Actividad 3 foro 10 de economía

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de 20210B0269 Cruz Tapia Luis Enrique - martes, 11 de mayo de 2021, 21:44

Estimado Profesor:

Se comparte mi aportación al foro:

Gran parte del diseño que nosotros hemos creado para el futuro, no sólo ahora sino desde
tiempos pre industrialización, y me atrevería a decir que prácticamente desde que somos
conscientes de que podemos modificar el entorno, es el deseo de controlar todo, transformarlo de
forma que se tenga una producción material ilimitada y que a la par nos permita ser enteramente
libres como personas, sea lo que sea que esto signifique, en cualquier caso esta promesa de
progreso ilimitado ha marcado la pauta para que el ser humano siempre aspire a lo ilimitado en
todos los sentidos, básicamente de forma tal que nos permita dejar de ser seres humanos y
considerarnos más deidades omnipotentes e invencibles ante cualquier situación natural. (Fromm,
E. pág. 23 párrafo 1-2)

 Sin embargo a través de los tiempos el ser humano ha creado organizaciones, sociedades e
instituciones que parecieran estar enfocados a este fin, pero que eventualmente han buscado la
generación de riquezas y comodidades para todos de forma ilimitada en su afán de considerarles
como la base primordial de lo que se ha considerado felicidad. Sin embargo el no cumplimiento de
esta gran promesa, particularmente en la época industrial, no ha generado más que fracaso y la
consecuencia mental derivada. Así, la sociedad se ha dado cuenta que el bien está no proviene de
la satisfacción ilimitada, ni mucho menos del placer máximo, que no existe la libertad absoluta
cuando existen maquinarias burocráticas gubernamentales, industriales y de comunicación
mediática de por medio, que dependiendo si el país es rico o pobre entonces se abre una brecha
importante entre el progreso económico de uno u otro, y que el avance tecnológico representa un
riesgo letal para la vida y por ende para todo lo que el ser humano civilizado significa. (Fromm, E.
pág. 24 párrafo 1-3)

Así este fracaso está pautado por dos ideas ampliamente compartidas en la sociedad con
trasfondo psicológico. El hedonismo radical o la idea de qué el cumplimiento de todo deseo o
necesidad ligada al placer máximo es la felicidad absoluta y por tanto el objetivo de la vida; y en
contraposición la idea antagónica de que el egoísmo y la avaricia, o el egotismo, requeridos para
que funcione el sistema, son fuentes armónicas y de paz.

 Quizá como iniciador de esta idea de placer como derecho absoluto y objetivo primordial de la
vida, se encuentra la filosofía de Aristipo, que evidentemente superpone el placer a cualquier cosa
o derecho. En contra esquina encontramos el placer puro como meta de vida, predicado por
Epicuro, y que ponía como dos ejes primordiales la ausencia total del dolor y que el alma estuviera
totalmente tranquila. (Fromm, E. pág. 25 párrafo 2-42)
 Tampoco los otros grandes maestros consideraban que fuera realmente útil o ético el
cumplimiento de todas las necesidades y placeres, De hecho, clasificaban a las necesidades entre
aquellas puramente subjetivas que eventualmente terminaban y producían malestar y eran
además engañosas para el crecimiento humano, de las objetivamente válidas que se enfocaban
más bien en los requerimientos de la naturaleza humana o en el bienestar, también conocido
como eudaimonia. (Fromm, E. pág. 26 párrafo 2)

Como ya se mencionó la satisfacción de todos los deseos humanos como objetivo principal y
último de la vida del ser humano se debe a Aristipo en el siglo XVII y XVIII. A partir de esto hubo un
cambio sustancial en el significado de lo que ganancia era, pasando de ganancia del alma algo
tangible, material, económico. (Fromm, E. pág. 25 párrafo 4)

Después del siglo XVIII múltiples teorías éticas hicieron su aparición, entre las que destacan el
hedonismo y su contraparte el antihedonismo con representantes como Kant, Marx, Schweitzer y
Thoreau; aunque la que fundamentalmente se ha abierto paso después de la guerra ha sido de
nueva cuenta el hedonismo radical pero adaptada a un mundo moderno donde la contradicción es
su principal línea de diálogo, llevando Del Estado compulsivo del trabajo a la incipiente pereza sin
fin. En términos cortos se responde simplemente al capitalismo de consumo al máximo. (Fromm,
E. pág. 26 párrafo 4)

