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CHAPTER ONE

MAYA AND LILA

Este fue llamado formalmente “El Libro de la Concepción”y se dice que es el Primer Libro de
Bronzebook. Se refiere a la concepción del hombre de la Verdad de Dios en los días antiguos,
durante la lucha por volver hacia la luz.

Entonces todos los hombres era oscuros y velludos y en aquellos días la mujer fue cogida por la
fuerza y la maldad de la bestia que vivía en el bosque, y la raza del hombre fue contaminada de
nuevo.

Por lo tanto, el Espíritu de Dios estaba furioso contra la mujer, porque suya era la responsabilidad
de rechazar a la bestia dentro y fuera, que pariera niños de luz caminando en la luz; porque en el
hombre hay bestia y Dios, y el Dios camina en la luz y la bestia camina en la oscuridad.

Ahora, a causa de la maldad que se había realizado, había entre los hombres los que eran hijos de
la Bestia, y eran un pueblo diferente. Sólo la raza del hombre fue castigada, porque la bestia actúa
de acuerdo con su naturaleza. En el hombre, la bestia y Dios luchan para decidir si encontrará su
lugar entre los Dioses que viven o entre las bestias que mueren, y la mujer, en su debilidad, le
traicionó en la bestia.

Los hombres luchan diariamente con la bestia y consiguen su sustento de la tierra, estando sus
días rodeados de lucha y fatiga. Por eso las mujeres paren los niños con dolor y, como ellas son
débiles sus maridos mandan sobre ellas. El hombre es concebido en el seno de la mujer y ella lo
pare fuerte para vivir. Por lo tanto, cuando Dios elevó al hombre sobre las bestias, escogiéndole
como su heredero y proveyéndole con un espíritu inmortal, Él colocó un velo sobre los portales de
la vida. Así que la mujer no debería olvidar que es distinta de todas las demás criaturas vivientes y
portadora de una misión divina. Porque una mujer no sólo da la vida a un ser mortal, sino que
aporta una chispa de divinidad a la Tierra,y esta es la mayor responsabilidad.

El ojo que vé cosas terrenales es engañoso, pero el ojo que ve cosas espirituales es cierto.
Entonces, debido a las cosas que pasaron, el Gran Ojo que veía la Verdad fue cerrado y desde
entonces el hombre camina en el error. Incapaz de percibir la Verdad, él sólo percibía lo que le
engañaba y así será hasta su despertar.

No conociendo a Dios, el hombre trabajó la Tierra que lo nutría y satisfacía sus necesidades. Dios
no estaba descontento, porque así es la naturaleza de los niños; pero, cuando ya no son niños,
deben dejar a un lado las cosas infantiles. Ni, habiéndolos cegado, estaba Él furioso de que ellos no
pudieran ver, porque Dios es, sobre todas las cosas, incomprensible. La cara de un buen padre es
severa y sus caminos son duros, Porque la obligación paternal no es una carga ligera, pero su
corazón es movido por la compasión. Sus hijos caminan en la Verdad y la honradez, sus pies no
deambulan y no son voluntariosos ni caprichosos.

El hombre nació del fango, el sol y el Espíritu. En el día de la concepción, el espíritu de Dios
impregnó a la receptiva Tierra, y ella parió a sus hijos. Entonces produjo un hombre que andaba
como un niño pequeño,

pero Dios lo cogió en su mano y lo enseñó a andar en honradez de Dios.

Una raza de hombres llegó de las frías tierras del Norte, estaban bajo un padre sabio y sobre ellos
estaba la Gran Compañía, que más tarde se retiró a disgusto. Esta raza eran los Niños de Dios;
conocían la Verdad y vivían en medio de la paz y la abundancia. Los hijos del Hombre comparados
con ellos eran violentos y salvajes; vestidos con pieles de animales, vivían como las bestias. Incluso
más violentos eran los Hombres de Zumat que vivían más allá de ellos. Entre los hijos de Dios la
mujer tenía igualdad con el hombre, porque sus consejos eran conocidos por ser sabios.
Escuchaban con entendimiento y sus palabras eran valiosas; en aquellos días sus palabras eran
comedidas, porque entonces su lengua no parloteaba en su cabeza como simiente en una vaina
seca.

La mujer sabía que el hombre podría someterla con su fuerza, él era galante en su deseo por ella.
En su galantería residía su fuerza y en aquellos días ésta se utilizaba sabiamente, era el
fundamento del pueblo. La raza era buena, pero por su bondad estaba destinada a ser afligida,
porque sólo la buena vasija es meritoria del fuego. Fue quemada, que su forma permanezca y su
designio perdure. Este camino de paz no es el camino del progreso.

El pueblo no estaba gobernado por príncipes ni por estatutos, sino que los hombres sabios
formaban el consejo. Ellos sólo tenían un código de conducta y tradición moral obligando a cada
uno hacia los otros en una forma de vida simétrica. Los que transgredían el código y la tradición
eran declarados indignos de vivir entre el pueblo y se les mandaba al exilio.

Entre los hijos del Hombre la mujer era un bien (un objeto). Estaba sujeta al hombre, un objeto
para la satisfacción de su lujuria y una sirvienta para atender sus necesidades. Él la subyugaba y la
mantenía en la servidumbre, porque su traición hacia el hombre era conocida siempre entre ellos
y nunca se olvidaba ni podía ser perdonada.

Los Hijos de Dios valoraban a la mujer en gran medida y la protegían de la grosería y la crueldad, y
su estatus era tal que era concedida sólo a los más dignos de los hombres. Ellos le guardaban
respeto, porque para ellos ella era la fuente de vida de su raza, y quien decidía su futuro. Aún con
todo, tenían que sujetarla, porque era inclinada a hacer su voluntad y desentenderse de su
responsabilidad.

El pueblo prosperó y, de generación en generación, aumentó en estatura y gentileza. Eran la


naciente marea de humanidad surgiendo hacia su destino. El derecho de un hombre a una esposa
se decidía de acuerdo con su nivel de prosperidad, su honradez, la forma en que cumplía las
normas y la tradición y su respeto hacia el hombre y la mujer. Los hombres más listos podían elegir
compañera entre todas las mujeres, pero los hombres inferiores sólo podían buscar entre las
menos deseables, de acuerdo a un patrón conocido. A algunos, teniendo sólo la apariencia de
hombres, no se les daba esposa, mientras los hombres más nobles podían escoger otras
adicionales entre las mujeres de más bajo nivel. Así, la raza tendía a mejorar, de acuerdo con sus
designios. El consejo del pueblo sabía bien la fuerza del deseo del hombre por una mujer. La fuerza
del instinto no era rechazada, porque sus antepasados la habían utilizado como vehículo que llevó
a su raza a la grandeza sobre otras.

La raza que pudiera canalizar adecuadamente la fuerza contenida en su interior estaría preparada
para el control de las fuerzas más allá de ella misma. Las fuerzas más grandes que el hombre
domina en su beneficio son las que permanecen en su interior,, pero la fuerza reforzada de un
pueblo reside en la moralidad de sus mujeres, porque esta era la fuerza que gobernaba, porque
era la salvaguarda de todas las cosas de valor. Los hombres se esfuerzan por el oro, y su valor,
porque es algo difícil de obtener. Si el oro fuera estuviera al alcance de la mano, los hombres lo
rechazaría, su poder está en su escasez.

Entonces ocurrió que un hombre se mostró arrogante por la fuerza de su virilidad y orgulloso de su
lugar, sus pensamientos se inclinaban hacia sí mismo más que hacia el bien del pueblo.
Despreciaba las antiguas formas, declarando las normas y la tradición una innecesaria carga en las
espaldas de los hombres. Él decía: “Por qué tendríamos que llevar la carga que nos ha caído
encima desde nuestros padres?, ¿cómo sabemos que ellos actuaron con sabiduría?, ¿cómo
podemos decir que los que era bueno para ellos es bueno para nosotros”.

A causa de sus rebeldes palabras y sus caprichosas formas, el concejo le sancionó por cierto
tiempo y permaneció apartado, su corazón tendría que haber sido humilde por prudencia. Pero
entre Los Hijos de Dios había una mujer, una de las más deseables y bellas, que intercedió por él
así que pudo volver a vivir con ellos, estando en su código que el voluntario podría siempre
recuperar su lugar.

La mujer le buscó en el desierto y, llegando hasta él, le dijo:

“ Aunque, en mi corazón, tú me pareces el más educado de los hombres, a los ojos de los mayores
tú eres indigno de pretenderme. Sin embargo, he hablado a tu favor; ahora, vamos, ve ante ellos y
diles que el desierto ha cambiado tu opiniones. Si lo haces así hallarás comprensión en el consejo
y, a lo mejor, puedo llegar a ser tu compañera. Yo observo que tu fuerza y coraje te colocan muy
alto a los ojos de los hombres y favorecido por los ancianos, pero tu capricho y tu espíritu
desconsiderado es indigno de tu cuerpo. Aunque tú encuentras aceptación a los ojos de los
jóvenes y de las locas mujeres que sólo miran la fachada de tu cuerpo y se vuelven más locas, los
ojos de las mujeres inteligentes ven tu espíritu desnudo y no se engañan. Por lo tanto, desprecia
los destellos de las locas muchachas y condúcete bien. Actúa de forma que encuentres el favor en
la mirada de las mujeres inteligentes”.

Y, ella le dijo:

“ Yo no soy Maya, la más deseable de las mujeres, a la que todos los hombres buscan, sin embargo
permaneceré reservada sólo para ti, por lo tanto no seas indigno de mí”

El hombre salió del desierto y de los lugares estériles. Fue ante el consejo de mujeres sabias y dijo:

“ Qué tengo que hacer para tener a esta mujer de compañera? Porque la deseo sobre todas las
cosas, incluso más que a mi propia vida. Por ella yo seré el más digno de los hombres entre el
pueblo, siendo su posición alta no la quiero de otra forma”.

Las sabias mujeres le contestaron diciendo: “Durante un tiempo te comportarás de esta forma”, y
le dieron un tiempo y una faena. Para que fuera bien, la faena debería ser hecha con el corazón
igual que una hazaña, pero el hombre aceptó galantemente, su corazón no en este día sino en los
días que vinieran. El consejo y los ancianos dijeron: “Lo que las mujeres sabias han hecho es
bueno, será bueno y en beneficio del pueblo.

El hombre se puso resueltamente a la tarea y estaba magnífico en su virilidad, sus nuevos modales
agradaban el corazón de las muchachas, muchas de las cuales se conturbaban por nuevas
emociones en sus corazones. Entre ellas había una menos atractiva y deseable cuyo corazón ardía
fuertemente por él, sus pensamientos permanecían con él continuamente; pero sabía que en este
caso ella tenía poca oportunidad. Su nombre era Lila.

Ocurrió que, al levantarse temprano un día, ella vio al hombre entrar en el bosque por los
pantanos, yendo a su trabajo, y tomó consejo con ella misma y lo siguió. Llegó junto al hombre
mientras él estaba en un lugar solitario y aproximándose habló suavemente, diciendo:

“Soy tu sierva Lila. Señor, no estás cansado con el trabajo cargando tus días, además que tú
careces de la alegría de una compañía para lucirlo? ¿Dónde está la que ha colocado la carga sobre
tus fuertes espaldas? ¿dónde está mi parienta que, sin duda, es más gentil y muchísimo más
deseable que yo y por lo tanto un premio muy apropiado para su fuerte trabajo? Está sentada a la
sombra o está recogiendo fruta en el jardín?.

Sin duda su pensamiento está contigo, pero no es indebidamente dura de corazón en que ella falla
en confortarte, porque no está en la naturaleza de la mujer venir al hombre y alegrar sus cargas
con su dulzura? ¿no está en la naturaleza de la mujer ser dócil y sumisa, que un hombre puede
regocijarse en su fortaleza? ¿es, quizá, que a despecho de su hermosura el corazón de esta mujer
que deseas no es el corazón de una mujer? Es como una falsa naranja, dulce a la vista pero ácida al
gusto?.

“O está su corazón tan de acuerdo con las ancianos, que prefiere las maneras de los viejos a las
formas de la juventud? Qué te ha hecho, no ha humillado tu virilidad al utilizarla como un buey
según las costumbres del pueblo. Acaso está bien que los decretos de los antiguos muertos hace
tiempo se interpongan entre un hombre vivo y una mujer? No es más conveniente que las
costumbres de los hombres se sometan a la ley de Aquel que nos dio nuestras naturalezas? Esta
deseable mujer es tuya, suministrándote fatiga y espera. Es tuya, pero no sin condiciones. No
viene sin reservas como una mujer debería, sino como un hombre que viene hacia un burro brida
en mano.

Ay, que yo carezco de belleza que ponga el yugo sobre ti, pero debajo no carezco de nada y soy
tan mujer como cualquiera. Mi corazón arde por tí con un fuego que viene de noche a consumir mi
cuerpo. Cógeme, acepta mi humilde oferta. Te daré todo libremente, seré tuya sin condiciones.
Oh, mi señor, quién de nosotras dos te ofrece libremente más? Ella que no concede nada o yo que
siempre seré rechazada por Dios y los hombres por tu causa? Yo que no soy nada a tus ojos no
preciso ningún sacrificio tuyo a mi favor. No pregunto nada y ofrezco todo lo que una mujer
puede”

Entonces Lila se arrodilló a los pies del hombre y colocó su cabeza en sus rodillas.

El hombre estaba penosamente turbado en su cuerpo y luchaba con él, pero su espíritu trajo ante
sus ojos la visión de la más deseable muchacha, y se sintió fortalecido. Se levantó y dijo: “ Vete y
no me tientes más”.

Entonces Lila se fué y siguió su camino, pero por dentro meditaba y a lo largo del día maduró un
oscuro plan. Mezcló una poción prohibida de hierbas y, poniendolo dentro de un jarro de agua con
miel, se lo dio al hombre para que se refrescara en el calor del atardecer. Al verla, el hombre dijo:
“Por qué has venido otra vez”. Y ella le contestó, diciendo:” Mi señor, tu sierva te trae una oferta
menor, una que necesitas no tengas miedo como si te hiciera la más grande, un humilde regalo
para refrescarte. Siendo el día caliente y la carga trabajosa, el regalo no venía mal. El hombre
bebió ansiosamente del jarro y a causa de la poción su espíritu se durmió mientras la bestia
entraba en su cuerpo con fuerza.

Cuando el fuego de la pasión se amortiguó por las aguas de la lujuria, su espíritu regresó y
reprochó a la mujer, diciendo: “¿qué has hecho? ¿por qué quieres destruirme de esta forma?”. La
mujer contestó: “La hazaña es tuya, mi señor, porque tú eres un hombre y yo soy una mujer”.
Entonces el hombre se asustó, porque conocía la orden y la costumbre. Se puso furioso tal como
los hombres se enfurecen y gritó: “Quítate de mi vista, víbora, te voy a aplastar!!”.

Lila contestó tranquilamente,


“ Señor, por qué te enfadas o tienes miedo sin razón? Esto será un secreto entre nosotros, nadie
sabrá nunca nada de esto. Escucha, señor, ¿no se siente fresco de nuevo y la yunta fuera de su
cuello? Ahora puedes saber la alegría que una mujer puede proporcionar, sin someterte a un
trabajo; por lo tanto, coge tu facilidad, porque la vida es buena para tí”.

Las palabras de la mujer no resultaban dulces a los oídos del hombre, porque estaba inundado por
el remordimiento por lo que había pasado. Dijo:

“Tú no eres la mujer de mi tierno deseo, en la que mi corazón se deleita y por la que acepto
gustosamente el trabajo, a la que comparo por su gran belleza con la gloria del sol, cuya gentileza
acaricia como un rayo de sol, junto a cuyo resplandor tú no eres más que una tenebrosa sombra?”

Lila contestó,

“ Verdaderamente ella es como el sol, tú puedes rendirle culto desde lejos, pero nunca tocar por
miedo a ser quemado y destruido”.

“ Yo soy la mujer de tu cuerpo a la que tu carne ha elegido. ¿Qué ha hecho la otra mujer por ti? No
ha afilado la espada con la que cortarte tú mismo? Si alguien vé un fuego entre los juncos,
sabiendo que un hombre duerme allí, quién tiene la culpa de que se queme? El fuego, el que lo vé
o los juncos? Es indigno de tu cortesía el volverse contra mí así, no soy yo humillada por ti? Y
quién entre las mujeres atraería la cólera de los dioses y los hombres como yo he hecho?
Conténtate con que tu incorrecta lujuria haya sido reformada. Es una mala hazaña la que has
cometido, pero como ahora estamos unidos por la carne ningún perjuicio te caerá por mi causa”.

Desde entonces, entre la gente llevaban caminos distintos, pero la carne llama a la carne,
juntándose de forma furtiva en lugares secretos. Cada uno vivía con el reproche susurrado de su
espíritu, y cada uno caminaba en la sombra por miedo a las normas y tradiciones.

Ahora bien, los ancianos no estaban faltos de sagacidad y veían que el hombre no era tan diligente
en el trabajo y había vuelto a sus antiguas costumbres. También evitaba los ojos de Maya y ya no
era reservado con las mujeres, habiendo probado el fruto prohibido, ahora buscaba otras
variedades. No era un hombre con un fin a la vista hacia el que se afanara, sus modales no eran el
de un hombre libre. Las miradas entre un hombre y una mujer,y su desasosiego, no eran difíciles
de interpretar.

Los ancianos y las mujeres sabias decían entre ellos,

“Esa es la manera de los que soportan un peso en el corazón, para los que un oscuro amor es una
cosa débil condenada vergonzosamente a la oscuridad y los lugares secretos”.

Por lo tanto, pusieron un vigilante a la pareja. El vigilante cayó sobre ellos cuando yacían juntos en
la desnudez de su piel y se burló de ellos de forma obscena, porque su pasión era profana y cosa
de chiste. Era un hongo en el árbol del amor.
Fueron llevados ante el gran consejo, que era el consejo de los ancianos, y el consejo de las
mujeres sabias, que les interrogaron, diciendo: “Por qué habéis traído esta maldad sobre
vosotros?” El hombre contestó, “la mujer durmió a mi espíritu con un sucio brebaje, y mi cuerpo
se dejó llevar por mi virilidad”. Ellos contestaron; “Efectivamente tú tienes poca virilidad ahora y
eres un hombre inferior por culpa de esta mujer”.

La mujer se levantó ante el gran consejo y les contestó de forma atrevida,

“Entonces soy yo la más fuerte de los dos? ¿Puedo yo levantar la piedra más grande o correr la
carrera más larga? ¿Es que acaso la fuerza no prevalece siempre contra la debilidad, y no es este
hombre el más fuerte de los hombres? ¿Es siquiera este asunto de vuestra incumbencia?, ¿porque
de qué forma hemos causado daño a alguien aparte de nosotros mismos? ¿Podríamos ser
castigados por esto, que nos concierne, de los dos solamente uno y el otro no sería incorrecto?

El gran consejo replicó,

“Las acciones de cualquier persona que afectan a la vida de otros, son asunto de los otros. Por
haber actuado en secreto entre vosotros mismos, no hay efectos desagradables a vuestros ojos
para todo el que lo haya visto? ¿Sirve el hombre al pueblo mejor a causa de estas cosas, o los sirve
peor? ¿Ha sido algo provechoso para el pueblo o le ha perjudicado en algo? ¿no está el pueblo
perdido?”.

Por consiguiente, no es esto que habéis hecho asunto del pueblo y no sólo de vosotros solos? Un
acto por sí mismo no es equivocado, excepto por la forma de sus consecuencias. Una mujer que
no se valora a sí misma roba algo a todas las mujeres, porque después ellas son menos valoradas a
los ojos de los hombres. Valorarían los hombres el oro si se encontrara a la vera del camino?
Además de todo esto, ¿qué pasa con el amor que Dios da? ¿Habéis elevado o degradado su medio
de expresión entre hombres y mujeres? Entre el pueblo que valora el oro sobre todas las cosas, el
que se degrada o comete adulterio realiza un mal contra ellos. Aquí, donde el amor is valorado
sobre todas las cosas y la mujer honrada como su custodia, los que la degradan son mirados de
igual forma”.

“Vivimos en un lugar agradable, entre paz y abundancia, una herencia de nuestros padres. Los
Hijos de los hombres han heredado las tierras estériles, ¿Son nuestros padres menos sabios que
los suyos. tendrían que ser rechazadas las costumbres de nuestros padres? Lo que habéis hecho os
concierne a los dos y a los dos os será impuesto el castigo. Este no es un castigo por nada hecho
contra nosotros, porque somos viejos y nos afecta poco. Castigamos porque tenemos una
obligación con los jóvenes, con. los no nacidos de nuestra raza. Tenemos incluso un gran deber
para con el futuro, el de orientar a la humanidad y colocar al hombre por encima de las bestias”.
“Vuestra maldad no afecta a un hombre o una mujer, sino que afecta a todos los hombres y
mujeres y, si quedara inmune, tendría efecto en los niños todavía no nacidos. Las normas y la
tradición son el pilar de nuestro pueblo, y el pilar no puede ser atacado impunemente. Aunque sea
fuerte y un débil golpe no pueda dañarle, muchos golpes golpes podrían derribar incluso el pilar
más firme. Un golpe dejado inmune da valor a los demás. Un acto no atendido es un acto
alentado”.

“ Un pueblo puede ser juzgado por lo que castiga y lo que permite. El cerdo se deleita en la
inmundicia y por lo tanto ataca a cualquiera que entre en su corral. Puesto que somos terrestres,
necesitamos proteger las cosas de acuerdo con lo terrestre”.

“Así que os apartaremos para siempre de nosotros, a no ser que en vuestra vejez se os permita,
por compasión, volver”

De esta forma fueron condenados el hombre y la mujer de la tierra fértil a vagar más allá de la
violencia. Vivían en una caverna en el yermo, cerca del otro límite de la tierra fértil, y comían
hierbas y criaturas salvajes. Llegaron a un lugar defendido por hombres hostiles y se salvaron de
una emboscada. Durante el primer día de su destierro el hombre estaba furioso contra la mujer y
le hablaba con rencor, diciendo: “Como una lámpara que no da luz, eres una mujer sin virtudes
femeninas, ya no eres merecedora del tratamiento honorable debido a las mujeres de nuestra
raza. Tú hablaste acertadamente al decir que yo soy fuerte y tú eres débil. Así es, de ahora en
adelante tu debilidad será mi fuerza; ya no más tiempo la debilidad del hombre será la fuerza de la
mujer y la firmeza de un pueblo dependerá de cosas sin sustancia. A partir de ahora no estoy
obligado a nadie y no tengo deberes con nadie excepto conmigo mismo. El hombre sólo es débil
por su deseo hacia la mujer, pero la debilidad de la mujer será en adelante asegurar la satisfacción
de este deseo.

Así el hombre trató a la mujer después a la manera de los hijos del hombre; fue la esposa quien le
atendió, diciendo:” Mi Señor, yo sólo soy una mujer y su sirvienta”.

La bestia del yermo era el guardián de la mujer y ella estaba cautiva por la tierra estéril, porque el
desierto estaba muy distante de las aguas, un lugar de desolación que producía sólo hierbas y
espinas. El hombre cazaba en el campo criaturas salvajes mientras la mujer cavaba buscando
raíces entre las hierbas para la supervivencia.

Así ocurrió que un día, siendo vencida por el hambre, la mujer fue entre los juncos que crecían al
borde de la tierra fértil, porque al florecer las plantas allí, sus raíces eran comestibles. Mientras se
ocupaba en la recolección fue vista por un hombre casado que cultivaba los campos, quien,
acercándose sigilosamente a ella, dijo, “ Mujer, yo te he visto, ¿no eres tú la que fue desterrada? Si
es cierto, la costumbre dice que tú puedes encontrar la muerte, porque está prohibido volver a
entrar a la tierra fértil, habiendo sido expulsada”.

Entonces la mujer, estando todavía en el agua, desabrochó su cinturón y dejando sueltos sus
cabellos, dijo:
“Puede ser que yo no sea honrada por mucho tiempo, quizá deba morir, pero ¿no sigo siendo
mujer mientras estoy viva? Si tú me miras de otras forma que como a una mujer que puede
complacer a un hombre con las mañas de las mujeres, entonces te digo que no puedes ser un
hombre. Sí, yo soy la mujer seducida por su hermano, la débil víctima de su lujuria. Quizá es mejor
que yo muera rápidamente a tus manos que morir de hambre lentamente en el desierto. La
muerte no me puede robar más que la vida que me ha revelado la maldad de los hombres. Déjame
morir ahora por la perversidad de tu hermano”.

Hablando así, ella salió del agua.

El hombre casado no la mató, sino que por el contrario coqueteó con ella durante la tarde. La
mujer dijo, antes de que él marchara:

“ Esto será un secreto entre nosotros, porque no hay ningún otro cerca que nos vea aquí. Dame
una comida que haga mis carnes firmes y mi corazón agradecido, que yo vendré a menudo a este
lugar”

Así, en los días que siguieron la mujer fue muchas veces a las aguas y a otros lugares donde había
otros hombres. Por lo tanto, ella no cavó mucho más tiempo por raíces ni se fatigó en el desierto.

Entonces los hijos de Dios desterraron al otro hombre al desierto a causa de la mujer, y el hombre,
al ver cómo había sucedido, dijo:”Me arrepiento de no haber acabado contigo?” La mujer
contestó, “ Mi Señor, esto lo he hecho en atención a ti; mira esos otros, ¿no hay proscritos en el
desierto, hombres sin un jefe que mande sobre ellos o una mano que los guíe? Reúnelos, que ellos
pueden cazar para ti y servirte, manda sobre ellos y hazte poderoso. Lo que he hecho, lo he hecho
sólo por ti. Porque tu fuerza aumentará con su fuerza, y el abandono del pueblo de las fértiles
tierra llegará a sr tu ganancia. ¿qué hay que la fuerza no pueda obtener? Si tu deseo es alguna otra
mujer, ¿no puedes obtenerla con la fuerza? De ahora en adelante, no me ultrajes, porque ahora
he colocado en tus manos los medios para lo que quieras.

Ahora yo te digo, y hablo verdaderamente de cosas que sólo una mujeer sabe, que tú eres el
mejor hombre de los que viven atados a las tierras fértiles, cuyas mujeres secretamente les
desprecian por su servilismo a las normas y la tradición.”

El hombre estaba emocionado por estas palabras y salió en busca de los otros y aproximándose a
ellos, les dijo:

“Escuchad, hemos sido expulsados porque hemos seguido los caminos de los hombres de acuerdo
con la naturaleza de los hombres. Nuestra virilidad es un bien para nosotros, dejémosla en
adelante manifestarse de forma que nuestra fuerza pueda ser más grande”.
Así ocurrió que los hombre que había sido desterrado, entró a la fértil tirra sigilosamente durante
la noche, quemando las casas y derribando las torres del agua, diciendo:” Deja esta tierra reunirse
con el desierto”.

Mataron a los hombres y se llevaron a las mujeres y los niños. Se apoderaron de las ovejas, las
cabras y las vacas. Después se retiraron a la seguridad del desierto. Allí construyeron un
campamento y lo fortificaron con muros y diques, lucharon contra los Hijos de los Hombres y les
vencieron. Mandaron a sus mujeres de forma severa y las convirtieron en bienes, comprándolas y
vendiéndolas como ganado. Cuando un hombre decía “ven”, la mujer venía, y cuando decía
“vete”, ella se iba. En su débil espalda y en su mente sometida él aplacaba su cólera y en su cuerpo
servil satisfacía su lujuria.

Lila era una verdadera hija de mujer que por primera vez traicionó la raza de los hombres. Se ha
escrito que cuando sus hijos alcanzaron la virilidad, ella fue la causante de que mataran y
comieran a su padre, para que ellos pudieran ganar una fuerza duradera y sabiduría.

El hombre mantuvo en esclavitud a la mujer, porque sabía, por su propio conocimiento de sus
mañas, que ella no era de fiar. Desde entonces, ella no podría andar sola entre los hombres,
porque sabían que aunque la mujer era débil y el hombre fuerte, con astucias femeninas ella
podría explotar su debilidad. Entre los desterrados y los Hijos del Hombre la mujer estuvo
sometida al hombre, y él impuso su voluntad sobre ella y la dominó

De esta forma la mujer trajo su propia caída y la destrucción de los que la tenían en muy alta
estima. Sus encantos los tiró a los pies de los que la sometieron bajo su bota. La mujer todavía no
era apta para ser el libre guardián del portal de la vida. Ella no sabía suficiente para elegir al padre
de la raza, porque siempre se dejaba llevar por caprichos femeninos, no por la sabiduría.

CHAPTER TWO

ELOMA

Acerca de esto, ocurrió que los hijos de los Hijos de Dios se casaron con las hijas de los hombres,
que conocían bien las debilidades de los hombres y no eran reservadas. El acuerdo fue desigual y
raro para las mujeres que se llevaron a las casas, algunas incluso como esposas, porque aunque las
mujeres eran más pequeñas, los hijos eran hombres asombrosamente grandes y fuertes luchando.

Este nuevo pueblo salió del desierto y cruzó hacia Kithermis, que dividieron en tres partes entre
ellos, y había ríos en sus límites. Esto fue cuando los días de la vida del hombre se acortaron
porque llegaron a alimentarse completamente de sustancias terrestres, pero continuaron llenos
de vigor aunque llenos de hostilidad, particularmente hacia los que les querían.

Al Este estaba la tierra de Ubal que eran muy montañosa y los Ubalitas eran ganaderos. Hacia el
Oeste estaba la tierra de Chaisen y ésta se unía a Ubak hacia el Norte. Hacia el Sur estaba la tierra
de Utoh y la de Kayman, cuyos pueblos vivían en una planicie y cultivaban la tierra. Algunas de las
familias de los Hijos de Dios se dirigieron a la tierra de Chaisen y dieron a los pueblos leyes y les
enseñaron a construir con ladrillos. Netar y Baletsheramam, los hijos de Enanari les enseñaron la
escritura y colocaron sus letras en una columna en Herak. Enkilgal, hijo de Nenduka, construyó
Keridor que estaba situada entre dos ríos.

Entonces vino una serie continuada de años, en los que el tiempo de la cosecha estaba perturbado
y la semilla moría en la tierra. En aquellos días, Enos llegó de la tierra de Chaisen y habló acerca de
Dios a los hijos de los Hombres. En esos tiempos había muchos que tenían la sangre de los Hijos de
Dios, que sólo oían sus propias palabras, porque pensaban que el Gran Dios de sus padres les
había abandonado. Por lo tanto la iluminadora palabras de Dios llegó a Eloma.

Eloma, hija de Kahema, oyó la voz de Dios y fue corriendo al desierto a un lugar donde había una
cueva y corría un claro arroyo, y vivió allí durante siete años. Eloma tenía tres hijos y todos ellos
oían la voz de Dios y caminaban con Él. Su primer hijo era Haryanah y él llevó la palabra de Dios a
los hijos de Dios que vivían en las tierras del Norte, porque ellos habían olvidado Su Camino. Él se
casó con Didi, hija de un gran rey y llegó a ser un rey casi más grande. Tuvo muchos hijos que
llegaron todos a ser reyes entre los hombres famosos. Yahama, su segundo hijo la llevó (la
palabra) a los que habitaban hacia poniente.

Cuando el oído del espíritu se abrió en Eloma, volvió a su pueblo y se convirtió en intérprete de
Dios. En los días en que algunos hombres dejaron de vivir entre los Hijos del Hombre, otros
acudieron a Eloma y dijeron; “Escucha, los hombres se han ido y nosotros estamos débiles,
mientras los hijos del hombre se han hecho fuertes. ¿puede ésto ser la voluntad de nuestro
Padre?”.

Entonces Eloma llamó a Dios y Él la oyó llorar y dijo junto a ella,

“ Dejad vuestro espíritu en paz, porque las cosas pasan tal como deben; es el grano separándose
del desecho. Es siempre más fácil para los hombres seguir los caminos de la carne que los caminos
del espíritu, todavía el hombre astuto desciende hacia el valle de las cosas terrenales, el más
fuerte elige el camino hacia las cimas de la gloria. Una generación se perderá, diez generaciones se
levantarán de nuevo. El hombre debe luchar o degenerar, pero el sendero del placer es agradable,
mientras que el sendero del progreso está empedrado con dolor y lucha”.

Dios le dijo a Eloma, su servidora,

“Escucha, Yo he sido bueno con Mis hijos, han tenido todo lo que han querido, todo les ha venido
fácilmente a las manos. La suerte de los Hijos de los Hombres es más áspera y aún así ellos
prosperan. Las cosas infantiles se esperan de los niños, pero, cuando se crece, se espera más,
aunque todavía Mis hijos vienen a mí como niños.
Dios dijo entonces,”Vete, vuelve al lugar de dónde has venido y permanece allí durante siete
años”. Y ella así lo hizo. Cuando pasaron los siete años y Eloma volvió al pueblo y, escuchad, el
suelo fértil había desaparecido, los canales de agua estaban secos y había desolación en medio de
las aguas. Eloma miró entre los campos y cuando llegó a las viviendas su corazón desfalleció.
Porque vio las hijas de los Hijos de Dios casadas con los hijos de los Hombres y habían dejado de
ser mujeres de verdad.

