Está en la página 1de 12

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO

ESCUELA DE POST GRADO


MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

VULNERACIÓN DEL PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD EN EL JUICIO ORAL POR EL


JUZGADOR AL FORMULAR PREGUNTAS ACLARATORIAS

VIOLATION OF THE PRINCIPLE OF IMPARTIALITY IN THE ORAL TRIAL BY THE


JUDGE WHEN FORMULATING CLARIFYING QUESTIONS

JENSEN DAVID RIVERA CANDIA*


*Estudiante de Maestría en Derecho Procesal Penal, de la Escuela de Posgrado, de la Universidad
Nacional del Altiplano.
Email: riverajuris72200@gmail.com
RESUMEN

Se analiza, un hecho real, desde nuestro tiempo en el cual en audiencias públicas de juicio oral podemos
divisar la parcialización de forma indirecta por parte del juzgador ,el cual ciertamente afecta a una de
las partes adversariales, por lo que se vulnera el principio de imparcialidad , afectándose también al
debido proceso , teniendo en cuenta que el sistema procesal vigente en el Perú, es llamado garantista
acusatorio adversarial , y esta parcialización de forma directa o indirecta por parte del juzgador trae
consigo un sistema inquisitivo. Motivo por el cual la pretensión central es prevenir esta parcialización
por parte del juzgador misma que busca regular la norma procesal, generando que se indique los puntos
específicos en que el juzgador debería realizar preguntas aclaratorias en juicio oral, contribuyendo, así
como operadores de justicia y no entorpeciendo la llamada justicia, teniendo en cuenta que la carga de
la prueba corresponde al Ministerio Público y a la defensa técnica.

Palabras clave: Imparcialidad, Inquisitivo, Garantista-acusatorio.

ABSTRACT

A real event is analyzed, from our time in which in public hearings of oral trial we can see the
partialization indirectly by the judge, which certainly affects one of the adversarial parties, thus violating
the principle of impartiality, also affecting due process, taking into account that the current procedural
system in Peru is called adversarial accusatory guarantor, and this direct or indirect bias by the judge
brings with it an inquisitive system. Reason for which the central claim is to prevent this bias on the part
of the judge himself who seeks to regulate the procedural norm, generating the indication of the specific
points in which the judge should ask clarifying questions in oral proceedings, contributing, as well as
justice operators and not obstructing the so-called justice, taking into account that the burden of proof
corresponds to the Public Ministry and the technical defense.

Keywords: Impartiality, Inquisitive, Guarantee-accusatory.

1
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

I. Introducción

En nuestro sistema acusatorio, del cual somos participes en los procesos penales ordinarios,
exclusivamente en la etapa de juzgamiento, que es la etapa principal en donde se cumplen las audiencias
orales, de manera pública y contradictoria, con la intervención del juzgador como el director de debates
y las partes adversariales quienes debaten los fundamentos de la acusación fiscal, tanto el representante
del Ministerio Público quien busca determinar la pretensión punitiva del Estado y la defensa técnica del
acusado, quien busca alcanzar la inocencia del acusado.

Si bien es cierto que nuestro sistema procesal penal, trajo consigo una serie de ventajas a nuestro sistema
procesal penal, adecuándose al derecho comparado moderno, que garantiza el respeto a los principios
procesales. Una de las razones que justifican es la determinación de roles, separando las funciones de
investigación y de juzgamiento, así como de la defensa técnica, por otro lado, otra línea rectora que
caracteriza es el Juez de garantías, asume una de las funciones de control de garantías de los derechos
fundamentales de los sujetos procesales. El ejercicio de estas funciones del juez no debe limitarse a
convalidar formalmente las solicitudes del Ministerio Público, sino que debe asumir un papel activo en
defensa de los derechos del imputado y de las demás partes (Rosas, 2009).

Sin embargo para nuestro análisis en el presente trabajo, subsiste aun el paradigma del sistema
inquisitivo, siendo un claro ejemplo que tenemos es que se permite que el juzgador pueda realizar el
interrogatorio, disfrazado como preguntas aclaratorias, vulnerándose así el debido proceso y el principio
de la imparcialidad del juez.

