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Estos límites se encuentran regulados en los artículos 31 a 40 de la LPI.

De todas las excepciones allí tratadas los que pueden afectar a la actividad
docente y de estudio son:

• Copia privada, es decir la copia que se puede hacer con medios pro-
pios y para un uso exclusivamente personal.
• Cita, que es el uso de un fragmento de una obra ajena en la obra pro-
pia siempre que sea un uso razonable y no abusivo, y se indique el
nombre del autor y la fuente.
• Ilustración para la enseñanza, límite similar al anterior que opera a
favor de los docentes para que en sus actividades educativas en las
aulas puedan utilizar fragmentos de obras de otros autores en sus
materiales docentes.
• Por último, también hay límites a favor de las bibliotecas, como las
copias con fines de conservación e investigación, y los préstamos a
los usuarios.

Además de las excepciones a la exclusividad de los derechos de explo-


tación existe un límite temporal a la duración de los mismos. El artículo 26
de la LPI establece que los derechos de explotación durarán toda la vida del
autor y setenta años después de su muerte. La extinción de los derechos de
explotación implica el paso de la obra a dominio público, si bien los dere-
chos morales no se extinguen nunca.
En consecuencia, se puede hacer uso libre de las obras si están en domi-
nio público, y también se puede hacer uso de las obras de acuerdo a los
límites o excepciones legales sin necesidad de pedir permiso alguno. En
otros casos hay que obtener una autorización expresa del titular de los dere-
chos. De ahí que sea necesario saber reconocer los textos, documentos,
obras y en general contenidos con derechos de autor para hacer un uso
adecuado y ético de los mismos.

1.2. Uso ético de la información con derechos de autor:


el uso de materiales ajenos

No siempre el material que se utiliza para el estudio y la investigación


tiene derechos de autor, por tanto no siempre hay que tener en cuenta las

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN V BIBLIOGRAFÍA 63


normas sobre propiedad intelectual. Como se ha mencionado anteriormen-
te solo algunas obras son obras de autor, aquéllas que se consideran crea-
ciones originales del intelecto humano. Así pues lo primero que hay que
preguntarse ante un documento, texto o pieza de información es si es una -
obra de autor o no. Las sentencias de los tribunales, las normas jurídicas,
los datos puros, las ideas, las noticias, una foto hecha mecánicamente ... en
general todo lo que no es una obra con un aporte personal y creativo no es
una obra con derechos de autor. En esos casos no hay objeción en su uso,
son de uso libre, al menos desde el punto de vista de la legislación sobre
propiedad intelectual.

Si por el contrario el material (textual, gráfico, audiovisual. .. ) de estu-


dio o trabajo es un material con potenciales derechos de autor es necesario
analizar las posibilidades de uso que ofrece sin necesidad de autorización
de su titular o titulares. Al hablar de uso del material sehacereferencia
al ejercicio de uno o varios de los derechos de explotación, que se han
mencionado en el apartado anterior, es decir: reproducción, distribución,
comunicación pública, transformación. La mera lectura y toma de datos
no implica explotación de un derecho sino simplemente acceso a su con-
tenido.

La fecha de creación es un dato fundamental. Un trabajo sobre una obra


literaria escrita hace mas de 150 años es muy posible que haya pasado al
dominio público y su uso sea libre. Pero si es una obra reciente y es claro o
fácilmente presumible que tiene derechos de autor solo se puede hacer uso
de la misma al amparo de lo establecido por la LPI. Lo que significa bien
acogerse a alguno de los límites o excepciones legales (que no requieren
más autorización) bien solicitar un autorización por escrito al titular (al que
previamente hay que identificar).

Materiales habitualmente utilizados en el estudio y que constituyen


obras con- derechos de autor son: libros, manuales, artículos de revistas,
contenidos de webs y blogs, vídeos, imágenes, audiovisuales, etc. Que el
material sea impreso o sea una versión electrónica no altera la titularidad
de derechos ni las condiciones de uso. Normalmente se identifica al titu-
lar o titulares por el símbolo del copyright©. En su defecto se considera
titular a quien aparezca identificado como autor del material. En caso de
materiales en intemet es conveniente ver el pie de la página web principal
donde suele constar información legal sobre el copyright de la web y sus
contenidos.

64 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA V USO DE LA INFORMACIÓN


1
El símbolo del copyright© suele ir acompañado de la expresión «todos.
los derechos reser-Vados» -lo que significa que se aplica el régimen legal
(e~clusividad a favor del titular y límites o excepciones a favor de los usua-
rios). Junto a esta opción el titular de los derechos de autor puede adoptar
una postura más generosa y reservarse solo parte de los derechos autori-
zando el uso de los demás mediante alguna de las licencias libres (Creative
Commons y otras que se explican más adelante).
En consecuencia, a la hora de hacer un trabajo y utilizar en él parte de
obras aje~s es importante conocer el margen disponible sin infringir los
derechos de autor de tales materiales ajenos. Como ya se ha mencionado,
es posible incluir fragmentos de la obra ajena en la obra propia (en uso del
límite o excepción de cita), pero en ese caso la cita debe ir acompañada
del reconocimiento del autor y de la fuente. El uso de materiales ajenos
como si fueran propios, es decir sin hacer la cita adecuadamente, constituye
plagio, que no solo es una infracción de derechos de propiedad intelec-
tual sino que puede incluso ser considerado delito (artículo 270 del Código
Penal). Por la importancia que tiene en el ámbito académico este Manual
incluye un apartado específico sobre el plagio.

1.3. Licencias libres: otras alternativas al copyright

En los últimos años, y por efecto de las tecnologías de la información,


especialmente intemet, ·han aumentado de forma espectacular el número
de fuentes de información de acceso libre en la web. Erróneamente se cree
que lo que está en libre acceso en intemet no tiene derechos y restriccio-
nes de uso. No es así, al contrario, muchos materiales, aunque estén en
Internet libremente accesibles, tienen derechos de autor o copyright con
«todos los derechos reservados». Una corriente de pensamiento a favor del
acceso abierto (el movimiento Open Access) lleva años trabajand0 a favor
del acceso libre a los contenidos, promoviendo la eliminación de barreras
tecnológicas y barreras legales que puedan suponer un obstáculo a tal fin.
En pro de la eliminación de obstáculos legales se encuentran las licencias
libres que no son sino permisos que otorgan los titulares de los derechos
sobre los materiales propios que ponen a disposición pública en intemet.
Mediante estas licencias los titulares de los derechos de explotación auto-
rizan a los usuarios a hacer determinados usos sobre sus materiales, estos
usos son más permisivos que los establecidos legalmente.

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 65


Así pues todos los materiales alojados en intemet con alguna de estas
licencias libres ofrecen a los usuarios mayores posibilidades de uso sin
infringir derechos de autor. En esos casos solo hay que leer la licencia para
comprobar lo -que está permitido y lo que no está permitido, así como las
condiciones de uso que se establecen. Es pues otro modo de hacer una uti-
lización ética de los materiales ajenos con derechos de autor.

Este tipo de licencias surgieron asociadas al software libre en los


años 80. La licencia más conocida en este ámbito es la GPL (General
Public Licence) promovidaPor la FSF (Free Software Foundation).
Actualmente son bastantes los tipos de licencias libres que existen, según
el ámbito de aplicación resultan más convenientes unas que otras. En el
ámbito científico y académico las más usuales son las licencias Creative
Commons (CC).

Las licencias CC tienen su origen en EE.UU. Nacen en 2002 de la mano


de Creative Commons, una corporación americana sin ánimo de lucro y lle-
gan a España en el año 2003 a través de la Universidad de Barcelona (UB).
En octubre 2004 se publican seis licencias CC adaptadas a la legislación
española.

Las licencias CC se basan en cuatro símbolos con los siguientes signi-


ficados:

Q) BY Reconocimiento (Attribution): en cualquier explotación de


la obra autorizada por la licencia hará falta reconocer la
autoría.

®
NC No comercial (Non commercial): la explotación de la obra
queda limitada a usos no comerciales.

0 ND Sin obras derivadas (No derivate works): la autorización


para explotar la obra no incluye la transformación para crear
una obra derivada.

@ SA Compartir igual (Share alike): la explotación autorizada


incluye la creación de obras derivadas siempre que manten-
gan la misma licencia al ser divulgadas.

Las seis licencias posibles se corresponden con las siguientes combina-


ciones y significados:

66 TÉCNiCAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


BY Reconocimiento: se permite cualquier
explotación de la obra, incluyendo una
finalidad comercial, así como la creación
de obras derivadas, Ia distribución de las
cuales también está permitida sin ninguna
restricción.
BY-NC Reconocimiento- No comercial: se permi-
te la generación de obras derivadas siem-
pre que no se haga un uso comercial. Tam-
poco se puede utilizar la obra original con
finalidades comerciales.
BY-NC-SA Reconocimiento - No comercial - Com-
partir igual: no se permite un uso comer-
cial de la obra original ni de las posibles
obras derivadas, la distribución de las cua-
les se debe hacer con una licencia igual a
la que regula la obra original.
BY-NC-ND Reconocimiento - No comercial - Sin
obra derivada: no se permite un uso comer-
cial de la obra original ni la generación de
obras derivadas.
BY-S A Reconocimiento- Compartir igual: se per-
mite el uso comercial de la obra y de las
posibles obras derivadas, la distribución de
las cuales se debe hacer con una licencia
igual a la que regula la obra original.
BY-ND Reconocimiento - Sin obra derivada: se
permite el uso comercial de la obra pero no
la generación de obras derivadas.

