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Modelo de redacción del Marco Teórico

Prolegómenos sobre el comportamiento del voto

El comportamiento del voto es un fenómeno que ha venido cobrando interés en la academia


de la Ciencia Política, dada la necesidad de entender cuáles son los factores que lo
determinan, teniendo en cuenta una serie de elementos y situaciones propias de cada
sociedad, tales como la cultura, su sistema de gobierno, su sistema de representación, el
sistema electoral, entre otros. En este sentido, los estudios sobre el comportamiento de los
electores se enfocan principalmente en la determinación de los elementos que influyen en la
decisión del voto de los ciudadano, con el fin de lograr el entendimiento de este a través de
un análisis de identificación de las relaciones causales (Lazo, 2015, p. 54).

Así, el estudio del comportamiento individual electoral se desenvuelve dentro de


tres grandes paradigmas, aunque no son los únicos, teóricos rectores: (1) la Escuela de
Columbia, (2) la Escuela de Michigan y (3) la teoría económica del voto.
Cronológicamente, los primeros estudios realizados datan de la década de 1940 en los
Estados Unidos de América1 en la Universidad de Colombia y, unos años después, en la
Universidad de Michigan.

La investigación pionera del fenómeno fue la realizada por Lazarsfeld, Berensol y


Guated –bajo la influenciados por la sociología de Talcott Parsons- del grupo de
Columbia2, quienes intentaron brindar una explicación sobre cómo los electores definen su
voto en una campaña presidencial intentando de terminar los factores clave y entendiendo
el peso de estos en el voto. Así, a través de una encuesta realizada a 600 personas, se hizo
un seguimiento de la evolución de la toma de decisión del voto de 1948 en los Estados
Unidos. Como resultado de esta investigación, se estimó que en la toma decisiones políticas
como las electorales se privilegian las características sociales de los individuos como las
principales variables explicativas de su conducta electoral, tales como la afiliación

1
Estos estudios se inician como resultado del desarrollo de la teoría conductista, la cual influye a la Ciencia
Política y en el campo de estudio del comportamiento electoral referido al fenómeno de los Mass Media en la
década de 1940, y en específico, en las elecciones presidenciales que tuvo como ganador electoral a F.D.
Roosevelt.
2
El estudio intitulado “People Choice’s” realizado por Paul Lazarfeld –responsable-, Bernand Berelson y
Hassel Gaudet –colaboradores- fue desarrollado por el Bureau of Applied Social Research de la Universidad
de Columbia (Melgar, 2018, p.8).

1
religiosa, la clase social, la residencia, entre otras3. Debido a esto, es que el modelo de la
investigación se desarrolla bajo la perspectiva del grupo social, en cuanto al estudio del
entorno más inmediato. Asimismo, la investigación determina que el voto es considerado
un mecanismo de afirmación social enfatizando la proporcionalidad de los votos que los
ciudadanos asignan a un partido en específico, de acuerdo a su ubicación en la sociedad
(Montecinos, 2007, p. 8).

A pesar de considerar el estudio del grupo de Columbia como la primera


investigación sobre el comportamiento electoral, esta fue muy criticada en su momento
debido a su determinismo social y por ver a la política como un apéndice de la condición
social de los individuos. En esta línea, los teóricos Key y Munger, critican el supuesto que
la preferencia política esté solo determinada por una cuestión netamente individual e
instrumental, destacando la necesidad de que si se desea entender porque un sector del país
vota por un candidato u otro se debe hacer un análisis profundo para la compresión de estos
y de su entorno que los rodea, sus contextos, sus circunstancias, sus círculos sociales, etc.,
lo cual determina la necesidad de estudios mucho más profundos y longitudinales, en vez
de los estudios aislados en el espacio, tiempo y contexto. Finalmente, dentro de este
enfoque se han desarrollados sub-enfoques tales como el enfoque del contexto social, el
enfoque espacial y el enfoque de las redes sociales (Montecinos, 2007, p.9).

Frente a los estudios realizados en Columbia, años después la Universidad de


Michigan desarrolló una línea de investigación del comportamiento del voto –liderado por
Campbell, Converse, Miller y Stokes4 en el Social Research Center- asociando, sobre todo,
los factores psicológicos como las disposiciones y las actitudes respecto al sistema político
que desarrollan las personas enfatizando el rol de la comunicación política (Sulmont, 2009,
p. 1; y véase también Montecinos, 2007) -esto respecto a sus percepciones en cuanto al

3
En este sentido, se estimó que los electores muchos de los que contestaron ser católicos, obreros y residentes
urbanos tenderían fuertemente a votar a candidatos demócratas. Mientras que los protestantes, clase media y
residentes en zonas rurales tenderían mayormente a votar a los candidatos republicanos (Criado cita en
Montecinos, 2007, p. 16).
4
El estudio realizado se intitula “The American Voter” realizado en el Center for Survey Research de la
Universidad de Michigan, cuyo enfoque se centró en el individuo y sus características sicológicas y
personales que definen el comportamiento electoral de estos, en el caso de las elecciones presidenciales de
1952 (Melgar, 2018, p. 9).

