cerraba la “cruz” de
Riazor estableció su domo de energía pura, así mismo, Sir Hefesto, el segundo
guerrero de la formación de Hamal liberó su bruma metálica.
El ruido del choque de ambos poderes llenó la sala, Sir Baruch, el guerrero de
la izquierda de la “cruz” liberó a un soldado de energía pura, quien traspasó el domo
y atacó a los Herreros.
Sir Vulcano, quien se encontraba delante de Sir Draco, liberó a uno de sus
cuervos metálicos explosivos, el ave chocó con el hombre de energía pura y en una
gigantesca explosión ambos quedaron destruidos.
Tocó el turno de Lady Alyassa, quien estaba al frente de su formación,
nuevamente atacó para quitar los poderes a sus enemigos, pero Lady Wieland que
se encontraba a la derecha de Sir Corvus ya había desplegado sus cuerdas
metálicas alrededor del campo de batalla, su "música" inhibió el poder de la
inhibidora.
Tanto Sir Dhul-kifl como Sir Regin eran el apoyo de los demás, en donde uno
de sus compañeros fallara ellos estaban ahí para completar el ataque o defender del
embate.
La batalla se recrudeció, Sir Corvus empezó a atacar con todo su arsenal, las
plumas de sus alas metálicas eran peligrosos misiles que hacían temblar el domo de
energía de Sir Isaías, mientras, el dragón metálico de Sir Draco se batía con los
hombres de energía pura de "el Artista".
“ωrush” utilizaba la bruma metálica de sus enemigos para controlarla y hacerla
pasar por el domo del Profeta convirtiéndola en poderosos ataques de energía pura
que Sir Cygnus con su metal líquido y Lady Lyra con sus cuerdas metálicas
destruían, por su parte, “χly” inhibía los ataques más poderosos que amenazaban la
estabilidad del domo que los protegía.
El duelo seguía parejo, ambas formaciones eran perfectas y la manera en que
desarrollaban sus ataques se nulificaban los unos a los otros, era imposible definir a
un ganador, Bison sudaba frío, ya no podría mantener mucho tiempo más su domo,
sangraba por la nariz, las manos le temblaban y cada impacto que recibía su escudo
protector él lo sentía en su propio cuerpo.
Sus compañeros no estaban mejor, Craig ya no pudo seguir creando más
seres de energía pura, sólo le quedaban dos y ese era su límite, Apolo desde hace
unos minutos ya no los potenciaba, estaba vacío por completo, al igual que su
hermana, que ya no inhibía los ataques enemigos, estaba totalmente exhausta,
pálida, incluso le costaba trabajo levantar su espada, parecía que en cualquier
momento se desvanecería, ahora entendían por qué los Herreros eran considerados
la Orden más poderosa de los Caballeros Fantasmas, los habían vencido.
Instantes antes de que colapsara el domo de Bison y todo terminara, Sir Draco
colocó una rodilla en el suelo, su aspecto era el peor de los ocho que combatían.
–¿Qué sucede amigo? – preguntó Sir Corvus.
Sir Hefesto estaba completamente pálido, temblando y sudoroso.
–Que ya no doy más, lo siento compañeros...
Sir Draco se tocaba el costado de su cuerpo, Lady Lyra le quitó la mano y
entonces todos se dieron cuenta que sangraba profusamente, los controladores del
metal líquido y las cuerdas lo fueron a auxiliar mientras Sir Corvus vigilaba a sus
oponentes que parecían al borde del colapso.
–¿Qué sucedió, Alsaf? – preguntó Sir Cygnus al miembro del Clan del dragón.
–Que esa chiquilla es demasiado buena – Sir Draco señalaba a Diana Kray –,
su técnica con la espada es algo nunca visto, amigo, cuando empezó la pelea logró
herirme mortalmente, pensé que la espada Iota me curaría, pero la herida es
profunda y estoy utilizando mucha energía en el combate, no puedo sanar...
–Descansa en lo que nosotros peleamos... – dijo Sir Cygnus –. Los Profetas ya
no pueden más, esta pelea ya está ganada…
–No Sergei – Sir Draco tomó a su compañero por el brazo –, la formación de
esos chicos es perfecta, si no peleamos todos, moriremos...
–Entonces ya perdimos... – dijo Sir Cygnus apoyando la cabeza en la de su
amigo.
–Kara… – Sir Draco veía a su compañera que también parecía estar al borde
del desmayo –. ¿No hay nada que puedas hacer?
–No – respondió Lady Lyra poniendo una rodilla en el suelo –, he regresado tres
veces con mi cuerda del tiempo y en todas ellas hemos perdido, no te culpes – le
sonreía a Sir Draco –, esos chicos son mejores que nosotros, estoy en mi límite, este
es el final…
–¡No! – exclamó Sir Corvus interrumpiendo a sus compañeros –, aún tengo un
as bajo la manga, tú y Kara váyanse – señaló a Sir Cygnus –, yo me quedaré con
Alsaf.
–¿Vas a utilizar el cuervo de plutonio? – preguntó Sir Draco, era el último de los
cuervos nucleares que Sir Vulcano podía crear, los otros dos los había utilizado en
su combate contra Aries y necesitaba de mucho tiempo, semanas incluso, para
volverlos a crear.
–Así es, amigo...
–Entonces corran lejos... – les dijo Sir Hefesto a sus compañeros.
–Yo no voy a ningún lado – contestó Lady Wieland –. Elan está muerto, así lo
siento en mi corazón, aunque hayan querido ocultármelo ya lo sé, sin él no quiero
seguir viviendo...
–Entonces nos quedamos todos... – dijo Sir Cygnus.
–No amigo – contestó Sir Corvus –. Tú debes vivir, eres el mejor maestro de
todos nosotros, enseña a las nuevas generaciones, edúcalos, evita que terminen
como Alsaf y como yo, nosotros merecemos morir y Kara no se va a ir, tú te debes a
la Orden...
–No – respondió Sir Regin llorando –, no me aparten...
–Vete amigo, de todas formas tú ni querías entrar a la Orden, lo hiciste sólo por
nosotros – le dijo Sir Draco.
–No – Sergei Sadr se negaba a dejar solos a sus compañeros y amigos de toda
la vida –, por favor... déjenme morir con ustedes.
–Necesitamos que nos hagas un último favor... te encargamos a nuestros hijos,
Sergei, cuídalos – Lady Lyra tenía a su compañero tomado del rostro.
–¡Malditos sean! – despotricó Sir Cygnus completamente fuera de sí –. ¡Malditos
sean los tres! No es justo lo que me hacen, no es justo...
–Adiós y buena suerte, amigo – se despidió Sir Corvus mientras liberaba a un
cuervo de metal de color verde –. Tú eres el mejor de nosotros, sabíamos lo de tu
trato con el Consejo de Familia de los De Grieff, Arely me lo dijo, fue a buscarme al
castillo negro antes de que tú y Alsaf llegaran, de los cientos de chicas que te
conocí, ella es la que siempre me gustó más, esa mujer sí que vale la pena, jamás
hubiéramos permitido sacrificar tu vida por una venganza, sólo queríamos que Aries
admitiera su derrota, al final igual perdimos, no merecemos llamarnos Herreros,
encárgate de que la siguiente generación vuelva a poner el nombre de la Orden de
Hamal en lo más alto, por favor, haz que el país olvide a la “generación podrida”.
Los Profetas ya no atacaban, sabían que por unos segundos de diferencia
habían ganado, dispuestos en su posición de combate trataban de reunir de sus
espadas toda la energía posible, lo hacían mientras sus rivales se despedían, no
existía odio entre las dos Órdenes, simplemente peleaban en bandos contrarios,
además, los miembros de la Orden de Riazor sabían que vendría una última
acometida, la definitiva que marcaría al único ganador.
Con sus cuerdas Lady Wieland rodeó toda la habitación formando un domo
metálico, éste cubrió a los dos grupos, con lo último de su poder que le quedaba, Sir
Hefesto rodeó el domo de su compañera con su Bruma metálica. En ese momento
Sir Vulcano envió su cuervo metálico de plutonio contra el domo de la Orden de
Riazor reforzando también el domo de su compañera con sus plumas metálicas.
–De aquí no saldrá nadie vivo...
Kara Vega antes del final tomó el rostro de Minkar Kraz y lo besó, es lo menos
que le debía a quien había dedicado su vida a amarla sin ser correspondido, Sir
Corvus le sonrió a su compañera.
–Esa es la mejor despedida que podía recibir.
Las tres Espadas Reales de la Orden de Hamal se abrazaron en una
despedida final, mientras, "el Artista" había convocado a su gigante elemental, éste
se fusionó con el domo del "Profeta", "Aly" con todo su poder trató de inhibir al
cuervo verde y “ωrush” potenció a sus compañeros hasta sentir que se quedaba sin
nada.
La explosión hizo temblar la tierra, el domo de Lady Lyra que absorbía
cualquier poder elemental reforzado con la bruma metálica de Sir Draco y
principalmente las plumas metálicas de Sir Corvus evitaron que los efectos del poder
del cuervo verde se esparcieran por las calles de Lacerta, pero el edificio sede de los
Caballeros Fantasmas de Riazor quedó reducido a cenizas.

Inmediatamente después, de entre las cenizas y los escombros del edificio


sede de las Espadas Reales de Riazor, surgieron cuatro figuras, todos gravemente
heridos pero vivos, sus espadas ya habían empezado el proceso de sanación.
Sus armaduras estaban inservibles, se las arrancaron mientras caminaban
como si vistieran con papel, era una renuncia simbólica a la Orden de los Caballeros
Fantasmas, Bison sacó su espada del alfabeto antiguo Rho (ρ) para botarla pero
Apolo lo detuvo.
–Esas son nuestras, nos las ganamos, si los Caballeros Fantasmas las quieren
de vuelta que nos las arrebaten.
Las cuatro ex Espadas Reales llamaron a sus corceles alados de color café,
afortunadamente para ellos, el convocarlos no les quitaba ninguna energía, al
contrario, la energía de sus bestias cumplía la misma labor que las espadas del
alfabeto antiguo, en ropa interior se alejaron de Lacerta con rumbo al paraje de
Beocia.
Oculta entre la vegetación que adornaba el enorme terreno que antecedía al
edificio de la Orden de Riazor, Lady Deuther lo observó todo, no podía creer que los
famosos Herreros de Hamal hubieran perdido esa batalla en contra de los Profetas,
"la Florista" pensó en todos los acontecimientos que se habían suscitado en los
últimos años, otra vez las nuevas generaciones habían prevalecido sobre sus
antecesores.
La Espada Real de Levit observaba con tristeza los restos de ceniza y
destrucción del edificio sede de la Orden de Riazor, una lágrima rodó por su mejilla
en recuerdo de los valientes Caballeros Grises, en ese momento tres caballos
alados hicieron su aparición, eran sus compañeros de la Orden de Levit.
–Lady Deuther... ¿qué fue lo que sucedió aquí? – preguntó Sir Gene –. El humo
de esta destrucción se ve a kilómetros.
–Sucede que las Espadas Reales de Riazor han traicionado a la Orden, a su
estado y a su país.
–Malditos... – masculló Sir Num.
–No hace falta que diga lo demás, hubo pelea con la Orden de Hamal...
¿verdad? – preguntó Sir Exxus.
–Así es.
–¿Se extinguieron la una a la otra?
–No, ganó Riazor.
–Eso no lo puedo creer...
–Yo tampoco, Mikael, pero lo vi con mis propios ojos, esos restos de ahí son las
armaduras de los Profetas, es una clara afrenta y renuncia a la Orden.
–¿Sabe a dónde fueron?
–Al norte...
–Será mejor que nos marchemos – Mikael apuró a sus compañeros –, pero
antes debemos encontrar las espadas de nuestros hermanos de Hamal y llevarlas a
su Orden, se los debemos, después iremos al único estado que nos falta: Arcadia.
Los guerreros de Levit iban a empezar a buscar cuando una figura de metal
líquido empezó a surgir de los escombros hasta formar el cuerpo de un guerrero, de
inmediato los Caballeros Fantasmas de Levit se acercaron a Sir Cygnus.
–Sir... ¿está usted bien?
–No "Confesor", no estoy bien – chilló Sir Cygnus –, mis hermanos están
muertos...
Las Espadas Reales de Levit vieron la mano izquierda del "cisne", en ella
llevaba las espadas del alfabeto antiguo Iota (I), Kappa (K) y Lambda (Λ).
–Entonces busquemos los cuerpos de sus compañeros...
–No es necesario, ahora son cenizas, regresaré a Hamal a notificar a sus
familias de su deceso y a organizar la ceremonia que se merecen, estaré al tanto de
la asamblea nacional... ¿le parece bien, Sir Exxus?
–Por supuesto que sí, Sir, nosotros nos encargamos de ir a Arcadia para hablar
con los Apóstoles, le damos nuestro más sentido pésame por la pérdida de sus
compañeros, estamos a sus órdenes para lo que necesite...
–Nada necesito, Sir, mis compañeros tuvieron una muerte digna, en el
cumplimiento de su deber, el fin que deseamos todos los guerreros. Hasta pronto.
Sir Cygnus convocó a su corcel gris alado y se perdió en el cielo, Lady Deuther
preguntó a Mikael.
–¿Ahora qué hacemos?
–Jamás pensé que nuestra misión traería tan funestas consecuencias, pero
ahora estoy más convencido de que debemos terminarla a cualquier precio. Lo más
propio y justo ahora es apoyar a Sir Regin, sus compañeros dieron la vida en una
batalla que nos correspondía a nosotros pelear, aun en la muerte nos dieron un
valioso mensaje, hay que tener cuidado con el poder unido de los Profetas.
–¿Entonces? – volvió a preguntar Lady Deuther.
–Acabamos de pasar por el campo de batalla entre los rebeldes y Elohim –
comentó Mikael –, al parecer esa contienda también la ganarán los guerreros de
Riazor, ahí se encuentran peleando Lady Madeleine y Sir Phillippe, seguramente
ninguno saldrá vivo y nadie sabe dónde se encuentran Sir Thomas y Sir Judas, en
unas horas tal vez ya no exista la Orden de Arcadia, vámonos a Hamal a presentar
nuestros respetos, que Jahziel se quede a ver el resultado de la batalla y nos
informe.
JÍNETES ALADOS ÍNMORTALES

Una vez que se retiraron las Espadas Reales del Palacio de Gobierno, Elohim
volteó a ver a su Consejero y Secretario de Gobierno, no tenía tiempo para
lamentarse, debía detener a los rebeldes que amenazaban su ciudad.
–Rave, prepara a los Jinetes Alados Inmortales...
–Sólo se encuentran los Riazor, señor.
–¿En dónde están los demás?
–No se ha sabido nada de la Amazona y la Princesa desde que hicieron la
liberación total de sus sombras, el último lugar en el que se les vio fue en el Paraje
de Beocia.
–¿Qué hacían ahí?
–No lo sé, mis espías todavía no han logrado averiguar nada y usted bien sabe
que nada ni nadie puede entrar en ese lugar sin que Darius Rashad se entere.
–Radamanthys tiene algo que ver con esto... – escupió Aureo Riazor pensando
en su mortal enemigo, no podía creer que le arrebatara la fidelidad de sus soldados
más confiables.
–Tal vez, tampoco es para preocuparse tanto, seguramente las hermanas
Azzán están haciendo sus investigaciones por su cuenta, habrá que preguntarle a su
líder...
–Y hablando del líder de mis Jinetes Alados Inmortales... ¿qué sucede con él?
¿Dónde demonios está el Aprendiz?
–Fue a buscar el cuerpo de su hijo a Ishtar...
–¡Maldita sea! – explotó Elohim –. Buen momento eligió ese idiota para creerse
un buen padre...
–Tiene al Muertero a su disposición, señor – comentó Rave Isa tratando de
calmar a Elohim –, eso debe ser más que suficiente... ¿Cuáles son sus órdenes?
–Tienes razón, con el Muertero a mi lado me basta y me sobra, que él, la
Religiosa y el Hereje se preparen, salimos de inmediato a pelear.
–Si señor...
Elohim volteó a ver a Shalem Enoch.
–¿Listo hijo?
–Te equivocas conmigo, Elohim – Shemhazai se desentendía del conflicto –, ya
te dije que a mí no me interesa esta disputa por la silla presidencial, yo estoy aquí
para evitar la destrucción de Boleria.
–Por lo menos permite que me acompañen los Jinetes Alados Elementales, el
Consejo de Gobierno los dejó bajo tu mando.
–Así lo hicieron para evitar que los utilices, no pelearán.
–No me falles ahora, Shalem…
–Aunque yo te apoyara, Elohim, Asiria es quien controla a los Jinetes Alados
Elementales y me dejó bien en claro que no te ayudará, me dijo que reservará a sus
guerreros por si tú fallas.
Elohim se sentía furioso, con la supuesta renuncia de los Jinetes Alados
Elementales a sus armas, él, como Gobernador, estaba impedido de obligarlos a
pelear a su lado, todo dependía de sus hijos Asiria y Shalem, quienes en ese
momento le estaban dando la espalda.
–Los Jinetes Alados Elementales no podrán contra Horus y Radamanthys,
mucho menos contra el mal que se encuentra tras la puerta del último piso de la
Ciudadela y lo sabes bien. Si yo caigo Boleria estará desprotegida...
–Si tú caes pierdes la Gubernatura de Riazor, nada más.
–Los rebeldes pueden matarme.
–Para matarte primero tienen que saber cómo hacerlo, padre, si pudiera yo
mismo lo haría, eres un asco de persona, un genocida, ¿crees que he olvidado lo
que hiciste en Levit? Estás solo en esto.
Elohim le lanzó una mirada de desprecio a Shemhazai.
–No me extraña de ti, eres el más débil de todos los que pertenecemos a la
estirpe de Caín, una vergüenza...
–Será mejor que te preocupes más por tus enemigos y menos por mí, Elohim, ni
tú eres rival para cuatro FILOS Divinos.
–Chiquillos sin experiencia, ya arreglaremos cuentas tú y yo cuando regrese...
–Como quieras.
Elohim salió del Palacio de Gobierno de Lacerta, ahí lo esperaban Rave Isa
junto con los Jinetes Alados Inmortales: el Hereje, la Religiosa y el Muertero, todos
acompañados de sus sombras: Aer, Hydros y Flama.
–¿Están preparados?
–Sí señor – respondieron todos.
–Adelante, recuerden que no podemos perder esta batalla. – Aunque Elohim les
hablaba a todos sus guerreros, veía fijamente al más letal de todos ellos, al
Muertero.
–Entendido – respondió Rave Isa.

Los rebeldes comandados por Brahma estaban casi llegando a la ciudad de


Lacerta, no pretendían pelear en la ciudad arriesgando vidas humanas inocentes,
sabían que el enemigo conocía de su presencia y esperaban con impaciencia por su
arribo.
–Creo que lo mejor será enviar a un emisario... – propuso Brahma.
–Tranquilo muchacho, Elohim y sus jinetes pronto aparecerán, ellos no le temen
a nada ni a nadie – respondió Sir Phillippe.
–Está bien, esperaremos un momento más, pero no mucho – Connor observaba
el cielo –, pronto anochecerá.
Caris veía a sus compañeros de batalla, por lo menos había tres parejas entre
ellos: Sir Phillippe y Lady Madeleine, Connor y Selene así como Rhiannon y Drake,
deseó que Cross estuviera a su lado peleando, si iba a morir en una batalla prefería
estar con Cross que con Siege o Deneb, pero la relación con Escorpión se había
enfriado últimamente, Edgar de Grieff se acercó a ella, parecía que le había leído el
pensamiento.
–¿Viendo con envidia a las parejas?
El comentario tomó desprevenida a Caris, se sonrojó y no supo que contestar.
–¿Qué? No... yo sólo...
–No te preocupes, nunca había visto a nadie tan hermosa como tú,
seguramente encontrarás a alguien.
–Ya tengo a alguien... – respondió Caris en un murmullo.
–Y ese no es mi primo Deneb... ¿verdad?
–¿Qué tiene que ver Deneb en esto?
–Todos sabemos que está loco por ti. Deneb es raro, es mi primo pero él vivía
con los De Grieff del Cinturón y yo con los Yaotl, Troy es mi hermanastro y Fausto es
como mi hermano, a pesar de que Amaltea De Britten no era la madre natural de
Deneb lo crió como si fuera su hijo, a Fausto, a Troy y a mí nos crió mi tía Saideth, la
hermana de mi madre.
–¿Qué sucedió con tu madre?
–Cayó en una gran depresión cuando el padre de Troy fue enviado al Quinto
Distrito acusado de traición al estado y se desconectó del mundo – Edgar no sabía
que realmente fue su padre, Aries, quien dejó a su madre en esa depresión total –,
el padre de Fausto también fue condenado de por vida a ese lugar y su madre salió
huyendo con Isaac, su hijo menor, mi tía Saideth fue quien se hizo cargo de
nosotros, imagínate las que sufrió, criar y educar a un De Grieff, un Hobbs y un Yaotl
juntos, su casa era zona de guerra.
–Los crió porque todos tienen sangre Yaotl...
–Así es, pero he de decirte que aunque me crie con Fausto y Troy, me llevo
mejor con Deneb, tiene una personalidad indescifrable, a veces es un gran cretino y
otras el amigo más leal que existe.
–Deneb es un gran amigo.
–Él quisiera ser algo más que eso para ti...
–¿Te lo ha dicho?
–No necesita decírmelo para saberlo, basta con ver cómo te mira, él y Siege
Hobbs se disputan tu amor... ¿A cuál de los dos prefieres?
–A ninguno...
–Entonces es cierto lo que se cuenta, tú eres una de las tres bellezas que se
disputan el amor de Escorpión...
–Esa es una fea manera de decirlo, siempre me ha molestado.
–Perdón por eso, supongo que es envidia, Escorpión es afortunado...
–No lo es, quiero mucho a Siege y a Deneb, me duele lastimarlos por querer a
alguien más, Cross debe sufrir lo mismo.
–Así es el amor, Caris, algunos son afortunados como Escorpión y mi padre,
otros no tanto...
–¿Estás bien por lo de tu padre?
–La verdad es que no me importa mucho, el cabrón nunca estuvo para mí, mi
verdadero padre fue mi tío Edgar, lástima que murió muy joven, a pesar de que no
pudo criarme, siempre creí que Aries era un buen tipo pero al final pude conocer su
verdadera personalidad, la verdad es que ahora me alegra no haber tenido casi
ningún contacto con él.
–Pero la sangre es la sangre...
–Siempre voy a ser un De Grieff, pero más por mi tío Edgar y por mis tías Teg y
Amy que por Aries.
–Yo también perdí a mi papá en esta guerra...
–Lo siento.
–Al principio me metí en este lío porque todos mis amigos estaban involucrados,
pero ahora realmente creo en que esta revolución es necesaria.
–Al final yo también terminé involucrándome, creo que es mi obligación terminar
lo que mi padre inició...
–Entonces si lo querías aunque sea un poco...
–Sólo un poco tal vez...
En ese momento Oberón se acercó a Lúgh corriendo, le ladró un par de veces
y después apoyó la cabeza en las piernas de Caris, quien lo empezó a acariciar.
–Es lindo – comentó.
–Es mañoso – repuso el líder de la Armada Elemental –, el condenado animal
sólo se porta así con las chicas lindas, no deja que nadie más lo toque a menos que
lo conozca perfectamente bien.
–No es cierto... ¿verdad que no? – le preguntó Caris al pitbull mientras le
rascaba detrás de la oreja.
–De todas maneras hay que estar preparados, el enemigo se acerca...

Los Jinetes Alados Inmortales surcaban el cielo, todos montados en sus


bestias blancas aladas y sus sombras en sus bestias aladas negras, para ellos lo
que se aproximaba era sólo una batalla más, habían estado en muchas disputas y
ese sólo era un encuentro como otros, en todos sus siglos de vida jamás habían sido
derrotados cuando peleaban unidos y al máximo de sus capacidades.
Rave Isa era el líder de esos oscuros guerreros, la mano derecha de Elohim
desde tiempos ancestrales, sin embargo, aun recordaba vívidamente cuando era un
humano normal, un joven con sueños de grandeza, él y todos sus compañeros. Su
inclusión en el grupo de los Jinetes Alados Inmortales había sido una mera
casualidad, todo había sucedido hacía cientos de años.
*****
EL MESÍAS
Rave Isa daba otro de sus grandes discursos, la guerra por el trono no era la
única que se estaba librando en el nuevo reino de Boleria, también había otra, más
cruel y encarnizada que la del control del país: la de las religiones.
Desde antes de la formación de Boleria ya había entrado al reino de Aztlán una
nueva religión que estaba cobrando mucha fuerza, la de un Dios único llamado Él,
religión que habían adoptado los miembros de la entonces familia reinante de Aztlán:
los Yaotl.
Con la llegada de la nueva religión los puristas se opusieron de inmediato a
ella, la doctrina del culto a los tres Dioses estaba muy arraigada en todo el reino,
estaba admitido adorar a otros dioses supremos pero siempre relacionados con los
principales, como lo hacían en Aztlán con el poderoso Padre de los Dioses Pol Vuh
o con el Dios Supremo Cosmo adorado en el reino de Hamal.
Sin embargo, la creencia en un nuevo y único Dios y en una cultura religiosa
completamente distinta que se contraponía al origen de todo, como era la nueva
religión que profesaba la familia saliente del poder, aquella que se aferraba a
mantenerlo a costa de cualquier precio, era algo que no podía ser admitido, sobre
todo por los jerarcas de la Iglesia del Culto a los tres Dioses que veían en esa nueva
religión un latente peligro a sus intereses.
Rave Isa, un consolidado defraudador se había beneficiado de todo eso,
abrazó la nueva religión por conveniencia propia y estaba haciendo una fortuna
aprovechándose de la necesidad de la gente de creer en algo.
La guerra entre los De Grieff y los Yaotl por la silla presidencial abarcaba todo
el nuevo reino, los grandes Clanes guerreros apoyaban a una o a otra familia, en
medio de todo, como siempre, quien sufría los estragos de la guerra eran los simples
gobernados.
Los ochenta y ocho Clanes Guerreros de Hamal apoyaban con todo su poderío
militar a la familia De Grieff, los legítimos aspirantes al trono del nuevo reino.Por su
parte, Aztlán estaba dividido en tres secciones: el norte liderado por la familia
Humbolt, el centro por los Yaotl y el sur por los Enoch, ellos representaban a todos
los Clanes del territorio, su unión era conocida como Excán Tlahtoloyan, la Triple
Alianza, ellos peleaban por conservar el poder y gobernar el naciente reino de
Boleria.
Los pueblos estaban devastados por las batallas que se estaban llevando a
cabo, los campos eran arrasados para evitar el sostenimiento del enemigo, la gente
necesitaba comer, pero sobre todo, creer que todo mejoraría, que la guerra pronto
acabaría.
Rave Isa tenía el don de la palabra, sabía convencer a las personas, de ahí su
estilo de vida, engañaba a la gente con falsos negocios y oportunidades de
crecimiento para estafarles su dinero, era un maestro del engaño, sabía hacer que la
gente confiara en él.
Ahora estaba frente al negocio de su vida, llegándole a cientos de personas
con un falso mensaje de amor y fe que él mismo se había inventado, la idea le surgió
luego de ver a un seguidor de la nueva religión, el tipo hablaba de fe y de salvación
eterna, de los peligros del pecado, Rave Isa observó cómo la gente lo seguía.
Fue ahí cuando se le ocurrió la idea, él no hablaría como ese pobre infeliz que
realmente creía en lo que decía, Rave Isa se autoproclamaría el Mesías, el enviado
del único dios para salvar a las pobres y necesitadas almas humanas en su nombre
y representación.
Con lo único que contaba Rave Isa era con su implacable argumentación,
preparó un discurso único, algo que llegara al corazón de la gente, los milagros eran
lo de menos, en Boleria había un sin fin de personas poderosas, a la gente no le
impresionaban las demostraciones de poder, esas las había en todos lados, sobre
todo en los campos de batalla.
Se consiguió como su ayudante a un chico cabeza dura pero con un poder
único proveniente del norte de Hamal quien se hacía llamar Oggy, el chico podía
convocar siete tipos distintos de bestias: a un caballo, un lagarto, un par de astutos
gatos, un becerro, un perro y un pequeño oso malayo de un metro de longitud.
Los animales no eran muy útiles para la pelea, pero sí lo eran para el principal
objetivo que Oggy los utilizaba: para robar, el lagarto lo usaba para defenderse y el
caballo para huir.
Rave y Oggy estaban haciendo una fortuna vendiendo su charada por todo el
norte de Boleria, en el sur deambulaban demasiados falsos profetas llamando a la
nueva religión, el norte era completamente de ellos.
Después de su discurso siempre emotivo, Rave Isa pedía a los asistentes
dinero, dinero para continuar su obra, para salvarlos, "entre más entreguen más
oportunidad tienen de ser auxiliados por Él", las personas que lo escuchaban
realmente pensaban que era el mesías y lo apoyaban con todo lo que tenían.
Rave Isa y Oggy se daban la gran vida, lo tenían todo, mujeres, alcohol, poder,
el dinero prácticamente ni lo utilizaban, a donde iban eran tratados como los
enviados del único Dios a la tierra para convertir a los hombres.
Todo le iba bien al falso mesías y a su ayudante hasta que fueron atrapados
por fanáticos religiosos del culto a los tres Dioses, en una sanguinaria batalla
mataron a todos los seguidores de Rave Isa que dieron con gusto su vida para
proteger a su mesías.
Una vez atrapados, los seguidores del culto a los tres Dioses pensaban quemar
vivos públicamente a Rave y Oggy para que sirvieran de lección a futuros
propagadores de la nueva palabra del falso único Dios, Rave Isa trataba de
liberarse, pensaba comprar a su carcelero.
–Vamos amigo... ¿Por qué quieren hacerme daño? No le hago mal a nadie.
–Haces mucho mal, propagas ideas religiosas que se contraponen a la religión
única, eso divide a los pueblos.
–Cada quien puede creer en lo que quiere.
–Eso lo veremos después de que te incineremos, te haces llamar el Mesías, el
representante de tu Dios en la tierra, ya veremos si esa deidad al que llamas Él, te
salva de las llamas.
–No seas fanático, esto sólo es un negocio, puedo compartir mis ganancias
contigo, sólo necesito unos segundos de libertad, es todo lo que pido.
–El alma no se compra con dinero...
Rave Isa escribió una cantidad en el muro de su celda y después la borró, el
guardia sin decir nada salió del lugar, Oggy se acercó a su jefe.
–Oye... nosotros no tenemos esa cantidad, ni siquiera la décima parte...
–Ellos no lo saben, amigo, muy probablemente han visto las cantidades que nos
embolsamos, últimamente nos ha ido muy bien, seguro lo creerán.
–¿Y qué haremos entonces?
–No lo sé, ya pensaré en algo, pero cuando estemos fuera de esta prisión de
una manera o de otra escaparemos o moriremos en el intento, lo único que te puedo
asegurar es que no moriremos quemados.
–Ahora entiendo por qué nadie venía al norte de Hamal a traer la palabra del
único Dios, la tundra es el sitio más religioso que existe en Boleria donde veneran el
culto a los tres Dioses, es demasiado peligroso.
–Nuestra profesión es peligrosa en todos lados, amigo, prepárate para escapar.
Tal y como Rave Isa lo había anticipado llegó el jefe de sus captores
exigiéndole que le entregara la cantidad de dinero que su compañero le había
mencionado.
–Lo haré a cambio de nuestra libertad.
–Hecho.
–Nosotros los llevaremos al lugar donde escondemos nuestras ganancias, ni
con el mapa más detallado podrían dar con su ubicación, el camino es difícil.
–Sólo uno irá.
–Necesitamos ir los dos, sólo yo conozco la primera mitad del camino, mi
compañero la recorre con una venda en los ojos, la segunda parte es imposible
encontrarla si no es con la ayuda de una de las bestias de Oggy.
–Está bien, pero si planeas engañarme te cortaré las piernas, a ti y a tu amigo,
entonces nada los salvará de morir quemados.
–Eso no me preocupa, señor, el dinero será suyo.
Rave Isa, Oggy y diez guerreros partieron por el tesoro escondido del Mesías,
éste los llevó a un acantilado, el jefe de los guerreros lo cuestionó.
–¿Qué demonios es esto? ¿Dónde está mi dinero?
–Recuerde que le dije que para la segunda parte necesitábamos a las bestias
de mi amigo, esperemos a que anochezca, entonces continuaremos nuestro viaje.
–Mientras esperaban, Oggy le preguntaba a Rave Isa:
–¿Por qué esperamos a que anochezca?
–Porque a esa hora sube la marea...
–¿Estás loco acaso? A menos que la marea suba un par de kilómetros estamos
muertos, nadie ni nada sobreviviría a una caída de este precipicio.
–No hay problema, si quieres quédate a que te corten las piernas y te quemen
vivo...
–Está bien, estoy contigo...
Una vez que anocheció, Rave Isa y Oggy se acercaron al precipicio fingiendo
buscar una entrada secreta, cuando estuvieron en la orilla, Oggy se arrepintió y trató
de alejarse.
–Estás solo, Rave, yo no me lanzaré.
Pero era demasiado tarde, Rave lo tomó de sus ropas y se lanzó al vacío, sin
embargo, no llegó muy lejos, una fuerte corriente de hielo lo regresó al precipicio. El
falso mesías rápidamente pensó en la forma de salvar sus piernas. Quitándose el
hielo de la cara les reclamó a sus captores:
–¿Qué demonios hacen? La caída está controlada... hay una interferencia
magnética que nos llevará bajo tierra, el lugar donde está mi dinero...
La única respuesta que recibió fue una pregunta.
–¿Tú eres la persona que se hace llamar el Mesías?
Rave Isa dejó de restregarse la cara, ante él sólo había un hombre, sus demás
captores estaban muertos regados por el suelo, esa persona era peligrosa pero si
Rave aún vivía era porque deseaba algo de él. El autonombrado Mesías conocía
perfectamente bien a quien le hablaba.
–Hola, eres tu...
Rave saludó con un ademán a los dos chicos que acompañaban al hombre que
lo había salvado, quienes al parecer se habían encargado de sus captores, ambos
rondaban la segunda mitad de sus veintitantos años, el hombre volvió a hablarle.
–Eres bueno, muchacho, un gran orador, te necesito para que les infundas
espíritu a mis guerreros.
–Me imagino que no tengo opción... ¿a qué religión pertenecen?
–Eso es lo de menos, digamos que a la del acero, estoy apoyando al Clan
Riazor en la guerra por el trono de Boleria.
–Los Riazor – comentó Rave llevándose la mano derecha al mentón –,
poderosa familia, pertenecen a los ochenta y ocho Clanes Guerreros de Hamal pero
cambiaron de bando, son ambiciosos, ellos apoyan a los Yaotl.
–Así es, pero yo tengo otros planes... ¿me ayudarás?
–Usted es el patriarca del Clan Enoch, debería apoyar a los Clanes de Aztlán
pero me imagino que así es la guerra, cada quien ve únicamente por sus intereses,
sólo dígame qué debo hacer.
–Primero las presentaciones.
–Ya nos conocemos.
–No importa, las cosas hay que hacerlas de manera formal, estos son mis hijos,
Darius Enoch y Rex Enoch, mi nombre es Caín Enoch.
–Lord Enoch, su familia es tan respetada o más que los Yaotl y los De Grieff...
ustedes también tienen un derecho legítimo al trono de Boleria, sinceramente no
entiendo su estrategia.
–No es necesario por el momento que la conozcas, ahora apoyamos a los
Riazor... ¿entendido?
–Entendido jefe, estoy a sus órdenes.
–¿Qué hay de él? – preguntó Darius señalando a Oggy.
Rave Isa se apresuró a contestar.
–Es mi colaborador y es muy eficiente, si le permiten acompañarnos les aseguro
que no se arrepentirán.
–Me interesas tú – contestó Caín secamente –, si quieres traer a tu simio, tráelo,
eso no me interesa...
–Gracias señor.
Rave Isa acompañó a ese extraño personaje y sus dos hijos, en realidad no le
importaba lo que planeara, él estaba conforme de haber salvado la vida además de
que ahora era parte del grupo cercano de un integrante de los Enoch, uno de los
Clanes más poderosos del reino.

EL APRENDIZ
Samir Shmuel seguía practicando para controlar su gran poder, su maestro,
Caín Enoch, lo había reclutado durante la guerra, los Shmuel eran parte de los
Clanes de la Triple Alianza del sur de Aztlán que apoyaban a los Yaotl.
El Clan Shmuel era reconocido como cuna de los mejores constructores del
país, sus miembros estaban construyendo lo que decían sería el edificio más grande
y espectacular del mundo conocido en la nueva capital armamentista del reino:
Arcadia.
Samir para su desgracia no pertenecía a ninguna de las ramas más fuertes de
los Shmuel ni tenía el control de los elementos que ellos requerían para la
construcción, el principal elemento que ese clan manejaba era la tierra, pero también
controlaban el agua, el fuego, el aire y el metal.
Samir era considerado un miembro de quinta en su ramo familiar, no servía
para la construcción ni mucho menos para el combate, obviamente carecía de un
“Gash” o “línea de sangre”, aunque su habilidad era muy rara de nada servía a su
Clan familiar.
El joven Shmuel controlaba la energía natural, su poder era quizá el más raro
de todo el país, era capaz de transformar a pequeños animales en grandes y
peligrosas bestias, pero no podía controlarlas, por lo que su poder era
completamente inútil y además peligroso.
Al ser el Patriarca del Clan más importante del sur de Aztlán, Caín Enoch tenía
contacto con todos los grandes Clanes que pelaban al lado de la familia en el poder,
entre ellos los Shmuel. En cuanto Caín conoció a Samir le interesó su poder, era
algo magnifico y a la vez raro, lo único que necesitaba era desarrollarlo, y él, al ser
un poderoso controlador de la energía psíquica, era el guerrero ideal para instruirlo.
Samir no podía crear a sus propias bestias, necesitaba encontrarlas para
darles poder, sin embargo, su capacidad de controlarlas era totalmente nula, lo cual
lo frustraba, deseaba demostrarle a Caín que no se había equivocado al reclutarlo y
a su familia echarle en cara su gran poder, deseaba que se arrepintieran de haberlo
marginado.
Caín Enoch estaba llegando a su campamento acompañado de sus hijos, de
Rave Isa y de Oggy, en cuanto vieron a Samir, Darius le dijo a su padre:
–Mira, ahí está tu aprendiz, deberías dejar de perder el tiempo en él...
–No hijo, su poder nos será de gran utilidad en esta guerra, sólo hay que
ayudarlo a que lo explote a su máximo potencial, imagínate la destrucción que
puede ocasionar en el enemigo con un pequeño ejército de ratas...
–Bastante, pero si no las controla el peligro es para todos, aliados y enemigos,
el muy idiota puede convertir pequeños animales en monstruos, pero no puede
controlarlos ni revertir su estado, eso y nada es lo mismo.
–Ya aprenderá.
–No lo creo, además, su habilidad sólo afecta a pequeños animales, no tiene
poder sobre mis bestias...
–Tus bestias ya son lo suficientemente grandes y peligrosas.
–Como las de la leyenda de Beocia... – respondió Darius orgulloso de su poder.
–Esos son animales prehistóricos, en la antigüedad sólo podía haber uno en
todo el mundo, ni sus crías crecían como ellos, sólo hasta que morían dejaban un
huevo en el que nacía la cría que continuaría su especie.
–O hasta que alguien las derrotara, eso se terminó cuando se extinguieron los
gigantes, entonces los hombres trataron de controlarlas, las bestias no permitieron
ser controladas, al final murieron sin dejar a su sucesor.
–Sólo quedaron algunos huevos... los cuales son considerados verdaderos
tesoros, los pueblos que los tienen los protegen a muerte, el sólo hecho de tenerlos
les da poder y reputación.
–Así es.
–Tú déjame a mí la instrucción de mi aprendiz, a ti te corresponde ayudar a tu
hermano, está todavía lejos de sacar su máximo poder.
–No hay guerrero en todo Boleria que pueda vencer a Rex.
–Aun así, él ha heredado uno de mis grandes poderes...
–Sí, el poder que ni tú has podido utilizar.
–Rex es mi hijo y debe ser mejor que su padre, él encontrará la forma de
controlarlo y me dirá cómo hacerlo.
Darius empezó a reír.
–¿Y entonces tú serás el aprendiz de tu hijo?
–Eso no tiene nada de malo, Darius, la vida es un aprendizaje constante.
–Si el hombre más poderoso del mundo lo dice debe ser verdad, sinceramente
no entiendo por qué deseas controlar el poder de Rex, tienes el máximo control del
agua, del hielo, de la electricidad, del metal, de la energía pura y la energía psíquica,
eres casi un dios, no hay nadie que se te compare...
–Podré ser el hombre más poderoso del mundo, hijo, pero ni mi poder es
suficiente para definir esta guerra, Vadder Sargás es casi tan poderoso como yo y
apoya a nuestros enemigos...
–La estirpe de Zarth… Los Enoch somos superiores a ellos. El poder del
portador de Antares no te llega ni a las rodillas.
–Tal vez su poder no, pero su habilidad en el campo de batalla no tiene igual, tú
más que nadie debería saber que todos podemos ser derrotados, eres el único
hombre que me ha vencido...
–Siempre he creído que tu amor y no yo, fue lo que te hizo perder.
–Tal vez, el amor hacia mis hijos es superior a cualquier otra cosa, vamos a
descansar, mañana se va a librar una batalla por el control de la tundra de Hamal,
seguramente nos pedirán, como siempre, que vayamos al frente...
–Si ganamos esa batalla los De Grieff deberán rendirse, están acabados...
–Lo sé, quiero que sin importar lo que pase no te despegues de Rex, es
poderoso pero no tiene tanta experiencia como tú en batalla, ya lo has dicho, los De
Grieff están acorralados y prácticamente derrotados, mañana se definirá esta guerra.
Al día siguiente Caín Enoch partió con sus hijos y su ejército al campo de
batalla, las palabras de Rave Isa encendieron a sus guerreros, todos caminaban
deseando matar, la convicción con la que lo hacían no dejaba lugar a dudas, Rex
volteó a ver a su padre y le mostró el pulgar en señal de su buen ojo con ese
hombre.
Samir Shmuel vio con tristeza cómo se alejaba su maestro acompañado de
sus hijos al campo de batalla, él había solicitado ir a su lado pero Caín se negó,
Samir era un espléndido guerrero utilizando sus dos espadas cortas, pero en esa
batalla eso no era suficiente, se estaban jugando un reino, necesitaban poder.
Rave Isa se dio cuenta del malestar del aprendiz de su nuevo jefe, para pasar
el tiempo decidió hablar con él.
–¿Qué te sucede, amigo? ¿Triste por no ir a pelear?
–Así es.
–Hay que aceptarlo, camarada, algunos no estamos hechos para el campo de
batalla.
–Escuché tu discurso con el ejército del maestro, cuando ganen la batalla será
tan tu victoria como de él, jamás había visto a sus ejércitos tan motivados...
–Sólo son palabras...
–Más poderosas que una espada.
–¿Dices que el jefe es tu maestro? ¿Cuál es tu poder? – preguntó Oggy.
–Puedo convertir a simples animales en verdaderos monstruos.
–Eso suena impresionante – comentó Rave Isa –, no entiendo por qué no te
llevan a la batalla...
–Por una razón muy simple, no puedo controlarlos ni revertir el efecto, los
monstruos que yo puedo crear atacan a aliados y enemigos por igual.
–Ya entiendo, tu poder es peligroso...
–Así es, ni siquiera puedo entrenar yo solo, una vez casi me mata el animal que
convertí en un monstruo, deben estar conmigo el maestro o sus hijos para controlar
o sacrificar al animal.
–¿Qué tan poderosos son ellos?
–¿En qué hoyo vives? – preguntó Samir burlándose de Rave –. ¿Acaso nunca
has oído del poder de la familia Enoch?
–Claro que sí, es la familia con más diversidad de habilidades, controlan el
poder de las sombras.
–Pues el maestro Caín y sus hijos son los más poderosos de todos, ellos algún
día nos gobernarán, son tan importantes o más que los Yaotl, esos tipos ocuparon el
trono por haber vencido a Altagoor, el último de los gigantes, pero los Enoch por
linaje tienen más derecho al trono que ellos.
–Ahora entiendo, Caín apoya a los Riazor para competir por el trono, con los
grandes Clanes de Hamal fuera de la contienda y las familias que se extinguieron en
la batalla con el vecino reino de Ática, los Enoch surgirán como una familia con
legítimo derecho al trono, necesitan a los Riazor para controlar Hamal.
–Así es.
–Regresando a lo de tu poder y sólo para matar el tiempo... ¿podríamos hacer
un pequeño experimento?
–Es peligroso...
–Tienes dos espadas en la espalda... ¿sabes utilizarlas?
–¡Por supuesto que sí!
Rave Isa sacó su arma y se la mostró a Samir. El aprendiz de Caín Enoch
observó la hermosa espada, mientras probaba su ligereza dando mandobles al aire,
el auto proclamado Mesías se sinceró con él.
–Yo también soy un buen combatiente, mi profesión me lo exige...
–¿A qué te dedicas?
–Soy un defraudador...
–Me imagino que has de tener muchos enemigos.
–Más de los que me gustaría admitir, entonces... ¿qué dices?
–¡Qué diablos! Vamos a mi tienda, ahí tengo varios animalillos.
–No esta vez... ¿ya has tratado de dominar a una bestia surgida de un poder
espiritual?
–Un par, el resultado fue la muerte del amo y por lo tanto la desaparición de la
bestia.
–Eso tal vez fue porque no había una relación profunda de bestia y amo, yo
conozco a alguien que sus bestias se comerían a ellas mismas si su amo se los
pidiera.
Rave Isa volteó a ver a Oggy, éste siempre estaba presto para ayudar a su
jefe, el autonombrado Mesías le pidió a su compañero que lo ayudara, Oggy no se
acobardó.
–Mis chicos jamás atentarían contra mí aunque fueran los peores monstruos
que existieran...
–Es lo que yo le digo a nuestro amigo Samir... ¿lo intentamos?
–Adelante.
–Está bien – Rave Isa se frotó las manos –, vamos a empezar con el animal
más inofensivo que tienes, tu maldito becerro que sólo sirve para comer...
–¿Qué te pasa? – dijo un ofendido Oggy –. Mi becerro es un experto ladrón,
sólo hay que ponerlo en el lugar indicado...
–Como sea, que salga y veamos lo que Samir puede hacer...
Oggy convocó a su becerro, un animalito que ciertamente en un combate sólo
podía dar risa, Samir se concentró en él hasta convertirlo en un gigantesco y temible
toro, de la impresión Oggy lo desapareció, Rave Isa estaba en el suelo, se había
caído de espaldas del susto, se levantó y preguntó a su compañero:
–¿Todo bien?
–Creo que sí... – dijo un abrumado Oggy.
Samir ya estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones.
–Les dije que era peligroso...
–Pues la verdad yo no vi al toro atacar a Oggy, convócalo otra vez... – le pidió
Rave Isa a su compañero.
–¿Y si nos ataca? – preguntó un temeroso Oggy –. No voy a permitir que ni tú ni
Samir le hagan daño a mi becerro...
–Entonces lo vuelves a desaparecer.
–Está bien, háganse a un lado...
Oggy volvió a convocar a su bestia, nuevamente apareció el becerro.
–Increíble – dijo Rave Isa –, al parecer si la bestia desaparece vuelve a su forma
original...
–Eso nunca había pasado – comentó Samir.
–No lo sabes con certeza, hace un momento comentaste que las bestias
mataron a sus controladores.
–Es cierto... – respondió un pensativo Samir –. Ni siquiera les dieron
oportunidad a sus amos de desaparecerlas.
Rave Isa chocó las palmas de sus manos y las frotó otra vez, se encorvó un
poco y enfocó su vista en el pequeño becerro, después señaló a su ayudante.
–¡Vuélvelo a hacer, Samir! Y tú Oggy, esta vez déjalo, no te lo lleves...
–Está bien – respondieron ambos.
Samir nuevamente atacó con su poder al becerro transformándolo en un
poderoso y enorme toro, mismo se preparó para atacar a Rave y al joven Shmuel,
quienes ya estaban listos para iniciar la huida, pero Oggy reprendió a la gigantesca y
amenazante bestia.
–¡Detente!
El enorme toro volteó a ver al chico, a paso lento se acercó a él, Oggy de los
nervios no se movió ni un centímetro de su lugar, el temor lo tenía inmovilizado, uno
de los gigantescos y afilados cuernos de la bestia pasó a centímetros de su ojo
derecho, la gran cabeza del animal quedó frente a la de su amo.
Oggy empezó involuntariamente a temblar, Rave Isa y Samir Shmuel se
acercaron a la bestia con sus armas listas para atacar, aunque por la distancia que
había entre la bestia y su amigo dudaban que pudieran salvarlo. El gran toro pasaba
su hocico por el rostro de su amo con una lentitud exasperante, después de olerlo
detalladamente le lamió la cara, Oggy abrazaba a su enorme animal tratando de
montarlo apoyándose en sus cuernos mientras le presumía a sus amigos.
–Les dije que mis chicos nunca me harían daño...
Rave Isa y Samir Shmuel se acercaron a la bestia con cuidado, pero el enorme
toro apuntó sus grandes cuernos hacia ellos amenazadoramente, el brusco
movimiento derribó a Oggy, quien inmediatamente se incorporó y tomó el cuerno del
animal mientras con su mano libre les pidió a sus amigos que se alejaran.
Mientras el Mesías y el Aprendiz se alejaban lentamente y sin quitarle la mirada
de encima a la monstruosa bestia, Oggy logró montar al toro y paseó a gran
velocidad recorriendo todo el campamento, cuando regresó, Rave Isa le pidió que lo
desapareciera, el chico así lo hizo, cuando lo volvió a convocar era de nuevo un
becerro que corrió hacia su amo quien de inmediato lo abrazó y empezó a
acariciarlo. Samir estaba sumamente emocionado.
–Esto significa que Oggy y yo podemos pelear juntos...
–Eso no – amenazó el ayudante del Mesías –, mis muchachos no son
peleadores...
–¡Vamos Oggy! ¡Tus muchachos ahora serán peleadores! – exclamó Rave Isa.
–De ninguna manera...
–Bueno, luego discutiremos eso, por el momento vamos a probar a los demás...
Oggy le silbó a su perro, un malamut que antes de conocer a Rave era su
mejor y único amigo y aún ahora siempre los acompañaba físicamente. En ese
momento llegaron corriendo tres de los guerreros que habían partido a la batalla en
la tundra, todos los que esperaban los recibieron con vítores esperando las buenas
noticias.
Cuando los soldados se acercaron todos callaron, estaban heridos, Rave Isa
inmediatamente dispuso que los atendieran, una vez que estuvieron más tranquilos,
Samir Shmuel les preguntó:
–¿Por qué están aquí? ¿Dónde están los demás? ¿Qué sucedió en la batalla?
El más lúcido de los heridos fue el que habló.
–Derrota total, Ferrán De Grieff convocó a la batalla a los Clanes más
poderosos de los ochenta y ocho de Hamal.
A Rave Isa lo recorrió un intenso escalofrío, cuando se hablaba de los Clanes
más poderosos de Hamal todo guerrero sabía que sólo se podía tratar de los Clanes
que habían dado la espalda a los De Grieff cuando ascendieron al poder en solitario,
Casas de renombre que se sintieron traicionadas pero cuyos miembros eran tan
poderosos como los Enoch, todos y cada uno de ellos, los Clanes de la Triple
Alianza les temían, los veían siempre como una amenaza de conquista, esos
guerreros podían cambiar el rumbo de la guerra.
–Dime por favor que no te refieres a la... – Rave Isa dejó la palabra en el aire, ni
siquiera la pudo pronunciar.
–La Liga del Metal – dijo el guerrero con la voz temblorosa –, finalmente al verse
acorralados los De Grieff los convencieron de entrar a la guerra, sólo los Dioses
saben qué les prometieron... Ellos con la ayuda de los Clanes bárbaros del norte
arrasaron con nosotros.
–¿Cómo es eso posible? – preguntó Samir incrédulo ante lo que estaba
escuchando – ¿Ni siquiera estaban con ellos los Brunn?
–No, tampoco estaba Vadder Sargás ni los Clanes de las doce principales
constelaciones, esos tipos de la Liga del Metal son la muerte en persona, nos
hicieron pedazos... yo reconocí a los Clanes de las montañas y a los de la tundra de
Hamal, les juro que no había más, yo no regresaré a pelear contra ellos, prefiero
morir torturado a sufrir lo que esos tipos le hacen a sus enemigos...
Rave Isa de inmediato comprendió la situación, le habló a Samir.
–Esto sólo significa una cosa, amigo, que en otro lugar estratégico se está
librando una batalla similar a la que se acaba de perder y Vadder Sargás la dirige, te
puedo asegurar que también la ganarán los De Grieff, la guerra por el trono de
Boleria está más viva que nunca...
–Eso no importa ahora – dijo Samir visiblemente alterado –, lo importante es
saber qué pasó con el maestro y sus hijos, ellos iban al frente de los ejércitos...
–No lo sé... – respondió el guerrero que había regresado.
–Yo los vi – otro de los heridos levantó la mano.
–¿Qué fue de ellos? – preguntó Samir.
–Fueron capturados por las amazonas del norte, las guerreras del Clan
Pavonis...
–El Clan del pavo real, lo conozco – dijo Oggy –. Es el Clan Azzán, se les
conoce como las amazonas, son guerreras expertas, invencibles en el frío de la
tundra.
–¿Cómo es que las conoces? – preguntó Rave Isa.
–La matriarca es mi madre, Khatra Azzán.

LA PRINCESA Y LA AMAZONA
Caín Enoch caminaba atado por lazos especiales que inhibían su poder, detrás
de él avanzaban sus hijos Darius y Rex, las cuerdas las llevaba precisamente la
guerrera con el poder de vaciar la energía de sus contrincantes, Thora, la hija menor
de la Matriarca y Suprema Comandante de los Ejércitos del Clan Azzán.
Detrás de ellos caminaba orgullosa la hija mayor de la Matriarca y futura
heredera de su puesto, la princesa Janette, la artífice de la captura de los miembros
del clan Enoch.
La Matriarca, Khatra Azzán, veía orgullosa a sus hijas, Janette era la más
poderosa de las amazonas, podía controlar la energía de cualquier guerrero y
transmitírselas a sus ejércitos que estaban vacíos gracias al poder de Thora, juntas
eran invencibles y acababan de probarlo capturando a los guerreros más poderosos
del país.
Khatra y Caín cruzaron miradas, se conocían a la perfección, la Matriarca de
las amazonas veía al Patriarca de los Enoch con superioridad.
–Bienvenido, Caín, la última vez que nos vimos te dije que me vengaría de ti,
me derrotaste en nuestra pelea, pero mis hijas vencieron a los tuyos y a ti de paso,
está demostrado que el Clan Azzán sigue siendo superior al Enoch...
–No te confundas, Khatra, tus hijas no me vencieron, fueron los ejércitos de los
ochenta y ocho de Hamal, más en específico los Clanes de la Liga del Metal, Thora y
Janette sólo aprovecharon el momento, ni siquiera combatieron de frente contra
nosotros, simplemente nos sorprendieron... ¿qué puedo decirte? Mujeres al fin y al
cabo.
–Cuida tus palabras al referirte a las mujeres en este lugar, Caín, puedes
llamarlo como quieras, pero el humillado y capturado aquí eres tú...
–¿Y qué vas a hacer? ¿Matarnos? Thora no podrá inhibirnos todo el tiempo...
–No es necesario, tenemos mentes muy brillantes en las amazonas, hemos
logrado extraer y conservar el poder de mi hija menor en una prisión, pónganse
cómodos en lo que decidimos la mejor manera de utilizarlos.
–Es peligroso dejarme vivo...
–Ya lo veremos, Caín, haré lo que más convenga a mi Clan.
Después de un día cautivos los hijos de Caín no se la estaban pasando tan
mal, Rex coqueteaba con Janette y Darius con Thora, las chicas Azzán buscaban
cualquier pretexto para ir a buscar a sus prisioneros.
Caín lo notó y dejó a sus hijos entrar en acción, algo bueno podía resultar de
todo eso, incluso él había tenido un amorío con Khatra cuando ella era una
jovencita. Observó a Rex platicando con Janette.
–Ya has pasado muchas veces – decía Rex agarrando los barrotes de su celda
–, yo creo que te gusta venir a verme ahora que tengo el torso desnudo...
Janette se quedó observando unos momentos el musculoso cuerpo de Rex, a
propósito ella y su hermana habían dejado desnudos a sus prisioneros de la parte
superior del cuerpo.
–No es eso, sólo me gusta ver mi trofeo, no cualquiera puede presumir de haber
capturado a un Enoch.
–La verdad es que me dejé capturar, era la única forma de hablar contigo sin
que me acusaran de traidor.
–¡Claro que no! Mi hermana y yo los vencimos por completo.
–Pura ilusión, el encierro no me importa si tengo tu compañía...
–Lo mismo le has de decir a todas...
–No hay ninguna, toda mi vida me la he pasado entrenando, mi padre es un
tirano...
–No me digas que nunca has estado con una mujer...
–Te lo juro.
–¿Y tú hermano?
–No lo sé – comentó Rex levantando los hombros –, no es algo de lo que
platiquemos...
–Pobre bebé...
–No importa, después de conocerte puedo asegurarte que no estaré con nadie
más que contigo...
–¿Y cómo sabes que yo quiero estar contigo?
–¿No quieres?
–No.
–Entonces compadécete de mí, porque voy a morir virgen...
Janette empezó a reír y se dispuso a marcharse, pero la mano de Rex que
había pasado entre los barrotes se lo impidió, la atrajo hacia su celda y la besó en
los labios, fue un roce apenas, pero la chica se estremeció.
–Eso fue muy atrevido de su parte, señor... – Aunque trató de hablar con
dureza, una sonrisa asomaba en el rostro de la princesa de las amazonas.
–Le ofrezco una disculpa, hermosa dama, pero siempre quise besar a una
princesa...
–¿Y qué le pareció? – preguntó Janette con su sonrisa más traviesa.
–No lo sé, apenas te rocé...
Janette acercó su rostro a la celda, Rex hizo lo mismo y se besaron, después
de unos minutos la princesa de las amazonas volvió a preguntar.
–¿Ahora si me dirás tus impresiones?
–La mejor experiencia de mi vida, definitivamente esperaré por ti.
Janette se alejó riendo, cuando Rex volteó al otro lado de la celda, Darius no
sólo estaba besando a Thora, sus manos estaban en los senos de la chica y la mano
de ella frotaba el miembro de su hermano por encima del pantalón, el hijo menor de
Caín se dijo por lo bajo: "Y yo pensando que soy un conquistador..."
Mientras sus hijos jugaban el juego de la seducción, Caín Enoch pensaba en
su humillante derrota, jamás pensó que los Clanes integrantes de la Liga del Metal
entraran a la guerra, eso lo cambiaba todo, absolutamente todo, él lo sabía mejor
que nadie, esos malditos Clanes son los que tenían bajo su yugo a los Enoch, por su
culpa su Clan familiar no era el amo del mundo. Si sus aliados deseaban rescatar
algo debían negociar, en caso contrario serían barridos...
Llegó la segunda noche, Rex dormía cuando fue despertado por una mano que
le apretaba las mejillas, el guerrero levantó la vista y se encontró con la mirada
nerviosa de Janette.
–¿Qué sucede? – preguntó el guerrero.
–Te voy a dejar salir, vendrás conmigo un par de horas, no intentes nada o tu
padre y tu hermano morirán... ¿entendiste?
–Entiendo.
–Janette liberó a Rex y ocultándose bajo el cobijo de la noche entraron a un
granero vacío, el menor de los Enoch le preguntó a la chica:
–¿Qué es lo que pasa, Janette? ¿Por qué estamos aquí?
–Sí que eres inocente, guapo, a tu hermano no hubo que decirle nada...
–¿Qué?
La princesa de las amazonas besó en los labios al joven guerrero y lo tumbó
sobre la paja, ahí perdió Rex su virginidad, cuando ya estaba a punto de amanecer
Janette se incorporó de inmediato.
–¡Maldición! El tiempo se me pasó volando... tenemos que regresar.
–Te sigo.
Rex regresó a su celda y entró en ella sin ningún aspaviento, cuando lo hizo su
hermano le preguntó:
–¿Qué tal estuvo?
–Genial... – respondió el menor de los Enoch con una sonrisa estúpida y
placentera.
–Esas chicas son algo serio – comentó Darius mientras se acostaba boca arriba
con los brazos cruzados sobre la cabeza.
–Si... – Rex imitó a su hermano mayor, después le preguntó por su conquista,
sabía que a él también lo habían "secuestrado" –. ¿Y Thora?
–¿Qué hay con ella?
–Vamos... Janette me dijo que tú saliste antes que yo...
–Así es, y me acosté con las dos...
–¿Qué? – Rex se incorporó de inmediato, veía a su hermano con asombro y
algo de ira.
–Baja la voz que vas a despertar al viejo...
–¿Con las dos? – volvió a preguntar Rex en un tono más bajo.
–Así es, esas chicas son unas salvajes...
–Yo pensé que Janette y yo...
–No pienses, Rex, disfruta, ellas sólo nos utilizan, ya que estamos encerrados
disfrutemos del trato de prisioneros que nos dan.
Las salidas nocturnas de los hermanos Enoch continuaron por dos semanas,
uno cada noche, Rex a veces estaba con Janette, a veces con Thora y a veces con
ambas, las chicas Azzán no tenían inhibición alguna.
Finalmente su padre los reprendió a ambos, estaba preocupado de no saber
qué es lo que había ocurrido con la guerra.
–¿Si los dos sementales ya están satisfechos de sus salidas nocturnas podrían
de una buena vez liberarnos?
–Tranquilo viejo – dijo Darius –. Creo que estás enojado porque no has tenido
acción, si quieres puedo preguntar si la suegra está de humor...
–No estoy para bromas, el próximo que salga será mejor que nos libere o yo
mismo los delataré.
–Siempre nos quitas la diversión, viejo – se quejó Darius –, debería darte
vergüenza...
Rex no dijo nada, él no se atrevía a hablarle a su padre como lo hacía su
hermano, peor aún, no se sentía capacitado para liberarlos sin riesgo de que los
mataran, esa noche era su turno de salir con las hermanas Azzán, declinaría la
invitación.
Mientras Rex se debatía en su dilema moral, Thora y Janette estaban
planeando la salida de esa noche.
–Tory... hoy quiero estar sola con Rex...
–¿Y eso?
–No lo sé, es más cariñoso cuando estamos solos – el rostro de la princesa de
las amazonas se sonrojó.
–No te estarás enamorando... ¿verdad? – preguntó Thora preocupada, los
Enoch seguían siendo el enemigo, el más poderoso de ellos.
–¡Claro que no, tonta! – Janette se quedó pensando un momento en Rex y
después recapacitó –. Bueno... no lo sé.
–Me pasa lo mismo con Darius y eso es peligroso – se sinceró Thora –, nuestra
madre nos matará si se entera, creo que debemos dejar de verlos.
–Ni pensarlo, que pase lo que deba de pasar...

Jora Zod y Tared Arzad eran las parejas oficiales de Janette y Thora, ambos se
sentían humillados, todo el Clan sabía de las salidas nocturnas de las chicas Azzán.
–Ya no soporto lo de ese par de putas, Jora – comentaba Tared refiriéndose a
las hermanas Azzán.
–Yo tampoco, las muy zorras ni siquiera son discretas, debemos ponerle fin a
eso...
–Estoy de acuerdo, hablemos con ellas.
Los dos guerreros buscaron a las hermanas Azzán, Jora y Tared no sólo eran
sus parejas, también eran los principales guerreros que pelaban a su lado, Thora
vaciaba sus cuerpos y Janette los llenaba con el poder del enemigo más fuerte,
ambos eran implacables, ellos en lo particular habían sido los que derrotaron a Caín
Enoch. Encontraron a sus parejas comiendo animadamente, Jora les habló:
–Queremos hablar con ustedes...
–Ya lo están haciendo – les respondió Janette sin verlos siquiera, continuó
comiendo como si nadie le estuviera hablando.
–Deben parar sus visitas nocturnas a los prisioneros, han de pensar que son
discretas pero no es así, todo mundo lo sabe... – les espetó Tared.
–Me imagino que todo mundo menos mi madre... – concluyó Thora.
–Así es.
–Entonces no hay problema. – Al igual que su hermana, Thora siguió comiendo
sin molestarse en ver siquiera a sus parejas oficiales.
–No tardará en enterarse, Thora... – dijo uno de los guerreros en tono
amenazante.
–¿Quién se lo dirá, Tared? – La princesa de las amazonas dejó de comer para
ver a los ojos a los dos guerreros, por fin habían captado su atención –. ¿Ustedes?
–Si es necesario, sí.
Janette se levantó y los señaló a ambos.
–Escuchen bien, insectos, quizá en Hamal, en Aztlán y hasta en Boleria reinan
los varones, pero nosotras somos amazonas y ningún hombre nos gobierna, ustedes
aquí no son más que herramientas, objetos de guerra, de trabajo o de placer según
nos apetezca, fueron criados para obedecer y eso es lo que van a hacer...
¿entendieron?
Jora y Tared se voltearon a ver, Janette los abofeteó a los dos.
–No sólo soy una amazona, par de imbéciles, soy su princesa, ustedes son mis
esclavos y harán lo que les digo... ¿entendieron?
–Sí princesa – respondieron los dos guerreros cabizbajos. Ambos se retiraban
cuando Thora le comentó a su hermana.
–No seas tan dura con ellos, Jenny – Thora a espaldas de Janette acariciaba los
senos a su hermana ante la mirada lasciva de Jora y Tared –, los hemos descuidado
mucho, Darius y Rex van a estar aquí mucho tiempo, vamos a darles a nuestros
sirvientes una noche para que nos recuerden por semanas...
–Está bien... – respondió Janette excitada por el toque de su hermana y las
miradas de sus parejas oficiales, observó que ambos tenían una erección –. Jora,
Tared, vengan aquí.
Jora y Tared se acercaron a las Amazonas, éstas los empezaron a desnudar,
los dos guerreros sucumbieron ante las caricias de las chicas, ellas tenían razón,
eran sus esclavos, así habían sido educados desde niños, aunque eran dos grandes
guerreros que serían reconocidos en cualquier parte de Boleria, ellos jamás se
apartarían de su lado, no concebían la vida sin ellas.

Rave Isa, Oggy Azzán y Samir Shmuel estaban ocultos tras unos arbustos en
la entrada del pueblo de las amazonas, ya habían ideado la manera de liberar a los
Enoch. Los Yaotl y los Clanes de la Triple Alianza que los apoyaban estaban
ocupados en la guerra contra los De Grieff, la batalla estaba igualada y no podían
perder recursos en una incursión en la tundra en contra del Clan Azzán, habían
decidido esperar y escuchar las demandas de las amazonas para la entrega de sus
rehenes.
Ante la pasividad de sus aliados, Rave y compañía decidieron ellos mismos
rescatar a la familia Enoch por su cuenta, Samir y Oggy ya podían compenetrarse
por completo para convertir en monstruos a las pequeñas bestias del miembro del
clan Azzán. Rave Isa les preguntó a sus compañeros:
–¿Recuerdan el plan?
–Perfectamente – respondió Samir.
–Bien, gracias a uno de los gatos de Oggy ya sabemos en dónde está el jefe y
sus muchachos, lo importante es sacarlos de ahí, esperamos tu señal, amigo.
–No se preocupen – respondió Oggy –. Cuando las amazonas vean mis
intenciones ya será demasiado tarde...
Oggy convocó a su gato esponjado y a su perro, Samir los convirtió en dos
gigantescas y temibles bestias: un león y un lobo, mismas que se quedaron con
Rave y Samir mientras Oggy se internaba en el lugar en donde había nacido. El
chico entró como si nada a su pueblo, todos lo veían sorprendidos, caminaba
tranquilo hasta que escuchó la voz que más odiaba en el mundo.
–¿Qué haces aquí, Ogmund?
–Hola madre, este es mi pueblo...
–Este no es tu pueblo, es el pueblo de las Amazonas, tú te fuiste con tus inútiles
animalitos como el cobarde que eres.
–Comprendí mi error y he regresado, haré lo que tú desees, si quieres que me
retire no tienes más que decírmelo y lo haré, pero por lo menos déjame pasar aquí la
noche, permíteme llevarme ese último recuerdo de mi hogar.
–Ya te dije que este no es tu hogar, ya no hay lugar para ti, pasa la noche donde
quieras y lárgate, ninguna de mis amazonas está dispuesta a desposarte, vamos, ni
siquiera a tenerte como amante o soldado, no sirves para nada y desgraciadamente
eres mi hijo, no puedo permitir que seas el sirviente de nadie.
–Antes había varias amazonas dispuestas a casarse conmigo.
–Así es, pero eso fue antes de saber que eras un cobarde, Ogmund.
–Mi nombre es Oggy.
–Sobrenombre débil y estúpido, como tus animalitos...
–Está bien, madre, no vine a pelear contigo, pasaré la noche aquí y seguiré mi
camino.
La noche estaba tranquila, Thora y Janette yacían con Tared y Jora. Oggy
aprovechando la oscuridad y con sumo sigilo se acercó a la celda de Caín Enoch, no
se sorprendió de verlo a él y a sus hijos despiertos y alertas.
–¿Cómo estás chico? – lo saludó Caín con una gran sonrisa –. Al parecer no fue
un desperdicio dejar que nos acompañaras... ¿quién lo iba a pensar? Eres hijo de
Khatra Azzán.
–Vengo con Rave y con Samir, jefe, los vamos a liberar...
–Pues hazlo ya... – Caín Enoch apuró a Oggy, ya no soportaba estar un
segundo más encerrado.
–A la orden señor...
Rave Isa y Samir Shmuel recibieron la señal que estaban esperando, el gato
rayado de Oggy llegó hasta ellos, el autonombrado mesías lo señaló.
–Ahí está el gato de Oggy, es la señal, vamos...
–Es increíble la forma en que esos bichos obedecen a nuestro amigo... –
mencionó Samir.
–Oggy es poderoso, sus bestias podrán parecer poca cosa, pero yo no conozco
a nadie que tenga el dominio sobre las suyas como él.
–Sí, trata a sus bichos como si fueran su familia... hay algo enfermo en la mente
de ese tipo.
–Tal vez, vamos ya...
Rave Isa cargó al gatito rayado y montó en el gran lobo, Samir hizo lo propio en
el león y se pusieron en marcha. En la celda del pueblo de las amazonas, Caín
apuraba a Oggy.
–¿Qué sucede? Abre esa maldita puerta...
–Un momento, jefe, el candado de su prisión es bueno, pero no para un ladrón
como yo, se abre con una combinación, con una llave y con energía, ya falta poco...
En cuanto sonó la señal de alarma Oggy liberó a los Enoch, afuera, Rave Isa
ya había soltado al gatito rayado y Samir lo había transformado en un gigantesco y
salvaje tigre.
Oggy liberó a otras tres bestias, a su caballo, a su oso malayo y a su lagarto,
Samir los transformó en un unicornio, un gigantesco oso y un dragón, los animales
estaban causando destrucción por donde pasaban, Khatra Azzán salió justo en el
momento en que sus prisioneros huían.
–¿Esto es tú culpa Ogmund? – preguntaba a su hijo con su voz llena de ira –.
¡Has traicionado a tu Clan!
–Yo ya no tengo Clan, madre, tú lo dejaste bien claro ayer en la tarde, tus
prisioneros ahora son mi familia, estas bestias que están arrasando tu pueblo son
mis animalitos que tanto desprecias, a ver ahora cuantas amazonas desean ser mis
putas...
Khatra intentó atacar a su hijo pero no lo logró, de repente se vio envuelta en
una ilusión, estaba en una celda y los hombres se burlaban de ella, la trataban como
un animal, uno de esos hombres era Caín Enoch.
–Mis hijos se han encariñado con tus hijas y Oggy fue quien nos liberó, sólo por
eso voy a dejar vivir a tu pueblo, pero si te vuelves a cruzar en mi camino yo
personalmente los aniquilaré a todos – amenazó Caín a la líder de las amazonas.
–Entendido el mensaje – respondió una derrotada Khatra –, ahora sácame de
esta ilusión.
–Dicen que eres muy poderosa, eventualmente podrás salir tu sola, tal vez en
unas horas o tal vez en unos años, el tiempo en este lugar es relativo, adiós Khatra.
–Vete al diablo, maldito...
Una vez que Caín desapareció, Khatra se sentó con las piernas cruzadas
concentrándose, debía salir de esa ilusión, aunque no sería tan fácil, sentía como si
fueran reales las burlas y los objetos que le lanzaban, Caín había encontrado su
punto débil: la humillación ante los hombres, mientras trataba de encontrar el camino
de regreso al mundo real una lágrima corrió por su rostro.
En el pueblo de las amazonas, Oggy montó el unicornio y les cedió el oso, el
tigre y el dragón a los Enoch. Samir se bajó del león y montó al dragón, ya había
establecido un vínculo con él, Caín montó el oso, Rex al león y Darius al tigre.
Thora y Janette ya habían salido a ver que sucedía con tanto desorden, los
hermanos Enoch fueron por ellas, cada quien a su manera, Rex le extendió el brazo
a la princesa de las amazonas, ésta tomó su mano y se subió con él al gigantesco y
atemorizante león de Oggy.
Darius hizo que el tigre pasara al lado de Thora y la cargó a la fuerza, mientras
se alejaba del pueblo del Clan Azzán sobre la bestia de Oggy, besaba a la líder
guerrera de las amazonas.

EL MUERTERO Y EL HEREJE
Una vez que estuvieron libres, Caín Enoch y sus hijos junto con sus nuevas
compañeras y sus rescatadores se dirigieron al primer campamento de los Riazor
que encontraron, éste se encontraba a cargo de Jonas Riazor, hermano del
entonces Patriarca de su Clan y de su hijo, Roswell.
A Jonas le apodaban el Hereje por no tomar partido por ninguna religión, su
objetivo era única y exclusivamente el poder, en cuanto a su hijo Roswell, todos lo
conocían como el Muertero, en toda la guerra no había ningún guerrero de ambos
bandos que hubiera matado a tantos enemigos como él, su nombre era sinónimo de
miedo en todo el nuevo reino.
Inmediatamente Caín Enoch llegó a platicar con Jonas de la situación en la que
se encontraba la guerra.
–Caín – saludaba Jonas como si le diera gusto encontrarse con su aliado más
poderoso –, lograste escapar de las amazonas.
–No gracias a ustedes.
–Mi hermano estaba negociando tu liberación, el maldito de Mikael Yaotl no nos
da un respiro, nos manda a combatir a todos lados, estábamos a punto de ganar la
guerra, pero como bien sabes Ferrán De Grieff nos venció en la tundra y no sólo
eso, al mismo tiempo que la Liga del Metal nos pateaba el trasero, Vadder Sargás
destrozó a los ejércitos liderados por tu familia en el desierto. Ahí empezó nuestra
ruina, después de esos dolorosos reveses y de perderlos a ustedes, las derrotas las
hemos contado a manos llenas, ahora los que están a punto de ganar la guerra son
los De Grieff...
–¿Qué hay con los Clanes de las ciudades de piedra? Ellos son la contra
oposición a los Clanes de la Liga del Metal, los únicos que pueden con ellos...
–Tras la derrota de tu familia se han mantenido al margen.
–¿Y el Tloque Nahuaque?
–También, no apoyan la nueva religión de los Yaotl.
–Creo que es hora de tirar la toalla y llegar a una negociación, los De Grieff se
sentarán en el trono y serán los nuevos gobernantes de Boleria, como debió ser
desde el principio.
–Pienso lo mismo, el reino ya sangró demasiado.
–¿En dónde se encuentra ahora "el Ángel"?
–Defendiendo con mi hermano nuestro último bastión: Ishtar.
–Vamos para allá.
–No podremos pasar, está bajo asedio.
–Pasaremos, yo personalmente hablaré con Ferrán y Vadder, nuestros hijos se
quedarán de rehenes a cambio del salvoconducto hasta la capital.
–¿Cuál de tus hijos se quedará?
–Los dos.
–No sé si sea buena idea, mi hijo ha matado más guerreros en el campo de
batalla que ningún otro...
Caín Enoch volteó a ver a Roswell Riazor, su mirada era la de un loco asesino,
a él no le interesaba el poder, sólo la batalla, si por ese chico fuera, la guerra no
terminaría nunca.
–Los De Grieff son gente de palabra, tu hijo no será dañado.
–Está bien, vamos.
Los cinco guerreros partieron a Ishtar, las Amazonas se quedaron en el
campamento con su hermano, Rave Isa y Samir Shmuel. En cuanto llegaron a su
destino, Caín y Jonas hablaron con Vadder Sargás, Ferrán De Grieff y Ryad Brunn,
los tres estuvieron de acuerdo en dejarlos pasar conservando a sus hijos como
rehenes, la guerra ya se había prolongado por mucho tiempo y el reino ya había
sangrado demasiado.
Los rehenes fueron conducidos a la carpa personal de Ferrán De Grieff, Rex y
Darius se sentían incómodos entre tantos enemigos, no así Roswell que hasta
parecía que disfrutaba las miradas de odio de todos a su alrededor, como mínimo
había matado en el campo de batalla a un amigo o un familiar de cuanto guerrero
pasaba por su camino. En la carpa los recibió "el Carnero" en persona junto con el
patriarca de los Hobbs: André, importante familia integrante de la Triple Alianza que
había ido en contra de sus aliados, el motivo: fueron despojados por los Yaotl de la
ciudad más poderosa de Ishtar: la Ciudad Sagrada de Uruk. Ferrán recibió a sus
rehenes como invitados y no como prisioneros.
–Bienvenidos muchachos, siéntanse como en casa, si necesitan algo no tienen
más que pedirlo, esperemos que esto termine pronto.
En el palacio de Ishtar, Jonas Riazor y Caín Enoch platicaban con el rey Job
Yaotl y los líderes que defendían la capital: Mikael Yaotl, Cadmio Riazor y Mohir
Shmuel, a los tres se les veía cansados, eso era un buen síntoma para
convencerlos.
Cadmio Riazor saludó efusivamente a su hermano, los ánimos en Ishtar
estaban por los suelos, sabían que la guerra estaba prácticamente perdida, preguntó
por la situación en el exterior.
–¿Cómo va todo afuera?
–Mal hermano, esto – Jonas señaló los alrededores del palacio –, es lo único
que nos queda.
–¿Las ciudades de piedra? Los De Grieff le dieron la vuelta a la guerra con la
participación de la Liga del Metal, si las ciudades del sur de Aztlán entran a la guerra
bajo la dirección del Clan Enoch podemos volver a revertir las cosas... – Cadmio
Riazor al igual que sus aliados se negaba a ver lo evidente, habían perdido.
–Yo creo que es hora de decir ya basta... – dijo finalmente Jonas.
–¿A qué te refieres, hermano?
–A que el reino ya ha sangrado de más, apostamos junto con los Yaotl a
conservar el trono y perdimos, debemos negociar la paz.
–¿Qué negociación puede haber? Nos tienen en sus manos...
–No Cadmio, ellos están tan cansados como nosotros, vi sus caras de temor
cuando observaron que Caín y sus hijos fueron liberados, nadie quiere pelear contra
ellos, si a eso le añades a mi hijo...
–No lo sé... "el Ángel" es quien tiene la última palabra...
Caín Enoch se acercó a Mikael Yaotl.
–Tú eres nuestro líder, debes parar esta matanza, bien sabes que la lucha de
los De Grieff es legítima, como lo ha dicho Jonas, apostamos por el poder y
perdimos, negocia ahora que puedes...
–No todo está perdido – repuso enérgicamente "el Ángel" –, el centro de Aztlán
todavía está en poder de tu familia, con la estrategia correcta podemos revertir el
resultado de la guerra. Un Yaotl nunca se rinde...
Mikael temblaba del coraje, habían estado a punto de ganar la guerra, en su
mente se repetía que si los De Grieff habían logrado revertir las cosas a su favor él
también podría lograrlo. Caín trataba de hacerlo entrar en razón.
–No te estás rindiendo, estás negociando la paz que es diferente, los Enoch
también están cansados de esta guerra y sólo están resistiendo, no te equivoques,
cuando termine el asedio tu familia caerá junto con la capital...
Finalmente el hermano del monarca vigente cedió.
–Está bien, platicaremos, pero no cederé ante presiones que nos
desfavorezcan.
–Que así sea.

Mientras los líderes de Hamal esperaban a que Caín y Jonas hablaran con sus
aliados, un asustado guardia entró en la carpa de Ferrán De Grieff.
–Señor, hay problemas...
–¿Qué sucede?
–Los hombres quieren linchar a Roswell Riazor, debe muchas vidas...
–Prometí que nada le pasaría y voy a cumplir.
–Señor, no sólo son los soldados, varios líderes de importantes Clanes piden la
cabeza del "Muertero"...
–Lo harán sobre mi cadáver.
Ferrán De Grieff volteó a ver a André Hobbs y éste afirmó, ambos salieron a
enfrentarse con su propio ejército.
–¿Qué demonios sucede aquí? – preguntó "el Carnero".
–Que queremos al asesino que proteges – le contestó Mirzam Rasalgethi, un
gigantesco hombre de más de dos metros y medio, Patriarca del poderoso Clan
conocido como Hércules.
–No es un prisionero de guerra – respondió Ferrán –. Es un rehén, un invitado
obligatorio al que prometimos no hacer daño alguno.
–Eso nos tiene sin cuidado, debe la vida de muchos de nuestros familiares, la
vida de mi hijo Murzim entre ellos.
André Hobbs al ver los rostros de sus compañeros comprendió que eso ya se
había salido de control, debía hacer algo pronto.
–El tipo que está ahí adentro también mató a mi primogénito, a Robby, pero fue
durante la guerra, al fragor de la batalla, no de manera cobarde como lo pretenden
hacer ustedes, muchos hemos perdido a nuestros familiares, hoy estamos ante la
oportunidad histórica de terminar la guerra, si matan a Roswell Riazor la guerra no
terminará y habrá más muertes... ¿eso es lo que quieren?
Todos callaron, nadie quería seguir con esa guerra, sabían que si mataban a
Roswell Riazor durante una tregua se exponían a la extinción de su propio linaje, sin
embargo, Mirzam Rasalgethi cegado por la ira no se echó para atrás.
–Si la guerra tiene que seguir que siga, para eso estamos aquí, los Yaotl y sus
aliados están a punto de perder, no le veo el caso a la negociación.
"El Carnero" miraba amenazante a Mirzam.
–Si pretenden faltar a nuestra palabra de no dañar a nuestros invitados tendrán
que pasar sobre nues...
Ferrán no alcanzó a terminar de hablar, Roswell Riazor había salido de la carpa
de "el Carnero", enfrentó a todos los que pretendían lincharlo.
–¡Váyanse todos a la mierda! – les espetó –. Claro que he matado, a cientos,
todos los guerreros de cualquier nivel que me han enfrentado están muertos, no me
arrepiento de ninguno, eran ellos o yo, si alguno de ustedes, perros, tiene una
cuenta conmigo con gusto la saldaré en este momento, de uno en uno, de dos en
dos o todos de una vez, no me importa, pelearé hasta que muera... ¿quién será el
primero?
Todos callaron, nadie se atrevía a enfrentar a "el Muertero", el guerrero más
valiente, salvaje y sanguinario de la guerra, finalmente Mirzam Rasalgethi aceptó el
reto.
–Yo seré el primero y el último guerrero al que combatirás, maldito.
–Me parece bien, te mataré con la misma facilidad que maté al mediocre de tu
hijo.
Ferrán De Grieff le puso la mano en el pecho a Roswell.
–No puedo permitirte pelear.
–No se preocupe, Patriarca – dijo Roswell quitando la mano de Ferrán de su
pecho –, Rex y Darius Enoch quedan de testigos que lo hago por mi voluntad, no
habrá represalias, mi padre conoce mi carácter y si me dejó aquí es su culpa, pero
pase lo que pase, Mirzam Rasalgethi se muere ahora...
Ferrán De Grieff no tuvo más remedio que aceptar, Mirzam Rasalgethi era un
musculoso gigante de más de dos metros y medio, su cuerpo era indestructible y su
fuerza era la de cien hombres, después de "el Muertero" ese hombre era quien más
víctimas había cobrado en la guerra, era un enfrentamiento entre los mejores
guerreros y asesinos de ambas partes.
Roswell por su parte tenía un poder de energía parecido al de Apolo Kray, tenía
la capacidad de extraer a su espada el máximo poder de cualquier guerrero y usarlo
a su favor, la batalla no duró más que unos cuantos minutos, el patriarca del Clan
Hércules atacó al joven Riazor, éste esquivó su embate y lo atacó en el abdomen
con su espada, el arma rebotó en el cuerpo indestructible de Mirzam. Por su parte,
Roswell empezó a sangrar.
–¿Qué te parece mi poder, insecto? – se burlaba el indestructible gigante –. Mis
golpes llegan a donde sea y lastiman como yunques, no tengo que tocarte para que
los sientas, con que estés dentro del rango de daño te afectarán, claro que si te toco
directamente pulverizaré tu débil cuerpecito, además mi piel es impenetrable, tú eres
una nulidad, seguramente matabas a tus víctimas a traición.
Roswell Riazor le sonrió a su rival y le mostró el dedo medio, Mirzam
nuevamente lo atacó ante la algarabía de sus compañeros que deseaban ver caer al
famoso "Muertero", el joven Riazor nuevamente evitó el golpe directo, soportó el
daño invisible y después extrajo el elemento fuego de uno de los espectadores.
Calentó hasta el punto más alto su espada y descargó el golpe fatal al cuello de
su rival, la cabeza del Patriarca del Clan Hércules rodó, todo había terminado.
Después, con su espada rota, pero todavía incandescente, Roswell señaló a todos
los que lo rodeaban.
–¿A quién más le debo algo?
Nadie habló, el mejor guerrero de la alianza del Oeste había caído fácilmente
ante ese monstruo, Roswell tiró lo que quedaba de su arma al suelo y volvió a entrar
en la carpa de "el Carnero".

Kukulcán, Ferrán De Grieff y los principales líderes de Hamal fueron invitados a


entrar en la Ciudad Sagrada de Uruk, ahí se pactó un cese al fuego y se propuso
que se llevaran a cabo las pláticas conciliadoras y de paz en la ciudad de
Teotihuacán, en el territorio de Aztlán, la ciudad estaba dividida en dos, era uno de
los bastiones estratégicos.
En la Ciudad de Teotihuacán se celebró el tratado de paz, los Yaotl
reconocieron el derecho de los De Grieff al trono y se estableció que la corona
cambiaría de manos entre las dos principales familias o sus aliados por cada dos
generaciones, cada cuarenta años aproximadamente.
De igual manera los Yaotl y los De Grieff dividieron su territorio, lo compartieron
con las principales familias que habían apoyado a sus rivales, los Yaotl dividieron
Aztlán y formaron la provincia de Levit, dejando a la principal familia aliada de sus
enemigos, los Brunn, el norte de Aztlán.
Al tomar posesión de Aztlán, los Brunn se vieron obligados por presiones de los
Clanes integrantes del Excán Tlahtoloyan a renunciar a los ochenta y ocho Clanes
Guerreros de Hamal, su lugar sería tomado por miembros del mismo Clan que se
negaron a abandonar sus propiedades aún y cuando otra familia los gobernara, esos
Brunn que se quedaron serían conocidos desde entonces como los Tiberian.
La razón de que los Yaotl tomaran el sur de Aztlán fue muy obvia, el sur ya se
había convertido a su nueva religión, a partir de ese momento se creó la Legión de
los Iluminados, la entidad protectora de Levit y sus trece miembros originales se
hicieron llamar Arcángeles.
De igual forma se creó una alianza guerrera de todos los Clanes del sur de
Aztlán, ahora llamado Levit, para que compitiera con los ochenta y ocho Clanes
guerreros de Hamal o la Triple Alianza de Aztlán, a esa unión le llamaron los nueve
Coros de Guerra de Levit.
Los nueve Coros quedaron conformados por seis familias por Coro de Guerra
formando un total de cuarenta y ocho Clanes protectores, el noveno Coro fue
dedicado a los Arcángeles de la Legión de los Iluminados y lo formaban los mejores
guerreros de los demás Coros de Guerra.
Aztlán por su parte conservó a los grupos de guerreros élite formados desde el
principio de su formación: el Honorable Tloque Nahuaque y la Triple Alianza llamada
Excán Tlahtoloyan, ahora conformada por los Clanes del norte y parte del centro
representados por las Casas Humbolt, Brunn y Enoch. La familia Enoch, los
gobernantes hasta entonces del sur de Aztlán, se dividieron, gobernarían
conjuntamente ambas provincias, una parte de ellos se quedaron en Levit.
Por su parte los De Grieff compartieron las frías tierras del norte de Hamal con
los Riazor, quienes en un acto de poder y egolatría le pusieron el nombre de su Clan
al nuevo estado.
Al partirse el reino de Hamal también lo hicieron los ochenta y ocho Clanes
Guerreros, quedando cuarenta de ellos en el nuevo territorio de Riazor, la familia
Enoch quedó como la protectora del nuevo estado y los Clanes que formaron la
nueva entidad se hicieron llamar la Federación de los Territorios del Norte.
Así se cerró el pacto de paz, aunque los De Grieff y los Yaotl seguirían
gobernando el reino de Boleria, los Enoch tenían una fuerte presencia en tres de los
cuatro territorios que la conformaban, únicamente Hamal quedó fuera de su
jurisdicción, el territorio gobernado por la única familia que no tenía ningún lazo de
amistad o cooperación con ellos. El centro de Aztlán era suyo y con los Riazor los
unían compromisos de apoyo, pero con los De Grieff no los unía pacto alguno, por lo
que los líderes de los ochenta y ocho Clanes Guerreros se negaron rotundamente a
que los Enoch tuvieran cualquier presencia en su demarcación.
Una vez que se formaron los nuevos territorios, el grupo de familias protectoras
de Hamal conocido como los ochenta y ocho Clanes Guerreros se redujo a cuarenta
y ocho, pero por costumbre se les siguió llamando de la misma manera. De igual
forma los Clanes más poderosos del estado, los de las constelaciones principales,
formaron el Círculo del Zodiaco como grupo protector del estado.
Los dos principales bastiones de poder les fueron otorgados a las familias
Hobbs y Shmuel, quienes también entregaron a la familia rival su territorio, los Hobbs
entregarían a los constructores la regencia de la ciudad más importante del reino, la
Ciudad Sagrada de Uruk en Ishtar y los Shmuel darían posesión a sus enemigos de
la parte media del que sería el edificio de la Ciudadela, construcción que era su gran
orgullo, el gran símbolo de su poder ante el mundo y el cual nunca llegaron a
estrenar como propio.

LA RELIGIOSA
Judith Riazor atendía los asuntos de su convento, era la superiora de su
congregación, en los tiempos nefastos que corrían en Boleria su fuerte era un
refugio del infierno que se estaba suscitando en el exterior.
Nadie sabía cómo había empezado la debacle, el país estaba en su máximo
esplendor, los dos reinos más poderosos del mundo conocido se habían unido,
después de una larga guerra las dos principales familias firmaron la paz y dividido su
territorio.
La etapa de reinado de la familia De Grieff fue de progreso, Boleria se elevó a
lo más alto, el país estaba en los cuernos de la luna. De repente, al final de su
mandato algo sucedió, el reino se vino a pique, la desgracia alcanzó todos los
confines que lo conformaban, los muertos por el hambre superaba con mucho a la
peor epidemia por enfermedad que había azotado a todo el territorio.
Incluso el convento que ahora presidía llegó a estar en problemas, cuando un
sacerdote estaba al mando se dedicó a agotar los recursos en los habitantes del
exterior, estaba matando a sus propios compañeros.
Judith Riazor no lo podía permitir, se ordenó como religiosa escapando de una
decepción amorosa, pero la iluminación le llegó pronto, al fin y al cabo era una
Riazor, pensaba escalar en la escalera de mando sacramental hasta llegar a lo más
alto, quería ser la máxima prelada religiosa del culto a los tres Dioses, deseaba ser
la Santa Madre.
Pero para lograrlo lo primero que debía hacer era tomar el mando de su
convento y hacerlo prevalecer, tenían huertos y animales suficientes para sobrevivir,
pero el sacerdote a cargo lo desperdiciaba en enfermos y muertos de hambre que
venían del exterior.
Judith tenía el poder de la regeneración pero desde pequeña fue entrenada en
las artes de la guerra, era una letal esgrimista y manejaba el ataque de energía pura
a corta distancia, en un duelo elemental mató al sacerdote en jefe y tomó el mando
del convento.
Nadie se lo rebatió, los internos no deseaban morir enfermos ni de hambre,
convirtieron su convento en un fuerte infranqueable que se vendía al mejor postor.
Judith se encontraba haciendo cuentas de los recursos que había obtenido
cuando la fueron a importunar, los golpes en la puerta la desconcentraron, con
desgana fue a ver quién la interrumpía, todos en el convento sabían que cuando su
puerta estaba cerrada nadie la podía molestar.
La religiosa abrió la puerta dispuesta a reprender a quien había osado
interrumpirla, en la entrada se encontraba su mano derecha, un joven sacerdote con
una espada a la cintura con el que también tenía un amorío.
–¿Qué demonios sucede? Bien sabes que...
–Excelencia – la interrumpió el sacerdote –, en la entrada del convento están su
primo y su tío.
–¿Vienen solos?
–No, vienen con el Shmuel y el hombre de los animales rastreros...
–Pásalos al salón del confesionario, sólo a mi primo y a mi tío, los otros dos que
esperen afuera...
–Sí excelencia.
Después de guardar bajo llave los documentos que estaba revisando, Judith
fue a ver a sus inesperados visitantes, ambos le sonrieron al verla, la religiosa los
abrazó a los dos, Jonas Riazor saludó a su sobrina.
–Hola Judith, veo que te has expandido...
–Así es, necesitamos más espacios y los recursos que prometió tu jefe no han
llegado.
–A eso vengo, ya no tendrás recursos...
–¿Qué dices? – preguntó Judith preocupada –. Sin recursos el convento se
vendrá abajo, no puedes hacerme eso...
–Otra vez la guerra ha comenzado...
–De nuevo la maldita guerra... – comentó la religiosa viendo hacia el cielo –. ¿Y
ahora de quién es?
–Todos contra Caín Enoch – respondió un envejecido Jonas, su marchito
cuerpo apenas se movía.
–La última vez que nos vimos mencionaste que todo estaba controlado...
–Siempre hay imponderables, hasta para Caín y su gran poder. Su hijo Rex lo
traicionó, él trajo a la realidad a los principales guerreros...
–Pensé que los habían matado a todos.
–Lo hicimos, pero Rex se encargó de despertar a los doce FILOS y rescató a los
descendientes del Ángel y el Carnero.
–No me digas que entre los FILOS está...
–El número siete, el heredero del “Gash” de Vadder encontró el lugar donde
Caín sepultó a su padre y recuperó la espada roja.
–Y ahora busca venganza...
–Así es, ese es el temor...
–¿Y eso que tiene que ver conmigo? Caín me necesita más que nunca, mi
convento está en un lugar estratégico, les he salvado la vida en más de una ocasión.
–Eso ya no basta, Caín está arrinconando a sus rivales, ya sabemos dónde está
su escondite, acabaremos con ellos, son el último grupo aislado que queda...
–Lo sé, el año pasado acabaron con el Tloque Nahuaque...
–Eran los últimos que quedaban después de haber matado a todos los
miembros del Clan Enoch, el sueño de Caín está por hacerse realidad y nosotros
seremos los principales beneficiados, ahora sólo habrá dos familias en Boleria, Caín
y sus hijos así como los Riazor.
–¿En serio crees que Caín cumplirá?
–Ya ha nombrado a Roswell su sucesor en el trono, aún por encima de Darius.
–¿Y qué es lo que quieren de mí?
–Tu poder, vamos a necesitarte para que cures nuestras heridas, eres la única
en el país que puede curar a las personas mientras pelean.
–¿Y qué gano yo con todo esto?
–Serás la máxima jerarca religiosa...
–Eso no lo decide Caín, la orden de quien dirigirá a nuestra iglesia viene
directamente desde tierra sagrada en Arcadia, ni Caín tiene el poder para
enfrentarse a los líderes de nuestra religión.
–Sobrina… – Jonas Riazor pronunció el nombre con lentitud para que la
religiosa le prestara atención –. Caín solo ha conquistado Boleria y destruido a todos
sus guerreros élite para gobernarla, después de que caigan los últimos rebeldes
nadie le hará frente, Boleria será un imperio y Caín su dictador, tendrá todas las
facultades de gobierno, incluida la religión, los líderes religiosos ya han hincado la
rodilla ente él.
–Está bien... – La ambición venció las reticencias de la Religiosa, a sus sesenta
años ya no estaba como para perder más el tiempo –. ¿A dónde hay que ir?
–La batalla final se librará en Aztlán. En los límites de Xibalbá.
–Vamos entonces...
Los tres Riazor salieron de la habitación del Confesionario, Oggy Azzán y
Samir Shmuel los esperaban, Judith le habló a su tío.
–Espera...
La superiora del convento tronó los dedos y dos novicias se acercaron, Jonas
le preguntó.
–¿Qué hay con esas jovencitas?
–Son mis principales pupilas, nos serán de mucha utilidad, también vendrá
conmigo mi brazo derecho, es tan bueno con la espada como tu hijo.
Jonas sonrió.
–Miles han dicho eso, todos han caído ante el acero de Roswell.
–Mi guardián viene para pelear al lado de mi primo, no contra él...
–Lo sé, sólo fue un comentario...
–¿Cómo nos iremos?
–Por eso vienen con nosotros Oggy y Samir.
Oggy convocó a sus siete animales: a un caballo, un lagarto, un par de gatos,
un becerro, un perro y un pequeño oso malayo, después Samir los convirtió en
grandes bestias auxiliado por el poder de Roswell Riazor que aumentó su capacidad
al máximo.
Los pequeños animales se transformaron en gigantescas bestias aladas, un
unicornio, un dragón, un león, un tigre, un toro, un lobo y un oso, cada guerrero
montó un animal y Judith Riazor montó al león junto con su guardián.
Cuando estaban llegando a su destino vieron a Rex Enoch traspasando a su
padre con un rayo de energía pura ante la mirada sorprendida de Rave Isa y las
amazonas Azzán, Darius Enoch también se encontraba en el lugar, los Riazor y sus
acompañantes descendieron de inmediato.
–¿Qué sucedió? – preguntó Jonas.
–Fuimos emboscados por los guerreros que siguen a los descendientes de "el
Carnero" y "el Ángel", para evitar el baño de sangre se pactó una pelea uno a uno
entre el menor de los De Grieff y Caín – explicó Janette.
–Nadie es rival para Caín...
–Ese chico tenía un arma increíble, manejaba los cuatro elementos primordiales
al límite y su bestia era todavía más poderosa, una enorme serpiente emplumada...
Caín perdió.
–¿Y entonces?
–Con sus últimas fuerzas logro crear una poderosa ilusión para que pudiéramos
escapar, una vez que estuvimos a salvo, Rex se presentó de improviso – respondió
Thora.
Jonas pensó en el hijo menor de Caín Enoch, Rex se negó a seguir el
ambicioso proyecto de su padre, se había unido al enemigo y era su principal
opositor.
–Él no cayó en el engaño de su padre – Janette continuó explicando los
sucedido –, lo retó a un duelo a muerte pero Caín rechazó el enfrentamiento, sin
embargo Darius apoyó a su hermano y obligó a pelear a su padre, en un principio
todo fue conforme a lo normal, pero, pero...
Janette se quedó sin habla, Rave Isa continuó la explicación.
–Rex cayó herido de muerte en varias ocasiones pero no murió, después, las
técnicas con las que atacó al jefe fueron muchas, variadas y muy poderosas, algo
nunca visto, nadie sabe de donde obtuvo tal poder, al final terminó derrotando a su
padre, Caín estaba débil por su enfrentamiento con el chico De Grieff y perdió.
–¿Pero por qué fue todo eso? – Roswell era el más desconcertado de todos,
Caín le había prometido el mando del nuevo imperio de Boleria –. Lo de Rex todos lo
sabíamos, nunca estuvo de acuerdo con el plan de Caín, pero... ¿por qué Darius
también traicionó a su padre?
–Se enteró que fue Caín quien exterminó a su propio Clan...
Mientras hablaban nadie perdía de vista a los dos combatientes del recién
terminado duelo, Rex tenía la espada sobre la garganta de su padre, Caín le dedicó
sus últimas palabras.
–He perdido, hijo, así lo acepto, pero antes haré una última cosa...
–No lo permitiré.
Caín con lo último que le quedaba de su poder habló directamente con sus
hombres, los llevó al nivel superior psíquico, donde el tiempo se detenía, en ese
lugar no importaba el tiempo que tardara en exponer su plan, en el mundo real
pasaría apenas un segundo.
En el plano superior se encontraron Jonas, Roswell, Rave, las hermanas Azzán
y Samir, Caín les informó sus planes.
–Esta es la despedida, estuvimos muy cerca pero no alcanzamos la meta...
–Algo debemos poder hacer... – dijo Roswell.
–No hay nada que hacer, esa maldita espada elemental y la bestia que convoca
son invencibles, Roswell, perdimos, otra vez, otra maldita vez, en un par de
segundos mi cabeza se separará de mi cuerpo y todo habrá acabado...
–¿Desea que nos encarguemos de sus hijos? – preguntó el hijo de Jonas.
–No son rivales para ellos, muchacho, ni tú.
Roswell se molestó con el comentario de Caín.
–No me subestimes, nadie es mejor que yo, ni siquiera tú...
–Hace cuarenta años te lo hubiera concedido, Roswell, tú mismo te labraste tu
leyenda, pero no ahora… mira tu cuerpo, tienes más de sesenta años, en cambio
mis hijos siguen tan fuertes como cuando los conociste, pero eso ya no importa, los
traje a ustedes a este plano dimensional porque quiero darles algo, mi poder...
–Jefe... – Rave Isa veía a sus compañeros, no estaba convencido de que fuera
conveniente que su líder les diera más poder, todos eran unos criminales y asesinos,
incluyéndolo a él...
–Déjame hablar, Rave – lo interrumpió Caín –, les entregaré todo mi poder, pero
ustedes deberán hacer el trabajo, casualmente ustedes tienen las facultades
perfectas combinadas para hacerlo, no sólo serán los guerreros más poderosos del
país, también serán inmortales...
–Díganos que hacer... – A Jonas le agradaba la idea de ser inmortal.
–Antes deben decidirse por un compañero más: Oggy o Judith...
–¿Por qué sólo uno? – preguntó Rave Isa.
–Porque el otro deberá sacrificarse, sólo puedo entregar este poder a siete
guerreros y necesito mucha energía para hacerlo, ellos dos son los guerreros con
más energía dentro de nuestro ejército, uno se unirá a ustedes y el otro se
sacrificará por ustedes...
–Sacrificaremos a Judith, Oggy es parte del grupo... – propuso Samir.
–Piénsenlo bien – les advirtió Caín –, se necesitan hacer siete sacrificios, pero
el poder que van a adquirir los puede matar, el talento de Judith les vendría bien...
es su decisión.
–Amigos – Jonas levantó la mano para que los demás le prestaran atención –,
Judith es hija de mi hermana y la quiero, pero Oggy ha sido nuestro hermano de
armas, pase lo que pase vamos a perder a alguien valioso, pero sólo quiero que
tomen en cuenta una cosa, Judith es más indispensable que cualquiera de nosotros,
si morimos de nada servirá el sacrificio del jefe...
–Voto por sacrificar a mi hermano – dijo Janette.
–Yo también – apoyó Thora.
–No pueden hacer eso – reclamó Rave.
Roswell y Jonas apoyaron la moción.
–Nosotros también – dijeron al mismo tiempo los dos.
Rave veía con odio a sus compañeros, volteó a ver esperanzado al aprendiz de
Caín.
–Ya perdimos la votación, Samir, pero por lo menos tú apóyame, vota por
sacrificar a Judith, tú y Oggy son un equipo...
–Lo siento, amigo, pero esta votación se hace con la cabeza y no con el
corazón, voto por sacrificar a Oggy.
Rave Isa explotó.
–Malditos sean todos, por eso nos encontramos aquí, Caín traicionó a su Clan,
los hijos de Caín lo traicionaron a él y ustedes traicionan a su hermano de armas por
una mujer sin honor que cambia de bando según convenga a sus intereses...
Caín Enoch trató de calmar a su mesías.
–Rave...
–Hagan lo que tengan que hacer, Caín, pero yo me encargaré personalmente
de Oggy, no permitiré que nadie más lo toque...
–Quien se encargue de Oggy será el más poderoso...
Nadie se opuso a que Rave fuera el más poderoso y el nuevo líder, todos lo
respetaban como tal, en un parpadeo Judith apareció junto con los demás.
–¿Qué sucede? ¿En dónde estoy? – preguntó desconcertada.
Caín le explicó la situación a la religiosa, Judith en un principio se ofendió de
que jugaran así con su vida pero al final aceptó el poder que le ofrecían.
–Haremos lo siguiente – dijo Elohim –: Roswell aumentará el poder de todos,
incluido el de Oggy hasta extraer a sus bestias, Samir las convertirá en monstruos,
Jonas fusionará la energía que voy a desprender, Thora vaciará sus cuerpos y
Janette integrará en sus cuerpos la energía que Jonas haya capturado, Judith se
encargará de mantenerlos vivos.
–¿En qué momento morirá Oggy? – preguntó Rave Isa.
–Todos deberán hacer un sacrificio, si es alguien poderoso mejor, con mi
muerte ustedes van a adquirir el poder de Rex, pero no sólo eso, hay un poder de
sombras que ambos tenemos y que ninguno ha podido desarrollar, espero que al
hacer el sacrificio puedan obtenerlo...
–Yo me encargaré de mi guardaespaldas y mis chicas pueden ser utilizadas por
mis familiares – dijo Judith sin ningún empacho o remordimiento de asesinar a sus
colaboradores.
–Bien – la voz de Caín Enoch se mostraba complacida –, Rave se quedará con
Oggy... ¿Samir?
–Mi hija Aura...
–¿Estás seguro de eso? – todos voltearon a ver sorprendidos al Aprendiz,
estaba sacrificando a su propia hija por su ambición, a Caín le gustó la elección de
Samir, pensó que era justo, para obtener el máximo poder había que hacer el
máximo sacrificio y ese era la vida de un hijo, tomaría después esa experiencia
como una regla de vida y se la enseñaría a sus futuros descendientes.
–La amo – se justificó Samir Shmuel –, así se quedará conmigo para siempre...
–Es tu decisión... – dijo Rave Isa, su voz estaba cargada de un gran desprecio,
se recriminó el haber considerado a ese hombre su mejor amigo, volteó a ver a las
hermanas Azzán –. ¿Y ustedes chicas?
–Agarraremos lo primero que encontremos de entre nuestro ejército... –
respondió Thora preocupada de no alcanzar a hacerlo a tiempo, sólo tendrían unos
segundos para encontrar a sus víctimas.
–Bien, entonces no hay más que decir – dijo la voz de Caín Enoch –, lo único
que les pido es que cuando obtengan su poder, encuentren y unan mi cuerpo para
que pueda regresar...
–Lo prometemos – respondieron todos.
Las mentes de los guerreros regresaron al mundo real, todos vieron cuando la
espada de Rex descendió sobre el cuello de Caín, los siete guerreros hicieron su
parte magistralmente.
Thora y Janette se apuraron a buscar un par de guerreros del ejército de Caín
para sacrificar, en ese momento les salieron al paso unos envejecidos Jora Zod y
Tared Arzad, quienes por amor a ellas se habían unido al ejército de Caín Enoch.
–¿Qué hacen aquí? – preguntó Janette.
–Siempre las hemos seguido – respondió Jora –. Como ustedes lo dijeron
alguna vez, somos sus esclavos y no podemos vivir sin ustedes, Tared está
conectado psíquicamente contigo y lo escuchó todo, tómenos a nosotros, si no
podemos ser sus parejas seremos sus sombras...
–¿Seguros? – preguntó Thora.
–Ya no tienen tiempo... – respondió Tared.
Roswell inmediatamente aumentó el poder de Oggy y Samir, obligando al
primero a extraer sus animales, una vez afuera, Samir las convirtió en grandes
bestias aladas. Mientras eso sucedía con lágrimas en los ojos Rave maniató a Oggy,
éste le preguntó.
–¿Qué sucede?
–Que nos vamos a morir, amigo. – Las manos del autonombrado Mesías
temblaban por la tristeza y la impotencia, pero no perdieron su fuerza.
–¿No hay otra opción? – preguntó un atemorizado Oggy.
–No. Si no te mato yo alguien más lo hará, pero no te preocupes, con la ayuda
de tus bestias nos llevaremos a todos los que podamos con nosotros, tú sólo sé
valiente.
–¿Me traicionaron, verdad? Por eso me quitaron a mis chicos... – Oggy veía
directamente hacia Roswell Riazor, le tenía pánico, sabía que ese maldito asesino
los mataría a él y a Rave en un santiamén.
–Así es.
–¿Abogaste por mí?
–Con todo mi corazón, Oggy, no te preocupes por eso, nos iremos juntos, tú y
yo, somos un equipo hasta la muerte...
–¿Puedes salvarte tú?
–No te mataré para salvarme...
–Está bien, Rave, si mi muerte le va a servir a alguien que te sirva a ti, sólo
prométeme algo...
–No puedo hacerlo, me voy contigo...
–No amigo, vive, a ti te corresponde vengar mi muerte, júrame que cuando
llegue el momento traicionarás a estos malditos como me traicionaron a mí, tómate
tu tiempo, hazlo cuando más les duela...
–Te lo juro, amigo.
–Fui feliz a tu lado, Rave, yo era un rechazado que vivía en la más lacerante
soledad, tu amistad cambió mi vida, eres mi única familia, me voy tranquilo si sé que
te ayudo...
Los sacrificios se hicieron, Rave Isa mató a Oggy, Jonas y Roswell Riazor
hicieron lo propio con las novicias de Judith, quien por su parte mató a su protector,
Thora Azzán mató a Jora Zod y su hermana Janette a Tared Arzad, finalmente Samir
Shmuel mató a su pequeña hija de ocho años: Aura.
Igualmente cada guerrero eligió a su bestia, Rave siempre montaba el
unicornio, Samir eligió el dragón que Oggy solía montar, Jonas y Roswell ya se
habían acostumbrado al lobo y al oso respectivamente.
Thora siempre estaba con el tigre, ya sea como bestia o como un pequeño
gatito, lo mismo sucedía con el toro y Janette, quedando el león a Judith. Las bestias
al estar acostumbradas a sus jinetes regulares no hicieron aspavientos cuando su
amo principal fue asesinado.
Entonces el poder de Elohim fue liberado, Roswell llevó al límite la energía de
todos sus compañeros y en seguida, al mismo tiempo, Jonas fusionó la energía
liberada por Caín, Thora con sus cuerdas de energía pura vació el poder de sus
compañeros y Janette con las suyas integró la nueva energía a sus cuerpos, Judith
hasta donde soportó curó las heridas de los demás y la suya propia antes de
sucumbir.
Tras la conclusión de la ejecución del Patriarca de los Enoch, una gran
explosión de energía abarcó varios kilómetros a la redonda, todo el ejército de Caín
fue destruido, alrededor de los sobrevivientes sólo se observaba devastación, no
quedó ningún testigo de lo sucedido.
Todos los guerreros élite del Patriarca de los Enoch cayeron a excepción de
Rave Isa, quien nunca dijo a nadie que era un hijo bastardo de Caín, tenía un poder
psíquico muy poderoso, fue el único de sus compañeros que no fue vaciado de su
poder al desconocer Thora que lo tenía, completamente agotado les habló a Rex y
Darius.
–Será mejor que se vayan antes de que los demás despierten...
Tanto Darius como Rex sabían de su parentesco con Rave, su padre lo
despreció desde su nacimiento por no considerar que estuviera a la altura de un hijo
del líder de los Enoch, cuando le vio alguna utilidad lo reclutó pero siempre le ordenó
que no revelara su parentesco, se avergonzaba de él.
–¿Qué sucedió, Rave? – preguntó Rex.
–Una abominación – respondió el autonombrado mesías –. Ya lo verán
después, ahora deben irse.
–Lo que hice era necesario y tú lo sabes, mi padre estaba matando al reino.
–No tiene caso discutir eso ahora, Rex... ¡váyanse!
Darius y Rex se marcharon con la cabeza de su padre, horas después los
demás guerreros poco a poco fueron despertando, una vez que todos estuvieron
conscientes notaron que eran jóvenes de nuevo, sus viejos cuerpos ahora eran los
de unos veinteañeros, estaban en la plenitud de sus facultades. Thora preguntó:
–¿En dónde está Rave?
Todos lo buscaron con la mirada pero ninguno lo encontró, decidieron ocuparse
de eso después, ahora lo importante era probar sus nuevos dones, en primer lugar
descubrieron que todos perdieron sus habilidades de nacimiento, después notaron
que habían adquirido el poder de Rex Enoch sobre el metal, la electricidad y el hielo.
De igual forma todos controlaban a las bestias aladas que habían elegido de
Oggy, éstas eran enormes, blancas y aladas, después expulsaron a sus sombras.
La sombra de Janette era Tared Arzad, la de su hermana era Jora Zod, ambos
tan jóvenes como sus amas, las novicias y el sacerdote, sombras de Jonas, Roswell
y Judith conservaron su aspecto, eran jóvenes al momento de su sacrificio, por su
parte, la pequeña Aura ahora era una hermosa jovencita de la edad que
representaba su padre.
Todas las sombras estaban serias, impasibles, no tenían voluntad ni recuerdo
alguno, acababan de nacer, eran recipientes vacíos sin poder ni conciencia.
–¿De qué nos servirán nuestras sombras? – preguntó Thora.
–No lo sé, me imagino que sobre el camino aprenderemos las reglas de este
nuevo poder que hemos adquirido – respondió Jonas.
–Por lo menos hay que ver que tanto pueden resistir – propuso Roswell.
Inmediatamente y sin pedir autorización con un relámpago incendió un árbol,
tomó un trozo de una rama incandescente y con ella tocó a su sombra, la novicia se
incendió completamente, minutos después, su cuerpo absorbió el fuego.
–Increíble – comentó Samir.
–¿Podrá manejar el elemento? – preguntó Jonas.
–Vamos a averiguarlo – contestó Roswell.
El nuevamente joven Riazor señaló otro árbol y ordenó a su sombra disparar
contra él, la novicia transformada lanzó un poderoso ataque en contra del árbol
convirtiéndolo al instante en cenizas, al árbol señalado y muchos más.
–¡Wow! – gritó Samir – ¿Podrán adquirir más poderes?
–Vamos a ver... – dijo Roswell quien inmediatamente atacó con electricidad a su
sombra, ésta repelió el ataque con fuego.
–Creo que no le gusta que la ataquen... – comentó Samir.
Roswell sin consideración alguna tomó la mano de su sombra y le lanzó una
descarga eléctrica, después le dijo que nuevamente atacara otro árbol, la energía
que lanzó nuevamente fue fuego.
–Creo que empiezo a entender – dijo Janette –, nuestras sombras son
recipientes vacíos, la primera fuerza elemental que reciben es la que controlan...
Dicho lo anterior atacó a Tared con electricidad, la sombra soportó la descarga,
sin embrago, no obedeció la orden de atacar, en seguida la princesa de las
amazonas congeló a su sombra, ésta siguió sin obedecer.
–No entiendo lo que sucede – dijo Janette.
–Creo que yo sí – comentó Jonas.
En seguida sopló sobre su sombra, la otra novicia de Judith se cubrió de una
ráfaga de aire que después absorbió, Jonas le ordenó que atacara otro árbol, la
fuerza del aire que lanzó arrancó más de cincuenta árboles. Janette estaba perpleja.
–¿Cómo lograste eso y mi sombra permanece inmóvil?
Creo que ya sé cómo funciona esto – dijo Jonas Riazor –, nuestras sombras
son recipientes vacíos, pero al parecer deberán ser llenados con otra energía que no
sea ninguna de las tres que manejamos...
–Así es – dijo Rave Isa que en ese momento estaba haciendo acto de
presencia.
Lanzó agua que llevaba en una cantimplora a la sombra de Judith, un puñado
de tierra a Jora Zod y atacó psíquicamente a Tared Arzad, las tres sombras al igual
que las de Roswell y Jonas Riazor, se cubrieron de su elemento y absorbieron su
poder.
Así el sacerdote de Judith pudo controlar el elemento agua, Jora el elemento
tierra y Tared pudo crear ilusiones como Caín y controlar la telequinesis además de
que podía materializar o inmaterializar su cuerpo a voluntad. Al ver que todas las
sombras adquirieron un poder menos la suya, Samir preguntó:
–¿Y qué hay conmigo?
–Ya hemos agotado nueve de las diez energías que existen – respondió Rave –.
Sólo queda una...
–¿La energía pura? – preguntó Samir.
Rave Isa asintió, Janette inmediatamente reclamó.
–Oye... ¿quién te dio el derecho de decidir la energía que iban a manejar
nuestras sombras? Yo hubiera elegido la energía pura para Jora...
–El nombre de tu sombra no es Jora – la reprendió Rave Isa –, a ese pobre
bastardo lo mataste por tu ambición, decidí el elemento de sus sombras porque me
dio la gana...
–Tú no eres Caín Enoch para ordenarnos... – dijo Roswell Riazor.
–Soy su líder desde el momento en que aceptaron que me ocupara de mi amigo
Oggy.
Jonas calmó a su hijo, tenía curiosidad por ver la sombra y el poder de Rave
Isa.
–No tiene caso pelear entre nosotros, has dicho que ya se han agotado todas
las energías elementales, pero quedan dos sombras, la tuya y la de Samir, una de
las dos quedará vacía...
–No Jonas, todo el tiempo los engañamos, Caín era mi padre, yo manejaba la
energía psíquica además de una fusión del hielo y el metal pero nunca se los
confesé, la energía de Caín me afectó de un modo distinto al de ustedes.
–Muéstralo – exigió Judith.
–No tengo por qué hacerlo.
–Entonces te obligaremos – amenazó Roswell.
–Pueden intentarlo – respondió Rave –, pero como amigo les recomiendo que
no usen a sus sombras, si no saben utilizarlas podrían morir.
Janeth, Thora, Jonas, Roswell y Judith dudaron un momento, finalmente
decidieron no correr el riesgo, el poder que habían recibido sería suficiente para
probar a Rave Isa, las sombras desaparecieron.
Rodearon a su contrincante, la pelea no duró mucho tiempo, Rave Isa acabó
con todos sus compañeros, Samir Shmuel fue el único guerrero que no atacó al
autonombrado mesías, sólo observó la batalla, sin moverse, parecía una figura de
piedra, cuando todo terminó, quien era la mano derecha de Caín Enoch se acercó a
él.
–¿Por qué no me atacaste?
–Eres mi amigo, nunca lo haría – respondió Samir.
–No te atreves a tocar a tu amigo pero sí a matar a tu hija... – Rave Isa molesto
aventó al Aprendiz.
Al ver que nadie más lo veía, Samir cayó de rodillas y comenzó a llorar.
–Aura estaba enferma – dijo Samir con tristeza –, su mal era degenerativo,
estaba muriendo...
–¿Qué dices?
–Lo que escuchas, la tuve después de los cincuenta años y su madre no
sobrevivió al parto, mi niña nació enferma, la llevé muchas veces con Judith pero
sólo lograba alargar su sufrimiento, la enfermedad de mi hijita era fatal, sufría de
terribles dolores que la hacían llorar, no le quedaba mucho tiempo de vida... quería
conservarla conmigo aunque fuera como una sombra, sé que estoy maldito por eso,
pero era mi niñita, mi Aura...
–¿Por qué no me dijiste nada?
Estabas muy ocupado destruyendo el reino al lado de Caín.
–¿No estabas de acuerdo con su plan?
–Ni yo ni Oggy, tratamos de hablar contigo pero la visión de Caín te cegaba, no
eras tú, ese hombre te tenía controlado.
–Creo que tienes razón, me sentí liberado cuando murió y no sólo eso, siento
una gran culpabilidad por cómo está el reino.
–Sabía que tú no podías ser ese fanático que seguía ciegamente a Caín.
–Ahora lo entiendo, ese maldito no necesitó controlarlos a ustedes, tú y Oggy
eran completamente fieles a mí...
Samir no contestó, sólo bajó la mirada limpiándose las lágrimas. Rave Isa
guardó silencio unos segundos, entendía su dolor, lo que no comprendía es su
traición a su compañero.
–Entiendo lo de Aura, amigo, pero... ¿por qué aceptaste matar a Oggy? Él era tu
amigo, tu compañero de batalla, eso no tiene perdón...
–¡Yo no acepté eso! – interrumpió Samir enfurecido mientras se levantaba para
enfrentar a Rave –. ¡Nunca lo haría! Quería a Oggy tanto como te quiero a ti, el
cabrón de Caín se metió en mi cabeza y no sólo eso, pudo haberme controlado por
completo pero no lo hizo, me obligó a observar cómo te traicionaba contra mi
voluntad...
–Pero al final hiciste el ritual...
–Así es, al igual que tú lo hiciste, en ese aspecto no hay diferencia entre
nosotros, pero te voy a decir por qué lo hice, voy a destruir a Caín y todo lo que él
representa, para eso necesito poder...
–Sabía que tú no eras como los demás, no me preguntes por qué pero lo sabía,
por eso dejé para tu sombra la energía más poderosa de todas...
–¿Y cómo voy a obtener la energía pura para Aura?
–Con paciencia, amigo – Rave Isa le dio unas palmadas en la espalda a Samir.
–¿A qué te refieres? – El Aprendiz no entendió la respuesta de su jefe.
–A mí me afectó de manera distinta la herencia de Caín, sé perfectamente cómo
funciona el poder de todos ustedes.
–¿Y entonces?
–Vamos a dejar que tus compañeros lo averigüen, cuando se cansen de buscar
los ayudaremos, sólo así nos aceptarán como sus líderes.
–¿Y Aura?
–No te preocupes por ella, no puede ser llenada por ningún otro elemento,
únicamente por energía pura.
–¿Y cómo conseguiremos esa energía?
–Hay varias maneras, pero la principal es entrenando.
–Ya déjate de rodeos y explícame como si fuera un niño cómo funciona mi
nuevo poder...
–Está bien, me refiero a que ahora controlas tres energías, con duro
entrenamiento podrás fusionarlas, después de que logres unir dos energías seguirás
con tres... ¿sabes lo que eso significa?
–La obtención de la energía pura...
–Así es.
–Entonces empezaré de inmediato.
–Hay otra cosa, las bestias de Oggy, ellas también han cambiado y al igual que
ustedes poseen una sombra, son dos muy poderosas armas de combate.
–¿Qué hacen?
–Maravillas, amigo, coméntaselo a los demás, cuando la duda los consuma
búsquenme, estaré ayudando a reconstruir el reino en el territorio de Riazor.
–Está bien, suerte amigo.
Rave Isa y Samir Shmuel se dieron la mano, con ello cerraron un pacto
silencioso, algunas horas después nuevamente fueron reaccionando sus
compañeros, Samir les dijo lo que debían saber.
Después de unos años de incertidumbre y de duro entrenamiento los guerreros
de Caín aceptaron a Rave Isa como su líder, lo buscaron para que les dijera las
características de sus nuevos poderes.
Rave les explicó las sencillas reglas de su nuevo poder, ahora eran inmortales,
pero su condición dependía de sus sombras, si la sombra era completamente
destruida ellos recuperaban su mortalidad y podían morir.
También había tres niveles de poder en sus sombras: atado completo,
liberación parcial y liberación total.
Con el atado completo la sombra tenía un poder por encima de lo normal,
podía ser destruida pero ellos podían regenerarla las veces que fueran necesarias,
una vez que fuera destruida su sombra en ese nivel ellos se volvían mortales por
unos minutos en lo que volvían a formar a su sombra.
En la liberación parcial las sombras tenían el poder de un guerrero élite, podían
actuar por cuenta propia si consideraban que estaban ayudando a sus amos, si eran
destruidas sus amos tardaban un mes en volverlas a formar, tiempo durante el cual
se volvían mortales.
En el modo de liberación total las sombras eran tan poderosas como ellos, sus
cuerpos adoptaban por completo el elemento que manejaban por lo que eran
prácticamente indestructibles, adquirían en sus cuerpos el poder de los gigantes
elementales de los FILOS Divinos y eran regenerativos, sólo había una manera de
destruirlas: pulverizándolas. Si la sombra caía el guerrero se volvía mortal y le
llevaría un año volver a formar a su sombra.
En la atadura total los guerreros podían ver, oír y hablar a través de sus
sombras, en la liberación parcial sólo podían ver y oír a través de ellas, en la
liberación completa la sombra era un ente independiente que pensaba por su
cuenta, incluso podía hasta desobedecer a su amo, quien podía desaparecerla en el
momento que quisiera, sin embrago, debía pasar un año para poder volver a
convocarla de nuevo, tiempo durante el cual su inmortalidad no se veía afectada.
En caso de que el guerrero perdiera la cabeza o fuera destruido, la sombra en
cualquiera de sus modalidades tenía veinticuatro horas para unirse a su amo y
resucitarlo, en caso contrario morían definitivamente. Si el guerrero era destruido con
su sombra sin liberar, su cuerpo se reconstruía en una ubicación que solo ellos
conocían.
Finalmente las bestias y sus sombras eran dos poderosas armas, la bestia
negra podía crear noventa y nueve clones guerreros de plasma con torso humano y
cabeza del animal respectivo, la bestia blanca se transformaba en un plasma capaz
de incapacitar a sus contrincantes además de que proporcionaba armadura, armas,
camuflaje y elevaba el poder de los clones negros.
De igual forma rebautizaron a sus sombras, eran guerreros renacidos sin
conocimiento de sus vidas pasadas, Janette Azzán nombró Tellus a Jora Zod, Thora
Azzán le puso Psico a Tared Arzad, Jonas Riazor nombró Aer a su sombra y
Roswell Riazor, el guerrero más temido de la guerra por el trono de Boleria, le puso
Flama a la antigua novicia, por su parte, Judith Riazor llamó Hydros al sacerdote que
la protegía.
Samir se negó a cambiarle el nombre a su sombra, quien siguió llamándose
Aura, por retenerla a su lado la había sacrificado, no permitiría que nadie la llamara
de otra forma.
Aunque los guerreros jamás envejecían ni conservaban cicatriz alguna de sus
batallas, sus sombras en su modo de atadura sí se deformaban conforme
combatían, de ahí el calificativo despectivo de zombies que les pusieron los otros
grupos élite, fue así que sus amos decidieron ponerles máscaras para ocultar las
horribles cicatrices de las batallas que libraban.
De igual manera cada nuevo inmortal se hizo experto en el uso de un arma
específica dotando a su sombra de un tipo parecido pero más grande, Janette Azzán
manejaba un par de tonfas y Tellus un báculo, Thora Azzán peleaba con un par de
sais y Psico con un tridente.
Jonas era un experto con las hachas cortas y entrenó a Aer en el uso del hacha
larga, Roswell era un fenómeno en el uso de cualquier arma, pero su favorita era la
espada de brazo, eligió para Flama el uso de la alabarda.
Judith Riazor aunque fue entrenada en técnicas de combate siempre peleó con
espada, pero su protector la había instruido en el uso del nunchaku, por lo que
adquirió esas armas como propias e instruyó a su sombra, Hydros, en el uso del
sansetsukon (nunchaku triple).
Toda su vida Samir Shmuel manejó las espadas cortas, Aura se entrenó en el
uso del espadón y finalmente Rave Isa conservó el arma tradicional y más letal de
todas, la espada regular.
En cuanto al poder real de Rave Isa, éste se lo guardó para sí mismo, se los
mostraría a sus compañeros cuando fuera el momento oportuno, por lo pronto, sólo
conocerían de él los movimientos y poderes con los que los había vencido.
Con el tiempo se fueron perdiendo los nombres de nacimiento de los guerreros
protectores del estado de Riazor hasta que se les empezó a llamar por el
sobrenombre por el que eran conocidos o por su ocupación.
Así, Janette Azzán fue llamada la Princesa; Thora Azzán, la Amazona; Judith
Riazor, la Religiosa; Jonas Riazor, el Hereje; Roswell Riazor, el Muertero, Samir
Shmuel, el Aprendiz y Rave Isa, el Mesías. La leyenda de los Jinetes Alados
Inmortales trascendería el tiempo.
Un par de décadas después de haber obtenido la inmortalidad, se suscitaron
varias fricciones entre los antiguos guerreros de Caín, ninguno aceptaba plenamente
el mando de Rave Isa, sin embargo se quedaron a su lado, tenían un objetivo
común: matar a Darius y Rex Enoch.
Para eso se entrenaban arduamente, sabían del poder de Darius y Rex y
debían enfrentarlos manejando plenamente y con total conocimiento su poder
adquirido así como al máximo de sus capacidades, prácticamente ya estaban listos y
sus sombras ya habían localizado a los hermanos Enoch. Los siete guerreros se
estaban poniendo de acuerdo para cobrar venganza por el asesinato de su jefe.
–Es el momento, Rave, a ti te corresponde establecer la estrategia.
–¿Estás seguro de esto, Roswell? Los hijos de Caín tienen importantes puestos
en el gobierno, ellos han sido los principales impulsores de la reconstrucción del
reino en pedazos que dejó su padre, si los matamos nos echaremos de enemigos a
los guerreros más poderosos de los cuatro territorios de Boleria.
–Los más peligrosos eran los Enoch y Caín arrasó con ellos, sus guerreros más
poderosos ya no existen – repuso Roswell –, después de matar a Darius y Rex
desapareceremos por el tiempo que sea necesario hasta que no se recuerde nada
de nosotros.
–Jonas tiene razón – Thora apoyaba a los Riazor –. El asesinato de Caín no
puede quedar impune, aún en sus últimos segundos de vida vio por nosotros, nos
hizo un gran regalo de poder, de alguna manera debemos agradecérselo...
–Matando a sus hijos...
–A sus asesinos Rave – lo corrigió Janette Azzán –, no te confundas.
Rave Isa volteó a ver a la Princesa, era quien desde un principio había
manipulado a todos sus compañeros con eso de la venganza, el Mesías sabía que lo
último que la Princesa sentía hacía Caín Enoch era agradecimiento, lo que Janette
quería era desquitarse de Darius y Rex por haberlas abandonado a ella y a su
hermana, algo lógico en aquel entonces, las hermanas Azzán envejecieron y los
hijos de Caín, no, pensó que sin duda era peligroso hacer enojar a esa mujer, tomó
nota mental de tratar de no meterse con ella.
–Si quieren hacerlo, adelante, sólo les advierto que para vencer a los hermanos
Enoch van a tener que liberar por completo a sus sombras, eso significa que pueden
morir, les aseguro que no todos saldremos vivos de esa pelea...
Los guerreros pensaron en las palabras del Mesías, nadie quería arriesgar su
inmortalidad, estaban a punto de darse por vencidos cuando Roswell habló
envalentonado.
–No necesitamos hacerlo, vamos a pelear contra ellos sin nuestras sombras...
¡por supuesto que podemos vencerlos! Yo personalmente me encargaré de uno de
ellos, los demás matarán al otro con tu ayuda, Rave, sé que lo lograrán, ustedes
elijan al más débil y encárguense de él, yo me ocuparé del otro.
–¿En serio crees vencer a Rex o Darius sin usar todo tu poder?
–Por supuesto que lo creo, Rave, mi principal habilidad no es mi poder, es mi
manejo de la espada, y si no lo logro, no pasa nada, tendré la oportunidad de
volverlo a intentar...
Todos se voltearon a ver, la propuesta de Roswell no estaba nada mal, no
tenían nada que perder, si peleaban sin liberar a sus sombras no morirían y en
cambio probarían el nivel que habían alcanzado en esas dos décadas de duro
entrenamiento. Janette Azzán se levantó sonriente.
–Entonces no se diga más, vayamos a...
–¡Un momento!
Los siete guerreros voltearon hacia la voz que había interrumpido a la Princesa,
era un joven más o menos de la edad que ellos representaban, se acercaba a ellos
con las manos en alto para mostrarles que sus intenciones no eran hostiles.
–Hola, llevo mucho tiempo buscándolos, Rave Isa encontró un buen lugar donde
mi poder mental no es efectivo para localizarlos, sé de sus intenciones y vengo a
impedir que cometan un error.
Roswell Riazor en un rápido movimiento puso la punta de su espada de brazo
en el cuello de ese visitante.
–No sé quién seas pero seguro eres un idiota si te presentas solo en este lugar
para amenazarnos...
En un segundo el joven desapareció y apareció a la espalda del Muertero, en
ese momento los cuerpos de los siete guerreros fueron cubiertos hasta el cuello
dentro del mismo número de pilares de agua, cuya densidad hicieron imposible que
realizaran algún movimiento.
–¿Quién demonios eres tú? – preguntó Jonas Riazor.
El joven sonrió, extendió su mano al frente y cerró el puño, en ese momento
fueron destruidos los cuerpos de todos los nuevos inmortales.
Judith Riazor se despertó de pronto, su corazón latía aceleradamente, su
cuerpo estaba desnudo y temblaba copiosamente, todo estaba en completa
oscuridad, dejó que sus ojos se adaptaran a las tinieblas y después se trató de
tranquilizar.
Inmediatamente se arrastró hasta la esquina del lugar en donde se encontraba,
agarró una bolsa y extrajo una manta, se cubrió con ésta y después se recostó para
dormir tranquilamente y recuperar sus fuerzas.
Una vez que volvió a despertar, volvió a tomar el bolso y extrajo sus ropas, se
vistió, bebió agua que tenía preparada en otro lugar y después abandonó ese lugar
que sólo ella conocía y que era donde su cuerpo se volvía a formar si era destruido.
Cuando salió de la cueva empezó a caminar para alejarse lo más posible del
lugar, un par de kilómetros adelante se encontró con sus demás compañeros, todos
se veían igual de demacrados, Judith adivinó que al igual que ella, sus cuerpos
fueron destruidos y habían regresado de la muerte, con ellos se encontraba su
asesino.
–Señorita Judith, usted es la única que faltaba de despertar, haga el favor de
tomar asiento.
El joven le señalo el suelo a su lado, Judith volteó a ver a Rave Isa y éste
asintió, la Religiosa tomó asiento, entonces el joven les explicó lo que sucedía.
–Damas y Caballeros, su inmortalidad ahora me pertenece, gracias a mi poder
psíquico ahora sé en dónde sus cuerpos vuelven a formarse, esa información es su
punto débil, pero no sólo eso, mi vida ahora está ligada a la de ustedes, ya después
les diré las condiciones de su nueva existencia unida a la mía, por lo pronto sólo
deben saber que si no están conmigo puedo sellarlos por toda la eternidad...
¿comprenden?
Todos afirmaron silenciosamente.
–Ustedes recibieron un gran don de un loco, un hombre del que ahora todos
hablan y lo señalan como el máximo traidor del reino, un hombre que comparte mi
linaje, a ustedes les corresponde reivindicar su nombre, lo harán como parte del
grupo élite del estado que él ayudó a crear, serán parte del Gobierno de Riazor, sus
protectores.
–Riazor ya tiene quien lo proteja – señaló Jonas Riazor –. Son los Jinetes
Alados Elementales.
El joven levantó la mano para callarlo, después prosiguió.
–Todos los grupos élite de los demás territorios de Boleria tienen cuando menos
doce integrantes, la Legión de los Iluminados, el Tloque Nahuaque, el Círculo del
Zodiaco... los Jinetes Alados Elementales tan sólo son seis, ustedes serán su
complemento, a partir de ahora se llamarán los Jinetes Alados Inmortales.
–Creo que nos tienes atrapados – mencionó Roswell, no le parecía tan malo ser
el protector del joven estado de Riazor –. Pero antes de seguirte hay algo que
debemos hacer.
–Si es por su venganza en contra de Darius y Rex Enoch no se preocupen, yo
me encargaré de eso.
–Antes de decidir sobre nuestras vidas y nuestro futuro... ¿podrías decirnos
quién demonios eres? – exigió la Religiosa.
El joven le sonrió a Judith, ésta por algún motivo se sonrojó y le devolvió la
sonrisa.
–Es justo lo que me solicitas, soy el nuevo Gobernador del territorio de Riazor,
pueden llamarme Elohim.
FÍLO DÍVÍNO NÚMERO DOCE
ELOHÍM

