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Historia de La Musica PDF
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Estilos musicales
El arte de la música en Europa, a través de su historia, presenta estilos
diversos que a su vez no son más que técnicas características de una época y
expresión de una sociedad determinada. Estos estilos o períodos, en líneas
generales, son: el románico, el gótico, el renacentista, el barroco, el rococó, el
clásico vienés, el romántico, el impresionista y el expresionista.
Cada uno de estos estilos, emanados uno del otro, concatenados entre sí
como los eslabones de una enorme cadena, conllevan sus propios medios de
expresión, sus propias leyes y disciplinas, su propio colorido y dinámica,
conllevan en suma una técnica que le es propia e inherente y que de cierta forma
establece la demanda y el gusto del momento, técnica que es organizada y
sistematizada por los grandes teóricos y compositores, aunque no siempre bien
explicada por la ciencia estética.
Así como es impropio juzgar la moda de vestir de hoy en base a cánones o
gustos de épocas pretéritas así tampoco es aceptable juzgar una obra musical
usando como argumentos conceptos que pertenecen a técnicas y períodos ya
desfasados históricamente. De hacerlo incurriríamos necesariamente en un grave
error, de ahí que Taine señalara1 que “para comprender una obra de arte, un
artista o un grupo de artistas, es preciso representase con exactitud el estado
general del espíritu y de las costumbres del tiempo a que pertenecen”. Valga la
ocasión para señalar, sin embargo, que la brecha que separa al hombre común de
cualquiera de las manifestaciones del arte tiende a ampliarse cada vez más lo cual
impone la creación de una metodología de instrucción sistemática y sostenida
sobre la materia.
Períodos musicales
Si nos basamos en la densidad o textura de las obras musicales, la historia
de la música occidental puede dividirse en tres grandes períodos, a saber:
monofónico, polifónico y Homofónico. Cada uno de estos períodos se traslapan
entre sí, sin que exista una separación concreta y formal entre uno y otro.
1
Taine, Filosofía del arte.
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Introducción
Las raíces del período monofónico occidental tienen su origen en los
griegos y en los hebreos. Los primeros aportan fundamentalmente su complicado
pero importante sistema teórico mientras los segundos legan su espléndido
repertorio melódico así como la consuetudinaria y particular habilidad en la
ejecución de los instrumentos musicales.
Entre el ocaso del mundo antiguo y la implantación de la cultura
occidental se interpone una fascinante época de formación conocida como Edad
Media a la que debemos remitirnos para encontrar las fuentes de nuestra actual
sociedad.
La herencia de la cultura griega y la civilización romana se fue diluyendo
con las constantes invasiones de las llamadas tribus bárbaras: ostrogodos,
visigodos, vándalos, francos, hunos, celtas, sajones, vikingos, eslavos, etc.,
grupos humanos que fueron transformándose de “gente primitiva”, con relación a
la civilización conocida del mundo romano, en identidades que constituyen hoy
las diferentes naciones del Continente europeo. De ahí que la Edad Media, lejos
de ser una era de tinieblas y oscurantismo, como se la consideró por muchos
años, representa en realidad un intenso como complejo período de gestación del
hombre occidental, o sea uno de los períodos históricos más ricos, interesantes y
creativos en la historia de la humanidad.
A Alejandro el Grande se debe el restablecimiento del vínculo espiritual
entre el helenismo y el mundo antiguo.
Contrario a lo que comúnmente pueda pensarse, en la Edad Media
existieron etapas de grandes inquietudes espirituales, artísticas, políticas,
económicas y morales, que giraron, como es natural, en torno a los principios de
la austera doctrina cristiana que en esos momentos llevaba a cabo su histórica
gesta. En efecto el ingreso del Cristianismo en la vida espiritual del hombre
occidental trajo consigo, entre otras cosas, un sorprendente despertar de las artes
y las letras, mientras el poderoso Imperio Romano, debido quizás a la falta de
grandeza intrínseca y substancia espiritual, se deshacía poco a poco.
2
Donald J. Grout y Claude V. Palisca, Historia de la Música Occidental, Alianza Música, Madrid,
2001, Vol. 1, Pág. 59.
7
Música y Cristianismo
En un principio la música en general no fue ni siquiera recibida con buena
voluntad por parte de la autoridad eclesiástica que veía en ella un posible vínculo
de perpetuación del paganismo. Para la Iglesia Católica la música tenía que
contribuir exclusivamente a robustecer la fe del hombre y para ello era
fundamental que estuviera por entero al servicio del texto sagrado. De ahí su
poco interés por la teoría y la ciencia en general de la misma.
Es preciso tener presente que la música durante todo este período no tenía
el significado estético que tiene hoy. Era en realidad, usando una expresión
contemporánea, un arte meramente funcional. Después de todo, los propios
filósofos griegos no cultivaban la música por amor al arte ni por la belleza de su
contenido sino más bien por sus valores éticos y formativos. Es más, el arte
musical del medioevo constituyó un patrimonio tan íntimamente vinculado a la
Iglesia y a su calendario litúrgico, que los conceptos “música” y “música
litúrgica” resultan casi sinónimos en la historia de ese período.
Con la rápida difusión del cristianismo y la progresiva organización de la
Iglesia, particularmente a partir del siglo IV, cuando el Emperador Constantino
concedió la libertad de culto a los cristianos, la jerarquía eclesiástica se propuso
organizar y unificar todo aquello que se refería al ceremonial religioso,
incluyendo el canto utilizado para el texto sagrado, que pasó a denominarse
genéricamente Canto Litúrgico, o canto primitivo cristiano.
Salmodia e himnodia
Las dos modalidades fundamentales de dicho canto lo constituyeron la
Salmodia, o canto de los salmos del rey David y la Himnodia, o sea los cantos de
alabanza, devoción y agradecimiento a Dios. Los segundos se consideran, en
general, superiores a los primeros. Existían también otros cantos como el
Benedictus (canto a Zacarías) y el Magníficat (cantos a la Virgen), entre otros.
Canto Litúrgico
El canto litúrgico, o canto monofónico eclesiástico, es una declamación
cantada del texto sagrado cuya sintaxis depende exclusivamente del verso. No
hay ritmo propiamente dicho en el canto litúrgico monofónico3 toda vez que éste
depende de la letra del texto que se canta.
Poco es lo que se sabe en forma concreta sobre el canto litúrgico primitivo
del Cristianismo, salvo que emana casi total y exclusivamente de la sinagoga, en
donde las lecciones de las Sagradas Escrituras se recitaban, los Salmos se
3
A. Robertson y D. Stevens en su Historia Universal de la Música, (Edic. Istmo, Madrid, 1972, Vol. I,
Pág. 239) señalan que el ritmo en el canto gregoriano es una cuestión todavía muy discutida que genera
más acaloramiento que luz.
8
Canto declamado
Es de suponerse que el estilo tan propio del canto eclesiástico se origina
por la necesidad que tiene todo aquel que habla o lee, particularmente en un
recinto amplio como sucedió en el antiguo teatro griego, de entonar su texto
sobre una sola nota para proyectar mejor la voz y hacer que el verso sea más
claro para el auditorio. De ahí que la salmodia, o canto de los salmos, se hiciera
a través de la declamación entonada, cantada, o acentuada.
Salmos e himnos
Por otro lado es importante tener presente que los primeros cristianos eran
de origen judío, griegos, egipcios, armenios, sirios, romanos, y galos, entre otros,
con muy pocos vínculos comunes fuera de las enseñanzas de la Nueva Fe,
constituyéndose en un denso crisol de diferentes tradiciones y criterios sin una
unidad real de culto. Es lógico pensar, por ende, que cada uno o cada grupo
humano cantase los Salmos o los Himnos, sea en las catacumbas, sea en
residencias privadas o en el bosque, dentro del estilo de su propia tradición, y que
fue labor de los padres de la iglesia (la Patrística) darle a ese canto eclesiástico la
unidad necesaria para infundirle solidez, fuerza y perennidad, al mismo tiempo
que construía y ordenaba su complejo ceremonial para la formalización del
calendario litúrgico.
A su vez, los himnos o cánticos, eran expresiones o cantos de alabanza,
devoción y acción de gracias cuyo origen se remonta a las escuelas catequistas de
Alejandría, que, con San Clemente a la cabeza, cultivaron el acercamiento entre
la cultura helénica y la cristiana. Cada sílaba del texto de los himnos se cantaba
sobre una o dos notas de la melodía, mientras que en los cantos espirituales, o
cantos de júbilo, se jugaba con las sílabas del texto, adornándolas o alargándolas
con grupos de notas que se denominan melisma o fiorituras4. Originalmente los
himnos fueron acompañados por palmoteos de manos y movimientos de danza,
costumbre que se fue paulatinamente perdiendo.
4
Algunos tratadistas clasifican las melodías del canto litúrgico en tres tipos: las silábicas, aquellas que se
canta una nota por sílaba; las neumáticas, aquellas de dos notas hasta cuatro o cinco por sílaba, y las
melismáticas, que son aquellas con largas frases floridas que se cantan con una sola sílaba.
9
Monasterios y abadías
El medio más eficaz que utilizó la iglesia para presentar y difundir su
doctrina y sus valores de civilización fue el monasterio, institución creada en el
siglo VI por San Benito (480-547) de Nurcia, Italia, fundador de la Orden de los
Benedictinos, conocido como “Patriarca del Monasticismo Occidental”, por
haber fundado las primeras órdenes monásticas en las que impuso el estudio de la
música como obligación fundamental de su propia regla. San Benito creó así
mismo el monasterio de Monte Casino en Italia, donde escribió, en el año 540, su
célebre “regla monacal” adoptada rápidamente en toda Italia y el resto de Europa.
La regla planificó las actividades diarias del monje entre el culto religioso, la
meditación, el estudio y el trabajo manual, enseñando a orar y trabajar en
comunidad.
9
El grupo retórico o inferior, o artes verbales que se conoció como trivium y que apareció en los
alrededores de 1475, comprendía gramática, didáctica y retórica.
10
No obstante es interesante observar lo que el historiador Josef Gelmi señala en su obra Papas, Retratos
y semblanzas, Editorial Herder, Barcelona, 1986, Pág. 39, “Es ya insostenible la opinión de que Gregorio
escribió también un tratado de música ni que compusiera himnos, como se afirmó más tarde. Lo que sí es
posible es que hubiera fundado la Schola Cantorum romana”.
11
En los alrededores del 770, finales del siglo VIII, la expresión Canto gregoriano reemplaza el término
Canto romano.
11
Neumas
Como quiera que las notas, tal como las conocemos hoy, no habían sido
inventadas aún, el canto de la liturgia fue registrándose con unos signos llamados
neumas que servían de guía para la orientación del cantante. De ahí surge una
notación o escritura muy particular, que se conoce como notación neumática. La
palabra griega, neuma, significa aire o aliento. Se usa para describir un grupo de
notas que se cantan sobre una sola sílaba y en un solo “aliento” o sea en una sola
respiración. El signo neumático indica también la elevación o el descenso de la
melodía. Las variaciones de altura de los sonidos eran fácilmente señaladas pero
no así los intervalos entre las notas.
En la praxis los cantantes aprendían las melodías de oídas,
memorizándolas, y los neumas, que aparecieron por vez primera en el siglo VII,
sólo servían de recordatorio, pero su lectura nunca fue muy exacta. Inclusive
muchos de ellos no han podido descifrarse todavía.
12
La tradición del canto eclesiástico en Inglaterra data de la época del Papa Gregorio, cuando envió a su
representante, un monje benedictino llamado Agustín, para convertir al rey Egoberto y a sus súbditos, en
el año 597, quien llegó cantando el Deprecamur te, Domine. Agustín fue el primer arzobispo de
Canterbury, abadía que se transformó rápidamente en el centro más conspicuo de Inglaterra para el
estudio del canto gregoriano.
13
Cuando el poderoso Carlomagno, rey de los francos y emperador de occidente, invitó a un número
plural de cantores romanos, especialistas en canto litúrgico, a trasladarse a su corte de Aquisgrán donde
había fundado una escuela de canto, uno de los monjes del grupo se enfermó en la travesía de los Alpes y
tuvo que permanecer en el monasterio de San Gall, Suiza, logrando transformarlo, según se dice, en uno
de los centros más importantes para el estudio y difusión del canto eclesiástico.
12
14
Cuyo verdadero nombre era Anicio Manlio Torcuato Severino (c.470-542) célebre político, filósofo,
musicógrafo, matemático y consejero privado de Teodorico el Grande, escribió cinco libros de música
que constituyeron texto corriente y casi obligante para todo estudioso durante la Edad Media. Fue elegido
cónsul en el año 522. Sin embargo tras severo proceso por un delito imaginario de alta traición, fue
destituido, encarcelado y ejecutado cerca de Milán por orden del propio Teodorico. Varias obras teatrales
del siglo XVII fueron inspiradas en su trágica muerte.
15
Es sorprendente la división de la materia musical en tres partes, armónica, rítmica y métrica, que ya en
ese entonces hace Casiodoro.
16
Es el monje inglés que ayudó a Carlomagno en su programa de reactivación de la educación en todo el
imperio. Gracias a él se crea una serie de importantes centros musicales entre ellos el célebre monasterio
de San Gall, en Suiza.
13
Tropos y Secuencias
En los alrededores de 850, período denominado Romanesco, se inicia el
desarrollo del repertorio tradicional de la Iglesia con la aparición de los primeros
Tropos y Secuencias19, expresiones que, dentro de la música medieval, conllevan
prácticamente el mismo significado.
Se llamó tropo a las adiciones o interpolaciones, de palabras o de sonidos,
o de ambos, que se le hiciera a un canto litúrgico preexistente. Los textos del
tropo se fueron ampliando y enriqueciendo de tal forma que se llegaron a
emplear textos dialogados e inclusive dramatizados con pasajes de la vida de los
santos y otros temas de las sagradas escrituras.
La secuencia, que tiene raíces en el canto judío y en la iglesia bizantina,
era una adición importante semejante al tropo, como expresión de alegría o júbilo
que se le hacía al Alleluya20. Su origen, fundamentalmente literario, aparece por
vez primera en el curso del siglo IX aproximadamente al mismo tiempo que el
tropo, aunque se desconoce el modo auténtico de su interpretación, porque no se
sabe, por ejemplo, si la cantaba un solista o el coro, si se interpretaba antifonal,
alternativa o conjuntamente. Desde el punto de vista técnico se da el nombre de
secuencia a los modismos que prolongan o alargan la última sílaba del Alleluya.
El uso de los tropos desapareció hacia finales del siglo XII mientras que la
práctica de la secuencia se extendió hasta el siglo XIV cuando el Concilio de
17
San Agustín (m.430) atribuía a San Ambrosio (m.397) la introducción del Canto antifonal en
Occidente.
18
Al libro de los Salmos del Antiguo Testamento, de David, rey de Israel (ca.1012-ca.972 a.C.), se le
llama también Salterio. De ahí que las autoridades eclesiásticas urgieron al clero a aprender de memoria
el salterio, lo que no debe confundirse con el instrumento del mismo nombre.
19
Algunos autores atribuyen la invención de las secuencias a Notker Balbulus, el tartamudo (c.840-912)
y el tropo al monje sangalense Tuotilo (m.915). El primero, monje también del monasterio de San Gall
(Suiza), es autor de Liber Hymnorum, colección de sus textos de secuencias, en el que narra como “en su
juventud la idea de añadir textos a los largos melismas del canto llano, para ayudar a la memorización del
mismo, se la dio un monje del noroeste de Francia que había abandonado su monasterio tras sufrir un
ataque vikingo”.
20
El propio San Agustín dice en su Salmo XXII, que “el que esta alegre no emite palabra sino sonidos de
alegría. La inabarcable amplitud de la alegría no cabe en los estrechos límites de las sílabas”.
14
Trento (1545/1563)21 decidió abolirlas para conservar sólo cuatro de ellas, más
otra que se añadió en el siglo XVIII22. Lo cierto es que, como bien señala Adolfo
Salazar23, “ambas prácticas constituyen invenciones notables de esos siglos
iniciales del segundo milenio que muestran como estamos ya en presencia de
todo un arte que, aunque religioso y conventual, no es propiamente litúrgico si no
más bien un arte religioso-profano o religioso-popular a veces irreverente y
burlón”.
21
El concilio se desarrolló durante los pontificados de Pablo III, Julio III y Pío IV.
22
Las cuatro que conservaron son: Victimae paschali laudes (para Pascua), Veni Sancte spiritu
(Pentecostés), Lauda Sion, atribuida a santo Tomás de Aquino (Corpus Christi) y el Dies irae, atribuido a
Tomás de Celano (Semana Santa). Luego, en 1727, se añadió el Stabat Mater (Estaba la Madre junto a la
Cruz) atribuida a Jacobo da Todi, monje franciscano del siglo XIII.
23
La Música en la Sociedad Europea, primera edición, El Colegio de México, México, 1942, Vol. 1, Pág.
99.
24
Como es en España el conocido Canto de la Sibila de cuño totalmente castellano, o el célebre tropo
dramatizado ¿Quem Quaeritis in Sepulcro? del siglo X en el que participan tres mujeres y un ángel, que
se cantaba en la misa de Pascua de Resurrección antes del introito. Los dramas de Pascua de Resurrección
y Navidad fueron los más representados por toda Europa.
25
La palabra juego debe interpretarse como representación o ejecución tal como sucede con el francés y
el inglés.
26
Ver La Orquesta, de L. Aubert y M. Landowski, Edit. Universitaria de Buenos Aires, Argentina,
1959, Pág. 13.
27
En el año 757 Constantino Coprónico VI, emperador de Bizancio, envió de regalo al rey Pepino el
breve de Francia, un órgano portátil.
15
28
El repertorio musical de los oficios (maitines, laudos y vísperas) se encuentra en el libro litúrgico
denominado Antifonario.
29
Así como también en una capilla de Salamanca.
30
San Isidoro de Sevilla, oriundo de Cartagena (Murcia) ciudad de la cual fue obispo, hermano de San
Leandro, San Fulgencio y Santa Florentina, escribió un importante tratado, su obra principal, Originum
sive etymologiarum libri XX, en el que dedica todo un capítulo a la música. La importancia de San Isidoro
es inmensa no solo por haber recogido la suma del saber de su tiempo, sino porque su obra Etimologías,
en la que reunió el inventario de la herencia intelectual romana, constituyó la enciclopedia por
antonomasia de la Europa medieval.
31
Referente o relativa a Carlomagno y sus descendientes.
16
BREVES BIOGRAFÍAS
32
Aunque la tradición universal atribuye al Papa Gregorio la reorganización del canto litúrgico dicha
tradición ha sido puesta en duda por varios autores, entre ellos el conocido musicólogo Willi Apel. No es
posible soslayar que la biografía más antigua que se conoce sobre Gregorio fue escrita por Juan el
diácono, en el año 873 o sea 300 años después de la muerte del sumo pontífice. En todo caso la
reorganización de Gregorio. desde el punto de vista musical, debe haber sido muy precaria debido a la
pobre notación musical de la época. La tradición, indudablemente, fue más vocal (oral) que escrita. No
obstante se sabe con toda seguridad que el Papa Gregorio sí se preocupó con la sistematización del Canto
Litúrgico y formalizó, con gran interés, la Schola Cantorum, especie de academia de canto dedicada a
salvaguardar la teoría, el estilo y la tradición del canto cristiano.
18
CUESTIONARIO Nº 2
Temprana polifonía
Las primeras expresiones de este nuevo arte, aunque muy sencillas en su
inicio pero particularmente complejas para su notación y realización toda vez que
planteaban arduos problemas en la coordinación de las voces, por la carencia
todavía de un sistema exacto de escritura y métrica, aparecen casi al mismo
tiempo en las Islas Británicas35 y Flandes, región que comprendía la provincia de
Artois en el norte de Francia, las provincias de Hainaut y Bravante en Bélgica,
hasta las costas del Mar del Norte.
Es interesante observar que el nuevo arte vocal inicia su aparición a partir
del momento en que el canto monofónico alcanzó su mayor esplendor.
En los alrededores del 870, Juan Escoto (Scotus) de Erígena, filósofo y
teólogo de origen irlandés, maestro de la corte de Carlos el Calvo de Francia,
había publicado su obra De Divisiones Naturae (Acerca de las divisiones de la
Naturaleza) en la que menciona por vez primera la existencia de una suerte de
polifonía vocal que denomina Organum, de la que no da, desafortunadamente,
ningún ejemplo.
A esta época, finales del siglo IX o albores del X aproximadamente,
pertenece también el tratado aparentemente anónimo, del siglo IX, denominado
Musica Enchiriadis o Manual de música36, (según el historiador Roland de
Candé37, el nombre correcto es Enchirias de Musica) en el que se describen dos
maneras de “cantar juntos”, y muestra los primeros ejemplos escritos del
33
Carlomagno se consagra emperador de Occidente en el año 800 cuando los fundamentos teóricos e
ideológicos de la música eclesiástica (litúrgica) de la iglesia cristiana son todavía precarios.
