El Género de

las políticas

Las voces de las mujeres en la

políticas públicas, relatos de una
experiencia

Clara Attardo
 Presentación de la obra

Este libro es una publicación de la tesis de maestría de la

autora, titulada “Las Voces de las Mujeres en las Políticas Públi-
cas”. Género, subjetividad y políticas públicas de promoción de
la salud. Municipio de Morón, Provincia de Buenos Aires, 2004-
2012. La misma es el trabajo final de la Maestría En Género,
Sociedad y políticas de FLACSO -Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales- Argentina PRIGEPP- Programa Regional de
Formación en Género y Políticas Públicas y fue dirigida por la
Dra. Debora Tajer.
El interés de publicar un libro con rescatando las voces de
las mujeres en las políticas públicas, parte de la necesidad de
aportar cientificidad al tema del género en las políticas locales,
con el objetivo de abrir un campo de visibilidad, que permita
fundamentar en qué medida son imprescindibles las políticas
de género para la transformación de pautas culturales inequi-
tativas. Considerando que las políticas serán efectivas en tanto
operen con continuidad en el tiempo y apelen e interroguen
aspectos de las subjetividades.
La política pública que en este trabajo se analiza, tiende a
intervenir sobre los mitos, estereotipos, creencias y costumbres
haciendo hincapié sobre la dimensión corporal como dimensión
fundamental de las subjetividades, en este caso de las mujeres.
Finalmente en la presente obra, se hace hincapié en que
a fin de generar cambios culturales, realizar capacitaciones o
formaciones en género es insuficiente, ya que los cambios que
promuevan mayores condiciones de autonomía, autocuidado
y ciudadanía en las mujeres requieren de abordajes integrales
con perspectiva de género, continuos en el tiempo, que con
voluntad política puedan formar parte de políticas instituyentes.
 “Es la voz de las mujeres, la conocemos, y podemos
convertirla en literatura, en escritura, para otorgarle
el poder, la palabra”.
Marcela Lagarde y de Los Ríos

Agradecimientos

Esta tesis ¡que hoy es un libro!, fue realizada con mucho

esfuerzo y compromiso personal y profesional.

A las Mujeres integrantes del Consejo Municipal de las Mu-

jeres de Morón.

A mi Directora de tesis y formadora Dra. Débora Tajer.

A Remedios García Muñoz por su asesoramiento.

A mi familia: Aníbal Lisosfsky y mi pequeña Julia Lisofsky

Attardo por estar siempre presentes. A mis padres y hermanes.

Finalmente, mi agradecimiento más especial es para Hele-

na Lisofsky Attardo, mi hija mayor que transitó que su madre
fuera Coordinadora del Consejo de las Mujeres de Morón, con
el esfuerzo personal y profesional que esto implicó cuando ella
nació y transitó sus primeros años. A vos ¡Helena!.
 Índice

Introducción........................................................................... 8

Justificación personal.......................................................... 15

Justificación social............................................................... 17

Consideraciones éticas....................................................... 19

Marco teórico....................................................................... 21

Metodología......................................................................... 45

Análisis del trabajo de campo.............................................. 53

Resultados......................................................................... 107

Conclusiones..................................................................... 113

Referencias....................................................................... 115

Anexo................................................................................ 121
 El Género de las políticas

Introducción

Morón es uno de los 135 municipios que integran la provin-

cia de Buenos Aires. Está ubicado en el centro del Área Metro-
politana de la provincia, al oeste de la Capital Federal.
Por su alto grado de concentración de habitantes y recursos
económicos, es uno de los principales centros urbanos del país
con un importante potencial de desarrollo social, comercial y
productivo.
La comuna está compuesta por cinco localidades, las cua-
les cuentan con accesos ferroviarios y carreteros a la ciudad de
Buenos Aires y los principales centros urbanos de la provincia.
Cuenta, además, con una amplia red de atención sanita-
ria, numerosos establecimientos educativos y una importante
cantidad de espacios culturales y recreativos. La ciudad cuenta
con una superficie de 55,6 km2, divididos en 3.520 manzanas
y una población de 321.109 habitantes con una densidad de
5.775 habitantes por kilómetro cuadrado.
Desde el año 2004 hasta 2012 (período en el que se cir-
cunscribe la presente tesis) el Municipio de Morón enmarcó sus
acciones en una gestión que ha otorgado una vital importancia
a las políticas de género en el plan de gobierno.
La incorporación de la perspectiva de género en el desarro-
llo de las políticas públicas del Gobierno local responde a la ne-
cesidad de garantizar la igualdad de oportunidades entre varo-
nes y mujeres. En ese marco, las acciones que se promovieron
desde la Dirección de Políticas de Género fueron transversales
e intentaron revertir la desigualdad en diversos ámbitos de la
vida pública y privada.
La implementación de dos “Planes de Igualdad de Oportuni-
dades entre varones y mujeres” (PIOs)1 y junto a otras activida-
1 La Dirección de Políticas de Género del Municipio de Morón realizó dos
Planes de Igualdad de Oportunidades: Plan de Igualdad de Oportunidades
9
 Clara Attardo
des que se desarrollaron desde el Estado local en articulación
con organizaciones de la sociedad civil, apuntaban en dicho
período a dar impulso a una convivencia democrática en el res-
peto a las diferencias.
En la presente tesis se trabajará sobre la experiencia del
programa Consejo Municipal de las Mujeres (CMM), pertene-
ciente a la Dirección de Políticas de Género. Se analizará el
periodo 2004-2012.
En el año 2004 se crea por decreto del entonces Intendente
Municipal, Martín Sabbatella, la Dirección de Políticas de Gé-
nero y entre sus principales acciones se encontró el Consejo
Municipal de las Mujeres.
El Consejo Municipal de las Mujeres se creó como un ám-
bito de participación y de promoción de la ciudadanía. En el
mismo, se promovió la organización de las mujeres a los fines
de aconsejar al Municipio acerca de las necesidades y proble-
mas que afectan a sus derechos e igualdad de oportunidades.
El CMM fue un órgano de gestión asociada entre el Munici-
pio y la comunidad. El espacio era abierto, y estaba destinado
a toda mujer que trabajara, viviera y/o se interesara por las pro-
blemáticas específicas de las mujeres de Morón.
En el mismo se trabajaba en pos de fortalecer el ejercicio
democrático, que favoreciera la incorporación de la perspectiva
de género en las políticas públicas.
El Consejo de las Mujeres se presentó como el órgano de
monitoreo y seguimiento de las propuestas e ideas comprendi-
das en los Planes de Igualdad de Oportunidades del Municipio
de Morón.
Durante el período que analiza la presente tesis (2004-
2012) ha sido estratégico, de acuerdo a los lineamientos esta-
blecidos por la Dirección de Políticas de Género, promover en
las mujeres que participaban del Consejo acciones vinculadas
a la toma de la palabra, la participación, generación de estrate-
entre varones y mujeres 2006-2008 y Plan de Igualdad de oportunidades
entre varones y mujeres 2010-2014. Más adelante se desarrollara este tema.
10
El Género de las políticas
gias para transversarlizar la perspectiva de género en el Muni-
cipio de Morón.
A modo de ejemplo en el año 2011, las integrantes del Con-
sejo, en el marco del análisis y monitoreo del segundo Plan
de Igualdad de Oportunidades, llevaron adelante una investiga-
ción a la que llamaron “Atención primaria de la Salud: sobre el
buen trato en la salud de las mujeres”. La misma constó de en-
trevistas semi-estructuradas realizadas a usuarias en las salas
de espera de los Centros de Atención Primaria de la Salud y en
el Hospital Municipal. Esta investigación arrojó información que
al ser presentada al funcionariado, permitió generar mejoras en
la calidad de atención de las mujeres y a su vez tendió a fortale-
cer en las integrantes del Consejo la capacidad de transformar
la queja (que en muchos casos se realiza al Estado) en pro-
puestas concretas de acción. Este proceso promovió además
la posibilidad de tomar la palabra, de repensar sus derechos
ciudadanos y apropiarse de sus derechos en salud reflexionan-
do sobre la importancia del autocuidado.
Se ha seleccionado este programa local, para realizar el
presente proyecto de tesis de maestría, ya que por un lado
quien suscribe ha coordinado el Consejo Municipal de las Mu-
jeres durante 2010 y 2012, y pertenecido al staff de la Dirección
de Políticas de Género entre 2007 y 2012. La experiencia pro-
fesional en estos ámbitos ha permitido a la autora de la presen-
te tesis identificar que muchas mujeres que participaban del
espacio mencionado, formando parte de sus propuestas, ma-
nifiestan que cuestiones vinculadas a sus subjetividades han
experimentado cambios importantes a partir de formar parte de
estos espacios: mencionan que durante el periodo en que han
transitado el CMM se ha incrementado su capacidad de partici-
pación ciudadana, la posibilidad de decidir sobre sus cuerpos,
de tomar la palabra, de ejercer sus derechos, entre otros.
El Consejo de las Mujeres de Morón estaba compuesto por
mujeres de una amplia diversidad etaria. Asimismo existían
entre ellas diferencias de clase social, de orientación sexual,
política y religiosa.
11
 Clara Attardo
Dichas diferencias se han puesto permanentemente en jue-
go en el programa, que ha atravesado conflictos, quiebres y
cambios a lo largo del tiempo. Sin embargo la política pública,
sostenida en parte por la voluntad política del Municipio de Mo-
rón, la grupalidad y el compromiso explicito de las mujeres por
lograr la equidad de género de las mujeres de Morón ha permi-
tido transitar estas vicisitudes. Es decir que la tarea y el objetivo
compartido hacen que el Consejo siga funcionando hasta el día
de la fecha.
El Consejo de las Mujeres de Morón es creado formalmente
por la Ordenanza Municipal Nº 9102/2007. La misma estableció
como puntos centrales:
• El Consejo Municipal de las Mujeres tendrá como ob-
jetivo generar un espacio de carácter consultivo y par-
ticipativo, de carácter no vinculante, que tendrá como
premisa el pluralismo, la horizontalidad y la participa-
ción democrática descentralizada y sin sometimientos
a estructuras jerárquicas. El Consejo Municipal de las
Mujeres se organizará en plenarios y comisiones temá-
ticas, con el fin de generar proyectos en co-gestión con
la Dirección de Políticas de Género, y otras áreas del
Municipio.
• Serán funciones del Consejo Municipal de las Mujeres:
a) Asesorar al Departamento Ejecutivo acerca de las
problemáticas y necesidades de las Mujeres de Morón,
para propiciar una mejor calidad de vida de las mismas.
b) Proponer planes, programas y acciones a desarrollar
por el Departamento Ejecutivo.
c) Monitorear la inclusión de la Perspectiva de género
en los diferentes programas y proyectos llevados a cabo
por el Departamento Ejecutivo.
d) Promover la toma de conciencia comunitaria sobre
la Igualdad de Oportunidades entre varones y mujeres.
e) Difundir la existencia y accionar del Consejo Muni-
12
El Género de las políticas
cipal de las Mujeres a través de las diversas vías de
comunicación.
f) Participar del accionar de las Organizaciones Socia-
les de la Comunidad, que trabajen con perspectiva de
género, vinculadas a problemáticas que afecten a las
mujeres.
g) Promover la realización de convenios entre el Munici-
pio y otros organismos públicos, que favorezcan la apli-
cación de los distintos regímenes legislativos existentes,
relacionados con la perspectiva de género.
h) Motivar la capacidad crítica de las mujeres del Partido
de Morón, promoviendo el ejercicio de una ciudadanía
plena, desde una perspectiva de género.
i) Promover el espacio del Consejo de las Mujeres, como
un lugar de referencia.
j) Promover la participación activa, favoreciendo la toma
de decisiones y facilitando el uso de la palabra de todas
las mujeres.
k) Generar espacios de capacitación permanente que
posibiliten una mayor accesibilidad de la información.
El Consejo Municipal de las Mujeres estará integrado por
mujeres interesadas en la problemática de género que perte-
nezcan o no al Partido de Morón, sin discriminación de etnia,
elección sexual, edad, religión, ideología política o estrato so-
cial.
Operativamente el CMM funcionaba, en el período analiza-
do, dividido en dos grandes comisiones:
La comisión de Consejeras: participaron mujeres entre 40
y 80 años. Allí se analizaron y monitorearon los Planes de Igual-
dad de Oportunidades, se generaron propuestas al Municipio,
se organizaron capacitaciones, campañas de sensibilización
en salud, cultura, contra la violencia de género, entre otras.
El lugar de reuniones de trabajo era el Centro Vivir Sin Vio-
13
 Clara Attardo
lencia ubicado en Morón Centro.
La comisión de Juventud: estaba integrada por adoles-
centes y jóvenes de hasta 30 años. Sus actividades se basaban
en generar talleres, fútbol femenino, capacitaciones y campa-
ñas destinadas a jóvenes contra la violencia de género, salud
sexual, diversidad sexual. También llevaron a cabo grupos de
lectura de autoras/es como Simone de Beauvoir, Beatriz Pre-
ciado y Judith Butler. El lugar de reunión era La Casa de La
Juventud ubicada en Morón Sur.
Ambos espacios estaban divididos por franjas etarias e in-
tereses. Si bien se promovía que ambas comisiones monito-
rearan los Planes de Igualdad, la Comisión de Juventud mani-
festaba otro tipo de inquietudes, requiriendo de metodologías y
dispositivos específicos para transversalizar la perspectiva de
género. Por ejemplo se articulaba con la Dirección de Juven-
tud, de Deportes y de Cultura para realizar diferentes acciones.
Cabe destacar que las mujeres de ambos espacios con-
fluían en plenarios, campañas, marchas, viajes a encuentros
Nacionales de Mujeres, entre otras acciones colectivas.
El presente trabajo recoge las experiencias de las mujeres
participantes de ambas comisiones de trabajo así como de las
funcionarias municipales que han tenido el rol de coordinación
del mencionado programa.
Cada comisión tenía objetivos generales compartidos,
plasmados en la mencionada Ordenanza Municipal, pero de
acuerdo a las características de cada espacio e inquietudes
se organizaban objetivos
específicos diferenciales,
así como dispositivos de
intervención específicos.
Esto implicaba un esfuer-
zo técnico con metodolo-
gías participativas para
planificar las acciones.

14
 El Género de las políticas

Justificación personal

Es de interés para la presente obra, dar cuenta de cómo el

expertice y entrenamiento técnico que ha adquirido la autora de
la misma en el recorrido por la Maestría en Género, Sociedad
y Políticas de Prigepp-Flacso han sido herramientas eficaces
para la intervención en la arena de las políticas de género lo-
cales.
Estas herramientas sumadas a la formación de la autora de
la tesis en el campo de la subjetividad como docente e investi-
gadora de la Cátedra Introducción a los Estudios de Género de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y
como ex integrante de la Residencia Interdisciplinaria de Edu-
cación para la Salud2, se expresaron en las intervenciones con
las mujeres del Consejo de Morón con el objetivo de planificar,
desarrollar y evaluar políticas públicas tendientes a la transfor-
mación de las mujeres, promoviendo su salud, entendida en
términos de potenciar su autonomía, ciudadanía y autocuidado.
La presente tesis de maestría se propone visibilizar y siste-
matizar que el proceso de transformación de un grupo de muje-
res tiene relación con la rigurosidad técnica, la decisión política,
los recursos financieros y la perdurabilidad en el tiempo de un
programa tendiente a la equidad de género que propone y po-
tencia la participación y toma de decisiones de las mujeres en
todas las líneas de intervención del mismo.

2 La Residencia Interdisciplinaria en Educación para la Salud es una forma-

ción en servicio desarrollada por la Dirección de Capacitación y Desarrollo
del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cuyo objetivo es la formación
especializada en educación y promoción de la salud; así como la gestión de
políticas sanitarias.
17
 El Género de las políticas

Justificación social

Es intención de este trabajo promover que esta experiencia

se pueda replicar como una buena práctica, extender esta ta-
rea a diferentes ámbitos de intervención políticos y por lo tanto
que sea de utilidad práctica a los fines de desarrollar políticas
públicas que promuevan la equidad de género. El principal re-
sultado esperado del siguiente análisis y sistematización es
aprender de la experiencia (Bonder, 2005).

19
 El Género de las políticas

Consideraciones éticas

Las mujeres entrevistadas han firmado un consentimiento

informado donde se explicita el objetivo de la presente investi-
gación, así como el resguardo de sus datos personales, para
garantizar los aspectos éticos de este trabajo.

21
 El Género de las políticas

Marco teórico

En el siguiente apartado se establecerán puentes y tensio-

nes entre dos campos conceptuales complejos como son las
políticas públicas con perspectiva de género y el campo de la
subjetividad.
Dichos puentes son el tronco que junto a los desarrollos en
promoción de la salud fundamentarán el análisis de las entre-
vistas realizadas, a fin de lograr visibilizar y describir posibles
transformaciones en las subjetividades femeninas, en mujeres
que participaron con continuidad en políticas públicas que las
incluyeron en sus formulaciones, monitoreos y evaluaciones.
Como marco conceptual para abordar la presente tesis,
sobre el rol del Consejo de las Mujeres en las políticas públi-
cas locales y sus posibles consecuencias en las subjetividades
de las mujeres que participan en este programa, es de interés
describir cómo la equidad de género se llega a convertir en un
tema de debate y agenda en las políticas públicas municipales
y cómo se interviene desde allí.

Políticas públicas
Las políticas públicas son el resultado de procesos que se
inician en distintos espacios de la sociedad, donde se constru-
yen y definen los problemas que se consideran objeto de estas
intervenciones. En el análisis de una política pública se plantea
el interrogante, entonces, respecto de las relaciones entre el
Estado y la sociedad, así como el funcionamiento de la demo-
cracia y la participación de los/as sujetos en la definición de los
problemas públicos y en el diseño de estrategias políticas de
intervención.
Fortalecer la democracia desde el Estado implica construir

