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Discipulado Nº 10.
LA IMPORTANCIA DE CONGREGARSE.
Introducción:
a) En este tiempo son pocas las iglesias que se congregan todos los días. Los primeros
creyentes se congregaban a diario, perseverando en la predicación del evangelio y la
enseñanza de la Palabra de Dios, en la comunión entre los hermanos, en la ayuda mutua,
en la práctica de la Cena del Señor y en las oraciones. Hechos 2:42, 46, 47; 5:42.
“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos
con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
“Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.”
b) Hoy también es prioridad congregarse lo más que podamos. Lo hacemos en las diferentes
reuniones de la iglesia, en los grupos familiares (células), reuniones evangelísticas y en la
escuela dominical (servicio del domingo al cual no debemos faltar).
c) La Biblia enseña la importancia de congregarse: David dijo: “Yo me alegré con los que me
decían: A la casa de Jehová iremos.” Salmos 122:1.
“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el
buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el
borde de sus vestiduras; como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque
allí envía Jehová bendición, y vida eterna.”
A Dios le agrada cuando nos reunimos como familia para estar con Él y adorarlo.
Desciende por la cabeza y baja hasta el borde de sus vestiduras (una unción
corporativa que cubre a toda la iglesia). La Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Romanos
12:5.
El triste sale alegre, el preocupado sale en paz, el oprimido sale libre, el enfermo
sale sano, el perdido es salvado, el que está mal sale restaurado.
Salmos 27:4. “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la
casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de
Jehová, y para inquirir en su templo.”
Conclusión:
Es necesario tomar en serio el consejo bíblico: “no dejando de congregarnos, como algunos tienen
por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Hebreos
10:25.