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CAPÍTULO 1:

Correo Esperado [Emily Wilson] Hoy es mi


cumpleaños número treinta, realmente los años
han pasado muy rápido. Me encuentro emocionada
de celebrar este día junto a mi familia. Hoy pedí
permiso en la empresa para salir temprano, así que
subiendo a mi auto, me dirijo a casa de mis padres.
Es algo gracioso, pero recuerdo que mi sueño desde
pequeña era estudiar administración. Jugaba con
que yo era la jefa de mi empresa y caminaba con los
tacos de mi madre, todo debido a que veía las
novelas de mujeres empoderadas que ella solía ver
todos los días por las tardes.
Con los años fui firme en mi decisión, realmente me
atraía esa carrera, sin embargo, un día conocí una
rama cercana que con el tiempo increíblemente
llamo más mi atención, “Secretariado ejecutivo”.
Entonces me atreví a estudiar ello cuando entré a la
Universidad, es así que a eso se refiere mi trabajo
ahora SOY UNA SECRETARIA.
...
Llego a casa y veo un arreglo floral alrededor de mi
puerta, es claro que ellos siempre les gusta
complacerme, pues puedo decir que desde que
tengo uso de razón nunca me ha faltado nada, mis
padres me dieron todo lo necesario para poder ser
felíz. Me criaron bien, me alimentaron y me dieron
buenos estudios a pesar de ser una familia de
economía promedio.
Mi padre es policía retirado y mi madre estaba
estudiando psicología, pero cuando se enteraron de
mi llegada, ella tuvo que renunciar a su sueño
dedicándose solo a su hogar. Mi madre es una
grandiosa ama de casa, dice que no se arrepiente
de nada y que entregarnos su vida ha sido en
realidad su verdadero deseo cumplido, a veces
pienso que esa maternidad que ella desborda, la
heredé yo.
Me adentro a casa, y todos me saludan. Se
encuentran mis padres y sus invitados que me
sorprende hasta las lágrimas al verlos ahí, era la
señora y el señor Bray (padres de Owen).
… Owen Bray, fue mi primer amor, nos conocimos
desde muy pequeños porque su padre con el mío
eran colegas de trabajo que con los años se
volvieron muy unidos. Ellos se reunían siempre en
casa de cualquiera de los dos, es así como su madre
con la mía también se volvieron muy amigas.
Él era de mi misma edad por eso nos
comprendíamos muy bien, en la secundaria nos
dimos cuenta del amor que nos teníamos, él
siempre se me insinuaba entre bromas, hasta que
un día fue serio y sincerándonos el uno con el otro
nos volvimos novios, por la cual fuimos amores
primerizos.
Pasaron 5 años y en una cita formal por el día de
nuestro aniversario, lo inimaginable pasó, delante
de todos él se arrodilló y me pidió matrimonio.
Yo era la mujer más bendecida del mundo, eramos
jóvenes, yo tenía 22 años pero él me amaba tanto
que no podía esperar más para que yo fuera su
esposa. Es así que contándoles a nuestros padres
cuando estábamos todos reunidos, gritamos
nuestra felicidad.
Los días pasaron y habíamos organizado la boda
para realizarlo en tres meses, todo andaba a la
perfección.
Hasta que llego aquel día..., aquel día que se
suponía que iba a ser el mejor, pero resultó al final
siendo el peor, Owen mientras venía de su
departamento, sufrió un accidente, él falleció junto
con Max (su mejor amigo de la Universidad) que lo
acompañaba también a nuestra boda.
Fue el peor día de mi vida, mi mundo se destrozó en
pocos segundos, fue difícil superar algo así, pero
con el tiempo me di cuenta de que todo tiene un
propósito y debía seguir con mi vida, aunque sabía
que volver a enamorarme quizás iba a ser difícil.
(Es lo que pensé en esos tiempos).
Los años pasaron y conocí a David, yo trabajaba a
medio tiempo en un Starbucks y él era un cliente
recurrente por la cual extrañamente venía a mi caja
siempre. Todas las veces aparecía con una enorme
sonrisa y con graciosos chistes, hasta que un día me
invitó a salir.
Después de un momento complicado que pasé, no
estaba segura si hacerlo, sin embargo, con las
palabras alentadoras de mi madre: “Owen desearía
que fueras felíz”, intenté abrir mi corazón otra vez.
La forma tan atenta de ser conmigo de David, me
conmovió y al final todo fluyo lentamente,
convirtiéndonos al fin en novios.
Es así como después de un año, las cosas se
derrumbarían para nosotros, él estaba estudiando
medicina y le salió un trabajo en el extranjero la
cual era una excelente oportunidad para él, por lo
tanto, decidimos mantener aún nuestra relación a
distancia.
Hasta que un día en lo menos pensado cuando le
conté que había decidido ir a verlo por un tiempo a
Francia, sin decir detalles únicamente me terminó,
diciendo que no vaya y que lo olvide que lo nuestro
nunca funcionaría. No lo comprendía, pero al poco
tiempo me enteré de que él se iba a casar con otra
doctora allá en París, después de saber aquello,
todo tuvo sentido.
¿Tan mala suerte podía tener? En fin, sufrí, me
dolió, claro que sí, pero debía seguir adelante a
pesar de que fue otro mal episodio en mi vida.
Siguieron pasando los años y aún tenía la esperanza
en el amor, por ello tuve salientes, sin embargo,
siempre tenían doble propósit. Se mostraban
buenas caras, caballerosos y a la hora de la hora,
eran cuervos teniéndote en vista para comerte.
Me pasó muchas veces, incluso uno tenía novia por
la cual en nuestra primera salida en un restaurante,
ella se apareció haciéndome el gran espectáculo, yo
no sabía nada, pero me tildó como roba novios.
¡Qué desastre de vida! Luego de todos mis malos
momentos, me cansé de las caras bonitas, me cansé
de esos lobos vestidos de ovejas y dije que me
mantendría sola, al final eso no es fundamental,
nosotras podemos valernos por sí mismas.
Llegaron mis 27 y en una salida con mis amigas del
trabajo a un bar por el cumpleaños de una de ellas,
conocí a Nick el primo de Laura (mi compañera)
hicimos click ni bien nos vimos, cupido me
sorprendía otra vez.
Sin embargo, traté de mantenerme firme, no quería
mostrar interés, pero quién se podría resistir a un
hombre tan guapo y alto de 1.90, con esos ojos
verdosos y cabello castaño, un total Hércules si
hablamos de corpulencia, él era delgado, pero muy
bien formado, lo notaba por el polo ceñido a su
cuerpo.
En conclusión, él y yo tuvimos mucha química esa
noche, que mediante tragos y tragos, terminamos
amaneciendo juntos en la misma cama. Era
vergonzoso, fue mi primera vez que tuve una noche
de sexo con un desconocido, solo era fundamental
hacerlo con mi novio, no me gustaba ser partícipe
solo de una noche y fuga.
No obstante, con Nick todo fue diferente, no sé qué
me sucedió, pero siempre hay una primera vez en
todo, ¿verdad? Pues fue una grandiosa primera
vez...
Intercambiamos números y conversábamos mucho,
para luego comenzar a salir. Lo nuestro fue muy
rápido y en desorden, lo sé, pero al final nos
enamoramos. No obstante, volviendo a creer en el
amor, tampoco fue de maravilla.
Tuvimos una relación de dos años. Nick siendo mi
última pareja, descubrí algo nuevo que no podía
explicar, quizás ya estaba más madura y ya pensaba
a algo futuro, por eso nos fuimos a vivir juntos.
Un día mientras iba camino a mi trabajo, olvidé
unos papeles importantes de la empresa, entonces
a pesar de que ya había recorrido 20 min. de
camino, decidí regresar, sabía el comportamiento
de mi jefe y no quería que nadie salga requintado
por mi culpa.
Entonces, abriendo mi puerta, me encuentro una
espectacular vista, Nick estaba teniendo sexo con
mi vecina en nuestra propia casa y en nuestro
mueble. Me derrumbé, no podía con eso, por un
momento sentí que mi vida estaba hecha solo para
sufrir, pero recordando a Owen, que él jamás
hubiera querido verme así, me armé de valor y
terminé esa relación a pesar de las incontables
pedidas de perdón de Nick.
Definitivamente sabía que el amor no era para mí.
¡El desgraciado de cupido! Le gustaba jugar
conmigo, pero ya no se lo iba a permitir más.
[22:50, 25/6/2021] Lorenitta : Cerré mi corazón
por completo, seguí mi vida como pude y me
concentré solo en mi trabajo … Saludé a todos,
estaba contenta que los padres de Owen estuvieran
aquí, la pasamos muy bien recordando viejos
tiempos. Sin duda, Owen iba a ser siempre especial
y nunca lo olvidaría como mi primer amor y el único
que me dio plena felicidad.
–Espero estés teniendo una buena vida Emily... te
queremos como una hija. –Ya por la noche se
despide Cecilia (la madre de Owen), con los ojos
llorosos–. La tengo. –La abrazo fuerte dejando caer
mis lágrimas a través de mi rostro.
–Espero pronto escuchar sobre tu boda hija. –Yo me
desmorono por qué quizás nunca llegará–. Mi niño
de seguro será muy felíz aquel día...
–Señora Cecilia... –exclamo entre sollozos y la
abracé mucho más–. Esté tranquila, no se preocupe
por mí que en estos momentos soy felíz y es lo que
importa.
Abracé al señor Josué también y les pedí que
siempre sigan comunicados por cualquier cosa.
Después de un día en familia y las llamadas de mis
conocidos para felicitarme, regresé a mi
departamento. El día había sido muy largo, tuve
muchas emociones a la vez, pero traté de estar en
calma.
Me puse mi pijama más cómoda y me recosté con
mi laptop en la cama, debía seguir mis trabajos en
suspensión.
Todo en mi vida andaba bien en estos momentos,
creo que tuve suerte, sin embargo, hace un año no
era así… ........
Flashback En la empresa donde trabajaba de
secretaria, se fue a la quiebra quedándome
desempleada, yo viviendo sola tenía que cubrir mis
gastos, mi madre me pidió regresar a casa, pero me
opuse.
Cuando de repente me hizo un comentario que
cambiaría mi vida, hace poco ella había tenido una
reunión de amigas de la promoción de su escuela. Y
mi madre reluciendo a su maravillosa hija a una de
sus amigas, le comentó que yo estaba buscando
trabajo y ella le dijo que justamente estaban
buscando una asistente de secretaría en la empresa
donde trabajaba.
Yo me sorprendí, debía ser una empresa muy
grande para que la propia secretaria tenga su
asistente. Cuando me dijo el nombre de la empresa,
quedé boquiabierta “Corporation S&F” de la familia
Stewart, era una compañía muy reconocida en el
mundo por sus autos de última generación
asociados con los mejores de Corea.
Era increíble, mi madre me había conseguido un
trabajo ahí sin pensarlo, y sin ni siquiera pasar una
entrevista con filtro. Fue algo impresionante y
emocionante.
Cuando me fui a reunir con la secretaria me quedé
sonsa, era una señora gordita, muy agraciada y de
una edad de 55 años. Me sorprendí pero a la vez la
admiré, era una mujer muy luchadora que había
conseguido lo que quiso hasta su avanzada edad.
–¿Qué sucede? ¿Estás sorprendida por mi aspecto?
–Bueno, no es eso sino que… –Sí, entiendo… la
mayoría de empresas en estos últimos años tienen
puras Barbies y modelos como secretarias, en
cambio yo llevo trabajando con ellos desde que
tengo 30 años eso quiere decir querida, que llevo
más de 20 años en ese lugar.
–¡Wow… increíble!, debe ser un ambiente
espectacular para perdurar mucho tiempo.
–Bueno, mi jefe es un poco particular, ya lo irás a
conocer, al menos de lejos lo harás. Ya que es un
hombre muy cuidadoso con su entorno, solo me
permite a mí acercarme y a ninguna otra mujer, así
sea bella o atractiva.
–¿Es gay? –pregunto yo de curiosa.
–Jajaja, bueno de seguro escucharás eso muy
seguido en la empresa, pero no es así, es un
hombre que por las cosas de la vida tuvo malas
experiencias, repudiando por alguna razón a todo
ser del sexo opuesto. Es claro que está mal pero,
¿quién soy yo para decirle algo? –Da un resoplido–.
En fin, señorita Emily, no te preocupes por ello que
no te gozarás de su mal genio, jajaja eso déjamelo a
mí.
–Sí, señora. –Asenté la cabeza.
–Bien, te explico lo que harás, yo me encargo de lo
general y tú….
........
La señora Mariana era una persona muy gentil, fue
muy paciente conmigo en todo momento, ella me
asignó una pequeña oficina no tan lejana de la suya
que sería la principal. Y es así como llevo todo este
tiempo trabajando en la empresa en donde me
pagan demasiado bien.
Todos conocíamos a nuestro jefe, pero él no nos
conocía a nosotros, ni se molestaba en mirarnos, es
claramente un tipo arrogante y déspota, con esos
aires de superioridad que claramente lo tiene.
¿Pero que se cree?, ¿intocable? ¡Pff! Me caía mal.
En fin, mientras seguía revisando los documentos,
un correo esperado me acababa de llegar, abro lo
leo y doy un salto en mi cama con mucho regocijo.
Me había llegado por fin la aprobación de mi
solicitud para una inseminación artificial, es
sorprendente ¿Verdad?
Sé que tengo una vida tranquila, con un buen
sueldo y familia sin problemas, se podría decir que
soy una persona totalmente estable en estos
momentos. Sin embargo, últimamente comencé a
sentir un vacío; mis amigas de la escuela, las de la
Universidad e incluso las de mi trabajo se iban
casando y otras tenían hijos. Ver eso me hacía
sentir sola, sentía que se me iba la vida muy fugaz
sin haber disfrutado de algo tan importante, el ser
madre.
Después de pensarlo tanto, decidí tener un hijo, y
claro que no lo tendría con cualquiera, ni siquiera
confiaba en mi sombra ¿Cómo lo haría?, no podía
decirle a un amigo que me haga el favor tampoco,
con todo lo que me había sucedido hasta ahora no
deseaba a ningún hombre en mi vida, entonces
pensando seriamente las cosas, decidí ser madre
soltera realizándome aquella inseminación artificial.
Claro que estaba más que preparada, por lo tanto,
me inscribí, pasé por varios estudios y solo
esperaba ansiosa una respuesta, estas clases de
procedimientos suelen demorarse es por eso por lo
que después de dos meses me respondieron
finalmente.
No puedo describir la felicidad que me invade todo
mi ser. ¡Por fin!, ¡por fin! me convertiría en madre,
mi sueño se iba a cumplir, y no iba a preocuparme
por ningún hombre porque en estos procesos los
donantes suelen ser anónimos.
Por consiguiente, muy emocionada esperaría a ese
bebé hermoso que en el futuro sería
COMPLETAMENTE SOLO MÍO.
CAPÍTULO 2: Aquella Mujer [Oliver Stewart] Salgo
ofuscado de la recepción del Hotel, son las 5 de la
tarde, la ceremonia al fin terminó y la fiesta de la
boda recién da inicio, pero por supuesto que no me
voy a quedar más tiempo. No me quedaré viendo
las caras de esas señoras estiradas, hablando del
por qué no soy yo, el que se está casando.
Tiene algo de malo que a mis treinta y cinco...
¿Quiera aún estar solo? Estoy harto de estas clases
de estupideces. Me voy hasta mi auto y llamo a
Larry para encontrarnos en el bar donde solemos
recurrir casi siempre.
Llego al lugar y como siempre el idiota, aún no llega,
es lo usual de él con sus tardanzas. Me retiro el saco
y aflojo un poco mi corbata, mientras la azafata me
dirige en una mesa VIP para luego relajarme
esperando al susodicho con una Botella de Vodka.
Trato de botar mis malos pensamientos y una mujer
rubia muy atrayente con buen cuerpo se aparece
delante de mí.
–Veo desde hace media hora que estás solo. ¿Te
puedo acompañar? –Yo la fijo fastidiado y le digo:
–NO.
–Pero por qué cariño… –Se sienta a mi lado.
–Porque no vine a buscar mujeres lanzadas, gracias.
–Ella me miró ofendida se levantó y diciéndome "
IDIOTA" y se retiró del lugar.
¿Piensan que soy extraño? Simplemente soy así y
no quiere decir que soy gay. Solamente no me gusta
la compañía de las mujeres, me fastidia los melosas
y mentirosas que son para conseguir lo que quieren.
Su objetivo es eso o por el contrario solo buscan
sexo, y claro… eso no está mal.
Todos tienen necesidades también los tengo, pero
soy limitado solo con una, “Francy”, ella es la que se
encarga de ocuparse de ese tipo de necesidad que
por fuerza a mis instintos, debo de complacer.
No es que me guste, solo que por los años le cogí
confianza y únicamente le pago con joyas y
caprichos que ella desea, es la única a quién le
permito todo esto por el claro convenio que
tenemos, sin sentimientos ni besos simplemente
algo carnal en las raras veces que la llamo. Con el
resto de las mujeres no me nace tener algún tipo de
aventura, eso para mí parecer atrae muchos
problemas consigo que por ello prefiero evitar.
Llevo esta vida ya desde hace 4 años, se podría
decir que antes era normal como cualquiera, pero
todo cambió para mí después de terminar aquella
relación que duró 6 años… ...
Durante el trayecto de toda mi vida, he tenido
varias enamoradas que lamentablemente solo se
me acercaban por el dinero, era algo que en el
momento lo dejaba pasar desapercibido, hasta que
un tiempo apareció en mi universidad; “Mary”, una
chica becada de una familia humilde. Nos volvimos
amigos, pues ella era muy sociable y amigable.
Con el pasar del tiempo cuando ella se dio cuenta
de mi situación con las mujeres, fue quien me hizo
despertar de mi conformidad. “Oliver, ¿Cómo
permites que esas tipas te utilicen?” ella era muy
persuasiva, “Solo te buscan para que les compres
joyas y para que la lleves a sitios o viajes, ¿eres
tonto?” Yo lo sabía, pero no me importaba vivía en
una época que eso me parecía muy normal,
“VALÓRATE, vales mucho Oliver”, dijo, y me sentí
extraño y diferente, ella se preocupaba por mí
como nadie.
Fueron pasando los tiempos y había hecho caso a su
consejo, me alejé de ellas y ocupé mis horas en
diversas cosas incluyéndola a ella, hasta que me di
cuenta de que me había enamorado, fui sincero y
me le declaré, siendo así que me sentí el hombre
más afortunado del mundo cuando ella
correspondió a mis sentimientos.
Pasaron los años y como toda pareja tuvimos peleas
y reconciliaciones, pero… no me esperaba venir lo
que me haría cambiar mi vida por completo.
Debido a los años que teníamos, le pedí matrimonio
y ella aceptó, todo fue como lo esperado, sin
embargo, cuando estábamos frente al altar a punto
de decirnos el SÍ, “Frank Marck” (Un hombre
multimillonario conocido de 38 años en esos
tiempos), apareció por la puerta de la iglesia
deteniendo la ceremonia.
Yo me quedé idiota, él era su jefe. Mary me miró
con los ojos llorosos, y me dijo “Oliver, perdóname
no puedo casarme contigo” y así se fue corriendo a
entrelazar las manos con él para luego salir
huyendo del lugar. Me sentí el hombre más IMBÉCIL
e IDIOTA del mundo. Todos quedaron
conmocionados e incluso mi padre me dijo: “Te lo
dije". Él nunca había estado de acuerdo con nuestra
relación porque ella no era una chica de familia
adinerada. “Te dejó por alguien más rico que tú”,
adhirió mi hermano y se fue bufándose.
Eso definitivamente repercutió mucho en mi vida,
algo irónico, ¿no? Que ella luego de todo lo que me
dijo me haga hecho eso. Realmente sentí de
manera terrible que fui engañado por la persona
que pensé que me había salvado.
Después de ello me volví un mujeriego, quise
quitármela de mis recuerdos como a dé lugar, pero
no podía. Hasta que regresé a mis sentidos y yo
Oliver, no iba a permitir que por una mujer me iba a
derrumbar de tal manera, todo regresó como antes
y las mujeres me buscaban solo para viajes y dinero.
Me harté de eso, todas eran iguales, desde
entonces cada vez que veo a alguna mujer cerca de
mí, siento que veo a Mary, ya sea quién sea, todas
se hacen notar como delicadas y buenas personas,
pero al final esperan algo de mí.
Por ello es por lo que soy así y no me importa seguir
siéndolo, prefiero mantenerme solo hasta el día en
que me muera.
… –¡HEY! Discúlpame, tuve asuntos en la clínica.
–Sí, claro. Tu cuello esta de labial, límpiatelo–. Le
digo luego de haber dado un gran sorbo a mi vaso
por mis pensamientos.
Larry es mi mejor amigo, con él fuimos muy unidos
desde la escuela, en la universidad y hasta ahora. Él
es un completo mujeriego y algo relajado a veces,
nunca cambió y ni lo hará al parecer, sin embargo,
eso no le impide ser el que asumirá la clínica de su
padre muy pronto, aunque no está tan contento
por ello, pero es claro que lo tiene que aceptar. Sé
que él hubiera querido ser un abogado, pero a
presión tuvo que ser un Doctor. Es bueno en la
rama tengo que aceptarlo a pesar de su rara
personalidad.
Por esa noche nos distrajimos por unas horas
conversando, después llegué a casa y me fui a
descansar para mi siguiente día duro. Me levanto
como siempre, me visto formal y muy elegante
salgo de mi casa.
En recorrido a la empresa, me llama mi padre, ya
veía venir lo que me diría después de haberme ido
sin decir nada el día de ayer, me endoso los
auriculares y respondo mientras sigo manejando.
–¡OLIVER! –Mi padre grita desenfrenado, que me
retumba todo el tímpano.
–¿Qué sucede? –respondo frío.
–El día de ayer me hiciste pasar vergüenza. ¿Cómo
se te ocurre irte? Debía presentarte a alguien en
especial, y los dejaste plantados... ¿Sabes la
vergüenza que pasé, mientras todos murmuraban?
–Eso no me incumbe padre. No aceptaré tu forma
de pensar para comprometerme a la fuerza con
alguna mujer que no conozco.
–¡Oliver tienes 35 años! ¿Estás demente? ¿¡Cuándo
piensas darme un heredero!?
–Padre, ya tienes a tu hijo que se acaba de casar,
que él te los dé.
–Mira Oliver, voy a hablar serio y claro, tienes este
año para darme un heredero y si tu hermano se
adelanta en ello, él ya no será solo un Gerente, sino,
¡TOMARA TU PUESTO DE CEO! ¡LO JURO!
–¡JA! –Solo me burlo de eso.
–¿No me crees capaz? Con tan solo una palabra te
puedo retirar, así que espero buenas noticias y
salgas con una de las chicas con las que te
recomendé. Mi paciencia acabó Oliver.
–Mierda… –Grité golpeando mi delantera cuando
me colgó, ese viejo iba a ser capaz de hacer eso.
Llegué como el mismo diablo a la empresa, mi
padre había arruinado completamente mi día y no
solo eso me bastaba, sino que cuando ya me
adentraba cerca de mi oficina… –TEN CUIDADO
ESCORIA –repliqué muy sulfúrico y sacudí mi ropa.
Una mujer se había chocado conmigo cayendo al
suelo con todos los papeles dispersados.
No me importó y seguí mi camino pisando esos
documentos. Ella al parecer dijo algo, pero no le
presté atención.
Ingresé a mi oficina y grité el nombre de “Mariana”.
Ella se apareció tranquila como siempre ya me
conoce a la perfección, aunque a veces cuando
suelo estar así demasiado descontrolado, se asusta.
Le pedí los informes de mis reuniones y viajes de la
semana, y ella me los iba detallando con paciencia.
Las semanas fueron pasando, y mi padre me seguía
hostigando. Ya estaba cansado, Larry sabiendo de la
situación, fue a visitarme una noche en mi casa y
conversando sobre el tema, se le ocurrió una
estúpida idea… Una estúpida idea que de hecho me
podría salvar, me dijo que si no tenía interés de una
pareja entonces que probara con una madre de
alquiler, al final de cuentas mi padre quería un
nieto, eso era lo primordial entonces de esa manera
se lo podría dar. Sin compromisos ni nada, solo me
haría cargo que ese bebé crezca y se regenere bien
hasta su nacimiento.
Larry me comentó que la clínica se había
especializado en este nuevo método últimamente y
que realmente estaba teniendo mucho éxito.
–¿Qué opinas? –me pregunta Larry.
–Estoy de acuerdo si eso calmará las angustias de
mi padre.
–Entonces mira… esta semana hemos recibido 26
candidatas, por la cual 20 vienen con pareja o con
un donante conocido, y las otras 6 vinieron por el
puesto anónimo. Podríamos escoger a alguna de
esas 6 y ya después ustedes llegarían a un acuerdo.
–Sí, sí… –respondí sin atención y solo cogí mi copa
de vino–. La verdad no me interesa solo escoge a
cualquiera que creas conveniente, tiene que ser
bonita para aumentar mis genes y con buena salud.
–Por supuesto amigo, me haré cargo de todo,
pero… ¿Cómo harás si aquella persona no está de
acuerdo a un trato contigo?
–¡Ja! Tú hazlo sin dudar, ninguna mujer se negará a
tal jugosa suma que le ofreceré.
–¿Estás seguro?
–¡Pff! Claro que sí.
–¡Bien amigo es un hecho! –Chocamos nuestras
copas con nuestra nueva y grandiosa idea.
Mis días, seguían como siempre, a casa, al trabajo y
uno que otro viaje como el de hoy, sin nada nuevo.
Son las 8 am y este maldito tráfico me está sacando
de quicio, quizás debí tomar otra ruta, refunfuñaba.
Tengo una reunión importante esta tarde en
California, por la cual si no tomo el avión en dos
horas, llegaré tarde y tendré problemas. Estamos en
New Jersey por ende el viaje es de 4 a 5 horas, por
ello me encontraba apresurado.
Cojo mi celular y llamo a Mariana para avisarle que
me espere fuera de la empresa con los documentos
listos para evitar esperar tanto e irnos de inmediato
al aeropuerto, pero me sorprende que contesta su
esposo.
–Disculpe señor Stewart, buenos días.
–Buenos días. ¿Qué sucede? ¿Se encuentra
Mariana?
–Señor perdóneme por no llamarlo antes, se me
pasó desapercibido por la conmoción. Lo que
sucede es que Mariana ha sufrido un desmayo y la
hemos llevado al hospital, aún no sabemos que
tiene… –¿Es el señor Stewart? –Escucho la voz por
al fondo de Mariana–. Pásamelo.
–¿Mariana?
–Señor Stewart lo lamento tanto, sé que teníamos
un viaje de emergencia, pero por esta vez déjeme
mandar a mi asistente. Ella sabe todos los procesos
exactamente como se deben de realizar, está muy
bien asesorada y lleva un año con nosotros, no es
ninguna principiante. ¿Me permite avisarle para
que lo espere lista? –La idea me incomodaba, no
conocía a esa mujer, pero realmente esto era
importante y me sentía entre la espada y la pared,
no tenía de otra.
–Ok. Llámala de inmediato, explícale lo que tiene
que hacer y que me espere fuera de la oficina en
una hora que llegamos tarde.
–Muchas gracias señor, y discúlpeme por esto.
–No, tranquila Mariana, nos haz servido tantos años
que no quiero que te suceda nada.
Recupérate.
–Gracias, señor.
No estaba conforme con lo que estaba por hacer,
me desagradaba esta situación, pero era claro que
era mi única opción, espero que sea verdad lo que
dijo Mariana y no me deje en ridículo delante de los
ejecutivos. Por el viaje no iba a ser un problema, ya
que iríamos en mi avión privado, entonces
rápidamente puedo modificar la información de mi
acompañante.
Después de librarme del tormentoso tráfico, ya
aproximándome a la entrada del edificio, llamo al
número que Mariana me envió por mensaje, de la
asistente. Yo salgo del auto y comienzo a buscarla,
había varias chicas en traje que no sabía quien sería.
Mientras la rastreaba con la vista, el celular
timbraba, hasta que me contestó.
–¿Hola?
–¿Dónde estás? –hablé altivo como siempre.
–Detrás de usted Señor Stewart. –Yo volteo con el
celular en mi mano y la fijo.
–Buenos días, señor Stewart. –Ella baja su celular y
estira la otra mano–. Mi nombre es Emily Wilson, es
un placer.
Esa mujer era aquella torpe que hace días se había
tropezado conmigo en la oficina… algo me olía mal
y creo que nada definitivamente en este viaje
saldría bien.
CAPÍTULO 3: Un Largo Proceso [Emily Wilson]
Semanas antes… Los días han sido un poco
trajinados en la empresa últimamente, hay en juego
millones si la corporación japonesa “Toyota” no nos
acepta el trato. Mariana ha estado tensionada en
estos días debido a la actitud frívola del Sr. Stewart,
pues no solo se encontraba nervioso por ello, sino
según lo que me comentó ella, es que él también
llevaba los nervios de punta debido a que su
hermano menor se casó el día de ayer, yo no
entendía el porqué de su actitud, pero al parecer no
se llevaba bien ni con su propia familia.
Me alegro mucho de trabajar alejada de él, ya que
sinceramente pienso que chocaríamos demasiado.
Aunque en realidad suelo ser muy paciente, la
forma de ser de mi jefe por alguna razón me enoja y
creo que sería despedida en menos que cante un
gallo. Yo soy muy amable, cálida y sociable, pero
cuando siento que algo es muy injusto, por más que
me aguanto no puedo quedarme callada y más si se
trata de un hombre con alta arrogancia.
Hoy me tocó revisar unos documentos importantes,
y después de haber verificado que todo andaba
bien, debía llevarlos al escritorio de Mariana para
que dé la aprobación, cuando de repente aparece
de la nada en frente de mí, "Don renegón".
¿Pueden creer que me dijo escoria? Y ni siquiera me
ayudó a levantarme, ni mucho menos se disculpó, y
eso que fue por su culpa el habernos chocado, pero
él se mostró como víctima e incluso pasó por
encima de los documentos ensuciándolos.
Era la primera vez que teníamos algún tipo de
contacto y definitivamente fue la peor, “ahora debo
hacer las impresiones otra vez”, refunfuñaba dentro
de mí. “IDIOTA” se me escapó en altavoz sin querer,
cuando me di cuenta de lo que había hecho, casi me
quería morir, pero para mi buena suerte no me
escuchó.
Después entró a su oficina y comenzó a gritar como
desquiciado llamando a Mariana, no puedo creer
que pueda existir un hombre tan explosivo y
malhumorado. A veces me compadezco de ella, sin
embargo, ella siempre me dice que lo aprecia así
como es y que a pesar de que tiene ese carácter, al
fondo es un hombre noble. "¡Pff!" No pude
contenerme al hacer aquel gesto cuando me dijo
eso. ¿Noble? ¿Por dónde?
En fin, ella dice que lo conoció desde muy joven y
que el Sr. Stewart no era así, antes sonreía mucho y
era amigable, ¿Qué le habrá sucedido para
convertirse en lo que es? Hay muchos rumores
sobre ello, una de esas es que encontró a su
prometida en la cama con otro hombre, otra, que
su novia de muchos años lo abandonó en el altar,
también dicen que la frustración de no ser un gay
liberado debido a la presión de su familia, lo volvió
de esa forma.
Quién sabe, cuál será la verdad… Por el día de hoy
terminó la hora de trabajo y salgo de la oficina para
regresar a casa. Cuando llego, trato de
desestresarme el mal día que me hizo pasar esa
persona con una lata de cerveza, mientras observo
la televisión, cuando de repente me llega otro
correo electrónico de la clínica.
Después de haber recibido la aceptación de la
inseminación artificial, me habían citado a otra
entrevista presencial dentro de un par de semanas.
Yo me sentía muy felíz, cada vez estaba más cerca
de lograr mi esperado sueño.
… Pasaron las semanas, y asistí a la entrevista con la
doctora encargada, éramos varias chicas solicitando
lo mismo; algunas habían venido con sus esposos,
otras solas, pero ya tenían quien serían sus
donantes y por último fuimos pocas las que vinimos
para la inseminación anónima.
Nos volvieron a explicar detalladamente el proceso
que afrontaríamos y los cuidados exactos que
debíamos tener, todo fue muy interesante y
emocionante.
Al final, nos dijeron que solamente nos quedemos
las que haríamos el proceso anónimo, nos avisaron
que debíamos venir a una cita más con el doctor
especialista, pero que esta vez sería en privado ya
no grupal.
Me imagino que para nosotras era más riguroso el
proceso debido al requerimiento anónimo. Nos
dieron distintas fechas para regresar, y por aquel
día, me fui a casa muy extasiada en emoción.
… Pasaron los días, y llegó la fecha de mi cita. Ya en
la clínica, en la entrada del consultorio para ser más
específico, el doctor salió a recibirme y se me quedó
mirando unos segundos, era un hombre muy
atractivo, alto, cabello rubio, ojos claros y de una
sonrisa tan hipnotizante. Él removió su cabeza y me
invitó a pasar.
–Buenos días, Señorita Wilson, soy el doctor Larry
Grant y seré el que la acompañará gustosamente en
todo este proceso.
–Mucho gusto. –Estrechamos nuestras manos para
luego tomar asiento cada uno en su respectivo
lugar, frente al escritorio–. Gracias por su arduo
trabajo y por adelantado, gracias por la paciencia
que me tendrá.
–No se preocupe, sé que todo saldrá como usted lo
desea.
Me comenzó a hacer preguntas personales; del
porqué quería tener un hijo, cuáles eran mis planes,
mis propósitos, si estaba de acuerdo al 100% de
realizar la inseminación anónimamente. Y cuando
me preguntó en donde trabajaba mientras
apuntaba todo lo que le decía, se quedó en silencio
un minuto para luego sonreír muy pícaro, no
entendía su extraño comportamiento, pero de
seguro él era así.
… –Muchas gracias por habernos preferido, esté
segura de que no se arrepentirá, todo irá a la
perfección.
–Sí doctor, le agradezco, pienso también que todo
irá muy bien.
–Bien señorita Wilson, nos vemos el día de mañana
para el inicio de la primera etapa, "La estimulación
de la ovárica", durará por lo menos doce días para
luego realizar exitosamente la inseminación, ya
sabe cómo será el proceso completo, así que
prepárese mental y físicamente.
–Estoy más que preparada doctor –respondí con
ánimos.
–Bien... –Estrechamos las manos de despedida
mientras sonreímos a la par.
Me sentía la mujer más feliz del mundo sin dudarlo.
En los días siguientes iba después del trabajo para
mis sesiones diarias, el Dr. Larry estuvo siempre al
pendiente de mí cada día.
Los días pasaron muy rápido y al treceavo día, me
dijeron que estaba preparada, me dieron otra cita
más para el día esperado y fui junto con Ruth (mi
mejor amiga).
Estábamos súper nerviosas, ella estuvo a mi lado en
todo el momento, mientras yo ya me encontraba en
la camilla con una bata lista para el proceso. El Dr.
Larry inspeccionaba cada detalle desde una ventana
enorme de la habitación realizando apuntes,
agradecí que no fuera él, el que me hiciera esto, ya
que me avergonzaba a morir.
Después de todos estos días viéndonos seguido nos
volvimos algo allegados, era muy amigable y me
hacía sonreír cada vez que me ponía nerviosa.
Las enfermeras no demoraron más que pocos
minutos para realizar la inseminación, pero debía
quedarme al menos una hora con las piernas
alzadas en esa posición sobre la camilla.
Al final de la sesión, me felicitaron, y me desearon
buena suerte, debía esperar 20 días más para
confirmar mi embarazo y comenzar a realizar mis
citas con una obstetra normal.
El Dr. se acercó y me dio sus buenas vibras –
Querida Srta.Wilson recuerde de no hacer muchas
actividades de alta intensidad, por favor, yo seguiré
aún personalmente cada movimiento suyo. Este es
mi número personal para que me pueda avisar, o
preguntar de cualquier cosa que le ocurriera fuera
de lo normal.
–Muchas gracias Dr., usted es muy amable. –Él
sonrió como siempre de coqueto y salió de la
habitación.
Por ese día descansé en casa, me sentía algo
estresada del largo proceso que pasé, por ello había
pedido el día libre. Me relajé en casa y no podía con
la enorme ilusión. Todo esto lo mantenía en
secreto, al menos hasta que sea totalmente positivo
mi embarazo, para poder darles la noticia a mi
familia y amigos cercanos.
...
A la mañana siguiente ya fresca y descansada, me
alisté y me fui rumbo a la empresa. Hoy Mariana
tenía que viajar con el Sr. Stewart, tenían una
reunión de alta importancia en California. Llegué
muy temprano por ello, eran las 7:30 exactamente.
Viendo que Mariana no llegaba, me adelanté a
preparar los documentos, y así ella ni bien llegara se
vaya lista. Esto era lo que le gustaba a Mariana de
mí, que siempre me adelantaba a la situación, era
un gran apoyo para ella definitivamente.
Llegaron las 8:30 am y no aparecía ya me estaba
preocupando cuando de repente unos minutos
después, ella me llama pidiéndome el favor que la
reemplace en el viaje. Eso me sorprendió, ni
siquiera estaba preparada, pero ella me dijo que se
encontraba mal en el hospital y aún no sabía que
tenía, no se sentía nada bien. Debido a ello era un
hecho que no me podía negar, aunque sabía que iba
a ser super difícil con la hostil personalidad de mi
jefe.
