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CÁMARA LENTA

Historia de una cara

PERSONAJES

DAGOMAR: 45 años, ex-boxeador.


AMÍLCAR: 60 años, ex-manager.
ROSA: 40 años, una amiga de los dos.

Cámara lenta se estrenó en 1981 en el Teatro Olimpia de


Buenos Aires. Dirección: Laura Yusem. Escenografía: Graciela
Galán. Elenco: Carlos Carella, Eduardo Pavlovsky y Betiana
Blum.
Se ha representado en Sao Paulo (Brasil), bajo la dirección
de E. Racciopi y en Montevideo, por el Teatro Circular, bajo la
dirección de M. Duffau.
En 1987 el Teatro Stages la estrenó en inglés en los Angeles
durante el «Festival Pavlovsky» bajo la dirección de Paul Ver-
dier. En el reparto estaban: Tony Abatemarco, Hal Bokar, Gra-
ce Zabriskie.
Esta versión fue premiada por la revista especializada Drama
Logue y por Los Angeles Times en 1987.
Fue invitada al Festival Internacional de las Artes de Nueva
York, en junio de 1988 para la Marathón Pavlovsky, junto con
Pablo (en inglés) y Potestad (en castellano).
En 1989, en Madrid (España), la estrenó Espacio Cero bajo
la dirección de Roberto Villanueva. El elenco estaba formado
por Nieves Botella, Chete Lere y Pepe Oliva.

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EDUARDO PAVLOVSKY
TEATRO COMPLETO I
Prólogo Escena De la casualidad
Querido Tato:
DAGOMAR. - (Mirando al frente. Mirada perdida mientras co-
me. Pausa kirga. Los dos comen tostadas. Armlcar ío escucha mien-
Me han sucedido muchas cosas desde el día en que conocí a Da* tan It'f el tliíirio.) Oigo... primero compré cigarrillos. (Pausa.)
gomar, Amúcar y Rosa, y no ha sido casual que ios haya conocido- ( ".iniiiif I H H * ^montos... esperé el colectivo en la parada...
hace ya mucho tiempo que no creo en la casualidad. (A"i'l. .n /. . I I I M J ) Mihf ;il colectivo... le miré bien la cara a to-
Viniste con eüos a mí casa en un día de agosto. Hacía calor, de* ilnv f f'umfi ) I l.ih.i un. i vieja. (Come.) (Pausa. Amiícar ío mira.)
masiado calor y yo estaba preocupada porque me había olvidado de l.>ut • . i .u 1 1 1' I i < l . i"-n-.r, M n< > me hubiera parado a comprar ciga-
echar una carta en el correo. n i l l » . ¡i" I mi ..... ronimlo r-,tr i olectivo. (Le pega en la mano a
Antíli .n i H.iriiíit I/M .1 MUÍ.» mi.i (oiUkía. Pausa. Come con ía boca
Me alegró volver a verte. Como siempre. Saber que estás. Que //.'mi ) I l u í ..... humillo i l i n t f< '(míe ) Si tomaba el anterior no
andas por el mundo con tus obras, tus pacientes, tus funciones y tu I mi' ............. - I ......... I' • ..... . 'li[;. • -i l.i nriiir... no los hu-
aire distraído de porteño que busca el obelisco y se encuentra la Ci' l'i. i i v i i ............... • • H i mii' ) M' . |u, .1. mu. nulo ;i la vic-
beles en mitad de Corrientes . I-'
AMll' M' ,1 '". VMJI
Yo, que a veces me confundo y creo en lo que veo, creí que en tu
carpeta verde traías una obra de teatro que acababas de terminar, y I i• I i « i. j . .1. I I. i t i ,. I , ni i , ,.M>» M O p í
me la ibas a leer. mi.-. M,. I i » • • > M ...... l ...... t.i .1 mniii y un Li voy u ver
u. .
No hizo falta que leyeras demasiado para sacarme de ese error. AMlli ^ ^ 1 ...... (oí irvnu.Vs vos untes. ¿Quién
i. . l i . .
Habías traído mucho más a mi casa. Me diste mucho más esa no-
che. Nos diste mucho más, cuando dejaste que Dagomar, Armlcar y I >Ai < ( -"• ' •• I • < i- |.i -.*• l i u l u r M - tvhaJo una mea-
Rosa salieran a cantar su poema de amor por el mundo, desnudos, .l.i t n l . i i ..... il ...... Kublcn» tomado este colectivo,
traspasados de dolor, recuerdos y preguntas. Aterrados de ser tantos n amt i I H . I . M ,.m,' v /<• /N-)¡ii en ííi mano a
\Miil. ... ¡u. i. MÍ, i.l.i i | i . « i, | i . ni, -,in mucho. (Co-
en uno, de ser parte de un todo, tan inasible e impensable como es el
m. » ' • ..... M lid i.l I I I ..... t ..... i ... i .|. un-, u. (Come.) Yo
universo.
uH i .......... i - ...... ! n u i l . • i /'. IM . . .ñu,- r,t\t\ti ¿ir#i, con ía
Desde ese día, he comprendido mejor algunas cosas, para poder , 1 I ' , . . ,,.,. | •!. n • • n • 1,1 . . . i

caminar con más alegría mi camino, y he olvidado otras, que no va-


íí>. la pena recordar. I ...... I 'I ......

