cumpleaños número treinta, realmente los años han pasado muy rápido. Me encuentro emocionada de celebrar este día junto a mi familia. Hoy pedí permiso en la empresa para salir temprano, así que subiendo a mi auto, me dirijo a casa de mis padres. Es algo gracioso, pero recuerdo que mi sueño desde pequeña era estudiar administración. Jugaba con que yo era la jefa de mi empresa y caminaba con los tacos de mi madre, todo debido a que veía las novelas de mujeres empoderadas que ella solía ver todos los días por las tardes. Con los años fui firme en mi decisión, realmente me atraía esa carrera, sin embargo, un día conocí una rama cercana que con el tiempo increíblemente llamo más mi atención, “Secretariado ejecutivo”. Entonces me atreví a estudiar ello cuando entré a la Universidad, es así que a eso se refiere mi trabajo ahora SOY UNA SECRETARIA. ... Llego a casa y veo un arreglo floral alrededor de mi puerta, es claro que ellos siempre les gusta complacerme, pues puedo decir que desde que tengo uso de razón nunca me ha faltado nada, mis padres me dieron todo lo necesario para poder ser felíz. Me criaron bien, me alimentaron y me dieron buenos estudios a pesar de ser una familia de economía promedio. Mi padre es policía retirado y mi madre estaba estudiando psicología, pero cuando se enteraron de mi llegada, ella tuvo que renunciar a su sueño dedicándose solo a su hogar. Mi madre es una grandiosa ama de casa, dice que no se arrepiente de nada y que entregarnos su vida ha sido en realidad su verdadero deseo cumplido, a veces pienso que esa maternidad que ella desborda, la heredé yo. Me adentro a casa, y todos me saludan. Se encuentran mis padres y sus invitados que me sorprende hasta las lágrimas al verlos ahí, era la señora y el señor Bray (padres de Owen). … Owen Bray, fue mi primer amor, nos conocimos desde muy pequeños porque su padre con el mío eran colegas de trabajo que con los años se volvieron muy unidos. Ellos se reunían siempre en casa de cualquiera de los dos, es así como su madre con la mía también se volvieron muy amigas. Él era de mi misma edad por eso nos comprendíamos muy bien, en la secundaria nos dimos cuenta del amor que nos teníamos, él siempre se me insinuaba entre bromas, hasta que un día fue serio y sincerándonos el uno con el otro nos volvimos novios, por la cual fuimos amores primerizos. Pasaron 5 años y en una cita formal por el día de nuestro aniversario, lo inimaginable pasó, delante de todos él se arrodilló y me pidió matrimonio. Yo era la mujer más bendecida del mundo, eramos jóvenes, yo tenía 22 años pero él me amaba tanto que no podía esperar más para que yo fuera su esposa. Es así que contándoles a nuestros padres cuando estábamos todos reunidos, gritamos nuestra felicidad. Los días pasaron y habíamos organizado la boda para realizarlo en tres meses, todo andaba a la perfección. Hasta que llego aquel día..., aquel día que se suponía que iba a ser el mejor, pero resultó al final siendo el peor, Owen mientras venía de su departamento, sufrió un accidente, él falleció junto con Max (su mejor amigo de la Universidad) que lo acompañaba también a nuestra boda. Fue el peor día de mi vida, mi mundo se destrozó en pocos segundos, fue difícil superar algo así, pero con el tiempo me di cuenta de que todo tiene un propósito y debía seguir con mi vida, aunque sabía que volver a enamorarme quizás iba a ser difícil. (Es lo que pensé en esos tiempos). Los años pasaron y conocí a David, yo trabajaba a medio tiempo en un Starbucks y él era un cliente recurrente por la cual extrañamente venía a mi caja siempre. Todas las veces aparecía con una enorme sonrisa y con graciosos chistes, hasta que un día me invitó a salir. Después de un momento complicado que pasé, no estaba segura si hacerlo, sin embargo, con las palabras alentadoras de mi madre: “Owen desearía que fueras felíz”, intenté abrir mi corazón otra vez. La forma tan atenta de ser conmigo de David, me conmovió y al final todo fluyo lentamente, convirtiéndonos al fin en novios. Es así como después de un año, las cosas se derrumbarían para nosotros, él estaba estudiando medicina y le salió un trabajo en el extranjero la cual era una excelente oportunidad para él, por lo tanto, decidimos mantener aún nuestra relación a distancia. Hasta que un día en lo menos pensado cuando le conté que había decidido ir a verlo por un tiempo a Francia, sin decir detalles únicamente me terminó, diciendo que no vaya y que lo olvide que lo nuestro nunca funcionaría. No lo comprendía, pero al poco tiempo me enteré de que él se iba a casar con otra doctora allá en París, después de saber aquello, todo tuvo sentido. ¿Tan mala suerte podía tener? En fin, sufrí, me dolió, claro que sí, pero debía seguir adelante a pesar de que fue otro mal episodio en mi vida. Siguieron pasando los años y aún tenía la esperanza en el amor, por ello tuve salientes, sin embargo, siempre tenían doble propósit. Se mostraban buenas caras, caballerosos y a la hora de la hora, eran cuervos teniéndote en vista para comerte. Me pasó muchas veces, incluso uno tenía novia por la cual en nuestra primera salida en un restaurante, ella se apareció haciéndome el gran espectáculo, yo no sabía nada, pero me tildó como roba novios. ¡Qué desastre de vida! Luego de todos mis malos momentos, me cansé de las caras bonitas, me cansé de esos lobos vestidos de ovejas y dije que me mantendría sola, al final eso no es fundamental, nosotras podemos valernos por sí mismas. Llegaron mis 27 y en una salida con mis amigas del trabajo a un bar por el cumpleaños de una de ellas, conocí a Nick el primo de Laura (mi compañera) hicimos click ni bien nos vimos, cupido me sorprendía otra vez. Sin embargo, traté de mantenerme firme, no quería mostrar interés, pero quién se podría resistir a un hombre tan guapo y alto de 1.90, con esos ojos verdosos y cabello castaño, un total Hércules si hablamos de corpulencia, él era delgado, pero muy bien formado, lo notaba por el polo ceñido a su cuerpo. En conclusión, él y yo tuvimos mucha química esa noche, que mediante tragos y tragos, terminamos amaneciendo juntos en la misma cama. Era vergonzoso, fue mi primera vez que tuve una noche de sexo con un desconocido, solo era fundamental hacerlo con mi novio, no me gustaba ser partícipe solo de una noche y fuga. No obstante, con Nick todo fue diferente, no sé qué me sucedió, pero siempre hay una primera vez en todo, ¿verdad? Pues fue una grandiosa primera vez... Intercambiamos números y conversábamos mucho, para luego comenzar a salir. Lo nuestro fue muy rápido y en desorden, lo sé, pero al final nos enamoramos. No obstante, volviendo a creer en el amor, tampoco fue de maravilla. Tuvimos una relación de dos años. Nick siendo mi última pareja, descubrí algo nuevo que no podía explicar, quizás ya estaba más madura y ya pensaba a algo futuro, por eso nos fuimos a vivir juntos. Un día mientras iba camino a mi trabajo, olvidé unos papeles importantes de la empresa, entonces a pesar de que ya había recorrido 20 min. de camino, decidí regresar, sabía el comportamiento de mi jefe y no quería que nadie salga requintado por mi culpa. Entonces, abriendo mi puerta, me encuentro una espectacular vista, Nick estaba teniendo sexo con mi vecina en nuestra propia casa y en nuestro mueble. Me derrumbé, no podía con eso, por un momento sentí que mi vida estaba hecha solo para sufrir, pero recordando a Owen, que él jamás hubiera querido verme así, me armé de valor y terminé esa relación a pesar de las incontables pedidas de perdón de Nick. Definitivamente sabía que el amor no era para mí. ¡El desgraciado de cupido! Le gustaba jugar conmigo, pero ya no se lo iba a permitir más. [22:50, 25/6/2021] Lorenitta : Cerré mi corazón por completo, seguí mi vida como pude y me concentré solo en mi trabajo … Saludé a todos, estaba contenta que los padres de Owen estuvieran aquí, la pasamos muy bien recordando viejos tiempos. Sin duda, Owen iba a ser siempre especial y nunca lo olvidaría como mi primer amor y el único que me dio plena felicidad. –Espero estés teniendo una buena vida Emily... te queremos como una hija. –Ya por la noche se despide Cecilia (la madre de Owen), con los ojos llorosos–. La tengo. –La abrazo fuerte dejando caer mis lágrimas a través de mi rostro. –Espero pronto escuchar sobre tu boda hija. –Yo me desmorono por qué quizás nunca llegará–. Mi niño de seguro será muy felíz aquel día... –Señora Cecilia... –exclamo entre sollozos y la abracé mucho más–. Esté tranquila, no se preocupe por mí que en estos momentos soy felíz y es lo que importa. Abracé al señor Josué también y les pedí que siempre sigan comunicados por cualquier cosa. Después de un día en familia y las llamadas de mis conocidos para felicitarme, regresé a mi departamento. El día había sido muy largo, tuve muchas emociones a la vez, pero traté de estar en calma. Me puse mi pijama más cómoda y me recosté con mi laptop en la cama, debía seguir mis trabajos en suspensión. Todo en mi vida andaba bien en estos momentos, creo que tuve suerte, sin embargo, hace un año no era así… ........ Flashback En la empresa donde trabajaba de secretaria, se fue a la quiebra quedándome desempleada, yo viviendo sola tenía que cubrir mis gastos, mi madre me pidió regresar a casa, pero me opuse. Cuando de repente me hizo un comentario que cambiaría mi vida, hace poco ella había tenido una reunión de amigas de la promoción de su escuela. Y mi madre reluciendo a su maravillosa hija a una de sus amigas, le comentó que yo estaba buscando trabajo y ella le dijo que justamente estaban buscando una asistente de secretaría en la empresa donde trabajaba. Yo me sorprendí, debía ser una empresa muy grande para que la propia secretaria tenga su asistente. Cuando me dijo el nombre de la empresa, quedé boquiabierta “Corporation S&F” de la familia Stewart, era una compañía muy reconocida en el mundo por sus autos de última generación asociados con los mejores de Corea. Era increíble, mi madre me había conseguido un trabajo ahí sin pensarlo, y sin ni siquiera pasar una entrevista con filtro. Fue algo impresionante y emocionante. Cuando me fui a reunir con la secretaria me quedé sonsa, era una señora gordita, muy agraciada y de una edad de 55 años. Me sorprendí pero a la vez la admiré, era una mujer muy luchadora que había conseguido lo que quiso hasta su avanzada edad. –¿Qué sucede? ¿Estás sorprendida por mi aspecto? –Bueno, no es eso sino que… –Sí, entiendo… la mayoría de empresas en estos últimos años tienen puras Barbies y modelos como secretarias, en cambio yo llevo trabajando con ellos desde que tengo 30 años eso quiere decir querida, que llevo más de 20 años en ese lugar. –¡Wow… increíble!, debe ser un ambiente espectacular para perdurar mucho tiempo. –Bueno, mi jefe es un poco particular, ya lo irás a conocer, al menos de lejos lo harás. Ya que es un hombre muy cuidadoso con su entorno, solo me permite a mí acercarme y a ninguna otra mujer, así sea bella o atractiva. –¿Es gay? –pregunto yo de curiosa. –Jajaja, bueno de seguro escucharás eso muy seguido en la empresa, pero no es así, es un hombre que por las cosas de la vida tuvo malas experiencias, repudiando por alguna razón a todo ser del sexo opuesto. Es claro que está mal pero, ¿quién soy yo para decirle algo? –Da un resoplido–. En fin, señorita Emily, no te preocupes por ello que no te gozarás de su mal genio, jajaja eso déjamelo a mí. –Sí, señora. –Asenté la cabeza. –Bien, te explico lo que harás, yo me encargo de lo general y tú…. ........ La señora Mariana era una persona muy gentil, fue muy paciente conmigo en todo momento, ella me asignó una pequeña oficina no tan lejana de la suya que sería la principal. Y es así como llevo todo este tiempo trabajando en la empresa en donde me pagan demasiado bien. Todos conocíamos a nuestro jefe, pero él no nos conocía a nosotros, ni se molestaba en mirarnos, es claramente un tipo arrogante y déspota, con esos aires de superioridad que claramente lo tiene. ¿Pero que se cree?, ¿intocable? ¡Pff! Me caía mal. En fin, mientras seguía revisando los documentos, un correo esperado me acababa de llegar, abro lo leo y doy un salto en mi cama con mucho regocijo. Me había llegado por fin la aprobación de mi solicitud para una inseminación artificial, es sorprendente ¿Verdad? Sé que tengo una vida tranquila, con un buen sueldo y familia sin problemas, se podría decir que soy una persona totalmente estable en estos momentos. Sin embargo, últimamente comencé a sentir un vacío; mis amigas de la escuela, las de la Universidad e incluso las de mi trabajo se iban casando y otras tenían hijos. Ver eso me hacía sentir sola, sentía que se me iba la vida muy fugaz sin haber disfrutado de algo tan importante, el ser madre. Después de pensarlo tanto, decidí tener un hijo, y claro que no lo tendría con cualquiera, ni siquiera confiaba en mi sombra ¿Cómo lo haría?, no podía decirle a un amigo que me haga el favor tampoco, con todo lo que me había sucedido hasta ahora no deseaba a ningún hombre en mi vida, entonces pensando seriamente las cosas, decidí ser madre soltera realizándome aquella inseminación artificial. Claro que estaba más que preparada, por lo tanto, me inscribí, pasé por varios estudios y solo esperaba ansiosa una respuesta, estas clases de procedimientos suelen demorarse es por eso por lo que después de dos meses me respondieron finalmente. No puedo describir la felicidad que me invade todo mi ser. ¡Por fin!, ¡por fin! me convertiría en madre, mi sueño se iba a cumplir, y no iba a preocuparme por ningún hombre porque en estos procesos los donantes suelen ser anónimos. Por consiguiente, muy emocionada esperaría a ese bebé hermoso que en el futuro sería COMPLETAMENTE SOLO MÍO. CAPÍTULO 2: Aquella Mujer [Oliver Stewart] Salgo ofuscado de la recepción del Hotel, son las 5 de la tarde, la ceremonia al fin terminó y la fiesta de la boda recién da inicio, pero por supuesto que no me voy a quedar más tiempo. No me quedaré viendo las caras de esas señoras estiradas, hablando del por qué no soy yo, el que se está casando. Tiene algo de malo que a mis treinta y cinco... ¿Quiera aún estar solo? Estoy harto de estas clases de estupideces. Me voy hasta mi auto y llamo a Larry para encontrarnos en el bar donde solemos recurrir casi siempre. Llego al lugar y como siempre el idiota, aún no llega, es lo usual de él con sus tardanzas. Me retiro el saco y aflojo un poco mi corbata, mientras la azafata me dirige en una mesa VIP para luego relajarme esperando al susodicho con una Botella de Vodka. Trato de botar mis malos pensamientos y una mujer rubia muy atrayente con buen cuerpo se aparece delante de mí. –Veo desde hace media hora que estás solo. ¿Te puedo acompañar? –Yo la fijo fastidiado y le digo: –NO. –Pero por qué cariño… –Se sienta a mi lado. –Porque no vine a buscar mujeres lanzadas, gracias. –Ella me miró ofendida se levantó y diciéndome " IDIOTA" y se retiró del lugar. ¿Piensan que soy extraño? Simplemente soy así y no quiere decir que soy gay. Solamente no me gusta la compañía de las mujeres, me fastidia los melosas y mentirosas que son para conseguir lo que quieren. Su objetivo es eso o por el contrario solo buscan sexo, y claro… eso no está mal. Todos tienen necesidades también los tengo, pero soy limitado solo con una, “Francy”, ella es la que se encarga de ocuparse de ese tipo de necesidad que por fuerza a mis instintos, debo de complacer. No es que me guste, solo que por los años le cogí confianza y únicamente le pago con joyas y caprichos que ella desea, es la única a quién le permito todo esto por el claro convenio que tenemos, sin sentimientos ni besos simplemente algo carnal en las raras veces que la llamo. Con el resto de las mujeres no me nace tener algún tipo de aventura, eso para mí parecer atrae muchos problemas consigo que por ello prefiero evitar. Llevo esta vida ya desde hace 4 años, se podría decir que antes era normal como cualquiera, pero todo cambió para mí después de terminar aquella relación que duró 6 años… ... Durante el trayecto de toda mi vida, he tenido varias enamoradas que lamentablemente solo se me acercaban por el dinero, era algo que en el momento lo dejaba pasar desapercibido, hasta que un tiempo apareció en mi universidad; “Mary”, una chica becada de una familia humilde. Nos volvimos amigos, pues ella era muy sociable y amigable. Con el pasar del tiempo cuando ella se dio cuenta de mi situación con las mujeres, fue quien me hizo despertar de mi conformidad. “Oliver, ¿Cómo permites que esas tipas te utilicen?” ella era muy persuasiva, “Solo te buscan para que les compres joyas y para que la lleves a sitios o viajes, ¿eres tonto?” Yo lo sabía, pero no me importaba vivía en una época que eso me parecía muy normal, “VALÓRATE, vales mucho Oliver”, dijo, y me sentí extraño y diferente, ella se preocupaba por mí como nadie. Fueron pasando los tiempos y había hecho caso a su consejo, me alejé de ellas y ocupé mis horas en diversas cosas incluyéndola a ella, hasta que me di cuenta de que me había enamorado, fui sincero y me le declaré, siendo así que me sentí el hombre más afortunado del mundo cuando ella correspondió a mis sentimientos. Pasaron los años y como toda pareja tuvimos peleas y reconciliaciones, pero… no me esperaba venir lo que me haría cambiar mi vida por completo. Debido a los años que teníamos, le pedí matrimonio y ella aceptó, todo fue como lo esperado, sin embargo, cuando estábamos frente al altar a punto de decirnos el SÍ, “Frank Marck” (Un hombre multimillonario conocido de 38 años en esos tiempos), apareció por la puerta de la iglesia deteniendo la ceremonia. Yo me quedé idiota, él era su jefe. Mary me miró con los ojos llorosos, y me dijo “Oliver, perdóname no puedo casarme contigo” y así se fue corriendo a entrelazar las manos con él para luego salir huyendo del lugar. Me sentí el hombre más IMBÉCIL e IDIOTA del mundo. Todos quedaron conmocionados e incluso mi padre me dijo: “Te lo dije". Él nunca había estado de acuerdo con nuestra relación porque ella no era una chica de familia adinerada. “Te dejó por alguien más rico que tú”, adhirió mi hermano y se fue bufándose. Eso definitivamente repercutió mucho en mi vida, algo irónico, ¿no? Que ella luego de todo lo que me dijo me haga hecho eso. Realmente sentí de manera terrible que fui engañado por la persona que pensé que me había salvado. Después de ello me volví un mujeriego, quise quitármela de mis recuerdos como a dé lugar, pero no podía. Hasta que regresé a mis sentidos y yo Oliver, no iba a permitir que por una mujer me iba a derrumbar de tal manera, todo regresó como antes y las mujeres me buscaban solo para viajes y dinero. Me harté de eso, todas eran iguales, desde entonces cada vez que veo a alguna mujer cerca de mí, siento que veo a Mary, ya sea quién sea, todas se hacen notar como delicadas y buenas personas, pero al final esperan algo de mí. Por ello es por lo que soy así y no me importa seguir siéndolo, prefiero mantenerme solo hasta el día en que me muera. … –¡HEY! Discúlpame, tuve asuntos en la clínica. –Sí, claro. Tu cuello esta de labial, límpiatelo–. Le digo luego de haber dado un gran sorbo a mi vaso por mis pensamientos. Larry es mi mejor amigo, con él fuimos muy unidos desde la escuela, en la universidad y hasta ahora. Él es un completo mujeriego y algo relajado a veces, nunca cambió y ni lo hará al parecer, sin embargo, eso no le impide ser el que asumirá la clínica de su padre muy pronto, aunque no está tan contento por ello, pero es claro que lo tiene que aceptar. Sé que él hubiera querido ser un abogado, pero a presión tuvo que ser un Doctor. Es bueno en la rama tengo que aceptarlo a pesar de su rara personalidad. Por esa noche nos distrajimos por unas horas conversando, después llegué a casa y me fui a descansar para mi siguiente día duro. Me levanto como siempre, me visto formal y muy elegante salgo de mi casa. En recorrido a la empresa, me llama mi padre, ya veía venir lo que me diría después de haberme ido sin decir nada el día de ayer, me endoso los auriculares y respondo mientras sigo manejando. –¡OLIVER! –Mi padre grita desenfrenado, que me retumba todo el tímpano. –¿Qué sucede? –respondo frío. –El día de ayer me hiciste pasar vergüenza. ¿Cómo se te ocurre irte? Debía presentarte a alguien en especial, y los dejaste plantados... ¿Sabes la vergüenza que pasé, mientras todos murmuraban? –Eso no me incumbe padre. No aceptaré tu forma de pensar para comprometerme a la fuerza con alguna mujer que no conozco. –¡Oliver tienes 35 años! ¿Estás demente? ¿¡Cuándo piensas darme un heredero!? –Padre, ya tienes a tu hijo que se acaba de casar, que él te los dé. –Mira Oliver, voy a hablar serio y claro, tienes este año para darme un heredero y si tu hermano se adelanta en ello, él ya no será solo un Gerente, sino, ¡TOMARA TU PUESTO DE CEO! ¡LO JURO! –¡JA! –Solo me burlo de eso. –¿No me crees capaz? Con tan solo una palabra te puedo retirar, así que espero buenas noticias y salgas con una de las chicas con las que te recomendé. Mi paciencia acabó Oliver. –Mierda… –Grité golpeando mi delantera cuando me colgó, ese viejo iba a ser capaz de hacer eso. Llegué como el mismo diablo a la empresa, mi padre había arruinado completamente mi día y no solo eso me bastaba, sino que cuando ya me adentraba cerca de mi oficina… –TEN CUIDADO ESCORIA –repliqué muy sulfúrico y sacudí mi ropa. Una mujer se había chocado conmigo cayendo al suelo con todos los papeles dispersados. No me importó y seguí mi camino pisando esos documentos. Ella al parecer dijo algo, pero no le presté atención. Ingresé a mi oficina y grité el nombre de “Mariana”. Ella se apareció tranquila como siempre ya me conoce a la perfección, aunque a veces cuando suelo estar así demasiado descontrolado, se asusta. Le pedí los informes de mis reuniones y viajes de la semana, y ella me los iba detallando con paciencia. Las semanas fueron pasando, y mi padre me seguía hostigando. Ya estaba cansado, Larry sabiendo de la situación, fue a visitarme una noche en mi casa y conversando sobre el tema, se le ocurrió una estúpida idea… Una estúpida idea que de hecho me podría salvar, me dijo que si no tenía interés de una pareja entonces que probara con una madre de alquiler, al final de cuentas mi padre quería un nieto, eso era lo primordial entonces de esa manera se lo podría dar. Sin compromisos ni nada, solo me haría cargo que ese bebé crezca y se regenere bien hasta su nacimiento. Larry me comentó que la clínica se había especializado en este nuevo método últimamente y que realmente estaba teniendo mucho éxito. –¿Qué opinas? –me pregunta Larry. –Estoy de acuerdo si eso calmará las angustias de mi padre. –Entonces mira… esta semana hemos recibido 26 candidatas, por la cual 20 vienen con pareja o con un donante conocido, y las otras 6 vinieron por el puesto anónimo. Podríamos escoger a alguna de esas 6 y ya después ustedes llegarían a un acuerdo. –Sí, sí… –respondí sin atención y solo cogí mi copa de vino–. La verdad no me interesa solo escoge a cualquiera que creas conveniente, tiene que ser bonita para aumentar mis genes y con buena salud. –Por supuesto amigo, me haré cargo de todo, pero… ¿Cómo harás si aquella persona no está de acuerdo a un trato contigo? –¡Ja! Tú hazlo sin dudar, ninguna mujer se negará a tal jugosa suma que le ofreceré. –¿Estás seguro? –¡Pff! Claro que sí. –¡Bien amigo es un hecho! –Chocamos nuestras copas con nuestra nueva y grandiosa idea. Mis días, seguían como siempre, a casa, al trabajo y uno que otro viaje como el de hoy, sin nada nuevo. Son las 8 am y este maldito tráfico me está sacando de quicio, quizás debí tomar otra ruta, refunfuñaba. Tengo una reunión importante esta tarde en California, por la cual si no tomo el avión en dos horas, llegaré tarde y tendré problemas. Estamos en New Jersey por ende el viaje es de 4 a 5 horas, por ello me encontraba apresurado. Cojo mi celular y llamo a Mariana para avisarle que me espere fuera de la empresa con los documentos listos para evitar esperar tanto e irnos de inmediato al aeropuerto, pero me sorprende que contesta su esposo. –Disculpe señor Stewart, buenos días. –Buenos días. ¿Qué sucede? ¿Se encuentra Mariana? –Señor perdóneme por no llamarlo antes, se me pasó desapercibido por la conmoción. Lo que sucede es que Mariana ha sufrido un desmayo y la hemos llevado al hospital, aún no sabemos que tiene… –¿Es el señor Stewart? –Escucho la voz por al fondo de Mariana–. Pásamelo. –¿Mariana? –Señor Stewart lo lamento tanto, sé que teníamos un viaje de emergencia, pero por esta vez déjeme mandar a mi asistente. Ella sabe todos los procesos exactamente como se deben de realizar, está muy bien asesorada y lleva un año con nosotros, no es ninguna principiante. ¿Me permite avisarle para que lo espere lista? –La idea me incomodaba, no conocía a esa mujer, pero realmente esto era importante y me sentía entre la espada y la pared, no tenía de otra. –Ok. Llámala de inmediato, explícale lo que tiene que hacer y que me espere fuera de la oficina en una hora que llegamos tarde. –Muchas gracias señor, y discúlpeme por esto. –No, tranquila Mariana, nos haz servido tantos años que no quiero que te suceda nada. Recupérate. –Gracias, señor. No estaba conforme con lo que estaba por hacer, me desagradaba esta situación, pero era claro que era mi única opción, espero que sea verdad lo que dijo Mariana y no me deje en ridículo delante de los ejecutivos. Por el viaje no iba a ser un problema, ya que iríamos en mi avión privado, entonces rápidamente puedo modificar la información de mi acompañante. Después de librarme del tormentoso tráfico, ya aproximándome a la entrada del edificio, llamo al número que Mariana me envió por mensaje, de la asistente. Yo salgo del auto y comienzo a buscarla, había varias chicas en traje que no sabía quien sería. Mientras la rastreaba con la vista, el celular timbraba, hasta que me contestó. –¿Hola? –¿Dónde estás? –hablé altivo como siempre. –Detrás de usted Señor Stewart. –Yo volteo con el celular en mi mano y la fijo. –Buenos días, señor Stewart. –Ella baja su celular y estira la otra mano–. Mi nombre es Emily Wilson, es un placer. Esa mujer era aquella torpe que hace días se había tropezado conmigo en la oficina… algo me olía mal y creo que nada definitivamente en este viaje saldría bien. CAPÍTULO 3: Un Largo Proceso [Emily Wilson] Semanas antes… Los días han sido un poco trajinados en la empresa últimamente, hay en juego millones si la corporación japonesa “Toyota” no nos acepta el trato. Mariana ha estado tensionada en estos días debido a la actitud frívola del Sr. Stewart, pues no solo se encontraba nervioso por ello, sino según lo que me comentó ella, es que él también llevaba los nervios de punta debido a que su hermano menor se casó el día de ayer, yo no entendía el porqué de su actitud, pero al parecer no se llevaba bien ni con su propia familia. Me alegro mucho de trabajar alejada de él, ya que sinceramente pienso que chocaríamos demasiado. Aunque en realidad suelo ser muy paciente, la forma de ser de mi jefe por alguna razón me enoja y creo que sería despedida en menos que cante un gallo. Yo soy muy amable, cálida y sociable, pero cuando siento que algo es muy injusto, por más que me aguanto no puedo quedarme callada y más si se trata de un hombre con alta arrogancia. Hoy me tocó revisar unos documentos importantes, y después de haber verificado que todo andaba bien, debía llevarlos al escritorio de Mariana para que dé la aprobación, cuando de repente aparece de la nada en frente de mí, "Don renegón". ¿Pueden creer que me dijo escoria? Y ni siquiera me ayudó a levantarme, ni mucho menos se disculpó, y eso que fue por su culpa el habernos chocado, pero él se mostró como víctima e incluso pasó por encima de los documentos ensuciándolos. Era la primera vez que teníamos algún tipo de contacto y definitivamente fue la peor, “ahora debo hacer las impresiones otra vez”, refunfuñaba dentro de mí. “IDIOTA” se me escapó en altavoz sin querer, cuando me di cuenta de lo que había hecho, casi me quería morir, pero para mi buena suerte no me escuchó. Después entró a su oficina y comenzó a gritar como desquiciado llamando a Mariana, no puedo creer que pueda existir un hombre tan explosivo y malhumorado. A veces me compadezco de ella, sin embargo, ella siempre me dice que lo aprecia así como es y que a pesar de que tiene ese carácter, al fondo es un hombre noble. "¡Pff!" No pude contenerme al hacer aquel gesto cuando me dijo eso. ¿Noble? ¿Por dónde? En fin, ella dice que lo conoció desde muy joven y que el Sr. Stewart no era así, antes sonreía mucho y era amigable, ¿Qué le habrá sucedido para convertirse en lo que es? Hay muchos rumores sobre ello, una de esas es que encontró a su prometida en la cama con otro hombre, otra, que su novia de muchos años lo abandonó en el altar, también dicen que la frustración de no ser un gay liberado debido a la presión de su familia, lo volvió de esa forma. Quién sabe, cuál será la verdad… Por el día de hoy terminó la hora de trabajo y salgo de la oficina para regresar a casa. Cuando llego, trato de desestresarme el mal día que me hizo pasar esa persona con una lata de cerveza, mientras observo la televisión, cuando de repente me llega otro correo electrónico de la clínica. Después de haber recibido la aceptación de la inseminación artificial, me habían citado a otra entrevista presencial dentro de un par de semanas. Yo me sentía muy felíz, cada vez estaba más cerca de lograr mi esperado sueño. … Pasaron las semanas, y asistí a la entrevista con la doctora encargada, éramos varias chicas solicitando lo mismo; algunas habían venido con sus esposos, otras solas, pero ya tenían quien serían sus donantes y por último fuimos pocas las que vinimos para la inseminación anónima. Nos volvieron a explicar detalladamente el proceso que afrontaríamos y los cuidados exactos que debíamos tener, todo fue muy interesante y emocionante. Al final, nos dijeron que solamente nos quedemos las que haríamos el proceso anónimo, nos avisaron que debíamos venir a una cita más con el doctor especialista, pero que esta vez sería en privado ya no grupal. Me imagino que para nosotras era más riguroso el proceso debido al requerimiento anónimo. Nos dieron distintas fechas para regresar, y por aquel día, me fui a casa muy extasiada en emoción. … Pasaron los días, y llegó la fecha de mi cita. Ya en la clínica, en la entrada del consultorio para ser más específico, el doctor salió a recibirme y se me quedó mirando unos segundos, era un hombre muy atractivo, alto, cabello rubio, ojos claros y de una sonrisa tan hipnotizante. Él removió su cabeza y me invitó a pasar. –Buenos días, Señorita Wilson, soy el doctor Larry Grant y seré el que la acompañará gustosamente en todo este proceso. –Mucho gusto. –Estrechamos nuestras manos para luego tomar asiento cada uno en su respectivo lugar, frente al escritorio–. Gracias por su arduo trabajo y por adelantado, gracias por la paciencia que me tendrá. –No se preocupe, sé que todo saldrá como usted lo desea. Me comenzó a hacer preguntas personales; del porqué quería tener un hijo, cuáles eran mis planes, mis propósitos, si estaba de acuerdo al 100% de realizar la inseminación anónimamente. Y cuando me preguntó en donde trabajaba mientras apuntaba todo lo que le decía, se quedó en silencio un minuto para luego sonreír muy pícaro, no entendía su extraño comportamiento, pero de seguro él era así. … –Muchas gracias por habernos preferido, esté segura de que no se arrepentirá, todo irá a la perfección. –Sí doctor, le agradezco, pienso también que todo irá muy bien. –Bien señorita Wilson, nos vemos el día de mañana para el inicio de la primera etapa, "La estimulación de la ovárica", durará por lo menos doce días para luego realizar exitosamente la inseminación, ya sabe cómo será el proceso completo, así que prepárese mental y físicamente. –Estoy más que preparada doctor –respondí con ánimos. –Bien... –Estrechamos las manos de despedida mientras sonreímos a la par. Me sentía la mujer más feliz del mundo sin dudarlo. En los días siguientes iba después del trabajo para mis sesiones diarias, el Dr. Larry estuvo siempre al pendiente de mí cada día. Los días pasaron muy rápido y al treceavo día, me dijeron que estaba preparada, me dieron otra cita más para el día esperado y fui junto con Ruth (mi mejor amiga). Estábamos súper nerviosas, ella estuvo a mi lado en todo el momento, mientras yo ya me encontraba en la camilla con una bata lista para el proceso. El Dr. Larry inspeccionaba cada detalle desde una ventana enorme de la habitación realizando apuntes, agradecí que no fuera él, el que me hiciera esto, ya que me avergonzaba a morir. Después de todos estos días viéndonos seguido nos volvimos algo allegados, era muy amigable y me hacía sonreír cada vez que me ponía nerviosa. Las enfermeras no demoraron más que pocos minutos para realizar la inseminación, pero debía quedarme al menos una hora con las piernas alzadas en esa posición sobre la camilla. Al final de la sesión, me felicitaron, y me desearon buena suerte, debía esperar 20 días más para confirmar mi embarazo y comenzar a realizar mis citas con una obstetra normal. El Dr. se acercó y me dio sus buenas vibras – Querida Srta.Wilson recuerde de no hacer muchas actividades de alta intensidad, por favor, yo seguiré aún personalmente cada movimiento suyo. Este es mi número personal para que me pueda avisar, o preguntar de cualquier cosa que le ocurriera fuera de lo normal. –Muchas gracias Dr., usted es muy amable. –Él sonrió como siempre de coqueto y salió de la habitación. Por ese día descansé en casa, me sentía algo estresada del largo proceso que pasé, por ello había pedido el día libre. Me relajé en casa y no podía con la enorme ilusión. Todo esto lo mantenía en secreto, al menos hasta que sea totalmente positivo mi embarazo, para poder darles la noticia a mi familia y amigos cercanos. ... A la mañana siguiente ya fresca y descansada, me alisté y me fui rumbo a la empresa. Hoy Mariana tenía que viajar con el Sr. Stewart, tenían una reunión de alta