Di un enorme suspiro, y le dije: “no te preocupes yo
me encargo, recupérate por favor”. Ella se disculpó
por adelantado, ya que sabía que quizás pasaría por
malos momentos, pero la traté de calmar diciéndole
que seré paciente, al menos si me lo propongo sé
que lo haré. Ella me agradeció y seguí sus
instrucciones.
Alisté todo rápidamente, aunque no llevaría ningún
cambio de ropa, algo se me ocurriría, me dije a mí
misma animándome.
Bajé inmediatamente ya lista con el maletín de
documentos y me apresuré a la salida como ella me
lo había indicado, aún no veía al Sr. Stewart por
ningún lado, esperé unos minutos hasta que
después apareció, me acerqué y él me llamó.
Estaba algo nerviosa no lo podía negar, pero decidí
reflejarme como si no sucediera nada, le respondí y
él volteó.
–Buenos días, Sr. Stewart. –Bajé mi celular y estire
mi mano para estrechar la suya–. Mi nombre es
Emily Wilson, es un placer –dije, pero su expresión
fue extraña, él rodó los ojos e ignoró mi saludo y se
volteó dirigiéndose al auto.
–Apúrate que no tenemos tiempo. –Yo me quedé
completamente fría de lo tonto que podría ser esta
persona, me apuré y a punto de abrir la puerta del
copiloto, me dijo–: súbete atrás por favor.
Yo apreté los puños, solo estaba minutos con él y ya
me estaba enfureciendo, respire hondo y boté todo
en un gran resoplido. Me subí en la parte de atrás y
traté de estar lo más relajada posible.
Esto definitivamente iba a ser un enorme reto para
mi ……………… Oliver Stewart] A penas llegamos al
aeropuerto, caminamos apresurados para el avión,
un enorme suspiro de tranquilidad pude dar al estar
ya dentro, me saqué el saco...
–Toma mujer. –Se lo lancé a ella sin mirar, mientras
yo tomaba asiento cómodamente. Ella me quedo
mirando yo le volteé la cara y a los segundos se
acercó.
–Sr. Stewart mi nombre es Emily.
–Sí, sí, como sea… –respondí y cogí la revista de al
lado ignorándola por completo.
Ella se fue a sentar a su asiento, y yo me sorprendí a
su relajación.
–¡Hey!, ¿no deberías estar revisando los
documentos? ¿Viendo si está todo en orden?
–Es algo que ya hice señor desde muy temprano. –
No me esperaba su respuesta, pero solo hice un
chasquido y cruce las piernas mientras seguía mi
lectura.
...
Fueron 4 enormes horas, habíamos llegado, al fin.
–¡Hey tú!, ¡levántate! –Me dirigí a la mujer que
dormía boca abierta, no sé si debía reírme o
enojarme más por estar durmiendo en un momento
tenso como este–. ¡Hey! –Volví a gritar con mi voz
grave ya que no despertaba, y ella, esta vez si dio un
salto.
–Sí, sí señor, estoy despierta. –Se levanta y
comienza a sobarse los ojos, tratando de verse
mejor.
–Mi saco por favor... –No lo veía en el perchero,
siempre Mariana lo solía dejar ahí, la fijo
seriamente y ella se avergüenza porque se había
dormido con mi saco en mano.
–¿¡PERO ERES TONTA!?
–Perdón Sr. Steward. –Comenzó a sacudirlo,
tratando de estirarlo.
–Está todo arrugado –exclamé fastidiado,
definitivamente Mariana se había equivocado, esta
mujer era demasiado idiota–. ¿Cómo piensas que
me pondré esto?
Ya no quise discutir más, estábamos con la hora,
hice un gesto desagradable junto con un enorme
resoplido y simplemente salí del avión. Estaba
totalmente preocupado, si el día de hoy no damos
una buena exposición delante de los ejecutivos para
convencerlos, todo el mes dedicado a este proyecto
será en vano. Toyota tenía que aceptar nuestro
jugoso trato y estaba dispuesto a lograrlo, espero
esta mujer sepa defenderse cuando deba explicar
nuestros puntos importantes.
Llegamos a la reunión, solo me presenté en camisa,
no tenía tiempo ni de comprarme otro traje.
Llegamos realmente a las justas, saludamos a todos
y comencé con mi presentación.
Después que acabé, la Srta. Wilson debía realizar la
explicación profunda de cada uno de nuestros
convenios, me la quedé observando atentamente
con las piernas cruzadas desde que inició, y la
verdad que me dejó anonadado. Pensé que se
equivocaría en algún punto, en cambio, fue muy
fresca y espontánea, parecía que hubiese estado
preparada desde días.
Se notó claramente que había impactado a los
ejecutivos, "al menos en ese aspecto hace las cosas
bien", vacilé dentro de mí.
...
–Estamos honrados de iniciar a trabajar con usted
Sr. Stewart. –Estrechaba la mano del Sr.
August–. Tiene una excelente secretaria, se nota lo
capacitada que está, no tardó en pocos minutos en
convencerme.
–Gracias Sr. August. Sí, es la mejor que tenemos en
la empresa. –Mentí debía quedar muy bien–.
Será un placer también para mí, ser socios.
Era un hecho habíamos firmado al fin un trato
multimillonario para vender esta grandiosa marca,
todo definitivamente iba a mejorar para nuestra
empresa.
–Buen trabajo Srta. Wilson –le dije mientras nos
adentrábamos por los pasillos del hotel, y ella al
parecer se sorprendió por mi cumplido.
Hay algo que jamás puedo dejar de reconocer y es
cuando las personas hacen un buen trabajo, es por
ello que no podía quedarme callado a su impecable
esfuerzo.
–Gracias, Señor.
–Hoy nos quedaremos aquí, sé que no haz traído
vestimentas pero tendremos una cena importante,
e imprevistamente nos quedaremos por 2 noches.
–Se... señor no lo sabía, pero no se preocupe, iré a
comprarme ropa para estar bien vestida en la
noche.
–Bien. ¿Cuál es mi habitación?
–Esta señor, yo me encontraré al lado de usted si
necesita cualquier cosa.
–Ok. –Me entregó la llave y me fui a descansar un
par de horas a mi cuarto.
……..
Ya por la noche, luego de haberme dado un
agradable baño; rasuré mi barba para verme más
fresco, ya que la tenía un poco crecida, me heché la
loción y después endose mi traje gris, el más
elegante para la ocasión, peiné mi cabello, acomodé
mi saco y por último acomodando el reloj de mi
muñeca, cojo mi celular para llamar a la asistente.
Sin embargo, justamente en ese instante tocan el
timbre, entonces al momento de abrir, ella estaba
delante de mí en un hermoso vestido pastel.
Yo tragué saliva, no sabía que vestida de esa forma
se podría ver increíblemente tan esplendorosa.
CAPÍTULO 4: La Cena de Celebración [Emily
Wilson] Sabía desde el inicio que iba a ser
complicado, este hombre era un total OGRO, me
enojó cuando me dijo "mujer" en vez de mi nombre
o apellido, después me tiró el saco como si nada
cubriéndome por completo mi cabeza y ni se dio
cuenta, porque simplemente me lo lanzó sin mirar.
Trataba forzosamente de calmar mi furia interior,
hice un enorme resoplido para controlarme y me
acerqué “mi nombre es Emily” le dije, y me
respondió desinteresado, ya me estaba colmando,
“Dios dame paciencia, toda la del mundo por favor”
declaraba dentro de mí.
Me fui a sentar refunfuñando, cuando de pronto un
grito me despertó y me percaté de que me había
quedado dormida por horas con su saco en mano,
no podía creer que haya cometido aquel error, al
parecer me sentía tan cansada que incluso no había
sentido que había dormido con la boca abierta, que
vergüenza.
Mi jefe parecía realmente iracundo, yo solo iba
detrás de él como una sombra en silencio con mi
conciencia culpable con su saco en mano.
Nos fuimos directamente al Hotel, y luego de haber
llegado a tiempo al salón de reuniones donde sería
la presentación, el Sr. Stewart inició la junta, para
luego de media hora seguir yo con la exposición que
se me había encargado.
… Finalizada la reunión, todo había salido como lo
deseábamos, tuvimos éxito, al fin habíamos
logramos el trato que esperábamos desde meses.
Me sentí muy feliz al ver como los ejecutivos se
acercaban a felicitar al Sr. Stewart y a mí, cuando de
pronto escucho la conversación de él con el Sr.
August... pero que bien presumía de mí, diciendo
que era su mejor empleada, definitivamente él era
un buen actor.
Yo me le quedé mirando y al parecer se dio cuenta y
solo me relució una sonrisa resplandeciente, era la
primera vez que veía que hacía eso delante de mí,
mi corazón sintió un revoloteo, no sabía si era
sincera o falsa debido a la situación, pero fue una
expresión increíble de ver, sonriendo se veía más
guapo de lo inusual. “Debería hacer eso más
seguido” Exclamé dentro de mí.
Al despedirnos de todos, salimos de la sala de
reuniones y nos íbamos dirigiéndonos rumbo a
nuestras habitaciones, ya había preparado
previamente absolutamente todo, cuando de
repente “Buen trabajo Srta. Wilson” dijo y me
congelé, en todo el día me llamaba “Hey tú” o
“mujer” u otras formas solo para dirigirse a mí, pero
ahorita me estaba llamando por mi apellido por
primera vez, sonreí sonrojándome y le dije “Gracias,
Señor” le di su llave y sabiendo que debía
prepararme para la noche entre a mi habitación.
No me había dado cuenta de que su saco aún lo
tenía en mis manos, ya no iba a regresar sería
incomodarlo, de verdad lo vi cansado. Lo acomodé
en un perchero alisté mi cartera con mi dinero y con
las mismas salí otra vez de mi habitación, debía
conseguir un vestido lo antes posible y algo de ropa
para mis días y noches aquí, así que me fui
forzadamente de shopping.
...
Después de haber comprado lo necesario,
caminando por las tiendas departamentales, vi a lo
lejos en el mostrador un vestido realmente
hermoso color pastel, era muy elegante y sexy a la
vez, cero mangas, escote en V, ceñido a la cintura y
con una abertura hermosa en el lado derecho de la
pierna. Era realmente hermoso, me enamoré y
decidí que debía hacerlo mío.
Con todas mis compras fundamentales ya hechas,
regresé al hotel a prepararme para la noche.
El día de hoy los ejecutivos de visita, harían una
gran cena con nosotros para celebrar nuestro trato,
y el día de mañana tendríamos una convención de
empresarios inversionistas de distintos rubros
relacionados en este mismo hotel, organicé los
horarios del Sr. Stewart para estos dos días
restantes y terminé diciéndome a mí misma que ya
no cometería ningún error, quería ser más elogiada
por él como lo hizo hoy, definitivamente me sentí
honorada de su reconocimiento.
… … Llegaron las 7 pm y ya lista, me aproximé a la
habitación del Sr. Stewart, estaba algo nerviosa, fui
muy minuciosa con mi presencia para verme
espectacular, era la primera vez que asistiría a un
evento tan elegante. Toqué el timbre y él salió con
su celular en mano, se me quedo viendo de una
manera extraña para luego realizar su clásica
expresión desinteresada.
– Se demoró 5 min señorita Wilson – frunció el ceño
acomodándose el saco y luego cerró la puerta. Yo
me le quedé viendo sin expresión, y mordí mi labio
para no abrir mi bocota. – ¿Y por qué tan elegante?
No estamos yendo a una boda.
– Me disculpe señor, pero es el más apropiado y
elegante que encontré – trate de ser educada, para
no mandarlo a la mismísima...
–Que malos gustos… – dijo y yo rodé los ojos
diciéndome por dentro que no le haría caso, ya me
estaba arrepintiendo de las buenas cosas que había
dicho de este hombre por la tarde, pero, en fin,
debía mantener la calma al 100% esto era
completamente un reto para mí, y debía lograrlo si
o si por Mariana, debía quedar muy impecable en
mi trabajo para demostrar que ella me enseño bien
y que no se arrepentiría nadie de mi arduo
esfuerzo.
........
[Oliver Stewart] La sonrisa de esta mujer causaba
en mí mucha incomodidad, no podía negar que se
veía muy bien, pero era algo que no podía decírselo
y simplemente me comporté como el usual Oliver
para que no se haga ideas equivocadas, ella es
joven y quizás hasta pueda tener en mente algún
intento de seducción conmigo, chicas como estas
son todas muy previstas, por algo no se esforzó
para quedar tan bien ¡Tss!, lástima por ella, jamás
me interesaría o gustaría de una chica como ella.
Llegamos al restaurante del Hotel donde nos
reuniríamos con el Sr. August y los demás
ejecutivos.
Nos saludamos y nos acomodamos en nuestros
respectivos asientos, estábamos en la espera de Sr.
August al parecer había tenido un retraso, cuando
de repente apareció y se sentó al lado de la Srta.
Wilson.
Me levanté para darle la mano y luego se dirigió a
ella.
– Buenas noches, señorita Wilson – ella se levantó
también y extendió su mano para estrechar la de él,
pero la sorprendió besando su mano. – se ve muy
hermosa esta noche.
– Gra-gracias – dijo un poco desconcertada y yo los
miré indiferente El Sr. August es el representante de
la empresa Toyota, es un hombre muy conocido por
sus buenos tratos internacionales, tiene 45 años y
está casado, sin embargo, al parecer no era un
hombre de principios.
Él tomó asiento y la velada se hizo muy entretenida,
nos pusimos a conversar de distintos temas, cada
vez esta mujer me sorprendía mucho, era una
persona de altos conocimientos en el ámbito de
autos y de gestiones empresariales, los ejecutivos
estaban encantados de sus explicaciones e ideas
claras y contundentes. Era una mujer muy
inteligente no lo podía dudar, cuando de repente
hubo unos minutos en que se silenció por completo,
ya no buscaba la conversación como lo venía
haciendo.
Se me hizo un poco extraño cuando de pronto mi
servilleta se me cae en el pantalón y agacho la
mirada para cogerla, ya que se encontraba entre mi
pierna y la manta de la mesa, giro por unos
segundos mi vista, y veo que ese patético hombre la
sostenía de la pierna. Ahora entendía el porqué de
su raro comportamiento, me alcé disimuladamente
haciendo como si no hubiera visto nada, tomé un
gran sorbo de mi vino y aclare mi voz, pero cuando
estuve a punto de decir algo para defenderla de
esta situación, ella… – Discúlpenme – dijo, se limpió
con la servilleta y se levantó – voy a los servicios
higiénicos. Yo le quedé mirando mientras se iba y el
tipo también la siguió con la mirada de una forma
muy morbosa.
........
.....
[Emily] La noche estaba yendo espectacular, cuando
de repente sentí la mano del Sr. August en mi
pierna, no sabía como actuar, era la primera vez
que me sucedía algo así, pero siendo sincera
sintiendo que comenzó a masajear mi muslo ya
estaba a punto de reaccionar y tirarle una
cachetada, pero regresé a mi realidad, acabábamos
de cerrar un trato y causaría problemas al Sr.
Stewart, mi cuerpo comenzó a sudar no sabía que
debía hacer, pasaron 3 min en esa posición y me
levanté diciendo que me iría al baño.
Me sentí más relajada haber salido de esa mesa, mi
corazón se volvió a tranquilizar, en el baño traté de
echarme un poco de agua sobre mi rostro con
cuidado para no desmaquillarme, debía
desatontarme de ese horrible momento que
acababa de pasar. ¿Qué clase de persona cree ese
tipo que soy? Esto era totalmente desagradable, de
la admiración que sentía por ese gran empresario
pase a sentir repugnancia.
Me acomodé el vestido y salí decidida para decir
alguna excusa para poder irme, no iba a quedarme
un minuto más ahí, no, por supuesto que no. En
tanto salía cerrando la puerta del baño, una mano
me jaló y me arrinconó a la pared, alcé mi vista y
era ese patético señor.
– Hola, cariño, ¿por qué tratas de escapar? – me
sonrió y se acercó a mi oído susurrándome –
podemos pasar una grandiosa noche juntos el día
de hoy, definitivamente no te arrepentirás, sé que
me deseas.
– Sr. August usted se equivoca – exclamo con mi
rostro doblado para no chocar con el suyo– por
favor déjeme ir, usted tiene ideas que no son las
correctas.
– Vamos, Srta. Wilson, las secretarias como tú,
saben hacer muy bien su trabajo en todos los
aspectos y haz un buen trabajo conmigo también.–
ya me estaba cansando, estaba en un debate
dentro de mí, si quedarme tiesa para no dar
problemas en la empresa o defenderme, pero como
ya él estaba sobre pasando los límites con su mano
al tocar mi trasero, no lo soporté más y me llegó
todo altamente, entonces con mis nervios de
puntas estaba por darle un fuerte rodillazo en
donde más le dolería, cuando de repente una voz se
hizo relucir… – ¿Qué hace tocando a mi novia? – yo
abrí mis ojos enormemente al seguir la voz y ver al
doctor Larry delante de mí. El Sr. August me soltó
avergonzado separándose de inmediato.
– No tenga falsas intuiciones solamente me había
tropezado – dijo – disculpe señorita Wilson – se
acomodó la chaqueta y se retiró ante la mirada fría
y recia de Larry.
Él se acercó y me sostuvo de los hombros, mis
piernas me temblaban de la terrible situación.
– ¿Te encuentras bien? – yo asenté, no sabía qué
decir.
– A ese imbécil lo conozco – dijo mirando mientras
el hombre se iba – es un empresario conocido por
mujeriego, debes tener cuidado Emily, menos mal
llegué a tiempo, él suele ser muy insistente con las
mujeres – exclamó soltándome.
– Lamento que hayas tenido que ver todo esto – me
dirigía a él con la mirada gacha de la pena.
– No es tu culpa... para la próxima debes caminar
con tu spray de pimienta– me sonrió como
dándome ánimos – estos obscenos no faltarán en
ningún lado y más con una hermosa mujer como tú
– yo me ruboricé de inmediato a sus palabras.
– Gracias – le sonreí acomodando mi cabello detrás
de mi oreja.
– Emily...¿Y qué haces aquí?, que coincidencia...
– Bueno estoy aquí por trabajo – respondí y traté de
dar unos pasos para dejar de estar apoyada en la
pared, pero con mi grandiosa mala suerte mi taco
se enredó con mi vestido largo y estando a punto
de tropezar, Larry me sostuvo de inmediato
apretándome en su pecho. Yo alcé la mirada, él bajo
la suya y nos quedamos en un profundo contacto
visual.
– ¿Qué es esto Srta. Wilson? – esa voz conocida me
erizó la piel, yo gire la vista y estaba parado en
nuestro frente el Sr. Stewart. Entonces rápidamente
con el corazón enloquecido me alejé de Larry.
– ¿Oliver? – se impactó Larry. Y el señor Stewart,
abrió los ojos al parecer reconociéndolo.
– ¿Larry?
– ¿Ustedes se conocen? – Larry nos señaló con su
dedo en un vaivén a mi jefe y a mí.
– Sí – respondió el Sr. Stewart alzando una ceja con
aspecto serio.
– Esperen… – recién comencé a reaccionar de mi
estado desasosegado, el doctor le había hablado a
mi jefe por su nombre, entonces ... – ¿u-ustedes
también se conocen? – repliqué apenas.
– Sí, es mi mejor amigo – dijo Larry de una forma
desconcertada, mientras el Señor Stewart nos
miraba con una expresión sulfúrica.
Rayos, algo dentro de mí, ya veía venir la tercera
guerra mundial que definitivamente enfrentaría con
mi JEFE.
CAPÍTULO 5: Mi Extraño Comportamiento [Larry
Grant] Salgo de mi consultorio acomodándome la
bata, Noelia la enfermera, sí que hizo un buen
trabajo hoy, me dirijo al baño y viéndome en el
espejo mientras refrescaba mi rostro, me limpio el
cuello de labial que sin darme cuenta ella me dejó, y
junto con ello doy un enorme resoplido viendo mi
reflejo nada contento de lo que hago.
Mi vida no es tan conforme como yo quisiera que
fuera, desde la secundaria quise estudiar derecho,
pero debido a mi padre tuve que convertirme en
doctor, por fuerza me acople a mi destino y es así
como hasta hoy vivo mi vida a costas de él.
Mi madre se separó de él cuándo cumplí los 16
años, siempre decía que el amor no existe que lo
que tuvo con mi padre fue solo un arreglo
matrimonial entres sus padres. Ellos desde
entonces se odian a morir, no podemos tener una
cena tranquila y en paz cada vez que decido
reunirlos en todos mis cumpleaños.
A los 18 mi cuerpo dio un enorme estirón, y me
convertí en una persona mucho más atractiva, me
di cuenta de que las chicas se me confesaban muy
seguido y decidí disfrutar esa grandiosa etapa.
He tenido enamoradas, pero nunca he sentido una
gran conexión con ellas, por eso simplemente al
final decidía quedarme solo para disfrutar con las
mujeres del momento.
Oliver y yo, siempre hemos sido buenos amigos, nos
conocimos en la secundaria y desde entonces
fuimos un dúo inolvidable, las chicas se nos
derretían a nuestro paso, claro que hicimos de las
nuestras muchas veces, hasta que conoció a Mary,
ella fue su destrucción.
Mi amigo cambió cuando estuvo con ella, lo
extrañé, lo extrañé debido a las faltas de nuestras
locuras, pero por otra parte me alegre, debido a
que estaba enamorado, se le veía muy feliz a mi
parecer, a veces sinceramente lo envidiaba por
sentir un sentimiento que yo nunca he podido
comprender.
Los años pasaron y siempre fui el mismo, Oliver
pasó por su rompimiento y yo estuve ahí, el dúo
dinámico renació otra vez por un tiempo y luego él
se cansó y se volvió en el amargado que es ahora,
sin embargo, aún nos llevamos muy bien.
Tengo que admitir que últimamente me siento
como él, siento un vacío que ya no me llena, ni
siquiera acostarme con las mujeres más hermosas
lo hace, solo me pongo a pensar si ese día ya llegó,
si ya llegó aquel día que la vi a ella.
Cuando conocí a mis pacientes de la inseminación
artificial, estaba centrado en encontrar un objetivo
para Oliver. Los expedientes de las 6 chicas eran
interesantes, por ello decidí conocerlas
personalmente.
Después de haber hecho las 5 entrevistas me
faltaba reunirme con la última, cuando leía la hoja
de requerimiento de ella, escuche la puerta sonar,
entonces me levanté para abrirle y me encontré con
aquella mujer de la foto, pero que en persona era
mucho más hermosa, esos enormes ojos grises
resplandecientes, esa sonrisa colinos tan
contagiosa, su cabello castaño oscuro hasta los
hombros y pómulos ligeramente sonrojados me
dejaron totalmente lelo, sacudí mi cabeza y la invité
a pasar.
Ella, ella era la indicada, era la más hermosa de
todas. Proseguí con mi presentación y preguntas,
me sorprendía que ella siendo tan bella quería
tener una familia sola, al parecer algo le abría
sucedido para tomar una decisión tan seria.
Lo que más me sorprendió fue saber que trabajaba
en la empresa de Oliver, no hice más preguntas por
qué de los miles que trabajaban ahí, era imposible
que lo conociera directamente a él.
Todo procedió bien y la inseminación fue exitosa
por el momento, todas esas semanas pasadas
juntos, lo disfruté, ella era muy cálida y divertida,
aunque a veces estaba nerviosa la traté de animar.
De vez en cuando me cuestionaba si lo que estaba
haciendo era lo correcto, sabía en lo que estaba
metiendo a aquella chica y me sentía algo culpable,
pero al final dejé que las cosas sucedan como
debían pasar. Yo seguí simplemente en mis cosas.
Al día siguiente debía prepararme para viajar a
California, de improviso mi padre me dijo que abría
una reunión importante Al día siguiente debía
prepararme para viajar a California, de improviso mi
padre me dijo que abría una reunión importante
por la cual quería que lo remplazara, entonces ya
listo estoy viajando un día antes para relajarme en
el lugar.
El día de hoy por la mañana, le mandé a Oliver los
expedientes de la Srta. Emily, pero no me
respondió, de seguro estaría ocupado, sabía que
andaba detrás de un enorme proyecto, y tampoco
tuve tiempo de llamarlo.
El evento se realizaría en un nuevo Hotel en
California, que en poco tiempo se hizo muy
conocido como uno de los más prestigiosos del país,
y que coincidentemente mi amigo Patrick Hensell,
un antiguo compañero de la Universidad es el CEO
de aquella cadena muy reconocida “Hensell Hotel
Group”.
Lo llamé previamente diciéndole que iría y me dijo
que debíamos tener una cena juntos, él vendría con
su esposa Elizza Norly, una dama muy simpatizante
con la cual se acababa de casar hace poco, su boda
de ellos dos fue espectacular, yo sin duda estuve
ahí. Algún día quisiera sentir ese sentimiento del
amor pleno como les suceden a todos a mi
alrededor.
Viajé desde muy temprano y me refresqué todo el
día, en el spa, en la piscina y en el bar,
definitivamente sus hoteles de Patrick siempre me
han dejado más que satisfecho con su sofisticada
atención.
En el lugar no pude evitar causar miradas atrevidas,
pero mi objetivo no era eso, por el día de hoy
quería relajarme completamente solo.
Llegó la noche, me alisté con mi traje negro, y
elegantemente salí de mi Suite para dirigirme al
restaurante en donde habíamos quedado
encontrarnos con Patrick.
Me adentre al lugar y él ya se encontraba sentado
con su esposa, ella justamente le daba un beso en
los labios y yo me incomode un poco.
- ¡Jum, jum! – carraspee – Como derrama el amor
por aquí, me siento en desventaja – dije y ellos
rieron avergonzados.
- Larry – se alzó y me estiro la mano. – es un breve
tiempo que no nos vemos, amigo.
- Patrick, bueno fueron tres meses que te extrañé –
le dije bromeando. Y él solo sonrió, él también es
una persona algo seria, no entiendo como mi
mundo de amigos son todos así y yo en cambio soy
todo un personaje de bromas.
- Señora Hensell, un placer – la saludé asintiendo y
ella rió.
- Ay… Larry, dime solo Elizza. – tomamos asiento y
de inmediato vinieron los mozos. Era claro esta
minuciosa atención, ya que me encontraba con el
grandioso CEO del hotel.
- Todo estará yendo bien entre ustedes imagino –
me dirigía a ellos tomando mi copa de vino blanco.
- Sí, mi esposa es una mujer espectacular. – la tomó
de la mano en tanto Elizza lo miraba con sus ojos
tan enamorados, ya sentía que quería salir
corriendo y dejarlos solos para que brotaran
abiertamente su melosidad. – solo espero que
pronto, me haga dichosamente el hombre más
grato del mundo brindándome un hijo. – ella se
sonrojó y a la vez se puso triste.
- Amor, sabes que es lo que más quiero, pero como
vez hasta ahora no sucede.
- Bueno todo llega a su debido tiempo – me
entrometí – o en todo caso deben pasar por mi
clínica para que se hagan chequeos y ver si alguno
de ustedes tiene algún mal que no está permitiendo
la fecundación. – ellos me miraban atentos – y si no,
en todo caso pueden recurrir a la inseminación… –
les comencé a hablar del tema en tanto ellos me
escuchaban atentos.
Cuando de repente mi mirada se atrae a una mujer
super hermosa en un vestido pastel, achico mis ojos
para visualizarla bien y la reconozco, era Emily.
- Discúlpenme, ya vuelvo. – exclamé y me alcé de
inmediato buscándola por todo el lugar.
Mi corazón se había agitado a tal encuentro
inesperado, cuando de repente en el pasillo de los
baños de mujeres escucho a una mujer similar a la
voz de Emily.
Al parecer algo estaba sucediendo...
Corrí y al asomarme vi como aquel hombre la tenía
arrinconada y la estaba manoseando mientras ella
parecía asustada, “¿Qué hace tocando a mi novia?”
le dije, el hombre se hizo el loco y se fue, él tenía
mala fama con las mujeres.
Después de advertirle que tenga cuidado y de
animarla un poco, ella se tropezó y yo la sostuve de
inmediato apoyándola fuertemente en mi pecho.
Mi corazón comenzó a latir como loco, no
comprendía aquella situación ¿Por qué me sentía
así?, de pronto improvisamente aparece Oliver.
Ellos dos se conocían me quede totalmente idiota,
¿cómo podría ser posible? ¿Él habrá visto los
expedientes y sabiendo que era ella se le acercó a
propósito? No, no, eso no podría ser posible, pero…
¿Cómo están aquí, juntos?, mi cabeza se inundó de
pensamientos confusos.
Emily me pregunto si me conocía con él, ella parecía
tan sorprendida como yo, y yo le respondí.
- Si es mi mejor amigo – le contesté.
- ¿Qué sucede aquí? – dijo serio Oliver y yo me le
acerqué.
- Bueno la señorita Emily, se acaba de tropezar y la
sostuve de inmediato.
- Si señor Stewart – dijo ella acercándose. – mil
disculpas por demorarme y haber tenido por ello
que buscarme.
- No vine por ti – él exclamó déspota. – yo ya me iba
a mi habitación.
No comprendía nada, y entonces decidí preguntar.
- ¿Espera Oliver, ustedes como se conocen? – Él la
miro en silencio y ella respondió.
- Soy su asistente, digo no, soy su secretaria.
- Ahhh… entiendo. – respondí.
Yo regresé mi mirada a Oliver para comentarle
como la conocía.
- Yo conozco a la señorita Emily debido… “Auchs.” –
exclamé por dentro cuando ella me dio un pellizco,
y disimulé.
- Es el doctor de mi amiga, y yo la he estado
acompañando a todas sus sesiones por ello conozco
al Sr. Larry.
- Entiendo – la miraba de forma despectiva.
- Si, cierto… – le seguí el juego, no sabía cómo
reaccionar – que pequeño es el mundo. – e irónico,
realmente que lo era. – ¿No amigo? – lo toqué del
hombro. – bueno, señorita Emily – la fijé –
conversamos luego, y tu amigo – me dirigí a Oliver –
nos vemos después, tengo personas que me
esperan, te llamo luego.
- Ok – exclamo él y nos alejamos.
..........
..........
[Oliver Stewart] Por alguna razón tenía un
sentimiento de preocupación por la Srta. Wilson,
pues debido a que a los pocos minutos que se había
ido al baño, el desagradable hombre fue también
coincidentemente al mismo lugar.
Esperé unos minutos más y me impaciente,
entonces disculpándome con todos decidí verificar
las cosas por mi mismo, si ese tipo hizo eso delante
de todos que no haría cuando la encontrase sola.
Me fui en dirección a los servicios de mujeres, y me
sorprendo con lo que me vengo a encontrar, la
señorita se encontraba abrazada con un hombre
que no podía reconocer por estar de espaldas,
cuando de repente voltean y me impresiono mucho
más al reconocer a Larry.
Todo era muy confuso, hasta que descubrí lo que
verdaderamente sucedió, sin embargo, aun así, se
veían muy cercanos, se hablaban por sus propios
nombres. Bueno no me importó, simplemente me
incomodó que quizás el idiota este, vendría a
seducir a mi asistente, por la cual no es momento,
ya que estaríamos en tiempo de trabajo no de
relajo.
Larry se despidió y seguí mi rumbo.
- Sr. Stewart, espere… – decía la mujer por mí atrás.
Le había dicho que ya me iba a ir a mi habitación sin
pensarlo, no sé por qué tuve que mentir, y ahora
estaba viendo la forma de regresar, me frustré con
mis pensamientos por dentro.
- ¿¡Que quieres!? – volteé sulfúrico. Ella se frenó a
mi grito con su rostro desasosegado.
- Se- señor, lo lamento… – exclamó con los ojos algo
llorosos. ¿Quizás le grité muy fuerte? – si se retiró
de la reunión quizás sea porque no estuve ahí con
usted. – estaba con el rostro fijando al suelo para
no ver su clara expresión.
Quería preguntarle si todo estaba bien, si en caso el
tipo vino a buscarla o si fui muy duro al gritarle, no
entiendo por qué al ver ese rostro me causa algo de
angustia.
Noté que toda la tarde se esmeró por complacerme
quedando bien con los ejecutivos, incluso me
sorprendió que sabía los pequeños detalles que me
gustaban al comer, como echarme un poco más de
sal a la comida, sin ni siquiera pedírselo ella se
estiró y me dio el pomo de sal antes de empezar a
comer; como también el darme su servilleta, me
gusta utilizar siempre dos y ella claramente lo tenía
en cuenta dándome así el suyo, definitivamente si
sabía eso ¿cuántas cosas más sabrá? Mariana le
enseño bien y sus ganas de esforzarse al parecer me
conmovió.
Ahora claramente entendía el porqué de mi
comportamiento… CAPÍTULO 6: Preocupada
por Él [Oliver Stewart] Tiré un resoplido al ver el
rostro tan deprimente de esta mujer.
- No, no es por eso por lo que me regresé,
simplemente me siento cansado y no me siento tan
bien – mentí.
- Señor – me miró preocupada a pesar de como la
traté – ¿desea que le consiga alguna medicina?
No entendía... por qué esta mujer era así a pesar de
mi actitud, otras se quedarían en silencio a mi
requintada y tratarían de irse de inmediato.
- NO, olvídalo, solo es tensión ya pasará – debía
buscar una excusa para regresar al restaurante,
miré mi reloj y ya había pasado 15 min de retraso, y
no me atrevería a decirle que le mentí tan
absurdamente. – vamos te acompaño a tu
habitación y me adentro a descansar también. – le
dije para poder irme después de ello.
Nos fuimos y vi como ingresaba.
- Buenas noches Srta. Wilson.
- Buenas noches, Sr. Stewart. – ella se adentró.
Ni bien hecho eso, me apresuré al restaurante y les
expliqué a todos los ejecutivos que había sucedido
un pequeño incidente con la Srta. Wilson, que ella
tenía una fuerte migraña y que debía guardar
reposo, por alguna razón el Sr. August parecía
nervioso, pero me comporte como si no sucediera
nada.
...
Pasó media hora después, y luego de habernos
puesto de acuerdo para otro encuentro, nos
despedimos.
Estaba realmente cansado, al final todo lo que le
dije a la Srta. Wilson no era mentira. Suelto mi
corbata y me dirijo a mi habitación. Larry ya no me
llamó y mejor, porque tampoco tengo ganas de
hacer otras cosas, mi día ha sido demasiado movido
y estoy exhausto.
Al llegar, cerrando la puerta me retiro el saco y lo
lanzo a mi mueble, cuando de repente.
“Rin Rin” Suena el timbre de mi celular.
*Buenas noches, Sr. Stewart me olvidé comentarle
que a las 9 am tiene su sesión de masajes en el Spa,
así que a las 8 am estaré ahí con usted para traerle
su desayuno ¿O desea que reserve su llegada al
restaurante?* Es la primera vez que me mensajea y
sonrió sin razón.
Gracias, prefiero la reservación así respiro un poco
de aire *Listo Señor, le deseo buenas noches (: *
'Tsk' incluso me mandó un emoji, sonrío de nuevo,
dejo mi celular en la mesa y… “Rin Rin” Me acerco y
reviso otra vez.
*Olvidé también decirle que en su perchero dejé su
saco y en la mesa de la cocina le dejé unas Aspirinas
para el dolor de cabeza* Ella tiene una llave de
emergencia y por ello pudo entrar, me sentí extraño
que fuera tan minuciosa con sus deberes, me hacía
recordar a Mariana, era un hecho que hacía bien su
trabajo.
Ok, gracias Respondí y no entendía por qué me
gustaba que se preocupara por mí, doy unas
cuantas carcajadas, claro solo debe ser que ella es
muy profesional, y mi voz interior se bufa de mí ...
“Oliver que ideas tontas estás pensando, recién la
acabas de conocer el día de hoy, a pesar de que
sientes que fue una eternidad... es solo un día”
¡Tsk!. Cierto, recién hoy día la conocí y no puedo
creer que me haya conmovido tan rápido. Me
acerco a la cocina, cojo una pastilla y me la bebo
con un vaso de agua, me voy a mi habitación, tomo
un baño y me lanzo a la cama para al fin descansar.
........
[23:44, 25/6/2021] Lorenitta : [Emily Wilson] Al
terminar de mensajear con mi jefe, dejo mi celular
al costado de mi cama y termino de cambiarme a mi
pijama, recién acababa de llegar después de haber
corrido a la recepción a requerir la medicina.
Después de que el Sr. Stewart me dejó en la entrada
de mi habitación, me quedé preocupada de que se
sintiera mal, por ello antes de hacer todo esto, le
mensajee a Mariana, le pregunté cómo se sentía y
me dijo que aún se encontraba reposando en el
hospital, le desee ánimos para que se recupere
pronto y de paso le consulté que es lo que hacía en
estos casos cuando el señor se encontraba así.
Me explicó que ella siempre llevaba consigo
pastillas y es así como en cualquier momento se lo
podría dar, ya que él sufría mucho de ello
constantemente. Ahora sabiendo eso, me dije que
estaría preparada.
Hoy fue un día muy tenso para mí también, espero
realmente no haber causado problemas, todo había
pasado tan rápido, aún me sentía tremendamente
avergonzada al caer en brazos del doctor Larry, mi
jefe estaba iracundo por alguna razón que no
comprendía, y aún no asimilaba el horrible rato que
pasé, por eso estuve sensible y creo que él se dio
cuenta de que me tensioné mucho más cuando me
gritó.