23
 Clara Attardo
políticas públicas que respondan a las demandas de distintos
grupos de la sociedad y sean capaces de dar seguridad y bien-
estar a la población. Por otra parte, implica crear canales de
participación para asegurar que los/as diversos/as integrantes
de la sociedad puedan expresar sus intereses y necesidades
para que sean procesados por el sistema político (Montaño Vi-
rreira, 2007).
Políticas de género
Las políticas de género en el Estado tienen su correlato
en la legitimidad que el movimiento de mujeres ha logrado en
los últimos años, así como la creciente inserción de mujeres
militantes feministas, formadas política y técnicamente, en las
instituciones públicas. Muchas mujeres se insertan en roles
jerárquicos, así como en lo equipos técnicos, dicha inserción
fortalece la posibilidad de pugnar para plasmar la agenda de
género, muchas veces en los intersticios y quiebres que ofrece
el Estado, como organización política.
Dicha construcción es compleja e implica la interrogación a
las relaciones de poder entre los géneros, también dentro de
las instituciones (Guzmán, 1998).
Existe la complejidad de buscar nuevas formas de hacer
política, tendiendo a la igualdad de oportunidades entre los dis-
tintos actores/as sociales y la interlocución entre ellos/as. La
inserción del feminismo en el Estado no es sin resistencias y
conflictos ya que busca afectar los mecanismos que traban la
igualdad de oportunidades entre los géneros.
En este caso la decisión política, el presupuesto asignado,
la conformación de equipos de trabajo idóneos, la articulación
con la agenda de las organizaciones sociales de mujeres y la
ciudadanía son fundamentales para que la agenda de género
pueda existir realmente.
Su legitimidad y autoridad deriva de las posibilidades de
independencia de los juegos de poder o de alianzas políticas
coyunturales y de su convocatoria a las mujeres interesadas en
24
El Género de las políticas
influir en los quehaceres del Estado, entendiendo que a través
de las políticas públicas pueden beneficiarse no solo las muje-
res organizadas sino también la amplia mayoría no organizada
(Guzmán, 1998).
Haciendo un poco de historia
Durante la segunda mitad del siglo XX tuvieron lugar políti-
cas principalmente asistenciales de apoyo a las mujeres (Ros-
enfeld, Hipertexto PRIGEPP Programación, 2007), denomina-
das estrategias Mujer en el Desarrollo (MED), posteriormente
avanzando en su complejidad, se ha conformado una estrate-
gia tendiente a efectivizar los derechos de las mujeres en un
contexto más amplio, teniendo en cuenta las inequidades de
poder entre los géneros en nuestras sociedades. Este paradig-
ma que pone en juego los intereses estratégicos de las mujeres
se denomina Género en el Desarrollo (GED).
Desde ese paradigma se pensará, en el presente trabajo, la
efectivización de los derechos en las políticas de promoción de
la salud con perspectiva de género.
Es un desafío construir políticas que conlleven a la concre-
ción de la igualdad de oportunidades sociales entre varones
y mujeres, es decir estrategias más vinculadas al paradigma
GED.
Es central tener como norte de las acciones la posibilidad
de promover la institucionalización de la perspectiva de género
atravesando todas las instancias de formulación de una política
pública, desde la planificación hasta la evaluación de proce-
sos y resultados (Bonder, Hipertexto PRIGEPP Programación,
2007, 2.1). En este sentido el concepto de mainstreaming de
género, brinda herramientas para planificar acciones que bus-
quen modificar el orden de género preexistente en las institu-
ciones sociales (Bonder, Hipertexto PRIGEPP Programación,
2007, 2.1) mainstreaming de género puede ser entendido como
un proceso técnico y político que requiere de una transforma-
ción estructural en los distintos niveles institucionales en la cul-
25
 Clara Attardo
tura organizacional y en las maneras de pensar de los actores/
as que la conformaban (Bonder, Hipertexto PRIGEPP Progra-
mación, 2007, 2.1).
Muchas veces como “puerta de entrada” para la realización
de estos cambios, puede resultar estratégico (y frecuentemen-
te urgente) trabajar con el enfoque MED, pero orientando las
acciones desde la perspectiva de género en el campo de las
políticas públicas, se debe perseguir el objetivo de subvertir las
relaciones desiguales de poder entre los sexos.
En esta línea de conceptualización, focalizando en el cam-
po de las políticas públicas tendientes a la equidad de géne-
ro y promoción de la salud, pueden mencionarse los enfoques
comparativos y diferenciales entre el denominado MSD -Mujer
Salud y Desarrollo- y el de GSED -Género, Salud y Desarrollo-
(Arango Panesso, 2000).
En el enfoque de GSED se conciben las relaciones de po-
der, subordinación y división sexual del trabajo como una cau-
sa de inequidades sociales, culturales, económicas, subjetivas,
entre otras.
Enlazado al enfoque GSED en la presente tesis se vincu-
lará a las políticas de género con el concepto de promoción
de la salud, dada la capacidad promotora de transformaciones
subjetivas de las mujeres que participan en ellas.
El CMM será analizado en la presente tesis, como una ex-
periencia capaz de establecer puentes entre las políticas pú-
blicas de género y su potencia promotora de la salud integral
a través del fortalecimiento de las capacidades de autonomía,
ciudadanía y autocuidado de las mujeres que participaban en
las mismas.
Promoción de la salud
El concepto de promoción de la salud parte de un movi-
miento surgido en las décadas del 60 y 70 en el marco de los
Estados de bienestar, como respuesta a la reducción de las ac-
ciones sanitarias a aspectos meramente asistenciales, con pre-
26
El Género de las políticas
eminencia del modelo biomédico de alta especificidad y costo
económico (Czeresnia, Machado Freitas, 2006).
Una de las estrategias de dicho movimiento es el concepto
de promoción de la salud, surgido en los años 80 en países
industrializados de cobertura universal de salud, como Canadá
especialmente. Dicho concepto hace hincapié en el impacto de
las condiciones de vida sobre los procesos de salud - enferme-
dad - atención de las poblaciones. En este sentido se concibe a
la salud como un proceso complejo condicionado histórico-so-
cialmente y atravesado por tensiones, resistencias y relaciones
de fuerza inherentes a las tramas de poder que se manifiestan
en y entre los diversos grupos sociales. De este modo en 1986
se realiza la I Conferencia Internacional de promoción de la
salud en Ottawa, dicha conferencia es considerada fundacional
en lo que respecta al movimiento de promoción de la salud en
el mundo.
La carta de Ottawa (1986) define la promoción de la salud
como:
La promoción de la salud consiste en proporcionar a
los pueblos los medios necesarios para mejorar su sa-
lud y ejercer mayor control sobre la misma. Para alcan-
zar un estado adecuado de bienestar físico, mental y
social un individuo o grupo debe ser capaz de identificar
y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus necesida-
des y de cambiar o adaptarse al medio ambiente. La
salud se percibe pues, no como el objetivo, sino como
la fuente de riqueza de la vida cotidiana. Se trata por lo
tanto de un concepto positivo que acentúa los recursos
sociales y personales así como las aptitudes físicas.
Por consiguiente, dado que el concepto de salud como
bienestar trasciende la idea de formas de vida sanas, la
promoción de la salud no concierne exclusivamente al
sector sanitario.
Esta perspectiva requiere de políticas públicas intersec-
toriales, ya que desde este marco se concibe a la salud en
27
 Clara Attardo
términos amplios cuya efectivización excede al sector que la
involucra directamente, es decir que tiende a fomentar la cons-
trucción de estrategias integrales, con la participación de diver-
sos sectores, que tendrán como desafío negociar y concertar
intervenciones que viabilicen la construcción de procesos pro-
mocionales de la salud. Esta incumbencia de la promoción de
la salud se entrama con el objetivo de favorecer el respeto por
la singularidad y fortalecer la autonomía de los/as sujetos/as.
Para ello es necesario impulsar medios de vida saludables
que según la mencionada Carta de Ottawa incluyen aspectos
como la paz, la justicia social, la igualdad entre los géneros, el
acceso a una vivienda digna, un ecosistema protegido, entre
otros.
Desde esta tesis se plantea que cuando se aplica la pers-
pectiva de género en las políticas de salud con una mirada en
el campo de la subjetividad, es fundamental incorporar un en-
foque integral que contemple las necesidades específicas de
la salud de los géneros, que se atiendan las inequidades y que
se analicen los determinantes socio subjetivos de género. Para
esto es central focalizar en la promoción de la salud, en tanto
potencial herramienta para construir ciudadanía, promover la
autonomía y el autocuidado.
Por lo tanto se plantea la importancia de tender a generar
cambios culturales y subjetivos y no sólo cambios de hábitos
individuales fomentados desde campañas informativas y/o ca-
pacitaciones.
En la presente tesis interesa identificar que el Consejo Mu-
nicipal de las Mujeres perteneciente a la Dirección de Políticas
de Género, a través de sus acciones como programa, tendió a
promover la salud de las mujeres, considerando a la promoción
de la salud como un concepto amplio, en tanto proporciona he-
rramientas a las mujeres que participan de sus acciones para la
ampliación de sus derechos y construcción ciudadana.
Tendiendo a conceptualizar a la promoción de la salud des-
de una apertura epistemológica (Bang C., 2014) donde se con-
28
El Género de las políticas
ciba a la misma como promotora de la participación, la creati-
vidad y la multiplicación de redes de contención comunitarias.
Por lo tanto la presente tesis se propone identificar si las
acciones del CMM pudieron actuar como promotoras de la sa-
lud de las mujeres en tanto hayan tendido a facilitar procesos
individuales y colectivos de transformación.
El CMM buscó la inclusión de las acciones promotoras de
la salud integral en el ámbito público, en la planificación de po-
líticas de género, y construcción de estrategias como el moni-
toreo de los Planes de Igualdad de Oportunidades, espacios
de capacitación y debate, así como acciones comunitarias de
sensibilización contra la violencia de género.
La presente tesis pretende identificar si el proceso de parti-
cipación comunitaria de las mujeres en la planificación, gestión
e implementación de estas acciones impactó en las mujeres
contribuyendo a que construyan redes, se posicionen como
ciudadanas y como referentes comunitarias, apropiadas de sus
derechos.
Asimismo las acciones del CMM buscaron fortalecer las
subjetividades de las mujeres que participaban (estas estrate-
gias se fortalecieron en el proceso en que el CMM fue coordi-
nado por quien suscribe la presente tesis), a fin de potenciar
su autoestima, promoviendo la apropiación de la palabra, del
cuidado de su salud; esto las define como políticas promotoras
de la salud (Stolkiner y Solitario, 2007).
En esta línea de pensamiento, el Movimiento de Medicina
Social/Salud Colectiva propone una referencia creciente a la
idea de promoción de la salud asociada a un conjunto de valo-
res colectivos como la vida, la salud, la equidad, la democracia,
la ciudadanía, el desarrollo, la participación y asociación (Cze-
resnia y Freitas, 2006).
En ese marco la promoción de la salud propone la valora-
ción del saber, los intereses y las necesidades de la ciudadanía
para formular y desarrollar políticas que a mediano y largo pla-
zo transformen estructuras desiguales, e inequitativas; fortale-
29
 Clara Attardo
ciendo los lazos colectivos y promoviendo el empoderamiento
individual (Attardo, 2015).
Desde esta corriente se toma la idea de promoción de la
salud referida al fortalecimiento de la capacidad individual y co-
lectiva de las mujeres para afrontar la multiplicidad de condi-
cionantes, especialmente de género que limitan la salud y las
condiciones de vida. Estas concepciones amplían el paradigma
bio-médico para entender la salud, considerando a la misma de
manera integral, promotora de autonomía, ciudadanía y auto-
cuidado.
La perspectiva de género aplicada al campo de la promo-
ción de la salud permite visibilizar las necesidades, intereses,
recursos y estrategias que en este caso las mujeres, ponen en
juego de manera específica en sus comunidades expresados
en condiciones de vida, barreras para el acceso a la salud y
a la posibilidad de vivir una vida sin violencias, a la toma de
decisiones sobre su cuerpo, al conocimiento, apropiación y sa-
tisfacción de sus derechos; a la posibilidad de priorizar su salud
como expresión de autoestima y autonomía.
El concepto de interseccionalidad permite complejizar este
abordaje; en tanto el análisis interseccional busca abordar las
formas en las que el racismo, el patriarcado, la opresión de cla-
se y otros sistemas de discriminación crean desigualdades que
estructuran las posiciones relativas de las mujeres. La inter-
seccionalidad toma en consideración los contextos históricos,
sociales y políticos y también reconoce experiencias individua-
les (Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo,
2004).
En este sentido CMM desarrolló acciones promotoras de
la salud que buscaban un cambio en las vidas de las mujeres
participantes; entendiendo a las mismas en su diversidad de
clases sociales, generaciones, orientaciones sexuales, étnicas
y culturales. Estas dimensiones se han manifestado a través
de conflictos grupales o siendo barreras para la participación
de las mujeres a las acciones que proponía el CMM. Estas
barreras han intentado sortearse desde con una perspectiva
30
El Género de las políticas
interseccional: promoviendo estrategias barriales y descentra-
lizadas de participación, en diversos días y horarios así como
acciones específicas de acuerdo a las edades y posibilidades
de las participantes.
El proceso de trabajo con las mujeres no ha sido sin con-
flictos, obstáculos, inquietudes y barreras. Pero es necesario
visibilizar que estos elementos fueron parte del proceso políti-
co de construcción de la participación política y ciudadana; en
este caso de las mujeres. Muchas de ellas transitando a la vez
procesos íntimos de interrogación y conflicto con sus propias
creencias y modos de vivir, visibilizando al mismo tiempo las
violencias que han sufrido en diferentes ámbitos.
El conflicto grupal e intra subjetivo (Tajer, 2009) formó par-
te constante del proceso de trabajo del CMM; esto implicó un
desafío en la planificación de las acciones; que muchas veces
implicaban la contención individual de muchas mujeres que
empezaron a sentir que sus vidas personales, familiares, ba-
rriales y laborales comenzaban a cambiar en pos de vivir una
vida más justa en términos de género.
Este trabajo ha requerido tiempos prolongados de interven-
ción como posibilidad de la permanencia del trabajo local, terri-
torial, con un grupo estable de mujeres para la generación de
vínculos, redes que aportaron a la planificación de acciones te-
rritoriales específicas. Asimismo dado que el trabajo participati-
vo se propuso generar y sostener transformaciones individuales
en la autoestima, en la toma de la palabra, en la dimensión de
la corporalidad; en el conocimiento de las herramientas públi-
cas municipales para resolver situaciones; así como la creación
y fortalecimiento de recursos personales para afrontar la vida;
esto no es posible con acciones puntales, aisladas y dispersas
sino que implica planificar políticas públicas participativas de
promoción de la salud y ampliación de la ciudadanía de las
mujeres a mediano y largo plazo. (Bang 2014; Attardo, 2015).
El CMM se ha propuesto, a través de sus acciones, pro-
mover el cuidado asociado al placer, la alegría y las relaciones
comunitarias entre las mujeres (Merty, 2006).
31
 Clara Attardo
El Municipio de Morón y las políticas de género promoto-
ras de la salud de las mujeres
Las políticas de género implementadas por el Municipio de
Morón tuvieron, en el período analizado, una fuerte impronta
de inserción local y territorial a través del Consejo Municipal de
las Mujeres.
Esta impronta territorial, se produjo sobre la base del pro-
ceso de descentralización que aconteció en la década del los
90 y principio del 2000 en diversos Municipios del Conurbano
bonaerense.
El Municipio de Morón en el año 1995 se dividió en tres
nuevos municipios, a partir del tradicional Morón: Morón, Hur-
lingham e Ituzaingó. De modo que el Municipio de Morón se
redujo territorialmente y presupuestariamente asumiendo una
mayor autonomía presupuestaria respecto de la Nación. Di-
cho proceso fue complejo ya que si bien se contó con recursos
financieros limitados para llevar adelante la gestión; fue una
oportunidad para generar políticas públicas promotoras de la
ampliación de ciudadanía y derechos (Tajer, 2001).
En el año 1999, con la gestión del entonces intendente Mar-
tín Sabbatella se inició un proceso de gestión local concebido
como una oportunidad, que incluyó a los movimientos y organi-
zaciones de mujeres locales (como la organización Mujeres al
Oeste, por ejemplo) para trabajar en pos de incluir los intereses
de las mujeres en las nuevas políticas locales.
Este escenario fue complejo ya que se contó con escases
de recursos financieros cuya principal fuente de financiamiento
fue la recaudación impositiva local3, pero a la vez el Municipio
de Morón aprovechó esta autonomía para llevar adelante una
agenda que tuvo a las Políticas de Género entre sus principales
3 Cabe explicitar que en casi todo el período que la presente tesis analiza,
2004 hasta fines de 2011, el Municipio de Morón tuvo un posicionamiento po-
lítico opositor al gobierno Nacional y Provincial, respondiendo políticamente
a un partido vecinal llamado Nuevo Morón. Esto implicó dificultades para el
acceso al financiamiento de las políticas públicas de dicho Municipio, cuya
principal fuente financiera fue la recaudación impositiva Municipal.
32
El Género de las políticas
lineamientos estratégicos.
El CMM se crea en el año 2004, como parte de la Dirección de
Políticas de Género, con una concepción sobre la participación
pública de las mujeres innovadora y crítica respecto de los
roles tradicionales de las mujeres en la participación política.
Es decir se promovió que las mujeres sean protagonistas de
políticas que tiendan a su empoderamiento, la recuperación de
sus intereses y necesidades, transformándolas en referentes
locales para otras mujeres.
La Dirección de Políticas de Género, a la que perteneció el
programa Consejo Municipal de las Mujeres, nació como parte
de la Secretaría de Salud del Municipio de Morón; tomando un
concepto amplio de salud que la ubicaba como uno de los com-
ponentes para el logro de ciudadanía plena, autonomía (Tajer,
2001) y capacidad de transformar las condiciones de vida de
las mujeres de Morón. Es decir que el CMM se crea enten-
diendo la inequidad de género como un determinante en salud,
que impacta en las mujeres a través de la violencia, la falta de
autonomía, entre otros.
En este sentido se identificó al ámbito local como un es-
pacio privilegiado para llevar adelante estrategias de empode-
ramiento femenino. Posiblemente la cercanía territorial, el re-
fuerzo de un sentimiento identitario barrial y la inauguración de
mecanismos descentralizados de participación a través de las
UGC (Unidades de Gestión Comunitarias) favorecieran el ac-
ceso de las mujeres y las organizaciones a la participación en
las políticas locales (Tajer, 2001).
Políticas públicas locales como el Presupuesto Participati-
vo, los Planes de Igualdad de Oportunidades, el Centro Mu-
nicipal de Asistencia a Mujeres víctimas de violencia-Vivir sin
Violencia, el CMM y la promoción del viaje al encuentro Nacio-
nal de Mujeres4 destinado a todas las mujeres de Morón que
4 El Presupuesto Participativo fue una política pública mediante la cual veci-
nos y vecinas proponían, definían y votaban proyectos de interés para que
se les asigne un presupuesto y sean desarrollados.
Los Planes de Igualdad de Oportunidades entre varones y mujeres (PIOs I y
33
 Clara Attardo
desearan participar; fueron fuertes estrategias que se propo-
nían promover la construcción de ciudadanía; que prolongados
en el tiempo funcionaron como mecanismos inclusivos de las
mujeres, sus intereses y necesidades a la participación en las
políticas públicas locales.
La participación de las mujeres
Es de interés plantear cual era el marco conceptual que se
manejaba desde la Dirección de Políticas de Género y particu-
larmente desde el CMM. Es importante destacar que las funcio-
II) fueron ejes rectores de las políticas de género del Municipio de Morón, los
mismos ponían en agenda la necesidad de revertir situaciones de discrimi-
nación e inequidad vinculados a las desigualdades de poder y oportunidades
entre los géneros; estableciendo lineamientos y acciones para las diferentes
áreas municipales así como la metodología de implementación, monitoreo y
evaluación de la transversalidad de género en cada áreas municipal (Guz-
mán, Hipertexto PRIGEPP Políticas, 2007, 3.2).
El Municipio de Morón contó con dos planes 2006-2008 y 2010-2014. Los
mismos se propusieron impactar en los diferentes ámbitos de gobierno y la
vida política generando cambios culturales. El CMM fue uno programas en-
cargados de decidir sobre las líneas de acción de los PIOS así como monito-
rear su implementación.
Las integrantes del CMM tomaron públicamente la palabra para realizar la
presentación de sus propuestas de monitoreo al funcionariado municipal.
El centro municipal de asistencia a mujeres en situación de violencia machis-
ta-Vivir sin Violencia, es un centro que asiste de manera gratuita a mujeres
que vivan violencia de género, sean de Morón o de otros Municipios.
El Encuentro Nacional de Mujeres se realiza en Argentina desde el año 1985,
el mismo promueve la participación de las mujeres de todo el país que de
modo autoconvocado, horizontal, federal, autofinanciado, plural y democráti-
co permitiendo que las mujeres reunidas en modalidad de talleres intercam-
bien sobre sus vidas, experiencias y luchas. Los Encuentros Nacionales de
Mujeres se proponen contribuir a encontrar los caminos para resolver pro-
blemáticas colectivas e individuales, marcando una fuerte impronta en las
agendas feministas de las organizaciones, la vida cotidiana de las mujeres
y haciendo presión “desde abajo” para la efectivización de políticas públi-
cas con perspectiva de género en el Estado. La presente tesis recomienda
ver un documental Encuentro Nacional de Mujeres, 2012, en el mismo las
mujeres del CMM dan su testimonio y puede vérselas en acción. Dicho docu-
mental puede verse a través del link: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/
ver?id=119406. La participación de las mujeres del CMM en los Encuentros
Nacionales era una estrategia deliberada y financiada en parte por el Munici-
pio de Morón tendiente a promover el empoderamiento, toma de la palabra y
ejercicio ciudadano de las mismas.
34
El Género de las políticas
narias encargadas de dirigir y coordinar ambas instancias en su
mayoría eran de profesión psicólogas, formadas conceptual-
mente en Estudios de Género, por lo cual el paradigma con el
que se programaban las acciones y se convocaba a la partici-
pación de las mujeres trataba de promover el empoderamiento
político de las mismas.
La participación de las mujeres del CMM era a los inicios,
tal como señala Temma Kaplan (1990), la expresión de una
conciencia femenina. Las mujeres en general, especialmente
las de generaciones mayores, entre 40 y 80 años, estaban mo-
tivadas a participar del CMM por la inquietud de realizar tareas
relativas a su rol tradicional en las familias: salud, educación,
seguridad, entre otras. En este sentido, las mujeres expresan
en los inicios de su participación en el CMM el modo en que
identifican los derechos del género femenino en su sociedad y
en su época (Kaplan, 1990).
En la medida en que las políticas de género se iban desarro-
llando junto con la participación de las mujeres como decisoras
políticas en el marco de los Planes de Igualdad de Oportunida-
des, se estimulaba su participación pública en el Encuentro Na-
cional de Mujeres; entre otras acciones como capacitaciones
en temas de género como concepto de transformación política;
la estimulación a participación en marchas y campañas de sen-
sibilización en promoción de los derechos de las mujeres y con-
tra la violencia de género; se fue potenciando a estas mujeres
como protagonistas del quehacer político en sus comunidades.
Se identificará en el análisis de las entrevistas realizadas a las
mujeres, que a lo largo del tiempo las mismas fueron cuestio-
nando y transformando muchos aspectos de sus roles tradicio-
nales para reconocerse como sujetas de derechos y sujetas
políticas; referentes de sus comunidades. Puede pensarse que
hubo un proceso de devenir feminista, en las subjetividades de
estas mujeres.
El creciente trabajo de las mujeres abrió campos de tensión
e interrogantes tales como: si debían cobrar un salario por per-
35
 Clara Attardo
tenecer al Consejo5, si podían armar una organización indepen-
diente, entre otras.
Muchas mujeres se sintieron estimuladas a participar en di-
ferentes partidos políticos; esto entró en tensión con un espacio
como el CMM que se planteaba político, en tanto explícitamen-
te garante de los derechos de las mujeres, pero no partidario;
dejando por fuera y/o limitando discusiones internas de los par-
tidos políticos a los que pertenecían las mujeres.
Estos temas recorrieron todo el proceso de trabajo con las
mujeres del Consejo, que con una creciente expresión de sus
voces políticas abrían interrogantes y tensiones que se sostu-
vieron y se plantearon.
Desde la tarea de coordinación se estimuló que la relación
de las mujeres con el Estado transitara desde la queja y la de-
manda, tal como se presentaba en muchos momentos; hacia la
propuesta y compromiso con acciones que amparan derechos
(Burin, 1992).
Múltiples tensiones y conflictos fueron parte y motor de di-
cha política pública. En este sentido es necesario entender a
los conflictos y tensiones como parte de un proceso que se fue
fortaleciendo; y que a pesar de los mismos el espacio se siguió
sosteniendo y navegando junto con ellos. Esto fue de un gran
aprendizaje político; entender que se navega entre tensiones y
conflictos para llevar adelante un proceso a la vez colectivo y a
la vez personal de construcción de políticas públicas tendientes
a la construcción de ciudadanía de las mujeres y por ende pro-
motoras de su salud integral.
Subjetividad y políticas de género
Uno de los desafíos de la presente tesis es construir tramas
conceptuales entre el campo de la subjetividad y el campo de
las políticas públicas. Entendiendo que ambos están profunda-
mente vinculados.
5 Cabe aclarar que las mujeres participantes del CMM lo hacían sin percibir
ningún tipo de pago o salario. Las coordinadoras del CMM eran empleadas
municipales integrantes de la Dirección de Políticas de Género.
36
El Género de las políticas
La autora Silvia Bleichmar define la producción de subjeti-
vidad como:
todos aquellos aspectos que hacen a la construcción
social del sujeto/a, en términos de producción y repro-
ducción ideológica y de articulación de variables socia-
les que lo/la inscriben en un tiempo y un espacio parti-
culares desde un punto de vista de la historia política
(s.f, p.2).
En este interjuego entre lo social y lo singular se pueden es-
tablecer entramados que permitan visibilizar y conceptualizar el
impacto que las políticas públicas sostenidas a mediano y largo
plazo pueden tener en las subjetividades.
Bleichmar sostiene que la producción de subjetividad es
sensible a los procesos históricos y por lo tanto; desde la pers-
pectiva que plantea la presente tesis, a las políticas públicas
que allí se producen y constituyen.
Subjetividades políticas
Un desafío en el presente trabajo de tesis es mostrar, a tra-
vés del concepto de subjetividades políticas la necesidad de re-
flexionar conceptual y metodológicamente estableciendo puen-
tes entre los procesos de subjetivación y el poder que pueden
tener las políticas públicas para contribuir en la potenciación de
subjetividades autónomas y ciudadanas.
Como lo indica Piedrahita Echandía:
Es importante dar cuenta de lo que está ocurriendo,
de las formas mutantes de subjetivación, de aquello que
traspasa la visión tradicional de la política, y esto inclu-
ye la emergencia de otros cuerpos y otras existencias
de mujeres, creación de otras formas de mutualidad, re-
sistencias y transformaciones de la sociedad civil, agen-
ciamientos colectivos y surgimiento de otras formas de
movilización social (2013, p 25).
El concepto de subjetividades políticas requiere adentrar-
37
 Clara Attardo
se en los movimiento sociales, las organizaciones populares,
las experiencias de educación popular, así como de las expe-
riencias de los/as psicólogos/as en el campo de la psicología
social comunitaria. La categoría de subjetividades políticas es
un lente epistémico y político que se distancia de las miradas
que predeterminan a los/as sujetos/as individuales y colectivos
(González, Aguilera, Torres 2013. p. 51).
En este sentido la concepción de sujeto/a a la que se adhie-
re en el presente trabajo es el de un sujeto/a inacabado/a, en
constante transformación y devenir atravesado/a por procesos
históricos, sociales y políticos. Por ende se intenta dar cuenta
cómo la apuesta metodológica y técnica de trabajo en políticas
públicas, que quien suscribe ha realizado como funcionaria en
el Municipio de Morón, ha promovido explicita e intencional-
mente a la producción de subjetividad. Es objetivo de esta tesis
es visibilizar y sistematizar este proceso a fin de que sea difun-
dido y replicado en diversos espacios.
El presente trabajo de tesis asume un posicionamiento
epistémico que concibe las subjetividades como constructoras
de conocimientos y realidades (Zemelman, 1997, 1998, 2002).
Este posicionamiento confronta con visiones epistémicas que
han asignado un lugar estático al/la sujeto/a y la realidad, para
potenciar la mirada sobre los/as sujetos/as en devenir como
creadores/as de diversas opciones de conocimiento y de reali-
dades (González, Aguilera &Torres, 2013, p.52).
Es en esta línea de construcción del conocimiento se siste-
matizará la experiencia del Consejo de las Mujeres de Morón.
Se analizará como una estrategia de política pública sostenida
a lo largo del tiempo por mujeres que activamente lo crearon y
desarrollaron como protagonistas; apostando que puede ser un
mecanismo que tienda a crear una apropiación de los derechos
y por lo tanto motores de una subjetividad con creciente auto-
nomía, ciudadanía y autocuidado por parte de las mujeres que
participan activamente en el desarrollo de la política pública.
La creciente apropiación de las mujeres de la perspectiva
de género, como una herramienta que visibiliza las desigual-
38
El Género de las políticas
dades de poder entre los sexos, la reflexión sobre las propias
condiciones de vida; la distribución de las tareas domésticas,
la diversidad sexual; conocer los propios derechos y principal-
mente agruparse con otras; ser y pensar con otras con el apoyo
del Estado municipal; podría legitimar la participación de las
mujeres ampliando sus posibilidades singulares.
La apuesta del presente trabajo es mostrar cómo una políti-
ca pública de promoción de la salud con perspectiva de género
como el CMM, podría ser capaz de promover cambios en las
subjetividades, entendidas como subjetividades políticas.
Concebir a las subjetividades como políticas implica que la
subjetividad toca lo personal, lo cultural y lo social, no se ago-
ta en las dimensiones intrapsíquicas, racionales e ideológicas,
sino que se despliega en un universo histórico, cultural y polí-
tico. Desde su capacidad instituyente la subjetividad involucra
una dimensión cognitiva que posibilita la producción de realida-
des posibles; una dimensión práctica que da sentido al hacer y
una dimensión identitaria ya que los/as individuos/as definen su
identidad personal y sus pertenencias sociales, Torres (2007).
Las subjetividades políticas pueden expresarse a través de
la creación de proyectos individuales y colectivos, a través del
replanteo identitario, a través de la creación de acciones insti-
tuyentes en los espacios institucionales.
Es un desafío la presente tesis establecer las tramas en-
tre el concepto de subjetividades políticas y la perspectiva de
género como categoría de análisis. A través del análisis de las
entrevistas y encuestas realizadas se establecerán estas vin-
culaciones que complejizan las miradas y abordajes técnicos
y políticos.
Para seguir tendiendo estos puentes conceptuales entre la
subjetividad y las políticas públicas promotoras de la salud con
perspectiva de género y a fin de identificar posibles cambios
producidos en las subjetividades de las mujeres participantes
del Consejo Municipal de las Mujeres de Morón en el período
2004-2012 se abordarán tres conceptos que me permitirán cir-
39
 Clara Attardo
cunscribir en que aspectos indagar para identificar estos posi-
bles cambios:
Ciudadanía
Irene Aguado Herrera (2007) toma el concepto de ciudada-
nía ampliando las fronteras que la circunscriben al mero cono-
cimiento de los propios derechos, considerando a la ciudadanía
como condición subjetiva; como posición de la ciudadana. Es
decir, en tanto las mujeres se apropian de su ciudadanía, de
sus potencialidades como transformadoras del orden político y
social. Dicha autora considera a la ciudadanía de las mujeres
a la vez como condición jurídica, como praxis u oficio y como
condición subjetiva.
Históricamente el mundo público les ha estado restringido
a las mujeres; que se han inscripto socialmente en calidad de
tuteladas (Fernández, 1993, p. 153).
La noción de “ciudadano” como estatus jurídico nace con
género masculino; en tanto históricamente algunos varones de
clases dominantes, tenían derecho a la toma de decisiones y
protagonismo político.
Para el pensamiento liberal clásico “el ciudadano” es un
individuo no sexuado, abstracto. La epistemología feminista
ha mostrado como sus atributos se asimilan al del varón de
sectores privilegiados, gozando del derecho a la propiedad, la
libertad de expresión, de pensamiento, de conciencia y de par-
ticipación (Bonder, 1999). Es, principalmente en el siglo XX,
en los países occidentales, cuando las mujeres comienzan a
tener un protagonismo mayor en la esfera pública; adquiriendo
derechos políticos, sociales, culturales, sexuales, entre otros.
Sin embargo las cicatrices de la tutela (Fernández, 1993,
p. 156) perduran en las subjetividades; muchas veces consti-
tuyéndose en una barrera para la apropiación personal de los
derechos adquiridos.
Por lo tanto considerar a la ciudadanía, también como po-
sición subjetiva (Aguado Herrera, 2007); permite establecer
40
El Género de las políticas
puentes y vinculaciones entre las políticas públicas y el campo
de la subjetividad.
Por otra parte es necesario consignar que no todas las mu-
jeres tienen las mismas oportunidades para el ejercicio de sus
derechos por tener condiciones de vida precarias, condiciones
étnicas, orientación sexual, generacional, discapacidad, entre
otras; por lo cual las estrategias políticas tendientes a la equi-
dad de género deben visibilizar estos aspectos; por ejemplo
a través del mencionado concepto de interseccionalidad para
ponerlos en juego; con las tensiones y conflictos que esto con-
lleva.
El ejercicio de la ciudadanía contempla el grado en que las
mujeres ejercen sus derechos, sus concepciones y prácticas
respecto de los mismos (Tajer y cols, 2012) y la lucha porque
los mismos se cumplan.
Autonomía
Entendiendo que la producción de subjetividad es sensible
a los procesos históricos que se instituyen en un momento his-
tórico determinado; es de interés identificar de qué manera las
subjetividades de las mujeres que participan de las acciones
del CMM están en proceso de transformación dinámica. En-
tendiendo a la identidad de género6 femenina de manera di-
námica; es que es posible analizar que algo del orden de la
autonomía de las mujeres comienza a potenciarse a partir de la
participación en la toma de decisiones en el mundo público; es-
pecíficamente en políticas que impactan en sus comunidades.
6 Se toma como referencia el concepto de Identidad de Género cito en la ley
de Identidad de Género 26.743 sancionada en 2012 en Argentina. Según la
misma, se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual
del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o
no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia
personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o
la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra
índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras ex-
presiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales.
El concepto de Identidad de Género se retomará en el capítulo de “Análisis
del trabajo de campo” de la presente obra.
41
 Clara Attardo
El CMM promueve el autovalimiento de las mujeres, la toma
de decisiones sobre sus cuerpos y sus vidas, la construcción
de redes, incorporando los saberes de las mujeres, promovien-
do y facilitando el acceso a la información como derecho, con-
cibiendo a las mujeres como sujetos (Tajer y cols, 2012).
La autonomía de género tiene que ver con los grados de
libertad que tiene una mujer para poder actuar de acuerdo a
su elección y no a la de otros en tal sentido, “hay una estrecha
relación entre la adquisición de autonomías de las mujeres y
los espacios de poder que puedan instituir” (Fernández, 1997).
Estas posiciones conceptuales sustentan la posibilidad de afir-
mar que proponer, gestionar y desarrollar políticas de género
con activa participación de las mujeres podrá promover su po-
tencia y capacidad para desarrollar sus proyectos.
Por otra parte Marcela Lagarde y de Los Ríos (1997, p. 6)
afirma que la autonomía como concepto repensado por el femi-
nismo aboga por la libertad de las mujeres. La autora sostiene
que esto es una revolución en la identidad de las mujeres que
históricamente han estado fusionadas con la identidad de otras
personas (hijos, maridos, entre ellas).
Hablar de revolución en términos identitarios remite nue-
vamente a los puentes que es posible establecer entre cons-
trucción de subjetividad y los procesos colectivos políticos; que
incluyen dinámicas históricas capaces de instituir políticas pú-
blicas que deliberadamente pueden promover y logar mayor
autonomía y capacidad libertaria en las mujeres.
“Desde este enfoque histórico, la autonomía se constituye.
No es algo natural, no está dada (…) sino que es un tipo de
construcción de las personas, de las organizaciones, de las ins-
tituciones, de los movimientos. Y la autonomía debe ser plan-
teada en todos estos niveles.” (Fernández, 1997, p. 6).
Tras lo dicho cabe afirmar que instituir políticas con pers-
pectiva de género; en las cuales las mujeres tengan un rol pro-
tagónico en su planificación, desarrollo y evaluación; puede ser
una estrategia intencionada y recomendable como una práctica
42
El Género de las políticas
institucional capaz de construir autonomía en dichas mujeres.
La autonomía requiere un lecho social para desarrollarse, un
pacto social, instituciones y momentos históricos que permitan
su desarrollo.
Un aspecto a destacar es que la autonomía se construye
en el campo de la subjetividad. Esto tambien incluye la vivencia
del propio cuerpo.
“Se trata de ver al ser como cuerpo vivido, como subjetivi-
dad siempre presente, pues somos cuerpo subjetivado, cuerpo
simbólico, cuerpo afectivo, cuerpo pensado, cuerpo sentido,
cuerpo no sentido, cuerpo ignorado, cuerpo invisible, cuerpo
visible” (Lagarde y de Los Ríos, 1983). Esta dimensión de au-
tonomía como cuerpo vivido se enlaza con el concepto de au-
tocuidado.
Autocuidado
Un concepto importante a indagar en la presente tesis es el
de autocuidado. El mismo remite fuertemente a la dimensión de
promoción de la salud antes desarrollada y se vincula con los
conceptos de ciudadanía y el de autonomía.
Arango (2000) establece que la simbolización cultural pa-
triarcal, legitimadora de relaciones sociales de dominación
masculina y exclusión femenina, ha contribuido a acrecentar
condiciones de desigualdad que han menoscabado la vida y la
salud de muchas mujeres.
Abordar la problemática de la salud femenina desde la pers-
pectiva de género, permite reinterpretar los perfiles de morbili-
dad/ mortalidad y su relación con el patriarcado. Los estudios
han mostrado su impacto como determinante en salud de pa-
tologías prevenibles y muertes en su mayoría evitables. Los
estudios de género en el campo de la salud problematizan la
mirada medicalizada/biologicista tan característica en las ins-
tituciones sanitarias y en los registros epidemiológicos de los
informes sanitarios (OPS. Programa Mujer, Salud y Desarrollo,
junio /1994).
43
 Clara Attardo
Arango (2000) ubica a los procesos de autocuidado vincula-
dos a la adquisición de autonomía de las mujeres. Mayor auto-
nomía podrá implicar más capacidad de cuidado en salud. Así
mismo vincula a las políticas públicas que expresen el paradig-
ma de género en el desarrollo (GED), en tanto son capaces de
generar cambios estructurales en las relaciones de poder entre
los géneros; serán promotoras de autocuidado y apropiación
de la capacidad de decidir de las mujeres sobre sus cuerpos y
su sexualidad.
Repensar la categoría autocuidado desde los debates de
género, ha permitido integrar postulados éticos que convocan
a una actuación protagónica de las mujeres para el ejercicio de
ciudadanía, en asuntos comprometidos con su vida y su desa-
rrollo humano. En tal sentido apunta a fortalecer procesos de
empoderamiento, a interiorizar sentimientos de autoestima, au-
toafirmación y desarrollo como persona en el contexto de rela-
ciones políticas, sociales, económicas, culturales, étnicas y de
género. A si mismo ganar espacios, al interior de las políticas
públicas sanitarias, en lo concerniente a la protección integral
de la salud de las mujeres, a partir de prácticas cotidianas de
autocuidado que redunden en el beneficio individual y colectivo.
Cabe destacar la importancia de que las mujeres adquie-
ran crecientes roles participativos en sus comunidades; ya que
como sujetas políticas en la vida cotidiana se desarrollan prac-
ticas de cuidado individuales y colectivos.
Lejos de reducir al autocuidado a hábitos individuales y
asistenciales; Arango (2000) amplía el concepto en términos
políticos; vinculándolo con las políticas públicas, el empodera-
miento, las redes comunitarias y el protagonismo que puedan
adquirir las mujeres en sus sociedades.
Desafíos
En el análisis de las entrevistas y encuestas realizadas en
la presente tesis, se hará jugar los conceptos antes desarrolla-
dos como herramientas que encuentran alcances y limitaciones
44
El Género de las políticas
para interpretar las diversas experiencias de las mujeres con-
sultadas.
Es importante visibilizar que el grado de autonomía que las
mujeres puedan lograr dependerá de la autonomía que pueda
lograr su grupo de pertenencia (Fernández, 1997). Se conside-
ra que esto puede ser extensible a los conceptos como ciudada-
nía y autocuidado; que si bien pueden promoverse de manera
individual en cada mujer que participa en las políticas, también
es importante reconocer y sostener la tensión con los procesos
colectivos que vivencian los grupos a los que pertenecen por
clase social, generación, orientación sexual, entre otros.
Establecer tramas entre las políticas de género, promotoras
de la salud de las mujeres y el campo de cada subjetividad sin-
gular; es un desafío político que implica sostener las tensiones
y conflictos entre lo individual y lo colectivo.
Será de utilidad sostener estas tensiones para conocer el
impacto de las políticas no solo en términos de indicadores de
cumplimiento formal de los Planes de Igualdad de Oportuni-
dades implementados, sino también reconocer en qué modo
las vidas, sentires, devenires y posicionamientos singulares y
colectivos de las mujeres se han transformado por formar parte
de dichas políticas.
Es de interés para la presente tesis identificar las tensio-
nes y las transformaciones que han vivido las mujeres para dar
cuenta de la pertinencia de la inserción profesional de psicólo-
gos/as en las políticas públicas.
Asimismo es de vital importancia a los fines del presente
trabajo científico, fundamentar la necesidad de replicar estas
acciones y dar cuenta de herramientas para concretarlas.
45
 Clara Attardo El Género de las políticas

