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A medida que la segunda mitad del siglo veinte rompía el alba, un nuevo tipo de
evangelismo público estaba emergiendo en la escena Adventista. La campaña de
cinco o seis meses había sido ampliamente atrincherada en la mentalidad
Adventista de medio siglo. Era la única forma de hacer las cosas. Sin embargo,
pocas personas estaban asistiendo a estas reuniones extensas, debido a la
llegada de las películas cinematográficas y especialmente a la TV. El evangelista
ya no era más la atracción principal de la zona.
Vale la pena notar que el periodo de tiempo de la campaña larga coincide con la
excursión Adventista al legalismo de los 1920’s a los 1950’s. Evidentemente, con
tantos requisitos legalistas, los evangelistas necesitaban seis meses para
abarcarlos todos. Cuando la Iglesia regresó a la estrategia cristocéntrica de la era
pasada, acortaron los temas necesitados para la conversión al Adventismo y
fueron capaces de presentar mensajes en campañas “cortas” de tres a seis
semanas.
Detamore hizo una gran contribución al evangelismo Adventista al cambiar la
forma cómo la Iglesia practicaba el evangelismo público y ese cambio ha
perdurado por más de cincuenta años. Durante los 50’s y 60’s los Adventistas
estaban haciendo una transición a una nueva estrategia evangelística y
sorprendentemente algunos sintieron que el evangelismo público no era más
viable. La estrategia estaba cambiando, pero el evangelismo público perduraría.
Las reuniones no fueron solamente recortadas a tres semanas, sino que otras
innovaciones probaron ser más perjudiciales para el evangelismo que el primer
asunto. Antes de esta era, los miembros eran los medios principales para hacer
propaganda de las reuniones, pero la posguerra de EUA trajo prosperidad y las
mujeres comenzaron a dejar sus hogares por la oficina; y los voluntarios que
ayudaban y el tiempo para invitar a las personas disminuyeron.
El resultado fue que los evangelistas Adventistas tenían el dinero para gastar en
propaganda a través de volantes y otros anuncios de los medios de comunicación.
La consecuencia fue que los miembros encontraban más fácil dar dinero para
hacer propaganda que invitar a sus amigos. Por lo tanto, más personas asistían a
las reuniones, pero un porcentaje más pequeño de ellos era bautizado. Durante
los 50’s y 60’s, el evangelismo se movió de grandes eventos nacionales a
conferencias evangelísticas locales, realizando reuniones en iglesias locales en
lugar de auditorios públicos.
Ya que la propaganda no siempre atraían a las grandes masas, los evangelistas
vieron otros medios para inducir a las personas a asistir a las campañas públicas.
Una vez más, el innovador Fordyce Detamore, vino al rescate:
Detamore continuó su oferta de dinero por algunas noches más. Pero tuvo
temor que “alguno me acusara de sobornar a la gente a que asistiera”. En
los sucesivo, el evangelista ofreció obsequios no monetarios, desarrollando
un sistema integral de premios semanales por asistencia. Desde que
Detamore comenzó este plan de incentivo sistemático, reportó que hizo
toda la diferencia del mundo –“el secreto de las reuniones exitosas es hacer
que un amigo traiga a otra amigo”. El plan fue adoptado hasta por algunos
hombres que todavía dirigían campañas largas. Por ejemplo, Stanley Harris,
en la Unión del Pacífico Norte y después en California del Centro,
ofreciendo una gran variedad de Biblias, libros, juegos, fotos y placas por
asistencia constante.2
Otro sello de las reuniones evangelísiticas Adventistas durante esta época fue el
llamado extremadamente largo al altar. El evangelista podría predicaría por casi
una hora y entonces haría un llamado, el cual podría durar de una hora hasta una
y media hora. Esto fue popularizado por Detamore. Durante el llamado al altar, los
ayudantes de la reunión se acercarían alrededor de los intereses, intentando
animarlos a ir adelante.