Las horas pasaban y nada sucedía, ningún indicio de los guerreros protectores
de Riazor, los rebeldes se encontraban preparados para el combate, Brahma ya no
estaba dispuesto a seguir esperando, cuando iba a dar la orden de avanzar en el
cielo se observaron siete enormes bestias aladas: un león, un lobo y un oso, todos
blancos con su contraparte negra, los comandaba un unicornio blanco alado.
Los seis guerreros descendieron enfrente de los rebeldes, el guerrero del
unicornio les habló directamente:
–Buenas tardes, todos me conocen como el Mesías y soy el líder de los Jinetes
Alados Inmortales, hasta ahora los Patriarcas asesinados han caído a manos de los
rebeldes en disparejas peleas de dos contra uno, Elohim no quiere ser tratado con
desigualdad, más adelante espera a dos de ustedes para enfrentarlos, los demás
morirán aquí.
Brahma y Kwan Yin sin decir palabra alguna se adelantaron y se siguieron
derecho, los demás se prepararon para la batalla, el Mesías se hizo a un lado con su
unicornio alado.
–Nosotros somos más justos en nuestros combates, dejaré que la pelea sea de
seis contra seis, mi bestia y yo sólo observaremos...
El unicornio alado blanco desapareció y el Mesías se alejó del campo de
batalla, el Consejero y Secretario de Gobierno del Gobernador de Riazor planeaba
sentarse en un lugar alejado y a salvo, sólo sería observador del combate que
estaba por iniciar. El Hereje lo tomó del brazo y le reclamó en voz baja:
–Rave, no estamos como para dar ventaja a nuestros enemigos, debemos
pelear juntos...
–No Jonas, yo no voy a pelear, sinceramente esta no es mi lucha y creo
firmemente que Elohim va a caer...
–Si él cae caemos todos...
–Voy a aceptar el riesgo, pero no se equivoquen, esto no lo hago por cobardía,
por traición o por desidia, quiero que quede claro, es por venganza, esperé por esto
durante muchos siglos, por el día en que todos ustedes enfrentaran a la muerte, esto
es por Oggy, malditos.
–Lo guardaste cientos de años... ¿verdad? – dijo el Hereje escupiendo sus
palabras –. Esperaste el momento adecuado...
–Así es, sus sombras ya han sido desatadas, sólo les resta pelear por sus vidas,
como cualquier mortal, mientras, yo disfrutaré del espectáculo.
–Faltan la Princesa y la Amazona.
–Ellas son las peores de todos ustedes, sacrificaron a su hermano sin ningún
empacho o remordimiento, a ellas las cazaré yo personalmente, sufrirán más que
ustedes, mucho más...
–Si vencemos tú serás el próximo en caer...
–Ya los derroté una vez a todos juntos, puedo volver a hacerlo las veces que
sean necesarias...
–No te equivoques, Mesías, en aquel entonces estábamos débiles y con
nuestras habilidades recién adquiridas, quizá nos venzas por separado, pero ni
siquiera podrías con dos de nosotros.
–Discutiremos eso si salen vivos de esta, peleen con todo lo que tienen, Hereje,
porque después caerá Elohim y yo personalmente me encargaré de que no regrese
nunca más...
Zombies y rebeldes vieron alejarse al más poderoso de los Jinetes Alados
Inmortales de Riazor, Rave sonreía, esperó cientos de años por esa venganza que
ahora llegaba, por fin su querido amigo Oggy podría descansar en paz.
El Muertero estaba impasible, poco o nada le interesaba la traición de Rave
Isa, él era el más fuerte y peligroso de todos los Jinetes Alados Inmortales, si era
necesario después mataría también al Mesías, un enfrentamiento que él siempre
había deseado, de momento se concentró en sus rivales en turno, eligió al más
poderoso, le habló al "Primer Caballero":
–Sir Phillippe, que gusto volver a verte, espero que con la edad te hayas vuelto
más diestro, esta vez no voy a perdonarte la vida...
–No te preocupes, yo no siento ninguna deuda contigo, si se da la oportunidad,
te mataré.
–¿Eso quiere decir que aceptas mi reto? – preguntó entusiasmado Roswell
Riazor –. Te quiero a ti porque eres el mejor de todos, pero si alguno de esos
chiquillos te supera dejaremos nuestra pelea para otra ocasión o tal vez hoy mismo
pero más tarde...
–No hay más tarde para nosotros, Muertero, la pelea será conmigo.
–Me parece bien.
Lady Madeleine se acercó a su compañero, no había entendido nada de la
conversación entre Sir Phillippe y el Jinete Alado Inmortal.
–¿A qué se refiere ese tipo?
El Primer Caballero le sonrió a quien había decidido compartir su vida a su
lado.
–El Muertero es el único guerrero que me ha vencido... dos veces.
–¿Dos? – Lady Madeleine veía sorprendida a su compañero, ella pensaba que
"el Primer Caballero" jamás había sido derrotado –. ¿Cuándo fue eso?
–La primera vez poco después de terminar la academia, la segunda vez fue en
la guerra contra Stoa, fui a buscar a Elohim para cumplir con un encargo, el Muertero
es un maldito sanguinario, lo descubrí cuando estaba arrasando una población civil,
traté de detenerlo pero me derrotó, la herida que me ocasionó en esa ocasión fue la
que me hizo dejar el liderazgo de la Orden por primera vez.
Ruth Yaotl recordó la herida de Sir Phillippe, le destrozaron ambos brazos, la
recuperación, sanación y regeneración de sus huesos rotos aun con la ayuda de la
espada del alfabeto antiguo Gamma (ΰ) fue un proceso por demás largo y doloroso,
el viejo Caballero Fantasma jamás explicó lo que pasó. El recuerdo del sufrimiento
de su pareja sentimental enfureció a "la Espada Maestra".
–Entonces déjame pelear contra él...
Roswell Riazor escuchó a Lady Madeleine.
–Tranquila Lady, usted peleará con mi sombra, Flama, es casi tan poderosa
como yo, si logra vencerla entonces le daré gusto, para entonces Sir Phillippe ya
estará muerto...
Ruth Yaotl volteó a ver con preocupación a su compañero, aunque no lo
quisiera aceptar la edad ya le pesaba, Sir Phillippe ya rondaba los ochenta años.
–Albir...
–Tranquila, pasará lo que tenga que pasar, recuerda que esta es la única forma
honorable de abandonar la Orden. Firmes y orgullosos...
Sir Phillippe había sacado su espada Gamma (ΰ), con la empuñadura a la
altura de su rostro y con la hoja del arma apuntando hacia el cielo saludó a su
compañera, Lady Madeleine lo imitó con su espada Delta (δ).
–Firmes y orgullosos, mi amor.
Las Espadas Reales de Arcadia se dieron un beso en los labios y se
dispusieron a pelear en contra del enemigo más fuerte. Por su parte, el Hereje veía
divertido a los demás rebeldes.
–¿Quién de ustedes es la máxima controladora del aire? – preguntó el Hereje
señalando a Rhiannon y Caris.
–Soy yo – respondió Amaterasu mostrándole sus guantes blancos con símbolos
azules.
–¿Crees que Aer y tú puedan con ella? – le preguntó la Religiosa.
–Aer con mi ayuda la destrozará, esa chiquilla podrá ser un FILO Divino, pero
no tiene la experiencia de mi sombra en combate.
–Bien, entonces Hydros y yo nos encargaremos de Lúgh, ese chico y su
Baphometh son más peligrosos que el otro FILO Divino, dejemos que los clones
guerreros se encarguen de Heimdall y la hermosura de cabellos negros que los
acompaña.
–De acuerdo...
Los seis Jinetes Alados Inmortales convocaron el poder de sus bestias, los
leones, lobos y osos tanto blancos como negros se derritieron, de los pequeños
lagos negros empezaron a surgir guerreros con el tronco y los brazos humanos, las
demás partes de sus cuerpos además de sus cabezas eran de los animales de
donde provenían, las cabezas eran una fusión humano-bestia.
–Separémonos entonces – ordenó Jonas –. Las noventa y nueve sombras de
nuestras respectivas bestias se encargarán de Heimdall y Caribdis.
Los Jinetes Alados Inmortales se separaron para pelear, los rebeldes también
lo hicieron con el enemigo en turno.
En ese momento un estruendo se escuchó en todo el lugar, el ruido fue
ensordecedor, después, una nube en forma de hongo se formó sobre la Ciudad de
Lacerta, ese fue el funesto timbre de arranque de todos los combates a muerte que
estaban a punto de desarrollarse.

En Arcadia, Cross descansaba en una jardinera a espaldas del edificio donde


Ganesh tenía su sala de comunicaciones, estaba preocupado por los combates que
se estarían desarrollando en el transcurso de la tarde, Ganesh al final logró superar
el cerco magnético de la Ciudadela, de nuevo estaban comunicados con el exterior.
Ya sabía que Libra y Thor habían salido airosos de la batalla con su abuelo,
estaba nervioso por los demás, el combate de los Arcángeles ya debía de haberse
decidido también. Generalmente estaría en las alturas, ahí es donde se podía
tranquilizar y lo ayudaba a pensar mejor, pero no quería alejarse del lugar de las
comunicaciones, deseaba saber lo que sucedía en los distintos frentes al momento
en que les llegaran las noticias.
Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se percató de que alguien se
acercaba por su espalda, para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde, un par
de brazos rodearon su cuello y unas piernas lo inmovilizaron por la cintura.
Escorpión se puso tenso, no le hacía falta voltear para saber de quien se
trataba, ya había vivido hace poco la misma situación, otra vez trató de quitarse el
abrazo pero no fue capaz de hacerlo, unos labios le hablaron al oído.
–Te ves preocupado...
–¿Qué sucede Michelle? – preguntó con la voz rota –. Ya te dije que no es
correcto que hagas esto...
–No tiene nada de malo – se defendió la pelirroja sin soltarlo –, ya tengo novio
por lo que esto no es más que un acto de cariño hacia ti, mira que lo necesitas...
–Yo estoy bien.
–No, no lo estás, relájate, preocupándote no vas a resolver nada...
–Créeme que contigo así lo último que hago es relajarme.
–Cierra los ojos y no pienses en nada, ya verás que así descansarás.
–No sé qué es lo que quieres, Michelle, pero esto no está bien y no me digas
que tienes novio, que es precisamente por eso que no es correcto, sólo me buscas
cuando no hay nadie alrededor y no hay posibilidad de que puedan vernos...
Michelle le mordió la oreja juguetonamente a Cross.
–Y tú buscas todo el tiempo estar solo para que te encuentre... ¿verdad?
Cross volteó la cabeza y se encontró con el rostro sonriente de Michelle, lo
peor de todo es que la pelirroja había acertado, él buscaba la mayoría del tiempo
estar en lugares solitarios con la esperanza de volver a estar así con Michelle.
–Estás loca...
–Lo sé.
Cross se rindió, cerró los ojos y se recargó en Michelle, de inmediato se relajó,
pensó en lo afortunado que era David Nexus de poder estar todo el tiempo así con
ella.
Al igual que la vez pasada el juego de la Arcángel se volvió en su contra, al
tener contacto con el cuerpo de Cross, su corazón se empezó a acelerar, aún con su
control de los sentidos no podía detenerlo, sus manos sin obedecerla empezaron a
acariciar los brazos de su compañero, sabía que debía detenerse, pero no podía,
entonces hizo lo único que se le ocurrió, hacer que el portador de Antares la
detuviera.
–Llegó el reporte de la frontera de Ishtar y Aztlán, ganamos...
Tal y como la Arcángel se lo esperaba, Cross salto de sus brazos, se volteó y
le preguntó:
–¿Segura?
–Sí, por eso te buscaba, yo personalmente hable con Ariel, todo fue gracias a ti,
el que enviaras a Furcas y Beleth a ayudarles hizo la diferencia.
–El mérito es de ellos, envié a Furcas y Beleth porque no me dejaron ir a mí...
–Debes recuperarte de tu batalla con el señor Riazor, mañana pelearás con el
enemigo más poderoso.
–Lo sé, es sólo que la idea de que alguien más de nuestros amigos pueda morir
me aterra...
Michelle volvió a abrazar a Cross, lo obligó otra vez a darle la espalda y
recargó la nuca de su compañero en sus senos.
–No puedes hacer más de lo que ya estás haciendo.
–En estos momentos se debe estar librando la batalla contra Elohim.
–Al estado de Riazor fue el grupo más poderoso que hemos enviado, ganarán.
–Eso espero.
–Lo hiciste por Caris... ¿verdad?
–¿A qué te refieres?
–Caris era una candidata natural para combatir en Riazor, no pudiste evitar que
se ofreciera a ir, por eso enviaste a los más fuertes a protegerla...
–Así es – Cross sonrió, ni Michelle ni nadie sabía hasta qué grado se había
asegurado de salvaguardar la vida de Caris, Deneb había partido poco después que
el contingente seleccionado para conquistar Riazor y desde las sombras se
encargaría de protegerla, sólo en caso de ser necesario…
–Espero que ella y Drake estén bien.
–Por ese cabeza dura no te preocupes, por fin surgió su máximo poder.
–Sí, se me olvidaba que ahora también es un FILO Divino, es difícil imaginarlo a
él como un guerrero supremo...
–Eso sólo es una parte de su nuevo poder, con su ascenso le llegó la forma
definitiva de su poder elemental.
–¿A qué te refieres?
–Después de que logró elevar su poder para convertirse en un FILO Divino su
habilidad de manejar todas las energías elementales desapareció.
–¿Cómo es eso posible? – preguntó una preocupada Michelle –. ¿De qué
manera puede eso ayudarle?
–Déjame terminar, ya sabes cómo es él, es como Cástor, apenas comprobó que
sus habilidades habían aumentado quiso probarlas.
–Y se dio cuenta que ya no manejaba todas las energías elementales...
–Así es, de sus manos sólo surgió un fuego blanco...
Michelle se sorprendió, de sus épocas de estudio en la residencia Riazor
conocía las características del poderoso fuego blanco.
–El legendario fuego elemental...
–En efecto, al parecer es el fuego que por derecho le correspondía manejar por
ser el portador de Excalibur.
–¿Sabes por qué sucedió todo?
–Tenemos una idea, Rhiannon nos explicó que antes de morir el venerable
Yngvar, el anterior FILO número dos, le hizo una confesión acerca de Drake y de los
mismos FILOS.
–¿Cuál es?
–Al parecer el poder de un FILO es más fuerte si el portador pertenece en línea
directa al Clan del portador original, de ahí que el venerable Yngvar nunca pudo
llegar a controlar el fuego blanco, recién se había convertido en FILO cuando fue
derrotado por Ragnar.
–¿Eso qué tiene que ver con Drake?
–Lección de primer grado... ¿cómo se llamaba el portador original de "la espada
legendaria"?
–Es cierto, Excalibur Avalon...
–Así es, pero como todos sabemos, Drake no es la maravilla de guerrero que
Boleria esperaba... – Michelle empezó a reír, Cross continuó con su explicación –.
Entonces los venerables a base de hierbas y no sé qué más pociones vaciaron el
cuerpo de Drake.
–Ya entiendo, siempre estuvo en sus planes entregarle sus poderes, la
revolución no tuvo nada que ver.
–En efecto, nuestra lucha sólo adelantó un poco las cosas, esos venerables
eran unos genios, al Drake manejar todas las energías elementales acostumbró a
su cuerpo a utilizarlas y aceptarlas.
–Y cuando vino esa repentina acometida de poder finalmente surgió el fuego
blanco.
–Es lo que yo también creo, los más importantes Clanes del país guardan
celosamente los manuscritos secretos de su principal poder, ese al que llaman
“Gash”, al Drake ser separado de su familia no tuvo acceso a ellos, por lo que los
venerables hicieron lo posible para que Drake lo aprendiera a utilizar a través de la
experiencia, de manera natural.
–El genio era Argento Riazor, sin decirlo abiertamente hizo que tanto Dorian
como Arlés aprendieran los secretos para controlar el fuego azul y el hielo eterno...
–Eso debo aceptarlo, Probzzer y Riazor, descendientes directos de los FILOS
originales Droma y Durandal.
–Y entonces Drake...
–Ahora es tan poderoso como cualquier FILO Divino, su fuego blanco es algo
que no te imaginas...
–¿Ya ves? Entonces no tienes de que preocuparte.
–Supongo que no, pero su poder tiene otra particularidad que Drake odia –
Cross sonrió al recordar lo que sucedía a su amigo cuando utilizaba el fuego blanco
–, una característica que posiblemente a una chica no le importaría tener...
–¿Cuál es? – preguntó la Arcángel movida por la curiosidad.
–No puedo decírtelo – respondió Cross seriamente –, Drake me odiará si lo
hago...
–¡No seas así! – reclamó enérgicamente la pelirroja –. Yo sé algunas cosas
tuyas que puedo compartir con las chicas...
–¿Qué puedes saber tú que yo quiera ocultar a las demás?
Pariel se acercó al oído de Cross y le susurró unas cuantas palabras, el
portador de Antares la volteó a ver asombrado.
–Eso no es cierto...
–Puedo probarlo... – respondió la Arcángel con una pícara sonrisa.
–Está bien, como siempre, tú ganas, pero esto queda entre nosotros, ven aquí.
Escorpión acercó el oído de Michelle y le contó el secreto de Drake, la pelirroja
estalló en risas, después volvió a abrazar a Cross quien se dejó llevar, quería
recordar esa sensación que no sabía en cuanto tiempo en el futuro no iba a sentir,
quizá nunca más, la Arcángel por su parte se repetía a sí misma que Escorpión no
era el indicado para ella, que tenía a su lado al mejor novio del mundo y se quedaría
con él, lo de Cross sólo eran algunos momentos buenos por largos lapsos de dolor y
angustia por saber si realmente la elegiría a ella.
A lo lejos, en una esquina del edificio, desde las sombras una chica observaba
a Michelle y Cross, había tristeza en su mirada, o tal vez envidia, por más que lo
intentaba no podía marcharse de ahí aunque sabía que la escena lastimaba su
corazón, se planteaba si realmente estaba tan enojada como para renunciar a Cross
en definitiva, la respuesta era clara, Elektra decidió que pelearía por él.

Heimdall y Caribdis se vieron atacados por los clones guerreros de sus


enemigos, eran completamente negros a excepción de sus brazos oscuros, el
izquierdo era del color del elemento de las sombras principales de los Jinetes, los
leones lo tenían azul (agua), los lobos rojo (fuego) y los osos verde (viento).
El brazo derecho lo tenían del color de uno de los tres elementos que
controlaban los guerreros principales, los noventa y nueve clones de cada Jinete se
dividían en treinta y tres con el brazo gris (metal), treinta y tres con el brazo morado
(electricidad) y treinta y tres con el brazo blanco (hielo).
Caris veía extrañada a Drake quien llevaba un gorro que le cubría toda la
cabeza, la portadora de "la espada asesina" se imaginó que era para cubrirlo de
metal en caso de establecer su armadura, aunque no veía la razón para ello, llevaba
su chaqueta con capucha que utilizaba para protegerse la cabeza, al final decidió no
darle importancia al asunto, ya le preguntaría después por ese repentino "capricho
de la moda". Heimdall de inmediato atacó con su nuevo poder sobre el fuego blanco
a un clon, el fuego podía contener las características de otro elemento, en este caso,
Drake le dio características terrosas partiendo al clon a la mitad, sin embargo, éste
se volvió a unir y continuó avanzando, intentó golpear al portador de Excalibur pero
sólo rozó su cabeza, Drake dio dos pasos hacia atrás.
–Cuidado Caris, estas cosas pueden regenerarse...
Caris volteó a ver a Drake, sonriendo puso los ojos en blanco y después atacó
al mismo clon con un pequeño remolino de agua, lo destrozó por completo, no se
volvió a regenerar.
–No te asustes, sólo hay que destruirlos por completo...
Caris formó dos gigantescos torbellinos y atacó a los clones, Drake, un poco
avergonzado por haber retrocedido y para no quedarse atrás atacó a las bestias
negras con un poderoso embate de su fuego blanco con características terrosas.
Heimdall veía satisfecho cómo los clones a los que había atacado estaban
completamente destrozados, no se percató de la mirada inquisitiva y sorprendida
que Caris le dirigía...
–¿Qué demonios te pasó en la cabeza?
Drake de inmediato supo lo que sucedía, lentamente se llevó la mano a la
cabeza y se palpó el cabello, había perdido su gorra, se puso rojo de vergüenza,
sabía que su cabello rubio ahora tenía tonalidades de castaño, como si se hubiera
ido a un salón de belleza a pintar el cabello, con prontitud se colocó la capucha de
su gabardina.
Caris se la bajó, cuando así lo hizo el cabello de Drake era nuevamente todo
rubio, se lo sacudió con la mano derecha y después le preguntó:
–¿Qué es lo que te sucede?
–Nada – respondió secamente el nuevo FILO Divino.
–¡Claro que sí! Tu poder cambió, ahora tu fuego es blanco y tu cabello también
es otro...
–¡Está bien! – explotó Drake mientras con su fuego blanco electrificó a tres
clones más, en su cabello se tiñeron mechones completos de color morado –. El
poder del fuego blanco es asombroso – explicó con un dejo de molestia –, adquirió
la capacidad de fusionarse con todos los elementos que antes yo controlaba, pero
dependiendo del poder elemental y la intensidad que le aplique mi cabello también
cambia de color... esto debe ser una jodida broma, siempre me pasan estas cosas a
mí.
Caris trató de no reír.
–El poder que has adquirido es impresionante, Drake, no deberías quejarte
tanto, a nadie le importa cómo te veas.
–Eso díselo a Cross y Connor que no paran de reír y de burlarse cada vez que
me ven...
Caris dejó de poner atención a las quejas de su compañero, después de entre
los dos haber destruido a casi veinte clones, se percató que de los pequeños lagos
blancos surgieron bestias del mismo color y aspecto de las sombras hasta el tronco
de su cuerpo, salpicaron su plasma sobre los clones negros protegiéndolos con
fuertes armaduras y entregándoles armas para pelear, los leones tenían nunchakus
y sansetsukons, los lobos espadas de brazo y alabardas; y los osos hachas cortas y
largas.
Heimdall y Caribdis volvieron a atacar a los clones con las mismas técnicas,
esta vez no les hicieron gran daño, no el suficiente para hacerlos desaparecer, las
bestias de plasma se estaban regenerando.
–Creo que ahora sí estamos en problemas, Caris...
–No si peleamos en serio...
Los ojos de Caris se tornaron violeta claro, al verla Drake también activó su
modo FILO y sus ojos se tornaron naranja brillante, los dos volvieron a atacar a los
clones con un poder mucho más destructivo, Caribdis con un tornado marino más
poderoso y Heimdall le dio a su fuego blanco características de hielo, el fuego
blanco congeló a los clones y el tornado de agua los destruyó, acabaron con sólo
diez.
–Treinta menos – dijo Heimdall viendo a Caribdis y frotándose su ahora cabello
rubio con tonalidades blancas –. Ya sólo nos faltan unos doscientos cincuenta...

Sir Phillippe observaba de frente al Muertero, una pelea por demás pareja, dos
de los más grandes guerreros de todos los tiempos frente a frente, ambos
manejaban tres tipos diferentes de energía elemental y los dos coincidían en el
metal. Roswell le habló al Caballero Fantasma.
–¿Cómo lo quieres hacer, Sir?
–De ser posible con la espada...
–Así lo terminaremos, eres viejo pero tu técnica no tiene igual, vamos a
emparejar las cosas primero...
El Muertero llenó su cuerpo de electricidad y atacó al Primer Caballero con la
rapidez de un relámpago, Sir Phillippe controlando el aire igualó la velocidad de su
enemigo.
Entonces se dio la batalla de las dos energías elementales más opuestas que
existían, el hielo del Jinete Alado Inmortal de Riazor contra el fuego de la Espada
Real de Arcadia.
El combate estuvo parejo por unos momentos, pero al final, el tiempo y la edad
le pasaron factura al Caballero Fantasma, se vio obligado a sacar su espada
Gamma (ΰ) antes de tiempo para auxiliarse y repeler los embates de su adversario.
Varios minutos después, Roswell Riazor sacó sus espadas de brazo, Sir
Phillippe ya tenía la mano de la espada dormida de tanto utilizarla, la batalla de
esgrima no duró mucho tiempo, el Muertero al final desarmó a su rival.
–Debo decir que esto es una completa decepción, Sir, pero no me sorprende, te
vencí en tu momento de mayor gloria y poder, ahora no eres ni la sombra de lo que
fuiste...
–Se llama tiempo, Muertero, algo que nos afecta a todos los humanos, un
concepto que las aberraciones como tú jamás entenderían.
–Yo también alguna vez envejecí, hace cientos de años de eso, no es algo
agradable. Tus palabras no me molestan, viejo, te perdoné la vida dos veces, la
tercera es la vencida...

Mientras se desarrollaba el combate de Sir Phillippe y el Muertero, Lady


Madeleine combatía con Flama, la espada Delta (δ) contra la alabarda, la técnica de
la Espada Real no era comparable a la de la sombra, pero cada que traspasaba a
Flama con su espada, ésta pasaba de largo entre el cuerpo incandescente de su
rival.
Entonces Lady Madeleine intentó atacar con fuego a Flama, la antigua novicia
explotó dañando la armadura metálica de la Espada Real, después volvió a
recuperar su forma.
Flama entonces tomó la ofensiva, atacó con su fuego a "la Espada Maestra",
quien se defendió con el mismo elemento, el fuego de la sombra del Muertero fue
más poderoso y terminó impactando a la Espada Real dañando todavía más su
armadura.
Después Flama se posicionó por completo en el cuerpo de "la Espada
Maestra", atacando su armadura, Lady Madeleine no podía evitar sus embates,
debía preocuparse por los ataques de la alabarda encendida a su máxima
capacidad, cuando empezó a sentir que su cuerpo se quemaba, expulsó viento de
su cuerpo causando una gran explosión.
La armadura de la Espada Real había colapsado, a unos metros, el cuerpo de
fuego de flama se volvió a formar, recogió su alabarda del suelo y se dispuso
nuevamente a atacar a su contrincante.
Lady Madeleine observaba a la sombra del Muertero, parecía indestructible,
para colmo sus habilidades no la dañaban, sus llamas eran inferiores a las de su
enemiga, su viento la hacía más fuerte y su armadura ya no la protegía, debía hallar
cuanto antes la manera de vencerla o se quedaría sin energía y a merced de esa
hermosa chica de fuego.
Lúgh peleaba contra Hydros y Oberón contra la Religiosa, el problema del
miembro de la Armada Elemental era el mismo que el de Lady Madeleine, las
esferas metálicas que creaba con el guante del mismo elemento que se había
formado en su brazo derecho pasaban a través de la sombra.
Hydros evitaba por completo las esferas de metal "abriendo" su cuerpo para
que éstas pasaran de largo y el contacto no le afectara, al mismo tiempo, alargaba
sus extremidades para golpear con su sansetsukon al miembro de la Armada
Elemental.
A diferencia de la Espada Real de Arcadia que era reconocida como la mejor
esgrimista del país, Edgar De Grieff era un peleador regular con las armas, la
espada Katana de Lúgh estaba perdiendo ante el sansetsukon de Hydros.
La técnica milenaria de la sombra era mejor que la pericia de Edgar De Grieff,
quien trataba de tener lo más alejado posible a Hydros con sus esferas metálicas
destruyendo las partes que se alargaban del cuerpo de la sombra para así evitar que
lo dañaran.
Lo malo para el miembro de la Armada Elemental era que conforme avanzaba
el combate, Hydros leía mejor sus ataques y por el contrario, sus embates de agua
eran cada vez más poderosos, si todo seguía así, perdería.
Oberón no lo estaba pasando mejor, peleaba contra la Religiosa con su cuerpo
transformado en su última adquisición: el Dragón Oscuro, su fuego era repelido por
el intenso poder sobre el hielo de la Jinete Alada Inmortal.
Por su parte, la armadura metálica natural del Dragón Oscuro protegía al
Baphometh de los intensos ataques eléctricos de la Religiosa, sin embargo, sus
ataques físicos eran demasiado lentos para la velocidad del rayo de su enemiga.
El intenso viento que ocasionaban sus alas tampoco eran factor, cada que
pretendía neutralizar la velocidad de su enemiga con ellas, la Religiosa lo atacaba
con un rayo deteniendo el ataque del Baphometh, la poderosa bestia estaba
maniatada.
La diferencia la estaban haciendo las armas de ambos, la cola con terminación
de espada de Oberón estaba perdiendo ante los Nunchakus con cuchillas de la
Religiosa, quien poco a poco estaba mermando la armadura impenetrable del
dragón.
En la batalla de Amaterasu en contra del Hereje y Aer tampoco se veía un claro
vencedor, Aer estaba controlando a la perfección el viento de Rhiannon, se
fusionaba con él y no le permitía atacar a su amo.
El Hereje por su parte ya había congelado las extremidades de la FILO Divino,
Rhiannon tuvo que aumentar su poder, sus ojos se tornaron verde brillante y su
viento se volvió más agresivo.
Jonas Riazor combatió el ataque con su poder sobre la electricidad, Amaterasu
ya no era tan rápida como le gustaría por el congelamiento de sus extremidades y su
viento aunque ya lo controlaba más, Aer le impedía atacar con un embate fulminante
a su enemigo.
Rhiannon permitió que el Jinete Alado Inmortal se acercara a ella para una
pelea cuerpo a cuerpo, con lo que no contaba la portadora de la espada verde fue
con la ancestral técnica con las hachas de su rival.
Las técnicas de artes marciales de Rhiannon no fueron suficientes contra las
hachas del Hereje, éste hirió en más de cinco ocasiones a la guerrera suprema, la
máxima controladora del aire tuvo que alejarse, el Jinete Alado se burlaba de ella:
–Yo no soy Siegfried, niña, tus maestros podrán haber sido grandes guerreros,
pero no son nada contra nuestra experiencia y pericia, yo sé que puedes dar más, si
no me atacas con todo lo que tienes vas a perder...
La pupila en los ojos de Rhiannon desapareció, en su lugar se formó el símbolo
de su guante derecho y en su cuello surgió el tatuaje de su guante izquierdo, de la
palma de su mano derecha surgió la espada suprema Kusanagui-no-tsurugui
empezando por la hoja, tenía un leve fulgor verde, el Hereje la veía emocionado.
–He vivido cientos de años y muy contadas ocasiones he visto la famosa
espada verde, es muy hermosa.
–Y también letal... – contestó Amaterasu.
La guerrera divina atacó con Kusanagui-no-tsurugui a su contrincante, quien se
defendió con sus hachas cortas, el impacto con la espada verde lo mandó a volar,
pero el viento de Aer lo detuvo.
Amaterasu volvió a atacar, pero en esta ocasión la parte baja del cuerpo de Aer
desapareció cubriendo a su dueño, de esa manera el Hereje pudo soportar el
embate del poder de la espada verde y al mismo tiempo la sombra atacaba con su
hacha larga a la guerrera suprema, a quien le costaba mantener la batalla con las
armas de sus dos contrincantes al mismo tiempo.
Después de un rato, Rhiannon se adaptó a la pelea contra las dos hachas
cortas del Jinete Alado Inmortal y el hacha larga de su sombra, Amaterasu ya era
más rápida y pudo llevar el ritmo de la contienda, hasta que un relámpago le cayó en
la cabeza.

Algunos kilómetros adelante de donde combatían sus compañeros, Brahma y


Kwan Yin llegaron hasta donde se encontraba Elohim, el FILO Divino número doce
trató de arreglar las cosas.
–Aún es tiempo de llegar a una negociación, chicos, yo no deseo combatir, si ya
han derrotado a los demás Patriarcas, Riazor se rendirá también, la victoria es suya,
en sus manos está el evitar el derramamiento de más sangre.
–Usted no es confiable, Gobernador – le respondió Brahma –, ya nos traicionó
una vez.
–Ahora es diferente...
–Desde su perspectiva, pero la única negociación que puede haber es que se
entregue, Gobernador, sus crímenes no son tan graves, seguramente su sentencia
consistirá en el exilio, es demasiado peligroso para permanecer en Boleria, los
ideales de la revolución jamás podrán funcionar con usted amenazando la seguridad
del país.
–Preferiría morir a dejar Boleria.
–Entonces lo encerraremos.
–Eso tampoco es una alternativa, hijo.
–Las opciones se han agotado, Lord Riazor, nos abocaremos al plan inicial, si
no quiere entregarse pacíficamente e ir a la cárcel o al exilio tendremos que matarlo.
–Tampoco podrán.
–Sí, ya nos sabemos ese cuento, Elohim, tú deberías saber qué final han tenido
todas las historias que empezaron con esa frase.
–Lo sé, muchacho, la muerte de los Patriarcas, pero yo soy diferente...
–Eso lo veremos señor...
–Está bien, pero el combate deberá ser rápido, necesito saber qué demonios
fue lo que sucedió en mi ciudad.
Esta vez no hubo combate previo de calentamiento, se trataba de tres FILOS
Divinos, cualquier desatención podía ser letal, los ojos de Elohim se tornaron color
Cian, los de Brahma magenta y los de Kwan Yin rosas, todos en un tono brillante.
Selene convocó al Baphometh, la bestia que había copiado de Oberón, un
perro idéntico se apareció delante de ella, mismo que en un parpadeo se transformó
en Garuda, el águila antropomórfica que servía al Arcángel Gabriel, la cual en un
instante atacó a Elohim con su poder sobre el fuego.
Brahma por su parte también tomó para sí las características del Baphometh,
su cuerpo por un instante se tornó del color de Oberón y sus músculos se
ensancharon como los del can de Lúgh, inmediatamente después su piel se volvió
escamosa y le salió un cuerno en la frente, sus brazos se tornaron de color amarillo
y atacó con el mismo poder de Garuda a Elohim.
Aureo Riazor se cubrió con su elemento agua, una vez que ésta hirvió, se las
lanzó a sus contrincantes, quienes apenas lograron esquivar el ataque del líquido
vital en ebullición.
Tanto Connor como Selene utilizaron la segunda cabeza del Baphometh, de la
espalda de Brahma surgió otra cabeza y después un clon suyo, sólo que a diferencia
de él, éste no contaba con la parte inferior de su cuerpo, que era la parte trasera de
un dragón de dos patas y remataba en un aguijón, tenía grandes alas espinosas, sus
uñas derechas eran negras y las izquierdas blancas, había tomado para sí las
características de la Mantícora.
El Baphometh de Kwan Yin por su parte también sacó su segunda cabeza, un
enorme dragón de dos patas con las características y el poder de la Gárgola de
Hades surgió.
Las dos bestias de Kwan Yin así como Brahma y su segunda cabeza atacaban
a Elohim sin darle oportunidad de descanso, el Gobernador de Riazor se defendía
con grandes cantidades de agua, misma que era letal, la compresión en ella
superaba las quinientas atmósferas, lo que tocaban lo destruían.
Nuevamente los ojos de los tres FILOS Divinos cambiaron, el símbolo de su
guante derecho se posicionó en sus ojos y el tatuaje de sus guantes izquierdos
surgió en sus cuellos, los tres extrajeron sus armas de combate.
De la palma de la mano derecha de Elohim surgió la espada suprema Abigael,
la espada azul, empezando por la hoja. De las dos palmas de las manos de sus
enemigos surgieron las espadas sagradas de Brahama y Kwan Yin, Masamune y
Muramasa del FILO Divino número cuatro y Shiva y Vishnú del FILO Divino número
nueve.
Empezó el duelo de espadas, increíblemente Elohim le llevaba el ritmo al
mismo tiempo a Connor y Selene, la batalla seguía igualada, el FILO Divino número
doce leía los pensamientos y siguientes movimientos de sus rivales y los bloqueaba,
al mismo tiempo con su elemento agua girando a su alrededor, mantenía al margen
a las bestias de Kwan Yin y a la segunda cabeza de Brahma con el cuerpo de la
Mantícora.
La pericia del portador de la espada suprema Abigael era definitiva para el
combate, apenas se alcanzaban a ver sus mandobles bloqueando una y otra vez los
ataques de las cuatro armas de sus rivales, quien dictaba el ritmo de la batalla era el
Gobernador de Riazor hasta que estuvieron todos trabados en un movimiento
perfecto de “la espada azul”, Elohim sonrió, viendo a la joven pareja les dijoμ
–Los tengo.
En ese momento un bloque de agua surgió de su cuerpo abarcando a los dos
noveles FILOS Divinos, la presión del agua sin duda alguna los mataría, todo había
terminado.
Al mismo tiempo, por el cielo pasaron tres caballos alados color crema, sus
jinetes observaron el campo de batalla, ninguno de ellos se detuvo, se dirigían a
toda velocidad al lugar en Lacerta de donde había provenido la gran explosión.

El combate de Drake y Caris en contra de los clones de las bestias iba más
lento de lo esperado, apenas habían acabado con una décima parte de sus
enemigos, para colmo, las bestias blancas en sus lagunas los atacaban todo el
tiempo con ese plasma pegajoso que cuando los tocaba invalidaba sus movimientos.
Caris lanzó un par de torbellinos de agua directamente a las bestias blancas en
sus pequeñas lagunas, la fusión de viento y agua destrozó al oso y al león,
desperdigando a bestias y lagunas por todo el campo de batalla, pero los restos se
empezaron a unir nuevamente. De un tercer movimiento destrozó al lobo junto con
su laguna, después se dirigió a Drake:
–Eso detendrá a esas cosas un rato, debes aumentar más tu poder, hay que
destrozar a estos clones antes de que las malditas bestias blancas en sus charcos
se vuelvan a formar...
–Está bien...
La pupila en los ojos de Heimdall desapareció, en su lugar se formó el símbolo
de su guante derecho, de igual forma en su cuello surgió el tatuaje de su guante
izquierdo, de la palma de su mano derecha surgió Excalibur, “la espada legendaria”,
empezando por la hoja del arma.
Empuñando a Excalibur y encendiendo su arma con su fuego blanco, Heimdall
podía destruir a los clones con solo tocarlos, Caribdis a su vez activó su máximo
poder, su pupila desapareció y en su lugar se formó el símbolo que la distinguía
como el FILO número uno por triplicado.
A su espalda se formaron sus dos grandes bestias: Scylla, un grotesco
monstruo con cola de pez y cuerpo de mujer, en la parte inferior seis gigantescas
serpientes sobresalían y debajo de éstas seis descomunales perros soportaban todo
el peso de la bestia y Caribdis, otra enorme bestia con torso de mujer, sus brazos
eran dos gigantescos tentáculos y la larga parte inferior de su cuerpo en forma de
serpiente terminaba en la descomunal cabeza de un monstruo marino.
Las bestias que conformaban Scylla se separaron de ella y siguieron
destrozando enemigos, las descomunales serpientes y gigantescos perros acababan
con lo que se encontraban, de igual forma el monstruo Caribdis abría sus dos brazos
como flor en cuatro dentadas partes para que una incontable cantidad de tentáculos
brotaran de ellos, éstos comprimían a los clones hasta destrozarlos, en la superficie
de los tentáculos sobresalían pequeñas espinas envenenadas que rasgaban y les
restaban consistencia a los clones, volviendo más blanda su piel o debilitando su
armadura, de igual manera los tentáculos terminaban en pequeñas bocas dentadas
que de igual manera destrozaban a los clones, por su parte, de la cabeza del
monstruo marino surgían enormes remolinos de agua que destrozaban todo lo que
se ponía en su camino.
Para entonces, Drake, que peleaba en solitario en el centro en contra de todos
sus enemigos, ya había establecido su defensa elemental, el símbolo que se veía en
sus ojos era ahora el de la fusión duplicada de su guante derecho y en su cuello se
había duplicado también su tatuaje, los ataques elementales que le enviaban sus
enemigos chocaban con su armadura de fuego blanco y causaban daño a los clones
más cercanos a él.
Antes de que Heimdall y Caribdis pudieran darse cuenta, las bestias blancas en
sus pequeñas lagunas ya se habían vuelto a formar, éstas atacaron a Drake al
mismo tiempo capturándolo en su plasma blanco.
Caris inmediatamente volvió a destrozar a los tres animales blancos con todo y
sus pequeñas lagunas, empezó con el oso y siguió con el lobo, sólo le quedaba el
león, debía apurarse para ayudar a su compañero que en ese momento estaba
siendo apaleado por las armas de sus enemigos.
En un salvaje grito Heimdall expulsó todo su poder, en sus ojos se formó el
símbolo de cinco puntos:

De igual manera en el lado izquierdo de su cuello surgió un tercer símbolo de


su guante izquierdo que se juntó con los otros dos:

Drake había alcanzado el estado superior de un FILO Divino, el Fénix surgió


quemando el plasma y liberando a su amo de su prisión. El ave ya no era la misma
que Drake conocía, era el triple de grande y poderosa, se veía temible.
Antes de ser destrozado por Caribdis, el león de plasma se lanzó contra el
Fénix cubriéndolo completamente y apagando su fuego, el ave cayó, Heimdall en un
acto de reflejo estableció la característica metálica de su fuego blanco en su cuerpo
ante la caída inminente de su bestia mítica para tratar de recibirla en el suelo, su
cabello rubio ahora era gris por completo, pero en ese momento el ave mítica
destrozó el plasma que la rodeaba y volvió a levantar el vuelo.
El ave Fénix ahora era diferente, su cuerpo ya no era de fuego, era de metal y
en su nuevo ascenso había decapitado a varios clones, Drake y Caris veían
sorprendidos al ave metálica. Aprovechando el desconcierto de sus enemigos, uno
de los clones atacó al ave con el elemento agua, contra el cual era vulnerable el
metal.
Heimdall pensó en el elemento, su cabello se tornó azul por completo y cuando
el Fénix cruzó el ataque ya era un ave de agua, se estrelló contra los clones y
después ascendió a los aires, transformó su cuerpo en electricidad y electrocutó el
agua, de un sólo par de ataques destruyó a cincuenta clones.
Caris volteó a ver a Drake y su cabello morado que maravillado controlaba a su
ave mítica haciendo que cambiara la composición de su cuerpo una y otra vez, al
mismo tiempo, el color de su cabello cambiaba constantemente. La batalla se volcó
definitivamente hacia el lado de los rebeldes, el Fénix junto con las bestias de la
FILO número uno estaban arrasando a los clones, el portador de Excalibur le
comentó a Kharynna:
–Yo podré ser un inútil pero mi Fénix es lo máximo...
Caris sonrió, su batalla ya estaba ganada, los enormes tentáculos de Caribdis
se volvieron a abrir en cuatro partes mostrando en cada una de ellas sus afilados
dientes, del interior de esas horrendas mandíbulas una vez más surgieron decenas
de tentáculos más delgados mismos que arrasaron con una gran cantidad de clones,
ya sólo quedaban unos pocos, las bestias de Caris desaparecieron así como el
Fénix, tanto ella como Drake se encargaron de los clones restantes con sus
espadas.
Los últimos clones de las bestias de los Jinetes Alados Inmortales no fueron
rivales para los dos rebeldes, el poder de Heimdall como FILO Divino se había
multiplicado y Caris con las habilidades de sus bestias era tan letal como su
compañero, su fuerza era sobre humana, sus movimientos ágiles como los perros de
Scylla, su cuerpo se contorsionaba como las serpientes del mismo monstruo y de
sus brazos surgían los tenáculos de Caribdis.
Finalmente Drake congeló a las bestias blancas que se estaban volviendo a
formar con su fuego blanco y Caris las destruyó con tres enormes serpientes que
salieron de su brazo derecho inyectando su veneno elemental junto con su ataque,
las bestias de plasma no se volvieron a formar, los dos FILOS se dieron cuenta que
el veneno de las serpientes de Scylla afectaba la composición del plasma
inhabilitándolo.
Los dos amigos chocaron palmas y se separaron, empezaron a buscar restos
de plasma para destruirlo, era primordial que esas bestias no se volvieran a formar
para ayudar a sus amos.

El Muertero lanzó la estocada final al "Primer Caballero", milímetros antes de


que la espada de brazo llegara a su objetivo, un poderoso golpe en el rostro derribó
a Roswell Riazor, cuando el Jinete Alado Inmortal levantó la vista vio a un gigante
vestido en armadura negra, lo conocía perfectamente bien, era el hijo mayor de su
compañera Janette Azzán.
–Hola tío Roswell – saludó el guerrero recién llegado –, se cuentan de ti grandes
y legendarias historias, no sabía que te gustaba combatir ancianos...
–Será mejor que no te metas y te apartes de este lugar, Thitus – amenazaba el
Muertero –. Te pasaré esto por ser hijo de la Princesa, sólo lárgate...
–Lo siento, pero no lo voy a hacer, ya no soy hijo de nadie más que del estado,
y este hombre – señalaba a Sir Phillippe –, es mi hermano de armas y mi maestro,
yo combatiré en su lugar...
Sir Phillippe observó a su compañero, se le veía tranquilo y seguro de sí
mismo, nada que ver con el chico odioso y acomplejado que había partido de la
Ciudadela unos meses atrás.
–¿Encontraste lo que buscabas, Sir? – le preguntó el anciano caballero al
“Ejecutor”.
–Lo encontré – respondió Thitus mostrando el dedo pulgar al “Primer ωaballero”
–, Sir Thomas me dijo que pronto se unirá a nosotros y me pidió que los apoyara en
todo.
–Esta es mi pelea, hijo, no puedes entrometerte... – dijo Sir Phillippe con lo
último de dignidad que le quedaba.
–Usted ya no debería de combatir – le advirtió Thitus –, está muy viejo para
esto.
–La única manera de retirarme es con la muerte.
–Lo sé y nos va a durar mucho tiempo más, yo me encargaré de esto, vaya con
el tío Rave, al parecer sólo es un observador...
El “Primer ωaballero” no insistió más, su batalla era la más cercana a Rave Isa,
así lo había planeado el Muertero para después enfrentar a quien era el líder de los
Jinetes Alados Inmortales, se encaminó hasta donde se encontraba el Mesías y se
sentó a su lado.
–¿No va a ayudar a sus otros amigos, Sir? – preguntó el Consejero del
Gobernador de Riazor.
–No – la voz del “Primer ωaballero” se escuchaba melancólica –,
lamentablemente esta fue mi última batalla y volví a perder contra él único guerrero
que me ha derrotado, ahora tres veces, hay que aceptar el paso del tiempo, mis
propios compañeros me han retirado, Thitus se encargará de mis asuntos.
–¿Qué pasará si pierden?
–Los zombies vendrán por mí, pero no vamos a perder... ¿te gustaría apostar?
–No Albir, me sentiría mal de quitarle su dinero a uno de mis discípulos
estrella...
–Tu discípulo... – murmuró el viejo Caballero Fantasma mirándose sus
cansadas y temblorosas manos –. Eso fue hace mucho tiempo, ahora pareces mi
nieto.
–Parece que fue ayer cuando te empecé a entrenar – le respondió Rave Isa
sonriendo al rememorar aquellos recuerdos –, no podías ni siquiera sostener una
espada, tu padre se quejaba de que eras torpe y no entendías las lecciones.
–No era mi culpa, tenía malos maestros... – se excusó Sir Phillippe –. Ninguno
de ellos tenía paciencia para enseñarme.
–Yo sí, inmediatamente vi el potencial en ti, sabía que te convertirías en el
mejor, te enseñé todo lo que sabía, después me superaste.
–Mi técnica tiene toda su base en tus enseñanzas.
–Sólo te acepté como mi discípulo porque tu padre también fue mi alumno y mi
mejor amigo, tu madre el amor de mi vida, gracias a su elección es que tú existes
amiguito...
Rave Isa tomó el cuello de Sir Phillippe por debajo del escaso blanco cabello
que a le quedaba y le dio un par de leves apretones, como cuando era un talentoso
y prometedor niño prodigio, el Caballero Fantasma como en aquel entonces no hizo
nada por quitarse el agarre pero hizo una cara de desagrado.
–¿Cuáles son tus intenciones?
–Silencio... – el Mesías se llevó el dedo índice de la mano derecha a los labios
sin dejar de ver a Thitus X y a Roswell Riazor –, un jovencito no debe cuestionar a
sus mayores.
Sir Phillippe sonrió y volteó a ver la batalla de Sir Judas contra el Muertero y la
de Lady Madeleine contra Flama que eran las más cercanas y las únicas que
alcanzaba a ver, sabía que su maestro no intervendría.
El Muertero ya se había puesto de pie, veía a Thitus con sorpresa, conocía
demasiado bien a ese chico, él era su padrino, Sir Judas era un guerrero mediocre,
alguien que ni siquiera valía la pena enfrentar, aún no entendía cómo había
ingresado a la Orden de los Caballeros Fantasmas, seguramente le habían regalado
el puesto por mediación de Argento Riazor.
–Desaprovechaste tu oportunidad de marcharte, Thitus, ahora tendré que
cortarte las piernas, serás un inválido pero al menos seguirás vivo...
–Haz lo que tengas que hacer, padrino, sólo dame un segundo... – "el Ejecutor"
volteó a ver a Rave Isa –. Hazlo tío.
Tanto el Muertero como Sir Phillippe voltearon a ver sorprendidos al Mesías,
éste se levantó sonriente y le preguntó a Thitus:
–¿Ya sabes cuál es tu papel en este mundo?
–Sí, portar con orgullo y honor esta armadura y proteger a mi país – respondió
Sir Judas golpeando su armadura a la altura de su pecho con su mano izquierda –,
soy un Caballero Fantasma.
Rave Isa observó fijamente los ojos de Sir Judas, en ellos había brillo y
resolución, una razón para vivir, en el ojo izquierdo del Mesías se formó una triqueta,
tronó los dedos y una imagen de un tigre blanco abandonó el cuerpo de Thitus, Sir
Phillippe extrañado preguntó:
–¿Qué rayos fue eso?
–¿No escuchaste lo que dije hace rato? – El Mesías no dejaba de observar a
Thitus –. Mencioné que tú eras UNO de mis discípulos estrella, el otro es ese chico...
–¿Pero qué hiciste? – Sir Phillippe también había sido el maestro de Sir Judas,
se había esmerado en educarlo, pero nunca fue un gran estudiante.
–La Princesa me encargó la educación de Thitus, lo entrené desde las sombras,
en la mismísima Ciudadela.
–Ya sé cuándo – respondió Sir Phillippe pensativo –, fue cuando su hermano
llegó al Cinturón, para evitar conflictos enviamos a Thitus a la sede de la academia
militar en el área media de la Ciudadela para terminar su instrucción.
–Eso fue de gran ayuda, contigo lejos pude entrenarlo como era debido sin
preocuparme por ser descubierto, cuando la Princesa vio el gran poder de Craig no
quiso que Thitus, su hijo favorito, se quedara atrás, ya la conoces, lo que dice es lo
que se hace, de alguna forma me convenció por lo menos de observar el nivel de
ese gigante, resultó que ese chico tenía un gran talento para esgrimir un arma, pero
lo tenía oculto y sin desarrollar, como el tuyo... y así como contigo me encargué de
sacar su máximo potencial, ese maldito niño es un joven Sir Phillippe, sólo que
mucho más fuerte.
"El Primer Caballero" sabía a lo que se refería Rave Isa, Thitus era un gigante
con una fuerza formidable, pero era muy torpe con la espada, por eso había decidido
enviarlo a la academia militar y concentrarse en su hermano menor y su gran poder,
Sir Phillippe aún no digería lo que escuchaba, él se consideraba un gran maestro,
era por demás evidente que no tenía nada que hacer ante el Mesías.
–Entonces la imagen del tigre...
–Efectivamente Albir, es la misma con la que te entrené, la que te quita energía,
sólo que en esta ocasión la dejé "guardada" en el cuerpo de Thitus, la técnica que
desarrolló con la espada es realmente terrorífica, al igual que contigo sólo le enseñé
la base y como tú, también me superó, pero a diferencia de ti, el chico estaba vacío
por dentro, sin un objetivo en la vida, ambos pactamos que hasta que supiera cuál
era su papel en este mundo liberaría su poder.
–¿Aunque se convirtiera en un monstruo?
–Así es, no importaba que fuera bueno o malo, no me correspondía a mí
juzgarlo ni educarlo, ese era tu trabajo, Sir, al parecer hiciste algo bueno de ese
patán.
"El Primer Caballero" veía con orgullo a Sir Judas, sólo Rave Isa podía ver el
diamante en bruto en el carbón inservible. Nadie daba nada por Thitus X cuando retó
al último portador de la espada ψeta (ί) por su lugar en la τrden, primero había
arrasado con todos sus oponentes, Sir Phillippe siempre pensó que de alguna
manera había hecho trampa, un inútil como ese gigante no podía haber vencido
limpiamente a sus mejores estudiantes, pero no, ganó con toda justicia, aun con la
restricción del Mesías, a base de fuerza de voluntad, "el Ejecutor" se había ganado
su arma y su inclusión en la Orden de los Caballeros Fantasmas.
Mientras Sir Phillippe y el Mesías hablaban, Roswell Riazor nuevamente
empuño sus espadas de brazo y atacó a su gigantesco sobrino, quien se defendió
con su espada del alfabeto antiguo ψeta (ί), para sorpresa del Muertero, su sobrino
llevó perfectamente el ritmo de su ataque.
La rapidez con la que ambos de movían era casi invisible para el ojo normal, el
rayo del Jinete Alado Inmortal contra el viento del Caballero Fantasma hacían que el
combate se desarrollara a una velocidad de infarto, el Muertero se tomó un
descanso.
–¿De dónde sacaste esta habilidad? Tú no la tenías...
–La desarrollé gracias a mi madre que convenció al tío Rave de que me
entrenara, el Mesías a pesar de saber que era una porquería de persona se esmeró
por hacerme un mejor guerrero.
–Pero él no es rival para mí con un arma...
–Tal vez, pero te puedo asegurar que es el mejor instructor que existe.
El Muertero volteó a ver con un intenso odio al Mesías, quien sonriente le
mostraba los dos dedos pulgares, el ver a su alumno acabar con uno de los
asesinos de Oggy Azzán no tenía precio.
–Podrá ser lo que sea – ladró el Muertero disponiéndose otra vez a atacar –,
pero no eres rival para mí, soy el asesino más grande de la historia.
–Asesino tal vez, tío, pero no el mejor guerrero, he leído el diario personal de Sir
Phillippe, la primera vez que lo derrotaste era apenas un novel recién graduado
Caballero Fantasma, la segunda vez lo venciste porque él estaba tratando de
proteger a gente inocente de tu matanza, en un duelo en plenitudes y sin
distracciones "el Primer Caballero" te hubiera derrotado...
–No es cierto...
–Lo es y la prueba está frente a ti, yo aún estoy muy lejos del nivel de Sir
Phillippe y no has podido derrotarme todavía.
–Conozco perfectamente bien la técnica del Primer Caballero y estás más cerca
de lo que crees, pero no todo es duelo de espadas sobrino, no fue con mis armas
con las que derroté a tu maestro...
El Hereje lanzó un ataque de dardos eléctricos a Thitus, la fusión del metal y la
electricidad hacía que los dardos de color morado fueran letales, Sir Judas a su vez
contraatacó con otra fusión del metal, los dardos encendidos, los proyectiles de
fuego y metal de color rojo que lo traspasaban todo.
Ambos combatientes eludieron parte del ataque rival resultando levemente
heridos gracias a la protección que les brindaban sus armaduras metálicas, los
ataques de una y otra parte continuaron incrementándose en cantidad y
peligrosidad, con la mano libre lanzaban los ataques fusionados y con la de la
espada se protegían, después de la última descarga ambos estaban heridos de
gravedad, la diferencia era que la espada de Sir Judas lo curaba de sus heridas.
Thitus observó que tenía a su tío en donde lo quería, esa era su oportunidad
para terminar con él, pero necesitaba ayuda, le gritó a su maestra:
–¡Lady Madeleine! Este tipo está terminado... necesito que acabe con la sombra
para que no reviva...
Ruth Yaotl escuchó a su compañero, la Directora de la principal escuela del
Cinturón del edificio de la Ciudadela tenía su armadura metálica completamente
destrozada, sin embrago, ya había detectado la manera de vencer a Flama.
Todo lo que la Espada Real le había enviado a la sombra del Muertero la había
traspasado, su cuerpo siempre se volvía a formar, pero había algo que no la
traspasaría, la extinguiría por completo.
–Estoy lista, Sir, da la señal de salida...
–Ahora...
Tanto Sir Judas como Lady Madeleine hicieron la fusión de sus tres elementos,
una descarga de energía pura atacó a sus adversarios, el Muertero realizó la misma
acción deteniendo con la misma energía el disparo del Caballero Fantasma.
Por su parte, Flama intentó frenar el poder de Lady Madeleine con una
poderosa descarga de fuego, "la Espada Maestra" sonrió.
–Sombra estúpida, pensar que tantos siglos de experiencia no te han enseñado
que la energía pura no se combate con otra energía elemental, se elude...
El rayo de energía pura de la Espada Real destrozó la defensa de Flama y a la
sombra misma que quedó de rodillas y apagada, por los daños recibidos había
perdido la capacidad de transformar su cuerpo en fuego.
Inmediatamente Lady Madeleine la atacó con otra fusión elemental
auxiliándose de su espada, viento y metal, un intenso viento arrasó con la sombra,
en el aire se formaron un par de enormes espadas de color plateado que
atravesaron a Flama, quien cuando caía perdió la cabeza a manos de la Espada
Real femenina de Arcadia.
El Muertero sintió la muerte de su sombra, esta vez no hubo dolor, sus mentes
estaban separadas, pero ahora era un mortal más, mientras seguía repeliendo el
ataque del hijo de la Princesa vio a Lady Madeleine acercarse, sintió el frío de la
muerte que se aproximaba a él inexorablemente.
–Espera Lady... – Roswell Riazor estaba dispuesto a implorar por su vida –. Yo
le perdoné dos veces la vida a Sir Phillippe.
–Y estoy segura que él te lo agradece...
Lady Madeleine le mostró el dardo incandescente al Muertero, éste empezó a
sudar copiosamente, sus manos temblaban por la presión del poder de Sir Judas, si
atacaba a la Directora de la principal escuela del Cinturón del edificio de la
Ciudadela, el disparo de energía pura de Thitus lo destruiría y si recibía el dardo su
vida también acabaría, en resumen, estaba jodido, jodidísimo.
No es justo que esto acabe así – se lamentaba el Muertero –, yo soy uno de los
más grandes guerreros de todos los tiempos, no puedo ser derrotado por un
mediocre y una mujer...
–No te preocupes, zombie – dijo Lady Madeleine –. Tus hazañas no están
registradas en los libros de texto, nadie te conoce y nadie sabrá lo que pasó aquí,
sólo que murió una abominación...
En un rápido movimiento la “Espada Maestra” lanzó el dardo incandescente
hacia la cabeza del Muertero, Roswell Riazor logró evitarlo haciendo la cabeza hacia
atrás, lo que no esperaba era el segundo dardo que Lady Madeleine fue lanzado
casi a la par del primero.
El Muertero no pudo evitar ese segundo dardo producto de la fusión del metal y
el fuego, mismo que traspasó su armadura metálica, se le incrustó en la sien, cruzó
su cerebro y salió por el otro lado, sus manos dejaron de producir energía cayendo a
los lados del guerrero en forma de cruz, inmediatamente después, un disparo de
energía pura terminó el combate.

Después de caer por décima vez ante el ataque de Hydros, Lúgh observó cómo
Oberón retrocedía herido ante el ataque letal de la Religiosa, fue entonces cuando lo
entendió todo, su estrategia fue errada desde un principio, él debía combatir a la
mujer y su bestia a la sombra.
Se levantó rápidamente y sonrió, por primera vez en su vida podría combatir
con alguien usando su poder a plenitud, no pensó en cambiar a los oponentes, le
gritó a su bestia:
–¡Oberón! Libera tu segunda cabeza y demuéstrales lo que eres capaz de
hacer...
El perro transformado en el Dragón Oscuro lanzó un potente alarido, se alejó
un momento de su rival y se preparó para pelear en serio, mientras, Lúgh miraba a
Hydros fijamente.
–Ahora las condiciones son otras...
–Tu poder sobre el metal es impresionante pero su debilidad es mi control del
agua, niño, ya deberías saberlo – le respondió la sombra.
Edgar De Grieff dejó que la sombra se acercara, el guante metálico de su mano
derecha se empezó a iluminar con distintos destellos amarillos de energía pura, su
armadura metálica en sus costuras se iluminó de la misma energía, ahora la pelea
directa contra Hydros tomó otro rumbo, el controlador del agua no logró superar la
nueva armadura de su contrincante y tampoco pudo evitar el contacto con la energía
pura, donde era golpeado su cuerpo dejaba de producir agua y con la extremidad
que golpeaba sucedía lo mismo, sus golpes a la armadura fusionada de metal y
energía pura provocaban explosiones que también lo lastimaban, entonces optó por
separase del miembro de la Armada Elemental, pero ya era demasiado tarde...
–Ya conociste mis esferas metálicas, ahora probarás su siguiente nivel… – le
advirtió Lúgh.
Lúgh otra vez lanzó varias esferas metálicas contra Hydros, pero éstas eran
diferentes, en su interior había energía pura, estallaron en cuanto se aproximaron a
la sombra, las explosiones de energía pura lo derribaron, cuando Hydros intentó
levantarse no pudo hacerlo, su capacidad acuática había colapsado y tenía trozos
de metal incrustados en todo su cuerpo, las esquirlas que tenía en su piel todavía
tenían la esencia de la energía pura, la cual lo estaba consumiendo por completo, no
podía ni moverse, en ese momento Edgar utilizó el poder que había adquirido
cuando juró lealtad a la Armada Elemental, el poder de la tierra cristal, con ella
fusionándola con la energía pura creó un ataúd de cristal para su oponente, los ojos
de Hydros se empezaron a cerrar para ya no volver a abrirse, el ataúd consumió
hasta la última partícula de la sombra.
En la otra batalla, el hielo de la Religiosa estaba siendo evaporado por el fuego
de Oberón transformado en el Dragón Oscuro, la armadura metálica de la Religiosa
se estaba descomponiendo.
Al ver que su amo prácticamente ya había ganado su batalla, el Baphometh
decidió terminar con su rival, de su cuello surgió otra cabeza, ésta se separó de su
cuerpo formando a un dragón de diez metros de altura, contaba con dos enormes
alas y dos patas.
La bestia de la segunda cabeza de Oberón había adquirido las propiedades del
monstruo que Aries le había mandado a buscar a su amo al Paraje de Beocia, la del
Dragón de Tierra, padre de Fafner.
La segunda cabeza del Baphometh se fusionó con el cuerpo de la Religiosa
absorbiendo su armadura metálica hasta destrozarla por completo, lo que le permitió
al cuerpo de Oberón transformado en el Dragón Oscuro atacarla directamente.
El fuego lo consumió todo, la Religiosa cayó derrotada, después, los granos de
arena chamuscados en la superficie se volvieron a juntar formando al dragón de dos
patas, éste se volvió a fusionar con Oberón que ya había adquirido su forma de
perro.
El can corrió hacia su dueño que ya se dirigía rumbo a donde la Religiosa yacía
derrotada, quien aún a sabiendas de su inminente muerte no se acobardaba.
–¡Váyanse al diablo, todos ustedes! – le espetaba a su enemigo desde el suelo,
con el cuerpo quemado y escupiendo sangre –. Son mortales, yo algún día volveré,
soy eterna...
–Tal vez, pero no en esta época.
Lúgh envió en contra de la miembro de los Jinetes Alados Inmortales tres
pequeñas esferas de metal que acabaron con la vida de la Religiosa, una traspasó
su pecho, otra su corazón y la tercera su frente.
Rhiannon se levantó furiosa después de recibir el ataque eléctrico del Hereje, el
símbolo que ahora se distinguía en sus ojos era el de su guante derecho, en su
cuello también se formó el tatuaje doble del símbolo de su guante izquierdo, había
establecido su defensa elemental justo a tiempo, un viento amarillo con propiedades
elementales giraba a su alrededor, el Jinete Alado Inmortal retrocedió.
–¡Ahora me las pagarás! – dijo Amaterasu señalándolo amenazadoramente.
El Hereje no se amedrentó.
–Podrás ser un FILO Divino pero estás lejos del poder de los Patriarcas, niña.
–Tal vez, pero tú no eres uno de ellos...
Una fuerte corriente de aire rodeó a los dos combatientes, el movimiento de las
extremidades de Jonas Riazor quedó maniatado, Aer nuevamente se fusionó con el
aire de Amaterasu permitiendo el movimiento de su amo.
–Mientras tenga a Aer apoyándome no podrás derrotarme...
En seguida el Hereje atacó a su rival con la fusión del hielo y su metal, la
tormenta de nieve cortante de color gris atacó directamente a la portadora de
Kusanagui-no-tsurugui.
El estruendo que se hizo alrededor de Amaterasu era ensordecedor, las
explosiones que generaban el choque del poder fusionado de su enemigo con su
armadura elemental la estaban lastimando, su escudo de viento estaba a punto de
colapsar, por lo que finalmente alcanzó el estado superior de un guerrero supremo.
En sus ojos se formó el símbolo de ocho puntos:

Al mismo tiempo en el lado izquierdo de su cuello se formó el símbolo definitivo


del viento:

El poder fusionado del Hereje se lo llevó la fuerza del aire, después, a la


espalda de Amaterasu surgió el gigante elemental de viento. El Hereje se burló de
su rival...
–Puedes hacer el truco que quieras, ya te dije que mientras tenga a Aer
conmigo nada podrás hacerme, tu gigante elemental no es más que una versión
colosal de mi guerrera, no le hará nada, si mi sombra se fusiona con él lo controlará
por completo y lo usará contra ti...
–Mi gigante no está aquí para derrotar a Aer – lo interrumpió Amaterasu –,
surgió para matar a su amo...
–No si Aer está a mi lado... – insistía el hereje cien por ciento seguro del poder
de su sombra.
–Eso puede solucionarse con un movimiento.
Amaterasu levantó la mano derecha y atrajo a la sombra del Hereje, su viento
se volvió color oliva, Aer se convirtió en aire alrededor del blanco guante de poder de
Rhiannon, quien después tronó los dedos y la sombra desapareció.
El Hereje se quedó con la boca abierta, eso no había sido un truco, Aer había
desaparecido por completo, su sombra fue destruida con un sólo movimiento, con un
hilo de voz preguntó a su rival:
–¿Qué hiciste con Aer?
–La eliminé, su cuerpo estaba hecho de mi elemento y el viento oliva es el más
poderoso de todos, no existe nada que no destroce, hasta a los cuerpos del mismo
elemento, yo soy la máxima controladora del aire, no lo olvides.
El Hereje se quedó sin palabras, ni siquiera trató de huir cuando el gigante
elemental lo tomó con sus colosales manos, perdió la voluntad de pelear, sabía que
iba a morir y todavía no lo digería, se había equivocado por completo con esa
chiquilla, era tan poderosa como cualquier Patriarca, la subestimó y ahora él en lo
personal pagaría por ese error.
El gigante elemental de viento apretó en su mano el cuerpo del Jinete Alado
Inmortal destruyéndolo de inmediato, el Hereje ni siquiera estableció su armadura
metálica.

La explosión de agua mandó a volar a Elohim, el símbolo en los ojos de


Brahma y Kwan Yin era el duplicado de sus guantes derechos, en sus cuellos
también se vislumbraba el duplicado del símbolo de sus guantes izquierdos, una
armadura de energía pura los rodeaba a los dos, en forma de bruma a la chica y de
“ondas” de sonido a su compañero.
Elohim se apuró también a establecer su armadura elemental, el símbolo
duplicado de su guante derecho apareció en sus pupilas y el tatuaje doble de su
guante izquierdo en su cuello, auxiliándose de su espada atacó a los dos FILOS
Divinos que apoyaban a los rebeldes.
Connor y Selene rechazaron el ataque de Aureo Riazor apoyándose
únicamente en sus espadas, sin embargo, Elohim formó unos gigantescos pilares
horizontales de agua que lanzó en contra de sus enemigos.
Brahma en ese momento ya podía utilizar el segundo nivel de los poderes de la
Mantícora, su clon haciendo uso del aguijón blanco restaba poder a los pilares de
agua, después Selene los cristalizaba con el aliento de energía pura que había
tomado de la Cockatrice y ambos con Ammavaru y Samsara los destruían. Por su
parte, el Dragón de dos patas con las características de la Gárgola bloqueaba los
pilares acuáticos que los guerreros rebeldes no alcanzaban a destruir dándoles
tiempo de alejarse de ellos.
Al ver que sus embates eran bloqueados una y otra vez, Elohim aumentó la
intensidad de su ataque, del cielo cayó una gigantesca ola sobre los FILOS y sus
bestias.
El agua no dejaba de caer y estaba aplastando a Connor y Selene, en un
desesperado intento por recuperarse los dos alcanzaron el estado máximo de un
FILO Divino.
En los ojos de Selene se había formado el símbolo de cuatro puntos:

Y en los de Connor el de nueve puntos:

De igual manera en el lado izquierdo del cuello de Kwan Yin se integró un


tercer símbolo de su guante izquierdo:

Lo mismo le sucedió a Brahma en idéntico lado de su cuello:


En ese momento las bestias de los dos se transformaron, el dragón de dos
patas se convirtió en la Gárgola con todo y su armadura de diamante. Elohim se
preocupó, comprendió de inmediato que cuando esos chicos alcanzaban su estado
superior sus bestias los imitaban adquiriendo el poder máximo de los monstruos que
copiaban, intensificó el poder del agua para aplastarlos antes de que reaccionaran.
La gigantesca Gárgola se colocó por encima de los FILOS Divinos cuatro y
nueve cubriéndolos del poderoso ataque de agua, después, el Baphometh
transformado en Garuda lanzó su rayo solar evaporando todo el líquido vital.
Al igual que las bestias de su compañera, Brahma y su clon también
cambiaron, sus cuerpos eran completamente humanos pero su poder se había
incrementado. Antes de que Elohim volviera a atacar, alrededor de los brazos de
Connor surgieron en forma de llamas los siete colores de las cabezas del Dragón del
Juicio Final, con sus siete fuegos atacó al portador de Abigael.
Elohim fue impactado una y otra vez con el poder de los siete fuegos
fusionados hasta que su armadura colapsó, después, el clon de Connor con el poder
de la Mantícora transformó las diez uñas de sus manos en aguijones negros
atacando a Elohim con el máximo poder de la bestia copiada al Arcángel Rafael: la
tormenta oscura.
El Gobernador de Riazor logró salvar la vida protegiéndose con Abigael, pero
había sido alcanzado por cientos de aguijones, por lo que se empezó a sentir
mareado.
Elohim entendió que sólo tenía una oportunidad de salvar la vida y la
aprovechó, atacó con todo su poder psíquico a sus rivales, Brahma y Kwan Yin
empezaron a caer en la ilusión de Aureo Riazor.
Brahma recordó a Hypnos, sabía lo que sucedería y no podía permitirlo, por lo
que convocó a la bestia que le otorgaba su espada: el Basilisco, el monstruo que
emergió no era el que Connor conocía, era superior, idéntico al que había visto en el
paraje de Beocia y tenía sus mismos ojos, magenta brillante y con el símbolo de
ocho puntos.
Los ojos del Basilisco se encendieron en una combinación de magenta y
amarillo atacando directamente a Elohim, el portador de Abigael pudo resistir el
ataque y controlarlo.
Con lo que el FILO Divino número doce no contaba era con la otra bestia, la
Cockatrice, el monstruo de Kwan Yin también era el que habitaba el Paraje de
Beocia, sus ojos amarillo-rosados con el símbolo de cinco puntos también atacaron a
Elohim.
Aureo Riazor puso una rodilla en el suelo, momento que aprovechó el clon de
Connor para transformar sus uñas negras en blancas, con ellas atacó a Elohim con
la explosión blanca.
El cuerpo del portador de Abigael colapsó, se cristalizó y una explosión lo
derribó, el momento fue aprovechado por los dos rebeldes para dar el golpe
definitivo
Garuda lanzó su rayo solar y el clon de Brahma con sus brazos al frente lanzó
el ataque del aguijón tricolor, los dos poderes golpearon al mismo tiempo al
Gobernador de Riazor extinguiéndolo por completo.
Los ojos de Connor y Selene volvieron a la normalidad, sus bestias
desaparecieron, Brahma puso una rodilla en tierra por el cansancio, Kwan Yin cayó
sentada con las rodillas flexionadas, ambos estaban agotados pero al final lo
lograron, la última provincia de Boleria había caído.

Sir Phillippe sintió la energía de sus enemigos caer una tras otra, volteó a ver a
Rave Isa.
–Creo que tus amigos perdieron...
El Primer Caballero hizo una mueca de resignación, Rave Isa ya no se
encontraba a su lado, por estar absorto en las batallas dejó de tenerlo a la vista,
nunca vio cuando el líder de los Jinetes Alados Inmortales se retiró.
Lady Madeleine y Sir Judas de acercaron a Sir Phillippe, quien abrazó a su
compañera y le dio la mano al "Ejecutor".
–Gran batalla, hijo, debes sentirte orgulloso, hiciste lo que yo nunca pude,
derrotar al célebre e imbatible Muertero.
–Lo hice con ayuda de "la Espada Maestra" – respondió Thitus ruborizado y
rascándose la parte trasera de la cabeza, pero en su semblante se adivinaba lo
satisfecho que se encontraba de su desempeño –, yo solo nunca lo hubiera
logrado...
–Sé que sí, tus palabras podrán sonar humildes pero la sonrisa de tu rostro
rebela otra cosa...
Las tres Espadas Reales de Arcadia comenzaron a reír, Sir Phillippe le dio una
palmada en la espalda a su compañero.
–Vamos a buscar a los demás, creo que todos han ganado pero puedo
equivocarme, además, no sabemos en qué condiciones se encuentren, tal vez
necesiten ayuda.

En el camino las Espadas Reales se encontraron con Edgar De Grieff y


Oberón, "la Espada Maestra" preguntó a Lúgh:
–¿Cómo te encuentras, hijo?
–Feliz de continuar vivo, tía, he librado la batalla más difícil de toda mi vida...
–Todos lo hicimos, Edgar – comentó “el Primer ωaballero” mientras acariciaba la
cabeza de Oberón –. Podemos celebrar que ganamos, creo que somos los primeros
guerreros que peleamos con los Jinetes Alados Inmortales y hemos salido vivos...
Más adelante se encontraron con Amaterasu, Heimdall y Caribdis, los FILOS
Divinos se besaban mientras Caris saludaba a los recién llegados feliz de que todos
estuvieran vivos.
–Lo logramos... – dijo la portadora de la espada sagrada Scylla mientras
abrazaba a Edgar De Grieff, quien se estremeció al sentir el contacto con el cuerpo
perfecto de esa hermosa chica, en ese momento entendió a su primo Deneb, si
Caris le diera una oportunidad, él también se enamoraría de ella.
–Aún debemos buscar a Brahma y Kwan Yin – Sir Phillippe se veía preocupado.
–Ganaron – respondió Caris –, Drake y Rhiannon pueden sentir a otros FILOS
Divinos, únicamente sienten la energía de Connor y Selene...
–Bien – Sir Phillippe miraba hacia la ciudad de Lacerta –, esas son excelentes
noticias, pero me sentiré más tranquilo cuando los hayamos encontrado.
Los seis guerreros y Oberón siguieron avanzando, algunos kilómetros adelante
se encontraron con Connor y Selene, todos se abrazaron y felicitaron hasta que
nuevamente Sir Phillippe los interrumpió:
–Debemos ir cuanto antes a Lacerta, la explosión de hace un momento me tiene
preocupado, también debemos hablar con el Consejo de Gobierno de Riazor acerca
de su rendición.

En un paraje cercano a Teotihuacán, la ciudad del nacimiento de los Dioses,


provincia del estado de Aztlán, había demasiada actividad elemental. La
concentración de tres energías elementales: electricidad, hielo y tierra estaban
haciendo temblar la tierra.
Un poderoso rayo púrpura estaba taladrando la tierra, un iceberg con una
temperatura cercana al cero absoluto congelaba todo alrededor y una tormenta de
arena amarilla asolaba el lugar.
Finalmente las tres fuerzas elementales estallaron, tres colosos aparecieron:
uno eléctrico, uno de hielo y uno de tierra, los tres gigantes se fueron reduciendo
hasta dejar a tres humanos en el lugar.
Raam Shmuel, Argento Riazor y Etneo Brunn se veían fijamente, al
encontrarse en ese sitio todos sabían que fueron vencidos por los rebeldes, los tres
vestían harapos y se acercaron los unos a los otros.
Los tres Patriarcas se veían con desconfianza, naturalmente debían estar
muertos, pero en un movimiento final sus gigantes elementales les salvaron la vida
sacrificándose por sus amos. Raam Shmuel rompió el silencio.
–Parece que todos fuimos derrotados y al mismo tiempo también veo con
alegría que todos conocíamos el secreto de la resurrección a través de nuestros
gigantes...
–Eso ya no importa – respondió Etneo Brunn –. Lo que debemos hacer es
reagruparnos, nos vencieron los rebeldes porque fuimos ególatras y cada quien
peleó por su lado, si nos unimos podemos recuperar nuestros estados y nuestro
país.
–Estoy de acuerdo – apoyó Argento Riazor.
–Debemos esperar un año para recuperar a nuestros gigantes elementales, una
vez que lo hagamos los rebeldes sangrarán – propuso Budha.
–En un año los rebeldes serán ustedes, trío de idiotas...
Los tres depuestos Patriarcas voltearon hacia la voz que los insultaba, se
encontraron con Aureo Riazor. Etneo Brunn lo enfrentó.
–¿Y tú qué te traes? Si estás aquí es porque también te derrotaron.
–A mí no me derrotó nadie – se defendió Elohim, lo insultaba el que esos
miserables seres pensaran que él estaba a su nivel –, no soy tan débil como
ustedes...
Argento Riazor conocía bien a su hermano y sabía cómo bajarle sus aires de
grandeza.
–Está bien, vamos a pensar que los rebeldes no te destruyeron... ¿podrías
decirnos si todavía eres el Gobernador de Riazor?
–No lo soy.
–Oh, eso quiere decir que huiste...
–Maldito cobarde – escupió Etneo Brunn mirando con desprecio al portador de
Abigael –, por lo menos nosotros combatimos.
–Y perdieron – repuso Elohim –, no hay ningún orgullo en ello, la causa de los
rebeldes era justa, yo tengo una misión más importante que una estúpida silla, el
combate contra esos chicos era innecesario, ellos en el futuro serán mis aliados...
–¿Alguien sabe qué sucedió con Aries y Miguel? – preguntó Raam Shmuel para
calmar los ánimos.
–Ellos no lo lograron – contestó Elohim –, Aries se suicidó para evitar que Loki
robara su poder, Miguel fue más idiota, su energía fue drenada por el FILO número
seis, ahora Gunnar De Grieff es Kukulcán.
–Dos aliados menos... – dijo Zeus por lo bajo.
–¿Qué les hace creer que pueden hacer algo más de lo que ya hicieron? –
preguntó Elohim –. Odín fue derrotado por Fenrir y Escorpión, Zeus por sus nietos
Libra y Thor; y tú – señalaba a Budha –, por los Arcángeles Rafael y Azrael.
–¿Qué intentas decir? – preguntó Zeus.
–Que aunque recuperen su poder volverán a caer, no voy a permitir que el país
vuelva a sangrar por su causa, ahora ustedes son más peligrosos que nunca...
–¿Y qué vas a hacer? – preguntó Raam Shmuel –. ¿Pelear con todos nosotros
al mismo tiempo?
–No pelear – respondió con desprecio Elohim –, eso es una práctica de seres
inferiores, conlleva el hecho de que ustedes pueden ofrecerme alguna resistencia,
voy destruirlos a todos, ustedes ahora no son más que simples mortales, insectos
que voy aplastar con mucha facilidad.
–Me alegra que nos subestimes, Elohim – le respondió Budha generando tierra
con su mano derecha –, así tu muerte nos sabrá mejor, peleas sin ningún temor
porque sabes que vas a resucitar, yo he investigado todo sobre ti y sé quién eres,
me debes la sangre del nieto que asesiné, yo sé cómo vas a regresar de entre los
muertos, por lo que no lo voy a permitir, mi tierra santa te seguirá a donde vayas y te
sellaré por toda la eternidad...
–Tú puedes irte, Raam – le dijo Elohim al también Arcángel Caído sin inmutarse
por su amenaza o al menos eso parecía –, alguien más te juzgará y te obligará a
comparecer ante los Dioses...
Raam Shmuel levantó los hombros con simulada indiferencia, pero en el fondo
se alegraba de no tener que enfrentar a Elohim, sabía que en las condiciones
actuales él y sus nuevos aliados no tenían ni una oportunidad contra él. Se despidió
de los otros dos Patriarcas.
–Hasta luego, camaradas, si vencen a Elohim ya nos encontraremos después
para planear nuestro regreso al poder.
–Los dos son unos cobardes – Etneo Brunn veía a Budha y Elohim con
desprecio.
–Espero estén listos para morir – les avisó el FILO Divino número doce a sus
dos contrapartes –. En este momento no son más que guerreros comunes, ni
siquiera son capaces de utilizar sus armas divinas...
–Eso no importa – respondió Etneo Brunn –. Nuestro poder es el mismo, yo sigo
controlando el relámpago púrpura y Argento el hielo azul, con eso basta para vencer
a un cobarde como tú.
–Das lástima, Brunn, ni siquiera me conoces, yo podría vencerlos a los tres al
mismo tiempo aunque tuvieran todo su poder, esta plática se terminó.
Los ojos de Elohim se tornaron cian brillante, su pupila desapareció y en su
lugar se formó el símbolo de doce puntos:

Al mismo tiempo, en el lado izquierdo de su cuello se formó el tatuaje del


símbolo del espíritu de los tres dioses, principal religión de Boleria:

A su espalda surgió el gigante elemental de agua, con sus grandes puños


aplastó a los Patriarcas de las casas Brunn y Riazor. A través de los puños de agua
se pudo ver a dos enormes espadas Abigael traspasando a Odín y Zeus, los dos
guerreros divinos quedaron en el suelo al borde de la muerte.
Elohim con Abigael en la mano derecha se acercó primero a Etneo Brunn
dispuesto a cortarle el cuello, en los umbrales de la muerte, Zeus recordaba a las
dos personas que más había querido y cómo los había traicionado, la escena que
siempre recordaba y lo atormentaba se recreaba en su mente...
******
Etneo Brunn veía divertido a su hermano menor Proteo y a su hijo Genub
peleando, Proteo era significativamente superior y Genub no podía con él, lo cual lo
desesperaba hasta la lágrimas, entonces el futuro Poseidón se dejaba vencer.
–No es justo, utilizaste tu poder oculto... – se quejó Proteo.
–Ya te dije que no me retes, que esta paliza te sirva de lección... – contestó
Genub enjugándose las lágrimas y los mocos, volteó a ver la mirada rígida de su
padre y se fue.
Una vez que su hijo se retiró, Zeus le reclamó a su hermano menor:
–¿Por qué te dejaste vencer? Siempre haces lo mismo...
–Porque Genub es mi sobrino y me corresponde cuidarlo – respondió Proteo
con total autoridad.
–¡Genub tiene diez años, es un año menor que tú! – exclamó el portador de
Olympia –. Los dos son unos niños, eso no cuenta.
–Te equivocas, hermano – lo corrigió Proteo –, lo que no cuenta es la edad,
Genub es mi sangre, tu hijo y por lo tanto mi sobrino, es mi obligación protegerlo.
–Y entonces... ¿por qué todo el tiempo peleas con él?
–Para que se haga más fuerte, mucho más que tú y yo juntos, Genub va a ser el
mejor de los Brunn...
Etneo revolvió sonriente el cabello de Proteo y se retiró, estaba tranquilo, sus
obligaciones le impedían estar en casa pero sabía que su hijo siempre estaría
protegido por su hermano menor.
*****
Mientras recordaba esa escena, Zeus pensaba en lo traicionera e ingrata que
era la vida, al final, él mató a sus dos hijos y Proteo traicionó a quien había jurado
proteger, todo por la conservación del maldito poder, en ese momento entendió lo
que tenía que hacer, llegaron a su mente las palabras de Darius Rashad, el mundo
estaba podrido y necesitaba ser reconstruido, la causa de los rebeldes tampoco era
la solución, se necesitaba un cambio de fondo.
El portador de Olympia escupiendo sangre se rasgó la piel de su brazo derecho
dejando ver un pequeño aparato metálico insertado en sus músculos, se lo mostró a
Aureo Riazor.
–Mira imbécil, este es el control que me encargaron hace muchos años, recién
cuando nos entregaron las espadas supremas, quiero que algo te quede bien claro,
en este momento soy la despreciable criatura que tienes ante ti por tu culpa, yo era
una persona diferente, alguien con una vida plena, una gran familia y un monstruo
en mi cabeza que podía controlar, pero tú me obligaste a sacrificar a mi hijo Yaco, a
mi primogénito y heredero de mi poder, eso lo cambió todo... ¿Hablas de tu cruzada
sagrada como si fueras el último héroe del país? Jódete con ella.
El FILO Divino controlador del agua no fue lo suficientemente rápido, Etneo
Brunn quitó el seguro al control y liberó las puertas del último piso del edificio de la
Ciudadela de su candado elemental, en ese momento se activó la trampa del control
y su cabeza fue separada de su cuerpo, esta vez Zeus murió de manera definitiva.
Aureo Riazor se lamentó, uno de sus arrebatos le había costado demasiado
caro, jugó con un fuego muy peligroso, obligó a los seres más poderosos del mundo
a realizar un acto de una maldad indescriptible y al final eso se había vuelto en su
contra, la guerra que tanto tiempo, esfuerzo y sangre le había costado controlar,
finalmente la había perdido por su locura.
Elohim inmediatamente sacó su comunicador personal y se enlazó con las
sombras de Minos que resguardaban la puerta de los pisos superiores, la
construcción de la Ciudadela le impedía a su poder psíquico llegar hasta ese lugar,
después de un triple repiqueteo, alguien contestó del otro lado de la línea.
–¿Diga?
–Habla Elohim, Zeus ha liberado las puertas de su candado elemental, voy para
allá, avisen a las autoridades del Cinturón para que les ayuden a resguardarlas
hasta que yo llegue o los Guardianes del Destino las vuelvan a cerrar con su llave...
–Lo siento, padre, ya es demasiado tarde.
Al escuchar aquellas palabras la sangre se le heló al FILO Divino, lo que
escuchaba no podía ser cierto, si él protegía las puertas todavía había oportunidad
de cerrarlas nuevamente.
–¿Minos? ¿A qué te refieres, hijo?
–No soy Minos, padre, soy tu tercer asesino...
–¿Eacos? – la voz le cambió completamente al depuesto Gobernador del
estado de Riazor.
–Así es, finalmente he recobrado mis recuerdos, hablé con Radamanthys, lo voy
a ayudar a purificar este mundo...
–Espera hijo, no lo hagas... – suplicaba Elohim –. Voy para allá, debemos
discutir esto, vas a destruir tu país.
–¿Esperar a que me detengas? No, gracias, este mundo merece ser destruido
para construir sobre él un lugar mejor...
–Lo que vas a liberar no puede detenerse, no va a quedar nada para
reconstruir...
–No conoces el plan de mi hermano, adiós padre.
–Espera, no, Eacos... responde hijo... ¡EACOOOOOOS!
Un sangrante Deneb De Britten destruyó el comunicador con el que hablaba
con Elohim, los términos se cumplían, como acontecía siempre después de renacer,
a los veintitrés años de edad había recordado su nombre y su pasado.
Se llamaba Eacos y era uno de los tres principales hijos de Elohim, inmortal
como su padre y sus hermanos, Deneb De Britten había dejado de existir.
Subió por la rampa que se ubicaba al noroeste de los pisos en que se
encontraba hasta el último de la Ciudadela, ya con las puertas liberadas lo único que
tuvo que hacer fue girar la enorme manivela y empujar la puerta, del otro lado había
un hermoso bosque, sintió un extraño escalofrío, no se atrevió a entrar, se dio la
vuelta para regresar a los pisos donde había combatido al lado de los Caballeros
Fantasmas en contra de los guardianes de los últimos pisos que representaban a las
principales familias del Cinturón.
Eacos, sacó otro dispositivo del bolsillo de su pantalón, marcó un número y
después lo destruyó. Bajó de nuevo por la rampa, a sus pies estaban derrotadas las
sombras Mor y Gorgón de Minos que poco a poco se diluían, tomó el elevador y
salió a la derruida zona de combate que era aquella réplica del Quinto Distrito en los
pisos cuarenta y seis y cuarenta y siete, después tomó el otro elevador que lo
llevaría hasta la zona del Cinturón.
Sonrió para sí mismo, nadie sospecharía de él, todo estaba planeado a la
perfección, Cross pensaba que él estaba en Riazor protegiendo a Caris y eso le diría
a quien preguntara, el avión que robó llegó al estado de la tundra pero no con él a
bordo. No había nada que temer.
Cuando llegó al piso del Cinturón donde estaba el centro de cómputo desde
donde controlaban los últimos pisos de la Ciudadela, se encontró con que estaba
vacío, eso lo puso nervioso, unos minutos más tarde se abrió un portal dimensional
que Eacos observó aliviado, los últimos pisos de la Ciudadela tenían una restricción
dimensional al exterior pero no la zona media ni los pisos bajos, del otro lado se
encontraban Lady Izzy y Sir Axa.
–Ya está hecho – dijo Eacos
Lady Izzy le devolvió la sonrisa y junto con Sir Axa abandonaron el Cinturón de
la Ciudadela tal y como habían llegado, por un portal dimensional.
En Aztlán cerca de la ciudad de Teotihuacán, Elohim se lamentaba, finalmente
terminó su partida en contra de Radamanthys y había perdido.
Pensaba primero ir al paraje de Beocia para acabar con su eterno enemigo y
después debía ir a Ishtar, era momento de convocar a los Caballeros Apócrifos, la
última defensa de Boleria contra su extinción.
Pero antes debía hacer otra cosa, acabar con uno más de los enemigos del
estado que por su sed de poder habían debilitado las defensas del último piso para
llevarlos a la situación crítica en que ahora se encontraban.
Argento Riazor sangraba en el suelo, no necesitaba mucha ayuda para morir,
apenas notó la imagen borrosa de su hermano que se le acercaba con Abigael en la
mano derecha. El último FILO Divino hizo lo que tenía que hacer, después, pateó el
cuerpo de su hermano menor hacia el de Etneo Brunn, hizo un boquete en la tierra y
los enterró a ambos.

Sir Dhul-kifl, Lady Alyassa y Psico estaban entrando al portal dimensional de


Lady Iztaccíhuatl, se encontraron con ella, con Sir Axayácatl y con Eacos en la
dimensión privada de la Espada Real femenina de Aztlán, la de las rocas flotantes
en medio de "la nada".
En cuanto se vieron, Eacos y "Crush" empezaron a reír, su risa contagió a
todos los demás, el hijo adoptivo de Amaltea De Britten preguntó:
–¿Qué fue lo que sucedió, Sir? – Observaba a Apolo Kray –. La verdad es que
ya estaba nervioso y los amigos de Aztlán no quisieron decirme nada. – Eacos les
lanzó una mirada de reproche a Lady Izzy y Sir Axa –. Horus nunca llegó pero el
candado de las puertas se abrió solo, Elohim se comunicó a los pisos superiores,
estaba que echaba humo...
–Nada, amigo – respondió Apolo Kray –, sólo que finalmente recibimos un golpe
de suerte, Horus no encontraba a los Guardianes del Destino y nosotros nos tuvimos
que enfrentar a los Herreros.
–Si ustedes están aquí significa que ya no existen los ωaballeros Grises…
–Ellos se lo buscaron, la cuestión es que cuando llegamos a Beocia,
Radamanthys iba de salida, nos platicó la situación y establecimos una nueva
estrategia, de inmediato nos pusimos en contacto con Lady Izzy para que trajera a
Psico a Riazor.
–Dejándome desprotegido… – Eacos ya no sonreía.
–No te quejes – lo interrumpió Sir Axayácatl –, todo salió bien… ¿Quieres
escuchar el resto de la historia o no?
–Continúa – masculló un molesto Eacos, no le parecía en lo absoluto divertido
que descuidaran el edificio que protegía Psico dejándolo a él a merced de los
habitantes del Cinturón.
–Al no encontrar a los Guardianes del Destino debíamos ir por el otro poseedor
de la llave: Zeus – continuó explicando Apolo –, quien ya había perdido su batalla
contra sus nietos Libra y Thor, al parecer los FILOS Divinos tienen un modo de
volver a la vida a través de sus gigantes elementales, pero al regresar su poder es
muy inferior.
–Con la ayuda de Lady Izzy nos trasladamos a la antigua ciudad de Tenochtitlán
en Aztlán – continuó relatando Diana –, lugar donde al parecer se vuelven a formar
los cuerpos de los FILOS Divinos asesinados.
–La trampa para capturar a Zeus estaba lista – Apolo retomó el relato –, tal y
como nos dijo Radamanthys, Etneo Brunn apareció, ahora debíamos ejecutar el
plan, mi hermana le quitaría su poder, yo lo debilitaría y Psico tomaría posesión de
su cuerpo, pero en ese momento apareció Elohim, discutieron y el portador de “la
espada azul” hirió de muerte al de la “espada púrpura”, esta vez de manera
definitiva, estábamos a punto de enfrentar a nuestro Gobernador cuando el propio
Zeus en sus últimos momentos de vida, por voluntad propia y en un claro reto a
Elohim abrió las puertas.
–Nuestra victoria el día de hoy estaba escrita – mencionó una eufórica Diana –,
vencimos a los guerreros que Elohim entrenó para proteger los últimos pisos de la
Ciudadela, sobrevivimos a los Herreros sin sufrir ninguna baja y a pesar de la falla
de Horus logramos abrir las puertas, el día fue perfecto... ¿No lo crees?
Deneb De Britten sonrió, lo de Zeus le iba muy bien a sus planes, todos los
implicados seguían en las sombras, incluso él.
–Lo que no me explico es la rapidez con la que se movieron – Eacos se llevó la
mano al mentón calculando los tiempos de los que sus compañeros hablaban –, en
apenas horas recorrieron grandes distancias, Lady Izzy no puede controlar la
dimensión del espacio, puede viajar entre dimensiones recortando las distancias
pero no lo suficiente para hacer lo que me comentan...
Apolo Kray abrazó por el cuello a su compañera de Aztlán.
–Recuerda que yo puedo potenciar cualquier poder, no sólo potencié las
habilidades de Lady Izzy, Sir Axa es de los guerreros más rápidos del país, también
apliqué mi poder en él, con la ayuda de ambos recorríamos las distancias en
segundos.
Eacos observaba a los dos miembros de la Orden de Aztlán, sin duda su
colaboración fue fundamental en el éxito de la misión, sin su ayuda no lo habrían
logrado, sus reticencias hacia ellos desaparecieron.
–¿Qué sucedió con los otros FILOS Divinos?
–Los sobrevivientes se reunieron en Tenochtitlán, Elohim se encargó también
de Odín, ya no volveremos a preocuparnos por ese maldito, era quien más
problemas nos ocasionó – comentó Diana Kray.
–¿Y Budha? – preguntó preocupado Eacos –. Recuerden que debemos eliminar
a todos los FILOS Divinos, ellos son los únicos que pueden detenernos.
–Te digo que la suerte está de nuestro lado – respondió Apolo Kray –. No te
preocupes por él, alguien más hará nuestro trabajo y los rebeldes se encargarán de
Elohim y Kukulcán, después nosotros nos haremos cargo de ellos, victoria total.
Todos los guerreros implicados volvieron a reír por el éxito de la misión,
después de siglos de una intensa lucha sin cuartel finalmente el bando de
Radamanthys había ganado el juego por abrir la puerta del último piso del edificio de
la Ciudadela, el bando de los buenos, los que cambiarían el país para mejorarlo.

Raam Shmuel había decidido ir a Ishtar, en la capital se encontraba la mayor


parte de su familia, ellos lo acogerían hasta que estuviera en condiciones de
reclamar lo que legítimamente creía que le correspondía: la silla presidencial de
Boleria.
Mientras caminaba ya empezaba a hacer sus cálculos, la batalla entre
Kukulcán y su ejército en contra de los rebeldes iba a dejar algunos muertos, no
importaba de qué lado fueran, a él le convenía que hubieran las más víctimas
posibles.
Sammael estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se percató que un
guerrero lo observaba pasar, tuvieron que hablarle para que se diera cuenta de su
situación.
–Finalmente te encuentro, padre, alguien me advirtió que perderías tu encuentro
con los rebeldes y que tu derrotado cuerpo resurgiría aquí en Tenochtitlán, llevo
mucho tiempo hospedado en un sitio cercano esperando este momento, cuando
escuché el estruendo sabía que eras tú y que tomarías este camino para ir a Ishtar.
Raam Shmuel volteó hacia su hijo, eso era lo último que necesitaba, Sir
Thomas vestía como guerrero pero no usaba la armadura negra de los Caballeros
Fantasmas de la Orden de Arcadia.
–Ahora no, Gore – le indicó a su hijo como si aún fuera un niño –, estoy
ocupado, si quieres reclamarme lo de tu esposa y Dahl será en otro momento...
–¿Reclamarte dices? – La furia se empezó a apoderar de Sir Thomas –. ¿Crees
que estoy aquí para reclamar algo?
Raam Shmuel levantó la vista al cielo, ya sabía lo que iba a suceder.
–No lo hagas, Gore, perdí mucho poder pero todavía puedo matarte.
–¿Crees que mi vida me interesa, infeliz? ¿Crees que mi vida vale algo después
de lo que hiciste?
–Eres muy dramático, escogiste el camino del guerrero, eso conlleva pérdidas...
–Lo sé, pero no de personas inocentes y menos por mano de tu propia sangre.
–Cuestión de enfoques... ¿Y tu armadura? ¿Tampoco es digna de que la portes
para matarme?
–Estoy aquí como esposo de una buena y amorosa mujer asesinada y como
padre de un magnifico y talentoso hijo asesinado.
–Ya veo, pero me imagino que aún portas la espada del alfabeto antiguo
Alpha...
Gore Shmuel hizo a un lado la gabardina larga que lo cubría, enseñó su
espada a Sammael, era un arma regular, si resultaba herido su cuerpo no sanaría ni
recuperaría su energía.
–Que honorable... yo no tengo arma... en las condiciones en las que me
encuentro no puedo convocar a Zulfiguar.
–Ese no es problema, puedes fabricártela con tu tierra santa...
–Es cierto, entonces pelearemos...
–Así es.
Sammael sonrió, era un consumado mentiroso, de una funda que llevaba en la
espalda sacó su espada de Arcángel Caído, Araboth, y le envió un poderoso ataque
de tierra santa a su hijo, debía ahorrar toda la energía posible, utilizaría su arma
como un catalizador de su energía, como lo hacían los troopers. Sir Thomas no
esperó más, con la velocidad del viento esquivó el embate y después atacó a su
padre.
Budha no estaba en condiciones de librar una batalla física de espadas, por lo
que atacó con su tierra santa a su hijo convirtiéndola en explosiva, Sir Thomas
respondió con sus explosiones de viento y fuego fusionados.
El FILO Divino entonces atacó a su hijo con la tierra santa en modalidad de
tierra filosa, Sir Thomas repelió el ataque con su fusión de metal y aire, el viento
cortante.
Los ojos de Sammael se tornaron negros y un pentagrama rojo se formó en su
pupila, atacó con su poder psíquico que enfermaba los cuerpos pero su poder no
tuvo efecto en Gore, tenía activada su armadura metálica.
Finalmente Raam Shmuel atacó a su hijo con su bruma terrosa, hasta la
armadura más fuerte sería consumida por esa letal fusión, Sir Thomas dejó que la
bruma lo alcanzara y después contra atacó con su fusión de metal - fuego.
Tal y como Sir Thomas lo había anticipado, su padre fue incapaz de eludir
todos los proyectiles que él le envió, ni su defensa de tierra lo protegió de esos
misiles que todo lo cortaban.
–Me has herido, hijo – exclamó con tranquilidad Sammael –, pero perdiste, tu
armadura ya está cediendo, hasta aquí huele la descomposición de tu carne...
–Quien perdió eres tú padre, con los proyectiles sólo quería dañar tus puntos
vitales de movimiento, esto es para ti...
Nephilim le mostró a su padre cuatro esferas metálicas que tenía entre los
dedos.
–Este es el máximo ataque de los Caballeros Fantasmas de Arcadia, requiere
mucho entrenamiento y poder, el odio que te tengo me ayudó a controlarlo...
Gore le lanzó las cuatro esferas a Sammael, el Arcángel Caído trató por todos
los medios de ascender al siguiente nivel de su poder, al estado de penitencia, al
final lo logró, en su ojo derecho se borró la estrella de cinco picos y en su lugar letras
rojas rodearon su pupila negra.
De inmediato estableció su máxima defensa, pero de nada le sirvió, las
esferas de Sir Thomas eran creadas por una perfecta fusión de sus tres elementos,
el aire comprimido con el fuego creaban una poderosísima explosión que
desintegraba el metal con el que estaban hechas.
El poder de la destrucción de las esferas colapsaron todas las defensas de
Sammael y los trozos de metal convertidos en polvo por la fuerza de la explosión
penetraron su cuerpo hasta llegar a sus órganos internos y desgarrarlos.
Raam Shmuel cayó derrotado, sus ojos volvieron a la normalidad y la bruma
terrosa se disipó, Sir Thomas se acercó a él, con las manos temblorosas, Budha
logró incorporar su torso.
–Felicidades hijo, lograste derrotar a tu padre, aunque en mi defensa he de decir
que estaba a menos del cincuenta por ciento de mi capacidad real...
–Nadia no tenía ni el cinco por ciento de tu capacidad, Dahl ni un cuarto de tu
poder, a los dos los mataste a sangre fría.
–Es cierto, un punto a tu favor.
–¿Por qué lo hiciste, padre? ¿Por qué mataste a mi esposa y a tu nieto?
–No importa lo que diga, al final la palabra que lo define todo es la misma:
ambición.
–¿Una maldita silla vale la sangre de tu familia?
–¿Para qué preguntas si ambos sabemos la respuesta?
–¿Podrías por lo menos una vez ser sincero en tu vida?
–Pregunta...
–El abuelo y mis primos, los Guardianes del Destino... ¿Sabían de tus planes?
–Sí, pero no los de asesinar a Dahl, eso nadie lo sabía, aunque sinceramente
he de decirte que no les hubiera importado...
–Si sólo querías a Dahl... ¿Por qué asesinar a Nadia?
–No pude controlar la sed de sangre que tenía en ese momento, Nadia quiso
proteger a su hijo y pagó las consecuencias.
–Ahora tú pagarás las de tus actos...
–No me arrepiento de nada, hazlo ya...
De un sencillo y rápido movimiento Gore Shmuel cortó la cabeza de su padre,
después cayó de rodillas, estaba bastante herido por el contacto con la bruma
terrosa, de su espalda sacó el bulto que llevaba con él, la espada del alfabeto
antiguo Alpha (α), le quitó la tela especial con la que estaba cubierta y el proceso de
sanación empezó. De la nada apareció Shalem Enoch.
–Finalmente cumpliste tu venganza... ¿te sientes mejor?
–No, ni siquiera esperaba que algo cambiara arrancándole la cabeza a mi
padre, Nadia y Dahl están muertos, nada ni nadie me los va a devolver, simplemente
saldé cuentas.
–¿Ahora qué vas a hacer?
–Soy un Caballero Fantasma, el Gran Maestre de mi Orden, abandoné mi
puesto y mi deber, regresaré a Arcadia para que me juzguen.
–Espero que tu sentencia no sea la muerte, hermano, este mundo necesita
gente como tú.
–No lo creo, hasta luego Shemhazai...
Shalem Enoch vio cómo se alejaba su antiguo enemigo y amigo en su corcel
negro alado, había un secreto que el Caballero Fantasma nunca supo: Nadia Rush
era nieta de Shemhazai, Budha de una o de otra manera estaba condenado.
El secretario particular de Elohim le dejó su venganza a Sir Thomas, a él le
correspondía saldar la deuda en primera instancia, Shemhazai estaba ahí por si
Gore fallaba.
Al ver perderse en el horizonte a "Nephilim", Shalem Enoch esperaba
sinceramente que no lo condenaran a muerte, lo iban a necesitar, a él y a toda la
Orden para librar la madre de todas las batallas que se aproximaba, por ahora su
máxima prioridad era encontrar a Minos.

En Arcadia, Electra caminaba sin un rumbo fijo por los límites más alejados de
la escuela, ocultándose de todos, últimamente no estaba de humor para dedicar
sonrisas, deseaba estar sola, deseaba... "poder sentirlo".
El ver a Michelle y a Cross tan cercanos no había tenido un efecto positivo en
su estado de ánimo, por el contrario, se sentía mal, deprimida, cuando estaba así
sólo una cosa podía animarla.
Se percató que no hubiera nadie cerca para poder hacer la invocación, tenía
que concentrarse, sentir la energía dentro de ella, necesitaba que hubiera "una
conexión", así sería más fácil arreglar las cosas.

Daniela Malka corría desesperada, necesitaba llegar cuanto antes a ese lugar,
había reconocido de inmediato la energía liberada, era la de su hijo, seguramente
estaba en problemas, ayudándose de la telequinesis pudo llegar al sitio de donde
provenía ese gran poder, cuando llegó se quedó en una pieza...
Los ojos de la Arcángel Caído se llenaron de furia, su hijo, su bebé estaba
sufriendo, no había ninguna amenaza, sólo una estúpida chica rodeada con la
energía del gigante elemental de Cross. Daniela Malka se aproximó a ella a grandes
zancadas, cuando Elektra la vio se ruborizó, la apenó que la madre de Cross la
descubriera haciendo eso, pero inmediatamente se recompuso y le dedicó la mejor
de sus sonrisas, ella entendería.
Tamiel abofeteó a Athena con una fuerza desmedida, Elektra inmediatamente
empezó a sangrar por la comisura del labio, su rostro era de sorpresa, se llevó la
mano a la mejilla golpeada y preguntó a "su suegra":
–¿Por qué hizo eso?
La Arcángel conocida como "la perfección de Dios" estaba como poseída, tomó
violentamente a la portadora de Spartha por los hombros y la empezó a sacudir
mientras le gritaba:
–¡¿Qué demonios sucede contigo?! ¡¿Acaso quieres matar a mi hijo?!
¡¡¡Desaparece eso ahora mismo!!! – Daniela Malka señalaba al gigante de energía
pura.
Elektra seguía sin saber que sucedía, desapareció al coloso elemental, no
podía dejar de observar a la madre de Cross quien tenía los ojos llorosos, la
Arcángel Caído se tranquilizó, entendió que Athena no sabía lo que estaba
haciendo, con un tono más calmado le dijo:
–Por favor no vuelvas a hacer eso, Elektra, cada vez que invocas a ese gigante
elemental lastimas a mi hijo, puedes incluso matarlo...
La portadora de "la espada de luz" se llevó la mano a la boca, esa no era la
primera vez que invocaba al coloso de energía pura, nadie le había dicho nada,
sintió una gran ira dentro de ella, con lágrimas en los ojos corrió lejos de Daniela
Malka.
Elektra se sentía furiosa, buscaba a Cross para reclamarle lo que había hecho,
el no avisarle… no tenía derecho de jugar así con su vida y menos aún involucrarla a
ella. Lo vio a lo lejos, recargado en una pared como si nada, seguro disfrutando
malsanamente lo sucedido. Athena apretó los puños, le daría una razón para no
volver a jugar con ella de esa manera.
La domadora del Dragón de Luz se acercó a Escorpión, no pensaba darle la
oportunidad de explicarse ni de huir, lo impactaría directo en el rostro, lanzó el
fulminante golpe cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, en ese momento Cross
volteó, estaba sin aliento y salía sangre de sus brillantes ojos rojos, en ellos se
distinguía el símbolo de siete puntos, estaba encorvado y su mano derecha
masajeaba su corazón, parecía que en cualquier momento se desmayaría, Elektra
en el último segundo detuvo su ataque.
El ver así al portador de Antares fue más de lo que Athena pudo soportar,
intentó abofetearlo pero tampoco pudo hacerlo, Cross se veía tan frágil que pensó
que hasta la más leve brisa lo dejaría fuera de combate, lo único que pudo hacer fue
desahogarse insultándolo.
–¿Quién demonios te crees que eres? ¿Qué te da derecho a mancillar mi
cuerpo de esa manera? ¿Quién te dio permiso?
Cross se recargó en la pared para no caer, sus ojos ya habían vuelto a la
normalidad, con la respiración entrecortada trató de justificarse.
–Yo sólo quería protegerte...
–¡Yo puedo protegerme sola! – le gritó Elektra señalándose a ella misma –. No
necesito que ningún imbécil se meta en mí sin mi permiso.
–No sé qué decirte...
–No tienes que decirme nada, sólo sácalo, saca tu asquerosa esencia de mí...
¿Qué crees que he estado tratando de hacer? – Elektra pensaba en las otras dos
veces que había convocado al gigante elemental para sentir la energía de Cross y
se sintió más mal por eso –. Expulsar tu horrible y vengativa energía de mí...
¡Quítamela! ¡Quítamela ya!
–Está bien, no tienes por qué ponerte así – Cross estiró su mano iba a tocar a
Elektra pero lo pensó mejor, mantuvo la palma de su mano cerca del cuerpo de su
compañera, extrajo su energía de ella, el triple tatuaje del símbolo de su guante
izquierdo, el que simbolizaba al escorpión se formó en la parte izquierda de su
cuello, después dejó caer pesadamente su brazo –. Ya quedó.
Por un momento Elektra se quedó sin habla, había sentido a Cross dentro de
su cuerpo, como si fueran una sola persona, eso la hizo temblar, deseó no dejar de
sentir esa sensación nunca, abrazar a Cross, decirle que lo amaba, pero lo que hizo
fue derribarlo violentamente.
–No quiero que vuelvas a hacer nada parecido, tú y yo hemos terminado, no
quiero tener que ver nada contigo, entiéndelo, te odio.
Cross veía con tristeza a Elektra, sabía que había cruzado la línea al haber
profanado su energía sin su consentimiento, pero no se arrepentía, lo volvería a
hacer mil veces si con eso la protegía sin importarle las consecuencias que eso le
trajera, incluso el odio de la chica a la que siempre había querido.
–Entendí el mensaje, ya no lo haré.
Elektra se dio la vuelta y se alejó de Cross sin volver la vista atrás, se
apresuraba a ir a su habitación, sentía las miradas de todos los estudiantes a su
alrededor, como si la estuvieran viendo, como si desaprobaran la manera en que
había sobreactuado, no le importó, sabía que nadie la había visto, eso no era más
que el sentimiento de culpa que sentía por cómo le habló a Cross, en ese momento
lo único que quería era llorar, estar sola y desahogarse.
En el camino se encontró con Daniela Malka, Elektra desvió la mirada
avergonzada y siguió su camino, la Arcángel Caído la detuvo, Athena trató de
soltarse pero le fue imposible hacerlo.
–Perdón si te hice daño, Elektra – se disculpó Tamiel –. Pero debes ponerte en
mi lugar, cada que invocas ese poder estás matando a mi niño...
–Ya no lo haré más, obligué a Cross a quitármelo de encima, no tiene por qué
preocuparse más de que lastime a su hijo.
–Lo sé.
Elektra no pudo aguantarse más, las lágrimas empezaron a caerle por sus
mejillas abrazó a Daniela Malka y empezó a sollozar.
–Lo siento, de verdad lo lamento, yo no sabía, le juro que no sabía que le hacía
daño, yo jamás lo lastimaría, sólo quería tenerlo cerca, sentirlo, que me abrazara...
La portadora de Spartha no podía seguir hablando por el intenso llanto, no le
importó que todo mundo la observara, pero nadie se percató de nada, Tamiel
extendió su bruma psíquica alrededor de ellas, las personas que pasaban veían sólo
un espacio vacío en donde ellas se encontraban.
–Tranquila, preciosa, esto no es más que un mal entendido, todo se arreglará.
–No – dijo tajantemente la escultural rubia –, esto ya se terminó, pero debemos
hablar con Michelle, ella también...
–No te preocupes por ella – le dijo dulcemente Daniela –, no creo que la
pelirroja sea tan tonta como tú, después hablaremos con ella, por lo pronto vámonos
de aquí, necesitas relajarte y descansar.

