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CAP Í T U LO

PATOLOGÍA DEL ESTADO


DE CONCIENCIA 64
nido de la conciencia, que comprende las funciones cog-
mÉtodos de exploración nitivas, adscritas exclusivamente a la corteza cerebral (v.
cap. 63), entre las que se incluyen el pensamiento, el ra-
COMA zonamiento y el juicio, la memoria, la capacidad de man-
tener la atención y la concentración, la orientación en el
Diferenciación clínica del coma tiempo y el espacio, el lenguaje, etc.

ESTADOS RELACIONADOS CON EL COMA


mÉtodos de exploración
ESTADO CONFUSIONAL AGUDO
Los principales datos que se deben valorar en la ex-
Manifestaciones ploración física son los siguientes:

síncope b Patrón respiratorio (v. cap. 20).


b Pupilas: tamaño, simetría y reflejo fotomotor (v. cap. 60).
EPILEPSIA
Manifestaciones

TRASTORNOS DEL SUEÑO


Insomnio
Hipersomnia Tálamo
Parasomnias
Alteración de los ciclos sueño-vigilia

Vías
sensitivas
La conciencia supone la capacidad de conocerse uno
mismo y de tener conocimiento de su entorno, además de Sistema reticular
activador ascendente
responder adecuadamente a influencias externas, como
órdenes verbales o estímulos dolorosos. Aunque quizá Figura 64-1 Esquema de las estructuras que mantienen el nivel de con-
ciencia e interrelaciones entre ellas. La vigilia surge y se
pueda parecer un enfoque demasiado simplista, desde un
mantiene por impulsos nerviosos que nacen en el sistema
punto de vista práctico es útil distinguir dos conceptos: reticular activador ascendente, constituido por neuronas
a) nivel de conciencia, que es el grado de vigilia o alerta distribuidas desde el tronco del encéfalo hasta el tálamo, y
que presenta el individuo y su capacidad de respuesta a que se proyectan de forma difusa sobre la corteza cerebral.
A su vez, el sistema reticular recibe impulsos aferentes pro-
los estímulos externos, aspectos todos ellos dependientes
cedentes de la corteza cerebral (fibras corticorreticulares) y
de la integridad del sistema reticular activador ascenden- de las vías sensitivas (haz espino-retículo-talámico), que
te y de la corteza de los hemisferios (fig. 64-1), y b) conte- contribuyen a activar el sistema reticular.
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Parte X       PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

b Sistema oculomotor: se analizan los movimientos b Tono muscular (v. cap. 55) y postura de las extremi-
con­jugados de los ojos (conjugación de la mirada hori- dades, ya sea la adoptada de forma espontánea o tras
zontal) (fig. 64-2) y los reflejos oculares. Estos últimos un estímulo doloroso.
son dos: reflejo oculocefálico, que consiste en que, al
realizar un giro de la cabeza, los ojos se desplazan en En cuanto a las exploraciones complementarias indi-
sentido opuesto al de dicha rotación (fig. 64-3), res- cadas para el estudio de la patología de la conciencia,
puesta que se denomina movimiento en «ojos las más relevantes son:
de muñeca»; y reflejo oculovestibular, que se explora
irri­­gando con agua fría el conducto auditivo, lo que b Estudios electrofisiológicos: para determinar si el ori-
provoca la estimulación del vestíbulo y la consiguien- gen del trastorno es focal o difuso, tiene utilidad el
te desviación lenta de los ojos hacia el lado irrigado, a electroencefalograma (EEG), que es el registro de la
la que le siguen oscilaciones oculares rápidas hacia el actividad eléctrica cerebral, obtenido mediante varios
lado contrario. La integridad anatómica del tronco del electrodos situados sobre la piel del cráneo; en un
encéfalo (centro de la mirada lateral, núcleos vestibu- adulto sano, despierto y con los ojos abiertos predo-
lares y de los pares oculomotores) es la condición minan las ondas α en las regiones encefálicas poste-
indispensable para que ambos reflejos estén conserva- riores (ritmo α del EEG, cuya frecuencia es 8-12 Hertz
dos. Hay que advertir, no obstante, que en el sujeto [Hz = ciclos/s]), y las ondas β (ritmo β, a una frecuen-
consciente no se provoca el reflejo oculocefálico por- cia superior a 12 Hz) en las áreas anteriores, mientras
que está inhibido por la corteza cerebral. que durante el sueño aparecen ondas cuya frecuen-

Derecho Izquierdo

Lóbulo Lóbulo
frontal occipital

Impulsos hacia el músculo Impulsos hacia el músculo


recto interno derecho recto externo izquierdo

III III

VI VI

Centro Centro
de la mirada de la mirada
lateral lateral

Núcleos Núcleos
vestibulares vestibulares

Figura 64-2 Estructuras que intervienen en la coordinación de los movimientos conjugados horizontales de los ojos (se representa la mirada hacia la iz-
quierda). Los movimientos conjugados horizontales de los ojos están coordinados por dos centros de la mirada lateral, ubicados uno a cada
lado de la protuberancia, que reciben impulsos nerviosos de la corteza del lóbulo frontal contralateral y del lóbulo occipital homolateral. Des-
de cada centro de la mirada lateral surgen eferencias que se proyectan sobre el núcleo del VI par craneal homolateral, que inerva el múscu-
lo recto externo, desviando hacia fuera el globo ocular del mismo lado, y sobre el núcleo del III par contralateral, que inerva el recto interno
y determina una desviación hacia dentro del globo ocular contralateral. Las conexiones entre el centro de la mirada lateral y los núcleos
vestibulares intervienen en los reflejos oculocefálico y oculovestibular.

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CAPÍTULO 64. Patología del estado de conciencia

El coma estructural se denomina así porque su cau-


sa es una lesión de naturaleza vascular (p. ej., he-
morragia cerebral, isquemia cerebral difusa), tumoral
o infecciosa (p. ej., absceso cerebral) de las estructuras
responsables de la vigilia. Dependiendo de la localiza-
ción del daño neurológico, se distinguen dos tipos de
coma estructural:

b Coma estructural supratentorial: la lesión se halla


por encima del tentorio (tienda del cerebelo). Para
que se produzca coma deben estar afectados los dos
hemisferios cerebrales; y si tan sólo lo está uno de
ellos, la lesión hemisférica debe ser lo suficiente-
mente extensa y profunda como para implicar tam-
bién a la formación reticular talámica.
b Coma estructural infratentorial: en este caso existe
Figura 64-3 Reflejo oculocefálico. La flecha indica el sentido de la rota- una lesión de las estructuras troncoencefálicas perte-
ción pasiva de la cabeza. necientes al sistema reticular activador ascendente.
Dicha lesión puede ser exclusiva de dicho sistema
(p. ej., una hemorragia protuberancial) o el resultado
cia es cada vez más lenta (ritmo θ, de 4-8 Hz; ritmo δ, de la compresión ejercida sobre el mismo por una
de 0-4 Hz). masa localizada en estructuras infratentoriales veci-
Teniendo en cuenta las conexiones entre las vías nas (p. ej., hematoma cerebeloso). Como en ambas
sensitivas y el sistema reticular activador ascenden- circunstancias los trastornos estructurales se limitan
te, para evaluar la integridad de las estructuras del al infratentorio, es apropiado utilizar la denomina-
tronco del encéfalo tiene interés estudiar los poten- ción coma infratentorial primario para referirse a
ciales evocados somatosensoriales. este tipo de trastorno de la conciencia. Sin embargo,
Para analizar las alteraciones del sueño se dispone es mucho más frecuente que el daño troncoencefáli-
de la polisomnografía, que es el registro continuo y co lo provoque una hernia transtentorial, que, como
simultáneo de la actividad cardíaca (electrocardio- se describe en el capítulo 66, consiste en el desplaza-
grama), cerebral (EEG), muscular (electromiograma), miento de tejido cerebral a través del tentorio, afec-
de los movimientos oculares (electrooculograma) y tando sucesivamente al mesencéfalo, la protuberan-
respiratorios, del flujo aéreo y de la saturación de la cia y el bulbo; en esta situación es pertinente hablar
hemoglobina por el oxígeno en la sangre. de coma infratentorial secundario. Este tipo de coma
b Tomografía computarizada y resonancia magnética: será el que se tome más adelante como modelo para
estos estudios de imagen nos informan sobre posi- el estudio del coma infratentorial.
bles lesiones neurológicas determinantes del trastor-
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

