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EL TIEMPO

El tiempo se durmió en mi pueblo colgado del campanario


Meciendo los mismos sueños de hace cuatrocientos años.
Salmos, misas y rosarios, semana santa y San Juan,
Penas, sudor y calvario, y mil inviernos sin pan.
Por sus gastadas callejas rondan los mismos espectros
Vestidos de nieblas viejas y deshilachados sueños.

Aún duermen en sus portales su siesta de hambre los perros


Y bajando de los cerros pesadas cargas de bales
Muelen sus pies los arrieros
Como molieron sus sueños los gáñales y aparceros
Que soñaron con ser dueños de aquellos despeñaderos.
Que arrama lazos de viento abrieron güeta sin cuento
En sus vidas sin mañana, se va la santa semana.

El tiempo se durmió en mi pueblo


Al frente de la alcaldía
Él no sabe de miserias, de penas, ni de agonías.
El tiempo no resucita porque el tiempo no es cristiano
El tiempo es duende sin alma, ingrato, cruel y tirano.

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