Cross se quedó un rato sentado en el suelo, pensando en Elektra, jamás pensó


que la portadora de la "espada de luz" se sintiera tan ofendida de que él la
protegiera, menos aún pensó que lo odiara con tal intensidad, se sintió miserable,
generalmente cuando estaba con Michelle sentía un gran alivio, ahora ni eso le
servía.
Pensaba en las veces que se había sentido enfermo por Elektra haber
convocado a su gigante elemental, a pesar de tener ese dolor de sentir que la vida
se le iba, él sentía la proximidad de la energía de su compañera y eso lo hacía estar
bien consigo mismo, el percibir a Elektra apagaba su lado oscuro, jamás pasó por su
cabeza que en realidad la rubia quería deshacerse de la protección que él le había
brindado.
En ese momento el dolor físico ni siquiera lo incomodaba, era peor el
sentimiento de culpa que lo inundaba y más lacerante aún la tristeza que sentía por
haber perdido de manera definitiva a Elektra.
La voz de Geedy sacó de su ensimismamiento a Escorpión, en su tono se
notaba una evidente preocupación.
–Cross... – Geedy agitaba a su líder por el hombro –. ¿Estás bien?
El portador de "la espada roja" salió de su letargo, observó a Geedy y se
disculpó con él.
–Disculpa amigo, estaba completamente inmerso en mis pensamientos... ¿qué
sucede? ¿En qué puedo ayudarte?
–Ha sucedido algo terrible, la verdad es que no sé qué hacer.
–Dime lo que te pasa, entre los dos hallaremos una solución.
–La madre del Arcángel Rafael ha sido asesinada, la esposa de uno de mis
espías es sirvienta en su casa, su pequeña hija lo observó todo, la niña está en
estado de shock.
–Esto es grave... – Cross se veía realmente preocupado –. La madre de Rafael
no tenía nada que ver con este conflicto. ¿Quién pudo haber hecho algo así?
Geedy se veía realmente temeroso, ni siquiera se atrevió a decir el nombre del
asesino en voz alta, se lo susurró en el oído a Cross, quien dio un salto hacia atrás
en cuanto escuchó el nombre del ejecutor.
–Debe haber un error...
–No lo hay, Cross, realmente no sé qué hacer, el asesinato fue ordenado por
Aries como una venganza por lo de sus hijas, pero si los Arcángeles saben esto...
¡por los Dioses! No quiero ni pensar en lo que va a suceder.
–Pero ustedes no tuvieron nada que ver...
–Nos pusimos nerviosos por la forma del cadáver, era algo inhumano, grotesco,
lo quemamos para que no se viera así, no sé por qué lo hicimos, pero ya no hay
vuelta atrás...
–¿Arlés o alguien más sabe de esto?
–No, no se lo he querido decir a nadie, sólo lo sabemos Ceo que entró a la
mente de la niña, tú y yo, nadie más.
–¿Dónde está Ceo?
–Oculto, no quiso venir ni a la escuela, está igual de temeroso que yo por las
represalias que puedan tomar los Arcángeles restantes y la familia Yaotl en general,
recuerda que él es un miembro del Círculo del Zodiaco.
Cross apretó los puños, lo que había sucedido era algo bastante grave,
demasiado, la muerte de su madre era algo que ni Rafael ni sus hermanos
perdonarían, debía tomar una decisión en ese momento y lo hizo, él cargaría con
esa responsabilidad, el Arcángel conocido como "el resplandor que cura" jamás
sabría la verdad.
–Yo me encargaré de todo, Geedy, no te preocupes por nada, pero deberé
borrar de sus recuerdos todo lo que sucedió, tratándose de los Arcángeles ellos
podrían llegar hasta ustedes y entrarán en sus cabezas.
–Por mí no hay problema y no creo que Ceo quiera recordar algo de esto,
Quantum nos teletransportó pero él se quedó afuera con Gea, ninguno tiene ni idea
de lo que sucedió.
–Bien, llama a los dos hijos de Virgo y vamos con mi madre, también tendremos
que visitar a la niña de Levit, yo me encargaré también de la escena del crimen.
Geedy le agradeció su ayuda a Cross y se fue de inmediato a buscar a sus
bérserkers protectores, agradecía el que le ayudaran a olvidar lo que había visto, no
podría vivir con ese recuerdo ni con la presión constante de ser descubierto. Por su
parte, Cross se quedó pensando en lo sucedido, no podía permitir que Rafael
entrara en su mundo de oscuridad, el de la venganza, contra todas sus creencias
decidió guardar silencio y aceptar en un futuro si se descubría todo, la total
responsabilidad, pero no permitiría un nuevo baño de sangre entre los De Grieff y los
Yaotl, menos si ambos implicados eran sus amigos.
ORDEN DE ARCADÍA
LOS APOSTOLES

Las Espadas Reales de Levit: Sir Exxus, Sir Num y Lady Deuther estaban
presentes en el castillo negro que servía de instalaciones a la Orden de Hamal,
acompañaban a Sir Cygnus en la organización de la despedida de sus compañeros
caídos en la batalla en contra de los Profetas.
Separados de toda la concurrencia que estaba llegando para la ceremonia que
se celebraría más tarde, platicaban discretamente repasando la situación del país,
ya eran las primeras horas del nuevo día cuando Sir Gene llegó con ellos,
inmediatamente sus tres compañeros lo rodearon, estaban impacientes por saber lo
que había sucedido en Riazor.
–¿Y bien? – preguntó Sir Exxus.
–Lo mismo que en los demás frentes...
–Vencieron los rebeldes... – murmuró Lady Deuther.
–Efectivamente.
–Jamás pensé que los Jinetes Alados Inmortales serían vencidos alguna vez... –
comentó Mikael que había dedicado muchas horas de investigación a los guerreros
protectores del estado de Riazor.
–La batalla la decidió nuestro amigo Sir Judas... – les informó Jahziel.
–¿"El Ejecutor" llegó a la batalla? – preguntó Sir Exxus.
–Así es, Sir Phillippe es una leyenda viviente pero su cuerpo ya no es el de
antes, no está en condiciones para librar una pelea con un guerrero élite, menos si
ese guerrero era el Muertero...
–Por lo que dices he de concluir que Sir Judas fue quien enfrentó al Muertero
junto con el "Primer Caballero". Esto es algo que no me puedo tragar así como así –
decía "el Confesor" pensativo –, no puedo creer que Sir Judas haya vencido al
Muertero aun con la ayuda de Sir Phillippe, ese tipo es una nulidad total...
–En eso coincido contigo – concedió Sir Gene –, todo mundo conoce la fama del
"Ejecutor", déjame decirte que es por demás equivocada, por lo menos en lo que a
su capacidad de combate se refiere, si alguna vez cualquiera de nosotros debe
enfrentarlo, tendrá que hacerlo con total seriedad y consciente de que enfrenta a la
muerte...
–¿Lo dices en serio?
–Pregúntale al Muertero, Sir Judas lo mató él solo, Sir Phillippe se retiró, lo digo
en serio, ese tipo es de cuidado…
–Creo que ya es imposible preguntarle al Muertero, tendré que creerte, pero aún
no entiendo cómo cambió tanto la batalla...
–Las cosas con la llegada del "Ejecutor" giraron en ciento ochenta grados a
favor de los rebeldes.
–Explícate... – Sir Exxus no creía en el destino pero no podía negar que muchas
situaciones fortuitas durante la guerra de revolución habían sucedido a favor de los
rebeldes.
–El Muertero ya había derrotado al "Primer Caballero" – comenzó contando Sir
Gene –, le estaba dando el golpe final cuando llegó Sir Judas...
–Te sigo – Mikael intuyó que en ese momento le narrarían otro golpe de suerte
para Escorpión y sus huestes.
–Sir Phillippe se retiró del combate dejándole su lugar al "Ejecutor", quien logró
sostener un combate de igual a igual con el Muertero el tiempo suficiente para que
Lady Madeleine venciera a Flama, la sombra del Jinete Alado Inmortal, una vez que
las dos Espadas Reales de Arcadia pelearon juntas el Muertero no tuvo
oportunidad...
Mikael seguía pensando en Sir Judas, en alguna ocasión durante su
entrenamiento vio a su maestra sostener un combate amistoso contra el Muertero,
ganó el guerrero de Riazor, fue el combate más impresionante que había visto en su
vida y la única vez que vio derrotada a Daniela Malka, Thitus X debía ser un
combatiente sin igual.
–Ahora entiendo lo que dices, si "el Ejecutor" no hubiera llegado, el Muertero
habría matado a Sir Phillippe y después ayudado a Flama contra Lady Madeleine,
entonces el resultado de toda la batalla sería otro...
–Así es.
–¿Qué sucedió con Elohim?
–No pude ver su combate que se desarrolló a varios kilómetros de la batalla
principal. Al parecer Brahma y Kwan Yin lo vencieron.
–No lo creo, después les diré por qué...
–Si murió o no es otro cantar – dijo Jahziel levantando las manos –, Riazor al
igual que las demás provincias se rindió a los rebeldes, el grupo liderado por
Escorpión ha conquistado todo el país, sólo queda Ishtar.
–Caerá también – aseguró “Goliath”.
–No se confíen – los interrumpió Lady Deuther –. Kukulcán ya está sentado en
la silla y seguramente ha convocado a la sección Alianza del Tloque Nahuaque,
donde se encuentran los guerreros con el deber histórico de servir al Presidente,
Armand Yaotl era un interino, por esa razón nunca pudo convocarlos, pero con
Kukulcán de la Casa De Grieff es otra cosa, uno de sus protectores es totalmente
peligroso, es el guerrero llamado Hun-Camé, si ese chico ha liberado a su ejército
Moyocoyani los rebeldes están en serios problemas, los Moyocoyanis son sombras
controladoras de las cuatro principales energías elementales, además están los
Sindicatos de Ishtar y todavía hay muchos guerreros élite que no han definido su
bando, si se juntan en la defensa de la capital podrían vencer a los rebeldes.
–Tienes razón, Lady – respondió Sir Exxus –, pero esa por el momento no es
nuestra guerra, asistiremos a la ceremonia luctuosa de nuestros hermanos de Hamal
y después iremos a visitar a nuestros compañeros de Arcadia, ahora sabemos que
por lo menos quedan tres...

Sagath se paseaba entre todos los asistentes al servicio fúnebre de Lady Lyra
y sus compañeros, por más que lo negara se sentía mal por el fallecimiento de su
madre, aunque por otro lado estaba tranquilo de haber hecho las paces con ella
antes de que partiera a su última misión en el estado de Riazor.
Entre los asistentes hubo una persona que le llamó la atención, alguien a quien
tenía tiempo de no ver y que nunca pensó encontrarse en ese lugar, su hermana
Wendy, se acercó a ella y se colocó a su lado. Eunice, como ahora era conocida la
hermana de Sagath al pertenecer a la Guardia del Destino lo saludó hoscamente.
–¿Qué haces aquí?
Sagath le sonrió, su hermana se veía rara haciéndose la fría con él, tomó su
mano, Wendy sin voltear a verlo se la apretó.
–Aquí vivo, me estoy entrenando para ser un Caballero Fantasma.
–¿Crees servir para eso? Dicen que Hermes de Géminis te dejó al borde de la
muerte.
–Sí, es verdad y creo que fui afortunado, Outlaw y T-Rex no lo lograron. ¿Cuál
es tu pretexto para estar aquí? Deberías estar apoyando a tus nuevos compañeros.
–Tyr me permitió venir, tenía que asegurarme con mis propios ojos que esa
perra estaba muerta – Eunice señalaba la tumba vacía de su madre.
Sagath volteó a ver a su hermana, siempre había sido así, dura, sin embargo,
la relación de ambos siempre fue más que cariñosa, sabía que él era su adoración.
–Puedes creerlo, nuestra madre está muerta.
–Tuvo el fin que se merecía.
El amo de las cuerdas metálicas sintió un leve temblor en las manos de su
hermana, la soltó para poder abrazarla.
–Tranquila, todo va a estar bien, conmigo puedes desahogarte.
Wendy furiosa trató de zafarse del abrazo de su hermano.
–¡No necesito desahogarme! La maldita nos abandonó, nos dejó a nuestra
suerte con el sádico de Forcis...
–La verdad es que yo no lo sentí tanto, tenía al Dios del Rayo y sobre todo te
tenía a ti...
–Mi infancia fue miserable – se seguía quejando Eunice, convenciéndose de
que la muerte de su madre era justo lo que esa mujer se merecía –, ni siquiera pude
estar contigo, Forcis no lo permitió, tenía que ocultarme para poder verte, todo es su
culpa... ¡la odio! ¡No sabes cuánto la odio!
–Eso no es cierto, nuestra madre ha muerto, este es el momento de
despedirte...
Finalmente Eunice se derrumbó, abrazó con fuerza a su hermano y empezó a
llorar.
–¿Por qué se fue? ¿Por qué la mataron? Mamá era una tonta pero no era mala.
–Lo sé.
–Me iba a ver, yo no le hablaba pero ella se ponía a platicar conmigo, eso me
gustaba, su voz... la necesito Saggy, ya la había perdonado, sólo quería castigarla
por haber sido tan tonta, yo no quería que muriera.
–Tranquila.
–Antes de irse me fue a buscar, me abrazó y me dijo que me amaba, yo la
aparté con brusquedad, le respondí que estaba en una misión, que no me molestara,
me dolió mucho la cara de tristeza que puso cuando la traté así, en ese momento me
propuse que ya iba a ser buena con ella, te lo juro, pensaba hacer las paces con
ella, mi mamá murió pensando que la odiaba...
–Te aseguro que no, tú lo has dicho, mamá era una tonta y pensaba que sus
hijos en el fondo la querían, tú quédate tranquila. Te prometo que su muerte no
quedará sin castigo, una vez que obtenga mi espada del alfabeto antiguo cazaré sin
piedad a sus asesinos hasta acabar con ellos.
Eunice no dijo más, se siguió desahogando con su llanto en el hombro de su
hermano, aunque en su mente ya estaba empezando a planear su venganza en
contra de los Profetas.

En la base rebelde el festejo por la victoria en Riazor fue moderada, la guerra


estaba cobrando muchas víctimas, todos los rebeldes habían perdido a alguien
cercano.
Separados de los demás, Escorpión y Fenrir hablaban con Sir Phillippe acerca
de la rendición del estado de Riazor.
–Victoria total, muchachos – decía el anciano caballero –, Riazor ha hincado la
pierna, aceptarán el cambio del gobierno federal y las nuevas leyes una vez que
sean promulgadas.
–¿Qué hay con Drakkar? – preguntó Fenrir.
–Les pedimos su aprehensión y extradición a Arcadia, niegan tener
conocimiento de su paradero...
–Mienten pero por el momento eso no importa, Arlés – interrumpió Cross –.
Nuestro objetivo es Ishtar, si Loki está en el poder ese es el mayor peligro que puede
haber para el país.
–Es cierto... – apoyó Fenrir.
–Deben derribarlo antes de que tome posesión oficial de la presidencia – urgió
Sir Phillippe –, Gunnar De Grieff robó los poderes del original FILO Divino número
uno, desconozco si ya controla a la bestia más poderosa del país, la serpiente
emplumada Quetzalcóatl, espero con la ayuda de los Dioses que eso no ocurra
hasta que asuma la Presidencia...
–¿Cuándo será eso? Me refiero a la toma del poder de manera oficial –
preguntó Cross.
–Mañana mismo, lo están anunciando por todos lados, será en horario estelar...
– contestó Arlés.
–Es decir en la noche.
–Así es, Cross.
–Entonces no hay tiempo que perder, debemos partir a Ishtar...
–¿Quiénes lo harán? – inquirió Sir Phillippe –. En vista del enemigo debe ser un
contingente tan poderoso como el que fue enviado a Riazor.
–Iré yo personalmente con los guerreros en quien más confío – respondió Cross
–. Vendrán conmigo Fenrir, Cerberus, Titán, Hermes, Athena y Pariel, veré cómo se
encuentran Heimdall y Brahma, si no se han recuperado Dagda y Libra me
acompañarán.
–Son un buen grupo. – Sir Phillippe estuvo de acuerdo –. Yo por el momento iré
al Cinturón a ver cómo están las cosas ahí y después soy materia dispuesta para lo
que se necesite.
–Hay otra cosa más, Sir – Arlés llamaba al Caballero Fantasma que ya se
estaba levantando para retirarse –. En este momento saldrán todos nuestros
compañeros a las distintas provincias a establecer los lazos de colaboración con los
Consejos de Gobierno de Levit, Riazor, Hamal y Aztlán.
–Buena estrategia siempre y cuando ganen en Ishtar...
–¿Acaso lo duda, Sir?
–Siempre hay un dejo de duda, muchacho, más si se van a enfrentar con el
guerrero más fuerte históricamente...
–Venceremos.
–Esperemos que sí... ¿en que desean que los apoye?
–Cuidando la Ciudadela, Sir – respondió Cross.
–¿No desean que intervenga en las negociaciones? – Sir Phillippe sintió que lo
hacían a un lado.
Cross y Arlés se voltearon a ver, Fenrir con la mirada le dijo a su compañero
que a él le correspondía dar la explicación, los guerreros élite tomaban las cosas con
más calma cuando el portador de Antares era quien las explicaba.
–Usted es un Caballero Fantasma, Sir, un protector del estado, no un
representante, las cosas están muy tensas ahora, será mejor que todos estén
tranquilos al momento de negociar.
–Está bien, Cross, esta es su lucha y yo soy sólo un soldado más, protegeré la
Ciudadela.
–Gracias por entender, Sir.

Horas más tarde, como siempre que estaba a punto de salir a una misión,
Cross se encontraba sentado en la azotea del edificio más alto de la escuela
superior del Tercer Distrito, de alguna manera sentarse en las alturas le ayudaba a
relajarse y pensar, aunque en ese momento no podía hacer ninguna de las dos
cosas.
Se había encontrado sin querer con Elektra en las afueras de la escuela,
caminaba de la mano con Lúgh, ambos habían pasado de largo sin siquiera dirigirse
la palabra, Edgar por el contrario saludó a Cross y éste correctamente le devolvió el
saludo.
Cross se sorprendió de sus sentimientos, al ver a Elektra con alguien más no
se sintió furioso como se sentía al ver a Michelle con David Nexus o desilusionado
como cuando observaba a Caris con Siege y Deneb, se sintió triste, no pensaba
buscarla, no después de lo que había sucedido, no pensaba buscar a ninguna, pero
tampoco podía arrancarse los sentimientos negativos que tenía al verlas con alguien
más.
En ese momento sintió que alguien le tocaba el hombro, cuando volteó la vista
vio a Acuario, quien acomodó las manos en la estructura donde Cross estaba
sentado.
–Hola – saludó la protectora del décimo primer Círculo del Zodiaco.
–Hola. – Cross devolvió el saludo –. Ya te ves bastante más recuperada, parece
que estás lista para volver a molestar a quien se te cruce en el camino.
Acuario le pellizcó la mejilla a Cross sin hacer caso a sus palabras.
–¿Eres el verdadero?
Cross no pudo reprimir una sonrisa, Acuario siempre tenía la capacidad de
hacerlo sonreír.
–¡Por supuesto que lo soy!
–No lo sé... – Acuario le veía el rostro atentamente, lo estaba escrutando hasta
en el más mínimo detalle –. Te pareces al de antes, pensativo y lejano.
–A veces soy así – respondió Cross sin dejar de sonreír –. ¿Qué haces tú aquí?
–Ayudando en lo que pueda. – Acuario trepó a la estructura saliente donde
Cross meditaba y se acomodó a su lado, se asomó al vacío y le dio vértigo,
descubrió que le temía a las alturas desde su combate en contra de los Caídos, se
aferró al brazo de su compañero del Círculo del Zodiaco y se sintió más tranquila.
–¿Ya estás bien? – le preguntó Cross al ver su cara de espanto.
–¡Como nueva! – Acuario dobló su brazo izquierdo hacia la parte lateral de su
rostro para mostrar un invisible músculo a Escorpión –. Tú di dónde está la acción y
yo me encargo de todo...
–Perfecto... – Cross reía –. Dejaremos que tú te encargues de las misiones
difíciles y los demás seremos tu apoyo.
–Me parece bien – afirmó Acuario, después se puso seria –. ¿Y tus chicas?
–Se esfumaron – respondió Escorpión con cierta melancolía.
–¿Por el momento?
–No, para siempre.
–Sólo es una etapa – le dijo Acuario para consolarlo –, pronto se reconciliarán...
–No lo creo, Michelle tiene a su novio, Caris debe decidir entre sus dos
pretendientes y Elektra ya no me habla.
–Seguramente todo es tu culpa...
–No, te aseguro que me he portado bien – respondió Cross en tono de broma –,
simplemente ellas están locas.
–Mentiroso, tu mirada te delata, a ellas también, seguramente hiciste algo que
las hizo sufrir mucho.
–Así es – se sinceró el portador de Antares –. Aunque en mi defensa he de decir
que no sé un carajo de relaciones, nunca he tenido una.
–Eso no te lo creo...
–Digo la verdad, desde que yo recuerdo siempre quise a Christina Riazor pero
nunca pude estar con ella, no en una relación al menos, la perdí dos veces...
–¿Y las chicas?
–En el tiempo que estuve buscando a Christina se fueron metiendo en mi vida,
tampoco supe lidiar con eso... ¿cómo voy a resolver una situación amorosa tan
complicada si nunca he tenido novia? Al final creo que sucedió lo inevitable, hice mal
las cosas y lo perdí todo.
–No te preocupes, cuando se ama se perdona todo, al menos yo lo haría.
–Por eso eres única, Andrea, afortunadamente mis chicas no son como tú.
–¿Afortunadamente?
–Así es, lo mejor es que todo esto termine así.
–Creo que te equivocas.
–Espero que no, aunque me siento mal por lo menos ya no tengo esa opresión
en el pecho que sentía cuando estaba con las tres, ese miedo de elegir a una y
lastimar a las otras dos, así estoy más cómodo, si alguien de los cuatro debía acabar
mal en todo este asunto, me alegra ser yo.
–Eso sí te lo creo, pero no te preocupes, todavía me tienes a mí.
–Claro que te tengo, eres mi luz en estos momentos.
–Pero solo como tu amiga... ¿verdad? – Las palabras de Acuario encerraban
algo más que una pregunta, contenían esperanza.
–Sabes que si – respondió Cross sin percatarse de la mueca de decepción
esbozada por Acuario –, aunque es desagradable ver a mis chicas con alguien más,
es bueno saber que ya me empezaron a dejar atrás, sinceramente no me interesa ya
tener ninguna relación, ya lastimé a muchas personas y lo peor de todo es que
fueron a las que más quería, de todas ellas sólo me quedas tú.
Acuario sonrió y se recargó en el cuerpo de Cross.
–¿Las amas verdad?
–Así es, pero todo esto no es más que una burla del destino. Cualquier imbécil
en este mundo, incluyéndome yo, por supuesto, sería el ser más afortunado del
mundo si una de ellas lo quisiera. Sólo una. Pero las cosas no son así. En realidad
yo siempre he tenido suerte con las mujeres pero nunca he tenido ni puta idea de
qué hacer con ellas. Como ya te dije en mis épocas de estudiante sólo tenía a
Christina Riazor en la cabeza, después todo se fue al infierno. Mis chicas sólo se
merecen la felicidad, lo difícil de esta situación es que sé que las tres me quieren
como yo a ellas, eso es algo muy malo para todos, siento que me muero cada que
las veo con alguien más, me imagino que lo mismo sucede con ellas, esa es una
inquietud que siempre me acompaña, que ellas sientan lo que yo sentí cuando perdí
a Christina, es un dolor que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, mucho menos a
alguien que amo como a Elektra, Caris y Michelle. Dicen que las experiencias
negativas en tu vida te hacen más fuerte, creo que es cierto, a mi corta edad y con lo
que he vivido estoy seguro que puedo soportar lo que sea, sólo una cosa me
derrumbaría y eso es que cualquiera de mis chicas sintiera lo mismo que yo cuando
perdí a Christina, el dolor del amor perdido, eso no podría soportarlo, así que si me
preguntan por qué no elijo a una de ellas mi respuesta siempre será la misma,
mientras más de una sienta algo por mí, jamás podré decidir…
Acuario no sabía que sentir, su corazón le decía que amaba al portador de
Antares pero la manera de expresarse de Cross le dejaba bien en claro que jamás la
amaría de la manera en que amaba a Elektra, Kharynna o Michelle, incluso pensó
que su amor hacia él era superficial, no concebía una forma de amar como la que le
expresaba su compañero, aun así se sintió feliz de que Cross confiara en ella hasta
el grado de expresar sus sentimientos, cosa que sabía no lo haría con nadie más, en
ese momento renunció definitivamente a él y decidió convertirse en su mejor amiga.
–No te preocupes por eso, siempre voy a apoyarte, con mis poderes psíquicos
voy a hacer que todo se te resbale, si ves a tus chicas con otros yo te haré
olvidarlo...
Acuario movía las manos enfrente de Cross como si estuviera haciendo un
truco de magia, el portador de Antares se las bajo mientras reía.
–Gracias, sí borras los malos recuerdos no me importa con quien vea a
Michelle, Elektra o Caris, lo importante es tenerte cerca de mí.
–Yo soy tu chica...
–Vaya que sí.
Cross abrazó a Acuario y la besó en la sien, guardó silencio y ambos se
quedaron contemplando el atardecer.

Elektra caminaba cabizbaja, después de despedirse de Lúgh sintió la


necesidad de buscar a Cross, sentía que había sido muy dura con él, además,
necesitaba explicarle que nada sucedía entre ella y el miembro de la Armada
Elemental, lo de la mano había sido algo casual, ella no sentía nada por Edgar De
Grieff, lo quería a él.
La rubia hacía un recuento de cómo se fue a pique no sólo su relación, sino
completamente su amistad. Todo empezó con la búsqueda de venganza de Cross y
en cómo confió más en Angie Asegir que en ella, después se dieron las cosas solas,
peleas, discusiones y malos entendidos, como el que sucedió cuando fueron a
buscar a Dorian y a Bastián, después de su regreso la relación entre ellos se enfrió
más todavía, Elektra trató de explicarle a Cross que el golpe en el rostro había sido
un accidente pero la actitud del portador de Antares no dio lugar a que Elektra
pudiera explicarse.
Después pasó lo de Michelle, Elektra no pudo evitar sentirse mal al verlos tan
juntos y cómodos, cuando le reclamó a su amiga, ésta le contestó que su novio era
David Nexus, lo de Cross sólo era amistad, le dejó en claro que ella no se
interpondría si Athena decidía pelear por su amor.
Ya se había decidido a dejar las cosas en claro con Cross, pero entonces
sucedió lo del gigante elemental, la sensual rubia dejó de pensar, se sintió mal por lo
que había sucedido y desquitó su frustración en su compañero, le dijo palabras muy
duras que no sentía, la peor de ellas fue decirle que lo odiaba.
Después de pensarlo toda la noche decidió hablar con el portador de Antares y
aclarar las cosas, por lo menos rescataría su amistad, lo buscó desde temprano pero
entonces se encontró con Edgar De Grieff, había hecho una buena amistad con él y
aceptó que la acompañara a "recorrer la escuela" aunque lo que ella hacía era
buscar al portador de Antares, se sintió estúpida, ¿cómo demonios se le ocurrió
buscar a Cross acompañada de uno de sus pretendientes? Peor aún, ella sabía que
lo de la mano fue intencional, lo hizo para ver si conseguía una reacción del miembro
del Círculo del Zodiaco, pero no obtuvo ninguna.
Después de buscarlo por un rato lo encontró sentado en el edificio más alto de
la escuela, se tomó su tiempo en subir, pensaba en cómo hablar con él, lo
extrañaba, lo extrañaba mucho.
Pero de inmediato volvió a la realidad, Cross no tardó mucho en encontrar
consuelo, estaba muy feliz sentado con Acuario hablando de ella, Caris y Michelle
como si no importaran, había llegado a la azotea justo en el momento en que Cross
le decía a la miembro del Círculo que no le importaba con quien viera a sus amigas o
a ella siempre y cuando Acuario estuviera a su lado y después la besó.
Se sintió una estúpida, Cross al fin y al cabo era un hombre y como tal lo único
que tenía que hacer para olvidar a una chica era buscar a otra, en ese momento
envidió a Christina Riazor, a ella si la habían amado de verdad.

Después de hablar con Cross y Fenrir, Sir Phillippe se retiró a los pisos bajos
del edificio de la Ciudadela con Sir Judas y Lady Madeleine, cuando llegaron a su
cuartel improvisado, Sir Thomas los esperaba acompañado de Lothy y Ephra Nexus.
–Sir Phillippe – saludó "Nephilim".
–Sir Thomas – respondió secamente "el Primer Caballero" –, por fin se aparece.
–Vengo a entregarme, Sir, falté a mi juramento y a mis obligaciones para con la
Orden, aceptaré sin cuestionamientos el castigo que se me imponga...
–¿Resolvió sus asuntos?
–Saldé mis deudas – respondió el enorme Caballero Fantasma pensando en
sus fallecidos esposa e hijo.
–¿En su totalidad?
–Sí señor.
–Entonces no hay más que hablar, póngase su armadura y regrese a ocupar su
lugar en la Orden, están pasando cosas muy graves en el país que requieren su
atención y posiblemente nuestra intervención.
–Está bien. Sir.
Lothy tomó la mano de Sir Thomas y lo llevó a una habitación en donde estaba
guardada su impecable armadura negra y su capa con capucha que tenía grabado
su nombre en letras doradas y encima de éste encerrado en un triángulo del mismo
color la letra mayúscula que lo distinguíaμ χlpha (Α).
Gore Shmuel sonrió cuando vio su uniforme, sólo entonces se dio cuenta de
cuánto había extrañado vestir el negro que lo distinguía como el Gran Maestre de la
Orden, si sus compañeros de armas le permitían reintegrarse, ocuparía el resto de
su vida en arreglar las cosas que había hecho mal por influencia de su padre.
Cuando salió de la habitación notó que Lothy Nexus todavía lo esperaba,
aunque la chica y su hermano Ephra eran los alumnos personales y protectores de
Sir Phillippe y Lady Madeleine, los hermanos Nexus eran muy apegados a
"Nephilim" y al "Ejecutor".
–¿Todo bien Sir?
–Todo bien, hormiga... ¿cómo has estado?
–Como todos, preocupada por usted.
–Lo siento, pero había cosas que debía resolver.
–Usted no tiene que llevar la carga de todo, Sir, para eso estamos los que lo
queremos, para apoyarlo.
–Gracias... ¿y cómo ha estado el chapulín?
–Bien, como todos feliz por su regreso y el de Thitus...
"La hormiga y el chapulín”, eran los apodos que sólo Sir Thomas les decía a
Lothy y Ephra desde niños, una siempre fuerte y trabajadora y el otro hiperactivo,
siempre saltando por la atención de su gran héroe: Thitus X.
Cuando ambos llegaron a la estancia principal, Sir Phillippe y Lady Madeleine
tomaban café, el “Primer ωaballero” le ofreció una tasa a Gore, éste la rechazó.
–Esa es bebida para ancianos... ¿no tiene algo más fuerte?
Sir Phillippe riendo le señaló un pequeño bar.
–Sírvete lo que desees.
Cuando Sir Thomas fue rumbo al bar se encontró con la mirada inquisidora de
"la Espada Maestra". "Nephilim" tragó saliva.
–Lo de viejo lo dije por Sir Phillippe, en las damas el café las hace ver
sofisticadas...
–Idiota... – dijo con una sonrisa Lady Madeleine mientras daba un sorbo a su
café.
Nephilim se sirvió un whisky en las rocas, mientras apuraba un trago preguntó
por el compañero faltante.
–¿En dónde está Sir Judas?
–Ahora viene – respondió la Espada Real femenina –, Ephra se aferró a que lo
acompañara a ver su última colección de discos...
–Es raro – comentó Sir Thomas pensando en los dos guerreros faltantes –,
Thitus siempre ha sido un imbécil, eso sobra decirlo, pero con la hormiga y el
chapulín siempre se portó como un hermano mayor.
–Thitus ha cambiado, Gore, al igual que tú...
–Lo sé, Sir, noté su cambio cuando me encontró en Teotihuacán... ¿qué sucedió
con él?
–Nada, simplemente encontró su lugar en este mundo – explicó Sir Phillippe –,
al fin comprendió la importancia de la armadura que portaba y el compromiso que
conlleva su juramento.
–Me alegro, ese chico siempre me incomodó.
–Lo que son las cosas, Sir – comentó Sir Phillippe dando un sorbo a su café –,
tú no lo soportabas y él siempre te consideró su héroe y modelo a seguir. Tú seguías
ciegamente las órdenes de tu padre y él tu ejemplo...
–Los dos nos equivocamos.
–Yo creo que los dos estábamos en lo correcto, me refiero a que usted siempre
ha sido mi héroe y a que yo soy un cretino, pero lo que de verdad importa es que las
torres de Arcadia están de vuelta...
Sir Thomas volvió su cabeza a su espalda, vio a Sir Judas que estaba entrando
con Ephra en sus hombros, ambos guerreros chocaron sus enormes puños, las
diferencias entre ellos ya las habían resuelto en Teotihuacán. Sir Phillippe los veía a
ambos complacido.
–Ahora somos una verdadera Orden, el cambio siempre empieza por la casa
propia.
"El Clarividente" bajó de los hombros de Thitus y "el Ejecutor" se sentó con sus
compañeros de Orden para discutir los próximos movimientos que deberían hacer.
Sir Phillippe empezó su exposición.
–La guerra de los FILOS está a punto de llegar a su fin, sólo les falta librar un
último escollo.
–El más peligroso – completó Lady Madeleine.
–Así es, pero creo que ganarán, lo importante no es que obtengan el mando del
país, ese es muy difícil que lo pierdan a estas alturas de la guerra, lo importante es
parar a Kukulcán, matarlo o capturarlo, si ese chico logra escapar todo el país va a
estar en peligro constante...
–Creo que eso ellos lo saben mejor que nosotros, Sir, conozco de toda la vida a
Cross y Arlés, por algo van juntos en esa misión, harán lo que deban hacer –
concluyó Sir Judas.
–Creo lo mismo – respondió Sir Phillippe –, pero hay muchas otras cosas en
juego, cosas que nos corresponde a nosotros resolver como protectores del país.
–Lo escuchamos – Sir Thomas apoyó los codos en sus rodillas, entrelazó las
manos y encorvó su cuerpo, era un tic que tenía cuando deseaba poner atención.
–Aquí por lo que he indagado hay cuatro líneas de investigación que debemos
agotar, la primera es la referente a la revolución, el país entero prácticamente se ha
rendido a los rebeldes, debemos establecer una comunicación con el Cinturón...
–Sir Phillippe – interrumpió Ephra –, con todo esto se me pasó decirle, el
Cinturón desea hablar con usted, al parecer desean llegar a un arreglo con los
rebeldes y quieren que la Orden sea la intermediaria.
–Esas son buenas noticias – comentó el anciano caballero –, la segunda línea
de investigación tiene que ver con la guerra que disputaban Radamanthys y Elohim
por el control de las puertas del último piso de la Ciudadela.
–Elohim ha caído – comentó Sir Judas.
–Así es, hay que hablar con el siguiente al mando, Minos o Nix. Esas puertas
deben permanecer cerradas.
–¿Cuál es la tercera línea? – preguntó Sir Thomas.
–Nuestros hermanos de la Orden de Levit están haciendo una convocatoria para
una asamblea nacional, pero no sólo eso, al parecer a quien no está de acuerdo con
ellos lo eliminan, pelearon con las Órdenes de Ishtar y Riazor, al parecer Arcadia es
el último lugar que les queda por presentarse, debemos investigar a fondo cuáles
son sus intenciones antes de que nos visiten.
–¿Y cuál es la última línea de investigación, Sir? – preguntó "el Ejecutor".
–Saber cuál será la posición de los guerreros que se quedaron al margen en
esta guerra, muchos de ellos son muy poderosos, el conflicto post revolución puede
ser más peligroso que la guerra que estamos viviendo.
–Yo hablaré con nuestros compañeros de las otras Órdenes – se ofreció Sir
Judas –. Mis hermanos Meirelle y Craig pertenecen a las Órdenes que tuvieron
conflicto con Levit, veré que puedo investigar.
–Yo buscaré a Minos y Nix para saber en qué estado se encuentra la partida
ahora que Elohim ha caído – dijo Lady Madeleine –. Le pediré a Danny que me
ayude.
–Bien, entonces yo hablaré con Radamanthys y los otros guerreros que al
parecer no han definido bando, como Shalem Enoch y Rave Isa... – concluyó Sir
Phillippe.
–Si va a ir al paraje de Beocia será mejor que "el chapulín" lo acompañe, Sir –
propuso Sir Thomas preocupado por la seguridad del "Primer Caballero".
–No es necesario, "Nephilim", Ephra hace más falta aquí.
–El Cinturón ha doblado las manos, yo iré a platicar con ellos.
–Que Lothy te acompañe, Gore – dijo Lady Madeleine.
–Usted la necesita más, maestra.
–La Arcángel Tamiel estará conmigo, ella es más fuerte que tú y Lothy juntos,
aún no me fío de las intenciones del Cinturón...
Sir Thomas iba a inconformarse pero "la Ilusionista" lo interrumpió.
–Yo acompañaré a Sir Thomas, maestra, si intentan hacerle daño yo lo
defenderé...
Sir Thomas jaló cariñosamente una de las coletas de Lothy.
–Está bien. – Se rindió –. Después de hablar con los representantes del
Cinturón subiré con "la hormiga" al último piso de la Ciudadela, sólo para revisar que
todo esté bien.
–Perfecto. – Sir Phillippe se levantó –. Todos tenemos ya nuestra misión,
tomemos nuestras providencias y partamos cuanto antes.

SIR JUDAS
"El Ejecutor" fue el primero en salir, en su corcel alado se dirigió rumbo a Ishtar,
deseaba llegar y retirarse antes de que los rebeldes trataran de tomar la capital del
país. En cuanto llegó a la Ciudad Capital Assur se encaminó al edificio sede de las
Espadas Reales de Ishtar, no se encontró a ningún compañero, sólo a dos
estudiantes de la Academia Militar. Thitus los saludó.
–Buenas tardes.
–Buenas tardes, Sir – respondieron los dos muchachos que eran apenas unos
años menores que él, Sir Judas les calculó la edad de su hermano Craig.
–Busco a Lady Aliel.
–Todos la buscamos, Sir...
–Será mejor que se expliquen. – Thitus se preocupó de que su hermana hubiera
hecho una tontería, los castigos de la Orden generalmente estaban relacionados con
la muerte.
–"La Justicia Blanca" tuvo un altercado con el nuevo Presidente y después se
marchó sin avisar a nadie.
Sir Judas estaba intrigado, decidió hablar tranquilamente con esos chicos y ver
qué es lo que podía investigar.
–Creo que soy un mal educado, primero permítanme presentarme, mi nombre
es...
–"El Ejecutor" – interrumpió uno de los chicos con la vista hacia arriba
intimidado por el gran tamaño del guerrero Arcadiano –. Conocemos todo acerca de
los Caballeros Fantasmas, Sir, usted es una de las legendarias torres de Arcadia
junto con "Nephilim", nosotros en un futuro nos uniremos a la Orden...
Thitus no pudo evitar sonreír, le gustó que le llamaran "legendario" aunque
sabía que estaba muy lejos de serlo, no al menos como Sir Thomas, Lady Madeleine
y sobre todo Sir Phillippe, ellos si eran unas leyendas vivientes.
–Bueno, ya me conocen... ¿quiénes son ustedes?
–Mi nombre es Jeff Hobbs – respondió el otro chico – y mi amigo es Carlo
Tiberian, somos los alumnos más avanzados de nuestra generación, éramos los
guardianes personales del anterior Presidente.
–¿Y entonces?
–Kukulcán nos despachó – respondió Carlo Tiberian haciendo una mueca de
enfado.
–¿Y qué hacen aquí?
–Estamos buscando pistas para encontrar la espada del alfabeto antiguo Ji – le
contestó Jeff Hobbs tratando de señalar lo importante de su misión.
–Sigue perdida… – Sir Judas sabía que Gunnar De Grieff tenía que ver con el
asunto, pero no mencionó nada al respecto.
–Así es, Sir Daimon y Sir Baal fueron asesinados.
Sir Judas recordó que Ephra le contó que él personalmente se hizo cargo del
"Demonio", preguntó a los chicos si tenían alguna pista de los asesinatos de sus
compañeros de Ishtar.
–¿Qué han logrado investigar?
–Sabemos que el guerrero de Arcadia al que le dicen "el Clarividente" mató al
líder de la Orden, de Sir Baal aún no sabemos nada, sólo que encontraron su
cadáver totalmente drenado.
–¿Cómo saben lo del "Clarividente"? – A Thitus no le interesó lo de la espada
perdida ni cómo habían asesinado a Sir Baal, ya lo sabía, le preocupaba que hubiera
testigos de lo que había hecho Ephra.
–Fue filmado en el lugar donde peleó con Sir Daimon.
–¿La cinta?
–La hemos escondido, Sir.
–¿Alguien más sabe lo que me están diciendo?
–Lo de Sir Baal lo saben todos, lo de Sir Daimon sólo nosotros dos...
De inmediato Sir Judas pensó en ocuparse él mismo del asunto, debía callar a
esos chicos para que no delataran a Ephra, el asesinato de un Caballero Fantasma
era castigado con la muerte, el anterior Thitus los hubiera matado para cortar el
problema, pero él ya no era así, debía pactar con ellos.
–Escuchen bien lo que les voy a decir, nosotros enviamos al "Clarividente" a
ocuparse de Sir Daimon...
–¿Por qué harían eso, Sir? – preguntó un asombrado Jeff Hobbs, jamás pensó
que la Orden de Arcadia estuviera involucrada en el asesinato de un Caballero
Fantasma de Ishtar, eso significaría el rompimiento entre ambas Órdenes y tal vez la
guerra...
–"El Demonio" era un traidor al estado, estaba conspirando contra el Presidente
y contra nuestro Gran Maestre...
–¿Sir Thomas?
–Así es, también quería deshacerse del más grande Caballero Fantasma de
todos los tiempos...
–¿Quería matar a Sir Phillippe? – preguntó Carlo Tiberian, ni él ni Jeff Hobbs
creían lo que estaban escuchando, pero no les extrañó del "Demonio", sabían la
clase de calaña de persona que era el fallecido Sir Daimon.
–Correcto...
–¿Y por qué no tomaron el asunto en sus manos? – preguntó Jeff Hobbs –.
Podían hacerlo...
–Es una larga historia que después les contaré, por ahora sólo les baste saber
que Sir Thomas estaba desaparecido en una misión personal y yo lo estaba
buscando a él, Sir Phillippe y Lady Madeleine no podían dejar el edificio de la
Ciudadela, algo se tenía que hacer, "el Demonio" era muy peligroso...
–Lo entendemos.
–Necesito por favor que esto quede entre nosotros...
–Sir, lo que nos pide es muy serio.
–No sé si ustedes conocieron personalmente a Sir Daimon y a Sir Baal, ambos
eran una porquería de personas, como el que pretende ser nuestro Presidente,
escuchen bien, chicos, Kukulcán no va a durar mucho en la silla, los rebeldes lo van
a derrocar.
–Estudiamos con Sir Baal y sabemos la clase de calaña que era – comentó Jeff
con desprecio al recordar a su fallecido compañero de clase –, Sir Daimon lo nombró
Caballero Fantasma en un acto injusto y unilateral, Carlo y yo éramos los
estudiantes más avanzados...
–Lo que dice Jeff es cierto, Sir – Carlo apoyaba a su amigo –, además no creo
que los rebeldes puedan derrocar a Kukulcán, hemos visto a su ejército de
Moyocoyanis, son muy poderosos...
–Lo mismo se decía de los demás Patriarcas y todos han caído, las Espadas
Reales de Arcadia somos de los más influyentes en toda la Orden de los Caballeros
Fantasmas, puedo interceder porque les den una oportunidad a ustedes para vestir
la armadura blanca...
–¿Nos está comprando, Sir?
–¿Carlo verdad? – Thitus señalaba al más alto de los dos estudiantes.
–Sí señor.
–No amigo, ustedes tienen la solvencia moral para ser unas mejores Espadas
Reales que "el Demonio" y Sir Baal, mi ofrenda es sincera y sin pedir nada a cambio,
sólo les informo una cosa, los Caballeros Fantasmas de la Orden de Arcadia
defenderemos con nuestra vida la integridad física del "Clarividente".
–Sir, confiamos en su buen juicio, no queremos ser los causantes de una guerra
interna en la Orden, dejaremos que sea Sir Astaroth quien decida que hacer...
–Estoy de acuerdo ωarlo... ¿Qué me dicen del “Duque”?
–Es mi hermano mayor – explicó Carlo Tiberian –, sirve por completo al nuevo
Presidente.
–¿Está de acuerdo con sus políticas?
–"El Duque" es una piedra, Sir, nadie sabe lo que piensa o qué pasa por su
cabeza.
–Eso es cierto... – Thitus pensó en el siempre serio y hermético Sir Astaroth –.
¿Y el Presidente?
–Un loco enfermo que va a destruir el país...
–Será detenido, ténganlo por seguro, si no por los rebeldes, sí por los
Caballeros Fantasmas. Me retiro, fue un placer conocerlos y quedo a sus órdenes...
–Sir... – interrumpió Jeff antes de que Thitus se fuera –, hay otra cosa...
–¿Qué sucede?
–Tenemos un prisionero, un espía de los rebeldes...
–¿Quién es?
–Dice llamarse Saipher Rigel...
Thitus de inmediato supo de quién se trataba, uno de los pocos guerreros del
país que lo superaba en tamaño.
–¿Ustedes capturaron a Orión?
–Sí señor... – contestó con total seguridad Carlo Tiberian.
–No tanto como eso, Sir, me sorprendieron espiando y llegamos a un arreglo, yo
no opondría resistencia mientras ellos no me delataran... y aquí estamos.
Carlo y Jeff no creían lo que veían, estaban seguros que tenían a Orión preso
bajo llave, pero ahora se encontraba observándolos sentado en una viga en el techo,
de un movimiento saltó hasta donde se encontraban los aspirantes a la Orden y "el
Ejecutor".
–¿Por qué no te has ido? – preguntó Sir Judas.
–Aquí hay demasiada información, al parecer los rebeldes vendrán a tomar
Ishtar, no tiene caso que me mueva, prefiero quedarme y ayudarles...
–Eso es cosa tuya.
–Así es, pero ahora he cambiado de idea, me intriga lo que estás haciendo... –
Orión sabía que Sir Judas era un gran embustero –. ¿Qué es lo que tramas?
–Nada, sólo estoy recabando información.
–¿Te molesta que te acompañe?
–No, me vendrán bien un par de manos si las cosas se ponen violentas, contigo
a mi lado cualquiera lo pensará dos veces antes de atacar.
–Lo siento, Orión, pero no puedes irte... – amenazó Carlo Tiberian.
–Déjenlo – Sir Judas señaló a los dos chicos que aspiraban a ser Caballeros
Fantasmas –, Orión puede irse cuando quiera y ustedes no pueden impedírselo, los
mataría antes de que pudieran defenderse.
Jeff y Carlo voltearon a ver a Orión, éste les apuntó con el dedo índice de su
mano derecha formando una pistola imaginaria, hizo un chasquido con la lengua
simulando disparar mientras cerraba el ojo derecho, Sir Judas se encaminó a la
salida.
–¿Vas a venir o no?
–Voy – respondió el gigante.
Los aspirantes se rindieron, sólo observaron cómo se alejaban el Bérserker
Celestial y el Caballero Fantasma, Carlo le gritó a Sir Judas:
–¡Entonces nos recomendará para ingresar a la Orden...! ¿Verdad Sir?
–Cuenten con ello, no sólo yo, toda la Orden de Arcadia lo hará.
En cuanto "el Ejecutor" y "el Cazador" salieron del edificio sede de las Espadas
Reales de Ishtar, fueron abordados por "el Duque".
–¿A dónde creen que van?
Sir Judas volteó a ver a su compañero de armas de Ishtar, se alegró de haber
permitido a Orión que lo acompañara.
–Será mejor que no trates de detenernos, Sir, odiaría dejar a Ishtar sin Espadas
Reales...
Sir Astaroth le dedicó una mirada hostil y de desprecio a los dos guerreros y se
llevó la mano a su espada.
–Yo no soy tan débil como "el Demonio" o "el Mortífero".
–Lo sé... – le respondió Sir Judas –. ¿En serio intentarás detenernos?
–Depende... ¿qué hacen aquí?
–Orión es un espía de los rebeldes, yo vine a buscar a mi hermana...
Sir Astaroth volteó a ver al Bérserker Celestial, quien levantó la mano derecha
a modo de saludo y le dedicó una gran sonrisa, una mueca totalmente
despreocupada que le decía al Caballero Blanco que no le podría impedir irse de
ahí. “El Duque” prefirió seguir hablando con su compañero de armas.
–Lady Aliel se marchó.
–Ya lo sé... ¿Enojada?
–No, lo que le sigue, el Presidente la humilló públicamente, no la culpo.
–¿Y tú?
–Cumplo mi obligación.
–¿Qué sucederá cuando vengan los rebeldes? – preguntó Orión.
–Yo cumpliré con mi estricto deber, defenderé a mi Presidente hasta que caiga,
entonces juraré fidelidad al nuevo Presidente...
–Eso suena a traición – comentó el Bérserker Celestial, pensaba en lo cierto
que eran los rumores que la Orden de Ishtar estaba podrida desde sus raíces.
–El tipo está loco, Orión – se defendió "el Duque" –, pero su poder está fuera de
este mundo, para derrocarlo los rebeldes tendrán que sangrar...
–Ya lo han hecho, Sir – le respondió Orión –, ellos están haciendo el trabajo de
las Espadas Reales y lo seguirán haciendo hasta lograr el cambio por el que pelean.
–¿Algo más en lo que los pueda ayudar?
–De hecho sí, Sir. – Sir Judas se acercó al "Duque" –. ¿Sabes cuáles son las
intenciones de los Guerreros del Libro Sagrado?
–¿Los Caballeros Azules ya los visitaron?
–Aún no – respondió Thitus –, al parecer somos los últimos en la agenda.
–Según lo que nos dijeron quieren recomponer la Orden, están dispuestos a
todo por ello, estuvimos a punto de pelear.
–¿Qué los detuvo?
–Tu hermana, Lady Aliel rompió nuestra formación y accedió presentarse en la
Asamblea Nacional a la que están convocando, yo también acepté ir, tengo
curiosidad de escuchar lo que quieren tratar.
–¿Sir Daimon y Sir Baal?
–Enfrentaron a los Caballeros Azules, obviamente perdieron.
–Pero los Guerreros del Libro Sagrado no fueron quienes los mataron...
–Es difícil saberlo, por eso tendrán que responder los miembros de la Orden de
Levit en la Asamblea, los acusaré directamente del asesinato de mis compañeros,
ellos tendrán que demostrar que no lo hicieron...
–¿Tú qué crees?
–Que "el Demonio" y "el Mortífero" merecían morir, si estuvieran vivos serían los
guerreros perfectos para Kukulcán.
–Gracias por la información.
–Será mejor que se vayan antes de que los Moyocoyanis que patrullan la zona
los vean.
–¿A dónde vas tú? – le preguntó Sir Judas.
–A darles un sermón a los dos idiotas que están ahí adentro – Señalaba el
edificio sede de la Orden de Ishtar.
–¿Merecen pertenecer a la Orden?
–Más que tú y yo, "Ejecutor".
Sir Judas y Orión se fueron de Ishtar en el corcel alado negro del Caballero
Fantasma, en el camino los dos guerreros estaban discutiendo acerca de qué es lo
que iban a hacer.
–¿Cuál es tu próxima parada? – preguntó el Bérserker Celestial.
–Necesito encontrar a mis hermanos... ¿puedes ayudarme?
Con la ayuda de Orión, Sir Judas encontró a Craig en el Paraje de Beocia, el
Caballero Fantasma ingresó solo en ese lugar, ambos coincidieron en que era
demasiado peligroso que Saipher también entrara, el peso extra en el corcel alado
podría ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Las bestias del lugar no molestaron a Thitus, algo en él los hizo dejarlo en paz,
percibieron en su energía la esencia de Craig, una vez que Sir Judas llegó a la
biblioteca prohibida se encontró con su hermano que lo esperaba en la puerta.
–¿Qué haces aquí, Thitus?
–Buscándote.
–¿Ya empezó la cacería?
–¿De qué me estás hablando?
Craig observó fijamente a su hermano, en verdad ignoraba de qué estaba
hablando, Thitus aún no sabía de la deserción de los Profetas, "el Artista" decidió
indagar sobre la extraña visita del "Ejecutor".
–¿A qué vienes exactamente?
–Al parecer los Caballeros Fantasmas de la Orden de Levit están llamando a
una Asamblea Nacional y se están poniendo violentos si su convocatoria no es
aceptada por las diversas Órdenes, quería saber la opinión de los Profetas, por lo
que me dijo Sir Phillippe ustedes no aceptaron el acuerdo y su edificio sede fue
derrumbado...
Craig movió la cabeza negando por lo bajo, después observó a los ojos a su
hermano.
–No tiene caso ocultarlo si de todas formas te vas a enterar. Es cierto lo que
dicen, todo, pero lo que no saben es que hay Órdenes que no sólo están de acuerdo
con los Guerreros del Libro Sagrado, los apoyan en su irracional convocatoria...
–¿Quiénes?
–Los Herreros, ellos son los que destruyeron nuestras instalaciones en Lacerta.
–Hubo batalla...
–Fue inevitable.
–Si tú estás aquí debo pensar que los Herreros están muertos...
–Así es, ellos lo empezaron, nosotros lo terminamos.
–¿No era más fácil presentarse a la Asamblea Nacional?
–Nuestros valores e ideales chocan con los de Levit y Hamal, no tiene caso
asistir.
–¿Y tu uniforme? – Sir Judas notó que su hermano vestía ropas de una persona
común y corriente –. Tenía años que no te veía vestido de civil...
–Lo boté por ahí, decidimos dejar de pertenecer a una Orden represora...
–No todos somos como los de Levit...
–Vamos Thitus – exclamó Craig burlándose de su hermano mayor –, no
pretendas portarte como un moralista ahora, de todos los Caballeros Fantasmas tú
eres el peor, eres un escupitajo permanente para la Orden...
–Estoy tratando de cambiar.
–Suerte con eso.
–Entonces... ¿la renuncia de los Profetas a la Orden es inminente? ¿No puede
discutirse en la asamblea a la que están llamando los Guerreros del Libro Sagrado?
–Así es, puedes ir con el chisme con tus perros...
–¿Entregarán las espadas del alfabeto antiguo? – Thitus pensaba a futuro, la
Orden no les permitiría a los Profetas conservar sus armas.
–No, son muy útiles, las conservaremos...
–¿Cuál es tu objetivo y el de tus compañeros? Quiero pensar que están dejando
la Orden por un bien que ustedes consideran superior.
–Así es, me extraña que por fin uses la cabeza, nuestro objetivo es crear un
país nuevo y mejor.
–¿Cómo lo piensan hacer?
–Para decírtelo tendrías que unirte a nuestro movimiento, pero lo siento, no
aceptamos mierda...
Thitus hizo caso omiso del comentario de su hermano, sabía que lo estaba
retando a propósito.
–Está bien, Craig, ya estás grandecito para saber las consecuencias de tus
actos.
–¿Me estás amenazando?
–No, haz lo que quieras.
–Lo estoy haciendo, diles a todos tus amigos que se vayan al diablo, los
Profetas nos cagamos en todos ustedes, acabamos con los Herreros, los Caballeros
Fantasmas con la formación de combate más poderosa, pueden venir a retarnos los
que quieran, igual los mataremos.
–Mensaje recibido, hasta luego hermano.
–Una cosa más Thitus.
–¿Qué sucede?
–No fuiste invitado en este lugar, tu presencia es considerada non grata, espero
sinceramente que logres salir...
Thitus le lanzó una mirada de furia a su hermano, convocó a su corcel negro
alado y salió de ahí a toda velocidad, sabía que las bestias del lugar lo atacarían.
Craig entró a la biblioteca prohibida como si nada hubiera sucedido, iba rumbo a su
habitación cuando se encontró a su madre de frente.
–¿Con quién hablabas? – le preguntó Janette Azzán, le había parecido oír una
voz conocida.
–Con nadie... – le respondió Sir Baruch secamente, le dio la vuelta y siguió su
camino.
–Craig... – La Princesa agarró por el brazo al menor de sus hijos con firmeza.
–No te metas en lo que no te incumbe madre.
–Voy a ver.
–Espera – Craig no deseaba que su madre se encontrara con Thitus y menos
aún que se enterara de su plática, conocía de sobra a su hermano mayor y sabía
que le contaría todo –, era Gorthys, sólo venía a informar que Elohim envió a Rave
Isa a buscarte a ti y a mi tía Thora.
–Será mejor que tu tía y yo vayamos a Riazor para platicar con nuestros
compañeros, esto ya no me está gustando...
–Ustedes ya no tienen compañeros – Darius Rashad estaba en las puertas de
su oficina –. El Hereje, el Muertero y la Religiosa fueron derrotados por los
rebeldes...
–¿A qué te refieres con derrotados? – preguntó con temor Janette.
–¿A qué más va a ser? – respondió de mala gana el viejo bibliotecario –. Los
rebeldes los mataron, a ellos y a sus sombras.
–No puede ser... nadie puede vencer a Roswell...
–Mira Janette – Darius Rashad quiso ser lo más claro posible –, ni tú ni tu
hermana son rehenes en este lugar, están aquí por su propia voluntad, si quieren
irse háganlo ahora, es su única oportunidad, pero no podrán regresar, esto no es un
juego.
Thora estaba llegando en ese momento.
–Darius, ya hemos elegido nuestro bando, pero necesitamos saber qué fue lo
que sucedió.
–Tengo espías en Riazor, lo sé todo – dijo el vigilante de la biblioteca prohibida
–, Rave Isa los traicionó, sólo observó cómo mataban a tus compañeros.
–¿Rave? – preguntó Thora sin creer en las palabras del viejo –. ¿Por qué haría
eso?
–Búscalo y pregúntale...
–¿Y qué hay de los Jinetes Alados Elementales, del Aprendiz y de Shemhazai?
–El Consejo de Gobierno de Riazor prohibió a los Elementales combatir,
Shemhazai se negó a ayudar a Elohim, del Aprendiz no se sabe nada.
–¿Thora? –Janette miraba a su hermana en busca de consejo.
–Ha pasado lo que nos dijo Darius – comentó la Amazona con resignación –,
Elohim está solo y perseguido, es un riesgo para nosotras, no podemos seguirlo, si
Roswell, Jonas y Judith murieron seremos consideradas unas traidoras tanto por
Samir como por Elohim, ahora estamos solas...
–Elohim se vengará en el futuro y ya sabes cómo es él – se quejaba la Princesa
–, yo no quiero enfrentarme a su furia.
–No habrá futuro para él, yo me encargaré de eso – dijo Darius.
–Madre – Craig tomó la mano de Janette –, este es el único bando ganador, las
puertas del último piso de la Ciudadela ya han sido abiertas, no hay marcha atrás,
nuestra venganza contra Odín ya ha sido completada, está muerto, debes decidir
ahora qué vas a hacer...
–¿Qué has dicho? ¿La última puerta? ¿Por qué harían eso? Nos han
condenado, ahora todos vamos a morir... – dijo la Princesa mientras golpeaba un
muro.
–No Janette – el viejo bibliotecario trató de calmar a la madre de Craig –, yo
puedo controlar a los...
–¡No Darius! – La Princesa interrumpió de tajo a su anfitrión –. ¡No puedes! Nos
has condenado a todos...
–No sé de qué te quejas – le respondió Darius sonriente –. La sombra de tu
hermana, Psico, ayudo a abrir esas puertas...
Janette volteó a ver sorprendida a su hermana, quien se veía totalmente
nerviosa, no deseaba que la Princesa supiera que ella también había ayudado en la
misión de abrir las puertas del último piso de la Ciudadela, mintió.
–Yo no lo sabía, hemos soltado por completo a nuestras sombras y cumpliendo
el pacto con Darius dejé a Psico a la orden de Craig y sus compañeros, de verdad
que no lo sabía…
Craig iba a delatar a su tía pero Darius se lo impidió levantando la mano y
llevándosela a los labios, la ayuda de la Amazona y Psico fue fundamental para el
éxito de la misión, si Thora no deseaba que su hermana lo supiera él no tenía
problema con eso, se había ganado su silencio.
–¡Vámonos Thora! – Lo último que escuchó la Princesa fue más de lo que pudo
soportar, en su estado actual, Psico podía tomar sus propias decisiones, debían
alejarse cuanto antes de esos traidores al país.
–Debes apoyar a tu hijo... – contestó una temerosa Thora de enfrentarse a sus
enemigos sólo con la ayuda de Janette.
–Hermana – la Princesa tomó la mano de la Amazona –, siempre hemos estado
juntas, los hijos van y vienen, nosotras somos eternas, necesitamos apoyar a
Elohim...
–Madre, si sales por esa puerta serás mi enemiga... – amenazó Craig cansado
de escuchar las quejas de la Princesa.
La Princesa no dijo más, se encaminó a la puerta, después de pensarlo un
momento, Thora siguió a su hermana. Sir Baruch le dirigió unas últimas palabras a
Janette.
–No olvides que esto fue tu decisión, madre.
En cuanto las hermanas Azzán salieron de la Biblioteca Prohibida, se
encontraron con todo tipo de bestias gigantescas esperándolas.
–¿Lista hermana? – preguntó Thora.
–Lista – respondió Janette colocándose su capucha en la cabeza al tiempo que
establecía su armadura metálica, se alegraba de que junto con su hermana
decidieron que sus sombras no estuvieran en el mismo sitio que ellas, así no las
podrían matar de manera definitiva.

Sir Judas estaba escapando de la persecución de la gigantesca Mantícora y el


Dragón Serpiente cuando fue derribado con todo y su corcel alado, una vez en el
suelo, cuando se disponía a pelear se encontró con Orión.
–¿Qué demonios sucede? – preguntó el Caballero Fantasma tomando la
empuñadura de su espada con la mano derecha.
–Yo fui quien te derribó – le respondió Orión sin dejar de ver a los dos
descomunales monstruos que perseguían a Sir Judas –, necesitamos a tu corcel
para trasladarnos, si lo eliminan aquí eso nos afectará demasiado.
–¿Y qué propones? – dijo Sir Judas mientras evitaba el golpe de uno de los
aguijones de la Mantícora.
–Desaparece a tu animal, yo me encargo del resto... por cierto, esto puede
doler, activa tu armadura de metal...
Sir Judas despareció a su corcel alado, después Orión lo tocó y un relámpago
cayó sobre ellos, aparecieron justo en los linderos del Paraje.
–Buen truco – dijo Sir Judas.
–Vámonos – respondió Orión.
–Creo que tendremos problemas para irnos – contestó “el Ejecutor” mientras
agarraba por el brazo a Orión y saltaba con él.
“El Cazador” observó a las gigantescas bestias que seguían a Sir Judas, se
habían salido de los límites del Paraje de Beocia.
–¿Pueden hacer eso? – preguntó el miembro de los Bérserkers Celestiales al
tiempo que evitaba ser golpeado.
–Claro que sí, idiota – le respondió Thitus mientras preparaba una ataque de
fuego –, pueden ir a donde quieran, al parecer su amo les encargó que nos
eliminaran...
–Que te eliminaran a ti querrás decir.
–Es lo mismo, ya te vieron, también estás muerto.
–Entonces tendremos que defendernos... – los brazos de Orión se empezaron a
cargar de electricidad, entendió que debían pelear por sus vidas –. ¿No crees, Sir?
–No hay de otra...
El Caballero Fantasma y el Bérserker Celestial sacaron sus espadas y se
dispusieron a vender cara su vida, pero en ese momento las dos bestias sin motivo
alguno se dieron vuelta y regresaron a toda velocidad al Paraje de Beocia. Saipher
Rigel cayó sobre la nieve sentándose y exhalando aire en señal de alivio.
–¿Qué es lo que sucedió? – preguntó.
–No lo sé – respondió el Caballero Fantasma igual de aliviado –, pero vámonos
de aquí antes de que regresen esos monstruos o vengan otros más peligrosos...
"El Cazador" y "el Ejecutor" montaron en el caballo alado del Caballero
Fantasma.
–¿Ahora a donde, Sir?
–¿Ya localizaste a mi hermana?
–Aún no – con lo sucedido Orión olvidó localizar a Lady Aliel –, necesito más
tiempo...
–Déjalo – dijo Thitus mientras su corcel alado se elevaba hacia el cielo –, ya sé
lo que ocurre en todas las Órdenes, sólo falta Aztlán, hablaré con ellos desde la
Ciudadela.
–¿Entonces a casa?
–Así es...
–¿Podrías dejarme en las instalaciones del Círculo del Zodiaco del Primer
Distrito?
–Eres una molestia...

LADY MADELEINE.
Daniela Malka platicaba con sus nueras en la escuela de educación superior
del Tercer Distrito cuando se percató del corcel negro alado que descendía del cielo,
en cuanto vio a su antigua amiga le hizo señas para que la observara.
Una vez que Lady Madeleine tocó suelo su bestia desapareció, la Espada Real
abrió los brazos y Daniela Malka la abrazó.
–No sabes cuánto sufro al verte, Dany – dijo la Directora de la principal escuela
del Cinturón mientras veía el rostro de su amiga –. No es justo que te veas tan joven
si somos de la misma edad...
–Te aseguro que no quieres seguir mi receta de la juventud – le respondió
Daniela Malka mientras una mueca se formaba en sus labios –, perderías a toda la
gente que te importa.
–Lo sé, aun así me da rabia.
–¿Buscas a mi hijo?
–No esta vez, amiga, vengo por ti.
–¿Asunto...?
Lady Madeleine apartó a Daniela Malka para contarle lo que sucedía, la
Arcángel Caído mientras escuchaba a su amiga tomó una roca de un jardín y se la
lanzó a Michelle golpeándola en la cabeza.
–¡Ayyy! – gritó la pelirroja –. ¿Por qué hizo eso?
–Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas... – le respondió
Daniela Malka viéndola con severidad –, baja la intensidad de tu sentido del oído.
–¿Y no podía simplemente bloquearme? – Pariel se seguía quejando mientras
se dolía de la cabeza.
–Es lo que estoy haciendo.
Michelle se levantó enojada y se fue murmurando maldiciones.
–Esto no vale la pena si tengo que aguantar a esa señora...
–Yo también tengo buen oído, Michelle... – le advirtió la Arcángel Caído
levantando una segunda piedra.
–No dije nada – respondió la pelirroja con una voz mucho más calmada –, ya
me voy...
–Ustedes también busquen algo que hacer – Tamiel volteó hacia Caris y
Elektra.
Las dos chicas inmediatamente se levantaron y se retiraron, ya habían sufrido
también más de un par de veces los regaños físicos de "su suegra".
–¿Los prospectos de tu hijo? – preguntó la Espada Real femenina de Arcadia
intentando contener la risa.
–Ese cabeza dura no se merece a esas niñas – sentencio la ex Primera Dama.
–¿Será que acaso quieres a tu hijo sólo para ti?
–No, pero esas chiquillas se merecen lo mejor, en algún momento dos de ellas
van a sufrir mucho, entre más las conozco más me duele.
–Pero Cross en algún momento tendrá que decidir...
–Así es.
–Pues si yo hubiera conocido a alguien como él, te aseguro que no hubiera
terminado con un vejete veinte años mayor que yo...
–Ya basta, Ruth – amenazó Daniela Malka con el puño cerrado a su amiga –,
con tres pretendientes tengo, Cross te estima mucho y no quiero a una más
peleando por su amor.
–Y yo a él – respondió "la Espada Maestra" lanzando una sonora carcajada
mientras se recargaba en el hombro de su amiga para no caer –, uno de mis mejores
alumnos y el más entrañable. ¿Y tú cómo te sientes?
–Como en un sueño, amiga, estoy feliz con mi niño.
–Disfrútalo, en este mundo en el que vivimos no sabes cuándo lo vas a perder,
mi bebé, mi Mefistófeles tenía su edad cuando le cortaron las piernas... – una
lágrima corrió por la mejilla de Lady Madeleine que había dejado de sonreír.
–Amiga, no te pongas así – Daniela Malka abrazó a Lady Madeleine –, tú tienes
a tus nietos, a todos vivos a pesar de la guerra, disfrútalos a ellos.
–Tienes razón – dijo la Espada Real enjugándose la lágrima –, otro de los
problemas que trae la edad, una se vuelve más sentimental.
–Y tienes derecho a ello.
–Tal vez, pero no por ahora.
–Me estabas contando el motivo de tu visita.
–Es verdad, pasa lo siguiente...
Lady Madeleine le contó a Tamiel los detalles del conflicto por el control de las
puertas del último piso de la Ciudadela.
–Eso se oye fatal... – comento la Arcángel Caído llevándose la mano al mentón
–. ¿Acaso los problemas nunca terminarán?
–Parece que no. ¿Me ayudarás?
–Por supuesto, pero vamos por alguien que necesitamos para encontrar a
Minos, seguramente los Guardianes del Destino saben en dónde se encuentra Nix,
primero hablaremos con ellos.
–De acuerdo... ¿por quién quieres ir?
–Por Edgar De Grieff.
–¡Es verdad! Oberón ha adquirido los poderes de Fafner, él encontrará a Minos.
–Así es. Y también me dará un medio de volar más cómodo que tu bestia alada,
Oberón también puede transformarse en el Dragón Oscuro...
Cuando se dirigían a buscar a Lúgh, se cruzaron con Póllux y Addy que
discutían acaloradamente, Daniela tomó el brazo de Ruth.
–Espera un momento, estos chiquillos podrán estar cambiando el rumbo del
país pero se comportan como unos bebés, mi trabajo aquí nunca termina.
Daniela Malka se acercó al ahora gemelo menor y a la hija del fallecido Elan De
Grieff.
–¿Qué es lo que sucede? Sus gritos se escuchan en toda la escuela.
–Señora Cross... – saludó el ahora gemelo menor dejando a un lado la
discusión con su novia.
Tamiel golpeó en la cabeza a Póllux.
–Ya te dije que no me digas así, mi nombre es Daniela Malka.
–Sí, perdón señora – respondió Póllux doliéndose del golpe de la Arcángel.
Lady Madeleine no pudo evitar reírse, Daniela le dirigió una mirada
recriminatoria, la Espada Real de Arcadia se volteó. Tamiel le preguntó a Póllux:
–¿Por qué están gritando?
–Es que en un rato más Cas y yo saldremos a Ishtar con Cross y mis hermanos
– explicaba Póllux.
–¿Y cuál es el problema? – preguntó Daniela Malka aunque ya se imaginaba la
respuesta.
–Que Addy quiere venir.
–Muchachita – Daniela Malka veía fijamente a Luzbel –, creo que quedó bien
establecida y clara la orden de mi hijo de que únicamente saldrían a combatir los
guerreros que se seleccionaran, nadie más.
Con lo que había sucedido el dulce carácter de Addy había cambiado, ahora
era más rebelde, más como su fallecida hermana gemela Esther.
–Este no es mi movimiento y Cross no es mi líder – le espetó a su compañera
de la Legión de los Iluminados –, a donde vaya Póllux iré yo...
–No niña. – Daniela tomó a Addy del brazo y se la llevó con ella –. Tú nos vas a
ayudar a nosotras, tus poderes nos vendrán bien.
–No, yo... – Addy De Grieff hizo un último intento por oponerse tratando de
zafarse del agarre de la madre de Cross.
–Tú nada – el Arcángel Caído conocido como "la perfección de Dios" apretó con
más fuerza el brazo de la chica –, vámonos.
Póllux le sonreía a su novia mientras Daniela Malka se la llevaba.
–Será mejor que no te resistas, linda, la señora Cross es implacable...
Addy casi a rastras le dirigió una mirada despectiva a Póllux y después se
volvió hacía Tamiel.
–Está bien, señora, iré con usted pero suélteme, me lastima... ni Póllux me
agarra con esa firmeza, ¿de dónde saca tanta fuerza?
Ocultas tras una jardinera, Caris, Michelle y Elektra veían cómo su suegra
dominaba a otra chica más.
–Se los dije – susurró Elektra –. La fuerza de esa señora no es normal...
–Ya lo sé – confirmó Michelle mientras se seguía doliendo de la cabeza –. Es
una salvaje, es más fuerte que Cástor...
–Sí, pero no la cambiaría por nada... – comentó Caris sonriendo.
–De acuerdo – respondieron al mismo tiempo Elektra y Michelle.
Edgar De Grieff platicaba con Fausto pero su mente en realidad estaba con
Elektra, no podía olvidar el episodio de hacía un rato, se sentía feliz porque Elektra
había aceptado su mano pero después se dio cuenta que sólo lo había utilizado para
encelar a Cross, eso le dolió, pero al ver la reacción de Escorpión también se
esperanzó, quizá al final sí tendría una oportunidad con Elektra... Seguía en sus
pensamientos cuando su primo le señaló a Daniela Malka y Lady Madeleine que se
dirigían hacia ellos. Balar saludó a la Espada Real.
–Abuela... ¿qué haces por aquí?
–Trabajando, hijo, venimos por Edgar.
–¿Qué se te ofrece, tía? – preguntó Lúgh.
–Necesitamos encontrar a alguien... – respondió Tamiel.
–Entonces yo soy su hombre – respondió el líder de la Armada Elemental
golpeándose el pecho.
–Fausto... también estamos buscando a tu madre – inquirió Lady Madeleine.
Balar bajó la mirada, después le dio a Lady Madeleine la fatal noticia.
–Mi madre fue asesinada en el Segundo Distrito por Horus, abuela.
Ruth Yaotl se llevó la mano derecha a la boca, hacía poco tiempo ella misma
trató de matar a Nix, no sabía que decirle a su nieto, sólo lo abrazó.
–Esta guerra está cobrando demasiadas vidas, todo el tiempo estamos
recibiendo noticias fúnebres... ¿cómo te encuentras?
–No lo sé – respondió Fausto devolviendo el abrazo a su abuela –, como todos
los que han perdido a alguien en esta guerra, supongo, hay que seguir adelante.
–¿Cómo están los demás? Natalie...
–Ahora no podemos lamentarnos, abuela, estamos en el último paso, hay que
seguir adelante, cuando todo esto termine, honraremos y lloraremos a nuestros
seres queridos que dieron la vida por un ideal, empezando por mis padres...
–Así lo haremos, hijo.
Lady Madeleine besó en la sien a su nieto, al ser el único de los hijos de
Mefistófeles que se quedó a vivir en el Cinturón del edificio de la Ciudadela, era con
el que mantenía la relación más cercana. Daniela Malka interrumpió el momento.
–Debemos hablar con los Guardianes del Destino...
–¿Sabes en dónde están, Fausto? – preguntó la Espada Real a su nieto.
–En el Quinto Distrito – respondió Balar –. Nergal, y Tyr conocen perfectamente
ese lugar, ahí crecieron, esperan por Minos. Eunice fue al funeral de su madre en
Hamal.
Daniela Malka ya había puesto al tanto a Lady Madeleine de la muerte de los
Herreros, lo del fallecimiento de Nix era algo que los hijos de la Guardiana del
Destino se habían reservado, era por una lucha ajena a la revolución de los FILOS.
–¿Puedes encontrarlos, Lúgh? – preguntó Lady Madeleine.
–Oberón puede hacerlo.
Sin más tiempo que perder la Espada Maestra convocó a su corcel alado, por
su parte, Lúgh y las Arcángeles se fueron en el lomo de Oberón transformado en el
Dragón Oscuro.
En cuanto sobrevolaron el Quinto Distrito, a una orden de Edgar De Grieff, una
segunda cabeza sobresalió del cuello de Oberón, de su cuerpo emergió un dragón
de dos patas con las características y el poder de Fafner.
El dragón de tierra aterrizó en el Quinto Distrito y de inmediato se puso a
buscar a los Guardianes del Destino, los encontró en el sitio donde anteriormente se
guardaba la llave de las puertas del último piso de la Ciudadela, detrás del estadio
de eventos deportivos. Tyr saludó a sus inesperados visitantes.
–Buenas tardes...
Los cuatro guerreros una vez que estuvieron en tierra firme fueron a hablar con
los Guardianes del Destino. Lady Madeleine tomó la palabra.
–¿Qué hacen aquí, Bonzzo?
–Esperamos a Minos y nos ocultamos de Horus.
–Ya nos dijo Fausto lo que sucedió con Nix...
–Ella era nuestra líder, no sabemos mucho de cómo está la situación ahora.
–Debes tomar tu responsabilidad, muchacho, ahora tú eres el líder de los
Guardianes del Destino, no pueden estar aquí de brazos cruzados.
–No lo estamos, Lady – le aseguró Tyr –, protegemos la llave...
–Pues este es el peor lugar que pudieron haber elegido, deben regresar a la
escuela de educación superior del Tercer Distrito, en ese lugar somos más fuertes...
–Quien quiera la llave nunca la encontrará, Lady – se defendió Tyr –, Nergal y
yo pertenecemos a este lugar, nadie lo conoce como nosotros, hasta para pelear el
Quinto Distrito es una trampa mortal.
–No para Horus y Seth...
–Horus y Seth vivían en su guarida cómodamente y salían ocasionalmente, al
igual que Eunice y Sedna. Nergal y yo vivimos, peleamos y sangramos en estas
calles, nadie las conoce como nosotros.
–¿Cuánto tiempo piensan esperar a Minos? – preguntó Daniela Malka –. Elohim
ha caído.
–Lo sabemos, Amón está en todos lados – Tyr señaló a Arne Riazor –.
Esperaremos por lo menos hasta que Cross tome Ishtar, entonces platicaremos con
él y con Fenrir la mejor estrategia para ocultar la llave.
–Me parece una buena elección – opinó Daniela Malka.
–Está bien, nosotros trataremos de encontrar a Minos – les dijo Lady Madeleine
a Tyr y compañía.
–Aquí lo esperaremos – respondió Tyr –, estamos en constante movimiento,
pero el dragón de Lúgh nos podrá volver a encontrar.
La Espada Real de Arcadia y sus acompañantes se despidieron y volvieron a
irse, Danner le había informado a Arlés que el último lugar donde Minos fue visto era
en Ishtar, allá empezarían la búsqueda.

En una casa de seguridad a las afueras de Hevven, la Ciudad de los Cielos,


Susanoo, Tian y Fuxi, resguardaban a un peligroso prisionero, Cadmus Albarán
regresaba de hacer su ronda.
–¿Todo bien? – preguntó Tristán Nisser.
–El tipo está en trance, mientras continué así no hay problema.
–Recuerden la recomendación de Radamanthys – les advirtió Isolda Nemhain –.
Si ese tipo despierta no hay que intentar contenerlo, debemos huir...
–Por más poderoso que sea ese tipo no podría con el poder combinado de
nosotros tres... – respondió Tristán Nisser –. Me muero por entrar en acción, aún no
he peleado con nadie...
–No pidas algo de lo que después te podrías arrepentir. – Cadmus recordaba su
batalla con Isis, se creía invencible hasta que le enseñaron su realidad.
–¿Sigues molesto por haber perdido?
–No Tristán, soy afortunado por haber sobrevivido, aprendí que hay que
tomarse en serio a todos nuestros adversarios.
–Tu pelea con Isis te acobardó.
–Simplemente me hizo poner los pies en la tierra.
–¡Ya basta Tristán! – Isolda regañaba a su novio –. Prométeme que si ese tipo
despierta nos iremos sin pelear o en este momento me voy de aquí.
–Tranquila amor, estás muy estresada...
–Prométemelo... – insistió Tian que estaba dispuesta a todo con tal de contener
a Susanoo de sus ganas de entrar en acción.
–Está bien, si ese tipo despierta nos vamos... – concedió el hijo de los fallecidos
Izanami e Izanagui –. ¿Ves lo que pasa cuando la pones nerviosa, Cadmus?
–Tú también deberías estarlo, amigo.
–No pasa nada – respondió Susanoo llevándose las manos a los bolsillos –, los
dos estamos en esto sólo por la venganza... ¿o piensas en serio unirte al loco plan
de Radamanthys?
–No, una vez que tome la cabeza de Cross, esto se acaba para mí.
–Estamos en el mismo canal.
–Detengan su plática, tenemos compañía... – Tian se levantó en cuanto sintió la
energía que se aproximaba.
–Finalmente acción... – dijo Susanoo al tiempo que chocaba las palmas de sus
manos y después las restregaba.
–Tristán... – Tian le dedicó una mirada desaprobatoria a su novio.
–No prometí nada acerca de un ataque externo, la promesa fue por el bulto que
está dormido en el sótano... ¿Fuxi?
–Veamos quienes son nuestros enemigos... – respondió Cadmus Albarán, quien
también estaba listo para combatir.
–Está bien. – Tian se rindió –. Esperémoslos afuera...
Los tres guerreros miembros de la Armada Elemental salieron de la casa de
seguridad, en cuanto vieron al Dragón de dos patas descender supieron quién era
uno de sus enemigos, inmediatamente después vieron al corcel negro alado.
–Edgar y Lady Madeleine, esto se va a poner bueno... – comentó Susanoo.
Cuando descendieron las dos Arcángeles ninguno de los tres miembros de la
Armada Elemental supo que pensar, su poder era desconocido para todos, en
cuanto sus pasajeros tocaron el suelo, Oberón tomó su forma normal, esta vez no
saludó a sus conocidos, se quedó en guardia al lado de su amo, podía oler el peligro
en los tres chicos a los que conocía desde que era un cachorro. Susanoo saludó a
Lúgh.
–Edgar... ¿Cuál es el motivo de tu visita?
–¿Cómo están, chicos? – Lúgh devolvió el saludo con una inclinación de cabeza
–. Vengo por Minos.
–No te lo podemos entregar.
–Entonces lo rescataré a la fuerza...
–Es tu decisión... ¿finalmente elegiste bando?
–Así es, el de mi padre.
Edgar pensó en la plática que había tenido con Virgo, ambos acordaron que ya
de nada servía manchar la memoria de Aries, Lúgh contra su voluntad se calló lo
que sabía de él, Elan De Grieff hijo sería recordado como un héroe.
–También nosotros elegimos el bando de nuestras familias... – respondió
Susanoo.
–No, ustedes dos no – Tamiel señaló a Fuxi y Susanoo –. A ustedes no les
importa ninguna guerra, lo que quieren es matar a mi hijo...
–¡Qué bien! – exclamó Susanoo aplaudiendo a la Arcángel Caído –. Tenemos
aquí a una lectora de mentes que al parecer es la madre de Cross.
–Al escuchar eso, Fuxi esbozó una sonrisa maléfica.
–Se equivoca, señora, Cross ya no es nuestro objetivo, será mucho mejor
matarla a usted...
–Acepto el reto... – respondió Tamiel –. Ninguno de ustedes se acercará a mi
hijo...
En ese momento con su poder sobre la telequinesis, Tamiel derribó toda la
casa de seguridad sobre los tres miembros de la Armada Elemental, Tian estableció
su defensa, un gigantesco caparazón de tortuga formado por diamante trasparente
los protegió a los tres.
La batalla comenzó, los ojos de Tamiel y Luzbel se tornaron negros y en el
lugar de su pupila se formó el pentagrama rojo, ambas desenfundaron sus espadas
Qilfot y Melek respectivamente, Lady Madeleine por su parte desenfundó su espada
Delta (δ).
Lúgh y los otros tres miembros de la Armada Elemental también desenfundaron
sus espadas Katana, estaban a punto de reanudarse las hostilidades cuando de
entre los escombros surgió Minos, su rostro reflejaba la violencia en su máxima
expresión, a su lado estaba el dragón de dos patas.
–¡Maldita sea! – se lamentó Susanoo –. Nos olvidamos de la segunda cabeza
de Oberón...
–Amor... – Tian apuró a Susanoo.
–Está bien, vámonos...
–No irán a ninguna parte... – amenazó Minos.
Antes de que el Juez del Sur del Quinto Distrito terminara su amenaza,
Susanoo los atacó a todos con una acometida invisible, nadie lo vio pero todos
sintieron su poder eléctrico, Minos y Lady Madeleine se cubrieron con su armadura
metálica, Daniela Malka con su poder sobre la telequinesis y Addy De Grieff con su
bruma fusionada: su vapor de fuego.
A Lúgh lo protegió el dragón de dos patas que tenía los poderes de Fafner
devorando por completo a su amo y recibiendo así todo el daño, Oberón se cubrió
con la armadura del Dragón Oscuro.
Pasado el ataque, los rebeldes observaron a sus enemigos alejarse, Fuxi
montaba en su inmortal Lu, que cuando se fusionaba con su espada se convertía en
un dragón, Tristán e Isolda montaban en dos bestias de ésta última, Susanoo en
Suzaku, el ave bermellón y Tian en Seiryu, el dragón azul. Minos intentó seguirlos
pero Lady Madeleine lo detuvo.
–Déjalos Minos, no vale la pena arriesgar la vida ahora por ellos...
–Está bien... – respondió el Juez del Sur del Quinto Distrito no muy convencido,
deseaba desquitarse de lo que le habían hecho.
–¿Qué te sucedió? – le preguntó "la Espada Maestra" –. Todo mundo te está
buscando...
–No lo sé, Lady – Minos trataba de poner en orden sus ideas –, recuerdo que
iba a acabar con Horus y los Guardianes del Destino que lo siguen, algunos
escaparon pero ya tenía acorralados a Iama y a Océano, de repente sentí un intenso
dolor por la espalda, un golpe como el de hace un momento pero mucho más
intenso, en ese momento lo último que alcancé a hacer fue guardar a mis sombras,
me imaginé que las iba a necesitar si llegaba a sobrevivir.
–¿Y cómo te lograron mantener a ti encerrado?
–Me pusieron un artefacto en la cabeza que me mantenía desconectado del
mundo real, gracias a este chico pude escapar... – Minos acariciaba la cabeza de
Oberón que ya había guardado a la bestia de su segunda cabeza y movía alegre la
cola mientras ponía sus grandes patas en el vientre del guerrero –. Pero eso ahora
no es importante, no sé cuánto tiempo llevo dormido. – Minos se acarició el rostro y
se percató que tenía la barba bastante crecida.
–Si es por la llave no te preocupes – le informó Lady Madeleine –, los
muchachos vencieron a Horus en una batalla en la Isla de las Tempestades del
Segundo Distrito.
–Eso no lo puedo creer.
–Pues así fue, en el último minuto los Caballeros Fantasmas de la Orden de
Levit los apoyaron.
–¿Y qué hacían los Guerreros del Libro Sagrado en la Isla de las Tempestades,
Lady? – Minos sentía que no entendía nada de lo que le estaban contando.
–Tyche de los Bérserkers Celestiales de Virgo los envió – le explicó la Espada
Real de Arcadia –, mis nietos Isaac y Jahziel son hijos de Nix, fueron a apoyar a su
madre.
–¿Entonces seguimos conservando la llave?
–Así es, también lograron capturar a Iama y a Océano.
–O sea que los más peligrosos, Horus, Seth y Syn siguen libres...
–Vaya que te has perdido muchas cosas – comentó “la Espada Maestra” –, Syn
ahora es su aliada...
–Es bueno saber eso, esa chica es realmente poderosa, entonces debo ir con
Nix para apoyarla, el resguardo de la llave es mi responsabilidad.
Al mencionar el nombre de Nitta todos guardaron silencio, Minos se extrañó al
ver los rostros de todos.
–¿Qué sucede, Lady?
–Nix murió en la batalla a manos de Horus, mis nietos no llegaron a tiempo para
salvarla...
Minos se tomó la cabeza, apreciaba a Nitta, se culpó por todo, él les dio a sus
enemigos la ubicación de la llave y después se descuidó, su error le costó la vida a
Nix.
–Llévenme con los Guardianes del Destino que cuidan la llave por favor.
–Por supuesto, para eso estamos aquí... – respondió Edgar De Grieff – tus
compañeros se encuentran en el Quinto Distrito de Arcadia.
Lady Madeleine de nuevo convocó a su corcel alado y Oberón se transformó
en el Dragón Oscuro, Minos iba a subirse en el lomo de la bestia cuando de repente
sudó frío y puso una rodilla en el suelo. Lúgh se regresó para ayudarlo.
–¿Te encuentras bien?
–Sí, sólo son las secuelas de mi encierro.
Minos estaba preocupado, no se lo dijo a nadie pero lo que sintió fue el regreso
de sus sombras que vigilaban el último piso, eso sólo significaba que las habían
destruido, nadie estaba bien ni a salvo, si sus sombras eran destruidas perdían el
recuerdo de lo sucedido y no se lo transmitían, por lo que no sabía qué es lo que
había pasado en el último piso del edificio de la Ciudadela, debía llegar cuanto antes
a ese lugar.
–Debo hacer algo más antes de ir al Quinto Distrito, me iré por mi cuenta.
–Entonces aquí nos separamos – dijo Daniela Malka –. Yo iré a Levit y Edgar a
Hamal para ayudar en las negociaciones de paz.
–Yo regresaré a Arcadia con Addy – informó "la Espada Maestra".
Lady Madeleine en su corcel negro alado junto con Luzbel se fueron rumbo a
Arcadia, Lúgh partió sobre el Baphometh transformado en el Dragón Oscuro. Los
ojos de Tamiel cambiaron, además del pentagrama rojo, letras antiguas del mismo
color rodearon su córnea, alcanzó el estado de la perfección de un Arcángel Caído,
el mismo al que accedieron Rafael y Azrael en su batalla con Budha, de su espalda
surgieron veinticuatro alas negras, ocho de ellas le permitían volar, de inmediato se
dirigió a Levit.
–¿El poder de esa mujer tiene algún límite? – preguntó Addy a Lady Madeleine
cuando Daniela Malka se alejó, ella apenas había alcanzado el estado de penitencia
de un Iluminado y sólo podía desplegar sus alas escudo y las alas filosas ofensivas.
–No hasta donde yo sé, niña – respondió Ruth Yaotl observando también a su
amiga de la infancia alejarse –. Daniela incluso venció a un FILO Divino sin ninguna
ayuda y aún no tenía el poder de un Arcángel Caído, el despertar de Minos no nos
salvó a nosotros, salvó a aquellos chicos que quieren matar a su hijo.
Mientras Minos veía marcharse a sus aliados, rogaba porque las puertas del
último piso de la Ciudadela aún estuvieran cerradas, rogaba por la salvación del
mundo.
Minos convocó a una de sus sombras para que lo llevara a Arcadia, a Grayo, la
sombra de las alas doradas, misma que se posicionó en el cuerpo de su amo
prestándole su poder y sus habilidades. Cuando estaba a punto de partir, el Juez del
Sur del Quinto Distrito escuchó una voz en su cabeza.
–Por fin te encuentro...
–Padre... no hay tiempo que perder, debemos ir a la Ciudadela, mis sombras...
–Ya es demasiado tarde – lo interrumpió Elohim –, las puertas han sido abiertas.
–No es posible, me acaban de decir que Tyr tiene la llave...
–La puerta no se abrió con la llave de los Guardianes del Destino, te veo en las
montañas de Arcadia, ya sabes dónde.
–Voy para allá.

SIR PHILLIPPE
"El Primer Caballero" acompañado del "Clarividente" se pusieron en marcha
rumbo al Palacio de Gobierno de Riazor que se encontraba en su capital: Lacerta.
Al llegar a la capital del estado de los hielos vieron que el caos era total, la
destrucción del edificio de las Espadas Reales de la Orden de Riazor atraía a
demasiados curiosos, sería imposible ingresar al Palacio de Gobierno por aire, el
lugar estaba fuertemente resguardado, tendrían que hacerlo por la entrada principal.
Sir Phillippe y Ephra Nexus no pudieron pasar desapercibidos, en cuanto los
reporteros de televisión observaron la armadura negra y la capa con símbolos
dorados se abalanzaron sobre el Primer Caballero.
Las preguntas aparecían con la velocidad de un rayo, preguntaban la posición
de la Orden de Arcadia ante la destrucción de las instalaciones de la Orden de
Riazor, querían constatar si era cierto que en el inmueble destruido se había librado
una batalla contra la Orden de Hamal, cuál era la situación actual de la revolución de
los FILOS y sobre todo, querían confirmar si era cierto que Aureo Riazor había
dejado de ser el Gobernador del estado.
Sir Phillippe amablemente eludió todas las preguntas, dijo estar en Riazor
como emisario de Arcadia para buscar respuestas precisamente de los mismos
cuestionamientos que le estaban haciendo, en cuanto llegó al edificio de Gobierno
los guardias de la entrada le permitieron el ingreso junto con su acompañante
dejando fuera a los reporteros.
Una vez que se encontró en el inmueble representativo del poder
gubernamental de Riazor, "el Primer Caballero" fue abordado por Shalem Enoch,
quien amablemente lo invitó a pasar a su oficina.
–Sir Phillippe, me sorprende su visita, apenas hace algunas horas estaba por
aquí con todos los rebeldes, debido a lo sucedido con la Orden de Riazor se
trasladaron las negociaciones al inmueble donde se reúne el Consejo de Familia de
los Riazor.
–Mi asunto es otro, Shalem, pero me gustaría saber qué sucedió entre los
Profetas y los Herreros.
Shalem le contó lo que sabía del enfrentamiento de las dos Órdenes así como
de la muerte de los Caballeros Grises, Sir Phillippe lo escuchaba todo con
preocupación, sobre todo por Craig X, uno de sus estudiantes más entrañables.
–No sé en qué más lo pueda ayudar, Sir, precisamente me disponía a ir al
inmueble del Consejo de Familia de los Riazor, en un par de horas comenzarán las
negociaciones con los rebeldes y tengo que hablar con los miembros del Consejo de
Gobierno para conocer sus puntos de vista. Quero conocer todas las opiniones
antes de platicar con la comitiva enviada por Escorpión acerca del gobierno de
transición que propone el grupo revolucionario.
–¿Crees que haya problemas?
–No si los rebeldes permiten a la familia Riazor conservar el control del estado.
–¿En caso contrario?
–Bien sabe que no es lo mismo una batalla cerrada de guerreros élite a una
guerra abierta tal cual, los Riazor defenderán con su vida el control del estado, los
rebeldes no tienen los medios para sostener una batalla en la tundra.
–Ni en el desierto de Levit, las montañas de Hamal o las lagunas de Aztlán...
–Así es, la victoria que consiguieron esos chicos es muy importante, histórica,
tendrán el control del país, pero las grandes familias no aceptarán dejarles los
estados que han gobernado desde siempre.
–No creo que haya problema por eso, hay miembros de todas las grandes
familias en las filas de los rebeldes, llegarán a un entendimiento.
–Seguro que sí – dijo Shemhazai con sincera empatía –, somos afortunados de
poder vivir esta etapa de la historia, esos chiquillos rebeldes serán nuestros futuros
gobernantes, todos tenemos la esperanza de que forjen un país mejor.
–Así será, Escorpión logró llamar y juntar a su causa a guerreros de todas las
edades y generaciones, juntos es como podremos realizar ese cambio en Boleria.
–Espero que así sea.
–Eso me lleva al motivo de mi visita, Shalem, hasta ahora tú te has mantenido al
margen de todo este conflicto, o al menos eso es lo que se puede observar, quisiera
saber ahora que Elohim ha muerto cuál es tu posición y la de Asiria.
–Por ahora sólo vamos a observar, Sir, nosotros dos al igual que todos los
guerreros élite hemos perdido a alguien en este conflicto y no estoy hablando de
Elohim, hablo de mi nieta, Nadia, quien fue asesinada por Raam Shmuel en sus
ansias enfermas de obtener el poder...
–¿Nadia Rush era tu nieta?
–Así es, Sir, bien sabe que mi Clan está maldito, condenado a desaparecer, es
tabú en nuestro país y ha sido degradado a lo más bajo, la Casa Enoch ya no existe,
si tengo un hijo con una sirvienta perseverará su apellido por encima del mío, yo
adopté el nombre Enoch porque me enorgullecen mis raíces...
–Conozco la historia de los Enoch, en una época fueron incluso más grandes
que los Yaotl o los De Grieff...
–Pero todo se fue a la basura con el ascenso de esas dos familias y los sueños
locos de poder de Caín Enoch.
–Así es, la etapa más oscura de la historia de Boleria, aún hoy en día se
desconocen los detalles de lo que realmente sucedió en aquella época, dicen las
leyendas que el único testimonio que queda de la edad oscura son los Jinetes
Alados Inmortales de Riazor, pero ellos nunca han hablado...
–Y tenga por seguro que nunca lo harán.
–Me imagino que algo tendrá que ver con el Clan Deltotum de Hamal.
–Tal vez.
–Bueno, espero que alguna vez se develen esos secretos que seguramente han
de estar bien documentados en la biblioteca prohibida del paraje de Beocia.
–Si lo están, quien los busque tardaría más de mil años en encontrar esos
manuscritos, eso si los encuentran...
–Es una lástima, sólo conociendo el pasado podemos aprender de nuestros
errores.
–Esta vez concuerdo con usted.
–¿Y entonces Shalem? ¿Cuál es tu posición momentánea?
–Por ahora soy el Gobernador Interino del Estado, pero mis poderes son
limitados, rindo cuentas al Consejo de Gobierno de Riazor, estoy dispuesto a ayudar
en la transición al tipo de gobierno que planean los rebeldes.
–¿Y como guerrero?
–Neutral por el momento, pero si Escorpión demuestra con hechos las palabras
y los ideales que ha defendido en esta guerra seré su aliado incondicional.
–¿Y eso cuándo será?
–Cuando demuestre que va a terminar con las guerrillas del país, esas que
llevan décadas o hasta siglos defendiéndose de un gobierno represor, cuando se
dicte el indulto y se integre a la sociedad a las comunidades proscritas, exiliadas y
condenadas del país, en ese momento yo doblaré la rodilla, mientras tanto, sólo
observaré.
–Estoy seguro que las comunidades exiliadas del desierto volverán al territorio
que les corresponde...
–No sólo hablo de ellos, Sir, aunque he de aceptar que son quienes más me
interesan, pero también hay pueblos enteros marginados en las montañas, las
lagunas y hasta en la tundra que necesitan saber que su país los quiere y los
respeta con sus usos, costumbres y tradiciones.
–En eso tienes razón, incluso en estados como Arcadia o Ishtar existen
comunidades o pequeños grupos de personas exiliadas y perseguidas, pero puedo
asegurarte que eso se terminará con el triunfo de la revolución.
–Espero que así sea, Sir, no tengo que recordarle el origen de mi familia, con
sólo hablar con usted se nota que es un hombre estudiado.
–Conozco a lo perfección la historia de los Enoch, un Clan campesino y de
esclavos que se elevó a lo más alto de las casas nobles del entonces reino de
Aztlán.
–Así es, los Enoch fueron los más poderosos, pero una vez que llegaron a lo
más alto se corrompieron de tal manera que casi destruyen el reino, sus palabras
fueron precisas, Sir, mi Clan fue el causante de la era más oscura y tenebrosa en la
historia de Boleria.
–Bien, no deseo interrumpirte más, tus palabras me tranquilizan, amigo, me
gustaría también platicar con Rave Isa... ¿sabes en dónde lo puedo encontrar?
–Tu maestro se encuentra en la provincia de Volantis, lo encontrarás en el
edificio de gobierno.
–Gracias por todo.
–Que los Dioses te acompañen, Sir.
Sir Phillippe y "el Clarividente" se marcharon con rumbo a Volantis, la provincia
en donde se encontraba una de las famosas ciudades de hielo de Riazor, una de las
tantas maravillas del país.
Mientras volaba a Volantis, Sir Phillippe recordaba cómo había llegado a
convertirse en un Caballero Fantasma y como Rave Isa había aceptado ser su
maestro, gracias a él sus padres y el Mesías retomaron su amistad que se rompió
debido a un triángulo amoroso.

En el helipuerto del edificio de la gubernatura de Volantis, el Aprendiz


aterrizaba en su dragón blanco para encontrarse con Rave Isa, los dos guerreros se
saludaron con un abrazo, la venganza que planearon hace siglos por fin estaba a
punto de consumarse
–Samir...
–Rave, mi hermano.
–Por fin ha comenzado.
–Es una lástima que no pude estar presente... – comentó el Aprendiz
decepcionado –. ¿Cómo fue?
–Poético – dijo Rave emocionado, había esperado mucho tiempo por ese
momento –, los Riazor me reclamaron mi pasividad, incluso amenazaron con
matarme una vez que todo terminara.
–Pobres diablos... nunca tuvieron oportunidad.
–Te equivocas, el Muertero estuvo a punto de matar a Sir Phillippe, eso hubiera
cambiado todo...
–¿Habrías intervenido?
–Por supuesto...
–Olvidaba que ese chico fue tu alumno.
–Ese chico ahora es un anciano – reía Rave –, pero salvar su vida no era mi
objetivo, el Muertero debía morir...
–¿Cómo revirtió la situación Sir Phillippe?
–Con la ayuda de Sir Judas que intervino en el último segundo.
–¡No! ¿El hijo de la Princesa? ¿Tu otro alumno estrella? Esto es mejor de lo que
yo pensé. Los rostros, cuéntame de los rostros...
–Desencajados, incrédulos, sorprendidos, pero sobre todo temerosos, ninguno
de nuestros compañeros se había enfrentado a la muerte cara a cara, no por lo
menos desde que somos inmortales.
–Sólo quedan las hermanas Azzán.
–Están con Radamanthys...
–¿Crees que ese tipo nos enfrente por defenderlas?
–Tal vez, depende si conviene a sus intereses, es el guerrero más poderoso del
país, sus habilidades están a la altura de los FILOS Divinos más poderosos,
además, tiene a Horus a su lado.
–La verdad es que siempre he querido enfrentarlos a ambos, si se ponen en
nuestro camino los destruiremos… ¿En serio piensan las hermanas Azzán que
Radamanthys las protegerá?
–Por lo menos eso es lo que creen.
–Mejor aún, que vivan en carne propia la cacería...
–La vivirán, amigo, ellas son las peores de todos, condenaron a su propio
hermano sin pensarlo siquiera, sin remordimiento alguno...
–Ahora lo importante es matar a Elohim, en caso contrario todo habrá sido en
vano...
–Por eso no te preocupes, alguien más hará ese trabajo...
–Los rebeldes fallaron.
–Porque no sabían a quién se enfrentaban, ahora lo sabrán...
–¿Cómo se los diremos?
Rave Isa señaló el horizonte, un corcel alado de color negro se dirigía hacia
ellos.
–Ahí tienes a nuestro comunicador...
El Aprendiz lanzó una descarga eléctrica al cielo, Sir Phillippe la vio e
inmediatamente ordenó a su corcel alado que se dirigiera hacia el techo del edificio
de gobierno de la ciudad de hielo Volantis. En cuanto el Caballero Fantasma aterrizó
fue saludado por su antiguo maestro.
–Muchacho... gusto en verte, el Aprendiz y yo estábamos hablando
precisamente de ti...
–Muchacho... – repitió Sir Phillippe –. Creo que esa palabra ya no aplica para
mí, maestro.
–Vamos... que yo siempre te voy a ver como ese molesto niño que me seguía a
todas partes pidiéndome que lo entrenara...
–Sí, en aquel entonces era bastante necio y me negaba a aceptar un “no” por
respuesta.
Rave Isa le habló al "Clarividente".
–¿Sir Phillippe te ha contado cómo se inició en el entrenamiento para ser un
Caballero Fantasma?
–No, "el Primer Caballero" nunca habla de su vida... – respondió Ephra Nexus.
–¿Quieres que yo te lo cuente? Te vas a reír un rato...
–¡Por supuesto!
–Será en otra ocasión, Rave – interrumpió el viejo Caballero Fantasma –, ahora
necesitamos saber otra cosa.
–Dime, Albir, te responderé lo que sé.
–Necesito saber cuál es tu posición en este conflicto y ya que el Aprendiz se
encuentra aquí, también me gustaría saber la de él...
–Creo que ya te diste cuenta que no apoyo a Elohim.
–Apoyabas, querrás decir...
–Sé bien lo que dije, Sir, bien sabes que siempre pienso lo que digo antes de
hablar, ni el Aprendiz ni yo apoyamos a Elohim...
–Brahma y Kwan Yin mataron a Aureo Riazor.
–No lo hicieron, ni siquiera lo tocaron, estamos hablando del psíquico más
poderoso del país...
–¿Me estás diciendo que la batalla contra los FILOS Divinos cuatro y nueve fue
una ilusión de Elohim?
–Así es, el Aprendiz lo observó todo...
–¿Y por qué no los mató? – preguntó Sir Phillippe al Aprendiz.
–Por dos muy sencillas razones – respondió Samir Shmuel –. La primera es que
las bestias míticas de Brahma y Kwan Yin surgieron en cuanto sus amos fueron
atrapados por la ilusión de Elohim, si él los hubiera atacado las bestias los habrían
defendido despertando a sus protegidos.
–¿Y la segunda?
–Esa tiene que ver con la estrategia del FILO Divino número doce, sabía que no
iba a ganar la batalla contra los rebeldes, prefirió fingir su muerte para liberarse del
acoso de tus aliados y así poder huir para planificar su contraofensiva.
–Esto es malo...
–Peor de lo que piensas, Sir – respondió Rave Isa.
–¿A qué te refieres?
–A que Elohim puede sumergir al país en otra época de oscuridad.
–Eso es imposible...
–Rave Isa se acercó a su estudiante.
–Escucha bien, Albir, la revolución de los FILOS está lejos de terminar bien, les
falta derrotar a los dos FILOS Divinos más poderosos, al primero y al último, ellos
generalmente son enemigos y se destruyen el uno al otro, pero ahora es distinto...
–¿A qué te refieres?
–A que el nuevo Kukulcán es un guerrero débil mentalmente, Elohim lo sabía y
por eso le permitió obtener la Presidencia, sé que suena inverosímil lo que te estoy
diciendo, pero todos los gobernantes en la historia de Boleria han recibido el aval del
portador de la espada suprema Abigael, él es quien realmente manda en Boleria. Si
Elohim controla a Kukulcán y ambos pelean juntos ahora que los demás Patriarcas
han caído, no habrá poder que los detenga, ni aunque peleen todos los rebeldes
unidos...
–¿Qué es lo que recomiendan?
–Primero deben acabar con el títere, después con quien maneja las cuerdas.
–¿Cómo sabemos que Elohim no controla ya a Kukulcán?
–Elohim aún no se ha acercado a Ishtar...
–¿Cómo lo saben?
–Tenemos a un contacto en la capital, alguien que odia al FILO Divino número
doce más que a nada en el mundo, si Elohim se acerca lo detendrá y nos avisará,
nosotros evitaremos que Aureo Riazor y Gunnar De Grieff se reúnan.
–Hera... – dijo "el Primer Caballero" pensando en la hermana de Shalem Enoch.
–Así es, ella puede detenerlo con la ayuda de sus Jinetes Alados Elementales.
–¿Y por qué no se van ustedes a Ishtar para ayudarla?
–Precisamente por eso nos reunimos aquí, Volantis es la ciudad más cercana al
norte de la capital, si el FILO Divino número doce se aparece lo detendremos entre
los tres. También es importante que detengan a Kukulcán antes de que alcance su
máximo poder.
–Creo que ya es tarde para eso – comentó el anciano caballero –, Gunnar De
Grieff ya tiene el control de “la espada elemental”.
–La espada elemental sólo es una mitad del poder del FILO Divino número uno,
el otro es su bestia suprema.
–¿Me están diciendo que Kukulcán aún no puede convocar a la “serpiente
emplumada”? – preguntó con esperanza Sir Phillippe, lo que escuchaba era un gran
golpe de suerte para los rebeldes.
–Así es, recuerde que el verdadero dueño de Arondight no sólo controla a la
“serpiente elemental” Midgard, también tiene el dominio de la “serpiente de las
sombras” Galahad.
–Ahora entiendo – dijo un pensativo Sir Phillippe –, Gunnar De Grieff sólo puede
convocar a Midgard.
–Usted lo ha dicho – le confirmó Rave Isa –, ese chico robó energía para
obtener sus habilidades, incluyendo “la espada oculta” y el control sobre Midgard.
–Lo cual sólo consiguió a medias – cavilaba el “Primer ωaballero” –, Loki al igual
que su bestia sólo controlaban la energía del agua, Edgar De Grieff, el verdadero y
legítimo portador controlaba las cuatro energías elementales supremas, su
“serpiente elemental” también, en su cuerpo residía la “serpiente negra”, su padre lo
entrenaba para despertarla…
–Murió antes de conseguirlo – aseguró Rave Isa –, cuando eso pasa la
serpiente Galahad regresa a su morada cerca de la Ciudad sagrada de Uruk en
Ishtar. Si Loki desea controlar a Quetzalcóatl deberá atrapar primero a Galahad.
–Con su actual poder no deberá costarle trabajo.
–Así es, Sir, una vez que Kukulcán capture a la “serpiente negra” todo habrá
terminado, no habrá guerrero o ejército que pueda con él – explicaba Rave Isa con
preocupación –, yo he visto a guerreros Kukulcán combatir apoyados en
Quetzalcóatl y no miento al decirte que no hay nada que se les compare.
–¿ωómo saber que no ha capturado ya a la “serpiente negra”?
–Tengo la cueva vigilada, pero Kukulcán no tardará en sentir el llamado, tanto
Galahad como Midgard desean la fusión y la espada elemental ya ha sido extraída,
deben detenerlo cuanto antes, si se juntan los FILOS Divinos uno y doce ni luchando
juntos todos los guerreros élite del país podremos detenerlos.
–¿Qué es lo que hace tan peligroso a Elohim? – Sir Phillippe aún no concebía
que Aureo Riazor tuviera tanto poder –. ¿Por qué él puede causar una nueva época
de oscuridad?
–Porque ya la ocasionó una vez, Sir – respondió Rave Isa rememorando
tiempos pasados –, nadie lo sabe porque la historia ha sido escrita a su
conveniencia, pero Elohim es el eterno dueño de “la espada azul”, χbigael, el único
que la ha portado desde su forja. Aureo Riazor es sólo un nombre que escogió en
esta época como ha elegido muchos otros en tiempos pasados, el FILO Divino
número doce no es otro que el más grande traidor en la historia de Boleria, el
guerrero que estuvo a punto de destruirla: Caín Enoch.

SIR THOMAS
Gore Shmuel estaba siendo recibido por tres representantes del Consejo de
Gobierno del Cinturón: Kordan Rhea, Sylvia Kolbein y el proclamado nuevo
Presidente del Consejo: Renns Hobbs.
Los saludos fueron cordiales, Sir Thomas conocía perfectamente a todos esos
chicos, eran alumnos de la escuela del Cinturón, pupilos de Sir Phillippe y Lady
Madeleine, además de amigos de su hijo Dahl. Kordan preguntó por "el Primer
Caballero".
–¿Por qué no vino Sir Phillippe?
–Tenía otros asuntos que atender... ¿hay algún problema con tratar conmigo?
–Desde luego que no, Sir – contestó Sylvia –, solicitamos a Sir Phillippe porque
ha sido maestro de todos y le tenemos confianza, pero es lo mismo con usted, todos
los presentes en algún momento hemos estado en su casa y compartido la comida
con usted y su familia...
Inmediatamente Sylvia se dio cuenta de su indiscreción, pasó por alto que el
hijo y la mujer de Sir Thomas habían sido asesinados.
–Disculpe por lo que dije, Sir, yo...
–No hay problema, esta guerra ha costado muchas vidas, lo importante es que
no cobre más...
–Por eso hemos solicitado la presencia de la Orden de Arcadia, Sir – dijo el
representante del Clan Rhea –. Sabemos que ustedes son ecuánimes y pertenecen
al Cinturón...
–Díganme su propuesta.
–Creo que ya lo sabe – señaló Renns Hobbs –. Queremos firmar la paz con los
rebeldes, sabemos que han ganado su revolución, todos los estados se han rendido
ante ellos, sólo falta Ishtar y es cuestión de tiempo, no queremos que por nuestra
culpa el conflicto se alargue.
–¿Tienen alguna demanda en específico que quieran negociar?
–No queremos ningún trato especial, los puntos a negociar serán los mismos
que en los demás estados, el Cinturón deberá seguir siendo gobernado por un
Consejo al amparo de la familia Hobbs.
–Me parece sensata y seria su posición, no creo que haya ningún problema,
sólo hay una cuestión, Renns...
–Lo escuchamos, Sir.
–La presidencia del Consejo del Cinturón, deberás devolvérsela a tu primo
Siege Hobbs.
–Eso no es negociable, en ningún estado van a permitir una imposición...
–Los futuros candidatos naturales a las gubernaturas de esos estados son todos
rebeldes, hijo.
–Lo sé, pero eso es porque los Gobernadores fueron derrotados y están
muertos, en todos los estados está vacante el puesto de mando en el Gobierno, lo
que no sucede en el Cinturón...
–Entiendo lo que dices, Renns, pero como bien saben nosotros sólo seremos
intermediarios, pero puedo asegurarles que los rebeldes apoyan al cien por ciento a
Siege Hobbs.
–Y el Cinturón me apoya a mí, yo soy el presidente del Consejo de Gobierno...
–Escucha bien lo que te digo – Sir Thomas endureció su voz –, presten atención
todos, tu puesto, Renns – señaló al representante de la familia Hobbs –, no lo
obtuviste de una manera legal, por medio de artimañas le quitaste el poder a Siege,
de igual manera expulsaron del Consejo a Sir Phillippe y Lady Madeleine.
–Sus puestos les serán reestablecidos – concedió Renns, sabía que necesitaba
el apoyo total de la Orden de Arcadia para conservar su puesto.
–Y también el de Siege... – insistió "Nephilim".
–Entonces nos negaremos – sentenció Renns Hobbs dispuesto a llegar hasta
las últimas consecuencias por conservar el poder.
–Esa no es sólo tu decisión, Renns – Sir Thomas suavizó su voz –, es de todo el
Consejo, ni siquiera el Cinturón es invencible, no quiero hacer menos a nadie aquí,
pero sus guerreros más poderosos están con los rebeldes, estoy hablando de los
miembros de la Armada Elemental, de Deneb De Britten y otros más, todos los que
subestimaron a los rebeldes ahora están muertos, no cometan ustedes el mismo
error.
–Deneb De Britten no está con los rebeldes – se defendió Renns.
–Deneb es el mejor amigo de Siege, tal vez no apoye a los rebeldes, pero
apoyará al cien por ciento a su amigo, eso todos lo saben.
–Los miembros presentes del Consejo asintieron, Renns Hobbs vio que los
estaba perdiendo, tenía que apelar a su sentido de independencia.
–El Cinturón jamás ha permitido imposiciones.
–Y nunca las permitirá, Renns, pero sí puede devolver su puesto a quien
legítimamente le pertenece, quisiera que me dijeran en esta mesa... ¿quién tiene
algo en contra de Siege Hobbs? Hablen ahora para que yo pueda trasmitir sus
inquietudes a los rebeldes.
Nadie habló, todos respetaban a Siege, Sir Thomas tomó el silencio como una
aceptación de su propuesta, ya los tenía en la bolsa.
–Por lo que veo el problema no es Siege, el problema eres tú Renns, estás
aferrado al poder por encima del bien común.
–Eso no es verdad – se defendió el todavía Presidente del Consejo de Gobierno
de la parte media del edificio de la Ciudadela.
–Entonces no hay otra opción – dejó caer Sir Thomas tratando de dirimir la
discusión –, para evitar un derramamiento de sangre resolveremos esto como se
hace en Arcadia, con un duelo singular entre los dos Hobbs.
Todos los miembros del Consejo de Gobierno presentes afirmaron, Renns se
supo perdido, se jugó su última carta.
–No podemos permitir la imposición de un criminal, Sir, Escorpión asesinó de
una manera brutal a mi primo Ranius y a Gullet Albarán.
–Quienes conspiraron para ayudar en el asesinato de Christina Riazor, no te
recomiendo que digas eso estando Cross presente o te aseguro que acompañarás a
tu primo en el más allá.
–¿Me está amenazando, Sir?
–Te estoy dando un consejo, muchacho, además, es Siege Hobbs y no Cross
quien va a gobernar el Cinturón.
–Pero Escorpión debe recibir su castigo por lo que hizo...
–Aquí nadie puede hablar de castigos y menos tú, muchacho, el Cinturón
traicionó a los rebeldes, eso está muy claro, aun así lo que se busca es la paz.
–Pero...
–¡Ya basta! – estalló finalmente el Gran Maestre de la Orden de los Caballeros
Fantasmas –. ¡Compórtate como hombre! El último maldito enfermo de poder con el
que hablé fue mi padre y lo maté con mis propias manos, vuelve a abrir la boca y ni
siquiera tendrás la oportunidad de retar a Dagda, te voy a tener vigilado, maldito
cobarde, con el simple rumor que me llegue de que estás conspirando contra Siege
o el movimiento yo mismo te arrancaré la cabeza... ¿está claro?
–Usted es un servidor del Estado – mencionó Renns sin acobardarse, seguro de
conocer la ley –, no puede retarme a un duelo...
En ese momento "la Ilusionista" que estaba detrás del Caballero Fantasma dio
un paso al frente.
–Pero yo no soy una servidora pública... Renns Hobbs, te reto en este momento
a un duelo.
El chico Hobbs no contestó, Lothy volteó a ver a Sir Thomas, éste afirmó con la
cabeza, "la Ilusionista" se llevó la mano a la espada, Renns levantó las manos en
señal de rendición.
–¡Al diablo con todo! Dígale a mi primo que el puesto es suyo... ¿para qué
quiero ser Presidente del Consejo de Gobierno si ni mis propios amigos me apoyan?
Renns Hobbs se salió de la sala de reuniones dando un portazo, Sir Thomas
pactó con los representantes del Consejo de Gobierno seguirse reuniendo para
poder establecer los acuerdos de la entrega del poder.
Cuando "Nephilim" y "la Ilusionista" abandonaban el recinto del Consejo de
Gobierno se encontraron con Deneb De Britten y Veronika Shmuel, ahora también
conocida como Mórrigan, la única miembro de la Armada Elemental que se
encontraba en el Cinturón y apoyaba a sus habitantes al cien por ciento.
–¿Todo bien, Sir? – preguntó el hijo adoptivo de la fallecida Amaltea De Britten
–. Acabo de ver pasar a Renns Hobbs hecho una furia.
–Todo bien, Deneb.
–¿Siege regresará?
–Así parece.
–Dígale que tiene mi apoyo, mataré a cualquier imbécil que se oponga a que
tome lo que legítimamente le corresponde.
–Creo que eso ya lo sabe, muchacho...
–¿A dónde se dirige, Sir?
–A los pisos superiores...
Deneb volteó a ver a Mórrigan y después se dirigió a "Nephilim".
–¿Quiere que lo acompañemos?
–No es necesario, sólo quiero constatar algo...
–Está bien, Sir, después lo veo...
Sir Thomas convocó a su corcel negro alado y lo montó junto con Lothy Nexus,
la bestia voló rumbo al edificio que controlaba el acceso a los pisos superiores.
En cuanto llegaron al Caballero Fantasma le pareció raro que no hubiera
ningún guardia en la puerta, desde que él tenía memoria jamás había visto
descuidada la entrada a ese inmueble, el más importante del Cinturón.
Volteó a su alrededor, tampoco se encontró con la férrea vigilancia que siempre
resguardaba ese edificio, encontró a un soldado de vigilancia y le llamó para
preguntar la razón por la que los grupos armados élite del lugar no estaban en sus
posiciones, el militar le respondió que fue por órdenes del nuevo Presidente del
Consejo de Gobierno del Cinturón, con los asesinatos de Ranius Hobbs y Gullet
Albarán, Renns Hobbs había dispuesto que los principales grupos de defensa élite
protegieran a los miembros del Consejo.
Sir Thomas se llevó una mano a la cabeza maldiciendo la estupidez de ese
chico, pensó en tenerlo vigilado hasta que Siege Hobbs volviera a tener el control del
área media del Cinturón. El todavía Gran Maestre de la Orden despidió al militar y se
adentró en el único edificio por el que se podía llegar al último piso de la Ciudadela.
Su preocupación aumentó al no encontrar a nadie en la sala de control, de
inmediato corrió hacia el elevador que lo llevaría a los pisos cuarenta y seis y
cuarenta y siete del edificio, rezando por que todo estuviera bien.
Gore Shmuel sudaba copiosamente, pensaba que el corazón se le saldría del
pecho, sintió que el elevador tardó horas en llegar a su destino, en cuanto las
puertas se abrieron sus peores temores cobraron vida, no hubo alarma de llegada y
nadie lo fue a recibir, peor aún, la pared falsa que ocultaba el ascensor a los pisos
cuarenta y ocho y cuarenta y nueve de la Ciudadela estaba levantada y las puertas
del elevador abiertas.
Con paso inseguro entró en el ascensor, incluso olvidó que Lothy Nexus lo
acompañaba, su mente se perdió del mundo real, en su cabeza sólo se repetía que
la era del hombre había llegado a su fin. No supo cuándo ni cómo llegó a la esquina
noreste de los pisos cuarenta y ocho y cuarenta y nueve del edificio de la Ciudadela,
no era consciente de sí mismo, no supo cuándo convocó a su corcel alado para
recorrer la distancia ni cuándo lo desapareció, actuaba como un autómata, ni
siquiera escuchaba los insistentes llamados de Lothy.
Sin saber cómo, se llevó la mano a la espada y se dispuso a cortar el cuello de
la chica, en un rápido movimiento Lothy lo bloqueó y después lo abofeteó, eso sacó
al ωaballero Fantasma de su ensoñación, cayó de rodillas, “la Ilusionista” impidió que
sus manos tocaran el suelo.
–Por favor, Sir… – imploraba la chica –. Dígame qué es lo que sucede.
Al ver el rostro preocupado y la mirada cristalina de Lothy, Sir Thomas se
tranquilizó, analizó las cosas, observó la espada Alpha en su mano derecha, lo
primero en lo que pensó es que alguien lo estaba manipulando psíquicamente pero
después desechó la idea, simplemente estaba aterrorizado, el miedo lo había
rebasado de tal manera que incluso su percepción de la realidad se vio alterada.
Hizo varias exhalaciones para tranquilizarse, debía tomar el control de su
cuerpo, en ese momento él era el protector y no lo contrario, agradeció que Lothy no
supiera la razón de su miedo o estaría igual que él.
–No sé qué me sucedió, Lothy – se disculpó visiblemente apenado mientras se
incorporaba –, perdí la noción de todo a mi alrededor.
–¿Pasa algo grave, verdad? – preguntó la chica –. Al ser una usuaria de la
energía psíquica ilusiones conozco perfectamente bien los síntomas de estrés y
miedo que causan éstas, usted los tenía, adolecía de los más severos y nadie lo ha
atacado con esa energía, todo se debe a lo que hay en el último piso de la
ωiudadela… ¿Qué es lo que sucede?
–Estamos a punto de descubrirlo.
Sir Thomas y Lothy Nexus subieron por la rampa que llevaba al último piso de
la Ciudadela, entraron a pie a la estancia que precedía a las puertas que
resguardaban el peor peligro para el país.
No tuvieron que avanzar mucho para sentir el escalofrío que da el miedo más
profundo, las puertas del último piso no sólo se encontraban abiertas, estaban a
medio caer, la cerradura destrozada, Lothy se aferró al brazo de Gore Shmuel y
preguntó:
–¿Qué significa esto, Sir?
–Lo peor que te puedas imaginar – instintivamente el Caballero Fantasma
abrazó a “la Ilusionista”, ni él supo si fue para protegerla o para darse mutuo valor.
–¿Qué vamos a hacer? – volvió a preguntar la protectora de Lady Madeleine.
–Regresa al cuartel, Lothy, no puedo dejar pasar esto por alto, yo voy a entrar.
–No, yo lo acompaño.
–Es muy peligroso...
–Aunque entrara en un río de lava yo lo seguiría...
–No esta vez, hormiga.
–Aunque me obligue a irme en cuento usted entre y no se dé cuenta yo lo
seguiré.
Sir Thomas no podía perder el tiempo discutiendo, debía averiguar qué es lo
que había sucedido, pensó en dejar inconsciente a la chica pero de inmediato
desechó la idea, Lothy era demasiado fuerte para permitir que alguien la dejara fuera
de combate de un solo movimiento.
–Está bien, vamos, pero no te separes de mí y harás lo que te ordene...
¿entendido?
–Y anotado, Sir.
Sir Thomas y Lothy Nexus se internaron más allá de las gigantescas puertas, el
Caballero Fantasma no sabía con qué se encontraría, ningún libro hablaba de lo que
se ocultaba tras esas puertas, sólo se mencionaba que si las puertas se abrían
significaba que la era del hombre llegaría a su fin.
Gore Shmuel y su acompañante se encontraron con un bosque natural, era
imposible ver más allá de unos cuantos metros, se internaron para tratar de
descubrir qué es lo que había dentro.
No necesitaron avanzar mucho cuando sintieron que el suelo se estremecía, el
temblor lo ocasionaban varios pasos que marchaban hacia ellos, rápidamente los
dos se escondieron detrás de unos arbustos.
Lo que vieron los dejó a ambos perplejos, ante ellos marchaban varios sujetos
y mujeres enormes, mucho más incluso que el mismo "Nephilim", gigantes de por lo
menos tres metros y medio de altura, en la piel de sus rostros se veían diversas
manchas. Uno de ellos comentó:
–¿Estás seguro que las puertas se abrieron, Fornjot?
–Seguro, Crío, yo mismo las arranqué de su sitio y destrocé la cerradura, no
podrán volver a cerrarlas...
Lothy estaba aferrada al brazo de Sir Thomas, temblando de miedo, o al menos
eso es lo que creía el Caballero Fantasma, no podría decirlo a ciencia cierta, tal vez
quien temblaba era él.
Ambos respiraron aliviados cuando pasó el último gigante, pero su esperanza
de salir vivos de ese lugar se esfumó con lo siguiente que escucharon, una voz
femenina les advirtió que ya no estaban a salvo.
–¿Qué sucede Jotun?
–En seguida los alcanzo – dijo con autoridad otra voz masculina, potente y
poderosa como un trueno –, acabo de ver un par de ratas y saben lo que eso me
molesta...
Las enormes manos del gigante al que llamaban Jotun separaron los arbustos,
el rostro de aquel ser fue lo último que Sir Thomas y Lothy Nexus observaron antes
de desvanecerse, jamás vieron por dónde les vino el ataque que los destrozó.
EL APOCALÍPSÍS
LA LÍBERACÍON DE LOS TÍTANES

Los gigantes llegaron a las puertas de su eterno encierro, tal y como Fornjot les
había asegurado estaban descuadradas y con la cerradura rota. Los veintiún
guerreros, once masculinos y diez femeninos observaban maravillados los artefactos
y el decorado de la planta superior, todo les era desconocido, las formas, los
materiales, los objetos.
Todos avanzaban con pasos tranquilos, se estaban tomando su tiempo para
entender que ahora eran libres, siguieron avanzando hasta que llegaron al muro que
marcaba el límite del edificio de la Ciudadela, a la derecha se observaba otra
enorme puerta abierta con un ancho camino que conducía hacia abajo.
Ymir y Tea se encaminaron hacia la rampa, pero el líder, Jotun, levantó la
mano derecha indicándoles que esperaran, los dos guerreros se regresaron con el
grupo, Jotun tocó un momento la pared y comentó:
–Esta estructura está viva, Atlas... ¿podrías?
El gigante llamado Atlas se acercó a la pared, la tocó también con la mano
derecha y se concentró, después con ambas manos empujó con toda su fuerza
abriendo un enorme hueco en la pared, la mayoría de la parte afectada se
desintegró, los pocos bloques de tierra que no lo hicieron cayeron al otro lado.
Jotun se asomó al vacío, observó a lo lejos el fin del edificio, por el contrario,
Atlas estaba maravillado con la pared, ésta se estaba reparando sola a un ritmo
demasiado lento, casi imperceptible, el líder les habló a los demás:
–No tiene caso recorrer por el momento este lugar, saltaremos, después
haremos un recorrido en forma...
Jotun fue el primero en saltar, inmediatamente después lo siguieron los otros
veinte gigantes, en segundos recorrieron los quinientos metros que medía el edificio
de la Ciudadela, al caer causaron un gran estruendo, toda la tierra tembló.
Una vez que pisaron tierra, Jotun levantó la vista al cielo, aspiró el aire,
concentró su energía hasta fundirla con la naturaleza, después les habló a sus
compañeros:
–Estamos cerca de tierra sagrada, en el centro mismo de la capital del mundo. –
Volteó y les habló a dos de sus guerreros, a un hombre y una mujer –. Atlas, Skade,
revisen el lugar y a los guerreros que lo defienden, quiero un informe completo, los
veo en el monte de los ancianos.
–Sí señor – respondieron los dos gigantes quienes se separaron del grupo.
–Leto, ¿podrías por favor…? – Jotun se dirigía a otra de sus compañeras.
La Titánide le sonrió a su líder, concentró su energía de tipo viento alrededor
de sus compañeros y se elevó con ellos, a una lenta velocidad los llevó hacia el
puente que cruzaba el quinto Distrito y desembocaba en el camino entre el Distrito
Comercial y el Tercer Distrito que llevaba al Primer Distrito, los enormes guerreros
se sabían observados, pero no les prestaron atención a los insectos que los miraban
con una mezcla de asombro y temor, estaban más absortos con las máquinas que
veían, sin duda ahora sabían que habían pasado muchos años desde su encierro.

