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Cap 2. Conceptos y Caracteristicas
Cap 2. Conceptos y Caracteristicas
P. Sosa. © 03-2007
2.- Conceptos y características
2.1.- Conceptos
En el mundo de los submarinos, como con cualquier otro buque, se usan serie definiciones, términos y
conceptos que conviene tener claros parar poder aprehender con precisión el significado de las
redacciones y textos que se utilizan.
Submarino: Es un buque que puede navegar en inmersión completa, es decir sin ningún contacto
físico con la superficie del mar o con la atmósfera durante mucho tiempo. Si el buque está obligado a
estar en contacto permanente con la misma bien para comunicar con el exterior o mantener la
estabilidad, no es un submarino. Si este contacto es solamente periódico, pero obligado, el buque es
un sumergible. Solamente los submarinos de propulsión nuclear se consideran submarinos en el
sentido estricto de la palabra. Los convencionales modernos que pueden, en general, mantenerse en
inmersión profunda más de cuatro días o incluso una semana, se consideran también submarinos,
aunque en la realidad sean solo quasi-submarinos.
Presión hidrostática: Presión que existe en un punto de un medio, en este caso el mar, debido a la
acción de la columna de fluido que actúa sobre el. La presión actúa en todas direcciones, siguiendo la
ley de Pascal.
La unidad ISO de presión es el Pascal, que equivale a 1 Newton por m2 pero se prefiere utilizar el bar
(muy cercano a una atmósfera) equivalente a 10 Newtons por cm2, luego 1 bar = 105 Pascales.
Para una columna de agua de mar de h metros, medidos desde la superficie, la presión hidrostática
que se genera es de P= ρ • g • h Pascales, siendo ρ la densidad del agua de mar (de 1020 a 1032
kg/m3) y g la constante gravitacional (=9,82 m/s2).
Resulta que para una densidad de 1025 kg/m3 la presión que se desarrolla a la profundidad h metros
es:
Así, para un submarino navegando a una profundidad de 300 m la presión diferencial ejercida por el
mar sobre el casco resistente (que está por el interior a la presión atmosférica) será muy próxima a 30
bar, lo que representa una fuerza de 300 N/cm2, o sea en unidades mas comunes, unas 300 toneladas
por metro cuadrado. Ello da idea de la gran resistencia que debe tener un casco resistente, en
condiciones operativas normales. Su dimensionamiento, para prevenir una rotura anticipada, deberá
hacerse, además, para presiones mucho mayores.
Tanques principales de lastre: Los submarinos llevan unos tanques denominados “principales de
lastre”, que están situados, generalmente, en el exterior del casco resistente y que permiten mediante
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su llenado o vaciado con agua de mar, que el sumergible pase de la situación superficie a la situación
inmersión y viceversa.
Es un concepto muy típico de los submarinos y esencial para su operatividad. Responden a la
necesidad de obtener un peso suplementario, o un lastrado, que provoque la inmersión del submarino
o sumergible sin tener que recurrir a medios exteriores.
El llenado con agua se efectúa de forma natural (presión hidrostática) dejando entrar el agua de mar
por unos orificios situados en el fondo, de libre paso (o dotados con válvulas), y dejando salir el aire
existente dentro de los tanques por unas válvulas situadas en la parte superior, denominadas de
ventilación o ventilaciones, hasta que los tanques acaban totalmente llenos de agua.
El vaciado del agua se efectúa inyectando aire comprimido por la parte superior de cada tanque, con
las ventilaciones cerradas, el cual empuja el agua forzándola a salir por los orificios del fondo, hasta
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que los tanques acaban totalmente llenos de aire, a una cierta presión, (esta presión corresponde a la
presión hidrostática que existe a la profundidad a que se encuentran los orificios de fondo de cada
tanque).
Para poder mantener la presión del aire contenido en los tanques, después de un soplado, lo que
equivale a poder mantener el submarino en la superficie, estos tanques y sus accesorios,
principalmente las válvulas de ventilación, deben ser totalmente estancos y seguros. Si se desea hacer
superficie, desde un estado de inmersión profunda, antes de efectuar el soplado de los tanques de
lastre hay que acercarse a la superficie utilizando los timones de profundidad; en caso contrario se
podría tener un ascenso incontrolado y brutal, como se presenta en las fotos que siguen.
Existe un soplado, llamado de emergencia, independiente del anterior, para hacer ascender el
submarino a la superficie desde una gran profundidad, pero solo debe ser empleado en circunstancias
muy perentorias.
El volumen total de tanques se divide en varias partes, a efectos de reducir una eventual pérdida de
flotabilidad causada de la perforación accidental de alguno de ellos.
Existen también otros tanques de agua de lastre, mucho mas pequeños, que sirven para hacer el
ajuste fino de la ecuación peso = desplazamiento, entre los que encuentran los de regulación, los de
compensación y, a veces, los de nivelación, pero no se designan ya como principales. Suelen ser de
repuesta lenta, ya que se suelen llenar o vaciar mediante bombas.
Lastre sólido: El lastre sólido es un artículo muy usual en los submarinos. El lastre sólido está
compuesto normalmente por bloques de plomo, y tiene tres misiones principales.
a) Como lastre fijo destinado a dar estabilidad al submarino, y está situado en las partes bajas del
casco.
b) Como elemento de compensación de los pesos de equipos que no han podido incorporarse al
buque, reserva para nuevos equipos
c) Como compensación entre los pesos previstos y reales (cuando esta diferencia es positiva).
Además, puede existir el lastre largable, de plomo, de socorro, que permite al submarino, una vez
expulsado este al exterior, obtener algunas toneladas de flotabilidad adicional para compensar la
entrada involuntaria o accidental de agua en el interior del submarino, con peligro de hundimiento. La
reacción de largado del lastre de seguridad ha de ser extremadamente rápida en estos casos.
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considerando una densidad de agua estándar (de 1,022 a 1,026 t/m3 según los países). Lo más propio
es definir el desplazamiento en m3.
