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IV.

Trastorno Bipolar
Definición
Según la Asociación Española de Psiquiatría es considerado como un trastorno
mental grave, el trastorno bipolar (antes llamado enfermedad maníaco- depresiva)
se caracteriza por un estado de ánimo cambiante que fluctúa entre dos polos
completamente opuestos: la manía, o fase de exaltación, euforia y grandiosidad, y
la depresión, o fase en la que predominan la tristeza, la inhibición y las ideas de
muerte. Es una enfermedad crónica y recurrente del estado de ánimo, que
generalmente limita la funcionalidad del paciente y en todo caso requiere un
abordaje integral farmacológico y psicosocial. Especialmente en los casos que son
mal o infradiagnosticados (y consecuentemente mal tratados) constituye una
enfermedad devastadora, con una enorme carga socioeconómica y sanitaria. El
Trastorno Bipolar es un trastorno mental grave y recurrente que se extiende a lo
largo de la vida y que se caracteriza por oscilaciones en el estado de ánimo con
fases de manía, hipomanía o mixtas que generalmente se alternan con episodios
depresivos
El Trastorno Bipolar es un trastorno mental grave y recurrente que se extiende a
lo largo de la vida y que se caracteriza por oscilaciones en el estado de ánimo con
fases de manía, hipomanía o mixtas que generalmente se alternan con episodios
depresivos.
Epidemiologia
La prevalencia a lo largo de la vida del TB está entre el 0.5 y 1.6%. Según datos
de la U.S. National Comorbidity Survey Replication (2007), Su prevalencia es
variable, de acuerdo con la fuente estimada. Un estudio epidemiológico reciente a
nivel mundial basado en la Iniciativa de Encuesta sobre la Salud Mental propuesta
por la OMS, reveló tasas de prevalencia a lo largo de la vida del espectro bipolar
de aproximadamente un 2,4%, concretamente del 0,6% para el TB tipo I , del 0,4%
para el TB tipo II y del 1,4% para otras formas subclínicas del TB, mientras que las
tasas de prevalencia anual era del 1,5% para el espectro bipolar, particularmente,
del 0,4% para el TB tipo I, del 0,3% para el TB tipo II y del 0,8% para el resto del
espectro
El estudio de la incidencia (número de nuevos casos en una población durante un
periodo de tiempo) del TB se ve dificultado por los problemas diagnósticos de los
primeros episodios afectivos. En torno al 50% de los casos de TB se inician con
episodios depresivos, siendo diagnosticados inicialmente de Trastorno Depresivo
Mayor. Por ello, las cifras de incidencia del TB suelen describir primeros episodios
de manía. Los estudios publicados muestran variaciones de la incidencia entre 1.7
y 6.2 por 100.000 por año. Los trabajos basados en registro de casos y primeros
contactos con los Servicios de Salud parecen mostrar una ligera tendencia al alza.
En la mayoría de estudios se ha observado una edad bimodal de inicio, con una
frecuencia máxima entre los 28 y 44 años, y una disminución del riesgo a partir de
los 50. Pese a que los estudios clásicos no indicaban diferencias de género en la
epidemiología y curso clínico del TB, trabajos recientes han mostrado que la edad
de aparición de la manía es claramente menor en hombres que en mujeres. Las
mujeres parecen ser diagnosticadas en torno a 3 años después que los hombres.
La edad precoz de inicio no sólo se asocia al género masculino sino a conductas
antisociales durante la infancia. Las mujeres debutan con mayor frecuencia con
episodios depresivos, presentan en general mayor número de recaídas depresivas
y mayor refractariedad de las depresiones. También parecen más proclives a la
ciclación rápida y la manía disfórica.
Respecto a las diferencias de raza, de forma similar a en la esquizofrenia, se han
presentado mayores tasas de TB en afro-caribeños y afro-americanos residentes
en Reino Unido, lo cual se explica parcialmente por su condición de inmigrante y
las condiciones socioeconómicas. La presentación clínica puede variar según la
raza y el origen cultural del paciente, con el consiguiente riesgo de error
diagnóstico
Etiologia
En vez de existir una causa específica para la aparición del trastorno bipolar, los
investigadores creen que hay varios componentes que contribuyen a su desarrollo.
Factores genéticos: Un factor de gran peso en el desarrollo del trastorno bipolar
son los antecedentes genéticos de una persona. Los estudios han demostrado
que los hijos nacidos de padres con un trastorno bipolar tienen una probabilidad
15 a 25% mayor de desarrollar esta enfermedad en comparación con los
individuos que no tienen antecedentes genéticos similares. Además, se piensa
que los hijos cuyos padres tienen un trastorno bipolar experimentan la aparición de
los primeros síntomas 10 años antes que sus padres, en promedio.
Factores físicos: El desequilibrio químico en el cerebro es el factor más dominante
en el desarrollo del trastorno bipolar. Los neurotransmisores son los químicos
responsables de enviar mensajes a las distintas áreas del cerebro. Cuando ocurre
un desequilibrio, el riesgo de que la persona experimente la aparición de los
síntomas del trastorno bipolar se incrementa exponencialmente.
Factores ambientales: Los factores ambientales pueden jugar un papel en la
aparición del trastorno bipolar cuando la persona tiene una predisposición genética
a dicha enfermedad. Algunos de estos factores ambientales pueden darse cuando
la persona experimenta un trauma, presenta cambios importantes en su vida o es
la víctima de una situación continua de abuso y/o abandono. Adicionalmente, los
cambios químicos que ocurren en el cerebro cuando un individuo abusa de las
drogas y/o el alcohol pueden ocasionar la aparición de los síntomas de una
manera más temprana o más rápida si dicha persona tiene una predisposición
genética a esta enfermedad.
Factores de Riesgo:
 Antecedentes familiares de una enfermedad mental (especialmente si
existen antecedentes de trastorno bipolar o depresión)
 Presencia de una enfermedad mental existente (tal como ansiedad)
 Antecedentes personales o familiares de abuso de sustancias nocivas
 Ser víctima de distintos tipos de abuso o abandono (cuando existe una
predisposición genética a este trastorno)
 Experimentar un trauma severo (cuando existe una predisposición genética
a este trastorno)
 Pasar por cambios significativos o estresantes en la vida (cuando existe
una predisposición genética a este trastorno)

