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Vías
sensitivas
La conciencia supone la capacidad de conocerse uno
mismo y de tener conocimiento de su entorno, además de Sistema reticular
activador ascendente
responder adecuadamente a influencias externas, como
órdenes verbales o estímulos dolorosos. Aunque quizá Figura 64-1 Esquema de las estructuras que mantienen el nivel de con-
ciencia e interrelaciones entre ellas. La vigilia surge y se
pueda parecer un enfoque demasiado simplista, desde un
mantiene por impulsos nerviosos que nacen en el sistema
punto de vista práctico es útil distinguir dos conceptos: reticular activador ascendente, constituido por neuronas
a) nivel de conciencia, que es el grado de vigilia o alerta distribuidas desde el tronco del encéfalo hasta el tálamo, y
que presenta el individuo y su capacidad de respuesta a que se proyectan de forma difusa sobre la corteza cerebral.
A su vez, el sistema reticular recibe impulsos aferentes pro-
los estímulos externos, aspectos todos ellos dependientes
cedentes de la corteza cerebral (fibras corticorreticulares) y
de la integridad del sistema reticular activador ascenden- de las vías sensitivas (haz espino-retículo-talámico), que
te y de la corteza de los hemisferios (fig. 64-1), y b) conte- contribuyen a activar el sistema reticular.
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b Sistema oculomotor: se analizan los movimientos b Tono muscular (v. cap. 55) y postura de las extremi-
conjugados de los ojos (conjugación de la mirada hori- dades, ya sea la adoptada de forma espontánea o tras
zontal) (fig. 64-2) y los reflejos oculares. Estos últimos un estímulo doloroso.
son dos: reflejo oculocefálico, que consiste en que, al
realizar un giro de la cabeza, los ojos se desplazan en En cuanto a las exploraciones complementarias indi-
sentido opuesto al de dicha rotación (fig. 64-3), res- cadas para el estudio de la patología de la conciencia,
puesta que se denomina movimiento en «ojos las más relevantes son:
de muñeca»; y reflejo oculovestibular, que se explora
irrigando con agua fría el conducto auditivo, lo que b Estudios electrofisiológicos: para determinar si el ori-
provoca la estimulación del vestíbulo y la consiguien- gen del trastorno es focal o difuso, tiene utilidad el
te desviación lenta de los ojos hacia el lado irrigado, a electroencefalograma (EEG), que es el registro de la
la que le siguen oscilaciones oculares rápidas hacia el actividad eléctrica cerebral, obtenido mediante varios
lado contrario. La integridad anatómica del tronco del electrodos situados sobre la piel del cráneo; en un
encéfalo (centro de la mirada lateral, núcleos vestibu- adulto sano, despierto y con los ojos abiertos predo-
lares y de los pares oculomotores) es la condición minan las ondas α en las regiones encefálicas poste-
indispensable para que ambos reflejos estén conserva- riores (ritmo α del EEG, cuya frecuencia es 8-12 Hertz
dos. Hay que advertir, no obstante, que en el sujeto [Hz = ciclos/s]), y las ondas β (ritmo β, a una frecuen-
consciente no se provoca el reflejo oculocefálico por- cia superior a 12 Hz) en las áreas anteriores, mientras
que está inhibido por la corteza cerebral. que durante el sueño aparecen ondas cuya frecuen-
Derecho Izquierdo
Lóbulo Lóbulo
frontal occipital
III III
VI VI
Centro Centro
de la mirada de la mirada
lateral lateral
Núcleos Núcleos
vestibulares vestibulares
Figura 64-2 Estructuras que intervienen en la coordinación de los movimientos conjugados horizontales de los ojos (se representa la mirada hacia la iz-
quierda). Los movimientos conjugados horizontales de los ojos están coordinados por dos centros de la mirada lateral, ubicados uno a cada
lado de la protuberancia, que reciben impulsos nerviosos de la corteza del lóbulo frontal contralateral y del lóbulo occipital homolateral. Des-
de cada centro de la mirada lateral surgen eferencias que se proyectan sobre el núcleo del VI par craneal homolateral, que inerva el múscu-
lo recto externo, desviando hacia fuera el globo ocular del mismo lado, y sobre el núcleo del III par contralateral, que inerva el recto interno
y determina una desviación hacia dentro del globo ocular contralateral. Las conexiones entre el centro de la mirada lateral y los núcleos
vestibulares intervienen en los reflejos oculocefálico y oculovestibular.
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no de la conciencia.
Coma
COMA
Es un estado de abolición de la conciencia que no re-
vierte con estímulos externos. En términos simples: el
Estructural Metabólico
paciente está dormido y es imposible despertarlo.
