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LA VIDA Y

MUERTE DE
MONSEÑOR
OSCAR
ROMERO

Dulce Maria Mendoza


Dionicio
6to bachillerato Dibujo B
Clave 2
26 de Marzo de 2021
Orientacion Cristiana.
INTRODUCCIÓN

En este documento se hablara de lo


que fue el martir Salvadoreño
Monseñor Romero que se caracterizó
por ser un siempre incansable
luchador de los derechos humanos.
Abrió las puertas de la Iglesia a los
campesinos desplazados y condenó la
represión del Ejército durante la
guerra civil salvadoreña (1980-1992). A
lo largo de su vida se encargó de
denunciar la violencia militar, razón
por la que fue asesinado.
A sido uno de los Martires mas
reconocidos en America Latina y se le
considera como Romero de America
haciendo referencia que no solo fue un
Martir en el Salvador, Sino que sus
accioner repercutieron en varios
paises.
BIOGRAFÍA DE
MONSEÑOR
ROMERO

¿Óscar Arnulfo Romero nació el 15 de agosto de 1917 en el seno de una familia


humilde del municipio de Ciudad Barrios, en San Salvador. A los 14 años comenzó a
estudiar en el seminario de los padres claretianos, continuó con los jesuitas y
culminó su formación en Roma, donde se ordenó sacerdote en 1942. Al año siguiente
regresó a su país, donde desarrolló todo su apostolado, marcado siempre por su
prédica en favor de los más débiles.

Una mujer sostiene una foto de Monseñor Romero en una peregrinación durante un
aniversario del asesinato del arzobispo (AP).
Aunque era de perfil más bien conservador y cercano a instituciones como el Opus
Dei, también fue admirador de la Teología de la Liberación, una corriente asociada
con el marxismo.

Biografía de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, que será canonizado el 14 de octubre


(AFP).
Por su incansable militancia en favor de los derechos humanos y su oposición a la
dictadura de su país, se enfrentó con las altas jerarquías de la iglesia local y hasta
con el Papa Juan Pablo II, que en un encuentro en el Vaticano llegó a reprocharle su
actitud rígida con el régimen salvadoreño.
En 1977 fue nombrado arzobispo de San Salvador por el Papa Pablo VI, quien,
significativamente, será canonizado el mismo día que Romero.

Una monja despide a Monseñor Romero en su funeral. Año 1980 Foto/ AP


La trágica muerte de Monseñor Romero desató una violenta guerra civil que se
extendió hasta 1993 y dejó un saldo de 75.000 muertos y al menos 7.000
desaparecidos. Fue precisamente después de la guerra que se emitió un informe de
la ONU con detalles sobre el asesinato: se señalaba al ex mayor del ejército Roberto
d'Aubuisson, figura de la derecha salvadoreña, como autor intelectual del homicidio.
Con los años, la figura de Romero se convirtió casi en una leyenda en América Latina,
donde se lo reconoce por muchos como "la voz de los sin voz".
SITUACIÓN DE EL
SALVADOR EN
TIEMPOS DE OSCAR
ROMERO

El periodo comprendido entre fines de la década de los


años 70sy principios de los 80s fue de una gran
efervescencia en la historia de El Salvador y tiene
muchos ‘actores principales’: las clases campesinas, que
cobraron un protagonismo que no habían tenido antes,
salvo quizásen 1932; las fuerzas armadas,que se
encontraron ante la posibilidad histórica de liderar un
proceso de cambio único en la historiadel país, dejando
de lado la tradicional alianza con los sectores
privilegiados; las clases trabajadoras, cuyas
organizaciones populares alcanzaron niveles de
adhesión como nunca antes habían tenido; la oligarquía,
que no supo ver la oportunidad que se abría dedejar de
lado sus privilegios para la construcción de una
sociedad justa; los partidos políticos tradicionales, que
sumidos en una práctica corrupta de ejercicio de la
democracia se vieron superados por la militancia
popular sin poder hacer frente a las exigencias de las
mayorías marginadas; los medios de comunicación
masiva, que no supieron entrever las oportunidades que
se presentaban y permanecieron atados a una mezquina
estrategia de sumisión a un sistema en el que se
encontraban cómodos; las organizaciones populares
que optaron por la violencia como camino hacia una
sociedad más justa, cuyos dirigentes de clase media no
supieron ver con claridad las necesidades de las
mayorías marginadas porque nunca las habían sufrido, y
confundieron éstas con sus ideales; y la Iglesia católica,
que sumida en un acelerado proceso de revisión de su
forma de afrontar la realidad, vio cómo en su seno se
abrían corrientes divergentes que la llevaban a un
intenso y a veces ardoroso diálogo interno que puso en
tela de juicio sus opciones tradicionales y su propia
historia en el país.
CAUSAS DE SU
ASESINATO

