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UNIVERIDAD AUTONOMA GABRIEL RENE MORENO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD HUMANA

CARRERA-ODONTOLOGIA

OTITIS MEDIA

ESTUDIANTE: FABRIZIO PATIÑO CORTEZ


DOCENTE: DR. RODOLFO DORADO QUEZADA
MATERIA: ANATOMIA HUMANA
REGISTRO: 2211032336

2021

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DEDICATORIA

La concepción de esta monografía esta dedicada principalmente a Dios porque ha


estado conmigo a cada paso que doy, cuidándome y dándome fortaleza para
continuar.

A mis padres quienes a lo largo de mi vida han velado por mi bienestar y


educación siendo mi apoyo en todo momento. Deposito su entera confianza en
cada reto que se me presenta sin dudas ni un solo momento de las capacidades que
tengo como persona

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INDICE

I. INTRODUCCION
II. JUSTIFICACION
III. OBJETIVOS
A. OBJETIVOS GENERALES
B. OBJETIVOS ESPECFICOS
IV. MARCO TEORICO
1. GENERALIDADES
2. CLASIFICACION
2.1. OTITIS MEDIA AGUDA
2.1.1. EPIDEMIOLOGIA
2.1.2. PATOGENIA
2.1.3. CUADRO CLÍNICO
2.1.4. EXPLORACIÓN
2.1.5. DIAGNOSTICO
2.1.6. TRATAMIENTO
2.1.7 COMPLICACIONES Y REFERENCIA
2.2. OTITIS MEDIA CRONICA
2.2.1. EPIDEMIOLOGIA
2.2.2. PATOGENIA
2.2.3. CUADRO CLINICO
2.2.4. DIAGNOSTICO
2.2.5. TRATAMIENTO
2.2.6. COMPLICACIONES

V. CONCLUCION
VI. BIBLIOGRACIA

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I. INTRODUCCION

La otitis es una inflamación del oído causada, generalmente, por una infección. El tipo más
común de esta afección es la denominada otitis media que esta provocada por la inflamación del
oído medio, que se encuentra en la parte posterior del tímpano, esta enfermedad es más común
en la infancia sobre todo en menores de 3 años después de las infecciones virales de las vías
respiratorias altas.

El objetivo es poder conocer más a fondo sobre la otitis media ya que es una patología compleja
en la que intervienen tanto factores ambientales como factores genéticos. La mayor incidencia de
patología inflamatoria acontece en la edad infantil. En los niños constituye uno de los problemas
de salud más frecuente e importante en todo el mundo. La clasificación de los distintos procesos
inflamatorios del oído medio puede resultar compleja, ya que depende de criterios temporales, de
la sintomatología asociada, de hallazgos otoscópicos. La distinta evolución de los procesos no se
fundamenta en el hecho de que sean procesos patológicos distintos si no en la presencia de
factores favorecedores para su cronificación, en la presencia de gérmenes con características más
virulentas En esta línea, el National Ambulatory Medical Care Surveys. no establece ninguna
diferencia entre la otitis media aguda (OMA) y la otitis media con derrame (OMD),
considerando todas estas otitis como partes del proceso de otitis media.

II. JUSTIFICACION

El siguiente trabajo da a conocer una enfermedad de máxima importancia y prevalencia que es


de interés en salud pública, tiene como principal objetivo dar a conocer mas a fondo sobre la
enfermedad de la otitis media y su afección aguda y crónica, conocer un debido diagnóstico y
tratamiento.

III. OBJETIVOS

A. OBJETIVOS GENERALES
Conocer mas a fondo sobre la otitis media y las afecciones recurrentes de la enfermedad
B. OBJETIVOS ESPECIFICOS
 Dar a conocer el grupo etario al cual afecta esta patología
 Indicar la prevalencia según el sexo
 Mostrar cómo se realiza un correcto diagnostico

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 Mencionar los tratamientos empleados
 Ayudar mostrando las medidas preventivas