Querido Tato, porque siempre pem¿ que el teatro no iba a morir,


mientras existiera gente que se atreviera a toarla para mostrar por hi M .|... , v . . . i-i.-nsn... el otro día
rt U I K H ln .Ity... «i, . I ....... h i ...... . ) . » . . l i , t l l'.ikon, había
dónde anda, el hombre en este m<mirjií< > ./<• -.u /míoria, f.s que quiero
darte las gracias, y un abrazo, MUÍ* I • • "• I ' ..... I ...... i ........ t i y pensé, vos sabes...
i' • .......
NOHMA ALEANDRO '
i'i. ,.,. . , ...... |..uri u-ion miles...
L92 | f]
EDUARDO PAVLOVSKY
TEATRO COMPLETO I
pensé que si nosotros somos una... de tantas... (Pausa.) DAGOMAR. - Cuatro duraznos japoneses, cinco salchichas,
DAGOMAR. - ¿Lo qué? seis terrones, tres bananas, anda sumando, vas a ver cuánto me
AMÍLCAR. - Sí... (Se ríe.) Nosotros dos, aquí... y con tanta salís por día.
gente en una... y hay tantas otras... que... que... me pareció que (Amílcar lo mira. Se levanta. Va al armario y abre una valija y
me caía para abajo... y cerré la ventana... no quiero abrirla más... empieza a poner ropa.)
me dan ganas de tirarme... qué sé yo... miedo... DAGOMAR. - Así es fácil... total pago yo. Vos morías y pago
DAGOMAR. - Sí... miedo, (Se ríe.) da miedo... quiero agua...
yo...
dame agua. (Amílcar sigue haciendo su valija. Dagomar se incorpora y lo es-
cupe. Le pega un bife y le termina de tirar la ropa en la valija. Amíl'
Escena Comiendo juntos car no reacciona. Termina de hacer la valija y sale. Al salir Dagomar
lo empuja. Dagomar queda solo. Mira a su alrededor. Pasan unos se*
DAGOMAR, - Es la quinta salchicha que te comes. gundos. Soüoza y se agarra la cabeza con las manos. Armlcar vuel-
AMÍLCAR. - Comí cuatro. Dos primero y dos después. ve a entrar como si no se hubiese despegado de la puerta. Abre la va*
DAGOMAR. - (Lo agarra de la camina y lo atrae hacia él.) Te lija. Pone la ropa sobre la cama.)
morfaste una primera (Pausa.) y me diste dos a mí, (Con la boca Dagomar. - ¿Me servís un cafecito?
líena.) después te pusiste dos en el plato, me volviste a dar dos a
mí, esperaste y te morfaste las últimas dos. (Lo larga.) Total, cin- Escena De Dagomar Rosa
co salchichas. ENCUENTRO INTIMO
AMÍLCAR. - No, para; primero te serví dos a vos, y después
me comí una yo, mientras vos terminabas la segunda, yo me ser- Aparecen en la fruerta Rosa y Amílcar. Dagomar está sentado
ví otra, después te di el último par a vos y recién me serví las dos distante de la puerta. Amílcar se retira. Quedan Rosa y Dagomar a
últimas yo. cuatro metros de distancia. Rosa dirá todo el monólogo de pie. Da*
DAGOMAR. - (Lo agarra otra vez.) ¿Y la primera qué era? gomar permanecerá sentado mirándola.
AMÍLCAR. - ¿Qué primera?
DAGOMAR. - La primera que tenías en la boca, júrame que ROSA. - Me llamaron por teléfono para decirme que una
no masticabas una salchicha antes de servirme. amiga mía había muerto... en realidad no era amiga mía... ape-
AMÍLCAR. - No era una salchicha. nas conocida... así creía yo... la conocía de cuando trabajaba en
DAGOMAR. - (Lo suelta.) ¿Cómo? la fábrica...
AMÍLCAR. - Era una zanahoria, pero vos pensaste que era DAGOMAR. - En la fabrica de plásticos.
una salchicha. Sos un mal pensado. ROSA. - ¿Te acordás?
DAGOMAR. - Ayer a la noche te morfaste cuatro duraznos ja- DAGOMAR. - Trabajabas en la fábrica de plásticos...
poneses. (Pausa.) Si vamos a comer salchichas moríamos salchi' ROSA. - En Avellaneda.
chas. No nos ponemos a morfar zanahorias. Si uno invita a salir DAGOMAR. - Trabajabas en la fábrica de plásticos de Avella-
a una mina, no invita a salir a la hermana. neda. (Pausa .)
AMÍLCAR. - (Indignado.) Sabes cuánto cuesta una zanahoria. ROSA. - Apenas la conocía... nos habíamos visto una o dos
(Pausa.) ¿Por una zanahoria tanto quilombo? Te la regalan en la veces... quiero decir que habíamos hablado muy poco... la echa-
feria. ron enseguida... creo que faltaba mucho...
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EDUARDO PAVLOVSKY TEATRO COMPLETO I
DAGOMAR. - ¿Adonde? .itonlar ilc qué hablamos... (Pausa.) creo que fueron dos veces
ROSA. - En la fábrica faltaba mucho... pero no me acuerdo... n i . l . i Illils...
me pareció que faltaba, pero no era amiga mía, sólo nos había- I >A< ¡( )MAR. - Me esconde la fruta detrás del aparador.
mos cruzado una o dos veces en el baño... era una rubiecita de Ki r.A. (Síírfwenííida.) ¿Quién?
flequillo, de eso sí me acuerdo... tenía flequillo y ojos celestes. I I.M .< >MAR. - El me esconde la fruta detrás del aparador, él
Me llamaron y me dijeron que había muerto... yo no me acuer- i tn i|tir no me doy cuenta, que soy distraído, pero el otro día
do bien cuándo me llamaron, no entendí bien por qué me lla- me lev. inte a Imscar pan y descubrí que detrás de la lata de acei-
maron a mí... La velaban en un barrio cerca del Hospital Pine- tr li. ihíii un platito con dos bananas. Primero se morfa dos bana-
ro, para llegar tuve que caminar como diez cuadras atravesando n.r. i omitió y después cuando me voy a apelillar, se morfa las
la villa... no encontraba la casa... pero al final unos muchachos I . . i-M.ini.iJ.is en el aparador... el otro día me levanté y lo espié
me llevaron... creo que eran amigos... pero no me dijeron nada p o i i | i n l.i p u n u ili-l aparador hace ruido, entonces me levanté
si eran amigos. La velaban en un patio... en un cajón tirado en \ \ i '|in ¡i^.ui.ih ' las ilos bananas. El cree que yo no sé que es-
un patiecito. No había nadie... Yo pasé y los muchachos se fue- . . .u I. l.i . I MU. n i . i . , pe i o l.is e.siomle detrás del aparador.
ron... me dejaron sola con ella... me di cuenta que había en un Kti'.s , l ' » i . p i e I i , r ,. mulé Jetnis del aparador?
rincón una vieja que lloraba... se levantó y preguntó si yo era I > M .« AI' , d u q u e Lis p«>nc detrás del aparador!
Rosa... me dijo que ella me quería mucho y que hablaba siempre (T.im V Irv.inM A / n r í.i / > i « - r M </t'l afxzrodor. Mete la mano
de mí... que había encontrado el teléfono en una libreta... (Pau- v -..i-, i .(.' / M U , ni, r, ) Ve-,, .i<im c-.i.in... seguramente las debe po-
sa. ) y que por eso me había llamado. Yo no podía entender có- iu-1 u. tu. lo V I C I H - de l.i leu. i H hijo de puta es muy rápido de
mo podía quererme si apenas nos conocíamos... habíamos i i . i t i . !•,, ( \,i, ,i l.i I.K.I ,í.- iii i - i f r v •>«• í/i muestra.) las pone detrás de
hablado una o dos veces... (Pausa.) le pregunté qué le había pa- .i l.it.i, p.ua i|iie cuando yo .ihra para sacar el pan, no me dé
sado... me dijo que la habían encontrado en un baldío tirada... i i c n i . i i p i r l.i . It.in.uia.s están detrás... Primero se morfa dos ba-
que le habían roto la cabeza a ladrillazos... se levantó y me mos- y tic '.pin . ,<• i u . » I, i la.s tíos que están en el aparador. El otro
tró la cabeza... la tenía aplastada... le faltaba un ojo... sentí náu- \ i ]u .i" i u. ni. lo las s.u al>a detrás de la lata de aceite...
seas... la vieja me dijo que me quería mucho, que siempre habla- «A. - ¿Y vo» no le decía nada?
ba de mí... que me quería como una hermana... me preguntó si I' i MI l'.ii.i .(uc. M v ••«• 'i'"' Us esconde. El cr~e que
la quería acompañar y me trajo una silla... nos sentamos las dos yo n . n > l . | icio y-" ''<• <|'ie !•••• <"-i « u ule porque lo vi, porque
al lado del cajón... a veces me parecía que la vieja lloraba... era • • I . i 1 1 i* c MUÍ lo y y » » inr levanté... Esta noche seguro que
como un gemido... estuve un rato largo sentada al lado de la vie- . - I . i M"i (.11, y voy .1 ve i < 1 1, u u lo saque las dos bananas de
ja sin hablar... no vino nadie... me levanté y me fui sin que se t \< I I I , ilc l.i l.u.i < ! • ,u rite M i iré que yo no sé nada, pero yo
diera cuenta... me pareció que se había dormido... (Pausa.) pe- < que eit.ut ullí... I» I el .li. i Lis bananas están detrás de la la-
ro yo no sabía si estaba dormida... Era una chica muy joven... no (.1 ilc tu c i t e lm»tM i|'» I \.\\ . i ( ; . n i e i u. n u l o yo me vaya a apoli-
tendría más de veinte años apenas... tal vez tendría veinte años. ll.it... ( A i n / x M u mi?.ni i n y m r i i f i ' ) T.ip.i me decía de chico que
Era rubia de flequillo... de ojos celestes... pero no era amiga Itu tiin tií.ii ..
mía... apenas habíamos hablado una o dos veces... la vieja me ROÍA /U. que'
dijo que me quería mucho... (Pansa.) cómo me podía querer si I
no era amiga mía... habíamos hablado muy poco... creo que me I IM
preguntó de dónde era, pero no me acuerdo... no me puedo I I
i M »MAH I itn.iM M u n nulo hueco, lepo-
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TEATRO COMPLETO 1
EDUARDO PAVLOVSKY
yo también me acostumbré a sacarme los zapatos. Ahora cuan-
nen plantitas para taparlo y después lo tapan con mierda. Cuan-
do me saco los zapatos delante tuyo me parece que me desnudo,
do la mierda llega arriba y tapa el hueco, los pichones se caen y
y cuando vos me miras los pies, yo me siento toda desnuda.
salen volando solos... qué bueno, ¿no? Papá siempre nos conta-
(Pausa.) Creo que me excito cuando me miras los pies, como si
ba ese cuento.
estuviera toda desnuda... me parece que me desnudo cuando me
(Pausa larga.)
saco los zapatos delante tuyo, nunca los tocas... te contentas só-
ROSA. - ¿Qué quería decir?
lo con mirarlos... me parece raro que sólo te guste mirarlos... pe-
DAGOMAR. - ¿Quién? ro no los tocas... no creo que me tengas asco... creo que te gus-
ROSA. - Tu papá, qué les quería decir con ese cuento.
ta mirarlos nada más... y a mí me gusta que los mires... a mí tam-
DAGOMAR. - No, no era un cuento... era verdad... eso... que-
bién me gusta que los mires.
na decir. (Pausa.)
(Rosa toma con las dos manos la cabera de Dagomar que queda
ROSA. - Claro... (Pausa.)
entre sus piernas. Hay un pequeño estremecimiento en todo el cuer-
DAGOMAR. - Mostrame. (Pausa.) Mostrame, ahora quiero
po ae Dagomar. Rosa le va soltando lentamente la cabeza. Dagomar
que me muestres.
es presa de una convulsión mu} lenta que recorre todo su cuerpo.
(Rosa se saca los zapatos y queda descalza. Dagomar se agacha
Rosa observa inmóvil la convulsión de Dagomar. Se percibe en un
y queda mirando los pies de Rosa.)
extremo de la puerta la imagen de Amíícar que desaparece.
ROSA. - Te gustan mis pies. Siempre te gustaron mis pies.
Rosa se acerca a Dagomar que está inconsciente y lo toma entre
Desde que nos conocimos siempre me pediste que me descalza-
sus bracos. Entra Amíícar con una toalla en la mano. Levanta la ca-