Entonces Eloma les dijo, “¿Desde cuando están así las cosas?”, y ellas le contestaron, “Mira, unos
hombres vinieron de fuera desde el desierto y nuestros hombres eran como corderos ante los
lobos; miralos, aún ahora cercados en un redil de servidumbre. Eloma, entonces fue junto a los
hombres y les dijo; “¿Desde cuando están así las cosas?” y ellos contestaron, “Escucha, el Dios de
los Hijos de los Hombres es, para nuestro mal, un Dios de Batalla y hemos caído en sus manos”.

Entonces Eloma se enfadó y clamó a Dios, diciendo, “Mira la condición de tus hijos” Y Dios la oyó y
contestó,

“No soy indiferente, porque sus sufrimientos son Mis sufrimientos. Ellos no están bajo el azote de
los hombres, sino bajo el azote de Dios, el grano está siendo separado del desperdicio. No se
fatigan bajo los golpes de los hombres sino bajo el martillo de Dios, no están prisioneros sino bajo
un yunque. Yo no soy el Dios de las Batallas, ni el Dios de las naciones, ni siquiera el Dios de los
hombres. Yo soy el Dios de las Almas, el Custodio de los Tesoros de la Eternidad, Yo no he
abandonado a Mis Hijos, Mis hijos me han abandonado a Mi, desobedeciendo mis leyes. Sus
lamentaciones se oirán a través de las generaciones del hombre; “Dios mío, por qué me has
abandonado?” y vendrá de los que desertaron de su Dios”.

“Levántate, vé y busca entre el pueblo y encontrarás una muchacha que es pura de corazón, pero
se ríen de ella y la degradan porque siempre va acompañada de un cerdo. Llévala contigo y ve a
Shinara, cuídala bien porque ella es la hija de un nuevo proyecto.”

Eloma buscó entre el pueblo y encontró a Nanua, Doncella de la Mañana, y se fueron a Shinara.

La Voz de Dios llegó a Eloma en Shinara, diciendo,

“Así es cómo serán las cosas para aquellos que aspiran a la Divinidad. Ellos deben seguir solo el
sendero que yo señalaré a través de las palabras de Mis intérpretes. El espíritu revelado que reside
en los que tienen la sangre de los Hijos de Dios y la grandeza que habita en los hombres será
magnificada en la sangre de sus hijos. Su sabiduría será multiplicada en gran manera, si el vínculo
de la sangre es fuerte. Como un buen vino se convierte en malo si se diluye demasiado, así es la
grandeza en la sangre del hombre. Hay un poder en la sangre de aquellos cuyos antepasados
fueron los Hijos de Dios, y si dos personas que tienen esta sangre se casan, este poder se
incrementa en sus hijos, de tal forma que es mayor que el de sus padres. Hay una ley de la
herencia de la que nadie está exento, porque el hombre es gobernado por las leyes de las criaturas
terrenas tanto como por las leyes superiores. ¿no es el mejor carnero elegido para iniciar un nuevo
ganado? Así que dejad que las mujeres elijan el mejor hombre que puedan y dejad a los hombres
elegir la mejor entre las mujeres, y los que escuchen mi voz sabrán cual es el mejor. Dejad que el
mejor os guíe correctamente”.

Las palabras creadoras permanecen en este lado del velo, pero sus ecos resuenan en vuestro lado.
Lo real permanece aquí, pero su reflejo está allí; la creación es Mi espejo, aunque no carece de
distorsiones. Yo he creado en espíritu y materia. Mi pensamiento está extendido desde lo
invisiblemente pequeño hasta lo más sublimemente incomprensible. Mi pensamiento más sublime
formó sustancias para los espíritus de los hijos y las hijas de la Tierra”.

La verdad y la Justicia, la perfección de la belleza y la bondad permanecen en Mi, y puedes


conocerlas en la Tierra sólo por su reflejo. En el universo de la Verdad todo está libre de ilusión y
se ven en la realidad, pero en la Tierra incluso el reflejo está distorsionado. Yo he creado luz y se la
llama sustancia; está iluminada dentro por la luz de un amor potencial siempre presente”.

“Los hombres llaman Dioses a muchos, aunque por encima de todos no hay más que Uno; sin
embargo cualquiera con que me llamen Yo les escucharé, porque soy el Dios sobre los Nombres, el
Dios que engloba todos los nombres. Cualquier cosa que los hombres crean, si sirve a la Bondad,
sirve a Dios. Pero un collar de oro no es para el ganado y las formas exteriores de adoración deben
bastar para el desarrollo espiritual. Los rituales de los hombres a menudo son ceremonias vacías,
pero pueden también guardar un Gran Misterio tras ellos”.

“Si un hombre intenta venir a Mi presencia a rezar y dice: “Dios garantízame esto o dame aquello”,
eso ni será garantizado ni será dado, a no ser que sea para su bienestar espiritual o beneficie a
otro. No soy una persona negociando bendiciones a cambio de adoración, el hombre no puede
darme nada que aumente lo que tengo. Además me hacen un flaco honor cuando no reconocen
que estoy por encima de todo lo que concierne a los meros cuerpos que decaen y mueren cuando
el espíritu que los vivifica los abandona. No obstante el hombre que es hombre, sabe que soy un
Dios comprensivo y compasivo. Si un hombre llora ante mí, con genuino cansancio y sufrimiento,
no se irá sin aliento y reconfortado. Sin embargo entender que el sufrimiento y el dolor son la
suerte del hombre, que puede llegar a ser un Dios-hombre. Existe también una Gran Ley a la que
el hombre debe atenerse; existe el intrincado camino de enidvawen (ley de siembra y cosecha)
para ser desenredado y los cambiantes caminos del destino y el hado para seguirlos. También a
menudo el precio a pagar por las cosas hechas o no hechas es dolor y sufrimiento, pesar y
angustia, pero ¿sería beneficioso para el deudor que yo le perdonara muchas deudas? Sin
embargo no he visto nunca, aunque sea un solo grano, que éstas (las penas) rebasen lo que es
absolutamente necesario y justo. Sobre la tierra, la alegría y el contento siempre valdrán más que
las penas y el sufrimiento

“La Tierra es la Tierra, cógela como la encuentres, no esperes encontrar cosas celestiales ahí. Es un
lugar de prueba y el propósito de la vida es aprender. Todas las cosas de la Tierra son limitadas y
mortales, la inmortalidad no será encontrada aquí. Cuando las cosas de la Tierra hayan cumplido
su secreto propósito, retornarán al polvo de donde salieron”
“Escucha, en los tiempos que vienen La Verdad será revelada a todas las gentes, revelada en el
grado y forma que se atenga a sus necesidades y capacidades. Ésta será pasada de una generación
a otra y de un hombre a otro. La pureza de su llama estará conforme con la calidad del aceite de
espiritualidad con el que se nutre y se rellena; por eso habrá muchos grados diferentes de pureza
y revelación. La comida que a un hombre agrada puede ser muy fuerte para el estómago de otro,
así que sería necio decir que la comida disfrutada por uno debería ser la comida para todos. Lo
mismo pasa con las cosas espirituales que creen los hombres”.

“No mandaré profetas, ni nombraré predicadores, pero muchos se levantarán por su propio
esfuerzo y entrarán en una unión consciente conmigo. Ellos indicarán el camino que será seguido
por los espiritualmente fuertes, pero otros menos fuertes en espíritu deberán coger un camino
más lento, y muchos avanzarán solamente por la fe y la entrega, por justicia y bondad hacia los
demás”.

"La chispa de la divinidad en el hombre genera sueños inspirados que le llevan abajo y arriba,
puesto que el camino es largo, el viaje cansador y a menudo con desgracias. El hombre se ha
cargado a sí mismo de forma innecesaria, ha enterrado su espíritu bajo un manto tortuoso de
pasiones terrenales. Con su Gran Ojo cegado por su indulgencia hacia el vicio y su espíritu viciado
por la corrupción, sólo le han quedado sus engañosos sentidos y estos le inclinan a pensar que la
máquina mortal es todo su ser. La aflicción y la decadencia son ahora la suerte del hombre y
pasará así una larga y oscura noche de ignorancia. Ahora sólo viajando el camino largo y penoso
de la experiencia terrenal puede su alma limpiarse y despertar a la realización de la gloria que
tiene dentro”.

“El hombre puede concebirme como quiera y estará bien. Yo no soy un Dios de puerilidades. Igual
que produje la creación, así él recibirá la revelación de su Dios. A tí, mi hija Eloma, te entrego las
llaves de la Comunión y la Unión”.

Entonces Eloma fue entre la gente y les habló acerca de su Creador de esta forma:

“Os traigo las inspiradas palabras de Dios, la Eterna Torre de Fortaleza, El Océano henchido de
Compasión. Él ha colocado la Tierra en el vacío, rodeándola con la nada, sin embargo por Su poder
permanece en el lugar asignado. Él ha velado su gloria tras un escudo de ilusión, dejándole
dominar el espíritu de los hombres. Él está escondido por la oscura nube de la mortal ignorancia.
Él es el espíritu inspirador entrando al corazón del hombre, esforzándose por levantarles para
alcanzar la grandeza y la realización”.

“Él moldeó el cielo sobre nosotros y lo adornó con esplendor y pasmosa belleza. Le dio a las
estrellas su sonido de júbilo y a los vientos su maravillosa música. Toda la extensa Tierra proclama
Su creatividad, mientras las altas bóvedas revelan su habilidad y su destreza. Sus mensajes llegan a
los hombres no en los sermones de los hombres sino en callado susurro a su corazón. Sus dedos
prescriben el curso de las fertilizantes aguas que nutren las tierras desoladas, haciendo los tiernos
brotes crecer fuertes del suelo muerto. Las cálidas aguas acarician el suelo y los pastos crecen
hasta ser los vivideros de grandes ganados y manadas”.

“La rosa despliega su belleza en Su honor y la madreselva Le deleita con el perfume desprendido
por los vientos. Los campos de maíz se inclinan con humildad, mientras el trigo se levanta en
alabanza. Los árboles despliegan sus devotas ramas y las espigas de la cebada susurran juntas por
Su soleada bondad. Él es el manantial de toda la Vida, el Guardián de las aguas fertilizantes y el
Capitán de las Estrellas”

El hombre permanece bajo la cúpula de los cielos nocturnos y le intimida la obra de su arquitecto y
porque los misterios se despliegan en muchos patrones de belleza. Ellos se desaniman ante su
propia pequeñez, pero son reanimados por Sus palabras que les han llegado desde tiempos
antiguos".

“Dios ha coronado al hombre con la vida y ha puesto el cetro del intelecto en su mano. Le ha dado
el poder de autoridad sobre todas las otras criaturas vivas y le ha colocado en el trono de la
creación. Nos disciplina durante la juventud y nos extiende una mano amiga cuando estamos cerca
del final del camino de la vida. Él acompaña al hombre en su peregrinaje a lo largo del camino de
la vida, mitigando sus infortunios y regocijándose con ellos en sus momentos agradables. Equilibra
la vida de todos los hombres, por lo que encuentran continuamente condiciones y situaciones
convenientes para ellos”.

“Los extensos y misteriosos Cielos son Su trono y la generosa Tierra Su escabel; el hombre no
podría construir una estructura que le contenga. No necesita una residencia, ningún lugar
construido por la mano del hombre se podría comparar con lo que sus manos podrían construir.
No hay nada en la Tierra que el hombre pueda dar a Dios que pudiera aumentar la gloria de Dios o
incrementar lo que Él tiene. El único sacrificio que el hombre puede hacer es servir a la voluntad
de Dios, y la voluntad de Dios es que el hombre se espiritualice a sí mismo y perfeccione la Tierra.
Ofrecer bienes o dinero como sacrificio es un insulto a Dios, es esquivar el esfuerzo necesario,
evadir el necesario deber y obligación; es un camino fácil y no aceptable”.

Dios es el refugio de los pobres y socorro en la necesidad. Su compasión acompaña a los hombres
cuando las desgracias pesan demasiado sobre ellos. Sin embargo la tribulación y la adversidad, el
dolor y el sufrimiento no deben ser considerados sino como un peso necesario impuesto sobre las
dificultades inseparables de la vida en la tierra. Existen cosas de valor que abren los ojos a la
Verdad, atemperando el espíritu, como el hierro es atemperado en el fuego”.

Eloma enseñó muchas cosas y prohibió a cualquier hombre fornicar con matronas no casadas
cuyas plateadas lenguas engañan y cuyas atractivas maneras dejan a los hombres atontados.
También decretó que los hombres no fornicaran con ninguna muchacha ni con la esposa de otro,
por que si no, no se podría considerar a sí mismo un hombre honorable, y muchas hazañas
corrompen el espíritu.
CHAPTER THREE /CAPITULO TRES

THE FLOOD OF ATUMA/ LA INUNDACIÓN DE ATTUMA

Escuchad, no fue esto escrito en los días de los padres de nuestros padres y de sus padres antes
que ellos, y se nos entregó para que llegara a vosotros, hijos de los tiempos aún no llegados?

Para que si la habilidad de escribir continúa con vosotros pudierais leerlo en vuestra generación.

Leed, oh hijos de los años venideros, y absorbed la sabiduría de un pasado que es vuestra
herencia. Las inspiradas palabras de un pasado que es vuestro, en los días tan lejanos y sin
embargo tan cerca de la Verdad.

Hemos aprendido que vivimos para siempre, y es verdad, pero es igualmente cierto que ni un
momento de la vida debe ser perdido; porque cada hora y día en la Tierra es una organización
para el futuro.

Somos herederos de una parte del tiempo, no podemos perderlo en fútiles cosas o utilizarlo en
nuestro perdurable beneficio. En tiempos de nuestros padres, antes de que las enseñanzas
infructuosas extraviaran los pensamientos de los hombres, y vacíos y externos rituales levantaran
un muro que oscureció la comprensión, los hombres caminaban en la luz de la Verdad.

Entonces ellos sabían que había Un solo Dios, pero porque dejaron que sus más altas habilidades
cayeran en desuso, vieron con menor claridad. Porque Él aparecía con diferentes aspectos,
pensaron Él era muchos.

Ahora, en nuestro tiempo, Dios tiene muchas variadas formas a los ojos de los hombres y cada uno
declara que sólo él conoce el verdadero nombre e imagen de Dios. Aquí todos los hombres han
caído en el error, aunque todos han hablado verdaderamente de acuerdo con su conocimiento.
Pero la Verdad nunca puede someterse al conocimiento limitado del hombre, la comprensión del
hombre debe extenderse para alcanzarla.

En tiempos muy antiguos se engendraron grandes monstruos y bestias con formas horribles, con
terribles dientes que rechinaban y largas zarpas bárbaras; un elefante era como un gato en
comparación con aquellos. Entonces, a causa de una rebelión y disturbio celestial, y el terror que
abrumaba el corazón de los hombres, el Gran Uno endureció la superficie de la tierra, que se había
hecho inestable, y las bestias se convirtieron en piedras. Esto fue hace mucho tiempo, cuando el
Destructor todavía permanecía tranquilo en las bóvedas superiores de los cielos.
Así, esto está escrito en el documento de Beltshera; En aquellos tiempos la gente era malvada y,
aunque los sabios entre ellos habían dado muchas advertencias de la cólera por venir, ellos no
fueron escuchados, tal es el camino de la maldad. Así ocurrió que el Espíritu Castigador fue
suscitado contra ellos a causa del olor de la maldad que subía de la Tierra, cuyos olores esparcía el
olor del mal . Este es un olor que el hombre no conoce, porque igual que los perros conocen el
olor del miedo, que el hombre no puede detectar, así otros seres conocen el olor de la maldad.

Las grandes compuertas que están sobre la Tierra se abrieron todas. Así las aguas de la inundación
se precipitaron cubriendo la tierra y cayó una tormenta lluviosa. Los vientos no podían mantener
por mucho rato sus direcciones.

La gente abandonó el valle de Shinara y huyó hacia una gran montaña que ascendía sobre una
llanura inferior, y allí, cerca de la cima, acamparon.

Sintiendo que estaban seguros, los malvados bromeaban, diciendo,

“ Ningún agua puede subir hasta aquí, porque no hay suficiente ni en los Cielos ni en la Tierra”.

Sin embargo las aguas subían cada vez más alto y las bocas de los malvados se cerraron. Los
sacerdotes del pueblo danzaban y cantaban en vano y se realizaron muchos rituales para aplacar
la cólera de arriba.

Llegó un período de tranquilidad, entonces el pueblo construyó una entrada a los Cielos a través
de la que el Jefe de los Intérpretes pudiera comunicarse con el Otro Mundo. Él entró en un silencio
total y proyectó su espíritu, y cuando lo hizo contactó con el Espíritu del Castigo que los hombres
llaman con otros nombres.

Su voz era fuerte en su corazón y dijo:

“Yo soy el que ha sido llamado con urgencia por el olor de la maldad que ascendiendo del cuerpo
de los hombres, el incienso no puede disipar. Porque igual que el olor de la putrefacción hiere el
olfato de los hombres, así la maldad desprende algo que nos asalta en este Reino”

La maldad es, por lo tanto, una ofensa contra nosotros. Si un hombre arroja inmundicia sobre la
pared de tu patio, no lo considerarías un acto de hostilidad? Podría alguien vivir en armonía con
los que son insensibles a tu propia sensibilidad? Por eso, me he despertado para actuar en el
mundo de los hombres y ahora estoy vestido con una sustancia especial”.

El Ser espiritual dijo:

“Yo no deseo castigar excesivamente a los hombres. Vé al pueblo y les dices que si ellos reforman
sus conductas y no caminan más en el sendero de la maldad, Yo me iré”
Pero cuando el Jefe de los Intérpretes volvió a su gente los encontró llenos de miedo y muy
turbados, arcilla en las manos de falsos sacerdotes, devotos de falsos Dioses.

Los falsos sacerdotes suplicaban por un sacrificio a sus Dioses, y habían cogido a Anis, un joven
más hermoso que ningún otro, un mensajero y corredor entre ciudades.

Después, aunque ellos murmuraban asustados entre ellos mismos en lo que concierne a las
escrituras, el pueblo habían cogido a Nanua, protegida de Eloma, la Iluminada, cuya vida estaba
dedicada a Illana, porque ella había lanzado maldiciones sobre ellos cuando cogieron al joven.

Nanua y Anis fueron llevados antes los falsos sacerdotes y alrededor se agitaba la gran masa del
pueblo, y aunque el Jefe de Intérpretes levantaba su voz no le escuchaban. Entonces la masa del
pueblo bajo a la orilla del agua y pararon allí, mientras los sacerdotes soltaban plegarias a los
furibundos Dioses de Arriba. Todos los Cielos estaban oscuros con enormes nubes cruzándolos y
había vientos muy fuertes y relámpago en las cumbres de la montaña. La gente rasgaba sus
vestiduras, las mujeres gemían y los hombres golpeaban sus antebrazos. Anis fue golpeado con
palos y conducido hasta las aguas.

Entonces, como el que llevaba el palo se volvió a Nanua, ella le dijo, “ Quieto, yo misma me
entregaré al agua, porque si tengo que ser sacrificada, quiero ser el mejor sacrificio así entregado”.
Después bajó hacia el agua, pero cuando sus pies entraron, fue despedida de la fría oscuridad
abierta ante ella.

Pero como el que empuñaba el garrote se movía hacia delante, un joven, Sheluat el escriba, un
hombre de costumbres tranquilas, ni hermoso ni fuerte de cuerpo, continuó hacia delante y,
cogiéndola de la mano, se tiró al agua con ella.

Las aguas habían subido y los hombres compartían el lugar en el que estaban con las bestias
salvajes y con los rebaño y el ganado, pero el tumulto se aquietó y las aguas bajaron. Al ver esto, la
gente dirigía plegarias a funestos Dios y gritaban: “Grande es el poder de los Dioses y grandes sus
santos sacerdotes”.

El Jefe de Intérpretes se retiró tristemente, escondiéndose, porque ahora tenía miedo por su vida.
Cuando las aguas hubieron bajado, dirigió su espíritu y se comunicó con el Espíritu del Castigo, y
dijo:, “ Debería yo también tirarme al fondo de las aguas como un sacrificio? Por que la vida es
ahora fútil ya que no tengo ni Dios ni honor”.

El gran Uno contestó:

"Los hombres ven en los acontecimientos lo que ellos quieren ver, sólo pueden interpretar las
cosas de acuerdo con su entendimiento".
Las aguas subieron hasta su nivel y no le hicieron caer por un sacrificio innecesario. El Poder de
arriba podía ordenar sucesos para castigar a los hombres, pero muy a menudo estos sucesos son
cambios y pruebas, por lo que la intervención divina es verdaderamente poco común.

“Los sacerdotes siguen otro, una muy lejana senda, pero ellos también pueden condenar la
maldad, y pueden señalar el camino de la Verdad, aunque este camino es indirecto y dominado
por el azar. Así que o ellos o tú atraéis los oídos del pueblo el olor de la maldad disminuirá. Los
fines divinos se alcanzan por diversos medios, y los ojos de pocos hombres se abren para ver los
medios y los fines”

“La vida nunca es supérflua, pero tu sacrificio lo sería. Ningún hombre puede dejar a su Dios,
porque Él está siempre presente; pero el prestigio de un hombre por el que Dios recibe prestigio
es una cuestión mundana de poco valor real. ¿Cómo sabrías si has perdido o ganado?. Las acciones
del momento no pueden ser juzgadas en el momento, sino que sólo pueden ser valoradas por la
sentencia de los años”.

“Sólo la eternidad sabe si esto o aquello fue bueno o malo, una ganancia o una pérdida”

Entonces el Gran Uno abrió los ojos del Jefe de Interpretes, así él vio más allá de los límites de la
Tierra el reino del más allá.

He aquí que, vio a Anis que había sido fuerte y hermoso en la Tierra, y ahora no era algo no
agradable de ver. Vio también la verdadera belleza de Nanua, que ahora era un ser de belleza
deslumbrante, y junto a ella estaba Sheluat que siempre la había amado en secreto, y ahora
estaba resplandeciente con juventud y hermoso como Helith.

El Jefe de los Intérpretes entonces comprendió que el mal podía ser cambiado en un bien, y que
los hombres tenían un conocimiento pequeño de la verdadera naturaleza de las cosas.

Sobre la montaña había ahora un bosque de árboles y se había construido un templo con forma de
círculo con piedras blancas, dónde el pueblo celebraba el día de su liberación. Pero lo que
recordaban y lo que hacían no era lo mismo, ni era la causa que pensaban la verdadera causa.

Ellos decían:

“Somos os hijos de Atuma que nos ha salvado”

Muchos que habían ido a menudo al Templo de la Liberación decían que habían visto dos sombras,
una de belleza radiante y otra con un esplendor glorioso, paseando cogidos de la mano entre los
árboles o sentados en los soleados claros del bosque.
Los hombres caminaban bajo la sombra del temor y el miedo a unos poderes desconocidos llenaba
sus corazones. Habían modelado imágenes con la apariencia de las cosas que les asustaban en la
oscuridad de su ignorancia y rechazaban lo real por lo irreal.

Veían más claramente lo que ellos podían conocer que las cosas que temían en vez de las manos
gentiles y tenaces que podían llevarles a los campos de la felicidad.

EL DILUVIO FUE UNIVERSAL PERO CADA CUAL ARRIMA EL ASCUA A SU SARDINA, FIJATE

En el capítulo 5 hemos discutido las razones por las que los Dioses decidieron mandar un Diluvio a
la Tierra para destruirlo todo viviendo criaturas de la faz de la tierra y nosotros sabemos
previamente que no todas ellas fueron destruidas como podemos leer en la Biblia, Jasher, Jubileos
y Enoch, puesto que miles de años después del Diluvio vivieron hasta los tiempos históricos.

La historia del Diluvio es uno de los desastres más comunes que se encuentran en los tiempos
antiguos y esta historia se extendió ampliamente por todo el mundo, por todas las civilizaciones
que existían en la Tierra en aquellos tiempos. La historia se escribió en tablillas, royos y rocas,
porque tuvo un gran impacto sobre los antiguos y las demás craituras vivientes.

Desde una perspectiva histórica, los estudiosos han creído que la historia del Diluvio era un
desastre local en la antigua Sumeria, pero esto está en contradicción con las incontables historias
que han sobrevivido en muchas culturas a lo largo del mundo.

Lo primero de todo la historia del Arca que salvó las semillas de casi todas las criaturas vivientes es
su mayor parte mito y leyenda a la vez. El héroe que prevalece en la Biblia es Noé, en la historia
del Diluvio de Summer Utnapisthim o Atrahasis, En la historia Caldea Xisuthtra, en la antigua Persia
Yima, en la Azteca Tapi y muchos otros nombres.

Antes de volver a la historia bíblica del Diluvio, echaremos un vistazo a las incontables historias del
Diluvio que se cuentan en la mayor parte de las otras culturas. Prácticamente todas estas historias
contienen la misma opinión de por qué la Inundación sobrevino a la Tierra. Parece que cada
cultura tiene su propia versión de un gran Diluvio, muchas de esas historias contienen similitudes,
por ejemplo:

- Los humanos son culpables de desobediencia.

- Un Dios manda el Diluvio como castigo

- Se dan instrucciones a un único individuo para construir un Arca

- Las instrucciones incluyen el asegurarse de la supervivencia de todas las especies

- La Inundación destruye la raza anterior

- Después de la Inundación, una nueva raza sin maldad emerge para repoblar la Tierra.
Gracias a Morgana´s observatory por el uso de algunas historias del Diluvio

La Historia Sumeria del Diluvio

La historia del diluvio sumerio se conservó en una placa de seis columnas de Nippur (B.10637),
sólo el más pequeño de ellos se conserva. El original completo puede haber tenido probablemente
260 líneas. La placa puede ser datada por su letra hacia el final del siglo 17 a.C. La historia en la
tabla trata de la creación de los humanos y animales, las ciudades antidiluvianas y sus héroes, y la
inundación. Esta tabla de arcilla se conoce ahora como la tabla de Nippur.

En el episodio conservado, Enki (Ea, Nudimmud) revela el plan de los dioses de destruir a la raza
humana a Ziusudra y le urge a escuchar sus consejos. El viento y la tormenta llegaron y con ellos la
inundación, que continúa por siete días y siete noches antes de que el sol vuelva. Ziusudra sale del
barco y ofrece sacrificios. Enki apacigua a los dioses y An (Anu) y Enlil garantizan a Ziusudra una
vida igual que la de los dioses (en la parte 3 del capítulo 19 discutiremos esta importante historia.)

Babylonia

La Historia de la Inundación: Tres veces (cada 1200 años, los dioses se han enfadado por la
molestia de la superpoblación humana. Los Dioses trataron el problema primero con plagas,
después con hambre. En dos ocasiones, el Dios Enki avisó a los humanos para sobornar al Dios
causante del problema. La tercera vez, Enlil convenció a los Dioses para destruir a todos los
humanos con una inundación, pero Enki construyó un arca a Atrahasis y así escapó. En el Arca
también había ganado, animales, pájaros y la familia de Atrahasis. Después de ver el sufrimiento
causado por la Inundación, los Dioses se arrepintieron de su acción, y Enki estableció mujeres
estériles y abortos para eliminar el problema en el futuro.

Hebreos

Basada en la historia babilónica con la diferencia de que el Diluvio fue un severo castigo por la
maldad de la humanidad. Noé tenía 600 años cuando empezó a llover de tal forma que duró 40
días y 40 noches. Después de 150 días el agua había descendido. El Arca se situó en el séptimo mes
sobre las montañas de Ararat. Las aguas disminuyeron hasta el décimo mes, en el primer día del
décimo mes. Las cimas de las montañas también se veían. Al cabo de 40 días, Noé abrió la ventana
del Arca. Primero mandó un cuervo, que se fue y se fue volando. Entonces mandó una paloma,
que volvió y no había encontrado tierra. Siete días después. Se liberó otra paloma; retornó esa
tarde con una rama de olivo. La siguiente semana la paloma no regresó. Después de un año y 10
días desde el comienzo del Diluvio, todas las criaturas salieron del Arca. Noé sacrificó algunos
animales puros y pájaros a Dios, y Dios, complacido por ello, prometió no destruir otra vez a todas
las criaturas vivientes.

Caldeos

Xisuthrus fué advertido de la llegada de la inundación por el Dios Cronos, quién ordenó a Xisuthrus
escribir una historia y construir un barco (5 estadios por 2 estadios) para sus familiares, amigos y
una pareja de cada animal. Después de que la inundación empezó a bajar, soltó algunos pájaros, y
todos ellos retornaron. Tras intentarlo otra vez, los pájaros volvieron, con sus patas cubiertas de
barro. Al tercer intento, los pájaros no retornaron. La gente desembarcó y ofreció sacrificios a los
Dioses. Xisuthrus, su esposa, hija y el piloto del Arca fueron eventualmente transportados a vivir
con los Dioses.

El Mito en Zoroastro

Ahura Magda avisó a Yima que la destrucción en forma de inundación, consecuencia de la fusión
de la nieve, era amenazadora para el pecaminoso mundo y le dió instrucciones para construir una
máquina en la que especímenes de pequeños y grandes animales, humanos, perros, pájaros,
fieras, plantas y alimentos serían depositado a pares.

Hindú

Manu, el primer humano, salvó a un pequeño pez de las quijadas de un pez grande. Después
oyendo al más pequeño suplicar su protección, Manu puso al pez a salvo, transladándole a
envases cada vez más grandes conforme iba creciendo, y finalmente lo llevó al océano. Por esta
amabilidad, el pex volvió para avisar a Manu de una inminente inundación y le dijo que
construyera un barco, cargándole con muestras de cada especie. Después de que las aguas de la
inundación se extendieron, Manu ató una cuerda a las aletas del pez. El pez lo llevó a una montaña
y le dijo que se atara con la cuerda del barco a un y así no sería arrastrado por la corriente.
Permaneció en la montaña (conocida como el descenso de Manu), mientras la inundación
arrastraba por todas partes a todas las criaturas vivientes. Sólo Manu sobrevivió.

Greco-Romano

Zeus decidió castigar a la humanidad por sus vicios. Los dioses accedieron a la destrucción porque
no había ninguno que se le opusiera. Zeus prometió una nueva mercancía, una raza de origen
milagroso. Él iba a utilizar el rayo, cuando recordó uno de los decretos del Hado: que llegaría un
tiempo en el que el mar y la tierra y la cúpula del cielo arderían y la enorme estructura del
universo se convertiría en ruinas. Con la ayuda de Poseidón, originó una tormenta y un terremoto
para inundar cada parte de la tierra excepto la cima del Monte Olimpo.

Reconociendo su piedad, Zeus le dejó vivir y retiró las aguas. Entonces fue cuando Deucalion y
Pyrrha recordaron la otra profecía hecha por Themis: para repoblar el mundo tienes que tirar
“detrás de ti los huesos de tu abuela”. Pyrrha no quería ofender al espíritu de su madre
removiendo sus huesos. Prometeo calmó sus miedos: “Los oráculos son justos y nunca te
recomendaría una mala acción...” Decidieron que los “huesos” eran piedras en el cuerpo de la
Tierra (Gran Madre, Abuela). Arrojaron las piedras, que se convirtieron en seres humanos:
hombres de las piedras arrojadas por Deucalion; mujeres de las que arrojó Pyrrha. Los animales
surgieron de la tierra por su propia voluntad. De acuerdo con Platón:Algunos grandes diluvios se
produjeron durante nueve mil años”.

En el Valle de México vivía un hombre justo llamado Tapi. El Creador le mandó construir un barco
para vivir, toma a su esposa y una pareja de cada animal que existiese. Los vecinos pensaban que
estaba loco. Tan pronto como terminó, empezó a llover. El valle se inundó; los hombres y los
animales corrieron a las montañas pero fueron sumergidos. La lluvia cesó, el agua se retiró, etc.
Tapi supo que el agua había retrocedido, después de soltar una paloma que no volvió. Tapi se
alegró.

Yakima

En los primeros tiempos muchos pueblos hicieron la guerra con otras tribus,, pero también había
gente buena. Uno de los hombres buenos oyó de la Tierra Superior que una gran tormenta estaba
llegando. Se lo dijo a otros buenos hombres y decidieron hacer un barco con el cedro más grande
que pudieran encontrar. Tan pronto como la canoa estuvo acabada, la inundación llegó, llenando
los valles y cubriendo las montañas. La mala gente se ahogó; los buenos se salvaron en la canoa.
No sabemos cuánto tiempo duró la inundación. La canoa todavía se puede ver donde calló en el
puente Toppenish. La Tierra será destruida con otra inundación si la gente actúa mal una segunda
vez.