Equivale al peso total del submarino en el vacío (o, aproximadamente, en el aire), con sus tanques
principales de lastre totalmente vacíos de agua.
En la mayor parte de los casos, el vaciado del agua contenida en los lastres principales, mediante
soplado con aire a presión, no es total, quedando unos pequeños volúmenes de agua en el fondo de
los mismos que no colaboran en el desplazamiento y que podrán dar lugar a correcciones, si se ha de
ser precisos en el cálculo del desplazamiento. No obstante este error no supera un valor de unos
pocos m3. Con mala mar se suelen perder algunos m3 de aire del fondo de los tanques.
El desplazamiento en superficie, de un submarino listo para hacer inmersión, es de un valor constante
ya que si no, o no podría sumergirse o si se sumerge se iría directo al fondo (si no se toman acciones
rápidas para evitar esto, la propulsión puede ayudar a que esto no ocurra si el desequilibrio no es muy
exagerado).
Flotabilidad: El soplado de los tanques principales de lastre es el que permite que el submarino pase
de situación inmersión a la situación superficie y se mantenga en ella. Cuanto mayores sean estos
tanques mayor será el empuje que el buque recibirá para ascender, debido al peso de agua que se
elimina, y mayor será también el volumen de casco que emerge. A esto se le denomina flotabilidad, y
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equivale a la diferencia que existe entre el desplazamiento en inmersión y el desplazamiento en
superficie. A efectos de tener mucho empuje conviene que estos tanques sean notablemente grandes,
pero también lo será la estructura de estos y la cantidad de aire que se debe emplear para vaciarlos,
por lo que se establece un compromiso. Además, los tanques tienen que estar dispuestos de forma
que cuando el submarino alcance la superficie su línea de flotación sea paralela a la quilla, a ser
posible, es decir que flote con asiento nulo o pequeño. En los submarinos del tipo monocasco, el
espacio destinado a los tanques de lastre, que debe obtenerse del existente dentro de las estructuras
de proa y de popa, que no pueden ser excesivamente grandes, está muy limitado y condicionado
mientras que en los de doble casco hay más espacio disponible para estos tanques, en los costados,
entre los cascos, y hay mas libertad en su disposición.
Casco: Estructura principal o cuerpo del submarino que vale como soporte de todos los elementos del
buque. Es un nombre genérico para designar la estructura del submarino, ya sea resistente o ligera.
Casco resistente: Es la envuelta o estructura cerrada que permite resistir la presión exterior del mar
(hasta la profundidad calculada de colapso) y tener a la dotación y a los maquinas interiores a salvo y
en seco, cuando el submarino está inmersión. Se compone de la envuelta o lámina o forro, de espesor
grueso, que separa el mar de la zona interior más aquellas estructuras soporte de esta, como pueden
ser las cuadernas, bulárcamas, reforzados locales y mamparos denominados “resistentes”, aunque la
resistencia de estos a presión lateral no tiene que ser igual a la del forro del casco. Aunque el casco
resistente en sentido estricto es la envuelta resistente, normalmente de acero, se encuentran
asimilados al casco resistente todos aquellos depósitos o contenedores que temporalmente pueden
estar sometidos a la presión del mar a una gran profundidad, o incluso mayor que la máxima operativa
(cuando van soplados), bien interiormente como exteriormente, así como todos los artículos que
forman las penetraciones del casco resistente para escotillas, pasos de casco, válvulas de paso de
casco, pasos para transmisiones mecánicas, cables y tubos.
Los principales depósitos o tanques que pueden estar sometidos a la presión máxima del mar, en
inmersión, son los tanques de regulación, la esclusa de aguas sucias, la esclusa de basuras, los tubos
lanzatorpedos y los tubos lanza-chaff o lanza-señuelos. En ciertos casos la manga de aire fresco del
snorkel desemboca en un recinto que es resistente. Todos ellos disponen de seccionamientos
(válvulas de casco) muy robustos, normalmente duplicados.
En ciertos casos también lo están ciertos tramos de los tubos de escape de los motores diesel, aunque
solo se consideran casco resistente sus seccionamientos, que están anclados en el forro resistente.
Asimismo existen numerosos circuitos de fluidos que están en contacto permanente o intermitente con
el mar y que están sometidos a la presión (interior o exterior) correspondiente a la cota máxima o
incluso superior; todos ellos cuentan con seccionamientos de casco, estancos y resistentes, que son
las barreras de seguridad que los separan del mar.
El casco resistente está considerado como un objeto sagrado e intocable, ya que cualquier defecto,
propio o inducido, podría arruinarlo.
Pasos de casco o penetraciones: Se designan como pasos de casco los orificios que se efectúan en
el casco resistente para dar paso a tubos, mecanismos y cables que comunican el interior con el
exterior. Por extensión se aplica a los elementos que contiene el orificio, destinados a reforzarlo o
estancarlo. Los pasos de casco están reforzados por anillos o mangones de gran espesor, soldados
rígidamente al casco resistente y sobre los que van anclados los seccionamientos de casco (parte
móvil). Los hay de varios tipos: para tubería, para cables y para mecanismos varios, que llevan por el
interior las piezas o prensas que proporcionan el cierre estanco desmontable o parte móvil.