En los pisos bajos de la Ciudadela, Sir Phillippe estaba arribando junto con
Ephra Nexus de la ciudad de Volantis en Riazor, era urgente que las Espadas
Reales de Arcadia tuvieran una reunión para planear qué es lo que iban a hacer,
necesitaba saber lo que sus compañeros averiguaron para así poder tomar una
decisión en conjunto.
En cuanto ingresaron al interior de los pisos bajos, la bestia alada desapareció
frente al inmueble que las Espadas Reales estaban utilizando como base temporal
de la Orden de Arcadia.
"El Primer Caballero" y "el Clarividente" entraron a sus instalaciones
provisionales, dentro se encontraron con Sir Judas y los Caballeros Fantasmas de la
Orden de Levit: Sir Exxus, Sir Gene y Lady Deuther, todos estaban bebiendo. Sir
Exxus se levantó y saludó al más veterano de sus compañeros de armas.
–Sir Phillippe, ya estábamos organizando una larga velada, "el Ejecutor"
comentaba que tal vez tardarían en llegar...
–Por mí no se detengan, Sir – respondió el anciano Caballero estrechando la
mano de su hermano de armas de la Orden de Levit –, si me lo permiten puedo
acompañarlos...
–"El Clarividente" también es bien recibido... – comentó Sir Exxus saludando
también de mano al protector de Sir Phillippe.
–Ephra aún no puede beber – dijo “el Primer ωaballero” excusando a su
protector.
–Pero ya lo hago – respondió enojado el chico Nexus, le molestaba que Sir
Phillippe lo tratara como si fuera un niño.
–No cuando yo esté presente, ve a descansar...
–No sea tan estricto, Sir – dijo Sir Exxus poniendo una mano en el hombro del
"Clarividente" –, Ephra es de mi edad, permítale quedarse aunque no tome, cuando
era más pequeño siempre me hacían a un lado en todas las reuniones de mi Clan y
eso se siente fatal...
–Está bien – concedió "el Primer Caballero" –, pero ni una copa, Ephra...
–Está bien, Sir – respondió un resignado Ephra, no le había gustado que alguien
de su misma edad lo defendiera y menos aún que lo hiciera con un trago en la
mano.
Sir Phillippe se despojó de su capa con capucha y le pidió a Ephra que le
preparara un café, el chico se fue molesto a la cocina, pero sonrió cuando Thitus le
entregó su bebida, dándole un largo trago al whisky de veintiún años entró a
preparar el café de su maestro.
–¿No bebe usted, Sir? – preguntó "el Confesor".
–Ya bebí todo lo que tenía que beber, muchacho, y fue mucho, a mi edad no
hay nada como un buen café...
–Acompañado con un buen brandy sabría mejor...
–No para mí... ¿a qué debemos el placer de su visita?
–Creo que ya lo sabe, Sir.
–Sé que pelearon con los Demonios y los Profetas – dijo seriamente Sir
Phillippe, más que un comentario parecía un regaño –, eso no está bien... Mikael.
–Creo que no está usted bien enterado de cómo sucedieron las cosas, Sir, todo
tiene un motivo y está bien justificado.
–¿Podrías explicarnos lo que sucedió, Sir?
–Por supuesto, no tenemos nada que ocultar, pero antes me gustaría tratar el
principal asunto que nos trae aquí.
Sir Phillippe rápidamente vio de reojo a Sir Judas, éste afirmó levemente con la
cabeza mientras se servía otra bebida, "el Primer Caballero" entonces interrumpió al
“ωonfesor”.
–No es necesario tratar de más ese tema, si lo que quieres es nuestra
colaboración para asistir a la Asamblea Nacional a la que están convocando cuenten
con nuestra presencia, nosotros también estamos interesados en unir a la Orden.
–Me dice Sir Judas que nuestro Gran Maestre ha aparecido...
–No sólo eso, ha vuelto a ocuparse de sus funciones.
–¿Podemos confiar en que él está de acuerdo con lo que usted me manifiesta?
–Sir Thomas mismo nos dejó instrucciones de aceptar la Asamblea en caso de
que ustedes se aparecieran y él no se encontrara presente.
–Siendo así entonces pasemos a nuestras explicaciones, si le parece
empezaremos por lo que pasó con los Demonios en Ishtar, aunque de eso algo sabe
nuestro amigo Ephra... ¿no es verdad?
Ephra le sonrió a Sir Exxus mientras le entregaba su café a Sir Phillippe, Mikael
Yaotl le había ayudado a escapar.
–Yo sólo me hice cargo de Sir Daimon – explicó "el Clarividente" –, pero no sé
por qué ocurrió el conflicto.
–Es muy sencillo de explicar – Sir Exxus retomó la palabra –, cuando nos
presentamos con nuestros compañeros de la Orden de Ishtar...
En ese momento la explicación de Sir Exxus se vio interrumpida, Cástor y
Póllux estaban entrando en las instalaciones provisionales de la Orden de los
Caballeros Fantasmas de Arcadia en los pisos bajos de la Ciudadela.
–Buenas noches a todos... – saludó Cástor.
–Buenas noches – contestaron los presentes.
Sir Exxus notó que los gemelos no le quitaban los ojos de encima, a él y a los
demás Caballeros Azules, entonces recordó que pelearon en su contra en la batalla
de la Ciudadela, de inmediato les dio una explicación.
–No estamos aquí como sus enemigos, por el momento no tenemos nada en
contra de los rebeldes, incluso Sir Gene aquí presente – Mikael señaló a su primo
Jahziel –, es amigo de Brahma y Nergal, dos de sus miembros más reconocidos...
Los gemelos voltearon a ver a Jahziel Yaotl, quien levantó la mano a modo de
saludo. Póllux les reclamó:
–Ustedes pelearon contra nosotros en la batalla de la Ciudadela...
–Así es... – Cástor apoyó a su hermano –, incluso el gigante que te
acompañaba mató a Mimir y Dagr, por cierto... ¿dónde está él?
–Las cosas han cambiado desde entonces – explicó Sir Exxus sin prestar
atención a la pregunta de Cástor –, nosotros acudimos a la Ciudadela como
respuesta a un llamado legítimo que nos hizo el entonces Gobernador, ahora no
somos más sus enemigos...
ωástor volteó a ver al “Primer ωaballero”.
–¿Es cierto eso, Sir?
–Así es – respondió la Espada Real de Arcadia –. Creí que ustedes ya habían
partido a Ishtar.
–Los demás ya partieron pero Cross nos pidió a mi hermano y a mí que lo
viniéramos a ver, al parecer usted nos debe entregar algo, alcanzaremos a los
demás en Volantis.
Cástor omitió dar detalles de lo que iban a buscar, no confiaba en los
Caballeros Fantasmas de la orden de Levit y mucho menos en Thitus X, un déspota,
engreído y traicionero que se encargó de hacerles la vida imposible en sus épocas
cuando vivían en la residencia Riazor. Sir Phillippe se apresuró a entregarles un
sobre a los gemelos con una cinta adentro, en la que les contaba a Fenrir y
Escorpión los detalles de su plática con Rave Isa.
–Esto es lo que me pidió Escorpión, es lo que sé de Ishtar, espero les sea útil en
su batalla.
Cástor de inmediato entendió que Sir Phillippe tampoco quería que sus
compañeros de la Orden de Levit se enteraran de lo que él y su gemelo iban a
buscar, le siguió el juego al Primer Caballero.
–¿Y no hubiera sido más fácil que le mandara esta información por la red?
–Ningún medio de comunicación es seguro y lo sabes, muchacho, cualquier
información puede ser alterada, nada como la entrega mano a mano de información.
–En eso tiene razón, Sir, nos retiramos...
Los gemelos se despidieron de todos los presentes, cuando se iban Sir Judas
los interceptó en las afueras del inmueble.
–Esperen...
–¿Qué sucede Thitus? – preguntó Póllux esperando algún insulto del gigantesco
Caballero Fantasma.
–Nada, sólo que quisiera pedirles un favor.
–Te escuchamos.
–Espero que podamos reunirnos una vez que todo esto termine, Michelle,
Elektra y los demás chicos, quisiera disculparme por todo lo que les hice...
–Creo que ya es tarde para eso – le respondió Cástor.
–Lo sé, pero al menos déjenme decírselos a todos de frente, ustedes han sido lo
más cercano a una familia que he tenido, creo que al menos les debo una disculpa
por como los traté.
Cástor le iba a responder a Thitus pero Póllux lo calló.
–No hay problema, amigo, tú lo has dicho, éramos una familia y en todas hay
diferencias, estoy seguro que no habrá problema con los chicos, tú y Meirelle son
bienvenidos con nosotros.
Póllux le ofreció la mano a Thitus y éste se la estrechó mientras le respondía:
–Gracias Cástor, siempre pensé que sería Póllux quien me daría la oportunidad.
Los gemelos se voltearon a ver conteniendo la risa, Thitus aún no sabía lo que
había sucedido con ellos, el ahora gemelo menor decidió informárselo.
–Hay algo que debes saber, amigo, ahora yo soy Póllux...
–¿Qué dices? – Thitus no entendía lo que el gemelo menor le decía.
–Después de la batalla en la zona militar de la Ciudadela...
Póllux no pudo seguir hablando, en ese momento se escuchó un gran
estruendo que hizo temblar la tierra, algo muy grave debía pasar si un edificio como
el de la Ciudadela se había cimbrado.
Los Caballeros Fantasmas que estaban en el edificio junto con Ephra Nexus
salieron corriendo, Sir Phillippe les preguntó a los tres guerreros que se encontraban
afuera:
–¿Qué fue lo que sucedió?
–No lo sabemos, Sir, pero parece que es grave... – respondió Póllux.
–Ustedes deben irse para apoyar a sus compañeros – les dijo "el Primer
Caballero" a los gemelos –. Nosotros investigaremos qué fue lo que sucedió.
–¿Seguro que no necesitan nuestra ayuda? – preguntó Póllux.
–No, ahí viene Lady Madeleine – Sir Phillippe señaló a su compañera que corría
hacia ellos –. Con nosotros y nuestros hermanos de la Orden de Levit basta,
váyanse...
Los gemelos se retiraron mientras los Caballeros Fantasmas se organizaban
para abarcar el mayor terreno posible y saber la causa del fenómeno que había
sucedido...

Angie Asegir caminaba por la zona militar de la Ciudadela, estaba dando una
ronda asegurándose que todo estuviera bien, prefería estar ayudando a sus
maestros Lady Madeleine y Sir Phillippe que a los rebeldes.
La guerrera oculta de la Armada Elemental tenía sentimientos encontrados,
creía que sus emociones por Cross habían desaparecido desde su época de
estudiantes, sin embrago, sentía un gran malestar cada que lo veía con cualquiera
de las tres bellezas que ahora se diputaban su amor.
Angie pensaba en su compañero, desde que lo conoció y logró que confiara en
ella, Cross le contó acerca de Christina Riazor y de su intención de competir por la
espada roja con tal de estar cerca de la heredera de Odín. La convicción con la que
Cross hablaba le dejó en claro que nunca amaría a nadie más que a Christina
Riazor, así lo entendió la miembro de la Armada Elemental y se convirtió en su mejor
amiga.
Pero Lilith murió y con su partida regresó la ilusión para Angie, algo que ella
nunca se imaginó, sus sentimientos volvieron a florecer, claro, ella desconocía por
completo la historia de Cross con Athena, Pariel y Caribdis, tres hermosas chicas
que se disputaban su amor.
Cuando Angie se enteró de la situación entre Cross y esas tres bellezas de
nuevo la asaltó la decepción, se sabía bonita, pero jamás al nivel de esas tres chicas
que competían por la atención de su compañero escolar.
Sin embargo, Cross cambió, tras la muerte de Lilith se enteró que no solamente
Argento Riazor tuvo que ver en su asesinato, hubo otras personas que intervinieron
y que gracias a ellos perdió a Christina.
El corazón de Cross se llenó de odio y sed de venganza, cuando ella se enteró
por casualidad de todo, inmediatamente lo obligó a aceptar su ayuda, Cross no pudo
negarse al ver que los avances de Angie en sus investigaciones eran mejores que
los suyos. Dana, como ahora se hacía llamar Angie al pertenecer a la Armada
Elemental, jamás pensó que Cross fuera capaz de cometer los salvajes y
despiadados actos que ella presenció, sin embargo lo apoyó, sabía que lo de su
compañero era algo que no estaba bien pero tampoco se espantó, el pasado de ella
era aún más oscuro que la etapa que Cross vivía, muy en el fondo esperaba, tenía la
vana esperanza de competir por su amor.
Nadie nunca supo de su intervención, fue todo un año que estuvo con Cross y
Arne haciendo investigaciones, buscando culpables. Tanto el portador de Antares
como Amón omitieron dar su nombre, pero ella fue parte fundamental en la incursión
de Escorpión en la Ciudadela.
Lo que también nadie supo es que en esa etapa oscura Cross estaba
vulnerable, no dormía y las pocas veces que lo hacía las pesadillas que lo asaltaban
por las noches lo hacían gritar dormido, Angie para calmarlo se acostaba a su lado,
entonces sucedió, en una ocasión Cross la llamó por el nombre de Elektra y ella le
respondió, terminaron haciendo el amor.
Así pasaron prácticamente un año, a pesar de no dormir algunas veces Cross
se perdía en su subconsciente por algunas horas, un estado de sopor entre el sueño
y la realidad, un estado al que su mente lo llevaba involuntariamente para no perder
la cordura, era cuando llamaba a alguna de sus chicas, Angie siempre acudía a ese
llamado. Cross se perdía en un letargo donde respondía, hablaba y hasta se
levantaba, pero no era consciente de sus actos, en varias ocasiones llegó incluso a
destrozar todo a su alrededor, situación que sucedió en muy contadas ocasiones, la
mayoría del tiempo Cross siempre estaba despierto, rehusándose a dormir y tener
esas pesadillas en donde siempre veía a Christina morir. Muchas veces Angie se
planteó quedarse con Escorpión hasta que él reaccionara, que supiera que cuando
ella lo amaba él estaba más calmado, pero nunca se atrevió, la única vez que ella
intentó besarlo estando el miembro del Círculo del Zodiaco consciente, él la rechazó,
le reveló sus sentimientos por sus tres chicas y le explicó que con ella siempre lo
uniría sólo la amistad.
Una vez que sus chicas y la aparecida madre de Cross lo hicieron entrar en
razón, no hizo falta que él se alejara de ella, Angie lo hizo por iniciativa propia, desde
entonces, ella prefería estar lejos de su mejor amigo, evitando miradas incómodas y
que alguien se diera cuenta de lo que había sucedido entre ellos.
Aunque al final de nada sirvió, Elektra los escuchó hablar y se enteró de todo,
sin embargo, tampoco habló, pero eso ya no importaba, ahora Angie se sentía
incomoda en todo momento cuando estaba entre los rebeldes.
Lo que la miembro de la Armada Elemental no podía evitar en su mente por
más que lo deseara era dejar de pensar en los momentos que pasaron juntos, la
intensidad con la que ella y ωross vivieron esa etapa oscura del portador de “la
espada roja”, sólo ellos dos, era algo que jamás se borraría de su memoria.
Precisamente esos recuerdos la estaban acosando cuando lo sintió, un gran
estruendo, la tierra tembló, eso no debía haber sucedido muy lejos de donde ella se
encontraba, podía sentir el gran poder y la amenaza cerca del edificio de la
Ciudadela.
Presurosa Angie corrió hacia donde se originó el estruendo, cientos de
soldados hacían lo mismo, todos yendo hacia la misma dirección y todos corriendo
con miedo, con el alma en un puño.
Mientras corría a toda velocidad al punto del desastre, David Nexus se acercó
a Dana y corrió a su lado, ambos rebasaban a los soldados que también corrían
como si estuvieran estáticos, David estaba tan desconcertado como ella, el miedo a
una nueva invasión y otra batalla en la zona militar de la Ciudadela era algo que
estaba bien arraigado en los corazones de todo el ejército.
–Dana... ¿puedes decirme qué es lo que pasa?
–No lo sé, David, pero puedo asegurarte que es algo muy malo.
–No puedo creer la energía que se sintió – mencionó el protector de Isaac
Erikksson con preocupación –, esto es algo fuera de toda lógica, es como si cien
FILOS Divinos hubieran llegado a la Ciudadela...
–¿Qué sabes de los demás?
–Todos partieron a las distintas provincias a pactar las condiciones del nuevo
gobierno...
–¿Y Geedy?
–Él fue a Riazor...
–Esto es peor de lo que imaginamos, posiblemente hayamos caído en una
trampa...
–Esperemos que no sea así, pero en tal caso estamos preparados, atacaremos
con todo el armamento del que disponemos...
–No te apresures, David, primero veamos la magnitud del problema, no
podemos permitirnos la destrucción del arsenal militar de Arcadia.
–Tienes razón. – En ese momento David Nexus se detuvo, su rostro no sólo era
de sorpresa, por primera vez en su vida el temor invadió todo su cuerpo, nunca se
había sentido así, ni cuando fue enviado por Azazel a la otra dimensión –. ¿Qué
demonios es eso? – preguntó mientras señalaba al frente.
Angie también estaba sorprendida y temerosa, una gigantesca mujer con
manchas en el rostro estaba causando destrozos, debía medir aproximadamente
casi cuatro metros, con ambas manos sostenía el cuerpo de un soldado mientras
otros le apuntaban temblando con sus armas, la mujer sin ninguna emoción
interrogaba al militar.
–Será mejor que me digas quién es la persona más poderosa de este mundo o
lo destruiré todo...
La miembro de la Armada Elemental decidió enfrentarla, la persona con más
poder en ese lugar debía ser ella, era su obligación defender las vidas humanas de
todos esos soldados.
–¡Oye tú! – le gritó a la Titánide –. Será mejor que bajes a ese hombre si no
quieres tener problemas...
La enorme mujer la volteó a ver, en cuanto tuvo a Dana de frente sintió el poder
en esa chica y en menor medida en el soldado que la acompañaba, sonriéndoles a
ambos apretó al soldado con sus manos hasta romperle todos los huesos, después
arrojó el cadáver lejos del lugar.
Angie Asegir veía detalladamente a esa gigantesca mujer, trataba de encontrar
un punto débil en ella, ese era uno de sus poderes, al igual que Libra podía
encontrar las debilidades de sus enemigos.
Observó que la gigante era una mujer atractiva y de cuerpo voluptuoso, lo que
parecían machas en su piel más bien eran espacios oscurecidos de su rostro que
denotaban símbolos del elemento hielo.
La enorme guerrera se acercó a ella y a David, sentía curiosidad por ellos,
agachó una rodilla para ponerse a su nivel y les preguntó:
–¿En qué época estamos?
–En el año cuatro mil veinte después de la era de Zarth... – respondió Angie.
–Zarth... – murmuró la enorme mujer haciendo memoria –. ¿Te refieres al
pequeñito de la espada roja que guio a los humanos en contra de sus gobernantes?
–Me refiero al guerrero que venció y exterminó a los gigantes...
–¡Vaya...! – exclamó la Titánide con el semblante divertido –. Eso quiere decir
que sí ganaron.... me imagino que eso significa que ahora son los hombres quienes
gobiernan el mundo...
–Así es, desde hace cuatro mil veinte años en que terminó la era de los
gigantes.
–Pues parece que esa era está por renacer, niña...
–No es posible – repuso Angie, quien se negaba a creer lo que sus ojos le
mostraban –, los gigantes se extinguieron hace...
–Cuatro mil veinte años – la interrumpió la Titánide –, ya lo mencionaste...
¿Acaso tus registros de historia no dicen quien fue la magnífica, hermosa y
todopoderosa Skade?
–La reina del norte – comentó Angie haciendo memoria de sus clases de
educación básica –, vencida por los FILOS Divinos originales...
–¡Bien! Los registros sí hablan de mí, así es pequeña, con trampas fui derrotada
por Caín Enoch y Sachell Nisser, portadores de las espadas azul y magenta,
ayudados por Abel Enoch, el hermano menor de Caín.
–Pero... ¿cómo es posible que estés tú aquí? – preguntó una incrédula Dana.
–Es complicado, pequeña, no vale la pena que te lo explique si vas a morir.
–¿Por qué quieres matarme? – Por más seguridad que la miembro oculta de la
Armada Elemental quiso imprimir en su voz, ésta se escuchó temerosa.
–Tienes poder – respondió con apatía Skade, como si no importara el motivo –,
quiero medir la fuerza de los guerreros de esta época, no es nada personal...
–Está bien – concedió Dana al ver que la batalla sería inevitable –, voy a pelear
contigo, pero debes prometer que si me vences te irás sin causar más daño...
–¿Por qué habría de prometer eso?
–Porque puedo irme de aquí sin pelear y traer refuerzos para matarte, no tienes
ni idea de las armas que poseemos ahora...
Skade pensó las cosas un momento, cuatro mil años eran mucho tiempo y ella
desconocía por completo ese mundo, todo lo que veía a su alrededor le parecía
excitante y nuevo, en efecto, las posibilidades de que hubiera un arma capaz de
vencerla eran altas, juntó energía en su mano derecha y nada sucedió, aún no tenía
todo su poder, debía ser precavida.
–Está bien, acepto, si no soy atacada me iré de aquí tranquilamente después de
matarte.
Dana volteó hacia David Nexus.
–Despeja la zona, David, esto se va a poner feo.
–Me quedo a ayudarte.
–Este es un duelo individual, están de por medio las vidas de muchos soldados,
si pierdo encárgate de que Skade sea escoltada sin daño alguno hasta que salga de
Arcadia o por lo menos de la zona urbana...
–Me informan los soldados que hay diecinueve gigantes más... – comentó David
llevándose la mano al comunicador miniatura que tenía en el oído derecho.
–¿A dónde se dirigen? – preguntó Angie Asegir preocupada, veinte guerreros
más como esa mujer eran demasiados, para cualquiera...
–Se dirigen por aire hacia el puente que desemboca en el camino que lleva al
Primer Distrito...
–Da la orden que no sean molestados. – Dana tenía la esperanza de que su
combate fuera el único, al menos hasta enterarse del poder e intenciones de los
Titanes.
–¿Y si atacan? – David Nexus estaba totalmente abrumado con lo que estaba
pasando, esa situación lo rebasaba por completo.
–Ya lo hubieran hecho – respondió Dana analizando las cosas con frialdad –, es
primordial que los dejen en paz...
–Está bien – David Nexus tomó valor de la actitud de Angie, ella se jugaría la
vida por todo Arcadia, a él le correspondía encargarse de que nadie más saliera
herido –, yo me encargo, suerte Dana.
–Gracias David, la necesitaré...
Cuando David Nexus se estaba retirando dando instrucciones, Angie le habló:
–David...
–Dime. – El bérserker volteó hacia la miembro de la Armada Elemental
esperando que le pidiera ayuda en su batalla contra Skade, peleando es como él se
sentía más cómodo, aunque fuera una batalla imposible de ganar.
–Si muero dile por favor a Cross y a todos mis amigos que los quiero mucho...
–No te preocupes – respondió David con decepción –, no tendré que hacerlo.
David Nexus se retiró con la mayoría de los soldados, era peligroso
permanecer en ese lugar que se convertiría en un infierno por la batalla de esas dos
guerreras, Skade se preparó para atacar.
–¿Estás lista niña?
–Lo estoy.
–Bien, esto va a ser divertido...

Las primas Astrid y Addy De Grieff, Nefert Aswan y Ganesh, vigilaban la


escuela de educación superior del Tercer Distrito, todos los demás guerreros élite
estaban distribuidos en los diferentes estados de Boleria pactando con los gobiernos
los términos de la transición al nuevo gobierno.
Donnar y Brachium en compañía de Selene Kanezon y Kharynna Humbolt
partieron hacia Aztlán, las familias de los hermanos Brunn y Caribdis eran las más
influyentes del estado y los Kanezon eran una familia integrante de la triple alianza,
por lo que con ellos se facilitarían las pláticas.
Edgar De Grieff acompañado de Acuario, Furcas y Beleth, partieron hacia
Hamal. Andrea, Mot y Archemar pertenecían a los poderosos clanes Sadalsuud,
Alfard y Deltotum, su ayuda sería primordial en las negociaciones.
A Levit fueron la mayoría los Arcángeles y miembros de la familia gobernante:
Fausto, Arad, Emilian y Daiana Yaotl, Dharma Ayalet, Daniela Malka, así como Troy
y Rhiannon Hobbs, las familias de Chitriel, los primos Hobbs y Tamiel eran de las
más poderosas e influyentes del estado.
Finalmente a Riazor fueron Siege Hobbs, Geedy y sus Bérserkers Celestiales:
Ceo, Gea y Quantum, así como Isaac Erikksson y Brian Nexus con sus hermanos
que protegían al nombrado Gobernador Interino de Arcadia.
Connor Brunn y Drake Avalon se aferraron en acompañar a Cross Yaotl,
Elektra y Dorian Riazor, Michelle Harrisson, Cástor, Póllux y Arlés Probzzer en su
incursión rumbo al estado de Ishtar, aunque acababan de librar una difícil batalla no
hubo poder humano que les impidiera acompañar a su amigo.
Astrid intentaba acercarse a su prima, conocía a Esther y Addy de la época en
que estuvo entrenando con su tío Elan y siempre se llevaron bien, la gemela rubia
ahora era un poco introvertida tras los sucesos que habían acontecido en la guerra
de los Arcángeles en contra del Círculo del Zodiaco, Luzbel no hablaba con nadie
más que con Póllux y Daniela Malka.
Algo similar sucedía con Ganesh que no cruzaba palabra alguna con nadie
más que con quien conocía: los hermanos Brunn, Isis, Tyr y por supuesto, el ángel
de quien estaba enamorado: Michelle.
Para incluir a su prima en la plática, Astrid empezó a hablar de los novios de
ambas: los gemelos, Isis y Ganesh también confraternizaban con ellos, como todos
lo demás rebeldes.
–No te preocupes por Pol, prima – decía Freya –, estará bien...
–Es muy temerario...
–No más que su hermano – respondió Isis –. Donde está Her..., perdón, se me
olvida que ahora el loco ese se llama Titán, en donde está él siempre hay problemas
en grande...
–Eso no me hace sentir mejor... – Addy se frotaba las manos en un “tic”
nervioso.
La portadora de la espada sagrada Valkiria sonreía, no le molestaba que
tacharan de loco a su prometido, en el fondo tenían razón.
–Es cierto eso, pero ellos siempre salen adelante, no importa el rival y lo difícil
de la situación, mi bebé y Pol son invencibles... te lo digo yo que he peleado a su
lado.
–En eso tiene razón – aceptó Isis –. No existe guerrero en este país que no
tema a Titán, Hermes está a su mismo nivel...
–¿De verdad? – preguntó esperanzada Addy.
–En serio – respondió Freya –. En una ocasión Pol enfrentó él solo a un FILO y
a un FILO Oscuro, de no estar yo presente para protegerme te aseguro que los
hubiera derrotado a los dos...
–¿Qué te hace pensar eso?
–Éramos rebeldes, prófugos de la justicia y estábamos a su merced, después de
enfrentarse a Pol, Leviatán decidió dejarnos ir, algo inconcebible tomando en cuenta
que ellos tenían toda la ventaja, la única opción posible a su repentina generosidad
fue el miedo, Leviatán y Siegfried tuvieron miedo de enfrentar a tu novio.
–Pero ya fueron vencidos una vez...
–Por su hermano al que ellos se negaron a matar, eso es algo muy diferente...
–Creo que tienes razón – comentó Addy tratando de creer las palabras de su
prima –, una vez Hyadum me contó que Pol lo había vencido y que nadie en el
Círculo se atrevía a desafiar a Cástor, espero que estén bien.
–Lo estarán, prima, te aseguro que pase lo que pase no existe un guerrero
capaz de matar a los gemelos.
Isis cambió el tema de la plática y empezó a hablar de los acontecimientos que
se estaban sucediendo, ella y Astrid trataban de integrar a la plática a Luzbel y
Ganesh, quienes contestaban sólo lo indispensable. Cuando tanto Addy como el
geniecillo empezaban a participar más de la charla, de repente escucharon el
estruendo, incluso les llegó un leve temblor de la tierra.
–¿Qué es lo que sucede ahora? – preguntó atemorizada Isis.
–No lo sé, pero ese estruendo viene de la zona militar... – afirmó Freya.
–¿Qué hacemos? – preguntó Luzbel.
–Esperar – dijo Freya que había quedado a cargo de la base de los rebeldes en
el Tercer Distrito –. La Orden de los Caballeros Fantasmas de Arcadia está
protegiendo la zona militar junto con Dana de la Armada Elemental y David Nexus, si
necesitan ayuda nos lo harán saber...
Todos estuvieron de acuerdo con la portadora de Valkiria quien
inmediatamente empezó a dictar órdenes.
–Debemos estar preparados para cualquier eventualidad, que todos los
estudiantes vayan a sus puestos y estén listos para combatir conforme a la
estrategia que Fenrir estableció para la defensa de la escuela.
Isis, Freya, Luzbel y Yago de inmediato salieron a coordinar a los estudiantes
conforme al protocolo de emergencia que Fenrir dejó preparado para situaciones de
alto riesgo.
Una vez que todo estuvo en orden se reunieron en la base de Ganesh para ver
si el geniecillo había logrado investigar algo, lo encontraron blanco de miedo viendo
sus monitores.
–¿Qué sucede, Ganesh? – preguntó Isis.
–Será mejor que vengan a ver esto... – respondió el geniecillo.
Al igual que a Ganesh el color se les fue del rostro a las tres guerreras cuando
vieron a los diecinueve gigantes pasar por el puente que llevaba a la vía hacia el
Primer Distrito. Luzbel preguntó:
–¿Qué demonios es eso?
–No lo sé – respondió Ganesh –, pero son enormes, según mis máquinas el
menor mide tres metros y medio, el mayor un poco arriba de los cuatro metros y
medio, eso es imposible...
–¿Ya te comunicaste con la zona militar?
–Sí, David Nexus me ha dicho que pase lo que pase no intentemos pelear con
esos sujetos, dijo que era imprescindible no atacarlos sin importar el destrozo que
hagan, también mencionó que les demos pase libre por el Distrito si es que
ingresan...
En ese momento Virgo se comunicó con ellos a través de sus mentes con la
ayuda de Tyche.
–Me imagino que ya saben lo que está sucediendo...
–No Virgo, no tenemos ni idea, sólo sabemos que diecinueve gigantes están
descendiendo por el puente de la zona militar de la Ciudadela... ¿quiénes son?
–El Apocalipsis en persona, Freya, si has estudiado historia me imagino que
habrás escuchado de la era de los gigantes...
–Si... – respondió Freya mientras sus compañeros afirmaban con la cabeza –.
Pero ellos se extinguieron hace miles de años...
–No todos, algunos de ellos encontraron la puerta de la inmortalidad y así
acabaron con su propia especie, el hombre no exterminó a los gigantes, fueron ellos
mismos los que acabaron con su raza, los más poderosos son los que eliminaron a
todos los de su clase, todo para dividirse al mundo dejándonos a los humanos como
sus esclavos... Zarth y sus guerreros sólo vencieron a los últimos que quedaron....
–¿Qué intentas decirnos, Virgo? – preguntó Freya sin querer saber la respuesta.
–Que esos sujetos, los que ahora caminan por la Ciudadela, no podían morir,
por lo que los FILOS Divinos originales los encerraron para que no causaran más
daño, el edificio de la Ciudadela se construyó debajo de del lugar de su encierro
eterno...
–No te entiendo...
–El último piso de la Ciudadela era su prisión, Minos y tus amigos, los
Guardianes del Destino, eran quienes protegían la llave de las puertas que los
mantenían encerrados.
–Entonces...
–Así es, después de cuatro mil años alguien les abrió las puertas...
–¿Y qué debemos hacer?
–Huir, no se enfrenten a ellos, quien lo haga ya está muerto, debemos esperar a
los demás y decidir qué acciones tomar.
–Está bien.
–Estaré al pendiente de ustedes, pero en este momento no puedo abandonar
las instalaciones del Círculo del Zodiaco, otros males están tras de mí...
–Los gigantes van hacia tu Distrito...
–Roguemos a los dioses que se sigan de largo, estamos en contacto...
La comunicación con Virgo se cortó, por un momento las tres chicas y Ganesh
se quedaron sin saber qué hacer, hasta que Freya reaccionó.
–Ya escuchaste, Ganesh, avísales a todos en la escuela que si ven a un gigante
no lo ataquen sin importar lo que haga...
–Sí, en este momento les aviso.
Apenas Ganesh terminó de informar a todos los estudiantes las instrucciones
de Freya cuando se escuchó un nuevo estruendo, uno de los muros de la escuela
había caído, Isis empezó a temblar.
–¡Debemos irnos...!
–No hasta que hayamos puesto a salvo a todos los estudiantes – respondió
Freya.
–Pero Virgo dijo que...
–Virgo no está a cargo de la escuela, estoy yo, no voy a permitir que nadie
muera mientras yo esté al mando, vamos a ver qué sucede...
Las tres guerreras y Ganesh llegaron hasta donde se había escuchado el
estruendo, un gigante de cuatro metros y medio increíblemente musculoso destruía
todo a su alrededor, los estudiantes desobedeciendo las órdenes de Freya lo
atacaban, Astrid les gritó a todos:
–¡Deténganse!
Los estudiantes obedecieron a la encargada de la escuela y corrieron hacia
ella, Freya tomó del cuello al que tenía el más alto rango:
–Se les ordenó no atacar a esos tipos por ningún motivo...
–Escuchamos su orden, Freya, pero el Capitán Yago atacó a ese tipo, los
demás sólo lo apoyamos.
–¿Y en dónde está ese imbécil? – preguntó Astrid enfurecida, estaba dispuesta
a darle una tunda a Yago por haberla desobedecido.
–Fue el primero que cayó – el estudiante señaló hacia un muro donde se
distinguía un cuerpo destrozado –, ese tipo le rompió todos los huesos de un solo
golpe...
–Tomen su cadáver y váyanse todos de aquí... – ordenó la portadora de
Valkiria.
–Han muerto otros cuatro estudiantes... ¿también los de ellos? – preguntó el
nuevo guerrero a cargo.
–No – masculló Astrid lamentándose por esas inútiles muertes –, sólo el de
Yago. Váyanse todos... ¡ahora!
–A sus órdenes...
Los estudiantes corrieron hacia el cuerpo de Yago que se encontraba
embarrado en un edificio a doscientos metros del lugar, el gigante increíblemente
sólo los observaba, no hizo nada por impedir que los chicos huyeran. Freya le habló:
–¿Entiendes lo que te digo?
–Te entiendo – respondió el gigante –. Al parecer nuestra lengua no ha
cambiado mucho...
–Te ofrezco una disculpa por lo sucedido, puedes seguir tu camino en paz,
nadie te atacará...
El gigante empezó a reír divertido, incluso se doblaba de la risa, finalmente se
calló un momento y después le contestó a Freya viéndola con curiosidad.
–¿Acaso crees que necesito de tu protección para ir a donde me dé la gana?
¿Crees que me importa que me ataquen uno o mil de esos hombrecitos? – El rostro
del gigante se endureció –. Soy un Titán, pequeña, un dios entre los gigantes, un
antiguo gobernante de este mundo, el señor de los desiertos, mi nombre es Atlas "el
conquistador".
–He escuchado de ti en los libros de historia, fuiste traicionado y asesinado por
tus propios soldados...
–Así es, eso fue lo que sucedió, ningún hombrecillo es capaz de hacerme daño,
fui asesinado a traición por mi ejército, los últimos gigantes de mi época y todos ellos
murieron junto conmigo, pero eso fue al parecer hace miles de años, ahora ya no
existen los gigantes, sólo estamos los veintiún Titanes, venimos a reclamar nuestra
tierra.
–Esta ya no es su época...
–Ahora lo es, me he informado de este nuevo mundo, me han dicho que en este
sitio es donde residen los guerreros más poderosos que existen, vengo a
comprobarlo.
–Entonces tu intención no es sólo transitar por aquí...
–No, es matar...
Al escuchar al gigante Isis tuvo un ataque de pánico, intentó correr pero Freya
la detuvo.
–¡Suéltame! – Se quejó la Juez del Este del Quinto Distrito totalmente fuera de
sí –. Debemos huir...
–Tranquilízate Isis.
–¡No! Vámonos de aquí, yo no puedo pelear – se excusaba la portadora de la
espada oscura Anubis –, de verdad... he perdido al Grifo, por el momento no
puedo...
Freya tomó a Isis de las mejillas y le dio un beso en la boca, la Juez del Este
del Quinto Distrito se quedó en una pieza.
–¿Qué haces?
–Tranquilizarte, era eso o abofetearte...
Isis no supo que decir, quedó mal después de su pelea en contra de Fuxi,
aunque su victoria sobre el miembro de la Armada Elemental fue por un margen muy
pequeño, la verdadera derrotada fue ella, había perdido sus ganas de luchar, temía
perder la vida en un enfrentamiento. Una vez que la Juez del Este se tranquilizó,
Freya les dio instrucciones a sus compañeras y a Ganesh.
–Escuchen bien, deben desalojar la escuela, yo pelearé con ese tipo, ustedes
se encargarán de los estudiantes... Ganesh, ve por Iama y Océano, activa sus
brazaletes para controlarlos y salgan de aquí, deben alejarse lo más posible de los
gigantes, vayan hacia las casas de seguridad del Distrito, recuerden, traten en la
medida de lo posible de no enfrentarlos...
–Está bien – respondió Ganesh, quien inmediatamente corrió hacia el área
donde tenían presos a Iama y Océano.
Luzbel por su parte se negó a dejar sola a Freya.
–Yo pelearé contigo...
–No prima, no voy a permitir que le suceda algo a la hija de mi tío Elan, su
muerte no va a ser en vano...
–Tu sangre es tan valiosa como la mía...
–Yo soy quien está a cargo... los gemelos jamás me perdonarían si algo te
pasara.
–Cástor me odia.
–Mi bebé no odia a nadie, sólo tiene resentimiento, pero ama a su hermano y no
puede verlo sufrir.
–¿Y Póllux sí puede ver sufrir a Cástor?
–No es eso, pero Cas es más fuerte que su hermano, podrá vivir sin mí, Póllux
no lo logrará sin ti.
–Por favor, déjame ayudarte...
–No tiene caso, si yo no puedo sola las dos tampoco seremos rivales para él,
pero aún puedes salvar muchas vidas, ayúdale a Isis.
–Está bien, pero prométeme que no vas a morir...
–Te lo prometo...
–Ya me estoy cansando – interrumpió Atlas –. Toda esa mierda sentimental me
está poniendo de malas...
–Tranquilo grandote – le respondió Astrid mientras sus compañeras se alejaban
–. Soy el FILO número ocho, portadora de la espada sagrada Valkiria, "la espada
serpiente". Mi nombre es Freya y yo seré tu oponente...
–Ahora recuerdo... – comentó Atlas agarrándose el mentón –, los insectos que
se rebelaron contra nosotros se hacían llamar FILOS, pero jamás oí nombrar tu
espada... ¿dices que se llama Valkiria? ¿Cuál es su color para distinguirla?
Mi espada es del color del acero, me confundes con los que se hacen llamar
FILOS Divinos, yo pertenezco a otra generación de guerreros...
–¿Y cuántos son estos nuevos FILOS?
–Somos doce...
–Igual que los originales, me imagino que deben derivar de alguno de ellos...
–De la espada roja...
–Al igual que los originales, bien... – Atlas al igual que Skade concentró su
energía en su mano derecha, tampoco sucedió nada –. Tienes suerte, aún no puedo
mostrarte mi arma, tendremos que pelear sólo con la tuya, ahí voy, estés preparada
o no...

Isis y Luzbel escucharon el choque de los dos poderes, mientras organizaban


la retirada, la Juez del Este lloraba de impotencia, se disculpaba con su compañera.
–Lo siento, Addy, era mi obligación como FILO Oscuro pelear en lugar de Freya,
pero tengo miedo, tengo mucho miedo...
–Déjalo – Luzbel trataba de consolar a Isis –, no puedes pelear en esas
condiciones, algún día tendrás que superar tus temores.
–Ya he perdido la voluntad de pelear, por eso le pedí a Fenrir que me diera un
puesto administrativo, de preferencia al lado de Ganesh, me puso al mando de la
escuela, jamás pensé que tendría que volver a pelear...
–Estoy segura que si tus amigos estuvieran en peligro real de muerte
pelearías...
Isis pensó en Brach, Donnar y Ganesh, se veía a sí misma huyendo mientras
Atlas asesinaba a sus compañeros, eso la hizo temblar otra vez y avergonzarse de
sí misma.
–No lo creo...
–Por el momento no vas a pelear, debemos sacar a todos de aquí, los
estudiantes confían en ti y esperan tus órdenes, debes mostrarte ante ellos fuerte y
segura o todo colapsará... ¿entiendes?
Isis levantó el rostro y se enjugó las lágrimas.
–Entiendo Addy, gracias por entenderme y ayudarme...
Addy se veía a sí misma en Isis, así era ella, cobarde y asustadiza, pero ya no,
ahora debía ser como su hermana Esther, valiente, tranquila e inteligente, siempre
lista para enfrentar cualquier eventualidad.
–No hay de qué.
Las dos guerreras siguieron organizando el desalojo de la escuela mientras
escuchaban los estruendos del choque de poder de Atlas y Freya, ambas esperaban
que por lo menos Astrid resistiera hasta que todos estuvieran fuera de peligro para
que así su sacrificio valiera la pena.

Cástor y Póllux corrían hacia los pisos inferiores de la Ciudadela, pensaban


abordar un pequeño jet que los llevaría en cuestión de un par de horas a Volantis. El
lugar se veía vacío, al parecer todos estaban ocupados con el asunto del estruendo
que se acababa de escuchar. Casi llegaban a la zona militar cuando Cástor se
detuvo, Póllux hizo lo mismo y le preguntó por qué se detenía.
–¿Qué sucede Cas? Llevamos prisa...
–Creo que acabo de ver a un viejo conocido.
–¿A quién? – Póllux se acercó con sigilo a su gemelo, buscando a alguien más
alrededor.
–Al guerrero que me hace ver pequeño – Cástor señaló una esquina del
inmueble que acababan de pasar –, el amigo de Sir Exxus, el angelito que mató a
Mimir y Dagr.
–¿Te refieres a Sir Num? – El ahora gemelo menor intentó asomarse para
distinguir a Goliath, no vio nada.
–Así es... – Cástor le indicó a su hermano que avanzara sin temor, con señas le
informó que el Caballero Fantasma estaba hasta el otro lado del inmueble.
–¿Cómo demonios lo viste? – Póllux no se explicaba la manera en que su
gemelo había encontrado a Sir Num, era imposible que lo viera a la velocidad a la
que corría y desde su posición –. ¿Sabes qué? Eso ya no importa, déjalo... no es de
nuestra incumbencia el que ese tipo esté aquí.
–No lo vi – le explicó Cástor a su hermano –, sentí su poder. Esos tipos me dan
mala espina, no Sir Gene o Lady Deuther, ellos parecen sinceros, pero "el Confesor"
y "Goliath" no son de confianza...
–Está bien – dijo un resignado Póllux –, vamos a ver qué se trae entre manos...
Los gemelos se acercaron al lugar en donde Cástor había sentido el poder de
Isaac Yaotl, para su gran sorpresa lo vieron platicando con el traidor de Seth,
llegaron justo en el momento en que ambos se daban la mano.
–Entonces el trato está cerrado, Sir.
–Completamente, una vez que restauremos la Orden les ayudaremos...
–Hacen bien, esta es una guerra que Radamanthys ya tiene ganada, la historia
se decidió cuando fueron abiertas las puertas del último piso...
–Lo sabemos, sólo por eso hemos decidido apoyarlos, no tiene caso pelear
entre nosotros si debemos lidiar con los gigantes. Ten por seguro que una vez que
Sir Exxus sea nombrado Gran Maestre de la Orden, tendrán su colaboración total...
–¿Y si no es elegido?
–No importa, su peso político en la Orden es superior al de cualquiera, con su
poder psíquico los controlará a todos para que le den el mando a más tardar en dos
años...
–Bien, confiamos en ustedes.
–El sentimiento es mutuo.
–Están haciendo lo correcto, reescribiremos la historia del país, seremos
recordados como los salvadores de Boleria.
–Así lo esperamos todos, Seth.
–Espera un momento – dijo el Guardián del Destino observando hacia donde se
encontraban los gemelos –, aquí hay un par de ratas...
Póllux volteó a ver furioso a su hermano, Cástor a propósito había elevado su
energía, quería ser descubierto, desde que había enfrentado a "Goliath" soñaba con
volver a pelear con él, más ahora que tenía el cuerpo de su hermano.
–¿Qué demonios te sucede, Cas?
–Lo siento, hermano... no pude evitarlo, tengo que pelear con ese tipo... –
señalaba a Sir Num.
–¡Maldita sea! – se quejó Póllux mientras un par de guantes metálicos surgían
de sus brazos –. Salgamos entonces, de todas formas ya nos descubrieron.
Los gemelos se dejaron ver por Seth y Sir Num, el miembro de los Guardianes
del Destino, los veía fijamente.
–Vaya, vaya... pero si son los hijos de Elohim, que inesperada sorpresa...
Cástor y Póllux se voltearon a ver, el ahora gemelo pequeño lo enfrentó:
–Ese imbécil no es nuestro padre.
–Lo es – respondió Seth –, pero no se emocionen, fueron producto de un desliz,
una cana al aire que Elohim se aventó con una zorra común y corriente, el poder que
les heredó jamás podría compararse con el de sus otros hijos...
Cástor interrumpió a Seth preguntándole a su hermano.
–Ya nos dijeron eso, Elohim pretendía reclutarnos, Pol... ¿en serio te interesa
quien es nuestro padre?
–La verdad no, pero me sorprendió que él – señalaba a Seth – supiera nuestro
origen...
–Bueno, pues recuerda que llevamos prisa...
–Tienes razón, acabemos con esto cuanto antes...
Sir Num volteó a ver a Seth, estaba tan emocionado como Cástor.
–Yo pelearé con el pequeño...
–Me da lo mismo – respondió Seth.
–No grandote – los interrumpió Cástor –, tú quieres combatir conmigo, deja que
los pequeños se arreglen entre ellos, tú y yo pelearemos.
Sir Num vio fijamente a Cástor, esos ojos... él era con quien quería pelear.
–Sostengo lo dicho, ustedes pueden cambiar de cuerpo...
–No precisamente, Sir – le respondió Titán ansioso por iniciar la batalla –, pero
ya basta de plática, tenemos prisa y debemos tomar un avión a Ishtar...
–Avión que no vas a tomar jamás... – respondió Seth –. Lo que han escuchado
no lo puede saber nadie.
Los cuatro guerreros físicamente más fuertes del país estaban por enfrentarse,
en ese momento Póllux se alejó del área de pelea de su hermano y Seth lo siguió,
Cástor movió el cuello a los lados, hizo unas flexiones a la derecha y a la izquierda,
después, retó a su oponente.
–¿Qué me dices “Goliath”? ¿σos jugamos el campeonato mundial?
Isaac Yaotl cerró los ojos y levantó la cabeza hacia el techo del piso en el que
se encontraban, por la emoción del encuentro con Titán había perdido el control de
su cerebro, "la película" en su cabeza que lo desquiciaba empezó a correr cada vez
con más intensidad, con la mirada enloquecida se abalanzó en contra de Cástor.
–Nos lo jugamos...

Los Titanes y las Titánides ya estaban avanzando por el camino entre los
Distritos Tres y Comercial que llevaba al Primer Distrito, miraban asombrados los
grandes edificios, los vehículos, los letreros luminosos, todo...
Seguían su camino cuando algo captó la atención de su líder, Jotun con una
seña ordenó a Leto detenerse para contemplar el inmueble que sobresalía por
encima de los demás, una inmensa y hermosa Catedral. Leto se acercó a él para
comentarle.
–Si no me equivoco esa es la tierra sagrada dedicada a los tres dioses...
–Así es mi querida Leto, las construcciones de nuestro tiempo siguen ahí, pero
esto en nada se parece a un lugar santo, más bien parece un sitio de herejía...
–¿Quieres que lo destruyamos? – preguntó Jápeto el controlador del metal entre
los Titanes.
–No amigo, sientan la energía... no somos los únicos gigantes en este tiempo...
–Suena lógico – opinó Jarnsaxa, quien manejaba la misma energía que Jápeto
–. Seguramente los gigantes que vencieron en la guerra contra los hombres son los
que dominan la tierra...
–Puede ser – respondió reflexivo Jotun –. Adelántense, creo que iré a investigar
un poco...
–¿No crees que deberíamos ir todos? – propuso a modo de pregunta Hiperión,
el controlador de la electricidad –. Recuerda que no tenemos ni el diez por ciento de
nuestro poder...
–No es necesario, ni el peor de los gigantes se atrevería a atacarnos en tierra
sagrada, iré yo sólo...
–Por lo menos deja que Tetis te acompañe – sugirió Mnemósine, la psíquica de
los gigantes –, así estaríamos todos más tranquilos...
–Está bien – se rindió Jotun tendiéndole la mano a una de sus compañeras –,
vamos Tetis.
Tetis, la controladora del agua, tomó la mano de su líder y ambos se internaron
en las calles del Distrito Comercial. Por donde pasaban los gigantes todos los
observaban con sorpresa y temor, las autoridades del Distrito ya habían
implementado las medidas necesarias y habían alejado a todos los turistas de las
zonas colindantes con el camino que llevaba al Primer Distrito.
Jotun caminaba impasible, pero Tetis lo seguía con una gran sonrisa
observando cómo la gente al verlos corría a resguardarse, tomó del brazo a su líder
y entonces empezó a rogar por que la dejara divertirse.
–Vamos Jotun, déjame hacer algo divertido... – La Titánide se moría por hacer
daño a las personas que la observaban con temor, tenía un gran resentimiento
contra los hombres, matarlos en tierra sagrada no era un pecado, no se podía
condenar al castigo divino por matar a un insecto.
–No sabemos a quién pertenecen estos esclavos, abstente de hacerles daño,
compórtate hasta que veamos quién habita este lugar y nos diga quiénes son los
nuevos gobernantes del mundo.
Tetis hizo una mueca de desgano pero aceptó la orden de su líder, conocía de
sobra su carácter iracundo y volátil cuando alguien lo desobedecía.
–Está bien, esperaremos entonces...
El Titán y la Titánide caminaron hasta el magno inmueble de la Catedral,
ambos estaban impresionados por la majestuosidad del edificio gótico.
–Hay que aceptar que en nuestra época hubo estupendos constructores –
comentó Tetis –. La ωatedral de los Dioses es tal y como la recuerdo…
–Es verdad – respondió Jotun.
Apenas entraron por las puertas principales Jotun sonrió, conocía
perfectamente al gigante que inmóvil custodiaba la entrada enfundado en una
sotana con capucha de color azul con una gruesa franja de color oro en medio.
–Hola hermano... ¿qué sucede contigo? Pareces una estatua...
En ese momento Jotun y Tetis fueron llevados al plano de otra dimensión, en
donde el Sacerdote Mayor se bajó la capucha dejando ver su rostro, el cual
ciertamente era muy parecido al del Titán.
–Así que finalmente fueron liberados...
–Así es Teopixque – afirmó Tetis.
–Teopixque... – el Sacerdote Mayor se tomaba la barbilla –. Hacía cuatro mil
años que nadie me llamaba así...
–¿De qué estás hablando, hermano? – preguntó Jotun –. ¿Acaso cambiaste tu
nombre?
–Así es, ahora ante los hombres no tengo nombre, ellos suelen llamarme el
sacerdote azul y oro, para mis hermanos soy el Sacerdote Mayor.
–Siempre fuiste muy espiritual, en cuanto a tus hermanos... – Jotun miraba
expectante a Teopixque, finalmente sabría a quienes se enfrentaría por dominar el
mundo –. ¿De quiénes estamos hablando?
–De Ravi, Lao, Wicca, Gur, Siddhartha, Aya, Kami, Shaman, Nanak y Arzobi.
–Todos los religiosos que hicieron el pacto... – Jotun pensó en los gigantes más
poderosos de su época, los que subyugaban a su gente con la supuesta autoridad
de los Dioses.
–Así es... – confirmó el sacerdote azul y oro, sus palabras se escuchaban
tranquilas –. ¿Cuántos de ustedes cruzaron la puerta?
–Todos los que fuimos encerrados: Crío, Hiperión, Jápeto, Atlas, Helios, Astreo,
Palas, Ymir, Bergelmir, Fornjot, Febe, Rea, Temis, Tea, Leto, Mnemósine, Tetis,
Jarnsaxa, Skade, Gerd y tu servidor.
–Eso es malo...
–Peor de lo que piensas, hermano, venimos decididos a recuperar lo que nos
pertenece... ¿quién es el amo del mundo ahora? ¿Cuántos de los principales
quedan? Debemos llegar a un acuerdo con ellos si no quieren que haya guerra y sus
hermosas ciudades queden reducidas a cenizas...
–La era de los gigantes ha terminado, hermano, nos extinguimos hace más de
cuatro mil años, ahora al mundo lo gobierna el hombre...
–¿Qué quieres decir? – El Titán no comprendía las palabras de su hermano, si
había gigantes en esa época era imposible que unos insectos gobernaran el mundo.
–Que Zarth ganó la guerra contra los gigantes, ahora este continente lleva su
nombre... Zarthland.
–No te burles de mí...
–Hermano... si los gigantes domináramos esta tierra tú y tus camaradas jamás
habrían salido de su encierro, pareces tranquilo pero sé que buscas venganza por tu
enclaustramiento, nos culpas por eso y piensas que somos nosotros quienes los
teníamos capturados, pero no es así, el acierto del hombre los encerró y la estupidez
del hombre también los liberó.
–¿Dónde están encerrados los principales?
–En ningún lado, fueron exterminados desde su origen.
–¿Y por qué ustedes no hicieron lo mismo con nosotros?
–Nosotros les recomendamos a los hombres que también los exterminaran,
pero no nos hicieron caso, pensaron que tal vez un día los necesitarían.
–Malditas criaturas inferiores... – exclamó el Titán furioso –. ¿Creen que pueden
utilizarnos a su antojo como si fuéramos sus esclavos?
–Al parecer se equivocaron...
–Y de qué manera – Jotun ya estaba planeando la extinción de los hombres –,
su equivocación los ha condenado...
–¿Qué piensas hacer? – preguntó el Supremo Sacerdote a sabiendas de la
respuesta de su hermano.
–Conquistar el mundo...
–Suerte con eso.
–¿Y ustedes que harán? – Jotun deseaba saber la posición de los Sacerdotes,
no quería entrar en guerra con ellos –. ¿Nos volverán a traicionar y pelearán al lado
de los humanos?
–No hermano, nuestra existencia es únicamente espiritual, no nos involucramos
con el mundo de los hombres.
–¿Qué quieres decir?
–Que nosotros no existimos, los humanos creen que somos estatuas en la
entrada de los templos, jamás salimos de ellos, esta tierra sagrada es el único
espacio en el que nos desenvolvemos...
–¿Me estás diciendo que los hombres los tienen encerrados como animales y
ustedes no hacen nada?
–Cada quien tiene su perspectiva, hermano, tú puedes pensar lo que quieras.
–Déjame ver si entendí, dices que tu existencia y la de los demás sacerdotes en
este mundo es puramente espiritual y que no intervienen en el mundo de los
hombres... ¿me equivoco?
–No, entendiste bien.
–Entonces... si los Titanes y las Titánides decidimos conquistar el mundo... ¿me
estás asegurando que las Sacerdotisas y los Sacerdotes Supremos no interferirán?
–Así es...
–En nuestros tiempos ustedes eran los más depravados y enfermos de poder,
hicieron lo que quisieron en nombre de la religión... ¿Qué fue lo que les sucedió?
–Que finalmente fuimos tocados por los Dioses y entendimos el significado de la
vida, llevamos más de cuatro mil años en meditación y felicidad eterna...
–Perfecto Teopixque, no quiero interferir con su felicidad...
–Sólo te advierto una cosa, Jotun.
–¡Lo sabía! – exclamó el líder Titán señalando a su hermano –. Siempre hay un
“pero”, dime tu condición... ¿quieres compartir el poder?
–El poder no nos interesa, los hombres se encargarán de sus asuntos con
ustedes...
–Entonces... ¿cuál es tu advertencia?
–Desde el principio de los tiempos este ha sido territorio sagrado, los gigantes
siempre lo respetamos y nunca combatimos en tierra santa, esa regla no escrita
perdura hasta ahora, en este sitio conocido ahora como el Distrito Comercial no está
permitido ningún acto de violencia.
–Lo entiendo.
–Quien realice un ataque en este sitio, sea hombre o Titán, será ejecutado.
–Y yo te advierto a ti que si matas a uno de mis hermanos acabaré con todo y
con todos...
En ese momento se aparecieron atrás del Sacerdote mayor los otros diez
monjes, el azul, el rojo, el negro, el verde, el morado, el blanco, el amarillo, el café, el
naranja y el gris, todos con la cabeza gacha, la capucha puesta y las manos ocultas.
Teopixque continuó hablando.
–A nosotros no puedes amedrentarnos, hermano, ustedes recién han salido de
su encierro, ni siquiera han desarrollado su máximo poder, nosotros llevamos más
de cuatro mil años entrenando y mejorando nuestras capacidades.
Todos los Sacerdotes levantaron la cabeza y sus capuchas cayeron a sus
espaldas, Jotun reconoció todos esos rostros, junto con él habían gobernado el
mundo hacía más de cuatro mil años. Su hermano continuó hablando.
–Ya te dije que nosotros no nos metemos en los asuntos de los hombres, pero
si así lo quieres, no tienes más que decirlo y haremos la guerra contra ustedes,
donde sea y cuando sea...
Teopixque finalmente mostró sus manos, estas estaban cubiertas por un par de
guantes metálicos de color azul y oro muy claro, las sotanas de los diez Sacerdotes
Supremos que estaban a su espalda cayeron, en su lugar vestían vistosas y
hermosas armaduras del color de su respectivo templo, se veían impresionantes y
en perfecta forma física, Jotun evitó el enfrentamiento.
–Si ustedes no piensan intervenir en mi conquista y están felices en su particular
pedacito de paraíso por mí está bien, se los regalo...
–Creo que ya todo está dicho entre nosotros, hermano, espero nunca volver a
hablar contigo, como toda criatura en este mundo son bienvenidos a orar en
nuestros templos, pero sólo a eso, la palabra ya no tiene ningún significado para
nosotros.
–En verdad eres espiritual, hermano... ¿me mostrarás la salida o la busco yo
mismo?
Teopixque volteó a ver al Sacerdote Supremo de la armadura café, quien
avanzó unos pasos, caminó por enfrente de Jotun y Tetis y con su mano derecha
abrió un portal al mundo terrenal, el Titán y la Titánide se dirigieron al portal para
cruzarlo. Antes de marcharse, Tetis le sonrió al Sacerdote Café.
–Adiós Shaman, fue un gusto volverte a ver...
El Supremo Sacerdote Café no respondió, su rostro estaba impasible, los
Titanes cruzaron el portal e inmediatamente lo cerró, en ese momento sin decir
palabra alguna, cada monje regresó a su templo.
Cuando Jotun y Tetis salieron del portal se encontraron fuera del Distrito
Comercial, sobre la gigantesca vía que iba de la Ciudadela al Primer Distrito, unos
metros más atrás sus compañeros los estaban alcanzando, Astreo, el amo del
viento, les preguntó:
–Veo que si había otros gigantes... ¿cómo les fue?
–Mejor imposible – respondió Jotun –. Teopixque, Ravi, Lao, Wicca, Gur,
Siddhartha, Aya, Kami, Shaman, Nanak y Arzobi viven, son los únicos gigantes en el
mundo, pero ninguno interferirá con nosotros. – El líder de los Titanes extendió los
brazos –. Hermanos y hermanas, la tierra es nuestra.
–Estás hablando de guerreros muy poderosos, Jotun – dijo Febe, la Titánide
controladora de la tierra –. Eso no es bueno para nada, yo no me creo eso de que no
interferirán con nosotros, esos tipos ya nos traicionaron una vez, arrojaron la piedra y
escondieron la mano, estoy segura que si piensan que les disputaremos el mando
de este mundo habrá mucha sangre derramada. Será mejor que nos expliques todo
detalladamente...
Jotun sonriendo abrazó a la Titánide.
–Por supuesto, hermosa, les explicaré todo mientras vamos a lugar de reunión.
Leto nuevamente con el auxilio de su viento levantó a los Titanes y las
Titánides, siguieron avanzando y prestando total atención a la explicación de Jotun,
lo hacían mientras se dirigían tranquilamente al lugar que ellos conocían como el
monte de los ancianos.

Dana estaba resoplando, ya había atacado a Skade con todo su poder y la


Titánide ni siquiera estaba herida, además, parecía que cada minuto que pasaba se
hacía más fuerte.
Angie manejaba la energía pura en su modalidad de transmutación de energía,
podía atacar con un rayo de poder cambiando a su conveniencia el elemento.
Sin embargo, aunque el cuerpo de Skade no tenía activada ninguna armadura,
su piel natural era impenetrable, todos los ataques de Dana se habían estrellado con
el cuerpo de la Titánide causando un efecto nulo.
Por el contrario, Skade cada vez se volvía más fuerte y rápida, sus golpes eran
demoledores, Dana apenas si podía evitarlos, pero en cualquier momento la
conectaría y la batalla terminaría.
Los golpes de la Titánide no solamente eran devastadores, sino que estaban
cargados de una especie de energía de tipo hielo que congelaba todo lo que tocaba.
A Dana no le quedaba otro camino que seguir peleando, lo haría hasta que se
quedara sin nada...
Skade todo el tiempo trataba de juntar energía en su mano derecha tratando de
materializar su arma de combate, pero era inútil, lo único que salía de su mano sólo
era un poco de escarcha.
Una vez que Angie se dio cuenta de la energía elemental que controlaba su
enemiga decidió atacarla con el elemento que más la perjudicaba: el fuego. Su
estrategia comenzó a dar frutos, después de varios ataques consecutivos logró
dañar a su enemiga en el brazo.
Skade empezó a arrojar todo tipo de cosas que encontraba en su camino,
mismas que eran enviadas por Dana a otra dimensión apoyada en su rayo de
energía pura transmutado en energía psíquica.
Con lo que Angie no contaba era que el lanzamiento de los objetos era pura
distracción, Skade se logró acercar a ella golpeándola en un costado, Dana voló
varios metros y se fue a estrellar en contra de un edificio agrietando el muro.
Skade veía triunfal a su contrincante, el golpe no sólo la había derribado, el
hielo había alcanzado incluso sus órganos internos y se le veía la carne viva, pero
para sorpresa de la Titánide, el cuerpo de Dana se empezó a regenerar.
La gigantesca mujer nuevamente atacó a la miembro de la Armada Elemental,
pero un rayo de viento mermó su velocidad, mismo que al transformarse en un rayo
de agua a presión derribó a la Titánide.
Inmediatamente después Dana lanzó un rayo de energía eléctrica mismo que
Skade rechazó con su mano izquierda, de igual manera destrozó todos los bloques
de tierra con los que Angie la atacó.
Skade nuevamente atacó de manera frontal a Angie, quien le respondió
transmutando su rayo elemental en metal, las lanzas no minaron la velocidad de la
gigante, quien una vez que estuvo frente a Dana intentó golpearla en la cara, pero la
miembro de la Armada Elemental ya había transmutado su rayo de energía
elemental en psíquica.
El golpe de Skade se fue directo a la otra dimensión, de un rápido movimiento
la gigantesca mujer giró sobre su propio eje evitando ser absorbida y al mismo
tiempo golpeó las piernas de su rival.
Dana al sentir el golpe perdió el equilibrio, situación aprovechada por Skade
para de un golpe incrustarla en el suelo, después masacró a su rival en el piso,
Angie utilizó su rayo helado para tratar de cubrirse de los golpes de su rival pero era
demasiado tarde...
La sangre empezó a brotar, Skade golpeó hasta que estuvo segura que Dana
había muerto, se levantó satisfecha y se dio la media vuelta sonriendo, no se
percató de que Dana se empezó a regenerar, la sonrisa se le borró cuando un rayo
de fuego la golpeó en la espalda, el golpe fue tan potente que incluso la derribó. La
Titánide se levantó furiosa.
–¿Es que acaso tú no te mueres?
Como respuesta Dana la volvió a impactar con su rayo eléctrico, esta vez
Skade sintió dolor, cayó de rodillas...
–¿Cómo hiciste eso? Tu poder no me afectaba...
–Puedo ver la debilidad de mis oponentes, tardé contigo pero al final la
encontré, pero primero tenía que debilitar tu cuerpo.
–Ahora entiendo tus ataques infructuosos pero constantes...
–Así es, como ya te has dado cuenta mis rayos pueden transmutar la energía,
las manejo todas, sólo tengo una excepción, no puedo materializar la energía pura...
–¿Y eso qué tiene que ver con nuestra pelea...?
–Que te he atacado con todo menos con mi rayo natural, hasta ahora...
–¿En qué energía natural transmuta tu rayo?
–Plantas venenosas...
–Pero no me has atacado con ese poder...
–El rayo natural lo uso en mi cuerpo, al poder regenerarme infecto mi sangre.
–Pero mi piel es invulnerable a los venenos...
–No si me impregno a través de tu piel.
–¿Y cómo harías eso?
–A través de tu elemento...
En ese momento Skade se recordó a sí misma golpeando sin cesar el cuerpo
congelado de Dana, la sangre bañándola por completo, estaba totalmente helada e
infectada, le sonrió a su adversaria.
–Te subestimé, pequeña, eres una verdadera guerrera... ¿cuál es tu nombre?
–Me llaman Dana de la Armada Elemental...
–No puedo esperar a que me derrotes, niña, destruiré tu cuerpo por completo...
–Adelante... – respondió Angie mientras desenfundaba su espada Katana.
Skade se abalanzó en contra de Dana, quien para su sorpresa no trató de
impedir que se acercara, una vez que estuvieron una frente a la otra, Angie cortó
más de treinta veces a su rival, la Titánide cayó de rodillas.
–Es todo... – mencionó Dana.
–Lo sé – respondió Skade.
Dana nuevamente atacó a Skade con su rayo de sol, el cual esta vez entró por
todos los poros y heridas del cuerpo de la Titánide, quien cayó al suelo
consumiéndose en llamas.
Angie guardaba su espada cuando un intenso dolor la hizo soltar su arma, bajó
su vista hacia su vientre el cual estaba completamente congelado, escupió sangre,
ésta era negra, los dedos de sus manos se empezaron a entumecer y después a
congelar, Skade antes de caer también la había tocado y su golpe había sido mortal.
El cuerpo de la miembro oculta de la Armada Elemental se empezó a congelar,
su poder de regeneración había llegado al límite, después su piel se oscureció hasta
que finalmente su corazón dejó de funcionar y el cuerpo de Dana cayó
completamente congelado, mientras, una tormenta de nieve se llevaba con su viento
los restos del cuerpo de la Titánide.

Atlas era demasiado lento para poder golpear a Freya, quien tampoco podía
atacarlo directamente por temor a ser capturada, si eso sucedía la pelea terminaría
muy rápidamente, aunque sus ojos ya se habían tornado verde claro sentía que su
poder no era suficiente para dañar a su rival.
Los golpes de viento tampoco afectaban al gigante en gran medida, su
poderoso cuerpo lo resistía todo, el Titán estaba tranquilo, leyendo los movimientos
de su rival.
Aunque Freya no seguía patrones predeterminados, su técnica la hacía repetir
determinadas maniobras que Atlas iba aprendiéndose conforme lo atacaban.
Al igual que su compañera Skade, el Titán estaba concentrando su energía en
su mano derecha tratando de formar su arma de combate, pero tampoco lo
conseguía.
Su rostro marcado por símbolos de tierra seguía observando y su enorme
cuerpo soportando los embates de su rival, después, en un rápido movimiento pisó
el suelo con gran potencia, eso desestabilizó a Freya que estaba atacando en ese
momento haciéndola caer.
Inmediatamente Atlas aprovechó la oportunidad, con su gran mano la aplastó y
después la levantó, cuando así lo hizo notó que la pupila de Freya había
desaparecido y en su lugar se había formado el símbolo que se veía en su guante
gris.
Freya volteó hacia la derecha, Atlas la imitó, en cuanto el Titán volteó se
encontró con un hermoso caballo blanco de ocho patas y cuatro alas quien le dio
una poderosa coz mandándolo a volar, el Titán soltó a su presa para después
estrellarse con una jardinera y un árbol destruyéndolos a ambos.
–¿Cómo hiciste eso? – preguntó Atlas al tiempo que se incorporaba para seguir
la batalla.
–¿A qué te refieres? – respondió Freya mientras se limpiaba la sangre que le
brotaba del rostro.
–Esa bestia es una versión menor de mi corcel, el animal más rápido del
mundo...
–La bestia venía con mi espada...
–¿Con tu espada dices? Debe ser muy poderosa para poder contener una copia
menor de mi hermosa bestia...
–De eso puedes estar seguro.
–Hay muchas cosas que debemos aprender de este mundo, lo de tus ojos
también es extraño, conforme cambian aumentas tu poder...
Freya extrajo su espada sagrada del lado izquierdo de su pecho, en cuanto
Valkiria estuvo totalmente fuera a un movimiento de la muñeca de su portadora se
separó su hoja imitando una serpiente, en ese momento Sleipnir desapareció y el
símbolo en los ojos de la FILO número ocho se duplicó, de su espalda surgieron dos
juegos de alas y a una velocidad imposible de ver atacó a su rival.
Atlas fue cortado en varias ocasiones hasta que un ataque de tierra hizo
retroceder a Freya, cuando su contrincante dejó de atacar el Titán se percató de que
sangraba.
–¿Cómo lo lograste? – preguntó –. Mi cuerpo es indestructible...
–Una espada sagrada lo corta todo, tu indestructible cuerpo ante la hoja de
Valkiria no es más que mantequilla.
–Entonces estoy en problemas, o quizá no...
De un poderoso golpe Atlas rompió el concreto donde se encontraba, con su
gran puño pulverizó los restos del suelo que quedaron en sus manos y los aplicó en
sus heridas, éstas sanaron de inmediato, ahora la sorprendida era Freya.
–¿Es eso posible?
–Manejo el elemento tierra, niña... la energía de la arena me cura.
–No importa, te cortaré hasta sacarte el corazón.
–Tu espada es poderosa y puede cortarme, pero mi capacidad de curación no
es lo que debería preocuparte...
–¿Qué es entonces? – preguntó una nerviosa Freya.
–Esto...
Atlas juntó su energía en su puño derecho, la tierra se juntó a su alrededor
formando los vestigios de un hacha.
–¿Qué es eso? – preguntó Freya.
–Mi hacha elemental...
–Pero no está totalmente formada...
–Sí lo suficiente para matarte...
Atlas lanzó un ataque al aire con su arma a medio formar en dirección a Freya,
el ataque de arena fue bestial, Astrid apenas estableció su defensa giratoria de
viento con su arma rodeándola, eso detuvo y cortó el ataque.
El Titán sonrió, lanzó un nuevo ataque que arrasó con la FILO y su
impenetrable defensa, Freya volvió a caer herida al piso, inmediatamente se
incorporó, entendió que debía pelear con su máximo poder para poder derrotar a
ese gigante.
El símbolo en los ojos de Astrid se triplicó, a su espalda nuevamente surgió
Sleipnir, ambos a una gran velocidad empezaron a rodear a Atlas en direcciones
contrarias, después, Freya hizo girar su espada, la cual se alargó por muchos metros
abarcando todo su tornado convirtiéndolo en un torbellino cortante.
En ese mismo momento, sin soltar su arma cuyos hilos metálicos se seguían
extendiendo, Freya cruzó el tornado que giraba en sentido contrario de su bestia
quien al ver que su ama ya no corría peligro golpeó con sus patas traseras su
torbellino, magnificando su golpe por la fuerza del viento.
Los dos poderes se juntaron y se impactaron contra el cuerpo de Atlas, quien
gritó de dolor, cuando todo terminó, los hilos metálicos cortantes de la espada
Valkiria se retrotrajeron hasta volver el arma a su forma original, el Titán tenía parte
del cráneo hundido, las costillas rotas asomaban por su piel, estaba a punto de
perder su brazo izquierdo y sus piernas ya no le respondían.
En un veloz movimiento con su mano del hacha a medio terminar, Atlas lanzó
un ataque, Freya se cubrió detrás del fuerte cuerpo de Sleipnir, pero el embate no
fue hacia ella, fue al suelo donde el Titán se encontraba.
La explosión de tierra cubrió el cuerpo del gigante regenerando su cuerpo,
cuando Freya se percató de ello nuevamente se lanzó al ataque, envió contra Atlas
otro tornado cortante, por su parte, Sleipnir también envió otro tornado magnificado
con la potencia de su coz en contra del Titán.
Atlas se vio rodeado, con un ataque de tierra detuvo el embate de la bestia
mítica y con su arma destruyó el de la portadora de Valkiria, para entonces los
símbolos en su rostro ya se habían ensombrecido y su arma era más tangible.
–Perdiste tu oportunidad de vencerme, pequeña, si en vez de cubrirte me
hubieras vuelto atacar, tú y tu bestia hubieran ganado este duelo, pero fuiste
demasiado cauta y ahora pagarás el precio...
–Aún no estoy derrotada...
–A mí no me engañas, ese fue tu ataque más poderoso y ya lo descifré, no te
queda nada más que una honorable muerte.
En ese momento Freya estiró su mano del guante y concentró todo su poder,
el viento se empezó a concentrar y comprimir en torno a Atlas hasta que detuvo
completamente su movimiento.
–Tu desesperado y patético intento por maniatarme no funcionará...
Atlas elevó su energía y logró recuperar el movimiento, avanzó un paso
decidido hacia Freya.
–Para esto sirvió tu último truco...
–Yo no hago trucos, señor, éste es mi último y verdadero gran ataque...
–Tu viento sólo me hace más lento y nada más, por ahora... – Atlas dio otro
paso más al frente.
–Mi intención no es detenerlo, todo mundo sabe que cuando le agregamos
poder elemental viento al fuego se generan poderosas explosiones...
–Así es...
–Pero eso no es nada comparando a cuando se le agrega calor al viento
comprimido, eso es una verdadera explosión.
–¿A viene tu explicación de la energía? – preguntó Atlas a punto de alcanzar a
Freya –. A menos que también controles el fuego lo que me dices no significa nada.
–Me refiero a que el viento tiene una capacidad destructiva superior si se le
sabe manipular adecuadamente, gracias a las alas de Sleipnir puedo superar la
velocidad del sonido, si comprimo el viento lo suficiente, puedo crear una explosión
sónica capaz de arrasar con todo...
Freya señaló a su rival, Sleipnir se levantó sobre sus patas traseras y salió
disparado hacia χtlas, el Titán sólo observó una “raya” que lo cruzó en un instante,
debido a su gran velocidad, el cuerpo del hermoso corcel se volvió inmaterial,
exactamente cuando cruzó el centro del viento comprimido desplegó sus alas y
entonces sucedió.
El cuerpo de Atlas no fue capaz de soportar el impacto de la explosión sónica,
fue arrasado junto con la descomunal onda de choque que destruyó toda la escuela
superior del Tercer Distrito, nada quedó del Titán ni de Freya.
A lo lejos, en cuanto el peligro pasó, Luzbel corrió hacia la zona de desastre
gritándoles a todos los estudiantes que la ayudaran a encontrar a su prima, Isis cayó
de rodillas, con las manos en su rostro empezó a llorar, no sentía ninguna energía
vital de tipo viento en los alrededores...
Cástor desenfundó sus dos revólveres y empezó a disparar en contra de
“Goliath”, quien con su plasma metálico contenía las balas metálicas y de aire
comprimido, las cuales rebotaban en contra de su rival quien con nuevos disparos
las destruía.
Sir Num era un guerrero al que no le gustaba utilizar su energía elemental, todo
lo arreglaba por la fuerza bruta, eso era lo que lo excitaba, pero ya había peleado
con ese guerrero y sabía que no era un simple número en su colección de víctimas,
debía tomarlo en serio, eso lo obligó a utilizar su poder elemental, al igual que su
rival, su poder se manifestaba mediante unos guantes metálicos que formaban su
plasma. Mismo que el Caballero Fantasma arrojó en contra de Géminis, quien en un
veloz movimiento sacó su espada Doppelhander y partió el ataque sin que lo tocara.
–Así que tú también manifiestas tu poder por medio de guantes metálicos… –
comentó Cástor –, eso es raro tomando en cuenta que eres de Levit.
–No tanto como crees – respondió Sir Num observando los guantes grises de su
rival –, en Hamal también hay tipos que manejan técnicas oculares, somos pocos en
uno y otro lugar, pero me imagino que es para nivelar la balanza de poder.
–Ya conozco las propiedades de esa cosa, Sir – comentó Cástor sacudiendo su
espadón con los restos del plasma metálico –, los Jinetes Alados Inmortales la usan
y es muy efectiva, no voy a permitir que me toques con eso...
–Ya veremos...
"Goliath” transformó su plasma metálico en un torrencial aguacero en contra de
Cástor, quien en esta ocasión se protegió con su defensa de viento, el plasma se
aglutinaba a su alrededor, el ataque cesó cuando un disparo de su arma con un
gigantesco cañón golpeó y derrumbó al gigante de armadura azul.
Cuando Sir Num se levantó, en su pecho se notaba el golpe del arma de
Cástor, pero su cuerpo volvió a la normalidad como si estuviera hecho de plastilina,
el gigante corrió hasta el ahora gemelo mayor y lanzó un poderoso golpe, Titán lo
esquivó y contraatacó impactando el abdomen del Caballero Fantasma.
El golpe de Cástor pegó en el cuerpo de Sir Num y se resbaló a un lado,
situación aprovechada por “Goliath” para contraatacar, pateó en el costado al
guerrero de Géminis mandándolo a volar y estrellarse contra varios muros a los que
atravesó.
Cástor salió de entre la ruinas, había alcanzado a establecer su armadura
metálica y no había salido herido, pero su ropa de metal colapsó con ese único
golpe.
–Tu cuerpo es como de plástico... – le comentó al Caballero Fantasma.
–Jamás podrás herirme...
–Nunca había conocido a nadie tan fuerte como tú, tus golpes son dinamita
pura.
–Ni siquiera he usado contigo la mitad de mi fuerza...
–Tengo algunos trucos para igualar las cosas, apenas destruiste mi armadura
más básica, ahora te enfrentarás a mi fusión de metal y cobalto...
La ropa metálica de Cástor lo volvió a proteger, los dos musculosos y grandes
guerreros se lanzaron al ataque, los dos metros con diez centímetros de Titán se
veían pequeños en comparación con los dos metros noventa centímetros de
“Goliath”, pero el poder de los golpes se veía parejo.
Cástor estaba equilibrando la pelea con su armadura explosiva, sus guantes
metálicos de tela golpeaban como el metal más fuerte y su poder se había
incrementado, ahora sus puños impactaban con una gran explosión el cuerpo de Sir
Num, pero la fuerza bruta del Caballero Fantasma se impuso.
Isaac Yaotl no veía otra cosa que "la película" en su cabeza, las imágenes de
violencia extrema "corrían" en su cerebro una tras otra, éstas no se detendrían hasta
que alguien muriera, como poseído empezó a golpear el cuerpo de Titán, las
explosiones ocasionadas con sus golpes lo excitaron aún más, golpeó y golpeó
hasta que la armadura de su rival colapsó, después siguió golpeando.
Después de recibir el segundo ataque, Cástor comprendió que debía
incrementar su poder, alcanzó el nivel constelación de un miembro del Círculo del
Zodiaco, en sus antebrazos inferiores se formó el tatuaje del ambigrama de su
nombre: Géminis, teniendo como fondo las estrellas de su constelación.
De un poderoso golpe mandó a volar a “Goliath” que cayó de cabeza en el
suelo, Cástor lo dejó ponerse de pie, el Caballero Fantasma se tocó la comisura del
labio, por primera vez en su vida estaba sangrando a consecuencia de un impacto,
le sonrió a su rival.
–Bien, parece que por fin tendré una pelea en serio, toda mi vida aguardé por
este momento...
Cástor le devolvió la sonrisa, su aura verde que indicaba que estaba en modo
furia se intensificó, sus dos armas se fundieron en sus manos hasta que sus guantes
se combinaron, la tela seguía siendo verde pero por encima eran de armadura gris,
el símbolo verde de géminis en sus guantes brilló.

El combate entre Póllux y Seth era de habilidad y energías elementales, ambos


eran veloces, fuertes e inteligentes, Seth peleaba con su espada, Póllux rechazaba
sus ataques con las distintas armas que formaba con sus guantes metálicos.
Cuando Seth pretendió atacar a Hermes con su fusión de tierra y electricidad,
Póllux con su capacidad de fusionar el viento y el metal creó poderosas explosiones
que acabaron con el ataque de Seth.
La pelea no podía estar más pareja, ambos esquivaban los ataques de su
enemigo y al mismo tiempo buscaban la forma de dañarlo, en cuestión de fuerza
también estaban igualados, sus golpes los dañaban por igual...
–Tenía mucho tiempo que no combatía con alguien que estuviera a mi nivel... –
dijo excitado el Guardián del Destino.
–Yo he peleado con muchos tipos mejores que yo, supongo que esa es la
diferencia entre nosotros – respondió Póllux.
–Tal vez, creo que es momento de ponernos serios.
–Antes contéstame una cosa.
–Pregunta...
–¿Sabes a qué se debe ese estruendo que sacudió la tierra?
–Lo sé... ¿has escuchado del último piso de la Ciudadela?
–Algo me han dicho los Guardianes del Destino...
–Bueno, pues al final hemos ganado, las puertas del último piso han sido
abiertas...
–Dicen que eso va a traer la destrucción del mundo.
–Corrección, va a traer la destrucción del mundo como lo conocemos, un mal
necesario si ves las atrocidades que suceden, no sólo en Boleria, sino en todo el
orbe...
–¿Y tu solución es destruirlo todo?
–Se han intentado otras cosas, pero no ha resultado, al final me uní al plan de
Horus...
–Esas otras cosas que se han tratado... ¿tú personalmente las intentaste?
–No.
–¿Has intentado alguna otra alternativa?
–No.
–Entonces... si no has intentado nada, ¿por qué sabes que no hay soluciones
viables?
–Me lo han dicho...
–¿Acaso no tienes cabeza para pensar por ti mismo? Digo... si vas a exterminar
millones de vidas lo que menos le debes a esas pobres personas es actuar con
conocimiento de causa y no únicamente creyendo las palabras de alguien más...
–Tú no eres nadie para juzgarme...
–Soy una de las personas que posiblemente va a morir para detener el
desquiciado plan de tu amo... por supuesto que puedo juzgarte.
–No sabes lo que fue mi vida, el rechazo, la soledad, Horus ha sido mi único
familiar, mi único amigo, él quiere lo mejor para su país...
–Conozco la soledad, la miseria y el hambre, pero al igual que tú también
conozco la amistad, la solidaridad y el amor, tú más que nadie debería saber lo
valiosa que es una vida.
–La única vida que me importa es la de Horus, nada más...
–Sigues estando solo, Seth, mientras no pienses por ti mismo la soledad te
seguirá devorando...
–Ya basta, no tengo por qué seguir escuchando tus estupideces...
Seth atacó a Póllux con más fuerza, su tierra eléctrica finalmente alcanzó al
ahora gemelo menor, Hermes se levantó sangrando, elevó su energía al máximo y al
igual que su hermano alcanzó el nivel constelación, en sus antebrazos interiores le
surgió el mismo tatuaje que a su gemelo, su cuerpo se cubrió con una armadura
metálica a partir de su piel como la de Tauro, Leo y Aries.
El Guardián del Destino aceptó el reto, un aura negra lo rodeó, los guantes de
Póllux se transformaron, crecieron en tamaño, uno continuó gris oscuro pero el otro
se volvió verde, ambos guerreros corrieron uno en contra del otro.

La batalla entre Titán y Sir Num lo estaba destrozando todo, cada golpe dado y
recibido dejaba tras de sí una onda de choque que hacía temblar todo a su
alrededor.
La contienda era brutal, pura fuerza, a ninguno de los dos contendientes le
importaba ya seguir una estrategia, lo único que deseaban era seguir peleando, dar
y recibir golpes hasta que uno de los dos desfalleciera.
Lo mismo sucedía con Hermes y Seth, los dos guerreros se estaban atacando
con su máximo poder, a la distancia, con los golpes explosivos de Hermes y la
energía fusionada de tierra y electricidad del ex oficial de la Juez del Este.
Cuando se encontraban en la distancia corta combatían con la espada de Seth
y el espadón Zweihander de Titán, hasta que finalmente en un ataque al mismo
tiempo ambos perdieron sus armas.
En dos distintos sitios la escena era la misma, un guerrero enfrente de otro,
todos preparados para un embate final, las estrategias sobraban, sólo había una
regla, el más poderoso vencería, así de sencillo y simple terminarían ambos
combates.
Los guerreros corrieron el uno contra el otro, Titán y Sir Num dispuestos a
dejarlo todo en su último golpe. Hermes y Seth con su máxima técnica lista para
impactar a su oponente.
Los poderes chocaron, el estruendo casi derribó el piso y el techo de esa
sección del edificio de la Ciudadela, Seth y Hermes recibieron de lleno el poder uno
del otro, el Guardián del Destino utilizó su segunda fusión, la de tierra y hielo,
aquella que obtuvo cuando se unió al grupo protector de Ishtar y que sólo utilizaba
en situaciones de extremo peligro: la tierra café y el ahora gemelo menor utilizó sus
guantes para crear dos gigantescos mazos, uno de metal y otro de viento para
apresar, triturar y destrozar el cuerpo de su oponente. Al mismo tiempo, Titán y Sir
Num se golpearon con toda su furia, y después... la calma total, todo había
terminado.
A varios metros de donde originalmente habían combatido, Seth estaba en el
suelo con el cuerpo hecho pedazos, en ese momento la oscuridad le dio forma a su
cuerpo y los trozos de carne humana volvieron a integrarse a su ser hasta que su
cuerpo volvió a la normalidad.
El oficial del territorio del Este veía el cuerpo inconsciente de Hermes, puso su
espada en el cuello descubierto del ahora gemelo menor cuya armadura estaba
destrozada por completo, congelada y derruida por la tierra café, la sangre empezó a
brotar, había sido un gran oponente, el mejor que había tenido, ni el mismísimo
Elohim lo había llevado al extremo de utilizar su oscuridad total en una batalla.
Levantó la espada para cortar de un tajo el cuello de Hermes, debía terminar
con el peligro que el guerrero de Géminis representaba, dejó caer la hoja mortal, el
poder del golpe incluso brotó trozos de concreto del resistente suelo del edificio de la
Ciudadela.
Cuando Seth observó el corte sonrió, su batalla estaba concluida, una gran
roca había sido partida a la mitad, pero el cuello de Póllux seguía en su sitio, el
Guardián del Destino se puso en cuclillas observando la cabeza de su rival.
–Eres un buen tipo, Hermes, te ataqué con mis dos fusiones en ese último
ataque, la tierra café destruyó tu armadura y la morada tu cuerpo, aun así
sobreviviste, tú ganaste esta batalla, sigues vivo y no sólo eso, con tus dos mazos
me destrozaste por completo, si yo fuera un guerrero normal habría muerto. En caso
de que estés en lo correcto y la visión de un mejor mundo de Horus sea equivocada,
la humanidad va a necesitar guerreros como tú para que la protejan, suerte con eso.
Seth se levantó, se dio la vuelta y con la espada recargada en su nuca se alejó
silbando del ahora gemelo menor, parecía tranquilo, pero en realidad estaba
pensando seriamente en las palabras de Póllux. Antes de que abandonara el lugar
escuchó una voz a su espalda.
–Es peligroso dejar a ese chico vivo, Seth.
El miembro de los Guardianes del Destino volteó, se encontró con el líder de la
Orden de las Espadas Reales de Levit.
–Sir Exxus...
–¿Por qué peleaban?
–Nos sorprendió a mí y a Sir Num platicando. Escuchó de nuestro pacto.
–¿Deseas que yo acabe con él?
–Si lo haces yo te mataré a ti... – amenazó el Guardián del Destino sin cambiar
su pose despreocupada.
–¿Qué te importa la vida de este muchacho?
–Es una mejor persona que tú y yo, mejor que la mayoría de la gente de este
podrido lugar, eso significa mucho para mí...
–Puede hablar de nuestro pacto...
–Si se ha de conocer que se conozca.
–No puedo permitir eso...
Seth señaló a Mikael con su espada.
–Entonces... creo que estamos en problemas.
–Como quieras – Sir Exxus veía fijamente a su oponente, eso es lo que
bastaba, una simple mirada para destruirlo –, yo no soy el oponente indicado para ti,
soy tu única debilidad, te destrozaré...
–Puedes intentarlo, chico, ya probé tu habilidad psíquica en la batalla por la
Ciudadela y al contrario de lo que tú piensas no es tan poderosa, si entras en mi
mente y no me derrotas, la oscuridad te consumirá a ti... – Una aura negra, lúgubre y
poderosa rodeó al Guardián del Destino –. ¿Realmente quieres intentarlo?

En la otra batalla, el gigantesco cuerpo de Sir Num estaba incrustado


totalmente derrotado y desconectado del mundo en el muro principal del edificio de
la Ciudadela que daba a la zona militar.
El ahora gemelo mayor tenía un par de nuevos tatuajes en el rostro, el de su
símbolo zodiacal, dos líneas rectas verticales paralelas y dos líneas curvas
horizontales pegadas por encima y debajo de las verticales, uno normal en el ojo y
parte de la mejilla derecha y el otro invertido en el ojo izquierdo y parte de la frente,
Cástor había ascendido un nivel más en la escala de poder de los guerreros
zodiacales.
En el último instante Titán alcanzó la cuarta etapa de su poder, el de imagen
cósmica, etapa a la que muy pocos guerreros en la historia del Círculo del Zodiaco
habían tenido acceso, un dragón de viento con armadura metálica salió de su brazo
derecho destrozando a su rival, ante tal despliegue de poder Sir Num no tuvo
capacidad de respuesta y fue derrotado.
Cástor ni siquiera trató de rematar al Caballero Fantasma, estaba preocupado
por su hermano, no sentía su energía, cuando se dio la vuelta observó a Sir Exxus
que caminaba hacia él acompañado de Seth quien cargaba en sus brazos a su
gemelo.
En ese momento su mente se separó de la realidad, se encontró en un lugar
que él conocía perfectamente, a su espalda se hallaba una puerta que decía
SALIDA y al frente se extendía un gran lago con una isleta que se distinguía a lo
lejos.
–La dimensión de los muertos... – susurró para sí.
–La antesala a la dimensión de los muertos, Titán, al parecer este lugar no te
trae buenos recuerdos.
Del lago estaba surgiendo la figura de Sir Exxus, Cástor sacó uno de sus
revólveres y le apuntó. Sir Exxus tocó el arma y la convirtió en una ardilla.
–Aquí no puedes hacerme nada, Titán...
El fuerte sonido de un disparo interrumpió al "Confesor", la ardilla se había
vuelto a transformar en un revólver.
–Ya he estado en sitios como este en otras ocasiones, con tipos realmente
poderosos como Hypnos, Aries y hasta Virgo, he alcanzado un nivel pocas veces
visto como miembro del Círculo del Zodiaco, en estado de imagen cósmica puedo
resistirlo, el que está en problemas eres tú, Sir...
–Ya lo sé, Titán – comentó Mikael con total calma –, has alcanzado el cuarto
nivel de los miembros del Círculo del Zodiaco, en cien años sólo tú y el anterior Aries
lo han logrado.
–Eso es lo de menos, Sir... ¿Has oído hablar de las nebulosas del zodiaco?
–Sí, también sé que tú manejas la nebulosa llamada Abell y que si la utilizas mi
poder no tendrá efectos sobre ti.
–Así es, no sabes cómo me enojé cuando me dijeron su utilidad, yo quería algo
que me sirviera para atacar, ahora veo que realmente mi nebulosa es grandiosa...
–Deberías estar agradecido por tu nebulosa, Titán, pero no te preocupes por
utilizarla contra mí, estoy aquí para negociar...
–Te escucho.
–Tú venciste a Sir Num pero Seth derrotó a tu hermano...
–Nunca fue mi intención matar a tu compañero y no pienso hacerlo, dejen en
paz a Pol.
–Tu hermano sigue vivo y ha olvidado el motivo de su pelea con Seth...
–Quieres borrar mi memoria...
–Sólo la parte de Seth y Sir Num...
–Lograste borrar la memoria de mi hermano porque está inconsciente, conmigo
no puedes hacerlo por mi nebulosa...
–Así es.
–¿Y si me niego?
–Tendremos que matar a tu hermano, en lo que te liberas de mi poder mental,
Seth acabará contigo...
–O yo los mato a los dos...
–Todo puede suceder en un combate, grandote, eso lo sabemos todos... ¿cuál
es tu decisión?
Dejen a mi hermano en paz, borra mi recuerdo, pero te advierto que de una u
otra forma nos enteraremos de su traición y pagarán por eso.
–Ya nos preocuparemos de los detalles en su momento... sólo quisiera que me
respondieras una duda...
–Te escucho.
–¿Por qué no intentaste matar a Sir Num? Ahora está desprotegido, bastaba un
disparo con una de tus armas en su frente...
–Ese tipo es muy poderoso, más que cualquiera con quien haya peleado a
excepción tal vez de Libra, por una cuestión de suerte elevé mi poder en el último
segundo y lo derroté, pero ese tipo puede dar más de sí, mucho más, esperaba
poder volver a enfrentarlo después...
–No hay duda que tú y Sir Num están cortados por la misma tijera, te aseguro
que él estará encantado de pelear contigo cuantas veces se lo solicites...
En ese momento Sir Exxus borró de la memoria de Cástor, la plática que Seth
tuvo con Sir Num así como la batalla con "Goliath", creó una espiral que se repitió
una y otra vez en su cabeza y en la de su hermano corriendo por los pisos de la
Ciudadela en lugar de sus recuerdos, en el mundo real, Titán se sintió mareado y
puso una rodilla en el piso, "el Confesor" lo ayudaba a levantarse.
–¿Estás bien?
–Creo que sí... – dijo el ahora gemelo mayor incorporándose lentamente y
llevándose la mano a la cabeza –. ¿Qué sucedió?
–Algo muy malo, Titán, al parecer las puertas de los pisos superiores han sido
abiertas... – le informó Sir Exxus.
Cástor levantó la vista y vio a su gemelo desmayado en el suelo y a Sir Num
incrustado en una pared también inconsciente, se levantó rápidamente y fue a ver
como se encontraba Póllux, quien en ese momento estaba despertando.
–Hermano...
–¿Estás bien? – Cástor buscaba alguna herida de consideración en el cuerpo
de su gemelo.
–No lo sé, pero por lo menos estoy vivo... – comentó Póllux incorporándose –.
¿Qué sucedió?
–No lo recuerdo... – Cástor nuevamente se llevó las manos a la cabeza
intentando recordar lo que había pasado, la destrucción del lugar mostraba que era
algo muy malo.
Los gemelos observaron a Sir Exxus tratando de sacar a su compañero del
boquete en el que estaba incrustado, ambos fueron a ayudarlo, en ese momento Sir
Phillippe y Lady Madeleine llegaron hasta donde se encontraban ellos.
–¿Qué sucedió aquí? – preguntó Lady Madeleine.
–No lo sé con seguridad, Lady – respondió Mikael Yaotl –, pero creo que
nuestros peores temores se han cumplido...
–¿A qué te refieres? – preguntó Sir Phillippe.
–Un hombre de unos cuatro metros de altura estaba peleando con Sir Num y los
guerreros de Géminis, cuando yo llegué ya había puesto fuera de combate a
“Goliath”, me atacó con energía psíquica pero pude resistirlo, en ese momento Titán
y Hermes lo atacaron al mismo tiempo, todo colapsó, cuando logré ver algo, el
gigante ya se había ido y los gemelos estaban en el piso...
–¿El gigante te dijo su nombre? – preguntó Sir Phillippe.
–Jotun – respondió Mikael.
–Tienen suerte de seguir vivos entonces – dijo el viejo Caballero Fantasma
acariciando su cabeza con una avanzada calvicie –, enfrentaron al líder de los
Titanes y tienes razón, muchacho – le dijo a Mikael –, Ephra me acaba de informar
que las puertas del último piso están abiertas, los Dioses nos amparen a todos...
Cross y Arlés deben enterarse de esto – dijo Póllux.
–Así es, muchachos – comentó "el Primer Caballero" preocupado por el futuro
de la humanidad –, ya se retrasaron bastante, váyanse a Volantis, nosotros nos
encargaremos de esto...
Cástor y Póllux se apresuraron a ir a la zona de aviones para viajar a Ishtar, no
deseaban dejar solos a los Caballeros Fantasmas pero sus amigos también los
necesitaban y la información que llevaban era vital.
Los gemelos llegaron al hangar y despegaron, mientras el piloto del avión los
llevaba a Volantis ellos trataban por todos los medios de recordar lo sucedido, quién
era el gigante que mencionó Sir Exxus y sobre todo, cómo los había derrotado, se
necesitaba un gran poder para incrustar en la pared a un guerrero como Sir Num de
la manera en que lo encontraron, ambos sentían que era crucial tener esos
recuerdos.
FÍLO DÍVÍNO NÚMERO ÚNO
KÚKÚLCAN