Andaman

Los isleños de Andaman hablan de su Ser Supremo, Puluga, que viven en el cielo. Fué Puluga quien
creó el mundo y el hombre. Sin embargo, cuando el hombre empezó a olvidar a su Creador, Puluga
se enfadó y mandó una inundación que cubrió gran parte de la tierra y borró los caminos. Cuatro
personas escaparon y por eso Puluga tuvo piedad de ellos.

Escandinavia

Odín, Vili y Ve lucharon y rompieron el gran gigante de hielo Ymir, y el agua helada de sus heridas
arrastró la mayor parte de los Gigantes de Escarcha. El gigante Balgermir escapó con su esposa e
hijos en un barco. El cuerpo de Ymir se convirtió en el mundo en el que vivimos.

Celta

El Cielo y la Tierra eran dos grandes gigantes y el Cielo reposaba sobre la Tierra de tal manera que
sus hijos estaban cubiertos por la oscuridad entre ellos. Uno de sus hijos convenció a sus
hermanos para cortar al cielo en muchas piezas. De su calavera hicieron el firmamento. Su sangre
derramada causó una gran inundación que mató a todos los humanos excepto a una única páreja
que se salvaron en un barco hecho por un Titán benevolente. Las aguas rellenaron todos los
huecos hasta convertirse en el océano.

Uno de los Tezcatlipocas (hijos de un original Dios dual) se transformó a sí mismo en Sol y creó a
los primeros humanos para admirar a sus hermanos. Los otros Dioses, asustados por su audacia,
pidieron a Querzalcoatl que destruyera a la gente, lo que hizo con un diluvio. La gente se convirtió
en pez.

Colombia

Cuando la luna todavía no existía, un barbudo hombre viejo llamado Botschika enseñó las artes de
la agricultura, el arte de hacer vestimentas, el culto y la política a la gente. Su bella pero perversa
esposa era Huytaca. Ella originó una inundación en la que pereció la mayor parte de la gente.
Botschika entonces la arrojó a la luna

y muchas, muchas, más

La epopeya de Gilgamesh

La más completa versión guardada, de cuyo sumario hemos cogido ésta, proviene de doce piedras,
en lenguaje acadio, encontradas en las ruinas de la librería de Ashurbanipal, rey de Asiria 669-633
A.C. en Nínive. La biblioteca fué destruida por los persas en el 612 A.C.

La teoría científica hoy es que esta epopeya se escribió alrededor del 2700 A.C. Gilgamesh era un
rey histórico de Uruk en Sumeria, junto al río Eufrates en la moderna Irak; vivió hacia el 2700 A.C.
(la historia de Gilgamesh es mucho más antigua de lo que los científicos creen hoy, de acuerdo con
la lista de los reyes Sumerios, vivió hacia el 7350 A.C.)

Cuando leamos esta epopeya veremos que fué escrita después del Diluvio porque Gilgamesh visitó
a Utnapishtin, (Noé en la Biblia). El diluvio tuvo que tener lugar por lo menos 8000 años antes.

Leerermos la mayor parte de la Epopeya en el capítulo 8 pero en este capítulo sólo la tabla 11
porque contiene importante información acerca de la Gran Inundación y de los Dioses que eran
adorados en aquellos tiempos (7000 A.C.)

La Gran inundación en la epopeya de Gilgamesh

La historia bíblica del diluvio (Genesis 5:28-9:17) se derivó directa o indirectamente de la versión
de Gilgamesh. Y la historia de la inundación fué copiada más tarde por los Judíos, Cristianos e
incluso en las tradiciones islámicas, como ocurre en el Corán (Sura 11:25-48)

Se han conservado dos copias de esta parte épica:

1. La Antigua versión semítica de Babilonia datada alrededor de 2.700 A.C.

2. La versión Babilónica datada alrededor de 1.700 A.C.


La versión de 2.700 A.C.

En la tablilla 11 de la versión antigua semita de Babilonia (Sumeria) la épica de Gilgamesh es la


historia de una inundación que es la fuente de la historia de Noé. Los Dioses deciden limpiar la
Tierras de una humanidad superpoblada, pero Utnapishtim es avisado por el Dios Ea (Enki) en un
sueño. Él y algunos constructores de barcos hacen una enorme Arca (siete plantas de un acre de
area). Utnapishtim entonces se embarca con su familia, los constructores y la semilla de todas las
criaturas vivientes. El agua inunda todo y la tormenta continua por seis días y seis noches.

Los dioses se arrepienten y se lamentan al ver la destrucción global de los seres vivientes y
detienen el diluvio al séptimo día. Las aguas cubrían todo excepto la cima de la montaña Nisur, en
la que el barco tocó tierra. Se soltó una paloma, pero regresó, sin haber encontrado ningún sitio
dónde parar. Se envió una golondrina, pero también regresó. Al cabo de siete días, después de
haber soltado un cuervo que no regresó al Arca, la gente empezó a salir. Utnapishtim hizo un
sacrificio a los Dioses, Él y su mujer fueron hechos inmortales y viven al final de la tierra.

La versión de 1.700 A.C.

La historia de la inundación en la Épica de Gilgamesh (Tabla XI) parece una copia del primer
milenio, probablemente derivada de Atrahasis. Buscando aprender el secreto de la vida eterna,
Gilgamesh, rey de Uruk, visita a Utnapishtim, el único humano que ha vivido siempre. Al contarle a
Gilgamesh cómo adquirió la vida eterna, Utnapishtim le relata la historia secreta del diluvio. La
historia comienza en Shuruppak, conde los grandes Dioses deciden eliminar la raza humana con
una inundación, pero Ea ( nombre acadio y babilónico del Dios sumerio Enki) revela el plan a
Utnapishtim y le aconseja que construya un gran barco. Utnapishtim lo hace según se lo ha dicho y
sube todas sus posesiones, incluidos la plata y el oro, su familia, animales domesticados y salvajes
y los constructores en el barco. La tormenta llega; los dioses cubren y desbordan con sus
destructivas fuerzas. La tormenta continúa durante seis días y seis noches; en el séptimo día para.
Los mares se calman y, según Utnapishtim observó, toda la humanidad ha vuelto al barro y el
paisaje era monótono. Eventualmente, aparecen las montañas y el barco de Utnapisthim se paró
en el Monte Sisr, dónde permaneció firma durante seis días. Al séptimo día Utnapishtim salió y
soltó una paloma y después una golondrina, que no volvieron. Utnapishtim entonces ofreció
sacrificios con los que atraer a los dioses, pero cuando Enlil vió el barco, se puso furioso porque un
humano había sobrevivido. Ea le calmó y Enlil entonces subió al barco e hizo a Utnapisthim y a su
esposa igual a los dioses, viviendo para siempre.

Cuando leemos la historia de Utnapishtim sólo podemos sacar una conclusión, la historia en la
Biblia, se deriva de esta historia que es por lo menos 1000 años más antigua que las más antiguas
historias de la Biblia.

Tabbla 11 de la epopeya de Gilgamesh

En este momento Gilgamesh descubre que está hablando con Utnapishtim, El Remoto; él no había
visto un humano inmortal que era normal y mayor. Le preguntó a Utnapishtim cómo recibía la
inmortalidad y Utnapishtim le dijo el mayor secreto oculto a los humanos: en los tiempos
anteriores al Diluvio, había una ciudad, Shuruppak, en las márgenes del Eúfrates. Allí, el consejo de
los Dioses celebró una reunión secreta; todos ellos decidieron destruir el mundo con un gran
Diluvio. Todos los dioses juraron no revelar este secreto a ninguna criatura viviente, pero Ea (uno
de los dioses que creó a la humanidad) vino hasta la casa de Utnapishtim y le contó el secreto a las
paredes de la casa, Así técnicamente no violaba su juramento al resto de los dioses. Aconsejó a las
paredes de la casa de Utnapishtim construir un gran barco, con una altura igual a su anchura,
cubrir el barco y coger todas las cosas vivas dentro. Utnapishtim trabajó diligentemente y acabó el
barco para el año nuevo, Utnapishtim entonces cargó el barco con oro, plata y todas las criaturas
vivas de la tierra, y botó el barco. Ea le ordenó encerrarse en el barco y le recomendó cerrar la
puerta detrás de él.

Parece ser que Utnapishtim llegó a ser inmortal cuando era ya mayor desde una perspectiva
humana, En principio parece extraño que Utnapishtim le cuente a Gilgamesh el secreto escondido
a por humanos, pero no es tan extraño que se lo cuente porque Gilgamesh era él mismo un Semi-
dios, ⅓ humano y ⅔ Dios.

De nuevo vemos que el Dios Ea (Enki) era como un “padre” para su creación porque avisó a
Utnapishtim de la llegada del Diluvio. Explicaré después que el Dios Ea (Enki) es el mismo Señor de
la Biblia porque él fue uno de los dioses que crearon la humanidad y decidió la supervivencia de
Utnapishtim. In la Biblia podemos leer la misma historia escrita por Moisés miles de años después
de estas tablillas), la única diferencia es la duración del Diluvio ( 7 días o 40 días)

En la Biblia podemos leer:

Ganesis 6:8. Pero Noé halló gracia a lo ojos del Señor. Ganasis 6:13 Y Dios le dijo a Noé. El fin de
toda carne viene delante de mi; para que la tierra sea llenada con violencia por ellos; y, advirtió,
los destruiré junto con la tierra. Gn.:6:19 Y de cada de carne ser viviente, has de coger en el Arca
dos de cada especie , y mantenerlos vivos contigo, serán masculino y femenino, Gn:6:21: Y y coge
contigo todo el alimento para comer, y que sea el alimento para ti y para ellos Gn:7:4: Apenas
dentro de siete días, mandaré una lluvia sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches.
Gn:7:10 Y cuando pasaron siete días las aguas de la inundación cayeron sobre la tierra Gn:7:11: En
el ciento seis años de la vida de Noé, en el segundo mes, el día diecisiete del mes, el mismo día
todas las fuentes del gran abismo se rompieron y las ventanas del cielo se abrieron. Gn:7:12: Y la
lluvia cayó sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches. Gn:7:16: Y los que habían
llegado, vinienron un macho y una hembra de toda la carne, como Dios le había ordenado; y el
Señor los encerró.

La historia en el libro de los Jubileos:

Capítulo 5.21 Y Él ordenó a Noe hacerse un Arca, para que pudiera salvarse de las aguas de la
inundación. 22 Y Noé hizo el arca en todos los aspectos tal como le había recomendado, en el
veintisiete jubileo del año, en la quinta semana del quinto año ( en la luna nueva del primer mes),
(1307 AM) 23. Y, por consiguiente, él entró en el sexto año, (1308 AM) en el segundo mes, en la
luna nueva del segundo mes, hasta el diecisiete; y él entró en el arca con todo lo que nosotros le
dimos, y el Señor la cerró desde fuera en la tarde diecisiete. 24. Y el Señor abrió siete compuertas
del cielo. Y las bocas de las fuentes del gran abismo, siete bocas en total.
25. Y las compuertas empezaron a expulsar agua desde el cielo durante cuarenta días y cuarenta
noches. Y las fuentes del abismo también surgían hacia arriba hasta que la mayor `parte del
mundo estuvo lleno de agua.26. Y las aguas se multiplicaron sobre la tierra: quince ¿? codos se
elevó el agua sobre las altas montañas. Y el arca flotaba sobre la tierra. Y se movía sobre la faz de
las aguas.

En Jubileos no está escrito que todos las criaturas fueran destruidas durante la inundación.

La historia en el libro de Enoch:

Capítulo 10. 1 Entonces ,dijo, el Más Alto, el Santo, el Gran Uno habló,y mandó a Uriel al hijo de
Lamech, y le dijo: 2”Vé a Noé y dile en mi nombre “Sálvate a tí mismo” y revélale el fin que se
aproxima: que la mayor parte de la tierra será destruida y un gran diluvio está a punto de caer
sobre la mayoría de la tierra y destruirá todo lo que hay en ella. 3. Y ahora instrúyele para que
pueda escapar y su semilla pueda ser preservada para todas las generaciones del mundo.

El amable lector habrá tenido ya noticias de que Enoch ya había ido al “Paraiso” y puede que no
supiera exactamente lo que pasó durante y después del Diluvio en la Tierra.

LA BIBLIA KOLBRIN. EL LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICIÓN BILINGÜE, CAP. 5

CHAPTER FIVE / CAPÍTULO CINCO

THE BIRTH OF HURMANETAR/ EL NACIMIENTO DE HURMANETAR

Hanok tenía tres hermanos por su madre y uno por Sadara, dos estaban con él en el barco y otro
se había salvadoo en Megin. Hanok gobernó toda la tierra de Bokah y sus hijos, Labeth y Hatana
nacieron en Nasira, después de que el barco fuera amarrado.

Sus hermanos dividieron las bañadas tierras entre ellos. Uno fue a Tirdana y construyó una ciudad
allí y gobernó las aguas al oeste. Otro gobernó las aguas del este y los pantanos inferiores hasta las
aguas del mar. El otro levantó Eraka en medio de ellos y eran el más importante.

La ciudad de Eraka se mantuvo durante miles de años, pero en tiempos del Rey Nderasa el pueblo
levantó grandes imágines con caras de oro y cuerpo de latón. Los niños eran ofrecidos a esos
demonios concebidos con maldad. Entonces Dios en Su cólera desató los vientos y éstos barrieron
la ciudad como un huracóan. Las imágenes de los dioses de cara de oro cayeron una sobre la otra y
se rompieron, cayeron y se quemaron bajo sus templos. Eraka entonces desapareció de los ojos de
los hombres.
Todas las ciudades fueron reconstruidas y los reyes muertos; el pueblo se multiplicó mucho
cuando Lugadur, el que enseñó el trabajo de los metales, nació. Fue el rey más poderoso y sus
hazañas fueron conocidas por todos los hombres y escritas en sus libros.

La sabiduría llegó a la región de la mano de nuestro padre Hurmanetar, que fue llamado
Hankadah, nacido en Egelmek y las tierras de Khabil junto a Eraka, de Nintursu, sacerdotisa del
templo, por Gelamishoar, Constructor de Muros, hijo de Lugadur el trabajador del Metal, hijo de
Dumath el Pastor, hijo de Gigitan el Labrador del suelo.

En los días en que la madre de Hurmanetar lo llevó bajo su corazón con dolor, el rey, su padre,
tuvo un sueño. Vio una mujer y supo que él solo que él yacía con ella pero no podía distinguir su
cara con claridad, porque siempre que estaba a punto de reconocerlo el parecido se cambiaba de
uno a otro. La mujer se estaba purificando a sí misma en un recipiente de incienso y mientras
hacía eso producía agua. Entonces una gran nube de humo se levantó del recipiente y llenó toda la
habitación, y salía por la puerta y cubría tod la ciudad y todos los templos.

La noche siguiente el rey fue incomodado por el mismo sueño. Por lo tanto, sabiendo que había
recibido un presagio, bajo sus sospechas se apresuró a mandar un mensajero al Templo de los
Stargazers. Los sabios vinieron y él les habló respecto a su sueño, pidiendo que leyeran su
significado. Habiendo oído las palabras del rey, enseguida, marcharon, yendo a consultar el Libro
de los Cielos para descubrir qué estaba escrito en el futuro referente a tal asunto.

Volvieron a los dos días, llegando bajo el rey, como si éste estuviera en la sala de un juicio, y se
inclinaron ante él diciendo:

“Dolor para nosotros tus servidores por lo que te tenemos que decir, porque así está escrito. Uno
ha nacido de una mujer a la que tú raptaste y él será un asesino de reyes, un destructor de
templos y un adversario de los Dioses. Ha nacido para ser el más grande entre los hombres y su
mano se levantará contra ti”.

Al oir esto, el rey mismo recordó las mujeres que había cogido por la fuerza, pero eran muchas y
dispersas. Así que mandó de nuevo venir a los sabios, pidiendo su ayuda y los sabios recibieron sus
palabras.

Ahora bien, los sabios sabían que los escritos se referían a un hijo que nacería de Nintursu, pero
estaban perplejos sin saber qué hacer, porque ella era una sacerdotisa del Templo de los Siete
Únicos Iluminados, que había sido construido en aquellos días en Sisuda. Si la sangre de uno de los
así nacidos fuera derramada o su respiración se detuviera dentro de los límites de la comarca, el
maíz moriría en los surcos y los brotes caerían de los árboles, de tal forma que no darían fruto. Sin
embargo los sabios no estaban dispuestos a atraer la cólera del rey sobre su Templo, porque
aunque era uno que tenía un Dios pero un estatus pequeño, no pagaba tributo al Dios de la
comarca. Ni deseaban aconsejar al rey sobre este asunto, porque si, por casualidad, el consejo no
era acertado, perderían su protección.

Por lo tanto, los sabios fueron ante el rey y le hablaron así:


“Oh, rey, luz de nuestra vida, nosotros tus servidores hemos descubierto al niño, aunque todavía
no ha nacido. Va a nacer de una sacerdotisa perteneciente al Templo de los Siete Únicos
Iluminados; sin embargo,, su sangre no puede ser derramada en las tierras de labor por mano de
hombre, ni su aliento puede ser cortado. Así que nosotros te aconsejamos que mandes los más
fieles de tus sirvientes y déjales coger a la sacerdotisa y llevarla fuera a un lugar lo más lejos de
aquí. Si esto ocurre más allá de los límites de la comarca, el niño, cuando nazca, puede ser asesino
allí y el mal no caerá sobre la tierra de nuestro Dios.”

Al oir estas palabras, el rey recordó la Sacerdotisa que él había cogido para su placer, porque
mientras cazaba había llegado junto a ella cuando se bañaba. Ni el Templo ni su Dios eran
conocidos por él y no tenía miedo de sus sacerdotes.

El rey llamó a su chambelán a su lado, un hombre de la mayor confianza, y le encargó, diciendo:

“ Ve a coger a esa Nintursu, sacerdotisa de este templo y llévala a la tierra de Kithis, entrando a
escondidas. Está embarazada y cuando nazca el niño mátalo dejando caer su sangre sobre el suelo
en la tierra de Kithis”.

El chambelán se preparó y partió, llevando consigo hombres de lucha y su capitán. Viajaron hasta
que llegaron junto al templo a las primeras horas de la mañana. Nintursu fue raptada y dejaron
adornos de oro y plata.

Ahora bien, Nintursu no había dado a luz al niño cuando llegaron a los límites de la comarca, así
que acamparon allí y en los días que siguieron los hombres salieron a explorar. El capitán era un
hombre experto en la guerra y valiente, un hombre de muchas batallas y Nintursu hablaba
siempre con él. Pero entre ella y el chambelán se habían intercambiado pocas palabras.

Ocurrió que cuando el tiempo de Nintursu cumplió y el niño fué liberado, era un día de luna llena;
por lo tanto, el niño no podía ser muerto, así que esperaron hasta la luna oscura. Entonces,
cuando el orden de las cosas fue conveniente, el chambelán llamó al capitán y le dijo:

“ Esta es una tarea para un hombre acostumbrado a la sangre y yo no soy tal, así que coge al niño
y mátalo sobre el límite. Siete hombres irán contigo, que todos ellos puedan servir de testigos del
hecho y puedan jurarlo.

Ahora bien, los hombres de sangre son inexorables en las batallas, carentes de camas calientes y
gentiles modales con las mujeres, pero alguno de ellos habían acompañado a Nintursu durante los
primeros días de su maternidad. Incluso había uno cuyo padre había sido devoto en el Templo de
los Siete Únicos Iluminados antes lo que había sido abandonado por todos los que seguían al rey.
Había algunos que murmuraban, diciendo:

“Este es un trabajo para los que ocupan altos puestos que hablan con lenguas de miel y llevan
navajas escondidas que clavan por la espalda, esto no es para hombres de batalla”
Era verdad. Ese no era un encargo para hombres que chocan metal, era un trabajo más adecuado
a los cortesanos de estómagos remilgados; pero, careciendo de firmeza, éstos siempre han
necesitado otros para hacer sus sucios trabajos generados por intrigas y conspiraciones. ¡¡Señor,
acelera el día en que los hombres de verdad no sean por más tiempo manipulados por medio
hombres!!

El capitán colocó al niño en una cesta preparada por Nintursu. Fue colocado sobre un burro.
Entonces él y sus hombres fueron a un lugar dónde ni árboles ni hierba crecían; Pero a una
distancia de unos diez tiros de flecha un arroyo llevaba el agua a los campos y pastos de un bajo
valle.

Cundo pararon, el capitán bajó la canasta y la abrió, pero cuando miró la cara del niño su corazón
paró su mano. El era un hombre de batallas que mataba en la guerra, un matador de hombres en
combate no un traidor hombre de intrigas y asesino de niños. Cerró la cesta y dijo a los que habían
venido con él:

“Pasaremos nuestro tiempo aquí hasta que caiga la noche. Si dejamos la sangre del nicho aquí será
absorbida por el suelo estéril y no hará daño, pero si lo llevamos más allá, abajo en el valle, caerá
en suelo cultivado”.

Ninguno de los que iban con él contestó, porque ellos sólo eran simples soldados que no sabían
que la sangre no puede ser dejada en el agua. O quizá ellos comprendían el corazón de su capitán.
El capitán dijo: “ Hace calor, tenemos tiempo suficiente antes de que los que viven abajo estén
dormidos; por lo tanto, nos tomaremos un vino y esperaremos un rato”. Así que bebieron vino que
habían traído y esperaron; sintiéndose somnolientos de pronto quedaron dormidos. La oscuridad
calló.

Ahora bien, el burro no había comido desde por la mañana, ni había bebido en el arroyo y el
capitán de los hombres aguardó el momento oportuno, porque él tenía un plan y era un sitio
conocido por él. En absoluta obscuridad colocó la cesta, con el niño dentro, detrás en el burro.
Había un buen sitio para esconderse, bajo una saliente roca,con matorrales de espinas todo
alrededor mientras abajo el suelo caía escalonadamente, estando cubierto con rocas y piedras
lisas.

Sólo el capitán sabía cómo, en la oscuridad, una gran piedra resbaló desde arriba, llevando muchas
otras con ella, de forma que todas las piedras cayeron cerca del lugar en el que los hombres
estaban bajo el saliente. Estaban bebidos, saltaron, tropezaron y cayeron;uno fue golpeado por
una flecha; otro por una lanza; había un revuelo en la oscuridad aunque nadie salió muerto. El
burro, soltado de sus ligaduras, huyó y nadie pudo pararlo.

Lleno de cólera, el capitán exclamó,


“¿Qué clase de hombres he traído, por qué no habéis cogido las trompetas para anunciar nuestra
llegada? Quién puede ver el asno entre el polvo u oirle entre las ñpiedras?”.

Luego, como aparecieron luces cerca y las voces de los hombres se oían fuertes en la noche, se
retiraron.

Cuando llegaron a un lugar seguro los hombres consultaron entre ellos, porque el capitán de los
hombres dijo:,

“Si salís ilesos de esta noche, entonces debéis matarme ahora; pero entonces, ¿podréis volver sin
mí?, además ¿quién sabe dónde ha caído la sangre? Por lo tanto, no contaremos todo, con mis
propios ojos yo ví la sangre de ese niño y sé que ha muerto. Somos hombres de sabiduría que
viven o somos de los locos que mueren?”

LA BIBLIA KOLBRIN. LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICIÓN BIBLINGÜE. CAP.6

CHAPTER SIX / CAPÍTULO SEIS

THE COMPANIONSHIP OF YADOL / EL COMPAÑERISMO DE YADOL

Con respecto a nuestro padre Hurmanetar, estas cosas fueron escritas en el rollo de Pakhamin,
escriba de los Halcones de Fuego. Una generación floreció sobre otra y el Señor de Luz y Vida se
había ocultado a sí mismo, porque sabía la naturaleza del hombre y nadie podría encontrarle. El
tiempo pasó y no lo volvieron a ver más

Entonces viajand encima, atado a un burro, llegó alguien que revelaría a los hombres la Luz,
¡¡¡alabanzas al Señor de la Luz y la Vida por Hurmanetar el Portador de la Luz!!!. El erraba por las
laderas entre los pastores que cuidaban sus ganados con cuidado y aprendió sus costumbres. Era
el más sabio de los hombres y su cuerpo estaba lleno de muchos rebosantes poderes; de ancha
zancada él medía los amplios pastos de la montaña. Cuando se enfadaba su cara enrojecía como el
sol en su apogeo, mientras que en la bondad presentaba la cama brillante de la luna en la
tranquilidad de la noche. En valor y destreza nadie le podía ganar.

Era un joven como ninguno; antes que los otros gatearan el se puso de pie; aprendió sus letras a
los tres años, y podía leer y escribir a los cinco, enseñaba a los que atendían el templo con él
cuando tenía siete. Tenía diez cuando su padre adoptivo se unió a sus padres y la hacienda fue
dividida entre las mujeres. A los doce cambió el curso del río que venía de las montañas para
encaminarlo a través de nuevos pastos y así su madre se hizo rica. A los trece se le envió a los
Pastores de la Ciudad y se entrenó con la espada y el escudo. A los diecisiete mató al hombre que
era la mano derecha del rey y huyó a las montañas de Akimah.

Como una fiera de presa deambulaba a voluntad, y era el habitante de la montaña, firme de
miembros y rápido de pies, arrebatando lo que se le antojaba a los que se atravesaban en su
camino. Su poder era su arco de madera de anshan, con cuerda de tendones despedía
suavemente sus cortas y derechas flechas.
Arriba en las montañas habitaba otro, su nombre era Yadol, uno que vivía de hierbas y dulce miel,
alto y de largos cabellos, porque la navaja nunca los había tocado. Sus manos habían domesticado
un cachorro de lobo salvaje, y a todas partes le seguí. Las fieras salvajes no le molestaban y él
andaba libremente entre ellas.

Hurmanetar era un cazador de animales salvajes y excavó un hoyo en el sitio donde ellos bajaban
al agua, y otras trampas donde permanecían. Yadol pasaba por ese camino y rellenó el hoyo y
rompió las trampas, el ciervo que estaba preso fue libre. Cuando Hurmanetar volvió y encontró el
hoyo relleno y la trampa rota, su corazón fue preso de furia, bramó contra los cielos, insultó a los
árboles. El conocía al asturo, porque algunos días lo había visto pero no había podido ir contra
Yadol.

Sus trampas estaban inservibles, sus hoyos eran un trabajo inútil. Estaba hambriento y porque
estaba hambriento olvidó las precauciones. Cuando se puso al acecho entre los arbustos para
cortar el paso a los hombres que pasaban, no cargó la espalda debido al número sino que dejó sus
flechas. y saltó sobre ellos. Hurmanetar atacó con furia; como un huracán atacó, pero cuando los
otros vieron que era uno solo se pararon rápidamente. Hurmanetar volvió a los arbustos, pero de
las flechas dejadas detrás encontró sólo la señal.

Durante tres días permaneció en su lugar en la montaña y sus piernas se hincharon y tenía sed,
porque no podía buscar agua. Yacía con el cuerpo dolorido y el espíritu preparado para salir de él.
Un lobo vino y su mano agarró una piedra, pero la debilidad invadió su brazo y no pudo lanzarla.
Entonces Io, el lobo olió su mano y se marchó. Después llegó Yadol, en su mano llevaba un pellejo
lleno con agua fresca y se arrodilló junto a Hurmanetar y le dio de beber. Yadol limpió las heridas y
cogió hierbas para comer, y así pasó que Hurmanetar se fortaleció de nuevo.

Por lo tanto, Hurmanetar y Yadol vivían juntos en una cueva en las montañas, pero Yadol no
quería ni matar por la carne ni comerla. Aunque recorrían las altas montañas juntos en alegre
compañerismo, y sus días transcurrían rápidamente. Pero Hurmanetar anhelaba otras cosas y por
consiguiente decidió atacar a los hombres que pasaban, porque deseaba carnes finas y vestidos y
adornos para su cuerpo.

Todas estas cosas llegaron a oídos del rey y los que estaban junto a él dijeron:

“Déjanos coger unos hombres y subir a la montaña y matar a ese salvaje bandido de montaña, ese
asesino y ladrón”.

Pero el rey se negaba a dejarle en sus manos, porque deseaba ver al hombre por sí mismo, quería
cogerle vivo y dijo:” Nadie le matará, ese hombre es mío”.

El rey, por consiguiente, escuchó el consejo de sus hombres sabios, diciendo:


“Cómo cogeremos a este hombre, si es un hombre y no un espíritu de las montañas. Yo quisiera
verlo con mis propios ojos, porque no conozco nadie como él. Uno como él hubo una vez, pero ya
no existe”.

Entonces uno de entre los sabios dijo:

“Ese hombre de las montañas, si es un hombre, seguirá las costumbres de los hombres, así que
déjanos buscar una prostituta del templo, una mujer de placer, y la haremos ir y cogerlo; atrapar al
cazador en una bien cebada trampa”.

El rey dijo,

“Esto no es nuevo, y a lo mejor, se puede hacer bajar ante mí al salvaje hombre de las montañas
con cadenas de seda, incluso dentro de la ciudad: así que vé y actúa según tus palabras”.

Entonces se mandó un hombre al templo y volvió con Hesurta, una mujer de placer, en venta a
cambio de oro, y fue entregada a unos cazadores que conocían los caminos de las montañas.

Se fueron, viajando durante algunos días, los cazadores y la prostituta con los que la
acompañaban, hasta que llegaron a un lugar dónde había un pozo, cerrado por el camino de
Elamki. Pasaron más allá del pozo al cercano manantial, caminando los hombres en el circundante
bosque. Llegó un día en el que uno volvió diciendo: “el hombre salvaje viene”. Entonces el jefe de
los cazadores dijo a la mujer:

“Mujer, desnuda tus pechos y siéntate junto al agua, usa las artes de tu oficio, no tengas
vergüenza sino que salúdale de forma desenvuelta. Cuando él esté cerca revela tus encantos,
atrayéndole hacia ti; enséñale el arte de la prostituta que encanta a los hombres”.

La mujer no estaba en contra de cogerle, respondiendo bien a la orden, colocándose junto al gua,
cantando. No obstante, Hurmanetar dio una vuelta furioso alrededor del lugar, pero no descubrió
nada y ningún peligro que viniera contra él. Se acercó y cuando lo hizo la prostituta reveló sus
secretos encantos y estaba inducido por la impaciencia salió. Ella le introdujo en las artes de las
prostitutas y estuvieron disfrutando durante muchos días; pero los cazadores no vinieron a
cogerle, porque no encontraron la forma de caer sobre él furtivamente. Entonces, después de
siete días Hurmanetar se fue subiendo la ladera inclinada de la montaña sin mirar atrás. La
prostituta estaba asustada porque los cazadores murmuraban contra ella, pero no era su culpa y el
jefe de los cazadores dijo: “Atender y mirar, vamos a esperar un poco todavía”

Hurmanetar volvió al lugar dónde pacía unos venados silvestres, pero Yadol no estaba allí y,
cuando él alcanzó el olfato de los venados, éstos huyeron. Fue a la cueva dónde compartían sus
cosas, pero Yadol no estaba allí. Sólo el lobo permanecía cerca y Hurmanetar le llamó hacia sí,
pero el lobo se apartó más lejos, no iría cerca porque Hurmanetar no se había purificado del
contacto con la prostituta.
Durante un día y una noche Hurmanetar recorrió la extensa montaña caminando a lo largo de sus
senderos, pero no encontró a Yadol; por lo tanto, regresó al lugar dónde había dejado a la mujer.
Ella le saludó calurosamente, dándole la bienvenida con un guiso de carne y alegrándose en su
corazón. Permanecieron allí durante tres días y ella le apaciguó en la necesidad de una mujer.
Entonces llegó un día en que ella le dijo:

“Tú eres sabio, eres casi tan fuerte como un toro, por qué andas salvaje por las laderas de la
montaña con uno que te deja cuando quiere? Ven conmigo ante el rey, porque él ha oído historias
sobre tu valor y quiere ver con sus ojos tus dones. Te dará una casa y oro, y yo, Hesurta, seré tu
servidora. El templo del amor será abierto para tí y yo te introduciré en sus delicias. Ven y vive
bajo la protección del rey, porque él es el más grande, él es el toro salvaje que ruge sobre los
hombres”.

Hurmanetar pensó y dijo:

“ No, yo no iré ante el rey, porque no hará nada a mi favor. Acaso la gente no murmura contra él,
diciendo, “Aflicción por aquel día, en que la mano del rey cayó con fuerza sobre nosotros, su
lujuria no tiene límites y ninguna muchacha permanece virgen para su esposo. Ni la hija de un
guerrero ni la esposa de un príncipe caminan libremente en la ciudad. No están todas sus puertas
cerradas como las puertas de una prisión?”