importancia en California. Llegué muy temprano por ello, eran las 7:30 exactamente. Viendo que Mariana no llegaba, me adelanté a preparar los documentos, y así ella ni bien llegara se vaya lista. Esto era lo que le gustaba a Mariana de mí, que siempre me adelantaba a la situación, era un gran apoyo para ella definitivamente. Llegaron las 8:30 am y no aparecía ya me estaba preocupando cuando de repente unos minutos después, ella me llama pidiéndome el favor que la reemplace en el viaje. Eso me sorprendió, ni siquiera estaba preparada, pero ella me dijo que se encontraba mal en el hospital y aún no sabía que tenía, no se sentía nada bien. Debido a ello era un hecho que no me podía negar, aunque sabía que iba a ser super difícil con la hostil personalidad de mi jefe. Di un enorme suspiro, y le dije: “no te preocupes yo me encargo, recupérate por favor”. Ella se disculpó por adelantado, ya que sabía que quizás pasaría por malos momentos, pero la traté de calmar diciéndole que seré paciente, al menos si me lo propongo sé que lo haré. Ella me agradeció y seguí sus instrucciones. Alisté todo rápidamente, aunque no llevaría ningún cambio de ropa, algo se me ocurriría, me dije a mí misma animándome. Bajé inmediatamente ya lista con el maletín de documentos y me apresuré a la salida como ella me lo había indicado, aún no veía al Sr. Stewart por ningún lado, esperé unos minutos hasta que después apareció, me acerqué y él me llamó. Estaba algo nerviosa no lo podía negar, pero decidí reflejarme como si no sucediera nada, le respondí y él volteó. –Buenos días, Sr. Stewart. –Bajé mi celular y estire mi mano para estrechar la suya–. Mi nombre es Emily Wilson, es un placer –dije, pero su expresión fue extraña, él rodó los ojos e ignoró mi saludo y se volteó dirigiéndose al auto. –Apúrate que no tenemos tiempo. –Yo me quedé completamente fría de lo tonto que podría ser esta persona, me apuré y a punto de abrir la puerta del copiloto, me dijo–: súbete atrás por favor. Yo apreté los puños, solo estaba minutos con él y ya me estaba enfureciendo, respire hondo y boté todo en un gran resoplido. Me subí en la parte de atrás y traté de estar lo más relajada posible. Esto definitivamente iba a ser un enorme reto para mi ……………… Oliver Stewart] A penas llegamos al aeropuerto, caminamos apresurados para el avión, un enorme suspiro de tranquilidad pude dar al estar ya dentro, me saqué el saco... –Toma mujer. –Se lo lancé a ella sin mirar, mientras yo tomaba asiento cómodamente. Ella me quedo mirando yo le volteé la cara y a los segundos se acercó. –Sr. Stewart mi nombre es Emily. –Sí, sí, como sea… –respondí y cogí la revista de al lado ignorándola por completo. Ella se fue a sentar a su asiento, y yo me sorprendí a su relajación. –¡Hey!, ¿no deberías estar revisando los documentos? ¿Viendo si está todo en orden? –Es algo que ya hice señor desde muy temprano. – No me esperaba su respuesta, pero solo hice un chasquido y cruce las piernas mientras seguía mi lectura. ... Fueron 4 enormes horas, habíamos llegado, al fin. –¡Hey tú!, ¡levántate! –Me dirigí a la mujer que dormía boca abierta, no sé si debía reírme o enojarme más por estar durmiendo en un momento tenso como este–. ¡Hey! –Volví a gritar con mi voz grave ya que no despertaba, y ella, esta vez si dio un salto. –Sí, sí señor, estoy despierta. –Se levanta y comienza a sobarse los ojos, tratando de verse mejor. –Mi saco por favor... –No lo veía en el perchero, siempre Mariana lo solía dejar ahí, la fijo seriamente y ella se avergüenza porque se había dormido con mi saco en mano. –¿¡PERO ERES TONTA!? –Perdón Sr. Steward. –Comenzó a sacudirlo, tratando de estirarlo. –Está todo arrugado –exclamé fastidiado, definitivamente Mariana se había equivocado, esta mujer era demasiado idiota–. ¿Cómo piensas que me pondré esto? Ya no quise discutir más, estábamos con la hora, hice un gesto desagradable junto con un enorme resoplido y simplemente salí del avión. Estaba totalmente preocupado, si el día de hoy no damos una buena exposición delante de los ejecutivos para convencerlos, todo el mes dedicado a este proyecto será en vano. Toyota tenía que aceptar nuestro jugoso trato y estaba dispuesto a lograrlo, espero esta mujer sepa defenderse cuando deba explicar nuestros puntos importantes. Llegamos a la reunión, solo me presenté en camisa, no tenía tiempo ni de comprarme otro traje. Llegamos realmente a las justas, saludamos a todos y comencé con mi presentación. Después que acabé, la Srta. Wilson debía realizar la explicación profunda de cada uno de nuestros convenios, me la quedé observando atentamente con las piernas cruzadas desde que inició, y la verdad que me dejó anonadado. Pensé que se equivocaría en algún punto, en cambio, fue muy fresca y espontánea, parecía que hubiese estado preparada desde días. Se notó claramente que había impactado a los ejecutivos, "al menos en ese aspecto hace las cosas bien", vacilé dentro de mí. ... –Estamos honrados de iniciar a trabajar con usted Sr. Stewart. –Estrechaba la mano del Sr. August–. Tiene una excelente secretaria, se nota lo capacitada que está, no tardó en pocos minutos en convencerme. –Gracias Sr. August. Sí, es la mejor que tenemos en la empresa. –Mentí debía quedar muy bien–. Será un placer también para mí, ser socios. Era un hecho habíamos firmado al fin un trato multimillonario para vender esta grandiosa marca, todo definitivamente iba a mejorar para nuestra empresa. –Buen trabajo Srta. Wilson –le dije mientras nos adentrábamos por los pasillos del hotel, y ella al parecer se sorprendió por mi cumplido. Hay algo que jamás puedo dejar de reconocer y es cuando las personas hacen un buen trabajo, es por ello que no podía quedarme callado a su impecable esfuerzo. –Gracias, Señor. –Hoy nos quedaremos aquí, sé que no haz traído vestimentas pero tendremos una cena importante, e imprevistamente nos quedaremos por 2 noches. –Se... señor no lo sabía, pero no se preocupe, iré a comprarme ropa para estar bien vestida en la noche. –Bien. ¿Cuál es mi habitación? –Esta señor, yo me encontraré al lado de usted si necesita cualquier cosa. –Ok. –Me entregó la llave y me fui a descansar un par de horas a mi cuarto. …….. Ya por la noche, luego de haberme dado un agradable baño; rasuré mi barba para verme más fresco, ya que la tenía un poco crecida, me heché la loción y después endose mi traje gris, el más elegante para la ocasión, peiné mi cabello, acomodé mi saco y por último acomodando el reloj de mi muñeca, cojo mi celular para llamar a la asistente. Sin embargo, justamente en ese instante tocan el timbre, entonces al momento de abrir, ella estaba delante de mí en un hermoso vestido pastel. Yo tragué saliva, no sabía que vestida de esa forma se podría ver increíblemente tan esplendorosa. CAPÍTULO 4: La Cena de Celebración [Emily Wilson] Sabía desde el inicio que iba a ser complicado, este hombre era un total OGRO, me enojó cuando me dijo "mujer" en vez de mi nombre o apellido, después me tiró el saco como si nada cubriéndome por completo mi cabeza y ni se dio cuenta, porque simplemente me lo lanzó sin mirar. Trataba forzosamente de calmar mi furia interior, hice un enorme resoplido para controlarme y me acerqué “mi nombre es Emily” le dije, y me respondió desinteresado, ya me estaba colmando, “Dios dame paciencia, toda la del mundo por favor” declaraba dentro de mí. Me fui a sentar refunfuñando, cuando de pronto un grito me despertó y me percaté de que me había quedado dormida por horas con su saco en mano, no podía creer que haya cometido aquel error, al parecer me sentía tan cansada que incluso no había sentido que había dormido con la boca abierta, que vergüenza. Mi jefe parecía realmente iracundo, yo solo iba detrás de él como una sombra en silencio con mi conciencia culpable con su saco en mano. Nos fuimos directamente al Hotel, y luego de haber llegado a tiempo al salón de reuniones donde sería la presentación, el Sr. Stewart inició la junta, para luego de media hora seguir yo con la exposición que se me había encargado. … Finalizada la reunión, todo había salido como lo deseábamos, tuvimos éxito, al fin habíamos logramos el trato que esperábamos desde meses. Me sentí muy feliz al ver como los ejecutivos se acercaban a felicitar al Sr. Stewart y a mí, cuando de pronto escucho la conversación de él con el Sr. August... pero que bien presumía de mí, diciendo que era su mejor empleada, definitivamente él era un buen actor. Yo me le quedé mirando y al parecer se dio cuenta y solo me relució una sonrisa resplandeciente, era la primera vez que veía que hacía eso delante de mí, mi corazón sintió un revoloteo, no sabía si era sincera o falsa debido a la situación, pero fue una expresión increíble de ver, sonriendo se veía más guapo de lo inusual. “Debería hacer eso más seguido” Exclamé dentro de mí. Al despedirnos de todos, salimos de la sala de reuniones y nos íbamos dirigiéndonos rumbo a nuestras habitaciones, ya había preparado previamente absolutamente todo, cuando de repente “Buen trabajo Srta. Wilson” dijo y me congelé, en todo el día me llamaba “Hey tú” o “mujer” u otras formas solo para dirigirse a mí, pero ahorita me estaba llamando por mi apellido por primera vez, sonreí sonrojándome y le dije “Gracias, Señor” le di su llave y sabiendo que debía prepararme para la noche entre a mi habitación. No me había dado cuenta de que su saco aún lo tenía en mis manos, ya no iba a regresar sería incomodarlo, de verdad lo vi cansado. Lo acomodé en un perchero alisté mi cartera con mi dinero y con las mismas salí otra vez de mi habitación, debía conseguir un vestido lo antes posible y algo de ropa para mis días y noches aquí, así que me fui forzadamente de shopping. ... Después de haber comprado lo necesario, caminando por las tiendas departamentales, vi a lo lejos en el mostrador un vestido realmente hermoso color pastel, era muy elegante y sexy a la vez, cero mangas, escote en V, ceñido a la cintura y con una abertura hermosa en el lado derecho de la pierna. Era realmente hermoso, me enamoré y decidí que debía hacerlo mío. Con todas mis compras fundamentales ya hechas, regresé al hotel a prepararme para la noche. El día de hoy los ejecutivos de visita, harían una gran cena con nosotros para celebrar nuestro trato, y el día de mañana tendríamos una convención de empresarios inversionistas de distintos rubros relacionados en este mismo hotel, organicé los horarios del Sr. Stewart para estos dos días restantes y terminé diciéndome a mí misma que ya no cometería ningún error, quería ser más elogiada por él como lo hizo hoy, definitivamente me sentí honorada de su reconocimiento. … … Llegaron las 7 pm y ya lista, me aproximé a la habitación del Sr. Stewart, estaba algo nerviosa, fui muy minuciosa con mi presencia para verme espectacular, era la primera vez que asistiría a un evento tan elegante. Toqué el timbre y él salió con su celular en mano, se me quedo viendo de una manera extraña para luego realizar su clásica expresión desinteresada. – Se demoró 5 min señorita Wilson – frunció el ceño acomodándose el saco y luego cerró la puerta. Yo me le quedé viendo sin expresión, y mordí mi labio para no abrir mi bocota. – ¿Y por qué tan elegante? No estamos yendo a una boda. – Me disculpe señor, pero es el más apropiado y elegante que encontré – trate de ser educada, para no mandarlo a la mismísima... –Que malos gustos… – dijo y yo rodé los ojos diciéndome por dentro que no le haría caso, ya me estaba arrepintiendo de las buenas cosas que había dicho de este hombre por la tarde, pero, en fin, debía mantener la calma al 100% esto era completamente un reto para mí, y debía lograrlo si o si por Mariana, debía quedar muy impecable en mi trabajo para demostrar que ella me enseño bien y que no se arrepentiría nadie de mi arduo esfuerzo. ........ [Oliver Stewart] La sonrisa de esta mujer causaba en mí mucha incomodidad, no podía negar que se veía muy bien, pero era algo que no podía decírselo y simplemente me comporté como el usual Oliver para que no se haga ideas equivocadas, ella es joven y quizás hasta pueda tener en mente algún intento de seducción conmigo, chicas como estas son todas muy previstas, por algo no se esforzó para quedar tan bien ¡Tss!, lástima por ella, jamás me interesaría o gustaría de una chica como ella. Llegamos al restaurante del Hotel donde nos reuniríamos con el Sr. August y los demás ejecutivos. Nos saludamos y nos acomodamos en nuestros respectivos asientos, estábamos en la espera de Sr. August al parecer había tenido un retraso, cuando de repente apareció y se sentó al lado de la Srta. Wilson. Me levanté para darle la mano y luego se dirigió a ella. – Buenas noches, señorita Wilson – ella se levantó también y extendió su mano para estrechar la de él, pero la sorprendió besando su mano. – se ve muy hermosa esta noche. – Gra-gracias – dijo un poco desconcertada y yo los miré indiferente El Sr. August es el representante de la empresa Toyota, es un hombre muy conocido por sus buenos tratos internacionales, tiene 45 años y está casado, sin embargo, al parecer no era un hombre de principios. Él tomó asiento y la velada se hizo muy entretenida, nos pusimos a conversar de distintos temas, cada vez esta mujer me sorprendía mucho, era una persona de altos conocimientos en el ámbito de autos y de gestiones empresariales, los ejecutivos estaban encantados de sus explicaciones e ideas claras y contundentes. Era una mujer muy inteligente no lo podía dudar, cuando de repente hubo unos minutos en que se silenció por completo, ya no buscaba la conversación como lo venía haciendo. Se me hizo un poco extraño cuando de pronto mi servilleta se me cae en el pantalón y agacho la mirada para cogerla, ya que se encontraba entre mi pierna y la manta de la mesa, giro por unos segundos mi vista, y veo que ese patético hombre la sostenía de la pierna. Ahora entendía el porqué de su raro comportamiento, me alcé disimuladamente haciendo como si no hubiera visto nada, tomé un gran sorbo de mi vino y aclare mi voz, pero cuando estuve a punto de decir algo para defenderla de esta situación, ella… – Discúlpenme – dijo, se limpió con la servilleta y se levantó – voy a los servicios higiénicos. Yo le quedé mirando mientras se iba y el tipo también la siguió con la mirada de una forma muy morbosa. ........ ..... [Emily] La noche estaba yendo espectacular, cuando de repente sentí la mano del Sr. August en mi pierna, no sabía como actuar, era la primera vez que me sucedía algo así, pero siendo sincera sintiendo que comenzó a masajear mi muslo ya estaba a punto de reaccionar y tirarle una cachetada, pero regresé a mi realidad, acabábamos de cerrar un trato y causaría problemas al Sr. Stewart, mi cuerpo comenzó a sudar no sabía que debía hacer, pasaron 3 min en esa posición y me levanté diciendo que me iría al baño. Me sentí más relajada haber salido de esa mesa, mi corazón se volvió a tranquilizar, en el baño traté de echarme un poco de agua sobre mi rostro con cuidado para no desmaquillarme, debía desatontarme de ese horrible momento que acababa de pasar. ¿Qué clase de persona cree ese tipo que soy? Esto era totalmente desagradable, de la admiración que sentía por ese gran empresario pase a sentir repugnancia. Me acomodé el vestido y salí decidida para decir alguna excusa para poder irme, no iba a quedarme un minuto más ahí, no, por supuesto que no. En tanto salía cerrando la puerta del baño, una mano me jaló y me arrinconó a la pared, alcé mi vista y era ese patético señor. – Hola, cariño, ¿por qué tratas de escapar? – me sonrió y se acercó a mi oído susurrándome – podemos pasar una grandiosa noche juntos el día de hoy, definitivamente no te arrepentirás, sé que me deseas. – Sr. August usted se equivoca – exclamo con mi rostro doblado para no chocar con el suyo– por favor déjeme ir, usted tiene ideas que no son las correctas. – Vamos, Srta. Wilson, las secretarias como tú, saben hacer muy bien su trabajo en todos los aspectos y haz un buen trabajo conmigo también.– ya me estaba cansando, estaba en un debate dentro de mí, si quedarme tiesa para no dar problemas en la empresa o defenderme, pero como ya él estaba sobre pasando los límites con su mano al tocar mi trasero, no lo soporté más y me llegó todo altamente, entonces con mis nervios de puntas estaba por darle un fuerte rodillazo en donde más le dolería, cuando de repente una voz se hizo relucir… – ¿Qué hace tocando a mi novia? – yo abrí mis ojos enormemente al seguir la voz y ver al doctor Larry delante de mí. El Sr. August me soltó avergonzado separándose de inmediato. – No tenga falsas intuiciones solamente me había tropezado – dijo – disculpe señorita Wilson – se acomodó la chaqueta y se retiró ante la mirada fría y recia de Larry. Él se acercó y me sostuvo de los hombros, mis piernas me temblaban de la terrible situación. – ¿Te encuentras bien? – yo asenté, no sabía qué decir. – A ese imbécil lo conozco – dijo mirando mientras el hombre se iba – es un empresario conocido por mujeriego, debes tener cuidado Emily, menos mal llegué a tiempo, él suele ser muy insistente con las mujeres – exclamó soltándome. – Lamento que hayas tenido que ver todo esto – me dirigía a él con la mirada gacha de la pena. – No es tu culpa... para la próxima debes caminar con tu spray de pimienta– me sonrió como dándome ánimos – estos obscenos no faltarán en ningún lado y más con una hermosa mujer como tú – yo me ruboricé de inmediato a sus palabras. – Gracias – le sonreí acomodando mi cabello detrás de mi oreja. – Emily...¿Y qué haces aquí?, que coincidencia... – Bueno estoy aquí por trabajo – respondí y traté de dar unos pasos para dejar de estar apoyada en la pared, pero con mi grandiosa mala suerte mi taco se enredó con mi vestido largo y estando a punto de tropezar, Larry me sostuvo de inmediato apretándome en su pecho. Yo alcé la mirada, él bajo la suya y nos quedamos en un profundo contacto visual. – ¿Qué es esto Srta. Wilson? – esa voz conocida me erizó la piel, yo gire la vista y estaba parado en nuestro frente el Sr. Stewart. Entonces rápidamente con el corazón enloquecido me alejé de Larry. – ¿Oliver? – se impactó Larry. Y el señor Stewart, abrió los ojos al parecer reconociéndolo. – ¿Larry? – ¿Ustedes se conocen? – Larry nos señaló con su dedo en un vaivén a mi jefe y a mí. – Sí – respondió el Sr. Stewart alzando una ceja con aspecto serio. – Esperen… – recién comencé a reaccionar de mi estado desasosegado, el doctor le había hablado a mi jefe por su nombre, entonces ... – ¿u-ustedes también se conocen? – repliqué apenas. – Sí, es mi mejor amigo – dijo Larry de una forma desconcertada, mientras el Señor Stewart nos miraba con una expresión sulfúrica. Rayos, algo dentro de mí, ya veía venir la tercera guerra mundial que definitivamente enfrentaría con mi JEFE. CAPÍTULO 5: Mi Extraño Comportamiento [Larry Grant] Salgo de mi consultorio acomodándome la bata, Noelia la enfermera, sí que hizo un buen trabajo hoy, me dirijo al baño y viéndome en el espejo mientras refrescaba mi rostro, me limpio el cuello de labial que sin darme cuenta ella me dejó, y junto con ello doy un enorme resoplido viendo mi reflejo nada contento de lo que hago. Mi vida no es tan conforme como yo quisiera que fuera, desde la secundaria quise estudiar derecho, pero debido a mi padre tuve que convertirme en doctor, por fuerza me acople a mi destino y es así como hasta hoy vivo mi vida a costas de él. Mi madre se separó de él cuándo cumplí los 16 años, siempre decía que el amor no existe que lo que tuvo con mi padre fue solo un arreglo matrimonial entres sus padres. Ellos desde entonces se odian a morir, no podemos tener una cena tranquila y en paz cada vez que decido reunirlos en todos mis cumpleaños. A los 18 mi cuerpo dio un enorme estirón, y me convertí en una persona mucho más atractiva, me di cuenta de que las chicas se me confesaban muy seguido y decidí disfrutar esa grandiosa etapa. He tenido enamoradas, pero nunca he sentido una gran conexión con ellas, por eso simplemente al final decidía quedarme solo para disfrutar con las mujeres del momento. Oliver y yo, siempre hemos sido buenos amigos, nos conocimos en la secundaria y desde entonces fuimos un dúo inolvidable, las chicas se nos derretían a nuestro paso, claro que hicimos de las nuestras muchas veces, hasta que conoció a Mary, ella fue su destrucción. Mi amigo cambió cuando estuvo con ella, lo extrañé, lo extrañé debido a las faltas de nuestras locuras, pero por otra parte me alegre, debido a que estaba enamorado, se le veía muy feliz a mi parecer, a veces sinceramente lo envidiaba por sentir un sentimiento que yo nunca he podido comprender. Los años pasaron y siempre fui el mismo, Oliver pasó por su rompimiento y yo estuve ahí, el dúo dinámico renació otra vez por un tiempo y luego él se cansó y se volvió en el amargado que es ahora, sin embargo, aún nos llevamos muy bien. Tengo que admitir que últimamente me siento como él, siento un vacío que ya no me llena, ni siquiera acostarme con las mujeres más hermosas lo hace, solo me pongo a pensar si ese día ya llegó, si ya llegó aquel día que la vi a ella. Cuando conocí a mis pacientes de la inseminación artificial, estaba centrado en encontrar un objetivo para Oliver. Los expedientes de las 6 chicas eran interesantes, por ello decidí conocerlas personalmente. Después de haber hecho las 5 entrevistas me faltaba reunirme con la última, cuando leía la hoja de requerimiento de ella, escuche la puerta sonar, entonces me levanté para abrirle y me encontré con aquella mujer de la foto, pero que en persona era mucho más hermosa, esos enormes ojos grises resplandecientes, esa sonrisa colinos tan contagiosa, su cabello castaño oscuro hasta los hombros y pómulos ligeramente sonrojados me dejaron totalmente lelo, sacudí mi cabeza y la invité a pasar. Ella, ella era la indicada, era la más hermosa de todas. Proseguí con mi presentación y preguntas, me sorprendía que ella siendo tan bella quería tener una familia sola, al parecer algo le abría sucedido para tomar una decisión tan seria. Lo que más me sorprendió fue saber que trabajaba en la empresa de Oliver, no hice más preguntas por qué de los miles que trabajaban ahí, era imposible que lo conociera directamente a él. Todo procedió bien y la inseminación fue exitosa por el momento, todas esas semanas pasadas juntos, lo disfruté, ella era muy cálida y divertida, aunque a veces estaba nerviosa la traté de animar. De vez en cuando me cuestionaba si lo que estaba haciendo era lo correcto, sabía en lo que estaba metiendo a aquella chica y me sentía algo culpable, pero al final dejé que las cosas sucedan como debían pasar. Yo seguí simplemente en mis cosas. Al día siguiente debía prepararme para viajar a California, de improviso mi padre me dijo que abría una reunión importante Al día siguiente debía prepararme para viajar a California, de improviso mi padre me dijo que abría una reunión importante por la cual quería que lo remplazara, entonces ya listo estoy viajando un día antes para relajarme en el lugar. El día de hoy por la mañana, le mandé a Oliver los expedientes de la Srta. Emily, pero no me respondió, de seguro estaría ocupado, sabía que andaba detrás de un enorme proyecto, y tampoco tuve tiempo de llamarlo. El evento se realizaría en un nuevo Hotel en California, que en poco tiempo se hizo muy conocido como uno de los más prestigiosos del país, y que coincidentemente mi amigo Patrick Hensell, un antiguo compañero de la Universidad es el CEO de aquella cadena muy reconocida “Hensell Hotel Group”. Lo llamé previamente diciéndole que iría y me dijo que debíamos tener una cena juntos, él vendría con su esposa Elizza Norly, una dama muy simpatizante con la cual se acababa de casar hace poco, su boda de ellos dos fue espectacular, yo sin duda estuve ahí. Algún día quisiera sentir ese sentimiento del amor pleno como les suceden a todos a mi alrededor. Viajé desde muy temprano y me refresqué todo el día, en el spa, en la piscina y en el bar, definitivamente sus hoteles de Patrick siempre me han dejado más que satisfecho con su sofisticada atención. En el lugar no pude evitar causar miradas atrevidas, pero mi objetivo no era eso, por el día de hoy quería relajarme completamente solo. Llegó la noche, me alisté con mi traje negro, y elegantemente salí de mi Suite para dirigirme al restaurante en donde habíamos quedado encontrarnos con Patrick. Me adentre al lugar y él ya se encontraba sentado con su esposa, ella justamente le daba un beso en los labios y yo me incomode un poco. - ¡Jum, jum! – carraspee – Como derrama el amor por aquí, me siento en desventaja – dije y ellos rieron avergonzados. - Larry – se alzó y me estiro la mano. – es un breve tiempo que no nos vemos, amigo. - Patrick, bueno fueron tres meses que te extrañé – le dije bromeando. Y él solo sonrió, él también es una persona algo seria, no entiendo como mi mundo de amigos son todos así y yo en cambio soy todo un personaje de bromas. - Señora Hensell, un placer – la saludé asintiendo y ella rió. - Ay… Larry, dime solo Elizza. – tomamos asiento y de inmediato vinieron los mozos. Era claro esta minuciosa atención, ya que me encontraba con el grandioso CEO del hotel. - Todo estará yendo bien entre ustedes imagino – me dirigía a ellos tomando mi copa de vino blanco. - Sí, mi esposa es una mujer espectacular. – la tomó de la mano en tanto Elizza lo miraba con sus ojos tan enamorados, ya sentía que quería salir corriendo y dejarlos solos para que brotaran abiertamente su melosidad. – solo espero que pronto, me haga dichosamente el hombre más grato del mundo brindándome un hijo. – ella se sonrojó y a la vez se puso triste. - Amor, sabes que es lo que más quiero, pero como vez hasta ahora no sucede. - Bueno todo llega a su debido tiempo – me entrometí – o en todo caso deben pasar por mi clínica para que se hagan chequeos y ver si alguno de ustedes tiene algún mal que no está permitiendo la fecundación. – ellos me miraban atentos – y si no, en todo caso pueden recurrir a la inseminación… – les comencé a hablar del tema en tanto ellos me escuchaban atentos. Cuando de repente mi mirada se atrae a una mujer super hermosa en un vestido pastel, achico mis ojos para visualizarla bien y la reconozco, era Emily. - Discúlpenme, ya vuelvo. – exclamé y me alcé de inmediato buscándola por todo el lugar. Mi corazón se había agitado a tal encuentro inesperado, cuando de repente en el pasillo de los baños de mujeres escucho a una mujer similar a la voz de Emily. Al parecer algo estaba sucediendo... Corrí y al asomarme vi como aquel hombre la tenía arrinconada y la estaba manoseando mientras ella parecía asustada, “¿Qué hace tocando a mi novia?” le dije, el hombre se hizo el loco y se fue, él tenía mala fama con las mujeres. Después de advertirle que tenga cuidado y de animarla un poco, ella se tropezó y yo la sostuve de inmediato apoyándola fuertemente en mi pecho. Mi corazón comenzó a latir como loco, no comprendía aquella situación ¿Por qué me sentía así?, de pronto improvisamente aparece Oliver. Ellos dos se conocían me quede totalmente idiota, ¿cómo podría ser posible? ¿Él habrá visto los expedientes y sabiendo que era ella se le acercó a propósito? No, no, eso no podría ser posible, pero… ¿Cómo están aquí, juntos?, mi cabeza se inundó de pensamientos confusos. Emily me pregunto si me conocía con él, ella parecía tan sorprendida como yo, y yo le respondí. - Si es mi mejor amigo – le contesté. - ¿Qué sucede aquí? – dijo serio Oliver y yo me le acerqué. - Bueno la señorita Emily, se acaba de tropezar y la sostuve de inmediato. - Si señor Stewart – dijo ella acercándose. – mil disculpas por demorarme y haber tenido por ello que buscarme. - No vine por ti – él exclamó déspota. – yo ya me iba a mi habitación. No comprendía nada, y entonces decidí preguntar. - ¿Espera Oliver, ustedes como se conocen? – Él la miro en silencio y ella respondió. - Soy su asistente, digo no, soy su secretaria. - Ahhh… entiendo. – respondí. Yo regresé mi mirada a Oliver para comentarle como la conocía. - Yo conozco a la señorita Emily debido… “Auchs.” – exclamé por dentro cuando ella me dio un pellizco, y disimulé. - Es el doctor de mi amiga, y yo la he estado acompañando a todas sus sesiones por ello conozco al Sr. Larry. - Entiendo – la miraba de forma despectiva. - Si, cierto… – le seguí el juego, no sabía cómo reaccionar – que pequeño es el mundo. – e irónico, realmente que lo era. – ¿No amigo? – lo toqué del hombro. – bueno, señorita Emily – la fijé – conversamos luego, y tu amigo – me dirigí a Oliver – nos vemos después, tengo personas que me esperan, te llamo luego. - Ok – exclamo él y nos alejamos. .......... .......... [Oliver Stewart] Por alguna razón tenía un sentimiento de preocupación por la Srta. Wilson, pues debido a que a los pocos minutos que se había ido al baño, el desagradable hombre fue también coincidentemente al mismo lugar. Esperé unos minutos más y me impaciente, entonces disculpándome con todos decidí verificar las cosas por mi mismo, si ese tipo hizo eso delante de todos que no haría cuando la encontrase sola. Me fui en dirección a los servicios de mujeres, y me sorprendo con lo que me vengo a encontrar, la señorita se encontraba abrazada con un hombre que no podía reconocer por estar de espaldas, cuando de repente voltean y me impresiono mucho más al reconocer a Larry. Todo era muy confuso, hasta que descubrí lo que verdaderamente sucedió, sin embargo, aun así, se veían muy cercanos, se hablaban por sus propios nombres. Bueno no me importó, simplemente me incomodó que quizás el idiota este, vendría a seducir a mi asistente, por la cual no es momento, ya que estaríamos en tiempo de trabajo no de relajo. Larry se despidió y seguí mi rumbo. - Sr. Stewart, espere… – decía la mujer por mí atrás. Le había dicho que ya me iba a ir a mi habitación sin pensarlo, no sé por qué tuve que mentir, y ahora estaba viendo la forma de regresar, me frustré con mis pensamientos por dentro. - ¿¡Que quieres!? – volteé sulfúrico. Ella se frenó a mi grito con su rostro desasosegado. - Se- señor, lo lamento… – exclamó con los ojos algo llorosos. ¿Quizás le grité muy fuerte? – si se retiró de la reunión quizás sea porque no estuve ahí con usted. – estaba con el rostro fijando al suelo para no ver su clara expresión. Quería preguntarle si todo estaba bien, si en caso el tipo vino a buscarla o si fui muy duro al gritarle, no entiendo por qué al ver ese rostro me causa algo de angustia. Noté que toda la tarde se esmeró por complacerme quedando bien con los ejecutivos, incluso me sorprendió que sabía los pequeños detalles que me gustaban al comer, como echarme un poco más de sal a la comida, sin ni siquiera pedírselo ella se estiró y me dio el pomo de sal antes de empezar a comer; como también el darme su servilleta, me gusta utilizar siempre dos y ella claramente lo tenía en cuenta dándome así el suyo, definitivamente si sabía eso ¿cuántas cosas más sabrá? Mariana le enseño bien y sus ganas de esforzarse al parecer me conmovió. Ahora claramente entendía el porqué de mi comportamiento… CAPÍTULO 6: Preocupada por Él [Oliver Stewart] Tiré un resoplido al ver el rostro tan deprimente de esta mujer. - No, no es por eso por lo que me regresé, simplemente me siento cansado y no me siento tan bien – mentí. - Señor – me miró preocupada a pesar de como la traté – ¿desea que le consiga alguna medicina? No entendía... por qué esta mujer era así a pesar de mi actitud, otras se quedarían en silencio a mi requintada y tratarían de irse de inmediato. - NO, olvídalo, solo es tensión ya pasará – debía buscar una excusa para regresar al restaurante, miré mi reloj y ya había pasado 15 min de retraso, y no me atrevería a decirle que le mentí tan absurdamente. – vamos te acompaño a tu habitación y me adentro a descansar también. – le dije para poder irme después de ello. Nos fuimos y vi como ingresaba. - Buenas noches Srta. Wilson. - Buenas noches, Sr. Stewart. – ella se adentró. Ni bien hecho eso, me apresuré al restaurante y les expliqué a todos los ejecutivos que había sucedido un pequeño incidente con la Srta. Wilson, que ella tenía una fuerte migraña y que debía guardar reposo, por alguna razón el Sr. August parecía nervioso, pero me comporte como si no sucediera nada. ... Pasó media hora después, y luego de habernos puesto de acuerdo para otro encuentro, nos despedimos. Estaba realmente cansado, al final todo lo que le dije a la Srta. Wilson no era mentira. Suelto mi corbata y me dirijo a mi habitación. Larry ya no me llamó y mejor, porque tampoco tengo ganas de hacer otras cosas, mi día ha sido demasiado movido y estoy exhausto. Al llegar, cerrando la puerta me retiro el saco y lo lanzo a mi mueble, cuando de repente. “Rin Rin” Suena el timbre de mi celular. *Buenas noches, Sr. Stewart me olvidé comentarle que a las 9 am tiene su sesión de masajes en el Spa, así que a las 8 am estaré ahí con usted para traerle su desayuno ¿O desea que reserve su llegada al restaurante?* Es la primera vez que me mensajea y sonrió sin razón. Gracias, prefiero la reservación así respiro un poco de aire *Listo Señor, le deseo buenas noches (: * 'Tsk' incluso me mandó un emoji, sonrío de nuevo, dejo mi celular en la mesa y… “Rin Rin” Me acerco y reviso otra vez. *Olvidé también decirle que en su perchero dejé su saco y en la mesa de la cocina le dejé unas Aspirinas para el dolor de cabeza* Ella tiene una llave de emergencia y por ello pudo entrar, me sentí extraño que fuera tan minuciosa con sus deberes, me hacía recordar a Mariana, era un hecho que hacía bien su trabajo. Ok, gracias Respondí y no entendía por qué me gustaba que se preocupara por mí, doy unas cuantas carcajadas, claro solo debe ser que ella es muy profesional, y mi voz interior se bufa de mí ... “Oliver que ideas tontas estás pensando, recién la acabas de conocer el día de hoy, a pesar de que sientes que fue una eternidad... es solo un día” ¡Tsk!. Cierto, recién hoy día la conocí y no puedo creer que me haya conmovido tan rápido. Me acerco a la cocina, cojo una pastilla y me la bebo con un vaso de agua, me voy a mi habitación, tomo un baño y me lanzo a la cama para al fin descansar. ........ [23:44, 25/6/2021] Lorenitta : [Emily Wilson] Al terminar de mensajear con mi jefe, dejo mi celular al costado de mi cama y termino de cambiarme a mi pijama, recién acababa de llegar después de haber corrido a la recepción a requerir la medicina. Después de que el Sr. Stewart me dejó en la entrada de mi habitación, me quedé preocupada de que se sintiera mal, por ello antes de hacer todo esto, le mensajee a Mariana, le pregunté cómo se sentía y me dijo que aún se encontraba reposando en el hospital, le desee ánimos para que se recupere pronto y de paso le consulté que es lo que hacía en estos casos cuando el señor se encontraba así. Me explicó que ella siempre llevaba consigo pastillas y es así como en cualquier momento se lo podría dar, ya que él sufría mucho de ello constantemente. Ahora sabiendo eso, me dije que estaría preparada. Hoy fue un día muy tenso para mí también, espero realmente no haber causado problemas, todo había pasado tan rápido, aún me sentía tremendamente avergonzada al caer en brazos del doctor Larry, mi jefe estaba iracundo por alguna razón que no comprendía, y aún no asimilaba el horrible rato que pasé, por eso estuve sensible y creo que él se dio cuenta de que me tensioné mucho más cuando me gritó. Había tenido demasiado, mantuve mi mirada gacha aguantando las ganas de llorar, y me sorprendió que cambio su tono altivo para luego decirme pasivamente que me acompañaría a mi habitación, no es tan malo como parece, poco a poco iba creyendo las palabras de Mariana sobre él. Ya a punto de dormir, me acuerdo de la situación con el doctor Larry, no le agradecí sobre lo que hizo por mí, entonces rebuscando en mi cartera encontré su tarjeta de presentación privada. Decidí enviarle también un mensaje. Buenas noches, Larry, quería agradecerte por lo que hiciste por mí, me siento aún muy apenada Él no se demoró en contestar. ¿Hola?, ¿intuyo que eres Emily? *Sí, discúlpeme, no especifiqué mi nombre, si soy Emily, y de verdad quería disculparme por haberle causado molestias.* Lo sabía, no te preocupes, y no me causaste molestia, estoy aliviado que ese hombre no llegó a más contigo. *Gracias, Larry y lamento haberte pellizcado, es que sinceramente es algo muy secreto de mi parte que no se lo he comentado nadie por ahora, y quiero que sea así.* Te comprendo. No te preocupes. *Bueno no lo fastidio más, que tenga buenas noches.* Emily… *¿Sí?* ¿Bueno... mañana por la tarde podemos almorzar juntos? *Claro que sí, tengo mi hora libre de 2 a 4 de la tarde.* Bien, entonces te llamo. Buenas noches. [23:45, 25/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 7: El Almuerzo [Larry Grant] Son las 11 de la noche y decidí irme a mi habitación, después de la larga cena con Patrick, debía comunicarme con Oliver, pero sinceramente todo ese encuentro me dejó turbado. Me cambio, tomo una botella de agua y me meto a la cama, no puedo conciliar sueño, me doy vueltas y sigo pensando en que haré, debo decirle a Oliver que ella es la mujer que tendrá a su hijo – ¿Cómo pude terminar en una situación así de complicada?, y ¿cómo puede ser posible que ellos trabajen juntos?, ¡qué clase de destino es esto! – me exalto hundiendo mi rostro en la almohada. En esta situación en la que metí a Emily, no sé si ella el día que se entere me lo perdonará. Sigo inundado en mis aturdidos pensamientos y mi celular comienza a sonar, lo cojo y veo un mensaje desconocido, lo leo y me doy cuenta de inmediato que era Emily, conversamos un breve momento y me siento bien que me haya hablado, ahora tengo su número y será más fácil comunicarme con ella. Emily se despide y algo dentro de mí, me impulsa a invitarla a almorzar, quiero conversar con ella ya no como un paciente sino como amigos, no sé que estoy haciendo la verdad, pero ya le envíe el mensaje y tampoco sé qué me contestara. Llega su mensaje otra vez y me percato que ella me aceptó, sonrío y siento una alegría inexplicable, me despido de ella y no puedo dejar de sonreír hasta caer dormido. ........ [Oliver Stewart] La mañana se siente fresca, me visto casual, y me pongo a leer la revista del día sentado en el mueble, cuando de pronto escucho el timbre, no es necesario pararme, sé que ella va a entrar, por alguna razón me cohíbo y me muestro concentrado en la revista. - Buenos días, Sr. Stewart. – se para a una distancia delante de mí. - Buenos días – respondo sin mirarla. - ¿Se encuentra listo? O desea que le prepare un café antes de ir al restaurante. - No – desentrelazo mis piernas – vamos, si no, se nos pasara la hora. – Alzo mi mirada y la veo vestida también casual, con una blusa rosa, pantalón blanco y zapatos bajos, me pongo de pie y podría decir que es la mitad de mi cuerpo y no puedo evitar sonreír. - ¿Sucede algo? – pregunta extrañada a mi reacción. - No nada… – respondo y trato de ponerme serio. Sigo caminando y la verdad no se ve nada mal, se ve mucho más fresca y simpática. Muevo mi cabeza para desatontarme ¿Qué me pasa? ¿Por qué tengo este tipo de pensamientos? ¿Acaso estás enloqueciendo Oliver?, me acribillo a mí mismo. "Después de años dejas que alguna mujer se te acerque y por ser cordial y buena en su trabajo, ¿le das cabida en tu mente?" me atormenta mi conciencia. - Señor... – su voz me despierta de mi raciocinio – el día de hoy a la 1:30 pm tiene una reunión con la Srta. Samanta. - No sabía que ella iba a estar aquí. - Sí, bueno, llamó esta mañana y, ya que vi que no tenía ningún compromiso acepté la cita. - Bien – le respondo mientras nos adentrábamos al ascensor. Al cabo de un rato ya estando en el restaurante, la invité a desayunar conmigo, se le veía tranquila y segura de todo lo que me explicaba sobre mi agenda en los próximos días. Terminamos de desayunar y nos fuimos al Spa, entré a mi sesión y me relajé unos momentos a los grandiosos masajes, estaba desechando mi estrés después de mucho tiempo, cerré mis ojos y me quede dormido por un breve tiempo. .......... ........ [Emily Wilson] Hoy definitivamente vi otra faceta de mi jefe, estaba muy tranquilo sin fruncir el rostro, para ser sincera tengo que admitir que yo pensaba al igual que todos los demás en la oficina, pensábamos que tenía un corazón de piedra y que era un hombre que siempre se la pasaba renegando por todo, debido a que solo eso era lo que podíamos percibir en la empresa, nunca había conocido su forma pasiva. Ahora me recriminaba a mi misma, por haber sido muy prejuiciosa. Me esforcé por darle todo sus horarios de la semana detalladamente y parece que estaba complacido. Han pasado dos horas y aún no sale, ya me siento aburrida al estar aquí tanto tiempo sentada. - Srta. Wilson – ¡al fin!, celebro dentro de mí. – Podemos irnos – me acerco a él levantándome de los asientos y me percato que tiene un poco de jabón en su ceja. - Sr. Stewart – exclamo y me acerco apresuradamente a él y toco su rostro limpiándole con mis dedos. Fijo su expresión y me doy cuenta de que lo puse en una situación incómoda, retrocedo de inmediato y carraspeando, digo – bueno apresurémonos, que debe asistir a su conferencia online Señor. Él parecía fuera de sí y yo para no hacer notar mi nerviosismo, mostrando tranquilidad por fuera, me adelanté. La conferencia lo tenía que realizar a la 11:30 pm y lo hizo desde su habitación, yo me dediqué a hacer los apuntes necesarios y la hora se pasó súper rápido en esa situación. Llegó la 1:15 pm y él se dirigió a su cita mientras yo le dije que debía realizar algunos asuntos y que me llamara por cualquier cosa. Me fui rápidamente a mi cuarto para darme unos retoques, de pronto recibí un mensaje de Larry confirmando nuestro encuentro y obviamente que le respondí que sí. Estaba algo emocionada no lo puedo negar, nos íbamos a tratar por primera vez fuera del hospital, debo admitir verdaderamente que su amistad es muy interesante. Iba a salir, así como estaba, pero a último minuto opté mejor por usar un vestido ligero debido al intenso calor que se estaba percibiendo, solté mi cabello me puse un poco más de rubor y colonia, y me dirigí hacia el lugar. Al llegar, ese hombre tan guapo con suéter negro, pantalón crema, mocasines y lentes de sol me esperaba sentado a piernas cruzadas, observando a todos lados por mi llegada. - Buenas tardes, Doctor Larry – él me sonrió y se levantó. - Buenos tardes, paciente Emily Wilson – siguió mi juego. Nos saludamos con un beso y nos sentamos a conversar de variedades de cosas, mientras nos traían el almuerzo. La pasamos muy bien, riendo y contándonos anécdotas de nuestra curiosa vida, me sorprendía de todo lo que me contaba, era muy interesante y gracioso, aprovechaba cada momento en robarme una sonrisa. Cuando de repente... - Buenas tardes – volteamos los dos a ver al Sr. Stewart – parece que por aquí se están divirtiendo en vez de estar trabajando. – Yo me quede fría y Larry se comenzó a reír. - Hola, amigo, ven siéntate, acompáñanos, es hora de su descanso, la señorita no es un robot. – añadió. - Sr. Stewart, disculpe ya dejé todo previamente calculado no me descuidaré de nada, no se preocupe. – el alzó la ceja, y una mujer se acercó también entrelazando su brazo. - ¡Larry! Tanto tiempo que no te veía. - Samanta – Larry la saludó algo incómodo, pero le dió una sonrisa falsa. - ¿Hoy también estarás en la convención? - Sí, mi padre no pudo asistir así que… como vez estoy aquí. - Genial, la pasaremos los tres – ella voltea y dirige su mirada en mí. – o creo que cuatro – exclama algo sarcástica con un gesto nada agradable – ¿Ella es tu novia? – yo me avergüenzo y cuando iba a responder. - Sí, si lo es. – Yo me quedé pasmada ¿Qué acababa de ocurrir? Ella me miró otra vez y estiro su mano, mientras el señor Stewart solo hizo un gesto irónico sin decir ni una palabra. - Mucho gusto, me llamo Samanta Hans y soy la ex novia de tu novio – dijo punzante. - ¿Tienes que dar esa información que no viene al asunto? – replicó Larry fastidiado. -¡Ja! Es algo que es verdad, ¿Qué tiene de malo decírselo? – el rostro de Larry ya se estaba enrojeciendo de la ira. - ¡Tú!, novia de Larry – fijé a mi jefe cuando se expresó así – vamos a dar un paseo que aquí necesitan hablar. – Yo me quedé fría y sin decirme más, me cogió de la mano y me jaló obligándome a ir por su recorrido. Era definitivo, nada andaría bien. [23:49, 25/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 8: Esos Ojos Azules [Oliver Stewart] Horas antes... Salí de la sesión de masajes ya renovado y muy relajado, me cambié apresuradamente, me había quedado dormido y la masajista no me avisó cuando finalizó, se me hacía tarde para la conferencia Online, así que me di una lavada rápida y me sequé sin verme al espejo. Cuando salgo, le aviso a la señorita Wilson para irnos, cuando de repente se me acorta la respiración cuando se acerca a mí y con su mano me limpia el rostro, mi corazón dio un revoltijo, no permitía que nadie ordinario me tocase, pero ella me sorprendió y lo peor fue que no dije nada. Estaba atontado y ella simplemente actuó normal diciendo que nos apresuremos por la conferencia. Horas después, al haber finalizado la conferencia debía asistir a mi cita, y me despedí de la Srta. Wilson en la salida de mi departamento. Se le veía algo apresurada, me pregunto que iría a realizar, espero que se esmere mucho para esta noche, habrá varios empresarios con un solo objetivo, invertir en un proyecto de tecnologías, es una ocasión que nosotros solemos aprovechar para hablar de distintos negocios y realizar próximos encuentros para futuras fusiones. Imagino que la señorita está muy empeñada en eso. Llego al restaurante y espero tranquilamente a la llegada de Samanta, no me imaginaba que ella también vendría el día de hoy. Años que en realidad no la veo desde que quedó en malos términos con Larry. Ellos tuvieron un año de relación, pero claramente no les fue nada bien debido a que lo que él sentía, no era algo fuerte por ella, él se sinceró y terminó con su noviazgo. Samanta de hecho lo odió cuando se enteró de que después de que terminaron él siguió su vida divertida como siempre, ellos se conocieron cuando estuvimos en la universidad y desde entonces no se superan, para ella, es su pesar y para él, es su dolor de cabeza y una sombra que lo molestará siempre. A lo lejos la veo llegar… y aflojo un poco mi corbata preparándome de la larga charla que imagino que me dará al contarme de lo último que se enteró de Larry. Estuvimos conversando de diversas cosas, sobre todo de los negocios de su familia, evité decirle que Larry también está aquí para no complicar más la situación, cuando de repente se me va la vista al ver a la Srta. Wilson en un hermoso vestido rosa, la sigo con la mirada y veo que un hombre de una mesa se alza a recibirla, se le acerca y la saluda con un beso para luego acomodarle la silla para que ella se siente. Él se retira los lentes de sol y para mi sorpresa, era Larry. ¿Otra vez juntos? Así que era por eso por lo que esta mujer tenía prisa “Tss”, rodeé los ojos, y para el colmo se cambió muy bien solo para encontrarse con él. Todas son iguales, ya veo su intensión. Seguí mi conversación con Samanta, mientras no les alejaba la mirada de encima, ella sonreía mucho y se veía muy cómoda, y percibiendo todo eso, sonrío de lado con sarcasmo. Esta bien tranquila y fresca como una lechuga en vez de estar trabajando. Frunzo el ceño y tomo mi copa de vino, Larry otra vez, ya fijo su vista en alguien, pero no voy a permitir que sea mi secretaria, teniendo a otras mujeres a su disposición ¿se interesa en ella?. No puedo dejar que me la distraiga demasiado. - ¿Oliver? – me alza la voz Samanta. - ¿ah, Sí? - Jajajaja, ¿en qué estás pensando? ¿O a quién estás mirando? – dirige su mirada a donde yo veo, pero yo cambio mi vista y ella lo hace también. - Nada, solo vi a alguien que parecía mi conocido. - Ah ya… – seguimos nuestra charla hasta que terminamos nuestro almuerzo. Ya me encontraba enojado, la Srta. Wilson está siendo irresponsable, de seguro no avanzó nada con nuestro proyecto. Me levanto a pagar y decido aproximarme mientras Samanta se había ido al baño. - Buenas tardes – Los saludé, y vi su rostro atrapado de la Srta. Wilson, yo no dejaba de fruncir el señor – parece que por aquí se están divirtiendo en vez de estar trabajando. – Repliqué con enorme sarcasmo. [23:50, 25/6/2021] Lorenitta : Larry se comenzó a reír cuando de pronto me sorprende Samanta detrás de mí entrelazando mi brazo, me sentí incómodo no me gusta que me toquen. La situación se estaba volviendo incómoda, cuando de repente el tonto de Larry afirma las tonterías que venía diciendo Samanta, ¡ja! Yo hice un gesto burlón por no decir otra cosa, después que ya sentí intensa la situación. Fui irónico y algo malhumorado me dirigí a mi secretaria irresponsable… - ¡Tú! Novia de Larry, vamos a dar un paseo que aquí necesitan hablar. – su rostro se tornó de sorpresa y yo le hice un gesto al idiota, como diciéndole que hablara con Samanta porque si no, era un hecho que iba a ser pesante su comportamiento toda la tarde que deberíamos estar con ella en la convención. Ya tomada la mano de la Srta. Wilson, me la llevé hasta afuera del restaurante. - Disculpe por malograrle su gustoso almuerzo Srta. Wilson. Pero me imagino que habrá dejado todo listo para la noche. – me noté despectivo. - Se-señor claro que sí como se lo dije todo está en orden. Lo lamento por este inconveniente. - Son las 4 de la tarde y ya acabó su hora de descanso.– alcé la ceja amenazante– Quiero que me prepare una taza de café y me consiga los informes que debo verificar para la otra semana. - Pero señor aún tenemos tiemp… - ¡NO ME IMPORTA! Los quiero en media hora, y no pierda más el tiempo sociabilizando. – me volteé y me dirigí a mi habitación. No sé por qué me encontraba irritado, simplemente no me gusta que las personas sean así de relajadas. ........ [Emily Wilson] Pero… ¿Qué sucedió? Estaba tonta por la escena de hace un momento con la ex novia de Larry y ahora tengo que afrontar el mal carácter de mi jefe. Tiré un resoplido en resignación, el OGRO había regresado otra vez. Me apresuré a verificar todos lo informes como un rayo, como nunca lo había hecho, y me dirigí rápidamente a la habitación del Señor. Abrí la puerta – ¿Señor Stewart? – exclamé a alta voz. Ingresé y lo vi recostado en el mueble, estaba dormido, me acerqué y no sabía si despertarlo, pero de pronto comencé a admirar su rostro tan en paz envuelto en su sueño, creo que alguien viéndolo así no pensaría que tiene ese carácter de los mil demonios. Su nariz perfilada es hermosa, su barba bien recortada se ve suave que me gustaría saber cómo se siente, me asomo un poco más de cerca y detallo sus pestañas castañas y largas como abanico, son impresionantes. Me quedo boba a tal atractivo de este hombre y de pronto observo esos ojos azules intensos tan enormes, mirándome. ¡Espera! ¿mirándome? Trato de retroceder estupefacta y me toma de la mano deteniéndome. - ¿Te gusta ver lo bien que me veo dormido? - Se-señor lo lamento. – me avergüenzo de mi estupidez, él sonríe y me sorprendo debido a eso. Qué hombre tan bipolar... tragó saliva y me suelto de él.– Iré por su café, señor. Me dirijo a la cocina nerviosa, ¡que tonta! esa escena tan incómoda fue por mi culpa, mi corazón no se calma por lo que acaba de pasar y entonces me tomo un vaso de agua en una sola para poder pausarlo. La tarde restante seguí sus instrucciones, me mandaba a hacer cosas sin sentido, pero yo seguía al pie de la letra cada cosa. Después llegó las 6 de la tarde, nos fuimos a cambiar de manera formal y a las 7 pm estuve afuera de su puerta esperándolo. Al llegar juntos a la convención, se acercó, Samanta. - Hola – me dijo muy sonriente pegándose a mi jefe como chicle. – disculpa por haber sido fastidiosa, ya sé la verdad y disculpa por ello. – fija al Sr. Stewart – por qué no me dijiste tonto, que era tu secretaria – le da una palmoteada en el pecho. - No me dejaste. – dijo cortante. - Buenas noches – se aparece Larry y yo me incomodo un poco. - Buenas noches, Sr. Larry – dije sin fijarlo a la cara. - Bueno vamos Srta. Wilson que va a comenzar la reunión – se desprende de la rubia fastidiado - Sí, señor – dije y nos fuimos, me sentía aliviada me salvé de otro momento bochornoso, no sabía cómo comportarme después de cómo bromeó, me metió en una mala posición con esa mujer, que de verdad no me gustó nada y aunque ya le dijo la verdad, no estuvo bien y aún me siento apenada. Pasaron dos horas y había sentido que la convención se demoró un mundo, comenzamos a sociabilizar y a despedirnos de todos los empresarios que se nos acercaban; por lo menos estuvimos así por media hora, cuando de repente Larry se me acerca y me dice. - ¿Emily podemos hablar un momento? - No puede Larry debe acompañarme a un lugar. – se entrometió mi jefe, él volteó la cara y se dirigió a mí susurrándome – te espero en media hora frente a la alberca y se fue. Acabamos de terminar de conversar con los señores y saliendo del salón, me disculpo con el señor Stewart y me voy en dirección a la alberca. Me quedé esperando por un buen rato, observo mi reloj y eran las 11 de la noche y ya no había personas, había pasado más de una hora y Larry no venía, le comencé a llamar y no contestaba, cansada de estar de pie, me arrodillé a la orilla de la piscina y comencé a dar círculos con mi mano en el agua viendo mi reflejo, mientras a la vez trataba de ordenar mis pensamientos. - ¿Srta. Wilson es tanto de su agrado estar aquí de noche? – El Sr. Stewart apareció elegantemente con las manos en sus bolsillos al parecer burlándose de mí, yo me asusté con su voz haciéndome tragar saliva, no le quería decir el verdadero motivo de estar aquí, pues con ello podría sacar teorías erróneas. - Sí, vine a tomar un poco de aire. – le respondí desde mi posición. Cuando de repente traté de levantarme, mis piernas se me habían adormecido entonces impulsandome con todas mis fuerzas, tontamente comencé a tambalearme, y de pronto... ya me encontraba debajo del agua. Yo tengo varios dones pero lo único que nunca aprendí fue el nadar, sentía que me estaba sofocando cuando de repente bajo el agua veo alguien aproximándose a mí, sentía ya que se me acortaba la respiración con aquella persona sosteniéndome, salimos juntos a la superficie. - Srta. Wilson – el Sr. Stewart me tenía rodeada en sus brazos, apegada completamente a él. Yo estaba impactada, él se atrevió a meterse por mí, estaba tan mojado como yo, y poniendo su mano en mi rostro con una expresión agitada mientras yo tosía, limpió las gotas de mi vista y me miró fijamente a los ojos que a su paso me hizo petrificar, entonces – ¿Te encuentras bien? – dijo extrañamente de manera cálida. [0:00, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 9: Recordando un mal Anécdota [Larry Grant] Espero que Emily se presente frente a la alberca como se lo dije, terminé de hablar sobre algunos asuntos de negocios con los colegas de mi padre y desde lo lejos la admiro como sonrientemente sociabiliza, es muy hermosa no lo puedo negar, me siento apenado, ella se debe haber sentido muy incómoda a esa mala escena inesperada que le causé. Falta 15 min para nuestro encuentro y decido ir rápidamente a mi habitación. En la tarde le compré un ramo de rosas para demostrar mi arrepentimiento y lo había dejado aquí para luego llevarlo en la ocasión que me encontrara con ella, entonces se lo voy a entregar en este preciso momento, me acerco a la cocina donde lo dejé, me sirvo dos vasos con agua de la jarra como siempre suelo hacerlo cuando llego desde cualquier lugar y rastreo a la vez con mi vista el florero, pero no lo veo, se me hace un poco extraño, yo recuerdo haberlo dejado en esta misma mesa. – ¿Buscas esto? – esa voz me asusta atragantándome y me hace voltear de inmediato. – Samanta, ¿Qué haces aquí? – me expreso recio, ella se encontraba en solo un encaje negro. – ¿Esto era para la secretaria esa, a quien miras con cara de idiota? – ella coge las flores y los hace trizas. – ¡Que te pasa Samanta! ¿Y qué haces aquí? ¿Cómo entraste? – Ya sabes que con dinero uno puede hacer lo que quiera. – alza la ceja con audacia. – No estoy para aguantarte Samanta, quedate y haz lo que se te plazca. – Me muestro enojado y me voy en dirección a la puerta, pero ella se interpone – muévete samanta. – No, no pienso hacerlo hasta que me des una buena noche aquí en California – se acerca a mi muy coqueta y hace caminar a sus dedos por mi pecho mientras me decía – sé que jamás te resistes a mi – se apega a mí y me susurra al oído estremeciéndome. Yo la alejo. – No, Samanta tengo cosas que hacer, no voy a caer en tus juegos. – ella se acerca y es insistente. – Se que tu cuerpo no se podrá resistir más – me da un beso en mi barbilla y todo dentro de mí comienza a arder, y no lo entiendo, siento que no tengo el control. – Disfrutemos de esta calurosa noche – sostiene mis manos y hace rodear su cintura, ella comienza a moverse de una forma sensual mientras besa mi rostro. – Samanta… – Shhh… – me silencia con su dedo en mis labios. – Solo dejate llevar… – dice seductora mordiéndose el labio y mi mente se me nubla, no lo puedo aguantar más, ella al parecer sabe lo que causa y sonríe desvergonzadamente. Me dirige hasta los muebles que se encuentran ahí cerca y me siento extasiado, literal me siento con grandes deseos de sexo y creo que no es normal, comienzo a sentirme como si estuviera ebrio. – Samanta, me siento extraño – exclamo y ella me lanza al mueble y viene encima de mí, con un rostro malicioso. – Al parecer las píldoras en tu agua están ya surgiendo efecto, sentirás el deseo mas grande de tu vida y yo te lo haré realidad… .... [Oliver Stewart] Todo me pareció extraño, ella estaba muy apresurada, decidí no hacer caso a ello, ya demasiado he estado pendiente de esta mujer sin ningún sentido, no me debería importar lo que haga. Llegando a mi habitación, entro y trato de relajarme en el mueble, pero por alguna razón, no puedo, ¿quizás una caminata me pueda relajar?, en fin, es nuestra última noche aquí, y tal vez unos cuantos vasos de whisky en el bar nocturno quizás me pueda desestresar. Endoso mi saco otra vez, e inicio mi caminata por los alrededores. Este lugar tiene una hermosa vista al mar, los restaurantes al aire libre por la noche son extraordinarios con sus luces amarillas alumbrando de forma romántica y tranquila nuestra cómoda estadía. Me gusta la briza, y decido caminar un poco más antes de ir al bar, cuando de repente mientras pasaba por la piscina veo a la Srta. Wilson en cuclillas a la orilla de la piscina, sonrío a como se queda viendo su reflejo al parecer con la mente perdida, mientras mojaba su dedo dando círculos. Decido interrumpirla... – ¿Srta. Wilson es tanto de su agrado estar aquí de noche? – ella se sorprende a mi presencia. – Sí, vine a tomar un poco de aire. – me dijo algo nerviosa, cuando de repente veo que se comienza a tambalear, y en poco segundos cae a la alberca. Yo tiro unas carcajadas – que mujer para más torpe – me digo. Cuando de pronto me percato que no sale del agua aún y parece desesperarse dentro de ella, era de hecho que algo andaba mal entonces sin pensarlo, me lancé al agua y la saqué, estaba preocupado, me hizo acordar a aquella mala anécdota que pase, aquella anécdota cuando falleció mi hermana, le sucedió algo parecido nadie se dió cuenta y cuando yo lo hice, me adentre para salvarla pero era demasiado tarde ella ya no tenía respiración, eso solo sucedió cuando tenia 17 y ella 12, estaba totalmente a mi cuidado y yo, yo… no la salvé. Miré a la Srita.Wilson con mi corazón agitado... – Srta. Wilson – le dije con enorme desasosiego fijándonos a los ojos y tocando inevitablemente su rostro debido a mi preocupación. – ¿se encuentra bien? – le exclamé. [0:05, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 10: Él y sus Personalidades [Oliver Stewart] – Sí – ella me respondió con los ojos bien abiertos después de haber tosido desesperadamente. Me doy cuenta de lo que estoy haciendo sobre cómo me acabo dejar de llevar sosteniéndola de esa forma, y sintiéndome algo extraño bajo mi mano de inmediato. Todo era confuso y debido a mis nervios de punta, mi preocupación pasiva se tornó inmediatamente en frustración al ver lo tonta y descuidada que podía ser esta mujer, por lo tanto frunciendo el seño. – ¿¡Por qué no tienes cuidado!? – le gritaba – ¿¡Cómo se te ocurre estar cerca a la piscina de esa forma, si no sabes nadar!? A caso te haz puesto a pensar, que si no hubiera estado yo ¿¡Quién te hubiera rescatado!? – ella estaba impresionada. – Lo- lo lamento – dijo con la voz entrecortada – no quise preocuparlo. – dijo y yo tragué saliva. – ¿Preocupado? ¿Quién está preocupado? Solo no me gustan las tontas como tú, que pueden morir en cualquier momento por despistadas – trate de mostrarme serio ante sus palabras, creo que de verdad noto mi extrañeza, entonces antes de seguir con mi charla incómoda, di un resoplido calmándome y opte por salir del agua – sujétate – le dije, y ella abrazándome, la aproximé a las escaleras. La Srta. Wilson salió primero, y yo seguí detrás de ella. Termino de subir el último escalón y ya de pie comienzo a exprimir mi saco y camisa, cuando de repente la visualizo y su blusa blanca trasluce claramente su brasier, yo me quedo impresionado y fuera de lugar, la tonta se da cuenta y se cubre de inmediato. – ¡Sr. Stewart! – se muestra ofendida, ¿como no verlo si se encuentra en frente de mí? ¿Acaso soy ciego? ¿Y como no quedar pasmado ante ello? – ¡Tss! He visto mejores – respondí y sonreí sarcástico, para que evite pensar que la miro de otra forma. Ella no dice nada y solo me da la espalda, corría un poco de viento, y veo como comienza a temblar. “¡Aysh!” Exclamo dentro de mí y sé que no ayudara mucho, pero me retiro el saco y se lo endoso encima al menos para que la cubra de lo trasparente que se ve su blusa. La Srta. Wilson voltea a verme y al parecer aún seguía con la conmoción del susto, lo noté claramente en su expresión, y viéndola de esa forma me arrepentí de haber sido muy duro, pero no tenía otra manera de como decirle que debería tener cuidado. Di un enorme resoplido, y me acerqué sosteniéndola de sus hombros. – Vamos… – le dije. Y fuimos avanzando a la par, una chica del personal del Hotel se acercó de inmediato. – ¡Oh por Dios! ¿Qué sucedió? – dijo y mando a otra de sus compañeras a traer toallas. – Tuvimos un accidente, quiero un lugar cercano donde podamos secarnos con comodidad. – por supuesto que Oliver Stewart, jamás se dejaría ver de esta forma por todo el Hotel. – Sí, señor tenemos habitaciones en la primera planta, pero debemos realizar previamente la reservación. – ¿Sabes con quién estás hablando? – me mostré despectivo. – soy el Sr. Stewart, CEO de la Corporation – ella me interrumpió. – ¿De-de la reconocida empresa de autos de última generación? – yo la fijé indiferente – perdóneme señor por mi impertinencia, perdóneme por favor, los dirijo inmediatamente a la habitación, por aquí Sr. Stewart. Ella nos señala el camino y yo alcé la ceja a tal comportamiento inaceptable de esta persona, seguimos nuestro trayecto siguiéndola de la misma forma en la que veníamos, me sentía raro, años no tenía a una mujer tan cerca y ahora sostenía en estos momentos los hombros de una, caminando los mismos pasos. – Lo lamento… – la Srta.Wilson me despierta de mis absurdos pensamientos mientras nos dirigimos a nuestro destino. – esto es mi culpa, usted no debería estar pasando por esto… – Yo me quedé en silencio, y pues sí, tenía toda la razón, no debería estar pasando estas clases de cosas, pero ya sucedió y no había marcha atrás. Traté de esconder mi hostilidad con ella porque sabía que aún debía estar un poco conmocionada. – No sé, preocupe, lo importante es que usted está bien – ella se detuvo, yo también, y se me quedó viendo fijamente. – ¿Qué sucede? – pregunto desconcertado, ella movió la cabeza en negación. – Nada señor Stewart – siguió avanzando – se lo agradezco. – dijo y ya nos encontrábamos afuera de la habitación. La señorita abrió la puerta. – Tome señor está es su llave. – Gracias.