Metodología

La presente tesis se basa en la metodología de investiga-

ción acción participativa (IAP). Tal como se planteó en el marco
teórico presentado el proceso de construcción de subjetivida-
des políticas implica crear modos de construir los conocimien-
tos científicos para encontrar nuevas respuestas a las proble-
máticas sociales.
La metodología de investigación acción participativa inten-
ta comprender los procesos de construcción de subjetividades
a partir de la experiencia para reconocer como en la vivencia de
las relaciones sociales, institucionales y políticas se establecen
experiencias, prácticas y formas de pensar de modo individual
y colectivo (González, Aguilera & Torres, 2013, p. 57).
La presente tesis se realiza desde una perspectiva meto-
dológica participativa y crítica. Este posicionamiento concibe a
los/as sujetos/as como activos/as, protagonistas en la produc-
ción del conocimiento y pretende rescatar las experiencias de
modo sistemático.
El rol de quien investiga también implica el reconocimiento
propio como sujeto/a histórico/a, implicado/a. Particularmente
en el caso de quien suscribe esta tesis, cabe explicitar esta
condición al haber realizado funciones de coordinación en el
Consejo Municipal de las Mujeres. Es fundamental visibilizar
esta implicación para apostar al estudio de la presente expe-
riencia con rigor metodológico.
En este sentido la presente experiencia plantea la necesi-
dad de flexibilidad y apertura investigativa, entendiendo que la
realidad no está dada esencialmente ya que los sujetos están
en permanente configuración (Bartolomé, 2008). Esto implica
el alejamiento de concebir a la realidad como estática y monolí-

