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TEMA 2. TEORÍAS LINGÜÍSTICAS ACTUALES.

1.- TEORÍA Y CIENCIA LINGÜÍSTICAS. PRECEDENTES


HISTÓRICOS.
1.1.- LA REFLEXIÓN LINGÜÍSTICA DESDE LA ANTIGÜEDAD
HASTA EL XIX.
La lingüística, según Coseriu, no es una actividad absolutamente nueva sino que hay
que situarla en su contexto histórico.
Panini, en Oriente, el 350 aC, describió el sistema del sánscrito desde una
perspectiva sincrónica; consideró la oración como unidad superior basándose en
oposiciones formales entre los términos y rechazando las definiciones nocionales.
En la Antigüedad clásica se siguieron dos modelos de investigación, el teórico que
insistía en la relación entre pensamiento y lenguaje y el normativo, que se ocupaba
sobre todo de la corrección lingüística. Esta tendencia continuó en el Renacimiento.
En el Renacimiento se comenzó con la gramática comparada, se inició la
elaboración de gramáticas en lenguas vulgares y se iniciaron teorías que más tarde
recibieron el nombre de adstrato y superestrato.
En el XVIII con Port Royal se aplicaron los sistemas cartesianos al estudio de las
lenguas y se llegó a distinguir entre gramática general (aplicable a todas las lenguas) y
particular (aplicable a una sola).
En el XIX se retoman los estudios comparados e históricos con ejemplos tan claros
como los proporcionados por Humbolt y los neogramáticos.
La lingüística actual sigue dominada por los problemas teóricos que ya se trataban
en la antigüedad. Coseriu pone los ejemplos siguientes para desarrollar la afirmación
anterior:
 La distinción entre significante y significado ya la hizo Aristóteles.
 Harris, en 1751, inició la oposición entre sincronía y diacronía.
 Hegel apuntó en su "Enciclopedia de las ciencias filosóficas" la distinción
entre lengua y habla.

1.2.- LA LINGÜÍSTICA COMO CIENCIA.


1.2.1.- La lingüística comparada.
La lingüística comparada se inició en los primeros años del siglo XIX por Schlegel y
F. Bopp. El punto de partida es el descubrimiento de las afinidades entre el sánscrito y
la mayoría de las lenguas europeas antiguas y modernas.
Estos autores consideran:
 Existen parentescos entre las lenguas.
 El método comparativo es inestimable en la demarcación de familias
lingüísticas.
 La comparación entre lenguas se basa sobre todo en la de sus elementos
gramaticales.

1.2.2.- Los neogramáticos.


Escuela que surge a finales del XIX y en la que destacan Leskien y Brugmann.
Saussure, Meillet y Meyer Lübke se formaron inicialmente en esta escuela.
Sus tesis fundamentales son:
 La lingüística histórica ha de ser explicativa, no descriptiva.
 La explicación ha de ser positiva o científica.
 Para hallar las causas hemos de limitarnos inicialmente al cambio de una
lengua al estadio que le sigue; no podríamos comparar latín con valenciano,
por ejemplo.
 Las leyes fonéticas explican gran parte de los cambios, de ahí su interés por
estudiar la fonética y el desarrollo que esta experimentó por mediación de
esta escuela.
 Los cambios en las lenguas pueden basarse también en la analogía; se crea un
modelo y a partir de él se agrupan palabras, frases y se crean novedades.
En España esta escuela está representada por M. Pelayo, Pidal y Milá y Fontanals; en
América por Andrés Bello. En España se creó el Centro de Estudios Históricos con
alumnos tan célebres como Amado Alonso, Dámaso Alonso, Américo Castro, Lapesa,
Zamora Vicente y Navarro Tomás.

1.2.3- Las escuelas lingüísticas psicológicas y las idealistas.


Representada por Vossler surge en reacción contra el positivismo neogramático.
Para esta escuela la lengua es la expresión del alma del hombre y los cambios que en
ella se produzcan tendrán que ver con factores psíquicos.
Dámaso Alonso será la figura más destacada y aplicará los principios neogramáticos
y psicológicos al análisis de textos literarios.

2.- LAS TEORÍAS ACTUALES.


2.1.- LOS PRECURSORES.
2.1.1.- William Whitney
Influyó en Bloomfield, Sapir y Saussure.
Entre sus teorías destacan:
 El lenguaje no es un hecho natural sino social, inventado por el hombre para
comunicarse.
 El lenguaje es un conjunto de signos, que se diferencian de los signos de los
animales en que son arbitrarios.
 El lenguaje es un sistema ordenado de signos.
 Cada lengua tiene su particular cuadro de distinciones.
2.1.2.- Baudoin de Courtenay.
Se le atribuye la paternidad del concepto de fonema como equivalente psíquico del
sonido.

2.1.3.- Meillet.
Marca de modo definitivo el nacimiento de la "Lingüística general", ciencia ya
desligada de la antigua filosofía del lenguaje.
Como nueva ciencia debe investigar las tendencias más generales del lenguaje,
ordenando y aclarando las causas del cambio lingüístico.

2.1.4.- W. von Humboldt.


