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Derecho Internacional Actualizado
Derecho Internacional Actualizado
Cédula: 12.930.220
"Jus" llamase así, en la antigua Roma, al derecho creado por los hombres,
en oposición al Fas o derecho Sagrado.
TIPOS DE NACIONALIDAD
Nacionalidad Originaria
Nacionalidad Adquirida
Para obtener la carta de naturaleza se deben cumplir entre otros con los
siguientes requisitos:
8. Constancia de trabajo.
Pérdida de la nacionalidad
Por el contenido:
Existen diversos criterios para distinguir los tipos de conflictos. Ello ha dado
origen a innumerables categorías, a través de las cuales los autores intentan
reflejar las diferencias y similitudes que existen entre los conflictos sociales.
Intentando resumir y simplificar tales categorías, proponemos la siguiente
clasificación:
Desplazamientos
A principios de los años noventa y finales de la Guerra Fría proliferó un
nuevo tipo de conflictos internos, que dio lugar a un fuerte aumento del número
de personas desplazadas dentro de su propio país. Las expresiones
"conflictos de identidad", "conflictos étnicos" o "conflictos religiosos" se usan
actualmente con el fin de caracterizar la índole de esas nuevas
confrontaciones. El control de los recursos naturales se ha convertido más que
nunca, a menudo con apoyo extranjero, en un objetivo de las partes
en conflicto.
Refugiado
Las causas de persecución deben coincidir con uno de los cinco puntos
siguientes que figuran en el Artículo 1 A (2) de la Convención de los
Refugiados:
Exilio
El exilio es el estado de encontrarse lejos del lugar natural (ya sea ciudad
o nación) y puede definirse como la expatriación, voluntaria o forzada, de
un individuo. Algunos autores utilizan el término "exiliado" con el sentido de
"refugiado". Aunque el exilio por antonomasia es ese desplazamiento fuera del
país, también se habla de un «exilio interior» respecto a personas que se ven
obligadas a reasentarse dentro del propio país de residencia (deportaciones) o
bien que, estando en el mismo, se ven cortadas sus posibilidades de
actuaciones a través de prohibiciones de desarrollar sus actividades
(generalmente literarias o artísticas) o de manifestar públicamente la disensión
respecto al régimen.
Asilados
Extradición
Uno de los hechos más resaltantes, que originó esta necesidad de revisar
las normas y lograr un mayor respeto a los derechos de los refugiados (as), se
produjo en el año 1999, cuando nuestro país fue testigo del ingreso de varios
grupos de personas necesitadas de protección. De los cuales, un primer grupo,
compuesto por cerca de 2.230 personas, entró al territorio venezolano el
02/06/99, un segundo grupo de aproximadamente 650 personas, ingresó al
territorio venezolano el 05/06/99, por la zona conocida como La Vaquera, a
orillas del Río de Oro, Municipio José María Semprún (Edo. Zulia), y un tercer
grupo compuesto por aproximadamente 700 personas, llegó el 29/06/99, a La
Vaquera procedente de otras zonas de la misma región Actualmente residen
en Venezuela aproximadamente 1332 personas que han "solicitado
formalmente" el reconocimiento del estatuto de refugiado al Estado. Esta cifra,
otorgada por la oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas (ACNUR
Informe 2010), en Venezuela y organizaciones de derechos humanos que
trabajan el tema en el país no necesariamente se corresponde con la cantidad
real de personas que ha ingresado a nuestro territorio en busca de protección,
y ello a consecuencia del miedo a que al ser reconocido como refugiado (a).
Como sabemos dentro del derecho a buscar y recibir asilo, el principio de no
devolución permanece como el pilar fundamental del Derecho Internacional de
Refugiados, en tanto garantía de protección a la vida e integridad de los
refugiados.
CONFLICTO SOCIAL
Son situaciones en las que dos o más personas, o grupos tienen intereses
contrapuestos.
Los conflictos armados siguen existiendo en nuestros días y, por esto, una
parte del derecho internacional público, denominado derecho internacional
humanitario, aparece centrado en la protección de la persona en caso de
guerra, y en él se contienen una serie de disposiciones encaminadas a aliviar
los sufrimientos y horrores propios de la guerra; es decir, el derecho
internacional humanitario viene referido a los límites a la violencia de la guerra
establecidos mediante la regulación del comportamiento de las partes
beligerantes durante el desarrollo de las hostilidades.
De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y con los principios del
Derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de explotar sus
propios recursos en aplicación de su propia política ambiental y la obligación de
asegurar que las actividades que se lleven a cabo dentro de su jurisdicción o
bajo su control no perjudiquen al medio de otros Estados o de zonas situadas
fuera de toda jurisdicción nacional.
En definitiva, el contenido del principio glosado es generalmente reconocido
actualmente como "l'expression d'une régle devenue la base coutumière du
droit internacional de 'environnement". Por tanto, cabe concluir afirmando que
la obligación de los Estados de no causar daños o perjuicios al medio existente
más allá del espacio sometido a su soberanía constituye una regla de derecho
consuetudinario.