Conociendo las bases anatomofuncionales de la con-
ciencia, para producirse un coma se precisa, al menos,
una de las siguientes condiciones: a) afectación de los
Supratentorial Infratentorial
hemisferios cerebrales, lo que impide su activación
por el sistema reticular activador ascendente, y b) alte-
ración del propio sistema reticular activador ascen- Hernia
dente, desde la región talámica hasta el tronco del en- transtentorial
céfalo. De acuerdo con estas premisas, se diferencian Primario Secundario
dos grandes tipos de coma: estructural y metabólico
(fig. 64-4). Figura 64-4 Tipos elementales de coma.
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El coma metabólico obedece en último término a dos por mecanismos no lesivos, entre los cuales se incluyen
mecanismos: a) depleción energética difusa (tanto de las los efectos sobre la función neuronal de toxinas bacte-
neuronas de la corteza cerebral como del sistema reticu- rianas o de citocinas proinflamatorias.
lar), lo cual altera el funcionamiento de los mecanismos
que mantienen los gradientes iónicos transmembrana Diferenciación clínica del coma
normales (p. ej., bomba Na+/K+ ATPasa), y b) inhibición
de la neurotransmisión fisiológica. Las causas del coma Por la trascendencia que tiene para el pronóstico vital
metabólico son muy diversas: isquemia, hipoxia, hiper- del enfermo, es prioritario diferenciar el coma estructural
capnia, insuficiencia hepática, renal o tiroidea, trastor- del coma metabólico; y dentro del primero, tiene impor-
nos metabólicos (hidroelectrolíticos, del equilibrio aci- tancia discriminar si es supratentorial o infratentorial.
dobásico, hipoglucemia, déficit de vitamina B1), efecto
de sustancias tóxicas exógenas (p. ej., alcohol, mórficos, Coma supratentorial
benzodiazepinas, barbitúricos), etc.
Entre las causas de coma metabólico también se suele Los datos clínicos característicos son (tabla 64-1):
incluir la meningitis, la encefalitis o la hemorragia sub
aracnoidea. En estas circunstancias, el calificativo «me- b Patrón respiratorio de Cheyne-Stokes (v. fig. 20-3).
tabólico» parece inapropiado; sin embargo, aunque al- b Miosis pupilar bilateral (fig. 64-5 A): se debe a la
gunos de estos procesos patológicos lesionan las carencia de inervación simpática, por estar bloquea-
estructuras involucradas en la vigilia, tiene más trascen- dos los impulsos hipotalámicos descendentes, con el
dencia la depresión del nivel de conciencia que originan consiguiente predominio del efecto constrictor de la
Mesencéfalo Hernia
del uncus
Núcleo
Ganglio simpático Bulbo de Edinger-Westphal
A B
Figura 64-5 Cambios pupilares en el coma estructural (v. también fig. 60-3). A) Interrupción de la vía simpática por lesión supratentorial. B) Interrupción
unilateral de la vía parasimpática por hernia del uncus. C) Interrupción bilateral de la vía parasimpática por hernia transtentorial central. En
azul, fibras simpáticas de inervación pupilar; en verde, fibras parasimpáticas de inervación pupilar.
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pupila ejercido por las fibras parasimpáticas asocia- uncus del lóbulo temporal (v. también fig. 66-6) se
das al III par craneal. Además, la integridad de la iner- comprime el III par homolateral a su salida del
vación parasimpática de la pupila determina la con- mesencéfalo, lo que produce midriasis homolate-
servación del reflejo fotomotor. ral arreactiva, ya que la única inervación que reci-
b Sistema oculomotor: si sólo se lesiona un hemisferio be la pupila de ese lado es la simpática (fig. 64-5
cerebral, aparece una desviación de los ojos hacia el B). En la hernia transtentorial central (v. también
lado afectado; se afirma en este caso que «los ojos fig. 66-6) el dato típico es una midriasis bilateral
miran la lesión» (p. ej., si se afecta el hemisferio dere- arreactiva por lesión de los núcleos parasimpáti-
cho, quedan anulados los impulsos dirigidos desde cos de Edinger-Westphal de ambos lados del
el lóbulo frontal derecho al centro de la mirada late- mesencéfalo (fig. 64-5 C). A medida que se extien-
ral izquierdo, por lo que la desviación ocular será de el daño del mesencéfalo, se interrumpen todos
hacia la derecha) (fig. 64-2). El reflejo oculovestibular los impulsos autónomos que discurren por él, y las
se conserva, puesto que el tronco del encéfalo está pupilas adoptan una posición media, sin reflejo
intacto, y el reflejo oculocefálico está presente, por- fotomotor; lógicamente, este comportamiento
que desaparece la inhibición cortical sobre las estruc- pupilar seguirá estando presente al irse afectando
turas troncoencefálicas responsables del mismo. progresivamente niveles más bajos del tronco del
b Postura de decorticación: consiste en la flexión de los encéfalo.