Había tenido demasiado, mantuve mi mirada gacha
aguantando las ganas de llorar, y me sorprendió
que cambio su tono altivo para luego decirme
pasivamente que me acompañaría a mi habitación,
no es tan malo como parece, poco a poco iba
creyendo las palabras de Mariana sobre él.
Ya a punto de dormir, me acuerdo de la situación
con el doctor Larry, no le agradecí sobre lo que hizo
por mí, entonces rebuscando en mi cartera
encontré su tarjeta de presentación privada.
Decidí enviarle también un mensaje.
Buenas noches, Larry, quería agradecerte por lo que
hiciste por mí, me siento aún muy apenada Él no se
demoró en contestar.
¿Hola?, ¿intuyo que eres Emily?
*Sí, discúlpeme, no especifiqué mi nombre, si soy
Emily, y de verdad quería disculparme por haberle
causado molestias.* Lo sabía, no te preocupes, y no
me causaste molestia, estoy aliviado que ese
hombre no llegó a más contigo.
*Gracias, Larry y lamento haberte pellizcado, es que
sinceramente es algo muy secreto de mi parte que
no se lo he comentado nadie por ahora, y quiero
que sea así.* Te comprendo. No te preocupes.
*Bueno no lo fastidio más, que tenga buenas
noches.* Emily… *¿Sí?* ¿Bueno... mañana por la
tarde podemos almorzar juntos?
*Claro que sí, tengo mi hora libre de 2 a 4 de la
tarde.* Bien, entonces te llamo. Buenas noches.
[23:45, 25/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 7: El
Almuerzo [Larry Grant] Son las 11 de la noche y
decidí irme a mi habitación, después de la larga
cena con Patrick, debía comunicarme con Oliver,
pero sinceramente todo ese encuentro me dejó
turbado.
Me cambio, tomo una botella de agua y me meto a
la cama, no puedo conciliar sueño, me doy vueltas y
sigo pensando en que haré, debo decirle a Oliver
que ella es la mujer que tendrá a su hijo – ¿Cómo
pude terminar en una situación así de complicada?,
y ¿cómo puede ser posible que ellos trabajen
juntos?, ¡qué clase de destino es esto! – me exalto
hundiendo mi rostro en la almohada.
En esta situación en la que metí a Emily, no sé si ella
el día que se entere me lo perdonará.
Sigo inundado en mis aturdidos pensamientos y mi
celular comienza a sonar, lo cojo y veo un mensaje
desconocido, lo leo y me doy cuenta de inmediato
que era Emily, conversamos un breve momento y
me siento bien que me haya hablado, ahora tengo
su número y será más fácil comunicarme con ella.
Emily se despide y algo dentro de mí, me impulsa a
invitarla a almorzar, quiero conversar con ella ya no
como un paciente sino como amigos, no sé que
estoy haciendo la verdad, pero ya le envíe el
mensaje y tampoco sé qué me contestara.
Llega su mensaje otra vez y me percato que ella me
aceptó, sonrío y siento una alegría inexplicable, me
despido de ella y no puedo dejar de sonreír hasta
caer dormido.
........
[Oliver Stewart] La mañana se siente fresca, me
visto casual, y me pongo a leer la revista del día
sentado en el mueble, cuando de pronto escucho el
timbre, no es necesario pararme, sé que ella va a
entrar, por alguna razón me cohíbo y me muestro
concentrado en la revista.
- Buenos días, Sr. Stewart. – se para a una distancia
delante de mí.
- Buenos días – respondo sin mirarla.
- ¿Se encuentra listo? O desea que le prepare un
café antes de ir al restaurante.
- No – desentrelazo mis piernas – vamos, si no, se
nos pasara la hora. – Alzo mi mirada y la veo vestida
también casual, con una blusa rosa, pantalón blanco
y zapatos bajos, me pongo de pie y podría decir que
es la mitad de mi cuerpo y no puedo evitar sonreír.
- ¿Sucede algo? – pregunta extrañada a mi reacción.
- No nada… – respondo y trato de ponerme serio.
Sigo caminando y la verdad no se ve nada mal, se ve
mucho más fresca y simpática. Muevo mi cabeza
para desatontarme ¿Qué me pasa? ¿Por qué tengo
este tipo de pensamientos? ¿Acaso estás
enloqueciendo Oliver?, me acribillo a mí mismo.
"Después de años dejas que alguna mujer se te
acerque y por ser cordial y buena en su trabajo, ¿le
das cabida en tu mente?" me atormenta mi
conciencia.
- Señor... – su voz me despierta de mi raciocinio – el
día de hoy a la 1:30 pm tiene una reunión con la
Srta. Samanta.
- No sabía que ella iba a estar aquí.
- Sí, bueno, llamó esta mañana y, ya que vi que no
tenía ningún compromiso acepté la cita.
- Bien – le respondo mientras nos adentrábamos al
ascensor.
Al cabo de un rato ya estando en el restaurante, la
invité a desayunar conmigo, se le veía tranquila y
segura de todo lo que me explicaba sobre mi
agenda en los próximos días.
Terminamos de desayunar y nos fuimos al Spa,
entré a mi sesión y me relajé unos momentos a los
grandiosos masajes, estaba desechando mi estrés
después de mucho tiempo, cerré mis ojos y me
quede dormido por un breve tiempo.
..........
........
[Emily Wilson] Hoy definitivamente vi otra faceta de
mi jefe, estaba muy tranquilo sin fruncir el rostro,
para ser sincera tengo que admitir que yo pensaba
al igual que todos los demás en la oficina,
pensábamos que tenía un corazón de piedra y que
era un hombre que siempre se la pasaba renegando
por todo, debido a que solo eso era lo que
podíamos percibir en la empresa, nunca había
conocido su forma pasiva. Ahora me recriminaba a
mi misma, por haber sido muy prejuiciosa.
Me esforcé por darle todo sus horarios de la
semana detalladamente y parece que estaba
complacido. Han pasado dos horas y aún no sale, ya
me siento aburrida al estar aquí tanto tiempo
sentada.
- Srta. Wilson – ¡al fin!, celebro dentro de mí. –
Podemos irnos – me acerco a él levantándome de
los asientos y me percato que tiene un poco de
jabón en su ceja.
- Sr. Stewart – exclamo y me acerco
apresuradamente a él y toco su rostro limpiándole
con mis dedos. Fijo su expresión y me doy cuenta
de que lo puse en una situación incómoda,
retrocedo de inmediato y carraspeando, digo –
bueno apresurémonos, que debe asistir a su
conferencia online Señor.
Él parecía fuera de sí y yo para no hacer notar mi
nerviosismo, mostrando tranquilidad por fuera, me
adelanté.
La conferencia lo tenía que realizar a la 11:30 pm y
lo hizo desde su habitación, yo me dediqué a hacer
los apuntes necesarios y la hora se pasó súper
rápido en esa situación.
Llegó la 1:15 pm y él se dirigió a su cita mientras yo
le dije que debía realizar algunos asuntos y que me
llamara por cualquier cosa.
Me fui rápidamente a mi cuarto para darme unos
retoques, de pronto recibí un mensaje de Larry
confirmando nuestro encuentro y obviamente que
le respondí que sí. Estaba algo emocionada no lo
puedo negar, nos íbamos a tratar por primera vez
fuera del hospital, debo admitir verdaderamente
que su amistad es muy interesante.
Iba a salir, así como estaba, pero a último minuto
opté mejor por usar un vestido ligero debido al
intenso calor que se estaba percibiendo, solté mi
cabello me puse un poco más de rubor y colonia, y
me dirigí hacia el lugar.
Al llegar, ese hombre tan guapo con suéter negro,
pantalón crema, mocasines y lentes de sol me
esperaba sentado a piernas cruzadas, observando a
todos lados por mi llegada.
- Buenas tardes, Doctor Larry – él me sonrió y se
levantó.
- Buenos tardes, paciente Emily Wilson – siguió mi
juego.
Nos saludamos con un beso y nos sentamos a
conversar de variedades de cosas, mientras nos
traían el almuerzo.
La pasamos muy bien, riendo y contándonos
anécdotas de nuestra curiosa vida, me sorprendía
de todo lo que me contaba, era muy interesante y
gracioso, aprovechaba cada momento en robarme
una sonrisa.
Cuando de repente...
- Buenas tardes – volteamos los dos a ver al Sr.
Stewart – parece que por aquí se están divirtiendo
en vez de estar trabajando. – Yo me quede fría y
Larry se comenzó a reír.
- Hola, amigo, ven siéntate, acompáñanos, es hora
de su descanso, la señorita no es un robot. –
añadió.
- Sr. Stewart, disculpe ya dejé todo previamente
calculado no me descuidaré de nada, no se
preocupe. – el alzó la ceja, y una mujer se acercó
también entrelazando su brazo.
- ¡Larry! Tanto tiempo que no te veía.
- Samanta – Larry la saludó algo incómodo, pero le
dió una sonrisa falsa.
- ¿Hoy también estarás en la convención?
- Sí, mi padre no pudo asistir así que… como vez
estoy aquí.
- Genial, la pasaremos los tres – ella voltea y dirige
su mirada en mí. – o creo que cuatro – exclama algo
sarcástica con un gesto nada agradable – ¿Ella es tu
novia? – yo me avergüenzo y cuando iba a
responder.
- Sí, si lo es. – Yo me quedé pasmada ¿Qué acababa
de ocurrir? Ella me miró otra vez y estiro su mano,
mientras el señor Stewart solo hizo un gesto irónico
sin decir ni una palabra.
- Mucho gusto, me llamo Samanta Hans y soy la ex
novia de tu novio – dijo punzante.
- ¿Tienes que dar esa información que no viene al
asunto? – replicó Larry fastidiado.
-¡Ja! Es algo que es verdad, ¿Qué tiene de malo
decírselo? – el rostro de Larry ya se estaba
enrojeciendo de la ira.
- ¡Tú!, novia de Larry – fijé a mi jefe cuando se
expresó así – vamos a dar un paseo que aquí
necesitan hablar. – Yo me quedé fría y sin decirme
más, me cogió de la mano y me jaló obligándome a
ir por su recorrido.
Era definitivo, nada andaría bien.
[23:49, 25/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 8:
Esos Ojos Azules [Oliver Stewart] Horas antes...
Salí de la sesión de masajes ya renovado y muy
relajado, me cambié apresuradamente, me había
quedado dormido y la masajista no me avisó
cuando finalizó, se me hacía tarde para la
conferencia Online, así que me di una lavada rápida
y me sequé sin verme al espejo.
Cuando salgo, le aviso a la señorita Wilson para
irnos, cuando de repente se me acorta la
respiración cuando se acerca a mí y con su mano
me limpia el rostro, mi corazón dio un revoltijo, no
permitía que nadie ordinario me tocase, pero ella
me sorprendió y lo peor fue que no dije nada.
Estaba atontado y ella simplemente actuó normal
diciendo que nos apresuremos por la conferencia.
Horas después, al haber finalizado la conferencia
debía asistir a mi cita, y me despedí de la Srta.
Wilson en la salida de mi departamento. Se le veía
algo apresurada, me pregunto que iría a realizar,
espero que se esmere mucho para esta noche,
habrá varios empresarios con un solo objetivo,
invertir en un proyecto de tecnologías, es una
ocasión que nosotros solemos aprovechar para
hablar de distintos negocios y realizar próximos
encuentros para futuras fusiones.
Imagino que la señorita está muy empeñada en eso.
Llego al restaurante y espero tranquilamente a la
llegada de Samanta, no me imaginaba que ella
también vendría el día de hoy. Años que en realidad
no la veo desde que quedó en malos términos con
Larry.
Ellos tuvieron un año de relación, pero claramente
no les fue nada bien debido a que lo que él sentía,
no era algo fuerte por ella, él se sinceró y terminó
con su noviazgo.
Samanta de hecho lo odió cuando se enteró de que
después de que terminaron él siguió su vida
divertida como siempre, ellos se conocieron cuando
estuvimos en la universidad y desde entonces no se
superan, para ella, es su pesar y para él, es su dolor
de cabeza y una sombra que lo molestará siempre.
A lo lejos la veo llegar… y aflojo un poco mi corbata
preparándome de la larga charla que imagino que
me dará al contarme de lo último que se enteró de
Larry.
Estuvimos conversando de diversas cosas, sobre
todo de los negocios de su familia, evité decirle que
Larry también está aquí para no complicar más la
situación, cuando de repente se me va la vista al ver
a la Srta. Wilson en un hermoso vestido rosa, la sigo
con la mirada y veo que un hombre de una mesa se
alza a recibirla, se le acerca y la saluda con un beso
para luego acomodarle la silla para que ella se
siente.
Él se retira los lentes de sol y para mi sorpresa, era
Larry. ¿Otra vez juntos? Así que era por eso por lo
que esta mujer tenía prisa “Tss”, rodeé los ojos, y
para el colmo se cambió muy bien solo para
encontrarse con él. Todas son iguales, ya veo su
intensión.
Seguí mi conversación con Samanta, mientras no les
alejaba la mirada de encima, ella sonreía mucho y
se veía muy cómoda, y percibiendo todo eso, sonrío
de lado con sarcasmo. Esta bien tranquila y fresca
como una lechuga en vez de estar trabajando.
Frunzo el ceño y tomo mi copa de vino, Larry otra
vez, ya fijo su vista en alguien, pero no voy a
permitir que sea mi secretaria, teniendo a otras
mujeres a su disposición ¿se interesa en ella?. No
puedo dejar que me la distraiga demasiado.
- ¿Oliver? – me alza la voz Samanta.
- ¿ah, Sí?
- Jajajaja, ¿en qué estás pensando? ¿O a quién estás
mirando? – dirige su mirada a donde yo veo, pero
yo cambio mi vista y ella lo hace también.
- Nada, solo vi a alguien que parecía mi conocido.
- Ah ya… – seguimos nuestra charla hasta que
terminamos nuestro almuerzo.
Ya me encontraba enojado, la Srta. Wilson está
siendo irresponsable, de seguro no avanzó nada con
nuestro proyecto. Me levanto a pagar y decido
aproximarme mientras Samanta se había ido al
baño.
- Buenas tardes – Los saludé, y vi su rostro atrapado
de la Srta. Wilson, yo no dejaba de fruncir el señor –
parece que por aquí se están divirtiendo en vez de
estar trabajando. – Repliqué con enorme sarcasmo.
[23:50, 25/6/2021] Lorenitta : Larry se comenzó a
reír cuando de pronto me sorprende Samanta
detrás de mí entrelazando mi brazo, me sentí
incómodo no me gusta que me toquen.
La situación se estaba volviendo incómoda, cuando
de repente el tonto de Larry afirma las tonterías
que venía diciendo Samanta, ¡ja! Yo hice un gesto
burlón por no decir otra cosa, después que ya sentí
intensa la situación.
Fui irónico y algo malhumorado me dirigí a mi
secretaria irresponsable… - ¡Tú! Novia de Larry,
vamos a dar un paseo que aquí necesitan hablar. –
su rostro se tornó de sorpresa y yo le hice un gesto
al idiota, como diciéndole que hablara con Samanta
porque si no, era un hecho que iba a ser pesante su
comportamiento toda la tarde que deberíamos
estar con ella en la convención.
Ya tomada la mano de la Srta. Wilson, me la llevé
hasta afuera del restaurante.
- Disculpe por malograrle su gustoso almuerzo Srta.
Wilson. Pero me imagino que habrá dejado todo
listo para la noche. – me noté despectivo.
- Se-señor claro que sí como se lo dije todo está en
orden. Lo lamento por este inconveniente.
- Son las 4 de la tarde y ya acabó su hora de
descanso.– alcé la ceja amenazante– Quiero que me
prepare una taza de café y me consiga los informes
que debo verificar para la otra semana.
- Pero señor aún tenemos tiemp… - ¡NO ME
IMPORTA! Los quiero en media hora, y no pierda
más el tiempo sociabilizando. – me volteé y me
dirigí a mi habitación. No sé por qué me encontraba
irritado, simplemente no me gusta que las personas
sean así de relajadas.
........
[Emily Wilson] Pero… ¿Qué sucedió? Estaba tonta
por la escena de hace un momento con la ex novia
de Larry y ahora tengo que afrontar el mal carácter
de mi jefe. Tiré un resoplido en resignación, el
OGRO había regresado otra vez.
Me apresuré a verificar todos lo informes como un
rayo, como nunca lo había hecho, y me dirigí
rápidamente a la habitación del Señor. Abrí la
puerta – ¿Señor Stewart? – exclamé a alta voz.
Ingresé y lo vi recostado en el mueble, estaba
dormido, me acerqué y no sabía si despertarlo, pero
de pronto comencé a admirar su rostro tan en paz
envuelto en su sueño, creo que alguien viéndolo así
no pensaría que tiene ese carácter de los mil
demonios.
Su nariz perfilada es hermosa, su barba bien
recortada se ve suave que me gustaría saber cómo
se siente, me asomo un poco más de cerca y detallo
sus pestañas castañas y largas como abanico, son
impresionantes. Me quedo boba a tal atractivo de
este hombre y de pronto observo esos ojos azules
intensos tan enormes, mirándome. ¡Espera!
¿mirándome? Trato de retroceder estupefacta y me
toma de la mano deteniéndome.
- ¿Te gusta ver lo bien que me veo dormido?
- Se-señor lo lamento. – me avergüenzo de mi
estupidez, él sonríe y me sorprendo debido a eso.
Qué hombre tan bipolar... tragó saliva y me suelto
de él.– Iré por su café, señor.
Me dirijo a la cocina nerviosa, ¡que tonta! esa
escena tan incómoda fue por mi culpa, mi corazón
no se calma por lo que acaba de pasar y entonces
me tomo un vaso de agua en una sola para poder
pausarlo.
La tarde restante seguí sus instrucciones, me
mandaba a hacer cosas sin sentido, pero yo seguía
al pie de la letra cada cosa.
Después llegó las 6 de la tarde, nos fuimos a
cambiar de manera formal y a las 7 pm estuve
afuera de su puerta esperándolo.
Al llegar juntos a la convención, se acercó, Samanta.
- Hola – me dijo muy sonriente pegándose a mi jefe
como chicle. – disculpa por haber sido fastidiosa, ya
sé la verdad y disculpa por ello. – fija al Sr. Stewart –
por qué no me dijiste tonto, que era tu secretaria –
le da una palmoteada en el pecho.
- No me dejaste. – dijo cortante.
- Buenas noches – se aparece Larry y yo me
incomodo un poco.
- Buenas noches, Sr. Larry – dije sin fijarlo a la cara.
- Bueno vamos Srta. Wilson que va a comenzar la
reunión – se desprende de la rubia fastidiado - Sí,
señor – dije y nos fuimos, me sentía aliviada me
salvé de otro momento bochornoso, no sabía cómo
comportarme después de cómo bromeó, me metió
en una mala posición con esa mujer, que de verdad
no me gustó nada y aunque ya le dijo la verdad, no
estuvo bien y aún me siento apenada.
Pasaron dos horas y había sentido que la
convención se demoró un mundo, comenzamos a
sociabilizar y a despedirnos de todos los
empresarios que se nos acercaban; por lo menos
estuvimos así por media hora, cuando de repente
Larry se me acerca y me dice.
- ¿Emily podemos hablar un momento?
- No puede Larry debe acompañarme a un lugar. –
se entrometió mi jefe, él volteó la cara y se dirigió a
mí susurrándome – te espero en media hora frente
a la alberca y se fue.
Acabamos de terminar de conversar con los señores
y saliendo del salón, me disculpo con el señor
Stewart y me voy en dirección a la alberca.
Me quedé esperando por un buen rato, observo mi
reloj y eran las 11 de la noche y ya no había
personas, había pasado más de una hora y Larry no
venía, le comencé a llamar y no contestaba,
cansada de estar de pie, me arrodillé a la orilla de la
piscina y comencé a dar círculos con mi mano en el
agua viendo mi reflejo, mientras a la vez trataba de
ordenar mis pensamientos.
- ¿Srta. Wilson es tanto de su agrado estar aquí de
noche? – El Sr. Stewart apareció elegantemente con
las manos en sus bolsillos al parecer burlándose de
mí, yo me asusté con su voz haciéndome tragar
saliva, no le quería decir el verdadero motivo de
estar aquí, pues con ello podría sacar teorías
erróneas.
- Sí, vine a tomar un poco de aire. – le respondí
desde mi posición.
Cuando de repente traté de levantarme, mis
piernas se me habían adormecido entonces
impulsandome con todas mis fuerzas, tontamente
comencé a tambalearme, y de pronto... ya me
encontraba debajo del agua.
Yo tengo varios dones pero lo único que nunca
aprendí fue el nadar, sentía que me estaba
sofocando cuando de repente bajo el agua veo
alguien aproximándose a mí, sentía ya que se me
acortaba la respiración con aquella persona
sosteniéndome, salimos juntos a la superficie.
- Srta. Wilson – el Sr. Stewart me tenía rodeada en
sus brazos, apegada completamente a él. Yo estaba
impactada, él se atrevió a meterse por mí, estaba
tan mojado como yo, y poniendo su mano en mi
rostro con una expresión agitada mientras yo tosía,
limpió las gotas de mi vista y me miró fijamente a
los ojos que a su paso me hizo petrificar, entonces –
¿Te encuentras bien? – dijo extrañamente de
manera cálida.
[0:00, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 9:
Recordando un mal Anécdota [Larry Grant] Espero
que Emily se presente frente a la alberca como se lo
dije, terminé de hablar sobre algunos asuntos de
negocios con los colegas de mi padre y desde lo
lejos la admiro como sonrientemente sociabiliza, es
muy hermosa no lo puedo negar, me siento
apenado, ella se debe haber sentido muy incómoda
a esa mala escena inesperada que le causé.
Falta 15 min para nuestro encuentro y decido ir
rápidamente a mi habitación.
En la tarde le compré un ramo de rosas para
demostrar mi arrepentimiento y lo había dejado
aquí para luego llevarlo en la ocasión que me
encontrara con ella, entonces se lo voy a entregar
en este preciso momento, me acerco a la cocina
donde lo dejé, me sirvo dos vasos con agua de la
jarra como siempre suelo hacerlo cuando llego
desde cualquier lugar y rastreo a la vez con mi vista
el florero, pero no lo veo, se me hace un poco
extraño, yo recuerdo haberlo dejado en esta misma
mesa.
– ¿Buscas esto? – esa voz me asusta
atragantándome y me hace voltear de inmediato.
– Samanta, ¿Qué haces aquí? – me expreso recio,
ella se encontraba en solo un encaje negro.
– ¿Esto era para la secretaria esa, a quien miras con
cara de idiota? – ella coge las flores y los hace trizas.
– ¡Que te pasa Samanta! ¿Y qué haces aquí? ¿Cómo
entraste?
– Ya sabes que con dinero uno puede hacer lo que
quiera. – alza la ceja con audacia.
– No estoy para aguantarte Samanta, quedate y haz
lo que se te plazca. – Me muestro enojado y me voy
en dirección a la puerta, pero ella se interpone –
muévete samanta.
– No, no pienso hacerlo hasta que me des una
buena noche aquí en California – se acerca a mi
muy coqueta y hace caminar a sus dedos por mi
pecho mientras me decía – sé que jamás te resistes
a mi – se apega a mí y me susurra al oído
estremeciéndome. Yo la alejo.
– No, Samanta tengo cosas que hacer, no voy a caer
en tus juegos. – ella se acerca y es insistente.
– Se que tu cuerpo no se podrá resistir más – me da
un beso en mi barbilla y todo dentro de mí
comienza a arder, y no lo entiendo, siento que no
tengo el control.
– Disfrutemos de esta calurosa noche – sostiene mis
manos y hace rodear su cintura, ella comienza a
moverse de una forma sensual mientras besa mi
rostro.
– Samanta… – Shhh… – me silencia con su dedo en
mis labios. – Solo dejate llevar… – dice seductora
mordiéndose el labio y mi mente se me nubla, no lo
puedo aguantar más, ella al parecer sabe lo que
causa y sonríe desvergonzadamente. Me dirige
hasta los muebles que se encuentran ahí cerca y me
siento extasiado, literal me siento con grandes
deseos de sexo y creo que no es normal, comienzo
a sentirme como si estuviera ebrio.
– Samanta, me siento extraño – exclamo y ella me
lanza al mueble y viene encima de mí, con un rostro
malicioso.
– Al parecer las píldoras en tu agua están ya
surgiendo efecto, sentirás el deseo mas grande de
tu vida y yo te lo haré realidad… ....
[Oliver Stewart] Todo me pareció extraño, ella
estaba muy apresurada, decidí no hacer caso a ello,
ya demasiado he estado pendiente de esta mujer
sin ningún sentido, no me debería importar lo que
haga.
Llegando a mi habitación, entro y trato de relajarme
en el mueble, pero por alguna razón, no puedo,
¿quizás una caminata me pueda relajar?, en fin, es
nuestra última noche aquí, y tal vez unos cuantos
vasos de whisky en el bar nocturno quizás me
pueda desestresar.
Endoso mi saco otra vez, e inicio mi caminata por
los alrededores. Este lugar tiene una hermosa vista
al mar, los restaurantes al aire libre por la noche
son extraordinarios con sus luces amarillas
alumbrando de forma romántica y tranquila nuestra
cómoda estadía.
Me gusta la briza, y decido caminar un poco más
antes de ir al bar, cuando de repente mientras
pasaba por la piscina veo a la Srta. Wilson en
cuclillas a la orilla de la piscina, sonrío a como se
queda viendo su reflejo al parecer con la mente
perdida, mientras mojaba su dedo dando círculos.
Decido interrumpirla...
– ¿Srta. Wilson es tanto de su agrado estar aquí de
noche? – ella se sorprende a mi presencia.
– Sí, vine a tomar un poco de aire. – me dijo algo
nerviosa, cuando de repente veo que se comienza a
tambalear, y en poco segundos cae a la alberca.
Yo tiro unas carcajadas – que mujer para más torpe
– me digo.
Cuando de pronto me percato que no sale del agua
aún y parece desesperarse dentro de ella, era de
hecho que algo andaba mal entonces sin pensarlo,
me lancé al agua y la saqué, estaba preocupado, me
hizo acordar a aquella mala anécdota que pase,
aquella anécdota cuando falleció mi hermana, le
sucedió algo parecido nadie se dió cuenta y cuando
yo lo hice, me adentre para salvarla pero era
demasiado tarde ella ya no tenía respiración, eso
solo sucedió cuando tenia 17 y ella 12, estaba
totalmente a mi cuidado y yo, yo… no la salvé.
Miré a la Srita.Wilson con mi corazón agitado...
– Srta. Wilson – le dije con enorme desasosiego
fijándonos a los ojos y tocando inevitablemente su
rostro debido a mi preocupación. – ¿se encuentra
bien? – le exclamé.
[0:05, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 10: Él y
sus Personalidades [Oliver Stewart] – Sí – ella me
respondió con los ojos bien abiertos después de
haber tosido desesperadamente.
Me doy cuenta de lo que estoy haciendo sobre
cómo me acabo dejar de llevar sosteniéndola de esa
forma, y sintiéndome algo extraño bajo mi mano de
inmediato.
Todo era confuso y debido a mis nervios de punta,
mi preocupación pasiva se tornó inmediatamente
en frustración al ver lo tonta y descuidada que
podía ser esta mujer, por lo tanto frunciendo el
seño.
– ¿¡Por qué no tienes cuidado!? – le gritaba –
¿¡Cómo se te ocurre estar cerca a la piscina de esa
forma, si no sabes nadar!? A caso te haz puesto a
pensar, que si no hubiera estado yo ¿¡Quién te
hubiera rescatado!? – ella estaba impresionada.
– Lo- lo lamento – dijo con la voz entrecortada – no
quise preocuparlo. – dijo y yo tragué saliva.
– ¿Preocupado? ¿Quién está preocupado? Solo no
me gustan las tontas como tú, que pueden morir en
cualquier momento por despistadas – trate de
mostrarme serio ante sus palabras, creo que de
verdad noto mi extrañeza, entonces antes de seguir
con mi charla incómoda, di un resoplido
calmándome y opte por salir del agua – sujétate – le
dije, y ella abrazándome, la aproximé a las
escaleras.
La Srta. Wilson salió primero, y yo seguí detrás de
ella. Termino de subir el último escalón y ya de pie
comienzo a exprimir mi saco y camisa, cuando de
repente la visualizo y su blusa blanca trasluce
claramente su brasier, yo me quedo impresionado y
fuera de lugar, la tonta se da cuenta y se cubre de
inmediato.
– ¡Sr. Stewart! – se muestra ofendida, ¿como no
verlo si se encuentra en frente de mí? ¿Acaso soy
ciego? ¿Y como no quedar pasmado ante ello?
– ¡Tss! He visto mejores – respondí y sonreí
sarcástico, para que evite pensar que la miro de
otra forma.
Ella no dice nada y solo me da la espalda, corría un
poco de viento, y veo como comienza a temblar.
“¡Aysh!” Exclamo dentro de mí y sé que no ayudara
mucho, pero me retiro el saco y se lo endoso
encima al menos para que la cubra de lo
trasparente que se ve su blusa.
La Srta. Wilson voltea a verme y al parecer aún
seguía con la conmoción del susto, lo noté
claramente en su expresión, y viéndola de esa
forma me arrepentí de haber sido muy duro, pero
no tenía otra manera de como decirle que debería
tener cuidado.
Di un enorme resoplido, y me acerqué
sosteniéndola de sus hombros.
– Vamos… – le dije. Y fuimos avanzando a la par,
una chica del personal del Hotel se acercó de
inmediato.
– ¡Oh por Dios! ¿Qué sucedió? – dijo y mando a otra
de sus compañeras a traer toallas.
– Tuvimos un accidente, quiero un lugar cercano
donde podamos secarnos con comodidad. – por
supuesto que Oliver Stewart, jamás se dejaría ver
de esta forma por todo el Hotel.
– Sí, señor tenemos habitaciones en la primera
planta, pero debemos realizar previamente la
reservación.
– ¿Sabes con quién estás hablando? – me mostré
despectivo. – soy el Sr. Stewart, CEO de la
Corporation – ella me interrumpió.
– ¿De-de la reconocida empresa de autos de última
generación? – yo la fijé indiferente – perdóneme
señor por mi impertinencia, perdóneme por favor,
los dirijo inmediatamente a la habitación, por aquí
Sr. Stewart.
Ella nos señala el camino y yo alcé la ceja a tal
comportamiento inaceptable de esta persona,
seguimos nuestro trayecto siguiéndola de la misma
forma en la que veníamos, me sentía raro, años no
tenía a una mujer tan cerca y ahora sostenía en
estos momentos los hombros de una, caminando
los mismos pasos.
– Lo lamento… – la Srta.Wilson me despierta de mis
absurdos pensamientos mientras nos dirigimos a
nuestro destino. – esto es mi culpa, usted no
debería estar pasando por esto… – Yo me quedé en
silencio, y pues sí, tenía toda la razón, no debería
estar pasando estas clases de cosas, pero ya sucedió
y no había marcha atrás.
Traté de esconder mi hostilidad con ella porque
sabía que aún debía estar un poco conmocionada.
– No sé, preocupe, lo importante es que usted está
bien – ella se detuvo, yo también, y se me quedó
viendo fijamente. – ¿Qué sucede? – pregunto
desconcertado, ella movió la cabeza en negación.
– Nada señor Stewart – siguió avanzando – se lo
agradezco. – dijo y ya nos encontrábamos afuera de
la habitación. La señorita abrió la puerta.
– Tome señor está es su llave.
– Gracias.– conteste cortante y lo recibí
adentrándonos.
– Por favor – volteé y me dirigí a ella antes que se
vaya, – son las 11:05– exclamo mirando mi reloj de
la mano – tienen exactamente hasta las 11:35 para
traerme un traje nuevo, y un cambio para la
señorita – señalo a mi secretaria.
– Pero señor a esta ho… – ¿No entiende lo que le
acabo de decir? ¿O tengo que repetirlo dos veces?
– Sí, señor Stewart, enseguida.
……..
[Emily Wilson] Me sentía abochornada de lo que
sucedió hace unos momentos cuando el Sr. Stewart
me vio con mi blusa transparente, pero como
siempre él fue desagradable y sinceramente me
aguanté a decir algo por su mal comentario, ya que
realmente en ese instante eso era lo de menos en
mi cabeza, era claro que aún me sentía nerviosa
debido a la mala experiencia que acababa de pasar.
Todo sucedió tan rápido y el señor era un cambio
de humores constantes, no lo entendía
sinceramente, primero me trata preocupado,
después me grita y luego es indiferente y burlón, y
para tornar las cosas más extrañas lo último que
dijo me dejó helada fue cuando se mostró pasivo,
diciendo aquellas palabras que me pasmó.
Acabamos de entrar a la habitación y percibí toda la
conversación con la pobre chica, este hombre sí que
le gustaba dar trabajos extraordinarios a los
empleados. Yo cogí una silla de la mesa y me senté
aún abrazando la toalla que estaba en mí respaldar.
Ahora lo podía ver más detallado sin su saco, su
camisa también se le había ceñido completamente
al cuerpo, era un hombre musculoso, ¿quién podría
creer ello?
– Srta. Wilson – él se acercaba desbotonándose la
camisa.
– ¿Sí? – contesto de inmediato pestañeando varias
veces impactada a lo que veía.
– ¿Desea tomar un baño? – yo me congelé – ¿Srta.
Wilson? Le estoy hablando, le pregunté… – No, no
gracias. – dije claramente nerviosa, al instante.
– Por seacaso usted… ¿Está pensando algo sucio por
su cabeza? – exclama cruzando los brazos
sonriendo divertido. – me refería si usted deseaba ir
a la ducha para luego cambiarse no a qué se bañe
conmigo. – alzó la ceja divertida. Yo me sonrojé y no
sabía qué decir.
Este hombre era muy raro, intimidante, arrogante,
indiferente, burlón y todos los malos adejtivos a la
vez, de verdad no lo comprendía en absoluto, es
una completa ecuación de matemáticas, pero esas
que son engañosas y te hacen frustrar por su final,
nunca se sabía con cuál de sus personalidades irías
a terminar.
– No señor así estoy bien – respondí.
– Bueno entonces entro yo, si en caso viene la
señorita con mi traje me lo dejas en la puerta por
favor.
– Si, Sr. Stewart.
Los minutos pasaban y algo me decía que de verdad
me iba a enfermar, exactamente a las 11:30 la chica
vino toda sudorosa con el pedido de mi jefe.
– Lo lamento – le dije. – él es así siempre y es un
calvario, pero mantente feliz que solo será por hoy.
– Jeje no se preocupe señorita, hice mi mejor
esfuerzo.
– Gracias – me expresé agradecida y me adentré a
la habitación.
Si él estaba en el baño entonces yo me podría
cambiar en el cuarto, por lo tanto me fui, y
comencé a desvestirme rápidamente, el frío del
húmedo de mi ropa ya lo sentía traspasar mi piel.
Entré apresurada y me desvestí, cogí el pantalón y
me lo puse rápidamente quedándome solo con mi
brasier, no me quedaba de otra debía permanecer
con ello hasta al menos llegar a mi habitación, pero
de repente cuando sostuve el polo para ponérmelo.
– Srta. Wilson usted vio mí… – él entró, había
olvidado cerrar la puerta, yo pensé que a él le
tomaría más tiempo en salir de su baño.
Él me miró a ojos bien abiertos, yo le miré de igual
forma, los dos nos fijábamos idiotisados,
¡Maldición! ¿Acaso mis senos estaban locamente
destinados a qué él los viera, si o sí?
[0:30, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 11:
¿¡Qué Diablos!?
[Oliver Stewart] Después de haber avisado que me
traigan mi traje, me adentro a darme un baño y me
relajé por un rato en la ducha. Después de un breve
tiempo comencé a llamar a la Srta. Wilson para
saber si había llegado ya mi traje ,sin embargo, no
contestaba. ¿Se habrá quedado dormida?, me
pregunté.
Endosé la bata enteriza que se encontraba colgada
y salí del baño, abrí la puerta y tampoco estaba mi
vestuario dónde le dije que lo debía dejar, entonces
exclamé otra vez – ¿Srta. Wilson? – no obtenía
respuesta.
Decido salir y observo el lugar, sin ver su rastro,
cuando de pronto escucho unos ruidos en el cuarto,
decido ir, seguramente ella está viendo el lugar y la
verdad que quiero cambiarme de inmediato antes
de que coja un resfriado. Me voy acercando y veo la
puerta entreabierta entonces tranquilamente entré.
– Srta. Wilson usted ha visto mi… Y… no sabía que
vería de esa forma a esta mujer, ella se cubrió todo
lo que pudo con sus brazos, erábamos dos estatuas
fijándonos en un fuerte contacto visual en un
inmenso silencio.
Hasta que reaccioné y me volteé.
–Lo-lo lamento – digo tartamudeando y regreso por
dónde me vine.
Mi rostro estaba ardiendo, me fui al baño de nuevo
para echarme un poco de agua y como lo intuía
mirándome al espejo, mi rostro estaba totalmente
ruborizado.
¿Pero qué sucede con esta mujer? ¿Por qué
últimamente paso cosas bochornosas con ella?