En este punto, una vez establecido el marco general, puede observarse la
existencia de una obligación para los Estados de no perjudicar o causar daños
al medio de otros Estados o al de zonas situadas fuera de toda jurisdicción
nacional. Obligación que deben respetar también en tiempo de guerra; esto es,
la existencia de un conflicto armado no implica una liberación de tal obligación
para los Estados beligerantes: las partes en guerra deberán abstenerse de
cometer daños al medio de otros Estados y al de las zonas no sometidas a
jurisdicción nacional.
IX. LA APLICACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Los Convenios de Ginebra tienen por finalidad impedir que los Estados
rehúyan sus responsabilidades, ya que "ninguna Parte Contratante podrá
exonerarse, ni exonerar a otra Parte Contratante, de las responsabilidades en
que haya incurrido ella misma u otra Parte Contratante a causa de las
infracciones previstas en el artículo anterior" (artículos 51, 52, 131 y 148
comunes a los convenios). Por otro lado, de conformidad con el artículo 80.1
del Protocolo I de 1977, la aplicación de las normas internacionales
humanitarias corresponde a las partes en conflicto y, en este sentido, deberán
adoptar las medidas necesarias para el cumplimiento de las obligaciones que
les incumban.
Al tratar de los delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de
conflicto armado, las penas de prisión dispuestas por el Código Penal vienen
referidas a los diferentes actos, perpetrados sobre las personas o bienes
protegidos, calificados por los Convenios de Ginebra y el Protocolo I Adicional
como infracciones graves, oscilando las penas de prisión, según los delitos, de
cuatro a ocho años (artículo 609), de diez a quince años (artículos 610 y 611),
de tres a siete años (artículo 612) y de cuatro a seis años (artículo 613), sin
perjuicio de la pena que corresponda por los resultados producidos (artículos
609, 610, 611 y 612). Los restantes actos o infracciones cometidas, con
ocasión de un conflicto armado, contra las personas protegidas y los bienes
culturales, tendrán una pena de prisión de seis meses a dos años (artículo
614).
Asimismo, el legislador estatal ha establecido que en el caso de que los
referidos delitos fueran cometidos por una autoridad o funcionario público, se le
impondrá además de la pena señalada, la inhabilitación absoluta de diez a
veinte años; si fuese un particular, los órganos judiciales podrán imponerle la
inhabilitación especial para empleo o cargo público de uno a diez años (artículo
616 del Código Penal). Además, la provocación, conspiración y proposición
para la ejecución de este delito se castigará con la pena inferior en uno o dos
grados a la que correspondería al mismo (artículo 615).
X. EL CONTROL DE LA APLICACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO
El control de la aplicación de las normas internacionales humanitarias puede
llevarse a cabo mediante la designación de potencias protectoras y el
establecimiento de una Comisión Internacional de Encuesta.
1. Las potencias protectoras
La figura de las potencias protectoras aparece contemplado en los cuatro
Convenios de Ginebra de 1949 (artículos 80 y 90, respectivamente) y en el
Protocolo I de 1977 (artículo 5o.). Las potencias protectoras son Estados que
no son partes en un conflicto armado y que tienen por objetivo salvaguardar los
intereses de las partes beligerantes.
Desde el inicio del conflicto armado, las partes beligerantes tienen el deber
de asegurar la supervisión y ejecución de los Convenios de Ginebra y del
Protocolo I mediante la aplicación del sistema de potencias protectoras. Este
deber conlleva la designación y aceptación de dichas potencias. Al respecto,
cada parte beligerante designará sin demora una potencia protectora y
autorizará la actividad de una potencia protectora que, designada por la otra
parte beligerante, haya sido aceptada como tal por ella. En el supuesto de que
no haya habido designación o aceptación de potencia protectora, se aplicará el
mecanismo previsto en los apartados 3 y 4 del artículo 5o. del Protocolo I para
la designación de la potencia protectora.
Para la consecución del objetivo perseguido, las potencias protectoras podrán
designar, además de su personal diplomático o consular, delegados entre sus
propios nacionales o entre los de otros Estados neutrales; en todo caso, estos
delegados deberán quedar sometidos a la aprobación del Estado cerca del cual
han de ejercer su misión.
Los Estados beligerantes facilitarán, en la mayor medida posible, la tarea de
los representantes o delegados de las potencias protectoras.
2. La Comisión Internacional de Encuesta
El artículo 90 del Protocolo I contempla la constitución de una Comisión
Internacional de Encuesta, compuesta por quince miembros de alta reputación
moral y de reconocida imparcialidad, que actuarán a título personal y ejercerán
su mandato hasta la elección de nuevos miembros.
La comisión tendrá competencia para: 1) proceder a una investigación
sobre cualquier hecho que haya sido alegado como infracción grave, tal como
se define en los convenios o en el Protocolo I, y 2) facilitar, mediante sus
buenos oficios, el retorno a una actitud de respeto de los convenios y del
Protocolo I. En otros casos, la comisión procederá a una investigación a
petición de una parte en conflicto únicamente con el consentimiento de la otra u
otras partes interesadas.
CONCLUSION
.
Un desplazado es toda persona que se ha visto obligada a abandonar su hogar o
residencia habitual en el marco de un fenómeno conocido como migración forzosa