Romero no solo era incómodo para el poder


tradicional salvadoreño; sino también para la
administración estadounidense de Jimmy Carter, que
hacía malabares para mantener su apoyo a un
gobierno salvadoreño dominado por un aparato
militar represivo, mientras oficialmente basaba su
política exterior en la defensa de los derechos
humanos.
Romero también se había vuelto una piedra en el
zapato del Papa Juan Pablo II que, dados sus orígenes
polacos, y su ignorancia sobre América Latina, creyó a
aquellos obispos conservadores que acusaron a
Romero de tener inclinaciones izquierdistas y de
abrirle la puerta al comunismo al que el Papa polaco
había dedicado su vida a combatir. En estas
condiciones iniciaba Romero la última semana de
marzo de 1980.
Entre los asistentes a la reunión de aquel sábado 22
de marzo se encontraban dos seglares: su secretaria,
Doris Osegueda; y el abogado a cargo de la Oficina de
Socorro Jurídico, Roberto Cuéllar. Los demás eran
todos sacerdotes: el rector de la jesuita Universidad
Centroamericana, Ignacio Ellacuría; el jefe provincial
de la Compañía de Jesús en Centroamérica, Francisco
Estrada; Ricardo Urioste, secretario particular del
arzobispo; el vicario de Chalatenango, Fabián Amaya;
Rafael Urrutia, secretario adjunto de Romero; y
Mariano Brito, canciller del arzobispado.
Como Romero, la mayoría de los asistentes habían
sido condenados a muerte por grupos paramilitares
clandestinos. Las amenazas y notificaciones seguían
llegando a través de llamadas telefónicas, volantes
signados con suásticas, comunicados en los
periódicos o advertencias por radio y televisión.
FRASES DE
MONSEÑOR
ROMERO

"La persecución es algo necesario en la


Iglesia. ¿Saben porqué? Porque la verdad
siempre es perseguida"
(Homilía 29 de mayo de 1977).

"Mi voz desaparecerá, pero mi palabra que


es Cristo quedará en los corazones que lo
hayan querido acoger"
(Homilía 17-12-78).

"Si me matan resucitare en el pueblo


salvadoreño"
(Marzo-1980).

"No me consideren juez o enemigo. Soy


simplemente el pastor, el hermano, el amigo
de este pueblo"
(Homilía 6-01-1980).

"Si no fuera por esta oración y esta


reflexión con que trato de mantenerme
unido con Dios, no sería yo más que lo que
dice San Pablo: Una lata que suena”
(Homilía 2-03-1980).
CONCLUSIONES

1. Aprendi que uno tiene que luchar por lo que


quiere no importando si el mundo te da la
espalda.

2. Las personas no mueren si las seguimos


recordando, al igual que tenemos que seguir
adelante con todo lo que esa persona nos enseño
para qu eno haya muerto o nos haya enseñado en
vano.

3. Es triste que el mundo esta tan corrupto y lleno


de pecadores que no pueden dejar a un alma buena
y bondadosa que ayude a los necesitados. Porque se
haran cargo de que no aparezca.

4. Todos nacemos con un don.

5. Dios nos puso en esta tierra con un proposito


solo que de parte de nosotros es descubrir para que
nos envio.

6. Hay personas que dan su vida para que otras se


salven. O intentan hacer la lucha para hacer un
cambio.

7. Uno no es un individuo por lo que tiene si no por


lo que es.

8. Las personas que quieren hacer un cambio o


denunciar la verdad son personas valientes y con
un corazon de oro pero que la sociedad se empeña
tanto por desaparecerlos.

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