miembros superiores y extensión de los inferiores, b Reflejos oculocefálico y oculovestibular abolidos:
por el aumento del tono muscular (espasticidad) que esta alteración pone de manifiesto, sin más, la exis-
produce la lesión del haz corticorreticuloespinal. tencia de una lesión troncoencefálica y, por tanto,
permanecerá cuando el daño neurológico avance en
Coma infratentorial secundario sentido descendente. El defecto del reflejo oculoce-
fálico determina una falta de desplazamiento de los
El hecho fundamental del coma infratentorial secun- ojos en el sentido contrario al de la rotación de la
dario es el deterioro sucesivo de las funciones neuroló- cabeza.
gicas troncoencefálicas en un sentido descendente, es b Postura de descerebración: las cuatro extremidades
decir, desde el mesencéfalo hasta el bulbo, por el efecto se hallan extendidas con aumento del tono muscu-
lesivo que ocasiona sobre dichas estructuras una hernia lar, ya que, al localizarse la lesión entre el núcleo
transtentorial. Las manifestaciones varían dependiendo rojo y los núcleos vestibulares, predomina la influen-
del nivel afectado (tabla 64-1): cia facilitadora que ejerce sobre el tono muscular el
En el mesencéfalo la hernia transtentorial se expresa haz vestibuloespinal.
por los datos siguientes:
En la protuberancia es típica la respiración apnéusti-
b Variedad taquipneica de respiración de Kussmaul ca (v. fig. 20-3); el resto de manifestaciones son simila-
(v. fig. 20-3): es un patrón respiratorio rápido y pro- res a las del nivel mesencefálico. Cuando se alcanza el
fundo que también suele denominarse hiperventila- nivel del bulbo aparecen respiración atáxica o de Biot
ción central neurógena. (v. fig. 20-3), y flacidez de las cuatro extremidades por
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b Pupilas: su comportamiento difiere según el tipo interrupción de todos los impulsos descendentes que
de hernia. En la hernia transtentorial lateral o del rigen el tono muscular; el comportamiento de las pupi-
Tabla 64-1. Comportamiento de la respiración, las pupilas, los reflejos oculares, el tono muscular y la postura en el coma supratentorial
y el coma infratentorial secundario
Pupilas Miosis, reflejo fotomotor presente Midriasis o posición mediaa Posición media Posición media
Arreactividad Arreactividad Arreactividad
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las y los reflejos oculares es similar al descrito en el ni- que, tras unas semanas de hallarse sumidos en un
vel protuberancial o mesencefálico. coma genuino de origen estructural, abren los ojos
espontáneamente o en respuesta a estímulos y, asi-
Coma infratentorial primario mismo, mueven los ojos, aparentando seguir los
objetos con la mirada. Aunque esto hace suponer que
A menudo se constata lateralidad neurológica (p. ej., el paciente ha recobrado el estado de conciencia, no
síndrome piramidal contralateral a la lesión o afectación habla ni reconoce su entorno.
de pares craneales del mismo lado), dado que la lesión b Síndrome «del cautiverio» (locked-in): se produce
causante de este tipo de coma suele ser circunscrita. por una oclusión de la arteria basilar, que determina
Una localización frecuente es la protuberancia, inte- la interrupción en la protuberancia de las vías moto-
rrumpiéndose las fibras simpáticas descendentes desti- ras corticoespinal y corticobulbar y la lesión de los
nadas a las pupilas, de modo que éstas adquieren un ta- centros de la mirada lateral, pero respeta el sistema
maño muy pequeño (pupilas puntiformes) pero reticular activador ascendente. El enfermo es plena-
conservan la reacción a la luz, ya que el mesencéfalo mente consciente del entorno que le rodea y de sí
está intacto. También es posible que resulte dañado uno mismo, pero presenta parálisis de las cuatro extremi-
de los dos centros de la mirada lateral, predominando dades y de la musculatura dependiente de los últi-
los impulsos emanados del centro intacto, lo que propi- mos pares craneales, lo que le mantiene mudo e
cia una desviación de los ojos hacia el lado contrario de inmóvil y sólo puede expresar su capacidad de com-
la lesión. prensión y de comunicarse con su entorno mediante
Finalmente, en el coma infratentorial primario los el parpadeo o por medio de movimientos verticales
reflejos oculovestibular y oculocefálico siempre están de los ojos.