34
Mientras tanto ya en el año 987 había tenido lugar la caída de la dinastía carolingia y el inicio de la era
de los Capetos con la ascensión de Hugo Capeto al trono de Francia.
35
Se afirma que los celtas cataban a varias voces ya en el siglo X costumbre que probablemente
adquirieron de los normandos. Otro tanto se dice inclusive de los griegos en sus expresiones populares.
Lo cierto es que el gran desarrollo musical alcanzado en la región de Gales y en el norte de Inglaterra, ya
en el siglo X, hace suponer que esos pueblos fueron unos de los primeros en cultivar el arte polifónico.
Inclusive en diversas regiones de Afrecha hay ejemplos de polifonía primitiva.
36
Atribuido, según unos al monje Hucbaldo (c.840-930) autor de Harmonica Institutione y según otros a
Hoger de Werden (m.905) o a Otger de Sans Pons (m.940). Tratados como Musica Enchiriadis eran
destinados a estudiantes que aspiraban a tomar órdenes religiosas y no al público en general. El tipo de
notación musical utilizado en dicho tratado, así como en tratados afines de la época, se denomina
notación dasciana, que pese a ser una de las más antiguas de Europa era bastante precisa en su
indicación.
37
Historia Universal de la Música, Edición Aguilar, Madrid 1981, Vol. 1, Pág. 199.
21
Organum y discantus
Existen varios tipos de organum, a saber: el puro, el simple, el compuesto,
el libre, el melismático, etc., aunque es poco lo que se sabe sobre las fechas
exactas en que fueron apareciendo.
Se llama organum purum o duplum (puro o doble) a aquel en el que la
voz inferior sostiene notas largas mientras la voz principal entona el cantus
firmus (canto firme).
Cuando la voz inferior, que es la segunda voz, conocida también como voz
organal, canta paralelamente a la melodía gregoriana o cantus firmus que lleva la
voz principal, a la distancia de una cuarta o quinta inferior, se conoce como
discantus o diafonía.
Por otro lado si la voz organal se mueve con cierta libertad a partir del
unísono, alcanzando intervalos de segunda, terceras y cuartas, en movimiento
paralelo y contrario con la voz principal, el organum se denomina libre, en cuyo
caso el duplum (o sea la voz organal) puede, inclusive, moverse por encima de la
tesitura del cantus firmus.
38
Ver, La Música medieval, de John Caldwell, Alianza Editorial, Madrid 1984, Pág. 107.
22
Escuelas Polifónicas
El nuevo arte de la polifonía se extendió poco a poco a través del
Continente, hasta llegar a cultivarse con gran propiedad y maestría en diferentes
regiones, ciudades, o centros que eran abadías, monasterios e iglesias, que en la
historia de la música se conocen como escuelas polifónicas. De ahí que estas
escuelas lleven el nombre de una región determinada como Borgoña en Francia o
Castilla en España, o el de una ciudad como Roma, París o Viena, o
sencillamente el nombre de un monasterio, abadía o catedral como San Gall, San
Marcial, Monte Casino o Nuestra Señora de París, dependiendo de la importancia
que alcanza el arte polifónico en cada uno de ellos.
39
Entre ellas las aportadas a la “pedagogía musical” como por ejemplo su método para la educación del
oído o para la improvisación así como su famosa “mano guidoniana” usada hasta el siglo XVIII como
auxiliar pedagógico, aunque el pretendido inventor no la menciona en ninguna de sus obras.
40
Los modos eclesiásticos son ocho en total y se dividen en dos clases: los modos auténticos, que tienen
una extensión melódica, o ámbito, de una octava por encima de la nota final, que es la tónica del canto
litúrgico, y que tienen nombres de origen griego, como dórico, frigio, lidio y mixolidio; y los modos
plagales que tienen el ámbito de una quinta por encima y una cuarta por debajo de la nota final ó tónica y
que usan el prefijo hypo antes del nombre griego: hipodórico, hipofrigio, hipolidio e hipomixolidio..
41
Ver, Éxtasis sin fe de Javier Álvarez, Editorial Trotta S.A., Madrid, 2000, Pág. 74.
23
Divisiones de la Polifonía
De acuerdo con las innovaciones que aparecen en el correr de los años el
arte polifónico puede dividirse en cuatro etapas, a saber: Ars Antiqua, Ars Nova o
Gótico, Renacimiento y Período Barroco.
ARS ANTIQUA
Teóricos musicales
Importante teórico y compositor del siglo XIII fue Franco de Colonia46,
conocido también como Franco Teutónicus, autor del tratado Compendium
discantus, en el que se refiere a la obra de Perotín, así como de Ars Cantus
mensurabilis (El Arte del Canto medido), escrito hacia 1260, donde aparece la
primera referencia que se conoce sobre la notación mensuralista, de cara a la
notación modal, además de una explicación sobre el uso de las consonancias y
disonancias. Es digno de mención también el teórico y astrónomo inglés Walter
Odington, monje del convento de Eversham, autor del tratado De speculations
musicae (Especulación sobre la música), escrito durante la transición entre el Ars
Antiqua y el Ars Nova. Otros teóricos de la época fueron: Juan de Garlandia
(c.1190-c.1255) profesor de la Universidad de Tolosa, quien trabajó tanto en
Inglaterra como en Francia (1217); Jerónimo de Moravia autor del Tratado de
la música medida con el que contribuyó a establecer una notación proporcional o
medida.
La ciudad de París era desde ese entonces centro particularmente activo en
teorización y práctica musical. No obstante ciertos autores, entre ellos algunos
franceses, afirman que el enriquecimiento de la música francesa de ese período se
debe, en parte, a la presencia en París de un número plural de ingleses con muy
avanzados conocimientos musicales lo que pareciera significar que los británicos
poseían ya una técnica musical superior a la conocida en el Continente en ese
entonces. A este período pertenece la célebre como interesante composición
inglesa Sumer is icumen in (El verano ha llegado), atribuido a John de Fornsete,
monje de la abadía de Reading, cuya técnica se adelanta mucho a los
conocimientos polifónicos conocidos hasta ese momento47.
46
Se desconocen detalles de su vida aunque su actividad como teórico parece haber sido entre 1250 y
1280. Su célebre tratado, como tantos otros, ha sido republicado en 1974 por el American Institute of
Musicology.
47
Se trata de una canción de primavera con un insólito sentido poético de la naturaleza, de texto en inglés
y otro, optativo, en latín, para cuatro voces, que es motivo de interminables polémicas hasta hoy.
Inclusive se ha dicho que no pertenece al siglo XIII sino al XV en base a su adelanto contrapuntístico. No
obstante José Subirá en su mencionada Historia de la Música, tomo I, Pág. 303) señala que recientes
investigaciones históricas han impuesto una rectificación toda vez que la obra data del siglo XIV, según el
examen analítico realizado por Manfred Bukofzer, publicado por la Universidad de California.
26
La Misa
Es en el siglo XII cuando la Misa, ceremonia por antonomasia de la
Iglesia Católica, que surge como una conmemoración ritual de la Última Cena y
que tanto ha inspirado a los compositores, adquiere su forma definitiva tanto en
el llamado propium49 como en el ordinarium. Desde el punto de vista musical los
cantos del propio (graduales, aleluyas, tractos, ofertorios, etc.) son los que
48
Heron de Alejandría, matemático griego del siglo I de nuestra era. En su obra Pneumatika describe el
órgano hidráulico inventado por Ktesibios de Alejandría, fundador de la mecánica. Lo que se desconoce
es si Heron participó del invento o sólo se limitó a describirlo.
49
En el Propium, que quiere decir “propio para el momento o estación” los textos cambian de una Misa a
otra. Así por ejemplo, el Introito, que hace parte del propio, tiene un texto distinto en Navidad que en
Pascua Florida. Otros textos también del propium son el Gradual, el Aleluya, el Ofertorio y la Comunión.
Mientras el Ordinarium, el grupo más importante quizás para nuestro estudio, comprende aquellas partes
de la misa cuyos textos son siempre iguales, a saber: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei, a los que
habría que añadir el ite missa est.
27
El Lauda
En esa misma época aparece en Italia lo que se conoció como Lauda, o sea
cantos laudatorios a la Virgen53, que constituyeron “cantos preferidos de los
peregrinos flagelantes en su penitencia por alcanzar la purificación y el perdón de
sus pecados”. Algunas laudas fueron dialogadas y de su montaje escénico
surgieron algunos de los primeros intentos del teatro religioso en Italia.
Los Trovadores
El arte profano o secular de la Edad Media está representado, casi en su
totalidad, por aquel que hace el trovador, cuyo canto y melodías populares eran
generalmente acompañados de danzas sin perder de vista que la lírica
trobadoresca era el producto de una sociedad culta y aristocrática. Se trata de un
personaje típicamente francés, del sur, y su arte se expresó exclusivamente en
lengua Provenzal. El trovador fue poeta y músico a la vez y su oficio fue
considerado de gran categoría, de ahí que miembros de la nobleza provenzal
(inclusive señoras) lo ejercieran, entre ellos, el propio Ricardo I de Inglaterra
(1157-1199), conocido más bien como Ricardo Corazón de León, que era,
dicho sea de paso, de origen parcialmente provenzal.
El arte trovadoresco consistió en melodías cantadas a solo, acompañadas
al unísono, por la viola, el arpa, la guitarra, la vihuela o el laúd.
Los trovadores fueron los zapadores de la canción vernacular o sea los
primeros en cantar melodías utilizando la lengua de la región en vez del latín que
era la lengua erudita. Nace con los trovadores el concepto de música tal como se
entiende hoy, como “confesión de expresión sentimental”. Su canto elogiaba
prioritariamente el amor, el heroísmo, la justicia, la bondad y la fe.
52
Según Higinio Anglés las Cantigas constituyen los únicos manuscritos del siglo XIII con música
monódica copiada en perfecta notación mensural.
53
En el laudario de Cortona (s. XIII), recientemente encontrado, se conservan unos 130 cantos de
diversos compositores.
29
Trovadores conocidos
Entre los trovadores que adquirieron gran renombre están Guillermo
Séptimo, Conde de Poitiers y Noveno Duque de Aquitania (1071-1127) Bernard
de Ventadour (ca. 1130-1195) famoso por sus cantos a Leonor de Aquitania,
posteriormente esposa de Enrique II de Inglaterra; Rambauet de Vaqueiras (m.
1207); Floquet de Marseille (ca.1155-1231); Raimon de Miraval (m.ca. 1220);
Aimeric de Peguillan (1205-1275) y Guiraut Riquier (m. 1294) considerado
como el último de los trovadores.
54
Entre las reglas que regían a los juglares hay una que lo explica en forma cabal: “sepas bien inventar y
rimar y en apuestas y concursos dar buenos consejos. Toca con garbo el tambor y los platillos y la rústica
lira. Has de saber echar manzanitas al aire y cazarlas al vuelo con cuchillos; imitar el canto de las aves,
hacer juegos de manos con los naipes y saltar a través de cuatro aros; debes saber tocar la cítola y la
mandolina, el monocordio y la guitarra; has de saber encordar la rotta de 17 cuerdas, tratar bien el arpa y
acompañar con el violín para hacer más agradable el canto. Debes saber componer y arreglar nueve
instrumentos: vielle, zampoña, flauta, arpa, lira, violo, decacordio, salterio y rotta. Si aprendes a tocarlos
bien estarás en condiciones de satisfacer a todas las exigencias. Toca también el organillo y haz sonar los
cascabeles”. Johannes J. Wolf, Historia de la Música, Edit. Labor, S.A., Madrid, 1934, Pág. 45.
30
Repertorio trovadoresco
De origen trovadoresco se conservan alrededor de 2.600 canciones aunque
las melodías transcritas apenas llegan a 300, mientras que de los troveros se
conservan casi 4.000 poemas y cerca de 1.000 melodías.
55
Es interesante señalar que la historia de Parsifal está basada en fuentes francesas.
31
Canciones de goliardo
Otro de los pocos documentos laicos de la época conservados hasta hoy
son, los doscientos y tantos poemas profanos latinos (los hay así mismo con texto
en inglés, francés y alemán) conocidos también como canciones de goliardo57,
conservados en un manuscrito de los siglos XII y XIII encontrado en el siglo
decimonono en el claustro benedictino de Beuren (Burana), Alta Baviera58. El
manuscrito reune una selección de cantos del repertorio europeo, recogidos y
escritos muchos de ellos en un latin decadente con argumentos procaces, por
estudiantes callejeros y clérigos mendicantes que migraban de una escuela a otra
antes de la creación de las grandes universidades. Se trata de cantos
enaltecedores del vino, las mujeres y el amor libre, de carácter satírico en general
y en su mayoría vulgares y obscenos59. No obstante muchos de ellos no se han
podido descifrar todavía debido a su compleja notación neumática. Algunos de
dichos cantos fueron los usados por el compositor alemán Carl Orff en su
célebre Carmina Burana, para solistas, coros y orquesta.
56
Desde 1961 se celebran en Hita los famosos Festivales Medievales, con música popular y cortesana.
57
Aunque el origen del nombre es incierto aún, algunos se lo atribuyen al obispo Golias, mítico patrono
de estudiantes, mientras otros se lo atribuyen al gigante bíblico Goliat.
58
Los manuscritos reposan actualmente en la Biblioteca Estatal de Baviera, Munich.
59
La conducta relajada de los goliardos y sus expresiones procaces contra la Iglesia da como resultado
que se les negaran finalmente “los privilegios del clero”. Su influencia decae en los alrededores de 1225
en la medida en que crecía la importancia de las grandes universidades medievales.
32
El motete isorítmico
La forma más importante en el siglo XIV fue el llamado motete isorítmico,
que surge del motete del siglo XIII. Se trata de una composición polifónica de
tres y cuatro partes basada en un cantus firmus del tenor que en vez de presentar
secuencias modales cortas, como el motete de París, usa secuencias más largas
por causa del modelo rítmico que se repite, lo que se denominan talea. Si el
modelo que se repite es melódico, se denomina color. La mayoría de los motetes
de Guillermo de Machaut son isorítmicos.
60
Este personaje histórico, usado por Wagner en su melodrama Los Maestros Cantores de Nuremberg,
dice haber escrito 4.275 canciones, 1.700 fábulas y cuentos, 208 obras dramáticas, etc. Su obra completa
ha sido recogida en veintiseis volúmenes editados por A. Von Keller y E. Gotéese, Turingia (1870-1908).
Algunas de sus farsas se representan todavía, ocasionalmente, en ciertas ciudades de Alemania.
33
BREVES BIOGRAFÍAS
que debe entenderse como escritor de organa y no como ejecutante del órgano.
Su obra, que se sitúa en los alrededores de 1180, recopilada en el libro titulado
Magnus liber organi de graduali et antiphonario pro servitio divino
multiplicando (Gran Libro de organum), constituye la base de las futuras
creaciones de Pérotin, su sucesor.
61
Pérotin es un diminutivo de Petrus
62
Que reposan en el Antifonario Médicis, de la Biblioteca de Florencia, Italia.
35
63
El equivalente en Italia del tratado de Vitry, es el Pomerium in arte musicae mensuratae de Marchetus
de Padua escrito entre 1321 y 1326, que trata por primera vez la notación mensuralista italiana en los
albores del siglo XIV, y habla también sobre el tempus perfectum, en oposición al tempus imperfectum.
64
Esta notación musical no necesariamente expresaba en forma efectiva la entonación, que en realidad era
determinada por la tesitura de las voces cantantes. Téngase en cuenta que la entonación exacta fue durante
largo tiempo cuestión secundaria, hasta más adelante, con la aparición de la ciencia de la Armonía que
concreta las tonalidades y con la invención de una escritura musical más exacta.
36
1418, quien fuera cantor en Pavía para quien más adelante sería el papa
Alejandro V, así como cantor de la Catedral de Milán. Estuvo en Pavía, Pisa,
Pistoia y Bolonia. Es autor de baladas tanto italianas como francesas, rondós,
virelais, glorias a 4 voces, Credos, canon, etc.
En Inglaterra se destacó muy particularmente John Dunstable67 (1375-
1453) astrónomo y matemático además de erudito compositor polifónico, quien
incorporó en su obra las terceras y sextas como intervalos consonantes. Es
considerado el iniciador del nuevo estilo después del florecimiento del Ars Nova,
tanto en Italia como en Francia, donde alcanzó gran prestigio desde 1370. Otro
compositor y teórico inglés fue Lionel Power (m.ca. 1445) del cual poco se sabe,
aunque algunos autores lo colocan después de Dunstable y Dufay en la lista de
compositores más notables del período. Se le atribuye el arreglo unificado más
antiguo del Ordinario de la Misa, con Alma redemptoris Mater.
67
Poco es lo que se sabe de la vida de Dunstable fuera de que fue astrónomo, matemático y el mayor
representante de la escuela inglesa del gótico musical.
68
Según algunos autores, la más avanzada de todas, pese a las luchas intestinas entre Bernardo de
Armanac y Juan sin Miedo, ambos asesinados por sus respectivos adversarios y que dejó a Francia al
borde del desastre.
69
Sus tres misas, Ave Regina caelorum; Ecce ancilla Domini y L´homme armé, de forma cíclica,
constituyen probablemente el punto meridiano de la producción de Dufay. En la última, se usa, por vez
primera, una canción profana como cantus firmus.
38
70
Tanto Ockeghem como Obrecht hacen parte de una segunda generación de la escuela flamenca.
71
Obrecht fue el creador del tipo de Pasión polifónica, con texto en latín, que atingirá su apogeo en el
período barroco.
72
Su nombre verdadero es Juan de Hollingue.
39
chantre de Luis XII y Francisco I, reyes de Francia. Mouton fue a su vez maestro
de Willaert.
Los compositores de este período son para el arte de la música tan
grandes e importantes como sus coetáneos maestros de la pintura: Giotto, Fray
Angélico, Van der Weyden, Masaccio y Fray Filippo Lippi. Del mismo modo
durante los siglos XIII y XIV desfilan grandes personalidades del pensamiento
filosófico medieval: San Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, Juan Escoto
(Scotus) de Erígena, Rogerio de Bacon, Guillermo de Ockham y el gran Maestro
Eckhart, entre otros, así como en la literatura brillan particularmente, Bocaccio,
Dante y Petrarca.
Formas características
Las formas características del Ars Nova en Italia son el madrigal, la
caccia y la ballata, mientras en Francia sobresale el virelai, el rondó y la balada,
esta última más rica polifónicamente que la ballata italiana.
La frottola
Un nuevo estilo se extiende a su vez por toda Italia, de cara al gusto
franco-flamenco, con la nueva fórmula poética llamada frottola, composición
vocal a 4 voces con texto italiano y acompañamiento instrumental de inspiración
popular, que adquiere mucha importancia inclusive como canción de sociedad,
particularmente a finales del siglo XV. Dos ciudades se destacan en su
desarrollo: Verona y Mantua para extenderse después por diferentes ciudades de
Europa. Los mayores frottolistas de la época fueron el veronés Bartolomeo
Tromboncino (1470-1535) “de fácil y agradable invención melódica” y el
veneciano Marco Cara (m. 1530) quien estuvo en el séquito del marqués de
Gonzaga en Mantua y cuyo prestigio como compositor le llevó a ser comparado
con Josquin Des Pres. Generalmente en la frottola se cantaba sólo la parte
superior mientras las otras voces se interpretaban con el laúd o en el órgano. La
popularidad del nuevo género cedió lugar al madrigal.
Teóricos
Otros teóricos del período fueron: Juan de Grocheo (muy activo en Paris
en los alrededores de 1280) autor del tratado Theoría (c. 1300) en el que hace
una descripción de lo que es musica civilis y musica vulgaris; el mencionado
sabio, filósofo, matemático y músico francés, Juan de Muris73 (c.1290-c.1351),
amigo de Vitry, hombre abierto a todas las innovaciones del momento autor de
Musica Speculativa y Ars Novae musicae, a quien se le acreditó por muchos años
73
Juan de Muris, polígrafo y figura enigmática, fue uno de los astrónomos que trabajó en la reforma del
calendario, bajo los auspicios del Papa Clemente VI en Aviñón. Su autoridad es sólo comparable a la de
Boecio. El estudio de su obra Musica speculativa fue obligatorio en la mayoría de las universidades
europeas en los siglos XIV y XV.
40
Instrumentos musicales
Aunque no existe todavía una literatura propiamente dicha para
instrumentos estos empiezan a popularizarse, sea para doblar alguna de las voces
del canto, sea para acompañarlas con cierta libertad, así como para amenizar las
diferentes danzas populares entre ellas la ballade, la estampie y el rondeaux. La
estampie o estampida merece mención especial toda vez que llega a
transformarse, en una de las formas más antiguas del repertorio puramente
instrumental75.