ra. (Dagomar permanece agachado mirándote los pies.) Al princi-
bera de Dagomar y le seca la cara con una toalla.
pio me daba miedo, no sé... me parecía raro... me piden tantas
Dagomar aparece acostado en los brazos de Rosa.
cosas... pero nunca me piden que me descalce... quiero decir que
Lo recuestan en el piso y lo dejan.
me saque sólo los zapatos, pero vos no me pedías nada. Te con-
Amíícar saca del bolsillo unos billetes y se los extiende a Rosa.
tentabas con mirar los pies. Los dedos de los pies. Me parece ra-
Rosa toma el dinero. Va lentamente hacia la puerta y desaparece.)
ro que te gusten los dedos de mis pies. No sos grosero... sos tier-
no con mis pies. (Pausa.) No sé por qué te gustan tanto mis pies.
Escena De Rosa y Amíícar
A veces parece que es lo único que te gusta de mí; no me ima-
CONFIDENCIAS
gino por qué te gustan, no creo que sean lindos, pero a vos te
gustan; creo que es lo que más te gusta de mí... No puedo acos-
ROSA. - No tengo miedo. En realidad nunca tuve miedo...
tumbrarme a que sólo te gusten mis pies, pero creo que es lo que
quiero decir que no me acuerdo... (Dagomar juega con los zapatos
más te gusta de mí. A mi mamá también le gustaban mis pies,
de Rosa por aeíante.) quiero decir que no me asombra nada... eso
pero era distinto, a vos te excitan mis pies, a mi mamá no; una
quiero decir... que todo es igual... todo pasa como en una pelí-
vez mi papá se enojó porque mamá me daba besos en los pies, le
cula... Una película que se llamaba La carreta fantasma... pero
dijo que eso era sucio, y ella le contestó que a ella no le daba as-
no... no se llamaba La carreta fantasma... creo, que Los ángeles
co porque era mi mamá... Pero vos no sos mi mamá y no tenes
con cara sucia...
asco de mis pies... (Pausa.)
En la película había un colectivo... creo que era un colecti-
Cuando nos conocimos te pregunté si querías que me desnu-
vo... (Pausa.) estaba repleto de gente... estaban apiñados... api-
dase... y vos me dijiste que me sacara los zapatos; me pareció ra-
ñados, se dice, apretados, unos encima de otros. El que maneja-
ro que me pidieras que me sacara los zapatos nada más, y después
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EDUARDO PAVLOVSJCY Kirn.1 Soltir la Inviene
ba... di¿o el colectivero apenas podía manejar.,, porque lo... lo...
lo... apretaban... digo la gente se le ponía encima. I »,rr<Mn,n i-sM scnfcub) sobre la cama. Amílcar barre el piso.
El colectivero paró en una esquina muy solitaria... como en \ )A( u )MAM 'Iones que barrer debajo de la cama. Está lleno
el campo... frenó de golpe creo, todos se iban para adelante... y • Ir nr u. i tlrl LIJO Jo Li cama, por qué no barres, nunca barres de-
se rompió el parabrisas. En la esquina había un viejo parado... al I M • .Ir l.t » .un i y l.i tierra se amontona debajo de la cama.
lado del viejo había un cajón... un... (Pausa.) ataúd... un ataúd AMÍLCAR. - No me Alista que me hables cuando limpio.
con un muerto adentro... el muerto tenía gusanos... quiero decir 1 >A( ¡( >MAU. No u- Alista que te hable, pero tenes que lim-
que le salían gusanos por todos los agujeros de la cara... era ho- pi n <lrl>.i|o ( Ir l.i i .iin.i, allí, ;ves?, mira. (Se tira debajo de la ca-
rrible. El colectivero le gritó al viejo: ¡Hay lugar para uno! y el ni. i v f N t n r /«i-. i r N i n m i-n .-i ¡n\o y le muestra las manos sucias.) Ves
viejo de golpe agarró el cajón con las dos manos... y tiró al muer- qn- • .1.1 MI» n i (/ c / N i n r las iruinos en Li cara.) Ahora tenes la
to adentro del colectivo. La gente gritaba y el muerto se iba des- • - i i . i i mi i ir i i . i, vr% < diño irnos l.i j o t a . Ahora vas a tener que la-
haciendo en pedazos. \ u n l.i » .11.1 |mit|iio (|uod.i MU üi, y oí piso ost:Í lleno de tierra...
Yo estaba adentro del colectivo... quiero decir que yo veía la i oiiio '. . , i . u. . I i |. i i , |<. iiqnr l.i i ir u. i qur lo on.siició la jeta es
película pero estaba adentro del colectivo... quería salir pero no tlrl (•!
podía... del colectivo... pero no podía... en realidad nadie podía (V .1. di , i .1 MI i i i l t t n m i ir; )
salir... creo yo que nadie podía salir del colectivo. AMÜCAH S.H.I l.r. in.ino-,, i.ij.'i, ¿querés.' (Le pega un esco-
El colectivero decía... me parece que se reía... pero no estoy Ki.-u v u n i r / * M /<i /ii.v<i / 'adormir lo corre entre los camas. Amíl-
segu. í que se reía... «Hay lugar para uno». air M mete tlelnijo tle muí cama y se esconde. Dagomar, que no ve
Yo gritaba como una loca pero ni el colectivero ni la gente bien del ojo derecho, es torpe, y lo busca por la pieza medio a tientas,
del colectivo me miraban. (Pausa.) Creo que el muerto me mí- y filialmente se sienta en la cama.)
raba... no sé, me parece... No estaba adentro del colectivo... pe- (Amílcar permanece debajo de la cama. Dagomar se recuesta en
ro quería salir... eso sí, quería salir... El viejo que estaba sentado la cama arrastrándose. Primero aparece la escoba y después su cuer-
a mí lado me insultaba... decía que estaba enojado porque no le po emerge lentamente. Dagomar pega un saíto y cae sobre él como
dejaba oír o algo así. Yo no entendía lo que decía... no entendía un rayo.)
las cosas que decía... yo empecé a gritar de nuevo y el acomoda-
dor me sacó de un brazo. (Pausa.) Eftccna Un gran campeón
Nada ahora me da miedo... la última vez que sentí miedo fue
ese día... creo que no volvía sentir miedo... ahora no tengo miedo. Amílcar lee el diario. Dagomar parece perdido. Juega a ios dados.
(Dagomar le pone los zapatos.) DAGOMAR. - ¿Qué dice?
AMÍLCAR. - Yo no voy al cine, me duermo. Me gustan las pe- AMÍLCAR. - (Dejando de leer y empezando a comer tostadas.)
lículas de pistoleros. Las otras me aburren. Siempre me duer- ¿Cómo?
mo... (Serie.) me la paso roncando y la gente me chista. Por eso DAOOMAR* - El diario... las noticias.
no voy al cine... para que la gente no me chiste... no me gusta AMÜ.CAR. - (Vuelve a leer y sigue comiendo tostadas). Si...
que la gente me chiste. [)A(¡OMAK. t 'onlame, qué pasa...
AMÍLCAR. - Parece quo hay lío con los chilenos... nos quie-
ren afanar loa bcuglcs. (Levanta la vista y queda mirándolo.)
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EDUARDO PAVLOVSKY
TEATRO COMPLETO I
DAGOMAR. - ¿Afanar lo qué? ¿Cómo?
(Dagomar sigue es¿}uivanab.) Tenías una pinta que matabas.
AMÍLCAR. - Las islas Beagles... en el sur (Pasando la página y
(Pausa.) Las minas se ponían... locas... (Dagomar sigue movién-
sin mirarlo, leyendo el diario.) pero nosotros no aceptamos el lau-
aose.) cuando te veían subir al ring... se meaban de emoción.
do. (Haciendo un gesto de revancha.)
(Dagomar ríe, se resbala de la silla y se cae estrepitosamente.)
DAGOMAR. - Está bien, que se metan la propina en el culo...
AMÍLCAR. - (Hay una larga pausa donde Dagomar aparece ti-
Vienen a moríamos la carne y encima te meten la mano en el
rado en el piso como una tortuga sin poder levantarse. En esa pausa
bolsillo; cuando fui a pelear a Santiago de Chile por el título
Dagomar está tirado en el suelo y Amúcar sigue comiendo sin mirar-
con el narco Loayza, me afanaron del vestuario los zapatos y me
lo.) ¿Qué haces? ¿Te caes solo? No te puedo dejar un minuto, no
tuve que ir al hotel descalzo. (Amúcar sigue leyendo el diario.)
tenes jeta para seguir dándote estos golpes. (Lo sienta en la mesa
AMÍLCAR. - Son cosas de los ingleses. (Sigue leyendo el diario.
como si fuera un trapo y sigue leyendo. Dagomar lo mira.)
Come otra tostada.)
DAGOMAR. - Cuántas tostadas te vas a morfar... para la ma-
DAGOMAR. - ¿Qué más dice?
no, Amílcar. (Le pega en la mano.) AMÍLCAR. - ¿Cómo?
DAGOMAR. - Con los chilenos qué pasa.
AMÍLCAR. - ¿Estás loco, qué te picó? (Rápidamente.) ¿Tomas-
AMÍLCAR. - No pasa nada, parece que todo sé arregla... qué-
te las pastillas?
date tranquilo que no pasa nada
DAGOMAR. - (Inseguro.) ¿Dónde están? (Queda como perdí*
DAGOMAR. - (Pausa.) ¿Y Perón qué dice?
do.)
AMÍLCAR. - (Amiícar ae;a de leer.) ¿Cómo?
AMÍLCAR. - (Se levanta y busca pastillas y vaso de agua de un
DAGOMAR. - ¿Perón no dice nada?
cajón.) Si no fuera por mí... te comen las ratas a vos... Abrí la
AMÍLCAR. - (Pausa.) Se murió... Pero, ¿no te acordás?
boca. (Dagomar abre la boca.) Toma el agua. No te ahogues co-
DAGOMAR. - (Con mieoo.) ¿Se murió?
mo la otra vez... (A Dagomar le tiembla la mano al agarrar el va*
AMÍLCAR. - (Se levanta y lo agarra de atrás cariñosamente por
so.) Tenes que tomarlas antes del desayuno... Amíícor se retira y
los hombros.) No te acordás que fuimos juntos al velorio... (Pau-
vuelve al extremo de la mesa. Lee el diario mientras sigue hablando
sa.) nos encontramos con Bonavena en la cola... que se dieron
como para distraer a Dagomar.) Si no las tomas te pones grosero...
un abrazo... acordate que la gente de la cola se puso a gritar: «Da-
(Se sirve otros costados y las unta con manteca.) te vienen los ner-
le Campeón» «Dale Campeón». ¿Te acordás? (Lo acaricia.) Te
vios... y no te queda bien... no tenes porqué gritar así... vos no
pedían autógrafos... te acordás que te sacaron una foto al lado del
son un mono. (Come.) Vos no sos un mono, si casi no te pega-
cajón del viejo... (Lo palmea.) te acordás que fuimos con la Rosa
ron, (Amílcar lee mientras come tostadas.) te ponías en las cuerdas
y le tocaron el culo en la cola y empezó a los carterazos...
y las esquivabas todas... nunca te tiraron al suelo (Amiícar sigue
DAGOMAR. - ¿Y Ringo dónde está?
leyendo y comiendo tostadas.), no te pegaban nunca, te ponías en
AMÍLCAR. - (Se agarra la cabeza con los dos brazos.) Lo mata-
las cuerdas y las esquivabas todas, te acordás. (Dagomar se ríe y se
ron los gringos, lo mataron...
pone las manos en la cabeza como esquivando golpes.) (Pausa.)
DAGOMAR. - (Lo mira fijamente.) Se murieron todos... se mu-
Campeones como vos se cuentan con la palma de la mano (Se le*
nerón.
vanta y va a buscar más pan del aparador, lo trae a la mesa.), fuiste
AMÍLCAR. - (Se vuelve a sentar y lee. Lo vuelve a mirar a Da-
grande entre los grandes. (Dagomar sigue haciendo fintas. Amúcar
gomar.) No me vas a preguntar ahora por Cafrune...
vuelve a leer y sigue comiendo, no lo mira.) (Pausa.) Pascualito fue
(Dagomar queda pensativo, se levanta y trae un grabador, lo po-
el último... son de raza... te ponías al público en el bolsillo...
ne en la mesa y lo prende en el 8° Round. En el 8° Round, el an-
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EDUARLX) PAVLOVSKY