IV.MARCO TEORICO

1.GENERALIDADES

DEFINICION

El oído medio es un conjunto de cavidades aéreas localizadas en el interior del hueso temporal.
Dichas cavidades aéreas se forman por la reabsorción de la mesénquima desde la vida
embrionaria hasta el cuarto o quinto años de vida. están tapizadas por mucosa respiratoria que se
encuentra en íntimo contacto con el periostio del hueso temporal. El epitelio de dicha mucosa
está constituido por un epitelio cilíndrico ciliado e incluye la presencia de glándulas secretorias.
La otitis media es un proceso inflamatorio del revestimiento mucoperióstico del odio medio.
Dicha inflamación puede ser debida a diversas causas, pero la más frecuente es la infección de la
vía aérea superior. Ésta va a originar la aparición de una inflamación en la trompa de Eustaquio,
que produce una disfunción de la misma, por lo que facilita la aparición de la otitis media.
Cuando la inflamación sobrepasa la barrera del mucoperiostio del oído medio y afecta a tejidos
más profundos aparecen las complicaciones de las otitis medias.

2.CLASIFICACION

2.1. OTITIS MEDIA AGUDA

La otitis media aguda se ha definido como un proceso inflamatorio del oído medio cuya
resolución acontece en un periodo de tiempo que no excede de tres semanas. Si dicho proceso
tiene una duración superior a los tres meses se habla de una otitis media crónica. El término otitis
media subaguda queda reservado para aquellas otitis medias cuya duración oscila entre las tres
semanas y los tres meses. Se caracteriza por presencia de liquido en la cavidad del oído medio y
se asocia con signos y síntomas de inflamación local. Está relacionada íntimamente con otras
infecciones de vías aéreas superiores (IVAS) y constituye una de las principales infecciones
respiratorias agudas en la edad pediátrica, particularmente durante los primeros años de vida. Es
mas frecuente en pacientes varones y en los meses de invierno, por lo que la mayor parte de la
población sufre un episodio de otitis media aguda

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2.1.1. EPIDEMIOLOGÍA

La incidencia es especialmente elevada en la edad infantil. A partir del mes de vida aumenta
progresivamente y alcanza un máximo al año, disminuyendo progresivamente durante el segundo
y tercer años. Alrededor del 60% de niños han padecido un cuadro de otitis media antes del año y
un 80% la han sufrido al cumplir los dos años. Antes de cumplir los 3 años de vida, un 46% han
tenido dos o más episodios. De esta forma se ha establecido que el pico máximo de incidencia de
otitis media se sitúa entre los 6 y 11 meses de edad. Más adelante, entre los 4 y 5 años se observa
un nuevo pico de incidencia de menor magnitud.

2.1.2. PATOGENIA

La disfunción de la trompa de eustaquio se considera un acontecimiento de especial importancia


en la aparición de las otitis medias. La aparición de presiones negativas y el acúmulo de
secreciones en el oído medio son situaciones que facilitan la aparición de un proceso infeccioso
en el oído medio. La infección vírica de la vía aérea superior también juega un papel importante
en la inducción de una otitis media aguda. Los agentes víricos generan mediadores inflamatorios
que ocasionan una inflamación de la trompa de eustaquio. Así mismo la infección vírica provoca
un aumento de la colonización bacteriana de la nasofaringe. La relación existente entre la otitis
media aguda y las infecciones víricas se refuerza al comprobar que la incidencia aumenta en las
épocas del año en las que son más frecuentes los catarros. Se ha observado que en la aparición de
esta afección se produce interacción entre agentes víricos y bacterianos. Algunos autores han
intentado establecer asociaciones entre distintos virus y bacterias implicados en la patogenia de
la otitis media aguda. Se ha publicado que en niños con esta enfermedad en la que se aíslan
simultáneamente virus y bacterias, el Streptococcus pneumoniae se cultiva más a menudo a partir
de derrames de oído medio que contienen virus influenza que a partir de aquellos que contienen
virus respiratorio sincitial o parainfluenza. Pese a ello, estudios realizados por otros autores no
observan dichas relaciones entre virus y bacterias.

2.1.3. CUADRO CLÍNICO

Antes del inicio de los síntomas, es frecuente que el paciente presente síntomas de una infección
de VAS. Los niños mayores con frecuencia se quejan de otalgia que interfiere con las actividades
normales del paciente, mientras que los lactantes se vuelven irritables y tiran del oído afectado.

