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Guerra Civil Española (1936-1939) [editar]

Véase también: Guerra Civil Española

Polikarpov I-16 con los colores de las Fuerzas Aéreas de la República Española.

Al final del período de entreguerras vino la Guerra Civil Española. Esto supuso la
oportunidad que la Luftwaffe alemana, la Regia Aeronautica italiana y la Fuerza Aérea
Roja de la Unión Soviética necesitaban para probar sus diseños de aviones más recientes.
Cada parte envió varios tipos de aviones para respaldar a su bando en el conflicto. En los
combates aéreos sobre España, le fue bien al entonces reciente caza Bf 109 del diseñador
alemán Messerschmitt, al igual que al Polikarpov I-16 soviético. El diseño alemán, sin
embargo, tuvo un margen considerable para su desarrollo, y las lecciones aprendidas en
España dieron lugar a modelos extremadamente mejorados en la Segunda Guerra
Mundial. Los rusos, cuyo bando perdió en el conflicto español, sin embargo determinaron
que sus aviones eran suficientes para sus necesidades inmediatas. Posteriormente, los I-
16 serían aplastados en los combates de la Segunda Guerra Mundial por esos modelos
mejorados alemanes, aunque continuó siendo el caza soviético más común en el frente
hasta bien entrado 1942. Por su parte, los italianos estaban satisfechos con el rendimiento
de sus biplanos Fiat CR.42 y, con pocos fondos, continuaron con ese diseño a pesar de
que era obsoleto.
La Guerra Civil Española también constituyó una oportunidad para la actualización de las
tácticas de combate. Una de las innovaciones resultado de la experiencia en combate
durante este conflicto fue el desarrollo de la formación en V asimétrica o "finger-four" por
parte del piloto alemán Werner Mölders. Cada escuadrón de cazas (en alemán: Staffel) era
dividido en varias escuadrillas (Schwärme) de cuatro aviones. Cada Schwarm era dividida
en dos Rotten o parejas de aviones. Cada Rotte estaba compuesta de un líder y un
escolta. Esta flexible formación permitía a los pilotos mantener una gran consciencia de la
situación, y las dos Rotten podían separarse en todo momento y atacar por su cuenta.
La finger-four sería ampliamente adoptada como una formación táctica fundamental en el
transcurso de la Segunda Guerra Mundial.

Segunda Guerra Mundial (1939-1945)[editar]

El Mitsubishi A6M Zero, ejemplo de caza altamente maniobrable pero ligeramente blindado.
Messerschmitt Bf 109G-2 en servicio con la Fuerza Aérea Finlandesa en 1943.

Véanse también: Segunda Guerra Mundial  y  Cazas de la Segunda Guerra Mundial.

El combate aéreo formó una parte importante de la doctrina militar de la Segunda Guerra
Mundial. La capacidad de los aviones para localizar, hostigar y atacar fuerzas terrestres
jugó un papel decisivo en la doctrina alemana de armas combinadas, y su incapacidad
para lograr la superioridad aérea sobre Gran Bretaña hizo inviable la invasión alemana de
la isla. El Mariscal de Campo alemán Erwin Rommel apuntó sobre el efecto del poder
aéreo: «Cualquier persona que tenga que luchar, incluso con las armas más modernas,
contra un enemigo que tiene el dominio completo en el aire, lucha igual que un salvaje
contra tropas europeas modernas, en virtud de las mismas desventajas y con las mismas
oportunidades de éxito.»
Durante los años 1930, comenzaron a surgir dos corrientes de pensamiento distintas
acerca del combate aire-aire, que dieron como resultado dos enfoques diferentes para el
desarrollo de cazas monoplanos. En Japón e Italia especialmente, seguía habiendo un
fuerte pensamiento de que los cazas monoplazas altamente maniobrables y ligeramente
armados seguirían desempeñando un papel primordial en el combate aire-aire. Aviones
como los Nakajima Ki-27, Nakajima Ki-43 Hayabusa y Mitsubishi A6M "Zero" en Japón, y
los Fiat G.50 Freccia y Macchi M.C.200 Saetta en Italia resumen una generación de
monoplanos diseñados para este concepto.

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