Trastorno bipolar I
Representa la conceptualización moderna del clásico trastorno maniaco-depresivo
o psicosis afectiva que se describió en el siglo XIX, diferenciándose de la
descripción clásica solo en que ni la psicosis ni la experiencia de un episodio
depresivo mayor a lo largo de la vida son requisitos.
Clasificación:
□ Trastorno bipolar I, episodio maniaco único
□ Trastorno bipolar I, recidivante
□ Trastorno bipolar I, episodio hipomaniaco más reciente
□ Trastorno bipolar I, episodio más reciente mixto
□ Trastorno bipolar I, episodio más reciente depresivo
□ Trastorno bipolar I, episodio más reciente no especificado
Epidemiologia: la estimación de la prevalencia durante 12 meses en la zona
continental de USA fue de 0,6% según lo define el DSM-IV. En otros 11 países
durante los mismos 12 meses fue del 0 al 0,6%. La tasa de prevalencia de los
hombres respecto a las mujeres es de aprox 1,1:1
Factores de riesgo:
-Ambientales: más frecuente en países ricos que en pobres (1,4 - 0,7%) existen
mayores tazas entre los separados, divorciados y viudos.
-Genéticos y fisiológicos: historia familiar es uno de los factores de riesgo más
sólidos y sistemáticos. La magnitud de riesgo aumenta con el grado de
parentesco.
-Modificadores del curso: si ha tenido episodios maniacos con rasgos psicóticos es
más probable que los siguientes episodios incluyan rasgos psicóticos
Clínica/Criterios diagnóstico:
Para el dx de trastorno bipolar I es necesario que se cumplan los criterios de un
episodio maniaco. Antes o después del episodio maniaco pueden haber existido
hipomaniacos o episodios de depresión mayor.
 Episodio maniaco:
A) periodo bien definido de estado de ánimo anormal y persistente elevado,
expansivo o irritable, y un aumento anormal persistente de la actividad o la
energía, que dura como mínimo 1 semana y está presente la mayor parte del día,
casi todos los días (o cualquier duración que necesite hospitalización).
B) durante el periodo de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía o
la actividad existente, 3 (o mas) de los síntomas siguientes (4 si el estado de
ánimo es solo irritable) un grado significativo y representan un cambio notorio del
comportamiento habitual:
1) aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza
2) disminución de la necesidad de dormir
3) mas hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación
4) fuga de ideas o experiencias subjetivas de que los pensamientos van a gran
velocidad
5) facilidad de distracción, según se informa o se observa
6) aumento de la actividad dirigida a un objetivo o agitación psicomotora (actividad
sin ningún propósito no dirigida a un objetivo)
7) participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de
consecuencias dolorosas
C) la alteración del estado de ánimo es suficientemente grave para causar un
deterioro importe en el funcionamiento social o laboral, para necesitar
hospitalización con el fin de evitar el daño a si mismo o a otros, o porque existen
características psicóticas
D) el episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia
(droga, medicamento, tratamiento) o a otra afección medica.
*Se necesita al menos un episodio maniaco a lo largo de la vida para el
diagnóstico de Trastorno Bipolar I
Los episodios hipomaniacos y de depresión mayor son frecuentes en el trastorno
bipolar I, pero no son necesarios para el diagnóstico de trastorno bipolar I
Características diagnosticas:
El rasgo esencial de un episodio maniaco es un periodo bien definido de estado de
ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, y un aumento
anormal o persistente de la actividad o la energía que está presente la mayor parte
del día, casi cada día, durante un periodo de al menos 1 semana (o de cualquier
duración si se requiere hospitalización), acompañado de al menos 3 síntomas
adicionales del criterio B. si el estado de ánimo es irritable más que elevado o
expansivo, deben presentarse al menos 4 síntomas del criterio B.
El estado de ánimo en un episodio maniaco se suele describir como eufórico,
excesivamente alegre, algo o ´´sintiéndose por encima del mundo´´. Con
frecuencia el estado de ánimo predominante es mas irritable que elevado, sobre
todo cuando se niegan lo deseos del individuo o si este ha estado consumiendo
sustancias. Pueden aparecer cambios rápidos en el estado de ánimo durante
breves periodos de tiempo, lo que recibe el nombre de Labilidad.
En los niños si la alegría, la tontería y la bobería son recurrentes, inapropiados
para el contexto y van más allá de lo esperado para el nivel de desarrollo del niño,
