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UNIVERSIDAD LAICA “ELOY ALFARO DE MANABÌ”

EXTENSIÒN CHONE

CARRERA:

Pedagogía de las ciencias experimentales “Físico - Matemático”

AUTORA:

Bravo Velásquez Gema Mercedes.

DOCENTE:

Lic. Orley Benedicto Reyes Meza.

ASIGNATURA:

Formación de la persona y desarrollo profesional docente.

ENSAYO.

TEMA:

Criterios éticos y deontológicos de la profesión para la práctica docente.

NOVENO SEMESTRE

“A”

PERIODO ACADÈMICO:

2021 (P.2.)
CRITERIOS ÉTICOS Y DEONTOLÓGICOS DE LA PROFESIÓN
PARA LA PRÁCTICA DOCENTE.

La ética profesional no es simplemente una deontología o un conjunto de normas para


regir la conducta de quien ejerce una labor profesional; es un compromiso vivencial que
va más allá de la norma escrita y debe hacerse efectivo teórica y prácticamente. En el
ámbito de la educación, para cumplir con ese compromiso él y la docente han de ser
conscientes de sus tenencias prácticas, intelectivas y morales, así como del deber de
desarrollarlas constantemente para ponerlas a disposición de sus estudiantes y ayudarles
a crecer cognitiva, afectiva y moralmente de manera integral.

El presente ensayo posee como objetivo fundamentar los criterios éticos y deontológicos
como parte de su formación integral y la relevancia de la ética profesional del docente
para contribuir a ello como consecuencia de una tarea intelectual compleja, que implica
una responsabilidad profesional que enfrenta retos constantes, para ello requiere de
saberes disciplinarios y pedagógicos, disposición, compromiso, creatividad y pasión,
pues como interventor en la formación del sujeto, puede actuar de manera negativa o
positivamente en su profesión.

DESARROLLO.

Deontología o ética profesional significa la disciplina derivada de la ética general y no


separada de ella, cuyo objeto es la aplicación de los principios generales de la ética a la
actividad de cada profesión. Se refiere por tanto a la norma ética en la práctica profesional.
El docente en su cotidiano hacer combina vocación y profesión adecuando su conducta
profesional a las expectativas sociales, sin importar el entorno en el cual se desempeñe.
Buscando siempre ser fuente de inspiración con autoridad y liderazgo para toda la
comunidad educativa. La profesión docente necesita de vocación por el don de enseñar.
La ética profesional docente parte de las buenas prácticas pedagógicas conducentes al
mejoramiento continuo de los comportamientos del educando en sociedad, enmarcadas
dentro de los manuales de convivencia ya existentes dentro de las instituciones
educativas.
Según el autor García et. al (2016: 30) menciona que: “La formación docente
requiere de una planificación holística, consensuada, centrada en la ética y de forma
especial en los valores educativos, con exigencias acordes a la gran responsabilidad y
compromiso que el ejercicio de sus funciones precisa, en consonancia con la dinámica
educativa actual”.

Desde mi perspectiva estoy de acuerdo con el autor anterior por que la docencia es una
de las profesiones más mancilladas y abusadas en la actualidad por el hecho de no hacer
digno el ejercicio de la enseñanza. No todos son poseedores de un gran dinamismo y
virtud frente a la docencia, pero sea cual sea la posición que se tenga frente a ella, habrá
que defenderla y hacerla cada vez más valiosa para las sociedades.

Ética, según la RAE (2014), se define como el “conjunto de normas morales que
rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica,
deportiva”. También es entendida como “parte de la filosofía que trata del bien y del
fundamento de sus valores”. Según Cortina (1994), la ética se considera un tipo de saber
orientativo a la acción humana dentro de la lógica y la razón. La ética es por esencia un
saber para la actuación racional.

Hablar de ética de la profesión docente implica centrar la atención en el conjunto de


normas que rigen la conducta de los profesionales facultados para el ejercicio de una
profesión. En este sentido Rojas (2011) expresa la relación como compromiso vivencial
con un alcance mayor a lo normado, siendo efectivo tanto en la teoría como en la práctica.
Para lograrlo los docentes deben estar conscientes de sus competencias, que involucra en
la práctica su capacidad intelectual y moral, así como el mejoramiento de las mismas en
beneficio de sus estudiantes, que en conjunto permita el crecimiento cognitivo, afectivo
y moral de forma integral.

Se requiere contar con docentes con alto grado de compromiso, acompañado de una
preparación sólida como baluarte de desempeño integral, desde lo más sencillo hasta lo
más complejo, en la cual el docente sea poseedor de conocimientos sustantivos con
pensamiento reflexivo, acompañados de la pedagogía y didáctica como facilitadores de
la ruta a seguir. El conjunto, involucra pensar antes de actuar, analizar desde la lógica
crítica y analítica, dominar los contenidos sustantivos para poder facilitar procesos de
calidad y excelencia.
En el caso concreto de la docencia, el compromiso profesional incluye la calidad de la
enseñanza y lo que esta implica, a saber, la creatividad, el amor a la profesión, la franca
oposición a la desidia mental y la mediocridad, esas son líneas fundamentales e
ineludibles para un ejercicio profesional serio, responsable y humanista. Él y la docente
en el ejercicio de su práctica se convierte en modelo para los y las estudiantes, para sus
colegas y para el cuerpo institucional del sitio en que labora, también, a saber, la
comunidad, padres y madres de familia, y otras instituciones que conforman el ente social.
Por tales razones, en su hacer manifiesta y revela lo que es haciendo práctica de la ética
y la moral personal y profesional.

CONCLUSIÓN.

En virtud de lo estudiado se puedo concluir que la deontología de la profesión para la


práctica docente, es la formación del ser humano en su integralidad. Esa formación
implica colaborar con el mejoramiento de la naturaleza de los estudiantes, tanto en el
afinamiento de sus habilidades y capacidades, como en la forja de una perspectiva
humanística y crítica de la realidad. Por ello, todo profesional docente tiene que ejercer
comprometida y responsablemente su labor, no porque exista un código de ética
profesional, sino porque se cree profundamente en lo que se hace. No se debe actuar
moralmente recordando que no se es un profesional sólo por lo que se hace o dice, sino
por la integralidad e integridad manifiesta que pone en juego la personalidad completa de
quien ejerce esta digna profesión y la entrega para con la labor realizada.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

 Durán Solórzano, S. A., & Martínez Minda, H. A. (2018). La ética en la práctica


docente. Atlante Cuadernos de Educación y Desarrollo, (noviembre).
 Terán, G. A. P. IMPORTANCIA DE LA DEONTOLOGÍA EN LA
FORMACIÓN DE PROFESIONALES DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Autores e infomación del artículo.
 Jover Olmeda, G. (1991). Ámbitos de la deontología profesional docente.
 Del Perú, C. M. (2007). Código de ética y deontología.
 Olmeda, G. J., & Corbella, M. R. (2013). El código deontológico de la profesión
docente: evolución y posibilidades. Edetania. Estudios y propuestas
socioeducativos., (43), 113-131.

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