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El cuadro puede incluir síntomas sistémicos de infección, como hiporexia, vómito, alteraciones
del sueño y diarrea, y con frecuencia la fiebre alta está presente. La otoscopía muestra una
membrana timpánica hiperémica engrosada clásica, e inmóvil a la otoscopía neumática.

2.1.4. EXPLORACIÓN

En primer lugar, debemos realizar una exploración física del paciente que iniciaremos
observando la actitud del mismo para valorar la afectación del estado general. Junto con ello
estudiaremos la presencia de signos de infección de vía aérea superior, determinaremos la
temperatura corporal y analizaremos la presencia o ausencia de signo del trago.

Se realiza una otoscopia, si es posible bajo visión microscópica. En el caso de que efectivamente
exista una otitis media aguda (anexo 1) obtendremos hallazgos como el enrojecimiento de la
membrana timpánica o la presencia de derrame en la caja timpánica que puede llegar a producir
la protrusión del cuadrante posterosuperior de la membrana timpánica. El otoscopio neumático
es un instrumento muy útil para establecer el diagnóstico de las afectaciones del oído medio. Se
ha establecido que el empleo adecuado y sistemático de la otoscopia neumática junto con la
timpanometría reduciría un 30% los diagnósticos.

2.1.5. DIAGNÓSTICO

Los criterios de diagnóstico clínico de certeza incluyen: el inicio súbito de los síntomas, líquido
en oído medio y signos y síntomas específicos de inflamación del oído medio. Los síntomas no
específicos, como fiebre, cefalea, irritabilidad, tos, rinitis, anorexia, vómito y diarrea son
comunes en infantes y niños pequeños. La aparición de otalgia tiene una relación directamente
proporcional con la edad: es menos frecuente en niños menores de 2 años y más común en
adolescentes y adultos. Una adecuada semiología acompañada de una exploración juiciosa es
esencial para integrar el diagnóstico. La inspección y exploración por otoscopía del conducto
auditivo externo, del tímpano y, a través de sus defectos, de la caja del tímpano, brindan datos
esenciales para el diagnóstico. Para la correcta realización de la otoscopía es preciso sostener el
mango del otoscopio con la mano que coincida con el lado del oído explorado. Por ejemplo, al
explorar el oído derecho del paciente, se sostiene el otoscopio con la mano derecha y a su vez,
con la mano contraria, enderezar el conducto auditivo externo por medio de una tracción del
pabellón hacia arriba y atrás para la introducción del otoscopio. En el lactante y en el niño

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pequeño se desplaza el pabellón auricular hacia abajo y hacia atrás para poder rectificar el
conducto auditivo e introducir el otoscopio. Se deben utilizar espéculos acordes con el tamaño
del conducto auditivo. En la imagen otoscópica normal el tímpano aparece con una coloración
perlada, grisácea o amarillenta en su pars tensa; superficie lisa y motilidad al ejercer presión
neumática hacia ella y referencias anatómicas específicas (anexo2). El uso de la otoscopia
neumática es el método diagnóstico más eficiente, aunque en ciertos casos y en ausencia de
otoscopio neumático, se puede optar por otoscopía simple en combinación con timpanómetro o
reflectómetro . Los hallazgos otoscópicos que sustentan el diagnóstico son abombamiento y
enrojecimiento de la membrana timpánica, sin embargo, el hallazgo de líquido en el oído medio
por otoscopía es la clave para establecerlo. Otros hallazgos patológicos que se pueden encontrar
en la exploración son: membrana timpánica opaca o amarilla, en posición neutral o retraída y con
disminución de la movilidad. El hallazgo de estos signos y síntomas dependerán del estadio del
cuadro clínico