46 47
 Clara Attardo
tica sino en permanente configuración y movimiento.
Fundamentando esta posición González, Aguilera & Torres
afirman:
Es importante que la metodología este abierta a las
circunstancias, ello promueve la creatividad e imagina-
ción en el uso de teorías, categorías, estrategias, len-
guajes y técnicas dentro de las prácticas investigativas,
no por un afán de “innovación”, sino en función de poten-
ciar a los/as sujetos/as y las subjetividades que hacen
posible la construcción de conocimiento y la transforma-
ción de prácticas y realidades sociales (2013, p.61).
Este posicionamiento metodológico descarta al investiga-
dor/a como un observador/a neutral y objetivo/a tal como lo pro-
pone la tradición positivista. Por el contrario para la investiga-
ción cualitativa conocer es un proceso interpretativo y analítico
de la realidad social, siempre dinámica e inacabada; donde el
acto de investigar promueve también transformaciones de la
experiencia indagada. Esto implica comprometerse con una ac-
titud permanente de autorreflexión acerca de los propios cuer-
pos conceptuales y metodología de abordaje.
La metodología de investigación acción participante es
compatible con los planteos la metodología feminista que esta-
blece que identidad y condición de género son construcciones
sociales (Delgado Ballesteros, 2012, p. 203).
Asimismo Delgado Ballesteros sostiene: “desde mi pers-
pectiva, la investigación acción participativa permite tomar en
cuenta la categoría de género en relación con otras categorías
de análisis y reconocer que vivimos en un mundo que sistemá-
ticamente silencia y devalúa las voces de las mujeres” (2012,
p. 202).
La autora mencionada fundamenta que la metodología de
investigación acción participante (IAP) es la más adecuada para
trabajar con las experiencias de las mujeres desde una meto-
dología feminista para tomar en cuenta las voces y experiencia
de las mujeres como parte de los métodos de investigación.
48
El Género de las políticas
Esto asegura que las mujeres, tanto investigadas como in-
vestigadoras, sean productoras de conocimientos, ya que mu-
tuamente crean la necesidad de entender las fuerzas que han
conformado sus vidas como mujeres y derivan de ello propues-
tas de transformación y de autoridad e independencia sobre la
propia vida (Delgado Ballesteros, 2012, p. 205).
En este sentido Amorós y De Barbieri plantean que el mé-
todo feminista obliga a repensar la institución científica, y crear
técnicas de recolección de información y análisis de datos apro-
piadas al objeto de estudio, para problematizarlos desde una
perspectiva de género. Es un proceso crítico y reflexivo perma-
nente de reinterpretación colectiva (entre la comunidad acadé-
mica y las/os participantes en la investigación) para aprender
y ensayar nuevas fórmulas que permitan nuevos paradigmas y
solución a problemáticas. (1997; 2004, pp. 197-214.).
El presente trabajo intenta en este marco metodológico visi-
bilizar que producir conocimientos implica siempre transformar
y transformarse de modo individual y colectivo.
Diseño metodológico
El tipo de diseño metodológico responde a una metodología
exploratoria y descriptiva, ya que se busca indagar y describir
los posibles impactos en las subjetividades de grupos de mu-
jeres de generaciones diversas, de las políticas públicas con
perspectiva de género, en este caso del Consejo Municipal de
las Mujeres, correspondientes al Municipio de Morón.
Las unidades de observación y análisis son las mujeres y
los procesos que han atravesado a partir de su participación en
acciones del CMM.
Se indaga a través de entrevistas semi estructuradas y en-
cuestas realizadas a diez mujeres que participaron con una
continuidad mayor a los dos años en el CMM. Otro criterio de
inclusión de las mujeres entrevistadas es que hayan participa-
do del Encuentro Nacional de Mujeres, en tanto acción nodal
que lleva adelante el CMM como política dentro de la Dirección
49
 Clara Attardo
de Políticas de Género del Municipio de Morón.
Asimismo se entrevistó, como informantes clave, a tres fun-
cionarias que tuvieron a su cargo la coordinación del CMM du-
rante 2004 y 2012. Se sumará la experiencia de quien suscribe
la presente tesis como coordinadora del CMM durante 2010 y
2012 a la información relevada.
Las mujeres entrevistadas tienen entre 18 y 80 años, y en
el momento de ser entrevistadas (años 2013 y 2014) tienen
un mínimo de dos años de participación en dicho espacio y un
máximo de diez años (desde los inicios del CMM) formando
parte del mismo.
1) Técnicas de recolección de datos implementadas
Fuentes Primarias
Se entrevistó a diez mujeres integrantes del Consejo Muni-
cipal de la Mujeres:
• Seis de ellas fueron entrevistadas con la metodología de
grupos focales. Dos de ellas fueron entrevistadas individual-
mente y dos contestaron encuestas autoadministradas vía co-
rreo electrónico.
Asimismo se encuestó a tres funcionarias: coordinadoras
del Consejo Municipal de las Mujeres en el período abordado.
Estas encuestas fueron autoadministradas respondidas vía co-
rreo electrónico.
La recolección de información por medio de entrevistas
semi estructuradas individuales, grupos focales y encuestas
autoadministradas fue una decisión metodológica vinculada a
obtener de modo ágil y accesible para las mujeres, la mayor
cantidad de información posible.
Las entrevistas son abiertas, semi estructuradas. Las en-
cuestas son cerradas.
Todas las entrevistas y encuestas contaron con la firma del
Consentimiento Informado para salvaguardad los aspectos éti-
cos de la presente investigación.
50
El Género de las políticas
Fuentes Secundarias
• Revisión de documentos públicos como actas, decretos,
programas, proyectos sobre las políticas de género.
• Revisión de materiales audiovisuales como fotografías y
video grabaciones.
• Revisión de artículos periodísticos, de divulgación acadé-
mica y general.
Indicadores de autonomía, ciudadanía y autocuidado
Los indicadores presentados a continuación se construye-
ron a partir de la información recabada en entrevistas y encues-
tas realizadas a las mujeres, sumadas a los conceptos vertidos
en el marco teórico de la presente tesis. Asimismo una impor-
tante fuente para la elaboración metodológica de los indicado-
res es el libro Género y Salud. Las Políticas en Acción (Tajer y
cols 2012). A partir de este instrumento se han podido opera-
cionalizar las dimensiones de ciudadanía y autonomía; cons-
truyendo indicadores a partir de dichos conceptos; que también
son un aporte para esta tesis a fin de construir los indicadores
del concepto de autocuidado a partir de las entrevistas realiza-
das y el marco teórico desarrollado.
A partir de las fuentes mencionadas se realizó el siguiente
cuadro de indicadores que servirá como matriz para el trabajo
de análisis de las entrevistas.
51
 Clara Attardo El Género de las políticas

Autocuidado • Participación en la toma de decisiones Proyecto de Con-

sobre su cuerpo o salud. sejeras “Atención
Tabla 1: • Toma de decisiones y reafirmación de la primaria de la Sa-
propia sexualidad. lud: sobre el buen
Matriz de indicadores de autonomía, ciudadanía y autocuidado • Cambios posturales: erguir la postura. trato en la salud
• prestar atención al cuidado del cuerpo y de las mujeres”
dedicarle tiempo. Entrevistas.
Dimensión Indicadores Verificación/ Fotografías.
información • Hacer deportes.
• Autoconocimiento del cuerpo. Folletos.
recopilada
• Priorización de la salud propia a la de la
Autonomía • Movilización a nivel identitario. Entrevistas.
familia.
• Armar proyectos de vida propios. Fotos.
• Salir de vínculos violentos.
• Estudiar.
A partir del marco teórico explicitado y los indicadores des-
• Desnaturalización de ideas establecidas: criptos se realizará el análisis de las entrevistas y encuestas
Desnaturalizar lo obvio-publicidades. relevadas.
• Empoderamiento de las mujeres: trans-
formación, toma de decisiones.
• Negociación dentro de las familias. Metodología de análisis
• Armado de redes entre mujeres. El siguiente análisis se basará en los conceptos de autono-
• Creación de proyectos colectivos al in-
terior del CMM: campañas de sensibiliza-
mía, ciudadanía y autocuidado ordenando los testimonios reco-
ción, capacitaciones. pilados a partir de los mismos.
• Capacitar y capacitarse. Por otra parte se dividirá por franjas etarias los testimonios,
• Aceptación del cuerpo y la sexualidad. ya que pueden identificarse dos grupos: las de las mujeres que
• Crianza con equidad de género.
participaban en la Comisión de Consejeras abocadas a moni-
Ciudadanía • Reconocerse como sujetas de derechos. Fotos. torear los Planes de Igualdad de Oportunidades, que si bien
• Forman parte de mecanismos de control Proyecto de Con-
(Monitorean el PIO como consejeras). Re- sejeras: “Atención
oscilan entre los 40 y 80 años, el promedio de edad de las mis-
conocerse como gestoras sociales y polí- primaria de la Sa- mas es de 50 años y manifestaban intereses en común y por
ticas. lud: sobre el buen otra parte se mencionarán los testimonios de las mujeres de la
• Convertirse en referentes sociales y co- trato en la salud Comisión de Juventud respecto de estos temas, ellas tienen
munitarias. de las mujeres”.
entre 18 y 30 años.
• Toman decisiones sobre los lineamientos Entrevistas.
del CMM. Documental En- Asimismo se analizarán los testimonios de las tres funcio-
• Toman la palabra (apropiarse de su voz). cuentro Nacional narias que tuvieron a su cargo coordinadoras del Consejo Mu-
• Apropiación del espacio público. de Mujeres, 2012. nicipal de las Mujeres entre 2004 y 2012.
• Militancia en partidos políticos. Plan de monioto-
reo del PIO II. Se articulará la información obtenida sobre autonomía, ciu-
• Repensar el rol del Estado.
dadanía y autocuidado con los conceptos de políticas públicas,
promoción de la salud con perspectiva de género y subjetivi-
dad.

52 53
 El Género de las políticas

Análisis del trabajo de campo

El presente análisis tiene como objetivo rescatar la voz de

las mujeres en las Políticas Públicas implementadas en el Mu-
nicipio de Morón; destacando como el Consejo Municipal de las
Mujeres ha sido el programa que se proponía canalizar esas
voces a través de la construcción y sostenimiento de acciones
que promovieran la transversalidad de género y contribuyeran
a la creación, implementación y monitoreo de los Planes de
Igualdad de Oportunidades.
Rescatar estas voces es fundamental ya que ellas portan la
experiencia de la implementación de dichas políticas, así como
el posible efecto transformador que ha tendido para la vida co-
tidiana de las mujeres la participación en el desarrollo integral
de las mismas.
Se transcribirán párrafos de las entrevistas realizadas para
dar cuenta de los impactos subjetivos de ser sujetas de crea-
ción, desarrollo y monitoreo de las políticas de género que se
implementaron en sus localidades y barrios.

Análisis de la dimensión autonomía

Las mujeres entrevistadas de la franja etaria comprendida
entre 40 y 80 años identifican que participar en el Consejo Mu-
nicipal de las Mujeres ha promovido su autonomía:
Se organizará el presente análisis a partir de los indicado-
res de autonomía elaborados a partir de las entrevistas y el
marco teórico presentado.
Indicadores de autonomía presentes en las entrevistas a
las mujeres entre 40 y 80 años
• Movilización a nivel identitario