Los que dicen esas cosas del rey, han verificado sus palabras? Él es el rey más grande, una
montaña lamida por diez mil lenguas, el rey cuyo rumor llena la casa de conocimiento, cuya voz
repiten mil lenguas de fuera. Es el rey más glorioso, un hombre perfecto en fuerza y proporción, su
cuerpo es único para deleite de los ojos de cualquier mujer. Ningún otro tiene su sabiduría y
conocimientos. Por eso, los hombres hablan en su contra, porque es la naturaleza de los hombres
envidiar a los que les sobrepasan en mucho.”

“Déjanos llevarte, deja que el rey te mire cara a cara y se alegre, porque tú eres parecido. Oh!, ven
conmigo donde cada día te traiga nuevos goces, dónde las jóvenes están bellamente vestidas y los
jóvenes maravillosos de ver. Ven dónde la brisa está llena de dulces olores, dónde las camas son
cálidas y las habitaciones perfumadas. Ven al lugar en el que la vida es divertida, Ven, sirve al rey,
como tú eres ahora así era el rey en su juventud, pero la juventud se va, aunque despacio. Él es el
único que queda, el hijo de la Señora de las Batallas. Ven y no tengas miedo, todo saldrá bien para
tí; incluso los sabios hablan de tu llegada y los hombres esperan para escoltarte en paz.”

Hurmanetar se dejó convencer por sus palabras y dijo, “ Así sea, donde tú vayas, iré yo”. Entonces
Hesurta le dio un collar que había comprado y le condujo a la tienda de los cazadores. Pero cuando
éstos le vieron cara a cara se asustaron, tal era la luz contenida en sus ojos de lealtad y decisión.
Así ellos le reconocieron como un hombre parecido a ellos y se les pasó el miedo. Así fue cómo
Hurmanetar marchó con ellos y con la mujer, y llegaron a la ciudad y fueron ante el rey, y el rey le
miró con benevolencia. Le dio a Hurmanetar vino y se emborrchó; y aceite para su cuerpo y fue
ungido. Fue obsequiado con tres trajes y se convirtió en un hombre de importancia; se le dio una
casa y sirvientes, se le dio un mayordomo. Llegó a ser capitán de la guardia y no había otro como
él.

A la mujer de placer, la prostituta, el rey le dio pulseras de oro y la dejó marchar, diciendo:

“Vete al lugar que te es propio, porque has completado la tarea para la que se te requería. Allí
serás importante entre las mujeres, mientras que aquí serías degradada entre ellos”.

Hesurta se fue con pena, porque incluso una prostituta puede sentir un emocionante desmayo de
amor a pesar del siempre manchado y tortuoso vestido que envuelve su sórdido espíritu.

Hurmanetar aprendió las maneras de palacio y caminaba como quería, pero pronto se aburrió,
porque sus pensamientos volvían hacia Hesurta. Añoraba sus maneras. Aunque muchas mujeres le
ofrecían sus encantos, pero detrás estaba la amenaza del cuchillo. No era un hombre de blandos y
sutiles modales, siendo inexperto en el engaño que se produce bajo la sombra de un rey. Aunque
favorecido por el rey y a salvo bajo su protección, era un hombre solo en el palacio y en el atrio. El
salió en busca de Hesurta, buscándola en el templo de placer en la puerta del templo dónde ella
servía como prostituta, pero el sacerdote le dijo: “ Esa mujer ya no está aquí, consiguió oro,
pensaba que era una reina y las mujeres la han echado”.

Hurmanetar la buscó por toda la ciudad, pero no la encontró en ningún lado. Persistiendo,
eventualmente la encontró en una casa de prostitutas más allá del río, entre pellejos y marineros.
Había uno sentado con ella y era un soldado, por lo tanto armado. Así cuando Hurmenatar se
acercó a ellos queriendo hablar con la mujer, éste sacó su espada. Cuando el soldado vio que
Hurmanetar no se asustaba por ello y se preparaba para resolver la situación, él se burló
diciendo:” Por qué habrían de pelear los hombres, cuando las mujeres son abundantes y nosotros
tenemos la mitad de una medida de maíz?”

Hurmanetar rescató a la mujer de los que se hacen ricos con los contaminados cuerpos de las
mujeres y la estableció en su casa. Los hombres de la corte murmuraban de él, diciendo palabras
venenosas en los oídos del rey. Las mujeres de palacio también e dieron la espalda. Encontrando a
Hesurta en la calle la cogieron y le rasgaron el velo de la cara, mientras los hombres de maneras
insidiosas que servían al rey se reían tras sus manos. Los soldados que servían al rey dieron la
espalda a Hurmanetar, mientras en la ciudad los hombres hablaban de lo que había pasado, “ Esto
le pasas al mejor cuando se baña en agua sucia” Así que, Hurmanetar se fue de la ciudad,
marchando a vivir fuera de sus murallas entre los hombres que cultivaban la tierra.

No pasó mucho tiempo hasta que llegó el día en que la mujer vio a Hurmanetar abatido y le dijo,

“Oh, hombre poderoso, cuando mis ojos te vieron me sentí superior a todas las mujeres y hora mi
corazón está limpio de lo que le manchaba, mi cuerpo se regocija en libertad y mi vida es un canto
de felicidad. Pero estoy triste porque mi corazón me dice que tú estás dolorido y no hay
tranquilidad dentro de ti, que la mitad de tu corazón está en las montañas. Por lo tanto, escucha lo
que te digo, vé una vez más mientras yo permanezco aquí esperando tu retorno, quizá esta vez
encuentres a Yadol”
Sus palabras entristecieron a Humanetar y dijo,

“ Cómo me voy a ir y dejarte aquí, quién te protegerá? Qué hombre puede en mi lugar protegerte?
Aunque yo deba ir a la montaña, tú vendrás conmigo”.

Ellos marcharon, cruzando por el camino de Hamrama, y llegaron a la cima de la montaña que era
alta y abrupta. Buscaron durante muchos días, pero no encontraron a Yadol, ningún pájaro ni
animal se les aproximó. Recorrieron las montañas, buscaron en los valles y se agotaron en la
búsqueda. Volvieron al pie de la montaña, más abajo del lugar donde vivían los pastores y en las
tierras de labranza había una ciudad. Era el momento en que Akitoa, y Sharah, jefe de los
moradores, iba a casarse.

Habiendo sido invitados a permanecer en la ciudad como invitados, se quedaron. Cuando


empezaron los días del festín los hombres de la montaña y de los cultivos acudieron, y hubo
mucha danza y mucho canto. Hurmanetar y Hesurta fueron invitados, tomando sus lugares entre
los invitados y según los historiadores, bebiendo y comiendo hasta llenarse. Había bebidas fuertes
fabricadas con maíz y el vino de palma, y Hurmanetar se emborrachó con ellos y, borracho, se
quedó dormido.

Mientras él dormía un hombre se acercó a Hesurta y la sujetó, diciendo,

“Ven, vámonos juntos, así yo obtendré placer y tú puedes obtener plata. Sé que eres una mujer de
muchos recursos placenteros, una sirviente de los vicios de los hombres”

Cuando ella le negó su deseo, él intentó cogerla por la fuerza, pero ella sacó un cuchillo y le mató,
porque una mujer no puede ser cogida por un hombre excepto que ella se pliegue por sí misma a
sus deseos

Al oir el clamor, los hombres vinieron y viendo lo que había pasado sujetaron a la mujer. Otros
cogieron a Hurmanetar, y ambos fueron conducidos ante el cacique que decidió un lugar de
confinamiento. Cuando la fiesta se acabó, fueron llevados ante Pitosi, uno que se ocupaba de los
juicios. Pitosi dijo a Hurmanetar:,

“Tú has venido a nosotros como un invitado y un hombre de buena situación, por lo tanto no
sabemos si tú has sido injuriado o si un hombre de la ciudad ha sido muerto injustamente. Si has
sido injuriado, entonces también se establece la situación de esta mujer. Se dice que es una
prostituta sin posición, Si es as, entonces pagarás el precio del que ha muerto a sus familiares y
nada más se te requerirá”.

Hurmanetar respondió a Pitosi:

“ Tú eres un hombre lleno de la esencial sabiduría, que ocupas justamente el asiento de juez. Yo
pregunto con la debida humildad, que escuches mis disculpas por esta mujer que no puede hablar
por sí misma. No puedo denunciarla, sino que la declararé como mi esposa bajo la ley de
Hudashum, porque ha vivido conmigo durante veinte meses y en ese tiempo no ha conocido
ningún otro hombre, y no tengo motivo de queja.

Al oir esto y puesto que Hurmanetar apeló a la ley de Husdamhum, Potosí mandó llamar a
Enilerich, sacerdote del Gran Templo, que diría si Hesurta estaba ante él como esposa de
Hurmanetar o no. Cuando el sacerdote vino preguntó a la mujer si ella era virgen cuando
Hurmanetar la tomó. Si ella decía, “sí”, entonces al cabo de tres meses se le hubiera dado el
tratamiento de esposa; pero ella dijo “no”.

El sacerdote preguntó a la mujer si ella era viuda cuando Hurmanetar la tomó. Si hubiese
contestado “sí” , entonces el paso de veinte meses le hubiera podido elevar su posición a la de
esposa; pero ella contestó “no”. Entonces el sacerdote preguntó si ella era prostituta cuando
Hurmanetar y ella contestó “sí”. Por consiguiente,como no habían pasado todavía siete años
desde que Hurmanetar la tomó por primera vez, ella no podía tener el status de esposa. Ni podía
declarar ser una prostituta del Templo, porque ella había abandonado su protección.

Entonces se le impuso la consideración de prostituta y Hurmanetar perdió su derecho en la sala


del juicio. Así Pitosi pronunció el veredicto sobre ellos y se decretó que cuando Gaila llegara serían
llevado al recinto de la muerte y allí morir espalda contra espalda. La mujer sería ahorcada con
cuerda, según la costumbre para las prostitutas, mientras Hurmanetar debería quedarse para
trasladarla como una carga en el recinto de la muerte durante siete días. Después, si los Dioses
querían, todo lo que él podría llevar con él eran tres puñados de maíz y una calabaza de agua. El
juicio terminó y Hurmanetar estaba vivo. Él marchó y siguió su camino y los parientes masculinos
del muerto fracasaron en cogerle.

Hurmanetar caminó a través del campo, llegando por último al templo de los Siete Unicos
Iluminados, y su madre estaba allí. Ella vivía sola con una anciana sirvienta solamente, porque
ahora el templo estaba destruido y sin muros. Durante dos años Hurmanetar vivió con su madre,
pero entonces su corazón otra vez añoraba al compañero que había dejado en las laderas de la
montaña. Él dijo a su madres, “ debo irme, porque mi corazón grita por alguien que me salvó la
vida y cuyos caminos eran míos. Grande es el amor de un hombre por una mujer, pero mayor el de
un hombre por otro hombre”.

Así Hurmanetar volvió de nuevo a las abruptas montañas, y entró en el bosque pero tras medio día
llegó junto a Yadol. Qué caluroso fue el saludo, qué fuerte el abrazo!!! Hurmanetar dijo: “te he
buscado durante mucho tiempo y no te encontré, sin embargo, vengo de nuevo y te encuentro
aquí”. Yadol contestó, “Era por la prostituta, yo estaba allí pero tú no me veías, ni me podía
presentar por mi cuenta”.

Hurmanetar volvió con Yadol al lugar en vivía su madre y ellos permanecieron allí, sin saber nadie
lo que eran, porque vestían como scerdotes. Labraban la tierra junto al lugar, disfrutando sus
frutos y ambos eran alimentados por la sabiduría de la madre de Hurmanetar.
Nintursu era la última de la línea de Sisuda. Diez mil generaciones habían pasado desde el principio
y mil generaciones desde la recreación. Los Hijos de Dios y los Hijos de los Hombres se habían
convertido en cenizas y sólo quedaban los hombres. Cien generaciones habían pasado desde el
desolador diluvio y diez generaciones desde que el Destructor había pasado por última vez.
Entonces el hombre vivía una veintena de años, ahora sus años son tres veintenas y diez

Entonces Dios había caminado con los hombres y los hombres conocían sólo un Dios. Él estaba
escondido tras muchos velos y pocos le veían, y aún así de forma borrosa y con grandes
distorsiones. En aquellos tiempos sólo había un Dios, ahora los Dioses son tan numerosos como las
estrellas. Sin embargo la Gran Llave permanece en las mentes de los hombres y así será, en el
Templo de los Siete Unicos Iluminados, la llave de la Vida, la Llave que fue entregada al cuidado de
nuestro padre Hurmanetar. Esto es un secreto, algo sobremanera grande. No se ha perdido, sino
que ha llegado a nosotros y es conocido en nuestro tiempo.

Bien, un día, cuando Hurmanetar estaba bajo un árbol, disfrutando su sombra a la luz de la luna,
vio un extraño que se aproximaba. El hombre estaba cansado y se tambaleaba, así que
Hurmanetar envió un criado para traerlo a la sombra. El sirviente se apresuró y lo sostuvo. Él le
había refrescado y lavado sus pies, y cuando esto se había acabado Hurmanetar le preguntó a
dónde se dirigía y el extraño replicó,

“Voy a Tagel, porque en este lugar hay un hombre poderoso y justo que escuchará mi súplica,
porque algo adverso ha ocurrido en la gran ciudad, cosas que no debería ser. El pueblo llora en el
lugar de la asamblea, pero le lloran al viento. Gilnamnur ha robado el corazón del rey y ahora
gobierna. Estoy prometido para casarme en doce días, pero como novio no tengo claro en mi
corazón, porque el rey elige ser el primero con la novia. Esta es la costumbre que nos viene de los
Dioses antiguos, pero mi corazón está estrujado como una uva. No puedo encontrar una razón en
mí para entregarla a su disfrute en la noche de bodas. Por lo tanto voy a buscar a uno que pueda
cambiarle a la puerta de la cámara nupcial, como permite la costumbre, porque no es una mujer
de baja cuna. Pero esto es una cosa que nadie ha oído que se haya hecho antes de nuestro tiempo,
por que los hombres temen a los Dioses. No conozco a nadie que pueda estar ante el rey como un
santificado.”

Hurmanetar le escuchó y le dijo:

“Tranquiliza tu corazón y no vayas más lejos, porque yo soy ese hombre” Al oir esto el extranjero,
lleno de gratitud, cayo de rodillas ante Hurmanetar y dijo:, “Cómo te lo puedo agradecer, cómo
puedo yo corresponderte pues el pago y la recompensa ensucian la acción”. Entonces llamó a
Yadol y le dijo: “ prepárate, porque nos vamos a la ciudad del rey, y puesto que él ha sido
santificado Hurmanetar pedirá la protección de Erakir.” Entonces, ofrecieron plegarias en la
antecámara entre los Cielos y la Tierra.

Ellos vivieron con el hermano del novio hasta que el día de la fiesta de boda llegó, porque el novio
no era de aquella ciudad. Cuando la fiesta estaba acabando, y antes de la marcha de los invitados,
la cámara nupcial estaba dispuesta con la novia dentro, un joven mensajero del templo fue a hacer
su llamada. Entonces el rey llegó a la antecámara, pasando por dónde estaba el esposo esperando.
Pero allí, colocado ante la puerta, estaba Hurmanetar, su mano derecha en la columna, para que
nadie pudiera retarle sino el rey, y en su mano izquierda tenía las armas.

Los que estaban allí reunidos, los hombres y las mujeres, se retiraron y los hombres de la guardia
del rey llegaron, cada uno reclamando el derecho a entrar en combate en defensa del rey; porque
un solo hombre podía preceder al rey pero no más. Esa era la costumbre. La decisión del que
luchara de entre los que habían venido era prerrogativa de Hurmanetar, y porque él eligió al
capitán de la guardia, un hombre curtido en la guerra, la geste estaba asombrada. Pero
Hurmanetar sabía la debilidad del hombre. No más de cinco golpes habían dado cuando
Hurmanetar, pegándose al lado de la mano izquierda del capitán de la guardia, atacó debajo de su
sobaco, de tal forma que cayó al suelo y murió.

Entonces Hurmanetar y el rey se enfrentaron ellos mismos y lucharon en el alto patio y fue una
lucha como los hombres no habían visto antes. El joven y el viejo, agilidad contra experiencia, vigor
contra astucia, eran iguales en la lucha. Lucharon uno contra otro hasta que sus armas se
rompieron y sus escudos cayeron. Se enlazaron, se pisotearon, rodaron por el polvo, se golpearon
uno al otro y el combate siguió aunque empezó a llover y aún así se levantaron ambos. Entonces
no podían luchar con las armas, pero aguantaron desarmados, y esta vez ninguno podía causar la
muerte del otro.

Dieron vueltas cada uno alrededor del otro con furor, siguiendo el camino de la balaustrada.
Entonces Hurmanetar saltó a un lado y con un rápido movimiento atrajo al rey hacia él,
torciéndole de forma que ambos cayeron en el pasillo bajo el piso, y el rey cayó sobre su hombro,
de forma que los huesos del pecho se rompieron y permaneció en el suelo. Entonces, la guardia
del rey se reunió a su lado y un hombre cargado de medicinas se acercó; aunque herido
gravemente el rey no murió.

Hurmanetar dio su confirmación y derecho al esposo y con Yadol se fue, los hombres que
permanecían cerca en silencio, porque ellos no les molestaron. Así Hurmanetar y Yadol se fueron
de aquellas tierras, porque aquello quedaba cerrado para ellos y, montados en burros de
montaña, cogieron el camino de Anhu.

Hurmanetar cruzó las anchas praderas con Yadol hasta que llegaron sanos a la corriente de
penetrantes aguas, acumuladas allí por Mamanatum, y así llegaron a Machur oculto por un bosque
de cedros y vivieron allí. Este es el lugar donde había un templo dedicado a Humbanwara el
Guardián.

CHAPTER SEVEN / CAPÍTULO SIETE

THE DEATH OF YADOL / LA MUERTE DE YADOL


Hurmanetar se casó con Astmeth, hija de Anukis, gobernador de toda la parte Oeste de Hamanas,
y la madre de Astmeth era Neforobtama, hija de Hahuda, príncipe de Keramis. En aquellos
tiempos, Daydee, hija de Samshu, rey de todas las tierras del Norte, incluidas las tierras de la
noche perpetua, gobernaba toda la parte Este de Hamanas, y de todas las mujeres ella era la más
bella.

Bien, según pasó el tiempo Hurmanetar se hizo rico y se construyó una gran casa de madera de
cedro y tuvo muchos sirvientes y concubinas. En aquellos días de grandeza, olvidó las enseñanzas
de Nintursu y la Gran Llave permaneció oculta, porque todas sus horas del día estaban llenas con
asuntos mundanos.

El capataz de los campos de maíz de Hurmanetar era Noaman, un hombre de Loza, un hombre
cuya palabra no era digna ni de un puñado de tierra, porque falsificaba las medidas. Por lo tanto,
se le cortaron los dedos y fue expulsado de las tierras de Hurmanetar, y se convirtió en sirviente
de un tal Sabitur. Este Sabiur vivía en el camino de Milikum, fuera de la ciudad de Kithim dónde
mandaba Daydee, y Daydee era una gran reina.

En los días en que los hombres llegaban a Kithim y Lodar para comprar y vender, antes de la fiesta
cuando el nuevo maíz molido era ofrecido al Toro de Yahana, Hurmanetar fue a la ciudad de
Kithim a pagar su tributo.

Bien, Gilamishoars, el rey, había muerto por algo escondido en una caja de hortalizas, y el nuevo
rey, deseando conocer su situación con los dioses, llamó ante él a los sabios que echaban los palos
de madera de cedro. Éstos vieron que estaba destinado a reinar con grandeza y prosperidad,
advirtiéndole que nunca peleara con una reina ni matara a un niño. Así que el rey considerándolo
acertado estrechó la paz con Daydee y le envió a su hijo con muchos regalos.

El príncipe viajó varios días y luego paró en una posada a un día de distancia de Kithim, y comió
allí; y mientras comía le llegaron noticias de que alguien quería hablar con él. Era Noaman, y habló
palabras venenosas respecto a Hurmanetar, de forma que deberían ser conocidas por la reina. Así,
cundo Hurmanetar entró en la ciudad de Kithim fue detenido y llevado ante la reina. Pero cuando
ella le vio y habló con él, Daydee no halló delito en él y le miró con aprobación. Por lo tanto,
cuando el príncipe se marchó, Hurmanetar se quedó en la corte de la reina Daydee.

El tiempo pasó y Hurmanetar acudía frecuentemente a la corte y era bien recibido, pero ocurrió
acerca de esto una contienda, porque la Madre de los Dioses discutió con el Padre de los Dioses.
Eran tiempos turbulentos, en los que la mano del hermano iba contra la mano del hermano, y
todo el rato Hurmanetar permaneció al lado de la reina. Así que ocurrió que un hijo nació de
Humanetar y Daydee.

Mientras las tierras de alrededor habían sido arrasadas por la guerra, había paz en Kithim, pero
cuando el hijo de Humanetar y Deydee tenía un año escaso, llegaron hombres trayendo noticias
de la guerra; Las huestes del rey estaban reunidas y las voces gritaban en la plaza del mercado.
“Preparaos a morir, porque aquellos que son más poderosos que el Humbala vienen hacia
nosotros. Nadie se salvará del fuego del abismo, ni los viejos ni las mujeres ni los niños”.

Por que los que venían eran los hijos de Githesad la Serpiente, el Malvado, cuya madre era una de
las que trajeron la contaminación a la raza de los hombres. Esa gente no sabía de justicia ni
piedad.

Los sacerdotes y el pueblo subieron a la montaña a reunirse ante la cueva de Yahana. Gritaban
para ser protegidos, la debilidad se había apoderado de ellos y sus dientes castañeteaban, sus
rodillas se doblaban. Pero Daydee permaneció en la ciudad y nombró a Hurmanetar capitán de sus
huestes, y él daba las órdenes. Los fabricantes de armas se pusieron a la tarea, haciendo, haciendo
lanzas de madera de sauce y fundiendo hachas. Hurmanetar libró a Turten que, porque había
renunciado a sus padres, se había convertido en esclavo, y le dio el mando de los arqueros. Por
que Turten era un hombre de valor y un arquero de renombre.

En los días en que los hombres temían por el toro de los Cielos, las huestes guerreras de los Hijos
de Githesad se reunían en la planicie y los fuegos de sus campamentos, durante la noche, eran tan
numerosos como las estrellas. Los hombres de Hurmanetar acamparon frente a ellos, y cuando
mandó las huestes de la reina Daydee a la luz de la mañana los hombres encontraron a uno
distinto. Turten, el arquero, había sido un capitán de guerra y fue delante de la tropa de Daydee
para ver cómo estaban colocados los que estaban contra ellos. Cuando volvió le habló así a
Hurmanetar:

“Escucha, mi Señor, grande es el ejército de los Hijos de Githesad y permanecen bien en su orden
de batalla, Mira cómo el largo de piernas lancero, Kami el fuerte, muy famoso entre los hombres,
los dirige. Mira el poder de los arqueros cuyas rápidas flechas que alcanzan lejos desde el gran
terreno que se encuentra ante ellos. Qué ha fallado Hoames al enseñar a este pueblo?. Mira el
ejército de Husigen que está con ellos, colocado por Aknim de forma corriente. Mira a su izquierda
los arqueros del fuerte Marduka, permanecen firmes en linea; parecen la punta de un clavo,
preparado para atacar hacia dentro. Mira, ya los ejércitos del toro se separan para un ataque
envolvente. Ya los tiradores atacan nuestra guardia delantera, mientras los arqueros nos atacan
por cualquiera de los lados”.

Con todo dejemos de actuar con el corazón. No tenemos entre nosotros muchos fuertes hombres
preparador para dar la sangre de su vida por ti? ¿no están todos ellos armados con toda clase de
armas y utensilios de guerra? Hay tiradores que lanzan lejos y certeros arqueros, allí esta el gran
Lugal con la llamativa arma de fuego. Sin embargo, nosotros podemos contar nuestras huestes,
mientras que el número de los que están frente a nosotros parecen incontables como los granos
de arena”.

Entonces Hurmanetar levantó su voz, llamando a sus hombres para permanecer firmemente
colocados en línea para esperar la acometida y tener ánimo ante ella. Él dijo:
“ Pensad en vuestra obligación y no vaciléis ante la batalla. Porque un paso atrás en la batalla es
un paso atrás de la humanidad. Rehuir la lucha sería la causa de que los hombres hablaran de
vuestro deshonor ahora y en los días por venir, y para un hombre honorable la desgracia del
deshonor es mucho mayor que la propia muerte. Si alguno de vosotros huye, el leal que
permanezca firme dirá que habéis huido de la batalla por miedo, y vuestros compañeros que
esperan vuestra ayuda tratará vuestro nombre con vergüenza. Los que luchan contra nosotros en
el campo de batalla hablarán de vosotros con desprecio y mofa. Se burlarán de vuestro coraje y
para un hombre de verdad no hay un hado más vergonzoso”.

Entonces, para dar coraje a los que estaban dudosos, Hurmanetar, hizo sonar el recio y atronador
grito de guerra. Sonó como el rugido de diez bueyes. Entonces obligó a sus compañeros del campo
a soplar el resonante cuerno de guerra. Después de esto llegó el vibrante estruendo de los
tambores de guerra, el sonido resonante de los cimbales de ataque, el sonido chillón de las
trompetas y los sonidos más altos de las trompetas llenaban la bóveda del cielo de truenos.

Turten, el poderoso tirador y Lugal el de armas brillantes, prepararon a sus hombres para aguantar
el ataque. Los enemigos se fueron cerrando y el vuelo de las flechas y las hondas empezaron,
seguidas por el lanzamiento de las largas lanzas. Los Cielos y la Tierra temblaron bajo el temible
sonido de los gritos de guerra, y el clamor de los cuernos; incluso los corazones de los guerreros se
agitaban antes de que se lo mandaran. Todavía los de Hurmanetar permanecían quietos, ansiosos
por el ataque y diciendo: “déjanos herir a los que vienen llenos de rabia y furia a realizar el sucio
deseo de su oscuro rey”.

Entonces Yo, Ancheti, estaba parado detrás del muro de tiradores y mis piernas temblaban y mi
boca estaba seca, mi lengua clamaba por agua. Mis cabellos erizados por el miedo y mis manos
habían abandonado sus empuñaduras por el sudor. Mi corazón golpeaba con agitación y Yo vi una
niebla roja ante mis ojos, porque aquella era mi primera batalla y yo no era más que un joven.
Junto a mí estaba Yadol, el salvaje sensible, y dijo:

“No veo yo grandeza en la victoria, si la victoria está garantizada. Yo no ansío un reino para poder
mandar sobre otros hombres. ¿Qué placer puede haber para alguien como yo? ¿Por qué los
hombres se matan unos a otros?¿Qué hombre busca el botín y sus placeres y quién las alegrías de
la vida? Contra nosotros están hombres de carne viva y sangre, hombres que tienen madres y
esposas, hombres que tienen niños, hombres que tienen riquezas, incluso si los que les mandan
son demonios. Yo no deseo matar a esos buenos hombres, sería mejor que me matara a mí
mismo. Yo no quiero matar a un hombre con estas manos, ni por el reino de las tres esferas lo
haría, mucho menos por un reino en la tierra. Siendo todos los que están contra nosotros hombres
del diablo, quizá sería una buena hazaña matarlos; pero en los ataques de la guerra los buenos
matan a los buenos y el diablo vive saludablemente detrás de los escudos.”

“¿Podemos matar hombres hechos a nuestra semejanza, siendo hermanos? ¿Qué paz
disfrutaremos de aquí en adelante en nuestros corazones?¿No quiere la memoria hacer nuestros
corazones fuertes, por lo que esta vida se convierte en una inaguantable carga? Incluso si hay
otros entre esos grandes enemigos que están tan poseídos por la codicia que no ven maldad en la
matanza de hombres, no suspenderemos nuestros golpes de esta monstruosa necesidad de
sangre?.”

“Oh, destino de oscuridad, Oh, días de dolor, ¿qué ha removido los corazones de los jefes que los
hombres son muertos a miles por la ganancia de un tesoro y por el mando de un reino terrestre?
¿Qué hacemos aquí en el campo de batalla, nosotros que somos hombres de paz y buena
voluntad. Mucho mejor es que Yo permanezca desarmado, mi pecho desnudo, sin resistir, y
dejarles que me maten, que yo pueda morir en mi propia sangre inocente”.

Así habló Yadol cuando llegó la noche, pero sólo Yo le escuché.

Entonces la arremetida y el ataque estaba sobre nosotros y Yo oí otra voz cerca de mí, la de mi tío,
Hurmanetar, que estaba allí, la roja espada en la mano. La presión del enemigo empujaba atrás y
en la tregua Hurmanetar paró junto a Yadol, su compañero de correrías, y colocó una mano en su
hombro con compasión, porque Yadol era un hombre sin miedo, un hombre con más coraje que
Ancheti. En el campo de batalla los corazones cobardes son verdaderamente separados de los
hombres de paz y buena voluntad.

La arremetida cayó de nuevo sobre las diezmadas filas, vinieron como las olas rompiendo sobre la
playa. Ellos arremetieron, después hoscamente, lentamente, retrocedieron, sólo para realinearse y
atacar de nuevo. Cuando venían Yo oí a Hurmanetar abrir su boca y gritar:

“Ellos vienen de nuevo, están sobre nosotros, levantad y atacarles; levantaos sobre este campo de
batalla como hombres, porque éste es un día de héroes. Ésta es la última prueba, la última
demostración de fuerza, el último esfuerzo para mirar atrás. ¿Por qué este desfallecido rechazo a
todo lo que es propio del hombre? Los hombres fuertes no pueden desesperar en su corazón
cuando encara un conflicto y mueren, estos no ganan ni la victoria en la Tierra ni la paz en los
Cielos. Seguid como lo habéis hecho, con los pies firmes, saliendo a la batalla atacad como un
torbellino que se lleva todo por delante. Somo sólo hombres que no conocen nada de las razones
de los Dioses ni de sus planes. Yo peleo por fidelidad y honor, Yo no sé si su victoria o la nuestra es
mejor para la verdadera causa de Dios, pero Yo lucho. Vamos, corred al ataque.”

Entonces los guerreros que quedaban fueron juntos en un choque cuerpo a cuerpo. Las crueles
armas sonaban unas contra otras, golpe contra golpe. Había flojos gritos de muerte, alaridos de
pánico y penetrantes sonidos de victoria, los últimos esfuerzos de cuerpos fatigados, los últimos
gritos de voces enronquecidas. Los hombres de Hurmanetar se mantuvieron firmes en línea y los
enemigos que querían arrollarles chocaron como las olas sobre el acantilado, ellos no volvieron
más
Hurmanetar se mantenía en pie cubierto de sangre y soberbio en la exaltación de la victoria, pero
se le pasó en el momento en que vio a Yadol tirado entre los muertos y los moribundos, herido de
muerte pero todavía no muerto. Había recibido por sí mismo la tremenda estocada destinada a
Ancheti.

Hurmanetar le levantó, con la rodilla bajo su cabeza, y Yadol abrió su boca y dijo:

“ El Más Grande te ha dado la victoria, y para tí, de aquí en adelante la victoria. Veo un gran
destino, y por lo tanto una dificultad. No estés triste ni dejes que tu corazón se acongoje, ni
demasiado cargado de dolor por mí. No te lamentes, porque yo sé que aquél que piensa que
puede matar a otro o ser puerto por él está desprovisto de la iluminada verdad. El espíritu del
hombre no puede perecer por la espada ni ser aplastado por la muerte”.

Las puntiagudas armas de la guerra no pueden dañar el espíritu ni puede el fuego quemarlo. El
agua no puede mojarlo ni la tierra lo sepulta. Mi espíritu parte hacia su morada más allá del poder
del golpe de la espada, más allá de la distancia de la penetrante lanza, más allá del alcance de la
rápida flecha. Ahora, cara a cara con lo que debe ser y no puede variar, cara a cara con el
ultimatum del destino, libre de sufrimiento”.

“ Las cosas que han pasado se llama vida?. Esta frágil flor tan tiernamente estimada, vista en su
verdadera debilidad aquí en el campo de batalla. ¿Tiene esto algún significado real? Aquí en el
campo de batalla los muertos duermen para despertar a la gloria. Para los victoriosos que quedan
vivos es la gloria en la Tierra. Así que no te retrases aquí con los heridos. Levántate, vé a tu propia
recompensa y déjame aquí con la mía. No temas por mí, ya veo las luces de bienvenida tras el velo.
Volveremos a vernos de nuevo.”