Debido a la duración del llamado, los evangelistas a menudo tenían solo dos o tres
llamados de altar durante la serie completa. Se hacían esfuerzos para asegurarse
que la mayoría de intereses posible estuviese presente en estas noches. Algunas
veces hasta ofrecerían una comida a la multitud completa antes de la reunión para
asegurarse que las personas asistieran.
Es fácil juzgar esta estrategia por los nuestros estándares del siglo XXI y verlo
como una invasión de la privacidad. A pesar de esto, cuando fue usada, no era
ofensiva para ninguna gran esfera. De hecho, muchas personas que terminaron
dentro de la Iglesia probablemente nunca se habrían unido sin alguien
hablándoles durante este llamado largo al altar. Sin embargo, esta estrategia cesó
cuando Detamore llegó a sus años de declinación y para finales de los 1970’s ya
no se veía más que en raras ocasiones.
Durante los 50’s y 60’s, algunos evangelistas se encumbraron sobre los demás y
se hicieron famosos a lo ancho de la Iglesia Adventista. Su ministerio iba más allá
de una o dos asociaciones (conferencias). El más famoso, por supuesto, fue
Fordyce Detamore, que se irguió por sobre todos los demás y puso el ritmo para
los evangelistas adventistas. Fue durante esta época que un evangelista negro, E.
E. Cleveland, rompió las barreras del color y se hizo bien conocido por toda la
Iglesia. E. E. Cleveland puso el ritmo para el evangelismo de los negros, tal y
como lo hizo Detamore para la comunidad blanca. Sin embargo, el impacto de
Cleveland como evangelistas fue más difundido debido a su habilidad para
trascender las líneas del color entre la Iglesia.
LOS 1970’S
Los 1970’s fue la era de los evangelistas de conferencia (asociación). Casi cada
conferencia en Norteamérica tenía un evangelista. De hecho, algunas tenían
varios. Cuando yo entré al evangelismo de tiempo completo en 1970 en la
Conferencia de Montain View, la pequeña Conferencia realmente estaba
sosteniendo a dos evangelistas de tiempo completo. Como resultado, cada iglesia
en la Conferencia disfrutaba del éxito del evangelista de tiempo completo con
bastante frecuencia. Las reuniones en cada iglesia eran esperadas regularmente y
la Conferencia daba un fuerte apoyo a los evangelistas. Los presupuestos no eran
grandes, y la mayoría de las reuniones eran llevadas a cabo en las iglesias a fin
de frenar los gastos.
Los más grandes esfuerzos evangelísticos de los 1970’s fueron los programas
“Misión”. Comenzaron en 1970 como “Misión 72”; la iglesia continuó con “Misión
73” y 74. La idea era tener una reunión evangelísitica tomando lugar en cada
Iglesia Adventista en Norteamérica. Cada iglesia comenzaría la misma noche,
utilizaría la misma propaganda y predicaría el mismo sermón. El tema de la serie
de “Misión 72” fue “Extiéndete por la Vida”
Es muy difícil hacer que todos hagan lo mismo en la misma noche, pero había
bastante cooperación y la mayoría de iglesias llevaban a cabo una reunión aún si
no predicaban el mismo sermón. Con el fuerte énfasis en evangelismo en los
inicios de los 70’s, la tasa de crecimiento de la Iglesia se remontó hacia arriba una
vez más, alcanzando una tasa de crecimiento anual de 4.3 por ciento durante este
período –un record que no ha sido igualado desde entonces.