Es precursor del estructuralismo. Su tardío reconocimiento se debe a que no creó
escuela y no tuvo un reconocimiento coetáneo en el siglo XVIII: mezcló antropología,
lingüística y metafísica por lo que se le tildó de heterodoxo. Ahora bien, sentó ciertas
bases imprescindibles para la lingüística.
Para él, ergón es la materia existente y estudiable por el lingüista. A través de él se
llega a la energeia, a la que define como el eternamente repetido esfuerzo del espíritu
humano para hacer capaz al sonido articulado de expresar el pensamiento: es, por
tanto, la facultad humana del lenguaje –no el sistema de la lengua, como creyó ver
Saussure– que subyace a los actos de habla.
La forma interior del lenguaje es lo común y sistemático a todas las
manifestaciones formales de una lengua: es por tanto la abstracción de una lengua y las
relaciones sistemáticas que funcionan dentro de ella. Si cada lengua tiene su forma
interior, y cada lengua es el medio de comunicación de una comunidad, cada una de
éstas clasifica la realidad de acuerdo con su forma interior: el individuo se ordena a sí
mismo y contempla el mundo al que le transplanta su idioma. De ahí que cada lengua
tenga su propia cosmovisión.

2.1.5.- G. von der Gabelentz.


Es también precursor del estructuralismo. A principios del siglo XX estará hasta
mejor considerado que Saussure. En su criterio, el hecho lingüístico tiene tres aspectos:
Rede, es el habla concreto, libre y ocasional y limitado por la costumbre y la
posibilidad; Sprach, es la lengua particular de un pueblo del que sale el habla; mientras
que Sprachvermögen es la facultad humana del lenguaje.
Existen tres ciencias lingüísticas: la descriptiva, estudia la lengua y el habla en un
determinado corte sincrónico; la de la lengua particular, aborda la historia de una
lengua –Sprach diacrónica– y la general, que estudia la Sprachvermögen.
La lingüística descriptiva estudia a un pueblo y sus actos de habla. Estos actos
reflejan una sincronía bajo la que subyace un sistema común interpersonal y en continuo
devenir. Por eso los límites de la sincronía los pone el investigador. Por tanto, a partir
del habla, o Rede, se llega al sistema, o Sprach sincrónico, y de éste, a la diacronía de
una lengua.

2.2.- EL ESTRUCTURALISMO.
Originariamente es una reacción contra los comparativistas del XIX y hoy en día se
le considera el enfoque predominante en la lingüística moderna.
Según Coseriu el estructuralismo, aparte de considerar el lenguaje como medio de
comunicación, considera las lenguas como sistema. Estudia preferentemente las
secciones en las que las estructuras se comprueban de forma más inmediata (fonología,
morfología, sintaxis elemental) y presta menos atención a los sistemas abiertos (léxico).

2.2.1.- Saussure.
Su "Curso de Lingüística General" está considerado el origen del estructuralismo
europeo. Según él, el lenguaje es un fenómeno multiforme físico, fisiológico y
psíquico. Saussure define la lengua como lo social y sistemático del lenguaje; mientras
que el habla, o manifestación física de la lengua, es individual y asistemática. En
cuanto la lengua es clasificadora de la realidad, es institución social y sistema de
valores: solo la lengua es objeto de estudio de la lingüística, ya sea estática, o
sincrónica, o bien evolutiva, o diacrónica.
Sus principios descriptivos se basan en el isomorfismo del signo lingüístico: hay
solidaridad entre significado y significante: mientras que aquél es el concepto, éste es la
sucesión de fonemas que arbitrariamente lo designa: es la asociación entre una imagen
acústica y un concepto mental.
No es el fundador del estructuralismo en cuanto la Escuela de Ginebra aún no estudia
la lengua en rasgos distintivos: las unidades se oponen y se definen, afirma, por su
marco de valores, o rasgos diferenciales. Tales elementos pueden ser sustituidos en un
mismo punto de la cadena hablada por el principio de conmutación: el conjunto de
elementos sustitutos se llama clase.
Los puntos fundamentales de su teoría son los siguientes:
 La semiología es el estudio general de los signos y la lingüística una de sus
ramas.
 Se ha de distinguir entre lingüística interna: se dedica a estudiar la lengua en
sí-misma, sin atender a factores externos y al margen de cualquier contexto.
Se trata de una lingüística descriptiva con carácter sincrónico o anacrónico.
Dentro de ella, podemos distinguir las siguientes áreas: fonología, fonética,
gramática, léxico-semántica. Y lingüística externa: estudia al lenguaje en
relación con factores extralingüísticos. Presta especial atención a la relación
entre lenguaje y cultura y considera que el lenguaje es una institución cultural
que no existe fuera del lenguaje y de la sociedad. Se pueden distinguir varias
disciplinas: dialectología, sociolingüística, psicolingüística, etnolingüística...
 Hemos de distinguir entre lengua (sistema de signos) y habla (utilización del
sistema).
 El valor de los signos varía en función del eje que consideremos; así
podremos agrupar signos in praesentia (sintagmas) o in absentia (lengua).
 Hemos de distinguir entre un estudio sincrónico y otro diacrónico de la
lengua.
 Hemos de considerar al signo lingüístico como arbitrario, lineal y discreto.
 La lingüística para Saussure ha de ocuparse sobre todo de la descripción de la
lengua.
2.2.2.- Escuela de Ginebra.
Formada por alumnos de Saussure su principal aportación es reconstruir el
pensamiento de Saussure.
Destacan Bally y Frei, al que se atribuye el concepto de monema.

2.2.3.- Escuela de Praga.

El Círculo Lingüístico de Praga fue fundado en 1926. Algunos de sus principales


representantes son el checo Trnka y los rusos Jakobson y Trubetzkoy. Se
autodenominan funcionalistas. La preocupación por las intenciones comunicativas de
los hablantes y, en consecuencia, de la estructuración de los mensajes recibió un
especial auge en el Círculo Lingüístico de Praga.