Entre los instrumentos más significativos del período están: el arpa, el
salterio, el laúd, la bándola, la guitarra, la vihuela, la viola, el rabel, la lira y la
rota. Tanto el órgano como el clavicordio y el clave son los instrumentos de
tecla más conocidos.
Las primeras obras para órgano, que surgieron alrededor de 1325 (que se
conservan en el British Museum), no son más que transcripciones de obras
vocales a las que se les han añadido algunas ornamentaciones. El órgano es un
instrumento conocido en época muy anterior al cristianismo. Su historia se
remonta a la era greco-romana, posiblemente al siglo III antes de Cristo. Los
primeros ejemplares que se conocen son los llamados órganos hidráulicos, como
el que Constantino V, emperador de Bizancio, le obsequio a Carlomagno en el
año 754, reemplazados posterior-mente por los órganos neumáticos. La entrada
del órgano al recinto sagrado se debe probablemente a la orden de los
Benedictinos en los alrededores del siglo IX y su proliferación fue bastante
rápida.
Entre los instrumentos de viento están: la flauta dulce, la flauta traversera
u horizontal, la flauta de pan o fretel, el caramillo, la cornamusa, la bombarda,
el cromorne, el cuerno, la corneta, las trompas y, las trompetas. Entre los
instrumentos de percusión están los címbalos, las castañuelas, las campanas,
tambores, tímpanos así como los timbales o nácaras.
Es durante el Ars Nova cuando aparece un reputado e interesante
instrumento de cuerdas con teclado, del cual se sabe poco, llamado Exaquir que
el propio Guillermo de Machaut menciona en su poema La Toma de Alejandría
y que constituye, junto con el Dulcemelos, uno de lo precursores del piano76.
74
Publicado recientemente por la American Institute of Musicology.
75
La estampida más antigua que se conoce es la de Raimbault de Vaqueiras, de mediados del siglo XII.
76
Ver Jaime Ingram, Historia, Compositores y Repertorio del Piano, Editorial Universitaria, EUPAN,
Panamá 1993, Pág. 5 y 6.
41
N. Dufourcq
RENACIMIENTO
La escuela veneciana
Los compositores más significativos de la escuela veneciana son: Adrián
Willaert (1490-1562), gran maestro original de Brujas, (flamenco según Zarlino
que fue su alumno y neerlandés según otros), quien después de seis años de
residir en Paris, Roma, Ferrara, Milán y Hungría, creó la célebre escuela
veneciana. Maestro de capilla en San Marcos de 1527 hasta 1562, renovó el uso
de los coros dobles (canto antifonal) a la antigua usanza, siendo el primero en
escribir composiciones para dos coros simultáneos dentro de una escritura muy
avanzada para su época. Además de ser uno de los zapadores del ricercare
italiano y del madrigal, practicó también la música instrumental. Quien
probablemente fuera su discípulo, Cipriano de Rore (1516-1565) con una obra
importante que comprende Misas, motetes, magnificats, salmos, 1 Pasión,
algunas canciones y 125 madrigales. le sucedió en el cargo de organista de San
Marcos.
77
Se trata de 96 piezas de diferentes compositores, en su mayoría chansons francesas, sin textos.
43
78
Según el musicólogo francés Roland de Candé “Lassus fue el más ilustre músico del Renacimiento:
su gloria sobrepasó la de Palestrina, y sus contemporáneos pudieron considerarlo como el más grande
compositor que hasta entonces hubiese existido”. Historia Universal de la Música, Edición Aguilar,
Madrid, 1981, tomo I, Pág. 357.
79
Ese mismo año (1603) aparece en Colonia la antología más completa de música para Laúd (403
piezas), de Juan B. Bésard (1567-1625) llamada Tesoro Armónico, con un tratado sobre la forma de
ejecutarlo.
80
Las tres fuentes más importantes de la música antigua española son: El Cancionero musical de Palacio,
El Cancionero de la Colombina y la Colección de música religiosa de la catedral de Tarazona.
81
Que tuvo su centro en la Real Capilla de Madrid, en Toledo y en Burgos.
45
en roma; Sebastián Raval (m. 1604) soldado y fraile capuchino y Diego Ortiz
(c.1525-c.1570) autor de variaciones, motetes, música sacra, etc., así como el
Tratado de glosas sobre cláusulas y otros géneros en la música de violones,
publicado en Roma en 1553.
A la escuela inglesa pertenecen John Taverner (1495-1545) de quien se
conservan 8 misas escritas en un impecable estilo contrapuntístico; Christopher
Tye82 (1500-1572) y Thomas Tallis (c.1505-1585) quienes conforman la
llamada tres TTT., así como William Byrd (1543-1623), primer madrigalista
inglés, a quien algunos críticos comparan con Lassus y Palestrina (Ver
biografías más adelante).
En Portugal sobresalen los polifonistas de la escuela de Manuel Mendes
(1547-1605) maestro de capilla de la Catedral de Evora, Duarte Lobo (1565-
1646) maestro de capilla de la Catedral de Lisboa, cuya obra impresa en Lisboa y
Amberes se conserva en las bibliotecas de Munich, Viena, catedral de Toledo,
Sevilla, Valladolid, Coimbra, catedral de Evora, en el Palacio de Vila Vicosa, el
British Museum y el royal College of Music de Londres. Su obra completa ha
sido reeditada por M. Joaquim; Felipe de Magalhaes (m. c.1590) maestro de
capilla de la Iglesia de la Misericordia de Lisboa con una obra significativa
conservada en diversas bibliotecas de Lisboa.
De la escuela alemana surgen: el flamenco Alejandro Agrícola (1445-
1506), fallecido en Valladolid en 1506 cuando acompañaba a Felipe el hermoso
de Borgoña y España, autor de chansons, cantatas, oratorios, Misas, motetes y
obras para órgano, dentro de un estilo claramente italiano; Adam de Fulda
nacido en 1445, humanista notable, historiador, poeta, músico autor de música
sagrada entre responsorios, himnos, Magnificat, etc., además de cantos
populares; Heinrich Isaac (c.1445-1517) eminente contrapuntista el más
destacado compositor alemán de su generación, de origen flamenco en la
provincia de Brabante, conocido organista y diplomático. Estuvo el servicio de
Lorenzo el Magnífico de 1484 a 1496, , de Segismundo de Innsbruck y luego en
la corte de Maximiliano de Augsburgo en Viena, para retornar a Florencia donde
residió. Es autor de Misas y motetes, frottolas, strambotti y unas 80 canciones
polifónicas vocales e instrumentales con texto en alemán, francés e italiano,
además del famoso Choralis Constantinus escrito entre 1513 y 1516, ciclo de
obras litúrgicas para la Misa concluido por su discípulo, el compositor suizo
Ludwig Senfl (c.1486-1542/43); Thomas Stolzer (c.1475-1526) quien se
distinguió en el terreno de la canción aunque también compuso Misas, motetes y
otras obras sacras; Hans Leo Hassler (1564-1612), de Nuremberg, el mayor
maestro alemán de finales del siglo XVI, discípulo de Isaac y de 1584 al 85 de
Andrea Gabrielli en Venecia, organista titular imperial en Praga y del Elector de
Sajonia desde 1608, compositor de misas, madrigales, motetes, salmos, corales
luteranos, danzas instrumentales, etc. En su obra resulta evidente el modelo
italiano aliado a la expresión popular alemana, anticipándose al gran maestro
82
Se dice que fue Tye quien compuso el primer himno de la iglesia anglicana, dentro de la más severa
tradición luterana, forma que reemplazó al motete en Inglaterra, cuando ésta se separó de la iglesia
católica romana.
46
barroco H. Schütz. Otros compositores alemanes del período son: Stefan Mahu
(c. 1490-c.1540), el Jesuita Jacob Gallus (1550-1591) y Leonhard Lechner
(1553-1606) discípulo de Lassus en Munich.
Pintores y humanistas
La mayoría de estos maestros compositores estuvieron al servicio de la
iglesia católica, sea en la Santa Sede en Roma o en Aviñón,83 en alguna
importante Catedral europea o al servicio de una Corte, a semejanza de sus
coetáneos pintores: Botticelli, David, Bosco, Leonardo, Grunewald, Durero,
Miguel Angel, Rafael, Tiziano, Holbein, los Brugel, Tintoreto, Veronés, el
Greco, Rubens, Hals, Ribera, Zurbarán, Van Dyck, Velásquez, etc.
El pensamiento humanístico de la época estuvo representado entre otros
por: Petrarca, Pico de la Mirandola, Nicolás Maquiavelo, Campanella, Leonardo
de Vinci, en Italia; Michel de Montaigne y Pierre de la Ramé (Petrus Ramus), en
Francia; Cisneros, Nebrija, Fray Luis de León y Luis Vives, en España; Tomás
Moro en Inglaterra; Erasmo de Rotterdam en Holanda; Teofrasto, Paracelso,
Martín Lutero y Jacobo Boehme en Alemania.
83
Es el momento del “doble papado”, cisma de la Iglesia Católica que inicia Clemente V, en 1309.
84
En Florencia se distingue como laudista Vicenzo Galilei (1520-1591) padre del célebre astrónomo
Galileo Galilei y miembro conspicuo de la camerata fiorentina.
85
También conocido como Libro de Vihuela de mano. Escribió también, en 1516, la obra intitulada El
cortesano que trata sobre su vida en la corte Valenciana de la cual fue miembro.
47
86
Transcrito y publicado por Higinio Anglés en su obra La Música en la Corte de Carlos V, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Español de Musicología, Barcelona, 1944, Pág. 142.
87
Ver obra cit., de Anglés, Pág. 163.
88
Autor de las primeras tablaturas impresas: los dos volúmenes de Intabulatura de Lauto publicados en
Venecia en 1507. Es interesante señalar que con su obra queda demostrada la existencia, a inicios del
siglo XVI, de un temperamento igualado por el ajuste de los trastes (!).
48
89
Para el instrumental de la Edad Media y Renacimiento recomendamos consultar el Libro de Buen Amor
del Arcipreste de Hita, sección “De cómo clérigos e legos e frayles e monjas e dueñas e joglares
salieron a receber a don Amor” y “En quáles instrumentos non convienen los cantares de arávigo”.
49
Primeras academias
Surgen en este período las primeras Academias91 en las que la música se
convierte en el tema habitual de conversación y fuente de entretenimiento para
todos, sin distingo de castas sociales, y algunas de ellas, inclusive, se dedican
exclusivamente a la composición e interpretación musical. Los compositores
laicos empiezan a ser aceptados por la sociedad civil en tanto que la Iglesia
modifica su posición de intransigencia de cara a la canción popular y el
repertorio instrumental, sin olvidar que ya en 1480 el Papa Sixto IV, gran
promotor del arte y de la ciencia, había suspendido para siempre “la excomunión
que pesaba contra algunos músicos”.
La chanson francesa
La contribución francesa más importante a la música renacentista ha sido la
chanson polyphonic (canción polifónica), cuya excelencia, a semejanza de los
madrigales ingleses, se debe, mayormente, a la alta calidad del verso de poetas
como Ronsard. Existieron tres diferentes estilos de chanson. El primero era de
estilo fugal con imitaciones canónicas entre las voces. El segundo era de estilo
armónico (acordes) con un alineamiento vertical de las sílabas en todas la voces,
y el tercero era la chanson a una voz con acompañamiento instrumental. Los
compositores más significativos de chansons son: Pierre de la Rue (c.1450-
1518), Clement Jannequin (c.1485-1560), Claude Lejeune (1528-1600), Jean
Antoine de Baïf (1532-1589), Jacobo Regnard (c.1550-1599) y Jacques
Maudit (1557-1627) entre otros. Algunos de estos compositores hacían parte del
grupo denominado La Pléyade. Claude Lejeune cultivó todos los géneros
musicales con igual maestría: Misas, motetes, aires de tres a seis voces, salmos,
90
La parodia fue, en efecto, otra fuente de enriquecimiento de la canción popular; una melodía de carácter
religioso y de fácil memorización, se le ponía letra profana y se cantaba en la calle.
91
Se llamó Academia a una reunión de varias personas interesadas en literatura, ciencia o arte en general.
El término emana de la célebre Academia Platónica, por las reuniones que el propio Platón hacía en los
jardines de la casa de Academus, ciudadano griego. En el siglo XV se dio este nombre a una sociedad de
sabios formada por Laureano de Médicis de Florencia (1470) con motivo del renacer de los estudios
greco-latinos. En esas llamadas Academias, a las que concurría lo más selecto de la sociedad, se daban
también audiciones musicales. De las numerosas Academias que se fundaron en ese entonces subsiste
todavía en Roma la creada por el Papa Gregorio XII, conocida como la Congregación y Academia de
Santa Cecilia, erigida en cofradía en 1583 que se dedicó, desde ese entonces, exclusivamente a la música
religiosa.
50
Teóricos importantes
Algunos de los teóricos prestigiosos durante este período, fueron los
españoles Ramos (Ramis) de Pareja (1440-c.a.1491) autor del tratado Música
Práctica quien trabajó en Salamanca, Bolonia y Roma92; Johannes Tinctoris
(ca.1446-1511) quien escribió unos doce tratados sobre música, la mayoría para
el rey Fernando de Aragón, y autor, así mismo, del primer diccionario de
términos musicales que se conoce; Juan Bermudo (1510-1555) autor de la
Declaración de Instrumentos Musicales, publicada en Osuna en 1549 y 1555
respectivamente, y el veneciano Gioseffo Zarlino (1517-1590) cuya obra
Instituzioni Armoniche motivó una célebre polémica con Vicenzo Galilei, padre
del célebre astrónomo Galileo Galilei, y autor, entre otras obras, de Dialogo della
musica antica e della moderna, que se llegó a considerar, con sobrada razón,
como “el manifiesto de la monodía”.
BREVES BIOGRAFÍAS
92
Bartolomé Ramos de Pareja (1440-1491) discípulo de Johannes de Monte, fue el primero en
formalizar las propiedades matemáticas de las terceras mayores y menores así como el primero en
declarar que la tríada es un fenómeno natural, sentando las bases de la ciencia de la Armonía.
93
Fue canónigo, o sea eclesiástico con cargos y prebendas especiales.
51
96
Adolfo Salazar, La Música en la Sociedad Europea, Primera edición, Fondo de Cultura Económica,
México, 1942, Vol. 2. Pág. 205.
53
con quien viajó a Italia, Francia, Países Bajos e Inglaterra, dando a conocer su
maestría que causó asombro por doquier, e influenciando con su obra a los
compositores y virtuosos de la época, tanto ingleses como alemanes e italianos
“siendo decisivo en la formación de la escuela napolitana de organistas que
precedió el auge admirable de la virtuosidad en el teclado culminante en Claudio
Merulo y los Gabrielli”97. Se le considera el creador del tema con variaciones
adelantándose en casi medio siglo a las primeras variaciones de los compositores
ingleses, particularmente con sus Tientos y Diferencias. Cerca de 1570, o sea
poco después del fallecimiento de Cabezón es que la forma de variación aparece
en Alemania, Italia e Inglaterra98. Cabezón figura entre los músicos de tecla más
importantes de la Europa de su tiempo pese a que sus obras más significativas
han desaparecido. Su hermano Juan de Cabezón (1519-1566) fue también
organista de Felipe II, así como su hijo Hernando, quien publicó sus obras en
1578 con el título de Música para tecla arpa y vihuela, sin olvidar que a la sazón
en España eran estos los tres instrumentos que podían ejecutar el acorde y la
música polifónica.99 La expresión “tecla” comprendía tanto el órgano como el
clavicordio y cualquier otro instrumento de teclado. Cabezón realizó también
múltiples arreglos de tonadas e himnos así como de motetes de Josquin y otros
compositores. El gran organista muere en Madrid el 26 de marzo de 1566, a los
56 años de edad, después de haber permanecido cuarenta al servicio de la Casa
Real de España, y fue enterrado en la iglesia de San Francisco de Madrid. No se
conoce siquiera su rostro pese a haber sido pintado por Alonso Sánchez de
Coello, por encargo de Felipe II, retrato que quedó destruido en 1734 en el
incendio del Alcázar de Madrid. Su obra completa ha sido reeditada en Brooklyn
por le editora Ch. G. Jacobs en 1967.
97
Ibidem, Pág. 206.
98
Ver, Willi Apel, The History of Keyboard Music to 1700, Indiana University Press, Bloomington,
1972, Pág. 270.
99
Importantes obras de Cabezón aparecen ya en el Libro de Cifra Nueva, de Venegas de Henestrosa
publicado en Alcalá de Henares en 1557. Una reedición del mismo se encuentra en la estupenda obra de
Higinio Anglés, Música en la Corte de Carlos V, publicación del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, Barcelona 1944.
100
Se trata de una obra excepcional de textura prácticamente homorítmica (nota contra nota) que le
permite una clara declamación del texto.
54
34 Tomos, tamaño folio, comprende: 103 misas, cerca de 600 motetes, himnos,
lamentaciones, magnificats, madrigales, ofertorios, letanías, salmos, un Stabat
Mater, etc. Es, junto con Victoria y Lassus, el mayor polifonista vocal del
Renacimiento. En 1580 triste por diferentes desdichas familiares entre ellas la
muerte de su esposa, decidió hacerse sacerdote pero mudó de idea y contrajo
nupcias con una viuda adinerada dueña de una peletería, con la que tuvo tres
hijos, lo que motivó que se le despidiera de la Capilla Sixtina. Asociado a un
compañero continuó exitosamente el negocio de las pieles. En 1583 fue invitado
a ser maestro de la Corte de Mantua lo que no fue posible por la suma de dinero
que se exigía. Seguidamente lanzó sus Canciones de Salomón, y en 1589 publicó
su versión armonizada de la Himnología Latina. A su muerte fue sepultado en la
Capella Nuova de la vieja Iglesia de San Pedro. Una edición monumental de su
obra fue lanzada por la prestigiosa editorial alemana, Breikopf & Härtel, en 33
volúmenes.
101
En Inglaterra el clavecín o espineta se llamó virginal, instrumento que ejecutaba la propia reina
Victoria.
102
Byrd, después de escuchar al organista español Antonio de Cabezón, desarrolla considerablemente el
arte de la variación en Inglaterra.
103
Primer compositor en escribir una obra para dos instrumentos de tecla, intitulada For two Virginals,
inspirado ciertamente en el modelo veneciano de los discípulos de Willaert.
104
Autor, entre otras obras, de la Misa a 6 voces, Philippus Rex Hispaniae, escrita para la coronación de
Felipe II en 1556.
105
Los períodos principales del año litúrgico son: Adviento, Navidad, Epifanía, Precuaresma, Cuaresma,
Pentecostés y Domingo de Trinidad.
56
CUESTIONARIO Nº 3
PERÍODO BARROCO
58
(1600-1750)
Panorama histórico
El siglo XVI mantiene gran parte de las mentes dirigentes de Europa
ocupadas en la gran epopeya de la colonización y en la solución de los complejos
problemas religiosos, científicos, políticos y económicos que traen consigo las
tierras descubiertas en la centuria anterior, principalmente América.
España y Portugal, países que tienen en ese instante el dominio político-
económico en sus manos, no tardarán en ceder el poder a sus vecinos rivales,
Francia e Inglaterra.
Durante la primera mitad del siglo XVII los ojos de Europa se vuelven
hacia las luchas político-religiosas, conocidas con el nombre de “guerra de los 30
años” (1618-1648) en las que se enfrentan Francia, Alemania y Suecia
especialmente, contiendas que culminan con la decisiva Paz de Westfalia
concertada en 1648, que demarca el inicio de la hegemonía de Francia en la
política occidental, de la misma forma que el Tratado de Utrecht, de 1713,
marcará el fin del dominio español en los mares y el comienzo del dominio
inglés.
La segunda mitad del siglo XVII es dominada por la elevada cultura de la
corte de Luis XIV (1643-1715) en el elegante y regio palacio de Versalles a la
vez que la política exterior europea gira en torno de la figura del primer ministro
francés, el Cardenal Richelieu.
El pensamiento filosófico en general es vivificado por la ciencia empírica,
y el método deductivo de Aristóteles es desplazado por el inductivo o método de
la experimentación, preconizado por los grandes científicos del momento:
Copérnico, Kepler, Galileo, Newton, Harvey y otros, métodos expuestos en la
dialéctica de Francis Bacon, Descarte, Spinoza, Malebranche y Leibnitz, entre
otros. En la literatura descuellan: Lope de Vega, Calderón de la Barca, Milton,
Defoe, Swift, Corneille, Racine y Molière. Algunos de los grandes nombres de la
pintura del momento son: Zurbarán, El Greco106, Velasquez, Rembrandt, Rubens
y Van Dyck.
El origen de la expresión
La expresión Barroco aparece por primera vez en la obra de Burckhardt,
El Cicerone, quien la usa en el sentido de “un Renacimiento deformado”.