abolidos, y las extremidades presentan una postura de
descerebración o están flácidas, dependiendo del nivel
de la lesión. ESTADO CONFUSIONAL AGUDO
Coma metabólico En contraste con el concepto de coma, que es un de-
fecto del nivel de conciencia (y paralelamente también
Las características más relevantes del coma metabóli- se reduce su contenido), el estado confusional agudo es
co se desglosan así: una situación en la que el hecho predominante es una
alteración del contenido de la conciencia. Por tanto, en
b Patrón respiratorio: el centro respiratorio puede principio, el paciente mantiene la vigilia y reacciona a
deprimirse en intoxicaciones, apareciendo una res- estímulos externos, aunque suelen invertirse los ciclos
piración superficial, lenta y regular; la acidosis meta- de sueño-vigilia, con agitación nocturna y somnolencia
bólica puede acompañarse de un patrón respiratorio diurna.
lento y profundo (respiración de Kussmaul). El mecanismo que induce un estado confusional agu-
b Pupilas: el tamaño pupilar habitualmente es normal; do es la disfunción neuronal cortical difusa debida a
no obstante, en la intoxicación por opiáceos las pupi- trastornos metabólicos diversos y a intoxicación o depri-
las son puntiformes pero reactivas. vación de fármacos o de sustancias de abuso. Como
b Reflejos oculocefálico y oculovestibular conservados. muchas de esas condiciones también pueden alterar el
b Postura: es posible observar una postura de descere- nivel de conciencia, es frecuente que un estado confu-
bración en la hipoxia aguda. sional agudo evolucione hacia el coma metabólico; o
incluso, que algunas de ellas, como la hipoxia, provo-
quen necrosis cortical difusa y el consiguiente estableci-
ESTADOS RELACIONADOS CON EL COMA miento de un coma estructural.
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b Incapacidad para mantener la atención: la consi- El descenso de la resistencia periférica total puede
guiente distracción del enfermo hace difícil o impo- tener distintos orígenes:
sible entrevistarle.
b Amnesia inmediata: el paciente es incapaz de repetir b Alteración de la respuesta simpática independiente
al cabo de unos segundos una serie de dígitos; es con- del reflejo barorreceptor: se incluye aquí la modali-
secuencia del defecto de atención mencionado, ya que dad más frecuente de síncope, sobre todo en indivi-
la adquisición de la memoria inmediata es muy vul- duos jóvenes: el síncope vasodepresor, también
nerable a la distracción. conocido como vasovagal, que suele desencadenarse
b Pensamiento desestructurado: se carece de conexio- por emociones intensas, dolor, calor, etc. Es un sín-
nes coherentes entre las ideas que forman un razona- cope reflejo cuyos receptores y brazo aferente son
miento. mal conocidos, pero los impulsos llegan al núcleo
b Alteraciones de la percepción: a veces son las más des- del tracto solitario, y desde ahí se inhibe al centro
tacadas del cuadro clínico global, en cuyo caso el esta- vasomotor, por lo que la respuesta final es vasodila-
do confusional también recibe los nombres de delirio o tación y bradicardia. Otra posibilidad es el denomi-
delirium. Consisten, por ejemplo, en interpretaciones nado síncope situacional, que aparece, por ejemplo,
erróneas («una luz fluctuante es un incendio») o aluci- durante la micción, al toser, o defecar; en estos casos,
naciones (el enfermo ve imágenes inexistentes); en el además de existir una hiperrespuesta refleja vagal,
delirium tremens, que lo presentan individuos alcohó- desciende el retorno venoso y, consiguientemente, el
licos durante la abstinencia de alcohol, es típica la gasto cardíaco, como consecuencia de un aumento
visualización de animales (zoopsia). de la presión intratorácica.
b Reflejo barorreceptor inadecuado (v. fig. 60-2): pue-
de ocurrir que la respuesta simpática vasoconstric-
síncope tora y taquicardizante emanada del centro vasomo-
tor no llegue a ser suficiente para poder compensar
El síncope (término de origen griego que significa la tendencia al descenso de la presión arterial que
cese, pausa) se define como una pérdida brusca de la tiene lugar al adoptar la postura erecta. Debido a
conciencia y del tono postural de corta duración y recu- ello, la sangre tiende a acumularse en las extremida-
peración espontánea y completa, sin secuelas neurológi- des inferiores al pasar del decúbito al ortostatismo,
cas. El síncope es lo que se conoce en el lenguaje habi- con lo cual disminuyen el retorno venoso y el gasto
tual como desmayo o lipotimia, y es un problema cardíaco, y desciende la presión arterial con riesgo
frecuente. A veces está precedido por una sensación de de síncope cuando el paciente se incorpora: síncope
mareo y visión borrosa; puede ocurrir que estos sínto- por hipotensión ortostática. Sus causas son trastor-
mas no evolucionen hacia una pérdida completa de la nos del sistema nervioso autónomo, es decir, disau-
conciencia, en cuyo caso se habla de presíncope (sínco- tonomías, que alteran el propio reflejo barorrecep-
pe frustrado). tor; o bien la hipovolemia intensa, en la cual,
El síncope es la expresión clínica más leve de una aunque el reflejo barorreceptor funciona normal-
isquemia cerebral difusa. Siempre se debe a un des- mente, su actividad no es suficiente para mantener
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censo brusco de la presión de perfusión tisular global, un presión arterial normal en posición ortostática.
