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El mito de la caverna

Mariana Zea Avalos

Grupo: 02
Ética
Luis Felipe Cano Juliao

Medellín

2021

1. ¿Qué relación encontró entre ética y política?


Dentro del mito de la caverna hay 3 dimensiones que Platón trata de explicar: la
pedagógica, la ética y la política. En este caso nos centraremos en las dos últimas, platón
por medio de el mito explica la ética de la siguiente manera: La dimensión ética en el mito
de la caverna implica que sabe, es decir, el filósofo, el que a conseguido descubrir la
verdadera realidad, tiene la obligación moral de volver a entrar en la caverna, bajar al lodo y
tratar de sacar de ahí a los demás. Platón nos está intentando decir que si uno realmente
llega a contemplar la belleza de la verdad, llega a tocar con el intelecto la idea del bien, no
se quedará tranquilo hasta que no haya compartido este conocimiento con todo el mundo y
si alguien no siente en sus carnes el llamado, esta obligación es que no ha conocido
realmente la idea del bien. El verdadero filósofo, por tanto, no es el que se queda en su
torre de cristal disfrutando del sol o de las ideas. El verdadero filósofo es el que vuelve a
bajar otra vez a las tinieblas y al barro para darles a los demás el don que él ha descubierto,
y que muchas otras veces ha recibido de otras personas y claro, no sirve gritar desde afuera
de la caverna para que suban, no. Hay que bajar y arrancarlos de la ignorancia a la fuerza.
La dimensión política implica, para Platón, que el filósofo no tiene solamente la obligación
ética, sino también una obligación política. Si es él el que sabe como es la realidad, es él el
que tendría que ponerse al mando de la sociedad, al mando del resto de hombres que
moran en la caverna, para dirigirlos hacia el exterior, hacia lo bueno. El filósofo pues, el que
ha salido de la caverna, tiene una misión gubernativa tiene que gobernar, y si no gobierna el
filósofo está todo condenado a ir mal. Es la tesis del Filósofo-Rey, esto implica que
absolutamente todos nosotros tenemos que doblegarnos a el gobierno del filósofo, pues,
solo él podrá llevarnos hacia el conocimiento de la verdad.

2. ¿Qué es la ignorancia y qué es el conocimiento?

Para Platón la ignorancia es sinónimo del mal y el conocimiento es el sinónimo del bien.
Así, la ignorancia es ausencia de conocimiento: creer saber lo que no se sabe, es causa del
error en el conocimiento; es la causa del desorden que el alma pueda tener en sí misma.
Para aliviar la ignorancia se tiene una técnica de enseñanza llamada educación.

Así, el conocimiento es lo que da sentido al orden del alma, a la justicia y a las virtudes del
alma, así como a todo lo existente, es la Idea del Bien, que es el objeto del estudio
supremo, y a partir de la cual, las cosas justas y todas las demás se vuelven útiles y
valiosas… sin aquéllo nada nos sería de valor, así como si poseemos algo sin Bien.

Entendamos que, como Idea suprema, el Bien no es dialéctico en el sentido de que 1) por
ser la Idea suprema absoluta nada está más allá de ella que se le compare; 2) es
omniabarcadora, y, 3) no tiene contrario; es decir, no es lo mismo lo bueno que el Bien,
pues éste posibilita lo bueno, pero también nos permite dar razón del mal. Quien conoce el
Bien dará razón de lo bueno, pero también de lo malo, del mal; en cambio, quien se halla en
el mal no puede dar razón ni de lo bueno ni de lo malo. Más allá de toda acción buena o
mala, el Bien es absoluto y de ninguna manera relativo. El Bien ha sido conocido, afirma
Platón, antes que el alma cayera en el cuerpo o tumba del alma; ahora sólo tenemos una
reminiscencia del Bien, que nos guía al orden.

3. ¿Cómo se entiende la relación entre ética y política?


Para Platón, la esencia de su filosofía política descansa en la idea de valor y sobre una
concepción moral del Estado y de la política. La aspiración suprema del orden político
platónico es la creación de un orden moral para la realización de la virtud de la justicia, que
comprende todas las otras virtudes.

La relación entre ética y política en la democracia moderna no deja de ser tensa y peligrosa,
ya que esta última introduce un fuerte relativismo moral que, si bien permite la coexistencia
en un plano de igualdad de las distintas concepciones propias de toda sociedad compleja,
no puede ser sostenido en el campo de la política. Es aquí cuando el poder, al penetrar la
dimensión ética, introduce en ella la más grande distorsión, ya que el discurso de la ética se
convierte en una mera forma de justificación del poder. Esto es lo que hace que la constante
tensión entre ética y política nunca tenga un modo único o, incluso, satisfactorio de
resolución. Sólo la implementación de una lógica argumentativa que parta del
reconocimiento de la precariedad y ambivalencia que se entabla en la relación entre ética y
política puede servir de resguardo ante aquellas distorsiones que, en nombre de la primera,
planteen el riesgo de cercenar desde el poder del estado los espacios de libertad.

Fuentes:

https://www.youtube.com/watch?v=IVgqvOvabVQ
http://web.uaemex.mx/plin/colmena/Colmena%2048/Aguijon/Ruben.html
https://www.youtube.com/watch?v=WkfpfJrDpR8
http://es.wikipedia.org/wiki/Leviat%C3%A1n_(Hobbes)

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