no de la conciencia.

Coma
COMA
Es un estado de abolición de la conciencia que no re-
vierte con estímulos externos. En términos simples: el
Estructural Metabólico
paciente está dormido y es imposible despertarlo.
Conociendo las bases anatomofuncionales de la con-
ciencia, para producirse un coma se precisa, al menos,
una de las siguientes condiciones: a) afectación de los
Supratentorial Infratentorial
hemisferios cerebrales, lo que impide su activación
por el sistema reticular activador ascendente, y b) alte-
ración del propio sistema reticular activador ascen- Hernia
dente, desde la región talámica hasta el tronco del en- transtentorial
céfalo. De acuerdo con estas premisas, se diferencian Primario Secundario
dos grandes tipos de coma: estructural y metabólico
(fig. 64-4). Figura 64-4 Tipos elementales de coma.

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Parte X       PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

El coma metabólico obedece en último término a dos por mecanismos no lesivos, entre los cuales se incluyen
mecanismos: a) depleción energética difusa (tanto de las los efectos sobre la función neuronal de toxinas bacte-
neuronas de la corteza cerebral como del sistema reticu- rianas o de citocinas proinflamatorias.
lar), lo cual altera el funcionamiento de los mecanismos
que mantienen los gradientes iónicos transmembrana Diferenciación clínica del coma
normales (p. ej., bomba Na+/K+ ATPasa), y b) inhibición
de la neurotransmisión fisiológica. Las causas del coma Por la trascendencia que tiene para el pronóstico vital
metabólico son muy diversas: isquemia, hipoxia, hiper- del enfermo, es prioritario diferenciar el coma estructural
capnia, insuficiencia hepática, renal o tiroidea, trastor- del coma metabólico; y dentro del primero, tiene impor-
nos metabólicos (hidroelectrolíticos, del equilibrio aci- tancia discriminar si es supratentorial o infratentorial.
dobásico, hipoglucemia, déficit de vitamina B1), efecto
de sustancias tóxicas exógenas (p. ej., alcohol, mórficos, Coma supratentorial
benzodiazepinas, barbitúricos), etc.
Entre las causas de coma metabólico también se suele Los datos clínicos característicos son (tabla 64-1):
incluir la meningitis, la encefalitis o la hemorragia sub­
aracnoidea. En estas circunstancias, el calificativo «me- b Patrón respiratorio de Cheyne-Stokes (v. fig. 20-3).
tabólico» parece inapropiado; sin embargo, aunque al- b Miosis pupilar bilateral (fig. 64-5 A): se debe a la
gunos de estos procesos patológicos lesionan las carencia de inervación simpática, por estar bloquea-
estructuras involucradas en la vigilia, tiene más trascen- dos los impulsos hipotalámicos descendentes, con el
dencia la depresión del nivel de conciencia que originan consiguiente predominio del efecto constrictor de la

Mesencéfalo Hernia
del uncus

Ganglio Vía óptica


ciliar

III par Núcleo pretectal


de Ranson
Protuberancia

Núcleo
Ganglio simpático Bulbo de Edinger-Westphal

Hernia transtentorial central

A B

Figura 64-5 Cambios pupilares en el coma estructural (v. también fig. 60-3). A) Interrupción de la vía simpática por lesión supratentorial. B) Interrupción
unilateral de la vía parasimpática por hernia del uncus. C) Interrupción bilateral de la vía parasimpática por hernia transtentorial central. En
azul, fibras simpáticas de inervación pupilar; en verde, fibras parasimpáticas de inervación pupilar.

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CAPÍTULO 64. Patología del estado de conciencia

pupila ejercido por las fibras parasimpáticas asocia- uncus del lóbulo temporal (v. también fig. 66-6) se
das al III par craneal. Además, la integridad de la iner- comprime el III par homolateral a su salida del
vación parasimpática de la pupila determina la con- mesencéfalo, lo que produce midriasis homolate-
servación del reflejo fotomotor. ral arreactiva, ya que la única inervación que reci-
b Sistema oculomotor: si sólo se lesiona un hemis­ferio be la pupila de ese lado es la simpática (fig. 64-5
cerebral, aparece una desviación de los ojos hacia el B). En la hernia transtentorial central (v. también
lado afectado; se afirma en este caso que «los ojos fig. 66-6) el dato típico es una midriasis bilateral
miran la lesión» (p. ej., si se afecta el hemisferio dere- arreactiva por lesión de los núcleos parasimpáti-
cho, quedan anulados los impulsos dirigidos desde cos de Edinger-Westphal de ambos lados del
el lóbulo frontal derecho al centro de la mirada late- mesencéfalo (fig. 64-5 C). A medida que se extien-
ral izquierdo, por lo que la desviación ocular será de el daño del mesencéfalo, se interrumpen todos
hacia la derecha) (fig. 64-2). El reflejo oculovestibular los impulsos autónomos que discurren por él, y las
se conserva, puesto que el tronco del encéfalo está pupilas adoptan una posición media, sin reflejo
intacto, y el reflejo oculocefálico está presente, por- fotomotor; lógicamente, este comportamiento
que desaparece la inhibición cortical sobre las estruc- pupilar seguirá estando presente al irse afectando
turas troncoencefálicas responsables del mismo. progresivamente niveles más bajos del tronco del
b Postura de decorticación: consiste en la flexión de los encéfalo.
miembros superiores y extensión de los inferiores, b Reflejos oculocefálico y oculovestibular abolidos:
por el aumento del tono muscular (espasticidad) que esta alteración pone de manifiesto, sin más, la exis-
produce la lesión del haz corticorreticuloespinal. tencia de una lesión troncoencefálica y, por tanto,
permanecerá cuando el daño neurológico avance en
Coma infratentorial secundario sentido descendente. El defecto del reflejo oculoce-
fálico determina una falta de desplazamiento de los
El hecho fundamental del coma infratentorial secun- ojos en el sentido contrario al de la rotación de la
dario es el deterioro sucesivo de las funciones neuroló- cabeza.
gicas troncoencefálicas en un sentido descendente, es b Postura de descerebración: las cuatro extremidades

decir, desde el mesencéfalo hasta el bulbo, por el efecto se hallan extendidas con aumento del tono muscu-
lesivo que ocasiona sobre dichas estructuras una hernia lar, ya que, al localizarse la lesión entre el núcleo
transtentorial. Las manifestaciones varían dependiendo rojo y los núcleos vestibulares, predomina la influen-
del nivel afectado (tabla 64-1): cia facilitadora que ejerce sobre el tono muscular el
En el mesencéfalo la hernia transtentorial se expresa haz vestibuloespinal.
por los datos siguientes:
En la protuberancia es típica la respiración apnéusti-
b Variedad taquipneica de respiración de Kussmaul ca (v. fig. 20-3); el resto de manifestaciones son simila-
(v. fig. 20-3): es un patrón respiratorio rápido y pro- res a las del nivel mesencefálico. Cuando se alcanza el
fundo que también suele denominarse hiperventila- nivel del bulbo aparecen respiración atáxica o de Biot
ción central neurógena. (v. fig. 20-3), y flacidez de las cuatro extremidades por
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b Pupilas: su comportamiento difiere según el tipo interrupción de todos los impulsos descendentes que
de hernia. En la hernia transtentorial lateral o del rigen el tono muscular; el comportamiento de las pupi-