Así Yadol partió de la Tierra y fue colocado para siempre en la gloria. Duerme entre cerros y
árboles, cerca de las fieras salvajes y las bestias que fueron sus amigos. Estas palabras se grabaron
en su tumba:

LA BIBLIA KOLBRIN. LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICCION BILINGÜE. CAP. 8

CHAPTER EIGHT / CAPÍTULO OCHO

Quizá nadie en sus días honró a Yadol, porque estaba más allá de su entendimiento, pero
Hurmanetar le amó y Ancheti nunca le olvidó. Durante muchos días el pensamiento de
Hurmanetar estuvo con Yadol, su amigo, el compañero en las alegres cacerías por las montañas.
Muchas veces pensaba:

“ Qué forma de dormir es esa, si es que es dormir, que cayó sobre Yadol? Se ha diluido en el polvo
para no ser nada, según mis ojos afirman? O vive en alguna extraña forma? No se apresuraron los
gusanos dentro de su cuerpo antes de que fuera depositado para siempre, aunque él no lo sabía?
Durante muchas horas estuvo sentado a los pies de Nintursu la sabia, aún enfrentado con la
oscura mirada y los sordos oídos de su compañero había empezado a temer la incertidumbre de la
muerte. Como muchos antes que él intentaba descorrer el velo.

Por lo tanto, habiendo solicitado audiencia, Hurmanetar llegó ante la reina para comunicar su
intención. Daydee, habiendo salido victoriosa, se había envanecido a sus propios ojos y recordaba
poco que la batalla había sido ganada para ella por Hurmanetar y los otros. Ahora que el peligro
había pasado se entretenía con nuevos favoritos, sin saber que el día de la venganza llegaría, como
ocurrió efectivamente, porque ella fue apresada como cautiva, para ser el juguete de un rey cruel.

Habiendo llegado ante la reina Hurmanetar le dijo así:

“Oh gran reina, honrada sobre todas las otras, gran señora de las batallas, aunque resido aquí
protegido por tu gran sombra, me siento como un gato entre las palomas, como un jabalí silvestre
entre el dócil ganado. Por lo tanto, querría desplegar mis alas, yendo a un lejano lugar para
comunicarme con mi Dios. Desearía entrar en el Lugar de la Muerte. Mi corazón se consume
entristecido por la incertidumbre que aprieta mi corazón, mi espíritu está intranquilo. Yo querría
descubrir si mi amigo y compañero vive aún en el Mundo de las Sombras, o si no es más que
simple polvo, juguete de los vientos”.

La reina Daydee contestó,

¿Por qué debes ir a un lugar tan lejano para comunicarte con tu Dios. ¿Es un Dios tan pequeño que
sólo se le encuentra en un único lugar?”.

Hurmanetar respondió:

“ Oh gran reina, no es un Dios pequeño, sino el Más Grande de todos. No es por Su pequeñez por
lo que le busco, sino por Su Grandeza. La sirvienta va a la costurera pero la costurera viene a la
reina”.

Entonces Daydee preguntó a Hurmanetar cómo acerca de la naturaleza de Este Dios, porque ella
era curiosa, él no había discutido antes estas cosas con ella. Le preguntó por cuál de los Dioses
había luchado, pero Hurmanetar dijo que él había luchado sólo por ella.

Hurmanetar dijo:

Tú y yo tenemos un Dios y tú tienes un Dios y yo Tengo un Dios. La gente tiene sus Dioses y los
extranjeros dentro de sus puertas tienen sus Dioses; pero escondido tras todos ellos existe otro
Dios. Estos Dioses más pequeños no son más que sus miembros. Este es el Dios que yo busco.
¿Cómo puedo yo, un simple mortal, describirle? Sólo sé hacerlo, como aprendí en un templo
remoto. Este Dios vino a la existencia antes que todos los demás. Existió siempre, de manera que
nadie puede conocer Su principio y nadie conoce Su misteriosa naturaleza. Ningún Dios existió
antes que Él. ¿Cómo puedo yo nombrarle siquiera al Uno que no tuvo madre de la que podría
haber nacido?. No tuvo padre que pudiera nombrarle y decir: “Este soy yo, tu padre”. Nadie puede
representar Su imagen al escribir, ni puede ser esculpido en madera ni piedra. Es tan grandioso
que los hombres podrían incluso podrían preguntar acerca de Él. Con qué palabras podría yo
describirle para que lo comprendieran? Ningún otro Dios sabe cómo llamarle por su nombre, hasta
el más importante de ellos es menos que un sirviente ante Él. A pesar de esto tengo entendido
que el espíritu del hombre puede conocer a este Gran Dios y puede conocer incluso Su naturaleza,
por lo tanto quizá el espíritu del hombre es más poderoso que cualquiera de los Dioses”.

Ante esto los que estaban junto a la reina Daydee murmuraban contra Hurmanetar, pero ella no
les hizo caso, mirando durante un rato hacia él. Entonces ella dijo:

“Quizá, también, este gran Dios no existe. ¿Quién de los que te rodean lo conoce? Si es tan
poderoso, no es más beneficioso que fuera adorado por los Dioses antes que por los Hombres?
¿No es más beneficioso que los Dioses menores sean intermediarios entre Él y los hombres? Si un
pastor o esposo viene a palacio buscando justicia y gracia, quiere verme a mí o a un oficial bajo mi
mando? Sabes, tu Dios no es accesible a nadie, puede esto aumentar Su importancia?. Quién es
más importante, el jefe que juzga las disputas entre porqueros y escucha sus quejas, o el jefe que
envía oficiales efectivos para negociar con los porqueros? Seguramente el primero acabará en un
caos, mientras el último actuará con eficiencia. Cada uno de nosotros no negamos, como todos los
hombres creen, que existe Un Gran Dios sobre todos los Dioses, pero creemos que, siendo tan
grande, este Ser es inaccesible a los simples mortales. Sólo en esto somos diferentes tú y Yo”.

Hurmanetar contestó, diciendo:

Yo le conozco, no cómo es, todo lo que sé es que Él existe. Mira a tu alrededor, tú que estás
entronizada tan poderosamente alta que tus ojos están deslumbrados por los que te rodean, de
manera que no puedes ver la Verdad a menos de que sea descubierta por ellos mismos. Por qué,
incluso un humilde gusano que se arrastra bajo tu palacio proclama que nada inferior a un
omnipotente Dios podría haberlo creado.

Sabios eran nuestros padres, en los pasados tiempos, y más sabios los padres de nuestros padres.
De dónde vino su sabiduría?. ¿No vino del Gran Dios que tiene la llave del lugar de reunión de los
dos reinos, que ahora permanecen separados? Quién levantó las elevadas bóvedas de los Cielos y
separó la tierra en una gran expansión?”.

Daydee dijo: “Acaso es la cuestión si fue este Dios o aquel? Tu Dios o el mío? Basta que haya algún
Dios con nombre o sin nombre. Esos son argumentos laberínticos impropios de aquellos para los
que el tiempo es precioso”

Entonces los que estaban alrededor de la reina pusieron una trampa a Hurmanetar, preguntándole
si el Gran Ser del que hablaba era la Madre de todo o el Padre de todo. Pero Hurmanetar contestó,
“ Dejad que conteste el que ha examinado al Gran Ser, porque yo sólo soy un simple mortal, uno
que nunca se ha proclamado sabio. Dejad que un sabio entre vosotros conteste por mi”.

Entonces Hurmanetar se retiró de la presencia de la reina Daydee. A los pocos días abandonó sus
tierras, dirigido por la Divina tranquilidad que anima al verdadero buscador detrás de la luz. Con él
iba el joven Ancheti. Un macho cabrío domesticado los guió hasta la frontera del país y desde allí
siguieron el Camino del Carro (¿Osa Menor?) hasta que llegaron a la Tierra de Mekan dónde se
instalaron. En este lugar vivía Formana, de fuertes miembros, quien les dio asilo.

Formana preguntó a Hurmanetar dónde iba y Hurmanetar replicó:

“Voy a buscar la casa de Hamerit, que está situada sobre una montaña en medio de este gran
bosque, junto al río. Hay una puerta allí que quiero abrir, para lo que traigo la llave”

Formana dijo:

“Esa es una empresa destinada al fracaso, porque nadie puede seguir ese camino y volver. Yo que
llevo viviendo aquí muchos años sé la verdad de esto; no comprendo lo que dices de una llave, eso
es nuevo para mis oídos”.

Así que Hurmanetar sacó la Gran Llave moldeada como una espada pero no cualquier espada,
porque no podía ser contemplada más de un momento sin provocar ceguera al portador. Aunque
dentro de su extraña vaina no perjudicaba a nadie.

Formana dijo:

“Esta multicolor arma es una extraña cosa en efecto y no tengo conocimiento de otras iguales ni
de sus poderes. Pero yo sé esto, es una lucha sin igual cuando los hombres solos, por más que
armados, están ante la horrorosa cara de Akamen el Terrible Uno. Esto no es todo, porque
primero tienen que adelantar al terrible guardián en la puerta y él nunca duerme.”

Hurmanetar dijo:

“He puesto mi corazón en esta empresa a causa de mi amigo, también si hay algo malo
ocultándose entre el bosque, debe ser destruido. Yo soy uno de los que el destino está escrito de
antemano. Debo morir para que los hombres puedan vivir. Lo que un hombre no puede evitar
debe encararlo valientemente.

Después Hurmanetar dejó a Formana para apartarse a un lugar solitario y allí rezaba:

“Oh, Padre de los Dioses, escúchame, Óyeme Oh Padre de los Dioses, porque aquí el mal se ha
extendido por la tierra y los hombres mueren de desesperación. Aunque el más alto de los
hombres no pueda rozar las Alturas de los Cielos, ni el más rápido de ellos abarcar la Tierra.
Todavía los hombres deben luchar contra cosas más allá de su alcance y superar los males que
eclipsan toda la tierra conteniendo dentro las aguas amargas. Mi destino está decidido. Yo quiero
cruzar la puerta sola a la morada de Akamen. Oh, Padre de los Dioses, cuando vuelva quiero
colocar Tu Nombre dónde ahora están escritos los nombres de otros Dioses, pequeños Dioses sin
categoría ante ti. Quiero levantar un gran monumento a tu Sagrado Nombre, si pudiera saberlo.”

“¿Por qué me has llevado, Padre de los Dioses, a embarcarme en esta aventura a no ser que
estuviera destinado a acometerla? Por qué me has llenado del inquieto deseo de realizarla? Cómo
puedo yo, un simple mortal, triunfar sin ayuda? Yo buscaba nada más que saber la suerte de mi
amigo, sin embargo una gran carga se me ha asignado. Si muero será sin miedo, pero si vuelvo
puede que la vuelta sea glorificada por el conocimiento de la Verdad. Oh Padre de los Dioses,
permanece a mi lado, ayúdame a superar lo oculto y enseñarle la fuerza de un hijo de Sisuda”.

Cuando Hurmanetar volvió se sentía fortalecido, pero Formana intentó hacerle desistir de su
intención, diciendo,

“ Desiste de ello, aparta esta aventura de tu pensamiento. Tú tienes valor y éste te lleva lejos, pero
¿no puede también arrastrarte como alguien caído en la rápida corriente del río es arrastrado a la
destrucción?

Tú no puedes saber lo que significa esto, el Guardián en la única puerta no se parece a nada de la
Tierra, sus armas no son como otras, porque son invisibles y disparan desde el más allá. ¿Por qué
te empeñas en hacerlo?. Es un combate desigual.

Hurmanetar contestó:

“Mi corazón está en este asunto. Aunque tenga que viajar a lo largo de un camino desconocido,
quizá un camino de no retorno, y librar una extraña batalla, quiero ir. Yo no temo al Terror en la
Puerta, ni lo que habita en la morada de Adamen”.

“Si debes ir, entonces yo que he visto muchos tomar este camino iré contigo hasta la puerta.
Incluso te acompañaré a atravesar el bosque, ¿no he sido yo acaso alguien purificada ante la
Sagrada Llama? Pero ¿es prudente que cualquier otro venga con alguien como nosotros?.
Seguramente ese joven, tu asistente, ese joven de pocos años, sin experiencia en cosas tales como
nosotros debemos enfrentar, no deba acompañarnos. ¿No es más adecuado que permanezca aquí
protegiendo a mis hijas? ¿No es mejor cambiar su inexperiencia por mi experiencia, su fuerza
juvenil por mi sabiduría y sagacidad, su inmadurez por mi constancia?

Aunque Anchiti protestó se acordó que quedara detrás en casa de Formana.

Así, con las cosas preparadas, Hurmanetar y Formana partieron al amanecer, mientras Sncheti
quedaba atrás. Como guardián de las jóvenes, y su corazón estaba dolorido. Levantó su voz a los
Cielos, diciendo:
“Oh, Padre de los Dioses a quien Hurmanetar conoce, ¿por qué les has dado ese corazón
intranquilo? ¿por qué se lo has otorgado? Tú has agitado su espíritu de tal forma que ahora va
hacia un peligro inimaginable. Oh, Padre de los Dioses, del que yo soy ignorante, ignora mis
defectos y escucha mi voz; durante estos días mientras él vence a la Maldad y vuelve, tenle
siempre contigo en Tu pensamiento. Asístele cuando se encare con el Guardián de la Puerta.
Fortalece su brazo cuando luche contra las cosas que acechan para devorarle. Lo que pueda ser y
su naturaleza está fuera de mi imaginación. Sé de ellas sólo lo que dicen los hombres, cada uno de
los cuales las ve desde una diferente postura. Aunque, ¿alguien lo ha visto y vive para volver?.
Creo que no, pero yo ruego sinceramente por aquel a quien sirvo.

Cuando Hurmanetar y Formana llegaron al borde del bosque fueron atacados por leones, pero
vencieron a las fieras. Después entraron en el bosque y vieron árboles tan altos como no habían
visto antes. Estaban desvelados, porque cosas temibles se movían furtivamente en la oscura luz
del bosque. Se apresuraron, llegando al pie de la montaña dónde acamparon y durmieron, porque
había un lugar despejado.

Entonces, cuando el sol salió al otro día subieron la montaña hasta llegar a un lugar clareado ante
la cueva conocida como el Portal de la Muerte. Allí Hurmanetar dio permiso a Formana para
permanecer en una cabaña justo más allá de la explanada.

Bien, Hurmanetar miró alrededor, buscando al Guardián, porque sabía lo que tenía que hacer
antes de que pudiera entrar a la cueva. Entonces vio a su derecha y ante la cueva, una casucha de
piedra y sentada ante ella estaba una mujer muy mayor. Yendo hacia la mujer, la saludó y dijo:

“Yo soy alguien que querría entrar al lugar tenebroso, la Morada de la Muerte, el Umbral del
Infierno, la Puerta que cubre el Nebuloso Velo. Yo soy un santificado, uno que conoce los Misterios
Menores, soy uno de los Iluminados.”

La mujer contestó preguntando las tres cuestiones que todo el que quiera girar las esferas debe
responder, y como fue hecho correctamente, ella invitó a Hurmanetar a la cabaña. Dentro, indicó
un taburete y cuando estaba sentado extendió una cuerda alrededor de él en forma de círculo.
Después colocó unpuchero caliente ante él, en el que espolvoreó el contenido de una pequeña
bolsa de cuero. Le dio también un cacharro de agua verde que él bebió.

Al poco tiempo, después de que llevaba algún tiempo dormido, Hurmanetar fue conducido a la
cueva y situado en un lugar conocido como La Boca del Diablo, porque allí llegó una terrible bestia
por una abertura en el suelo. Permanecía allí desde hacía tiempo y algunas veces dormía. Al
despertar se movió hacia un oscuro pasillo, pero su movimiento era extraño y él vio como a través
un estrecho túnel, mientras su cuerpo aparecía brillante y ventilado.

Llegó al lugar dónde el Guardián vigilaba junto a la puerta y ante él el Terror se agachó.
Hurmanetar sacó su espada y se encaró con la impresionante pareja, avanzó cautelosamente hacia
ellos. Entonces, cuando se encontraron el aire se llenó con un estruendoso clamor, un gran silbido
nasal golpeaba los oídos, gritos y chillidos atronaban sobre las cabezas. Allí había un escándalo tal
como ningún mortal fuera de aquel pavoroso lugar. Hurmanetar retrocedió un paso, luego volvió a
avanzar y, de repente, tanto el Guardián como el Terror se desvanecieron de pronto y el horrible
clamor desapareció.

Hurmanetar pasó a través del portal y llegó a un lugar más amplio, más abierto y dentro había una
estanque de agua. Era profundo, oscuro y tranquilo. Miró dentro del agua y seguramente ningún
mortal ha visto nunca tantas señales como él vio en su tranquilidad. Él pasó de largo. Sombras
terroríficas se pegaban y temblaban sobre las paredes cuando alcanzó un angosto pasaje, colocada
por alguien apareció una luz rojiza que parecía bailar como si estuviera viva. Entonces vio la luz del
día encima.

Llegó a la luz del día; a un lado se alzaba la ladera de la montaña, al otro había un ancho abismo,
entre los dos discurría un estrecho camino y él llego a la parte alta. Le atacaron enormes pájaros,
águilas y pájaros con extrañas cabezas. Él los espantó y continuó subiendo hasta que sintió que
había llegado a la morada de Akamen. Llegó a ella después de una larga marcha cuesta arriba y
permaneció ante la gran puerta dorada, la puerta de los siete cerrojos.Hurmanetar no vio ningún
Guardián ante la puerta, pero oyó cómo su voz preguntaba las siete cuestiones. Él, que había
estado a los pies de Nintursu recordaba bien las contestaciones que tenía que dar, y según
contestaba cada una un cerrojo se deslizaba hacia atrás. Siete cuestiones se preguntaron y siete
contestaciones se dieron acertadamente. La gran puerta se deslizó y Hurmanetar pasó a su través,
entrando en el atrio de Akamen.

En el atrio Hurmanetar luchó y venció a cuatro grandes Seres brutales que hacían banquetes con
los cuerpos de los hombres, pero la espada de Hurmanetar los tumbó. Pasó por el Atrio de las
Contiendas conde buenos y malos espíritus disputan una batalla eterna por las almas de los
hombres, llegando a la Morada de la Muerte. Ya cansado se sentó en una piedra llamada el
Asiento de Makilam, porque estaba en aquel sitio y esperó.

Entonces Akamen el Terrible llegó y Hurmanetar luchó con él durante medio día y venció y así
entró al lugar dónde se encontraba la Puerta de las Esferas. Ésta, Hurmanetar la abrió con la Gran
Llave, pasó a través y entró en la morada de la Muerte. Se agarró bien rápidamente a la Gran
Llave, porque sin ella no había retorno, ni se podría sujetar por sus propios poderes solamente,
sino por el poder adicional de los que podían venir en su ayuda.

Una niebla se abrió ante él, espesándose gradualmente y conforme se espesaba despedía una
brillante luz siempre creciente, y al mismo tiempo transformándose a sí misma en una gloriosa
forma de resplandor. Cuando la transformación se completó un Ser apareció allí, radiante como la
luz del sol y hermoso como un rayo de luna.

Hurmanetar oyó una voz viniendo del Glorioso Ser que decía:

“¿Quién eres tú que vienes hacia acá, pálido de cara y con el semblante abatido, el corazón fuerte
y el espíritu desanimado, cansado de un extraño combate? Hay pena en tu corazón y con
seguridad nadie como tú ha entrado aquí en mucho tiempo. Verdaderamente valiente es el que
busca entrar por la fuerza de las armas”

Hurmanetar contestó:

“ Oh, hermosa visión, verdaderamente mi corazón no es luz, porque he tenido que luchar una
inhumana contienda. He sido asediado por terribles cosas desconocidas en la Tierra, cosas que
rondan los sueños nocturnos de los hombres y son dichas sólo en susurros. He venido buscando a
un amigo, un compañero de caza, el único fiel de mis delirios. Su muerte pesa fuertemente en mi
corazón, por lo tanto me he atrevido a venir hasta este lugar”.

La Bella Forma dijo:

“Ese al que buscas permanece más allá de las Aguas de la Muerte, pero tú que has pasado el
Guardián te ha permitido ir allí. Una cosas, sin embargo, no debes hacer. En medio de las aguas
crece la planta de la eternidad, el árbol prohibido del que tú y todos los hombres no podéis comer,
cuyo fruto fue robado por la serpiente en tiempos antiguos. Apártate de él porque sufrirás la
eterna pérdida de la inmutabilidad, el más espantoso destino. Vé, quédate cuanto quieras,
después vuelve por este camino.”.

Hurmanetar pasó sobre las tranquilas aguas plomizas hacia la Tierra de la Espera, donde todos los
espíritus brillan con tono rojo. Él vio a su compañero de caza, al único fiel durante sus correrías.
Fíjate, allí ante sus ojos estaba Yadol. Hurmanetar le reconoció a pesar de que él estaba delante en
una forma más gloriosa de lo que puede describirse al conocimiento de los hombres. Estaba aquí,
la vida estaba en él, estaba en un brillante y florecido lugar, un lugar de árboles y agua, un lugar
que nadie puede describir.Yadol habló con Hurmanetar y habló de cosas olvidadas por mucho
tiempo por los hombres y reveló verdades desconocidas desde los días en que los hombres
caminaban con su Padre. Hablaron uno con el otro, y descansaron en lugares placenteros, se
abrazaron y se separaron. Antes de que Hurmanetar le abandonara, Yadol dijo:

“Como has pasado a través del Portal de la Muerte mientras no fuiste librado del abrazo de la
carne, porque no te proponías otra cosa que tener la seguridad de que la muerte no acaba en el
polvo, está establecido por las normas de este sitio que tu vida sea acortada. Tendrás tiempo
suficiente, por lo tanto recuerda las cosas de las que hemos hablado, que pueden guiar hacia la luz
a los hombres. Ponlo en dos libros, uno conteniendo los Sagrados Secretos, más precioso que la
propia vida y sólo para los elegidos. El otro recordando los Misterios Sagrados para los que estén a
los pies de los elegidos. Uno será el Libro de la Verdad Desvelada y el otro el Libro de la Verdad
Velada, el libro de las Cosas Ocultas.”

Una vez los hombres pasaban fácilmente de una esfera a la otra, entonces, entonces llegó el velo
brumoso. Ahora los hombres deben pasar un horroroso portal para hacer girar las esferas y, según
las generaciones pasan, esto, también estará oculto a los hombres. El secreto de la sustancia que,
compuesta toda junta, se convierte en el caballo que pueden los hombres soportar aquí,
permanecerá con los que saben los misterios, pero será incluso más difícil de alcanzar. Según las
edades pasan por ellos habrá muchos falsos misterios y quizá el camino se cerrará o se
abandonará”

Estas cosas dijo Yadol y hablaron de otras cosas.

Hurmanetar volvió. Pasó sobre las Aguas de la Muerte, fue defendido por el Guardián de la Forma,
por los que salvaguardan los poderes de la Gran Llave. Saludó al Glorioso Ser, pasó por múltiples
estancias, a través del atrio y muchas puertas doradas, bajo el sinuoso camino alumbrado por
extrañas luces, atravesó la cueva y salió de ella.

A la entrada estaba esperando Formana; se levantó de su puesto de vigilancia y saludó a


Hurmanetar calurosamente, diciendo:

“Te ví como un muerto, yaciendo rígido entre las llamas gemelas y tuve miedo por ti. Ahora,
mírate, sales con un semblante radiante como alguien en quien la vida se ha renovado. Mi corazón
se alegra por ti, pero no permanezcamos aquí, vámonos de este espantoso lugar, porque he es
permanecido la mayor parte del tiempo en una vigilia lleno de miedo.

BIBLIA KOLBRIN. LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICIÓN BILINGÜE. CAP. 9

CHAPTER NINE /CAPITULO NUEVE

ASARUA/ASARUA

Ancheti se había quedado con la hija de Formana, que, habiendo apenas alcanzado la pubertad,
era voluntariosa y le enfadaba continuamente, hasta que buscaba un lugar solitario, siendo un
imberbe joven ignorante en muchas cuestiones. Más allá del sitio donde vivían había un río, y
desde la colina, lejos del bosque, un pequeño arroyo fluía hasta juntársele. Hacia arriba del arroyo
había un valle en el que se encontraba un lago formado por un inagotable río de agua potable. Allí,
en una choza de zarzas, vivía una doncella cuyo nombre era Asarua, y vivía con su madre,
Mamuah, que era una mujer sabia y ciega.

La joven apenas había alcanzado la madurez y ni cazaba para comer ni trabajaba la tierra. Vivía en
un jardín de árboles, siendo sus herramientas de trabajo un gancho de podar y un cuchillo. Sus
días discurrían en tareas agradables y en sus labios siempre había una canción. Trabajaba
felizmente entre los árboles, removiendo el suelo alrededor de sus raíces, cortando los brotes
grandes y limpiando las malas hierbas. Conocía el arte de injertar las ramas de tal forma que los
frutos crecían en árboles distintos de ellos. Cultivaba parras de las que el fruto no se usaba para
vino, y éstas se enrollaban alrededor de enramadas y las ramas de los árboles.

La mujer vivía bajo la protección del padre de Asarua, pero la madre de Asarua no era de su
familia, porque él era un rey extranjero aunque poderoso. El lugar en el que vivían estaba cercado
alrededor y guardado por siete feroces perros, con pelo de león y largos de cuerpo. La joven era
flexible y de pecho firme, era alta y llena de gracia, de rojas mejillas y de piel clara.
Su única prenda estaba tejida sencillamente y sin adornos, porque carecía de todas las cosas con
las que las mujeres se engalanan. Sobre su cabeza llevaba una guirnalda de hojas y su único
adorno eran flores. Era tímida y moderada al mirar; sin embargo, no pasaba desapercibida, porque
los ojos de los hombres caían sobre ella desde fuera del lugar en el que vivía. No entraban al lugar,
porque para ellos era una tierra sagrada en la que los hombres tenían prohibido entrar.

Un día, un cazador pasó por allí y quedó entusiasmado por su belleza y modestia. Pensó también
en lo que ella tenía para ofrecer, finos frutos y verduras frescas, un jardín de abundancia dónde,
en su regazo, él podría encontrar descanso de los rigores de la caza. Llegó a hacerle la corte,
vestido como para la caza con un arco a la espalda y una lanza en la mano. Llevó con él dos gansos
salvajes y un cerdito pequeño para depositarlo a sus pies, pero cuando sus pisadas le llevaron al
alcance de los perros fueron derechos hacia él. El cazador, viendo que no era bienvenido, meditó y
pensó,

“Quizá si soy grosero en su opinión, mi hermano el pastos, puede parecer mejor a sus ojos”

Por lo tanto, el pastor fue y se sentó en el campo fuera de valla, y presentó su galanteo con música
de gaita, pero ella no le prestó atención. Con todo, él permaneció allí, hasta que cansada de sus
sonidos ella lo echó fuera,

“Vete, para qué quiero a alguien que se pasa todo el día soplando al aire? Vete y aprende la
música de las corrientes aguas”.

En los días siguientes vinieron otros, entre ellos un mercader, un hombre rico, un señor de campos
de trigo y muchas viñas. La fama de su belleza había llegado hasta él yse sentía desafiado por su
inaccesibilidad. Así que él pensó:

“ Si verdaderamente es como cuentan, entonces tengo que consegir esa mujer para mi. ¿No soy
suficientemente rico para proveerla de todo lo que alegra el corazón de una mujer? Así que llegó
vestido con un manto escarlata con broches de bronce. Llevaba hebillas de plata y adornos de
cornalina y oro. Era un hombre zalamero, poseía un habla suave y tenía un almacén de palabras
elegantes. Llegó con asistentes que expulsaron al que se había sentado fuera de la valla.

El mercader entró osadamente por la puerta de la valla, pero Asarua le detuvo. Cuando él le hizo la
corte con enjoyadas palabras ella dijo: “¿qué tienes que ofrecer aparte del oro y riqueza? ¿Crees
que estas insensibles cosas pueden capturar mi corazón? ¿Acaso tengo que ser vendida como una
mujer atada en la casa de su padre? ¿ Estoy para ser contada entre las muchas mujeres que tú has
conocido? Una que ocupe una esquina en tu corazón, Oh hombre de muchos amores”.

Entonces él se irritó con ella, pero ella no le hizo caso y los perros le expulsaron, a aquel osado,
porque allí el suelo era sagrado.

Un día, no mucho después, el joven Ancheti pasó por allí y al pasar vio a la joven Asarua, pero a
causa de su falta de familiaridad con las mujeres evitó hablarle, aunque él, también, quedó
admirado por su belleza y su porte femenido.
Pasando por el camino de nuevo Ancheti se paró en el lugar y viendo a la vieja sentada bajo un
árbol le dijo: “Madre, puedo tomar un poco de agua, porque estoy sediento de caminar”. La mujer
le contestó:

“Hijo, hay agua en abundancia justo al otro lado de este lugar, que unas jóvenes orejas pueden
podrían oir, pero yo estoy ciega y no puedo. Yo, también estoy sedienta y por eso te agradecería
que entraras y me trajeras agua del estanque junto a la cascada”.

Así Ancheti entró y bebió y cogió agua para la mujer. Aunque Asarua lo divisó desde lejos no se
acercó, ni siquiera los perros llegaron cerca de él.

Hurmanetar había vuelto de su extraño viaje, pero estaba intrigado cuando vio que Ancheti estaba
silencioso y hablaba poco, como si sus pensamientos no estuvieran en él. Así que Humanetarle
preguntó, “¿Por casualidad estás enfermo? ¿Qué te pasa?”

Entonces, cuando Ancheti le hablo de la muchacha que había visto, Hurmanetar dijo:

“Este es un asunto delicado y no para las fuertes tácticas de los hombres. ¿Acaso el cervatillo no
huye ante la señal del perro de caza?. Mientras la flor de luna cierra sus pétalos al toque de un
hombre los abre al toque de una mujer. Tu corazón te ha guiado rectamente al aconsejarte
precaución, porque si estuvieras bien equipado para cazar ese raro pájaro de belleza entonces no
necesitarías de la sabiduría. Para los recados de mujer debemos mandar una mujer, el ruiseñor
canta en presencia del búho pero guarda silencio cuando el halcón ronda cerca”.

Entonces Hurmanetar habló con nodriza que había hecho de madre para la hija de Formana, y la
nodriza consintió en hacer lo que él le pidió. Así, al día siguiente subió sin compañía, y al llegar al
lugar dónde vivía Asarua se sentó fuera de la puerta. Cuando los ojos de la muchacha por
casualidad se posaron en ella Asarua vio a la resulta vieja, cansada y manchada del viaje; y llena de
bondad, porque era gentil y compasiva por naturaleza, trajo a la mujer mayor dentro para que
pudiera sentarse bajo la sombra de un árbol para descansar y comer algún fruto.

Después de que la nodriza hubo descansado a la sombra y refrescado a sí misma, habló a Asarua y
dijo:

“ qué hermoso es tu jardín, qué bien regado, cómo brillan y refrescan sus muchos frutos. Había
oído hablar muchos de este lugar pero más de ti y tu belleza; pero ninguna palabra de hombre ha
hecho justicia a lo que yo veo con mis propios ojos”.

Asarua dijo:

“Las palabras de los hombres a menudo difieren de la intención de sus corazón, mientras las
palabras lisonjeras son el cebo sobre ellas colocan una perfecta trampa. No hablemos de los
hombres ni de sus pretensiones, sino de cosas más placenteras. Ven, vamos a dar un paseo
alrededor del jardín”.
Pasearon y llegaron a un lugar dónde crecía un árbol de tamarisco, y entrelazado alrededor del
tamarisco una parra que tenía muchos racimos de uva. La vieja nodriza dijo:

“Mira este árbol, de qué valor sería si no fuera por el vino?, ¿Podría tener algún valor excepto
como madera para el fuego? ¿Y qué hay de los árboles de los que cuelgan, no podrían extenderse
por el suelo, yaciendo en el polvo para ser rotas bajo los pies de cualquiera que pase? Podría ser
una cosa impotente no ser capaz de levantarse por sí mismo, una estéril enredadera que no
produce fruto. Así mira qué beneficio llega de su unión y aprender sabiduría. ¿no es el árbol
señalado como es señalado un hombre y la parra como es señalada una mujer? Nosotros que
somos viejos vemos lecciones en muchas cosas y aprendiendo de ellas ganamos sabiduría. Los
jóvenes no están siempre dispuestos ni siquiera a leer su propio beneficio del libro que está
siempre abierto ante sus ojos”.

