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Casuística trabajo en equipo

Jorge Armando Nuñez García, Tracy Villanueva Zuñiga, Angelo Marique Guetat y Nhorelya Juarez
Juarez

Carrera de Administración de Empresas, Instituto Superior Tecnológico Unitek

Gestión de trabajo de equipos

Teresa Calcina

26 de octubre de 2021
Caso práctico: Liderar un equipo de trabajo

1. Los objetivos de aprendizaje

La finalidad de este caso es valorar cuáles deberían ser los aspectos a resaltar del líder dentro

del grupo. Por ello se presenta el caso de dos personas de una misma empresa que reflejan dos

maneras distintas de liderar a sus colaboradores. De la actividad se desprenden los siguientes

objetivos a trabajar tanto en grupo como individualmente:

1. Analizar la situación problemática, aplicando los conocimientos asimilados y las


reflexiones

que han podido realizar después de haber trabajado las lecciones correspondientes.

2. Contrastar los propios criterios con los de los otros participantes del grupo.

3. Potenciar la capacidad de decisión ante una situación problemática en función de la

información de que se dispone.

4. Encontrar una solución común ante la situación problemática que sea fruto del
entendimiento

entre posibles puntos de vista divergentes.

5. Practicar una dinámica de grupo, que puede ser un instrumento útil para resolver
problemas,

tomar decisiones, experimentar, diagnosticar o generar mejoras en un ámbito de trabajo

real.

2. Planteamiento del caso

Dos maneras distintas de liderar:


Pepe y Ricardo trabajan en una empresa de cosméticos dedicada a la fabricación de
productos para la higiene infantil. Ricardo tiene 33 años. Es licenciado en Química y en
Biología y posee un máster en Gestión de Empresas. Hace cinco años que trabaja en esta
empresa y desde hace cuatro lidera el equipo de investigación. Es un individuo muy seguro
de sí mismo y de sus propias capacidades; le cuesta muchísimo aceptar opiniones distintas
a las suyas, por lo que los miembros de su equipo se limitan a realizar su trabajo, sin
intentar aportar nuevas ideas o innovaciones. Es incapaz de delegar, excepto pequeña
tareas rutinarias. Dentro del trabajo se muestra distante y un tanto frío. Sin embargo,
siempre parece estar disponible. Cuando piensa que alguien no está cumpliendo
correctamente su función, no duda en amonestarle,

a veces públicamente, sin intentar analizar posibles causas. Opina que la base de un
equipo es la organización y que si cada cual conoce qué debe hacer con claridad, no tienen
por qué surgir problemas de ningún tipo. Por tanto, no admite que alguien no rinda lo
esperado. Todas las decisiones que se toman en el equipo deben contar con su
aprobación. Cuando está en ambientes informales, es una persona cordial y con gran
sentido del humor. Se le valora por su profesionalidad dentro de la empresa, y fuera de
ella por su capacidad para animar las reuniones y por el valor que le otorga a la amistad.

Pepe tiene 28 años. Es licenciado en Farmacia, posee un máster en Marketing y se


incorporó a la empresa hace tan sólo un año. Lidera el equipo de marketing. Es una
persona entusiasta, extrovertida y tiene una gran habilidad para relacionarse con los
demás. Demuestra dominio de la empatía: es flexible a la diversidad de alternativas,
escucha a los demás y es capaz de analizar los problemas desde posiciones distintas a las
suyas. Opina que su equipo está formado por profesionales muy cualificados y que cada
cual debe responsabilizarse de su tarea. Su función en el equipo sería la de coordinar
todas las decisiones que, sin excepción, deben tomarse por consenso grupal. Piensa que la
base de un equipo es que sus miembros se mantengan cohesionados y opina que el trato
equitativo entre todos ellos, incluido el mismo, facilita esa cohesión. Se define a sí mismo
como “uno más del equipo”. Pepe y Ricardo mantienen una buena relación al margen de
sus diferencias profesionales. Hoy, se han encontrado en la cafetería de la empresa y han
tenido la siguiente conversación:

Pepe: “Estoy un tanto desconcertado. Empecé este trabajo poniendo toda mi ilusión y

empeño, dando todo lo mejor de mí y esperando que los demás hicieran lo mismo. Los dos

primeros meses parecía que funcionaba, íbamos todos a una. Sin embargo, desde hace cosa

de un mes la situación está enrarecida, el proyecto no sale adelante y la última reunión fue

un desastre”. “Entre Luis y Carlos ha surgido un enfrentamiento, se acusan mutuamente de

pisarse el trabajo”. “Juan intentó boicotear la reunión, contradecía todas mis opiniones y se

quejó de la falta de organización del equipo. Dijo que las previsiones del proyecto estaban
mal elaboradas y que no podríamos cumplir plazos ni objetivos”. “Como puedes imaginarte,

me sentí directamente atacado y no supe qué contestar. Les recordé que éramos un equipo

de profesionales y que todos debíamos poner algo de nuestra parte para tirar hacia delante el

proyecto. A veces pienso que Juan está haciendo méritos para ocupar mi lugar...”. Ricardo: “Lo

que necesita tu equipo es una brújula que lo guíe de forma adecuada. Pepe, siento decírtelo,

pero así no vas a llegar a buen puerto. Necesitas coger los mandos de una forma autoritaria,

déjate estar de ‘tanto consenso’ y de intentar satisfacer a todos, porque es imposible. Sitúa a

cada cual en su lugar y ponte tú en el tuyo. No confundas las relaciones dentro del equipo con

la amistad. Y vigila con Juan, parece que él lo tiene más claro que tú...”.

3. Cuestiones para reflexionar

1. ¿Qué aspectos positivos resaltarías del estilo de liderazgo de Ricardo? ¿Y de Pepe?

El estilo de Ricardo es de un líder autoritario y burocrático, ya que su opinión es la última


palabra y también es algo distante con sus empleados dentro del trabajo, el cual fuera del
trabajo su actitud es distinta, pero dentro de el, no es emocional ni empático con los
problemas que sucedan.

Mientras que el estilo de Pepe es de un líder carismático y también de laissez faire, ya que
se muestra de forma carismática apegándose emocionalmente de sus compañero y
creyendo que todos de tienen la capacidad de sobrellevar su trabajo y que es muy
importante que todos cohesionen a la par para salir adelante.

2. ¿Qué aspectos negativos resaltarías del estilo de liderazgo de Ricardo? ¿Y de Pepe?

Como aspectos negativos de Ricardo se puede observar que no tiene una relación estrecha
con sus empleados y cree que siendo estricto y autoritario todos seguirán la meta, esto le
juega una mala pasada debido a que no debido a la falta de interés de su personal, es que
no sabe los problemas que se encuentran dentro de la empresa y mucho menos saber
cómo solucionarlo.

En cambio, Pepe es un líder que confía en su equipo y que cree que todos son lo bastante
calificados para el puesto que llevan, de tal manera solo delega y persuade, y a la vez sabe
cómo solucionar un problema.

3. Identifica a partir de los aspectos tanto positivos como negativos de ambos liderazgos
las consecuencias que pueden tener en el equipo, y qué recomendaciones darías a cada
uno.
El liderazgo de Ricardo no es malo, de hecho, no esta tan mal ser estricto, pero lo
importante es saber por qué sucede ese tipo de situaciones para poder resolverlas y no
solo amonestar directamente, en pocas palabras introducirse más en por qué sucede se
tipo de problemas y ser más carismático y comprensivo con sus empleados para, dejando
que cada uno cumpla su trabajo.

En el liderazgo de Pepe es bueno que sea persuasivo y que confíe en su equipo, pero
también es importante delegar y mantener la armonía en el equipo para que así no haya
inconvenientes y poder solucionarlo lo antes posible.

4. Si fueras un trabajador de esta empresa, ¿en qué equipo te sentirías más cómodo?
¿Porqué? Ten en cuenta que los aspectos que enumeres se relacionarán con lo que más
valoras a la hora de trabajar en equipo.

Si fuéramos trabajadores de la empresa nos sentiríamos más cómodos en el equipo de


pepe, con la facilidad de poder comunicarme con él y no tener miedo a hacerle
cualquier pregunta, no nos sentiríamos presionados y el trabajo en equipo sería más
armonioso.

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