Si retrotraemos lo que ocurre en el desarrollo de las audiencias de juicio oral, claramente nos
direccionamos en el escenario cuando durante la actividad probatoria, sea del testigo, perito o el acusado,
después de realizado el interrogatorio, contrainterrogatorio, así como los redirectos según sea el caso, el
juez a manera de preguntas aclaratorias, formula preguntas a quien se está examinando, luego de haber
sido examinado por las partes adversariales. Si bien existe información esta debe ser introducido por las
partes adversariales, tanto la fiscalía o la defensa técnica.

Habiéndose presentado el escenario descrito en líneas arriba, se debe tener en cuenta lo señalado por el
Abogado Ortiz (2019), quien enfatiza claramente que en el sistema acusatorio debe imperar la
imparcialidad del Juez, considerando que debe ser un tercero imparcial, el mismo que debe decidir en
base a lo ofrecido por las partes adversariales; por tanto, la actuación y/o readmisión de pruebas y el
interrogatorio por parte del Juez, así sean excepcionales, son absolutamente inadmisibles en un sistema
acusatorio.

El numeral 4 del artículo 375° del Nuevo Código Procesal Penal faculta al Juez a intervenir
excepcionalmente para interrogar a los órganos de prueba (acusado, testigos y peritos), solo cuando

2
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

hubiera quedado algún vacío. Cabe preguntarnos, como también se pregunta Ortiz (2019) pero ¿qué
vacío podría haber? Entendemos que no debe haber ningún vacío, si es que el fiscal o el abogado
defensor han interrogado y contrainterrogado a los órganos de prueba, obteniendo el resultado esperado
que favorezca a su teoría del caso.

Si en el desarrollo de la audiencia el juicio oral, habiéndose concluido la examinación tanto del


Ministerio Público como de la defensa técnica, el juez garantista ve por conveniente que tiene la
necesidad excepcional de interrogar al órganos de prueba a quien se le examina, porque piensa que hay
un vacío que él tiene que llenar, y ese vacio ha sido generado por alguna de las partes adversariales, pero
formula preguntas que no tiene como fin aclarar nada ni llenar algún vacío, y que muy por el contrario,
las preguntas tienen como fin cubrir el vacío dejado por cualquiera de las partes (fiscalía o defensa), por
ende, el juez no puede interrogar a favor de la teoría del caso del fiscal ni del abogado defensor; es decir,
no puede suplir el rol de cualquiera de las partes, puesto que de hacerlo, estaría produciendo un desahogo
de prueba ilegal a través del testimonio del examinado, ya sea este, un acusado o testigo; y si ello ocurre,
el fiscal o el abogado defensor, deben objetar al juzgador para evitar la producción de prueba ilegal y
evitar que dañe su teoría del caso.

Entonces para la presente investigación, se busca encontrar una respuesta consistente y adecuada a la
siguiente interrogante central: ¿Las preguntas aclaratorias planteadas por el juzgador, en el juicio oral,
vulnera el principio de imparcialidad? El asunto céntrico del debate gira entorno a que cómo es que
nuestro sistema penal viene persistiendo rasgos del sistema inquisitivo, a partir de ello se derivan los
siguientes ejes temáticos; Determinar si las preguntas aclaratorias planteadas por el juzgador, en el juicio
oral, vulneran la imparcialidad del juez y del debido proceso. Determinar si el interrogatorio por parte
del Juez, así sean excepcionales, son inadmisibles en un sistema acusatorio. Analizar el planteamiento
del sistema acusatorio, respecto de las preguntas aclaratorias del juzgador. Establecer si las preguntas
formuladas por el juzgador, suplen el rol y favorecen a su propia teoría de las partes intervinientes en el
proceso.

El estudio justifica su importancia, al abordar una problemática actual y concreto, que se presenta a nivel
de la etapa del juzgamiento de nuestro sistema procesal penal, problemática que nace a partir del análisis
de la intervención del juzgador a través de las preguntas aclaratorias, es así que se contribuye con
analizar y alcanzar a la comunidad jurídica un análisis de la participación del juzgador en el desarrollo
del juicio oral, específicamente en las preguntas aclaratorias que formula a quien se está examinando,
sea el testigo, perito o el acusado, así sean excepcionales, son admisibles o no en un sistema acusatorio
como el nuestro.