Algunas críticas a este tipo de licencias proclaman que son una subver-
sión al sistema establecido, sin embargo las licencias CC no son contrarias
al copyright sino que constituyen una alternativa al mismo. Si el copyright
a través de su símbolo © indica la titularidad de derechos, la existencia a su
lado de una licencia ce implica para el titular «algunos derechos reserva-
dos» (en vez del tradicional «todos los derechos reservados») ya que parte
de sus derechos los cede al público usuario. El binomio copyright-licencia
ce significa que el titular de los derechos atribuye voluntariamente a su
obra un permiso y condiciones de uso de acuerdo a lo indicado en la licen-

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 67


cía, en la que como mínimo va a autorizar la reproducción, distribución y
comunicación pública.
Otra propuesta de licencias libres -de iniciativa española- son las licen-
cias Coloriuris. Pretenden definir una política de derechos de autor sobre
los contendidos asociados a las mismas a partir de un modelo dirigido espe-
cíficamente a países de habla hispana. Se forman a partir de áreas (a, b, e) y
colores (rojo, amarillo, verde y azul) que se combinan entre sí para formar
diez licencias posible~ cierto paralelismo en sus significados con las
licencias ce.
Las alternativas al sistema copyright van más allá de las licencias libres
y conforman toda una corriente cultural denominada «copyleft» en la que
tienen cabida tanto posturas extremas que propugnan un cambio radical
del sistema como posturas más conciliadoras que respetan el sistema pero
reclaman el derecho de los autores a decidir sobre el uso de sus obras y
defienden el derecho social a la cultura común y el deber de compartir con
la sociedad lo que se ha creado con financiación pública.

1.4. La propiedad intelectual en el entorno digital


Es un hecho conocido que intemet es hoy una herramienta cotidiana e
imprescindible, sin embargo hace treinta años era casi desconocida y de
uso muy restringido. En estos años, especialmente en los últimos diez, se
ha producido una revolución tecnológica que ha culminado en la actual
sociedad de la información donde las TIC (Tecnologías de la Información y
la Comunicación) están presentes en todos los ámbitos. El cambio del mun-
do analógico al digital es profundo y afecta a todas las esferas públicas y
privadas. La propiedad intelectual no escapa al cambio. La propiedad inte-
lectual ya no es solo interés de autores, titulares de derechos y de empresas
e industrias sino que es hoy interés de todos. Todos somos creadores y usua-
rios de contenidos al mismo tiempo. Los formatos digitales hacen posible
su reproducción, distribución, transformación y comunicación pública sin
barreras técnicas y geográficas de modo que en las redes digitales se alojan
multitud de contenidos, algunos libres pero la gran mayoría protegidos por
ser objeto de derechos de autor.
Los actos que se llevan a cabo sobre estos contenidos protegidos no
dejan de ser actos de explotación de los derechos de autor, de modo que
su uso debe ser tan ético en el entorno digital como en el entorno analó-

68 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


gico. Se ha dicho que la tecnología «debe ser neutra» en el sentido de que
las normas sobre propiedad intelectual deben regular el juego de derechos
independientemente de los soportes y formatos de los contenidos protegi-
dos y garantizar el equilibrio entre los derechos individuales de los titulares
y los derechos colectivos de la sociedad.
Como ya se ha dicho, los derechos patrimoniales de explotación son
cuatro: reproducción, dist~ción, transformación y comunicación públi-
ca. En el mundo digital actual estos derechos son usados constantemente al
realizarse actividades tan cotidianas como digitalizar, colgar materiales en
intemet, bajar contenidos de plataformas, enviar archivos por e-mail, etc.

Analizando estas actividades a la luz de los derechos de autor resulta que:


a) Digitalizar contenidos para su uso posterior en alguna de las redes
digitales constituye un acto de reproducción y por tanto un acto de
explotación de derechos de autor. Aunque hoy en día muchos conte-
nidos se crean en origen en formato digital existen aún muchos con-
tenidos en formatos analógicos que requieren ser digitalizados si se
quiere hacer de ellos un uso posterior en entornos digitales. Digitali-
zar es por tanto reproducir (o hacer copias) y en consecuencia queda
sometido a las normas (y excepciones) de propiedad intelectual.
b) Subir o «colgar» contenidos en un servidor (uploading) es también
un acto de reproducción, y si esos contenidos se ponen además a dis-
posición pública (publishing) de manera que un número indefinido
de personas puede acceder a los mismos se hace uso de otro dere-
cho que es el de comunicación pública en su modalidad de puesta
a disposición interactiva (art. 20. i de la LPI). Que los contenidos
estén abiertos en intemet o sean de acceso restringido a un colectivo
determinado (intranets, aulas virtuales) no afecta a su consideración
como «comunicación pública» en cuanto están dirigidos a una plu-
ralidad de personas y el ámbito excede del puramente doméstico.
e) Enviar documentos o archivos por correo electrónico es uno de los
supuestos menos claros a la hora de encajarlo en uno de los actos de
explotación de derechos de autor. Si no hay entrega de una copia en
soporte tangible no hay distribución, si no hay acceso colectivo no
hay comunicación pública. La doctrina se inclina a favor de consi-
derar como acto de puesta a disposición del público, en el sentido
del art. 20.2. i), el envío de contenidos por correo electrónico si los

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 69


destinatarios son una pluralidad de personas. Queda en el aire y sin
una postura clara al respecto el envío de materiales por correo elec-
trónico de individuo a individuo.
d) Navegar por internet y ojear contenidos (web browsing) no es en prin-
cipio un acto de explotación de derechos de autor -precisiones técni-
cas aparte- sino mero acceso al contenido y por tanto no hay riesgo
de infracción de derechos. Diferente es que después esos contenidos
se impriman, se descarguen, se-eopien, se distribuyan, se publiquen
en un blog o en una red ... pues esos sí son actos de explotación de
derechos de autor sometidos a las normas de propiedad intelectual.
e) Descargar contenidos (downloading) es también un acto de repro-
ducción y por tanto de explotación que no tiene porqué ser ilícito si
se hace en ejercicio de la excepción de copia privada o se hace sobre
contenidos con licencias libres que autorizan a ello.
El entorno digital en comparación con el entorno analógico facilita los
actos de explotación sobre los materiales (piénsese en hacer fotocopias en
papel v. hacer copias digitales). Facilidad que no debe llevar a un abuso o
un uso indebido de los derechos ajenos. Se pueden respetar los derechos
y hacer un uso ético de los mismos, primero conociendo y reconociendo
su existencia y después siguiendo las reglas de juego (excepciones legales,
licencias libres, permisos, etc.).

l .5. Otros derechos de consideración,


el derecho a la propia imagen
y la protección de datos personales
El entorno tecnológico con toda su potencialidad en el acceso a la infor-
mación no solo tiene incidencia en los aspectos de propiedad intelectual de
los contenidos accesibles y que se deben considerar al hacer uso de dichos
contenidos. Existen también otros derechos personales afectados. Por su
importancia hay que mencionar la protección de datos personales. El uso
masivo de datos personales con las TIC ha hecho necesaria una ley orgáni-
ca que los proteja a través de un conjunto de medidas y garantías para los
ciudadanos.
Esta ley es la LOPD, la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carác-
ter Personal (LO 1511999, de 13 de diciembre). Entre otras cosas esta ley
obliga a las Administraciones Públicas, como es el caso de las Universi-

70 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


---------------------------

2.2. El plagio en la era de la información


Las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones per-
miten una rápida forma de acceso a infinidad de contenidos que por su
naturaleza digital hacen sencillos su edición, almacenamiento y difusión.
Esto que supone infinitas ventajas en cuanto a formas de divulgación de
contenidos o sistemas de diversificación de canales de explotación para los
autores, se presenta como arma de drle filo cuando se trata de combatir
conductas ilícitas.
En este sentido, y desde el punto de vista de los usuarios, el hecho de
que el acceso a las obras sea fácil y rápido es a menudo confundido con
que esos materiales carezcan de derechos y de protección. Por tanto, es
falsa la creencia de que todo lo gratuito o lo públicamente accesible pue-
da ser utilizado indiscriminada e indebidamente (Bothma et al., 2011, p.
126). Esta es, sin duda, una de las explicaciones al hecho de que plagiar
nunca haya resultado tan sencillo e impune como en la actualidad (Temiño
Ceniceros, 2009, p. 179). Esos contenidos tienen derechos de propiedad
intelectual que deben ser respetados, y el principal de ellos, inalienable, es
el de paternidad y, por ende, la automática obligación de reconocimiento al
autor como creador de esa obra.
La extensión de estas conductas en todos los ámbitos, especialmente en
los de trabajo y estudio, y el aumento de su frecuencia e intensidad, se per-
ciben como una seria amenaza en el entorno educativo y académico. Pero
esa misma tecnología que facilita la violación impune de derechos de autor,
se convierte a su vez en la solución a la hora de detectar y desenmascarar
a los infractores.

