Generalmente cuando se “ataca” la doctrina católica, se suele hacer referencia a las

imágenes, que, si bien es correcto, no es ni de lejos la parte más importante, puesto que
ellos la defienden argumentando que Dios no prohíbe la reproducción de imágenes, sino
el postrarse y adorarlas, y aunque vemos a personas que así lo hacen, no es la finalidad
de las mismas según ellos, por lo tanto, no ven nada anti bíblico en usarlas. 

Incluso ilustran la decoración del templo o palabras del apóstol Pablo, el cual les decía
imitadme a mí como yo imito a Cristo (1 Corintios 11:1,Filipeneses 3:17), basado en lo
cual, el reconocer la vida de personas piadosas, para tomar ejemplo de las mismas, no
sería en sí constitutivo de pecado.

A mi parecer, el mayor problema en cuanto a las imágenes se refiere, es el otorgar otra

posible intercesión ante Dios el Padre, fuera de la figura de Jesucristo, exaltando al
hombre y no a Dios quien obra a través de ellos. Jesús es el Camino (Juan 14:16), y
Pablo también deja constancia de este hecho en  (1 Timoteo 2:5)

La Iglesia Católica vive como si Jesucristo no hubiera venido al mundo. Niegan de

alguna manera con los hechos, el sacrificio de Cristo, que nos abre la vía al Padre, como
si el velo del templo no fuera rasgado. Considerándose ellos, como los sacerdotes
antiguos, como los únicos santificados para llevar a cabo esa comunión y relación.
(Hebreos 9 -10)

  Sin entrar en creencias arcaicas, que defienden la infalibilidad del Papa como

representante de Dios en la tierra, con lo cual pueden establecer dogmas y principios
como “Palabra de Dios”,  siendo a todas luces doctrinas de hombres, tal y como
hicieron los fariseos, saduceos y  líderes religiosos en la antigüedad,  y que nuestro
Señor Jesucristo tanto combatió en vida, mostrando que habían convertido sus
doctrinas, al mismo nivel que la Palabra de Dios, e incluso a veces invalidándola
(Marcos 7:5-13)

Lo que me parece más grave, es que, mostrando un camino de penitencias, obras

piadosas, o incluso fundamentando la figura del purgatorio, muestran que, de alguna
manera, el hombre puede “ganarse” por así decirlo su salvación, auto justificarse de
algún modo, negando a todas luces el Evangelio de Jesucristo. (Efesios 2:8-9)

Sé que negaran la mayor, pero quieran o no, esa es la imagen que transmiten, y es que como
bien decía Jesús, por sus frutos los conoceréis (Mateo 7:15-20).

Además, tenemos las advertencias de Pablo a Timoteo (1 Timoteo 6:3-10).

No pretendo ser contencioso, sino defender la Verdad como nos alienta Pablo en (2 Timoteo
2:23-26)

Invitando a la gente a que acuda a la Verdad, que no es otra que la Palabra de Dios, y juzguen
ellos mismos, porque útil es para (2 Timoteo 3:14-17) :

Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién

has aprendido;
 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden
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hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
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corregir, para instruir en justicia,

a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para

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toda buena obra.