equivalente a la presión arterial sistémica, hasta un lí- En la disautonomía la hipotensión no se acompaña
mite (presión arterial inferior a 60 mm Hg) que sobre- de taquicardia refleja, mientras que en la hipovole-
pasa la capacidad de autorregulación de la circulación mia sí.
encefálica. Teniendo en cuenta los factores determi- También cabe la posibilidad de que el reflejo
nantes de la presión arterial sistémica, en último térmi- barorreceptor, y la correspondiente inhibición de
no los dos hechos determinantes de un síncope son el los impulsos simpáticos del centro vasomotor, se
descenso del gasto cardíaco o la disminución de la re- desencadenen incluso con un pequeño estímulo de
sistencia periférica total; es posible que coexistan am- los barorreceptores carotídeos, ocasionando vasodi-
bos trastornos. latación (respuesta vasodepresora) y bradicardia
La reducción primaria del gasto cardíaco es debida a (respuesta cardioinhibidora). Es lo que ocurre en el
un problema del propio corazón (síncope de origen car- síncope del seno carotídeo, que se presenta en
díaco); por ejemplo, bloqueo auriculoventricular de ter- sujetos en los que, debido a una hipersensibilidad
cer grado (en este caso también se habla de síndrome de de dicha región vascular, basta una leve presión
Adams-Stokes-Morgagni), infarto de miocardio o este- sobre la misma (p. ej., al afeitarse) para que se acti-
nosis aórtica. A diferencia de otros tipos de síncope, que ve la emisión de impulsos nerviosos inhibidores
habitualmente acontecen en posición erecta, el de ori- del sistema nervioso simpático a través del reflejo
gen cardíaco puede aparecer en decúbito. citado.
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Manifestaciones Figura 64-6 Crisis focales. Ubicación del foco epiléptico en la crisis lo-
cal (A); difusión de su actividad a través del cuerpo calloso
Siguiendo la reciente clasificación internacional de la (B) o de las estructuras centroencefálicas del sistema reti-
epilepsia, hay que diferenciar la expresión clínica de las cular (C) en la crisis focal secundariamente generalizada.
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serían los determinantes de la intermitencia de la con- b Ausencia o petit mal: se presenta, sobre todo, en la
tracción muscular clónica. Las convulsiones se locali- infancia y consiste en la interrupción brusca de la
zan en uno de los miembros o en todo el hemicuerpo conciencia, con detención de la actividad que estaba
contralateral al área motora donde se halla el foco epi- desarrollando el paciente, pero sin que éste caiga al
léptico. A veces la contracción muscular se inicia en suelo; después de unos pocos segundos se reestable-
un segmento corporal y luego se extiende al resto del ce el contacto con el entorno y se reemprende la
hemicuerpo del mismo lado; esta forma de presenta- actividad previa.
ción es lo que se conoce como crisis jacksoniana, e
indica que la hiperactividad eléctrica se ha extendido En el EEG la despolarización paroxística de las neuro-
sucesivamente a toda la corteza motora. nas del foco epiléptico se evidencia por ondas de alta
b Manifestaciones sensitivas: generalmente se trata de frecuencia, denominadas «puntas»; y el freno que impo-
parestesias en las extremidades contralaterales al nen a la actividad eléctrica del foco las neuronas inhibi-
foco epiléptico. doras circundantes al mismo se manifiesta por nuevas
b Manifestaciones sensoriales: visuales, olfatorias, ondas, de frecuencia lenta, que se intercalan con las
gustativas, acústicas (v. cap. 59). puntas, originándose en conjunto un patrón electroen-
b Manifestaciones autónomas: consisten, por ejemplo, cefalográfico punta-onda típico de la crisis epiléptica
en palidez cutánea, sudación, salivación, etc. (fig. 64-7).
b Manifestaciones psíquicas: son ejemplos de este tipo
de crisis parcial los fenómenos déjà vu o déjà vécu
(sensación de que situaciones o experiencias nuevas
ya han sido vividas previamente), y jamais vu (situa- TRASTORNOS DEL SUEÑO
ciones ya vividas se experimentan como si fuesen
nuevas). El sueño es una situación fisiológica de inconscien-
b Automatismos: pueden ser simples (p. ej., chupeteo, cia que revierte con estímulos externos y alterna de
deglución) o más complejos (p. ej., frotar las manos o forma periódica con el estado de vigilia (ciclos sueño-
la ropa). vigilia).