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Mamparos resistentes: Los mamparos son estructuras de división o de cierre de espacios situadas
generalmente en sentido transversal y que sirven para delimitar los compartimentos a efectos de
inundación. Se denominan resistentes cuando deben soportar una gran presión lateral, que no tiene
que ser forzosamente la máxima operativa. Los mas importantes, ya incluidos en el casco resistente,
son los que delimitan el casco resistente por proa y por popa, con forma de domo o casquete. Los
interiores, de compartimentación (destinados al rescate de la dotación) se dimensionan para diversas
presiones, según se especifique por la Marina correspondiente. Los mamparos resistentes interiores se
cargan hidrostáticamente solo en caso de la inundación (parcial o total) de un compartimento
adyacente permitiendo que la dotación, si le da tiempo, pueda refugiarse en el compartimento que se
mantiene intacto. Puesto que por efecto del sobrepeso producido por una fuerte inundación, el
submarino tiende irse al fondo, este rescate solo es posible si la profundidad del mar donde ocurre la
avería es inferior a la cota de colapso del mamparo que está soportando la presión. Puesto que estos
mamparos, además, suponen una gran complejidad estructural (las fuerzas que actúan en un
mamparo son enormes), añaden un peso extra a la estructura del buque y complican los servicios,
surgen dudas respecto a la conveniencia de su instalación. No obstante, si se considera que los
accidentes por colisión con otros buques, los más frecuentes, ocurren en las cercanías de la costa, a
baja profundidad, quizá los mamparos puedan realizar una función de rescate con probabilidades de
éxito. En cualquier caso estos, sobre todo cuando son planos, se dimensionan para unas presiones
hidrostáticas inferiores a la máxima operativa del submarino. También existen mamparos curvos, (de
sector esférico, etc.) que, bajo cierta condiciones, soportan mucho mejor la presión pero distorsionan
mucho la disposición general del submarino. Se suelen instalar en submarinos de gran porte.
Los demás mamparos, por exclusión, se consideran de baja presión y son destinados principalmente a
servir de frenos a la propagación de la inundación cuando esta ocurre en superficie o a baja cota, así
como servir de límites de tanques, de cortafuegos, servir de amortiguadores de ruido o ser
simplemente mamparos divisorios de áreas operativas. Deben disponer de una especificación de
resistencia en función de las cargas que se estimen deban recibir.
Casco simple o monocasco: Se designan como submarinos de casco simple o monocasco aquellos
en los que su casco resistente queda a vista, desnudo, en la mayor parte de la eslora, al no llevar una
envuelta exterior completa. Lo más indicado para los cascos sometidos a una gran presión exterior, es
que sus formas geométricas sean sencillas: cilindros o troncos de cono muy abiertos, terminados en
domos semi-esféricos o semi-elípticos. Por consiguiente, si queremos que el submarino tenga unas
formas que sean hidrodinámicas, en los extremos de proa y de popa del casco resistente desnudo
anterior, debe haber, al menos, unas estructuras superpuestas a este, que afinen los extremos. En
proa las formas pueden ser más redondeadas pero, en popa, todas deben acabar en un cono, de
mayor o menor apertura, que deben permitir que la hélice trabaje con el suficiente flujo de entrada de
agua. Estas estructuras exteriores, se aprovechan para alojar los tanques principales de lastre y
carenar algunos elementos que sobresalen del casco, como pueden ser los tubos lanzatorpedos, los
sonares pasivos y los mecanismos de los timones. En estas construcciones la cara exterior del casco
resistente queda pues visible por los costados y por el fondo, en las zonas centrales. Es obligado el
montaje de las cuadernas por el interior.
Casco doble o doble casco: Se designan como submarinos de doble casco aquellos en los que su
casco resistente se encuentra en su totalidad recubierto por una estructura, denominada casco
exterior, casco no resistente o casco ligero que, por estar comunicado por las dos caras con el mar, en
inmersión, esta compensado a efectos de la presión hidrostática y no es necesario que sea
excesivamente fuerte.
Esta estructura, de un espesor ligero, permite pues dotar al submarino de unas formas hidrodinámicas
muy perfectas y además proveer espacio, entre los dos cascos para alojar todo tipo de tanques de
lastre y de fluidos, principalmente combustible. El casco ligero, no obstante, debe estar calculado para
poder soportar las cargas generales y locales que recibe, inferiores alas del casco resistente pero no
desdeñables; se pueden citar la presión del fluido que contienen, las fuerza dinámicas del mar, etc.
En los submarinos de doble casco, las cuadernas del casco principal pueden ir ya por el exterior, a
conveniencia del proyectista.
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Casco no-resistente: Por eliminación, lo forma aquella parte del casco que no es “casco resistente”.
Esto no quiere decir que no deba poder resistir las cargas derivadas a la función a que se dedican sus
diversos componentes. Así por ejemplo los tanques de lastre deben resistir las presiones soplado y las
presiones hidrostáticas, los tanques de combustible, la presión del fluido contenido en su interior y a
las presurizaciones a que este se someta, las cubiertas a las cargas o pesos que soporten, etc. Cada
estructura debe tener asociada una especificación que defina las cargas a las que deba responder,
bien sean estas generales o específicas. Existe un casco no-resistente exterior y un casco no-
resistente interior, que reciben un tratamiento distinto.
Casco no-resistente exterior: Esta voz comprende las estructuras ligeras que se encuentran en el
exterior del casco resistente.
En los submarinos de doble casco lo forman todos los componentes que forman la envuelta (y todos
sus refuerzos) del casco resistente o principal, así como la superestructura y la vela. Se distingue en
esta envuelta una zona central formando un tubo alrededor del casco resistente, provista de cuadernas
y mamparos divisorios, formando tanques y que está anclada sobre el casco principal. En los extremos
del submarino, esta envuelta recubre por proa el sonar cilíndrico y los extremos de los TLT, y por popa
la línea de ejes y los mecanismos que mueven los timones.
En los submarinos monocasco, al no existir esta envuelta en las partes centrales del submarino, se
montan, en los extremos, estructuras que contienen los tanques principales de lastre, además de los
elementos que ya se ha citado para los doblecasco.
Los polines y asientos de aparatos grandes situados en el exterior del casco resistente y anclados
sobre este tienen una consideración particular, ya que su rotura o deformación podrían afectar a su
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integridad, tanto inicialmente, en el momento de su soldadura, como después a causa de un choque o
esfuerzo extraordinario.
Casco no-resistente interior: Esta voz recoge las estructuras interiores al casco resistente y que no
tienen que soportar la presión de inmersión, y que apenas colaboran (o incluso perjudican) en la
resistencia del casco resistente, al estar muchas veces soldadas a este. Se incluyen en este apartado
las cubiertas, las plataformas, suspendidas o no, los mamparos interiores que delimitan o forman
tanques, los que separan las áreas operativas y los divisorios de todo tipo, así como todo tipo de
polines y soportes.
