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Los efectos de la Enfermedad Holandesa sobre las economías petroleras

Tesis

La Enfermedad Holandesa conlleva desindustrialización, inflación, revaluación de la

moneda, pérdida de empleo y disminución de la competitividad, que afecta el bienestar de la

población y el desarrollo económico; y en economías petroleras, concentración del poder en los

gobernantes, proliferación de subsidios, aumento del gasto público, y des-estímulo del empleo en

los demás sectores productivos y en la iniciativa privada de empresa.

Argumento

La Enfermedad Holandesa se origina en el fenómeno sucedido en los años setenta por el

descubrimiento de grandes yacimientos de gas natural en Holanda y de petróleo en Gran Bretaña

en el Mar del Norte, y que se relacionan con procesos de desindustrialización por la bonanza

económica generada por estos bienes primarios.

La entrada masiva de divisas por la realización de estos hidrocarburos internacionalmente,

conllevó a un aumento en el gasto interno, en los precios de los servicios, en los salarios y en los

precios de los bienes no transables en los mercados externos (bienes inmobiliarios), que implicó,

un aumento en los costos de producción con la respectiva pérdida de competitividad internacional

y contracción del sector manufacturero y pérdidas de empleos por la entrada de productos

importados a menores precios (Guzmán, 2017).

Situación similar le ocurrió a España del siglo XVI, pues a pesar de incorporar a su

imperio las tierras del Nuevo Mundo, mantuvo su posición de periferia económica en Europa,

porque el oro y la plata provenientes de América, en lugar de fortalecer su actividad económica,

sirvieron para importar desde Inglaterra las manufacturas y bienes suntuarios para el consumo
interno y de sus Colonias. Sin dejar de lado, que los efectos inflacionarios generados por la gran

entrada masiva de dinero a la economía, generó altos procesos inflacionarios, destrucción de los

sectores manufactureros y artesanales, y aumentó de la burocracia y de los cortesanos (Stein,

1974).

En el caso colombiano, los efectos de la Enfermedad Holandesa se aprecian en la

Bonanza Cafetera de 1975, la cual generó una masiva entrada de divisas por el aumento de los

precios internacionales del café, conllevando a que las autoridades para estabilizar la economía y

evitar procesos inflacionarios, suspendieran la devaluación gota a gota, que era utilizado para

mantener la competitividad de las exportaciones no tradicionales. De esta manera, se presentó un

des-estímulo de las exportaciones menores y un fomento de las importaciones por sobre-

valuación de la moneda, conllevando en los años ochenta a una monitoria del FMI y el Banco

Mundial para el ajuste estructural de la economía en materia fiscal y monetaria (Garay, 1978).

En Venezuela se evidencian los efectos económicos, sociales y políticos de la Enfermedad

Holandesa, por efecto de las decisiones y políticas en favor del bien transable preponderante: el

petróleo; y que tiene sus orígenes en los años setenta, con la nacionalización de la industria

petrolera y del acero, y con la creación de la Empresa de Petróleos de Venezuela – PDVSA.

Para 1928 este país era el segundo productor mundial de petróleo y los ingresos generados

por esta industria, comenzaron a representar más de la mitad del presupuesto. Esta ventaja

económica fue aprovechada por el Estado para generar procesos de industrialización, inversión en

infraestructura física e impulso al turismo, la agricultura y la industria del hierro y del acero,

siendo la economía más dinámica en el período de 1920 a 1960 en América Latina (Miranda,

2017).

La bonanza de los precios del petróleo en 1973 y la nacionalización de la industria del

petróleo en 1976, conllevó a un aumento inesperado de los ingresos públicos que enfermó a
Venezuela con el mal holandés, implicando inestabilidad macroeconómica por no haberse

congelado los recursos en el exterior, sino que los dólares afluyeron a la economía con

consecuencias sobre la inflación, el aumento de las importaciones y la pérdida de empleo por la

desindustrialización, tanto espontánea como inducida por la falta de políticas.

Este panorama económico fue acompañado con políticas asistencialistas y clientelares, y

con el reparto del poder entre los dos partidos políticos tradicionales; implementándose entonces,

una política generalizada de subsidios.

El fracaso del sistema de partidos en la conducción del Estado, la falta de credibilidad en

las instituciones, la crisis económica acumulada de los años ochenta y noventa de la deuda

externa, la caída en los precios de petróleo y las fallas en la implementación de las políticas

neoliberales, es aprovechada por el Teniente Coronel (r) Hugo Chávez Frías para ascender a la

Presidencia a partir de 1999 mediante elecciones utilizando un discurso populista (Ulloa, 2016),

ejerciendo el cargo hasta su fallecimiento en 2013, quien es sucedido en el cargo por Nicolás

Maduro Moros.

Mientras el precio de la canasta del petróleo venezolano para 1999 era de US$16, en 2004

de US$32 y en 2008 de US$88; éste cayó en 2009 por la crisis financiera internacional, que

volvió a recuperarse en 2010. El promedio del precio de 2011 a 2014 por su parte, estuvo entre

US$84 y US$103. Con esta bonanza de precios, Venezuela entre 1999 y 2014 recibió recursos

por US$960.589 millones, con un promedio anual de US$56.500 millones, con respecto a

US$15.217 millones anuales durante el mandato de Rafael Caldera entre 1993 y 1998

(Bermúdez, 2016).

Como estos recursos no fueron suficientes para implementar las políticas de la

“Revolución Bolivariana” en la senda del “Socialismo del Siglo XXI”, entre 1999 y 2011 se
emitieron bonos de la República y de PDVSA por US$54.327 millones, que se están en proceso

de pago.

Conclusiones

En países petroleros como Venezuela, las consecuencias de la Enfermedad Holandesa son

mayores, pues además de generar efectos nocivos sobre la economía, también afectan a la

sociedad, y a la práctica y al ejercicio de la política. En este contexto, la concentración de poder

en el Gobierno Nacional, por ser el Estado el dueño del recurso petrolero, le genera

responsabilidades con el bienestar de la población y el desarrollo económico del país, debiendo

evitar las prácticas clientelares y populistas, y el uso de subsidios por los riesgos de hacer tránsito

hacia una dictadura.

A través del ensayo se aprecia, que a pesar de la entrada masiva de recursos por renta

petrolera a la economía venezolana durante la bonanza de precios, este país se encuentra sumido

en la mayor crisis institucional y económica de todos los tiempos; sin dejar de lado, que el

Gobierno ha ejecutado acciones políticas catalogadas por la comunidad internacional como

“dictatoriales”, que profundizan aún más la crisis humanitaria y política, y que se orientan a la

implementación del denominado “Socialismo Comunal” dentro de un ambiente de polarización y

fragmentación de la sociedad venezolana, sin que se vislumbre una solución clara en el corto o

mediano plazo.
REFERENCIAS

Bermúdez, Angel. Cómo Venezuela pasó de la bonanza petrolera a la emergencia económica.

BBC Mundo. 25 de febrero de 2016. Recuperado el 10 de agosto de 2017 de

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160219_venezuela_bonanza_petroleo_crisis

_economica_ab

Garay S., Luis Jorge. Bonanza Cafetera y Estabilización. 1975-1978. Recuperado el 10 de agosto

de 2017 de http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/economia/industrilatina/149.htm

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Stanley J. y Bárbara H. Stein (1970). La Herencia Colonial de América Latina. Siglo XXI

Editores, S.A. México.


Ulloa, C. (2016). Emergencia de populismo y ruptura de acuerdos políticos. Revista De Estudios

Sociales, (56), 39-50. doi: http://dx.doi.org/10.7440/res56.2016.03

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