¡MALDICIÓN! Me movía de un lado a otro
sosteniéndome de la cabeza, por mi mala suerte.
Cuando de repente escucho su voz.
– Sr. Stewart. – yo trago saliva e inhalo y exhalo
para calmar mi impaciencia. Me tranquilizo y salgo
con la peor cara del mundo. – ¿si, Srta. Wilson? –
exclamo abriendo la puerta y ella está en frente de
mí con mi traje en manos.
– Tome, la señorita lo trajo a tiempo.
– Gracias. – dije frío.
– Señor, me voy a mi habitación – exclamo sin
mirarme a la cara, algo nerviosa.
- Ok. – dije y cerré la puerta del baño en frente de
ella, mi corazón estaba latiendo rápido y no sabía si
iba a seguir mostrando mi hostil personalidad, por
ello muy nervioso le había tirado la puerta en la
cara.
Al terminar de cambiarme, salí y ella ya no estaba,
cogí mis cosas y me fui pensando por todo mi
trayecto. –Ni siquiera me agradeció por todo lo que
hice– me iba refunfuñando. Cuando de repente mi
celular suena y me detengo en seco, al ver que el
mensaje era de ella.
Sr. Stewart perdóneme por la mala escena de hace
un rato, debí cerrar la puerta. Lo siento tanto,
olvide ese terrible momento, por favor, el día de
hoy le he causado muchas molestias y me siento
demasiado apenada.
Yo sonrío, y eso es lo que esperaba, claro que esto
no se iba a quedar así, no dejaré pasar esta
oportunidad, ella me las va a pagar por darme tanto
desbalance emocional en solo dos días, alzo la ceja
con viveza y le respondo.
No se preocupe, Srta. Wilson, todo está bien, pero…
deberá cumplir algunos pendientes para
compensarlo.
Sonrío divertido pensando en que mandatos le
podría mandar a hacer como el día de ayer, pero
ella me desconcentra contestándome de inmediato
Claro que sí, Sr. Stewart lo que usted desee, de
verdad le agradezco por todo lo que hizo por mí
sonrío otra vez bueno no lo molesto más, le deseo
buenas noches Srta. Wilson, no se olvide salimos a
las 7 am del Hotel Si, Señor, hasta mañana Guardo
mi celular, y no puedo dejar de sonreír, por alguna
razón me gusta molestar a esta mujer.
En la mañana siguiente ella vino 6:30 AM,
trayéndome un café americano, le agradecí, y con
nuestras maletas, salimos del Hotel. Durante todo
el camino parecía algo avergonzada, pero a pesar
de ello era muy minuciosa en todo lo que deseaba,
le pedí que me haga un reporte de lo que habíamos
logrado estos dos días y lo hizo a detalle en pocas
horas durante el viaje.
Al llegar a New Jersey, saliendo con nuestras
maletas fuera del aeropuerto, le dije que se tomara
el día libre y que hasta esperar noticias de Mariana
ella sería su reemplazo, la Srta. Wilson asintió y
cogiendo un taxi se fue.
Por el día de hoy también decidí reposar en casa,
este viaje había sido demasiado para mí. Le dije a
mi chofer que me llevara a casa y al llegar, lo
primero que hice, fue tirar mis cosas sobre la mesa
y darme otro baño para reposar en la comodidad de
mi cama.
Me preguntaba que habrá sido de Larry, lo llamé un
par de veces cuando me iba en dirección al bar,
antes del incidente con la tonta, pero nunca
contesto. Esperemos todo haya ido bien con sus
negocios también. En todo caso, hay algo que me
tiene afligido, ¿habrá conseguido ya una persona?
Al menos mi padre por el momento, está tranquilo y
no me ha llamado para fastidiarme con sus
repetidos sermones.
Cojo la laptop y me acomodo sentado en mi
almohada, decido revisar mis correos electrónicos
que desde días los tengo abandonado, cuando de
repente me percato de uno de la clínica de Larry.
Alzo la ceja algo nervioso e imagino que quizás ya
encontraron a una persona.
Abro el documento y en un mensaje largo leo que la
inseminación artificial fue exitosa y que solo queda
esperar unas semanas para confirmar, sigo bajando
y mis ojos se quedan bien abiertos de la impresión
al ver la información de la mujer.
– Pero... ¿¡Qué diablos es esto!? ¿¡QUÉ HACE LA
SRTA. WILSON AQUÍ!?
[0:34, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 12: El
regreso del Ogro [Larry Grant] Me levanté por la
mañana y me encontraba desnudo en mi cama,
comencé a recordar aquella noche que tuve yo y la
desquiciada de Samanta y me inundo de rabia.
¡CARAJO! Me acuerdo de Emily, fijo la hora en mi
celular y es medio día, y a la vez me percato que
tengo varias llamadas perdidas de ella a la hora que
fijamos e incluso una hora después, ¿tanto tiempo
me estuvo esperando? Había llamadas también de
Oliver, ¡Diablos!, me levanté de la cama, y me fui a
darme un baño para luego cambiarme y alistar mis
cosas, ya había perdido mi vuelo así que me iba a
tocar separar otro.
Me dirijo a la cocina y solo encuentro una nota de
Samanta, diciendo "Gracias por la grandiosa
noche". "Tss" me expreso con sarcasmo, –
realmente ella está vez paso el limite– exclamó
frunciendo el seño.
Ya completamente listo, salgo de la habitación, y
dirigiéndome a la recepción pregunto por Oliver y
me dice que ya se fue junto con su acompañante a
las 7 de la mañana. ¡MALDICIÓN! ¿Ahora que iba a
hacer?
Tomé un taxi para el aeropuerto, y espere una hora,
para salir en el siguiente viaje, me mataba
pensando, en si debería llamarla o todavía no…
cuando de repente tomo agallas y le llamo.
– ¿Hola, doctor Larry? – se expresa fría.
–Hola, Emily, quería hablar contigo.
–Ah… si es debido al desplante de ayer, no se
preocupe, entiendo, de seguro tuvo cosas más
importantes que hacer. – dijo y realmente no sabía
que decir, no le podía comentar sobre lo que me
sucedió, es algo muy vergonzoso.
–Perdóname, surgió un imprevisto que incluso no
pude responder el celular, lo lamento.
–Está bien no se preocupe doctor Larry no tiene por
qué hacerlo de todos modos regrese temprano a mi
habitación, estaba agotada y quería descansar. –
hago un gesto sin entender, pero si ella dice que fue
así, debe ser.
–¿Usted cómo se siente? – decido romper el hielo –
¿cómo se ha sentido estos dos días?
– Bien, sin ningún síntoma aún. – es cortante y creo
que por ahora debo dejar que se calme.
– Emily – me expreso serio. – quiero que el día de
mañana salgamos a una cena me ¿aceptarías? – no
sé por qué soy insistente, no entiendo por qué me
siento de esta forma, no puedo permitir que ella
siga molesta conmigo – por favor acepta, es mi
sincera forma de pedirte perdón. – ella se quedó en
silencio por unos segundos y luego me contestó,
dando un suspiro a su paso.
– Está bien Larry, ganaste, créeme soy mala
haciéndome la molesta, está bien acepto tus
disculpas y la cena – sonreí complaciente y celebre
con las manos mientras las personas que pasaban
me miraban extraño.
– Me hace feliz que me hayas aceptado – me
mostré tranquilo cuando en realidad no me sentía
así, sino que estaba más que emocionado –
entonces mañana paso por ti a la 6:30 de la tarde
¿te parece?
– Está bien, en unos minutos te mando mi posición.
– Gracias Emily – exclamé – te dejo – digo cuando
ya hacían anuncio de mi vuelo. – espero tu mensaje
y ten un buen resto de día.
– Gracias Larry igualmente para ti.
Me levanto del asiento de donde me encuentro
muy feliz y me dirijo a tomar mi vuelo.
...
Pasaron 5 horas de viaje y al tomar el taxi, ya
sentado cómodamente, reviso mi celular y me
percato que tuve varias llamadas de Oliver en el
buzón, me quedo pensando por qué, pero decido
llamarlo en casa cuando esté completamente
cómodo para hablar.
Al llegar a mi destino, salgo del taxi y me sorprendo
ver a Oliver de espaldas en frente de mi puerta, que
cuando se percata de mi llegada, se viene
acercando a mí como el mismo diablo con unas
hojas en mano.
– ¡Me explicas…! ¿¡Qué carajo significa esto Larry!?
........
[Emily Wilson] El día había sido demasiado cansado
para mí, él viaje me canso mucho, durante toda la
mañana no podía estar tranquila de verdad, estaba
muy avergonzada con mi jefe, pero lo traté de
disimular poniendo de mi parte por servirle de lo
mejor, no entendí cuando ayer me dijo que debía
realizar pendientes, pero igual acepté, debía
esforzarme, imagino que me hará hacer lo mismo
de siempre, pero de una manera más rápida e
intensa.
Después de haberme dado un baño y cambiarme a
mi vestimenta cómoda, me relajo en mi cama,
gracias a dios el Sr. Stewart me dió el día libre si no
hubiera estado como un zombi en la oficina, espero
que él también se haya tomado el día, ya que se le
veía desgastado también.
Estaba relajada en mi cama viendo una película en
la laptop, cuando de repente me llama el doctor
Larry, no sabía si contestar me sentía aún molesta
por lo de ayer, si tan solo él hubiera llegado a la
hora indicada, no hubiera pasado todo lo que
sucedió con mi jefe, que bochornoso realmente, me
sonrojo tan solo al recordarlo.
En fin, me conozco y sé que no puedo ser tan fría,
por ello decido contestar, algo de seguro habrá
sucedido.
… Después de haber hablado, al final había
aceptado cenar con él, la verdad que soy mala
permaneciendo enojada, definitivamente no es mi
fuerte. Por esa tarde, decidí relajarme todo el resto
de mi día, para levantarme renovada y trabajar con
fuerzas al día siguiente.
Debía entregar el 100% de mí al menos hasta el
regreso de Mariana, que por cierto aún sigue en el
hospital, esperemos no sea nada grabe, pero
cuando hablamos hace unas horas no se le
escuchaba tan bien, quizás aún no me quiso decir
que tenía, pero espero no sea nada grave.
...
A la mañana siguiente… Me levanto super animosa
para empezar mi día, salgo muy temprano de casa
en mi auto y voy comprando su café americano del
Sr. Stewart, en la cafetería del edificio.
Al llegar, a nuestro piso, mientras me iba
aproximando, escucho los tremendos gritos en la
oficina de él, ahora debido a que soy el reemplazo
de Mariana, estaré siempre al lado de la entrada de
su oficina.
Al seguir escuchando el mal ánimo del Sr. Stewart
decido mejor no entrar, dejo los cafés de ambos
sobre mi escritorio, y claramente inicio a entender
con claridad lo que le venía diciendo a mi pobre
colega del área de marketing, respecto unos
anuncios que aún no fueron publicados.
Él volvía a ser el mismo, es como si el encanto de
sus varias personalidades, acabaron y solo
permaneció el arrogante Ogro.
Isabel salió de la oficina, con los ojos llorosos, yo
solo la miré y negué con la cabeza, creo que si me
hablaría así, no lo aguantaría la verdad, sería un
breve reto de paciencia, de todos modos ya me
gané con sus varias facetas así que creo que no será
difícil decirle lo que pienso sobre su actitud.
Me pongo a ordenar los documentos del escritorio y
esa puerta se abre. El Sr. Stewart sale, se percata de
mi presencia y con ese rostro malhumorado, y voz
severa me dice.
– ¡Quiero que entre a la oficina de inmediato!
[0:39, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 13: Una
mala noticia.
[Oliver Stewart] No podía creer lo que estaba
percibiendo en este preciso momento, no podía ser
cierto. ¿Qué clase de mala broma, me juegas Larry?
Me puse a leer detalladamente los documentos, y
no creía que todo al parecer era verdad, de
inmediato lo llamé, pero se encontraba sin señal,
me levanté y comencé a caminar de un lado para el
otro de la desesperación, si todo esto es cierto
¿ahora que haré?, ¿Por qué justamente de todas las
mujeres tuvo que ser ella?
Ni siquiera sabía que estaba embarazada, no nos
hizo ningún comentario, bueno también por el
tiempo, nada es seguro, solo el proceso acaba de
ser hace dos días, y no, jamás pediría que se haga
algún aborto, eso jamás lo permitiría, debo
solucionar las cosas y lo primero que debo hacer es
saber de cómo llegamos a esta situación.
Llamé a la secretaria de Larry y me dijo que él había
tomado el avión de regreso hace tres horas,
entonces calculé un intermedio de dos horas más
para su llegada, saque impresión de cada
expediente y me fui con toda mi furia y confusión, a
encontrarme con él.
Ya afuera de su casa, toco el timbre y no sale nadie,
cuando de repente escucho un auto llegar, volteo, y
veo como Larry sale tranquilamente, no controlo mi
furia, y me acerco a él moviendo las hojas de mi
mano.
– ¡Me explicas! ¿Qué carajos significa esto Larry?
– ¿A qué te refieres? – extiendo mi mano y se lo
entrego, él se queda frío y me mira otra vez –
entremos, te lo explicaré todo.
Yo fruncí el ceño y lo seguí.
Al momento de estar adentro sentados en sus
muebles, me venía conteniendo de no explotar más
de lo que ya lo había hecho.
...
Me explicó de cómo se conoció con ella, que sabía
que trabajaba en mi empresa, pero que claramente
no pensó en que resultaríamos ser tan cercanos, él
lo acaba de descubrir todo en el primer día que nos
encontramos en el hotel y que no hubo manera de
como decírmelo porque no sabía que hacer al
respecto.
Claramente esto no andaba bien, ahora ¿Cómo
debería proceder?, conversando sobre ello llegamos
a una conclusión, debía decirle la verdad, aunque
Larry se veía algo mortificado por ello.
– ¿Tanto te preocupa, que ella sepa? – me muestro
fastidiado.
– No es eso, sino… – le interrumpo.
– Es tu culpa Larry debiste decírmelo antes.
– Oliver, no me culpes de algo por la cual ni siquiera
prestaste atención, todo me lo dejaste a mí y ¿cómo
iba a saber que sucedería esto?
– ¡Diablos! ¡Que estúpida idea me diste! Y yo como
idiota te hice caso.– le dije apretando mi puño, y él
agacho la mirada apenado.
– La verdad Oliver, si me arrepiento – dice
cabizbajo. – lo hice porque no la conocía, pero
cuando fuimos conviviendo todo el proceso, nos
volvimos amigos, y la culpa en mí, cada vez fue
creciendo.
– miraba sus manos, decepcionado de sí mismo –
no sé en que la metí.
– ¿Te gusta? – fui directo alzando la ceja a mi recia
expresión. Él me miro con los ojos bien abiertos.
– No, no es eso, simplemente que se volvió una
amiga, y sé que quizás me odiara después de esto –
Bueno si no te gusta, me parece bien – él apretaba
los puños.
Sabía que me mentía, lo conocía muy bien, pero
algo dentro de mí no iba a permitir que suceda algo
así, si ella iba a ser la madre de mi hijo debía
concentrarse solo en ello, al menos hasta que
nazca, es mi amigo, pero ella no era para él.
– Yo hablaré con ella y le diré la verdad mañana
mismo. – me muestro seguro.
– Está bien, sé que me tocará mi momento para
enfrentarla, pero lo asumiré, asumiré el castigo de
mi error. – yo cruzo las piernas y sostengo mi
barbilla, y no lo puedo creer, él está actuando
demasiado raro, nunca lo había visto así, y eso en
gran parte me preocupa.
– Sé que mañana debo trabajar, pero debido a todo
esto no me importa. ¿Tienes el Vodka más fuerte?
… Me levanto con un dolor de cabeza, los rayos del
sol siento que me derriten, ayer regresé de la casa
de Larry algo ebrio, no podía con todo lo que estaba
sucediendo. A fuerzas me alzo de la cama, y
después de un previo baño y de cambiarme,
elegantemente como siempre, salgo de mi casa.
En mi camino, lo que me faltaba tenía que llegar.
Suena mi celular y contesto.
– Buenos días, padre.
– Oliver, ¿Qué sucede contigo? ¿Por qué no me
vienes a visitar, ni a dar los reportes de la empresa?
– Tienes a tu secretario que te puede dar esos
reportes – me hago sonar frío.
– ¡Mocoso! Estás sobrepasando tus límites
conmigo, y no te lo voy a permitir.
– ¿Qué deseas padre? ¿Solo llamaste para malograr
mi mañana?
– Oliver, en realidad llamé porque Roxana me llamó
diciéndome que la dejaste plantada otra vez, te dije
claramente que pongas de tu parte. Es la mujer que
escogí para tí… – ¡Tss! Es la décima mujer que
escoges para mí. – me expreso sarcástico.
– Oliver – él tira un resoplido para calmarse –
escúchame muy atentamente, si en menos de un
mes no estás comprometido con algunas de las
chicas de las que te recomendé, es mi última
palabra, y el Abogado Pérez aquí presente es testigo
de que te dejaré, fuera del negocio familiar, sabes
que somos una familia muy tradicional, y no
permitiré que me sigas trayendo más vergüenza a
mi familia, prefiero estar muerto a que seguir
pasando este tipo de situaciones. Ya sabes, es mi
última advertencia, ¿verificado Abogado Pérez?
– Verificado, Señor Stewart.
Doy un frenazo al colgarme con esas últimas
palabras, – ¡mierda! ¡Mierda! – golpeo el volante.
¿Qué tanto quiere de mí? ¿No puedo ser una
persona libre? Esa persona no se detendrá hasta
sacarme fuera, si no cumplo su capricho.
… Llego a la empresa con los millones de diablos
encima, y no solo me bastó que mi padre me
malograra mi mañana, sino que para el colmo me
vengo a enterar de que en la gestión de Marketing
hubo un error y no publicaron nuestro último
modelo de autos que debía salir al aire.
¡Mierda! ¿Qué más me faltaba?
Llegué directo a mi oficina y la Srta. Wilson aún no
llegaba entonces personalmente llamé a Isabel, la
encargada de esta gestión, fui recio, no podía
permitir una clase de error de esta magnitud. Al
momento que se fue, salí para verificar a la
secretaria, y si estaba ahí, ya había llegado.
Debido a lo sulfurado que estaba, no pude evitar mi
carácter, y fui como siempre – ¡Quiero que entre a
mi oficina de inmediato! – le dije seco.
Yo ingresé y ella vino detrás de mí, me quede de pie
mirando en dirección a la enorme ventana viendo
todo el resto de los edificios, tratando de calmarme
para no gritarle tan fuerte, no quería que eso le
influyera o le afectara de alguna manera.
Aún no era momento de hablar sobre ello, estaba
planeando decírselo más tarde debido a que por el
momento solo era importante el trabajo.
– Señor Stewart, buenos días, ¿dígame? – ella dijo,
y yo a punto de darle mi reclamo del porqué no
estuvo más atenta al informarme sobre todo esto.
Sonó mi celular, contesto aún sin voltear, y mis
piernas me tiemblan, la Srta. Wilson al parecer se
dio cuenta de ello porque en pocos segundos,
apareció sosteniéndome del brazo.
– ¿Todo bien Señor Stewart? – yo gire mi cabeza
aun con el celular en la oreja, y la fije desairado
directamente a los ojos – Srta. Wilson… Mariana… –
se me entrecortaba la voz y sale una lágrima sin
poder aguantarlo – Mariana acaba de fallecer.
[0:42, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 14:
Extraña Sensación [Emily Wilson] Cuando entré a la
oficina junto al Sr. Stewart, esperaba un gran
regaño, ya estaba preparada para afrontarlo,
cuando de repente me percato que mediante una
llamada, él se comienza a desestabilizar, lo primero
que pensé es que recibió una mala noticia, de
inmediato me acerqué y lo sostuve, le pregunté que
había sucedido y él viéndome a los ojos mientras
salía increíblemente unas lágrimas, me dio una
terrible noticia, Mariana había fallecido.
Me sentí, muy mal, fue una noticia demasiado
inesperada, me mantuve fuerte, al menos uno de
los dos lo debía estar, cayeron también unas
lágrimas de mi rostro al escucharlo, él se veía muy
afectado mucho más que yo claramente, entonces
de inmediato con impulso lo abracé. El Sr.
Stewart hacía pequeños ruidos de sollozos,
mientras yo me empinaba todo lo que podía para
rodear su cuello y hombros, no dijo nada, pero era
claro, ella fue muy importante para él.
Luego de eso lo solté, nos incomodamos, me había
dejado llevar, me disculpé y me fuí a traerle un vaso
con agua algo nerviosa, mientras él se sentaba en
su asiento, nuestro ambiente se tornó un poco
extraño, y regresé a mi escritorio con el corazón un
poco agitado por todas las emociones que sentía en
ese instante.
...
Debíamos seguir nuestro trabajo, el día de hoy tenía
reuniones con algunos ejecutivos en la cual él no
podía faltar, todo el tiempo estuve a su lado
mientras fingía una sonrisa cuando yo sabía el dolor
que sentía, yo también estaba triste, pero debíamos
seguir.
A las 5 de la tarde todo lo importante terminó, y
después de haber llamado previamente al esposo
de Mariana para darle las condolencias, me enteré
de que había fallecido de un paro cardiaco, ella
tenía pequeños fastidios desde hace unos meses,
pero nunca les presto atención. Su problema al
corazón se había agravado y ya no pudo soportar
más.
Luego de ello me puse a ordenar las cosas de su
escritorio con mucha pena, no pude contener las
lágrimas mientras lo hacía, cuando de repente, mi
jefe salió de su oficina con el saco en mano y
acercándose a mí, me dijo.
– Srta. Wilson ¿quiere ir conmigo mañana temprano
para el entierro de Mariana? – era la primera vez
que me dirigía la palabra, todo el día solo estuvo
hablando con los demás menos conmigo, yo le daba
los puntos importantes de nuestro horario, y él solo
asentía sin decir nada.
– Sí, está bien, muchas gracias Sr. Stewart –
respondí apenada limpiándome rápidamente mi
rostro bañado. Pensé que ya se iba a ir, pero no me
esperaba que… – Srta. Wilson la llevo a su casa, así
el día de mañana sabré dónde vive y no demoraré
en recogerla.
– Si-si – respondí tartamudeando sorprendida, pero
no me podía negar, estaba siendo gentil.
Supongo que mañana recogeré mi auto, al final aquí
es totalmente seguro, pensé dentro de mí.
Él asintió y siguió caminando, yo cogí rápidamente
mi cartera de la silla y lo seguí a paso veloz detrás
de él.
Llegamos a su BMW azul y me abrió la puerta del
copiloto, yo me quede fría viéndolo, hace unos días
él me mandaba a la parte de atrás, y ahora él
mismo me abría la puerta y me invitaba entrar a su
lado. Sacudí mi cabeza y subí diciéndole, “Gracias
Sr. Stewart”.
Me sentía un poco extraña de tanta amabilidad,
pero supongo que debido a la tristeza está en un
severo trance pasivo. Él encendió la radio, y
comenzó a escuchar música clásica, me relajé por
unos momentos, y no podía dejar de sentir
nostalgia, a veces las personas se van en el tiempo
menos esperado y dejan a su paso un vacío, así
como me paso con mi amado Owen, trato de ser
fuerte para no romper en llanto otra vez. Ella era
una mujer muy linda y sonriente, y sobre todas las
cosas demasiado comprensiva y paciente, eso lo
sabe muy bien el Sr. Stewart, y definitivamente nos
hará mucha falta, sale una lágrima nueva de mis
ojos y me la limpio mirando nuestro recorrido por
las calles.
– Llegamos es aquí – nos estacionamos enfrente del
edificio donde vivo, me desabrocho el cinturón y lo
fijo para despedirme, él solo se mantiene mirando
hacia el frente. – Sr. Stewart – él reacciona y voltea
a verme, sin ninguna expresión. – muchas gracias, le
agradezco que haya venido hasta aquí. – él asintió y
me dijo.
– Mañana la recojo a las 8 am, no trabajaremos y
nos tomaremos el día – replicó y yo asentí, saliendo
del auto.
– Regrese con cuidado a casa. – Le dije
asomándome por la ventana, él hizo un gesto de
afirmación y se alejó.
Yo tiré un enorme resoplido, todo fue muy raro, y
me sentía un poco conmovida por el
comportamiento del señor, debido a que por
primera vez lo vi llorar y fue muy amable, nada
comparado a ningún día.
Me adentre a mi departamento y me cambie, cogí
mi laptop para relajarme un rato revisando algunos
correos, y encontré uno de Mariana del día de ayer
en la noche. No había podido revisarlo, ya que todo
el día estuvimos muy ocupados.
Mi corazón se apretó y mis ojos se apañaron en un
instante, lo abrí y leí todo, ella me explicaba
detalladamente sobre los pendientes del Sr.
Stewart, y me envió varios expedientes que solo
tenía ella a su disposición, al final del mensaje me
escribió lo siguiente, que me hizo intensificar mis
lágrimas.
“Mi querida Emily, sé que te has esforzado tanto
para llegar en dónde estas, pero ya me siento muy
mayor y algo cansada, no sé cuánto tiempo pueda
durar, pero quería de decirte anticipadamente que
renunciaré, y estoy segura de que mi cargo a la cual
dediqué tantos años con pasión, estarán muy bien
en tus manos, no le comentes nada al Sr. Stewart el
día de mañana pienso hablar con él. Por último
querida, quiero pedirte que cuides muy bien de
nuestro jefe gruñón, vas a ver que mientras lo irás
conociendo descubrirás que no es el tipo que todos
piensan, tiene mal carácter sí, pero no es malo, lo
conozco desde que tiene 20 años y el también una
vez venía muy emocionado a trabajar como mi
asistente, no sé porque te lo cuento, pero él
comenzó así, vi su crecimiento y en el gran hombre
exitoso en el que se convirtió. Él se volvió alguien
muy especial para mí, así que perdónalo si alguna
vez él te alza la voz, sé que algún día se dará cuenta
de la mala actitud que ha tomado estos últimos
años. Te agradezco mucho, que hayas prestado
atención a cada cosa mínima que te enseñe, ha sido
un honor haber trabajado contigo todo este tiempo.
Te aprecio querida, de seguro en la mañana me
asomo por allá, ya que pienso que me siento bien,
ya le dije a mi esposo que no esperaré aquí como
una enferma a mis resultados. Te quiero mucho,
nos vemos, cuídate besos.” – Mariana… – digo entre
sollozos – pobre mi Mariana... – me tiro encima de
mi almohada llorando e inundo mi rostro pensando
en todo lo que pasamos, hasta que me quede
completamente dormida.
… A la mañana siguiente me levanté muy temprano
y me vestí, con un pantalón negro, una blusa suelta
y recatada, y también mis tacos del mismo color de
todo mi conjunto, escucho mi celular y era él
mediante un mensaje diciéndome que se
encontraba afuera.
........
[Oliver Stewart] Llego a mi departamento, y me tiro
sin cambiarme sobre la cama el día de hoy, la
noticia de Mariana me había dejado en un fuerte
estado de shock, ella por varios años había sido mi
mano derecha, y era difícil creer que hace unos días
ella estaba aquí en la entrada de mi oficina con su
enorme sonrisa, me sentí mal, cuando supe de la
noticia en frente de la Srta. Wilson, ella me miro
con esos ojos cristalinos, y por la conmoción ni
siquiera me había dado cuenta de que caían
pequeñas lágrimas también sobre mi rostro, ella al
verme en pocos segundos me abrazo, y sentí una
electricidad que me conforto de inmediato, lo peor
de todo es que no entiendo cómo es que no la
detuve cuando hizo eso, no le dije nada, pero debo
admitirlo, me sentí bien.
Después de ello estaba avergonzado, en años
ninguna mujer me había visto en ese estado, ni
mucho menos me habían tenido tan de cerca como
para abrazarme, ninguna aparte de Mary. Me
mantuve en silencio todo el día, preferí no dirigirle
la palabra. Luego de haber finalizado nuestra
jornada, decidí invitarla para ir juntos al entierro de
Mariana, había decidió llevarla a casa pues después
de lo que hizo por mí, quería comportarme
agradable con ella.
… Me levanto algo incrédulo aun del lugar a donde
me dirigiré, me alisto con un traje completamente
negro, y salgo en dirección a la casa de la señorita
Wilson.
...
Le aviso que ya llegué, y ella a los minutos sale
completamente de negro, no es el momento, pero
no puedo negar que se ve hermosa vestida de ese
color, resalta su piel demasiado blanca, me le
quedo mirando tan concentrado hasta que me doy
cuenta de lo que estoy haciendo y remuevo mi
cabeza.
– Buenos días, Sr. Stewart – me dice en tanto entra
al auto.
– Buenos días. – Respondo.
Mientras ella entra y se acomoda en el asiento de
copiloto, ella tiene su celular en mano, pero de
pronto se le cae, yo me agacho de inmediato sin
percatarme que ella también lo hace rápidamente,
ella llega primero a el y yo después de ello.
Mi mano estaba sosteniendo la suya, nos fijamos
los dos directamente a los ojos y no podía creer que
sentí algo raro en el estómago, pero... ¿Qué
significa esta extraña sensación?, me pregunté por
dentro.
[0:47, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 15:
Un Total Tonto.
“Desde el día de hoy asciendes de puesto y serás mi
nueva secretaria Señorita Wilson” ___ [Emily
Wilson] Él y yo nos estábamos mirando fijamente,
mi corazón se empezó a acelerar al sentir su cálida
mano.
– ¡hip! ¡hip! – no podía creer que me diera hipo por
los nervios. Él me soltó y ese rostro avergonzado y
extraño que puso se transformó en una carcajada.
Yo me avergoncé tapando mi boca con la mano,
mientras él no dejaba de reír, sin embargo, me le
quedé viendo a esa atractiva escena, era una
grandiosa vista verlo de esa forma, no era inusual
verlo reír con tantas ganas.
– ¿Así que te da este tipo de cosas cuando te
avergüenzas?
– No, no es cierto... – respondí casi inentendible
debido a la mano sobre mi boca aún.
– Bueno, vámonos. – dijo, sonriendo y yo por
dentro me moría de la pena.
Tuvimos un viaje de una hora, hasta que llegamos al
cementerio, todos estaban reunidos y ya iban a
bajar el cajón de nuestra Mariana para enterrarla,
saludamos a su esposo y a su hija y nos quedamos
de pie mirando como iban llenando el agujero con
ella dentro, de mi rostro caían lágrimas sin cesar,
fije al Sr. Stewart y se mantenía firme sin ninguna
expresión.
¿No va a llorar? Me pregunté por dentro, parecía
que se contenía, pero no lo hacía, seguramente no
le gusta que lo vean de esa forma, pero yo… yo ya lo
vi, y fue una experiencia algo extraña, al final de
cuentas él también es humano.
Terminó el entierro y todos se fueron al salón a
beber un poco de café, el Sr. Stewart es el único
que se quedó aun mirando el montículo de tierra
que cubría a Mariana, yo me quedé a su lado, ahora
éramos solo nosotros dos, e increíblemente su
rostro se comenzó a bañar.
Sabía que se estaba conteniendo, lo sabía, por
alguna razón verlo de esa forma se me encogió el
corazón.
– Mariana… – hablo al improviso – ella fue como
una madre… – exclamó. Yo me le quede viendo,
estaba dispuesta a escucharlo. – La mujer que todos
piensan que es mi madre es mi madrastra – no
sabía que decir ante aquellas declaraciones – yo soy
el primer hijo de una amante y desde que nací, traje
desgracia a mi familia, y comenzó con la muerte de
mi madre, ella falleció desde que me dio a luz.
Mariana sabía todo aquello, ella me conoce desde
muy joven, ella fue la única que me trató como un
hijo, siempre me animaba para afrontar toda la
fachada que sucedía en casa.
Mientras estuve en proceso de aprender sobre la
empresa, ella me enseño muchas cosas, siempre
fue muy cariñosa, y yo también era amable con ella,
hasta que un día cambié mi forma de ser, ella aun
así me aguantaba y me mantuvo a mi lado. Me
arrepiento… me arrepiento tan solo haberle alzado
la voz… ahora… ahora ella ya no está aquí, me debe
haber odiado hasta el final.
– Sr. Stewart – yo no podía con todo ello, se me
destrozaba el corazón, era como que me estuviera
compartiendo su dolor y lo sentía, lo sentía muy
dentro de mí. – no diga esas cosas, usted no ha
traído desgracia a nadie, y Mariana lo quería
mucho, me lo aclaró muchas veces – el volteó a
verme con esos ojos azules cristalinos, quería
abrazarlo otra vez, pero me contuve – espere, tengo
que mostrarle algo, en donde verá que ella jamás se
sintió mal con usted. – me acordé del mensaje que
ella me dejo.
Saqué mi celular y revise el correo de ella, y cuando
lo encontré, le di el celular, él lo comenzó a leer y
sus lágrimas se incrementaron.
– ¿Ella te pidió todo esto?
– Si – respondí con mi vos temblorosa.
– Ella… ella fue muy considerada, en pensar en mí
hasta el final, quiso venir a verme, pero no lo logro,
Mariana… ¿Por qué te fuiste así? – exclamaba entre
sollozos.
– Sr. Stewart – exclamé y ya no me contuve más y
por segunda vez lo abracé, me sentí bien, sentía
que lo protegía con tan solo un abrazo, esta vez él
me correspondió, también me abrazo, y sentí algo
muy extraño recorrer por todo mi cuerpo.
........
[Oliver Stewart] No me contuve y me desahogué
por alguna razón con ella, ella me hacía sentir
cómodo, cuando de repente me abraza por segunda
vez. No me lo esperaba, me quedé completamente
estupefacto, pero lo sentí tan bien, que sin darme
cuenta me aferré con todas mis fuerzas y ya me
encontraba abrazándola, mi mente se puso en
blanco, cerré los ojos por unos segundos y cuando
los abrí, me percato de lo que estábamos haciendo,
me desprendí de ella, no lo puedo negar… por
alguna razón yo me sentía más calmado.
– Es hora de irnos – le dije sin poder verla a su
rostro, me sentía nervioso. Entonces caminé, sin
esperarla.
Nos despedimos de la familia y nos fuimos del lugar,
era medio día.
– Señorita Wilson… – ¿Sí? Disculpé, ¿Si, señor
Stewart? – yo sonreí.
– Podemos dejar tanto formalismo, llámame Sr.
Oliver de ahora en adelante – ella parece
sorprendida, y no lo comprende. – Quiero invitarte
a almorzar ¿Estás de acuerdo? Quiero conversar
unos asuntos contigo.
– Sí – responde muy extrañada. – está bien, acepto,
vamos Sr. Oliver – pronuncia mi nombre
sonrojándose.
Nos dirigimos a unos de mis restaurantes favoritos,
5 tenedores, quería ascenderla, sé que no
podríamos celebrar, pero Mariana estaría contenta
de que le diga lo antes posible esta noticia,
entonces pienso decírselo, aunque seguramente ya
se lo imaginará.
Llegamos al restaurante y nos adentramos, hicimos
el pedido, y nos quedamos en silencio por unos
segundos. Sinceramente no sabía de que hablar,
ella lucia tan incómoda como yo. ¿Qué tipo de cosas
se habla con alguna amiga? ¿Espera, la considero ya
una amiga? NO.NO.NO, sacudo mi cabeza y ella se
da cuenta, carajo, ¿Qué me sucede? Parezco un
total tonto. Ella sonríe y no comprendo.
– Sr. Oliver y… ¿Cuénteme como le ha ido esta
semana?
– ¿Respecto a qué? – me muestro frío, pero no
quiero relucir así, simplemente no puedo evitarlo,
pero ella no se intimida solo sonríe mucho más.
– Haber le cuento el mío primero, salí con una
amiga, a ver vestidos de novias, porque ella pronto
se casará, está muy emocionada, y luego fuimos… –
me comenzó a contar cosas graciosas que no pude
evitar sonreír, trataba de evitarlo, pero era
irresistible, ella era interesante y me gustaba ver
esos gestos graciosos cuando contaba lo que le
sucedía muy expresiva con sus manos. – bueno creo
que hablé demasiado, eso fue todo lo que hice ¿y
usted?
– Bueno – me apoye en la mesa con las manos
entrelazadas como si diese una conferencia – me
levantaba...salía hacia el trabajo... luego tornaba a
casa a leer la revista del día con mi taza de café y
para luego ir a dormir, al día siguiente me
levantaba… – Alto… por alguna razón siento que va
a decir lo mismo repetidas veces – ella comienza a
reírse y no entendía claramente lo que trataba de
decir, simplemente le estaba contando lo que
exactamente hacía. – y tampoco es una conferencia
Sr. Stewart – ella parecía muy divertida y me estaba
hablando informal, debería molestarme, pero no
era el caso.
– Entonces… – estaba por seguir hablando cuando
una voz nos interrumpió.
– ¿Oliver? ¿Emily?
– Larry… – ella, dijo su nombre, él se mostraba un
poco molesto, yo fruncí la seño eso no me gustó.
– Larry ¿Qué haces por aquí? – le pregunté.
– Vine con unos socios, pero… – se expresaba
confundido debido a lo que habíamos hablado hace
unos días, imagino que ya se dió cuenta de que aún
no le dije nada, en sí pienso que por ahora no es el
momento, es algo que debo pensar como decírselo
delicadamente.