2.2.1 . Los nuevos movimientos sobre los derechos


de copia frente al plagio
El reconocimiento de la autoría de las obras no entra en conflicto con
la libre circulación del conocimiento y de las innovaciones. Movimientos
como Copyleft o Creative Commons (CC) sientan las bases que separan
la distribución libre de obras de la tradicional amparada en el monopo-
lio como forma de incentivo económico para los autores. Y esas cuestio-
nes, meramente económicas, han de desligarse claramente de la autoría o
paternidad de las obras y su debido reconocimiento en terceros trabajos. El
debate sobre el plagio no ha de centrarse, al menos exclusivamente, en el

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 81


• No leer en profundidad los trabajos encomendados a los alumnos.
• Hacer evaluaciones superficiales o poco razonadas; realizar escasa o
nula supervisión de los ejercicios propuestos.
• Transmitir instrucciones erróneas o imprecisas sobre cómo elaborar-
los.
• Descoordinación entre el profesorado que puede generar sobrecargas
de trabajo de los estudiantes. \
• Permisividad con conductas deshonestas; o la prescripción de los
mismos trabajos de forma invariable durante muchos cursos (Sureda
et al., 2009).
En definitiva, es preciso desterrar de las aulas mensajes equívocos o
falsas verdades sobre estas cuestiones:
• En primer lugar, es necesario que los alumnos sepan interpretar una
referencia bibliográfica.
• En segundo lugar, es preciso que los alumnos sepan realizar una refe-
rencia bibliográfica completa y correcta.
• En tercer lugar, el estudiante debe entender el valor de las citas a otros
trabajos, en lugar de tener la sensación de ser penalizado en su califi-
cación por usar el trabajo de otros.
• En cuarto lugar, transmitir un mensaje inequívoco sobre la conducta
inadecuada y reprobable del plagio.
Es esencial que los profesores formen a sus estudiantes en creatividad
y originalidad, pero también es indispensable que les instruyan en buenas
prácticas académicas, lo que Egaña denomina la rueda del conocimien-
to, incluyendo el hecho fundamental de aprender a construir conocimiento
basándose en el trabajo de los que nos han precedido (Egaña, 2012, p. 27).

2.5. Tipos de plagio

Algunos autores realizan una clasificación ética del plagio, graduando


la gravedad del acto en función de la intencionalidad de la acción. Conse-
cuentemente, serán más graves las acciones encuadradas en los casos 1, 3 y
4 (Gotterbarn et al., 2006, p. 24):

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 87


l. Copia intencionada y literal del trabajo de otro a pesar de ser cons-
ciente de lo inapropiado del acto.
2. Considerar erróneamente que un texto de un autor forma parte del
conocimiento general.
3. Olvido no intencionado de citar una obra.
4. Realizar conscientemente una cita incompleta para inducir a error.
5. Realizar una cita incompleta incons~entemente.
Otros clasifican el plagio en función de la forma de copia, evidentemen-
te sin atribución de la autoría (Bothma et al., 2011, p. 128; Cabedo Nebot,
2010, p. 15):
l. Copia literal (verbatim).
2. Parafraseo: se incorporan cambios en el léxico o en el orden sintác-
tico.
3. Plagio de fuentes secundarias: copia de un texto que proviene de una
referencia a otro texto.
4. Plagio de forma: copia de tipografía o de la estructura.
5. Plagio de autoría: hacer pasar como propia una obra ajena.
Evidentemente, los matices a la hora de encuadrar el plagio son evi-
dentes y, en muchas ocasiones, las líneas que dividen el plagio del uso
lícito son difusas. Turnitin, en una de sus numerosas guías, ejemplifica las
dos clasificaciones anteriores (Turnitin, 2012). Para el caso de trabajos no
citados:
• Autor fantasma: el plagiario se apropia del texto completo de otro
autor.
• Fotocopia: el plagiario copia gran parte de la obra de otro autor sin
alterarla.
• Collage: el plagiario trata de disimular la copia tomando fragmentos
de distintas fuentes y haciéndolos coincidir manteniendo la mayor
parte de los textos originales.
• Mal disfraz: el plagiario mantiene el contenido fundamental de la
fuente, pero trata de enmascararlo modificando algunos de los térmi-
nos y frases originales.

88 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


• Trabajo del perezoso: el plagiario dedica mucho tiempo a retocar la
mayor parte de los textos tomados de fuentes diversas dándoles sentido,
en lugar de dedicar ese mismo esfuerzo a realizar un trabajo original.
Y para el caso de trabajos citados. En este caso, en cambio, es impor-
tante recordar que aunque las incorrecciones en la citación pueden ser per-
seguidas legalmente, no constituirán plagio si presentan adecuadamente al
autor de la obra, eludiendo así la falsa paternidad:
~
• La nota a pie de página olvidada: el escritor menciona al autor de
una fuente pero evita incluir información concreta para la adecuada
localización de la obra.
• La mala información: el escritor ofrece información imprecisa sobre
la fuente, imposibilitando su localización.
• El retoque peifecto: el escritor cita adecuadamente la fuente pero no
incluye comillas para señalar las frases tomadas de forma literal. En
este caso la idea se atribuye adecuadamente a la fuente, pero la pre-
sentación e interpretación de la información se hace pasar por original.
• El ingenioso citador: el escritor cita adecuadamente todas las fuentes,
señaliza las paráfrasis y los textos literales pero presenta un trabajo en
el que no existe aportación personal propia y original.
• El crimen peifecto: el escritor cita adecuadamente y señaliza los
textos literales tomados de algunas fuentes, pero parafrasea y toma
argumentos de otras fuentes que no son citadas, haciendo pasar esto
último como aportación original.

2.6. El derecho de cita

Una de las soluciones más rápidas y sencillas para evitar el plagio es


realizar la justa atribución del mérito de la obra de la que nos nutrimos para
realizar nuestro trabajo académico o científico a su autor. Como ya se men-
cionó en el inicio de este capítulo al exponer los límites o excepciones a los
derechos de explotación, reconocer la paternidad de la obra a su creador a
través de la cita es uno de los supuestos lícitos contemplados en el artículo
32 de la LPI descrito anteriormente, y esa mención expresa del nombre del
verdadero autor de la obra evita la consideración de plagio (Baylos, 1988,
p. 63; Espín Cánovas, 2001, p. 263; Temiño Ceniceros, 2009, p. 185-186).

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 89


Por tanto, y desde el punto de vista exclusivo del plagio, el uso del
derecho de cita (elfair use de los países anglosajones), evita el plagio. Sin
embargo, la inexistencia de plagio no significa que no puedan darse otro
tipo de infracciones de la ley por incumplir alguno de los requisitos con-
templados en el citado artículo, aunque esas son cuestiones que trascienden
la materia abordada en este capítulo. En cualquier caso, y a tenor de lo
reseñado en el apartado dedicado a los tipos de plagios, es preciso enfatizar
el hecho de que la cita ha ~er completa, correcta, que permita la loca-
lización inequívoca de la fuente, y que el texto empleado lo sea de forma

El plagio y la honestidad académica, [2012] [en línea]. Tutorial producido por


la Universidad de Sydney Library; adaptado y traducido por la CRUE-TIC y
REBIUN. [Consulta: 18 septiembre 2013]. Disponible en: http://ci2.es/objetos-
de-aprendizaje/tutorial-de-plagio.

90 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


3. Crear citas y referencias bibliográficas

Todo trabajo científico se elabora a partir de conocimientos anteriores,


de trabajos previos realizados por otros investigadores y plasmados en las
diferentes fuentes de información. Es esencial citar todas las fuentes con-
sultadas para no incurrir en plagio, lo que sería un delito. Las citas son una
garantía de calidad, hacen auténticos y fiables los documentos que gene-
ramos y contribuyen al reconocimiento de los derechos de autor que se
recogen en la Ley de Propiedad Intelectual (LPI).
Los sistemas de cita y la elaboración de referencias bibliográficas son
métodos científicos, de fácil aplicación, por los cuales dejamos constancia
y hacemos referencia a los autores-J a los recursos documentales que han
sido consultados y de los cuales hemos extraído ideas y conceptos que
incorporamos en nuestro trabajo científico. La presencia de las referencias
bibliográficas permitirá además que el lector del trabajo pueda acceder a
las obras citadas y ampliar los conocimientos sobre la materia.
Existen diferentes instituciones encargadas de establecer las normas
para la realización de citas y referencias bibliográficas. El Diccionario de
la lengua española (200 1) define el término norma como «regla que se debe
seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades, etc.» y
el término regla como «aquello que ha de cumplirse por estar así conve-
nido por una colectividad». Así pues, una norma es la adopción de unos
criterios uniformes, aprobados colectivamente por vía de acuerdo, para la
resolución de problemas repetitivos. Las normas no son leyes, por tanto
su incumplimiento no conlleva sanción, pero el producto resultante de no
estar normalizado puede no ser aceptado por la comunidad científica. Las
normas se elaboran para aplicarlas y, en función del uso que se hace, evolu-
cionan para ir adecuándose a las necesidades del momento. En un sentido
amplio podemos decir que la normalización es una práctica colectiva por
la que se establecen normas a todas las actividades de la vida humana que
necesitan regulación, como por ejemplo los diferentes tamaños del papel
que utilizamos (DIN A3, DIN A4, etc.), fabricación de ropa y calzado, nor-
mas de circulación, envasado de medicamentos, etc. La normalización es
un instrumento esencial para la transferencia de información en el campo
de la información científica.
La normalización afecta muy directamente a la creación de citas y
referencias bibliográficas de los recursos de información consultados. Las

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 95


normas que regulan esta actividad proceden principalmente de organismos
internacionales, pero también las hay elaboradas por organismos nacio-
nales, asociaciones, grupos empresariales, universidades, editoriales, etc.
Cuanto mayor sea el ámbito de responsabilidad de la institución que dicte
la norma, mayor será el colectivo que deberá cumplirla.
Entre las instituciones que dictan normas en materia de citas y referen-
cias bibliográficas destacamos:
• La International Organization for Standardization (ISO) es una
organización no gubernamental de carácter internacional que dicta
las normas ISO. En el ámbito que aquí estamos tratando es de espe-
cial relevancia la norma ISO 690, que fue elaborada en 1987 para la
redacción de citas y referencias bibliográficas de carácter multidis-
ciplinar tratando tanto documentos imp~como electrónicos. La
última adaptación es la norma ISO 690:2010. Information and docu-
mentation - Guidelines for bibliographic references and citations to
information resources.

