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"Cenicienta Superstar": de Liliana Cappagli
"Cenicienta Superstar": de Liliana Cappagli
SUPERSTAR”
de Liliana Cappagli.
“CENICIENTA SUPERSTAR”
ESCENA 1
1
LA CASA.
COCINA COMEDOR. UNA MESA Y TRES SILLAS. UNA RADIO SOBRE LA MESA, GRANDES
ANIMALES DE PELUCHE DISEMINADOS POR EL PISO.
CENICIENTA LIMPIANDO Y BARRIENDO EL PISO.
CENICIENTA: ¡Que triste estoy! (SUSPIRA) Debe ser por no desayunar. ¡Esta vieja me tiene
harta! ¡Me persigue, pasa el dedo por los muebles después que limpio, me espía, no me
deja ni comer tranquila. ¡Ufa! ¡Suerte que duerme hasta las 12, que si no... !
MADRASTRA: ¡Cenicienta!
CENICIENTA: Ya hice todo lo que me pidió , señ ora. Lavé la ropa, la tendí en la soga, lustré
el piso del Saló n, hice todo, menos las camas, porque las chicas estaban durmiendo.
CENICIENTA: No señ ora, ¿para qué se van a levantar, si total nunca hacen nada?
MADRASTRA: ¿Y para qué está s vos? ¿No entendés que está s aquí para servirnos?... Dejate de
soñ ar y ponete a trabajar. (LE EXTIENDE UN GATO DE PELUCHE) Aquí te traigo a mi amado
MADRASTRA: Si sobra algo de Lucifer, lo comerá s… (RIE SOLA). Era una broma. Primero
hacé el desayuno, y luego veremos... Ademá s, está s bien así, ¿Para qué querés engordar?
2
CENICIENTA AGARRA EL GATO DE LA MADRASTRA Y AMAGA AHORCARLO CUANDO SU
AMA NO LA VE.
PATEA AL GATO QUE SALTA POR EL AIRE Y SALE DE ESCENA. EN OFF SE LO OYE
MAULLAR COMO SI LE PISARAN LA COLA. ENTRAN LAS HERMANASTRAS.
DRISELA: Mami, ella me lo robó , ese moñ o es mío; ademá s a ella le queda horrible.
ANASTASIA: Ja, ja, ja. Ni soñ ando. La má s linda y agraciada soy yo.
MADRASTRA: ¡Bueno niñ as, basta! Son dos pimpollitos, y listo. ¡A sentarse! ¡Cenicienta,
MADRASTRA: Bueno, me alegro… ¡Ay chicas, no sé por qué, pero presiento que hoy será un día
especial!
3
DRISELA: ¡Mamá , mirá lo que me hizo! ¡Y vos no te rías, marmota! (PELEAN)
MADRASTRA: ¡Bueno, silencio!... (LA TOMA DEL CODO, DESPECTIVA.) Cenicienta, siempre
la misma dormida, no hacés nada bien. Ahora como castigo, lavará s todos los ventanales de
la casa.
MADRASTRA: ¡Dije todos, y ademá s, la terraza, el freezer, y el balcó n! No quiero oír una
palabra má s.
CENICIENTA: Dije... sí, señ ora. (AL PUBLICO) ¡La voy a denunciar al Sindicato!
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MADRASTRA: ¡Basta, chicas, basta!
(TODAS LO MIRAN)
MADRASTRA: (LEYENDO) Les dije que iba a ser un día especial. El príncipe nos hace el honor
MADRASTRA: Esta es vuestra oportunidad para enamorarlo y salvarnos para toda la cose-
cha… ¿Me comprenden, verdad?... Hace mucho tiempo que esperaba este momento. No po-
demos fallar, tienen que estar perfectas. Iremos de Shopping. (PAUSA) ¡Cenicienta, prepa-
ANASTASIA: ¡Mami, esto es maravilloso! ¡Al fin un baile real! ¡El príncipe será mío!
ANASTASIA: ¡Bigotuda, las petunias!... Lo voy a conquistar con mis encantos irresistibles…
MADRA: ¡Termínenla!
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DRISELA: ¡Comprate la Prestobarba, mejor!