– conteste cortante y lo recibí adentrándonos. – Por favor – volteé y me dirigí a ella antes que se vaya, – son las 11:05– exclamo mirando mi reloj de la mano – tienen exactamente hasta las 11:35 para traerme un traje nuevo, y un cambio para la señorita – señalo a mi secretaria. – Pero señor a esta ho… – ¿No entiende lo que le acabo de decir? ¿O tengo que repetirlo dos veces? – Sí, señor Stewart, enseguida. …….. [Emily Wilson] Me sentía abochornada de lo que sucedió hace unos momentos cuando el Sr. Stewart me vio con mi blusa transparente, pero como siempre él fue desagradable y sinceramente me aguanté a decir algo por su mal comentario, ya que realmente en ese instante eso era lo de menos en mi cabeza, era claro que aún me sentía nerviosa debido a la mala experiencia que acababa de pasar. Todo sucedió tan rápido y el señor era un cambio de humores constantes, no lo entendía sinceramente, primero me trata preocupado, después me grita y luego es indiferente y burlón, y para tornar las cosas más extrañas lo último que dijo me dejó helada fue cuando se mostró pasivo, diciendo aquellas palabras que me pasmó. Acabamos de entrar a la habitación y percibí toda la conversación con la pobre chica, este hombre sí que le gustaba dar trabajos extraordinarios a los empleados. Yo cogí una silla de la mesa y me senté aún abrazando la toalla que estaba en mí respaldar. Ahora lo podía ver más detallado sin su saco, su camisa también se le había ceñido completamente al cuerpo, era un hombre musculoso, ¿quién podría creer ello? – Srta. Wilson – él se acercaba desbotonándose la camisa. – ¿Sí? – contesto de inmediato pestañeando varias veces impactada a lo que veía. – ¿Desea tomar un baño? – yo me congelé – ¿Srta. Wilson? Le estoy hablando, le pregunté… – No, no gracias. – dije claramente nerviosa, al instante. – Por seacaso usted… ¿Está pensando algo sucio por su cabeza? – exclama cruzando los brazos sonriendo divertido. – me refería si usted deseaba ir a la ducha para luego cambiarse no a qué se bañe conmigo. – alzó la ceja divertida. Yo me sonrojé y no sabía qué decir. Este hombre era muy raro, intimidante, arrogante, indiferente, burlón y todos los malos adejtivos a la vez, de verdad no lo comprendía en absoluto, es una completa ecuación de matemáticas, pero esas que son engañosas y te hacen frustrar por su final, nunca se sabía con cuál de sus personalidades irías a terminar. – No señor así estoy bien – respondí. – Bueno entonces entro yo, si en caso viene la señorita con mi traje me lo dejas en la puerta por favor. – Si, Sr. Stewart. Los minutos pasaban y algo me decía que de verdad me iba a enfermar, exactamente a las 11:30 la chica vino toda sudorosa con el pedido de mi jefe. – Lo lamento – le dije. – él es así siempre y es un calvario, pero mantente feliz que solo será por hoy. – Jeje no se preocupe señorita, hice mi mejor esfuerzo. – Gracias – me expresé agradecida y me adentré a la habitación. Si él estaba en el baño entonces yo me podría cambiar en el cuarto, por lo tanto me fui, y comencé a desvestirme rápidamente, el frío del húmedo de mi ropa ya lo sentía traspasar mi piel. Entré apresurada y me desvestí, cogí el pantalón y me lo puse rápidamente quedándome solo con mi brasier, no me quedaba de otra debía permanecer con ello hasta al menos llegar a mi habitación, pero de repente cuando sostuve el polo para ponérmelo. – Srta. Wilson usted vio mí… – él entró, había olvidado cerrar la puerta, yo pensé que a él le tomaría más tiempo en salir de su baño. Él me miró a ojos bien abiertos, yo le miré de igual forma, los dos nos fijábamos idiotisados, ¡Maldición! ¿Acaso mis senos estaban locamente destinados a qué él los viera, si o sí? [0:30, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 11: ¿¡Qué Diablos!? [Oliver Stewart] Después de haber avisado que me traigan mi traje, me adentro a darme un baño y me relajé por un rato en la ducha. Después de un breve tiempo comencé a llamar a la Srta. Wilson para saber si había llegado ya mi traje ,sin embargo, no contestaba. ¿Se habrá quedado dormida?, me pregunté. Endosé la bata enteriza que se encontraba colgada y salí del baño, abrí la puerta y tampoco estaba mi vestuario dónde le dije que lo debía dejar, entonces exclamé otra vez – ¿Srta. Wilson? – no obtenía respuesta. Decido salir y observo el lugar, sin ver su rastro, cuando de pronto escucho unos ruidos en el cuarto, decido ir, seguramente ella está viendo el lugar y la verdad que quiero cambiarme de inmediato antes de que coja un resfriado. Me voy acercando y veo la puerta entreabierta entonces tranquilamente entré. – Srta. Wilson usted ha visto mi… Y… no sabía que vería de esa forma a esta mujer, ella se cubrió todo lo que pudo con sus brazos, erábamos dos estatuas fijándonos en un fuerte contacto visual en un inmenso silencio. Hasta que reaccioné y me volteé. –Lo-lo lamento – digo tartamudeando y regreso por dónde me vine. Mi rostro estaba ardiendo, me fui al baño de nuevo para echarme un poco de agua y como lo intuía mirándome al espejo, mi rostro estaba totalmente ruborizado. ¿Pero qué sucede con esta mujer? ¿Por qué últimamente paso cosas bochornosas con ella? ¡MALDICIÓN! Me movía de un lado a otro sosteniéndome de la cabeza, por mi mala suerte. Cuando de repente escucho su voz. – Sr. Stewart. – yo trago saliva e inhalo y exhalo para calmar mi impaciencia. Me tranquilizo y salgo con la peor cara del mundo. – ¿si, Srta. Wilson? – exclamo abriendo la puerta y ella está en frente de mí con mi traje en manos. – Tome, la señorita lo trajo a tiempo. – Gracias. – dije frío. – Señor, me voy a mi habitación – exclamo sin mirarme a la cara, algo nerviosa. - Ok. – dije y cerré la puerta del baño en frente de ella, mi corazón estaba latiendo rápido y no sabía si iba a seguir mostrando mi hostil personalidad, por ello muy nervioso le había tirado la puerta en la cara. Al terminar de cambiarme, salí y ella ya no estaba, cogí mis cosas y me fui pensando por todo mi trayecto. –Ni siquiera me agradeció por todo lo que hice– me iba refunfuñando. Cuando de repente mi celular suena y me detengo en seco, al ver que el mensaje era de ella. Sr. Stewart perdóneme por la mala escena de hace un rato, debí cerrar la puerta. Lo siento tanto, olvide ese terrible momento, por favor, el día de hoy le he causado muchas molestias y me siento demasiado apenada. Yo sonrío, y eso es lo que esperaba, claro que esto no se iba a quedar así, no dejaré pasar esta oportunidad, ella me las va a pagar por darme tanto desbalance emocional en solo dos días, alzo la ceja con viveza y le respondo. No se preocupe, Srta. Wilson, todo está bien, pero… deberá cumplir algunos pendientes para compensarlo. Sonrío divertido pensando en que mandatos le podría mandar a hacer como el día de ayer, pero ella me desconcentra contestándome de inmediato Claro que sí, Sr. Stewart lo que usted desee, de verdad le agradezco por todo lo que hizo por mí sonrío otra vez bueno no lo molesto más, le deseo buenas noches Srta. Wilson, no se olvide salimos a las 7 am del Hotel Si, Señor, hasta mañana Guardo mi celular, y no puedo dejar de sonreír, por alguna razón me gusta molestar a esta mujer. En la mañana siguiente ella vino 6:30 AM, trayéndome un café americano, le agradecí, y con nuestras maletas, salimos del Hotel. Durante todo el camino parecía algo avergonzada, pero a pesar de ello era muy minuciosa en todo lo que deseaba, le pedí que me haga un reporte de lo que habíamos logrado estos dos días y lo hizo a detalle en pocas horas durante el viaje. Al llegar a New Jersey, saliendo con nuestras maletas fuera del aeropuerto, le dije que se tomara el día libre y que hasta esperar noticias de Mariana ella sería su reemplazo, la Srta. Wilson asintió y cogiendo un taxi se fue. Por el día de hoy también decidí reposar en casa, este viaje había sido demasiado para mí. Le dije a mi chofer que me llevara a casa y al llegar, lo primero que hice, fue tirar mis cosas sobre la mesa y darme otro baño para reposar en la comodidad de mi cama. Me preguntaba que habrá sido de Larry, lo llamé un par de veces cuando me iba en dirección al bar, antes del incidente con la tonta, pero nunca contesto. Esperemos todo haya ido bien con sus negocios también. En todo caso, hay algo que me tiene afligido, ¿habrá conseguido ya una persona? Al menos mi padre por el momento, está tranquilo y no me ha llamado para fastidiarme con sus repetidos sermones. Cojo la laptop y me acomodo sentado en mi almohada, decido revisar mis correos electrónicos que desde días los tengo abandonado, cuando de repente me percato de uno de la clínica de Larry. Alzo la ceja algo nervioso e imagino que quizás ya encontraron a una persona. Abro el documento y en un mensaje largo leo que la inseminación artificial fue exitosa y que solo queda esperar unas semanas para confirmar, sigo bajando y mis ojos se quedan bien abiertos de la impresión al ver la información de la mujer. – Pero... ¿¡Qué diablos es esto!? ¿¡QUÉ HACE LA SRTA. WILSON AQUÍ!? [0:34, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 12: El regreso del Ogro [Larry Grant] Me levanté por la mañana y me encontraba desnudo en mi cama, comencé a recordar aquella noche que tuve yo y la desquiciada de Samanta y me inundo de rabia. ¡CARAJO! Me acuerdo de Emily, fijo la hora en mi celular y es medio día, y a la vez me percato que tengo varias llamadas perdidas de ella a la hora que fijamos e incluso una hora después, ¿tanto tiempo me estuvo esperando? Había llamadas también de Oliver, ¡Diablos!, me levanté de la cama, y me fui a darme un baño para luego cambiarme y alistar mis cosas, ya había perdido mi vuelo así que me iba a tocar separar otro. Me dirijo a la cocina y solo encuentro una nota de Samanta, diciendo "Gracias por la grandiosa noche". "Tss" me expreso con sarcasmo, – realmente ella está vez paso el limite– exclamó frunciendo el seño. Ya completamente listo, salgo de la habitación, y dirigiéndome a la recepción pregunto por Oliver y me dice que ya se fue junto con su acompañante a las 7 de la mañana. ¡MALDICIÓN! ¿Ahora que iba a hacer? Tomé un taxi para el aeropuerto, y espere una hora, para salir en el siguiente viaje, me mataba pensando, en si debería llamarla o todavía no… cuando de repente tomo agallas y le llamo. – ¿Hola, doctor Larry? – se expresa fría. –Hola, Emily, quería hablar contigo. –Ah… si es debido al desplante de ayer, no se preocupe, entiendo, de seguro tuvo cosas más importantes que hacer. – dijo y realmente no sabía que decir, no le podía comentar sobre lo que me sucedió, es algo muy vergonzoso. –Perdóname, surgió un imprevisto que incluso no pude responder el celular, lo lamento. –Está bien no se preocupe doctor Larry no tiene por qué hacerlo de todos modos regrese temprano a mi habitación, estaba agotada y quería descansar. – hago un gesto sin entender, pero si ella dice que fue así, debe ser. –¿Usted cómo se siente? – decido romper el hielo – ¿cómo se ha sentido estos dos días? – Bien, sin ningún síntoma aún. – es cortante y creo que por ahora debo dejar que se calme. – Emily – me expreso serio. – quiero que el día de mañana salgamos a una cena me ¿aceptarías? – no sé por qué soy insistente, no entiendo por qué me siento de esta forma, no puedo permitir que ella siga molesta conmigo – por favor acepta, es mi sincera forma de pedirte perdón. – ella se quedó en silencio por unos segundos y luego me contestó, dando un suspiro a su paso. – Está bien Larry, ganaste, créeme soy mala haciéndome la molesta, está bien acepto tus disculpas y la cena – sonreí complaciente y celebre con las manos mientras las personas que pasaban me miraban extraño. – Me hace feliz que me hayas aceptado – me mostré tranquilo cuando en realidad no me sentía así, sino que estaba más que emocionado – entonces mañana paso por ti a la 6:30 de la tarde ¿te parece? – Está bien, en unos minutos te mando mi posición. – Gracias Emily – exclamé – te dejo – digo cuando ya hacían anuncio de mi vuelo. – espero tu mensaje y ten un buen resto de día. – Gracias Larry igualmente para ti. Me levanto del asiento de donde me encuentro muy feliz y me dirijo a tomar mi vuelo. ... Pasaron 5 horas de viaje y al tomar el taxi, ya sentado cómodamente, reviso mi celular y me percato que tuve varias llamadas de Oliver en el buzón, me quedo pensando por qué, pero decido llamarlo en casa cuando esté completamente cómodo para hablar. Al llegar a mi destino, salgo del taxi y me sorprendo ver a Oliver de espaldas en frente de mi puerta, que cuando se percata de mi llegada, se viene acercando a mí como el mismo diablo con unas hojas en mano. – ¡Me explicas…! ¿¡Qué carajo significa esto Larry!? ........ [Emily Wilson] El día había sido demasiado cansado para mí, él viaje me canso mucho, durante toda la mañana no podía estar tranquila de verdad, estaba muy avergonzada con mi jefe, pero lo traté de disimular poniendo de mi parte por servirle de lo mejor, no entendí cuando ayer me dijo que debía realizar pendientes, pero igual acepté, debía esforzarme, imagino que me hará hacer lo mismo de siempre, pero de una manera más rápida e intensa. Después de haberme dado un baño y cambiarme a mi vestimenta cómoda, me relajo en mi cama, gracias a dios el Sr. Stewart me dió el día libre si no hubiera estado como un zombi en la oficina, espero que él también se haya tomado el día, ya que se le veía desgastado también. Estaba relajada en mi cama viendo una película en la laptop, cuando de repente me llama el doctor Larry, no sabía si contestar me sentía aún molesta por lo de ayer, si tan solo él hubiera llegado a la hora indicada, no hubiera pasado todo lo que sucedió con mi jefe, que bochornoso realmente, me sonrojo tan solo al recordarlo. En fin, me conozco y sé que no puedo ser tan fría, por ello decido contestar, algo de seguro habrá sucedido. … Después de haber hablado, al final había aceptado cenar con él, la verdad que soy mala permaneciendo enojada, definitivamente no es mi fuerte. Por esa tarde, decidí relajarme todo el resto de mi día, para levantarme renovada y trabajar con fuerzas al día siguiente. Debía entregar el 100% de mí al menos hasta el regreso de Mariana, que por cierto aún sigue en el hospital, esperemos no sea nada grabe, pero cuando hablamos hace unas horas no se le escuchaba tan bien, quizás aún no me quiso decir que tenía, pero espero no sea nada grave. ... A la mañana siguiente… Me levanto super animosa para empezar mi día, salgo muy temprano de casa en mi auto y voy comprando su café americano del Sr. Stewart, en la cafetería del edificio. Al llegar, a nuestro piso, mientras me iba aproximando, escucho los tremendos gritos en la oficina de él, ahora debido a que soy el reemplazo de Mariana, estaré siempre al lado de la entrada de su oficina. Al seguir escuchando el mal ánimo del Sr. Stewart decido mejor no entrar, dejo los cafés de ambos sobre mi escritorio, y claramente inicio a entender con claridad lo que le venía diciendo a mi pobre colega del área de marketing, respecto unos anuncios que aún no fueron publicados. Él volvía a ser el mismo, es como si el encanto de sus varias personalidades, acabaron y solo permaneció el arrogante Ogro. Isabel salió de la oficina, con los ojos llorosos, yo solo la miré y negué con la cabeza, creo que si me hablaría así, no lo aguantaría la verdad, sería un breve reto de paciencia, de todos modos ya me gané con sus varias facetas así que creo que no será difícil decirle lo que pienso sobre su actitud. Me pongo a ordenar los documentos del escritorio y esa puerta se abre. El Sr. Stewart sale, se percata de mi presencia y con ese rostro malhumorado, y voz severa me dice. – ¡Quiero que entre a la oficina de inmediato! [0:39, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 13: Una mala noticia. [Oliver Stewart] No podía creer lo que estaba percibiendo en este preciso momento, no podía ser cierto. ¿Qué clase de mala broma, me juegas Larry? Me puse a leer detalladamente los documentos, y no creía que todo al parecer era verdad, de inmediato lo llamé, pero se encontraba sin señal, me levanté y comencé a caminar de un lado para el otro de la desesperación, si todo esto es cierto ¿ahora que haré?, ¿Por qué justamente de todas las mujeres tuvo que ser ella? Ni siquiera sabía que estaba embarazada, no nos hizo ningún comentario, bueno también por el tiempo, nada es seguro, solo el proceso acaba de ser hace dos días, y no, jamás pediría que se haga algún aborto, eso jamás lo permitiría, debo solucionar las cosas y lo primero que debo hacer es saber de cómo llegamos a esta situación. Llamé a la secretaria de Larry y me dijo que él había tomado el avión de regreso hace tres horas, entonces calculé un intermedio de dos horas más para su llegada, saque impresión de cada expediente y me fui con toda mi furia y confusión, a encontrarme con él. Ya afuera de su casa, toco el timbre y no sale nadie, cuando de repente escucho un auto llegar, volteo, y veo como Larry sale tranquilamente, no controlo mi furia, y me acerco a él moviendo las hojas de mi mano. – ¡Me explicas! ¿Qué carajos significa esto Larry? – ¿A qué te refieres? – extiendo mi mano y se lo entrego, él se queda frío y me mira otra vez – entremos, te lo explicaré todo. Yo fruncí el ceño y lo seguí. Al momento de estar adentro sentados en sus muebles, me venía conteniendo de no explotar más de lo que ya lo había hecho. ... Me explicó de cómo se conoció con ella, que sabía que trabajaba en mi empresa, pero que claramente no pensó en que resultaríamos ser tan cercanos, él lo acaba de descubrir todo en el primer día que nos encontramos en el hotel y que no hubo manera de como decírmelo porque no sabía que hacer al respecto. Claramente esto no andaba bien, ahora ¿Cómo debería proceder?, conversando sobre ello llegamos a una conclusión, debía decirle la verdad, aunque Larry se veía algo mortificado por ello. – ¿Tanto te preocupa, que ella sepa? – me muestro fastidiado. – No es eso, sino… – le interrumpo. – Es tu culpa Larry debiste decírmelo antes. – Oliver, no me culpes de algo por la cual ni siquiera prestaste atención, todo me lo dejaste a mí y ¿cómo iba a saber que sucedería esto? – ¡Diablos! ¡Que estúpida idea me diste! Y yo como idiota te hice caso.– le dije apretando mi puño, y él agacho la mirada apenado. – La verdad Oliver, si me arrepiento – dice cabizbajo. – lo hice porque no la conocía, pero cuando fuimos conviviendo todo el proceso, nos volvimos amigos, y la culpa en mí, cada vez fue creciendo. – miraba sus manos, decepcionado de sí mismo – no sé en que la metí. – ¿Te gusta? – fui directo alzando la ceja a mi recia expresión. Él me miro con los ojos bien abiertos. – No, no es eso, simplemente que se volvió una amiga, y sé que quizás me odiara después de esto – Bueno si no te gusta, me parece bien – él apretaba los puños. Sabía que me mentía, lo conocía muy bien, pero algo dentro de mí no iba a permitir que suceda algo así, si ella iba a ser la madre de mi hijo debía concentrarse solo en ello, al menos hasta que nazca, es mi amigo, pero ella no era para él. – Yo hablaré con ella y le diré la verdad mañana mismo. – me muestro seguro. – Está bien, sé que me tocará mi momento para enfrentarla, pero lo asumiré, asumiré el castigo de mi error. – yo cruzo las piernas y sostengo mi barbilla, y no lo puedo creer, él está actuando demasiado raro, nunca lo había visto así, y eso en gran parte me preocupa. – Sé que mañana debo trabajar, pero debido a todo esto no me importa. ¿Tienes el Vodka más fuerte? … Me levanto con un dolor de cabeza, los rayos del sol siento que me derriten, ayer regresé de la casa de Larry algo ebrio, no podía con todo lo que estaba sucediendo. A fuerzas me alzo de la cama, y después de un previo baño y de cambiarme, elegantemente como siempre, salgo de mi casa. En mi camino, lo que me faltaba tenía que llegar. Suena mi celular y contesto. – Buenos días, padre. – Oliver, ¿Qué sucede contigo? ¿Por qué no me vienes a visitar, ni a dar los reportes de la empresa? – Tienes a tu secretario que te puede dar esos reportes – me hago sonar frío. – ¡Mocoso! Estás sobrepasando tus límites conmigo, y no te lo voy a permitir. – ¿Qué deseas padre? ¿Solo llamaste para malograr mi mañana? – Oliver, en realidad llamé porque Roxana me llamó diciéndome que la dejaste plantada otra vez, te dije claramente que pongas de tu parte. Es la mujer que escogí para tí… – ¡Tss! Es la décima mujer que escoges para mí. – me expreso sarcástico. – Oliver – él tira un resoplido para calmarse – escúchame muy atentamente, si en menos de un mes no estás comprometido con algunas de las chicas de las que te recomendé, es mi última palabra, y el Abogado Pérez aquí presente es testigo de que te dejaré, fuera del negocio familiar, sabes que somos una familia muy tradicional, y no permitiré que me sigas trayendo más vergüenza a mi familia, prefiero estar muerto a que seguir pasando este tipo de situaciones. Ya sabes, es mi última advertencia, ¿verificado Abogado Pérez? – Verificado, Señor Stewart. Doy un frenazo al colgarme con esas últimas palabras, – ¡mierda! ¡Mierda! – golpeo el volante. ¿Qué tanto quiere de mí? ¿No puedo ser una persona libre? Esa persona no se detendrá hasta sacarme fuera, si no cumplo su capricho. … Llego a la empresa con los millones de diablos encima, y no solo me bastó que mi padre me malograra mi mañana, sino que para el colmo me vengo a enterar de que en la gestión de Marketing hubo un error y no publicaron nuestro último modelo de autos que debía salir al aire. ¡Mierda! ¿Qué más me faltaba? Llegué directo a mi oficina y la Srta. Wilson aún no llegaba entonces personalmente llamé a Isabel, la encargada de esta gestión, fui recio, no podía permitir una clase de error de esta magnitud. Al momento que se fue, salí para verificar a la secretaria, y si estaba ahí, ya había llegado. Debido a lo sulfurado que estaba, no pude evitar mi carácter, y fui como siempre – ¡Quiero que entre a mi oficina de inmediato! – le dije seco. Yo ingresé y ella vino detrás de mí, me quede de pie mirando en dirección a la enorme ventana viendo todo el resto de los edificios, tratando de calmarme para no gritarle tan fuerte, no quería que eso le influyera o le afectara de alguna manera. Aún no era momento de hablar sobre ello, estaba planeando decírselo más tarde debido a que por el momento solo era importante el trabajo. – Señor Stewart, buenos días, ¿dígame? – ella dijo, y yo a punto de darle mi reclamo del porqué no estuvo más atenta al informarme sobre todo esto. Sonó mi celular, contesto aún sin voltear, y mis piernas me tiemblan, la Srta. Wilson al parecer se dio cuenta de ello porque en pocos segundos, apareció sosteniéndome del brazo. – ¿Todo bien Señor Stewart? – yo gire mi cabeza aun con el celular en la oreja, y la fije desairado directamente a los ojos – Srta. Wilson… Mariana… – se me entrecortaba la voz y sale una lágrima sin poder aguantarlo – Mariana acaba de fallecer. [0:42, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 14: Extraña Sensación [Emily Wilson] Cuando entré a la oficina junto al Sr. Stewart, esperaba un gran regaño, ya estaba preparada para afrontarlo, cuando de repente me percato que mediante una llamada, él se comienza a desestabilizar, lo primero que pensé es que recibió una mala noticia, de inmediato me acerqué y lo sostuve, le pregunté que había sucedido y él viéndome a los ojos mientras salía increíblemente unas lágrimas, me dio una terrible noticia, Mariana había fallecido. Me sentí, muy mal, fue una noticia demasiado inesperada, me mantuve fuerte, al menos uno de los dos lo debía estar, cayeron también unas lágrimas de mi rostro al escucharlo, él se veía muy afectado mucho más que yo claramente, entonces de inmediato con impulso lo abracé. El Sr. Stewart hacía pequeños ruidos de sollozos, mientras yo me empinaba todo lo que podía para rodear su cuello y hombros, no dijo nada, pero era claro, ella fue muy importante para él. Luego de eso lo solté, nos incomodamos, me había dejado llevar, me disculpé y me fuí a traerle un vaso con agua algo nerviosa, mientras él se sentaba en su asiento, nuestro ambiente se tornó un poco extraño, y regresé a mi escritorio con el corazón un poco agitado por todas las emociones que sentía en ese instante. ... Debíamos seguir nuestro trabajo, el día de hoy tenía reuniones con algunos ejecutivos en la cual él no podía faltar, todo el tiempo estuve a su lado mientras fingía una sonrisa cuando yo sabía el dolor que sentía, yo también estaba triste, pero debíamos seguir. A las 5 de la tarde todo lo importante terminó, y después de haber llamado previamente al esposo de Mariana para darle las condolencias, me enteré de que había fallecido de un paro cardiaco, ella tenía pequeños fastidios desde hace unos meses, pero nunca les presto atención. Su problema al corazón se había agravado y ya no pudo soportar más. Luego de ello me puse a ordenar las cosas de su escritorio con mucha pena, no pude contener las lágrimas mientras lo hacía, cuando de repente, mi jefe salió de su oficina con el saco en mano y acercándose a mí, me dijo. – Srta. Wilson ¿quiere ir conmigo mañana temprano para el entierro de Mariana? – era la primera vez que me dirigía la palabra, todo el día solo estuvo hablando con los demás menos conmigo, yo le daba los puntos importantes de nuestro horario, y él solo asentía sin decir nada. – Sí, está bien, muchas gracias Sr. Stewart – respondí apenada limpiándome rápidamente mi rostro bañado. Pensé que ya se iba a ir, pero no me esperaba que… – Srta. Wilson la llevo a su casa, así el día de mañana sabré dónde vive y no demoraré en recogerla. – Si-si – respondí tartamudeando sorprendida, pero no me podía negar, estaba siendo gentil. Supongo que mañana recogeré mi auto, al final aquí es totalmente seguro, pensé dentro de mí. Él asintió y siguió caminando, yo cogí rápidamente mi cartera de la silla y lo seguí a paso veloz detrás de él. Llegamos a su BMW azul y me abrió la puerta del copiloto, yo me quede fría viéndolo, hace unos días él me mandaba a la parte de atrás, y ahora él mismo me abría la puerta y me invitaba entrar a su lado. Sacudí mi cabeza y subí diciéndole, “Gracias Sr. Stewart”. Me sentía un poco extraña de tanta amabilidad, pero supongo que debido a la tristeza está en un severo trance pasivo. Él encendió la radio, y comenzó a escuchar música clásica, me relajé por unos momentos, y no podía dejar de sentir nostalgia, a veces las personas se van en el tiempo menos esperado y dejan a su paso un vacío, así como me paso con mi amado Owen, trato de ser fuerte para no romper en llanto otra vez. Ella era una mujer muy linda y sonriente, y sobre todas las cosas demasiado comprensiva y paciente, eso lo sabe muy bien el Sr. Stewart, y definitivamente nos hará mucha falta, sale una lágrima nueva de mis ojos y me la limpio mirando nuestro recorrido por las calles. – Llegamos es aquí – nos estacionamos enfrente del edificio donde vivo, me desabrocho el cinturón y lo fijo para despedirme, él solo se mantiene mirando hacia el frente. – Sr. Stewart – él reacciona y voltea a verme, sin ninguna expresión. – muchas gracias, le agradezco que haya venido hasta aquí. – él asintió y me dijo. – Mañana la recojo a las 8 am, no trabajaremos y nos tomaremos el día – replicó y yo asentí, saliendo del auto. – Regrese con cuidado a casa. – Le dije asomándome por la ventana, él hizo un gesto de afirmación y se alejó. Yo tiré un enorme resoplido, todo fue muy raro, y me sentía un poco conmovida por el comportamiento del señor, debido a que por primera vez lo vi llorar y fue muy amable, nada comparado a ningún día. Me adentre a mi departamento y me cambie, cogí mi laptop para relajarme un rato revisando algunos correos, y encontré uno de Mariana del día de ayer en la noche. No había podido revisarlo, ya que todo el día estuvimos muy ocupados. Mi corazón se apretó y mis ojos se apañaron en un instante, lo abrí y leí todo, ella me explicaba detalladamente sobre los pendientes del Sr. Stewart, y me envió varios expedientes que solo tenía ella a su disposición, al final del mensaje me escribió lo siguiente, que me hizo intensificar mis lágrimas. “Mi querida Emily, sé que te has esforzado tanto para llegar en dónde estas, pero ya me siento muy mayor y algo cansada, no sé cuánto tiempo pueda durar, pero quería de decirte anticipadamente que renunciaré, y estoy segura de que mi cargo a la cual dediqué tantos años con pasión, estarán muy bien en tus manos, no le comentes nada al Sr. Stewart el día de mañana pienso hablar con él. Por último querida, quiero pedirte que cuides muy bien de nuestro jefe gruñón, vas a ver que mientras lo irás conociendo descubrirás que no es el tipo que todos piensan, tiene mal carácter sí, pero no es malo, lo conozco desde que tiene 20 años y el también una vez venía muy emocionado a trabajar como mi asistente, no sé porque te lo cuento, pero él comenzó así, vi su crecimiento y en el gran hombre exitoso en el que se convirtió. Él se volvió alguien muy especial para mí, así que perdónalo si alguna vez él te alza la voz, sé que algún día se dará cuenta de la mala actitud que ha tomado estos últimos años. Te agradezco mucho, que hayas prestado atención a cada cosa mínima que te enseñe, ha sido un honor haber trabajado contigo todo este tiempo. Te aprecio querida, de seguro en la mañana me asomo por allá, ya que pienso que me siento bien, ya le dije a mi esposo que no esperaré aquí como una enferma a mis resultados. Te quiero mucho, nos vemos, cuídate besos.” – Mariana… – digo entre sollozos – pobre mi Mariana... – me tiro encima de mi almohada llorando e inundo mi rostro pensando en todo lo que pasamos, hasta que me quede completamente dormida. … A la mañana siguiente me levanté muy temprano y me vestí, con un pantalón negro, una blusa suelta y recatada, y también mis tacos del mismo color de todo mi conjunto, escucho mi celular y era él mediante un mensaje diciéndome que se encontraba afuera. ........ [Oliver Stewart] Llego a mi departamento, y me tiro sin cambiarme sobre la cama el día de hoy, la noticia de Mariana me había dejado en un fuerte estado de shock, ella por varios años había sido mi mano derecha, y era difícil creer que hace unos días ella estaba aquí en la entrada de mi oficina con su enorme sonrisa, me sentí mal, cuando supe de la noticia en frente de la Srta. Wilson, ella me miro con esos ojos cristalinos, y por la conmoción ni siquiera me había dado cuenta de que caían pequeñas lágrimas también sobre mi rostro, ella al verme en pocos segundos me abrazo, y sentí una electricidad que me conforto de inmediato, lo peor de todo es que no entiendo cómo es que no la detuve cuando hizo eso, no le dije nada, pero debo admitirlo, me sentí bien. Después de ello estaba avergonzado, en años ninguna mujer me había visto en ese estado, ni mucho menos me habían tenido tan de cerca como para abrazarme, ninguna aparte de Mary. Me mantuve en silencio todo el día, preferí no dirigirle la palabra. Luego de haber finalizado nuestra jornada, decidí invitarla para ir juntos al entierro de Mariana, había decidió llevarla a casa pues después de lo que hizo por mí, quería comportarme agradable con ella. … Me levanto algo incrédulo aun del lugar a donde me dirigiré, me alisto con un traje completamente negro, y salgo en dirección a la casa de la señorita Wilson. ... Le aviso que ya llegué, y ella a los minutos sale completamente de negro, no es el momento, pero no puedo negar que se ve hermosa vestida de ese color, resalta su piel demasiado blanca, me le quedo mirando tan concentrado hasta que me doy cuenta de lo que estoy haciendo y remuevo mi cabeza. – Buenos días, Sr. Stewart – me dice en tanto entra al auto. – Buenos días. – Respondo. Mientras ella entra y se acomoda en el asiento de copiloto, ella tiene su celular en mano, pero de pronto se le cae, yo me agacho de inmediato sin percatarme que ella también lo hace rápidamente, ella llega primero a el y yo después de ello. Mi mano estaba sosteniendo la suya, nos fijamos los dos directamente a los ojos y no podía creer que sentí algo raro en el estómago, pero... ¿Qué significa esta extraña sensación?, me pregunté por dentro. [0:47, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 15: Un Total Tonto. “Desde el día de hoy asciendes de puesto y serás mi nueva secretaria Señorita Wilson” ___ [Emily Wilson] Él y yo nos estábamos mirando fijamente, mi corazón se empezó a acelerar al sentir su cálida mano. – ¡hip! ¡hip! – no podía creer que me diera hipo por los nervios. Él me soltó y ese rostro avergonzado y extraño que puso se transformó en una carcajada. Yo me avergoncé tapando mi boca con la mano, mientras él no dejaba de reír, sin embargo, me le quedé viendo a esa atractiva escena, era una grandiosa vista verlo de esa forma, no era inusual verlo reír con tantas ganas. – ¿Así que te da este tipo de cosas cuando te avergüenzas? – No, no es cierto... – respondí casi inentendible debido a la mano sobre mi boca aún. – Bueno, vámonos. – dijo, sonriendo y yo por dentro me moría de la pena. Tuvimos un viaje de una hora, hasta que llegamos al cementerio, todos estaban reunidos y ya iban a bajar el cajón de nuestra Mariana para enterrarla, saludamos a su esposo y a su hija y nos quedamos de pie mirando como iban llenando el agujero con ella dentro, de mi rostro caían lágrimas sin cesar, fije al Sr. Stewart y se mantenía firme sin ninguna expresión. ¿No va a llorar? Me pregunté por dentro, parecía que se contenía, pero no lo hacía, seguramente no le gusta que lo vean de esa forma, pero yo… yo ya lo vi, y fue una experiencia algo extraña, al final de cuentas él también es humano. Terminó el entierro y todos se fueron al salón a beber un poco de café, el Sr. Stewart es el único que se quedó aun mirando el montículo de tierra que cubría a Mariana, yo me quedé a su lado, ahora éramos solo nosotros dos, e increíblemente su rostro se comenzó a bañar. Sabía que se estaba conteniendo, lo sabía, por alguna razón verlo de esa forma se me encogió el corazón. – Mariana… – hablo al improviso – ella fue como una madre… – exclamó. Yo me le quede viendo, estaba dispuesta a escucharlo. – La mujer que todos piensan que es mi madre es mi madrastra – no sabía que decir ante aquellas declaraciones – yo soy el primer hijo de una amante y desde que nací, traje desgracia a mi familia, y comenzó con la muerte de mi madre, ella falleció desde que me dio a luz. Mariana sabía todo aquello, ella me conoce desde muy joven, ella fue la única que me trató como un hijo, siempre me animaba para afrontar toda la fachada que sucedía en casa. Mientras estuve en proceso de aprender sobre la empresa, ella me enseño muchas cosas, siempre fue muy cariñosa, y yo también era amable con ella, hasta que un día cambié mi forma de ser, ella aun así me aguantaba y me mantuvo a mi lado. Me arrepiento… me arrepiento tan solo haberle alzado la voz… ahora… ahora ella ya no está aquí, me debe haber odiado hasta el final. – Sr. Stewart – yo no podía con todo ello, se me destrozaba el corazón, era como que me estuviera compartiendo su dolor y lo sentía, lo sentía muy dentro de mí. – no diga esas cosas, usted no ha traído desgracia a nadie, y Mariana lo quería mucho, me lo aclaró muchas veces – el volteó a verme con esos ojos azules cristalinos, quería abrazarlo otra vez, pero me contuve – espere, tengo que mostrarle algo, en donde verá que ella jamás se sintió mal con usted. – me acordé del mensaje que ella me dejo. Saqué mi celular y revise el correo de ella, y cuando lo encontré, le di el celular, él lo comenzó a leer y sus lágrimas se incrementaron. – ¿Ella te pidió todo esto? – Si – respondí con mi vos temblorosa. – Ella… ella fue muy considerada, en pensar en mí hasta el final, quiso venir a verme, pero no lo logro, Mariana… ¿Por qué te fuiste así? – exclamaba entre sollozos. – Sr. Stewart – exclamé y ya no me contuve más y por segunda vez lo abracé, me sentí bien, sentía que lo protegía con tan solo un abrazo, esta vez él me correspondió, también me abrazo, y sentí algo muy extraño recorrer por todo mi cuerpo. ........ [Oliver Stewart] No me contuve y me desahogué por alguna razón con ella, ella me hacía sentir cómodo, cuando de repente me abraza por segunda vez. No me lo esperaba, me quedé completamente estupefacto, pero lo sentí tan bien, que sin darme cuenta me aferré con todas mis fuerzas y ya me encontraba abrazándola, mi mente se puso en blanco, cerré los ojos por unos segundos y cuando los abrí, me percato de lo que estábamos haciendo, me desprendí de ella, no lo puedo negar… por alguna razón yo me sentía más calmado. – Es hora de irnos – le dije sin poder verla a su rostro, me sentía nervioso. Entonces caminé, sin esperarla. Nos despedimos de la familia y nos fuimos del lugar, era medio día. – Señorita Wilson… – ¿Sí? Disculpé, ¿Si, señor Stewart? – yo sonreí. – Podemos dejar tanto formalismo, llámame Sr. Oliver de ahora en adelante – ella parece sorprendida, y no lo comprende. – Quiero invitarte a almorzar ¿Estás de acuerdo? Quiero conversar unos asuntos contigo. – Sí – responde muy extrañada. – está bien, acepto, vamos Sr. Oliver – pronuncia mi nombre sonrojándose. Nos dirigimos a unos de mis restaurantes favoritos, 5 tenedores, quería ascenderla, sé que no podríamos celebrar, pero Mariana estaría contenta de que le diga lo antes posible esta noticia, entonces pienso decírselo, aunque seguramente ya se lo imaginará. Llegamos al restaurante y nos adentramos, hicimos el pedido, y nos quedamos en silencio por unos segundos. Sinceramente no sabía de que hablar, ella lucia tan incómoda como yo. ¿Qué tipo de cosas se habla con alguna amiga? ¿Espera, la considero ya una amiga? NO.NO.NO, sacudo mi cabeza y ella se da cuenta, carajo, ¿Qué me sucede? Parezco un total tonto. Ella sonríe y no comprendo. – Sr. Oliver y… ¿Cuénteme como le ha ido esta semana? – ¿Respecto a qué? – me muestro frío, pero no quiero relucir así, simplemente no puedo evitarlo, pero ella no se intimida solo sonríe mucho más. – Haber le cuento el mío primero, salí con una amiga, a ver vestidos de novias, porque ella pronto se casará, está muy emocionada, y luego fuimos… – me comenzó a contar cosas graciosas que no pude evitar sonreír, trataba de evitarlo, pero era irresistible, ella era interesante y me gustaba ver esos gestos graciosos cuando contaba lo que le sucedía muy expresiva con sus manos. – bueno creo que hablé demasiado, eso fue todo lo que hice ¿y usted? – Bueno – me apoye en la mesa con las manos entrelazadas como si diese una conferencia – me levantaba...salía hacia el trabajo... luego tornaba a casa a leer la revista del día con mi taza de café y para luego ir a dormir, al día siguiente me levantaba… – Alto… por alguna razón siento que va a decir lo mismo repetidas veces – ella comienza a reírse y no entendía claramente lo que trataba de decir, simplemente le estaba contando lo que exactamente hacía. – y tampoco es una conferencia Sr. Stewart – ella parecía muy divertida y me estaba hablando informal, debería molestarme, pero no era el caso. – Entonces… – estaba por seguir hablando cuando una voz nos interrumpió. – ¿Oliver? ¿Emily? – Larry… – ella, dijo su nombre, él se mostraba un poco molesto, yo fruncí la seño eso no me gustó. – Larry ¿Qué haces por aquí? – le pregunté. – Vine con unos socios, pero… – se expresaba confundido debido a lo que habíamos hablado hace unos días, imagino que ya se dió cuenta de que aún no le dije nada, en sí pienso que por ahora no es el momento, es algo que debo pensar como decírselo delicadamente. – Larry – la Srta. Wilson habla algo apenada y no entiendo por qué – perdóname por de ayer que lo plante, ¿podemos hablar luego?, prometo que le explicaré – dijo y yo fulmine a Larry, ¿Qué significaba eso?, él me miró, pero en vez de intimidarse tomó valor. – Sí, Emily, no te preocupes me imaginé que sucedió algo, podemos posponerlo para otro día. – ¿Posponer qué? – Bueno… – ella estaba por decirme y él la interrumpe. – No tienes por qué decírselo Emily – lo dijo como declarándome la guerra. Yo me enojé y me levanté de la mesa. –Pues sí tiene – alce la ceja y dije altivo – porque “desde el día de hoy asciendes de puesto y serás mi nueva secretaria Señorita Wilson” y no permitiré que me ocultes ninguna cosa. – exclamé muy serio, extrañamente a punto de explotar. [1:11, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 16: Embarazo confirmado. [Emily Wilson] Después de todo la triste mañana que tuvimos, estaba tratando de sociabilizar con el Sr. Stewart mientras estábamos en el restaurante, era muy gracioso, se notaba que no tenía este tipo de conversaciones amicales con alguna mujer en años, ¿Es así como a vivido todo este tiempo? pero no puedo negar que se veía en él muy lindo ese comportamiento. Luego de un rato, la voz de Larry me dejó helada ¡Rayos! Me había olvidado que ayer debíamos salir, de seguro estuvo esperando mi llamada, lo miré con mis ojazos bien abiertos, ellos comenzaron a hablar y yo me disculpé de la nada, creo que no debía hacerlo pero los nervios me ganaron y el Sr. Stewart luego de eso, comenzó actuar extraño. Él se levantó y dio el anuncio de que me ascendía. –…desde el día de hoy asciendes de puesto y serás mi nueva secretaria Señorita Wilson, y no permitiré que me ocultes ninguna cosa.– exclamó muy serio viéndome a los ojos desde su posición de pie. Yo me intimide de inmediato, ¿eso era un momento de estar contenta? o debía preocuparme porque ¿era una amenaza? –Señor… –¿Qué haces Oliver? – Larry fulminaba a mi jefe, no comprendía nada, ¿acaso se pelearon? –Perdonen ¿pueden tomar al menos asiento? todos los de nuestro alrededor nos miran– hablé bajo para que ellos solamente me escucharán – ellos me miraron y el Sr. Stewart se dirigió a él. –Vamos a hablar unos minutos afuera–dijo tajante. –Después de tí– Larry le señaló la salida con sarcasmo y ellos salieron como dos personas con el diablo encima. Larry Grant] –¿Qué significa todo esto Oliver?¿Cómo está todo normal entre ustedes? Habíamos quedado en una cosa. –Simplemente creo que no es el momento Larry. –¿Cómo que no es el momento?– me movía de un lado a otro exaltado– ¡Debes decírselo! ¡Estás jugando sucio! Aparte de ello–me acercó a su rostro– ¿Te crees su dueño? ¡No te equivoques Oliver! Ella puede ser mi amiga y no me gusta que te involucres, iba actuar cabizbajo pero después de la reacción que ví en ti, no me podía quedar callado. –¡Mira idiota!– me sostuvo del pecho de mi camisa– al final fuiste tú quién nos metió en esto, ella será la madre de mi hijo y no permitiré que te le acerques con otras intenciones. – ¿Y si deseo hacerlo Oliver? La conozco más tiempo que tú, y sí, me interesa, no como las otras, me interesa de una forma especial.–le respondí desafiante mientras él contenía su irá frunciendo el ceño con fuerza como queriéndome dar un puño, solo estaba esperando que lo haga para yo también hacer lo mismo. – No seguiré con esto–me soltó– de ahora en adelante yo me haré cargo de como decírselo, así que mantente distante– se expresó amenazante mientras se iba. – ¿me estás amenazando?–le grité. Y no me dijo nada, solo ingresó. ¿Carajo que tiene en mente? Al final los dos estamos en desventaja con ella, cuando ella se entere nos odiara, no entiendo su actitud, él nunca había actuado así, será que… NO,NO… no puede ser. Simplemente pienso que está actuando posesivo como lo ha hecho siempre, pero no permitiré que acorrale a Emily como si fuera de su propiedad, yo la seguiré acompañando en su proceso quiera o no quiera, y me mantendré a su lado. ......... Oliver Stewart] Toda esta situación me estaba enloqueciendo, me contuve de no golpearlo, no tenía sentido, estaba cansado de todo. No entiendo por qué estoy actuando agresivamente con él, pero no quiero que juegue con ella, además será la madre de mi hijo, ¿como podría permitir que sucediera algo entre ellos? De algo estoy seguro espero se me ocurra algo rápidamente para decirle la verdad, esperaré el momento indicado. Me acomodo la chaqueta y mi cabello mientras me acerco a nuestra mesa. –Sr. Stewart ¿todo bien? – ella se levanta asustada. –Si, no te preocupes y ya te dije llámame Oliver– tomé asiento. Evité hablar del tema, y terminamos nuestro almuerzo, me ofrecí llevarla a casa y cuando habíamos llegado ya a su edificio. – Sé que no es un momento adecuado– ella me escuchaba mientras se desabrochaba– pero felicidades espero que hagamos juntos un buen trabajo. – Sí Señor– yo le alcé la ceja–Oliver…– dijo nerviosa y yo sonreí a su gesto. Estaba saliendo del auto, cerró la puerta y se apoyo en la ventana sorprendiéndome– Sr. Oliver usted también me puede decir por mi nombre, soy Emily si en caso no se lo recuerde– yo asentí sonriéndole y le dije. – Bien Emily, nos vemos mañana temprano. .......... [Emily Wilson] Después de aquella tarde, llamé a Larry disculpándome y explicándole toda la situación, también le dije que esperaba que se reconcilie con Oliver, (me sonrojo tan sólo mencionar su nombre) y él algo desconcertado respondió “esta bien”. Habíamos coordinado nuestra salida para otro día, y una semana después lo cumplimos, acepté sus disculpas y pasamos una grandiosa velada en un restaurante frente al mar al cuál me llevo. Definitivamente era un hombre muy encantador, y era con el único con quién podía conversar sobre mi embarazo, me gustaba mucho su compañía y su amistad, nos mensajeábamos como adolecentes casi todo el día, siempre paraba al tanto de mi salud, decía que era el trabajo de todo doctor estar siempre atento. …………………. Un mes después… Llego corriendo a la oficina, hoy me quedé dormida, no sentí la alarma, últimamente a pesar que duermo temprano quiero dormir mucho más. Hace una semana y media, con dos ecografías en la clínica y varias revisiones, confirmé mi embarazo, fui la mujer más feliz del mundo y lo compartí al lado de Larry y mi mejor amiga Ruth, que son los únicos que saben sobre esto. Él me sorprendió hasta las lágrimas al regalarme unos enormes globos que decían “Felicidades, Nueva Mamá” acompañado de un ramo de rosas blancas, debido que no sabíamos aún que sexo sería mi bebé. Durante este tiempo no he sentido nada aún, todo está normal en mí, y Larry dice que no hay problema, a algunas mamás les sucede así, no tienen síntomas, por ende no debía preocuparme. Guardo las llaves del auto en mi cartera, lo lanzo a mi asiento del escritorio y entro a la oficina del Sr. Oliver, que por cierto todo este tiempo a sido muy amable, ya no se exalta como antes. Realmente pasamos mucho tiempo juntos últimamente, en reuniones y también ya fuimos a dos viajes cortos de pocas horas. Es muy entretenido ser su secretaria, es un hombre muy sabio y estoy aprendiendo demasiado, a veces cuando está de mal humor lo único que hace es evitarme, no me dice nada o sale golpeando la puerta. Parece que se contiene de no gritarme, eso me conmueve mucho, nos hemos vuelto digamos como ¿Amigos? Solemos hablar más cosas que no son de trabajo. Una graciosa anécdota fue que le recomendé algunas películas y series para que se relaje, y al menos sepa cómo sociabilizar, de hecho fueron muchas románticas para que habra de su corazón, pero el no sabía, me río cuál cara pondría a esas escenas, estoy 100% que las vió porque incluso me mandaba fotos de las imágenes en la enorme pantalla de su casa que por cierto no sabía si era su sala o un cine. En fin, todo iba bien y estaba contenta de que, no haya ninguna complicación conmigo en todos los aspectos. – Buenos días Oliver – él miraba con las manos en sus bolsillos como siempre hacía la enorme ventana, apareciendo el resto de edificios. – Buenos días Emily – respondió volteándome a ver. Y yo con mi enorme sonrisa me comencé a acercar para darle su café pero de pronto en segundos todo se me comenzó a nublar, “Emily” “Emily” escuchaba por al fondo, hasta que todo sólo se volvió en un gran manto negro. … Abro mis ojos y siento que alguien presiona mi mano, me muevo un poco ya que siento mi cuerpo adormecido y volteo a mi derecha. Oliver y yo nos quedamos mirando fijamente, él estaba sosteniendo mi mano y de inmediato me sonrojé. – Estaba preocupado– exclamó con su gruesa voz. Me quedé con los ojos bien abiertos hasta que... –¡EMILY!–miré hacia la puerta, fijando a Larry todo sudoroso de haber corrido al parecer, Oliver volteo con un rostro enojado y junto con ello se me detuvo el corazón. [1:14, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 17: La Verdad a la Luz [Oliver Stewart] Sonrío a su agradable voz por la mañana, y volteo sonriente. Ella venía con todos lo ánimos como generalmente lo está, me le quedo viendo complacido de su presencia, pero de pronto me doy cuenta que algo no está yendo bien, ella con el café en mano comienza a tambalearse, yo me asusto y saco las manos de los bolsillos para aproximarme a ella, pero es demasiado tarde. Emily está en suelo, alrededor del café derramado sobre ella. Mi primera reacción fue acercarme y llamarla por su nombre para que reaccionara, pero no lo hacía, parecía que se había sumergido en un profundo sueño, entonces se inmediato la cargué y me dirigí aproximadamente por toda la empresa hasta llegar a mi auto. La recosté en el asiento de atrás y no sabía que hacer, estaba preocupado por ella y por mi hijo. Sí, mi hijo, ya sé que es confirmado su embarazo, estuve siguiendo cada paso que ella daba. Aunque Larry no me da algún tipo de noticias, Oliver Stewart sabe todo. Sé que siguen siendo amigos y también que suelen verse mucho, eso me molesta por alguna razón pero debo disimular que no sé nada. Todos estos meses trabajando con ella han sido buenos y cómodos, es increíble lo fabulosa que puede ser esta mujer, lo admito, tiene muchos dones y es muy inteligente, no era la persona que pensé que era en un principio, simplemente resultó ser más de lo que esperaba, y me alegra porque referido a nuestro trabajo nada ha ido mal. Realmente, aún no me siento del todo bien al seguir fingiendo que no se nada al respecto, tengo curiosidad y quiero saber cómo lo está afrontando, pero debo callar. Tengo claro que nada acabará bien si sigo manteniendo esto en secreto, sigo callado y no sé la razón ¿Acaso tengo miedo a su enojo? No lo sé… de vez en cuando no comprendo nada de las cosas que se me vienen a la cabeza. … Llegamos al Hospital de Larry, sí, decidí traerla aquí porque sé que desde un comienzo ella se ha estado tratando específicamente en este lugar, quiero la mejor atención y reconozco que la clínica lo da. No me importa si se cruza el idiota de Larry, pero yo estoy aquí a su lado y nadie me moverá. ......... [Larry Grant] Salgo de una cita en mi consultorio y me dirijo a los baños para refrescarme, el día de hoy estamos en 37° y a pesar que tenemos el aire acondicionado encendido es insoportable aguantar tremendo calor detrás de esta bata. Mis días han estado bien, mi relación amical con Emily a estado cada vez mejor. Sin embargo, estoy seguro que esto durará poco, estoy preparado para lo que tenga que venir, sé que no será fácil pero trataré de dar lo mejor de mí para obtener su perdón, según lo que ella me comentó, es que se lleva muy bien con Oliver, me sorprende mucho el cambio que tiene con ella, no lo comprendo, él nunca a permitido que ninguna mujer coja confianza con él ¿Entonces por qué? Seco mi rostro tratando de borrar raros pensamientos, cuando de pronto me encuentro con Carolina, una de mis enfermeras por la cuál me dice que han traído como paciente a la Srta. Wilson. Me sorprendí y antes de seguir escuchándola me adelanté preguntándole dónde se encontraba. Entonces corrí de inmediato a la habitación que me indicó ella, y llegando a la puerta muy agitado la abrí gritando “¡Emily!” pero me sorprendo viendo a Oliver cogiendo su mano y ella fijándolo atentamente para luego después fijarme. Eso me incómodo, pero ignore toda la escena, ella se soltó de él rápido y yo me acerqué. – ¿Estás bien Emily? – Sí… – me respondió, mientras Oliver me miraba fríamente. Yo acaricié su cabeza, y le dije. – Te revisaré– abrí sus ojos con la yema de mis dedos observando sus pupilas, desprendí mi estetoscopio de mi cuello y a punto de asomarlo a su pecho, la mano de Oliver me detuvo. – Ya fue suficiente – me miró irritado. – ¿Qué te sucede? – le dije con mi voz gruesa.– ¿Acaso no vez que soy su doctor? – Su doctor a cargo es otra persona en este momento, así que alejate – me advirtió serio. – Por favor… no comiencen – nos reprendía Emily apenas, cuando de repente... –Señor Stewart– vino Eva una nueva doctora del hospital, que al parecer estaba encargada de ella, pero al darse cuenta de la incómoda situación, exclamó– Doctor Larry, no sabía que se encontraba aquí. Perdón, no quiero ser imprudente, solamente venía a dar los resultados de los análisis de la señorita Wilson. – Adelante prosigue – le indique con las manos, invitándola a qué me dé los expedientes que sostenía. – Todo está bien en ella, su embarazo está fuera de peligro esto es normal, Señor Stewart – ella se dirigió a él como si fuera el padre. Pero de inmediato me di cuenta, de lo que acababa de declarar a alta voces delante de ellos dos. Volteé a verlos, al instante y ellos se encontraban mirando tan sorprendidos el uno con el otro. [1:15, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 18: La Verdad de Solo una Parte [Emily Wilson] ¿Qué estaba sucediendo? No lo entendía, ¿Por qué la enfermera lo trató como el padre de mi hijo? Yo estaba estupefacta mirando a Oliver y él también estaba sorprendido al parecer, no comprendía nada. – Emily… – exclamó él, y rápidamente entendí con su expresión que él ya sabía lo de mi situación, pero ¿por qué esa expresión? – Lo lamento – me adelanté a qué él diga algo– perdóneme por no habérselo dicho antes. – No es eso… – ¡Oliver!– exclamó Larry. No comprendía sus raros comportamientos, me dolía la cabeza como para seguir con sus cosas. – Larry…– me dirigí a él mirándolo – ¿Puedes dejarnos solos por favor? – Emily… – dijo mi nombre algo en desacuerdo con mi decisión. – Por favor…– pestañee los ojos implorando a que me haga caso. Él asintió y nos dejó solos. – Emily… – No diga nada por favor, intuyo que de seguro previamente la doctora ya le dijo sobre mi embarazo. – Sí, pero… – Entonces creo– tiré un resoplido– que lo confundió con el padre de mi hijo – él se quedó helado.– perdóneme de verdad, no habérselo dicho, pero era un asunto muy complicado de explicar, debido a que no tengo un esposo o pareja. – vi su rostro como se tornaba algo incómodo de lo que le decía– Sr. Oliver todos estos días nos hemos llevado muy bien y no quiero tenerle más secretos, yo conocí al señor Larry debido a que él fue el doctor que controló una Inseminación artificial, la cuál yo solicite anónimamente– no sabría explicar la expresión que tenía en estos momentos, pero decidí proceder y sincerarme – es claro que no sabe varias cosas de mí, y la verdad es que no he tenido una vida muy fácil, por ello a esta edad quise convertirme en ser madre, lo sé, fue una locura, pero pienso que no necesito de un hombre para tener mi propia familia, es difícil de explicar la verdad Sr. Oliver, no quiero que piense que soy una feminista o algo por el estilo. – No… te comprendo perfectamente – me sorprendió su respuesta, es como que si él, entendiera ese sentimiento en serio. – Sr. Oliver… – Está bien olvídalo… tranquila, entiendo todo y no tienes por qué darme más explicaciones, al menos sabemos que estás bien y que el bebé en tu vientre también lo está. – Agradezco su comprensión, y sí, gracias a Dios estamos bien, es algo normal y me siento aliviada, sinceramente ya había pensado que nunca tendría ningún tipo de síntomas y ya me estaba preocupando. – ¿Entonces estás feliz de desmayarte? – reímos juntos. – Si, un poco – exclamé, mientras lo miraba apenada – Gracias Sr. Oliver, imagino que habrá estado sorprendido al ver que me sucedió esto. – Tengo que admitir– se cogió de la nuca algo avergonzado– que nunca se ha desmayado una mujer en mi presencia. – ¿En serio? – Sí, me impaciente al verla en ese estado – dijo y nos invadió un silencio, y todo mi rostro sintió el calor, el calor de la vergüenza.– ehh… sonó extraño lo sé, pero es verdad – evadía mi rostro apenado por lo que decía. – Lo siento… – baje la mirada y de pronto en el silencio, se sintió el sonido de mi estómago como un estruendo. Yo cogí mi estómago con mis dos manos, impactada, él y yo iniciamos otra carcajada otra vez. – Bueno supongo que podemos irnos – fijó el reloj de su mano– es medio día, pero no importa, podemos ir a almorzar temprano. – ¿Tanto dormí? – el sonrió asintiendo. – ay… esto es un poco complicado – tiro un suspiro. – Debe tener más cuidado por favor, siga las instrucciones de como cuidarse a la perfección– yo sonreí. – Sí, claro que sí, Larry siempre está pendiente de mi cuidado y me recomienda a la perfección las Vitaminas– él hizo un gesto incómodo– pero que por mi tonta cabeza en estos últimos días olvidé tomar por los ajetreos que hemos tenido en la empresa. – Por favor, dígame si en caso algo es demasiado para usted. – No Sr. Oliver, todo está bien solo fue mi irresponsabilidad y descuido, seré más cuidadosa. – Bien… – Bueno vámonos, no me gustan las camillas. – me alcé de la cama me puse mis tacos y salimos de la puerta, sabía que después Larry me preguntaría, sobre lo que sucedió. Tenía permitido ya irme, me habían dado de alta, entonces mientras nos íbamos conversando recorriendo los pasillos de la Clínica, una voz conocida que no escuchaba desde mis 25 años se hizo relucir. – ¿Emily? – no… no creo que sea él, replicaba dentro de mí cerrando los ojos, al detenerme ni bien lo escuché. –¿Emily eres tú? – el primero en voltear fue Oliver, y yo seguí después de ello. – Lo sabía – David, mi ex novio se acercaba hacia nosotros, no sabía que hacía aquí, se suponía que ya estaba establecido con su esposa en Francia. – años que no te veo, bella sonrisa– me dijo, y de frente se acercó a abrazarme, yo me invadí de cólera a su frescura. – Hola, David – exclamé desprendiéndome de inmediato de él. Fijé a Oliver y él alzaba la ceja, observando de mala forma a David. – si muchos años… – dije con sarcasmo – te presento a mi jefe, Oliver Stewart. – Él se acercó para estrechar su mano. – Es un placer, he oído mucho de usted– Oliver le arrastró con la mirada ignorándolo y dándose media vuelta. – Te espero en el auto Emily – dijo tajante y se fue. Yo me quedé tonta a su actitud. [1:19, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 19: Obsesión – Se nota que es un tipo nada agradable – exclamó David metiendo la mano extendida al bolsillo de su bata. – ¿Cómo has estado estos años? – me sonrió, como si nada. – Bien – traté de ser convincente. – Me alegra, sonrisitas– así antes me decía de cariño en nuestro noviazgo. – No me digas así, me incomoda– fui sincera. – ¿Y ese carácter? ¿Estás enojada por algo? – ¡Tss! Todavía se atreve a preguntar, ya no me duele, pero es fastidioso su absurda forma de actuar como si hubiéramos quedado muy bien. – No, solo me duele la cabeza y estoy algo fuera de lugar– respondí. – Te sigues viendo tan hermosa como siempre– puso esa expresión seductora que siempre hacía que me derritiera ante él, pero ahora era otro tiempo.– los años te han asentado muy bien– tocó mi barbilla y yo moví mi rostro para zafarme de ella. – No me toques – le dije sería. – ¿Aún sigues enojada conmigo? Fui transferido hace dos días y ¿por qué crees que decidí regresar aquí? – yo alcé la ceja en modo de fastidio. – por ti… quería volverte a ver y te iba a buscar, pero nuestro encuentro fue menos de lo esperado y en el lugar que jamás me imaginé volver a verte. – No digas cosas a la ligera, David, los años han pasado, no me vengas con tonterías por favor, ten respeto al menos a tu esposa. – Emily, me divorcié hace un año, y después de tanto meditarlo creo que nunca te olvidé. – Basta de tonterías… – dije dándome media vuelta e ignorándolo. – Lo digo en serio, Emily no me rendiré, apareceré delante de ti hasta que te canses y me aceptes otra vez de nuevo en tu vida…– vociferaba mientras me alejaba enojada a su frescura. Salí de la clínica y me dirigí al auto de mi jefe que se encontraba en la entrada, él me vio, se puso sus anteojos negros y salió para abrirme la puerta de inmediato. Al verlo caminar tan elegantemente acomodando su saco de esa forma tan varonil, no sé que me causa, definitivamente es un hombre muy apuesto, tan solo pensar que trabajo para un tipo así, hasta el mal humor se me acaba de pasar en este momento. – Gracias – dije – está muy atento el día de hoy – lo fijé sonriendo. – Simplemente quiero que se sienta cómoda – exclamó. Nos fuimos a almorzar, y mientras lo hacíamos tocamos el tema, le expliqué y por primera vez me abrí a él contándole quién era David y toda la historia que tuvimos en nuestra relación, le conté que se casó con alguien más en Francia al poco tiempo de terminar y toda la penuria que me hizo pasar. Bueno ahora que lo pienso, tener una relación a distancia no funcionaría de todos modos, él era un hombre muy candente así que de seguro con la primera que se le cruzó se habrá metido, o que habrá sucedido, no lo sé, la verdad, pero ¿será cierto que se divorció? O ¿solo estaba jugando conmigo?. En fin, es así que él supo la relación entre él y yo, ahora Oliver y yo nos habíamos vuelto a un paso más cercano ¿Algún día él me contará lo que le sucedió, para volverse un hombre desagradable con las mujeres?. Él aún no ha cambiado, me percaté que con la única con quién se comporta cortés, es conmigo, en cambio con las demás empleadas o personas femeninas que le rodean, es la persona a quién yo conocí en mis primeros días, con ellas es el horrible OGRO. Después de haber tenido una tarde agradable, me dio el permiso de descansar, me dejó en casa y por ese día reposé. … En los días siguientes hablé con Larry explicándole la situación, él no dijo nada y dijo que respetaba la decisión que había tomado al contarle la verdad, nuestro trato entre él y yo seguía siendo el mismo, solamente que sí, me dio la resondrada de mi vida por mi descuido. Mi trabajo fue procediendo como lo habitual asistíamos a reuniones generales, conferencias, etc. Pero no todo fue tranquilo, no sé cómo David, tuvo el valor de venir varias veces invitándome a salir a la salida de mi trabajo, siempre le decía que no, pero con su clara sonrisa e insistencia, decía que lo enojona ya se me pasará. Ya estaba comenzando a frustrarme. El día de hoy, fue muy cansado para mí y ya me iba a ir a casa, solo esperaba que David no aparezca otra vez, ya fueron como tres veces que lo hizo en distintos días. Eran las 5 de la tarde y me despedí primero del Sr. Oliver. Iba con mi trayecto tranquilamente hasta que al salir en la entrada del edificio, alguien me sostiene del brazo. – David ¿otra vez aquí? – él estaba enojado, debido a que no sé cómo al conseguir mi número de celular, me llamaba seguidamente y yo lo evitaba. – ¿Vas a seguir tratándome así? Ya fue suficiente, Emily, sé lo que hice, me equivoqué, pero estoy dispuesto a remediar mi error, regresa conmigo por favor. – Suéltame David ¿Estás obsesionado conmigo? Lo nuestro se acabó hace tiempo ¿No lo entiendes? – No, no es cierto.– exclamó abrazándome. – ¡SUÉLTAME David!– le dije entre dientes tratando de zafarme de su brazo, pero me sostenía muy fuerte que no podía. – No lo haré. – ¡SUÉLTALA! – esa vos… – ¿Eres sordo o qué? – Oliver lo empujo haciendo que se desprenda de mí. –¡NO TE LE VUELVAS A ACERCAR! – se expresó amenazante. – ¿Por qué lo haría? Usted es solo su jefe y no debería estar metiéndose en problemas de pareja. – él alzó la ceja irritado y dijo. – ¿Pareja? ¿Ustedes? ¡Ja! Deja de inventarte cosas que no son… – Oliver basta… – dije por qué se estaba poniendo fea la situación. – ¡TE PEDIRÉ POR ÚLTIMA VEZ, QUE TE ALEJES DE ELLA! – exclamó de forma maliciosa. – No, para mí eres un desconocido y no tienes nada que ver con ella. – Tengo que ver mucho. – dijo seguro. – ¿¡PORQUÉ!? – Por qué ella está embarazada, y yo soy el padre de su hijo – replicó altanero y yo me quedé estupefacta, pero eso no era todo para quedarme con las ganas de salir corriendo. – ¡OLIVER! – Una tercera voz iracunda se mostró en el lugar, nosotros volteamos y era una persona mayor muy bien vestido en terno con dos hombres de negros, uno a cada lado. – Padre… – dijo Oliver desconcertado, yo abrí mis ojos como platos y lo miré mientras él miraba a su padre tan sorpresivo. – ¿Es verdad, lo que acabas de decir? – el señor se acercaba con sus ojos impregnados en mí. [1:21, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 20: Presencia Inesperada [Larry Grant] Todo este tiempo para mí ha sido difícil, ¿por qué Emily tiene que actuar así? Pero en realidad esa no debería ser mi pregunta, no tiene sentido, lo que me debería preguntar es ¿porqué YO estoy actuando de esta manera?. Hablé con ella y me comentó que le dijo la verdad que Oliver supuestamente no sabía, en cambio yo esperaba que él debido a como reaccionó aquel día, le dijera la verdad, pero se quedó callado otra vez. ¡Maldición! No lo entiendo, ¿Qué tiene en mente? Tuve que irme de viaje a una convención por unas semanas, y recién hoy estoy llegando, la extrañé mucho, muero por verla, gracias a Dios no se ha vuelto a desmayar, siendo sincero conmigo mismo, no quiero pensar más en lo que pasará en el futuro y solo me centraré en el presente con ella. Cojo mi maleta y salgo del avión cuando de repente cuando caminaba por las instalaciones del aeropuerto, una mujer me sostiene del brazo. – ¡Larry! – yo volteo y era ella… era Mary. – ¿Mary? – me sonrió enormemente. – Hola – me soltó - ¿Cómo has estado todos estos años? – Bien... – le respondí desconcertado. – ¿No estabas viviendo en Alemania? – esto no estaba bien, para Oliver esto no va a estar nada bien, me decía dentro de mí mientras tragaba saliva. – Sí, pero acabo de regresar – se pone los lentes negros – me vengo a establecer aquí, así que tendré tiempo de encontrarme con ustedes como los viejos tiempos, otra vez chicos. – Dudo mucho que Oliver quiera eso. – Ella sonrió irónicamente. – Larry ¿Sabes quién soy yo? No podrá decirme que no. – ¿Y tu esposo? – quise ser sarcástico y atacarla por lo bajo. – Así que estás un poco a la defensiva. – Yo sonreí malicioso. – Amigo Larry – entrelazo mi brazo y me hizo avanzar al compás de ella. – Me separé de él hace tres meses. – ¿En serio? – me detuve y la miré de lado sorprendido. – Si – asintió con la cabeza – todo fue un desastre, él me fue infiel innumerable de veces, yo sospechaba, pero nunca pude concretarlo, él era muy cuidadoso, hasta que hace tres meses como te dije, realmente salí de mis dudas, se acotaba con una chica mucho menor que yo, era su amante por varios años, y yo como estúpida…– se detuvo y se sacó los lentes mientras yo estaba sin creer todo lo que me contaba. – me di cuenta, al fin, del gran error que había cometido al dejar– sus ojos se apañaban – al hombre de mi vida, por alguien como él. [Oliver Stewart] Los días pasaron después de ese incidente. Aquel día realmente estaba dispuesto a decirle la verdad de una vez por todas, pero no lo pude hacer debido a que ella se me adelanto con sus suposiciones, algo dentro de mí me decía que estaba haciendo mal al quedarme callado, pero no me pude contener, no sé qué me pasó. Estuvimos bien estos días en todos los aspectos, pero, me di cuenta de que aquel tipo, SU EX, apareció unas cuantas veces después del trabajo, me fastidiaba su insistencia, ellos ya habían acabado, sin embargo, no me podía involucrar era claro que no tenía nada que ver conmigo. Le dije que si el tipo la seguía molestando podía interceder y no quiso, entonces le dije que le ponga una denuncia, pero me comentó segura de sí misma que tenía todo bajo control. En fin, no podía hacer nada más fuera de ello, con tal que no le suceda nada a mi hijo está bien, su vida personal no me incumbe. Ella tiene casi dos meses, pero aún no se le nota, ¿es así de lento este proceso?, pero no puedo negar que me siento emocionado, sin embargo, hay algo que me ronda en la mente, ¿Cómo haré para llegar a un acuerdo con ella? Aún me siento muy nervioso de lo que pueda pasar cuando se sepa la verdad. … Hoy se despidió temprano, quería invitarle a cenar, pero mejor me callé seguramente tendría algo importante que hacer, alisto mi maletín y salgo de mi oficina. Paso por el escritorio de Emily y veo que se olvidó la llave de su auto. – Esa tonta ¿Y cómo piensa manejar? – sonreí agraciado. Ella se había ido hace 10 min así que debe estar regresando por ello y me la cruzaré, entonces seguí mi trayecto por toda la empresa, cuando de repente visualizo a lo lejos ya a punto de llegar a la salida, que ese tipo había venido otra vez, y la estaba abrazando en contra de su voluntad, eso me sulfuro de inmediato, fruncí el ceño y con el diablo encima me les acerqué. (...) Tuvimos una discusión y me estaba sacando de mis casillas, por lo tanto, después de tantas preguntas de su parte de forma desafiantes, decidí cortar todo de una vez diciéndole… – Porque ella esta embarazada y yo soy el padre de su hijo. – sabía que lo decía de verdad, estaba muy enojado de como la estaba tratando, pero de pronto… – ¡OLIVER! –escuché la voz potente de mi padre detrás de nosotros, yo volteé al mismo tiempo con Emily. – Padre… – salió de mi boca apenas. – ¿Es verdad lo que acabas de decir? – dijo alzando la ceja bien marcada, acercándose mientras miraba atentamente a Emily, sin embargo, no bastó solo eso, sino que detrás de los guardaespaldas apareció también el fastidioso de mi hermano. – Ja… es increíble Oliver… – exclamo él mirándola de pies a cabeza también. En tanto ella estaba petrificada y tan blanca como un papel. – No es justo padre, veníamos a decirle que estaba fuera de su puesto debido a que te daré un nieto ¿Y ahora que significa esto? Padre no puedes cambiar de decisión – suplicaba como un niño el idiota éste. – ¿Qué? – exclamé sin creer lo que decía, si eso era verdad entonces estaba realmente en aprietos. – Sí, mi esposa está embarazada. – No sabía que hacer, esto iba a resultar como él quería – ¡PADRE ya decidiste! – Cállate, Kenny. – le dijo fastidiado mi padre y me miró fijamente a los ojos – Oliver te acabó de preguntar algo. – se expresó altivo, no tenía otra opción, entonces aclaré mi voz y abracé a Emily de lado, le apreté el hombro para que entendiera mi pedida a gritos de ayuda y afirmé... – SÍ PADRE, ELLA ES MI NOVIA, Y ESTÁ EMBARAZADA TAMBIÉN – exclamé seguro. – Yo me voy de aquí – dijo el imbécil del ex de Emily. – ya no tiene sentido esto– cogió un taxi y se fué de inmediato. – ¿Quién era ese? – pregunta mi padre. – Nadie. – repliqué tajante, él alzo la ceja algo sospechoso y se le acercó a ella. – ¿Es eso cierto señorita? ¿Usted es novia de mi hijo? Y… ¿Está embarazada? – ella abrió mucho más los ojos, y yo por dentro rogaba a quE me siga el juego. Claramente escuché como tragó saliva, entonces... – Sí, señor, yo soy su novia y tendremos un hijo.