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PADRES E HIJOS EN COMUNIÓ N

Jesú s nos ha dicho que hay relaciones de persona a persona que no son para siempre, que
hay relaciones que pasan, pero que hay una que permanece para siempre.

Jn. 8,35 “El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo si permanece para siempre”

Uno puede cambiar de país, puede cambiar de trabajo, no debería, pero puedes hasta
cambiar de pareja, pero no puedes cambiar de papá , de mamá , no puedes cambiar de hijo, de
hija, los hijos son para siempre.

Tal vez, no todos van a ser padres, no todos van a ser esposos, no todos van a ser hermanos,
pero todos somos hijos.

Esa relació n de padres e hijos es la relació n que permanece y por eso debemos brindarle
tiempo y dedicació n.

Mt. 7,9-11 “O hay acaso alguno entre ustedes que cuando su hijo le pide un pan le dan una
piedra, o si pide un pescado le da una culebra; si pues ustedes siendo malos, saben dar cosas
buenas a sus hijos, cuanto má s su padre que ésta en el cielo le dará las cosas buenas a los que
se las pidan”.

Jesú s no anda con rodeos, É l dice: Ustedes que son malos, en muchos aspectos de la vida no
podemos fallar, talvez no hacemos bien todo lo que nos toca hacer bien, pero É l dice hay algo
que, si deben hacer bien, hay algo en lo que no pueden fallar, en darle a los hijos como padres
siempre lo mejor.

La misió n de cada papá y de cada mamá es preguntarse qué espera Dios que yo haga por mis
hijos. Y como esa no es adivinanza el Señ or lo dejó escrito en su palabra.

Hay que hacer mucho cuando los hijos está n vivos, que es pues lo que espera Dios que hagan
los papá s, en Os. 11,1-3-4 “Cuando Israel era niñ o yo lo amé, yo enseñ é a caminar a Efraín
tomá ndolo de la mano ellos no sabían que yo los cuidaba así, con cuerdas humanas los atraía,
con lazos de amor, yo era para ellos como los que lanzan un niñ o y lo aprietan contra su
mejilla, me inclinaba hacia él y le daba de comer”

Los padres de familia está n llamados a ser esas 4 cosas que dice el profeta Oseas.

1. Yo lo amé: amar a los hijos. Los hijos deben sentir que no han venido al mundo para
estorbarnos, ustedes son un regalo de Dios para sus padres, yo he visto muchos papá s
llorar por sus hijos y los hijos por sus padres, fui capellá n de los internos de los
Centros de Readaptació n Social (CERESO´s) a nivel Dió cesis y a nivel Regió n
Noroeste. Vi a hombres llorar como niñ os abrazados de sus padres, sobre todo, por
tener una larga condena o una conversió n a través de una experiencia fuerte de Dios,
como fueron los Cursillos Penitenciarios o las Alboradas para jó venes.
También he visto y orado con ellos como padres, pidiéndoles un hijo a Dios y yo
siempre he pensado que los hijos que han nacido sean tan deseados como deben
desearse los niñ os.

También he visto que está n naciendo muchos niñ os sin ser esperados, porque los
adolescentes está n empezando relaciones sexuales muy temprano.
Conozco yo algunas adolescentes de entre 11 y 13 añ os embarazadas. Aquí no se
está n preparando para amar, hasta físicamente es un riesgo. No lleven tanta prisa,
esperen, crezcan y maduren, esperen ser má s grandes para que puedan amar, para
que los niñ os desde el vientre de la mamá no tengan que ser escondidos. Mamá s
esperen que su corazó n sea má s grande.
Que las jó venes no anden sumiendo la barriga para que no se les note el embarazo,
déjalo que crezca tranquilo y si ocurrió un embarazo que no lo deseaban, ama ese
niñ o, porque quieras o no, lo hayas deseado o no es tu hijo, lo primero que debemos
sentir es amor.

Como el Padre Celestial, cuando habló y dijo: “Este es mi hijo amado” todo papá , toda
mamá tiene que poner la mano sobre su hombro y decir “ESTE ES MI HIJO AMADO,
“ESTA MI HIJA AMADA”, porque si no lo hacemos estamos creando una generació n
suicida, estamos creando muchachos que no sienten amor por nadie, porque no hubo
vínculo de amor, se vuelven jó venes no solamente drogadictos, alcohó licos, sino
delincuentes, se vuelven jó venes con resentimiento y la sociedad se está llenando de
jó venes que ya no tienen sentido de pertenencia.
No se sienten amados, ni aman a nadie.

