El papel del diagnóstico por el iris en las
terapias alternativas y su posible uso
en medicina general J.W. Piesse
El secular arte de interpretar los signos visibles del iris
es potencialmente una herramienta útil en el
diagnóstico. Por el iris se puede localizar el patrón de
debilidades corporales, las áreas de congestión o de
inflamación, así como los signos de desequilibrio del
sistema nervioso autónomo. Nos ofrece una visión
diferente que nos puede hacer comprender y ampliar el
concepto de los procesos mórbidos.
HISTORIA5•7
El descubrimiento de los signos del iris así como de su
significación se inició en el siglo XVI I . El trabajo de Phi­
lippus Megen, « Chiromantica Medica» ( 1670) expone las
primeras referencias al diagnóstico por el iris. Sin embar­
go, el verdadero pionero de este método fue un médico
húngaro , el Dr. lgnatz von Péczely (1 822- 1 9 1 1) quien es­
cribió el primer texto sobre el tema, publicado en 1 88 1 .
Cuando era aún un niño, el interés de von Péczely por es­
te método surgió cuando observó la aparición de una
marca negra en el ojo de un búho que se había roto la pa­
ta en el momento de su captura. Esta marca fue desapare­
ciendo gradualmente al tiempo que surgían líneas blancas
en esa zona conforme la pata iba sanado. Los trabajos de
von Péczely fueron de vital importancia por su contribu­
ción a la localización de las áreas orgánicas.
Nils Liljequist, un homeópata sueco (nacido en 1 8 5 1 ) ,
añadió s u conocimiento sobre las pigmentaciones y deco­
loraciones del iris6 • Los detalles sobre las aportaciones
efectuadas por otros autores en el campo de la Iridología
ya no entran en los propósitos de este artículo, pero cree­
mos necesario citar las contribuciones del Dr. Thiel y del
pastor Felke en Alemania, de los dotores H. Lahn, H .
Lindlahr y F . Collins en los Estados Unidos, y del Dr .
V . L . Ferrándiz en España. En la actualidad, los iridólo­
gos más conocidos son el Dr. Bernard Jensen (EUA) y el
Dr. Josef Deck (RFA).
El libro del Dr . Deck, «Grundlagen der Irisdiagnostik»
es el texto clásico de la iridología moderna, aunque esté
escrito en alemán. (N. del T. : Ha aparecido recientemen­
te la versión inglesa, ver N. Medicatrix n . 0 5 . )
Aunque muchos d e los pioneros d e este método eran
médicos, este arte ha sido paulatinamente olvidado por
los profesionales médicos, siendo practicado principal­
mente en la actualidad por homeópatas y naturópatas .
Sin embargo, hay cada día un mayor número de médicos
homeópatas y de terapias alternativas que usan esta técni­
ca en los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia,
Australia y otros países.
EL MECANISMO DEL DIAGNÓSTICO POR EL IRIS
La afirmación de que el estado de otras partes del cuer­
po está representado en cierto modo en el iris, tal como lo
está en la sangre (bioquímica), en la retina (oftalmología)
o en la oreja humana (teoría de acupuntura auricular) , es
básicamente una extensión de la interrelación orgánica a
nivel fisiológico, tal como postuló Cannon1 • Esto implica
que todo órgano corporal se reflejará en cierto grado en
la fisiología de cualquier otro órgano, aunque ello a veces
sólo pueda ser detectado a nivel celular o molecular.
De cara a determinar últimamente la sensibilidad fisio­
lógica de un órgano con otro, se deben satisfacer algunos
criterios básicos9 :
- Sensibilidad. En forma de una inervación y vasculari­
zación altamente desarrolladas .
- Visibilidad. E l órgano debe d e ser accesible sin trau­
ma, con un sistema celular visible.
- Bases de evaluación. El órgano ha de poder ser evalua­
do tanto estructural como histológicamente, usando un
método analítico consistente y reproducible.
El iris satisface estas exigencias brillantemente, pose­
yendo una vascularización capilar profusa que parte de
los tres plexos ciliares con los que se r�laciona; y una iner­
vación rica por parte del plexo ciliar que forma varias re­
des fibrilares neurales en las capas fibrosas anteriores, al­
rededor de los vasos sanguíneos y frente al músculo dila­
tador. Cada fibrilla inerva de dos a ocho fibras mioepite­
liales. Este hecho demuestra que el iris es una de las es­
tructuras motoras más sensitivas de todo el cuerpo2 •
La estructura radial y circular es ideal para una evalua­
ción topográfica d<;;finitiva que pueda ser comparada con
estudios correlativos .