3
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

Otro aspecto, que la investigación pretende alcanzar es analizar si efectivamente con la intervención del
juez, a través de las preguntas aclaratorias se vulnera los principios de la imparcialidad, así como el
debido proceso.

La investigación se justifica también en abordar un tema de debate actual, la problemática que se suscita
en torno a las preguntas aclaratorias del juzgador en un juicio oral, si se inclinan para la teoría del caso
planteado por la fiscalía o por la defensa técnica, y esta se pueda suplir por el juzgador, el rol de
cualquiera de las partes intervinientes en el proceso, al final lográndose en constituir una prueba ilegal
a través del testimonio del investigado.

II. Aproximación conceptual:

Empezamos por el Sistema Acusatorio que nuestro país en el sistema procesal ha optado en buen
momento y oportuno, el legislador nacional ha preferido por un modelo acusatorio garantista con ciertos
rasgos adversariales. El jurista nacional Salinas (2015), nos explica que es acusatorio debido a que existe
separación de roles entre el encargado de la investigación del delito y titular de la acusación, el
encargado de la defensa del investigado y acusado, y el encargado de emitir las decisiones
jurisdiccionales. Deslumbrando lo señalado, pues existe una clara separación de funciones entre fiscal,
abogado defensor y el Juzgador. Otra de las características centrales del acusatorio es que no hay
juzgamiento si previamente no existe acusación efectuada por un representante del Ministerio Público.
El ejercicio de estas funciones del juez, asume el control de garantías, de los derechos fundamentales de
las partes procesales, no debiendo limitarse a convalidar formalmente las solicitudes del Ministerio
Público, sino que debe asumir un papel activo en defensa de los derechos del imputado y de las demás
partes (Rosas, 2009).

El sistema acusatorio recogido por el Código Procesal Penal de 2004, es garantista, puesto que es función
del órgano jurisdiccional garantizar en todo el procedimiento penal, los derechos y garantías del
investigado y acusado, del agraviado y parte civil, y, del derecho de acusación representado por los
representantes del Ministerio Público bajo el principio del debido proceso. No solo garantiza los
derechos y garantías del imputado o acusado, sino de todos los sujetos procesales que participan en el
proceso penal. El fundamento de esta situación es el principio de igualdad de armas. Al juez, según la
etapa procesal, le corresponde garantizar que el citado principio se materialice al interior del proceso
penal. En el curso del proceso penal, si el derecho de defensa o el derecho de acusación no están bien
representados en juicio, no es problema del juez, sino mas bien de las mismas partes adversariales, y ese
error no puede ser suplido por el juzgador, a fin de no quebrantar los principios procesales que la norma
nos garantiza.

La jurista Jimeno (2013), nos precisa que en el sistema adversarial, el mejor ejemplo lo constituyen
precisamente las declaraciones testificales bajo la fórmula del interrogatorio cruzado para el cual llega

4
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

incluso a hacerse uso de una especie de entrenamiento desde ambas posiciones procesales, acusación y
defensa, en tanto en cuanto las mismas representan a distintas partes procesales y, en suma, intereses
subjetivos contrapuestos. En efecto estas posiciones son expuestas y examinadas detenidamente por las
partes procesales, siendo el fiscal o la defensa técnica. Excepcionalmente el juez formular preguntas de
manera aclaratoria, sin que se vulnere el principio de imparcialidad.

Por otro lado, a fin de determinar los rasgos del Sistema Inquisitivo, que se presentan aun en nuestro
sistema procesal penal, es necesario también aproximarnos a una idea general, para dilucidar si
efectivamente corresponden a rasgos del cual nos enfocamos en su análisis. Ampliamente se ha dicho
que un proceso del sistema inquisitivo las facultades de acusar y juzgar recaen en manos de una misma
persona, es decir, el juez y el órgano acusador trabajan a la par, nos referimos al Ministerio Público y al
Poder judicial, esto quiere decir que el Juez no es neutral, ya que su trabajo al mismo tiempo es acusar
y no ser una especie de observador externo. González, Herrera, Lope, García, y Gaona (2011), señalan
que todo el procedimiento es cien por ciento escrito, se maneja de una manera secreta, es decir, no da
lugar a la oralidad ni a la publicidad, sin mencionar la carencia de otros principios que deben existir en
un debido proceso penal. Existe la posibilidad de la doble instancia, dada la jerarquía de los tribunales.
El imputado casi siempre declara durante el proceso, y su simple confesión puede ser prueba suficiente
para dictarle una sentencia condenatoria. Según la gravedad del delito podría tener lugar la prisión
preventiva. Sin ser dicho abiertamente, el acusado tiene ante el estado la calidad de culpable hasta que
se demuestre lo contrario. Se encuentra prácticamente en un estado de indefensión ante el juez acusador
debido al poder atribuido a este.

