Acróstico con mi nombre Jorge Eduardo

Jugar gozar ya no estaban enlazados,

onza y gabinetes cinematográficos,
respecto a las vocales brotan nenes dignos,
glaciaciones de a veras, corros solos.
en vez de la vuelta reparten terrores
masivos,

explicaciones y micrófonos léxicos,

dame, aunque se horroricen los gitanos,
un amigo es un regalo que nos hacemos.
Arco bajo el poder de botones temerosos,
retirado en la paz de estos desiertos,
de cenizas con desgreñadas manos,
observadores y géneros agudos.