Tabla 64-1. Comportamiento de la respiración, las pupilas, los reflejos oculares, el tono muscular y la postura en el coma supratentorial
y el coma infratentorial secundario

Coma supratentorial Coma infratentorial secundario

Mesencéfalo Protuberancia Bulbo

Respiración Cheyne-Stokes Taquipneica Apnéustica Atáxica

Pupilas Miosis, reflejo fotomotor presente Midriasis o posición mediaa Posición media Posición media
Arreactividad Arreactividad Arreactividad

Reflejos oculocefálico Conservados Abolidos Abolidos Abolidos


  y oculovestibular

Tono muscular y postura Decorticación Descerebración Descerebración Flacidez


aMidriasis unilateral en la hernia del uncus; midriasis bilateral en la hernia transtentorial central; posición media en la lesión mesencefálica extensa.

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Parte X       PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

las y los reflejos oculares es similar al descrito en el ni- que, tras unas semanas de hallarse sumidos en un
vel protuberancial o mesencefálico. coma genuino de origen estructural, abren los ojos
espontáneamente o en respuesta a estímulos y, asi-
Coma infratentorial primario mismo, mueven los ojos, aparentando seguir los
objetos con la mirada. Aunque esto hace suponer que
A menudo se constata lateralidad neurológica (p. ej., el paciente ha recobrado el estado de conciencia, no
síndrome piramidal contralateral a la lesión o afectación habla ni reconoce su entorno.
de pares craneales del mismo lado), dado que la lesión b Síndrome «del cautiverio» (locked-in): se produce
causante de este tipo de coma suele ser circunscrita. por una oclusión de la arteria basilar, que determina
Una localización frecuente es la protuberancia, inte- la interrupción en la protuberancia de las vías moto-
rrumpiéndose las fibras simpáticas descendentes desti- ras corticoespinal y corticobulbar y la lesión de los
nadas a las pupilas, de modo que éstas adquieren un ta- centros de la mirada lateral, pero respeta el sistema
maño muy pequeño (pupilas puntiformes) pero reticular activador ascendente. El enfermo es plena-
conservan la reacción a la luz, ya que el mesencéfalo mente consciente del entorno que le rodea y de sí
está intacto. También es posible que resulte dañado uno mismo, pero presenta parálisis de las cuatro extremi-
de los dos centros de la mirada lateral, predominando dades y de la musculatura dependiente de los últi-
los impulsos emanados del centro intacto, lo que propi- mos pares craneales, lo que le mantiene mudo e
cia una desviación de los ojos hacia el lado contrario de inmóvil y sólo puede expresar su capacidad de com-
la lesión. prensión y de comunicarse con su entorno mediante
Finalmente, en el coma infratentorial primario los el parpadeo o por medio de movimientos verticales
reflejos oculovestibular y oculocefálico siempre están de los ojos.
abolidos, y las extremidades presentan una postura de
descerebración o están flácidas, dependiendo del nivel
de la lesión. ESTADO CONFUSIONAL AGUDO
Coma metabólico En contraste con el concepto de coma, que es un de-
fecto del nivel de conciencia (y paralelamente también
Las características más relevantes del coma metabóli- se reduce su contenido), el estado confusional agudo es
co se desglosan así: una situación en la que el hecho predominante es una
alteración del contenido de la conciencia. Por tanto, en
b Patrón respiratorio: el centro respiratorio puede principio, el paciente mantiene la vigilia y reacciona a
deprimirse en intoxicaciones, apareciendo una res- estímulos externos, aunque suelen invertirse los ciclos
piración superficial, lenta y regular; la acidosis meta- de sueño-vigilia, con agitación nocturna y somnolencia
bólica puede acompañarse de un patrón respiratorio diurna.
lento y profundo (respiración de Kussmaul). El mecanismo que induce un estado confusional agu-
b Pupilas: el tamaño pupilar habitualmente es normal; do es la disfunción neuronal cortical difusa debida a
no obstante, en la intoxicación por opiáceos las pupi- trastornos metabólicos diversos y a intoxicación o depri-
las son puntiformes pero reactivas. vación de fármacos o de sustancias de abuso. Como
b Reflejos oculocefálico y oculovestibular conservados. muchas de esas condiciones también pueden alterar el
b Postura: es posible observar una postura de descere- nivel de conciencia, es frecuente que un estado confu-
bración en la hipoxia aguda. sional agudo evolucione hacia el coma metabólico; o
incluso, que algunas de ellas, como la hipoxia, provo-
quen necrosis cortical difusa y el consiguiente estableci-
ESTADOS RELACIONADOS CON EL COMA miento de un coma estructural.

Bajo esta denominación se incluyen situaciones pato- Manifestaciones


lógicas que tienen en común una reacción defectuosa a
los estímulos externos. Los ejemplos más característicos Los datos clínicos que caracterizan un estado confu-
son los que se citan a continuación: sional agudo son variados, fluctuantes en su intensidad
y reflejan la disfunción de cada una de las diversas redes
b Estado vegetativo persistente (entre su amplia sino- neurales cerebrales (v. cap. 63):
nimia, el término más habitualmente usado es el de
síndrome apálico): es consecuencia de una lesión b Desorientación temporoespacial (p. ej., el paciente
difusa de la corteza cerebral, con preservación del no sabe qué día es ni dónde se encuentra) e incluso
tronco del encéfalo. Lo presentan algunos pacientes autopsíquica (el paciente no se reconoce).