En relación a nuestro análisis, si en efecto se presentan rasgos del sistema inquisitivo en nuestro sistema
procesal penal, hay que advertir claramente que cuando se mezclan funciones, cuando se mezclan los
órganos, es decir cuando tenemos juez de garantías que hace de Fiscal o suple a la defensa técnica, nos
encontramos efectivamente frente a un sistema inquisitivo. Pues en efecto, estos rasgos corresponden al
sistema inquisitivo. Entonces si relacionamos a nuestro sistema acusatorio y garantista, que como línea
rectora tiene garantizar los derechos fundamentales de los sujetos procesales, los principios procesales
de contradicción e igualdad de armas y la independencia en sus funciones; entonces claramente desde
esta óptica se está vulnerando el principio procesal de imparcialidad del Juez, al desarrollarse la
examinación a través de las preguntas aclaratorias, que consecuentemente puede favorecer a la teoría
del caso sea del representante del Ministerio Público o a la teoría del caso de la defensa técnica del
acusado.

III. La actuación del Juez en juicio oral, según el nuevo Código Procesal Penal del 2004.

Haciendo una comparación anterior entre ambos sistemas procesales penales, preferiblemente
optaremos por el sistema procesal penal garantista acusatorio que a diferencia del Código de

5
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

Procedimientos Penales de 1940, en el Nuevo Código Procesal Penal, que enfoca un sistema garantista
acusatorio, el juez de garantías, en una audiencia de juicio oral no puede realizar abiertamente un examen
directo, menos un contra examen, a algún órgano de prueba que se esté examinando, dado que ello solo
les corresponde a las partes intervinientes adversariales, en este caso a la Fiscalía y abogado defensor
del acusado.

Remitiéndonos a lo que establece la norma procedimental, el numeral 4 del artículo 375° del Nuevo
Código Procesal Penal, le faculta al juzgador a que pueda intervenir excepcionalmente para interrogar a
los órganos de prueba, sea el acusado, testigos y/o perito; solo cuando hubiera quedado algún vacío.
Este vacío podríamos entenderlo, cuando alguna de las partes adversariales haya asumido la defensa
ineficaz, permitiéndose la intervención del Juez de garantías, y sea esta autoridad jurisdiccional quien
pueda suplir este vacío. El cual como consecuencia, traerá que alguna de las partes salga beneficiada
para su teoría del caso, vulnerándose en estricto la autonomía e imparcialidad con el que debe actuar y
dirigir el juicio oral el juzgador. El interrogatorio a cualquier órgano de prueba se realiza de manera
directa y re directa, es decir en dos oportunidades, donde las partes adversariales deben examinar
rigurosamente, sin dejar ningún vacío, caso contrario se permitirá al juzgador quebrantar su
imparcialidad y el debido proceso.