Otro que se volvió muy famoso durante esta época fue Joe Crews. Joe fue
invitado por Bill May, presidente de la Conferencia de Chesapeake, para comenzar
un nuevo programa de radio llamado “Hechos Asombrosos”. Esto le dio a Joe un
trampolín para sus reuniones evangelísticas. Los programas de radio estarían al
aire (AIR AHEAD OF TIME) y después Joe vendría y levantaría la cosecha. Su
estratégia era un poco diferente que la de los otros evangelistas de su época. Sus
reunionens, junto con el programa de radio, eran de fuerte impacto, predicando
doctrina profunda en la radio. Esto fue bien recibido por muchos Adventistas y era
de influencia para que muchas personas se unieran a la Iglesia. Joe Crews era
amado por muchos de postura conservadora y despreciado por otros por la misma
razón. Una cosa era cierta, sin embargo, donde quiera que uno se parara de la
plataforma teológica –Joe Crews fue un buen evangelista y ganó a muchas
personas para Jesús.
LOS 1980’S
Los 1980’s pueden ser definidos como la época de los Seminarios de Apocalipsis.
Esta estrategia innovadora al evangelismo en realidad comenzó en la parte final
de los 1970’s pero alcanzó la cima de la popularidad a los inicios de los 80’s. Las
reuniones de predicaciones a gran escala continuaron, pero los Seminarios de
Apocalipsis fue claramente la fuerza dominante en evangelismo durante esta
época.
Con la marcha del tiempo, las lecciones escritas por May llegaron a ser más
populares. Eventualmente, la Conferencia de Carolina vendió las lecciones de
Robinson a la Unión del Sur y en los inicios de los 90’s se reunieron con Seminars
Unlimited en Texas. Bill May ya no era el presidente de la Conferencia de Texas y
las lecciones de Robinson llegaron a ser solo un seminario evangelísitico más
para utilizar. También se produjeron otros seminarios, tales como los Seminarios
de Profecía, que abarcaban tanto Daniel como Apocalipsis. Finalmente, Seminars
Unlimited se convirtió en el principal distribuidor de seminarios evangelísiticos. Hoy
es propiedad de la División Norteamericana y sirve a la División y la Iglesia
Mundial.
Después de veinticinco años, el NADEI es todavía una parte vital del Seminario.
Aquello que comenzó muy cercano a la oposición del Seminario, hoy se ha
convertido en una parte vital del entrenamiento de los ministros. El grado
académico de la MDiv actualmente requiere que los estudiantes reciban trece
créditos semestrales del NADEI, proveyendo una base sólida en evangelismo. El
resultado es que los estudiantes ahora dejan el seminario emocionados por
alcanzar a los perdidos y por envolverse en el evangelismo.
Los 1990’s
El programa más grande fue Net 98, con Dwight Nelson predicando desde el
campus de la Universidad de Andrews en Berreen Springs, Michigan e irradiando
por casi todos los continentes del planeta. Desde entonces, los eventos de Net se
han proliferado y muchas opciones están disponibles. El resultado es que ninguno
ha recibido la exposición de las primeras series de Net.
Otra iniciativa que salió de las reuniones del “equipo de pensamiento” en 1992 fue
el movimiento de establecimiento de nuevas congregaciones que también ganó
aceptación en la última parte de los 90’s. Esto, combinado con la nueva ola de
evangelismo público creado por los programas de Net, resultaron en continuo
crecimiento en la última parte de los 90’s y hasta del siglo veintiuno.
En el otoño de 1996, Logan fue invitado para hablar en las juntas de fin de año de
la NAD y compartió algo del mismo material que había compartido en SEEDS. El
resultado fue una acción realizado durante la junta para hacer del establecimiento
de nuevas congregaciones la principal prioridad en cada conferencia en
Norteamérica.
EL SIGLO VEINTIUNO
En el nuevo siglo, un intento reciente por incorporar fondos para nutrir a los
nuevos creyentes al presupuesto evangelístico, está revelando una estrategia más
holística al evangelismo. El Evangelismo Global, encabezado por el presidente
anterior, Robert Folkenberg, ha resultado en muchos pastores y laicos viajando a
países tercermundistas, predicando series de temas y regresando a la NAD
emocionados por el evangelismo. Muchos continúan dirigiendo sus propias series
de reuniones de regreso en su propia casa.
CONCLUSIÓN