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CAPÍTULO 64. Patología del estado de conciencia

b Incapacidad para mantener la atención: la consi- El descenso de la resistencia periférica total puede
guiente distracción del enfermo hace difícil o impo- tener distintos orígenes:
sible entrevistarle.
b Amnesia inmediata: el paciente es incapaz de repetir b Alteración de la respuesta simpática independiente
al cabo de unos segundos una serie de dígitos; es con- del reflejo barorreceptor: se incluye aquí la modali-
secuencia del defecto de atención mencionado, ya que dad más frecuente de síncope, sobre todo en indivi-
la adquisición de la memoria inmediata es muy vul- duos jóvenes: el síncope vasodepresor, también
nerable a la distracción. conocido como vasovagal, que suele desencadenarse
b Pensamiento desestructurado: se carece de conexio- por emociones intensas, dolor, calor, etc. Es un sín-
nes coherentes entre las ideas que forman un razona- cope reflejo cuyos receptores y brazo aferente son
miento. mal conocidos, pero los impulsos llegan al núcleo
b Alteraciones de la percepción: a veces son las más des- del tracto solitario, y desde ahí se inhibe al centro
tacadas del cuadro clínico global, en cuyo caso el esta- vasomotor, por lo que la respuesta final es vasodila-
do confusional también recibe los nombres de delirio o tación y bradicardia. Otra posibilidad es el denomi-
delirium. Consisten, por ejemplo, en interpretaciones nado síncope situacional, que aparece, por ejemplo,
erróneas («una luz fluctuante es un incendio») o aluci- durante la micción, al toser, o defecar; en estos casos,
naciones (el enfermo ve imágenes inexistentes); en el además de existir una hiperrespuesta refleja vagal,
delirium tremens, que lo presentan individuos alcohó- desciende el retorno venoso y, consiguientemente, el
licos durante la abstinencia de alcohol, es típica la gasto cardíaco, como consecuencia de un aumento
visualización de animales (zoopsia). de la presión intratorácica.
b Reflejo barorreceptor inadecuado (v. fig. 60-2): pue-

de ocurrir que la respuesta simpática vasoconstric-
síncope tora y taquicardizante emanada del centro vasomo-
tor no llegue a ser suficiente para poder compensar
El síncope (término de origen griego que significa la tendencia al descenso de la presión arterial que
cese, pausa) se define como una pérdida brusca de la tiene lugar al adoptar la postura erecta. Debido a
conciencia y del tono postural de corta duración y recu- ello, la sangre tiende a acumularse en las extremida-
peración espontánea y completa, sin secuelas neurológi- des inferiores al pasar del decúbito al ortostatismo,
cas. El síncope es lo que se conoce en el lenguaje habi- con lo cual disminuyen el retorno venoso y el gasto
tual como desmayo o lipotimia, y es un problema cardíaco, y desciende la presión arterial con riesgo
frecuente. A veces está precedido por una sensación de de síncope cuando el paciente se incorpora: síncope
mareo y visión borrosa; puede ocurrir que estos sínto- por hipotensión ortostática. Sus causas son trastor-
mas no evolucionen hacia una pérdida completa de la nos del sistema nervioso autónomo, es decir, disau-
conciencia, en cuyo caso se habla de presíncope (sínco- tonomías, que alteran el propio reflejo barorrecep-
pe frustrado). tor; o bien la hipovolemia intensa, en la cual,
El síncope es la expresión clínica más leve de una aunque el reflejo barorreceptor funciona normal-
isquemia cerebral difusa. Siempre se debe a un des- mente, su actividad no es suficiente para mantener
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

censo brusco de la presión de perfusión tisular global, un presión arterial normal en posición ortostática.
equivalente a la presión arterial sistémica, hasta un lí- En la disautonomía la hipotensión no se acompaña
mite (presión arterial inferior a 60 mm Hg) que sobre- de taquicardia refleja, mientras que en la hipovole-
pasa la capacidad de autorregulación de la circulación mia sí.
encefálica. Teniendo en cuenta los factores determi- También cabe la posibilidad de que el reflejo
nantes de la presión arterial sistémica, en último térmi- barorreceptor, y la correspondiente inhibición de
no los dos hechos determinantes de un síncope son el los impulsos simpáticos del centro vasomotor, se
descenso del gasto cardíaco o la disminución de la re- desencadenen incluso con un pequeño estímulo de
sistencia periférica total; es posible que coexistan am- los barorreceptores carotídeos, ocasionando vasodi-
bos trastornos. latación (respuesta vasodepresora) y bradicardia
La reducción primaria del gasto cardíaco es debida a (respuesta cardioinhibidora). Es lo que ocurre en el
un problema del propio corazón (síncope de origen car- síncope del seno carotídeo, que se presenta en
díaco); por ejemplo, bloqueo auriculoventricular de ter- su­jetos en los que, debido a una hipersensibilidad
cer grado (en este caso también se habla de síndrome de de dicha región vascular, basta una leve presión
Adams-Stokes-Morgagni), infarto de miocardio o este- sobre la misma (p. ej., al afeitarse) para que se acti-
nosis aórtica. A diferencia de otros tipos de síncope, que ve  la emisión de impulsos nerviosos inhibidores
habitualmente acontecen en posición erecta, el de ori- del  sistema nervioso simpático a través del reflejo
gen cardíaco puede aparecer en decúbito. citado.

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Parte X       PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

EPILEPSIA crisis epilépticas focales (que posteriormente pueden


generalizarse o no) y la de las crisis epilépticas generali-
El hecho definitorio de la epilepsia es la hiperexcita- zadas ya desde el momento en que se presentan (ta-
bilidad de un grupo de neuronas cerebrales (foco epilép- bla 64-2).
tico), que se traduce por descargas paroxísticas, sincró- En las crisis focales el foco epiléptico se localiza en
nicas, de alta frecuencia y autolimitadas, y cursa con una determinada región de la corteza de uno de los he-
una serie de manifestaciones clínicas (motoras, sensiti- misferios cerebrales (fig. 64-6 A), y sus manifestaciones
vas o de otro tipo) de presentación brusca que configu- clínicas se relacionan con la función de aquélla:
ran la crisis epiléptica. Por definición, para que se hable
de epilepsia las crisis deben ser recidivantes. Y se consi- b Manifestaciones motoras: son contracciones muscula-
dera que existe un estado de mal epiléptico cuando la res sostenidas (convulsiones tónicas) o repetitivas y
crisis es de larga duración o se repite con gran frecuen- rítmicas (convulsiones clónicas); los impulsos inhibi-
cia, sin casi recuperación entre una y otra. dores que tratan de frenar a las neuronas hiperactivas
La epilepsia puede tener una causa identificable es-
tructural (p. ej., lesión de origen vascular o tumoral),
metabólica (p. ej., hipocalcemia, hipomagnesemia, hi-
poglucemia) o tóxica (intoxicación o abstinencia de
Tabla 64-2. Crisis epilépticas
drogas); o bien presentarse sin una causa concreta, aun-
que probablemente esté relacionada en estos casos con Focal
ciertos condicionantes genéticos. Cualquiera que sea su Manifestaciones motoras
origen, la crisis epiléptica puede desencadenarse por Manifestaciones sensitivas
Manifestaciones sensoriales
estímulos luminosos, sonoros, estrés, fiebre, etc.
Manifestaciones autónomas
La hiperexcitabilidad neuronal, y las consiguientes Manifestaciones psíquicas
descargas paroxísticas que acarrea, se deben a que, de Automatismos
forma súbita, las neuronas del foco epiléptico presen- Secundariamente generalizada

tan un cambio paroxístico de despolarización (PDS) Generalizada (desde su inicio)


en virtud del cual se alcanza en ellas más fácilmente el Tónico-clónica («grand mal»)
Ausencia («petit mal»)
grado de despolarización parcial (lo que se denomina
potencial postsináptico excitador, equivalente al con-
cepto de potencial umbral) necesario para provocar la
despolarización total de la célula. La causa de este fe-
nómeno es un predominio de la neurotransmisión ex-
citadora sobre la inhibidora debido a un defecto de
A
aporte del neurotransmisor inhibidor ácido
γ-aminobutírico (GABA) o a un menor número de re-
ceptores del mismo en las neuronas del foco epilépti-
B
co, o bien a un exceso del neurotransmisor excitador
glutamato o a una mayor sensibilidad de sus receptores
neuronales. La actividad eléctrica excesiva del foco
epiléptico tiende a ser inhibida por neuronas gabaérgi- C
cas circundantes al mismo, pero los impulsos del foco
pueden llegar a superar esa «barrera» inhibidora ga-
baérgica y, en ese caso, la hiperexcitabilidad se propa-
ga a otras estructuras nerviosas contiguas o distantes,
siguiendo diversas vías que se consideran en el si-
guiente epígrafe. El cese de la hiperexcitabilidad de las
neuronas del foco posiblemente es la consecuencia de
un «agotamiento» neuronal o del predominio de las
influencias inhibidoras gabaérgicas que se ejercen so-
bre ellas.