E l iris s e presta admirablemente para establecer sus me­
canismos neurofisiológicos experimentalmente mediante
investigación científica. Desde la primera observación de
von Péczely sobre el búho, se ha establecido un vasto
cuerpo de evidencias acumuladas que indican que la apa­
rjción de los signos irídicos refleja la condición de otras
partes del cuerpo, pudiéndose admitir que estos mecanis­
mos son ciertos. Para descubrir estos mecanismos, la
Neurofisiología tan sólo necesita dedicarse a ello .
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SIGNOS DEL IRIS
La habilidad para diagnosticar útil y correctamente a
través del iris requiere años de práctica y un conocimiento
mucho más amplio del que se puede exponer aquí. Segui­
damente expondré un sumario de la teoría del diagnóstico
por el iris que pueda dar una idea básica introductoria. Se
podrá comprobar que la Iridología introduce conceptos
que son extraños y nuevos para los doctores en Medicina.
• Las divisiones concéntricas del iris y sus signos corres­
pondientes:
El iris está dividido , con un propósito descriptivo, en
tres zorras mayores y en seis zonas menores (figura 1) .
Natura Medicatrix. Invierno/Primavera 1986 (n. o 12) - 29
 Dos zonas muy diferenciadas son la pri-
mera zona menor, que corresponde al es­
tómago y al duodeno, y el círculo gene­
ralmente muy marcado situado en su ex­
terior que se denomina corona irídica (o
collarete) .
, La corona irídica, en su configuración
normal, se localiza en el margen externo
del área intestinal, y se considera que re­
presenta el estado del sistema nervioso
autónomo, con particular referencia al
tono intestinal y a sus posibles referencias
reflejas con órganos adyacentes . Las sec­
ciones de la corona irídica desplazadas
excéntricamente se interpretan como una
indicación de un tono o función intestinal
(particularmente colónico) neuromuscu­
lar subóptimos.
Las zonas mayores 2 y 3, también de­
nominadas zona ciliar, no presentan una
correlación concéntrica visible, excepto cuando se observa:
1) Un cerco de costra que es visible como un arco oscu­
ro justo por dentro del limbo esclero-corneal, sign0 de
malfunción cutánea.
2) Manchas o nubes blancas o anaranj adas se pueden
observar en la zona mayor 3 , indicando «congestión lin­
fática» . Estos signos suelen acompañarse de áreas de hi­
percoloración difusa o superficial en la zona de la corona
irídica, interpretadas como congestión de la mucosa in­
testinal, que se considera como una afección que precede
a la congestión linfática. Estos signos podrían indicar, se­
gún esta teoría, deficiencias digestivas y desequilibrios
nutricionales .
3) Cuando se mantiene un tono nervioso excesivo sobre
el músculo dilatador de la pupila, las fibras superficiales
del iris en la zona ciliar se incurvan, formando arcos con­
céntricos de contracción. Estos «anillos nerviosos» son
un signo directo de hipertonía simpática, y se considera
que representan un estado de tensión nerviosa. Los ani­
llos nerviosos se observan mejor con una iluminación la­
teral.
El músculo esfínter pupilar se localiza en la profundi­
dad del área situada entre el borde pupilar y la corona irí­
dica, que también se denomina zona pupilar. Es intere­
sante considerar que los signos irídicos de hiperclorhidria
gástrica, mediados por el vago, se asocian generalmente
con miosis, que también está mediada por el parasimpáú­
co .
4) El último signo cop.céntrico de importancja en Irido­
logía es un signo cornea! -el arco vascular en todas sus
variaciones. El diagnóstico médico clásico ya reconoce el
arcus senilis, pero el diagnóstico por el iris llega más lejos
a este respecto:
a) El «arcus ischemia» es un crecimiento en dirección
inferior de la esclerótica por encima del borde paralímbi­
co superior de la córnea. Se dice que representa degenera­
ción de las circulaciones cerebrovascular y del cráneo; de­
duciéndose ello a partir de la correlación de este signo con
los accidentes cerebrovasculares y con la calvicie. Esto es
especialmente verdadero si además coexiste con los deno­
minados arcos vasculares cálcico-sódicos .