teiíírimo round de su última pelea, el desempata de Dagomar es ex-


r TEATRO COMPLETO I

Boxee... boxee... muévase... bailotee...


cepcional y esto es transmitiao por el speaker. Es su rourui apoteóti- (Pausa.)
co. En el 9° round abandona la pelea. Este no se escucha. El sonido Cúbrase la mejilla con el guante... ¡No, no! ¡no vaya a las
es fortísimo, la voz del speaker invade la escena y üagomar la pone tundas... ocupe el centro... izquierda adelante... izquierda...
cotia vez rnás fuerte. Amácar se sirve una tostada y Dagomar le pe- i/quierda... izquierda... no vaya a las cuerdas, vaya preparando
ga en la mano cuando termina el 8° round. Dagomar para el graba- l.i (Inri ha 1 .. muy bien... el público, su público lo aplaude...
dor bruscamente. Amílcar lo mira. Dagomar lo mira...) Aieni ion prepare la derecha... ¡ya! bien Dagomar... le rompió
AMÍLCAR. - ¿No querés que la llame...? la ceja... le salo sangre... te abrió una herida de dos centíme-
DAGOMAR. - No. ', l u i l o i e r I bromar... como una mariposa... juegue... jue-
AMÍLCAR. - Mira que te va a hacer bien. Vas a estar más ),,„• I i-, i r , I « , N.IIHO l>atfomar... mírelo bien... mírele los
tranquilo. ojos. . f i n i r miólo... rstá perdido... él sabe muy bien que está
DAGOMAR. - No tengo ganas. l*-ulido... Otrailereiha y lo tenemos... él la está esperando Da-
AMÍLCAR. - Qué no vas a tener ganas, lo que pasa es que te- gomar. .. ¿I quien- unr lo i n n a t o . . . no quiere una carnicería...
nes vergüenza... (Pausa.) Si la Rosa es una hermana para vos, te l u í t | i n n r ni. is lol.i Dagomar... quiere irse a dormir al hotel lo
la traigo el domingo, yo me voy a jugar al billar con los mucha- m i lapnlo |H>Ml)le. No se apicsnrc l>agomar... usted se debe a
chos. .. (Le guiña un ojo.) y después vuelvo... te vas a desconges- su p n l i l n o dio-, ( j i i i n n i la gran fiesta... juegue... baile...
tionar... dance... juegue... diviértase con el negro. Bravo Dagomar...
Atrm ion I >.igomar llegó la hora de la faena... se le doblan las
Escena A escondidas rodilla.s, ya cMá, ilr'jelo venir, prepare su derecha. ¡Ya!... se le
doblaron las rodillas, está inconsciente... ¡No! ¡No! ¡No! no se
Amilcar está solo. Se levanta de la mesa y camina hacia el apa- apresure... que usted es el campeón... la próxima... la próxi-
rador. Lo hace sigilosamente. Abre el aparador. El aparador hace ma... la próxima... tiene los ojos cerrados... Apunte... Apun-
ruido. Se agacha. Saca una lata de aceite. Simultáneamente se ob- te... ¡Ya! ¡Lo reventó Dagomar! El negro hijo de puta no se le-
serva la figura de Dagomar detrás de la puerta, que observa. vanta más. (Pausa.) Mire a su tribuna Dagomar, es su público...
Amíícar saca aos bananas de un plato y se las pone en el bolsillo. levante los brazos Dagomar. Salude primero a la tribuna... ría
Vuelve a colocar la lata y el plato dentro del aparador. Cierra la puer- l>agomar... Salude al ministro que está en la segunda fila...
ta del aparador, que vuelve a crujir. Sonría... Sonría... Así... muestre bien los dientes... Póngase su
Se sienta en la mesa. Saca una banana, la pela y la come. Saca bata y vaya a saludar al negro. Dígale: «Lo siento... la próxima
otra banana, la pela y la come. Recién se observa la imagen de Da- vez me puede tocar a mí... fuiste el mejor rival que enfrenté...
gomar que desaparece. te ganaste 1¡> revancha». Salude otra vez a la tribuna... brazos en
alto... ¡Así!... ¡Así!... ¡Así!... nueva sonrisa al ministro... Sal-
Escena Ideología y preparación ga despacio Dagomar... no se enfríe... vaya hacia los baños
campeón... no hable con nadie.
Luz sobre Amíícar que aparece de pie y con una toalla en la ma-
no mirando un punto imaginario. Escena Pasando el tiempo
Dagomar está sentado mirando al frente sin escucharlo.
AMlLCAR. - Izquierda adelante, izquierda delante. (Pausa.) DAGOMAR. - Me gusta pasar al tiempo.

