Está en la página 1de 48

Yo soy

la canción
de Dios

La sabiduría inspirada de
  James Dillet Freeman
ÍNDICE
2 Yo soy la canción de Dios
3 El poder de las palabras
7 El corazón en la cima
8 Si extiendes tu mano
10 Un paso más
1 1 ¡Sé!
12 Cuán fuerte es el amor
14 La gloria aún no ha partido
15 Gracia
16 Cosas frágiles
17 Sabiduría
18 Una belleza brilla en todas partes
19 De camino a casa
20 Érase una Navidad
23 Si cada día fuera Navidad
24 Jesús: Aquel que todos podemos ser
25 Si los pensamientos tuvieran forma
26 Cambio
27 Los ríos casi nunca
28 Una Pollyanna
29 Sigo viajando
30 La oración es vida
32 Fe: “Ayúdame con mi incredulidad”
34 El viaje inmortal
36 La Oración de Protección
37 El viajero
39 Nuestro amigo eterno
42 Estoy siempre contigo

UN MENSAJE DE APOYO
Nuestro ministerio es sostenido principalmente por ofrendas de personas como
tú. Tu generosidad hace posible que podamos ofrecer este folleto edificante.
Nuestro deseo es que la literatura de Unity esté disponible para todo el que la
desee, especialmente aquellos que más necesiten aliento espiritual.
Queridos amigos:
Las palabras inspiradas nos edifican.
Las oraciones poéticas, las rimas
sagradas y la prosa elocuente no
solamente nos dan un entendimiento
de lo divino, sino también una
experiencia de ello.
James Dillet Freeman es el único
poeta laureado que ha tenido el
movimiento de Unity. Su prosa y
su poesía han tocado a millones de
personas, elevando sus corazones e
inspirando sus almas. Jim amaba a
Unity y Unity lo amaba a él. Pero su
público se extendía mucho más allá,
pues era leído por gente de todas
partes del mundo. ¡Incluso dos de sus
poemas fueron llevados a la luna!

Jim dedicó su vida y sus escritos


a compartir el mensaje de Unity
porque él quería que la gente “sufriera
menos”. Deseamos que esta colección
de algunos de sus escritos más
memorables sea un regalo para ti;
que te sirva como una guía, que sea
un bálsamo sanador durante tiempos
difíciles y un dulce recordatorio de los
momentos de paz. Mientras lees sus
palabras, que los ángeles canten en ti,
así como lo hicieron en él.

Con amor para tu jornada,


Tus amigos en Unity
Yo Soy la canción de Dios
Quizás yo soy como una canción.
¿Qué es una canción?
Una canción es un pensamiento en la imaginación de
un compositor, una música que todavía no ha sido
escuchada.
Una canción comprende palabras y notas escritas en
papel de música.
Una canción es un compendio de sonidos
en un lugar y tiempo específicos.
Y una canción es también el intérprete,
una mente y un cuerpo expresándose a sí mismos.
Yo soy la canción y la música y el cantante.
Me escucharás una y otra vez en diferentes notas, en
diferentes voces, tarareando, canturreando y silbando;
a veces, solamente en algunos compases, cantado una
y otra vez. El cantar del cantante quizás sea imperfecto,
y aun así yo soy siempre la melodía perfecta, la música
magistral y completa imaginada en la mente de mi
Compositor, escrita en el libro de música de lo Eterno.
Yo soy la canción de Dios.
Mantente atento y percibe que tú eres la canción de Dios.
Escucha.
4

2
El poder de las palabras
por Rev. Philip White
Durante los últimos diez años de su vida, James Dillet
Freeman y yo almorzamos juntos casi todos los viernes.
Yo era el editor de Unity Magazine y era afortunado de
tener a Jim como columnista principal, escribiendo la
famosa columna “La vida es una maravilla”.
Evidentemente, los escritos de Jim marcaban el tono
de lo que publicábamos en la
revista. Él estaba en sus ochenta
y tantos, y a menudo entraba
a mi oficina antes de la fecha
de entrega y compartía sus
ideas conmigo, asegurándome
que tendría un artículo. Pero a
veces llegaba el momento en el
que me llamaba y me decía que
las palabras no habían llegado
ese mes y me preguntaba si
podíamos volver a publicar
alguno de sus escritos anteriores,
y así lo hacíamos.
James Dillet Freeman
Los editores quieren mantener
activos a sus escritores excelentes, así que le propuse
que almorzáramos juntos todos los viernes y habláramos
sobre ideas acerca de la Verdad de manera que él pudiera
plasmarlas en el papel, y así ayudarlo a mantener la
motivación creativa para escribir. Lo que comenzó
como una relación práctica entre un editor y un escritor,
terminó siendo una profunda amistad.
Los discernimientos espirituales que le llegaban a través
de la intuición o “ángeles”, como él los llamaba, eran

3
para Jim la vida misma de sus escritos. Sin ellos, él
no podía escribir. Mas con ellos llegaban las palabras
inspiradas, y él sabía que éstas podían ayudar a la gente
y cambiar vidas. Al conversar cuando almorzábamos, de
repente él sacaba un pequeño cuaderno de su bolsillo
y comenzaba a escribir intensamente. Tal y como
escribió en el poema “Los ángeles cantan en mí”: “Debo
plasmarlo en el papel rápido y convertirlo en palabras y
frases antes de que se vaya sin dejar rastro”.
A mí me emocionaba cuando esto pasaba y nunca lo
interrumpía, pero él nunca compartía el contenido
conmigo. “Son solamente los huesos”, insistía. “No
tienen carne, es solo una pequeña tonada”. Con una
sonrisa pícara, decía que era algo demasiado nuevo como
para que alguien comentara sobre ello, “¡especialmente
un editor como tú!” ¡Entonces nos reíamos! Siempre
estaba riéndose de los editores que, a su entender, eran
perfectamente capaces de no entender la idea de sus
escritos.
Luego de un tiempo, cuando comencé a buscarlo a su
casa, de vez en cuando compartía conmigo —mientras
comía su plato favorito de camarones a la parrilla—
cuánto trabajo le estaba dando alguno de sus escritos.
En una ocasión, se trataba de un poema para La Palabra
Diaria que debía estar listo para esa semana, y para el
cual aún le faltaba la última línea. Ese es el apuro de todo
escritor, lo cual Jim puso en versos: “Y debo convertir
esta saturación celestial, la cual he atrapado mientras
los ángeles volaban por mi cabeza, en un poema... Esto
es difícil. Los sonidos angelicales se mezclan con los
terrenales, la canción del ángel con mi canción”.
Ambos sabíamos que era bueno que él tuviera a alguien
con quien compartir su inesperada sequía intuitiva. Para
un escritor, un déficit de inspiración puede pintar un

