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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN


LICENCIATURA EN EDUCACION BÁSICA CON ÉNFASIS
EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
Docente: Jenny Jiménez
Estudiante: Andrés Arcos
COD: 20161160 494
Octubre 5 de 2017
Rumbo al siglo tripleX
Desde el pasado siglo XX los estudios de género han desbordado el
interes de sociólogos, filósofos, psicólogos y otros académicos que han
encontradoen la sexualidad un campo en el cual estudiar el devenir de nuevos
seres humanos. El sexo y la sexualidad han sido motivo de múltiples
consideraciones muchas veces contradictorias pero no por eso menos
inquietantes. En una sociedad tan mediatizada, el sexo y la sexualidad siguen
explotandose hasta el hartazgo. Por un lado la idolatría de la imagen promociona
unos ideales de belleza con el objetivo de condicionar los deseos, condicionar los
modos en los cuales los seres humanos asumen y ejercen su sexualidad y las
maneras en las que los sujetos quedan atados desde antes de su nacimiento a un
entorno que va determinar sus relaciones con el mundo.Por otro lado, el sexo y la
sexualidad aún tienen ese recubrimiento mixto de condiciones utilitaristas, de
placeres recreativos e inútiles, de deseo, de prohibido, de sagrado y profano que
constituyen su potencia pero que deben desarrollarse, según la normatividad, de
maneras más o menos discretas.
En este documento se tendrá en cuenta textos de figuras representativas
del ambito academico que sirven como puntos de referencias para responder a la
pregunta sobre la construcción del género y abordar el tema de la sexualidad
como ese factor de imponderable potencia, inmanente en todos.
La otra glorificación del cuerpo
Es necesario señalar que el cuerpo hace uso del lenguaje para
comunicarse. Este lenguaje puede ser kinésico, verbal, o no verbal. A su vez el
uso de los distintos tipos de leguaje permite, no solo satisfacer la necesidad de
comunicarse sino que implica un acto performativo que configura la realidad. De
igual manera el género se convierte en una serie de actos performativos que
transforman las situaciones a través del uso que se le da tanto al lenguaje como al
desarrollo de la sexualidad valiendose del cuerpo. Categorias como
heterosexualidad, transexualidad, homosexualidad no podrían existir si no se
hubiera realizado una categorización de las consciencias y los cuerpos.
No se puede considerar alguna inquietud respecto a la construcción del
género sin tener en cuenta el cuerpo como un instrumento que permite desarrollar
la sexualidad, como un territorio donde se vive la acumulación de un conjunto de
experiencias que van a configurar una historia de vida particular y que en ultimas
son aquellas que van a incidir en la construcción del género. El cuerpo es un
contenedor de una consciencia particular que alberga memoria. Es por
medio de los lenguajes de los cuales hace uso el cuerpo que se puede
expresar o hacer manifiesto el género.
“El género es la estilización repetida del cuerpo una serie de actos repetidos
dentro de un marco regulador muy rigido que se congela con el tiempo para
producir la apariencia de sustancia de una especie natural de ser “(BUTLER, J.;
(1990) El género en disputa)
De esta manera se evidencia, no solo la relevancia del cuerpo en los
procesos de construcción del género, si no la importancia del cuerpo en los
procesos para implementar los parámetros que determinan las parcticas sociales y
sexuales que deben ser aceptables según las convenciones.
Ha habido una intencion de sexualizar a la sociedad de manera
condicionada con el objetivo de aplicar una ortopedia social. Este mecanismo
busca ajustar, enderezar y corregir las prácticas sociales y sexuales para
establecer el desarrollo homogéneo de la sexualidad. Todo aquello que vaya
encontra de los procesos socialmente aceptados, establecidos e
institucionalizados queda excluido y es etiquetado como perverso, degenerado,
desviado, aberrante; toda una seguidilla de etiquetas reverenciales para la
psiquiatría, la sociología o la psicología. De esta manera se presenta la
sexualidad, el erotismo, el deseo y la construcción del género anclada al cuerpo
donde encuentra un campo propicio para multiplicar sus significados y sus
potencialidades. “La construcción de la sexualidad como tal (que encuentra su
realización en el erotismo) nos ha hecho perder el sentido de la cosmología
sexualizada, que hunde sus raíces en una topología sexual del cuerpo socializado,
de sus movimientos y de sus desplazamientos inmediatamente afectados por una
significación social” (BOURDIEU P. La Dominación Masculina. Recuperado
octubre de 2017)
Sociedad de la diversión, la perversión y el poder
El cuerpo ha sido el gran protagonista en la historia de la sexualidad. Ha
sido objeto del deseo pero también ha sido hostigado, reprimido y castigado. En
este sentido los cuerpos se han convertido en el capital simbólico, en un objeto
que despierta para motivar las pasiones de todas las índoles, y sigue siendo
explotado hasta la saciedad. Tal vez exista en la consciencia colectiva una
necesidad de satisfacer perversiones por medio del ejercicio del poder. “La
sociedad "burguesa" del siglo XIX, sin duda también la nuestra, es una sociedad
de la perversión notoria y patente. Y no de manera hipócrita, pues nada ha sido
más manifiesto y prolijo, más abiertamente tomado a su cargo por los discursos y
las instituciones. No porque tal sociedad, al querer levantar contra la sexualidad
una barrera demasiado rigurosa o demasiado general, hubiera a pesar suyo dado
lugar a un brote perverso y a una larga patología del instinto sexual. Se trata más
bien del tipo de poder que ha hecho funcionar sobre el cuerpo y el sexo. Tal poder,
precisamente, no tiene ni la formade la ley ni los efectos de la prohibición. Al
contrario, procede por desmultiplicación de las sexualidades singulares. No fija
fronteras a la sexualidad; prolonga sus diversas formas,persiguiéndolas según
líneas de penetración indefinida. No la excluye, la incluye en elcuerpo como modo
de especificación de los individuos; no intenta esquivarla; atrae sus variedades
mediante espirales donde placer y poder se refuerzan; no establece barreras;
dispone lugares de máxima saturación. Produce y fija a la disparidad sexual. La
sociedad moderna es perversa, no a despecho de su puritanismo o como
contrapartida de su hipocresía; es perversa directa y realmente”(FOUCAULT, M.,
1977) El dispositivo de la sexualidad)

BIBLIOGRAFÍA

BUTLER, J.; (1990) El género en disputa. El feminismo y la subversión de


la identidad, Buenos Aires, Paidós

FOUCAULT, M.; (1977) El dispositivo de la sexualidad, México, Siglo xxi


editores

BOURDIEU P. La Dominación Masculina.


Recuperado octubre de 2017

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