deben cumplir el criterio A. La certeza diagnostica aumenta si la alegría no es
normal para el niño y el cambio del estado de ánimo ocurre al mismo tiempo que
los síntomas del criterio B de manía, sin embargo el cambio del estado de ánimo
debe acompañarse de un aumento persistente en los niveles de actividad o
energía que sea evidente para aquellos que conocen bien al niño.
Normalmente se encuentra una autoestima elevada que va desde autoconfianza
carente de crítica hasta una marcada grandiosidad que puede alcanzar
dimensiones delirantes (criterio B1). Los delirios de grandeza son frecuentes.
Uno de los rasgos más frecuentes es una menor necesidad de sueño (criterio B2)
que es distinta del insomnio. El individuo duerme poco, si es que duerme, o se
despierta varias horas antes de lo habitual, sintiéndose descansado y lleno de
energía. A menudo esto avisa del comienzo de un episodio maniaco.
El lenguaje puede ser rápido, con apremio, chillón y difícil de interrumpir (criterio
B3). Los individuos pueden hablar continuamente y sin consideración hacia los
deseos de hablar de los demás y habitualmente lo hacen de forma intrusiva. La
voz alta y el impacto de lo que se dice con frecuencia son más importantes que lo
que se dice.
Los pensamientos del individuo van a menudo más rápido de lo que puede
expresar verbalmente (criterio B4). Con frecuencia hay fuga de ideas que se
evidencia por un discurso continuo y acelerado que repentinamente se desplaza
de un tema a otro.
La distraibilidad (criterio B5) se evidencia por incapacidad para ignorar los
estímulos ambientales externos, lo que impide a menudo que los sujetos con
manía puedan mantener una conversación racional o atender a instrucciones.
El aumento de la actividad con fines concretos suele consistir en excesiva
planificación y participación en múltiples actividades, incluidas las actividades
sexuales, ocupacionales, políticas y religiosas. Se produce un aumento del
impulso sexual, de las fantasías y de las conductas sexuales. (criterio B6)
El humor expansivo, el exceso de optimismo, la grandiosidad y la falta de juicio a
menudo llevan a realizar actividades imprudentes que probablemente tengan
repercusiones catastróficas (criterio B7).
Hay que tener cuidado ya que 1 o 2 síntomas (en particular el aumento de la
irritabilidad, la crispación o la agitación tras el uso de antidepresivos) no son
suficientes para el diagnóstico de un episodio maniaco o hipomaniaco, ni
necesariamente indicar que exista susceptibilidad para el trastorno bipolar.
Desarrollo del trastorno: El trastorno bipolar I, comienza habitualmente con
depresión (75% mujeres, 67% hombres), es un trastorno recurrente. La edad
media de comienzo del primer episodio maniaco, hipomaniaco o depresivo mayor
es aprox a los 18 años para el trastorno bipolar I (consideraciones especiales para
el diagnóstico de los niños). Si el comienzo de los síntomas maniacos se produce
en la edad adulta tardía o tercera edad se debería considerar la posibilidad de una
enfermedad orgánica (trastorno nerocognitivo frontotemporal) o el consumo o
abstinencia de alguna sustancia. Más del 90% de los pacientes que tienen un
único episodio maniaco vuelven a tener episodios recurrentes.
Evolución:
La mayoría de los pacientes tienen episodios tanto de depresión como de manía,
aunque el 10-20% presenta exclusivamente episodios de manía que generalmente
son de inicio rápido (horas o días), pero pueden evolucionar a lo largo de algunas
semanas. Un episodio de manía no tratado dura unos 3 meses y no se
suspenderá el tratamiento antes de ese plazo. El periodo de tiempo entre los
episodios disminuye a medida que progresa el trastorno.
Pronóstico:
Los pacientes con trastorno bipolar I tienen un peor pronóstico que los pacientes
con trastorno depresivo mayor. El 40-50% de los px con trastorno bipolar I tienen
un segundo episodio de manía en los 2 años siguientes al primer episodio.
Aunque la profilaxis con litio mejora la evolución y el pronóstico, solo el 50-60% de
los pacientes consiguen un control significativo de sus síntomas con litio.
Los factores que contribuyeron al mal pronóstico fueron presentar antes del
episodio una mala situación laboral, dependencia del alcohol, síntomas psicóticos,
síntomas depresivos, síntomas depresivos interepisodicos y sexo masculino. La
corta duración de los episodios de manía, la edad avanzada en el momento del
inicio, pocos pensamientos suicidas y pocos problemas psiquiátricos o médicos
coexistentes predicen una mejor evolución.