4
horizonte de oscuridad. “Habrá que eliminar el poema
entero”, dijo Jim, “si esa última línea no llega”. Como el
editor optimista de siempre, me inmiscuía: “Oh, estoy
seguro de que llegará”. Él se inclinaba por encima de la
mesa, meciendo un camarón aparillado con su tenedor,
y con esa misma sonrisa traviesa, gruñía: “¡Pero no eres
tú quien lo está escribiendo!” Más risas. No era que
él no apreciara recibir ánimo. Sí lo apreciaba. Pero se
encontraba en un lugar en el que no podía permitirse
depender de mi certeza en lugar de su propia apertura
a cualquiera que fuera el destino de ese poema, el cual
sería determinado, no por los humanos, sino por los
ángeles.
Y, por supuesto, su corazón sabía la respuesta, la cual
él ya había puesto en palabras en “Los ángeles cantan
en mí”: “Todo lo que puedo hacer es orar para que mis
ángeles regresen y miren lo que he escrito por encima de
mi hombro y me susurren palabras. Para que el cántico
que he oído, ustedes lo oigan también”. Una semana más
tarde, durante el almuerzo, un Jim sonriente me dijo que
el último verso llegó en medio de la noche: “Me despertó
y yo garabateé para poder capturarlo”. Los ángeles
habían regresado.
Un día, mientras almorzábamos, Jim habló de sus días en
Silent Unity, el ministerio de oración. Con la excepción
de unos pocos años en la década de 1960 y luego de
retirarse en 1984, había pasado la mayor parte de su vida
trabajando allí. Mientras hablábamos, fue evidente para
mí cuál era la fuente de su pasión por las palabras. Cada
mes, en Silent Unity, Jim y otros 100 escritores de cartas
trabajaban incansablemente para componer palabras
de verdad, fe, inspiración espiritual, amor y consuelo
para contestar las necesidades de miles de personas por
correspondencia.

5
En 1945, comenzó la escuela ministerial residencial.
Y allí llegué en 1961 a estudiar para el ministerio. Jim
era nuestro instructor de comunicación oral. Para
ese tiempo, él ya tenía una cantidad impresionante
de escritos con su nombre. Una mañana, durante
una de nuestras lecciones, nos dijo que quería que
encontráramos palabras para nuestros discursos que
tuvieran poder y significado. “¡No se conformen
con palabras débiles!”, exclamó. ¡“Busquen aquellas
que tengan vida e intensidad!” Luego compartió con
nosotros que, a lo largo de los años, había desarrollado
algo que llamaba su “crítico interno”. Y nos dio ánimo
para que desarrolláramos el nuestro. “Si mi escritura
ha tenido algún éxito, se lo debo a mi crítico interno,
que rechaza mucho más de lo que acepta”. Era una
disciplina sencilla y evidente, pero profunda. Solamente
al repasar una y otra vez y dejar fuera las palabras
débiles, hacíamos suficiente espacio espiritual para que
las palabras poderosas emergieran.
Al rememorar aquellas clases ministeriales, él me recordó
una historia que solía contarles a sus estudiantes. Era
sobre una carta escrita por un asociado de oración
de Silent Unity unos años antes, y la cual había sido
recibida por un hombre que estaba planteándose el
suicidio. La carta permanecía inmóvil sobre el escritorio
del hombre mientras él ponía en orden sus papeles
para aquellos que dejaría atrás. Y entonces, mientras se
preparaba para escribir una última nota de adiós, tomó
la carta de Silent Unity y leyó: “Lo que un corazón no
puede soportar solo, cien corazones amorosos pueden
hacerlo con fe”. El hombre decidió seguir viviendo.
“Phil”, dijo Jim con entusiasmo, inclinándose sobre la
mesa: “Este es el corazón de nuestro movimiento de
Unity: palabras que cambian vidas. “¡Que nunca se nos
olvide!” Nunca lo he olvidado.
6
El corazón en la cima
Si tu corazón estuviera en la cima,
verías qué lejos están los puntos cardinales de la vida.
Cuantas alturas y profundidades tienes,
¡tan extensas como los horizontes es un corazón en la cima!
Las colinas tienen su manera de expandir las mentes,
que, llevadas por las brisas de la imaginación,
van sobre las cumbres y descienden por los valles.
Las colinas halan al corazón y el corazón las sigue,
atreviéndose a lo imposible,
tratando lo que jamás ha intentado.
Las colinas siempre tienen otro lado;
si logras escalar y comienzas a bajar,
podrías encontrar el valle de la felicidad.
Aunque un corazón en la cima nunca se aquiete,
¡el corazón fue creado para estar allí arriba!
4

7
Si extiendes tu mano
A veces, cuando camino por las noches, las estrellas
se arremolinan a mi alrededor.
Danzan como una multitud de luciérnagas
saltando frente a mis ojos; rodeando mi cabeza.
Se meterían en mi boca si la abro.
Trato de auyentarlas, para que no se queden
atrapadas en mi cabello, mas mis manos se enredan
con la luz, pues las criaturitas luminosas vuelan por
encima de mi cabello dando vueltas en el aire.