Asarua escuchaba pero hablaba poco y según paseaban la nodriza habló de la joven hija de
Formana a la que ella había criado, y de las cosas del hombre y la mujer. Ella hablaba tal como
hablan las mujeres, siguiendo su lengua un camino retorcido. El hablar de los hombres sale como
una flecha, pero el hablar de las mujeres sale como una humareda. Los hombres hablan con
lengua desnuda, pero las palabras de la boca de una mujer son veladas y tortuosas. La lengua de la
mujer es una espada envuelta en seda. No por nada son las mujeres llamadas las dobles lenguas.
Quizá estas palabras fueron añadidas en los días de Thalos, pero no todos los hombres piensan así
de las mujeres.

La nodriza tenía un inagotable surtido de palabras y Asarua estaba tan desconcertada de oir las
cosas de las que hablaba que no podían encontrar palabras para responder. Hablando así, llegaron
al pequeño lugar de la casa dónde la madre de Asarua había preparado una merienda. Invitó a la
nodriza a comer con ellos y a dormir allí aquella noche, y la nodriza aceptó gustosamente.

Después de haber comido, la nodriza habló con Mamuah, la madre de Asarua y la conversación fue
acerca de las infortunadas mujeres cuyas hijas son hermosas pero rehusan el matrimonio, hijas
que cierran sus oídos incluso a buenas ocasiones de boda; como las mujeres eran mujeres de
verdad y no falsas, las palabras que les importaban eran pocas mientras que las palabras en las
que se escondían eran muchas, pero las primeras no pasaban inadvertidas a Manuah cuyos oídos
no estaban cerrados a tal conversación y traspasaban su corazón. Puso mucha atención cuando la
otra habló de Ancheti quién, a pesar de ser joven, era listo. Aunque él todavía no estaba
totalmente lleno de las aguas de la sabiduría, sin embargo el manantial de dónde él las sacaba no
había fallado nunca a nadie.

“Sé lista”, dijo la nodriza, elige a este joven, porque con seguridad nadie mejor encontrarás como
éste. No se escapa de su lugar de trabajo; no es perezoso en sus costumbres ni desperdicia sus
días en placeres inútiles. No va de mujer en mujer, y aunque es verdad que puede ser por su edad,
habla a las mujeres sólo con respeto, que no es la forma de los hinchados fornicadores. Es de
buena educación, de la sangre de reyes y sobre todo es inteligente, porque tiene un maestro
sabio. Es un joven de palabra y alguien que no promete su amor alegremente”.
La madre de Asarua escuchó las palabras de la nodriza con ambos oídos y cuando la nodriza iba a
partir dijo: “Vuelve otra vez con la nueva luna, que nosotros podremos hablar más de ese asunto”.
Ancheti visitó el lugar de nuevo y cuando la nodriza volvió con la luna nueva Mamuah dijo:

“Está bien, mi hija quiere casarse con el joven Ancheti. Pero debe esperar en el lugar dónde sirve
ahora un año, entonces debe trabajar en este lugar durante un año; después de esto se podrá
casar con Asarua con mis bendiciones”.

Esto pareció bien a los ojos de Ancheti y así fue que trabajó dos años para casarse con Asarua.

LA BIBLIA KOLBRIN. LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICIÓN BILINGÜE. CAP. 10

CHAPTER TEN /CAPITULO DIEZ

THE DEATH OF HURMANETAR / LA MUERTE DE HURMANETAR

En los días en que Elshumban fue implicada en guerras enemigas, Hurmanetar marchó con su
familia y la familia de Ancheti a vivir a la tierra entre el Gran Río de las Aguas Dulces y las Aguas
Ácidas hacia el Oeste, y allí construyeron un campamento. Estaban en una tierra donde algunos
hombres hablaban la lengua de Hurmanetar y aunque había gente guerrera con ellos la gente de la
zona dejó que Hurmanetar y los que iban con él vivieran en paz entre ellos porque en aquellos
tiempos los hombres eran molestados por Inahana.

Cuando la faena impuesta estaba casi acabada, Hurmanetar supo que sus días en la tierra de los
vivos no serían muchos más, por lo tanto se retiró a un lugar solitario. Allí permaneció durante
varios días intentando que su espíritu pudiera comunicarse con el Padre de los Dioses, pero la voz
de Dios permanecía silenciosa. Entonces abandonó aquel lugar, yendo a una cueva dónde vivió en
penumbra durante varios días. Pero tampoco allí tuvo respuesta del Padre de los Dioses. Así que
Hurmanetar salió de la cueva y volvió con su gente dónde se le oía decir:

Aflicción, porque verdaderamente mi Dios me ha abandonado y permanece mudo ante mis


plegarias. Sin embargo yo he hecho todo lo que se me dijo hace tiempo y he escrito en el gran
Libro, en qué he fallado?”

Entonces se apartó de la gente y dormía solo, porque su corazón estaba afligido. Pero he aquí que,
por la noche tuvo un sueño. En él vio los Símbolos Sagrados extendidos sobre una tela de blanco
lino y cada uno estaba desplegado de acuerdo con su forma. Según miraba hacia ellos y los
numeraba, cada uno con su propio número, un burro llegó y se comió lo Símbolos Sagrados, y zás,
el asno se convirtió en halcón. Entonces según él miraba el halcón se convirtió en una vaca y entre
sus cuernos había una corona de oro, y la vaca habló a Hurmanetar diciendo:

“Bebe mi leche y enjuaga tus ojos con ella, así se abrirán y verás”.
Hurmanetar bebió la leche y se enjuagó los ojos y entonces despertó. Recordando el sueño y
siendo sabio, no necesito a nadie para que se lo interpretara. Así que enseguida hizo lo que tenía
que hacer, de acuerdo con lo que los que tienen entendimiento deben hacer y se alejó del pueblo.

Hurmanetar fue a un lugar de soledad, distante cerca de un día de camino. Cuando había
caminado como la mitad se sintió cansado bajo el apogeo del sol y así se sentó bajo un árbol para
descansar en su sombra. Entonces, según se adormecía, he aquí, un gran relámpago de luz cayó
desde los cielos y golpeó el suelo ante él. Oyó un gran ruido como el enorme chasquido de un
látigo y se quedó ciego

Entonces oyó una voz que decía:

“Mira, ya estoy aquí, el Dios de Dioses y el Dios de los Hombres en el principio”.

Al oir esto, Hurmanetar se inclinó sobre su cara y gritó: “Oh, Gran Uno, Yo soy tu servidor”

Entonces Dios dijo:

“Por qué has abierto una puerta hacia mí? Porque la raza del hombre ha sido contaminada y los
hombres ya no están conmigo, no soy yo el retirado, el oculto Uno?”

Hurmanetar, todavía sobre el suelo, contestó

“ Oh, Padre de los Dioses, Yo, tu sirviente, quiero saber tu voluntad. Tengo una tarea casi
terminada y quiero saber si está a tu gusto, o si está hecha sin tu bendición”.

Dios contestó a Hurmanetar, diciendo:

“Acaso no es algo Sagrado, una herencia guardada y pasada de mano en mano desde los días en
que los hombres caminaban conmigo?. Por lo tanto, es una cosa buena, aunque hay que tener
cuidado para que sus enseñanzas no sean desveladas a los ojos de los hombres profanos. Las
mezclas, que realizadas correctamente, capacitarán a los hombres para girar las esperas, pueden
también, usadas de otra forma, darle al hombre una potencia casi ilimitada y extremo placer con
las mujeres. Por lo tanto, tales cosas deben ser salvaguardadas con mucho cuidado, porque en las
manos de hombres inferiores, con toda seguridad, serían usadas con abuso. Pero déjalo según
está escrito, haz con ello lo que se te ha enseñado.”

“Tú te refieres a mí como Padre de los Dioses, y no te equivocas con esto. Sin embargo soy el Dios
Secreto, el Dios de la Secreta Manifestación, el Dios Ofendido, el Dios Traicionado, el Dios
Decepcionado. Soy el Dios que quiso dar amor Divino a los hombres haciéndoles Mis herederos,
haciéndoles partícipes de la divinidad, co-creadores conmigo. Pero los hombres rechazaron sus
derechos de nacimiento, no sólo por maldad, sino por su debilidad y deseo de placer”.
Por lo tanto, el amor ofrecido hace tiempo no puede ser disfrutado en toda su gloria; no puede ser
revelado en toda su belleza, debe ser ahora dispensado con severidad y castigo. Así, hasta que los
que son herederos de la divinidad, puedan volver a él con sus poderes intactos, pero limpios de su
maldad y amor a los placeres no lucrativos. Así tú sabrás lo que los hombres pueden saber: La
divinidad en sí misma no es algo creado y no puede ser otorgado como un regalo. Viene como una
corona de realización. Yo, el Todopoderoso Dios que, por la acción del pensamiento puedo crear
diez mil mundos, digo esto”.

Los hombres tiene que saber, como sabrán durante todos los tiempos, “por qué, si Dios es
Todopoderoso, no ha creado la perfección inmediatamente? ¿Por qué no ha creado seres que
tengan el conocimiento del amor divino en el acto? ¿Por qué mantiene la Tierra con todas sus
pruebas y tribulaciones? Mira, lo que a4444444 vosotros os parece como edades en el tiempo, no
es para mí, sino un destello de pensamiento en un momento de la eternidad. (si)Yo inspiro, la
multitud de corazones y las esferas no están. (si)Yo expiro y la multitud de corazones y las esferas
están.. Yo inspiro y ellos ya no están. Todo existe dentro del Uno Eterno y lo que los hombres
conocen como una extensión del tiempo es el acto de la creación”

“Fíjate en el vuelo de una flecha desde la mano de un arquero. Ella vuela desde el combado arco,
el tiempo pasa, después encuentra su diana. Pero para mí la flecha deja el arco y golpea la diana al
mismo tiempo. La distancia, el tiempo y el cambio no están conmigo. Hace tiempo, Yo, vuestro
Dios, no estaba apartado del hombre. Mi descendencia. Ahora estoy oculto a su vista, por porque
Yo lo haya querido así sino porque el hombre lo ha querido así. La barrera entre nosotros se hace
cada vez más densa, según el hombre renuncia caprichosamente a sus derechos de nacimiento; de
aquí en adelante sólo será traspasada por una prolongada y ardua preparación, e, incluso
entonces los que puedan hacerlo así podrán conocer la clave. Yo vengo a ti, no por tu preparación
sino porque tu Dios está siempre bien dispuesto hacia los hombres”.

Aunque existe una barrera entre nosotros, no está prohibida a los sinceros fieles de corazón puro.
Esto, los hombres deben saber. Como para ti tus días están contados, no tienes ahora más que una
cesta llenas de semillas que será entregado y enseñado por otras manos. Muchas cosas de las que
te he hablado no son para los oídos del hombre, porque tales conocimientos, otorgado
libremente, no les sería un beneficio. Otras cosas están más allá de su actual entendimiento,
déjalas, por lo tanto, para ser recordadas a las generaciones de hombres aún nacidos. Los hombres
son ahora como niños y deben aprender también como niños, como si fueran cuentos infantiles”

Por lo tanto, vete de aquí, vé a Ancheti y cuéntale estas cosas. Dile también que su Dios, que soy
Yo, le ha elegido como sembrados de semillas. Hazle saber que Yo el que Es, guiaré sus pasos y
abriré una puerta en la barrera, para que pueda oir mi voz. Deja ver a tus ojos de nuevo ahora y,
recuerda, Yo soy el que Soy.

Entonces Hurmanetar dejó el lugar dónde él había visto la cara del Padre de los Dioses, volviendo
al campamento de su gente que se había acomodado en medio de una tierra de pastos. Cuando
estuvo cerca vio al ganado caído junto a las corrientes aguas y los hombres moviéndose entre
ellos. El ganado estaba muerto y sus barrigas hinchadas.

Los hombres corrieron hacia Hurmanetar y gritaban:

“Mira, la subsistencia de nuestros hijos se ha apartado de sus bocas. El ganado ha comido una
hierba que arde como fuego en sus tripas, de tal forma que ellos ansían agua, bebiendo hasta que
están llenas y sus barrigas arden dentro, por lo que mueren. ¿Quién es ese al que llamas Padre de
los Dioses? A lo mejor los Dioses tienen un padre, pero dónde está el Dios que protege a los
hombres? ¿Dónde está el Dios que es el Padre de los hombres?. Mientras tú nos dejas para rendir
homenaje al Exaltado Uno, que puede ocuparse de lo que concierne a los Dioses pero no se ha
ocupado de las desgracias de los hombres, nuestro ganado muere. Porque por tus palabras hemos
sido negligentes en construir un altar para Shemakin o rendir homenaje a Yahana;
verdaderamente somos hombres que han sido engañados y llevados por el mal camino. Somos
hombres que han caminado con sus ojos vueltos hacia arriba y han caído en arenas movedizas.
Dinos entonces, Oh, gran sabio, quiénes son los dioses de los hombres y del ganado?

Esto llenó el corazón de Hurmanetar de ira y gritó al furioso pueblo:

¿Por qué me chillas a mí y buscas algún Dios que venga en tu ayuda? Hay un solo Dios y esos que
tú llamas Dioses son sólo manifestaciones de sus miembros. ¿Por qué buscas colocar la culpa en
Dios por tu propia negligencia? ¿No ha renunciado Él a su dominio sobre todas las criaturas que
sirven al hombre y las entregó a tu cuidado? Mira las bestias del bosque y el desierto, comen ellas
las hierbas venenosas? ¿no son capaces de conocer las hierbas que son dañinas y las hierbas que
les nutren? ¿Las hierbas que les provocan enfermedad y las que les traen la muerte? ¿Quién les
enseñó ese sabiduría? Hay criaturas bajo el cuidado de Dios que no conocen el cuidado perezoso
del hombre, por lo tanto están a salvo de las mortíferas hierbas y pasan de ellas. Pero tú, habiendo
recibido esas pobres bestias para beneficiarte de ellas, eres exclusivamente responsable de su
bienestar. Son tu responsabilidad.”

“El Padre de los Dioses hizo el ganado como hizo todas las criaturas, y mientras Él gobernó sus
asuntos estaban protegidos de las malas hierbas. Después los hombres los cogieron para sí
mismos, para que ellos pudieran servirles. Producían leche y queso para nutrirlos y firme carne
para mantenerles, sus pieles les cubrían cálidamente cuando dormían. Estas cosas daba el ganado,
no para Dios sino para el hombre. Por lo tanto, ¿quién debería protegerlos y cuidarlos, el que se
beneficia o el que no? ¿tú esperas que Dios guarde tu ganado? ¿Que le aparte de las malas hierbas
mientras tú te tumbas a la sombra?¿No es una justa recompensa para tu holgazanería? Tú sabes
que las hierbas son malignas, pero este ganado, mudo sirviente del hombre, no lo sabe, porque
han sido entregados a tu cuidado. ¿quieres coger todo lo que dan mientras les niegas la diligencia
de tu protección? ¿Qué clase de hombre eres tú que gritas, “desgracia para nosotros a quien Dios
ha abandonado”

El otro retorcía sus manos, diciendo. “ ¿Qué Dios querría ayudarnos en nuestra autobuscada
calamidad? Levantaros como hombres, para asumir la culpa de vuestra propia pereza y falta de
diligencia. No dudéis de que Dios le falle al hombre, porque si el hombre realiza las tareas del
hombre Dios realiza la tarea de Dios, porque en esto es el hombre quien falla. Es el hombre quien
busca coger más de lo que da. Incluso si cualquiera recoge para beneficio propio, también es su
responsabilidad. Dios decretó que el hombre recoja lo que quiera en su propio beneficio, pero al
hacerlo debe asumir también la responsabilidad de sus cuidados y su buen uso. ¿Es esto injusto”.
El hombre no dijo nada más.

Hurmanetar después hizo que los hombres condujeran al ganado fuera del agua y los que habían
comido malas hierbas se curaron. Entonces dividió los pastos y mandó hombres a buscar los
lugares de malas hierbas y arrancarlas del suelo.

Un día, Hurmanetar iba hacia el campamento y se encontró con un hombre sepultando a su hija
recién nacida, y Hurmanetar se llenó de furia contra el hombre por tal acción. Era una
abominación realizada por los vagabundos de la arena y los hombres salvajes del desierto.
Cogiendo al bebé, Hurmanetar la llevó a la esposa de Ancheti que la salvó y así vivió. Tenía por
nombre Mahat, que significa pura de corazón, pero a causa de la arena que había caído en sus ojos
era ciega.

Los extranjeros de los alrededores se enfurecieron contra Hurmanetar por lo que había hecho.
También, porque había golpeado al padre del bebé hasta que sangró pedían que la sangre fuera
recompensada. Ellos dijeron:

“Es una acción injusta, porque el que entierra a una hija porque no la puede mantener no hace
nada malo a nuestros ojos. No es mejor que ella sea enterrada en el suelo sin señal a que
mantenerla con deshonra? ¿No es el padre el que decide si una hija ha de vivir? ¿Tiene una mujer
un alma por sí misma? ¿acaso no es ella nada más que la artífice del cuerpo, mientras el alma es
colocada en su interior por el hombre?”.

Los extranjeros de los alrededores del campamento no eran muchos, mientras los de Hurmanetar
eran muchos y fuertes, pero él acordó justamente con los que exigían un pago por la sangre. Ellos
les dieron una pieza de plata y un ternero que estaba preparado para el sacrificio. Así Mahat
perteneció a la familia de Ancheti.

Hurmanetar estaba sentado con Ancheti y le dijo:

“ Te ha hablado de lo que ocurrió cuando yo estaba bajo un árbol en un lugar solitario, y de los
asuntos que yo debías conocer para llegar a ser sabio. Bajo tu custodia se han puesto los tesoros
que yo he realizado con mis propias manos, y estás bien instruido en las Cosas Sagradas y los
Misterios. Tú tienes un encargo sobre ti que no puede ser realizado en este lugar, mientras los
recursos disponibles disminuyen día tras día. Por lo tanto, debemos partir y andar varias jornadas
por el camino de las amargas aguas, porque si fuéramos por el camino del bosque o a través del
extenso desierto, quizá no viviríamos. Nuestra manada y rebaños pueden ser llevadas delante de
nosotros, porque el camino es ancho y bien regado. Debemos abandonar este lugar, porque ya
existe inseguridad entre esta gente”.
Así que marcharon de aquel lugar, viajando hacia las aguas ácidas y cuando llegaron allí torcieron
hacia el Sur, continuando hasta llegar a Basor. Allí acamparon, porque una mortal enfermedad
había atacado a Hurmanetar. Mientras yacía sobre un lecho de pieles de oveja llamó a Ancheti,
pero no vino, porque se les había adelantado para reconocer el lugar. De todas formas, Ancheti
volvió antes de que Hurmanetar se fuera de la Tierra, y Hurmanetar supo que estaba allí y le llamó
a su lado. Entonces Hurmanetar dijo:

“Ha llegado mi hora, pero no tengo miedo, sabiendo que no voy a un lugar dónde los hombres
comen polvo, dónde todo es oscuridad y melancolía. Los miedos de mi juventud son sólo sombras
que no tienen sustancia, vuelan ante la pura luz de la Verdad”.

Para tí hay un gran destino, puedes aceptarlo y coger lo que tu corazón desea, y poniéndole
atención usarlo para liberar a todos los hombres de la oscuridad de la ignorancia. Vé adelante
como el sol que derrama sus rayos como un líquido sobre la tierra para iluminarla. Vé a un lugar en
el que el hombre honesto pueda enriquecerse y el hombre deshonesto empobrecerse, porque el
balance debe ajustarse para que los ricos dejen de tener el premio por la deshonestidad y el
engaño. Vé a un lugar donde conseguir lugares de poder y posición sea tenido como ejemplos de
bondad y honestidad; dónde nadie ocupe por la fuerza altas posiciones; dónde los que tienen
posesiones y rango los usen para socorrer la necesidad y resistir la fuerza de los que oprimen a los
débiles y desprotegidos.”

Ancheti dijo: “Pero dónde está esa tierra y cómo la encontraré”. Hurmanetar contestó:

“Si existiera ese sitio, qué buen propósito te serviría para ir allí? Lo que tú tengas que hacer ya
habría sido hecho por otro”.

Hurmanetar murió y fue enterrado en lo profundo de la tierra y nadie conoce su tumba. Vivirá
para siempre y habitará con el Padre de los Dioses a quién él sirvió.

Estas cuestiones referentes a Hurmanetar han sido reescritas muchas veces, pero las copias han
sido siempre verdaderas. Lo que sigue ha sido añadido pero cuán y por quién es imposible de
descubrir

¿Fue enterrado Hurmanetar en la Tierra de Philistia, es decir, Okichia?

El padre de Hurmanetar fue Nimrod de Los dos veces Benditos. Esto, yo lo dudo, pero no está
claro.

La piedra de Makilim está todavía en Bethgal. Las palabras en la tumba de Yadol son: “Murió
porque él no era como los otros hombres”. Yo, Frastonis, la he visto.

¿Qué será cuando hayan pasado ochenta generaciones?

Los hombres de esta generación son testigos falsos. Los Samarites dicen que Yadol no era un
hombre mortal.
Esto es lo que se sabe de verdad: las hazañas de Hurmanetar y Yadol son narradas más completas
en las Historias de los Hititas.

El escudo de Ancheti era conocido como la Gran Coctelera ¿?, y pintado sobre él había algo
parecido a un pájaro saliendo del barro. Fue este pájaro el que enseñó a los hombres la escritura,
porque dejaba marcas de barro que los hombres al principio leían como presagios, Más tarde
tarde transformándolas en signos que podían ser leídos. No eran como los nuestros, aunque
algunos hombres entre nosotros pueden leerlos.

Ancheti enseñó los misterios de los metales en Okichia, una tierra de cerveza, pan y leche. Fué
muy renombrada en Las dobles Tierras de luz.

Mahat, la ciega que permaneció virgen, guió a Ancheti a su país cuando todavía era una niña.
Estaba llena con la luz interior de la sabiduría y veía con el espíritu. Cuando él no sabía qué camino
tomar su padre la sentaba en el suelo y colgaba un pecho emplumado ¿? ante ella, sobre el que
ella soplaba. Elegía el camino que indicaba y nunca se extraviaba. Más tarde usaba este método
cuando arreglaba disputas y emitía veredictos. Era muy alabada, porque en todos los sitios no
había una mujer más sabia.

Los que hemos realizado estos indestructibles escritos hemos abandonado el Libro de Ancheti,
porque no sería de valor a los que nos siguen, y es un trabajo de mucho esfuerzo. Contiene leyes
para un pueblo que vive en una tierra llamada Okichia que debe haber sido peores que los
bárbaros, porque prohibe cosas como comer niños recién nacidos, mezclar y beber su sangre para
comer en hermandad, y la violación de mujeres en el trabajo. También el cortar las partes privadas
de la mujer y el despellejar a los hombres.

LA BIBLIA KOLBRIN. LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICIÓN BILINGÜE. CAP.11

CHAPTER ELEVEN CAPITULO ONCE

THE TEACHINGS OF YOSIRA / LAS ENSEÑANZAS DE YOSIRA

Estas son las palabras para los Hijos de la Verdadera Doctrina, escritas en el Templo de los
Sagrados Misterios, en Yankeb en los días de Oscuridad por el Anónimo Señor de la Fe Secreta,
que entonces vivía. El verdadero conocimiento de las enseñanzas y misterios de Yosira referentes
al espíritu dentro del cuerpo.

Yosira habló a sus hijos en estos términos:

“Yo soy el viceregente del Dios de Dioses. Soy el custodio de los Libros del Poder. Soy la Voz de los
Cielos. Yo he sido enviado a Tamerua como el Portador de la luz cuya llamada puede ir desde allí
hacia todas partes. Dejad a cada hombre ser el vigilante de sus acciones y decisiones. Quienquiera
ser vigilante de sí mismo es un hombre de sabiduría, porque él se salvará del terror de la eterna
oscuridad
“Yo soy el portador de la antorcha corriendo ante los charlatanes de la Verdad. Vengo a revelar la
grandeza de los hombres, a hablarles de sus inmortales “yoes”, de sus espíritus que tienen que ser
rescatados del destino de la oscuridad devoradora”.

“El Dios de Dioses me ha hablado, diciendo: “Durante mucho tiempo has habitado bajo mi sombra
y escuchando mis palabras. Ahora levanta y vete de aquí hacia una tierra dónde estas cosas que
hemos hablado pueden ser establecidas. Un lugar a donde yo te guiaré, porque no es apropiado
que los que viven allí permanezcan sin instrucción. Escucha, yo te he dado el secreto de la
inmortalidad, pero sabes que aunque todos los hombres han nacido con la herencia de la
inmortalidad, no todos la gozan. El Dios de Dioses, en su infinita misericordia, zambulle a muchos
en las aguas del olvido. Sin embargo incluso de allí pueden volver, no por sí mismos sino por las
peticiones de otros.”

Cuando Yosira llegó aTamerua reunió a todos sus hijos en unas piedras junto al lugar llamado
Homtree y les habló de esta manera:

“Yo soy la Luz del día y un portador de la antorcha por el Dios de Dioses. Estas son mis palabras
que haríais bien en absorber, como la arena seca absorbe el agua. Aunque son palabras de
sabiduría no tienen valor a menos que sean aceptadas por los hombres que tienen control sobre sí
mismos. No tienen valor para los hombres que son incapaces de sentir compasión por los demás y
los que cierran sus oídos a la Verdad.”

“Vosotros sois de los pocos elegidos , hijos míos, luz de mi luz, que llevarán la luz a través de las
generaciones. A vosotros doy la verdadera concepción de Dios. Os doy esta norma que puede ser
un punto de reunión para los que quieran acompañaros, porque estamos en los límites de una
tierra que ha encontrado favor a los ojos de Dios.

Con nosotros hay guerreros, pero son pocos mientras los que se preparan para repelernos son
muchos. Por lo tanto, no permaneceremos frente a ellos en orden de batalla, sino que iremos
entre ellos con astucia, para reunir a muchos que quieran luchar con nosotros. Seréis la luz de los
guerreros, tal como yo soy vuestra luz y el Dios de Dioses mi luz”

“La luz que hay en mí fue encendida en la Fuente Suprema que es el Dios de Dioses. Sin embargo
mi luz brilla con tal esplendor que debe ser velada en parte, si no os cegaría. Es como cuando al ser
velado por un velo de nubes, puede ser contemplado tanto tiempo como se desee. Visto así es
algo lleno de belleza y misterio, no algo que quema y consume los ojos del portador”.

“Por lo tanto, igual que yo velo mi luz ante vosotros, debéis vuestra luz a los ojos de los no
iniciados. Aunque en todas las cuestiones no pertinentes a la luz debéis instruirles en la pura
Verdad. En todo lo concerniente a su cuerpo debéis instruirles en Verdad. Pero en todo lo
concerniente al Señor del Cuerpo debéis instruirles con una luz que esté velada”.
“Escuchad la naturaleza del hombre. En su interior hay una chispa de la Divina Fuente y ésta es el
Señor del Cuerpo. Sólo esto es eterno. Del hombre sólo esto es su verdadero ser. Esta chispa está
repartida dentro de una gruesa capa de materia. Está apartada de la materia terrena en un sitio
oculto. Esta chispa es el asiento de la vida, sólo ella tiene entendimiento y pensamiento. Estas
cosas no son de la materia de la carne, ni se asemejan a las piedras de las que vienen los huesos.
La vida dentro del hombre se irradia desde la chispa escondida y a través de la sangre riega en
cuerpo con vida y calor, la vida da calor y cuanta más vida, más calor.”

Como el sol da luz y el fuego esparce calor, como la flor irradia perfume, así la Luz Central da un
invisible brillo vaporosos, y esto nuestros padres llamaban el Aliento de Dios. Este aliento se
manifiesta de dos formas: hay una forma pesada y una forma ligera, y de éstas todas las cosas
están compuestas. De una viene el Sagrado Brillo en su segundo aspectos, que los hombres llaman
el Aliento de Dios, y de él están hechas todas las cosas que hay en los Cielos y la Tierra

Arriba está el Dios de Dioses y debajo de Él están los Cielos y la tierra. Los Cielos están divididos en
dos: existe el Lugar de la Luz y el Lugar de la Oscuridad. En el Lugar de la Luz viven los espíritus del
Bien y en el Lugar de la Oscuridad viven los espíritus del mal. Entre ellos los límites no son fijos,
sino que fluyen atrás y delante de acuerdo con su densidad fluctuante. Pero los que residen en la
forma ligera siempre prevalecerán, porque la luz siempre dispersará la Oscuridad. Por lo tanto, los
que viven en la Oscuridad se retiran ante los que viven en la luz. Esta luz y oscuridad son de tal
forma que los hombres no pueden comprender, porque no es la luz y la oscuridad conocida en la
Tierra.

“Ante las Puertas del Cielo está la Tierra del Horizonte, allí van los que salen de sus cuerpos
terrestres. Desde aquí hay dos grandes Puertas, una conduce al Lugar de la Luz y la otra al Lugar de
la Oscuridad, y el Señor del Cuerpo es admitido a su lugar apropiado de acuerdo con su imagen. El
que está lleno luz y es un ser Brillante no puede ir al lugar de la Oscuridad, porque ésta se retiraría
ante él. Ni puede el que es alguien Oscuro ir hacia el Lugar de la Luz, porque allí se marchitaría
ante la Luz, como el gusano blanco viniendo desde la oscuridad húmeda de su agujero se marchita
a la luz delsol”.

“Entre los Cielos y la Tierra hay un gran golfo a través del que los habitantes de los Cielos no
pueden volver, pero la Tierra no está enteramente fuera de su alcance. El hombre recibe, del Lugar
de la Luz, lo que le influencia hacia el bien, y del Lugar de la Oscuridad lo que le afecta por el mal.
Estas cosas pueden ser escritas, pero las cosas secretas que les concierne no pueden ser
recordadas de tal manera que lleguen a conocimiento de los hombres no iluminados”

“Lo que viene del Cielo, no influye ni para bien ni para mal,vi ene como una sombra con la
apariencia de los hombres, que es raro; o muchos más a menudo como lukim, que es parecido a
una mota (átomo). Puede también venir como una corriente de aire, pero no aire tal como
nosotros respiramos y sentimos. Es algo totalmente diferente en su naturaleza. Cosas vienen que
no son estables y esas están carentes de cualquier forma. Todas las cosas son mantenidas en su
forma por el aliento del Sol, con cambios uniformes, pero las cosas Informes pueden alterar la
forma hacia la inestabilidad”.

Hay tres grandes esferas y la que contiene a la Tierra es mantenida junta por el Gran Brillo que
surge del Dios de Dioses. Esta parte de gran Brillo que es luz y contiene la vida es llamada Manah,
mientras la que es pesada y contiene la carne de las cosas de la Tierra es llamada Manyu

“El Uno que es el Dios de Dioses es tan grandioso que no puede ser definido en el lenguaje de los
hombres. Ni pueden ellos concebirle en sus pensamientos, porque está más allá del mortal
entendimiento. El hombre mortal tiene limitaciones, por tanto dejemos a los hombres concebirle
como quieran. Esto no tiene importancia, su concepción, proporcionando su concepción servicio a
Su propósito y a la glorificación del hombre.

“El hombre no es todavía grande y hasta que lo sea está bien que adore a muchas formas de
dioses concebidas en su pensamiento, procurando que sean tales que tiendan a elevarle sobre sí
mismo. Ni el hacer un ritual ni el adorar hace daño por sí mismo, a menos que, también,
estúpidamente cubra la verdad de forma que sea enterrada por los signos. El ritual y las formas de
fidelidad externas pueden ayudar a la purificación del pensamiento y proveer cierta forma de
sustento para el Señor del Cuerpo. ¿Qué son los dioses menores queridos por los hombres no
despiertos, sino unos amigos y guías concebidos en el pensamiento?. Aunque éste es un camino
peligroso para pisar los hombres balanceándose entre la luz y la oscuridad. Por lo tanto, cuando el
hombre camina hacia el abismo, revelad un poco más de luz, que pueda ver y así retornar al buen
camino. Atención, también, para que no siga Dioses que son falsos guías y le atraen a las arenas
movedizas de la carnalidad, o al desierto de la ignorancia.”

Antes de cruzar hacia Tamuera, Yosira eligió capitanes para mandar a los guerreros, y ellos
mandaron hombres para espiar los alrededores del lugar. También mandó algunos de entre sus
hijos a la tierra de Tewar, para que ellos pudieran hablar con la gente de allí, y éstos volvieron
trayendo la invitación del gobernador de la tierra de Tewar. Entonces Yosira habló con los hijos del
gobernador y éstos prestaron atención a sus palabras, fueron receptivos a su discurso.

Yosira habló al pueblo,

“Estas son las palabras del Dios de Dioses. De aquí en adelante, ningún niño será enviado como
regalo por su padre o por cualquier hombre que tenga su tutela. Esta no es aún la costumbres de
todas las tierras, pero si fuera posible, lo harían, porque tal es la naturaleza de los hombres”.