Diagnóstico diferencial:
-Episodio depresivo mayor: menos síntomas y de menor duración que los
requeridos para el dx de manía o hipomanía.
-Trastorno bipolar II: determinando si han existido episodios de manía en el
pasado.
-Trastorno bipolar a afección médica: datos clínicos para diferenciar.
-Trastorno de ansiedad generalizada; trastorno de pánico; trastorno de estrés
postraumático u otro trastorno de ansiedad:
-Trastorno bipolar inducido por sustancias/medicamentos: si los síntomas
permanecen unas vez que cesa el consumo de las sustancias.
-Trastorno por déficit de atención/hiperactividad
-Trastorno de personalidad
-Trastorno con irritabilidad prominente

Trastorno bipolar II
El trastorno bipolar II es una variante del trastorno bipolar que se caracteriza por la
presencia de episodios de depresión mayor e hipomanía en lugar de manía.

Epidemiología: La prevalencia durante 12 meses del trastorno bipolar II, a nivel


internacional, es del 0,3 %. El riesgo de suicidio es mayor en el trastorno bipolar II.

Factores de riesgo y pronóstico


-Genéticos y fisiológicos. El riesgo de trastorno bipolar II tiende a ser mayor
entre los familiares de los pacientes con trastorno bipolar II. Parecen existir
factores genéticos que influyen sobre la edad de inicio de los trastornos bipolares.
-Modificadores de curso. El patrón de ciclos rápidos se asocia a un peor
pronóstico. En los pacientes con trastorno bipolar II, la vuelta a los niveles
anteriores de funcionamiento social es más probable en los sujetos de menor edad
y con depresión menos grave, lo que sugiere que la mayor duración de la
enfermedad influye negativamente en la recuperación

Clasificación: Su gravedad actual, la presencia de características psicóticas, el


curso y otros especificadores:
Especificar el episodio actual o Hipomaníaco
más reciente:
Depresivo

Especificar si: Con ansiedad

Con características mixtas

En ciclos rápidos

Con características psicóticas congruentes con


el estado de animo
Con características psicóticas no congruentes
con el estado de animo
Con catatonia

Inicio en el periparto

Patrón estacional

Clínica/Criterios diagnósticos
 Episodio hipomaniaco
A. Un periodo bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente
elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad
o la energía, que dura como mínimo cuatro días consecutivos y está presente la
mayor parte del día, casi todos los días.
B. Durante el periodo de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía y
la actividad, han persistido tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el
estado de ánimo es solo irritable), representan un cambio notorio del
comportamiento habitual y han estado presentes en un grado significativo:
1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.
2. Disminución de la necesidad de dormir
3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.
4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a
gran velocidad.
5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado
fácilmente a estímulos externos poco importantes o irrelevantes), según se
informa o se observa.
6 Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la
escuela, o sexual) o; agitación psicomotora.
7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de
consecuencias dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a
compras, juergas, indiscreciones sexuales o inversiones de dinero
imprudentes).
C. El episodio se asocia a un cambio inequívoco del funcionamiento que no es
característico del individuo cuando no presenta síntomas.
D. La alteración del estado de ánimo y el cambio en el funcionamiento son
observables por parte de otras personas.
E. El episodio no es suficientemente grave para causar una alteración importante
del funcionamiento social o laboral o necesitar hospitalización. Si existen
características psicóticas, el episodio es, por definición, maniaco.
F. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p.
ej., una droga, un medicamento u otro tratamiento).
Nota: Un episodio hipomaniaco completo que aparece durante el
tratamiento antidepresivo (p. ej., medicación, terapia electro convulsiva),
pero persiste en un grado totalmente sindrómico más allá del efecto
fisiológico de ese tratamiento* es prueba suficiente de un episodio
hipomaniaco. Sin embargo, se recomienda precaución porque uno o dos
síntomas (particularmente el aumento de la irritabilidad, nerviosismo o
agitación después del uso de antidepresivos) no se consideran suficientes
para el diagnóstico de un episodio hipomaniaco, ni indican necesariamente
una diátesis bipolar.

 Episodio de depresión mayor


A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el
mismo periodo de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento
anterior; al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2)
perdida de interés o de placer.
Nota: No incluir síntomas que se pueden atribuir claramente a una
afección médica.