Para esta corriente, la lengua, producto de la actividad humana, comparte con tal
actividad su carácter teleológico o de finalidad. Cuando se analiza el lenguaje como
expresión o como comunicación, la intención del sujeto hablante es la explicación que
se presenta con mayor naturalidad. Por esto mismo, en el análisis lingüístico, debe uno
situarse en el punto de vista de la función. Desde este punto de vista, la lengua es un
sistema de medios apropiados para un fin. No puede llegarse a comprender ningún
hecho de lengua sin tener en cuenta el sistema al cual pertenece.

Rechazan la idea de Saussure de que el fonema sea una imagen mental: los
elementos son definibles como tales y portadores de funciones. Según Bühler el signo
lingüístico ha de ser representado según el hablante –función emotiva–, el receptor –
función apelativa– y la realidad pensada –función representativa–. La representativa es
la relación que mantiene la realidad pensada con su signo. A su vez, ésta comprende la
función culminativa –señala cuántas unidades existen en una cadena–, la delimitativa –
indica el principio y el final de una unidad– y la distintiva, por la que un signo significa
algo distinto de otro.

El funcionalismo es una de las escuelas dentro del estructuralismo lingüístico que


surgieron entre las dos guerras mundiales.

Al analizar cualquier hecho lingüístico hay que tomar en cuenta su función. Los
hablantes tienen la posibilidad de hacer uso de cierta elección entre los medios que
ofrece la lengua. Esta selección no es arbitraria sino que corresponde a las necesidades
concretas en una situación comunicativa determinada. Para la lingüística funcional se
plantea una serie de preguntas, como por ejemplo, ¿qué función cumple cierto
elemento?, ¿para qué sirve en la comunicación?, ¿por qué el hablante elige tal elemento
o tal estructura y rechaza otro/-a? Desde el punto de vista funcional, el estudio de la
lengua no debe restringirse solamente a la descripción de los hechos lingüísticos,
siempre deben buscarse explicaciones para éstos considerando las funciones generales
que cumplen en el proceso social.

La idea de la función ya está presente en Saussure cuando declara que la lengua es


"fundamentalmente ... un instrumento de comunicación" y no una obra de arte. Esta
concepción representa un hecho innovador frente a lingüistas anteriores que vieron la
comunicación humana como el mal que degenera y destruye las lenguas. Para los
funcionalistas, los cambios son inevitables para cubrir nuevas necesidades.
Otro hecho que tienen en común con Saussure es el concepto fundamental del
sistema. Para ambas escuelas, es necesario para comprender cualquier hecho lingüístico.
Sistema quiere decir un conjunto de elementos que dependen uno del otro y forman una
red de relaciones. Aunque este concepto no era nada nuevo, su aplicación a los hechos
lingüísticos, y no solo a ellos, era un gran progreso frente a la visión atomística que
predominaba en aquel tiempo.

Pero mientras Saussure entiende el sistema como una entidad estática, los praguenses
lo conciben de manera dinámica pues el sistema está "en constante interacción con el
uso que los hablantes hacen de ese sistema". En esta interacción, el sistema y sus
componentes se encuentran bajo la permanente presión de revisar si todavía están
cumpliendo sus múltiples funciones y, en caso negativo, deben estar en la capacidad de
adaptarse, ajustarse a las exigencias que se le hacen para servir a la "intención del sujeto
hablante", es decir, satisfacer las necesidades particulares de cada hablante en las
diferentes situaciones lingüísticas a las cuales se enfrenta. Como estas son tan variadas,
no se puede concebir la lengua tampoco como una entidad homogénea, como lo hace
Saussure. Para los praguenses, el sistema tiene una naturaleza heterogénea, tiene que dar
cuenta de la gran variedad de usos que de él hacemos los hablantes. Debe constituirse
entonces por un conjunto dinámico de subsistemas que se actualizan en una situación
lingüística determinada según los requerimientos del hablante. Solo de esta forma,
dinámica y heterogénea, la lengua puede ser un sistema de medios apropiados para un
fin. La lingüística tiene que proponerse la tarea de describir estos diferentes tipos de
uso.

A pesar de que podemos considerar a los lingüistas funcionalistas herederos del


pensamiento saussureano, se muestran también críticos a otros puntos de vista del
maestro ginebrino. En primer lugar está la rígida concepción de la dicotomía lengua /
habla. Desde la perspectiva praguense, esta dicotomía no puede hacer justicia a la gran
variedad de situaciones comunicativas en que el hablante emplea la lengua. En el habla
"debe detectarse un código de reglas estructurales inherentes." Si no fuera así, la lengua
no serviría de medio de comunicación entre los seres humanos. Para los funcionalistas,
la lengua se compone de un conjunto de subsistemas que se actualizan en un acto de
habla concreto en una situación concreta. Si bien hay que diferenciar entre lengua y
habla, no se debe construir barreras entre ambas ya que las dos están en permanente
interrelación. También Saussure es consciente de la existencia de dicha interacción
cuando dice que:

“Sin duda, ambos objetos están estrechamente ligados y se suponen recíprocamente:


la lengua es necesaria para que el habla sea inteligible y produzca todos sus efectos;
pero el habla es necesaria para que la lengua se establezca; históricamente, el hecho del
habla precede siempre...”