Manifestaciones Figura 64-6 Crisis focales. Ubicación del foco epiléptico en la crisis lo-
cal (A); difusión de su actividad a través del cuerpo calloso
Siguiendo la reciente clasificación internacional de la (B) o de las estructuras centroencefálicas del sistema reti-
epilepsia, hay que diferenciar la expresión clínica de las cular (C) en la crisis focal secundariamente generalizada.

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CAPÍTULO 64. Patología del estado de conciencia

serían los determinantes de la intermitencia de la con- b Ausencia o petit mal: se presenta, sobre todo, en la
tracción muscular clónica. Las convulsiones se locali- infancia y consiste en la interrupción brusca de la
zan en uno de los miembros o en todo el hemicuerpo conciencia, con detención de la actividad que estaba
contralateral al área motora donde se halla el foco epi- desarrollando el paciente, pero sin que éste caiga al
léptico. A veces la contracción muscular se inicia en suelo; después de unos pocos segundos se reestable-
un segmento corporal y luego se extiende al resto del ce el contacto con el entorno y se reemprende la
hemicuerpo del mismo lado; esta forma de presenta- actividad previa.
ción es lo que se conoce como crisis jacksoniana, e
indica que la hiperactividad eléctrica se ha extendido En el EEG la despolarización paroxística de las neuro-
sucesivamente a toda la corteza motora. nas del foco epiléptico se evidencia por ondas de alta
b Manifestaciones sensitivas: generalmente se trata de frecuencia, denominadas «puntas»; y el freno que impo-
parestesias en las extremidades contralaterales al nen a la actividad eléctrica del foco las neuronas inhibi-
foco epiléptico. doras circundantes al mismo se manifiesta por nuevas
b Manifestaciones sensoriales: visuales, olfatorias, ondas, de frecuencia lenta, que se intercalan con las
gustativas, acústicas (v. cap. 59). puntas, originándose en conjunto un patrón electroen-
b Manifestaciones autónomas: consisten, por ejemplo, cefalográfico punta-onda típico de la crisis epiléptica
en palidez cutánea, sudación, salivación, etc. (fig. 64-7).
b Manifestaciones psíquicas: son ejemplos de este tipo
de crisis parcial los fenómenos déjà vu o déjà vécu
(sensación de que situaciones o experiencias nuevas
ya han sido vividas previamente), y jamais vu (situa- TRASTORNOS DEL SUEÑO
ciones ya vividas se experimentan como si fuesen
nuevas). El sueño es una situación fisiológica de inconscien-
b Automatismos: pueden ser simples (p. ej., chupeteo, cia que revierte con estímulos externos y alterna de
deglución) o más complejos (p. ej., frotar las manos o forma periódica con el estado de vigilia (ciclos sueño-
la ropa). vigilia).

Los impulsos nerviosos que emanan del foco epilépti- Insomnio


co localizado en uno de los hemisferios cerebrales pue-
den extenderse con posterioridad a la corteza de ambos Es el trastorno del sueño más frecuente. Lo más sim-
hemisferios. En estas condiciones se habla de crisis focal ple es definirlo como la dificultad para conciliar el sue-
secundariamente generalizada. Las descargas pueden ño (insomnio de conciliación) o para mantenerlo (in-
acceder al hemisferio cerebral contralateral a través de somnio de mantenimiento), ya sea porque se producen
dos vías: a) fibras del cuerpo calloso (fig. 64-6 B), y b) es- despertares frecuentes o un despertar prematuro; en to-
tructuras centroencefálicas (p. ej., el tálamo) pertenecien- dos los casos disminuye el número total de horas dormi-
tes al sistema reticular activador (fig. 64-6 C), desde don- das. Origina insomnio cualquier patología causante de
de los impulsos se proyectan a toda la corteza cerebral. dolor, disnea o prurito, estados de ansiedad o depresión,
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Por ejemplo, si el foco se ubica en la corteza motora, lo factores ambientales (ruidos), la administración o supre-
característico es que inicialmente se presenten manifes- sión de medicamentos (hipnóticos, sedantes) o tóxicos
taciones propias de una crisis focal motora y que a con- (alcohol), etc.
tinuación aparezcan convulsiones tónico-clónicas en las
cuatro extremidades.
En las crisis generalizadas (desde el inicio) lo más
Onda
probable es que el foco epiléptico se halle en las estruc-
turas centroencefálicas que se acaban de referir (por ello Punta

en estas crisis siempre se altera el nivel de conciencia


del paciente) y que, desde ellas, los impulsos difundan
a toda la corteza. Las formas fundamentales de expre-
sión clínica son:

b Crisis motora generalizada tónico-clónica, asimismo


denominada grand mal: tras perder la conciencia de
forma súbita, el paciente cae al suelo y presenta una
contracción muscular generalizada, primero tónica y
Figura 64-7 Patrón electroencefalográfico elemental de la epilepsia.
luego clónica.

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Parte X       PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Una causa peculiar de insomnio de conciliación es el respectivamente, fenómenos equivalentes a la pérdida


