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Suculento sazón larense

La gastronomía venezolana está llena de aromas y sazón, exquisitos sabores y


llamativos colores de vegetales, condimentos y especies mezclado con la
influencia de la cocina europea, que le han otorgado a la comida del país cierta
particularidad.

La exquisitez de la cocina larense data desde mediados del siglo XVI, así lo refiere
Juan Alonso Molina, en su artículo, Viaje al interior de la mesa larense. Una
variada gama de rica comida le otorga personalidad y reconocimiento a la
gastronomía de Lara. Diversidad de platos provistos de sabores únicos y
extraordinarios, son representación de nuestra afición al buen comer.

Las sopas y las carnes marcan su protagonismo en la mesa. Siendo las carnes
más apetecibles: ovejo, chivo, res y cerdo, aderezados y guisados de manera muy
especial. Los granos, principalmente las caraotas, el casabe de yuca dulce, las
hallaquitas de jojoto y las arepas de maíz pilado, constituyen los contornos más
usuales en estos platos.

Los lácteos y sus derivados también ponen


en evidencia su peculiaridad, los quesos de
crineja, tapara y de cabra en diversas
presentaciones son una verdadero manjar,
que aunados a la majestuosidad del suero,
tanto de leche de vaca como de cabra,
pasteurizado o de tapara acompañan con
prestancia a la arepa y a los granos.

En cuanto a panes y dulcería criolla, los de


más tradición y preferidos por el paladar
del larense y del venezolano son: los panes
de Tunja, la acema tocuyana, las catalinas,
las canelitas, conserva de buche, buche en almíbar,
conserva de tapatapa, conserva de nuez, dulce de
lechosa, semerucos en almíbar y dulce de leche.

El licor y las bebidas alcohólicas también forman


parte de nuestro apego culinario. El Cocuy de penca,
constituye hoy un elemento del patrimonio cultural
larense. Los rones y vinos obtenidos en nuestra
región, provistos de aromas, texturas y sabores
placenteros, también han logrado satisfacer los más
exquisitos gustos nacionales e internacionales, lo
que ha convertido a sus industrias destiladoras en
merecedoras de reconocimientos.
Las abuelas y las generaciones de hoy le han adicionado ingredientes y grandes
porciones de amor a esas creaciones gastronómicas, recetas que generación a
generación se traspasan con el más preciado legado nutricional, provistas de un
suculento sazón.

Fuente: Sunny Inojosa


UCS/PROINLARA

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