1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días,
según se desprende de la información subjetiva (p. ej. se siente triste, vacío
o sin esperanza) o de la observación por parte de otras personas (p. ej. se
le ve lloroso). (Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser
irritable.)
2. Disminución -importante del interés o el placer por todas o casi todas las
actividades la mayor. Parte del día, casi todos los días (como se desprende
de la información subjetiva o de la observación).
3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej.,
modificación de más de un 5 % del peso corporal en un mes), o disminución
o aumento del apetito casi todos los días. (Nota: En los niños, considerar el
fracaso para el aumento del peso esperado.)
4. Insomnio o hipersomnia casi todos los dias.
5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte
de otros, no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o
enlentecimiento).
6. Fatiga o perdida de la energía casi todos los dias.
7. Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que
puede ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autor reproche o
culpa por estar enfermo).
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o de tomar
decisiones, casi todos los días (a partir del relato subjetivo o de la
observación por parte de otras personas).
9. Pensamientos de muerte recurrentes (no solo miedo a morir), ideas
suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan
específico para llevarlo a cabo.
B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,
laboral u otras mareas importantes del funcionamiento.
C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de
otra afección médica.
Nota: Los Criterios A-C anteriores constituyen un episodio de
depresión mayor.
Nota: Las respuestas a una pérdida significativa pueden incluir el
sentimiento de tristeza intensa, rumiación acerca de la perdida,
insomnio, pérdida del apetito y pérdida de peso descritas en el
Criterio A, que pueden simular un episodio depresivo. Aunque estos
síntomas poder ser incomprensibles o considerarse apropiados a la
perdida, también se debería considerar atentamente la presencia de
un episodio de depresión mayor además de la respuesta normal a
una pérdida significativa. Esta decisión requiere inevitablemente el
criterio clínico basado en la historia del individuo y en las normas
culturales para la expresión del malestar en el contexto de la
perdida.1

Trastorno bipolar II
A. Se han cumplido los criterios al menos para un episodio hipomaniaco y al
menos para un episodio de depresión mayor
B. Nunca ha habido un episodio maniaco.
C. La aparición del episodio(s) hipomaniaco(s) y de depresión mayor no se
explica mejor por un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, un trastorno
esquizofreniforme, un trastorno de ideas delirantes, u otro trastorno del
espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos especificados o no
especificados.
D Los síntomas de depresión o la incertidumbre causada por la alternancia
frecuente de periodos de depresión e hipomanía provocan malestar
clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento.

Características diagnosticas
El trastorno bipolar II se caracteriza por un curso clínico con episodios afectivos
recurrentes consistentes en uno o más episodios de depresión mayor y, al menos,
un episodio hipomaniaco. El episodio depresivo mayor debe durar al menos 2
semanas y el episodio hipomaniaco debe durar al menos 4 días para que se
cumplan los criterios diagnósticos. Durante el episodio afectivo, los síntomas
requeridos para el diagnóstico deben estar presentes la mayor parte del día, casi
todos los días, y deben suponer un cambio apreciable del funcionamiento y la
conducta habituales del sujeto. La presencia de un episodio maniaco durante el
curso de la enfermedad descarta el diagnostico de trastorno bipolar II. Los
episodios depresivos o las fluctuaciones hipomaniacas deben causar un malestar
clínicamente significativo o una alteración del rendimiento social, laboral o en otras
áreas; sin embargo, este requisito no se tiene que cumplir para los episodios
hipomaniacos. En las personas con trastorno bipolar II, sobre todo en las mujeres,
son frecuentes los síntomas depresivos que aparecen durante los episodios
hipomaniacos y los síntomas hipomaniacos que se presentan durante los
episodios depresivos, concretamente la hipomanía con rasgos mixtos.

Características asociadas que apoyan el diagnostico


Un rasgo común del trastorno bipolar II es la impulsividad, que puede contribuir a
los intentos de suicidio y a los trastornos por consumo de sustancias. La
impulsividad también puede provenir de un trastorno concomitante. Algunos
individuos con trastorno bipolar pueden tener niveles de creatividad elevados.

Desarrollo y curso
Aunque el trastorno bipolar II puede iniciarse en la adolescencia tardía y a lo largo
de la edad adulta, la edad media de comienzo es hacia la mitad de la veintena, lo
que significa que es ligeramente más tardío que el trastorno bipolar I pero más
temprano que el trastorno depresivo mayor. El intervalo interepisódico en el curso
del trastorno bipolar II tiende a disminuir con la edad. Aunque el episodio
hipomaniaco es el rasgo que define al trastorno bipolar II, los episodios depresivos
son más duraderos y incapacitantes a la larga. El diagnostico en los niños es a
menudo un reto, especialmente en aquellos con irritabilidad e hiperactivación no
episódicas. Para que se diagnostique un episodio hipomaniaco, los síntomas del
niño deben exceder lo esperado para su fase de desarrollo en cada ambiente y
cultura.