Cross observaba la extensa tierra de los hielos desde la azotea de la casa de


seguridad de los rebeldes que estaba ubicada en las afueras de la ciudad de
Volantis, en el estado de Riazor, como siempre, pensando.
Su cabeza era un torbellino, sus sentimientos estaban encontrados y su mente
divagaba, estaba feliz por el encuentro con su madre, sin duda por el solo hecho de
conocerla todo había valido la pena.
Lo más importante por el momento era la lucha social que había iniciado con
sus amigos, esperaba que con esta última confrontación la revolución llegara a su
fin, aunque sabía que la batalla que se aproximaba sería la más difícil de todas.
También estaban los aspectos negativos, la muerte de tantas buenas personas
en el transcurso del movimiento, todos tenían alguien a quien llorarle, pero de entre
todos sobresalía Christina, por ella había iniciado todo, la hija de Argento Riazor fue
el motivo por el que Cross ahora portaba a Antares.
El recuerdo de Christina lo llevó inmediatamente hacia sus tres chicas: Elektra,
Kharynna y Michelle, también las había perdido a ellas, su indecisión, su deseo de
venganza y sus errores las orillaron a buscar a alguien mejor que él, a alguien que
no dudara en elegirlas...
¿Pero cómo no iba a dudar? No podía elegir a alguna de ellas, no podía
lastimarlas, la situación actual que él vivía era la ideal, si alguien tenía que sufrir la
pérdida de un ser amado la mejor opción era él, las chicas no merecían sufrir lo que
él estaba sintiendo.
Lo desgarraba saber que Michelle estaba con alguien más y que lo amaba,
sufría al ver a Caris feliz con los galanteos de Siege y Deneb, pero sobretodo, lo
destrozaban los silencios de Elektra.
Aunque Michelle y Caris encontraron a alguien más seguían siendo sus
amigas, pero Elektra cortó la relación con él por completo, no le hablaba, no lo
saludaba, no le sonreía, en resumen, él no existía.
Cross ya se había percatado de las intenciones de Edgar De Grieff, de Troy
Hobbs, de Arad Yaotl y de Saipher Rigel por ganarse el corazón de su compañera,
todos ellos buenas personas que la querían sinceramente, pero estaba seguro que
ninguno como él.
Cross se golpeó la cabeza, en ese momento no debía pensar en eso, lo
importante era vencer a Gunnar De Grieff, evitar que le dieran oficialmente la
presidencia de Boleria, tomar Ishtar y regresar la tranquilidad al país, después ya
pasaría lo que tuviera que pasar.
Una vez que todo terminara pensaba aislarse de sus amigos, irse a vivir con la
familia de su madre en Levit, al final esa era su tierra natal, él era un Yaotl, así no
tendría que preocuparse por encontrarse con sus chicas, al fin y al cabo, él siempre
quiso que todo terminara así.
Cross sonrió, nuevamente estaba pensando en Elektra, Michelle y Caris, no lo
podía evitar, cualquier pensamiento que tuviera siempre lo regresaba hacia ellas.
Estaba respirando profundamente para relajarse cuando de repente vio a
Elektra, salía de la casa para sentarse en una pequeña banca que se encontraba en
el jardín trasero del inmueble.
Cross lo pensó un momento y se retiró hasta el otro lado de la casa, de un salto
aterrizó en tierra firme y se dispuso a entrar con los demás, después de pensarlo de
nuevo se arrepintió, le dio la vuelta al inmueble y fue con Elektra.
Cuando estaba a la vuelta de la banca se quedó estático, no sabía qué decirle,
cómo hablarle, ya lo había intentado otras veces sin éxito alguno, sin tan siquiera
haber intentado cruzar alguna palabra con ella, sólo la veía y después se
acobardaba, esta vez no fue la excepción, como era su costumbre se regresó, al
llegar a los límites del inmueble volvió sobre sus pasos.
Llevaba más de quince minutos, indeciso, yendo y regresando, pensando que
decir y arrepintiéndose de las palabras que aún no decía, hasta que finalmente puso
su mente en blanco, se dejó guiar por sus pies y se puso en manos de los dioses.
Sus pasos lo llevaron hasta Elektra, quien ni siquiera volteó cuando Cross se
sentó a su lado, ambos se quedaron así por horas, el portador de Antares perdió
totalmente la noción del tiempo, contemplaba el rostro de Elektra, su olor, trataba de
adivinar sus pensamientos, hasta que finalmente se decidió, puso su mano encima
de la de su compañera.
Al sentir el contacto de la mano de Cross, Elektra retiró la suya de inmediato,
se levantó y se dispuso a retirarse, Escorpión la tomó del antebrazo y trató de
atraerla hacia sí.
–Espera por favor...
–¿Qué sucede? – preguntó la domadora del Dragón de Luz sin voltear a verlo.
–Quiero hablar contigo... – Cross dijo lo primero que se le ocurrió, aunque de
verdad deseaba hablar con Elektra no tenía idea de qué decirle.
–¿Es acerca de la batalla de mañana? – preguntó fríamente la escultural rubia.
–En parte...
–No te preocupes, tendré cuidado. – Elektra volteó a ver a Cross –. Sólo te pido
que por favor no intentes profanar mi cuerpo...
–No te preocupes, eso ya me quedó claro, pero hay algo más.
–Estoy cansada, me lo dices después...
Elektra se quitó el agarre de Cross y se fue hacia la entrada de la casa, antes
de que pudiera abrir la puerta sintió que la abrazaban de la cintura, con la mano
temblorosa trató de quitarse el abrazo. Cross con la barbilla apoyada en su hombro
le hablaba al oído.
–Sólo quiero pedirte perdón por todo lo que pasó, nunca fue mi intención
lastimarte, no sé qué me sucedió, me convertí en un monstruo, en algo peor de los
que ahora combatimos, sé que te herí y me duele tu silencio, no quería salir a
combatir mañana sin decírtelo...
Cross soltó a Elektra, las manos le temblaban a la portadora de Spartha, en
sus ojos ya asomaban unas lágrimas, dio la vuelta a la perilla de la puerta y se
introdujo en la casa, antes de cerrar la puerta, todavía de espaldas le contestó a
Cross:
–Gracias por tus palabras, las esperaba desde hace mucho, pero eso no cambia
nada...
–Lo sé, descansa que mañana será un día complicado.
Elektra iba a cerrar la puerta, pero no pudo hacerlo, ella tampoco soportaba
esa situación, extrañaba a su compañero, se preguntaba ¿por qué demonios si
quería arreglar las cosas cuando Cross le daba la oportunidad de hacerlo ella se
negaba? La respuesta era muy simple, todavía estaba herida, sin embargo, el amor
por su compañero era superior al resentimiento.
Apretando los puños se dio la vuelta, le iba a pedir a Cross que durmiera con
ella, como cuando vivían sólo los dos en el departamento del Tercer Distrito, como
cuando eran felices juntos, Michelle ya no podía decir nada, ahora ella estaba con
David Nexus y Caris abiertamente aceptaba los galanteos de Siege Hobbs y Deneb
De Britten, sin embargo, cuando volteó, Cross ya no estaba.
El portador de Antares había regresado a la azotea de la casa de seguridad,
las palabras de Elektra le habían llegado a lo más profundo del alma, no pensaba en
nada, sólo recordaba sus momentos con sus chicas, con las tres.
En ese momento un avión pasó por la casa de seguridad, de él saltaron dos
figuras que controlando el aire aterrizaron al lado del líder de la resistencia, Cross
saludó a los gemelos...
–Tarde, como siempre...
–Pero a tiempo para la acción – respondió Póllux.
–¿Qué hay de nuevo?
–Demasiado, Cross, esto está lejos de terminarse...
–¿A qué te refieres, Cas?
–Empieza por esto...
Cástor le entregó a Cross un reproductor digital en donde Sir Phillippe le
contaba la verdad detrás de Elohim, después de escucharlo todo, el FILO número
siete extrajo la memoria y la destruyó.
Esto no es posible, no podemos arriesgarnos a que Elohim y Kukulcán se
junten, vamos a despertar a todos, atacaremos ahora.
–Hay algo más, jefe – el rostro de Póllux denotaba preocupación.
–¿Qué sucede?
–¿Recuerdas la misión de los Guardianes del Destino?
–Sí.
–Perdieron, las puertas del último piso han sido abiertas.
Cross se pasó las manos por la cabeza, preocupado, en el tiempo que pasó
con Arne en su búsqueda de la venganza, el guerrero ahora conocido como Amón le
había contado del objetivo de los Guardianes del Destino: cuidar la llave que abría
las puertas del último piso de la Ciudadela y mantener encerrados a los Titanes.
–Lo importante ahora son los chicos... ¿cómo están Bonzzo y los demás?
–No lo sabemos...
–Entonces... ¿quién les dijo que la última puerta ha sido abierta?
Cástor y Póllux le contaron a Cross los detalles de su visita a la Ciudadela, de
su encuentro con las Espadas Reales de Levit y de su enfrentamiento con Jotun del
que nada recordaban. El portador de Antares revisó las pupilas de sus dos
compañeros y con su poder psíquico entró en sus mentes. Después de revisar a los
gemelos, Escorpión visiblemente molesto regañó a Titán.
Eres un imbécil, Cas... si no recuerdan su combate con ese tal Jotun no fue por
la paliza que les dio, los intervino psíquicamente.
–¿Y eso qué? – preguntó Titán sin entender a su compañero.
–De verdad pareces un bruto que sólo piensa en pelear y no tiene ni una pizca
de inteligencia – le respondió Cross molesto –. ¿Cuál es la maldita nebulosa que
manejan tú y el idiota de tu hermano?
Cástor se rascó la cabeza.
–Es cierto, les dije que esa maldita nebulosa Abell no servía para nada, no me
protegió....
Cross cargó su puño derecho con energía pura y golpeó a Cástor en la caja
torácica, el cuerpo del ahora gemelo mayor se arrastró cuatro metros pero no fue
derribado, le reclamó airadamente a su compañero:
–¿Por qué demonios hiciste eso?
Cross hizo caso omiso del reclamo del ahora gemelo mayor y lo siguió
regañando:
–Explícame, grandísimo animal... ¿por qué no estás ahora tendido en el suelo
del otro lado de la casa? El golpe que te di derribaría a cualquiera...
–Porque siempre tengo activada mi armadura bási... – Cástor no terminó la
frase, entendió el punto de Escorpión –. Ohhh, lo acepto, es mi culpa.
–Eres un idiota, Cas – Cross seguía regañando al ahora gemelo mayor –, tú y tu
hermano quedaron con el estado de símbolo zodiacal permanente después de su
regreso de la dimensión de los muertos, no todo es fuerza bruta, a veces es bueno
usar la cabeza.
–Lo siento, jefe.
En ese momento Cástor notó que su gemelo sonreía, estaba escuchando
divertido cómo Cross lo regañaba, le reclamó a Póllux:
–¿Y tú de que te ríes...?
Cross detuvo a Cástor por el pecho al ver sus intenciones agresivas hacia su
hermano.
–Déjalo en paz, Cas, Pol sí tiene activada su nebulosa Eskimo como una
protección básica, hace rato no pude entrar en su mente, deberías aprender algo de
él, lograron meterse en su cabeza porque estaba inconsciente.
Para ese momento Póllux ya reía abiertamente, Cástor lo golpeó en la cabeza,
el ahora gemelo menor le reclamó a su hermano:
–¡Oye! Yo no te estoy regañando...
–Si pelearas mejor no te habrían pateado el trasero tan fácilmente y ahora
sabríamos qué fue lo que pasó con ese gigante.
–Tú siempre atacas sin ver las consecuencias – le respondió Póllux a su
gemelo, lo empujó visiblemente molesto –, seguramente te iban a destrozar con
alguna técnica y yo me interpuse para salvarte...
–Ahora resulta...
–Ya cállense los dos – Cross los golpeó a ambos en la cabeza –, la culpa es de
ambos, sólo saben hacer estupideces y pelear entre ustedes, de regreso mi madre
puede buscar en sus cerebros para ver lo que sucedió.
–Está bien... – respondieron los gemelos al mismo tiempo.
–Hay algo más que debes saber de Gunnar De Grieff, Cross – le informó
Cástor.
Los gemelos entregaron a Cross la carta aparte que Sir Phillippe había escrito
con todos los detalles de la necesidad de derrotar a Kukulcán antes de que las
serpientes Midgard y Galahad se fusionaran para crear a Quetzalcóatl.
–Esto es grave – comentó Cross arrugando el papel –, debemos atacar cuanto
antes y debe ser por la Ciudad Sagrada de Uruk, no podemos permitir que surja “la
serpiente emplumada”.
En ese momento Arlés subió corriendo a la azotea acompañado de Dorian, su
rostro estaba desencajado, cuando vio a Cástor bajó la mirada, buscando las
palabras adecuadas les dio la funesta noticia.
–La escuela superior del Tercer Distrito ha sido totalmente destruida...
Los gemelos inmediatamente dieron un paso al frente, sus parejas
sentimentales, Astrid y Addy se encontraban en ese lugar.
–¿Qué pasó? ¿Cómo están las chicas? – preguntó Cástor.
–Al parecer un gigante de más de cuatro metros de altura llegó a la escuela,
Astrid peleó con él para que los demás huyeran....
–No... – Cástor no creía lo que escuchaba –. ¿Cómo está ella?
–No se sabe, hermano, todavía la están buscado...
–Arlés... – Cross veía fijamente a su amigo, sabía de su tendencia a ocultar las
cosas para su conveniencia.
–Esa es la verdad, Cross, pueden constatarlo, ya te lo he dicho varias veces,
aprendí mi lección, no volveré a engañar a nadie... todos nuestros compañeros ya
han sido avisados, en este momento están regresando a Arcadia.
–Castor... – Cross tocó la espalda del ahora gemelo mayor –. Si quieres
regresar lo entenderemos.
–Gracias – Titán en lo único que pensaba era en Astrid –, me voy de regreso.
–Voy con mi hermano – dijo Póllux, no podía dejar ir a su hermano en el estado
en el que se encontraba, podía hacer alguna tontería, como ir solo a enfrentar a
todos los Titanes.
–No, Pol – el ahora gemelo mayor sabía que la misión en Ishtar era la más
peligrosa de todas –, aquí te necesitan más.
–Llévate el avión – le dijo Cross.
–Ustedes lo necesitan – Cástor no quería perjudicar más a sus amigos, su
ausencia en la batalla que se aproximaba ya era de por sí una baja importante.
–Volantis es colindante con Ishtar – insistió Cross –, nos las arreglaremos, tú
sólo preocúpate por encontrar a Astrid.
–¿El avión en el que llegaron? – preguntó Arlés a los gemelos.
–Sólo nos trajo, ya va de regreso – respondió Póllux –, no hay forma de
comunicarse con el piloto…
–Para nosotros no – comentó Arlés que no pensaba dejar que la partida de
Cástor los perjudicara más –, pero Ganesh puede hacerlo regresar, él puede
comunicarse con quien sea…
Cástor no podía pensar en nada más que en Astrid, el solo hecho de pensar
que algo grave le hubiera pasado lo aterraba, si era necesario correría hasta Arcadia
para buscarla.
–Está bien, yo...
En ese momento Elektra y Michelle alcanzaron a los chicos en el techo, Athena
le habló directamente a Cástor.
–Encontraron a Astrid, está viva...
Cástor se acercó a Elektra y la tomó por los hombros.
–¿Segura?
–Acabo de hablar con ella, te está esperando para decírtelo de su propia voz...
Cástor dejó a Elektra y se apresuró al interior de la casa para hablar por el
comunicador con Astrid, todos los demás dejaron ir un suspiro.
–Hay algo más Cross...
Elektra se mordía el labio, Cross sabía que cuando eso sucedía era porque
estaba nerviosa.
–¿Qué sucede?
Michelle se adelantó.
–Acabo de hablar con David, al parecer Angie Asegir también combatió con un
gigante...
El rostro de Cross se contrajo por la preocupación, al verlo no sólo Elektra se
sintió mal, los celos también alcanzaron a Michelle.
–¿Cómo está Angie? – preguntó Escorpión.
–Debatiéndose entre la vida y la muerte, Sagitario ya está en camino para
ayudarla, afortunadamente Astrid ya está fuera de peligro.
–Entonces no tenemos más tiempo que perder – dijo Escorpión observando la
noche, faltaban pocas horas para el amanecer –, ya estamos todos despiertos y no
creo que nadie vaya a dormir con todo lo que está pasando, despierten a Drake y
Connor y díganles que en este momento nos preparamos para ir rumbo a Ishtar.
Arlés, avisa a la Ciudad Capital Assur que entraremos por la Ciudad Sagrada de
Uruk. Vamos a ver de qué está hecho Gunnar De Grieff...
*****
En el Palacio de Gobierno de la Ciudad Capital Assur, Sir Astaroth despertaba
a Gunnar que plácidamente dormía a pesar de saber que en cualquier momento lo
atacarían.
–Señor...
–¿Qué demonios sucede? – preguntó Gunnar de mala manera –. Será mejor
que sea algo importante o lamentarás haberme despertado, imbécil.
"El Duque" se tragó el insulto, pero ya se estaba cansando de la actitud de
Kukulcán.
–Es importante, los rebeldes han avisado que entrarán a Ishtar por la Ciudad
Sagrada de Uruk.
–Como lo esperábamos...
–Así es.
–¿Está confirmada la información?
–Sí señor, los mismos rebeldes son los que nos avisaron...
–Entonces debe ser una trampa, nos quieren engañar.
–Señor, lo que ellos quieren es causar el menor daño posible, la batalla se debe
librar en campo abierto y no en la ciudad.
–¿Te tragaste su mentira?
–No mienten señor, los ejércitos ya están desplegados.
–Mis Moyocoyanis...
–Listos.
–Que se replieguen a la Ciudad, ya veremos cómo pelean los rebeldes entre
tanto civil.
–Eso es cobardía, señor – "el Duque" no pudo callarse su opinión, él en lo
personal no pensaba apoyar esa estrategia del nuevo Presidente –, todos los
Patriarcas han peleado en campo abierto, las vidas civiles son lo principal...
El muro de la habitación de Gunnar se hizo pedazos, el cuerpo de Sir Astaroth
lo había destrozado, Kukulcán caminó entre los restos de la pared y levantó al
Caballero Fantasma por el cuello.
–Ten cuidado con la manera en la que me hablas, insecto, todos los imbéciles
que pelearon contra los rebeldes en sus términos han muerto, aquí pelearemos a mi
manera.
–Esto no sólo se trata de usted y de los territorios de Boleria, señor – el
Caballero Fantasma trataba de hacer cambiar de parecer a su jefe –, reporteros de
todo el mundo ya están aquí listos para cubrir su ceremonia de toma de poder, si el
mundo se entera de que usted atrajo a los rebeldes a pelear dentro de la mítica
Ciudad Sagrada de Uruk, perderá el respeto internacional.
–A los periodistas se les puede engañar...
–Los rebeldes manejan nuestras telecomunicaciones, señor, todo el mundo está
al pendiente de lo que va a suceder aquí, esa es la imagen que les va a dar usted
como el futuro Presidente del país más poderoso del orbe, además, ya he hablado
con los líderes de los Sindicatos de las ciudades de Ishtar, todos me confirmaron
que su prioridad es salvaguardar las vidas civiles, si tienen que hacer eso, no podrán
pelear a su lado.
El Caballero Fantasma tocó una fibra sensible de Gunnar, el ahora FILO Divino
número uno estaba harto de que siempre todos lo consideraran un cobarde y un
debilucho, se había prometido que después de convertirse en Kukulcán todo sería
diferente.
¿Qué demonios importaba donde se enfrentara a los rebeldes? pensó. Ahora
era un dios y nadie se podía enfrentar a él, lo de la ciudad lo había planeado por la
diversión de ver el pánico en los simples mortales que sembraría su batalla, pero él
no le temía a nada. Sin embargo, no estaba dispuesto a dejar que nadie le dijera
cómo gobernar, por simple capricho pelearía en la ciudad protegiéndose con la vida
de sus ciudadanos.
En ese momento se presentaron ante él cuatro guerreros de piel morena
seguidos de Hun Ab Ku, una vez que todos estuvieron ante el Presidente hincaron la
rodilla, Hun Ab Ku hizo las presentaciones.
–Señor, estos son los miembros restantes de la sección Alianza del Tloque
Nahuaque, la división de Aztlán destinada a protegerlo, mis compañeros son
Qaholom y los Caballeros Águila, Jaguar y Obsidiana.
–No son todos – le respondió el Presidente a Hun Ab Ku –. La sección Alianza
del Tloque Nahuaque se compone de doce guerreros, si incluyo a tu compañero
Hun-Camé, cuento sólo seis, faltan la mitad.
–Caballero Murciélago, Hurakán, Balam, Vacub-Camé, Xaman Ek y Chac Bolay
se negaron a venir, señor – le respondió Caballero Jaguar.
–Todo aquel que se niegue a aceptar mi mandato será destruido.
Gunnar vio con desprecio a los nuevos guerreros, pensaba encerrar y castigar
a los guerreros rebeldes por haberse negado a reconocerlo, pero Caballero Jaguar
habló en nombre de sus compañeros:
–Estamos aquí para honrar nuestro juramento, señor, para protegerlo, si se nos
ordena aprehender o eliminar a los miembros del Tloque Nahuaque sección Alianza
que se niegan a servirle así lo haremos, nos han confirmado que los rebeldes vienen
hacia acá, quieren hacer parecer que buscan derrocarlo, pero en realidad su objetivo
es impedir que usted adquiera su poder real...
A Kukulcán le cambió el semblante, se sentía incompleto, sabía que le faltaba
todavía para alcanzar su máximo nivel.
–Será mejor que te expliques rápido si no quieres que te mande a azotar ahora
mismo... – amenazó el Presidente.
Los cinco guerreros presentes veían impasibles a Gunnar, nadie hizo caso de
la advertencia, Caballero Jaguar continuó con su explicación:
–Los rebeldes piensan entrar por la Ciudad Sagrada de Uruk porque saben que
por ese sitio se llega al límite con el estado de Aztlán, en ese lugar se encuentra la
bestia que liberará a Quetzalcóatl, la legendaria serpiente emplumada...
Gunnar se dio cuenta que Hun Ab Ku le dirigió una mirada asesina a su
compañero, eso significaba que ese tipo todo el tiempo supo lo que explicaba
Caballero Jaguar, conocía la forma de invocar a Quetzalcóatl, la bestia más
poderosa del país y no había dicho nada, ya se encargaría de aplicar el castigo
correcto una vez que aplastara a los rebeldes, si es que Hun Ab Ku sobrevivía a la
batalla.
Meditó mejor las cosas, su victoria sería más espectacular si derrotaba a sus
enemigos en campo abierto, así todo el mundo lo admiraría y se maravillaría con su
inmenso poder. De un movimiento lanzó a Sir Astaroth, a quien no había soltado, a
un lado, el Caballero Fantasma cayó de bruces.
–Está bien, mataré a todos los rebeldes en los límites de la Ciudad Sagrada de
Uruk, pero yo no voy a caer en el mismo error de los demás FILOS Divinos que se
enfrentaron a los rebeldes en batallas desiguales, si quieren guerra en las afueras
de las ciudades de Ishtar la tendrán en mis términos – señaló al “Duque” que seguía
en el suelo –, llama a los líderes sindicales de todas las ciudades de Ishtar y a los
Guardianes del Destino de la Ciudad Sagrada de Uruk, vamos a aplastar a los
rebeldes de una vez por todas... ¡ahora!
Sir Astaroth se retiró para contactar a los líderes de los grupos de defensa de
cuatro de las ciudades de Ishtar, los que se hacían llamar los Sindicatos. Todos
aceptaron acudir al llamado del Presidente. En la Ciudad Sagrada de Uruk sólo
encontró a Dagan y Baldr que también aceptaron entrevistarse con Kukulcán.
Horas más tarde se presentaron ante el Presidente los líderes sindicales de las
Ciudades de Ishtar: Hevven, Banayah, Hiddensh y Ersghiaal, los cuatro guerreros
también eran representantes de las principales familias de Boleria, también
acudieron Dagan y Baldr representando a la Ciudad Sagrada de Uruk. Todos
saludaron al mandamás del país, empezó la presentación un chico alto y corpulento
de piel blanca y cabello rubio.
–Señor Presidente, mi nombre es Boro Riazor y soy el líder sindical de la
Ciudad de los Dioses Banayah, mi nombre clave es Barón.
Siguió un joven de cabellos negros y piel morena clara.
–Yo soy Noel Yaotl, líder del Sindicato de la Ciudad Blanca Ersghiaal, mi
nombre clave es Látigo.
Siguió otro muchacho de cabello blanco.
–Mi nombre es Gilberth De Grieff, soy el líder sindical de la Ciudad de los Cielos
Hevven, mi código clave es Crux.
Finalmente se presentó una chica morena de cabello castaño.
–Soy Cassy Mem Brunn, líder del Sindicato de la Ciudad Oculta Hiddensh, mi
código clave es Mort.
Gunnar observó detenidamente a los líderes sindicales de los cuatro grupos de
defensa de las ciudades de Ishtar: Banayah, Ersghiaal, Hevven y Hiddensh, cuatro
reconocidos miembros de sus clanes familiares dispuestos por sus Casas para
defender a la capital del país. Les habló autoritariamente a todos ellos.
–Los enemigos están a las puertas de la ciudad, quiero que los destruyan.
–Según me han informado es un pequeño grupo los que vienen, señor... ¿Es
realmente necesario el despliegue de todos nuestros ejércitos? – preguntó Cassy
Brunn.
Kukulcán se acercó con lentitud a la chica del Clan Brunn y le habló
amenazantemente:
–Escúchame bien, zorra, tú estás aquí para obedecer, no para opinar, ahora
que yo soy el Presidente se cancelan los puestos políticos o de mando para las
mujeres, quiero que te largues de aquí y no regreses...
La chica del Clan Brunn miró con desprecio a Gunnar y se dispuso a retirarse,
Noel Yaotl le habló al Presidente.
–Señor, son los Consejos de las cuatro principales familias los que eligen a los
protectores de las ciudades de la capital, cada Sindicato se conforma de cuatro
miembros, dos masculinos y dos femeninos, sólo los miembros de cada sindicato
somos los que elegimos a nuestros líderes, si Mort sale de este lugar su grupo
entero y sus ejércitos no pelearán.
Gunnar se enfureció con el comentario de Látigo, ¿qué le sucedía a ese
imbécil? Ahí la única autoridad era él, quien no obedeciera sus órdenes moriría,
decidió dar el ejemplo con él.
–Escúchame bien insec...
En ese momento entraron Dagan y Baldr al salón de reuniones, habían estado
escuchando lo que sucedía tras la puerta, Baldr en su calidad de Secretario de
Gobierno de Ishtar habló antes de que Gunnar se echara en contra a los miembros
de todos los Sindicatos.
–Señor Presidente, usted es el máximo líder del país y puede cambiar la ley a
su entera disposición, sin embargo, eso podrá hacerlo sólo después de tomar
posesión, le recomiendo que por ahora aplaste a los rebeldes con todas sus armas y
después hable con los Consejos de Gobierno de las provincias de Boleria para que
los grupos defensores de Ishtar queden a su entero agrado.
Gunnar hizo una cara de enfado, despreciaba a las mujeres en general porque
le recordaban a los dos seres que más odiaba: a su madre y a su hermana. Sus
sentimientos negativos hacia su madre derivaban por el hecho de que a pesar de ser
la mujer más hermosa que había conocido, engendró a alguien gris, enfermizo y sin
atractivo como él, a su hermana la odiaba más todavía porque siempre fue la mejor y
más fuerte de los dos, pero sobre todo lo que más aborrecía de Astrid era su blanca
cabellera, lo que la distinguía como una miembro de raza pura del Clan más
poderoso del país. Volteó a ver a los primos Shmuel y después regresó su vista a los
líderes sindicales, el Guardián del Destino tenía razón, no debía hacerse de tantos
enemigos antes de consolidar su poder, decidió enmendar la situación.
–Disculpen ustedes, caballeros, en especial usted señorita Brunn, lo que sucede
es que me encuentro bastante estresado con lo que sucede, todo el país ya ha sido
tomado por los rebeldes y la capital es el último bastión que queda, necesitamos
resolver esto.
Cassy Brunn iba a volver a hablar pero Boro Riazor se adelantó.
–No se preocupe, señor Presidente, entendemos su situación, los miembros del
Sindicato de la Ciudad de los Dioses Banayah lo apoyamos.
Gil De Grieff apoyó también al Presidente.
–Los miembros del Sindicato de la Ciudad de los Cielos Hevven también
estamos con usted.
Gunnar volteó a ver a los dos líderes que le faltaban, eran quienes habían
"osado" cuestionar sus órdenes, pensaba convencerlos para que pelearan por él y al
mismo tiempo ya planeaba matarlos en el fragor de la batalla o después de aplastar
a los rebeldes, no importaba, los dos ya estaban muertos.
–¿Ustedes qué me dicen?
Los miembros del Sindicato de la Ciudad Blanca Ersghiaal cumpliremos con
nuestra obligación – dijo Noel Yaotl.
Al final Cassy Brunn también cedió.
–El Sindicato de la Ciudad Oculta Hevven peleará por usted, señor.
–Perfecto, entonces dispongan a sus ejércitos.
–No podemos hacer eso, señor, los ejércitos de las ciudades de Ishtar no están
listos para pelear, sólo pelearemos los miembros de los Sindicatos – le espetó Noel
Yaotl.
–Será mejor que no colmes mi paciencia...
Antes de que Látigo pudiera responder, Dagan se adelantó.
–Los ejércitos sólo nos apoyarán, Látigo, los Guardianes del Destino de la
Ciudad Sagrada de Uruk también pelearemos por el Presidente, utilizaremos sólo el
diez por ciento de las fuerzas armadas, las que vigilan el exterior de la capital. –
Dagan vio la cara de inconformidad de Gunnar –. Pero no se preocupe, señor
Presidente, los cuatro miembros de cada Sindicato valen por mil ejércitos, recuerde
que las fuerzas armadas sólo sirven para tener controlada a la población, lo que
mantiene a Boleria en la cima del orden mundial son sus guerreros élite, aquellos
que tienen el “Gash” o “poder de línea de sangre”, en ese aspecto los guerreros de
la capital son los más fuertes, ellos ni siquiera necesitan de una habilidad extra para
incrementar su poder como sucede en otros grupos del país incluyendo a la Guardia
del Destino, así de poderosos son sus elementos, usted sólo deje a las fuerzas
armadas externas bajo las órdenes de mi primo como apoyo y los protectores de
Ishtar nos encargaremos del resto.
Gunnar veía fijamente a los miembros de los Sindicatos de las Ciudades de
Ishtar, ya había escuchado antes lo que Dagan le explicaba, que no había guerreros
más poderosos que los miembros de los Sindicatos de Ishtar y el Tloque Nahuaque
Sección Alianza, los únicos dos grupos de guerreros del país que al jurar fidelidad no
obtenían ningún poder extra y que sin embargo eran los más respetados y temidos,
tenía curiosidad por ver su poder, finalmente aceptó.
–Está bien, partamos cuanto antes.
Minutos después, Kukulcán abandonaría el Palacio de Gobierno sobre Midgard
siguiendo a Caballero Águila que volaba delante de él con su cuerpo transformado
en una fusión águila-humano, se dirigían a la cueva donde estaba la serpiente que
necesitaba absorber para controlar a la máxima bestia mítica: Quetzalcóatl, la
serpiente emplumada, detrás de él salió Sir Astaroth en su blanco corcel alado y
después de ellos los demás miembros de la sección Alianza del Tloque Nahuaque
en un helicóptero.
*****
El avión de los rebeldes ya estaba en territorio de Ishtar, una vez que tuvieron a
la Ciudad Sagrada de Uruk a la vista todos los rebeldes saltaron hacia tierra. El
viento de Póllux los estabilizó a todos que cayeron en suelo con la delicadeza con la
que cae una hoja. En cuanto pisaron el suelo se encontraron con un inmenso
ejército, Michelle le comentó a Cross:
–Esta pelea creo que no es pareja, Kukulcán no va a pelear limpio.
–Ya lo sabía – respondió Cross –. Pero Arlés y yo también tenemos una
pequeña sorpresa... ¡ahora Virgo!
En ese momento se abrieron dos puertas dimensionales, por una salieron
Libra, Thor, Kwan Yin y Caribdis, que llegaban desde Aztlán gracias a Lady Izzy.
Por la otra emergieron los Arcángeles Azrael, Rafael, Ariel, Chitriel y Tamiel,
junto con Tsukuyomi y Balar de la Armada Elemental, una vez que cruzaron todos
sus compañeros, Fausto Yaotl cerró su vórtice dimensional.
Dagda y Ceo aparecieron en el lugar de batalla, habían sido teletransportados
por Quantum desde el Palacio de Gobierno en la ciudad de Lacerta, estado de
Riazor, sólo Gea se quedó en el estado de los hielos para proteger a Geedy.
De la tierra surgió el poderoso dragón Fafner, cuando abrió sus fauces
aparecieron Lúgh, Acuario, Furcas y Beleth, un instante después, el dragón de tierra
volvió a su forma original: el pitbull llamado Oberón.
Por último del cielo descendió Amaterasu junto con el Arcángel Caído Luzbel y
los Guardianes del Destino Tyr, Amón, Syn, Eunice y Nergal, así como con Deneb
De Britten, quienes ante la apertura definitiva de las puertas del último piso de la
Ciudadela, decidieron ir a Ishtar a apoyar a sus compañeros. Cross se sorprendió de
ver a Deneb.
–¿Y tú que haces aquí? ¿Ya elegiste bando?
–No, pero vengo a cuidarlos a ti, a Siege y a Caris.
Cross veía a Deneb que le extendía la mano, ambos tenían un pacto y el hijo
de Amaltea De Britten estaba dispuesto a cumplirlo, el portador de Antares
agradeció el gesto y se la estrechó.
–Bienvenido amigo.
Los bandos se nivelaban, casi todos los miembros de la rebelión estaban listos
para la última batalla, Virgo habló a la mente de Cross.
–¿Todo bien, primor?
–Perfecto compañera, gracias a ti y a Tyche que pudieron comunicarse con
todos.
–No es nada, Tyche y Orión lamentan no poder ayudarte, yo también...
–No te preocupes, sé que no puedes salir del Círculo y tus Bérserkers
Celestiales están para protegerte, allá están bien, eres demasiado valiosa para
nosotros, Virgo.
–Gracias, todos aquí contamos con su victoria.
–Astrid y Angie...
–No te preocupes, Isis acompañó a Sagitario para que ayude a Dana y Freya ya
está fuera de peligro, te aseguro que se recuperarán...
–¿Algo más que me quieras informar?
–Sí, aunque el futuro es cambiante y ni Tyche ni yo podemos adelantarnos a los
sucesos que se están desarrollando, logramos averiguar algo importante, que tus
hermanos se queden contigo además de Brahma y Heimdall, el Tloque Nahuaque
tiene un grupo especial de guerreros élite llamado Alianza que tienen como finalidad
la protección de Kukulcán, los esperan para emboscarlos detrás de los montes antes
de llegar a la zona civilizada de Ishtar.
–Enterado, gracias, estamos en contacto.
–Suerte.
Una vez que cortó su comunicación con Virgo, Escorpión volteó a ver a Arlés.
–¿Escuchaste todo?
–Sí, me enlazaste fuerte y claro.
–Ya hice mi parte, ahora te corresponde actuar a ti... ¿ya estableciste la
estrategia?
–Como si fuera tan fácil – se quejó Arlés –, no tengo la más mínima idea del
poder o las capacidades del enemigo, hay varias personas muy poderosas en ese
ejército.
–Yo descubrí el plan de Loki y me encargué de la logística para traer a todos
nuestros compañeros, tú eres el Supremo Comandante de la resistencia.
–Pues no tengo ni puta idea de lo que hay que hacer.
–Entonces invéntate algo.
–Eso es algo que se me da bien...
Arlés se concentró en la situación, no conocía las habilidades de los guerreros
élite que protegían la capital pero pudo concentrarse en su energía, finalmente
desplegó a sus tropas.
–Los que vienen de Aztlán encárguense de los guerreros que tienen la bandera
de la ciudad de los dioses, los Arcángeles pelearán con los ejércitos que se escudan
en la bandera de la ciudad blanca.
Los hermanos Brunn, Kwan Yin y Caribdis así como todos los Arcángeles
caminaron para quedar de frente a los enemigos que combatirían. Arlés siguió
posicionando a sus tropas.
–Los protectores de Geedy apoyen a Dagda, Tsukuyomi y Balar contra los
guerreros de la ciudad de los cielos. Amaterasu y los que vienen de Hamal pelearán
contra los que representan a la ciudad oculta.
–Entonces los Guardianes del Destino enfrentaremos al grueso del ejército y a
nuestros compañeros Dagan y Baldr – interrumpió Tyr.
–Así es, Bonzzo, con la ayuda de Deneb De Britten...
Todos los guerreros rebeldes se dispusieron en sus puestos de batalla, las
hostilidades estaban a punto de iniciar, sólo faltaba el último detalle, Cross seguido
de Connor y Drake se acercó al centro del campo de batalla, Dagan y Baldr hicieron
lo propio, todos los guerreros avanzaron hasta quedar frente a frente..
–¿En dónde está Kukulcán? – preguntó Cross a los Guardianes del Destino que
estaban al frente de los ejércitos de la Capital.
–Unos cinco kilómetros detrás de nosotros – Dagan señaló a su espalda –,
detrás de aquellas montañas, pero no llegarán hasta allá.
Cross nuevamente llamó a su compañera del Círculo del Zodiaco.
–Virgo...
–Adelante bebé.
–Necesito que Tyche me enlace con Brahma, Heimdall, Fenrir, Titán, Hermes,
Cerberus, Pariel, Athena, Dagda, Libra, Rafael, Tyr y Balar.
–Ya está...
Cross contó su estrategia a sus compañeros, la cual desplegaron
inmediatamente, Drake convocó al Fénix, Cross y él se subieron en el ave para que
los llevara hasta Kukulcán, su prioridad era evitar que convocara a Quetzalcóatl. Por
su parte, Connor concentró su poder, tomó las características de la Mantícora y voló
a lado de sus amigos, los tres se mantuvieron flotando por encima de sus
compañeros.
En seguida los seis huéspedes de la casa Riazor con Póllux al frente se
lanzaron contra los ejércitos de Ishtar a gran velocidad impulsados por el viento de
Cástor.
Todos pasaron sin hacer caso a Dagan y Baldr que tampoco hicieron nada por
detenerlos. Los ejércitos de Ishtar estaban nerviosos esperando el ataque de los
guerreros rebeldes, los desconcertaba que sólo una minoría los atacara, los demás
invasores sólo veían la escena impasibles, en ese momento Titán desplegó su polvo
metálico, un par de enormes brazos de metal se formaron y abrieron un surco
exactamente por donde sólo se interponían entre ellos y su camino los guerreros
élite, surco por el que cruzaron los nueve guerreros que se habían lanzado al frente.
Los brazos fueron detenidos por dos chicas representantes de Aztlán en los
sindicatos, la guerrera conocida por el nombre clave de Sacerdotisa, miembro del
Sindicato de la Ciudad de los Dioses Banayah, detuvo el brazo derecho, de su
cuerpo surgieron dos brazos psíquicos inmateriales que utilizando la telequinesis
frenaron el poder del ahora gemelo menor.
El brazo izquierdo metálico fue bloqueado en el otro extremo por Casy Brunn,
mejor conocida por el nombre clave de Mort, líder del Sindicato de la Ciudad Oculta
Hiddensh, de su cuerpo al igual que Sacerdotisa surgieron dos brazos que
detuvieron el embate de Titán, sólo que los de Mort eran garras de un dragón
metálico.
Los guerreros de los grupos sindicales y sus ejércitos por donde cruzaban los
rebeldes se quedaron esperando la orden de sus líderes de las Casas Riazor y
Brunn, pero ambos voltearon hacia otra chica que pertenecía al Sindicato de la
Ciudad Oculta Ersghiaal, quien al parecer era la líder de todos los Sindicatos.
–¡Déjenlos pasar! – gritó Amelia Azzán, mejor conocida por el nombre clave de
Duquesa –. Esos son los guerreros más poderosos de los rebeldes, permitamos que
se encargue de ellos la sección Alianza del Tloque Nahuaque. Si Kukulcán quiere
mantener el poder que sangre como los que lo protegemos. Sepárense y dirijan a
sus ejércitos como mejor les parezca, vamos a demostrarles a los rebeldes su error
de querer tomar la capital del país.
Con toda la tranquilidad del mundo los miembros de los sindicatos se
trasladaron al frente de sus ejércitos para iniciar el combate final en contra de los
rebeldes.
*****
Caballero Águila llegó a la cueva donde debía encontrarse la serpiente negra
Galahad seguido del Presidente de Boleria, Sir Astaroth y los miembros del Tloque
Nahuaque sección Alianza.
Kukulcán desapareció a su bestia y se encaminó a la entrada de la cueva, sin
hacerlo consciente o voluntariamente, los ojos de Gunnar De Grieff cambiaron, su
pupila desapareció y en su lugar se formó la fusión por duplicado del símbolo de su
guante derecho, ahora tenía los ojos de la serpiente, al mismo tiempo en el lado
izquierdo de su cuello había surgido el tatuaje del símbolo doble de su otro guante.
El Presidente sintió el poder, la serpiente elemental Midgard también quería
salir, estaba a punto de permitírselo pero en ese momento escuchó una voz en su
cabeza.
–Detente, muchacho, si le permites salir a Midgard morirás, tus dos serpientes
te destrozarán…
En un instante la mente de Gunnar fue arrastrada a otra dimensión, de pronto
se encontraba en su cómoda habitación del palacio de gobierno.
–¿Qué sucede? – preguntó desconcertado –. ¿Qué hago aquí?
–Este es un lugar dimensional al que sólo yo puedo acceder – le comentó un
hombre sentado en la pequeña sala ubicada en la esquina de la habitación –, le di la
forma de esta recamara porque al parecer es donde te sientes más cómodo.
–Mi cuerpo… – la preocupación de Gunnar no menguaba –, le aterraba quedar
desprotegido ante Sir Astaroth y los miembros del Tloque Nahuaque sección Alianza
de quienes desconfiaba.
–Haces bien en preocuparte de tus supuestos subordinados, pero ahora no hay
nada que temer, no importa el tiempo que pasemos aquí, en el mundo real será tan
sólo un segundo.
–Sé quién eres – dijo un Gunnar más tranquilo sentándose frente a Elohim –,
χureo Riazor, Virgo me advirtió acerca de ti…
–Virgo sólo te utilizó.
–Es la única que me ha ayudado – repuso Gunnar –, gracias a Virgo me
convertí en Kukulcán.
–Virgo necesitaba deshacerse de Aries y del Arcángel Miguel y tú eras la
persona ideal para hacerlo, nada más, ella al igual que los miembros del Tloque
Nahuaque sección Alianza sabían que morirías en la cueva de Galahad.
–¿Por qué no me lo explica a manera de que podamos entendernos? – le pidió
Gunnar a su interlocutor poniéndose más cómodo y cruzando una pierna sobre la
rodilla, ahora se le veía más calmado, sabía que entraría en una negociación y él
como Presidente del país tenía la ventaja.
–Es muy sencillo – empezó diciendo Elohim –, la serpiente negra Galahad
jamás te reconocerá como su amo y la serpiente elemental Midgard tampoco te
defenderá, al contrario, desea ser libre, te odia por no ser su amo original.
–Entonces debo derrotar primero a Galahad antes de convocar a Midgard…
–Suena fácil decirlo pero será imposible para ti, Galahad es muy poderosa, un
combate contra ella significará un gran desgaste de energía, eso en caso de que la
derrotes, pero para convocar a Quetzalcóatl debes primero materializar a Midgard…
–Quien me atacará en cuanto la libere… – comentó Gunnar con preocupación.
–Así es.
–Me imagino que si me salvó la vida y estamos aquí es porque desea ayudarme
a cambio de algo.
–Ninguna ayuda es gratuita, yo te voy a permitir ser el guerrero más poderoso
del país y gobernar Boleria, a cambio me prestarás tu ayuda para enfrentar al
máximo riesgo que correrá tu presidencia.
–¿Se refiere a los rebeldes?
–No, a ellos los deberás enfrentar tú, yo me refiero a un mal mucho mayor.
–Lo escucho.
–Por ahora así dejaremos las cosas, no vale la pena discutir un plan con un
hombre que puede morir este mismo día, yo te entregaré el poder supremo para
acabar con los rebeldes, de ti depende el saber utilizarlo, sólo te daré un pequeño
adelanto para incentivarte, Boleria ya es tuya, pero si vencemos en nuestra guerra
contra el nuevo mal, serás el salvador del planeta entero, el mundo quedará a tus
pies.
Kukulcán no necesitó escuchar nada más, su mente se nubló y en ella sólo
escuchaba que sería el rey del mundo, aceptó sin reservas la propuesta de Elohim,
no temía la traición de ese hombre, ahora él sería el guerrero más poderoso del
planeta, si el FILO Divino número doce lo traicionaba, lo mataría..
–Tenemos un trato – dijo Gunnar dando una palmada al descansabrazos de su
sillón –, confío en ti sin saber tus condiciones, ahora dime… ¿qué debo hacer para
convocar a Quetzalcóatl?
–Controlar a Midgard y evitar que surja hasta que yo te lo indique, al mismo
tiempo deberás mantener un corto combate con Galahad, yo me encargaré del resto,
pero necesito que te abras completamente a mí, la cueva donde vas a entrar es
inmune a mi poder, necesito controlar a la serpiente negra a través de ti, déjame
entrar a tu mente.
–ωreo que eso ya lo hiciste…
–Sólo superficialmente, ahora eres un FILO Divino, me es imposible entrar a tu
psique más interna sin tu permiso, no te preocupes, podrás expulsarme cuando así
lo desees, creo que ya te diste cuenta de eso… ¿o no?
Gunnar sonrió, cuando buscaba hacerse más fuerte absorbió el poder psíquico
de la ilusión, al utilizarlo su mente se fortaleció, ya se había percatado que podía
salir de esa pequeña dimensión de Elohim en cuanto así lo deseara.
–Está bien, adelante.
Elohim se metió hasta la psique más profunda del portador de la espada
Elemental, en ese momento la mente de Gunnar regresó a su cuerpo,
inmediatamente comprendió lo que Elohim le decía, sentía su presencia en su mente
pero él tenía el completo control de sus pensamientos, cuerpo y poder, sabía que en
cualquier momento podría expulsarlo.
Sonrió a los miembros del Tloque Nahuaque sección Alianza y se internó en la
cueva de Galahad, no tuvo que adentrarse demasiado, tan solo diez minutos
después de ingresar sintió con más fuerza el deseo de Midgard de surgir, al mismo
tiempo, una poderosa energía inundó el lugar.
Gunnar le dio a la parte izquierda de su arma las características del fuego y la
hoja se encendió, entonces la vio de frente, una enorme y negra serpiente alada de
al menos veinte metros de altura lo amenazaba, Gunnar la escuchó en su cabeza.
–¿Quién eres tú que portas la espada elemental y no eres Kukulcán?
–Soy tu nuevo amo y vengo por ti para convocar a Quetzalcóatl, espero que
seas una bestia sumisa y te inclines ante mí.
–Ya veo – respondió Galahad preparándose para atacar –, Midgard me dice que
eres un imbécil y traicionero pobre diablo que ha tenido suerte en encontrar el poder,
tu suerte se terminó…
Galahad atacó de inmediato a Gunnar, el FILO Divino número uno evitó el
primer embate utilizando el elemento viento haciéndose a un lado, la serpiente negra
se siguió de largo internándose en el duro suelo de la cueva como si se tratara de un
estanque de agua.
Kukulcán se quedó inmóvil, en ese momento escuchó una advertencia en su
cabeza.
–Utiliza el viento de tu arma para sentir de dónde vendrá el siguiente ataque de
Galahad, ya falta poco…
Así lo hizo Gunnar, dos cuchillas de su arma se tornaron verdes e inundaron de
energía elemental viento una considerable área de la cueva, justo a tiempo,
exactamente por debajo de donde se encontraba surgió la serpiente negra, apenas
pudo evitar ser devorado, de inmediato atacó a la bestia con su elemento tierra, el
cual fue devorado por completo, por un instante la cola de la bestia adquirió una
consistencia terrosa y con ésta golpeó al portador de la “espada elemental” en el
costado.
El impacto mandó a Gunnar por los aires estrellándolo en una pared de la
cueva, el golpe fue muy violento, en ese momento el Presidente entendió que debía
pelear con todo su poder si deseaba sobrevivir. Se incorporó de inmediato para
evitar otra embestida de Galahad que pretendía devorarlo, la serpiente se adentró
en la pared de la cueva.
Kukulcán estableció su viento por todo el lugar, de inmediato anticipó el
siguiente embate de la serpiente negra y contraatacó con una fusión, la del agua y el
fuego. La lava impactó de lleno a la bestia pero Galahad con sus grandes fauces se
tragó el elemento acuoso y evitó el fuego separando la fusión, después, nuevamente
su cola tomo consistencia elemental, esta vez de agua y nuevamente embistió a su
rival.
Gunnar ya estaba preparado para ese segundo ataque y destrozó la
extremidad de la serpiente con su espada suprema, Galahad no sintió dolor alguno,
simplemente la parte acuosa de su cuerpo se deshizo, dio la vuelta y volvió a tratar
de engullir a su objetivo, quien no se esperó ese nuevo ataque quedando
desprotegido.
La serpiente negra se detuvo a centímetros del cuerpo de Kukulcán, como
hipnotizada, en ese momento Gunnar escuchó en su cabeza: “ahora”, liberó a
Midgard, que sin prestarle atención a él de inmediato se fue contra Galahad
fundiéndose ambas serpientes en un reptílico abrazo.
Gunnar sudando frío cayó de sentón en el suelo, observando cómo las dos
bestias se enredaban entre sí y se fusionaban hasta que ambas desaparecieron
quedando sólo una pluma blanca en el suelo.
–¡La puta que te parió! – se quejó el FILO Divino número uno con el número
doce –. ωasi me devoran… ¿Por qué tardaste tanto?
–No sólo debía paralizar a Galahad – le explicó Elohim directamente en su
mente –. También debía controlar a Midgard, todo ha resultado bien… Localiza una
pluma blanca en los alrededores.
–La veo – dijo Gunnar recogiéndola.
–Llévala contigo y muéstraselas a los miembros del Tloque Nahuaque sección
Alianza, cuando la pluma se torne de cuatro colores podrás invocar a Quetzalcóatl,
“la serpiente emplumada”.
–¿No será peligroso? – preguntó Gunnar desconfiado –. Esos tipos no son de
fiar… ¿Qué sucede si me quitan la pluma y la destruyen?
–No pasa nada – le explicó Elohim –, la pluma sólo es un indicativo de que
tuviste éxito y un reloj de cuenta reversiva para que sepas cuando invocar a tu
bestia, nada más, puedes destruirla tú mismo después de mostrárselas a tus
subordinados.
–Prefiero matarlos, no confío en ellos, desde que los conozco sólo han estado
tratando de engañarme y matarme – Gunnar recordó su pelea contra Mixcóatl y
Temazcalteci y cómo Hun Ab Ku y Hun-Camé le ocultaron información, eso sin
contar que los imbéciles que llegaron después pensaban engañarlo para que sus
propias bestias lo asesinaran.
–No te preocupes por eso, a los miembros del Tloque Nahuaque los mueve un
alto sentido del honor, hicieron un juramento de siempre proteger al Presidente
Kukulcán y deberán cumplirlo, juramento que no han roto, el ser omisos no los
convierte en traidores, utilízalos sólo como carne de cañón, mándalos a pelear hasta
morir contra los rebeldes, si se enfrentan con quien yo tengo presupuestado, ten por
seguro que la mayoría no sobrevivirá.
–De acuerdo.
–Una cosa más, ahora tus dos serpientes están en tu total control, puedes
convocarlas como te venga en gana, ya sea peleando fuera o en su propia
dimensión, la fusión se perfeccionará cuando la pluma se tiña de los cuatro colores.
Kukulcán se concentró y en efecto, sintió la presencia de sus dos serpientes y
el control sobre ambas, las convocó en ese momento, Midgard apareció detrás de él,
como siempre, a sus órdenes, Galahad surgió de su brazo derecho en el que se le
había formado un tatuaje de la misma que le abarcaba toda la extremidad, al igual
que su hermana elemental, estaba quieta y sumisa, sólo esperando la orden de su
amo.
Gunnar en ese momento empezó a reír mientras expulsaba a Elohim de su
cabeza y se encaminó a la salida de la cueva, pensaba hacer justo lo que Elohim le
recomendaba, utilizar a los traidores del Tloque Nahuaque división Alianza como
carne de cañón, si morían algunos de ellos por él, tal vez perdonaría a los demás si
le juraban lealtad incondicional, ahora se sentía todavía más poderoso, su fuerza se
había como mínimo duplicado, estaba seguro que no existía el guerrero que se
comparara con él.
En ese momento no le importaba mucho quien llegara a retarlo, sabía que sin
importar el número de guerreros que lo retaran, todos serían asesinados por su
ahora inmenso poder.

En las montañas de Arcadia, Elohim sintió cuando Kukulcán lo expulsó de su


mente, por el momento era todo lo que podía hacer, sus propios hijos vigilaban la
capital y no le permitirían acercarse, sólo le quedaba esperar por el resultado de esa
última y determinante batalla.
En caso de que ganaran los rebeldes, él se encargaría de negociar con ellos
para proteger el país, ahora que los Titanes habían sido liberados lo necesitaban
más que nunca.
Si el vencedor era Kukulcán todo sería más fácil, la cueva de Galahad no tenía
ninguna restricción, él sólo necesitaba entrar en lo profundo de la mente de Gunnar
para dejar una trampa psíquica y así poder controlarlo por completo, pero para
hacerlo el portador de la espada elemental debía permitírselo, cosa que le resultó
demasiado fácil, lo único que tuvo que hacer fue apelar a su sentido de la ambición.
*****
Sir Astaroth al frente de los guerreros de la sección Alianza del Tloque
Nahuaque vio aproximarse a Escorpión, Heimdall y Brahma por el cielo, en ese
momento supo quiénes serían los rivales de Kukulcán, después observó a Hun Ab
Ku, el líder de los guerreros del futuro presidente de Boleria iba a dar la orden de
derribarlos, pero "el Duque" le dijo que aguardara.
–¿Por qué? – preguntó Hun Ab Ku –. El Presidente dijo que los detuviéramos...
El líder de la sección Alianza del Tloque Nahuaque aún no se explicaba cómo
Gunnar De Grieff había logrado convocar a Quetzalcóatl, pero estaba hecho, les
mostró la pluma blanca de la bestia que empezaba a tornarse roja, a él y sus
compañeros no les quedo más alternativa que arrodillarse ante el mandamás de
Boleria, con el control sobre la bestia más poderosa del país, Kukulcán obtuvo su
ratificación en el puesto, sin importar su moral o locura, era obligación de la sección
Alianza del Tloque Nahuaque servir, proteger y morir por su Presidente si así se los
pedía y pensaban cumplirlo.
–Ellos sólo son la punta del Iceberg – le explicó “el Duque” con toda tranquilidad
–, el señuelo, insectos para Kukulcán, los verdaderos enemigos son los que vienen
por tierra... – Sir Astaroth señaló a Arlés y compañía que corrían hacia ellos.
–Esas no son las órdenes... – insistió Hun Ab Ku que deseaba entrar en batalla
cuanto antes para mostrar su lealtad a su Presidente.
Sir Astaroth volteó hacia el líder de la sección Alianza del Tloque Nahuaque.
–Envía un ataque a distancia lo suficientemente poderoso para acabar con ellos
– señaló a los seis huéspedes de la casa Riazor – vamos a medir su poder.
Hun Ab Ku lamentó que su compañero Hun-Camé se hubiera quedado al lado
de Kukulcán, en ese momento hubieran sido muy útiles sus Moyocoyanis, volteó
hacia uno de sus compañeros y le señaló a los rebeldes que marchaban a nivel del
suelo, Caballero Obsidiana envió a dos bestias hechas de obsidiana a combatir
contra Athena y compañía, las dos bestias de piedra color vino transparente de
dureza seis llegaron en un santiamén hasta los rebeldes, Caballero Obsidiana
sorprendido observó como Cerberus sin esforzarse acababa con ambos.
–Eso es imposible – Caballero Obsidiana no creía lo que veía, su sentimiento
era el mismo que el de Hun Ab Ku, deseaba cumplir con su deber aunque fuera al
servicio de alguien tan ruin como Gunnar De Grieff –, mis bestias de obsidiana
pueden combatir con cualquier guerrero en igualdad de circunstancias, esos tipos no
deben acercarse al Presidente...
–Te lo dije, ellos son los que en realidad quieren llegar hasta tu señor, desean
que nos distraigamos con los otros– el Caballero Fantasma señalaba al cielo donde
pasaban Cross y compañía –, no somos suficientes para detenerlos a todos….
–No se los permitiremos – aseguró Hun Ab Ku apoyando a Sir Astaroth –,
debemos detener a los guerreros que vienen por tierra.
–Que tus hombres estén listos y que ataquen con todo su poder, Hun Ab Ku,
esos chicos que pretenden matar al Presidente se mueren aquí.
–Cuenta con ello – respondió el líder de la sección Alianza del Tloque Nahuaque
preparándose para la batalla.
*****
Cuando Cross, Drake y Connor llegaron hasta donde se encontraba Kukulcán,
Gunnar de Grieff hizo una cara de fastidio, comprobó que sus protectores lo habían
traicionado dejando pasar a sus asesinos, se encargaría de sus enemigos y después
de Hun Ab Ku y compañía, no le importaba, él solo podría destruir el país entero si
así lo deseaba, volteó a ver su pluma, el cuarto color ya empezaba a notarse, pronto,
muy pronto sería un Dios; sonriente se dirigió a Drake.
–¡Vaya! Así que lograron sortear a mis dos ejércitos para venir a morir peleando
conmigo, no los culpo, sus nombres estarán escritos en la historia como los rebeldes
que fueron aplastados por Kukulcán en persona, eso se oye mejor que “murieron en
combate contra unos pobres diablos desconocidos...” – Observó los guantes blancos
con símbolos azules en las manos de todos sus enemigos –. Y además lo hacen
como FILOS Divinos, los tres lo son... ¿Cómo lo lograron?
–Júralo que no como tú... Loki – respondió Cross.
–Loki ya no existe, mi nombre es Kukulcán y no podía ser más feliz, tengo
cuentas pendientes con los tres, a ti siempre te he querido ver derrotado y humillado,
Connor me debe un golpe y Drake... bueno, el será mi gusto personal, me debe
muchas, lo torturaré hasta que muera.
–Eso lo veremos... – respondió Cross.
–Hay una cosa más – Gunnar les mostró una pluma de cinco colores: rojo, azul,
verde, amarillo y blanco a sus enemigos –, supongo que vienen a detenerme,
adelante, inténtenlo, cuando el blanco de esta pluma sea completamente amarillo, la
bestia suprema más poderosa que existe, Quetzalcóatl, “la serpiente emplumada”,
estará a mi servicio y entonces todos morirán, vamos, intenten detenerme...
Antes de que los rebeldes pudieran atacar a Gunnar, éste le indicó a Hun-
Camé que se hiciera cargo de sus enemigos, el miembro de la sección Alianza del
Tloque Nahuaque envió diez Moyocoyanis contra los rebeldes, Cross le habló a
Drake:
–Hazte cargo de ellos.
–¿Por qué a mí siempre me envían contra el enemigo más inofensivo? – se
quejó Drake.
–Porque eres débil – le respondió Connor.
Heimdall le mostró el dedo medio a Brahma y se lanzó en contra de los
Moyocoyanis, Connor y Cross chocaron puños y se fueron en contra de Kukulcán
quien ya los esperaba listo para comenzar la batalla.
Hun-Camé se interpuso entre los guerreros y su protegido, los dos FILOS
Divinos siguieron avanzando, ambos decidieron no atacar a su rival si él no lo hacía
primero, caminaron hasta pasar junto a él y seguirse de largo. Al ver la pasividad del
guerrero del Tloque Nahuaque, Gunnar furioso le reclamó a su supuesto
subordinado su actitud:
–¿Qué haces, imbécil? ¿Acaso tú también vas a traicionarme?
Sin voltear a ver al Presidente, Hun-Camé le respondió:
–Yo no peleo por asesinos psicópatas, esos diez Moyocoyanis contra los que
pelea Heimdall es todo lo que obtendrá de mí, con eso he cumplido con mi trabajo y
he salvado mi honor, no haré más por usted.
–¡Si no peleas por mí entonces muere! – ladró Kukulcán al tiempo que enviaba
un ataque de viento y fuego contra el miembro de la sección Alianza del Tloque
Nahuaque y sus otros dos enemigos.
Cross y Connor eludieron el ataque pero no así Hun-Camé que lo recibió de
lleno, después de la explosión nada quedó.
–Eso es lo que les pasa a quienes se quieren pasar de listos conmigo, Hun-
Camé, púdrete en el otro mundo – dijo Gunnar satisfecho de haber matado a su
subordinado.
–No cabe duda que eres idiota – se burlaba Cross –, eso que destruiste era sólo
un clon, si hubieras matado al verdadero Hun-Camé los clones que ahora pelean
contra Drake ya habrían desaparecido.
Gunnar volteó hacia donde Heimdall seguía combatiendo, más lo molesto la
risa de Connor que lo veía con lástima, en ese instante pensó en acabar el mismo
con todos.
–¡Mueran hijos de puta!
El FILO Divino número uno atacó a Brahma con fuego y a Escorpión con
viento, los dos guerreros extinguieron el ataque, Connor había convocado a la
segunda cabeza del Baphometh, el clon de Brahma con torso humano, un cuerno en
la cabeza y extremidades inferiores de un dragón lanzó su fuego contra el ataque de
Kukulcán y ambos se destruyeron, Cross utilizó una kunai de energía pura acabando
con el ataque rival.
Al mismo tiempo, Heimdall peleaba con los diez guerreros de Hun-Camé, los
Moyocoyanis podían combatir utilizando las cuatro energías elementales pero no
podían fusionarlas. El FILO Divino número cinco utilizó su fuego blanco para
contrarrestar a sus enemigos.
La batalla contra los Moyocoyanis no era tan sencilla como Drake esperaba, los
guerreros no sólo eran poderosos, se coordinaban a la perfección para atacarlo,
finalmente tuvo que elevar su poder, sus ojos se volvieron naranja brillante y
nuevamente se lanzó al ataque.
Aún en modo FILO Drake estaba teniendo problemas, apenas había acabado
con un par de guerreros, a uno lo había fulminado con su fuego blanco electrificado
y a otro lo había congelado con su fuego blanco helado, al utilizar cada poder,
mechones de cabello morado y blanco se combinaron con sus cabellos rubios, pero
no fue suficiente, nuevamente se vio obligado a incrementar su poder, su pupila
desapareció y en su lugar se formó el símbolo de su guante derecho, al mismo
tiempo en su cuello surgió el tatuaje de su guante izquierdo, su espada Excalibur
surgió de la palma de su mano derecha empezando por la hoja del arma.
Una vez empuñando “la espada legendaria”, Heimdall pudo empezar a diezmar
a sus rivales que no fueron capaces de resistir sus poderosos embates del fuego
blanco controlando las diversas fuerzas elementales que contenía apoyándose en
Excalibur.
En la batalla de Escorpión y Brahma en contra de Kukulcán, los tres guerreros
también ya habían entrado en modo FILO, los ojos del FILO Divino número uno se
habían tornado oliva brillante, los de Cross rojo brillante y los de Connor magenta
brillante.
Gunnar estaba jugando con sus oponentes, por más que ambos intentaban
dañarlo todos sus ataques eran infructuosos, una y otra vez sus embates fueron
rechazados por Kukulcán. Quien veía aburrido a sus contrincantes.
–Ya basta, esto ha dejado de ser divertido...
Las pupilas de Kukulcán desaparecieron y en su lugar se formó el símbolo de
su guante derecho, al mismo tiempo en su cuello surgió el tatuaje de su guante
izquierdo, la espada Quetzalcóatl surgió de la palma de su mano derecha, a un
movimiento de la muñeca de Gunnar, las puntas de las hojas derecha e izquierda de
la espada elemental se desprendieron.
La hoja verde atacó a Escorpión y la hoja azul a Brahma, para entonces ambos
ya también habían aumentado su nivel, su pupila había desaparecido y en su lugar
se formó el símbolo de sus guantes derechos y al igual que había pasado con su
rival, en el cuello les surgió el tatuaje de sus guantes izquierdos.
Los FILOS Divinos intentaron defenderse con Ammavaru y Antares
respectivamente, pero las hojas de Quetzalcóatl eran muy poderosas y ambas
atacaban con poder elemental a los rebeldes con cada choque, finalmente los dos
guerreros cayeron al suelo.
Escorpión y Brahma se incorporaron de inmediato y nuevamente atacaron a
Kukulcán con sus espadas, las siguientes dos hojas de Quetzalcóatl se
desprendieron, la amarilla atacó a Connor y la roja a Cross.
Los rebeldes se defendían como podían de los embates de las hojas multicolor
de la espada elemental que al igual que la espada sagrada Balmung podían atacar a
la orden mental de su portador.
Brahma ya había separado su espada en Shiva y Vishnú para contener mejor
los ataques de las hojas amarilla y azul, mientras, Escorpión hacía uso de sus
mejores técnicas para librarse de los ataques de las hojas verde y roja de la espada
Quetzalcóatl.
Con cada choque con las espadas sagradas, las hojas de la espada
Quetzalcóatl liberaban su poder elemental, mismo que dañaba a sus enemigos,
Kukulcán al combatir de lejos no recibía daño alguno.
Cross y Connor no tuvieron más remedio que volver a elevar su energía,
estaban perdiendo, el símbolo de sus guantes derechos se duplicó y fusionó en sus
ojos, de igual forma el tatuaje en el lado izquierdo de sus cuellos se duplicó, una
armadura de energía elemental pura los cubrió a ambos.
–Estamos fallando la estrategia, amigo... – comentó el portador de Antares
mientras veía que la pluma elemental ya casi sólo contaba con cuatro colores, el
tiempo se terminaba.
–¿A qué te refieres, Cross?
–Estamos peleando por separado contra el enemigo más poderoso, debemos
sincronizarnos...
–Empieza tú, eres el estratega, yo te sigo...
Al estar protegidos y ser unos excelentes esgrimistas, Cross y Connor lograron
no sólo contener las hojas multicolor de la espada Quetzalcóatl, sino que
consiguieron atacar a su enemigo, ambos pegaron sus espaldas y girando lograron
avanzar hasta alcanzar a Kukulcán.
Cross estableció su escorpión inmaterial y con sus tenazas bloqueó a las
cuchillas de la espada Quetzalcóatl, lo que Brahma aprovechó para combatir
directamente a Kukulcán, utilizó una de las técnicas de segundo nivel de la
Mantícora: la técnica de lluvia negra, cientos de aguijones negros atacaron a
Gunnar.
Por fin Kukulcán caía herido, estaba tan confiado que no alcanzó a establecer
su armadura elemental a tiempo, se levantó furioso, en sus pupilas ya se había
formado el símbolo doble y fusionado de su guante derecho: los ojos de su serpiente
y en su cuello se había formado un segundo símbolo de su guante izquierdo,
representando a sus bestias Midgard y Galahad, también lo cubría una armadura
elemental combinada de sus cuatro elementos.
Las cuatro largas cuchillas elementales de la espada Quetzalcóatl se dividieron
cada una en tres cuchillas más pequeñas, ahora eran doce cuchillas con las que
Connor y Cross tenían que lidiar, pero eso no era lo más peligroso...
Las cuchillas se empezaron a combinar para así atacar a sus adversarios con
ataques fusionados, la cuchilla azul (agua) combinada con la verde (viento), creaba
peligrosos remolinos de agua.
La cuchilla verde (viento) y la cuchilla roja (fuego) creaban grandes
explosiones; la cuchilla amarilla (tierra) y la cuchilla roja (fuego) creaban la arena
incandescente.
La cuchilla azul (agua) y la cuchilla roja (fuego) creaban lava; la cuchilla verde
(viento) y la cuchilla amarilla (tierra) creaban una tormenta de arena, y finalmente la
cuchilla azul (agua) y la cuchilla amarilla (tierra) creaban lodo.
Cross y Connor fueron atacados una y otra vez por las distintas fusiones de
Kukulcán, estaban siendo apaleados hasta que decidieron alcanzar su último nivel
de FILOS Divinos.
El símbolo de siete puntos apareció en los ojos de Escorpión y el de nueve
puntos en los de Brahma, en sus cuellos surgieron los tatuajes triples y definitivos de
sus guantes izquierdos, detrás de Cross apareció el gigante elemental de energía
pura, el clon con la parte inferior de un dragón de Connor tomó su forma humana y
adquirió para sí los siete fuegos del Dragón del Juicio Final.
Entre el gigante elemental de Escorpión y los distintos fuegos del Dragón del
Juicio Final de Brahma detuvieron los ataques fusionados de las cuchillas de
Kukulcán, dejando a Connor listo con los poderes de la Mantícora para acabar con
su rival.
Brahma atacó a Kukulcán con el último nivel del aguijón blanco, la explosión
blanca cristalizó la defensa elemental del FILO Divino número uno y la destruyó,
dejando a Gunnar expuesto a su segundo ataque.
La tormenta oscura de aguijones negros se abalanzó sobre Kukulcán, quien al
estar su espada desensamblada estaba desprotegido, segundos antes de ser
alcanzado por el ataque que lo desintegraría, surgió la serpiente negra Galahad,
devoró el poder del aguijón negro y la serpiente elemental Midgard atacó a Brahma.

El símbolo en los ojos de Drake se transformó en el de cinco puntos y el tatuaje


en el lado izquierdo de su cuello se triplicó, surgió su ave Fénix quien con un
poderoso ataque de fuego eliminó a los últimos tres Moyocoyanis que aún quedaban
de pie.
El ave de Heimdall se convirtió en metal y golpeó en la cabeza a la serpiente
elemental, quien se fue a estrellar contra el piso, Brahma que era el objetivo de la
bestia mítica Midgard le reclamó a su compañero:
–Tardaste mucho con esos tipos...
–Lo sé, amigo, creo que aún me falta mucho entrenamiento...
–No importa, ahora entre los tres debemos atacar a Kukulcán... – Connor señaló
a su enemigo mientras se percataba que a la pluma sólo le quedaba una pequeña
parte de color blanco –. Debemos apurarnos antes de que sea demasiado tarde.
Ambos guerreros atacaron al FILO Divino número uno pero poco pudieron
hacer, con diversas fusiones Kukulcán los derribó y derrotó. En ese momento
Escorpión surgió por detrás de sus compañeros, en sus antebrazos se distinguía el
ambigrama de su nombre teniendo la constelación de su símbolo como fondo, de
igual forma en su rostro se había formado el tatuaje de su símbolo, en el ojo derecho
le abarcaba hasta la mejilla y en el ojo izquierdo estaba invertido abarcándole hasta
por encima de la ceja.
Su exoesqueleto del escorpión de energía pura maniató a las serpientes
míticas Midgard y Galahad, al mismo tiempo su gigante elemental de energía pura lo
protegió de los ataques fusionados de su rival, debajo del dorso de su mano
izquierda, en la muñeca y parte del antebrazo le salió un nuevo tatuaje, el de su
símbolo triplicado como FILO, alrededor de su mano hasta abarcarle todo el
antebrazo se le formó un guante de piedra, en el que su nuevo símbolo quedó
grabado en una combinación de amarillo y morado, finalmente su verdadero poder
como guerrero sagrado se había manifestado en él, controlaba la fusión de la
energía pura con el veneno del escorpión.
Cross estiró su guante y un brazo de energía pura de color amarillo-morado
surgió de su extremidad alargándose hasta atrapar a Kukulcán, en ese momento en
la pluma elemental ya sólo se distinguían cuatro colores, pero era demasiado tarde,
Gunnar De Grieff estaba maniatado y derrotado, había perdido, el portador de
Antares sólo tenía que explotar su poder para que todo terminara.
–¿Qué tipo de poder es este? – preguntó el portador de “la espada elemental”
mientras sentía cómo estrujaban su cuerpo, no dejaba de ver el guante de piedra
iluminado por la energía pura.
–Al parecer mi espada la han portado muy pocos guerreros en la historia –
respondió Cross –, nadie sabe casi nada acerca de ella, todos pensaban que el
escorpión de energía pura era la bestia asociada a ella pero no es así, ese es mi
poder ascendental como miembro del Círculo del Zodiaco, conforme fui elevando mi
nivel descubrí la bestia que me brinda Antares, es un demonio llamado Girtabliu y en
su primera etapa que es la que ahora puedo controlar, es una especie de virus
fusionado con mi energía pura, un poder muy malo para ti…
Cross apretó el puño para que el brazo creado a partir de la fusión de su
energía y el veneno del escorpión acabara definitivamente con su enemigo,
Kukulcán gritó del dolor pero antes de que la energía estallara, el poder de Cross se
esfumó, el guante de piedra en su mano izquierda desapareció al igual que su
gigante elemental y su escorpión de energía pura, lo mismo sucedió con los tatuajes
en su rostro, sus antebrazos y en su cuello, sus ojos lloraron sangre y cayó al suelo
de rodillas en medio de un gran dolor, no se levantó.
Gunnar de Grieff aprovechó el momento para convocar a la gran serpiente
emplumada, sus bestias míticas Midgard y Galahad se fusionaron creando a
Quetzalcóatl, el símbolo doble fusionado en los ojos de Kukulcán cambió por el
símbolo de un punto:

De igual manera en el lado izquierdo de su cuello cambió su tatuaje por el de la


triple cabeza de serpiente, el símbolo representativo de las tres bestias de Kukulcán:

El Fénix en su forma metálica, el clon de Brahma con el poder del Dragón del
Juicio Final y Connor con los poderes de la Mantícora atacaron a la serpiente
emplumada al mismo tiempo, las miles de plumas multicolor de Quetzalcóatl
cumplían la misma labor que las cuchillas de la espada elemental.
Cientos de plumas fueron liberadas acabando con el ataque de las bestias de
los rebeldes, con las mismas bestias y hasta con los FILOS Divinos, Connor se
levantó sangrando y con el brazo izquierdo inutilizado, su clon con las capacidades
del Dragón del Juicio Final también había caído.
–Creo que estamos en problemas – le comentó a Drake –, una cosa son unas
cuantas cuchillas, pero esto es imposible de detener...
Cross con dificultad pudo levantarse, observaba la espada elemental que se
había vuelto a formar en la empuñadura de Kukulcán, brillaba a su máximo
esplendor. Les habló a sus compañeros para que los tres se unieran en un único
ataque:
–Esto no puede seguir así, Drake, tú deberás encargarte de la serpiente
emplumada, yo me encargaré de la espada Quetzalcóatl y Connor de Kukulcán, lo
importante es que ese maldito no de poder a su bestia con su arma, todo se definirá
en un sólo ataque... ¿listos?
–Listos – respondieron Connor y Drake, aunque ninguno de los dos pensaron
que Cross pudiera hacer otra cosa que sólo mantenerse de pie y eso no lo lograría
tampoco por mucho tiempo, parecía que colapsaría en cualquier momento...
*****
Mientras Heimdall, Escorpión y Brahma peleaban en contra de Kukulcán, la
batalla de los ejércitos de Ishtar en contra de los principales guerreros rebeldes ya
había iniciado.
Los Guardianes del Destino junto con Deneb De Britten se estaban enfrentando
a Dagan, Baldr y al grueso del ejército de Ishtar, Bethus Shmuel señalaba a sus
compañeros del grupo protector de la Ciudad Sagrada de Uruk.
–Su obligación es defender la capital, no atacarla.
–Cuestión de enfoques, Baldr – le respondió Tyr –, en cuanto caiga Kukulcán
los traidores y criminales serán ustedes, aún es tiempo de rectificar.
–Ustedes perderán, el grueso del ejército lo tenemos Dagan y yo a nuestra
disposición, ustedes caerán de cansancio antes de llegar hasta nosotros.
–No lo creo – dijo Amón que se adelantó a sus compañeros, se dividió en tantos
clones como guerreros del ejército contrario había.
Después Tyr les habló a sus compañeros:
–Eunice, Nergal y Syn, encárguense de la maquinaria pesada, Deneb De Britten
y yo pelearemos con Dagan y Baldr.
Deneb se adelantó a Tyr y le puso la mano en el pecho.
–Tu estrategia está bien pero confundes tu rol, podrás ser un Kray y manejar la
energía pura pero estás muy lejos del nivel de tus hermanos, tu novia Syn es mucho
más poderosa que tú, ella me ayudará con Dagan y Baldr, tú auxilia a tus
compañeros...
Bonzzo sabía que Deneb tenía razón, en todo, después de muchos años él se
había vuelto a reunir con sus hermanos Diana y Apolo, quienes ahora eran Espadas
Reales de la Orden de Riazor y efectivamente, los dos eran mucho más poderosos
que él, sin embargo, no quería dejar a Syn pelear contra los primos Shmuel, era muy
peligroso para ella.
–No, yo...
La controladora de las bestias con armadura metálica le comentó a su
compañero con la misma expresión fría de siempre:
–Ese tipo tiene razón – señalaba a Deneb –, yo lo ayudaré a combatir a Dagan y
Baldr, tú no tienes ninguna oportunidad contra ellos.
–No, Labra...
–Tranquilo, tú haz lo tuyo, estaré bien.
–Cuídate – Tyr besó en los labios a Syn y después con sus compañeros atacó a
la maquinaria del ejército.
Dagan y Baldr que sonreían se les quito la risa cuando vieron a sus
contrincantes, sobre todo al chico De Britten, Deneb no había perdido el buen
humor.
–Vaya, vaya, dicen que ustedes son de los guerreros más fuertes del país, yo
digo que son basura, Syn realmente es poderosa, voy a dejar que ella pelee con
ustedes, con los dos, pero no se confundan, estaré al acecho, en cuanto bajen la
guardia los mataré.
Dicho lo anterior, Deneb De Britten abrió la palma de su mano izquierda y dos
rayos de energía pura golpearon de lleno a los primos Shmuel mandándolos a volar,
la razón por la que Deneb había planeado esa estrategia era muy simple: debía
vigilar en todo momento a Caris, si se daba la situación, abandonaría a Syn para
salvar a la miembro del Clan Humbolt.
La batalla contra la maquinaria pesada del ejército comenzó, los Guardianes
del Destino que apoyaban a los rebeldes no se guardaron nada, deseaban acabar
con sus contrincantes lo más rápido posible para ayudar a sus compañeros.
Los clones de Amón combatían con el elemento tierra a la vez que creaban sus
propias armas metálicas, algunos se convirtieron en enormes bestias para causar
más bajas entre el ejército enemigo, Arne por su parte se transformó en un enorme
dragón idéntico al Dragón Oscuro, no tenía su poder pero sí su fuerza, se volvió
invisible y aniquiló a cuanto enemigo se cruzó en su camino.
Eunice combatía con su látigo como arma y con su cabello metálico, el cual se
fusionaba con elementos de las principales seis energías: agua, viento, fuego, aire,
hielo y electricidad. Crecía y tomaba la forma del arma que ella eligiera, animada o
inanimada, ya sea golems de piedra tomada del suelo o dragones eléctricos, armas
punzocortantes o contundentes, su cabello se tornaba incandescente o en forma de
taladro, además de que inhibía la energía con la que la atacaban. La más terrorífica
de sus habilidades era el poder que había adquirido al jurar lealtad a la Guardia del
Destino, por unos momentos su cabello se volvía una puerta a la otra dimensión
dejando escapar una bandada de pájaros carnívoros que devoraban todo a su paso
para inmediatamente después regresar a su lugar de origen por donde habían
salido.
Nergal arrasaba a sus enemigos con sus burbujas de agua de alta densidad
además de las combinadas con otras energías elementales: hirvientes, congeladas,
eléctricas, metálicas, arenosas y explosivas, también atacaba con la parte superior
del gigante psíquico que había heredado de su primo Marduk.
Tyr no deseaba quedarse atrás, él era el más interesado en acabar lo antes
posible con los ejércitos de Ishtar para apoyar a Syn, apoyándose en los guantes,
brazaletes y cinturón que le fabricó Ganesh, atacaba a sus rivales con todas las
fuerzas elementales, pero su poder destructivo no se detenía ahí, al jurar fidelidad a
la Guardia del Destino adquirió la habilidad de fusionar tres y hasta cuatro de sus
energías siendo capaz de crear energía pura amarilla y energía pura azul en forma
de esferas del tamaño que abarcaban sus dos manos, mismas que creaban
destrucción como ningún otro de sus compañeros.

En otro frente, Libra, Thor, Kwan Yin y Caribdis se enfrentaban al Sindicato de


las Ciudad de los Dioses Banayah, inmediatamente Libra leyó sus facultades y
dispuso su formación de combate:
–Caris, encárgate de los ejércitos; Donnar, esa chica de allá controla una fusión
de energía natural y metal: serpientes metálicas, ten cuidado, son varias y cada una
tiene distintas habilidades.
–Está bien – le respondió Thor y junto con Caris se fueron a encarar a sus
enemigos.
Brachium continuó dando instrucciones:
–Kwan Yin, tú encárgate de la mujer y del tipo que está a su lado, ella maneja
un tipo de energía muy rara, puede crear brazos invisibles de energía psíquica,
deberás tener cuidado con lo que no ves, el poder del varón es tan temible como el
de su compañera, al parecer tiene el poder de un dragón de hielo, no podrá contigo,
yo me encargaré del que resta.
Los rebeldes provenientes de Aztlán se colocaron frente a frente con sus
respectivos contrincantes dejando que Caris destrozara a los ejércitos. La rival de
Thor parecía muy segura de sí misma.
–Así que tu hermano es una especie de adivino...
–Dilo como quieras, pero sí, sabe leer las capacidades de las personas.
–Mi nombre es Serpens, soy miembro del Clan Caput de Hamal, el Clan de las
serpientes, ¿con quién voy a pelear?
–Con el FILO Oscuro número diez, portador de la espada oscura Aesir, "la
espada demoledora", me llaman Thor.
–Matar a un FILO Oscuro, eso suena bien, te presento a mi serpiente múltiple,
estés listo o no, allá voy...
Una serpiente metálica de un metro de longitud surgió de la palma de la mano
de la guerrera y se enredó en su brazo hasta que su cabeza quedó al lado de la de
su ama pasando por detrás de su cuello, los ojos del reptil se encendieron y una
decena de serpientes idénticas surgieron del cuerpo de la guerrera para atacar a
Thor, los ojos del portador de Aesir se tornaron violeta oscuro, de la palma de su
mano derecha extrajo la espada demoledora en su modalidad de mazo auxiliándose
de su guante negro con símbolos grises, las pequeñas serpientes salieron
disparadas hacia su rival como si se tratara de misiles, al ser metálicas cualquiera de
ellas podría traspasar la piel del FILO Oscuro, cuando las primeras se acercaron a
Thor, un relámpago gris las destruyó por completo.
Por su parte, Kwan Yin se estaba enfrentando a dos rivales, el hombre fue
quien le habló:
–Al parecer a nosotros nos tocó la rifa del tigre, nos tenemos que enfrentar a un
FILO Divino...
–Siempre tienen la opción de bajar las armas y rendirse – le respondió Selene.
–No lo creo – replicó el joven –. Mi nombre clave es Barón y el de mi compañera
es Sacerdotisa, sabemos que todos los FILOS Divinos cayeron en un combate de
dos contra uno, esperemos que esa tendencia se mantenga.
–Ni es tus mejores sueños... – respondió Kwan Yin.
La batalla comenzó, los ojos de Selene se tornaron rosa brillante, su pupila
desapareció y en su lugar se formó el símbolo de su guante derecho, al mismo
tiempo, en su cuello surgió el tatuaje de su guante izquierdo, de las palmas de sus
manos emergieron sus espadas sagradas Masamune y Muramasa, después
convocó a la Gárgola.
Los miembros del Sindicato de la Ciudad de los Dioses se lanzaron al ataque,
Sacerdotisa utilizó sus brazos de energía psíquica telequinesis contra la bestia y
Barón, quien se veía totalmente calmado, sonrió, al tiempo que lanzó un poderoso
ataque de hielo y en una gran explosión atacó a Kwan Yin.
Por último, el miembro faltante del Sindicato de la Ciudad de los Dioses se
encontraba de frente con Brachium Brunn, lo veía con odio.
–La vida es bella, me está dando la oportunidad de enfrentarme al asesino de
mi hermana...
–Yo no maté a Marioneta – replicó Libra recordando a la controladora de las
cuerdas psíquicas del ejército de Sagath, de sus épocas cuando él era el Dios del
Rayo en el Quinto Distrito.
–Por lo visto leíste mi poder...
–Así es, el mismo que el de tu hermana, las cuerdas psíquicas.
–Pero nuestro nivel es muy distinto, yo soy el heredero del máximo poder de mi
Clan. Soy miembro del Sindicato protector de la Ciudad de los Dioses, mi nombre
clave es Titiritero.
–No tengo nada contra ti y te repito que yo no maté a Marioneta, ella era mi
amiga...
–Mi hermana murió porque la abandonaste, lo investigué todo, ella confiaba en
el Dios del Rayo y tú la dejaste atrás, al final ella fue asesinada por uno de tus
nuevos amigos rebeldes, tú pagarás por su muerte.
–No tengo que disculparme contigo por las decisiones que he tomado en mi
vida, el hecho de que seas más fuerte que tu hermana no significa que seas mejor
que yo, si quieres morir tampoco es que me moleste acabar contigo, acércate y
descubre en carne propia por qué todos le temían al Dios del Rayo.
En ese momento Titiritero lanzó sus cuerdas de energía psíquica contra Libra
que se rodeó de su viento, mismo que deshizo las cuerdas de su enemigo.

Los Arcángeles Azrael, Rafael, Ariel y Chitriel se encargarían de pelear en


contra de los miembros del Sindicato de la Ciudad Blanca Ersghiaal apoyados por
los Arcángeles Caídos Luzbel y Tamiel, Arad le dijo a su primo Rafael:
–Creo que lo mejor es que cada quien tome a un contrincante, que Ariel y
Chitriel se encarguen del ejér... – Azrael vio las miradas asesinas de las dos chicas,
sabía que les molestaba que las consideraran débiles o no aptas para pelear con
otros guerreros élite, por lo que corrigió –. Que Tamiel y Luzbel se encarguen de los
ejércitos.
–Estoy de acuerdo... – respondió el FILO Oscuro, después les preguntó a
Daniela Malka y Addy De Grieff –. ¿Y ustedes?
–Pelearemos donde ustedes lo crean conveniente – respondió Tamiel.
Rafael afirmó con la cabeza y organizó a sus compañeros.
–Arad, tú encárgate de nuestro primo Noel, siempre te has llevado bien con él,
sirve que averiguas cuáles son sus intenciones, no olvides que Kukulcán mató a su
padre, yo me ocuparé de la chica a su lado, es una controladora de energía pura.
–Hecho – contestó Azrael preparándose para la batalla –, Noel es un
controlador de energía psíquica telequinesis, es un buen duelo.
–Bien – dijo Chitriel –, yo pelearé con el tipo que tiene cara de idiota. – señalaba
al otro miembro masculino del Sindicato de Ersghiaal.
–Entonces yo me quedo con la que queda – completó Ariel, como siempre, sin
ninguna aparente emoción.
Los miembros del Sindicato de la Ciudad Blanca estaban por delante de su
ejército, claramente se notaba que aceptaban el duelo en contra de los Arcángeles,
cada peleador se puso de frente a su rival y comenzaron las hostilidades.
Inmediatamente Tamiel y Luzbel entraron en el estado definitivo de un
Iluminado, sus ojos se tornaron negros y un pentagrama rojo apareció en lugar de
sus pupilas, sin más dilaciones empezaron a arrasar con todo el ejército apoyadas
por la bruma psíquica y el vapor calcinante.
Rafael se fue en contra de quien parecía era la líder de los Sindicatos, incluso
por encima de su primo Noel que comandaba el de la Ciudad Blanca, antes de la
batalla los cuatro líderes sindicales estaban recibiendo instrucciones de ella, una
guapa chica que no se notaba que quisiera pelear. El Arcángel le preguntó:
–¿Segura que quieres hacer esto?
–Soy miembro del Sindicato de la Ciudad Blanca Ersghiaal, mi nombre clave es
Duquesa, no importa lo que yo quiera hacer, tengo una obligación que es defender
la capital del país y eso voy a hacer.
–Creo que te entiendo, no hay nada que pueda decir que te haga cambiar de
opinión... ¿verdad?
–No, pero puedes retirarte sin pelear.
–Creo que esa tampoco es una opción.
–Entonces tendremos que combatir.
Dicho lo anterior de la mano de Duquesa surgieron varias cuerdas de energía
pura que se juntaron para formar un látigo de tres secciones con el que atacó al
Arcángel, Rafael evitó ser golpeado al impactar cada una de las secciones del arma
de energía pura con sus aros de la misma consistencia.
Chitriel veía fijamente a su rival, un enorme guerrero de casi dos metros de
altura, puro músculo y bastante velludo.
–Vamos a ver, idiota, te ves grande y fuerte, espero que tus capacidades no
estén acordes con tu cara porque entonces esta será una pelea muy aburrida.
El muchacho veía sonriente a la Arcángel.
–Pensé que me dirías algo para evitar esta pelea...
–¿Acaso estás loco? Yo jamás evito una pelea, no importa contra quien sea ni
en dónde nos encontremos, me encanta destrozar a la gente.
–Que agresividad, tu personalidad es un repulsivo de hombres, seguro no tienes
novio y desquitas tus frustraciones peleando. Ya que te has sincerado conmigo
déjame decirte un secreto, a mí también me gusta pelear, sólo vine aquí para
enfrentarme a alguien poderoso, tengo en mente al niño bonito de los brazos
metálicos...
Chitriel sabía que ese guerrero se refería a Póllux y no le gustó que
amenazaran a alguien a quien ella apreciaba, también le había molestado que le
insinuara lo evidente, que no tenía novio, pensaba darle una paliza.
–El guerrero de Géminis es demasiado para ti, muchachote, piensa en alguien
más terrenal.
–¿Cómo tú? – preguntó el guerrero en tono despectivo.
–Así es y aún yo estoy fuera de tu alcance...
–Ya lo veremos... soy miembro del Sind... olvídalo, mi nombre clave es Hermite,
tú eres la Arcángel Chitriel, pasemos directamente a lo bueno.
–Estoy de acuerdo.
Chitriel lanzó un ataque de tipo hielo que Hermite detuvo sin ningún problema,
por detrás de su cuerpo a la altura de su espalda surgió un brazo de color verde
parecido a un tallo con todo y hojas, éstas se multiplicaron como enredaderas
alrededor de la extremidad debilitando el elemento y resquebrajándolo, el miembro
del Sindicato de la Ciudad Blanca se burló de su rival.
–Creo que no tienes ninguna oportunidad contra mí, mis brazos de energía
natural están protegidos con hojas elementales, pueden soportar el frío extremo sin
ningún problema, creo que yo no soy el oponente indicado para ti.
–¿En serio...?
La Arcángel sonreía, a espaldas de Hermite se había formado una de sus
bestias, Celeno, la Arpía que tenía la fuerza de los huracanes en sus extremidades,
golpeó por la espalda al miembro del Sindicato que salió volando por el impacto,
cuando se levantó sangraba.
–Retiro lo dicho, hermosa, eres una buena rival para mí...
Azrael inmediatamente trató de acercarse a su primo, quien se lo impidió con
sus cuerdas invisibles de energía psíquica telequinesis, el Arcángel Caído con el
mismo tipo de energía bloqueó a su rival.
–¿En serio piensas enfrentarme, Noel?
El líder sindical de la Ciudad Blanca empezó a reír, dejó de atacar a su primo y
le permitió acercarse.
–No, galán, recibí la orden del Consejo de Familia de no enfrentar a ningún
Yaotl.
–¿Y tus compañeros?
–Ellos son otra cosa, su obligación es defender la capital.
–¿Qué es lo que sucede aquí?
–¿A qué te refieres?
–Claramente vi que dejaste pasar a mis compañeros para que fueran a pelear
contra Kukulcán... ¿cuáles son tus intenciones?
–Eso es cosa de Duquesa – Látigo señalaba a su compañera que combatía
contra el Arcángel Rafael –. Yo soy el líder del Sindicato de la Ciudad Blanca
Ersghiaal pero ella es la líder de todos los Sindicatos de Ishtar, ordenó que tus
amigos pasaran y yo la obedecí. Además, bien sabes que no deseo enfrentar a
ninguno de mis primos y menos a ti, tras la muerte de Miguel, tú y yo somos los más
poderosos...
–Se nota que no has visto en acción a Emilian...
–Da lo mismo.
–¿Qué sucedió con tu padre? – Arad preguntaba por el fallecido ex Presidente
Armand Yaotl –. ¿Todo esto lo haces para vengar su muerte?
–A mi padre lo mató su ambición, se aferró a quedarse en la silla presidencial y
pagó por ello.
–No has contestado mi pregunta.
–El tipo tuvo lo que se merecía, pero Kukulcán no es alguien que deba gobernar
el país, la venganza no me mueve, Arad, pero tengo una obligación, les hemos dado
a tus amigos la posibilidad de derrotar a ese loco, pero si no lo logran todos ustedes
van a caer hoy...
–Ya veo... ¿qué propones que hagamos ahora?
–No tengo ganas de pelear y menos en tu contra, vamos a relajarnos y ver el
nivel de nuestros compañeros...
–Si Chitriel o nuestros primos corren peligro voy a intervenir.
–Y yo te detendré, pero no nos adelantemos, vamos a disfrutar de un buen
espectáculo, primo, te recomiendo que prestes especial atención en Auriga, la rival
de nuestra prima Daiana.
–¿Tan buena es?
–Prefiero enfrentarme a muerte contra ti y Emilian juntos que pelear con ella.
Arad se le quedó viendo a su primo, Noel era todavía más vago y
despreocupado que él, si eso era posible, pero conocía bien su poder y la manera
en que empleaba sus cuerdas de energía psíquica, no era algo a lo que él se
quisiera enfrentar, decidió por el momento seguirle la corriente.
–¿Trajiste algo de beber?
Ariel veía furiosa a su rival a quien conocía demasiado bien, Stephanie, del
reconocido Clan Capella de las tierras planas de Hamal, por el contrario, la miembro
del Sindicato de la Ciudad Blanca la veía con cariño.
–Hola preciosa, mucho tiempo de no verte...
–Lo sé – la Arcángel escupía las palabras –, la última vez que nos vimos me
abandonaste por un idiota.
–¿Todavía estás enojada por eso?
–Pensé que me querías...
–Te quiero, linda – Auriga no dejaba de sonreír, siempre le había gustado esa
cara de reproche de Ariel –, es sólo que soy complicada, pero si te hace sentir mejor
el idiota por el que te dejé me hizo ver mi suerte.
–Eso no me hace sentir mejor.
–Creo que tienes razón, nos hicimos muchas promesas y yo las rompí todas,
supongo que no tuve el coraje de enfrentarme al estigma social, dos chicas
enamoradas, miembros de dos Clanes que se odian a muerte: los Capella de Hamal
y la familia de tu madre, los Josabeth, el Clan del que heredaste tus alas de
Arcángel, de verdad lo lamento. – Auriga intentó acercarse a la Arcángel.
–Eso ya no importa – Ariel con la mano le indicó a su rival que se detuviera –,
ahora somos enemigas.
–No tenemos por qué serlo.
–¿No estás aquí para defender la capital?
–No contra ti, preciosa, jamás te lastimaría.
–¿Cómo puedes decir eso? Me lastimaste de la peor forma posible.
–Me refería físicamente, sabes que no puedes conmigo...
–Eso era antes, ahora soy una Arcángel, si alcanzo el nivel definitivo de un
Iluminado puedo vencerte.
–¿Ya lo alcanzaste?
Ariel se molestó con el comentario de Stephanie, quien la veía con
condescendencia y la trataba como si en verdad fueran algo más que amigas.
–Aún no, pero puedo hacerlo en cualquier momento, todo depende del rival.
–¿Hay algo que pueda hacer para evitar esta pelea?
–No.
–Entonces qué remedio – comentó Auriga con una mueca de resignación –,
trataré de hacerte el menor daño posible, atácame amor...
Ariel atacó a su rival con una combinación de agua y tierra, un gigantesco y
horroroso monstruo metálico se formó detrás de Auriga, tenía el cuerpo de una
avispa sin alas con el tórax abultado, debajo del abdomen descansaban sus patas
que eran como las de una araña de las cuales se podían contar cuatro, por encima
del tórax, sobresalía un cuerpo humano a partir de la cintura en el cual se podían
apreciar un par de senos y cuatro brazos al final de los cuales se veían cuchillas en
vez de manos, mismas que guardaban parecido con las patas de la bestia, desde su
cabeza hasta la cintura por detrás a la mitad exacta del cuerpo corría una aleta en
forma de cuchillas y por encima de la cabeza se apreciaba una corona con
terminación en tridente, con su filosos brazos destrozó el embate de la Arcángel.

Siege, Fausto y Troy, apoyados por los Bérserkers Celestiales protectores de


Geedy estaban frente a los miembros del Sindicato de la Ciudad de los Cielos
Hevven, ellos eran el único grupo protector de la capital del país que no eran
apoyados por ningún ejército, sus cuatro miembros estaban solos, fue precisamente
por donde se encontraban ellos que pasaron Cross y sus compañeros para enfrentar
a Kukulcán. Siege les habló:
–¿Ustedes son los más poderosos de todos los Sindicatos de Ishtar?
–¿Por qué lo preguntas? – respondió Gil De Grieff, el líder sindical.
–Ningún ejército los apoya.
–En eso te equivocas, tenemos al ejército más numeroso, me gusta saber los
nombres de mis víctimas... ¿te importaría presentar a tus compañeros?
–Claro que no, pero lo justo es que se presenten primero los anfitriones...
–Somos el Sindicato que protege la Ciudad de los Cielos Hevven, yo soy el líder
de mi grupo y mi nombre clave es Crux, mis compañeros empezando por las damas
responden a los nombres clave de Lux y Marquesa, el guerrero que me falta es
llamado el Loco.
–Soy Dagda de la Armada Elemental, grupo protector del Tercer Distrito de
Arcadia, los vagos a mis costados son mis compañeros Tsukuyomi y Balar, los
chicos de atrás pertenecen al Círculo del Zodiaco, son los protectores del Círculo de
Virgo.
–Los llamados Bérserkers Celestiales...
–Así es, el mayor se llama Ceo y el pequeño es Quantum.
–Siempre se me ha hecho una demostración de ego desmedido el nombrar a
los guerreros como divinidades...
–¿Qué puedo decirte? – contestó Siege levantando los hombros –. El nombre lo
heredamos de nuestros antecesores, aunque tampoco es que me desagrade.
–Si me permites decirlo – interrumpió Troy –. Crux, Lux, Marquesa y Loco
tampoco son los nombres clave de guerreros más geniales que hay en el país.
Gil De Grieff empezó a reír.
–Creo que tienes razón, pero una vez que sientan nuestro poder verán como
nos quedan como anillo al dedo...
–Pues yo te recomendaría la ayuda del ejército – le contestó Siege.
–Es cierto – Gil se llevó la mano derecha al mentón mientras les regalaba una
gran sonrisa a sus contrincantes –. Nuestro apoyo, les prometí un ejército
numeroso... ¿Les parece bien unos dos mil soldados?
Siege le devolvió la sonrisa.
–Para empezar yo creo que está bien...
En ese momento aparecieron rodeando a los rebeldes cientos de clones alados
enfundados en armaduras metálicas, todos portaban escudos y diversas armas:
espadas, lanzas, arcos y flechas, en sus armaduras se distinguían tres cruces, las
más representativas del país: en los escudos se distinguía la cruz elemental, en el
frente de sus armaduras abarcando todo el tronco se distinguía la cruz de la religión
del culto a los tres Dioses y en el casco se distinguía una gran cruz que
representaba la bandera de Boleria. El color de las cruces variaba respecto de las
armas que portaban los clones. Una vez que los clones se organizaron y formaron,
las últimas líneas tensaron sus arcos apuntando a los miembros de la Armada
Elemental y a los Bérserkers Celestiales. Gil les siguió hablando:
– Mi familia desde la fundación de Hevven ha protegido la Ciudad de los Cielos,
en toda su historia jamás ha sido tomada...
–Tal vez – le respondió Siege –. Ciertamente tu ejército es impresionante y
debido a la geografía de Hevven seguramente has de ser invencible, pero ahora no
estamos peleando en un inmenso cañón sin fondo ni tú estás en las alturas.
Inmediatamente después Siege volteó a ver a Troy.
–¿Puedes hacerte cargo?
–De los clones y de los miembros del Sindicato si así lo quieres – le respondió
Tsukuyomi.
–Encárgate sólo de Crux, presiento que el tipo va a dar pelea...
–Está bien.
En ese momento por cada clon cruzado apareció enfrente de ellos una sombra
idéntica, mismas que inmediatamente sacaron sus escudos y protegieron a los
rebeldes de las flechas que ya habían sido lanzadas.
– ¡Wow! – exclamó Lux, quien veía emocionada a los cientos de cruzados y
sombras, era una niña de la edad de Quantum –. Esto es genial, finalmente Crux se
va a enfrentar a alguien hecho a su medida... ¿qué tienen para mí?
Fausto empezó a reír, le gustó el entusiasmo de la chica, la conocía bien, era
su prima.
–Hola, Lily, si estás tan emocionada de pelear, lo harás conmigo...
–¡No Fausto! – se quejó la chica –. Eso no es justo, yo quiero pelear con alguien
que pueda darme pelea, tú eres un poderoso psíquico pero mi poder te destruirá en
segundos, prefiero a alguien como él – señalaba a Tsukuyomi.
–¿Esta es la chiquilla violenta de la que tanto hablas? – preguntó Troy a su
primo.
–Sí, ella es Lily Yaotl – dijo Fausto viendo fijamente a la chica, después
presentó a Tsukuyomi como era debido –. Lily, él es nuestro primo Troy.
–¿Es el hermano del insoportable De Grieff?
–Así es – respondió Troy sonriendo –, te refieres a Edgar y yo tampoco lo
soporto, yo soy tu primo que le pateaba el trasero a Fausto cuando éramos niños,
pero ahora no puedo ocuparme de ti, niña, ya será en otra ocasión, tendrás que
combatir con Fausto, él se cree el más fuerte de todos nosotros, será divertido ver
cómo lo derrotas...
–¡Bien! Entonces tú serás mi rival – Lily Yaotl señaló a Fausto y después a
Siege – él peleará con el Loco, seguro mi compañero lo va a vencer...
Ceo dio dos pasos al frente y mencionó viendo a la guerrera que faltaba,
Marquesa.
Entonces creo que tú y yo...
–No, Ceo – lo interrumpió Siege –, yo pelearé con el Loco y esa chica, tú
infórmanos de los movimientos de nuestros rivales y que Quantum te proteja a ti...
¿entendido?
–Tú eres el jefe – respondió Ceo en tono molesto dándoles la espalda a sus
compañeros.
–No te sientas mal – le dijo Marquesa a Ceo –. Yo tampoco voy a pelear, al
igual que tú sólo voy a apoyar a mis compañeros, nuestro rol es el más importante,
el grupo que tenga el mejor apoyo ganará.
–De acuerdo – Ceo aceptó el reto.
Balar se acercó a Dagda y le susurró al oído.
–Ten cuidado con ese tipo – señalaba a quien le decían el Loco –, Lily me ha
hablado de él, es del sur de Aztlán, de los Clanes que manejan brazos elementales,
su familia, el Clan Rhosyn, es de los más poderosos, sus brazos son de energía
pura y puede transmutar la energía elemental...
–No hay problema – respondió Siege dándole una palmada en la espalda a
Balar –, me encargaré de él...
Los combates comenzaron, los escudos de los caballeros cruzados y sus
sombras chocaron en el inicio de las hostilidades, enfrentándose en una batalla sin
cuartel.
Lux enfrentó a Balar, controlaba las cuerdas de energía psíquica dimensional,
la cual era muy peligrosa, le bastaba tocar a un guerrero con ellas para enviar la
parte del cuerpo tocada a otra dimensión, inmediatamente atacó al miembro de la
Armada Elemental quien desenfundó su espada Katana, en su ojo izquierdo se
formó el símbolo del tomoe, dos "comas" contrapuestas una de la otra, ralentizó el
tiempo con lo que pudo pasar a través del ataque de su oponente y se acercó a su
prima para someterla.
Por su parte, el guerrero conocido por el nombre clave de Loco elevó su
energía y de su cuerpo emergieron dos brazos de energía pura, ambos se veían
vacíos, pensaba llenarlos con la energía de su rival, los brazos se estiraron y
atacaron directamente a Siege, el miembro de la Armada Elemental atacó con su
lava hirviente a su enemigo, el brazo izquierdo del miembro del Sindicato absorbió el
poder y separó la fusión con la ayuda de su brazo derecho, teniendo un brazo
propiedades de agua y el otro de fuego, con ambos embistió al miembro del Clan
Hobbs.
Ceo leía las mentes de sus enemigos y se adelantaba a sus movimientos,
aunque ciertamente no podía comunicarse con sus compañeros directamente a sus
mentes para advertirles de los embates rivales, sí podía controlar sus cuerpos, a
través de ese poder de control de una manera muy sutil los ayudaba a evitar los
ataques de los miembros del Sindicato de la ciudad oculta.
Detrás de sus respectivos compañeros, Quantum y Marquesa estaban
inmóviles, únicamente observando el campo de batalla y esperando a entrar en
acción cuando se les necesitara.

Los guerreros que llegaron de Hamal avanzaron hacia los miembros del
Sindicato de la Ciudad Oculta Hiddensh, Amaterasu y Lúgh marchaban al frente,
detrás de ellos caminaban Acuario, Furcas y Beleth. Inmediatamente los dos ex
convictos eligieron a sus rivales.
–Yo pelearé con la chica de los brazos de bestias – dijo Furcas.
–Y yo con el chico de los cabellos blancos – apuntó Beleth –, es un De Grieff de
primera línea, el poder metálico en él es enorme...
Oberón ladró agresivamente a la otra chica, Edgar le acarició la cabeza.
–Al parecer esa chica maneja algún tipo de energía psíquica – le dijo a
Rhiannon –. Eso siempre pone nervioso a Oberón. Yo me encargaré de ella, tu
encárgate del otro y que Acuario pelee con los ejércitos.
–Está bien.
Los combates comenzaron, los miembros del Sindicato de la Ciudad Oculta
Hiddensh no se molestaron en entablar ningún tipo de plática conciliatoria con sus
rivales, inmediatamente se lanzaron al ataque.
Acuario no se anduvo con sutilezas, de inmediato alcanzó el estado de símbolo
zodiacal, en sus brazos se formó el tatuaje de su símbolo y su poder se incrementó,
convocó a su bestia mítica: el poderoso Tritón, mismo que multiplicó su cuerpo y
empezó a arrasar con sus rivales.
Furcas por su parte se enfrentó a la líder del Sindicato de la Ciudad Oculta:
Cassy Brunn. De las palmas de las manos del miembro del Clan Deltotum de Hamal
surgieron sus tres báculos, mismos que formaron un triángulo, el miembro de la
extinta Liga de la Noche hizo un trato desigual, inhibió el poder de su oponente y lo
tomó para sí mismo en forma de energía pura.
–Espero que seas una buena combatiente con esa espada, niña – señalaba el
arma en la cintura de la chica –, porque acabo de inhibir tu poder elemental.
–Así que ese es el famoso pacto del Clan del triángulo, entonces tú debes ser
miembro de uno de los Clanes Herreros...
–Así es, del Clan Deltotum, llámame Furcas. Y tú eres...
–Me llaman Mort...
–¡Vamos! – exclamó Furcas ahogando una carcajada –. ¿Qué clase de nombre
es ese? ¿Acaso estás jugando conmigo?
–¡En serio! – contestó la chica, se notaba que estaba de buen humor –. Ese es
mi nombre clave y soy la muerte en persona, creo que usted ya está un poco
oxidado, señor, su pacto de equivalencia únicamente afecta dos de mis
extremidades, las garras del Dragón Metálico que me vio utilizar cuando sus
compañeros pasaron entre nuestros ejércitos, pero le voy a demostrar que yo aún
tengo muchas extremidades más...
En ese momento dos brazos más surgieron de la espalda de Mort, éstos eran
idénticos a las patas del Basilisco y al igual que la bestia de Brahama, estaban
cargados con energía pura, con ellos atacó al miembro de la Liga de la Noche,
Furcas con sus tres báculos tuvo que defenderse del múltiple embate de su rival, la
batalla se ponía interesante.
Beleth atacó con su cuerda metálica al guerrero con el nombre clave de
Caelum, éste retrocedió y en seguida activó su poder elemental, en sus brazos se
formaron dos tatuajes de serpientes híbridas, ambas con la parte inferior de una
serpiente y la superior humana, una hembra y un macho, las dos se materializaron.
El miembro de la extinta Liga de la Noche observó a la primera de las bestias,
el macho, la parte de su cuerpo con forma de serpiente era delgada y larga, de
aproximadamente cuatro metros de longitud, su tronco también era menudo y la piel
de su espalda se desplegaba como si se tratara de una cobra, contaba con cuatro
brazos delgados pero musculosos y su rostro era una máscara blanca, sin boca ni
nariz, solo se observaba el espacio de los ojos, violetas con fondo negro, energía
eléctrica corría a su alrededor.
La otra serpiente antropomórfica, la hembra, tenía la parte baja más gruesa
pero también más corta, de dos metros aproximadamente, a partir de la cintura se
observaba el talle y tronco de una mujer con enormes y bien formados senos y un
rostro atractivo, su cabello era largo y contaba con seis brazos, su desnudez
superior era cubierta por una delgada armadura de su misma piel de serpiente que
apenas le cubría los senos y en su espalda se distinguían las fundas de cuatro
empuñaduras y un arco. La bestia hembra tomó dos de esas empuñaduras que al
tener contacto con su energía se convirtieron en dos dagas largas de energía pura.
Ambos monstruos antropomórficos atacaron inmediatamente al miembro de la
resistencia, quien se vio obligado a también llamar a su bestia. Cuando Caelum vio
al monstruo de su rival sonrió sorprendido, finalmente su rostro imperturbable mostró
una emoción.
–¿Esa es la famosa Hydra del Clan Alfard?
–Así es, muchacho.
–Señor, yo siempre quise ser un Caballero Fantasma, pero no pude serlo por
las restricciones de la Orden de Hamal.
–Yo también siempre quise serlo, muchacho, pero no pude porque soy un
imbécil.
–¡Yo también soy un imbécil! – exclamó Caelum –. Me vine a Ishtar para
enrolarme en su academia, pero mi familia no me permitió competir por una espada
del alfabeto antiguo...
–No veo por qué, eres un De Grieff, muchacho, y por lo que veo uno de los
fuertes – observaba el cabello blanco del chico, símbolo de las ramas puras de su
familia –, tú puedes ser lo que quieras...
–Nacemos marcados, señor, mi rama familiar siempre ha protegido Hiddensh,
usted es el gran Beleth, mi padre fue de los que perdió contra usted cuando tomó la
Ciudad Oculta en compañía de la Liga de la Noche.
–Ese fue un gran error que me costó mi vida entera, hijo, pasé veinte años de mi
existencia en el Quinto Distrito, espero no haya matado a tu padre...
–No, pero mi padre siempre me habló de la Hydra metálica y de cómo perdió
contra Beleth de la Liga de la Noche, yo he entrenado toda mi vida para ser mejor
que usted...
–Y este es el mejor momento... ¿verdad?
–La pelea no es a muerte si no lo desea, señor, sólo basta decir me rindo...
–¿Y qué van a decir tus compañeros acerca de eso?
–Lo que ellos hagan o digan es su problema, yo sólo quiero enfrentar a la
Hydra...
–Creo que no tengo opción...
–No señor, ya sea amistosamente o a muerte pero usted y yo pelearemos.
–Vale pues, ya estoy viejo y mis ansias de gloria quedaron atrás, conocí a
grandes guerreros de mi generación y casi todos ya están muertos, que sea una
pelea amistosa, alguien tiene que contar la historia.
En cuanto se acercaron a la guerrera conocida como Sombra, Lúgh y Oberón
se dispusieron a terminar rápidamente con el duelo, Edgar le preguntó al pitbull:
–¿Qué energía maneja esa chica?
Antes de que el Baphometh respondiera, Sombra preguntó:
–¿En serio le entiendes a sus ladridos?
–Así es, no son palabras exactamente, pero puedo descifrar sus ladridos,
gruñidos y hasta sus alaridos como si fueran un lenguaje extranjero pero que
conozco perfectamente...
–¿Y te comunicas con él también ladrando?
Edgar empezó a reír.
–¡No! ¿Cómo se comunica todo mundo con su bestia?
–Telepáticamente... – respondió la chica sonrojada, se sintió tonta.
–Pues yo soy distinto entonces – le explicó Lúgh señalando a Oberón –, él me
entiende cuando le hablo así como tú, ambos estamos conectados, me imagino que
la manera en la que me entiende ha de ser la misma que yo a él de manera inversa.
–¿Y sólo te entiende a ti?
–No, entiende a cualquiera.
–Pues espero que el entender nuestra lengua no sea su mayor virtud, porque mi
poder lo inhibe todo...
En ese momento varias cuerdas psíquicas oscuras, como si fueran sombras,
surgieron de las manos de la guerrera, Edgar volteó a ver a Oberón, el pitbull
entendió la indirecta y liberó su segunda cabeza, justo en el momento en que quedó
amarrado y su poder fue inhibido.
El dragón de dos patas y cuerpo de serpiente con las habilidades de Fafner
inmediatamente penetró en las profundidades de la tierra, a la espera de la señal de
su dueño para atacar, Lúgh por su parte lanzó varias esferas metálicas a su
oponente, quien con sus hilos psíquicos logró atraparlas y desintegrarlas.
Otros hilos atacaron a Edgar De Grieff pero en ese momento el tatuaje en su
brazo derecho se transformó en un guante metálico, su ropa adquirió un tejido del
mismo elemento creando una armadura y en su mano derecha se formó una espada
con modalidad de tijera en cuya hoja se distinguía el grabado de un cangrejo, junto a
la empuñadura se veía una pieza parecida a un freno de motocicleta que al apretarlo
la hoja del arma se abría y cerraba como si se tratara de unas tijeras, con ellas cortó
los hilos psíquicos de su rival liberando a Oberón, pero de inmediato del suelo
surgieron más hilos maniatando otra vez a la bestia y al mismo tiempo otros más lo
atacaron a él, Lúgh se vio obligado a retroceder.
–Tu poder es increíble – comento el líder de la Armada Elemental.
–El tuyo también – reconoció la guerrera –, jamás había visto un metal que
pudiera cortar mis hilos psíquicos de sombras, tu compañero es más impresionante
todavía... ¿qué tipo de bestia es ese perro?
–Una de las más poderosas que existen – respondió Lúgh con orgullo –: el
Baphometh.
–He oído hablar de él, pero mi poder puede inhibir todas sus capacidades, como
puedes ver mis cuerdas también pueden traspasar las superficies, en cuanto surja
su otra mitad lo maniataré igual.
–Tal vez puedas maniatar a mi compañero, pero yo heredé las principales
armas de mi familia, los poderosos guantes Frixo y Hele.
–Yo sólo veo un guante…
–Si eres lo suficientemente fuerte te mostraré a Hele, aunque no creo que sea
necesario, tu poder no puede inhibir la única fusión existente de la energía pura con
el metal.
–Te equivocas, sí puedo hacerlo pero necesito acercarme más a ti...
–Algo muy peligroso si mi bestia está acechándote desde las profundidades de
la tierra. Parece que por el momento estamos igualados...
–No es así – la guerrera sacó su espada, la empuñó con su mano derecha
mientras que con la izquierda manejaba sus hilos psíquicos –. La ventaja la tiene el
guerrero que defiende, vas a perder.
En ese momento Sombra atrajo hacia ella el cuerpo inmovilizado de Oberón, se
escuchó el gruñido del animal, pensaba cortarlo en pedazos, si Lúgh deseaba
salvarlo tendría que acercarse a ella y entonces todo se revertía a su favor.
Rhiannon observaba a su contrincante, un tipo con facha de pordiosero, ropa
vieja y desgastada, barba de varios días, cabello sin peinar y mirada de sueño, sus
movimientos eran torpes y estaba distraído viendo otros enfrentamientos sin
prestarle atención a ella.
–Oye tú – le llamó para que la atendiera –, yo soy tu oponente...
El guerrero conocido con el nombre clave de Conde volteó a ver con
indiferencia a Rhiannon, se sacó unos mocos de la nariz que se limpió en su
pantalón embarrándoselos y después siguió prestando atención a los demás
combates, Amaterasu molesta le reclamó:
–¿Qué acaso no piensas pelear?
Conde volteó a ver a Rhiannon y se puso el dedo índice en los labios, le
respondió con una voz desesperadamente lenta.
–Shhht, baja la voz, te escucho perfectamente.
–Entonces voltea a verme cuando te hablo... – le espetó la portadora de la
espada suprema Kusanagui –no-tsurugui.
–No puedo – respondió Conde desviando nuevamente su atención –, estoy
viendo los demás combates...
–Yo soy tu oponente...
–Te puedo vencer cuando quiera, necesito ver la pelea de Cassy – señalaba a
la guerrera que combatía contra Furcas –, estar alerta por si necesita mi ayuda,
sabes... me gusta.
–¿Y a mí qué me interesa si te gusta esa chica? – Rhiannon cada vez se
molestaba más –. Será mejor que acabe rápidamente contigo para ayudar a mis
compañeros...
Amaterasu atacó con un poderoso ataque de su elemento a Conde, quien sin
ver el embate extendió su brazo izquierdo hacia el poder de viento el cual al entrar
en contacto con su brazo se transformó en una leve ventisca.
–Ya te dije que no molestes – le espetó el guerrero de Ishtar con la misma voz
lenta y cansina –, si quieres ve a ayudar a tus amigos, sólo no te metas con Cassy.
–¿Y quién demonios es Cassy? – preguntó Amaterasu exasperada por la actitud
de ese tipo.
–La chica más hermosa del mundo – contestó Conde sonrojado y con una
estúpida sonrisa –, la que está peleando con el viejo de los báculos, creo que voy a
pedirle que sea mi novia.
–¿Acaso ya te viste en el espejo? – Rhiannon veía con repulsión al guerrero
representante del Sindicato de la Ciudad Oculta Hiddensh –. Eres un asco, no
podrías gustarle a ninguna chica...
Conde seguía sin perderse detalle de la pelea entre Furcas y Mort, sin voltear a
ver a Rhiannon le respondió:
–No me extraña lo que dices, eres muy hermosa, todas las que son como tú
están cortadas por la misma tijera, son ególatras y narcisistas, juzgan a la gente por
su apariencia, seguramente tu novio es el enorme tipo idéntico al que abrió camino a
los que fueron a pelear con el Presidente. Eres racista...
Rhiannon se enfureció.
–¡Yo no soy racista!
–Racista es la persona que juzga, rechaza y menosprecia a los demás por su
raza, apariencia, sexo o creencias, tú me juzgaste sin conocerme, eres racista...
–No soy racista pero sí soy una estúpida al bajarme a tu nivel y discutir
contigo...
Conde seguía sin ver a la portadora de la espada suprema Kusanagui-no-
tsurugui.
–En eso tienes razón, eres estúpida... y también racista.
Finalmente Amaterasu se cansó de discutir y atacó a Conde físicamente, el
miembro del Sindicato de la Ciudad Oculta evadió todos los golpes de Rhiannon.
–¿Por qué me atacas si ya te dije que no pienso pelear contigo ni con tus
amigos?
Rhiannon estaba furiosa, habló sin pensar.
–Porque después de acabar contigo voy a matar a tu noviecita...
En ese momento la mirada de Conde se endureció, sacó de una bolsa interior
de su desgastada chamarra una empuñadura de espada, extrajo el poder del cuerpo
de Rhiannon y lo depositó en su arma, al ser Amaterasu la máxima controladora del
aire, la empuñadura del miembro del Sindicato de Hiddensh transformó la energía
extraída en la espada elemental primigenia de viento: Eos y con ella golpeó a la
FILO Divino.
Rhiannon sintió que todo su cuerpo se desgarraba mientras volaba por los
aires después de que Conde la golpeara con su propia energía, pero sólo fue un
instante, en ese mismo momento la oscuridad se apoderó de ella, ya no sintió dolor,
no sintió nada, estaba desmayada.
*****
Del otro lado de las montañas, mientras Cross y compañía le estaban dando la
vuelta al pequeño monte que separaba a los ejércitos de Ishtar con la entrada a la
Ciudad Sagrada de Uruk, dos bestias de obsidiana atacaron a los rebeldes que
corrían al nivel del suelo, en un rápido movimiento Cerberus extrajo a Durandal de
su pecho, la encendió para aumentar el poder de su afilada hoja y partió a una de
las bestias, a la otra la golpeó en el pecho con su mano izquierda abierta
rechazándola mientras saltaba hacia él, cuando la bestia de piedra se levantó,
Dorian tronó los dedos y la obsidiana se consumió en una explosión de fuego azul.
Todos sus compañeros se quedaron sin habla, ese era un Dorian muy diferente
del que conocían, su poder daba escalofríos, acababa de derrotar a dos poderosas
bestias en un abrir y cerrar de ojos sin siquiera haber entrado en modo FILO. Cástor
se acercó a él.
–Dorian... me preguntaba si una vez que todo esto termine, tú y yo podríamos...
–¡No! – gritaron al mismo tiempo Michelle, Elektra, Arlés y Póllux.
Dorian sonriendo levantó los hombros viendo a Cástor, el ahora gemelo mayor
murmuró para sí mismo:
–Aguafiestas...
Elektra, Michelle, Cástor, Póllux, Dorian y Arlés, los seis huéspedes de la casa
Riazor como ellos solían llamarse, se prepararon para enfrentar a los miembros de la
facción Alianza del Tloque Nahuaque comandados por Sir Astaroth, Fenrir levantó el
puño derecho al frente y por encima de su cabeza, los demás lo imitaron.
–Ha pasado mucho tiempo desde que todos juntos hicimos esto... – comentó
Arlés.
–Desde que dejamos la residencia Riazor – respondió Michelle.
–Siendo unos niños todavía – completó Póllux.
–Ahora somos un poco más fuertes – Cástor jugaba con sus armas haciéndolas
girar en los dedos índice de ambas manos.
–Y mejores personas – Elektra veía a Cerberus.
–¡Por la dicha de pelear una vez más al lado de mis hermanos! – gritó Dorian.
–¡Por mis hermanos! – respondieron todos los demás.
Arlés inmediatamente entró en modo FILO, sus ojos se tornaron azul claro y
sus pupilas desaparecieron quedando en su lugar el símbolo que lo identificaba
como el guerrero sagrado número diez, a su espalda apareció el rey de los lobos con
su armadura de hielo azul, el legendario lobo Fenrir.
Dorian y Elektra hicieron lo mismo, sus ojos se tornaron color cian y gris claro
respectivamente, sus pupilas desaparecieron y en su lugar se formaron los símbolos
que los distinguían como los FILOS números tres y once, a sus espaldas
aparecieron el mítico perro de tres cabezas, Cerberus, con su armadura de fuego y
el Dragón de Luz.
Por su parte, Michelle convocó a su bestia mítica que había obtenido cuando
juró lealtad a la Legión de los Iluminados, Equidna, monstruo con torso de una mujer
y cuerpo de serpiente.
Al ver a todos sus amigos sobre sus bestias, Póllux no lo pensó dos veces,
tomó vuelo y de un corto pero preciso salto cayó en los hombros de su gemelo,
quien inmediatamente protestó.
–¿Y a ti qué demonios te pasa?
–Todos tienen a su bestia con la que van a pelear... – respondió el ahora
gemelo menor –, demuéstrales que la mía es la más salvaje de todas...
Cástor lanzó el rugido de un animal, tomó con fuerza las piernas de su
hermano e impulsado por su viento se lanzó a gran velocidad en contra de sus
enemigos que ya los esperaban.
Arlés y los demás empezaron a reír e inmediatamente después a toda
velocidad se lanzaron al ataque, el can de tres cabezas Cerberus corriendo por
primera vez en siglos al lado del lobo Fenrir para combatir como compañeros, detrás
de ellos Equidna los seguía con Pariel sentada en la punta de su cola con las
piernas cruzadas y apenas por encima de todos Athena volaba sobre el hermoso
Dragón de Luz.
Por fin se dio el choque de poderes, inició el combate de los seis huéspedes de
la residencia Riazor contra los miembros de la facción alianza del Tloque Nahuaque
y el Caballero Fantasma, todos peleaban al tope de sus capacidades, el símbolo en
la pupila de Cerberus, Fenrir y Athena ya se había triplicado.
De igual manera, los ojos de Pariel se tornaron blancos y letras antiguas
ocuparon el contorno de sus pupilas, los tatuajes permanentes en Hermes y Titán
brillaban en sus brazos.

El primer combate se dio entre Hun Ab Ku y Athena, el líder de la sección


Alianza del Tloque Nahuaque se elevó siendo resguardado por un gigante inmaterial
que fue tomando consistencia hasta generar una armadura de roca, el guerrero
quedó inmerso en las entrañas del coloso.
–Este es el gigante elemental Yani – explicó Hun Ab Ku –, su cuerpo al igual
que su protegido maneja los cuatro elementos primordiales, trataré de que sufras lo
menos posible.
La temperatura alrededor de la portadora de Spartha se incrementó hasta los
quinientos grados centígrados, Athena sonrió, tomó la energía incandescente y la
transformó en energía pura, con ésta golpeó a su oponente quien se vio obligado a
retroceder.
–Interesante el poder que posees, Athena – comentó el guerrero dentro del
coloso –, vamos a ver qué tal lo haces con un ataque más físico...
Del gigante elemental surgieron otros dos brazos y en cada uno de ellos se
formó un arma elemental, un macuahuitl de fuego, uno de agua, uno de viento y uno
de tierra, con ellos atacó físicamente a la portadora de Spartha que inmediatamente
extrajo de sus antebrazos a las espadas de brazo Andrómeda y Atalanta para
defenderse, el Dragón de Luz trató de ayudar a su ama pero en ese momento dos
ráfagas de energía pura lo impactaron, Sir Astaroth estaba ayudando a Hun Ab Ku.

Caballero Obsidiana se encargó de apartar a los enemigos más poderosos,


envió a cinco bestias de obsidiana contra de Hermes y Titán, los gemelos estaban
cansados por su enfrentamiento en contra de quien ellos creían había sido el líder
de los Titanes.
Ninguno de los dos pudo alcanzar el siguiente nivel de poder en un miembro
del Círculo del Zodiaco, ambos se quedaron en el nivel de Símbolo Zodiacal,
suficiente para ganar su batalla pero no para ayudar a sus compañeros.
Las bestias de roca eran ágiles y fuertes, sus cuerpos eran de un tipo de tierra
cristal color vino, unas extraordinarias combatientes que se adecuaban a la batalla y
a las cualidades de pelea de sus adversarios, Caballero Obsidiana era el General
que ordenaba la forma del ataque de acuerdo a la manera de pelear de sus
oponentes.
Póllux creó una gigantesca cuchilla con su guante gris y una enorme hoz de
viento con su guante verde, a una gran velocidad atacaba a las bestias
destruyéndolas de un solo golpe, sin embrago, la parte que destruía se volvía a
reconstruir, intensificó su ataque y descubrió que sólo destruyendo por completo a
las bestias no se reconstruían, el problema era que su rival ya había formado cinco
bestias más.
Cástor no estaba en mejor situación que su gemelo, con sus dos revólveres
lograba mantener al margen a sus enemigos pero los destruía por completo a un
ritmo demasiado pausado, el tiempo sería insuficiente para ayudar a sus
compañeros.
A Fenrir le tocó combatir con Caballero Águila, un controlador de la electricidad,
elemento contra el que su hielo era más débil.
–Así que tú eres el famoso Fenrir, el Supremo Comandante y estratega de los
rebeldes.
–Así es... ¿con quién estoy tratando?
–Mi nombre es Caballero Águila y manejo el elemento electricidad, aunque mi
poder no es una fusión como el tuyo, te aseguro que será un combate interesante...
–No lo creo, a mí no me complace pelear por gusto, sólo lo hago cuando es
imprescindible.
–Ahora lo es, nuestras órdenes son detenerlos y eso es lo que haremos...
–Ni hablar – Arlés dejó escapar un suspiro de decepción –. Será mejor terminar
con esto rápidamente.
–Estoy de acuerdo, dicen que si te dan el tiempo necesario siempre encontrarás
la manera de derrotar a tu oponente, yo no pienso darte ese tiempo, conoce mi
poder sobre la electricidad, ya veremos qué tan bueno eres para encontrar la
estrategia correcta para derrotarme...
En ese momento el guerrero de la sección Alianza del Tloque Nahuaque lanzó
un poderoso ataque eléctrico contra Fenrir, quien con la ayuda de su defensa de
hielo lo bloqueó, después a una gran velocidad y auxiliándose de las habilidades de
su bestia en un instante llegó hasta donde se encontraba su rival y con su espada
Droma lo cortó a la mitad.
El cuerpo completo de Caballero Águila se tornó en electricidad y la espada
sagrada no lo afectó, cruzó su cuerpo sin dañarlo, después, el cuerpo del guerrero
de Aztlán se reconstruyó sobre el lobo mítico, la electricidad selló sus movimientos y
lo dejó inmóvil, la mitad superior del cuerpo de Caballero Águila señaló a su rival.
–Aunque mi poder no es una fusión tengo las capacidades del gigante elemental
eléctrico de Zeus, además, tengo un regalo para ti…
Caballero Águila creó varias águilas de energía elemental electricidad, las
cuales atacaron directamente al FILO número diez.
–Ten cuidado – le advirtió el lobo mítico a su amo directamente en su mente –,
no permitas que esas cosas te toquen o sellarán tus movimientos, aún con mi
defensa de hielo no puedo moverme…
Arlés trató de llamar a su bestia y desaparecerla, pero el poder de su
contrincante se lo impidió, no tuvo tiempo de pensar mucho en eso, las águilas
eléctricas lo atacaban por todos los flancos pero pudo eludirlas gracias a la agilidad
tomada de su bestia.
–Esto pinta muy mal – comentó mientras planeaba la estrategia para vencer a
su rival.

Pariel estudiaba a su contrincante, un chico de mirada soberbia y confiada,


pensaba bajarle los humos, en ese lugar sólo podía haber una persona arrogante y
esa era ella.
El chico observaba atentamente a la Arcángel, sin duda la pelirroja era
hermosa, mucho más que cualquier mujer que conociera, pero eso no importaba si
se encontraban en una batalla, le dolía destrozar algo tan hermoso pero cumpliría
con su obligación, su cuerpo desprendió una gran energía y en su mano derecha
brilló un resplandor eléctrico color ámbar. Michelle echó un vistazo a las batallas a su
alrededor y comentó:
–Electricidad, yo también manejo esa energía pero me imagino que la tuya ha
de ser especial… ¿ωómo te llamas?
–Mi nombre es Caballero Jaguar y al igual que Caballero Águila soy un Brunn,
Clan controlador de los ataques eléctricos más poderosos, el mío se llama tlatomi y
es tan intenso como el rayo de Zeus, de verdad me da pena esto porque nunca
había conocido a nadie tan bella como tú, disfruta por última vez tu hermoso rostro,
porque yo lo destruiré...
–Otro idiota más con pose de galán de quinta – dijo la pelirroja con una mueca
de hartazgo –. Está bien, muéstrame lo que puedes hacer.
Caballero Jaguar lanzó un poderoso ataque contra su oponente, el poder
eléctrico de la Arcángel no fue suficiente para detenerlo, de inmediato Equidna
protegió a su ama, la cubrió con su cola de serpiente la cual quedó completamente
destrozada.
La cola de la bestia quedó en el suelo como un cascarón vacío y al mismo
tiempo le surgió otra, a gran velocidad atacó al oponente de su ama para destrozarlo
en una batalla física. Caballero Jaguar dejó a la bestia acercarse, en cuanto la tuvo a
un palmo, evitó el ataque de la serpiente híbrida que fue demasiado lento, después,
con un golpe cargado de electricidad ámbar la dejó fuera de combate.
Pariel de inmediato llamó a su bestia y la desapareció antes de que Caballero
Jaguar la destruyera por completo, al mismo tiempo le quito al miembro del Tloque
Nahuaque sección Alianza el sentido de la vista.
–Eso no te servirá de nada, preciosa – le advirtió el guerrero –, tendrás que
hacer mucho más que manipular mis sentidos para derrotarme...
El guerrero de Aztlán se empezó a transformar en un híbrido de un humano y
un jaguar, sus fuerzas se duplicaron y un destello ámbar lo protegió del ataque de su
rival.
–Espero que tú también tengas protección... – le dijo a la pelirroja.
–La tengo – le respondió Michelle –. Admito que me confié al enviar a mi bestia
a derrotarte sin conocer tus habilidades, pero ahora sé cómo derrotarte, tu
relámpago es una poderosa fusión, de electricidad y fuego, es explosivo, yo también
manejo una fusión eléctrica, pero la mía es dominada por el fuego…
Pariel lanzó su poderoso fuego rosa contra su rival, la forma líquida del
elemento fue rechazada por el tlatomi que lo extinguió por completo, en ese mismo
momento con su gran agilidad y fuerza el guerrero atacó a la Arcángel quien lo
rechazó de un poderoso golpe incrementando su sentido del tacto, el impacto sólo
hizo retroceder a Caballero Jaguar unos cuantos metros.
–Tal vez puedas rechazar mis ataques psíquicos – comentó la Arcángel –, pero
la manipulación de los sentidos no sólo me sirve para atacar, también puedo
maximizar mis habilidades, al igual que tú lo haces con esa transformación de
jaguar, parece que estamos igualados.
–Tal vez – respondió Caballero Jaguar –, pero igual vas a perder, tengo a un
refuerzo...
El miembro del Tloque Nahuaque sección Alianza miraba a la espalda de la
Arcángel conocida como "el despiadado ángel de Dios", Pariel lentamente se volvió
a su espalda y vio las ráfagas de energía pura enviadas contra ella por Sir Astaroth,
se percató demasiado tarde de la agresión a dos frentes, el ataque del Caballero
Fantasma estaba demasiado cerca, le sería imposible evitarlo y Equidna ya estaba
fuera de combate, entendió que había perdido.

Dorian combatía en una lucha sin cuartel en contra del guerrero conocido como
Qaholom, el chico perteneciente al Tloque Nahuaque era muy peligroso, atacaba al
portador de Durandal tomando dos fusiones que tomó del campo de batalla en su
propio cuerpo, el fuego azul del mismo Cerberus y el fuego rosa de Pariel.
La mitad del cuerpo del guerrero era azul y la otra mitad rosa, atacaba con
ambas fusiones de una manera física, no podía lanzar el elemento pero era muy
rápido en sus ejecuciones.
El mítico perro de tres cabezas no podía ayudar a su amo, el fuego rosa
tomado de Pariel lo mantenía a raya, sorprendió a la bestia cuando sacó su espada,
como hacían los troopers el miembro del Tloque Nahuaque podía lanzar el elemento
a través de su arma..
El FILO número tres seguido de Cerberus se alejaron de su oponente quien los
veía con superioridad.
–Me llamo Qaholom y mi familia es de las más poderosas de Aztlán, pertenezco
al honorable Clan Anáhuac y soy su máximo representante, tengo el poder de
integrar en mi cuerpo hasta dos fusiones, tu mítico fuego azul no puede hacerme
nada, te demostraré que la leyenda de los FILOS es sólo eso, un cuento para
mostrar a los niños, pero en realidad ustedes son unos guerreros cualquiera...
Dicho lo anterior, a una gran velocidad se aproximó a Cerberus para atacarlo
literalmente a dos fuegos, era imposible que resistiera el contacto de los dos fuegos
fusionados, con una gran tranquilidad Dorian se dejó golpear por su fuego azul y
detuvo el ataque del fuego rosa con su espada.
–Puedes manipular mi fuego pero tampoco me dañarás con él – arengó a su
contrincante –, se puede decir que sólo tienes el fuego rosa para destruirme, no te
será suficiente, con mi espada puedo destruir cualquier ataque de fuego...
–Gracias por la advertencia – dijo Qaholom sin inmutarse –, entonces sólo tengo
que pedir prestado otro poder fusionado…
Tras mencionar sus últimas palabras, el cuerpo de Qaholom se deshizo del
fuego azul y absorbió el poder del tlatomi de su compañero Caballero Jaguar, ahora
controlaba un ataque fusionado de electricidad y uno de fuego. A consecuencia de
controlar el relámpago ámbar, la velocidad del miembro del Tloque Nahuaque se
duplicó, atacó a Dorian a una velocidad que hubiera destrozado a Cerberus pero el
portador de Durandal tenía las capacidades de su can de tres cabezas, era tan
rápido como su oponente, mientras, la bestia mítica sólo aguardaba por el momento
preciso para atrapar a aquel molesto guerrero en sus fauces y destrozarlo.

Elektra estaba con una rodilla en el suelo a consecuencia del ataque del
gigante elemental Yani apoyado por las ráfagas de energía pura de Sir Astaroth, los
macuahuitl de fuego y viento creaban grandes explosiones que Athena apenas
podía desvanecer con su poder sobre la transmutación de energía pero no le
permitían atacar por culpa del Caballero Fantasma.
Los golpes del gigante eran colosales y ella los estaba deteniendo únicamente
con una de sus armas y su fuerza física, la otra la utilizaba para defenderse de los
ataques del “Duque”, quien al mismo tiempo no dejaba de atacar al Dragón de Luz,
estaba agotada, sus ojos habían vuelto a su café característico y su bestia tampoco
peleaba ya a su lado, el combate con los dos guerreros fue demasiado para ella, con
sus espadas de brazo apenas había contenido el último embate del macuahuitl de
piedra y la misma arma de agua estaba por impactarla.
El golpe fue devastador pero no alcanzó el cuerpo de la portadora de la espada
sagrada Spartha, un gigante elemental de energía pura la había protegido, Athena
sintió el intenso calor en su cuello, sabía que el tatuaje definitivo del FILO Divino
número siete estaba en él, al igual que en los brazos y la cabeza del gigante
elemental.
Elektra gritó de impotencia con lágrimas en los ojos, Cross había faltado a su
promesa y en contra de lo que ella le había pedido nuevamente la estaba
protegiendo, trató con todas sus fuerzas de desaparecer al coloso elemental pero no
pudo, cayó de rodillas sollozando, odiando a Escorpión por lo que había hecho.
En ese momento Hun Ab Ku aprovechó la situación para terminar con ella dos
brazos de su gigante elemental maniataron al coloso de energía pura y con los otros
dos brazos que le quedaban, el de las armas de fuego y viento, lanzó un ataque
fulminante en contra de Athena.
El poder del viento y el fuego estaban a punto de destrozar a Elektra, la
guerrera sin ánimos para pelear cerró los ojos y esperó el golpe final, pero éste
nuevamente no llegó, un chico vestido con el uniforme militar de Ishtar había
detenido el golpe viento con su espada y el de fuego con su cuerpo, el cual se
incendió y con ese mismo elemento destruyó el brazo de Yani.
El chico apagó el fuego que lo cubría mientras el coloso elemental retrocedía
golpeado por el gigante de energía pura, el recién llegado volteó a ver a Athena y le
ofreció la mano, Elektra la tomó y se incorporó, veía al chico con desconfianza.
–¿Quién eres tú?
–Mi nombre es Carlo Tiberian, soy un estudiante de la academia militar de
Ishtar.
–¿Y por qué me ayudas?
–Porque Kukulcán es un tirano que no debe permanecer en la silla presidencial,
es un peligro para Boleria.
–¿Vienes sólo?
Un nuevo ataque de viento impactó a Carlo Tiberian, su cuerpo esta vez se
convirtió en viento, cortó el otro brazo de Yani y después le respondió a Elektra.
–No, un amigo me acompaña...
En ese momento otro guerrero vestido con el mismo uniforme militar hizo su
aparición, su rayo trasparente se fusionó con los poderes elementales del coloso
Yani, después, con cuatro relámpagos elementales: de fuego, tierra, aire y agua,
acabó con diez bestias de Caballero Obsidiana, dándole tiempo a Titán de
deshacerse de otros tantos.
¿Quién demonios eres tú? – preguntó Cástor.
–Mi nombre es Jeff Hobbs y he venido a ayudarlos...
–Bueno... supongo que no importa quien seas si vas a ayudar...
Elektra no sabía qué pensar, por más que lo intentaba el gigante elemental de
energía pura no desaparecía, Michelle la sacó de su estupor, a la Arcángel la cubría
el exoesqueleto del escorpión de energía pura, la bestia mítica de Cross la había
salvado del ataque de Sir Astaroth, con la ayuda de la bestia zodiacal ya había
derrotado a Caballero Jaguar que no pudo con el poder combinado de la pelirroja y
la poderosa bestia del portador de Antares, ahora ella combatía en contra de "el
Duque".
–¿Qué demonios haces, Elektra? – le reclamó a su amiga para que saliera de
su estupor –. ¿Por qué no peleas?
–No puedo hacerlo – se quejó la rubia –. Cada que utilizamos el poder de Cross
lo estamos matando...
–Eso ya lo sé pero no hay nada que podamos hacer al respecto, sólo acabar
rápido con nuestros enemigos para que estas cosas regresen a Cross, él está
peleando con el enemigo más poderoso y no podemos permitir que luche al mínimo
de sus capacidades. ¡Pelea, maldita sea!
Las palabras de la Arcángel le llegaron a la escultural rubia, mientras ella se
lamentaba Michelle peleaba por Cross aprovechando la protección que su
compañero le brindaba por amor, ella no podía hacer menos que eso, gritó
enfurecida sus ojos nuevamente se tornaron grises y su pupila desapareció para dar
lugar al símbolo triplicado de su guante de poder, su bestia volvió a surgir más
poderosa que nunca, al mismo tiempo que el gigante de energía pura acababa con
el coloso elemental Yani abriendo sus entrañas, el Dragón de Luz con un poderoso
rayo de energía pura impactó directamente a Hun Ab Ku destrozando al guerrero del
Tloque Nahuaque.
Arlés ya se encontraba al límite, las batallas en contra de Drakkar y Odín le
estaban pasando factura, le fue imposible transformar a Colmillo Blanco en la
cadena de hielo, el peso de la batalla en contra de las águilas eléctricas de su
oponente recaía en su bestia mítica.
Aunque el lobo Fenrir no podía moverse, de su cuerpo surgían cuerdas del
mismo hielo maleable de su dueño con afiladas cuchillas de hielo que destrozaban a
las aves eléctricas, a las más cercanas las desintegraba con su aliento cortante.
Todo marchaba bien, las águilas eléctricas no eran un problema por el
momento y el guerrero de Aztlán no podía separarse del lobo Fenrir, ninguna de sus
pequeñas aves podría contener a la bestia, Arlés ya estaba terminando de planear
su estrategia hasta que una explosión eléctrica dejó fuera de combate a la bestia
mítica, el cuerpo del miembro del Tloque Nahuaque se había transformado en una
mezcla de humano ave duplicando su fuerza y habilidades.
Caballero Águila se acercó sonriente a Fenrir apuntándole con su brazo
derecho extendido.
–Esa fue la explosión de mi poder en esta nueva forma, es un golpe fulminante
que te impacta hasta los órganos internos, esta batalla se terminó.
El guerrero lanzó el disparo al FILO número diez pero Fenrir partió el ataque
con Droma en una gran explosión, en ese momento dos águilas eléctricas se
estrellaron contra él dejándolo inmóvil por completo para que no pudiera defenderse,
Arlés sólo alcanzó a murmurar:
–¡Maldita sea!
El poderoso relámpago de Caballero Águila impactó de lleno al portador de
Droma destrozando su cuerpo por completo.