llamado síndrome de las piernas inquietas: el paciente de la actividad motora y los ensueños que se produ-
refiere que, al acostarse, nota en las pantorrillas una cen durante las fases REM del sueño fisiológico.
sensación molesta, inespecífica, que le impide conciliar
el sueño y le produce una necesidad irresistible de mo- Una forma curiosa de hipersomnia es el síndrome
ver las piernas, y al satisfacerla obtiene alivio. Este sín- Kleine-Levin, en el cual alternan períodos de somnolen-
drome se asocia con mioclonías nocturnas (v. cap. 58) y, cia diurna con otros de normalidad; la hipersomnia se
a veces, con ferropenia. asocia con apetito voraz (bulimia) y alteraciones de la
El mecanismo del insomnio puede ser la estimula- conducta (irritabilidad, hipererotismo).
ción excesiva de la formación reticular activadora as-
cendente o una desorganización de los diferentes ciclos Parasomnias
del sueño, es decir, de la alternancia de fases de sueño
REM (movimientos rápidos de los ojos, una de las carac- Son trastornos de naturaleza heterogénea que apare-
terísticas que lo identifican) y de sueño no REM. cen durante el sueño, muchos de los cuales son altera-
Además de acompañarse de somnolencia durante las ciones de la conducta de cuya existencia no es conscien-
horas de vigilia, el insomnio de larga duración (sema- te el individuo. Las parasomnias son más frecuentes en
nas) altera el rendimiento diurno, ocasiona trastornos la edad infantil y las más significativas consisten en:
psicológicos y eleva el riesgo de accidentes.
b Pesadillas: son ensueños desagradables que ocurren
Hipersomnia durante la fase REM, sobre todo al final de la noche,
asociados con ansiedad intensa, miedo e hiperactivi-
También recibe el nombre de somnolencia excesiva dad autónoma (sudación, taquicardia, taquipnea).
diurna, ya que se caracteriza algunos por la tendencia b Trastorno de la conducta durante el sueño REM: en
irreprimible a quedarse dormido en algunos momentos lugar de la pérdida de actividad motora que normal-
durante los períodos de vigilia. mente tiene lugar durante dicha fase del sueño, el indi-
Los ejemplos más relevantes de hipersomnia son: viduo presenta movimientos bruscos de las extremida-
des y una conducta violenta (golpear la cama, saltar de
b Síndrome de las apneas durante el sueño (v. cap. 21): la cama, dar golpes sobre ella, etc.); este trastorno pue-
las apneas originan numerosas interrupciones del de ser consecuente a lesiones del tronco cerebral.
sueño, por lo que, al ser poco reparador, el paciente b Sonambulismo: son episodios de conducta motora
está somnoliento durante el día. automática que el individuo lleva a cabo como si
b Síndrome de narcolepsia: en su expresión completa estuviese en estado de vigilia (p. ej., se levanta de la
se asocian cuatro manifestaciones: a) tendencia per- cama, camina, se pone o quita alguna prenda de ropa
manente a presentar crisis breves de sueño irresisti- y vuelve a la cama); el sonambulismo aparece duran-
ble diurno; b) cataplejía o episodios de debilidad te el sueño no REM y se asocia con frecuencia a som-
brusca de los músculos elevadores de los párpados, niloquia (soñar en voz alta).
maseteros (origina la caída de la mandíbula), antigra- b Terrores nocturnos: son muy frecuentes en los niños y
vitatorios de las piernas (provoca la caída del pacien- van acompañados de pánico, gritos, vocalización de
te) o incluso generalizada, que se desencadena por una visión terrorífica, manifestaciones motoras (gol-
emociones como la risa, la cólera, la sorpresa o el pear la pared, sonambulismo) y autónomas. Los terro-
miedo; c) alucinaciones hipnagógicas, que son falsas res nocturnos se presentan también durante el sueño
impresiones visuales o auditivas, de aparición al ini- no REM, generalmente en el primer tercio de la noche.
ciarse el sueño nocturno o durante las crisis de sueño b Enuresis nocturna: es la emisión de orina durante el
diurno, y d) parálisis del sueño o del despertar, con- sueño.
sistente en una incapacidad para realizar movimien- b Bruxismo del sueño: es el rechinamiento involunta-
tos voluntarios al conciliar el sueño nocturno o, rio de los dientes.
menos frecuentemente, al despertarse.
Los mecanismos del síndrome de narcolepsia son Alteración de los ciclos sueño-vigilia
desconocidos, pero existe una estrecha asociación del
mismo con ciertos antígenos del sistema HLA. Tam- Los ciclos sueño-vigilia se alteran cuando no coinciden
bién se ha comprobado la existencia de un período de con los períodos noche-día del entorno. El desajuste pue-
sueño REM tanto en las crisis de hipersomnia diurna de ser transitorio, por modificaciones bruscas y eventua-
como al iniciarse el sueño nocturno; por tanto, las les del ritmo noche-día habitual del sujeto producidas al
alteraciones de la motricidad (cataplejía y parálisis cambiar de zona horaria tras un vuelo trans­oceánico (sín-
del sueño) y las alucinaciones hipnagógicas serían, drome de los husos horarios o jet lag, más habitual al

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CAPÍTULO 64. Patología del estado de conciencia

pasar desde el oeste al este) o bien al variar frecuentemen- este caso se distinguen dos formas de presentación o pa-
te el turno de trabajo; cursa con insomnio, somnolencia, trones de alteración del sueño:
déficit de atención y concentración, etc. Por el contrario,
el desajuste es persistente cuando el origen de la desincro- b Sueño retrasado (patrón «búho»): el individuo no
nización se halla en los mecanismos del propio ritmo cir- puede dormirse hasta la madrugada, aunque luego el
cadiano sueño-vigilia, que depende de un «marcapasos» sueño es normal en cantidad y calidad.
endógeno (reloj biológico) cuyo sustrato anatómico son b Sueño adelantado (patrón «alondra»): se inicia y
neuronas del núcleo supraquiasmático hipotalámico; en finaliza antes de lo habitual.

PUNTOS CLAVE
b El nivel de conciencia es el grado de vigilia o alerta b La conservación de los reflejos oculocefálicos y
que presenta el individuo, y su capacidad de res- oculovestibulares requiere la integridad anatómica
puesta a estímulos externos; su mantenimiento de- del tronco del encéfalo.
pende del sistema reticular activador ascendente y
de la corteza de los hemisferios cerebrales. El con- b El estado confusional agudo se caracteriza por una
tenido de la conciencia son las funciones cogniti- alteración exclusiva del contenido de la concien-
vas, que están adscritas exclusivamente a la corteza cia, y expresa la disfunción de cada una de las di-
cerebral. versas redes neurales cerebrales.

b Coma: abolición de la conciencia que no revierte b Síncope: pérdida brusca de la conciencia y del tono
con estímulos externos. Una de las siguientes con- postural, de corta duración y recuperación espon-
diciones es necesaria para que se produzca coma: tánea y completa, sin secuelas. Es la expresión más
a) afectación de ambos hemisferios cerebrales, lo leve de isquemia cerebral difusa. Sus mecanismos
que impide su acti­vación por el sistema reticular son la reducción del gasto cardíaco o la disminu-
activador ascendente, y b) alteración del propio ción de la resistencia periférica total.
sistema reticular activador ascendente.
b La epilepsia se produce por la hiperexcitabilidad
b Coma estructural es aquel cuya causa es una lesión de un grupo de neuronas cerebrales como conse-
de las estructuras responsables de la vigilia. El cuencia de un predominio de la neurotransmisión
coma estructural supratentorial es la consecuencia excitadora sobre la inhibidora.
de una lesión de ambos hemisferios cerebrales o de
la formación reticular talámica. El coma estructural b En las crisis epilépticas focales el foco epiléptico se
infratentorial se debe a una lesión del sistema reti- localiza en una determinada zona de la corteza de
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cular activador ascendente troncoencefálico; puede un hemisferio. La crisis focal puede generalizarse
ser primario o secundario a una hernia transtento- secundariamente, por propagación del foco epilép-
rial de tejido cerebral. tico a la corteza de ambos hemisferios.

b El coma metabólico se debe a una depleción ener- b En las crisis epilépticas generalizadas la actividad
gética en la neuronas de la corteza cerebral y el epiléptica se extiende desde el principio por toda
sistema reticular, o bien a una inhibición de la neu- la corteza cerebral.
rotransmisión fisiológica.
b La patología del sueño más frecuente es el insom-
b Los datos que hay que valorar en un paciente en nio. Los ejemplos más relevantes de hipersomnia
coma son: patrón respiratorio, estado de las pupilas son el síndrome de las apneas durante el sueño y la
y del sistema oculomotor, tono muscular y postura narcolepsia. Son ejemplos de parasomnias las pe-
de las extremidades. sadillas, el sonambulismo y los terrores nocturnos.