Los polines y asientos de aparatos grandes situados en el interior del casco resistente y anclados
sobre este tienen una consideración particular, ya que podrían afectar a su integridad si están mal
montados, soldados o reciben un choque.
Los polines y asientos de aparatos pequeños situados en el interior del casco resistente anclados a
cubiertas o mamparos forman parte del casco no-resistente.
Plataformas suspendidas: Son estructuras en forma de parrilla formadas por vigas entrelazadas,
recubiertas de plancha o no, formando superficies planas bidimensionales o espaciales, que sirven
como soporte de apoyo de maquinas y equipos. Estas plataformas van instaladas sobre el resto del
casco de forma elástica. Los equipos que se instalan sobre ellas pueden ir a su vez sustentados
elásticamente o rígidamente. Cuando los equipos que se encuentran sobre ellas vibran mucho, cuando
están en marcha, (como pueden ser los motores diesel o los compresores de pistones), las
plataformas sirven para amortiguar la vibración que se transmite hacia el exterior. Inversamente los
choques recibidos por el submarino procedentes del exterior se transmiten a estas maquinas bastante
atenuados, con lo cual estas se encuentran mas protegidas, y son menos vulnerables.
Escotilla: Orificio de paso del personal o del material. Las que traviesan el casco resistente (forro o
mamparos) están provistas de una estructura de refuerzo y una tapa que debe ser estanca y resistente
a la máxima presión de inmersión o de servicio (en mamparos). En las escotillas situadas sobre el
casco no-resistente el cierre debe estar dimensionado según las características funcionales de cada
caso.
Esclusa: Es un recinto, dotado de dos escotillas, que separa dos medios (p.e. aire y agua, que pueden
estar a diferentes presiones) que permite el tránsito a través de ella sin que haya necesidad de
comunicar totalmente dichos medios, siguiendo unos procedimientos. Esclusas típicas son las de
salvamento, la de basuras, la de agua negras y la de acceso a la vela.
Vela: Se designa como vela a la torre o caseta que sobresale notablemente sobre la cubierta del
submarino. Su función principal es alojar la esclusa de acceso alto, los mecanismos de izado de los
periscopios, de las antenas (de radio, radar, etc.) y los conductos del snorkel. Sobre ella se incluye una
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zona a proa, para el pilotaje del buque cuando este navega en superficie y que se designa como
puente alto o abrigo de navegación. A efectos de reducir su resistencia hidrodinámica es estrecha y
alargada, a modo de una aleta. Va fuertemente anclada sobre el casco resistente y está conectada a la
superestructura circundante.
Timónes de dirección: Son timones verticales (un par de ellos normalmente), dotados de líneas
hidrodinámicas, que se sitúa a popa y que se utilizan para hacer evolucionar el submarino en el plano
horizontal, como pasaría con un buque de superficie.
Timones de buceo: Los timones de buceo son apéndices en forma de pala, dotados de líneas
hidrodinámicas, que permiten que el submarino pueda efectuar manobras ascendentes o
descendentes cuando este navega en aguas profundas. Los de buceo de popa van situados en el cono
de popa del casco, en las proximidades de la hélice. Los timones de buceo de popa son los más
prominentes, en un submarino. Tomados los timones de dirección y de buceo como un conjunto,
existen dos configuraciones de los timones de popa: en + y en x. En los de configuración + los de
buceo están situados en un plano horizontal y permiten mediante su giro respecto a un eje horizontal,
transversal respecto al eje longitudinal del buque, que el submarino ascienda o se sumerja..
En el caso de la configuración en x, todos los timones van posicionados formando un ángulo de 45º
(aproximadamente) con la horizontal, son cuatro y funcionan indistintamente como timones de
dirección o de buceo, de forma acoplada.
La configuración en + es la mas clásica y utilizada, por su sencillez mecánica y su robustez. Además
su manejo, en caso de tener hacerse en modo manual-hidráulico, es más intuitivo. Por el contrario, los
timones en x sobresalen menos por los costados del submarino y están menos expuestos a golpes.
Los timones, tanto los de dirección como los de buceo de popa, cuando tienen la configuración +
suelen ir asociados y precedidos por unos planos fijos o alerones que son esenciales para el
mantenimiento de la ruta, con los timones a la vía.
También existen unos timones de buceo en proa que van siempre en una posición horizontal. Pueden
ir situados en los costados de a vela, a media altura, o en el extremo de proa del casco. Los de popa
siempre producen un momento de giro del buque, mientras que los de proa según su posición
longitudinal pueden producir un momento o solo un empuje vertical.
Línea de base: Es una línea paralela a la quilla trazada en su punto mas bajo o por la parte inferior del
forro del casco, cuando no la lleva, que corre de popa a proa del submarino y que sirve como
referencia de origen de alturas (eje vertical Z) y para señalar la posición longitudinal de las cuadernas,
(eje X), con un origen de abscisas que está en popa. La línea de base es una recta horizontal. Para el
origen de abscisas se suelen tomar cualquiera de dos puntos representativos siguientes: a) Punto de la
intersección de una perpendicular (vertical) trazada en el extremo de popa de la hélice sobre la línea
de base, o b) Punto de intersección de la perpendicular trazada desde el extremo de popa del casco,
en su zona de contacto con la hélice, hasta la línea de base.
Este origen de las abscisas o de las distancias longitudinales suele ser el mismo que el que se usa
para definir la eslora del buque.
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Eslora: Es un termino genérico que representa la longitud del submarino. Normalmente en un
submarino, la eslora en la flotación o la eslora entre perpendiculares no tienen mucho sentido y se
suele usar la eslora nominal o total, que es la distancia (en metros) entre dos perpendiculares,
trazadas sobre la línea base, una que es la que sirve para determinar el origen de popa (como en el
punto anterior) y otra por perpendicular trazada por el extremo de proa. El objeto de no incluir, en
algunos casos, la longitud de la hélice es tener siempre una eslora constante independientemente del
tipo y longitud del núcleo de la hélice que se instale, que puede variar en un mismo buque según el tipo
de tecnología que se utilice. Además el del casco es un punto más inamovible.