8
Algunas personas educadas creen que las estrellas
están lejos.
Mas, a simple vista, a mí me parecen cercanas;
amigables y acogedoras y cálidas, como la luz de
las velas.
Siento familiaridad con las estrellas.
Los años luz son para los astronautas, mas yo
enseño que con solo extender tu mano, puedes
alcanzar el firmamento.  4

9
Un paso más
Una colina no es díficil de trepar cuando
un paso a la vez se puede dar.
Un paso no es mucho que emprender;
un intento no es mucho para hacer.
Un paso, un intento, una canción, una
sonrisa muy pronto se expandirán hasta
una milla.
Y todo lo que valió la pena se logró
hacer con pequeños pasos, uno a la vez.
Para llegar a la meta que comenzaste
ya, da un paso más, ¡da un paso más!
4

10
¡Sé!
Presta atención a la vida y escucharás a la voz de la vida
clamar: ¡Sé!
¿Qué eres?
¡Sé lo que fuiste creado para ser!
Fuiste hecho para estar vivo. Fuiste hecho para ser alegría.
Fuiste hecho para ser un hijo de Dios. Dios te hizo a su Su
imagen. La infusión de Su Espíritu está en cada una de tus
células vivientes...
Apunta hacia los objetivos más altos, aunque quizás no
des en el blanco. Si nunca apuntas más allá de lo que
puedes alcanzar, no crecerás. Ser es crecer y crecer es
aspirar más allá de lo que puedes alcanzar. Crecer es tener
una aspiración, y una aspiración es el impulso de ser lo que
naciste para ser.
La vida está hecha para los que apuntan sus objetivos
hacia lo alto. Ellos son los que apuntan de verdad. Ellos son
los que hacen que crecer sea posible.
Oh, Ser Humano, ¡eres la semilla espiritual de Dios! Crece
como crece un árbol, levantándote desde ti mismo como
un árbol se levanta desde sí mismo.
La semilla de una secoya es muy pequeña para poder
crecer en un árbol tan gigante. Tú eres más que una
secoya. Porque la secoya tiene altura, anchura y
profundidad, pero tú tienes otras dimensiones. Tú eres
Mente. Tú eres Espíritu.
¡Oh!, ser Humano, ¡fuiste hecho para ser el humano
perfecto de Dios!
Dios dijo: ¡Sé!
4
11
Cuán fuerte es el amor
por Rev. Michael A. Maday

Casi todos mis escritos favoritos de Jim Freeman se


encuentran en Love is Strong as Death (El amor es tan
fuerte como la muerte), el libro que escribió sobre
cómo amó y perdió a su primera esposa, Katherine.
Quizás todos los grandes escritos logran lo que este
libro logra en mí: Puedo sentir la realidad, a veces
dura, y aun así sentirme alentado. Esos escritos son
profundos, verdaderos y memorables.
El libro de Jim acerca del duelo es también un libro
acerca del amor, un amor que se volvió profundo
debido al duelo. Mientras lo leemos, la pérdida de Jim
se convierte en nuestra pérdida; su camino hacia la
sanación nos redime a todos.
Jim me dijo que los poemas de este período de su
vida fueron lo mejor que jamás escribió, y yo estoy
de acuerdo. Su duelo tan inmenso, le permitió a su
espíritu la expresión plena de su dolor. A menudo,
estaba comprensiblemente aturdido y no podía escribir
ni una sola palabra, pero entonces algo cambiaba y las
palabras fluían, como si vinieran desde una presencia
mucho más grande que él.
James Dillet Freeman era un hombre mucho más
grande que la vida. Aun así, no era un santo, y él era el
primero en admitir sus debilidades. Creo que por eso
era que yo lo admiraba tanto y por eso encontraba que
su escritura era tan cautivadora.

12
Si ves solamente el lado soleado de la vida, nunca
apreciarás las reflexiones expuestas aquí o la gracia
revelada en el brillo plateado de la luna. Para mí, no
es casualidad que Jim Freeman es el único terrícola
que tiene dos poemas en la superficie de la luna.
Porque nuestros lados oscuros revelan todo lo que está
escondido, y muchas de esas cosas son preciadas para
el alma.

Jim y Katherine

13
La gloria aún no ha partido
Una noche me recosté junto a mi esposa
tan agotado, que estaba cansado de la vida
yacía tan cerca del amor, tan cerca de la muerte,
casi demasiado como para respirar.
Allí, desde los acantilados de la mente a medianoche,
dejando atrás toda cosa y pensamiento,
miré lo que en la Tierra había
y vi cuánto cada cosa valía.
Vi, entonces, cuál es el sentido de la vida,
qué estoy haciendo en esta estrella,
ciudadano del universo.
enfrentándolo todo, para bien o para mal,
estando reacio o dispuesto,
porque la ley de crecer es la ley de la vida.
Vi el secreto en la semilla,
vi a la azucena en la maleza
vi en la muerte la vida,
¡vi en la tumba solo al vientre que resucita!
Observé la vida de manera pura
y vi el sentido de sufrir dolor.
Vi el borde del cielo, pensé que era el infierno,
y aunque no tenía palabras que decir,
lo que había visto, lo comprendí:
¡vi a través del dolor, y bien que lo vi!
Supe que, de alguna manera, soy parte
del ser, ¡el centro más íntimo del corazón!
Y entonces, en mi infierno de impotencia,
sentí que pulsaba una invisible presencia,
y cuando me levanté, permaneció,
y la gloria aún no ha partido.
4
14
Gracia
Aunque Dios, solo Dios, puede crear,
yo deshierbo y siembro y espero,
y en el bosque de mi pensamiento
brotan flores que nunca planté.
Me quedo asombrado y contemplo
el florecer de la belleza que nunca sembré
visiones de fe, introspección de amor,
verdades de las cuales no había hecho reflexión.
De alguna forma hay en mí aún más
de con lo que me conformaría yo mismo:
una fe que extrae la perfección de las cosas
más allá de mi poder. No tengo dudas de que,
sin esperarlo, algún día florecerá
en mí la rosa de Cristo.
4

