Está en la página 1de 8

LOS CUATRO PILARES DE LA SALUD CON DXN

1. ACTITUD MENTAL POSITVO:


1.1. Ser optimista
1.2. Ser empático
1.3. Ser proactivo
1.4. Ser orientado a resultados
1.5. Estar preparado
1.6. Tener habilidades para relacionarse
1.7. Ser multitarea
1.8. Abrazar a la tecnología

2. ESTILO DE VIDA SALUDABLE:

Un estilo de vida saludable es un conjunto de comportamientos o actitudes cotidianas,


para mantener el cuerpo y mente de una manera adecuada tanto lo relacionado con la
salud mental, la alimentación, la actividad física, la prevención de la salud, el trabajo, la
relación con el medio ambiente y la actividad social.

Desde esta perspectiva, la Dra. Lupe Elescano, médico de familia del Complejo


Hospitalario, afirma que los hábitos necesarios para llevar una vida saludable son los
siguientes:

 Mantener una alimentación sana, equilibrada y adecuada a tu edad

Una alimentación saludable se basa en recibir las 5 comidas al día, los nutrientes
esenciales y la energía que necesitamos para mantener nuestra vitalidad.

 Practicar ejercicio físico y evitar el sedentarismo

Realizar ejercicios es fundamental para llevar un estilo de vida saludable. Puedes


practicarlos 30 minutos diarios de ejercicios durante 05 días a la semana, o 01 hora de
ejercicios 03 veces por semana.

 Dormir bien

Dormir al menos siete horas por noche aumenta los beneficios de tener un estilo de
vida saludable y puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades
cardiovasculares.

 Tener una higiene adecuada

El concepto de higiene no sólo se refiere al aseo y limpieza del cuerpo, sino también al
ámbito doméstico y mantener nuestro entorno limpio y ordenado.

 Evitar el tabaco y alcohol


Estas sustancias si se consumen sin control inciden de forma negativa en la salud.

 Tener bienestar emocional

Cuidar de tu salud mental es tan importante como cuidar tu salud física. En todas las
etapas de tu vida, el bienestar emocional, psíquico y social influye en cómo piensas,
sientes y actúas.

Enseñar a los niños hábitos saludables, y que ellos los adopten como aspectos básicos
de su vida, es la medida preventiva más eficaz para mantener una buena calidad de
vida.

3. ALIMENTACION SALUDABLE:

Diariamente, al consumir alimentos no hay conocimiento claro de sus


contenidos nutricionales, calorías, cantidades de sodio o azúcar y se habla que
es preferible consumir más proteínas que harinas o que son mejores las dietas
recomendadas por los conocidos o encontradas en páginas de internet que
consultar a un especialista.
Generalizando, se puede decir que la alimentación saludable es aquella que
proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen
funcionamiento del organismo, conservar o restablecer la salud, minimizar el
riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, gestación, lactancia,
desarrollo y crecimiento adecuado. Para lograrlo, es necesario el consumo
diario de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carnes, aves y
pescado y aceite vegetal en cantidades adecuadas y variadas. Si lo hacemos así,
estamos diciendo que tenemos una alimentación saludable.
Pero ¿cómo saber qué aporta cada uno al organismo? Para esto tengamos en
cuenta que los nutrientes aportados por los alimentos se clasifican en dos
grupos: los macronutrientes, del cual hacen parte las grasas, los carbohidratos,
y las proteínas; y los micronutrientes compuestos por los minerales y las
vitaminas.
Veamos los primeros:
Grasas: son una de las principales fuentes de energía para el organismo, que al
consumirlas en las cantidades adecuadas se convierten en un elemento
primordial que ayuda al crecimiento, al desarrollo y a mantener una buena
salud. Se debe tener en cuenta que las grasas se pueden encontrar en tres
presentaciones: sólida (manteca), semisólidas (mantequillas o margarinas) o
líquidas (aceites); cada una de ellas tiene efectos diferentes en el metabolismo.
No todas las grasas son favorables; uno de estos casos es el de las grasas trans,
un tipo específico que se forma cuando los aceites líquidos se convierten en
grasas sólidas como la manteca o la margarina en barra.
Este proceso se llama hidrogenación, en el que se añade hidrógeno al aceite
vegetal para aumentar el plazo de consumo y la estabilidad del sabor. Las
grasas trans se pueden encontrar en mantecas, algunas margarinas, grasas
vegetales, galletas, caramelos, dulces, alimentos fritos, productos horneados y
alimentos procesados y, en forma natural, en pequeñas cantidades en la leche,
productos lácteos y algunas carnes.
Su consumo continuo trae como consecuencia que se eleve el colesterol 'malo'
(ver recuadro), lo que aumenta el riesgo de enfermedad coronaria, obesidad,
diabetes, accidentes cerebrovasculares, respiratorios y algunos tipos de cáncer
y en mujeres gestantes pueden influir en el peso del bebé al nacer. Según
estimaciones de los Centros para el control y la prevención de enfermedades,
eliminar estas grasas de la dieta diaria podría prevenir unos 20.000 casos de
cardiopatías coronarias y hasta 7.000 muertes al año.
Carbohidratos: constituyen la principal fuente de energía de nuestra
alimentación, son el combustible para desarrollar las actividades diarias,
mantener la temperatura corporal y el buen funcionamiento de órganos vitales
del cuerpo. Pueden ser simples y complejos.