106
Cuyo nombre real es Domenikos Theotocopoulos.
59
110
La Poplinière, descendiente de una antigua como noble familia francesa se complacía en promover la
carrera de músicos talentosos.
111
Letre sur la musique francaise (1753), en Donald J. Grout y Claude V. Palisca, Historia de la música
occidental, Vol. 2, Pág. 582.
112
Ver Enrico Fubini, La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX, Alianza Editorial,
Madrid 1997, Pág. 203 y s.
62
113
Se le considera el codificador de la estructura base de la Suite: allemanda, curanta, sarabanda y giga.
114
Se le recuerda particularmente por sus Sonatas (como algo distinto a las Suites) y por haber sido uno
de los primeros en escribir música programática como sus Sonatas Bíblicas con las que describe episodios
emocionantes de las Sagradas Escrituras tales como El combate de David y Goliat o Saúl curado por la
música. Es interesante señalar que Kuhnau escribió una novela satírica intitulada El Charlatán musical.
115
Entre sus oratorios son más conocidos: Salomón, Baltasar, Jonás, Jephte y Judiccium.
63
116
Respetado compositor que escribió tanto trío sonatas, como sonatas independientes y música de
cámara que denominó Tafelmusik o música de mesa para ser ejecutada durante los banquetes.
64
117
Los Couperin en Francia, como los Bach en Alemania, constituyeron grandes familias de músicos.
Los primeros dieron cinco generaciones de compositores y ejecutantes mientras los Bach llegaron hasta
ocho generaciones.
65
sido escuchado y aprobado por él, autor de una serie de ensayos musicales entre
los cuales uno que establece los principios fundamentales del uso del arco. Su
escuela de violín en Padua fue altamente prestigiosa en toda Europa. Escribió la
monumental cantidad de 131 Conciertos para violín y orquesta, entre los cuales
2 para violonchelo y 2 para flauta. Entre sus Sonatas son célebres hasta hoy la
conocida como el trino del diablo, así como su Sonata a tre, Op. 8, para dos
violines y orquesta. Pietro Nardini (1722-1793) cuyo virtuosismo impresionó
tanto a Leopoldo, el padre de Mozart, y Giovanni Battista Viotti (1753-1824) el
mayor discípulo de Gaetano Pugnani (1731-1798), compositor de la corte de
María Antonieta, el primer compositor en escribir un concierto virtuosista para
violín en forma de Sonata considerado como el puente entre Corelli y la escuela
romántica de violín del siglo XIX.
Sobresale entre las personalidades italianas del período el monje
franciscano, Giambattista Martini (1706-1784) de Boloña, reconocido en todo
el Continente como uno de los grandes maestros del contrapunto y quien con
tanta simpatía acogió al joven Mozart, entonces con 12 años, cuando éste le
visitó acompañado por su padre en la otrora prestigiosa Academia Filarmónica,
fundada en 1666.
Estos virtuosos del arco fueron además distinguidos compositores, muy
particularmente Corelli y Vivaldi. En efecto, el primero es uno de los maestros
del Concerto Grosso118 y el segundo uno de los mayores compositores del
período, junto a J. S. Bach y Händel (ver más adelante las biografías de cada
uno).
Constructores de violines
118
Uno de los primeros en introducir el concerto grosso en Alemania fue el compositor y organista de
origen alemán, Georg Muffat (1653-1704).
66
119
Como luthier, Antonio Stradivari se convirtió en un signo de perfección artesanal hasta hoy. El éxito
de sus violines (construyó más de 500) tanto por su diseño armonioso como por su sonoridad particular-
mente bella, se debe, en parte, a las dimensiones, calidad y tratamiento de la madera, como al barniz
especial que empleó, cuya fórmula mantuvo en el más hermético secreto.
120
También se les conoce como violeros.
121
Ver ópera en Estructuras musicales, en el primer libro de Orientación Musical.
122
Según una estadística reciente, se han escrito un poco más de 40.000 óperas!
123
Por camerata se entiende una reunión informal, generalmente con la intención de llevar a cabo una
discusión literaria, filosófica o artística.
124
En su Poética , redescubierta en 1498, Aristóteles ya decía: “Cinco son los elementos que caracterizan
a la tragedia: la fábula, los caracteres, el lenguaje, los movimientos escénicos y la música”.
67
125
Vicenzo Galilei fue cantante, violista, laudista y compositor, discípulo de Zarlino en Venecia y de
Girolamo Mei en Roma, protegido del conde Bardi, descubridor de antiguos himnos griegos y autor, entre
otras obras, del ya mencionado ensayo intitulado Dialogo della musica antica e della moderna, verdadero
manifiesto en defensa de la monodía (1581).
126
Entre su obra se encuentran: De modis musicis antiquorum, escrita entre 1566 y 1572 (Biblioteca del
Vaticano), De nomi delle corde del monochordo (Biblioteca Ambrosiana), Discorso sopra la musica
antica e moderna (Biblioteca de Venecia). Se conservan también cinco de las treinta cartas que escribió a
V. Galilei, entre 1572 y 1581.
127
Opera de un prólogo y seis escenas de la que, desafortunadamente, sólo se conservan pocos
fragmentos musicales.
68
revisión del mismo libreto elaborado por el propio Renuccini, obra que
desafortunadamente también ha desaparecido.
El género se populariza poco a poco y toda ciudad italiana de cierta
importancia deseó tener su recinto especial para las novedosas representaciones y
así vemos que en 1637 se inaugura en Venecia el San Cassiano, primer teatro
público de la Historia, dedicado exclusivamente a la ópera.
Primeros operistas
Entre los zapadores de la ópera están, además de los ya mencionados:
Claudio Monteverdi128 (1567-1643), de Cremona, (ver biografía más adelante)
considerado como el primer genial compositor del nuevo género. Su ópera Orfeo,
de 1607, es realmente el primerísimo melodrama verdaderamente auténtico en la
historia de la música; otro tanto pude decirse de su Coronación de Popea, que
sube a escena en Venecia en 1642.
Siguen a Monteverdi, Pedro Francisco Cavalli (1602-1676) organista en
San Marcos de Venecia y autor de numerosas óperas además de un Requiem y
otras obras religiosas. Alejandro Scarlatti (1660-1725), célebre y prolífero
operista siciliano, formado en Roma, padre de Domenico, llegó a ser Director de
la ópera del Virrey de Nápoles. Es autor de aproximadamente unos 115
melodramas prácticamente olvidados hoy día. No obstante sus 700 cantatas, 200
salmos, oratorios, música de cámara, concerti grossi y toccatas para órgano y
clave fueron modelo para muchos compositores italianos y alemanes. Otro
personaje del género es Cristóbal W. Gluck (1714-1787), el gran zapador y
maestro del estilo operístico alemán, del cual se hablará más adelante. Le sigue
Nicolás Piccini (1728-1800), alumno de Durante129, autor de unas 139 óperas y
artífice de una violenta contienda parisina contra Gluck, entre los admiradores de
los dos compositores, de la que el alemán salió victorioso contando, no obstante,
con la ardiente admiración personal de su rival.
La ópera en Francia
Aunque la primera ópera presentada en tierra francesa fue Orfeo del
compositor romano Luigi Rossi, en 1647, actividad que estuvo bajos los
auspicios del cardenal Mazarino, es Juan Bautista Lulli o Lullo o Lully, (1632-
1687) en quien recae el honor de haber sido el introductor y creador del género
lírico en Francia. Florentino de nacimiento, diestro violinista, guitarrista,
coreógrafo, bailarín, actor y cantante, a los veinte años pasó al servicio de Luis
XIV130, en la fastuosa Versalles, donde ocupó una importante posición como
128
Monteverdi escribió 15 operas aproximadamente y aportó al nuevo género innovaciones
fundamentalmente importantes, entre ellas la consolidación del Aria, el enriquecimiento de la orquesta, la
valoración del discurso musical, el carácter dramático de la instrumentación, introduciendo, entre otras
novedades, el trémolo como recurso ambiental así como las disonancias sin preparación.
129
Francesco Durante (1684-1755) fue también maestro de Paisiello, Pergolesi y Traetta, entre otros.
130
El Cardenal Richelieu (Armando du Plessis) como Ministro de Exteriores, se propuso dar a Francia la
preponderancia sobre los demás países de Europa. Mazarino, Colbert, Madame de Sévigné, Corneille,
69
La ópera en Inglaterra
El drama con música rebasó las fronteras italianas y se popularizó rápidamente.
No obstante, en Inglaterra, donde tanto la literatura dramática como la música
instrumental y vocal estaban tan desarrolladas, y pese a que las mascaradas
constituían moda en la sociedad inglesa, la cultura operística tardó mucho en
germinar.
Los primeros intentos de teatro cantado en inglés sólo surgen en la
segunda mitad del siglo XVII, con El Sitio de Rodas, texto del poeta y
dramaturgo, Sir William de Davenant, y música de un grupo de compositores,
aunque la partitura se desconoce y permanece perdida. Otro tanto sucedió con las
óperas, La Crueldad de los Españoles en el Perú y La Historia de Sir Francis
Drake, con música del inglés Matthew Locke (1622-1677). Se conoce, no
obstante, su ópera Cupido y la muerte, de 1653, así como la partitura de música
incidental, escrita en 1667, para La Tempestad de Shakespeare, que se considera,
según Paul Lang131, como la primera ópera inglesa conservada hasta hoy, y por
ende “una de las piedras angulares de la música dramática inglesa”. La razón del
atraso histórico del género en Inglaterra se debe, probablemente, a la prohibición
que existió para las representaciones escénicas durante la época. Después de la
Restauración surgen algunas óperas inglesas, aunque de poca importancia, con
Descartes, La Rochefoucault, Moliere, Racine, Bossuet, Lafontaine y otros, hacen de la época el Gran
siglo francés, que se inicia con Luis XIII y alcanza su punto meridiano con Luis XIV, el Rey Sol.
131
Paul Henry Lang, Music in Western Civilization, Norton, Nueva York, 1941. Trad. en español, La
Música en la Civilización Occidental, en EUDEBA, Buenos Aires, 1963.
70
raras excepciones como son Venus y Adonis (1684/1685) de John Blow (1649-
1708) y la célebre Dido y Eneas132 (1689) de Henry Purcell (1659-1695).
Los Castrati
Durante el período barroco se hizo popular la voz del llamado castrato es
decir cantantes masculinos capaces de emitir una voz de mujer, sea soprano,
mezzosoprano o contralto. Los castrati (plural de castrato en italiano) fueron
especialmente importantes en la ópera seria, monopolizando los principales
papeles y alcanzando niveles de verdaderas estrellas internacionales. Entre los
más célebres castrati figuran: Antonio Bernacchi (1685-1756), Caffarelli
(1710-1783), Farinelli cuyo nombre verdadero es Carlo Broschi (1705-1782),
Baldasarre Ferri (1610-1680), Caetano Guadagni (1725-1792) y Gasparo
Pacchierotti (1740-1821) entre otros. Muchos de ellos, grandes divos en las
óperas de Händel, en Londres donde eran muy cotizados, actuaron, además, en
los grandes teatros del continente, inclusive en la Scala de Milán y La Fenice, de
Venecia. El más aplaudido de todos fue, probablemente, Carlo Broschi,
discípulo de Bernacchi, quien hizo su debut a mediados del siglo XVIII en la
ópera de Nápoles, ciudad que rivalizaba con Venecia por el título de capital
operística del mundo. Farinelli, seudónimo con que se le conocía, permaneció 25
años en España donde estuvo al servicio exclusivo de los reyes Felipe V133 y
Fernando VI, respectivamente. Con la aparición de bel canto y las grandes voces
femeninas los castrati fueron perdiendo popularidad hasta ser desplazados y
terminantemente prohibidos a finales del siglo XIX.134
Alboni (1826-1894) con una gran voz profunda de contralto. Adelina Patti
(1843-1919) soprano ligera, primera gran cantante que hizo grabaciones
eléctricas; Christina Nilson (1843-1921) soprano de extraordinaria voz que
participó en la función inaugural de la Ópera Metropolitana de Nueva York, etc.
El género cómico
La ópera seria llegó a dominar los escenarios europeos de tal forma que
surgió la necesidad de crear, como reacción, otro género menos formal y es así
que en Francia aparece la llamada ópera cómica junto con la opereta y el
vaudeville que no es otra cosa que una “farsa o parodia con música”. El género se
extendió velozmente por Italia creando la opera bufa así como en Inglaterra
donde se origina la Beggar´s Opera o la ballad opera y más adelante el Singspiel
en Alemania. Tanto en Italia con la comedia dell´arte,como los comediantes
ambulantes en Inglaterra y los personajes cómicos de la ópera de Hamburgo en
Alemania, existía ya el precedente necesario para la creación del nuevo género
que con toda rapidez conquistaría el gusto general del público.
Muchos son los compositores, además de los ya mencionados, que
merecerían ser tomados en cuenta en una relación musical del período barroco,
lo que no es posible, sin embargo, en una breve crónica como esta.
BREVES BIOGRAFÍAS
136
El primero en escribir una Pasión con texto en alemán fue Johan Walther, Pasión según San Mateo,
escrita en 1530, la que fue acogida con gran entusiasmo en Alemania.
73
137
La versión castellana de la biografía de Vivaldi, por Michael Talbot se encuentra en Alianza Editorial,
S.A., Madrid, 1990.
138
La mayor cantidad de la obra de Vivaldi se conserva en la Biblioteca Universitaria Nacional de Turín.
74
139
Benedetto Marcello (1686-1739) Escribió un pequeño libro que causó resquemor en su momento,
Teatro alla moda, con el que estigmatiza en forma maliciosa las vanidades y debilidades del mundo de la
ópera y los empresarios. Escribió, además de Concerti grossi, una bella ópera llamada Armide.
140
Music through the Ages de Marion Bauer y Ethel R. Peyser, Putnam´s Sons, Nueva York, 1967.
141
Ver, The Interpretation of Bach´s Keyboard Works, Erwin Bodky, Harvard University Press, 1960.
142
El conocido libro La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach fue escrito por la inglesa Esther
Meynell por los años 1930, época del nazismo alemán, transformándose de inmediato en un best seller.
75
143
El Clave bien temperado (Das wohltemperirte Klavier) de J.S. Bach es una colección de 48 preludios
y fugas, en todas las tonalidades, mayores y menores, de la escala cromática, agrupados en dos
volúmenes, escritos en un período de 22 años y reunidos en pares, el primer volumen en 1722 y el
segundo de 1738 a 1742. Se desconoce si la obra es para clavecín o para clavicordio, o para ambos
instrumentos. La idea de Bach, tal como la describió A. Werckmeister en 1691, fue comprobar la
eficacia, tanto teórica como práctica, de la afinación temperada de los instrumentos de tecla. El
compositor alemán Johann Ferdinand Fischer (1665-1746) había realizado en 1744 una experiencia
semejante con 20 Preludios y fugas, en 19 tonalidades diferentes, para órgano, en su obra titulada Ariadne
Musica.
144
En los cuales queda de manifiesto su admiración por Vivaldi, escritos cuando era Kapellmeister en la
corte de Köthen donde tenía que dedicarse más a la creación de música instrumental (1721), con la
particularidad de que emplea en ellos diversas formaciones que incluyen instrumentos de viento como
grupos solistas o concertino. En el quinto, por ejemplo, los solistas son la flauta el violín y el clave, en
donde aparece la primera gran cadencia para un instrumento de teclado.
145
Johann Nikolaus Forkel, Juan Sebastián Bach, versión castellana publicada en Breviarios del Fondo
de Cultura Económica, México 1949, con una introducción y notas de Adolfo Salazar.
76
146
La biografía de Christopher Hogwood, Haendel, ha sido publicada en castellano por Alianza
Editorial, Madrid, 1988.
147
El nombre, Water Music, se refiere a tres suites orquestales (en fa, re y sol) con diferentes
movimientos, algunos de los cuales fueron interpretados en la recepción real sobre el Támesis el 17 de
julio de 1717.
77
CUESTIONARIO Nº 4
Período Barroco
PERIODO HOMOFÓNICO
(1750 en delante)
EL CLASICISMO MUSICAL
Clasicismo vienés
81
Síntesis histórica
El siglo XVIII corresponde a lo que en filosofía se denominó el
Iluminismo Europeo151. También se le conoce como el Siglo de las Luces, la
Ilustración o el Enciclopedismo152, que en el fondo no son más que diferentes
denominaciones para aludir a un fenómeno único, cuyas consecuencias políticas
propiciaron la creación de los Estados Modernos.
En efecto, las concepciones antiguas, ya sean políticas, económicas o
sociales, así como los prejuicios de castas y todos los sistemas científicos,
especialmente la Física y la Química, además de la Astronomía y las Ciencias
Naturales en general, fueron objeto de una revisión a la luz de una crítica
objetiva. Francia constituyó el centro indiscutible del Siglo de las Luces. Es el
siglo de Catalina la Grande de Rusia, de Federico el Grande de Prusia, de María
Teresa de Austria, de la Guerra de los siete años (1756-1763), la Carta de
Derechos Humanos de Filadelfia, la Revolución francesa y de Napoleón
Bonaparte.
El XVIII es también el siglo en que se inaugura el uso sistemático de la
máquina, sentando las bases de la llamada revolución industrial, con la que a su
vez se originarán nuevas complejidades en el campo económico. Se intensifican
así mismo los descubrimientos geográficos y se completan las colonizaciones.
151
Paradójicamente los iluministas o enciclopedistas demostraron haber sido los menos “iluminados”
para juzgar a los grandes maestros polifonistas de su época al considerar sus obras como “un gran
galimatías exento de cualquier interés”. Basta recordar sus opiniones sobre la obra de Rameau: “música
llena de disonancias y de inútiles artificios”. De sus óperas se dijo que eran “incoherentes, ruidosas,
desprovistas de concordancia entre música y palabras”. Enrico Fubini, La Estética musical desde la
Antigüedad hasta el siglo XX. Edic. española, Alianza Editorial, Madrid, 1997. Capítulo IX.
152
Los primeros volúmenes de la Encyclopédie fueron publicados en 1751.
82
153
Rousseau, que bien puede considerarse el primer motor de la Revolución francesa, en su obra Lettre
sur la musique française, denigró, inclusive, la música de Francia.
83
Que duda cabe, por otro lado, de que en las últimas obras tanto de Bach como de
Händel o D. Scarlatti, se puede entrever ya elementos que serán característicos
del Clasicismo.
154
Tanto la serenata como la cassación o el divertimento, eran términos aparentemente intercambiables.
Constituyen la contraparte de las suites en el período barroco, con cuatro y hasta diez movimientos, la
mayoría de los cuales consistían en danzas tales como minuetos o gavotas, etc., para pequeñas orquestas
de diversas combinaciones instrumentales para ser ejecutadas en reuniones sociales, cumpleaños, en
jardines, conciertos domésticos, etc. Haydn escribió unas 65 obras de este género y Mozart unas 30.
155
Esta obra tan popular en su momento fue olvidada con la llegada de la ópera homónima de Rossini.
84
La ópera en Francia
En Francia la ópera ligera se conocía como ópera cómica que surge como
un género más bien de entretenimiento popular típico de las ferias pueblerinas
(vaudeville) en el que se pone de moda el diálogo hablado en lugar del recitativo,
género que floreció aceleradamente durante la Revolución francesa y en la era
napoleónica alcanzando mayor significado y popularidad en pleno siglo XIX.
Entre los primeros maestros del nuevo género sobresalieron, Philidor (1726-
1795), Monsigny (1729-1817) y Grétry (1741-1813). El primero, prolífero
compositor fue autor, entre otras cosas, de un Réquiem en homenaje a Rameau,
y un invencible maestro de ajedrez156 muy aplaudido en Londres ciudad donde
murió en 1795. El segundo, uno de los primeros maestros de la ópera cómica, fue
administrador de los bienes del Duque de Orleáns y sucesor de Grétry en la
Academia. Su obra maestra fue El desertor que data de 1769. El tercero, belga de
nacimiento, fue uno de los más significativos compositores de óperas de finales
del siglo XVIII, llegando a producir un poco más de 50 de ellas, introduciendo
nuevas ideas adoptadas y enriquecidas, casi un siglo después, por el propio
Wagner. Entre sus obras más aplaudidas figuran, Los dos avaros (1770), Zamira
y Azor (1771), El amante celoso(1778), Ricardo Corazón de León y La
Caravana del Cairo, ambas de 1784.
No obstante el género lírico alcanza su mayor esplendor en manos de
Gluck y Mozart. Ambos atingen niveles excepcionales (ver sendas biografías
más adelante), seguidos en importancia de la dorada trilogía italiana del bel
canto, Rossini, Donizetti y Bellini.