Es el uso constante y concreto, el empleo de la lengua con cierta finalidad, lo que


determina la estructura del sistema lingüístico. En este punto se encuentran los
funcionalistas con Saussure. Pero para éste basta haber establecido la existencia del
habla, pues la lingüística, la ciencia de la lengua, debe prescindir de ella como objeto de
estudio, la lengua solo puede constituirse sin que se entremezclen elementos del habla.
Si bien se entiende esta afirmación hecha en un momento concreto de la historia de la
lingüística no deja de ser un punto crítico y criticable en la teoría de Saussure. Por el
contrario, para los praguenses, tanto la lengua como el habla forman parte de los
intereses de la lingüística. La una no se puede entender sin la otra y resulta imposible
describirlas y explicarlas por separado.

Otro punto cuestionado es la dicotomía sincronía / diacronía. Saussure había


separado ambas por el carácter aparentemente fortuito del cambio lingüístico. Pero los
miembros del Círculo de Praga afirman que: "No se pueden poner barreras
infranqueables entre los métodos sincrónico y diacrónico, como lo hace la escuela de
Ginebra."

También en el estudio diacrónico hay que entender la lengua como un sistema


funcional en el cual los cambios no deben ser considerados de forma aislada sino "en
función del sistema que los sufre." Es inadmisible interpretar los cambios como un
hecho fortuito, había que buscar sus causas dentro del sistema.

Pocos años después, Jakobson escribirá el ensayo Principios de fonología histórica.


En este artículo, desarrollará su "método integral" para superar la dicotomía
saussureana. No concibe el sistema de forma estática sino dinámica lo que permite
incluir en un estudio sincrónico de una lengua la idea de la evolución.

Otra dicotomía presente en la obra de Saussure es la de sintagma / paradigma que


los mismos praguenses siguen desarrollando y la establecen como la entendemos hoy:
las relaciones sintagmáticas, de las contigüidades, y las relaciones paradigmáticas, las
de las semejanzas y de la necesaria elección. Hay que recordar que el lingüista
ginebrino hablaba de relaciones asociativas.

La idea de los dos ejes presentes en el sistema lingüístico se basa en el concepto


estrictamente saussureano según el cual "en la lengua solo hay diferencias, sin términos
positivos." La lengua es un sistema de valores y oposiciones. El hablante tiene a su
disposición un conjunto de opciones entre las cuales puede y tiene que elegir. Cada
elemento recibe su valor por oposición a los demás que pueden aparecer en un contexto
determinado. El oyente (como también el lingüista) debe interpretar cada selección
juzgando las opciones que tiene el hablante y considerando las intenciones
comunicativas de éste. De esta forma será capaz de entender cabalmente el enunciado.

Considerando el carácter doble del sistema, la lingüística dispone de un instrumento


que hace posible la abstracción de la gran variedad de usos que hacen los hablantes de la
lengua y establecer categorías funcionales que deben estar presentes en el sistema.

Con esta premisa, los lingüistas del Círculo de Praga pueden enfrentar también la
concepción que tiene Saussure de la oración que, según él, pertenece exclusivamente al
habla, es una cadena de unidades sintagmáticas con gran diversidad. Sin embargo,
Vilém Mathesius rechaza esta afirmación: “La oración no es por completo el producto
de un momento transitorio, no está determinada por completo por la situación
individual, y, por consiguiente, no pertenece totalmente a la esfera del habla, sino que
depende en su forma general del sistema gramatical de la lengua en que se pronuncia”.

Los principios del funcionalismo fueron aplicados primero al campo de la fonología,


con la cual los praguenses fundaron una nueva disciplina dentro de la lingüística
estructural que está resumida en la obra clásica de Trubetzkoy Principios de fonología,
1939. Realmente, fue este el ámbito de la lingüística que experimentó el desarrollo más
grande y donde la perspectiva funcionalista obtuvo sus más grandes éxitos. Es fácil de
comprender por qué los logros considerables se dieron en el campo de la fonología y no,
por ejemplo, en el de la sintaxis o semántica. Existían ya muchos trabajos acerca de los
sonidos de una lengua realizados por parte de la fonética experimental y de los
comparatistas aunque tenían un punto de vista diferente. Por otra parte, las unidades en
cuestión son bastante restringidas, más fáciles de identificar y se trata de unidades
meramente distintivas y no significativas. Los intentos de llevar los principios del
funcionalismo fonológico a la descripción gramatical no se vieron libres de dificultades
y resultó necesario introducir otros principios de análisis. La integración del sentido a
las unidades lingüísticas siempre ha sido problemática dentro del método estructuralista.

Por otra parte, hay que mencionar que la Escuela de Praga dirigió su interés también
a problemas de la lengua literaria y poética.

Sus características principales serían por tanto:


 Se concentran en la Fonología como ciencia opuesta a la Fonética.
 Subrayan la idea de lengua como sistema funcional.
 Distinguen entre lengua oral y escrita y tienen en cuenta las funciones del
lenguaje para establecer el sistema de lengua.
 Estudian la lengua sincrónicamente, pero sin renunciar al conocimiento
diacrónico.
 Definen al fonema como haz de rasgos pertinentes.
 Reconocen la existencia autónoma de la palabra y la definen por su función,
oponiéndola a las restantes. La estudian también como entidad aislada.
Establecen también una serie de principios para la descripción de cualquier unidad:
 Simplicidad: hay que eliminar toda redundancia. La mejor clasificación es la
más simple.
 Exhaustividad: Una unidad ha de ser definida en el marco de sus relaciones
con el sistema.
 Generalidad: Los procedimientos descriptivos han de valer para todos los
niveles.
 Las unidades se definen en niveles jerárquicos: no hay unidades si no hay
niveles.
 El plano del contenido es la relación que mantiene una unidad con su
significado: frase, palabras y formas gramaticales –lexemas y morfemas–.
 El plano de la expresión engloba unidades simplemente significadoras, que
distinguen significaciones: los fonemas y la unidades demarcativas: acentos,
unidades melódicas,...
Establecen para el estudio de las funciones los siguientes principios:
 El principio de conmutación indica que cualquier unidad puede ser
conmutada en un determinado punto de la cadena hablada por otras de su
mismo nivel descriptivo. Si como resultado de ello varía el significado
estaremos ante dos unidades distintas.
 El paradigma es el conjunto de elementos y relaciones de ellos que
constituyen la clase y que se oponen funcionalmente entre sí.
 Una unidad es el conjunto de rasgos distintivos que funciona en oposición
con otras unidades. Los rasgos comunes son la base y los distintivos, la
marca. Hay distintos tipos de oposición según el criterio:
o Según las relaciones entre las unidades que se oponen y el resto del
sistema:
 Oposición bilateral: la base es exclusiva de esa oposición.
 Oposición multilateral: la base no es exclusiva de la pareja.
 Oposición proporcional: la marca no es exclusiva.
 Oposición aislada: la marca sí es exclusiva.
o Según la relación de las unidades de la oposición solamente:
 Oposición privativa: se definen por un rasgo distintivo.
 Oposición gradual: El grado distintivo se ofrece en distintos
grados de una cualidad.
 Oposición equipolente: la presencia de un rasgo no presupone
su ausencia en el otro.
o Según la validez distintiva en un contexto:
 Oposición constante: si mantiene siempre sus rasgos
distintivos.
 Oposición neutralizable: si pierden su validez distintiva en un
determinado contexto. No hay que confundir la neutralización
con el sincretismo: ésta es la no manifestación material de una
diferencia en el sistema, por ejemplo, la homofonía o la
polisemia no se distinguen formalmente en el sistema, aunque
se desambigüen en la cadena hablada.
En cuanto a la teoría del signo lingüístico, Karceuskij rechaza el isomorfismo de
Saussure: a un significante le puede corresponder más de un significado y viceversa.
Los planos del contenido y de la expresión se subdividen en funciones y en formas:
tampoco ellos son solidarios: a una misma función le puede corresponder más de un
aloforma.

NIVEL FORMA FUNCIÓN


(Plano de la expresión) (Plano del contenido)
Fonológico Fonos Fonemas
Morfológico Morfos Morfemas
Léxico Lexos Lexemas
Sintagmémico Sintagmas Sintagmemas
Oracional Esquema sintáctico- Esquema semántico-
oracional oracional
Textual Conjunto de esquemas Conjunto de esquemas
sintáctico-oracionales semántico-oracionales

AQUÍ MEKEDAO PORQUE ESTABA TORRAO, QUIZÁ HABRÍA QUE


RESUMIR MÁS

2.2.4.- Escuela danesa


La Glosemática fue fundada por Hjelmslev y cultivada hoy por los lingüistas de
Copenhague. Parte de dos principios postulados por Saussure: el de la estructura y el de
la inmanencia lingüística. Adopta como dirección de trabajo el método inmanente, que
tiene por objeto la lengua considerada como un texto infinito, cuya estructura hay que
definir. La Glosemática sería un "álgebra del lenguaje", que opera con instrumentos sin
nombre. Un elemento como la r no será definido por nociones fonéticas o fonológicas
alusivas a su sustancia, sino como forma pura. Como tal, la r se caracteriza como
fonema que no puede ser nunca inicial, que entra en grupo, que puede ser conmutada
por rr sólo en posición intervocálica y nunca en inicial o final, etc. Así quedará definida
la r funcionalmente y esa definición valdrá lo mismo para el lenguaje oral que para otro
sistema de transmisión. La Glosemática comprende dos partes: la Cenemática y la
Pleremática.
Identificada con Hjemlslev y Bröndal y con la Glosemática. Sus principios
fundamentales son:
 Lengua como forma, no como sustancia . La lengua es sólo la forma pura y
todo lo que presenta sustancia es uso.
 Expresión y contenido (en lugar de significante y significado ). Hjemlslev
distingue dos formas y dos sustancias para cada plano y afirma la analogía
estructural de ambos planos. Al plano de contenido o pleremático le
correspondería una sustancia (morfemas para la glosemática y semántica
tradicional) y una forma (pleremas para la glosemática y gramática
tradicional). Al plano de la expresión o cenemático le correspondería una
forma (cenemas para la glosemática y fonemas tradicionales) y una sustancia
(prosodemas para la glosemática y rasgos suprasegmentales tradicionales).
 Categorías, constituyentes y exponentes. Tanto en el plano del contenido
como en el de la expresión se distinguen dos categorías: constituyentes y
exponentes.

2.2.5.- Estructuralismo ruso.


Su máximo representante es MARR. Destaca la unidad dialéctica entre lenguaje y
pensamiento, unidad que se manifestará en primer lugar en el modo de estructurar las
oraciones. De ahí que concedan mayor importancia al plano sintáctico.

2.2.6.- Estructuralismo inglés.


Su máximo representante es FIRTH que considera que no puede haber semántica sin
morfología, ni morfología sin fonética, y, la fonética se debe agregar al estudio de los
demás niveles.
Distingue entre estructura y sistema. La estructura es sintagmática o combinatoria y
sistema el conjunto de los elementos que pueden presentarse en una posición
determinada de una estructura. Los determinante es la estructura; pero dentro de cada
sistema las unidades se entienden como estrictamente oposicionales.

2.2.7.- Estructuralismo norteamericano.