• La Asociación Española de Normalización (AENOR) es la organiza-


ción española encargada de realizar las tareas de normalización y cer-
tificación. Las normas españolas, una vez aprobadas en nuestro país,
reciben el respaldo internacional en el seno de la Organización Inter-
nacional de Normalización (ISO) y se convierten en normas UNE.
La norma UNE-ISO 690:2013, es la equivalencia española de la ISO
690:2010 para la redacción de referencias bibliográficas y de citas de
recursos de información en trabajos académicos.
• La American Psychological Association (APA) es la organización que
genera el manual de estilo APA, muy utilizado en los trabajos de las
diferentes disciplinas de las ciencias sociales. El APA Style se recoge
en Publication Manual of the American Psychological Association.
• La Harvard University elabora el sistema de cita Harvard, también
conocido como sistema autor-año, un método específico de citación
que en la actualidad ha sido adoptado por otros sistemas.
• El International Committee ofMedica[ Journal Editors (Comité Inter-
nacional de Editores de Revistas Médicas), elaboró en 1979las normas
Vancouver que establecieron una serie de requisitos para la redacción
de las referencias bibliográficas en los trabajos médicos publicados en
revistas de salud. Hoy figuran reunidas en el Uniform Requirements

96 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


for Manuscripts Submitted to Biomedical Journals: Writing and Edi-
ting for Biomedical Publication, con actualización de 2010.
Todos los sistemas mencionados son similares de manera que no impor-
ta utilizar uno u otro, pero lo importante es que el método elegido debe ser
aplicado a lo largo de todo el trabajo de forma uniforme.
En el desarrollo de los siguientes apartados vamos a profundizar en
la norma ISO 690:2010. lnformation and documentation- Guidelines for
bibliographic references and citations to information resources. Esta nor-
ma del ámbito de la Información y Documentación establece un conjunto
de directrices para la creación de citas y referencias bibliográficas de todo
tipo de recursos de información. La hemos elegido por ser de carácter mul-
tidisciplinar y por lo tanto aplicable en distintas áreas de conocimiento. La
ISO 690:2010 reemplaza, reuniendo en un único documento, la norma ISO
690:1987 que se dedica~clusivamente a documentos en soporte físico
y la ISO 690-2:1997 dirigida a recursos electrónicos. Su equivalente espa-
ñola es UNE-ISO 690:2013.
Para concluir este apartado introductorio, enunciaremos algunas cues-
tiones que deben tenerse en cuenta a la hora de aplicar alguna de las normas
que acabamos de mencionar. La primera cuestión es que no se debe inten-
tar «regular la norma», es decir, tratar de convertir Jo que son una serie de
recomendaciones y directrices, más o menos flexibles, para la elaboración
de citas y referencias bibliográficas en un conjunto de reglas inflexibles
de estricto y obligado cumplimiento. No hay que olvidar lo que la norma
intemacional, que nosotros emplearemos, mee: «Esta norma internacional
no prescribe un estilo concreto de referencia o de cita. El estilo y la pun-
tuación de los ejemplos anotados en esta norma internacional no tienen
carácter prescriptivo» (AENOR, 2013, p. 6). Igual filosofía debe aplicarse
al contenido de este apartado.
A continuación, transcribimos y comentamos, los principios básicos
que establece dicha norma para la creación de referencias bibliográficas
(AENOR, 2013, pp. 7-8):
1. La información que se incluya en una referencia debe ser la suficien-
te para identificar con claridad el recurso. Por tanto debe huirse de
la información redundante y superflua y debe incluirse aquella que
ayude a identificar sin ambigüedad el recurso citado.
2. Quien hace la referencia es quien tiene que determinar el nivel de
especificidad apropiado en la descripción bibliográfica. Esto implica

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 97


for Manuscripts Submitted to Biomedical Joumals: Writing and Edi-
ting for Biomedical Publication, con actualización de 2010.
Todos los sistemas mencionados son similares de manera que no impor-
ta utilizar uno u otro, pero lo importante es que el método elegido debe ser
aplicado a lo largo de todo el trabajo de forma uniforme.
En el desarrollo de los siguientes apartados vamos a profundizar en
la norma ISO 690:2010. Information and documentation- Guidelines for
bibliographic references and citations to information resources. Esta nor-
ma del ámbito de la Información y Documentación establece un conjunto
de directrices para la creación de citas y referencias bibliográficas de todo
tipo de recursos de información. La hemos elegido por ser de carácter mul-
tidisciplinar y por lo tanto aplicable en distintas áreas de conocimiento. La
ISO 690:2010 reemplaza, reuniendo en un único documento, la norma ISO
690:1987 que se dedica~xclusivamente a documentos en soporte físico
y la ISO 690-2:1997 dirigida a recursos electrónicos. Su equivalente espa-
ñola es UNE-ISO 690:2013.
Para concluir este apartado introductorio, enunciaremos algunas cues-
tiones que deben tenerse en cuenta a la hora de aplicar alguna de las normas
que acabamos de mencionar. La primera cuestión es que no se debe inten-
tar «regular la norma», es decir, tratar de convertir lo que son una serie de
recomendaciones y directrices, más o menos flexibles, para la elaboración
de citas y referencias bibliográficas en un conjunto de reglas inflexibles
de estricto y obligado cumplimiento. No hay que olvidar lo que la norma
internacional, que nosotros emplearemos, dice: <<Esta norma internacional
no prescribe un estilo concreto de referencia o de cita. El estilo y la pun-
tuación de los ejemplos anotados en esta norma internacional no tienen
carácter prescriptivo» (AENOR, 2013, p. 6). Igual filosofía debe aplicarse
al contenido de este apartado.
A continuación, transcribimos y comentamos, los principios básicos
que establece dicha norma para la creación de referencias bibliográficas
(AENOR, 2013, pp. 7-8):
l. La información que se incluya en una referencia debe ser la suficien-
te para identificar con claridad el recurso. Por tanto debe huirse de
la información redundante y superflua y debe incluirse aquella que
ayude a identificar sin ambigüedad el recurso citado.
2. Quien hace la referencia es quien tiene que determinar el nivel de
especificidad apropiado en la descripción bibliográfica. Esto implica

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 97


que hay que seleccionar de todos aquellos elementos que pueden
formar parte de una referencia bibliográfica, aquellos que se ade-
cúen al objetivo del trabajo y al uso que se haga del material citado.
A veces habrá que adaptarse a los gustos del creador de la referencia
(quién podrá decidir entre una referencia extensa o una abreviada) o
a los que imponga con normas de facto el área de trabajo.
3. Los datos incluidos en una referencia se deberían obtener, siempre
que sea posible, del recurso citado. Cuando esto no sea posible y
si la información faltante se considera necesaria, se puede tratar de
obtener por otra vía.
4. Los datos anotados en la referencia deberían reflejar el ejemplar o
la ocurrencia concreta del documento usado. Esto resulta muy nece-
sario en el caso de recursos que sean susceptibles de modificación
(varias ediciones, traducciones, etc.). En el ámbito de los recursos
electrónicos, la actualización ere-tos contenidos, su ubicación en
la red o las diferentes versiones de una aplicación informática son
situaciones que deben reflejarse en la referencia bibliográfica expre-
sando, por ejemplo, la fecha de consulta de un recurso web, o la
versión del programa informático que se ha utilizado.
5. Este principio ya lo hemos subrayado más arriba, la norma dice: «Se
debe usar un esquema uniforme de estilo, formato y puntuación para
todas las referencias incluidas en un documento, independientemen-
te de la guía de estilo concreta utilizada».