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CAPÍTULO

PATOLOGÍA DEL LÍQUIDO


CEFALORRAQUÍDEO
Y DE LAS MENINGES 65
concentración de proteínas en el LCR (p. ej., en el
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS bloqueo subaracnoideo) o bien a la presencia de bili-
rrubina, producto resultante de la transformación de
TRASTORNOS DE LA DINÁMICA DEL LCR la hemoglobina cuando ha transcurrido cierto tiem-
po desde el momento en que la sangre accedió al
Manifestaciones espacio subaracnoideo.
6 Presión: el valor normal es 10-20 cmH2O, medido
SÍNDROME DE INFLAMACIÓN MENÍNGEA con un manómetro acoplado al trocar. La presión
también se puede valorar de forma aproximada
Manifestaciones observando cómo fluye el LCR a través del trocar:
normalmente el goteo de LCR a través del trocar es
continuo, mientras que el líquido hipertenso fluye a
chorro y el hipotenso gotea lentamente. La presión
aumenta cuando existe hipertensión intracraneal (se
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS transmite al espacio subaracnoideo el incremento de
presión dentro del cráneo), y disminuye en el blo-
El líquido cefalorraquídeo (LCR) se obtiene habitual- queo subaracnoideo.
mente accediendo al espacio subaracnoideo, que lo 6 Celularidad: en condiciones normales el LCR contie-
contiene, mediante la punción lumbar; dado que el es- ne menos de 5 linfocitos/μl. El aumento del número
pacio subaracnoideo se prolonga hasta la segunda vérte- de células se denomina pleocitosis y es característico
bra sacra, es decir, más allá del final de la médula espi- de la inflamación meníngea, porque los leucocitos
nal (nivel de la primera o segunda vértebras lumbares), que intervienen en la reacción inflamatoria acceden
para evitar la lesión medular debe introducirse el trocar fácilmente al espacio subaracnoideo como conse-
entre la 3.a y 4.a vértebras lumbares. La punción lumbar cuencia del aumento de permeabilidad de la barre-
está contraindicada si existe hipertensión intracraneal ra hematoencefálica. Los polinucleares neutrófilos
(v. cap. 66), ya que en esa situación la extracción de LCR aumentan en la inflamación meníngea de causa bac-
puede provocar el desplazamiento hacia abajo de las teriana (gérmenes piógenos), mientras que los linfo-
amígdalas cerebelosas, las cuales, introduciéndose por citos se elevan en las meningitis de origen vírico o
el agujero occipital, comprimirían el bulbo, con conse- tuberculoso. Eventualmente pueden detectarse en el
cuencias potencialmente mortales. LCR células tumorales desprendidas de una neopla-
Las características del LCR que interesa conocer en la sia de las meninges.
práctica son: 6 Proteínas o proteinorraquia: su concentración nor-
mal (15-45 mg/dl) se eleva (hiperproteinorraquia),
6 Aspecto: a) claro, como «agua de roca», que es el por ejemplo, en el bloqueo subaracnoideo y en la
que presenta el LCR normal, pero también es la apa- meningitis, en esta última circunstancia debido al
riencia del LCR con alto contenido de linfocitos; citado aumento de la permeabilidad de los vasos
b) turbio, si tiene un alto contenido de leucocitos meníngeos. Lo habitual es un incremento paralelo de
polinucleares; c) hemático, indicativo de la presen- la celularidad del LCR y de la proteinorraquia, como
cia de sangre en el espacio subaracnoideo, y d) xan- es el caso en la inflamación meníngea; la coexisten-
tocrómico (amarillo), que puede deberse a una alta cia de hiperproteinorraquia y un recuento normal de
© 2010. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos

545
Parte X PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

células del LCR se denomina disociación albumino- pacio subaracnoideo, o una menor reabsorción en las
citológica y se detecta en algunas neuropatías (p. ej., vellosidades aracnoideas (fig. 65-1). En cualquiera de
síndrome de Guillain-Barré) y en el bloqueo subarac- los casos se produce la acumulación de un volumen ex-
noideo. En determinadas enfermedades desmielini- cesivo de LCR, como mínimo, en el sistema ventricular,
zantes del sistema nervioso central, como la esclero- con su dilatación consiguiente, lo que se conoce como
sis múltiple, está indicado valorar la concentración hidrocefalia; en este concepto no se incluye la mal lla-
de inmunoglobulinas en el LCR. mada «hidrocefalia» ex vacuo, por tratarse de una dila-
6 Glucosa o glucorraquia: su valor normal es 50- tación del sistema ventricular no producida por un
80 mg/dl, lo que supone más de la mitad del valor de trastorno de la dinámica del LCR, sino como consecuen-
la glucemia (determinada al mismo tiempo que la cia de la atrofia del parénquima encefálico. A continua-
glucorraquia); desciende (hipoglucorraquia) en la ción se indican los mecanismos de estos trastornos:
meningitis bacteriana (piógena) o tuberculosa, por-
que los gérmenes causantes consumen glucosa. 6 Exceso de producción de LCR: tiene lugar en la
6 Estudios microbiológicos: se realizan diversos exá- meningitis y en los raros tumores de los plexos co-
menes microbiológicos (cultivos, pruebas serológi- roideos.
cas, etc.) destinados a detectar e identificar el 6 Defecto de circulación del LCR (hidrocefalia obstruc-
agente infeccioso causante, por ejemplo, de una tiva): dependiendo de la localización del obstáculo
inflamación meníngea. mecánico que bloquea la circulación, se distinguen:
a) hidrocefalia obstructiva no comunicante debida a
un obstáculo intraventricular (p. ej., tumores, defectos
TRASTORNOS DE LA DINÁMICA DEL LCR del desarrollo) que dificulta la comunicación normal
entre el sistema ventricular y el espacio subaracnoideo,
El trastorno puede consistir en un exceso de produc- con la consiguiente acumulación de LCR sólo en los
ción de LCR, un defecto de su circulación, por existir un ventrículos, y b) hidrocefalia obstructiva comunicante
obstáculo mecánico en el sistema ventricular o en el es- causada por un obstáculo en el espacio subaracnoideo

Plexo coroideo Vellosidad aracnoidea

Seno venoso
longitudinal superior

Cerebro

Cisterna

Cerebelo
Ventrículo lateral

Agujero de Monro

Tercer ventrículo
Espacio subaracnoideo

Acueducto de Silvio

Cuarto ventrículo

Agujeros de Luschka Médula espinal


y de Magendie

Figura 65-1 Dinámica del líquido cefalorraquídeo. El líquido cefalorraquídeo (LCR) rellena el espacio subaracnoideo (entre la aracnoides por fuera y la piama-
dre por dentro) y el sistema ventricular. Se produce principalmente en los plexos coroideos de los ventrículos cerebrales, por procesos de difusión
pasiva y de transporte activo de sustancias procedentes del plasma; los espacios existentes entre las células endoteliales de los plexos coroideos
son muy estrechos y sólo permiten el paso al LCR de pequeñas moléculas (concepto de barrera hematocefalorraquídea, una modalidad particular
de la barrera hematoencefálica). Siguiendo el sentido de las flechas indicadas en la figura, el LCR formado accede por los agujeros de Monro
al tercer ventrículo; circula a través del acueducto de Silvio hasta el cuarto ventrículo y, por los agujeros de Luschka y de Magendie, se vierte al
espacio subaracnoideo que rodea la médula espinal, el tronco del encéfalo y los hemisferios cerebrales. La reabsorción del LCR circulante tiene
lugar fundamentalmente en las vellosidades aracnoideas, accediendo al interior del seno venoso longitudinal superior; la reabsorción se rige por
gradientes de presión hidrostática y oncótica entre el LCR del espacio subaracnoideo y la sangre del seno venoso.