Por otro lado, tengamos en cuenta que la propia ley otorga dichas facultades al juzgador, si el juez tiene
la necesidad excepcional de interrogar a los órganos de prueba, puede hacerlo, toda vez que, no haya
podido quedar convencido con la examinación de las demás partes procesales y ese vacío dejado, tiene
que ser subsanado por él, dejando de lado la imparcialidad con el que tiene que obrar. La Academia de
la Magistratura, a través del Jurista Burgos (2013), ha establecido como uno de los pasos respecto de las
preguntas aclaratorias del Juez en el desarrollo de la audiencia de juicio oral, como la oportunidad para
obtener mayor información de la audiencia, sobre aspectos dudosos o temas que hayan sido abordados
de forma incompleta por las partes, mediante preguntas aclaratorias. La interrogante radica
esencialmente aquí, ¿Qué sucede si las preguntas formuladas por el juzgador, no tiene como fin aclarar
nada ni llenar algún vacío, y que muy por el contrario, las preguntas tienen como fin cubrir el vacío
dejado por cualquiera de las partes (fiscalía o defensa)?. Desde este punto compartimos la postura con
el Jurista Ortiz (2019) quien enfatiza, el juez no puede interrogar a favor de la teoría del caso del fiscal
ni del abogado defensor; es decir, no puede suplir el rol de cualquiera de las partes, puesto que de
hacerlo, estaría produciendo un desahogo de prueba ilegal a través del testimonio del examinado, ya sea
este, un acusado o testigo; y si ello ocurre, el fiscal o el abogado defensor, deben objetar al juzgador
para evitar la producción de prueba ilegal y evitar que dañe su teoría del caso.

Por otro lado, literal c, del inciso 2 del artículo 376° del referido cuerpo legal, y el inciso 2 del artículo
378°, regulan el interrogatorio al acusado, testigos y peritos, señalando que las preguntas deben ser
directas, claras, pertinentes y útiles. Entendemos que no sólo aplica para el fiscal o el abogado quienes

6
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

la formulen, sino también para el juez, pero sólo de forma excepcional, siempre y cuando haya quedado
algún vacío. De igual manera, el interrogatorio debe sujetarse a preguntas abiertas, como, por ejemplo:
¿Qué?, ¿quién, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿por qué?, inclusive empezar la pregunta con un diga, explique, entre
otras. Por ninguna razón está permitido que el juez contrainterrogue, confronte con declaraciones
previas, refresque memoria o evidencia contradicción (Ortiz, ibidem).

Asimismo, el literal d) del inciso 2 del artículo 376°, y el literal d) del inciso 4 del artículo 378°, prohíben
las preguntas repetidas, capciosas, impertinentes y sugestivas a todos los órganos de prueba. Esta
prohibición alcanza al juez, incluso si tiene la necesidad de formular preguntas aclaratorias o
excepcionalmente si advierte algún vacío en el interrogatorio de las partes. En el caso de las preguntas
sugestivas, estas si están permitidas en el contrainterrogatorio, pero sólo a las partes (fiscalía o abogado
defensor), no le está permitido al Juez por ninguna razón.

Pese a estar vigente en casi todas las ciudades del país, este nuevo modelo procesal penal, cuyos
principios abanderados son el acusatorio, garantista con rasgos adversariales, en muchos tribunales de
justicia no sólo se observa a jueces interrogar y contrainterrogar abiertamente, sino también intimidar y
coaccionar al acusado con preguntas inquisitivas, con el pretexto de descubrir la verdad de los hechos.
Incluso en algunos casos, adelantando juicio.

De todo lo dilucidado, las partes procesales, bajo su propia autonomía cumplen un rol principal en el
desarrollo de las audiencias de juicio oral. Son quienes también velaran por la defensa de los derechos
fundamentales de las partes procesales. Caso contrario, lamentablemente se estará incurriendo a una
defensa ineficaz, el cual permitirá la vulneración no sólo del derecho de defensa del acusado, a quien le
asiste el derecho a la presunción de inocencia, sino también, la afectación al principio de imparcialidad
por parte del juzgador al permitir que llene los vacíos dejados por las partes procesales y en condiciones
de igualdad de partes, permitiéndose la continuidad de algunos rasgos del sistema inquisitivo.

IV. La imparcialidad del Juzgador, su limitación y prohibición para preguntar en juicio:

Partimos desde la óptica de la imparcialidad, como lo es definida por Picado (2014.) quien señala como
la ausencia por parte del juzgador de todo tipo de inclinación en favor o en contra de uno de los
intervinientes en el proceso. Una clara expresión de imparcialidad objetiva del juez penal en un
procedimiento bajo el modelo acusatorio es, esencialmente, el cisma funcional del órgano jurisdiccional,
es decir, en la fase de investigación preparatoria está bajo la dirección del juez de la misma
denominación, el mismo que interviene también en la etapa intermedia y en el juzgamiento o juicio oral
está el juez penal, ya sea unipersonal o colegiado.