 De forma teórica, pero bastante tangible y visible, el hedonismo radical no ha sido capaz de
producir bienestar mi paz ni armonía ya que evidentemente la gente se encuentra envuelta en
problemas graves de depresión, soledad y dependencia, entre otros; en realidad esta es la
distracción del egoísmo individual no produce bienestar para nadie (Fromm, E. pág. 27 párrafo 2-
4)

 David Ricardo ya había rechazado el egoísmo individual puesto que tal orienta el carácter hacia un
deseo ilimitado de más cosas a costa de otras personas y sobre la sinceridad reprimida de quién
soy, puesto que se es cuanto más se tiene. (Fromm, E. pág. 28 párrafo 1)

 Contable diferencia De El ritmo o pauta económica que se manejaba en el periodo feudal es la

fuerte y estrecha vinculación entre la ética y la conducta humana era el papel económico. hoy en
día la conducta económica se encuentra totalmente separada de la conducta económica. Un
ejemplo de esta situación era la propuesta de precio justo de Santo Tomás de Aquino. (Fromm, E.
pág. 28 párrafo 3)

 Intercambio de ideas llevo a cambiar el tono en el que se veía como una empresa usaba al ser
humano, y viceversa, puesto que se entendía que el ser humano era egoísta de forma innata y que
por tanto si no se entendía de esta forma se estaba cayendo en una sociedad precaria. (Fromm, E.
pág. 29 párrafo 2)

 Existe también una corriente alterna, un segundo argumento, que está enfocado al cambio de los
valores y por tanto de los objetivos del carácter humano, apelando a una nueva ética
reestructurada a partir de la información que se conoce con los cambios tecnológicos y
económicos que ya se viven, buscando que realmente se cree un cambio disyuntivo de la forma de
vida del ser humano. (Fromm, E. pág. 30 párrafo 1)

 Lamentablemente aquellos que se encuentran a cargo de los asuntos públicos, básicamente

política y Gobierno, antepone su éxito personal al servicio público y las consecuencias sociales que
esto implica, obviando datos que han estado presentes por décadas y deslindándose
prácticamente de la catástrofe. Esto realmente apuntala en contra de nuestro instinto como
especie de supervivencia puesto que eventualmente queda al descubierto qué es lo que se está
jugando es nuestra existencia ante una amenaza cuantificada y evidente. (Fromm, E. pág. 31
párrafo 4-5, pág. 32 párrafo 1)

 Quizá todo esto sea como tal una alteración del instinto, y cuál queda enterrado ante lo
Abrumador que resulta el realizar cambios y sacrificios que prevengan una catástrofe futura. Esta
falta de acción para afrontar esta cuestión de vida o muerte quizá este plantada en el hecho de
que se carece de una alternativa sólida al sistema capitalista que se maneja hoy, puesto que otros
sistemas no han sido del todo exitosos y tampoco se ha puesto principal empeño en estudiar
alternativas. (Fromm, E. pág. 32 párrafo 3, pág. 32 párrafo 1)

 El vídeo que se presenta sobre obsolescencia programada refleja de manera muy práctica y
tangible cómo la sociedad ha ido enfocando el uso de recursos para la satisfacción de necesidades
inmediatas sin tener en cuenta que los primeros son limitados y que la obtención de bienes
materiales no genera bienestar de facto. Si bien pareciera que el mantener el empleo de algunos
al generar nuevos productos de forma constante o por temporadas se traduce en riqueza y
bienestar, el uso de recursos y más aún los desechos generados sin control alguno, generan todo
menos bienestar en otras latitudes.

 Por su parte el sistema económico considera apropiado el desarrollo incontrolado e ilimitado, aún
cuanto esto implique generar mecanismos que eviten que los productos tenga la vida útil real de
sus componentes, lo que significa un mal uso de los recursos en búsqueda de la satisfacción
hedonista instantánea de los consumidores, que como ya se vio es momentánea y eventualmente
tiene que ser cubierta con otro deseo o producto volcándose así en un círculo vicioso infinito pero
incompatible con la realidad de un mundo finito

 Bibliografía

 Fromm, E. (1976). ¿Tener o ser? (1ª Ed.). México D.F. Fondo de Cultura Económica

 Arte Televisión Española. [Mario Galicia] (31 oct 12). Obsolescencia programada – Documental
[Video].

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