546
CAPÍTULO 65. Patología del líquido cefalorraquídeo y de las meninges

(p. ej., cicatrices consecutivas a meningitis), que impi- el espacio subaracnoideo tras abandonar sus centros
de la reabsorción de LCR en las vellosidades aracnoi- nerviosos de origen:
deas, acumulándose por detrás del obstáculo, en este
caso tanto en el espacio subaracnoideo como en el sis- 6 Cefalea, dolor de espalda e hipersensibilidad sensiti-
tema ventricular. Cuando la hidrocefalia obstructiva va-sensorial: su mecanismo concreto es el estímulo
persiste durante tiempo llegan a actuar mecanismos por mediadores proinflamatorios de nociceptores y
que tienden a normalizar la presión intracraneal (p. ej., otros receptores sensitivos localizados en los vasos
menor producción de LCR por compresión de los meníngeos, en determinadas zonas de la duramadre,
plexos coroideos), aunque sigue manteniéndose la en los nervios craneales y en las raíces espinales. La
dilatación ventricular; por ello a esta situación se la cefalea es de predominio occipital, el dolor de espalda
califica de hidrocefalia con presión normal. se irradia a las extremidades y la hipersensibilidad
6 Reabsorción insuficiente de LCR: se observa en la sensitiva-sensorial se manifiesta por hiperestesia cutá-
meningitis o cuando se obstruye, por trombosis, el nea y una mala tolerancia de los estímulos luminosos
seno venoso longitudinal superior. y acústicos (fotofobia y sonofobia, respectivamente).
6 Respuesta antiálgica: la tracción de las meninges y el
MANIFESTACIONES estiramiento de las raíces espinales incrementa aún
más la activación de los citados nociceptores y, en
La consecuencia clínica más relevante de los trastornos consecuencia, se intensifica el dolor, lo que propicia
de la dinámica del LCR es la hipertensión intracraneal (v. la contracción refleja antiálgica de los músculos
cap. 66) por el exceso de volumen de LCR albergado den- extensores del cuello y del tronco así como de los
tro del cráneo. En la hidrocefalia con presión normal se flexores de las extremidades. Esta respuesta antiálgica
constata una tríada característica, consistente en trastor- se traduce por la adopción de la denominada postura
nos de la marcha, demencia y vejiga espástica, manifesta- «en gatillo de fusil», actitud de decúbito lateral, con el
ciones que expresan el daño de las estructuras nerviosas cuello y el tronco extendidos y las extremidades
comprimidas de forma persistente por el LCR retenido. En flexionadas. Y también justifica la génesis de varios
el niño la hidrocefalia condiciona un aumento del volu- signos que deben buscarse siempre que se sospeche
men del cráneo, ya que éste es parcialmente distensible al meningitis (fig. 65-2): a) rigidez de nuca, que es la
no haberse cerrado aún las suturas craneales. resistencia que encuentra el explorador al intentar
La hidrocefalia se pone en evidencia mediante tomo- flexionar hacia delante el cuello del paciente; b) signo
grafía computarizada o resonancia magnética. de Brudzinski, que consiste en la flexión de la cadera
y de la rodilla provocadas al intentar flexionar hacia
adelante el cuello, y c) signo de Kernig o incapacidad
SÍNDROME DE INFLAMACIÓN MENÍNGEA
Se denomina así al conjunto de signos y síntomas
consecuentes a la inflamación de las leptomeninges o A
© Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

meninges blandas (piamadre y aracnoides); por ello


también se habla de leptomeningitis, pioaracnoiditis o,
simplemente, meningitis.
La causa más habitual de la inflamación meníngea
son los agentes infecciosos que llegan al sistema nervio-
so por vía hematógena y, tras atravesar la barrera hema-
toencefálica (en los plexos coroideos), pasan al LCR,
multiplicándose en el espacio subaracnoideo y provo-
cando la consiguiente reacción inflamatoria de las mem- B
branas meníngeas que lo delimitan. Otra causa de me-
ningitis es la irritación química de las meninges por
sangre vertida al espacio subaracnoideo, como acontece
en la hemorragia subaracnoidea (v. cap. 66).

MANIFESTACIONES
Figura 65-2 Signos meníngeos. A) Al intentar flexionar el cuello se presen-
Las manifestaciones clínicas más características están ta una resistencia (rigidez de nuca) y, asimismo, se flexiona la
vinculadas a la inflamación de las meninges, de los ner- cadera y la rodilla (signo de Brudzinski). B) Al intentar exten-
vios craneales y de las raíces espinales que atraviesan der la rodilla se observa una resistencia (signo de Kernig).

547
Parte X PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

del explorador para extender completamente la rodi- meníngeas inflamadas o a sustancias tóxicas de proce-
lla del paciente (también se puede explorar este signo dencia bacteriana. Finalmente, es posible que se desarro-
levantando el miembro inferior pasivamente, lo que lle hipertensión intracraneal (v. cap. 66), en cuya génesis
provoca la flexión de la rodilla). intervienen: a) mayor producción y menor reabsorción
de LCR, por alteración de los plexos coroideos y de las
La inflamación meníngea se acompaña de disfunción vellosidades aracnoideas, respectivamente; b) defecto de
de las estructuras nerviosas situadas por debajo de la circulación del LCR por el espacio subaracnoideo, dado
piamadre, que cursa con una depresión del nivel de con- el obstáculo que supone la presencia de exudado infla-
ciencia que puede llegar al coma (la meningitis se incluye matorio a ese nivel, y c) edema cerebral, fundamental-
entre las causas de coma metabólico); es atribuible a cito- mente vasogénico, como resultado del incremento de
cinas proinflamatorias liberadas desde las estructuras permeabilidad de la barrera hematoencefálica.

PUNTOS CLAVE
6 El LCR se forma en los plexos coroideos de los 6 Las manifestaciones más características de la me-
ventrículos cerebrales, circula por el sistema ven- ningitis están relacionadas con la inflamación de
tricular y el espacio subaracnoideo y se reabsorbe las meninges, de los pares craneales y de las raíces
en las vellosidades aracnoideas, accediendo al raquídeas a su paso por el espacio subaracnoideo,
seno venoso longitudinal superior. La presión con el consiguiente estímulo de receptores noci-
normal del LCR es de 10-20 cmH2O; contiene me- ceptivos y de otros tipos. El síntoma más frecuente
nos de 5 linfocitos/μl. de la inflamación meníngea es la cefalea, y el prin-
cipal signo, la rigidez de nuca.
6 Hidrocefalia: dilatación del sistema ventricular
por acumulación de LCR en su interior; puede ser 6 En la meningitis puede haber depresión del nivel
debida a un exceso de producción, un defecto de de conciencia, por disfunción de las estructuras
circulación o un descenso de reabsorción de nerviosas situadas debajo de las meninges inflama-
LCR. das, e hipertensión intracraneal.

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