Tradicionalmente ha estado desvinculado de las teorías europeas y ha seguido
caminos propios.
Los precursores: Boas, Sapir, Whorf.
o Consideran que cada lengua manifiesta un análisis del mundo que le es específico,
que impone al hablante una manera de ver y de interpretar el mundo. En consecuencia
se ha de tener en cuenta la relación entre lengua y cultura.
o La forma del lenguaje se puede estudiar desde dos puntos de vista:
1. De los procedimientos gramaticales o expresión formal (cómo se combinan
los morfemas)
2. De la distribución de conceptos formalmente expresados (la combinación y
estructura de morfos y las categorías de morfemas).
o Elaboraron una tipología de las lenguas que toma en cuenta la naturaleza de los
conceptos expresados por una lengua y prescinde de criterios genéticos. Estos conceptos
los clasifican jerárquicamente en conceptos básicos (raíces o palabras), derivativos
(modificaciones de las palabras), concretos de relación (afijos o alternancias de la raíz)
o conceptos puros de relación (conjunciones, preposiciones).
o Se atribuye a Whorf la creación del concepto de alófono.
Leonard Bloomfield.
o Postulados para la ciencia del lenguaje. Comienza defendiendo el método de
definiciones y postulados para la presentación de una teoría lingüística.
o Antimentalismo. Desde el punto de vista lingüístico sólo interesan los rasgos
fónicos del acto de habla.
o El campo de la gramática. Hay un número finito de formas en la lengua.
1.     La forma mínima es un morfema y su significado un semema.
2.     Distinguimos entre formas libres y ligadas.
3.     Las forma libre mínima es la palabra.
4.     Una forma libre no mínima es la frase.
5.     Un formativo es una forma ligada que es parte de una palabra.
6.     Cuando una palabra no es forma mínima es una construcción morfológica.
7.     Una frase es una construcción sintáctica.
8.     Una construcción máxima es una oración.
9.     Posición es cada una de las unidades ordenadas en una construcción. La
posición sujeto sólo la rellenan sustantivos o equivalentes.
10.  Las posiciones que adopta una forma son sus funciones y todas las que realizan
la misma función se llaman clase funcional.
11.  La gramática será el conjunto de combinaciones significativas de formas.
o Clases de formas gramaticales. Habría:
A.     Oraciones tipo o monoremas. Sólo constan de una palabra.
B.     Construcciones, que pueden ser endocéntricas y exocéntricas.
C.     Sustituciones. Pronombres por ejemplo.
o Morfología. Es el estudio de construcciones que incluyen formas ligadas. Las
palabras complejas se dividen en:
I.   Primarias: derivadas, si contienen más de una forma ligada (act-or) o son
palabras-morfemas (mar).
II.   Secundarias. Compuestas si incluyen más de una forma libre (casaquinta) o
derivadas, si incluyen sólo una (marino). Los morfemas ligados en la derivación
secundaria son afijos (prefijos, sufijos, infijos).
El distribucionalismo.
o A partir de los fundamentos de Bloomfield.
o Wells desarrolla la teoría de los constituyentes inmediatos. Se trabaja sobre un
corpus y propone que la valoración de un análisis se base sólo en el sistema total de
constituyentes inmediatos de una lengua.
o Harris pretende establecer las operaciones que debe cumplir el investigador al
estudiar una lengua. Su análisis conduce a un sistema deductivo de enunciados que
hagan posible predecir las emisiones de una lengua.

2.3.- LINGÜÍSTICA TRANSFORMACIONAL.


Lleva el distribucionalismo hasta sus últimas consecuencias; sin embargo su
lingüística generativa contradice los dogmas distribucionalistas.
Reprocha al distribucionalismo el partir de un corpus finito de enunciados y el hecho
de que se limite a describir sin explicar.
Su originalidad reside en que intenta dar, no una lingüística general, sino una teoría
lingüística, rigurosamente científica, bajo presupuestos lógicos y matemáticos.
Los principios que rigen su pensamiento son:
I. Parten de la hipótesis innatista del funcionamiento y el origen del lenguaje.
II. Se ha de explicar la actitud del hablante para comprender mensajes no oídos
con anterioridad.
III. Se ha de considerar la existencia de una estructura profunda y una
superficial.
IV. Entre una y otra se dan una serie de transformaciones gramaticales.
V. Se ha de distinguir entre competencia o aptitud para generar y comprender
oraciones nuevas, y actuación o realización concreta de enunciados.
VI. Añadir el concepto de gramaticalidad (un hablante sabe, por su
competencia, si una oración es gramatical o agramatical). A este concepto se
añade el de competencia.
VII. Se puede generar un número infinito de oraciones correctas posibles.
Partiendo de una idea u oración elemental y aplicando reglas de reescritura
(que son finitas) llegaremos a la estructura superficial.
TEMA 2.- TEORÍAS LINGÜÍSTICAS ACTUALES.
1.- LOS PRECURSORES DEL ESTRUCTURALISMO.
1.3.- F. de Saussure.

2.- LA ESCUELA DE PRAGA.


1.1.- Presupuestos teóricos.
1.2.- Principios descriptivos.

1.3.- Conceptos instrumentales.

3.- LA GLOSEMÁTICA, O ESCUELA DE COPENHAGUE.


