República Dominicana

Universidad de Acción Pro Educación y Cultura

Asignatura:
Contratos Internacionales

Tema:
Reglas de Rotterdam

Sección:
1530

Sustentante:
Rosa Lidia Jiménez Méndez
A00103058
Profesor:
Ariel G. Gúzman

Santo Domingo, D.N.

Julio, 2021
 Introducción

Este ensayo tiene como fin dar a conocer detalles sobre la naturaleza del
Convenio de las Naciones Unidas sobre el Contrato de Transporte
Internacional de Mercancías Total o Parcialmente Marítimo, más
conocido como Reglas de Rotterdam, las novedades que presenta, así
como sus detalles, su importancia en el ámbito internacional, dónde
juega un gran papel, y una breve comparación frente a su predecesor, las
Reglas de Hamburgo, convenio el cual está en vigor desde el 1 de
noviembre de 1992, y que junto a las Reglas de La Haya—Visby
seguirán siendo de aplicación, mientras que no se produzcan las firmas
necesarias para la entrada en vigor de las Reglas de Rotterdam.
Las Naciones Unidas han llevado a cabo cientos de convenios,
acuerdos, documentos oficiales, etc. Las conocidas Reglas de Rotterdam
son una de ellas, pues es un convenio donde se regulan los derechos y
obligaciones de los cargadores, porteadores y destinatarios sujetos a un
contrato de transporte puerta a puerta, siempre y cuando comprenda un
tramo internacional por vía marítima.

Con efecto desde el 19 de enero de 2011, el Reino de España se

convirtió en el primer Estado que ratificó las Reglas de Rotterdam,
aunque su ceremonia de apertura a la firma fue en, como su nombre lo
indica, la ciudad de Rotterdam el 23 de septiembre de 2009. A pesar de
que la apertura a la firma tuvo lugar en 2009, la convención no entrará
en vigor hasta un año después que 20 países la ratifiquen. Los países
que antes habían ratificado algunos de los tres convenios previos
vigentes (Haya, Haya-Visby y-o Hamburgo) podrían ser más proclives a
Rotterdam, no sólo porque sus sociedades ya internalizaron el uso de
referentes normativos internacionales en la regulación de sus contratos
de transporte marítimo, sino porque en muchos aspectos, estas fueron
concebidas a partir del mejoramiento de lo estipulado en los convenios
anteriores, por medio de la búsqueda de un mayor equilibrio contractual
entre armadores y cargadores.

En comparación a su predecesor, las Reglas de Hamburgo, que son el

reflejo de la realidad de la navegación, del transporte y del Derecho
Marítimo de la época de su elaboración, esto es, en la década de
1970. destaca que en dicha época en el tráfico comercial marítimo
existía una marcada distinción entre países porteadores y países
cargadores, predominando el resguardo de los intereses de los países
cargadores, en desmedro del relativo a los países porteadores. Por el
contrario, las Reglas de Rotterdam recogen el progreso tecnológico de la
navegación y del transporte y los avances del Derecho Marítimo propios
de la década de los años 2010, del siglo XXI, en que ellas fueron
elaboradas. Siendo esto así, la diferencia entre países cargadores y
países porteadores tiende paulatinamente a desaparecer, debido a que
ciertas naciones que antes eran subdesarrolladas y, por ende, países
cargadores, en la actualidad han emergido para convertirse en
protagonistas de la economía mundial, como es el caso particular por
ejemplo de Chile en el siglo XXI. Las Reglas de Hamburgo se limitan a
una breve regulación relativa a ciertos aspectos del contrato de
transporte de mercancías por mar, pero no importan una normativa
completa acerca de este contrato. El tema más relevante que constituye
su contenido es el régimen de responsabilidad, donde se disciplina tanto
la que corresponde al porteador como la del cargador marítimo.

Las disposiciones del Convenio de Hamburgo, sólo se aplican al

transporte marítimo de mercaderías, cumplidos que sean los
presupuestos ya citados, excluyéndose, en consecuencia, su aplicación
al transporte por cualquier otra vía distinta de la marítima. En cambio,
las Reglas de Rotterdam son aplicables respecto del contrato de
transporte internacional de transporte de mercancías, háyase o no
emitido conocimiento de embarque, total o parcialmente marítimo. Al
ser así, el Convenio de Rotterdam se aplica también al
llamado transporte multimodal, en el que el desplazamiento de las
mercancías se hace, a lo menos, por dos vías diferentes.

Al centrarse en las novedades de este convenio de Rotterdam, se extraen

algunas como La Conciliación del carácter imperativo de las
disposiciones con la libertad contractual, la fundamentación de la
responsabilidad del porteador y las causas de exoneración, la
introducción de importantes modificaciones en la lista de exoneraciones,
el aumento de la cuantía de los límites de la responsabilidad del
porteador, como por igual la superación de la dualidad existente. Como
novedad tecnológica también hacen aparición los documentos
electrónicos en el transporte.

En cuanto a las ventajas de las Reglas De Rotterdam, se destaca la de

que Geográficamente aplicaría, no solo cuando el transporte tenga lugar
con origen en un Estado Parte (como puede ser el caso de la Haya-
Visby) sino también cuando tenga destino en el mismo. También que
aplica a los transportes de carga sobre cubierta, y por supuesto, Cuando
sea identificable el modo de transporte donde se produjo el daño
aplicará el sistema de responsabilidad de “red” por el cual la
responsabilidad y límites aplicables a la pérdida o daño de la mercadería
antes o después de la fase marítima se regirán por cualquier instrumento
internacional aplicable al modo donde se produjo el daño. Estas son solo
algunas de las muchas ventajas detalladas en el documento, sin
embargo, no todo lo que traería sería bueno, si se habla de desventajas,
se tiene la permisividad al transportista entregar mercadería sin
presentación de documentos de transporte negociables, mientras se
protege el interés de las partes involucradas. Para entender mejor, se
debe tomar en cuenta que un transportista verá como desventajoso el
Aumento del límite de responsabilidad por daños o pérdida de la carga,
la pérdida de la exoneración de responsabilidad por culpa náutica, o la
claridad en las responsabilidades de la parte ejecutante marítima,
mientras que un cargador por ejemplo verá negativamente las claras
reglas de entrega de la carga, el establecimiento de pautas para lidiar
con el daño oculto en el transporte multimodal.

Conclusión
Como se puede deducir de la información aquí explicada, las Reglas de
Rotterdam tendrían una gran importancia internacional, pues modernizaría
los convenios actuales en materia de responsabilidad estableciendo un
equilibrio entre los intereses de armadores y cargadores, perfeccionaría las
normas de entrega de la carga, incorporando disposiciones destinadas a
prevenir el empleo fraudulento de los documentos de transporte, corregiría
los vacíos que se observan en el derecho interno y en los convenios
internacionales que obstaculizan la libre circulación de mercancías y
elaboraría disposiciones uniformes sobre cuestiones concretas que plantean
las nuevas tecnologías y el empleo de medios electrónicos de
comunicación, así como muchos otros beneficios.