55
 Clara Attardo
Algunas mujeres comienzan a identificar cambios en lo que
llaman sus identidades:
“Ya no uso el apellido de mi marido, vos no sos de… para
mí esto de la identidad es muy importante”. “Nunca voy a
ser de” (G. 50 años).
“Vos no sos de nadie, vos sos vos” (L, 70 años) “aprendí
a vivir” (L, 70 años).
• Salir solas
“Me gusta salir. Aprendí a salir a tomar sola un café. Salir
a tomar sola un café en mi época no era fácil. Voy a cum-
plir 79 años”. (R. 79 años).
“Yo no me animaba a sentarme en un bar sola” (M. 60
años).
• Armar proyectos de vida propios
“Me convertí en referente en temas de violencia, abuso y
trata. Ahora brindo información y medio para que las mu-
jeres sean atendidas en las instituciones” (C. 46 años).
“Ahora soy consejera vecinal, coordino en mi barrio la
colonia de verano y en el profesorado en el que estudio
formo parte del Consejo Académico Institucional” (M, 46
años).
• Salir de vínculos violentos
“ A mí me produjo un cambio importante en mi vida perso-
nal. Te das cuenta de que sufriste violencia y todas esas
violencias como la económica que no me daba cuenta.
Tome conciencia” (O, 65 años).
“Mi cabeza hizo un click tan grande que me di cuenta de
la violencia que estaba sufriendo y a pesar de ser una
mujer grande tomé la decisión que no podía seguir pa-
56
El Género de las políticas
deciendo eso. Hasta dejé mi casa. Pegué el salto y listo”.
(L, 70 años).
“A mí me produjo un cambio importante en mi vida perso-
nal”. (L, 70 años).
• Desnaturalización de ideas establecidas: Desnaturalizar lo
obvio, mitos, estereotipos.
“Es como que empezás a mirar desde otro lugar cuando
mirás, como hasta cuando observas publicidad” (G, 50
años).
“Cuando tomás contacto con el tema género toda tu vida
se transforma. Tu forma de observar y pensar es distinta,
tiene una nueva dimensión de análisis” (C. 46 años).
“Todo el tiempo está la alarma del género que nos pide
una mirada más profunda de lo cotidiano” (C. 46 años).
“En las capacitaciones pudimos ver lo que teníamos
naturalizado” (R.79 años).
“Son todas miradas y paradigmas, hacer visible lo
invisible” (R. 79 años).
• Empoderamiento de las mujeres: transformación, toma de
decisiones
“Yo observaba la transformación de las personas; venían
de donde venían ellas entraban y se empoderaban. Eso
lo noté mucho”. (O, 65 años).
“Poder implicarnos generando el cambio desde la partici-
pación colectiva es emocionante” (C, 46 años)
“Cada año y cada momento de participación me ayuda-
ron a crecer como persona” (C, 46 años).
57
 Clara Attardo
• Negociación dentro de las familias
“Todos ya saben en las reuniones familiares cuando salen
esos temas ya todos saben a quién tienen en frente y se
cuidan” (M, 60).
“En mi casa distribuimos un poco más las tareas. Que los
chicos se encarguen de cosas y no se esté esperando a
la mamá para hacerlas” (R, 50).
“En la familia antes me daba vergüenza decir las cosas.
Me sentía más cohibida. Ahora no.” (M, 60)
“De repente mis hijos varones dicen: “mi mamá se fue a
una marcha, mi mama se fue a Neuquén a marchar con
mujeres”. (M, 60).
“En mi rol de Mujer del Consejo digo: hay que bien que mi
nuera no cocine. Pero en mi rol de madre digo: pobre mi
hijo que se tiene que cocinar” (M, 60).
“Ahora muchas veces digo: yo no tengo ganas de cocinar,
así que pedí a la rotisería” (L, 70).
“Cuando les tengo que decir algo, les digo y si se enojan,
se enojan” (L, 70).
“Con respecto a mi marido al principio cuestionaba mucho
mis salidas al Consejo, ahora es como normal verme
salir” (M, 46).
“Con mis hijos varones veo un cambio respecto a la
cultura machista del padre colaboran más en las tareas
de la casa que antes era impensable” (M, 46).
“A mis hijas trato de enseñarles lo que yo misma voy
aprendiendo” (M, 46).
• Armado de redes entre mujeres
“Poder compartir nuestras cosas con otras mujeres tienen
que ver con nuestro crecimiento” (C, 46).
58
El Género de las políticas
• Crear de proyectos colectivos al interior del CMM: campañas
de sensibilización, capacitaciones
“Me ha impactado formar parte de las campañas
de sensibilización y en los encuentros Nacionales y
Regionales de Mujeres, esa participación colectiva es
algo emocionante” (C, 46).
“Mamá se fue a una marcha” (M, 60).
“Ver las experiencias narradas por las compañeras del
país hace que una se comience a soltar y cuente mi
experiencia” (M, 46).
• Estudiar, capacitar y capacitarse
“Viví sometida a las labores de mi casa y a la cría de mis
hijos. Mi cambio se dio después de que volví del Encuen-
tro Nacional de Mujeres de Mar del Plata de 2005. Me
inscribí en la escuela secundaria, me recibí en 2007 y
desde la fecha estudio profesorado de geografía” (M, 46).
• Aceptación del cuerpo y la sexualidad
“Tomé conciencia de nuestros derechos sexuales y repro-
ductivos” (C, 46).
• Crianza desde la equidad de género
“A partir de trabajar temas de género empezamos a hablar
en la familia y ahí se notaron cuestiones machistas. Mi hija
que ahora ya está militando y le interesan los temas de
género hizo que las chicas compañeras fueran a dar talle-
res en los colegios. Ella entró con todo. Y mi hijo también,
pero viste como son los varones que primero te critican
pero después cuando analizan se dan cuenta”. (M, 60).
59
 Clara Attardo
“Yo un poco con mi nieta, señalándole que lo tiene que
hacer (tareas domésticas) no por ser mujer sino porque
usó las cosas… Yo tuve un solo hijo varón y en alguna
manera en eso no lo eduqué. Me encargué yo de hacer
todas las cosas” (M, 60).
Indicadores de autonomía presentes en las entrevistas a
las mujeres entre 18 y 30 años
• Movilización a nivel identitario
“El Consejo sirvió para repensarme, para repensarme
como mujer” (T, 30 años).
“Sirvió para reafirmarme” (T, 30 años).
“Con mi sexualidad fue hacerme cargo de lo que me pa-
saba. Antes estaba todo muy tapado. Fue aceptarme y
aliviarme” (T, 30 años). “Lo que me parece bueno del
Consejo es que si antes te posicionabas de una manera,
al incorporar la perspectiva de género, ya te empoderas-
te. Ya te planteas desde otro lado” (T, 30 años).
“Fue como un empoderamiento interno y después hacia
afuera” (T, 30 años).
“Ahí fue mi primer quiebre y tiene total relación con par-
ticipar en el Consejo de las mujeres. Me generó mucha
autonomía.” (A. 22 años).
“El hecho de empezar a estar en el Consejo de mujeres
me sirvió para replantearme todo lo que en mí ya estaba
cambiando, empezar a repensarse, repercutió en mi se-
xualidad” (A, 22 años).
• Proyectos de vida
“Yo empecé como administrativa en el Centro de Salud y
ahora estoy en la consejería pre y post aborto, deje me-
60
El Género de las políticas
dicina y me dediqué a la fotografía. Creo que el consejo
tiene que ver con esto” (T, 30 años).
“Yo siempre tenía como proyecto de vida que me veía
con un hombre” (A. 22 años).
• Salir solas
“Mujeres solas, que viajan solas, mujeres que vienen sin
los maridos (A, 22 años).
• Salir de vínculos violentos
“ Lo primero que empiezo a leer es mi familia, empecé a
reconocer la violencia que vivieron tres generaciones de
mujeres en mi familia” (A, 22 años).
• Desnaturalización de ideas establecidas: Desnaturalizar lo
obvio. Mitos, estereotipos
“Yo antes del Consejo pensaba que el aborto era la muer-
te de un ser vivo. Yo venía de estudiar medicina… y es
re loco porque ahora estoy haciendo consejería de pre
y post aborto y ahí lo que prima es la subjetividad de la
mujer” T (30 años)
“Para mí la violencia significaba pegar, desde que em-
piezo a estar en Morón tengo otra perspectiva de lo que
es la violencia. Este punto de vista sostiene las acciones
políticas (A, 22 años).
“Para mí la sexualidad se acotaba a hombre-mujer, hoy
en día no pienso eso (A, 22 años).
Empoderamiento de las mujeres: transformación, toma de
decisiones
“Empecé a ver al Estado como una herramienta empode-
61
 Clara Attardo
rante (A, 22 años).
• Negociación dentro de las familias
“A partir de participar en el Consejo había peleas de so-
bremesa, chistes internos. Pero ya mi hermano no va a
decir cualquier boludez, ya sabe que algo no está bueno”
(T, 30 años).
“Y ante todo siempre fui la princesita. Fue replantearme
como se dan las relaciones entre mi familia. No era lo que
ellos hubieran querido” (A, 22 años).
• Armado de redes entre mujeres
“Te compromete te hace ver que sola no estás” (T, 30
años).
“El estar solidarizándose con mujeres todo el tiempo, por-
que había un ambiente de compañerismo” (A. 22 años).
• Creación de proyectos colectivos al interior del CMM:
campañas de sensibilización, capacitaciones
“Una gran acción fue promover el fútbol femenino desde
el Consejo de las Mujeres. Me cuestionaban desde mi
familia. (A, 22 años).
• Estudiar, Capacitar y capacitarse
“El Consejo daba herramientas, la idea era que una se
replanteara algo” (A. 22 años).
Aceptación del cuerpo y la sexualidad
“Cuando empecé en el Consejo fue hacerme cargo de
lo que me pasaba. También ver a la otra que le pasa lo
62
El Género de las políticas
mismo. Fue aun laburo lento aceptarme primero y alivia-
narme” (T, 30 años).
“La sexualidad fue uno de los quiebres más importantes.
Acepté también que me gustan las mujeres. Fue desde
que participé en el Consejo (A, 22 años).
Indicadores de autonomía presentes en las entrevistas a
las funcionarias
Cabe aclarar que en el caso de las funcionarias se indagó
sobre el impacto de participar en el Consejo Municipal de las
Mujeres tanto en lo personal y profesional así como en qué
medida identifican estas transformaciones en las mujeres par-
ticipantes.
• Movilización a nivel identitario
“Participar y coordinar el Consejo es una experiencia de
mucho protagonismo y crecimiento con otras mujeres (L,
35 años).
“Soy más reflexiva al momento de actuar. Me conozco
más y valoro lo que soy (C, 35 años).
“El trabajo con las Mujeres del Consejo municipal, generó
muchos cambios en mí, tanto profesional como personal-
mente, recuperar cada uno de sus saberes, experiencias
y estrategias de resistencia enriquecieron mis propios
modos de resistencia”. (C. 37 años).
“Me fuí transformando a mí misma en alguien más demo-
crática. (C, 37 años).
• Desnaturalización de ideas establecidas: Desnaturalizar lo
obvio. Mitos y estereotipos.
“Noté cambios, cuando se discute de inseguridad nunca
se habla de la inseguridad de las mujeres en el ámbito
privado. Trabajamos el tema de ciudad segura. También
63
 Clara Attardo
visibilicé cómo en los espacios políticos muchas veces no
somos nombradas ni representadas (L, 35 años). “
Ya no me resulta indiferente la desigualdad que se ejerce
contra las mujeres” (C, 48 años)
“Modifiqué la creencia de que en el parto solo había dolor.
Las mujeres poseemos saberes (L, 35 años).
• Empoderamiento de las mujeres: transformación, toma de
decisiones
“El hecho de participar de utilizar sus experiencias y vo-
ces para intervenir, fue cambiando su posicionamiento
personal, la participación como ejercicio colectivo genera
mayor empoderamiento” (C, 37 años).
• Negociación dentro de las familias
“Desnaturalizás los roles, negociás” (L, 35 años).
“Con mi ex pareja negocio mucho mejor” (C, 48 años).
• Armado de redes entre mujeres
“Me ha impactado la organización y participación de las
mujeres en los espacios públicos” (C, 48 años).
• Creación de proyectos colectivos al interior del CMM:
campañas de sensibilización, capacitaciones
“Puse los conceptos de género y feminismo en clave de
acción para que se reflejen en políticas públicas” (L, 35
años).
64
El Género de las políticas
• Crianza desde la equidad de género
“Me permitió revisar los roles naturalizados entre hijas e
hijos” (C, 48 años).
“Respecto de las mujeres El hecho de participar de utilizar
sus experiencias y voces para intervenir, fue cambiando
su posicionamiento personal. No en pocas situaciones,
algunas de ellas relataron el modo en como negociaban
su horario y su espacio de participación” (C, 37 años).
“En otras mujeres se podía observar el proceso de espi-
ral cambio-resistencia que se generaba al interior de sus
hogares, comenzaban a manifestar claramente al interior
la incomodidad que la desigualdad les generaba” (C, 37
años).
Conclusiones sobre la dimensión de autonomía
Grupo de mujeres entre 40 y 80 años
Las mujeres entrevistadas coinciden en que la participación
en el Consejo Municipal de las Mujeres les ha permitido:
Trabajar y transformar aspectos de su identidad y su modo
de autopercibirse, repensar sus proyectos de vida; salir de
vínculos violentos, estudiar, capacitarse así como transformar
ideas y paradigmas preestablecidos sobre roles, estereotipos
y mitos de género. Asimismo se consideran más empoderadas
para tomar decisiones.
Un importante elemento a destacar es que los encuentros
del CMM se realizaban en horarios vespertinos y nocturnos;
esto implicó la negociación en sus familias de sus espacios y
horarios. Un aspecto a destacar es el impacto de participar en
los Encuentros Nacionales de Mujeres como acción planificada
en la política pública. Esta participación según manifiestan, fue
de un impacto sustancial en la vida pública y política de las
65
 Clara Attardo
mujeres; que se animan a salir solas, el encuentro con otra
mujeres y el armado de redes es considerado como “un click”,
“un antes y un después”.
Asimismo el hecho de ser sujetas activas en las capacita-
ciones, campañas y acciones del CMM ha incidido en que se
transformen en líderes y referentes barriales y tal como dicen
ha impactado en grado positivo en su autoestima y autovalora-
ción.
Este grupo pone énfasis en la familia, la crianza de hijos y
nietos, la relación con sus parejas y reflexiona sobre los cam-
bios generacionales. Identifican como las dinámicas familiares
se ven transformadas por sus nuevos posicionamientos subje-
tivos, nuevas ideas y acciones.
Por lo tanto las transformaciones más destacadas en la di-
mensión de la autonomía se han dado en sus concepciones de
la realidad, ahora con lentes de género, las nuevas negocia-
ciones en el hogar, la novedad de salir solas, viajar, conocer a
otras y establecer lazos transformándose en referentes barria-
les. Asimismo el repensarse y las transformaciones en aspec-
tos identitarios puede indicar una potenciación de la autonomía
de estas mujeres.
Prácticamente no destacan el tema de la sexualidad o un
replanteo al respecto.
Grupos de mujeres entre 18 y 30 años
En las entrevistas se pueden identificar algunos puntos de
coincidencia con las mujeres del grupo antes descripto. La revi-
sión de los discursos y roles familiares, las elecciones vocacio-
nales y construcción de proyectos de vida, la identificación de
las violencias así como el impacto del viaje al ENM son coinci-
dentes con el grupo anterior.
Sin embargo cabe destacar enfáticamente el replanteo que
estas jóvenes perciben haber realizado sobre aspectos iden-
titarios y vinculados a su orientación sexual. Todas destacan
que el CMM permitió que las jóvenes expresen con libertad sus
66
El Género de las políticas
inquietudes, procesos y exploraciones respecto de sus orienta-
ciones sexuales.
El Consejo parece haber sido para ambos grupos un espa-
cio de contención, escucha, respeto y promoción de la autono-
mía con otras, sin dejar de ser movilizarte en términos íntimos
y subjetivos en la medida en que generaba transformaciones
políticas en sus barrios y en el Municipio de Morón mismo.
Lo personal se hizo político y lo político personal e íntimo
para estas mujeres impactando la participación en su autono-
mía, en cada una de ellas de manera singular.
Funcionarias
A través del material analizado se evidencia que las pro-
fesionales que han coordinado el CMM han experimentado al
igual que las mujeres participantes, algunas revisiones en el
plano personal que se pueden vincular al campo de la auto-
nomía. Asimismo el rol de gestión como funcionarias les ha
permitido realizar los ajustes, planificaciones y requerimientos
técnicos necesarios para llevar adelante una política de género
centrada en que el protagonismo no está puesto en la coordi-
nación sino en las protagonistas políticas que son las mujeres
de la comunidad.
El CMM desafío al rol de la coordinación a asumir un lugar
propositivo y motivador, que desde la perspectiva de género ha
impulsado la construcción de la autonomía de las Mujeres. Por
ende los lineamientos del CMM, así como los momentos de
contención grupales y personales, lejos de ser paternalistas,
deliberadamente se han propuesto la promoción de la autono-
mía ya sea en el plano de la resolución de conflictos, de la
satisfacción de necesidades, entre otros.
Por ejemplo el proceso de acompañar a las mujeres en su
rol de Consejeras a las políticas públicas implicó transformar la
queja al Estado en propuestas concretas que fueron elevadas
al funcionariado; acompañando en un proceso técnico la catar-
sis grupal, el enojo y la demanda al Estado para que esta se
67
 Clara Attardo
transforme en propuesta, plan, programa y acciones del Plan
de Igualdad de Oportunidades que ellas mismas presentaran
al funcionariado ha sido el rol de la coordinación del Consejo.
El rol de coordinación de esta manera se aleja del la asun-
ción de un rol de funcionaria garante exclusivamente de la sa-
tisfacción de necesidades inmediatas y coyunturales; en tanto
se promueve la autonomía y ciudadanía de las mujeres.
Este posicionamiento en la coordinación, que parte de un
planteo profundo al interior del área de Género del Municipio
de Morón, parece haber sido fundamental para que las mujeres
pudieran ganar autonomía.
Asimismo las acciones propuestas desde el inicio incorpo-
raron la perspectiva de género y deliberadamente se alejaban
de la promoción y reproducción de roles tradicionalmente con-
siderados femeninos. Se promovieron capacitaciones y accio-
nes sobre los derechos, así como encuentros y viajes que eran
planificados mas allá de la excursión turística ya que su objeti-
vo principal fue la promoción de la participación ciudadana de
las mujeres y la consolidación de redes de encuentro transfor-
madoras del orden social, así como de la puesta en la agenda
políticas del tema de la despenalización del aborto, la trata y la
violencia contra las mujeres.
Por otra parte las transformaciones en la vida de las muje-
res se fueron evidenciando tanto por ellas mismas, así como
por las Coordinadoras del CMM y las/os diferentes funciona-
rias/os del Municipio de Morón.
Tensiones y conflictos respecto a la construcción de la au-
tonomía de las mujeres indagadas
Las coordinadoras entrevistadas complejizan el análisis de
estas transformaciones incluyendo matices, y evidenciando di-
ficultades de las mujeres para asumir roles autónomos respec-
to de las demandas al Estado por ejemplo. Es decir que estos
cambios en las mujeres deben analizarse con resguardos en-
tendiendo a las subjetividades de modo complejo.
68
El Género de las políticas
Hay mujeres que han trasformado y ganado autonomía en
algunos aspectos de sus vidas, por ejemplo se han transfor-
mado en referentes barriales, han podido viajar solas pero no
han podido transformar las dinámicas familiares ya que en ge-
neral muchas siguieron sosteniendo los roles esperables sin
poder negociar al respecto. Esto se daba especialmente en las
mujeres mayores que por ejemplo para participar del consejo
los días de reunión o viajes “dejaban la comida hecha para la
familia”.
Esto abre el interrogante sobre la participación política y
comunitaria de las mujeres y si la misma implica una jornada
laboral más ad honorem y con limitaciones.
En este sentido Marcela Lagarde y de Los Ríos afirma que:
La autonomía se define en cada círculo vital de las per-
sonas. Una persona no es homogéneamente autónoma
sino más o menos autónoma según su círculo particular.
No es posible identificar transformaciones monolíticas y
absolutas sino que pueden destacarse áreas vitales sub-
jetivas que se han potenciado y motorizado en vincula-
ción con las acciones promovidas a lo largo del tiempo
por las políticas públicas (1997, p 16).
A partir de los extractos de entrevistas se elucida que el
Consejo Municipal de las Mujeres habría podido operar como
un programa favorecedor para la potenciación de la autonomía
de las mujeres que han participado en él independientemente
de la edad de las mismas.
La autonomía como conjunto de procesos de poder (Lagar-
de y de Los Ríos 1997, p. 13) en tanto se construye a través de
procesos vitales políticos, cada avance de la autonomía es un
avance político que debe ser enunciado y perseguido explícita-
mente en las instituciones.
Cabe destacar que fue un objetivo planteado por los equi-
pos de coordinación del CMM la apuesta por la ampliación de
la autonomía de las mujeres. Muchas de ellas fueron capaces
de instituir proyectos, tomar decisiones sobre sus intereses y
69
 Clara Attardo
deseos (Fernández, 1997, p. 6).
Es importante mencionar que si bien, especialmente las
mujeres de entre 40 y 80 años han logrado mayor autonomía
en los ámbitos públicos, la familia es un ámbito donde aun es
un desafío. Marcela Lagarde y de Los Ríos (1997, p. 16) des-
taca que las mujeres latinoamericanas “solemos dejar para úl-
timo lugar la construcción de autonomía al interior de nuestras
familias”.
Si bien participar en el CMM significó negociar al interior de
las familias poder viajar, salir, llegar a sus casas muchas veces
en horarios nocturnos, aun sigue siendo un ámbito complejo en
los territorios de la familia y la pareja (Lagarde y de Los Ríos
1997, p. 16).
Un punto fundamental a tener en cuenta es como las muje-
res refieren haber tenido un impacto en sus identidades.
Un punto que ha quedado desplazado históricamente en
la construcción de las subjetividades femeninas es el yo. Ha
quedado desplazado por la atención a las familias y parejas.
Trabajar apuntalando la autonomía de las mujeres promueve el
mencionado “click”, el sentir que ya no se es de otro sino de sí
misma. Esto implica una movilización en términos identitarios.
Al respecto Marcela Lagarde y de Los Ríos afirma:
Para nosotras el hecho de la autonomía tiene un doble
significado: uno, estamos construyendo autonomía y dos,
nos identificamos como mujeres en la autonomía. Esto es
una revolución en la identidad de las mujeres, que tradi-
cionalmente no está basada en la autonomía sino más
bien en la fusión con otras personas. Cuando recono-
cemos y decimos que necesitamos autonomía estamos
cambiando profundamente nuestra identidad tradicio-
nal de género, nuestra identidad tradicional como mujer
(1997, p.6).
Basando la fundamentación en la precedente cita, es posi-
ble identificar que la identidad de género femenina de las mu-
jeres protagonistas del CMM se ve conmovida en algún punto
70
El Género de las políticas
por la experiencia política que han viven ciado.
En este sentido es pertinente mencionar nuevamente el
concepto de Identidad de Género establecido en la ley 26743
del año 2012, de la Nación Argentina:
“Se entiende por identidad de género a la vivencia interna
e individual del género tal como cada persona la siente, la cual
puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del
nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.
Parafraseando a Lohana Berkins: no sólo las “travas” tene-
mos Identidad de Género, todas las personas tenemos Iden-
tidad de Género7, se destaca en la presente tesis la necesi-
dad de identificar que mujeres de sectores medio y medio bajo
del Conurbano Bonaerense pueden vivir modificaciones en su
identidad de género a partir de la implementación de políticas
públicas deliberadamente feministas. Esta experiencia es un
aporte al campo de las políticas públicas, así como al campo
de estudios sobre las subjetividades entendidas como políticas.
Las identidades, en este sentido pueden pensarse como
parte de un proceso de subjetivación que como movimiento ri-
zomático transita diferentes posibilidades en continuo devenir.
En este sentido las identidades son pasibles de experimentar
transformaciones enlazadas a procesos históricos, políticos e
institucionales. El devenir político transita en el deseo, la identi-
dad y la subjetividad (Piedrahita Echandía, 2013, p. 16).
Es fundamental vislumbrar una concepción de sujeto/a en
permanente devenir, nómade para poder analizar el modo en
que las mujeres entrevistadas narran sus experiencias a modo
de “click”, antes y después, redefinirse, posicionarse de otro
modo y vincular este campo de posibilidades subjetivas a la ac-
ción de la gobernanza, de la política pública en tanto posible pro-
motora de actos creativos comprometidos con fuerzas potentes
y transformadoras, excediendo las concepciones tecnicistas.
7 Lohana Berkins realiza esta conceptualización en el panel “Mi cuerpo es
mío: salud y soberanía de los cuerpos”. Jornada: Desafíos para la construc-
ción de soberanía sanitaria. Universidad Nacional de Quilmes. Año 2013.
71
 Clara Attardo
Una mujer planteándose que ya no es de otro, sino de sí
misma puede suponer un proceso de desidentificación que tie-
ne como motor una voluntad de poder y empoderamiento y se
vincula con lo que hemos llamado subjetividades políticas (Pie-
drahita Echandía, 2013, p. 17).
Otro campo movilizado es el perceptivo, las mujeres revisan
sus paradigmas, sus creencias, mitos y prejuicios. Comienzan
a ver el mundo con “lentes violeta”; evidenciando así un cambio
de paradigma en sus concepciones sobre la vida y el mundo.
A partir del análisis de las entrevistas realizadas es posible
comenzar a identificar que las transformaciones de las mujeres
exceden el plano cognitivo sino que son también performativas
atravesando cuerpos y subjetividades.
Por ende la apuesta política plantea una creciente com-
plejidad metodológica que excede el plano de la capacitación
como única herramienta para trabajar e instalar las temáticas
de género, sino que promover el trabajo participativo a mediano
y largo plazo, incorporando a las mujeres destinatarias de las
acciones en propuestas que involucren sus necesidades, inte-
reses y deseos puede coadyuvar en un creciente compromiso
político subjetivo que permita que las políticas y lineamientos
continúen operando más allá de los cambios de gestión.
Como síntesis de lo antes expresado; Braidotti realiza un
contundente aporte:
El feminismo nómade sostiene que para ser político, para
hacer elecciones deliberadas o para tomar decisiones crí-
ticas uno/a no debe establecerse en una visión sustantiva
del sujeto/a; […] es por ello que este feminismo sustenta
que la capacidad de acción política tiene que ver con la
capacidad de exponer la ilusión de fundamentos ontoló-
gicos. […] Desde una perspectiva nómade, la política es
una forma de intervención que obra simultáneamente en
los registros discursivo y material de la subjetividad; de
modo que tiene que ver con la capacidad de establecer
múltiples conexiones. Lo político es precisamente esa
72
El Género de las políticas
conciencia de la constitución fracturada del sujeto, intrín-
secamente basada en el poder y la búsqueda activa de
posibilidades para resistir a las formaciones hegemóni-
cas. (2000, p. 76).
Autonomía; un componente de la promoción de la salud
Es posible identificar a la autonomía como un componente
de la salud integral, por lo tanto fortaleciéndola se promueve
la salud de las mujeres. En este sentido la promoción de la
capacidad de autonomía se vincula directamente con un fenó-
meno que las mujeres expresan a partir de su participación en
el CMM, en tanto las mujeres se constituyen singular y colec-
tivamente como transformadoras de sus realidades tomando
decisiones sobre sus vidas, incluso en algunos casos pudiendo
romper con vínculos violentos (Bang, 2014).
En esta línea de pensamiento cabe mencionar la Ordenan-
za Municipal Nº 9102/2007 que crea el Consejo Municipal de
las Mujeres. La misma explicita sus objetivos claramente orien-
tados a estimular la ganancia de autonomía de sus participan-
tes convocando a:
- Promover la toma de conciencia comunitaria sobre la
igualdad de oportunidades entre varones y mujeres.
- Participar del accionar de las organizaciones sociales de
la comunidad, que trabajen con perspectiva de género,
vinculadas a problemáticas que afecten a las mujeres.
- Motivar la capacidad crítica de las mujeres del partido de
Morón, promoviendo el ejercicio de una ciudadanía plena,
desde una perspectiva de género.
- Promover el espacio del Consejo de las Mujeres, como
un lugar de referencia.
- Promover la participación activa, favoreciendo la toma de
decisiones y facilitando el uso de la palabra de todas las
mujeres.
- Generar espacios de capacitación permanente que po-
73
 Clara Attardo El Género de las políticas
sibiliten una mayor accesibilidad de la información entre sujetas éticas capaces de elegir y reafirmar sus senti-
otros puntos importantes. mientos, intereses, sexualidades y coporalidades (1997,
p. 42).
Los mencionados objetivos pueden analizarse a la luz de
los indicadores que operacionalizan el concepto de autonomía Con los matices intergeneracionales que se expresaron en
en la “Escala de medición de grados de integralidad y equidad las entrevistas se puede ir vislumbrando que el CMM en mu-
de género” (EquiGEN) cita en el libro Género y Salud las Políti- chos casos tuvo la capacidad de promover y/o acompañar pro-
cas en Acción (Tajer y cols 2012, p. 63). cesos subjetivos personales y a la vez colectivos que tendieron
A través de dicha escala que vincula la salud integral a la a fortalecer la capacidad de individuación y autonomía de las
dimensión de autonomía, se puede identificar que la promoción mujeres participantes en algunas áreas de su vida cotidiana.
del autovalimiento de las mujeres, la estimulación a la partici- Tal vez no se trata de una gran revolución pero sí de pequeñas
pación de las mismas, la construcción de redes, el acceso a la revoluciones en las vidas cotidianas de estas mujeres.
información, y el impacto de las actividades en la vida de las
mujeres más allá del programa, son indicadores del éxito de
un dispositivo que forma parte de una política pública que se
propone explícitamente contribuir a potenciar la autonomía de
sus participantes con perspectiva de género. Este argumento
se fortalece con los aportes de la Carta de Ottawa (1986) que
establece que la promoción de la salud es un concepto positivo
que acentúa los recursos sociales y personales así como las
aptitudes físicas.