Los primeros se encuentran de manera natural en caña de azúcar, remolacha y


miel o son añadidos en forma de azúcares, como por ejemplo a productos
industrializados o de pastelería, mientras que los carbohidratos complejos
están en alimentos como arroz, papa, yuca, ñame y plátanos entre otros.
Se deben consumir de manera moderada, pues en exceso pueden ocasionar
sobrepeso, obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas; mientras que el
bajo consumo produciría desnutrición o bajo peso.
Proteínas: son las responsables de la formación de células, los tejidos y
órganos, así como de construir los músculos, parte de las hormonas, de las
enzimas que transportan ciertas moléculas (como la grasa) y transmitir señales.
También están presentes en una gran cantidad de funciones del organismo.
Durante los periodos de crecimiento, embarazo, lactancia y recuperación de
enfermedades es necesario el consumo de alimentos fuentes de proteína en
mayor cantidad.
Las fuentes de proteína pueden ser de origen animal como huevos, pescados,
leche, carnes magras, pavo, y pollo; o de origen vegetal como las leguminosas
(frijol, lenteja, garbanzo, alverja), nueces y frutos secos, quinua, entre otros.

Micronutrientes
En este segundo grupo se encuentran los minerales y las vitaminas.

Hierro: es uno de los componentes que se encuentra en la hemoglobina


(presente en los glóbulos rojos) y la mioglobina (presente en el músculo)
encargadas de transportar el oxígeno. Los alimentos que contienen hierro son
carnes, hígado, vísceras, leche, huevos y alimentos de origen vegetal. La
combinación de alimentos fuentes de hierro con el consumo simultáneo de
alimentos fuentes de vitamina C (guayaba, naranja, cítricos) aumenta de
manera importante su absorción.
Calcio: se encuentra presente en diferentes tejidos del cuerpo como las
neuronas y la sangre, el líquido entre células, los músculos, entre otros. Es
necesario para mantener y desarrollar huesos y dientes sanos, para relajar
músculos, vasos y arterias sanguíneas, para secretar hormonas y enzimas. Las
fuentes de calcio que tienen mejor absorción son los derivados lácteos como
leche, queso, kumis y yogurt, y tienen un mayor efecto cuando son combinados
con alimentos fuentes de vitamina D, como aceite de hígado de res, atún o
salmón.
Yodo: hace parte de las hormonas tiroideas que controlan el buen
funcionamiento del metabolismo  el cuerpo. Es importante para el desarrollo
del cerebro y el sistema nervioso del feto y se encuentra en la sal yodada y en
productos de origen marino como pescados y mariscos.

Zinc: indispensable en el crecimiento y desarrollo normal, en la reproducción y


el funcionamiento del sistema inmune, en la cicatrización de heridas, y en la
mejora de los sentidos del gusto y del olfato. Los alimentos fuente de proteína
también son buena fuente de zinc: carne de ternera, pollo y cerdo, ostras,
leche, queso, nueces y leguminosas.
Vitamina A: mantiene el funcionamiento del sistema inmune, la piel, los ojos y
su visión, contribuye a la reparación de las vellosidades intestinales y el tejido
pulmonar. Su consumo está relacionado con la prevención de infecciones. Se
encuentra en alimentos de origen animal como carne, hígado y vísceras, en
frutas y verduras de color naranja y amarillo como ahuyama, papaya, melón y
tomate, entre otros.