30 - Natura Medicatrix. Invierno/Primavera 1986 (n. o 12)
FIGURA 1 : Zonas concéntricas del iris
3. a Zona Mayor
Zona ciliar
� :;:,�:·:��:::�:'""'"
2. a Zona Mayor Dilatador pupilar
(simpático)
/
Corona irídica (sistema nervioso autónomo)
' "'" " (p•m•lmp;tiw)
1 �� Pupila
\, ....._ } l . a Zona Menor - estómago
duodeno
-i } 2. Zona Menor - intestinos
a
b) El «arcus sclerosis», que es parecido al arcus senilis,
puede presentarse en forma de anillo parcial o total alre­
dedor de la periferia del iris, superponiéndose en las zo­
nas menores 5 y 6. Generalmente hay un margen claro en­
tre el «arcus» y el limbo , a menos que el «arcus» sea par­
ticularmente denso. La situación del arco es también sig­
nificativa. Por ejemplo, un arco concentrado en la zona
inferior del iris puede indicar indicios o actual enferme­
dad vascular periférica, localizada en las arterias ilíacas,
femorales o cualquier otra artería distal de los miembros
inferiores. El color blanco de estos arcos indica fijación
de sodio y cambios arterioscleróticos relacionados con un
exceso de ingestión de sal , de bicarbonato de sodio o de
medicamentos que contengan sodio. La Ateromatosis es­
tá indicada cuando estos arcos presentan un color amari­
llento o están descoloridos .
• La estructura radial del iris y sus distorsiones:
Las capas superficiales del iris están constituidas por fi­
bras mioepiteliales dispuestas entre el limbo y l á corona,
y entre la corona y el margen pupilar en una dirección ge­
neralmente radial .
La «constitución del iris» se refleja por la perfección,
la rectitud y la posición paralela de las fibras, y por la
ausencia o presencia de separación de las fibras delatando
la presencia de criptas y lagunas, lo cual se considera co­
mo un indicador general de la calidad de la salud. La in­
vestigación demuestra que los individuos que presentan
sus fibras del iris paralelas, finas y rectas presentan me­
nos enfermedades, su recuperación es más rápida y viven
más años que los que presentan fibras distorsionadas y
rotas.
Otros signos como el número, localización y tipo de le­
siones, así como la presencia de hebras o nubosidades de
tipo congestivo , también tienen su importancia en el pro­
nóstico y la historia clínica de cada paciente individual­
mente.
• Lesiones del iris y signos de debilidad
Cuando las fibras del iris se separan, quedan descubier­
tas las capas fibrosas inferiores más oscuras, y finalmente
 FIGURA 2: Carta iridológica desarrollada por Bernard Jensen
puede quedar expuesta la capa pigmentaria más inferior.
Cualquier separación de las fibras del iris es un signo de
debilidad potencial.
Cuanto más profundo sea el agujero mostrado por la
separación de las fibras, mayor será su oscuridad por el
pigmento visible en su fondo, y más crónica y destructiva
su patología correspondiente. La extirpación quirúrgica
de un órgano no cambia la estructura del iris, que perma­
nece indicando la patología existente antes de tal inter­
vención. Algunos autores consideran que la parálisis
anestésica del sistema nervioso inhibe el registro irídico
del trauma quirúrgico .
El emblanquecimiento o la iluminación de los colores
de las fibras en un área determinada del iris se considera
que indica un estado de inflamación aguda o de conges­
tión en el área u órgano correspondientes a la topografía
del iris.
El emblanquecimiento generalizado del color del iris
(«acidosis metabólica») es un signo premórbido de enfer­
medades artríticas reumáticas.
El oscurecimiento o decoloración de la superficie del
iris o del borde de una lesión se dice que indica una con­
gestión o inflamación más crónica.
Estos patrones de debilidad, de congestión y de estruc­
tura de las fibras son dinámicos . La fotografía irídica se­
cuencial puede revelarnos cambios correspondientes a la
clarificación, a la degeneración o a la curación. La dege­
neración se indica por un agrandamiento y profundiza­
ción de las lesiones con deterioro de la estructura fibrilar .