– Larry – la Srta. Wilson habla algo apenada y no
entiendo por qué – perdóname por de ayer que lo
plante, ¿podemos hablar luego?, prometo que le
explicaré – dijo y yo fulmine a Larry, ¿Qué
significaba eso?, él me miró, pero en vez de
intimidarse tomó valor.
– Sí, Emily, no te preocupes me imaginé que
sucedió algo, podemos posponerlo para otro día.
– ¿Posponer qué?
– Bueno… – ella estaba por decirme y él la
interrumpe.
– No tienes por qué decírselo Emily – lo dijo como
declarándome la guerra. Yo me enojé y me levanté
de la mesa.
–Pues sí tiene – alce la ceja y dije altivo – porque
“desde el día de hoy asciendes de puesto y serás mi
nueva secretaria Señorita Wilson” y no permitiré
que me ocultes ninguna cosa. – exclamé muy serio,
extrañamente a punto de explotar.
[1:11, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 16:
Embarazo confirmado.
[Emily Wilson] Después de todo la triste mañana
que tuvimos, estaba tratando de sociabilizar con el
Sr. Stewart mientras estábamos en el restaurante,
era muy gracioso, se notaba que no tenía este tipo
de conversaciones amicales con alguna mujer en
años, ¿Es así como a vivido todo este tiempo? pero
no puedo negar que se veía en él muy lindo ese
comportamiento.
Luego de un rato, la voz de Larry me dejó helada
¡Rayos! Me había olvidado que ayer debíamos salir,
de seguro estuvo esperando mi llamada, lo miré con
mis ojazos bien abiertos, ellos comenzaron a hablar
y yo me disculpé de la nada, creo que no debía
hacerlo pero los nervios me ganaron y el Sr. Stewart
luego de eso, comenzó actuar extraño.
Él se levantó y dio el anuncio de que me ascendía.
–…desde el día de hoy asciendes de puesto y serás
mi nueva secretaria Señorita Wilson, y no permitiré
que me ocultes ninguna cosa.– exclamó muy serio
viéndome a los ojos desde su posición de pie. Yo me
intimide de inmediato, ¿eso era un momento de
estar contenta? o debía preocuparme porque ¿era
una amenaza?
–Señor… –¿Qué haces Oliver? – Larry fulminaba a
mi jefe, no comprendía nada, ¿acaso se pelearon?
–Perdonen ¿pueden tomar al menos asiento? todos
los de nuestro alrededor nos miran– hablé bajo
para que ellos solamente me escucharán – ellos me
miraron y el Sr. Stewart se dirigió a él.
–Vamos a hablar unos minutos afuera–dijo tajante.
–Después de tí– Larry le señaló la salida con
sarcasmo y ellos salieron como dos personas con el
diablo encima.
Larry Grant] –¿Qué significa todo esto
Oliver?¿Cómo está todo normal entre ustedes?
Habíamos quedado en una cosa.
–Simplemente creo que no es el momento Larry.
–¿Cómo que no es el momento?– me movía de un
lado a otro exaltado– ¡Debes decírselo! ¡Estás
jugando sucio! Aparte de ello–me acercó a su
rostro– ¿Te crees su dueño? ¡No te equivoques
Oliver! Ella puede ser mi amiga y no me gusta que
te involucres, iba actuar cabizbajo pero después de
la reacción que ví en ti, no me podía quedar callado.
–¡Mira idiota!– me sostuvo del pecho de mi camisa–
al final fuiste tú quién nos metió en esto, ella será la
madre de mi hijo y no permitiré que te le acerques
con otras intenciones.
– ¿Y si deseo hacerlo Oliver? La conozco más
tiempo que tú, y sí, me interesa, no como las otras,
me interesa de una forma especial.–le respondí
desafiante mientras él contenía su irá frunciendo el
ceño con fuerza como queriéndome dar un puño,
solo estaba esperando que lo haga para yo también
hacer lo mismo.
– No seguiré con esto–me soltó– de ahora en
adelante yo me haré cargo de como decírselo, así
que mantente distante– se expresó amenazante
mientras se iba.
– ¿me estás amenazando?–le grité. Y no me dijo
nada, solo ingresó.
¿Carajo que tiene en mente? Al final los dos
estamos en desventaja con ella, cuando ella se
entere nos odiara, no entiendo su actitud, él nunca
había actuado así, será que… NO,NO… no puede
ser.
Simplemente pienso que está actuando posesivo
como lo ha hecho siempre, pero no permitiré que
acorrale a Emily como si fuera de su propiedad, yo
la seguiré acompañando en su proceso quiera o no
quiera, y me mantendré a su lado.
.........
Oliver Stewart] Toda esta situación me estaba
enloqueciendo, me contuve de no golpearlo, no
tenía sentido, estaba cansado de todo. No entiendo
por qué estoy actuando agresivamente con él, pero
no quiero que juegue con ella, además será la
madre de mi hijo, ¿como podría permitir que
sucediera algo entre ellos?
De algo estoy seguro espero se me ocurra algo
rápidamente para decirle la verdad, esperaré el
momento indicado. Me acomodo la chaqueta y mi
cabello mientras me acerco a nuestra mesa.
–Sr. Stewart ¿todo bien? – ella se levanta asustada.
–Si, no te preocupes y ya te dije llámame Oliver–
tomé asiento.
Evité hablar del tema, y terminamos nuestro
almuerzo, me ofrecí llevarla a casa y cuando
habíamos llegado ya a su edificio.
– Sé que no es un momento adecuado– ella me
escuchaba mientras se desabrochaba– pero
felicidades espero que hagamos juntos un buen
trabajo.
– Sí Señor– yo le alcé la ceja–Oliver…– dijo nerviosa
y yo sonreí a su gesto. Estaba saliendo del auto,
cerró la puerta y se apoyo en la ventana
sorprendiéndome– Sr. Oliver usted también me
puede decir por mi nombre, soy Emily si en caso no
se lo recuerde– yo asentí sonriéndole y le dije.
– Bien Emily, nos vemos mañana temprano.
..........
[Emily Wilson] Después de aquella tarde, llamé a
Larry disculpándome y explicándole toda la
situación, también le dije que esperaba que se
reconcilie con Oliver, (me sonrojo tan sólo
mencionar su nombre) y él algo desconcertado
respondió “esta bien”.
Habíamos coordinado nuestra salida para otro día, y
una semana después lo cumplimos, acepté sus
disculpas y pasamos una grandiosa velada en un
restaurante frente al mar al cuál me llevo.
Definitivamente era un hombre muy encantador, y
era con el único con quién podía conversar sobre mi
embarazo, me gustaba mucho su compañía y su
amistad, nos mensajeábamos como adolecentes
casi todo el día, siempre paraba al tanto de mi
salud, decía que era el trabajo de todo doctor estar
siempre atento.
………………….
Un mes después… Llego corriendo a la oficina, hoy
me quedé dormida, no sentí la alarma, últimamente
a pesar que duermo temprano quiero dormir
mucho más.
Hace una semana y media, con dos ecografías en la
clínica y varias revisiones, confirmé mi embarazo,
fui la mujer más feliz del mundo y lo compartí al
lado de Larry y mi mejor amiga Ruth, que son los
únicos que saben sobre esto.
Él me sorprendió hasta las lágrimas al regalarme
unos enormes globos que decían “Felicidades,
Nueva Mamá” acompañado de un ramo de rosas
blancas, debido que no sabíamos aún que sexo sería
mi bebé.
Durante este tiempo no he sentido nada aún, todo
está normal en mí, y Larry dice que no hay
problema, a algunas mamás les sucede así, no
tienen síntomas, por ende no debía preocuparme.
Guardo las llaves del auto en mi cartera, lo lanzo a
mi asiento del escritorio y entro a la oficina del Sr.
Oliver, que por cierto todo este tiempo a sido muy
amable, ya no se exalta como antes.
Realmente pasamos mucho tiempo juntos
últimamente, en reuniones y también ya fuimos a
dos viajes cortos de pocas horas.
Es muy entretenido ser su secretaria, es un hombre
muy sabio y estoy aprendiendo demasiado, a veces
cuando está de mal humor lo único que hace es
evitarme, no me dice nada o sale golpeando la
puerta. Parece que se contiene de no gritarme, eso
me conmueve mucho, nos hemos vuelto digamos
como ¿Amigos? Solemos hablar más cosas que no
son de trabajo.
Una graciosa anécdota fue que le recomendé
algunas películas y series para que se relaje, y al
menos sepa cómo sociabilizar, de hecho fueron
muchas románticas para que habra de su corazón,
pero el no sabía, me río cuál cara pondría a esas
escenas, estoy 100% que las vió porque incluso me
mandaba fotos de las imágenes en la enorme
pantalla de su casa que por cierto no sabía si era su
sala o un cine.
En fin, todo iba bien y estaba contenta de que, no
haya ninguna complicación conmigo en todos los
aspectos.
– Buenos días Oliver – él miraba con las manos en
sus bolsillos como siempre hacía la enorme
ventana, apareciendo el resto de edificios.
– Buenos días Emily – respondió volteándome a ver.
Y yo con mi enorme sonrisa me comencé a acercar
para darle su café pero de pronto en segundos todo
se me comenzó a nublar, “Emily” “Emily” escuchaba
por al fondo, hasta que todo sólo se volvió en un
gran manto negro.
… Abro mis ojos y siento que alguien presiona mi
mano, me muevo un poco ya que siento mi cuerpo
adormecido y volteo a mi derecha.
Oliver y yo nos quedamos mirando fijamente, él
estaba sosteniendo mi mano y de inmediato me
sonrojé.
– Estaba preocupado– exclamó con su gruesa voz.
Me quedé con los ojos bien abiertos hasta que...
–¡EMILY!–miré hacia la puerta, fijando a Larry todo
sudoroso de haber corrido al parecer, Oliver volteo
con un rostro enojado y junto con ello se me detuvo
el corazón.
[1:14, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 17: La
Verdad a la Luz [Oliver Stewart] Sonrío a su
agradable voz por la mañana, y volteo sonriente.
Ella venía con todos lo ánimos como generalmente
lo está, me le quedo viendo complacido de su
presencia, pero de pronto me doy cuenta que algo
no está yendo bien, ella con el café en mano
comienza a tambalearse, yo me asusto y saco las
manos de los bolsillos para aproximarme a ella,
pero es demasiado tarde. Emily está en suelo,
alrededor del café derramado sobre ella.
Mi primera reacción fue acercarme y llamarla por su
nombre para que reaccionara, pero no lo hacía,
parecía que se había sumergido en un profundo
sueño, entonces se inmediato la cargué y me dirigí
aproximadamente por toda la empresa hasta llegar
a mi auto.
La recosté en el asiento de atrás y no sabía que
hacer, estaba preocupado por ella y por mi hijo. Sí,
mi hijo, ya sé que es confirmado su embarazo,
estuve siguiendo cada paso que ella daba. Aunque
Larry no me da algún tipo de noticias, Oliver
Stewart sabe todo. Sé que siguen siendo amigos y
también que suelen verse mucho, eso me molesta
por alguna razón pero debo disimular que no sé
nada.
Todos estos meses trabajando con ella han sido
buenos y cómodos, es increíble lo fabulosa que
puede ser esta mujer, lo admito, tiene muchos
dones y es muy inteligente, no era la persona que
pensé que era en un principio, simplemente resultó
ser más de lo que esperaba, y me alegra porque
referido a nuestro trabajo nada ha ido mal.
Realmente, aún no me siento del todo bien al seguir
fingiendo que no se nada al respecto, tengo
curiosidad y quiero saber cómo lo está afrontando,
pero debo callar. Tengo claro que nada acabará
bien si sigo manteniendo esto en secreto, sigo
callado y no sé la razón ¿Acaso tengo miedo a su
enojo? No lo sé… de vez en cuando no comprendo
nada de las cosas que se me vienen a la cabeza.
… Llegamos al Hospital de Larry, sí, decidí traerla
aquí porque sé que desde un comienzo ella se ha
estado tratando específicamente en este lugar,
quiero la mejor atención y reconozco que la clínica
lo da. No me importa si se cruza el idiota de Larry,
pero yo estoy aquí a su lado y nadie me moverá.
.........
[Larry Grant] Salgo de una cita en mi consultorio y
me dirijo a los baños para refrescarme, el día de hoy
estamos en 37° y a pesar que tenemos el aire
acondicionado encendido es insoportable aguantar
tremendo calor detrás de esta bata. Mis días han
estado bien, mi relación amical con Emily a estado
cada vez mejor. Sin embargo, estoy seguro que esto
durará poco, estoy preparado para lo que tenga que
venir, sé que no será fácil pero trataré de dar lo
mejor de mí para obtener su perdón, según lo que
ella me comentó, es que se lleva muy bien con
Oliver, me sorprende mucho el cambio que tiene
con ella, no lo comprendo, él nunca a permitido que
ninguna mujer coja confianza con él ¿Entonces por
qué?
Seco mi rostro tratando de borrar raros
pensamientos, cuando de pronto me encuentro con
Carolina, una de mis enfermeras por la cuál me dice
que han traído como paciente a la Srta.
Wilson. Me sorprendí y antes de seguir
escuchándola me adelanté preguntándole dónde se
encontraba.
Entonces corrí de inmediato a la habitación que me
indicó ella, y llegando a la puerta muy agitado la
abrí gritando “¡Emily!” pero me sorprendo viendo a
Oliver cogiendo su mano y ella fijándolo
atentamente para luego después fijarme. Eso me
incómodo, pero ignore toda la escena, ella se soltó
de él rápido y yo me acerqué.
– ¿Estás bien Emily?
– Sí… – me respondió, mientras Oliver me miraba
fríamente. Yo acaricié su cabeza, y le dije.
– Te revisaré– abrí sus ojos con la yema de mis
dedos observando sus pupilas, desprendí mi
estetoscopio de mi cuello y a punto de asomarlo a
su pecho, la mano de Oliver me detuvo.
– Ya fue suficiente – me miró irritado.
– ¿Qué te sucede? – le dije con mi voz gruesa.–
¿Acaso no vez que soy su doctor?
– Su doctor a cargo es otra persona en este
momento, así que alejate – me advirtió serio.
– Por favor… no comiencen – nos reprendía Emily
apenas, cuando de repente...
–Señor Stewart– vino Eva una nueva doctora del
hospital, que al parecer estaba encargada de ella,
pero al darse cuenta de la incómoda situación,
exclamó– Doctor Larry, no sabía que se encontraba
aquí. Perdón, no quiero ser imprudente, solamente
venía a dar los resultados de los análisis de la
señorita Wilson.
– Adelante prosigue – le indique con las manos,
invitándola a qué me dé los expedientes que
sostenía.
– Todo está bien en ella, su embarazo está fuera de
peligro esto es normal, Señor Stewart – ella se
dirigió a él como si fuera el padre. Pero de
inmediato me di cuenta, de lo que acababa de
declarar a alta voces delante de ellos dos. Volteé a
verlos, al instante y ellos se encontraban mirando
tan sorprendidos el uno con el otro.
[1:15, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 18: La
Verdad de Solo una Parte [Emily Wilson] ¿Qué
estaba sucediendo? No lo entendía, ¿Por qué la
enfermera lo trató como el padre de mi hijo? Yo
estaba estupefacta mirando a Oliver y él también
estaba sorprendido al parecer, no comprendía
nada.
– Emily… – exclamó él, y rápidamente entendí con
su expresión que él ya sabía lo de mi situación, pero
¿por qué esa expresión?
– Lo lamento – me adelanté a qué él diga algo–
perdóneme por no habérselo dicho antes.
– No es eso… – ¡Oliver!– exclamó Larry. No
comprendía sus raros comportamientos, me dolía la
cabeza como para seguir con sus cosas.
– Larry…– me dirigí a él mirándolo – ¿Puedes
dejarnos solos por favor?
– Emily… – dijo mi nombre algo en desacuerdo con
mi decisión.
– Por favor…– pestañee los ojos implorando a que
me haga caso. Él asintió y nos dejó solos.
– Emily… – No diga nada por favor, intuyo que de
seguro previamente la doctora ya le dijo sobre mi
embarazo.
– Sí, pero… – Entonces creo– tiré un resoplido– que
lo confundió con el padre de mi hijo – él se quedó
helado.– perdóneme de verdad, no habérselo
dicho, pero era un asunto muy complicado de
explicar, debido a que no tengo un esposo o pareja.
– vi su rostro como se tornaba algo incómodo de lo
que le decía– Sr. Oliver todos estos días nos hemos
llevado muy bien y no quiero tenerle más secretos,
yo conocí al señor Larry debido a que él fue el
doctor que controló una Inseminación artificial, la
cuál yo solicite anónimamente– no sabría explicar la
expresión que tenía en estos momentos, pero
decidí proceder y sincerarme – es claro que no sabe
varias cosas de mí, y la verdad es que no he tenido
una vida muy fácil, por ello a esta edad quise
convertirme en ser madre, lo sé, fue una locura,
pero pienso que no necesito de un hombre para
tener mi propia familia, es difícil de explicar la
verdad Sr. Oliver, no quiero que piense que soy una
feminista o algo por el estilo.
– No… te comprendo perfectamente – me
sorprendió su respuesta, es como que si él,
entendiera ese sentimiento en serio.
– Sr. Oliver… – Está bien olvídalo… tranquila,
entiendo todo y no tienes por qué darme más
explicaciones, al menos sabemos que estás bien y
que el bebé en tu vientre también lo está.
– Agradezco su comprensión, y sí, gracias a Dios
estamos bien, es algo normal y me siento aliviada,
sinceramente ya había pensado que nunca tendría
ningún tipo de síntomas y ya me estaba
preocupando.
– ¿Entonces estás feliz de desmayarte? – reímos
juntos.
– Si, un poco – exclamé, mientras lo miraba
apenada – Gracias Sr. Oliver, imagino que habrá
estado sorprendido al ver que me sucedió esto.
– Tengo que admitir– se cogió de la nuca algo
avergonzado– que nunca se ha desmayado una
mujer en mi presencia.
– ¿En serio?
– Sí, me impaciente al verla en ese estado – dijo y
nos invadió un silencio, y todo mi rostro sintió el
calor, el calor de la vergüenza.– ehh… sonó extraño
lo sé, pero es verdad – evadía mi rostro apenado
por lo que decía.
– Lo siento… – baje la mirada y de pronto en el
silencio, se sintió el sonido de mi estómago como
un estruendo. Yo cogí mi estómago con mis dos
manos, impactada, él y yo iniciamos otra carcajada
otra vez.
– Bueno supongo que podemos irnos – fijó el reloj
de su mano– es medio día, pero no importa,
podemos ir a almorzar temprano.
– ¿Tanto dormí? – el sonrió asintiendo. – ay… esto
es un poco complicado – tiro un suspiro.
– Debe tener más cuidado por favor, siga las
instrucciones de como cuidarse a la perfección– yo
sonreí.
– Sí, claro que sí, Larry siempre está pendiente de
mi cuidado y me recomienda a la perfección las
Vitaminas– él hizo un gesto incómodo– pero que
por mi tonta cabeza en estos últimos días olvidé
tomar por los ajetreos que hemos tenido en la
empresa.
– Por favor, dígame si en caso algo es demasiado
para usted.
– No Sr. Oliver, todo está bien solo fue mi
irresponsabilidad y descuido, seré más cuidadosa.
– Bien… – Bueno vámonos, no me gustan las
camillas. – me alcé de la cama me puse mis tacos y
salimos de la puerta, sabía que después Larry me
preguntaría, sobre lo que sucedió.
Tenía permitido ya irme, me habían dado de alta,
entonces mientras nos íbamos conversando
recorriendo los pasillos de la Clínica, una voz
conocida que no escuchaba desde mis 25 años se
hizo relucir.
– ¿Emily? – no… no creo que sea él, replicaba
dentro de mí cerrando los ojos, al detenerme ni
bien lo escuché. –¿Emily eres tú? – el primero en
voltear fue Oliver, y yo seguí después de ello.
– Lo sabía – David, mi ex novio se acercaba hacia
nosotros, no sabía que hacía aquí, se suponía que
ya estaba establecido con su esposa en Francia. –
años que no te veo, bella sonrisa– me dijo, y de
frente se acercó a abrazarme, yo me invadí de
cólera a su frescura.
– Hola, David – exclamé desprendiéndome de
inmediato de él. Fijé a Oliver y él alzaba la ceja,
observando de mala forma a David. – si muchos
años… – dije con sarcasmo – te presento a mi jefe,
Oliver Stewart. – Él se acercó para estrechar su
mano.
– Es un placer, he oído mucho de usted– Oliver le
arrastró con la mirada ignorándolo y dándose media
vuelta.
– Te espero en el auto Emily – dijo tajante y se fue.
Yo me quedé tonta a su actitud.
[1:19, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 19:
Obsesión – Se nota que es un tipo nada agradable –
exclamó David metiendo la mano extendida al
bolsillo de su bata.
– ¿Cómo has estado estos años? – me sonrió, como
si nada.
– Bien – traté de ser convincente.
– Me alegra, sonrisitas– así antes me decía de
cariño en nuestro noviazgo.
– No me digas así, me incomoda– fui sincera.
– ¿Y ese carácter? ¿Estás enojada por algo? – ¡Tss!
Todavía se atreve a preguntar, ya no me duele, pero
es fastidioso su absurda forma de actuar como si
hubiéramos quedado muy bien.
– No, solo me duele la cabeza y estoy algo fuera de
lugar– respondí.
– Te sigues viendo tan hermosa como siempre–
puso esa expresión seductora que siempre hacía
que me derritiera ante él, pero ahora era otro
tiempo.– los años te han asentado muy bien– tocó
mi barbilla y yo moví mi rostro para zafarme de ella.
– No me toques – le dije sería.
– ¿Aún sigues enojada conmigo? Fui transferido
hace dos días y ¿por qué crees que decidí regresar
aquí? – yo alcé la ceja en modo de fastidio. – por ti…
quería volverte a ver y te iba a buscar, pero nuestro
encuentro fue menos de lo esperado y en el lugar
que jamás me imaginé volver a verte.
– No digas cosas a la ligera, David, los años han
pasado, no me vengas con tonterías por favor, ten
respeto al menos a tu esposa.
– Emily, me divorcié hace un año, y después de
tanto meditarlo creo que nunca te olvidé.
– Basta de tonterías… – dije dándome media vuelta
e ignorándolo.
– Lo digo en serio, Emily no me rendiré, apareceré
delante de ti hasta que te canses y me aceptes otra
vez de nuevo en tu vida…– vociferaba mientras me
alejaba enojada a su frescura.
Salí de la clínica y me dirigí al auto de mi jefe que se
encontraba en la entrada, él me vio, se puso sus
anteojos negros y salió para abrirme la puerta de
inmediato.
Al verlo caminar tan elegantemente acomodando
su saco de esa forma tan varonil, no sé que me
causa, definitivamente es un hombre muy apuesto,
tan solo pensar que trabajo para un tipo así, hasta
el mal humor se me acaba de pasar en este
momento.
– Gracias – dije – está muy atento el día de hoy – lo
fijé sonriendo.
– Simplemente quiero que se sienta cómoda –
exclamó.
Nos fuimos a almorzar, y mientras lo hacíamos
tocamos el tema, le expliqué y por primera vez me
abrí a él contándole quién era David y toda la
historia que tuvimos en nuestra relación, le conté
que se casó con alguien más en Francia al poco
tiempo de terminar y toda la penuria que me hizo
pasar.
Bueno ahora que lo pienso, tener una relación a
distancia no funcionaría de todos modos, él era un
hombre muy candente así que de seguro con la
primera que se le cruzó se habrá metido, o que
habrá sucedido, no lo sé, la verdad, pero ¿será
cierto que se divorció? O ¿solo estaba jugando
conmigo?.
En fin, es así que él supo la relación entre él y yo,
ahora Oliver y yo nos habíamos vuelto a un paso
más cercano ¿Algún día él me contará lo que le
sucedió, para volverse un hombre desagradable con
las mujeres?. Él aún no ha cambiado, me percaté
que con la única con quién se comporta cortés, es
conmigo, en cambio con las demás empleadas o
personas femeninas que le rodean, es la persona a
quién yo conocí en mis primeros días, con ellas es el
horrible OGRO.
Después de haber tenido una tarde agradable, me
dio el permiso de descansar, me dejó en casa y por
ese día reposé.
… En los días siguientes hablé con Larry
explicándole la situación, él no dijo nada y dijo que
respetaba la decisión que había tomado al contarle
la verdad, nuestro trato entre él y yo seguía siendo
el mismo, solamente que sí, me dio la resondrada
de mi vida por mi descuido.
Mi trabajo fue procediendo como lo habitual
asistíamos a reuniones generales, conferencias, etc.
Pero no todo fue tranquilo, no sé cómo David, tuvo
el valor de venir varias veces invitándome a salir a la
salida de mi trabajo, siempre le decía que no, pero
con su clara sonrisa e insistencia, decía que lo
enojona ya se me pasará. Ya estaba comenzando a
frustrarme.
El día de hoy, fue muy cansado para mí y ya me iba
a ir a casa, solo esperaba que David no aparezca
otra vez, ya fueron como tres veces que lo hizo en
distintos días. Eran las 5 de la tarde y me despedí
primero del Sr. Oliver.
Iba con mi trayecto tranquilamente hasta que al
salir en la entrada del edificio, alguien me sostiene
del brazo.
– David ¿otra vez aquí? – él estaba enojado, debido
a que no sé cómo al conseguir mi número de
celular, me llamaba seguidamente y yo lo evitaba.
– ¿Vas a seguir tratándome así? Ya fue suficiente,
Emily, sé lo que hice, me equivoqué, pero estoy
dispuesto a remediar mi error, regresa conmigo por
favor.
– Suéltame David ¿Estás obsesionado conmigo? Lo
nuestro se acabó hace tiempo ¿No lo entiendes?
– No, no es cierto.– exclamó abrazándome.
– ¡SUÉLTAME David!– le dije entre dientes tratando
de zafarme de su brazo, pero me sostenía muy
fuerte que no podía.
– No lo haré.
– ¡SUÉLTALA! – esa vos… – ¿Eres sordo o qué? –
Oliver lo empujo haciendo que se desprenda de mí.
–¡NO TE LE VUELVAS A ACERCAR! – se expresó
amenazante.
– ¿Por qué lo haría? Usted es solo su jefe y no
debería estar metiéndose en problemas de pareja. –
él alzó la ceja irritado y dijo.
– ¿Pareja? ¿Ustedes? ¡Ja! Deja de inventarte cosas
que no son… – Oliver basta… – dije por qué se
estaba poniendo fea la situación.
– ¡TE PEDIRÉ POR ÚLTIMA VEZ, QUE TE ALEJES DE
ELLA! – exclamó de forma maliciosa.
– No, para mí eres un desconocido y no tienes nada
que ver con ella.
– Tengo que ver mucho. – dijo seguro.
– ¿¡PORQUÉ!?
– Por qué ella está embarazada, y yo soy el padre de
su hijo – replicó altanero y yo me quedé
estupefacta, pero eso no era todo para quedarme
con las ganas de salir corriendo.
– ¡OLIVER! – Una tercera voz iracunda se mostró en
el lugar, nosotros volteamos y era una persona
mayor muy bien vestido en terno con dos hombres
de negros, uno a cada lado.
– Padre… – dijo Oliver desconcertado, yo abrí mis
ojos como platos y lo miré mientras él miraba a su
padre tan sorpresivo.
– ¿Es verdad, lo que acabas de decir? – el señor se
acercaba con sus ojos impregnados en mí.
[1:21, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 20:
Presencia Inesperada [Larry Grant] Todo este
tiempo para mí ha sido difícil, ¿por qué Emily tiene
que actuar así? Pero en realidad esa no debería ser
mi pregunta, no tiene sentido, lo que me debería
preguntar es ¿porqué YO estoy actuando de esta
manera?.
Hablé con ella y me comentó que le dijo la verdad
que Oliver supuestamente no sabía, en cambio yo
esperaba que él debido a como reaccionó aquel día,
le dijera la verdad, pero se quedó callado otra vez.
¡Maldición! No lo entiendo, ¿Qué tiene en mente?
Tuve que irme de viaje a una convención por unas
semanas, y recién hoy estoy llegando, la extrañé
mucho, muero por verla, gracias a Dios no se ha
vuelto a desmayar, siendo sincero conmigo mismo,
no quiero pensar más en lo que pasará en el futuro
y solo me centraré en el presente con ella.
Cojo mi maleta y salgo del avión cuando de repente
cuando caminaba por las instalaciones del
aeropuerto, una mujer me sostiene del brazo.
– ¡Larry! – yo volteo y era ella… era Mary.
– ¿Mary? – me sonrió enormemente.
– Hola – me soltó - ¿Cómo has estado todos estos
años?
– Bien... – le respondí desconcertado. – ¿No estabas
viviendo en Alemania? – esto no estaba bien, para
Oliver esto no va a estar nada bien, me decía dentro
de mí mientras tragaba saliva.
– Sí, pero acabo de regresar – se pone los lentes
negros – me vengo a establecer aquí, así que tendré
tiempo de encontrarme con ustedes como los viejos
tiempos, otra vez chicos.
– Dudo mucho que Oliver quiera eso. – Ella sonrió
irónicamente.
– Larry ¿Sabes quién soy yo? No podrá decirme que
no.
– ¿Y tu esposo? – quise ser sarcástico y atacarla por
lo bajo.
– Así que estás un poco a la defensiva. – Yo sonreí
malicioso.
– Amigo Larry – entrelazo mi brazo y me hizo
avanzar al compás de ella. – Me separé de él hace
tres meses.
– ¿En serio? – me detuve y la miré de lado
sorprendido.
– Si – asintió con la cabeza – todo fue un desastre,
él me fue infiel innumerable de veces, yo
sospechaba, pero nunca pude concretarlo, él era
muy cuidadoso, hasta que hace tres meses como te
dije, realmente salí de mis dudas, se acotaba con
una chica mucho menor que yo, era su amante por
varios años, y yo como estúpida…– se detuvo y se
sacó los lentes mientras yo estaba sin creer todo lo
que me contaba. – me di cuenta, al fin, del gran
error que había cometido al dejar– sus ojos se
apañaban – al hombre de mi vida, por alguien como
él.
[Oliver Stewart] Los días pasaron después de ese
incidente. Aquel día realmente estaba dispuesto a
decirle la verdad de una vez por todas, pero no lo
pude hacer debido a que ella se me adelanto con
sus suposiciones, algo dentro de mí me decía que
estaba haciendo mal al quedarme callado, pero no
me pude contener, no sé qué me pasó.
Estuvimos bien estos días en todos los aspectos,
pero, me di cuenta de que aquel tipo, SU EX,
apareció unas cuantas veces después del trabajo,
me fastidiaba su insistencia, ellos ya habían
acabado, sin embargo, no me podía involucrar era
claro que no tenía nada que ver conmigo. Le dije
que si el tipo la seguía molestando podía interceder
y no quiso, entonces le dije que le ponga una
denuncia, pero me comentó segura de sí misma que
tenía todo bajo control.
En fin, no podía hacer nada más fuera de ello, con
tal que no le suceda nada a mi hijo está bien, su
vida personal no me incumbe.
Ella tiene casi dos meses, pero aún no se le nota,
¿es así de lento este proceso?, pero no puedo negar
que me siento emocionado, sin embargo, hay algo
que me ronda en la mente, ¿Cómo haré para llegar
a un acuerdo con ella? Aún me siento muy nervioso
de lo que pueda pasar cuando se sepa la verdad.
… Hoy se despidió temprano, quería invitarle a
cenar, pero mejor me callé seguramente tendría
algo importante que hacer, alisto mi maletín y salgo
de mi oficina. Paso por el escritorio de Emily y veo
que se olvidó la llave de su auto.
– Esa tonta ¿Y cómo piensa manejar? – sonreí
agraciado.
Ella se había ido hace 10 min así que debe estar
regresando por ello y me la cruzaré, entonces seguí
mi trayecto por toda la empresa, cuando de repente
visualizo a lo lejos ya a punto de llegar a la salida,
que ese tipo había venido otra vez, y la estaba
abrazando en contra de su voluntad, eso me sulfuro
de inmediato, fruncí el ceño y con el diablo encima
me les acerqué.
(...) Tuvimos una discusión y me estaba sacando de
mis casillas, por lo tanto, después de tantas
preguntas de su parte de forma desafiantes, decidí
cortar todo de una vez diciéndole… – Porque ella
esta embarazada y yo soy el padre de su hijo. –
sabía que lo decía de verdad, estaba muy enojado
de como la estaba tratando, pero de pronto… –
¡OLIVER! –escuché la voz potente de mi padre
detrás de nosotros, yo volteé al mismo tiempo con
Emily.
– Padre… – salió de mi boca apenas.
– ¿Es verdad lo que acabas de decir? – dijo alzando
la ceja bien marcada, acercándose mientras miraba
atentamente a Emily, sin embargo, no bastó solo
eso, sino que detrás de los guardaespaldas apareció
también el fastidioso de mi hermano.
– Ja… es increíble Oliver… – exclamo él mirándola
de pies a cabeza también. En tanto ella estaba
petrificada y tan blanca como un papel.
– No es justo padre, veníamos a decirle que estaba
fuera de su puesto debido a que te daré un nieto ¿Y
ahora que significa esto? Padre no puedes cambiar
de decisión – suplicaba como un niño el idiota éste.
– ¿Qué? – exclamé sin creer lo que decía, si eso era
verdad entonces estaba realmente en aprietos.
– Sí, mi esposa está embarazada. – No sabía que
hacer, esto iba a resultar como él quería – ¡PADRE
ya decidiste!
– Cállate, Kenny. – le dijo fastidiado mi padre y me
miró fijamente a los ojos – Oliver te acabó de
preguntar algo. – se expresó altivo, no tenía otra
opción, entonces aclaré mi voz y abracé a Emily de
lado, le apreté el hombro para que entendiera mi
pedida a gritos de ayuda y afirmé...
– SÍ PADRE, ELLA ES MI NOVIA, Y ESTÁ
EMBARAZADA TAMBIÉN – exclamé seguro.
– Yo me voy de aquí – dijo el imbécil del ex de
Emily. – ya no tiene sentido esto– cogió un taxi y se
fué de inmediato.
– ¿Quién era ese? – pregunta mi padre.
– Nadie. – repliqué tajante, él alzo la ceja algo
sospechoso y se le acercó a ella.
– ¿Es eso cierto señorita? ¿Usted es novia de mi
hijo? Y… ¿Está embarazada? – ella abrió mucho más
los ojos, y yo por dentro rogaba a quE me siga el
juego. Claramente escuché como tragó saliva,
entonces...
– Sí, señor, yo soy su novia y tendremos un hijo.– su
respuesta me congeló.
[1:25, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 21: Un
trato [Emily Wilson] “Si, señor, yo soy su novia y
tendremos un hijo.” Dije debido a la situación, había
entendido cada detalle, sabía que Oliver quería
ayudarme, y lamentablemente apareció en mal
momento su padre dejándonos perplejos, no estaba
segura sobre lo que hablaban, pero cuando él me
abrazó, comprendí de inmediato la ayuda que
pedía, era obvio estaba en una situación difícil, no
sé por qué, pero decidí ayudarlo y salieron esos
disparates de mi boca.
– Yo me adelanto a casa – dijo el hermano muy
furioso al escucharme, yéndose al auto que había
en frente de nosotros.
– Muy bien – exclamó el padre que me miraba con
la ceja alta. – También vamos a la casa Oliver,
necesitamos hablar. – vocifero serio.
– Sí, padre – dijo él.
El señor, se dio media vuelta y avanzo hacia el
segundo auto estacionado, Oliver en voz baja me
dijo “después hablamos” y yo asentí, pero de
pronto cuando el señor estaba a punto de entrar a
su BMW negro, volteó hacia mí.
– ¿Usted no viene? – apreté mis manos que estaban
entrelazadas de los nervios.
– Padre…– exclamó Oliver incómodo.
– Señorita la estoy esperando – se expresó con voz
dominante.
– Sí – respondí desorientada, y comencé a caminar
rápido en dirección a Oliver, que me miraba con
una expresión que no comprendía.
– Entonces nos vamos en mi auto, aquí contigo
estaremos apretados. – él le decía a su padre
apoyado en la ventana trasera.
– OK, ven detrás de nosotros – le respondió y me
fijó – nos vemos en casa señorita… ¿?
– EMILY, Señor.
– Ok, Emily, nos vemos allá.
Mi corazón aún latía desesperadamente, mi jefe
avanzaba y yo iba nerviosa, él me abrió la puerta y
me hizo un gesto haciéndome entender que me
calmara. Subimos y los autos negros avanzaron, y
nosotros detrás de ellos.
– ¿Qué fue todo eso? – pregunté muy
desconcertada.
– Lose… te sorprendiste, no era mi intención, pero
de todos modos ya nos había escuchado.
– Si, lo sé, pero explícame ¿por qué has seguido
comportándote así?, ¿a qué se debe todo esto en
específico?
– Pues bien. – dio un resoplido y me comenzó a
contar todo lo respecto a su padre, que le estaba
obligando a tener un hijo y a casarse, porque si no,
lo retiraba de su cargo y era un hecho que la
empresa para Oliver era su vida, él se detuvo, un
breve momento después de contarme eso,
mientras seguíamos a su padre.
– Emily, sé que no está bien, sé que nada de lo que
hago, está bien – me decía algo perturbado – pero
no estás obligada a esto, sé que mi padre nos
tendrá en la mira, esto es una locura.