En síntesis
Los testimonios de las mujeres a través de las entrevistas
dan cuenta del impacto subjetivo de dicho programa en aspec-
tos vinculados a la autonomía de sus participantes.
La autonomía como dimensión es parte de un largo camino
recorrido y por recorrer en mujeres tan diversas, las diferencias
generacionales son importantes a ser destacadas, así como la
diversidad de la orientación sexual de varias de ellas. Sin em-
bargo en todas ellas se va delineando en el marco de relaciones
colectivas y singulares, un creciente proceso de individuación. Análisis de la dimensión ciudadanía
Lagarde y de Los Ríos afirma que: Para describir el posible impacto de la participación en el
Las mujeres han sido construidas y miradas como idén- Consejo Municipal de las mujeres en la dimensión de ciudada-
ticas. La autonomía implica un proceso de individuación nía se abordarán los indicadores antes mencionados, identifi-
que permite a las mismas conocerse, identificarse como cando las especificidades de los grupos de mujeres indagadas.
74 75
 Clara Attardo
• Forman parte de mecanismos de control (Monitorean el Plan
de Igualdad como consejeras) y reconocerse como gestoras
sociales y políticas.
Indicadores de ciudadanía presentes en las mujeres entre-
vistadas entre 40 y 80 años
• Reconocerse como sujetas de derechos
“Nos dimos cuenta de que teníamos derecho a ser bien
tratadas” (O, 65 años).
“Las mujeres entraban al Consejo y se empoderaban” (R,
47 años).
“En este caso nuestro partido es luchar por los derechos
de las mujeres” (M, 60 años).
“Conocimos los derechos por la no violencia, la salud,
contra la trata” (R, 79 años).
“Tomé conciencia de mi lugar y mi implicancia como suje-
to de derecho pero también como gestor social y político”
(C, 46 años).
76
El Género de las políticas
“Aprendí a tomar conciencia de nuestros derechos de sa-
lud y reproducción” (C, 46 años).
“El Consejo es un espacio donde las mujeres podemos
conocer nuestros derechos y promover acciones que me-
joren nuestra calidad de vida” (M, 46 años).
“El Consejo tenía como objetivo que el Plan de Igualdad
de Oportunidades se cumpla. Como que la mirada de gé-
nero estuviera en las políticas públicas” (R, 47 años).
“Fue muy importante entrevistar a las mujeres para co-
nocer su voz en relación a las políticas del Municipio” (G,
50 años).
“Siento que el Consejo no llegaba a la comunidad más
general” (R, 47).
“El objetivo del CMM es promover la participación. Cuan-
do empecé en el Consejo no me gustaba la política, yo no
quería la política. Yo pensaba que no estaba metida en la
política. Y en realidad política es eso también, participar,
intervenir sin tener que ser de un partido político especí-
fico.” (M, 60 años).
“Yo creo que somos militantes de género que es una for-
ma de hacer política” (M, 60 años).
“El objetivo del CMM es participar en actividades que ten-
gan que ver con los derechos de la mujer, siendo nexo
entre la comunidad y las instituciones. Y también monito-
rear que se cumplan las políticas públicas pudiendo inter-
venir participando en su análisis y recabando información
a partir de nuestra implicancia a través de nuestra expe-
riencia en la comunidad. (C, 46 años).
77
 Clara Attardo
“Rompí el mito de que para implicarnos en políticas pú-
blicas teníamos que necesariamente hacerlo desde un
partido político” (C, 46 años).
• Convertirse en referentes sociales y comunitarias
“Todo lo que nos mostraron y todo lo que aprendimos en-
seguida lo pudimos volcar en diferentes lugares. Eso fue
importante. A una le abrió el camino y la cabeza, y poder
abrir la cabeza de otras mujeres para que sepan sus de-
rechos” (R, 79 años).
“Yo invito a mujeres del Barrio Santa Laura diciendo que
pueden venir a empoderarse más allá de la violencia, a
salir a luchar de otra manera” (L, 70 años).
“Noté enormes cambios, casi sin darme cuenta me con-
vertí en un referente sobre lo que atañe a los derechos
de la mujer y todo a lo que atañe al género, abuso y trata
dentro de mis relaciones y mi comuna. (C, 46 años).
“Ningún espacio puede prescindir de la importancia de la
perspectiva de género” (C, 46 años).
“Una se acerca más a las mujeres para hacerles saber
que hay un espacio para que salgan de la violencia” (M,
46 años).
“Coordino actividades barriales y comunitarias” (M, 36
años).
• Toman decisiones sobre los lineamientos del Consejo
Municipal de las Mujeres
“Los objetivos del Consejo son promover la participación
y la prevención, promover los Derechos de las Mujeres”
(M, 60 años). “Ayudábamos a prevenir la violencia y pro-
mover los derechos” (R, 79 años).
78
El Género de las políticas
• Toman la palabra ( apropiarse de su voz)
“Me ha servido el Consejo para decir lo que una piensa.
Tener lugar para decirlo” (G, 50 años).
“Otra cosa que nos dio el Consejo es aprender a debatir,
por ejemplo yo siempre fui tímida, me daba miedo decir
algo y que fuera una pavada, a ver si estoy diciendo una
IDIOTEZ. Y no!. El Consejo nos dio esa plataforma de
hablar seguras de lo que una dice, saber para debatir e
intercambiar ideas. Y eso lo tuvimos que ir aprendiendo.
(M, 60 años).
“Yo era muda. No hablaba, me quedaba callada, pude
tomar mi voz” (G. 50 años).
“Claramente me hizo un click, empecé a venir al Consejo
y siempre escuchaba, me costaba mucho hablar y acá
aprendí a hablar” (L, 70)
“Yo aprendí a gritar, a exteriorizar”. (M, 60 años).
“Hace que una se empiece a soltar y cuente mi experien-
cia” (M, 46 años).
• Apropiación del espacio público
“Fue muy importante y movilizador ir a los Encuentros
Nacionales de mujeres, tanto a los talleres como a la mar-
cha” (R, 47 años).
“Las marchas por el día de la no violencia (25 de noviem-
bre) son importantes y que esté el intendente es otra cosa
(O, 65 años).
“Los Encuentros Nacionales de Mujeres te hacen crecer
muchísimo” (M, 60 años).
“Empezar a marchar es algo increíble (en el Encuentro
Nacional de Mujeres). Te llena el corazón, todo tu cuerpo
no hay manera de definirlo. No podés creer que tantas
79
 Clara Attardo
mujeres juntas… (se emociona). (L, 70 años).
• Militancia en partidos políticos
“También se juntó que en ese momento empecé a militar
en un partido. Fue un cambio bastante visible para los
demás”. (G, 50 años)
• Repensar el rol del Estado
“Yo tomé conciencia recién en los Encuentros Nacionales
de Mujeres que la mayoría son organizaciones sociales,
barriales y comunitarias que no pueden llegar, están muy
solas trabajando. Ahí tomé conciencia de lo importante
que pasa acá en Morón, que el género es una política
pública” (G, 50 años).
“Es fundamental que estas acciones tengan presupuesto
para continuarlas y profundizarlas” (O, 65 años)
Indicadores de ciudadanía presentes en las mujeres entre-
vistadas entre 18 y 30 años
• Reconocerse como sujetas de derechos
“Cuando conocí el feminismo en el CMM, fue como un
boom del activismo. Sentirme una sujeta de poder (A, 22
años).
“Fue como un empoderamiento interno y después hacia
afuera (T, 26 años).
“La práctica del Feminismo, podes llenarte de teoría pero
la práctica es estar con mujeres. La práctica fue compartir
discusiones, risas, llantos, te hacen hermanarte, te suma,
suma.” (T, 26 años).
80
El Género de las políticas
• Forman parte de mecanismos de control (monitorean el Pio
como consejeras). Reconocerse como gestoras sociales y
políticas
“La base era el empoderamiento y fortalecimiento de las
mujeres, el objetivo inicial era que las mujeres de los ba-
rrios se juntaran para ver las políticas del Municipio” (T,
26 años).
“Ver las necesidades, tratar de reverlas, reformularlas y
volver a pensar como se estaba actuando con las muje-
res” (T, 26 años).
“Yo hacía un curso en el Honorable Concejo Deliberante
del Municipio de Morón y desde la Dirección de Políticas
de Género nos dejaron un Plan de Igualdad de Oportuni-
dades y nos dijeron el lunes nos juntamos” (T, 26 años).
• Convertirse en referentes sociales y comunitarias
“Yo trabajaba en el Centro de Salud como administrativa
y ahora trabajo en consejería pre y post aborto, una se va
metiendo” (T, 26 años).
• Toman decisiones sobre los lineamientos del CMM
“Yo estuve en la fundación el CMM, armamos el logo,
buscábamos su personería jurídica” (T, 26 años).
“Al principio fue poder encontrarse, capacitarnos interna-
mente, hacer talleres. Era muy nuevo esto del género” (T,
26 años).
“Después en el 2005 empezamos a ir los Encuentros Na-
cionales de Mujeres y con los años empezamos a trabajar
para que 100 mujeres de Morón puedan ir” (T, 26 años).
“Todas las mujeres eran muy diversas e incluso iban por
distintos motivos al CMM y había conflictos pero que se
81
 Clara Attardo
resolvían porque las acciones principales siempre se lo-
graban” (A, 22 años).
“La experiencia del CMM fue liberadora. Un espacio que
me generó liberación y una apuesta a la acción” (A, 22
años).
Desde la Comisión de Juventud trabajábamos mucho el
tema de la sexualidad, a través de juegos y talleres” (T,
26 años).
• Toman la palabra (se apropian de su voz)
“Las mujeres toman la voz” (A, 22 años).
“Yo creo que la primera etapa nadie conoció mi voz. Para
mí era dificilísimo hablar en grupo, me ponía colorada
eran tres boludeces” (T, 26 años).
• Apropiación del espacio público
“Es en la marcha (se refiere a los Encuentros nacionales
de mujeres) el punto de empoderamiento, todas se unen
en alguna lucha” (A, 22 años).
“La marcha te da poder” (T, 26 años).
• Repensar el rol del Estado
“Para mi antes luchar era ir a una marcha nacional con
agrupaciones y banderías. Y después me di cuenta que
hay mujeres haciendo una revolución en sus casas, sa-
liendo de la violencia, tratando de no reproducir el ma-
chismo con sus hijos e hijas, haciendo lo que ellas quie-
ren, cambiando sus proyectos de vida” (A, 22 años).
“No es lo mismo vivir esta experiencia desde un proyec-
to del Estado. El Estado es una herramienta de acción
82
El Género de las políticas
doblemente empoderante porque tiene una acción más
decisiva en la población. Eso me empujaba a seguir a pe-
sar de los conflictos que había en el CMM” (A, 22 años).
“Hoy me doy cuenta de lo fundamental: poder funcionar
desde dentro y romper desde dentro del Estado” (A, 22
años).
“El CMM era un espacio político no partidario esto hacía
el intercambio más rico y libre” (A, 22 años).
“El Municipio bancaba (económicamente) las acciones
del CMM. Se laburaba muy bien con los recursos. Nunca
fue un no se puede” (T, 26 años).
“Si algo se ganó con el Consejo fue la visivilización de la
Dirección de Políticas de Género” (T, 26 años).
“Era una política pública, no asistencialista de te doy o
no te doy sino que incorporaba a las mujeres a la política
local era “vos tenés derecho” (T, 26 años).
Indicadores de ciudadanía presentes en las entrevistas a
funcionarias
• Reconocerse como sujetas de derechos
“Poder observar el entusiasmo por la participación polí-
tica por la defensa colectiva de las consignas feministas
y observar claramente como el espacio fortaleció y enri-
queció sus luchas personales y colectivas” (C, 37 años).
• Forman parte de mecanismos de control (Monitorean el pio
como consejeras). Reconocerse como gestoras sociales y
políticas
“Incluso cada vez podían interpelar más aspectos vincu-
lados al rol del Estado ,y exigir más en relación al cum-
plimiento de los ejes propuestos por el Primer Plan de
Oportunidades” (C, 37 años).
83
 Clara Attardo
“Es un espacio de participación horizontal y democrático
donde las mujeres de la comunidad puedan acercarse a
la vida pública y política, para así de modo activo involu-
crase en el monitoreo de las políticas públicas. En igual
sentido, general la creación de nuevas políticas públicas
ajustadas a las necesidades identificadas por ellas.” (C,
37 años).
• Toman decisiones sobre los lineamientos del CMM
“Ellas principalmente eran quienes interactuaban con el
resto de la comunidad proponiéndoles distintas líneas de
participación, prevención y promoción de derechos” (C,
37 años).
• Toman la palabra (apropiarse de su voz)
“Desde sus relatos en la participación de cada Plenario
se puede hablar de algunos cambios en relacionados a
su participación pública, y a la toma de conciencia de su
propia capacidad transformadora como ciudadana” (C,
37 años).
• Apropiación del espacio público
“El hecho de participar de utilizar sus experiencias y vo-
ces para intervenir, fue cambiando su posicionamiento
personal, la participación como ejercicio colectivo genera
mayor empoderamiento. No en pocas situaciones, algu-
nas de ellas relataron el modo en como negociaban su
horario y su espacio de participación” (C, 37 años).
“Moviliza mucho la organización y participación de las
mujeres en los espacios públicos” (C, 48 años).
84
El Género de las políticas
• Repensar el rol del Estado
“El rol del estado no es asistencial, sino garante de dere-
chos” (C, 46 años).
Conclusiones sobre la dimensión de ciudadanía
Grupo de mujeres entre 40 y 80 años
Las mujeres entrevistadas refieren que el CMM potenció
que pudieran reconocerse como sujetas de derechos, cono-
ciendo sus derechos, apoyándolas en su ejercicio y promovien-
do que sean multiplicadoras comunitarias de los mismos.
Asimismo forman parte de mecanismos de monitoreo del
Plan de Igualdad de oportunidades como las estimuló a reco-
nocerse como gestoras sociales y políticas y convertirse en re-
ferentes sociales y comunitarias.
Las mujeres también refieren que desde el inicio del CMM
han podido tomar decisiones sobre los lineamientos, acciones
y propuestas de dicho espacio.
Un eje fundamental de la presente tesis es identificar y ex-
plorar de qué manera el CMM ha estimulado la toma la palabra
en el ámbito público y político. En todas las entrevistas se refie-
re a una transformación sustantiva en dicho eje. La posibilidad
de decir lo que se siente, lo que se piensa públicamente a los/
as actores involucrados/as en las políticas, a las mujeres de la
comunidad. Poder manifestar los propios intereses, necesida-
des y derechos públicamente. En muchos casos pasando de
la queja a la propuesta a la política pública y defensa de las
propias ideas políticas.
En consonancia con la toma de la propia palabra acontece
la apropiación del espacio público. Dicha acción como la ante-
rior no acontecen casualmente sino que son objetivos planifica-
dos desde la Dirección de Políticas de Género y la coordinación
del Consejo Municipal de las Mujeres.
La estimulación a participar de los Encuentros Nacionales
de Mujeres a través del financiamiento de los micros (ómnibus)
85
 Clara Attardo
por parte del Municipio de Morón y el acompañamiento de in-
tegrantes del CMM y la DPG, es una acción política delibera-
da para que las mujeres se apropien de los espacios públicos,
puedan marchar, debatir, expresar sus voces y encontrarse en
red con otras.
De acuerdo a las entrevistas el viaje al Encuentro Nacional
de Mujeres, sostenido como acción durante el período que en
la presente tesis se analiza (2004-2012) ha sido una estrategia
efectiva para promover el empoderamiento de las mujeres del
CMM. A su vez dicha actividad ha requerido del compromiso
activo de las mujeres para organizar estos viajes e incluso con-
seguir un financiamiento de apoyo para costear los alojamien-
tos y estadías. Con el compromiso del la coordinación del CMM
se acompañó un proceso que se ha transitado con conflictos
entre las integrantes del CMM pero que la fuerza de la acción
y su potencia permitieron que se realice y que los mismos se
transitaran sin debilitar los objetivos de la misma.
En este caso fue un aprendizaje constante el tránsito de los
conflictos que se suscitan en el camino a la participación polí-
tica de las mujeres y es interesante destacar que aunque los
mismos no se resolvían completamente han formado parte del
camino a la ciudadanización creciente de las mujeres. Una es-
trategia para transitar los conflictos a nivel grupal tuvo que ver
con volver a los objetivos de trabajo y centrar los encuentros en
la ejecución de una tarea de manera sistemática y planificada.
Si bien algunas mujeres militaban en partidos políticos en
el momento de ingresar a participar del CMM, otras comenza-
ron a tener la inquietud de participar de los mismos.
El reconocimiento de las mujeres de mediana edad de que
sus acciones fueron políticas de promoción de derechos con-
lleva a concluir que el CMM fue un dispositivo que promovió
un nuevo posicionamiento subjetivo en las mujeres; que se
empezaron a considerar a sí mismas como “feministas” o “mi-
litantes por los derechos de las mujeres”. Estas transformacio-
nes eran buscadas manera explícita en los objetivos del CMM
en sus líneas de acción, es decir que se tendió a promover la
86
El Género de las políticas
ciudadanía de las mujeres, desde una perspectiva feminista,
adoptando la matriz conceptual y metodológica de los Estudios
de Género. Este fue un lineamiento consiente y planificado por
parte del Municipio de Morón en el periodo analizado.
Las mujeres de este grupo etario en muchos casos amas de
casa, trabajadoras domésticas, de instituciones barriales, es-
colares, “manzaneras”, cooperativistas y jubiladas, realizan un
descubrimiento personal y colectivo, que según evidencian ha
generado huellas profundas en sus subjetividades.
El empoderamiento de las mujeres no se da por casualidad,
sino que es un objetivo deliberado política, conceptual y técni-
camente.
Este proceso les ha permitido a las mujeres repensar el rol
del Estado como garante de derechos y entender a las políticas
excediendo el plano asistencial.
Grupo de mujeres entre 18 y 30 años
Estas mujeres presentan la particularidad de haber iniciado
muy jóvenes su recorrido en el CMM. Posiblemente por moti-
vos generacionales las mismas ya conocen más la temática de
género o bien sus derechos, haciendo un fuerte hincapié en los
derechos sexuales y reproductivos.
Los mecanismos de participación dentro del CMM han sido
diferentes a los del grupo anterior, las estrategias de trabajo y
de promoción de las políticas de género se realizaban a través
de que se posicionaran como coordinadoras de talleres, juegos
callejeros, intervenciones artísticas públicas como murales, es-
téncils, fútbol femenino, entre otros.
En este caso el CMM a través de la “Comisión de Juventud”
ha servido como espacio de contención en la culminación de la
adolescencia de jóvenes que se replantean sus sexualidades,
sus lazos sociales y sus vocaciones. El CMM acompaña y po-
tencia a través de la escucha y las propuestas estos procesos.
Las jóvenes entrevistadas se han transformado en referen-
87
 Clara Attardo
tes comunitarias y expresan que han podido repensar el rol del
Estado en un posicionamiento en el que solo hasta ese momen-
to vislumbraban en las Organizaciones de la Sociedad Civil.
En ejes como la apropiación de la palabra, y el espacio pú-
blico coinciden con el grupo anterior, en la toma de la autocon-
fianza de lo que se dice y expresa. El marchar por las calles,
el reconocerse con otras como factor de contribución a la ciu-
dadanía.
En este caso la participación política partidaria en una de
las entrevistadas se fortaleció a nivel universitario.
Funcionarias
Como se manifestó anteriormente el rol de la coordinación
toma explícitamente el paradigma de los Estudios de Género
para intervenir en las políticas de género, en especial el CMM.
Desde dicho rol se manifiesta que las acciones implementa-
das contribuyen a la ciudadanía de las mujeres en la medida en
que dejan de ser asistencialistas para ser promotoras de dere-
chos y acciones que involucren a las personas en el monitoreo,
planificación y evaluación de las políticas públicas municipales.
Lejos de estimular un rol pasivo en las mujeres participan-
tes, se promueve la transformación de la queja en reflexión y
acción a través de capacitaciones, sensibilizaciones, produc-
ción de estrategias de acción comunitarias y especialmente la
confección de estrategias del diagnóstico, monitoreo y evalua-
ción de los Planes de Igualdad de Oportunidades del Municipio.
En este sentido es muy clara la concepción del Estado como
promotor de políticas de género en el desarrollo (GED) y trans-
versalidad de género apostando política y técnicamente a las
transformaciones estructurales de las desigualdades entre los
géneros a través de las políticas de Estado.
Se observa desde la coordinación se acompaña el proceso
de elaboración de la metodología de relevamiento de las ne-
cesidades de las mujeres de la comunidad para realizar devo-
luciones al funcionariado que permitan desarrollar los ejes de
88
El Género de las políticas
los dos Planes de Igualdad de Oportunidades ya mencionados.
Por otra parte, desde la coordinación se coincide con am-
bos grupos de mujeres en el impacto personal que ha tenido
en las integrantes del CMM en la construcción de ciudadanía,
así como en el empoderamiento que el rol de coordinadoras ha
promovido en ellas.
A partir de los testimonios recogidos en las entrevistas se
puede identificar que la participación activa de las mujeres a
través del CMM posiblemente haya acompañado y promovido
la adquisición de ciudadanía de las participantes.
Aguado Herrera (2007) concibe el concepto de ciudadanía
en clave de género en tres modos que son de mucha utilidad
para el presente análisis.
Por un lado concibe a la ciudadanía como status jurídico
para las mujeres.
Esto implica según Aguado Herrera:
La calidad jurídica básica e inherente de los miembros de
un estado democrático moderno, la cual queda plasmada
en el orden del Derecho Constitucional. La ciudadanía es
inherente sólo a las personas físicas que cumplan con los
criterios establecidos en el orden jurídico, es la calidad
jurídica necesaria para intervenir en la política, otorga el
reconocimiento jurídico y la capacidad de participar en la
lucha por el poder y la participación política constituye la
finalidad de la ciudadanía, y el fundamento de la inaliena-
bilidad de la soberanía y autodeterminación del Estado.
Las ciudadanas son entonces sujetas de derechos civiles
y políticos (2007).
En los testimonios recogidos se puede dar cuenta como las
mujeres en muchos casos comienzan a conocer formalmente
sus derechos, en materia ciudadana, las legislaciones respecto
de la violencia de género, sus derechos sexuales y reproducti-
vos, entre otros. Muchas de ellas se constituyen en referentes
comunitarias multiplicadoras respecto de estos temas, militan
en partidos políticos, entre otras acciones.
89
 Clara Attardo
Asimismo, Aguado Herrera (2007) también ubica a la ciuda-
danía en términos subjetivos:
Otra acepción que nos importa señalar, es la que nos per-
mite entender la ciudadanía en tanto que condición sub-
jetiva, como posición del/la sujeto/a –del ciudadano/a– en
relación con el orden público, así como el vínculo que el
sujeto/a establece con el orden cultural del cual él/ella
mismo/a es efecto y agente productor/a.
Esta identidad del/la sujeto/a en tanto ciudadano/a re-
mite al modo particular de posición con la rex pública, y
es producto de un proceso de subjetivación política, que
permite crear un sistema de interpretaciones y producir
sentido(s) a su realidad social y su forma de ubicarse con
respecto a ella. La identidad tiene como base, como so-
porte, el vínculo y la apropiación que el/la sujeto/a realiza
con un significante (ciudadano/a) a partir del cual se le
designa como y se le otorga un lugar en la sociedad.
Esta conceptualización permite identificar y vincular la cons-
trucción de la ciudadanía en su matiz subjetivo.
Los testimonios recabados permiten identificar de que ma-
nera las mujeres han aprehendido y se han apropiado en lo
personal de sus derechos.
Un aspecto que se destaca para ejemplificar el modo en
que las mujeres expresan la construcción de la ciudadanía en
términos subjetivos es la capacidad que fueron adquiriendo en
expresar sus voces en el ámbito público.
Las expresiones de sus intereses, preguntas, acuerdos y
desacuerdos, animándose a la confrontación y el conflicto son
aspectos que ellas consideran, en algunos casos, una adquisi-
ción en el espacio del CMM.
Es fundamental entender que la voz de las mujeres en las
políticas públicas es necesaria, pero que las mismas puedan
expresarla en muchos casos requiere de condiciones facilitado-
ras como que puedan conocer sus derechos, que se apropien
90
El Género de las políticas
de los mismos, que ejerciten y colectivamente se les pueda
transmitir que sus voces son valiosas y lo que lo que transmiten
tiene importancia.
En este sentido, los viajes a los Encuentros Nacionales de
Mujeres fueron de mucha importancia para el fortalecimiento
colectivo e individual del valor que tienen las voces de las mu-
jeres como ciudadanas.
Posiblemente el hecho de viajar, apropiarse del espacio pú-
blico, de las calles puede haber sido un factor promotor de la
ciudadanía subjetiva.
Asimismo la voz de las mujeres, en el caso del CMM, puede
haberse fortalecido al ser escuchada efectivamente por el fun-
cionariado, con el que se mantenían reuniones, devoluciones e
intercambios; por ejemplo con las Consejeras monitoras de los
Planes de Igualdad.
La devolución del funcionariado, incluyendo el reconoci-
miento de los Intendentes a la labor y palabra de las mujeres es
un dato relevante para comprender como las mujeres pasaron
en muchos casos de la timidez y la inseguridad a confiar en sus
propias voces.
Finalmente, Aguado Herrera (2007) también ubica a la ciu-
dadanía en términos oficio:
Proponemos recuperar la acepción de la ciudadanía en
tanto que oficio, como conjunto de prácticas específicas
de la acción ciudadana, como miembros y participantes
de una comunidad. Esta participación implica un compro-
miso colectivo, con la comunidad política entendida ésta
como el lugar en donde nos podemos reconocer a par-
tir del orden imaginario de las instituciones sociales en
donde podemos identificar el sentido que la ciudadanía
tiene para una sociedad determinada. La ciudadanía es
por tanto, un oficio efecto de un proceso nos remite a un
imaginario histórico y regional específico.
Este aporte conceptual es de mucha importancia ya que
permite entender cómo las mujeres apropiadas del carácter
91
 Clara Attardo
institucional de su labor a través del CMM, desarrollan acciones
de monitoreo de las políticas públicas y son protagonistas en la
elaboración, desarrollo y evaluación de los Planes de Igualdad
de Oportunidades del Municipio de Morón. Ambos planes de
igualdad le otorgan un carácter político formal a la voluntad de
transversalizar la perspectiva de género en las políticas públi-
cas. Este punto muestra que la ciudadanía es aprendida como
oficio por parte de las mujeres del Consejo. Posiblemente su
rol de Consejeras les haya permitido entrenarse en el oficio de
ciudadanas.
Es necesario identificar que la construcción de la ciudada-
nía de las mujeres entrevistadas ha atravesado un camino di-
námico que parte de la adquisición de información sobre sus
derechos pero obviamente con esto no es suficiente, sino que
es el estadío inicial de un proceso. Las mujeres demuestran
que es necesario a la vez un proceso subjetivo de apropiación
de los derechos que conmueve sus identidades y demuestra el
carácter político y dinámico de sus subjetividades para lograr
fortalecer el oficio de la ciudadanía. En la medida en que se
autoperciben como referentes comunitarias, se transforman en
protagonistas de tomar decisiones sobre los lineamientos del
CMM e intervienen en el monitoreo, implementación y evalua-
ción de los planes de igualdad; ejercitan la ciudadanía.
Ciudadanía; un componente de la promoción de la salud
El espacio local ha sido identificado por el movimiento de
mujeres como espacio privilegiado para el empoderamiento fe-
menino, y partiendo de un concepto ampliado de salud es po-
sible ubicarla como un componente del logro de la ciudadanía
plena (Tajer, 2001).
En este sentido los espacios locales y barriales, identi-
ficados como espacios de pertenencia son atractivos para la
participación y los resultados de la misma pueden verse rápi-
damente sin atravesar demasiados canales burocráticos. Este
punto es fundamental promotor de la ciudadanía de las mujeres
(Tajer, 2001).
92
El Género de las políticas
La transición de las mujeres del CMM de una conciencia
femenina, relativa al ejercicio de a sus roles femeninos tradicio-
nales (Temma Kaplan, 1990), a una creciente apropiación del
feminismo como marco conceptual aplicado al monitoreo de las
políticas de género, es un indicador de la ampliación de la ciu-
dadanía y por ende de la promoción de la salud de las mujeres.
En esta línea de pensamiento cabe mencionar la Ordenan-
za Municipal Nº 9102/2007 que crea el Consejo Municipal de
las Mujeres. La misma explicita sus objetivos claramente orien-
tados a estimular la ganancia de ciudadanía de sus participan-
tes convocando las siguientes acciones:
a) Asesorar al Departamento Ejecutivo acerca de las pro-
blemáticas y necesidades de las Mujeres de Morón, para
propiciar una mejor calidad de vida de las mismas.
b) Proponer planes, programas y acciones a desarrollar por
el Departamento Ejecutivo.
c) Monitorear la inclusión de la perspectiva de género en
los diferentes programas y proyectos llevados a cabo por
el Departamento Ejecutivo.
d) Promover la toma de conciencia comunitaria sobre la
Igualdad de Oportunidades entre varones y mujeres.
e) Difundir la existencia y accionar del Consejo Municipal
de las Mujeres a través de las diversas vías de comunica-
ción.
f) Participar del accionar de las organizaciones sociales de
la comunidad, que trabajen con perspectiva de género, vin-
culadas a problemáticas que afecten a las mujeres.
g) Promover la realización de convenios entre el Municipio
y otros organismos públicos, que favorezcan la aplicación
de los distintos regímenes legislativos existentes, relacio-
nados con la perspectiva de género.
h) Motivar la capacidad crítica de las mujeres del partido de
morón, promoviendo el ejercicio de una ciudadanía plena,
93
 Clara Attardo
desde una perspectiva de género.
i) Promover el espacio del Consejo de las Mujeres, como
un lugar de referencia.
j) Promover la participación activa, favoreciendo la toma de
decisiones y facilitando el uso de la palabra de todas las
mujeres.
k) Generar espacios de capacitación permanente que posi-
biliten una mayor accesibilidad de la información.
A partir de las acciones mencionadas en la precedente or-
denanza cabe destacar que la promoción de ciudadanía en-
tendida como conocimiento y ejercicio de derechos, ejercicio
de obligaciones y ejecución de prácticas que expresan la apro-
piación de la ciudadanía son objetivos claramente expresados.
De acuerdo a la “Escala de medición de grados de integra-
lidad y equidad de género” (EquiGEN) (Tajer y cols., 2012, p
63), la capacidad de promoción de ciudadanía de un Programa,
el grado en que el mismo promueve y logra el ejercicio de los
derechos, obligaciones y genera practicas ciudadanizantes, es
indicador de que la política pública analizada es promotora de
la salud.
El Género de las políticas
institucional planificado, con decisión política que promueva el
permanente de ejercicio, reflexión, evaluación de las políticas y
sus resultados, acompañado de la contención y reconocimiento
que fortalezca las mujeres este camino.
Posiblemente el carácter local de las políticas haya favore-
cido la participación de las mujeres; fortaleciendo y motivando
el trabajar en pos de los derechos de las mujeres de Morón,
que en definitiva eran sus vecinas, de una manera ágil y acce-
sible. Asimismo efectivizar cualquier acción el CMM requería
pocos pasos burocráticos y los resultados de las mismas se
evidenciaban rápidamente. A su vez en el nivel local, acceder
al funcionariado era relativamente sencillo y formando parte del
CMM era cotidiano el encuentro; esto concretizaba el intercam-
bio de información, propuestas y proyectos.