3.1. Citas y tipos de citas


El Diccionario de la lengua española (200 1) define citar como la acción
de: «Referir, anotar o mencionar los autores, textos o lugares que se alegan
o discuten en lo que se dice o escribe».
Conforme a la definición anterior, una cita consistirá en una mención,
más o menos breve, de una idea ajena en la que el autor del texto se apoya
y le sirve de base para crear nuevo conocimiento.
En los trabajos científicos y académicos se denomina cita bibliográfica
al conjunto de datos con que el autor del trabajo posibilita la remisión a
los documentos que ha utilizado como apoyo y validación de los argu-
mentos y pruebas incluidos en el mismo. La cita contiene los elementos

98 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


de identificación imprescindibles de los documentos que posteriormente
se representarán a través de una descripción más extensa en una referencia
bibliográfica. La diferencia entre ambas es que la cita es cada una de las
menciones que se hace a un documento o a una de sus partes en un trabajo
de investigación o académico, mientras que la referencia es la descripción
bibliográfica completa de ese documento. De esta manera, un documento
puede aparecer citado varias veces en un mismo trabajo, pero solo recibirá
una única referencia bibliográfica (Diccionario Enciclopédico de Ciencias
de la Documentación, 2004).
Las citas bibliográficas cumplen los siguientes objetivos:
• Dar a conocer trabajos publicados anteriormente para contrastar la
información presentada en un trabajo.
• Otorgar credibilidad a la información aportada verificando su origen.
• Posibilitar que cualquier lector-dé( trabajo de investigación pueda
ampliar la información o comprobar los datos aportados en el mismo.
• Contribuir a evitar el plagio.
Las citas en el texto de un trabajo científico siempre deben remitir al
documento citado, que aparecerá en la lista de referencias bibliográficas al
final del mismo. Podemos distinguir los siguientes tipos de citas:
• Cita directa, llamada también cita literal o cita textual, es la que
reproduce exactamente un texto ajeno, tal y como está escrito en el
documento del que se ha tomado, y se incorpora al texto propio con
el objeto de contrastar afirmaciones.

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 99


• Cita indirecta o paráfrasis es la que no reproduce exactamente un tex-
to ajeno sino que el citador, para transmitir la idea, utiliza sus propias
palabras.

• Cita de cita es la que se utiliza para citar a un autor que ha sido men-
cionado por otro, pero cuya obra no hemos consultado directamente,
esta circunstancia debe quedar perfe~ente clara en nuestro texto.

¿Y dónde situamos una cita? Cuando un párrafo de una obra se quiere


introducir en un trabajo académico, si es una cita textual breve, de tres o cuatro
líneas, se puede presentar intercalado en el texto y encerrado entre comillas.

Por el contrario, si el párrafo de una obra que se desea introducir en un


trabajo académico es largo, más de cuatro líneas, es considerado una cita

1 00 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


l

literal extensa y no se presentará intercalado en el texto sino en línea aparte,


con sangría a ambos lados y sin comillas.

3.2. Sistemas de citación


Un trabajo académico o uno de investigación puede presentar todas las
citas que su autor considere adecuado. Un mismo documento puede ser
citado en un trabajo tantas veces como sea necesario pero solo presentará
una única referencia bibliográfica completa en la lista bibliográfica o sim-
plemente bibliografía, que se incluye al final del trabajo.

Son varios los sistemas que sirven para realizar las citas en un trabajo
científico y remitir a los documentos consultados en la investigación. Los
diferentes sistemas de cita se caracterizan por la relación que presentan entre
la cita introducida en el texto y las referencias bibliográficas de los docu-
mentos consultados que aparecerán posteriormente en la bibliografía. Es
indiferente utilizar un sistema u otro de cita, pero el elegido, teniendo en
cuenta uno de los principios básicos establecidos en la norma, deberá ser
qpfté?id:~ uniformemente en todo el trabajo. Siguiendo la norma UNE-ISO (1
09Q~3 vamos a definir tres sistemas diferentes: el sistema de cita en notas
continuas, sistema de cita nombre y fecha y el sistema de cita numérico.

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 101


3.2.1. Sistema de cita en notas continuas

El sistema de cita en notas continuas consiste en introducir en el texto


del trabajo de investigación que se redacta un número correlativo, escrito
en superíndice, cada vez que se realice una cita. Cada número en superín-
dice remite a la nota del mismo número, cuya situación podrá ser a pie de
página o al final del capítulo o al final de todo el texto. En dicha nota se
describe la referencia bibliográfica del documento citado, que irá precedida
de la misma numeración en superíndice. Las notas se presentan en el mis-
mo orden en que aparecen en el texto.
El posicionar las notas a pie de página tiene la ventaja de facilitar la
consulta al lector del trabajo, sin embargo su redacción resulta más pesa-
da. Por el contrario presentarlas al final del capítulo o de la obra aligera la
redacción y lectura del texto pero dificulta su consulta.
Al utilizar en un trabajo de investigación este-sis!_ema de cita en nota
debemos tener presente las siguientes consideraciones:

a) Primera cita
La primera vez que se realiza una cita en el texto referida a un docu-
mento debe hacerse una nota bibliográfica con la referencia que contenga,
tras el número en superíndice correspondiente, todos los datos identifica-
dores de la obra que se está citando. Estos identificadores deberán aparecer
en el orden, la tipografía y puntuación recomendados para cada tipo de
recurso. A continuación se indicará la página o páginas de la obra de donde
se ha tomado la cita.

102 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


b) Segundo cito

Cuando se realiza una segunda cita a un mismo documento y su posi-


ción en el texto es inmediatamente detrás de la primera, para evitar repetir
la referencia bibliográfica completa, puede hacerse una nota bibliográfica
utilizando la forma latina Ibídem que se dará acentuada «<bídem» con sig-
nificado de «allí mismo» (en el mismo lugar que la referencia anterior)
seguida de la indicación de la página o páginas de la obra de donde se ha
tomado la cita.

Cuando se realiza una segunda cita (y sucesivas) a un mismo documen-


to y su posición en el texto no es inmediatamente detrás de la primera, sino
que aparecen separadas entre sí por citas a otros documentos, para evitar
repetir la referencia bibliográfica completa, puede hacerse una nota biblio-
gráfica aludiendo a la primera cita pero en forma abreviada, por ejemplo
indicando:

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 103


r
r

Otra forma de nota bibliográfica abreviada puede ser indicando:

El ejemplo anterior quedaría de la siguiente forma:

104 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


3.2.2. Sistema de cita nombre y fecha

El sistema de cita nombre y fecha, también conocido como autor-año


o sistema Harvard, consiste en introducir en el texto del trabajo de investi-
gación y entre paréntesis el apellido del autor y el año de publicación del
documento citado. Si la utilización de un único apellido no identifica sin
ambigüedad la obra citada podrán emplearse, si los hubiere, dos apellidos.
En este sistema de cita, la referencia bibliográfica completa del documento
citado aparecerá en la bibliografía al final del trabajo e irá ordenada alfabé-
ticamente por el apellido. En las obras de un mismo autor, se usará como
segundo elemento de ordenación el cronológico de la fecha de publicación.

Al utilizar este sistema de cita nombre-fecha en un trabajo de investiga-


ción debemos tener presente las siguientes consideraciones:

a) Sin mención en el texto

Si el apellido del autor y la fecha de publicación de la obra que vamos


a citar no forman parte integrante del texto de nuestro trabajo, ambos se
darán entre paréntesis. Siguiendo la recomendación de la norma en cuanto
a sistemas de puntuación a emplear, se deben diferenciar los elementos
de la cita tipográficamente o mediante puntuación, por lo que es habitual
utilizar una coma para separar autor de fecha. Se pueden añadir otros ele-
mentos, como por ejemplo la página o capítulo consultado, en cuyo caso se
separará de los elementos anteriores también mediante una coma. Cuando
se ha tomado un texto literal, siempre es obligatorio citar la página de don-
de se ha tomado.

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 105


b) Con mención en el texto
Cuando el apellido del autor de la obra que vamos a citar forma parte
integrante del texto de nuestro trabajo, tan solo se dará entre paréntesis la
fecha de publicación de dicha obra.

Cuando el apellido del autor y la fecha de publicación de la obra que


vamos a citar forman parte integrante del texto de nuestro trabajo, ambos
se darán sin paréntesis.

e) Mismo autor
Cuando dos o más documentos que vamos a citar pertenecen al mismo
autor y presentan la misma fecha de publicación, para diferenciarlos se
añadirá a cada fecha una letra minúscula (a, b, e, etc.) tanto en la cita corno
en la lista de referencias bibliográficas al final del trabajo para asegurar la
correspondencia exacta entre cita y referencia.

106 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


d) Varios autores
Cuando en el documento que vamos a citar aparecen dos o tres autores
debemos introducir en el texto y entre paréntesis los apellidos de todos los
autores separados por coma «,» o por el nexo y «y» o simplemente por el
signo ando «&», si bien este último signo es más frecuente en los textos
anglosajones.

O bien

Nota: en este texto se utiliza el nexo «y».

Cuando deseamos citar un documento que presenta más de tres autores,


se debe abreviar la cita indicando en el texto entre paréntesis solamente
el apellido del autor que figura en primer lugar seguido de «y otros» o su
abreviatura «et al.» para hacer referencia a los autores omitidos.

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 1 07


e) Varios documentos

Cuando en una misma cita necesitamos referirnos a dos o más docu-


mentos diferentes se introducirán en el texto y entre paréntesis el apellido
del autor y el año de publicación de cada uno de los documentos a citar
separados por punto y coma.

Una vez analizadas las características más importantes del sistema de


cita nombre-fecha se presenta un ejemplo completo, es decir, un párrafo
de un supuesto trabajo con las citas correspondientes a los documentos
consultados en la investigación y la lista con las referencias bibliográficas
completas de dichos documentos que aparecerá al final del trabajo bajo el
epígrafe de bibliografía.

108 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


1
l

( 1
~
1

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 109


11 0 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN
Ejemplo de referencia bibliográfica:

3.6. Presentación de las referencias bibliográficas


en bibliograñas
Podemos definir bibliografía como una lista de las referencias biblio-
gráficas correspondientes a todos los documentos consultados y citados en
un trabajo de investigación, siguiendo un sistema de ordenación determina-
do. Todo trabajo académico debe concluir con una bibliografía que facilite
al lector del mismo qué recursos documentales han sido consultados.
La bibliografía es un elemento fundamental de todo trabajo académico,
se presentará al final del mismo y puede aparecer bajo diferentes epígrafes
como Bibliografía, Bibliografía general, Bibliografía consultada, Biblio-
grafía citada, Referencias, Referencias bibliográficas, entre otros.