2.1.6. TRATAMIENTO

Existen 2 metas en el tratamiento: la primera es la resolución de los síntomas, en donde el dolor


es el síntoma más relevante y la segunda, la reducción de las recurrencias. La mayoría de los
pacientes tienen resolución espontánea en un periodo de 7 a 14 días, sin embargo, los
antibióticos no se deben prescribir rutinariamente, ya que sólo se justifica su uso en niños
menores de 2 años con compromiso bilateral y en pacientes con otorrea. El manejo del dolor es
importante en los primeros 2 días posteriores al diagnóstico; las opciones incluyen paracetamol e
ibuprofeno. Se pueden usar en forma tópica y sistémica, aunque el uso tópico por sí solo no ha
demostrado resultados superiores al tratamiento concomitante. Se sugiere que si el dolor se
asocia con fiebre, el paracetamol o el ibuprofeno oral son suficientes para aliviar el dolor en las
dosis de control de fiebre. Los antibióticos son recomendados para todos los pacientes menores
de 6 meses de edad; en pacientes de 6 meses a 2 años de edad cuando se tiene diagnóstico de
certeza (inicio súbito, signos y síntomas de inflamación del oído medio y líquido o derrame en
oído medio), y en niños mayores de 2 años con diagnóstico de certeza en enfermedad grave. Los
antibióticos se deben diferir en pacientes de 6 meses a 2 años de edad con síntomas leves o con
diagnóstico incierto. En la actualidad en el caso de enfermedad no grave o con sospecha
diagnóstica se opta por la estrategia de “esperar y ver”, que consiste en el uso de analgésicos

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sistémicos y la subsecuente revaloración en 48-72 horas; esto se debe a que la mayoría de los
casos de otitis media aguda se autolimitan gracias a su naturaleza etiológica. El uso de
antibióticos inmediatamente después de iniciado el cuadro no proporciona beneficio sintomático,
sino hasta después de las primeras 24 horas, cuando los síntomas se están resolviendo

2.1.7 COMPLICACIONES Y REFERENCIA

La incidencia de complicaciones que se pueden encontrar es baja. Éstas se pueden clasificar


como extra e intracraneales. Dentro de las primeras están la recurrente, perforación timpánica e
hipoacusia conductiva. La mastoiditis, infección del hueso temporal, meningitis e infección en
cerebro son complicaciones intracraneales que se observan con más frecuencia en lugares con
acceso médico limitado. Los pacientes que presentan parálisis facial, mastoiditis, perforación de
la membrana timpánica, hipoacusia conductiva, paresia facial, meningitis e inmunocompromiso,
deben ser referidos inmediatamente al tercer nivel de atención para evaluación y manejo integral.
Los pacientes menores de 2 meses de edad, niños que acuden a guardería, con antecedentes en la
familia, tienen alto riesgo para el desarrollo de complicaciones, por lo cual deben ser sometidos a
un seguimiento más estrecho

2.2. OTITIS MEDIA CRONICA

La otititis media crónica es un proceso inflamatorio que afecta al complejo mucoperióstico de las
estructuras del oído medio (cavidad timpánica, bloque mastoideo y trompa de Eustaquio), de
comienzo insidioso, curso lento con tendencia a la persistencia y a dejar secuelas definitivas.
Esta afeccion supurada se caracteriza por otorrea crónica a través de una perforación timpánica,
de al menos de 6 semanas de duración, que se alterna con fases inactivas. Se diferencia de la
otitis media aguda supurada en que esta otorrea no se acompaña de dolor ni fiebre. Aunque su
manifestación es en la edad adulta, en la mayoría de los casos, su inicio puede estar en las edades
precoces de la vida. Se clasifican en:

 (OMC) Con perforación central. - La cual se puede dividir según la fase evolutiva en:
a) OMC simple benigna: Se caracteriza por la presencia de una perforación
timpánica central. Presenta lesiones inflamatorias de la mucosa o tejido de
granulación, pero la cadena osicular permanece íntegra. (anexo3)

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b) OMC con osteítis: La presencia de fenómenos inflamatorios produce lesiones más
graves, pudiendo aparecer lesiones necróticas y áreas hipertróficas polipoideas.
(anexo4)
 (OMC) Con perforación marginal. - Se caracteriza por la presencia de una perforación
marginal, la cual tiene, de forma invariable la presencia de epitelio escamoso en las
estructuras del oído medio. Se denomina también OMC maligna o colesteatomatosa,
destacando así, la elevada probabilidad que presenta de desarrollar un colesteatoma de
oído medio. Es un estado precolesteatomatoso, como las perforaciones de la pars fláccida
o las bolsas de retracción. Ésta forma de OMC es la forma más frecuente de aparición de
colesteatoma de oído medio (colesteatoma adquirido secundario). (anexo5)
 OMC Con tímpano íntegro. -
a) OMC adhesiva: Proceso inflamatorio del oído con tendencia a la fibrosis y
adherencia timpánica por alteraciones del sistema de ventilación del oído medio.
b) Otitis serosa crónica.