En síntesis
Cabe destacar que si bien en los grupos de mujeres entre-
vistadas hay diferencias en los temas que plantean como rele-
vantes en la construcción de sus ciudadanías, en el total de las
mujeres entrevistadas se identifica que el CMM ha sido un dis-
positivo importante para acompañar estos procesos singulares.
Es decir que el CMM, operó como un programa promotor de
la ciudadanía en tanto jurídica, subjetiva y como praxis u oficio
para las mujeres entrevistadas.
Una posible lección aprendida es la relevancia de identificar
que la construcción de ciudadanía no se agota en el plano téc-
nico e informativo sobre los derechos. Se requiere un proceso

94 95
 Clara Attardo
Análisis de la dimensión autocuidado
Indicadores de autocuidado presentes en las entrevistas
realizadas a las mujeres entre 40 y 80 años
• Autoconocimiento. Participación en la toma de decisiones
sobre su cuerpo o salud
“Siempre le dedique tiempo a mi salud” (L, 70 años).
“Y eso de salir, de saber que tenés reunión en el Consejo
te da la pauta y te arreglás, te ponés más linda, en tu casa
te embrutecés” (M, 60 años).
“Yo uso calzas, yo me visto distinto y me dicen “hay que
moderna”…me pongo lo que me gusta (L, 70 años).
“El Consejo reafirmó mi costumbre de cuidar mi salud”
(R, 79 años)
“En mi caso no hubo cambios, siempre me cuidé (G, 50
años).
• Toma de decisiones y reafirmación de la propia sexualidad
“Siempre me cuidé pero aprendí a tomar conciencia
de nuestros derechos sexuales y reproductivos” (C, 43
años).
• Cambios posturales: erguir la postura
“Hubo un cambio de identidad, un cambio de postura,
tengo más seguridad” (M, 60 años).
“Hemos visto cambios sustanciales” (R, 79 años).
• Priorización de la salud propia a la de la familia
“Hay una etapa cuando los hijos son chicos que una deja
de cuidarse, de priorizar su salud, siempre estás en fun-
ción de los chicos y del marido, de las cosas que hay que
hacer” (O, 65 años).
“Antes mi prioridad eran mis hijos, ahora me estoy ocu-
pando de mi” (C, 46 años).
96
El Género de las políticas
Indicadores de autocuidado presentes en las entrevistas
realizada a las mujeres entre 18 y 30 años
• Autoconocimiento. Participación en la toma de decisiones
sobre su cuerpo o salud
“En el Consejo había una línea de trabajo grande en re-
lación a la prevención en salud de la mujer “(A, 22 años).
“Replantear mi cuerpo, yo siempre estuve muy molesta
con mi cuerpo, hubo todo un cuidado y repensar del cuer-
po” (A, 22 años).
“Otro tema era el tema de los pelos, era un tema de acep-
tación, el médico me daba anticonceptivos por el tema del
vello. Yo era cruel con mi cuerpo y pude pensar que mi
cuerpo era un cuerpo más y el hecho de que no devenga
a la norma estaba todo bien” (A, 22 años).
• Toma de decisiones y reafirmación de la propia sexualidad
“El tema de la sexualidad. Tener una sexualidad distinta
a la dominante, tenía que ver también con un cuidado
distinto” (A, 22 años).
Tuve todo un replanteo por ejemplo de decirle a un pibe
que usara forro. Esto tuvo que ver con el taller que hacía-
mos de colocación del preservativo. Me generó mucha
autonomía” ( A, 22 años).
“Trabajar con el tema de sexualidad era el espadachín de
la comisión de juventud del consejo, hacíamos juegos, el
taller del uso del preservativo” (T, 30 años). “Con mi se-
xualidad hacerme cargo de lo que me pasaba, aceptarme
y alivianarme (T, 30 años).
• Cambios posturales
“Ya desde el discurso, desde el pararte, desde el hablar
y tomar la palabra, te aliviana, los hombros se te ponen
blanditos, te hace aflojar el cuerpo en el buen sentido,
97
 Clara Attardo
para no sentir el peso de tus palabras” (T, 30 años).
“Ya tomar la palabra te implica cambiarte, posicionarte
distinto con tu cuerpo, con donde estas. Te da el eje dis-
tinto” (T, 30 años).
“Cambio mi mirada con el tema del aborto, a no juzgar y
respetar a la otra” (T, 30 años).
• Hacer deportes
“En casa hay cosas que hacer y vos te vas a jugar a la
pelota (A, 22 años).
“Fútbol fue una política que nos permitió repensarnos, ve-
nir a jugar sin el rollo de ir al gimnasio” (T, 30 años).
Funcionarias
En consonancia con los ejes anteriores referidos a la pro-
moción de la ciudadanía y la autonomía, la promoción del tema
de salud con perspectiva de género fue prioritaria como linea-
miento en el CMM; se trabajaron los ejes vinculados a salud
sexual y reproductiva, derechos en salud, sexualidad libre de
violencia, prevención del VIH-SIDA, entre otros temas.
Cabe destacar que hasta el año 2010, la Dirección de Políti-
cas de Género del Municipio de Morón pertenecía a la Secreta-
ría de Salud de dicho Municipio y a finales del año 2010 pasa a
formar parte de la Secretaría de Abordajes Integrales.
Respecto del tema de salud las ex coordinadoras destacan
que aunque han trabajado estos temas, aun les cuesta priorizar
su salud si tienen hijos pequeños.
Este es un punto aun no resuelto y en los casos de las ex
funcionarias que tienen hijos sigue siendo un obstáculo para
priorizar su autocuidado8.
8 Cabe destacar que las mujeres que participaban del CMM no tenían hijos/
as o en el caso de tenerlos/as eran jóvenes y/o adultos/as. Las dinámicas
participativas, horarios generalmente vespertinos, viajes que formaban parte
del CMM, entre otros, posiblemente operaran como barreras para que partici-
98
El Género de las políticas
Destacan que el trabajo con salud les permitió conocer más
sus derechos, por ejemplo respecto del parto respetado.
Respecto de las mujeres del CMM, una las ex funcionarias
destaca:
“Uno de los ejes abordados estuvo relacionado a la salud
como concepto integral, al acceso a la misma, lo cual era pro-
blematizado por el consejo. Claramente los ejes de salud se-
xual y reproductiva estuvieron abordados, y creo que impacto
en el autocuidado de cada una de las participantes, así como
también en la comprensión de los determinantes sociales y co-
munitarios de la salud y como ellas podían colaborar en promo-
ver el acceso por parte de la comunidad a la misma. Se trabajó
conjuntamente en desarmar prejuicios y mitos en relación a la
salud, que colaboro en promover otro tipo relación con el propio
cuerpo” (C, 37, años).
Conclusiones sobre la dimensión de autocuidado
Grupo de mujeres entre 40 y 80 años
El presente grupo considera que ya tenían conductas de
cuidado de la salud, pero que en general el CMM contribuyo a
fortalecer este punto.
Cabe destacar que consideran relevante que el hecho de
salir y participar de las reuniones del CMM para ellas contribu-
yó en un mayor cuidado de su arreglo personal, en la toma de
decisiones sobre sus vestimentas, en su seguridad personal,
entre otros temas.
En todos los casos afirman que en general les cuesta prio-
rizar el cuidado de su salud respecto a la de sus familias. Con-
tinúa la idea de la autopostergación aun cuando se trabaja ac-
tivamente en el CMM sobre el tema de salud y derechos de las
pen mujeres con hijos/as pequeños a cargo. Algunas coordinadoras, estaban
transitando esta situación; esto implicaba el desafío de ser funcionarias mu-
nicipales a la vez que madres de niños/as recién nacidos/as y pequeños/as.
Por motivos de extensión no se desarrollará este tema en la presente tesis
sino que se abordará en un trabajo que será publicado posteriormente por
quien suscribe esta investigación.
99
 Clara Attardo
mujeres a decidir sobre sus cuerpos. Es un desafío el tránsito
de trabajar “para las otras” a promover la apropiación del “para
nosotras” también es importante el autocuidado.
Grupo de mujeres entre 18 y 30 años
En este grupo se destaca un fuerte componente vinculado
a la dimensión corporal como dimensión subjetiva implicada en
el proceso de participar del CMM. El replanteo sobre la pro-
pia sexualidad, la aceptación del cuerpo, el reconocimiento de
las necesidades particulares de cuidado, la sensación de alivio
corporal a partir de que se apropian de sus voces y el fútbol
como permiso para el juego, son aspectos que destacan enfá-
ticamente (Tajer, 1998).
Coinciden con el grupo anterior sobre la importancia que
tuvo en el CMM el abordaje de temas de género y salud, y
en la comisión de jóvenes especialmente el tema de sexuali-
dad como eje, incluyendo debates como la despenalización del
aborto, talleres sobre el uso correcto del preservativo, la vincu-
lación entre las violencias y la sexualidad, entre otros temas,
que según ellas contribuyeron a que pudieran repensarse.
Funcionarias
Las ex funcionarias que tienen niños pequeños coinciden
con las mujeres del primer grupo mencionado que tienden a
postergar su salud respecto a la de sus familias. Asimismo par-
ticipar en el CMM contribuyó a que pudieran plantearse para
ellas mismas temas como la violencia obstétrica, los derechos
sexuales y reproductivos, entre otros.
Por otra parte se destaca que la promoción del autocuida-
do, incorporando los derechos en salud, la salud sexual y re-
productiva y la promoción del monitoreo del eje de salud de
los Planes de Igualdad de Oportunidades, son ejes planificados
por la Dirección de Políticas de Género para que las mujeres
del Consejo participen activamente.
A partir de los testimonios anteriores se puede identificar
que:
100
El Género de las políticas
El abordaje del autocuidado en la perspectiva de género,
permitió recrear el marco teórico tradicionalmente inscrito
en el modelo médico hegemónico de la disfuncionalidad
orgánica y/o del rol maternal de la mujer, para dimensio-
narlo a partir de las brechas de género y postularlo como
proceso de empoderamiento ligado a valores reivindicati-
vos de la autoestima, la autodeterminación y el desarrollo
humano (Arango, 2000).
La necesaria vinculación del concepto de autocuidado se
remite a la importancia de pesquisar en qué grado las muje-
res participantes fortaleciendo su autonomía y ciudadanía han
logrado reconocer sus necesidades en salud, incorporando la
dimensión corporal.
Si bien las mujeres entre 40 y 80 años y las coordinadoras
reconocen que cuidan su salud, todas ellas aun identifican ba-
rreras ligadas a la dificultad de priorizar sus necesidades a las
de sus familias.
Las mujeres entre 18 y 30 años identifican fuertemente la
dimensión corporal del autocuidado ligada a los derechos se-
xuales y reproductivos. La posibilidad de reflexión sobre las ne-
cesidades particulares respecto de la diversidad sexual es un
punto fundamental.
En todas las mujeres entrevistadas se denotaría un posible
efecto de que una de las líneas de trabajo principales del CMM
fue la promoción de la salud integral de las mujeres.
Ellas registran como se potenció su necesidad de arreglar-
se para salir, de comenzar a amar y conciliarse con un cuerpo
que no responde al modelo hegemónico, reconocen el placer
de elegir que ropa ponerse.
Es posible ilustrar este proceso con las palabras de Marcela
Lagarde y de Los Ríos respecto del autocuidado de las muje-
res:
El empoderamiento de las mujeres, aprovecha
la capacidad de cuidado generizada la resignifi-
ca y la reconduce hasta lograr que el autocuida-
101
 Clara Attardo
do personal y colectivo de las mujeres sea una
nueva dimensión fundante de género, tanto de la sub-
jetividad de cada una como de mentalidades colectivas.
El autocuidado, la preservación y la seguridad se con-
vierten, por esta vía, en prioridad para cada mujer y para
cada vez más colectivos. Por eso, el empoderamiento es
tan positivo para las mujeres y es un recurso de preserva-
ción, de eliminación de circunstancias peligrosas para las
mujeres, de mejoría vital y de bienestar (s. f., p. 8).
El logro del autocuidado de las mujeres entrevistadas está
en permanente construcción, no es un proceso acabado, por lo
tanto pueden identificarse grados de apropiación de sus nece-
sidades, mejora de su autoestima y seguridad personal (Tajer
y cols, 2012).
El CMM ha estimulado la capacidad de repensar la catego-
ría autocuidado desde los debates de género. Esto ha permi-
tido integrar postulados éticos que convocan a una actuación
protagónica de las mujeres para el ejercicio de ciudadanía, en
asuntos comprometidos con su vida y su desarrollo humano.
En tal sentido se han fortalecido procesos de empoderamiento,
e interiorización de sentimientos de autoestima, autoafirmación
y desarrollo personal en el contexto de relaciones políticas, so-
ciales, económicas, culturales, étnicas y de género. A si mismo
ha ganar espacios, al interior de las políticas públicas sanitarias,
en lo concerniente a la protección integral de la salud de las
mujeres, a partir de prácticas cotidianas de autocuidado que
redunden en el beneficio individual y colectivo (Arango, 2000).
Este proceso de promoción del autocuidado a través de un
profundo trabajo de promoción de la salud de las mujeres del
Consejo con perspectiva de género las ha acompañado en un
camino personal de toma de decisiones sobre su vida, su
cuerpo y su sexualidad.
Esta apropiación subjetiva se puede vincular también al
modo en que este grupo de mujeres activa las políticas de gé-
nero en el ámbito Municipal. La política para las mujeres abarca
102
El Género de las políticas
dos grandes esferas: la vida cotidiana y la política pública (La-
garde y de los Ríos, s.f., p. 11).
Es importante la afirmación de Lagarde y de los Ríos al res-
pecto:
En este sentido, la política contiene la capacidad de
ser vía del empoderamiento colectivo de las muje-
res, del empoderamiento de quienes hacen política y
de la ampliación de poderes de mujeres poderosas.
Si arriban mujeres con conciencia, tradición y acciones
políticas de género, su presencia y participación contribu-
ye a llevar a la esfera de la política necesidades, las aspi-
raciones, los intereses, las denuncias y las propuestas de
mujeres que construyen alternativas sociales. Esa amal-
gama de elaboraciones se convierte en agenda política y
las mujeres aparecen con un perfil político específico de
género (s. f., p. 12) .
En base a las entrevistas y encuestas realizadas y el aporte
conceptual mencionado, es posible vincular los procesos sub-
jetivos de la potenciación del autocuidado de las mujeres en-
trevistadas, con la capacidad creciente de estas mujeres de
identificar sus intereses y necesidades en salud integral. Con-
siderando que esto les ha permitido consultar a otras mujeres
de la comunidad al respecto y a partir de allí aconsejar a la
política pública sobre de la importancia de poner en agenda
estos temas.
Posiblemente el proceso individual y a la vez colectivo lle-
vado adelante por las mujeres a fin de fortalecer su autonomía,
ciudadanía y autocuidado, las ha consolidado como Conseje-
ras monitoreando el acceso al derecho a la salud de las muje-
res de sus comunidades. En el próximo apartado se describe
esta acción del CMM.
La estimulación a monitorear los ejes de Salud de los dos
Planes de Igualdad de Oportunidades ya mencionados, parte
de una decisión política del Municipio de Morón, de la Dirección
103
 Clara Attardo
de Políticas de Género, así como de los intereses de las muje-
res del Consejo.
La apuesta es doble, por un lado promover el cumplimiento
de los Planes de Igualdad y por otro lado la promoción del em-
poderamiento de las mujeres del Consejo como gestoras de las
políticas públicas, confiando en que este trabajo fortalecería su
posicionamiento subjetivo como ciudadanas. En este proceso
las mujeres del CMM reunidas en comisiones de trabajo reali-
zaron una investigación a la que llamaron: “Atención primaria
de la Salud: sobre el buen trato en la salud de las mujeres”
La misma implicó la realización de un relevamiento a los/as
efectores/as de Atención Primaria de la Salud del Municipio de
Morón y Consultorios externos del Hospital Municipal de Morón
“Ostaciana B. de Lavignolle”.
Dicho relevamiento partió de una metodología participativa
a través de las cual las mujeres basadas en los lineamientos de
los Planes de Igualdad de Oportunidades, revisaron las necesi-
dades en salud de las mujeres de Morón a partir de sus propias
opiniones y experiencias.
Asimismo las mujeres realizaron el esfuerzo de transformar
sus necesidades, quejas y demandas en ejes, preguntas y ca-
tegorías para indagar a las usuarias de los servicios a fin de
realizar una devolución a los/as funcionarios correspondientes
con una presentación power point confeccionado por ellas mis-
mas.
La presentación de dicho trabajo fue realizada por las Mu-
jeres del Consejo al funcionariado en salud, a los equipos de
APS, asimismo en el “I Congreso de Abordajes Integrales” que
se realizó en el Municipio de Morón en el año 2011. Este con-
greso tenía como objetivo visibilizar, analizar y debatir las ac-
ciones que realizaba cada área municipal.
Si bien los resultados forman parte de una labor relevante
a los fines de contribuir con el cumplimiento con los ejes de los
Planes de Igualdad de Oportunidades, esta experiencia formó
parte de una proceso de promoción de la transformación de
104
El Género de las políticas
las demandas al Estado en propuestas a elevar al funcionaria-
do, promoviendo que las mujeres
se conecten con sus intereses, las
necesidades de las otras, sus de-
seos vinculados a la dimensión del
autocuidado, el derecho a decidir
sobre sus cuerpos y la promoción
de sus derechos en salud.
Asimismo la presentación pú-
blica de los hallazgos del presente
trabajo fue una estrategia delibera-
da, decidida por la coordinación del
CMM, las integrantes del mismo y
avalada por la Dirección de Políti-
cas de Género. Esto realizó con el
fin de que las mujeres se entrenen
en la toma de la palabra y se po-
sicionen como gestoras políticas9.
La implicación personal y profesional en el Consejo de
Consejeras y el monitoreo del derecho a la salud de las
mujeres
El Consejo de Consejeras es un lineamiento de trabajo que
se fortaleció durante la gestión de quien suscribe la presente
tesis, al frente de la coordinación el CMM entre los años 2010
y 2012.
Los objetivos de dicho trabajo fueron llevados a cabo desde
la formación como Lic. en Piscología especializada en políticas
9 Cabe destacar que para cada presentación pública las mujeres pasaron por
un proceso de entrenamiento, ejercitando con la coordinadora del CMM sus
presentaciones. Se realizaban en las comisiones de trabajo ejercicios con
metodología de role playing a fin de potenciar la confianza de las mujeres en
las presentaciones públicas del PIO, los resultados de monitoreos, presenta-
ciones en jornadas y al funcionariado entre otras. Cabe mencionar que para
algunas mujeres con un nivel de educación formal de primario y/o secundario
incompleto la realización de estas actividades fue motivadora y tomada como
un desafío personal.
105
 Clara Attardo El Género de las políticas
públicas, transitando la Maestría en Género, Sociedad y Políti- El proceso mencionado formo parte de los más de 10 años
cas de PRIGEPP-FLACSO, formada en Promoción de la Salud de funcionamiento de un CMM que a través de capacitaciones,
en la Residencia Interdisciplinaria de Educación para la Salud, talleres planificados y realizados por las mujeres, el diagnósti-
y a la vez con trayectoria como docente e investigadora en la co, formulación y seguimiento de los Planes I y II de Igualdad
Cátedra Introducción a los Estudios de Género de la Facultad entre mujeres y varones, el viaje a los Encuentros Nacionales
de Psicología de la UBA. de Mujeres, entre otras muchas y variadas acciones, han sido
Profesionalmente, quien suscribe esta tesis, ha realizado planificados desde una perspectiva de género y subjetividad en
una apuesta en el colectivo de mujeres; especialmente en el el ámbito de las políticas públicas.
proceso de construcción social de las subjetividades políticas
de las mismas, tendiendo puentes y tramas entre políticas pú-
blicas y subjetividades. Es decir que no solo fue de interés pro-
fesional dar cumplimiento formal a los ejes de los Planes de
Igualdad sino que además la apuesta tuvo que ver con dejar
capacidad ciudadana instalada en las subjetividades que per-
mitiera que más allá de una gestión política en particular, los
efectos de las políticas de género hicieran mella en las vidas
de las ciudadanas.
La formación profesional en género y políticas públicas se
plasmó a través de talleres, de la coordinación de los proce-
sos de discusión, debate, introspección, compartir vivencias,
demandas y angustias, hasta que las mismas pudieron trans-
formarse en propuestas y devoluciones al funcionariado para
fortalecer la incorporación de la perspectiva de género a las
políticas sanitarias.
Se debatió sobre derechos, violencias en el sistema sani-
tario, buen trato en salud, derecho a decidir sobre el propio
cuerpo, cuidado de la intimidad, auto postergación de los cui-
dados a fin de armar una herramienta metodológica, con tal fin
se realizaron entrevistas y encuestas en la sala de espera de
los CAPS de Morón. Dichas entrevistas y encuestas además
de formar parte de un relevamiento eran la excusa para que
las mujeres sensibilizaran a otras sobre sus derechos en salud.
La información relevada en esta experiencia fue puesta en
palabras por las mujeres del Consejo y devuelta a las autorida-
des sanitarias municipales.