3.6.1. Ordenación de la bibliografía


Existen varias formas de ordenación de las referencias bibliográficas
que conforman la bibliografía: alfabética, numérica, cronológica, geográ-
fica, por tipo de material bibliográfico, por materias, etc. En los trabajos
académicos el sistema de ordenación más utilizado es la ordenación alfa-
bética. A continuación indicamos las pautas que se deben seguir para su
realización con ejemplos ilustrativos.
Según la norma UNE-ISO 690:2013 se ordenarán juntas todas las refe-
rencias bibliográficas de los recursos consultados, sin importar el tipo de
material bibliográfico que sea (libro, revista, artículo de revista, recurso
electrónico, vídeograbación, grabación sonora, etc.). El primer elemento de
la referencia bibliográfica se utilizará como primer criterio de ordenación.
Así pues, se intercalarán alfabéticamente las referencias por los apellido/s

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 165


de los autores, por los nombres de entidad (sean corporativas, jornadas o
congresos) o por los títulos, omitiendo el artículo inicial (en obras anóni-
mas y para las obras de autoría múltiple).

Si varias referencias bibliográficas tienen el mismo elemento inicial,


sea éste el apellido de un autor o sea igual título, se usará como segundo
criterio de ordenación la fecha de publicación.

166 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


Cuando varias referencias bibliográficas presenten el mismo elemento
inicial, sea éste el apellido de un autor o sea igual título, se puede sustituir
dicho elemento inicial por un guión en la segunda y sucesivas referencias.
!
1

Cuando varias referencias bibliográficas presenten el mismo autor y la


misma fecha de publicación, se ordenará por orden alfabético de la letra
añadida al año de publicación para diferenciar las obras (a, b, e, etc.).

i
~

Cuando varias referencias bibliográficas presenten diferente número de


autores y el primer autor sea el mismo para todas, se ordenarán por número
de autores: primero las referencias de un autor, le siguen las de dos autores,

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 167


a continuación las de tres autores y por último las referencias con más de
tres autores, en las que se puede seleccionar el apellido del primer autor y
a continuación añadir la abreviatura «et al.»

En un trabajo de investigación las referencias bibliográficas completas


de los documentos consultados para su realización se deben presentar al
final en la denominada bibliografía consultada. Utilizando las referencias
anteriores y teniendo en cuenta los criterios de ordenación comentados, la
bibliografía quedaría como mostramos a continuación.

168 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


de forma cerrada, privativa y de funcionamiento local hasta las que han
surgido en las últimas generaciones y que se basan en el uso del software
libre, gratuito y el «cloudcomputing».
En este sentido se van a tratar desde tres puntos de vista:
• Los gestores que trabajan exclusivamente en local, es decir, solo
actúan en nuestro ordenador personal.
• Los que funcionan en línea. j
• Y aquellos que cuentan con un funcionamiento mixto.

El planteamiento de este epígrafe reside en realizar un análisis de las 1


capacidades de estas aplicaciones, no con el objetivo de crear un tutorial
o guía de uso, sino con el de presentar las distintas funcionalidades que
poseen y comparándolos, de modo que sea el propio usuario el que valore
l
y decida cuál utilizar en cada momento. 1
1

4.1. Los gestores bibliográficos y la automatización


del proceso de citación y referencia
Como ya se ha establecido en diferentes apartados de este capítulo,
durante el proceso de creación de cualquier trabajo académico, de investi-
gación o profesional, se consulta abundante literatura tanto científica como
de divulgación, que es necesario reseñar en el trabajo realizado a través
de las citas y la bibliografía, con diversos fines, como son: reconocer el
trabajo previo, sustentar las propias opiniones o rebatir las de otros, aportar
diferentes visiones del tema a tratar, etc.
Tradicionalmente, la elaboración de las citas y referencias bibliográfi-
cas se ha venido realizando de forma manual, y como se ha explicado en
epígrafes anteriores de este capítulo, introduciendo en el texto del traba-
jo las citas en los diferentes formatos (como nota, autor-año, numérico) y
construyendo las referencias bibliográficas de forma manual dependiendo
del formato que se elija para ello (IS0-690, Harvard, Vancouver, etc.), por
lo que se trataba generalmente de una tarea muy laboriosa, especialmente
en trabajos de gran envergadura, como los trabajos fin de grado, fin de
master, tesinas, tesis doctorales, etc. Sin embargo, desde hace unos años se
dispone de herramientas que permiten llevar a cabo estas tareas de forma
mucho más amigable y prácticamente automática.

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 171


Desde la aparición de los primeros gestores bibliográficos (Procite®
y Endnote®), éstos han evolucionado notablemente, siendo los primeros
meras bases de datos documentales, con funcionalidades muy limitadas,
orientadas casi exclusivamente a la alimentación de la base de datos de
forma manual o recopilando información de fuentes en línea utilizando
estándares de comunicación como el denominado protocolo Z39.50, y con
el único objetivo de permitir la generación automática de las referencias
bibliográficas.
Mientras que actualmente los gestores bibliográficos consisten en ser-
vicios completos de localización, recuperación y volcado de la información
a bases de datos locales o en línea, dónde mantener, desde los datos biblio-
gráficos hasta los textos completos de los trabajos relacionados, anotacio-
nes, etc., y que además permiten generar listas bibliográficas, integrarlas
con los procesadores de textos, compartirlas vía web con otros usuarios de
la aplicación e incluso generar perfiles de usuario personalizados con listas
de referencias, temas de interés, usuarios afines, etc. Por lo que llegan a
convertirse en verdaderas redes sociales para los autores de literatura cieo/-
tífica (Alonso-Arévalo, Cordón-García y Martín-Rodero, 2012; Cordón-
García, Martín-Rodero y Alonso-Arévalo, 2009).
Así, los diferentes gestores bibliográficos, que han proliferado especial-
mente en el ámbito académico, parten de un objetivo y filosofía comunes:
Elaborar, mantener y gestionar las citas y referencias bibliográficas, facili-
tando y simplificando estas tareas e incorporando además, en muchos casos,
la capacidad de obtener los datos necesarios para ello, directamente de fuen-
tes bibliográficas de distinta índole (bases de datos bibliográficas, catálogos
de bibliotecas en línea, etc.), e incluso de las mismas publicaciones.
Uno de los mayores hitos en el desarrollo de los gestores de referen-
cias bibliográficas y la automatización en la creación de bibliografías, es
el desarrollo e implementación formatos de etiquetado de las referencias,
que permitiera el intercambio entre los diferentes gestores y bases de datos
bibliográficas. El sistema más extendido es el formato RIS, desarrollado
por el Institute for Scientific lnformation (ISI), implementado originalmen-
te en los gestores de referencias Reference Manager® y Procite, que se ha
convertido en un estándar de facto que hoy en día utilizan prácticamente
todas las bases de datos bibliográficas y la mayor parte de los gestores de
referencias, con el objetivo de etiquetar e intercambiar la información con-
tenida en las referencias bibliográficas.

172 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA V USO DE LA INFORMACIÓN


. Gestores bibliográficos en local

Los gestores bibliográficos que manejan bases de datos locales, esto


que se encuentran localizadas en el disco duro del ordenador personal
usuario, fueron los primeros en aparecer y, aunque algunos de ellos aún
el desarrollo de la mayoría de ellos se encuentra discontinuado o
vvL(.UU.vHO,vhan sido abandonados. Los ejemplos más conocidos de este
de gestores, tanto por ser los más conocidos como por el hito que supu-
so su aparición en cuanto al manejo de amplias colecciones bibliográficas,
son Procite y Reference Manager.
Las ventajas e inconvenientes de este tipo de gestores vienen marcadas
por su dependencia de la máquina física en la que se encuentran instalados.
La principal ventaja es que ofrecen un gran control sobre la base de datos
bibliográfica, puesto que se encuentra físicamente en el ordenador con el
que se trabaja y no existe el riesgo de una mala sincronización o de mante-
ner diferentes versiones en diferentes máquinas.
Sin embargo, puesto que cada vez se tiende más al uso de múltiples
equipos (en el trabajo, en casa, equipos portátiles, etc.), las bases de datos
locales ofrecen una funcionalidad muy limitada y si se quiere mantener
una sincronización entre los diferentes puestos de trabajo, no solo se incre-
menta el riesgo en el control de las versiones sino que aumenta también la
probabilidad de que la base de datos se corrompa, provocando la pérdida de
las referencias bibliográficas.
Reference Manager y Procite son dos gestores bibliográficos muy
similares, ambos desarrollados por el gigante de las bases de datos biblio-
gráficas, Thomson-Reuters. Las funcionalidades que ofrecen ambas apli-
caciones son muy parecidas, a pesar de que el desarrollo de Procite se
encuentra discontinuado desde 2010. Cuentan con versiones para sistemas
Windows® y Macintosh® y entre sus características comunes se encuen-
tran la descarga automática de registros bibliográficos de Pubmed (base
de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina Americana) y las bases
de datos bibliográficas de Thomson-Reuters; organización y edición de las
referencias bibliográficas; integración con Microsoft Word® para la inser-
ción de citas y referencias en el texto y la posibilidad de compartir las listas
de referencias a través de una red local.
Por otro lado, existen una serie de características propias de cada uno
de estos sistemas que los diferencian. En el caso de Reference Manager,

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN V BIBLIOGRAFÍA 173


la principal funcionalidad que lo diferencia de Procite es la capacidad de
compartir las referencias bibliográficas mediante la publicación vía Web,
de forma que quienes accedan a las listas bibliográficas puedan descargar
dichos registros en formato RIS o XML.
El desarrollo de ambos gestores se encuentra discontinuado, y han sido
sustituidos por el gestor EndNote desarrollado igualmente por la empre-
sa Thomson-Reuters, que si bien en un principio se planteó como gestor
bibliográfico en local, su evolución lo ha llevado a integrarse con su versión
Web, convirtiéndose en un gestor mixto, con base de datos y cliente local,
pero también con un cliente online y con la posibilidad de sincronizar con
una base de datos «en la nube».