204 205
TEATRO COMPLETO 1
EDUARDO PAVLOVSKY
(Amíícar realiza 20 jugadas seguidas con el salero.)
AMILCAR. - Pasar el tiempo querrás decir. DAGOMAR. - Go.
DAGOMAR. - No, me gusta pasar al tiempo. (Amíícar mueve el salero. Se miran largamente.)
AMÍLCAR. — ¿Cómo pasar al tiempo? DAGOMAR. - Go-Go.
DAGOMAR. - Sí, me gusta pasar al tiempo. Ponerme delante (Amiícar mueve eí salero.)
del tiempo. Adelante. (Amífcar lo mira.) Si el tiempo está aquí, DAGOMAR. - Tablas.
me gusta ponerme aquí. Adelante. (Amílcar queda pensativo. Se (Amíícar piensa largamente y líeva el tablero y el salero.)
levanta y busca un tablero de ajedrez que coloca en la mesa entre Da-
gomar y él. Pone encima del tablero un salero. Durante el juego que Escena Del cómo fue
transcurrirá a continuación, Amíícar moverá el salero como si fuera
una única ficha de ajedrez o de damas. Sobre el tablero está sólo el Dagomar cuchichea solo. Gesticula. Gestos y palabras no coinci-
salero.)
den.
DAGOMAR. - (Mirando el tablero.) Da. (Amíícar piensa y DAGOMAR - (Angustiado.) ¿Qué pasó?
mueve el salero. Pausa.) AMÍLCAR. - ¿Cómo?
DAGOMAR. - Go. DAGOMAR. -Contame qué pasó. (Pausa.) ¿Cómo fue? (Pau-
(Amiícar piensa y mueve el salero en dos movimientos. Pausa de sa.) ¿Cómo fue? (Pausa.) ¿Cómo fue?
15 segundos.) AMÍLCAR. - No quiero hablar de eso.
DAGOMAR. - Da. DAGOMAR. - Contame qué pasó.
(Amílcar se inquieta y mueve el salero en tres movimientos. Pau- AMÍLCAR. - Te lo conté como veinte veces después que sa-
sa. Ambos se miran.) liste del Sanatorio. Siempre preguntas y te lo explico... nunca te
DAGOMAR. - Da. (Pausa.) Go. acordás de nada... no te puedo contar todo de vuelta. Me aburre
(Amitcar juega rápido la pieza -dos movimientos- pausa larga. tener que contarte todo de vuelta. (Pausa.) Te lo cuento y te ol-
Dagomar mira el tablero. Luego a Amíícar.) vidas. Te lo vuelvo a contar y te olvidas... (Sale.)
DAGOMAR. - Da-Da. (Fuerte.) Go-Go. DAGOMAR. - (Queda solo. Cuchicheando. Escupe. Se rasca.
AMÍLCAR. - No grites. (Mueve el salero en dos movimientos.) Parece que Hora. Se ríe. De improviso se queda mirando fijo un lu-
(Pausa.) gar. Agarra un frasco con pastillas y saca tres, se las pone en la bo-
DAGOMAR. - Da. (Pausa.) (Amíícar se toma la cabeza con las ca y cuando va a agarrar el vaso con agua se le cae. Entra Amíícar
dos manos. Pausa. Mueve el salero. Un movimiento. Dagomar se y lo ve. Dagomar agarra el grabador, lo prende y escucha el 8°
sonríe. Pausa larga.) round. Lo apaga a los 20 segundos, lo vuelve a prender y lo apaga a
AMÍLCAR. - Y dale jugá. los IO segundos. Amíícar vuelve a salir. Dagomar queda mirando a
DAGOMAR. - (Marca la jugada con el dedo sobre el tablero en un punto fijo. Amíícar vuelve a entrar tirando una foto en la mesa.
cadasúaba.) Da-Da (Pausa.) Go-Da-Go (Pausa.) Da-Go-Go-Da Dagomar mira la foto un rato.)
(Pausa.) Da-Go-Go-Da-Da-Da-Da (Pausa.) Da-Go-Go-Da DAGOMAR. - (Levanta la vista.) ¿Quién es?
(Pausa.) (Amíícar queda mirando el tablero pensativo. Mueve el sa- AMÍLCAR. - Vos. (Sale.)
lero. Se arrepiente y hace otra jugada.) DAGOMAR. - (Vuelve a mirar la foto y mira hacia el lugar don-
DAGOMAR. - (Rápido.) Da. de debería estar Amílcar. Amílcar entra por el mismo lugar y lo mi-
(Amíícar mueve el salero en un movimiento.)
DAGOMAR. - Go-Mar.
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i ra.) ¿Cuándo?
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TEATRO COMPLETO I
EDUARDO PAVLOVSKY
Los movimientos se van haciendo más lentos con la lenta dismi-
me acompañas y la otra semana voy al gimnasio... la cara que
van a poner... cuando me vean... nución del sonido.
La escena se esfuma.
AMÍLCAR. - Claro... por qué no.
DAGOMAR. - (Serio.) Cuando te digo de volver... te quedas
Escena Los pies
callado... (Pausa.) no me decís nada... (Pausa.) Yo te voy a obe-
decer... como siempre (Pausa.) te quedas callado... voy a vol-
Amíícar le da de comer a Dagomar en la boca. Tiene ¡a serville-
ver... (Pausa.) no me decís nada...
ta puesta. De improviso Amíícar detiene el movimiento y gira la ca-
AMÍLCAR. - Claro... por qué no. (Se quedan los dos mirándose.) bera, y se queda mirando largo tiempo a Dagomar. Dagomar gira la
cabeza, se encuentran las miradas.
Escena Sobre los sueños de Dagomar
DAGOMAR. - No se podían comer cosas dulces. (La cara se
estremece. Se toca la zapatilla derecha.) Me duelen los pies...
Amilcar solo en escena. Se abre la puerta y entra sigilosamente
AMÍLCAR. - Ya te entendí... te duelen los pies.
Rosa...
DAGOMAR. - Estoy meado... tengo miedo.
Se acerca a Amilcar que la está esperando.
AMÍLCAR. - ¿Te traigo el otro pantalón? Está seco.
La toma de los brazos, se abrazan muy lentamente. Amíícar la
DAGOMAR. - Estoy mojado. Me meé encima.
acaricia y le saca la ropa. Rosa queda con el torso desnudo abrazada
AMÍLCAR. - Ya te oí... por eso te dije que te traigo el otro
a Amíícar. Se ve la sombra de Dagomar que percibe la escena desde
atrás. Rosa se sienta en una silla y su espalda queda en dirección al pantalón.
DAGOMAR. - No me doy cuenta... me meo encima y no me
escenario. Su espalda está cubierta de cicatrices visibles. De la mano
de Amíícar sale un garfio. Se divisa la mano de Dagomar escondido. doy cuenta.
(Amíícar se levanta y trae el otro pantalón. Le saca el pantalón. No
Amíícar se acerca con una toalla como un manager que cuidará las
tiene calzoncillo. Queda desnudo. Amíícar íe pone el otro pantalón.)
heridas de su pupilo. Limpia y cura las heridas de Rosa. Amíícar es-
AMÍLCAR. - ¿Estás más fresco? ¿Querés que te peine? (Se le-
tá por detrás de ella. En la mano del garfio apoya la toalla y con la
vanta y va a buscar un peine y una toalla. Lo peina.)
otra mano le cura las heridas. Amíícar le habla permanentemente a
DAGOMAR. - ¿La Rosa dónde está?
Rosa... como cuchicheando cosas. Rosa permanentemente dice sí
con la cabeza. Amíícar le cura las heridas pero no deja de hablar. La
AMÍLCAR. - Se fue.
sombra de Dagomar se divisa más. Amíícar le pone metió/ate en la
DAGOMAR. - ¿Le pagaste?
espalda... que queda colorada, AMÍLCAR. - Sí.
De improviso el ritmo se modifica. Todos los mismos movimien-
DAGOMAR. - ¿Cuánto?
AMÍLCAR. - Trescientas lucas la hora.
tos anteriores adquieren una diferente intensidad. Todos los moví'
DAGOMAR. - ¿Se fue enojada?
mientas son descontrolados... fuera de su medida. Son disimétri-
cos... exagerados. AMÍLCAR. - ¿Quién?
DAGOMAR. - ¿La Rosa se enojó?
La escena se modifica del ritmo anterior a otro ritmo, sin modifi-
AMÍLCAR. - Y por qué se va a enojar.
carse el sentido de la escena. Dagomar observa la escena.
DAGOMAR. - Qué se yo, es poco.
A la escena le sigue un zumbido intensísimo que es progresivo y
AMÍLCAR. - Pero che viejo... la Rosa es una hermana para
que coincide con los movimientos desmedidos y descontrolados.
vos... qué se va a enojar... Si viene por gusto...
Dagomar mira la escena y se tapa los oídos.
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EDUARDO PAVLOVSKY TEATRO COMPLETO I