2
gobierno, las instituciones políticas, los partidos políticos, la identidad político partidaria, la
valoración del candidato, los temas de interés, la ideología, entre otros.

Así, según el modelo proporcionado, se entiende que el voto es un mecanismo de


afirmación de un proceso de largo plazo, a través del cual los individuos han ido formando
y construyendo su identificación hacia una opción política en particular (Sulmont citado en
Melgar, 2018, p. 10). Como resultado de este estudio, se logró demostrar que las actitudes
políticas son un factor determinante en la decisión para participar en un proceso electoral,
enfatizando la influencia de los factores socio-sicológicos y sus características perceptivas
asumiendo al ciudadano como un actor con capacidad de influir e intervenir en la política
(Lazo, 2015, p. 56).

Entre los argumentos destacables de la teoría es la relativa información que poseen


los ciudadanos al momento de elegir, lo cual hace que estos no tengan las herramientas
analíticas ni argumentativas para la toma de decisiones. Por ello, los partidos son el filtro a
través del cual el mundo político y los electores se unen. Así, este enfoque se basa en las
percepciones, juicios y conceptos mentales que tiene la población sobre el sistema político
y la política, en general. En estos términos, se entienden que los ciudadanos tienden a
participar poco en política, lo cual refleja en el poco interés de estos de los asuntos públicos
y, en consecuencia, tienen poca capacidad para lograr un pensamiento estructurado y crítico
de la política –en términos ideológicos.

El tercer modelo que estudia el comportamiento electoral es el desarrollado por el


Anthony Downs, cuya base es la economía política desde la perspectiva de la elección
racional -rational choice-, la cual estudia los procesos políticos, y dentro de ellos el
electoral, enfatizando en la racionalidad de los individuos al tomar sus decisiones políticas
y electorales. Aquí se destaca la frase “renta de utilidad que genera el voto”, la cual es la
denominación del beneficio político que genera al votar por cierta agrupación política para
que logre llegar al poder –en tanto que el acto de votar sería calculado en términos de los
costos y beneficios, así como la percepción de que el voto emitido sea importante en la
elección (voto útil). Debido a esto, es que se puede entender que lo principal al momento de
tomar la decisión de voto es que el beneficio de hacerlo sea mayor al costo de no hacerlo
(abstenerse de votar) (Montecinos, 2007, p. 11). Como se ve, este modelo estima la

3
necesidad que tienen los ciudadanos de analizar cuidadosamente y calcular los beneficios
que obtendrían de votar por un partido y no por otro o, en resumidas cuentas, de no votar,
lo cual resulta ser un ejercicio bastante complejo a la hora de decidir esta acción (Lazo y
Sulmont citados por Melgar, 2018, p. 45).

Asimismo, este enfoque analiza de forma similar a la elección social para explicar
cómo los gobiernos, los partidos y los votantes toman las decisiones políticas, en parangón
con la toma de decisiones que toman las personas en un mercado basadas en el interés. Por
ello, el modelo teórico de la elección racional del voto tiene tres aspectos esenciales: (1) los
beneficios derivados de que el candidato o el partido preferido por el elector sea elegido –
pueden ser materiales o inmateriales-, (2) la probabilidad de que su voto determine el
resultado de la elección y (3) los cotos de votar (Montecinos, 2007, p. 12).

Finalmente, en el transcurso del tiempo se han venido desarrollando otras teorías


que han tratado de entender el fenómeno del comportamiento electoral en sus diferentes
manifestaciones. En años más recientes, existen modelos explicativos más actuales como
por ejemplo el de la teoría del “Issue voting” –desarrollada en la década de 1960- la cual
establece principalmente que “se asume que los ciudadanos determinan su voto hacia algún
partido político enfatizando en dicha decisión los temas sobre los que gira su mensaje de
campaña46porque los consideran importantes y de interés” (Lazo citado por Melgar, 2018,
p. 2).

Asimismo, otras teoría más reciente es la de las redes –iniciada en la década de 1970
en Inglaterra aunque tuvo su mayor desarrollo fue en la década de 1990-, la cual tiene
vínculos con la teoría de la antropología participativa aplicada, la cual analiza el fenómeno
participativo en las sociedades más complejas. Esta plantea que el individuo desarrolla un
conjunto de relaciones específicas de apoyo, colaboración e influencia entre un número
limitado de actores. Algunos de los principales autores que desarrollan esta teoría son
Emmanuel Lazega, Mauricio Gribaudi, entre otros (Melgar, 2018, p. 46).

Como se observa, el estudio del comportamiento electoral es muy importante para la


academia, dado que este tiene relevancia para el estudio de otras instituciones políticas
conexas como son los procesos electorales, sistema electoral, democracia, liderazgos,

4
marketing electoral, comunicación política, etc. En esta línea, a continuación se desarrollará
una revisión a la teoría sobre los sistemas gobierno en América Latina y en el caso peruano.

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