4.3. Gestores bibliográficos online


A diferencia de los clásicos gestores bibliográficos, que trabajan exclusi-
vamente con una base de datos situada en el propio ordenador personal, los
gestores bibliográficos en línea cuentan con un interfaz y una base de datos
desarrollados exclusivamente para trabajar en línea, a través del navegador.
La principal ventaja del interfaz y la base de datos online es que es
accesible en cualquier momento y desde cualquier lugar, con tal de tener
disponible una conexión a Internet. Así, no será necesario instalar la aplica-
ción en diferentes equipos y se elimina el principal problema de los gesto-
res bibliográficos locales, es decir, el control sobre las diferentes versiones
de la base de datos, puesto que en estos gestores la base de datos es única,
alojada en la red (cloud), independientemente del equipo desde el cual se
trabaje.
Sin embargo, el hecho de que el acceso se realice exclusivamente a
través de un navegador web y de que la base de datos se encuentre ubicada
en línea, genera un problema inherente a la principal ventaja de este tipo
de gestores, y es que si no se dispone de conexión a internet es imposible
acceder al gestor ni a su base de datos. Es por este motivo que surgen los
gestores «mixtos», que buscan resolver este problema a través de diferentes
planteamientos que se analizarán más adelante.
Los principales exponentes de este tipo de gestores en línea son
Refworks® y EndNote-Web®, aunque este último ha evolucionado como
una forma online del gestor local EndNote, y la integración de ambos en

17 4 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


versiones de EndNoteX® lleva a considerarlo como un gestor mixto.
análisis va a centrarse, como modelo, en el sistema planteado por
Refworks, que es puramente online.
Lo que ofrece Refworks como gestor bibliográfico online es una inter-
faz desarrollada en el lenguaje de programación Java, accesible a través
del navegador y una base de datos en línea, accesible desde cualquier orde-
nador con conexión a intemet e incorpora las funcionalidades clásicas de
acceso a los catálogos a través del protocolo Z39.50, que permite acceder
a un gran número de catálogos de bibliotecas, centros de información y
algunas bases de datos bibliográficas, como Pubmed.
Hasta este punto tan solo se trata de trasladar la aplicación a la web, sin
gran diferencia sobre las funcionalidades que ya ofrecían los programas
locales. Sin embargo, la diferencia más significativa estriba en el valor aña-
dido que puede aportar Refworks a través del interfaz web y que consiste
principalmente en su capacidad para capturar registros de un gran núme-
ro de bases de datos, catálogos, editores, canales RSS y diferentes tipos
de recursos disponibles en la web. Así, es realmente sencillo importar a
Refworks un artículo científico localizado a través de Google Scholar, la
Web of Science, Scopus o el catálogo de la biblioteca.
Además, Refworks incorpora algunas herramientas propias que le otor-
gan un valor añadido extra, como son RefGrab-It, para capturar páginas web
y convertirlas en referencias bibliográficas y Write-N-Cite, un plug-in que
se integra en Microsfot Word® y permite insertar directamente en el texto
las citas y referencias bibliográficas que se encuentren en la base de datos.
En cuanto a la gestión y generación de las bibliografías, Refworks tam-
bién ofrece algunas funcionalidades muy atractivas. Permite organizar las
referencias en carpetas, realizar búsquedas por autor, descriptor o fuente e
incluso compartir las referencias a través de la web. Además, cuenta con
un gran número defonnatos bibliográficos, tanto para dar forma a las citas
en el texto como a la bibliografía, y es a la hora de generar la bibliografía
cuando Refworks muestra todo su potencial, puesto que ya sea a través de
la herramienta Write-N-Cite, como mediante la opción de «formatear el
manuscrito», la aplicación informática permite insertar las citas en el texto,
identificadas mediante un código alfanumérico, de forma que sea el propio
software el que se encargue, una vez terminado el texto, de darles el forma-
to correcto y de insertar, al final del trabajo, la bibliografía en el estilo que
el usuario haya escogido.

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 175


4.4. Gestores bibliográficos mixtos
Para terminar con el análisis de los diferentes tipos de gestores, va a
analizarse la última generación de los mismos, los denominados gestores
mixtos, que funcionan con una aplicación local (cliente) pero al mismo
tiempo son capaces de sincronizar sus contenidos y la base de datos biblio-
gráfica con servicios en línea o «en la nube».
Este tipo de gestores trata de aunar las ventajas de los dos tipos ante-
riores y salvar los escollos que se pueden plantear en el uso diario de cual-
quiera de ellos. Así, toman de los gestores locales la capacidad de trabajar
con una aplicación instalada en el equipo del usuario, ofreciendo una expe-
riencia de uso mucho más cómoda y fluida que la interfaz web. Al mismo
tiempo, eliminan el principal inconveniente de los gestores locales, toman-
do de los gestores online la sincronización automática de la base de datos,
de forma que podamos tener instalado el cliente en diferentes equipos y
todos ellos trabajan y se sincronizan con una base de datos única, por lo que
se elimina el problema de las duplicidades, desactualizaciones y control de )
versiones sobre la base de datos bibliográfica.
Por otro lado, el hecho de que el sistema trabaje con una base de datos
local, que se sincroniza vía intemet, soluciona el principal problema de
los gestores web, puesto que es posible trabajar con el gestor aunque no se
cuente con acceso a intemet, puesto que en el momento en el que se vuelva
a acceder a la red, el sistema sincronizará y actualizará la base de datos, por
lo que el flujo de trabajo no se verá interrumpido por la falta de acceso a la
red durante un periodo determinado.
Uno de los primeros sistemas de gestión de referencias en adaptarse
a este funcionamiento mixto fue el software EndNote. Originalmente se
trataba de la combinación de una aplicación web, «EndNote Web» y una
aplicación de escritorio «EndNote», que incorporaba de forma bastante
limitada algunas de las funcionalidades de la versión web. Posteriormente
ambos sistemas se unificaron, creando EndNoteX. Se trata de un software
privativo y de pago, a pesar de que la versión de prueba puede obtenerse vía
web y es completamente funcional durante un periodo de 30 días.
EndNoteX presenta unas funcionalidades muy similares a las de
Refworks, incluidas las capacidades de integración con Microsoft Word y
otros editores de texto y la posibilidad de formatear un documento en el
que se hayan introducido las citas de forma previa. Sin embargo ofrece

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 179


algunas opciones extra que pueden resultar interesantes, como por ejemplo
la posibilidad de marcar los documentos como leídos o no leídos, valorar-
los, incluir anotaciones o agregar los documentos originales en múltiples
formatos (PDF, Word, etc.) a la propia referencia, almacenándolos en sus
servidores. Refworks también ofrecía esta posibilidad, pero la forma de
hacerlo es mucho menos intuitiva, dado que se trata de un servicio web y
por tanto es necesario esperar a que el fichero «suba» al servidor, mientras
que en EndNoteX lo hará de forma automática en la siguiente sincroniza-
ción de la base de datos.

En EndNoteX, tan solo es necesario marcar en el gestor la referencia


que se quiere insertar y en el procesador de textos indicar que se quiere
insertar en el mismo:

Guiones ...
Diccionario...
Idioma...
Contar palabras .. .
Autocorrecdón.. .
Control de cambios
Combinar documentos ...
Bloquear Rutares
D!!sb!oquear todas mis áreas
Proteger documento ...
Marca de seguimiento ...
Administrador de combinación de correspondencia Cite While You Write F'references ...
Sobres ... Help
Etiquetas...
Asistente para cartas ...
Contactos
Macro
Plantillas y complementos ...
Personalizar teclado ...