2.2.1. EPIDEMIOLOGIA

No se conoce con exactitud la incidencia de esta entidad en la población general, se estima que el
0,5% de las personas mayores de 15 años padece alguna de sus formas supuradas, y en torno al
4% algún tipo de perforación timpánica. La distribución entre sexos y edades (en la etapa adulta)
es aparentemente homogénea. Algunas ocasiones se identifica en evaluaciones clínicas como un
hallazgo.

2.2.2. PATOGENIA

La otitis crónica supurada ocurre por infección bacteriana desde el CAE a través de la
perforación timpánica. Esto supone una diferencia importante con la otitis media aguda en la que
los microorganismos implicados se localizan habitualmente en el anillo de Waldeyer y suelen
producir la infección por vía ascendente, a través de la trompa de Eustaquio, sobretodo después
de una infección de vías respiratorias superiores. Como hemos dicho, los gérmenes implicados
con más frecuencia en el desarrollo de una otitis crónica supurada son Pseudomona y
Staphylococus Aureus, que por lo general colonizan el oído externo. Una vez instalados los
gérmenes en el oído medio, otros factores como la disfunción de la trompa de Eustaquio o
alteraciones de la mucosa de la rinofaringe pueden ayudar a perpetuar la infección. Ejemplos de

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ello son las infecciones víricas que alteran la función ciliar y favorecen la adherencia y el
crecimiento bacteriano, la alergia y alteraciones intrínsecas de la motilidad celular como el
síndrome de Kartagener e inmunodeficiencias, como el déficit de IgG en la mucosa de oído
medio. Una vez que se ha iniciado la otitis crónica supurada, el tejido de granulación produce
mediadores de la inflamación y enzimas osteolíticas que pueden destruir la cadena osicular.

2.2.3 CUADRO CLINICO

 La otorrea es el signo clínico más frecuente, en los casos simples es de consistencia


serosa, mientras que, en las formas avanzadas, suele ser de carácter mucopurulento y
fétido debido a la presencia de enterobacterias o anaerobios.
 La hipoacusia existe en grado variable, dependiendo del tamaño de la perforación y de la
indemnidad de la cadena osicular. Esta hipoacusia es por lo general transmisiva, aunque
en algunos casos puede tener un componente perceptivo por paso de toxinas bacterianas
al oído interno, a través de la ventana redonda. En la fase aguda se observa una
hipoacusia de transmisión en la que la pérdida máxima por vía aérea se sitúa en torno a
los 60db. En las fases intercríticas existe una recuperación funcional, persistiendo una
hipoacusia leve.

A diferencia de las otitis agudas, en la otitis crónica no hay otalgia, (su aparición está en relación
con una infección del oído externo simultánea o presencia de colesteatoma) ni fiebre. Hay una
serie de formas clínicas especiales:

 Otitis tuberculosa: El mecanismo de producción más común es a través de


secreciones arrastradas por la tos, suele haber una TBC pulmonar activa y
adenopatías cervicales y se caracteriza por ser una otorrea resistente a tratamientos
convencionales. Debido a que el cultivo de los exudados es a menudo negativo, debe
tomarse una muestra de tejido para examen histológico. El tratamiento es el mismo
que el de la TBC pulmonar.
 Granulomatosis de Wegener: Esta enfermedad se manifiesta por aparición de lesiones
granulomatosas en oído, fosas nasales, riñón y pulmón. La afectación multisistémica
y la presencia de anticuerpos anticitoplasma orientan el diagnóstico. El tratamiento se
realiza con ciclosporina y corticoides.