MADRASTRA: ¿Vos?... Ja, ja. Si terminá s todo lo que te mandé, y tenés algú n trapo razonable,
puede ser que vayas…. ¡Pobre chiruza, al baile real. ¡Ay, que tener vergü enza!
CENICIENTA: Tengo que apurarme. Pero no. Es imposible que termine, con todo lo que
mandó esa bruja. Ademá s no tengo ningú n vestido de fiesta… ¿Qué voy a hacer? Tengo
ESCENA 2
HADA: (AL PUBLICO) Me parece que alguien llora... ¿Ustedes, escucharon algo? …Ah, Ahí
está ... (ACERCÁ NDOSE A CENICIENTA.) ¡Mi niñ a, no llores... ¡Mi niñ a, no llores!... ¡Che nena!
HADA: Soy tu hada madrina, la que come mandarinas… ¿Por qué llorá s?
CENICIENTA: Esta noche hay un baile en el palacio, y mi madrastra no me deja ir. Tengo
HADA: Pero niñ a, con mi varita má gica “VARITAS”, arreglo todo al toque. Preparate.
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HADA: No puede ser. (DA OTRO TOQUE)
¡Uy, me olvidé de ponerle pilas! … Era una broma... ¡Andá a tu cuarto, que sobre la cama
CENICIENTA EN OFF: ¿Ah, pero có mo voy a viajar, Hada Madrina? ¿No trajiste una limu-
sina?
HADA: Esta piba pide demasiado… A ver que tenemos por aquí... Oh, esta calabaza está
perfecta.
Vamos a ver có mo esto se convierte en carroza de princesa. A la una, a las dos, y a las...
(TOQUE CON LA VARITA) ¡Uy, cierto que no andaba! ¡Ya sé!... ¡Cenicienta, en el fondo te
dejé la bicicleta. ¡Que te diviertas! ¡Esta noche vas a ser la Diosa del Baile!… ¡Ah, me
olvidaba! A las 12 tenés que volver…. Se rompe el hechizo y yo no me hago cargo, eh...
SUENA EL CELULAR DEL HADA QUE ESTA EN UNO DE SUS BOLSILLOS. ATIENDE.
¡Mandarina producciones!... ¿Quién habla? … ¡Adriá n Suar, ya voy para allá …. ¿Quién me
espera, Floricienta?... No, no. ¡Esta es la auténtica! Si, te lo aseguro. ¡Bye, bye! Pero antes…
ESCENA 3
7
PALACIO.
SUENA DE FONDO UN VALS. APARECE EN ESCENA EL PRINCIPE SENTADO EN SU TRONO.
EL LACAYO, DEL OTRO LADO, SE MIRA AL ESPEJO DE MANO, COQUETO.
PRINCIPE: (MIRÁ NDOSE AL ESPEJO QUE LE SOSTIENE EL LACAYO. SE PEINA LAS CEJAS)
Bueno lacayo, al fin llegó la gran noche. ¿Invitaste a todas las jó venes del Reino, verdad?
PRINCIPE: Espero encontrar a la mujer de mis sueñ os, y así convertirla en mi esposa. Si no
LACAYO: Yo también lo espero, señ or. No quisiera quedarme en la calle. ¿Se imagina? El
lacayo en la calle….
LACAYO: ¡Ay, señ or no sea ansioso! (SUENAN TROMPETAS.) ¿Qué le dije? En este preciso
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(ANASTASIA AVANZA HACIA EL PRINCIPE, LUEGO SU HERMANA)
MADRASTRA: ¡Drisela!
MADRASTRA: Señ or, ¿me haría el honor de bailar el primer vals con alguna de ellas?
ENTRA CENICIENTA.
CENICIENTA: ¡Oh, esto es maravilloso! ¡Qué lugar, qué alfombras, qué lá mparas, mm, y qué
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QUERIENDO IMITARLA, EN FORMA TORPE. SE EMPUJAN, SE CAEN. QUIEREN
SEDUCIR, SONRIEN SIN DIENTES, ETC. CUANDO LA CANCIÓ N DICE: “¿QUERRAS
BAILAR?” SE ENGANCHA CON “NO SE TU”, DE LUIS MIGUEL. PRINCIPE Y CENICIENTA
BAILAN EL BOLERO. LA MADRASTRA AGARRA A LAS HIJAS DE LAS OREJAS Y LAS
LLEVA HACIA PROSCENIO.