– su respuesta me congeló. [1:25, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 21: Un trato [Emily Wilson] “Si, señor, yo soy su novia y tendremos un hijo.” Dije debido a la situación, había entendido cada detalle, sabía que Oliver quería ayudarme, y lamentablemente apareció en mal momento su padre dejándonos perplejos, no estaba segura sobre lo que hablaban, pero cuando él me abrazó, comprendí de inmediato la ayuda que pedía, era obvio estaba en una situación difícil, no sé por qué, pero decidí ayudarlo y salieron esos disparates de mi boca. – Yo me adelanto a casa – dijo el hermano muy furioso al escucharme, yéndose al auto que había en frente de nosotros. – Muy bien – exclamó el padre que me miraba con la ceja alta. – También vamos a la casa Oliver, necesitamos hablar. – vocifero serio. – Sí, padre – dijo él. El señor, se dio media vuelta y avanzo hacia el segundo auto estacionado, Oliver en voz baja me dijo “después hablamos” y yo asentí, pero de pronto cuando el señor estaba a punto de entrar a su BMW negro, volteó hacia mí. – ¿Usted no viene? – apreté mis manos que estaban entrelazadas de los nervios. – Padre…– exclamó Oliver incómodo. – Señorita la estoy esperando – se expresó con voz dominante. – Sí – respondí desorientada, y comencé a caminar rápido en dirección a Oliver, que me miraba con una expresión que no comprendía. – Entonces nos vamos en mi auto, aquí contigo estaremos apretados. – él le decía a su padre apoyado en la ventana trasera. – OK, ven detrás de nosotros – le respondió y me fijó – nos vemos en casa señorita… ¿? – EMILY, Señor. – Ok, Emily, nos vemos allá. Mi corazón aún latía desesperadamente, mi jefe avanzaba y yo iba nerviosa, él me abrió la puerta y me hizo un gesto haciéndome entender que me calmara. Subimos y los autos negros avanzaron, y nosotros detrás de ellos. – ¿Qué fue todo eso? – pregunté muy desconcertada. – Lose… te sorprendiste, no era mi intención, pero de todos modos ya nos había escuchado. – Si, lo sé, pero explícame ¿por qué has seguido comportándote así?, ¿a qué se debe todo esto en específico? – Pues bien. – dio un resoplido y me comenzó a contar todo lo respecto a su padre, que le estaba obligando a tener un hijo y a casarse, porque si no, lo retiraba de su cargo y era un hecho que la empresa para Oliver era su vida, él se detuvo, un breve momento después de contarme eso, mientras seguíamos a su padre. – Emily, sé que no está bien, sé que nada de lo que hago, está bien – me decía algo perturbado – pero no estás obligada a esto, sé que mi padre nos tendrá en la mira, esto es una locura. – Oliver, lo haré – estaba decidida, al final no tenía nada que perder, la empresa estaba en juego y lo apreciaba mucho, sería absurdo que por algo así, lo retiraran de su cargo. – sé que es una locura, también. – Bien entonces hagamos un trato – dijo él – esto solo será por unos tres meses, y después veré como me las ingenio, además gracias a esto ese imbécil de tu ex no te volverá a molestar tampoco. – de hecho, era algo demente, pero asenté con la cabeza, no teníamos a nadie a quien dar explicaciones, así que… – Está bien – le sonreí, y él puso un rostro de satisfacción. Seguimos nuestro rumbo hasta su casa, conversando y poniéndonos de acuerdo de lo que le íbamos a decir, éramos dos locos tramando nuestra fachada, debíamos tener nuestras versiones de la misma forma, así que nos íbamos poniendo de acuerdo. – Ya llegamos – exclamó Oliver mientras observaba boquiabierta como nos adentrábamos a una enorme villa con una gran mansión ¿Aquí vives? – Sí, bueno no. Vivía, ahora solo vive mi padre con su esposa y el idiota de mi hermano con su familia. Yo me volví independiente hace años, ya que no me llevo con ellos y prefería mi tranquilidad. – Comprendo… – me quede anonadada a lo que me contaba. – Bien bajemos. – él salió y me abrió la puerta. Entonces salimos juntos, y caminamos mientras me mostraba el hermoso jardín que se encontraba alrededor de nuestro camino. Su padre nos esperó en la entrada. – Hijo, ¿Cuánto tiempo no vienes a casa? – yo lo fijé – creo que esta señorita te está ablandando y me agrada – yo me sonrojé a sus palabras y comencé a reír extraño, Oliver se dio cuenta y me sostuvo de la mano, y automáticamente me silencie, abriendo mis ojazos. Eso no me lo veía venir. – Tranquilo cariño – dijo y yo me quedé en modo cero por unos segundos – no tienes que sentirte nerviosa delante de mi familia – ¡Diablos! ¡Qué buen actor!, su padre puso una sonrisa de oreja a oreja y dijo. – Vaya, vaya los jóvenes. No sé cuanto tiempo no veía a mi hijo así – reía sofisticadamente. – MI BEBÉ – creo que exageré con ese apodo y Oliver volteó al instante a verme como diciendo “¿no sé te ocurrió otro?” y yo saqué mi mejor sonrisa –aunque siempre suele tener ese lindo rostro fruncido, es muy encantador – apreté su mejilla removiéndola– ¿verdad bebé? – él con los ojos bien abiertos y rostro inexpresivo solo asintió. – Jajaja – el señor no paraba de reír - no puedo creer que haya alguien como tú en la vida de mi hijo, pensé que él se había vuelto GAY. – ¡PADRE! – exclama Oliver ofendido. – Cierto – reía picara – hasta yo lo pensé… – me dejé llevar a la conversación y vi como él me fulminaba. – Jajajaja, esta muchacha me gusta, quiero conocerte mucho más – pensé que el padre de Oliver tendría el mismo carácter que él, pero hasta el momento parece ser amable, e incluso podría decir que nos llevábamos bien. Luego de ello me mantuve con la mirada gacha, muy apenada después de lo que había dicho, ya que fue notorio como a Oliver no le gustó, creo que soy mala actuando, él tiene que entender que esto no es una novela escrita por una escritora, por la cual debemos leer los guiones, no, no es así. – Bien vamos a la sala para conversar más a gusto – nos invitó el señor, por lo tanto íbamos avanzando detrás de él, yo sostenía mis manos temblorosas para tranquilizarme y seguir con mi fabulosa actuación, mientras evadía la mirada intimidante de Oliver. – Así… que lo pensaste… - exclamo en voz baja y sinceramente tenía ganas de salir corriendo del lugar de la vergüenza. Yo me quedé en silencio, pero para mi buena suerte me salvó que habíamos llegado a la sala y cuando de pronto nos adentrábamos al hermoso lugar, el señor se quedó de pie algo sorprendido y a la vez yo también, porque en los muebles se encontraba Larry con una chica y una señora conversando, que cuando nos vieron ingresar, se levantaron y mi corazón comenzó a latir como una bomba de tiempo, a pocos minutos para explotar. – Jum, Jum – aclaro la vos, el padre de Oliver. – Amor… – la señora se acercó a recibirlo con un beso, mientras Larry y la chica nos miraban perplejos, la señora me miro de manera extraña, pero de inmediato reaccioné y la saludé. – Buenas tardes – dije apenas algo temblorosa. – Hola – fue fría. – ¡Querido…! –se acercó a Oliver a abrazarlo, él se encontraba con un rostro de impacto, no le quitaba la mirada a la mujer que se encontraba al costado de Larry, ni siquiera le prestó atención a lo que le decía la señora mientras lo abrazaba, parecía una estatua humana, en tanto yo, miraba a ojos bien abiertos a Larry, creo que algo malo estaba por venir. –Ya te disté cuenta ¿quién vino a visitarnos? Nuestra querida Mary, ella se acercó, sin tampoco despegar la vista fija a Oliver y le estiró la mano para estrecharla. – Después de muchos años Oliver. – Le dijo muy sonriente, todos se tensionaron al verlos así y yo… bueno yo no comprendía nada. [1:31, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 22: ¿Aún te duele? [Larry Grant] “Me di cuenta, al fin, del gran error que había cometido al dejar al hombre de mi vida, por alguien como él.” Yo moví la cabeza en negación a su comentario. – Bueno, las cosas suceden por algo – exclamé. – Sí, tienes razón. ¿Y... acabas de llegar? – se trataba de calmar para no romper en llanto. – Sí, de un viaje de negocios. – ¿Tienes auto? – No, esta ves tomaré solo un taxi. – respondí. – Bien, ven conmigo – me sostuvo del brazo y me llevó hasta su auto, que previamente había rentado. – Así que estás bien preparada. – me expresé en son de burla. – Sí, quería manejar, no me gustan los taxis. – Cuanto has cambiado… –dije y ella lo tomó como un cumplido, porque sonrió de oreja a oreja. – Trae tu maleta – exclamó abriendo la maletera, y le ayude a meter la suya para luego meter la mía. Me subí al auto y ella inició a conducir, me sentía cansado. – Gracias por ofrecerte a llevarme. – NO te preocupes. – Creo que dormiré un poco, me avisas cuando lleguemos. – exclamé a penas manteniendo mis ojos abiertos. – Claro que sí. – dijo muy animada. ... No sé, por cuanto tiempo dormí, pero me levanté cuando escuché la puerta cerrarse, el auto ya estaba detenido, yo observé todo a mi alrededor, y esta no era mi casa, salí del auto y ¡Carajo! Ella me había traído a casa de la familia de Oliver. – ¿Qué hacemos aquí? – le dije enojado mientras ella observaba tranquilamente el lugar. – Bueno, no podía venir sola, sería un poco extraño, entonces ya que vinimos los dos, es como que dos amigos visitamos a los padres de un amigo. – ¿Estás loca? – exclamo entre dientes. – Quiero solucionar las cosas con ellos, sé que no quedé muy bien. – Yo me voy – dije sulfúrico. – ¿Larry? – esa vos me sorprende, volteamos y era la “madre” de Oliver. – Buenas tardes, Sra. Devora – ¿Cómo estás? – me abrazó – Bien –exclamé. – Hola, Señora Devora, ¿se recuerda de mí? – ella volteó a dónde Mary y sus ojos brillaron. – ¡Querida...! estás hermosa como siempre – la abrazó – ¿Cómo podría tratarla así después de lo que ella le hizo a Oliver? yo refunfuñaba. Era claro, esa señora siempre hacía estas cosas. – Pasa, hija vamos a la casa. – ya no me podía escapar ¡Maldición! Nos fuimos con ellas y estuvimos en la sala. Mientras ellas conversaban bien relajadas como amigas, no comprendía el descaro de Mary y la desfachatez de esta mujer que se hacía llamar la madre de Oliver, ¿acaso no le importó, todo lo que él pasó? Transcurrió como media hora, cuando de repente nos sorprende el padre de Oliver, y no solo eso, a los segundos veo aparecer a Emily junto a Oliver. No comprendía nada, ¿¡Qué diablos está sucediendo!? ……………………….. Oliver Stewart] ¿Qué hace Mary aquí?, fue lo primero que me pregunté. No podía creer lo que estaban presenciando mis ojos, me quede completamente perplejo viéndola sentada en mi sala, todos desaparecieron a mi alrededor y solo la podía ver a ella, no comprendía este sentimiento extraño de cólera y algo de complacencia. Estaba sumergido en mis pensamientos y cuando menos me lo esperé, ella ya estaba en frente de mí extendiéndome la mano. – Después de muchos años Oliver – exclamó y yo, no supe qué decir. – 'Jum, Jum' – carraspea mi padre.– Hola, Mary. – le saludó, ella bajó la mano algo avergonzada a mi desplante, y se acercó a él, era claro yo no tenía el control de mi cuerpo. – Señor Stewart, mucho tiempo sin verlo – estrecharon manos. – Es realmente un milagro verte por aquí después de un tiempo. – mi padre se notaba incómodo. – Sí, acabo de llegar al país y decidí visitarlos. – dijo ella sonrientemente. – Buenas tardes, Sr. Stewart – saludó Larry, que me encontraba mirando muy preocupado. – Hola, Larry, estoy feliz de la visita de ambos, les presentaré a alguien muy importante, ya que están aquí – yo fijé de inmediato a mi padre, creo que esto lo estaba haciendo a propósito, era obvio que no pasaba a Mary después de aquella anécdota, sin embargo, a mi madrastra cualquier cosa que sea lo contrario para mí, ella lo apreciaba. – Ven Emily – dijo y vi el rostro de Larry confundido. – Ella es la novia de mi hijo – todos abrieron los ojos, mi madrastra, Mary y sobre todo Larry que fruncía más el rostro. – Hola, mucho gusto – ella se acercó muy sonriente a saludar a Mary que estaba cerca, le dió un abrazo y un beso, y luego a mi madrastra le mostró su respeto asintiendo. Era obvio ella no sabía nada de quién era Mary ni mi historia… – Estoy feliz de conocer a todos – ella se me acercó y entrelazo mi mano, sorprendiéndome – Oliver y yo estamos contentos de estar aquí. ¿Verdad amor? – dijo y yo estaba helado, estaba actuando super natural. Sus palabras me hicieron aterrizar del estado de shock en la que me encontraba. Mi padre sonrió satisfactoriamente. – Sí… –dije apenas, mientras Mary fulminaba a Emily a morir, y Larry a mí, sin claramente entender lo que sucedía. – Emily… – se le escapó a Larry, ella abrió los ojos de plato intimidándose al rostro de él, y cuando estuvo a punto de soltarme, yo la cogí más fuerte y la abracé. – Bueno amor, aquí creo que están en medio de una conversación, vámonos te muestro el lugar – le sonreí, encantador. – Yo los acompaño – dijo Larry. – Larry... así que ya conoces a Emily al parecer.– mi padre lo miraba curioso. – Si Sr. Stewart – no despegaba la mirada en mí. – mi amigo Oliver me la presentó. – Entiendo… bueno déjalos, quédate conversando conmigo, tiempo no hablamos de tu familia, dejemos a los enamorados pasearse un rato – mi padre nos miró – vayan, luego hablamos. No quería mirar a Mary, pero sentía su vista impregnada en mí. Cogí firmemente de la mano a Emily… – Vamos cariño – le dije y salimos de la sala. Ni bien estando en el pasadizo, comencé a avanzar rápido. – Oliver despacio...– decía ella, pero yo no la escuchaba, estaba sulfúrico. – espera… camina lento. – yo seguía mi trayecto – ¡OLIVER! Me estás lastimando. – escucharla decir eso, hizo que me frenara en seco, y volteé a verla. – Lo lamento – exclamé soltándola – debemos salir de aquí – añadí avanzando, mientras ella corría detrás de mí. Nos fuimos al patio trasero, y comencé a caminar de un lado para otro. – ¡Qué carajos hace ella aquí! – no podía controlarme, quería decirle su vida. Era la primera vez que la veía después de haberme abandonado. – Oliver… dime que sucede – me hablaba Emily angustiada – no entiendo nada. – ¡Esa tonta! ¡Esa tonta! ¿¡Por qué tuvo que venir!? – seguía refunfuñando a alta voces, no sabía que era lo que sentía me sentía completamente extraño. – ¿Quién es ella, Oliver? – me senté en un asiento cerca de nosotros cogiéndome de la cabeza encorvado. – Ella… – me costaba decirlo, pero quería desfogarme – ella... ella es la que me volvió en este hombre tan imbécil, ella fue la persona que me abandonó frente al altar. – le confesé, cuando de repente, ella se arrodilló delante de mí, me hizo desprender mis manos de mi cabeza y me hizo mirarla. – ¿Aún te duele? – NO– dije tajante, en negación. – A veces decir la verdad te libera – dijo, y yo no sabía que responder – no se te ve bien, creo que deberías afrontarlo, quiero decir, ella ya creyó nuestra mentira de que estamos juntos, así que simplemente habla como si quisieras cerrar el pasado, dejando las cosa claras. – Lo sabía – esa voz nos hizo congelar, volteamos y estaba parada en frente de nosotros ella... Mary. Era un hecho nos había escuchado, yo me levanté, Emily se puso a un lado también sorprendida tanto como yo, y ella me heló al venir corriendo a abrazarme. – Sabía que no podrías estar con otra chica que no sea yo. – dijo mientras mi corazón al sentirla corría desenfrenadamente. [1:34, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 23: Sin Comprender Nada [Emily Wilson] La situación se sentía muy extraña, la tensión entre todos crecía mucho más debido a la presencia de aquella chica. ¿Quién era ella? yo ni bien la vi me quedé perpleja, era una mujer muy hermosa, su forma de vestir y elegancia eran impecables, tenía un cabello dorado largo y ondeado, ojos grandes color miel, nariz respingada y labios finos y rosados. No sabía quién era, pero era un hecho, algo de trasfondo había en todo esto. De pronto el padre de Oliver nos hace oficial ante los demás. Todos claramente se sorprendieron, el rostro de la chica sonriente se desvaneció, el gesto de Larry fue en enojo, pero yo seguí con mi actuación, no debía perder la calma, entonces me comporté como doña enamorada, saludé a la chica y di mis respetos a la madre, sin embargo, aún veía el rostro atontado de Oliver, por lo tanto decidí cogerle de la mano para que al menos reaccionara y por ello me comporte más melosa de lo normal. Mi plan estaba andando bien, pero cuando Larry pronunció mi nombre me heló todo el cuerpo. No sabía cómo reaccionar, su mirada era terriblemente intimidante, entonces quise soltarme de Oliver debido a la impresión, pero él me sostuvo más fuerte. Nada andaba bien, él me siguió la corriente y buscó la manera de salir de ahí. Cuando íbamos por el pasillo su mano me apretaba demasiado fuerte y estaba caminando muy acelerado, intenté avisarle que camine más despacio, pero no me hacía caso, ya me estaba lastimando así que se lo dije. "Oliver me lastimas" ¿Porqué él se comportaba así?, rondaba por mi mente. Él me soltó, debido a mi reclamo y lo seguí, no se veía nada bien, hasta que llegamos a un enorme patio donde comenzó a refunfuñar de un lado para otro, no comprendía absolutamente nada. Quería entender. Estaba completamente preocupada por él, no sé por qué, pero no me gustaba ese rostro desesperante que demostraba. Se quejaba con odio por la presencia de la mujer, entonces comencé a preguntar ¿Quién era ella? Mientras él tomaba asiento completamente encorvado, es ahí entonces cuando me lo confesó. Aquella, era la mujer quien lo había abandonado en el altar. Había escuchado varias suposiciones y al parecer esta era la verdadera, percibí el dolor que sentía, no me gustó para nada, ¿Será que ahora me cae bien y no me gusta verlo triste? Me agaché a su altura y alcé su rostro doblado para hacer que me mire, por lo tanto algo apenada le pregunté ¿Aún te duele? Y me lo negó. Sin embargo, era claro que aún le afectaba entonces le di un consejo para que se sincerara y así dejara ese pasado al fin, pero mientras le decía eso, desafortunadamente apareció esa mujer. Yo me alcé de la impresión y Oliver también se puso de pie, ella había escuchado nuestra conversación y era obvio que descubrió nuestra mentira. Yo me puse a un lado y ella comenzó a correr hacia Oliver hasta que lo abrazó. “Sabía que no podrías estar con otra chica que no sea yo” dijo y mi corazón por alguna razón se sintió encogerse, no lo comprendo ¿por qué sentía este punzón en el pecho al ver que aquella chica lo abrazaba? Oliver se quedó pasmado, pero ese abrazo duró pocos segundos, él la desprendió y le dijo. – Aléjate de mí – con una vos muy seca y ruin – ¿Quién te has creído para tocarme? ¡¡ESO JEFE!! Celebre por dentro, mientras relucía una sonrisa por fuera. –O-oliver… – ella se veía desconcertada. – ¿Qué no puedo estar con otra chica que no seas tú? Tss… que enorme ego tienes, los años han pasado y aunque Emily – dijo, y abrí mis ojos al instante al ver que venía a abrazarme de lado– no está conmigo como novios, aún es la madre de mi hijo – la mujer se puso pálida como papel y yo al igual que ella – es un punto que mi padre olvidó decirles. – No, no es cierto… esto es otra mentira– se negaba así misma. – No vuelvas a aparecer en mi casa nunca más – me cogió de la mano y se detuvo al lado de ella – y ni una palabra sobre mi noviazgo a mi padre porque, si no, conocerás en lo cruel que me volví, gracias a ti. – vi caer unas lágrimas de ella y él me llevó consigo. Creo que me sentía orgullosa de él por la manera de como lo afrontó y no me molestó que dijera que yo era la madre de su hijo, es más me arrepentía de haberle dado aquel consejo de hace unos minutos, no pensé que la tipa pudiera ser tan egocéntrica como para decir que él no podría estar con nadie más que no sea ella a pesar de lo que le hizo. ¡Pfff! que estupidez y descaro de su parte. Por todo nuestro trayecto no podía borrar mi sonrisa, nos dirigimos hacia la salida y yo me detuve. – Oliver tu padre… tu padre nos espera.– me mostré preocupada. – No importa – me respondió y siguió avanzando cogiéndome aún de la mano, cuando de repente, una presión en mi otra mano me hizo detener. – Emily – yo volteé y Larry me sostenía – Oliver también volteo y dirigiéndose a él. – Nos vamos. – él intentó llevarme otra vez pero… – No – Larry se expresó serio deteniéndome. Estaba en medio de los dos y ellos botaban furia de los ojos. – ¿Qué estás haciendo? Suéltala– se expresa altivo Oliver. – No lo haré hasta que me expliquen que está sucediendo... ¿Emily? – me mira esperando una respuesta de mí, y yo siento que le debo una explicación. – Larry te lo explicaré. – No tienes que decirle nada. – Oliver me jaló con fuerza hacia detrás de él, haciendo que me desprenda de la mano de Larry. – Solo eres su jefe, pero ahora ¿te crees su dueño?– Larry se le acercó apretando los dientes de la ira. – Por favor… – me puse en medio. – no peleen, no es momento ni el lugar. No comprendía por qué tanto odio entre ellos últimamente, antes no era así y aún no descubro porque tanta enemistad, si cuando los conocí eran demasiado unidos. – ¿se pueden calmar? – los dos me miraron, tiraron un resoplido al mismo tiempo y se dieron la espalda – parecían dos hermanos en discusión. – ¿Qué hacías aquí Larry? – Oliver rompió el hielo. Larry se volteó y mirando la espalda de él, le explicó. – Me encontré a Mary en el aeropuerto y por alguna razón terminé aquí. Ya sabes ella siempre es impulsiva. – Larry avanzó y se puso delante de él.– ¿Ahora respóndeme que es lo sucede? – se expresó en un tono que no entendía, pero que Oliver al mirarlo a la cara al parecer que le comprendió al instante. – Debemos hablar en privado. – mi jefe lo miró serio a los ojos y Larry asintió. Sin embargo, cuando todo parecía ya tranquilizarse salió el padre de Oliver. – ¿Qué hacen aquí afuera? – yo intercedí. – Discúlpenos Sr. Stewart, lo que pasa es que no me siento nada bien y Oliver decidió llevarme a casa. – ¿Sin despedirse?– yo reí algo apenada. – Lo lamento, ya sabe cómo es él. – Pero tenemos una conversación pendiente esto no se puede quedar así – él de pronto miró mi vientre–¿cuánto tiempo tienes Emily?– yo me quedé tonta a su pregunta imprevista. – Eh… dos meses– respondí algo nerviosa, mientras los dos enojones se encontraban con un rostro de sorpresa inexplicable. – Bien. Visto que todo va bien entre ustedes, quiero que comiences a asistir a las reuniones familiares, quiero presentarte como mi nuera. – Padre… es un poco apresurado. – ¿Apresurado? – el señor fulminó a Oliver. – ¡Van a tener un hijo! Y quiero que se comprometan lo antes posible, antes de que las personas inicien a hablar. [1:37, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 24: Confronte Mental [Oliver Stewart] Debido a la respuesta de mi padre los tres nos tensionamos, yo miré a Emily de inmediato que se encontraba estupefacta sin saber que decir, entonces me dirigí a él. –Padre… es algo que podemos hablar después con más calma. De hecho lo que me decía era una locura, realmente todo se estaba saliendo de control. –Emily, me gusta, y quiero que se atienda en el mejor hospital también, es necesario que se vaya influenciando con la familia. –Señor, perdone mi imprudencia. –Larry Intervino–. Pero yo personalmente estoy llevando el control de Emily, desde el inicio de su embarazo. –¡Vaya! –Mi padre alzó la ceja–, eso no me lo esperaba, al parecer todo estuvo entre ustedes, y... ¿nunca planeaban en decirme nada? –se expresó con sarcasmo–. Lo lamento Larry, pero quiero que ellos sigan mi guía. –No todo será como tú lo desees padre. –¿¡Seguirás siendo atrevido Oliver!? –Mi padre me alzó la voz, ya me estaba cansando. Había tenido suficiente y a punto de decirle algo, Emily me interrumpe. –Lo lamento Sr. Stewart, creo que no es un buen momento para nadie hablar de este tema, prometo organizarme con Oliver respecto a esto. –Bien querida... –Él le sonrió–. Tenemos mucho de que hablar, por ejemplo: A qué se dedica tu familia. –Era un hecho que él no tenía ni idea que ella era mi secretaria, ahorita la ama, pero cuando se entere de esto, ¿cómo reaccionará?. Yo cogí la mano de Emily otra vez y la metí sin pensarlo a mi auto. –Oliver. –Ella me sermoneaba– perdón, perdón, Sr. Stewart –vociferaba ella apenada, mientras mi padre fruncía el rostro. –¿Qué haces Larry? –me dirijo a él cuando veo que se acababa de subir atrás. –No tengo cómo irme de aquí, así que me llevarás – dijo recio mientras lo miraba por el espejo retrovisor. –Ok –exclamé. Durante todo el camino nos invadió un silencio eterno, me sumergí en mis pensamientos, no era consciente si de verdad lo que había hecho respecto a Mary estuvo bien. No puedo negar que sentí un revoloteo al verla después de tantos años, pero la ira me venció y sobre todo cuando se expresó de esa forma. Sin embargo, otro tipo de sentimiento me invadió cuando Emily sostuvo mi rostro para hablarme del tema, fue algo distinto, algo que me dio un confort en un segundo, cada vez que ella me toca me hace sentir una electricidad que no comprendo. No lo entiendo, no entiendo que me está sucediendo, giro mi vista y la observo atenta mirando el paisaje, es agradable. Algo es claro, no tengo respuestas para mí mismo. … Llegamos a casa de Emily y ella sale del auto, se le veía cansada. –Gracias por dejarme en casa ya conversaremos – dijo asomada por la ventana, fijándonos a ambos lados. –¡Emily! –Larry la detuvo de despedirse de él–. Quiero hablar contigo. –Abrió la puerta y salió también. –Está bien, te invitaré un café –le dijo y yo rodeé los ojos, ¿es posible lo que acabo de escuchar? A mí nunca me ha invitado a su casa, a tomar ni un vaso con agua las veces que vine a dejarla. Ella se volvió a acercar a la ventana, y sonreí de lado pensando que me haría también la invitación, pero… –Vaya con cuidado Sr. Stewart y descanse. Nos vemos mañana. –Más tarde te llamo Oliver –dijo Larry, algo vencedor. Y con un gesto desagradable aceleré sin decir nada. … Llegué a mi casa, y por algún motivo no podía estar tranquilo, osea con él es amable y le permite entrar a su casa. ¿Y yo qué? No podía dejar de dar vuelta en medio de mi sala, hasta ya se me había olvidado el mal evento que había pasado hoy, mi mente solo se inundó de Emily y en el idiota de Larry. “¡Maldito! Buena jugada”, refunfuñaba. Al rato decidí darme un baño para quitarme todo el estrés. Me puse cómodo y me tiré a la cama, sostuve mi celular y comencé a ver las redes sociales, por cierto, nunca hasta ahorita vi las de ella. De curiosidad me atrevo a entrar e inspecciono sus fotos diarias. Le gusta capturar el paisaje y las aves, también veía fotos de su desayuno o algo delicioso que se le antojaba. Siguiendo mi curiosidad, descubro una foto que siempre la publica todos los 6 de agosto, justo la fecha que se aproxima en 4 días. En la imágen sale ella con un chico, que en el pie de la foto solo dice "Owen y yo" pero se ven jóvenes, no comprendo, pero Emily se ve tan feliz. Siento un poco de envidia ¿Ahora siento envidia de una foto? ¿Y de un tipo que ni conozco?. Tss, muevo mi cabeza en negación a mis tontas ideas. ¿Será su hermano?, ¿o un primo? Realmente siento curiosidad, ahora ella sabe todo sobre mí, pero yo no sé mucho sobre ella. Me pregunto realmente, ¿por qué decidió una idea tan descabellada de realizarse una inseminación artificial, antes de darse la oportunidad con alguna persona? ¡Diablos! Quiero sacarla de mi mente, pero ella sigue aquí. ¿¡Oliver que te sucede!? ¿Qué hago? Son las 8, ¿seguirán juntos? ¿Si la llamo y le digo algo del trabajo? No, no... ¿Y si le pregunto si ya cenó? ¿Pero si ya se durmió? No… no me contestaría si lo está. ¡Rayos! ¡Esta angustia me fastidia! Me levanto de la cama para irme a dar un chapuzón en la cara, me quedo viendo en el espejo y me vuelvo a inundar de la ira, ¡Emily…! ¡Larry! ¿¡Qué están haciendo en estos momentos!? …....... [Emily Wilson] –Pensé que iríamos a tu casa –me dice Larry entre risa. –¿En serio? –respondí sonriente–. Es que en realidad nadie ha entrado a mi departamento, y es un poco… –Tranquila… solo bromeaba, estoy contento que al menos me invites un buen café. – Yo sonreí apenada. –Y… Emily… –Se muestra curioso y algo apenado–. ¿Qué está sucediendo? –Bueno... Le comencé a explicar detalladamente lo que había sucedido, Larry se ha vuelto una persona muy allegada a mí y lo considero mucho. –Ahora entiendo… pero es una locura. –Lo sé… y sin embargo quiero ayudarlo, yo no pierdo nada. Sé que nesecita mi apoyo, pero lo que sí me asustó fue lo del compromiso, eso no me lo esperaba, pero ya algo se nos ocurrirá. –Parece que esto te divierte un poco. – Se notó perspicaz. –Creo que nunca he hecho una cosa así. Siento que estoy viviendo al máximo de alguna manera, no sé por qué… –Me quedo en silencio unos minutos–, pero el Señor Stewart es muy entretenido. –Larry comenzó a reír. –¿Qué sucede? –Nada. En realidad ya conociste bien a Oliver, y sí, no es mala persona, ha sido mi mejor amigo por toda la vida, aunque tenga ese semblante aterrador cuando lo conoces es totalmente distinto, al menos agradezco que le tengas paciencia. –No tienes nada que agradecer, él es totalmente alguien por quien uno haría de todo, espera... – Me quedo a ojos abiertos un momento y me tapo la boca a lo que acabo de decir. ¿Qué dije?, ¿eso tiene sentido? Larry puso un rostro extraño–. No... no me hagas caso por favor, creo que estoy tan cansada que estoy hablando incoherencias. –No te preocupes… entiendo, pero Emily te tengo una pregunta, muy aparte de todo esto. –Él toma mi mano de la mesa y yo me ruborizo–. ¿Haz considerado en salir con alguien de verdad? –¿Qué... qué dices? –exclamo nerviosa–. ¿Quién querría estar con una mujer embarazada? –¡YO! –dijo firme y me impresioné–. Porque creo que… –Se notaba nervioso–, que me gustas. –Larry yo… no… –Él comenzó a reír. –Tranquila era una broma. –Me soltó. –Ah… –Sonreí avergonzada–. De todos modos, una relación no lo veo en mi futuro. Créeme, me fue demasiado mal y creo que algo así no sentiré nunca más. –No digas eso –me dijo gentil–, eres bella, joven y una grandiosa mujer. Debes darte una oportunidad, habrá algún hombre que te aceptará por lo que eres. –Gracias Larry, lo veo casi imposible, pero gracias. – Tomé el último sorbo de mi café. Ya pensaba en despedirme, pero de pronto noté que él quería decirme algo más entonces no dije nada y le tomé atención. –Emily… ¿te puedo hacer una última pregunta? –Sí claro, dime… –Es solo una suposición, solo eso. – Yo asentía–. Si en un caso, algún día el padre de tu hijo apareciera delante de tí, ¿qué harías? –Yo comencé a reír. –Sería algo imposible… –Sí, lo sé, sería algo descabellado e imposible, pero solo imaginemos si sucediera. ¿Qué harías? – Yo me torné seria. –Sinceramente, no lo sé, no estoy segura, pero… creo que al final tendría que llegar a un acuerdo con él, aunque sería algo muy extraño, te denunciaría por no haber hecho bien tu trabajo, sobre el anonimato. –Comencé a reír a tal pregunta y él también se me unió. Cuando de pronto en plena carcajeada, mi celular sonó, ya era las 8:30, la hora se nos había pasado muy rápido, y me preguntaba, ¿que hacía Oliver llamándome a esta hora? –Discúlpame un momento –le dije a Larry. ……......... Llamada telefónica. Emily: ¿Hola? Oliver: ¿Señorita Emily, ya duerme? Emily: La verdad es que aún no. Oliver: Entonces bien, quiero decirle, que se vaya a dormir temprano, por qué mañana la quiero a las 6:30 AM en la oficina, tenemos mucho trabajo. Emily: Pero señor eso no es muy tempra…(interrumpida) Oliver: La espero. Gracias. ……........ ¿Qué le pasaba a ese idiota? Ni siquiera me dejó terminar, tiré un resoplido y me despedí de Larry. Me acompañó afuera de mi edificio y me adentré. … Hoy por la mañana, me heché un kilo de corrector para disimular mis ojeras, me tuve que levantar a las 4 para llegar a las 6:30 AM a la empresa. Las instalaciones estaban todas vacías, solo me encontraba a mi paso a los conserjes limpiando. Aún ni siquiera estaba completamente de día. ¿Qué bicho le pico?, iba renegando todo mi camino. Llegué a mi escritorio y dejé mi cartera, era la única alma en pena del lugar. Revisé los expedientes del día anterior y toqué la puerta de mi jefe, con rostro soñoliento y fruncido. –Pase –Él se encontraba de espaldas. –Buenos días, Sr. Stewart –le dije de mala gana. –Buenos días. –Volteó en su mismo eje sentado en la silla–. ¿Ya no soy Oliver el día de hoy? –se expresó sarcástico acomodando sus brazos sobre la mesa y yo tiré un resoplido–. Al parecer hoy no está de buen humor. –Alzó una ceja con una expresión extraña–. Pensé que lo estaría, después de su gran noche de café con Larry, Señorita Wilson. [1:42, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 25: Síntomas [Oliver Stewart] Digamos que ni bien hablé con ella me quedé profundamente dormido, había tenido un día demasiado cargado. Me levanté con un poco de dificultad, hasta yo mismo me estaba arrepintiendo de haberle dicho que vaya muy temprano, pero este sentimiento extraño que siento, me dio la fuerza de seguir con mi plan. Me di un relajante baño, para luego salir y prepararme. Endoso mi traje negro, arreglo las mangas de mi camisa, y mientras veo cada imperfección frente al espejo, los acomodo a mi debido gusto. Me voy a la cocina y me preparo un café bien cargado, es demasiado temprano, por ello no quise fastidiar a el ama de llaves. Me siento unos 10 min. disfrutando mi café, mientras leo algunas novedades de autos por internet en mi tablet y luego me levanto animado por llegar lo antes posible a la empresa. … Son las 6:20 am., acabo de llegar, me estaciono y a lo lejos veo el auto de Emily también estacionándose. “¡Maldición!”, no quiero que vea que llegué al mismo tiempo, entonces decido correr rápidamente hacia mi oficina. Saludo a los conserjes que me ven algo extrañados de mi presencia y sigo mi recorrido. Cuando llego al fin, acomodo mi cabello un poco alborotado que se me removió por el ajetreo, y tomo asiento de inmediato. Trato de verme normal y giro con mi silla mirando hacia la enorme ventana. Es la primera vez que hago esto, pero por alguna razón no puedo evitarlo. “Tss…” ¿Se lo habrá pasado bien? Esperemos que después de lo que harás hoy, te arrepientas de lo ruin que fuiste ayer, Emily. Siento que ella toca a la puerta y escucho como me saluda, mi incomodidad y sarcasmo se hacen relucir de inmediato, no tengo el control de lo que estoy diciendo. Ella se veía de mal humor y solo me llamó por mi apellido entonces me exprese patéticamente irónico. (…) –Buenos días. ¿Ya no soy Oliver el día de hoy? Al parecer hoy no está de buen humor, pensé que lo estaría después de su gran noche de café con Larry, Señorita Wilson –dije y no lo podía creer que hayan salido esas palabras de mi boca, pero mi rostro no dejaba de estar fruncido. Ella tiró un enorme suspiro, y yo alzando la ceja, le recibí los informes del día. Después de ello, le mandé a hacer algunos trabajos por adelantado, Emily tenía que darse cuenta de lo que hizo mal, me repetía mi conciencia miles de veces. Le mandaba hacer una, y luego dos, luego tres, y cuatro mandados, y así sucesivamente la llene de tareas, ella claramente estaba totalmente enojada. Hasta que llegó el medio día y creo que no resistió más y me sorprendió con lo que me dijo. ......... ......... [Emily Wilson] Refunfuñaba a cada paso que daba, era ya las 12 del mediodía y estaba súper cansada. Oliver no paraba de decirme que haga una cosa, para luego decirme que haga otra. ¿Qué le pasaba? Ese jefe odioso, había regresado, y no entendía por qué. ¿Acaso está molesto por lo que le sucedió ayer con Mary, y por eso se está desfogando conmigo? ¡Qué suerte la mía! Gracias a eso, el trabajo de 3 días ya lo había hecho en mediodía, el sueño me estaba matando, no sabía hasta cuánto más iba a aguantar. Cuando de pronto me llama otra vez a su oficina, y me pide que le traiga el almuerzo de un restaurante que se encontraba a una distancia de una hora del lugar. ¿Está loco?, ya no podía más. –¡No, no iré! –Él me miró sorprendido. –¿Qué te sucede Oliver?, todo el día haz estado mandándome a realizar trabajos de varios días, ¿crees que no me canso? ¿Y ahora quieres que cumpla tu capricho de ir a comprar tu almuerzo hasta “La Bour”? No. Lo siento, no iré. –Me atreví a decirle, tenía todo cargado por dentro, creo que había explotado. Su rostro de sorpresa se convirtió en una muy vacilante y comenzó a reír. –Srta. Emily es la primera vez que me enfrenta de esa forma. –Sr, lo que usted está haciendo es explotación. –¿Sr.? Jajaja. –Su risa exageró–. Ya me cansé, olvídalo, creo que fue suficiente llegar hasta este punto de verte de esta manera tan enojada. –No entiendo… –Me sentía confundida a sus palabras. –No se preocupe srta. Wilson, su trabajo ya se adelantó, así que debe relajarse. Vamos a almorzar y le explicaré a detalle. Yo no comprendía ni una sola palabra de lo que acababa de decir. No lucía ni siquiera enojado después de que me lo enfrenté, si eso hubiera sucedido con otra persona ya la hubiese despedido. Supongo que tengo algún tipo de favoritismo por ser su secretaria, pero al menos me siento tranquila que le dije lo que pensé, y como nunca, me sentí de lo mejor. Al menos prefería verlo así con su personalidad extraña, a que estuviera triste después de lo que pasó ayer. Nos fuimos a un restaurante de sushi. Habíamos hecho el pedido con muchas ansias, mientras me comentaba unos nuevos proyectos que lo tenían muy animado. Eran muy buenas noticias y teníamos que prepararnos para expandirnos mucho más. Al cabo de unos minutos nos traen los platos, y cuando los veo, siento con unas náuseas tremendas por solo olerlas de cerca. Eso me hizo sentir devastada. –¿Te sientes bien? –exclamó él preocupado. –No… aléjalo de mí. –Tapé mi boca y mi nariz con la mano, no soportaba ese olor del pescado–. Lo lamento. –Salí corriendo al baño. Las arqueadas me venían cada vez con más intensidad, me sentía a morir, era la primera vez que me estaba sucediendo algo así. Después de unos minutos de sufrimiento, me fui a lavar la cara, estaba completamente roja, creo que eran mis síntomas del embarazo. No pensé que sería tan horrible. Me sequé el rostro y salí a ala justas con mi alma del baño. – Emily... –Oliver se encontraba en la entrada de la puerta–. ¿Deseas ir al doctor? –No… tranquilo, creo que esto tiene que ver con los síntomas comunes en el embarazo –respondo algo cabizbaja-. Vámonos por favor, no aguanto más estos olores, siento que me va a hacer morir. –Está bien. –Me sostuvo de los hombros con delicadeza y salimos del lugar. Me sentía muy mal, y por ese día, quiso que me quedara en casa. Ledije si estaba seguro y me repitió que sí. Pasaron dos días de esa misma forma, entonces sólo iba a trabajar medio tiempo por el momento. Me sorprendía que Oliver después de saber sobre mi embarazo andaba muy al tanto de mí. Por otro lado Larry también lo estaba, agradecía que al menos ellos dos me daban ánimos. Debía prepararme para darle la noticia a mi familia y amigos al fin, ya no podía seguir ocultando esto. ... Son las 10 de la noche y me siento sobre la cama, reviso mi cajón en dónde tengo un cofre, un cofre que... es lo más preciado para mí. Mis lágrimas inician a relucirse en cantidad sobre mi rostro. –Owen... –digo entre sollozos, mirando el anillo que saco de aquel cofre junto con su foto. No puedo aguantar este dolor que me consume, mañana es su aniversario de fallecimiento–. Te extraño... –Aprieto la foto sobre mi pecho, cuando de repente, recibo un mensaje en mi celular. "Emily, sé que mañana me pediste el día libre, pero... ¿Puedo acompañarte al lugar donde irás?" Su mensaje me saca una sonrisa. Oliver últimamente se comporta muy extraño, pero, no sé porqué..., siento que me gusta. [1:44, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 26: Mi primer Amor [Oliver Stewart] Era la primera vez que veía a Emily en tal estado, se le veía tan pálida como un papel. ¿Las náuseas eran normales en las mujeres embarazadas? Por hoy día decidí dejarla en casa, lo analicé bien y le dije que trabajara solo medio tiempo por unas semanas. Ahora que lo pienso, no se nada al respecto, quiero informarme y saber como ayudarla. Por ello ahora sentado aquí en mi escritorio de la oficina, acabo de cometer algo que jamás me vi realizar en mi vida, me inscribí a un curso online de educación prenatal. Hace unos momentos hablé también con Carmen, de recursos humanos, para que se apresurara en encontrar una asistente para Emily, sé que es demasiado trabajo que está a su cargo y no puedo seguir permitiendo que lo haga sola. Me siento algo culpable por haberla sometido a tanto trabajo, no debí hacerlo, pero se lo iba a considerar, debo de ser más suave con ella y dejar de llevarme por mis estúpidos impulsos. Ahora más que nunca tengo mucha curiosidad por saber cada cosa de ella. Va a ser complicado si se lo pregunto entonces he decidido investigarla, más tarde que me desocupe llamaré a Jesús, un amigo que se dedica a este tipo de cosas y le pediré que lo haga. … Han pasado dos días, y hoy la vi con un semblante muy triste, antes de irse a casa me pidió descansar por el día de mañana y se lo concedí, no quise preguntar más porque no quería fastidiarla. Respecto al trabajo al menos estoy más tranquilo debido a que el día de hoy comenzó a trabajar la nueva asistente. –Disculpe Sr. Stewart. –La nueva asistente Sara, toca a mí puerta. –Pase –respondo, mientras me encuentro firmando unos documentos importantes. –Le acaba de llegar este sobre. –Ok, muchas gracias. –Me lo entrega y se retira educadamente. Me pongo a revisar las hojas de tal sobre y veo que es la investigación de Emily que mandé a realizar. –¡Vaya!, llegó más rápido de lo que pensé –exclamo alzando la ceja mientras lo leo. En tanto iba leyendo cada detalle, iba conociendo muchas cosas que no sabía sobre ella, y uno de ellos que me llamó más la atención fue descubrir que estuvo a punto de casarse con un tal “Owen Bray”, 8 años atrás, y que justamente el día de mañana era el aniversario de su fallecimiento. Ahora comprendía muchas cosas. No podía imaginar como se debe sentir, ¿aún le duele su partida? La vi con un semblante muy cabizbajo, algo dentro de mí me fastidia, y tengo que confesar que no puedo dejar de preocuparme por ella. … … Son las 10 de la noche y ya me encuentro en casa, no sé que hacer, todo el día no pude estar tranquilo debido a que estuve pensando en Emily, ¿y si le digo algo?, o ¿trato de animarla? ella lo hizo cuando yo pasé por malos momentos, y creo que ahora me tocaba a mí estar pendiente. Estaba demasiado entretenido pensando en cómo poder animarla, no quería que la pasara sola, sentía que debía hacer algo. Después de haber dado miles de vueltas en mi habitación de un lado para otro, decido enviarle un mensaje, sin saber si aceptaría mi propuesta. “Emily, sé que mañana me pediste el día libre, pero… ¿Puedo acompañarte al lugar donde irás?” Me sentía nervioso, habían pasado 5 min. y no obtenía respuesta, abría y cerraba, abría y cerraba el mensaje de WhatsApp y no llegaba su respuesta, me había dejado en visto. Entonces lo dejo sobre mi cama y decido ir al baño para remojarme el rostro y calmar mi angustia, cuando de pronto escucho el sonido del celular, y corro como un loco para ver su respuesta. Llego a mi cama y tomo de inmediato mi celular, lo desbloqueo, y sí, era ella. Mi corazón da un vuelco cuando veo que me respondió. ... Hola Oliver, muchas gracias por querer acompañarme, me siento conmovida, de seguro habrás visto mi mal aspecto el día de hoy, gracias por ser un buen jefe y aparte de eso un bueno amigo Me dijo y yo le respondí al instante: Solo lo hago porque me preocupo por mis empleados y tú eres la más sobresaliente, además no estás tan bien de salud, y debo estar atento del bienestar de mis trabajadores ¿En serio? ¿Eso es lo único que se me ocurrió decir? Muchas gracias por considerarme una buena trabajadora, se lo agradezco Respondió, y yo pasaba mi mano por mi cabeza apenado por las palabras más tontas que salían de mi mente. Bien, no es nada, también tengo en cuenta que me haz estado ayudando con lo de mi padre, entonces soy muy considerado solo por ello, no vaya a sacar conclusiones extrañas, solo soy un buen jefe. En fin, mañana la recojo a las 9 de la mañana, espéreme lista Le contesto, y no sé si hice bien, a veces pienso que soy todo un idiota al hablar. Gracias Oliver, te agradezco por todo Me dice y al menos me siento aliviado, que todo salió conforme a como lo planeé. Descansa Emily ... Me despido por último con una sonrisa en mi rostro. Me tiro en mi cama y tomo un gran respiro, al fin. Sé que fui algo torpe al hablarle, pero al menos estaré con ella el día de mañana, haré lo posible para que tenga un gran día y no esté tan triste. … "A la mañana siguiente..." Son las 9 am, y me encuentro afuera de la casa de Emily, me siento algo nervioso no lo puedo negar, le dejo un mensaje avisándole que ya me encuentro afuera y a los pocos minutos ella sale. –Buenos días, Emily –le digo sonriente. –Buenos días, Oliver –me corresponde la sonrisa. Le abro la puerta y ella ingresa, yo me doy media vuelta y me subo también para luego seguir mi trayecto. –¿Bueno a donde nos vamos el día de hoy? – pregunto supuestamente sin saber nada. –Al cementerio –me responde con un semblante triste. –¿Y eso a que se debe? –Voy a visitar a alguien quien fue muy importante para mí. –Ella se nota triste y no quiero que este así. –Entiendo Emily…, me siento algo deprimido el día de hoy ¿puedes enseñarme algunas canciones que me levante el ánimo? –Ella me mira sorprendida, y lo sé, jamás pensé hablar de esta forma, pero era parte de mi plan. –Está bien –responde desconcertada–, me gusta esta emisora –me dice en tanto enciende la radio–. ¿Qué le sucedió? –me pregunta mientras comienza a sonar las canciones de rock en español. –No quiero hablar sobre ello. –Trato de evadir la pregunta. –Bueno, está bien –dice ella y se queda en silencio pensando que de seguro debe darme mi espacio. Las canciones que al parecer solo ella conoce, comienzan a sonar, ella se pone a cantar, y eso es lo que quería, mi plan estaba efectuándose como lo deseaba. Se veía muy concentrada disfrutando mientras observaba los paisajes de campos enormes que se iban presentando en nuestro camino, me gustaba ver como el aire de la ventana abierta, hacía mover sus mechones de su rostro, me daban ganas de tan solo... tan solo parar un momento y tomarle una foto. ¿Esto era normal? ¿Me estoy volviendo loco? Niego con la cabeza sin darme cuenta, y trato de concentrarme porque podría causar un accidente y es lo que menos quiero. Iban pasando los minutos y... –Oliver... –Ella me asusta al mencionar de improviso mi nombre, mientras yo estaba concentrado manejando y sin percatarme, también me había perdido en la música porque al compás de ella iba moviendo mi cabeza. Al parecer esto no solo le estaba relajando a ella, sino a mí también–, parece que esto te está animando. –Emily comienza a reír. ¿Me habré visto muy gracioso? No sé si estoy rojo, pero intuyo que sí, debido al fuerte calor que siento en mi rostro, al final mi plan nos había envuelto a los dos. No dije nada en todo el camino. Ella me miraba algo extrañada, de seguro preguntándose qué pasaría por mi mente, y pues queda recalcar que ni yo mismo comprendía aquello. ... Al llegar al cementerio bajamos y yo la seguí en silencio, ella compró un ramo de flores en la entrada y luego caminamos por 15 min. hasta llegar a una lápida, donde ciertamente decía Owen Bray, yo me quedé a dos metros detrás de Emily. Ella se encontraba en silencio observando la foto de él, hasta que comencé a escuchar que estaba sollozando, mi corazón por alguna razón se sintió extraño, sentí como se me encogió de inmediato. Caminé unos pasos más y me posicioné a su lado, imaginaba que de seguro quería hablar y botar todo aquello que sentía. –¿Quién era él? –pregunto, ella entre sollozos me respondió. –ÉL FUE MI PRIMER AMOR, y fue el único hombre que me ha dado plena felicidad en toda mi vida. –Su voz se le entrecortaba–. Fue la persona que nunca me ha hecho daño, sé que me amó hasta el último suspiro que dió en vida. –Sus lágrimas caían en cantidad y tuve una sensación que no me gustaba nada–. Yo me iba a casar con él, llevábamos 5 años de relación, pero el mismo día de mi boda el destino quiso llevárselo y junto con ello la desgracia llegó a mi vida. –¿Por qué dices eso? –exclamo, para que sienta que tiene mi apoyo y que sepa que tengo el deseo de escucharla. –Porque después de ello, no he podido ser felíz. Los novios que tuve, todos me causaron daño, y creo que fue mi culpa por ser tan confiada e ingenua. Creo que el amor no es para mí, quizás Owen fue el único quien me pudo amar de verdad y será el único en toda mi vida. –No es cierto… –Me atrevo a decir con emociones dentro de mí, no sé porqué, pero no controlo mis palabras–. No vuelvas a decir eso nunca más Emily... –Ella me mira impactada al ver cómo me expreso y acorto nuestra distancia acercándome a 10 cm. de su posición, y observándola a los ojos, me atrevo a decirle lo que pensaba en ese preciso momento–. Eres la mujer más increíble e inteligente que he conocido. –Acerco mi mano y limpio sus lágrimas, definitivamente en este momento, no tengo el control de mis acciones–. Nunca en tu vida vuelvas a decir que nadie te amará, porque no sabes cuanto vales como mujer y creo firmemente que el hombre que es para tí, está esperándote en algún lugar o quizás ya está muy cerca de ti
] Lorenitta : CAPÍTULO 27:
La Idea más Loca de mi Vida [Emily Wilson] Una corriente paso por todo mi cuerpo, al sentir su mano limpiando mis lágrimas junto a las palabras que salían de los labios de Oliver, no sabía que decir, él estaba tan cerca de mí que me comencé a sentir muy nerviosa, cuando de repente una llamada a su celular nos interrumpe de la extraña atmósfera en la que nos encontrábamos. Oliver parecía sorprendido a lo que le decían por el teléfono, el colgó, y su mirada estaba un poco ida, entonces reaccioné. – ¿Qué sucede Oliver? – Mi padre…– exclamó en tono indescriptible. – ¿Qué sucedió con tu padre? – el me miró a los ojos, al parecer aun incrédulo de la noticia. – Me acaban de decir que a sufrido de un pre infarto y se encuentra en el hospital– sabía que se llevaba mal con su padre, pero era obvio ¿como no sentirse afectado? –Vamos… debemos ir a verlo– exclamé preocupada. Dejé las flores al lado de Owen y me despedí de él, entonces sostuve la mano de Oliver y nos dirigí de nuevo al auto, todo el trayecto permaneció en silencio mientras yo dirigía nuestro camino. –Yo manejo – le dije, él estaba un poco desconcertado y preferí que descanse después del largo viaje de hora y media que había transcurrido hasta aquí. –No, yo lo hago– se negó. –Oliver, por favor, déjame hacerlo – exclamé con mi rostro decidido y él a mi insistencia, al final asintió. Traté de manejar lo más rápido posible, hasta que llegamos, al fin, al hospital. Nos dirigimos a la habitación de su padre y afuera se encontraba el hermano de Oliver junto a su madre, pero él ni bien nos vió llegar se acercó a nosotros furibundo. –¡Esto es tu culpa! – le alzó la voz sosteniéndolo de su camisa. Yo me quede helada a su inesperada reacción. –¡Hijo!–gritó la madre, sosteniendo el brazo del hermano– no te debes manchar las manos– ella miró de manera despreciable a Oliver, como si no fuera su hijo. Yo me quedé estúpida, ¿Esta clase de relación tenía con ellos?. El hermano ignoró las palabras de su madre y se expresó de forma altiva. – Por tu culpa nuestro padre esta así y todo por “ESTA”– y me miro de pies a cabeza con desprecio, entonces Oliver reaccionó ante su acto. –No te refieras– lo sostuvo también de su camisa con firmeza–así de ella, ¿oíste?– lo miró con intenso enojo en sus ojos. –Por favor, no peleen – apenas pude decir. –Tú cállate, plebeya – me dijo. –¿Qué te sucede Imbécil? – Oliver parecía el mismo diablo, lo arrinconó con fuerza a la pared. Estaba asustada, me puse a temblar de la impresión, no sabía que sucedía, pero parecía que entre hermanos se querían asesinar. Mientras la mujer comenzó a gritar como loca “Ayuda este abusador quiere golpear a mi hijo". Yo fijé a la señora, y de verdad no podía creerlo, no me cabía en la cabeza qué clase de persona era, hasta donde sabía ella lo había criado casi toda su vida y mira como lo trataba como un perfecto desconocido. ¡Qué mierda! Dije en mi mente, totalmente inundada también en la rabia. El doctor salió de la habitación debido a los gritos. –¿Qué esta sucediendo aquí?– se acercó en medio de ellos y apoyando su manos en su hombro– Oliver basta– le dijo, el doctor parecía que los conocía bien– su padre esta adentro escuchando todo. Oliver soltó a su hermano con desprecio y dirigiéndose al doctor le dijo. –¿Cómo esta él? –Ya se encuentra estable, pero me ha pedido al escuchar tu voz que ingreses a hablar con él y si estas con tu novia, que ella también entre. – ¿En qué esta pensando mi padre ahora? – exclamó furioso el hermano. – Tranquilo, hijo todo está bajo control. – habló la bruja. –EMILY…– Oliver extendió su mano como haciéndome entender que la tome, entonces me aproximé a él en silencio y entrelazándonos de manos, ingresamos a la habitación. Estaba algo nerviosa, ¿qué cosa querría conversar su padre con nosotros? Nos pusimos de pie en frente de él, en tanto el nos miraba con un rostro sulfúrico y pálido. –Buenas tardes Sr. Stewart– exclamé algo intimidada a su mirada. –¿Padre que sucedió? – Oliver estaba preocupado. –Creo que se les olvido comunicarme de algo importante – exclamó. –No comprendo– dijo Oliver, estaba tan confundido como yo. –Emily, ¿A que se dedica, tu familia?– me hablo de una forma nada agradable y de los nervios presioné la mano de Oliver, yo no sabía que responder, él me miró y me dio una sonrisa como diciéndome que todo iba estar bien. –¿A que se debe esa pregunta padre? –La investigué – dijo con voz despectiva. Yo comencé a sudar como nunca, realmente quería salir de ahí y librarme de la mirada tan fría de su padre, no parecía aquel hombre agradable de hace días– pensé que era una mujer de la alta sociedad, pero me sorprendo ¿Qué es tu secretaria? ¡En qué diablos estas pensando Oliver! – él gritó mostrando las venas por la ira, que hasta el doctor entró de inmediato. –Sr. Stewart, no debe alterarse su situación es delicada – el doctor trataba de calmar la situación, no tenía idea de que decir, no tenía palabras. –¿Padre eso que tiene que ver? –¿Todavía lo preguntas? – él aspiró un enorme bocado de aire y arrugando el rostro, dijo.– Quiero que este fin de semana hagan el anuncio de su compromiso– era claro que todo se estaba tornando de una forma que no imaginábamos. –¿Qué quieres decir?– se expresó Oliver confundido. –Emily…–impactó su mirada en mí y fue sincero – me gustas, pero… va a ser complicado, no eres de nuestro estatus social y eso en nuestro mundo es importante. No quiero que nadie hable de nosotros, entonces simplemente quiero que se comprometan y se casen lo antes posible para que vayas tomando posición en nuestra familia. –¡Padre! – mi jefe se exaltó y el doctor alertado, intercedió. –Oliver, necesitamos hablar. – ¡Tú mocoso! – el Sr. Stewart se comenzó a agitar. – Basta, es suficiente– el doctor lo comenzó a revisar desesperado– por favor salgan rápido, dennos espacio – dijo mientras las enfermeras se acercaban a ayudarlo a atender al señor. Oliver se asustó junto conmigo, no comprendíamos que sucedía, entonces salimos de la habitación, su hermano ya no estaba entonces la situación ya no se tornó más turbia. Nos quedamos en silencio esperando a que salga el doctor, veíamos por la ventana de la habitación como corrían por todos lados, yo preocupada por él sin pensarlo sostuve su mano que previamente había visto que se encontraba temblando, al parecer pensaba que era su culpa. El me miró cuando sintió que lo cogí con firmeza y le dije. –Todo saldrá bien. Al cabo de 10 min, el doctor salió sudoroso y aun entrelazados de manos nos acercamos a él. –Doctor, ¿Cómo esta? –Ahora, está estable Oliver – respondió, pero de inmediato le reprendió– debes de tener cuidado con tus palabras, él no está nada bien, lamento informarte que a tu padre le queda poco tiempo de vida – eso fue como un golpe fuerte para Oliver, noté como su cuerpo se iba tensionando – su vida corre de un hilo, su corazón está demasiado débil y una mínima exaltación de su parte, podría matarlo en segundos. –No, es cierto…– exclamó sin creerlo. –Lo lamento, por darles esta noticia, pero deben de darle una vida complaciente hasta que su corazón no resista más.– añadió secándose el sudor con un pañuelo– perdónenme, ahora debo retirarme tengo que entrar en cirugía, seguiremos hablando luego Oliver – exclamó por ultimo y se fue. Oliver parecía una estatua, no se movía, ni decía nada, yo no pude evitar llorar en silencio, era algo demasiado triste, entonces me puse en frente de él y lo abracé. –Oliver suéltalo – le susurré con mi voz entrecortada – suelta lo que sientes y llora…– el silencio nos invadió, otra vez, pero en pocos segundos sentí como sus enormes brazos rodearon mi cuerpo abrazándome con todas sus fuerzas, acompañado de sus lágrimas que caían sobre mis hombros. Estuvimos, así como por 5 min entre sollozos, después me desprendí, e hice lo mismo que él hizo conmigo. Limpié sus lágrimas, y mirándolo directamente a los ojos, le dije la idea más loca que se me a podido ocurrir en la vida. –Oliver… demos a tu padre sus últimos mejores momentos de vida. –¿A que te refieres? – habló apenas, sin comprender. Yo inhalé todo el aire que pude y le dije. –Oliver, hagámoslo, hagamos lo que dice tu padre y comprometámonos. [1:50, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 28: Creo que me Gusta [Larry Grant] Últimamente no he podido estar tranquilo, la situación se está volviendo demasiado complicada, ¿Cómo es posible que Oliver siga sin confesarle nada?, aunque no puedo negar que también me siento tan nervioso como él, me siento nervioso debido a que ya sé la reacción que tomaría Emily en contra de nosotros. Muy aparte de ello, tampoco comprendo en qué están pensando ambos, para estar haciendo esta fachada delante del Sr. Stewart, solo espero que después de esto nadie salga perjudicado. Estos días no me he podido concentrar, he estado algo perdido en mis pensamientos, extraño a Emily, sin embargo, debido a mi trabajo he estado demasiado ocupado que no hemos podido conversar por celular ni en persona. Por otro lado mis angustias no me bastan, otra cosa que también me tiene en tensión es Mary, me encuentro cansado de sus intensas llamadas por querer conversar conmigo, ¿A caso no tiene otros amigos? No, no estoy para esto, y como es claro ni tiempo he tenido. Me quito la bata y por el día de hoy me tomo el resto del día, creo que me lo merezco después de tanto movimiento. Tomo mi maletín y de pronto recibo una llamada, era mi padre. Me sorprendo cuando él me comunica que el Sr. Stewart ha sufrido de un pre infarto y que se encuentra internado en otra sede de nuestra clínica en donde ahí está a cargo mi padre. Salgo de inmediato de mi consultorio, pero ocurre una emergencia, una de mis enfermeras me avisa que una mujer embarazada estaba teniendo graves complicaciones, por lo tanto, tuve que quedarme por unas tres horas más para entrar a cirugía. Todo salió bien gracias a Dios, entonces ni bien terminada mi labor me dirijo a la clínica de mi padre. Manejo lo más rápido que puedo hasta llegar en poco tiempo al lugar, me adentro a las instalaciones y en camino a la habitación que previamente me había dicho la enfermera que estaba el padre de Oliver, me doy con la sorpresa de una escena muy poco particular, mi corazón por alguna razón se aceleró de la angustia y la rabia me invadió. ¿Por qué Emily estaba tratando así de cariñosa a Oliver? Desde mi posición veía como acariciaba su rostro mientras conversaban, yo fruncí el ceño sin poder ocultarlo y decidí acercarme. ......... ......... [Oliver Stewart] “comprometámonos” Fue su última palabra de la frase más loca que he escuchado, pero no me pareció mal, me hizo sentir muy confortado ,sabía porque lo estaba haciendo y me conmoví como nunca lo hice en mi vida. Su mano pequeña y delgada, limpiaba mi rostro, no puedo describir esta sensación, pero se siente muy bien. No tenía respuesta a su proposición y cuando estuve a punto de responderle. – Oliver – la voz de Larry se hizo relucir, Emily se alejó de inmediato y al parecer se avergonzó a la inesperada presencia de Larry.– Hola Emily. – Hola Larry – respondió algo apenada. Pestañeo varias veces para recomponerme en tanto él se puso en frente de nosotros. – ¿Qué sucede? – se mostraba algo enojado, pero a la vez preocupado, no lo comprendía, pero era claro que no podía pensar, estaba totalmente fuera de sí. – Nada… solamente, que el Doctor Grant me acaba de dar la noticia sobre mi padre. – Y... ¿Qué resultados salió? Lo lamento, ni bien me enteré quise venir, pero me surgió una emergencia imprevistamente y tuve que quedarme, es por ello que al finalizar vine de inmediato, no pude informarme más sobre su caso. – Larry…– tomo un poco de aire aún sin poder asimilarlo– a mi padre le queda poco tiempo de vida. – No… no es posible, lo- lo siento hermano– él se veía afectado, entonces se acercó y me dio un abrazo. Emily, inicio a llorar otra vez en silencio, no podía creer que ella estuviera compartiendo todas estas cosas conmigo. – Emily... – Larry se acerca a ella, al parecer preocupado – sabes que no puedes estar afrontando tantas emociones, tienes menos de tres meses aún, y todavía nada es seguro, corres el riesgo de… – Lo sé – ella lo interrumpe – estoy bien Larry, no puedo dejar en estos momentos a Oliver. Yo la fijé y no tenía palabras, esta mujer... esta mujer... no sé que es lo que tiene que me hace sentir tan extraño, pero a la ves seguro y cómodo. – Emily has tenido mucho por hoy debes ir a descansar. – Quise ser generoso, ya que realmente ha tenido suficiente por hoy. – No Oliver, de verdad estoy bien, además no es un día nada agradable y no quiero pasármela en casa, sé que ahí es donde menos quiero estar. – Está bien– asentí. Toda la tarde, la pasamos los tres en el hospital, hasta que Larry recibió otra llamada de emergencia y tuvo que irse de inmediato, eran ya las 8 de la noche y decidí ahora sí, llevar a Emily a casa. Al momento de llegar, había estado tan concentrado en mis pensamientos, analizando en lo que debería hacer, que no me había dado cuenta de que ella se había dormido. Me estacioné en frente de su edificio. – Emily – exclamé, pero no me escuchaba. Su rostro estaba inclinado hacia mi lado. Iba a volver a replicar su nombre, pero su rostro dormido me atrapo como en un embrujo, me le quede viendo por varios segundos, ella era realmente hermosa… Me acerque un poco, tenía un pequeño mechón sobre sus ojos, verla en ese estado tan complaciente, me dio pena levantarla, asomé mi mano cerca ella y le retire el pequeño cabello direccionándolo detrás de su oreja. Mi corazón comenzó a latir con desenfreno, la tenía tan cerca, y quería tenerla mucho más. ¿Qué significa todo esto? ¿Qué significa este sentimiento que esta mujer me hace querer llegar a la locura? Mis dedos se quedan enredados en la punta de su mechón y siento su rostro cálido. Cuando de pronto ella abre los ojos y yo me sorprendo. Los dos nos quedamos mirándonos fijamente y ahora creo que es un hecho, creo que... esta mujer me gusta. _ Lorenitta : CAPÍTULO 29: Mi Hermano y mi madre en acción [Emily Wilson] Había tenido un día demasiado sobrecargado de emociones, pero al menos me sentía bien al haber acompañado a Oliver en una situación así. Él estuvo cerca sospechando lo que me sucedía y me sentí conmovida al querer ir conmigo al cementerio para ver a Owen. Definitivamente es un gran amigo y hasta ahora lo he llegado a apreciar demasiado, no lo sé, pero siento que nos hemos vuelto muy cercanos y esa idea me gusta. Sinceramente no puedo negar, que me entristece saber la vida que ha tenido que afrontar todo este tiempo, es claro, cada uno tiene su infierno de distintas formas y ahora que conocí el suyo, estoy segura de que no quiero alejarme. Mariana tenía razón sobre él, no era la persona que yo imaginaba. Sigo inundada pensando en todo lo que está sucediendo, en tanto miro por la ventana el recorrido que damos mientras nos dirigimos a mi casa, sin embargo, a los pocos minutos sin aguantar más, el cansancio me envolvió hasta quedarme dormida. … Siento un cosquilleo sobre mi rostro, inicio a abrir mis ojos poco a poco, y los abro de golpe cuando me percato que la mano de Oliver se encontraba en mi mejilla, él también estaba impactado, era claro que no esperaba que yo me levantara en ese momento. Oliver tragó saliva y se apartó de inmediato ruborizándose, yo carraspeé y al darme cuenta de que estábamos afuera de mi casa, me desabroché como pude el cinturón y salí del auto. Todo se tornó muy incómodo. – Gracias Oliver por traerme – exclamé por la ventana mostrándome lo más calmada posible, cuando en realidad mi corazón estaba latiendo desenfrenadamente. Él asintió. –Descansa Emily – dijo notoriamente nervioso mirando solo el frente sin girar a mirarme, por lo tanto, al instante de ello muy confundida me di media vuelta y me adentré a paso veloz a mi edificio. … Me tiré muy intranquila a mi cama después de haberme dado una ducha y cambiarme, pero me envuelvo otra vez en mi raciocinio ¿de verdad abre hecho lo correcto al decirle para comprometernos?, no obtuve ninguna respuesta de su parte. Giro varias veces en mi cama y entierro mi rostro sobre mi almohada con todas mis fuerzas de la pena que siento, hasta no sentir nada y quedarme dormida otra vez. …….. [1:54, 26/6/2021] Lorenitta : …….. [Oliver Stewart] ¡Maldición! No me esperaba que ella me viera en tan rara situación, me sentía completamente abochornado. A las dos cuadras de haber avanzado de la casa de Emily, me detengo en seco para calmar mi agitado palpitar. Cuando de repente me percato por el espejo retrovisor, que un auto a una debida distancia se detiene al mismo tiempo que yo. Quizás eran cosas mías y me estaba volviendo paranoico yo solo, por lo tanto, tomé un poco de agua de la botella que siempre conllevo y comencé a manejar otra vez, de todos modos aún estaba atento si aquel auto seguía al compás mío; por alguna razón me dio mala espina, entonces comencé a acelerar y a irme por distintos caminos sin sentido exacto, para confirmar mis sospechas. Después de un largo recorrido, confirmé lo que imaginé, y sí, me estaban siguiendo. Esto definitivamente tenía que ver con una sola persona, mi padre, yo ya conozco muy bien sus hazañas. … Al llegar a mi casa, llamé de inmediato a Jesús, nuestro detective privado. –¡Jesús! – exclamo un poco exaltado. – Imagino que ya te diste cuenta… – replicó él. – Lo sabía, toda esta persecución tenía nombre, mi padre ¿Cierto? – Sí, Oliver. Este trabajo hubiera sido mío, pero al parecer él decidió no trabajar conmigo porque se enteró de que últimamente estuve en contacto contigo. No sabía nada al respecto, pero me enteré de este seguimiento mediante mi colega que fue contratado en nombre de la familia “Stewart” Y bueno ya sabes que no puedo romper la regla de hablar a primera de estos temas privados, por eso esperaba a que algún día me llames tú mismo. – ¿Qué es lo que sabes? – Te lleva investigando ya un tiempo a ti y a tu novia. Aunque hay algo muy extraño en todo esto, que porsupuesto ya mandé a indagar a profundidad para sacarme de la duda. Déjame hablar con la persona indicada a ver si averiguo algo más y te llamo en unas horas antes de que te duermas. – Gracias, Jesús, ya sabes serás bien recompensando. – No te preocupes, este es mi trabajo. – colgamos la llamada. Mi padre, aún en ese estado, no podía creer que siguiera con sus absurdas, cosas. Sin embargo, no podía dejar de preocuparme que si descubre la verdad, podría ser su último suspiro de ira. Traté de relajarme tomándome un vaso de Vodka, en definitivo mi vida no estaba nada bien en estos tiempos, pero tengo que ser transparente conmigo mismo, quizás si no hubiera estado Emily a mi lado ¿Cómo lo estuviera afrontando? Sus palabras de comprometernos rondaban en mi cabeza, para mí eso era un poco complicado de pensar, pero si se trataba de ella sin duda me sentía confiado, al final de cuentas todo esto es cierto, y yo soy el verdadero padre de su hijo. No sé, como haré para decirle la verdad, pero es algo por la cual debo irme preparando por qué no pienso seguir con esta mentira más. Me levanto de la mesa y mis nervios no se calman, doy una caminata de un lado a otro, pero no logro tranquilizarme y paso mi mano varias veces por mi frente debido a la preocupación. Después de largos minutos decido darme una ducha y así esperar recostado en mi cama. Ya listo y acomodado, intento leer un libro para despejar mi mente a la espera, cuando de pronto el dichoso celular suena, al fin. [1:54, 26/6/2021] Lorenitta : – Jesús, explícame todo a lujo de detalle. – Oliver… esto resultó ser lo contrario a lo que suponía. – No comprendo. – En general, tu padre si te a tenido siempre en vigilancia, pero últimamente debido a su enfermedad se detuvo, él mismo se está cuidando a no tener ningún disgusto. – ¿Entonces quién es, el que está haciendo todo esto aún? – Indague y encontré nombres Oliver, lo lamento, pero tu madre y tu hermano, al parecer están detrás de todo esto. – ¿Es eso posible? ¿Estás seguro? – Sí, completamente seguro, al parecer están buscando algún motivo para atacarte. También descubrí que debido a la delicada salud de tu padre, ellos están agilizando los documentos de herencia y en eso está involucrado la empresa. Algo más que no te comenté, tu padre hizo una nueva petición hace unos meses ante el juez respecto a su testamento, y creo que ya sabes en qué consiste porque hasta donde sé, te lo dijo, “El primero que le dé un nieto será completamente el que se haga cargo de la empresa como CEO.” – ¡Carajo! Entonces no solo lo decía de la boca para afuera sino que también lo hizo legalmente. ¿Qué diablos? Sabía también, que Kenny no se iba a detener ni mucho menos su madre, que se muy bien que siempre ha vivido con ansias a que llegue algún día la muerte de mi padre para quedarse con todo. – Te aconsejo que te cuides en lo mínimo, solo sé que ellos están dispuestos de llegar hasta el final por cometer sus propósitos. – Gracias Jesús, por favor, si te llegas a enterar de otra cosa, no tardes en decírmelo. – Claro que sí, buenas noches Oliver. – Buenas noches. Todo tenía sentido, creo que sospechan que mi relación no es verdadera ¡mierda! Exclamo alzándome de mi cama, meditando intensamente para saber que hacer. Después de amanecerme hasta las 3 de la mañana sin poder conciliar sueño, había llegado a una decisión, ahora ya sabía que siguiente paso iba a dar. ……… [Emily Wilson] En la mañana siguiente, siendo el día de mi descanso disfruto de mi cama hasta tarde, cuando de pronto un mensaje de texto a las 8:00 am mientras me levantaba, me atonta en segundos. “Señorita Emily, lo estuve pensando y agradezco todo lo que quiere hacer por mí, es algo que no tendré como agradecérselo, quiero hablar con usted en este preciso momento, me encuentro en su puerta” Estaba completamente desasosegada, me levante y él tocó el timbre. Corrí hacia el baño para arreglarme lo más que puedo y acomodando mi cabello algo decente salgo a abrirle la puerta. –Buenos días Emily – él se veía tan fresco y guapo con ese traje gris. –Buenos días, Oliver– lo miraba con sorpresa, aún no entendía que hacía aquí. – pase por favor, disculpe mi aspecto.