Vitaminas del complejo B: participan en la digestión y la absorción de los


carbohidratos. Son parte de este grupo la tiamina, la riboflavina, la niacina y el
ácido fólico. Éste último se destacapor su función y necesidad, ya que cuando
hay bajos niveles en el organismo se afectan los glóbulos rojos, las células
intestinales y se desarrolla anemia. Esta vitamina debe ser consumida en mayor
cantidad durante el embarazo para evitar problemas de formación del sistema
nervioso en el feto. Las hortalizas de hojas verdes y oscuras, las leguminosas
como frijol, lenteja y arveja así como frutas son fuente de ácido fólico.
Vitamina C: ayuda en la producción y mantenimiento del tejido conectivo del
cuerpo (huesos, dientes, piel, y tendones), en la cicatrización de heridas y tiene
funciones antioxidantes. Todas las frutas y verduras son buena fuente de
vitamina C.
Colesterol: bueno y malo
El 70% del colesterol que circula en nuestro cuerpo es producido por el hígado,
el otro 30% debe ser aportado por la alimentación, pero aportes mayores
producen daños a la salud. Existen 2 tipos de colesterol:
Colesterol HDL: llamado comúnmente colesterol bueno, tiene un efecto
protector contra enfermedades cardiacas y evita el aumento del colesterol LDL
en sangre.
Colesterol LDL:  conocido como colesterol malo, tiene un efecto nocivo en el
organismo ya que aumenta el riesgo de obstrucción de las arterias del corazón,
predisponiendo a las personas a padecer enfermedades cardiovasculares como
el infarto o el accidente
cerebrovascular.

Los alimentos fuentes de colesterol son la yema del huevo, el hígado de res, los
riñones, la piel de las aves, el chicharrón, las salchichas, el jamón, la morcilla, la
manteca de cerdo, el chorizo, los quesos cremosos, la crema de leche, la
mayonesa y la mantequilla, entre otros alimentos de origen animal .

4. SUPLEMENTAR:
Añadir un complemento a una cosa para hacerla mejor, más completa, efectiva
o perfecta.

Los suplementos dietéticos pueden ser beneficiosos para su salud, pero tomar
suplementos también pueden implicar riesgos para la salud. La Administración
de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) no tiene la autoridad para
revisar los productos de suplementos dietéticos para su seguridad y eficacia
antes de su comercialización.

Usted ha oído hablar de ellos, puede haberlos utilizado, y puede que incluso los
haya recomendado a sus familiares o amigos. Si bien algunos suplementos
dietéticos son bien conocidos y están bien establecidos, otros necesitan mayor
análisis. Lea información importante para usted y su familia acerca de los
suplementos dietéticos.

Antes de tomar decisiones acerca de si tomar un suplemento, hable con su


proveedor de atención médica. Puede ayudar a lograr un equilibrio entre los
alimentos y nutrientes que usted necesita personalmente.

¿Qué son los suplementos dietéticos?

Los suplementos dietéticos incluyen ingredientes tales como vitaminas,


minerales, hierbas, aminoácidos y enzimas. Los suplementos dietéticos se
comercializan en formas tales como tabletas, cápsulas, perlas, cápsulas de gel,
polvos y líquidos.

¿Cuáles son los beneficios de los suplementos dietéticos?

Algunos suplementos pueden ayudar a asegurar que usted obtenga las


sustancias vitales suficientes que el cuerpo necesita para funcionar; otros
pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades. Pero los suplementos no
deben sustituir por completo a las comidas que sean necesarias para una dieta
saludable, así que también asegúrese de comer una variedad de alimentos.

A diferencia de los fármacos, los suplementos no se pueden mercadear


como tratamiento, o como productos que diagnostican, previenen o
curan enfermedades . Esto significa que los suplementos no deben hacer
afirmaciones como que "reducen el dolor" o "tratan las enfermedades
cardíacas". Afirmaciones como sólo se pueden realizar legítimamente para los
medicamentos, y no para los suplementos dietéticos.

¿Existen riesgos al tomar suplementos?