Una vez hecho esto, EndNoteX, de forma automática procede a insertar


la cita y la referencia bibliográfica que se le haya indicado:

180 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


(B~tt·&Fl)rster,·2006j'llí

'1

Baggott.·Rob,·&·Farster,·Rudolf.·(2008).·Hemth·romumer·andpatients'·
o~om:·m·Europe:·mwudtHH:omparn:üve·anlidy:!iig.JlfNJlth·
apecmtions·:11n·mteroationaljournal·ofpublit:part:id:plltion·in·h&Ilth-mre·
tmd·&ealth·polit;:k11(1},·85·94.do:i:-10.1111fj.1369-762S.2007.0M12.x'll'

En la misma línea de EndNoteX, pero con una filosofía completamen-


te diferente, aparece Mendeley®, un gestor de referencias que hereda el
carácter social de CiteULike o el desaparecido «Connotea». Mendeley®
plantea un sistema de gestión de referencias bibliográficas basado en una
aplicación local, instalada en uno o varios equipos personales y que cuenta
con versiones para Windows, Mac, GNU Linux, e incluso para smartpho-
nes y tablets. Esta versión en local se complementa con un servicio web,
que ofrece un perfil público para el usuario en el cual es posible gestionar )
las referencias bibliográficas, pero también asignarles «tags» o etiquetas,
marcar aquellas que resultan de mayor interés, compartirlas, identificar
aquellas de las cuales el usuario es el autor e incluso generar un perfil
completo en el que aparezcan los datos de filiación institucional, coautores,
amigos y colegas de profesión afines al propio usuario.
Además, dado que las referencias que se introducen en Mendeley (salvo
que el usuario indique lo contrario) pasan a formar parte de la base de datos
común del propio gestor y se encuentran a disposición de todos los demás
usuarios, por lo que a media que la comunidad de usuarios crece, es mucho
más fácil localizar y capturar las referencias que puedan ser de interés en
un momento dado, al margen de que M ende ley ofrece así mismo un plug-in
que se integra con los diversos navegadores web y que permite capturar las
referencias bibliográficas de un amplio número de bases de datos bibliográ-
ficas, catálogos de bibliotecas, editoriales científicas, etc.
Por lo demás, las capacidades de Mendeley corno gestor bibliográfico
son las habituales y no se diferencia de los gestores más presentes en el
mercado, como Refworks o EndNoteX, con la diferencia de que Mendeley
es totalmente gratuito y solo es necesario realizar un desembolso econó-
mico si se quiere ampliar la capacidad de almacenamiento «en la nube»,
pues inicialmente proporciona 1GB de forma gratuita, espacio es más que
suficiente para el almacenamiento que requiere el usuario medio o para

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 181


cubrir las necesidades de cualquier estudiante universitario realizando su
trabajo fin de grado. Así, Mendeley proporciona los, servicios ya mencio-
nados de captura de registros, integración con diferentes procesadores de
textos (Word y OpenO.ffice ), generación automática de citas y bibliografías
en diferentes formatos, etc.
Finalmente, Mendeley es uno de los gestores de referencias que mejor
se integra con el editor de textos científicos «LaTeX», tanto a través de la
generación automática de la bibliografía en formato BibTex, como por la
capacidad para mostrar las citas bibliográficas en este formato, listas para
ser insertadas en el código de LaTeX, ya que este editor de textos se encarga
de la generación automática de la bibliografía a partir de estas referencias y
del fichero en formato BibTex generado en Mendeley. Esta característica en
particular convierte a M ende ley en una de las mejores opciones disponibles
para gestionar las referencias bibliográficas en áreas de Ciencia y Tecnolo-
gía y en algunas de las Ciencias Sociales como la Economía, en las cuales
es muy habitual el uso de editores de texto científicos como LaTeX.
\11
En Mendeley el procedimiento de gestión bibliográfica es un tanto dife-
rente, puesto que para realizar la inserción, cuenta con un sistema de búsque-
da, que nos permite localizar las referencias bibliográficas en la base de datos
a través de los campos de datos, como autor, título, revista, resumen, etc.

182 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN


Una vez localizada la referencia, se inserta en el texto y solo es necesa-
rio indicarle al complemento de Word que genere la bibliografía:

(Baggntt·&·Forsrer,·2008JI<I!i
,.
Ba~·Rob,&·Forste:r,·Rudo1f:·(2008).·Mmlth·oonmmer·amlpatients'·
orpnmmons·m·Burope: mw.ards·a·compm-ative·analysis.·Htmith·
expecmtirms-:-an i1fO!ro.atimaljaurnaf.fl{tmblic·pmtid:patitJn. inheaith caro·
andlumlth policy, 11 (1), ·85·94. ·do:i: 10.1111/).1369·7625.2007.004 7:2.Jfll

Para terminar este apartado de gestores bibliográficos en línea, mencio- \


naremos a Zotero que es una aplicación que tiene la peculiar característica
de que no funciona de forma autónoma, sino que se trata de un plug-in
del navegador Mozilla Firefox. Las funcionalidades que ofrece son muy
similares a las que presentan los demás gestores mixtos, como EndNoteX o
Mendeley, con opciones para importar referencias, editarlas, marcar si han
sido leídas o no, asignar etiquetas, integración con procesadores de textos
(Word, OpenOffice, LibreOffice y NeoOffice) y generación de bibliogra-
fías en diferentes formatos, y con el valor añadido de que al trabajar desde
el propio navegador, resulta extremadamente cómodo a la hora de importar
las referencias bibliográficas, sin embargo, a diferencia de los otros gesto-
res mixtos resulta mucho más incómodo para exportarlas al procesador de
textos, salvo que se utilicen los plug-ins de integración con los procesado-
res más habituales que pueden conseguirse en su página web.
Este problema está especialmente presente en el caso de que se utilicen
procesadores de textos basados en LaTeX, dado que Zotero no se integra
con este sistema tan bien como lo hace Mendeley, y es necesario exportar
continuamente la base de datos al formato BibTex (cabe recordar queMen-
deley sincroniza de forma automática) y el sistema para copiar las citas al
procesador requiere varios «clics» de ratón, por lo que el proceso puede
volverse realmente tedioso.
En cuanto al sistema de gestión de la base de datos de referencias, se
trata de un sistema mixto, con base de datos en local pero con la opción (no
obligatoria) de sincronizar con una versión de la base de datos en línea, por

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA 183


Al igual que Mendeley, una vez localizada, se le indica al complemento
que se ha instalado en el procesador, que genere la bibliografía y en unos
instantes aparece insertada en la hoja de texto:

Erlit Bibllography
Edit Citatlon '-\:E
Refrnsb "\:R
ReÍI'lOIIe Field Codes
Set Docmnent Preference:s "'\: ¡>

~A.J.(1<JZ6J.Ihd,mm¡~~~B!mof~~:t·

Washingtuntlmd~16,324,317.'1f

1'\f

4.5. Los gestores bibliográficos y su integración


con LaTeX
Como ya se ha dicho, en el ámbito de las Ciencias Puras como las Mate-
máticas o la Estadística, en las diferentes ramas de la Ingeniería y en algu-
nas áreas de las Ciencias Sociales como la Economía, se encuentra muy
extendido el uso del editor de textos científicos LaTeX, tanto para textos
académicos, como pueden ser trabajos fin de grado o master, como para la
publicación en revistas científicas (Marcos, 2000).
Este editor de textos, desarrollado bajo la licencia libre «LaTeX Project
Public License» (LPPL), se basa en el lenguaje TeX, creado por Knuth
(1984) para la edición de textos y fórmulas matemáticas. Su utilidad reside
en que permite separar el texto del formato, implementándolos por sepa-
rado, de forma similar a otros lenguajes como la combinación de HTML y
hojas de estilo (CSS). Pueden escribirse textos en LaTeX directamente en

CAPÍTULO 2. USO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN: CITACIÓN V BIBLIOGRAFÍA 185


texto plano, compilándolo después para obtener el texto definitivo, con su
formato, en forma de documento PostScript, o DeVicelndependent (DVI),
sin embargo, lo más habitual es utilizar alguno de los muchos editores,
tanto comerciales como gratuitos e incluso software libre, que existen para
hacer más cómoda la edición de textos en este lenguaje y su compilación de
forma automática, para obtener el documento final en su versión en PDF.
Entre los editores más utilizados para las diferentes plataformas y sis-
temas operativos se encuentran Kile, Texmaker, TeXShop, TeXworks o LyX,
presentando este último la particularidad de ser un editor más similar a los
procesadores de textos tradicionales y el que posee una curva de aprendi-
zaje menos pronunciada.
En cuanto a la generación de bibliografías, como ya se ha mencionado
anteriormente, LaTeX cuenta con su propio formato de base de datos de
referencias bibliográficas, BibTeX. Se trata de un fichero que contiene las
referencias que van a insertarse en el documento, etiquetada en diferentes
campos y que es llamado desde el documento fuente, de forma que cuando
este es compilado, las citas insertadas en el texto adquieran su formato final
(autor-fecha, literales, etc.) y se genere una lista bibliográfica con las refe-
rencias que se han citado en el documento original en el formato escogido
(APA, Chicago, Vancouver, IS0-690, etc.).
Existen además multitud de gestores bibliográficos que permiten ges-
tionar bases de datos en formato BibTex, pero sus prestaciones suelen
encontrarse limitadas a la adición manual de referencias y su gestión. Sin
embargo, como se ha mencionado anteriormente, Mendeley si que permite
sincronizar su base de referencias con un fichero en formato BibTex, así
como exportar las citas en formato LaTeX, preparadas para su inserción
directamente en el documento y perfectamente integradas con BibTex, por
lo que este gestor de referencias se convierte en una de las mejores opcio-
nes para quienes trabajen o tengan pensado trabajar con este tipo de edito-
res de textos (Fenner, 2010).

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

AENOR [Asociación Española de Normalización y Certificación], 2013. Informa-


ción y documentación- Directrices para la redacción de referencias bibliográ-
ficas y de citas de recursos de información. UNE-ISO 690. Madrid: AENOR.

186 TÉCNICAS DE BÚSQUEDA Y USO DE LA INFORMACIÓN

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