Por ejemplo, si el foco se ubica en la corteza motora, lo factores ambientales (ruidos), la administración o supre-
característico es que inicialmente se presenten manifes- sión de medicamentos (hipnóticos, sedantes) o tóxicos
taciones propias de una crisis focal motora y que a con- (alcohol), etc.
tinuación aparezcan convulsiones tónico-clónicas en las
cuatro extremidades.
En las crisis generalizadas (desde el inicio) lo más
Onda
probable es que el foco epiléptico se halle en las estruc-
turas centroencefálicas que se acaban de referir (por ello Punta
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pasar desde el oeste al este) o bien al variar frecuentemen- este caso se distinguen dos formas de presentación o pa-
te el turno de trabajo; cursa con insomnio, somnolencia, trones de alteración del sueño:
déficit de atención y concentración, etc. Por el contrario,
el desajuste es persistente cuando el origen de la desincro- b Sueño retrasado (patrón «búho»): el individuo no
nización se halla en los mecanismos del propio ritmo cir- puede dormirse hasta la madrugada, aunque luego el
cadiano sueño-vigilia, que depende de un «marcapasos» sueño es normal en cantidad y calidad.
endógeno (reloj biológico) cuyo sustrato anatómico son b Sueño adelantado (patrón «alondra»): se inicia y
neuronas del núcleo supraquiasmático hipotalámico; en finaliza antes de lo habitual.
PUNTOS CLAVE
b El nivel de conciencia es el grado de vigilia o alerta b La conservación de los reflejos oculocefálicos y
que presenta el individuo, y su capacidad de res- oculovestibulares requiere la integridad anatómica
puesta a estímulos externos; su mantenimiento de- del tronco del encéfalo.
pende del sistema reticular activador ascendente y
de la corteza de los hemisferios cerebrales. El con- b El estado confusional agudo se caracteriza por una
tenido de la conciencia son las funciones cogniti- alteración exclusiva del contenido de la concien-
vas, que están adscritas exclusivamente a la corteza cia, y expresa la disfunción de cada una de las di-
cerebral. versas redes neurales cerebrales.
b Coma: abolición de la conciencia que no revierte b Síncope: pérdida brusca de la conciencia y del tono
con estímulos externos. Una de las siguientes con- postural, de corta duración y recuperación espon-
diciones es necesaria para que se produzca coma: tánea y completa, sin secuelas. Es la expresión más
a) afectación de ambos hemisferios cerebrales, lo leve de isquemia cerebral difusa. Sus mecanismos
que impide su activación por el sistema reticular son la reducción del gasto cardíaco o la disminu-
activador ascendente, y b) alteración del propio ción de la resistencia periférica total.
sistema reticular activador ascendente.
b La epilepsia se produce por la hiperexcitabilidad
b Coma estructural es aquel cuya causa es una lesión de un grupo de neuronas cerebrales como conse-
de las estructuras responsables de la vigilia. El cuencia de un predominio de la neurotransmisión
coma estructural supratentorial es la consecuencia excitadora sobre la inhibidora.
de una lesión de ambos hemisferios cerebrales o de
la formación reticular talámica. El coma estructural b En las crisis epilépticas focales el foco epiléptico se
infratentorial se debe a una lesión del sistema reti- localiza en una determinada zona de la corteza de
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cular activador ascendente troncoencefálico; puede un hemisferio. La crisis focal puede generalizarse
ser primario o secundario a una hernia transtento- secundariamente, por propagación del foco epilép-
rial de tejido cerebral. tico a la corteza de ambos hemisferios.
b El coma metabólico se debe a una depleción ener- b En las crisis epilépticas generalizadas la actividad
gética en la neuronas de la corteza cerebral y el epiléptica se extiende desde el principio por toda
sistema reticular, o bien a una inhibición de la neu- la corteza cerebral.
rotransmisión fisiológica.
b La patología del sueño más frecuente es el insom-
b Los datos que hay que valorar en un paciente en nio. Los ejemplos más relevantes de hipersomnia
coma son: patrón respiratorio, estado de las pupilas son el síndrome de las apneas durante el sueño y la
y del sistema oculomotor, tono muscular y postura narcolepsia. Son ejemplos de parasomnias las pe-
de las extremidades. sadillas, el sonambulismo y los terrores nocturnos.