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 Histiocitosis X: Es una granulomatosis producida por proliferación de células de
Langerhans, que en su forma localizada puede afectar de forma aislada al hueso
temporal, lo que provoca otorrea y destrucción ósea. El diagnóstico se realiza
mediante biopsia y su tratamiento consiste en la debridación quirúrgica seguida de
quimioterapia y corticoides.

2.2.4. DIAGNÓSTICO

I. OTOSCOPIA: - En la membrana timpánica podemos encontrar una perforación no


marginal, en la pars tensa de la membrana timpánica respetando el surco óseo, o una
perforación marginal cuando se afecta dicho surco timpánico. En estadíos avanzados
pueden observarse perforaciones aticales, bolsas de retracción atical y presencia de
colesteatoma. - La otorrea puede ser serosa o bien mucopurulenta. En éste último caso
suele ser de color verde amarillenta, espesa por el elevado contenido de leucocitos y
elementos bacterianos. Suele ser fétida y de carácter pulsátil como expresión de la
transmisión del latido de la mucosa inflamada de la cavidad timpánica. - La mucosa del
oído medio suele encontrarse hiperémica, edematosa con presencia de granulaciones o
incluso presentar bridas cicatriciales y adherencias. - La cadena osicular puede estar
íntegra u osteítica, en cuyo caso, la amputación más frecuente es la de la rama larga del
yunque.

II. AUDIOMETRÍA: Lo habitual es la presencia de hipoacusia de transmisión, aunque la


hipoacusia neurosensorial no es excepcional como hemos dicho por paso de toxinas a
través de dehiscencias de la ventana oval.

III. TAC DE OÍDOS

IV. CULTIVO: Nos permitirá conocer el diagnóstico etiológico. El exudado debe


tomarse evitando la contaminación por flora del CAE y las muestras deberán procesarse
tanto para bacterias aerobias y anaerobias como para hongos

2.2.5. TRATAMIENTO

El tratamiento de la otitis media crónica es por lo general médico en lo que concierne a la otorrea
y quirúrgico para la corrección de secuelas que condicionan la hipoacusia (perforación timpánica

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y lesiones de la cadena osicular). Al iniciarse el tratamiento médico debe aspirarse el pus del
CAE y del oído medio, a la vez que se aconseja repetir esta acción durante los primeros días en
caso de supuración muy abundante. También deberemos tomar muestras para cultivo. Si bien el
tratamiento con antibióticos sistémicos tiene éxito en un alto proporción de casos, por lo general
las otitis crónicas supuradas se solucionan mediante antibioterapia vía tópica. Aunque no es muy
frecuente que los preparados para uso tópico que contienen aminoglucósidos ocasionen una
pérdida auditiva por ototoxicidad al filtrarse por la ventana redonda (sobretodo si se suspende su
administración nada más cesar la infección), es preferible usar ciprofloxacino con esteroides. En
el caso particular de los niños, en el 50% de los niños menores de 6 años se hallan gérmenes que
causan otitis medias agudas (Streptococo neumonie, Haemophilus influenzae y Moraxella
catarrhalis), por lo que el tratamiento de elección será amoxi-clavulánico. En cambio en los niños
mayores de 6 años, los gérmenes citados se presentan en raras ocasiones y predomina
Pseudomona aeruginosa.

2.2.6. COMPLICACIONES

A) MECANISMO PATOGÉNICO: Las complicaciones de las otitis crónicas pueden producirse


por los mecanismos de erosión ósea, vías preformadas y osteotromboflebitis. La progresión
mediante erosión ósea constituye el mecanismo más habitual en las complicaciones de las otitis
mendias agudas y casi el único en las otitis crónicas. En éste último caso, el colesteatoma o la
osteítis ponen en contacto el oído medio infectado con el oído interno a través de una fístula
laberíntica o bien mediante la duramadre de las fosas media o posterior. Cuando la complicación
se debe a esta causa, aquélla ocurre algunas semanas después de la otitis aguda o en el curso de
una otitis crónica de larga evolución. Mediante una progresión a través de vías preformadas, los
gérmenes patógenos pasan del oído medio al oído interno o a los espacios subaracnoideos.
Ejemplos de estas vías son las ventanas oval y redonda, el acueducto del vestíbulo, dehiscencias
postquirúrgicas y fracturas de la cápsula laberíntica. Cuando la complicación se produce por este
mecanismo, además de antecedentes traumáticos o quirúrgicos, ésta suele aparecer al poco
tiempo después de una otitis aguda o de la reactivación de una otitis crónica.