Eslora total: Es la longitud total del submarino, entre sus dos extremos.
Manga: En submarinos la manga es un término poco usado ya que normalmente no expresa con
precisión la anchura del buque que mas interesa. Normalmente los timones de buceo de popa,
construidos sobre el cono de cierre del casco en popa, sobresalen por los costados. Si se designa
como manga la distancia (transversal) de extremo a extremo de los mismos, que es la parte mas
ancha de la vista en planta del submarino, este dato no es trascendente ya que no representa la
manga o anchura del casco, sino la de sus apéndices. Para definir mejor la anchura del casco, en
aquellos submarinos que son monocasco se suele dar el diámetro del casco resistente en la zona mas
ancha, medido por el exterior, que suele estar cercana a la parte central de la eslora del buque. En los
de doble casco se suele dar como manga la dimensión transversal más grande del casco sin contar
con los timones y también el diámetro del casco resistente, que va por el interior, en este caso. No
obstante la manga total, con apéndices, sirve para determinar la anchura que deben tener las naves de
construcción, de reparación o las defensas de costado, en su atraque a puerto o a otro buque, ya que
determina el ancho de la parte que sobresale del buque por los costados. En ambos casos el diámetro
del casco resistente es un dato fundamental.
Puntal: Es un término que no se usa en submarinos y se sustituye por una altura, bien sea desde la
línea de base o de la quilla hasta la cubierta o hasta la parte mas alta de la vela. Sirve para conocer lo
que mide el submarino en sentido vertical, con los mástiles replegados. En adición se tienen la cota
periscópica y la cota snorkel, que son las distancias la línea de base del submarino hasta el nivel del
mar para las situaciones de navegación en que usan el periscopio o el snorkel. La cota periscópica
suele ligeramente mayor que la cota snorkel. En un sentido genérico, coloquial, el puntal es lo que
mide el submarino desde el fondo del casco hasta la cubierta más alta, generalmente la cubierta de
navegación.
Calado: El concepto de calado es el clásico, es decir, el calado es la distancia que existe entre el
punto mas bajo de la quilla y el nivel del mar, con el submarino en superficie y con asiento cero. Si el
asiento no es nulo el calado real en el punto mas bajo del casco o de la quilla podrá ser un poco
mayor que el nominal. Los submarinos disponen de marcas de calado en proa y en popa. Estas
marcas son esenciales para saber si el submarino está pesado o ligero y es necesario comprobarlas
cuidadosamente antes de salir a la mar o hacer inmersión, a la salida de puerto, ya que el
desplazamiento y el asiento de un submarino, en superficie y listo para hacer inmersión son dos
valores constantes y lo mismo pasa con los calados.
Cota: En un submarino, se denomina cota, de forma genérica, a la distancia que existe entre un punto
situado en la línea de base, trazada por el fondo de la quilla, en la abscisa del centro de gravedad, y el
nivel del mar. Es decir, la cota determina la profundidad a la que se encuentra el fondo o quilla del
submarino, adrizado y sin asiento. Se mide en metros.
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Cota máxima operativa: Es la cota máxima a la que un submarino puede navegar en condiciones
normales. Esta cota la determina el proyectista. En algunos casos, esta cota está asociada a un
número máximo de inmersiones. En otros puede ser independiente del número de inmersiones que se
hagan. También se incluyen conceptos como cota permanente (no hay límite de tiempo en la
navegación a esta cota) o cota ocasional. En cascos sometidos a gran fatiga se suelen aplicar
limitaciones de ciclos o de tiempo, pero lo normal, es que la máxima cota operativa sea permanente y
no sujeta a limitaciones por número de ciclos.
Cota extrema, cota accidental o cota de sobreinmersión: Generalmente se prevén unos márgenes
en cota máxima operativa para tener en cuenta posibles averías del gobierno, errores de navegación o
urgencias por vía de agua, todos ellos involuntarios y que solo suceden circunstancias extraordinarias.
Cada vez es más difícil incurrir en una sobreinmersión por error de gobierno o cualquier anomalía
mecánica de los timones, ya que los sistemas cada vez son mas perfectos, robustos o provistos con
sistemas redundantes de control; sin embargo, la vía de agua por rotura de algún tubo o accesorio
mecánico, es difícil de anticipar o de garantizar de que no se produzca y siempre hay un riesgo de que
ocurra. Estos márgenes (la sobreinmersión) suelen ser del orden de 50 a 100 m. de acuerdo con los
criterios del proyectista. En inmersiones inferiores a la cota extrema, no es de esperar desperfectos
importantes pero por encima de ella podrían aparecer, pudiendo a llegar a ser críticos si se supera
ampliamente esta cota extrema.
Cota de colapso calculada: Es la cota de destrucción del submarino por el exceso de presión
aplicado al casco resistente. Los servicios que están normalmente en contacto con el mar no se
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consideran como generadores del colapso ya que deben estar cerrados a las cotas que consideramos
y además suelen sobrepasar la resistencia requerida. Los prensas y las válvulas de casco, por su gran
robustez resisten sobradamente la presión extrema y la de colapso, por lo cual la responsabilidad
recae directamente sobre la plancha de forro y las cuadernas resistentes. Esta destrucción, por las
características geométricas del casco resistente (forma apléxica sometida a presión exterior) es muy
rápida y violenta (implosión) provocando el aplastamiento súbito del casco del submarino y de todo lo
que contiene.
Se designa como “calculada” ya que obedece a una determinación por cálculo aunque este esté
apoyado o validado por pruebas con modelos, experiencias con estructuras similares, etc. En ciertas
ocasiones se ha llegado a probar el casco de un submarino a escala real pero este tipo de pruebas ha
caído en desuso ya que los cálculos más actuales dan una precisión bastante aceptable. La cota
calculada está siempre sujeta a un margen de error (que siempre se procura sea positivo) debido a
factores poco controlables como pueden ser la falta de homogeneidad del material, las tensiones
internas, la concentración de tensiones, la zonas afectadas por la soldadura, unos mínimos defectos
en las formas, etc. Debido a lo avanzado que está el cálculo de estructuras, en la actualidad no se
esperan desviaciones cálculo/pruebas o cálculo/realidad superiores al 5% (por menos) si el casco se
construye siguiendo unas normas estrictas.
