Primera lectura, sobre la tesis de acentuación

De acuerdo al planteamiento de la estrategia didáctica propuesta en esta tesis, para el correcto

uso de la tipografía relacionada con la acentuación y la buena ortografía en estudiantes de
bachillerato, es importante mencionar que el aprendizaje primordialmente nace desde el interés
del individuo por la adquisición voluntaria del mismo, ya que si el alumno en este caso, no muestra
por deseo propio el interés de alimentar su “sed” de aprender mediante estímulos internos, que lo
motiven no solo a leer por leer, o por cumplir con un mandato, sino también a analizar y
cuestionar durante la ejecución de la lectura y como es el correcto uso de la escritura; a partir de
la propia redacción del educando.

Si se logra despertar el interés real de obtener información por medio de la necesidad sincera de
conocimiento, estaríamos hablando que el conocimiento adquirido por los estudiantes sería en
cuestión, realmente significativo teniendo impacto tanto en su contexto académico como en el
social, partiendo de la culturización personal que en su momento el docente logro “injertar”
gracias al esfuerzo continuo y participación constante de las dos principales partes involucradas en
este ámbito (alumnos y maestros).

La ortografía y su relación con la PNL Planteamiento del problema.

En un planteamiento inicial se propone trabajar bajo un esquema de trabajo, donde se pretende

aplicar una estrategia de intervención psico educativa a cierto número de estudiantes de nivel
primaria (Sexto de primaria), esto con la finalidad de tratar de identificar los procesos mentales
que intervienen durante la ejecución y reproducción de la escritura en la población estudiantil
antes mencionada, o en otras palabras el correcto uso de la ortografía.

De acuerdo a lo anterior, es indispensable resaltar la urgente necesidad, tal y como se lee en el

documento, por aplicar estrategias útiles y de impacto a nivel subjetivo y tener como resultado un
avance significativo en el correcto uso de la escritura a partir de la observación de conceptos
básicos que son rescatados por medio de la vista, la principal manera de detección en este caso, es
por parte del personal docente, el cual tiene un papel fundamental no solo por ser el dador de
conocimiento, sino por fungir como guía y acompañante en el proceso de enseñanza y
aprendizaje, por tal motivo el docente debe de innovar el tipo de estrategias que aplica a sus
alumnos al momento de realizar una corrección ortográfica y no limitarse solo a la repetición de
una palabra mal escrita.

El tener la capacidad real de comunicarse adecuadamente por medio de la escritura, empleando

las reglas gramaticales que esta conlleva, desde su almacenamiento hasta su reproducción son
indispensables para el desarrollo académico de los estudiantes, pero no se puede limitar solo al
desarrollo estudiantil, ya que el uso correcto del lenguaje por medio de la escritura tiene influencia
en la mayoría de contextos de desarrollo, donde la habilidad de escribir correctamente es básica
aun a pesar de que existan personas que desconocen incluso la existencia de leyes gramaticales
para el correcto uso de la ortografía empleada en nuestra lengua, como medio de comunicación
escrita no verbal, es alarmante cuando el docente puede darse cuenta de que incluso se perciben
faltas de ortografía lingüísticas empleadas en el vocabulario habitual de los estudiantes,
empleando palabras sin sentido y adaptándolas a un sub-lenguaje que los niños de hoy en día
pueden apropiarse de el como su lengua de origen y principal medio de comunicación (no es igual
hablar por hablar que escribir correctamente).

Concientizar al respecto es primordial, ya que el primer paso para comenzar a tratar esta
problemática es ampliar el panorama al personal docente sobre el uso de nuevas estrategias
didácticas que inciten al aprendizaje del alumno, despertando su curiosidad y deseo de aprender
sobre las reglas gramaticales que intervienen estrechamente en el proceso de escritura que
emplean de forma cotidiana, con la intención de que la estrategia empleada no sea la habitual
donde el alumno en este caso, solo repite la palabra un cierto número de veces y llenando una
plana, eso y castigar es lo mismo.

Pero: ¿porque castigar una conducta no intencionada? (mala ortografía).

Si podemos analizar un poco el contexto que rodea la mala ortografía de los estudiantes, nos
podríamos dar cuenta de que muy posiblemente el error ortográfico no es intencionado, que muy
posiblemente el individuo no tenga como propósito el cometer un error ortográfico, o que tal vez
su propósito es escribir correctamente, pero aun a pesar de los intentos no puede corregir ese
detalle. Aquí es donde intervienen los procesos cognitivos en el aprendizaje y cómo podemos
emplear el uso de estrategias que trabajen directamente con dichos procesos y estos a su vez,
sirvan al estudiante para poder percibir y almacenar de forma significativa la información en su
estructura cognitiva.
El uso de estrategias mal empleadas que originan un rechazo muy marcado hacia las reglas
gramaticales para su ejecución ortográfica, limitándose solo al cumplimiento de una sanción
impuesta por el docente y que al momento de cumplirla, no hay manera de poder comprobar si
dicha corrección es almacenada como aprendizaje significativo en su estructura cognitiva y de esta
manera evitar volver a reincidir de nuevo en el error detectado.

De acuerdo a lo anterior podemos plantear la siguiente pregunta:

¿Cómo se relacionan los procesos mentales con la correcta asimilación de la escritura, mediante la
detección de errores en la ortografía y la correcta enseñanza de la misma?

Mediante el diseño de estrategias visuales que cultiven la enseñanza de forma significativa para
que sea almacenada en su estructura cognitiva