En la etapa de juzgamiento, el juez sea unipersonal o colegiado, de manera excepcional puede plantear
preguntas aclaratorias, que en muchos casos puede inclinarse a favor de una de las partes, en su teoría

7
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

del caso, si esto sucede, se vulneraria el principio de imparcialidad. Teniéndose en cuenta que esta
inclinación cuestionada, no debe favorecer a ninguna de las partes, la imparcialidad, como una garantía
que debe cumplir el juzgador, con el fin de garantizar un proceso equilibrado en donde el juzgador es
un tercero ajeno a las partes, por la igualdad de armas que corresponde a cada una de las partes.

Hold (2018) deja en claro sobre la imparcialidad del juzgador, como aquella debida obligación de
mantener una equidistancia entre las partes y una distancia del conflicto. Durante el juicio oral, su rol
debe estar destinado a recibir y posteriormente a valorar la prueba. Solo con esa información obtenida,
debe realizar el ejercicio de subsunción por medio del cual, deberá ponderar si los hechos que se dieron
por probados, logran conformar un hecho punible imputable al acusado.

El juez es la persona preparada en leyes y elegida rigurosamente para administrar justicia. Es quien
resuelve una litis, pleito, conflicto o controversia que pudiera existir entre dos o más personas. Es
también quien decide el destino de un acusado a través de la actuación, debate, contradicción y
valoración de las pruebas presentadas en un juicio por las partes intervinientes. La solución del juez se
hace siempre a partir de una regla de derecho y de la situación de hecho que le es expuesta.

Refiriéndonos al juez penal, éste no tiene poderes sobre naturales, pero sí un poder terrenal en la
administración de justicia, puede condenar o absolver a un acusado, sea inocente o culpable. Incluso
puede privarlo provisionalmente de su libertad a razón de una detención preliminar o prisión preventiva.
También puede amonestar, multar o retirar de su tribunal a cualquier persona que moleste su labor.
Montesquieu abordo la idea del Estado Absoluto para rechazar el poder de los jueces, de los que dijo
que debían ser sólo la boca muda que pronuncia las palabras de la ley y que su poder debía de ser, de
alguna manera, nulo. Tal vez se refería a limitar el poder arbitrario e ilimitado del juez.

El juez penal, no solo debe tener conocimientos académicos y jurisprudenciales, también debe tener
habilidades y destrezas para conducir un juicio. Este nuevo modelo procesal penal, le exige estricta
preparación y conocimiento a fondo de las reglas de litigación oral para cumplirlas y hacerlas cumplir a
las partes intervinientes. No debe ser estricto ni temido por las partes, menos por el acusado. El juez
debe ser un tercero imparcial en sus decisiones. Debe ser respetado por presidir un juicio justo, objetivo
e imparcial y, sobre todo, en estricto cumplimiento de la ley. Un juez, debe ser elogiado por sus
resoluciones y no cuestionado por ellas.

No debe usar ni abusar de su poder, por ejemplo; para restringir la libertad de una persona sin motivar
racional y razonadamente una resolución judicial o tal vez, incumpliendo los presupuestos que señala la
norma procesal o peor aún, ejerciendo prácticas irregulares y contrarias a la ley, al copiar y pegar el
sustento de hecho y de derecho de otras resoluciones judiciales para tratar de motivar una decisión
judicial, sin tener el mínimo respeto por la dignidad y libertad de las personas , entendiéndose estos
derechos como garantías constitucionales de las personas. Esta práctica del copia y pega que se ha hecho

8
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

muy común, no solo debe ser prohibida, sino sancionada, porque atenta contra la debida motivación de
las resoluciones judiciales. Los jueces, ahora hablando en plural, deben sustentar sus decisiones
judiciales en aplicación de la ley, y no en base a ideologías propias o de terceros, ni a intereses e
influencias políticas, menos amilanarse y someterse a la presión de cierta prensa sensacionalista. Los
jueces no juzgan ni deciden por titulares de noticias. Los jueces representan a un poder autónomo,
neutral e imparcial, garantizan un trato de igualdad a todos los sujetos procesales, ricos o pobres,
iletrados o ilustrados. Todos somos iguales ante la Ley. Pero, así como está investido con el poder de
administrar justicia, el juez penal debe evitar equivocarse o mejor dicho no debe equivocarse, debe
procurar en la medida que sus errores no afecten, sobre todo, la libertad de una persona inocente.