La curación se indica por la presencia de nuevas fibras
que aparecen en la base de las lesiones , con su eventual
obliteración . De este modo se puede reforzar la estructu­
ra fibrosa reduciéndose la coloración congestiva.
• La representación de las partes del cuerpo en el iris:
En los últimos 1 5 0 años, la investigación en lridología
ha correlacionado los hallazgos clínicos, patológicos y
bioquímicos de casos mórbidos con signos del iris . Como
consecuencia de ello, se ha podido realizar un mapa topo­
gráfico del iris con la mayor parte de órganos y estructu­
ras del cuerpo humano. Los más conocidos son los de
Bernard Jensen (USA, figura 2) y Josef Deck (Ettlingen,
Instituto para el Desarrollo del Iridodiagnóstico, Karlsru­
he, R . F. de Alemania) . Estos mapas nos exponen el esta­
do actual de este arte de diagnóstico en desarrollo .
En relación a estas cartas, el autor tiene la impresión de
que :
1) Los signos irídicos de enfermedad tiroidea no son
tan fiables como otros signos del iris, tanto en apariencia
como en localización .
2) La localización de la próstata según J ensen en la zo­
na 3 a los 25 minutos izquierda y a los 3 5 minutos derecha
es más perfecta que la de Deck, ligeramente superior.
3) La localización dei páncreas según Deck, algo por
encima de la de Jensen, es más fiable.
4) La interpretación de Jensen de las «áreas cerebrales»
no tiene mucho que ver con las bases neuroanatómicas de
la topografía irídica. Es recomendable mantener un sano
escepticismo a la hora de interpretar los signos cerebrales.
5) La incidencia de pirosis con cardiología, así como de
la confirmación radiológica de hernia de hiato, parece co­
rrelacionarse positivamente con la localización del área
esofágica situada medialmente en la línea horizontal
(Jensen et al) .
Natura Medicatrix. Invierno/Primavera 1986 (n. o 12) - 31
 cialmente si se asocia con algún arco vascular . Alternati­
vamente, también puede indicar un padecimiento cardia­
TABLA 1: Distribución radial de los órganos
co pasado, presente o futuro, pero sólo una exploración
(en minutos de reloj)
posterior de tipo anmanésico puede darnos luz acerca del
Órgano Lado Localización Zona estado real de su corazón .
La Iridología, cuando es utilizada por un iridólogo ex­
Aorta izquierdo 1 0- 1 2' 2 perto, nos puede dar una buena evaluación acerca del es­
Mamas derecho 42-43' 3-4 tado de salud pasado del paciente, así como del pronósti­
izquierdo 1 6-17' 3-4 co futuro. Mi propio interés sobre el tema se inició en
Bronquios derecho 43-47' 2-3 1 973, cuando un iridólogo de Nueva Zelanda expuso mi
izquierdo 1 5- 1 7 ' 2"3 historia clínica con una minuciosidad sorprendente a par­
Oído-mastoides derecho 53-54' 4-5 tir de diapositivas de mis iris, y asimismo diagnosticó una
izquierdo 6-7' 4-5
debilidad herniaria que se manifestó entre mi visita con él
Vesícula biliar derecho 37-39' 2-3
y la recepción de su informe.
Ingle (hernias) derecho 3 1 -33' 3-4
izquierdo 27-29' 3-4
Generalmente, el valor del diagnóstico por el iris reside
en advertir al médico de áreas de debilidad que pueden
Corazón izquierdo 1 2- 14' 2-3
derecho
ser posteriormente evaluadas con pruebas más apropia­
Riñones 27-29' 2-4
izquierdo 3 1 -33' 2-4 das. Añade a ello una dimensión diagnóstica mayor. Por
Hígado derecho 37-39' 3-4 ejemplo, una lesión cardiaca observada en el iris izquier­
Pulmones derecho 43-47' 4-5 do en un paciente con dolores de tipo anginoso en el pe­
izquierdo 1 5- 1 7 ' 4-5 cho nos añade valor a la sospecha de una cardiopatía is­
Esófago derecho 15-16' 2-4 quémica, incluso en ausencia de valores bioquímicos y
izquierdo 44-45' 2-4 analíticos positivos , o en ausencia de un patrón electro­
Ovarios-Testículos derecho 35-36' 3-5 cardiográfico sospechoso.