3.1.- El sistema semiótico y el concepto de lengua.
Para Hjelmslev todo lenguaje ha de basarse en una axiomática semiótica ideal,
abstracta, acrónica, innata, inmanente y anterior a todo sistema en cuanto lengua y
habla. El método inductivo de Praga y Saussure falla porque las realizaciones no son
más que manifestaciones secundarias de tal sistema. La Glosemática pretende una serie
de conceptos a priori que sean válidos para cualquier sistema de comunicación.
El sistema es el conjunto de relaciones finitas entre los elementos de un determinado
universo semántico: estos elementos no están ligados a objetos materiales sino que éstos
ya están asumidos como significaciones en el sistema: si los objetos materiales
desaparecieran, el sistema no lo haría, siendo estas relaciones asumidas por otros
elementos. El lenguaje se diferencia de otros sistemas de comunicación en que presenta
un sistema de signos analizables.
3.2.- El signo lingüístico.
Rechaza el psicologismo de Saussure porque es extralingüístico y porque el concepto
mental no es común a todos los hablantes, y, por tanto, se hace inestudiable. Con todo,
reconoce que el signo lingüístico, o glosema, lo conforman unas sustancias,
extralingüísticas e inestudiables y unas formas, que sistematizan tales sustancias
relacionándose con ellas por correspondencias: la sustancia del contenido es el correlato
amorfo de la concepción mental del mundo y se sistematiza en la morfosintaxis; la
sustancia de la expresión es el sonido que emiten los órganos fonadores, que se abstrae
en los fonemas de la forma de la expresión. Por eso, tanto la fonética como la semántica
son, según Hjelmslev, extralingüísticos.
Las unidades son una combinatoria de unidades mínimas y cada nivel se forma por la
unión de otras unidades de modo jerárquico. Tales unidades mínimas son:
Pleremática
(Plano del contenido)
Constituyentes o pleremas
Exponentes o morfemas
centrales
marginales
extensos
intensos
raíces
derivativos
verbales
nominales
Cenemática
(Plano de la expresión)
Constituyentes o cenemas
Exponentes o prosonemas
centrales
marginales
extensos
intensos
vocales
consonantes
sintonemas
acentos
3.3.- Sistema y decurso: las funciones.
Los decursos son los enunciados sobre los que se basa el estudio lingüístico para
describir el sistema. Toda comunicación lingüística, por su carácter lineal, presenta
como decurso una sucesión de signos encadenados: el estudio de las relaciones de un
signo lingüístico con los demás de su mismo decurso marca el conjunto de relaciones
sintagmáticas, o en presencia.
La relación que mantiene tal elemento con los que potencialmente pueden ocupar su
lugar se constituye en una relación paradigmática con el sistema, o en ausencia. Estas
relaciones son posibles en virtud del concepto de función: para que haya función tiene
que haber dos unidades en mutua dependencia: un cambio en una corresponde un
cambio en otra.
Las unidades se identifican por lo material, pero se definen por las funciones. Los
siguientes tipos de funciones se aplican a clases jerárquicas: texto, frase, palabra,...
 
Funciones En el decurso En el sistema
Interdependencia: dos Solidaridad Complementariedad
unidades se presuponen
mutua y biunívocamente.
Determinación: de las dos Selección Especificación
unidades, una es constante y
la otra, variable.
Constelación: ninguna Combinación Autonomía
presupone a la otra.

3.4.- Principios descriptivos.


