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¿ Qué es el Detente ?

1.El Detente es un signo de fe en Jesucristo, de confianza en el océano insondable


de su Misericordia y Amor Infinito por mí, que arde y desborda de su Corazón de
verdadero Hombre y verdadero Dios. Tiene la función de proteger a quien lo lleve
con fe y confianza en Él, actuando como un escudo contra todo mal. Por tanto, no
es un amuleto mágico, sino un sacramental.

Se trata de una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, tal como se le reveló a
Santa Margarita María de Alacoque (religiosa del Monasterio de la Visitación de
Paray-Le-Monial en Francia (1647-1690), a la que Jesucristo le reveló su Sagrado
Corazón para que se convirtiera en una devoción universal), con la leyenda escrita
“Detente, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo”, que se añadiría más tarde.

2. El detente tiene su origen en una petición de Jesús a esta santa en 1686: “Hacer
unas placas de cobre con la imagen de mi Sagrado Corazón para que todos
aquellos que quisieran ofrecerme un homenaje las pongan en sus casas, y unas
pequeñas para llevarlas puestas”.
A esto Jesús añadió 12 promesas, pudiendo destacar entre ellas que Él mismo será
“amparo y refugio seguro durante la vida, y sobre todo en la hora de la muerte” y
que “bendecirá especialmente a los lugares donde se expusiera y a las personas
que lo llevasen.”

La primera vez en la que se utilizó el Detente fue en 1720 durante la gran epidemia
de peste de Marsella, Francia (apenas 30 años después de fallecer la santa) donde
se repartieron miles y la epidemia cesó milagrosamente. No contagió a muchos de
aquellos que llevaban este Escudo, y las personas contagiadas vivieron la
enfermedad con paz y sin miedo. Desde entonces, los católicos lo han empleado
para luchar contra todo tipo de epidemias, guerras y catástrofes.

3. No requiere bendición sacerdotal, ya que en 1870 el Papa Pío IX, cuando


concedió la aprobación definitiva de la devoción del Detente, dijo: “Voy a bendecir
este Corazón, y quiero que todos aquellos que fueren hechos según este modelo
reciban esta misma bendición, sin que sea necesario que algún otro sacerdote la
renueve. Además, quiero que Satanás, de modo alguno, no pueda causar daño a
aquellos que lleven consigo el Escudo, símbolo del Corazón adorable de Jesús.”

Nunca dejes de usar este sencillo detente, sobre todo en estos tiempos de
incertidumbre: ponlo en tu hogar, llévalo siempre contigo (en tu móvil, ordenador,
cartera, bolso, mochila, agenda...) bésalo y dile muchas veces a lo largo y ancho
del día, con fe y confianza en su Amor: “Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío”.
Y regálalo a quien más quieras, invitándolo a poner su vida y la de su familia bajo
la protección del Sagrado Corazón de Jesús, a confiar en Él, que es todo Amor y
Misericordia que nunca falla.

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