106 107
 El Género de las políticas

Resultados

Género, generaciones y cambios en las vidas de las muje-

res entrevistadas
A partir del recorrido sobre las experiencias de las mujeres
entrevistadas se ha podido identificar que el programa Consejo
Municipal de las Mujeres ha promovido y acompañado cambios
en las vidas de las mismas.
La promoción de la salud integral de las mujeres a través del
fortalecimiento de la autonomía, la ciudadanía y el autocuidado
ha generado transformaciones en sus vidas, subjetividades y
por ende en sus capacidades de hacer política pública local.
En el presente apartado se rescatan algunas particularida-
des generacionales de las mujeres entrevistadas. Todas ellas
refieren ser de las primeras en sus familias en participar polí-
ticamente, pero es de interés analizar algunos aspectos gene-
racionales.
Por un lado, las mujeres entre 40 y 80 años han podido
cuestionar un modelo de femineidad tradicional en el cual de-
sarrollaron gran parte de sus vidas. Es de interés rescatar el
valor y esfuerzo del proceso llevado adelante por las mujeres
de mediana edad. Las mujeres mayores se han mostrado en
un proceso de creciente individuación y libertad. Es posible
evidenciar que para las mujeres entrevistadas, participar en el
CMM fue como un antes y después en la vida de muchas, que
pasaron de ser amas de casa a como ellas afirman “militantes
por los derechos de las mujeres”.
Este proceso singular no hubiera podido hacerse individual-
mente: “Hacerse mayores encierra ventajas como disponer de
tiempos, perspectivas no imaginadas, capacidad para relativi-
zar lo que antes parecía dramático y disfrutar del valor de la
109
 Clara Attardo
libertad, de las obligaciones que han desaparecido, de la po-
sibilidad de decidir y anteponer los deseos antes postergados”
(Coria, Freixas, Covas, 2005, p. 103).
La autora Isak Dinesen hace este proceso presente al afir-
mar que “Las mujeres cuando tienen suficiente edad para tra-
tar cuestiones de mujeres con independencia, son las criaturas
más poderosas del mundo” (1934, p. 83).
Por otra parte el proceso descripto por las mujeres más jó-
venes, entre 18 y 30 años, ha mostrado la capacidad del CMM
de acompañar diversas inquietudes y trayectorias vitales.
Puede evidenciarse que el CMM acompañó, contuvo y pro-
movió el encuentro colectivo entre jóvenes brindando informa-
ción en materia de salud sexual con perspectiva de género y
derechos que les permitió a las mujeres de la nueva genera-
ción, sentirse cómodas, escuchadas, aliviadas y contenidas en
un espacio político. De hecho muchas de las jóvenes hoy tra-
bajan con perspectiva de género en el campo del arte, la salud
y la academia, entre otros.
Es necesario destacar como es posible y es deber del Es-
tado acompañar a jóvenes en el recorrido de la construcción
de sus identidades de género y orientaciones sexuales. Dicho
acompañamiento puede ser contenedor, promotor de la salud
y de procesos de particularización de las niñas, que lejos de
constituirse en idénticas, adolescentes expropiadas del saber
sobre sus cuerpos y sus sexualidades puedan explorar/se con-
formándose en ciudadanas autónomas, protagonistas políticas
(Fernández, 2004, p 97).
El CMM ha podido sostenerse como un brazo de un Esta-
do local que ha promovido la libertad y ciudadanía de las jóve-
nes (la mayoría de sectores medios bajos) sin juzgarlas. Dicho
rol del Estado es sumamente innovador respecto de los dispo-
sitivos públicos modernos que históricamente han fragilizado a
las niñas (Fernández, 2004, p. 97) para convertirlas en seres
dependientes de los otros.
Asimismo, en el caso de las funcionarias, se puede inferir
110
El Género de las políticas
que han jugado un doble rol, por un lado el desafío profesional
de incorporar la perspectiva de género en las políticas púbicas,
analizando las posibles alianzas y conflictos, identificando las
estrategias institucionales que permitan llevar adelante dicho
proceso y por otro lado el impacto persona de haber transitado
esta función.
El rol de concebir la esfera pública en clave feminista, en
un gobierno local fue un desafío atractivo para las menciona-
das funcionarias cuya labor articula la formación técnica, profe-
sional y el involucramiento personal y subjetivo en dicha tarea.
Recorriendo las entrevistas las funcionarias destacan los
cambios en las vidas de las mujeres que han atravesado la
experiencia del CMM; así como sus propias transformaciones y
replanteos profesionales y personales.
Para finalizar a Marcela Lagarde y de Los Ríos aporta:
Mirar a mujeres empoderadas permite sentir que es posi-
ble y hace suponer a quien observa que ella también pue-
de. Así, la prueba de la eficacia de la emancipación de
género está en las mujeres empoderadas. Por simpatía,
sus logros y los signos de los poderes vitales implícitos
en su identidad convocan a otras a mujeres a intentarlo.
El aprecio por los avances logrados por movimientos de
mujeres contribuye también a fortalecernos (s. f., p. 28).
Subjetividades políticas de las mujeres como efecto de las
políticas de género
Montaño Virreira destaca el desafío de construir el “cuarto
propio” en el Estado:
Las Oficinas de la Mujer, Ministerios, Subsecretarías,
Consejos o como se les llame, se han convertido en labo-
ratorios, a veces exitosos, de reformas legales, cabildeo
y presión política, diseño de programas, formulación de
políticas, monitoreo de compromisos internacionales, diá-
logo intersectorial y trabajo a nivel local. Han proliferado
las guías, investigaciones, conocimientos, programas de
111
 Clara Attardo
capacitación y otros, capitalizando la enorme experiencia
acumulada por las organizaciones no gubernamentales y
en muchos casos innovando procesos de investigación,
ejecución de programas y proyectos (1998, pp. 4-5).
A partir del recorrido realizado a través de las entrevistas
y las precedentes conceptualizaciones podríamos identificar al
Programa Consejo Municipal de las Mujeres de Morón como un
dispositivo que contribuyó a la construcción de subjetividades
políticas de las mujeres que participaron propiciando el forta-
lecimiento de la autonomía, ciudadanía y autocuidado de las
mismas.
Concebir al Consejo Municipal de las Mujeres como un dis-
positivo implica vincular las relaciones intra e interinstituciona-
les, las prácticas sociales de las mujeres y la agenda de género
del Municipio. Estos elementos enlazados impactan de algún
modo en las formas de ser, hacer y conocer de las mujeres
participantes en un momento histórico determinado de tal modo
que se afirma que el dispositivo es un modo de constituir sub-
jetividades
(Martínez Posada, 2013, p. 136).
Tal como señala García Fanlo:
Un dispositivo consiste en una red de relaciones entre
instituciones, sistemas de normas, formas de comporta-
miento, procesos económicos, sociales, técnicos y tipos
de clasificación de sujetos, objetos y relaciones entre es-
tos, un juego de relaciones discursivas y no discursivas,
de regularidades que rigen una dispersión cuyo soporte
son prácticas.
Por eso no es exacto decir que los dispositivos “capturan”
individuos en su red, sino que producen sujetos/as que
como tal quedan sujetados/as a determinados efectos de
saber/poder (2011).
Por lo tanto el concepto de subjetividades políticas al cam-
po de las políticas públicas con perspectiva de género, se
puede comenzar a concluir que un programa inserto en un go-
112
El Género de las políticas
bierno local, con voluntad política y presupuesto para imple-
mentar políticas de género, que convoque a las mujeres a ser
protagonistas a lo largo del tiempo puede ser un dispositivo que
permite potenciar el desarrollo de la autonomía, ciudadanía y
autocuidado de las mismas. Promoviendo salud integral de las
mujeres.
Considerando que las subjetividades están en permanente
devenir, las políticas públicas correspondientes a un momento
histórico y político determinado no solo influyen en las subjetivi-
dades sino que las crean y recrean, dando lugar a que nuevas
posibilidades acontezcan.
Estas concepciones se enlazan con las políticas de género
en el desarrollo (GED) que conllevan un profundo trabajo cultu-
ral de transformar las estructuras de la desigualdad, y no solo
satisfacen necesidades coyunturales.
Desde esta perspectiva los cambios en las relaciones entre
los géneros requieren transformaciones profundas en las insti-
tuciones, las políticas y las subjetividades.
Las políticas GED que tienden a la transversalidad de gé-
nero requieren necesariamente que las personas responsables
de liderar el gender mainstreaming atraviesen un proceso de
empoderamiento y fortalecimiento ciudadano.
Comprometerse con las políticas de género transforma a las
instituciones, así como a las personas que las llevan adelante.
En síntesis
Es posible afirmar que una política pública de carácter local
con perspectiva de género, que concibió a las subjetividades
de las mujeres como dinámicas, nómades y políticas posibilitó
una praxis técnico-política que desarrolló un proceso de trans-
versalidad de género e interseccionalidad. Esto permitió que se
transformen las subjetividades de las mujeres que participaron
a lo largo del tiempo en el Consejo Municipal de las Mujeres de
Morón.
113
 El Género de las políticas

Conclusiones

A partir de la investigación que forma parte de la presente

tesis de Maestría es posible concluir que:
• El programa Consejo Municipal de las Mujeres como
política pública local de promoción de la salud con pers-
pectiva de género ha sido un dispositivo capaz de gene-
rar transformaciones en las mujeres participantes promo-
viendo el fortalecimiento de su autonomía, ciudadanía y
autocuidado.
• Los posibles modos en que impactó el Consejo Munici-
pal de las Mujeres en las subjetividades entendidas como
políticas, no es monolítico ni absoluto sino que ha pro-
movido la autonomía, ciudadanía y autocuidado de modo
singular en cada mujer entrevistada.
• Para que sean efectivas estas acciones debe trabajar-
se de manera planificada en el plano político, técnico y
subjetivo.
• Para que sean eficientes estas acciones deben perma-
necer en el tiempo.
• Para que sean efectivas estas acciones deben planifi-
carse, evaluarse y sistematizarse.
• Las políticas públicas locales favorecen la participación
de las mujeres.
• El funcionariado responsable de estas acciones debe
tener formación en políticas de género y promoción de la
salud a fin de tener capacidad técnico-política de desarro-
llar procesos de transversalidad de género.
• Las diversas características de las mujeres participan-
115
 Clara Attardo
tes (identidad genérica, raza, orientación sexual, edad,
clase, entre otras) ameritan la creación de dispositivos
de intervención políticos basados en el concepto de inter-
seccionalidad a fin responder a las necesidades, deseos,
propuestas e intereses específicos, tal como se evidenció
en los grupos de mujeres entre 40 y 80 años respecto de
las mujeres entre 18 y 30 años.
• Debe asignarse presupuesto a este tipo de programa
dada la probada efectividad de los mismos.
• Es necesario que estas políticas sean identificadas
como buenas prácticas a fin de ser sostenidas y replica-
das.
• La expresión de las voces de las mujeres en las políticas
públicas es central para que las mismas puedan desarro-
llarse y perdurar en el tiempo más allá de los cambios de
gestión.
116
El Género de las políticas
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dio-visual como filmaciones, fo-
tos, audios.

122 123
 Clara Attardo

Describir posibles grados de Realización de entrevistas semi

cambio en la capacidad de au-
tocuidado, ciudadanía y auto-
nomía en relación a la toma de
decisiones respecto de su salud.
-estructuradas a mujeres que
participen de los programas así
como a funcionarias.
-Realización de grupos focales
con las mujeres que participan de
los programas
-Realización de encuestas au-
toadministradas.
- Relevamiento de material au-
dio-visual como filmaciones, fo-
tos, audios.

Identificar “buenas prácticas” -Relevamiento de artículos aca-

que ameriten ser difundidas y re- démicos, periodísticos, de divul-
plicadas. gación general, etc.
- Relevamiento de material au-
dio-visual como filmaciones, fo-
tos, audios.

Nota. El presente cuadro tiene el fin de especificar los objetivos de la

presente investigación, así como la metodología utilizada para relevar
información. Este cuadro formó parte del proyecto de tesis.

124
 Este libro se terminó de imprimir en Marzo de
2018 en Cooperativa de Trabajo La Minga Ltda.
Defensa 788 PB. C.A.B.A.
Argentina