Diagnóstico diferencial: Trastorno depresivo mayor, importante al evaluar


pacientes con síntomas de irritabilidad; trastorno ciclotímico, se distingue del
trastorno ciclotímico por la presencia de uno o más episodios de depresión mayor;
trastornos del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, se
caracterizan por periodos de síntomas psicóticos que aparecen en ausencia de
síntomas afectivos prominentes. Trastorno de pánico y otros trastornos de
ansiedad, se presentan de modo concomitante. Trastornos por abuso de
sustancias. Trastornos de personalidad, labilidad afectiva y la impulsividad, los
síntomas deben suponer un episodio diferente y debe existir el incremento
apreciable sobre el estado basal que se requiere para el diagnóstico de trastorno
bipolar II. Trastorno por déficit de atención/hiperactividad, puede confundirse con
el trastorno bipolar II, especialmente en los niños y en los adolescentes. Otros
trastornos bipolares, se debería diferenciar del trastorno bipolar I considerando
con cuidado si han existido en el pasado episodios de manía.

Trastorno ciclotímico
Criterios diagnósticos 301.13 (F34.9)
A. Durante dos años como mínimo (al menos un año en niños y adolescentes)
han existido numerosos períodos con síntomas hipomaníacos que no cumplen los
criterios para un episodio hipomaníaco, y numerosos períodos con síntomas
depresivos que no cumplen los criterios para un episodio de depresión mayor.
B. Durante el período de dos años citado anteriormente (un año en niños y
adolescentes), los períodos hipomaníacos y depresivos han estado presentes al
menos la mitad del tiempo y el individuo no ha presentado síntomas durante más
de dos meses seguidos.
C. Nunca se han cumplido los criterios para un episodio de depresión mayor,
maníaco o hipomaníaco.
D. Los síntomas del Criterio A no se explican mejor por un trastorno
esquizoafectlvo, esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno de
ideas delirantes, u otro trastorno del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos
psicóticos especificados o no especificados.
E- Los síntomas no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia
(p. ej., una droga, un medicamento) o a otra afección médica (p. ej.,
hipertiroidismo).
F. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,
laboral u otras áreas importantes del funcionamiento

Características diagnosticas
El rasgo principal del trastorno ciclotímico es una alteración crónica y fluctuante
del estado ánimo que conlleva numerosos períodos de síntomas hipomaníacos y
períodos de síntoma depresivos que son distintos entre sí (Criterio A).
Los síntomas hipomaniacos y depresivos son insuficientes en número de
gravedad, generalización y duración para cumplir con los criterios de ambas
patologías.
Se realiza el diagnóstico de trastorno ciclotímico sólo si no se cumplen los criterios
de episodio depresivo mayor, maníaco o hipomaníaco (Criterio C).
Si un paciente con trastorno ciclotímico presenta posteriormente (p. ej., tras los
dos primeros años en los adultos un año en los niños y los adolescentes) un
episodio depresivo mayor, maníaco o hipomaníaco, se cambia el diagnóstico por
el de trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar I u otro trastorno bipolar
especificado o sin especificar y trastornos relacionados (subclasificado como
episodio hipomaníaco sin episodio depresivo mayor anterior), respectivamente, y
se descarta el diagnostico de trastorno ciclotímico.
Prevalencia
A lo largo de la vida es aproxidamante de 0,4- 1% y dentro de los trastornos de
humor oscila entre el 3 y 5%.
En la población en general es igual entre sexos (hombres y mujeres) si es un
ambiente clínico, es más frecuente acudir sexo femenino en relación al masculino.

Desarrollo y curso
Inicia en la adolescencia y adultez temprana de carácter insidioso y curso
persistente.
Existe un riesgo del 15-50 % de que un paciente con trastorno ciclotímico
desarrolle posteriormente un trastorno bipolar I o bipolar II.
Si el comienzo de los síntomas hipomaníacos o depresivos, que son persistentes
y fluctuantes, se produce en la edad adulta tardía, antes de asignar el diagnóstico
de trastorno ciclotímico será necesario distinguirlo claramente del trastorno bipolar
y de los trastornos Relacionados a otra afección médica (p. ej., la esclerosis
múltiple). En los niños con trastorno ciclotímico, la edad promedio de inicio son los
6 años y medio.
Factores de riesgo y pronóstico
Genéticos y fisiológicos. El trastorno depresivo mayor, el trastorno bipolar I y el
trastorno bipolar H son más frecuentes entre los familiares biológicos de primer
grado de los pacientes con trastorno ciclotímico que entre la población general.