Por último, la tromboflebitis de las venas del oído medio que comunican con las venas
intracraneales constituye un mecanismo poco frecuente, que se produce a los pocos días después
del inicio de una otitis aguda.

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B) COMPLICACIONES INTRATEMPORALES

1.- Parálisis facial: Se trata de la complicación más frecuente y, en el 1% de las otitis


colesteatomatosa, se debe a la erosión del acueducto de Falopio por el colesteatoma y el
tejido de granulación acompañante. La aparición de esta complicación en una otitis
crónica indica la necesidad de cirugía en el plazo más breve posible. (anexo6)

2.- Laberintitis: La mayoría de las veces, el paso previo a la laberintitos es la formación


de una fístula laberíntica por la erosión de las paredes del laberinto óseo. La progresión
de los gérmenes al oído medio ocasiona una crisis de vértigo muy violenta y duradera,
con nistagmo hacia el oído sano, así como una anulación completa de la audición. Una
vez que se produce unos laberintitos, el proceso es en raras ocasiones reversible y deja
como secuelas una arreflexia laberíntica y cofosis. (anexo7)

C) COMPLICACIONES INTRACRANEALES

1.- Meningitis otógena: Se trata de la complicación intracraneal más habitual y se


presenta como consecuencia de otitis tanto agudas como crónicas, si bien en éstas últimas
son más frecuentes.

Después de la meningitis meningocócica, las otógenas constituyen la siguiente causa de


meningitis. Por ello ha de sospecharse siempre que un paciente, con antecedentes
inmediatos de otitis aguda o bien de otitis crónica de larga evolución, presente cefaleas
intensas, fiebre elevada, irritabilidad o apatía. En la exploración es importante constatar
la existencia de rigidez de nuca, así como positividad de los signos de Kernig y
Brudzinski. Si la enfermedad progresa de la fase de meningitis circunscrita, en la que no
hay gérmenes en el LCR, a la forma generalizada, los síntomas se vuelven mucho más
marcados, con fiebre muy elevada, cefaleas acentuadas y rigidez de nuca, obnubilación
sensorial y, por último. Para establecer el diagnóstico es esencial realizar una punción
lumbar, que en el caso de meningitis otógena circunscrita suele mostrar menos de 1.000
células/microlitro, con predominio de linfocitos, ausencia de gérmenes y glucosa normal.
Por el contrario, en la meningitis generalizada, el LCR presenta más de 1.000
polimorfonucleares /microlitro, niveles bajos de glucosa y cultivo positivo a gérmenes
que se aíslan comúnmente en las otitis agudas o crónicas. El tratamiento de las meningitis

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otógenas consiste en antibioterapia intensiva con una cefalosporina de tercera generación
(cefotaxima o ceftriaxona) y vancomicina. Cuando el foco otógeno responsable es una
mastoiditis aguda o una otitis crónica, debe intervenirse el oído de forma urgente, a fin de
eliminarlas.

2.- Absceso cerebral: Los abscesos cerebrales se inician con una tromboflebitis de las
venas durales adyacentes a un absceso extradural, que se extiende a las venas que las
conectan a la red venosa cortical, desde la cual a su vez se propaga de forma profunda a
través de las venas que drenan la sustancia blanca. Por lo tanto, los abscesos comienzan
subcorticalmente como un área de encefalitis que luego se necrosa, hasta formarse el
absceso. La primera manifestación de un absceso es una encefalitis cuyos síntomas no
son especialmente llamativos: sensación de escalofrío, fiebre, apatía, irritabilidad,
cefaleas y náuseas. A la vez puede haber una reacción meníngea. A ésta fase de
encefalitis sigue un período de latencia de duración muy variable y clínicamente
inexpresivo, que desemboca en la fase de absceso expansivo, es decir, de aumento de la
presión intracraneal (cefalea, vómito en escopetazo, apatía, desorientación, convulsiones,
edema de papila…) y de afectación de distintas áreas cerebrales por el absceso (afasia,
hemiparesia, alteraciones del campo visual, ataxia, hipotonía, nistagmo…). El
diagnóstico definitivo del absceso se establece mediante TAC, que en la fase de
encefalitis muestra áreas hipodensas alternando con otras hiperdensas, mientras que en la
fase de absceso aparece un área central hipodensa rodeada por un anillo de
hipercaptación. El tratamiento en la primera fase consiste en la administración de
antibióticos, además de erradicar el foco otógeno. En la fase de absceso debe asociarse el
drenaje o la extirpación del absceso. (anexo8)

