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Excelencia:

Durante esta sucia campaña electoral, se ha estado hablando de usted casi más que de
los candidatos. No sé si media España habrá lamentado no poderle votar a usted, pero la
otra media, felices de que les roben, de que donde hay separatistas ardan las calles, de
que donde no los haya, también ardan gracias al neocomunismo podémico, ha votado
contra usted.

La nación feliz y próspera que usted dejó, está hoy irreconocible. La monarquía a la que
usted salvó de los comunistas, que usted reimplantó en España, la han mandado a
hacerle una gran mamada al comunismo cubano, supongo que con intención de que no
estorben aquí demasiado, o pensando que serían más útiles en Cuba que en España. La
Iglesia que usted salvó del exterminio, ha permitido que se profane su tumba, para ganar
votos o para no perder demasiado, o para mantener la llama de su demagogia
antifranquista falsaria y subvencionada. Hoy es difícil encontrar un cura que quiera
hacer misa en honor de usted. Paradójicamente, hoy, 20-N, por primera vez en mucho
tiempo, algunos han dejado de hablar de usted, para hacerlo de sus criminales y
corruptos detractores del PSOE, a propósito de la “terrible” sentencia de ayer, que
condena a unos ladrones del tipo de los del oro de Moscú que conoció y combatió
mientras vivía. Pues bien: esa sentencia que dicen, tan terrorífica, los ha condenado
prácticamente a pipas y caramelos. Pues bien: hoy, mucha gente vota contra usted, para
que la dejen en el paro, primero y la roben, después, y además, le incendien la calle,
cuando con usted había pleno empleo, seguridad en las calles, seguridad en el trabajo y
seguridad en las casas.

Hoy la paz que propició, y la clase media que creó, están en peligro. Nos encontramos
en una regresión hacia el prefranquismo, por obra y gracia del antifranquismo criminal y
corrupto. Pero como decíamos ayer… 83 años después, media España no se resigna a
morir.

Esperemos que en breve, podamos darle ovación y vuelta al Valle, porque al ruedo no
puede volver, más que de cierta manera.

Una vez más, se abrió la caja de Pandora y sólo quedó la esperanza.

¡Viva Franco!
¡Arriba España!
¡Abajo los criminales y corruptos detractores de Franco y enemigos de España!

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