Cota periscópica: El submarino puede navegar a poca profundidad, asomando solo el extremo del
periscopio (la parte superior de la vela sumergida unos dos o tres metros). Al calado en esta situación,
es decir a la distancia que existe entre el nivel del agua y el fondo de la quilla, se le denomina cota
periscópica.
Cota snorkel: El submarino puede navegar a poca profundidad, asomando solo el extremo del tubo de
admisión de aire a motores o tubo de inducción de aire del snorkel, en el cual existe una válvula
llamada de cabeza que es por donde se aspira el aire y que tienen unos sensores que ordenan cerrarla
si entra mucho agua. La parte superior de la vela va sumergida unos dos o tres metros. Al calado en
esta situación, es decir a la distancia que existe entre el nivel del agua y el fondo de la quilla, se le
denomina cota snorkel. Esta cota, con los grupos arrancados, debe ser muy vigilada y mantenida para
evitar que el agua de mar tienda a entrar por la válvula de cabeza y esta responda cerrándose,
momentáneamente, dando lugar a unas depresiones importantes en el submarino que son totalmente
indeseables o provocando la parada de urgencia de los grupos.
Misión tipo: Define los días de transito y patrulla, las velocidades y las autonomías correspondientes,
que el submarino es capaz de realizar, como referencia básica.
En cualquier tipo de buque, la Marina o Armada correspondiente tiene que prever y especificar cual va
a ser la misión o misiones que el submarino debe desempeñar durante su vida operativa, en lo que se
refiere al perfil de navegación es decir, debe fijar los días de transito a la zona de operaciones, la
velocidad a la que va a navegar, el modo en que lo hará (en los submarinos convencionales hará
transito mixto snorkel-inmersión), los días de patrulla y su velocidad media y los días de transito de
vuelta y su velocidad (normalmente iguales que los de ida). Además tiene que fijar un programa de
densidades de los mares en los que tiene previsto navegar, así como otros requisitos. Estos trayectos,
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de transito o patrulla se hacen navegando de forma mixta, es decir periodos “largos” de inmersión
seguidos de periodos “cortos” de snorkel (en los convencionales). Si se considera que va a hacer
ataques, en caso de un conflicto, hay que estimar y valorar cuantos, de qué duración, a qué velocidad
media, etc. Todo ello orientado a poder determinar los días de mar que el submarino debe realizar en
cada misión y, consecuentemente, los víveres a embarcar, el combustible que se va a consumir, el
agua dulce que es necesario embarcar o producir, los esquemas de mantenimiento abordo, etc.
Estimar la misión que un submarino va a realizar realmente en caso de un conflicto está expuesto a
muchas incógnitas, por lo que se suelen hacer varias hipótesis, teniendo en cuenta el radio de acción
que se pretende que tenga el submarino, las zonas que debe alcanzar, etc. En conclusión, todo queda
reducido al final a determinar los días de transito, los de patrulla y las velocidades medias
correspondientes, como envolvente de todas las misiones potencialmente previstas. Para los ataques
se incluyen unos márgenes o unas reservas de energía (combustible) estimativas. Una vez calculado
todo y en lo que se refiere al combustible, se adiciona un % de reserva.
La misión tipo se expresa, pues, como un conjunto de tres parejas de cifras: días de transito ida/
velocidad media transito + días de patrulla/ velocidad media de patrulla t + días de transito vuelta /
velocidad media de tránsito. Se puede añadir la reserva de combustible en % del combustible de
misión (o alternativamente, que el % de reserva que se desea respecto al combustible total, que no es
lo mismo). La misión tipo y el margen de combustible determinan la cantidad de combustible total que
el submarino debe ser capaz de portar.
La descripción condensada de una misión tipo es p.e.: 10d/8n + 20d/4n + 10d/8n + 30 % reserva
combustible/(de misión o del total). En este ejemplo se considera una navegación de ida a la zona de
operaciones de 10 días, un radio de acción de 10 x 8 x 24 = 1920 millas náuticas, poder navegar en la
zona operativa alcanzada durante 20 días a 4 nudos de velocidad media, volver a puerto y aún
disponer de una reserva del 30 % del combustible utilizado en la misión (o del total de combustible
embarcado a la salida, en su caso), para contingencias. La duración total de la misión es de 40 días.
No se han considerado ataques en este ejemplo, que podrían estar englobados en le combustible de
reserva.
La carga o capacidad nominal (o de misión) de combustible es la que se necesita para efectuar la
misión mas los ataques, pero sin márgenes. La carga total necesaria de combustible es la nominal mas
los márgenes.
Autonomía total de combustible: Una vez fijada la cantidad total de combustible que el submarino
debe llevar o que de hecho lleva abordo, la autonomía de combustible, es la distancia que el
submarino puede recorrer en tránsito mixto, a una velocidad especificada, hasta agotar todo el
combustible.
Radio de intervención normal: Es la distancia desde la base a la zona del mar que el submarino
puede alcanzar para efectuar una actividad, a una cierta velocidad, con ida y vuelta a la base y que se
resume en la distancia navegada durante los días de transito-ida de la misión tipo. En el ejemplo
anterior son 10 días a 8 nudos, que hacen 1920 millas náuticas.
Radio máximo de intervención: Es la distancia a la que puede el buque llegar desde la base, (con
ida y vuelta), gastando todo el combustible, a la velocidad que se especifique y, por consiguiente,
equivale al 50% de la autonomía total de combustible a esa velocidad. Es una misión de ida y vuelta,
sin días de patrulla ya que el combustible está ajustado.