El piano
Es a partir de este período cuando el piano, que original-mente se conoció
como forte piano157, inventado en 1710 en Italia por Bartolomeo Cristofori, inicia
su exitosa carrera como instrumento solista, conquistando omnímodamente, en la
segunda mitad del siglo XIX, los escenarios de Europa así como el interés de los
compositores y el gusto del público en general, a tal extremo que durante el siglo
XIX prácticamente todos los compositores son a la vez excelentes pianistas. Los
156
Francois Danican Philidor maestro francés , considerado el mejor jugador de ajedrez del siglo XVIII
y campeón oficioso del mundo de 1745 a 1795. Escribió diversas obras sobre “el juego rey” entre las
cuales se destaca Análisis del juego de ajedrez. Divulgó, así mismo, la defensa que lleva su nombre.
157
Originalmente el “nuevo instrumento de teclas con martillos” se conoció como forte piano, por la
capacidad que tenía de sonar fuerte o suave, lo que no podía hacerse con el Clavecín. Más adelante, con
el desarrollo del mecanismo y la caja sonora el piano se denominó piano forte, en el siglo XIX, para hoy
conocerse simplemente como piano.
85
La Escuela de Mannheim
De gran importancia en la gesta de los ideales clasicistas son los
compositores que conformaron la prestigiosa Escuela de Mannheim, muy
apoyada, financieramente por el príncipe Carlos Teodoro, que gobernó de 1742 a
1748 y quien supo rodearse de una pequeña Versalles161. Dichos compositores
fueron: Johan Stamitz (1717-1757), excelente violinista quien fuera el Director
de la célebre Orquesta de Mannheim, considerada en su momento la mejor de
Europa, y creador de la posición del Concertino en la orquesta; Karl Stamitz
(1746-1801), el primer compositor en escribir un Concierto para Clarinete y
Orquesta; Franz Xavier Richter (1709-1789), Ernst Eichner (1740-1777) e
Ignaz Holzbauer (1761-1783), entre los más destacados.
uno de los compositores más populares del período revolucionario con sus óperas
cómicas, marchas y cantatas; Luigi Bocherini (1734-1805) compositor y
prestigioso violonchelista italiano uno de los zapadores del Cuarteto de Cuerdas
quién vivió muchos años en España donde se le consideró “el más español de los
compositores italianos”; Giovanni Battista Sammartini (1701-1755) también
italiano, maestro de Gluck, representante eminente de la escuela sinfónica
milanesa, y el bohemio Karl Ditter von Dittersdorf (1739-1799) importante por
su decidida influencia en la creación de la Sinfonía Clásica, destacándose
también con algunas de sus óperas. Otros compositores conocidos en el entorno
cosmopolita de Mannheim fueron, el austriaco, I. Holzbauer cuyas obras fueron
muy apreciadas por Mozart y el checo Antón Filtz alumno de Stamitz y su
primer violonchelista en la orquesta de Mannheim, autor de más de 40 Sinfonías,
Conciertos para violonchelo y flauta, música de cámara, etc., muerto
prematuramente a los 30 años de edad.
Dentro de este período surgen también: el clavecinista y compositor
austriaco Georg Cristoph Wagenseil (1715-1777) quien no sólo rompe la
estructura de la ópera napolitana y prepara la reforma de Gluck sino que es uno
de los forjadores de la sinfonía clásica junto con otros compositores; Jorge
Benda (1722-1795), el más célebre de la numerosa familia Benda, violinista,
clavecinista, compositor y director de orquesta, así como Federico Guillermo
Rust (1739-1796), compositor, violinista y clavecinista, discípulo, entre otros, de
Carlos Felipe Emanuel Bach.
Seguidores de Gluck
Entre los compositores seguidores de las reformas en la ópera de Gluck
están: Antonio Sacchini (1730-1786) reconocido particularmente en París,
Londres y Alemania; Luigi Cherubini (1760-1842)164 prolífero compositor
florentino como Lully, que llegó a alcanzar posiciones muy importantes en
Francia inclusive la de Director del Conservatorio Nacional de París (apenas
fundado en 1795). Se le consideró un compositor muy cosmopolita “poseedor de
gran conocimiento y profunda erudición”. Sus óperas gozaron de una gran
acogida tanto en Viena como en Alemania (Ver lista de Compositores y sus
óperas más significativas al final). Fue inclusive profesor de composición en
París de varios maestros franceses de óperas, como Auber165 y Halévy, entre
otros; Etienne-Nicolas Mehul (1763-1817) rival de Gossec y autor de unas 30
óperas entre las que sobresale Joseph (1807), así como Gaspare Spontini (1774-
1851), muy aplaudido por su ópera La Vestale, con la que se hizo acreedor del
premio instituido por Napoleón Bonaparte para la mejor obra lírica, con un
jurado formado por Mehul, Gossec y Grétry. Spontini fue director del Teatro
Italiano de París donde presento, entre otras obras, las primeras audiciones en
Francia de Don Juan y Cosi fan tutte de Mozart.
Es el momento de referirnos al talentoso compositor español Vicente
Martín y Soler (1754-1806) original de Valencia y organista en Alicante, que
163
Los transcritos al piano por Liszt son los caprichos en sol menor, mi bemol, sol sostenido menor (la
Camppanella), mi mayor y dos versiones del capricho en la menor (la Chasse).
164
Autor de varias óperas, Misas y música religiosa en general entre la que sobresale su Requiem en do
menor. Escribió así mismo un conocido Tratado de Armonía.
165
Con su ópera La Muda de Portici (La Muette de Portici) Auber abrió el período de la grand opera en
la historia del drama lírico francés.
88
adquiere nombre en Madrid con la presentación de su ópera I due avari (Los dos
avaros) en 1766. Viaja a Italia donde se le conocerá como Martini lo Spagnolo
después del inmenso éxito de su ballet representado en la Scala de Milán en
1778, transformándose en un serio rival de Cimarosa y Paisiello. Se lanzó
rápidamente en Italia y en Viena como compositor de óperas, entre ellas, Una
cosa rara, ossia Belleza ed Onesta, con libreto de Lorenzo da Ponte166, uno de
cuyos temas utilizó Mozart en el final de su Don Juan, haciéndole, inclusive,
decir a su personaje “Hurra! Esto es Cosa rara”. En 1788 Catalina II de Rusia lo
nombró director de la Ópera en San Petersburgo y más adelante Pablo I le hizo
consejero privado. Otras de sus óperas son: Ifigenia in Aulide (1779), Ipermestra
(1780), Astartea y la reina de Golconda (1781), La Dona festeggiata (1783), La
Isla del amor (1784), El Barbero de buen corazón (1787), El Árbol de Diana
(1787), etc. Martín y Soler escribió también, canciones populares, cantatas y
música religiosa en general. En 1801 perdió su importante posición para morir,
casi en la indigencia, en San Petersburgo el 30 de enero de 1806.
166
El éxito de Una cosa rara, en el Teatro Imperial de Viena, aplaudida por Salieri, fue tan
extraordinario que eclipsó en su momento la presentación de Las Bodas de Fígaro de Mozart. De Una
cosa rara surge, inclusive, el tema de un vals vienes muy conocido intitulado El sitio de Belgrado.
167
Mozart también había usado trombones y el glockenspiel en Don Juan como en La Flauta Mágica,
respectivamente y Rameau había usado el clarinete desde 1751..
89
168
Nombre que ya había utilizado J. J. Fux (1660-1741) para su célebre tratado de Contrapunto de 1725.
169
Otros compositores de Bohemia fueron: Tomasek y particularmente su discípulo Vorisek, cuya
Sonata Op. 20 y su Sinfonía en re estuvieron muy de moda en la Viena de la primera mitad del siglo XIX
91
BREVES BIOGRAFÍAS
lanzado por Gluck170, y París y Elena (1770), óperas que no tuvieron éxito,
debido, ciertamente, a sus innovaciones y a su novedoso estilo. Luego en París
escribió Ifigenia en Aulide, apoyado por la reina María Antonieta171 e Ifigenia en
Tauride (ambas inspiradas en Eurípides) así como Armida (según Tasso), las que,
junto con Orfeo y Euridice, de 1775, constituyeron verdaderos triunfos, pese a la
envidia opositora que se suscitó por parte de los partidarios del estilo italiano y
que desembocó en una ridícula querella con el compositor Nicolás Piccini y sus
admiradores que se conoce como “la guerra de los bufones”172. Después de la
terrible como ridícula contienda, Gluck regresó a Viena, ya rico y admirado,
donde muere de un ataque al corazón ocho años después. Entre sus innúmeras
aportaciones está el haber sido uno de los primeros en introducir el arpa y los
trombones en la orquesta y el primer compositor cuya obertura constituye un
avance, aunque breve, del melodrama lírico que sigue a continuación.
170
En el que se afirma perentoriamente que todo debe estar en función del drama.
171
María Antonieta, hija de María Teresa de Austria y esposa de Luis XVI, protectora de la música,
estrenaba óperas “con interludios de ballet” durante sus fiestas en el Pequeño Trianon. En la memorable
recepción ofrecida en honor de Gustavo III, rey de Suecia, María Antonieta, sentada ante el clavicordio
cantó arias de la ópera Dido de Nicolás Piccini.
172
El calificativo surge por causa de un grupo de italianos, músicos ambulantes que actuaban en ese
entonces en París presentando óperas bufas con inmenso éxito. En Francia la ópera bufa se conoce como
ópera cómica.
173
El nombre surge por el violinista y compositor alemán, Johann Peter Salomon (1745-1815) quien
después de una exitosa carrera como virtuoso se transforma en empresario de espectáculos musicales en
Londres, y tras enterarse que el príncipe Esterhazy había fallecido se precipitó a ofrecer al compositor un
enjundioso contrato a cambio de una serie de conciertos en Londres para los que Haydn compuso sus
famosas últimas 12 Sinfonías, conocidas como Sinfonías Salomónicas o Londinenses. Fue Salomon quien
sugirió a Haydn la composición del Oratorio La Creación y quien le encargó, así mismo, los últimos
cuartetos para cuerdas. Los grandes éxitos del compositor, en la ocasión, no tienen precedente en Londres
desde Händel. Después de él solo Mendelssohn volverá a cosechar tales triunfos.
93
del período clásico174, entre los cuales están: El Retorno de Tobías (1774), La
Creación (1798)175, Las Estaciones176 (1801) y Las Siete Palabras de Cristo177.
Su vasta obra comprende, 104 Sinfonías, varios Conciertos para clave, para
violín y para violonchelo; 125 Tríos, 84 Cuartetos, más de 24 Operas con textos
en italiano y alemán, 52 Sonatas para piano, Temas con Variaciones, Cantatas,
14 Misas (entre las que sobresale la llamada Misa Imperial o Misa de Lord
Nelson escrita en 1798 cuando el almirante estaba en la Batalla del Nilo), 13
Ofertorios, además de motetes y otras obras religiosas como Salve Reginas y Ave
Reginas. Fue considerado el mayor compositor de Europa cuando Beethoven era
todavía joven y Mozart, ya fallecido, era poco conocido aún. Murió en la ciudad
de Viena donde recibió cristiana sepultura, con grandes honores, inclusive de
parte de Napoleón Bonaparte, que en esos momentos invadía Austria.
Armónicamente hablando la obra instrumental de Haydn es bastante más osada
que la del propio Mozart, de ahí que se le considere el inmediato antecesor de
Beethoven.
expulsado en 1776 por defender las ideas de Rousseau. Fue desterrado de Venecia en 1779 durante 15
años. En 1783 obtuvo el cargo de “poeta del Teatro Italiano” en Viena, época en que escribió diversos
libretos para Salieri, Martín y Soler y Mozart, entre otros. A la muerte de José II fue desterrado de
Viena. En Praga hizo amistad con el célebre Giacomo Casanova, pasando luego a Londres, vía Dresde,
donde fue nombrado poeta del King´s Theater. En 1805 viajó a Nueva York donde renovó sus actividades
de empresario, promovió la construcción de la Opera Italiana de la ciudad y fue profesor de Literatura y
lengua italiana en la Universidad de Columbia de 1826 a 1837. En 1929 la Universidad neoyorquina creó
la “Cátedra Lorenzo da Ponte”. Da Ponte dejó escrita sus interesantes Memorias, en 4 volúmenes.
181
Ver El efecto Mozart, de Don Campbell, Ediciones Urano S.A., Barcelona 1998.
182
La versión inglesa, completa, de la biografía escrita en 1840 por su amigo personal Antón Félix
Schindler Beethoven as I knew him, se puede adquirir en W.W. Norton & Company Inc., Nueva York. La
versión castellana de la célebre biografía escrita por Romain Rolland, en seis volúmenes, está publicada
por la Librería Hachette S.A., Colección Numen, de Buenos Aires, 1954. La de Héctor Berlioz, versión
castellana, se encuentra en la Colección Austral de Espasa Calpe, S.A, Madrid, 1979 (cuarta edición).
Una muy novedosa y agradable, en la que se hace una interesante como minuciosa investigación sobre la
“Amada Inmortal”, es la de Maynard Solomon, (originalmente de Schirmer Books, Nueva York)
publicada por Javier Vergara Editor S.A., Buenos Aires, 1987. Sobre Beethoven y su obra se han escrito
más de 25.000 libros.
95
ciudad donde murió y que constituyó su segunda patria. Pese a la partícula noble
del apellido, van, apenas hacía dos generaciones que los Beethoven pertenecían a
la categoría de los dedicados al servicio de uno de los tantos príncipes
germánicos y recibían un salario de la capilla musical del arzobispo príncipe
elector de Colonia, residente en Bonn. La situación de la familia era bastante
inferior al decoroso nivel social de un Leopoldo Mozart quien además era un
músico de altura. Los Beethoven fueron agricultores y artesanos en su origen,
oriundos de Lovaina de donde pasaron a Bélgica y luego a Bonn. Desde joven
Beethoven fue considerado niño prodigio, reconocido especialmente por su
particular talento en el arte de la improvisación. Contrario a Mozart, fue un
hombre de una recia conciencia política. En efecto, en 1796 musicó un poema de
Friedelberg en honor de un cuerpo voluntario vienés que había enfrentado a las
tropas napoleónicas en la batalla de Arcole, y al año siguiente escribió un himno
que iniciaba con la frase “somos un gran pueblo alemán”; es harto sabido que
cuando Napoleón Bonaparte se hace emperador, Beethoven tachó disgustado el
título de su Tercera Sinfonía que se denominaba Sinfonía Bonaparte y escribió
en vez “en memoria de quien fue un gran hombre”; en 1814 compuso una
Cantata para la inauguración del Congreso de Viena que intituló Oda a la
Naturaleza; ese mismo año cuando las tropas aliadas entraron en París, escribió
su obra coral Germania y al año siguiente, en ocasión a la segunda toma de París,
escribió el coro final para el Ehrenpforte de Tretschke. De personalidad severa y
exigente en 1824, aceptado ya como uno de los grandes compositores del
momento, quedó totalmente sordo (el mal se había manifestado desde 1801).
Además de ser uno de los grandes revolucionarios en la historia de la música se
le considera como el mayor Sinfonista y el mayor maestro en el arte del Tema
con Variaciones. Como eterno enamorado platónico tuvieron especial significado
en su vida las siguientes figuras y personalidades femeninas: Magdalena
Willmann, Giullietta Guicciardi, Josefina von Brunswick, Teresa von Bruswick,
María von Erdödy, Teresa Malfatti, Betina Brentano y Amalia Sebald, entre las
que se encuentra la misteriosa “amada inmortal”. Beethoven lleva la estructura
Sonata a su mayor desarrollo. Sus 32 Sonatas para piano constituyen el
monumento más extraordinario de toda la literatura pianística, comparable sólo a
los 48 Preludios y Fugas de Bach y a los 24 Estudios de Chopin. Muy a pesar
de su genial capacidad creativa corregía sus obras en forma extenuante y así
vemos que un aria de Fidelio la tuvo que escribir 18 veces y solo de la misma
ópera se conservan más de 300 páginas de bocetos diferentes. Otro tanto sucedió,
por ejemplo, con su célebre tema de la felicidad, del final de la Novena Sinfonía.
La totalidad de su obra, dividida en tres períodos cronológicos o estilos, por el
pianista y musicólogo ruso Wilhelm von Lenz (1809-1883)183 y no por el propio
compositor, comprende fundamentalmente: 9 Sinfonías (entre ellas las conocidas,
Heroica, Nº 3, Pastoral, Nº 6 y Coral, Nº 9), 17 Cuartetos de Cuerdas, Cuarteto
con piano, Quintetos, una Gran Fuga para cuerdas, 5 Conciertos para piano
(además de un concierto de juventud), 17 Cadencias, un Concierto para violín,
un Triple concierto para piano, violín y violonchelo, 32 Sonatas para piano
(entre ellas las conocidas como: Patética, Claro de Luna, Pastoral, la
183
Wilhelm von Lenz, Beethoven et ses trois styles, en dos volúmenes, San Petersburgo, 1852.
96
CUESTIONARIO Nº 5
EL DINAMISMO ROMÁNTICO
Antecedentes históricos
La revolución francesa marca la última etapa en el proceso de
humanización en la concepción del mundo al poner en práctica, hasta sus
consecuencias más extremas, los principios renacentistas del individualismo y de
la democracia184, sellando el destino de lo que aún quedaba de la sociedad
medieval. Es el fin del absolutismo monárquico y el nacimiento del liberalismo
burgués. Es el ocaso del Estado Nacional y el inicio del Estado Industrializado.
Europa había sido desangrada casi ininterrumpidamente en la segunda
mitad del siglo XVIII, desde la guerra de los siete años que inicia en 1756, con
una pérdida mayor de quinientas mil vidas, seguida de la Revolución Francesa y
184
Erwin Leuchter, La Historia de la Música, como reflejo de la evolución cultural, Ricordi
Americana, Buenos Aires, 1946, 4ª. Edición.
99
las guerras napoleónicas que sólo llegan a su término en 1815 culminando con el
Congreso de Viena y la Santa Alianza.
Si bien es cierto que los filósofos plantean con su dialéctica los grandes
problemas de las superestructuras político-económicas, estas ideas sólo adquieren
fuerza militante cuando han llegado a los grupos sociales inferiores a través de la
palabra más asequible de los pensadores. En efecto, la propia dinámica de la
revolución francesa está planteada ya en toda su extensión en la obra de algunos
filósofos renacentistas, entre ellos el español Francisco Suárez (1548-1617) quien
toma posición vanguardista en la cuestión del origen del poder, negando la teoría
del derecho divino de los reyes y apoyando con sorprendente anticipación la tesis
de la soberanía popular.
Si el derrumbe de la aristocracia, con todo lo que ella representa, tiene
lugar en el año histórico de 1789 es porque desde hacía centurias el ciudadano
común no se conformaba con su estado de mansedumbre, a la vez que llega a
convencerse de que todo ser humano nace con iguales derechos, sin fueros ni
privilegios y que sólo el trabajo y el valor personal, y no necesariamente su nivel
y ascendencia social, le otorgan el derecho a escalar y mejorar su condición de
vida.
Las ideas claras que al respecto, Lafayette lleva a Norteamérica son las
que sirven de impulso inicial para que poco después en todos los rincones del
mundo occidental se pusiera en práctica lo que ya ampliamente se comentaba: los
principios de igualdad, libertad y fraternidad.
Con el planteamiento de los Derechos de Filadelfia (Bill of Rights), basada
en el espíritu Jeffersoniano y con la declaración de los Derechos Humanos
propugnados por la Asamblea francesa, una vez tomada la Bastilla, se inició el
acercamiento de las castas sociales, representadas de un lado por la aristocracia y
del otro por el pueblo, en virtud de lo cual surgió un nuevo grupo social que se
denominó burguesía, de burgo que significa manumitido o siervo emancipado.
Los modos de vida de la burguesía, sus costumbres y sus preferencias, sus
sentimientos y criterios, su actitud ante lo espiritual y humano, ante lo social y
particular, su manera de expresarse, en fin, su total sistema de vida es lo que
hemos de llamar Romanticismo. El Dinamismo Romántico, en suma, es la
expresión genuina, con toda la gama de matices, de la sociedad burguesa del
siglo XIX, una especie de proclamación de los derechos de la burguesía, porque
el verdadero objeto del arte es la expresión de la vida misma.
Dentro del panorama histórico internacional son temas significativos del
siglo, la heroica gesta de Simón Bolívar y las consecuentes independencias de
España de los países hispanoamericanos en el primer cuarto del siglo XIX; la
Guerra de Crimea (1854-1856), la cruenta Guerra Civil estadounidense (1861-
1865) y la guerra Franco-Prusiana de 1870. Los filósofos más significativos del
momento son: Schopenhauer, Nietzsche y Hegel.
Si el proscenio de la actividad artística del renacimiento fue el monasterio,
y el palacio el del barroco, en el clasicismo lo será el salón aristocrático y en el
romanticismo el salón burgués como admirable conquista del espíritu humano.