Aceptan de Praga los principios y presupuestos de simplicidad, exhaustividad,
redundancia y de conmutación y añaden el test de la permutación: podemos ir
comprobando qué distribución tiene un elemento en el decurso. Cuando comprobemos
cuántas unidades tienen el mismo comportamiento podremos ir conmutando las unas
con las otras.
4.- EL ESTUDIO DEL SER DEL LENGUAJE: SAPIR Y WHORF.
La lingüística estadounidense nace con criterios prácticos: no intenta definir
teóricamente el signo lingüístico, como la europea, sino que pretende indagar en el ser
del lenguaje y describir de modo práctico las lenguas.
Así lo hacen Sapir y Whorf entre 1921 y 1956: para ellos el modelo ideal de lengua
está compuesto por un número determinado de unidades, por las relaciones entre ellas y
por otras, más generales, que hacen funcionar el sistema. El modelo ideal se conserva a
pesar del cambio en la materia fónica, de modo que dos lenguas, o dialectos
emparentados históricamente, pueden coincidir en el modelo ideal y divergir en su
realización, e incluso viceversa.
Ambos radicalizan lo social y sistemático de Saussure y la cosmovisión de
Humboldt. Sapir, en concreto, piensa que cada lengua es un modo distinto de concebir
la realidad y que cada pueblo tiene cosmovisiones distintas. Whorf añade que los
modelos lingüísticos van unidos de tal modo que las distinciones gramaticales y léxicas
corresponden a comportamientos obligatorios en la conducta: hay una relación solidaria
entre las estructuras lingüísticas y las conceptuales de la naturaleza cognitiva humana.
5.- BLOOMFIELD. EL DISTRIBUCIONALISMO.
5.1.- Bloomfield.
Acentúa el carácter práctico de la lingüística al centrase en la descripción de las
lenguas indígenas, que desconoce. Esto le llevó a estudios de campo y apoyarse en el
positivismo del Círculo de Viena y del behaviorismo: por un lado, solo se puede
describir lo que se conoce –por eso el significado queda fuera: supondría definir
científicamente todo lo conceptualizado– y, por otro, una estructura es una respuesta
provocada por un enunciado.
La lengua es una asociación de sonidos y significaciones: el significado es solo un
medio para intuir diferentes clases de elementos formales y formas lingüísticas. Tales
clases son:
 No significativas: no se asocian a significaciones pero las distinguen: los
fonemas
 Significativas: se asocian a significaciones. Se dividen en formas ligadas, si
no aparecen solas –los morfemas–, y libres si sí pueden hacerlo –palabras y
grupos de ellas–; si pueden guardar algún parecido entre ellas son formas
complejas –palabras y grupos de ellas– y si no, son formas simples –
morfemas–.
Una forma puede ser sustituida en un mismo punto del enunciado por una proforma,
constituyendo una clase: por ejemplo el adjetivo puede tener como proforma a una
oración de relativo: El niño rubio > El niño que tiene el cabello rubio.
A estas clases se llega por su distribución, o combinatoria en el enunciado, en
cuanto las formas son constituyentes inmediatos y finales de una clase inmediatamente
superior: así un morfema es constituyente inmediato de una palabra, que a su vez lo es
de una oración. Por eso el estudio de una lengua ha de partir de las formas inferiores, las
unidades no significativas, para llegar a las significativas y, de ahí, a los enunciados, o
construcciones sintácticas.
De este modo llega Bloomfield al concepto de construcción sintáctica, que se
diferencia de las unidades en que sus constituyentes inmediatos no pueden ser formas
ligadas. Los constituyentes inmediatos de una oración son núcleos o modificadores. A
su vez éstos pueden ser directos, si se unen al núcleo sin preposición o indirectos si lo
hacen con preposición.
Las construcciones sintácticas, por su parte, se dividen en endocéntricas si la
construcción, o uno de sus componentes pertenece a la misma clase que el núcleo; y
exocéntricas si no ocurre tal circunstancia combinatoria. Así, según él, todo sujeto que
sea sintagma nominal es una construcción endocéntrica, y un sintagma preposicional
será siempre exocéntrico.
5.2.- El distribucionalismo: Harris y Hockett.
Asumen y continúan los postulados de Bloomfield. Añaden que la lingüística es una
descripción de prescripciones para la descripción de las reglas de una lengua: mediante
la recogida y tratamiento de datos se sucede un estudio teórico-práctico de una serie de
procesos que conducen al descubrimiento de una gramática y de un código, o serie de
reglas, que hacen funcionar el sistema. Este estudio parte de la idea de distribución de
Bloomfiled.
Clasifican los tipos de distribución:
 Complementaria: dos formas no se encuentran nunca en los mismos
contextos y son representantes de una misma unidad.
 Contrastiva: dos formas pueden aparecer en los mismos contextos y no ser
representantes de una misma unidad.
 Alternancia libre: dos formas pueden aparecer en los mismos contextos y
ser representantes de una misma unidad.
5.- LA GRAMÁTICA GENERATIVA: CHOMSKY.
5.1.- Chomsky 57.
La lengua es un conjunto ilimitado de oraciones de largura finita que se sirven de
componentes finitos también. Entre éstas hay que eliminar las que no son gramaticales y
las inaceptables desde la perspectiva del hablante-oyente ideal de un sistema.
La gramática es la productora de secuencias con tres niveles: el oracional, el
transformativo y el morfonológico. El nivel oracional, o sintagmático, está formado
por un número finito de cadenas iniciales y de una cadena terminal. Ésta tiene unas
reglas finitas de reescritura, de orden fijo y universal: por ejemplo, Oración = Sintagma
nominal + Sintagma verbal. En todo nivel oracional se parte de una oración nuclear, que
es activa, afirmativa y enunciativa, y de cuyo indicador sintagmático parten todas la
transformaciones.
El nivel transformacional, comprende tales transformaciones, que pueden ser
simples, si operan sobre un solo indicador, o generalizadas, si lo hacen sobre más de
uno. Entre aquéllas están la obligatoria, que realiza la transformación de auxiliariedad
para el verbo –le añade los morfemas constitutivos–, y las opcionales: de pasiva,
interrogativa, negativa, de adición y elisión de elementos, de cambio de orden y de
sustitución por proformas. Las generalizadas son de nominalización: incrustan una
oración subordinada sustantiva en un sintagma nominal; y de coordinación, para las
coordinadas y el resto de subordinadas.
5.2.- Chomsky 65.
Insiste en reformular las reglas de la gramática tradicional bajo la forma de reglas de
reescritura. Tales reglas otorgan al hablante la capacidad de entender y emitir
secuencias conocidas e inéditas pero conformes con los criterios de aceptabilidad y
gramaticalidad. No le preocupa tanto definir las categorías y sus funciones sino cómo se
generan y ordenan a través de las reglas de reescritura.
Respecto al modelo anterior presenta una serie de novedades:
 Al componente sintáctico le añade las reglas de subcategorización, de
índole semántica, estrictas, para sustantivos, y de selección para verbos y
adjetivos: marcan la valencia combinatoria: por ejemplo, si pacer tiene como
regla de subcategorización semántica sujeto animal, se desvela como
agramatical *Los guardias pacen. El conjunto de subcategorizaciones de una
lengua conforman el lexicón sintáctico de la misma.
 Quedan las reglas simples opcionales de adición, elisión, sustitución y
permutación.
5.3.- El modelo estándar-extendido.
Añade a lo anterior las ideas de información nueva y añadida: lo marcado por la
entonación es el foco, mientras que lo no marcado es la presuposición. El significado
del foco coincide generalmente con el comentario (o rema), o información nueva. El
tópico (o tema), o información conocida queda relegada al segundo plano que supone la
presuposición.
Asume, por otra parte los casos semánticos que introdujo Fillmore en la Gramática
de Casos: experimentador, o paciente; actor, o agentivo; objeto, o parte que no es sujeto
afectada por la acción verbal; objetivo, o finalidad; instrumental; locativo y temporal.

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