15
Cosas frágiles
¡Cuán frágil es una flor!
Tal vez no dure una hora;
las ilusiones son incluso más frágiles.
Aun así, tanto flores como pensamientos
poseen el don de crecer.
Me asombra la fortaleza de las cosas frágiles:
sobre un pico duro, donde la roca
se va agotando con el golpe del viento,
sobrevive una frágil rosa.
Y un pensamiento centrado en Cristo,
demasiado tenue como para ser visto,
altera el camino de todas las cosas.
4

16
Sabiduría
El erudito sabio e instruido
escribe en un papel, presumido:
“En dos palabras y en definitiva,
Dios es la mente divina”.
Pero los niños, en sus juegos sanos,
puros en un mar de risas
dicen, sin palabras rígidas:
“Dios es el corazón humano”.
4

17
Una belleza brilla
en todas partes
Una belleza brilla en todas partes,
pero es difícil de entender
la gloria que en el cielo yace
y en el desconocido que cruza la calle.
El sol pequeño no atardece ni
amanece; el pavimento de ónix
pulido reluce.
Aquí y allá brillan pequeñas luces,
y en el aire la humedad del invierno
descansa.
Pero todos los lugares familiares y
grises, todas las calles y semblantes
humanos, tienen la mirada en algo
muy lejano.
Es un día ordinario pero donde quiera
que miro, hallo alguna belleza que
obvié por cegato hace una hora. A
veces pienso que nos pasamos la
vida al borde de la belleza y nunca
abrimos los ojos para ver que es tan
cálida, y que está tan cerca.
4

18
De camino a casa
Llegan a casa el pastor y las ovejas,
llegan del monte en la noche serena
por un silencio profundo y gentil
lleno de sombras suaves de añil.
Suave y quieto y lleno de bondad
el gentil susurro de una oración,
aterriza en la mente como una bendición.
A casa van, desde una colina de compasión,
como ovejas, mis pensamientos regresan.
Seguiré y seguiré orando hasta que la paz
comience a caer como un sueño,
y yo llegue a casa, y me quede quieto.
4

19
Érase una Navidad
por Peggy Pifer

James Dillet Freeman y su segunda esposa, Billie,


influyeron de manera importante el comienzo de mi
entrenamiento en Unity. Billie era mi supervisora en
el departamento de escritura de cartas en el ministerio
de oración de Silent Unity. Jim era el director de Silent
Unity, por lo tanto, también estaba involucrado en el
trabajo editorial.
Cuando comencé en Unity en 1978, parte de mi
entrenamiento consistió en familiarizarme con los
folletos que se enviaban junto con las cartas de oración.
Mientras leía la filosofía, las enseñanzas y la historia de
Unity, surgió en mí un profundo sentido de pertenencia.
Sentía como si yo estuviese entrelazada con la historia de
Unity que está en evolución.
Los escritos de Jim contribuyeron a ese sentimiento,
en especial, su columna en Unity Magazine. Era mi
parte favorita de la revista y proveía un gran material
para reflexionar. A Jim le gustaba traer temas debatibles
que desencadenaran mucha discusión, pero en el tema
siempre expresaba su amor por Unity.
Jim podía contar una historia como ningún otro.
Compartía experiencias de sus primeros tiempos en
Unity, incluyendo algunas travesuras por las cuales había
sido reprendido. Sus charlas e historias en nuestras
reuniones de La Palabra Diaria y otras reuniones de
empleados hacían que trabajar en Unity fuera como
una reunión familiar. Agasajaba al personal de Silent
Unity con anécdotas y cuentos que nos entretenían, nos

20
enseñaban y nos mantenían queriendo más.
La Navidad no era una excepción. La temporada de
fiesta en Silent Unity estaba llena de canciones alegres
y celebraciones, y
usualmente Jim estaba
en medio de ello. Su
amor por la Navidad
y su regalo de hilar
una historia con un
mensaje eran aparentes
en sus historias de
Navidad anuales en
Unity Magazine.
Cuando Unity publicó
una compilación de
esas historias, cada
empleado recibió un
ejemplar del libro Once
Upon a Christmas
(Érase una Navidad).
Leer algunas de las
historias con mi hija Jackie se Jim y su segunda esposa Billie
convirtió en una tradición de
Navidad.
“El cuento del cerdo” era uno de los favoritos de mi
hija. ¿A qué niño no le gustan las historias en las cuales
los animales pueden hablar? Se trataba del prejuicio
en contra de un animal de la granja que había sido
desterrado y quien fue el único que pudo dibujar una
sonrisa en el bebé que nació en el pesebre. A menudo
encontraba el libro en su cuarto durante la temporada
navideña. Ella estaba fascinada con las historias, pero

21
también le entusiasmaba saber que yo trabajaba con el
autor y que él vivía en nuestra ciudad. Jackie incluso
le señalaba a sus amigos cuál era la casa de Jim cuando
pasábamos por allí. Recientemente, saqué el libro del
estante, y encontré un marcador de mi hija que todavía
señalaba una página.
Una Navidad descubrí cuánto le gustaba ese libro.
Mientras mi esposo y yo estábamos fuera y Jackie pasaba
el día con sus abuelos, decidieron sorpendernos llevando
a Jackie a un estudio para que le tomaran unas fotos
de Navidad. ¡Imaginen mi sonrisa y deleite cuando
recibimos las fotos el día de Navidad! Mi foto favorita
era la de Jackie leyendo el libro Érase una Navidad.
Esa foto evoca memorias preciosas de mi hija y de sus
abuelos amorosos, pero también de alguien quien era
un maestro, mentor, y tenía una pizca de héroe. Gracias,
Jim.