DAGOMAR. — Me duelen " - pies. t;t iil ludo del gordo... para... para, no, meñique... no es... tenes
AMÍLCAR. - ¿Los dos? razón... no se llama meñique (Pausa.)... (Gritando.) ¡¡Anular!!
DAGOMAR. - (Le muestra) Este. A l t l i - • > r s t c le tliccn anular (Se toca.) el que está al lado del gor-
AMÍLCAR. - Tenes un callo. do se llama anular (Pausa.) vos tenes los dos anulares martillo...
DAGOMAR. - No es un callo. Es un dedo torcido. Igual que |",i.is joilnl»)... justo los dos anulares... te vinieron a tocar... qué
mamá. Tengo un dedo torcido igual que mamá... cómo se dice, raro... Y tu vieja también está sonada...
¿un dedo martillo? PAííOMAR. - (Orgulloso.) Yo soy el único de los hermanos
AMÍLCAR. - ¿Tenes un dedo martillo? que tiene los anulares martillo... como la vieja... las mismas pa-
DAGOMAR. - (Le muestra.) ¿Ves? tas tenemos... mis otros hermanos no tienen el dedo martillo.
AMÍLCAR. - (Se acerca a mostrar.) ¿Por qué no te lavas los pies? AMÍLCAR. - ... y bueno... entonces está fenómeno...
Dale, dedo martillo... de roña se te torció. (Se va hacia atrás.) DAGOMAR. - ¡Pero me duelen los pies! ¡para qué te sirve el
DAGOMAR. — Mamá tiene el mismo dedo torcido... Yo nací dedo marrillo si te rompen los pies! Cuando boxeaba no podía
con el dedo martillo... Igual que ella... Los dos tenemos el dedo correr... cuando hacía el footing me moría de dolor.
torcido. (Pama.) Yo solo, salí con el mismo defecto... y no es en AMÍLCAR. - Te quejas, te quejas siempre de todo... ¡sos la ga-
un pie... en los dos pies tenemos el dedo martillo... es el que es- ta flora! Si te meas es porque te meas... Si estás sordo es porque
tá al lado del dedo gordo... (Pausa.) ¿Cómo se llama? (Sobresal- estás sordo. . si tenes el dedo martillo es porque tenes el dedo
tado.) Che Amílcar, ¿cómo se llama el dedo... el dedo que está martillo. (Pausa.) Así nunca vas a ser feliz vos...
al lado del dedo gordo del pie? DAGOMAR. - ¿Cómo decís?
AMÍLCAR. - (No lo escuchó.) ¿Cómo se llama quién? AMÍLCAR. - ¡Que así nunca vas a ser feliz!
DAGOMAR. - O que está al lado del gordo... tiene nombre (Dagomar comienza a reírse a carcajadas. Amílcar lo mira serio
(Pausa.) o no tiene nombre... y también se ríe a carcajadas. Se ríen a límites extremos, y luego de*
AMÍLCAR. - (Sin entender.) ¿Qué gordo? clinan hasta quedarse otra vez mirándose fijo en silencio.)
DAGOMAR. - El dedo gordo. AMfLCAR. - Cuando ganaste el campeonato nos reíamos así,
AMÍLCAR. - (Seguro.) El dedo gordo se llama dedo gordo ¿te acordás?
¿querés que se llame el dedo flaco?... si le pusieron gordo es por- DAGOMAR. - ¿Dónde?
que es gordo... si no por qué le van a poner gordo... ¿emendes? AMÍLCAR. - Lo tiraste al negro y viniste corriendo al rincón
DAGOMAR. - El de al lado del gordo ¿cómo se llama...? El de y me gritaste: "Somos campeones Amílcar"... me besaste, empe-
al lado del dedo gordo es el martillo... (Se mira el pie.) Pero ¿có- zaste a cantar el himno... "Somos" te dije, si el campeonato lo
mo se llama? ganaste vos, loco... "Lo ganamos", me dijiste y me empezaste a
AMÍLCAR. - (Profesoralmente.) Meñique. besar... La gente deliraba, el negro estaba tirado en el suelo vo-
DAGOMAR. - Meñique es el más chiquito... de qué hablas (Se mitando una baba pastosa y el referí estaba asustado. Yo creí que
toca.) es éste... (se vuelve a tocar.) yo digo éste. (Amílcar se acer- lo habías liquidado al negro... cuando me di cuenta que estaba
ca.) vivo me empecé a reír. Vos también te empezaste a reír y no po-
AMÍLCAR. - Ah, ése decís... para... cómo es que le dicen al díamos parar. Hay una foto de la revista El Gráfico que decía:
flaco ése... "Muertos de risa después de la masacre".
DAGOMAR. - (Angustiado.) ¿Cómo? OAGOMAR. - No se llama anular.
AMÍLCAR. - (Como pensando.) Para... no hables... el que es- AMÍLCAR. - ¿Quién?
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TEATRO COMPLETO I
DAGOMAR. - El dedo que está al lado del martillo no se lla-
ma anular... los dedos del pie no tienen nombre... los de la ma- le reventaras los ojos que el negro no veía bien y vos le reventas-
no tienen nombre. (Se toca la mano.) Pulgar, índice, mediano, te los ojos... Los dos... siempre me hiciste caso... (Pausa.) te dije
anular y menique... claro... claro... que le refregaras los guantes que el negro no veía bien del ojo de-
El dedo martillo mío no se llama anular... (Pausa.) los dedos recho... te dije que le reventaras el izquierdo... que le refregaras el
del pie no tienen nombre... no tienen nombre los dedos del guante en la herida... con el pulgar te dije... métele el pulgar en
pie... (Pausa.) por qué no me dijiste que no tienen nombre... el izquierdo. Vos me hiciste caso... le reventaste el ojo izquierdo.
(Se mira el pie.) el dedo martillo sin nombre... no tienen nom- DAGOMAR. - ¿Cómo se llamaba?
bre... los dedos del pie. AMÍLCAR. - Williams. Tenía los ojos reventados... primero le
AMÍLCAR. - (Se soca los zapatos.) ¿Cómo que no tienen nom- reventaste el derecho y después le reventaste el izquierdo...
bre? Cómo no van a tener nombre. A cada cosa por su nombre... siempre me hiciste caso...
(Se mira el pie.) el dedo gordo del pie ya te dije que se llama gor- DAGOMAR. - ¿Cómo se llamaba?
do... AMÍLCAR. - Williams. (Pausa.) Le salía sangre de los dos
DAGOMAR. - Pero gordo no es el nombre... es como un hom- ojos.
bre gordo o flaco... se le dice gordo porque es gordo, es el más DAGOMAR. - ¿Cómo se llamaba?
grande. AMÍLCAR. - Williams. (Pausa.) (Los dos mirándose.) Pare-
AMÍLCAR. - Se le dice gordo porque es el más gordo... no es cían dos ciruelas...
el más grande. DAGOMAR. - Williams.
DAGOMAR. - Pero el dedo gordo es el más gordo... no el más AMÍLCAR. - Lo dejaste ciego al negro...
grande. DAGOMAR. - Williams.
(Los dos quedan sentados mirándose los dedos de los pies.) (So- AMÍLCAR. - Ike Williams se llamaba el negro...
llo^a.) ¿Por qué no tienen nombre los dedos del pie? (Pausa.) DAGOMAR. - Williams.
Qué feo es no tener nombre. (Pausa Anadear se levanta y se va AMÍLCAR. - Ike Williams.
atrás. Abre bruscamente el cajón de la cocina y lo cierra. Lo mira a DAGOMAR. - Williams. (Pausa larga.)
Dagomar.) Los dedos del pie no tienen nombre... no tienen (Gira sobre sí mismo.) Ike Williams. Ike Williams... (Pausa.)
nombre.., mi dedo manilla no tiene nombre, (Pausa.) no tiene Ike Williams... (Pausa.) Ike Williams... Dagomar...
nombre... (Amílcar da un medio paso hacia Dagomar y se detiene.) AMÍLCAR. - Siempre me hiciste caso... fuiste siempre muy
por qué no tienen nombre... ¿cómo se llamaba? obediente... siempre hiciste lo que te ordenaba... fuiste muy obe-
AMÍLCAR. - ¿Quién? diente...
DAGOMAR. - El negro que le salía la baba por la boca ¿cómo (Dagomar queda mirando hacia el frente. Luego se mira los pies.)
se llamaba? Si te mandaba hacer sombra... hacías sombra... Si te mandaba
AMÍLCAR. - Ike Williams. hacer soga... hacías soga... Si te mandaba hacer bicicleta hacías
DAGOMAR. - ¿Era negro? (Pausa.) Le salía baba por la boca... bicicleta, siempre te ordenaba y vos me obedecías... nunca pro-
AMÍLCAR. - Le salía baba por la boca... apenas respiraba... te- testabas cuando yo te decía lo que tenías que hacer; eras muy
nía los ojos vidriosos... le reventaste los ojos... (Pausa.) yo te dije obediente... me obedecías siempre...
que le pegaras en los ojos... que ya no veía... y vos me hiciste ca- Te decían el potríllito... porque siempre estabas a mi lado...
so, siempre me hiciste caso... siempre me obedeciste... te dije que (Pausa.) nunca cambiaste... por eso llegaste a campeón... porque
siempre fuiste el mismo... siempre me preguntabas qué tenías
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EDUARDO PAVLOVSKY TEATRO COMPLETO I