100
185
En Inglaterra lo romántico pasaba por lo pintoresco, mientras que en Francia se confundía romántico
por novelesco y en Alemania el sustantivo die Romantik se refería, desde finales del siglo XVIII, a una
tendencia opuesta al clasicismo.
186
Novalis fue el gran lírico del temprano romanticismo, poeta, novelista y pensador genial que ejerció
gran influencia en el mundo del arte decimonónico. Su verdadero nombre es Friedrich Leopold
Hardenberg (1772-1801).
187
El estilo galante, más que una tendencia estética claramente definida, representó un gusto musical
general, preponderante durante el período que señala el paso del barroco al clasicismo, que ganó el favor
del público, particularmente de la recién surgida burguesía setecentista europea, con una literatura
sencilla, ligera pero ingeniosa y a veces virtuosista, aunque alejada del enjambre contrapuntístico.
101
188
Podrían añadirse muchos otros compositores pero nos hemos limitado a los más importantes.
189
Semejante a lo que se denomina música programática o música descriptiva, o sea música que pretende
expresar o representar ideas, imágenes, estados de ánimo, acontecimientos históricos, o cualquier hecho
no musical en general, muy de moda particularmente en el siglo XIX. No obstante, anteriormente al siglo
decimonono existieron obras musicales que pretendieron expresar un programa descriptivo específico,
como por ejemplo las canciones del sacerdote Clement Janequin (1485-1558), capellán del duque
Francisco de Guisa, entre ellas, La Guerra, El Canto de los Pájaros, La Caza, etc., que en el fondo no es
otra cosa que música de programa o programática. Otros ejemplos más conocidos son, Las Estaciones de
Vivaldi (aunque se desconoce que el compositor haya seguido un texto concreto) o las 6 Sonatas Bíblicas
(o de programa) para tecla, del compositor y gran jurisconsulto alemán, Johann Kuhnau (1660-1722).
Otro ejemplo clásico de música programática, o pintura sonora, como también se le denominó, es La
Victoria de Wellington de Beethoven (ver Poema Sinfónico en Formas o Estructuras de la Música).
Inclusive desde los griegos se menciona con admiración una pieza conocida como Nomo pítico, del atleta
Sakadas considerada por muchos como la primera “música de programa” de la historia.
103
La ópera en Italia
A su vez el Drama Lírico u ópera continúa desarrollándose intensa y
agresivamente, sobretodo en Italia, hasta alcanzar el gran éxito en las obras de
Gioachino Rossini193(1792-1868), el mayor genio cómico de su época, con una
serie de obras ingeniosas como La Italiana en Argelia (1813), La Cenicienta
(1817), Semirámide (1823) y otras, pero muy particularmente por su obra
maestra El Barbero de Sevilla, que data de 1816, escrita en trece días y revisada
años después. Rossini destaca también en el manejo de la instrumentación y la
dinámica de la orquesta.
Discípulo del compositor alemán Johann Simon Mayr (1763-1845) autor
de unas setenta óperas aproximadamente, Gaetano Donizetti (1797-1848)
oriundo de Bérgamo se estrena como operista en 1818, hasta llegar a producir la
sorprendente cantidad de 67 óperas en las que incorporó la acción dramática seria
dando inicio a un impactante realismo teatral con obras como Anna Bolena
(1830) que lo lanzó por toda Europa, a la que siguieron muchas otras como Elixir
de amor (1832), Lucia de Lammermoor (1835), La Hija del Regimiento (1840)
La favorita (1840) etc., y su alegre ópera bufa Don Pasquale estrenada en Viena
en 1843.
Por último, Vicenzo Bellini (1801-1835) miembro de una familia con
tradición musical y de la nobleza siciliana, educado en el Conservatorio de
190
La expresión fue inventada por el editor de Schubert al publicar sus Seis Piezas Op. 94.
191
Que duda cabe que la nueva y excelsa microforma vocal se debe, en gran parte, a la excelente poesía
romántica alemana que surge en el siglo XIX Le siguen en importancia creativa del género, Francia y
Rusia.
192
Hugo Wolf (1860-1903) compositor autriaco inmortalizado por sus canciones o lieder. Escribía con
rapidez, haciendo gala de una gran variedad de estados de ánimo y de intensidad emocional llegando
inclusive hasta el humor irónico. Escribió también alguna música instrumental: Piezas para piano,
Cuarteto para cuerdas en re menor, el poema sinfónico Panthesilea, la ópera El Corregidor, etc.
193
Rossini, hijo de un trompetero de Pésaro que demostró talento musical desde su niñez. A los 14 años
tocaba con gran destreza la viola así como el corno y el clavecín. Su producción operística fue asombrosa;
en término de 20 años escribió 39 óperas. Bien se ha dicho que Rossini es “el maestro que de lo trivial
hizo obras maestras”. Su fama fue tan enorme que en 1823, con apenas 31 años de edad, se registran 23
óperas suyas en escena al mismo tiempo en diferentes ciudades de Europa. Escribió también un conocido
Stabat Mater (1842), una Pequeña Misa Solemne (1864) y unas piezas para piano que denominó Pecados
de mi vejez. Rossini murió en 1868, en París, donde fue altamente apreciado. Fue sepultado en el
cementerio Père Lachaise. No obstante, el Gobierno Italiano solicitó que su cuerpo fuese trasladado a la
Iglesia de la Santa Cruz en Florencia donde permanece hasta hoy. En la instrumentación de Rossini
llaman particularmente la atención sus originales crescendos. Una lista completa de su obra aparece en el
Apéndice B de la citada biografía de Osborne.
104
La ópera en Francia
En Francia, donde el género había quedado casi exclusivamente en manos
de compositores italianos surge nuevamente con las obras de: Auber (1782-
1871) uno de los zapadores de la ópera cómica, alumno de Cherubini, autor de
unas 40 óperas en total, varias con libretos del célebre Eugene Scribe. Su mayor
éxito lo alcanzó con La muda de Porticci de 1828, aunque Fra Diavolo (1830) no
le va en zaga en popularidad hasta hoy. Fue director del Conservatorio de París
desde 1842 hasta su muerte y Maestro de Capilla de Napoleón III. Giacomo
Meyerbeer (1791-1864) cuyo nombre original es Jacobo Libermann, de origen
alemán, de formación musical italiana con Muzio Clementi, aunque estudió
también con Zelter (maestro de Mendelssohn) y el abate Vogler, después de lo
cual se fue a Italia a enriquecer sus conocimientos por recomendación de Salieri,
donde alcanzó su primer éxito con Romilda e Constanza en Padua en 1817
llegando a ser uno de los compositores más populares de Italia en pocos años.
Después de permanecer algún tiempo en Berlín y Venecia se estableció
definitivamente en París en 1826, donde descartó su identidad musical italiana
para transformarse en un compositor netamente francés en estilo, alcanzando en
el término de 25 años un ingreso superior a los cuatro millones de francos con las
presentaciones de sus grandes dramas Roberto el Diablo194(1831), Los
Hugonotes (1836), El Profeta (1849) y particularmente su obra maestra, La
Africana. Meyerbeer se transformó no solo en el más conocido compositor de
óperas de su época sino en el mayor exponente de la ópera en el estilo frances.
Aunque su obra se caracterizó por su acción, fuerza dramática, virtuosidad
orquestal, pomposidad, grandes escenas de ballet, etc., ha perdido actualidad
para caer casi en el olvido absoluto. Le siguen: Herold (1791-1833) del
Conservatorio de París y ganador en 1812 del Premio de Roma, muy aplaudido
en su momento con la ópera Zampa (1831); Halévy (1799-1862) ganador
también del Premio de Roma en 1819, quien alcanzó inmenso éxito con su ópera
La Judía. Fue profesor de armonía, contrapunto y fuga en el Conservatorio de
París, formando compositores como Gounod y Bizet, entre otros; Adam (1803-
1856) autor de casi 50 óperas, hoy día totalmente olvidadas, cuyos éxitos le
llevaron a merecer la legión de honor, la mayor condecoración del Gobierno
francés así como la membresía del prestigioso Instituto de Francia.
El poco apreciado en su tierra Héctor Berlioz (1803-1869), el de la
célebre Sinfonía Fantástica, autor de las óperas Benvenuto Cellini, La
194
Con esta ópera Meyerbeer logra crear la grand opera que Auber había iniciado con La Muda de
Portici.
105
Verdi y Wagner
Dos colosos dominaron ampliamente el firmamento de la ópera romántica,
ellos son, Giuseppe Verdi (1813-1901) y Ricardo Wagner (1813-1883). El
primero italiano, el segundo alemán, nacen el mismo año y los dos se dedican
casi que exclusivamente al drama lírico. Mientras Verdi se caracterizó por una
personalidad generosa, simpática y desprendida, Wagner fue a través de toda su
vida un personaje egocéntrico, egoísta y prepotente. No obstante ambos poseían
el “fuego sagrado” de la creación y trabajaron intermitentemente logrando
producir una impresionante obra. Tanto Verdi como Wagner fueron
recompensados con el éxito y el reconocimiento universal196. (Ver las biografías
de cada uno más adelante).
195
Bizet además de la ópera Carmen, escribió Los Pescadores de Perlas (1863) así como una bella
Sinfonía en do.
196
Es interesante señalar que en ocasión del centenario de la muerte de Verdi, el 27 de enero de 2000, el
director de la Staatsoper, Ioan Holender, al presentar en rueda de prensa el denso programa que el teatro
lírico de Viena había preparado en homenaje a Verdi declaró: “es sin duda el compositor de ópera más
importante de todos los tiempos”. La programación incluyó la representación de 12 grandes óperas del
compositor italiano.
197
La obra de Weber, muy vasta, comprende entre muchas otras: Dos Sinfonías, Dos Conciertos para
piano y orquesta, un destacado Konzerstücke para piano y orquesta (que rompió con la forma tradicional
del concierto), 4 Sonatas para piano, 6 Escocesas, Concierto para clarinete y orquesta, Quinteto con
clarinete y cuarteto de cuerdas, composiciones para diferentes instrumentos, 58 lieder y otros, 12
Cánones, Cantatas, Misas, Temas con Variaciones, piezas para cuatro manos, etc.
106
198
Nos referimos a los compositores de la época isabelina y no a Händel, que es tan inglés como
españoles han sido Bocherini o Domenico Scarlatti, muy a pesar de los éxitos alcanzados en Londres.
107
cantata y una ópera El alquimista. Fue discípulo de Ivan Knorr y muy dado a la
teosofía y al ocultismo, con un idioma “comático, exótico, místico e
impresionista” que le valió el título de “el Debussy inglés”.
Intermediario entre Vaughan Williams y Walton, egresado del Royal
Academy of Music, ganador en 1931 de la Medalla de Oro de la Royal
Philarmonic Society (Real Sociedad Filarmónica de Londres) es el compositor
Arnold Bax199 (1883-1953) autor de una obra que aunque romántica e inspirada
en elementos populares célticos se expresa con un idioma contemporáneo. Entre
su obra, Variaciones Sinfónicas (Concierto para piano y orquesta), Sonata para
viola y piano, Mater ora Filium, Sonata para viola y arpa, Sinfonía N° 1, Noche
de mayo en Ucrania (para piano), 4 Sonatas para piano, 3 Sonatas para violín y
piano, 2 Sonatas para violonchelo y piano, 3 Cuartetos de cuerdas, varios
Quintetos, Concierto para la mano izquierda, Concierto para violín, 7 Sinfonías,
varios poemas para orquesta además de varios ballets, obras vocales y
composiciones para diferentes filmes, etc., probablemente la más popular sea el
poema para orquesta Tintagel. En 1941 después de haberle concedido el título
nobiliario de Sir la corona inglesa le nombró Master of the King´s Music. El
último compositor significativo inglés nacido en el siglo XIX es Arthur Bliss
(1891-1975) egresado de la Universidad de Cambridge y del Royal College of
Music donde fue alumno de Wood, Stanford y Vaugham-Williams, dejando
una obra apreciable entre la cual son más conocidas: Sinfonía de los colores
(1922), Héroes de la mañana (1930), Música para cuerdas Op. 54 (1935),
Concierto para piano y orquesta (1938), Meditaciones sobre un tema de John
Blow (1955), Concierto para violín y orquesta (1955), Concierto para
violonchelo y orquesta (1970) etc. Escribió también varios Ballets, entre ellos
Checkmate (1937), Miracle in the Gorbals (1944) y Adam Zero (1946), música
para el cine y dos óperas.
Nacidos en el siglo XX sobresalen: Sir William Walton (1902-1983) con
un lírico y conocido Concierto para violín y orquesta dedicado al brillante
virtuoso Jascha Heifetz, además de varias Sinfonías, Oberturas, Variaciones
sobre un tema de Hindemith, etc; Constant Lambert (1905-1951), quien fuera
director, de 1928 a 1947, del Ballet Sadler Wells de Londres; Michael Tippet
(1905-1998) con un idioma más contemporáneo que el anterior, autor de varios
Conciertos con solistas, Sinfonías etc., así como de varias Sonatas para piano, A
Child of Our Time (1941), dos óperas: El matrimonio de verano (The
Midsummer Marriage, de 1952) y The King Priam de 1962.
El compositor contemporáneo más prestigioso y prolífero de Inglaterra, es
Benjamín Britten (1913-1976), quien estudió composición con Frank Bridge y
luego con John Ireland en el Royal College of Music, excelente pianista, a
quien la corona británica honró con el título nobiliario, “Lord de Aldeburgh”. Su
obra abarca exitosamente todos los géneros: varias óperas, entre ellas una bella
como ingeniosa ópera para niños intitulada Hagamos una ópera (ver lista de
óperas al final del libro), y muy particularmente su ópera en 3 actos Peter Grimes
199
Bax dejó su autobiografía intitulada Farewell my Youth, publicada en Londres en 1943.
108
Los postrománticos
A los compositores nacidos entre 1850 y 1875 se les suele clasificar como
postrománticos. Son aquellos cuyas obras pese a ser ajenas a los postulados de
los compositores llamados nacionalistas (ver más adelante) no participan,
tampoco, de las innovaciones musicales que caracteriza al movimiento
impresionista francés. Se trata en el fondo de un complejo período de transición
representado en todo su esplendor en la obra de Gustav Mahler y Ricardo
Strauss. Estos dos maestros de la orquesta lograron mantenerse alejados de la
expresión romántica tradicional, constituyendo un núcleo típicamente germánico,
semejante a lo que sucederá también con el colosal pianista italiano Ferrucio
Busoni (1866-1924) y con el alemán Max Reger (1873-1916), tan inspirados a
su vez en las técnicas contrapuntísticas barrocas.
alto) entre otras obras con orquesta; Tchaikovsky con 7 Sinfonías (incluyendo
Manfredo), 6 Suites orquestales, 11 Poemas Sinfónicos, Oberturas, 3 Conciertos
para piano y orquesta (entre los cuales el primero en si bemol menor es
probablemente la obra más popular que existe para piano y orquesta), un
Concierto para violín, y las Variaciones sobre un tema rococó para violonchelo
y orquesta; Ricardo Strauss con Las Aventuras de Till, Así Habló Zaratustra,
Don Quijote, Vida de Héroe, Sinfonía Doméstica, Sinfonía Alpina, Burlesca para
piano y orquesta, Concierto para violín y orquesta, etc., además de las obras para
orquesta de Saint Saëns201: 3 Sinfonías, varios Poemas sinfónicos (entre ellos La
Danza Macabra), 5 Conciertos para piano, 3 Conciertos para violín y orquesta,
así como La Habanera e Introducción y rondo caprichoso, 2 Conciertos para
violonchelo, etc; César Franck: Sinfonía en re menor, varios poemas sinfónicos,
las Variaciones Sinfónicas para piano y orquesta, etc; Chausson: Sinfonía en si
bemol, Poema para violín y orquesta, varios Poemas sinfónicos, etc; D´Indy: la
Trilogía Sinfónica basada en el Wallenstein de Schiller, el poema dramático El
Canto de la Campana, la Sinfonía sobre un canto montañés francés, la Segunda
Sinfonía en mi bemol202, Istar, etc; Bizet: Sinfonía en do, y la música incidental
La Arlesiana; Rimsky Korsakov: 3 Sinfonías, varios Poemas sinfónicos y
oberturas, el Concierto para piano, el Capricho español, la suite Scheherazade,
etc; Borodin: 3 Sinfonías, las escenas sinfónicas En las estepas del Asia Central,
etc; Balakirev: Oberturas, Poemas sinfónicos, Concierto para piano y orquesta,
etc; Dvorak: 9 Sinfonías, Poemas sinfónicos, Oberturas, el Concierto para
violonchelo y orquesta y el Concierto para piano y orquesta; Grieg, con varias
Suites y el popular Concierto en la menor para piano y orquesta; Smetana, con
su trilogía de Poemas, la Sinfonía Triunfal así como los 6 Poemas Sinfónicos
entre los que se encuentran Mi Patria y El Moldova; el finlandés Sibelius, con 7
Sinfonías, las Escenas históricas, Finlandia, otros poemas sinfónicos como La
hija de Pohjolas, Las Oceánicas, etc., y el popular Concierto para violín y
orquesta.
201
Considerado el más universal de los compositores de su generación.
202
Considerada la mayor obra sinfónica francesa después de la Fantástica de Berlioz.
203
Quien con, Cristo en el Monte de los Olivos, escribió el primer gran oratorio del siglo XIX.
110
Entre las obras de fondo religioso del siglo XIX se encuentran, entre otras:
las 7 Misas y los 2 Stebat Maters de Schubert; el Te Deum y el Requiem de
Berlioz; la Misa en re menor de Cherubini; la Misa Húngara de la Coronación
de Liszt; la Misa en do menor de Schumann; el Réquiem Alemán de Brahms; el
Te Deum anglicano (1832), los Salmos, Lauda Sion y los Motetes para voces
femeninas y órgano, de Mendelssohn; el Tantum Ergo, Pater Noster, el Requiem
y Quattro pezzi sacri, de Verdi; el Te Deum y las Misas, de Bruckner; el
Réquiem de Fauré; las Beatitudes de Franck, etc.
Instrumentos dominantes
El piano reclama al violín la supremacía en los escenarios para
transformarse en un instrumento dominante tanto para el compositor
(prácticamente todos los compositores del período románticos fueron excelentes
ejecutantes del piano) como para la burguesía en general y la literatura para
ambos instrumentos alcanza niveles trascendentes de virtuosismo particularmente
en las obras de Paganini y Liszt, respectivamente, amén de los conciertos con
orquesta, sonatas, música de cámara y demás obras de los grandes compositores
del período.
Escuelas Nacionales
Dentro de la dinámica del siglo XIX apareció, a mediados de la centuria,
el llamado movimiento nacionalista, que no fue otra cosa que el resultado lógico
de los sentimientos político-nacionales que se hizo presente en el continente
europeo y que se extendió a todo lo largo y ancho de nuestra América.
Dicho movimiento se caracterizó por el énfasis muy particular que ciertos
compositores dieron a los elementos étnicos de sus países respectivos, acudiendo
al patrimonio popular e incorporándolo en sus obras, pretendiendo con ello
minimizar toda y cualquier influencia foránea y escribir con características
originales e identificables desde el punto de vista regional. Se trata de un
concepto radicalmente opuesto a lo que hasta ese entonces se había considerado,
precisamente, como una de las prerrogativas más genuinas del arte de la música,
el mensaje o carácter universal de la obra de un compositor, que le permitía una
comunicación igualmente clara con cualquier público, sea de donde fuere. La
diferencia sutil entre el compositor nacionalista y el no nacionalista, aunque de
carácter nacional, es que el primero planea intencionalmente expresarse a través
de sus elementos telúricos, mientras que el segundo no puede evitar hacerlo
porque dichos elementos hacen parte de su personal identidad cultural. El
nacionalismo fue el arma que esgrimieron algunos compositores para hacerle
frente a la aplastante influencia de sus colegas germánicos, específicamente
Beethoven, Wagner, Bruckner y Brahms.
111
204
Sobre el controversial tema es recomendable la densa obra de Rudolf Rocker, Nacionalismo y Cultura,
Ediciones Imán, Buenos Aires, 1942, así como el ensayo de Alejo Carpentier, América Latina en la
confluencia de coordenadas históricas y su repercusión en la música, publicado en América Latina en su
música, Relatora Isabel Aretz, UNESCO, Siglo Veintiuno Editores, México 1977.
205
Balakirev originalmente estudiante de matemáticas decide dedicarse a la música después de conocer a
Glinka y Dargominsky; Borodin auxiliar de química egresado de la Academia de Medicina de la
Universidad de Berlín; Cui, militar de carrera que llega a general; Mussorgsky, descendiente de una
antigua familia rusa fue miembro de la Guardia Imperial e ingeniero de aguas y bosques; Korsakov de
familia aristocrática hizo la Escuela de Marina en San Petersburgo hasta llegar a alférez de navío. Todos
llegan a ser compositores reconocidos.