Si. Muchos suplementos contienen ingredientes activos que tienen fuertes


efectos biológicos en el cuerpo. Esto podría hacerlos inseguros en algunas
situaciones y afectar o complicar su salud. Por ejemplo, las siguientes acciones
pueden tener consecuencias perjudiciales, incluso mortales.

 Combinación de suplementos
 Usar suplementos con medicamentos (ya sea con receta o de venta libre)
 Sustituir suplementos por medicamentos recetados
 Tomar demasiado de algunos suplementos, tales como la vitamina A,
vitamina D, o hierro Algunos suplementos también pueden tener efectos
no deseados antes, durante y después de la cirugía . Por lo tanto,
asegúrese de informar a su proveedor de atención médica, incluido su
farmacéutico, acerca de cualquier suplemento que esté tomando.

Algunos suplementos dietéticos comunes

 Calcio
 Equinácea
 Aceite de pescado
 Ginseng
 Glucosamina año
 Sulfato de condroitina
 Ajo
 Vitamina D
 Hierba de San Juan (hierba de San Juan)
 Saw Palmetto
 Gingko
 Té verde

Nota: Estos ejemplos no representan un endoso ni una aprobación por parte


de la FDA.

¿Quién es responsable de la seguridad de los suplementos dietéticos?

La FDA no está autorizada para revisar los productos de


suplementos dietéticos para su seguridad y eficacia antes de su
comercialización.

Los fabricantes y distribuidores de suplementos dietéticos son responsables de


garantizar que sus productos son seguros ANTES de comercializarlos.
Si el suplemento dietético contiene un ingrediente NUEVO, los fabricantes
deben notificar a la FDA acerca de ese ingrediente antes de su
comercialización. Sin embargo, la notificación sólo podrá ser revisada por la
FDA (no aprobada) y sólo para determinar su seguridad, y no su eficacia.

Los fabricantes deben producir suplementos dietéticos en una forma de calidad


y asegurar de que no contienen contaminantes o impurezas, y que están
correctamente etiquetados de acuerdo a las Buenas Prácticas de Manufactura
(cGMP) y reglamentos de etiquetado actuales.

Si se produce un problema grave relacionado con un suplemento dietético, los


fabricantes deben informarlo a la FDA como un evento adverso. La FDA puede
sacar suplementos dietéticos fuera del mercado si se descubre que son inseguros
o si las afirmaciones sobre los productos son falsas y engañosas.

¿Cómo puedo averiguar más sobre el suplemento dietético que estoy


tomando?

Las etiquetas de los suplementos dietéticos deben incluir el nombre y la


información de ubicación del fabricante o distribuidor. Si desea saber más
acerca del producto que usted está tomando, consulte al fabricante o
distribuidor acerca de:

 Información que apoye las afirmaciones sobre el producto


 Información sobre la seguridad y eficacia de los ingredientes en el
producto.

¿Cómo puedo comprar los suplementos de manera inteligente?

Sea un usuario conocedor de los suplementos. Puede hacerlo así:

 Al buscar los suplementos en Internet, use sitios no comerciales (p. Ej.


Instituto Nacional de Salud, la FDA, y el Departamento Federal de
Agricultura) en el lugar de dependencia de información ofrecida por
vendedores.
 Si las declaraciones suenan demasiado buenas para ciertas, dude que lo
sean. Cuidese de declaraciones tales como "funciona mejor que [un
medicamento con receta]", "totalmente seguro" o "carece efectos
secundarios".
 Sea consciente de que el término natural no siempre significa seguro .
 Si está considerando consumir un suplemento dietético, pregúntele a su
proveedor de salud si este suplemento es seguro y benefocioso para usted
 Siempre recuerde: ¡la seguridad es lo primero!

Reporte los problemas a la FDA

Notifique a la FDA si el uso de un suplemento dietético le causó a usted oa un


familiar una reacción grave o enfermedad (incluso si usted no está seguro de
que el producto fue la causa o si no visitó a un médico o clínica).
Siga estos pasos:

1. Deje de usar el producto.


2. Póngase en contacto con su proveedor de atención médica para averiguar
cómo atender el problema.
3. Reporte los problemas a la FDA en cualquiera de estas formas:
o Comuníquese con el Coordinador de Reclamos de
Consumidores en su área. Encuentra un coordinador aquí

También podría gustarte