De un golpe con su espada sagrada Durandal encendida a toda su potencia,


Cerberus logró evitar que el tlatomi lo impactara directamente, sin embargo, su
cuerpo se sentía adormecido por las secuelas que dejaba la onda de choque del
relámpago ámbar.
Qaholom se olvidó del guerrero un momento para concentrarse en la bestia
que lo protegía, en no pocas ocasiones el can de tres cabezas estuvo a punto de
morderlo, debía acabar con él antes que con el guerrero, apoyado en su espada
lanzó un doble ataque al can del infierno, uno de fuego rosa y otro del relámpago
ámbar, la cabeza izquierda del can del infierno se abrió y de ésta salió un humo
negro y rojo que calcinó ambos ataques.
–¿Qué es eso? – preguntó Qaholom señalando el humo negro-rojizo.
–Es la fusión del viento y el fuego que puede crear la tercera cabeza de mi
bestia, el humo rojo lo calcina todo a temperaturas superiores incluso a las del fuego
azul.
El miembro de la sección Alianza del Tloque Nahuaque observó que esa
peligrosa fusión más que fuego parecía ácido, incluso había eliminado los efectos
aturdidores de la onda eléctrica del relámpago ámbar, sonrió, volvió a atacar al
enorme can con los dos ataques fusionados que contenía su cuerpo obligando a
Cerberus a volver a atacar con su humo negro-rojizo, el cual adquirió en su propio
cuerpo en vez del fuego rosa de la Arcángel.
En un ataque perfecto, Qaholom atacó al can de tres cabezas con su mismo
humo calcinante logrando quitarle todo el campo de visión para en ese momento
atacarlo con todo el poder del relámpago ámbar, la bestia no fue capaz de resistir el
impacto y cayó derrotada.
–Lo hiciste bien, amigo – dijo Dorian mientras la desaparecía –, salvaste mi
vida, lograste distraer a ese tipo mientras yo me recuperaba.
–Ahora estás solo, Cerberus – se burlaba Qaholom –, sin tu bestia
protegiéndote ya no eres rival para mí, con el humo negro de tu propia bestia y el
tlatomi de ωaballero Jaguar te derrotaré igual que a tu enorme perro…
Qaholom sonriendo se rodeó del humo calcinante del can de tres cabezas y al
mismo tiempo de sus manos resaltaban chispas eléctricas de color ámbar, estaba
preparando el último ataque para destrozar a su rival, extendió su mano de la
espada y tomó impulso, después lanzó hacia el FILO número tres el humo calcinante
pero nada sucedió, el poder del perro del infierno no fue más allá de un par de
metros del guerrero con una potencia lastimera, intentó hacer lo mismo con el tlatomi
pero tampoco lo pudo lanzar con la ayuda del arma a su contrincante, el guerrero del
Tloque Nahuaque no se explicaba lo que pasaba.
–¿Qué es lo que sucede? – se preguntó, su rostro se veía descompuesto por la
sorpresa –. Todavía tengo energía, mi habilidad sobre las fusiones no tiene límite,
puedo cambiar entre una y otra sin ningún problema, todos los guerreros del país me
temen, yo solo puedo acabar con ciudades enteras…
–Estas tan embelesado con tu poder que no te diste cuenta que desde el
principio ataque tu cuerpo con mi fuego azul – le dijo Dorian –, nada tiene que ver tu
energía, aunque hayas cambiado la fusión de tu cuerpo el fuego azul jamás se
extingue, siguió atacando tu cuerpo sin que tú te dieras cuenta, ya me lo habías
advertido desde el principio, tu cuerpo sólo puede guardar dos fusiones, te he
sobrecargado...
Un furioso Qaholom apagó su cuerpo dejando las fusiones del humo calcinante
y el relámpago ámbar en sus manos, observó que efectivamente su cuerpo se
estaba quemando en el fuego azul, desapareció el poder del can de tres cabezas
para absorber el fuego de Cerberus y evitar que lo siguiera dañando.
–Mi fuego ya le ha causado el suficiente daño a tu cuerpo – le informó Cerberus
a Qaholom colocando la hoja de Durandal en su hombro –, es momento de terminar
con esta pelea.
Apoyado en la velocidad que le daba el tlatomi, Qaholom atacó a Cerberus a su
máxima velocidad, el portador de Durandal se vio obligado a retroceder
protegiéndose con su fuego azul, pero nuevamente la onda de choque del
relámpago ámbar adormeció su cuerpo, lo que lo ralentizó el tiempo suficiente para
que su rival lo impactara directamente con el poder tomado de Caballero Jaguar.
–Ya había escuchado que tú eras el más débil de tus compañeros y acabo de
comprobarlo – dijo Qaholom viendo el cuerpo caído de Cerberus –, dime: ¿Qué se
siente perder todas y cada una de tus peleas?
Dorian estaba como siempre, impasible, eludió el nuevo ataque del guerrero y
con su espada cortó las nuevas ondas de choque dirigidas a su cuerpo, no todas,
soportó una nueva descarga directa del relámpago ámbar y después de su mano
derecha surgió un viento rojo que maniató los movimientos de su rival.
–Has logrado herirme e inutilizar a mi bestia pero has perdido...
–¿De qué estás hablando? – preguntó Qaholom deshaciéndose del relámpago
ámbar para absorber ese nuevo viento rojo –. No importa la fusión con la que me
ataques, la puedo absorber sin ningún problema. Estoy a punto de matarte...
–Eres muy poderoso pero inexperto, no tuve que esforzarme mucho para lograr
que te acercaras a mí...
Por un momento el guerrero del Tloque Nahuaque se detuvo, su cuerpo no
logró absorber el viento rojo, alrededor de su cuerpo observó el fuego azul de
Cerberus y el humo calcinante de la bestia, ciertamente era preocupante esa
inmovilidad y más lo era el viento rojo que inhibía sus movimientos.
–¿Qué demonios está pasando? ¿Cuándo me atacaste con el humo calcinante?
–No voy a negar que eres un gran guerrero que controla a la perfección su
poder, lograste sorprendernos con ese último ataque con el que acabaste con
Cerberus, pero ahora yo te voy a enseñar que algunas leyendas son ciertas y lo
mejor es temerles, sobre todo si se trata de los FILOS, el punto débil de tu habilidad
es que no conoces las características del poder que absorbes, así como el fuego
azul no se extingue, el humo calcinante surge de cualquier chispa, tu cuerpo al
absorber otra fusión no erradica la anterior por completo y al estar yo en la última
etapa de mi poder tengo la capacidad de avivar esa pequeña chispa que quedó en
tu cuerpo…
–Pero el tlatomi… – Qaholom no entendía lo que sucedía, la derrota era un
término desconocido para él.
–Ya te lo había dicho, tu cuerpo no puede con tres fusiones, tus ataques
eléctricos apenas me molestaron, fueron muy débiles, sólo fingí que me lastimabas
para agotar toda tu energía, ahora eres incapaz de detener mi última técnica, todo
mundo sabe que la combinación del fuego con el aire produce grandes explosiones,
pero eso no es nada en comparación cuando comprimes el aire y le agregas calor,
ese es el poder que me dio Durandal, el control del viento rojo...
Qaholom desesperadamente trataba de quitarse de su cuerpo el fuego azul y el
humo calcinante, pero uno no se extinguía y del otro siempre quedaba una chispa
que Cerberus magnificaba para cubrirlo con el poder del Can de tres cabezas, llegó
un momento que ya no se podía ni mover por el esfuerzo realizado.
–¡Espera! – dijo un asustado Qaholom –. La explosión también acabará contigo,
estamos juntos en esto… ¿De qué te sirve vencerme si tú también vas a caer?
–Por mí no te preocupes – comentó Cerberus sonriendo mientras guardaba su
arma en su espalda –, Durandal me protegerá.
Qaholom abrió los ojos lo más que pudo, el aire a su alrededor lo había
maniatado por completo, no sólo eso, estrujaba su cuerpo sobrecargado que dejó de
producir los poderes antes absorbidos, después, sólo vio cuando el FILO número
tres tronó los dedos de su mano derecha, una chispa se encendió en el centro
mismo de la esfera comprimida de viento rojo y después, todo explotó.
*****
Heimdall y su ave Fénix apoyados por el clon de Brahma con los poderes del
Dragón del Juicio Final se fueron contra la serpiente emplumada, la bestia de
Excalibur se cubrió de todos los colores elementales que manejaba su amo,
finalmente Drake entró en sintonía con ella y le dio el poder de la “espada
legendaria”.
Cross elevó su poder al máximo, el símbolo del escorpión de nuevo se formó
en sus brazos, ascendió al estado de símbolo zodiacal pero no era suficiente,
continuó elevando su poder hasta que en sus antebrazos interiores se formó el
tatuaje del ambigrama de su nombre: Escorpión, así como las estrellas que
conformaban su constelación. Ahora su poder se encontraba en el nivel
constelación. Eso fue lo máximo que pudo lograr, sin el control de su bestia y su
gigante de energía pura no podía llegar más allá, pero aun así se negó a dejar
desprotegidas a Michelle y Elektra, se arriesgaría a pelear en ese estado aunque
perdiera la vida.
Junto a ellos Connor convocó a su bestia más poderosa, el implacable
Basilisco, quien tenía los mismos ojos magenta brillante que su amo, todos los
guerreros se lanzaron al ataque al mismo tiempo.
Los tres guerreros pertenecientes a los rebeldes estaban utilizando toda su
energía, se estaban jugando el todo por el todo en ese último ataque, si no daba
resultado estaban perdidos, primero Escorpión formó una gigantesca kunai que se
estrelló contra el domo elemental que protegía a la espada Quetzalcóatl, ambos se
extinguieron, después utilizó la máxima técnica del escorpión de energía pura, esa
técnica prohibida que no solo arrasaba con la vida y la energía de quien tocaba, se
llevaba también la de quien la efectuaba.
El aguijón de energía pura se estrelló directamente contra la espada suprema,
destruyéndola desde adentro, "la espada elemental" explotó llevándose con ella gran
parte del poder de su dueño y de su bestia.
En ese momento el Fénix multicolor se adentró en el hocico de Quetzalcóatl
destruyéndolo desde sus entrañas hasta que se consumió en las profundidades de
la serpiente emplumada.
Inmediatamente después, el clon de Brahma con las capacidades del Dragón
del Juicio Final descargó sus seis fuegos en contra de la bestia emplumada, el fuego
explosivo amarillo, el ponzoñoso púrpura, el ácido rojo, el invisible, el inextinguible
azul y el poderoso psíquico de color verde, una nueva lluvia de poderosas plumas
elementales atacó al clon de Brahma destrozándolo por completo.
Una vez que el clon de Brahma con los poderes del Dragón del Juicio Final
estaba cayendo, el cuerno en su cabeza se encendió y se inmoló junto con
Quetzalcóatl en una explosión de fuego negro, el que lo desintegraba todo, “la
serpiente emplumada” no fue capaz de resistir este último embate, la destrucción de
la espada elemental la había debilitado y su creación estaba muy reciente, aún no
estaba al pleno de sus capacidades, ante su inminente muerte, la bestia de
Kukulcán se precipitó sobre sus enemigos para llevárselos con ella acabando con
todo a su alrededor en una gigantesca explosión.
Antes de que la serpiente emplumada explotara, el Basilisco atacó con su
máximo poder a Kukulcán, gritando con toda su energía logró abrirse paso entre los
ataques de energía fusionada de su enemigo, con sus patas daba golpes de energía
pura que también lo protegían.
Una vez que estuvo de frente al FILO Divino número uno, sus ojos se
encendieron en una mezcla de amarillo y magenta, las llamas incandescentes color
magenta penetraron por completo el cerebro de Gunnar De Grieff, quien en un último
y desesperado intento por sobrevivir juntó todas sus energías elementales en un
sólo ataque de energía pura que destruyó al animal.
Brahma sintió el dolor de la destrucción de su bestia, pero ya era demasiado
tarde para su enemigo, Connor lo atacó directamente al cuerpo con el poder más
destructivo de la Mantícora: el aguijón tricolor.
El cuerpo de Kukulcán estalló en una erupción de energía, sus blancos
cabellos volvieron a su color original, cayó derrotado, volvía a ser Loki. Connor se
acercó a él con Ammavaru en la mano para darle el golpe de gracia.
Gunnar trató de defenderse pero no sólo había perdido el poder de Kukulcán,
ninguno de los que había robado le respondían, únicamente conservó su poder
original sobre el agua y era débil, Brahma con Ammavaru desvió con facilidad sus
desesperados intentos por alejarlo, cuando por fin llegó hasta Loki, éste extendió las
manos y empezó a suplicar por su vida.
En ese momento Brahma observó cómo la serpiente Quetzalcóatl se
precipitaba moribunda sobre sus compañeros, vio a Cross desmayado en el suelo,
sin protección moriría, sin pensarlo dos veces corrió hacia su amigo, cuando la
colisión se dio, saltó para llegar hasta Cross.
Después de la explosión por el sacrificio de “la serpiente emplumada” no
quedaba nada, los tres rebeldes parecían muertos en el suelo, el único guerrero
consciente que quedaba era Loki, quien en un último y desesperado esfuerzo había
logrado establecer su defensa de agua y al ser el guerrero más alejado del área de
choque logró salvar la vida.
Observaba el campo de batalla, seguramente todas las criaturas míticas habían
quedado destruidas, regadas por el suelo estaban las cuatro armas que él había
fusionado: la espada suprema Génesis, la espada oscura Varuna, la espada
sagrada ψalmung y la espada del alfabeto antiguo Ji (ξ), además de Arondight en su
forma de báculo, se observó las manos, sus guantes blancos con símbolos azules
habían desaparecido y sólo conservaba su guante gris con el símbolo en negro que
lo identificaba como el FILO número seis, el guante negro con símbolos grises que
había robado a Poseidón y el gris de Siegfried también se observaban tirados en el
suelo.
Loki trató de incorporarse pero sintió un intenso dolor en el costado, se tocó
percatándose que tenía varias costillas rotas, hizo acopio de fuerzas y logró
levantarse, escupió sangre y fue hacia las armas.
Casi al instante Génesis se incendió y desapareció, Varuna se convirtió en
líquido que absorbió el suelo y Balmung por su parte se hundió en la tierra y no
volvió a aparecer, sólo quedaban Arondight y Ji (ξ), Loki fue por su arma, también le
serviría de soporte para caminar.
En ese momento se percató que Drake estaba vivo, su pecho dio un salto y
empezó a respirar, arrastrándose fue a ver a sus amigos, había cristales rotos por
encima de los dos. Drake se acercó más y jaló el cuerpo de Connor, quien apenas
estaba consciente.
–No me toques, idiota – reclamó el portador de Ammavaru –, creo que me rompí
todos los huesos...
–¿Qué es eso que parece cristal? – Drake señalaba los trozos en los cuerpos
de sus dos amigos.
–El aguijón blanco de la Mantícora, no sólo sirve para atacar, también es un
poderoso escudo si se utiliza en el momento adecuado.
–¿Cross está vivo? – preguntó el FILO Divino número cinco a su compañero,
que haciendo acopio de fuerzas se incorporó –. No lo sé, ayúdame a voltearlo...
Heimdall y Brahma le dieron la vuelta al cuerpo de Escorpión, quien respiraba
con dificultad, el portador de Ammavaru le dio unas palmadas en el pecho, Drake le
preguntó:
–¿Estás bien?
–Digamos que vivo – respondió Cross al portador de Excalibur sacudiéndose los
trozos del ataúd cristalino del aguijón blanco de su pecho, después volteó a ver a
Connor –. Gracias amigo.
Connor en un rictus de dolor se dio la vuelta y señalando al frente les habló a
sus compañeros.
–No agradezcan, seguimos en problemas...
Cross y Drake voltearon al frente, vieron la mirada de odio de Loki, se
aproximaba a ellos con caminar trémulo y apoyándose en Arondight en su forma de
báculo.
–Malditos sean los tres – los señalaba con su mano temblorosa, lloraba de rabia
–, han acabado con mis sueños, pero por lo menos los mataré...
Loki giró la funda de la “espada oculta”, la desenfundó y la hermosa hoja se
desplegó, Cross le preguntó a sus compañeros:
–Ya no tengo energía, ni siquiera puedo moverme... ¿alguno de ustedes puede
pelear?
–A mí me duele todo el cuerpo de sólo hablar, tal vez ni siquiera grite cuando
ese idiota me atraviese con su arma… – respondió Connor.
–Yo no tuve tanta suerte como ustedes, creo que Quetzalcóatl me mató, el
Fénix se sacrificó para revivirme en el último segundo – dijo Drake –. Tampoco
puedo pelear. Pero tengo algo para Loki...
–¿Qué puedes hacerme, maldito inútil? – preguntó Gunnar cada vez más cerca
–. Estás más muerto que vivo, pronto sólo estarás muerto...
–Yo nada puedo hacer ya, todos sabemos que soy un inútil y ya no doy más,
pero...
Drake se empezó a quitar el vendaje de su brazo izquierdo, el que tenía negro
por la quemadura de Ragnar. Loki se puso nervioso y se detuvo.
–¿Qué significa eso? ¿Qué intentas hacer?
–Solo cumplir una promesa, este es el testamento de Ragnar, me ha quemado
durante mucho tiempo, ya no necesito cargarlo más...
El brazo de Drake empezó a tomar su tono natural, la mancha negra lo
abandonaba hasta que se separó por completo de él, de las sombras surgió el
dragón Wivern, Ragnar con su último soplo de vida en lugar de utilizar esa técnica
para revivirse a sí mismo, la había utilizado para dejarle a Drake su venganza.
El dragón Wivern se elevó por los cielos, soltó de su hocico una esfera de
fuego amarillo y se fusionó con ella, después se fue a impactar en contra del cuerpo
de Loki.
Al ver al dragón Wivern acercarse a él, Gunnar De Grieff vio el rostro de todas
las personas a las que había asesinado, lo observaban con odio y le decían que lo
esperaban en el otro mundo, el de los muertos, para vengarse, en ese momento Loki
gritó sus últimas palabras:
–¡Perdón! ¡Perdónenme todos! ¡No me hagan daño...!
El Wivern ardiente se estrelló con Loki destrozando al FILO número seis por
completo, Arondight cayó a la tierra y estalló en una cuádruple explosión elemental,
el guante de poder gris con símbolos grises quedó tirado en el suelo. Connor veía a
Drake con gesto aprobatorio.
–No está mal para un inútil... ¿qué opinas Cross?
–No está mal...
–Creo que he perdido a mi bestia por un buen tiempo... ¿qué hay con el Fénix,
Drake? – preguntó Connor.
–Se fue, utilizó su renacimiento para salvarme, se volverá a formar hasta dentro
de un año...
–Igual que el Basilisco y la segunda cabeza del Baphometh... ¿Y tú, Cross?
–Mi bestia es inmaterial y al gigante elemental lo utilicé en otra batalla, estoy
entero...
–Pues yo más bien te veo medio muerto... – bromeó Connor.
–Eso es otra cosa.
–Por cierto, Cross – interrumpió Drake –. Siempre he querido decirte algo...
–Dime lo que quieras, amigo.
–Tu mamá es sexy...
–¿QUE...? – Cross se levantó enojado pero inmediatamente se dobló del dolor.
Connor empezó a reír pero en ese momento sintió un tirón en el estómago y
también se retorció del dolor, Drake los veía a ambos con una sonrisa, se puso las
manos a modo de descanso por detrás de la cabeza y comentó:
–Ahora ustedes son mis perras...
–Eres un inútil que no sirve para nada – respondió Cross agarrándose el
costado sin saber si reír o lamentarse.
Drake vio a su amigo y después cruzó una pierna, como si estuviera
disfrutando de un día de descanso en un verde campo mientras murmuraba para sí
mismo.
–Así es, eso es lo que soy, un inútil con los mejores amigos del mundo...
Cross, Drake y Connor esperaban por sus compañeros cuando llegó ante ellos
un visitante inesperado, el líder de los rebeldes tuvo un mal presentimiento acerca
de ese guerrero.
–Chronos... ¿qué haces aquí?
–Sólo viendo los acontecimientos...
–Espero que sólo hagas eso.
–Ustedes son traidores al estado y ya fueron sentenciados a muerte.
–El estado al que defendías ha caído con la derrota de Kukulcán, ahora
formaremos un nuevo gobierno.
–No en mi país, ya decidí lo que voy a hacer, cazaré a todos los rebeldes uno a
uno y los mataré, empezaré con ustedes tres.
–Pensaba que eras un guerrero con honor... ¿vas a matar a tres guerreros que
no pueden defenderse? Eso te reduce a nada, serás igual que Loki.
–Alguna vez yo hice un reclamo parecido, la contestación me dejó sin palabras,
me dijeron que esta era una guerra, no un duelo de guerreros, en la guerra no hay
honor, si dejas vivir a tu adversario después él puede quitarte la vida, a ti o a los que
amas, esto no me gusta más que a ustedes pero debo hacerlo...
Los ojos de Chronos se tornaron rojo oscuro, extrajo de la palma de su mano
derecha su espada oscura Eón, "la espada del tiempo eterno", con ella se dispuso a
matar a los rebeldes, al primero que se acercó fue a Cross pero Connor logró
levantarse y enfrentarlo.
El guerrero de color no tuvo más que empujar a Brahma para que éste cayera
de espaldas al suelo. Con el impacto Connor se retorció del dolor.
–Si insistes tú serás el primero...
*****
En la batalla al otro lado de la montaña, Dagan y Baldr estaban recibiendo una
paliza de Syn y sus bestias de armadura metálica, aprovechando que controlaban la
dimensión del agua que les proveía la tinta el calamar en armadura metálica, sus
bestias marítimas combatían con Baldr con la superioridad de la zona de combate,
emergían del agua por distintos lugares para golpear y atacar al miembro del Clan
Shmuel al mismo tiempo que le quitaban la energía. Lo mismo sucedía con Dagan
que enfrentaba a los insectos, sus ataques eran insuficientes para repeler a millones
de bichos protegidos por su armadura de metal.
Ninguno de los primos Shmuel podía dedicarse al cien por ciento a la batalla en
contra de su compañera de la Guardia del Destino, apenas se descuidaban un poco
y Deneb De Britten que observaba a la distancia los atacaba con energía pura.
Los demás Guardianes del Destino ya habían logrado contener al grueso del
ejército, consiguieron someterlos con el menor número de vidas perdidas posibles,
Tyr, Amón, Nergal y Eunice ya sólo observaban la pelea de sus compañeros que
sabían no tardaría en llegar a su fin.

Lo mismo sucedía en la batalla contra los ejércitos y los miembros del Sindicato
de la Ciudad de los Dioses Banayah, Caris también logró someter a todos los
ejércitos apoyada en sus dos bestias míticas; Scylla y Caribdis.
La pelea de Thor contra Serpens aún no se definía, lo que el FILO Oscuro
pensó sería un día de campo se había convertido en una pesadilla, las serpientes
metálicas no se extinguían, salían una tras otra, era algo que no tenía fin, a donde
quiera que volteaba había una serpiente.
Los animales metálicos surgían de todos lados, de los cuerpos caídos de otras
serpientes, de sus cuerpos en movimiento, de sus bocas, lo mismo sucedía con la
serpiente original enrollada en el brazo de la guerrera, toda ella era un nido de
serpientes.
Los pequeños reptiles lo atacaban a una velocidad de infarto, enrollaban la
parte posterior de su cuerpo para impulsarse como si de un resorte se tratara
convirtiéndose en auténticos misiles metálicos, Thor tenía varias heridas pero
ninguna de gravedad, sin embargo, pronto alguna de esas serpientes lastimaría al
mayor de los hermanos Brunn de manera permanente, quien todavía sentía las
secuelas de la cruenta batalla que había sostenido el día anterior con su abuelo y no
podía pelear al tope de sus capacidades.
A unos metros del Juez del Norte del Quinto Distrito, los brazos de energía
psíquica telequinesis de Sacerdotisa tenían maniatada a la Gárgola y la batalla de
Kwan Yin en contra de Barón también estaba pareja, las ráfagas de hielo que
lanzaba el líder del Sindicato de la Ciudad de los Dioses mantenían a raya a la FILO
Divino, quien se vio obligada a establecer su armadura elemental para no
congelarse.
Finalmente Selene decidió terminar con ambas peleas, el símbolo de cuatro
puntos se formó en sus ojos rosa brillante y el tatuaje en su cuello se triplicó, de la
espalda de la Gárgola surgió otra cabeza que se separó totalmente de su cuerpo
surgiendo el monstruo antropomórfico Garuda, por su parte, Kwan Yin adquirió para
sí las habilidades de su propia bestia mítica: la Cockatrice.
Garuda hizo retroceder con su rayo solar a Sacerdotisa, quien se vio en
problemas al enfrentar a dos gigantescos seres al máximo de sus capacidades, la
Gárgola ya portaba también su armadura de diamante.
Al igual que su compañera, Barón retrocedía ante el aliento de la Cockatrice
que todo lo cristalizaba y deshacía, su hielo no era lo suficientemente poderoso para
destruir ese infernal vapor de energía pura, ya estaba contra la pared y al borde de
la derrota cuando señaló al cielo.
Para sorpresa de Libra, los hilos psíquicos de Titiritero no sólo podían controlar
a los guerreros, también controlaban su poder elemental, a través de su defensa de
aire lo estaba controlando a él, el viento formó una figura humana gigante que atacó
al miembro del Círculo del Zodiaco.
Brachium inmediatamente se cubrió de su energía fusionada viento-
electricidad, ésta no pudo ser controlada por Titiritero, quien echó mano de las
fuerzas naturales para atacar a Libra.
Titiritero a diferencia de su hermana podía crear el número de cuerdas
psíquicas que quisiera y sus marionetas no debían ser exclusivamente humanos,
sus cuerdas se encajaron en el suelo formando diez monstruos de piedra, los que
envió en contra de Libra. La batalla fue bestial, uno tras otro los seres de piedra
atacaron al miembro del Círculo del Zodiaco quien se defendía con su poder
fusionado, las cuerdas psíquicas de su enemigo estaban cerca de él y listas para
que en cuanto se le acabara la energía lo pudiera maniatar y así dejar que lo
mataran los monstruos de piedra que él controlaba.
Al final, después de acabar con todos los títeres de piedra, Libra tenía una
rodilla en el suelo, Titiritero aprovechó el momento para controlarlo, sus cuerdas
psíquicas penetraron el cuerpo del Dios de Rayo, en ese momento Brachium sonrió,
por su poder de ascendente supo contrarrestar los hilos de su rival y a través de
ellos lo atacó con su fusión.
Libra sólo tuvo que elevar su energía hasta el nivel constelación, el tatuaje del
ambigrama de su nombre surgió en sus antebrazos interiores así como las estrellas
que formaba su constelación, la balanza se encargó de unir la fusión con las cuerdas
psíquicas, Titiritero cayó derrotado al recibir de lleno el golpe fusionado del miembro
del Círculo del Zodiaco, desde el suelo no se explicaba lo que había sucedido.
–No es posible, estabas demasiado débil, nadie tiene tanta energía.
Libra le seguía sonriendo a su rival.
–Tienes razón, no hay nadie que tenga tanta energía, a menos que en realidad
no la utilice...
–¿A qué te refieres?
–A que me atacaste con títeres hechos de piedra, energía que también controla
mi amigo Amón – Brach señalaba a Arne quien a su vez también lo señalaba a él en
un mudo reconocimiento mutuo –, yo no destruí a ninguna de tus marionetas, él las
deshacía con su poder sobre la tierra antes de que me impactaran, yo sólo fingía
atacarlas.
Libra le devolvió la atención a su enemigo, cuando se dispuso a dar el golpe
final, Titiritero señaló al cielo y le gritó:
–¡Espera!

Después de una larga batalla, Duquesa estaba escupiendo sangre, finalmente


su defensa de energía pura había diezmado y Rafael aprovechó para enfermarla,
intentó desesperadamente dar el golpe de gracia al Arcángel, él también estaba
cansado, la miembro del sindicato de la Ciudad Blanca Ersghiaal manejaba las
cuerdas de energía pura y lo había herido en varias ocasiones, pero cuando levantó
la vista, el FILO Oscuro se veía sin ninguna herida.
–¿Qué sucede? Yo te herí en varias ocasiones, mis cuerdas de energía pura te
destrozaron, con el ritmo de pelea que llevábamos es imposible que pudieras
sanarte, pelear y enfermarme al mismo tiempo...
–Así es, pero recuerda que yo aparte de ser un Arcángel también soy un FILO
Oscuro, el aguijón blanco de mi bestia mítica, la Mantícora, es curativo y
regenerativo gracias al poder extra que me dio mi espada oscura Dove. – Rafael le
mostró a Duquesa los agujones blancos en su antebrazo –. Ellos hicieron el
trabajo...
–Entonces creo que podemos dejar de pelear como niños y detener esto,
conozco a Cross de cuando estudiaba en el Cinturón y todos sus compañeros de
escuela pueden corroborar que me une a él una gran amistad, creo que ganó su
batalla, no vale la pena continuar peleando. – La líder de todos los sindicatos se
incorporó, al parecer también sin ninguna herida de consideración, levantó su brazo
izquierdo y una cuerda de energía pura se desenrolló de su cuerpo, también estaba
protegida y no sólo eso, se estuvo conteniendo en su batalla, señalaba el cielo –. Ya
cumplí con mi deber y no tengo por qué ir más allá de lo estrictamente
indispensable.
Las batallas de Ariel y Chitriel en contra de sus enemigos estaban por demás
parejas, los brazos de energía natural de Hermite eran suficientes para mantener al
margen a la χrcángel conocida como “el azote de Dios” y a sus Arpías. Ahora los
brazos del miembro del Sindicato de la Ciudad Blanca Ersghiaal liberaban estacas
que a gran velocidad atacaban a su contraparte del Círculo del Zodiaco y sus
bestias.
Por su parte, Auriga únicamente se estaba dedicando a eludir y contener los
ataques de Ariel sin atacarla, su bestia metálica antropomórfica sólo intervenía para
proteger a su ama pero no atacaba a la Arcángel.
Los primos Látigo y Azrael junto con Tamiel y Luzbel observaban los combates
de sus compañeros, los ejércitos que apoyaban al Sindicato de Ersghiaal
permanecían aún en formación de combate, se encontraban rodeados de una bruma
psíquica que los tenía en una ilusión en donde ellos estaban ganando la batalla,
Daniela Malka pudo entrar en la cabeza de Noel Yaotl y no vio malas intenciones,
por lo que decidió no interrumpir los otros combates.
Finalmente cuando una blanca y segadora luz iluminó la naciente mañana,
Noel Yaotl le dio una palmada en la espalda a su primo Arad.
–Ya es suficiente, voy a separar a Chitriel y a Hermite que se lo están tomando
muy en serio, por Duquesa y nuestro primo Emilian no te preocupes, mi compañera
es amiga de tu líder y nos ordenó no lastimar a nuestros oponentes.
–¿Y por qué no me lo dijiste desde el principio? – preguntó Arad molesto
señalando a Ariel y Chitriel –. Ellas siempre se toman la batalla muy a pecho…
–¿Qué quieres que te diga? – respondió Látigo observando a las Arcángeles –.
Quería ver su capacidad de combate, uno nunca sabe cuándo nos enfrentaremos en
serio…
–Déjenlas – los interrumpió Daniela Malka –, por lo menos a Ariel y su
oponente, no les conviene meterse entre ellas, que continúen hasta que su prima
saque todo su coraje, yo las vigilaré. – Después volteó a ver a Luzbel –. Ayuda a ese
chico – señalaba a Látigo – a parar el combate de Chitriel, detenla para que él pueda
contener a su compañero.
"El Arcángel dador de luz" acompañó a Látigo para auxiliarlo a detener la pelea
de Chitriel en contra de Hermite que ciertamente estaba desarrollándose muy en
serio.
Cuando vio la luz blanca en el cielo, Auriga dejó de huir y desapareció a su
bestia, en ese momento Ariel aprovechó para golpearla, la miembro del Sindicato de
la Ciudad Blanca Ersghiaal cayó al suelo por el impacto, sin levantarse le dijo a la
Arcángel:
–Ya me tienes, Daiana... ¿qué piensas hacerme?
–Nada – respondió Ariel –. Si no te defiendes no es divertido.
Auriga se levantó, después de sacudirse sus ropas le extendió los brazos a
Ariel.
–¿Te parece un abrazo de reconciliación?
Ariel empujo a su contrincante
–No tientes a tu suerte.

La batalla entre Tsukuyomi y Crux estaba por demás pareja, por cada clon
cruzado que creaba el líder del Sindicato de la Ciudad de los Cielos Hevven, el
miembro de la Armada Elemental disponía una sombra idéntica para contrarrestarlo.
Después de una feroz batalla entre los dos ejércitos de clones y sombras, Troy
decidió terminar con el duelo, formó una luna por encima de su rival que se tornó
completamente negra.
Aquí se acaba todo, Crux, quizá nuestro poder de nacimiento esté parejo, pero
la Armada Elemental es un grupo que está en la cima de todos los conjuntos élite del
país, al prestar juramento obtuve el poder psíquico extra llamado las fases de la
luna, ahora conocerás la máxima habilidad que me fue otorgada, el de la luna
negra...
En ese momento un enorme sapo de tres patas, dos delanteras y una enorme
trasera salió de la luna negra y aterrizó justo detrás de Crux, quien inmediatamente
creó varios clones cruzados para que lo destruyeran, pero de inmediato otras tantas
sombras los detuvieron.
El enorme sapo en un imperceptible movimiento atrapó con la lengua al líder
sindical y lo congeló por completo, en ese momento todos los clones cruzados
desaparecieron y con ellos las sombras de Tsukuyomi, todo había terminado con
victoria para el miembro del Clan Hobbs.
Cuando Troy se dio la vuelta se encontró con su rival sonriéndole y
apuntándole con una espada, estaba cubierto con una armadura metálica y de su
espalda sobresalían un par de alas.
Tu poder sobre las sombras no te dice en dónde está el guerrero original, tan
sólo destruiste a un clon, a esta distancia y con la velocidad de mis alas puedo
cortarte el cuello antes de que intentes otra cosa.
Sobre el cuerpo de Tsukuyomi se formó una armadura de sombras y una capa
negra.
–Dudo que puedas hacerme daño si tengo esta armadura y mi capa de las
sombras – le advirtió a Crux –. Sólo he usado tres fases lunares, me faltan dos, las
suficientes para derrotarte…
–¿Te parece si lo decretamos un empate? – propuso el miembro del Sindicato
sin bajar su espada –. Las armas que yo utilizo tampoco son comunes, tengo cinco y
no he usado ninguna…
–Sólo si te rindes, tú y tus compañeros – respondió Troy.
–No hay problema. – La armadura y armas de Crux desaparecieron –. Ese
resplandor de hace rato significa que Kukulcán perdió, la victoria es de ustedes.
En la batalla de Balar y Lux, la usuaria de las cuerdas psíquicas había logrado
maniatar a su primo, sus cuerdas creaban portales dimensionales que le impedían a
Fausto acercarse y cuando las mismas cuerdas lo tocaban, la parte del cuerpo que
hacía contacto con esas cuerdas era enviada a otra dimensión, restándole fuerza y
energía al guerrero.
La ropa de combate de Fausto estaba hecha trizas, ya no tenía protección en
contra del ataque de Lux, si volvía a ser impactado ahora sería su carne la que Lux
enviaría a otra dimensión, perdería su energía.
Balar hizo una mueca de desgano y activó el poder de su ojo izquierdo, el que
le daba el poder de su padre, su ojo se tornó completamente blanco, brilló y una
explosión de energía estalló dentro de su prima, la batalla llegó a su fin.
Fausto le dio la espalda a Lux justo en el momento en que la chica surgía de un
vórtice dimensional a su espalda, en el último segundo Lily Yaotl había logrado evitar
gran parte del daño del ataque de su primo, sus cuerdas dimensionales se
desplegaron alrededor del miembro de la Armada Elemental creando otros tantos
vórtices de los que salieron un incontable número de cuerdas, estaba a punto de
destrozar el cuerpo de Fausto cuando una luz iluminó el cielo.
El Loco atacaba con sus brazos de energía elemental a Siege, todos los
ataques del miembro de la familia Hobbs eran absorbidos por el brazo derecho del
miembro del Sindicato de la Ciudad Oculta Hevven, al mismo tiempo separaba la
energía fusionada de su rival y con ésta cubriendo sus brazos izquierdos atacaba a
Dagda.
El miembro del Clan Hobbs se defendía con su espada Katana, cuando vio que
Troy con su sapo de tres patas y Fausto con el poder de su ojo izquierdo habían
salido airosos de sus encuentros no quiso quedarse atrás, atacó al Loco con su
energía más poderosa.
Agregó un tercer elemento a su fusión de hielo-agua: la tierra cristal, ésta
abarcó todo el campo de batalla consumiendo el poder elemental de su oponente
hasta que encerró en un cilindro al joven. Una vez que lo tuvo completamente
encerrado le hizo una advertencia:
–Será mejor que no toques ni una sola pared de tu prisión, la máxima fusión del
agua y el hielo junto con la tierra cristal alcanza el cero absoluto, si aunque sea
rozas cualquier superficie de mi poder las células de tu cuerpo se detendrán, te
congelarás y morirás al instante.
El Loco veía horrorizado a Dagda a través de un pequeño espacio que el
miembro de la Armada Elemental había dejado libre para hablar con él.
–¡Espera! – le dijo en tono conciliador a Siege –. No me dejes aquí, al igual que
Lux yo sólo quería jugar...
Siege le dio la espalda al Loco, el único espacio libre se cerró, ya no pudo
seguir escuchando las quejas de ese agresivo chico, en ese momento observó que
se iluminó el cielo.
Sin importarle que su vida se extinguiera por tener contacto con el cero
absoluto, el Loco rompió el cerco de Dagda, el guerrero de la Armada Elemental
observó impresionado como el lastimado cuerpo de ese chico se regeneraba a una
velocidad imposible, inmediatamente vio la obvia razón, Marquesa se estaba
ocupando de él, era increíble la manera en que lo sanaba de inmediato, ni Sagitario
o Rafael tenían ese poder curativo tan intenso.
Siege se dio cuenta que no sólo el Loco se había recuperado, la prima de Balar
también atacaba a su primo al mismo tiempo que sus heridas se regeneraban hasta
quedar su cuerpo como si nada le hubiera pasado y el rival de Tsukuyomi lo
amenazaba con una espada, inmediatamente les gritó a sus compañeros.
–¡Es la chica – señalaba a Marquesa –, ella los está regenerando!
En ese momento Balar abrió su cuarto ojo, el de la parte de atrás de su cabeza,
el llamado ojo maligno, el controlador de su relámpago psíquico, comúnmente
conocido como el rayo invisible.
Marquesa no se esperó ese ataque, nunca vio nada, sólo sintió que el cerebro
le explotaba y cayó fulminada, después Balar volteó a ver a Quantum, le señaló el
tronco de un árbol, el Bérserker Celestial de inmediato entendió la señal de su
compañero, desapareció a el Loco teletransportandolo al lugar que le indicó Balar en
el momento justo en que otro rayo invisible caía en ese preciso lugar, al igual que
Marquesa, el Loco cayó derrotado.
No hizo falta que Dagda y Tsukuyomi se volvieran a encargar de Lux y Crux,
ambos guerreros al ver el haz de luz en el cielo levantaron los brazos y se rindieron.

En la batalla contra los representantes del Sindicato de la Ciudad Oculta


Hiddensh, las cosas no les resultaron tan bien a los rebeldes, Furcas y Beleth fueron
derrotados en dos grandes peleas por Mort y Caelum.
Al final ambas victorias fueron por un margen muy estrecho, la edad les había
pasado factura a los miembros de la Liga de la Noche, los brazos con forma de las
garras del Basilisco de Cassy Brunn lograron contener a los báculos de Furcas que
no pudieron hacer mucho en contra de un par de brazos más que se unieron a la
batalla: los del dragón negro Tianlong, bestia al servicio del fallecido Izanagui que
controlaba la fuerza de gravedad.
Mort aplastó a su rival con el poder de la gravedad y después lo remató con un
contundente golpe de energía pura proveniente de las garras del Basilisco.
Por su parte, las dos serpientes hibridas humanas de Caelum lograron
mantener un combate parejo con la inmortal Hydra metálica, la que controlaba la
electricidad ralentizó los movimientos de la bestia y la de las armas de energía pura
combatía con las enormes cabezas, el triunfo lo decidió una tercera bestia que el
chico del Clan de Grieff sumó a la batalla y no fue una tercer serpiente.
Se trataba de un enorme gusano verde con una gran boca adornada con
enormes y afilados dientes, dentro de su cuerpo y a través de su boca se podían
observar innumerables dientes en círculo que corrían alrededor de todo su ser.
El gusano no era tan grande como la Hydra, pero en cuanto empezó a
absorber el viento alrededor alcanzó el tamaño de la bestia de Beleth e incluso la
superó, posesionándose de su cuerpo e inmovilizándola por completo.
Las dos serpientes híbridas aprovecharon el momento para atacar a Beleth
quien no fue capaz de contrarrestar el ataque de ambas bestias y perdió.
Lúgh peleaba con Sombra, la controladora de las cuerdas psíquicas oscuras
había atraído hacia ella al poderoso Baphometh para destrozarlo, increíblemente su
dueño no se movió de su lugar, estaba renunciando a su bestia con tal de salvar su
pellejo.
–Que pedazo de cobarde es ese – pensó la guerrera, pero a ella eso no le
importaba, acabaría con la bestia y así ya no tendría que preocuparse por el dragón
de tierra que la acechaba desde las profundidades varios metros por debajo de ella.
Sombra lanzó su estocada mortal a Oberón pero no le hizo ningún daño, el
Baphometh se había convertido en el Dragón Oscuro y su piel metálica no pudo ser
penetrada, en ese momento, aprovechando el desconcierto de su oponente, la
golpeó con su poderosa cola.
La guerrera perteneciente al Sindicato de la Ciudad Oculta Hiddensh se levantó
de inmediato, su mano derecha estaba en el suelo y sus cuerdas psíquicas en forma
de sombra extrajeron al dragón de tierra del suelo dejándolo maniatado junto al
Dragón Oscuro.
–Me sorprendiste Lúgh, pensé que no te habías movido por cobardía pero en
realidad sabías que aunque podía someter a tu bestia y sus poderes de ataque no
puedo controlar su transformación, pero ahora ya nada puedes hacer, las tengo
atrapadas a ambas.
Edgar De Grieff le sonreía a la guerrera al tiempo que le señalaba el suelo a su
lado, Sombra bajó la vista y observó una esfera metálica, después le mostró el
guante de su mano derecha, sobre el metal de su guante derecho, Frixo, se
formaron varias líneas de energía pura, ahora el metal de ese chico era más
peligroso, mucho más…
De inmediato Sombra corrió alejándose de aquella terrible fusión al tiempo que
se cubría con sus cuerdas así como también cubría la esfera de su rival para restarle
poder destructivo, pero nada fue suficiente, la explosión alcanzó a la guerrera
dejándola en el suelo, herida y desprotegida.
En ese momento Lúgh nuevamente utilizó su espada tijera, la guerrera de
inmediato reacciono y con sus cuerdas psíquicas de sombras atrapó a su enemigo
inhibiendo su poder, la espada-tijera desapareció al igual que el guante metálico
Frixo.
–Finalmente cometiste un error, creíste que estaba indefensa pero ya contaba
con tus trucos sucios, mis cuerdas de sombra no sólo te están inhibiendo, también
roban tu energía y la trasladan a mi cuerpo, pero eso no es todo lo que puedo hacer,
también tengo cuerdas ofensivas que te van a desgarrar por dentro, yo soy mejor
guerrera que tú...
Edgar le seguía sonriendo a la chica mientras las cuerdas negras que lo
derrotarían se acercaban a su cuerpo, lo que la desconcertó, cuando Lúgh vio el
destello en el cielo le hizo la indicación a Oberón de que terminara con ese combate,
Sombra inmediatamente volteó hacia el Baphometh y entendió que el ataque de
Lúgh sólo había sido una distracción para liberar a sus bestias, con sus cuerdas
logró nuevamente maniatar al Dragón Oscuro pero ya no pudo localizar al dragón de
la segunda cabeza, cuando se percató de la bestia ya era demasiado tarde.
El dragón de dos patas con el poder de Fafner se internó en la tierra y surgió
justo donde estaba Sombra engulléndola por completo, unos segundos después el
dragón de dos patas explotó quedando la miembro del Sindicato en el suelo y a
merced de su contraparte que le puso su espada Katana en el cuello mientras el
dragón de tierra se volvía a formar.
–¡Espera! – gritó Sombra señalando el cielo –. La luz blanca significa que
Kukulcán cayó, han ganado.
Lúgh volteó a ver a sus compañeros, tanto Mort como Caelum liberaron a
Furcas y Beleth, Amaterasu estaba desmayada al lado del tipo que parecía
pordiosero, Conde más que su enemigo parecía que la estaba cuidando, le había
puesto su chaqueta en la cabeza para que reposara.
Edgar inmediatamente se acercó a Conde y Rhiannon con Oberón a su lado, el
chico se levantó con las manos en alto por encima de la cabeza.
–Ella está bien – dijo Conde con su voz lenta y desesperante –, ustedes
ganaron la batalla, en un momento Marquesa la dejará como nueva.

Una vez que se vio la luz brillante en el cielo, los miembros de los cuatro
Sindicatos de las ciudades Hiddensh, Hevven, Banayah y Ersghiaal supieron que
Kukulcán había caído, los primos Shmuel no vieron un motivo para seguir peleando
una guerra perdida, prefirieron enfrentar a sus enemigos en los Tribunales, ambos
se rindieron.
Lo mismo sucedió con todos los guerreros élite que aun combatían con los
rebeldes, los miembros del Sindicato de la Ciudad de los Dioses: Serpens,
Sacerdotisa y Barón dejaron de pelear, Titiritero ya se había rendido ante Libra.
Los guerreros de la Ciudad Blanca también fueron advertidos por su líder:
Látigo, que ya todo estaba resuelto, Duquesa y Rafael ya no combatían y Auriga
nunca peleó contra Ariel, Noel sólo tuvo que intervenir en la batalla de Chitriel en
contra de Hermite.
Los guerreros de la Ciudad de los Cielos: Crux, Lux, Marquesa y el Loco
también levantaron las manos ante los miembros de la Armada Elemental del Tercer
Distrito y los Bérserkers Celestiales de Virgo. Salvo Crux y Lux, los rebeldes salieron
victoriosos en sus duelos con los guerreros de Ishtar. Inmediatamente que se vio la
luz blanca, Marquesa se incorporó y en un instante curó heridas y restableció la
energía de todos sus compañeros.
Situación a la inversa sucedió en la batalla de los rebeldes en contra de los
guerreros de la Ciudad Oculta, en donde Mort, Conde y Caelum habían salido
airosos en sus respectivas batallas, los tres se rindieron ante Lúgh que derrotó a
Sombra.
Marquesa restableció la salud de todos los guerreros que se encontraban en el
campo de batalla, élite y regulares, después todos se pusieron en marcha hacia el
Palacio de Gobierno de la Ciudad Sagrada de Uruk.
Beleth notó que Furcas caminaba erguido y orgulloso, a pesar de haber perdido
su combate se veía contento, se acercó a su amigo de toda la vida y le preguntó:
–¿Crees que por fin lo logramos? ¿Alcanzamos la redención?
–No lo sé, tú y yo perdimos, como siempre en nuestra vida, pero el movimiento
ganó y eso es lo que importa.
–¿Peleaste al límite de tus capacidades contra ese chico del Clan De Grieff?
–Nuestra batalla no era a muerte y el utilizar las cabezas de la Hydra en mi
cuerpo es letal, no valía la pena hacerlo… ¿Qué hay contigo?
–No lo sé, creo que ya olvidé pelear a mi máxima capacidad, mis tiempos de
guerrero élite se fueron con mi dignidad cuando nos encerraron en el Quinto Distrito,
tienes razón, ahora lo único que importa es que peleamos en el lado de los buenos
aunque perdimos nuestros duelos.
Furcas le dio una palmada en la espalda a su mejor amigo de toda la vida y
chocó puños con él. Beleth exclamó:
–Por Phad Bayer e Izar Cirene, nuestros compañeros caídos Abbadon y Forcis.
Furcas respondió:
–Por Hypnos y Thánatos, nuestros hermanos caídos de la Liga de la Noche.
Conde caminaba detrás de Cassy Brunn, observándola en silencio, Rhiannon
lo alcanzó y caminó a su lado.
–¿Ya le pediste matrimonio?
El guerrero se sonrojó, como era su costumbre siguió andando sin voltear a ver
a su interlocutora.
–Sólo le iba a pedir que fuera mi novia, pero creo que lo haré después, ahora no
se ve de muy buen humor, perdimos la batalla...
–No te tardes mucho, el chico que me gustaba tardó veinte años en declararse...
Conde volteó a ver a Amaterasu, la portadora de Kusanagui-no-tsurugui había
captado su atención.
–¿El galán de los brazotes metálicos?
–No, Heimdall...
Conde se sorprendió con la confesión de Amaterasu, por su belleza se
imaginaba que un súper galán sería su novio.
–Ese no es la gran cosa...
Rhiannon pellizcó a Conde.
–Ten cuidado con tu boca al hablar de mi novio porque podría devolverte la
cortesía que tuviste conmigo... ¿quién es el racista ahora?
–Soy yo, lo siento... – se disculpó Conde mientras se sobaba el brazo que le
pellizcaron –. ¿Y valió la pena la espera?
–Sí, pero hubiera sido muy feliz si hubiéramos podido estar juntos desde antes.
– Rhiannon se levantó de puntillas y observó el lento caminar de todo el ejército –.
Esto es ridículo, a este paso vamos a llegar a Uruk hasta después del medio día...
Los ojos de Rhiannon se tornaron verde brillante, una corriente de aire
comenzó a girar en torno a ella lo que la hizo levantarse del suelo, después, levantó
a todo el ejército de Ishtar incluyendo máquinas y vehículos, así como a los
guerreros élite y a sus compañeros, y al vuelo se dirigió a la Ciudad Sagrada de
Uruk. Conde que iba a su lado le comentó otra vez sin voltear a verla:
–Recuérdame jamás volver a discutir contigo...
*****
En la batalla de Arlés y compañía, los gemelos decidieron poner fin a la
contienda contra las bestias de piedra de Caballero Obsidiana, ambos expulsaron el
máximo poder al que podían llegar en ese momento, Hermes golpeó el suelo, de
donde surgieron un incontable número de picas de metal que destruyeron un gran
número de bestias de obsidiana, después Titán fundió sus dos revólveres formando
una bazuca la cual disparó contra las bestias de tierra cristal que quedaban, éstas
fueron arrasadas y desintegradas por el gran poder de ese último embate.
Los rebeldes ya habían derrotado a prácticamente todos los miembros de la
sección Alianza del Tloque Nahuaque, la ayuda de Carlo Tiberian y Jeff Hobbs fue
vital. Tanto Hun Ab Ku como Caballero Jaguar estaban en el suelo ya sin energía,
Qaholom yacía inconsciente pero aún vivo después de soportar la explosión del
viento rojo de Cerberus.
Caballero Águila observó a sus rivales, todos se veían cansados, pensó que
con la ayuda de Caballero Obsidiana y Sir Astaroth aún podían vencerlos, preparó
un nuevo ejército de águilas eléctricas, pero ahora éstas además estaban dotadas
de energía psíquica, una corriente azul se unió a la energía morada de las bestias,
pretendía eliminar a los gemelos que eran los guerreros que se veían más agotados
para nivelar las cosas, después sus compañeros arrasarían con los demás rebeldes,
pero antes de que lograra liberar su poder sintió el frío acero de una espada en su
nuca.
–Ni lo intentes, amigo, desaparece a tus pájaros eléctricos...
El guerrero del Tloque Nahuaque veía sorprendido a Fenrir, estaba seguro que
lo había dejado fuera de combate, volteó al lugar donde debería estar su cuerpo
derribado y no encontró nada, sus águilas eléctricas desaparecieron.
–¿Qué diablos eres tú? – se quejaba –. ¿Cómo lograste sobrevivir a mi
poderoso último ataque? Esto no puede ser real...
–No te angusties, amigo, tu poder es letal, pero como ya lo habías mencionado
antes, tuve el tiempo suficiente para planear la estrategia adecuada para derrotarte,
yo nací con una extraña habilidad que me permite copiar otras técnicas de combate,
en una contienda anterior logré copiar la técnica de un guerrero que le permite crear
clones, después de que logré contener los primeros ataques de tus aves eléctricas,
formé un clon que se quedó a combatir...
–Ya entiendo – dijo decepcionado el guerrero de Aztlán –, después sólo tuviste
que darme la vuelta y agarrarme por sorpresa.
–Así es, lo mejor es que te rindas si no quieres perder la cabeza.
–Tal vez te adelantaste un poco en tu estrategia, amigo...
De la tierra surgió parte del cuerpo de Caballero Águila que paralizó a Fenrir,
el guerrero de Aztlán desenfundó su espada y le hizo un corte en la mejilla para
saber si se trataba del guerrero original, después de verlo sangrar le apuntó con su
mano derecha.
–Debiste haberme matado cuando pudiste hacerlo, yo no soy tan buena
persona como tú...
En ese instante se escuchó una gran explosión y el cielo se iluminó, todos los
combatientes voltearon hacia el lugar de donde provenía el estruendo, en ese
momento estuvieron seguros que la batalla entre Kukulcán contra Escorpión y
compañía había terminado.
Con una sonrisa en el rostro Caballero Águila, enfundó su arma, desapareció
su energía eléctrica, liberó a Fenrir y levantó las manos en señal de rendición. Lo
mismo hicieron Caballero Obsidiana y Sir Astaroth, Arlés se tocó la mejilla y observó
la sangre que manaba de ella, se sentía furioso, no tanto por haber perdido su
combate contra el guerrero del Tloque Nahuaque, sino por la manera, pensaba
atacarlo con su hielo junto con sus compañeros restantes pero Cástor se lo impidió.
–Déjalos, no los vamos a atacar si no quieren defenderse.
Arlés sin saber cómo desquitar su furia de un empujón apartó a Caballero
Águila y después señaló a los integrantes de la sección Alianza del Toque
Nahuaque.
–Están todos arrestados...
–¿Bajo qué cargos? – preguntó Sir Astaroth.
Arlés lo pensó un rato y después dijo:
–Por la misma razón que hemos encerrado a varios de nuestros enemigos,
traición a Boleria y sus habitantes.
–Los miembros del Tloque Nahuaque sección Alianza al igual que yo jamás
hemos atentado contra los ciudadanos del país de manera alguna ni contra el
movimiento que tú lideras, sólo en esta batalla contra ustedes y lo hicimos
obedeciendo a quien era el Presidente, no podemos ser juzgados por eso... ¿o
acaso los rebeldes van a empezar su gobierno con un acto de tiranía?
Arlés levantó la mano señalando al Caballero Fantasma y después les gritó a
los miembros de la sección Alianza del Tloque Nahuaque:
–¡Lárguense de este lugar! Si veo a alguno de ustedes por aquí lo meteré preso
bajo cualquier cargo. En cuanto a ti... – Arlés señalaba a Sir Astaroth.
–Tú no tienes jurisdicción sobre los Caballeros Fantasmas – "el Duque"
interrumpió al FILO número diez –. Aunque ustedes hayan ganado la revolución
nada puedes hacer contra mí. Al igual que los miembros del Tloque Nahuaque yo
sólo estaba cumpliendo con mi labor...
–Atacándonos... – le espetó Arlés.
–Son afortunados – comentó "el Duque" con una sonrisa burlona –, no maté a
ninguno...
–Como si pudieras...
–¡Ya basta los dos! – los interrumpió Elektra –. Vamos a ver cómo están los
chicos, aunque ya ha desaparecido la energía de Gunnar De Grieff, esa explosión
no me gustó nada...
Todos los rebeldes se encaminaron rumbo a la Ciudad Sagrada de Uruk junto
con Carlo Tiberian, Jeff Hobbs y Sir Astaroth, los miembros del Tloque Nahuaque
sección Alianza se quedaron en el lugar de la batalla para evitar fricciones. Mientras
caminaban Arlés le preguntó al "Duque":
–Ahora que Kukulcán cayó... ¿qué vas a hacer?
–Mi deber, servir al nuevo Presidente, tal vez seas tú o tu líder Escorpión, si es
que sigue vivo...
Dorian se acercó a Sir Astaroth y lo empujó.
–Mejor guarda tu distancia y no molestes...
Sir Astaroth aminoró el paso y siguió caminando por detrás de los dos FILOS,
más atrás Michelle le comentaba a Elektra señalando al Caballero Fantasma.
–Ese tipo me da mala espina...
–Ese tipo fue quien nos ordenó venir a ayudarles – la interrumpió Jeff Hobbs.
Michelle asombrada volteó a ver al guerrero que los había auxiliado.
–Si quería ayudarnos... ¿por qué combatió contra nosotros?
–Sir Astaroth es mi hermano – dijo Carlo Tiberian con orgullo –, un Caballero
Fantasma hecho y derecho, cuando se unió a la Orden hizo un juramento y a su
manera lo cumplió, sirvió al gobernante en turno hasta que cayó, pero se aseguró
que ustedes y su movimiento estuvieran a salvo, todos sabíamos la clase de escoria
que era Gunnar De Grieff, si "el Duque" hubiera peleado con todo su poder le
aseguro que la batalla que acaban de librar hubiera sido de lamentables
consecuencias, señorita.
Michelle se le quedó viendo a Sir Astaroth, el Caballero Fantasma era joven, no
debería tener más de veinticinco años, en su postura y su caminar se notaba que
llevaba con orgullo su armadura blanca.
*****
El FILO Oscuro número tres levantó su espada para dar el golpe mortal a
Connor, pero en ese momento un escudo metálico sujeto a una cadena lo golpeó en
el abdomen derribándolo a varios metros de los rebeldes.
Todos voltearon hacia donde se había retrotraído el escudo, vieron a dos
hermosas chicas rubias, una tenía dos escudos y la otra un escudo y una espada
corta, todas las armas eran de un color rosa brillante y se podía ver a través de ellas.
Cross y Drake se voltearon a ver extrañados, en su vida habían visto a esas
chicas, pero Connor sonriente las saludó.
–Laetina, Ailexa, que gusto volverlas a ver...
–¿De dónde las conoces? – le preguntó Drake a Connor.
–Es una larga historia, son hijas de un diplomático del Continente perdido, están
en Boleria de visita, pero no sabía que supieran pelear...
Chronos se levantó furioso.
–¿Quiénes demonios son ustedes?
–Amigas de Connor – respondió Ailexa –, no vamos a permitir que le hagas
daño a él o a sus compañeros...
–Hace rato me tomaron desprevenido, ahora me las pagarán.
Laetina volteó a ver a su hermana.
–Yo pelearé con él, tu cuida a Connor y sus amigos...
–Está bien.
Ailexa se quedó cerca de Connor y compañía mientras que de un gran salto
Laetina atacó al FILO Oscuro, quien ya estaba listo para la batalla, Chronos anticipó
el movimiento de su rival y lo esquivó.
–Ahora las cosas cambian, niña, puedo ver los ataques a futuro, no tienes
oportunidad contra mí...
–Un psíquico... ¿verdad? No importa, sé cómo bloquearte.
Laetina movió el colgante que llevaba al cuello y este emitió una serie de ondas
que bloquearon la capacidad psíquica de Chronos.
–Ahora estamos parejos...
La batalla de espadas comenzó, para sorpresa de todos Laetina era bastante
diestra con la espada y el escudo, Chronos no podía dañarla, hasta que en un rápido
movimiento, la hija del diplomático del Continente perdido con su escudo
desestabilizó al FILO oscuro y con su espada lo golpeó en las piernas derribándolo.
Chronos lanzó su tierra explosiva contra Laetina, pero el escudo de la chica
absorbió los daños, sin embargo, el portador de Eón aprovechó el momento para
contraatacar, después de chocar un par de veces las espadas, la extranjera estaba a
la defensiva, el FILO Oscuro la derribó de una patada.
–Ya me cansé de esto... – dijo Chronos –. No sé quién demonios seas pero vas
a morir...
Las pupilas de Ozmar de Riot desaparecieron y en su lugar se formó el símbolo
que lo distinguía como el FILO Oscuro número tres, estaba a punto de volver a
atacar a Laetina que seguía en el suelo cuando su hermana les gritó a todos:
–¡Se acercan varios guerreros...!
Chronos levantó la vista y vio al horizonte, los rebeldes restantes corrían hacia
ellos, había perdido su oportunidad, en un último intento los atacó a todos con su
tierra explosiva pero ésta fue contenida por los escudos de Ailexa, después convocó
a su dragón Zilant, montó en él y desapareció en el cielo.
Tanto Ailexa como Laetina en cuanto Chronos huyó desaparecieron sus armas,
éstas se retrotrajeron en unas joyas que llevaban en sus brazaletes metálicos.
Laetina se despidió.
–Nos vamos...
–Esperen – les dijo Connor –, no tienen por qué irse, ustedes nos ayudaron...
–Ese es el problema – contestó Ailexa –. Somos visitantes extranjeras, si se
sabe que los ayudamos y que utilizamos nuestras armas puede estallar una guerra,
nosotras nunca estuvimos aquí, hasta luego Connor.
Las dos chicas besaron a Connor en la mejilla y se despidieron de Cross y
Drake agitando las manos, cuando sus amigos llegaron, Michelle inmediatamente
preguntó.
–¿Quiénes eran esas chicas?
–Nadie – respondió Cross.
–¿Cómo que nadie? – reclamó Michelle.
–Aquí no había nadie... – insistió Escorpión –. Drake, Connor... ¿ustedes vieron
a unas chicas?
–No, a ninguna – dijo Connor.
–Sólo a ustedes – respondió Drake.
–No mientan, yo puedo ver más allá de...
–Basta Michelle – la interrumpió Cross –, déjalo así por favor.
Michelle molesta se dio la media vuelta, mientras, Arlés y Dorian levantaban a
Drake, Carlo y Jeff a Connor y Cástor a Cross.
–¿Estuvo dura la pelea, jefe? – preguntó Póllux.
–Algo – respondió Cross hablando pausadamente a causa del dolor –, me
lesiono más cuando entreno contigo y con tu hermano...
Todos empezaron a reír, en ese momento el cielo se oscureció, una cantidad
inimaginable de guerreros pasaron por encima de Cross y compañía aterrizando
unos metros adelante.
Inmediatamente los rebeldes se reunieron y platicaron lo que iban a hacer,
todos estuvieron de acuerdo en regresar de inmediato a Arcadia para ayudar a los
que se quedaron y resolver el asunto de los gigantes, Arlés y Dorian se quedarían
para platicar con las autoridades.
Cross seguía platicando con sus compañeros cuando sintió que alguien lo
sujetaba por la cintura, al volverse se encontró de frente con unas manos femeninas
que lo tomaron del rostro y lo besaron en los labios.
El portador de Antares de inmediato hizo la cabeza hacia atrás, se veía
sorprendido mientras la chica que lo había besado reía.
–Podrás ser el guerrero más fuerte del país, pero sigues siendo un cachorrito
asustado si de mujeres se trata…
–Amelia – murmuró Cross tratando inútilmente de recomponerse mientras veía
a su compañera.
Michelle, Elektra y Caris no creían lo que veían, la Arcángel fue la primera en
reaccionar y se dispuso a ir a poner en su lugar a esa atrevida chica pero Daniela
Malka se lo impidió.
– Déjalo – le dijo a la pelirroja mientras la sujetaba del brazo, después se volvió
hacia sus otras dos “nueras”–, ninguna de las tres se mueve de aquí, todas han
dejado en claro que ya no quieren tener nada que ver románticamente con mi hijo, a
menos que hayan cambiado de opinión, todas se quedan aquí conmigo…
Las tres chicas se quedaron en una pieza, en algún momento todas habían
renunciado a Cross, Pariel era novia de David Nexus, Caribdis aceptaba
abiertamente los galanteos de Siege Hobbs y Deneb De Britten y Athena ni siquiera
le dirigía la palabra a su compañero, las tres deseaban ir con Cross pero ninguna se
atrevió a tomar la iniciativa, ninguna se movió de su lugar.
–Así me gusta – comentó Daniela Malka sonriéndole a sus tres “nueras” –, que
sean buenas chicas…
Mientras Elektra, Caris y Michelle se tragaban sus celos, Cross seguía en
silencio sin saber que decir a la líder de los Sindicatos, de reojo observó a Siege
Hobbs, Deneb De Britten y Fausto Yaotl que reían a sus costillas, ellos junto con
Angie Asegir, Craig X, Amelia Azzán y Charles Riazor, el guerrero que parecía
pordiosero y sólo veía a Casy Brunn sin percatarse de nada más, eran su grupo de
amigos cuando estudiaba en la Ciudadela.
–¿Por qué hiciste eso? – le preguntó a Amelia Azzán.
–Para ver tu cara de sorpresa – le respondió la chica –, valió la pena, no te
preocupes, tengo novio, es Sir Astaroth – Duquesa señaló al Caballero Fantasma a
quien se veía tampoco le había caído en gracia la broma –, por eso le llaman “el
Duque”, salgo con él desde que me vine a Ishtar… ¿celoso?
Cross se recompuso, lo último que quería recordar era la batalla que
sostuvieron esa chica y Angie Asegir por su cariño cuando estudiaba en la
Ciudadela, contienda que ninguna ganó, en aquel entonces Cross no pensaba en
nadie más que en Christina Riazor.
–Pues lo lograste, de verdad me sorprendiste.
–Es lo menos que me debías – le dijo Duquesa mientras le extendía la mano –,
me sorprendió cuando me llamaste pero acepté ayudarte y convencí a mis
compañeros del Sindicato de hacer lo mínimo por defender a Kukulcán, en caso
contrario la batalla que acabamos de librar hubiera sido un baño de sangre.
–Lo sé y de verdad te agradezco tu ayuda – Cross estrechó la mano de su
antigua compañera escolar.
Sin ninguna pena o reparo la líder de los Sindicatos de Ishtar abrazó a Cross,
de inmediato sintió la energía negativa de Elektra, Michelle y Caris que no le
quitaban la vista de encima, le susurró a Cross señalando a las chicas:
– ¿Tus nuevas admiradoras?
–No quiero hablar de eso – respondió Cross con seriedad separándose de
Duquesa.
Amelia Azzán le dio una nalgada en el trasero a Cross y después sin
contenerse la risa se fue con sus compañeros del Sindicato dejando a su amigo para
que siguiera encargándose de sus asuntos.
–¿Qué va a suceder con ellos? – preguntó Tyr señalando a Dagan y Baldr.
–Yo me haré cargo. – respondió Arlés –. Por el momento quedarán a
disposición de las autoridades de Ishtar, ya después resolveremos su situación.
En ese momento un pequeño avión aterrizó en donde se encontraban los
rebeldes, tenía los logotipos y el escudo de la Ciudad Blanca Ersghiaal, Arad se
despidió abrazando a su primo.
–Gracias Noel, el diminuto avión que trajo a Escorpión y sus compañeros no era
lo suficientemente grande para transportarnos a todos, después nos vemos.
–No hay problema, sólo devuélvelo en una pieza, pertenece a la Ciudad...
Antes de que todos los rebeldes subieran al avión, Drake señaló el lugar donde
había derrotado a Gunnar, Dorian se acercó al sitio que Heimdall le señalaba y
levantó un cuerpo carbonizado.
–Esto todavía está vivo – comentó mientras acercaba su oído a la boca del
guerrero caído –. σo le entiendo bien pero creo que quiere que lo maten…
Todos voltearon a ver a Drake, éste les comentó con total tranquilidad:
–Ese tipo debe pagar por todo lo que hizo, esa fue la última voluntad de Ragnar
y pienso cumplirla, Gunnar ha perdido todo su poder y su cuerpo no tiene arreglo,
que se pudra en prisión hasta que muera.
"El Duque" tronó los dedos y dos soldados fueron por el carbonizado cuerpo de
Gunnar, el cual sólo emitía una especie de quejido, su cuerpo estaba carbonizado
pero su mente lúcida, el dolor físico que sentía no era nada en comparación con el
sentimiento que le causaba el que Drake lo hubiera derrotado y peor aún, que lo
condenara a sufrir el resto de su vida, estaba seguro que sus atrofiados y quemados
músculos jamás volverían a moverse sin la intervención médica adecuada, misma
que jamás le darían, por lo que no podía ni siquiera suicidarse, acabaría sus días en
el dolor y en el olvido en una prisión, anhelando la muerte, una digno fin para un
bastardo, pensó.
Mientras el avión de los rebeldes se alejaba, Carlo Tiberian recogía del suelo la
espada del alfabeto antiguo Ji (ξ), Sir χstaroth se la quitó de las manos.
–Aún no, novato, primero te la tienes que ganar...
–Esa será mi espada, hermano...
–Seguramente, ya veremos si tienes algún oponente, llama a Jeff, recojan los
guantes de poder de los FILOS y aseguren a Dagan y Baldr, súbanlos a un vehículo
y vámonos.
Arlés y Dorian ingresaron a un vehículo junto con Sir Astaroth y en silencio se
fueron a la Ciudad Sagrada de Uruk, el portador de la “espada boreal” pretendía
terminar sus asuntos en la capital cuanto antes, el real peligro para el país ya no se
encontraba en Ishtar, eran los gigantes liberados que podían destruir el mundo
entero y a quienes sus compañeros se enfrentarían, de ninguna manera pensaba
tomar el mando de un país en ruinas.
LA ASAMBLEA NACÍONAL
LOS CABALLEROS APOCRÍFOS

Sir Thomas abrió los ojos, intentó incorporarse pero se sintió mareado, trató de
ubicar en donde se encontraba, reconoció su habitación en la sede de los Caballeros
Fantasmas de la Orden de Arcadia en el área del Cinturón, se tomó la cabeza para
tratar de recordar qué es lo que había pasado, estaba en el piso superior de la
Ciudadela, la puerta estaba abierta y entonces... ¡Lothy!
"Nephilim" salió rápidamente de su habitación, se encontró con Sir Judas quien
lo detuvo para que no cayera, Gore Shmuel tomó a Thitus de la solapa.
–Lothy... ¿dónde está Lothy?
–Tranquilo, Sir, Lothy está bien, tú recibiste todo el daño.
–¿En dónde está? – Gore quería asegurarse de que su pequeña alumna se
encontrara bien.
–Descansando en su habitación.
–Quiero verla... – A esas alturas Sir Thomas ya no creía en nadie, pensaba en
la posibilidad de que le ocultaran la verdad por su estado de salud.
–Mejor mañana – insistió Thitus tratando de hacer que el Gran Maestre de la
Orden regresara a su habitación –, ya es tarde.
–No – "Nephilim" agarró con autoridad el brazo del "Ejecutor" –, he dicho que la
voy a ver ahora...
–Vamos pues.
Sir Thomas y Sir Judas llegaron a la habitación de Lothy, quien dormía
plácidamente, Gore sonrió cuando la vio.
–¿Conforme? – preguntó "el Ejecutor".
–Conforme.
–Vámonos antes de que despierte.
–Mientras regresaban a la habitación del Gran Maestre de la Orden, Sir Thomas
comentaba a su compañero.
Thitus, hay una emergencia...
–Lo sabemos, Sir, los habitantes del último piso de la Ciudadela han sido
liberados.
–¿Qué ha sucedido afuera?
–Con los gigantes no mucho, se hacen llamar Titanes y están en Levit sin hacer
nada, únicamente dos de ellos, Skade y Atlas, causaron algunos destrozos pero
fueron vencidos por Dana de la Armada Elemental y Freya.
–No te confíes de eso, quien me atacó casi me mata de un sólo golpe...
–Lo notamos, pero por ahora no hay nada que podamos hacer, la asamblea
nacional de la Orden será en unas horas, entonces ahí se tomarán las medidas
pertinentes.
–Arcadia debe ir y votar unida.
–Así lo haremos, Sir Phillippe y Lady Madeleine han dispuesto que lo
apoyaremos al cien por ciento para que continúe siendo el Gran Maestre.
–Gracias...
–Por ahora descanse...
–¿Los Caballeros Fantasmas de Levit?
–Siguen aquí, partirán con nosotros rumbo a Ishtar.
Sir Judas se retiró y dejó a “σephilim” descansar, el líder de la τrden de
Arcadia nuevamente se estaba durmiendo cuando los golpes en la puerta lo
despertaron.
–Adelante...
–Lo requieren abajo, Sir – Ephra Nexus se estaba asomando por la puerta.
–¿Qué sucede, chapulín?
–No lo sé, pero parece que es urgente.
–Ya voy.
Sir Thomas se puso su armadura negra y salió a ver qué sucedía, cuando bajó
al gran salón ya se encontraban ahí sus compañeros y las Espadas Reales de la
Orden de Levit, Sir Num se veía herido, al igual que él tenía varios vendajes.
El Gran Maestre de la Orden inmediatamente reconoció a sus inesperados
visitantes, era el chico conocido como "el Comerciante": D.S. Markab y su guardián
personal Jano Von Teague, un tipo tan alto como “Goliath”, ellos dos los hacían ver
pequeños a él y a Sir Judas, pensó que al lado de esos tipos las famosas dos torres
de Arcadia no eran más que simples casuchas.
–Buenos días, Sir – saludó el Comerciante.
–Buenos días – respondió Sir Thomas, quien sin rodeos preguntó a Danner –:
¿Cuál es el motivo de su visita?
–Dos cuestiones que están relacionadas una con la otra, Sir.
–Lo escuchamos.
–La primera tiene que ver con los inquilinos de los pisos superiores.
–¿Qué hay con ellos?
–Sé que tendrán su asamblea nacional en unas horas, los candidatos más
fuertes para ocupar el cargo de Gran Maestre son usted y Sir Exxus.
–¿Y qué hay con eso?
–Deben dejar en paz a los Gigantes.
–No podemos hacer eso, son un peligro...
–Son peligrosos si se les molesta.
–Se les puede derrotar... – Sir Thomas recordó lo que le había mencionado Sir
Judas –. Skade y Atlas han caído.
–No, Sir – lo corrigió Danner –, los dos siguen vivos, ambos aún están muy lejos
de su poder real y casi matan a dos muy poderosas guerreras, si se les obliga a
combatir surgirá su verdadero poder y entonces realmente estaremos en problemas.
–¿Y qué es lo que sugiere?
–Dentro de su Orden hay un grupo especial que fue formado única y
exclusivamente para esta situación.
–Los Caballeros Apócrifos – respondió "Nephilim", como Gran Maestre tenía
acceso a muchos archivos "clasificados" y el de los Caballeros Apócrifos había
llamado poderosamente su atención.
–Así es. Ellos deberán encargarse del asunto de los Titanes, a las Espadas
Reales les corresponde la seguridad del país.
–Pero nadie conoce a los Caballeros Apócrifos, ni siquiera se sabe si están en
conocimiento de lo que sucede o si realmente existen.
–Ellos están al pendiente de la situación, ya han sido convocados.
–Necesitamos reunirnos con ellos.
–Lo harán, Sir, yo seré el enlace... ¿estamos de acuerdo?
Sir Thomas volteó a ver a Sir Exxus.
–¿Qué opinas, Sir?
–La propuesta de Lord Markab suena prudente – contestó Mikael –, la apoyo.
–Bien – Sir Thomas aceptó la propuesta de Danner –, entonces estamos de
acuerdo... ¿Cuál es la segunda cuestión?
–Es algo más complicado aún y tiene que ver con los rebeldes...
–¿Qué hay con ellos? – preguntó preocupado "Nephilim", simpatizaba con el
movimiento de Escorpión.
–Los rebeldes ganaron su revolución pero aún no han acabado con todos sus
enemigos. En este momento Elohim está en el Tercer Distrito. – Les informó "el
Comerciante" –. El encuentro entre el FILO Divino número doce y los rebeldes es
inevitable...
–Debemos ayudarles – dijo Sir Thomas...
–No – lo interrumpió D.S. Markab –, el resultado de la batalla es de pronóstico
reservado.
–No creo que Elohim pueda con todos los rebeldes... – mencionó Sir Judas.
–Yo sí – respondió Sir Exxus –, puede acabar con los rebeldes y los Caballeros
Fantasmas, vi cómo dominaba a Brahma y Kwan Yin, su poder psíquico es
impresionante, si atrapa a los rebeldes en su ilusión puede acabar con todos... habrá
que ver si también puede dominar a mi maestra y a su hijo Escorpión, ellos en teoría
son inmunes...
–Esa no es su única habilidad, su poder sobre el agua es total, sincroniza su
elemento con su espada suprema Abigael de manera perfecta – explicó Danner.
–Con más razón hay que ayudarlos... – afirmó Sir Thomas.
–No, Sir – lo interrumpió "el Comerciante" –. Deben dejar que los rebeldes y
Elohim decidan su batalla ellos mismos.
–Tenemos un acuerdo con los rebeldes – insistió el todavía Gran Maestre de la
Orden de los Caballeros Fantasmas –, si gana Elohim...
–La Orden llegará a un acuerdo con él también – lo interrumpió Danner –, el
país entero corre peligro y ustedes son la última línea de defensa, yo sé que es algo
que les molesta pero deben apoyar al ganador...
Sir Phillippe se levantó y puso una mano en el hombro de su líder.
–Lord Markab tiene razón, Gore, sé que siempre has comulgado con la causa
de los rebeldes, pero ahora tu deber es otro, más tomando en cuenta que aún eres
nuestro Gran Maestre...
–Está bien, Sir. – Muy a su pesar, "Nephilim" hizo caso del consejo del "Primer
Caballero" –. Esperaremos, pero puedo asegurarle que los rebeldes ganarán, desde
que empezó esta guerra todos los hemos menospreciado, sin embargo, han vencido
una y otra vez a las probabilidades.
–En eso tienes razón.

La fiesta estaba en su apogeo, la modelo Nikky Heavely y la actriz Vicca


Helsing llevaban meses enteros de celebración en celebración, el conflicto político y
armado de Boleria las tenía sin cuidado, ellas lo único que querían era disfrutar la
vida.
Se encontraban con su nueva amiga en la mansión de un reconocido millonario
de Ishtar, famoso por sus gustos hedonistas, llevaban con él más de una semana y
no tenían para cuando retirarse.
El empresario les había cumplido todos los lujos y caprichos que le pedían con
tal de que estuvieran con él, el hecho de que todas las revistas y medios de
espectáculos los vieran juntos elevaba su propia fama, algo a lo que él era adicto.
En esa ocasión estaban celebrando el cumpleaños de su nueva amiga, alguien
desconocida en el mundo de la farándula pero muy bella y sobre todo, de apellido
prominente, una Riazor.
La chica era tan fiestera como la actriz y la modelo, había caído en el lugar
justo donde le gustaba estar, llena de lujos y frivolidades, Nikky la buscaba hasta
que la encontró en el jacuzzi, la modelo se desvistió hasta quedar en ropa interior
ante las miradas lascivas de los presentes en la fiesta y los silbidos de aprobación.
Nikky entró en la tina, le quitó su copa a la chica y la besó en los labios,
después la recostó sobre su pecho, mientras jugaba con el cabello de la festejada le
pregunto:
–¿Te estás divirtiendo, hermosa?
–Sí, gracias a ustedes cualquier lugar es una experiencia diferente, única... –
respondió la chica dejándose consentir.
–¡Y lo que falta! Mañana comenzaremos un tour de antología, recorreremos
varios países del mundo, modelando y festejando... tú deberías modelar conmigo –
dijo Nikky mientras tocaba los senos de la chica –, eres hermosa y tu cuerpo está
bien formado, serías la sensación...
–No lo sé – contestó la chica renuente –, me gustaría pero no pudo darme a
notar... ¿lo recuerdas?
–Oh si, ahora eres una criminal desertora, no te preocupes, nosotras te
ocultaremos...
–¡Hey ustedes dos! – Quien gritaba era la eterna compañera de Nikky mientras
caminaba con el semblante serio hacia las dos chicas en el jacuzzi –. ¿Por qué se
ocultan de mí?
–¡Vicca! – La modelo se levantó y agito el brazo –. Ven hermosa, quítate ese
vestido y entra aquí...
Vicca Helsing veía a Nikky y a Meirelle con una sonrisa traviesa, se quitó las
zapatillas y después entró con todo y vestido al jacuzzi.
–¿Desde cuando eres tan recatada? – preguntó Nikky.
–Desde que no uso ropa interior – respondió la actriz –, aquí hay mucho imbécil
que estaría feliz de vender una fotografía mía en pelotas a las revistas
sensacionalistas...
–Por eso no te preocupes...
Nikky le gritó al millonario anfitrión.
–Amor... que se vayan todos por favor, queremos privacidad.
El millonario como siempre cumplió el capricho de la modelo, corrió a todos los
invitados del traspatio y los condujo al interior de su residencia, entonces Vicca se
quitó el vestido quedando completamente desnuda.
–¿Cuál es el plan? – preguntó.
–Tenemos todo un mes de pasarelas antes de que te vayas a filmar tu próxima
película – respondió Nikky.
–Tal vez no la haga – Vicca hizo un gesto de hastío –, sería cortar estos
maravillosos meses...
–Por mí mejor – la modelo abrazó a sus dos compañeras –, así sigo con mis
dos hermosas.
Las tres chicas se hartaron de drogas y alcohol hasta quedar totalmente
dormidas, al día siguiente, Vicca sintió que alguien la tomaba de los cabellos y la
sacaba de la tina.
–Ayyy, ¿qué es lo que sucede?
–Que las dos me van a acompañar en este momento – dijo una chica tan joven
y bonita como la actriz pero con un traje de religiosa mientras le arrojaba una toalla a
la cara para que cubriera su desnudez.
En ese instante también se despertó Nikky que le reclamó airadamente a esa
chica que las estaba importunando.
–¡Oye! ¿Qué es lo que te pasa? No puedes hacer eso...
La chica con el hábito abofeteó a Nikky.
–¡Cállate! Mira el estado en el que tú también te encuentras, en este momento
las dos se vienen conmigo, Boleria se ha convertido en un sitio peligroso...
–¿A qué te refieres? – preguntó Vicca mientras se secaba el cuerpo.
–A que un gran peligro ha salido de los pisos superiores del edificio de la
Ciudadela en Arcadia, ahora no hagan más preguntas y vengan conmigo...
–¿Quieren que me encargue de ésta? – preguntó Meirelle que veía
agresivamente a la religiosa.
–No bonita – respondió Nikky –, ella es nuestra conciencia, se llama July Sereny
y es una figura importante en la alta jerarquía eclesiástica, si dice que el país es
peligroso para nosotras es que así es, lo lamento pero nos tenemos que ir... adiós
linda.
La modelo y la actriz entraron tambaleantes a la residencia principal para
cambiarse de ropa y retirarse, July se quedó observando a Meirelle con repudio.
–Debería darte vergüenza, eres una Espada Real, mientras tu país corre un
gran peligro tú estás aquí drogándote...
Meirelle se levantó, ella no estaba temblorosa ni con resaca como la actriz y la
modelo.
–Yo no me drogo, sólo finjo hacerlo.
–¡Qué bien! – exclamó la chica religiosa con sarcasmo –. Eso lo justifica todo...
July Sereny sólo movió la cabeza negando por lo bajo, murmuró un insulto
inentendible hacia “la Justicia ψlanca” y después entró a la residencia, Meirelle se
quedó pensativa en el jacuzzi, no podía quedarse ahí, ya había visto como trataba
aquel millonario a las chicas con las que estaba, como putas y basura, con Vicca y
Nikky era distinto porque eran unas celebridades, pero ella sería sólo una chica
bonita más en su colección y en ausencia de sus nuevas amigas seguro iba a querer
acostarse con ella para permitirle quedarse.
Meirelle entró en la residencia, tomó una larga ducha y después sacó la caja
que guardaba celosamente en el closet de su habitación, la abrió dejando ver su
uniforme blanco de la orden de las Espadas Reales de Ishtar.
“La Justicia ψlanca” se vistió con su armadura blanca y después se puso un
abrigo largo sobre su uniforme para no ser reconocida, cuando bajaba por las
escaleras para salir por la entrada principal se encontró con el millonario rodeado de
una veintena de bérserkers.
–¿A dónde, linda?
–Me voy de aquí.
–¿Por qué la prisa?
–Mis amigas ya se fueron, no tengo por qué permanecer en este lugar...
–Tus amigas, si... la gran estrella del espectáculo Vicca Helsing y la súper
modelo Nikky Heavely, ellas eran mis invitadas de honor y ya se fueron.
–Al igual que yo.
–¿No quieres quedarte? Podemos divertirnos...
–No gracias.
–¿No hay nada que pueda hacer para que te quedes?
–No – respondió Lady Aliel tajantemente, su negativa no dio lugar a más
negociaciones.
–Está bien – contestó el millonario con resignación –, cuando no se puede no se
puede, solo págame lo que me debes y después puedes irte...
–Yo no le debo nada – respondió Meirelle reaccionando como si la hubieran
insultado.
–Has gozado por varios días de mi hospitalidad y de todos los lujos, lo justo es
que pagues por ellos.
–Vicca y Nikky me invitaron, no usted, no le debo nada.
–Creo que tenemos un problema aquí. Págame la mitad y estamos a mano...
–No tengo dinero.
–Entonces tendrás que pagar con tu cuerpo...
–No se atreva, se lo advierto – Meirelle amenazaba al millonario,
inmediatamente se llevó la mano dentro del abrigo buscando su espada –, no sabe
con quién se mete...
–Eres una Espada Real de la Orden de Ishtar, Lady Aliel, mejor conocida como
"la Justicia Blanca"... ¿me equivoco?
–Si sabe quién soy será mejor que no se meta conmigo.
–También sé que eres una renegada, te buscan por deserción y traición a la
Orden.
–Eso fue con el mandato de nuestro fallecido Presidente, justo hace un rato
estaba escuchando las noticias, los rebeldes ganaron su revolución, ahora voy a una
reunión de mi Orden, mataré a quien me estorbe...
En ese momento Meirelle sintió un dolor extremo en la espalda, en la columna
vertebral específicamente, cayó al suelo sin poderse mover.
–Eres una chica mala e irrespetuosa, yo soy una figura pública e importante en
Ishtar, niña, no puedes tocarme, pero no te preocupes – el millonario se estaba
bajando la bragueta –, sólo me cobraré lo que me debes...

Meirelle estaba llegando al edificio sede de las Espadas Reales, agradecía que
la residencia del millonario estuviera a un par de kilómetros del inmueble sede de la
Orden, no habría soportado un viaje en su corcel.
Se sentía furiosa por haberse dejado sorprender, estaba con la guardia baja
confiada en que los idiotas que servían a aquel millonario no eran rivales para ella, el
choque eléctrico en su espalda la inutilizó el tiempo suficiente para que le
administraran un poderoso narcótico que la inmovilizó por completo.
La habían golpeado y violado varias veces y por todos lados,
desgraciadamente para ella la droga que le administraron sólo inhibió su movilidad,
pudo sentir el dolor de todo lo que le hicieron. Después de que se divirtieron con ella
la botaron enfrente de una Delegación de Seguridad Pública de Ishtar.
Afortunadamente no le habían quitado su espada del alfabeto antiguo Psi (ο),
el arma sanó sus heridas más graves, apenas logró moverse vio la hora, la
Asamblea Nacional de las Espadas Reales iniciaría de un momento a otro, en la
Delegación no trataron de detenerla. En cuanto entró en el edificio sede de la Orden
se encontró con su compañero, Sir Astaroth.
–Hola Meirelle, me alegra que te hayas dignado a visitarnos.
–Prometí que aquí estaría.
–Faltaste a tu deber.
–Tú sabes por qué...
–No puedes resolver tus problemas huyendo, no en la Orden por lo menos...
–Tú no eres el líder de la Orden, ese era Sir Daimon y está muerto, vamos a la
reunión, después hablaremos.
Las dos Espadas Reales entraron en la gran sala de reunión de las seis
Órdenes, en el lugar se encontraban los cuatro miembros de las Órdenes de
Arcadia, Levit y Aztlán, por Hamal sólo había asistido Sir Cygnus y los lugares de la
Orden de Riazor estaban vacíos.
Le correspondió a Sir Thomas iniciar la asamblea en su carácter de Gran
Maestre de la Orden, después le cedió la palabra a Sir Exxus, líder de los Caballeros
Azules, quienes convocaron a esa asamblea.
El discurso de Mikael Yaotl fue directo y convincente, les habló a sus
compañeros de la necesidad de reestructurar la Orden para devolverle su antiguo
esplendor, su estatus de grupo de poder más importante del país. Explicó que ahora
eran los menos respetados, les echó en cara a cada grupo sus errores y fue
especialmente duro con su propia Orden, al final, todos estuvieron de acuerdo en
renovarse.
Se tomaron un receso, mientras los Caballeros Fantasmas platicaban entre sí y
hacían campaña por quien ellos consideraban sería el mejor candidato a dirigirlos,
entre los líderes de las cinco Órdenes presentes formaron el listado de los asuntos a
tratar:
1.- La restructuración de la Orden.
2.- Castigo a las faltas de sus miembros.
3.- La Orden de Riazor.
4.- Elección de un nuevo Gran Maestre.
5.- La amenaza de los Gigantes.
6.- La revolución de los FILOS.
Las Espadas Reales se volvieron a reunir por la tarde para discutir los asuntos
del día, entre discusiones y alegatos trataban de llegar a un acuerdo, había algunos
que querían modernizar las reglas, otros más que deseaban que todo quedara igual.
Se trataron los castigos para Sir Thomas y Lady Aliel por haber abandonado
sus respectivas Órdenes sin justificación alguna y por causas personales, éstos
quedarían a cargo y discreción de sus compañeros.
Con respecto a los Profetas se llegó a la conclusión de declararlos desertores y
traidores a la Orden y al país, la única pena por tal delito era la muerte, condena que
debían de ejecutar ellos mismos.
Cuando llegó la hora de nombrar al nuevo Gran Maestre de la Orden, Arcadia y
Levit apoyaron a sus respectivos candidatos: Sir Thomas y Sir Exxus, la votación fue
muy cerrada, Sir Astaroth y Lady Aliel de Ishtar votaron por "Nephilim", no les había
caído nada bien la intrusión de los Caballeros Azules en la Capital y que los retaran
a muerte.
Sir Cygnus votó por Sir Exxus, al igual que Sir Neza y Lady Izzy que tenían un
acuerdo oculto con las Espadas Reales de Riazor y el grupo liderado por
Radamanthys, grupo del que los gemelos habían escuchado hablar a Sir Num y
Seth.
Rhodrigozz Humbolt mejor conocido como Sir Axayácatl votó por
recomendación de su hermana por Sir Thomas, aunque apoyó al grupo de
Radamanthys en la liberación de los Titanes no estaba dispuesto a entregarle
también el control de la Orden, con lo que la votación se volvía a emparejar, todo
quedó en las manos de Sir Tlacaélel.
Sir Neza y Lady Izzy le explicaron a su compañero que lo mejor era que se
nombrara un nuevo Gran Maestre, alguien que representara a la nueva y moderna
Orden de los Caballeros Fantasmas, y ese era Sir Exxus, Sir Thomas ya había
demostrado que no era confiable.
Los argumentos de sus compañeros fueron contundentes, a pesar de ello, Sir
Tlac finalmente votó por Sir Thomas, confió más en la opinión de su líder de Orden y
mejor amigo que en sus compañeros.
La molestia por el resultado de la votación se puso al rojo vivo, Sir Num, Sir
Neza y Lady Izzy no la aceptaban, pero al final se impuso la decisión de la mayoría
cuando Sir Thomas le ofreció el puesto de Gran Maestre a Sir Exxus y éste lo
rechazó.
Otra gran discusión se dio con respecto al retiro voluntario, los modernistas
pugnaban porque los Caballeros Fantasmas pudieran retirarse voluntariamente
cumplidos los sesenta años y poder seguir sirviendo en la orden sin necesidad de
ser exiliados.
Al final, en una apretada votación vencieron los progresistas, mención especial
se le dio a las Espadas Reales de Hamal que habían dado su vida por su país, como
único caso de excepción y en honor y recuerdo de sus compañeros se le permitió a
Sir Cygnus retirarse antes de tiempo quedando obligado a servir como Consejero de
la Orden hasta su muerte.
Se trató el asunto de los puestos vacantes en la Orden, tanto los
representantes de Ishtar como Arcadia y Hamal manifestaron que ya tenían a los
candidatos para las espadas sin dueño y que de inmediato se abriría la convocatoria
para entregar las armas a los nuevos miembros de los Caballeros Fantasmas.
No hubo mucho que discutir acerca de la lucha armada de los FILOS, el grupo
rebelde había ganado su revolución antes de que se celebrara la asamblea de la
Orden, por lo que la intervención de los Caballeros Fantasmas ya era
intrascendente, sin embargo, se acordó formar una comisión para vigilar
escrupulosamente la gestión del grupo liderado por Escorpión.
El tema de los Titanes fue el que más preocupaba y el que llevó más tiempo
resolver, se estaba tratando ni más ni menos que del futuro cercano del país, su
posible destrucción y tal vez de la extinción de la humanidad.
Ya en su papel de Gran Maestre reelecto, Sir Thomas informó a sus
compañeros de los Caballeros Apócrifos, grupo especial formado por los FILOS
Divinos hacía muchos siglos para enfrentar la liberación de los gigantes que estaban
recluidos en el último piso del edificio de la Ciudadela.
Varios miembros se negaron a la intervención de un grupo del que jamás
habían oído hablar, otros más cuestionaron a Sir Thomas el confiar en guerreros que
ni siquiera conocía, algunos clamaban por tomar el asunto con sus propias manos.
Gracias al apoyo de Sir Exxus y las Órdenes de Levit y Arcadia, Sir Thomas
logró que sus compañeros confiaran en él y se le diera intervención directa a los
Caballeros Apócrifos, sin embargo, también se estableció que se formaría una
comisión especial que trabajaría con esos guerreros desconocidos y vigilaría muy de
cerca sus acciones, las cuales, deberían ser aprobadas en primera instancia por la
Asamblea Nacional.
Después de más de ocho horas de discusiones y acuerdos finalmente terminó
la Asamblea quedando en los siguientes términos:
1.- La jubilación sería opcional después de los sesenta años.
2.- Se eliminaba el exilio si quien se retiraba continuaba sirviendo a la Orden.
3.- Se mantuvo el abandono de todo, bienes, familia y entorno al ingresar a la
Orden.
4.- Se mantuvo la lucha a muerte por el puesto después de los sesenta años y
un enfrentamiento al año.
5.- Las peleas entre dos candidatos a una espada es hasta que uno se rinda
sin estar penalizada la muerte por combate.
6.- Se aceptaron los retiros de Lady Madeleine y Sir Phillippe por motivo de
edad así como el de Sir Regin por adelantado.
7.- Se creó el Supremo Consejo de la Orden como órgano rector integrado por
miembros retirados. “El Primer ωaballero”, ahora nuevamente conocido por su
nombre de pila: Albir Sadr, es nombrado el primer presidente.
8.- Para ingresar al Supremo Consejo se necesita ser un Caballero Fantasma
retirado y ejemplar en todo su servicio. Los nuevos miembros serían recomendados
por la Orden por mayoría de sus integrantes y confirmados por el Supremo Consejo.
9.- Si el postulante al Consejo Supremo obtiene la mayoría absoluta de la
Orden sería admitido obligatoriamente por el Consejo Supremo.
10.- Los gobiernos de los Estados ya no admitirán a los nuevos miembros, lo
hará el Consejo Supremo a petición de las respectivas Órdenes, las cuales tienen la
obligación de escuchar las recomendaciones de los representantes de los gobiernos
de los Estados.
11.- Será el Supremo Consejo quien entregue las espadas del alfabeto antiguo
a sus nuevos portadores y no los gobernadores.
12.- Se mantienen las reglas de cada Estado para el ingreso a la Orden.
13.- Los Caballeros Fantasmas siguen quedando a la Orden del Gobernador de
sus Estados.
14.- El Supremo Consejo no es un órgano autónomo, sirve al Gobierno
Federal.
15.- Acuerdan cazar a los Caballeros Fantasmas rebeldes.
16.- Por lo que tocaba a los Titanes, se acordó entrar en contacto con los
Caballeros Apócrifos para que se encargaran del problema.
17.- Se acuerda abrir la convocatoria inmediata para cubrir las ausencias de los
puestos dejados por “el Primer ωaballero”, “la Espada Maestra”, “el Demonio”, “el
Mortífero” y la τrden completa de los Herreros.
18.- Cada Orden decidirá la manera en que se cubrirán los sitios ausentes
teniendo un par de días para nombrar a los nuevos miembros del grupo protector del
país.
19.- Se estableció una nueva fecha para la Asamblea de admisión de los
nuevos miembros dentro de tres días para que rindan protesta ante el Supremo
Consejo quedando obligadas todas las Órdenes a presentarse.
20.- Una vez que se admitan los nuevos miembros se establecerán las
comisiones para cazar a los Profetas, vigilar el nuevo gobierno encabezado por los
FILOS e interactuar con los Caballeros Apócrifos.

En cuanto terminó la reunión, Sir Astaroth y Lady Aliel discutieron por el tema
de su castigo, discusión que terminó con Meirelle mandando al demonio al "Duque" y
un nuevo abandono de su parte.
Lady Aliel sin tener un sitio a donde ir se dirigió al único lugar que sabía estaba
disponible para los proscritos, el lugar donde seguramente encontraría a las
Espadas Reales de Riazor: el Paraje de Beocia.
Las bestias del lugar respetaron a "la Justicia Blanca" durante su recorrido
hacia la biblioteca prohibida, cuando llegó se encontró con su hermano y sus
compañeros ex miembros de la Orden de Riazor.
–Meirelle... – Fue lo único que dijo Craig cuando vio a su hermana.
–Hola Craig – respondió "la Justicia Blanca" con una voz animada y cantarina.
–¿Qué es lo que quieres?
–Unirme a ustedes...
–¿Y por qué harías eso?
–Tengo mis razones, si no me aceptan sólo tienen que decirlo.
–Deja lo consulto con los demás...
Craig y sus compañeros se alejaron de Meirelle para platicar acerca de la
inclusión en su grupo de “la Justicia ψlanca”.
–¿Qué opinan? – preguntó el hijo menor de la Princesa.
–No lo sé – dijo Diana –, Darius debería decidir eso...
–Nosotros podemos decidir también – Apolo observaba a Craig –. Una Espada
Real siempre viene bien...
–¿Pero realmente es poderosa? – preguntó Bison –. Los Demonios han
resultado ser un fiasco...
–La verdad es que no lo sé – Craig levantó los hombros viendo hacia su
hermana –, de niños me solía dar unas palizas pero yo era un chiquillo muy débil, la
verdad es que a ella y a mi hermano los veo muy inferiores, pero puedo
equivocarme.
–¿Y qué propones? – preguntó Apolo.
–Que probemos su fuerza... – respondió Craig, no le importaba ver que
golpearan a su hermana.
–Me parece bien – dijo Bison –. Me gustaría probarla a mí, siento que me estoy
oxidando a falta de acción… ¿χlgún problema?
Apolo y Diana negaron tener algún problema con que Bison fuera el que
probara a Meirelle, "el Profeta" le preguntó directamente a Craig.
–¿Y tú, amigo? Sabes que en un duelo puede haber accidentes...
–Ninguno, si mi hermana acepta es su problema.
–Bien, entonces adelante...
Los cuatro chicos caminaron hacia Meirelle, Craig le expuso las condiciones
para que fuera admitida.
–Eres bienvenida, hermana, pero debes pasar una prueba, la verdad es que los
Demonios han mostrado ser muy débiles...
–Ahórrate las palabras, Craig, y dime con quien voy a pelear... – dijo Meirelle
mientras se despojaba de su capa con capucha y desenfundaba su espada del
alfabeto antiguo.
–Puedes morir, hermana – le advirtió Sir ψaruch a “la Justicia ψlanca”, le estaba
dando una última oportunidad de retirarse.
–Al igual que mi adversario... – respondió Lady Aliel con indiferencia –. ¿Quién
será?
Bison con una sonrisa de superioridad dio un paso al frente.
–Yo seré tu oponente.
–Iniciemos nuestro combate entonces – Meirelle señaló al chico Riazor con su
espada –, me está empezando a dar frío...
Sir Isaías intentó acabar de inmediato con Meirelle encerrándola en un domo
flexible de energía pura hasta asfixiarla, pero "la Justicia Blanca" con dos ráfagas de
energía pura debilitó el domo y con su espada lo termino de romper. Bison no creía
lo que veía.
–No es posible que hayas roto mi domo con tus ráfagas de energía...
–Si eso es todo lo que puedes hacer ya perdiste – le respondió Meirelle con
desgana –, estás muy acostumbrado a que Sir Dhul-kifl te refuerce el domo con su
habilidad, así es irrompible, pero si sólo tú atacas es posible destruirlo...
–Pero no con el nivel de tus ráfagas...
–Las Espadas Reales de Ishtar al igual que las de Arcadia podemos subir
nuestro poder en tres etapas, la primera son la ráfagas de energía pura, las cuales si
se tiene la suficiente habilidad podemos combinarlas con el filo de nuestra espada,
así rompí tu patético domo, Sir Baal y Sir Daimon con trabajo alcanzaban esa
etapa...
–¿Y cuáles son la segunda y la tercera etapa? O mejor aún... ¿puedes tú
alcanzar esos niveles? – preguntó Bison.
–Atácame con todo tu poder, veamos que tal lo haces, si realmente eres bueno
las conocerás...
Bison atacó con todo su poder a Lady Aliel, el combate fue intenso y
sangriento, ambos utilizaron sus habilidades y poderes al máximo, energía pura
contra energía pura.
Craig y los hermanos Kray intentaron detenerlos, era por demás notorio que
Meirelle estaba a su nivel, pero tanto Sir Isaías como Lady Aliel se negaron a dejar
de pelear.
La batalla concluyó sin un ganador, tanto Bison como Meirelle fueron llevados a
la zona de curación de la biblioteca prohibida, ambos pasaron la noche entre
curación de sus heridas y gritos de dolor, al final, "la Justicia Blanca" fue despojada
de su armadura y admitida en el grupo de Radamanthys.

Las Órdenes de los estados de Arcadia, Hamal e Ishtar debían admitir a


nuevos miembros para poder juntar a los veinte guerreros que recuperarían las
espadas robadas por los Profetas.
En Arcadia, Ephra y Lothy Nexus pelearon por el honor de suplir a sus
maestros, ambos lo hicieron con sus poderes originales, desearon utilizarlos por
última vez en contra de dos estudiantes que se jugaron el todo por el todo
adquiriendo las habilidades de los Caballeros Fantasmas del estado armamentista.
Los estudiantes postulantes no tenían opción alguna más que pelear a muerte,
al ser drenados de su poder y obtener las habilidades de las Espadas Reales de
Arcadia debían forzosamente ganar sus encuentros para obtener las espadas que
los salvarían, en caso contrario sus cuerpos no aguantarían la presión del nuevo
poder obtenido y colapsarían de todas maneras perdiendo la vida.
Lothy con su transmutación de la materia y su capacidad para crear ilusiones
exteriores derrotó a su rival; Ephra por su parte, con su habilidad de controlar la
energía natural para transformarse en un dragón y psíquica de crear ilusiones en la
mente de sus enemigos también salió airoso.
Ruth Yaotl se emocionó hasta las lágrimas cuando vio a Ephra vestido con la
armadura negra que lo acreditaba como el Caballero Fantasma Sir Phillippe y a
Lothy con la armadura que ella había usado durante más de cuatro décadas, ahora
su alumna es quien llevaría el nombre de Lady Madeleine.
–En serio que me enorgullecen...
–Todo se lo debemos a usted y a Sir...
A Lord Albir Sadr – Ruth interrumpió a su alumno, con el retiro ella y su pareja
sentimental habían recuperado sus nombres de civiles.
–Cierto – se disculpó Ephra –, será difícil para mí acostumbrarme a llamar por
su nombre a mi maestro y que a mí me digan Sir Phillippe.
–Difícil para todos, Ephra – le respondió Ruth Yaotl acariciándole la mejilla –,
Albir llevó tu armadura por unos sesenta años, pero ya nos acostumbraremos, ahora
es tiempo de ir a Ishtar a que presten juramento...
–El maestro Albir... ¿ahora vivirá en Ishtar? – preguntó la hermana mayor de
Ephra.
–Nuestro trabajo abarcará todas las Órdenes, Lothy, estaremos en todo el país
pero tenemos la opción de establecer nuestra residencia oficial en Ishtar o Arcadia.
–Por supuesto que elegirán Arcadia... ¿verdad maestra? – preguntó Lothy.
–Así es, cariño, somos una familia y no nos separaremos, aquí también vive mi
nieto Fausto.
–¡Perfecto! – respondió Lothy saltando emocionada.
–Ahora prepárense, mañana partimos...
Carlo Tiberian y Jeff Hobbs esperaban tranquilamente en el salón de
entrenamiento de los Caballeros Fantasmas de Ishtar a sus oponentes para ser los
nuevos Sir Baal y Sir Daimon, al ser los alumnos más avanzados de su generación y
por los servicios prestados al gobierno se saltaron las rondas de combates
preliminares, en realidad desconocían si es que había algún oponente.
Ambos estaban tranquilos y confiados en su victoria, ellos al igual que Lothy y
Ephra Nexus decidieron pelear por última vez con sus poderes de nacimiento.
Mientras aguardaban a sus rivales comentaban acerca de su inminente victoria.
–Ya falta poco para cumplir nuestro sueño, Jeff – decía un Carlo visiblemente
emocionado.
–Así es – Jeff lo apoyaba, se sentía igual que su mejor amigo –, este lugar es
como nuestra casa, ahora realmente perteneceremos a él…
Los dos jóvenes chocaron puños, desde que el hermano mayor de Carlo
pertenecía a la Orden, ellos pasaban todo el tiempo que podían en las instalaciones
de los Caballeros Fantasmas de Ishtar, soñaban con el momento en que serían dos
Espadas Reales.
Ambos sabían que las posibilidades eran muy remotas, Sir Baal era un joven
de su edad y Sir Daimon rondaba los cuarenta años, en un escenario real faltaban
veinte años para poder retar al “Demonio” por su espada, sin embargo, las Espadas
Reales no siempre llegaban a la edad de retiro, Boleria era un país violento, poblado
con demasiados guerreros muy poderosos, los dos jóvenes aspirantes tenían la
esperanza de que alguno de esos guerreros “les ayudara” a retirar antes de tiempo a
cualquiera de esos dos sujetos que no se merecían el uniforme de la Orden.
Aunque los dos se veían emocionados era Carlo quien estaba más impaciente,
no veía el momento de poder decir que ya era un protector del país.
–Falta poco para la hora... ¿crees que alguien se atreva a retarnos, Jeff?
–No lo sé, tal vez Joshua Rush y Boyd Shmuel, los dos siempre han sido
nuestros rivales desde la escuela básica.
–Sí, pero siempre estuvieron a nuestra sombra – comentó Carlo con total
confianza –, la verdad no importa quien sea, los derrotaremos...
–Así será amigo.
Carlo y Jeff volvieron a chocar puños, las palabras de ambos sonaban vacías,
la verdad era que tanto Joshua Rush como Boyd Shmuel eran tan poderosos como
ellos, sobre todo el hermano menor de Reneh Shmuel.
A la hora en punto se presentó Sir Astaroth, saludó a los dos chicos y revisó
unos papeles, Carlo le preguntó a su hermano:
–¿Tenemos rivales por las espadas, Dino?
–Tu pregunta es estúpida, por supuesto que los tienen.
–¿Serán Joshua Rush y Boyd Shmuel?
–Boyd si, peleará contra Jeff.
Carlo sonrió, Boyd era el más peligroso de sus posibles rivales y al parecer
Joshua no se inscribió en la convocatoria, lo que significaba que su rival sería un
flan, en la academia no había nadie más.
–¿Qué sucedió con Joshua, Sir? – preguntó Jeff.
–Lo derrotaron en las preliminares.
Al escuchar eso Carlo se extrañó, era imposible que Joshua Rush hubiera
perdido en una ronda preliminar.
–¿Quién derrotó a Joshua, Sir? – volvió a preguntar Jeff –. ¿Acaso se enfrentó a
Boyd Shmuel antes de tiempo?
–No fue Boyd – respondió “el Duque” con paciencia –. A Joshua lo venció un
guerrero de Arcadia...
–¿De Arcadia? – preguntó extrañado Carlo –. ¿Por qué no peleó por ser una
Espada Real de allá?
–Porque los principales candidatos eran "el Clarividente" y "la Ilusionista",
guardianes personales del “Primer ωaballero” y la “Espada Maestra”, ni ustedes son
rivales para ellos.
–¿Pero por qué va a pelear por ser una Espada Real de Ishtar si es de Arcadia?
–Recuerda que para ser un Caballero Fantasma de Ishtar sólo se tienen que
cumplir cualquiera de dos requisitos.
–Sí, lo sé – respondió Carlo rezando la regla que se había aprendido de
memoria –, ser originario de cualquiera de la seis ciudades de Ishtar o haber
estudiado por lo menos un año en la academia militar de la capital.
–Así es...
Ahora Carlo estaba realmente preocupado, empezaba a pensar que había
tenido mala suerte en no haber sido elegido para pelear con Boyd Shmuel.
–Mi contrincante no estudió en la academia militar, ahí no había quien pudiera
derrotar a Joshua Rush...
–Efectivamente, tu rival es un chico que nació en Ishtar pero que fue criado en
Arcadia.
–¿Es conocido?
–Sabes que no, no al menos por el ciudadano común, la discreción es un
requisito para ingresar tanto a las Órdenes de Arcadia como de Ishtar.
–Pero sí es alguien conocido entre los grupos de poder...
–Más o menos...
–¿Quién es, Dino? – Carlo ya no aguantaba la curiosidad.
–Ya te dije que no me llames así.
Carlo se quedó callado un momento, sabía que su hermano era muy rígido y no
permitía que le hablara como si fuera su familiar fuera de su casa.
–Perdón... ¿quién será mi rival, Sir?
–¿Conocen la leyenda de los Arcángeles Caídos?
–Lo vimos en los últimos años de nuestra instrucción, Sir – respondió Jeff.
–Entonces conocen la habilidad de Sammael.
–Es quien puede dar poder a guerreros normales para convertirlos en los
llamados Bérserkers Infernales...
–Así es, todos ellos han muerto en la revolución de los FILOS...
–Menos mi rival... – comentó Carlo haciendo una mueca de preocupación.
–Efectivamente, se trata de Satanás.
–El controlador del fuego negro...
–Me alegra que lo sepan, escuchen bien ambos – Sir Astaroth veía fijamente a
los dos chicos –, el nombre de civil de Satanás es Fhel Absalon, pertenece a al Clan
de Levit que son los creadores del fuego negro, posiblemente el más poderoso
después del fuego oliva del Arcángel Miguel, al obtener el puesto en la Legión de los
Iluminados que por derecho de nacimiento le pertenecía su nivel estaba muy por
encima del de sus compañeros que eran simples guerreros sin pertenecer a ningún
Clan élite, por eso sigue vivo, yo traté de evitar que peleara por una de las espadas
de Ishtar pero las reglas han cambiado y ahora mandan sobre la Orden dos
Arcadianos, por lo que le permitieron a ese tipo competir por un lugar en la Orden de
la capital, ya lo vi combatir y ninguno de ustedes dos podrá contra él...
Querrás decir yo, Dino... – dijo un sombrío Carlo Tiberian.
Nadie sabe el resultado del sorteo de las peleas finales más que yo – les dijo
en tono bajo el Caballero Fantasma a los aspirantes –, sé que les prometí que
ambos serían Espadas Reales pero eso ya no es posible, posiblemente sólo uno de
los dos lo logrará, pero les tengo otra opción...
¿Cuál es? – preguntó Jeff.
Una pelea entre ustedes, que el mejor se quede en la Orden, es lo más justo
que se me ocurrió, los tres sabemos que Boyd es fuerte pero no tanto como ustedes,
lo mismo sucede con Satanás pero a la inversa, ese tipo incluso puede mantener un
combate conmigo, ustedes deciden...
Carlo volteó a ver a Jeff.
–Es tu pelea, amigo, tú decides si cambias la seguridad de Boyd por un volado
conmigo...
–No tienes ni que preguntarme eso, Carlo – respondió Jeff dándole una
palmada en la espalda a su mejor amigo –, sabes que te elijo a ti, que el mejor
prevalezca y el perdedor se retire sin rencores...
–Acepto, no importa si muero, te perdono desde ahora...
–Yo también.
Carlo y Jeff se abrazaron en un silencioso pacto de hermanos, después Sir
Astaroth apretó el botón de un intercomunicador.
–Pasen muchachos.
Entraron al gran salón de combates dos jóvenes guerreros, a uno lo conocían
de toda la vida, era el gran rival de Jeff Hobbs, al otro lo desconocían por completo,
Sir Astaroth los presentó.
–Muchachos, ellos son los postulantes que ganaron las preliminares para ser los
nuevos Caballeros Fantasmas de la Orden de Ishtar: Sir Baal y Sir Daimon, sus
nombres son Boyd Shmuel y Fhel Absalon. – Después, "el Duque" les habló a los
recién llegados apuntando con la mano a su hermano y su compañero –. Estos dos
estudiantes son los mejores de su generación, Carlo Tiberian y Jeff Hobbs.
Los cuatro aspirantes se saludaron con un movimiento de cabeza, "el Duque"
continuó con su explicación.
–Los combates entre ustedes fueron decididos por un sorteo, Carlo Tiberian
enfrentará a Jeff Hobbs y Fhel Absalon a Boyd Shmuel.
Después de otro sorteo resultó que la pelea entre Satanás y el chico Shmuel
sería la primera, Carlo y Jeff se hicieron a un lado, ambos manejaban un poder que
abarcaba todas las energías elementales; el rayo de Jeff se podía enlazar de
manera superficial con cualquier poder elemental, como el de su fallecido tío Thore y
el cuerpo de Carlo contenía una armadura de energía pura que absorbía cualquier
poder elemental transformando su cuerpo en esa energía. Cuando Boyd Shmuel
pasó al lado de Jeff le susurró:
–Hoy tuviste mucha suerte, maldito, te tenía reservada una sorpresa especial
para matarte, desgraciadamente libraste el combate conmigo, espero que pierdas
con Carlo, no voy a soportar verte todo el tiempo como mi compañero...
Jeff no le contestó a Boyd con palabras, sólo le enseñó el dedo medio, el chico
Shmuel se fue al centro del área de combate y se colocó frente a Satanás. Sir
Astaroth ordenó el inicio de las hostilidades.
Carlo y Jeff sonrientes esperaban ver una masacre, pero ambos se quedaron
sin habla cuando Boyd atacó con su verdadero poder, una habilidad que nunca
había mostrado y que era temible, formó un gigante de piedra de cinco metros que
atacó a Satanás, éste contraatacó con su fuego negro pero no le hizo nada al
gigante, la roca absorbía el poder y lo eliminaba.
Jeff veía cómo Satanás corría huyendo por su vida, la batalla ya estaba
decidida y no iba a durar mucho tiempo, fue cuando agradeció haber tomado la
oferta de Sir Astaroth de enfrentar a Carlo, si no lo hubiera hecho él y su amigo
habrían terminado muertos.
El chico Hobbs no era el único sorprendido ante tal demostración, Carlo no
podía ni cerrar la boca de la sorpresa del poder de Boyd; Sir Astaroth estaba igual.

En el castillo negro de Sheratan sede de los Caballeros Fantasmas de Hamal,


Sagath Vega y Dimitri Sadr felicitaban a Sedna, antigua oficial del Juez del Este del
Quinto Distrito.
Alnasi Altair venció en una cerrada pelea a la miembro del Clan Bayer por el
título de Lady Wieland y la espada del alfabeto antiguo Lambda (ζ). Fue una colosal
batalla entre dos portadoras de armas doradas, las más poderosas junto con las
espadas de los FILOS y las armas del alfabeto antiguo. Arco de Sangre contra
Cadena Dorada.
La aspirante derrotada se había rendido cuando Sedna consiguió una muestra
de su líquido vital y se disponía a disparar la flecha mortal en el Arco de Sangre.
Flecha que sin duda terminaría con su vida.
–Felicidades Sedna... – Dimitri aplaudía a quien en el Quinto Distrito fuera su
rival.
–Ya no soy Sedna – reclamó Alnasi.
–Es cierto, ahora eres Lady Aquila.
–Espero que ustedes también ganen sus respectivos combates, son los que me
metieron en esto...
–Trataremos – respondió Sagath rascándose la parte trasera de la cabeza –, ni
siquiera sabemos con quién nos enfrentarán.
En un rápido movimiento la novel Lady Wieland sacó dos de sus flechas y
sangró a sus compañeros con ellas.
–Si pierden será mejor que mueran en el campo de batalla, en caso contrario,
los asesinaré yo misma...
Alnasi no dijo más y se retiró, Sagath y Dimitri se le quedaron viendo
–Realmente es ruda – dijo el amo de las cuerdas.
–Ya lo creo – contestó Dimitri sanando su herida –, la chica Bayer hizo bien en
rendirse...
–¿Y nuestra sangre? – preguntó Sagath también curándose, sus hilos metálicos
suturaron su piel hasta regenerarla.
–Ya nos devolverá las flechas cuando ganemos... – respondió el amo del metal
líquido tocándose el brazo donde lo habían herido, ya estaba como si nada hubiera
ocurrido.
–¿Y si perdemos?
–No sé tú, pero la única forma que saldré de mi batalla es con la armadura gris
o muerto, no hay más opciones.
Sagath recordó a Kara Vega y la promesa que le había hecho a su hermana de
vengar a su madre, era imprescindible que obtuviera una de las espadas en disputa
para cumplir con su palabra, le dio una palmada a su compañero en la espalda.
–Sabes que soy mejor que tú, si tú ganas yo también lo haré...
Horas más tarde Sagath y Dimitri se presentaron en el salón de combates del
castillo negro para librar sus enfrentamientos por las espadas del alfabeto antiguo,
ahí ya se encontraba un chico de su edad sentado en una banca, llamaba la
atención su blanca cabellera, los tres se saludaron con un movimiento de cabeza.
Minutos después llegaron dos guerreros más, estos saludaron de mano a los
Amos del Metal, se presentaron como Alfie Kraz y Roderik Alwaid, hijos de los
fallecidos Sir Corvus y Sir Draco.
–Creo que somos los últimos en llegar – mencionó Alfie.
–Eso espero – respondió Dimitri.
–Tal parece que nosotros cuatro nos disputaremos el honor de ser los futuros
Caballeros Fantasmas – dijo Roderik.
–¿Quieres decir que uno de nosotros sobra? – preguntó Sagath.
–No, sobramos dos... – le aclaró el miembro del Clan Alwaid.
–Hasta donde sé son tres espadas del alfabeto antiguo las que están en
disputa... – comentó Dimitri.
–Así es, pero una es de Pyx – respondió Roderik señalando al chico que estaba
sentado a lo lejos.
–¿Y quién le dio ese derecho? – preguntó Dimitri, en su tono se notaba que
estaba en desacuerdo que un aspirante tuviera privilegios que los demás no.
–Será mejor que nos hagan caso y no lo reten – comento Alfie –, ese tipo es
invencible...
Dimitri y Sagath se voltearon a ver, después ambos asintieron.
–Está bien.
–Nuestros padres eran grandes amigos, vivieron y murieron juntos, espero que
sea un buen combate – dijo Alfie.
–Lo mismo digo – respondió Dimitri.
–Les proponemos algo – Roderik sonreía –, por lo que sabemos ustedes se
conocen desde hace tiempo, nosotros desde que nacimos, ¿qué les parece un
combate de dos contra dos? Vamos a jugarnos esto a todo o nada...
–¿Qué opinas? – le preguntó el amo del metal líquido al amo de las cuerdas,
ambos estaban acostumbrados a pelear juntos.
–Está bien – aceptó Sagath –, que pase lo que tenga que pasar.
En ese momento llegó Sergei Sadr a la sala de combates, el único
sobreviviente de la batalla de los Herreros contra los Profetas, saludó a todos los
aspirantes, antes de que les dijera las reglas sobre las que se elegirían a los nuevos
Caballeros Fantasmas, Alfie le habló:
–Lord Sadr, si me lo permite quisiéramos hacerle una petición.
–Dime, Alfie.
–Nosotros cuatro estamos de acuerdo en dejar que Pyx De Grieff sea un
Caballero Fantasma sin combatir, los otros dos puestos los disputaremos en un sólo
combate de dos contra dos, Roderik y yo contra su hijo y Sagath Vega...
Sergei volteó a ver a los Amos del Metal.
–¿Están de acuerdo?
–Lo estamos – respondió Dimitri.
El nuevo miembro del Consejo Supremo de la Orden de los Caballeros
Fantasmas le habló al representante de la familia De Grieff.
–Pyx, tu puesto como un miembro de las Espadas Reales ya está asegurado, si
así lo deseas puedes retirarte...
El extraño chico sin modificar su posición en la banca le respondió al antiguo
Sir Regin:
–Me quedo a ver el combate, Lord Sadr.
–Como quieras – después les habló a los demás postulantes –. Prepárense y
empiecen el combate cuando quieran.
Las dos parejas de guerreros se dieron la mano, se retiraron cada quien a un
extremo del área de batalla, platicaron su estrategia y se pusieron frente a sus
contrincantes.
–¿Listos? – preguntó Roderik Alwaid.
–Listos – respondió Sagath Vega.
El combate comenzó, Alfie liberó a varios cuervos metálicos explosivos que
empezaron a volar en círculo alrededor de toda el área de combate mientras Roderik
esparcía su bruma metálica.
Por su parte, Sagath extendió sus cuerdas metálicas por todo el lugar mientras
que Dimitri expulsaba varias esferas de metal líquido con bordes afilados, los dos
Amos del Metal se voltearon a ver.
–Por Outlaw y T. Rex – dijo Sagath.
–Por la muerte del Dios del Rayo – respondió Dimitri.

Cuando Ruth Yaotl llegó a la sede de los Caballeros Fantasmas en Ishtar


inmediatamente se separó de Ephra y Lothy, quienes fueron atendidos y conducidos
por Sir Astaroth a sus lugares para la ceremonia de entrega de sus espadas del
alfabeto antiguo.
Ruth se dirigió directamente al salón principal en donde ya la esperaban en una
mesa central los otros dos miembros del Consejo Supremo de los Caballeros
Fantasmas, dos miembros de distintas generaciones del Clan Sadr de Hamal: Albir y
Sergei.
El salón principal era una habitación circular, en la cual se podían observar
pegados a la pared los lugares que cada Orden ocupaba en el recinto, seis espacios
laterales con cuatro modernas, amplias y cómodas sillas, las cuales por su color
identificaban a la Orden de cada uno de los estados.
Del lado izquierdo entrando por la puerta principal se observaban las sillas
negras de Arcadia, cafés de Riazor y grises de Hamal, del lado derecho se
encontraban las sillas blancas de Ishtar, guindas de Aztlán y azul marino de Levit.
Las sillas estaban colocadas en líneas de cuatro una al lado de la otra con un
espacio lateral suficiente donde se hallaba un dispositivo electrónico que disponía
una mesa de trabajo individual, la cual era desplegable y contaba además con un
computador personal integrado.
Al fondo del salón, entrando por la puerta había un templete en donde los
miembros de la Orden pasaban para dirigirse a sus compañeros, lugar en el que en
un futuro pensaban disponer los asientos del recién formado Consejo Supremo de la
Orden.
Para dar legalidad al acto se debían presentar todos los representantes de
cada Orden, así, Sir Gene, Sir Exxus, Sir Num y Lady Deuther estaban presentes
representando a los Guerreros del Libro Sagrado; Lady Iztaccíhuatl, Sir
Nezahualcóyotl, Sir Axayácatl y Sir Tlacaélel representaban a los Controladores de
la Materia; Sir Astaroth era el anfitrión y representaba a los Demonios, Sir Thomas y
Sir Judas representaban a los Apóstoles y Sergei Sadr, ahora miembro del Consejo
Supremo representaba a los Herreros.
La única en no presentarse fue Lady Aliel de la Orden de Ishtar, Sir Astaroth ya
había platicado con χlbir Sadr del arrebato de su compañera y el “Primer ωaballero”
le recomendó no exhibirla, le dijeron a quien preguntó que Meirelle X se había
excusado con anticipación de presentarse por motivos personales.
Los tres primeros miembros del Consejo Supremo se dieron a la tarea de
revisar los nombres de los nuevos miembros de la Orden, Ruth Yaotl comentó:
–No puedo negar que hay varias sorpresas en esta lista.
–Así es – respondió Sergei –. Salvo por los postulantes de Arcadia que todos
sabíamos que serían "el Clarividente" y "la Ilusionista", los demás fueron una
verdadera sorpresa.
–De acuerdo – comentó Albir –, el único nombre lógico de la relación de nuevos
miembros de las Espadas Reales es este chico, Pyx, del Clan De Grieff, los demás
no me los esperaba.
–Más o menos – Sir Astaroth se había acercado a la mesa principal –, todos los
contendientes eran poderosos, simplemente ganaron los mejores.
–Tiene razón "Duque" – respondió Albir –, en cuanto usted lo disponga
empezaremos con la ceremonia.
–Los nuevos Caballeros Fantasmas están listos...
–Que pasen entonces los nuevos miembros de la Orden de Arcadia.
Ephra y Lothy Nexus entraron a la gran sala ataviados con sus armaduras
negras, en la capa con capucha del "ωlarividente" se veía el símbolo Γ encerrado en
un triángulo dorado, debajo de éste su nombre de Caballero Fantasma: Sir Phillippe,
en dorado también, lo mismo sucedía con la capa con capucha de "la Ilusionista", en
la cual se distinguía el símbolo Δ, encerrado en un triángulo dorado y en la parte
baja de la capa su nuevo nombre: Lady Madeleine. Albir Sadr llevó a cabo la
ceremonia.
–Ephra Nexus, a partir de ahora tu nombre te será retirado, desde este
momento te llamarás Sir Phillippe y serás el portador de la espada del alfabeto
antiguo Gamma.
"El Clarividente" se acercó y tomó de manos del "Primer Caballero" la espada
Gamma en cuyo pomo se distinguía el símboloμ ΰ, guardó su espada y se retiró, χlbir
llamó a la hermana de quien fuera su guardián protector.
–Lothy Nexus, al igual que tu hermano tu nombre caerá en el olvido, a partir de
este momento serás conocida como Lady Madeleine y portarás la espada del
alfabeto antiguo Delta.
Lothy se acercó y recibió su espada de manos de Ruth Yaotl, en cuyo pomo se
distinguía el símboloμ δ, "la Ilusionista" tomó como muestra de agradecimiento las
manos de su maestra obsequiándole una gran sonrisa y después se fue a ocupar su
lugar.
El Presidente del Consejo Supremo de la Orden solicitó a continuación la
presencia de los futuros Caballeros Fantasmas de Ishtar. Entraron al gran salón
envestidos en sus respectivas armaduras blancas, Fhel Absalon y Jeff Hobbs, en
sus capas se distinguían respectivamente los símbolos Χ y Ω encerrados en un
triángulo dorado y en la parte baja de sus capas sus nombres como Espadas
Reales.
Ambos recibieron sus espadas de manos de Sir Astaroth, Capitán de la Orden
de Ishtar, en el pomo de Ji, arma de Sir ψaal se veía el símboloμ ξ, y en τmega,
espada de Sir Daimon, el símboloμ π.
Los combates de los dos guerreros fueron emocionantes y ambos habían
ganado por un margen muy estrecho, Jeff derrotó a su amigo Carlo, irónicamente el
poder de ambos era nulificado por su oponente, los dos necesitaban de un elemento
externo para activar su habilidad de nacimiento, el duelo fue de espadas, en un
último ataque de energía, el nuevo Sir Daimon quedó consciente unos segundos
más después de que el perdedor cayera.
Por su parte, Satanás derrotó a su rival gracias a que era un guerrero más
capaz que el representante de los Shmuel, aunque su contrincante tenía el poder
ideal para vencerlo no pudo con la estrategia del Bérserker Infernal, quien en el
último momento sacó todo el poder que le significaba ser un miembro de la Legión
de los Iluminados. A Fhel le correspondió la espada de Sir Baal.
Al final correspondió el turno de recibir sus armas a los nuevos Herreros, Orden
que se había renovado por completo, entraron al gran salón vestidos con su
armadura gris: Alnasi Altair, Pyx De Grieff, Sagath Vega y Roderik Alwaid.
En las capas grises de las noveles Espadas Reales de Hamal se veían los
símbolos Λ, Ι, Κ y Μ encerrados en un triángulo dorado, en la parte baja de las
mismas sus nombres en el mismo material y color que sus símbolos, con Sagath
Vega como el Capitán de la Orden.
Tanto Roderik como Sagath acudieron con vendas en todo el cuerpo derivado
de la cruenta batalla que libraron, nadie se imaginó el final de aquella contienda, en
la cual, en su punto crítico, Sagath tuvo a Alfie Kraz en su poder pero Roderik Alwaid
se las ingenió para derrotar a Dimitri, ambos guerreros amenazaban con matar a su
contraparte sometida si no era liberado su respectivo compañero, al mismo tiempo,
tanto Dimitri como Alfie arengaban a sus respectivas parejas de combate a matar al
guerrero derrotado.
Sergei Sadr se vio en la necesidad de tomar su primera difícil decisión como
Consejero de la Orden, de nada serviría que su hijo y Alfie murieran, la batalla ya
estaba decidida, declaró ganadores a Sagath Vega y Roderik Alwaid, ninguno de los
chicos estuvo de acuerdo con la decisión, la batalla era a todo o nada y en parejas,
debían ser Roderik y Alfie o Sagath y Dimitri, pero Sergei no cambió de opinión,
después de declarar a los ganadores se retiró.
La entrega de las espadas estuvo a cargo de Sergei Sadr, quien estuvo
particularmente nostálgico cuando le entregó la espada Mi que él había portado por
más de veinte años a Pyx, con melancolía le dijo adiós a su arma en cuyo pomo se
distinguía el símbolo η, ahora el chico del ωlan De Grieff sería Sir Regin. χunque su
hijo Dimitri no había logrado hacerse con su espada, Sergei se sentía orgulloso de
él.
Roderik Alwaid obtuvo la espada de su padre, fue honrado con la entrega de la
espada Iota, en cuyo pomo se veía el símboloμ δ, a partir de ese momento sería
conocido como Sir Hefesto.
Alnasi Altair apenas si sonrió cuando recibió su arma Lambda, en cuyo pomo
se distinguía el símboloμ ζ, su nombre nuevamente sería dejado de lado, antes era
Sedna, ahora sería Lady Wieland.
El último en recibir su arma fue Sagath, a quien le correspondió la espada
Kappa, en cuyo pomo se mostraba el símboloμ ε, a partir de ese momento él sería
llamado Sir Vulcano.
Las ocho nuevas Espadas Reales: Sir Phillippe, Lady Madeleine, Sir Baal, Sir
Daimon, Lady Wieland, Sir Hefesto, Sir Vulcano y Sir Regin tomaron su lugar, “el
Primer ωaballero” les dio un sermón de la importancia de ser un ωaballero Fantasma
y les explicó las reglas de su nueva condición.
Fue muy incisivo en explicarles que no podrían tener bien alguno ni familia,
debían su vida por entero al estado, finalmente las ocho nuevas Espadas Reales
hicieron su juramento y liberaron su máximo poder, las espadas en las manos de
todos ellos se modificaron en tamaño tomando en consideración la altura,
complexión, fuerza y peso de sus nuevos portadores, hasta que su forma se adaptó
a la perfección de las necesidades de los noveles Caballeros Fantasmas.
Una vez que las espadas del alfabeto antiguo aceptaron a sus nuevos
portadores, los nuevos Caballeros Fantasmas recibieron su energía natural, el
control de sus corceles alados, mismos que les serían entregados por el Clan
Markab de Hamal.
Como todos en la Orden los nuevos miembros recibieron sus nuevos
sobrenombres con los que serían reconocidos, Lady Madeleine y Sir Phillippe
conservaron sus apodos por los que ya eran conocidos: "la Ilusionista" y "el
Clarividente".
Sir Baal también conservó el nombre de Bérserker Infernal, "Satanás", ya había
enviado al líder de la Legión de los Iluminados, el Arcángel Rafael, su espada del
Necronomicón, con lo que quedaba oficialmente separado del grupo protector del
Segundo Distrito de Arcadia. Jeff Hobbs desde su época de estudiante era llamado
"el Custodio", conservó ese sobrenombre.
Por lo que respecta a las Espadas Reales de la Orden de Hamal, sus
miembros por tradición conservaban el sobrenombre de sus Casas, por lo que Lady
Wieland sería llamada Lady Aquila, Sir Vulcano sería Sir Lyra, a Sir Hefesto lo
llamarían Sir Draco y a Sir Regin lo llamarían Sir Argo.
Afuera del gran salón familiares y amigos de los nuevos Caballeros Fantasmas
celebraban con ellos, Donovan Nexus que había sido el designado para acompañar
a sus primos menores se encontró nuevamente con el viejo rival de su gemelo.
–¿Cuáles son tus intenciones ahora, Fhel?
–¿Acaso piensas mal de mí? – preguntó el novel Caballero Fantasma de la
capital ofreciendo su cara de inocente.
–Siempre...
–Nada malo, Donnie, me enteré que piensan nombrar a Dave Comandante
Supremo de los Ejércitos de Arcadia...
–¿Y eso qué tiene que ver con tu decisión de ser un Caballero Fantasma de
Ishtar? ¿Por qué no elegiste mejor ser una Espada Real de Arcadia?
–Esa fue mi primera opción, disputarle el puesto a tu hermano, pero investigué
bien a los piojosos de tus primos menores, son mucho mejores que tú, que Dave y
desgraciadamente también que yo... mis posibilidades de vencer al "Clarividente" y
ser un Caballero Fantasma de Arcadia eran mínimas.
Donovan Nexus sabía que Satanás no estaba siendo político ni mucho menos,
en verdad Ephra era un hueso muy duro de roer, si tuviera que apostar en ese
combate con los ojos cerrados elegiría a su primo.
–¿Y entonces...?
–David y yo somos rivales encarnados, Donnie, enemigos naturales, si él va a
ser el máximo Comandante de los ejércitos de Arcadia, yo lo seré de los de Ishtar...
Donovan Nexus soltó una sonora carcajada, es lo que necesitaba después de
todo lo que había sucedido en Arcadia, pensó en su hermano y en la sorpresa que
se llevaría al saber que jamás se quitaría de encima a Satanás. Le dio un par de
palmadas en la espalda a su viejo enemigo y se fue a celebrar con sus primos.
Varios representantes de los Hobbs de Ishtar estaban también presentes en la
ceremonia, festejaban que finalmente un Hobbs volvía a estar en la Orden de las
Espadas Reales, un Shmuel era la espada Alpha y un Hobbs la espada Omega, la
balanza de poder con la familia rival se nivelaba, apostaban a que en un futuro el
novel Sir Daimon sería el Gran Maestre de la Orden. Todo era celebración pero Jeff
no sentía ningún júbilo, su mejor amigo de toda la vida, Carlo Tiberian, no se había
presentado.