206
Glinka es considerado el padre de la música rusa. Su ópera La Vida por el Zar marcó el comienzo de
la música clásica rusa liberada de la influencia italiana y alemana. Otro tanto se puede decir del brillante
pianista y compositor Dargominsky con su obra maestra Russalka. El mentor de “los cinco” fue
Balakirev el único músico profesional del grupo ya que todos fueron, como quedó dicho, talentosos y
valiosos autodidactas. No obstante entre las óperas rusas destacan Boris Godunov (1874) de Mussorgski
y Príncipe Igor (1890) de Borodin, conocida como Ivan Susanin durante el período socialista.
207
El mentor de ambos y padre del nacionalismo español fue Felipe Pedrell (1841-1922) autor, entre
otras cosas, de la trilogía sinfónica Los Pirineos (1891), del ensayo Por nuestra música y varios trabajos
lexicográficos como el Diccionario técnico de la música, Cancionero musical popular español (4 Vols.),
etc.
208
Smetana, compositor checo y excelente pianista dejó una obra fértil e interesante, entre ellas, la ópera,
La novia vendida, varios poemas sinfónicos como, Mi país, mejor conocido con el nombre alemán, Die
Moldau (El Moldavia), así como un bello Cuarteto de Cuerdas. Tuvo una vida trágica ya que fue sordo
como Beethoven y terminó demente como Schumann y Hugo Wolf.
209
He aquí un compositor que, con una obra poco difundida, supo crear un estilo musical genuinamente
noruego. Estudió en el Conservatorio de Leipzig y luego en Copenhagen bajo la dirección de Niels Gade.
Sus obras más significativas son: las dos suites Peer Gynt, el Concierto para piano y orquesta en la
menor, 3 Sonatas para violín y piano, sus lieder, las Danzas norueguesas y una Marcha fúnebre escrita
112
Últimos nacionalistas
Dicen la última palabra en las tendencias nacionalistas de Europa pero con
idiomas propios del siglo XX: Bela Bartok (1881-1945) y Zoltan Kodály
(1882-1967) en Hungría, así como George Enesco (1881-1955) en Rumania,
Vaughan William (1872-1958), en Inglaterra, Manuel de Falla (1876-1946) en
España y Aram Kachaturian (1903-1978) en Armenia.
Lejos de congraciarse con un folclorismo romántico y banal, como
generalmente sucede con algunos compositores ingenuos, incapaces de crear algo
original e interesante, sea por falta de una preparación académica, sea por la
ausencia de verdadero talento creativo, Bartok llevó a cabo un trabajo inédito,
profundo y depurado, inspirado en el estudio de la música popular magiar, en el
que se impone una poderosa fuerza creadora. La personalidad de Bartok se
trasluce desde sus primeras composiciones para piano hasta sus grandes obras
escénicas como El Castillo de Barba Azul (1911) o El Mandarín Milagroso
(1919), pasando por su difícil Sonata para dos pianos y percusión (1937) o en su
formidable segunda versión de 1940 para dos pianos y orquesta, o simplemente
sus Cuartetos para cuerdas, transformándose en una de las grandes creaciones de
la primera mitad del siglo XX. Junto a su contemporáneo y amigo, el compositor
Zoltan Kodály, recopiló cerca de 13.000 canciones y danzas húngaras, rumanas,
búlgaras, eslovacas, árabes y turcas, trabajo que se podría comparar con el que
210
El compositor checoslovaco Leos Janácek (1854-1928) tan original y audaz, había realizado un
trabajo semejante con el folclor moravo treinta años antes. Su arte de vanguardia, en base a un sistema
armónico muy personal, pertenece en realidad al siglo XX.
114
El Impresionismo:
La expresión “impresionismo” nació de una ocurrencia crítica periodística
(Louis Leroy), con la finalidad explícita de ridiculizar un cuadro de Manet, que
representaba un amanecer, que el pintor le había puesto por título Impresión.
Surge de ahí uno de los movimientos más importantes y originales de la historia
del arte y sin duda el más importante de Francia en los últimos cien años. El
movimiento, que tuvo lugar en París a finales del siglo XIX, no era otra cosa que
una reacción natural contra los principios de la pintura clásica, romántica y
realista, una rebeldía contra la academia, contra el arte oficial de los salones, a la
vez que una atracción irresistible por el aire libre, la luz, el sol y sobretodo por un
nuevo concepto y estilo pictórico que terminó por conocerse como
Impresionismo.
Aunque el origen del movimiento es el arte pictórico, sus enfoques y
novísimos postulados estéticos no se hicieron esperar en la música y así el
derroche de colores se transformó en el multitonalismo armónico rompiendo
drásticamente con los principios tradicionales de la ciencia de la armonía
mientras que la liberación de peso, densidad y solidez de los cuerpos se tradujo
en una polirítmia serena y ligera, a la vez que la mera sugerencia de los objetos a
través de manchas multicolores se muestran musicalmente en combinaciones
sonoras brumosas y opacas dando lugar a imágenes delicadamente borrosas con
melodías estáticas y armonías difuminantes cual formas etéreas en constante
evolución y cambio.
Los mayores baluartes del impresionismo musical son los franceses,
Claude Debussy (1862-1918) y Maurice Ravel (1875-1937)212, ambos
consumados e inspirados maestros, particular-mente en el arte de la
instrumentación y orquestación, así como grandes entre los mayores
compositores de la historia. Aunque ambos constituyen las dos grandes figuras
del impresionismo y de la creación musical de comienzos del siglo XX, Debussy
y Ravel son, en el fondo, dos compositores con diferencias muy marcadas y
precisas. En efecto, “lo que en Debussy son contornos etéreos, en Ravel es línea
precisa, cincelada, casi clásica; lo que en Debussy es surco en el agua,
ondulación, niebla, es en Ravel transparencia, desnudez, piedra labrada; y si
Debussy es un poeta, Ravel es un epigramista, un mago, o, como decía
Stravinsky, “un relojero suizo”. Por otro lado, “si Debussy es el gran
211
Para información biográfica ver Música en América poco más adelante.
212
Musicalmente hablando las obras de estos compositores responden a progresiones armónicas muy
coloristas, rodeadas de una particular penumbra sonora, que no es otra cosa que el resultado del uso de
ciertos acordes, intervalos de quintas o cuartas paralelas y consecutivas, enriquecidas por melodías
estáticas, sin momentos culminantes, rodeadas de una combinación de sonidos muy particulares y
originales. Aunque Debussy rechazó siempre el término, su obra se transformó de inmediato en el
impresionismo musical por antonomasia. En su música, los matices (nuances) reemplazan las
exposiciones explícitas y la sugerencia toma el lugar de cualquier declaración clara y tajante.
115
216
Satie, pianista del cabaret El Gato Negro (Chat Noir) en París, entronizó la estética del music-hall. Fue
alumno tanto de d´Indy como de Roussel.
217
Es interesante su pequeño libro, Yo soy compositor, versión castellana publicada en Ricordi
Americana, Buenos Aires, 1952, en el que comenta sus experiencias como compositor.
117
Widor, autor de una extensa obra, que siempre le surgió con excepcional
facilidad, abarca todos los géneros musicales en diferentes estilos, incursionando,
inclusive, por las más diversas innovaciones del siglo XX: 15 Sinfonías, la Suite
Proteo (1918), 24 Conciertos para diferentes instrumentos solistas con orquesta;
más de 150 Canciones, 18 Cuartetos para cuerdas, los ballets: El Toro sobre el
Tejado (1919) con texto de Jean Cocteau, La Creación del Mundo (1923) de
ambiente negro africano y jazz218 como idioma musical, adelantándose un año a
Rapsodia en blue de Gershwin; sus óperas y mini-óperas, Agamenón, Las
Coéforas, Europa, Ariadna, Thesus, Las desdichas de Orfeo, Medea,
Maximiliano, Bolívar, David (en cinco actos), El Pobre Marinero, etc., y la más
ambiciosa de todas con texto de Paul Claudel, Cristóbal Colón de 1928. Son
también muy conocidas sus Suite provenzal (1936) y Suite Francesa (1944), la
Obertura Filarmónica (una de las varias obras encomendadas por la Filarmónica
de Nueva York para la inauguración del Lincoln Center for the Performing Arts),
Asesinato de un Gran Jefe de Estado (obra encomendada por la Sinfónica de
Oakland en conmemoración al asesinado presidente John F. Kennedy) para
orquesta; la suite Scaramouche (1937) para dos pianos así como su obra para
piano solo, Saudades do Brasil (1921). A Milhaud le interesó particularmente la
obra para gran orquesta tanto como las composiciones de carácter religioso, entre
las que figuran, Servicio Sagrado para el Sábado (1947) y lo que es más
admirable aún, Pacem in Terris, de 1963, sobre la Encíclica del Papa Juan XXIII,
a pesar de su ascendencia judía. Ha sido también un excelente maestro de
composición en el Conservatorio Superior de Música de París, pese a sufrir de
una violenta artritis que le obligó a permanecer durante varios años en una silla
de ruedas lo cual no fue óbice para dirigir sus obras con grandes orquestas tanto
de Europa como de Estados Unidos en su calidad de director invitado.
Nuevos estilos
Es propio, dentro del decorrer de la historia del arte en general, que tan
pronto un concepto y estilo creado alcanza su pleno desarrollo, aparezca otro,
innovador y opuesto, que eventualmente ocupará su lugar, con la única diferencia
de que en los últimos años estos cambios se producen con mayor rapidez, como
en todos los aspectos de la ciencia y la tecnología. Así vemos que el concepto
impresionista, con todos sus postulados innovadores es reemplazado por el
concepto expresionista en poco menos de medio siglo. Aún así es evidente que
cada nuevo estilo conlleva permanentemente micro elementos de estilos
anteriores enriqueciéndose intermitentemente unos a otros aunque pasan
desapercibidos para los oídos no iniciados.
218
Milhaud quedó impactado con las sesiones de jazz que escuchó en Londres, en 1920, y en Harlem en
l922 donde escuchó el auténtico jazz de Nueva Orleans, lo que constituyó una “verdadera revelación”,
para él, según sus propias palabras.
118
BREVES BIOGRAFÍAS
componer para pequeños grupos de cámara. Fue a París en 1821 para hacer
estudios de medicina los que interrumpió para dedicarse de lleno a la música que
dio como resultado una ruptura con su familia. Alumno de Lesueur, Reicha y
Cherubini, progresó con sorprendente rapidez al punto de escribir, en poco
tiempo, su Misa de San Roque. Estudió asiduamente, según sus propias palabras,
las partituras de Weber y Beethoven. En 1830 se apasionó por la actriz inglesa
Harriet Smithson que gozaba de gran cartel en París; ese mismo año compone la
Sinfonía Fantástica que estrenará en diciembre de ese año. Acto seguido parte a
Italia con el Prix de Rome (Premio de Roma) que se había adjudicado por su obra
Sardanápalo. Regresó a París en 1832, con los manuscritos de La Captive, Lelio
(que haría parte de la nueva versión de su Sinfonía Fantástica) y las oberturas El
Rey Lear, Rob Roy y El Corsario. Ese mismo año contrae matrimonio con la
Smithson con quien no será nada feliz. De 1834 a 1840 realiza una rica
producción que comprende, entre otras obras: Haroldo en Italia (1834) para viola
y orquesta224, Gran Misa de Muertos (1837), la gran ópera Benvenuto Cellini, la
Sinfonía Fúnebre y Triunfal, Op. 15; la sinfonía con coros Romeo y Julieta Op.
17 (1839), algunas Cantatas y Canciones, el Tedeum Op. 22 obra monumental
para tenor, tres coros, orquesta, banda de metales y órgano; así como la leyenda
dramática La Condenación de Fausto, Op. 24 (1846), etc. En 1837 hace crítica
musical para la Revue et Gazette Musicale, demostrando gran capacidad en el
oficio; Saint Saëns lo consideró el “primer crítico musical de su época”. En 1844
publica su célebre Tratado de Instrumentación y Orquestación moderna, al que
añadió luego como suplemento, El Director de Orquesta. En 1847 hizo un viaje a
Rusia donde fue muy bien recibido. En 1852 fue nombrado bibliotecario del
Conservatorio de París, lo que le brindó la oportunidad de estudiar las partituras
de los grandes maestros lo que constituyó la fuente principal de su instrucción
musical, según declara en sus Memorias225. En 1855 contrajo nuevas nupcias
con la cantante Martín Recio, quien le dio un hijo que murió en un naufragio. Al
morir su esposa, y poco después su hijo (1865), su vida se transformó en una
agonía de soledad y abandono. Dos años después hizo un segundo viaje a Rusia
donde lo esperaba “el grupo de los Cinco”. Berilos murió en París en 1869. Otras
obras importantes son, el oratorio La Infancia de Cristo, Op. 25 (1854); El
Carnaval Romano; la gigantesca ópera, en dos partes, Los Troyanos226 y Los
Troyanos en Cartago, que le tomó tres largos años, y por último la ópera cómica
Beatriz y Benedicto, inspirada en la obra de Shakespeare, Much Ado about
Nothing (Mucho ruido y pocas nueces), cuya primera audición, bajo su dirección,
tuvo lugar en el año 62. Viajó reiteradas veces por Alemania, Rusia, e Inglaterra
224
Obra encomendada, ni más ni menos que por Paganini, quién esperaba, en realidad, un Concierto para
violín, por la que pagó la sorprendente suma de 20.000 francos oro.
225
Existe una excelente versión castellana en Editorial Schapire, Buenos Aires, Argentina, 1945.
226
Inspirada en La Eneida de Virgilio y cuya primera presentación integral sólo se realizó en Alemania en
1890. Es interesante tener presente que la Revolución francesa creó una reacción negativa de cara al
género operístico, que recordaba a los revolucionarios el “antiguo régimen”, dando lugar a la creación de
himnos cívicos con los cuales colaboraron Méhul, Gossec, Leseur, Catel y otros. En 1792 Rouget de
l´Isle, militar de formación y músico aficionado, hallándose en Estrasburgo escribió el “Canto para el
Ejército del Rin, en 1792, marcha vigorosa y enaltecedora, conocida como La Marsellesa, actual himno
de la República de Francia. De Lisle escribió después varias marchas y canciones como La Revolución
del 9 Thermidor.
121
230
La versión castellana de la biografía de Schumann, por Ronald Taylor, ha sido editada por Javier
Vergara Editor S.A., Buenos Aires, 1987.
231
Además de gran pianista Clara fue una apreciable compositora. Son conocidas sus Canciones, el
Concierto para piano y orquesta Op. 7, los 3 Preludios y Fugas Op. 16, el Trío Op. 17 y las Variaciones
sobre un tema de Schumann Op.20.
232
Schumann, Consejo a los jóvenes estudiantes de música, Ricordi Americana, Buenos Aires, 1957.
123
233
La versión castellana de la conocida biografía de Chopin por el musicólogo francés Bernard Gavoty se
encuentra en Javier Vergara Editor S.A., Buenos Aires, 1987.
234
Ver Gorge Sand, Historia de mi Vida, Compañía General Fabril Editora, Buenos Aires, 1960. El relato
de George Sand sobre su viaje a Mallorca con Chopin, Un Invierno en Mallorca, escrito en 1855, está
traducido al castellano y publicado en Ediciones La Cartuja, Palma de Mallorca, España, 1975.
235
La biografía de Franz Liszt de Alan Walker, en tres volúmenes, publicada por la Cornel University
Press, Ithaca, Nueva York, está entre lo más completo que se ha escrito hasta hoy sobre el compositor y
su obra.
124
236
RicardoWagner fue casado con Cósima, hija de Liszt, quien fue a su vez casada en primeras nupcias
con el pianista Hans von Bulow, también célebre director de orquesta. Cósima dejó un interesante diario
publicado por vez primera hace apenas 20 años.
237
No obstante el cromatismo no es exactamente un descubrimiento de los compositores del siglo XIX.
Se sabe que en la música de la antigua Grecia el cromatismo constituyó un elemento importante, aunque
después fue poco utilizado en las composiciones de la Edad Media, probablemente por el
125
desconocimiento, a la sazón, de un sistema exacto de afinación instrumental. De ahí que las notas no
diatónicas (a excepción del si bemol) en la Edad Media pertenecían a lo que se denominó música ficta, en
contraposición a la llamada música recta. Ejemplos de cromatismo muy anterior al siglo romántico, son
algunos madrigales de los italianos Constanzo Festa (c.1480-1545), Luca Marenzio (1553-1599), y
muy particularmente el príncipe de Venosa Carlo Gesualdo (ca.1561-1613) e inclusive el gran
Monteverdi. Otro tanto se puede decir de la espléndida Fantasía Cromática y Fuga de Bach. No sin
cierta razón se ha dicho que durante la Edad Media existió un arte cromático secreto.
238
Es interesante saber que el poema sinfónico Los Preludios, de Liszt, constituyó un modelo de
instrumentación para el propio Wagner desde la primera vez que vio la partitura.
239
La versión española de la enjundiosa biografía de Martin Gregor-Dellin, de Wagner, se encuentra
publicada en dos volúmenes, en Alianza Editorial, S.A., Madrid, 1983. La de Ronald Taylor, autor así
mismo de las biografías de Schumann y Liszt, se puede encontrar en Javier Vergara Editor S.A., Buenos
Aires, 1987.
240
Wagner dudó mucho sobre los temas que utilizaría en sus dramas, si históricos o mitológicos. Esbozó
algo sobre Federico I, e inclusive sobre Jesús de Nazareth. A la postre se decidió por la leyenda.
241
En nuestro idioma se han publicado varias colecciones, entre ellas: Escritos y Confesiones, con un
ensayo introductorio de Ernst Bloch, Editorial Labor, S.A., Barcelona, 1975; Novelas y Pensamientos
(Músicos, Filósofos y Poetas), F. Sempere y Comp., Editores traducción de Blasco Ibáñez, Valencia (sin
fecha); Correspondencia de Wagner-Liszt, Colección Austral Espasa Calpe, Argentina, 1947;
Epistolario a Matilde Wesendonk, Colección Austral, Espasa Calpe, S.A., Buenos Aires, 1947. Es
interesante el ensayo de Thomas Mann, intitulado Richard Wagner y la Música, publicado en Plaza &
126
Janes Editores, S.A. Barcelona, 1986. Existe así mismo una bella edición castellana de las memorias del
compositor, intitulada Mi Vida, ricamente ilustrada, en Ediciones de Nuevo Arte Thor, Barcelona, 1977.
242
Ver biografía de Verdi, por George Martin publicada en Javier Vergara Editor, Buenos Aires, 1984.
243
Su propio nombre, Verdi, los realistas italianos lo utilizaron políticamente, en su lucha contra los
austriacos, con un significado muy particular: Victor Emanuel Rey De Italia, cuyas primeras letras de
cada palabra constituyen su apellido, a manera de acróstico.
244
La Música en la Civilización Occidental, de Henry Lang, EUDEBA, Buenos Aires, 1963, Pág. 731.
245
Existe traducción castellana de la breve biografía de Cesar Franck por Jean Clausse, publicada en
Espasa-Calpe, S.A. Madrid, 1980.
246
Henri Duparc (1848-1933) escribió 13 memorables canciones de concepciones wagnerianas, con
textos de diferentes poetas franceses, entre las que se distinguen particularmente, Soupir, Chanson Triste,
L´Invitation au voyage, Extase, La Vague et la Cloche, Phydilé y La Vie antérieure .
í
127
249
La Fundación Isaac Albéniz de Madrid ha lanzado (1990) una recopilación de diversos ensayo sobre el
compositor español intitulada Albéniz y su Tiempo con la colaboración de varios autores, edición que
corrió al cuidado del crítico Enrique Franco.
250
Salomón Jadassohn (1831-1902) autor de un célebre Tratado de Armonía así como un Tratado de
Contrapunto, muy utilizados en los Conservatorios tanto de Europa como América. Existe versión en
inglés en G. Schirmer, Inc, Nueva York.
134
pudo resistirse al deseo de “volver a casa” para morir, lo que tuvo lugar el 18 de
mayo de 1911. Al día siguiente una gran multitud, en total silencio, siguió el
coche fúnebre hasta su último destino. En 1938 el director Wilhelm Mengelberg
anunció haber encontrado los manuscritos de cuatro sinfonías juveniles de
Mahler.
255
Existe traducción al castellano en Alianza Editorial, Madrid, 1987, con el título de El Señor Corchea y
otros escritos, en versión de Angel Medina Alvarez.
256
La versión castellana de la biografía de Ricardo Strauss, escrita por George R. Marek, está publicada
en Javier Vergara Editor S.A., México, 1986.
137
Op. 18; Concierto para violín y orquesta (1881); Cuarteto para cuerdas;
Sonatina para 16 instrumentos de cuerdas solistas, etc. Con su obra Strauss llevó
el sistema tonal tradicional a los límites más extremos de sus posibilidades con el
uso audaz de las disonancias y de la politonalidad. Su obra representa la última
expresión del dinamismo romántico.