22
Si cada día fuera Navidad
Si cada día fuera Navidad,
qué diferente sería la vida,
si todo el año en vez de un día
reinara la caridad.
Si tuviéramos, en los milagros, la fe
que tienen los niños la mañana de Navidad
cada día sería amor en Belén
renacería Cristo, nuestra bondad,
en nosotros otra vez, para sanar y cambiar
nuestras trilladas y obsoletas guerras.
¡Si lleváramos el regalo de un niño o un pastor
para la alabanza y el asombro y el amor!
Y cada día es Navidad cuando aprendemos
a vivir por ley del amor.
Aprendemos solo a dar,
en vez de solo recibir.
Y cada día es Navidad
cuando, como un niño,
nos podemos asombrar
y, como un niño, podemos orar,
pero llevando la sabiduría de adultos,
para entregarnos a los demás.
4

23
Jesús: Aquel que todos
podemos ser
Aquel que todos podemos ser veía más allá de las
imperfecciones de la vida —más allá de la enfermedad
y la duda, de la pobreza y el miedo, del odio y el
orgullo, e incluso de la muerte— y convocaba la
presencia de la integridad, la fe, la alegría, el amor y
la vida. Nos mostró lo que puede ser la vida cuando
se vive al máximo posible. Nos mostró lo que una
persona puede llegar a ser cuando abraza lo más alto
y lo mejor de sí mismo.

24
Si los pensamientos
tuvieran forma
Si los pensamientos tuvieran formas
como las cosas, me pregunto qué
serían.¿Acaso el asombro en alas
se convertiría y la ensoñación, un
océano sería?
Si una semilla fuera la esperanza,
¿florecería la gracia en azucenas,
las preocupaciones serían la
maleza y la desesperación una
tierra desolada?
¿No serían los pensamientos acerca
de la Verdad como un radiante
arcoíris de luz? ¿Y no sería la paz
mental, calma tras la tempestad?
Y el amor, ¿qué forma mostraría
el amor paciente, cálido y
verdadero? Yo a todos ustedes
los quiero; y sé que ese amor la
forma de ustedes tendría. 
4

25
Cambio
He resistido el cambio con toda mi voluntad,
le he pedido a gritos a la vida:
“Sigue de largo y déjame en paz”.
Pero al andar arduamente por la senda del tiempo,
me di cuenta de que a la vida no la detiene ningún deseo.
Todas las cosas de origen finito
deben seguir su camino definido.
No puedo decirle “quédate” a ningún momento.
Y tras comprender que no tengo poder
para cambiar el cambio,
entonces a mí mismo me he cambiado.
Y es muy extraño,
he descubierto que, cuando dejo ocurrir al cambio,
el cambio mismo del cual yo huía,
contenía el bien que con tanta oración pedía.
y no había menos con el cambio, si no más.
Una vez acepté sin renuencias los cambios de la vida,
descubrí que el cambio era la semilla
para crecer.
4

26
Los ríos casi nunca
Los ríos casi nunca surcan en línea recta.
Están dispuestos a serpentear diez mil veces
y a disfrutar cada giro
y a crecer con cada uno.
Cuando salen de alguna curva,
siempre han crecido más
que cuando la empezaron.
Cuando los ríos encuentran un obstáculo,
no tratan de pasarle por encima;
simplemente le dan la vuelta,
pero siempre llegan al otro lado.
Los ríos aceptan las cosas como son,
se adaptan a las formas que encuentran en el mundo,
y sin embargo, nada cambia más que los ríos,
que mueven las montañas hacia el mar.
Los ríos casi nunca tienen prisa,
y aún así, ¿acaso hay algo
que tenga más probabilidad
de llegar al lugar que un río?
4

27
Una Pollyanna
Si una Pollyanna es alguien que rehusa enfrentar
los hechos, ciertamente ninguno de nosotros
quiere ser como ella. No podemos deshacernos
de los hechos pretendiendo que no están ahí. Pero
podemos enfrentar los hechos y aún saber que allí
hay bien, ya sea que podamos verlo al principio
o no. El bien debe estar allí porque Dios está allí.
Y podemos buscar en cada situación y traer a
manifestación el bien de Dios. 4

28
Sigo viajando
Voy en un viaje inmortal, y aún me queda camino.
A través de las casualidades y el azar,
a través de mundos olvidados y rumbos incumplidos
y aún grabados en el alma, llegué hasta aquí y desde
aquí, por caminos desconocidos hacia los que mi alma
me ha llevado, sigo viajando.
Esta es la condición humana.
Me he levantado durante mañanas innumerables.
He dormido durante noches innumerables.
He andado en viajes innumerables.
He vivido en mundos familiares y desconocidos.
He tenido acompañantes llenos de belleza y valentía,
amigos encantadores. Y volveré a tenerlos.
He sido débil y fuerte, sabio e insensato.
Me he acercado a aprendizajes interesantes, algunos
que recuerdo, otros olvidados.
He hecho muchas obras, algunas han valido la pena y
otras no.
Qué es lo que estoy emprendiendo, no estoy seguro.
Mas de alguna manera sé que es una obra que vale la
pena el esfuerzo.

Hacia dónde voy, no estoy seguro, pero estoy seguro de


que es un destino digno de mí. 4

29
La oración es vida
La oración es un poder para sobrevivir. Pese a que la noche
descienda su oscuridad por los alrededores y la fe con la
que enfrentemos la noche parezca pequeña (a lo mejor ni
siquiera hay fe), aun así, si oramos, siempre salta alguna
chispa de entre la madera seca de nuestro corazón, una
pequeña luz que nos enseña el camino. La oración es vida.
La oración es estrechar la mano, ponerse en contacto. Y
todo acto de oración expande el alma. La oración es un
ejercicio espiritual.
Hay muchas formas de oración, así como hay muchos
caminos hacia Dios. El viaje del pájaro no es el mismo que el
del pez. El modo del niño no es el mismo que el del adulto. El
camino del principiante no es el camino del maestro. Y sin
embargo, no hay ningún átomo en la creación que no tenga
acceso a Dios. Cada alma encuentra su camino hacia Dios
en el nivel de su propia experiencia.
Para algunos, la oración es pensamiento; y para otros, es un