Diagnóstico diferencial
1. Trastorno bipolar y trastorno s relacionado s debido a otra afecciones
médicas y trastorno depresivo debido a otra afección médica. El
diagnóstico de trastorno bipolar y trastornos relacionados debido a otra
afección médica y trastorno depresivo debido a otra afección médica se
realiza cuando la alteración del ánimo es atribuible a Ios efectos fisiológicos
de una afección médica específica, normalmente crónica (p. ej., el
hipertiroidismo). Esta atribución se basa en la historia clínica, el examen
físico o los hallazgos de laboratorio.
2. Trastorno bipolar inducido por sustancias / med icameto s y trasto rn
o s relacionados, y trastorno depresivo inducido por sustancias
/medicamento. El trastorno bipolar inducido por sustancias/medicamentos
y trastornos relacionados, y el trastorno depresivo inducido por
sustancias/medicamentos se distinguen del trastorno ciclotímico al valorar
que existe una sustancia/medicamento (especialmente los estimulantes)
que está relacionada etiológicamente con la alteración del estado de ánimo.
Los frecuentes cambios de humor de estos trastornos, que sugieren un
trastorno ciclotímico, normalmente desaparecen tras el cese del uso de la
sustancia/medicamento.

3. Trastorno bipolar I, con ciclos rápidos, y trastorno bipolar II, con


ciclos rápidos.

Ambos trastornos pueden asemejarse al trastorno ciclotímico debido a los


frecuentes y marcados cambios de humor. Por definición, en el trastorno
ciclotímico nunca llegan a cumplirse los criterios de un episodio depresivo
mayor, maníaco o hipomaníaco, mientras que el especificador "con ciclos
rápidos" de los trastornos bipolar I y bipolar II requiere que haya un episodio
completo de alteración del estado de ánimo. Trastorno límite de la
personalidad. El trastorno límite de la personalidad se asocia a cambios
marcados del ánimo, lo que puede sugerir un trastorno ciclotímico. Si se
reúnen los criterios de ambos trastornos, se deberían diagnosticar tanto el
trastorno límite de la personalidad como el trastorno ciclotímico.
Comorbilidad
Los pacientes con trastorno ciclotímico pueden presentar trastornos
relacionados con el uso de sustancias y trastornos del sueño (p. ej.,
dificultades para iniciar o mantener el sueño). La mayoría de los niños con
trastorno ciclotímico que son atendidos en las consultas de psiquiatría tiene
trastornos mentales comórbidos; es más probable que tengan comorbilidad con
el trastorno por déficit de atención/hiperactividad que otros pacientes
pediátricos con trastornos mentales.

Trastorno bipolar y trastorno relacionado inducido por sustancias


/ medicamentos
Se evidencia en el paciente una alteración importante y persistente del estado de
ánimo que predomina en el cuadro clínico y que se caracteriza por un estado de
ánimo elevado, expansivo o irritable incluso. Entre otras cosas, puede haber un
notable desinterés por casi todas las actividades.
Lo importante es conocer la etiología, la relación entre el uso de un medicamento
psicotrópico o sustancias de abuso. Entre esas sustancias / medicamentos se
encuentran:
 Fármacos estimulantes: fenciclidina y esteroides.

FENCICLIDINA: Puede presentarse un delirium con rasgos afectivos, y


luego convertirse en un estado atípico de manía. Aparece normalmente en
unas horas después del consumo o inhalación. El episodio es breve.
ESTEROIDES: La manía se produce después de varios días del consumo y
hay una marcada relación entre a mayor dosis, más probabilidades de
presentarse síntomas bipolares.
El diagnóstico, se corrobora con marcadores en sangre u orina que haga la
determinación del uso de la sustancia.