Mientras todos festejaban, Sagath estaba en un rincón guardando silencio,


jamás pensó que fuera posible pero su inclusión en la Orden lo hizo pensar en su
madre, a pesar de que habían convivido muy poco la extrañaba, Sergei Sadr se
acercó a él.
–¿Pensando en la familia?
–No puedo evitarlo.
–Tu madre junto con Alsaf y Minkar eran mis hermanos, Sir, todo el tiempo
pienso en ellos y así será hasta que me muera, pero la vida sigue y más para ti que
eres muy joven todavía, quiero que sepas que ahora tienes seis hermanos que
siempre estarán a tu lado.
–¿Seis?
–Así es, yo sigo perteneciendo a la Orden como Consejero, somos familia y
siempre estaré contigo como si fueras mi hijo. Les ofrecí a Dimitri y Alfie trabajar
para mí y ambos aceptaron, de alguna manera pertenecerán a la orden.
–Gracias señor.
–Va a ser un honor trabajar contigo, Sir.
En ese momento Dimitri Sadr se acercó a Sir Lyra, su padre los dejó solos.
–Deja de llorar que te ves patético... – le espetó el Amo del Metal Líquido a
Sagath golpeándolo en el hombro.
–¿Cómo estás tú? – preguntó el novel Caballero Fantasma doliéndose del golpe
de su amigo.
–Bien – dijo Dimitri despreocupadamente –. Siempre tuve mis dudas de
pertenecer a la Orden, me gusta mucho el dinero y al parecer en el futuro me
convertiré en el Patriarca de mi familia, seré más importante que tú, la fortuna de los
Sadr estará a mi disposición, por lo pronto trabajaré para mi padre, debo vigilar que
cumplas tu promesa de matar al Dios del Rayo…
Sagath veía fijamente a su amigo, su actitud era de indiferencia pero sus ojos
se veían tristes y decepcionados, no le dijo nada más acerca de la Orden y trató de
animarlo.
–Ten por seguro que cumpliré y mataré a Brach, pero ahora olvidémonos de él.
¿Qué sugieres que hagamos?
–Vamos a celebrar tu victoria, en unos días estarán aquí todos los rebeldes para
tomar el poder, entonces veremos al Dios del Rayo y le diremos de frente que no
hemos olvidado la promesa de matarlo.
–Buena idea.
–Vámonos entonces... – Dimitri le ofreció su mano a Sagath y lo ayudó a
incorporarse.
–Háblales a Sir Argo, Sir Draco y Lady Aquila... – El novel Sir Lyra señalaba a
sus nuevos compañeros.
–¿Y eso? – preguntó Dimitri extrañado, generalmente a Sagath no le gustaba
convivir más que con quien conocía y consideraba sus amigos.
–Ahora son nuestros hermanos, como tú y yo pertenecen a la Orden, tienen que
celebrar con nosotros...
–Me parece bien.

Separados de los nuevos miembros de la Orden y sus familiares, Sir Thomas y


el “Primer ωaballero” hablaban en voz baja.
–¿Qué opina de todo esto, Sir? – preguntó “σephilim”.
–Ya no soy un Caballero Fantasma, amigo – le respondió Albir Sadr –, tendrás
que acostumbrarte a llamarme por mi nombre.
–Lo sé, pero es difícil llamarlo de otra manera cuando toda la vida lo he
conocido como Sir Phillippe.
–Afortunadamente el nombre no se fue con mi vida.
–χfortunados somos todos por eso… Lord Sadr… ¿χsí le parece bien que le
llame ahora?
–Así me parece perfecto – al retirado Caballero Fantasma le importaban las
formas y el respeto, “Lord Sadr o Lord χlbir” es como deberían llamarlo ahora.
–Ya aclarada la cuestión de su nombre, espero que responda mi pregunta.
–La Orden parece restablecida pero esta nueva unión es muy frágil – empezó
diciendo el anciano consejero –, cada Orden sigue lidiando con sus propios
problemas empezando por los desaparecidos Profetas, sin ellos la Orden jamás
estará completa.
–Decidieron conservar sus espadas del alfabeto antiguo, a través de sus armas
los encontraremos.
–Lo cual terminará con nuevas muertes y nuevos miembros.
–Tal vez lo que necesite la Orden sea renovarse por completo – comentó Sir
Thomas que ya había anticipado lo que Albir Sadr le comentaba –, los Caballeros
Azules que son los que convocaron a la asamblea no han sido honestos, no por lo
menos Sir Exxus y Sir Num, ellos tienen un doble propósito y necesitaban gobernar
a la Orden, por el momento perdieron pero estoy seguro que golpearán desde las
sombras constantemente mi administración.
–Si hay que detener a esos tipos tú eres la persona indicada para eso, Gore, de
algo deben de servir todos esos años que serviste ciegamente a tu padre, quien a lo
largo de su vida se destacó por deshacerse hábilmente de sus rivales políticos, no
debes tentarte el corazón ni tener escrúpulos, yo te apoyaré desde el Consejo
Supremo, pero no sólo debes vigilar a los Caballeros de Riazor y Levit, deberás
influir en los nuevos Herreros para que estén de tu lado y en los Demonios, si tienes
a esas dos Órdenes apoyándote, los Controladores de la Materia también estarán
contigo.
–¿Y si no es así?
–Entonces deberás tomar duras decisiones, Sir – dijo Albir Sadr seriamente –,
una de ellas es la renovación completa de la Orden, puedes apoyarte en los fugitivos
Profetas para eso, si derrotaron a los Herreros pueden matar a cualquier otra Orden,
déjalo como un último recurso.
–¿Me está diciendo que deje a los Profetas libres para usarlos como mis
asesinos en caso de ser necesario?
–Tu eres el Gran Maestre, hijo, decidirás que hacer cuando se presenten las
circunstancias, sólo recuerda que tienes un punto a tu favor y es que los Caballeros
Negros están más unidos que nunca.
Albir Sadr dejó solo a Sir Thomas para ir con Ruth Yaotl que lo llamaba para
tomarse una fotografía con Ephra y Lothy investidos en sus armaduras negras, el
enorme Caballero Fantasma pensaba en las palabras de su mentor mientras Thitus
X tomaba la foto de sus maestros con los hermanos σexus, “σephilim” sabía que
con esos chicos la Orden de Arcadia seguía siendo la más poderosa y que sus
hermanos de armas lo apoyarían en todo, se preguntaba si tendría la suficiente
sangre fría para en su momento y en caso de ser necesario, traicionar a sus
compañeros y renovar la Orden por completo.

En el Paraje de Beocia dos caballos alados alazanes se dirigían a la biblioteca


prohibida, llegaron a su destino sin ningún contratiempo, tocaron a la entrada y
fueron recibidos por Craig.
–Sir Neza y Lady Izzy, que agradable sorpresa.
–Venimos a hablar.
–Son bienvenidos, pero no sus armaduras...
Las dos Espadas Reales se despojaron de sus armaduras y entraron en ropa
interior a la Biblioteca prohibida, dentro estaban los hermanos Kray, Bison Riazor y
Meirelle X. Diana recibió con un abrazo a sus visitantes.
–Me alegro que nos visiten... ¿esto significa que están con nosotros? – Su
mirada se posó principalmente en Sir Nezahualcóyotl, el único Caballero Guinda que
no había definido bando.
–Así es – respondió el controlador de la antimateria.
–¿Alguna razón en especial que los haya definido a decantarse por nuestro plan
para el país?
–El Tloque Nahuaque nos ha traicionado – respondió Lady Izzy, en sus palabras
se distinguía la furia –. Permitieron el asesinato de Temazcalteci y Mixcóatl.
Kukulcán los mató frente a los cuatro sacerdotes de los elementos primordiales y los
malditos cobardes no hicieron nada, pagarán por eso.
–Aquí jamás serán traicionados – les aseguró Apolo Kray –, daremos la vida por
ustedes.
–¿Qué hay de Sir Axayácatl y Sir Tlacaélel? – preguntó Craig.
–Ayudaron en la misión del último piso pero no se unirán al proyecto de
Radamanthys, desean ver que de verdad se está planeando un cambio radical y
beneficioso para el país, si no es así, combatirán contra nosotros, Axa me dijo que
independientemente del rumbo que tomen nuestros caminos, si ustedes no
comentaban nada de su participación y la de Tlac en la liberación de los Titanes, él
tampoco hablará de su trato con los Caballeros Azules – respondió Lady Izzy.
–A todos nosotros nos consta el compromiso de sus compañeros y respetamos
su decisión, sin su ayuda no estaríamos hablando en este momento, no hay
problema con eso – mencionó Diana Kray pensando en la misión del último piso de
la Ciudadela, sin el apoyo de Rhodrigozz Humbolt y Zhuma Dzcab no lo hubieran
logrado –. Sé que tarde o temprano se nos unirán cuando vean que nuestras
intenciones son legítimas. Por lo pronto sean ustedes bienvenidos.
–Bien, carne fresca... – dijo Meirelle mientras se pasaba la lengua por los labios
–. ¿Con quién van a pelear ellos para ingresar? – preguntó después.
Tanto Sir Neza como Lady Izzy voltearon a ver a los Profetas.
–Con nadie – respondió Apolo –. Los Controladores de la Materia no necesitan
probar su poder.
–¿Y por qué yo sí? – preguntó Meirelle ofendida, no le había gustado que la
rebajaran enfrente de las Espadas Reales de la Orden de Aztlán.
–Porque así lo decidimos – le respondió Sir Dhul-kifl de mala manera, lo
avergonzaba la actitud de la hermana de su compañero.
–No es justo – insistió "la Justicia Blanca" señalando a Sir Neza y Lady Izzy –,
ellos también deben probarse, yo pelearé...
–¡Meirelle! – Craig señalaba furioso a su hermana –. Será mejor que te
comportes o te largues, aquí solo eres un soldado más y harás lo que se te dice, un
desplante más y serás castigada, por lo pronto vete de aquí hasta que mejores tu
actitud...
Meirelle lanzó una mirada furiosa a su hermano y salió de la habitación, "el
Artista" se disculpaba con sus nuevos aliados.
–Lo siento, mi hermana es...
–No hay problema – lo interrumpió Lady Izzy –. Conocemos de sobra el carácter
de "la Justicia Blanca", sus modales y personalidad dejan mucho que desear, pero
es una magnífica combatiente.
–Lo sabemos – respondió Bison –, la quise probar y casi me patea el trasero,
me imagino que su furia está bien sustentada pero no pasa nada, lo importante es
que ustedes se han unido.
–¿Están seguros que desean que desertemos de la Orden? Podríamos ser más
útiles desde adentro... – Sir Neza veía fijamente a los Profetas.
–Los guerreros del Libro Sagrado nos apoyan – respondió Apolo –. Con su
apoyo basta para saber lo que sucede dentro de la Orden.
–Sir Exxus perdió las elecciones para ser el Gran Maestre y ustedes están a
punto de ser cazados, los nuevos Herreros tomaron esa misión y les aseguro que
esos tipos son superiores a sus predecesores, nadie tiene más información de lo que
sucede en el país que Tepantlato, no podemos renunciar a eso – mencionó Lady
Izzy.
Diana Kray sonrió, desde la fundación del pueblo de Tepantlato jamás se había
extraído al exterior información alguna de ese lugar, eso mostraba el compromiso
total de los Controladores de la Materia, el conocimiento era poder y ellos lo tenían
todo.
–De acuerdo, ustedes continuarán en su Orden, felicidades compañeros, están
oficialmente dentro.
Craig les devolvió a sus nuevos compañeros sus uniformes pero Sir Neza y
Lady Izzy se negaron a ponérselos hasta que se fueron, la fuerza del grupo de
Radamanthys cada vez era más poderosa.
Después de que se fueron los Controladores de la Materia, Craig fue a buscar
a su hermana para ver si ya estaba más tranquila, no la encontró por ningún lugar,
entró a su habitación y registró sus pertenencias, abrió el cajón donde guardaba su
armadura de la Orden de Ishtar, no había nada, Meirelle se había ido.

En cuanto Sir Neza y Lady Izzy abandonaron el Paraje de Beocia ingresaron en


un portal dimensional, del otro lado los esperaban Sir Axa y Sir Tlac en la dimensión
personal de la chica, Rhodrigozz Humbolt fue quien preguntó:
–¿Y bien? ¿Cómo les fue?
–Sin problemas – respondió Sir Neza –, estamos dentro.
–Perfecto, no quiero que tomen más riesgos de los necesarios, los Profetas y
los Guerreros del Libro Sagrado son peligrosos, sobre todo Mikael Yaotl, deberán
convertirse en aliados reales de esos malditos traidores, ser como ellos y actuar
como ellos, a partir de ahora ya no hay punto de regreso… ¿podrán con eso?
–Podemos – dijo Lady Izzy con total seguridad –, desde el principio sabíamos
en lo que nos metíamos y decidimos ser nosotros los que ingresaran al grupo de
Radamanthys.
–Así es – apoyó Sir Neza –, para poder derrotar a ese monstruo hay que
volvernos igual que él, para destruirlo desde adentro.
–Entonces no hay más que decir, a partir de este momento somos enemigos y
de ser necesario incluso pelearemos a muerte, ustedes del lado del mal y nosotros
de la justicia, esto no es algo que me agrade, me duele hacerles esto pero es
necesario, posiblemente jamás volvamos a tener contacto de manera abierta,
seremos extraños en nuestra Orden y cada quien actuará de acuerdo a lo que nos
digan nuestros líderes.
Lady Izzy abrazó a Rhodrigozz Humbolt, le preocupaba verlo así.
–No te preocupes, Axa, antes que nuestra amistad o nuestra vida está nuestro
país, que cada quien haga lo que debe hacer y que los Dioses nos guíen por el buen
camino.
Los cuatro miembros de la Orden de Aztlán se abrazaron por última vez para
después tomar caminos distintos y completamente radicales, su empresa era
peligrosa y jamás podrían volver a hablar de ella, menos si en el bando de
Radamanthys había guerreros psíquicos tan poderosos como Mikael Yaotl o Psico,
la sombra de la Amazona. Para mantener su plan en secreto cada quien debía hacer
su parte, Sir Nezahualcóyotl y Lady Iztaccíhuatl se convertirían en criminales y Sir
Axayácatl junto con Sir Tlacaélel buscarían detenerlos a toda costa.
Rhodrigozz agachó la mirada, lamentaba profundamente lo que estaba
haciendo pero era necesario dados los acontecimientos que se estaban suscitando,
debido a su participación en la liberación de los Titanes, los Profetas y Radamanthys
siempre tendrían un aprecio por él y Zhuma que en un futuro les serviría para
exterminarlos. El joven miembro del Clan Humbolt tuvo conocimiento por anticipado
que sucediera lo que sucediera, los gigantes serían liberados, sin que nadie lo
supiera, su “invaluable” participación fue sólo un hecho fortuito que no cambiaría la
historia, sin embargo, su infiltración en el grupo de Radamanthys y la de sus
hermanos de Orden era definitiva para salvar el futuro de la humanidad.
LA ÚLTÍMA BATALLA /
EL GÚERRERO OMNÍPRESENTE

Cross y sus compañeros regresaban al Tercer Distrito de Arcadia, sólo Fenrir y


Cerberus se quedaron en Ishtar para negociar los términos de la rendición de la
Capital de Boleria.
La urgencia por llegar era mayúscula, debían evaluar los daños hechos por los
Titanes y también programar la captura de Elohim, los problemas del país estaban
lejos de llegar a su fin.
Cross viajaba en su sillón del avión con Daniela Malka al lado dormida en su
hombro, observaba a Michelle y Elektra dormir unos asientos adelante. Cástor se
veía ansioso por llegar a ver a Astrid, más allá estaban todas las parejas: Póllux y
Addy, Drake y Rhiannon, así como Connor y Selene.
El trato con sus chicas era el mismo, no existía para Elektra, la despampanante
rubia no le hablaba y él no estaba muy seguro de querer escuchar la voz de su
compañera, seguramente lo volvería a regañar por faltar a su promesa al haberla
protegido nuevamente con su gigante elemental. Michelle seguía siendo la novia de
otro, con ella llevaba una relación de sonrisas forzadas, palabras amables,
conversaciones únicamente indispensables y a veces, sólo a veces si tenía mucha
surte, la Arcángel lo buscaba para comportarse con él a solas y en secreto como
siempre lo había hecho. La situación sonaría incómoda para cualquiera, pero a
Cross no le importaba siempre y cuando pudiera tener a sus chicas cerca.
Caris estaba acompañada como siempre por Siege Hobbs y Deneb De Britten,
quienes velaban celosamente su sueño. Cross desvió la mirada, prefirió
concentrarse en lo que tenía que hacer, sólo deseaba llegar a evaluar los daños,
aunque también estaba preocupado por Angie y quería ir a ver cómo se encontraba.
Una vez que el avión llegó al aeropuerto del Tercer Distrito, los guerreros se
trasladaron en helicóptero a la principal escuela superior, la hallaron casi devastada,
ahí encontraron a todos los estudiantes y sus compañeros trabajando en la limpieza
de los escombros del lugar.
En cuanto descendió del helicóptero, Cross preguntó por Angie, Ganesh le dijo
que estaba siendo atendida en un hospital del área del Cinturón, Cross de inmediato
se dispuso a atender las cosas más urgentes para poder ir después a la Ciudadela.
Los Guardianes del Destino también tenían asuntos pendientes por tratar,
Minos les había dejado un recado con Ganesh para que en cuanto llegaran lo
alcanzaran en su base del Quinto Distrito.
Una vez que resolvió los asuntos más urgentes, Cross mandó traer un
helicóptero para que lo llevara al edificio de la Ciudadela, su madre lo acompañaba,
en lo que esperaba a su transporte se encontró con Michelle y Elektra, la madre de
Cross abrazó con cariño a las dos chicas, Pariel veía para todos lados buscando a
alguien.
–David Nexus está al otro lado de la escuela coordinando los trabajos de limpia
y reconstrucción... – dijo Tamiel.
–No... – respondió Michelle –. Busco a Caris...
–Está en el Cinturón, acompañó a Siege y Deneb a ver a Angie...
Michelle no pudo evitar sentir celos, sabía que Cross iba también a ese lugar.
–¿Y ella qué tiene que ver con Dana?
–Nada – respondió Daniela –. Sólo acompañó a sus galanes... tu deberías estar
con el tuyo, está preocupado por ti.
–Ahora no tengo ganas – dijo Michelle de mala manera –, voy a ver en que
puedo ayudar...
Cuando Michelle se fue Elektra preguntó a Daniela.
–Edgar me comentó que Siege, Deneb y él se quedarían en el Edificio de la
Ciudadela para iniciar las pláticas de paz, colaboración y transición con el Cinturón,
le van a devolver su puesto a Dagda como Presidente del Consejo de Gobierno. –
Elektra omitió decir que Edgar le pidió que se fuera con él –. ¿Caris sabía eso?
Daniela Malka vio la expresión triste de su hijo.
–Sí Elektra, prefirió irse con sus pretendientes, ella tampoco regresará. – Señaló
al cielo –. Ya llegó el helicóptero de Cross, acompáñame con los demás, vamos a
ver en qué podemos ayudar, así no estarás pensando en tonterías...
–Si señora...
Cross se apresuró a subirse al helicóptero, quería evitar a toda costa el regaño
de Elektra pero no lo logró, la portadora de Spartha lo detuvo antes de que pudiera
abordar el vehículo.
–Rompiste tu promesa...
–Lo siento, pero no podía permitir que algo te sucediera, ahora tengo prisa,
podrás insultarme lo que quieras cuando regrese.
–Me engañaste, volviste a insertar el poder del gigante elemental en mi cuerpo
cuando me abrazaste por detrás en Ishtar... ¿verdad? Sabías que de esa forma
tendría mis defensas bajas.
–Así es, era la única forma, espero me perdones por eso.
Elektra pensaba abrazar a Cross pero se contuvo, solamente le sonrió.
–¿Cómo puedo perdonarte por salvarme la vida? Lo que me lastima es que
haciendo eso estás acabando con la tuya...
Cross estuvo a punto de perder el equilibrio mientras subía al helicóptero, tenía
mucho tiempo de no ver una sonrisa de su compañera, no al menos dedicada a él,
aunque sabía que no significaba nada, lo abrigó un intenso calor en el corazón que
lo hizo sentirse feliz.
–Eso ya no importa – respondió ocultando el rostro en su brazo extendido que
sujetaba la agarradera del helicóptero para que Elektra no lo viera sonrojarse –, la
guerra terminó y mi gigante elemental regresó a mi cuerpo en la batalla contra
Gunnar De Grieff en Ishtar, ya no hay necesidad de protegerte.
Cross no dijo más y abordó el helicóptero, Elektra se quedó con la palabra en
la boca, tampoco pudo decir nada más, sólo observó el vehículo marcharse y con él,
su felicidad.

Cross llegó al área del Cinturón por el lado norte del edificio de la Ciudadela,
lugar donde se podía ingresar debido a los grandes ventanales que siempre estaban
abiertos y donde se encontraba la zona de hospitales, de inmediato se dirigió al
edificio donde le informaron que Angie estaba internada, en la entrada se encontró
con Siege, Deneb y Caris, Escorpión sintió un vacío en el estómago, le dolía verla
con sus amigos. Se acercó a ellos para preguntar por Dana.
Caris platicaba animadamente con Siege y Deneb cuando vio que Cross se
acercaba a ellos, Deneb le tenía tomada la mano pero ella en un instinto por reflejo
la retiró de inmediato, el rubor se le subió a la cara y con la cabeza baja saludó a
Escorpión.
–Hola Cross.
Cross le devolvió el saludo mientras chocaba puños con Siege y Deneb.
–¿Cómo está Angie?
–Bastante magullada pero vivirá – respondió Siege.
–¿Puedo pasar a verla?
–Adelante, le va a encantar verte, está en el cuarto doscientos uno.
Cross hizo una muda afirmación y entró rápidamente al hospital, ante la mirada
de decepción de Siege y Deneb, Caris lo siguió con la vista hasta que desapareció.
Angie estaba rechazando la comida que le ofrecía Rafael cuando Cross entró
en la habitación, el portador de Antares palmeó la espalda del Arcángel y le preguntó
por Angie.
–¿Cómo está?
–Estable, sus heridas más peligrosas ya han sido tratadas por Sagitario,
realmente yo no hice gran cosa, el cuerpo de esta chica se regenera solo, el resto es
sólo descanso, tú te ves peor que ella...
–Antares ya me está sanando...
–Las espadas sagradas no curan con la velocidad que lo hacen las del alfabeto
antiguo, yo te curaré.
–Gracias amigo.
–No es nada, estaré afuera por si me necesitan, a ver si contigo quiere comer
algo...
Una vez que el Arcángel se retiró, Cross empezó a revisar a Dana, observó
que el mayor daño lo tenía en el abdomen, Angie le reclamó.
–Oye... por lo menos primero salúdame...
Cross abrazó a su amiga y después le acarició el cabello.
–¿Cómo te sientes?
–Bien, feliz de que mis mejores amigos estén aquí conmigo...
Cross tomó la comida de Angie, con la cuchara le ofreció el alimento, ella lo
rechazó.
–No quiero...
–Debes comer...
–Me duele...
–Es necesario para curarte, vamos...
Angie empezó a comer el alimento que Cross le ofrecía, le gustó que su
compañero la alimentara como si fuera un bebé, después le comentó al miembro del
Círculo del Zodiaco:
–Aquí está Caribdis...
–Lo sé, la vi en la entrada del hospital.
–Esa niña es bien linda, a diferencia de Athena y Pariel no me ve con reproche
ni enojo...
–Así es Caris.
–Deberías quedarte con ella...
–Eso no depende de mí, Angie, además, ahora quien importa eres tú.
–¿Te vas a quedar aquí conmigo?
–Sabes que no puedo, menos con todo este asunto de los gigantes, debemos
saber cuáles son sus intenciones...
–¿Pero estarás al pendiente de mí?
–Todos los días, amiga...
–Ya les comuniqué a los muchachos todo lo que me dijo Skade durante nuestro
combate.
–No importa, repítemelo a mí.
–Está bien, todo empezó...
Angie le platicó a Cross a detalle su encuentro con Skade, después estuvieron
platicando de otras cosas hasta que la miembro de la Armada Elemental se durmió,
Escorpión le dio un beso en la frente y se retiró.
A la salida de la habitación se encontró con Rafael, el Arcángel estaba
adormilado en un sillón, Cross lo ayudó a levantarse.
–Entonces por fin has ganado tu revolución... – comentó el portador de la
espada oscura Dove.
–Ganamos la guerra pero nuestro enemigo más peligroso aún nos acecha,
Elohim sigue con vida...
–¿No lo habían matado Brahma y Kwan Yin?
–No, al parecer el tipo es más poderoso de lo que imaginábamos...
–¿Y qué piensas hacer?
–Ir por él, esto se terminará hasta que ese tipo sea capturado...
–Voy contigo.
–¿Y Angie?
–Ya hice lo que tenía que hacer por ella, lo demás es recuperación, me
preocupas más tú.
–Está bien, entonces vámonos.
Cuando Cross y Rafael salieron del hospital, Caris corrió hacia el FILO número
siete.
–Cross...
–¿Qué sucede Caris?
–¿Ya te vas? – como era su costumbre, Caris se veía sonrojada, hablaba con
su compañero pero no lo veía a los ojos, observaba sus pies que se movían sin
control.
–Sí, hay cosas que debemos resolver. – Para esos momentos no sólo Caris se
sentía inquieta, Cross sentía lo mismo al tenerla cerca pero él controlaba mejor sus
emociones, sin embargo, al contenerse tampoco podía pensar bien las cosas, contra
su voluntad sus respuestas eran cortas y concisas.
–¿Puedo irme contigo?
–Sí... claro. – Cross se sorprendió con la petición de Caris, se tocó el pecho
pensando que su corazón se saldría de su cuerpo por los inquietantes latidos que
sentía por dentro, veía a la portadora de la espada sagrada Scylla un tanto
confundido –. Le habías dicho a mi madre que te quedarías aquí. ¿Siege y Deneb
también vendrán?
–No, ellos están trabajando en la reorganización del Cinturón.
–Está bien, vámonos... – Cross pensó en tenderle la mano a Caris para tomar
su mano pero no lo hizo, pensó que si lo hacía, su compañera notaría su temblor, su
mente le ordenaba que la tomara en sus brazos y huyera con ella a toda velocidad
antes de que la portadora de la espada sagrada Scylla se arrepintiera.
Caris se dio la vuelta, vio los rostros entristecidos de Siege y Deneb y para
decepción de Cross se arrepintió.
–No, mejor no, yo iré después...
Cross dejó de lado sus reticencias, no le importó que lo vieran tembloroso o
suplicante, tomó la mano de Caris.
–¿Sucede algo?
Caris apretó la mano de Cross, el portador de Antares se preguntó si tendría el
valor de soltarla en caso de que su compañera decidiera quedarse en el Cinturón.
–No, es sólo que te extraño... te extraño mucho.
–Yo también – las fuerzas de Cross terminaron de flaquear, se sintió miserable
de escuchar esas palabras de alguien tan tímida como Caris, palabras que él debió
de haber dicho desde hace mucho tiempo –, pero al parecer ahora estoy pagando
por mis errores, las perdí a las tres, te perdí a ti...
–A mí no, nunca me has perdido ni me perderás...
–Ahora estás con ellos... – Cross señaló con la mirada a los miembros de los
Clanes Hobbs y De Britten.
–Siege y Deneb son mis amigos – Caris por fin encontró la fuerza para explicar
sus sentimientos a Cross, por lo menos en lo que respectaba a los miembros de los
Clanes Hobbs y De Britten, pensó que no tendría otra oportunidad para hacerlo –,
ellos me han ayudado mucho a lidiar con lo nuestro, me refiero a la situación entre
nosotros y Michelle y Elektra, los quiero, pero no como a ti...
–Siempre estás con ellos, yo pensé que... – Cross no sabía cómo lidiar con la
confesión de Caris, era la primera vez que le decía de frente y abiertamente que lo
quería.
–Sabes que me cuesta mucho hablarte – Caris tomó valor para seguir
expresando lo que le dictaba su corazón, sintió que si no expresaba sus
sentimientos en ese momento no lo haría nunca –, pero no quiero estar con nadie
más que contigo...
–Ven conmigo entonces – Cross también se dejó llevar, no deseaba volver a
separarse de Kharynna –, te necesito más de lo que te imaginas.
–¿Me amas?
–Sabes que sí, más que a nada, ahora mismo me sería imposible regresar al
Tercer Distrito sin ti.
Caris abrazó a Cross y lo besó en los labios, no preguntó ni por Elektra ni por
Michelle, por el momento le bastó oír de los labios de su único amor las palabras que
deseaba escuchar. Escorpión la tomó por la cintura y le correspondió, en ese
momento se prometió que no se iría de ahí sin ella. Después del beso, Caris observó
unos segundos el rostro de Cross, le acarició la mejilla y se separó de él.
–Espera, ahora te alcanzo.
–Está bien.
Cross volteó a ver a sus amigos, ambos tenían el rostro sombrío, levantó la
mano despidiéndose, ninguno le contestó, se dio la vuelta y siguió hablando con el
Arcángel Rafael.
–¿Problemas con tus amigos?
–No lo sé, espero que no...
Cuando Caris regresó con Siege y Deneb, las palabras fueron innecesarias, los
dos sabían que se iría, Dagda la tomó de la mano.
–¿Estás segura de esto?
–Sí, lo siento...
–Él no te merece... – Por primera vez desde que se habían conocido, Siege
habló en contra de Cross, a quien quería como a un hermano, eso expresaba el
dolor que sentía por perder a Caris.
–Eso no importa – respondió Kharynna con total seguridad –, yo lo amo, todo
mundo lo juzga sin saber lo que rodea a nuestra situación, nadie habla de lo que
hacemos Elektra, Michelle o yo y Cross jamás se ha justificado ante nadie, acepta
las críticas a sus espaldas siempre y cuando nadie hable de nosotras… ¿Qué les da
derecho a decir que no me merece? Él jamás me ha engañado ni ha jugado con mis
sentimientos – unas lágrimas empezaron a correr por el rostro de Kharynna –, su
situación es horrible y yo lo sé mejor que nadie, ustedes deberían entenderlo, si mi
amor por él cada día crece más hasta el extremo de que me duele mucho aquí – se
señaló el corazón –, es porque se ha ganado mi cariño, yo soy quien no se lo
merece, sé que llevo mucho tiempo lastimándolo al ser tan cercana a ustedes y
aceptar sus galanteos – Caris bajó la mirada –, soy horrible por lastimarlo a él y
darles falsas esperanzas a ustedes, quizá nadie se dio cuenta de cómo lastimaba a
Cross pero yo sí, lo conozco bien y veo el sufrimiento en sus ojos, jamás me reclamó
nada, lo único que veo en sus ojos es amor, amor por el que voy a pelear hasta las
últimas consecuencias….
–Jamás vuelvas a decir que eres una horrible persona – le advirtió Siege
interrumpiéndola –, retiro lo que dije de Cross, el dolor me hizo hablar así, pero tú
jamás has aceptado nuestros galanteos, solo nuestra amistad, sin importar lo que
suceda, el conocerte es lo más lindo que me ha sucedido en la vida, siempre estaré
agradecido por los momentos que has convivido conmigo.
–¿Por lo menos se quedará contigo? – preguntó Deneb, quien parecía que no
había escuchado una palabra de lo que dijo Caris, él mismo luchaba por no llorar de
impotencia.
–No lo sé. – Una sombra de inseguridad se apropió de Caris, sin embargo, se
recompuso de inmediato –. Pero como ya les dije, voy a pelear por él.
–¡Cross! – le gritó Deneb a su amigo de sus épocas escolares –. ¿Por lo menos
te quedarás con ella?
–Eso no es de tu incumbencia, Deneb – le respondió Escorpión en el tono más
condescendiente que pudo, entendía el dolor de su amigo.
–Lo es si te la estás llevando... – La voz se le quebraba al miembro de la familia
De Britten.
–Ella viene por su voluntad.
–Entonces dile que se quede con nosotros – gruñó Deneb, estaba desesperado
–, Siege y yo la amamos, no le pidas que te acompañe si no te vas a quedar con
ella, Caris no merece ser lastimada...
Cross pensó en las palabras de Deneb, se sentía feliz porque Caris lo había
elegido a él, Michelle ahora estaba con David Nexus y Athena ya había dejado bien
en claro que no quería saber nada de él. No había nada que se interpusiera entre él
y Caris, aun así, no se atrevió a dar una respuesta directa.
–Caris sabe lo que siento por ella...
–¡No te pregunté eso!
–Es todo lo que te voy a responder.
–¡Eso no es jus...!
Caris interrumpió a Deneb poniendo el dedo índice en los labios de su
compañero.
–Ya basta, esta es mi decisión...
–No lo hagas – rogaba Deneb, pensaba arrodillarse e implorar si era necesario,
todo con tal de que Caris se quedara –, no te vayas por favor...
–Si otra chica te amara y tú no sabes a quien yo elegiría, si a Siege o a ti... ¿me
seguirías a pesar de saber que te puedes quedar sin nada?
–Por ti lo daría y arriesgaría todo, cualquier posibilidad de tenerte por mínima
que sea la tomaría por encima de cualquier cosa sin importar las consecuencias...
–Ahí tienes tu respuesta, hasta luego...
Deneb no pudo contener las lágrimas, Siege abrazó a Caris.
–Lo único que importa es que seas feliz o por lo menos que busques la felicidad,
Cross es una buena persona, sé que si te quedas con él, la encontrarás.
–Gracias Siege – Caris acarició el rostro del miembro de la Armada Elemental, a
él en especial le dolió más romperle el corazón –, yo soy quien no los merece a
ustedes.
–Vete ya, pero recuerda, pase lo que pase siempre vas a poder contar conmigo,
en el remoto y cruel caso que no seas la elegida por Cross, yo siempre estaré
disponible para ti.
–Gracias.
Caris caminó hacia Cross cuando Deneb le llamó.
–Kharynna...
La portadora de la espada sagrada Scylla volteó, Deneb se tocó el corazón.
–Este es tuyo, tú jamás te quedarás sin nada porque siempre me tendrás a mí...
–Gracias, yo también los quiero a los dos...
Caris llegó con Cross, quien la tomó de la mano y se encaminó rumbo al
helicóptero junto con el Arcángel Rafael para regresar al Tercer Distrito, Siege y
Deneb los veían partir.
–Esto es una mierda – dijo Deneb.
–La que importa es ella, no nosotros... – le respondió Siege.
–Lo sé.
–Hay que ver el lado bueno, amigo – comento Dagda apoyando el codo en el
hombro de Deneb.
–¿Acaso hay un lado bueno?
–Siempre hay un lado bueno.
–¿Y cuál es, genio?
–Seguimos siendo los mejores amigos.
–Tienes razón – Deneb le dio una palmada a Siege en el estómago –, después
de quedarme con Caris hubiera sido muy incómodo seguir viéndote...
–¿Quién dice que te hubieras quedado con ella?
–Me quería más a mí, amigo, contigo era amable porque no quería lastimarte...
–Sigue soñando.
–Es la verdad.
–¿Tienes resentimiento con Cross? – Siege pensaba en el volátil carácter de
Deneb, el cual podría ser un problema a futuro.
–¡Claro que lo tengo! – exclamó el hijo adoptivo de Amaltea De Britten –. Pero
no es un resentimiento malo, te aseguro que Cross tiene más motivos para estar
enfadado conmigo...
–¿Qué fue lo que hiciste, animal? – preguntó Siege, conociendo a su amigo
seguro había sobrepasado algún límite.
–Eso ya no importa – Deneb pensaba en la discusión que había tenido con el
portador de "la espada roja" –, el malo sigue siendo Cross, me robó el amor de mi
vida, pero aún es mi hermano, al igual que tú y el idiota de Craig, daría la vida por
él...
–Yo también.
–A propósito... – Deneb empezó a golpear la palma de su mano izquierda con
su puño derecho –. ¿Alguien de aquí se atrevió a faltarte al respeto? Le daré una
paliza, de alguna manera necesito sacar esta furia...
–Hay algunos inconformes con mi regreso, ya te los iré señalando, si los muy
cobardes huyen de ti, guarda tus energías para Craig, necesitamos regresarlo al
buen camino...

El helicóptero que transportaba a Cross y compañía llegó al Tercer Distrito de


madrugada, los estudiantes ya se habían ido a descansar pero los guerreros élite
seguían ahí esperándolo, incluidos Arlés y Dorian que acababan de regresar de
Ishtar.
Cuando Michelle vio a Caris bajar del vehículo de la mano de Cross se
enfureció, abrazó a David Nexus, Elektra sólo bajó la mirada, pero no pudo evitar
sonreír cuando Caris la abrazó para saludarla.
–Hola Caris.
–Te extrañé – dijo la miembro del Clan Humbolt enterrando el rostro en el
hombro de su amiga.
–¡Pero si te fuiste apenas hace unas horas! – exclamó Elektra.
–Pero pensé que no regresaría – respondió Caris apretando a la rubia con más
fuerza.
–Yo también te extrañé. – La escultural rubia acariciaba el cabello de Caris –.
¿En dónde están Siege y Deneb?
–Se quedaron en el Cinturón, tenían muchas cosas que arreglar.
–Pensé que te ibas a quedar con ellos...
–No, me voy a quedar con Cross.
–¿Qué? – En un acto de reflejo Elektra se apartó bruscamente de Caris.
–Lo que escuchaste – Caris se acercó a la portadora de Spartha –, no sabes lo
feliz que soy desde que me reconcilié con él, te recomiendo que hagas lo mismo, me
parte el corazón verte así.
–No – dijo la rubia con una mueca de decepción –, no quiero regresar a lo de
antes, no podría...
–Es tu decisión, amiga, yo por lo menos decidí pelear por él, haz lo que tu
corazón te diga.

Cross y los demás rebeldes mantuvieron una junta, Arlés les comentó los
detalles de su reunión con los gobernantes de Ishtar, tras bastantes complicaciones
al igual que en las demás provincias aceptaron los términos de los rebeldes, la lucha
por la silla presidencial por fin había sido ganada.
Ahora debían decidir su próximo movimiento, en ese instante la máxima
prioridad era encargarse de Elohim, los gigantes estaban bien vigilados y por el
momento no estaban haciendo nada que los afectara, lo mejor era esperar hasta ver
sus intenciones.
Después de la junta todos se fueron a descansar, Cross se quedó en una de
las habitaciones de los edificios escolares que fue de lo poco que se salvó de la
explosión sónica creada por Freya.
Caris tenía la intención de quedarse con él pero Daniela Malka no se lo
permitió, se llevó a la FILO número uno con ella a su dormitorio. Cross dormía
profundamente cuando sintió una presencia en su habitación, medio adormilado vio
a una chica curvilínea de cabello castaño.
–¿Elektra? ¿Qué haces aquí?
–Es lo que quisieras, bebé, pero no soy Athena, ella es rubia...
Cross se restregó los ojos para ver mejor, entonces se dio cuenta que la
persona frente a él era su compañera del sexto Círculo del Zodiaco.
–Virgo..., creo que todavía estoy dormido, ¿qué sucede?
–Elohim está aquí...
Las palabras de Virgo despertaron por completo a Cross que se levantó de un
salto.
–¿A qué te refieres?
–El FILO Divino número doce se encuentra aquí, puedo sentirlo...
–¿Y él a ti?
–Por supuesto, soy su hija...
–Sí, algo me han dicho...
–Cross, junto contigo, Elan De Grieff hijo y Bastián Riazor, yo soy la otra
sobreviviente del ritual donde los Patriarcas mataron a sus hijos.
–Es difícil concebir lo que dices, eres muy joven... ¿también te metieron en una
máquina para retrasar tu crecimiento?
–Eso ahora no importa, lo primordial es que debes saber que Elohim es un
inmortal...
–Lo sé, Sir Phillippe me lo advirtió.
–Entonces no soy la única que lo sabe...
–Dejemos esta conversación para después, lo importante ahora es encontrar a
Elohim, toda la zona está vigilada... ¿acaso nadie lo ha visto?
–Elohim es el psíquico supremo, puede pasar desapercibido por donde quiera...
–¿Cómo lo encontraremos?
–Tú puedes hacerlo, eres inmune a los ataques psíquicos, sólo tienes que
concentrarte...
Cross se concentró, superó las barreras psíquicas de Elohim e hizo contacto
con el depuesto Gobernador de Riazor.
–Está en el área donde se encontraba el gimnasio, quiere hablar conmigo...
¿vienes?
–No, mi padre quiere matarme, será mejor que espere aquí..., afuera están
Orión y Tyche, mientras esté con ellos Elohim no puede alcanzarme.
–Está bien, iré a ver a Elohim...
–¿Tú solo?
–Sí, alerta a los demás, por más poderoso que sea no podrá derrotarme en
segundos...
–Sí puede hacerlo Cross...
–Si lo hace y yo lo permito significa que no merecía vivir. Voy a verlo...
–Está bien, desde aquí te apoyaré...
Mientras veía a Cross marcharse, Virgo tenía la esperanza de que su martirio
terminara, desde su nacimiento toda su vida había huido, hasta que se unió al
Círculo del Zodiaco, donde pasó de fugitiva a cautiva, no podía salir de las
instalaciones de la entidad protectora del Primer Distrito de Arcadia por temor a que
la mataran...
*****
Hace más de cuarenta años, en la Ciudad Capital Assur de Ishtar durante
el rito mortal.
El peligro alertó al feto en gestación, de repente tomó conciencia de que su
vida estaba a punto de terminar, junto a ella estaba su gemelo, totalmente ajeno a lo
que sucedía, ambos estaban a punto de nacer.
Debía ser rápida, el tiempo se le estaba agotando, ella estaba siendo dotada
con el manejo del elemento agua, su gemelo con la energía psíquica, alargó su
mano y mató a su hermano.
Al morir su gemelo el poder de la energía que fluía se concentró en ella por
completo, ahora tenía las herramientas para salvar su vida, no era consciente de lo
que sucedía, pero el instinto de conservación actuaba por ella.
Una vez que empezaron las contracciones se apresuró en ser la primera en
nacer, el contacto visual lo era todo, tenía una posibilidad en un millón de sobrevivir
y tomaría esa apuesta con todo su poder.
Al nacer inmediatamente hizo contacto visual con su padre, Elohim estaba
agotado por la pelea que acababa de librar con Hazzart Yaotl y no estaba preparado
para un ataque de esa naturaleza.
La niña se hizo invisible y controló la escena completa a su alrededor, cuando
salió su hermano del vientre materno los engaño a todos, les hizo creer que estaba
vivo, sobre todo a su padre y a la partera que veía al infante y le comentaba a
Elohim:
–Este es tu asesino, mátalo.
Elohim creyó matar a su hijo que ya había sido asesinado, acto seguido la niña
hizo creer a todos que nació después de su gemelo, la partera la vio y le dijo al
Gobernador de Riazor:
–No hay peligro, esta niña no te afecta.
Elohim llamó a la niña Zaniah, se la entregó a la partera y le ordenó que se
retirara, él debía seguir con ese ritual mortal, más ahora, si él había perdido un hijo
los demás Patriarcas también lo perderían.
La niña debía moverse rápido, en cualquier momento adivinarían su trampa y
su vida terminaría, controló a un bérserker que dominaba el elemento viento, hizo
que se la llevara lo más rápido posible de ahí...
Terminado el rito mortal y una vez que se fue el último patriarca, Elohim entró
buscando a su hija, pero al preguntar por ella nadie le supo dar razón, llamó a la
partera.
–¿En dónde está mi hija?
–No lo sé señor... – contestó la mujer con preocupación.
–¿Cómo que no lo sabes? Te la encargué a ti...
–Sí – la mujer se mostraba confundida y temerosa de la represalias que pudiera
tomar ese hombre en su contra por haber descuidado a la niña –, y yo la deje en su
cuna, después no sé qué pasó...
–Maldición... – La mente de Elohim empezó a darle vueltas a todo el asunto de
la profecía que lo había llevado a matar a su primogénito –. ¿Estás segura de que
ella no es mi asesina?
–No sé de qué me habla señor...
–¡No te hagas la loca! Claramente me dijiste que ella no era mi...
En ese momento Elohim lo comprendió todo, por supuesto que esa anciana no
sabía nada, la pitonisa de la profecía había muerto hacía siglos, él personalmente
era quien revisaba a sus hijos, si no tenían el poder sobre el agua y la energía
psíquica no había problema, no serían sus asesinos...
Si en algún momento pudiera tener alguna duda ahora ya no la tenía, su retoño
lo había engañado con una ilusión, su instinto de conservación lo había salvado.
Elohim desconocía el sexo del bebé al que debía buscar, sabía que iba a tener
gemelos, niño y niña, pero ahora no estaba seguro de haber matado al varón, para
colmo de males habían incinerado los cuerpos de los infantes fallecidos.
En ese momento volteó a ver al bebé de Argento Riazor, decidió conservarlo
vivo sólo para estar a mano con Aries, dispuso darle la identidad de su hijo o hija
perdida, todos pensarían que ese chiquillo era el gemelo que había sobrevivido. La
partera se acercó a él sin recordar nada.
–Señor... aquí está su bebé.
–Gracias – respondió el FILO Divino tomando al recién nacido –, se llamará
Bastián...

En cuanto Elohim llegó al edificio de Gobierno convocó a sus hombres de


confianza: Rave Isa, Samir Shmuel y a su hijo, Gino Enoch.
–Necesito de su ayuda...
–¿Qué sucede? – preguntó Rave Isa.
–Necesito que encuentren a mi hija...
–¿Qué hija? – El Mesías se veía confundido ante la orden de su empleador.
–La que nació en Ishtar...
–¿Que ese no es Bastián? – Rave Isa sentía que se había perdido en algún
momento de la conversación.
–Tuve gemelos – respondió Elohim sin dar más explicaciones –. No pregunten
nada más de lo que sucedió ahí.
–¿Quién sabe de esto?
–Nadie Rave, por eso no quise hacer alboroto, al principio no conocía ni su
sexo, pero ya he logrado identificarla aunque no sé en donde se encuentra, la niña
es poderosa, como lo fueron Darius y Rex desde su nacimiento o como lo es Gino,
posiblemente Horus o Radamanthys tengan algo que ver con eso...
–Está bien, la buscaremos.
–No quiero que se arriesguen ni que hablen de esto con nadie, incluso ni con
Horus o su camarilla, si ellos no la tienen los pondremos en sobre alerta.
–No hay problema, empezaremos de inmediato.
Una vez que Rave Isa y Samir Shmuel se fueron, Elohim habló con su hijo de
la búsqueda de su hermana.
–Necesito que tú también la busques...
–¿Cuál es la urgencia? – preguntó Gino Enoch.
–A ti no puedo engañarte... tu hermana tiene mi poder.
–Entonces es tu asesina definitiva...
–Así es.
–Olvídalo, no voy a participar del asesinato de mi hermana.
–Si me ayudas te daré lo que siempre has querido...
–No tienes el valor.
–Esto no se trata de valor, hijo, se trata de sangre, si hago lo que me pides el
país sangrará, los Patriarcas se irán contra nosotros y con ellos todo el país...
–¿Qué hay con mis demás hermanos? ¿Pelearán a nuestro lado?
–Yo me encargaré de eso, hay suficientes guerreros con la sangre Enoch para
dar la batalla...
–Está bien, padre, te voy a ayudar, pero una vez que mates a tu asesina quiero
que cumplas...
–Así será, el Clan Enoch resurgirá, pero todavía quedará pendiente el asunto de
Radamanthys.
–Yo me encargaré de él, tú sólo cumple tu parte.
–De acuerdo, ¿utilizarás a los Caballeros Apócrifos?
–No quiero problemas con ellos, sólo utilizaré sus fuentes y recursos, ya
veremos cómo va esto...
–Bien, espero que no tardes, si yo o mis hombres la encontramos primero el
acuerdo se invalida.
–No hay problema.

Rusty Heze llegó apurado a su casa, su mujer lo vio extrañada, más se alarmó
cuando vio que llevaba a una niña con él, la mujer ignoraba que la recién nacida
estaba manipulando a su esposo.
–¿Qué sucede amor? Llevaba muchos días sin saber nada de ti. ¿Quién es esa
niña?
–Es la hija de un poderoso hombre de Boleria, la quieren matar.
–¿Y por qué la traes aquí? – preguntó la mujer alarmada, ahora sus vidas eran
las que estaban en peligro.
–No puedo permitir que le hagan daño...
–Si te encuentran con ella nos matan... ¡Hay psíquicos en todo Boleria que la
encontrarán en un pestañeo!
–Bershka – el bérserker trató de calmar a su mujer –, siempre hemos querido
tener un hijo y no hemos podido, esta niña nos necesita...
–Pero... ¿qué piensas hacer?
–No lo sé, huir...
–¿Y nuestras cosas? Todo por lo que hemos trabajado...
–Nada importa, a donde vamos no necesitaremos el dinero, ya liquidé nuestra
cuenta del banco, con nuestros ahorros llegaremos a nuestro destino.
–¿Y a dónde vamos?
–Al lugar más inexpugnable del país, a las ciudades de arena de Levit...

La pequeña hija de Elohim vivió su infancia en las ciudades de arena de Levit,


sus padres adoptivos manipulados por ella le pusieron el mismo nombre que Elohim
le dio: Zaniah. Las ciudades de arena eran lo que había quedado de las ricas y
míticas ciudades de piedra después de su destrucción, eran comunidades
autosuficientes enclavadas en lo más inhóspito del desierto en donde cultivaban sus
propios campos y criaban a sus animales, eran lugares rústicos apartados de las
civilizaciones, algunas incluso bajo tierra, no necesitaban nada de lo que pudiera
ofrecerles el gobierno de Levit.
La vida de Zaniah corría con normalidad hasta que los conflictos entre el
gobierno de Levit y las ciudades de arena volvió a recrudecerse, una vez más el
sentido de alerta de la pequeña se encendió, sólo tenía cinco años pero nuevamente
supo que debía estar alerta, pronto tendría que huir.

En el palacio de Gobierno de Riazor, Elohim hablaba con su hijo, Gino Enoch,


entre más pasaba el tiempo el FILO Divino número doce más se preocupaba, su fin
se acercaba.
–¿Qué sucede padre? – preguntó Gino con hastío, ya estaba cansado de la
búsqueda de su hermana.
–Finalmente he encontrado a Zaniah.
–Esa canción ya me la sé, me las has cantado varias veces durante los últimos
años, ya deberías saber que tus fuentes no son confiables, pero en fin… ¿En dónde
se encuentra?
–En las ciudades de arena de Levit...
–Es zona de los Arcángeles, es peligroso que me descubran investigando en el
desierto...
–Lo sé, pero ya me he encargado de que nuevamente estalle un conflicto, en
esa zona son constantes...
–¿Vas a iniciar una guerra sólo por encontrar a Zaniah? Las ciudades de arena
ya se han rendido.
–No sólo por eso, hay otros asuntos de seguridad nacional pendientes, la guerra
es necesaria, la puedo iniciar donde sea, pero la necesitamos en Levit, así
mataremos dos pájaros de un tiro.
–¿Qué es lo que debo hacer?
–Infiltrarte, irás como guerrero de mi parte junto con Samir y Rave Isa, también
te acompañarán los Jinetes Alados Inmortales...
–¿Ellos saben de la operación?
–No, ellos pelearán por mi otra causa, ocultaré a los objetivos lo más cerca que
pueda de Zaniah para que puedas ir por ella...
–Está bien...
Con la manipulación de Elohim el conflicto de las ciudades de arena y el
Gobierno de Levit derivó en otra guerra, todos los estados de Boleria enviaron a
representantes de sus grupos de protectores élite para ayudar a Levit.
El estado de Riazor envió a Gino Enoch entre los guerreros que auxiliarían a
Levit, Gino se quedó entre las sombras, sólo observando, siempre detrás de sus
compañeros, esperando la oportunidad de entrar.
Zaniah cada vez se sentía más nerviosa, su sentido de alerta estaba totalmente
disparado, estaba segura que alguien la observaba, que seguía sus pasos a donde
iba y que sólo esperaba el momento justo para matarla.
La oportunidad llegó, los Jinetes Alados Inmortales les abrieron el camino a las
tropas de la alianza de Boleria para someter a la primera ciudad de arena, Gino
aprovechó para internarse y capturar a su hermana.
Las defensas de los pobladores no fueron rivales para Gino que transmutaba el
poder que le enviaban en la energía elemental que necesitara según la ocasión, se
adentró hasta que por fin tuvo su objetivo a la vista.
En cuanto Zaniah y Gino se vieron los dos supieron quiénes eran, cazador y
presa, en un intento desesperado por huir la pequeña manipuló a todos los
guerreros que había cerca para que atacaran a su hermano, pero fue inútil, ninguno
de ellos fue rival para él.
Gino se acercó a su hermana para completar el trabajo, pero en ese momento
sintió un intenso dolor en la cabeza, después fue golpeado con una fuerza
descomunal quedando sin sentido en el suelo.
Zaniah veía a los dos guerreros que la habían rescatado, el guerrero de tez
blanca le habló al moreno.
–Vamos Seth, levanta a la niña y larguémonos de aquí antes de que ese tipo
vea quien lo golpeó.
Seth levantó en brazos a Zaniah y junto con Horus huyeron del lugar, el líder de
los Guardianes del Destino los hizo invisibles ante los ojos de todos, incluso los
omnipresentes de Elohim.
La pequeña no mencionó palabra alguna en todo el camino, fue llevada a
través del país hasta el otro extremo de Boleria, el norte, donde se encontraba el
otro desierto de la nación, el de los hielos.
Ya en la tundra, Zaniah caminaba con sus rescatistas hasta que llegaron a un
lugar que volvió a activar sus sentidos, ese sitio era tan peligroso como el hombre
que quería matarla, se negó a dar un paso más... Horus la apuró.
–Vamos niña, en este sitio estarás segura...
Zaniah se seguía negando.
–No podemos seguir perdiendo el tiempo, Horus, Radamanthys la espera...
–Déjala, está asustada, hay que convencerla de que nos siga…
Seth sin hacer caso de su jefe estaba a punto de cargarla y llevarla a la fuerza
pero en ese momento se apareció un anciano acompañado de un tigre blanco.
–Ahí viene Darius – Horus señalaba a las dos figuras que se acercaban.
El anciano saludó a sus compañeros y se agachó para hablar con Zaniah.
–Hola pequeña...
La menor reconoció la energía del anciano, era parecida a la de ella misma y a
la del asesino del que Horus y Seth la habían rescatado.
–Me llamo Zaniah... – murmuró ocultándose tras la pierna de Horus, que en ese
momento era la persona “menos mala” que conocía, el Guardián del Destino siempre
se portó amable y comprensivo con ella, incluso en ese último tramo del camino en
el que ella no quería avanzar.
–No hay problema – le respondió el anciano con una gran sonrisa –, entonces te
llamaré Zaniah, déjame presentarme, me llamo Darius Rashad, quiero protegerte...
–Tú no puedes protegerme, eres viejo...
–Y tu padre es mucho más viejo aún, supongo que sabes que quiere matarte...
Sin saber el motivo, Zaniah no se sorprendió de lo que ese anciano le estaba
diciendo.
–No lo sé, sólo lo siento...
–Puedes venir conmigo, te aseguro que yo puedo protegerte.
Zaniah veía a ese anciano, parecía una persona amable, pero ella podía
observar más allá de la apariencia, ese hombre era un monstruo, tan malvado como
el que quería matarla, le mintió.
–Está bien...
–Acompáñame entonces... este es mi amigo Asther – Darius Rashad acarició la
cabeza del Baphometh original –, ¿quieres que él te lleve?
El tigre blanco lamió el rostro de Zaniah, ésta finalmente sonrió.
–Sí, gracias...
Seth cargó a la niña y la subió en el lomo de Asther.
–Agárrate fuerte – le dijo Darius.
–Sí – respondió la niña abrazando el cuello del tigre blanco dientes de sable.
Asther empezó a correr rumbo a la biblioteca, Zaniah nunca se había sentido
tan feliz, la sensación del aire sobre su rostro, la libertad, la ansiada libertad...
Cuando Darius, Horus y Seth llegaron a la biblioteca se extrañaron de no
encontrar a Zaniah y Asther, inmediatamente Darius llamó a Gorthys, el guerrero se
apareció segundos después.
–Zaniah ha escapado, tiene a Asther atrapado en una ilusión y se aleja de aquí,
encuéntralos... ¡rápido!
Gorthys de inmediato se alejó siguiendo el rastro de Asther, Horus se acercó a
Darius Rashad.
–Al parecer la niña no te tuvo confianza...
–Es su decisión, le ofrecí protección y no la quiere, tendrá que lidiar contra
Elohim ella sola, seguramente morirá.
–¿No quieres que la traigamos a la fuerza? Es poderosa, podrías entrenarla
para que nos ayude...
–Es una Enoch, Horus, es peligroso tenerla aquí para entrenarla contra su
voluntad, podría debilitarnos y Elohim es lo que está esperando, un error de nuestra
parte para eliminarnos...
–¿Qué pasará si Gorthys la encuentra?
–La traerá para que pueda convencerla.
–¿Y si no la convences?
–La pondrás a dormir y la ocultaremos en otro sitio hasta que sea mayor de
edad y esté en condiciones de matar a Elohim...
–No la puedes ocultar por siempre de Elohim...
–Es una apuesta, esperemos que acepte vivir conmigo por su voluntad.

Un divertido Asther corría con Zaniah por la tundra de Riazor, sabía que lo
estaban controlando pero no le importaba, sentía un lazo que lo unía con esa
chiquilla, la ayudaría en lo que pudiera.
Al final el tigre blanco sintió la presencia de Gorthys, detuvo su carrera y bajó a
Zaniah de su lomo, le olió y lamió el rostro una vez más y después se fue en otra
dirección, la niña entendió que la estaba protegiendo.
Zaniah de nuevo se encontró sola, obligada a huir para salvar su propia vida,
vagó de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad y de estado en estado, siempre
volteando hacia atrás, temerosa de ser atrapada.
Sostuvo varios combates con sus perseguidores, peleó con Horus, Seth, los
Jinetes Alados Inmortales, Guardianes del Destino y muchos más, ella fue su propia
maestra, para seguir con vida tuvo que desarrollar sus habilidades al máximo.
De vez en cuando escuchaba la voz de su padre llamándola, queriendo entrar
en su mente y dominarla, pero siempre pudo prevalecer, sin querer Elohim ayudó a
su hija a desarrollar todo su potencial psíquico.
Cuando superó la edad de los veinte años ya se sentía cansada, seguía
huyendo de sus perseguidores siempre temerosa de encontrar al primero de ellos, al
más poderoso de todos, al que pretendía matarla.
Totalmente desesperada regresó a las ciudades de arena, en donde no
quedaban más que ruinas, en ese momento sintió un gran poder, Zaniah conocía
esa sensación, la había sentido con Gino y con Darius, finalmente se rindió, cayó de
rodillas derrotada, ya no podía más, para ese momento la muerte ya se veía más
como un descanso que como un castigo.
El guerrero al encontrar a la chica postrada se aproximó a ella, le ofreció su
mano para levantarla, Zaniah lo veía con los ojos cristalinos, aceptó su mano y se
incorporó.
–Tú debes ser Zaniah...
–Sí, y estoy cansada de huir, puedes hacer lo que quieras conmigo...
–Mi nombre es Shalem Enoch, soy tu hermano y no voy a hacerte daño.
Zaniah observó a Shemhazai, su sentido de alerta le dijo que él no era su
enemigo.
–Llevo toda mi vida huyendo y no sé por qué lo hago... ¿podrías ayudarme?
–Para eso es la familia, tengo un buen escondite pero no puedo llevarte ahí, hay
mucha gente a la que pondríamos en peligro si tu padre te llegara a localizar...
–Entonces... ¿qué debo hacer?
–Ven conmigo, ya pensaremos en algo.
Shalem llevó a Zaniah a una zona apartada en donde tenía una cabaña oculta,
ahí la dejó descansar, la alimentó y le contó la historia maldita de su Clan: los Enoch.
–Realmente estamos malditos... – comentó la joven con tristeza.
–No te preocupes, no todos somos como tu padre, hay otros hermanos
dispuestos a ayudarnos...
Seguían platicando cuando Zaniah empezó a temblar, Shalem al ver su rostro
se preocupó.
–¿Qué sucede?
–Nos han encontrado... – Zaniah se abrazó a sí misma, como queriendo
protegerse del mal que se avecinaba.
–¿Quién? – preguntó Shemhazai, debía saber la identidad o identidades de los
cazadores para saber si tenía alguna oportunidad de vencerlos.
–El primero que me quiso asesinar... – respondió Zaniah, sus ojos ya se veían
cristalinos a causa del miedo que sentía.
–¿En cuánto tiempo llegará?
–En unos minutos, mi padre ocultó su presencia, ya es demasiado tarde para
escapar.
–Entonces lo enfrentaremos...
En ese momento la entrada de la casa explotó, en el marco de la puerta se
encontraba Gino Enoch. Shalem le hizo frente.
–¿Qué demonios sucede contigo?
–Hazte a un lado, Shemhazai, sólo vengo por ella – señalaba a Zaniah..
–No te dejaré tocarla...
–Si es necesario pelearé contigo... – La mirada de Gino mostraba la misma
resolución que la de Shemhazai.
–¿Qué harás con ella? – preguntó Shalem Enoch bloqueándole el camino a su
hermano.
–Se la llevaré a nuestro padre...
–La va a matar. – Shalem esperaba que Gino entendiera la gravedad de sus
acciones, estaba condenando a su propia sangre.
–Ese ya no es mi problema...
–¿Por qué haces esto?
–Ya lo sabes, por nosotros, por todos los Enoch... no es posible que vivamos a
la sombra de otros siendo que somos el Clan más poderoso de Boleria, no es justo...
–Nosotros sólo estamos pagando por los errores de Caín Enoch...
–No tenemos por qué hacerlo, sé que tú me entiendes, por eso siempre
cambias tu apellido “de nacimiento” por el original, no tenemos por qué escondernos,
no más...
Shalem entendía a su hermano, él, como todos los Enoch, cada determinado
tiempo se tenía que inventar un nuevo nombre de nacimiento para que su
inmortalidad pasara desapercibida, cada dos o tres generaciones adoptaba el
apellido Enoch en su supuesta mayoría de edad.
–Sabes que comparto tu sentir, pero no podemos hacerlo a costa de la sangre
de nuestra hermana...
–Siempre hay sacrificios, Shemhazai...
Shalem abofeteó a Gino.
–¿Qué demonios pasa contigo?
–Es necesario, Shemhazai– exclamó Gino sin responder a la agresión –,
entiéndelo...
–¿Cómo demonios piensas reestablecer una familia matando a tu propia
sangre? ¿Estás loco acaso? Si piensas devolver la grandeza a los Enoch matando a
tu hermana... estamos jodidos entonces, Gino, porque los orígenes de nuestra
supuesta grandeza estarán sustentados en bases podridas...
–No hermano, yo sólo...
–No te permitiré llevarte a Zaniah, pero si quieres puedes tomar su cabeza aquí
mismo, adelante, sienta los pilares de tu dinastía en la sangre de tu hermana...
Gino volteó a ver a Zaniah, estaba acurrucada en una esquina, temblando de
miedo, realmente asustada, pensó en las palabras de Shalem, si eran una familia en
extinción su deber era protegerse, no matarse entre ellos.
–No puedo hacerlo – masculló con la mirada baja, en el tono de su voz se
escuchaba el sonido de la derrota –, tienes razón, hermano, así no se hacen las
cosas...
–No necesitamos a tu padre para establecer nuestra casa, los Enoch somos
algo más que Elohim, si todos nos juntamos podemos cambiar las cosas, juntos
hermano...
Shalem le ofrecía la mano a Gino, éste la tomó, después se acercó a Zaniah.
–Perdón por todo hermana, yo...
Zaniah abrazó a Gino.
–Todo está bien.
–No lo está, nuestro padre viene en camino...
Los tres hermanos voltearon, dos hombres estaban en la entrada de la puerta,
Zaniah asustada se levantó y regresó al rincón de la cabaña, Shalem la tranquilizó.
–No hay problema, Zaniah, ellos están con nosotros, son tus hermanos Minos y
Kerb.
–¿Qué hacen aquí? – preguntó Gino – ¿Cómo es posible que...?
–No sólo viene nuestro padre – explicó Minos –, Horus y Seth también están
aquí...
–Todos vienen por Zaniah...
–Así es, Shalem.
–¿Qué haremos? – preguntó Shemhazai, quien no estaba dispuesto a entregar
a Zaniah.
–Yo me encargaré de Elohim – dijo Gino –. Es mi deber por lo que he hecho...
–No podrás con él – le advirtió Kerb.
–Por lo menos les daré la oportunidad de huir...
–Entonces yo enfrentaré a Horus y Seth – dijo Minos.
–No – se opuso Kerb –. Tú eres el guardián de la llave, los enfrentaré yo...
–Te ayudaré – dijo Shalem –. Si peleamos juntos los venceremos...
–No hermano – respondió Kerb –. Tú y Minos váyanse con Zaniah, no sabemos
lo que pueda ocurrir después...
Zaniah se levantó, le había llegado al corazón que esos hermanos a los que no
conocía estuvieran dispuestos a morir por ella.
–No puedo permitir que mueran por mi culpa...
–No te preocupes, hermana – Gino le sonreía a Zaniah –. Somos hijos de
Elohim, no podemos morir, o mejor dicho, podemos morir pero renaceremos, los
hijos de Elohim somos inmortales, todos de diferente manera, Kerb y yo somos de la
misma generación, después de morir renacemos, nuestra infancia es la normal de
cualquier niño hasta que llegamos a la edad de veinte años, es cuando a partir de
entonces nuestros recuerdos vienen a nosotros, es extraño pero completamente
comprobado, así es que si me ves de niño consiénteme, así seré una mejor
persona...
–Te lo prometo...
–Zaniah – Kerb veía a su hermana menor –, te encargo a mi hijo, Minos y
Shalem tienen otros compromisos, ellos te dirán quién es.
–Lo estaré vigilando, hermano.
–Váyanse entonces.
Shemhazai y Minos partieron con Zaniah, cuando Gino y Kerb los perdieron de
vista decidieron actuar, ambos se despidieron por su nombre de guerreros.
–Suerte Sir Aquiles.
–Suerte para ti también, Eacos.
–Si ambos perdemos espero por lo menos que cuando renazcamos nos junten y
crezcamos como hermanos...
–Así lo espero yo también...
Los dos guerreros se separaron, Sir Aquiles no pudo con la fuerza combinada
de Horus y Seth, por su parte, Eacos enfrentó a su padre, en un momento de furia
Elohim también asesinó a su hijo.
Una vez que estuvieron lo suficientemente lejos, Shemhazai habló con Zaniah
que lloraba sin parar.
–Tienes el poder de nuestro padre... ¿verdad? Eres una poderosa psíquica.
–Sí.
–Entonces debes saber lo que pasa en otros lugares. ¿Qué sucedió con Gino y
Kerb?
–Están muertos...
–¡Maldición! – Shalem Enoch dio un par de golpes al aire –. Debes seguir
huyendo Zaniah.
–No quiero hacerlo – suplicaba la joven muchacha –, estoy cansada.
–Por ahora es la única manera.
–Hay otra opción... – Minos no había dicho nada en todo el camino, estaba
pensando en una solución para ayudar a su hermana.
–¿A qué te refieres? – preguntó Shemhazai.
–Hay alguien que puede proteger a Zaniah...
–No voy a ir con Darius Rashad, él es tan malo como nuestro padre – protestó
Zaniah.
–Jamás te mandaría con ese desquiciado – dijo Minos acariciando el mentón de
su hermana –, él sólo quiere controlarte.
–¿Entonces...? – inquirió Shalem.
–Hay otra persona en Boleria con quien Elohim jamás se metería, estoy
hablando del héroe de la guerra con Stoa...
–¡Aries! – exclamó Shemhazai –. Es cierto, ese tipo es tan poderoso como el
FILO Divino número doce, pero... ¿por qué aceptaría proteger a Zaniah?
–Por su madre, ¿acaso ya la olvidaste? Era una mujer buena y hermosa, Savi,
del Clan Spica de los ochenta y ocho guerreros de Hamal... ¿me sigues?
–Por supuesto, ellos son los originales protectores del Círculo de Virgo...
–Así es, la madre de Oddvar Kanezon también pertenecía al Clan Spica, por
eso fue aceptado como el guerrero de Virgo, pero el poder de Zaniah es
infinitamente superior, apuesto a que además del poder de nuestro padre tienes el
de la premonición... ¿o me equivoco hermanita? – Minos señalaba a Zaniah.
–Estás en lo correcto – contestó la adolescente –, puedo ver eventos a futuro,
así es como he escapado durante años de nuestro padre.
–Ese es el principal poder de los Spica, Zaniah debe encontrar la manera de
unirse al Círculo del Zodiaco, con su poder psíquico debe ser capaz de manipular las
fuerzas que eligen a sus miembros.
–Es cierto, pero debe prepararse... – Shalem veía con buenos ojos la propuesta
de Minos.
–Eso depende de ella.
–Zaniah... – Shemhazai quería saber la opinión de la chica, no pensaba
obligarla a hacer algo contra su voluntad.
–Lo haré, estudiaré al Círculo y me uniré a ellos...

Zaniah estudió al Círculo del Zodiaco, también desarrolló sus dotes, aprendió a
controlar su poder sobre la premonición, sus visiones ya no eran al azar, se entrenó
para armar complejos rompecabezas del destino para ver hacia el futuro basándose
en hechos presentes.
Habló con Elan De Grieff padre, le expuso sus poderes y le brindó su lealtad
hacia el Círculo a cambio de su protección, el guerrero de Aries al ver la situación de
peligro que corría su entidad la admitió.
La discusión entre Aries y Elohim fue tensa, entre gritos y amenazas llegaron a
un acuerdo, mientras la ahora guerrera de Virgo estuviera dentro de las instalaciones
del Círculo del Zodiaco su vida no sería amenazada, pero fuera de los muros de la
entidad protectora del Primer Distrito, podía pasar cualquier cosa.
En cuanto al renacimiento de Gino y Kerb Enoch, Virgo le ganó la partida a
Elohim por el control de ambos, aprovechándose de su capacidad de ver a futuro y
del tiempo y desgaste que suponía la guerra que su padre sostenía con
Radamanthys, la miembro del Círculo del Zodiaco se encargó de que Amaltea De
Britten encontrara al pequeño Eacos y lo adoptara como su hijo, al que llamó Deneb.
Así se aseguraba que su hermano en un futuro tuviera nexos con el Círculo del
Zodiaco y apoyara a su grupo de poder.
Sir Aquiles renació como siempre, en el seno de la familia Markab, uno de los
Clanes Herreros de Hamal, pero Virgo se encargó de que el pequeño Danner fuera
declarado extraviado, después, auxiliada por Shemhazai se encargó de llevarlo al
Tercer Distrito en Arcadia, donde lo unió al hijo que el mismo Kerb le había
encargado: Yago, los crió a ambos en la pobreza y al lado de Arlés Probzzer, un
pequeño que cambiaría el destino del país.
Al mismo tiempo Virgo se encargó de seleccionar a sus Bérserkers Celestiales,
los guerreros que serían sus protectores, los elegiría directamente de sus Clanes
originales para tener a su servicio a los guerreros más poderosos, incluso tuvo
relaciones con los líderes de algunos de esos Clanes: los Corona Australis y Borealis
para asegurarse su poder, de esas relaciones nacieron sus hijos Ceo y Quantum.
*****
Cross caminaba tranquilamente hasta que llegó al lugar donde se encontraban
las ruinas del gimnasio de la derrumbada escuela superior del Tercer Distrito de
Arcadia, en ese momento fue absorbido a otro plano dimensional pero Escorpión
regresó a su propio espacio.
–Puedo llevarte a la fuerza a otro lugar con mi poder psíquico, chico – Elohim
salió desde las sombras.
–No Elohim, no puedes, lo que sea que quieras tratar lo hablaremos aquí...
–Está bien, viendo el estado de este lugar ya te habrás dado cuenta de la
amenaza que se cierne sobre el país...
–Los Titanes.
–Así es, no podemos darnos el lujo de pelear entre nosotros, debemos ir por el
verdadero enemigo...
–Sé quién es ahora el verdadero enemigo, Elohim, los Titanes son un peligro
circunstancial, ya veremos, tú eres una amenaza real...
–Si eres el líder que todos pregonan deberás hacer a un lado tus sentimientos y
pelear por el bien del país...
–Yo no tengo nada personal contra ti...
–A mí no me engañas, niño, ya sabes que yo fui quien mató a tu padre...
–Eso es cierto, pero te equivocas en tu manera de expresarte, la palabra
correcta no es “matar”, es “asesinar”, yo le agregaría cobardemente, sin embargo,
no me mueve la venganza, aunque no puedo negar que quiero saber por qué lo
hiciste, por qué engañaste y obligaste a los Patriarcas a matar a sus hijos...
–Era necesario...
–Ahora el que miente eres tú, sé la historia de los asesinatos, pero es mentira,
la prueba está en que las espadas divinas que no recibieron ningún sacrificio siguen
más vivas que nunca, habla con la verdad si quieres que nos ayudemos...
–Está bien, yo debía matar a mi hija, sé que ella tarde o temprano me asesinará,
lo justo era que todos esos malditos enfermos de poder hicieran un sacrificio como el
mío...
–¿Escuchas lo que estás diciendo? – Cross no creía lo que Elohim le estaba
confesando –. ¿Una profecía? Para ser alguien con tanta edad eres bastante
inocente...
–La profecía es real, chico, tres de mis hijos me han matado, Zaniah es la
definitiva...
–Si no trataras tú de asesinarlos tal vez ellos te respetarían.
–A ninguno lo intenté asesinar, pero por diversas circunstancias los tres me
mataron, Darius, Rex y Gino, no puedo arriesgarme con Zaniah, ella es mi asesina
definitiva.
–¿Y qué ha sido de tus hijos asesinos?
–Todos caminan entre ustedes con diversas personalidades, somos inmortales,
niño, yo personalmente estuve en la guerra contra los gigantes, peleé hombro con
hombro con Zarth, el primer portador de tu espada suprema.
–Los Riazor no son tan antiguos...
–Sí lo son pero en aquel entonces no eran un Clan de renombre, Dresser Riazor
era un don nadie, pero por casualidades del destino fue el primer portador de "la
espada blanca" y el que inició su estirpe. Pero volviendo a mis vidas pasadas he de
confesarte que Aureo Riazor es sólo un nombre que elegí en esta época, también he
sido un Yaotl, un De Grieff y un Brunn, he sido muchas personas...
–¿Quién eres realmente?
–Ya lo sabes, dímelo tú.
–Caín Enoch.
–Así es, y soy el único humano que conoce personalmente y de primera mano a
los Titanes, no me es desconocido el peligro que representan, he peleado contra
ellos y sé cómo vencerlos, sin mí la humanidad está perdida...
–La humanidad peleará sin ti, Caín.
–Piensa bien lo que dices, muchacho... sé que todos los guerreros élite te
siguen a ti. ¿Qué es lo que quieres? Dímelo y te lo concederé. ¿Deseas la
presidencia de Boleria? Es tuya, yo puedo dártela.
–La presidencia ya la hemos ganado sin tu ayuda.
–Ganaron la silla por el momento, el conflicto postrevolución será más
sangriento que tu guerra misma, la lucha por el poder apenas empieza, niño.
–¿Y tú puedes tranquilizar las cosas?
–Puedo hacerlo, puedo jurar con mi vida de por medio ante el triángulo de la
familia Deltotum de Hamal que Boleria será tuya y de tus descendientes...
–Lo que me dices es más peligroso aún que cualquier otra cosa, significa que
Boleria es de tu propiedad, que puedes hacer lo que quieras con ella cuando te
venga en gana, es tu juguete al que puedes controlar como mejor convenga a tus
intereses, debes de saber que este país sólo le pertenece a sus pobladores, no a ti
ni a los Titanes, y nosotros junto con esos pobladores le haremos frente a cualquier
amenaza, la tuya es la más perjudicial en este momento.
Después de escuchar a Cross, Elohim no se pudo contener, estalló en
carcajadas.
–No cabe duda que eres un niño, Boleria es una bomba de tiempo que necesita
ser controlada, si no fuera por mí, muchos idiotas sin escrúpulos ya la habrían
destruido. Somos la nación más poderosa del planeta pero también la más odiada,
todo el orbe vive con el constante temor de que algún loco gobernante de nuestro
país decida conquistar el mundo, que los ha habido y yo los he detenido. No puedo
permitir que me hagas a un lado de mi obligación de proteger a mi país, en este
momento tú no eres rival para mí.
–Lo sé, pero no estoy solo...
En ese momento de los escombros salieron todos los guerreros de la
resistencia, los FILOS, los FILOS Oscuros, los FILOS Divinos, los integrantes del
Circulo del Zodiaco, los Arcángeles de la Legión de los Iluminados, los Bérserkers
Celestiales, la Liga de la Noche y los miembros de la Armada Elemental.
Los ojos de Elohim se tornaron cian brillante, su pupila desapareció y en su
lugar se formó el símbolo de doce puntos, detrás de él apareció el gigante elemental
de agua, mismo que se transformó en un gigantesco domo.
–La cantidad de guerreros no te da el poder, Escorpión, eso lo hace la
experiencia, puedo matarlos a todos...
Cross observó el domo de agua, la caída del líquido vital formaba varias
espadas, Escorpión levantó la mano para evitar que sus compañeros atacaran.
–Que nadie se acerque, quien toque ese domo morirá...
–El domo no sólo sirve de protección muchacho...
La espada suprema Abigael surgió de la palma de la mano derecha del FILO
Divino número doce. A un movimiento de su brazo una gran ola atacó a los rebeldes,
misma que fue contenida por otra ola del mismo elemento, sin embrago, sólo fue por
un instante, el poder de Elohim prevaleció, se necesitó a los gigantes elementales de
viento y de energía pura para frenar el ataque.
Los ojos de Escorpión y Amaterasu ya se habían tornado rojo y verde brillante,
sus pupilas desaparecieron y en su lugar se formaron los símbolos de siete y ocho
puntos respectivamente.
–Veamos cuanto soportan – amenazó Elohim –, yo puedo atacarlos a todos en
un instante, no podrán salvar a sus amigos todo el tiempo...
–No necesitamos hacerlo...
Zaniah Enoch se abrió espacio entre todos los rebeldes, ella había sido quien
había frenado en primera instancia el ataque de su padre, en sus antebrazos
interiores tenía un tatuaje del ambigrama de su nombre, Virgo, con el fondo de las
estrellas de su constelación, en su rostro también tenía un par de tatuajes, en el lado
derecho se veía una gran letra "eme" con una muesca del lado izquierdo que iba de
la segunda curva de la letra hasta donde terminaba ésta, el tatuaje abarcaba parte
de la frente y de la mejilla derecha, del lado izquierdo tenía el mismo símbolo
invertido, había alcanzado el cuarto nivel de un guerrero del Círculo: la imagen
cósmica.
–Zaniah... – Elohim veía con precaución a su hija –. Por fin saliste de tu
madriguera...
–Si padre, vine a cumplir tu profecía, voy a matarte.
–Eso no sucederá hoy...
Virgo volteó a ver a los rebeldes.
–Todos los que no sean psíquicos retírense...
En el campo de batalla quedaron Heimdall, Escorpión, Hermes, Titán, Thor,
Virgo, Libra, Sagitario, Acuario, Tsukuyomi, Balar, Quantum, Ceo, Tyche, Brahma,
Kwan Yin, Pariel, Chitriel, Ariel, Azrael, Rafael, Tamiel y Luzbel, la batalla se daría
contra Elohim en el terreno psíquico...
El domo de Agua no era factor en el combate si no lo cruzaban físicamente, el
ataque de los rebeldes comenzó, Tyche los conectó a todos psíquicamente y
Escorpión con la ayuda de su madre evitó que Elohim entrara en su línea de
comunicación.
El líder de la resistencia sabía perfectamente qué hacer, apoyándose en el
poder de Libra para ver la debilidad de su enemigo ordeno a Tamiel y a Azrael que
con su poder de telequinesis abrieran el domo de Elohim, ambos habían alcanzado
el estado de la perfección, en los ojos negros de la Arcángel se formaron letras rojas
alrededor de la córnea y dentro de ellos un pentagrama escarlata, el ojo derecho de
Azrael era blanco con letras negras alrededor de lo que sería su córnea con una
estrella de seis picos dentro, su ojo izquierdo era idéntico al de Daniela Malka.
Con sus facultades psíquicas aumentadas gracias a Heimdall y con el poder
inhibidor psíquico de Luzbel que debilitó al portador de la espada suprema Abigael,
lograron hacer un hueco en el domo de su enemigo.
Inmediatamente después, Thor, quien ya tenía los ojos color violeta oscuro con
el símbolo que lo distinguía como el FILO Oscuro número diez por triplicado, envió a
sus cuervos contra Elohim, el cuervo blanco Hugin y el cuervo negro Munin se
estrellaron con el cuerpo de Caín Enoch empezando a atacarlo psíquicamente,
tratando de controlar su mente y borrándole la memoria.
Heimdall en su máximo estado con los ojos naranja brillantes y el símbolo de
cuatro puntos potenciaba a todos los demás. Tsukuyomi, Balar, Pariel, Chitriel y Ariel
atacaban al FILO Divino número doce con embates psíquicos que lo afectaban
físicamente, Troy con su poder sobre las etapas de la luna, utilizando la luna nueva,
congelaba el cerebro de su enemigo psíquicamente, Balar con su rayo invisible
psíquico freía su mente, Pariel alteraba sus sentidos, Chitriel lo tenía inmovilizado y
Ariel le ocasionaba dolor.
Virgo y Acuario lo atacaban mentalmente, Virgo a un nivel subconsciente y
Acuario lo trataba de hacer perderse en su mente causándole una sensación de
vacío. Hermes y Titán ya habían alcanzado el nivel constelación y los tatuajes de su
nombre: Géminis, se habían formado en sus antebrazos interiores, con sus
nebulosas Eskimo y Abell protegían a todos de los ataques alucinatorios del FILO
Divino número doce.
Por su parte, Brahma y Kwan Yin ya habían alcanzado también el último nivel
de un FILO Divino, sus ojos eran magenta y rosa brillante, en lugar de sus pupilas se
podía ver el símbolo de cuatro y nueve puntos respectivamente, sus ojos se
combinaron con el amarillo brillante de sus letales bestias y atacaron directamente el
cerebro de Elohim; Rafael y Sagitario con su poder trataban de enfermar el cuerpo
del máximo psíquico
Cross alcanzó al igual que Virgo y Libra el estado de imagen cósmica, en el
rostro le salieron los tatuajes de su símbolo, que era parecido al de Virgo, una “eme”,
sólo que ésta en su línea que anunciaba el fin de la letra terminaba en una flecha y
al igual que sus compañeros tenía un símbolo en el lado derecho abarcándole la
frente, el ojo y parte de la mejilla y el izquierdo invertido. Entró directamente en la
mente de Elohim, podía moverse libremente a través de ella, los ataques psíquicos
podía revertirlos en contra de su atacante.
Al final lo encontró y con Antares en su mano corrió hacia él, faltándole un par
de metros se quedó inmóvil, Elohim desenfundó su espada azul y lo atacó, pero
también se quedó sin poder moverse.
–¿Qué demonios...? – Elohim no se explicaba lo que sucedía.
–Puedo revertir los ataques en tu contra, Elohim...
–Entonces estamos emparejados, tú eres el único que puede llegar hasta mi
refugio psíquico, gracias a que eres un FILO Divino has lograrlo ingresar en lo más
profundo de mi mente, algo que ni Tamiel consiguió a pesar de tener la misma
habilidad que tú, pero hay algo que debes considerar, tus amigos creen que están
ganando su batalla contra mí pero no es así, el combate afuera es una ilusión, los
rebeldes sólo están gastando su energía, cuando estén vacíos los eliminaré a todos,
tú eras el más peligroso de todos porque podías ver mi trampa...
–Por eso me dejaste llegar hasta aquí...
–No precisamente, traté de eliminarte antes pero eres poderoso, sin embargo,
cuando tengamos un combate físico te eliminaré, por lo pronto así estamos bien...

En el campo de batalla real, todos los rebeldes se encontraban estáticos, sin


moverse, inmersos en la poderosa ilusión de Elohim, gastando su energía sin ningún
objetivo aparente, cansando su cuerpo y su mente a un ritmo bastante rápido.
Del domo de agua empezaron a salir largos brazos empuñando espadas
acuáticas con parte del poder de Abigael, dispuestas a destruir a los enemigos más
peligrosos, las primeras en morir serían las Arcángeles Tamiel y Luzbel, cuando las
espadas elementales de agua estuvieron a punto de eliminar a los miembros
femeninos de los Caídos, dos enormes espadones acabaron con los ataques.
Cástor y Póllux estaban protegidos por sus nebulosas y se habían salvado del
control de Elohim, en sus rostros se distinguían los dos tatuajes de su símbolo
mostrando que al igual que Virgo, Libra y Escorpión, habían alcanzado el estado de
imagen cósmica, detrás del ahora gemelo mayor se observaba la nebulosa Abell, un
gas de color azul claro lo acompañaba con esencia eléctrica color morado en su
interior que electrificaba las ondas psíquicas de su padre, a Póllux lo protegía la
nebulosa Eskimo, gases naranja y amarillo lo rodeaban con esencia blanca brillante
en medio que congelaban los ataques psíquicos de Elohim, pero no podían hacer
nada por sus compañeros más que protegerlos físicamente, las nebulosas sólo
actuaban sobre ellos, Cástor le advirtió a su hermano:
–Pol, este tipo apenas está calentando, tú toma el lado izquierdo y yo el
derecho, ninguno de nuestros amigos deberá ser lastimado.
–Confía en mí, hermano – respondió el ahora gemelo menor –, nadie a mi
cuidado resultará herido.
En ese momento diez brazos acuosos con su respectiva espada del mismo
elemento atacaron a los guerreros atrapados en la ilusión de Elohim, los gemelos
utilizando su poder fusionado sobre el viento y el metal protegieron a sus
compañeros aplicando sus máximas técnicas.

En otra dimensión, Elohim y Escorpión seguían luchando por controlarse


mutuamente, ambos permanecían inmóviles, el portador de la espada suprema
Abigael trató de desconcentrar al portador de "la espada roja".
–En este momento tus amigos van a empezar a morir, lo sientes... ¿no es así?
Sabes que no te engaño, los únicos que son inmunes a mi poder son mis hijos, esos
gemelos a los que ustedes tanto quieren, ellos están protegiendo a tus compañeros,
pero ya están en su límite…
–Te equivocas si crees que yo no puedo pelear también en el mundo real…

En la dimensión de los hombres, los ataques de agua fusionados con Abigael


subieron su intensidad, la hoja de “la espada azul” se convirtió en agua dorada y se
fusionó con el domo de su portador, volviendo más letales sus ataques.
Cástor y Póllux se vieron abrumados por el nuevo poder, apenas podían
rechazar un par de ataques cada uno comprometiendo sus propia vida en la defensa
de sus compañeros, con desesperación observaron diez brazos salir de aquel domo,
no lo lograrían…
Los brazos acuáticos sosteniendo una versión enorme del mismo elemento de
Abigael se estrellaron contra los cuerpos dormidos de diez miembros de la
resistencia, Cástor gritó imposibilitado para salvar a sus compañeros y Pólux cayó
de rodillas, cuando todo pasó, sorprendidos observaron que ninguno de sus amigos
estaba muerto.
La cola del escorpión de energía pura que descansaba sobre Cross se
multiplicó en igual número de brazos acuáticos dorados con espadas, la extremidad
de la bestia del portador de Antares protegió a los rebeldes, los gemelos de
inmediato se volvieron hacia su líder, quien tenía los ojos abiertos pero no se movía,
una nebulosa de colores rojo, naranja rosa y morado primordialmente se había
formado a su espalda, en su antebrazo externo derecho se formó el tatuaje del
décimo tercer símbolo zodiacal: un par de serpientes alrededor de una espada con
alas en lugar de la “cruz”, su compañero en su desesperación por ayudar a sus
amigos logró alcanzar el estado más poderoso de un miembro del Círculo del
Zodiaco: el modo Ophiuchus, la nebulosa del insecto estaba liberada y su poder era
una bocanada de aire fresco.
–Así que ese es el poder de la nebulosa del jefe – le dijo un sonriente Cástor a
su gemelo señalando a Cross.
–Así parece – respondió Póllux liberando la tensión –, para nuestra suerte el
misterio ha sido develado.
La reacción de su líder le dio nuevos ánimos a los gemelos, que con la ayuda
de Escorpión podían proteger sin tanta presión a sus compañeros, de igual forma la
hoja de Antares se desvaneció convirtiéndose en energía pura, la cual se posó en el
gigante elemental de Cross, quien canalizó su energía hacia el exoesqueleto del
escorpión de energía pura que protegía a los miembros de la resistencia.

En la dimensión alterna, Elohim observó sorprendido el tatuaje en el antebrazo


derecho exterior de Cross, al igual que su rival, en el mundo real su cuerpo no podía
moverse, sólo observar el desarrollo de la batalla, le habló a su oponente:
–¿Cómo lograste fundir tu poder sobre la energía pura con tu espada? En tu
batalla contra τdín no sabías cómo hacerlo…
–Puedo copiar cualquier técnica de combate o con la espada con sólo verla una
vez, me bastó observar el movimiento de Argento Riazor en nuestra batalla para
aprenderlo.
–Eres el primer guerrero que no es Kukulcán que logra resistir mi poder,
felicidades, te has convertido en el FILO Divino más poderoso, ni siquiera Elan De
Grieff padre logró llegar al estado Ophiuchus del Círculo del Zodiaco, sin embargo,
yo soy el máximo controlador de dos energías, eso nos pone a ambos en el mismo
nivel, pero la experiencia está de mi lado, de poco te servirán las armaduras con las
que tu bestia protege a tus amigos, mi ataque puede ser más intenso aún,
eventualmente perderás a alguno de ellos, en una guerra eso es inevitable.

En el mundo real, del domo acuático surgieron un incontable número de brazos


de agua armados con espadas del mismo elemento, los gemelos y los aguijones del
exoesqueleto del escorpión de energía pura no fueron suficientes para proteger a
todos los rebeldes, las espadas destruían las armaduras de energía pura cuando
chocaban una con la otra y Cross no podía formar otras con la misma rapidez que
Elohim atacaba.
El portador de Antares cambió la estrategia y controlando las colas inmateriales
de su bestia que protegían a sus compañeros eludía los ataques de Elohim, su
gigante elemental también le era insuficiente para protegerlos a todos, era más fácil
destruir que proteger, los golpes de Elohim eran al azar, sólo bastaba que golpeara
directamente el cuerpo de cualquier miembro de la resistencia para que lo matara.
El ataque del FILO Divino número doce se volvió a intensificar, tanto Cross
como los gemelos se supieron perdidos, no alcanzarían a proteger a todos sus
compañeros, los primeros en sufrir esa nueva arremetida fueron Drake y Libra, los
aguijones del escorpión de energía pura de Cross que los protegían fueron
destruidos por dos ataques previos y ya nada impedía que fueran tocados por el
poder del agua dorada.
Centímetros antes de que ambos guerreros fueran arrasados, un viento dorado
frenó el embate, Amaterasu se encontraba detrás de los dos guerreros atacados, su
respiración era entrecortada y sangraba por la nariz, sostenía la empuñadura de
Kusanagui-no-tsurugui con ambas manos hacia el frente, la hoja del arma había
desaparecido, se fusionó con su viento tornándolo dorado.
–Nadie va lastimar a mi novio – amenazó –, yo también soy un FILO Divino y no
voy a permitir que me excluyan de esta batalla.

En su dimensión particular Elohim lanzó un grito de frustración, jamás se


esperó la intervención de Amaterasu, cada vez su confianza se veía más mermada.
–Ya me cansé de esto – masculló con violencia, necesitaba desesperadamente
convencer a Escorpión de desistir –, en cualquier momento tus amigos perderán su
vida uno a uno, empezaré por la Arcángel de los cabellos rojos, lo mejor será que
empecemos a negociar, nadie más puede venir a ayudarte...
–Te equivocas, padre, Cross no es el único que puede llegar hasta a aquí...
Los inmóviles Cross y Elohim giraron sus ojos a la derecha, Virgo estaba con
ellos, por primera vez Escorpión vio miedo en los ojos de su enemigo.
–No es posible, tú no puedes... – La mirada de Elohim era de incredulidad.
–No, yo no puedo llegar hasta aquí por mi cuenta, pero Libra puede ver la
debilidad de tu ataque, al igual que los gemelos, Escorpión y yo, ha podido alcanzar
el estado de imagen cósmica, él me guió hasta aquí con la ayuda de Tyche...
–Esa maldita niña...
Virgo se acercó hasta Elohim, el FILO Divino no podía moverse a causa de la
restricción de Escorpión, todo pasó en un segundo, Virgo sacó una daga y le cortó el
cuello a Elohim rompiendo su ilusión.
En el mundo real, el domo de Elohim por unos segundos dejó un espacio sin
cubrir, tiempo aprovechado por Quantum, quien manipulado por Virgo teletransportó
a Escorpión hasta el cuerpo del FILO Divino número doce, la sincronización fue
perfecta, Cross lanzó el ataque desde que sintió el contacto del Bérserker Celestial,
con Antares Cross cortó la cabeza de su enemigo.
En ese momento el domo se empezó a llenar de agua, en el último segundo
una sombra alada sacó del área de protección de Elohim a Cross y a un confundido
Quantum.
La ilusión se rompió, todos los guerreros estaban frente a Elohim, nadie se
había marchado, Cástor apenas podía respirar por el cansancio y Póllux ya tenía
una rodilla en el suelo, los dos ya sin fuerzas se habían resignado a morir, una gran
ola dorada cargada de espadas se estaba formando para arrasarlos a todos hasta
que Cross y Quantum finalmente reaccionaron y acabaron en un parpadeo con su
enemigo, justo a tiempo, el FILO Divino número doce pensaba matarlos a todos en
un solo ataque.
Rhiannon no se sentía mejor, también se encontraba al límite, su cuerpo no
estaba preparado para combatir contra el agua dorada y resistir los ataques
psíquicos de Elohim al mismo tiempo, Drake evitó que se desplomara.
Cross observó a la sombra que los sacó a él y a Quantum del área protegida
por el domo de Elohim esfumarse, Minos que en ese momento llegó acompañado de
los Guardianes del Destino, le estaba ofreciendo su mano para levantarlo. Cross
aceptó la ayuda de su maestro y después le preguntó:
–Minos... ¿qué fue eso?
–Que casi se mueren tú y este niño, esa cúpula de agua tiene una presión de
dos mil atmósferas...
–¿Qué significa eso? – Escorpión señalaba el domo acuático.
–Que aún no vencen a Elohim, sólo han ganado algo de tiempo, esa es su
última defensa, en doce horas su cuerpo se volverá a unir.
–Lo volveremos a vencer... – Cross no podía creer que después de cortar su
cabeza Elohim siguiera siendo un peligro, pero estaban en Boleria, cualquier cosa
podía suceder y más si se trataba del guerrero más poderoso del país.
–No con la misma técnica, ahora estará molesto y será más peligroso, siempre
lo es...
–Debemos hacer algo...
–Hay una manera, debes alejar la cabeza de su cuerpo, separarlos por
completo y aislar su extremidad superior en un contenedor especial, sólo así
impediremos que su cuerpo se vuelva a formar y morirá de manera definitiva... –
Minos le mostró un contenedor de metal –. Este aparato puede resistir la presión,
aquí hay que depositar su cabeza...
–¿Y por qué no simplemente todos atacamos con nuestro máximo poder y
desintegramos ese domo? – preguntó Cástor.
–Si destruimos por completo el cuerpo de Elohim se volverá a formar en una
ubicación que sólo él conoce – les advirtió Minos –, todo esto habrá sido en vano. La
única solución es separar la cabeza de su cuerpo y conservarla encerrada, así jamás
podrá volver a formarse.
–Entonces pongamos manos a la obra... – dijo Cross concentrándose en la
manera de llegar hasta el cuerpo de Elohim.
Los rebeldes atacaron con todo su poder individual el domo de agua de cien
metros de circunferencia, pero nunca lograron llegar al centro, impactarlo todos
juntos era un riesgo que no podían tomar. Establecieron todo tipo de estrategias y
experimentos, incluso probaron con bombas y maquinaria pesada, todo fue inútil, el
agua con dos mil atmósferas de presión era incluso superior al metal más resistente,
el tiempo se agotaba, ya sólo quedaba media hora.
–No hay más remedio – dijo Minos que se veía más abatido que nadie, tenía la
esperanza de no llegar al extremo en el que se encontraban –. Estamos ante el peor
escenario posible, alguien tiene que llegar al centro y colocar la cabeza en el
contenedor, deberán ser los guerreros con la armadura más poderosa...
–Bien – respondió Cross.
–Pero el que lo haga no podrá regresar – explicó Minos –, la explosión que
generará el poder de Elohim separado lo matará, yo sería la opción más viable pero
estoy débil – Minos no mencionó que como hijo de Caín Enoch regresaría a la vida,
no era necesario si de todas formas no tenía el poder suficiente de llegar hasta su
padre –, la droga que Horus puso en mi cuerpo no se ha erradicado por completo,
no llegaría ni a la mitad.
–Es cierto – confirmó Rafael –. Ni Sagitario ni yo logramos dejar la sangre de
Minos limpia, lo que Horus le puso en su sistema era un virus experimental, lo
destruimos pero no logramos extinguirlo del todo, tal vez Marquesa del Sindicato de
la Ciudad de los Cielos Hevven de Ishtar podría, su nivel de sanación es
incomparable, pero por el tiempo esa ya no es una opción ahora.
Gea, quien estaba protegida por el grafeno, armadura de nivel diez, le comentó
a Geedy:
–Yo podría...
–No – la silenció Geedy –, cállate y no digas nada.
Por primera vez en su vida Geedy se portó egoísta, no estaba dispuesto a
perder a Gea, podría ofrecer su propia vida pero no la de su guardiana, prefería
enfrentar nuevamente a Elohim, se sentía mal por eso, pero no la dejaría
sacrificarse, tomó su mano y observó a Cross rezando por que no eligiera a su
protectora para el sacrificio, eso conmovió a Gea hasta las lágrimas.
La armadura más fuerte era la de Aries, la única de nivel doce, después
seguían las de Tauro y Leo, pero ya todos ellos habían muerto, la de Lúgh de metal
y energía pura también era de nivel diez pero Edgar De Grieff se encontraba en el
Cinturón del edificio de la Ciudadela, jamás llegaría a tiempo, eso tomando en
cuenta que aceptara dar su vida...
Inmediatamente Cross pensó en los guerreros que se encontraban ahí, los
candidatos naturales eran los gemelos, ambos podían crear aleaciones para
protegerse y llegar hasta Elohim, en cuanto sus miradas se cruzaron ambos
afirmaron, Cross dio dos pasos para atrás, todos estaban al pendiente de su
elección, Cástor o Póllux.
Una gran pared de energía pura blanca, casi trasparente, se interpuso entre
Cross y los rebeldes, misma que después se tornó dorada al fusionarse con la hoja
de la espada suprema Antares, en los ojos de Escorpión ya se había formado de
nuevo el símbolo de siete puntos y en su cuello surgió el tatuaje del escorpión
definitivo, la decisión fue tomada, quien se sacrificaría sería él, su armadura de
energía pura en modo de FILO Divino era tan resistente como la aleación más fuerte
de los gemelos, de nivel diez.
En cuanto vio a Cross despedirse, Athena corrió hacia la pared de energía pura
y trató de destruirla, pero no pudo hacerlo, le gritaba que se detuviera, pero Cross no
podía escucharla, su escudo era demasiado poderoso, no pasaba nada a través de
él.
Michelle empezó a temblar, ni siquiera tuvo fuerza para acercarse al domo, las
piernas le flaquearon, David Nexus la tuvo que detener para que no se cayera,
quería gritar, pero de su garganta no salió ninguna voz.
Caris por su parte luchaba contra los brazos de Tamiel que la detenían para
que no se fuera a estrellar contra la pared de energía pura de Cross, Daniela Malka
también lloraba, pero respetaría la decisión de su hijo.
Cástor y Póllux no pudieron ser contenidos, ambos se lanzaban salvajemente
contra la pared de energía pura de Cross sin importarles el daño que se estaban
infligiendo al tener contacto directo con ella.
Drake no pudo contener las lágrimas, Rhiannon lo abrazaba por la espalda;
Connor también deseaba detener a Cross, pero Selene y Anuk lo sostenían.
Libra, Acuario y los demás miembros del Círculo estaban cabizbajos, no podían
creer lo que estaba sucediendo, el sentir de los demás era de sorpresa y tristeza,
todos de alguna forma querían y respetaban a su líder.
Cross les sonrió y levantó la mano derecha a modo de despedida, se enlazó
con los demás a través de Tyche, por medio de ella se despidió de todos. La
Bérserker Celestial empezó a transmitirles a sus compañeros las palabras de
despedida de Cross.
–Adiós amigos, no voy a permitir que nadie más muera a causa de esta guerra,
yo fui quien la inició y yo la terminaré, como no soy muy bueno hablando sólo me
despido esperando que cambien a este país para bien, demuestren a los habitantes
de Boleria que la revolución valió la pena... Y madre, fui muy feliz de conocerte,
cuida a mis chicas.
El portador de Antares tomó aire, lo pensó un momento y después le pidió a
Tyche que lo enlazara en lo particular con cada una de sus chicas, empezó con
Kharynna Humbolt.
–Caris... el ángel que cayó en mi vida con la fuerza y brutalidad del rayo más
poderoso. Desde que tuve el primer contacto contigo, desde que te vi por primera
vez pasando frente a mí en ese lujoso auto me impactaste, bueno, tu impactas a
quien sea. Sin embargo, aunque te conocí en una búsqueda desesperante por
encontrar al amor de mi vida, jamás pude sacarte de mi cabeza, cuando te conocí y
tuve la fortuna de convivir contigo, jamás pude sacarte de mi corazón. Adiós Caris,
nunca entendí ese amor que sentías por mí, nunca lo merecí pero lo agradezco con
toda mi alma, no sabes cómo me hizo feliz, lamento fallarte, sé que me preferiste por
encima de Siege o Deneb, dos grandes tipos y mejores seres humanos, me alegro
que ahora sean parte de tu vida. También lamento mucho haberte hecho sufrir al no
tomar una decisión respecto a ustedes tres, pero no podía hacerlo, el solo hecho de
pensar que ustedes sufrirían lo que yo he estado sintiendo estos últimos días no es
algo que yo permitiría que pasara. Te encargo mucho a las chicas, Elektra tiende a
deprimirse mucho y Michelle parece fuerte pero no lo es, van a necesitar del cariño y
amor de todos sus amigos, esto es algo que debo hacer, no puedo permitir que
nadie más muera con motivo de esta guerra, te puedo decir sin temor a equivocarme
que eres lo mejor que me pasó en la vida, aún ahora que voy hacia mi muerte
recuerdo la vez que estuvimos juntos, si muero pensando en eso, me iré feliz.
Cross cortó la comunicación, Caris por primera vez en su vida no estaba sin
palabras ante él, ya había perdido ese miedo que la enmudecía y sabía que decir,
pero lamentablemente Cross ya no la escuchaba, quería decirle que lo amaba, que
la flechó desde el momento en que le extendió la mano para sacarla del auto
volteado que fue atacado por terroristas de su estado y que se enamoró de él
cuando dio la cara por ella en contra de todos en su fiesta de compromiso con
Siegfried, que desde entonces sólo y únicamente lo había amado a él. Se aferró a
Daniela Malka para no caer, la abrazaba fuertemente mientras lloraba a todo
pulmón, en ella, aunque levemente, sintió la esencia de Cross. La siguiente en
escuchar su despedida fue la portadora de la espada sagrada Spartha.
–Elektra, a ti puedo decirte la verdad, siempre me he sentido cómodo hablando
contigo, más que con ninguna otra persona, desde que te conocí siempre fuiste la
persona más especial de mi vida, la única que me hizo dudar si en verdad estaba
enamorado de Christina. A ti puedo confesarte que no hago esto porque quiera ser
un héroe ni mucho menos, tengo miedo y no quiero morir, el simple hecho de verte
hace que me acobarde y prefiera quedarme contigo, pero hay otro miedo más
profundo en mí que no puedo dejar de lado, el miedo a perder otra vez a Pol o a
Cas, no podría lidiar con eso, no nuevamente, el conocer a esos dos idiotas es una
de las mejores bendiciones que me pasaron en la vida y no estoy dispuesto a
perderlos una vez más, lo siento, soy un cobarde que evade el sufrimiento pero ¿qué
le vamos a hacer? También lamento mucho lo que pasó entre nosotros, tú menos
que nadie merecías lo que te hice y tu silencio fue el que más me lastimó, no te pido
perdón de nuevo porque sé que me perdonaste inmediatamente, así eres tú, te
conozco bien y sé que eres la que más va a sentir mi muerte y créeme, lo que más
me afecta de esto no es dar mi vida por mis amigos, es dejar de verte, mi amor por ti
es más grande que cualquier cosa y sé que soy correspondido, por eso siempre
entendí tu pesar y tu hostilidad hacia mí, la herida que te causé era muy profunda y
necesitaba tiempo para sanar, yo hubiera esperado por ti toda mi vida, a ti te
encargo a mi madre, despídeme de los gemelos, diles que los quiero mucho, adiós
pequeña.
Elektra no dijo nada, no pensó en nada, su cerebro se bloqueó, perdió el
sentido de la realidad, con la mirada perdida cayó de rodillas y se quedó viendo el
horizonte, se quedó ajena a todo lo que estaba sucediendo. Finalmente Tyche
conectó a Cross con la Arcángel.
–Michelle, mi Michelle, la chica más hermosa del mundo y también la más
odiada, querida por los que te conocen y detestada por quienes sufren de tus
desplantes, hay muchas cosas en ti que no funcionan bien... ¿pero sabes qué? No
importan, así eres perfecta, yo no cambiaría absolutamente nada de ti. Tu amor fue
el que más me sorprendió, sinceramente no me lo esperaba, pero fue el que me
fulminó, de alguna manera te metiste hasta en lo más profundo de mi ser, poco a
poco hasta que me hice adicto a ti. Que poco saben esos imbéciles que se
enamoran de ti y te siguen por lo hermosa que eres, la verdadera Michelle es la que
reside dentro de ti, la que ama con pasión y no le da miedo demostrarlo, la que exige
que ese amor sea correspondido... yo te correspondo. Como es tu costumbre me
llevas por todos los estados de ánimo, del enojo a la sorpresa, de la tristeza al gozo,
de la inquietud a la serenidad, pero en todos soy feliz, tú me has dado los momentos
más intensos desde que regresé de la oscuridad, sufrí como no tienes idea cuando
te hiciste novia de David Nexus, incluso llegue a pensar en matarlo, nada me
costaría... así como me lastimó tu relación con él, los momentos que más atesoro
desde que nos volvimos a ver son esas dos veces que me tomaste por sorpresa y
me abrazaste, me hiciste pensar que la vida valía la pena y saber que esperaría toda
una vida por volver a sentir esos confortables brazos tuyos alrededor de mi cuello y
ese atrapante aliento en mi oído escuchando tu dulce voz, adiós mi angelita de
cabellos rojos y mirada azul intensa.
Michelle lloraba en silencio, sus ojos eran dos cascadas pero de su boca no
salía ningún sonido, al igual que Elektra era ajena a todo a su alrededor, no sentía
como David Nexus la sostenía para que no cayera presa de la angustia y el dolor, lo
único que deseaba en ese momento era dejar la vida en ese lugar y perderse en la
eternidad al lado de Cross.
Una vez que cortó el enlace con la Arcángel, Cross se encaminó hacia el
domo, estaba absorto, concentrando su energía, su gigante elemental caminaba por
delante, le abriría camino para que él avanzara lo más posible, después establecería
su armadura de energía pura.
En ese momento Michelle gritó, sin pensarlo potenció su propia voz, todos se
taparon los oídos al sentir el sonido que les reventaba los tímpanos.
–¡CROSS NOOOOO! ¡POR FAVOR NOOOO!
Dorian volteó a ver a Michelle, la desesperación la había llevado a alcanzar el
estado de penitencia de un Iluminado, en su ojo totalmente blanco derecho se veían
letras negras alrededor de su retina, en su ojo blanco izquierdo se había formado
una estrella de seis picos. Michelle debía ser controlada antes de que lastimara o
matara a alguien.
El FILO número tres encendió su cuerpo al máximo, sus ojos se tornaron cian
claro, el tatuaje de la empuñadura de Durandal en su pecho brillaba, al elevar su
temperatura corporal y enlazar su fuego azul con su "espada de las reliquias" logró
traspasar la pared de energía pura de Escorpión, en segundos extrajo su arma
sagrada de su pecho y se aproximó al líder de la resistencia, quien en esos
momentos por estar concentrado en alcanzar el estado ophiuchus no notó la
presencia que se aproximaba a él, los tatuajes de su símbolo estaban surgiendo en
su rostro cuando lo sintió, fue un golpe brutal con la parte plana de Durandal directo
en la nuca.
Escorpión nunca se imaginó algo así y obviamente no vio llegar el ataque de
Cerberus, con el golpe se desvaneció su gigante elemental. La barrera de energía
pura desapareció y la hoja de la “espada roja” volvió a su sitio, Elektra, Michelle,
Caris y Daniela Malka corrieron hacia Cross que estaba tendido en el suelo, Dorian
se guardó su espada sagrada en la espalda, recogió el contenedor metálico y sin
decir palabra alguna caminó hacia el domo de agua, Arlés lo detuvo.
–¿Qué carajo crees que estás haciendo?
–Alguien tiene que hacer el trabajo de Cross, yo lo haré.
–No amigo...
–Está bien, esto lo hago por ustedes cinco, por nadie más, no puedo permitir
que los gemelos vuelvan a morir, ya los maté una vez y no soportaría ver sufrir a las
chicas si Cross muere, contigo no tendría problemas en dejarte sacrificar pero tú no
podrías soportar llegar al centro...
–No bromees amigo...
En ese momento Elektra abrazó a Dorian.
–No vayas...
–Alguien tiene que hacerlo, es Cross o soy yo, no hay más opciones...
Elektra agachó la cabeza, Dorian se la levantó por la barbilla.
–No hay problema, tú siempre fuiste la más buena conmigo, mi hermana
incondicional, te entiendo, tú eliges a Cross y yo te elijo a ti, sé feliz...
Póllux no podía dejar morir a su hermano, estableció su armadura más
poderosa para internarse en el domo en lo que Dorian se despedía, con su máxima
velocidad nadie lo notaría hasta que ya fuera demasiado tarde, pero Addy lo detuvo.
–Si te lanzas contra ese domo yo te sigo...
–No – el ahora gemelo menor sitió temor sólo de pensar que Addy pudiera sufrir
algún daño –, voy yo sólo... – señaló a Dorian –. Él es mi hermano...
–Y yo soy tu novia, sólo estoy viva por ti, ya te lo había dicho, si mueres, muero
contigo... – Addy hizo una leve pausa que a Póllux le pareció eterna, tragó saliva y
después tomó las manos de su novio, lo veía suplicante –. Pero no quiero morir...
Póllux observó a Addy, había jurado que la haría feliz, que siempre estaría con
ella para hacerla olvidar toda la traumante experiencia por la que pasó y que había
culminado con la muerte de su gemela y su padre, no podía hacerla sufrir
sacrificándose él mismo, agachó la mirada y comenzó a llorar, Addy lo abrazó.
Cástor intentó hacer lo mismo, él era el protector, desde que conoció a los
huéspedes de la casa Riazor él mismo se impuso esa labor dentro del grupo, era su
obligación ver que todos estuvieran bien, tomó la mano de Astrid y se disculpó.
–Lo siento, preciosa, pero debo hacer esto.
Astrid veía con ojos tristes al ahora gemelo mayor, bajó la mirada, con apenas
un susurró habló más para sí misma que para Cástor.
–Siempre haces todo por ellos, expones tu vida de formas por demás
arriesgadas por protegerlos y yo nunca he tratado de detenerte, así eres tú y no sólo
te entiendo, así te acepto... pero me gustaría que sólo una vez hicieras algo por mí,
algo loco como quedarte conmigo, perdí a mi madre, a mi padre y a mi tío Elan que
era como mi papá, sólo me quedas tú, no me dejes...
Cástor por primera vez en su vida se sintió débil, sus piernas no le
respondieron, quería ir hacia el domo pero su cuerpo no se lo permitió, abrazó a
Freya mientras una lágrima recorría su mejilla, algo que no le había sucedido desde
hacía muchos años, cuando se disculpó con Michelle por haberla golpeado.
Cross desde el suelo le gritaba a Dorian, trataba de levantarse pero el golpe
que le había propinado lo tenía aturdido.
–No Dorian, no lo hagas, esa es mi obligación, yo soy el líder...
–No lo hago por ti – le espetó el amo del can del infierno –, nunca me caíste
bien y todavía no te soporto, esto lo hago por mis hermanos, será mejor que cuides
a las chicas o regresaré del más allá para matarte...
–No, yo soy quien entrará...
Michelle se levantó, abrazó a Dorian y lo besó en los labios, el portador de
Durandal le enjugó una lágrima.
–De haber sabido que así te conquistaría lo hubiera hecho desde hace años...
–Idiota.
Michelle abrazó a Dorian y se puso a llorar, Arlés tuvo que intervenir para que
lo soltara, los dos amigos se dieron la mano.
–Siempre fuiste mi mejor amigo, Arlés.
–Tú también el mío, Dorian.
–Cuídalos, todos confían en ti.
–Lo haré.
Cross desesperado trataba de levantarse, pero su madre y Caris se lo
impedían, desde el suelo le preguntó a Dorian:
–Déjame ir a mí... ¿cuál es la diferencia entre tu vida y la mía?
–En el poco tiempo que combatí a tu lado entendí que todas las vidas son
valiosas y no hay diferencia entre ellas, pero yo hice mucho mal, más del que puedo
soportar, maté a Lothar entre otras muchas cosas. – Dorian recordó con tristeza a su
maestro.
–Yo también he matado y mucho peor que tú... – le espetó Cross luchando
todavía por incorporarse.
–Sí, pero tu muerte va dejar muy tristes a mis hermanas y no puedo permitir
eso.
–La tuya también.
–No amigo, no de la misma manera... ¿ya ves? Al final si terminamos como
amigos...
–Te quitaré el sentido del tacto – dijo Michelle acariciando el rostro de Dorian.
–No lo hagas – Dorian cerró los ojos y apretó la mano de su compañera contra
su mejilla, deseaba que el tacto de Michelle fuera su último recuerdo –, el dolor me
mantendrá consciente, no tienes idea de la cantidad de dolor que puedo soportar...
el tiempo se agota, adiós.
Dorian elevó el puño derecho al frente con el brazo estirado por encima de su
cabeza, Arlés, Cástor, Póllux, Michelle y Elektra hicieron lo mismo despidiendo a su
compañero, Cerberus estableció su armadura de fuego azul y se dispuso a entrar en
la cúpula acuática, se sentía tranquilo, él no veía su sacrificio como un acto de
heroísmo, lo veía como un acto de redención, en el fondo de su alma sentía que no
merecía seguir viviendo, Cástor lo sacó de sus pensamientos:
–¡Hazte a un lado!
Cerberus volteó a ver al ahora gemelo mayor, su espada Doppelhander giraba
enfrente de él, Titán había convertido su brazo derecho en un gigantesco cañón, lo
disparó en contra del domo haciendo un boquete con su viento cortante de varios
metros, en seguida se escuchó otra detonación, un polvo metálico había ingresado
al domo y unos gigantescos brazos metálicos impedían que el boquete hecho por
Cástor se cerrara.
Dorian de un movimiento de cabeza agradeció a los gemelos la ayuda, sus ojos
se tornaron cian claro y sus pupilas desaparecieron, el símbolo que lo distinguía
como el FILO número tres se formó por duplicado en lugar de su pupila, tomó la
fuerza de su bestia y a toda velocidad se internó en el túnel.
Athena se concentró y habló a su interior.
–¿Estás ahí?
–No hace falta que digas nada – le respondió su bestia mítica directamente en
su cerebro –, nos vemos en un año...
–Gracias amigo...
–Sabes que estoy para servirte...
Athena abrió los ojos, eran gris claro, su pupila había desaparecido y en su
lugar se había formado el símbolo que la identificaba como el FILO número once, el
Dragón de Luz se formó a su espalda y se lanzó contra el domo, en un instante dejó
atrás a Cerberus y se impactó con el elemento agua haciendo más profunda la
brecha, sacrificándose por unos metros más de distancia.
Dorian corría a toda velocidad pero el túnel que sus amigos le habían abierto
empezaba a cerrarse, en ese momento vio cómo una cadena blanca lo rebasaba,
más adelante se tornó azul y una explosión de cero absoluto detuvo el flujo de las
moléculas del agua dejando el corredor intacto. Afuera del domo, Arles tenía clavada
la espada Colmillo Azul sobre la cadena en que se había transformado Colmillo
Blanco.
Los demás rebeldes al ver lo que hacían sus compañeros se dispusieron a
ayudar de la misma manera a Dorian pero todo no había durado más que unos
segundos, antes de que pudieran hacer algo el domo se cerró, no podían volver a
abrirlo a riesgo de lastimar a Cerberus, ahora todo dependía de él.
Cuando llegó al final del túnel que le habían fabricado sus compañeros, Dorian
saltó por encima del agua congelada a cero absoluto y se internó en las
profundidades de la presión a dos mil atmósferas.
Inmediatamente sintió la presión pero su cuerpo con la ayuda de Durandal
cortaba todo al frente, ya podía ver a unos metros el cuerpo y la cabeza de Elohim
que estaban prácticamente unidas.
Faltando un metro para llegar sintió entonces la presión en toda su magnitud.
Afuera del domo, Michelle caía con la nariz sangrante, Arlés la detuvo para que no
golpeara el suelo.
–¿Qué sucede?
–El dolor rompió mi concentración, me metí en el cuerpo de Dorian por medio
del sentido del tacto para ayudarlo a aguantar la presión.
–¿Puedes hacer eso?
–En el estado de penitencia sí, puedo sentir a través de los sentidos de otras
personas...
–¿Cuánto le faltaba para llegar?
–No lo sé, estaba totalmente concentrada sólo en el sentido del tacto.
Dorian sintió cómo todos los huesos se le rompían, su bestia fue destruida
cuando le ayudó en el último metro y su armadura de fuego ya había colapsado.
Estaba junto al cuerpo de Elohim, pero no podía moverse.
–¡Tú puedes maldito inútil, has aguantado más dolor que eso – se decía a sí
mismo luchando contra la presión del agua –, hazlo por tus hermanos, hazlo por
Michelle...!
La espada Durandal emergió de su cuerpo directo hacia su mano derecha, la
voluntad de Cerberus la había hecho salir, cortó nuevamente la cabeza de Elohim y
entonces pudo sonreír, metió la cabeza en el contenedor y con todas sus fuerzas
corrió fuera del domo para salvarse, salió de la trampa de agua segundos antes de
que explotara.
El júbilo de ver salir vivo a Dorian fue inmenso, todos gritaban su nombre,
Cástor lo levantaba con lágrimas en los ojos, Michelle lo volvió a besar en los labios,
mientras, Cross lo veía cabizbajo, con envidia, él quería ser el héroe...
Cerberus despertó, el dolor lo había devuelto a la realidad, el cuerpo de Elohim
ya estaba unido y se estaba defendiendo dándole la ilusión que él más deseaba, con
lo último de sus fuerzas Dorian encendió su mano derecha al máximo, volvió a
desprender la cabeza de Elohim y la encerró en el contenedor, después, todo
explotó.
FÍNAL

Todos los rebeldes estaban ante la tumba de Dorian en la residencia del


Distrito Comercial de Argento Riazor, habían decidido enterrarlo ahí, donde lo
conocieron y donde habían pasado sus momentos más felices juntos.
La revolución por fin llegó a su conclusión, salieron victoriosos pero no hubo
festejos, sólo lágrimas y palabras de desconsuelo, la guerra se había llevado a seres
queridos de todos los rebeldes. A pesar de la tristeza que inundaba el ambiente, los
sobrevivientes estaban tranquilos porque al final las vidas de los que partieron no
fueron en vano, ganaron.
Arlés al frente de todos arrojó un puñado de tierra a la tumba de su mejor
amigo, en ese momento sólo recordaba su sonrisa compitiendo contra él en sus
bestias míticas, en aquel entonces hizo muchos planes para los dos, siempre
seguirían juntos aún después de que acabara la guerra, planes que ya no se
cumplirían. Ahora lo único que podía hacer era decirle unas palabras de despedida a
su compañero.
–Adiós amigo, te nos adelantaste en el camino, te sacrificaste por salvarnos,
desde que nos conocimos siempre estuvimos unidos, aquí atrás está el cuarto que
compartíamos, el lugar en el que me contaste tu duros primeros años, algo horrible,
imposible de pensar que hayas sobrevivido a tu temprana infancia, pero lo hiciste.
Elektra y Michelle lloraban desconsoladas mientras escuchaban el discurso,
Arlés continuó.
–Cuando llegaste eras una persona totalmente cerrada, pero agradecida, todo el
tiempo hablabas de cómo le pagarías al señor Riazor el haberte rescatado de esa
vida infrahumana y siempre cumpliste cabalmente tu promesa, desgraciadamente
para ti, fuiste traicionado.
Arlés guardó silencio por unos segundos, respiró profundo para evitar llorar y
que sus palabras no fueran entendidas.
–Fuiste torturado por años, amigo, pero nuevamente prevaleciste, sobreviviente
entre los sobrevivientes, al final, nos regalaste a tus hermanos tu mayor virtud, tu
vocación irrenunciable de aferrarte a la vida, gracias, siempre te recordaremos como
nuestro hermano más querido que nos dio el regalo de la vida y la libertad.
Arles levantó el brazo derecho al frente cerrando el puño, aquel saludo que
Cross inventara cuando eran niños para recordarse en los combates que eran
compañeros y que ellos habían adoptado como un saludo entre hermanos por el
resto de sus vidas, Cross, Michelle, Elektra, Cástor y Póllux hicieron lo mismo.
Siege Hobbs los imitó, su primo Troy hizo lo mismo al igual que Connor,
Brachium y Drake, después, todos los demás adoptaron la misma pose en una
dolorosa despedida y muestra de respeto al gran héroe de la última batalla contra el
enemigo más poderoso.
Al terminar el servicio, Michelle volteó hacia Cross que abrazaba a Elektra,
después de lo sucedido en el campo de batalla y de vivir la posibilidad de perderlo,
su amiga había dejado de lado todo y volvió a la competencia por su amor.
Daniela Malka llevaba de la mano a Caris, Michelle adoraba a la madre de
Cross, las había adoptado a las tres como si fueran sus hijas, en ese momento
deseó que alguien la abrazara.
Volteó hacia los gemelos, ellos siempre estaban para ella cuando los
necesitaba, sin embrago, ahora los dos ya tenían a quien abrazar, Póllux se
refugiaba en los brazos de Addy De Grieff por la pérdida de su amigo y Cástor
estaba siendo abrazado por Astrid.
Buscó a Rafael, su mejor amigo en todo el mundo, pero no lo encontró,
Michelle se sintió más sola que nunca, le había dicho a su novio David Nexus que no
deseaba que la acompañara, ahora se arrepentía... o tal vez no, no era David la
persona que ella quería que la abrazara.