30
sentir que es difícil de expresar. Tal vez la comunión con la
naturaleza sea una oración, o el disfrutar el arte y la poesía
y la música. Un acto de amabilidad puede ser una oración,
una sonrisa, una mano amiga. El trabajo es a menudo
una oración, porque el trabajo es la afirmación del poder
creativo. La alabanza es un tipo de oración. También lo es
el entusiasmo. Hay una oración que es la destilación de un
momento apasionado e intenso, y la oración que es la vida
entera de un ser humano, la oración viviente de lo que uno es...
Yo no oro para cambiar a Dios. ¿Cómo cambiaría yo lo
que es completamente bueno? La brisa de Dios sopla
incesantemente todo el tiempo; oro para yo poder valerme
de ella. No es Dios, si no yo, quien necesita cambiar. Por eso
uso la oración afirmativa. En el centro de todas las cosas
hay una voluntad armoniosa. Esta voluntad es vida; esta
voluntad es alegría; esta voluntad es orden; esta voluntad
es amor. La oración afirmativa nos armoniza con esta
voluntad central del ser.
Esto es la oración afirmativa: saber que, al enfrentar la
enfermedad, subyacen los brazos eternos de la plenitud,
y que, en la parte más verdadera de nosotros, somos uno
e inseparables con la vida. Poder escuchar a través de las
discordias de la vida cotidiana la música del amor inmortal
y tocar las cuerdas desde la melodía de nuestro propio
ser; poder ver la escasez y aun así beber desde los pozos
invisibles de la plenitud. Es la habilidad de ver los hechos y
las faltas, y aun así saber que no son la realidad.
La verdadera oración es la comprensión de la Verdad que
no cambia, la cual abunda en el corazón de un mundo
cambiante, la Verdad de la vida y de la alegría y del orden y
del amor, la Verdad de Dios.
4

31
Fe: “Ayúdame con mi incredulidad”
La fe no es tanto una cuestión de la mente como del corazón.
A veces, al querer entender a Dios como principio, perdemos
de vista a Dios como presencia. Los teólogos y los filósofos
pueden conocer a Dios como palabras escritas en un libro,
pero un niño que ni siquiera puede pronunciar el nombre
de Dios quizás tiene una fe más allá que la de sacerdotes
instruidos. Tener fe no significa teorizar sobre Dios o ni
siquiera imaginar a Dios, sino experimentar a Dios...
La fe es el poder de ver en la decepción de hoy la realización
del mañana; ver en el final de las viejas esperanzas el
comienzo de nueva vida. La fe es el poder interior para ver
más allá de las señales exteriores, el poder para saber que
todo está bien incluso cuando todo parece ir mal.
Cuando los sueños que más apreciamos parecen haberse
perdido y nuestras oraciones más sinceras permanecen
sin ser contestadas, la fe es una visión de la vida que
se eleva más allá de las limitaciones del ser —de estos
sentidos limitados, de este razonamiento imperfecto,
de estas circunstancias a la deriva— y ve que nuestra
vida es parte de algo que está más allá de lo que jamás
hemos comprendido. Pese a todo lo que parezca y todo
lo que ocurra, hay una realización última: que todo está
verdaderamente bien, que todo debe estar bien. La vida
tiene un sentido eterno, nosotros somos uno con lo infinito;
y cualquier cosa que nos ocurra en la infinitud de Dios
que todo lo abraza y donde todo se desarrolla, la vida lo
resolverá para bien...
Si no puedes creer en mucho, entonces cree en lo poco
que puedas. Comienza donde estés y crece. ¿Qué semilla
puede tener algún conocimiento del árbol en el que se va a

32
convertir? ¿Qué arbusto espinoso puede predecir la rosa?
¿Qué oruga puede hablar de la mariposa? La fe crece...
Aunque no haya gritos de alabanza, ni laureles, llevamos
toda la raza hacia adelante con nuestros grandes pasos,
y la compasión que acoge al mundo nos alcanza hacia
nosotros mismos y nos presiona aun más hacia el corazón
más íntimo de la vida, incluso dentro del amor de Dios
Mismo.
“Creo, Señor, ayuda a mi incredulidad”.
Cuando desde tu corazón surja el grito afligido, sé
consciente de que no hay llanto, pero que de alguna
manera hay una respuesta. Hay un amor. Hay un poder.
Hay una sabiduría, y hay un camino a seguir. Deja que tu
corazón se afiance: el camino se revelará.
4

33
El viaje inmortal
Vamos en un viaje inmortal. A través de las casualidades
y el azar, a través de mundos olvidados y rumbos
incumplidos y aún grabados en el alma, llegué hasta aquí
y desde aquí sigo viajando.
Esta es la condición humana.
Me he levantado durante mañanas innumerables.
He dormido durante noches innumerables.
He andado en viajes innumerables.
He vivido en mundos familiares y desconocidos.
He tenido acompañantes llenos de belleza y valentía,
amigos encantadores.
Y volveré a tenerlos.
He sido débil y fuerte, sabio e insensato.
Las cosas ordinarias son el hogar de lo que es hermoso.
La vida normal es la plenitud de vivir.
Cada niño es un niño sagrado.
Cada uno de nosotros es un hijo de Dios.
Decimos ahora que algunos sucesos extraordinarios son
asombros y milagros, tales como las cosas que hizo Jesús.
Decimos que son milagros porque no podemos explicarlos
y no podemos duplicarlos.
Pero, ¿qué podemos explicar y qué podemos duplicar?
¿Qué es una cosa ordinaria?