izquierdo 24-25' 3-5
Páncreas derecho 36-38' 2-3 • Diferentes conceptos subyacentes en la Iridología:
Pituitaria derecho 1 -3' 2 Para el profesional médico, el valor de este método
izquierdo 57-59' 2
puede residir en el hecho de que la Iridología introduce
Recto-Ano izquierdo 33' 2-6
nu�vos concepto's que pueden ayudar a una mejor com­
Bazo izquierdo 33' 3-5
prensión de las causas físicas de enfermedad svbyacentes;
Tiroides (J. Deck) derecho 1 4- 1 6' 4-6
así como por el hecho de que puede orientar hacia una te­
izquierdo 44-46' 4-6
rapia más apropiada, efectiva y curativa. Sin embargo, la
Amígdalas-Faringe derecho 1 3- 14' 4-5
izquierdo 46-47' 4-5 falta de comprensión hacia estos conceptos hace que con
Tráquea derecho 1 2- 14' 2-3 frecuencia no pueda ser utilizado con efectividad el diag­
izquierdo 46-48' 2-3 nóstico por el iris .
Uretra izquierdo 37' 5-6
Vejiga urinaria derecho 23' 3-5 • El concepto de la congestión:
Útero-Próstata (Jensen) derecho 35' 2-3 Estancamiento de drogas: La gran contribución de Lil­
izquierdo 25' 2-3 jequist reside en la comprensión de la aparición de estan­
Vagina derecho 25' 3-6 camientos superficiales y de decoloraciones del iris, cau­
izquierdo 35' 3-6
sados por el uso de ciertos medicamentos como la quinina
y Jos compuestos mercuriales. Hoy en día, el número de
medicamentos de síntesis ha aumentado de tal forma que
es virtualmente imposible identificar acumulaciones espe­
COMENTARIO cíficas de ciertas drogas. Una excepción es el hierro inor­
gánico que puede verse depositado sobre la corona irídi­
• El valor del diagnóstico por el iris: ca, o en las áreas correspondientes a los glúteos si ha sido
Aparte de los comentarios mencionados anteriormente inyectado (zonas 2 a 4, a los 28' y 32' en ambos iris) .
acerca de la localización orgánica, actualmente hay una Congestión linfática y gastrointestinal: Este diagnósti­
gran coincidencia en la topografía irídica tal como se ex­ co se hace a través de la observación de deposiciones su­
pone en la Tabla l. Las lesiones y otros signos localizados perficiales en el iris:
en un área determinada suelen tener una correlación - sobre la zona menor 5 (linfática) aunque pueda estar
aceptable con la historia clínica del paciente; y, asimis­ algo más interno (zona 4) si aparece un cerco de costra;
mo, las debilidades potenciales se expresan también en el - sobre la corona irídica- zona menor 2-3.
momento de la exploración si se tienen medios suficientes Los copos linfáticos y las manchas pueden formar un
como para poder examinar el iris con la suficiente clari­ círculo (Rosario linfático) . El color de estos signos con­
dad . Sin embargo, los signos irídicos no nos especificarán gestivos varía desde el blanco al naranja en los ojos azules
el tipo de enfermedad en un .sentido convencional. o marrones. Cuanto más oscuro sea el color, más crónico
Por ejemplo, una lesión cardiaca en un hombre de 39 será el proceso. En los iris marrón oscuro, el color puede
añ.os puede ser heredada e indicarnos una predisposición ser marrón claro .
hacia patologías cardiacas valvulares o isquémicas, espe- Se considera que estos signos pueden derivarse de una

32 - Natura Medicatrix. Invierno/Primavera 1986 (n. o 12)

digestión inadecuada o de un desequilibrio dietético. Los
procesos digestivos del individuo no pueden metabolizar
adecuadamente la ingesta de proteínas y de grasas, resul­
tando una sobrecarga de los linfáticos intestinales y peri­
féricos, con congestión subsiguiente de los órganos donde
están localizados . Además de ello, los órganos encarga­
dos de la eliminación de las toxinas pueden ser,inadecua­
dos. Esto puede estar influido por factores nutriciona­
les 1 0 . Los signos de congestión linfática e intestinal se co­
rrelacionan frecuentemente con los problemas «catarra­
les» como las descargas postnasales, faringitis, tonsilitis ,
otitis, bronquitis, cistitis y vaginitis; con rinitis alérgica,
con dermatitis y alergias alimentarias; y con muchas con­
diciones difusas de la piel como el eccema y la psoriasis.