Autonomía de víveres: Es el número de días que pueden pasar hasta que se agotan los víveres, o el
agua potable, para la dotación nominal del submarino, y que se deducen de los días estipulados en la
misión tipo (mas un margen de dos o tres días). En el ejemplo anterior son 40 días. No se incluye el
margen de supervivencia, a base de comida enlatada. Normalmente la autonomía de víveres es el
factor limitador de los días de mar, y no el combustible. Esta autonomía admite cierta flexibilidad, ya
que para misiones esporádicas muy largas se pueden hacer sobrecargas de víveres secos o
enlatados. Si se dispone de una planta desalinizadora (por ósmosis inversa, etc.) el agua deja de ser
un parámetro en el cálculo de la autonomía de víveres, aunque hay que mantener siempre una reserva
de seguridad.
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Lo que si es cierto es que una vez izado el snorkel, el arranque y la puesta en carga de los grupos
generadores puede llevar varios minutos, dependiendo del numero de grupos de que se trate, la
tecnología de estos, sus estado (frío o caliente), la tecnología de los alternadores que mueven, la
automatización efectuada, es decir todos los factores que determinan su capacidad a entrar en carga
al 100% rápidamente, una vez arrancados. Esto significa que el tiempo real o efectivo de carga
siempre es menor que el tiempo de indiscreción visual. Tiempos carga superiores a 45 o 50 minutos se
consideran altos, en vista a las probabilidades de ser detectados por los medios del adversario,
(aéreos o buques) según cánones que ya se consideran clásicos.
La estimación exacta del consumo de auxiliares tiene relativamente poca importancia cuando las
velocidades que se estudian son altas, ya que los consumos de la propulsión son mucho más grandes
y los errores quedan difuminados en el cómputo total del consumo. Así por ejemplo, a unos 10 nudos,
el consumo de la propulsión es del orden de unos 500 kW, con lo cual el impacto de tener 90 o 110 kW
de consumo de auxiliares en la suma de ambos es pequeño. Por el contrario, a unos 3 a 4 nudos, el
consumo de la propulsión es de solo unos 40 a 50 kW, con lo cual la influencia de tener 90 o 110 kW
de auxiliares es sustancial, en la determinación del consumo total.
La autonomía de la batería típica de un submarino moderno, con un peso de batería del orden del 15%
del desplazamiento en inmersión, que se considera una cifra relativamente elevada, es de 1,2 a 1,8
horas a 20-22 nudos y de unas 120 a 140 horas a unos 4 nudos, para una descarga total de la batería.
La velocidad de marcha lenta (unos 4 nudos) se optimiza para que la distancia recorrida, por kWh
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consumido por la propulsión, sea la máxima, derivado del hecho que el rendimiento de motor propulsor
sigue un trazado ascendente a regímenes bajos.
Estas autonomías sin totalmente nominales, de referencia, ya que ni la batería va cargada al 100% de
forma permanente, en absoluto, ni es conveniente descargarla totalmente.
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2.2.- Características generales
En lo que sigue nos referiremos a los sumergibles o submarinos de uso militar. Los submarinos de uso
civil o comercial serán tratados en capítulo aparte.
Los submarinos de uso militar son plataformas destinadas a portar una serie de armas que le son
afines. Pueden portar y disparar torpedos y misiles (antiaéreos, anti-buque, hacia blancos terrestres), y
depositar minas, así como efectuar señales con lanzabombetas, interferir o desorientar las armas
dirigidas contra ellos, mediante señuelos. Existen misiones complementarias que pueden consistir en
vigilancia de zonas marítimas, labores de inteligencia, seguimiento, colocación de sensores
submarinos, asistencia a otros buques en el mar, transporte de mercancías de alto valor militar,
pueden portar mini-submarinos y hombres-rana para operaciones especiales, demoliciones, etc. En
ciertos casos los submarinos se han utilizado como fuente de suministro de combustible, víveres y
pertrechos de otros submarinos ya desplegados. Los submarinos por sus propiedades de ocultación
son muy adecuados y propicios para efectuar operaciones encubiertas.
En ciertos casos pueden disponer de artillería de calibre medio destinada a atacar blancos
desarmados o poco armados, o poseer artillería antiaérea, pero eso es ya historia, probablemente.
La “suite” de armas debe estar controlada y gestionada por un Sistema de Combate en el que pueden
contarse todo tipo de sonares pasivos, activos y de telemetría, de varias frecuencias de escucha, y una
multitud de procesadores, analizadores y discriminadores.
Durante la primera mitad del siglo pasado los submarinos, más bien sumergibles, navegaban casi todo
el tiempo en superficie, por consiguiente los requerimientos de movilidad, las armas, las cualidades
operativas y de maniobrabilidad y, sobre todo, las formas del casco estaban dictados principalmente
por este modo de navegar. Puesto que escapar y evadirse de los navíos o aviones adversarios se
conseguía, fundamentalmente, a base de efectuar una inmersión rápida, este parámetro era mas
importante que en los submarinos actuales, que raramente (o nunca) navegan en superficie, (aunque
sí muy cerca de ella). Esto implicaba una arquitectura de los tanques de lastre y sus servicios, que
estaba dirigida a que aquellos pudieran inundarse a gran velocidad, para favorecer el descenso, así
como disponer de unos timones de buceo amplios, o a emplear “tanques especiales de inmersión
rápida” que a veces eran mortales para el mismo submarino. Los submarinos actuales, mas
“submarinos” que sus predecesores ya no necesitan efectuar maniobras de inmersión o ascensionales
tan rápidamente y eso ha influido en la forma de inundar los tanques de lastre, (mas lenta) y en los
timones de buceo. En estos, sin embrago, se han impuesto otras condiciones, mas duras, como puede
ser el control y mantenimiento de la cota en navegación snorkel en un mar con olas, que debe ser muy
precisa y el poder navegar así durante largos periodos, lo que exige ciertas condiciones técnicas si no
se quiere exponer a la dotación a cambios de presión bruscos. Esto corre a cargo de unos timones de
buceo de proa que deben ser amplios y dotados de un control automático de profundidad. Aún así la
cota suele oscilar bastante ya que las fuerzas alternadas que recibe el buque son bastante grandes,
navegando en snorkel, con olas.