2. Yo los cuidaba: ellos no lo sabían dice el profeta repitiendo las palabras de Dios, pero
yo los cuidaba así.

Es una grande responsabilidad para los padres de familia, cuidar a los hijos sobre
todo a los hijos pequeñ os y cuidarlos especialmente de los abusos, que cometen en
ellos, má s de lo que ustedes se imaginan. Las estadísticas lo dicen, que si hablamos de
abuso en los niñ os, de cada 8 que sufren algú n tipo de abuso, 6 lo sufren en su propia
casa.
Les pongo un ejemplo, que conozco, una joven de 23 añ os que fue violada por su
abuelo, su papá y su hermano; y digo yo qué estamos esperando para despertar.

Jesú s dijo: “Si el dueñ o de la casa supiera a que hora de la noche vendría el ladró n
estaría velando” o sea que estaría velando despierto para que el ladró n, no robará en
su casa, es que en muchas casas los ladrones son los mismos padres.
Cuidar a los hijos, quiere vivir una vida má s prudente, si, tú papá que está s leyendo
estas palabras, al tomar licor te emborrachas, pues no tomes, cuida a tus hijos, sobre
todo si vas manejando tu carro y llevas a tu familia y vas tomado, CUIDA A TUS HIJOS.

Cuidarlos es también saber quiénes está n al contacto de ellos, DIME CON QUIEN
ANDAS Y TE DIRE QUE FUMAS, dime con quien chateas, con quien está s en las redes
sociales y te diré a donde te van a llevar y como muchos papá s no está n al día con la
tecnología, ni siquiera saben con quién está n intercambiando fotografías sus hijos y
tengan mucho cuidado las señ oritas, cualquier cosa que mandes a un correo privado,
a una persona, eso es pú blico, por má s que te diga; No, solo yo voy a verlo, lo van a
publicar y después le va a pasar a tu papá como en un día en una sala de una clínica
alguien tomó una revista pornográ fica y estaba tan contento apreciando la belleza y
va viendo que entre las imá genes estaba su hija.
3. Por su puesto proveerlos: “me inclinaba hacia él y le daba de comer”, hay hijos que no
le cuestan a su papá ni un bote de leche, y las mujeres, como dice la canció n “por
mujeres como tú , hay hombres como él”.
Porque los jó venes dicen: “SI NOS DEJAN, DE TODO LO DEMAS NOS OLVIDAMOS” O
sea de pañ ales, de pediatra, de leche, nos olvidamos.
Porque ahora muchos, solo quieren placer sin responsabilidad, y es una
responsabilidad de los padres, proveer a los hijos de todo lo necesario, para un
desarrollo integral, alimentació n, salud, educació n o como dice la oració n de la Divina
Providencia CASA, VESTIDO, SALUD Y SUSTENTO.
Es un llamado a los hombres varones, para eso se necesita ser hombre, para ser
responsable, no para llegar a la casa, AQUÍ YO MANDO, bueno si eres tú el que manda:
a pagar el agua, la luz, el teléfono, el cable, etc., etc., pues sigue mandando. También
manda a pagar el Colegio.
Los papá s que asuman el papel de proveedores y al mismo tiempo hacerles
conciencia a los hijos de que lo que ganan sus papá s les cuesta mucho y que por lo
tanto deben de usarlo bien, porque hay una generació n de niñ os que se llama LA
GENERACION DEL MERECIMIENTO.

Conozco una película que se trata de que una familia los hijos simpre quieren má s y
má s. El papá que ve que los hijos, ni trabajan, ni estudian, ni nada, solo dame. El papá ,
tiene que fingir que quebró la empresa y les dice a los hijos: la empresa está en
quiebra ya no gano nada, tenemos que irnos de la casa y empiezan esos jó venes a ver
que hacen.
Hay que ayudar a los hijos a que no se acostumbren a recibir todo, porque los papá s
que acostumbran a los hijos a darles todo los está n preparando a sufrir.

Los documentos de Sto. Domingo nos dicen en el numeral 200 “debemos de educar
con los valores de laboriosidad del compartir, de la ansiedad, de la honestidad, para
que desde la familia, que es la primer escuela, se formen los hombre nuevos, para una
sociedad má s fraterna, donde se viva la destinació n universal de los bienes en
contexto del desarrollo integral”. Hay pues entonces que educar para la laboriosidad.

Podemos decir también que la generació n de los niñ os actuales se llama, los nini,
porque ni estudian ni trabajan, ni ayudan, en la casa, es má s ni se bañ an.

Los padres de familia deben de aprender de las gallinas. Jesú s un día se comparó con
una gallina; “Dice cuá ntas veces he querido como la gallina arrullarlos bajo mis alas”.