Trastorno bipolar y trastorno relacionado debido a otra afección


médica
El comienzo puede ser agudo o subagudo dentro de las primeras semanas o el
primer mes, tras el comienzo de la afección médica asociada. Sin embargo, puede
haber empeoramiento o recaídas posteriores de la afección médica asociada.
Se evidencia en el paciente un periodo importante y persistente de estado de
animo anormalmente elevado, expansivo o irritable y un aumento anormal de la
actividad o la energía que predomina en el cuadro clínico. Y muy importante, es
que luego de revisar la historia clínica, hacer un buen examen físico al paciente y
análisis de laboratorio se corrobora que el trastorno es consecuencia
fisiopatológica directa de otra afección médica.
Es importante que el médico tenga buen juicio clínico, sin embargo, entre las
afecciones médicas que mejor se conoce producen trastorno bipolar maníaco o
hipomaníaco están:
 Enfermedad de Cushing.
 Esclerosis múltiple.
 Infarto cerebral y daño cerebral por traumatismos.
Existen aspectos diagnósticos relacionados con la cultura, ya que hay afecciones
médicas asociadas que predominan más en unas partes del mundo que en otras,
al igual que los aspectos relacionados con el género. Para corroborar el
diagnóstico, se utilizan los marcadores dx asociados a la enfermedad/afección
médica. Ejemplo: Niveles de esteroides en orina para el Sx de Cushing.
No está establecido si al curar la enfermedad el trastorno no volverá a aparecer.
Trastorno bipolar y trastorno relacionado especificado
Se presentan síntomas característicos de un trastorno bipolar y trastorno
relacionado que causan malestar clínicamente significativo, deterioro en el área
social, ámbito laboral u otras áreas importantes del funcionamiento, pero no
cumplen con todos los criterios de ninguno de los trastornos de la categoría
diagnostica del trastorno bipolar y trastorno relacionado.
1) Episodios hipomaníacos de corta duración 2-3 días y depresión
mayor:
Existe antecedente de uno o mas episodios de depresión mayor a lo largo
de su vida, pero no cumplió con todos los criterios para un episodio
maníaco o hipomaníaco, pero han experimentado dos o mas episodios de
hipomanía de corta duración que si cumplen con los criterios, pero solo
duran 2-3 días.
2) Episodios hipomaníacos con síntomas insuficientes y episodios de
depresión mayor:
Antecedente de uno o más episodios de depresión mayor a lo largo de su
vida, que no cumplió con todos los criterios para episodio maniaco o
hipomaniaco, pero han experimentado uno o dos episodios de hipomanía
que no cumple todos los criterios de síntomas.
3) Episodio hipomaníaco sin episodio previo de depresión mayor:
Uno o más episodios hipomaníacos en un individuo que su presentación no
cumplió con los criterios para episodio de depresión mayor.
4) Ciclotimia de corta duración (24 meses):
Episodios de múltiples síntomas hipomaníacos y múltiples episodios de
síntomas depresivos, que no cumplen los criterios para episodio de
depresión mayor que persisten por un periodo de tiempo menor a 24
meses.

TRASTORNO BIPOLAR Y TRASTORNO NO RELACIONADO


Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas
característicos de un trastorno bipolar y trastorno relacionado que causa malestar
clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes
del funcionamiento, pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los
criterios de ninguno de los trastornos de la categoría diagnostica del trastorno
bipolar y trastorno relacionado, este concepto suele usarse en situaciones en la
que el clínico nota el incumplimiento de los criterios de un trastorno bipolar y
relacionados específicos, es decir no existe suficiente información para hacer un
diagnóstico más específico.
TRATAMIENTO DEL TRASTORNO BIPOLAR
Los tratamientos actuales resaltan el empleo del tratamiento farmacológico y la
psicoterapia. Se dispone de tratamientos específicos para muchos episodios
maniacos y depresivos y parece que el tratamiento profiláctico también es eficaz.
-Hospitalización: la primera decisión y las más críticas que debe tomar el
profesional es si debe hospitalizarse o si debe intentarse el tratamiento
ambulatorio. Las indicaciones claras de hospitalización son el riesgo de
suicidio u homicidio, la disminución evidente de la capacidad del paciente
para obtener alimentos y refugio y la necesidad de realizar procedimientos
diagnósticos.
-Tratamiento psicosocial: se ha estudiado tres tipos de psicoterapia a corto
plazo, la terapia cognitiva, terapia interpersonal y la terapia conductual.
La terapia cognitiva se centra en las distorsiones cognitivas, el objetivo es aliviar
los episodios depresivos y prevenir su recurrencia ayudando a los pacientes a
identificar y analiza las cogniciones negativas, desarrollar formas de pensamiento
alternativas, flexibles y positivas.
Terapia interpersonal: consiste en 12-16 sesiones semanales donde se puede
abordar la falta de seguridad en uno mismo, el deterioro de las habilidades
sociales y el pensamiento distorsionado.
-Tratamiento farmacológico: su objetivo es la remisión de los síntomas no
solo su reducción.

Se divide en fase aguda y una fase de mantenimiento:


Tratamiento de la manía aguda: el tratamiento de la manía aguda o hipomanía
normalmente es la fase más sencilla, consiste en:
1. Carbonato de Litio: es el prototipo de los timorreguladores, su dosis varía
entre 0.6-1.2mEq/L ( se ha limitado sui uso por su eficacia impredecible,
sus efectos secundarios problemáticos y la necesidad de analíticas
frecuentes
2. Valproato: sus dosis de 750/2500mg/día
3. Carbamazepina: 600-1800 mg/día
4. Clonazepam y Lorazepam: se utilizan como tratamiento adyuvante de la
agitación maniaca aguda, el insomnio la agresión, la disforia y la angustia

Tratamiento de mantenimiento: la prevención de las recurrencias de los


episodios afectivos es el mayor problema al que se enfrentan los profesionales,
estos medicamentos deberían no producir efectos secundarios no deseados que
afecten el funcionamiento, como sedación, deterioro cognitivo, temblores, aumento
de peso y erupciones cutáneas; El litio, la carbamazepina y el ácido valproico
solos o en combinación son los fármacos más utilizados en el tratamiento a largo
plazo de los pacientes que son bipolares.

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