Con respecto a las zonas operativas, los submarinos que deben efectuar misiones costeras, en aguas
poco profundas normalmente (aunque en el Mediterráneo la plataforma costera desaparece a las
pocas millas de la costa), conviene que sean pequeños y maniobrables por estar expuestos a las
minas o a las varadas involuntarias, sobre todo en caso de litorales con mareas abundantes.
Las zonas de patrulla situadas a grandes distancias de la base y con largos periodos de estancia en la
mar, exigen submarinos oceánicos, es decir submarinos muy autónomos, muy bien pertrechados,
provistos de mucho combustible y víveres, con muy buenas comunicaciones y con unas condiciones
de habitabilidad mejoradas.
Aquellos que deban transitar o patrullar en aguas tropicales deberán disponer de los servicios
adecuados para combatir el calor: aire acondicionado potente, plantas de agua dulce de un generoso
caudal, bombas e intercambiadores de calor, de refrigeración de la propulsión y de los equipos,
sobredimensionados, etc.
Los sistemas y aparatos más propensos a fallar con el calor son todos los eléctricos y electrónicos.
Hay que reducir el sufrimiento de la dotación que deba permanecer en el interior de locales típicamente
muy calurosos, incluso con clima templado, como puede ser el local del motor eléctrico de propulsión
(MEP), el local de los diesel-generadores, el de los auxiliares, etc.
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Aquellos que deban operar en zonas muy frías o polares deberán tener en cuenta la formación de hielo
en las cubiertas y el peso alto que ello representa, la congelación de las tomas de aire del snorkel, la
congelación de todo tipo de aparatos y mecanismos situados en el exterior del submarino y la gran
condensación del vapor en el interior del submarino, lo que exige espesores importantes de forrados
térmicos. Se debe disponer de calentadores y enseres apropiados para la dotación.
Los sistemas y aparatos más propensos a fallar con el frío son todos los mecánicos y los hidráulicos,
por congelación que suelen bloquearse, agarrotarse o no lubricarse correctamente. Hay que considerar
el sufrimiento de la dotación que deba salir al exterior del submarino, vigías, maniobra de cubierta, y
que estará sometida a un frío intenso.
Por consiguiente diseñar un submarino para unas condiciones climáticas dadas o y especialmente si el
objetivo es un submarino para ser utilizado de forma universal, exige conocer muy bien las
características del material, aparatos, equipos y sistemas a fin de poder asegurar su buen
comportamiento en las condiciones mas extremas (para esto se especifican una serie de condiciones
del medio, que deben cumplir), y dimensionar con amplitud todo aquello relacionado con la
habitabilidad y el confort de la dotación. Todo esto esta reflejado en las especificaciones de exigencias,
impuestas la material y a los sistemas junto con otras muchas.
Respecto al tipo de construcción, inicialmente todos los submarinos eran monocasco, como el de Isaac
Peral o el de Laubeuf, que eran monocascos puros, es decir toda la parte externa visible era casco
resistente. Mas tarde, durante el siglo XX se generalizó el uso de submarinos de doblecasco, con un
casco interior más o menos simple rodeado de un doble casco. La zona inter-cascos es muy útil para
almacenar el combustible, para los lastres principales, para el lastre fijo, para el lastre largable y
algunos equipos.
En los submarinos nucleares se ven construcciones que emplean tanto el monocasco (mixtos) como el
doblecasco, siendo los soviéticos los más propensos a la construcción de submarinos del tipo
doblecasco que los norteamericanos, ingleses o franceses. Realmente en los nucleares no está
justificada del todo la construcción doblecasco ya que apenas hay fluidos que almacenar en el exterior
del submarino, salvo los lastres principales o la necesidad de disponer grandes antenas sonar o
sensores varios insertados entre los dos cascos. En la zona del reactor o reactores se suelen incluir
unas zonas de doble casco, limitadas, como protección mecánica y aislamiento antirradiación.
Respecto a la forma exterior de los submarinos, se aprecia que en los submarinos occidentales la vela
es estrecha y prominente, mientras que en los soviéticos la vela es achaparrada y mas ancha, con
radios de acuerdo con el casco bastante amplios. Son dos formas de enfocar el problema del acceso
por alto al buque y de los equipos que deben ser incluidos dentro de esta.
Desde el punto de vista hidrodinámico una vela prominente presenta una mayor resistencia al avance,
en general, pero el merito de la vela o la necesidad, es acoger en su interior una gran cantidad de
mástiles de unas longitudes considerables y algunos sensores.
Los submarinos convencionales que tienen que llevar snorkel, montan una vela muy alta y por encima
de esta sobresale el mástil del snorkel y las antenas cuando están desplegadas. Tiene la ventaja este
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tipo de vela que el acoplamiento submarino-superficie del mar es menor y menor es la resistencia al
avance del cuerpo del submarino, por formación de olas. Asimismo, una vela de gran altura permite
disponer unos mástiles más largos, no penetrantes, es decir con un menor número de penetraciones
del casco resistente con los consabidos riesgos de fugas y pérdidas. En los submarinos nucleares no
está demasiado justificado que la vela sea muy alta, ya que su misión debe discurrir siempre en aguas
profundas, pero todos los submarinos occidentales llevan la vela típica, de bastante altura, ya que aún
no pueden prescindir de los periscopios y los numerosos mástiles de antenas que allí se alojan.
En gran parte de los casos la vela, cuando está muy aproada, sirve como soporte de los timones de
buceo de proa. Esta disposición es muy efectiva desde el punto de vista hidrodinámico y además evita
que los timones sobresalgan por los costados.
En los Vanguard ingleses (SLBN) estos timones están situados en el cuerpo de proa y lo mismo pasa
en los nuevos SSN Clase Virginia, de EEUU, lo que permite perforar con la vela una capa de hielo y
así poder emerger, sin obstáculos.
En la Clase U-212, proyecto alemán, submarino mixto convencional-AIP, se aprecia una vela del tipo
soviético lo que no parece que esté demasiado justificado.
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