Las gallinas son unas grandes madres, cuando los pollitos son pequeñ os ellas los
defienden, los pone bajo sus alas, los protege, los rasca y los pollos comen y ella sigue
rascando y los pollitos llegan a comer, cuando ya los pollitos está n grandes, la gallina
los avienta con sus patas.
Cuando los pollitos ya son grandes, la gallina no los deja comer donde ella rasca, los
avienta y uno dice, que gallina má s mala, no, hay que decir que gallina má s buena, ella
sabe que en la pró xima navidad van a hacer tamales de gallina y puede ser ella y si
estos pollos no aprenden a rascar, ellos se van a morir de hambre.
La gallina los avienta para que ellos rasquen, porque ya tienen uñ as.
Hay que educar, preparar para la vida, yo sé que algunas mamá s y papá s que leen
dicen: “pobre Padre Alfredo, si supiera: es que no tenemos tiempo”. Pueden dejar y
renunciar, hacer cualquier cosa, pero menos aquello que Dios quiere que hagan de la
mejor manera.

Pero por supuesto, no hay que hablar solo con los papá s, hay que hablar también con
los hijos.
Cuando Jesú s dice, que alguien está creciendo, que alguien está madurando, la
primera muestra de ese crecimiento es, que sabe relacionarse con sus padres.

El Evangelio segú n San Mt. 19,16-19; “En esto se le acercó uno y le dijo, “Maestro qué
tengo que hacer de bueno para conseguir vida eterna” y él le dijo; “si quieres entrar
en la vida, guarda los mandamientos”, cuá les le dice él; Jesú s le respondió : “no
cometerá s adulterio, no robará s, no levantará s falso testimonio, honra a tu padre y a
tu madre y amará s a pró jimo como a ti mismo…” Palabra del Señ or.
Primero Jesú s le dice: “si quieres tener vida en plenitud”. Bastante ayuda lo que no te
estorba.
No mates
No cometas adulterio
No robes
No mientas

Yo te decía joven, si ya no hace el mal, yo te diría cual es el bien que tiene que hacer y
por dó nde empezar.
Especialmente veamos:
Honra a tu padre y a tu madre, y ama al pró jimo como a ti mismo.

Lo primero que se manifiesta en alguien que está creciendo es que es capaz de honrar
a sus padres.
El primer mandamiento que tiene una promesa, honra a tu padre y a tu madre para
que vivas muchos añ os y para que vivas feliz, a todos los hijos lo primero que se nos
pide que hagamos es HONRAR A NUESTROS PADRES.

Eso quiere decir 3 palabras nada má s, para los hijos es fá cil para los papá s son 4.
Hijos, si cumplen esas 3 palabras, ya la hicieron, la primera palabra es:

1. GRATITUD: Ahora má s que nunca nos damos cuenta que fue tan fá cil que no
naciéramos. El lugar má s peligroso para vivir es el vientre, es el vientre de una madre.
El que sale vivo de ahí, ya la hizo, se escapó . Esa es la manera de morir má s peligrosa.
Millones de niñ os hasta ahí llegan, el que logró salir vivo del vientre materno, va a
vivir en medio de este mundo, aunque sea violento.
Hay hijos que dicen; yo no sé para qué me trajeron al mundo y dice, si a mí nadie me
quiere.
Yo te digo hijo; si nadie te hubiera cuidado estarías muerto, alguien te cuido, tú
abuela, tú tía, alguien te alimento, alguien se preocupó por ti y ese alguien merece
gratitud.

GRACIAS, por haberme traído al mundo, en vez de decir y para que me tuvieron si yo
ni quería venir.
Yo te digo: no podías decir que no querías.
Como hayan sido tus padres, la palabra es GRACIAS, gracias mamá , gracias papá , y
reconocer lo bueno que han hecho por ti.

La Biblia tiene muchos textos maravillosos, el libro del Eclesiá stico en el capítulo
7,27-28 dice “con todo tú corazó n, honra a tu padre y no olvides los dolores de tu
madre. Recuerda que por ellos has nacido y con qué les pagará s lo que ha hecho por
ti” recuerda que por los dolores de tu madre naciste. Por lo menos di gracias.

2. La segunda palabra que quiere decir honrar es OBEDECER, respetar mientras vivan
en la casa de sus padres. Los hijos deben obedecer y respetar. ¿No te gusta? crece, que
te crezcan alas y vuela, pero mientras está s en la casa, anímate yo sé que es difícil. Lo
viene a entender uno, hasta que ya es mayor de edad.
Yo mismo el futuro padrecito, cuando estaba en casa aú n, yo quise ir a una fiesta y
como no me dejaron me encerré en el cuarto, empecé a gritar, me voy a matar y
cuando se abrió la puerta del cuarto, mi mamá entró con un leñ o y me dijo, si te vas a
matar yo te vengo a ayudar, y en verdad que con eso me hubiera matado, pero como
me sirvió , ya alguna vez he contado esto y siempre lo haré en la medida que veo que
sirve de testimonio, como quisiera que mi mamá me volviera a pegar.