V. Preguntas Aclaratorias y excepcionalidad:

Del análisis realizado de una sentencia de la Corte Suprema, a través del recurso de nulidad 913-2018,
por Hoyl (2018), el Juez de Garantía (en el contexto de un juicio simplificado), incurrió en una actividad
excesiva al actuar de oficio respecto a la víctima obteniendo información de ella, fuera de la regulación
procesal penal. Si el tribunal solo puede aclarar los dichos de un testigo, la ley impide que el tribunal
haga preguntas sobre temas nuevos, o que se extienda en aspectos ya referenciados, bajo riesgo de
incurrir en un vicio de nulidad de la sentencia, pues confundiría su rol de juzgador con el de parte,
pudiendo afectar su imparcialidad. La sentencia recoge este razonamiento, al señalar que los jueces
deben mantenerse ajenos al debate adversarial.

Por esto, la sentencia de la Corte Suprema señala que al intervenir el juez indebidamente en el
interrogatorio, hace imposible separar la prueba legalmente incorporada en el juicio “habiéndose
pronunciado en este escenario una especie de decisión anticipada”. Es posible argumentar aquí además,
un supuesto de “prueba ilícita”, entendiendo como tal, aquella prueba que ha sido obtenida con
infracción de garantías fundamentales, al producirse con la afectación de la imparcialidad del juzgador,
quien dirige sus preguntas a la acreditación del delito en desmedro de la defensa. En un sistema
acusatorio, es el Ministerio Público el encargado de investigar y acusar (o requerir como se denomina
en el procedimiento simplificado) y, por lo tanto, será el fiscal quien deba producir la prueba que
intentará derribar la presunción de inocencia que tiene todo imputado.

Tal como se advirtió, el artículo 375, numeral 4 del código procesal penal, faculta al juzgador de manera
excepcional que podrá intervenir en el debate, sólo para realizar actos de aclaración y excepcionalmente
para preguntar ya sea al testigo, perito o acusado cuando exista algún vacío, que de alguna manera
imposibilite formar la convicción del magistrado sobre la verdad o certeza de algún hecho en particular
afirmado por las partes.

Esta facultad que se le atribuye al juzgador, sólo puede ser usada después de que los sujetos procesales
han terminado con el interrogatorio, teniendo en cuenta que su objeto es ampliar la información desde

9
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

los órganos de prueba, en los términos necesarios para que pueda producir dicho interrogatorio sus
debidos efectos. Sin embargo, claramente también podemos evidenciar la vulneración de la
imparcialidad que debe reunir un proceso eminentemente adversarial, donde son los sujetos procesales
los que se encargarán de realizar todo el debate, mediante la actuación de las pruebas de cargo y descargo
por ellos aportados; encargándose al Juez penal sólo la dirección del mismo. Esta intervención al
formular preguntas aclaratorias, de alguna manera favorecerá a alguna de las partes intervinientes.

En el juicio oral, como se advierte, el juzgador, de manera excepcional puede formular preguntas, de
manera aclaratoria, a los órganos de prueba, de manera excepcional. Esta excepción como en la etapa
de investigación preparatoria, rige de manera excepcional. Alcanzando ciertas limitaciones establecidas
por ley.

Tengamos en cuenta claramente que la etapa de juzgamiento, la decisión acerca de la responsabilidad


del acusado y la pena a imponérsele recae en el juez de conocimiento. El juzgamiento constituye la fase
del proceso en la que se determina la responsabilidad del acusado en atención a las pruebas que se actúen
en audiencia. Significa que el acusador ha realizado previamente una investigación objetiva,
debidamente sustentada, ello garantiza que no se le acusará de forma arbitraria e injusta (Villegas, 2015,
p. 41).