– Oliver, lo haré – estaba decidida, al final no tenía
nada que perder, la empresa estaba en juego y lo
apreciaba mucho, sería absurdo que por algo así, lo
retiraran de su cargo. – sé que es una locura,
también.
– Bien entonces hagamos un trato – dijo él – esto
solo será por unos tres meses, y después veré como
me las ingenio, además gracias a esto ese imbécil de
tu ex no te volverá a molestar tampoco. – de hecho,
era algo demente, pero asenté con la cabeza, no
teníamos a nadie a quien dar explicaciones, así
que… – Está bien – le sonreí, y él puso un rostro de
satisfacción.
Seguimos nuestro rumbo hasta su casa,
conversando y poniéndonos de acuerdo de lo que le
íbamos a decir, éramos dos locos tramando nuestra
fachada, debíamos tener nuestras versiones de la
misma forma, así que nos íbamos poniendo de
acuerdo.
– Ya llegamos – exclamó Oliver mientras observaba
boquiabierta como nos adentrábamos a una
enorme villa con una gran mansión ¿Aquí vives?
– Sí, bueno no. Vivía, ahora solo vive mi padre con
su esposa y el idiota de mi hermano con su familia.
Yo me volví independiente hace años, ya que no me
llevo con ellos y prefería mi tranquilidad.
– Comprendo… – me quede anonadada a lo que me
contaba.
– Bien bajemos. – él salió y me abrió la puerta.
Entonces salimos juntos, y caminamos mientras me
mostraba el hermoso jardín que se encontraba
alrededor de nuestro camino. Su padre nos esperó
en la entrada.
– Hijo, ¿Cuánto tiempo no vienes a casa? – yo lo fijé
– creo que esta señorita te está ablandando y me
agrada – yo me sonrojé a sus palabras y comencé a
reír extraño, Oliver se dio cuenta y me sostuvo de la
mano, y automáticamente me silencie, abriendo
mis ojazos. Eso no me lo veía venir.
– Tranquilo cariño – dijo y yo me quedé en modo
cero por unos segundos – no tienes que sentirte
nerviosa delante de mi familia – ¡Diablos! ¡Qué
buen actor!, su padre puso una sonrisa de oreja a
oreja y dijo.
– Vaya, vaya los jóvenes. No sé cuanto tiempo no
veía a mi hijo así – reía sofisticadamente.
– MI BEBÉ – creo que exageré con ese apodo y
Oliver volteó al instante a verme como diciendo
“¿no sé te ocurrió otro?” y yo saqué mi mejor
sonrisa –aunque siempre suele tener ese lindo
rostro fruncido, es muy encantador – apreté su
mejilla removiéndola– ¿verdad bebé? – él con los
ojos bien abiertos y rostro inexpresivo solo asintió.
– Jajaja – el señor no paraba de reír - no puedo
creer que haya alguien como tú en la vida de mi
hijo, pensé que él se había vuelto GAY.
– ¡PADRE! – exclama Oliver ofendido.
– Cierto – reía picara – hasta yo lo pensé… – me
dejé llevar a la conversación y vi como él me
fulminaba.
– Jajajaja, esta muchacha me gusta, quiero
conocerte mucho más – pensé que el padre de
Oliver tendría el mismo carácter que él, pero hasta
el momento parece ser amable, e incluso podría
decir que nos llevábamos bien.
Luego de ello me mantuve con la mirada gacha,
muy apenada después de lo que había dicho, ya que
fue notorio como a Oliver no le gustó, creo que soy
mala actuando, él tiene que entender que esto no
es una novela escrita por una escritora, por la cual
debemos leer los guiones, no, no es así.
– Bien vamos a la sala para conversar más a gusto –
nos invitó el señor, por lo tanto íbamos avanzando
detrás de él, yo sostenía mis manos temblorosas
para tranquilizarme y seguir con mi fabulosa
actuación, mientras evadía la mirada intimidante de
Oliver.
– Así… que lo pensaste… - exclamo en voz baja y
sinceramente tenía ganas de salir corriendo del
lugar de la vergüenza.
Yo me quedé en silencio, pero para mi buena suerte
me salvó que habíamos llegado a la sala y cuando
de pronto nos adentrábamos al hermoso lugar, el
señor se quedó de pie algo sorprendido y a la vez yo
también, porque en los muebles se encontraba
Larry con una chica y una señora conversando, que
cuando nos vieron ingresar, se levantaron y mi
corazón comenzó a latir como una bomba de
tiempo, a pocos minutos para explotar.
– Jum, Jum – aclaro la vos, el padre de Oliver.
– Amor… – la señora se acercó a recibirlo con un
beso, mientras Larry y la chica nos miraban
perplejos, la señora me miro de manera extraña,
pero de inmediato reaccioné y la saludé.
– Buenas tardes – dije apenas algo temblorosa.
– Hola – fue fría.
– ¡Querido…! –se acercó a Oliver a abrazarlo, él se
encontraba con un rostro de impacto, no le quitaba
la mirada a la mujer que se encontraba al costado
de Larry, ni siquiera le prestó atención a lo que le
decía la señora mientras lo abrazaba, parecía una
estatua humana, en tanto yo, miraba a ojos bien
abiertos a Larry, creo que algo malo estaba por
venir. –Ya te disté cuenta ¿quién vino a visitarnos?
Nuestra querida Mary, ella se acercó, sin tampoco
despegar la vista fija a Oliver y le estiró la mano
para estrecharla.
– Después de muchos años Oliver. – Le dijo muy
sonriente, todos se tensionaron al verlos así y yo…
bueno yo no comprendía nada.
[1:31, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 22: ¿Aún
te duele?
[Larry Grant] “Me di cuenta, al fin, del gran error
que había cometido al dejar al hombre de mi vida,
por alguien como él.” Yo moví la cabeza en
negación a su comentario.
– Bueno, las cosas suceden por algo – exclamé.
– Sí, tienes razón. ¿Y... acabas de llegar? – se
trataba de calmar para no romper en llanto.
– Sí, de un viaje de negocios.
– ¿Tienes auto?
– No, esta ves tomaré solo un taxi. – respondí.
– Bien, ven conmigo – me sostuvo del brazo y me
llevó hasta su auto, que previamente había rentado.
– Así que estás bien preparada. – me expresé en
son de burla.
– Sí, quería manejar, no me gustan los taxis.
– Cuanto has cambiado… –dije y ella lo tomó como
un cumplido, porque sonrió de oreja a oreja.
– Trae tu maleta – exclamó abriendo la maletera, y
le ayude a meter la suya para luego meter la mía.
Me subí al auto y ella inició a conducir, me sentía
cansado.
– Gracias por ofrecerte a llevarme.
– NO te preocupes.
– Creo que dormiré un poco, me avisas cuando
lleguemos. – exclamé a penas manteniendo mis
ojos abiertos.
– Claro que sí. – dijo muy animada.
...
No sé, por cuanto tiempo dormí, pero me levanté
cuando escuché la puerta cerrarse, el auto ya
estaba detenido, yo observé todo a mi alrededor, y
esta no era mi casa, salí del auto y ¡Carajo! Ella me
había traído a casa de la familia de Oliver.
– ¿Qué hacemos aquí? – le dije enojado mientras
ella observaba tranquilamente el lugar.
– Bueno, no podía venir sola, sería un poco extraño,
entonces ya que vinimos los dos, es como que dos
amigos visitamos a los padres de un amigo.
– ¿Estás loca? – exclamo entre dientes.
– Quiero solucionar las cosas con ellos, sé que no
quedé muy bien.
– Yo me voy – dije sulfúrico.
– ¿Larry? – esa vos me sorprende, volteamos y era
la “madre” de Oliver.
– Buenas tardes, Sra. Devora – ¿Cómo estás? – me
abrazó – Bien –exclamé.
– Hola, Señora Devora, ¿se recuerda de mí? – ella
volteó a dónde Mary y sus ojos brillaron.
– ¡Querida...! estás hermosa como siempre – la
abrazó – ¿Cómo podría tratarla así después de lo
que ella le hizo a Oliver? yo refunfuñaba. Era claro,
esa señora siempre hacía estas cosas.
– Pasa, hija vamos a la casa. – ya no me podía
escapar ¡Maldición!
Nos fuimos con ellas y estuvimos en la sala.
Mientras ellas conversaban bien relajadas como
amigas, no comprendía el descaro de Mary y la
desfachatez de esta mujer que se hacía llamar la
madre de Oliver, ¿acaso no le importó, todo lo que
él pasó?
Transcurrió como media hora, cuando de repente
nos sorprende el padre de Oliver, y no solo eso, a
los segundos veo aparecer a Emily junto a Oliver.
No comprendía nada, ¿¡Qué diablos está
sucediendo!?
………………………..
Oliver Stewart] ¿Qué hace Mary aquí?, fue lo
primero que me pregunté. No podía creer lo que
estaban presenciando mis ojos, me quede
completamente perplejo viéndola sentada en mi
sala, todos desaparecieron a mi alrededor y solo la
podía ver a ella, no comprendía este sentimiento
extraño de cólera y algo de complacencia. Estaba
sumergido en mis pensamientos y cuando menos
me lo esperé, ella ya estaba en frente de mí
extendiéndome la mano.
– Después de muchos años Oliver – exclamó y yo,
no supe qué decir.
– 'Jum, Jum' – carraspea mi padre.– Hola, Mary. – le
saludó, ella bajó la mano algo avergonzada a mi
desplante, y se acercó a él, era claro yo no tenía el
control de mi cuerpo.
– Señor Stewart, mucho tiempo sin verlo –
estrecharon manos.
– Es realmente un milagro verte por aquí después
de un tiempo. – mi padre se notaba incómodo.
– Sí, acabo de llegar al país y decidí visitarlos. – dijo
ella sonrientemente.
– Buenas tardes, Sr. Stewart – saludó Larry, que me
encontraba mirando muy preocupado.
– Hola, Larry, estoy feliz de la visita de ambos, les
presentaré a alguien muy importante, ya que están
aquí – yo fijé de inmediato a mi padre, creo que
esto lo estaba haciendo a propósito, era obvio que
no pasaba a Mary después de aquella anécdota, sin
embargo, a mi madrastra cualquier cosa que sea lo
contrario para mí, ella lo apreciaba. – Ven Emily –
dijo y vi el rostro de Larry confundido.
– Ella es la novia de mi hijo – todos abrieron los
ojos, mi madrastra, Mary y sobre todo Larry que
fruncía más el rostro.
– Hola, mucho gusto – ella se acercó muy sonriente
a saludar a Mary que estaba cerca, le dió un abrazo
y un beso, y luego a mi madrastra le mostró su
respeto asintiendo. Era obvio ella no sabía nada de
quién era Mary ni mi historia… – Estoy feliz de
conocer a todos – ella se me acercó y entrelazo mi
mano, sorprendiéndome – Oliver y yo estamos
contentos de estar aquí. ¿Verdad amor? – dijo y yo
estaba helado, estaba actuando super natural. Sus
palabras me hicieron aterrizar del estado de shock
en la que me encontraba. Mi padre sonrió
satisfactoriamente.
– Sí… –dije apenas, mientras Mary fulminaba a
Emily a morir, y Larry a mí, sin claramente entender
lo que sucedía.
– Emily… – se le escapó a Larry, ella abrió los ojos de
plato intimidándose al rostro de él, y cuando estuvo
a punto de soltarme, yo la cogí más fuerte y la
abracé.
– Bueno amor, aquí creo que están en medio de
una conversación, vámonos te muestro el lugar – le
sonreí, encantador.
– Yo los acompaño – dijo Larry.
– Larry... así que ya conoces a Emily al parecer.– mi
padre lo miraba curioso.
– Si Sr. Stewart – no despegaba la mirada en mí. –
mi amigo Oliver me la presentó.
– Entiendo… bueno déjalos, quédate conversando
conmigo, tiempo no hablamos de tu familia,
dejemos a los enamorados pasearse un rato – mi
padre nos miró – vayan, luego hablamos.
No quería mirar a Mary, pero sentía su vista
impregnada en mí. Cogí firmemente de la mano a
Emily… – Vamos cariño – le dije y salimos de la sala.
Ni bien estando en el pasadizo, comencé a avanzar
rápido.
– Oliver despacio...– decía ella, pero yo no la
escuchaba, estaba sulfúrico. – espera… camina
lento.
– yo seguía mi trayecto – ¡OLIVER! Me estás
lastimando. – escucharla decir eso, hizo que me
frenara en seco, y volteé a verla.
– Lo lamento – exclamé soltándola – debemos salir
de aquí – añadí avanzando, mientras ella corría
detrás de mí.
Nos fuimos al patio trasero, y comencé a caminar
de un lado para otro.
– ¡Qué carajos hace ella aquí! – no podía
controlarme, quería decirle su vida. Era la primera
vez que la veía después de haberme abandonado.
– Oliver… dime que sucede – me hablaba Emily
angustiada – no entiendo nada.
– ¡Esa tonta! ¡Esa tonta! ¿¡Por qué tuvo que venir!?
– seguía refunfuñando a alta voces, no sabía que
era lo que sentía me sentía completamente
extraño.
– ¿Quién es ella, Oliver? – me senté en un asiento
cerca de nosotros cogiéndome de la cabeza
encorvado.
– Ella… – me costaba decirlo, pero quería
desfogarme – ella... ella es la que me volvió en este
hombre tan imbécil, ella fue la persona que me
abandonó frente al altar. – le confesé, cuando de
repente, ella se arrodilló delante de mí, me hizo
desprender mis manos de mi cabeza y me hizo
mirarla.
– ¿Aún te duele?
– NO– dije tajante, en negación.
– A veces decir la verdad te libera – dijo, y yo no
sabía que responder – no se te ve bien, creo que
deberías afrontarlo, quiero decir, ella ya creyó
nuestra mentira de que estamos juntos, así que
simplemente habla como si quisieras cerrar el
pasado, dejando las cosa claras.
– Lo sabía – esa voz nos hizo congelar, volteamos y
estaba parada en frente de nosotros ella...
Mary.
Era un hecho nos había escuchado, yo me levanté,
Emily se puso a un lado también sorprendida tanto
como yo, y ella me heló al venir corriendo a
abrazarme.
– Sabía que no podrías estar con otra chica que no
sea yo. – dijo mientras mi corazón al sentirla corría
desenfrenadamente.
[1:34, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 23: Sin
Comprender Nada [Emily Wilson] La situación se
sentía muy extraña, la tensión entre todos crecía
mucho más debido a la presencia de aquella chica.
¿Quién era ella? yo ni bien la vi me quedé perpleja,
era una mujer muy hermosa, su forma de vestir y
elegancia eran impecables, tenía un cabello dorado
largo y ondeado, ojos grandes color miel, nariz
respingada y labios finos y rosados. No sabía quién
era, pero era un hecho, algo de trasfondo había en
todo esto. De pronto el padre de Oliver nos hace
oficial ante los demás.
Todos claramente se sorprendieron, el rostro de la
chica sonriente se desvaneció, el gesto de Larry fue
en enojo, pero yo seguí con mi actuación, no debía
perder la calma, entonces me comporté como doña
enamorada, saludé a la chica y di mis respetos a la
madre, sin embargo, aún veía el rostro atontado de
Oliver, por lo tanto decidí cogerle de la mano para
que al menos reaccionara y por ello me comporte
más melosa de lo normal.
Mi plan estaba andando bien, pero cuando Larry
pronunció mi nombre me heló todo el cuerpo. No
sabía cómo reaccionar, su mirada era terriblemente
intimidante, entonces quise soltarme de Oliver
debido a la impresión, pero él me sostuvo más
fuerte.
Nada andaba bien, él me siguió la corriente y buscó
la manera de salir de ahí.
Cuando íbamos por el pasillo su mano me apretaba
demasiado fuerte y estaba caminando muy
acelerado, intenté avisarle que camine más
despacio, pero no me hacía caso, ya me estaba
lastimando así que se lo dije. "Oliver me lastimas"
¿Porqué él se comportaba así?, rondaba por mi
mente. Él me soltó, debido a mi reclamo y lo seguí,
no se veía nada bien, hasta que llegamos a un
enorme patio donde comenzó a refunfuñar de un
lado para otro, no comprendía absolutamente
nada. Quería entender.
Estaba completamente preocupada por él, no sé
por qué, pero no me gustaba ese rostro
desesperante que demostraba.
Se quejaba con odio por la presencia de la mujer,
entonces comencé a preguntar ¿Quién era ella?
Mientras él tomaba asiento completamente
encorvado, es ahí entonces cuando me lo confesó.
Aquella, era la mujer quien lo había abandonado en
el altar.
Había escuchado varias suposiciones y al parecer
esta era la verdadera, percibí el dolor que sentía, no
me gustó para nada, ¿Será que ahora me cae bien y
no me gusta verlo triste?
Me agaché a su altura y alcé su rostro doblado para
hacer que me mire, por lo tanto algo apenada le
pregunté ¿Aún te duele? Y me lo negó. Sin
embargo, era claro que aún le afectaba entonces le
di un consejo para que se sincerara y así dejara ese
pasado al fin, pero mientras le decía eso,
desafortunadamente apareció esa mujer.
Yo me alcé de la impresión y Oliver también se puso
de pie, ella había escuchado nuestra conversación y
era obvio que descubrió nuestra mentira.
Yo me puse a un lado y ella comenzó a correr hacia
Oliver hasta que lo abrazó.
“Sabía que no podrías estar con otra chica que no
sea yo” dijo y mi corazón por alguna razón se sintió
encogerse, no lo comprendo ¿por qué sentía este
punzón en el pecho al ver que aquella chica lo
abrazaba?
Oliver se quedó pasmado, pero ese abrazo duró
pocos segundos, él la desprendió y le dijo.
– Aléjate de mí – con una vos muy seca y ruin –
¿Quién te has creído para tocarme?
¡¡ESO JEFE!! Celebre por dentro, mientras relucía
una sonrisa por fuera.
–O-oliver… – ella se veía desconcertada.
– ¿Qué no puedo estar con otra chica que no seas
tú? Tss… que enorme ego tienes, los años han
pasado y aunque Emily – dijo, y abrí mis ojos al
instante al ver que venía a abrazarme de lado– no
está conmigo como novios, aún es la madre de mi
hijo – la mujer se puso pálida como papel y yo al
igual que ella – es un punto que mi padre olvidó
decirles.
– No, no es cierto… esto es otra mentira– se negaba
así misma.
– No vuelvas a aparecer en mi casa nunca más – me
cogió de la mano y se detuvo al lado de ella – y ni
una palabra sobre mi noviazgo a mi padre porque, si
no, conocerás en lo cruel que me volví, gracias a ti.
– vi caer unas lágrimas de ella y él me llevó consigo.
Creo que me sentía orgullosa de él por la manera de
como lo afrontó y no me molestó que dijera que yo
era la madre de su hijo, es más me arrepentía de
haberle dado aquel consejo de hace unos minutos,
no pensé que la tipa pudiera ser tan egocéntrica
como para decir que él no podría estar con nadie
más que no sea ella a pesar de lo que le hizo. ¡Pfff!
que estupidez y descaro de su parte.
Por todo nuestro trayecto no podía borrar mi
sonrisa, nos dirigimos hacia la salida y yo me
detuve.
– Oliver tu padre… tu padre nos espera.– me mostré
preocupada.
– No importa – me respondió y siguió avanzando
cogiéndome aún de la mano, cuando de repente,
una presión en mi otra mano me hizo detener.
– Emily – yo volteé y Larry me sostenía – Oliver
también volteo y dirigiéndose a él.
– Nos vamos. – él intentó llevarme otra vez pero… –
No – Larry se expresó serio deteniéndome. Estaba
en medio de los dos y ellos botaban furia de los
ojos.
– ¿Qué estás haciendo? Suéltala– se expresa altivo
Oliver.
– No lo haré hasta que me expliquen que está
sucediendo... ¿Emily? – me mira esperando una
respuesta de mí, y yo siento que le debo una
explicación.
– Larry te lo explicaré.
– No tienes que decirle nada. – Oliver me jaló con
fuerza hacia detrás de él, haciendo que me
desprenda de la mano de Larry.
– Solo eres su jefe, pero ahora ¿te crees su dueño?–
Larry se le acercó apretando los dientes de la ira.
– Por favor… – me puse en medio. – no peleen, no
es momento ni el lugar.
No comprendía por qué tanto odio entre ellos
últimamente, antes no era así y aún no descubro
porque tanta enemistad, si cuando los conocí eran
demasiado unidos.
– ¿se pueden calmar? – los dos me miraron, tiraron
un resoplido al mismo tiempo y se dieron la espalda
– parecían dos hermanos en discusión.
– ¿Qué hacías aquí Larry? – Oliver rompió el hielo.
Larry se volteó y mirando la espalda de él, le
explicó.
– Me encontré a Mary en el aeropuerto y por
alguna razón terminé aquí. Ya sabes ella siempre es
impulsiva. – Larry avanzó y se puso delante de él.–
¿Ahora respóndeme que es lo sucede? – se expresó
en un tono que no entendía, pero que Oliver al
mirarlo a la cara al parecer que le comprendió al
instante.
– Debemos hablar en privado. – mi jefe lo miró
serio a los ojos y Larry asintió.
Sin embargo, cuando todo parecía ya tranquilizarse
salió el padre de Oliver.
– ¿Qué hacen aquí afuera? – yo intercedí.
– Discúlpenos Sr. Stewart, lo que pasa es que no me
siento nada bien y Oliver decidió llevarme a casa.
– ¿Sin despedirse?– yo reí algo apenada.
– Lo lamento, ya sabe cómo es él.
– Pero tenemos una conversación pendiente esto
no se puede quedar así – él de pronto miró mi
vientre–¿cuánto tiempo tienes Emily?– yo me
quedé tonta a su pregunta imprevista.
– Eh… dos meses– respondí algo nerviosa, mientras
los dos enojones se encontraban con un rostro de
sorpresa inexplicable.
– Bien. Visto que todo va bien entre ustedes, quiero
que comiences a asistir a las reuniones familiares,
quiero presentarte como mi nuera.
– Padre… es un poco apresurado.
– ¿Apresurado? – el señor fulminó a Oliver.
– ¡Van a tener un hijo! Y quiero que se
comprometan lo antes posible, antes de que las
personas inicien a hablar.
[1:37, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 24:
Confronte Mental [Oliver Stewart] Debido a la
respuesta de mi padre los tres nos tensionamos, yo
miré a Emily de inmediato que se encontraba
estupefacta sin saber que decir, entonces me dirigí
a él.
–Padre… es algo que podemos hablar después con
más calma.
De hecho lo que me decía era una locura, realmente
todo se estaba saliendo de control.
–Emily, me gusta, y quiero que se atienda en el
mejor hospital también, es necesario que se vaya
influenciando con la familia.
–Señor, perdone mi imprudencia. –Larry Intervino–.
Pero yo personalmente estoy llevando el control de
Emily, desde el inicio de su embarazo.
–¡Vaya! –Mi padre alzó la ceja–, eso no me lo
esperaba, al parecer todo estuvo entre ustedes, y...
¿nunca planeaban en decirme nada? –se expresó
con sarcasmo–. Lo lamento Larry, pero quiero que
ellos sigan mi guía.
–No todo será como tú lo desees padre.
–¿¡Seguirás siendo atrevido Oliver!? –Mi padre me
alzó la voz, ya me estaba cansando. Había tenido
suficiente y a punto de decirle algo, Emily me
interrumpe.
–Lo lamento Sr. Stewart, creo que no es un buen
momento para nadie hablar de este tema, prometo
organizarme con Oliver respecto a esto.
–Bien querida... –Él le sonrió–. Tenemos mucho de
que hablar, por ejemplo: A qué se dedica tu familia.
–Era un hecho que él no tenía ni idea que ella era
mi secretaria, ahorita la ama, pero cuando se entere
de esto, ¿cómo reaccionará?. Yo cogí la mano de
Emily otra vez y la metí sin pensarlo a mi auto.
–Oliver. –Ella me sermoneaba– perdón, perdón, Sr.
Stewart –vociferaba ella apenada, mientras mi
padre fruncía el rostro.
–¿Qué haces Larry? –me dirijo a él cuando veo que
se acababa de subir atrás.
–No tengo cómo irme de aquí, así que me llevarás –
dijo recio mientras lo miraba por el espejo
retrovisor.
–Ok –exclamé.
Durante todo el camino nos invadió un silencio
eterno, me sumergí en mis pensamientos, no era
consciente si de verdad lo que había hecho respecto
a Mary estuvo bien. No puedo negar que sentí un
revoloteo al verla después de tantos años, pero la
ira me venció y sobre todo cuando se expresó de
esa forma.
Sin embargo, otro tipo de sentimiento me invadió
cuando Emily sostuvo mi rostro para hablarme del
tema, fue algo distinto, algo que me dio un confort
en un segundo, cada vez que ella me toca me hace
sentir una electricidad que no comprendo.
No lo entiendo, no entiendo que me está
sucediendo, giro mi vista y la observo atenta
mirando el paisaje, es agradable. Algo es claro, no
tengo respuestas para mí mismo.
… Llegamos a casa de Emily y ella sale del auto, se le
veía cansada.
–Gracias por dejarme en casa ya conversaremos –
dijo asomada por la ventana, fijándonos a ambos
lados.
–¡Emily! –Larry la detuvo de despedirse de él–.
Quiero hablar contigo. –Abrió la puerta y salió
también.
–Está bien, te invitaré un café –le dijo y yo rodeé los
ojos, ¿es posible lo que acabo de escuchar? A mí
nunca me ha invitado a su casa, a tomar ni un vaso
con agua las veces que vine a dejarla.
Ella se volvió a acercar a la ventana, y sonreí de lado
pensando que me haría también la invitación,
pero… –Vaya con cuidado Sr. Stewart y descanse.
Nos vemos mañana.
–Más tarde te llamo Oliver –dijo Larry, algo
vencedor. Y con un gesto desagradable aceleré sin
decir nada.
… Llegué a mi casa, y por algún motivo no podía
estar tranquilo, osea con él es amable y le permite
entrar a su casa. ¿Y yo qué?
No podía dejar de dar vuelta en medio de mi sala,
hasta ya se me había olvidado el mal evento que
había pasado hoy, mi mente solo se inundó de
Emily y en el idiota de Larry.
“¡Maldito! Buena jugada”, refunfuñaba. Al rato
decidí darme un baño para quitarme todo el estrés.
Me puse cómodo y me tiré a la cama, sostuve mi
celular y comencé a ver las redes sociales, por
cierto, nunca hasta ahorita vi las de ella. De
curiosidad me atrevo a entrar e inspecciono sus
fotos diarias. Le gusta capturar el paisaje y las aves,
también veía fotos de su desayuno o algo delicioso
que se le antojaba.
Siguiendo mi curiosidad, descubro una foto que
siempre la publica todos los 6 de agosto, justo la
fecha que se aproxima en 4 días.
En la imágen sale ella con un chico, que en el pie de
la foto solo dice "Owen y yo" pero se ven jóvenes,
no comprendo, pero Emily se ve tan feliz. Siento un
poco de envidia ¿Ahora siento envidia de una foto?
¿Y de un tipo que ni conozco?. Tss, muevo mi
cabeza en negación a mis tontas ideas.
¿Será su hermano?, ¿o un primo? Realmente siento
curiosidad, ahora ella sabe todo sobre mí, pero yo
no sé mucho sobre ella.
Me pregunto realmente, ¿por qué decidió una idea
tan descabellada de realizarse una inseminación
artificial, antes de darse la oportunidad con alguna
persona?
¡Diablos! Quiero sacarla de mi mente, pero ella
sigue aquí. ¿¡Oliver que te sucede!? ¿Qué hago?
Son las 8, ¿seguirán juntos? ¿Si la llamo y le digo
algo del trabajo? No, no... ¿Y si le pregunto si ya
cenó? ¿Pero si ya se durmió? No… no me
contestaría si lo está. ¡Rayos! ¡Esta angustia me
fastidia!
Me levanto de la cama para irme a dar un chapuzón
en la cara, me quedo viendo en el espejo y me
vuelvo a inundar de la ira, ¡Emily…! ¡Larry! ¿¡Qué
están haciendo en estos momentos!?
….......
[Emily Wilson] –Pensé que iríamos a tu casa –me
dice Larry entre risa.
–¿En serio? –respondí sonriente–. Es que en
realidad nadie ha entrado a mi departamento, y es
un poco… –Tranquila… solo bromeaba, estoy
contento que al menos me invites un buen café. –
Yo sonreí apenada.
–Y… Emily… –Se muestra curioso y algo apenado–.
¿Qué está sucediendo?
–Bueno...
Le comencé a explicar detalladamente lo que había
sucedido, Larry se ha vuelto una persona muy
allegada a mí y lo considero mucho.
–Ahora entiendo… pero es una locura.
–Lo sé… y sin embargo quiero ayudarlo, yo no
pierdo nada. Sé que nesecita mi apoyo, pero lo que
sí me asustó fue lo del compromiso, eso no me lo
esperaba, pero ya algo se nos ocurrirá.
–Parece que esto te divierte un poco. – Se notó
perspicaz.
–Creo que nunca he hecho una cosa así. Siento que
estoy viviendo al máximo de alguna manera, no sé
por qué… –Me quedo en silencio unos minutos–,
pero el Señor Stewart es muy entretenido.
–Larry comenzó a reír.
–¿Qué sucede?
–Nada. En realidad ya conociste bien a Oliver, y sí,
no es mala persona, ha sido mi mejor amigo por
toda la vida, aunque tenga ese semblante aterrador
cuando lo conoces es totalmente distinto, al menos
agradezco que le tengas paciencia.
–No tienes nada que agradecer, él es totalmente
alguien por quien uno haría de todo, espera... – Me
quedo a ojos abiertos un momento y me tapo la
boca a lo que acabo de decir. ¿Qué dije?, ¿eso tiene
sentido? Larry puso un rostro extraño–. No... no me
hagas caso por favor, creo que estoy tan cansada
que estoy hablando incoherencias.
–No te preocupes… entiendo, pero Emily te tengo
una pregunta, muy aparte de todo esto. –Él toma
mi mano de la mesa y yo me ruborizo–. ¿Haz
considerado en salir con alguien de verdad?
–¿Qué... qué dices? –exclamo nerviosa–. ¿Quién
querría estar con una mujer embarazada?
–¡YO! –dijo firme y me impresioné–. Porque creo
que… –Se notaba nervioso–, que me gustas.
–Larry yo… no… –Él comenzó a reír.
–Tranquila era una broma. –Me soltó.
–Ah… –Sonreí avergonzada–. De todos modos, una
relación no lo veo en mi futuro. Créeme, me fue
demasiado mal y creo que algo así no sentiré nunca
más.
–No digas eso –me dijo gentil–, eres bella, joven y
una grandiosa mujer. Debes darte una oportunidad,
habrá algún hombre que te aceptará por lo que
eres.
–Gracias Larry, lo veo casi imposible, pero gracias. –
Tomé el último sorbo de mi café. Ya pensaba en
despedirme, pero de pronto noté que él quería
decirme algo más entonces no dije nada y le tomé
atención.
–Emily… ¿te puedo hacer una última pregunta?
–Sí claro, dime… –Es solo una suposición, solo eso. –
Yo asentía–. Si en un caso, algún día el padre de tu
hijo apareciera delante de tí, ¿qué harías? –Yo
comencé a reír.
–Sería algo imposible… –Sí, lo sé, sería algo
descabellado e imposible, pero solo imaginemos si
sucediera. ¿Qué harías? – Yo me torné seria.
–Sinceramente, no lo sé, no estoy segura, pero…
creo que al final tendría que llegar a un acuerdo con
él, aunque sería algo muy extraño, te denunciaría
por no haber hecho bien tu trabajo, sobre el
anonimato. –Comencé a reír a tal pregunta y él
también se me unió.
Cuando de pronto en plena carcajeada, mi celular
sonó, ya era las 8:30, la hora se nos había pasado
muy rápido, y me preguntaba, ¿que hacía Oliver
llamándome a esta hora?
–Discúlpame un momento –le dije a Larry.
…….........
Llamada telefónica.
Emily: ¿Hola?
Oliver: ¿Señorita Emily, ya duerme?
Emily: La verdad es que aún no.
Oliver: Entonces bien, quiero decirle, que se vaya a
dormir temprano, por qué mañana la quiero a las
6:30 AM en la oficina, tenemos mucho trabajo.
Emily: Pero señor eso no es muy
tempra…(interrumpida) Oliver: La espero. Gracias.
……........
¿Qué le pasaba a ese idiota? Ni siquiera me dejó
terminar, tiré un resoplido y me despedí de Larry.
Me acompañó afuera de mi edificio y me adentré.
… Hoy por la mañana, me heché un kilo de corrector
para disimular mis ojeras, me tuve que levantar a
las 4 para llegar a las 6:30 AM a la empresa.
Las instalaciones estaban todas vacías, solo me
encontraba a mi paso a los conserjes limpiando.
Aún ni siquiera estaba completamente de día. ¿Qué
bicho le pico?, iba renegando todo mi camino.
Llegué a mi escritorio y dejé mi cartera, era la única
alma en pena del lugar. Revisé los expedientes del
día anterior y toqué la puerta de mi jefe, con rostro
soñoliento y fruncido.
–Pase –Él se encontraba de espaldas.
–Buenos días, Sr. Stewart –le dije de mala gana.
–Buenos días. –Volteó en su mismo eje sentado en
la silla–. ¿Ya no soy Oliver el día de hoy? –se
expresó sarcástico acomodando sus brazos sobre la
mesa y yo tiré un resoplido–. Al parecer hoy no está
de buen humor. –Alzó una ceja con una expresión
extraña–. Pensé que lo estaría, después de su gran
noche de café con Larry, Señorita Wilson.
[1:42, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 25:
Síntomas [Oliver Stewart] Digamos que ni bien
hablé con ella me quedé profundamente dormido,
había tenido un día demasiado cargado. Me levanté
con un poco de dificultad, hasta yo mismo me
estaba arrepintiendo de haberle dicho que vaya
muy temprano, pero este sentimiento extraño que
siento, me dio la fuerza de seguir con mi plan.
Me di un relajante baño, para luego salir y
prepararme. Endoso mi traje negro, arreglo las
mangas de mi camisa, y mientras veo cada
imperfección frente al espejo, los acomodo a mi
debido gusto.
Me voy a la cocina y me preparo un café bien
cargado, es demasiado temprano, por ello no quise
fastidiar a el ama de llaves. Me siento unos 10 min.
disfrutando mi café, mientras leo algunas
novedades de autos por internet en mi tablet y
luego me levanto animado por llegar lo antes
posible a la empresa.
… Son las 6:20 am., acabo de llegar, me estaciono y
a lo lejos veo el auto de Emily también
estacionándose. “¡Maldición!”, no quiero que vea
que llegué al mismo tiempo, entonces decido correr
rápidamente hacia mi oficina.
Saludo a los conserjes que me ven algo extrañados
de mi presencia y sigo mi recorrido. Cuando llego al
fin, acomodo mi cabello un poco alborotado que se
me removió por el ajetreo, y tomo asiento de
inmediato. Trato de verme normal y giro con mi silla
mirando hacia la enorme ventana.
Es la primera vez que hago esto, pero por alguna
razón no puedo evitarlo. “Tss…” ¿Se lo habrá
pasado bien? Esperemos que después de lo que
harás hoy, te arrepientas de lo ruin que fuiste ayer,
Emily.
Siento que ella toca a la puerta y escucho como me
saluda, mi incomodidad y sarcasmo se hacen relucir
de inmediato, no tengo el control de lo que estoy
diciendo. Ella se veía de mal humor y solo me llamó
por mi apellido entonces me exprese patéticamente
irónico.
(…) –Buenos días. ¿Ya no soy Oliver el día de hoy? Al
parecer hoy no está de buen humor, pensé que lo
estaría después de su gran noche de café con Larry,
Señorita Wilson –dije y no lo podía creer que hayan
salido esas palabras de mi boca, pero mi rostro no
dejaba de estar fruncido.
Ella tiró un enorme suspiro, y yo alzando la ceja, le
recibí los informes del día.
Después de ello, le mandé a hacer algunos trabajos
por adelantado, Emily tenía que darse cuenta de lo
que hizo mal, me repetía mi conciencia miles de
veces. Le mandaba hacer una, y luego dos, luego
tres, y cuatro mandados, y así sucesivamente la
llene de tareas, ella claramente estaba totalmente
enojada. Hasta que llegó el medio día y creo que no
resistió más y me sorprendió con lo que me dijo.
.........
.........
[Emily Wilson] Refunfuñaba a cada paso que daba,
era ya las 12 del mediodía y estaba súper cansada.
Oliver no paraba de decirme que haga una cosa,
para luego decirme que haga otra. ¿Qué le pasaba?
Ese jefe odioso, había regresado, y no entendía por
qué. ¿Acaso está molesto por lo que le sucedió ayer
con Mary, y por eso se está desfogando conmigo?
¡Qué suerte la mía! Gracias a eso, el trabajo de 3
días ya lo había hecho en mediodía, el sueño me
estaba matando, no sabía hasta cuánto más iba a
aguantar.
Cuando de pronto me llama otra vez a su oficina, y
me pide que le traiga el almuerzo de un restaurante
que se encontraba a una distancia de una hora del
lugar. ¿Está loco?, ya no podía más.