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Parte X PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO
células del LCR se denomina disociación albumino- pacio subaracnoideo, o una menor reabsorción en las
citológica y se detecta en algunas neuropatías (p. ej., vellosidades aracnoideas (fig. 65-1). En cualquiera de
síndrome de Guillain-Barré) y en el bloqueo subarac- los casos se produce la acumulación de un volumen ex-
noideo. En determinadas enfermedades desmielini- cesivo de LCR, como mínimo, en el sistema ventricular,
zantes del sistema nervioso central, como la esclero- con su dilatación consiguiente, lo que se conoce como
sis múltiple, está indicado valorar la concentración hidrocefalia; en este concepto no se incluye la mal lla-
de inmunoglobulinas en el LCR. mada «hidrocefalia» ex vacuo, por tratarse de una dila-
6 Glucosa o glucorraquia: su valor normal es 50- tación del sistema ventricular no producida por un
80 mg/dl, lo que supone más de la mitad del valor de trastorno de la dinámica del LCR, sino como consecuen-
la glucemia (determinada al mismo tiempo que la cia de la atrofia del parénquima encefálico. A continua-
glucorraquia); desciende (hipoglucorraquia) en la ción se indican los mecanismos de estos trastornos:
meningitis bacteriana (piógena) o tuberculosa, por-
que los gérmenes causantes consumen glucosa. 6 Exceso de producción de LCR: tiene lugar en la
6 Estudios microbiológicos: se realizan diversos exá- meningitis y en los raros tumores de los plexos co-
menes microbiológicos (cultivos, pruebas serológi- roideos.
cas, etc.) destinados a detectar e identificar el 6 Defecto de circulación del LCR (hidrocefalia obstruc-
agente infeccioso causante, por ejemplo, de una tiva): dependiendo de la localización del obstáculo
inflamación meníngea. mecánico que bloquea la circulación, se distinguen:
a) hidrocefalia obstructiva no comunicante debida a
un obstáculo intraventricular (p. ej., tumores, defectos
TRASTORNOS DE LA DINÁMICA DEL LCR del desarrollo) que dificulta la comunicación normal
entre el sistema ventricular y el espacio subaracnoideo,
El trastorno puede consistir en un exceso de produc- con la consiguiente acumulación de LCR sólo en los
ción de LCR, un defecto de su circulación, por existir un ventrículos, y b) hidrocefalia obstructiva comunicante
obstáculo mecánico en el sistema ventricular o en el es- causada por un obstáculo en el espacio subaracnoideo
Seno venoso
longitudinal superior
Cerebro
Cisterna
Cerebelo
Ventrículo lateral
Agujero de Monro
Tercer ventrículo
Espacio subaracnoideo
Acueducto de Silvio
Cuarto ventrículo
Figura 65-1 Dinámica del líquido cefalorraquídeo. El líquido cefalorraquídeo (LCR) rellena el espacio subaracnoideo (entre la aracnoides por fuera y la piama-
dre por dentro) y el sistema ventricular. Se produce principalmente en los plexos coroideos de los ventrículos cerebrales, por procesos de difusión
pasiva y de transporte activo de sustancias procedentes del plasma; los espacios existentes entre las células endoteliales de los plexos coroideos
son muy estrechos y sólo permiten el paso al LCR de pequeñas moléculas (concepto de barrera hematocefalorraquídea, una modalidad particular
de la barrera hematoencefálica). Siguiendo el sentido de las flechas indicadas en la figura, el LCR formado accede por los agujeros de Monro
al tercer ventrículo; circula a través del acueducto de Silvio hasta el cuarto ventrículo y, por los agujeros de Luschka y de Magendie, se vierte al
espacio subaracnoideo que rodea la médula espinal, el tronco del encéfalo y los hemisferios cerebrales. La reabsorción del LCR circulante tiene
lugar fundamentalmente en las vellosidades aracnoideas, accediendo al interior del seno venoso longitudinal superior; la reabsorción se rige por
gradientes de presión hidrostática y oncótica entre el LCR del espacio subaracnoideo y la sangre del seno venoso.
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CAPÍTULO 65. Patología del líquido cefalorraquídeo y de las meninges
(p. ej., cicatrices consecutivas a meningitis), que impi- el espacio subaracnoideo tras abandonar sus centros
de la reabsorción de LCR en las vellosidades aracnoi- nerviosos de origen:
deas, acumulándose por detrás del obstáculo, en este
caso tanto en el espacio subaracnoideo como en el sis- 6 Cefalea, dolor de espalda e hipersensibilidad sensiti-
tema ventricular. Cuando la hidrocefalia obstructiva va-sensorial: su mecanismo concreto es el estímulo
persiste durante tiempo llegan a actuar mecanismos por mediadores proinflamatorios de nociceptores y
que tienden a normalizar la presión intracraneal (p. ej., otros receptores sensitivos localizados en los vasos
menor producción de LCR por compresión de los meníngeos, en determinadas zonas de la duramadre,
plexos coroideos), aunque sigue manteniéndose la en los nervios craneales y en las raíces espinales. La
dilatación ventricular; por ello a esta situación se la cefalea es de predominio occipital, el dolor de espalda
califica de hidrocefalia con presión normal. se irradia a las extremidades y la hipersensibilidad
6 Reabsorción insuficiente de LCR: se observa en la sensitiva-sensorial se manifiesta por hiperestesia cutá-
meningitis o cuando se obstruye, por trombosis, el nea y una mala tolerancia de los estímulos luminosos
seno venoso longitudinal superior. y acústicos (fotofobia y sonofobia, respectivamente).