En palabras de Arbulú (2015), el proceso penal se sustenta en un fenómeno de heterocomposición, es


esencial que el tercero, es decir que el juez se imparcial, pes debe hallarse por encima de las partes sobre
su discusión, sin inclinarse hacia una u otra sino es por imperativos de justicia (p. 64). En esta razón, la
imparcialidad del juez implica mantener objetividad, equilibrio y prudencia respecto de las partes. La
inclinación, a través de la formulación de las preguntas aclaratorias a favor o en contra de alguna de las
partes procesales, podría posibilitar la duda de la imparcialidad, llegándose a vulnerar. Por tanto la
excepcionalidad que se le faculta debe estar estrictamente regulado, para no afectar los principios
procesales.

CONCLUSIONES

Tal y conforme lo estableció la Corte Suprema, bajo una acertada decisión. Nuestro sistema procesal
acusatorio, desde la autonomía de las partes procesales es necesario exigir que se respeten las garantías
procesales que rigen a la organización judicial del Estado, quien en fase de juzgamiento, solo puede
actuar en el ámbito que le es permitido, así sea legítimo la excepcionalidad al juzgador, por lo que las
preguntas aclaratorias, no deben ir más allá de lo permitido sean sobre temas nuevos, o que se extienda
en aspectos ya referenciados, bajo riesgo de incurrir en un vicio de nulidad de la sentencia y
vulnerándose el principio de imparcialidad.

10
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

Bajo el principio de imparcialidad que recae en el juzgador, constituyendo un presupuesto necesario al


ejercer poder jurisdiccional, debe direccionar las audiencias de juicio oral bajo las reglas del debido
proceso. Toda la información de la examinación de los órganos de prueba, es introducido por las partes
adversariales y estos tienen también la obligación de que no se vulnere su teoría del caso. Para lo cual
es necesario y plausible ejercer una defensa eficaz a fin de no quebrantar con la actuación excepcional
del juzgador a su propia postura.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

Arbulú, V. (2015). Derecho procesal penal. Un enfoque doctrinario y jurisprudencial. Lima, Perú.
Gaceta jurídica.

Burgos, V. (2013). Curso para Jueces: la prueba y las audiencias. Academia de la Magistratura. Lima.
Recuperado en:
https://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/2824_curso_para_jueces_la_pru
eba_y_las_audiencias_(1).pdf.

González, P., Herrera, J., Lope, L., García, M. y Gaona, T. (2011, diciembre). Comentarios sobre el
sistema inquisitivo y el sistema acusatorio: camino a los juicios orales. Contribuciones a las
Ciencias Sociales, recuperado de https://www.eumed.net/rev/cccss/16/midgt.html.

Hold, G. (2018, julio). ¿Cuáles son los límites del Juez en un juicio oral para interrogar a un testigo?
Estadodiario.com. Recuperado en: https://estadodiario.com/columnas/cuales-son-los-limites-
del-juez-en-un-juicio-oral-para-interrogar-a-un-testigo/.

Jimeno, M. (2013). El proceso penal en los sistemas del Common Law and Civil Law: los modelos
acusatorios e inquisitivo en pleno siglo XXI. Justicia, Núm. 2. Págs. 201-304.

Ortiz, J. (2019. setiembre). La imparcialidad del juez, su limitación y prohibición para preguntar en
juicio. La producción de prueba prohibida y las objeciones como herramienta de control.
Recuperado de https://lpderecho.pe/imparcialidad-juez-limitacion-prohibicion-preguntar-
juicio-produccion-prueba-prohibida-objeciones-herramienta-control/.

Picado, C. (2014). EI derecho a ser juzgado por un juez imparcial. Revista de JUDEX, número 2.
Recuperado de: https://www.corteidh.or.cr/tablas/r32673-1.pdf.

Rosas, J. (2007, octubre). El Sistema Acusatorio en el Nuevo Código Procesal Penal. Recuperado de
https://portal.mpfn.gob.pe/ncpp/files/dfbaaa_articulo%20dr.%20rosas%20yataco.pdf.

11
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO – PUNO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL

Salinas. R. (2015, junio). El Modelo Acusatorio recogido y desarrollado en el Código Procesal Penal
de 2004. Recuperado de:
https://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/3761_05modelo_acusatorio_rec
ogido_y_desarrollado_cpp_2004.pdf.

Villegas, E. (2015). La presunción de inocencia en el proceso penal peruano. Un estado de la cuestión.


Lima, Perú. Gaceta jurídica.

12

También podría gustarte