257
Existe actualmente en Rusia un concurso internacional de piano con su nombre y en Nueva York se ha
conformado la Scriabin Society of America que realiza una intensa actividad de divulgación de su vida y
obra
258
Scriabin pensaba, semejante a Berlioz y Rimsky Korsakov, que a cada tonalidad correspondía un
color, así por ejemplo a la tonalidad de do, el color rojo; a sol el naranja; a re el amarillo; a la el verde; a
mi el azul pálido; al fa sostenido el azul intenso; a re bemol el violeta; a la bemol el púrpura; a mi bemol
el color acero; a si bemol, idem, y a fa el rojo obscuro. Esta teoría ha planteado muchas controversias,
aunque se remonta al siglo II con el famoso alejandrino, astrónomo, filósofo y teórico de la música,
Claudio Ptolomeo..
139
CUESTIONARIO Nº 6
CUESTIONARIO Nº 7
Siglo XX:
El Expresionismo
Con el inicio del siglo XX llegamos al final del breve recorrido histórico
musical que nos hemos impuesto, final que no es más que la línea imaginaria de
un horizonte que señala a su vez el umbral de uno nuevo sin solución de
continuidad.
Mientras el impresionismo es la expresión del mundo que nos rodea tal
como lo vemos, “consumando el abandono de la alegría sensual”, el
expresionismo es la exteriorización de nuestra conciencia y mundo interior como
una concentración en los problemas del ser individual.
El término, surge de las artes visuales y de la literatura alemana de
comienzos del siglo XX259. Es Kandinsky el pintor representativo del
expresionismo, además de Kokoschka, Klee, Rouault y Braque. En la música se
aplica particularmente a la obra de Schönberg y su escuela, aunque la expresión
se usa ya libremente para señalar todo el movimiento que, en oposición al
impresionismo, lanzó nuevos rumbos y nuevas soluciones para la creación
musical actual. Con el expresionismo se pretende una “reestructuración de la
realidad externa por medio de la exageración y la distorsión”260.
261
Según el Diccionario Harvard de la Música (Edic., española, Alianza Editorial, Madrid, 1997) las
características principales de la expresión son: la objetividad y la contención expresiva mientras que las
técnicas más importantes son la claridad motívica, la transparencia de texturas, el equilibrio formal y la
dependencia de modelos estilísticos”.
262
La música electroacústica o concreta es la que se hace con elementos grabados electrónicamente. Los
primeros ejemplos los produjo el ingeniero y músico francés Pierre Schaeffer (1910) por los años 1948
al plantearse la idea de manipular el sonido una vez grabado. En 1951 se formó el Grupo de
Investigadores de Música concreta de la RTF con personalidades tales como Boulez, Barraqué y
Philippot. A su vez la expresión aleatorio significa “incierto”, “depender de la suerte o del azar”. La
técnica surge en la segunda mitad del siglo aunque no es una novedad. La obra puede consistir en
segmentos que se repiten caprichosamente, sin un orden específico ni duración predeterminada. La
personalidad más significativa en el fenómeno es el compositor estadounidense John Cage, desde 1951
con su obra Music of Changes.
145
263
A través de lo que él denominó tropos o sea núcleos o células melódicas procedentes de una triple o
cuádruple subdivisión de la escala de doce sonidos y cuyo valor esencial consiste en los intervalos que tal
subdivisión engendra. Ver Introducción a la Música de nuestro tiempo, de Juan Carlos Paz, Editorial
Nueva Visión, Buenos Aires 1955, Pág. 82.
146
264
Son interesante las consideraciones de René Leibowitz en torno a la historia de la música, vertidas en
su pequeño ensayo intitulado La evolución de la música de Bach a Schönberg, Editorial Nueva Visión,
Buenos Aires, 1957.
265
Es significativo e interesante, por ejemplo, el análisis que hace la escritora periodista estadounidense
Bárbara Tuchman, ganadora del Premio Pulitzer, en su ensayo intitulado La Torre del Orgullo, un retrato
del mundo antes de la gran guerra, de la Alemania imperial del último cuarto del siglo XIX a través de la
obra musical de Ricardo Strauss. Ver The Proud Tower, de Barbara Tuchman, Mcmillan Company,
New York, 1965, Capítulo 6.
147
en su obra al considerar que los sonidos musicales tal como ellos los producían,
eran de por si suficientemente elocuentes como vehículos portadores de emoción.
Con la llegada del dinamismo romántico el concepto de la creación
musical muda radicalmente. El compositor de ese período rechaza la posición de
su antecesor clasicista y antepone la expresión de su propia emoción a la posición
objetivista y universal precedente. Eso hicieron, particularmente, Chopin,
Schumann, Liszt y Wagner, de ahí el sello individualista, personal e innovador
de sus obras. Su meta fue exponer en forma amplia sus propios sentimientos,
aunque para ello tuvieran que romper con todos los reglamentos de las
disciplinas musicales existentes, por más ortodoxos que estos fueran.
Para el compositor ochocentista el sonido de por sí careció de
significación estética. En sus manos, el mensaje musical se hizo más expresivo y
humano; por eso la extraordinaria accesibilidad de su obra para el público, que
descubre en la generalidad de dichos compositores, un especial contenido poético
así como una nueva y plácida fuerza expresiva.
La fuente generadora del nuevo concepto, musicalmente hablando, es
Beethoven. El gran maestro alemán agota la objetividad clasicista,
transformándose en el artífice de la simbiosis impersonal/personal,
objetivo/subjetivo, brindándole a la música una nueva dimensión de
expresividad. Esto no quiere decir que el compositor clasicista careció de
contenido emocional, sino, simplemente, que en él predominó, en forma
espontánea y casi axiomática, la razón sobre la fantasía, la organización sobre la
ostentación, la perfección y el balance de los materiales sonoros sobre los
elementos antitéticos e individualistas.
Es precisamente ese retorno a lo universal, a lo impersonal, a la pureza del
lenguaje, al equilibrio y a la sobriedad de la forma, el postulado general que
plantean los compositores contemporáneos aunque con materiales, idioma y
conceptos diferentes.
Por otro lado no puede existir una teoría estética definitiva, inflexible y
omnicomprensiva sobre la creación musical actual. Por el contrario, todo intento
por establecer una estética que refleje la realidad de la creación musical de hoy,
tendría necesariamente que enfocarse como una “metodología en perpetuo
cambio” que sólo sería aplicable en un momento determinado. Dicha
metodología a su vez, exigiría una “constante conciencia de su provisionalidad” a
la vez que constituiría un “eslabón a más de una larga y extensa cadena” cuyos
componentes totales serían imprescindibles para la verdadera y cabal
comprensión del fenómeno objeto de nuestro análisis.266
Lejos de pretender brindar una explicación completa de la fenomenología
de la música actual mencionaremos a continuación algunos de los hallazgos más
originales de las nuevas creaciones. Dichos hallazgos son, precisamente, los que
266
Luis de Pablo: Aproximación a una Estética de la Música Contemporánea, Edit. Ciencia Nueva,
Madrid, 1968.
148
267
Aristóxeno propuso, inclusive, una afinación semejante a la que posteriormente se llamaría afinación
temperada.
151
BREVES BIOGRAFÍAS
272
Realmente el Sistema de los doce Tonos fue creado por el austriaco Joseph Mathias Hauer (1883-
1959) quien además de músico era reconocido matemático. Hauer publicó en 1912 una obra para piano
llamada Law, que constituye la primera composición conocida escrita dentro de dicha técnica. Las
primeras obras dodecafonistas de Schönberg solo aparecen en 1923. La expresión dodecafonismo fue
usada por primera vez, en 1911, por el musicólogo e historiador italiano Domenico Alaleona (1881-
1928).
273
Zemlinsky, cuñado de Schönberg, además de compositor fue importante director de orquesta.
155
Entre 1900 y 1905 escribe varias zarzuelas en colaboración con Vives de las que
quedó únicamente Los Amores de la Inés que alcanzó moderado éxito. En 1903
ganó un premio nacional con su obra para piano, Allegro de Concierto, y en 1905
se adjudicó el Premio de la Academia de Bellas Artes de Madrid con su ópera La
Vida Breve, su primera obra realmente importante. Ese mismo año compone sus
Siete canciones populares españolas que constituyen, hasta hoy, uno de sus
mayores éxitos. En 1907 viajó a París donde vivió siete años, alternando con los
mayores artistas del momento: Debussy, Dukas, Ravel, Satie, Albéniz, Schmitt,
Roussel, Stravinsky etc., y absorviendo todas las novedades de la Escuela
Impresionista. En 1908 escribe las Piezas Españolas, para piano (1908) y Tres
Melodías (1909) con texto de Gautier, publicadas al año siguiente. Al estallar la
Primera Gran Guerra regresa a Madrid, y en 1915 estrena El Amor Brujo. De
Falla que era un hombre ajeno a cualquier tipo de publicidad o vida social, en
1919 se retiró a Granada, a la sombra de la Alhambra, donde residió durante 17
años apartado de cualquier otra actividad que no fuera la composición musical y
viajando esporádicamente a otras ciudades europeas para escuchar la ejecución
de sus propias obras. Ese mismo año Diaghilev presenta en Londres El Sombrero
de los Tres Picos, ballet inspirado en la obra original de Antonio de Alarcón. A
raíz de la guerra civil española De Falla se expatrió voluntariamente en
Argentina, residiendo en Alta Gracia, provincia de Córdoba, donde escribió su
cantata escénica La Atlántida, que no llegó a terminar274. De Falla murió en Alta
Gracia el 14 de noviembre de 1946. Otras obras importantes son: Fantasía
Bética (1919) para piano, obra encargo del célebre virtuoso Arturo Rubinstein;
Noche en los Jardines de España, para piano y orquesta (1915); Homenaje a La
tumba, de Debussy, su única obra para guitarra; El Retablo de Maese Pedro
(1923); Concierto para clavecín y orquesta (1926) dedicado a la gran
clavecinista polaca Wanda Landowska, etc. Pese a que la obra de De Falla no
es muy abundante, mantiene siempre un nivel de calidad superior.
274
La Atlántida, probablemente la obra más ambiciosa de Manuel de Falla, que lo mantuvo ocupado
durante casi 25 años, fue terminada por el compositor español Ernesto Halffter. Como quiera que los
derechos de la partitura los tenía legalmente la Casa Ricordi de Milán, ésta decidió que la primera
presentación mundial se realizaría en La Scala, lo que motivó una discusión con España que insistía que
se diera en territorio español por constituir una obra épica nacional. Ambas partes llegaron a un acuerdo,
que consistió en que se diera en España una “versión de concierto” con partes de la obra, mientras la
versión escenográfica completa se produjera en La Scala. Y así se hizo.
156
colección de 85 cantos populares arreglados para piano (1908) muy útiles para la
pedagogía musical; la ópera El Castillo de Barba Azul (1911) y el popular
Allegro Bárbaro para piano. En 1940, con 60 años de edad, estableció su
residencia definitiva en Estados Unidos, falleciendo cinco años después, de
leucemia, en un hospital de Nueva York, en completa penuria y prácticamente
abandonado muy a pesar de haber sido reconocido como “uno de los
compositores titanes del siglo”. Fue un investigador infatigable del folclor
húngaro material que recogió en una publicación monumental, junto con Zoltán
Kodály, creando a su vez un estilo muy personal de composición. Su obra,
incluye: un Quinteto con piano (1904); Suite para orquesta Op. 3 (1905); 2
Conciertos para violín y orquesta (1907 y 1938) 6 Cuartetos para cuerdas
(1909/1939); 2 Sonatas para violín y piano (1921 y 1922); 2 Rapsodias para
violín y piano (1928) con versiones para violín y orquesta; Sonata para violín
sólo (1944); 3 Conciertos para piano y orquesta (1926/1945); Música para
cuerdas, celesta y percusión (1936); 14 Bagatelas para piano (1908); Diez
piezas para niños (1908); Allegro Bárbaro para piano (1911); Sonatina para
piano (1915); Suite Op. 14 para piano (1916); Tres Estudios para piano (1918);
Sonata para piano (1926); Suite para piano “Al aire libre” (1926); Concierto
para Orquesta (obra comisionada por Koussevitzky en 1943); Suites para
pequeña orquesta; Danzas Rumanas; Danzas húngaras; Sonata para 2 pianos e
instrumentos de percusión (1937) de la que existe también una versión con
acompañamiento de orquesta de 1940 llamada Concierto para dos pianos y
orquesta; Música vocal: Gran variedad de canciones inspiradas en melodías
populares, etc. Para le escena escribió la ópera El castillo de Barba Azul (1911),
así como los ballets El Príncipe de madera (1916) y El Mandarín milagroso
(1919). Para piano escribió también un Método que ha tenido mucha divulgación,
además de la célebre colección, Mikrokosmos, especie de método para piano en 6
volúmenes, con 156 piezas en total, escritas entre 1926 y 1937, muy conocida en
todos los Conservatorios y Escuelas de Música. Bartok dejó una diversidad de
artículos y pequeños ensayos particularmente sobre música popular tanto húngara
como eslovaca, búlgara, rumana y turca275.
275
Una amplia muestra, en castellano, de sus artículos, así como una corta autobiografía con un prefacio
de Zoltán Kodály, se encuentra en, Bela Bartók, escritos sobre música popular, publicación de Siglo
Veintiuno editores, S.A., México, 1979
276
Recomendamos la lectura de Crónicas de mi vida, del propio Stravinsky, publicadas, en un tiraje
limitado y numerado, en versión castellana, con una carta prólogo de Victoria Ocampo y un retrato de
Picasso, en, Editorial Sur, Buenos Aires, 1936.
157
277
Célebre mecenas y empresario ruso que supo reunir los mejores bailarines del teatro imperial para
espectáculos públicos tanto en Rusia como en París y otras ciudades. En 1913 su grupo que denominó
Ballets Rusos, formado en 1911, inauguró el Teatro de los Campos Elíseos de París, brindando las
primeras presentaciones mundiales de obras como: Petrouchka, la Consagración de la Primavera, El
Pájaro de Fuego, El gallo de oro, etc. (Stravinsky), El Espectro de la Rosa (Weber), El Lago de los
Cisnes (Tchaikovsky), Daphnis y Chloé (Ravel), L´Aprés midi d´un faune (Debussy), etc.
278
Las charlas de la cátedra, Poética Musical (con nota preliminar de Adolfo Salazar), han sido
recogidas y vertidas al español por diferentes editoriales argentinas y españolas.
158
Pequeñas Piezas Op. 11; Tríos de cuerdas, Op. 20; Cuarteto Op. 22 para violín
clarinete, saxofón, tenor y piano; Cuarteto Op. 28; Quinteto con piano (1906);
Sinfonía Op.21; Concierto Op. 24; Variaciones Op. 27; Variaciones Op. 30, etc.
Música vocal abundante con diversas combinaciones instrumentales. En 1934
cuando Austria se incorporó al Tercer Reich, a Webern, el austero miniaturista de
la Escuela de Viena279 alegremente acusado de bolchevismo cultural, se le
despoja de sus posiciones oficiales, se destruyen sus manuscritos y se prohíbe la
ejecución de sus obras. Webern murió por un tiro que recibió, accidentalmente,
de parte de un soldado norteamericano. Para muchos Webern es el representante
más significativo de la Escuela de Schönberg también conocida como Escuela de
Viena.
279
Su maestro, Schönberg, decía que “Webern era capaz de expresar una novela en un sólo suspiro”.
280
Obra llena de lirismo dedicada a Manon, la hija de Alma Mahler, con la dedicatoria “a la memoria de
un ángel”.
159
Compositor y brillante pianista ruso281. A los cinco años escribió sus primeras
obras para piano y a los 9 compuso la partitura de piano de su primera ópera
llamada El Gigante. Estudió composición con Gliere, Liadov y Rimky-
Korsakov, piano con Essipova y dirección de orquesta con Tcherepnin en el
Conservatorio de San Petersburgo. A los 23 años ganó el Premio Rubinstein con
su primer Concierto para piano y orquesta. Viajó por Europa y vivió en Londres,
París, Japón y en Estados Unidos, en donde estrenó la ópera El amor de las tres
naranjas, regresando definitivamente a Rusia en 1934, después de vivir 10 años
en París. Su primera obra orquestal importante es la Suite Escita, escrita en 1915.
En 1943 fue laureado con el Premio del Estado Soviético, y en 1947 fue
declarado Artista del Pueblo de la Federación Rusa. No obstante en 1948 tuvo
que enfrentar las ridículas críticas que le dirigió el Comité Central del Partido
Comunista por el “formalismo” de su música a las que respondió con una carta
abierta publicada en el Pravda. En 1951 obtiene por segunda vez el Premio de
Estado. El Premio Lenin, la más alta condecoración del Gobierno soviético, le
fue concedido a título póstumo. Su obra, extensa, que cubre todos los géneros
musicales, comprende, para orquesta: 7 Sinfonías (entre ellas la primera,
conocida como Sinfonía clásica), Canto Sinfónico, El teniente Kijé (film), Las
Noches Egipcias, Obertura sobre temas judíos, Pedro y el Lobo (cuento
sinfónico y declamado para niños) etc. los Ballets, Chout el Bufón, Paso de
Acero, El hijo pródigo, Sobre el Dniéper, Romeo y Julieta, La Cenicienta,
Leyenda de la flor de piedra, etc. 9 Sonatas para piano; Visiones Fugitivas,
Sugestión Diabólica, Toccata, Sarcasmos, Los Cuentos de la Vieja Abuela, 5
Conciertos para piano y orquesta (el IV es para la mano izquierda); 2 Conciertos
para violín y orquesta, 3 Conciertos para violonchelo, etc. Unas 30 Canciones;
Cantata para el XX aniversario de la Revolución de octubre, Las Canciones de
nuestro tiempo, etc. El Oratorio La Guardia de la Paz. Entre sus óperas están: El
amor de las tres naranjas, El ángel de fuego, Semión Korko, La dueña, Guerra y
Paz, Historia de un hombre verdadero, etc. Iván el Terrible, para el film
homónimo; Alexander Nevsky (film), Un partisano en las estepas de Ucrania
(film), etc. Prokofiev dejó varios escritos como fragmentos de una autobiografía
(Años jóvenes, El Conservatorio, y Acabando el Conservatorio). Su obra
constituye uno de los testimonios más valiosos del arte musical de la primera
mitad del siglo XX.
281
Ver biografía de Prokofiev, por Harlow Robinson, en Javier Vergara Editor, S.A., Buenos Aires,
1988.
160
282
Ambas publicadas, en castellano, por Ricordi Americana de Buenos Aires, Argentina.
283
Ludus Tonáis (Juego de tonalidades) comprende 12 fugas en diferentes tonalidades, enlazadas por 11
interludios modulantes. Cada fuga esta precedida de un preludio en Do que sirve, en inversión retrógrada,
de postludio. La obra fue escrita en 1942.
161
284
Messiaen fue un organista excepcional. Con sus improvisaciones provocaba el espanto y al mismo
tiempo la admiración de los fieles que asistían a la misa dominical.
285
En Estados Unidos, cerca de Salt Lake City, en señal de admiración se le da a una montaña el nombre
de “Messiaenax”.
163
286
Boulez además de excelente director es un pianista de categoría.
287
Puntos de referencia “reúne, salvo unos pocos de menor importancia, todos los textos de Boulez,
escritos desde 1945 inclusive 14 trabajos inéditos en francés y otros ocho totalmente inéditos”. Existe
traducción al castellano en Editorial Gedisa S.A., primera edición, Barcelona, España, 1984.
288
El propio Stockhausen cuenta como en París asistió, en 1952, durante todo un año, dos veces por
semana, al intenso como exhaustivo curso de estética y análisis de Messiaen.
289
Lo que exige un aparato orquestal gigantesco!
164
290
El propio compositor comenta que “las voces y los instrumentos están mezclados de un modo que
favorece a una sonoridad mixta de carácter homogéneo, mientras el texto está compuesto con un criterio
puramente musical: una escala de diferencias sonoras obtenidas a partir de consonantes y vocales mudas,
lo que lo transforma en un texto intraducible anotado en escritura fonética”. Tomado de Tendencias de la
Música de Hoy, Pág. 35, texto de unas conferencias de Heinrich Strobel, en Difusión Cultural, UNAM,
México 1964.
165
Sinfonietta para cuerdas (1990), etc. Ópera: Los demonios de Loudun (1968); El
paraíso perdido (1978) y Ubu roi (1983). Música de cámara: 3 miniaturas
(1959); Cuarteto N° 1 (1960); Cuarteto N° 2 (1968); Trío para cuerdas (1990);
Cuarteto para clarinete y cuerdas (1993), etc. Pese a la modernidad del idioma
de Penderecki, y gracias a al gran poder expresivo, su mensaje musical es bien
recibido por el auditorio.
CUESTIONARIO Nº 8