Las lesiones pancreáticas se pueden ver usualmente en los
iris mostrando estos signos, y se supone que una insufi­
ciencia parcial del páncreas exocrina puede contribuir a
la formación de tales alteraciones clínicas (p .e. mucovis­
cidosis).
Ciertos excesos dietéticos están correlacionados con es­
te tipo de signos -particularmente la ingesta de produc­
tos de leche de vaca. Los iridólogos opinan que la alimen­
tación infantil obligada a base de productos lácteos es un
factor de gran importancia en la mayor incidencia de in­
fecciones respiratorias, otitis y tonsilitis en estos grupos
de edad en los países que realizan una alimentación bási­
camente láctea.
El tratamiento de estas condiciones retirando los «ali­
mentos formadores de moco», el suplemento con enzi­
mas pancreáticas, con vitaminas A, B y C, así como con
otros agentes que ayuden al proceso detoxificador del or­
ganismo y los procesos inmunes, junto al uso de los «lim­
piadores linfáticos» que se utilizan en medicina alternati­
va, generalmente es más efectivo que las terapias médicas
convencionales.
Signos de éstasis intestinal: Se presenta en forma de fi­
nos puntitos de color anaranjado hasta marrón oscuro
sobre las zonas menores 2 y 3, sobre la superficie de una
corona irídica congestionada, lo cual se asocia con gran
frecuencia con la presencia de peristaltismo colónico en­
lentecido y con diversos grados de estreñimiento , que van
desde la evacuación parcial hasta la retención fecal recu­
rrente. La putrefacción de la materia alimenticia no dige­
rida puede contribuir a la formación de este signo más
que la lenta motilidad intestinal per se. Estos procesos es­
tán relacionados con el concepto de «autotoxicidad», lo
que indica un ensuciamiento corporal que proviene desde
dentro. En muchas terapias alternativas se considera co­
mo vital la restauración de la digestión y alimentación óp­
timas, y de cara a este tipo de terapias , el examen del iris
es un método diagnóstico de vital importancia .
• El concepto de atonía illltestinal:
Las incursiones de la corona irídica hacia la zona me­
nor 3, e incluso hacia la zona menor 4, se consideran co­
mo representación de una debilidad del tono del sistema
nervioso autónomo, especialmente del parasimpático,
que controla el tono y la motilidad intestinal. De este mo­
do, se dice que estas dilataciones de la corona irídica re-
presentan una «atonía intestinal». Clínicamente, esto se
correlaciona con la presencia de aerocolia y de produc­
ción de flatos . Se han observado ocasionalmente, corres­
pondiéndose con este signo, severos casos de hipotonía
colónica confirmados por radiografía con solución bari­
tada. Sin embargo, los radiólogos no suelen fijarse en es­
ta tendencia, de forma que este concepto es poco com­
prendido en la medicina convencional . Las pequeñas le­
siones oscuras que se observan justo por dentro de la co­
rona irídica pueden indicar una tendencia a las dilatacio­
nes y a la diverticulosis intestinal.
De forma similar, las dilataciones locales de la corona
irídica pueden indicar una hipertonía en el área orgánica
adyacente. Una incursión centrífuga de la corona hacia la
zona 3 en el área de 12 y 14 minutos del iris izquierdo pue­
de indicar una tendencia hacia la hiperestimulación car­
diaca de tipo simpático, lo cual se suele observar clínica­
mente como palpitaciones4 •
La dilatación generalizada de la corona irídica puede
indicar un desequilibrio entre los tonos de los sistemas
nerviosos simpático (exceso) y parasimpático, lo cual se
observa en algunos iris muy especiales . Se necesita expe­
riencia para poder diferenciar estos signos del de la atonía
intestinal.
Las incursiones locales de la corona pueden indicar
tensión o la presencia de una neoformación en un órgano
determinado. Sin embargo , siempre será necesario reali­
zar una histología para poder establecer la presencia de
un posible tumor o quiste. Los quistes ováricos se suelen
manifestar como un combamiento en la zona menor 1 a
los 25 minutos de la izquierda y a los 35 minutos de la de­
recha.