34
Mira, por ejemplo, a un
árbol de cerezas: las ramas
oscuras en invierno; y en esas
ramas desnudas, hojas verdes;
y en medio de esas hojas verdes,
flores blancas y perfumadas;
y cuando se caen esas flores,
todo es rojo; unas cerezas rojas
relucen hasta que el árbol destella como una corona de
rubí que los pájaros cantores iluminan levemente con
sus melodías. ¡Ni siquiera he mencionado el sabor de las
cerezas en una tarta! Solo puedo decir que Dios tiene
formas deliciosas de revelarse ante nosotros.
O mira el cielo estrellado. Sal afuera esta noche y míralo,
la noche que brilla en estrellas ardientes. Ninguna es
tan grande como la luz de una vela y se encogen aún
más, ¡pero tienen el poder de mover al espíritu más que
cualquier espectáculo veraniego de fuegos artificiales!
¡O un bebé!
El pequeño Jesús, oh Niño Sagrado. ¿Necesitamos
preguntarte si un bebé es algo asombroso y un milagro?
Si un genio se materializara de repente, nos quedaríamos
mudos de asombro.
Vemos un niño, una cereza o una estrella. Eso nos deleita,
pero actuamos como si estas cosas no fueran una
maravilla tan grande como un genio.
Solamente tenemos que mirar dentro de nosotros mismos
o salir de nuestra casa para ver diez mil maravillas, y cada
una tan inverosímil, inexplicable y única como un genio.
4

35
La Oración de Protección
La luz de Dios me rodea;
El amor de Dios me envuelve;
El poder de Dios me protege;
La presencia de Dios vela por mí.
Donde quiera que estoy, está Dios.

James Dillet Freeman escribió esta oración durante la Segunda


Guerra Mundial. Luego, en 1969, fue llevada al espacio en el Apolo
11 por el piloto del módulo lunar Edwin “Buzz” Aldrin, quien junto
con el comandante Neil Armstrong se convirtieron en los primeros
hombres en caminar sobre la luna.
36
El viajero
Él se ha hecho invisible.
Querido Señor, no puedo comprenderlo,
pero esto sé: que aunque el camino ascienda
y se aleje de mi vista,
no habrá noche;
que Tú lo tomarás suavemente de la mano,
y lo guiarás
a lo largo del camino de la vida que nunca termina
y él encontrará, no la muerte, sino un amanecer.
No dudo que Tú estás allá como acá,
y que lo cuidarás con amor.

Nuestra vida no comienza al nacer,


no es de este mundo;
y eso que llamamos muerte, no es más
que el abrir y cerrar de una puerta,
y en Tu casa, ¡cuántas recámaras debe haber
además de esta en la que descansamos de momento!

Querido Señor, te doy gracias por la fe que libera,


el amor que sabe que no puede perder lo suyo;
el amor que, mirando a través de las sombras, ve
que Tú, y él y yo, ¡somos siempre uno!
4

37
38
Nuestro amigo eterno
por Rev. Phil Pierson

Mi esposa Dorothy dejó la ciudad de Seattle para trabajar


en la Escuela de Cristianismo Práctico de Unity en
1938 cuando tenía 18 años. Había conocido a Charles
Fillmore, cofundador de Unity, cuando él habló en
Seattle anteriormente ese año. Él la había alentado a
que llegara hasta Unity Village para representar a las
personas jóvenes interesadas en el trabajo de Unity. Era
considerada como una protegida de Charles.
Cuando llegó a Unity, conoció a alguien que era
considerado como el protegido de Myrtle Fillmore, el
joven Jim Freeman. A Myrtle le habían impresionado sus
habilidades poéticas, y le fue otorgado un puesto de
trabajo en el ministerio de oración de Silent Unity. Como
tenía cuatro años más que Dorothy, se convirtió en un
amigo cercano tanto de ella como de su joven esposo de
ese tiempo, Don. Debido a esa amistad de tanto tiempo,
cuando me casé con Dorothy en 1963, Jim pasó a ser una
parte importante de mi vida también. Interesantemente,
Jim fue el responsable de que yo decidiera convertirme
en un ministro de Unity en el 1957.
Dorothy era muy cercana a casi todos los primeros
líderes de Unity, incluyendo la directora de Silent Unity,
May Rowland; la editora de La Palabra Diaria, Martha
Smock y Rosemary Fillmore Rhea, la nieta de Charles
y Myrtle. Este grupo incluía a Jim, y a menudo estaban
juntos. Tras casarme con Dorothy, formé parte de este
grupo también. Menciono este grupo de líderes porque,
durante mis años de compartir tiempo con ellos, observé
que a Jim siempre lo apreciaban grandemente. Por las
conversaciones profundas que tuve con Jim, estoy seguro
de que se ganó ese respeto especial por su habilidad de

39
sintonizarse a sí mismo con la presencia de Dios. Jim
era muy humano, pero tenía la habilidad de salirse de
su ser personal y demostrar un fluir de pensamientos y
conocimientos inspirados.
Podía irradiar amor y compasión y expresarlo
hermosamente en su poesía. Dorothy me habló del
noviazgo de Jim con su primera esposa, Katherine. Dijo
que Katherine era una persona muy especial y que fue
un enorme reto para Jim el que Katherine enfermara y
muriera.
Tal y como Jim compartió públicamente muchas veces,
fue su muerte lo que lo hizo conectarse con Dios como
nunca antes en su corta vida para encontrar la fortaleza
y el entendimiento para continuar. Fue durante este
tiempo, tal y como él lo escribió, que iba a la capilla de
oración de Silent Unity donde se conectaba con Dios en
oración. En este tiempo de añoranza de su alma, escuchó
por dentro las palabras de uno de sus más grandes
poemas: “Estoy siempre contigo”. Las palabras que fluían