– Claro que tenia que pedir disculpa, estaba con mi pijama, mi rostro sonrosado no se demoró en relucir. –Emily… – exclamó para luego abrazarme, yo me quedé estática – te extrañé – algo sucumbió mi cuerpo al oír aquello– él me soltó, me sonrió sosteniéndome de los hombros y de pronto cogió una maleta que traía consigo y que no me había percatado que se encontraba afuera. Yo lo fijaba incrédula a lo que estaba pasando, Oliver al cerrar la puerta pudo tirar un suspiro de conformidad. – Lo lamento, Emily, ¿te sorprendiste verdad?– Yo solo asentí, no tenía ni idea de que contestar – Nos están siguiendo– exclamó dirigiéndose a los muebles de mi sala para sentarse, en tanto yo iba detrás de él. – ¿Qué-que quieres decir? – apoyó sus brazos entre sus piernas y entrelazo sus manos y mirándome seriamente, exclamó. – Me vendré a vivir contigo por un tiempo Emily. Lorenitta : CAPÍTULO 30: Esta Mujer me está Consumiendo [Emily Wilson] Me quedo en un estado de estupefacción. ¿había oído bien? O ¿aún seguía media dormida, que escuchaba cosas sin sentido? Pestañee varias veces sin poder creer lo que me decía. – Emily… – ¿Ah? – me despierta de mis conflictos mentales. – ¿Me estas prestando atención? – remuevo mi cabeza. – Perdón Oliver, pero… ¿puedes repetir lo que acabas de decir? – Él tira un enorme resoplido. – Perdóname por decir esto tan al improviso, imagino que no comprendes nada. Pero esta extrema idea, se debe a que lamentablemente mi hermano y su madre están actuando en contra de mí. – ¿Co-cómo es posible? No entiendo. – Sí, Emily, es por ello por lo que tuve que actuar así hace un momento, debido a que nos están siguiendo. Hay un detective privado a nuestro asecho y sé que estaba aquí, a una distancia tomándome fotos en tu entrada.– era increíble lo que me decía. – ¡Dios! – cubro mis labios, sin creerlo. – ¿pero por qué? – pregunté, necesitaba respuestas. Entonces él con un semblante muy preocupado, inició a explicarme la situación en la que se encontraba con su familia. (…) Ahora comprendía todo claramente. – Oliver… ¿Ahora que piensas hacer? – él estiró su brazo y sostuvo mi mano, mirándome a los ojos. – ¿Emily… está segura de querer formalizar un compromiso falso conmigo? – mordí mis labios a la extraña sensación que me hacía sentir la noticia, y asentí. – Sí… – respondí firme, estaba dispuesta a ayudarlo, su vida se estaba tornando en un caos en parte por mi culpa y no podía retractarme a mis palabras. Él dibujó una sonrisa de alivio en su rostro. – no te preocupes, hagámoslo hasta que tu padre nos deje y tú puedas estar al seguro. – Emily… – agachó la mirada, se mostraba muy apenado, por lo tanto, yo con mi otra mano envolví la suya. – Está bien, tranquilo… todo estará bien, no te preocupes. – sonreí y Oliver me miró conmovido.– entonces debemos fingir tanto como podamos, que somos una pareja. – Sí. – Bien… – me desprendo de él algo apenada – pero este departamento como ves, es pequeño y no tiene comodidades. – mis mejillas se ruborizan. – Está bien tranquila, sabre acoplarme rápido. – ¿Estás seguro? – Sí, y no te impacientes puedo dormir aquí en el mueble, solo me quedaré contigo un par de semanas para ver hasta dónde quieren llegar esos insolentes. [1:55, 26/6/2021] Lorenitta : – E-está bien – aun no podía asimilar la locura en la que estábamos envueltos. – ¡si podremos con todo! – dije animada, pero el silencio nos envolvió en segundos, él estaba con la mirada perdida, quizás aun tampoco asimilaba lo que estaba haciendo – Oliver… – decidí romper el hielo dándole un poco de espacio – regreso en unos minutos. Me levanté y me fui a mi habitación a ordenar todo lo que podía, sería demasiado bochornoso que vea mis prendas íntimas. Llego tan cansada a casa que no tengo tiempo a veces de ordenar y específicamente ayer no hice nada. Traspasé mis ropas a un cajón dejando tres vacíos, para que Oliver pueda acomodar su ropa. Todo ya en orden, decido salir a avisarle, pero él ya se encontraba de pie. – ¿Vas a algún lugar? – Sí, debo hacer compras, Emily – decía mientras observaba su fino reloj de oro – si voy a estar aquí debemos tener lo necesario, para sobrevivir. Son las 9 am. debemos prepararnos para los demás días. – Bien, yo estaré aquí, no saldré a ningún lado, así que puede regresar en cualquier momento – le respondo tranquila, pero me mira con sus ojos azules bien abiertos, algo angustiado. – Emily… – ¿Qué sucede? – respondo algo preocupada a su reacción. – Nunca he hecho compras en mi vida– yo lo miro y mi sonrisa no demora en relucirse sobre mi rostro – no sé como hacerlo. – trataba de aguantar no reír, sin embargo, lo sentía por él, pero no pude más y comencé a reír como demente, él solo me fijaba serio con su rostro fruncido. – Emily ¿Por qué te ríes? – parecía un niño desorientado, esos gestos y esa inocencia nerviosa al decirme las cosas, me causó mucha gracia. – lo estoy diciendo enserio, no es ninguna broma. – exclamaba en tono seco. – Oliver… de verdad – hablaba entre risas – no conoces las cosas graciosas de la vida, eres sombrío, debes de sonreír mucho más. – él se sonrojo, y cruzo los brazos, tirando un resoplido. – ok, ok, esta bien ya me calmé. Espérame me cambio y vuelvo a salir para irnos juntos a un supermercado. – Ok. – respondió sentándose a piernas cruzadas en el mueble. Mientras yo me adentraba apurada a cambiarme. ......... [1:56, 26/6/2021] Lorenitta : Oliver Stewart] Fue un poco complicado explicarle las cosas a Emily, pero me entendió perfectamente. Me siento tan afortunado que ella este conmigo en todo esto, ahora erábamos aliados. Aunque de algo no estaba seguro, no sabía cómo iba a sobrevivir en esta pequeña ratonera, ni cómo iba a aguantar dormir en un mueble, pero no tenía de otra. Cualquiera se preguntaría porque no fue en mi casa, ¿verdad? Y es que, en realidad, quise que sea aquí, ya que incluso en mi mansión podríamos tener ojos por todos lados y no sabría en quien confiarme. Debido a nuestra situación en estos momentos, debíamos tener suma cautela. (…) Emily estaba actuando extraño, se acababa de reír porque le dije que no sabía realizar compras, es que, en realidad, nunca lo hice ¿Por qué tendría que hacerlo? Si toda mi vida he tenido servidumbre. No tuve pena en decírselo, pero ella comenzó a reírse de ello. Yo no le vi nada de gracioso, a veces no la comprendo, incluso dijo que debo reír, ¿Por qué reiría de cosas, sin sentido?, en fin. Me quedé esperándola por 10 min, y en realidad ella sabe perfectamente que no me gusta esperar. –¡Emily! – vocifero. ¿Las mujeres se demoran tanto, para salir a comprar? –Ya voy… – exclama. En tanto me comienzo a distraer observando el lugar. Era la primera vez en su casa, es un lugar pequeño pero acomodado, aunque no tiene tantas cosas de lujo. –Este “Huevo de rosa Faberge” es falso– me expreso burlón, al coger el objeto con mi mano mirando que es una réplica similar, pero que no vale más que 50 dólares. Lo regreso a su sitio y con mis manos hacia atrás, sigo mi recorrido por toda su sala observando adornos de segunda mano, adornos nada agradables y que están sin sentido en el lugar. ¿Las personas normales suelen tener estas cosas sin valor para adornar sus casas? No es nada sofisticado. Yo solo pondría cosas de alta valorización sobre mis paredes y muebles para la apreciación de las personas, si no, sería humillante. Ella es extraña, creo que debo darle un par de consejos de como mantener una casa bien portada. Sigo mi recorrido y una repisa con varias fotos, llama fuertemente mi atención, entonces me acerco a admirarlas. En una foto salía ella, con dos personas mayores, por lo que intuyo, son sus padres. Se le ve muy feliz. Continúo mirando y un cuadro en especial, me hace arrugar la frente, ella sale con aquel Owen, con la “Ciudad de Macchi Picchu” de fondo, sosteniendo la bandera del Perú, concretando un beso para la toma. – Tsss… yo también me he ido cantidad de veces, es una ciudad muy atractiva y hermosa, pero no haría esas ridiculeces en público. No nunca. – prosigo observando otros cuadros ya que ese me causa náuseas y visualizo varias fotos de ella cuando era niña y de todo el trayecto de su crecimiento. – siempre fue muy hermosa – digo mi pensamiento ha alta voces. – Gracias… Oliver – su aguda voz me petrifica. Tomo mi posición erguida, y volteando a verla, hago como si no sucediera nada. Sin embargo, me quedo tonto, viendo como ese vestido ligero celeste, le hace ver espectacular. Trago saliva y… – ¿Estas listas? – replico escondiendo mis nervios mostrándome decoroso. – Sí – ella retira el mechón de su rostro y lo traspasa suavemente, detrás de su oreja, brotando una linda sonrisa. – Jum, Jum – aclaro mi voz, y trato de deshipnotizarme.– Bien vámonos. – Salgo en dirección a la puerta, en tanto ella viene detrás de mí. Llegamos a mi auto y espero a que entre, en tanto yo sostengo la puerta para ella. – Gracias – dijo, mientras yo miro hacia todos lados, tratando de identificar algo fuera de lo inusual, y con una sonrisa forzada, entro también. Emily me dio indicaciones por donde debíamos ir. El lugar no se encontraba muy lejos. [1:56, 26/6/2021] Lorenitta : Salimos de la cochera y nos adentramos al centro comercial. Sinceramente no sabía que debía comprar, pero lo importante era el café, ella iba metiendo cosas en esta canasta andante, que le dicen carrito según me comento ella, en tanto yo miraba la sección del café. Lo encontré y la verdad me sorprende que sean tan baratos. Comencé a meter varios productos, no conocía las marcas, pero metía las más caras. Nos tomó como una hora realizar todo, con algo de dificultad Emily iba llevando el carrito mientras yo iba por delante admirando todo alrededor. Llegamos a la caja y me acerco para pagar. Retiro mi billetera del bolsillo y… – Buenos días, señor. – Buenos días – asentí. – Estamos teniendo una promoción de pareja por el día de hoy, en la cual su esposa se podrá llevar un paquete grande de 100 unidades de toallas femeninas de la marca Kotex, si solo paga 8 dólares más. – ¿Esposa? Y Toalla ¿Qué? – Toallas femeninas señor – la señorita sonríe de oreja a oreja. – Ella no… – Disculpe – Emily se acerca riendo algo apenada, con una sonrisa falsa, tapando mi boca. Yo me la quedo viendo, frunciendo el ceño, sin entender. – Denos la oferta por favor, mi esposo no sabe de estas cosas – retira su mano de mis labios e inicia a revisar su billetera. ¿Qué estaba haciendo? ¿se le solto un tornillo? – Bien, señorita, “mi querida esposa” – me adelanto y hablo en tono sarcástico, y ella me mira sorprendida. – quiere la oferta, tenga – le extendí mi tarjeta negra, la mujer de la caja abrió sus ojos de una forma inesperada ¿Qué acaso nunca ha visto una tarjeta negra? – Se-señor, creo que este tipo de tarjetas no esta permitido, si tuviera quizás efectivo… –¿Cómo es posible? Yo no manejo efectivo. Ya me estaba comenzando a sulfurar y cuando estuve a punto de reprenderla. – Está bien tranquila – Emily intercedió nerviosa. – yo lo pago.–Iba a intentar hablar otra vez, pero ella me fulminó con la mirada que me cohibió de inmediato. Aclaro mi voz, y miro hacia otra dirección incómodo traspasando mi mano por mi cuello. – Bien muchas gracias por su compra. – dijo la mujer y ahora teníamos un montón de bolsas de compras que llevar. Miro hacia todos lados y no veía ha alguien quien se acerque a llevar las cosas. – ¿Qué esperas? – me habla. – A que vengan los encargados a llevar nuestros productos. – Nadie vendrá Oliver, debemos llevarlos nosotros. – se dirigió a mi en un tono enojado. – ¿Enserio? – exclamé, mientras ella sostenía como 5 bolsas a la vez. Yo tiro un resoplido y le quito las bolsas de su mano, con el coche era diverso, no era tanto un peso fuerte, en cambio con las bolsas si era necesario mucho trabajo, y en su estado no lo podía permitir– yo los llevo, lleva solo dos. – Pero tenemos como 8 más para llevar. – Señorita – me dirijo a la cajera – puedo dejarlos un momento aquí, ya regreso. – Por supuesto señor. – me dijo, entonces, yo le hice un gesto a Emily para que avanzara y ella prosiguió. Llegamos al auto, meto las compras en la maletera y las dejo ya bien acomodadas, entonces regreso cojo las últimas bolsas y torno. Ya todo acomodado, nos fuimos a casa y subí todas las cosas al departamento. Ya me sentía demasiado exhausto, Emily me miraba algo sonriente, seguramente se estaría burlando de lo que nunca había hecho en mi vida, y que ahora lo estaba haciendo a fuerzas. [1:57, 26/6/2021] Lorenitta : Le ayudaba a ordenar las cosas en la cocina, mientras me explicaba en donde eran su sitio, para futuras ocasiones en la que quisiera realizarme algo. Cuando de pronto la veo trayendo una pequeña escalera. – ¿Para qué es eso? – Es obvio, para subir a los lugares que no alcanzo. – yo comencé a reír, era verdad, ella es muy pequeña. – Yo me subo y tu me vas pasando lo que te pido. – Ok. – ella se subió y yo le pasaba como lo acordado, cuando de repente, se comenzó a tambalear, yo me acerqué para sostenerla. –¡Oliver!– gritó mientras yo me apegaba a ella, cayendo sobre mis brazos. Mi corazón estaba totalmente acelerado del susto, ella también lo estaba, nuestras agitadas respiraciones, se sentían en nuestros rostros, estábamos tan cerca en un fuerte contacto visual. – ¿Estás bien? Me asustaste Emily – le dije desconcertado, mi voz sonó fuera de lo habitual. Este no soy yo, esto no está bien, esta mujer me está consumiendo poco a poco. ] Lorenitta : CAPÍTULO 31: El Momento [Emily Wilson] A veces para ser sincera Oliver me parece muy extraño y curioso. No sabe muchas cosas y eso me causa mucha gracia. Realmente me divierto mucho a su lado. Lamentablemente es todo un airoso, incluso estaba sufriendo con el coche esperando a que venga ayudarme, pero el señorito iba adelante caminando campante como si yo fuera su sirvienta. Las compras sobresalían en un cerro, él no dejaba de meter varias cosas, al final vi lo resultados en la enorme cuenta que tuve que pagar, fueron 300 dólares en productos. Gracias a Dios tenía ese dinero conmigo, y eso que alcanzó a las justas. Para mí suerte él tuvo que cargar las bolsas, al menos en ese aspecto fue muy considerado. ... Llegamos a casa y era la hora de ordenar todo. Comencé a reír al verlo muy cansado, creo que era la primera vez en mi vida en verlo sudar de tal manera, aunque no puedo negar que se le veía muy apuesto la verdad, ahora sí parecía todo un caballero completo. Sonrío, cuando me percato que él me mira con ese rostro que nunca deja de fruncir. –Bien, ordenaremos las cosas. –Yo ya no hago más– exclamó recio sentándose. –¿Permitirás que una mujer embarazada haga todo? – bromeé sonriendo malévolamente, el negó con la cabeza sabiendo mis intenciones, y se levantó con malagana a ayudarme. (…) Al cabo de un rato arreglando, tocaba poner las pastas en la parte del cajón de arriba, la verdad que tiempo no hacía demasiadas compras y por ello casi nunca ocupada esa parte. Me fui a buscar la pequeña escalera que es para la cocina, y Oliver se comenzó a reír al verme cuando lo traía. Le expliqué que me alcance las cosas mientras los acomodaba, pero de pronto la escalera se comenzó a tambalear de un lado para otro y lo único que pude decir fue su nombre, por el susto. Caí en sus brazos, estaba realmente impactada, mi corazón latía demasiado rápido debido al susto y se incrementó al ver la mirada inexplicable de Oliver. –¿Estás bien? Me asustaste Emily. – esos ojos… causaban en mí, cosas que no comprendía, ¿Qué es esto en el estómago, que revuelve todo mi ser? –Eh… lo lamento– apenas pude decir, él me bajo y yo me puse de pie, pero su rostro cambio de inmediato. –¿¡Acaso no te das cuenta lo peligroso que fue!?– estaba exaltado de una forma muy exagerada.– ¡pudo pasarle algo a tu bebé! Yo lo observaba sin palabras y sin poder parpadear, era claro que tenía razón, pero por alguna causa de pronto comencé a llorar sin poder contenerlo, no comprendía que me sucedía, no podía parar, parecía una niña limpiándome mis ojos. [1:58, 26/6/2021] Lorenitta : Su rostro se tornó diferente, ahora estaba asustado y preocupado. –Emily ¿estás bien? – yo me volteé y le di la espalda– Emily… – quería detenerme, pero era imposible ¿Qué es esto? – perdón Emily…– el trataba de ver mi rostro, rodeándome – perdón por gritarte ¿Por eso estás llorando? –¡No sé! – le grité con fuerzas y me fui avergonzada a mi habitación. No podía calmarme, me tiré directamente a mi cama. –¿Qué me pasaaaaa? – exclamaba entre sollozos. –¿Esto es debido al embarazo? – reaccioné, me volví a sentar y sobé mi vientre– ¿Cálmate sí? No lloremos por cosas sin sentido. –Emily… – Oliver me sorprende a los minutos, abriendo la puerta y de frente sin ningún aviso se acercó a mí, yo estaba sentada al lado de mi cama, él se arrodilló. – de verdad perdóname – sostuvo mi mano– no quise gritarte de esa manera, estaba realmente preocupado. Y… –Está bien…– hablaba entre sollozos – no es tu culpa… solamente me siento sensible…– seguía llorando. –¿Te sientes mal? ¿A qué te refieres? Vamos al médico Emily. – se levantó y me extendió la mano. –No… – sobaba mis ojos junto con una sonrisa, a su extrema preocupación– tranquilo, esto es solo debido a mi embarazo y por ello me siento muy frágil emocionalmente que me vencieron las ganas de llorar, lo lamento. –Pero esto no es grave ¿Segura? –Sí– asentí. – son cosas normales en las mujeres embarazadas. –Bien, entonces vamos a animarte, animemos a ese pequeño – dijo, y volvió a extender su mano hacia mí. Esta sensación de alegría, no me está gustando para nada, no Emily, no. No me digas que tal vez... ¿te estás enamorando de tu jefe?, NO, es imposible, claro que no. –Gra-gracias– respondí, sostuve su mano, me llevó a la sala y nos sentó en el mueble. – Antes que todo pidamos algo que comer, ya es tarde para preparar algo. Tengo hambre ¿qué desearías comer? – No lo sé… quizás ¿comida china? – Bien… Nos pasamos media hora solo viendo noticias, no sabía que tenía en mente aún. Llegó la comida, almorzamos y después de ello, regresamos al mueble, me sentía algo extraña, era la primera vez pasando todas estas cosas con él en mi espacio personal, y por supuesto que era algo fuera de lo que cualquiera pudiera imaginar, es claro, porque “ES MI JEFE”. A nadie le podría suceder algo así, ¿o sí? hasta el momento era totalmente increíble como terminamos de esta forma. [1:58, 26/6/2021] Lorenitta : –Ahora veremos una película– dijo, y yo me impresione a lo que decía. – ¿te recuerdas cuando me recomendaste aquellas películas que casi me dan un infarto al ver tanta dulzura? – exclamó alzando la ceja punzante, y yo comencé a reír al recordarme ese episodio, era obvio, él no se imaginaba que trataba de romance puro, lo engañé ‘jajaja’ –Bien, ahora te toca ver conmigo, las películas que ahora yo quiero que veas. – E-está bien – exclamé tímida, me saqué los zapatos y las subí al mueble abrazándolas, no sentía vergüenza, además él se tenía que acostumbrar a mí. Oliver buscaba películas en Netflix desde el televisor y me miró extrañado cuando hice lo de mis piernas, claro que don señorito lo habría visto de mala forma, pero no importa, me gusta ver esas expresiones fuera de lugar que siempre pone. Me le quedo viendo, como esta tan atento a su cometido y me digo a mí misma, que a veces quisiera realmente saber que piensa en esa complicada cabeza. .......... [Oliver Stewart] Me había atemorizado por completo, que solo pude reaccionar de la única forma que sé, gritando. Mi intención no fue hacerla llorar, simplemente suelo ser así y ella lo sabe, pero me encogí al verla de ese modo, no quería eso. Después de insistir que me perdone, ella enojada se fue a su habitación. No podía estar tranquilo, caminaba de un lado para otro para saber que hacer, no se me venía nada en mente, hasta que viendo el televisor se me ocurrió una buena idea. (…) Ella había aceptado ver una película conmigo. Me encantan las películas de terror y al parecer, no se lo esperaba. Río maliciosamente por dentro al verla tan atemorizada, mi venganza por aquella vez que me hizo ver cosas raras estaba surgiendo con éxito. Ya nos habíamos pasado viendo dos películas, ya había oscurecido, no lo puedo negar, nunca me había divertido tanto al ver alguien asustarse. Definitivamente Emily era demasiado graciosa, pero eso aún no terminaba, se me había ocurrido una siguiente película más. – Por favor ya no más… – exclamó ella y yo sonreí. – Lo lamento, es día de películas y nos quedaremos aquí hasta la cena. – hablé algo divertido, ella volteo y me aniquilo con su clásica mirada, entonces no le quedó de otra que seguir lo que yo había declarado. Estábamos viendo una de mis películas más terroríficas que conozco y creo que esta vez había ido demasiado lejos, en una escena donde salía el fantasma inesperadamente asesinando, ella saltó y se aferró a mi brazo. Mi corazón se comenzó a acelerar, luego algo apenada me soltó y trato de disimular que se había ruborizado. Seguía el trayecto de la película, y seguía estremeciéndose del susto, cuando de repente se alzó. – Lo siento, ya no veré más – dijo, y yo riéndome la sostuve de inmediato con la intención de detenerla, ella intentó avanzar pero yo la regresé, mi fuerza fue un poco exagerada y ella cayó entre mis piernas. Era la segunda vez en todo el día que nos pasaba ese contacto visual, y una de las tantas en todo este tiempo, creo que el ambiente oscuro, sus ojos brillantes y enormes que me observaban, me envolvieron. Yo había admitido que esta mujer me gustaba, pero pensé que podría contenerme más tiempo con ella, porque no estaba seguro que era lo que sinceramente sentía. – Emily… – sostuve su rostro y como si hubiera tomado el elixir de la verdad, mis palabras comenzaron a salir solas de mis labios – ¿por qué siempre te ves tan hermosa cuando caes tan cerca de mí? – ella pestañeó varias veces, su respiración se agitaba tanto como la mía, definitivamente no podía aguantar ni un segundo más. Entonces con el calor que recorría todo mi cuerpo, me atreví a acercar su rostro con el mío, e hice algo que quizás me estuve conteniendo por mucho tiempo, era el momento, el momento había llegado. La apegue firmemente en mi pecho y con mi corazón desenfrenadamente desequilibrado, llegué al más glorioso sentimiento cuando en pocos segundos, LA BESÉ. Lorenitta : CAPÍTULO 32: ¿Qué Diablos? [Emily Wilson] Sus labios se apegaron a los míos, ni bien los sentí una corriente extremadamente maravillosa sucumbió todo mi cuerpo ¿esto era real?, me dejé llevar y seguí el fascinante beso que nos estaba consumiendo. Cómo si no tuviera control de lo que hacía, lo sostuve de su nuca, en tanto sentía también la presión de su mano apegada a mi mejilla. Algo que no se puede explicar con palabras, nos envolvió a los dos, nos habíamos perdido por 3 minutos, cuando de repente aterrizo de lo que estábamos haciendo. Separamos nuestros labios para respirar unos segundos y nos quedamos viendo fijamente, entonces me ruborice y de inmediato me levanté, desprendiéndome de sus enormes y cómodos brazos. – Emily – él voceo mi nombre cuando vio que corría hacia mi habitación. Mi pulso corría desenfrenadamente, me apegue a la puerta sin creer lo que había sucedido, presionando con mi mano mi pecho agitado. Un beso, nos acabábamos de dar un beso, y tengo que admitir que fue algo increíble. ......... [Oliver Stewart] Al sentir sus labios con los míos, me hizo sentir algo fascinante, un sentimiento de complacencia invadió cada rincón de mi ser. Hace años no sentía el agradable sabor de unos labios, y sentir los de ella, fue lo más fascinante que me sucedió hasta el día de hoy. Ella al parecer se avergonzó, y salió corriendo por ello. Intente detenerla, pero fue demasiado rápida. Mi corazón estaba en realidad emocionado, definitivamente aquel acto reprimido, al fin hecho, me hizo sentir completamente aliviado. Me recosté en el mueble mientras tocaba mis labios, la sonrisa plasmada en mi rostro no la podía borrar. –Emily…– exclamé algo avergonzado a mi cometido, no podía dejar de sentir ese sentimiento pícaro dentro de mí– Quisiera ver tu rostro en este preciso momento. ........ [Emily Wilson] Mi alarma comienza a sonar como lo usual en la mañana, lo apago de mala gana y me siento para terminar de despertar, cuando de repente, me comienzo a recordar de todo lo que sucedió anoche. Ayer estaba tan fuera de sí, que incluso me dormí mientras me revolcaba en la cama con aquel sentimiento extraño que me dejó Oliver. –¡Carajo! ¡Oliver…! –me había olvidado de él, ¿Como habrá dormido? Ni siquiera le pase una almohada, ni una manta. ¿Me habrá venido a tocar a la puerta? ¡Diablos! Me levante de mi cama como un rayo, me puse mis pantuflas y trate de arreglarme el cabello lo mejor que pude, cogí un pañito para pasarme en la cara, debido a que el baño se encuentra afuera pues no quería que él me vea tan mal. [1:59, 26/6/2021] Lorenitta : –¡Maldición! ¿estará molesto?, anoche hizo frío, Dios… ¿cómo pude quedarme dormida? –me recriminaba en voz baja mientras me acercaba a la puerta. La abro y... – Oliver...– exclamo, al encontrármelo. Él y yo, nos quedamos viendo cara a cara por unos segundos. –Justo te iba a tocar la puerta, Emily – me hablaba de una forma tranquila y normal. Lo veo de pies a cabeza y se encontraba con el mismo traje de ayer. “Rayos” me había olvidado de que su ropa se encontraba aquí dentro, osea ¿durmió de esa forma?, me cuestionaba por dentro preocupada. Me sentía muy apenada de esta situación, que olvidé por un momento lo de anoche. En ese preciso momento solo quería disculparme a morir con él por todo lo que habría pasado en la congelada noche. –Puedo sacar un cambio y puede prestarme su baño ¿Por favor?– se expresó respetuoso, sin tocar otro tema. –Si-si – comencé a tartamudear de lo bochornosa que me sentía. –pasa…– le dije y le mostré sus vestimentas colgadas y también las dobladas en los cajones. Él escogió lo necesario y se fue en dirección al baño. Son las 6 de la mañana, entonces como pude, traté de apurarme para al menos preparar el desayuno. Aún me lamentaba de lo que le hice pasar, quizás no me ha dicho nada porque también se siente avergonzado, pero… no aguantaba quería morirme por mi torpeza en todo este asunto. Pasó media hora y salió bien vestido y elegante como siempre, realmente es un hombre totalmente apuesto, niego con mi cabeza y trato de desatontarme. Había preparado su café americano y unas tostadas con mermelada, que la verdad no sabía si querría comer. – Oliver… sírvete por favor – lo invitaba mientras yo también tomaba asiento. – Gracias – exclamó arreglándose la corbata.– Emily, no debiste– Yo solo le sonreí asintiendo y me concentré en mi desayuno. No quería mirarlo directamente a los ojos, mi desdicha ya era demasiado enorme, y en vez de disculparme o decir otra cosa respecto a lo que sucedió, tontamente comencé a hablar cosas sin sentido. – Y… ¿Cómo iremos a la oficina? ¿Por separado verdad?– Oliver tomaba tranquilamente de su café, pero cuando oyó mis palabras, se detuvo y frunció el ceño enojado. Me intimide ante su mirada punzante, no sabía que hacer, cuando de repente una llamada me salvo de la situación incómoda. –¿Larry? –Oliver, alzo la ceja, arrugando la frente. –Buenos días, Emi… estoy afuera de tu casa, quiero contarte algo y de paso te llevo al trabajo.– mis nervios se comenzaron a notar, ¿Ahora que iba a hacer? –Ok, esta bien, salgo de inmediato. –fue lo único que pude decirle, en tanto cogía los servicios y los llevaba al lavadero. –¿Qué quiere ese playboy? – replicó Oliver, poniéndose de pie para ir a coger su maletín. –Esta afuera esperándome – dije, terminando de lavar rápidamente. –¿Así que tanta confianza se traen que incluso viene a recogerte? –su tono era extraño, pero no preste atención, quería apurarme. Fui corriendo a mi cuarto, cogí mi cartera, me puse los tacos, y al salir Oliver me observaba algo fastidiado, pero antes de que diga algo. –Oliver, salgo yo primero y después sales tú, así de esa forma no nos cruzamos – concrete y me marche rápidamente del apartamento. [2:00, 26/6/2021] Lorenitta : No quería que esto se vuelva un problema, ¿Qué iría a decir Larry sobre esto? Lo sé, es una locura lo que estábamos haciendo, y por otro lado, sinceramente no quería afrontar aun a nadie con este tema, ya que aún ni yo terminaba por creermelo. –Buenos días, Larry – lo saludo de beso, él estaba esperándome fuera de su auto– a ¿qué se debe tanto entusiasmo? – estaba curiosa de lo que tenía que decirme. –Sí, Larry cuéntanos que te emociona tanto. – la voz gruesa y despectiva de Oliver, se hace notar, mientras él salía de mi edificio. ........ [Larry Grant] Es posible vivir tranquilo, ¿cuándo una mujer está impregnada en tu cabeza? Últimamente me siento demasiado enojado, por que no he podido, ver mucho a Emily, me siento frustrado no tener todo el tiempo del mundo, para al menos invitarla a almorzar o a cenar. Siempre esta al lado de Oliver y eso me desespera. Él ha estado actuando extraño y eso tampoco me gusta para nada. Hoy regrese de otra conferencia, son las 6 de la tarde y creo que es tarde, mejor no la molesto. Me regreso a mi departamento, y me sorprende ver a quien encuentro en mi puerta. – ¿Mary? – Larry…– se notaba claramente que estaba ebria – ¿Por qué estas aquí? – ¿Por qué ninguno de los dos me responde? Quiero decir, en el pasado fuimos amigos ¿Por qué me tratan así? – ella inició a llorar – ese idiota, ¿Por qué me ignora? Quiero hablar con él, pero creo que me tiene bloqueada del celular. Fui a buscarlo a su casa y me dijeron que salió hoy temprano con una maleta ¿se fue de viaje? ¿sabes a donde fue? – yo me sorprendo de lo que me dice. –La verdad que no tengo idea Mary, últimamente no conversamos mucho, estoy alejado de todos debido a mi trabajo. –¿Quieres beber conmigo Larry? – Es tarde, debes descansar, vamos te llevo a casa – ¿Por qué… porque todos me juzgan por lo que hice, Larry? Estoy arrepentida ¿Por qué me tratan así? – No es por eso, simplemente que no te veo nada bien y creo que ya debes descansar. – Larry, llévame donde Oliver por favor, quiero verlo, no aguanto mas tiempo sin él, siento que moriré si no converso y aclaro lo que siento. Sé que todo es una mentira, entre él y esa extraña. Todo es falso y al menos eso me tranquiliza, pero no asimilo, que va a tener un hijo ¿Cómo es posible eso? ¡Tu! ¿Tu sabes la verdad? dímelo, Larry – se acerco a penas a mi amenazándome, ¿Cómo ella sabía todo esto?, quiero decir es verdad, pero no creo que Oliver lo haya dicho de forma sincera. –Hablaremos mañana Mary, vamos a casa. Ella iba vociferando y llorando por todo el camino. Llegamos a su departamento y haciéndole abrir la puerta, la llevé hasta su habitación y la recosté en su cama, ella se quedó dormida al instante. La abrigué y al momento de voltearme, comencé a ver todos los cuadros en su mesa de noche, en dónde sale ella con Oliver cuando eran novios ¿Esta loca? ¿Por qué a él y a mí, nos persigue cada desquiciada? Tiré un resoplido y me fui de su departamento. Llamé a Oliver para al menos tomarnos unas copas y contarle del tema, sin embargo, nunca contestó. Entonces regresé a casa. Ya recostado en mi habitación, a la 10 de la noche, una llamada me haría sentir muy feliz. Mi padre, me comento que abriríamos otra sucursal a mi nombre en España. Estaba contento, y en la primera en quién pensé en contárselo fue a Emily. Me dio pena llamarla debido a la hora, por ello, mejor decidí hacerlo mañana y ¿Por qué no en persona? … Me levanté muy temprano, y me vestí casual. Ni bien listo, me voy emocionado a la casa de Emily. Al llegar, la llamo avisándole de que estoy aquí y la espero entusiasmado. A los minutos ella sale, tan radiante como siempre, nos saludamos, y yo no dejaba de mostrar mi enorme sonrisa, cuando de pronto ella pregunta animosa por mi entusiasmo y antes de que pueda hablar, sale Oliver bien campante de su edificio. ¿Qué está sucediendo? ¿por qué diablos él esta saliendo 7 de la mañana de la casa de Emily?