LIMITACIONES DEL DIAGNÓSTICO POR EL IRIS
Se ha de comprender que a pesar de que el diagnóstico
por el iris ofrece una nueva dimensión a la etiología de la
enfermedad, es esencialmente un método de apoyo a
otros sistemas diagnósticos. Si se usa exclusivamente, se
puede quedar muy lejos de lo que se comprende como
una orientación diagnóstica.
La interpretación es con frecuencia muy difícil , requi­
riendo una amplia experiencia. De este modo, para el
inexperto, el iris puede no dar ninguna información váli­
da. Además de ello, los iris con una estructura fibrilar po­
bre y con múltiples lesiones son difíciles de interpretar de
una forma realista. Las fotografías suelen ofrecer unas
señales claras, pero muchos iris vivos no son tan compla­
cientes . . .
E l cáncer n o puede ser diagnosticado por el iris, aun­
que en la carcinomatosis avanzada algunas lesiones des­
tructivas de órgano puedan registrarse en el ojo ; por
ejemplo, relacionadas con metástasis hepáticas.
Las debilidades del iris indican problemas potenciales
que pueden manifestarse o no en el momento de la explo­
ración. Esto suele conducir a interpretacion�s erróneas.
Las lesiones del iris jamás especifican el proceso histo­
patólógico subyacente. Se puede diferenciar la actividad
de tipo agudo, crónico y destructivo, así como los proce­
sos de recuperación curativa. El diagnóstico completo no
se puede hacer sin las pruebas convencionales .
Natura Medicatrix. Invierno/Primavera 1986 (n. 0 12) - 33
RESUMEN
El diagnóstico por el iris es un método muy útil de ase­
soramiento que nos ofrece una expansión potencial del
conocimiento del estado general del paciente, de su salud
y de su vitalidad , así como la etiología de los procesos
mórbidos. Conforme se va avanzando en su investigación
(actualmente en Alemania, especialmente), su minuciosi­
dad en la predicción de enfermedades orgánicas es sor­
prendente, y está aún mejorando. El diagnóstico por el
iris nos ofrece un balance general rápido y útil que puede
alertar al médico acerca de la presencia de problemas sub­
yacentes que no son detectables por otro s métodós . Es al­
tamente necesario en la anamnesis del médico alternati­
vo, como apoyo de su terapia dietética.
RECONOCIMIENTO
El autor desea expresar su agradecimiento por el apoyo prestado en el estudio de
la Iridología a la Southern School of Natural Therapies, al Sr. Hainsworth T. Cock
(dietista e iridólogo) en la preparación de este articulo y a la Sra. Margaret Wood
'
por su trabajo mecanográfico.
El autor opina que el uso de un auriscopio con una lente cogida por una cinta
frontal es el instrumento ideal para el examen del iris.
34 - Natura Medicatrix. Invierno/Primavera 1986 (n. o 12)
REFERENCIAS
Libros:
(1) W.B. Cannon, The Wisdom of the Body, Pub. Norton 1932.
(2) Wolff, Anatomy of the Eye and Orbit, 6 . a edición, Pub. Saunders,
1 97 1 .
(3) Josef Deck, Grunlagen der Irisdiagnostik, l . a edición, 1 965 (alta­
mente recomendado).
(4) Bernard Jensen, The Science and Practice oj Iridology (buenas ilus­
traciones) .
(5) Theodor Kriege, Fundamental Basis oj lrisdiagnosis, Pub. Fowler &
Co . , 1975.
(6) H . Lindhlar , Iris Diagnosis and other Diagnostic Methods, Pub.
Health Research 1922.
(7) /nstructor's Manual oj Iridologists Internstional, Artículos genera­
les.
(8) Iridology Fellowship Journal, Dec. 1 972-re: iris signs.
Artículos originales:
(9) Iris Diagnosis, A. Physiological Evaluation, P . Callinan.
(lO) Journal of Applied Nutrition, Vol. 3 1 , 1979, p. 67-74. «Do Allergic
Reactions Represent Hypersensitivity or Nutritionally Deficient Detoxi­
cation?», W. Holub.
• Extraído de: Australia Family Physician, Vol. 9. May. 1980, 309- 1 8.
• Traducción : Josep Lluís Berdonces i Serra (médico iridólogo).