Por la tarde Geedy buscaba a Gea, le pareció extraño no verla en el servicio


fúnebre de Dorian y más aún que hubiera desaparecido desde la mañana, decidió
pedirle ayuda a Quantum y Ceo.
–¿Alguno de ustedes ha visto a Gea?
–No desde el servicio fúnebre – le respondió Ceo.
–Ella no estuvo ahí – lo corrigió Geedy.
–¡Claro que sí! – aseguró Ceo –. Estaba a mi lado...
Geedy trató de hacer memoria, recordaba haber visto a Ceo pero no a Gea,
quien por su impresionante tamaño y físico era imposible que pasara desapercibida.
–No, Ceo, estoy seguro que no estaba en el funeral y menos a tu lado.
–Posiblemente es que no buscaste bien. – Ceo estaba luchando por contener
las ganas de reírse.
A Geedy le molestó la actitud de Ceo, pero le daba pena decir que estaba
acostumbrado a la presencia permanente de Gea a su lado, no podía decir que toda
la ceremonia la estuvo tratando de ubicar, no quería que se malinterpretaran sus
acciones.
–Si tienes algo que decir suéltalo, Ceo, esto no es gracioso...
–¿Quién es ella? – Ceo interrumpió a Geedy señalando a una pequeña
jovencita con un delgado y delicado cuerpo –. Esa chica me abordó en el funeral y
me pidió que te presentara con ella... ¿la conoces?
Geedy volteó a ver a la chica, ahora que hacía memoria recordó haberla visto
en el funeral al lado de Ceo, lo intrigó su presencia pero como su mente estaba
buscando a Gea no le prestó más atención.
–No sé quién es.
–¿Seguro? Ella estaba muy emocionada por hablar contigo.
–No, nunca en mi vida la había vist...
Cuando la chica volteó Geedy se quedó en una pieza, esa pequeña y frágil
chica era Gea, podría modificar su cuerpo pero no su rostro, a Geedy le encantaba
el rostro de Gea que a pesar de su cuerpo grande y poderoso, era un poco tosco
pero femenino, sin embargo, ahora sus rasgos eran finos y estilizados, para quien no
la conociera a la perfección jamás se imaginaría que eran la misma persona. Gea se
acercó a Geedy vacilante, con la cabeza agachada y sonrojada.
–Hola Geedy.
–Gea... ¿qué pasó contigo?
–Nada, esta es una técnica que utilizan las miembros de mi Clan para no verse
tan grotescas, consiste en juntar nuestras células terrosas y comprimirlas lo más
posible...
–¡Claro! Mujeres al fin y al cabo... – exclamó Ceo.
Geedy levantó la mano indicándole a Ceo que guardara silencio, después se
dirigió a Gea.
–No quiero preguntar acerca de eso, pero sí quiero saber... ¿por qué hasta
ahora estás usando esa técnica?
–Porque la acabo de aprender...
–¿A qué hora si no te despegas de mi lado?
–Por las noches, Quantum me ha estado llevando al territorio del Clan Alioth en
las tierras altas de Arcadia, mi madre me enseñó la técnica. Antes no me interesaba,
no me importaba como me veía, pero ahora sí.
–¿Por qué ese cambio?
Gea seguía con la cabeza agachada y jugaba con sus manos, no era común en
ella ese tipo de timidez, la protectora de Geedy siempre había sido muy franca y
directa en su forma de comunicarse.
–No sé, yo soy tu protectora pero eres tú quien ha salvado mi vida en varias
ocasiones, no me gusta que se burlen de ti cuando estoy contigo y te digan que te
acompaña un monstruo...
Geedy se mordió el labio inferior de coraje, sabía a quién se refería Gea, Yago
siempre la molestaba. Tomó la ahora delicada mano de la Bérserker Celestial.
–Gea, yo siempre he creído que eres hermosa, eres una princesa y siempre vas
a ser la chica más linda del mundo para mí.
Gea se quedó muda, no sabía que decir, Quantum rompió el silencio.
–Lo que pasa es que Gea está enamorada de ti, jefe, no puedes culparla por
querer gustarte...
Gea se puso de todos colores al escuchar a Quantum, inmediatamente corrió
hacia él para golpearlo, poco antes de alcanzarlo, el más pequeño de los protectores
de Geedy hizo desaparecer a su compañera y la apareció casi pegada a los labios
de Geedy, quien sin pensarlo la besó.
Gea se separó de Geedy, se veía espantada, temblaba, quedó tan impactada
con ese beso que perdió completamente la concentración, sus hormonas se
rebelaron y su enorme y musculoso cuerpo salió a la superficie.
La Bérserker Celestial se cubrió su cuerpo como si hubiera quedado desnuda,
su ropa era especial para esas circunstancias pero ella sintió que no tenía nada
encima, la avergonzó que Geedy la viera así, grande, musculosa y horrible...
Geedy con delicadeza tomó la mano de Gea, levantó la mano que le quedó
libre, la tomó del cuello y la bajó hasta quedar a su altura, entonces la volvió a besar.
–Esta es la Gea que a mí me gusta, desconozco si lo que dijo Quantum sea
cierto pero yo sí estoy enamorado de ti, de la chica que no se separa de mí y
siempre me protege, no sé si aceptes mi proposición amorosa pero de todas formas
me gustaría que te quedaras así, no tienes por qué ocultar lo que eres ante nadie.
Gea con lágrimas en los ojos levantó y abrazó a Geedy, se sentía incapaz de
que alguien la quisiera y menos aún su protegido, ella era feliz estando a su lado y
cuidándolo, en su Clan no necesitaban a los hombres, sólo los utilizaban para
procrear, de ahí la técnica para verse más delicadas, para las miembros del Clan
Alioth esa no era más que una técnica de apareamiento o búsqueda de placer
sexual, no más.
–¿De verdad me quieres? – le preguntó a Geedy.
–Por supuesto que sí, Quantum lo sabía porque en alguna ocasión se lo
confesé, no vuelvo a confiar en él.
De un movimiento que Quantum no pudo anticipar Gea lo inmovilizó con su
grafeno y con electricidad le impidió que se teletransportara; cuando tuvo enfrente a
su enorme compañera el pequeño bérserker se disculpó.
–Lo siento, Gea, no fue mi intención lastimarte, es obvio que te gusta el jefe y él
me había dicho que también le gustabas, no vi nada de malo en ayudarlos un poco,
tampoco es para que te pongas así, si me haces algo malo mi mamá se va a
enojar...
Gea deshizo la prisión de Quantum, lo levantó como un muñeco, lo abrazó y lo
llenó de besos.
–Gracias, gracias.
Quantum reía mientras trataba de quitarse a su compañera de encima.
–Está bien, pero ya déjame, entre tus lágrimas y tus besos ya me mojaste toda
la cara...
Geedy se acercó a Gea y la tomó de la mano.
–¿Esto significa que si aceptas ser mi novia?
–Yo sólo quiero estar contigo, no quiero que nadie se burle de ti por tener una
relación sentimental conmigo...
–¡Al diablo con eso! – gritó Ceo –. Quien se meta contigo se las verá con mi
hermano y conmigo...
–Ahí tienes – dijo Geedy –. Espero que no seas tan cruel para rechazarme.
Gea abrazó a Geedy.
–No, sí acepto estar contigo, pero déjame permanecer con mi cuerpo pequeño,
así me siento mejor.
–Yo te quiero como sea, tú haz lo que tengas que hacer para sentirte bien
contigo misma siempre y cuando no afecte tu salud.

En el estado de Hamal estaban reunidos los principales miembros del Consejo


de Familia de los De Grieff, cuatro hombres sexagenarios que manejaban los hilos
del destino de todo su Clan, grandes guerreros cuyos antepasados hacía siglos
habían formado el grupo más temido y respetado del mundo conocido, el grupo
llamado la Liga del Metal, equipo conformado por los líderes de los más poderosos
Clanes de la antigüedad.
En días presentes esos poderosos Clanes ya no existían, se habían unido por
lazos de sangre a la Casa De Grieff, sin embargo, eran ellos quienes decidían todos
y cada uno de los pasos que daba su familia.
La reunión la presidía Alan De Grieff, hermano de los fallecidos Elan padre y
Carsten, con él se encontraban Magoth, Areth y Lemusth, los tres últimos
acompañados de sus primogénitos, todos figuras públicas e importantes políticos de
la tierra de las altas montañas.
Los hombres observaban con el semblante severo a los dos guerreros que se
encontraban con una rodilla en el suelo ante ellos, dos grandes promesas en su
juventud que habían perdido el rumbo y terminaron en la desgracia. Magoth los
reprendía.
–Ustedes dos son una vergüenza total, el peor desperdicio en la historia de los
Clanes Herreros, eran dos prometedores jóvenes, hubiera jurado con mi sangre que
sus nombres terminarían escritos con letras de oro en el mausoleo de los grandes,
sin embargo, terminaron en la ignominia, en el peor deshonor posible, ustedes son
una bofetada para Hamal y sus Clanes.
Furcas y Beleth no contestaron los insultos, sabían de sobra que el miembro de
la familia De Grieff tenía razón, sólo permanecieron en silencio, sin cambiar su
postura. Alan De Grieff habló en su favor.
–Mot Deltotum y Achernar Alfard ya han pagado por sus errores y sus crímenes,
sus sentencias han sido condonadas y ambos han sido declarados héroes de
guerra, merecen una segunda oportunidad de servir a su estado.
–La oportunidad ya la tuvieron y no la quisieron aprovechar – señaló Areth, la
única mujer en el Consejo –. Tuvieron la oportunidad de competir por las espadas
del alfabeto antiguo pero no lo hicieron, engañaron a sus Clanes para obtener el
conocimiento de los pergaminos secretos de las técnicas ancestrales de sus
respectivas Casas y pagaron con traición. ¿Tienen algo que decir en su defensa?
Los dos veteranos guerreros únicos sobrevivientes de la Liga de la Noche se
voltearon a ver entre ellos, fue Furcas quien habló.
–Éramos jóvenes y nuestros sueños de grandeza nos perdieron, apostamos por
controlar el país para mejorarlo y perdimos, afortunadamente la vida nos dio otra
oportunidad de volver a pelear, ya no como protagonistas, sino como simples
soldados, pero aun así estamos satisfechos y orgullosos de haber enmendado
nuestras vidas.
–Enmendado sus vidas dicen... – Lemusth los señaló a ambos acusadoramente
–. ¡No pueden enmendar el haber apostado su futuro en un maldito juego!
Mot Deltotum y Achernar Alfard sorprendidos alzaron la vista para ver al
miembro del Consejo Familiar de los De Grieff, lo de su apuesta con los miembros
de los Clanes Kraz, Alwaid, Sadr y Vega era un secreto, habían jurado ante el
triángulo de Furcas nunca revelar nada, no supieron que contestar.
–¡Quiten esa cara de imbéciles! – les espetó Lemusth –. ¿Acaso creen que no lo
sabíamos? Ustedes dos eran unas auténticas joyas... ¡la grandeza era su único
futuro posible y ustedes lo sabían! – El miembro del Clan De Grieff se enfurecía cada
que recordaba el talento desperdiciado –. Los chicos de los Clanes del cuervo, el
cisne y el dragón no eran rivales para ustedes... Sus decisiones lastimaron no solo a
sus Clanes, todos teníamos grandes planes para ustedes, quien salió perdiendo fue
Hamal, si ustedes hubieran cumplido con su destino, los Herreros jamás habrían
perdido con los Profetas de Riazor. Las muertes de los Caballeros Grises deben
pesar sobre sus conciencias.
Lemusth se levantó y les dio la espalda, Magoth lo imitó, unas lágrimas ya
corrían por el rostro de Beleth, estaban perdiendo su última oportunidad de
redención, sin embargo, Areth se quedó firme y Alan también, el hermano de Elan
padre y Carsten De Grieff fue quien habló.
–El Consejo ha decidido, los votos están igualados pero al ser yo el presidente
mi voto cuenta por dos, bienvenidos de vuelta. ¿Están de acuerdo en regresar y
servir al Consejo como sus guardianes protectores?
–Lo estamos – respondieron Furcas y Beleth al mismo tiempo, ambos estaban
emocionados de regresar y ser parte del Estado que tanto amaban.
Lemusth y Magoth De Grieff les volvieron a dar la cara, ambos aplaudieron y
les ofrecieron su mano a los dos nuevos miembros del Consejo de Gobierno de
Hamal, Mot Deltotum y Achernar Alfard juraron fidelidad y proteger con su vida las
disposiciones que el Consejo tomara en el futuro como su brazo justiciero.
Después de que los últimos miembros de la desaparecida Liga de la Noche se
retiraron, los miembros del Consejo de Familia de los De Grieff discutían los eventos
recientes que se estaban suscitando en el país, por primera vez desde que se había
formado Boleria, un De Grieff no ocuparía la silla presidencial después del mandato
de los Yaotl.
–Ha llegado el fin de una era – dijo Areth con total despreocupación.
–Algún día tenía que suceder, somos afortunados de vivir estas épocas de
cambio – comentó Lemusth.
–No lo sé – Magoth no se veía muy complacido por el triunfo de la revolución de
los FILOS –, seremos recordados como los que perdieron la presidencia...
–La presidencia no la perdimos nosotros, la ganaron los rebeldes... ¿o es que
acaso la quieres recuperar a la fuerza? – preguntó Alan.
–No, ni nosotros somos tan poderosos para ir en contra de los Clanes guerreros
de todo el país – respondió Magoth.
–O tal vez si – interrumpió Lemusth –, ya no existen los FILOS Divinos, los
únicos guerreros capaces de detenernos, cada uno de nuestros hijos podría
subyugar a un estado...
–Déjalo así – Areth no deseaba inmiscuirse en una guerra –, los chicos se
ganaron el derecho de gobernar Boleria, aquí mismo les dimos el aval de Hamal, la
palabra dada nunca se rompe.
–Lo sé – dijo Lemusth quitándole importancia al asunto –, pero debemos estar
preparados, no sabemos cómo va a resultar este nuevo experimento, si no resulta,
los De Grieff deberemos regresar a tomar el mando del país.
–En eso tienes razón – Alan señalaba a su primo –, por eso convoqué a esta
reunión, es tiempo de que la Liga del Metal resurja, debemos estar preparados para
lo peor.
–No hay problema – comentó Magoth –, nuestros nietos serán instruidos como
debe ser para que nuestros hijos les transfieran el poder máximo sobre el metal, tal y
como nosotros lo hicimos con nuestros primogénitos.
–Me parece bien – dijo Alan –, en los años venideros nacerán sus futuros
herederos, serán formados para ser los máximos guerreros del país.
–¿Qué me dices de tu línea familiar, Alan? – Areth veía fijamente al presidente
del Consejo Familiar –. Los principales miembros han caído en esta revolución, toda
la estirpe de tu hermano Elan ha muerto.
–Ese era el otro punto que quería tratar, la estirpe directa de mi hermano ha
caído, pero engendraron hijos que heredarán el poder de mi línea familiar a sus
vástagos.
–Eso es lo preocupante, Alan – Magoth se tomaba la barbilla pensativo –. Astrid,
la hija sobreviviente de Eloise, es el FILO número ocho y Addy, la hija de Elan junior
es el Arcángel Caído Luzbel, ninguna de ellas engendrará al futuro Aries.
–Lo sé, pero no se preocupen por eso, Elan junior tuvo otro hijo...
–Si te refieres al bastardo Yaotl olvídalo – Lemusth golpeó el brazo de su sillón
–, ese híbrido de cabello gris jamás será admitido como un De Grieff.
En ese momento las puertas del salón se abrieron de golpe, Edgar De Grieff
estaba entrando con mirada de pocos amigos, furioso señaló a Lemusth.
–Soy tan De Grieff como cualquiera de ustedes, quien se atreva a negarlo
tendrá que demostrármelo en un combate a muerte.
Los dos hombres y la mujer que acompañaban a los miembros del Consejo de
Familia voltearon a ver a sus respectivos padres esperando una señal para acabar
con el inesperado intruso, Alan De Grieff se levantó y calmó los ánimos.
–Tranquilos todos, por favor, yo invité a nuestro sobrino-nieto a esta reunión,
como todos ustedes saben, yo nací con un mal, una enfermedad que me condenó a
no tener descendencia, sin embrago, yo heredé en mi cuerpo el máximo poder de
los De Grieff, el original, antes de que Frixo De Grieff se convirtiera en el primer FILO
Divino, el máximo maestro del metal.
–No tienes que darnos clases de historia, Alan – se quejó Areth –, será mejor
que vayas al punto.
–A eso voy, prima, como sabía que no podía heredar mi poder de modo alguno
toda vez que soy estéril, mi hermano y yo decidimos entregar mis habilidades al
primogénito de mi sobrino Elan, a Edgar.
–¿Cómo se atrevieron a hacer eso sin consultárnoslo, Alan? – Lemusth
señalaba furioso a su primo –. ¡Ese joven tiene la sucia sangre de una Yaotl!
Alan puso una mano en el hombro de Edgar para que no respondiera a la
agresión verbal de Lemusth.
–Ese es precisamente el punto, necesitábamos a un Yaotl para poder hacer la
transferencia de mi poder.
–Será mejor que te expliques adecuadamente si no quieres ser acusado de
traición y ejecutado aquí mismo, Alan – lo amenazó Magoth.
–Es muy sencillo – respondió Alan con toda tranquilidad –, con la ayuda de
Virgo, mi hermano Elan descubrió la razón por la que el huevo del Baphometh jamás
había madurado.
Los tres miembros del Consejo de Familia se quedaron en una pieza, todos
sabían la historia de los huevos de las crías del Baphometh y el Ammyt, las dos
bestias supremas de la antigüedad, entregados por los gigantes a los Clanes De
Grieff y Yaotl, el Ammyt maduró, pero el Baphometh jamás surgió, hasta hace poco
de la mano del chico al que ahora despreciaban. Al ver el desconcierto de sus
familiares, Alan De Grieff siguió con su explicación.
–El motivo de la "maldición del Baphometh", como le decíamos nosotros, se
debía a una traición de los Yaotl, intentaron robarnos el huevo y de alguna manera
penetraron en el mismo dejando la esencia de su ADN.
–Asegurándose con ello de que si no era para ellos, jamás sería nuestro – lo
interrumpió Magoth.
–Así es, primo, por eso en cuanto el huevo del Baphometh sintió el máximo
poder de los De Grieff junto con el ADN Yaotl, finalmente surgió.
–Todo queda claro, pero eso no significa que aceptaremos a ese chico en el
Consejo de Familia – Lemusth señalaba a Edgar –, no sólo es un Yaotl, se crió como
uno de ellos, prefiero matarlos a él y a su bestia y esperar a que un nuevo miembro
de los De Grieff nos devuelva al Baphometh.
–Estás equivocado, Lemusth – Areth comprendía el punto de Alan –. Si ese
chico muere sin tener descendencia y sin haberse fusionado con la sangre del
Baphometh, podemos perder a la bestia para siempre, no podemos darnos ese lujo.
–Creo que yo también entendí tu punto, Alan – dijo Magoth –, pero aquí lo
importante es lo que piensa el chico – señaló a Edgar –, deberá demostrar que es un
De Grieff y no un Yaotl.
–Mi sangre y mi poder provienen de los De Grieff – dijo Edgar que ya no se
contenía las ganas de hablar –, Oberón es una bestia entregada a los De Grieff, a
pesar de tener una madre Yaotl no tengo ningún poder que me ligue a ese Clan,
estoy dispuesto a jurar ante el triángulo del Clan Deltotum mi fidelidad total a mi
familia paterna.
–El precio por obtener el cargo más alto del Consejo de Familia es el sacrificio
de tu compañero y mejor amigo, Edgar – le explicó Areth al hijo del último Aries –,
además de jurar ante el triángulo de Furcas tu renuncia a la familia Yaotl. Todos aquí
sabemos de ti y del gran lazo que te une a tu bestia... ¿estás dispuesto a matar a
Oberón, como tú le llamas, por tu familia?
Lúgh no respondió, dejó que sus acciones hablaran por sí mismas, delante de
él se formó la figura de un pitbull, la bestia estaba inmóvil, sólo a la espera de las
órdenes de su amo, nada que ver con el alegre e hiperactivo can que siempre
seguía a su dueño, eso sólo significaba una cosa, el Baphometh había sido
sacrificado y absorbido por su amo.
–Eso no es todo – comentó Alan –. Edgar en persona vengó la afrenta de Michel
Yaotl, el Arcángel Miguel envenenó a las gemelas De Grieff, hijas de nuestro sobrino
Elan, las convirtió en unos Arcángeles Caídos negándonos a nosotros, su familia,
poder continuar a través de ellas la estirpe de Aries y no sólo eso, la niña morena,
Esther, murió a consecuencia de la sed de sangre que el maldito Yaotl liberó en ella.
Todos los presentes se sintieron furiosos por los comentarios de Alan De Grieff,
confiaban en que a través de Esther y Addy continuarían la estirpe de su primo Elan,
pero Esther estaba muerta y la sangre de Addy contaminada, ante eso ya nada se
podía hacer. Alan abrazo a Edgar por el hombro.
–Este muchacho hizo lo que tenía que hacer, vengó sin dudarlo la afrenta de
Miguel, Edgar se encargó personalmente de la esposa de Michel Yaotl hijo, mató a
su tía Alanah.
–Ya he dicho que yo no soy un Yaotl – dijo Edgar con resolución –. La esposa
del Arcángel Miguel no era nada mío y nada me costó cobrarme con ella el asesinato
de mi hermana Esther, si este Consejo así lo dispone, mataré a cualquier Yaotl que
se interponga a los intereses de la familia.
Los tres miembros de la Liga del Metal se voltearon a ver, si Edgar estaba
decidido a tomar el lugar que le correspondía en su seno familiar y estaba decidido a
pasar cualquier prueba, debía ser admitido. Los tres hombres junto con sus hijos y
Alan De Grieff pusieron una rodilla en el piso, Magoth fue quien habló:
–Está bien, Edgar ha solicitado que se reconozca su derecho de sangre y el
Consejo de los De Grieff lo acepta, pero su mandato estará supeditado a una
condición. – Se volvió hacia Edgar –. Es tu sangre la que te da el puesto y tu misma
sangre te lo puede quitar, tus herederos deberán nacer con el cabello blanco y portar
el “Gash” de tu línea familiar, en caso contrario, tú mismo acabarás con tu vida…
¿Estás de acuerdo?
–Lo estoy – respondió Edgar de inmediato y sin ninguna duda o temor –. Mi
sangre es cien por ciento De Grieff y mi estirpe también lo será.
Alan De Grieff abrazó a su sobrino por el hombro.
–Siendo así las cosas le damos la bienvenida al Consejo de Familia de la Casa
De Grieff, usted es el encargado histórico de guiarnos, señor presidente, estamos
todos a sus órdenes.
Edgar sonrió, a pesar de tener sangre Yaotl en las venas, odiaba con
vehemencia a su familia materna, aquella familia que no sólo lo despreciaba, sino
que toda su vida siempre lo humilló, se prometió a sí mismo que exterminaría hasta
el último de los miembros de la familia rival.

Eran las dos de la mañana y Cross no podía dormir, pensaba en Michelle, él


era el único que se había dado cuenta de que estaba sola y necesitaba un abrazo,
que alguien la consolara, pero se sintió incapaz de acercarse a ella, no deseaba
confundirla ni arruinar su relación con David Nexus, o tal vez, no deseaba sentirse
rechazado.
El portador de Antares luchaba consigo mismo por no levantarse e ir a buscar a
la Arcángel, no tenía derecho si no tenía la seguridad de que se iba a quedar con
ella, pero deseaba consolarla, brindarle ese calor que ella le había dado cuando más
lo necesitaba, al final decidió salir a caminar para despejar su cabeza. Se calzó sus
botas, se puso su gabardina encima y se dispuso a salir, en cuanto abrió la puerta
se encontró con la líder de la Santa Trinidad.
–Michelle...
–¿Hay alguien contigo? – preguntó la Arcángel asomando la cabeza al interior
del departamento.
–Estoy solo – respondió Cross que aún no reaccionaba de la impresión que le
causó encontrarse con su compañera.
–¿Y las chicas?
–Se las llevó mi madre – Cross no pudo evitar sonreír al recordar a Caris y
Elektra protestando y siendo sometidas por Daniela Malka.
–¿Me amas? – preguntó la hermosa pelirroja acercándose cada vez más al
rostro de su compañero.
–Sabes que sí – respondió Cross con seguridad aunque se sentía nervioso por
la proximidad de la Arcángel.
–Dímelo – ordenó Michelle agarrando las solapas de la gabardina de Cross,
como si temiera que se fuera a escapar.
–Te amo – dijo Cross de inmediato, si de algo no dudaba era del amor que
sentía por la pelirroja.
–¿Sólo a mí? – la voz de Michelle se apagó, ya no sonó tan fuerte como ella
hubiera querido.
–No – respondió Cross con un nudo en la garganta, sabía que sus palabras
lastimarían a su compañera –, también amo a Elektra y a Caris.
–¿A quién quieres más? – Esta vez Michelle no estaba dispuesta a irse
escuchando la misma respuesta de siempre.
–A las tres por igual. – Al responderle a la pelirroja, la voz de Cross se
escuchaba sincera, era imposible pensar que estaba mintiendo.
–Algún día vas a tener que elegir...
–Lo sé.
–Ahora tengo a alguien más en mi vida, a un buen chico que me ama, lo mejor
es que me haga a un lado, como ya pudiste ver no manejo muy bien el rechazo...
–No tengo derecho a pedirte nada, ni siquiera una explicación, si David Nexus te
hace feliz es suficiente para mí. Ojala que Caris y Elektra encuentren a alguien
también.
–Pretendientes no les faltan.
–Lo sé.
–¿Dices en serio que te gustaría que encontraran a alguien más?
–Por supuesto que no, ahora que están conmigo otra vez siento que he vuelto a
vivir, es simplemente que no quiero herirlas...
Michelle se quedó viendo el rostro de Cross, su corazón latía desbocado,
quería abrazarlo, besarlo y nunca dejarlo ir, eso nunca le había pasado con David
Nexus.
–¡Al diablo! Si ellas pueden manejar el rechazo yo también...
Michelle se colgó del cuello de Cross y lo besó con pasión, en ese momento se
olvidó de David Nexus, sólo se aferraba a él por la pérdida de Cross, pero si el
portador de Antares ya le había dicho que la perdonaba y la amaba no se retiraría
sin pelear, hicieron el amor lo que restaba de la noche.
Al día siguiente cuando Michelle despertó, volteó a ver a Cross, éste la miraba
sonriente.
–¿A qué hora te despertaste? – preguntó la pelirroja acurrucándose contra el
pecho del portador de Antares.
–Desde hace rato.
–¿Pasmado con mi belleza? – Michelle le dedicó su mejor sonrisa a Cross,
sabía que incluso recién despertada y con el cabello hecho un desastre se veía
hermosa.
–No sabes cuánto.
La Arcángel abrazó a Cross.
–¿Cómo les vamos a decir a las chicas y a tu madre que ahora estamos juntos?
Cross empezó a reír, besó a la Arcángel y se puso encima de ella.
–Esta es la Michelle que yo conozco...
Un par de horas más tarde, Cross y Michelle salieron de los dormitorios, Cross
fue con Fenrir a coordinar la partida a Ishtar y Michelle se regresó a su
departamento, en el camino se encontró con Elektra.
–¿Qué tal dormiste, Michelle? – le preguntó la escultural rubia.
–Cómo nunca en mi vida – respondió la Arcángel estirando su delgado pero
bien formado cuerpo.
–Pues recuerda esa noche porque no va a volver a suceder – le advirtió la
domadora del Dragón de Luz –, de ahora en adelante sólo yo dormiré con Cross.
–Sobre mi cadáver.
–Ninguna dormirá con mi hijo.
Michelle y Elektra voltearon a ver a Daniela Malka, quien las tomó a las dos del
brazo.
–Yo voy a vigilar que Cross duerma solo hasta que elija a una de ustedes...
–¿Y cómo va a elegir si no prueba lo que puede tener? – preguntó Elektra.
–Que se lo imagine...
–Está bien, pero recuerde que todo es entre nosotras dos... – dijo Michelle
señalando a Elektra y a ella misma.
–Pues llevan desventaja con respecto a mi nuera.
–Oiga... no le diga así – reclamó Elektra.
–Pues la luna de miel ya la adelantaron... – respondió la madre de Cross.
–Te dije que esa Caris es una mosca muerta... – dijo Michelle.
–Mira quién habla... – contestó Elektra.
–¿Y qué hay con ella? – preguntó Michelle a Daniela Malka señalando a Elektra.
–También – respondió la Arcángel Caído.
–¡Señora! Vamos a tener que hablar muy seriamente del tema de
confidencialidad... – Elektra estaba molesta.
–Compórtense y no habrá nada que comentar.
–¡Ayyy! Insisto en que tiene usted mucha fuerza – se quejó Michelle.
–A mí ya se me durmió el brazo... – comentó Elektra con un rictus de dolor.
–Si te sueltas yo me quedo con Cross – Michelle retaba a Elektra.
–No digas estupideces – le espetó la rubia a su amiga –, eso no se puede
decidir así...
Michelle y Elektra como siempre se fueron discutiendo, Daniela Malka
caminaba contenta, si su hijo estaba rodeado de esas tres chicas que tanto lo
amaban estaría bien, su lado oscuro estaría controlado, apretó más fuerte a sus
nueras y entre gritos de dolor ambas dejaron de pelear.

Por fin todos los rebeldes llegaron a la Ciudad Capital Assur de Ishtar, en ese
lugar ya se encontraban las veinte Espadas Reales de las Órdenes de Arcadia,
Levit, Hamal, Aztlán e Ishtar incluyendo a Lady Aliel, con la clara ausencia de los
integrantes de la Orden de Riazor.
También se encontraban en la ceremonia los integrantes de los Sindicatos de
las Ciudades de Ishtar: Hevven, Banayah, Ersghiaal y Hiddensh, junto con los
Guardianes del Destino de la Ciudad Sagrada de Uruk, representantes de las
familias gobernantes de los cuatro estados de Boleria, así como distinguidos
personajes públicos de la Capital y del estado Armamentista.
Entre los representantes se encontraban Rave Isa, Samir Shmuel, Shalem y
Asiria Enoch, los Jinetes Alados Elementales, los integrantes del Tloque Nahuaque
junto con sus secciones Estructura y Alianza, así como representantes de familias de
la Triple Alianza, distinguidos miembros de los ochenta y ocho Clanes guerreros de
Hamal, patriarcas de las grandes Casas de los Nueve Coros de Guerra de Levit,
representantes de las familias guerreras de la Federación de los Clanes del Norte de
Riazor, los miembros del Consejo de Gobierno del Cinturón, funcionarios de los
distritos exteriores de Arcadia y los gobernantes de las seis ciudades de Ishtar.
La junta era para elegir a un nuevo gobernante, aunque todo era una simple
formalidad, ya se había pactado que Arlés sería el próximo Presidente, antes de
entrar en la gran asamblea, Geedy separó a Cross del grupo, lo acompañaban sus
tres chicas.
–¿Qué sucede amigo? – preguntó Cross poniendo una mano en el hombro de
Geedy.
–He hablado con muchas personas de las que hoy están aquí reunidas – explicó
Geedy sin andarse con rodeos –, Arlés va a ser Presidente porque tú lo estás
apoyando, pero en realidad todos te quieren a ti, yo tengo un poco de influencia en
el pueblo, si tú quieres...
–No compañero – Cross interrumpió a Geedy, ya sabía por dónde iba y lo que le
quería proponer –, Arlés es la mejor opción, te lo aseguro, el nació para esto,
gobernar no es lo mío, sé que tu "pequeña influencia" es todo el país, tú solo podrías
poner al presidente que quisieras, te agradezco el voto de confianza.
–Está bien, entonces apoyaremos a Arlés con todo.
Mientras Geedy entraba en el inmueble donde se desarrollaría la asamblea
acompañado de sus protectores, Michelle le comentaba a Elektra.
Ese chico es especial.
–Claro que lo es – contestó la escultural rubia –, sin tener ninguna habilidad de
guerrero fue más influyente para la causa que cualquiera.
–Así es, el ejército y los guerreros apoyan a Arlés, los poderosos a Cross,
Geedy está en el segundo grupo – completó Michelle.

Una semana después se dio la ceremonia de entrega de la banda presidencial,


los Caballeros Fantasmas rodeaban al nuevo presidente, detrás de él estaban los
representantes del grupo de guerreros élite de Ishtar, los Guardianes del Destino:
Amón, Tyr, Syn, Eunice y Nergal, junto a ellos estaba el inseparable asistente de
Arlés: Yago.
Los líderes rebeldes ocupaban las primeras filas, al frente de todos se
encontraba Cross con su madre acompañados de Michelle, Elektra y Caris, a su lado
derecho se veía a Drake, Rhiannon, Connor y Selene.
Del lado izquierdo de Escorpión estaban Cástor, Astrid, Póllux, Addy,
Brachium, Nefert, Ganesh y Donnar, detrás de ellos se veía a los miembros de la
Armada Elemental del Tercer Distrito de Arcadia: Siege, Troy, Fausto, Edgar, Angie
y Veronika.
También se alcanzaban a ver a los miembros del Círculo del Zodiaco y de la
Legión de los Iluminados, juntos como amigos, estaban: Sagitario, Acuario y Virgo
con sus Bérserkers Celestiales: Orión, Tyche y Démeter, todos junto a Chitriel, Ariel,
Rafael y Azrael.
Un poco más alejados se distinguía a Minos y los dos únicos miembros
sobrevivientes de la Liga de la Noche: Furcas y Beleth. Lugar especial tenían Isaac
Erikksson y sus bérserkers protectores, los hermanos Nexus: Brian, David, Donovan,
John, Charles, Fred, William y James, al lado de ellos estaban Geedy y sus tres
guardianes: Gea, Ceo y Quantum.
El maestro de ceremonias, el reconocido periodista Martin Fherz Tercero, citó
al momento más importante del evento.
–Ahora quiero llamar a quien hizo todo esto posible, al respetado líder del
llamado movimiento de los FILOS, al gran héroe de Boleria, a nuestro libertador para
que le ponga la banda presidencial a nuestro futuro mandatario.
Dos hermosas modelos le entregaron la banda presidencial a Cross, éste
caminó hacia las filas traseras y le entregó la banda presidencial a Geedy.
–Tú eres el verdadero héroe de esta revolución, amigo, a ti te corresponde
entregar la banda presidencial...
–¡Bien! ¡Arriba Geedy! – gritó Connor levantándose y aplaudiendo.
Todos los demás guerreros élite que habían participado en la guerra se
levantaron aplaudiendo, al igual que Isaac Erikksson y los hermanos Nexus, todos
valoraban el arduo e invaluable trabajo de Geedy en la revolución.
Geedy no sabía qué hacer, siempre había sido una figura invisible, Ceo y
Quantum lo empujaron y acompañaron al igual que una pequeña y delgada Gea
hasta donde se encontraba Arlés, Geedy notó que nadie aplaudía con más
entusiasmo y emoción que sus amigos Bonzzo y Arne.
Temblando de emoción Geedy llegó hasta donde se encontraba Arlés quien
también le aplaudía, ambos se abrazaron, mientras palmeaba la espalda de su
siempre fiel colaborador, Fenrir le comentaba al oído:
–Tú te mereces esta banda más que yo, amigo.
–Sabes que tienes mi apoyo total y mi eterna fidelidad mi líder – le respondió
Geedy.

Reporteros de todo el mundo cubrían la ceremonia, era un hecho histórico, los


países de todo el orbe estaban al pendiente de lo que sucedía en la nación más
poderosa del planeta.
Y así acabamos de ver la exaltación de quien será el hombre más poderoso del
mundo, Arlés Probzzer, guerrero que se dice era el Comandante Supremo del
ejército revolucionario, un grupo de jóvenes que se levantaron contra el
todopoderoso gobierno de la Ciudadela, Capital de Arcadia, el estado armamentista
de Boleria, guerrilla a quienes nadie le dábamos ni una oportunidad de éxito.
Esta es la primera vez desde que se formó Boleria que una persona distinta a
los miembros de las familias Yaotl o De Grieff va a gobernar la nación más
importante e influyente del todo el orbe, el nuevo presidente de Boleria es miembro
de una de las familias más adineradas del mundo: los Probzzer del estado de
Riazor.
Sorprendentemente el supuesto líder de los rebeldes, Lesath Crossifixio Yaotl,
a quien todos llaman Cross, tuvo una participación modesta en la ceremonia,
entregando la banda presidencial a un completo desconocido, pero a quien
increíblemente todos los participantes de la llamada rebelión de los FILOS
aplaudieron como si fuera el máximo héroe de la revuelta, seguiremos informando...

Una vez que le pusieron su banda presidencial, Arlés dio un emotivo discurso
acerca de la libertad, de la democracia y del saneamiento del país, habló de dejar
atrás el miedo a la represión, se expresó a favor de los más necesitados, de los
marginados y de los perseguidos, pidió dejar de lado los rencores y trabajar juntos
en la construcción de una nueva y mejor Boleria, al final, fue vitoreado y ovacionado
por todos, no solamente por los que estaban presentes, sino por los que veían la
ceremonia por otros medios de comunicación, ese discurso se haría inmortal y sería
recordado incluso décadas después en todo el mundo.
Tras la ceremonia todo eran abrazos y buenos deseos, Caris hablaba
emocionada y feliz con sus hermanos que también habían viajado desde Aztlán para
estar en la ceremonia. Gea ya no sabía qué hacer con las demás chicas, quienes
desde que la vieron con su nuevo cuerpo la trataban como su último juguete, como
una muñequita a la que vestían y desvestían con diversos atuendos sólo para ver
como lucía, por todas partes se veía camaradería y trato de amigos, los antes
enemigos ahora se daban la mano y se comprometían a ayudarse en lo que se
necesitara.

Durante toda la ceremonia Sir Nezahualcóyotl y Siege Hobbs no se quitaron la


vista de encima, el odio del miembro de la Armada Elemental era evidente, una vez
que todo terminó el Caballero Fantasma se acercó a Dagda, sabía que el presidente
del Consejo de Gobierno del Cinturón de la Ciudadela no intentaría nada en ese
momento.
–¿Puedo hablar contigo?
–¿Qué demonios quieres? – Parecía que Siege quería acabar con el Caballero
Guinda en ese momento –. Si deseas hablar conmigo vamos a otro lugar donde
estemos solos y nadie nos moleste...
–Permíteme sólo unas palabras y después te acompañaré a donde quieras...
¿está bien?
–Tomo tu palabra como la promesa de un guerrero, un pacto sagrado, dime lo
que quieras y después vámonos de aquí.
–Sé que nos culpas a Lady Izzy y a mí por el asesinato de tu padre, ambos
estuvimos presentes al lado de Zeus cuando todo ocurrió, sólo déjame decirte que
nosotros estábamos ahí para ayudarlos a ustedes, habíamos aceptado acompañar
al entonces Gobernador para protegerlos.
–¿Cuál proteger? – Dagda empujó a Sir Neza –. El maldito mató a mi padre y
ustedes no hicieron nada...
–De eso sí somos culpables, pero la verdad es que jamás vimos el ataque, Zeus
fue demasiado rápido y arremetió contra tu padre en un instante sin que lo
pudiéramos percibir.
–Y después huyeron como cobardes, ni siquiera se quedaron para explicar su
presencia o para ayudarnos...
–Nos sentimos avergonzados, a través del control dimensional de Lady Izzy
perseguimos a Zeus.
–Y se les escapó.
–¿Qué puedo decirte? El tipo era un FILO Divino. Sé que mi excusa no significa
nada para ti, si buscas venganza por lo de tu padre me enfrentaré a ti cuando
quieras, te aseguro que si muero no habrá ajustes de cuentas ni guerra, así lo he
dispuesto, esto se termina con nuestra batalla, sólo quiero que dejes fuera de esto a
Lady Izzy, si aceptas estoy a tu disposición cuando quieras.
Siege Hobbs apretó los puños, estaba furioso pero le era imposible rebatir el
argumento de Sir Neza, ni él mismo pudo ver el ataque de Zeus y le constaba que
las Espadas Reales de Aztlán apoyaban el movimiento, además, el tipo estaba ahí,
frente a él aceptando su culpa como hombre. Dagda se sintió incapaz de arrancarle
la vida, no por lo menos sin las pruebas contundentes de su participación activa en
el asesinato de su padre, en un rápido movimiento golpeó en el rostro al Caballero
Fantasma y después se fue sin decir palabra alguna.
Desde el suelo y con la comisura del labio sangrante, Sir Neza sonrió, Psico
había hecho un gran trabajo en la mente de ese chico, por el momento él y Lady Izzy
tenían una gran preocupación menos, ahora podrían enfocarse en su plan original
sin estar viendo constantemente por detrás de sus hombros, tener como enemigo al
presidente del Consejo de Gobierno del Cinturón de la Ciudadela no era algo bueno
para ellos, para la Orden o para Aztlán.
Carlo Tiberian observó con nostalgia la ceremonia, aunque en realidad lo que
veía era sólo la impresionante formación de los Caballeros Fantasmas, a su amigo
Jeff Hobbs con su imponente armadura blanca, estaba deprimido por haber perdido
su razón de vida, desde que él recordaba siempre había querido ser un Caballero
Fantasma, sentía que ya nada valía la pena... hasta que escuchó el discurso de
Arlés, el mensaje de su nuevo Presidente lo emocionó hasta las lágrimas.
–Finalmente te apareces...
–Hola amigo – Carlo abrazó a Jeff Hobbs, no lo había visto desde su encuentro
por ingresar a la Orden.
–¿Cómo estás? – preguntó el novel Sir Daimon sinceramente preocupado por
su amigo.
–Antes que nada me disculpo por no haber estado presente en la entrega de tu
espada del alfabeto antiguo, la verdad es que me sentía triste – confesó Carlo –,
pero ya no...
–¿Y eso?
–El Presidente tiene razón, hay mucho por hacer y todos podemos colaborar...
–Así es, Carlo – el Caballero Fantasma ahora conocido como "el Custodio"
abrazó a su mejor amigo por el hombro –, y yo te apoyaré en todo.
En ese momento Arlés tocó el brazo de Carlo, el recién graduado estudiante se
puso nervioso cuando lo vio.
–Señor presidente...
–¿Cómo estás, Carlo?
–A sus órdenes para lo que necesite, señor.
–Aparte de que nos salvaste la vida a mis hermanos y a mí en la batalla contra
los guerreros del Tloque Nahuaque, me han hablado mucho de ti, el Clan Tiberian es
de los más poderosos de la Federación de los Clanes del Norte y tienen una fuerte
presencia política en Ishtar, los miembros de la Orden de Arcadia, en especial Sir
Judas, también me dieron buenas referencias de ti, estoy formando mi gabinete y
quisiera saber si puedes colaborar conmigo como mi protector personal y mi ministro
de Defensa.
Carlo no podía creer lo que estaba escuchando, sería una de las personas más
cercanas al nuevo Presidente.
–¿En serio?
–Sólo si tú quieres, cumplirías una labor tan importante como la de un Caballero
Fantasma, sé reconocer a una Espada Real aunque no tenga Armadura, en mi
gobierno todos somos iguales, trabajadores al servicio del estado, será un honor
para mí laborar a tu lado...
Arlés le ofrecía la mano a Carlo, éste se la estrechó emocionado mientras veía
a Sir Astaroth cerca de ahí, no había ninguna duda que "el Duque" era el
responsable de todo.
–Estoy a sus órdenes señor Presidente.

David Nexus paseaba por las inmediaciones del Palacio de Gobierno de la


Ciudad Capital Assur cuando finalmente llegó el momento que tanto temía, Michelle
lo llamaba.
–David...
–¿Qué pasó? – el bérserker protector del Gobernador Erikksson se acercó
desganado a su todavía novia.
–Pareces que te escondes de mí... – le reclamó la Arcángel.
–Tal vez lo hago.
–¿Por qué harías algo así?
–Porque no quiero escuchar lo que vienes a decirme.
–Lo siento – Michelle agachó la mirada, la entristecía el lastimar a quien tanto le
había dado.
–No importa, no hace falta que digas nada, ya lo sé.
–David...
–¿Qué le vamos a hacer? Tampoco es bueno que estés conmigo si no me
quieres.
–Si te quiero... – afirmó Michelle tomando la mano del bérserker, tampoco
deseaba que David pensara que sólo había jugado con él.
–Pero no como a él. – El chico Nexus pensaba en Escorpión y en la suerte que
tenía, nadie se merecía a la Arcángel.
–Así es, no como a él...
–¿Qué va a suceder si no te elige?
–Hay una gran posibilidad de eso, soy quien menos oportunidades tiene, pero
hasta que no elija a alguien seguiré con él...
–¿Y después?
–No lo sé, supongo que me iré un tiempo hasta que lo supere.
–Me gustaría decirte que siempre esperaré por ti, pero no soy de esos.
–Lo sé, este es el adiós.
–Sinceramente espero que te elija y que seas feliz.
–Lo mismo te deseo a ti.
–A mí no me interesa que Escorpión me elija, ni siquiera me gusta ese tipo...
Michelle empezó a reír.
–Me refiero a que encuentres a alguien y seas feliz, tonto.
–Vete ya.
Michelle besó en la mejilla a David Nexus, cuando el bérserker vio a la
Arcángel perderse entre la gente supo que él sí era se esos, que si después Michelle
lo buscaba, él se iría con ella sin preguntas ni reproches, se dio pena a sí mismo y
siguió caminando hasta llegar a un jardín solitario y apartado del bullicio de la
ceremonia presidencial, se encontró con Satanás y Saipher Rigel, parecía que
estaban a punto de pelear.
–¿Qué sucede con ustedes?
–Su chica lo botó y quiere desquitar su coraje... – respondió Sir Baal señalando
a Orión –. Ya sabes que yo siempre soy materia dispuesta.
–Athena nunca fue mi chica pero sí me botó, no interfieras, Nexus – amenazó
Orión mientras electrificaba su cuerpo, iba en serio.
David sonriente se quitó su saco de ceremonias y lo arrojó a un lado, después
se arremangó la camisa y puso la mano en su espada, un buen combate era justo lo
que necesitaba.
–¿Puedo jugar con ustedes?

El Arcángel Rafael disfrutaba de la fiesta posterior a la ceremonia cuando sintió


que alguien le tomaba la mano, una figura que ocultaba su silueta en una gruesa
capa lo jaló con brusquedad, era una mano femenina que lo llevó hasta un lugar
solitario, una vez que se cercioró que no había nadie alrededor se bajó la capucha.
–Hola Emilian.
–Diana – Rafael se puso nervioso, volteó hacia todos lados para asegurarse que
nadie los observaba –, es peligroso que estés aquí, te andan buscando a ti y a los
chicos para matarlos, hicieron algo muy malo...
–Sólo nos defendimos de un ataque – se justificó la chica Kray –, fuimos
mejores que los Herreros y se acabó la historia.
–No voy a discutir acerca de hechos que no conozco a detalle... ¿en qué te
puedo ayudar?
–Queremos que te unas a nosotros, Emilian...
De la oscuridad surgieron Apolo, Bison y Craig.
–Hola muchachos – saludó el Arcángel –, al parecer están muy despreocupados
aunque hay una pena de muerte sobre sus cabezas.
–Los que quieran tomar nuestras vidas perderán las suyas – respondió Craig –,
Emilian, hemos estado separados mucho tiempo, ya es hora que nos volvamos a
juntar, el maestro Darius tiene un plan que...
–Conozco el plan de Darius – Rafael interrumpió a Craig.
–¿Entonces te nos unirás? Contigo apoyándonos haremos una fuerza
invencible... – Apolo cerró el puño para reforzar sus palabras.
–Lo siento, pero su lucha no es la mía, cuando nuestros caminos se separaron
cada quien se formó sus propios ideales...
–Pero el maestro Darius dijo que tú lo visitabas seguido... – Bison no
comprendía el comportamiento de Rafael.
–Así es, lo visitaba porque lo estimo, así como a todos ustedes, por eso es que
conozco sus planes y no convivo con ellos.
–Emilian, ya nos traicionaste una vez, si ahora no estás con nosotros estás en
nuestra contra...
–En eso sí diferimos, Diana, yo nunca los traicioné, salvé sus vidas y nunca me
he arrepentido de eso, si por no comulgar con sus ideas me van a considerar su
enemigo... que así sea.
–Así será – sentenció Apolo –. Por esta ocasión y por la amistad que nos unió te
dejaremos ir, la próxima vez que nos veamos uno de nosotros morirá.
–Lo sé – respondió el también FILO Oscuro decepcionado de volver a perder a
sus amigos –, si ustedes van a ejecutar el plan de Darius tengan por seguro que yo
los detendré, aunque para ello tenga que matarlos.
Los tres miembros masculinos de los Profetas se dieron la vuelta, sólo Diana
se quedó para hacerle un último reclamo a su ahora enemigo jurado.
–Es una lástima, Emilian, yo te amaba, siempre te hubiera elegido a ti...
–No puedes amar a alguien y amenazarlo de muerte al mismo tiempo, creo que
tienes confundidos tus sentimientos, Diana, adiós.
La guerrera conocida como "Aly" se alejó del Arcángel y alcanzó a sus
compañeros, una vez que todos se perdieron en la oscuridad.
Rafael regresó a la celebración, se encontró con Acuario quien sonriente veía a
Cross y sus tres chicas.
–¿De qué te ríes? – preguntó el portador de la espada oscura Dove.
–De Athena y Pariel – la miembro del Círculo del Zodiaco señalaba a las chicas
de Cross –, es divertidísimo ver cómo se pelean todo el tiempo por cualquier cosa...
–Casi siempre por Escorpión.
–Sí, casi siempre, y la pobre Caris nunca sabe que hacer...
Rafael volteó a ver a Acuario, esa sonrisa triste y melancólica lo tenía intrigado
desde hacía tiempo.
–Acuario...
–¿Qué sucede?
–Ya que todo esto ha terminado y en vista de la nueva gran amistad del Círculo
del Zodiaco y la Legión de los Iluminados, me gustaría invitarte a salir.
Acuario levantó una ceja y vio con extrañeza a Rafael.
–¿Y eso?
–Podría decirte muchas razones, pero esta guerra, las batallas que hemos
peleado y los amigos y familiares que hemos perdido me han enseñado que la vida
es corta y efímera, así que todo se reduce a dos palabras... me gustas.
Acuario le dedicó una sonrisa forzada al FILO Oscuro, recordó todas sus
relaciones fallidas y en ese momento pensó que no se sentía con fuerza para
soportar un rechazo más, todavía se sentía vulnerable por la pérdida de sus
hermanos del Círculo del Zodiaco que habían muerto en su batalla contra los
Arcángeles Caídos.
–Gracias, pero creo que por el momento, paso, no quiero una relación ahora.
–No te pedí que fueras mi novia ni que te casaras conmigo, sólo quiero una cita,
conocerte mejor... ¿también me la vas a negar?
Acuario vio fijamente a Rafael, no quería volver a ser lastimada pero
últimamente el ver la formación de tantas parejas la tenía deprimida, más la
entristecía la pérdida de su amiga Piscis cuando había encontrado la felicidad al lado
de Tauro, decidió aceptar la invitación del Arcángel, pensó que si al final salía herida
sería tan solo una raya más al tigre.
–No, no te voy a negar una cita... ¿Cuándo quieres salir conmigo?
–Ya lo estamos haciendo...
Acuario sonrió y después volteó de nuevo hacia donde estaban Athena y
Pariel, lo hizo justo cuando Daniela Malka las estaba poniendo a las dos en paz,
empezó a reír.
Rafael le tomó la mano en ese momento, Acuario se la apretó, esperaba que
esa no fuera otra más de sus malas decisiones.
–Por cierto, llámame Andrea, ese es mi nombre.
–Yo soy Emilian.
Acuario se volvió a reír señalando a Cross y a sus chicas, Rafael sólo la veía a
ella, siempre había sido así, por algún desconocido motivo para él, le gustaban las
chicas fuertes pero rotas, con problemas, quería alguien a quien proteger, le pasó
con Diana Kray y con Michelle, las dos tenían problemas internos que él deseaba
aliviarles.
Sin embargo, con Diana siempre tuvo la competencia de Craig y Michelle en
realidad nunca estuvo a su alcance, siempre fue de Cross, pero ahora viendo a
Acuario sintió que esa era la chica de su vida, dedicaría todos sus esfuerzos a
transformar esa triste sonrisa.

Cross caminaba rumbo al Palacio de Gobierno de Ishtar, el FILO número Diez


lo había mandado llamar para resolver algunos asuntos, pero antes debía hablar con
alguien más, encontró a Edgar De Grieff cabizbajo, en un rincón apartado de todo
mundo, se acercó a él y se sentó a su lado.
–¿Te sucede algo?
–Sí – respondió el líder de la Armada Elemental –, Elektra me botó por un idiota
que no la valora como es debido y sólo la hace sufrir.
El portador de "la espada roja" volteo a ver a Lúgh, lo miró fijamente sin decir
palabra alguna hasta que obligó a Edgar a sostenerle la mirada.
–¿En dónde está Oberón?
–En un lugar llamado "vete al diablo, imbécil, eso es algo que a ti no te importa".
–Voy a fingir que no escuché eso porque todavía te considero mi amigo – Cross
no perdía su mirada amable –, pero te recomiendo que la próxima vez que vayas a
hablarme así, tengas al Baphometh a tu lado, lo vas a necesitar.
–¿Para eso viniste hasta aquí, Cross? ¿Para amenazarme y echarme en cara
que Elektra te prefiere a ti?
–No he hecho ninguna de las dos cosas, Edgar, pero sí te estaba buscando, sé
que tú mataste a la madre de Rafael...
El rostro le cambió a Edgar, no se esperaba eso, menos de Escorpión, había
sido muy cuidadoso con su crimen, al final se recompuso, no mostró ningún recato,
arrepentimiento o temor.
–¿Alguien más sabe de esto?
–Tal vez...
–Necesito saberlo, por el bien de todos.
–Yo soy el único que puede decir algo sobre tu crimen, nadie más... ¿Qué
piensas hacer al respecto?
–No lo sé... ¿Qué piensas hacer tú? No me estoy excusando por lo que hice
porque no me arrepiento, Miguel era mi tío y Alanah siempre me trató como un hijo,
pero ese cabrón mató a mi hermana y eso no lo puedo perdonar, tú no puedes
saberlo, entenderlo, ni sentirlo porque aunque llevas el apellido Yaotl no lo sientes
en las venas, pero así se resuelven las cosas entre los Yaotl y los De Grieff, sangre
por sangre...
–Tú también eres un Yaotl, Edgar, ellos te criaron, tú deberías ser el punto de
unión de las dos familias, quien acabara con ese odio ancestral.
–Yo soy un De Grieff y nada más, así lo decidí cuando me integré a tu
revolución, no me des clases de moral, Cross, porque nadie es más carnicero y
vengativo que tú. ¿Quieres hablar de esto con los hijos de mi tío Michel? Hazlo. Yo
conocía los alcances de mi crimen cuando maté a mi tía Alanah y estoy listo para
afrontarlos, sólo quiero que sepas que toda mi familia, los De Grieff, me apoyan, tus
palabras pueden desatar una guerra sin precedentes, no creo que quieras eso ahora
que has ganado tu revolución.
–No, Edgar, tienes razón al decir que yo no soy nadie para darte clases de
moral y ni siquiera pretendía hacer eso, sólo quería saber tus razones, no voy a decir
nada porque no quiero que haya más guerra ni violencia, pero deberás jurarme que
tu venganza ya se ha terminado, que jamás volverás a levantar tu espada contra un
Yaotl.
–Somos humanos, Cross, el dolor por los que perdemos vive con nosotros y
nunca se irá, te juro por la memoria de todos los miembros de mi familia que cayeron
en esta guerra que no pelearé más, sin embargo, si los Yaotl atentan en contra de
mi familia, por el motivo que sea, yo seré el primero en golpear y también te juro que
tú serás el primer Yaotl al que mataré.
–Me parece bien, es una promesa justa y recíproca porque si yo me entero no
sólo que levantaste tu espada contra alguien de mi familia o de mis amigos, sino que
conjuraste, planeaste o te enteraste y no hiciste nada para evitarlo, te mostraré lo
que es el terror, en carne propia sentirás lo que es ser devorado por la oscuridad y
me rogarás por tu muerte.
Edgar trató de sostenerle la mirada a Cross pero le fue imposible hacerlo, la
violencia y el odio con el que lo veía el portador de la “espada roja” lo doblegaron, la
intensidad en los ojos negros de Escorpión ni siquiera tenía dedicatoria especial
para él, era un odio puro, oscuro, de ese que destruía el alma por el simple placer de
hacerlo. Lúgh desvió la mirada, encendió un cigarro y se quedó en silencio,
actuando como si Cross no estuviera ahí.
El portador de la espada suprema Antares se levantó y se fue a buscar a
Fenrir, en el camino se encontró con Michelle, el ver a la hermosa pelirroja le hizo
olvidar el desagradable encuentro con el miembro de la Armada Elemental.
–¿A dónde vas? – preguntó la Arcángel.
–Al edificio de Gobierno, Arles quiere que lo auxilie con algo.
–¿Te acompaño?
–Vamos...
Michelle tomó la mano de Cross entrelazando sus dedos con los de su
compañero y caminó con él rumbo al inmueble.
–Será mejor que Arlés se acostumbre a hacer las cosas solo y no te busque por
cualquier problema que se le presente...
–Él puede hacerlo, me busca sólo por deferencia...
Cross y Michelle entraron al salón presidencial guiados por Arne por una puerta
oculta, ya adentro, se encontraron con una comitiva de cinco importantes miembros
de la Familia Riazor, llevaban un enorme portafolio que pusieron en una mesa, Yago
lo abrió, en el interior se veía el guante negro con símbolos grises que identificaban
al FILO Oscuro número cuatro, también estaba la espada oscura Indra en forma de
los sais Shakrá y Vasavá.
Los recién llegados saludaron a los representantes del Clan Riazor, platicaron
un momento de la situación actual y felicitaron a los chicos por su victoria, una vez
superadas las formalidades entraron en materia.
–¿Qué hay con esto? – preguntó Cross.
–Son las armas de Drakkar – dijo el representante de los Riazor –, Bastián
Riazor se retira de cualquier conflicto armado.
–Es un criminal de guerra.
–Es el futuro Patriarca de los Riazor y Gobernador de nuestro Estado, el pueblo,
las familias más influyentes, los Jinetes Alados Elementales, los ejércitos y los
Clanes integrantes de la Federación de los Territorios del Norte lo apoyan.
–Cross... es tu decisión. – Arlés no quiso meterse, sabía que Bastián había
estado presente cuando Odín asesinó a su hija.
–El país ya ha sangrado mucho – sentenció Cross cerrando el portafolios que
contenía la espada Indra –, se acepta su oferta.
–Lord Escorpión – habló uno de los representantes de la familia Riazor –.
Espero que esa sea su palabra de que no habrá venganzas...
–Descuide, a Bastián lo juzgarán los dioses por lo que le hizo a su propia
sangre.
–Les agradecemos su deferencia y tolerancia, el estado de Riazor, la familia y el
futuro patriarca reiteramos nuestra total colaboración al nuevo régimen. Con
permiso.
Una vez que los hombres se fueron, Arlés preguntó a Cross.
–¿Cómo los ves?
–Tú eres el que sabes leer a las personas, recuerda que Bastián también tuvo
que ver en el encierro de Dorian...
–Lo sé, pero ahora soy el Presidente, un amigo me enseñó a no dejarme llevar
por el estómago, por eso te dejé a ti la decisión...
–Lamento decepcionarte.
–Al contrario, amigo, esa fue la decisión correcta, una venganza no justifica el
sangrar a todo un pueblo, los Riazor dejaron bien claro que eso sucedería si íbamos
por Bastián.
–Así es.
–Bien, ahora pasemos al segundo asunto de la tarde.
–Pasemos...
Arlés le hizo una seña a Yago y éste abrió una puerta, señaló a alguien y por la
entrada hizo su aparición Lady Aliel.
–Meirelle – dijo despectivamente Michelle.
–¿Qué hay con ella? La buscan por traición a la Orden – mencionó Cross.
–Que ella misma te lo explique.
Cross volteó a ver a Meirelle, quien sin ninguna pena o complejo le expuso su
propuesta.
–Todos mis aliados están muertos o son unos imbéciles, vengo a proponerles
un trato.
–¿Cuál es? – preguntó Cross.
–Vengo a ofrecerles mi ayuda, se vienen tiempos muy difíciles y yo sé muchas
cosas...
–¿A cambio de qué?
Meirelle le entregó un papel a Cross, en él estaba escrita una cantidad
exorbitante, Escorpión le mostró el papel a Michelle, ésta afirmó sin darle
importancia al asunto.
–Tenemos el dinero, Meirelle, dinos dónde te lo depositamos.
–Está bien, lo liberarán una vez que...
–No hay condiciones – la interrumpió el portador de Antares –, di lo que sabes,
llévate el dinero y vete de aquí si es lo que quieres, sólo deja tu espada del alfabeto
antiguo para que la porte alguien que sí la lleve con honor.
Meirelle vio furiosa a Cross, desde pequeños siempre la había puesto en su
lugar y ahora lo hacía una vez más, pensó que esta vez no le daría gusto.
–No, un trato es un trato, no estoy pidiendo limosna, les diré todo lo que sé y
pelearé a su lado, cuando haya desquitado mi pago se los pediré.
–Como quieras.
Cuando Meirelle se retiraba Arlés le llamó.
–Espera... cuando llegaste me dijiste que había algo urgente que tratar...
–Todo es urgente, después hablaremos.
Antes de que Meirelle se retirara, Arlés le hizo una última pregunta:
–Hay otra cosa, ayer un reconocido hombre de negocios fue brutalmente
torturado y asesinado con todos sus guardianes... A él en específico lo encontraron
insertado por la parte anal en el mástil de su costoso yate… ¿debo mandar a hacer
la autopsia e iniciar las investigaciones para encontrar al asesino?
–No es necesario – respondió Meirelle sin ningún recato –, yo los maté, me
violaron y no fue sólo uno... ¿quieres oír los detalles?
–No, no quiero, puedes irte.
Una vez que Meirelle se retiró, Arlés le comentó a Cross.
–¿Cuánto crees que nos dure?
–Espero que el tiempo suficiente, Meirelle es muchas cosas pero el principal de
sus defectos y virtudes es el orgullo, se lo acabo de pisar, puedes confiar en ella, no
te va a traicionar.
–Bien, hablaré con Sir Astaroth para que lime asperezas con ella.
–¿Algo más?
–Muchas cosas, hermano, la lista de personas que quieren hablar conmigo es
interminable y apenas son las primeras horas de mi administración, pero hay un par
interesantes sujetos que desean vernos a los dos.
–¿Quiénes son?
–El primero es uno de tus potenciales cuñados…
Sin dejar que Cross le contestara, Arlés señaló a Yago, quien a su vez le indicó
a alguien que esperaba a fuera que ingresara, al interior del despacho presidencial
entraron tres jóvenes hombres de tez morena, ninguno de ellos llegaba a la treintena
de años, Arlés reconoció a uno de ellos, había peleado contra los rebeldes en la
batalla de Ishtar; Cross en otro vio un gran parecido con Rhodrigozz Humbolt y el
tercero era un completo desconocido para ambos.
–Buenas tardes – saludó el que tenía un gran parecido con Sir Axayácatl –, mi
nombre es Jhozzseh Humbolt, Huitzilopochtli, actual líder del Tloque Nahuaque, me
acompañan mis primos Hun Ab Ku, líder de la sección Alianza del Tloque Nahuaque
y Alom, Capitán de la sección Estructura del grupo protector de Aztlán.
Tanto Cross como Arlés y Michelle saludaron de mano a los tres
representantes del Tloque Nahuaque, después, Arlés entró directamente en materia,
a él en lo personal le desagradaban esos tipos.
–¿Cuál es el motivo de esta reunión tan apresurada, caballeros?
–Es sencillo – respondió Huitzilopochtli –, el Tloque Nahuaque sección Alianza
es el grupo encargado de proteger la Ciudad Capital Assur y al Presidente del país.
–ωreo que de eso nos enteramos de la peor forma posible… – les reprochó
Arlés.
–Lo sé y lo siento por eso – respondió Huitzilopochtli sin en realidad sentirlo –, el
Tloque Nahuaque es el grupo de poder más antiguo del país y el más comprometido
también, la obligación de la sección Alianza era pelear por Kukulcán de la era De
Grieff y así lo hicieron…
–Dejando en claro su oposición a los rebeldes – lo interrumpió Arlés.
–El deber es el deber, si no lo cumplimos no somos nada, creo que eso
demuestra el compromiso de nuestros hermanos de la sección Alianza – repuso
Huitzilopochtli –, los guerreros con quienes combatieron no utilizaron ni el diez por
ciento de su poder, esa batalla no fue a muerte…
–Nosotros tampoco peleamos con todo nuestro potencial – se defendió Arlés
aunque sus palabras le sonaron vacías, él en lo personal luchó con todo lo que tenía
y había perdido –, estábamos cansados y heridos por los combates previos, será
mejor que vayas al punto y nos digas las intenciones del Tloque Nahuaque.
–Está usted muy a la defensiva, Presidente, no tiene por qué estarlo – Hun Ab
Ku trataba de calmar los ánimos –, no somos enemigos, la razón de nuestra
presencia en este lugar es la situación atípica que vive el país, son épocas de
cambio y la era de Kukulcán ha terminado, sin embargo, nuestro deber subsiste.
–Para ser claros como usted quiere. – Huitzilopochtli continuó con la
explicación, tampoco le agradaba Arlés Probzzer pero simpatizaba con la causa de
Escorpión y sobre todo, había escuchado las recomendaciones acerca de ese chico
que le hicieron sus hermanos Rhodrigozz y Kharynna –. La sección Alianza del
Tloque Nahuaque es la más poderosa del grupo protector de Aztlán, sus miembros
son tan fuertes que no necesitan de ningún poder o habilidad extra como sucede con
los Sindicatos de Ishtar, sin embargo, siempre hemos pensado que tampoco es
bueno tener tanto poder, por lo que las habilidades de los miembros de la sección
Alianza son suprimidas por el Gran Calendario y éstas sólo pueden ser liberadas de
dos maneras: por el portador de la espada elemental, que en este caso es Kukulcán
y por consenso de los líderes de las cuatro facciones del Tloque Nahuaque: Tloque
Nahuaque, sección Alianza, sección Estructura y Orden de Aztlán.
–Entiendo lo que me dices – comentó Arlés observando a los tres guerreros de
piel morena que tenía enfrente –, lo que deseo saber es: ¿vienen a cumplir con su
deber o a condicionar su ayuda?
–Un poco de ambas – respondió Alom, el líder de la sección Estructura del
Tloque Nahuaque –, con la revolución de los FILOS y el ascenso de Gunnar De
Grieff como Kukulcán, se partió nuestro grupo de poder, estamos en un proceso de
reconstrucción, sanación y reconciliación, confiamos en usted, señor Presidente,
pero sobre todo en Escorpión, creemos que ustedes y sus políticas, si las cumplen,
pueden ser el punto de unión del Tloque Nahuaque, por eso estamos aquí los tres
líderes de la principales facciones del grupo protector de Aztlán, porque deseamos
cumplir con nuestro deber histórico, la última palabra la tiene usted…
–Por lo que me han dicho falta uno de sus líderes – Arlés señalaba a sus
interlocutores –, el Capitán de los Controladores de la Materia… ¿Sir χxayácatl es
uno de sus disidentes?
–No lo es – dijo Cross antes de que Huitzilopochtli respondiera –, conozco a
Rhodrigozz de la época en que estudié en el Cinturón y es mi amigo, si él no vino
con esta comitiva es porque está de acuerdo en que la sección Alianza se ponga a
tus órdenes, tú tienes la última palabra, eres quien dirige al país.
–No lo sé – comentó Arlés con recelo –, no confío en quien cambia de bando
con tanta facilidad o en quien finge pelear por su supuesto protegido…
–La propuesta está en la mesa, Presidente – mencionó Huitzilopochtli viendo
directamente a Fenrir, Escorpión había dejado bien en claro que se desentendía del
asunto –, la decisión es suya, si gobierna con los ideales y cumple las promesas que
mencionó en su discurso de aceptación del cargo, la sección Alianza le será
totalmente fiel, si se desvía del camino, el Tloque Nahuaque será su más feroz
enemigo.
Los tres líderes del Tloque Nahuaque les dieron la espalda a Cross y compañía
y se dispusieron a irse, antes de cruzar la puerta, Hun Ab Ku comentó a modo de
despedida.
–Esperamos su respuesta, señor Presidente, afirmativa o negativa, espero no
tarde demasiado, el ambiente de paz que se respira puede ser engañoso, sobre
todo, sus primeros años en la presidencia serán muy difíciles, si las cosas en un
principio no salen como usted pretende y todo se complica para su mandato, tal vez
la sección Alianza ya no quiera apoyarlo. Hasta luego.
Una vez que se retiraron los representantes de Aztlán, Arlés se pasó la mano
por la frente, sudaba.
–Esos tipos sí que dan miedo, realmente no sé qué hacer…
–Ese es tu problema, amigo, pero si yo fuera tú, tomaría muy en serio la
propuesta de Huitzilopochtli, no sabemos lo que vendrá a futuro pero Hun Ab Ku
tiene razón, el cambio que pretendemos afectará a muchas personas y lastimará
más intereses todavía, si tienes al Tloque Nahuaque de tu lado, todo te será menos
complicado de solucionar, pero como ya lo acordamos, esta será tú presidencia y las
decisiones que tomes te afectarán sólo a ti, decide con inteligencia y sabiduría, esa
es tu especialidad.
–Huitzilopochtli tiene razón al decir que los miembros de la sección Alianza del
Tloque Nahuaque no pelearon en serio contra nosotros, Arlés – le dijo Michelle –, la
forma en que derroté a Caballero Jaguar fue una burla, como dice Cross, si se
vienen días difíciles, a mí en lo particular me gustaría contar con esos tipos para mi
protección.
–Lo tomaré en cuenta – comentó un pensativo Arlés –. Dejemos eso de lado y
pasemos al último asunto del día.
Arlés volvió a señalar a Yago, quien abrió nuevamente las puertas, esta vez
entró Danner Markab y su guardaespaldas Jano Von Teague.
–Caballeros un gusto volver a saludarlos.
–Danner... ¿Cuál es ahora la emergencia?
–La peor de todas Arlés...
–Los Titanes...
–Así es, hay un grupo especial dentro de los Caballeros Fantasmas que fue
creado única y exclusivamente para contenerlos.
–¿Quiénes son?
–Los Caballeros Apócrifos.
–No había oído hablar de ellos.
–Somos un grupo oculto, desde nuestra concepción fuimos entrenados y
educados para este momento.
–¿Somos?
–Así es, Arlés, yo soy el líder de esa Orden, mi nombre es Sir Aquiles.
–Eres muy joven para eso... ¿no lo crees?
–Si tener más de quinientos años para ti es poco...
–¿De qué estás hablando? – Arlés pensó que Danner se estaba burlando de él
–. Tú no tienes quinientos años, te he visto crecer...
–Jano y yo somos hijos de Elohim y al igual que él somos inmortales, sólo que
nunca se sabe cuáles serán las condiciones de la inmortalidad de los descendientes
del Clan Enoch.
–Pero yo te vi...
–Lo sé, me viste crecer, a nosotros si nos cortan la cabeza morimos, pero
volvemos a renacer, pueden ser algunas horas después o años, nunca se sabe,
pasamos la infancia de cualquier niño normal, pero después de los veinte años,
todos nuestros recuerdos vuelven a nosotros, Danner es sólo la personalidad que he
tomado en esta época...
–¿Quién te mató la última vez si se puede saber?
–Nuestros enemigos, Horus y Seth, cuando mi hermano Jano se enteró los
buscó por venganza pero cayó en una trampa y también lo mataron...
–¿Y nacen de una madre otra vez?
–Así es, descendiente de nuestros Clanes originales.
–¿Los Markab y los Von Teague? – preguntó Cross.
–No – dijo Danner –, Jano nació de madre Rasalgethi de los ochenta y ocho de
Hamal, el Clan de Hércules.
–¿Y cómo es que somos hermanos? – preguntó Yago –. ¿Yo también soy un
Caballero Apócrifo? No puedo morir...
–No, Yago – respondió Danner divertido ante la aseveración del auxiliar del
Presidente –, tú no eres un hijo de Elohim, si te cortan la cabeza o destruyen tu
cuerpo mueres definitivamente, tenlo en cuenta, no debes ser tan temerario, de igual
forma envejecerás y morirás.
–Entonces... – Yago se veía decepcionado, le hubiera gustado ser un inmortal.
–No eres mi hermano, eres mi hijo, Virgo se encargó de volver a juntarnos...
–No creas que te voy a abrazar y te voy a decir papá, te veo como mi pequeño
hermano al que tengo que proteger...
–De mi parte no hay problema, heredaste de mí un gran poder, eres parte
inmortal, estoy seguro que Arlés encontrará un buen uso para tus habilidades.
–Lo haré – respondió Arlés.
–Sólo queda un asunto por tratar, nosotros nos encargaremos de los Titanes,
pero alguien tiene que lidiar con Horus, Seth y el jefe de ambos: Radamanthys.
–Lo haremos nosotros – contestó Cross.
–Les haré llegar toda la información que tengo para que los localicen.

Los Caballeros Fantasmas rebeldes de Riazor llegaron a la biblioteca de


Beocia, ahí ya los esperaban sus hermanos de la Orden de Levit, Sir Exxus y Sir
Num, platicaban con un apuesto, fuerte y joven guerrero de piel morena en la
entrada de la Biblioteca: el famoso Radamanthys.
–¿Qué hacen afuera? – preguntó Bison.
–Radamanthys nos comentó de su estúpida regla de las armaduras, no voy a
quitarme la mía – respondió Sir Num.
–Entonces hablaremos aquí afuera... – dijo un poco tolerante Apolo.
–Así es, por cierto, llegan tarde... – reclamó Sir Exxus.
–Tuvimos un problema inesperado... – respondió Craig.
–Lo sé, mi hermano los bateó... ¿o me equivoco?
–Espero que no te entrometas si peleamos... – Apolo señalaba a Mikael.
–No lo haré si la batalla es justificada y mi hermano es un impedimento para
nuestros objetivos, pero si sólo quieren dañarlo porque pueden hacerlo los mataré...
Craig, Bison y Apolo dieron un paso adelante ante la afrenta de Sir Exxus,
Diana se lo tomó con más calma, Radamanthys los puso en su lugar.
–Tranquilos todos que somos compañeros, nada le sucederá al Arcángel Rafael
si no interfiere con nuestros planes...
–Hay otra cosa – dijo Apolo –, la voluble hermanita de Craig nos ha traicionado,
la vimos en Ishtar esperando a ver a Fenrir, ya les advertimos a los Controladores de
la Materia que deben huir cuanto antes...
–No se preocupen por eso – dijo Sir Exxus –, ya me encargué de ese asunto.
–¿Qué hiciste? – preguntó Craig tocando su espada.
–¿Ves a lo que me refiero? – le contestó Mikael –. La familia es la familia
aunque sean unos ingratos...
–No contestaste mi pregunta.
–Le borré de su memoria algunos detalles de su estancia en la biblioteca
prohibida, no recordará haber visto a los Controladores de la Materia en este lugar.
–Sólo hiciste eso... – Apolo veía molesto a Sir Exxus –, le hubieras borrado toda
la información...
–Era peligroso, yo no tengo el poder para borrar la memoria por completo, para
hacerlo necesito tiempo.
–¿Entonces como hiciste para que Lady Aliel olvidara lo que pasó aquí con los
Controladores de la Materia? – preguntó Bison.
–Es un truco complicado pero muy efectivo que mi maestra me enseñó, no borro
la memoria de mi objetivo, pero inserto en su mente una trampa en la que sustituyo
un lapso de memoria con un hecho repetitivo de sus vivencias.
–Como una cinta de video – dijo para sí mismo Apolo Kray.
–Algo así.
–Eres peligroso, Sir, ese sobrenombre de "el Confesor" te queda como anillo al
dedo...
–Somos aliados, "Crush".
–¿Entonces todo en Ishtar está en orden? – preguntó Craig.
–Sin problemas, si me hubieran descubierto ahora estaría muerto o en prisión...
¿De qué tanto se enteró “la Justicia ψlanca” cuando estuvo aquí?
–De nada relevante – respondió Diana –. Nada que no se sepa en el futuro
cercano por lo menos. Parecía que nada le interesaba.
–Entonces no hay problema – comentó Mikael –, sólo venimos a reportar eso...
–¿Y sus compañeros ya saben de lo nuestro? – preguntó Bison.
–Lady Deuther y Sir Gene se enterarán cuando deban hacerlo, hasta luego...
Una vez que los dos Caballeros Fantasmas de la Orden de Levit se fueron,
Diana preguntó a Radamanthys:
–¿Qué opinas?
–Ese tipo, Sir Exxus, es muy inteligente, hay que tener cuidado con él, lo
utilizaremos y después lo desecharemos.
–¿Ahora qué haremos? – preguntó Apolo.
–Nada – Radamanthys se colocó unos lentes para el sol –, esperar, vamos a
darle a los rebeldes el beneficio de la duda, si cambian el país para bien como
pregonan no intervendremos, si no lo hacen lo pagarán con sangre, yo sé cómo
alborotar a los Titanes...
–¿Y mientras qué haremos?
–Disfrutar la vida, Apolo, que buena falta les hace, quiero que se quiten todos
nuestros planes de la cabeza y sólo piensen como los adolescentes que son,
posiblemente jamás vuelvan a empuñar una espada, todo depende de lo que hagan
Escorpión y compañía, ya nos preocuparemos en su momento, para eso tenemos la
información de Tepantlato a nuestra disposición. Quiero que envíen sus espadas de
regreso a la Orden y eso no está a discusión, si las llevan los Caballeros Fantasmas
eventualmente los encontrarán y no puedo arriesgarme a perder a ninguno de
ustedes… ¿entendido?
–De acuerdo – dijeron al mismo tiempo los cuatro chicos decepcionados de
tener que deshacerse de las espadas que con sangre y esfuerzo se habían ganado.
–Me alegra que lo entiendan, desháganse de esas armas en cuanto nos
separemos.
–¿Y los demás? – preguntó Bison pensando en todos sus aliados, los guerreros
que habían reclutado para su causa.
–¿Cuáles demás? – Radamanthys fingía no entender a Sir Isaías.
–Susanoo y los miembros de la Armada elemental, Horus y sus hombres,
nuestros aliados...
–Que se rasquen con sus uñas, a nosotros sólo nos corresponde disfrutar de la
paz, que ellos hagan su guerra, eso no nos involucra a nosotros... ¿de acuerdo?
–De acuerdo – respondieron al mismo tiempo los Profetas.
–Bien, entonces enterremos al viejo Darius y su biblioteca, esperemos que para
siempre, si vuelve a surgir este inmueble es porque aquí empezará el infierno...
A un chasquido de los dedos de Radamanthys, la biblioteca prohibida se
empezó a hundir en la nieve hasta que no quedó ni rastro de ella, en ese momento
se dejaron de escuchar los gritos y rugidos de las bestias del Paraje de Beocia,
desapareció el miedo y la tensión, ahora ese lugar era como cualquier otro de la
tundra de Riazor.
Después de visitar a los Profetas en la tundra de Riazor, Mikael se fue directo a
la residencia de su familia en Levit, ahí se encontró con sus hermanos Emilian y Tita,
después de saludarlos preguntó al Arcángel:
–¿Ya sabes quién mató a mamá?
–No, pero puedo asegurar que fue por órdenes de Aries, el asesino conocía mi
poder y cubrió bien sus huellas, sin embargo, te aseguro que mamá sufrió mucho.
–Ella era inocente de todo esto – lloraba Tita –. Mamá no merecía morir así,
tenemos que vengarnos.
–Mamá no era inocente, Tita – la corrigió Emilian –. Nadie lo somos y ya ha
habido demasiadas muertes en las dos familias, tanto en los Yaotl como en los De
Grieff, esto no puede seguir así.
–¿Piensas dejar impune el asesinato de mamá? – preguntó una enfurecida Tita.
–No hermanita – interrumpió Mikael –. Ni Emilian ni yo lo dejaremos pasar, pero
nuestro hermano mayor tiene razón, no podemos empezar a matar a los De Grieff al
azar sólo por venganza, te aseguro que tanto Emilian como yo no descansaremos
hasta encontrar al culpable, y entonces, los tres le haremos ver su suerte, te aseguro
que la muerte va a ser un descanso para él después de probar nuestra venganza.
Tita volteó a ver al Arcángel Rafael, con tan sólo mirarlo entendió que apoyaba
a Mikael, nadie quería ocasionar una guerra pero los dos estaban dispuestos a
hacer pagar con su vida al asesino de su madre, por el momento se conformó con
eso, pero ella también investigaría, estaba dispuesta a hacer lo que sea para
encontrar al asesino de Alanah Abrahams, pero ella pensaba más allá que sus
hermanos, más a futuro, la única hija del Arcángel Miguel era miembro del Consejo
Familiar de los Yaotl, pensaba preparar a su familia para una eventual guerra con la
familia rival.

Cross estaba de vuelta en el Tercer Distrito, finalmente todos los rebeldes se


habían separado, cada quien debía vivir su vida, ahora correspondería a los
gobernantes hacer la diferencia con Arlés en la presidencia como el director de la
orquesta.
Se encontraba en su casa del Tercer Distrito que le habían regalado por ganar
el torneo por “la espada roja”, lugar que en un tiempo sirvió como refugio de los
rebeldes. Como siempre, estaba sentado en la azotea mirando alrededor, se sentía
extraña la calma, aún no digería que ya no vería a todos sus amigos todo el tiempo,
pensaba en las consecuencias de su lucha.
Geedy fue nombrado Vicepresidente y Ministro de Gobierno de la Ciudad
Capital Assur, con él trabajarían Ceo, Gea y Quantum. También se quedaron al lado
de Arlés los Guardianes del Destino: Tyr, Syn Eunice, Amón y Nergal, al ya no tener
la carga de cuidar la llave del último piso su deber era vigilar Ishtar con Bonzzo como
su líder.
Los rebeldes pertenecientes a las grandes familias iban a ser incluidos en los
Consejos de Gobierno para en un futuro hacerse cargo de gobernar sus respectivas
entidades.
En Arcadia, Isaac Erikksson quedó como el gobernador del estado, la
colaboración con el gobierno de Fenrir estaba asegurada, Siege Hobbs fue ratificado
como el presidente del Consejo de Gobierno del Cinturón, Brian Nexus se
encargaría de Administrar los pisos inferiores de la Ciudadela y su hermano David
fue nombrado el Supremo Comandante de los Ejércitos del estado armamentista.
Se determinó que se derribarían las grandes haciendas de las seis principales
familias que se encontraban en la parte superior de los pisos de la Ciudadela y éstos
se integrarían a la civilización del Cinturón, quedando como encargados del proyecto
Fausto Yaotl y Deneb De Britten. Angie Asegir fue nombrada Directora de la principal
escuela superior del Cinturón en sustitución de Ruth Yaotl.
Troy Hobbs fue nombrado Delegado del Tercer Distrito y Donovan Nexus
director de la principal escuela de educación superior, los demás hermanos Nexus
se repartieron puestos clave para auxiliar a Isaac Erikksson, David y Brian.
Respecto a los grupos de poder de los tres distritos exteriores, quedaron al
frente Lúgh en la Armada Elemental, Rafael en la Legión de los Iluminados y Libra
en el Círculo del Zodiaco.
En las entidades del interior del país, Samir Shmuel "el Aprendiz" siguió al
mando de los Jinetes Alados Inmortales aunque nada se sabía de las hermanas
Azzán, quienes se ocultaban temerosas de la venganza del Aprendiz y el Mesías.
En Aztlán, Huitzilopochtli tomó el lugar dejado por su padre Tezcatlipoca como
líder del Tloque Nahuaque, grupo de poder que había quedado roto con las muertes
de Temazcalteci y Mixcóatl; el mayor de los hermanos Humbolt tenía la misión de
volver a unir a sus compañeros.
Al Virgo ya no necesitar su protección, Saipher Rigel se fue a Hamal quedando
a cargo de los ejércitos del estado, no pensaba quedarse relegado de los puestos de
David Nexus y Satanás.
Tristán Nisser, Isolda Nemhain y Cadmus Albarán regresaron al Cinturón, en
donde no fueron juzgados al no haber suficientes pruebas en su contra, los tres se
integraron a la vida cotidiana pero quedaron vetados de por vida para ocupar
cualquier cargo público o de poder.
Cross también pensaba en el resultado de la guerra, no todo había sido
negativo, de la constante convivencia habían surgido varias parejas, el
inconquistable Cástor y Astrid que se habían ido a vivir al Primer Distrito, quedando
Freya como Delegada. Titán se resistió a aceptar ningún cargo público ante las
protestas de su prometida, habría que ver el comportamiento del ahora gemelo
mayor una vez que se había acabado la acción. Al rechazar Cástor la dirección de la
principal escuela superior del Primer Distrito, ésta se la otorgaron a Démeter de los
Bérserkers Celestiales, quien conocía de sobra la administración al ser hija de
Victoria Nice, quien por muchos años dirigió esa escuela.
Póllux y Addy De Grieff se fueron a vivir a Hamal, a la recién construida
hacienda familiar en el poblado de Bharani. El Clan gobernante pensaba instruirlos a
ambos para gobernar, algo que sería digno de ver, Hermes era un cabeza dura y
Luzbel no tenía ningún interés en la política.
Su gran amigo Brachium Brunn y Nefert Aswan al final resolvieron sus
diferencias y se comprometieron en matrimonio, ellos junto con su inseparable
Ganesh se encargarían de transformar el Quinto Distrito, el cual dejaría de ser un
distrito-prisión para ser un lugar habitable, los residentes convictos que todavía eran
un peligro para la sociedad serían trasladados a los cuatro centros de readaptación
social que se estaban construyendo en las afueras de los Distritos exteriores y en la
zona militar de la Ciudadela.
Pero antes que nada, se darían unas merecidas vacaciones en las famosas
playas de Levit, cumpliendo así la promesa que el Dios del Rayo le hiciera al
pequeño genio cuando eran niños. Dejaron todo el trabajo pendiente en las manos
de Furcas y Beleth, quienes fueron exonerados y liberados, ellos personalmente
solicitaron que los encomendaran al llamado peor de los distritos para ayudar en su
transformación.
Drake y Rhiannon se apartaron completamente de la política y los grupos de
guerreros élite a los que pertenecían, se fueron a las montañas de Arcadia,
decidieron que iniciarían su hogar allá, en el lugar donde crecieron y donde fueron
muy felices.
Rafael convenció a Acuario de que lo acompañara al Segundo Distrito bajo
amenaza de no aceptar ser el Delegado si no se iba con él, la Arcángel Ariel fue
nombrada Directora de la principal escuela de educación superior y responsable de
su reconstrucción.
Otro cabeza dura que no sabía lo que sería de su vida era Connor, su padre:
Alexis Brunn, viajó a Boleria con su esposa para estar presente en la ceremonia de
exaltación del Presidente y finalmente entre llantos volvía a abrazar a su hijo que le
había sido robado cuando era un infante.
Connor y Selene tenían invitación de los Brunn a formar parte activa de sus
empresas o de la política, ninguna de las dos cosas atraía a Connor, pero pensaba
utilizar los ilimitados recursos de su familia para ayudar a Isis y Libra a reconstruir el
Quinto Distrito, ese era un proyecto que les interesaba más a los dos FILOS Divinos,
pero por el momento se quedaron unos días más en Ishtar como invitados de honor
del emisario del continente perdido Sandor Krull y sus hijas Laetina y Ailexa.
También quedaban otras parejas que se habían formado como Geedy y Gea,
Tyr y Syn que estaban juntos en Ishtar o Thor y Coatlicue en Aztlán, donde Donnar
Brunn en el futuro sería Gobernador.
En cuanto a sus enemigos, ellos estaban despilfarrados y en fuga, sin amigos y
sin recursos, eran los criminales más buscados del país a los que los Comandantes
Supremos de todas las entidades les darían caza, Sir Baal en Ishtar, David Nexus en
Arcadia, Sir Gene en Levit, Rave Isa en Riazor, Orión en Hamal y Mictlantecuhtli en
Aztlán.
Cross personalmente se había hecho cargo de esos nombramientos, seis
personas intachables en el cumplimiento de su deber sin importar por quien
estuvieran rodeados, así les darían caza a Horus, Seth y Radamanthys.
Dagan y Baldr serían juzgados por sus crímenes pero seguramente con los
ilimitados recursos de los Shmuel y al no ser tan graves sus delitos y no haber
cobrado ninguna vida humana, con seguridad saldrían libres al término del juicio que
Escorpión esperaba fuera lo más largo posible.
Mención aparte merecían los Profetas, miembros renegados de la Orden de los
Caballeros Fantasmas, quienes sorprendentemente habían devuelto sus armas del
alfabeto antiguo como un símbolo de rendición, ellos serían cazados y ajusticiados
por los mismos miembros de su Orden, en ese aspecto se sentía mal por Craig a
quien de verdad apreciaba, aunque su amigo ya había decidido su destino, Cross
esperaba ayudarle si se presentaba la ocasión.
Al final de todo quedaban él, su madre y sus chicas. Cross se rehusó ante
todos los cargos que le ofrecieron, iban de todos los niveles, desde miembro del
gabinete del Presidente del país hasta financiero o jefe médico de un hospital.
Lo mismo pasó con su madre a quien le ofrecieron en primera instancia la
dirección de la escuela principal del Cinturón entre muchos otros cargos.
Lo de Elektra, Michelle y Caris era de no creerse, no sólo les llovían las ofertas
de cargos públicos, también de matrimonio y de agencias de modelos o grandes
corporativos del entretenimiento que querían lanzarlas como actrices o cantantes,
eran las figuras públicas más buscadas de todo el orbe, el mundo entero estaba
vuelto loco con esas tres bellezas.
Dentro de las cúpulas de poder de Arcadia, especialmente los Riazor estaban
interesados en Elektra, los Yaotl en Michelle y los Brunn en Caris. Cross al final
aceptó su origen y cambió su apellido de manera legal, lo hizo por su madre y en
recuerdo de su padre: el gran Hazzart Yaotl.
Por último estaban Michelle, Caris y Elektra, las tres chicas de su vida, a
quienes amaba desde lo más profundo de su alma, pero no se sentía listo para
hacer una elección, sin embargo, sabía que ese día llegaría tarde o temprano.
Pensaba en Michelle, la chica pelirroja de la mirada azul, mujer seductora y de
intelecto superior, la del gran temperamento, irascible, ególatra, déspota y mal
educada, pero también leal, cariñosa, fiel, entregada y amorosa, su duro exterior
chocaba por completo con su sensible interior, la chica más hermosa que se
conocía, por dentro y por fuera.
Caris, la chica tímida de carácter sencillo e introvertido, muy parecida a él,
siempre al pendiente de ayudarlo, el sólo verla le provocaba abrazarla y amarla, era
alguien irresistible, sus ojos evocaban una dulzura nunca vista, humilde a pesar de
su portentoso origen, físicamente poseía la combinación perfecta, piel morena clara,
un hermoso rostro y un cuerpo de infarto.
Elektra, la guerrera de la personalidad arrolladora, quien la conocía se quedaba
prendado de ella sin importar su sexo o edad, una fuerza de la naturaleza que atraía
hacia ella todo lo que se encontrara a su alrededor, dulce y simpática con todo
mundo, siempre con una palabra amable y una sonrisa en la boca, enemiga mortal
de las injusticias, una hermosa rubia de ideas firmes y voluntad inquebrantable.
A las tres las amaba, recordaba perfectamente todas y cada una de las veces
que las había besado, las sensaciones y la felicidad que le causaron, también
conocía sus cuerpos, el simple recuerdo de cuando estuvo con ellas lo hacía
desearlas más.
Pero sobre todo recordaba los momentos de convivencia con ellas, las peleas
constantes de Michelle y Elektra por su atención, los desplantes de Caris cuando se
desesperaba porque no le hacían caso, cuando dormían los cuatro en una misma
cama y él se pasaba horas viéndolas soñar...
En ese momento su madre lo sacó de sus pensamientos, Daniela Malka había
decidido estar al lado de su retoño los años que le quedaran de vida y Cross aceptó
encantado.
–Te buscan, hijo...
–Las chicas – Cross se sintió inquieto, sabía la razón de la presencia de sus
queridas compañeras y no se sentía preparado para decidir.
–Así es.
–¿Qué debo hacer?
–Lo que te diga tu corazón, pero debes decidir, no es justo para nadie que sigan
como están...
–Lo sé... ¿algún consejo?
–Las tres son un amor, no te mereces a ninguna...
–Me imagino que tengo la suerte de mi padre.
Daniela abrazó a su hijo.
–Él tuvo más suerte que tú, pudo haber elegido a alguien tan linda como tus
supermodelos pero se quedó conmigo.
–Escogió a la linda y brillante, no cabe duda que era inteligente el viejo.
–Y tú eres igual de galante. Si yo fuera tú me quedaría con Kharynna, esa niña
me inspira mucha ternura, pero no soy yo la que debe elegir, es tu decisión hijo...
–Gracias mamá.
Cross bajó las escaleras, Caris, Michelle y Elektra lo esperaban.
–Hola chicas...
Las tres abrazaron y saludaron a Cross, después Michelle habló:
–Creo que ya sabes por qué estamos aquí...
–Prefiero que ustedes me lo digan.
–Debes hacer una elección, Cross, si es que quieres quedarte con una de
nosotras, ninguna de las tres está dispuesta a regresar a lo de antes... – le explicó
Elektra.
–Lo entiendo, creo que yo tampoco...
–No te preocupes por nosotras – le dijo Caris –. Sabemos que esto es difícil y
aceptaremos tu decisión sea la que sea.
Ante la mirada asombrada de todas, Cross no tardó ni un segundo en
contestar, simplemente dejó que su corazón hablara.
–Elektra.
La portadora de la espada sagrada Spartha se llevó las manos a la boca, de
sus ojos empezaron a salir algunas lágrimas, Cross veía con tristeza y vergüenza a
las otras dos chicas, Michelle con el semblante serio se acercó a él, Cross se
preparó para la tempestad, pero la pelirroja simplemente le acarició el rostro y le
sonrió.
–No te preocupes, desde el primer día que te vio, Elektra dijo que se casaría
contigo, sabes que con ella hay que tomarse bien en serio lo que dice, la verdad es
que había renunciado a ti desde lo que sucedió en los pisos superiores de la
Ciudadela, lo demás eran vanas esperanzas, cuida bien a mi hermanita.
Michelle besó en los labios a Cross, sólo fue un beso de despedida, después
se acercó Caris quien sólo lo abrazó, Cross la estrechó con fuerza mientras le
susurraba.
–Caris, mi dulce Caris...
–Voy a estar bien – dijo la miembro del Clan Humbolt al tiempo que les sonreía
a Cross y Elektra –, la verdad es que siempre supe que Elektra sería la elegida, sólo
te disfruté mientras te decidías.
Esta vez fue Cross quien le dio a Caris el beso en los labios de despedida,
después ambas abrazaron a Elektra y se fueron, en cuanto estuvieron solos Athena
saltó a los brazos de Escorpión y lo besó, larga y apasionadamente, después sólo se
abrazaron hasta que Cross rompió el silencio
–Siempre fuiste tú.
Elektra sonreía mientras acariciaba la corta cabellera de Cross.
–Ya lo sabía, tonto, ¿no escuchaste a Michelle? Siempre lo supe, sólo esperaba
que me lo dijeras...
Elektra volvió a abrazar a Cross, nunca estuvo segura de nada, primero con
Christina y luego con Michelle y Caris compitiendo por su amor, siempre estuvo en la
incertidumbre, pero en su corazón siempre supo que ella y Cross terminarían juntos.
Mientras estrechaba el cuerpo de Elektra, Cross sonreía pensando que ahora
podía dejar ir a Christina, al final, logró por lo menos mantener y cumplir unas de las
promesas que le hizo, cambió Boleria, su país, por un lugar mejor.
–Descansa en paz, Chris – se despidió –, la libertad de Boleria es tu legado, la
expiación por todos tus actos…

FIN
EPÍLOGO

Chronos se disponía a marcharse de la Ciudad Capital Assur de Ishtar, acudió


a ver la ceremonia presidencial con la finalidad de matar al futuro Presidente, pero al
final se arrepintió.
Mientras caminaba se preguntaba qué sería de él, seguramente ahora era
considerado un delincuente y estaría entre la lista de los más buscados, algo que
lastimaba su orgullo, él era un soldado que peleaba a favor del estado, no un
criminal, los verdaderos enemigos de la nación eran los que ahora la controlaban.
Sus pasos eran cortos e indecisos, no imaginaba su vida como alguien que
huía de la justicia, ese no era él, por eso había decidido acabar con el nuevo
Presidente, esperaba que en el intento la vida que se perdiera fuera la suya, una
vida de anarquía, sin reglas, no era vida para alguien como él.
Estaba a punto de convocar a su bestia mítica, el dragón Zilant, cuando sintió
que alguien lo seguía, el FILO Oscuro sonrió, él no era una persona que huía de un
enemigo, se dio la vuelta para enfrentar a su perseguidor, cuando se dio cuenta de
quién era, se sorprendió.
–¿Tan falto de personal anda el gobierno que el propio Presidente es quien
persigue a los criminales?
Arlés se acercó tranquilamente a Chronos.
–Yo no veo a ningún criminal por aquí, sólo estoy dando un paseo...
–¿Eso quiere decir que soy libre?
–Así es, se estableció como ley que los que ayudaran al movimiento de
revolución serían perdonados por sus crímenes, tú fuiste de gran ayuda...
–Es bueno saber que no soy un criminal, así podré estar cerca para matarte si
en tu mandato atentas contra mi país.
–O sea que siempre tendré que mirar sobre mi hombro...
–Así es.
–No puedo hacer eso, tengo mucho trabajo como para también preocuparme
por mi seguridad...
–¿Y qué piensas hacer al respecto?
–Contratarte, sé que no hay nadie más fiel al estado que Chronos, tu lugar es de
este lado, tú naciste para hacer cumplir la ley y no para estar por fuera de ella.
–Tu gobierno no es el mío, no comparto tus ideas.
–Eso es justo, entiendo que debes ser fiel a tus ideales... ¿cuáles de mis ideas
no compartes?
Chronos se quedó mudo, se sintió avergonzado, ni siquiera sabía cuál era el
plan de gobierno de Arlés, no respondió.
–Ven conmigo, Chronos – insistió Fenrir –, no hay nadie mejor que tú para que
trabaje a mi lado y me aconseje, tú representas a una parte de la sociedad y del
ejército que merece ser escuchada.
–Yo no soy sirviente de nadie.
–Eres sirviente de tu país, todos lo somos...
–¿Qué es lo que quieres que haga en tu gobierno?
–Quiero que seas algo así como un supervisor de mi trabajo y del gobierno en
general, lo mismo que quieres hacer ahora sólo que de manera legal.
Chronos se quedó pensando un momento en la propuesta de Fenrir.
–No lo sé...
–Vamos, trabajarás a mi lado, así te será más fácil matarme si hago las cosas
mal.
Fenrir le sonreía a Chronos mientras le estiraba la mano, el FILO Oscuro le
devolvió la sonrisa y le estrechó la mano, sus supuestos aliados le habían dado la
espalda y su enemigo le ofrecía un lugar al que él pertenecía, al estado, ahora
Ozmar de Riot tenía un nuevo jefe, alguien a quien protegería con su vida, su
existencia nuevamente tenía sentido, otra vez todo estaba en estricto orden.

En el estado de Levit hay una provincia llamada Edén que es conocida como la
ciudad más bella del país, colindante con ella hay una isla llamada Isla de la Victoria,
donde se erige el volcán más grande del mundo llamado el monte del salvador, lugar
en donde fue derrotado el más fuerte de los gigantes, sitio en el que el grupo de
liberación de Zarth, el primer portador de la espada roja, sentó las bases para
destruir a los gigantes que gobernaban la tierra.
Ese mismo volcán tenía otro nombre para los gigantes, se llamaba el monte de
los ancianos, nombre que tenía porque en ese lugar se inmolaban los viejos
guerreros que deseaban partir del mundo con dignidad y no permanecer como una
carga.
En ese sitio esperaban los Titanes y las Titánides a sus compañeros Skade y
Atlas para que les dieran un informe de lo que habían investigado, ambos llegaron al
mismo tiempo.
–¿Y bien? – preguntó Jotun.
–Es una nueva y moderna época – explicó Skade –, pasamos cuatro mil veinte
años encerrados.
–¿Estás segura? – Jotun se agarraba la barbilla.
–Segura, los hombres empezaron a contar su era a partir de la victoria de Zarth
sobre nuestra especie.
–¿Qué clase de guerreros hay en esta época?
–Buenos – Atlas veía a Skade que asintió –, pero muy inferiores a los que nos
vencieron.
–Entonces el mundo es conquistable...
–Sí Jotun, aunque debemos conocer todavía su armamento, si los hombres son
más débiles es porque han sido flojos y tienen sus esperanzas de defensa y ataque
puestas en sus armas.
–Es entendible tu lógica, Skade.
–¿Qué es lo que haremos entonces? – preguntó Fornjot.
–No lo sé – Jotun no deseaba precipitar las cosas –, investigar un poco más me
imagino...
–No es necesario...
Jotun y los demás gigantes voltearon a ver al guerrero que hablaba, todos lo
conocían, había peleado contra ellos en la guerra que perdieron contra los hombres.
–Sachell Nisser... ¿qué haces en esta época? – preguntó el líder de los Titanes.
–Ustedes no fueron los únicos que obtuvieron la inmortalidad... – respondió el
guerrero en un tono por demás cordial.
–¿Alguien más que conozcamos aparte de ti queda en este mundo?
–Por ahora no – respondió el guerrero pensando en el desaparecido Caín
Enoch.
–¿Qué es lo que quieres?
–Negociar...
–¿Qué puede tener un insecto como tú que yo quiera? – preguntó Jotun.
–Conocimiento, yo conozco a los guerreros más poderosos de esta época.
–Insectos todos, Skade y Atlas ya los probaron...
–Sólo a los débiles, los más poderosos incluso me superan, varios
descendientes de Zarth y de los hermanos Enoch todavía caminan por esta tierra...
–Dame sus nombres.
–Aquí los tengo...
El tatuaje del ojo derecho de Horus se formó, los Titanes observaron el Udyat.
–¿Dónde está el símbolo de tu otro ojo? – preguntó Jotun.
–Lo cambié por la inmortalidad...
–Eso quiere decir que eres más débil...
–Llevo miles de años perfeccionando mi técnica y peleando, Jotun, mismos que
ustedes llevan descansando, te aseguro que soy mucho más poderoso que cuando
nos vimos por última vez, el día que te enterré la espada magenta en el cerebro...
–¿Acaso me estas retando, hombrecillo?
–No, te vengo a proponer una alianza, mi ayuda por una parte del pastel...
Jotun pensó un momento en la propuesta de Horus, observó el hermoso
paisaje de la Isla de los Retirados, como ellos le llamaban y del monte de los
ancianos, declinó la oferta del depuesto líder de los Guardianes del Destino.
–Esta ya no es nuestra época, ahora es el hombre el dueño de esta tierra, diles
a tus líderes que nos dejen esta isla y estaremos en paz.
–¿Estás seguro de lo que dices?
–Seguro, así como esta no es nuestra época tampoco es la tuya... ¿o vas a
decirme que tú eres el máximo gobernante del mundo?
–No Jotun, tienes razón, debo pasar desapercibido cada determinada cantidad
de años para que no me linchen, daré tu mensaje.
–Bien, si necesitamos algo se los haremos saber...
–Me parece perfecto, adiós.
Horus y Seth se marcharon de la isla, cuando llegaron a la ciudad de Edén, el
controlador de la tierra eléctrica le preguntó a su compañero:
–¿Crees que no haya problema?
–No, ni siquiera te reconocieron...
–Ellos no conocen el cuerpo que uso ahora, Herbert Rush es uno de tantos que
he tenido...
–No, pero tu esencia oscura es palpable, nuestra visita fue una farsa, lo que
necesitaba era que Jotun viera mi Udyat, así se activó la restricción que Elohim le
insertó en su cerebro.
–¿Elohim?
–Así es, no siempre hemos sido enemigos...
–¿La restricción es para todos?
–No, sólo para Jotun.
–¿Y si los demás quieren conquistar el mundo?
–Conocemos a Jotun, es un líder que gobierna con mano de hierro, si alguien
no acata sus órdenes lo mata.
–Pero son muchos...
–El poder de Jotun es inimaginable, los demás le temen, obedecerán.
–Pero... ¿hay peligro de que esa restricción se anule?
–No si los Titanes son dejados en paz...
Seth entendió el silencio de Horus.
–O si...
–Yo soy la llave que los restringe, Radamanthys es quien los libera.
–Suerte que estamos en el mismo equipo...
–Así es. Ahora debemos desaparecer por un tiempo, vamos a darles la
oportunidad a los rebeldes de gobernar.
–¿Si lo hacen bien?
–El mundo no volverá a saber de nosotros, sólo nos queda una cosa por hacer...
–¿Qué es?
–Avisar a los guerreros encargados de los Titanes las exigencias de Jotun,
hablaré con los Caballeros Apócrifos.

Danner Markab se encontraba en su palacio de Banayah, la Ciudad de los


Dioses, platicaba con Jano cuando recibió la llamada de Horus, escuchó en silencio
sus recomendaciones y después colgó.
–Nuestra hora ha llegado, hermano, llama a los demás...
Jano se levantó y salió de la habitación, hizo unas cuantas llamadas y después
fue a servir dos vasos de whisky, le entregó el suyo a Danner y ambos apuraron su
contenido de un solo trago.
–¿Cuál es la situación? – preguntó Jano.
–La mejor posible, los Titanes no atacarán, se quedarán a vivir en la Isla de la
Victoria en Levit, nuestras vacaciones terminaron.
–No es tan malo, si vamos a pasar la eternidad en un solo lugar, que mejor que
sea un sitio paradisiaco como Edén.
–Tienes razón, hasta en eso tuvimos suerte.
–Jano sirvió otros dos tragos y le dio el suyo a Danner.
–¿Nos embriagaremos?
–No, en cuanto lleguen los demás partiremos a Edén.
–Qué demonios... – masculló Jano mientras aventaba su vaso con todo y el
líquido hacia atrás.
Danner siguió disfrutando el suyo.
–Tranquilo muchachote, tampoco es que vayamos al infierno...
–Lo sé, para esto nos preparamos toda nuestra existencia, pero aun así estoy
nervioso, somos guerreros, no niñeras...
–Si al mundo le conviene que seamos niñeras eso seremos...
–Tienes razón.
Después de unas horas el primero de los citados en presentarse fue Martin
Fherz Tercero, conocido showman del espectáculo, espada protectora de Ersghiaal,
la Ciudad Blanca.
–Caballeros, el programa estelar está a punto de comenzar...
Mientras Jano y Danner abrazaban a su compañero, el líder del grupo
comentó:
–No hermano, yo más bien diría que el show debe continuar...
–Me gusta más mi frase.
–Tú eres el señor espectáculo.
Minutos después se apareció Lars "el pony" Bassing, el jugador más dominante
de la liga nacional, estrella de los pumas de la Ciudad Oculta Hiddensh y espada
protectora de esa misma entidad.
–Por fin empiezan los tiempos extras.
–A darlo todo, campeón – respondió Danner mientras chocaba palmas con su
compañero.
Lars todavía estaba saludando a Jano y Martin cuando entró Olga Ristry,
periodista y líder de opinión, reportera con más premios que años y tenía varios
siglos de vida, espada protectora de la Ciudad de los Cielos Hevven.
–Reportando desde el lugar de los hechos, directamente con los Caballeros
Apócrifos...
–Preciosa... – Danner le extendió los brazos a su compañera –, siempre en el
lugar y momento correcto.
Los cinco guerreros se saludaron y felicitaron, platicaban como si estuvieran en
una reunión social y no ante un evento que cambiaría sus vidas. Olga comentó:
–Qué raro que no haya llegado la residente de ψanayah…
–Es porque no vengo sola, traigo a dos chiquillas malcriadas conmigo...
En ese momento estaba entrando Julia Sereny, “July”, religiosa rectora de la
Catedral de la Ciudad de los Dioses Banayah, espada protectora de esa misma
ciudad. Entraba acompañada de Nicolette Heavely, Nikky, la modelo más cotizada
del mundo, espada protectora de la Ciudad Capital Assur de Ishtar; con ellas llegó la
ganadora del premio de la academia Viridian Helsing, Vicca, la actriz más cotizada
del momento, espada protectora de la Ciudad Sagrada de Uruk.
–Parece que se les acabó la fiesta... – comentó Jano a modo de burla.
–Cállate por favor... – dijo Nikky mientras abrazaba y besaba en la mejilla al
gigante –. La novia de los Dioses ya nos dio todas las reprimendas del mundo... –
señalaba a July Sereny.
–Es que no se midieron – contestó July –, la situación no está para...
–Déjalo, hermana – Danner interrumpió a July –, no tiene nada de malo que las
chicas se divirtieran, todos éramos libres de hacer lo que quisiéramos.
–Pero ya no – dijo Vicca.
–Así es, llegó el momento de cumplir nuestro destino... ¿alguien tiene algún
problema con eso?
Nadie respondió, todos estaban comprometidos con su responsabilidad, Nikky
preguntó:
–¿Pelearemos?
–No por el momento – respondió Danner –, hablé con Horus, los Titanes no
harán la guerra...
–¿Entonces?
–Pidieron vivir en la Isla de la Victoria en Levit.
–¿O sea que viviremos en Edén? – preguntó una emocionada Nikky.
–Así es, preciosa.
–No es tan malo, si me preguntaran por un sitio para vivir el resto de mi vida,
elegiría ese lugar...
–No vamos de vacaciones – Martin pretendió reprender a Nikky.
–Pues casi, mientras no haya guerra todo estará relajado.
Danner finalmente se levantó.
–Tenemos toda la vida para discutir, ahora vamos por nuestras espadas, ya
saben qué hacer... ¿Dejaron en orden sus cosas?
–Sí – dijo Olga –, yo me encargué de todo, se me ocurrió algo trágico, los seis
moriremos en un accidente de avión rumbo a la gala de los premios a lo mejor de la
música en el país de Antiquia, será la mayor tragedia para el mundo del espectáculo
desde la muerte de Lady Starlight.
–Entonces empecemos – ordenó Danner.
Martin, Lars, Olga, Vicca, Nikky y July elevaron su energía, una plasta
gelatinosa explotó en sus cuerpos, la protección de agua y energía psíquica de la
que Elohim los había proveído para ocultar sus rostros y que sus cuerpos se vieran
envejecidos conforme a la edad que representaban escurrió por sus ropas, el rostro
por el que eran conocidos en la época actual había desaparecido, estaban al
descubierto sus verdaderos rasgos y facciones, todos se veían jóvenes, por su
aspecto se diría que ninguno llegaba a los treinta años de edad.
Danner y Jano no necesitaban ocultar sus rostros, eran invisibles a los
reflectores, no llevaban máscara alguna, los ocho guerreros expulsaron toda su
energía, esa era la llave y contraseña para reclamar sus armas, en ese momento se
abrió la pared y quedaron al descubierto las ocho espadas apócrifas del alfabeto
antiguo.
Una vez que terminaron el ritual, los ocho miembros de los Caballeros
Apócrifos chocaron sus espadas y se dirigieron a la provincia de Edén en el estado
de Levit a cumplir con su destino.

En un lugar de la tundra de Riazor se encontraron tres hermanos, quienes


hacía más de un siglo que no se veían al mismo tiempo, eran conocidos por sus
nombres guerreros de Minos, Eacos y Radamanthys.
–Vaya, que puntuales... –Radamanthys veía a sus hermanos y a su reloj de
pulsera en su brazo derecho simultáneamente.
–Habíamos quedado en que cuando nuestro padre muriera de manera
definitiva, nos veríamos un mes después en el último lugar en que murió – comentó
Eacos –, exactamente aquí fue donde lo asesiné.
–No te confíes, hermano – Radamanthys señalaba a Eacos –, Elohim siempre
puede regresar...
–La profecía decía que esta era la última... – dijo Eacos –. Nunca se ha
equivocado.
–Dicen las malas lenguas que tú organizaste la caída de nuestro padre, Minos...
¿es cierto? – preguntó Radamanthys.
–Sólo colaboré – Minos no quería hablar al respecto –, una vez que perdió su
batalla contigo por el control de las puertas del último piso nuestro acuerdo terminó.
–Sé que te debía algo más que una venganza – Radamanthys palmeó la
espalda del Juez del Sur del Quinto Distrito –, aún no entiendo cómo es que te
aliaste con él...
–Lo hice porque creía y sigo creyendo que tu plan es el fin de la humanidad –
soltó Minos –, si los Titanes no estuvieran libres también los mataría a ustedes dos –
señaló a sus hermanos –, pero lo hecho, hecho está, ahora nosotros somos la última
defensa del país.
–¿Qué hicieron con su cabeza? – preguntó Radamanthys sin hacer caso de las
bravuconerías de Minos –. ¿En dónde la ocultaron?
–Nadie lo sabe – respondió Minos –, Nergal fue el encargado de esconderla,
después Tamiel le borró por completo el recuerdo.
–Entonces Tamiel sabe en donde está... – dijo Eacos sacando conclusiones.
–No lo sabe – Minos defendió a la madre de Cross –, sólo borró el recuerdo.
–¿Cómo es que estás seguro? – preguntó Radamanthys –. Elohim no debe
volver a la vida.
–Simplemente lo estoy – contestó Minos de mala manera –, si cualquiera de
ustedes dos hace algo contra ella los voy a sellar por toda la eternidad, recuerden
que yo sé cómo hacerlo.
–No te atreverás... – el rostro sonriente de Radamanthys se volvió serio.
–Lo haré – le respondió Minos con autoridad –. Darius, tú fuiste maldecido
cuando se formaron las espadas oscuras, tu destino está ligado al de nuestro padre,
permaneces como un viejo mientras Elohim vive y serás joven el tiempo que él esté
muerto, pero si mueres ahora que nuestro padre ha sido derrotado, al igual que los
Jinetes Alados Inmortales, revivirás hasta que Elohim lo haga, posiblemente eso no
suceda jamás.
–Creo que te tienen de las bolas hermano... – comentó Eacos dándole una
palmada en la espalda a Radamanthys.
–No sonrías, Gino – Minos señalaba a Eacos –, sé en donde renaces, puedo
sellarte ahí para siempre...
–¿Y qué me dices de ti? – preguntó Eacos retadoramente.
–Ninguno de los dos sabe cómo detenerme – respondió Minos –, no saben
dónde renazco...
–Podemos averiguarlo ahora... – amenazó Eacos.
–Háganlo – los retó Minos –, pero tengan por seguro que mi cacería será
implacable.
–Tranquilo Gino – Radamanthys trató de calmar los ánimos –, no estamos aquí
para amenazarnos, estamos para invitar a Minos a nuestro plan.
–¿Y cuál es ese? – preguntó Minos viendo con desconfianza a su hermano
mayor.
–El resurgimiento de nuestro Clan – explicó Eacos –, el más poderoso de
todos...
–Los Enoch... – murmuró Minos pensando en la locura de sus hermanos.
–Así es – respondió Radamanthys tronando los dedos y después señalando a
Minos.
–No tengo problema con eso siempre y cuando lo hagan dentro de los
márgenes de la ley... – les advirtió Minos.
–Tardaríamos décadas... – se quejó Eacos.
–Tiempo es lo que te sobra, hermano – Minos se veía más tranquilo al ver la
actitud de Radamanthys.
–¿Darius? – Eacos veía al mayor de sus hermanos con la vana esperanza de
que lo apoyara.
–Minos tiene razón – concedió Radamanthys –, debemos darle una oportunidad
a los rebeldes, si el país cambia para bien el tiempo no es un problema para ninguno
de los Enoch...
–Está bien – se rindió Eacos –, pero yo también te hago una advertencia, Minos,
voy a continuar siendo Deneb De Britten, espero que no me delates o habrá guerra.
–Yo no voy a iniciar nada – les aclaró Minos a sus dos hermanos–, ustedes son
los que lo empezaron... ¿crees que no sé que fuiste tú el que destruyó mis sombras
en el piso superior de la Ciudadela? – señalaba a Eacos.
–La liberación de los Titanes era necesaria... – Radamanthys se excusó por su
hermano.
–Liberaron el infierno, Darius... – reclamó Minos.
–Te equivocas – le explicó Radamanthys –, todo está controlado, los Titanes no
harán nada, se retirarán a vivir en paz...
–¿Cómo lo sabes? – preguntó Minos pensando que su hermano había perdido
el buen juicio.
–Recuerda que tú no has sido siempre el guardián de la llave – le explicó
Radamanthys –, antes era otro, por él se fundó a la Guardia del Destino...
–Horus – susurró Minos, como si el solo sonido del nombre de ese tipo pudiera
amedrentarlo.
–Así es – confirmó Radamanthys –, cuando él era el guardián entramos en el
piso superior de la Ciudadela y se le insertó a Jotun la idea de la falsa conquista si
era liberado para que sus compañeros no sospecharan y después clamaría por la
paz y el retiro...
–¿Cómo es eso posible? – Minos observaba incrédulo a su hermano mayor –.
Tú no tienes ese poder, el único que puede es...
–Así es – lo interrumpió Radamanthys –, entré con papá y con Horus, dentro del
último piso de la Ciudadela no funcionan los poderes elementales, cazamos a Jotun
y lo programamos, estaba débil y no opuso resistencia...
–¿Pero entonces por qué la lucha entre tú y mi padre? – preguntó Minos.
–Porque yo tengo el poder de despertar a Jotun – le explicó Radamanthys –,
puedo hacerlo con sólo tronar los dedos, hermano, si algo me pasa los Titanes
arrasarán con la tierra, será mejor que me cuides...
–Entonces ellos son tu seguro – comentó Minos viendo a su hermano con
desprecio.
–Nuestro seguro – le aclaró Eacos –, será mejor que tus amiguitos los rebeldes
hagan bien las cosas y sanen al país, de lo contrario los arrasaremos...
–Así es, Minos – Radamanthys apoyó las palabras de Eacos –, díselos a Rave
Isa y Samir Shmuel, nosotros nos encargaremos de hablar con Virgo, Shemhazai,
Hera, los Caballeros Apócrifos y los demás hijos de nuestro padre.
Finalmente Eacos y Radamanthys se dispusieron a irse, las bases del acuerdo
de no agresión estaban fincadas.
–Adiós hermano – Se despidió Eacos.
–Hasta luego, Gino... – se despidió Minos –, nos vemos, Darius.
Radamanthys le dio una palmada a su hermano menor en la espalda.
–Hasta pronto, Rex.

Michelle y Caris estaban en el aeropuerto del Tercer Distrito esperando su


vuelo rumbo al país de Antiquia, pensaban asistir al festival musical que se
celebraba en esa nación todos los años con motivo de la entrega de premios anual a
lo mejor de la música internacional, ese año era especial, se rendiría tributo a la
última gran pérdida del mundo de la música: Miss Starlight.
Las dos se veían relajadas, esperaban en la sala VIP mientras los encargados
de aeropuerto subían las decenas de maletas de las dos chicas y preparaban el
avión privado de la Arcángel.
–Esto es vida, Caris, nuestra travesía por todo el mundo nos va a relajar – decía
Michelle mientras tomaba una copa de vino espumoso.
–Salud por eso – respondió Caris chocando su copa con la de la Arcángel.
–Es lo menos que necesitamos después de toda esta guerra, ya verás, seremos
las más grandes rompecorazones en un lugar que va a estar lleno de modelos,
actrices y lindas estrellas de la música.
–Eso a mí no me interesa...
–Me caes mal, eres muy inocente, pero yo te voy a enseñar a ser más vanidosa,
con esa carita y tu súper cuerpo debes ser más maliciosa.
Caris empezó a reír.
–Entonces voy a ser una malcriada como tú.
–¡Yo no soy una malcriada!
–Bueno, lo dije para no decir perra...
–¡Oye! – exclamó la Arcángel escandalizada –. ¿Qué pasó con ese respeto?
Vas a ver...
Michelle empezó a hacerle cosquillas a Caris quien se retorcía de la risa, hasta
que la portadora de Scylla se quedó en silencio, Michelle le preguntó:
–¿Qué sucede?
Caris le señaló la entrada, Cross y Elektra estaban pasando, Michelle les gritó
agitando el brazo.
–¡Hey! ¿A dónde van?
–No lo hemos decidido – comentó Elektra mientras abrazaba a sus amigas.
–¿Entonces? – Michelle estaba confundida.
–Simplemente venimos a ver qué lugar elegíamos – le respondió Cross.
–Nosotras vamos al festival de música de Licea, capital de Antiquia – comentó
la Arcángel –, si quieren acompañarnos...
Caris le dio un codazo a Michelle.
–Déjalos que vayan a donde quieran...
–Los conozco – respondió la Arcángel –, no pueden vivir sin nosotras, con
Cross y Elektra no pasa nada al azar...
Cross empezó a reír.
–Nada se te escapa... ¿verdad?
–Nada – respondió Michelle.
Los cuatro ex rebeldes iban rumbo al avión particular de Michelle cuando Cross
vio a su madre que los saludaba desde la aeronave.
–¿Mamá?
Michelle volteó a ver a Cross.
–La invité a venir con nosotras, quería que tú y Elektra no pensaran en nada
más que en ustedes...
–Hay mucho tiempo para eso – respondió Cross.
–Toda la vida – mencionó Elektra mientras besaba a Cross en los labios.
Michelle tomó la mano de Elektra y se apuró hacia su avión.
–Ven, vamos a ver si no se le ofrece nada a la suegra...
–¡Oye! – reclamó Elektra –. No le digas así, sólo es mi suegra.
–No sé... – respondió Michelle con malicia –. El vuelo es largo y el festival dura
varios días, Cross todavía puede cambiar de opinión...
–¡No lo va a hacer! – explotó la rubia –. ¡Ya me eligió a mí!
–¡Eso fue porque yo me salí del juego, pero si me lo propongo se irá conmigo!
–¡No es cierto! – se quejó Elektra –. ¡Siempre me va a elegir a mí!
–¡Verás que no!
–¡Ayyy! – gritaron las dos chicas cuando Daniela Malka las tomó del brazo.
–¡Ella empezó! – se justificaba Elektra.
–Las dos deben comportarse como unas educadas señoritas...
–¡Está bien! Sólo quería molestar a Elektra… ¡Suéltenos! – Michelle se quejaba
–. Es usted muy fuerte...
–¿Ustedes no extrañaban esto? – le preguntó un sonriente Cross a Caris
mientras subían al avión.
–Sí – respondió Kharynna prendada del brazo de Cross –. Aunque ahora estás
con Elektra siempre voy a ser muy feliz conviviendo con ustedes.

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