Los papá s no quisieran hacer eso, pero bien que funciona.


Otra historia mía. En una oportunidad yo jugaba cincos o sea canicas e iba ganando,
por cierto que como no tenía mucho tiempo para jugar, lo poquito que tenía lo
disfrutaba.
Pues al estar jugando mi mamá me llamó , ¡Chepe! Y yo le conteste ya voy, pero no fui.
Como a los 5 minutos me grito José Alfredo te llamo yo, le contesté: ya voy, pero el
timbre de voz era ya muy fuerte y la forma de llamarme diferente, y como no fui,
volvió a salir y me grita, ANIMAL TE ESTOY HABLANDO, ahorita vengo les dije a mis
amigos.
¿Por qué tenemos que esperar que nos digan animal?
Niñ os hijos, hay que hacer caso a la primera.
Un secreto a los jó venes y niñ os; si quieren que sus papá s les den lo que ustedes
quieren y hagan lo que ustedes quieren: hagan AHORROS EMOCIONALES como se
hace eso: se levantan temprano, se bañ an, arreglan su cama, no dejen nada tirado y la
mamá especialmente se emociona y no deja de alagarlos.

Llega el fin de semana.


Mami me da permiso…. Si mi amor, a donde quiera y como quiera, ni siquiera le dices
para donde y ella o él, tú papa, ya está n goteando miel de sus labios.

- Pero si no se levantan
- No se bañ an
- Van a la escuela a fuerzas
- Al llegar avientan la mochila
- No comen, etc.,

La mamá está acumulando, y un día bien pró ximo explota como una olla de presió n, explota.

Si ustedes logran que los demá s hablen bien de ustedes cuando los ven actuar, eso es honrar
padre y madre, nada que por llevar mañ anitas, por regalos, etc., no.

Verdad que a veces del colegio llaman solo para poner quejas, y ya má s grandes casados te
llevan a la casa y te entregan con tu madre, yo conozco muchos así, que está n en su casa
frustrados, enmohecidos, paralizados, etc.,

Honren a sus padres, hagan que se sientan orgullosos, que sientan que valió la pena el
sacrificio.

3. AYUDAR A NUESTROS PADRES.


Los obispos lo dijeron en los documentos de Aparecida.
No. 448-440

Ustedes jó venes y niñ os que leen, ustedes van a vivir mucho má s que nosotros, gracias a los
adelantos, sobre todo de la medicina, pues así como traten a los viejitos hoy los van a tratar a
ustedes, porque padres y abuelos van envejeciendo.

Cuando ustedes tengan hijos, ellos verá n como ustedes tratan a sus abuelos y a sus papá s. La
historia de la media cobija.

Necesitamos que las jó venes generaciones trabajen y trabajen por ustedes mismos, porque si
no hay quien pague impuestos, si no hay quien cotice, habrá dinero para seguir ayudando a
los que ya trabajaron.

Tenemos un círculo vicioso, hay padres abandonados, porque abusaron cuando sus hijos
eran pequeñ os, ahora los hijos dicen, ahí que se mueran esos viejos, y hay niñ os que crecen
sin ese amor a los ancianos.

Hay padres abusadores, que crearon hijos abusadores, hay que romper ese círculo, hay que
hacer un círculo virtuoso.

Si todavía podemos decirles a los hijos que los queremos muchos y los cuidamos y
protegemos, entonces vamos a asegurar nuestra vejez con hijos amorosos.

Y si ustedes niñ os no tuvieron el cariñ o de sus padres aprendan a perdonar para que los
hijos de ustedes nazcan con menos heridas y construyamos una sociedad en donde los
jó venes y los adultos puedan vivir en paz.

Hoy en día los jó venes y los niñ os tan pequeñ os tienen tantas heridas.

Conozco un caso de un niñ o de 10 añ os que se quería suicidar, sus papá s ya se han


divorciado 2 veces y el niñ o no sabe con quién vivir y por eso se quería suicidar.

Tendremos generaciones de viejos amargados y resentidos.

Debemos de trabajar por una generació n de hombres y mujeres felices.


Te pedimos Señ or que quites resentimientos de tantos adolescentes maltratados, convierte
el corazó n de los padres y de las madres, que no solo pensemos en nosotros, porque lo que
nosotros hacemos va repercutiendo en los hijos.

Te pedimos por esa generació n que está creciendo y que va vivir má s de 100 añ os, dales
ganas de trabajar y se servir.

Se tú Señ or el puente que nos une y llena Señ or de paz nuestras relaciones, te lo pedimos
Padre en nombre de tu Hijo Jesucristo con la Virgen nuestra Madre, orando en la fuerza del
Espíritu Santo por los siglos de los siglos. AMEN.

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