3.- Tromboflebitis del seno sigmoide: Esta complicación, bastante frecuente en la era
preantibiótica, es excepcional en la actualidad. Se origina por una erosión ósea, debida a
mastoiditis u otitis crónica, con formación de un absceso perisinusal que provoca un
trombo mural y, más tarde, obliterante. El síntoma capital es una fiebre elevada en agujas
con escalofríos que puede acompañarse de cefaleas. El diagnóstico se basa en el
hemocultivo y la angiografía en fase venosa. Además del tratamiento con antibióticos,
debe actuarse de urgencia sobre el foco otógeno.

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V. CONCLUCIÓN

La otitis media es una causa frecuente de ingresos hospitalarios, y se identifica como principales
factores de riesgo la asistencia a círculos infantiles y el tabaquismo de algunos de los padres, es
una patología con amplia distribución mundial y en nuestro medio no es la excepción; vimos que
se presenta principalmente en pacientes pediátricos la otitis media aguda debido a que posee,
entre otros factores, una relación intima con otras infecciones de vías aéreas superiores y por lo
tanto su diagnostico, clasificación y tratamiento deben ser de dominio del medico de primer
contacto. La finalidad de un buen tratamiento radica en acortar la duración de los síntomas,
evitar recurrencias y potenciales complicaciones intra y extracraneales, ya que estas implican una
importante compatibilidad e incluso la muerte.

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VI. BIBLIOGRAFIA

1. Cenetec. Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de la Otitis Media Aguda en la Edad


Pediátrica: Catálogo Maestro de guías de práctica clínica (ed.) Guía de Práctica Clínica. México
DF: Cenetec; 2011. p. 1-12.

2.Guven M, Bulut Y, Sezer T, Aladag I, Eyibilen A, Etikan I. Bacterial etiology of acute otitis
media and clinical efficacy of amoxicillin-clavulanate versus azithromycin. Int J Pediatr
Otorhinolaryngol 2006; 70: 915-23.

3. Gil-Carcedo L.M., Marcos Algarra J., Medina J., Ortega del Alamo P., Trinidad Pinedo J.

Patología del oído externo. En: Proyectos Médicos S.L. Editores. Tratado de

Otorrinolaringología y Cirugía de cabeza y Cuello, tomo II; Otología. Proyectos Médicos;

1999. p. 1149-1155

4. Gil-Carcedo L.M., Vallejo Valdezate L.A., Gil Gancedo E. Patología del Oído Externo. En:

Medica Panamericana Editores S. A. Otología 2º Edición. Editorial Médica Panamericana;

2004. p. 149-156

5. Rubini, J. S. Rubini, R. Sorribes, J.. Procesos Inflamatorios del Oído. En: Rubini, J. S. Rubini,

R. Sorribes, J. Editores. Urgencias en Atención Primaria. Rubini, J. S. Rubini, R. Sorribes, J.

Editores; 2004. p. 595-596

6. Morera Perez, C. Marco Algarra, J. Patología del Oído Externo. En: Glosa S. L. Editores.

Lecciones de Otorrinolaringología Aplicada, Tomo II. Editorial Glos; 2004. p. 61-64

7. Martinez Vidal A., Bertrán Mendizábal J. M., Cabezudo García L., Cobeta Marco I. Patología

17
del Oído Externo. En: Ergon Editores. Otorrinolaringología Básica. Ediciones Ergon S. A.

1988. p. 51-5

5. ANEXOS

Anexo1

Anexo2

18
Anexo3 Anexo4

19
Anexo5 Anexo6

Anexo7 20
Anexo8

21

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