–¡No, no iré! –Él me miró sorprendido. –¿Qué te
sucede Oliver?, todo el día haz estado
mandándome a realizar trabajos de varios días,
¿crees que no me canso? ¿Y ahora quieres que
cumpla tu capricho de ir a comprar tu almuerzo
hasta “La Bour”? No. Lo siento, no iré. –Me atreví a
decirle, tenía todo cargado por dentro, creo que
había explotado. Su rostro de sorpresa se convirtió
en una muy vacilante y comenzó a reír.
–Srta. Emily es la primera vez que me enfrenta de
esa forma.
–Sr, lo que usted está haciendo es explotación.
–¿Sr.? Jajaja. –Su risa exageró–. Ya me cansé,
olvídalo, creo que fue suficiente llegar hasta este
punto de verte de esta manera tan enojada.
–No entiendo… –Me sentía confundida a sus
palabras.
–No se preocupe srta. Wilson, su trabajo ya se
adelantó, así que debe relajarse. Vamos a almorzar
y le explicaré a detalle.
Yo no comprendía ni una sola palabra de lo que
acababa de decir. No lucía ni siquiera enojado
después de que me lo enfrenté, si eso hubiera
sucedido con otra persona ya la hubiese despedido.
Supongo que tengo algún tipo de favoritismo por
ser su secretaria, pero al menos me siento tranquila
que le dije lo que pensé, y como nunca, me sentí de
lo mejor. Al menos prefería verlo así con su
personalidad extraña, a que estuviera triste después
de lo que pasó ayer.
Nos fuimos a un restaurante de sushi. Habíamos
hecho el pedido con muchas ansias, mientras me
comentaba unos nuevos proyectos que lo tenían
muy animado. Eran muy buenas noticias y teníamos
que prepararnos para expandirnos mucho más. Al
cabo de unos minutos nos traen los platos, y
cuando los veo, siento con unas náuseas tremendas
por solo olerlas de cerca. Eso me hizo sentir
devastada.
–¿Te sientes bien? –exclamó él preocupado.
–No… aléjalo de mí. –Tapé mi boca y mi nariz con la
mano, no soportaba ese olor del pescado–. Lo
lamento. –Salí corriendo al baño. Las arqueadas me
venían cada vez con más intensidad, me sentía a
morir, era la primera vez que me estaba sucediendo
algo así.
Después de unos minutos de sufrimiento, me fui a
lavar la cara, estaba completamente roja, creo que
eran mis síntomas del embarazo. No pensé que
sería tan horrible. Me sequé el rostro y salí a ala
justas con mi alma del baño.
– Emily... –Oliver se encontraba en la entrada de la
puerta–. ¿Deseas ir al doctor?
–No… tranquilo, creo que esto tiene que ver con los
síntomas comunes en el embarazo –respondo algo
cabizbaja-. Vámonos por favor, no aguanto más
estos olores, siento que me va a hacer morir.
–Está bien. –Me sostuvo de los hombros con
delicadeza y salimos del lugar.
Me sentía muy mal, y por ese día, quiso que me
quedara en casa. Ledije si estaba seguro y me
repitió que sí.
Pasaron dos días de esa misma forma, entonces
sólo iba a trabajar medio tiempo por el momento.
Me sorprendía que Oliver después de saber sobre
mi embarazo andaba muy al tanto de mí. Por otro
lado Larry también lo estaba, agradecía que al
menos ellos dos me daban ánimos. Debía
prepararme para darle la noticia a mi familia y
amigos al fin, ya no podía seguir ocultando esto.
...
Son las 10 de la noche y me siento sobre la cama,
reviso mi cajón en dónde tengo un cofre, un cofre
que... es lo más preciado para mí. Mis lágrimas
inician a relucirse en cantidad sobre mi rostro.
–Owen... –digo entre sollozos, mirando el anillo que
saco de aquel cofre junto con su foto. No puedo
aguantar este dolor que me consume, mañana es su
aniversario de fallecimiento–. Te extraño... –Aprieto
la foto sobre mi pecho, cuando de repente, recibo
un mensaje en mi celular.
"Emily, sé que mañana me pediste el día libre,
pero... ¿Puedo acompañarte al lugar donde irás?"
Su mensaje me saca una sonrisa. Oliver
últimamente se comporta muy extraño, pero, no sé
porqué..., siento que me gusta.
[1:44, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 26: Mi
primer Amor [Oliver Stewart] Era la primera vez que
veía a Emily en tal estado, se le veía tan pálida como
un papel. ¿Las náuseas eran normales en las
mujeres embarazadas? Por hoy día decidí dejarla en
casa, lo analicé bien y le dije que trabajara solo
medio tiempo por unas semanas.
Ahora que lo pienso, no se nada al respecto, quiero
informarme y saber como ayudarla. Por ello ahora
sentado aquí en mi escritorio de la oficina, acabo de
cometer algo que jamás me vi realizar en mi vida,
me inscribí a un curso online de educación prenatal.
Hace unos momentos hablé también con Carmen,
de recursos humanos, para que se apresurara en
encontrar una asistente para Emily, sé que es
demasiado trabajo que está a su cargo y no puedo
seguir permitiendo que lo haga sola. Me siento algo
culpable por haberla sometido a tanto trabajo, no
debí hacerlo, pero se lo iba a considerar, debo de
ser más suave con ella y dejar de llevarme por mis
estúpidos impulsos.
Ahora más que nunca tengo mucha curiosidad por
saber cada cosa de ella. Va a ser complicado si se lo
pregunto entonces he decidido investigarla, más
tarde que me desocupe llamaré a Jesús, un amigo
que se dedica a este tipo de cosas y le pediré que lo
haga.
… Han pasado dos días, y hoy la vi con un semblante
muy triste, antes de irse a casa me pidió descansar
por el día de mañana y se lo concedí, no quise
preguntar más porque no quería fastidiarla.
Respecto al trabajo al menos estoy más tranquilo
debido a que el día de hoy comenzó a trabajar la
nueva asistente.
–Disculpe Sr. Stewart. –La nueva asistente Sara,
toca a mí puerta.
–Pase –respondo, mientras me encuentro firmando
unos documentos importantes.
–Le acaba de llegar este sobre.
–Ok, muchas gracias. –Me lo entrega y se retira
educadamente.
Me pongo a revisar las hojas de tal sobre y veo que
es la investigación de Emily que mandé a realizar.
–¡Vaya!, llegó más rápido de lo que pensé –exclamo
alzando la ceja mientras lo leo.
En tanto iba leyendo cada detalle, iba conociendo
muchas cosas que no sabía sobre ella, y uno de ellos
que me llamó más la atención fue descubrir que
estuvo a punto de casarse con un tal “Owen Bray”,
8 años atrás, y que justamente el día de mañana era
el aniversario de su fallecimiento.
Ahora comprendía muchas cosas. No podía
imaginar como se debe sentir, ¿aún le duele su
partida? La vi con un semblante muy cabizbajo, algo
dentro de mí me fastidia, y tengo que confesar que
no puedo dejar de preocuparme por ella.
… … Son las 10 de la noche y ya me encuentro en
casa, no sé que hacer, todo el día no pude estar
tranquilo debido a que estuve pensando en Emily,
¿y si le digo algo?, o ¿trato de animarla? ella lo hizo
cuando yo pasé por malos momentos, y creo que
ahora me tocaba a mí estar pendiente.
Estaba demasiado entretenido pensando en cómo
poder animarla, no quería que la pasara sola, sentía
que debía hacer algo.
Después de haber dado miles de vueltas en mi
habitación de un lado para otro, decido enviarle un
mensaje, sin saber si aceptaría mi propuesta.
“Emily, sé que mañana me pediste el día libre,
pero… ¿Puedo acompañarte al lugar donde irás?”
Me sentía nervioso, habían pasado 5 min. y no
obtenía respuesta, abría y cerraba, abría y cerraba
el mensaje de WhatsApp y no llegaba su respuesta,
me había dejado en visto. Entonces lo dejo sobre mi
cama y decido ir al baño para remojarme el rostro y
calmar mi angustia, cuando de pronto escucho el
sonido del celular, y corro como un loco para ver su
respuesta. Llego a mi cama y tomo de inmediato mi
celular, lo desbloqueo, y sí, era ella. Mi corazón da
un vuelco cuando veo que me respondió.
...
Hola Oliver, muchas gracias por querer
acompañarme, me siento conmovida, de seguro
habrás visto mi mal aspecto el día de hoy, gracias
por ser un buen jefe y aparte de eso un bueno
amigo Me dijo y yo le respondí al instante:
Solo lo hago porque me preocupo por mis
empleados y tú eres la más sobresaliente, además
no estás tan bien de salud, y debo estar atento del
bienestar de mis trabajadores ¿En serio? ¿Eso es lo
único que se me ocurrió decir?
Muchas gracias por considerarme una buena
trabajadora, se lo agradezco Respondió, y yo pasaba
mi mano por mi cabeza apenado por las palabras
más tontas que salían de mi mente.
Bien, no es nada, también tengo en cuenta que me
haz estado ayudando con lo de mi padre, entonces
soy muy considerado solo por ello, no vaya a sacar
conclusiones extrañas, solo soy un buen jefe. En fin,
mañana la recojo a las 9 de la mañana, espéreme
lista Le contesto, y no sé si hice bien, a veces pienso
que soy todo un idiota al hablar.
Gracias Oliver, te agradezco por todo Me dice y al
menos me siento aliviado, que todo salió conforme
a como lo planeé.
Descansa Emily ...
Me despido por último con una sonrisa en mi
rostro. Me tiro en mi cama y tomo un gran respiro,
al fin. Sé que fui algo torpe al hablarle, pero al
menos estaré con ella el día de mañana, haré lo
posible para que tenga un gran día y no esté tan
triste.
… "A la mañana siguiente..." Son las 9 am, y me
encuentro afuera de la casa de Emily, me siento
algo nervioso no lo puedo negar, le dejo un mensaje
avisándole que ya me encuentro afuera y a los
pocos minutos ella sale.
–Buenos días, Emily –le digo sonriente.
–Buenos días, Oliver –me corresponde la sonrisa. Le
abro la puerta y ella ingresa, yo me doy media
vuelta y me subo también para luego seguir mi
trayecto.
–¿Bueno a donde nos vamos el día de hoy? –
pregunto supuestamente sin saber nada.
–Al cementerio –me responde con un semblante
triste.
–¿Y eso a que se debe?
–Voy a visitar a alguien quien fue muy importante
para mí. –Ella se nota triste y no quiero que este así.
–Entiendo Emily…, me siento algo deprimido el día
de hoy ¿puedes enseñarme algunas canciones que
me levante el ánimo? –Ella me mira sorprendida, y
lo sé, jamás pensé hablar de esta forma, pero era
parte de mi plan.
–Está bien –responde desconcertada–, me gusta
esta emisora –me dice en tanto enciende la radio–.
¿Qué le sucedió? –me pregunta mientras comienza
a sonar las canciones de rock en español.
–No quiero hablar sobre ello. –Trato de evadir la
pregunta.
–Bueno, está bien –dice ella y se queda en silencio
pensando que de seguro debe darme mi espacio.
Las canciones que al parecer solo ella conoce,
comienzan a sonar, ella se pone a cantar, y eso es lo
que quería, mi plan estaba efectuándose como lo
deseaba. Se veía muy concentrada disfrutando
mientras observaba los paisajes de campos
enormes que se iban presentando en nuestro
camino, me gustaba ver como el aire de la ventana
abierta, hacía mover sus mechones de su rostro, me
daban ganas de tan solo... tan solo parar un
momento y tomarle una foto. ¿Esto era normal?
¿Me estoy volviendo loco?
Niego con la cabeza sin darme cuenta, y trato de
concentrarme porque podría causar un accidente y
es lo que menos quiero.
Iban pasando los minutos y...
–Oliver... –Ella me asusta al mencionar de improviso
mi nombre, mientras yo estaba concentrado
manejando y sin percatarme, también me había
perdido en la música porque al compás de ella iba
moviendo mi cabeza. Al parecer esto no solo le
estaba relajando a ella, sino a mí también–, parece
que esto te está animando. –Emily comienza a reír.
¿Me habré visto muy gracioso?
No sé si estoy rojo, pero intuyo que sí, debido al
fuerte calor que siento en mi rostro, al final mi plan
nos había envuelto a los dos. No dije nada en todo
el camino. Ella me miraba algo extrañada, de seguro
preguntándose qué pasaría por mi mente, y pues
queda recalcar que ni yo mismo comprendía
aquello.
...
Al llegar al cementerio bajamos y yo la seguí en
silencio, ella compró un ramo de flores en la
entrada y luego caminamos por 15 min. hasta llegar
a una lápida, donde ciertamente decía Owen Bray,
yo me quedé a dos metros detrás de Emily. Ella se
encontraba en silencio observando la foto de él,
hasta que comencé a escuchar que estaba
sollozando, mi corazón por alguna razón se sintió
extraño, sentí como se me encogió de inmediato.
Caminé unos pasos más y me posicioné a su lado,
imaginaba que de seguro quería hablar y botar todo
aquello que sentía.
–¿Quién era él? –pregunto, ella entre sollozos me
respondió.
–ÉL FUE MI PRIMER AMOR, y fue el único hombre
que me ha dado plena felicidad en toda mi vida.
–Su voz se le entrecortaba–. Fue la persona que
nunca me ha hecho daño, sé que me amó hasta el
último suspiro que dió en vida. –Sus lágrimas caían
en cantidad y tuve una sensación que no me
gustaba nada–. Yo me iba a casar con él, llevábamos
5 años de relación, pero el mismo día de mi boda el
destino quiso llevárselo y junto con ello la desgracia
llegó a mi vida.
–¿Por qué dices eso? –exclamo, para que sienta que
tiene mi apoyo y que sepa que tengo el deseo de
escucharla.
–Porque después de ello, no he podido ser felíz. Los
novios que tuve, todos me causaron daño, y creo
que fue mi culpa por ser tan confiada e ingenua.
Creo que el amor no es para mí, quizás Owen fue el
único quien me pudo amar de verdad y será el
único en toda mi vida.
–No es cierto… –Me atrevo a decir con emociones
dentro de mí, no sé porqué, pero no controlo mis
palabras–. No vuelvas a decir eso nunca más Emily...
–Ella me mira impactada al ver cómo me expreso y
acorto nuestra distancia acercándome a 10 cm. de
su posición, y observándola a los ojos, me atrevo a
decirle lo que pensaba en ese preciso momento–.
Eres la mujer más increíble e inteligente que he
conocido. –Acerco mi mano y limpio sus lágrimas,
definitivamente en este momento, no tengo el
control de mis acciones–. Nunca en tu vida vuelvas
a decir que nadie te amará, porque no sabes cuanto
vales como mujer y creo firmemente que el hombre
que es para tí, está esperándote en algún lugar o
quizás ya está muy cerca de ti

] Lorenitta : CAPÍTULO 27:


La Idea más Loca de mi Vida [Emily Wilson] Una
corriente paso por todo mi cuerpo, al sentir su
mano limpiando mis lágrimas junto a las palabras
que salían de los labios de Oliver, no sabía que
decir, él estaba tan cerca de mí que me comencé a
sentir muy nerviosa, cuando de repente una
llamada a su celular nos interrumpe de la extraña
atmósfera en la que nos encontrábamos.
Oliver parecía sorprendido a lo que le decían por el
teléfono, el colgó, y su mirada estaba un poco ida,
entonces reaccioné.
– ¿Qué sucede Oliver?
– Mi padre…– exclamó en tono indescriptible.
– ¿Qué sucedió con tu padre? – el me miró a los
ojos, al parecer aun incrédulo de la noticia.
– Me acaban de decir que a sufrido de un pre
infarto y se encuentra en el hospital– sabía que se
llevaba mal con su padre, pero era obvio ¿como no
sentirse afectado?
–Vamos… debemos ir a verlo– exclamé preocupada.
Dejé las flores al lado de Owen y me despedí de él,
entonces sostuve la mano de Oliver y nos dirigí de
nuevo al auto, todo el trayecto permaneció en
silencio mientras yo dirigía nuestro camino.
–Yo manejo – le dije, él estaba un poco
desconcertado y preferí que descanse después del
largo viaje de hora y media que había transcurrido
hasta aquí.
–No, yo lo hago– se negó.
–Oliver, por favor, déjame hacerlo – exclamé con mi
rostro decidido y él a mi insistencia, al final asintió.
Traté de manejar lo más rápido posible, hasta que
llegamos, al fin, al hospital.
Nos dirigimos a la habitación de su padre y afuera
se encontraba el hermano de Oliver junto a su
madre, pero él ni bien nos vió llegar se acercó a
nosotros furibundo.
–¡Esto es tu culpa! – le alzó la voz sosteniéndolo de
su camisa. Yo me quede helada a su inesperada
reacción.
–¡Hijo!–gritó la madre, sosteniendo el brazo del
hermano– no te debes manchar las manos– ella
miró de manera despreciable a Oliver, como si no
fuera su hijo. Yo me quedé estúpida, ¿Esta clase de
relación tenía con ellos?. El hermano ignoró las
palabras de su madre y se expresó de forma altiva.
– Por tu culpa nuestro padre esta así y todo por
“ESTA”– y me miro de pies a cabeza con desprecio,
entonces Oliver reaccionó ante su acto.
–No te refieras– lo sostuvo también de su camisa
con firmeza–así de ella, ¿oíste?– lo miró con intenso
enojo en sus ojos.
–Por favor, no peleen – apenas pude decir.
–Tú cállate, plebeya – me dijo.
–¿Qué te sucede Imbécil? – Oliver parecía el mismo
diablo, lo arrinconó con fuerza a la pared.
Estaba asustada, me puse a temblar de la
impresión, no sabía que sucedía, pero parecía que
entre hermanos se querían asesinar. Mientras la
mujer comenzó a gritar como loca “Ayuda este
abusador quiere golpear a mi hijo".
Yo fijé a la señora, y de verdad no podía creerlo, no
me cabía en la cabeza qué clase de persona era,
hasta donde sabía ella lo había criado casi toda su
vida y mira como lo trataba como un perfecto
desconocido. ¡Qué mierda! Dije en mi mente,
totalmente inundada también en la rabia.
El doctor salió de la habitación debido a los gritos.
–¿Qué esta sucediendo aquí?– se acercó en medio
de ellos y apoyando su manos en su hombro– Oliver
basta– le dijo, el doctor parecía que los conocía
bien– su padre esta adentro escuchando todo.
Oliver soltó a su hermano con desprecio y
dirigiéndose al doctor le dijo.
–¿Cómo esta él?
–Ya se encuentra estable, pero me ha pedido al
escuchar tu voz que ingreses a hablar con él y si
estas con tu novia, que ella también entre.
– ¿En qué esta pensando mi padre ahora? –
exclamó furioso el hermano.
– Tranquilo, hijo todo está bajo control. – habló la
bruja.
–EMILY…– Oliver extendió su mano como
haciéndome entender que la tome, entonces me
aproximé a él en silencio y entrelazándonos de
manos, ingresamos a la habitación.
Estaba algo nerviosa, ¿qué cosa querría conversar
su padre con nosotros? Nos pusimos de pie en
frente de él, en tanto el nos miraba con un rostro
sulfúrico y pálido.
–Buenas tardes Sr. Stewart– exclamé algo
intimidada a su mirada.
–¿Padre que sucedió? – Oliver estaba preocupado.
–Creo que se les olvido comunicarme de algo
importante – exclamó.
–No comprendo– dijo Oliver, estaba tan confundido
como yo.
–Emily, ¿A que se dedica, tu familia?– me hablo de
una forma nada agradable y de los nervios presioné
la mano de Oliver, yo no sabía que responder, él me
miró y me dio una sonrisa como diciéndome que
todo iba estar bien.
–¿A que se debe esa pregunta padre?
–La investigué – dijo con voz despectiva. Yo
comencé a sudar como nunca, realmente quería
salir de ahí y librarme de la mirada tan fría de su
padre, no parecía aquel hombre agradable de hace
días– pensé que era una mujer de la alta sociedad,
pero me sorprendo ¿Qué es tu secretaria? ¡En qué
diablos estas pensando Oliver! – él gritó mostrando
las venas por la ira, que hasta el doctor entró de
inmediato.
–Sr. Stewart, no debe alterarse su situación es
delicada – el doctor trataba de calmar la situación,
no tenía idea de que decir, no tenía palabras.
–¿Padre eso que tiene que ver?
–¿Todavía lo preguntas? – él aspiró un enorme
bocado de aire y arrugando el rostro, dijo.– Quiero
que este fin de semana hagan el anuncio de su
compromiso– era claro que todo se estaba
tornando de una forma que no imaginábamos.
–¿Qué quieres decir?– se expresó Oliver
confundido.
–Emily…–impactó su mirada en mí y fue sincero –
me gustas, pero… va a ser complicado, no eres de
nuestro estatus social y eso en nuestro mundo es
importante. No quiero que nadie hable de nosotros,
entonces simplemente quiero que se comprometan
y se casen lo antes posible para que vayas tomando
posición en nuestra familia.
–¡Padre! – mi jefe se exaltó y el doctor alertado,
intercedió.
–Oliver, necesitamos hablar.
– ¡Tú mocoso! – el Sr. Stewart se comenzó a agitar.
– Basta, es suficiente– el doctor lo comenzó a
revisar desesperado– por favor salgan rápido,
dennos espacio – dijo mientras las enfermeras se
acercaban a ayudarlo a atender al señor.
Oliver se asustó junto conmigo, no comprendíamos
que sucedía, entonces salimos de la habitación, su
hermano ya no estaba entonces la situación ya no
se tornó más turbia.
Nos quedamos en silencio esperando a que salga el
doctor, veíamos por la ventana de la habitación
como corrían por todos lados, yo preocupada por él
sin pensarlo sostuve su mano que previamente
había visto que se encontraba temblando, al
parecer pensaba que era su culpa. El me miró
cuando sintió que lo cogí con firmeza y le dije.
–Todo saldrá bien.
Al cabo de 10 min, el doctor salió sudoroso y aun
entrelazados de manos nos acercamos a él.
–Doctor, ¿Cómo esta?
–Ahora, está estable Oliver – respondió, pero de
inmediato le reprendió– debes de tener cuidado
con tus palabras, él no está nada bien, lamento
informarte que a tu padre le queda poco tiempo de
vida – eso fue como un golpe fuerte para Oliver,
noté como su cuerpo se iba tensionando – su vida
corre de un hilo, su corazón está demasiado débil y
una mínima exaltación de su parte, podría matarlo
en segundos.
–No, es cierto…– exclamó sin creerlo.
–Lo lamento, por darles esta noticia, pero deben de
darle una vida complaciente hasta que su corazón
no resista más.– añadió secándose el sudor con un
pañuelo– perdónenme, ahora debo retirarme tengo
que entrar en cirugía, seguiremos hablando luego
Oliver – exclamó por ultimo y se fue.
Oliver parecía una estatua, no se movía, ni decía
nada, yo no pude evitar llorar en silencio, era algo
demasiado triste, entonces me puse en frente de él
y lo abracé.
–Oliver suéltalo – le susurré con mi voz
entrecortada – suelta lo que sientes y llora…– el
silencio nos invadió, otra vez, pero en pocos
segundos sentí como sus enormes brazos rodearon
mi cuerpo abrazándome con todas sus fuerzas,
acompañado de sus lágrimas que caían sobre mis
hombros.
Estuvimos, así como por 5 min entre sollozos,
después me desprendí, e hice lo mismo que él hizo
conmigo. Limpié sus lágrimas, y mirándolo
directamente a los ojos, le dije la idea más loca que
se me a podido ocurrir en la vida.
–Oliver… demos a tu padre sus últimos mejores
momentos de vida.
–¿A que te refieres? – habló apenas, sin
comprender. Yo inhalé todo el aire que pude y le
dije.
–Oliver, hagámoslo, hagamos lo que dice tu padre y
comprometámonos.
[1:50, 26/6/2021] Lorenitta : CAPÍTULO 28: Creo
que me Gusta [Larry Grant] Últimamente no he
podido estar tranquilo, la situación se está
volviendo demasiado complicada, ¿Cómo es posible
que Oliver siga sin confesarle nada?, aunque no
puedo negar que también me siento tan nervioso
como él, me siento nervioso debido a que ya sé la
reacción que tomaría Emily en contra de nosotros.
Muy aparte de ello, tampoco comprendo en qué
están pensando ambos, para estar haciendo esta
fachada delante del Sr. Stewart, solo espero que
después de esto nadie salga perjudicado.
Estos días no me he podido concentrar, he estado
algo perdido en mis pensamientos, extraño a Emily,
sin embargo, debido a mi trabajo he estado
demasiado ocupado que no hemos podido
conversar por celular ni en persona.
Por otro lado mis angustias no me bastan, otra cosa
que también me tiene en tensión es Mary, me
encuentro cansado de sus intensas llamadas por
querer conversar conmigo, ¿A caso no tiene otros
amigos? No, no estoy para esto, y como es claro ni
tiempo he tenido.
Me quito la bata y por el día de hoy me tomo el
resto del día, creo que me lo merezco después de
tanto movimiento. Tomo mi maletín y de pronto
recibo una llamada, era mi padre.
Me sorprendo cuando él me comunica que el Sr.
Stewart ha sufrido de un pre infarto y que se
encuentra internado en otra sede de nuestra clínica
en donde ahí está a cargo mi padre. Salgo de
inmediato de mi consultorio, pero ocurre una
emergencia, una de mis enfermeras me avisa que
una mujer embarazada estaba teniendo graves
complicaciones, por lo tanto, tuve que quedarme
por unas tres horas más para entrar a cirugía.
Todo salió bien gracias a Dios, entonces ni bien
terminada mi labor me dirijo a la clínica de mi
padre.
Manejo lo más rápido que puedo hasta llegar en
poco tiempo al lugar, me adentro a las instalaciones
y en camino a la habitación que previamente me
había dicho la enfermera que estaba el padre de
Oliver, me doy con la sorpresa de una escena muy
poco particular, mi corazón por alguna razón se
aceleró de la angustia y la rabia me invadió. ¿Por
qué Emily estaba tratando así de cariñosa a Oliver?
Desde mi posición veía como acariciaba su rostro
mientras conversaban, yo fruncí el ceño sin poder
ocultarlo y decidí acercarme.
.........
.........
[Oliver Stewart] “comprometámonos” Fue su última
palabra de la frase más loca que he escuchado, pero
no me pareció mal, me hizo sentir muy confortado
,sabía porque lo estaba haciendo y me conmoví
como nunca lo hice en mi vida. Su mano pequeña y
delgada, limpiaba mi rostro, no puedo describir esta
sensación, pero se siente muy bien.
No tenía respuesta a su proposición y cuando
estuve a punto de responderle.
– Oliver – la voz de Larry se hizo relucir, Emily se
alejó de inmediato y al parecer se avergonzó a la
inesperada presencia de Larry.– Hola Emily.
– Hola Larry – respondió algo apenada.
Pestañeo varias veces para recomponerme en tanto
él se puso en frente de nosotros.
– ¿Qué sucede? – se mostraba algo enojado, pero a
la vez preocupado, no lo comprendía, pero era claro
que no podía pensar, estaba totalmente fuera de sí.
– Nada… solamente, que el Doctor Grant me acaba
de dar la noticia sobre mi padre.
– Y... ¿Qué resultados salió? Lo lamento, ni bien me
enteré quise venir, pero me surgió una emergencia
imprevistamente y tuve que quedarme, es por ello
que al finalizar vine de inmediato, no pude
informarme más sobre su caso.
– Larry…– tomo un poco de aire aún sin poder
asimilarlo– a mi padre le queda poco tiempo de
vida.
– No… no es posible, lo- lo siento hermano– él se
veía afectado, entonces se acercó y me dio un
abrazo.
Emily, inicio a llorar otra vez en silencio, no podía
creer que ella estuviera compartiendo todas estas
cosas conmigo.
– Emily... – Larry se acerca a ella, al parecer
preocupado – sabes que no puedes estar
afrontando tantas emociones, tienes menos de tres
meses aún, y todavía nada es seguro, corres el
riesgo de… – Lo sé – ella lo interrumpe – estoy bien
Larry, no puedo dejar en estos momentos a Oliver.
Yo la fijé y no tenía palabras, esta mujer... esta
mujer... no sé que es lo que tiene que me hace
sentir tan extraño, pero a la ves seguro y cómodo.
– Emily has tenido mucho por hoy debes ir a
descansar. – Quise ser generoso, ya que realmente
ha tenido suficiente por hoy.
– No Oliver, de verdad estoy bien, además no es un
día nada agradable y no quiero pasármela en casa,
sé que ahí es donde menos quiero estar.
– Está bien– asentí.
Toda la tarde, la pasamos los tres en el hospital,
hasta que Larry recibió otra llamada de emergencia
y tuvo que irse de inmediato, eran ya las 8 de la
noche y decidí ahora sí, llevar a Emily a casa.
Al momento de llegar, había estado tan
concentrado en mis pensamientos, analizando en lo
que debería hacer, que no me había dado cuenta de
que ella se había dormido. Me estacioné en frente
de su edificio.
– Emily – exclamé, pero no me escuchaba. Su rostro
estaba inclinado hacia mi lado. Iba a volver a
replicar su nombre, pero su rostro dormido me
atrapo como en un embrujo, me le quede viendo
por varios segundos, ella era realmente hermosa…
Me acerque un poco, tenía un pequeño mechón
sobre sus ojos, verla en ese estado tan
complaciente, me dio pena levantarla, asomé mi
mano cerca ella y le retire el pequeño cabello
direccionándolo detrás de su oreja.
Mi corazón comenzó a latir con desenfreno, la tenía
tan cerca, y quería tenerla mucho más. ¿Qué
significa todo esto? ¿Qué significa este sentimiento
que esta mujer me hace querer llegar a la locura?
Mis dedos se quedan enredados en la punta de su
mechón y siento su rostro cálido. Cuando de pronto
ella abre los ojos y yo me sorprendo. Los dos nos
quedamos mirándonos fijamente y ahora creo que
es un hecho, creo que... esta mujer me gusta.
_ Lorenitta : CAPÍTULO 29:
Mi Hermano y mi madre en acción [Emily Wilson]
Había tenido un día demasiado sobrecargado de
emociones, pero al menos me sentía bien al haber
acompañado a Oliver en una situación así. Él estuvo
cerca sospechando lo que me sucedía y me sentí
conmovida al querer ir conmigo al cementerio para
ver a Owen.
Definitivamente es un gran amigo y hasta ahora lo
he llegado a apreciar demasiado, no lo sé, pero
siento que nos hemos vuelto muy cercanos y esa
idea me gusta.
Sinceramente no puedo negar, que me entristece
saber la vida que ha tenido que afrontar todo este
tiempo, es claro, cada uno tiene su infierno de
distintas formas y ahora que conocí el suyo, estoy
segura de que no quiero alejarme. Mariana tenía
razón sobre él, no era la persona que yo imaginaba.
Sigo inundada pensando en todo lo que está
sucediendo, en tanto miro por la ventana el
recorrido que damos mientras nos dirigimos a mi
casa, sin embargo, a los pocos minutos sin aguantar
más, el cansancio me envolvió hasta quedarme
dormida.
… Siento un cosquilleo sobre mi rostro, inicio a abrir
mis ojos poco a poco, y los abro de golpe cuando
me percato que la mano de Oliver se encontraba en
mi mejilla, él también estaba impactado, era claro
que no esperaba que yo me levantara en ese
momento.
Oliver tragó saliva y se apartó de inmediato
ruborizándose, yo carraspeé y al darme cuenta de
que estábamos afuera de mi casa, me desabroché
como pude el cinturón y salí del auto. Todo se tornó
muy incómodo.
– Gracias Oliver por traerme – exclamé por la
ventana mostrándome lo más calmada posible,
cuando en realidad mi corazón estaba latiendo
desenfrenadamente. Él asintió.
–Descansa Emily – dijo notoriamente nervioso
mirando solo el frente sin girar a mirarme, por lo
tanto, al instante de ello muy confundida me di
media vuelta y me adentré a paso veloz a mi
edificio.
… Me tiré muy intranquila a mi cama después de
haberme dado una ducha y cambiarme, pero me
envuelvo otra vez en mi raciocinio ¿de verdad abre
hecho lo correcto al decirle para comprometernos?,
no obtuve ninguna respuesta de su parte. Giro
varias veces en mi cama y entierro mi rostro sobre
mi almohada con todas mis fuerzas de la pena que
siento, hasta no sentir nada y quedarme dormida
otra vez.
……..
[1:54, 26/6/2021] Lorenitta : ……..
[Oliver Stewart] ¡Maldición! No me esperaba que
ella me viera en tan rara situación, me sentía
completamente abochornado.
A las dos cuadras de haber avanzado de la casa de
Emily, me detengo en seco para calmar mi agitado
palpitar. Cuando de repente me percato por el
espejo retrovisor, que un auto a una debida
distancia se detiene al mismo tiempo que yo.
Quizás eran cosas mías y me estaba volviendo
paranoico yo solo, por lo tanto, tomé un poco de
agua de la botella que siempre conllevo y comencé
a manejar otra vez, de todos modos aún estaba
atento si aquel auto seguía al compás mío; por
alguna razón me dio mala espina, entonces
comencé a acelerar y a irme por distintos caminos
sin sentido exacto, para confirmar mis sospechas.
Después de un largo recorrido, confirmé lo que
imaginé, y sí, me estaban siguiendo. Esto
definitivamente tenía que ver con una sola persona,
mi padre, yo ya conozco muy bien sus hazañas.
… Al llegar a mi casa, llamé de inmediato a Jesús,
nuestro detective privado.
–¡Jesús! – exclamo un poco exaltado.
– Imagino que ya te diste cuenta… – replicó él.
– Lo sabía, toda esta persecución tenía nombre, mi
padre ¿Cierto?
– Sí, Oliver. Este trabajo hubiera sido mío, pero al
parecer él decidió no trabajar conmigo porque se
enteró de que últimamente estuve en contacto
contigo. No sabía nada al respecto, pero me enteré
de este seguimiento mediante mi colega que fue
contratado en nombre de la familia “Stewart” Y
bueno ya sabes que no puedo romper la regla de
hablar a primera de estos temas privados, por eso
esperaba a que algún día me llames tú mismo.
– ¿Qué es lo que sabes?
– Te lleva investigando ya un tiempo a ti y a tu
novia. Aunque hay algo muy extraño en todo esto,
que porsupuesto ya mandé a indagar a profundidad
para sacarme de la duda. Déjame hablar con la
persona indicada a ver si averiguo algo más y te
llamo en unas horas antes de que te duermas.
– Gracias, Jesús, ya sabes serás bien
recompensando.
– No te preocupes, este es mi trabajo. – colgamos la
llamada.
Mi padre, aún en ese estado, no podía creer que
siguiera con sus absurdas, cosas. Sin embargo, no
podía dejar de preocuparme que si descubre la
verdad, podría ser su último suspiro de ira.
Traté de relajarme tomándome un vaso de Vodka,
en definitivo mi vida no estaba nada bien en estos
tiempos, pero tengo que ser transparente conmigo
mismo, quizás si no hubiera estado Emily a mi lado
¿Cómo lo estuviera afrontando?
Sus palabras de comprometernos rondaban en mi
cabeza, para mí eso era un poco complicado de
pensar, pero si se trataba de ella sin duda me sentía
confiado, al final de cuentas todo esto es cierto, y
yo soy el verdadero padre de su hijo. No sé, como
haré para decirle la verdad, pero es algo por la cual
debo irme preparando por qué no pienso seguir con
esta mentira más.
Me levanto de la mesa y mis nervios no se calman,
doy una caminata de un lado a otro, pero no logro
tranquilizarme y paso mi mano varias veces por mi
frente debido a la preocupación.
Después de largos minutos decido darme una ducha
y así esperar recostado en mi cama.
Ya listo y acomodado, intento leer un libro para
despejar mi mente a la espera, cuando de pronto el
dichoso celular suena, al fin.
[1:54, 26/6/2021] Lorenitta : – Jesús, explícame
todo a lujo de detalle.
– Oliver… esto resultó ser lo contrario a lo que
suponía.
– No comprendo.
– En general, tu padre si te a tenido siempre en
vigilancia, pero últimamente debido a su
enfermedad se detuvo, él mismo se está cuidando a
no tener ningún disgusto.
– ¿Entonces quién es, el que está haciendo todo
esto aún?
– Indague y encontré nombres Oliver, lo lamento,
pero tu madre y tu hermano, al parecer están
detrás de todo esto.
– ¿Es eso posible? ¿Estás seguro?
– Sí, completamente seguro, al parecer están
buscando algún motivo para atacarte. También
descubrí que debido a la delicada salud de tu padre,
ellos están agilizando los documentos de herencia y
en eso está involucrado la empresa. Algo más que
no te comenté, tu padre hizo una nueva petición
hace unos meses ante el juez respecto a su
testamento, y creo que ya sabes en qué consiste
porque hasta donde sé, te lo dijo, “El primero que le
dé un nieto será completamente el que se haga
cargo de la empresa como CEO.” – ¡Carajo!
Entonces no solo lo decía de la boca para afuera
sino que también lo hizo legalmente.