40
en él también contenían la respuesta para su necesidad
personal. Él necesitaba saber que, pese a que no podía
entender por qué había perdido a su amada, de alguna
manera, la presencia de Dios estaba allí.
Durante ese tiempo de oración, Jim escuchó y supo que,
incluso en medio de su desesperación más profunda,
Dios estaba allí, en su vida, para apoyarlo y para
satisfacer sus necesidades físicas y las de su alma. Jim
supo que este mensaje era para todo el mundo y, en
1947, lo compartió como un poema.
Jim era la voz de Unity, y él expresaba muy emotivamente
que Silent Unity siempre estaba allí para ayudar a las
personas que estaban sufriendo o que tenían necesidad.
Él sabía que siempre hay gente que sufre de la misma
manera en la que él sufría cuando Katherine falleció. Él
quería que esas personas supieran que no estaban solos.
Unity floreció durante el liderato de Jim como director
de Silent Unity, luego de May Rowland. Debido al
espíritu que emanaba Jim, yo creo que Dios es una
presencia vital en la vida de todos y que suple cualquier
necesidad que uno tenga.
Creo que Jim estaría de acuerdo conmigo en el sentir
de que muchos metafísicos se apartan del camino al
pensar que se supone que ellos “actúen por su cuenta”.
Esto significa que se supone que deban crear sus vidas
tomando dominio de sus pensamientos, y “haciendo que
las cosas pasen debido a sus pensamientos correctos”.
Están obviando el mensaje que transmitió Jim de
que Dios está siempre ahí para ayudar, guiar, sanar y
satisfacer todas nuestras necesidades.
Ser positivos y pensar “correctamente” es importante.
Pero Jim diría que también puedes saber que Dios está
contigo. “¿Me necesitas? Estoy aquí contigo”.
41
Estoy siempre contigo
¿Me necesitas?
Estoy aquí contigo.
No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite
ver.
No puedes oírme, sin embargo hablo a través de tu voz.
No puedes sentirme, sin embargo soy el poder que trabaja
en tus manos.
Estoy trabajando en ti, aunque desconozcas Mis senderos.
Estoy trabajando, aunque no reconozcas Mis obras.
No soy una visión extraña. No soy un misterio.
Solo en el silencio absoluto, más allá del “yo” que
aparentas ser, puedes conocerme como Soy, y entonces,
solo como un sentimiento y como fe.
Sin embargo, estoy aquí contigo. Sin embargo, te oigo. Sin
embargo, te contesto.
Cuando Me necesitas, estoy contigo.
Aunque Me niegues, estoy contigo.
En los momentos en que más solo crees encontrarte, Yo
estoy contigo.
Aun en tus temores, estoy contigo.
Aun en tu dolor, estoy contigo.
Estoy contigo cuando oras y cuando no oras.
Estoy en ti, y tu estás en Mí.

42
Solo en tu mente puedes sentirte separado de Mí, pues solo
en tu mente están las brumas de “lo tuyo” y “lo mío”.
Sin embargo, tan solo con tu mente puedes conocerme y
sentirme.
Vacía tu corazón de temores vanos.
Cuando quites el “yo” de en medio, estoy contigo.
Por ti mismo no puedes hacer nada, pero Yo todo lo puedo.
Yo estoy en todo.
Aunque no puedas ver el bien, el bien está allí, pues Yo
estoy allí.
Estoy allí porque tengo que estar, porque Yo soy.
Solo en Mí el mundo tiene significado; solo de Mí toma el
mundo forma; solo por Mí el mundo sigue adelante.
Soy la ley en la cual descansa el movimiento de las estrellas
y el crecimiento de toda célula viva.
Soy el amor que es el cumplimiento de la ley.
Soy seguridad.
Soy paz.
Soy unidad.
Soy la ley por la cual vives.
Soy el amor en el que puedes confiar.

43
Soy tu seguridad.
Soy tu paz.
Soy uno contigo.
Yo Soy.
Aunque no logres encontrarme, Yo nunca dejo de
encontrarte.
Aunque tu fe en Mí es insegura, Mi fe en ti nunca flaquea,
porque te conozco, porque te amo.
Mi bien amado, estoy aquí contigo.
4

Un microfilm de este poema fue dejado en la luna en 1971 por el


astronauta James B. Irwin llevado en el Apollo 15.

44
¿Cómo podemos servirte?
Por medio de la oración, la publicación y eventos, Unity está
siempre disponible para ayudarte a que reconozcas y expreses
tu potencial y tener una vida saludable, próspera y significativa
por medio de:
Apoyo de oración
Llama al 1-866-379-1500 (gratuito en USA, Canadá y Puerto
Rico) o al 816-969-2020 (llamadas internacionales) de 7:00
a.m. a 7:30 p.m. de lunes a viernes, los sábados y domingos
de 7:00 a.m. a 4:00 p.m. (hora central). O envía tu petición de
oración en línea a www.unityenlinea.org/oracion.
Publicaciones edificantes
Llama al 1-866-498-1500 (gratuito en USA, Canadá y Puerto
Rico) o al 816-251-3574 (llamadas internacionales) de lunes a
viernes, de 7:30 a.m. a 4:30 p.m. (hora central) o visítanos en
www.unityenlinea.org para ver nuestros productos y solicitarlos
en línea.
• La Palabra Diaria® y página web, www.lapalabradiaria.org
• Libros y CDs
Retiros y Eventos de Unity
Llama al 1-866-498-1500 (gratuito en USA, Canadá y Puerto
Rico) o al 816-251-3574 (llamadas internacionales) de lunes
a viernes, de 7:30 a.m. a 4:30 p.m. (hora central). Visítanos en
www.unityenlinea.org si deseas ver información detallada y el
calendario de actividades.
Recursos En Línea
• Artículos, oraciones, meditación, noticias e información en
www.unityenlinea.org
• Programación espiritual 24/7 en unitymedianetwork.org
• Facebook© en www.facebook.com/silentunitylatino
Unity es una organización 501(c)(3) sin fines de lucro. Nuestros
ministerios se sostienen principalmente de ofrendas, incluyendo donaciones
planificadas. Para hacer una donación, visita unityenlinea.org/dona. Gracias por
tu apoyo.

Tus amigos en Unity


1901 NW Blue Parkway G1656
Unity Village, MO 64065-0001 Canada BN 13252 9033 RT
unityenlinea.org Printed U.S.A.

También podría gustarte