MADRASTRA: ¡Pero qué les pasa, tontas, lerdas, torpes! ¿Có mo van a hacer semejante pape-
HERMANASTRAS: Es que….
MADRASTRA: ¡Vá monos de aquí, estú pidas! Se perdieron el candidato de sus vidas.
HERMANASTRAS: Es que….
PRINCIPE: Yo te llevo, muñ eca, con mi poderosa Ferrari roja, cruzaremos el viento a 200 kiló -
PRINCIPE: ¡No te vayas! ¡Por favor, no te vayas!... ¡Se fue!.... ¿No le gustará la velocidad?...
colorado...
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PRINCIPE: Dejate de bromas, que estoy desesperado. Acabo de perder a la mujer de mi vida.
PRINCIPE: ¿No te dije que no sé nada de ella?... No sé dó nde vive, ni quien es... Estoy má s
perdido que una aguja en un pajar, que turco en la neblina, que Hansel y Gretel…
PRINCIPE: No digas pavadas. Te diré qué vamos a hacer... Recorreremos el pueblo, casa
Escena 4
MADRASTRA: Mil quinientos cincuenta y tres pesos, con 13 centavos. ¿Se dan cuenta? ¡Qué
castigo con ustedes!.. ¡Hice de goma las tarjetas de crédito! ¿Para qué? A ver, digan, ¿para qué?
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MADRASTRA: Ustedes dos no tienen arreglo ni salvació n… La oportunidad de esfumó de las
SONIDO DE UN CARRUAJE.
VOZ DEL LACAYO EN OFF: Tuvimos que empeñ arla, señ or. Pero el Mateo anda muy bien
¿No le parece?
GOLPEAN A LA PUERTA.
MADRASTRA: ¡Rá pido niñ as, acomoden este desorden, que Cenicienta está castigada. La
LACAYO: ¡Buenos días, señ ora! El príncipe busca a la dueñ a de este zapatito para hacerla
su esposa.
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PRINCIPE: Proceda lacayo, proceda.
DRISELA: No busque má s, Milord, el zapato es mío… ¡Ay, no me apriete, que mi pie no es una
empanada!
LACAYO: ¡Pero qué quiere, si usted calza má s que yo!… ¿No quiere probarse el mío?
PRUEBA A ANASTASIA
ANASTASIA: Estoy segura que es mío, yo tenía uno igualito, igualito. ¡Ay, qué nervios!
ANASTASIA: ¿Qué no va a entrar? Lo que pasa es que tengo las uñ as largas, y un dedo martillo.
LACAYO: Má s que las uñ as, tendría que cortarse los dedos. (SE RIE)
PRINCIPE: He perdido las esperanzas. Ya no queda nadie a quien probá rselo. Esta es la
PRINCIPE: No molesten con pavadas, la primera vez que encuentro a alguien que me inte-
resa, y la pierdo. En fin, será mi destino seguir solo en la vida. ¡Vamos, lacayo, no perdamos
AMAGA SALIR.
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LACAYO: Ahora recuerdo esta casa… Vine en otra ocasió n. Había otra chica. (A MADRAS-
MADRASTRA: Nadie. Somos solitas, las tres. Soy viuda, así que...
LACAYO: Lo que usted dijo es que debía probarle el zapato a TODAS las mujeres, sin distin-
PRINCIPE: ¿Vos ves a alguien, lacayo?… No hay nadie nadie má s. Gracias señ ora Moró n,
PRINCIPE: Bueno, bueno, déjela salir. Está encerrada esa muchacha. Así no se trata a la gente.
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PRINCIPE: Si insiste... Chicas, liberen a Cenicienta, se ve que se quedó encerrada en el bañ o,
pobrecita...
PRINCIPE: ¡Al fin te encuentro, mi amor! Quiero que vivamos felices y que comamos perdi-
FIN
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