“Si un hombre recibe una mujer como regalo no es razón para que ella se convierta en prostituta
para el hombre, porque es una gran ofensa y no debe ser dejada impune. Si ella tuviera un hijo de
su señor, ni ella ni el niño pueden ser enviados como regalo a otro. Pero si ella encuentra un
hombre libre que la quiere en matrimonio, entonces estaría bien”.

La mayor maldad a los ojos de Dios de Dioses es todo incesto de primer grado, el que es entre una
madre y su hijo o un padre y su hija; o entre la madre de la madre y el hijo de la madre, o entre el
padre de la madre y la hija de la madre; o entre el padre del padre y la hija del padre, o entre la
madre del padre y el hijo del padre. Esta es una maldad ante el Dios de Dioses,porque produce el
más extraño de los Seres sin Forma, dejándole entrar en un cuerpo terrenal para convertirse en
una abominación ante los ojos de Dios y el hombre. Por lo tanto, los que cometen tal acto
perecerán por el fuego. Si se comete con un niño, entonces en niño no perece, pero será señalado
con la marca del incesto.”

“ El adulterio es una cosa sucia y malvada que debéis aborrecer, porque permite al lukim
envenenar la fuente de la vida. En un lugar muy lejano de aquí vivía una reina más hermosa que el
amanecer, que, porque ella era poderosa, despreciaba su herencia femenina. Como los reyes
poderosos tenían muchas esposas ella pensó que podía hacer lo mismo con los hombres. El Dios
de Dioses y Creador de la Vida creó a los hombres y a las mujeres de forma que cada uno
desempeñe un papel diferente. Esto no es un error, porque como los hombres tienen sus
funciones igual deben las mujeres tener las suyas. Lo que conviene a uno no es conveniente para
el otro, y por eso el Creador los hizo como los hizo, cada uno debe seguir su propio sendero, no
mirando nunca el viajar por el de los otros. Ahora bien, mientras la semilla de un hombre estaba
aún con ella, esta reina recibió la semilla de otro, y la semilla de un hombre luchó con al del otro
de tal forma que ambas perecieron y se convirtieron en un pasto corrupto. Así, el camino estaba
abierto para que el lukim entrara en la antecámara de la vida y la sagrada vasija de la vida fue
contaminada, convirtiéndose en un criadero de suciedad. Ocurrió que cuando otro hombre llegó
junto a ella, la carne de su cuerpo estaba cubierta por el lukim y corrompida, porque el sucio lukim
había hecho su morada dentro de la mujer. Así el manantial de vida se convirtió en una fuente de
sucia polución. El adulterio es una abominación para el Dador de vida, por lo tanto no puede
quedar sin castigo.

Nadie dormirá en la cama de otro, a no ser que la huella de su presencia haya sido primero
expulsada. Porque el que va a un lugar o coge cualquier cosa mientras conserva la huella de la
presencia de otro, seguramente sufrirá. Los que son de una misma familia viviendo bajo el mismo
techo, no sufrirán, a no ser que la enfermedad ya esté allí”

Nadie comerá del plato de otro o beberá de su vaso hasta que la huella de su presencia haya sido
ahuyentada. Nadie entre los que conocen al Dios de Dioses caminará sobre nada vertido en una
libación a Dioses extraños, ni tocará cualquier parte de la libación. Si le ocurre esto, irá
rápidamente al Maestro de los Misterios y será limpiado.”

Yosira dijo al pueblo:

Estas son las palabras del Dios de Dioses. Nadie entre vosotros se lavará en el agua usada por otro
y que contenga cualquier cosa hecha por la mano del hombre. Nadie entre los que conocen a Dios
tocará una mujer mientras los días de su feminidad estén en ella. Ningún hombre irá a una mujer
con las manos sin lavar, y cuando el hombre y la mujer yazcan juntos ambos se purificarán antes
de ir a sus tareas.

Entre el lukim ninguno es más insidioso que el nableh que enferma el sustento en el alimento de
los hombres. Por lo tanto, si tienes pan en tu casa, entonces no lo cuelgues; pero si tienes carne o
pescado, entonces cuélgalo suspendido dentro de la casa. Si tienes salvado o harina que han sido
molidos, entonces déjalo en un recipiente tapado con un ramillete de flores frescas, Así el lukim no
les atacará. Ni el maíz molido ni las migajas de cualquier comida deben tirarse cerca del hombre ni
dentro de los límites de la casa, para que el nableh no los tome como alimento. Todo lo que haya
tenido vida pero no haya sido usado para comida debe ser sepultado dentro de la tierra. Todos las
vasijas que hayan contenido comida pero no hace mucho deben ser limpiados con sol y arena.

Cuando la carne de cualquier animal ya sea pescado o gallina se pone oscura en tu opinión o tiene
un olor a putrefacción, entonces es señal de que los nableh la han atacado y debes cogerla y
enterrarla dónde ningún animal pueda alcanzarla. Así, los nableh quedarán sin sustento y se verán
forzados a retroceder a su oscura morada. Pero si les permites sustentarse a sí mismos, entonces
caerán sobre su huésped y, habiendo engordado y fortalecido, te afligirán con muchas visiones de
terror durante la noche.

Si el fondo o la boca de un cántaro o marmita se ponen negros, entonces ese cántaro o marmita se
han de destruir, porque ha sido atacado por el peligroso lukim. Si alguien que conoce a Dios come
con extranjeros, debe purificarse a la salida del sol al día siguiente. Si cualquiera de vosotros como
con la manos no lavadas con agua y arena, entonces que se prepare para el ataque del lukim por la
noche. Los que manejan la sangre de alguna bestia deben limpiarse de toda sangre, para no ser
atacado por el lukim durante la noche. Ni la comida ni la bebida de un niño debe ser dejada junto
a la cama o cerca del lugar en que duerme, para que el lukim no venga por la noche y coloque su
morada dentro.”

Estas eran las palabras del Dios de Dioses dichas por boca de Yosira.

Yosira dijo también:

“Todo lo que pueda alimentar al lukim debe ser ent.errado o quemado. Cualquier cosa que salga
de la nariz o de la boca de un hombre o una mujer es proyectada desde dentro y puede ser
sustento para el lukim. Incluso las aguas que hay sobre el suelo son sus lugares para beber y están
prohibidos a los hombres. El agua no será usada como bebida a no ser que surja de la tierra, o esté
en un lugar sombreado por los árboles.”

“Come sólo alimentos que sean saludables y que den quietud al estómago. El saborearlo debe ser
calmante y refrescante, que no produzca nunca daño o malestar. No comas nada que se
demasiado seco o salado, o que produzca enfermedad en ti. Cualquier comida de la que comen los
hombres y que se ha pueso roja o con manchas ha sido invadida por el lukim para sustento. Esto
se puede ver, porque la podredumbre y el mantillo por encima son los desechos del lukim.”

“Cualquier cosa que tiene sangre y está muerta, habiendo muerto por sí mismo, no debe ser
comida, porque el lukim ha establecido su morada en ella. Ningún hombre comerá carne sin cocer,
incluso la que transporta la arena no debe ser comida.

El asesinato de un hombre o una mujer está prohibido, pero no es ilegal matar en la guerra o en
defensa propia, o por mantener el honor de la familia o de la casa. El matar por vicio o atacar por
la espalda es asesinato y no puede quedar impune. Si se ha derramado sangre no gritará desde la
tierra en vano y en los parientes de cada muerto recae la obligación de la venganza.”

“Si estableces un juramento con otro, diciendo: “que el Gran Dios sea mi testigo” o ante cualquier
Dios extranjero, para engañar a otro hombre, entonces piénsalo, porque sólo el más loco vuelve su
espalda ante tal juramento. Porque esto es jurar por la vida del Señor del Cuerpo y, si se rompe, el
Señor de tu Cuerpo será eternamente desfigurado con una señal imborrable. El hombre tiene
muchas pruebas para superar en su ida y no es la última de ellas, probar sus juramentos. Aunque
un juramento pueda disminuir y llegar a nada con el paso de los años de acuerdo con la memoria
de los hombres, está eternamente impreso en el Señor del Cuerpo. Lo más inteligente es no hacer
nunca un juramento.”

“Si un hombre dice, “a un huracán y una tormenta de arena, a una inundación y un fuego
abrasador, yo les tengo miedo porque los veo, pero al lukim que no le veo no le tengo miedo, ese
hombre es un loco, porque no conoce las deficiencias de sus propios ojos. El lukim debe ser
conocido por sus manifestaciones, porque ellas se apoderan de su cuerpo y le atormentan, a veces
incluso hasta la muerte. Es parecido al Dios de Dioses, nadie le puede ver, pero por sus
manifestaciones se hace conocer al hombre”

Yosira habló a los capitanes de las tropas y a los que estaban con ellos y les dijo:

“Cuando llegamos a una nueva tierra todas las cosas que el pueblo que habita allí considere
sagrado, vosotros ni profanaréis ni os mofaréis. Ni alborotaréis ni discutiréis con ningún hombre,
porque llegamos a ellos como amigos,no como enemigos”

Por lo tanto, cuando Yosira y los suyos llegaron a la tierra de Tewar y se establecieron allí, había
paz en el lugar.

Entonces Yosira enseñó a la gente de Tewar el tejido de las telas y el trabajo de los metales, y les
enseñó cómo hacer herramientas y armas de metal fundido de una manera misteriosa.

Pero el secreto de las armas afiladas puntiagudas sólo se lo reveló a los suyos.

El pueblo de Tewar construyó una vivienda para Yosira y un templo de ladrillo asegurado con
cañas. Había pieles en las paredes y en el suelo y la puerta era de madera.

Entonces Yosira habló a sus hijos de esta manera:

“Hay cosas en las que el pueblo de este lugar ha de ser instruido: La paloma es el más sagrado de
los pájaros y no debe ser comida, pero si el pueblo dice, “No olvides que para nosotros es un
sacrificio para nuestros Dioses”, entonces no se les debe prohibir.

La leche de los animales que no tienen cuerno y parte de pezuña no es para sostenimiento del
hombre, pero si el pueblo dice, “No te olvides de que es nuestra costumbre”, entonces no se les
debe prohibir.
“El sacrificio del corazón de los niños en el entierro de un muerto será prohibido, porque la sangre
de un joven no puede proveer vida para el viejo, siendo cada hombre el responsable de su propio
destino. El que tiene vida se la llevará con él, y nadie puede poseer el cuerpo y la vida de un niño
excepto Dios que le dio la vida. El que entierre el corazón de un niño vivo con un muerto deberá
ser muerto él mismo”

Todas las cosas enterradas con la partida de alguien, sean armas o vajillas, instrumentos u
ornamentos, deberán tener liberada la forma propia de ellos antes de ser colocados dentro de la
tierra.”

“Esta debe ser la ley para todos los que trabajan con metal, ya sea oro, plata o cobre: Un día de
cada siete debe ser día de descanso para los fuegos y con esto los metales son forjados. En este
día ningún fuego será encendido y ningún metal tocado o movido de su sitio. En el anochecer de
este día todos los metales que han sido hechos desde el último día de descanso se colocarán en un
recipiente de aceite santificado, permaneciendo allí durante el tiempo correspondiente. Nada
saldrá de la plaza de trabajo de un artífice del metal hasta que haya pasado a través del aceite.”

LA BIBLIA KOLBRIN. LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICIÓN BILINGÜE. CAP. 12

ADVERTENCIA: Las palabras "hokim" y "hokew" las he dejado sin traducción, primero, porque no
las encuentro en ningún idioma y, segundo, porque son relativas, según mi criterio, a dos saberes
que sólo recientemente ha abordado la ciencia.

Entiendo por "hokim" una referencia a lo que hoy llamaríamos virus, bacterias,etc. Son partículas
que enferman el cuerpo del hombre. Yosira y sus iniciados parece que tenían formas de
producirlo.

Entiendo por "hokew" algo muy parecido al ADN,puesto que Yosira aconseja conservarlo y
fortalecerlo favoreciendo los matrimonios dentro de una misma línea de parentesco. Todo en el
Kolbrin es interesantísimo,pero hay una alusión, que casi pasa desapercibida en este capítulo, a 24
líneas de sangre. No hay más explicaciones, sólo la recomendación de mantenerlas y fortalecerlas.
Nada más.

CHAPTER TWELVE / CAPÍTULO DOCE

THE RULE OF YOSIRA / LAS NORMAS DE YOSIRA

Yosira reunió a sus hijos alrededor de él y les habló así:


“Estos son los días del amanecer y yo soy el Portador de la Luz del amanecer de más allá de
Bashiru. Soy el Portador de la Antorcha del Dios de Dioses. Estas son las leyes que dicto para mi
pueblo en la tierra Tewar, las leyes de quien habla por boca del Dios sobre todos los Dioses.”

El que coloca una lanza o un flecha en un cuerpo muerto, será maldito y su mano y su brazo se
convertirán en cosas de maldad. Se hincharán y serán consumidos por el fuego. De igual forma
serán maldito el que deje las armas junto a otro, pero si es un hombre de Tamuera el que deja las
armas, entonces ser morirá por sí mismo, porque está más allá del alcance de la maldición.

“Un árbol que ha crecido dos veces la altura de un hombre no será derribado para quemarlo o
llevarlo fuera de su lugar Pero si está dedicado a la azuela y después es usado por un trabajador de
la madera, entonces puede ser tirado y cortado. Los árboles no son cosas para hacer negocio con
ellos, porque mueven los vientos a través de la faz de la Tierra y los producen en los grandes
bosques del Norte y del Sur. El sacrificio de un árbol no es menos malo que el sacrificio de una
vaca o una oveja, porque el mismo aliento de vida está en cada uno. Por lo tanto, nunca los cojáis
por capricho, ¿no son los árboles considerados sagrados por la gente de esta tierra?, ¿no es más
razonable dedicar el árbol más poderoso o una arboleda a Dios que una muda piedra u objeto
tallado por el hombre?”.

Por consiguiente, cuando Yosira se movía entre la gente no les prohibía arreglar sus sepulturas, ni
silenció las palabras de las mujeres que las atendían. Pero Yosira dijo, “Esas cosas son propias de
mujeres y no de hombres, dejad a las mujer esperar el momento, pero los hombres deben seguir
las llamadas de los hombres y su lugar no está entre las sepulturas grabadas.

Bien, cuando Yosira llegó entre la gente ellos vivían apartados del río, temiendo que el Dios de las
rugientes aguas les molestara por la noche. Pero Yosira ató al Dios de las rugientes aguas, para que
no molestara al pueblo durante mucho tiempo. Después Yosira les ordenó construir sus lugares
para vivir junto a las aguas torrentosas, decretando que nadie construyera la vivienda junto a las
aguas a no ser que ya estuvieran llenas con la vida de los peces.

En aquellos días los hombres vieron aparecer Seres sin Forma y Espíritus de la Noche con ofrendas
y cultos. Pero Yosira se lo prohibió y rodeó la tierra con un muro protector que ningún Espíritu
Oscuro pudiera penetrar, mientras todos los que estaban dentro fueron disueltos. Cada Espíritu
Oscuro no es ni masculino ni femenino y cada Espíritu Oscuro que se vista con la apariencia de un
animal o pájaro era expulsado y devuelto al Lugar de la Oscuridad.

Todos los hombres guardan un parentesco de sangre con los animales del bosque o con los de
corral o con las serpientes, viven juntos de acuerdo con su especie, y así están divididos. Yosira no
les prohibió su especie pero les prohibió el dominio de la sangre. Él habló al pueblo de esta forma:

“Grande es el lazo de lo que mantiene a los hombres unidos y les une con sus antepasados, pero
más grande todavía es cada hombre en sí mismo, su destino descansa sólo dentro de sí y no
dentro de su parentesco. El hombre no es una gota de agua en el torrente de la vida, sino un pez
que nada dentro de la corriente. Sin embargo, en la medida como estas cosas han sido siempre,
las veinticuatro grandes familias permanecerán seguras en sus fundaciones”.

Antes de la llegada de Yosira un hombre no podía coger como esposa a una mujer de su misma
sangre, pero Yosira redimió la tierra con sangre, salvaguardándola de la esterilidad. Así en
adelante los hombres podrían escoger esposa de entre su propio parentesco de sangre, y la tierra
permaneció fructífera. Así, el Espíritu de la Vida, se fortaleció entre los hombres, porque no fue
desparramada para ser diluida y debilitada.

Hasta la llegada de Yosira, nadie en aquella tierra sabía acerca de los “hokew”, y esto les llenaba
de miedo y terror, pero Yosira reveló todos sus secretos a sus hijos, y los secretos son conocidos
desde esos días. Hokew es lo que sostiene a los Habitantes del Amanecer, está esparcido pero muy
finamente por toda la Tierra y antes de los días de Yosima los hombres podían recogerlo,
almacenándolo en piedras y objetos sagrados. Puede ser atraído por el espíritu de los hombres,
como las mujeres extraen el agua de un pozo. Es el hokew el que otorga la fertilidad, causando
que los rebaños se multipliquen y las cosechas crezcan. Sus secretos son conocidos por los Nacidos
dos Veces (iniciados)

Aunque en los días de su agotamiento Yosira llamó a su Padre en Kanogmahu, él prohibió a sus
hijos llamarle de la misma forma, porque Yosira tenía su padre en la Tierra y su defensor en el
Atrio de la Admisión. Por lo tanto, nadie puede llamarle con impunidad, porque si Él trata con ellos
podría descuidar sus deberes entre los Habitantes del Amanecer. Ni ningún hombre está
autorizado para llamar al espíritu de Alguien que Ha partido, porque ellos están más allá de lo
concerniente a los quehaceres diarios de los hombres.

Cuando los hijos de Yosira habían establecido sus normas sobre el pueblo, los jefes del pueblo
vinieron a Yosira deseando hacerle su rey, así él podría mandar sobre ellos. Pero cuando
estuvieron ante él, Yosira contestó a sus deseos de esta manera:

“Yo soy la voz del Dios de Dioses y la luz de mi pueblo. Yo seré el padre de vuestro rey y el guía de
sus pasos, pero vuestro rey no puedo serlo, porque yo estoy dedicado al servicio del Dios de
Dioses”-

Diciendo esto Yosira habló después a su hijos, que había alcanzado la masculinidad, y cogiéndole
fuerte por su mano, lo entregó al pueblo para ser su rey.

Más tarde, mientras los líderes y gobernadores del pueblo todavía estaban reunidos después de la
proclamación de su rey, Yosira les habló como la voz de Dios. Él dijo:

“ El juzgar justamente entre un hombre y otro es una de las mayores obligaciones de un rey y los
que le representen. Así que desde hoy en adelante no se dictará sentencia por los que se sientan
bajo los árboles, oyendo las palabras murmuradas entre las hojas. Desde hoy, si tres h0mbres
separados una de otro emiten el mismo veredicto, siendo las palabras de su boca iguales,
entonces el veredicto será válido. Sin embargo, si es un asunto en el que la vida puede ser perdida
o debidamente eliminada, una familia dividida o un hombre o mujer esclavizados, entonces el
veredicto debe ser dado solamente por el rey o por quien vista su manto y lleve su
responsabilidad.”.

“Las aguas sagradas son aguas vivientes llenas del poder del hokew, y no se utilizarán más par otro
propósito que la santificación y la purificación. No se usarán más para decidir si una mujer es
culpable de adulterio; desde ahora sólo será probada por un trago amargo”

“El que coma carne de cerdo será maldito, porque comer carne de cerdo es comer algo dedicado a
los padres del hombre y es una abominación. La carne de burro no se comerá porque disminuye el
vigor de los hombres”.

Desde ahora los cuerpos de los muertos no serán paridos o quemados, porque el hokew interior
se va con el Dios del Cuerpo. Por lo tanto, nada se puede añadir a Alguien Victorioso derritiendo su
cubierta terrenal en las llamas del fuego.

El pueblo no debe abandonar sus días festivos ni olvidar los rituales de la fructificación. Sus
ofrendas a cualquier Dios no deben ser prohibidas. Tal como los Dioses del pueblo son hoy, así
deben permanecer, porque tienen su finalidad. Pueden representar a sus Dioses a su manera,
porque la apariencia de tales Dioses tiene pocas consecuencias. Pero la apariencia del Dios de
Dioses no puede ser representada por ningún hombre, porque está más allá de la comprensión de
los hombres. Ningún hombre puede pretender encontrar Su figura en el agua”.

“El festival del Dios que cuida la tierra no se le negará al pueblo, perol nunca más deberán comer
la carne de los burros, porque ahora está prohibido. Los días para la fiesta de los antepasados no
será abolida, para que el regalo de una larga vida no sea reducido por esto. Sólo en ellos está la
distribución de las fuerzas de la vida y en su custodia están los poderes que garantizan la fertilidad
y la buena fortuna. A ellos que controlan el nacimiento del maíz, el crecimiento de los rebaños y la
cosecha de peces, la potencia de los hombres y la fertilidad de las mujeres, la suerte en la caza la
victoria en la guerra, deben ser dados todos los honores y culto debidos”

“El que cause injurias o muerte, enfermedad o sufrimiento por representar la figura de otro en
arena y lo atraviese con una estaca encendida, o el que haga una imitación de otro en cera para
quemarla en el fuego, o en arcilla para pincharlo con una estaca o espina, será desde ahora
maldito. Será entregado al lukim de la enfermedad o muerte”.

Será maldito el que mezcle el grano vivo con grasa para esclavizar la sombra terrena de otro
hombre o mujer. Será maldito el que llame a la sombra de la noche o al enemigo nocturno de otro.
Todo el que sea maldito por esto, será entregado al lukim de la enfermedad o será preso de un Sin
Forma.

No está mal hacer una imagen del busto de un niño, para que una mujer conciba, pero hacer una
réplica de los órganos privados de un hombre para que una mujer pueda concebir, está mal y
ninguna mujer que haga o repose con tal imagen será maldita. Las que sean malditas serán
entregadas al lukim de la enfermedad y la desgracia”-
Cuando Yosira llegó a Harfanti encontró un pueblo con extrañas costumbres que le disgustaron,
pero no les prohibió nada excepto lo que era mal a los ojos del Dios de Dioses. Mientras echó una
gran maldición sobre cualquiera que transgrediera sus leyes.

Estas son las palabras salidas de la boca de Yosira, que hacen que sea recordado:

“De ahora en adelante, ninguna muchacha será encerrada con ladridos ni mantenida en la
oscuridad durante siete días antes de la boda, sino que puede ser mantenida en recogimiento
entre las mujeres. Si tiene que ser purificada, debe hacerse con agua y no con fuego. Una mujer
nunca será mutilada para limpiar su suciedad.

Desde ahora, las partes privadas de una joven no serán extirpadas para mantener su virginidad.
Esto pertenecerá a su propio cuidado y al cuidado de los familiares de la joven con buena fe y
confianza. El cosser o cortar las partes privadas de cualquier mujer es una gran ofensa, porque ese
es el portal de la vida y la mujer no es un indigno guardián. Es mejor que las mujeres permanezcan
vírgenes, hasta el día de su boda, por su propia voluntad y elección; pero si, por la debilidad de la
muchacha, esto parece dudoso, entonces la obligación recae en su familia”

La costumbre de Habshasti por esto era atar las piernas de una joven juntas, después de que un
hombre joven puede entrar en su habitación y yacer con ella, es una maldad y no será permitida.
Ahora, si cualquier hombre descubre la desnudez de una joven, no quedará sin castigo.”

El hombre no verá la desnudez de la mujer en el parto, incluso aunque la mujer sea su esposa. La
habitación del parto y todo a su alrededor es un lugar prohibido para los hombres. Desde ahora, la
mujer no será atada en el parto”.

“Si la mujer de un cazador está con otros hombres mientras su esposo está ausente de tal forma
que él es muerto o herido durante la caza, entonces no está mal si su esposo o los familiares de su
esposo la matan. Ni será causa de derramamiento de sangre si los parientes o el esposo matan al
que yació con ella”

El prepucio del hombre es cortado para defenderse del lukim de la impotencia. Esto no está
prohibido al pueblo, pero no conservarán el prepucio en grasa y usarlo para llenar piedras con
kokew. La ligadura del prepucio está prohibida.

Yosirá estableció la mayor de todas las maldiciones sobre los que capturaban y esclavizaban el
Señor del Cuerpo perteneciente a otros. Desde entonces nadie ha hecho eso y ha sobrevivido. Y
también estableció maldición sobre las mujeres que cuecen sus hijos recién nacidos y se los comen
causando la esterilidad de la comarca. También maldijo al jefe de los parientes de las mujeres.

Yosira recordó estas cosas en Yapu:

“Ningún niño será muerto voluntariamente, diciendo, “ Nuestro Dios le ha negado su propio
sustento”. Por encima de todos los Dioses está el Dios de Dioses que es el Dios de la Vida y los que
proclaman esas cosas, proclaman falsedades contra Él. Aunque ellos no serán malditos hasta
después del día en que hayan oído las leyes del Dios de Dioses dichas para ellos. Antes de esto han
sido llevados por el mal camino por los que les guiaban, y sobre los líderes será la maldición.

Desde ahora, el cuerpo vacío no será atado contra sí mismo,sino que se extenderá, porque el
cuerpo terrenal no puede renacer una vez que su señor ha partido. La gente no tendrá prohibido
transportarlo, ni será impedido de elevarlo, pero no superará las aguas de la vida a no ser que
saque a Uno sin Forma en la oscuridad de la noche”.

Si los parientes de un hombre vienen a molestarle de noche, las sombras de la noche serán atadas
por el poder del hokew transmitido dentro del agujero de un tronco lleno con sustancias
incandescentes. El tronco puede ser quemado después en el fuego purificante y las cenizas
quemadas después según la costumbre de tus padres, pero el hokew no se volverá a coger. Ese
hokew que viene de un hombre cuyas cosechas y árboles crecen en abundancia es el mejor.”

“El espíritu de la vida de un hombre no debe derramarse en las corrientes aguas y por lo tanto no
puede entrar en una mujer desde el agua, ni puede alcanzar su propia agua desde el suelo. Igual
que un árbol florece de una única semilla y la cebada de un único grano, los mismo pasa con la
semilla de los hombres. Lo que se forma en la matriz de la mujer no se compone de muchas
semillas del hombre, una vez es suficiente. Si la sangre de una mujer no se corta, entonces no lleva
un niño, porque la vida en ella es sangre de su sangre.”

“Ningún hombre se adapta a la apariencia de ningún animal para yacer con él para que sus
ganados y rebaños aumenten, porque desde ahora el que lo haga, y todos sus animales, serán
malditos de tal forma que enfermarán y perecerán. Ni ningún hombre echará su semilla en un
objeto de madera o piedra y la quemará. Si lo hace, será maldito, de tal forma que para siempre
será molestado por las sombras nocturnas del terror.”

“Es una locura recurrir a los magos que hacen imágenes de animales de forma cuyo género puede
ser expuesto a la flecha y la espada. A menos que el que busque una bestia salvaje este protegido
con el hokew reunido por los familiares de su casa, nada puede guiar sus pasos o fortalecer su
brazo, ni sus ojos verán claramente. El éxito en la caza no es buscar un mago, sino permanecer en
la bondad y la honradez de los familiares en su vivienda”.

“Si una mujer coge la semilla de un joven y se la entrega a un hechicero para que la esterilidad se
aleje de ella, entonces ella y el joven, y si ella pariera cualquier niño, todos serán malditos. El joven
será infectado por el lukim que se alegra en el corazón de los hombres y la mujer por el que abre
rasgando los intestinos.”

Es una abominación a los ojos del Dios de Dioses que los hombres se castren a sí mismos, y todo el
que lo haga será maldito. Los que quieran castrarse a sí mismo en atención a su Dios puede al fin y
al cabo hacer una oferta de su prepucio, y esto será aceptable por cualquier Dios. La oración de
agradecimiento porque no han nacido mujeres se puede hacer al tiempo del sacrificio en el altar.”

“Los excrementos del hombre y mujer nunca deben ser expuestos a los ojos de nadie, ni en un
lugar donde su olor pueda llegar a la nariz. Ni nadie echará agua donde otro pueda olerla, porque
aquel en cuya nariz entra el olor adquiere por ello poder sobre el otro. El olor de los desperdicios
humanos produce informe “lambata” que aflige a los hombres y las mujeres por la noche y cambia
los intestinos en agua”.

Una ofrenda de carne no se comerá cruda. Será asada primero en el fuego y los huesos cubiertos
con harina y comidos con harina. Si la ofrenda se consume dentro de una casa, entonces la sangre
sobrante debe untarse en el quicio de la perta, para que la sombra oscura de los cazadores
nocturnos y portadores de la muerte sean repelidos por el poder de la vida.

Es obligación de un hijo proveer ayuda para Alguien que se va que ha sido su madre o su padre, y
no debe desamparar a su hermano o a su hermana o a cualquiera de su familia que carezca de
hijos. Si descuidara su obligación no escapará a la molestia de las sombras terrenales de los que se
han ido, que le perseguirán sin descanso hasta que lo cumpla. Si los Sin Forma aparecen por su
negligencia de manera que consiguen estabilidad en la Tierra, rondarán las oscuras vigilias
nocturnas y chuparán la sangre llena de vida para conservar sus horribles formas. Nadie puede
alejarlos de su casa, porque se deslizan furtivamente casi como las serpientes.

Es malo para los hechiceros convocar a los Oscuros Espiritus. Cualquier hechicero que lo haga
dentro de los límites de la tierra iluminada será maldito, por lo que será poseído por los demonios
de la noche. Si alguno lo hace y los Oscuros Espíritus deambulan fuera de control, entonces uno de
los Renacidos será llamado para devolverlos a su negra morada”.

“No es suficiente para los hombres evitar los peligros de la maldad, porque a menos que el Señor
del Cuerpo sea cubierto de resplandor los que esperan por él en la Tierra del Alba esperarán en
vano. Los que carecen de lo que les llevaría al Lugar de la Luz caerán presos del Señor de los
Lugares Oscuros y serán perdidos por siempre para los que le quieren.

“Todos los Despiertos de la Muerte serán malditos y entregados al lukim de la maldad. Si alguien
de mi pueblo trata con ellos, también serán malditos, de manera que serán presa de los terrores
de la noche. Es inútil consultar a los Muertos, porque qué pueden hacer sino aconsejarnos en
asuntos de poca importancia?. No tienen nada importante que enseñar vienen sin ser invitados a
los hombres de entendimiento y lo hacen conocer.”.

Cuando Yosira vino con sus hijos y los suyos a la verdadera tierra de Tamuera, él luchó con la gente
de Kantiyamtu que seguía los caminos de la maldad y la ignorancia. Permaneció entre el pueblo de
Tamerua durante los días de Gabu, viviendo en el lugar donde ahora está el Templo de Skyseer, en
una casa de ladrillos, junto a las torrentosas aguas.

En aquellos días la gente de la Tierra se unían con los que estaban en la en la zona de la Luz de la
Mañana por los poderes en el cuerpo de una niña, pretendiendo de esta forma preservar el hokew
de su parentesco. Cuando Yosira vio la maldad de esta costumbre lanzó una gran maldición sobre
toda la comarca y sobre los que rompían el cuerpo de una niña, de manera que su carne gritaba
desde dentro de ellos. Por lo tato la tierra fue castigada con una gran plaga. Desde entonces nunca
nadie en las tierras iluminadas ha comido la carne de un homre o mujer, y ninguna niña es violada
por la gran maldad e ignorancia. El pueblo de Tamuera temían en gran manera las maldiciones de
Yosira

Yosira enseñó a la gente que el poder del hokew reside no en la carne del cuerpo, sino en los
huesos, y que cada hueso contiene la esencia de todas las cosas, hombre y mujer. Entonces el
pueblo empezó a buscar la unión con los Muertos en el lugar de la Luz de la Mañana, por el poder
de los huesos y Yosira no lo prohibió, aunque él sabía que esto era inútil. Pero cuando había cura
en los huesos y eran posible producirla, Yosira no se disgustaba, porque todo lo pertinente a la
bondad del pueblo estaba bien en su opinión. Sin embargo, prohibió a las mujeres la carga de los
huesos de sus esposos y desde entonces ninguna sombra ha viajado para molestarlas. Esto fue
porque el poder protector que él había desplegado para llenar toda la comarca, liberó a las
mujeres de su carga, quitándolo de sus espaldas.

Todos los hechiceros que habían llamado a las sombras de la Tierra del Amanecer y todos los
consultores de los muertos y los resucitadores de muertos fueron malditos, y esta maldición
permanece sobre la tierra incluso en estos días. Aún hay todavía alguno que intenta convocar a la
sombra de los cuerpos envueltos para la eternidad, pero todos los que acuden son mensajeros de
malos agüeros del Lugar de la Oscuridad.