que hacer... siempre fuiste obediente... siempre hacías lo que or- . ) No podía moverme... Me pusiste una mano en la cabeza y
denaba... (Pausa.) por eso llegaste a campeón... siempre hacías inr .u arii-ia.sre... me gustaba, (Se ríe. Se pone seno.) me seguiste
lo que te decía... .l.in. lo puntazos... (Amílcar sirve en la mesa la picada.)
DAGOMAR. - ¿Está ciego? AMÍLCAR. - Debe ser el barrote de la cama que te da en la es-
AMÍLCAR. - Fuiste siempre el mismo... no cambiaste nunca... palda... l.c pctf > unos martillazos y listo... (Le sirve y se come unos
Los campeones siempre obedecen.
I >Af í( >MAR. - (No come J Fueron como veinte, qué sé yo... Yo
Escena El sueño |H-n>aha i|w rema que empezar a morirme... la sangre me cho-
nr.ilu |*or los agujeros de la espalda y vos me seguías dando pun-
DAGOMAR. - (Sentado en la silla mirando hacia adelante, ape* tazos... (Amílcar sigue comiendo. Está parado al lado y lo mira.)
nos tocando con las manos la mesa.) Ayer tuve una pesadilla,.. i reo que me querías decir algo... como explicar, qué sé yo...
AMÍLCAR - (Está cortando salame y queso con el cuchillo gran- Ir empezaste a reír...
de de la cocina detrás de Dagomar. En lo que sería el espacio dedica- AMÍLCAR. - (Can la boca llena.) ¿Y de qué me reía?
do a una pequeña cocina.) Me pareció que gritabas... DAGOMAR. - Tenías los dientes grandes y negros... te reías a
DAGOMAR. - ¿Cómo? carcajadas, me vinieron nanas Je vomitar... y empecé a reírme
AMÍLCAR. - (Sigue la acción.) Pegaste un grito... un alarido... también... me reía y vomitaba... creo.
fue horrible. (Sigue cortando trozos de la picada.) Hace rato que AMÍLCAR. - Puta qué asco... (Le come toda la picada de golpe.)
no gritabas soñando. (Pausa.) No tenes que olvidarte de tomar DAGOMAR. - De repente agarraste el cuchillo con las manos
las pastillas... te lo dijo el médico como veinte veces... y te lo clavaste en la panza... pegaste un grito... el cuchillo que-
DAGOMAR. - Me clavaste el cuchillo por la espalda... dó clavado hasta el mango... no se movía.., salía sangre a borbo-
AMÍLCAR. - (Sigue cortando.) ¿Cuál? tones... nos seguíamos riendo... parecía cómico... salía sangre a
DAGOMAR. - (Pausa.) El grande... de la cocina. (Amílcardeja borbotones... nos seguíamos riendo... parecía cómico... qué sé
de cortar un instante, y luego sigue cortando.) Creo que discutíamos yo... Te tiraste sobre mis hombros, me pesabas mucho... te falta-
por algo... no me acuerdo... (Pausa.) Vos estabas detrás mío... me ba el aire... Yo no podía respirar tampoco... me hundías contra
decías algo... yo no entendía... (Se toca la cabeza.) Quería la mesa. (Pausa.) Pensé que te estabas muriendo... (Pausa.) no
entenderte pero no entendía nada... De golpe sin decir agua va, estabas triste... ni enojado... no nos habíamos peleado como
me clavaste un puntazo en la espalda... fije un golpe seco... me otras veces...
dio como frío... Yo miré para atrás, (Mira hacia atrás y se encuen- Vos me quisiste decir algo, (Pausa.) como que tenía que ser
tra con la mirada de Amílcar que con el cuchillo en la mano lo obser- así... Una fatalidad o algo así...
va.) estabas con el cuchillo en la mano, en el cuchillo había san- Empezaste a respirar muy despacio,., no te entraba aire... des-
gre que chorreaba, (Pausa.) me di cuenta de que la sangre que pués no respiraste más... me pareció que te moriste... yo... (Pau-
chorreaba era mía... (Gira hacia adelante. Amílcar sigue haciendo la sa.) creo (Pausa.) que me moría también... (Pausa .) como que
picada.) Me querías decir algo... como una explicación o algo tenía que ser así... una fatalidad o algo así...
así... no estabas enojado... por la jeta me pareció que estabas tris-
te. Me chorreaba la sangre por la camisa... me pegaste otro pun- Escena Mi papá
tazo... no me dolió... estaba acostumbrado (Se sonríe. Pausa lar-
ga.) como en e! ring... uno se acostumbra (Deja de reírse. Pausa DAGOMAR. - Era muy bueno conmigo... siempre me llevaba
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EDUARDO PAVLOVSKY TEATRO COMPLETO I

a la plaza a jugar a la pelota con él. Me había comprado una pe- DAGOMAR. - (Se toca la frente.) No, no se nota mucho. (Pau-
lota de goma y me enseñó a patear de guadaña... porque yo pa- sa larga. Va des/izando su mano por la cara como descubriendo las
teaba de puntín. cicatrices. Se toca ahora un ojo. Largo rato.) Esta creo que fue en
AMÍLCAR. - ¿De qué? un entrenamiento... me cicatrizó bien... fue en un entrenamien-
DAGOMAR. - De guadaña... con el pie de guadaña... así me to ¿no? ¿Te acordás?
enseñó él, para no perder la dirección de la pelota. Algunas ve- (Amílcar lo mira y no le contesta. Pausa. Dagomar sigue «des-
ces íbamos a la cancha. El era de Atlanta... y después me lleva- cubriendo» su cara. Se toca la ceja con aire triunfal.)
ba y me presentaba a los jugadores en el vestuario... era un tipo DAGOMAR. - Esta me la rompió el hijo de puta de Williams.
fenómeno el viejo... a mí me quería mucho, no quería que bo- AMÍLCAR. - (Caminando hacia atrás.) Después le reventaste
xeara... la primera vez que vino a verme yo le gane por nocaut los dos ojos.
a Caraune... él vino a verme al camarín y me dijo que no le gus- DAGOMAR. - (Se sigue tocando.) Lo reventé al negro... (Pau-
taba ese deporte para mí... que lo dejara. (Pausa.) Le hubiera he- sa.) Le reventé los dos ojos. (Abre la boca y habla con la boca
cho caso al viejo... (Se ríe.) abierta.) Estas dos muelas me las rompió de un cabezazo el taño
Era un tipo sencillo... bonachón... cuando venía de laburar Caciatore... me pusieron dos muelas de oro. Me las rompió el ta-
me llevaba a la calesita... era amigo del dueño, me hacía sacar la ño Caciatore ¿te acordás?
sortija... así yo podía seguir dando vueltas gratis. AMÍLCAR. - Hiciste flor de negocio ¿vos sabes lo que cuesta
(Se ríe.) Era un tipazo... se reía a carcajadas cuando yo le sa- el kilo de oro?
caba la sortija... (Pausa.) me pasaba la tarde en la calesita por- DAGOMAR. - (Lo mira.) ¿Y si me las arrancas?
que el viejo me ponía la sortija en la mano... era amigo del due- AMÍLCAR.-¿Qué?
ño de la calesita... se conocían de chicos... DAGOMAR. - Las muelas. (Amílcar Jo mira detenidamente, ca-
(Pausa larga. Se miran los dos.) mina hacia atrás. Queda fuera de la vista de Dagomar-
AMÍLCAR. - (Lo mira fijamente.) Si vos nunca conociste a tu Dagomar ahora se toca el labio inferior durante un largo rato. Amíl-
viejo... de qué estás hablando... si a tu viejo no lo viste ni en fi- car está de espaldas a Dagomar.)
guritas... DAGOMAR. - Este me lo rompió la vieja de un escobazo por-
(Dagomar baja la vista.) que no me quería bañar. (Sigue tocándose la cara. Ahora se detie-
ne en su oreja.)
Escena Las cicatrices de Dagomar (Se toca la oreja «repoüito» derecha y se ríe.) Aquí sí que me
pegaron muchos...
Dagomar se toca la frente largamente. Amílcar permanece detrás AMÍLCAR. - (Desde atrás.) Los zurdos, los zurdos pegan en la
de él. oreja derecha. Vos nunca aprendiste bien a pelear con los zur-
DAGOMAR. - (Se toca. Se acaricia la frente y se sonríe.) Esta me dos, bajabas demasiado la mano derecha...
la hizo Rodríguez, el cubano, (Se toca la frente.) fue un puñete te- (Pausa larga.)
rrible, se me hizo un globo en la frente, ¿te acordás? (Pausa larga. DAGOMAR. - (Se toca largamente la narit-) La nariz de mier-
Se sigue tocando.) Me sacaron como medio litro de sangre con una da fue otro cabezazo... me rompió el tabique entero de un cabe-
aguja, me quedó un chichón (Pausa.) pero no se nota mucho... zazo... ¿te acordás? (Pausa.) ¿Quién fue? (Pausa.) ¿Quién fue?
(Pausa.) no se me nota mucho. (Amílcar lo mira.) AMÍLCAR. - (Lo mira.) No me acuerdo... No me puedo acor-
AMÍLCAR. - (Sin miraría.) No mucho no, no se te nota mucho. dar de todos los que te pegaron... No me acuerdo de todos... No