6 Respuesta antiálgica: la tracción de las meninges y el
MANIFESTACIONES estiramiento de las raíces espinales incrementa aún
más la activación de los citados nociceptores y, en
La consecuencia clínica más relevante de los trastornos consecuencia, se intensifica el dolor, lo que propicia
de la dinámica del LCR es la hipertensión intracraneal (v. la contracción refleja antiálgica de los músculos
cap. 66) por el exceso de volumen de LCR albergado den- extensores del cuello y del tronco así como de los
tro del cráneo. En la hidrocefalia con presión normal se flexores de las extremidades. Esta respuesta antiálgica
constata una tríada característica, consistente en trastor- se traduce por la adopción de la denominada postura
nos de la marcha, demencia y vejiga espástica, manifesta- «en gatillo de fusil», actitud de decúbito lateral, con el
ciones que expresan el daño de las estructuras nerviosas cuello y el tronco extendidos y las extremidades
comprimidas de forma persistente por el LCR retenido. En flexionadas. Y también justifica la génesis de varios
el niño la hidrocefalia condiciona un aumento del volu- signos que deben buscarse siempre que se sospeche
men del cráneo, ya que éste es parcialmente distensible al meningitis (fig. 65-2): a) rigidez de nuca, que es la
no haberse cerrado aún las suturas craneales. resistencia que encuentra el explorador al intentar
La hidrocefalia se pone en evidencia mediante tomo- flexionar hacia delante el cuello del paciente; b) signo
grafía computarizada o resonancia magnética. de Brudzinski, que consiste en la flexión de la cadera
y de la rodilla provocadas al intentar flexionar hacia
adelante el cuello, y c) signo de Kernig o incapacidad
SÍNDROME DE INFLAMACIÓN MENÍNGEA
Se denomina así al conjunto de signos y síntomas
consecuentes a la inflamación de las leptomeninges o A
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MANIFESTACIONES
Figura 65-2 Signos meníngeos. A) Al intentar flexionar el cuello se presen-
Las manifestaciones clínicas más características están ta una resistencia (rigidez de nuca) y, asimismo, se flexiona la
vinculadas a la inflamación de las meninges, de los ner- cadera y la rodilla (signo de Brudzinski). B) Al intentar exten-
vios craneales y de las raíces espinales que atraviesan der la rodilla se observa una resistencia (signo de Kernig).
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Parte X PATOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO
del explorador para extender completamente la rodi- meníngeas inflamadas o a sustancias tóxicas de proce-
lla del paciente (también se puede explorar este signo dencia bacteriana. Finalmente, es posible que se desarro-
levantando el miembro inferior pasivamente, lo que lle hipertensión intracraneal (v. cap. 66), en cuya génesis
provoca la flexión de la rodilla). intervienen: a) mayor producción y menor reabsorción
de LCR, por alteración de los plexos coroideos y de las
La inflamación meníngea se acompaña de disfunción vellosidades aracnoideas, respectivamente; b) defecto de
de las estructuras nerviosas situadas por debajo de la circulación del LCR por el espacio subaracnoideo, dado
piamadre, que cursa con una depresión del nivel de con- el obstáculo que supone la presencia de exudado infla-
ciencia que puede llegar al coma (la meningitis se incluye matorio a ese nivel, y c) edema cerebral, fundamental-
entre las causas de coma metabólico); es atribuible a cito- mente vasogénico, como resultado del incremento de
cinas proinflamatorias liberadas desde las estructuras permeabilidad de la barrera hematoencefálica.
PUNTOS CLAVE
6 El LCR se forma en los plexos coroideos de los 6 Las manifestaciones más características de la me-
ventrículos cerebrales, circula por el sistema ven- ningitis están relacionadas con la inflamación de
tricular y el espacio subaracnoideo y se reabsorbe las meninges, de los pares craneales y de las raíces
en las vellosidades aracnoideas, accediendo al raquídeas a su paso por el espacio subaracnoideo,
seno venoso longitudinal superior. La presión con el consiguiente estímulo de receptores noci-
normal del LCR es de 10-20 cmH2O; contiene me- ceptivos y de otros tipos. El síntoma más frecuente
nos de 5 linfocitos/μl. de la inflamación meníngea es la cefalea, y el prin-
cipal signo, la rigidez de nuca.
6 Hidrocefalia: dilatación del sistema ventricular
por acumulación de LCR en su interior; puede ser 6 En la meningitis puede haber depresión del nivel
debida a un exceso de producción, un defecto de de conciencia, por disfunción de las estructuras
circulación o un descenso de reabsorción de nerviosas situadas debajo de las meninges inflama-
LCR. das, e hipertensión intracraneal.
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