Yosira no prohibió al pueblo los ritos de homenaje debidos a sus antepasados muertos, porque en
el Lugar de la Luz de la Mañana existen los poderes más interesados en la prosperidad de
cualquier hombre mortal. Yosira no prohibió nunca lo que fuera beneficioso para los hombres, sin
rechazar nada excepto las cosas que eran inútiles o peligrosas. En aquellos días no había ritos
escritos, pero Yosira los hizo para ser entregados al pueblo. No para que se renovara la vida de los
muertos en la Tierra, sino para que el Señor del Cuerpo sea sostenido y fortalecido en el Lugar de
la Luz de la Mañana por el enlace del hokew, sacrificado por los que permanecen en la Tierra.

Yosira habló al pueblo, dándole leyes que son recordadas de esta forma:

“Estas son las palabras del Dios de Dioses, Quién creó al hombre y a las bestias en una isla sagrada.
Ninguna bestia se apareará con otra que no sea de su especie, y si ésto pasa, entonces ambos
serán muertos y sus cuerpos quemados. Si esto se hace con el permiso de un hombre, ese hombre
será maldito. Ni ninguna bestia será sujeta con otra que no sea de su misma especie. Durante el
primer año de su vida ninguna bestia debe ser utilizada para llevar la carga del hombre.”.

Cuando Yosira llegó a Kambusis encontró allí a un hombre de Hestabwis atado y preparado para el
sacrificio, y él gritaba contra el asunto pero nadie prestaba atención a sus palabras. Así que
parándose, Yosira colocó un báculo de poder derecho sobre la tierra y bailaba a su alrededor,
cantando el himno para fortalecer el espíritu, Cuando vieron esto, la gente montó en cólera contra
él y llamaron a su hechicero para que lo maldijera y así se fuera de la Tierra”
Sus maldiciones fueron inefectivas y cuando un hechicero se aproximó al anillo de danza de Yosira,
Yosira provocó una lengua de fuego que consumió al hechicero. Entonces el pueblo se asustó y
huyó. Así Yosira liberó al hombre que estaba atado en el lugar del sacrificio, pero él todavía no
estaba satisfecho.Yosira también maldijo a los que ofrecían al de Hestabwis como un sacrificio a
sus Dioses; desde aquel día nadie de Hestabwis ha sido ya muerto sobre los altares.

Yosira no maldijo a los hechiceros de aquel lugar, sino que los llamó ante él y les dio dominio sobre
los Oscuros Espíritus que abandonan sus moradas para deambular por la Tierra, molestando a los
hombres en sus casas. Así los hechiceros se hicieron importantes a los ojos del pueblo, y desde
este día en adelante, ellos han limpiado la comarca de todos los Oscuros Espíritus. Sin embargo,
Yosira les prohibió convocar al Señor del Cuerpo de cualquier hombre para convertirlo en sirviente
de otro, y estableció una gran maldición sobre cualquiera que desobedeciera esta ley. Aún se hace
así incluso ahora, pero los que quebrantaban esta ley de Yosira no escapaban del terrible destino
pronunciado para ellos, porque su poder es aún potente en la tierra de su pueblo. Cuando el
transgresor estaba ante él en un terrible juicio, sus acciones testificaban contra ellos.

Yosira prohibió a los que presiden juicios el derecho a juzgar por la grasa de los cocodrilos o por los
cuernos o la piel. Por el contrario les reveló la forma de hace justicia por el trigo y la espada
ardiente, también enseñó cómo preparar una bebida que desata las ataduras de la lengua de los
hombres, para que la Verdad no se escondiera mucho tiempo.

La gente que vivía entre los árboles a lo largo de las riberas de las corrientes aguas, vivía con
miedo a los monos de los árboles. Les consideraban sagrados y no querían perjudicarles. Creían
que los monos cogían al Señor del Cuerpo al morir y se lo comían, que se ocultaban esperando
cogerlo en una red enorme. Así que Yosira llegó para maldecir la comida reservada a los tres
monos para que se convirtiera en fuego en sus tripas. Así el pueblo se libró del miedo a los monos
y desde entonces los que fallecen han ido en paz, sin ser molestados más por los monos.

LA BIBLIA KOLBRIN. LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICIÓN BIBLIGÜE. CAP.13

CHAPTER THIRTEEN / CAPÍTULO TRECE

THE WAY OF YOSIRA / LA SENDA DE YOSIRA

Yosira enseñó que dentro de cada hombre reside un pequeño hombre que es el Señor del Cuerpo,
y éste es la vida de los hombres. Cuando el hombre duerme, el pequeño hombre sale a viajar
como quiere. Y en la muerte sale para siempre.

El Seor del Cuerpo no puede ser visto por ojos humanos, pero no es un secreto para todos porque
es visto por los ojos de los Renacidos. Cuando parte por la muerte, sale por la boca mortal,
esperando un tiempo hasta que nacen las alas celestiales. Entonces vuela hacia el Reino del Oeste
dónde las alas se renuevan.

En el lugar al que viaja el Señor del Cuerpo no necesita morada terrestre, por lo tanto quemar las
habitaciones de uno que ha partido es fútil. No obstante, si la habitación permanece y no es
purificada, se convierte en un lugar de reunión para las sombras que viajan desde el Lugar de la
Oscuridad, porque la habitación no necesita ser destruida, necesita ser purificadas con incienso y
vapor (¿?), y rellenada con hokew protector

Si un hombre llega junto a otro que duerme, el dormido debe ser despertado despacio y con
miramiento, para que el Señor del Cuerpo pueda reentrar pacíficamente. Porque si el dormido es
despertado antes de que éste haya reentrado, si retrocede asustado, entonces el hombre
enfermará. Por lo tanto, cuando se despierta a un dormido está bien llamarle con delicadeza para
que no se quede sin él.

Cuando el cuerpo mortal se encuentra enfermo sin que el calor del lukim esté presente, o si el
hombre o la mujer son cogidos y atormentados por un Espíritu Oscuro de la locura, puede ser a
causa de sueños diurnos del Señor del Cuerpo. Así,si el Señor del Cuerpo es despertado de sus
sueños diurnos, o curado de su falta de reposo, entonces el hombre o la mujer pueden ser
curados. Estas cosas Yosira permitió que se hicieran según la costumbre de los hechiceros.

Yosira enseñó la cura de muchos tipos de enfermedades dentro del cuerpo mortal, y el uso de
drogas que contienen la vida de las hierbas y cosas que crecen. Él usaba el fuego para acabar con
la vida que infestan el cuerpo mortal. La manera de hacer esas cosas está escrita en el Libro de los
Medicamentos.

Cuando Yosira llegó con sus hijos a la tierra de Tamuera, la gente de allí vivía en la oscuridad y eran
ignorantes de todo conocimiento. Estaban divididos entre ellos en mucha familias y las disputas
eran frecuentes. No tenían reyes y sólo mandaban los viejos. Había muchos hechiceros que
guiaban al pueblo con engaños y también los llamados Guardianes de las costumbres y los
Contadores de Cuentos.

Una gente vivía entre enormes árboles y espesos bosques en medio de los pantanos. Sus casas
estaban hechas de cañas y sustentadas en grandes plataformas. Esta gente era llamada los Niños
de Panheta, porque tenían su Dios en los días que siguieron a aquellos durante los que los
hombres fueron creados en medio de las aguas.

Otra gente vivía fuera del alcance de las aguas y lejos de los árboles, y no tenían nombre. Cavaban
subterráneos para viviendas o buscaban morada en cuevas dentro de las montañas. Esta gente no
tenía Dioses sino que adoraban a los Espíritus Oscuros y al Kamawam de los bosques que coge a
los hombres por la noche. Cuando el hombre que ha sido agarrado vuelve a su familia, están sin
palabras y lelos. Mueren en medio de la locura, lacerando sus cuerpos. Pero no existe Kawamam
en los bosques, siendo esa locura obra de los hechiceros que quieren colocar el miedo dentro del
corazón de los hombres.

Esta es la forma con la que se conseguía esto: Cuando los hechiceros robaban a los hombres por la
noche les llevaban a un lugar secreto donde sus lenguas eran clavadas hacia atrás con finos
tornillos. Así la lengua se extiende hacia arriba, de tal manera que aquellos a los que se les cosía la
lengua así perdían el poder del habla. Los hechiceros también insertaban a las víctimas cerca de la
cintura con cortes de madera, así nadie podría descubrir dónde estaban insertados. Hincaban
otras astillas en ellos en el puente entre las partes privadas y el canal posterior, y nadie podría
descubrirlas allí y saber que la víctima estaba atada con clavos y astillas.

Yosira maldijo a todos los hechiceros que practicaban este daño con una gran maldición, para que
ellos fueran llevados a la locura por un demonio que se comiera sus tripas. Desde entonces el
Kamawam no se ha conocido más en la tierra.

Yosira enseñó a los hombres a sacar el metal de las piedras y quemarlas, hasta que éstas
entregaran su corazón. Él enseñó a los hombres a trabajar la arcilla y el hilado de la tela y la
producción de la cerveza.

Cuando Yosira llegó a la comarca, el pueblo no sabía nada acerca de cortar los canales de agua y
de la siembra del maíz. Pero Yosira les enseñó estas cosas. Esto trajo la fertilidad a la tierra; esto
fue lo que murió en mitad de las aguas para darles vida, y su vida está en ellas todavía. Por lo
tanto, fue a través del Espíritu del Más Grande que quienes murieron en los días de antaño
hicieron fructífero el suelo.

Fuera del alcance de la aguas vivientes que discurren y disminuyen como la respiración del pecho
de un hombre, la tierra está muerta. Permanece árida como una mujer que no ha conocido
hombre. Era conocido incluso por los hombres de antaño que si la tierra no se regaba con aguas de
vida sino con otras aguas, entonces su crecimiento disminuiría de año en año hasta convertirse en
desierto. El incremento dentro del suelo no viene sólo del agua sino de la vida dentro del agua. La
vida surge de la vida y lo que no tiene vida no puede producir vida.

Por lo tanto, la buena tierra es la que está junto al triple Dios, y la tierra así unida no permanece
estéril. Las tierras elegidas están cubiertas con las aguas corrientes, pero las no elegidas son
ignoradas por ellas.

Estas cosas fueron escritas con respecto a los hijos de Panheta: Yosira habló con Panheta como un
hombre habla a un hombre, por lo tanto las leyes de Inta no fueron cambiadas, permaneciendo
obligatorias de igual forma para aquellos que vivían en el suelo o los que vivían en la arena. Si
algún hombre iba entre los de Inta sus leyes (de ellos) serían sus leyes (de él), si una mujer dejaba
el pueblo para vivir entre los de Inta ella sería como ellos y no podría volver.

Igual que el Espíritu del Sol viaja en su camino establecido entre las estrellas, así el espíritu del
hombre viaja con el movimiento de las aguas. Por lo tanto, cuando un hombre muere su cuerpo
debe ser quemado longitudinalmente (en el sentido de…) con el gran río.

Igual que la tierra en la que crecen cosas pertenecen a la familia cuya sangre está dentro, así un
hombre no debe apropiarse para él solo de lo que crezca allí, ya sea césped, hierbas o árboles.
Pero cada hombre y mujer puede coger de cada hierba y fruto tanto como pueda reunir en la
mano y comer antes de la puesta del sol.
Todo lo que tiene semilla puede ser comido, cada uno puede reunir para sí mismo tanto como
pueda guardar en una jarra o comprendido en una medida de alimento. Todo lo que tiene semilla
y se puede comer pero que no ha sido guardado en una jarra o comprendido en una medida de
alimento debe ser guardado en un hoyo de la familia. Nada puede ser colocado dentro del hoyo a
no ser que haya sido pasado por el fuego y enfriado.

Así como el Espíritu de la Vida reside en las cosas que el hombre come, así deben residir en las
cosas vivas de las que proviene. Por lo tanto, ningún árbol o arbusto que provea de alimento al
hombre puede ser cortado o partido.

La sangre de las bestias gritan desde el suelo igual que hace la sangre de los hombres; Por lo tanto,
si se derrama debe ser satisfecha. No matar animales a no ser que sea necesario para la comida, y
sepultar la cabeza y cualquier cosa que salga de su vientre. Las otras partes que se tomen serán
comidas o asadas, excepto los huesos y la piel que va a ser usados.

El fuego sirve al hombre, pero no puede ser también su dueño. Considerar su naturaleza. Surge de
la madera espontáneamente o por su propia voluntad o requiere la acción del hombre?, ¿hacer
esto es propio de la madera o existe un espíritu del fuego?. Solo los locos entre los hombres
comienzan algo que no puedan controlar. Nunca dejéis el fuego en algo cons mucho humo,
mantenerlo encendido, no usando más madera que la que sea necesaria para el propósito. No lo
dejéis apartarse de sus lugares asignados, que es el lugar dónde sirve sin amenazas,

Cuando lleguen a la edad debida cada hombre y mujer deberán elegir ellos mismos un compañero.
Aquellos que fallen en hacerlo no gozarán de gran respeto.

Por cosas como estas el hombre comete equivocaciones, por lo que debe ser castigado. Además,
debe ser reprendido de acuerdo con la naturaleza de la equivocación. Las costumbres de tiempos
pasado no son guías inútiles.

Cuando Yosira llegó al lugar dónde los de Inta viven le hicieron un recibimiento en estos términos:
“Cuando te hemos visto nuestros corazones se han alegrado. La vida se ha renovado en nosotros y
a pesar de lo contentos que estamos tú has traído viveza y alegría. Yosira llamó a este pueblo sus
infantiles hijos.

LA BIBLIA KOLBRIN. LIBRO DE LOS TESTIMONIOS. EDICIÓN BILINGÜE. CAP.14

CHAPTER FOURTEEN / CAPITULO CATORCE

THE TRIBULATIONS OF YOSIRA / LAS TRIBULACIONES DE YOSIRA

Estas cosas fueron escritas en el Libro de los Dos Caminos: Yosira, a quien los suyos llamaban
Yoshira, llegó de más allá del reino de Athor y fue el primer rey de Tehamur. Estableció el festival
de la luna nueva, el festival del esquile y los días de devoción. Cuando iluminó esta tierra con su
presencia, la prosperidad del pueblo estaba en las manos de falsos sacerdotes que enseñaban que
el hombre era un espíritu doble en el que estaba el Espíritu del Bien luchando con el Espíritu del
Mal por la posesión de su alma. Cada hecho o pensamiento eran debidos a la mayor fuerza de uno
u otro de los oponentes.

La gente no estaba completamente engañada aceptando esto, es quizá una distorsión de la


Verdad reflejada, pero ninguno de los dos es enteramente verdad. En los días antiguos los
hombres veían la Verdad pero confusamente, porque sólo podía ser revelada parcialmente de
acuerdo con sus capacidades para comprenderla. La Verdad es una luz que crece incluso más
brillante en la oscuridad de la ignorancia del hombre y, según las generaciones pasan y caen en el
polvo, los hombres ven más claramente. Cada portador de luz disipa un poco más de oscuridad y
Yosira fue un portador de luz, el más grande de todos ellos.

Antes de venir Yosira, portando la lámpara de brillante luz, existía la Verdad pero confusamente
percibida en esta tierra. Los falsos sacerdotes de aquellos días enseñaban que cuando el Gran Dios
creó al hombre Él se reservó la inmortalidad como un especial regalo para aquellos a los que él
favorecía. Esta no es actitud de Alguien que es el más Grande, y desde entonces tal doctrina no
puede ser aceptada. El que estos sacerdotes estuvieran engañados ellos mismos no era tan gran
pecado como su descarriar a otro que les seguían.

Un verdadero sacerdote debe aproximarse tan cerca como sea posible al relicario de la Verdad e
interpretar cualquier cosa que vea allí tan claramente como le permita su habilidad y la
comprensión de sus seguidores. En aquellos antiguos días nadie había sido todavía renacido a la
sabiduría y la iluminación. Por lo tanto, nada era conocido acerca de los Jardines de luz y los
hombres creían sólo en la Morada Oscura. Esta Oscura Morada era un lugar donde la arena y el
polvo eran el sustento de los muertos cuyos cuerpos eran vestidos con largos cabellos y plumas.
Los hombres, en aquellos antiguos días, sabían poco más que esto.

También creían que las almas subían a la gloria realmente consumida la comida y vestidas con las
prendas y los adornos entregados para su uso. Ellos no sabían, como nosotros sabemos, que
puesto que el alma es sutil no puede utilizar nada a no ser los elementos sutiles de las cosas
terrenas. Incluso ahora se quema incienso ante las estatuas de los que viajan a la gloria, como si
ellos pudieran recibir su parte. Hay los que creen que el sustento del alma y la continuidad de su
vida, reside en el mensual sacrificio común de sus parientes en la Tierra.

Como un hombre con una lámpara en la noche es atacado por lo que acecha en la oscuridad, así
los instruidos que pretenden llevar la luz a la sordidez de la ignorancia son atacados también por
aquellos a los que se les revelara en su misma imagen. Así, cuando Yosira recriminó a los que,
mientras no permiten el asesinato de hombres y mujeres en su vida diaria, no ven nada malo en
permitir que un niño sea sacrificado o quemado junto a la hoguera de los que han partido, fue
declarado enemigo de los Dioses.

Cuando Yosira estaba en la tierra lejos del Río de la vida, uno llamado Azulah que era la mano
derecha de Yosira mató a un hombre que era de la estirpe del Leopardo. Esto enfadó al Dios de
aquella gente, porque la sangre del hombre muerto clamaba hacia él. Por lo tanto, los hombres
del Leopardo vinieron a la tierra del Este intentando matar a Azulah por la ofensa contra su Dios,
pero él se había escondido en un lugar secreto. Así, cuando vieron que su búsqueda era en vano
los hombres del Leopardo volvieron a su sitio, informando a sus sacerdotes de su fallo. Los
sacerdotes entonces hicieron un ritual para llamar al poder de la guerra, atrayéndole con
intensidad. Entonces, porque Yosira era el jefe de Azulah, los hombres del Leopardo le atacaron,
reclamando derechos de guerra.

Pero por la noche, cuando el enemigo hostil esperaba ante el campamento de Yosira, el sacerdote
de la guerra se contaminó y así el poder de la guerra falló en debilitar los corazones de los de
Yosira, habiendo perdido el sacerdote el control sobre la misma. Así, el poder de la guerra llegó a
las manos de Yosira y él lo rechazó de forma que cayó sobre los hombres del Leopardo, y sus
rodillas se doblaron y sus entrañas fueron al agua y huyeron de aquel sitio.

Los hombres del Leopardo vivían en los bosques hacia el oeste de las corrientes aguas, y Yosira los
persiguió hasta allí. No entró en el espeso bosque, sino que, yendo a una isla en mitad de las
aguas, estableció allí el campamento. Tenía un prisionero al que liberó, mandándole a los
sacerdotes con este mensaje:

“Vete en paz, que yo puedo escuchar tus quejas y judgar si son justas”

Pero los sacerdotes de los hombres del Leopardo bajaron sólo hasta el principio de las aguas y no
quisieron ir más allá, y hablaron desde el otro lado de las aguas: “Lo que era justo hasta ahora, ya
no es justo, porque esto es ahora un asunto para ser arreglado entre nuestra tribu y los que están
contigo, porque la sangre todavía grita por la sangre”.

Al oír esto Yosira contestó, “Seamos listos, hay un juez por encima de nosotros, dejemos que el
Dios de las Vivientes Aguas decida el asunto”. A esto el sacerdote contestó: “Está bien”. Entonces
Yosira colocó a Azulah dentro de un bote, conduciéndole a través de las aguas contra el viento del
Sur. Parando el bote Yosirá ordenó a Azurah saltar a las aguas y así podría ser puesto a prueba por
la natación, y Azurah esto hizo. Él nado poderosamente y el Dios de las Corrientes Aguas no le
arrastró, porque Yosira había cubierto las aguas con su poder, de forma que las aguas mantuvieran
arriba al nadador, llevándole salvo a la playa.

Entonces Yosira se sentó con los jefes de los hombres del Leopardo y llegó a un acuerdo con ellos y
con otros pueblos parecidos. Este era que cuando un hombre mata a otro entre sus propias tribus,
nadie entre ellos le protegería y podría ser muerto por cualquiera o asesinado por los de su propia
sangre. Sin embargo, si el hombre muerto pertenece a una tribu diferente a la del atacante,
entonces el asesino podría ser muerto por cualquiera de las dos tribus. Si la tribu del asesino
quisieran evitar el pago de la sangre, deberían mandar una prueba a la tribu del muerto, junto con
una explicación del asunto. También estuvieron de acuerdo en que la sangre sea sobre sus propias
cabezas y la venganza en sus manos, y la exposición de la venganza debería ser mandada a la tribu
del muerto junto con su compensación.
Entonces todas las tribus se comprometieron con un solemne juramento, declarando que si la
sangre gritaba en vano desde el suelo, entonces los terrores nocturnos y las sombras de la sangre
deberían ser conjurados sobre la tribu del asesino y no sobre la tribu del muerto.

Fué en esta ocasión en que este pacto se realizó que Yosira habló de esta manera a sus hijos:

“Hay alimentos que son malditos y no se pueden comer. Todo el alimento de cualquier animal que
muere por si mismo. Toda la comida de cualquier bestia que haya sido muerta como un sacrificio a
los Dioses menores. Toda la comida de cualquier animal que haya sido muerto por una bestia
salvaje y toda la comida que haya sido ofrecida sobre las piedras de la puerta. Estas son carnes
sucias”

Cuando Yosira fue a través del la tierra y la purificó, y expulsó sus enfermedades con maldiciones,
enseñó a los que vivían allí a construir canales de agua. También les instruyó en el significad-o de
las señales celestes. Construyó Piseti en medio de los juncos y drenó los pantanos. Después
levantó el primer templo de ladrillo y piedra. En aquellos tiempos estableció lo que debería ser
recordado acerca de los días y las estaciones.

Mientras Yosira estaba en Paseti, los sacerdotes excitaron al pueblo contra él, y por eso huyó hacia
la Tierra de Dios con sus hijos y los de su sangre. Pero su esposa y el más joven de sus hijos no
fueron con él, porque estaban con el padre de ella en la tierra de la que procede el gran río. Era la
tierra de Kantoyamtu, dónde los sacerdotes enseñaban que la muerte no es el destino del hombre.
Estos sacerdotes decían que a pesar de que sus antepasados de los tiempos antiguos fueran tan
mortales como los hombres, los padres de sus antepasados eran los herederos de la inmortalidad
en la Tierra. Esta es una enseñanza errónea, algo que pertenece a la infancia del hombre, pero
más tarde los hombres aprendieron que la muerte es solamente la pérdida de la vida, que
emprende el vuelo con el alma.

Mientras Yosira estaba en Paseti, su verdadero hijo, Manindu, dominaba a los Mesiti que eran un
ejército de hombres y trabajadores del metal. Ellos dominaron toda la región, devolviéndola a
Yosira. Más tarde fue entregado en manos de Manindu, cuyo sello está allí todavía.

Después del tiempo de Manindu el pueblo olvidó al Dios de Dioses, porque les parecía muy
distante de ellos y adoraron otros Dioses que los sacerdotes inventaron. La luz se hizo tenue y
relejada sólo pobremente en pequeñas capillas secretas.

CHAPTER FIFTEEN / CAPITULO QUINCE

A SCROLL FRAGMENT – ONE / PERGAMINO FRAGMENTADO - UNO

Salvado del Gran Libro de los Hijos del Fuego, esto es todo lo que se ha conservado de unas
dieciseis páginas dañadas que se refieren a una ceremonia de iniciación

Quién me premiará o castigará? Yo lo haré

Quién siembra mi sendero con sufrimiento? Yo lo hago


Quién puede garantizarme una vida de eterna gloria? Yo puedo

Quién debe salvarme del horror de la mala información? Yo debo

Quién guiará mis pasos a través de la vida? Yo lo haré

Quién trae alegría a mi vida y felicidad a mi corazón? Yo lo hago

Quién trae paz y conformidad a mi espíritu? Yo lo hago

Quién alumbrará los límites de mi trabajo? Nadie sino yo mismo

Qué valiente me protegerá de los trabajadores del mal? Mi coraje

De quién será la sabiduría que me guiará e inspirará mi corazón? Mi sabiduría

Quién decidirá mi destino? Mi voluntad

De quién es la obligación de atender mis carencias? Mi obligación

Quién es el responsable de mi futuro estado de ser? Sólo yo soy responsable

Quién me protegerá de las tentaciones? Nadie

Quién me protegerá de las penas y sufrimientos? Nadie

Quién me protegerá en las penas y aflicciones? Nadie

Quién se beneficia de mi fatiga y tribulación? Yo mismo, si soy juicioso

Quién se beneficia de mis tentaciones y aflicciones, de mis sacrificios y austeridades? Yo mismo, si


soy sabio.

CHAPTER SIXTEEN /CAPITULO DIECISEIS

THE THIRD OF THE EGYPTIAN SCROLLS/ EL TERCRO DE LOS PERGAMINOS EGIPCIOS

Si el hombre quiere conocer los cielos, debe primero conocer la Tierra. El hombre no puede
comprender los Cielos mientras no comprenda la Tierra. No puede comprender a Dios mientras no
se conozca a sí mismo y no puede amar a no ser que haya sido amado.

Dios es desconocido pero no incognoscible. Es inadvertido, pero no invisible. Dios es inaudito, pero
no inaudible.

Él no es comprendido, pero es comprensible.

La meta de la vida está río arriba, no río abajo. El hombre debe luchar contra la corriente, no
dejarse llevar con el flujo.
Un niño nace conociendo todo lo que Dios le ha proporcionado para conocer, el resto debe
descubrirlo por él mismo. El hombre no vive para aumentar la gloria de Dios, eso no se puede
hacer, sino que vive para aumentar la gloria del hombre.

El que adora con rituales vacíos pierde su tiempo y demuestra la superficialidad de su


pensamiento. Aquello que el hombre hace para beneficio de otro es bueno, pero si él busca la
gratitud de Dios es una labor de ignorante que demuestra falta de respeto hacia Dios cuya
naturaleza está por encima de los príncipes de la tierra. Una mano extendida vale por diez lenguas
ociosas.

Sé un hombre de fortaleza y coraje. Prepárate para la lucha, porque la Tierra da al hombre sólo
dos opciones: luchar o perece. Este es el trabajo para hacer en el jardín de Dios, por lo tanto los
planes inútiles y las discusiones llenas de palabras, vé, coge la azada y emprende tu tarea a mano.

Este es el secreto de la vida: el hombre vive en Dios y Dios vive en el hombre. Esto contesta a
todas las preguntas.

CHAPTER SEVENTEEN / CAPITULO DIECISIETE

THE SIXTH OF THE EGYPTIAN SCROLLS / EL SEXTO DE LOS PERGAMINOS EGIPCIOS

Dios está en todo y Él lo abarca todo.

No ha un Dios sino el Verdadero Dios, y Su existencia es nuestro seguro de vida eterna. Ël era
antes del principio y será después del final.

Él es fuerte y todopoderoso. En su magnificencia y majestad ningún hombre puede concebirle. Su


naturaleza divina está más allá del entendimiento del hombre. Su creación es pasmosa. Sus
caminos insondables.

Su pensamiento creativo formó todas las cosas y el poder que brotó de Él es la vida. El retiene la
vida dentro de Su pensamiento y el universo dentro de Su cuerpo.

Si un hombre, por ignorancia y locura, concibe un Dios más comprensible a su propia imagen o
construye Dioses de madera y piedra, eso no le quitará a Dios nada de su posición de Dios. El
Supremo Uno siempre es Dios, el Creador del hombre y si el hombre hace Dioses terrestres para
adorar, entonces es el hombre que por ello lo abandona, no Dios. Entre las cosas terrenas el
hombre no encontrará nada más grande que él mismo.

El hombre venera, no para hacer a Dios más grande, porque esto él no puede hacerlo, sino para
hacerse más grande él mismo. Nada puede hacer el hombre que aumente lo que Dios ha sido
siempre. Los hombres conciben a Dios como un Ser que tiene cualidades humanas magnificadas,
parecido a un Ser Real más grande que cualquier rey. Así el hombre cae en el error.

Igual que el sol rodea al hombre con luz, aunque se esconde detrás de las nubes de tormenta, así
es el hombre cuando piensa en Dios, aunque el Mismo Dios se haya ocultado de él.
De tal manera es nuestro Dios que, aunque por sí mismo eterno, vive con cada hombre y con él
atraviesa el oscuro portal de la muerte hacia la luz de las Regiones Gloriosas más alejadas.

Dios manda sobre todo lo terrestre y todas las esferas. Él está en ellas y ellas están en Él. Todas las
cosas están en Dios y Él está ten todas las cosas. Lo que es, era y será, todas las cosas empiezan y
acaban en Dios.

Sólo es es la Sabiduría, el entendimiento y la vida por siempre.

CHAPTER EIGHTEEN / CAPITULO DIECIOCHO

A SCROLL FRAGMENT – TWO / UN FRAGMENTO DE PERGAMINO - DOS

El libro de Iniciación y Ritos dice de Dios,

“Toda nuestra esperanza está depositada en Dios, que ha creado todas las cosas, sosteniéndolas
con Su aliento, cualquiera que sea su estado, cualquier cosa que sean, en este lugar en la tierra o
en cualquier otro lugar visible o invisible”.

Él solo es causa de las hierbas que florecen con belleza y es causa de todas las cosas para que
lleguen según su especie propia y a su tiempo, todo surge directamente de su pensamiento. La
tranquila belleza que envuelve la faz de la tierra por igual, la melodía del sonido y el lenguaje, la
fragancia de las flores, la suave delicadeza de un pétalo y el vuelo. Toda la belleza y encanto que
deleita los corazones de los hombres vienen de ´Dios.”

“Su sabiduría es ilimitada y en su bondad ha proporcionado en lo que Él ha creado todo lo


necesario para el hombre. La luz del día y el viento, el alimento y el agua, el calor y la frialdad, los
materiales para sus viviendas y productos para su vestimenta, todo para su uso diario y su alegría.
El hombre no carece de nada que pueda disminuir su habilidad y conocimiento, para todas las
cosas útiles han sido colocados indicadores a lo largo del camino. Qué necesidad puede el hombre
saber de la que Dios no haya hecho provisión, incluso antes de haber nacido? Ha establecido la
naturaleza de todas las cosas, de forma que permanecen estables y aparecen en su propia esencia
sin cambios. Cuando un hombre siembra cebada, sabe lo que nacerá en el campo, la recompensa
de su fatiga no es la confusión”.

“El hombre enciende el fuego sabiendo que cocerá su alimento, no está unas veces caliente y otras
veces frío. Sabe que el día seguirá a la noche y que las horas de oscuridad están prescritas, no es
cuestión de cambio. Las horas de oscuridad no son una día largo y el próximo día corto. El aceite es
apropiado para las lámparas y el agua para beber. El hombre sabe que nunca puede arder una
mecha en agua. El hombre mira a su alrededor y vé orden, no confusión, y sabe que dónde hay
organización debe haber un organizados.”
“Las disposiciones de Dios están establecidas para beneficio del hombre, no servirían a la
estabilidad del hombre no ser nada sino el juguete del cambio y la víctima del caos. Por lo tanto,
en los días de fiesta y ayuno, cada uno celebrado en su momento debido, recordaré siempre las
obligaciones debidas a mi Dios.”

“Me divertiré y cantaré canciones de plegarias con un corazón pleno, evitaré la hipocresía del
movimiento de los labios, estaré alegre en la plenitud del espíritu al principio y al final de las
señaladas ocasiones”

“Los decretos de Dios son cumplidos en los momentos señalados y los días de trabajo pasan uno
dentro de otro. La época de la primera reunión al final de la cosecha, la época de la siembra en la
época de la fruta, todo pasa sin cesar como el beso del viento en las aguas”.

Alzaré mi voz y mis manos moveré con la música, tocaré las cuerdas y enviaré dulces sonidos que
suban hacia mi Dios, y mi aliento llenará las gaitas con tonadas a su Gloria. Cundo los cielos se
iluminen al amanecer levantaré mi voz con alegría y cuando se enrojezcan al atardecer, no
permaneceré en silencio”.

Oh, Como me alegro de que Dios me haya hecho como soy! Verdaderamente Él está en todo y lo
abarca todo. En Su magnificencia y majestad el hombre no puede concebirlo, porque su divina
naturaleza está más allá del entendimiento del hombre. Su creación es grandiosa. Sus caminos
inexcrutables.

El amor de Dios por sus caprichosos hijos ha sido ilimitado y abundante. Ha permanecido sin
cambios a través de las edades, lleno con sus nobles propósitos. Él creó de modo que pudiera
expresar y compartir este amor, que es la verdadera esencia de Su naturaleza, con seres creados a
su imagen, seres que pudieran absorber y reflejar este amor. Sin embargo, para que su amor
pueda ser totalmente libre, el hombre fué dotado con libre voluntad, la libre voluntad que él ha
utilizado de forma perversa.”

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