¿Qué diablos? Sabía también, que Kenny no se iba a
detener ni mucho menos su madre, que se muy
bien que siempre ha vivido con ansias a que llegue
algún día la muerte de mi padre para quedarse con
todo.
– Te aconsejo que te cuides en lo mínimo, solo sé
que ellos están dispuestos de llegar hasta el final
por cometer sus propósitos.
– Gracias Jesús, por favor, si te llegas a enterar de
otra cosa, no tardes en decírmelo.
– Claro que sí, buenas noches Oliver.
– Buenas noches.
Todo tenía sentido, creo que sospechan que mi
relación no es verdadera ¡mierda! Exclamo
alzándome de mi cama, meditando intensamente
para saber que hacer.
Después de amanecerme hasta las 3 de la mañana
sin poder conciliar sueño, había llegado a una
decisión, ahora ya sabía que siguiente paso iba a
dar.
……… [Emily Wilson] En la mañana siguiente, siendo
el día de mi descanso disfruto de mi cama hasta
tarde, cuando de pronto un mensaje de texto a las
8:00 am mientras me levantaba, me atonta en
segundos.
“Señorita Emily, lo estuve pensando y agradezco
todo lo que quiere hacer por mí, es algo que no
tendré como agradecérselo, quiero hablar con
usted en este preciso momento, me encuentro en
su puerta” Estaba completamente desasosegada,
me levante y él tocó el timbre. Corrí hacia el baño
para arreglarme lo más que puedo y acomodando
mi cabello algo decente salgo a abrirle la puerta.
–Buenos días Emily – él se veía tan fresco y guapo
con ese traje gris.
–Buenos días, Oliver– lo miraba con sorpresa, aún
no entendía que hacía aquí. – pase por favor,
disculpe mi aspecto.– Claro que tenia que pedir
disculpa, estaba con mi pijama, mi rostro sonrosado
no se demoró en relucir.
–Emily… – exclamó para luego abrazarme, yo me
quedé estática – te extrañé – algo sucumbió mi
cuerpo al oír aquello– él me soltó, me sonrió
sosteniéndome de los hombros y de pronto cogió
una maleta que traía consigo y que no me había
percatado que se encontraba afuera.
Yo lo fijaba incrédula a lo que estaba pasando,
Oliver al cerrar la puerta pudo tirar un suspiro de
conformidad.
– Lo lamento, Emily, ¿te sorprendiste verdad?– Yo
solo asentí, no tenía ni idea de que contestar – Nos
están siguiendo– exclamó dirigiéndose a los
muebles de mi sala para sentarse, en tanto yo iba
detrás de él.
– ¿Qué-que quieres decir? – apoyó sus brazos entre
sus piernas y entrelazo sus manos y mirándome
seriamente, exclamó.
– Me vendré a vivir contigo por un tiempo Emily.
Lorenitta : CAPÍTULO 30:
Esta Mujer me está Consumiendo [Emily Wilson]
Me quedo en un estado de estupefacción. ¿había
oído bien? O ¿aún seguía media dormida, que
escuchaba cosas sin sentido? Pestañee varias veces
sin poder creer lo que me decía.
– Emily… – ¿Ah? – me despierta de mis conflictos
mentales.
– ¿Me estas prestando atención? – remuevo mi
cabeza.
– Perdón Oliver, pero… ¿puedes repetir lo que
acabas de decir? – Él tira un enorme resoplido.
– Perdóname por decir esto tan al improviso,
imagino que no comprendes nada. Pero esta
extrema idea, se debe a que lamentablemente mi
hermano y su madre están actuando en contra de
mí.
– ¿Co-cómo es posible? No entiendo.
– Sí, Emily, es por ello por lo que tuve que actuar así
hace un momento, debido a que nos están
siguiendo. Hay un detective privado a nuestro
asecho y sé que estaba aquí, a una distancia
tomándome fotos en tu entrada.– era increíble lo
que me decía.
– ¡Dios! – cubro mis labios, sin creerlo. – ¿pero por
qué? – pregunté, necesitaba respuestas.
Entonces él con un semblante muy preocupado,
inició a explicarme la situación en la que se
encontraba con su familia.
(…) Ahora comprendía todo claramente.
– Oliver… ¿Ahora que piensas hacer? – él estiró su
brazo y sostuvo mi mano, mirándome a los ojos.
– ¿Emily… está segura de querer formalizar un
compromiso falso conmigo? – mordí mis labios a la
extraña sensación que me hacía sentir la noticia, y
asentí.
– Sí… – respondí firme, estaba dispuesta a ayudarlo,
su vida se estaba tornando en un caos en parte por
mi culpa y no podía retractarme a mis palabras. Él
dibujó una sonrisa de alivio en su rostro. – no te
preocupes, hagámoslo hasta que tu padre nos deje
y tú puedas estar al seguro.
– Emily… – agachó la mirada, se mostraba muy
apenado, por lo tanto, yo con mi otra mano envolví
la suya.
– Está bien, tranquilo… todo estará bien, no te
preocupes. – sonreí y Oliver me miró conmovido.–
entonces debemos fingir tanto como podamos, que
somos una pareja.
– Sí.
– Bien… – me desprendo de él algo apenada – pero
este departamento como ves, es pequeño y no
tiene comodidades. – mis mejillas se ruborizan.
– Está bien tranquila, sabre acoplarme rápido.
– ¿Estás seguro?
– Sí, y no te impacientes puedo dormir aquí en el
mueble, solo me quedaré contigo un par de
semanas para ver hasta dónde quieren llegar esos
insolentes.
[1:55, 26/6/2021] Lorenitta : – E-está bien – aun
no podía asimilar la locura en la que estábamos
envueltos. – ¡si podremos con todo! – dije animada,
pero el silencio nos envolvió en segundos, él estaba
con la mirada perdida, quizás aun tampoco
asimilaba lo que estaba haciendo – Oliver… – decidí
romper el hielo dándole un poco de espacio –
regreso en unos minutos.
Me levanté y me fui a mi habitación a ordenar todo
lo que podía, sería demasiado bochornoso que vea
mis prendas íntimas. Llego tan cansada a casa que
no tengo tiempo a veces de ordenar y
específicamente ayer no hice nada.
Traspasé mis ropas a un cajón dejando tres vacíos,
para que Oliver pueda acomodar su ropa. Todo ya
en orden, decido salir a avisarle, pero él ya se
encontraba de pie.
– ¿Vas a algún lugar?
– Sí, debo hacer compras, Emily – decía mientras
observaba su fino reloj de oro – si voy a estar aquí
debemos tener lo necesario, para sobrevivir. Son las
9 am. debemos prepararnos para los demás días.
– Bien, yo estaré aquí, no saldré a ningún lado, así
que puede regresar en cualquier momento – le
respondo tranquila, pero me mira con sus ojos
azules bien abiertos, algo angustiado.
– Emily… – ¿Qué sucede? – respondo algo
preocupada a su reacción.
– Nunca he hecho compras en mi vida– yo lo miro y
mi sonrisa no demora en relucirse sobre mi rostro –
no sé como hacerlo. – trataba de aguantar no reír,
sin embargo, lo sentía por él, pero no pude más y
comencé a reír como demente, él solo me fijaba
serio con su rostro fruncido.
– Emily ¿Por qué te ríes? – parecía un niño
desorientado, esos gestos y esa inocencia nerviosa
al decirme las cosas, me causó mucha gracia. – lo
estoy diciendo enserio, no es ninguna broma. –
exclamaba en tono seco.
– Oliver… de verdad – hablaba entre risas – no
conoces las cosas graciosas de la vida, eres sombrío,
debes de sonreír mucho más. – él se sonrojo, y
cruzo los brazos, tirando un resoplido. – ok, ok, esta
bien ya me calmé. Espérame me cambio y vuelvo a
salir para irnos juntos a un supermercado.
– Ok. – respondió sentándose a piernas cruzadas en
el mueble. Mientras yo me adentraba apurada a
cambiarme.
.........
[1:56, 26/6/2021] Lorenitta : Oliver Stewart] Fue
un poco complicado explicarle las cosas a Emily,
pero me entendió perfectamente. Me siento tan
afortunado que ella este conmigo en todo esto,
ahora erábamos aliados.
Aunque de algo no estaba seguro, no sabía cómo
iba a sobrevivir en esta pequeña ratonera, ni cómo
iba a aguantar dormir en un mueble, pero no tenía
de otra.
Cualquiera se preguntaría porque no fue en mi casa,
¿verdad? Y es que, en realidad, quise que sea aquí,
ya que incluso en mi mansión podríamos tener ojos
por todos lados y no sabría en quien confiarme.
Debido a nuestra situación en estos momentos,
debíamos tener suma cautela.
(…) Emily estaba actuando extraño, se acababa de
reír porque le dije que no sabía realizar compras, es
que, en realidad, nunca lo hice ¿Por qué tendría que
hacerlo? Si toda mi vida he tenido servidumbre. No
tuve pena en decírselo, pero ella comenzó a reírse
de ello. Yo no le vi nada de gracioso, a veces no la
comprendo, incluso dijo que debo reír, ¿Por qué
reiría de cosas, sin sentido?, en fin.
Me quedé esperándola por 10 min, y en realidad
ella sabe perfectamente que no me gusta esperar.
–¡Emily! – vocifero. ¿Las mujeres se demoran tanto,
para salir a comprar?
–Ya voy… – exclama. En tanto me comienzo a
distraer observando el lugar. Era la primera vez en
su casa, es un lugar pequeño pero acomodado,
aunque no tiene tantas cosas de lujo.
–Este “Huevo de rosa Faberge” es falso– me
expreso burlón, al coger el objeto con mi mano
mirando que es una réplica similar, pero que no
vale más que 50 dólares.
Lo regreso a su sitio y con mis manos hacia atrás,
sigo mi recorrido por toda su sala observando
adornos de segunda mano, adornos nada
agradables y que están sin sentido en el lugar. ¿Las
personas normales suelen tener estas cosas sin
valor para adornar sus casas? No es nada
sofisticado. Yo solo pondría cosas de alta
valorización sobre mis paredes y muebles para la
apreciación de las personas, si no, sería humillante.
Ella es extraña, creo que debo darle un par de
consejos de como mantener una casa bien portada.
Sigo mi recorrido y una repisa con varias fotos,
llama fuertemente mi atención, entonces me
acerco a admirarlas.
En una foto salía ella, con dos personas mayores,
por lo que intuyo, son sus padres. Se le ve muy feliz.
Continúo mirando y un cuadro en especial, me hace
arrugar la frente, ella sale con aquel Owen, con la
“Ciudad de Macchi Picchu” de fondo, sosteniendo la
bandera del Perú, concretando un beso para la
toma.
– Tsss… yo también me he ido cantidad de veces, es
una ciudad muy atractiva y hermosa, pero no haría
esas ridiculeces en público. No nunca. – prosigo
observando otros cuadros ya que ese me causa
náuseas y visualizo varias fotos de ella cuando era
niña y de todo el trayecto de su crecimiento. –
siempre fue muy hermosa – digo mi pensamiento
ha alta voces.
– Gracias… Oliver – su aguda voz me petrifica. Tomo
mi posición erguida, y volteando a verla, hago como
si no sucediera nada. Sin embargo, me quedo tonto,
viendo como ese vestido ligero celeste, le hace ver
espectacular. Trago saliva y… – ¿Estas listas? –
replico escondiendo mis nervios mostrándome
decoroso.
– Sí – ella retira el mechón de su rostro y lo traspasa
suavemente, detrás de su oreja, brotando una linda
sonrisa.
– Jum, Jum – aclaro mi voz, y trato de
deshipnotizarme.– Bien vámonos. – Salgo en
dirección a la puerta, en tanto ella viene detrás de
mí.
Llegamos a mi auto y espero a que entre, en tanto
yo sostengo la puerta para ella.
– Gracias – dijo, mientras yo miro hacia todos lados,
tratando de identificar algo fuera de lo inusual, y
con una sonrisa forzada, entro también.
Emily me dio indicaciones por donde debíamos ir. El
lugar no se encontraba muy lejos.
[1:56, 26/6/2021] Lorenitta : Salimos de la
cochera y nos adentramos al centro comercial.
Sinceramente no sabía que debía comprar, pero lo
importante era el café, ella iba metiendo cosas en
esta canasta andante, que le dicen carrito según me
comento ella, en tanto yo miraba la sección del
café.
Lo encontré y la verdad me sorprende que sean tan
baratos. Comencé a meter varios productos, no
conocía las marcas, pero metía las más caras.
Nos tomó como una hora realizar todo, con algo de
dificultad Emily iba llevando el carrito mientras yo
iba por delante admirando todo alrededor.
Llegamos a la caja y me acerco para pagar. Retiro mi
billetera del bolsillo y… – Buenos días, señor.
– Buenos días – asentí.
– Estamos teniendo una promoción de pareja por el
día de hoy, en la cual su esposa se podrá llevar un
paquete grande de 100 unidades de toallas
femeninas de la marca Kotex, si solo paga 8 dólares
más.
– ¿Esposa? Y Toalla ¿Qué?
– Toallas femeninas señor – la señorita sonríe de
oreja a oreja.
– Ella no… – Disculpe – Emily se acerca riendo algo
apenada, con una sonrisa falsa, tapando mi boca. Yo
me la quedo viendo, frunciendo el ceño, sin
entender.
– Denos la oferta por favor, mi esposo no sabe de
estas cosas – retira su mano de mis labios e inicia a
revisar su billetera.
¿Qué estaba haciendo? ¿se le solto un tornillo?
– Bien, señorita, “mi querida esposa” – me adelanto
y hablo en tono sarcástico, y ella me mira
sorprendida. – quiere la oferta, tenga – le extendí
mi tarjeta negra, la mujer de la caja abrió sus ojos
de una forma inesperada ¿Qué acaso nunca ha visto
una tarjeta negra?
– Se-señor, creo que este tipo de tarjetas no esta
permitido, si tuviera quizás efectivo… –¿Cómo es
posible? Yo no manejo efectivo. Ya me estaba
comenzando a sulfurar y cuando estuve a punto de
reprenderla.
– Está bien tranquila – Emily intercedió nerviosa. –
yo lo pago.–Iba a intentar hablar otra vez, pero ella
me fulminó con la mirada que me cohibió de
inmediato.
Aclaro mi voz, y miro hacia otra dirección incómodo
traspasando mi mano por mi cuello.
– Bien muchas gracias por su compra. – dijo la
mujer y ahora teníamos un montón de bolsas de
compras que llevar. Miro hacia todos lados y no
veía ha alguien quien se acerque a llevar las cosas.
– ¿Qué esperas? – me habla.
– A que vengan los encargados a llevar nuestros
productos.
– Nadie vendrá Oliver, debemos llevarlos nosotros.
– se dirigió a mi en un tono enojado.
– ¿Enserio? – exclamé, mientras ella sostenía como
5 bolsas a la vez. Yo tiro un resoplido y le quito las
bolsas de su mano, con el coche era diverso, no era
tanto un peso fuerte, en cambio con las bolsas si
era necesario mucho trabajo, y en su estado no lo
podía permitir– yo los llevo, lleva solo dos.
– Pero tenemos como 8 más para llevar.
– Señorita – me dirijo a la cajera – puedo dejarlos
un momento aquí, ya regreso.
– Por supuesto señor. – me dijo, entonces, yo le
hice un gesto a Emily para que avanzara y ella
prosiguió.
Llegamos al auto, meto las compras en la maletera
y las dejo ya bien acomodadas, entonces regreso
cojo las últimas bolsas y torno.
Ya todo acomodado, nos fuimos a casa y subí todas
las cosas al departamento. Ya me sentía demasiado
exhausto, Emily me miraba algo sonriente,
seguramente se estaría burlando de lo que nunca
había hecho en mi vida, y que ahora lo estaba
haciendo a fuerzas.
[1:57, 26/6/2021] Lorenitta : Le ayudaba a
ordenar las cosas en la cocina, mientras me
explicaba en donde eran su sitio, para futuras
ocasiones en la que quisiera realizarme algo.
Cuando de pronto la veo trayendo una pequeña
escalera.
– ¿Para qué es eso?
– Es obvio, para subir a los lugares que no alcanzo. –
yo comencé a reír, era verdad, ella es muy pequeña.
– Yo me subo y tu me vas pasando lo que te pido.
– Ok. – ella se subió y yo le pasaba como lo
acordado, cuando de repente, se comenzó a
tambalear, yo me acerqué para sostenerla.
–¡Oliver!– gritó mientras yo me apegaba a ella,
cayendo sobre mis brazos.
Mi corazón estaba totalmente acelerado del susto,
ella también lo estaba, nuestras agitadas
respiraciones, se sentían en nuestros rostros,
estábamos tan cerca en un fuerte contacto visual.
– ¿Estás bien? Me asustaste Emily – le dije
desconcertado, mi voz sonó fuera de lo habitual.
Este no soy yo, esto no está bien, esta mujer me
está consumiendo poco a poco.
] Lorenitta : CAPÍTULO 31:
El Momento [Emily Wilson] A veces para ser sincera
Oliver me parece muy extraño y curioso. No sabe
muchas cosas y eso me causa mucha gracia.
Realmente me divierto mucho a su lado.
Lamentablemente es todo un airoso, incluso estaba
sufriendo con el coche esperando a que venga
ayudarme, pero el señorito iba adelante caminando
campante como si yo fuera su sirvienta.
Las compras sobresalían en un cerro, él no dejaba
de meter varias cosas, al final vi lo resultados en la
enorme cuenta que tuve que pagar, fueron 300
dólares en productos. Gracias a Dios tenía ese
dinero conmigo, y eso que alcanzó a las justas.
Para mí suerte él tuvo que cargar las bolsas, al
menos en ese aspecto fue muy considerado.
...
Llegamos a casa y era la hora de ordenar todo.
Comencé a reír al verlo muy cansado, creo que era
la primera vez en mi vida en verlo sudar de tal
manera, aunque no puedo negar que se le veía muy
apuesto la verdad, ahora sí parecía todo un
caballero completo. Sonrío, cuando me percato que
él me mira con ese rostro que nunca deja de fruncir.
–Bien, ordenaremos las cosas.
–Yo ya no hago más– exclamó recio sentándose.
–¿Permitirás que una mujer embarazada haga
todo? – bromeé sonriendo malévolamente, el negó
con la cabeza sabiendo mis intenciones, y se levantó
con malagana a ayudarme.
(…) Al cabo de un rato arreglando, tocaba poner las
pastas en la parte del cajón de arriba, la verdad que
tiempo no hacía demasiadas compras y por ello casi
nunca ocupada esa parte. Me fui a buscar la
pequeña escalera que es para la cocina, y Oliver se
comenzó a reír al verme cuando lo traía. Le expliqué
que me alcance las cosas mientras los acomodaba,
pero de pronto la escalera se comenzó a tambalear
de un lado para otro y lo único que pude decir fue
su nombre, por el susto.
Caí en sus brazos, estaba realmente impactada, mi
corazón latía demasiado rápido debido al susto y se
incrementó al ver la mirada inexplicable de Oliver.
–¿Estás bien? Me asustaste Emily. – esos ojos…
causaban en mí, cosas que no comprendía, ¿Qué es
esto en el estómago, que revuelve todo mi ser?
–Eh… lo lamento– apenas pude decir, él me bajo y
yo me puse de pie, pero su rostro cambio de
inmediato.
–¿¡Acaso no te das cuenta lo peligroso que fue!?–
estaba exaltado de una forma muy exagerada.–
¡pudo pasarle algo a tu bebé!
Yo lo observaba sin palabras y sin poder parpadear,
era claro que tenía razón, pero por alguna causa de
pronto comencé a llorar sin poder contenerlo, no
comprendía que me sucedía, no podía parar,
parecía una niña limpiándome mis ojos.
[1:58, 26/6/2021] Lorenitta : Su rostro se tornó
diferente, ahora estaba asustado y preocupado.
–Emily ¿estás bien? – yo me volteé y le di la
espalda– Emily… – quería detenerme, pero era
imposible ¿Qué es esto? – perdón Emily…– el
trataba de ver mi rostro, rodeándome – perdón por
gritarte ¿Por eso estás llorando?
–¡No sé! – le grité con fuerzas y me fui avergonzada
a mi habitación. No podía calmarme, me tiré
directamente a mi cama. –¿Qué me pasaaaaa? –
exclamaba entre sollozos. –¿Esto es debido al
embarazo? – reaccioné, me volví a sentar y sobé mi
vientre– ¿Cálmate sí? No lloremos por cosas sin
sentido.
–Emily… – Oliver me sorprende a los minutos,
abriendo la puerta y de frente sin ningún aviso se
acercó a mí, yo estaba sentada al lado de mi cama,
él se arrodilló. – de verdad perdóname – sostuvo mi
mano– no quise gritarte de esa manera, estaba
realmente preocupado. Y… –Está bien…– hablaba
entre sollozos – no es tu culpa… solamente me
siento sensible…– seguía llorando.
–¿Te sientes mal? ¿A qué te refieres? Vamos al
médico Emily. – se levantó y me extendió la mano.
–No… – sobaba mis ojos junto con una sonrisa, a su
extrema preocupación– tranquilo, esto es solo
debido a mi embarazo y por ello me siento muy
frágil emocionalmente que me vencieron las ganas
de llorar, lo lamento.
–Pero esto no es grave ¿Segura?
–Sí– asentí. – son cosas normales en las mujeres
embarazadas.
–Bien, entonces vamos a animarte, animemos a ese
pequeño – dijo, y volvió a extender su mano hacia
mí. Esta sensación de alegría, no me está gustando
para nada, no Emily, no. No me digas que tal vez...
¿te estás enamorando de tu jefe?, NO, es imposible,
claro que no.
–Gra-gracias– respondí, sostuve su mano, me llevó
a la sala y nos sentó en el mueble.
– Antes que todo pidamos algo que comer, ya es
tarde para preparar algo. Tengo hambre ¿qué
desearías comer?
– No lo sé… quizás ¿comida china?
– Bien… Nos pasamos media hora solo viendo
noticias, no sabía que tenía en mente aún.
Llegó la comida, almorzamos y después de ello,
regresamos al mueble, me sentía algo extraña, era
la primera vez pasando todas estas cosas con él en
mi espacio personal, y por supuesto que era algo
fuera de lo que cualquiera pudiera imaginar, es
claro, porque “ES MI JEFE”. A nadie le podría
suceder algo así, ¿o sí? hasta el momento era
totalmente increíble como terminamos de esta
forma.
[1:58, 26/6/2021] Lorenitta : –Ahora veremos una
película– dijo, y yo me impresione a lo que decía. –
¿te recuerdas cuando me recomendaste aquellas
películas que casi me dan un infarto al ver tanta
dulzura? – exclamó alzando la ceja punzante, y yo
comencé a reír al recordarme ese episodio, era
obvio, él no se imaginaba que trataba de romance
puro, lo engañé ‘jajaja’ –Bien, ahora te toca ver
conmigo, las películas que ahora yo quiero que
veas.
– E-está bien – exclamé tímida, me saqué los
zapatos y las subí al mueble abrazándolas, no sentía
vergüenza, además él se tenía que acostumbrar a
mí.
Oliver buscaba películas en Netflix desde el televisor
y me miró extrañado cuando hice lo de mis piernas,
claro que don señorito lo habría visto de mala
forma, pero no importa, me gusta ver esas
expresiones fuera de lugar que siempre pone. Me le
quedo viendo, como esta tan atento a su cometido
y me digo a mí misma, que a veces quisiera
realmente saber que piensa en esa complicada
cabeza.
..........
[Oliver Stewart] Me había atemorizado por
completo, que solo pude reaccionar de la única
forma que sé, gritando.
Mi intención no fue hacerla llorar, simplemente
suelo ser así y ella lo sabe, pero me encogí al verla
de ese modo, no quería eso.
Después de insistir que me perdone, ella enojada se
fue a su habitación. No podía estar tranquilo,
caminaba de un lado para otro para saber que
hacer, no se me venía nada en mente, hasta que
viendo el televisor se me ocurrió una buena idea.
(…) Ella había aceptado ver una película conmigo.
Me encantan las películas de terror y al parecer, no
se lo esperaba. Río maliciosamente por dentro al
verla tan atemorizada, mi venganza por aquella vez
que me hizo ver cosas raras estaba surgiendo con
éxito.
Ya nos habíamos pasado viendo dos películas, ya
había oscurecido, no lo puedo negar, nunca me
había divertido tanto al ver alguien asustarse.
Definitivamente Emily era demasiado graciosa, pero
eso aún no terminaba, se me había ocurrido una
siguiente película más.
– Por favor ya no más… – exclamó ella y yo sonreí.
– Lo lamento, es día de películas y nos quedaremos
aquí hasta la cena. – hablé algo divertido, ella
volteo y me aniquilo con su clásica mirada,
entonces no le quedó de otra que seguir lo que yo
había declarado.
Estábamos viendo una de mis películas más
terroríficas que conozco y creo que esta vez había
ido demasiado lejos, en una escena donde salía el
fantasma inesperadamente asesinando, ella saltó y
se aferró a mi brazo. Mi corazón se comenzó a
acelerar, luego algo apenada me soltó y trato de
disimular que se había ruborizado.
Seguía el trayecto de la película, y seguía
estremeciéndose del susto, cuando de repente se
alzó.
– Lo siento, ya no veré más – dijo, y yo riéndome la
sostuve de inmediato con la intención de detenerla,
ella intentó avanzar pero yo la regresé, mi fuerza
fue un poco exagerada y ella cayó entre mis
piernas.
Era la segunda vez en todo el día que nos pasaba
ese contacto visual, y una de las tantas en todo este
tiempo, creo que el ambiente oscuro, sus ojos
brillantes y enormes que me observaban, me
envolvieron. Yo había admitido que esta mujer me
gustaba, pero pensé que podría contenerme más
tiempo con ella, porque no estaba seguro que era lo
que sinceramente sentía.
– Emily… – sostuve su rostro y como si hubiera
tomado el elixir de la verdad, mis palabras
comenzaron a salir solas de mis labios – ¿por qué
siempre te ves tan hermosa cuando caes tan cerca
de mí? – ella pestañeó varias veces, su respiración
se agitaba tanto como la mía, definitivamente no
podía aguantar ni un segundo más.
Entonces con el calor que recorría todo mi cuerpo,
me atreví a acercar su rostro con el mío, e hice algo
que quizás me estuve conteniendo por mucho
tiempo, era el momento, el momento había llegado.
La apegue firmemente en mi pecho y con mi
corazón desenfrenadamente desequilibrado, llegué
al más glorioso sentimiento cuando en pocos
segundos, LA BESÉ.
Lorenitta : CAPÍTULO 32: ¿Qué Diablos?
[Emily Wilson] Sus labios se apegaron a los míos, ni
bien los sentí una corriente extremadamente
maravillosa sucumbió todo mi cuerpo ¿esto era
real?, me dejé llevar y seguí el fascinante beso que
nos estaba consumiendo. Cómo si no tuviera
control de lo que hacía, lo sostuve de su nuca, en
tanto sentía también la presión de su mano
apegada a mi mejilla.
Algo que no se puede explicar con palabras, nos
envolvió a los dos, nos habíamos perdido por 3
minutos, cuando de repente aterrizo de lo que
estábamos haciendo. Separamos nuestros labios
para respirar unos segundos y nos quedamos
viendo fijamente, entonces me ruborice y de
inmediato me levanté, desprendiéndome de sus
enormes y cómodos brazos.
– Emily – él voceo mi nombre cuando vio que corría
hacia mi habitación. Mi pulso corría
desenfrenadamente, me apegue a la puerta sin
creer lo que había sucedido, presionando con mi
mano mi pecho agitado.
Un beso, nos acabábamos de dar un beso, y tengo
que admitir que fue algo increíble.
.........
[Oliver Stewart] Al sentir sus labios con los míos, me
hizo sentir algo fascinante, un sentimiento de
complacencia invadió cada rincón de mi ser. Hace
años no sentía el agradable sabor de unos labios, y
sentir los de ella, fue lo más fascinante que me
sucedió hasta el día de hoy.
Ella al parecer se avergonzó, y salió corriendo por
ello. Intente detenerla, pero fue demasiado rápida.
Mi corazón estaba en realidad emocionado,
definitivamente aquel acto reprimido, al fin hecho,
me hizo sentir completamente aliviado.
Me recosté en el mueble mientras tocaba mis
labios, la sonrisa plasmada en mi rostro no la podía
borrar.
–Emily…– exclamé algo avergonzado a mi cometido,
no podía dejar de sentir ese sentimiento pícaro
dentro de mí– Quisiera ver tu rostro en este preciso
momento.
........
[Emily Wilson] Mi alarma comienza a sonar como lo
usual en la mañana, lo apago de mala gana y me
siento para terminar de despertar, cuando de
repente, me comienzo a recordar de todo lo que
sucedió anoche.
Ayer estaba tan fuera de sí, que incluso me dormí
mientras me revolcaba en la cama con aquel
sentimiento extraño que me dejó Oliver.
–¡Carajo! ¡Oliver…! –me había olvidado de él,
¿Como habrá dormido? Ni siquiera le pase una
almohada, ni una manta. ¿Me habrá venido a tocar
a la puerta? ¡Diablos!
Me levante de mi cama como un rayo, me puse mis
pantuflas y trate de arreglarme el cabello lo mejor
que pude, cogí un pañito para pasarme en la cara,
debido a que el baño se encuentra afuera pues no
quería que él me vea tan mal.
[1:59, 26/6/2021] Lorenitta : –¡Maldición! ¿estará
molesto?, anoche hizo frío, Dios… ¿cómo pude
quedarme dormida? –me recriminaba en voz baja
mientras me acercaba a la puerta. La abro y... –
Oliver...– exclamo, al encontrármelo. Él y yo, nos
quedamos viendo cara a cara por unos segundos.
–Justo te iba a tocar la puerta, Emily – me hablaba
de una forma tranquila y normal. Lo veo de pies a
cabeza y se encontraba con el mismo traje de ayer.
“Rayos” me había olvidado de que su ropa se
encontraba aquí dentro, osea ¿durmió de esa
forma?, me cuestionaba por dentro preocupada.
Me sentía muy apenada de esta situación, que
olvidé por un momento lo de anoche. En ese
preciso momento solo quería disculparme a morir
con él por todo lo que habría pasado en la
congelada noche.
–Puedo sacar un cambio y puede prestarme su
baño ¿Por favor?– se expresó respetuoso, sin tocar
otro tema.
–Si-si – comencé a tartamudear de lo bochornosa
que me sentía. –pasa…– le dije y le mostré sus
vestimentas colgadas y también las dobladas en los
cajones. Él escogió lo necesario y se fue en dirección
al baño.
Son las 6 de la mañana, entonces como pude, traté
de apurarme para al menos preparar el desayuno.
Aún me lamentaba de lo que le hice pasar, quizás
no me ha dicho nada porque también se siente
avergonzado, pero… no aguantaba quería morirme
por mi torpeza en todo este asunto.
Pasó media hora y salió bien vestido y elegante
como siempre, realmente es un hombre totalmente
apuesto, niego con mi cabeza y trato de
desatontarme. Había preparado su café americano
y unas tostadas con mermelada, que la verdad no
sabía si querría comer.
– Oliver… sírvete por favor – lo invitaba mientras yo
también tomaba asiento.
– Gracias – exclamó arreglándose la corbata.–
Emily, no debiste– Yo solo le sonreí asintiendo y me
concentré en mi desayuno. No quería mirarlo
directamente a los ojos, mi desdicha ya era
demasiado enorme, y en vez de disculparme o decir
otra cosa respecto a lo que sucedió, tontamente
comencé a hablar cosas sin sentido.
– Y… ¿Cómo iremos a la oficina? ¿Por separado
verdad?– Oliver tomaba tranquilamente de su café,
pero cuando oyó mis palabras, se detuvo y frunció
el ceño enojado.
Me intimide ante su mirada punzante, no sabía que
hacer, cuando de repente una llamada me salvo de
la situación incómoda.
–¿Larry? –Oliver, alzo la ceja, arrugando la frente.
–Buenos días, Emi… estoy afuera de tu casa, quiero
contarte algo y de paso te llevo al trabajo.– mis
nervios se comenzaron a notar, ¿Ahora que iba a
hacer?
–Ok, esta bien, salgo de inmediato. –fue lo único
que pude decirle, en tanto cogía los servicios y los
llevaba al lavadero.
–¿Qué quiere ese playboy? – replicó Oliver,
poniéndose de pie para ir a coger su maletín.
–Esta afuera esperándome – dije, terminando de
lavar rápidamente.
–¿Así que tanta confianza se traen que incluso viene
a recogerte? –su tono era extraño, pero no preste
atención, quería apurarme. Fui corriendo a mi
cuarto, cogí mi cartera, me puse los tacos, y al salir
Oliver me observaba algo fastidiado, pero antes de
que diga algo.
–Oliver, salgo yo primero y después sales tú, así de
esa forma no nos cruzamos – concrete y me marche
rápidamente del apartamento.
[2:00, 26/6/2021] Lorenitta : No quería que esto
se vuelva un problema, ¿Qué iría a decir Larry sobre
esto? Lo sé, es una locura lo que estábamos
haciendo, y por otro lado, sinceramente no quería
afrontar aun a nadie con este tema, ya que aún ni
yo terminaba por creermelo.
–Buenos días, Larry – lo saludo de beso, él estaba
esperándome fuera de su auto– a ¿qué se debe
tanto entusiasmo? – estaba curiosa de lo que tenía
que decirme.
–Sí, Larry cuéntanos que te emociona tanto. – la voz
gruesa y despectiva de Oliver, se hace notar,
mientras él salía de mi edificio.
........
[Larry Grant] Es posible vivir tranquilo, ¿cuándo una
mujer está impregnada en tu cabeza? Últimamente
me siento demasiado enojado, por que no he
podido, ver mucho a Emily, me siento frustrado no
tener todo el tiempo del mundo, para al menos
invitarla a almorzar o a cenar. Siempre esta al lado
de Oliver y eso me desespera. Él ha estado
actuando extraño y eso tampoco me gusta para
nada.
Hoy regrese de otra conferencia, son las 6 de la
tarde y creo que es tarde, mejor no la molesto. Me
regreso a mi departamento, y me sorprende ver a
quien encuentro en mi puerta.
– ¿Mary?
– Larry…– se notaba claramente que estaba ebria –
¿Por qué estas aquí?
– ¿Por qué ninguno de los dos me responde?
Quiero decir, en el pasado fuimos amigos ¿Por qué
me tratan así? – ella inició a llorar – ese idiota, ¿Por
qué me ignora? Quiero hablar con él, pero creo que
me tiene bloqueada del celular. Fui a buscarlo a su
casa y me dijeron que salió hoy temprano con una
maleta ¿se fue de viaje? ¿sabes a donde fue? – yo
me sorprendo de lo que me dice.
–La verdad que no tengo idea Mary, últimamente
no conversamos mucho, estoy alejado de todos
debido a mi trabajo.
–¿Quieres beber conmigo Larry?
– Es tarde, debes descansar, vamos te llevo a casa –
¿Por qué… porque todos me juzgan por lo que hice,
Larry? Estoy arrepentida ¿Por qué me tratan así?
– No es por eso, simplemente que no te veo nada
bien y creo que ya debes descansar.
– Larry, llévame donde Oliver por favor, quiero
verlo, no aguanto mas tiempo sin él, siento que
moriré si no converso y aclaro lo que siento. Sé que
todo es una mentira, entre él y esa extraña.
Todo es falso y al menos eso me tranquiliza, pero
no asimilo, que va a tener un hijo ¿Cómo es posible
eso? ¡Tu! ¿Tu sabes la verdad? dímelo, Larry – se
acerco a penas a mi amenazándome, ¿Cómo ella
sabía todo esto?, quiero decir es verdad, pero no
creo que Oliver lo haya dicho de forma sincera.
–Hablaremos mañana Mary, vamos a casa.
Ella iba vociferando y llorando por todo el camino.
Llegamos a su departamento y haciéndole abrir la
puerta, la llevé hasta su habitación y la recosté en
su cama, ella se quedó dormida al instante. La
abrigué y al momento de voltearme, comencé a ver
todos los cuadros en su mesa de noche, en dónde
sale ella con Oliver cuando eran novios ¿Esta loca?
¿Por qué a él y a mí, nos persigue cada desquiciada?
Tiré un resoplido y me fui de su departamento.
Llamé a Oliver para al menos tomarnos unas copas
y contarle del tema, sin embargo, nunca contestó.
Entonces regresé a casa.
Ya recostado en mi habitación, a la 10 de la noche,
una llamada me haría sentir muy feliz. Mi padre, me
comento que abriríamos otra sucursal a mi nombre
en España. Estaba contento, y en la primera en
quién pensé en contárselo fue a Emily.
Me dio pena llamarla debido a la hora, por ello,
mejor decidí hacerlo mañana y ¿Por qué no en
persona?
… Me levanté muy temprano, y me vestí casual. Ni
bien listo, me voy emocionado a la casa de Emily.
Al llegar, la llamo avisándole de que estoy aquí y la
espero entusiasmado. A los minutos ella sale, tan
radiante como siempre, nos saludamos, y yo no
dejaba de mostrar mi enorme sonrisa, cuando de
pronto ella pregunta animosa por mi entusiasmo y
antes de que pueda hablar, sale Oliver bien
campante de su edificio.
¿Qué está sucediendo? ¿por qué diablos él esta
saliendo 7 de la mañana de la casa de Emily?

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