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me puedo acordar de todos. (Dagomar se toca toda la cara y cada juro que fueron dos puntazos... con una aguja de tejer... (La mi-
una de las cicatrices con cariño mientras se ríe tocándose una de las ra a Rosa.) me miraba... qué sé yo... le di con todo... y me mi-
cicatrices.) raba... le daba más y me seguía mirando... me dolía la mano...
DAGOMAR. - Mucho no me pegaron... algunos saques nada los dedos Je la mano... me cazaste negro... gritó y se tiró a dor-
mas. mir... (Se ríe.) creo que fue en Córdoba... che Abelardo dónde
AMÍLCAR - (Desdfi otros.) Te ponías en las cuerdas y las es- fue. (Püu.sa. Rosa lo seca.)
quivabas todas. ¡1 Vcile que se vaya! (Pausa.)
DAGOMAR. - (Moviéndose en la silla como si esquivara golf>es.) Yo creo que me quería... seguro que me quería mucho... me
Me ponía en las cuerdas y las esquivaba todas, (Se toca la cara.) llenaban el bocho de pelotudeses... la gente mala... vos sabes
no me pegaron mucho... creo que no me pegaron mucho. que la gente es mala cuando uno está arriba... me decían que
AMÍLCAR. - Te ponías en las cuerdas. (Se da vuelta, va hacia me cuidara del viejo... que cuando yo me iba a correr el viejo
atrás. De espaldas.) No te pegaban nunca. venía a visitarla... mira... (La mira a Rosa.) qué hijos de puta...
DAGOMAR. - (Riendo.) Las esquivaba todas. (Deja de reírse.) mira si el viejo me iba a joder a mí... con todos los consejos que
Me pegaron poco porque las esquivaba todas. (Vuelve a reír.) nú* din... me ensenó todo, el viejo era incapaz... le debo todo...
(Rosa lo seca.) la gente le gusta hablar cuando uno está arriba...
Escena Secando el sudor (Se ríe.) tenía un culito que no se podía aguantar... parece que
se lo dijeron... porque yo nunca lo vi así... se puso mal... era un
Durante toda esta escena Rosa debe mirar a Dagomar en su lar- taño siciliano...
go speecH fijamente. Su único movimiento es el de secarle cada tan- Me sacó el hambre, no te morfés todo junto... (Rosa lo seca.)
to las gotas de sudor de su /rente con un pañuelo. Arrulcar mira des- le robaron todo... le dejaron dos gallinas... lo agarró al pollito y
de un extremo. lo ahorcó...
DAGOMAR. - (Mirando oí /rente.) Van a venir. Yo sé que van Le dije que no... vos tenes que ir... ya sos grande... a mí no
a venir. A veces me parece que van a llegar... (Rosa le seca la me van a dar pelota... (Pausa larga. Como muy perdido.) la mú-
/rente.) Cómo era el negro... (Pausa.) Melchor y Baltasar... los sica para qué... pone más fuerte... que se escuchan los gritos... se
dos más vivos... el otro era el zonzo... los vivos eran Melchor y rompió la radio... dale grita más fuerte bolud*-- no sabes que se
el otro... los chicos no sabían nada... pero igual se ponían con- rompió la radio... che cállense... que van a venir... se oyen los
tentos... cuando vienen todos se olvidan y ponen los zapatos... gritos... por qué grita tanto... si no duele tanto... qué gritas así...
(Pausa.) Se le fueron las ganas (Se ríe.), ése no jode más... po- para que te oigan... ¡ Ay qué dolor! (Se agarra la cabeza con las dos
bre de él, lo agarramos entre todos y le empezamos a dar pata- manos. Pausa.) No quiero más... raja que duele... (Rosa lo seca.)
das. (Se irujuieta. Rosa le seca la/rente.) Eramos unidos... (La mi- para que duele... vos sabes que te quiero... (Pausa.) no le daba la
ra a Rosa.) Vos sabes cómo nos queríamos, como hermanos éra- guita porque se la chupaba, en el bar... le gustaba... le dijeron
mos, una familia de ésas que se quieren... una gran barra... pa- que se la chupaba... no seas zonto... (Rosa lo seca.) no doy más...
rábamos en Boyacá (Pausa.) todos los días... cuánto falta... no tengo aire... no... no me sobra aire... no ten-
(Se inquieta.) A mí no me vas a gritar así... y le di... KO aire... vos sabes cómo está el otro me gritó... lo miré y el otro
(Rosa lo seca.) A mí no me importa. (Gritando.) Calíate la estaba peor que yo... arruinado... (Se ríe.)
boca. (Pausa.) (Gritando.) Salgan de a uno... sin hacer ruido... no quería
Me pareció que no se daba cuenta... dos puntazos le di... te decirles... (Rosa lo seca.) en el fondo me daban lástima... no sa-
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bían dónde iban... iban contentos... cantaban... había uno muy DAGOMAR. - Tenes que comprarme más pastillas.
simpático... el pollero le decían (A Rosa.)... le decían el polle- AMÍLCAR. - Me parece que pierdo el tiempo.
ro porque vendía pollos... no los vi más... me había hecho ami- DAGOMAR. - Se me acabaron.
go del pollero... por eso no quise ir... no quería ir... hijos de pu- AMÍLCAR. - (Mirándolo.) Digo que a veces (Pausa) me can-
ta... todos menos el pollero... no lo vi nunca más... so...
(Rosa lo seca. Dagomar hace una mueca de dolor y se agarra la DAGOMAR. - Tenes que comprarme cuando se acaben...
cabeza con las dos manos. Pausa..) Viste esos tipos que uno los AMÍLCAR. - Pienso que esto debería terminar bien...
quiere y no sabe bien por qué..., así me pasaba con el pollero... lo DAGOMAR. - Pedile más recetas al doctor.
quería... uno... uno... uno se pone triste cuando no ve a los que AMÍLCAR. - Te meas y te cagas encima. ¿Qué puedo hacer
quiere... qué sé yo... te agarra un dolor aquí (Se toca el pecho.) por vos?... Tenes que comprender,., te tengo que cambiar... to*
de... como un dolor viste... (Pausa. Como si se hubiera ido. Se ríe.) dos los días...
Tenía un culito que no se podía aguantar... te lo juro por mi ma- DAGOMAR. - Me duele la cabeza.
dre que era una manzana... y tener que verlo todos los días... no AMÍLCAR. - Sos un muñeco, pero un muñeco que se caga y
se aguantaba... podes decirle que no tuve nada que ver... nunca se mea encima.
me metí con esa gente., si estaba ahí era por conveniencia de DAGOMAR. - Me duele la cabeza.
guita... pero no me gustaba el laburo... no me gustó nunca... AMÍLCAR. - (Lo mira.) Te cagas y te meas encima. (Pausa.)
Salí querés... salí de ahí... yo no la toqué... le miré el culo de Antes no te cagabas, sólo te meabas encima pero ahora te cagas
cerca pero te juro que no se lo toqué... siempre rué un culo sa- también. Antes me avisabas cuando te cagabas, ahora... ahora...
grado decía el loco... era un culo sagrado... Los culos sagrados no ya ni me avisas... no te das cuenta... no sentís nada.
se pueden romper... sólo se miran... mira qué hijo de puta... (Ro- DAGOMAR, - (Lo mira.) Cómprame dos frascos...
sa lo seca y ríe.) el rompeculos más grande del barrio... qué far- AMÍLCAR. - Ya no me avisas.
sante... Ay... Ay... qué tengo en el bocho... me parece que me ex- DAGOMAR. - Me duele la cabeza.
plota... que explota... (Se agarra la cabeza.) bocho de mierda... (Amíícar va hacia atrás tratando de salir de la vista de Dagomar.)
bocho de mierda. (Pausa.) La última vez le dijeron que no vi- AMÍLCAR. — Te dije que te habían traído el negro para reven-
niera más... era cuestión de que le hablara al viejo... pero al vie- tarte. Yo nunca te mentí y vos siempre me obedeciste. Ese era el
jo no se le animaba nadie... te miraba y te fundía... parecía que contrato. (Pausa.) Vos tenes unos mangos guardados... (Pausa.)
adivinaba... era un viejo zorro... muy zorro... se las sabía todas... Me parece que ese guita es un desperdicio... vos sabes que usar-
era muy zorro ¡ay qué dolor! (Se agarra la cabezo.-) Qué dolor hi- la... usarla... digo usar bien... vos... qué sé yo... ya no te podes
jo de puta ¡ay larga!... ¡ay!. (Rosa lo seca. Grita cada vez más mover... no podes usar, hacer uso. La Rosa no quiere venir más...
fuerte de dolor. Rosa lo seca en la frente. Dagomar grita de dolor. Ro- vos sabes que yo no te miento (Dagomar io mira.), la Rosa te
sa lo mira sin moverse.) quiere mucho, pero hay cosas que no puede aguantar más. (Pau^
sa larga de diez o quince segundos. Se miran.) Me dijo que no
Escena Por qué sigo así aguanta el olor... el otro día le ensuciaste el vestido... Yo sé que
no es por culpa tuya... pero ella no quiere venir más... yo digo...
Amíícar lo mira detenidamente a Dagomar. Dagomar mira hacia si con esos mangos... que tenes guardados... qué sé yo... a lo me-
el frente. jor conseguimos una enfermera que venga por horas. Ella se pue-
AMÍLCAR. - No sé por qué estoy aquí. de encargar de las pastillas y ya que está se puede encargar de

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cambiarte... estas minas son un fenómeno... no tenes que tener


vergüenza... (Dagomar liora.) a mi viejo cuando lo operaron de
la próstata la enfermera le ponía enemas y el viejo no decía na-
da... le ponía la chata... y le limpiaba el culo como a un pibe...
el viejo no tenía vergüenza... son cosas que pueden pasar a cual-
quiera. (Dagomar solloza.) Yo creo que con una mina de éstas,
vos no vas a tener problemas... son minas cancheras... gente que
sabe hacer el oficio... Yo no me iría. (Pausa.) Yo no me puedo
ir... ella vendría sólo para cambiarte y por las pastillas... son mi-
nas cancheras. Ella te compraría todas las pastillas del mes... y se
encargaría de dártelas cada vez que viniera... gente de oficio... te
lavan los calzoncillos y te los dejan como nuevos... (Se ríe.) ella
te puede comprar algún calzoncillo moderno, esos elásticos que
se lavan y se secan rápido... así tenes dos limpios siempre... no
podes seguir con un solo calzoncillo... digo... no... qué sé yo...
con una mina así solucionamos todo el asunto... pastillas y el
asunto de la muda... son cosas que le pueden pasar a cualquiera.
(Pausa larga. Amílcar espera una respuesta.) Y además qué sé yo...
por ahí te puede... Si le caes simpático... te puede hacer algún
alivio... son gente de oficio... de mundo... no se asustan de na-
da. (Amílcar vuelve a esperar una respuesta.)
DAGOMAR. - (Llora.) Tenes que comprarme otro frasco...
(Pausa.) me duele mucho la cabeza.
(Amílcar se acerca por detrás y lo abraza. Lloran juntos descon'
solados.)

Escena Del final

Amílcar va al cajón de la cocina y saca el cuchillo bruscamente.


Dagomar no lo ve. Amílcar queda con el cuchillo en la mano detrás
de él.
DAGOMAR. - (Mirando al frente.) Ayer tuve una pesadilla...
(Amílcar da un paso hacia adelante mu} lentamente con el ai-
chillo en la mano. Bajan las luces lentamente.)

TELÓN

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